PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ FACULTAD DE DERECHO Triángulo Humano
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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ FACULTAD DE DERECHO Triángulo humano: derecho, literatura y discapacidad mental Los opas en la narrativa de José María Arguedas Tesis para obtener el título de licenciado en derecho Alumno: Julio Martín Meza Díaz Asesor: Carlos Ramos Núñez Lima, 2014 ÍNDICE INTRODUCCIÓN CAPÍTULO I: Derecho y literatura 1.1 Vínculos entre el derecho y la literatura 1.1.1 La literatura como fuente para la historia del derecho 1.1.2 La literatura como dinamo que humaniza el derecho 1.2 Movimiento jurídico Derecho y Literatura 1.2.1 Alrededor de Richard Posner y Ley y literatura 1.2.2 Sobre nuestra opción: Martha Nussbaum y Justicia poética CAPÍTULO II: Discapacidad mental desde la perspectiva jurídica 2.1 Necesidad histórica y social de una normativa específica 2.2 Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: principa- les lineamientos 2.3 Avances en la legislación peruana CAPÍTULO III: Discapacidad mental en la literatura peruana contemporánea 3.1 Algunos textos narrativos 3.2 Textos sobre experiencias penitenciarias 3.3 Observaciones sobre las constantes 2 CAPÍTULO IV: Discapacidad mental en la narrativa de José María Arguedas 4.1 Alrededor del autor y su obra literaria 4.1.1 Espacio para lo múltiple 4.1.2 Aproximaciones a su universo narrativo 4.2 Personajes con discapacidad mental 4.2.1 Los opas: Mariano, Marcelina CONCLUSIONES BIBLIOGRAFÍA 3 A mi papá, el otro Julio Meza A Elena Chávez A Armando Zolezzi Möller 4 “La justicia, ¡oídlo bien, hombre de todas las latitudes! se ejerce en subterránea armonía, al otro lado de los sentidos, de los columpios cerebrales y de los mer- cados. ¡Aguzad mejor el corazón!”. César Vallejo. Muro Noroeste. 5 Introducción César Abraham Vallejo Mendoza, natural de Santiago de Chuco, La Liber- tad, es el poeta peruano más importante y universal. Sobre el valor de su obra los críticos locales e internacionales tienen un consenso. Junto con la novela Ulises de James Joyce y el poema Tierra baldía de T.S. Eliot, el poemario Trilce de César Vallejo abrió nuevos caminos para la historia de la literatura y sigue siendo medular hasta hoy.1 No es gratuito que a Vallejo lo recuerden en los co- legios, lo celebren en las universidades, sea referente de diversos creadores y merezca especializados congresos de investigación. Es un orgullo para el Perú. Sin embargo, entre noviembre de 1920 y febrero de 1921, fue víctima de la injus- ticia del Poder Judicial. Estuvo preso por un delito que no cometió. El 1 de agos- to de 1920, en compañía del subprefecto Ladislao Meza y otros notables, salió a las calles de Santiago de Chuco para intentar calmar los ánimos del pueblo, el cual estaba enfurecido por el reciente amotinamiento de la gendarmería. Días después una simple declaración, que se fundaba en rivalidades privadas, lo aso- ció con los violentos. El juez del crimen Daniel O. Checa ordenó que fuera en- carcelado.2 ¿Cómo una persona sensible y brillante pudo sufrir la arbitrariedad del sistema legal? ¿Por qué cientos, miles de personas, que quizá no poseen el talento de Vallejo pero son también inocentes, atraviesan situaciones parecidas? Muchas son las razones. Tal vez una de ellas sea que el derecho se hunde cada vez más en una suerte de autismo académico, el que lo aleja de otras disciplinas que pueden insuflarle no solo nuevas miradas teóricas sino también una volun- tad guiada por la empatía y la solidaridad. Qué equivocados están los juristas, magistrados o abogados que marcan una fría distancia entre su persona y los implicados en el caso que analizan. Qué errado es entender el derecho como un corpus normativo incuestionable e inde- pendiente de los acontecimientos sociales e históricos. Según cuenta Eduardo Gonzalez Viaña, narrador, Vallejo sufrió durante su experiencia con el Poder Ju- 1 Curiosamente los tres libros fueron publicados el año 1922. Ulises en París, Tierra baldía en Nueva York y Trilce en Lima. 2 Desde una mirada histórica y jurídica Germán Patrón Candela ha estudiado al detalle los archivos judicia- les del proceso seguido contra Vallejo. Ver: PATRÓN CANDELA, Germán. El proceso Vallejo: “el momento más grave de mi vida fue mi prisión en una cárcel del Perú”. Trujillo: Universidad Nacional de Trujillo, 1991, 534 p. 6 dicial de la intolerancia frente a su vocación de escritor, del racismo por sus ras- gos físicos y su origen familiar, y de un aparato burocrático que privilegiaba las formas legales antes que las necesidades y urgencias de cada circunstancia.3 Quizá nuestro vate no hubiera pasado por semejantes vejámenes si se hubiera encontrado con especialistas del derecho que no confundieran el espíritu contro- vertido del artista con la desaforada violencia del delincuente, que entendieran y buscaran superar las taras de una ciudad y no se dejaran llevar por prejuicios, que intentaran colocarse en la situación del inculpado antes que subrayar (y en ocasiones usar de forma perversa) los plazos y otros elementos del proceso ju- dicial. Entre otros motivos César Vallejo decidió no regresar al Perú porque evi- taba caer de nuevo y por el mismo motivo en las garras del aparato legalista. En 1923, antes de partir a Europa, le escribió al abogado Carlos C. Godoy: “Me permito rogarle, si ello no lo distrajera mayormente, tenga la bondad de dar un vistazo por el expediente sobre el juicio de Agosto, el que, según me notician, ha vuelto al tapete negro del tribunal de Trujillo. Hágalo, doctor, por mi ausencia y por la tranquilidad de los míos, por cuya suerte me voy inquietado acerbamen- te”.4 El desasosiego de Vallejo duró hasta 1926 cuando recién obtuvo la pres- cripción de su proceso,5 pero el recuerdo de su estancia en la cárcel lo perturbó el resto de su vida. En poco se cumplirán cien años desde que comenzaron es- tos hechos oprobiosos. No obstante circunstancias semejantes siguen ocurrien- do a diario. ¿Cómo superar estas limitaciones del derecho peruano? Entre varias opciones nosotros creemos que una de las más adecuadas es promover el diá- logo entre el derecho y las humanidades. Por ejemplo, gracias a los estudios históricos tanto el lego como el especialista conocerán el desarrollo de las insti- tuciones jurídicas en el tiempo y podrán entender su sentido con mayor profun- didad; las diversas escuelas filosóficas posibilitarán la reflexión sobre las coinci- dencias y diferencias entre la ley y la moral; y la literatura y otras artes aportarán la libre crítica para la mejora del ámbito legal e insuflarán entre los entendidos en derecho la sensibilidad necesaria para que, sin abandonar las características 3 Apoyado en testimonios e investigaciones históricas Eduardo González Viaña ha novelado los aciagos días que César Vallejo vivió durante su estancia en la cárcel. Ver: GONZALEZ VIAÑA, Eduardo. Vallejo en los infiernos. Perú: Universidad César Vallejo, 2007, 445 p. 4 VALLEJO, César. Correspondencia completa. Lima: PUCP, 2002, p. 54. 5 Ibídem. p. 194. 7 inherentes del ejercicio de la profesión, encuentren en el Otro la medida de su propia circunstancia existencial. Estos logros, por supuesto, nunca verán la luz si se encapsula el lazo del derecho y las humanidades en la práctica retórica de algunos pequeños círculos académicos o se torna en un tema exclusivo de autores que exhiben su espíritu aristocrático como una virtud. Solo universalizando la interdisciplinariedad en las facultades de derecho del Perú se afectará positivamente en la relación cotidiana entre el sistema de justicia y la ciudadanía en general, lo que redundará en la mejora de la imagen y sobre todo en la dignificación de una disciplina que de forma tradicional ha sido observada con desconfianza y sospecha. Debido a nuestro interés por la literatura, el cual nos ha llevado a escribir y publicar ficción y ensayo,6 hemos optado por ahondar en la conexión de esta rama de las humanidades con el derecho. Para este propósito echamos mano de la bibliografía elaborada alrededor del movimiento jurídico Derecho y Literatu- ra y usamos especialmente los lineamientos trazados por la filósofa Martha Nussbaum en Justicia poética,7 libro en el que se entiende la incidencia de la literatura en el derecho no desde márgenes económicos o utilitarios sino resca- tando sus efectos cuestionadores y polisémicos. Nos detendremos en el análisis de la obra de un autor que posee especial importancia para nosotros, José María Arguedas, quien en sus textos narrativos abre un espacio de integración. Su ideal es el diálogo entre lo múltiple. Esta pos- tura lo lleva a no rechazar a los marginados, entre quienes se encuentran aque- llos con discapacidad mental. Arguedas los contempla como a sus iguales pues- to que no los desdeña ni asume como inferiores sino los respeta y aprende de su diferencia. Sostenemos que dichas ideas y otras de igual importancia, elaboradas por Arguedas a lo largo de su trayectoria literaria, la cual concluyó trágicamente en 1969, coinciden en buena medida con la actual doctrina jurídica nacional e inter- nacional que aborda el tema de las limitaciones mentales desde los principios de 6 A la fecha hemos publicado el libro de cuento Tres giros mortales (Casatomada, 2007), la novela Solo un punto (Mesa Redonda, 2010), los poemarios Lugares comunes (Ínfima, 2011) y Matemáticas Sentimental (Ínfima, 2011), y la novela gráfica breve El amor sabe a sábila (Ínfima, 2011). Hemos publicado también textos de crítica y opinión en diversas revistas físicas como virtuales. 7 NUSSBAUM. Martha. Justicia poética. Barcelona: Editorial Andrés Bello, 1997, 183 p. 8 la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad,8 docu- mento que Naciones Unidas abre para la firma de sus estados miembros el año 2007.9 Se demuestra de este modo que la literatura se halla en muchos casos a la vanguardia de las concepciones más renovadoras y democráticas, a donde el derecho llega a la postre y en ocasiones con lentitud y tarde.