ELECCIONES PERÚ, 2006: Complejidades Y Paradojas De Una Democracia Aún Vulnerable
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C olombia Internacional 64, jul - dic 2006, 96 - 121 ELECCIONES PERÚ, 2006: complejidades y paradojas de una democracia aún vulnerable Rodolfo Masías Núñez1 y Federico Segura Escobar2 recibido 28/09/06, aprobado 31/10/06 96 R odolfo Masías Núñez y F ederico Segura Escobar Este artículo ofrece una primera aproximación analítica al reciente proceso electoral peruano, que condujera por segunda vez a la presidencia, a Alan García Pérez. Se trata de un proceso de cuyo carácter todavía no es posible establecer tesis concluyentes, en buena cuenta debido a su proximidad y la falta de más información. Con el propósito sobretodo de informar, se ensayan, al tiempo, algunas reflexiones que sirven de bases al debate sobre la política en el Perú. El trabajo, así, se concentra en describir la primera y segunda vuelta electoral, los factores que podrían explicar los resultados habidos, especialmente el triunfo de Alan García y la configuración política del Congreso resultante.Al final se proponen algunas conclusiones generales sobre el proceso. Palabras clave: Perú, elecciones, opinión pública This article offers a first approximation to the recent electoral process that took Alan García Pérez to his second presidency. This is a process for which is not possible to give concluding remarks, mostly because of how recent it is and the lack of information available. With the intention to inform, we make some reflections germane to the Peruvian political debate.The article describes the first and second rounds and the factors that help explain the results, especially Alan García’s victory of and the resulting party composition of Congress. In its closing section, the article advances some general conclusions about the process. Key words: Perú, elections, public opinion Introducción mayoría parlamentaria, ni del amplio l 28 de julio pasado, día en apoyo popular con que contara en 1985; que se celebra la indepen- será un gobierno con una nutrida y aun- E dencia nacional y en las que no sólida oposición, con controles instalaciones del Congreso de la Repu- inéditos, puesto que, sobretodo, pesa blica, asumió el gobierno del Perú Alan sobre el propio Alan García y su partido García Pérez, luego de derrotar en el recuerdo de una anterior gestión segunda vuelta al menos conocido, sumamente desafortunada. No es todavía menos experimentado y de tono radical neto el significado de tal resultado para la Ollanta Humala.Es la segunda vez,luego historia del Perú, al menos en el sentido de 21 años, que este líder político del de una orientación a favor de la delicada histórico Partido Aprista Peruano consolidación de su democracia: a ojos (APRA), se convierte en presidente del de un observador desprevenido, el últi- país (2006-2011).A diferencia de su pri- mo proceso electoral parecería repetir mer mandato, el gobierno no goza de costumbres y cultura política, personajes 1 Profesor Asociado del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes. 2 Politólogo, Universidad de los Andes.Actualmente estudiante de la Maestría en Ciencia Política y de la Facultad de Economía de dicha Universidad. 97 E lecciones Perú, 2006 y estados de ánimo recurrentes del elec- contexto de seculares postergaciones e torado; mas, penetrando bien en su com- injusticias sociales. En lo que toca a los plejidad, no es posible, al tiempo, dejar de partidos, los retos de la democracia en el registrar también señales de cambio, Perú son también urgentes y onerosos, esperanzador, cuando no de una historia máxime cuando las relaciones de repre- política bastante dinámica y sorprenden- sentación reflejadas en las elecciones te. Paradójicamente, en una primera parecen reproducir los viejos problemas. reacción sobre lo acontecido, podrían ser En la campaña electoral no se pudo señales de cambio el triunfo mismo de constatar algo así como una firme rela- Alan García, que la vieja derecha se haya ción orgánica entre partidos y actores corrido algo al ‘centro’, que el rechazo a sociales, una situación en que estas orga- la política y los políticos tradicionales se nizaciones pudieran encauzar la repre- haya encarnado en un líder como Ollan- sentación o reflejar los diversos intereses ta Humala y que para ganar hubiera en la sociedad. De hecho, el encumbra- habido tácticamente que sumar y no dis- miento de un político como Ollanta gregar3. Empero, más crucial pudiera Humala y su organización como la resultar detenerse a analizar sobre cómo segunda fuerza electoral, no hace si no este proceso reciente habría de llevar a deducir la vigencia, en una porción muy superar los grandes desafíos que la políti- significativa de la población, de unos ca del Perú de los últimos 25 años ha sentimientos antipartido, de su deslegiti- planteado. Básicamente, una buena fór- mación y desprestigio, aunadas o com- mula para caracterizar estos problemas es plementadas con una falta de confianza la de la endeble y siempre truncada ins- en la eficacia de la democracia o en la titucionalización del sistema político y tentación autoritaria4. de la arena de los partidos en el Perú. Es En este artículo se pretende ofre- la situación de una falta de continuidad cer una primera aproximación interpre- democrática (o de una mayor probabili- tativa y tentativa al reciente proceso dad de continuidad democrática, tal vez), electoral. Se trata de analizar un proceso de la existencia de unas reglas de juego de cuyo carácter todavía no es posible respetadas, que no puedan ser relativiza- establecer tesis concluyentes, en buena das y cuestionadas a capricho y de acuer- cuenta debido a su proximidad. Con el do a unos deseos personalistas que se propósito sobretodo de informar, se arrogan, cada cierto tiempo, el “orden” y ensayarán, al tiempo, algunas reflexiones el “cambio”. La situación abierta con el que sirvan de bases al debate sobre la nuevo proceso se posa en una todavía política en el Perú. El trabajo, así, se con- debilidad extrema del estado y las insti- centra en describir la primera y segunda tuciones políticas, en exangües actores vuelta electoral, los factores que podrían sociales y políticos, y todo ello en un explicar los resultados habidos y espe- 3 En este proceso, como se verá después con más detalle, resultó mucho más productivo conformar alianzas electorales que la vieja fórmula de participar individualmente. 4 Este fenómeno ha sido un problema serio en el Perú, las cifras son bastante elocuentes. Según la encuesta de opinión del Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima, noviembre 2005, están con la democracia peruana ‘Poco satisfecho’ 41.1% ‘Nada satisfecho’ 50.3%. Sea este el momento para puntualizar la calidad de las fuentes utilizadas en este trabajo. Sin duda son las que provienen de las instituciones de mayor reconocimiento por su rigor académico y objetividad. 98 R odolfo Masías Núñez y F ederico Segura Escobar cialmente el triunfo de Alan García y la de sustentar y dar continuidad al retor- configuración política del Congreso no a las reglas del estado de derecho y a resultante. Al final se proponen algunas los gobiernos elegidos mediante elec- conclusiones generales sobre el proceso. ciones. Fue un gobierno difícil, tanto por las limitaciones que mostró como A manera de exordio mandatario, como porque recibió un Alan García Pérez es el sucesor pasivo político en que todo parecía de Alejandro Toledo, quien resultó pre- (debía) ser refundado, menos en materia sidente del Perú en el año 2001, luego económica7. La ‘popularidad’ de Toledo, de un corto gobierno de transición pre- medida por encuestas, sólo hasta el final sidido por el respetado conciliador de su gobierno, en que experimentó un Valentín Paniagua. Este país cerraba con salto importante, siempre fue exigua. Si dificultad, si se puede afirmar así, el bien durante su mandato se promulga- nefasto capitulo de autoritarismo abier- ron sendas leyes a favor del fortaleci- to por Alberto Fujimori que llevó al miento de los partidos y se condujo la Perú, durante la década del 90, a la esta- política en pro de un futuro gobierno bilidad macroeconómica, el crecimien- también democrático, el balance no fue to y la seguridad, desactivando a del todo satisfactorio, ciertamente por la Sendero Luminoso, a costa del desarro- gravedad de la situación generada por el llo de una vida política democrática y régimen dictatorial, que para algunos de unas reales mejoras en la calidad de significó el puntillazo a un proceso de vida de la población5. Hacia los años 90, colapso de los partidos incubado en luego de dos gobiernos elegidos por décadas anteriores. voluntad popular, cuando se hacía difí- Son estas condiciones generales, cil un retorno a un pasado de caudillis- que aunque de relativo bienestar econó- mos y arbitrariedad, donde el juego mico, pues el Perú con Toledo siguió democrático parecía ser el sistema más creciendo, en un desempeño económico conveniente,Alberto Fujimori sorpren- muy superior a otros países de América dió no sólo por encaramarse como un Latina, en que se produce la campaña dictador, sino por haber permitido una electoral del 2006. Una hipótesis, más de perversa conjugación eficaz entre auto- corte estructuralista, hubiera podido pre- cracia y extrema corrupción. Los parti- decir el comportamiento electoral de dos tradicionales casi se extinguieron en partidos y electorado a la luz de la vigen- aquel momento, la movilización popu- cia y fuerza de esos factores o “constan- lar, tan protagónica en las décadas ante- tes” que han caracterizado la política en riores, también padeció los efectos de el Perú. Sin embargo, este proceso un gobierno con una relación cliente- reciente desarrolla ciertos rasgos que,ins- lista e instrumental con el pueblo6.A critos en tal pasivo, pueden interpretarse Alejandro Toledo le cupo la difícil tarea como señales de ruptura. 5 Sobre la naturaleza y significado del régimen fujimorista puede consultarse los magníficos ensayos de Cotler (2001) y Grom- pone (2001).