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Anuario de la integración latinoamericana y caribeña 2009 Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades Universidad de Guadalajara Directorio del Anuario

Coordinador General Dr. Jaime Antonio Preciado Coronado

Consejo Editorial

Dr. Luís Fernando Ayerbe Universidad Estadual de Sao Paolo, Brasil

Dr. Heriberto Cairo Carou Universidad Complutense de Madrid, España

Dr. Jaime Eduardo Estay Reyno Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Mtro. Carlos Oliva Campos Universidad de La Habana,

Dr. Ignacio Medina Núñez Universidad de Guadalajara-iteso

Dr. Alberto Rocha Valencia Universidad de Guadalajara

Dr. Germán Sánchez Daza Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Anuario de la integración latinoamericana y caribeña 2009

Jaime Antonio Preciado Coronado (Coordinador)

Universidad de Guadalajara Proyecto financiado por el CONACyT en Investigación en Ciencia Básica, Clave 128955: “Dimensiones, estrategias y alternativas de la integración autónoma de Latinoamérica y el Caribe. Desafíos para el caso mexicano (2010-2012)”

Los puntos de vista aquí expresados son responsabilidad de los autores y no necesaria- mente coinciden con los planteamientos del Conacyt.

Primera edición, 2014 d.r. © 2014, Universidad de Guadalajara Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades Coordinación Editorial Juan Manuel # 130 Zona Centro 44100 Guadalajara, Jalisco, México

Consulte nuestro catálogo en http://www.publicaciones.cucsh.udg.mx/ isbn 978-607-450-956-4

Editado y hecho en México Edited and made in Mexico Contenido

Acerca de los autores. 11

Introducción. México frente a las tendencias de integración regional latinoamericana y caribeña. 15 Jaime Antonio Preciado Coronado

Dimensión económica

2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial . 29 Jaime Eduardo Estay Reyno

Mercosur 2009: impactos de la crisis. 49 Lourdes María Regueiro Bello

La comunidad andina en 2009: la integración a prueba. 69 Carlos Otto Vázquez

La Comunidad del Caribe (Caricom): crisis, integración y seguridad regional...... 91 Laneydi Martínez Alfonso

Concepciones y evidencias de la integración económica en Centroamérica. 107 Berenice P. Ramírez López

La Alianza Bolivariana de las Américas y Tratado de Comercio de los Pueblos -tcp. Los avances hacia la Integración Latinoamericana en 2009 ...... 123 Elsa Ximena Roncal Vattuone Dimensión política

Debilidades, fortalezas y amenazas en el proceso de autonomización de América Latina. 143 Alberto Rocha Valencia

La relación Colombia-Estados Unidos en materia de seguridad como detonante geopolítico de la región Suramericana...... 155 Elizabeth Vargas García

2009: más sombras que luces en Centroamérica: ¿se desintegra la integración? . 169 Ximena Isabel de la Barra Mac Donald

Estados Unidos, autonomía y desarrollo en la integración suramericana. 175 Daniel Efrén Morales

Obama and : Reality and Rhetoric...... 183 Gary Francis Prevost

Prácticas y representaciones de la inscripción global de América Latina en 2009 . 187 Almudena Cabezas y Heriberto Cairo

2009 en el . Presencia internacional, institucionalización y democracia. 201 Lourdes Patricia Iñiguez Torres

Dimensión de política exterior e integración

2009: año de grandes desafíos para las políticas exteriores latinoamericanas...... 211 Carlos Oliva Campos

La integración energética en América Latina. Retrospectiva 2009 . 215 Pablo Alejandro Uc González y Enrique Francisco Toussaint Orendáin

México 2009. Una política exterior en busca de resarcir la imagen y el prestigio perdidos. 225 Jorge Antonio Hernández Velázquez La política exterior de Brasil en 2009. 235 Ruth Pinheiro Costas

Política exterior de en 2009 . 245 Ilia Sergio Rodríguez Gelfenstein

Problemas económicos, respuestas políticas. La política exterior argentina frente a la crisis internacional. 255 Sandra Colombo y Mariano Eduardo Roark

Dimensión de cultura, ciencia y tecnología

El fracaso de la unidad hispanoamericana en la independencia. A propósito del bicentenario...... 265 Sergio Guerra Vilaboy

Crisis de la cultura democrática...... 273 Ignacio Medina Núñez

Resistencia frente a una cultura de dominación . 285 Nicolás Rey

Cultura centroamericana: violencia, desesperanza y migración en tiempos del Proyecto Mesoamérica . 299 Ramón Gómez Zamudio

Bolivia: la construcción de una política científica tecnológica alternativa . 313 Germán Sánchez Daza y Fernando Julio Piñero

Red Mercociudades: cooperación descentralizada e integración regional desde lo local ...... 327 Eugenia Coppel Ochoa

Gestión de innovación y tecnología en Altec 2009...... 337 Juan Mejía Trejo y Álvaro Pedroza Zapata Dimensión de turismo y medio ambiente

Mercosur: integración y turismo...... 359 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos...... 383 Mario Edgar López Ramírez

La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración?...... 405 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

Documentos en internet sobre integración . 429 Compilados por Alicia González Rojano Acerca de los autores

Stella Maris Arnaiz Burne Profesora Investigadora del Centro Universitario de la Costa Norte, de la Universidad de Guadalajara

Luis Fernando Ayerbe Profesor del Departamento de Economía de la Universidad Estadual de Sao Paulo (Unesp) y del programa de postgrado en Relaciones Internacio- nales de la Unesp, Unicamp y Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo, puc/sp.

Almudena Cabezas González Profesora Investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.

Heriberto Cairo Carou Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Com- plutense de Madrid.

Alfredo César Dachary Profesor Investigador del Centro Universitario de la Costa Norte, de la Uni- versidad de Guadalajara

Sandra Colombo Docente investigadora del Centro de Estudios Internacionales en Proble- máticas Internacionales y Locales (ceipil)-Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires-Argentina.

Eugenia Coppel Ochoa Licenciada en Estudios Internacionales de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

11 Acerca de los autores

Ximena Isabel de la Barra Mac Donald Consultora independiente e integrante del grupo Diálogo Sudamericano, Santiago de Chile

Jaime Eduardo Estay Reyno Profesor Investigador del Centro de Estudios y Desarrollo Económico y Social de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla (buap).

Ramón Gómez Zamudio Profesor Investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoame- ricanos, de la Universidad de Guadalajara

Alicia González Rojano Investigadora de la Facultad de Economía, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Sergio Guerra Vilaboy Director del Departamento de Historia de la Universidad de La Habana, Cuba. Presidente de la Asociación de Historiadores de Latinoamérica y del Caribe.

Jorge A. Hernández Velázquez Profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (iteso) y de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Lourdes Patricia Íñiguez Torres Licenciada en Estudios Internacionales. Maestra en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara. Doctora por El Colegio de México.

Laneydi Martínez Alfonso Profesora Investigadora del Centro de Investigaciones sobre la Economía Mundial, Cuba.

Ignacio Medina Núñez Profesor Investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (iteso) y en la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Juan Mejía Trejo Profesor Investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (cucea) de la Universidad de Guadalajara y miembro del

12 Acerca de los autores

Capítulo de Innovación y Tecnología de la Academia de Ciencias Adminis- trativas (Acacia).

Daniel Efrén Morales Ruvalcaba Doctorando en Ciencias Sociales, Universidad de Guadalajara (UdeG).

Carlos Oliva Campos Profesor Investigador del Departamento de Historia de la Universidad de La Habana en Cuba.

Álvaro Pedroza Zapata Profesor del Departamento de Economía, Administración y Mercadología del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, Universi- dad Jesuita de Guadalajara.

Fernando Julio Piñero Docente de la Facultad de Ciencias Humanas e investigador del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Problemáticas Internacionales y Locales (ceipil). Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

Ruth Pinheiro Costas Periodista del área internacional del diário brasileño O Estado de São Paulo, estudiante de Maestría en Ciencias Políticas en la Universidad de Oxford, Inglaterra.

Jaime Antonio Preciado Coronado Profesor Investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y profesor invitado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (iteso).

Gary Francis Prevost Profesor Investigador de la Saint Johns University, Minnesota, Estados Unidos.

Berenice Ramírez López Investigadora titular de la Unidad de Investigaciones de Economía Política del Instituto de Investigaciones Económicas de la unam.

Lourdes María Regueiro Bello Profesora Investigadora del Centro de Investigaciones de Política Interna- cional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.

13 Acerca de los autores

Nicolás Rey Profesor Investigador del Departamento de Historia de la Universidad de Guadalajara

Mariano Eduardo Roark Docente investigador del Centro de Estudios Internacionales en Problemá- ticas Internacionales y Locales (ceipil)-Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires-Argentina.

Alberto Rocha Valencia Profesor Investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoame- ricanos de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Ilia Sergio Rodríguez Gelfenstein Analista y consultor internacional. Profesor del Instituto de Altos Estu- dios Diplomáticos “Pedro Gual”, Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.

Elsa Ximena Roncal Vattuone Economista y estudiante del doctorado en Economía Política del Desarro- llo, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Enrique Francisco Toussaint Orendáin Pasante de la licenciatura en Estudios Internacionales de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Pablo Alejandro Uc González Licenciado en Estudios Internacionales por la Universidad de Guadalajara y maestrante en Ciencias Sociales por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach).

Elizabeth Vargas García Profesora Investigadora del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Carlos Otto Vázquez Economista. Profesor de posgrado en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.

14 Introducción. México frente a las tendencias de integración regional latinoamericana y caribeña

Jaime Antonio Preciado Coronado

Entre el impulso por la construcción de un rol estratégico en el continente americano y el condicionamiento que implica su posición geopolítica en América del Norte, México ha enfrentado una permanente paradoja en torno a su posición regional en y frente a América Latina. Esta búsqueda por la definición de una identidad política capaz de construir comunidad y a la vez liderazgo en la región, ha estado condicionada por específicas orientaciones en su política exterior y el modelo de desarrollo neoliberal por el que optó con claridad desde mediados de la década de los noventa. Esto es, a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comer- cio de América del Norte (tlcan) en 1994, el posterior proyecto para la intensificación de una integración trilateral “profunda”, a través de la Alianza para Seguridad y Prosperidad de América del Norte (aspan), entre 2001 y 2006/7. Y luego, mediante el diseño e implementación de un pacto bilateral de cooperación militar con Estados Unidos: la Inicia- tiva Mérida, que ha reducido la idea de integración a la “securitización” territorial del país, a través de la transferencia de fondos de apoyo a la guerra contra el crimen organizado emprendida por la administración de Felipe Calderón en México a partir del año 2006. Un proyecto renovado e intensificado por la administración de Barak Obama desde el año 2009. A pesar de esta fuerte tendencia a la consolidación de una integra- ción profunda hacia el norte, México insiste en mantenerse, desde una perspectiva geoestratégica, como interlocutor “natural” entre ambas regiones, es decir, como el “país bisagra” por excelencia entre Estados

15 Jaime Antonio Preciado Coronado

Unidos y América Latina. No obstante, mientras ambiciona una rede- finición de su política exterior que le permita construir su liderazgo en América Latina y el Caribe, sus proyecciones son contenidas por una sostenida y creciente dependencia hacia Estados Unidos, más que por el fortalecimiento de relaciones comerciales y políticas recíprocas y de mutua interdependencia. Así lo muestra, por ejemplo, su gigantesca fi- liación comercial hacia eu, país al que destinó 79.4% del total de las ex- portaciones no petroleras en 2010, y del que recibió 21,181 millones de dólares provenientes de remesas en 2009. Es importante destacar, sin embargo, que México emprendió impor- tantes decisiones en 2009 que lo han aproximado a los países latinoa- mericanos. Por un lado, ha buscado la redefinición de su estrategia de integración con Centroamérica, a través de la Iniciativa Mesoamérica, una reformulación del anterior Plan Puebla Panamá y Colombia. Ade- más, participó activamente en la conformación futura de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac), en la pasada Cumbre para la Unidad de América Latina y el Caribe llevada a cabo en Cancún, en abril de 2009. Esta negociación interamericana ha sido relevante en la medida en que impulsa un organismo en el que no participarán ni Estados Unidos ni Canadá, e incorpora plenamente a Cuba al nuevo pro- yecto ínter-latinoamericano. Lo que intensifica la recurrente imagen de una América Latina que construye no sólo circunstancias, sino también mecanismos institucionales para lograr una creciente autonomía frente a la histórica hegemonía estadounidense. Desde esta perspectiva, vale la pena interrogar en qué medida Mé- xico se perfila como un miembro activo en los nuevos proyectos de inte- gración regional latinoamericana, y qué escenarios se configuran para el logro de una integración autónoma que beneficie su posicionamiento e inserción internacional. Para ello, se hace una sucinta revisión de la proyección geoeconómica mexicana y su posición frente a los nuevos di- lemas y retos geopolíticos que enfrenta la región. Por lo cual, se destacan las condiciones y aspectos más relevantes en materia de integración atra- vesados en el año 2009. Termino con un breve resumen de las dimensiones y artículos con- tenidos en este Anuario de la integración regional 2009, resultante del trabajo desarrollado por un grupo multidisciplinario de investigadores internacionales iberoamericanos que integran la Red de Investigación sobre la Integración de América Latina y el Caribe (Redialc), en un pro-

16 Introducción. México frente a las tendencias de integración regional latinoamericana yecto de Investigación en Ciencia Básica, que es apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

La proyección geoeconómica de México

El caso mexicano ilustra la tendencia dominante según la cual la geopo- lítica se subordina a la estrategia económica ante las mutaciones del poder. Si bien las relaciones interamericanas juegan un papel central en cuanto a límites y posibilidades para la inserción mexicana a la geopo- lítica global, las apuestas geoeconómicas que se hacen desde las políti- cas gubernamentales afectan decisivamente el carácter de su agenda de desarrollo nacional. Las principales apuestas geoeconómicas se pueden identificar de la siguiente forma desde el contexto contemporáneo: • Un impulso acelerado a la integración de bloques económicos, prin- cipalmente de carácter regional, bajo el esquema más ortodoxo de libre comercio, como es el caso del Triángulo del Norte: México, y , herencia de los Acuerdos de Tuxtla; el G 3, conformado junto con Colombia y Panamá, que sustituye a Venezuela, país que abandonó ese Grupo en 2008; la Asociación de Estados del Caribe, que compite con la Caricom; así como el Arco del Pacífico, intento mexicano por encabezar la integración de los países latinoamericanos ubicados en la cuenca del Pacífico. • Redefinición de otros bloques que, además del impulso al libre co- mercio y la creación de agendas de desarrollo, poseen proyección geoestratégica sobre los territorios involucrados, como es el caso del Proyecto Mesoamérica, antes denominado Plan Puebla Panamá, más Colombia. Esta iniciativa que se remonta al año 2001, ha re-estruc- turado recientemente su imagen institucional (2008-2009) a fin de dar un nuevo impulso al liderazgo que México ha buscado frente a los países centroamericanos, además de acercarse a Colombia, aun cuando los resultados han sido poco exitosos. Más todavía, la agenda de desarrollo subregional se ha visto abatida por la agudización de la violencia y el creciente poder del crimen organizado en la subregión. • Una estrategia de reinserción internacional basada en la construc- ción de un bloque económico norteamericano que cobraba tres di- mensiones centrales para mediados de la primera década del siglo xxi, y que ha sufrido un declive en los últimos cinco años:

17 Jaime Antonio Preciado Coronado

- El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan), cuyos rendimientos económico-comerciales han resultado decre- cientes, nulos en diversos ramos o sectores industriales o agro- pecuarios que se quisieron impulsar, o contraproducentes en tér- minos globales para la economía mexicana. Una expresión de la falta de resultados en el crecimiento económico nacional neto, se reflejó, por ejemplo, en el promedio anual de 300 mil trabajadores mexicanos expulsados hacia Estados Unidos en los 15 años de vi- gencia del tratado (La Jornada, 08.05.10). Así como en el fracaso respecto de la creación de empleos, la ruptura del tejido industrial no asociado con la exportación, el incremento de la dependencia alimentaria que obliga a la importación masiva de granos y alimen- tos básicos para la dieta mexicana o, entre otros aspectos negati- vos, el impacto ambiental derivado del modelo económico cuyos costos anuales se calculan en 10% del pib mexicano. - El Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (alca) una pla- taforma en declive en su proyección continental a partir de la Cumbre de Mar del Plata, en 2005, se reestructura sin embargo en un esquema de negociaciones bilaterales entre eu y países o específicas subregiones como Centroamérica. Situación que le ha significado a México una pérdida de su proyección geoeco- nómica en la integración continental panamericana como socio comercial prioritario de eu. - La Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (aspan), cuya negociación trilateral entre Canadá, eu y México estuvo orientada a una integración profunda de las agendas es- tratégicas de desarrollo y seguridad de los tres países de la región a partir de 2001. La consolidación de este esquema, sin embargo, sufrió una eminente suspensión a partir de la llegada a la presi- dencia estadounidense de Barack Obama en 2009, año a partir del cual se modificó el formato de las reuniones presidencia- les trilaterales, a una Cumbre de Presidentes de Norteamérica, dando prioridad a la cooperación financiera y militar entre eu y México a través de la Iniciativa Mérida (Preciado, 2009). La dimensión de seguridad quedó sobrepuesta a la agenda de pros- peridad y desarrollo, a través de la Iniciativa Mérida, mediante la cual México ha sido integrado de facto al “perímetro de seguri- dad” de Estados Unidos y su territorio quedó incluido en la zona bajo control del Comando Norte del Pentágono.

18 Introducción. México frente a las tendencias de integración regional latinoamericana

• El privilegio de las relaciones comerciales sobre las político-diplomá- ticas por parte de México hacia Estados Unidos, lleva a una asime- tría creciente en la intensa interdependencia recíproca de la relación bilateral. México exporta cerca de 94% de bienes y servicios hacia la potencia del Norte, e importa de ella casi 95%. Aunque nuestro país ha sido entre el segundo y tercer socio comercial y ha provisto cerca de 13% del crudo que se importa desde la Unión Americana, no hay un trato de carácter recíproco frente a la importancia de los inter- cambios académicos, que sea capaz de incluir la agenda migratoria, energética ni la agenda alimentaria en la relación bilateral. • Aunque México destaca mundialmente por la multiplicación de tra- tados bilaterales y regionales, solamente se ha establecido una diver- sificación de sus intercambios comerciales de carácter formal, ya que en los hechos predomina un claro sesgo hacia Estados Unidos, y en las relaciones comerciales de segundo orden con la Unión Europea, el sudeste asiático y América Latina y el Caribe. La sed de tratados comerciales implícita en la política exterior mexicana, se enfrenta a severas limitaciones ya que los países latinoamericanos con los que se pretende comerciar bajo “nuevos términos”, como Brasil y Perú, han exigido reciprocidad en el trato además de que han acumulado experiencias de tipo neo-proteccionista en torno a ciertos intereses estratégicos y empresariales. • El multilateralismo mexicano se expresa fundamentalmente en su pertenencia a la ocde, pero esta política multilateral se ha reducido dramáticamente en los foros globales como la Organización Mundial de Comercio y en diversas instancias de concertación económica y política Sur-Sur, relativos a la defensa de mejores condiciones de in- tercambio agropecuario, o de integración comercial alternativa. • En sus relaciones con los centros mundiales no continentales, las re- laciones de México con la Unión Europea no han apoyado su diversi- ficación comercial; después del Acuerdo de Cooperación Comercial (ace) firmado en 1997, no ha logrado una “asociación estratégica glo- bal” con la ue, que pudiera otorgarle un futuro estatus de potencia media, como es el caso de Brasil. • Hay un fuerte rezago de participación y liderazgo de la economía mexicana en los proyectos de cooperación Sur-Sur, no sólo de la región latinoamericana, sino a nivel mundial, como lo denota su bajo perfil en la alianza del G-33, estrechada en la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (omc) de Cancún, 2004, o su

19 Jaime Antonio Preciado Coronado

participación marginal en reuniones con los países del grupo Brasil- Rusia-India-China-Sudáfrica (brics), lo que disminuye su rol como semiperiferia latinoamericana. La contraparte a estos vacíos, sin embargo, ha sido relativamente compensada por su participación en el llamado G-5 junto a las economías emergentes de Brasil, India, China y Sudáfrica, en los foros del G7/8, desde el año 2003 hasta la pasada reunión en 2007, en Alemania.

México frente a la agenda interamericana

A partir de la centralidad que representan las relaciones interamericanas en la construcción de vías alternativas para un posicionamiento geoeco- nómico global, es necesario que una agenda para el desarrollo mexicano tome en cuenta variables alternativas de desempeño. Entre las cuales se encuentran las siguientes: • La revaloración de la gestión estratégica de recursos geográficos propios de la biodiversidad, los recursos renovables y petroleros, de manera que se puedan aprovechar las ventajas comparativas fren- te a los diversos esquemas de integración que integran actores con diferenciados modelos de desarrollo neoliberales, neo-estatistas y post-neoliberales. Al pensar en la agenda alternativa de desarrollo es necesario considerar una dinámica diferente de inserción al mercado mundial que no reproduzca más tlc, sino en su lugar acuerdos gene- rales de cooperación-desarrollo-intercambio comercial. • Redirigir las proyecciones continentales tras el estancamiento y mo- dificación del alca, mediante el fortalecimiento de relaciones Sur- Sur, tanto con los países clave en Latinoamérica como con los actores emergentes en el sur global: China, Rusia, India, Sudáfrica. Esto per- mitirá mejorar las negociaciones Sur-Norte, a través de una reorien- tación latinoamericanista de acercamiento con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), a la par de la diversificación y profundización de relaciones comercia- les, de cooperación y concertación política con la Unión Europea, los países del sudeste asiático, las economías emergentes la semiperife- ria reestructurada y los países “socialistas con mercado”. • Evaluar los espacios de renegociación que posee el tlcan, y definir la estrategia de negociación de la carta petrolera en función de un modelo energético alternativo, que contemple una reforma ener-

20 Introducción. México frente a las tendencias de integración regional latinoamericana

gética en el país. La cual deberá contemplar una reestructuración institucional de Petróleos Mexicanos (Pemex), orientada a mejorar su eficiencia empresarial, pero también abrir canales de desahogo financiero a la empresa, que reduzcan la excesiva fiscalización de sus ingresos impuesta por el gobierno central. • Re-evaluar los impactos de una agenda bilateral profundamente mi- litarizada con eu, para reconducirla a un horizonte de cooperación que asocie seguridad-desarrollo-pacto migratorio-lucha contra el narcotráfico, en una agenda de relaciones interamericanas. • Acercar democracia política, económica y social, en una Carta Democrática Interamericana pensada en función de los derechos eco- nómicos, sociales y culturales (desc) de ciudadanía que se debaten en Naciones Unidas y que potencialmente puede constituir una piedra angular de la emergente Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

El Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña, 2009

La crisis económica es la variable inevitable que atraviesa el análisis de la integración económica durante 2009. Significados, alcances y profundi- dad de la crisis, se entrelazan en la búsqueda de alternativas a un modelo económico que mostró su agotamiento gradual y profundo. “Exclusión” es la palabra que aglutina fenómenos como el incremento de la inequi- dad, la pauperización y el aumento de las brechas económicas. De la misma manera, el rescate a corporaciones multinacionales, utilizando fondos públicos en las distintas naciones, marcó una crisis que repre- sentó la forma más despiadada de “socializar las pérdidas y privatizar las ganancias”. En este sentido, Jaime Estay, Lourdes Regueiro y Berenice Ramí- rez rescataron la reacción de los distintos sistemas de integración ante los mares de complicaciones económicas que produjo la crisis global de 2008-2009. Estay resaltó la importancia de que, ante una crisis tan pro- funda, la heterogeneidad de los esquemas de integración latinoamerica- nos no haya impedido la pretendida trayectoria hacia posiciones con ca- racterísticas más abarcadoras. Regueiro, por su parte, pone el énfasis en la voluntad política que ha caracterizado decisiones de mayor autonomía al interior del Mercosur, en especial en la creación de vínculos profundos en áreas de producción económica. Ramírez, en el mismo tenor, reivindi-

21 Jaime Antonio Preciado Coronado ca la heterogeneidad de los esquemas de integración en Centroamérica como una variable positiva, en contraposición a una idea de parálisis. En la región Andina, Carlos Otto Vázquez sitúa su análisis en las respuestas a la crisis al interior de los países integrantes de la can. En este tenor, señala que, aunque sigue predominando la visión interguber- namental sobre la apuesta supranacional, la can se ha convertido en un actor importante de la gestión económica. Laneydi Martínez Alfonso se avoca a las debilidades estructurales de los países del Caribe que ha dejado expuestas la crisis económica. Por un lado, el rezago socioeconómico de los países que integran la Caricom, y por el otro, la parálisis integracionista que presenta la región. También en la dimensión económica, Ximena Roncal señala la importancia que reviste, en términos de autonomía regional, la instauración del Sistema Único de Compensación Regional de Pagos (Sucre), que busca excluir al dólar, en el marco del alba. Pasando a la dimensión política, la firma del Acuerdo Complementa- rio para la Cooperación y la Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad entre Colombia y Estados Unidos, surge como el tema más citado. Al- berto Rocha Valencia caracteriza al acuerdo como una amenaza que se cierne sobre la autonomía y la seguridad regional. Elizabeth Vargas dis- cute los alcances y dimensiona el impacto de los acuerdos entre Estados Unidos y Colombia para la instalación de las bases militares. El golpe militar en Honduras también se sitúa como un tema de aná- lisis ineludible. En este sentido, el capítulo de Gary Francis Prevost y, en menor medida, el ensayo de Almudena Cabezas y Heriberto Cairo, enfatizan las consecuencias democráticas y políticas del rompimiento del orden constitucional. Por un lado, Prevost identifica en la actuación del gobierno de Estados Unidos, una abdicación en la defensa de los derechos humanos y la profundización de la democracia, a favor de los intereses regionales de la administración Obama. Por su parte, Cabezas y Cairo señalan que el golpe fue un fantasma que merodeó la Cumbre Iberoamericana, y la agenda de las relaciones América Latina-Unión Europea. En el mismo sentido, los autores también hacen referencia al fortalecimiento de las relaciones Sur-Sur, y el protagonismo de Brasil en esta área. Daniel Morales y Lourdes Íñiguez aportan balances sobre la regio- nalización muy sólidos. En el caso de Morales, la ausencia de la agenda de desarrollo en el marco de la integración suramericana; mientras que Íñiguez resalta el vínculo que se construye en el Mercosur entre integra-

22 Introducción. México frente a las tendencias de integración regional latinoamericana ción y democracia. En el mismo sentido, Ximena Isabel de la Barra Mac Donald no duda en subrayar la importancia de las luchas sociales y de los movimientos populares para la realidad política y de integración en Centroamérica. En la dimensión dedicada al estudio de la política exterior, las bases militares también aparecen como un tema que vulnera la proyección au- tónoma de la integración latinoamericana. Carlos Oliva, en una primera instancia, identifica en las bases militares un elemento más de discordia en una región caldeada y con profundas diferencias. Autonomía y agenda interna son los aspectos que sobresalen de los análisis particulares de las políticas exteriores. En primer término, tanto Argentina como Venezuela envían señales de búsqueda de autonomía, al privilegiar los órganos de integración regionales. En el caso argentino, como señalan Sandra Colombo y Mariano Eduardo Roark, se priorizan las agendas que marcan el Mercosur y Unasur; en el caso de Venezuela, Sergio Rodríguez sostiene que la firma del tratado del Banco del Sur, se genera una instancia que inaugura la ruta hacia una arquitectura finan- ciera regional. En segundo término, en la agenda interna dominan los balances de política exterior de México y Brasil. En el caso mexicano, Jorge Hernández identifica en la guerra contra el narcotráfico el talón de Aquiles que contamina la política exterior. En el caso de Brasil, Ruth Costas enfatiza las carencias en términos de rendición de cuentas y par- ticipación de la sociedad civil en la agenda exterior. En esta dimensión de las políticas exteriores, Pablo Alejandro Uc González y Enrique Francisco Toussaint ofrecen un balance de los avan- ces en términos de integración energética, comparando los modelos pa- namericano y surlatinoamericanista de integración energética. En la dimensión cultural, la autonomía, la ciudadanía, la inclusión y la dominación encuentran ecos muy profundos. Ignacio Medina abre la discusión con una reflexión acerca de la cultura democrática en el marco del golpe de Estado en Honduras. Ramón Gómez y Eugenia Coppel, en Centroamérica y en el Mercosur, se sitúan en el debate sobre la ciudada- nía y la inclusión. Gómez apuesta por una ciudadanía activa y participa- tiva ante los fenómenos paramilitares y de delincuencia que tienen lugar día a día en Centroamérica. Coppel, por su parte, profundiza en el sig- nificado de las llamadas “mercociudades” como una estrategia original que propicia la integración de diversas dinámicas urbanas en los espacios del Mercosur.

23 Jaime Antonio Preciado Coronado

Sergio Guerra y Nicolás Rey se sitúan en la dicotomía entre domina- ción y resistencia cultural. Guerra prefiere instalarse en la formación de imaginarios y edificios culturales que tienden, con el paso del tiempo y las resistencias culturales activas, a desplomarse inevitablemente. En el caso de Rey, el énfasis del capítulo está puesto en la importancia de las resistencias de negros, indígenas y mestizos a ciertos proyectos de domi- nación cultural. En la dimensión científica y tecnológica, innovaciones, en todos los sentidos, demuestran el carácter cambiante de la integración en esta materia. Por un lado, Germán Sánchez Daza y Julio Fernando Piñero analizan la construcción del modelo científico-tecnológico boliviano, destacando que “la propuesta del gobierno de Bolivia cuestiona explí- citamente los fundamentos del capitalismo, de su paradigma científico- tecnológico y productivo, revalorando las visiones y conocimientos indí- genas”. Por otra parte, Juan María Trejo y Álvaro Pedroza, muestran que “los resultados y experiencias internacionales presentadas en Altec xiii confirman que las políticas en ciencia, tecnología e innovación elevan las posibilidades de mayor productividad y competitividad en los países que la practican”. Finalmente, pero no por ello menos importante, la dimensión turís- tica y medioambiental plantea discusiones de gran calado en torno a la sustentabilidad y el papel del turismo en la integración regional. En su artículo, Mario López propone abordar las problemáticas ambientales desde una visión multidisciplinaria, multidimensional y multiescalas, donde los elementos económicos, sociales y políticos tengan un valor analítico y metodológico clave. En la misma dimensión, Alfredo César Dachary y Stella Maris Ar- naiz Burne, en un par de contribuciones para esta edición del anuario latinoamericano de integración, demuestran la importancia del turismo para la consolidación de los vínculos integratorios para las naciones la- tinoamericanas. Partiendo del Mercosur, por un lado, y de la Zona de Turismo Sustentable del Caribe, en el primer y el segundo texto respec- tivamente, sitúan al turismo como un elemento potenciador, tanto en términos de integración como de dinamismo de las cadenas productivas, así como del potencial fragmentador y de exclusión social que conlleva la integración de políticas asociadas con el turismo.

24 Introducción. México frente a las tendencias de integración regional latinoamericana

Bibliografía

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Prensa

“Éxodo de mexicanos, evidencia del fracaso del tlc”, La Jornada, México, (08.05.10). “Todo listo para el Plan México”, en bbc Mundo (22.10.2007).

25

Dimensión económica

2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial

Jaime Eduardo Estay Reyno

i. El escenario mundial e internacional

Durante el año 2009, la actividad económica de América Latina, y dentro de ésta los procesos de integración, siguió estando fuertemente influida por la crisis mundial, la cual en ese año alcanzó su mayor profundidad, abarcando prácticamente a la totalidad de países y sectores de actividad, así como al conjunto de la relaciones económicas internacionales. Si bien luego de las profundas caídas ocurridas previamente (las cua- les llevaron a un deterioro acumulado entre mayo de 2008 y marzo de 2009 de alrededor de 40% en los índices Dow Jones, Nasdaq, Nikei y Financial Times), desde el segundo trimestre de 2009 las bolsas de valo- res tuvieron una recuperación importante, ello se acompañó a lo largo de ese año con crecimientos muy escasos, e incluso con caídas absolutas, de la actividad económica global. Al respecto, en el gráfico i se observa que recién entre en la segunda mitad de 2009 Estados Unidos, Japón y la Unión Europea lograron una cierta recuperación del pib, el cual alcanzó su mayor deterioro en el primer trimestre de ese año, con caídas que fueron de más de 2% para la Unión Europea y de más de 5% para Japón. Como es sabido, desde la segunda mitad de 2009 esa recuperación ha sido claramente desigual, a tal punto que en varios países europeos la crisis está lejos de haber sido superada, e incluso algunos de ellos es- tán siendo sometidos a profundos programas de ajuste definidos con- juntamente por el fmi y la Unión Europea, mediante los cuales se busca

29 @TÍTULO = 2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial @AUTOR = Jaime Estay Reino

@SUBTÍTULO = I. El escenario mundial e internacional @PP = Durante el año 2009, la actividad económica de América Latina, y dentro de ésta los procesos de integración, siguió estando fuertemente influida por la crisis mundial, la cual en ese año alcanzó su mayor profundidad, abarcando prácticamente a la totalidad de países y sectores de actividad, así como al conjunto de la relaciones económicas internacionales. Si bien luego de las profundas caídas ocurridas previamente (las cuales llevaron a un deterioro acumulado entre mayo de 2008 y marzo de 2009 de alrededor de 40% en los índices Dow Jones, Nasdaq, Nikei y Financial Times), desde el segundo trimestre de 2009 las bolsas de valores tuvieron una recuperación importante, ello se acompañó a lo largo de ese año con crecimientos muy escasos, e incluso con caídas absolutas, de la actividad económica global. Al respecto, en el gráfico I se observa que recién entre en la segunda mitad de 2009 Estados

Unidos, Japón y la Unión Europea lograron una cierta recuperación del PIB, el cual alcanzó su mayor deterioro en el primer trimestre de ese año, con caídas que fueron de más de 2% para la Unión Europea y de más de 5% para Japón.

@TIT CUADRO = Gráfico I. Comportamiento trimestral del PIB Jaime Eduardo Estay Reyno OJO: ELIMINAR TÍTULO Y FUENTE DENTRO DEL RECUADRO. Gráfico i ComportamientoGRÁFICO trimestral I del pib COMPORTAMIENTO TRIMESTRAL DEL PIB 3

2

1

0

-1 Unión Europea (27) Estados Unidos -2 Japón

-3

-4 Tasa decrecimiento Tasa respecto del trimestreanterior

-5

-6 Fuente: Eurostat Eurostat. corregir los elevados niveles de desequilibrio presentes en las finanzas 19 públicas. Según se observa en el cuadro 1, para 2009 esos desequilibrios signi- ficaron que la gran mayoría de los países de la zona Euro y del conjunto de la Unión Europea alcanzaran niveles de déficit y de deuda guberna- mental muy superiores a los acordados en los criterios de Maastricht, con varios casos extremos de déficit públicos superiores a 10% del pib y con una deuda gubernamental mayor a 100% del pib. Además de lo anterior, en las distintas economías nacionales para el año 2009 un elemento en común fue el incremento del desempleo, el cual distintas fuentes ubican como uno de los componentes de la crisis que más tardará en ser superado. Según se observa en el siguiente cuadro, la tasa mundial de desempleo llegó a 6.3% en 2009, aumentando respecto del año anterior en la casi totalidad de las regiones incluidas en dicho cuadro, si bien ese incremento fue notoriamente mayor en los países de- sarrollados, en los cuales la tasa de desempleo pasó de 6.1% en 2008 a 8.4% en 2009.

30 2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial

Cuadro 1 Finanzas públicas en la Unión Europea, 2009

Déficit o superávit (% Deuda gubernamental del pib) (% del pib) Zona Euro (16 países)* -6.3 79.2 Unión Europea (27 países) -6.8 74.0 Alemania -3.0 73.4 Austria -3.5 67.5 Bélgica -6.0 96.2 Bulgaria ** -4.7 14.7 Chipre -6.0 58.0 Dinamarca ** -2.7 41.4 Eslovaquia -7.9 35.4 Eslovenia -5.8 35.4 España -11.1 53.2 Estonia -1.7 7.2 Finlandia -2.5 43.8 Francia -7.5 78.1 Grecia -15.4 126.8 Hungría ** -4.4 78.4 Irlanda -14.4 65.5 Italia -5.3 116.0 Letonia ** -10.2 36.7 Lituania ** -9.2 29.5 Luxemburgo -0.7 14.5 Malta -3.8 68.6 Países Bajos -5.4 60.8 Polonia ** -7.2 50.9 Portugal -9.3 76.1 Reino Unido ** -11.4 68.2 República Checa ** -5.8 35.3 Rumania ** -8.6 23.9 Suecia ** -0.9 41.9 Criterios de Maastricht -3.0 60.0 * No se incluye a Estonia, que adoptó el euro en 2011. ** No participan de la Zona Euro. Fuente: Eurostat (http://epp.eurostat.ec.europa.eu).

31 Jaime Eduardo Estay Reyno

Cuadro 2 Tasas de desempleo

2004 2005 2006 2007 2008 2009 Mundo 6.4 6.2 5.9 5.6 5.7 6.3 Países desarrollados 7.2 6.9 6.3 5.8 6.1 8.4 Europa central y del este y cei 9.9 9.4 9.3 8.6 8.6 10.4 Este de Asia 4.3 4.1 4 3.8 4.3 4.4 Sudeste de Asia y el Pacífico 6.4 6.3 6 5.4 5.3 5.2 Sur de Asia 4.7 4.8 4.6 4.5 4.3 4.4 América Latina y El Caribe 8.4 7.9 7.6 7 6.6 7.7 Medio Oriente 11.2 11.2 10.7 10.5 10.2 10.3 Norte de África 11.9 11.6 10.5 10.2 9.6 9.9 África Subsahariana 8.6 8.6 8 7.9 7.9 7.9

Fuente: oit (2011).

En el ámbito de las relaciones económicas internacionales, también el año 2009 marcó lo más agudo de la crisis, con caídas muy importantes tanto del comercio como de los flujos de capitales. En lo que respecta al comercio internacional, en el gráfico ii se puede ver la caída que éste tuvo en sus promedios mundiales desde fines de 2008 y durante todo el año siguiente, tanto en volumen como en precios, la que alcanzó su mayor profundidad entre enero y agosto de 2009, luego de lo cual hubo una cierta atenuación del deterioro, que recién para fines de 2009 permitió la aparición de cifras mensuales positivas de crecimiento. La caída de precios del comercio internacional durante la mayor par- te del año 2009 correspondió principalmente a las manufacturas, ya que para los productos primarios —y dentro de éstos, en particular los ener- géticos— en el marco de la crisis, la baja de precios estuvo claramente concentrada en el segundo semestre de 2008. Según se ve en el gráfico iii, en ese semestre se dio un quiebre en la tendencia al incremento en los precios de dichos productos que había estado presente desde el año 2002, a tal punto que entre julio de 2009 y enero de 2010 el precio de los energéticos cayó en casi dos tercios y en ese mismo lapso la caída fue de alrededor de 40% en el precio de otros productos primarios, luego de lo cual dichos precios se fueron recuperando durante el año 2009, aunque al finalizar ese año se ubicaban todavía muy por debajo de los niveles previos a la crisis.

32 2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial

Gráfico ii Comportamiento reciente del comercio internacional (crecimiento mensual, respecto al GRÁFICOmismo II mes del año anterior) COMPORTAMIENTO RECIENTE DEL COMERCIO INTERNACIONAL (crecimiento mensual, respecto al mismo mes del año anterior) 25.0

20.0

15.0

10.0

5.0

0.0

-5.0 Tasas de crecimientoTasas

-10.0

-15.0

-20.0

-25.0

Volumen del Comercio Precios del Comercio Fuente: CPB, Base de Datos Fuente: cpb, base de datos.

Gráfico iii Comportamiento de precios de los principales GRÁFICO III Comportamientorubros de precios del de comercio los principales internacionalrubros del comercio internacional 600.0

500.0

400.0

300.0 Indice 2000 = 100 200.0

100.0

0.0

Manufacturas Energía Otros productos primarios

Fuente: CPB, Base de Datos Fuente: cpb, base de datos.

33 Jaime Eduardo Estay Reyno

En lo que se refiere a los movimientos de capitales, en el gráfico iv se presenta información de la unctad referida a los flujos de ingreso de inversión extranjera directa. En él, se observa que para 2009 dichos flu- jos disminuyeron tanto en el total mundial como en los grupos de países allí considerados, si bien para ese año dicha disminución fue mucho más profunda para los países desarrollados (-44%) que para los países en de- sarrollo (-24%), a lo que se agrega que para los primeros (y para el total mundial) la caída en los flujos ya se había iniciado en 2008.

Gráfico iv Flujos deGRÁFICO ingreso IV de ied FLUJOS DE INGRESO DE IED

2000

1500

1000 (miles de millones de US$)de millones (miles

500

0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Mundo Países Desarrollados Economías en Transición Países en Desarrollo

Fuente:Fuente: Base base de Datos de de datos la UNCTAD de la unctad.

En suma, durante 2009 —tanto en la actividad económica global, como en el comportamiento de las relaciones económicas internacio- nales— la crisis mundial se hizo sentir con toda su fuerza; si bien eso ocurrió de manera diferenciada, sobre todo por los mayores impactos que ella ha tenido en los países desarrollados, en los cuales además las tendencias posteriores a la recuperación han sido menos evidentes que en el capitalismo atrasado.

34 2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial

La situación en América Latina y el Caribe, así como en sus procesos de integración

En términos generales, al igual que en el promedio de los países atrasa- dos, también en América Latina y el Caribe la crisis mundial golpeó en 2009 con menos fuerza que en los países desarrollados, si bien los impac- tos en la región fueron sin duda importantes. En el cuadro 3 se ve que para 2009 la producción global de la región cayó en casi 2%, luego de varios años de crecimiento significativo, y que para el producto por habitante la caída fue de 3%, lo que se acompañó con incrementos en el desempleo, en el déficit fiscal y en la deuda públi- ca, y de una disminución en la inversión que fue superior a la ocurrida en la producción, con la consiguiente caída de casi dos puntos porcentuales en la relación inversión/pib.

Cuadro 3 América Latina: algunos indicadores de comportamiento interno

2004 2005 2006 2007 2008 2009 pib (%) 6.1 4.9 5.8 5.8 4.2 -1.9 pib x hab. (%) 4.7 3.6 4.5 4.7 3.0 -3.0 Precios al consumidor 7.4 6.1 5.0 6.5 8.2 4.6 Desempleo urbano abierto (%) 10.3 9.1 8.6 7.9 7.3 8.2 Formación bruta de capital fijo (% del pib) 17.5 18.6 19.8 21.0 21.9 20.2 Resultado global del sector fiscal (% del pib) -1.9 -1.1 0.0 0.3 -0.4 -2.8 Deuda pública del gobierno central (% del pib) 50.9 42.8 35.8 29.9 28.2 30.2

Fuente: cepal (2010).

Según otra información para 2009 de la cepal (2010a) complementa- ria a las del cuadro 3, entre las distintas clases de actividad económica la mayor caída de la producción en América Latina se dio en las manufac- turas (con una disminución de 6.5%), el comercio (-5.8%) y los servicios de intermediación financiera (-4.9%), en tanto que para el Caribe las mayores caídas en ese año correspondieron a la actividad de construc- ción (-12.7%), el comercio (-6.8%) y el transporte, almacenamiento y comunicaciones (-4.7%). Más allá de esos promedios, para 2009 hubo diferencias importantes en el impacto de la crisis en la actividad económica interna de los dis- tintos países de la región. En el cuadro 4, se reúne información sobre el

35 Jaime Eduardo Estay Reyno comportamiento trimestral del pib de 19 de los países de la región, para 2008 y 2009. Allí se observa que en el segundo de esos años, si bien la gran mayoría de esos países tuvieron uno o más trimestres de crecimien- to negativo, para el conjunto de 2009 el crecimiento del pib fue negativo para 10 de ellos, en tanto que en los otros nueve dicho crecimiento fue positivo, en un abanico que va desde 2.5% en República Dominicana hasta menos 6.5% en México. Este último país no sólo tuvo la mayor disminución anual y la mayor de las caídas trimestrales (de 10% en el segundo trimestre de 2009), sino que también junto a fueron los únicos países en que las caídas trimestrales del pib no sólo abarcaron a los cuatro trimestre de 2009 sino también a la parte final de 2008.

Cuadro iv Países de América Latina y el Caribe: comportamiento del pib (variación respecto del mismo período del año anterior)

2008 2009 2009 i ii iii iv i ii iii iv Anual Argentina 8.5 7.8 6.9 4.1 2.0 -0.8 -0.3 2.6 0.9 Bolivia 6.6 6.7 6.8 6.1 2.1 4.2 3.3 —- 3.4 Brasil 6.3 6.4 7.1 0.8 -2.1 -1.6 -1.2 4.3 -0.2 Chile 3.7 5.1 5.2 0.7 -2.1 -4.5 -1.4 2.1 -1.5 Colombia 5.4 3.3 3.4 -1.1 -0.9 0.1 0.7 3.4 0.8 Costa Rica 6.5 3.6 3.1 -1.8 -4.5 -2.4 -0.2 2.9 -1.1 Ecuador 6.6 9.5 8.9 4.0 2.8 0.5 -1.2 -0.5 0.4 El Salvador 3.3 3.0 2.1 1.3 -1.7 -3.5 -4.1 -4.9 -3.5 Guatemala 2.8 2.0 1.3 2.7 1.4 2.3 2.7 1.5 0.6 Jamaica 0.3 -0.9 -0.3 -1.1 -3.1 -3.7 -2.3 -2.2 -2.7 México 2.6 3.0 1.6 -1.1 -7.9 -10 -6.1 -2.3 -6.5 3.2 4.1 3.9 0.3 -3.0 -3.8 0.8 0.1 -1.5 Panamá 11.1 13.9 10.2 8.1 3.3 2.1 0.8 3.5 2.4 Paraguay 6.9 9.0 2.2 5.3 -5.4 -7.0 -2.4 -0.7 -3.8 Perú 10.3 11.7 10.7 6.4 1.9 -1.2 -0.6 3.4 0.9 Rep. Dominicana 5.7 9.6 -0.6 6.5 1.0 1.8 3.4 7.5 3.5 Trinidad y Tobago 2.7 2.9 4.2 -1.1 -4.7 -3.1 -5.8 0.8 -0.9 Uruguay 7.7 10 9.1 7.4 2.5 1.1 3.0 4.6 2.9 Venezuela 4.9 7.2 3.8 3.5 0.5 -2.6 -4.6 -5.8 -3.3

Fuente: cepal (2010).

36 2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial

Respecto de las relaciones económicas externas de la región, parte de lo sucedido se presenta en el cuadro 5. De los indicadores allí incluidos, para 2009 lo más destacable es la recuperación parcial del saldo positivo de la Balanza de Bienes (el cual había disminuido en casi 25,000 millones de dólares en 2008 respecto de 2007), la disminución del saldo negativo en la balanza de renta, la caída en el valor unitario de las importaciones y exportaciones, el deterioro de los términos del intercambio (los cuales habían venido mejorando apreciablemente hasta el año 2008) y un nuevo incremento de las reservas internacionales, las cuales en 2009 alcanzaron un valor total de casi 567 mil millones de dólares, equivalente a dos veces y media el que tenían en 2004. Así también, en el cuadro se observa que para 2009 se dio un aumento importante de la deuda externa regional, de 64,000 millones de dólares (de los cuales, según la misma cepal, 37,000 millones corresponden al incremento de la deuda de México), y una dis- minución de más de 30,000 millones de dólares en la inversión extranjera directa ingresada en la región, caída ésta que según dicha fuente también estuvo encabezada por México, cuyos ingresos de inversión extranjera directa pasaron de 22,000 millones en 2008 a 3,800 millones en 2009.

Cuadro 5 América Latina y el Caribe: comportamiento de algunos indicadores de relacionamiento externo (en millones de dólares, salvo indicación contraria)

2004 2005 2006 2007 2008 2009 Balanza de Bienes 56864 79057 97238 68254 43363 51976 Balanza de Servicios -10576 -14617 -15861 -22588 -29655 -29539 Balanza de Renta -69357 -80708 -95246 -97859 -108036 -99344 Inversión Extranjera Directa 49745 54703 31192 90214 94731 64621 Valor unitario de las exportac. de 108.5 120.3 133.0 144.3 165.0 143.6 Bs. Y SS. (2000 = 100)* Valor unitario de las importac. De 106.6 112.4 117.5 124.6 138.3 126.8 Bs. Y SS. (2000 = 100)* Términos del Intercambio de Bs. Y 101.8 107.0 113.2 115.8 119.3 113.3 SS. (2000 = 100)* Deuda Externa Bruta Total 758441 668676 657438 726451 744181 808180 Transf. Neta de Recursos (mil USS) -68933 -80539 -96694 14551 -38821 -30636 US$) Reservas Internacionales Brutas 225688 262168 319045 459152 512240 566961 (mill US$)

Fuente: cepal (2010), excepto las filas con *, en que la fuente es cepal (2010a). 37 Jaime Eduardo Estay Reyno

El comportamiento de los precios para los principales rubros de ex- portación de productos básicos de la región, se presenta en el cuadro 6. Allí se observa que para el total de dichos productos en el periodo 2004-2008 los precios habían crecido a poco más del doble (109%) y para 2009 cayeron 23%, y ambas tendencias —primero al alza y después a la baja— estuvieron presentes en los distintos productos básicos en que se desglosa dicho total, y sobre todo en la energía. Por una parte, entre 2004 y 2008 el precio de la energía es el de mayor crecimiento, seguido por los minerales y metales y, por otra parte, para 2009 la energía tiene la mayor caída de precio (-35%) seguida por el desplome de las materias primas silvoagropecuarias y pesqueras (-26%), con lo cual el precio estas ma- terias primas al finalizar 2009 apenas rebasó el nivel que tenía en 2004.

Cuadro 6 América Latina y el Caribe: índices de precios de los principales productos básicos de exportación (2000 = 100)

2004 2005 2006 2007 2008 2009 Total 133.5 164.0 200.3 219.4 279.9 216.0 Energía 134.8 188.9 224.7 247.7 335.2 217.3 Total sin energía 132.9 153.3 189.8 207.3 256.3 215.4 Productos agropecuarios 115.6 121.5 135.1 154.7 189.1 165.1 - Alimentos, bebidas y oleaginosas 117.0 123.5 134.4 158.2 203.9 186.0 - Materias primas silvoagropecuarias y 112.1 116.2 137.0 145.7 151.9 112.6 pesqueras Minerales y metales 148.2 181.5 238.1 253.8 315.5 259.8

Fuente: cepal (2010a)

Bajo esas condiciones de comportamiento de los precios de expor- tación, y desde luego en el marco del deterioro global del comercio in- ternacional al que más arriba se hizo referencia, desde fines de 2008 las exportaciones de la región iniciaron una caída que abarcó el último tri- mestre de ese año y el primero de 2009, de tal manera que —según se ve en el gráfico v– al finalizar esos seis meses el conjunto de dichas expor- taciones había disminuido en 40%, y las dirigidas hacia los países desa- rrollados habían caído en un porcentaje igual. También en el gráfico vi se observa que en esos mismos seis meses las exportaciones intrarregionales cayeron 42%, pasando de 49,800 millones de dólares a 29,000 millones

38 2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial en ese lapso, y que en el resto de 2009 tanto esas exportaciones como las totales y las dirigidas a países desarrollados tuvieron una recuperación parcial, de tal manera que en todos esos casos el nivel de exportaciones al finalizar 2009 estaba aún lejos del nivel máximo alcanzado en el tercer trimestre de 2008.

Gráfico v Exportaciones de América LatinaGRÁFICO y el V Caribe (valores trimestrales) EXPORTACIONES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (valores trimestrales) 300000

250000

200000

150000 Millones de dólares 100000

50000

0

Al Mundo A los P. Desarrollados Intra ALC Fuente: FMI, DOTS, Disco Compacto

Fuente: fmi, dots (en cd).

Como resultado de los comportamientos recién señalados, al finali- zar 2009 la participación de las exportaciones intrarregionales en el to- tal de exportaciones de América Latina y el Caribe llegó a un nivel de 19.8%, en tanto que en septiembre de 2008 dicho nivel era de 20%. Por consiguiente, y a diferencia de crisis previas, en esta oportunidad el co- mercio intrarregional en términos generales no se vio mucho más afec- tado que el comercio exterior total de los países de la región, en lo cual desde luego que tuvo un importante papel el que desde que estalló la crisis mundial —y a lo largo de 2009— sus mayores impactos se hicieron sentir en los países desarrollados.

39 Jaime Eduardo Estay Reyno

Sin embargo, esa relativa permanencia para 2009 del peso del co- mercio intrarregional en el comercio total de los países de la región, que hemos destacado, se acompañó de una diversidad de situaciones presen- tes en los distintos esquemas de integración que hoy existen en América Latina y El Caribe. Al respecto, en el siguiente gráfico se presentan para el periodo 2005-2009 los porcentajes de participación del comercio in- traesquema en el comercio total de los países miembros de cada esque- ma: el Mercado Común Centroamericano (mcca), la Unión de Nacio- nes Suramericanas (Unasur), el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Asociación Latinoamericana de Integración (aladi), la Comunidad del Caribe (Caricom), la Comunidad Andina (can) y la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra Américas (alba).

Gráfico vi Exportaciones intraesquema,GRÁFICO VI como porcentajes EXPORTACIONES INTRAESQUEMA, COMO PORCENTAJES DE LAS de lasEXPORTACIONES exportaciones TOTALES totales DE CADAde cada ESQUEMA esquema 30

25

20

MCCA UNASUR 15 Mercosur

porcentajes ALADI CARICOM 10 CAN ALBA

5

0

Fuente: FMI, DOTS, Disco Compacto

Fuente: fmi, dots (en cd).

Un primer elemento que destacar en ese gráfico se refiere a las gran- des diferencias que a lo largo del periodo 2005-2009 existen en la impor- tancia del comercio intraesquema, con cifras que van desde 20% a 25%

40 2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial en el mcca, seguido por el Mercosur, hasta 3% a 7% para la alba y de 7% a 9% la can. Lo segundo es que si bien en la crisis mundial para todos los esque- mas el comercio entre sus miembros disminuyó su importancia —y, por tanto, cayó porcentualmente más que el comercio total de los miembros de cada esquema—, ello ocurrió con importantes diferencias tanto en el inicio, la magnitud y la duración de dicha disminución, como en la fuerza de la recuperación posterior. Así, por ejemplo, para el Mercosur la caída del comercio intraesquema se concentró en el primer semestre de 2008, manteniéndose el porcentaje de participación de ese comercio durante los siguientes cuatro trimestres y recuperándose en el último semestre de 2009, de tal manera que al finalizar ese año el peso relativo del comercio intraesquema era mayor al de antes de la crisis, cuestión esta última que también es cierta para la Unasur. En todos los demás casos, al finalizar 2009 la importancia del comercio intraesquema no alcanzaba todavía los niveles precrisis, con algunos casos —como la alba y la can— en los que dicha participación para ese fin de año no daba muestras de iniciar la recuperación, e incluso mantenía su caída en el mcca. Esas diferencias existentes entre los distintos esquemas respecto del impacto de la crisis mundial en el comercio entre los miembros de cada uno de ellos, así como otras diferencias —referidas tanto a los impactos de la crisis como a la marcha general de cada esquema en sus aspectos económicos durante el año 2009—, irán quedando de manifiesto a lo lar- go de los siguientes capítulos de esta primera parte del anuario referida al balance de los aspectos económicos de la integración latinoamericana y caribeña. En esos capítulos se verá que, en un contexto general de impactos de la crisis mundial diferenciados sobre las economías de la región, aunque en la mayoría de los casos no tan severos, durante 2009 los distintos es- quemas parecen haber logrado sortear la situación de crisis sin retroce- sos significativos, a diferencia de lo ocurrido en crisis previas —en parti- cular la de los años ochenta—, en las cuales el deterioro de los esquemas integradores fue muy profundo. Desde luego, lo anterior también incluye que en el año 2009 estuvie- ron lejos de resolverse los problemas y temas previamente pendientes en el funcionamiento de los esquemas tales como, por ejemplo: la continui- dad del carácter “imperfecto” de las Uniones Aduaneras comprometidas en varios esquemas; la permanencia del “déficit de implementación” en las medidas acordadas para la Economía y Mercado Único del Caribe de

41 Jaime Eduardo Estay Reyno la Caricom; la continuidad de las tensiones entre la integración de los países centroamericanos y los compromisos y rumbos definidos en el Tra- tado de Libre Comercio que ellos firmaron con los Estados Unidos; así como la subsistencia de grandes diferencias de concepción y estrategias entre los países miembros de la Comunidad Andina, que ha derivado en una crisis institucional de ese esquema integrador. Los problemas recién mencionados se acompañaron en 2009 con algunos logros, como por ejemplo: en el caso del Mercosur, los avan- ces en el Sistema de Pagos en Monedas Locales, en la liberalización del comercio de servicios, en la adecuación del Arancel Externo Común y en la implementación y perfeccionamiento del Fondo de Convergencia Estructural; en lo que respecta a la alba, los avances en la firma de los documentos básicos del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos y en el funcionamiento del Banco del alba, así como los acuerdos de creación de distintas empresas Grannacional. A lo recién mencionado —que se verá con detalle en los capítulos referidos a los distintos esquemas— interesa agregar lo sucedido en 2009 en dos ámbitos que no serán objeto de tratamiento en esos capítulos, esto es, lo referido a la Unasur y lo que respecta a los avances para la segunda Cumbre de América Latina y El Caribe. En relación a la Unasur durante 2009, los hechos más destacables estuvieron vinculados, por una parte, a la creación y puesta en marcha de distintos consejos que forman parte de la estructura de la unión y, por otra, a la firma del Convenio Constitutivo del Banco del Sur: • Durante 2009, de los distintos consejos de Unasur el más relevan- te cuya puesta en marcha se concretó fue el Consejo de Defensa, al realizarse su reunión constitutiva el 10 de marzo de 2009, sobre la base del acuerdo de creación de ese consejo tomada en diciem- bre del año anterior. En dicha reunión constitutiva se acordó un “Plan de Acción 2009-2010”, que contiene un conjunto de iniciati- vas agrupadas en cuatro ejes: “Políticas de defensa”, “Cooperación militar, acciones humanitarias y operaciones de paz”, “Industria y tecnología de la defensa” y “Formación y capacitación”. Respecto del Consejo de Defensa, a lo anterior se agregaron dos reuniones realizadas entre septiembre y noviembre de 2009, como reacción al “Acuerdo Complementario para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad” firmado entre Colombia y Estados Unidos —que incluye el uso por eu de siete bases militares— de las cuales resultó la creación de un “Mecanismo de medidas de fomento de la

42 2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial

confianza y seguridad”, que incluye los apartados de “Intercambio de información y transparencia”, “Actividades militares intra y extra- rregionales”, “Medidas en el ámbito de la seguridad”, “Garantías” y “Cumplimiento y verificación”, así como la decisión de elaborar un “Protocolo de Paz, Seguridad y Cooperación en la Unasur, que cons- tituya además una Arquitectura de Seguridad Suramericana y sirva de Código de Conducta para la región” (Ministros de Relaciones Exteriores y Defensa de Unasur, 2009).

También en 2009, el 21 de abril, se realizó la reunión constitutiva del Consejo de Salud Suramericano, cuya creación había sido acordada simultáneamente a la del Consejo de Defensa. En la reunión constitu- tiva se acordaron los “Lineamientos Plan de Trabajo 2009-2010”, que consisten en un conjunto de acciones agrupadas en las áreas de trabajo “Escudo epidemiológico”, “Desarrollo de los sistemas de salud universa- les”, “Acceso universal a medicamentos”, “Promoción de la salud y acción sobre los determinantes sociales” y “Desarrollo y gestión de recursos humanos en salud”, conformando un grupo técnico por cada una de esas áreas. Posteriormente dicho consejo, en su tercera reunión —realizada el 24 de noviembre de 2009 en Ecuador— acordó la elaboración de un Plan Quinquenal de Unasur-Salud, para ser presentado en el año 2010. Asimismo, en la Reunión Ordinaria de Jefes de Estado de la Unasur celebrada en agosto de 2009, se crearon otros cuatro consejos, todos los cuales están actualmente abocados a la redacción de sus estatutos cons- titutivos, sus planes de acción y sus agendas y programas de trabajo: el Consejo Suramericano de Lucha contra el Narcotráfico, el Consejo Su- ramericano de Infraestructura y Planeamiento el Consejo Suramericano de Desarrollo Social y el Consejo Suramericano de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación. • En lo que respecta al Banco del Sur, si bien hasta ahora no pertenece formalmente a la Unasur, está estrechamente vinculado a ella. En él participan siete de los países de la unión, los cuales durante el año 2009 acordaron lo fundamental de su funcionamiento, al firmarse —el 26 de septiembre— su convenio constitutivo. En dicho convenio se definen el objeto, las funciones, el monto y la composición del capital, la estructura y las modalidades de funcionamiento del banco, con los siguientes contenidos principales (Presidentes de siete países, 2009):

43 Jaime Eduardo Estay Reyno

- El objeto del Banco es “financiar el desarrollo económico, social y ambiental de los países miembros, en forma equilibrada y esta- ble haciendo uso del ahorro intra y extrarregional; fortalecer la integración; reducir las asimetrías y promover la equitativa distri- bución de las inversiones entre los países miembros”. - Como funciones del banco se definen, entre otras: financiar a ór- ganos estatales, entidades autónomas, empresas mixtas, empre- sas privadas, cooperativas, empresas asociativas o comunitarias, para el desarrollo de proyectos dirigidos a sectores clave, sectores sociales, infraestructura, reforzamiento de cadenas productivas regionales y reducción de asimetrías; promover y facilitar asisten- cia técnica para la preparación y ejecución de planes, programas y proyectos de desarrollo; otorgar fianzas, avales y otras garan- tías al financiamiento de proyectos que promuevan el desarrollo; emitir bonos y otros títulos; actuar como agente de títulos emiti- dos por los países miembros; prestar servicios de administración de carteras; crear y administrar un fondo especial de solidaridad social y un fondo especial de emergencia, así como favorecer el proceso de integración suramericana. - El monto de capital autorizado del banco se estableció en 20 mil millones de dólares y el capital suscrito por los países firmantes en siete mil millones, distribuyéndose el capital en tres tipos de acciones: Clase A, de las que podrán ser titulares los Estados de Unasur; Clase B, de las que podrán ser titulares los Estados que no integran Unasur; y Clase C, de las que podrán ser titulares bancos centrales, entidades financieras y organismos multilatera- les de crédito. - Tanto para la asignación de aportes de capital como para los pla- zos de integración del capital suscrito y para la asignación de lí- mites de endeudamiento, en el convenio los países firmantes (así como los restantes países de Unasur, en lo que respecta a los aportes de capital) se agrupan en cuatro categorías, asignándose a los países más grandes (Argentina, Brasil y Venezuela) los ma- yores aportes de capital (2,000 millones), los menores tiempos para integrarlos (cinco años) y los menores límites de endeuda- miento en relación al respectivo capital suscrito (endeudamiento máximo equivalente a cuatro veces el capital suscrito), y en el extremo los países más pequeños (, Surinam, Bolivia y Paraguay) se ubican en la categorías tres y cuatro, con menores

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aportes, mayores plazos para integrarlos y mayores límites de en- deudamiento. - Se define al Consejo de Ministros y al Consejo de Administración como órganos de gobierno, y al Directorio Ejecutivo como el órgano ejecutivo del Banco, estableciéndose para cada uno de esos órganos la periodicidad de sus reuniones ordinarias, la du- ración de los mandatos (excepto los miembros del Consejo de Ministros), los mecanismos de toma de decisiones y las funciones y atribuciones.

En lo que respecta a los avances para la segunda Cumbre de América Latina y el Caribe, el hecho destacable es la realización —del 4 al 6 de diciembre de 2009, en Jamaica— de una reunión de ministros de relacio- nes exteriores de la región, en la cual a partir de los acuerdos tomados en la i Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desa- rrollo realizada en diciembre de 2008 —y de la cual dimos cuenta en el número anterior del Anuario—, se definió el Plan de Montego Bay, en el que se plasman distintas iniciativas derivadas de la primera cumbre y que deberán ser revisadas y en su caso ratificadas en la siguiente cumbre, que se desarrollará en Cancún, México, en febrero de 2010. Algunas de las iniciativas contempladas en el plan de acción, son las siguientes (Ministros de Relaciones Exteriores de América Latina y El Caribe, 2009): • En relación al tema de “Cooperación entre los mecanismos regiona- les y subregionales de integración”, se plantea que el diálogo entre los organismos regionales y subregionales de integración estará es- tructurado las dimensiones i) económico-comercial, ii) productiva, iii) social e institucional y iv) cultural, definiéndose para cada una de ellas los temas sobre los que se intercambiará información. • Respecto al tema de “Crisis financiera internacional”, a las conside- raciones ya planteadas en la Declaración de la I Cumbre, se agrega la necesidad de reformar las políticas de graduación de los organismos financieros internacionales, de reducir o eliminar las condicionalida- des que aplican esos organismos en el otorgamiento de préstamos, de redefinir la adjudicación de los derechos especiales de giro y de con- cluir la reforma para el incremento en el poder de voz y voto de los países en desarrollo en dichos organismos. Así también, se formula un exhorto a los ministros de comercio exterior a “elaborar medidas necesarias para preservar, en beneficio de los países de la región, los

45 Jaime Eduardo Estay Reyno

niveles de comercio y de acceso a mercados con el objetivo de esti- mular el comercio intrarregional de bienes y servicios”, a implemen- tar medidas para garantizar el acceso a la oferta exportadora de los países de menor desarrollo relativo, países en desarrollo sin litoral marítimo e insulares, y a trabajar a favor de un sistema multilateral de comercio más justo y equitativo y de una conclusión exitosa de la Ronda de Doha, “respetándose los principios del tratamiento espe- cial y diferenciado, y de la reciprocidad menos que plena a favor de los países en desarrollo”. • En el tema de “Energía”, se acuerda la celebración de reuniones re- gionales para avanzar en la implementación de los objetivos defini- dos en la Declaración de la i Cumbre, así como la coordinación de las iniciativas regionales de integración en el área energética mediante el intercambio de experiencias y de información sobre financiamien- to de proyectos en el área energética. • En el tema de “Infraestructura”, se acuerda promover la integración de la infraestructura y acelerar el desarrollo de la región, a través de un conjunto de acciones para cada una de las siguientes áreas priori- tarias: transporte y servicios aéreos; transporte y servicios marítimos; tecnologías de la información y comunicación; intercambio América del Sur-América Central y el Caribe; e integración fronteriza. Así también, se acuerda realizar encuentros para elaborar una agenda de trabajo que permita identificar y superar las dificultades normativas y regulatorias en el campo de la infraestructura, así como intercambiar informaciones y experiencias sobre políticas y aspectos normativos y económicos relativos a la infraestructura física para la integración. • En el tema de “Desarrollo social y erradicación del hambre y de la pobreza”, se acuerda realizar en 2010 una reunión técnica de las au- toridades responsables de los programas gubernamentales en el ám- bito social; propiciar una mayor complementariedad y cooperación entre organizaciones internacionales y regionales; así como trabajar hacia el cumplimiento de un conjunto de 10 metas —que se precisan en el mismo Plan de Acción— “para profundizar los programas de desarrollo social que permitan alcanzar y superar los Objetivos de Desarrollo del Milenio sobre erradicación del hambre y la pobreza”. • En el tema de “Seguridad alimentaria y nutricional”, se acuerda de- signar puntos focales con miras a promover la coordinación regional de las iniciativas sobre seguridad alimentaria y nutricional; promo- ver, en el segundo semestre de 2010, un seminario de autoridades

46 2009: la integración económica latinoamericana y caribeña ante la crisis mundial

gubernamentales en materia de seguridad alimentaria y nutricional; contribuir a la instrumentación de la Iniciativa América Latina y el Caribe sin Hambre 2025; profundizar los esfuerzos para la mejora de la distribución y comercialización de alimentos; y, desarrollar un programa regional orientado a aumentar la productividad en el sec- tor agropecuario. • En el tema de “Desarrollo sostenible” se identifican nueve asuntos que serán incorporados en el Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, en enero de 2010, entre ellos el in- tercambio de información sobre iniciativas, prácticas y mecanismos, promoción de acciones de cooperación de desarrollo sostenible, eva- luación del cumplimiento de los compromisos asumidos por la región y la implementación de la Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sostenible. • En el tema de “Desastres naturales”, en seguimiento de iniciativas tomadas en reuniones regionales previas, se acuerda examinar en la iii Reunión Regional de Mecanismos Internacionales de Asistencia Humanitaria, a celebrarse en Buenos Aires en 2010, un conjunto de puntos referidos a la gestión del riesgo, al incremento de simulacio- nes y simulacros, al fortalecimiento de los mecanismos de respuesta rápida, al intercambio de información relevante y al conocimiento y reducción de los principales factores de riesgo. • Finalmente, en relación al tema de “Cambio climático” —el cual no estuvo contemplado en la Declaración Final de la i Cumbre—, se acuerda “examinar, durante la reunión del Foro de Ministros de Medio Ambiente, el desarrollo de programas para la reducción y adaptación a los efectos e impacto del cambio climático, así como promover la cooperación sobre mitigación y esfuerzos de adapta- ción”, identificando nueve temas para ser incorporados en la agenda de ese foro, entre ellos: intercambio de experiencias sobre medidas que permitan el uso eficiente de la energía; intercambio de experien- cias y asesoría técnica; colaboración entre instituciones y agencias relevantes de investigación; colaboración entre países latinoamerica- nos y caribeños para el desarrollo de tecnologías que promuevan la eficiencia energética, el desarrollo y uso de las energías renovables; establecimiento y fortalecimiento de redes; así como identificación de fuentes de financiamiento para proyectos de control del cambio climático en América Latina y el Caribe.

47 En suma, tanto del recuento recién hecho en relación a la Unasur y a los avances para la ii Cumbre de América Latina del Caribe, como de lo planteado en partes anteriores del presente capítulo, así como del seguimiento de lo ocurrido con distintos esquemas que se realiza en los siguientes textos, se desprende para 2009 un panorama de la integración latinoamericana, en su componente económico, que si bien no estuvo tan fuertemente afectado por la crisis mundial como pudiera haber ocurrido, sigue conservando los rasgos presentes en dicha integración desde hace ya varios años: por una parte, y con base en un reconocimiento compar- tido de las notorias insuficiencias preexistentes, algún nivel de avance hacia esfuerzos de integración temática y espacialmente más abarcado- res, sobre todo en los nuevos esquemas y procesos surgidos en los años recientes; por otro lado problemas de distinto tipo, derivados no sólo de las inercias sino también, y principalmente, de la heterogeneidad presen- te en la región y en el interior de los distintos esquemas, en relación a los proyectos de desarrollo nacional, a las estrategias de inserción global y a la ubicación de la integración en esas estrategias y proyectos.

Bibliografía oit (2011). Global Employment Trends 2011.The challenge of a jobs recovery, Ginebra, enero. cepal (2010). Estudio económico de América Latina y el Caribe. Impacto distribu- tivo de las políticas públicas. Santiago de Chile. —— (2010a). Anuario estadístico de América Latina y el Caribe, 2010. Santiago de Chile. Ministros de Relaciones Exteriores y Defensa de la Unasur (2009). Resolución, Quito, 27 de noviembre. Ministros de Relaciones Exteriores de América Latina y El Caribe (2009). Proyecto de Plan de Acción de Montego Bay, Jamaica, 6 de noviembre. Netherlands Bureau for Economic Policy Analysis (cpb). World Trade Database. Disponible en: http://www.cpb.nl/ en/topic/international-economics. Presidentes de siete países (2009). Convenio Constitutivo del Banco del Sur, Isla Margarita, 26 de septiembre. Mercosur 2009: impactos de la crisis

Lourdes María Regueiro Bello

Ante la magnitud de la crisis llama la atención el hecho que 2009 no haya sido un año especialmente convulso en la existencia del Mercosur, quizás las razones para ello haya que buscarlas en el desarrollo de una visión menos comercialista del papel estratégico de la integración y en la creación de varios instrumentos financieros dirigidos a paliar las asime- trías, a favorecer las iniciativas de integración productiva y el comercio en el ámbito intra-regional, que han dado aliento al bloque más allá de las tensiones comerciales propias de esta etapa del ciclo. La existencia del bloque fue enfocada como una fortaleza sin dejar de reconocer que “la crisis crea el test del estrés”1 y que cada crisis deviene momento de tensión para la integración. En todos los análisis de los impactos de la crisis en la región latinoa- mericana se ha puesto de relieve que los países de Sudamérica, con eco- nomías menos vinculadas a la norteamericana, serían los menos afectados por la misma; no obstante, sus efectos se dejaron sentir, especialmente, a través del comercio (caída de las exportaciones); en esta oportunidad, el bloque se mostró como instancia de resistencia frente a la crisis, más allá de las medidas de restricción al comercio implementadas por algunos países de la subregión, atribuibles a la debilidad institucional del bloque que no excluye a los socios de la aplicación de determinado instrumentos de la política comercial como las Licencias No Automáticas. Como en

1. Palabras de Celso Amorín, canciller brasileño, citadas en “Argentina y Brasil crean grupo para superar crisis global” (Reuters), tomado de Servicio de Noticias del sela, 19 de febrero de 2009.

49 Lourdes María Regueiro Bello otras ocasiones los socios mayores del bloque fueron los protagonistas de los mayores diferendos comerciales. El creciente vínculo con la eco- nomía china cuya demanda se desaceleró, pero no cayó abruptamente como la norteamericana, determinó un aterrizaje más suave para las eco- nomías del bloque. En la agenda interna del bloque se avanzó en el cumplimiento de las tareas correspondientes al año según el plan de acción para la profundi- zación del programa de liberalización del comercio de servicios, se conti- nuaron afinando los mecanismos para el otorgamiento y distribución de los fondos de financiamiento del bloque; en lo concerniente a la agenda externa, no se produjeron avances significativos durante el año. Como un hecho destacado en 2009 merece ser mencionado el acuer- do entre Brasil y Paraguay sobre la energía producida por la binacional Itaipú. Según el acuerdo logrado, Brasil reconoció el derecho de Para- guay de vender a terceros la parte de la energía que le corresponde 50% y no es consumida por esa nación, aunque esto ocurrirá de forma gradual; mientras, el gigante sudamericano continuará gozando de la preferen- cia de la venta, pero pagará 360 millones de dólares anuales, tres veces más de lo que recibe hoy Paraguay por la venta de energía a su socio. El acuerdo es un paso de avance en el reclamo paraguayo y si bien aún debe ser ratificado por el congreso brasileño, existen indicios de la voluntad del gobierno de convertir este diferendo en un escalón para avanzar en la integración de la infraestructura energética sobre la base de beneficios justamente compartidos.

Desempeño económico

Como era de esperarse, la actividad económica del bloque estuvo signada por la crisis, lo que fue particularmente visible en el primer trimestre. El nivel de actividad económica medido por la variación del pib mostró una notoria caída para todos los países del Mercosur, aunque sólo Para- guay mostró una tasa negativa relevante. En ambos países la recesión estuvo asociada a la retracción en la formación bruta de capital (-18.4% en Brasil y -11.9% en Paraguay)2 y a la caída de las exportaciones (-10.3%

2. bid-intal: Informe Mercosur núm.15, segundo semestre 2009-primer semestre 2010, diciembre 2010. Disponible en: http://www.iadb.org/intal.

50 Mercosur 2009: impactos de la crisis en Brasil y -13.9% en Paraguay),3 en el caso paraguayo, a los factores antes mencionados se sumó el efecto de la sequía sobre el sector agrícola.

Argentina Brasil Paraguay Uruguay Var. PIB % 2007 8.7 5.7 6.8 7.6 2008 6.8 5.2 5.8 8.5 2009 0.9 -0.6 -3.8 2.9 Precios al cons. 2007 8.5 4.5 6.0 8.5 2008 7.2 5.9 7.5 9.2 2009 7.7 4.3 1.9 5.9 Exp de B y S* 2007 66356 184603 6542 6850 2008 82040 228393 8948 9372 2009 66563 180723 7253 8557 Imp de B y S* 2007 55352 157790 6554 6722 2008 67931 220247 9436 10270 2009 48951 174678 7374 7794 IED* 2007 4969 27518 178 1240 2008 8335 24601 264 1820 2009 3299 36032 171 1257 Res. Intern* /** 2007 45711 180334 2462 4121 2008 46198 193783 2864 6360 2009 47967 238520 3861 7987 *Millones **Brutas. Fuente: cepal: Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, 2009 y 2010.

Como confirma la tabla anterior, los principales efectos de la crisis para los países del Mercosur se manifestaron en la contracción de su co- mercio exterior y en el financiamiento externo, como lo muestra la caída de la inversión extranjera en todas las naciones del bloque.

3. Ibídem.

51 Lourdes María Regueiro Bello

Una de las vías fundamentales de transmisión de la crisis en el ámbi- to global fue la comercial y el Mercosur no fue una excepción. Las expor- taciones e importaciones de bienes del Mercosur se redujeron en 21.9% y 27.4%, respectivamente, en relación a 2008.4 La reducción de la demanda internacional de importantes rubros de exportación del Mercosur incidió negativamente en los precios de los mismos con la consiguiente disminución de ingresos por ese concepto. La siguiente tabla muestra la caída de los precios internacionales de los productos básicos:

Precios internacionales de los productos básicos (cambio porcentual respecto al año anterior)

Grupo de productos 2007 2008 2009 Todos los productos básicos 13 24 -16.8 Alimentos 13.3 39.2 -8.5 Materias primas agrícolas 12 20.5 -17.5 Minerales y metales 12.8 6.2 -30.2 Petróleos 10.7 36.4 -36.3

Fuentes: unctad, “Trade and Development Report, 2010”, cuadro 1.3, p. 9. sela (2010), “Informe sobre el Proceso de Integración Regional, 2009-2010”, sp/cl/xxxvi. O/Di núm. 10-10 octubre, p.16.

La caída de las exportaciones del Mercosur en 2009 fue el resultado del efecto conjunto de una disminución en los volúmenes exportados, pero sobre todo del derrumbe de los precios, como ilustra el siguiente gráfico. Igual tendencia tuvo durante 2009 el comercio de servicios, aunque su caída fue menos pronunciada que la del comercio de bienes; así, las exportaciones de ese sector en el Mercosur cayeron 8.1% y las importa- ciones en 3.3%, en relación al año anterior.5 Sin embargo, el Mercosur fue el único esquema de integración lati- noamericano cuyas exportaciones hacia la región crecieron más que ha-

4. sela: “Informe sobre el Proceso de Integración Regional, 2009-2010”, xxxvi Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano, Venezuela, 27 al 29 de octubre de 2010, sp/cl/xxxvi. O/Di Nº 10- 10 octubre de 2010. 5. sela: “Informe sobre el Proceso de Integración Regional, 2009-2010”, xxxvi Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano, Venezuela, 27 al 29 de octubre de 2010, sp/cl/xxxvi. o/Di núm. 10-10 octubre de 2010.

52 Mercosur 2009: impactos de la crisis

Mercosur: variación de las exportaciones de bienes Fob 2009

Fuente: Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2009. cia el resto del mundo, y las exportaciones intra-bloque incrementaron ligeramente su peso relativo, aunque distante aún del peso que llegó a tener antes de la crisis asiática, cuando representó 25% del total.

Exportaciones del Mercosur (millones de dólares)

2005 2006 2007 2008 2009 Intra Mercosur 21,128 25,727 32,421 41,611 32,598 % del total 12.9 13.5 14.7 14.7 15.1 Hacia el resto ALy C 27,000 32,207 34,825 41,667 30,239 % del total 16.5 16.9 15.8 14.7 14.0 Exportaciones totales 163,957 190,923 220,921 283,546 216,571

Fuente: dots, Fmi. Tomado de sela: “Informe sobre el proceso de integración regional, 2009-2010”, xxxvi Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano, Venezuela, 27 al 29 de octubre de 2010, sp/Cl/xxxvi. o/Di núm. 10-10, p. 49.

El país que mostró una menor reducción de sus exportaciones fue Uruguay, con una contracción de 9.4%, sus ventas al Mercosur se redu- jeron 4.5% y hacia el resto del mundo 11.2%. Las exportaciones argen- tinas decayeron 20.4% y las ventas al Mercosur lo hicieron 14.1%. Brasil mostró una caída superior a las de los socios ya mencionados con 22.7%, con la particularidad de que las ventas al bloque cayeron más que las realizadas al resto del mundo: 27.2% y 22%, respectivamente. Paraguay fue el país con mayor afectación en sus exportaciones, con una caída total de 28.5%, con una reducción de 27.7% al Mercosur y 29.4% las del resto

53 Lourdes María Regueiro Bello del mundo.6 El hecho de que la caída de las exportaciones hacia el resto del mundo haya sido mayor que las registradas al bloque es un indicador positivo de la consolidación del bloque como destino de las producciones del Mercosur. Si bien tanto las exportaciones como las importaciones sufrieron des- censos en 2009 en relación a 2008, en el caso de las primeras se explica fundamentalmente por la contracción de los precios, y en el de las im- portaciones la reducción del volumen fue la causa principal de la baja.7

Importaciones del Mercosur (millones de dólares)

2005 2006 2007 2008 2009 Intra Mercosur 22,141 27,301 34,719 45,436 35,587 % del total 18.9 18.6 18.2 17.2 18.1 Resto AL y C 7,525 11,216 13,515 18,584 13,391 % del total 6.4 7.7 7.1 7.0 6.8 Importaciones totales 117,079 146,420 190,569 263,705 196,542

Fuente: dots, fmi. Tomado de sela: “Informe sobre el Proceso de Integración Regional, 2009-2010”, xxxvi Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano, Venezuela, 27 al 29 de octubre de 2010, sp/cl/xxxvi. o/Di núm. 10-10, p. 59.

A pesar de la reducción de las exportaciones, salvo en el caso de Paraguay donde la balanza comercial era negativa antes de la crisis, la balanza comercial de los países del bloque fue positiva, lo que se explica por el hecho de que la reducción de las importaciones fue mayor que la de las exportaciones, tanto en volumen como en precio, y en relación a este último tuvo influencia la caída de los precios del petróleo, lo que explica la caída de las importaciones desde Venezuela. La mayor caída de las importaciones se produjo en Argentina. Si bien en esta oportunidad la crisis global no derivó en una crisis de confianza en el Mercosur, fue una coyuntura propicia para reactivar las tensiones comerciales que nunca han sido resueltas en los sectores más

6. Lucángeli, José, Sanguinetti, Mariana yZamorano, Ana (2010). “Mercosur: la recuperación de la economía regional”, Revista cei, núm. 17, abril. Disponible en: http://www.cei.gov.ar. 7. sela: “Informe sobre el Proceso de Integración Regional, 2009-2010”, xxxvi Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano, Venezuela, 27 al 29 de octubre de 2010, sp/cl/xxxvi. o/Di Nº 10- 10 octubre de 2010.

54 Mercosur 2009: impactos de la crisis sensibles a la liberalización, los que demandaron mayores niveles de pro- tección, reclamo que tuvo eco en los gobiernos. En el caso de Argentina se implementaron mayores controles sobre productos de sectores sensibles de la industria nacional como textiles, calzados, productos metalúrgicos, línea blanca y motocicletas.8 Entre los miembros del Mercosur, se destacó por la habilitación de instrumentos de la política comercial dirigidos al control de las importaciones, des- tacándose por la aplicación de Licencias No Automáticas de Importa- ción (licencias previas para la importación) para un conjunto mayor de productos y además se reforzaron los controles a la importación con la extensión de los plazos de las licencias automáticas previas. Además se instrumentaron valores de referencia, se incrementaron los derechos de importación y se aceleraron los procesos de legales contra el comercio desleal. Se produjo la reapertura de las exportaciones de maíz y trigo cerradas desde junio de 2008 y se redujeron las retenciones practicadas por el gobierno a esos productos la reducción en 50% de las aplicadas a las exportaciones de frutas secas y hortalizas.9 Brasil aplicó restricciones no arancelarias; así, las importaciones de 17 sectores tendrían que solicitar licencias previas para importar. Entre los productos más afectados por esta medida se encuentran el trigo, los plásticos, el cobre, el aluminio, el hierro, los bienes de capital, el mate- rial eléctrico-electrónico, las autopartes, los automóviles y el material de transporte en general.10 A su vez redujo temporalmente aranceles para 306 productos sin similar nacional para facilitar la adquisición de los mis- mos, de esa medida se beneficiaron los sectores de bienes de capital, eléctrico, metalúrgico, papel y celulosa, gráfico, médico-hospitalario, au- tomotor, eléctrico-electrónico y otros.11 En el Informe sobre el Mercosur núm. 14, publicado por Intal, se hace referencia al hecho de que Argenti- na y Brasil ante la percepción de riesgo frente a la competencia china en el mercado argentino produjeron un acercamiento en las negociaciones con los exportadores brasileños, quienes fueron más proclives a aceptar restricciones voluntarias a sus ventas. De otra parte, Brasil, como parte del proceso de internacionalización de su economía, ha invertido en sec-

8. cepal, “La reacción de los gobiernos de las Américas frente a la crisis internacional: una presentación sintética de las medidas de política anunciadas hasta el 31 de diciembre de 2009”. Disponible en: http://www.cepal.org. 9. Ibídem. 10. Ibídem. 11. Ibídem.

55 Lourdes María Regueiro Bello tores sensibles a la apertura de su vecino, evadiendo de esa manera las limitaciones a las importaciones generadas en Argentina para proteger el crecimiento de su industria, en especial, la textil y la del calzado.12 También se utilizaron las reservas para financiar exportaciones, utilizan- do mecanismos que permitan mantener el nivel de las mismas, y se au- torizaron créditos bancarios en divisas a bancos privados para financiar operaciones de comercio exterior.13 En situación desventajosa con relación a sus socios, Paraguay desa- rrolló acciones para contrarrestar las medidas del Mercosur: aplicó con carácter temporal aranceles especiales para corregir las distorsiones en la relación comercial con sus socios del bloque, tomó medidas para de- fender del dumping y la competencia desleal al sector textil y a la in- dustria domisanitaria, exigiendo que las importaciones de textiles estén sujetas al aec, a los regímenes del iva y del Impuesto a la Renta de las Actividades Comerciales, Industriales y de Servicios (iracis), como las demás actividades económicas. El gobierno utilizó 50 millones para el apoyo a la exportación y elevó el control sobre el contrabando.14 Al igual que sus socios, Uruguay implementó medidas dirigidas a proteger su economía de los efectos de la crisis; en el ámbito comercial postergó la rebaja de 2% a 1% de la tasa consular prevista para junio de 2009, planteó incrementar de 4% a 8% el adelanto del pago del impuesto que tienen que hacer los importadores de determinados bienes de con- sumo como vestimenta y calzado; se fortalecieron los procedimientos de supervisión aduanera para evitar subvaluaciones en los precios de refe- rencia en los sectores de vestimenta y calzado; prórroga para la admisión temporaria. También incrementó, hasta diciembre de 2009, en un punto porcentual la tasa de prefinanciamiento de exportaciones, mantenien- do las tasas preferenciales de prefinanciamiento al sector textil, incor- porando a ese trato preferente las curtiembres y el sector automotor; además se destinaron 125 millones de dólares adicionales para dotar de fondos al sistema bancario para que financiara proyectos de inversión y prefinanciamiento de exportaciones industriales y a través del Banco de

12. bid-intal, Informe Mercosur núm.14, segundo semestre 2008-primer semestre 2009, diciembre 2009. Disponible en: http://www.iadb.org/intal. 13. cepal, “La reacción de los gobiernos de las Américas…”, op. cit. 14. Ibídem.

56 Mercosur 2009: impactos de la crisis la República creó un fondo de garantía de 20 millones de dólares para exportaciones a países que presenten riesgos de cobro.15 En resumen las políticas gubernamentales del Mercosur en el ámbito comercial coincidieron en el incremento y reducción selectiva de arance- les de importación, profundización de las medidas de defensa comercial y mayor reactividad frente a las medidas barreras no arancelarias; en no todos se produjo la ampliación de los programas de financiamiento a las exportaciones, el desarrollo de líneas de crédito excepcionales a los exportadores, reactivación de los precios de referencia y aumento del iva a los productos importados. Como era de esperarse, estas medidas tuvieron resonancia en las relaciones comerciales intra-Mercosur, donde se incrementaron las denuncias de prácticas proteccionistas aplicadas a los socios del bloque, entre las que se destaca la exigencia de Licencias No Automáticas de Importación, las que si bien fueron aplicadas tan- to por Brasil como por Argentina, este último país protagonizó varios contenciosos por ese motivo. Como históricamente ha ocurrido, Brasil y Argentina lideraron los diferendos comerciales durante 2009.

Agenda interna

En la edición anterior de este anuario se sugería una tendencia a la gra- dual ejecución de acciones dirigidas a desplazar el foco de la integración de la dimensión comercial a otras esferas; en ese sentido, la integración productiva empieza a ocupar un lugar más relevante en la agenda del bloque. En esa dirección se registran acciones como la creación de un portal empresarial del Grupo de Integración Productiva. El objetivo del portal es favorecer la formación de asociaciones empresariales que gene- ren iniciativas de integración productiva, además el sitio Web constituye una herramienta de intercambio e información para los actores públicos y privados interesados en este tipo de emprendimientos.16 Si bien, como fue señalado en la edición anterior de este anuario, la crisis no es el momento más propicio para evaluar la efectividad del Sistema de Pago en Monedas Locales (sml) se ha reconocido su perti- nencia para profundizar la integración y reducir los costos financieros de las transacciones comerciales; la reducción estimada sobre el monto

15. Ibídem. 16. Mercosur/cmc/dec. núm. 07/09.

57 Lourdes María Regueiro Bello total de la operación es aproximadamente de 3%,17 y ha sido utilizado fundamentalmente por el sector textil, el de autopartes, el de los muebles y las maquinarias y herramientas, por empresas metalúrgicas, plásticas, y alimenticias.18 Aunque la utilización del mecanismo no ha alcanzado su potencial previsible, se considera que ha estimulado a las pequeñas y medianas empresas a involucrarse en operaciones de comercio exte- rior; por esta razón el cmc decidió extender su utilización a cualquier tipo de transacción (hasta este momento se limitaba a las operaciones de comercio) originada entre los países miembros del bloque,19 además se avanzó en la implementación del sml entre Uruguay y Brasil y se prevé la posibilidad de que su utilización se extienda más allá de las fronteras del Mercosur, e incluso de Latinoamérica. La ampliación de los usuarios de este mecanismo en el Mercosur, así como un incremento de los montos operacionales realizados bajo el mismo, constituiría un paso importante en la consolidación y autonomía del bloque. En la liberalización del comercio de servicios se produjo un avance importante al darse por concluida la vii Ronda de Negociación de Com- promisos Específicos en Materia de Servicios con la aprobación de las listas de compromisos específicos de los países miembros, de acuerdo con el Plan de Acción en esa materia, que preveía la definición de los sectores menos sensibles cuya liberalización pudiera ser inmediata, los de una sensibilidad intermedia y los más sensibles. Se comienza a discutir un proyecto que estipulará normas comunes para los trabajadores del servicio doméstico en el bloque, para ello de- berá aprobarse por el cmc y por los respectivos parlamentos. Según lo estipulado en la propuesta, los trabajadores de ese sector que cumplan un horario fijo en la morada del empleador se verían amparados por una jornada de ocho horas, con media hora de descanso, y el empleador estaría en la obligación de asumir los costos diarios de transportación, así como garantizarle una alimentación satisfactoria. En el ámbito estrictamente comercial, si bien no se avanzó en las cuestiones internas medulares que atañen a la adopción de normativas

17. sela, “Experiencias de Cooperación Monetaria y Financiera en América Latina y el Caribe. Balance Crítico y Propuestas de Acción de Alcance Regional”, en Reunión Regional: Reforma de la Arquitectura Financiera Internacional y Cooperación Monetaria y Financiera en América Latina y el Caribe, , Venezuela, 8 y 9 de abril de 2010, sp/rr:raficmfalc/dt núm. 2-10. Disponible en: http://www.sela.org. 18. Ibídem. 19. Mercosur/cmc/dec, núm, 09/09.

58 Mercosur 2009: impactos de la crisis comunes pendientes —como la adopción del código aduanero—, se die- ron pasos en la adecuación del Arancel Externo Común (aec) y en el esclarecimiento de la norma prevaleciente en relación a lo estipulado por la omc. Así la Decisión núm. 17 del cmc (2009), reconoce el compromiso que contrajeron sus países miembros al finalizar la Ronda Uruguay al conso- lidar sus aranceles. Con vistas a reconocer la validez de ese compromiso, la mencionada decisión plantea que cuando el Mercosur apruebe una norma estableciendo un aec superior al consolidado en el Protocolo de Marrakech, prevalece el arancel consolidado y los ítems arancelarios que estén en ese caso no se consideran parte de la lista de excepciones.20 En un sentido inverso, la Decisión núm. 18 refrendó que un país del Mer- cosur podrá elevar por encima de lo establecido en el aec aranceles de importación extrazona que aplica a terceros por un plazo inicial máximo de dos años si es autorizado por el Órgano de Solución de Diferencias de la omc a suspender concesiones u otras obligaciones como resultado de un procedimiento de solución de controversias, o cuando de acuerdo a lo estipulado en las normas del gatt esté ejerciendo la facultad de retirar concesiones a un miembro de la omc que pretende modificar o retirar concesiones otorgadas al país del bloque. De igual forma, dicha decisión establece que cuando desaparezcan las condiciones que motivaron la toma de esta medida en relación a un tercer país, los niveles arancelarios deberán retornar a los niveles del aec.21 Durante 2009, atendiendo a la necesidad de ajustar el aec, se intro- dujeron modificaciones con carácter transitorio hasta el 31 de diciembre de 2011 para el sector de los lácteos, después de esa fecha retornarían a los niveles vigentes antes de la modificación;22 también se produjeron cambios (no transitorios) en el sector de los hilados y tejidos23 y en el de confecciones.24 Todas estas modificaciones debían estar vigentes a más tardar el 31 de enero de 2010. En relación al aec se tomaron otras decisiones, atendiendo a la nece- sidad de tener en cuenta la coyuntura económica internacional, las mis- mas están referidas a autorizar a Argentina y Brasil a mantener en sus lis-

20. Mercosur/cmc/dec. núm. 17/09, 7 de diciembre de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int. 21. Mercosur/cmc/dec. núm. 18/09, 7 de diciembre de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int. 22. Mercosur/cmc/dec. núm. 25/09, 7 de diciembre de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int. 23. Mercosur/cmc/dec. núm. 26/09, 7 de diciembre de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int. 24. Mercosur/cmc/dec. núm. 27/09, 7 de diciembre de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int.

59 Lourdes María Regueiro Bello tas nacionales de excepción al aec cien ítems arancelarios hasta el 31 de diciembre de 2011. Tomando en consideración las asimetrías existentes entre los socios del Mercosur, que afectan de manera particular a los socios menores, en los casos de Uruguay y Paraguay se les prorroga hasta esa misma fecha la autorización a tener 125 y 150 ítems arancelarios en sus respectivas listas nacionales de excepción. Según la Decisión núm. 31 de 2003, las mencionadas excepciones caducarían en el año 2010. A Para- guay, adicionalmente, se le extiende también hasta diciembre de 2011 poder mantener en su lista de excepciones al aec 399 ítems arancelarios más, que de acuerdo con la Decisión de 2003, también habría expirado en 2010.25 De esta manera, hasta la fecha señalada Brasil y Argentina excep- túan del aec cien ítems cada uno, Uruguay 225 y Paraguay 649.26 Adicio- nalmente fueron necesarias acciones puntuales de reducción arancelaria temporal (12 y 6 meses) por imposibilidad de abastecimiento normal y fluido, por solicitud de Argentina y Brasil para productos específicos de la química, electrónica, farmacéutica y siderurgia.27 En el esfuerzo por adecuar las normativas del Mercosur a las condi- ciones reales de funcionamiento del bloque, lo que significa tener en cuenta las insuficiencias de los instrumentos aplicados, se prorrogó hasta el 31 de diciembre de 2016 la posibilidad de utilizar los regímenes de drawback y admisión temporaria para el comercio intrazona, estable- ciéndose el año 2013 como fecha para que el gmc eleve una propuesta de armonización de los regímenes nacionales de drawback y admisión temporaria para la importación de insumos. En los casos de Uruguay y Paraguay no rigen esos dos instrumentos y se les permite aplicar una alícuota de 2% para la lista de productos que decidan ambos antes del 31 de diciembre de 2010.28 El Consejo del Mercado Común adoptó la Decisión núm. 01 del 2009 mediante la cual deroga las decisiones anteriores referidas al régimen de origen con el objetivo de unificar todas las normas para facilitar la aplicación del régimen de origen del Mercosur. De acuerdo con la nueva norma serán considerados originarios aquellos productos en cuyo valor los insumos procedentes de terceros países (extra-Mercosur) no excedan

25. Mercosur/cmc/dec. núm. 28/09, 7 de diciembre de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int. 26. Lucángeli, José, Sanguinetti, Mariana y Zamorano, Ana (2010). “Mercosur: la recuperación de la economía regional”, Revista cei, núm. 17, abril de 2010. Disponible en: http://www.cei.gov.ar. 27. Cfr. Directivas del Mercosur en 2009. 28. Mercosur/cmc/dec. núm. 20/09, 7 de diciembre de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int.

60 Mercosur 2009: impactos de la crisis

40%.29 A Paraguay y Uruguay se les otorga un tratamiento preferencial, según el cual al primero se le reconoce hasta el 31 de diciembre de 2022 como valor originario del Mercosur productos cuyo valor fob esté inte- grado hasta 60% por insumos provenientes de terceros países. A Uru- guay se le concede una prerrogativa menos concesionaria al exigírsele una norma de origen de 50% hasta 2012 y de 55% a partir de 2013.30 A los países de la Comunidad Andina se les reconoce como originarios del Mercosur los materiales originarios de la can, siempre que cumplan el régimen de origen de sus respectivos acuerdos de complementación económica y este sea el requisito de origen definitivo y hayan alcanza- do nivel de preferencia de 100% sin límites cuantitativos en todos los miembros del Mercosur.31 Esta decisión constituye un paso importante en la institucionalidad del Mercosur, pero además representa una acción constructiva hacia la integración sudamericana al institucionalizar una norma de origen basada en el acumulado regional. El Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) continúa su proceso de implementación y perfeccionamiento. Según lo estipulado el reglamento del Focem, tiene una duración de dos años. El actual venció en septiembre de 2009 y no habiéndose concluido su actua- lización, el cmc decidió prorrogarlo; no obstante, ya se le han incluido algunas aclaraciones referidas al trato nacional y no discriminatorio a las ofertas y oferentes, personas físicas o jurídicas de nacionalidad o con sede en países miembros del Mercosur, manteniendo la idea de que en la ejecución de proyectos financiados por el Focem se dará preferencia a empresas y entidades con sede en el Mercosur. En el curso de 2009 se dio la aprobación técnica al Proyecto de Desarrollo Tecnológico, Innovación y Evaluación de la Conformidad (Detiec) presentado por Paraguay32 y al de la Biblioteca Unila-Biunila y del Instituto Mercosur de Estudios Avanzados (imea), de la Universidad Federal de la Integración Latinoa- mericana (Unila), localizada en la Región Trinacional en Foz de Iguazú, en el estado de Paraná, Brasil,33 con costos distribuidos como aparece en la siguiente tabla.

29. Mercosur/cmc/dec. núm. 01/09, 24 de julio de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int. 30. Ibídem. 31. Ibídem. 32. Mercosur/cmc/dec. núm. 06/10, 24 de julio de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int. 33. Mercosur/cmc/dec. núm. 02/09. Disponible en: http://www.mercosur.int

61 Lourdes María Regueiro Bello

Costo total ($usd) Focem ($usd) Contraparte nacional ($usd) Unila-Biunila, imea 22 000 000 17 000 000 5 000 000 Detiec 6 470 588 5 000 000 1 470 588

Fuente: Decisiones 02/09 y10/09 del cmc.

Hasta abril de 2010 otros seis proyectos están en diferentes fases de la aprobación técnica, dos de ellos corresponden a Paraguay, tres a Ar- gentina y dos a Brasil. También fue aprobado el presupuesto del Focem para el año 2010. Desde su implementación el Focem tiene proyectos en ejecución por 114’681,736 dólares estadounidenses y se percibe una valoración positiva de su razón de existir e incluso de su dinamismo. No obstante, existen insatisfacciones con el hecho de que las fricciones políticas afecten su funcionamiento; según señalan fuentes uruguayas, Argentina bloquea en el Focem la utilización de sus fondos para la obra de interconexión eléc- trica prevista entre Uruguay y Brasil.34

Recursos Focem y su aplicación. Presupuesto 2010

Aporte Proyectos en Recursos no asignados Recursos asignados no al Focem ejecución 2006- en ejercicios anteriores utilizados en ejercicios ($USD) 2010 ($usd) ($usd) anteriores ($usd) Argentina 27000000 2278374 26949589 1726349 Brasil 70000000 17178707 17044989 11584082 Paraguay 1000000 86889177 58880963 80223792 Uruguay 2000000 8335478 84441890 7867953

Fuente: Mercosur/cmc/dec. núm. 16/09 Focem, Presupuesto 2010.

El apoyo a la agricultura familiar comienza a identificarse como un área de atención priorizada por las políticas públicas en el Mercosur, así de la Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar (reaf) se pasó a la creación del Fondo de Apoyo a la Agricultura Familiar (faf) en el 2008, con el objetivo de financiar programas y proyectos de estímulo a la agricultura familiar. En 2009 se da un paso decisivo en la instrumen- tación de este mecanismo al aprobarse el reglamento que operativiza su

34. ciu: xxxvii Reunión del Consejo del Mercado Común del Mercosur. Informe semestral, julio 2009, año 6, núm. 11, 2 de octubre de 2009, Departamento de Estudios Económicos. Disponible en: http://www.ciu.com.uy.

62 Mercosur 2009: impactos de la crisis funcionamiento, según el cual el faf tendrá una vida inicial de cinco años una vez firmado el contrato de administración y al finalizar ese tiempo se evaluará su continuidad. El faf queda definido como un instrumento de gestión financiera, constituido por las contribuciones de los Estados miembros del bloque y por la renta financiera generada por el propio fondo, además puede incrementarse con aportaciones voluntarias de los Estados miembros, así como de terceros países, de organismos y otras entidades, previa aprobación del Grupo Mercado Común, a propuesta de la reaf.35 Cada Estado parte asume una contribución fija anual de 15 mil dólares, a lo que se sumarían 300 mil dólares, integrados con una contribución porcentual igual a la del Focem (27% Argentina, 70% Bra- sil, 1% Paraguay y 2% Uruguay); si alguno de los Estados incumple con su contribución en la fecha establecida, al próximo periodo tendría un recargo de 5%.36 Los países del Mercosur se han propuesto desarrollar de manera conjunta el turismo desde terceros países hacia el bloque, para ello han tomado como referente el Proyecto de Promoción Conjunta de Turis- mo del Mercosur en Japón, experiencia desarrollada con una agencia de país asiático; con ese fin crearon el Fondo de Promoción de Turis- mo del Mercosur (fptur). Al igual que otros fondos desarrollados por la agrupación en los últimos años, el fptur es un instrumento de gestión financiera constituido a partir de las contribuciones anuales de los miem- bros; dicho fondo puede recibir también aportes extras de los miembros, contribuciones voluntarias de terceros países, de organismos, etc. Siem- pre que sean aprobadas por el Grupo Mercado Común, a propuesta de la Reunión Especializada de Turismo, quien deberá proponer el mon- to de la contribución de cada país. La contribución inicial de cada país para el presupuesto del 2010 sería de 603 mil dólares estadounidenses. El incumplimiento de la contribución en la fecha establecida implica un recargo de 5% en el ejercicio posterior. Los recursos del fondo se utiliza- rán para ejecutar acciones dirigidas a promocionar el turismo en países extra-zona. El fptur funcionará por un plazo de cinco años, a cuyo térmi- no se evaluará la conveniencia de su renovación.37

35. Mercosur/cmc/dec. núm. 06/09, 24 de julio de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int. 36. Ibídem. 37. Mercosur/cmc/dec. núm. 24/09, 7 de diciembre de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int.

63 Lourdes María Regueiro Bello

Agenda externa: la crisis condiciona la marcha

En el ámbito del relacionamiento externo, el Mercosur continuó enfren- tando dificultades para el cierre de acuerdos con terceros, tendencia que se vio reforzada con la crisis, que desplazó a un segundo plano la activa búsqueda de acuerdos internacionales que ha caracterizado el desem- peño del bloque en los últimos años; tampoco deben ser subestimadas las presiones proteccionistas de algunos sectores domésticos. No obstante, la adversidad del momento para hacer avanzar los acuerdos internacio- nales que implican mayores aperturas del mercado, como resultado del acumulado de los esfuerzos por ampliar los vínculos con otros países y regiones se dieron discretos avances. En esa dirección se enmarca el memorándum de entendimiento para el establecimiento de un grupo consultivo conjunto para promover el co- mercio y las inversiones entre el Mercosur y la República de Corea. Se- gún lo estipulado en el documento, se deberán explorar las posibilidades y los medios adecuados para fortalecer las relaciones comerciales y eco- nómicas, incluyendo la posibilidad de iniciar negociaciones comerciales conforme a las normas de la Organización Mundial de Comercio (omc) y tomando en consideración la necesidad de protección para los secto- res sensibles. A tales fines se constituyó un Grupo Consultivo Conjunto, encargado de identificar las áreas de interés común y las vías para pro- mover el comercio y las inversiones, así como de hacer recomendaciones de política.38 De igual forma, en 2009 Israel ratificó el Acuerdo de Libre Comer- cio con el Mercosur —primer acuerdo de este tipo firmado con un socio extrarregional—, que entró en vigor de manera bilateral con Uruguay a fines de diciembre del propio año 2009. Aun cuando el Estado de Israel no es un socio comercial relevante para el bloque, es importante porque se asume un compromiso de desgravación automática típico de este tipo de acuerdo. En diciembre de 2009, el Senado brasileño aprobó — en una apre- tada votación— la entrada de Venezuela al Mercosur, de manera que sólo faltaría la aprobación paraguaya, la que paradójicamente parece será la más complicada. No obstante, el proceso mismo de debate para la aprobación brasileña estimuló la actualización de los detalles técnicos

38. Mercosur/cmc/dec. núm. 04/09, 24 de julio de 2009. Disponible en: http://www.mercosur.int.

64 Mercosur 2009: impactos de la crisis del protocolo de adhesión, y si bien se mantienen muchas interrogantes pendientes de respuesta, se definieron algunos pasos y plazos del proceso de adhesión de Venezuela. Los cuatro puntos a transitar en este dilatado proceso (ya mencionados en otras ediciones de este anuario) son: cro- nograma para alcanzar el libre comercio entre Venezuela y los restantes miembros del Mercosur; cronograma para incorporar el acervo normati- vo del grupo; cronograma para adherir el Arancel Externo Común (aec); y la adhesión de Venezuela a los acuerdos ya firmados o en proceso de negociación. Las negociaciones para el libre comercio se han ido impul- sando por la vía bilateral. Con Paraguay y Uruguay concluyeron en 2008. Con Brasil se ajustó el cronograma de liberalización comercial según el cual se anticipa la desgravación para 4,301 partidas tarifarias, mejora la preferencia de la oferta recibida por Brasil para 1,925 partidas, mantiene el plazo de desgravación para 1,904, mantiene la preferencia arancelaria en 2009 para 4,700 partidas, extiende el plazo de desgravación total para 233, y supone un retroceso en la preferencia aplicada en 2009 para 147 partidas.39 En los intercambios a nivel de gobierno se redefinieron los límites del plazo concebido inicialmente para la adaptación venezolana al régimen de libre comercio del 2014 a 2018.40 Las negociaciones Venezuela-Argentina para definir la liberación co- mercial no tuvieron lugar en 2009, a pesar de que el parlamento de este último país fue de los primeros en dar su aprobación para la incorpora- ción del país andino. En cuanto a la incorporación del acervo normativo, se mantienen los plazos fijados en 2007, que establecían etapas para lograrlo en cuatro años a partir de la entrada en vigor del acuerdo.41 De las 783 normas identificadas que deben ser asumidas por Venezuela en ese periodo, hay 169 para las cuales no se fijó el plazo de incorporación.42 El programa de adopción del aec establecía los siguientes plazos: a los 60 días, 3% de las partidas arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur (ncm) deben estar adecuadas a la aec; a partir del segundo año debe estarlo 20%; y a partir del cuarto año, las restantes. A pesar de

39. bid-Intal: Informe Mercosur núm.15, segundo semestre 2009-primer semestre 2010, diciembre 2010. Disponible en: http://www.iadb.org/intal, p. 174. 40. Ibídem. 41. Ibídem. 42. Ibídem.

65 Lourdes María Regueiro Bello estas definiciones en cuanto a los plazos, son previsibles algunas com- plicaciones derivadas de la indefinición de los listados de productos que deberán adoptar la aec en cada etapa y de la concentración de los com- promisos en el último plazo.43 Sin duda la aprobación brasileña constituyó un momento trascen- dente para la incorporación de Venezuela al Mercosur, en tanto se supo- nía que en ese país serían más fuertes las resistencias, y que una vez que se contara con ese voto favorable se aceleraría el proceso en Paraguay; la realidad no corroboró esa apreciación y la aprobación paraguaya se perfila como un proceso difícil y prolongado. Ante la adversidad que su- pone este escenario, la continuidad de los mecanismos de cooperación bilateral se perfila como la vía para mantener la presencia venezolana en el bloque. Puede señalarse que con Argentina, Brasil y Uruguay se mantienen sistemáticos intercambios al más alto nivel de gobierno para la negociación de convenios de cooperación en las áreas de salud, trans- porte, energía, alimentación y otras. En junio y noviembre del año 2009 se realizaron reuniones técnicas entre el Mercosur y la ue con el objetivo de retomar las negociaciones, estancadas desde el 2004, y se planteó que las mismas fueran reanudadas durante la cumbre ue-al en mayo de 2010; ello ha sido resultado de la voluntad gubernamental y del interés empresarial en reanudar la nego- ciación con vistas a lograr un acuerdo ambicioso y equilibrado, para lo cual serían necesarios nuevos enfoques y soluciones creativas frente a los temas que han impedido concretarlo. Al parecer, ambas partes recono- cen la necesidad de criterios flexibles tanto en las metodologías como en los compromisos a asumir y en los instrumentos a emplear para romper el actual estado de inercia.44 Durante las reuniones técnicas, ambas par- tes adoptaron posiciones flexibles: la ue dijo que todo el sector agrícola recibiría algún tipo de oferta, mientras el Mercosur avanzó que haría una oferta incluyendo un capítulo automotor y de autopartes, de acuerdo a un cronograma de excepciones.45 Tanto en el plano gubernamental como en el empresarial existe la percepción de la conveniencia y posibilidad

43. Ibídem. 44. Peña, Félix: “¿Un acuerdo Mercosur-Unión Europea?”, El Cronista, 18 de diciembre de 2009. Disponible en:http://www.felixpena.com.ar. 45. Lucángeli, José et al., op. cit.

66 Mercosur 2009: impactos de la crisis de llegar a un acuerdo favorable para las partes a través de acuerdos de geometría variable y si se contemplan varias velocidades.46 Se mantuvieron activas varias negociaciones en curso como la prime- ra Reunión del Comité de Administración Conjunta del Acuerdo de Pre- ferencias Fijas entre el Mercosur y la India; se realizó el Primer Encuen- tro Ministerial Trilateral entre Mercosur, sacu e India; y la ii Ronda de Negociaciones entre el bloque y Egipto en la perspectiva de concretar el Acuerdo de Libre Comercio, el segundo de su tipo con un país extrazona.

Conclusiones

El año 2009, a pesar de las afectaciones comerciales derivadas en lo fundamental de la crisis —que motivaron la aplicación de medidas de regulación de comercio, con las consiguientes tensiones que este tipo de medidas trae aparejadas— y del retraso de las negociaciones con terce- ros que se mantienen inconclusas, o que se ha ralentizado el proceso que debe ponerlas en vigor, no puede decirse que haya sido un lapso en que la credibilidad del Mercosur se haya visto afectada, como ocurrió frente a episodios de menor envergadura que el presente. La diversificación de la agenda, donde se ha desplazado la atención de los temas comerciales a la creación de diversos fondos por áreas para financiar acciones en favor de la integración, privilegiando las acciones dirigidas a la integración productiva protagonizadas por las pymes, el establecimiento de recargos cuando se incumplen las cuotas que deben ser aportadas por cada país a los diferentes instrumentos de gestión financiera, el reconocimiento de las desventajas con que enfrentan el proceso los socios más peque- ños (especialmente Paraguay), acompañando el reconocimiento, con aún tímidas políticas para atenuar las asimetrías, los intentos de llegar a un aec que refleje con más justicia la necesidad real de protección de todos los socios, y la voluntad política de gobiernos que han colocado al Mercosur como prioridad estratégica de la política exterior, son factores que han contribuido a fomentar la confianza de los socios en el bloque y a revaluar al Mercosur como una instancia para la superación de los problemas y encarar los objetivos del desarrollo, donde los beneficios esperados no se derivan sólo del comercio.

46. Ibídem.

67 Lourdes María Regueiro Bello

Estas consideraciones positivas sobre los cambios que se han opera- do en el Mercosur no pretenden desconocer las insatisfacciones que los actores del proceso expresan en el día a día. Los desafíos de construir un proyecto sustentable en lo económico, en lo político, en lo social y en lo ambiental superan los aún exiguos logros del Mercosur actual.

68 La comunidad andina en 2009: la integración a prueba

Carlos Otto Vázquez

El 2009 resultó para los países miembros de la Comunidad Andina (can) un año especialmente difícil y complejo. A la crisis institucional que ha venido sufriendo este mecanismo de integración en los últimos años, a consecuencia de las profundas diferencias existentes entre sus miembros respecto al rumbo y contenidos que deben formar parte del proyecto integrador, hubo que agregar la severa disminución de la actividad eco- nómica de los países andinos, en el contexto de un escenario internacio- nal caracterizado por la crisis económica y financiera global que se fue extendiendo a lo largo del año a nuevos ámbitos y regiones y adquiriendo mayores niveles de profundidad. De esta manera, al cumplirse en 2009 cuatro décadas de la firma del Acuerdo de Cartagena que dio origen a la can, el proceso de conmemo- ración de esa fecha se dio en el marco de una fuerte caída en el com- portamiento del producto interno bruto de los países de la región, de un pronunciado descenso de las exportaciones —incluyendo las exportacio- nes intracomunitarias—, de la baja de los flujos de inversión extranjera directa que ingresaron a la zona andina y de la caída de los montos de remesas recibidos. Lo anterior se vio acompañado de la permanencia de posturas divergentes, e incluso encontradas, respecto a la concepción ge- neral del proceso integrador —y en donde la muy distinta visión respecto a la estrategia de relacionamiento con Estados Unidos desempeña un papel fundamental—, así como de la realización de elecciones presiden- ciales en dos de los cuatro países que conforman la comunidad, Bolivia y Ecuador, y cuyo resultado pudo haber hecho cambiar los frágiles equili- brios de poder que se observan en la institución comunitaria andina, para

69 Carlos Otto Vázquez inclinar la balanza hacia la opción que privilegia la firma de tratados de libre comercio y una mayor vinculación geopolítica con Estados Unidos. Teniendo en cuenta estos elementos iniciales de balance, el presente artículo lo hemos dividido en dos grandes apartados: en el primero de ellos se hace un recuento del comportamiento económico y comercial de los países de la Comunidad Andina durante el 2009, mientras que, en un segundo apartado, se presentan los componentes más relevantes que estuvieron presentes en la dinámica de funcionamiento de la estructura institucional comunitaria, tanto en el ámbito interno como de las relacio- nes con el exterior, destacando los puntos de acuerdo y las diferencias de distinto orden que se vienen expresando en el organismo subregional, las cuales deberán ser afrontadas y resueltas para poder dotar de capacidad de resolución efectiva, e incluso de viabilidad en el mediano y largo pla- zo, a este esquema de integración.

La evolución económica y comercial de los países de la can

Un primer aspecto que cabe resaltar respecto a la evolución económica de los países de la can, tiene que ver con la disminución del ritmo de cre- cimiento que presentaron las economías de la zona, de manera que de un crecimiento del producto interno bruto (pib) de 5.4% en 2008, para 2009 el pib presentó un incremento de sólo 0.5%. Como se puede apreciar en el cuadro 1, las cuatro economías mostraron una disminución en el crecimiento respecto al año anterior, siendo Bolivia la que tuvo un mejor desempeño, con un crecimiento de 3.4%, en tanto que el resto de los países del área sólo alcanzó a crecer en menos de 1%. El caso del Perú fue el más ilustrativo, ya que dicha economía había venido creciendo a un ritmo constante y sostenido durante los últimos años, hasta alcanzar un nivel cercano a 10% en 2008, en tanto que para 2009 la actividad económica se desplomó a 0.9%. No deja de ser sinto- mático que la caída de la economía peruana se diera precisamente en momentos de hacer operativa la concreción de los vínculos comerciales de ese país con Estados Unidos, ya que el 1º de febrero de 2009 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio Perú-Estados Unidos, que había sido suscrito por ambos países el 12 de abril de 2006, y mediante el cual las autoridades peruanas argumentaban que se iba a presentar un incre- mento de los volúmenes de comercio entre ambas naciones, además de señalar que dicho tratado contribuiría al crecimiento económico de la

70 La comunidad andina en 2009: la integración a prueba nación andina, aspectos ambos que estuvieron muy lejos de cumplirse, ya las exportaciones peruanas hacia Estados Unidos pasaron de 5,531 millones de dólares en 2008 a 4,323 millones en 2009, lo que representó un desplome de 21.8%, en tanto que las importaciones disminuyeron de 5,898 a 4,502 millones, lo que implicó una caída de 23.6%.

Cuadro 1 Comunidad Andina. Comportamiento del producto interno bruto (tasa de crecimiento anual)

Países/año 2005 2006 2007 2008 2009 can 6.0 6.6 7.0 5.4 0.5 Bolivia 4.4 4.8 4.6 6.1 3.4 Colombia 5.7 6.7 6.9 2.4 0.4 Ecuador 6.0 4.8 2.0 7.2 0.4 Perú 6.8 7.7 8.9 9.8 0.9

Fuente: Secretaría General de la Comunidad Andina (sgcan).

El complicado escenario económico tuvo como otro de sus compo- nentes una importante disminución de las exportaciones de los países comunitarios. En 2009, las exportaciones conjuntas de Bolivia, Colom- bia, Ecuador y Perú alcanzaron los 77,679 millones de dólares, monto sustancialmente menor a los 93,653 millones exportados en el año 2008. Como se puede apreciar en el cuadro 2, en todos los países andinos se revirtió la tendencia creciente que habían venido mostrando las expor- taciones en los últimos años, de manera que éstas cayeron en términos porcentuales en 17.1%. Como lo señalamos, dicha caída tuvo un carácter generalizado, con descensos que oscilaron entre 12.6% de Colombia, hasta 26.5% de Perú. El complejo escenario internacional, caracterizado por la fuerte crisis económica que afectó no sólo el ámbito financiero y especulativo sino espacios crecientes de la economía real, tuvo un fuerte impacto en los intercambios mundiales del cual no pudieron sustraerse los países andi- nos, y ello a pesar de contar con una estructura institucional forjada a lo largo de más de cuatro décadas, la cual, a pesar de haberle dado duran- te años un sesgo claramente “comercialista” al proceso de integración, poco pudo hacer para evitar la brusca caída de las exportaciones de los países de la zona.

71 Carlos Otto Vázquez

Cuadro 2 Exportaciones de los miembros de la Comunidad Andina (millones de dólares)

País/Año 2005 2006 2007 2008 2009 Caída 2009/2008 can 51,319 64,478 76,891 93,653 77,679 -17.1 % Bolivia 2,791 4,198 4,814 6,688 5,248 -21.5 % Colombia 21,194 24,387 29,987 37,626 32,784 -12.6 % Ecuador 9.931 12,662 14,234 18,432 13,538 -26.5 % Perú 17,403 23,231 27,856 30,907 26,109 -15.5 %

Fuente: Secretaría General de la can, “41 Años de Integración Comercial de Bienes en la Comunidad Andina 1969-2009”, Documento Estadístico sg/de 3229.

Un elemento que permite observar las limitantes del proceso de in- tegración en la región, lo constituyó el hecho de que ante el acentuado deterioro en el monto de los bienes y servicios exportados por los miem- bros de la can al resto del mundo, el comercio al interior de la misma Comunidad Andina, que debería desempeñar un importante papel como palanca anticrisis —facilitando el libre intercambio entre los países de la misma zona—, no sólo no aumentó —como era de esperarse— sino que incluso mostró una importante reducción en términos absolutos. En el cuadro 3 se puede observar que mientras en 2008 las exporta- ciones intracomunitarias superaron los 7,000 millones de dólares, para 2009 éstas apenas alcanzaron los 5,774 millones, ubicándose por debajo del nivel logrado en 2007. En términos porcentuales, la disminución de las exportaciones intracomunitarias fue del 17.6%, lo que significó que éstas cayeron en un porcentaje aún mayor que las exportaciones de la región al resto del mundo. Lo anterior constituye un severo cuestiona- miento al papel de la can como institución que tiene entre sus objetivos fomentar el intercambio comercial entre sus miembros, pues en casos de crisis como la que vivió —y en muchos casos sigue presente— la econo- mía mundial, la institucionalidad andina volvió a mostrarse incapaz de promover un efectivo incremento del comercio intrazonal. Con la excepción de Bolivia, que aumentó sus exportaciones intra- comunitarias en 11.6%, Perú, Colombia y Ecuador tuvieron un descenso en el nivel de su comercio intrazonal. El caso más notable, sin duda, lo constituyó Ecuador, país que vio desplomarse sus exportaciones con el resto de los demás países andinos en más de 900 millones de dólares, 36.3% menos que el año anterior, en un entorno subregional caracteri-

72 La comunidad andina en 2009: la integración a prueba zado por las medidas arancelarias de emergencia aplicadas por Ecuador desde inicios del 2009 ante los desequilibrios en su balanza de pagos, con los consecuentes conflictos que ello generó dentro de la estructura insti- tucional de la comunidad.

Cuadro 3 Comunidad Andina. Exportaciones Intracomunitarias (en millones de dólares)

Países/Año 2005 2006 2007 2008 2009 2009/2008 en % can 4551.6 5149.7 5998.2 7004.5 5774.1 -17.6 % Bolivia 305.2 411.3 394.6 479.0 534.7 11.6 % Colombia 2084.1 1987.4 2147.5 2456.0 2115.9 -13.8 % Ecuador 1349.8 1748.4 2242.5 2490.6 1585.6 -36.3 % Perú 812.4 1002.5 1213.5 1578.8 1537.8 -2.6 %

Fuente: Secretaría General de la can, “41 Años de Integración Comercial de Bienes en la Comunidad Andina 1969-2009”, Documento Estadístico sg/de 3229.

La caída de las exportaciones intracomunitarias en términos absolu- tos condujo en 2009 a un nuevo descenso de las mismas en el total de las exportaciones totales de los países andinos. De esta manera, en el cuadro número 4 se puede observar claramente la tendencia descendente del in- tercambio entre los miembros de la can, pues en 2009 sólo 7.4% del total exportado tuvo como destino a los mismos países del área, prosiguiendo así con la caída que venía presentándose varios años atrás en este rubro y justo cuando ha tomado mayor fuerza en los discursos institucionales la necesidad de incrementar el intercambio comercial para fortalecer la dinámica intracomunitaria y consolidar el espacio andino de integración.

Cuadro 4 Comunidad Andina. Exportaciones intracomunitarias como porcentaje de las exportaciones totales (millones de dólares y porcentajes)

Export./Año 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Exportaciones totales 29,922 39,503 51,319 64,478 76,891 93,653 77,679 Intra Comunitarias 2,919 3,429 4,551 5,149 5,998 7,004 5,774 Porcentaje del total 9.8 % 8.7 % 8.9 % 8.0 % 7.8 % 7.5 % 7.4 %

Fuente: Secretaría General de la can, “41 Años de Integración Comercial de Bienes en la Comunidad Andina 1969-2009”, Documento Estadístico sg/de 3229.

73 Carlos Otto Vázquez

Observando la evolución del comercio intracomunitario desde otra perspectiva, en el cuadro 5 se puede apreciar que en Bolivia y Ecuador, países de menor desarrollo relativo dentro de la can, el comercio intrazo- nal sigue representando alrededor de 10% de su comercio total, en tanto que en las dos economías de mayor tamaño relativo del esquema subre- gional, Colombia y Perú, el comercio intracomunitario sólo representó alrededor de 6% de su comercio total, lo que significa que aproximada- mente 94% de las exportaciones totales de Colombia y Perú se realiza fuera del espacio comunitario. Si comparamos dicho nivel con los montos de comercio intrazonal efectuados por ejemplo en la Unión Europea, se puede ver la magnitud del esfuerzo por desarrollar en materia de integración comercial en una zona como la andina, de gran cercanía geográfica, idiomática, histórica y cultural, pero con enormes rezagos en materia de efectivo intercambio comercial intrazonal.

Cuadro 5 Comunidad Andina. Participación de las Exportaciones intracomunitarias en las exportaciones totales por países (en porcentajes)

Año/País Bolivia Colombia Ecuador Perú 2005 10.9 9.8 13.6 4.7 2006 9.8 8.1 13.8 4.3 2007 8.2 7.2 15.8 4.4 2008 7.2 6.5 13.5 5.1 2009 10.2 6.5 11.7 5.9 Fuente: Secretaría General de la CAN, “41 Años de Integración Comercial de Bienes en la Comunidad Andina 1969-2009”, Documento Estadístico SG/de 3229.

Respecto al comportamiento de las exportaciones bilaterales de los países de la comunidad, en el cuadro 6 se puede observar que lo más sig- nificativo del comercio intracomunitario consistió en el descenso de las exportaciones de Ecuador al resto de los países andinos. De estas expor- taciones, que como señalamos previamente se redujeron en más de 900 millones de dólares entre 2008 y 2009, destacó la disminución de las mis- mas de Ecuador a Perú, al pasar de más de 1,700 millones de dólares en 2008 a poco más de 920 millones en 2009, lo que implicó una reducción de más de 50% de un año a otro. De la misma forma, las exportaciones

74 La comunidad andina en 2009: la integración a prueba de Ecuador hacia Bolivia se redujeron más de la mitad entre 2008 y 2009, al pasar de 21,304 a 10,133 millones de dólares.

Cuadro 6 Exportaciones bilaterales de los miembros de la can (en miles de dólares)

Año A A A A Comercio intra 2008 Bolivia Colombia Ecuador Perú comunitario De Bolivia 188,799 10,535 279,681 479,015 De Colombia 101,852 1499,564 854,619 2456,035 De Ecuador 21,304 769,079 1700,259 2490,642 De Perú 358,891 719,035 500,852 1578,778 Total can 7004,470 Año 2009 de Bolivia 240,977 9,259 284,483 534,719 De Colombia 90,194 1250,149 775,527 2115,870 De Ecuador 10,133 655,484 920,046 1585,663 De Perú 311,535 685,531 540,772 1537,838 Total can 5774,090

Fuente: Secretaría General de la can, “41 Años de Integración Comercial de Bienes en la Comunidad Andina 1969-2009”, Documento Estadístico sg/de 3229.

En lo que hace al destino de las exportaciones de la can por países y zonas económicas, en el cuadro 7 se aprecia el peso que sigue teniendo Estados Unidos como principal mercado de la zona andina. En 2009, las exportaciones hacia aquel país sumaron más de 22,000 millones de dó- lares, a lo que siguió la Unión Europea como segundo destino, con más de 11,000 millones de dólares, el comercio intra can constituyó el tercer destino de las exportaciones andinas, seguido de las exportaciones hacia Venezuela y China. A pesar de la importancia del mercado estadouni- dense, en 2009 las exportaciones de los miembros de la can a dicho país cayeron 22.5%, lo que representó 6,000 millones de dólares menos que en 2008. En el cuadro 7 se puede ver que el descenso de las exportaciones andinas al resto de los países y regiones fue casi generalizado ya que, con excepción de China, las exportaciones a las demás naciones y zonas eco- nómicas disminuyeron en niveles que van de 8.8%, a la Unión Europea, hasta 45.7% a Chile.

75 Carlos Otto Vázquez

Cuadro 7 Destino de las exportaciones de la Comunidad Andina por zonas económicas (en millones de dólares y porcentajes)

Destino/Año 2005 2006 2007 2008 2009 Variación 2009/2008 Estados Unidos 19,230 22,473 22,297 28,428 22,045 -22.5 % Unión Europea-27 7,061 9,499 11,506 12,201 11,124 -8.8 % Venezuela 2,684 3,581 6,652 8,297 5.449 -17.6 % can 4,579 5,075 5,858 7,004 5,774 -16.6 % Mercosur 2,152 3,163 3,965 5,429 3,578 -34.1 % China 2,090 2,836 3,949 4,687 5,194 10.8 % Chile 1,759 2,282 2,766 4,284 2,328 -45.7 % mcca 931 976 1,261 1,598 1,296 -18.9 % México 998 1,076 872 1,037 865 -16.6 % Caricom 453 399 608 759 618 -18.6 % Total exportado 51,320 64,478 76.802 93,654 77,680 -17.1 % Fuente: Comunidad Andina, Secretaría General, Sistema Integrado de Comercio Exterior (Sicext). Decisión 511.

La importancia de Estados Unidos como receptor de exportaciones de los países andinos se aprecia mejor en el cuadro 8, ahí se puede ver que Estados Unidos constituye el primer destino para las exportaciones de Colombia. Ecuador y Perú. Por lo que hace a Bolivia, este país dirige sólo 7.5% de sus exportaciones a la potencia del norte, siendo su prin- cipal destino el Mercosur, con más de 40% del total de las mismas, en tanto que para Colombia, Ecuador y Perú el Mercosur sigue siendo un destino marginal, ya que a los países de ese esquema dirigen solamente entre 1% y 2% de sus exportaciones totales. En el mismo cuadro se pue- de ver la creciente importancia del mercado chino para las exportaciones peruanas, ya que Perú manda al país asiático un porcentaje de sus expor- taciones similar que al que envía a Estados Unidos o a la Unión Europea. En 2009, además, las economías andinas vieron disminuir los flujos de inversión extranjera directa (ied) que ingresaron a la región. Como se puede ver en el cuadro 9, en ese año los flujos de ied ascendieron a 16,638 millones de dólares. De ellos, Colombia y Perú absorbieron cerca de 90% de la inversión que llegó al área andina, y casi 55% tuvo como destino a la economía colombiana. A Bolivia y Ecuador, en cambio, en 2009 llegaron sólo poco más de 1,700 millones de dólares, que represen- taron alrededor de 10% de la ied ingresada a la región.

76 La comunidad andina en 2009: la integración a prueba

Cuadro 8 Comunidad Andina. Composición porcentual del destino de las exportaciones por países y bloques 2009

eu Unión Europea can Mercosur China Bolivia hacia 7.5 7.4 10.2 40.8 2.4 Colombia hacia 39.1 14.2 6.5 2.1 2.9 Ecuador hacia 33.2 14.8 11.7 1.0 0.9 Perú hacia 16.6 15.5 5.9 2.3 15.3 can hacia 28.4 14.3 7.4 4.6 6.7

Fuente: Secretaría General de la Comunidad Andina, Documento Estadístico sg/de 344.

Cuadro 9 Comunidad Andina. Flujo de inversión extranjera directa (en millones de dólares)

2005 2006 2007 2008 2009 2009 can 13,812 11,119 15,679 17,667 16,638 (100 %) Bolivia 488 725 953 1,302 1,114 (6.7%) Colombia 10,252 6,656 9,040 10,564 9,112 (54.8%) Ecuador 493 271 195 993 620 (3.7%) Perú 2,579 3,467 5,491 4,808 5,793 (34.8%) Fuente: Comunidad Andina, Secretaría General, Indicadores Económicos de la Comunidad Andina 2004-2009, SG/de 293.

En medio de un escenario internacional caracterizado por la crisis, las remesas que arribaron a la región sufrieron un cambio en la tendencia creciente que habían venido mostrando en los años recientes. Como se puede ver en el cuadro 10, en 2009 ingresaron a los países andinos poco más de 10 mil millones de dólares, lo que implicó un descenso de más de 10% en relación con los montos de remesas del año anterior. Si bien la caída fue generalizada, ya que afectó a la totalidad de los países de la comunidad, el descenso fue más pronunciado en Colombia y Ecuador (14.4% y 11.6%, respectivamente). Cabe agregar que las remesas ingre- sadas a Bolivia fueron equivalentes a los montos de ied que arribaron a dicho país en ese mismo año, en tanto que para Ecuador las remesas provenientes de los migrantes cuadruplicaron en 2009 los montos de ied que ingresaron ese año.

77 Carlos Otto Vázquez

Cuadro 10 Remesas recibidas por los países de la Comunidad Andina (millones de dólares)

País/Año 2005 2006 2007 2008 2009 Variación 2009/2008 can 7,511 9,224 10,733 11,198 10,001 -10.7 % Bolivia 303 569 1,020 1,097 1,024 -6.7 % Colombia 3,314 3,890 4,493 4,842 4,143 -14.4 % Ecuador 2,453 2,928 3,088 2,822 2,495 -11.6 % Perú 1,441 1,837 2,131 2,437 2,339 -4.0 % Fuente: Comunidad Andina, Secretaría General, Estadísticas de Remesas en los Países de la Comunidad Andina (2000-2009), SG/de 342.

Otros aspectos relevantes del funcionamiento de la Comunidad Andina en 2009

Luego de presentar los rasgos centrales de la evolución económica y comercial de los países de la Comunidad Andina en 2009, en este segundo apartado se abordan los aspectos más importantes presentes tanto en el ámbito interno como en materia de relacionamiento externo de la can. Lo anterior teniendo presente, además, eventos políticos de primer orden que repercutieron en la evolución económica y comercial de la comunidad y entre los que cabe estacar la realización de las elec- ciones presidenciales efectuadas en Bolivia y Ecuador en este 2009. Ello asume particular interés si se tiene presente que los respectivos candida- tos y presidentes en funciones, Evo Morales y Rafael Correa, respaldan dentro de la can una visión de la integración que se contrapone diame- tralmente con aquella promovida por Álvaro Uribe en Colombia y Alan García en Perú, de estrechar sus relaciones comerciales y sus vínculos diplomáticos, políticos e incluso militares con Estados Unidos. En lo que se refiere al proceso electoral en Bolivia, interesa recor- dar como elemento previo que el 25 de enero de 2009 se llevó a cabo el referendo sobre la nueva Constitución Política de Bolivia. Como resul- tado de la consulta, que contó con alrededor de 90% de participación, la nueva Constitución fue aprobada con más de 61% de los votos. El refe- rendo significó un triunfo para el Movimiento al Socialismo (mas) y para Evo Morales. Es la primera vez que Bolivia cuenta con una Constitución aprobada por votación popular.

78 La comunidad andina en 2009: la integración a prueba

Al promulgar la nueva constitución, el presidente afirmó: “En este día histórico proclamo promulgada la nueva constitución política del Estado boliviano, la vigencia del estado plurinacional unitario, social y, económicamente, el socialismo comunitario”. La nueva constitución re- fuerza el papel del Estado en la economía y permite la reelección del presidente. Contando con este antecedente, el presidente Evo Morales se presentó nuevamente como candidato en las elecciones realizada el 6 de diciembre de 2009 y con una votación a su favor que rebasó 60%, de- rrotó a los candidatos opositores, el ex capitán del ejército Manfed Reyes Villa y a Samuel Doria Medina. Morales fue reelegido como presidente por otros cinco años a partir del 22 de enero de 2010, fecha en que asu- mió el cargo. La reelección de Evo Morales significa la posibilidad de continuar con el proyecto de refundación de Bolivia, nacionalizando los recursos energéticos, promoviendo el desarrollo con inclusión social, buscando el afianzamiento del ejercicio de derechos de los pueblos indígenas y origi- narios, así como la construcción de un estado multinacional y comunita- rio, entre otros aspectos. En materia de integración, el nuevo mandato constitucional del presidente boliviano permite el fortalecimiento de la estrategia de relacionamiento externo que busca la defensa de la sobe- ranía y de los recursos naturales, la mayor participación en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (alba-tcp), el afianzamiento de los vínculos diplomáticos, económicos y comerciales con Cuba, el rechazo al establecimiento de proyectos de corte neomonroísta como los Tratados de Libre Comercio suscritos por Estados Unidos con varios países de la región, y la bús- queda dentro de la can de una estrategia de relacionamiento inclusiva y respetuosa que privilegie el consenso en la toma de decisiones. En lo que hace al proceso electoral en Ecuador, si bien el periodo presidencial de Rafael Correa debía abarcar del 15 de enero de 2007 al 15 de enero de 2011, la Asamblea Constituyente de Ecuador aprobó en julio de 2008 una nueva Constitución que otorga al Estado ecuatoriano un mayor control de sectores estratégicos y permite la reelección conse- cutiva del presidente por un mandato. Con base en ello, el 26 de abril de 2009 se llevaron a cabo en Ecuador elecciones presidenciales, en las que resultó ganador nuevamente Rafael Correa con 51.9% de los votos. El segundo mandato del presidente ecuatoriano dio comienzo el 10 de agosto de 2009 y debe concluir el 10 de agosto de 2013. Esta extensión del mandato posibilitará profundizar en el proyecto de “Revolución Ciu-

79 Carlos Otto Vázquez dadana” planteado por Correa, apoyándose para ello en buena medida tanto en la Constitución de la República del Ecuador como en el “Plan Nacional para el Buen Vivir 2009-2013”. En estos documentos se esta- blecen, entre algunos de los principios de sus relaciones internacionales, la igualdad jurídica de los Estados, la convivencia pacífica, la autodeter- minación de los pueblos, la solución pacífica de las controversias y con- flictos internacionales y se condena la injerencia en los asuntos internos de otros Estados. En materia de integración latinoamericana, en el texto constitucional se destaca el compromiso del Estado ecuatoriano de im- pulsar una integración económica equitativa, solidaria y complementaria; la promoción de políticas de compensación para superar las asimetrías; el fortalecimiento de la armonización de las legislaciones nacionales; el impulso a la creación de la ciudadanía latinoamericana y caribeña; y el impulso de una política común de defensa para fortalecer la soberanía de los países de la región. En el Plan Nacional para el Buen Vivir, por su parte, se apunta la ne- cesidad de avanzar hacia una noción integral de soberanía que rebase el simple control de fronteras, e incorpore las dimensiones política, econó- mica, cultural, alimentaria, ambiental y energética. En el documento se especifica la necesidad de una inserción estratégica del Ecuador que su- pere la idea centrada en el mercado y cambie el énfasis hacia la economía endógena para el Buen Vivir, diversificando sus relaciones e intensifican- do las mismas con países como Brasil, Rusia, India y China (grupo de los bric), y buscando profundizar las relaciones en el hemisferio a través de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y las demás iniciativas de integración en la región como la can, la alba y Mercosur. Teniendo claro este escenario político institucional, a continuación se presentan algunos de los aspectos de mayor relevancia que se des- plegaron tanto en el ámbito interno como en materia de las relaciones externas de los países miembros de la can. En lo que se refiere a la dinámica interna de funcionamiento de la co- munidad, un aspecto central tiene que ver con el reconocimiento explíci- to de las profundas diferencias y desacuerdos respecto al sentido general y los componentes que deben estar contenidos en el proceso integrador en la región. En reconocimiento a la existencia de tales desacuerdos, y con el fin de cumplir el mandato del Consejo Presidencial Andino de octubre de 2008, de crear un grupo conformado por delegados presiden- ciales para debatir el futuro de la Comunidad Andina, el 16 de febrero de 2009 se efectuó en las instalaciones del Ministerio Ecuatoriano de

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Relaciones Exteriores, Comercio e Integración, la Primera Reunión de Delegados Presidenciales Plenipotenciarios de la Comunidad Andina, para comenzar a discutir la Nueva Visión Estratégica y la Nueva Agenda Estratégica de la can. La ii Reunión de Delegados Presidenciales se realizó el 16 de marzo de 2009 en Bogotá, la iii Reunión se efectuó el 23 de abril de 2009 en La Paz, Bolivia y el 10 de junio de ese año, tuvo lugar la iv reunión para continuar los acercamientos en torno a la Nueva Visión Estratégica de la Integración. Producto de dichas reuniones, el 22 de julio de 2009, al efectuarse el traspaso de la Presidencia Pro-Témpore de la Comunidad Andina de Ecuador a Perú, se dio a conocer la propuesta ecuatoriana so- bre la Nueva Visión Estratégica y la correspondiente Agenda Estratégica Andina, donde quedaron establecidos los lineamientos que conducirán el proceso de integración andino y en los cuales fue posible establecer mayores niveles de convergencia entre los diferentes países. Los ejes temáticos que fueron aprobados por consenso, y que con- templan dentro de su interior un conjunto de programas y proyectos específicos, son los doce siguientes: la participación de los ciudadanos andinos en la integración; la política exterior común; la integración co- mercial y complementación económica, promoción de la producción, el comercio y el consumo sostenibles; la integración física y el desarrollo de fronteras; el desarrollo social; el medio ambiente; el turismo; la se- guridad; la cultura; la cooperación; la integración energética y recursos naturales; y el desarrollo institucional de la can. Los acercamientos dentro de la estructura institucional de la can se vieron acompañados también de una disminución gradual de las tensio- nes entre Ecuador y Colombia. Dichas tensiones se acentuaron de ma- nera notoria a raíz de la invasión a territorio ecuatoriano por tropas co- lombianas en marzo de 2008, lo que condujo a la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países. Si bien las relaciones diplomáticas bila- terales no llegaron a restablecerse plenamente, si se dio un acercamiento con la designación de Encargados de Negocios por parte de Colombia y Ecuador en el mes de noviembre de 2009. Otro ámbito esencial donde se manifestaron con fuerza los desacuer- dos entre los países miembros de la can, se dio precisamente en el plano comercial. En efecto, ante la crisis económica y financiera internacio- nal, Ecuador decidió en enero de 2009 aplicar medidas arancelarias con carácter de emergencia para gravar la totalidad de las importaciones, con el propósito de disminuir los severos efectos provenientes del sector

81 Carlos Otto Vázquez externo, ante los elevados grados de vulnerabilidad de su economía do- larizada. El gobierno ecuatoriano señaló que la medida obedecía a un des- equilibrio de su balanza de pagos y que se aplicaba bajo lo dispuesto en el artículo 95 del Acuerdo de Cartagena, y el artículo 4 de la Decisión 389. La implantación de salvaguardas por balanza de pagos anunciada por el gobierno de Ecuador era de aplicación general, incluyendo aquellos países con los que tiene acuerdos en los que reconoce preferencias aran- celarias, y tendría un carácter temporal por el lapso de un año. Ante ese panorama, los gobiernos de Bolivia, Colombia y Perú expusieron ante la Comunidad Andina sus planteamientos jurídicos, técnicos, comerciales y económicos, en los que señalaban que las medidas de salvaguardia de Ecuador afectaban sus exportaciones hacia aquel país, ante lo que la Se- cretaría General de la can tuvo que intervenir. La Secretaría General de la can reconoció la situación de Ecuador y emitió la Resolución 1227, del 27 de marzo de 2009, en la que autorizó a dicho país a aplicar las medidas de salvaguardia hasta el 21 de enero de 2010, pero sin eliminar las preferencias andinas de que gozan los países miembros de la can frente a terceros. En respuesta a dicha resolución, Ecuador pidió reconsiderar el pronunciamiento de la can expresado en la Resolución 1227, emitiendo una petición que contenía dos aspectos: por una parte, solicita la suspensión de los efectos del artículo 2 de la Re- solución 1227, que obligaba a Ecuador a restituir las preferencias arance- larias a sus socios andinos y, por otra, pide la reconsideración del artículo 2, para autorizarle aplicar el arancel nacional a las importaciones de los productos originarios de la Comunidad Andina. A ese conflicto hubo que agregar que el 26 de junio de 2009, Ecuador solicitó a la Secretaría General de la can se pronunciara respecto a la al- teración de las condiciones de competencia que se había producido en la subregión andina, debido al proceso de devaluación de la moneda reali- zado por Colombia y ante lo que la Secretaría General de la can resolvió, mediante la Resolución 1250 del 8 de agosto de 2009, autorizar a Ecua- dor a adoptar las medidas correctivas a las importaciones originarias de Colombia siempre y cuando tuviesen un carácter transitorio, su aplica- ción fuese acorde a la magnitud de la alteración generada y se limitase a los casos en que fuera estrictamente indispensable. Asimismo, mediante la Resolución 1251, también del 8 de agosto de 2009, la Secretaría Gene- ral de la can calificó como “un gravamen” no amparado por el Acuerdo de Cartagena, la aplicación por parte de Ecuador del arancel nacional

82 La comunidad andina en 2009: la integración a prueba vigente a las importaciones originarias de Colombia, comprendidas en las 1,346 subpartidas indicadas en el Anexo i de la Resolución 494 del Consejo de Comercio Exterior e Inversiones de Ecuador, y concedió a esta nación un plazo de 15 días para dejar sin efecto dicha medida, sin perjuicio de lo señalado en la Resolución 1250 de la Secretaría General. Las distintas expresiones de las diferencias y conflictos en el ámbito comercial dentro de la can prosiguieron a lo largo de todo 2009, lo cual se tradujo en la disminución del comercio intracomunitario y de los por- centajes que dicho comercio tiene dentro del comercio total de los paí- ses miembros de la comunidad, además de poner a prueba la capacidad institucional de este organismo integrador, el cual tuvo que participar activamente en la solución de conflictos de todo orden a consecuencia de múltiples manifestaciones de desacuerdo entre los países miembros de este esquema subregional. Como parte también del necesario recuento de las medidas que se han impulsado en el marco de la estructura institucional de la can, en fe- brero de 2009 se reunieron los ministros de finanzas de los países miem- bros de la can para decidir las acciones que emprenderían para enfrentar la crisis. En el mismo sentido, y teniendo en cuenta la Decisión 704 de diciembre de 2008, mediante la cual se adoptaron una serie de indicado- res de vulnerabilidad económica (ivm), el 3 de abril de 2009 se realizó en Bogotá la xxiii Reunión del Grupo Técnico Permanente (gtp) de la Co- munidad Andina, para monitorear los efectos de la crisis internacional en las economías de la región. Entre algunos de los indicadores de vulnerabilidad macroeconómica definidos en la Decisión 704, se encuentran el de deuda pública como proporción del pib; deuda pública en divisa extranjera como proporción de la deuda pública total; los ingresos tributarios como proporción del pib; la deuda externa total a corto plazo como porcentaje del pib; las re- servas internacionales netas en relación con el agregado monetario M2; el servicio de la deuda externa total respecto a los ingresos por exporta- ciones de bienes y servicios, los cuales sirven como señales de preven- ción para reaccionar en casos de detección de vulnerabilidad. De esta manera, el 17 de julio de 2009, el Grupo Técnico Permanente (gtp) de la Comunidad Andina (can), conformado por delegados de los ministerios de Economía y Finanzas y de los bancos centrales de los países andinos y Chile, en su calidad de país asociado, realizaron un seguimiento a los efectos de la crisis internacional en sus economías, en cumplimiento del mandato del Consejo de Ministros de Economía de la can de reunirse

83 Carlos Otto Vázquez trimestralmente para hacer un seguimiento de la crisis internacional y de sus efectos en las economías andinas. En otras esferas de cooperación institucional dentro de la can, el 19 de agosto de 2009 se aprobó la Decisión 710 mediante la cual se crea el Consejo de Fiscales de la Comunidad Andina, conformado por los fiscales generales de los países miembros, y que tiene como propósito impulsar esfuerzos comunes en materia de cooperación judicial y poli- cial, incluyendo la colaboración en materia de política criminal así como la posible adopción de normativa comunitaria en asuntos de su compe- tencia. De la misma manera, pero en otro ámbito, el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, a través de la Decisión 711, creó el “Consejo Andino Asesor de Altas Autoridades de la Mujer e Igualdad de Oportunidades”, el cual tendrá entre sus funciones asesorar y emitir recomendaciones en torno al fortalecimiento de la participación de la mujer en el proceso andino de integración, además de promover la equi- dad de género y la igualdad de oportunidades en la subregión. En lo que hace al Arancel Externo Común, éste siguió representan- do un punto de discordia donde se concentran las diferencias entre los países miembros, de manera que el 8 de septiembre de 2009, mediante la Decisión 717, se decidió extender nuevamente, y ahora hasta el 31 de diciembre de 2011, el plazo previsto para la entrada en vigor del Arancel Externo Común. Ésta sustituyó a la Decisión 693, que había extendido el plazo hasta el 20 de octubre de 2008, así como a la 695 que había sus- pendido la aplicación de dicha medida hasta el 20 de octubre de 2009. En materia de salud en la región, el 26 de marzo de 2006 se efectuó la xx Reunión Anual de los Ministros de Salud del Área Andina (Remsaa). En ella se destacó la aprobación del Plan Estratégico 2009-2012; el for- talecimiento de los sistemas regionales de vigilancia epidemiológica; la creación del Consejo Suramericano de Salud; la Política Andina de Me- dicamentos; el impulso a los planes andinos de lucha contra el vih-sida, y el plan andino de lucha contra la desnutrición infantil. También en el ámbito institucional, el 15 de abril de 2009 se realizó en Lima el iii Encuentro de Órganos e Instituciones del Sistema Andino de Integración (sai), en el que participaron representantes del Parlamen- to Andino, del Tribunal de Justicia, de los Consejos Consultivos Laboral, Empresarial y de Pueblos Indígenas, de la Corporación Andina de Fo- mento, de la Universidad Andina Simón Bolívar, del Organismo Andi- no de Salud-Convenio Hipólito Unanue, del Convenio Andrés Bello, así como la Secretaría General de la Comunidad Andina. Con posterioridad

84 La comunidad andina en 2009: la integración a prueba a esta fecha, el 26 de mayo de 2009, con la presencia de representantes institucionales del Sistema Andino de Integración, se celebró en la Se- cretaría General de la can la sesión solemne para conmemorar el 40º aniversario de la firma del Acuerdo de Cartagena, con el que dio inicio el proceso andino de integración. En otros ámbitos de la dinámica interna institucional de la Comuni- dad Andina, el 22 de julio de 2009 Perú asumió de manos de Ecuador la presidencia pro témpore de la Comunidad Andina y el 19 de agosto se realizó la xiv Reunión Extraordinaria del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores para revisar el plan de trabajo 2009-2010 de la nueva presidencia pro témpore. En cuanto al Parlamento Andino, el 26 de octubre de 2009, se celebraron sus 30 años como mecanismo institu- cional dentro del Sistema Andino de Integración. La elección de los par- lamentarios andinos es mediante elecciones directas en Perú y Ecuador, y para 2010 también se realizará este tipo de elecciones en Colombia. Por último, en lo que se refiere a la dinámica interna, el 25 de sep- tiembre de 2009 se realizó en la ciudad de Nueva York la Décimo Quinta Reunión Extraordinaria del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, con ocasión de celebrarse la Asamblea General de la onu. Como producto de la reunión, se aprobó la norma comunitaria que pos- terga hasta el 31 de diciembre de 2010, el plazo para la entrada en vigor del Pasaporte Andino. Y en materia financiera, el 29 de octubre de 2009, Perú, Colombia y Chile, como miembro asociado de la can, firmaron un Memorando de Entendimiento, para proceder a la integración de los mercados de valores de los tres países con el fin de aumentar la liqui- dez de los mercados, abrir otras posibilidades de inversión y financiación para los agentes económicos y diversificar el riesgo de mercado. En lo que se refiere a las relaciones externas de los países de la can, lo que interesa destacar es el poco o nulo avance registrado en varios de los aspectos que son considerados sustantivos, ya sea por la Comunidad Andina como bloque, o bien por parte de alguno de los países miembros de este esquema de integración subregional. En lo que hace a las relaciones con la Unión Europea (ue), cabe recordar que después del fracaso previo en la búsqueda por concretar un Acuerdo de Asociación Comercial, Político y de Cooperación como producto de la negociación bloque a bloque can-ue, en 2008 dio inicio un nuevo proceso de negociación “multipartes” entre la Unión Europea con Colombia, Ecuador y Perú, si bien este último país solicitó llevar las negociaciones a un ritmo menor para proceder a revisar la compa-

85 Carlos Otto Vázquez tibilidad que había entre el acuerdo que estaba negociando y su texto constitucional. Durante todo el 2009 las negociaciones continuaron con el fin de concretar el Acuerdo Comercial Multipartes, que no es sino un Tratado de Libre Comercio similar a los suscritos por Colombia y Perú con Es- tados Unidos, en medio de un intenso jaloneo respecto a los rubros que deben estar contenidos dentro de dicho acuerdo y donde destacan temas como la inversión, los servicios, y los derechos de propiedad intelectual, entre otros. Respecto a la dinámica de la negociación, la primera ronda de negociaciones se efectuó en Bogotá en febrero de 2009, la segunda tuvo lugar en Lima del 23 al 27 de marzo, la tercera se hizo en Quito del 22 al 25 de abril, la cuarta se realizó en Bogotá del 15 al 19 de junio. Pos- teriormente, en julio de 2009, Ecuador anunció su retiro de las negocia- ciones debido a la reiterada negativa de la Unión Europea para abordar el tema del banano en una mesa de negociación aparte y no dentro del conjunto de productos tropicales. La quinta ronda de negociaciones, ya sin Ecuador, se efectuó en Lima del 20 al 24 de julio, la sexta tuvo lugar en Bruselas y se realizó del 21 al 25 de septiembre, y la última del 2009, es decir la séptima ronda, se llevó a cabo del 16 al 20 de noviembre en Bogotá. Dado el ritmo que han tenido las negociaciones, los avances produ- cidos en varias de las mesas, y el particular interés que han mostrado los países andinos en dar por concluido el proceso, se estima que el Acuerdo Comercial Multipartes entre la Unión Europea y Colombia y Perú pue- da quedar concluido en el marco de la vi Reunión Cumbre de la Unión Europea-América Latina y el Caribe, a celebrarse el 19 de mayo de 2010, para proceder a continuación a las correspondientes revisiones legales, así como a la aprobación por parte de los respectivos congresos. De cumplirse este pronóstico, en el 2010 dos de los cuatro países de la Comunidad Andina —Colombia y Perú— habrán suscrito tratados co- merciales con Estados Unidos y la Unión Europea, en tanto que los otros dos —Bolivia y Ecuador— además de no privilegiar ese tipo de acuer- dos —con una orientación claramente comercialista— continúan pro- fundizando sus relaciones en el marco de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (alba- tcp), mecanismo en el cual participan países como Cuba o Venezuela y que persigue una integración con énfasis en aspectos como la comple- mentariedad y la cooperación, principios muy distintos —por cierto— de los contenidos en los tlc suscritos por Colombia y Perú, lo que constituye

86 La comunidad andina en 2009: la integración a prueba una de las expresiones más claras no sólo de la distinta visión existente dentro de la can respecto a los rumbos y contenidos de la integración en la región andina, sino también de la evidente fractura existente en el seno del esquema de integración a consecuencia de las muy distintas priorida- des en las relaciones externas de los países miembros. Por lo que hace a las relaciones bilaterales de los países de la can, interesa señalar que el 1º de febrero de 2009 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio Estados Unidos-Perú, el cual había sido suscrito desde el 12 de abril de 2006. De la misma forma, el 1º de agosto de 2009 entró en vigor el tlc Perú-Singapur, suscrito el 29 de mayo de 2008 y que había sido ratificado el 26 de julio de 2009 por el Ministerio de Relaciones Ex- teriores de Perú. Continuando con este país andino, que ha venido des- plegando una intensa actividad en materia de relaciones externas, el 28 de abril de 2009 se suscribió el tlc Perú-China que entrará en vigor el 1º de marzo de 2010, y también en el año que estamos comentando, el 1º de agosto de 2009 entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio Canadá- Perú, el cual había sido suscrito el 29 de mayo de 2008, siendo aprobado por el parlamento canadiense el 18 de junio de 2009 y ratificado por las autoridades peruanas el 30 de julio de 2009. En lo que hace a Colombia, es importante resaltar que el tlc suscrito por ese país con Estados Unidos desde el 22 de noviembre de 2006, conti- nuó estancado y durmiendo el sueño de los justos. Lo anterior, debido al reiterado rechazo del congreso norteamericano a su aprobación, a pesar de las múltiples presiones y variadas solicitudes para proceder a sacarlo adelante, incluyendo aquellas ejercidas por el propio presidente Barack Obama. Por lo que se refiere al tlc Colombia-Canadá, que fue suscrito el 21 de noviembre de 2008, éste continúa los trámites para su futura entrada en vigor. En esa lógica, después de haber pasado por el congreso colombiano, el tratado se encuentra en proceso de revisión por Corte Constitucional de ese país, al tiempo que también está siendo sometido a discusión en el Parlamento Canadiense. Por último, en lo tocante al tlc firmado el 25 de noviembre de 2008 por Colombia con los miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio (aelc o efta por sus siglas en inglés), la cual incluye a Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein, el 18 de junio de 2009 el Senado de Colombia aprobó el Tratado de Libre Comercio Colombia-aelc, estando pendiente la aprobación por parte de los miembros de dicha asociación. Otro espacio de interés en el marco de las relaciones externas de los países de la can lo constituye aquel que tiene que ver con la Andean Tra-

87 Carlos Otto Vázquez de Promotion and Drug Eradication Act (atpdea), programa mediante el cual se posibilita el acceso de productos andinos en condiciones prefe- renciales al mercado estadounidense, a cambio de la colaboración de los países de la región en la lucha contra las drogas. Respecto a la más reciente evolución de la atpdea, conviene recor- dar que el 2 de octubre de 2008 el senado norteamericano aprobó su extensión hasta el 31 de diciembre de 2009 para sus países aliados en el área, Colombia y Perú, por un año con revisión a los seis meses en el caso de Ecuador y por seis meses con opción a seis meses más para Bolivia, nación que sería excluida de ese beneficio al vencer el plazo en función de la decisión del presidente Bush. A partir de ahí, y en el marco de las tensiones existentes por la expulsión del embajador estadounidense, Phi- lip Goldberg, de Bolivia, Bush dio a conocer la decisión de su gobierno de excluir a Bolivia de la lista de países andinos que reciben preferencias comerciales a cambio de su cooperación en la lucha anti-drogas. Con Barack Obama en la presidencia las cosas no han sido distintas. El 30 de junio de 2009, el nuevo mandatario estadounidense negó la re- novación de la Ley de Preferencias Comerciales Andinas y Erradicación de Drogas a Bolivia, al tiempo de dar a conocer que extendía dicho bene- ficio por seis meses más a Ecuador. Al conocerse la noticia, el secretario general de la Comunidad Andina, Freddy Ehlers, afirmó por medio de un comunicado que Bolivia había venido realizado grandes esfuerzos en el combate al tráfico de drogas, al tiempo de externar su reconocimiento al gobierno boliviano y dejar en claro que Estados Unidos debería haber incorporado a Bolivia a la atpdea. Hacia finales de año, ya en los últimos días de diciembre de 2009, el gobierno norteamericano dio a conocer la extensión, por un periodo de un año más, y hasta el 31 de diciembre de 2010, del programa de bene- ficios aduaneros incluidos en la atpdea para Perú, Colombia y Ecuador, y excluyó nuevamente a Bolivia bajo el argumento de no contribuir de manera adecuada en la lucha contra el narcotráfico, razón por la que el país andino tendrá que volver a enfrentar un escenario de difícil acceso al mayor mercado del mundo, y al que dirigió alrededor de cuatrocientos millones de dólares en el año 2009.

88 La comunidad andina en 2009: la integración a prueba

Conclusión

En un año como 2009, que pasará a la historia como el de la crisis eco- nómica y financiera de mayores dimensiones desde la posguerra y la pri- mera de orden global del nuevo siglo y mileno, fue indudable que se puso a prueba la eficacia de los más distintos mecanismos institucionales en diferentes ámbitos y órdenes. Lo mismo en el sistema monetario y finan- ciero internacional, que al interior de los países del Grupo de los Veinte (G-20) o de la Unión Europea, las consecuencias de una crisis de gran magnitud cimbraron muchas de las estructuras institucionales estable- cidas, poniendo en evidencia su lentitud y, en algunos casos, incluso su inoperancia para reaccionar en consecuencia con la gravedad del caso. Por lo que hace a América Latina, la crisis que inició en la esfera financiera internacional tuvo efectos que se hicieron sentir en la econo- mía real de los distintos países latinoamericanos y caribeños, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de los respectivos Estados para diseñar políticas anticíclicas y para aplicar medidas de emergencia eficientes que permitieran atenuar los impactos provenientes del exterior. En lo que se refiere a la integración, ésta también fue puesta a prue- ba en los diferentes esquemas de carácter subregional. Para la Comuni- dad Andina, los hechos ponen de manifiesto lo relativamente poco que pudo hacerse desde ese ámbito específico para instrumentar medidas puntuales que fueran asumidas colectivamente y que permitieran que la integración se constituyera en un soporte importante desde el cual se pudiera predecir, enfrentar y superar la crisis. La preeminencia de lo intergubernamental por encima de lo supranacional, la persistencia del conflicto diplomático y político que se antepone a la búsqueda del acuerdo y el predominio del interés nacional de corto plazo por encima del interés regional de mayor alcance fueron sólo algunas expresiones de las inercias y de los problemas que deberán seguir siendo enfrentados en la región andina, para darle viabilidad y fortaleza no sólo a la institucio- nalidad de la integración, sino incluso a la integración misma. Maltrecha como se encuentra, la institucionalidad comunitaria con- tinúa siendo a pesar de todo un activo importante en el cual apoyarse. Las visiones encontradas y contrapuestas que persisten en el interior del proyecto integrador, han asumido el desafío de impulsar una Nueva Vi- sión Estratégica y una Agenda con puntos de convergencia en los que pre- dominan las coincidencias sobre lo fundamental. La ruta está trazada y los principios definidos, en los próximos meses deberá poder apreciarse

89 Carlos Otto Vázquez si detrás de lo acordado existe la voluntad política para sacar adelante lo convenido o si, una vez más, las premuras y salidas inmediatistas ter- minan de echar por la borda cuatro décadas de esfuerzos y tentativas integradoras.

90 La Comunidad del Caribe (Caricom): crisis, integración y seguridad regional

Laneydi Martínez Alfonso

Introducción

Los efectos de la crisis internacional, la evolución de la integración y los temas de seguridad regional constituyen tres grandes temáticas, alta- mente interconectadas, cuyas interacciones se encuentran gravitando sobre el panorama actual de la Comunidad del Caribe (Caricom). Un número creciente de presiones económicas, sociopolíticas y ambientales, algunas asociadas a la conjunción de diversos tipos de crisis y otras a problemáticas de más larga data, colocan a la integración como un meca- nismo inminente para la supervivencia socioeconómica de las naciones caribeñas. La emergencia —con mucha mayor fuerza en los últimos años— de temas de seguridad regional, desde muy diversos ámbitos, constituye un reflejo de esa percepción creciente de presiones por parte no sólo de los Estados sino también de la ciudadanía. Todo lo anterior ha generado novedosos dilemas y complejizado las dinámicas integracionis- tas en la región caribeña. Dicha sensación de relativa “inseguridad” desde diversos espacios, cuya base es la creciente vulnerabilidad externa, se conecta con las ten- dencias globales de “securitización del desarrollo”, y que tienen su refle- jo, en definitiva, en un proceso igualmente de “securitización de la polí- tica exterior”, especialmente, de ese actor extra-regional tan importante para el Caribe como lo es Estados Unidos. El presente trabajo pretende analizar las interrelaciones entre la situación socioeconómica marcada por la crisis, la evolución de la integración en el área, así como con temas de seguridad regional. Inicialmente, se pretende hacer un recorrido por

91 Laneydi Martínez Alfonso el desempeño socioeconómico más reciente del Caribe, seguido de un análisis de los principales dilemas de la integración en este contexto con especial énfasis en los temas de seguridad, así como las interrelaciones de la Caricom tanto con Estados Unidos como con la Unión Europea.

Evolución reciente de la situación socioeconómica de la Caricom

El Caribe en términos socioeconómicos ha estado experimentando una situación mucho más compleja que la de América Latina, lo cual se refleja no sólo en menores tasas de crecimiento del pib, sino también en un menor espectro de maniobra de fiscal y financiera. La crisis llega al Caribe en un momento especialmente complejo, marcado por una situa- ción macroeconómica desfavorable y que se fue agravando a medida que la crisis se fue profundizando. Este panorama se caracterizó por la exis- tencia de déficit fiscal y comercial crónicos, elevados niveles de deuda pública, gran dependencia de la demanda externa, entre otros factores que influyeron, perjudicialmente, sobre la situación financiera. Durante 2009, en la mayoría de los países del Caribe se registraron contracciones del pib. Según cifras de cepal, a nivel subregional, el pib decreció 2.1% en ese año, caída aún mayor que la registrada durante 2008 (0.8%) y que representó una importante reversión en el desempe- ño económico en relación al periodo 2002-2007. Entre las naciones más afectadas se encontraron Saint Kitts y Nevis (-8.5%), Antigua y Barbu- da (-6.6%), Granada (-5%), las Bahamas (-3.9%) y (-3.6%) (cepal, 2010). Los únicos países con crecimientos positivos de la producción en 2009 fueron Guyana y (0.9% y 2.5%, respectivamente), debiéndose en ambos casos a situaciones particulares (cepal, 2010). En el primer caso respondió a una recuperación de la industria azucarera vinculada a la puesta en marcha de una nueva planta, y en el segundo, principalmen- te a un incremento sensible en la producción de oro entre los meses de abril y agosto. Por su parte, la exportación de bienes y servicios de los países de la Caricom disminuyó durante 2009. Sin embargo, el comportamiento en- tre ambas categorías (bienes y servicios) tuvo dimensiones bien diferen- ciadas. Los bienes exportados durante 2009 disminuyeron drásticamen- te, para una contracción de 43.4% como promedio regional. Esta caída fue especialmente significativa en los casos de Trinidad y Tobago (donde

92 La Comunidad del Caribe (Caricom): crisis, integración y seguridad regional cayó en 51%), Jamaica (50%), Bahamas (30%) y Barbados y Surinam (18%) (cepal, 2010b). En los servicios la caída fue mucho menor: 10.4% (cepal, 2010b). Para el caso de los países de la Caricom, esto mostró en dicho periodo una relativa menor “resistencia” del comercio de bienes que el de servicios ante la crisis. Numerosos especialistas atribuyeron esta mayor resistencia de los servicios a que el de bienes posee una mayor dependencia del financiamiento comercial y se encuentra más fragmen- tado internacionalmente, entre otros factores. En este contexto, el comercio intra-regional de la Caricom no ha mos- trado un gran dinamismo en los últimos años y ha continuado concentra- do en las importaciones sub-regionales desde Trinidad Tobago, las cuales representan 80%. No obstante, los países de la oeco, particularmente San Vicente y las Granadinas, Granada y venden alrededor de la mitad de sus exportaciones en el mercado regional (cepal, 2010b). Los elevados niveles de deuda pública fueron un elemento que limitó considerablemente la aplicación de políticas fiscales contracíclicas en la subregión del Caribe. En este sentido, los pagos de intereses de la deuda pública en 2009 representaron 14% del PB en Jamaica, 8.8% en Saint Kitts y Nevis, 4.2% en Santa Lucía, 3.7% en San Vicente y las Granadi- nas y 3.3% en Barbados (cepal, 2010). Igualmente, el ratio Deuda/pib en 2009 alcanzó sus niveles más elevados en los casos de Jamaica (118.5%), Guyana (115.2%), San Kitts y Nevis (105.2%), Barbados (101.7%) y An- tigua y Barbuda (90.2%) (cepal, 2010b). Esta situación aumentó las presiones para acceder a fuentes de fi- nanciamiento externas, generando, de forma general, una mayor vulne- rabilidad ante sus condicionalidades. Excepto en los casos de Suriname y Trinidad Tobago, existe un excesivo déficit en los ingresos fiscales que no permite financiar, de manera más autónoma, las políticas económicas y sociales para enfrentar la crisis. En este sentido Jamaica, por ejemplo, obtuvo en 2009 sobre los 900 millones de dólares en créditos contingen- tes otorgados por el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo del Caribe y otras instituciones financieras internacionales, dirigidos a sostener su programa fiscal y sus niveles de endeudamiento, así como a expandir sus principales programas sociales, entre otros. La crisis internacional afectó significativamente al sector turismo, clave para muchas de estas economías. A pesar de las importantes di- ferenciaciones nacionales según la importancia de este sector para cada una de ellas, se estima que como promedio el arribo de turistas disminu- yó en un tercio en 2009, aunque en algunos países la contracción alcanzó

93 Laneydi Martínez Alfonso hasta los dos tercios (Thomas, 2009). Los servicios turísticos representa- ron más de 50% del total de exportaciones de bienes y servicios en países como Antigua y Barbuda, Bahamas, Dominica, San Kitts y Nevis y Santa Lucía (cepal, 2010b). En términos económicos, el año 2010 también estuvo marcado por muy bajos niveles de crecimiento del pib para las naciones de la Caricom. A nivel global, los mayores niveles de incertidumbre sobre la recupe- ración de las economías desarrollas, fundamentalmente las de Europa, así como diversos elementos de la dinámica interna como agotamiento de los estímulos fiscales, y los mayores niveles de endeudamiento, en- tre otros, fueron factores que configuraron un escenario especialmente complejo para el Caribe, moderando notablemente las perspectivas de crecimiento de esta subregión. Cifras preliminares de 2010 estimaron el crecimiento promedio de estas naciones en apenas 0.5% en este año, siendo la subregión caribe- ña la de menor dinamismo en relación a otras subregiones de América Latina (América del Sur 6.6% y México y Centroamérica 4.9%) (cepal, 2010a). Destaca negativamente el decrecimiento de 7%1 que se estima registró la economía haitiana a cierre del presente año (cepal, 2010a). En este mismo periodo, las tasas de crecimiento negativas correspondieron, principalmente, a países como Haití (-7%), Antigua y Barbuda (-4.1%), San Kitts y Nevis (-1.5%), Barbados (-0.5) y Jamaica (-0.1%). Crecimien- tos positivos pero bastante modestos registraron países como Dominica (1.4%), Trinidad y Tobago (1.2%), Santa Lucía (1.1%), Granada (0.8%) y Bahamas y San Vicente y las Granadinas (0.5% en ambos casos) (cepal, 2010a). En general, temas como el menor crecimiento de países desarro- llados (principales emisores de turismo a la región), los mayores niveles de endeudamiento y por consiguiente, la menor capacidad de maniobra fiscal, los mayores niveles de violencia y criminalidad asociados funda- mentalmente al fenómeno de las drogas, así como los efectos del cambio climático, entre otros, son algunos de los factores que continúan presio- nando hacia una creciente vulnerabilidad de las economías caribeñas en el corto y mediano plazo.

1. Datos del fmi estiman la caída del pib haitiano en 8.5% (www.imf.org) mientras que cepal lo hace en 7% (www.eclac.cl).

94 La Comunidad del Caribe (Caricom): crisis, integración y seguridad regional

Panorama de integración en la Caricom: algunos de los principales dilemas

De manera general, la Caricom le ha seguido dando prioridad, a pesar de los embates de la crisis, a la integración regional como parte de sus estrategias de desarrollo, proceso que no ha estado exento de contradic- ciones. Existe consenso entre diversos especialistas en que la integración constituye un pilar fundamental para la supervivencia socioeconómica de estas naciones. En particular, cepal reconoce que “retornar” a una tra- yectoria de crecimiento más estable requiere como un punto esencial, “la profundización de la integración subregional a partir de la aplicación de medidas concretas para el cumplimiento de los compromisos asumidos y la corrección de las deficiencias y debilidades del proceso de integración en curso en el Caribe” (cepal, 2010b). Asimismo, subraya la importancia también del “fortalecimiento de las capacidades institucionales y humanas para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrecen los acuerdos comerciales con los países desarrollados en particular el acuerdo de asociación económica con la Unión Europea” (cepal, 2010b). Ambos puntos, el fortalecimiento de la integración y de sus capacidades institucionales para negociar con terce- ros, constituyen dos focos fundamentales en la proyección estratégica de la caricom. A tono con lo anterior, algunos de los temas de mayor cobertura han sido, por un lado, los relacionados, con la implementación del Single Market Economy (csme), la inclusión de la seguridad como un cuarto pilar de la integración en el bloque, el apoyo de la Caricom a la situación de Haití, y por otro, los vinculados a las relaciones con Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá, entre otros. El csme como proyec- to, bajo el marco legal del Tratado de Chaguaramas Revisado, ha sido ahora programado para su finalización en el año 2015. El plazo original estaba fijado para el periodo 2006-2015 con dos subfases: mercado úni- co (2006-2009) y economía única (2010-2015). Sin embargo, aunque la mayoría de los miembros del csme han firmado y ratificado el tratado de 2006 en las leyes nacionales, existen todavía importantes desafíos para su implementación, asociados a una serie de incumplimientos prácticos. En este sentido, Norman Girvan estimaba en 2007 que alrededor de 55% de las medidas acordadas que requerían total implementación no habían sido todavía puestas en marcha para ese año. Dicho “déficit de implementación” ha estado relacionado, fundamentalmente, con los

95 Laneydi Martínez Alfonso acápites de la economía única, pues los del mercado único han mostrado mayores avances relativos (Thomas, 2009). La libre circulación de bie- nes, la reducción arancelaria e incluso la aplicación (con algunas excep- ciones) del Arancel Externo Común, la movilidad de personal calificado al interior del bloque, entre otros, son algunos de los principales avances. En particular, destaca en relación al Arancel Externo Común, que fue sustancialmente reducido durante 2009 a cerca de 10%, luego de haber representado alrededor de 20% a inicios de la década de los noventa (cepal, 2010b). Quedan aún pendientes numerosos temas relacionados con la creación de una economía unificada en los servicios, con políticas sectoriales y unificadas, coordinación macroeconómica, entre otros, que permiten prever que, probablemente, el plazo de 2015 no sea suficiente. La reciente crisis internacional ha significado un obstáculo significa- tivo en los esfuerzos por la implementación del csme en la Caricom. La conjugación de importantes déficit fiscales y comerciales, de elevados ni- veles de endeudamiento, de necesidades de financiamiento, entre otros, en un contexto de crisis ha agravado la situación socioeconómica y políti- ca interna de muchos de estos países, reduciendo los niveles de maniobra nacionales y regionales, así como estimulando las respuestas defensivas nacionales a la crisis. Por otra parte, en el tema de las asimetrías en el marco de este orga- nismo, destaca en 2009 la puesta en funcionamiento del que se considera como el principal mecanismo de asistencia técnica y financiera en estos temas: el Fondo de Desarrollo de la Caricom. Dicho fondo, aunque cons- tituyó una excelente iniciativa, reflejo de una voluntad de los gobiernos de darle atención a los temas de las asimetrías dentro del bloque, con- fronta significativos retos. Estos están asociados a la baja cobertura de su capitalización frente a las necesidades de los países menos desarrollados del bloque, así como la temporalidad de la asistencia que otorga, entre otros factores. En cuanto al tema particular del impacto del cambio climático, mu- chas de las expectativas que levantó la Cumbre de Cancún sobre Cambio Climático para los llamados pequeños estados insulares del Caribe, fue- ron desvaneciéndose a partir de los escasos logros de la cita. Posterior a la celebración de la cumbre, los países de la Caricom organizaron una reunión con el Climate Change Centre (ccccc), donde expusieron los principales desafíos del cambio climático para el Caribe y la necesidad de que la región negocie activamente por un nivel de emisión que limite el aumento de la temperatura. No obstante, esto

96 La Comunidad del Caribe (Caricom): crisis, integración y seguridad regional no significaría un retroceso en los efectos del cambio climático2 en la región, pero sí en sus costos a mediano y largo plazo, por lo que los go- biernos de la Caricom se han enfocado en el tema de la cooperación y la concertación internacional en estos temas como un pilar importante de sus relaciones externas. En general, en la vinculación extra-regional de la Caricom, Estados Unidos desempeña, sin duda, un papel fundamental, que se refleja en su protagonismo e influencia en la conformación de una agenda regional de seguridad, en perfecta conjunción con sus estrategias comerciales. La prorroga hasta 2020 de la llamada Iniciativa para la Cuenca del Caribe (cbi, por sus siglas en inglés) fue altamente valorado, por los caribeños, como un gesto político importante de la administración Obama. Sin em- bargo, es importante señalar que la tasa de utilización de esta iniciativa en el caso de las naciones del Caribe se encuentra alrededor de 10% (cepal, 2010b). Estados Unidos continúa siendo el principal socio comer- cial de la Caricom y su comercio se ha expandido durante los últimos 20 años. La reciente iniciativa de crear e implementar la llamada Caribbean Basin Security Initiative (cbsi) constituye parte de su estrategia, no sólo enfocada a mantener su posición hegemónica en la subregión sino tam- bién el diseño de un cordón de seguridad que consolide sus intereses. En cuanto a la Unión Europea, el marco fundamental de las relacio- nes, de manera reciente, se ha desarrollado alrededor de los Acuerdos de Asociación Económica con la Caricom y los retos que este proceso ha generado para las naciones caribeñas. Luego de la firma de estos acuer- dos, bajo una estela de polémica al interior de la Caricom en 2008, su implementación ha transcurrido con gran lentitud, entre otros elementos porque el acuerdo es bastante vago en relación a su aplicabilidad, a pesar de que incluye la promoción del desarrollo sostenible como un objetivo fundamental. Adicionalmente, limitaciones institucionales y disponibilidad de fon- dos son otros de los factores que han influido en la lenta implementación de un acuerdo de reciprocidad a todas luces asimétrico. En febrero de 2009 se estableció una nueva unidad responsable de la coordinación de la implementación del acuerdo dentro de la Secretaría. El financiamiento

2. De manera general, se estima entre los principales efectos para el Caribe los daños en infraestructura, pérdida de ingresos y destrucción de corales, entre otros como algunos de los impactos inmediatos, fundamentalmente asociado al sector turístico, de gran importancia para estas economías.

97 Laneydi Martínez Alfonso previsto es aún insuficiente de acuerdo a las necesidades estructurales de estas naciones y todavía no se han establecido unidades en todos los paí- ses firmantes, que podría ser una manera de gestionar de mejor manera los recursos previstos. A nivel político, vale destacar tres hechos relevantes en el último pe- riodo: las elecciones presidenciales y legislativas en Haití, las elecciones generales en San Vicente y las Granadinas y el anuncio de una nueva Secretaría General en funciones de la Caricom. En el primer caso, la Caricom envió a este país una misión observadora en conjunto con la Asociación de Estados Americanos (oea), resultando en una declaración que demuestra la preocupación de la comunidad por el deterioro de la situación del orden público en Haití, a partir de la publicación de los re- sultados preliminares del 28 de noviembre de 2010. Asimismo, la Caricom reconoció la existencia de “irregularidades” e “imperfecciones” en el proceso electoral. Preval solicitó una comisión de expertos de la Asociación de Estados Americanos (oea) para el recuen- to de los votos y la presentación de un informe al respecto. Al mismo tiempo, pospuso la segunda vuelta electoral para mediados de enero de 2011. Sin embargo, se prevé que será pospuesta nuevamente debido a que la comisión todavía no ha dado los resultados oficiales y el Tribunal Electoral está en espera para la toma de decisiones al respecto. El tema de la gobernabilidad en Haití, a partir de la existencia de importantes tensiones socioeconómicas (especialmente asociado a los impactos del terremoto del 12 de enero de 2010 y la epidemia del cólera) continuará siendo relevante para el futuro inmediato de la nación haitiana. Nume- rosos gobiernos e instituciones internacionales hicieron llamamientos a una resolución pacífica del conflicto a través de una concertación na- cional, en función de hacer frente a la compleja situación económica, política y social en Haití. En el caso de San Vicente y las Granadinas, destaca la creación de una Comisión Electoral para observar las elecciones generales y el am- biente político de este país. Dichas elecciones fueron calificadas de ade- cuadas tanto en las preparaciones como en su realización por parte de la comisión, resultando electo como Primer Ministro el doctor Ralph Gonsalves del United Labour Party (ulp, por sus siglas en inglés). Fi- nalmente, luego de que en julio de 2010 en la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de la Caricom se lanzara la búsqueda de un nue- vo Secretario General para la Caricom, recientemente fue anunciada la Embajadora Lolita Applewhaite como la que reemplazará a Sir Edwin

98 La Comunidad del Caribe (Caricom): crisis, integración y seguridad regional

Carrigton desde inicios del 2011 y hasta que sea aprobado finalmente el liderazgo de la Secretaría en el marco de la próxima Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno, prevista para marzo de 2011. En general, el panorama de la integración en los marcos de la Cari- com continúa posicionado en una encrucijada, en la medida en que las realidades nacionales se ven enfrentadas a un entorno internacional que incrementa las amenazas sobre la estabilidad sociopolítica y económica de estas naciones. Las problemática históricas de la integración en este bloque, lejos de solucionarse se agravan en un contexto de relativa volun- tad de los Estados, pero de francas limitaciones estructurales. Las principales tendencias del comercio intrarregional (en cuanto a nivel y principales beneficiarios), las limitaciones a la diversificación de la oferta productiva, las negociaciones externas con Estados Unidos, la Unión Europea e incluso Canadá, de acuerdos de muy diversa natura- leza, sobrepasan la capacidad de los Estados caribeños de hacer frente a estos retos. Frente a esto, y unido a una situación macroeconómica especialmente compleja, las principales perspectivas se orientan a un estancamiento de la integración socioeconómica en el mediano plazo, probablemente no a nivel retórico pero sí a nivel práctico.

Integración y Seguridad Regional en la Caricom

De manera reciente, la seguridad en los marcos de la Caricom ha adqui- rido mayores espacios. Si bien este tema no estuvo incluido los aspec- tos identificados como más relevantes para la integración regional en los momentos de su surgimiento, la idea de incorporar la cooperación en seguridad como cuarto pilar de la integración en el año 2007, luego de más de 30 años de proceso integracionista, constituye un importante punto de inflexión (Cabrera y Martínez, 2010). En las últimas décadas, ha habido una ampliación gradual del espec- tro de temas concebidos bajo el prisma de la seguridad, lo que se refleja en conceptos como seguridad humana y seguridad multidimensional. Es- tas nuevas concepciones ponen énfasis, entre otros aspectos, en variables no militares que constituyen amenazas a la seguridad: narcotráfico, lava- do de dinero, vih/sida, tráfico de armas y migraciones ilegales. Como ha apuntado Ivelaw Griffith, esta concepción no excluye la variable militar, pero le concede igual importancia a otros aspectos socioeconómicos, po-

99 Laneydi Martínez Alfonso líticos y ambientales, e incorpora en su análisis no sólo a los Estados sino a otros actores (Griffith, 2002). En términos de seguridad, vista desde las relaciones de Caricom con Estados Unidos, ya desde la Declaración de Principios y el Plan de Ac- ción de Bridgetown (1997), ambas partes reconocieron —al menos a ni- vel retórico— el estrecho vínculo existente entre comercio, desarrollo económico, seguridad y prosperidad. En este sentido, el Plan de Acción resultante de este encuentro incluyó dentro sus contenidos no sólo el acápite de “Justice and Security” sino también uno sobre “Trade, Develo- pment, Finance and the Enviroment”, articulando en una misma agenda ambas dimensiones. Para las naciones de la Caricom, si se tiene en cuenta el carácter marcadamente transnacional de importantes amenazas de seguridad y fuentes de conflictos violentos y armados en la región, como los gene- rados por la violencia asociada al narcotráfico y al tráfico de armas, así como con la incapacidad de muchos gobiernos de hacer frente por sí mismos a este tipo de amenazas, la seguridad regional adquiere una do- ble dimensión para estos países. Para el análisis de este fenómeno en el Caribe, Ivelaw Griffith emplea el concepto de “geonarcóticos” (Griffith, 2009), el cual concibe este fenómeno a partir de cuatro elementos cen- trales interrelacionados entre sí: drogas, geografía, poder y política. En la misma medida que el autor apunta a la complejidad de este fenómeno, cuestiona, por ende, la aproximación parcial que enfatiza el tráfico, en detrimento del resto de las dimensiones: producción, consumo y lavado de dinero (Cabrera y Martínez, 2010). En síntesis, el análisis de las principales amenazas de seguridad en el Caribe (drogas, tráfico ilícito de armas y otros fenómenos asociados, de- sastres naturales, etc.) no puede desconocer las particularidades de estas naciones y, por consiguiente, resalta el papel de la integración en estos procesos. Estas particularidades, relacionadas estrechamente con el fac- tor de vulnerabilidad, tienen entre sus dimensiones más importantes la geográfica, la económica y la geoestratégica (Cabrera y Martínez, 2010). El proceso de construcción e implementación de la agenda de seguridad de la Caricom tiene lugar en este complejo contexto, en el que desempe- ñan un papel central los intereses estadounidenses en el área. En los marcos de la Cumbre de las Américas celebrada en Trinidad Tobago en 2009, el presidente de Estados Unidos Barack Obama anun- ció la propuesta de llevar adelante la Caribbean Basin Security Initiative (cbsi, por sus siglas en inglés). Esta administración ha sugerido la inclu-

100 La Comunidad del Caribe (Caricom): crisis, integración y seguridad regional sión dentro de temas como: la asistencia para la arquitectura de comu- nicaciones aéreas y marítimas, asistencia para proyectos de desarrollo económico y justicia social, así como para programas que refuercen las estrategias anti-crimen, entre otros3 (Johnson, 2009). La propuesta de la cbsi presuponía un monto de 45 millones de dólares estadounidenses (30 millones junto a 15 millones de dólares ya previstos), de los cuales fueron aprobados 37 millones por el Congreso norteamericano para el año 2010. Para el año fiscal 2011, la administración de Obama está solicitando más de 70 millones de dólares para financiar la iniciativa. Con motivo de la misma, se efectuó el 20 de mayo de 2009, una reu- nión técnica Caribe-Estados Unidos sobre cooperación en términos de seguridad, donde el embajador estadounidense propuso la creación de un Grupo de Trabajo que comprendiera Consle, República Dominicana y Estados Unidos en aras de delinear una estrategia conjunta de seguri- dad regional, que sirviera de complemento a la ya existente. Aunque el flujo mayoritario de drogas hacia Estados Unidos no se realiza a través del Caribe sino de México y Centroamérica, y en el área caribeña éste se realiza principalmente desde Haití, República Dominicana y Jamai- ca, existe una percepción creciente de que los carteles intentarán buscar rutas más “confiables”. Esto haría prever una expansión significativa de las operaciones en el área, por lo que es probable que el Caribe pudiera estar reforzando, en el corto plazo, su importancia como corredor del narcotráfico hacia Estados Unidos. Las conversaciones sobre seguridad entre Estados Unidos y el Caribe en mayo de 2010, en el marco del “Caribbean-us Security Cooperation Dialogue”, persiguieron como objetivo continuar en los arreglos de coo- peración en seguridad en función de la construcción de una declaración de principios, un marco de compromiso y un plan de acción. Aunque la cbsi no está completamente definida, salta a la vista la amplitud de los temas que se sugieren a incluir, así como el bajo monto de los fondos designados para ello. Esto fue reconocido por el propio Former Deputy Assistant Secretary of Defense for Western Hemisphere Affairs durante su testimonio ante el Congreso, en diciembre de 2009: […] “The Oba- ma Administration’s Caribbean Basin Security Initiative is a good start.

3. “[…] The Obama Administration has suggested 1) assistance for air and maritime assets and command, control, and Communications architecture; 2) assistance for social justice and economic developmet projects, with programs targeted at youth development and training; and 3) assistance for programs to enhance the rule of law and anti-crime efforts.”

101 Laneydi Martínez Alfonso

However, it should be a multi-year effort and 45 million dollars may not be enough […]” (Johnson, 2009). Asimismo, ésta se concentra —aunque no sólo— en mejorar las ca- pacidades locales de cumplimiento de la ley para reducir el tráfico ilícito asociado con el crimen transnacional. Sin embargo, no sólo es la falta de financiamiento o el entrenamiento militar (temas en los cuales se con- centra la iniciativa), las causas de esta posible proliferación del narcotrá- fico en el área, sino que continúan pesando causas estructurales asocia- das a la pobreza, la marginalidad, la eficacia de la institucionalidad, entre otros fenómenos, que no están claramente recogidas dentro de las áreas prioritarias. Dentro de estas últimas, el objetivo de promoción de la jus- ticia social en el Caribe, probablemente sea el que a nivel retórico intenta recoger esta preocupación; sin embargo, atender las causas estructurales puede resultar mucho más complejo, sobre todo desde una agenda que se concentra en temas de financiamiento y entrenamiento. Ciertamente los objetivos de seguridad de Estados Unidos y el Cari- be se encuentran altamente correlacionados, por lo que la construcción de alianzas para un acuerdo de seguridad compartida constituye un paso ineludible en este sentido, teniendo en cuenta que el creciente aumento del comercio de drogas y fenómenos asociados constituyen una amenaza para la estabilidad y seguridad regional. Sin embargo, nuevamente se ponen de manifiesto las diferencias en la jerarquía de objetivos e instru- mentos, así como en los enfoques de cómo combatir estos fenómenos desde Estados Unidos y desde el Caribe. Como hecho reciente vinculado a estos temas, destaca el proceso de consultas, por parte de la Secretaría General de la Caricom, a la juven- tud caribeña sobre el Plan para el Desarrollo Social y la Prevención del Crimen antes de proceder a su implementación. Dicho plan pretende avanzar en cinco pilares fundamentales en la reducción del crimen: re- ducción de la violencia, empoderamiento de las víctimas, promoción de una mayor inclusión social, de la integración y protección de los recursos económicos y ambientales. El mismo reconoce la educación como un ve- hículo de “empoderamiento económico y transformación social”4 en la prevención del crimen. Asimismo, la Agencia de Implementación del Plan de Crimen y Seguridad (impacs, por sus siglas en inglés) de la Caricom, anunció el

4. Para más información revisar las reuniones de la Agencia de Implementación del Plan de Crimen y Seguridad (impacs). Disponible en: www.caricom.org.

102 La Comunidad del Caribe (Caricom): crisis, integración y seguridad regional lanzamiento de uno de los primeros documentos de viaje multiestatales automatizado del mundo para su uso en 10 países participantes de la Caricom: el Caripass.5 La instalación de dicho documento, que comenzó en noviembre de 2010, constituye un paso trascendental en los esfuerzos de la comunidad por facilitar el control de frontera estandarizado y su lanzamiento en cada país participante de la iniciativa dependerá de la legislación relacionada con el tema. Al mismo tiempo, es importante destacar, además, que aunque la cooperación en seguridad ha pasado a ocupar un papel protagónico den- tro de la agenda de la integración regional, el número de áreas de coo- peración funcional se ha multiplicado en los últimos años, más allá de las inicialmente concebidas en los marcos fundacionales del esquema. Entre ellas la cooperación en salud, bienestar social, cultura, educación y entrenamiento, juventud y desarrollo, trabajo, transporte, ict, telecomu- nicaciones, cambio climático, desastres, Mar Caribe, energía, agricultura y crimen y sociedad, entre otros (Thomas, 2009).

Consideraciones finales

En síntesis, las interacciones entre los efectos de la crisis, la evolución de la integración y la seguridad regional al interior de la Caricom están con- formando un panorama especialmente complejo para los objetivos inte- gracionistas de este grupo. El contexto internacional y las condiciones internas han exacerbado la situación de crisis socioeconómica en estas naciones. Esto ha generado una mayor percepción de inseguridad y, por consiguiente, ha reafirmado los procesos de securitización del desarro- llo y de la política exterior, lo que ha encontrado sintonía en la concep- tualización de la llamada seguridad multidimensional para las naciones del Caribe. El presente artículo aborda, precisamente, esas interacciones entre tres fenómenos en la Caricom, que marcarán su dinámica futura: crisis, integración y seguridad regional. La evolución de la situación socioeconómica en la Caricom ofrece un escaso margen de maniobra de política económica y social. Déficit fiscal, comercial, elevados niveles de endeudamiento público, crecientes necesidades de financiamiento, entre otros, reforzados por el impacto

5. Los países participantes son: Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Trinidad Tobago.

103 Laneydi Martínez Alfonso de la crisis internacional se han instituido en limitaciones a la profundi- zación del proceso de integración en la Caricom. Paradójicamente, en un momento en el que la integración se erige como un instrumento im- prescindible para hacer frente a este contexto desfavorable, de forma paralela, esta misma situación obstaculiza su avance, lo que define un comportamiento pro-cíclico. Como resultado, la crisis ha tenido también un efecto ralentizador de la integración en la implementación efectiva del Caribbean Single Mar- ket Economy (csme), lo que se ha expresado en menores niveles de ma- niobra, nacionales y regionales, y ha favorecido las respuestas defensivas nacionales a la crisis. Diversos temas como la atención a las asimetrías, los efectos del cambio climático, y los vínculos con actores extra-regionales han estado marcando las líneas generales de la integración en Caricom en el periodo 2009-2010. En el caso particular de Estados Unidos, de manera reciente las relaciones han estado basadas principalmente, en los pilares comerciales y de seguridad, con un especial énfasis en llevar ade- lante la implementación de la Caribbean Basin Security Initiative (cbsi). Esta iniciativa pretende ser el marco a partir del cual reconfigurar las relaciones con el Caribe insular. Con la Unión Europea, los problemas de implementación de los asimétricos Acuerdos de Asociación Econó- mica están relacionados principalmente con los temas de financiamiento y creación de capacidades institucionales, en el contexto de un acuerdo de libre comercio con pocas especificaciones concretas en cuanto a la implementación de la cooperación para el desarrollo. Al mismo tiempo, esta compleja situación financiera que enfrentan las naciones del Caribe ha forzado su acercamiento a importantes y múl- tiples tipos de créditos de parte de instituciones financieras internacio- nales y bancos. Esto coloca, por consiguiente, a las autoridades caribeñas en franco compromiso con su condicionalidades y exigencias, lo que im- plica de algún modo cesión de soberanía, aspecto que ha sido tradicional- mente tan temido en los marcos de la integración regional.

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Concepciones y evidencias de la integración económica en Centroamérica

Berenice P. Ramírez López

Introducción

Hacer un balance de los últimos dos años del estado de la integración económica en Centroamérica, requiere de la aclaración de varias circuns- tancias que tienen que ver con el proceso centroamericano. En primer lugar es necesario reiterar que lo que se va a analizar es lo acontecido con la integración económica, principalmente comercial y para ello nos cen- traremos en las acciones que han llevado a cabo los países que confor- man el Mercado Común Centroamericano (mcca).1 Poco hablaremos del desempeño del Sistema de Integración Centroamericano (sica) aunque tendremos que hacer alusión a su papel y trascendencia en el proceso de integración. Veremos algunas de las relaciones que tienen con sus vecinos del norte, México y los Estados Unidos, así como con países del Caribe y algunos de América del sur, por lo que en esa relación inclui- mos el análisis de procesos de integración regional tan opuestos como puede ser un tratado que fundamentalmente persigue el libre comer- cio y la libertad de inversión, como lo es el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, Estados Unidos y la República Dominicana (dr- cafta), con acuerdos subregionales de contenidos y objetivos tan diver- sos como los que plantea la Asociación de Estados del Caribe (aec) y la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (alba). También hay que mirar y analizar la relación con el Mercado Común del

1. Integrado por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

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Sur (Mercosur) y las acciones llevadas a cabo para avanzar en procesos de integración con Europa, China y Taiwán. Para ello se plantean dos apartados: i. El impacto de la crisis econó- mica mundial en el proceso de integración regional. ii. Avances, retroce- sos y perspectivas del proceso de integración centroamericano.

El impacto de la crisis económica mundial en el proceso de integración regional

La crisis mundial de 2008-2010 afectó a la región latinoamericana mani- festándose en una caída en el producto interno bruto, en los niveles de inversión, de exportación, importaciones y empleo. América Latina que había registrado crecimientos en su pib de 4% promedio anual de 2004 a 2007, presentó un crecimiento de 3% en 2008 y de –2.8% en 2009. Dicha afectación se registró en Centroamérica con resultados más adversos que en los países del Cono Sur, ya que disminuyó su crecimiento en 2008 a 50% de lo que había registrado en 2006 y 2007 y un decrecimiento de 1.1% en 2009 (cuadro 1). Se ha sostenido con mucha insistencia de parte de los gobiernos la- tinoamericanos y de organismos internacionales como la cepal que “la crisis vino de afuera”, tratando de destacar la crisis de los Estados Uni- dos y de Europa como causas principales y contrastar dicha relación con la relativa estabilidad macroeconómica que ha mostrado América Latina en la primera década del siglo xxi, particularmente entre 2004 y 2007. Sin embargo, en esta etapa de mundialización económica lo que destacan las crisis es la extrema dependencia que países como los centroamericanos tienen del ciclo económico de los Estados Unidos y su excesivo apego a un patrón de acumulación apoyado fundamentalmente en la dinámica del sector externo. Si las exportaciones, inversión extranjera directa, re- mesas y endeudamiento constituyen las principales fuentes de financia- miento de estas economías, una disminución de la demanda externa, del empleo e ingresos de los migrantes centroamericanos en Estados Unidos y de la inversión, se transforma en profundas crisis. Por las características productivas y de inserción a la economía mun- dial de los países centroamericanos, la crisis se expresa en una caída del comercio exterior como resultado de la disminución de la demanda ex- terna. De igual manera, las importaciones también caen por el peso de

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La crisis mundial de 2008-2010, afectó a la región latinoamericana manifestándose en una caída en el producto interno bruto, en los niveles de inversión, de exportación, importaciones y empleo. América Latina que había registrado crecimientos en su PIB del 4% promedio anual de 2004 a 2007, presentó un crecimiento del 3% en 2008 y de –2.8% en 2009. Dicha afectación se registró en Centroamérica con resultados más adversos que en los países del Cono Sur, ya que disminuyó su crecimiento en 2008 al 50% de lo que había registrado en 2006 y 2007 y un decrecimiento del 1.1% en 2009. (ver cuadro 1) Se ha sostenido con mucha insistencia de parte de los gobiernos latinoamericanos y de organismos internacionales como la CEPAL que “la crisis vino de afuera”, tratando de destacar la crisis de los Estados Unidos y de Europa como causas principales y contrastar dicha relación con la relativa estabilidad macroeconómica que ha mostrado América Latina en la primera década del siglo XXI, particularmente entre 2004 y 2007. Sin embargo en esta etapa de mundialización económica lo que destacan las crisis, es la extrema dependencia que países como los centroamericanos tienen del ciclo económico de los Estados Unidos y su excesivo apego a un patrón de acumulación apoyado fundamentalmente en la dinámica del sector externo. Si las exportaciones, inversión extranjera directa, remesas y endeudamiento constituyen las principales fuentes de Concepciones y evidencias de la integración económica en Centroamérica financiamiento de estas economías, una disminución de la demanda externa, del empleo e ingresos de los migrantes centroamericanosCuadro en Estados1 Unidos y de la inversión, se transformaCentroamérica, en profundas crisis. principales indicadores económicos, 2000-2009. Tasa de crecimiento CUADRO 1 Centroamérica, principales indicadores económicos, 2000-2009 Tasa de crecimiento País 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Producto interno bruto 1/ Centroamérica 3.1 1.9 3.0 3.8 3.7 4.4 6.2 6.2 3.2 -1.1 Costa Rica 1.8 1.1 2.9 6.4 4.3 5.9 8.8 7.8 2.6 0.8 El Salvador 2.2 1.7 2.3 2.3 1.9 3.1 4.2 4.7 2.5 -3.5 Guatemala 3.6 2.3 3.9 2.5 3.2 3.3 5.4 6.3 4.0 0.6 Honduras 5.7 2.6 3.8 4.5 6.2 6.1 6.6 6.3 4.0 -1.9 Nicaragua 4.1 3.0 0.8 2.5 5.3 4.3 3.9 3.2 3.2 -1.5 PIB por habitante Centroamérica 1.4 -0.3 0.8 1.6 1.6 2.3 4.0 4.2 1.2 -3.8 Costa Rica -0.5 -1.0 0.9 4.4 2.3 4.0 6.9 6.8 0.6 -2.3 El Salvador 0.2 -0.2 0.4 0.4 0.1 1.3 2.5 3.0 0.9 -4.0 Guatemala 1.2 -0.1 1.3 0.0 0.6 0.7 2.8 3.7 1.5 -2.6 Honduras 6.1 0.0 1.2 2.0 3.7 3.6 4.2 3.9 1.7 -3.8 Nicaragua 2.4 1.5 -0.6 1.2 4.0 2.9 2.5 1.8 1.9 -2.7 Formación bruta de capital fijo Centroamérica -4.5 0.4 3.3 2.4 2.7 3.4 12.5 10.8 6.3 -2.6 Costa Rica -0.9 2.6 6.6 7.2 -0.5 4.3 10.8 18.0 11.9 -0.6 El Salvador 5.2 1.5 3.3 2.5 -5.0 2.1 11.1 6.4 -5.3 -4 Guatemala -8.8 1.8 9.3 -3.1 -0.5 4.3 15.7 5.0 -6.2 -2 Honduras -7.6 -3.0 -7.3 6.2 23.4 -1.2 7.2 18.8 13.6 -3.8 90 Nicaragua -11.1 -5.4 -6.3 0.6 6.7 9.9 3.5 7.9 8.3 -2.7 1/ Sobre la base de cifras en dólares a precios constantes de 2000.* Balance Prliminar de las economías de América latina y el caribe, 2010 Fuente: CEPAL, sobre la base de cifras oficiales.

insumos importados que contienen los bienes que esta región produce y exporta. Como consecuencia del tipo de inserción que la región ha construido con mayor énfasis desde los años noventa y que se puede caracterizar de mayor vinculación a la economía de los Estados Unidos, el grado de apertura de estas economías se acentúa. El comercio exterior representa más de 60% del pib. Pese a ello, la participación de las exportaciones centroamericanas en el comercio mundial ha disminuido notablemente a diferencia de otros esquemas de integración y grupo de países (gráfica 1). Es de llamar la atención que Centroamérica es la única región cuyo comercio — medido en índices— ha perdido participación; la media para América Latina es de crecimiento moderado, muy lento en el caso de México y muy dinámico para los países mineros, petroleros y para el Mercosur. Otro aspecto que llama la atención es que las tasas de crecimiento de las importaciones superan a las de las exportaciones. Al igual que en el caso de México, la estructura exportadora se ha venido consolidando a partir de actividades de maquila, lo que ha ocasionado una elevada dependencia de insumos importados, principalmente de bienes inter-

109 Berenice P. Ramírez López

Gráfica 1 Índice de exportaciones mundiales por regiones

(promedio móvil de tres meses), 2007-2010 (índice 200 = 100)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (cepal), sobre la base de Netherlands Bureau for Economic Policy Análisis (cpb) medios, que ha dado por resultado en ciertas coyunturas, altas tasas de crecimiento de las exportaciones con muy baja correspondencia en la creación de empleos. En 2006 y 2007 las tasas de crecimiento de las exportaciones superan 10%, disminuyen a 9% en 2008 y caen a -11.3% en 2009. Las importacio- nes alcanzan 14.5% y 15.2% de variación anual en 2006 y 2007, 13.9% en 2008 y -24 % en 2009 (cuadro 2). Las exportaciones en el año 2000 repre- sentan para Centroamérica 28.5% del producto interno bruto, para 2008 son 27.9%. Por su parte, las importaciones representan en el año 2000, 35% del pib y para 2008 son 46.9%. Los casos más representativos que la excesiva dependencia que este modelo económico ha ocasionado en la estructura productiva son Nicaragua y Honduras, cuyas importaciones representan 75% y 76% del pib, respectivamente (cuadro 3)

110 Concepciones y evidencias de la integración económica en Centroamérica

Cuadro 2 mcca: indicadores del comercio de bienes fob, 1990-2009. Tasa de variación anual.

MCCA: indicadores del comercio de bienes FOB, 1990-2009 Tasa de variación anual País 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 PIB (millones de dólares americanos corrientes) Centroamérica 8.0 13.0 10.4 9.3 13.1 5.3 9.9 9.1 2.9 4.7 5.7 5.1 4.7 7.3 10.2 10.9 12.7 12.7 -2.5 Costa Rica -1.3 19.7 12.4 9.5 11.0 1.1 8.3 9.9 12.0 1.0 2.9 2.7 4.0 6.2 7.4 12.8 16.9 13.4 -1.9 El Salvador 10.6 12.1 16.5 16.5 17.5 8.6 7.9 7.8 3.8 5.4 5.2 3.6 5.2 5.0 9.0 8.9 8.7 8.5 -4.6 Guatemala 23.0 11.0 9.2 13.9 12.9 7.7 12.7 9.0 -5.6 5.3 8.8 11.1 5.5 9.3 13.5 11.1 12.8 14.7 -3.8 Honduras 0.6 11.4 2.5 -2.1 15.4 3.0 15.6 11.6 3.1 11.1 6.5 2.7 4.8 7.7 10.0 11.9 13.5 12.7 2.5 Nicaragua 0.3 6.0 6.7 -6.9 7.0 4.3 1.9 5.6 4.8 5.2 4.7 -2.4 1.9 8.8 9.1 7.4 7.0 11.6 -1.6 Exportaciones de bienes FOB (millones de dólares americanos corrientes) Centroamérica 1.3 21.9 17.0 15.1 29.1 8.3 19.7 16.8 6.1 10.0 -4.2 5.7 8.6 11.1 9.6 11.2 12.6 9.0 -11.3 Costa Rica 10.6 59.3 10.0 9.8 20.8 8.4 11.8 31.2 18.7 -11.6 -15.3 7.0 16.9 3.4 11.5 14.1 14.8 2.7 -7.4 El Salvador -8.9 1.9 72.5 21.4 31.8 8.3 36.3 0.9 3.0 16.9 -2.4 4.4 4.4 5.9 3.2 9.1 7.5 14.2 -16.3 Guatemala 1.5 4.4 6.2 13.7 39.2 3.7 16.4 9.4 -2.3 42.5 3.8 2.8 7.2 12.8 6.9 11.4 14.8 12.4 -6.6 Honduras 1.6 8.6 13.8 17.4 28.4 13.5 21.5 20.1 -5.2 20.4 2.4 9.4 0.2 20.8 11.3 4.5 9.6 11.7 -21.2 Nicaragua -19.3 -16.8 19.7 40.8 45.0 9.2 25.1 2.2 -1.6 17.6 1.7 2.1 15.5 29.6 20.8 23.0 14.8 8.6 -5.9 Importaciones de bienes FOB (millones de dólares americanos corrientes) Centroamérica 4.9 34.2 14.3 12.3 16.9 3.5 20.8 17.3 4.1 13.4 3.5 8.2 9.1 14.2 12.9 14.5 15.2 13.9 -24.0 Costa Rica -5.5 60.5 20.2 7.1 8.5 5.8 17.3 25.8 1.0 0.5 -4.7 14.0 10.8 7.4 18.8 17.0 13.4 18.6 -25.4 El Salvador -1.4 20.8 27.8 21.5 28.5 -2.7 18.2 5.2 3.3 20.9 2.6 1.3 11.4 10.3 6.4 14.2 11.7 10.6 -25.5 Guatemala 17.2 39.1 2.4 6.8 19.1 -5.0 23.0 20.1 -0.7 31.6 13.7 11.7 6.0 16.7 10.5 13.3 14.0 7.6 -20.8 Honduras 5.1 13.6 25.4 16.5 14.9 14.1 22.7 22.9 9.2 13.0 4.1 5.5 9.0 22.1 12.3 11.6 21.7 18.2 -28.1 Nicaragua 20.8 12.0 -14.5 22.0 15.6 20.7 31.3 2.5 20.5 -1.0 0.2 2.7 9.4 21.2 20.3 17.9 17.5 16.0 -17.3 Fuente: elaborado por Cruz Alvarez con información del Anuario Estadístico de ALC 2010 de la CEPAL, cuadros 2.1.1.5; 2.2.2.57; y, 2.2.2.58. Cuadro elaborado el 26 de enero de 2011 con información obtenida en línea de alc Fuente:http://websie.eclac.cl/anuario_estadistico/anuario_2010/esp/index.asp elaborado por Cruz Álvarez con información del Anuario Estadístico de 2010 de la cepal, cuadros 2.1.1.1, 2.2.2.57 y 2.2.2.59. Cuadro elaborado el 26 de enero de 2011 con información procedente de: http://websie. eclac.cl/anuario_etadistico/anuario_2010/esp/index.asp.

Cuadro 3 mcca: indicadores del comercio de bienes fob, 1990-2009. Participación porcentual de las exportaciones e importaciones fob en pib

MCCA: indicadores del comercio de bienes FOB, 1990-2009 Participación porcentual de las exportaciones e importaciones FOB en PIB País 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Exportaciones de bienes FOB (millones de dólares americanos corrientes) Centroamérica 17.7 16.6 17.9 18.9 19.9 22.8 23.4 25.5 27.3 28.1 29.5 26.8 26.9 27.9 28.9 28.7 28.8 28.8 27.9 Costa Rica 18.7 20.9 27.8 27.2 27.3 29.7 31.9 32.9 39.3 41.6 36.5 30.0 31.3 35.2 34.3 35.6 36.0 35.3 32.0 El Salvador 13.4 11.0 10.0 14.9 15.5 17.4 17.3 21.9 20.5 20.3 22.6 20.9 21.1 21.0 21.1 20.0 20.0 19.8 20.9 Guatemala 17.8 14.7 13.8 13.4 13.4 16.5 15.9 16.4 16.5 17.0 23.0 22.0 20.3 20.7 21.3 20.1 20.1 20.5 20.0 Honduras 25.7 25.9 25.3 28.0 33.6 37.4 41.2 43.4 46.7 42.9 46.5 44.7 47.6 45.6 51.1 51.7 48.3 46.7 46.2 Nicaragua 11.8 9.5 7.4 8.4 12.6 17.1 17.9 22.0 21.3 20.0 22.4 21.7 22.7 25.7 30.7 34.0 38.9 41.7 40.6 Importaciones de bienes FOB (millones de dólares americanos corrientes) Centroamérica 23.9 23.2 27.5 28.5 29.3 30.2 29.7 32.7 35.1 35.5 38.5 37.6 38.8 40.4 43.0 44.0 45.5 46.4 46.9 Costa Rica 24.8 23.7 31.8 34.0 33.2 32.5 34.0 36.8 42.1 38.0 37.8 35.0 38.9 41.4 41.9 46.4 48.1 46.7 48.8 El Salvador 27.3 24.3 26.2 28.7 30.0 32.8 29.4 32.2 31.4 31.2 35.8 34.9 34.1 36.1 38.0 37.1 38.9 40.0 40.7 Guatemala 20.9 20.0 25.0 23.5 22.0 23.2 20.5 22.3 24.6 25.9 32.3 33.8 34.0 34.2 36.5 35.5 36.2 36.6 34.3 Honduras 25.8 26.9 27.5 33.6 39.9 39.8 44.1 46.8 51.5 54.6 55.5 54.3 55.7 58.0 65.7 67.1 66.9 71.7 75.2 Nicaragua 20.2 24.3 25.7 20.6 27.0 29.2 33.8 43.5 42.3 48.6 45.7 43.8 46.0 49.4 55.0 60.7 66.6 73.1 76.0 Fuente: elaborado por Cruz Alvarez con información del Anuario Estadístico de ALC 2010 de la CEPAL, cuadros 2.1.1.5; 2.2.2.57; y, 2.2.2.58. Fuente:Cuadro elaborado el 26 deelaborado enero de 2011 con información por obtenida enCruz línea de Álvarez con información del Anuario Estadístico de alce http://websie.eclac.cl/anuario_estadistico/anuario_2010/esp/index.asp2010 de la CEPAL, cuadros 2.1.5, 2.2.2.57 y 2.2.2.58. Cuadro elaborado el 26 de enero de 2011 con información procedente de: http://websie. eclac.cl/anuario_etadistico/anuario_2010/esp/index.asp.

111 Berenice P. Ramírez López

La estructura del comercio exterior

Los cambios ocurridos en el patrón de acumulación centroamericano durante los años noventa, efectuados mediante la aplicación de una polí- tica económica orientada a fortalecer economías abiertas, con mayor vinculación al ciclo económico de los Estados Unidos, provocó la inten- sificación de la apertura comercial y la mayor liberalización en las inver- siones. Todos estos elementos coadyuvaron para que la estructura de comercio exterior se modificara. Entre los aspectos de mayor significa- ción que se observan, se encuentra la disminución de la participación de las exportaciones tradicionales (café, algodón, bananos, carne), una participación creciente hasta mediados de los años 2000 de los bienes provenientes de las maquilas y en los últimos años un crecimiento de las exportaciones no tradicionales,2 las que si bien se concentran en bienes de consumo derivados del sector primario son los que empezarán a ser dinámicos en las exportaciones centroamericanas, particularmente a partir de 2004-2005.

Gráfico 2

Distribución porcentual de las exportaciones Distribuciónde porcentualbienes de flasob exportaciones del mcca de bienes, 200-2008 fob del MCCA, 2000-2008

100%

90%

80% Maquila y 45.9 41.8 46.6 49.5 51.0 50.0 48.1 zonas 58.2 57.4 70% francas 60%

50% Exportaci 40% 29.7 41.2 ones no 30.2 38.2 30.2 34.7 36.4 tradicion 30% 26.7

Participación porcentual 26.2 ales 20%

10% 23.7 20.3 18.8 15.6 15.9 15.3 15.5 16.0 17.0 Exportaci 0% ones tradicion 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 ales Años

Fuente: elaboración Cruz Álvarez Padilla con información de Evolución económica y perspectivas para Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, varios años, editado por la cepal sede México.

2. Entre las exportaciones no tradicionales se encuentran; los camarones, langostas, melones, piñas, flores y plantas, productos alimenticios, químicos y farmacéuticos. Productos de plástico, papel y cartón.

112 Concepciones y evidencias de la integración económica en Centroamérica

Es de llamar la atención la disminución en las exportaciones totales de los bienes provenientes de la maquila y las zonas francas. Ya les había afectado la disminución de la demanda de textiles y ropa que se produjo con la crisis del 2001 de los Estados Unidos; no obstante, estas exporta- ciones volvieron a crecer llegando a representar casi 60% de las exporta- ciones totales para 2003. Su participación difiere de país a país, pero es notorio que como promedio regional su participación ha caído en 16.4 puntos (gráfica 2), ello amerita una discusión acerca de los resultados del modelo maquilador que se introdujo durante la década de los noventa y que transformó radicalmente la estructura productiva de estos países. Cuando se analiza a cada país, se observa que los que registran dis- minuciones de exportaciones de maquila son El Salvador y Guatemala. Entre 2000 y 2009 disminuyeron de 54% a 42% y de 39.3% a 25%. Con- siderando que su maquila se concentra en textiles y ropa, ello podría de- rivarse de la menor demanda de los Estados Unidos de estos productos y sus preferencias por textiles y ropa maquilada en China (cuadros 4 y 6).

Cuadro 4 mcca: exportación de prendas de vestir a Estados Unidos de América,* 2000-2008

MCCA: exportación de prendas de vestir a Estados Unidos de América1/, 2000-2008 País 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Participación porcentual de las exportaciones de prendas de vestir a USA en el total de exportaciones FOB Centroamérica 40.2 43.1 41.7 39.1 37.2 33.0 28.2 25.1 22.7 Costa Rica 14.5 16.1 14.1 9.8 8.3 6.9 5.9 4.6 3.2 El Salvador 55.4 57.8 56.7 55.8 52.7 48.1 38.4 37.7 34.1 Guatemala 38.6 40.3 40.5 40.1 39.3 34.3 28.3 21.4 18.2 Honduras 73.6 72.6 68.2 69.8 61.8 54.4 48.9 46.9 45.3 Nicaragua 39.3 43.6 48.8 47.2 44.9 44.5 44.4 42.6 36.0 Tasas de crecimiento Centroamérica 13.8 2.5 2.5 1.8 5.6 -2.7 -5.1 -0.4 -1.1 Costa Rica 0.6 -6.3 -5.7 -19.1 -12.7 -6.6 -3.4 -9.1 -28.4 El Salvador 20.6 1.8 2.5 2.7 0.1 -5.8 -12.9 5.5 3.3 Guatemala 20.5 8.3 3.1 6.2 10.6 -6.7 -8.0 -13.1 -4.4 Honduras 9.8 0.9 2.8 2.6 6.8 -2.0 -6.1 2.7 3.5 Nicaragua 21.8 13.0 14.1 11.8 23.3 19.9 22.8 10.0 -3.1 1/ Se refiere a los capítulos 61 y 62 del Sistema Armonizado, que incluye prendas de vestir y accesorios. Fuente: CEPAL, sobre la base de cifras oficiales del National Trade Data Bank, US Department of Commerce. Cuadro actualizado por Cruz Álvarez Padilla el 10 de agosto de 2010 en base a la información proporcionada en "Enfrentando la crisis: Istmo *SeCentroamericano refiere y Repúblicaa los capítulos Dominicana: evolución 61 y económica62 del enSistema 2008 y perspectivas Armonizado, para 2009 (evaluación que final)" incluye publicado prendas el 13 de noviembre de vestir de 2009 pory la accesorios. CEPAL subsede México, pág. 109. Fuente: cepal, sobre la base de cifras oficiales del Nacional Trade Data Bank, us Department of Commerce. Cuadro actualizado por Cruz Álvarez Padilla el 10 de agosto de 2010 con base en la información referida en “Enfrentando la crisis: istmo centroamericano y República Dominicana: evolución económica en 2008 y perspec- tivas para 2009 (evaluación final), publicado el 13 de noviembre de 2009 por la cepal subsede México, p. 109.

113 Berenice P. Ramírez López

En el mismo periodo, Costa Rica ha disminuido de 57.4% a 54% y los bienes maquilados que exporta se concentran en partes de circuitos mo- dulares y micro estructuras eléctricas. Los que han ganado participación son Honduras y Nicaragua, las exportaciones de maquiladoras pasan en el mismo periodo, de 23% a 55% y de 32.7% a 43%. La estructura de las importaciones permite derivar el avance del mo- delo maquilador y la debilidad de la estructura productiva para generar una diferente base de acumulación, la caída de las inversiones en bienes de capital, a diferencia del crecimiento de las importaciones de bienes intermedios, es un buen ejemplo.

Gráfico 3 Distribución porcentual de las importaciones Distribución porcentualde bienes de las f obimportaciones del mcca de bienes, 2000-2008 fob del MCCA, 2000-2008

100% 2.8 5.8 5.6 5.8 5.8 5.4 3.9 3.3 3.1

90% 16.7 16.9 17.3 15.9 17.8 20.9 18.8 19.1 18.3 80%

Otros 70%

60% Bienes de 54.6 53.4 56.3 capital 49.4 48.4 49.3 50.4 53.9 50% 48.8

40% Bienes

Participación porcentual intermedi os 30%

Bienes de 20% consumo

24.5 26.2 26.7 26.7 26.3 25.5 25.3 26.2 25.0 10%

0% 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Años Fuente: elaboración Cruz Álvarez Padilla con información de Evolución económica y perspectivas para Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, varios años, editado por la cepal sede México.

Avances y retrocesos del proceso de integración centroamericano

El comercio intrarregional

Una de las características del Mercado Común Centroamericano (mcca) ha sido la importante participación, a diferencia de otros esquemas de

114 Concepciones y evidencias de la integración económica en Centroamérica integración, del comercio intrarregional. En los últimos 15 años supera 20% y en los mejores años, alcanza casi 30%, como lo registra el año 2008. Por su parte las importaciones, en este mismo periodo, han repre- sentado entre 12% y 14.7% de las totales (gráfica 4). Otra característica importante del mcca es el tipo de bienes que intercambian, principal- mente manufacturas, destacando bienes de consumo (alimentos y mate- rias primas) y bienes intermedios (productos químicos y farmacéuticos). En la última década es observable que en periodos de crisis de la econo- mía estadounidense, el comercio intrarregional había aumentado (2001), aspecto que se muestra de manera diferente en los últimos dos años, en lo que las importaciones aumentan pero las exportaciones caen en 2009, al nivel que tenían en 2006.

Gráfico 4 mcca : participaciónMCCA: participación porcentual porcentual del del intercambio intercambio comercial comercial a nivel aintrarregional, nivel intrarregional, 1994-2009 1994-2009

35 Exportaciones intrarregionales Importaciones intrarregionales 29.5 30 27.8 27.9 27.6 26.8 27.2 27.2 26.7 26.6

2522.2 22.7 20.9 21.0 21.1 20.0 20.5

20

14.6 14.7 14.3 15 13.1 13.4 13.3 13.2 12.8 12.4 12.4 12.2 12.6 12.3 12.5 12.2 12.6 Participación porcentual 10

5

0 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Fuente: elaboración Cruz Álvarez con datos de SIECA. Años

Fuente: elaboración de Cruz Álvarez con datos de sieca.

Si analizamos las relaciones del mccca con otros bloques regionales y países determinados, encontramos las siguientes evidencias en la última década (2000-2009): a) Las exportaciones centroamericanas dirigidas a los países que con- forman el nafta (Canadá, Cesados Unidos y México) han disminuido su participación en el total de las exportaciones centroamericanas. Pasan de representar 46.4% a 35.6% (gráfica 5).

115 Berenice P. Ramírez López b) Las exportaciones intrarregionales aumentaron su participación de 22.7% en 2000 a 29.8% en 2008, disminuyendo en 2009 a 26.6%. c) Ha disminuido la participación de sus exportaciones a la Unión Europea, de 17.7% a 13.7% y es mínima la relación con los países que forman parte del Mercado Común del Caribe, con el Mercosur y empieza a crecer sus exportaciones a países, como República Dominicana, México y en mayor medida China. Las exportaciones a China y las importaciones Chinas, representaban 0.1% y 0.4% del comercio total centroamericano en el año 2000, para 2009 ya repre- sentaban 4.3% y 5% respectivamente. En el mismo periodo las ex- portaciones a México y las importaciones de México pasaron de 2.3% a 3.2% del total y de 7.6% a 8% de las compras totales (gráfico 6).

Gráfico 5 mcca: participación porcentual en las exportaciones de bienes por bloque económicos, 200-2009

d) Con relación a las importaciones, disminuye la participación de las que provienen del Nafta, pero sigue siendo muy representativas, 45% del total. Aumenta con otros países de América y de Asia, con China. La participación de las importaciones Europeas también disminuye de 17% a 13.7% (gráfico 7)

116 Concepciones y evidencias de la integración económica en Centroamérica

Gráfico 6 mcca: participación porcentual en la balanza comercial por países

MCCA: participación porcentual enseleccionados, la balanza comercial 2000-2009 por países seleccionados, 2000-2009

2.0 Rep. Dom. 2009 0.2 México 2009 3.2 8.0 31.3 EUA 2009 36.2 China 2009 4.35.3 1.7 Rep. Dom. 2008 0.3 México 2008 3.6 8.1 30.6 EUA 2008 35.1 China 2008 3.4 5.2 Rep. Dom. 2007 1.6 0.2 Exportaciones 3.3 México 2007 8.3 Importaciones 31.4 EUA 2007 34.8 4.8 China 2007 5.1 Rep. Dom. 2003 0.11.2 2.9 México 2003 6.8 EUA 2003 38.4 41.9 0.9 China 2003 1.9 Rep. Dom. 2000 0.10.7 2.3 México 2000 7.6 EUA 2000 40.8 43.0 0.1 China 2000 0.9

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 Fuente: elaboración Cruz Álvarez Padilla con información SIECA. Fuente: elaboración de Cruz Álvarez Padilla con información de sieca.

Gráfico 7 mcca: participación porcentual en las importaciones de bienes por MCCA: participación porcentual en las importaciones de bienes bloquespor bloques económicos, económicos, 2000-2009

60 CA RICOM

MCCA 49.8 50 NAFTA 45.0 44.0 43.5 MERCOSUR

Otros 40 A mér ic a 35.2 Unión Europea Resto de 30 bloques 25.2

20 Participación porcentual 16.6 16.3 16.3 16.4 14.6 14.3 13.1 12.8 12.0 13.5 12.6 13.0 11.7 12.2 9.9 10 8.4 8.4 7.1 7.2

4.5 3.0 3.6 3.2 1.8 1.9 0.6 0.8 0.7 0.9 0 2000 2003 2007 2008 2009

Fuente: elaboro Cruz Alvarez con información de la SIECA. Años

117 Berenice P. Ramírez López

Centroamérica y las diversas propuestas de integración

Los diversos esquemas de integración en la región latinoamericana inte- ractúan con acuerdos de libre comercio de alcance bilateral y subregional y con propuestas de integración que intentan incluir perspectivas socia- les, de cuidado del medio ambiente y de desarrollo. A estas nuevas ini- ciativas se les ha denominado integración estratégica. Tomando en cuenta este proceso, el Sistema Económico Latinoame- ricano señala que:

[…] de manera heterogénea, en los esquemas preexistentes es posible identificarla aparición de nuevas prioridades y el abandono de otras, como son la progresiva y difí- cil atenuación del énfasis mercantilista que había predominado en todos los esquemas; la mayor atención hacia las asimetrías económicas y sociales entre los participantes; la incorporación de objetivos vinculados al desarrollo social; la inclusión de temas am- bientales; los intentos por construir una identidad comunitaria; los énfasis en la demo- cracia como contexto y como práctica interna del funcionamiento de los esquemas; la apertura hacia la participación de la sociedad civil en la definición de los rumbos y contenidos de la integración; y el avance hacia proyectos de cooperación de apoyo a la integración en áreas clave, como son la cooperación monetaria y financiera, seguridad alimentaria y cooperación energética, entre otras (sela; 2010: 11).

Considerando lo advertido por el sela como el contexto de lo que está sucediendo con los procesos de integración, pasaríamos ahora a tratar de identificar las propuestas de integración que interactúan en Centroamé- rica para tratar de plantear posibles escenarios a futuro. El análisis se centró en el mcca, con lo que se puede constatar que su énfasis es la integración económica y que el objetivo es que el crecimien- to del comercio intrarregional permita dinamizar el mercado interno y coordinar algunas de las políticas económicas que les den posibilidades de una negociación conjunta en el mercado mundial, de ahí el interés por la consolidación del arancel externo común y de la unión aduanera. El horizonte es consolidar el esquema comercial y abrir espacios con- juntos de inversión. Esto último lo lograrían mejor, desde su perspecti- va, con la consolidación y avance del cafta que inicia vigencia en enero de 2009. Sin embargo y aunque es muy corto el tiempo para evaluar el efecto del cafta hemos observado una caída en el comercio con los Es- tados Unidos, el impacto de la recesión estadounidense ha sido más que evidente, así como la caída de los precios de intercambio. Lo más desfa- vorable es que sigue prevaleciendo la perspectiva de ampliar el mercado, vía las exportaciones y no por la del aumento del ingreso y la demanda

118 Concepciones y evidencias de la integración económica en Centroamérica doméstica y regional, así como el efecto de la apertura que sin incentivos adecuadas a la planta productiva nacional, acentuó la dependencia de es- tos países así como sus papel de importadores más que de exportadores. Entre las opciones dr-cafta y mcca, si crecen más el comercio y los vínculos económicos en el primer esquema se desvirtuarán los que ha establecido el mcca, siendo el más grave el espacio que abrió a los bienes manufactureros e industriales y con ello a parte del mercado interno. Ahora bien, si la crisis de los Estados Unidos no logra ser supera- da de forma estable habría mayores posibilidades de consolidar vínculos económicos con otros países y bloques económicos. Seguiría creciendo la participación de China, y en menor medidas los países del Caribe, Vene- zuela y México. Con México, Centroamérica tiene una serie de vínculos bilaterales y subregionales que dan cuenta de las dificultades de avanzar en una propuesta común y permite corroborar que de la definición política de un acuerdo dependen los alcances y posibilidades de un proceso de in- tegración. México forma parte del Tratado de Libre Comercio (tlc) Triángulo Norte (México, El Salvador, Honduras), del tlc Nicaragua-México, tlc Costa Rica-México. Fue el impulsor del Plan Puebla Panamá que ahora se ha convertido en el Proyecto Mesoamericano. De la visión de acerca- miento político como estrategia de su participación en el ámbito latinoa- mericano y su bajo perfil en la relación económica con estos países, ahora encabeza uno de los espacios de crecimiento que la inversión privada nacional y extranjera, busca mediante las asociaciones públicas-privadas, impulsando la construcción de infraestructura en el Proyecto de Integra- ción y Desarrollo Mesoamérica3 para el tránsito internacional de mer-

3. El Proyecto de Integración y Desarrollo Mesoamérica, mejor conocido como Proyecto Mesoamérica, articula esfuerzos de cooperación, desarrollo e integración en la zona geográfica conformada por los siete países centroamericanos (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá), Colombia, República Dominicana y México, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Busca la instrumentación de proyectos en materia de infraestructura, conectividad y desarrollo social. Sus objetivos son: la superación de la pobreza mediante el impulso al desarrollo económico. Incrementar la competitividad de las empresas, mediante la inversión productiva en infraestructura de transporte, telecomunicaciones, logística y social. Generar sinergias en el contexto internacional, como en el caso de la vinculación de México y Colombia, socios naturales de los países centroamericanos. El Proyecto Mesoamérica está organizado en nueve grandes actividades, cuatro enfocadas a la construcción y operación de infraestructura (eje económico): transporte, energía, telecomunicaciones y facilitación comercial y competitividad y cinco al desarrollo social (eje social), en materia de salud,

119 Berenice P. Ramírez López cancías que incluye la red intercentroamericana de carreteras, el sistema de interconexión de los procesos de América Central, las tecnologías de la información y las comunicaciones, la autopista mesoamericana de la información y la modernización de aduanas y pasos fronterizos. Si miramos la perspectiva institucional, ahí aparece el Sistema de In- tegración Centroamericana (sica).4 El objetivo fundamental es la creación de la estructura institucional a favor de la integración, es la instancia que promueve la Reunión de Presi- dentes, el Consejo de Ministros, el Comité Ejecutivo, la Secretaría Gene- ral, la Corte Centroamericana de Justicia, el Parlamento Centroamerica- no, la Secretaria de Integración Económica Centroamericana (sieca), las secretarías especializadas, consejos, instituciones regionales y secretarías intergubernamentales. En los últimos dos años se enfocó a la creación del Organismo Superior de Control Regional, órgano de fiscalización y de rendición de cuentas de los recursos con los que cuentan. También le ha tocado encabezar las negociaciones de un Acuerdo de Asociación amplio con la Unión Europea, así como la ratificación del Tratado de Li- bre Comercio con los Estados Unidos. Ha formado parte en los procesos previos a la cumbre latinoamericana Cumbre de la Unidad, realizada el 22 y 23 de febrero de 2010 en Cancún, México, que llevo al nacimiento y constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe- ños (celac), que incluye objetivos políticos sociales y culturales. También participa en el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (pesa) que opera en Centroamérica desde el año 2000, y constituye una iniciati- va de alta prioridad para la fao.

desarrollo sustentable, desastres naturales, vivienda y proyectos productivos, denominados bienes públicos regionales (Sieca, op. cit.) 4. En 1991, los países centroamericanos, incluido Panamá, suscribieron el protocolo de Tegucigalpa que da origen al Sistema de Integración Centroamericana (sica). Dicho protocolo sustituye a la Carta de San Salvador firmada en 1951 que dio lugar a la Organización de los Estados Centroamericanos (odeca), como el marco institucional de la región. El sica estableció como objetivo central “alcanzar el desarrollo económico y social equitativo y sostenible de los países centroamericanos, que se traduzca en bienestar de sus pueblos y el crecimiento de todos los países miembros; mediante un proceso que permita la transformación y modernización de sus estructuras productivas, sociales y tecnológicas, eleve la competitividad y logre una reinserción eficiente y dinámica de Centroamérica en la economía internacional”. Se persigue en el futuro la construcción de la Unión Económica Centroamericana. Belice se incorpora al sica en diciembre de 2000 como Estado miembro; República Dominicana se incorporó en diciembre de 2003 en calidad de Estado Asociado y Taiwán como observador del proceso, misma condición que se le asigna a México en mayo de 2004 (Ramírez y Álvarez “Centroamérica 2008: la integración regional ante la crisis económica mundial”, Anuario de la integración latinoamericana y caribeña 2009, en prensa).

120 Concepciones y evidencias de la integración económica en Centroamérica

Una perspectiva diferente de integración es la que establece la Alian- za Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comer- cio de los Pueblos (alba- tpc) en la que participa Nicaragua persiguiendo diferentes formas de integración y financiamiento, más apegadas a las perspectivas de cooperación y de complementariedad económica, más los prioritarios elementos de objetivos políticos comunes.

Perspectivas y posibles escenarios

Ante la diversidad de acuerdos es muy probable que se susciten tensiones y contradicciones, así como que haya límites. Algunos esquemas conti- nuarán en la misma perspectiva que se han creado, como el mcca, con las consecuencias anotadas. En la diversidad que se debate la región, los acuerdos y tratados se- guirán expresando intereses económicos, afinidades políticas y conside- raciones estratégicas que muchas veces serán contrapuestos. Cabe recor- dar que los horizontes de los procesos de integración están determinados por el grado de integración nacional, así como las asimetrías y desigual- dades de los países participantes. La conformación de la nueva realidad mundial se asoma también a Centroamérica cuando identificamos que en la puesta en marcha de los tlc aparece la presencia de China. En el caso de la integración cen- troamericana, no se observa en el tipo de productos que se comercian que se haya impulsado la creación de pequeñas y medianas empresas, o que se haya estimulado la diversificación, así como una mayor incorporación de valor agregado o de creación de cadenas de valor. Pero como no se trata sólo de mirar la relación comercial, sino los intereses y espacios de inversión, la dependencia a los capitales y tecnología trasnacional segui- rá acentuándose mediante la disputa por los recursos naturales. Nuevas realidades de integración solo serán posibles si se logra una intervención directa de la sociedad civil en sus objetivos y diseños.

121 Berenice P. Ramírez López

Bibliografía cepal (2009). La integración económica centroamericana y sus perspectivas frente a la crisis internacional, México, lc/mex/L.954, 23 de diciembre de 2009, 41 pp. —— (2010), Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe, Santiago, 2010, 123 pp. —— (2010), Anuario Estadístico de América Latina, Santiago, 2010, 307 pp. Ramírez López, Berenice y Cruz Álvarez Padilla (2009), “Centroamérica 2008: la integración regional ante la crisis económica mundial”, Anuario de la in- tegración latinoamericana y caribeña 2009 [en prensa]. Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (sela) (2009), “Informe sobre el Proceso de Integración Regional, 2008-2009”, xxxv Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano, Caracas, Venezuela, octubre, 163 pp. ——- (2010), “Informe sobre el Proceso de Integración Regional, 2009- 2010”, xxxvi Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano, Caracas, Venezuela, octubre, 199 pp. Secretaría de Integración Económica Centroamericana (sieca). Sistemas de Estadísticas de Comercio de Centroamérica. Disponible en: http://estadisti- cas.sieca.int/Estadisticas/, http://www.sela.org.

122 La Alianza Bolivariana de las Américas y Tratado de Comercio de los Pueblos alba-tcp. Los avances hacia la Integración Latinoamericana en 2009

Elsa Ximena Roncal Vattuone

Introducción

Sin duda, el año 2009 se desenvolvió en un contexto económico interna- cional lleno de complejidad e incertidumbre como resultado de una de las más severas crisis económicas del mundo en muchas décadas, con sus correspondientes impactos en la estructura monetaria y financiera de la economía mundial y sus múltiples efectos en todos los países del mundo. Sin embargo y a pesar de este panorama, irrumpen en el escenario latinoamericano procesos de transformación en la búsqueda de socieda- des más justas e incluyentes: un ejemplo de esto son las transformaciones políticas, económicas y sociales que se desarrollan en Bolivia, Venezuela y Ecuador, procesos internos que se reflejan también en una mirada dis- tinta de las relaciones internacionales fundamentadas en el respeto a la soberanía, a la naturaleza y donde se prioriza la integración latinoameri- cana y del Caribe. Propuestas comunes que han fortalecido la construc- ción y continuidad del proceso de integración que promueve la Alianza Bolivariana de los Pueblos y Tratado de Comercio de los Pueblos, de la que estos países forman parte.1

1. Cuba, Nicaragua, Ecuador, Dominica, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda países pertenecientes a la alba-tcp.

123 Elsa Ximena Roncal Vattuone

En este breve recuento de los sucesos de 2009 se centrará la atención en tres aspectos que formaron parte del desenvolvimiento de la alba-tcp, para lo cual hemos dividido el recuento en tres puntos: 1. Más allá de la crisis: implementación de una Nueva Arquitectura Financiera con la constitución del Banco del Alba y el Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos () como mecanismo político, económico y finan- ciero en los acuerdos de integración entre los países pertenecientes a este esquema; 2. Empresas grannacionales y la creación proyectos y de em- presas grannacionales y fortalecimiento de las ya existentes orientadas a la complementariedad y el desarrollo de cadenas productivas; 3. Las cumbres del 2009, año en que se hace un breve recuento de las diversas cumbres que se llevaron a cabo en el transcurso del año, enfatizando sus propuestas y acuerdos que vienen consolidando el proyecto de integra- ción propuesto por la Alianza Bolivariana de las Américas y Tratado de Comercio de los Pueblos y finalmente las reflexiones finales

Más allá de la crisis2

Ante un Sistema Financiero Mundial en permanente crisis y vulnerabi- lidad, una de las respuestas regionales más importantes en esta década fue el acuerdo establecido por esta alianza en referencia al Sistema de Compensación Regional de Pagos,3 el cual representa, entre otras cosas, abandonar la dependencia con el dólar norteamericano, la búsqueda de la independencia de los mercados financieros mundiales y la posibilidad de avanzar hacia la constitución de una moneda común. El Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos4 (sucre) como una unidad de cuenta común que funcionará para realizar transac- ciones comerciales entre Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela y países que se incorporen a este sistema. Los debates en cuanto a su creación se iniciaron en el año 2008 a través de la formación de seis co-

2. Es partir de la crisis financiera del sudeste asiático, y a través de la“Iniciativa de Chiang Mai”, donde se propone por primera vez la necesidad para los países atrasados, de crear de algún tipo de estructura que regule la circulación internacional de capitales, y luego la necesidad de crear una nueva arquitectura financiera internacional. 3. Este sistema proyectó iniciar sus operaciones en enero de 2010. 4. Su creación se acuerda en la iii Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno del alba-tcp, con el objetivo de crear una zona monetaria con la finalidad de hacer frente a las recurrentes crisis y llevar a cabo actividades económicas complementarias.

124 La Alianza Bolivariana de las Américas y Tratado de Comercio de los Pueblos alba-tcp mités técnicos para evaluar sus objetivos y posible viabilidad del sucre, y no es sino hasta el 16 de abril de 2009 que se lleva a cabo la firma del Acuerdo Marco del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pa- gos (sucre), durante la v Cumbre Extraordinaria realizada en la ciudad de Cumaná, Venezuela. Este acuerdo fue firmado por el Estado Pluri- nacional de Bolivia, las Repúblicas de Cuba, Honduras, Nicaragua y la República Bolivariana de Venezuela, países que conforman la Alianza Bolivariana de las Américas (alba-tcp) y por la República de Ecuador, que en estas fechas aún no se incorporaba oficialmente a la alianza. El Sistema Único de Compensación Regional de Pagos5 se integra por cuatro ejes fundamentales: a) El Consejo Monetario Regional (cmr) como un Organismo de Derecho Internacional Público y máximo órgano de decisión del sucre. Entre sus objetivos destacan: “Promover y contribuir a pro- mover un sistema monetario regional transparente, generador de riqueza, estable, que fomente el desarrollo económico sustentable […] recomendar estrategias, políticas, medidas y mecanismos para prevenir o atenuar las crisis monetarias, financieras y bancarias, así como para expandir el comercio intrarregional y con terceros países que otorguen tratamiento justo” (alba-tcp: 2009). b) La Unidad de Cuenta Común “sucre” como moneda fiduciaria que se utilizará como unidad de cuenta que servirá de referente para el registro, compensación y valoración de las transacciones que se lle- ven a cabo a través de este sistema con el objetivo de la conformación de una zona monetaria regional, con la proyección a convertirse en una moneda física, y de esa manera ir eliminando la hegemonía del dólar. c) La Cámara Central de Compensación (ccc); como unidad operativa donde se desarrollaran actividades de compensación y liquidación de transacciones realizadas en el sistema. d) El Fondo de Reservas y Convergencia Regional (frcr), cuyo objetivo central es el de financiar los déficit comerciales temporales genera- dos en el sistema y reducir las asimetrías entre los países miembros. El frcc, cuyos recursos serán administrados bajo la modalidad de

5. En la vii Cumbre del alba-tcp realizada en Cochabamba-Bolivia el 17 de octubre de 2009, se aprueba la modificación de la denominación de Sistema Único de Compensación Regional de Pagos (sucre), por Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos, en el sentido que la denominación Único muestra el “sentimiento de unidad y objeto del sistema sucre”.

125 Elsa Ximena Roncal Vattuone

fideicomiso y administrados por un organismo multilateral, “se cons- tituirá mediante aportes en divisas y en moneda local de las Partes, en las proporciones, instrumentos y términos que se acuerden entre los países miembros” (2009).

El 17 de octubre de 2009 se firma del Tratado Constitutivo del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (sucre), en donde se esta- blecen las directrices para su funcionamiento con base a los principios de la alba-tcp, en el sentido de fortalecer la cooperación, la integración y complementación económica y financiera de los países latinoamericanos. El documento, en su artículo 1º, señala:

El presente Tratado tiene por objeto constituir y establecer las directrices generales para el funcionamiento del Sistema Unificado de Compensación Regional de Pagos (sucre), como mecanismo de cooperación, integración y complementación económi- ca y financiera, destinado a la promoción del desarrollo integral de la región latinoa- mericana y caribeña, así como también articular el funcionamiento de dicho sistema con los lineamientos establecidos por el Consejo Ministerial de Complementación Económica de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (alba-tcp) (2009).

El funcionamiento del sucre se regirá con base en los lineamientos esta- blecidos por el Consejo Ministerial de Complementación Económica además de un trabajo conjunto con el Banco del alba a través de la firma de acuerdos y convenios. El sucre tendrá un valor de 1.25 dólares esta- dounidenses y la moneda funcionará inicialmente de forma virtual. Como parte de la primera etapa del proceso de implementación del sucre, el 27 de noviembre de 2009 se constituye un grupo de trabajo tran- sitorio además de la realización de once reuniones técnicas y cuatro de comisionados presidenciales, que en una primera etapa permitirán sus- tituir el uso del dólar norteamericano en las transacciones comerciales.6 En la primera fase, el sucre será utilizado como una unidad de cuenta común (ucc) y como medio de pago entre los bancos centrales de cada país. La unidad de cuenta común calculará el intercambio comercial de productos, con base en el valor referencial de cada moneda local. El obje- tivo central es reducir la utilización de dólares como medio de intercambio monetario. El sucre estará respaldado por una contraparte de las monedas

6. Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y Las Granadinas no pueden incorporarse al sistema debido a sus compromisos en la Organización de Estados del Caribe Oriental (oecs).

126 La Alianza Bolivariana de las Américas y Tratado de Comercio de los Pueblos alba-tcp locales de las naciones participantes, posibilitando que los sucres puedan ser cambiados por la moneda que usa cada país, es decir; pesos cubanos, bolivianos, córdobas nicaragüenses o bolívares venezolanos. El Consejo Monetario Regional7 como máximo órgano, cuyos miem- bros tienen el mismo derecho independientemente del volumen comer- cial de que dispongan. Entre sus funciones principales está la de distribuir a cada país (a los bancos centrales) un monto determinado de sucre con el que operarán, además de ser el encargado de generar los mecanismos en los que podrán valorarse en dólares los productos intercambiables y de esa manera establecer los valores en términos de sucre, ponderados por el peso que tenga la moneda de cada país. Es decir, si Bolivia reali- zase una transacción con Nicaragua, ésta se llevaría a cabo en bolivianos y córdobas. Un aspecto importante que aún se encuentra en discusión se refiere a la definición de los bienes y servicios que formarían parte del sistema y de las compensaciones. El sistema entra en funcionamiento el 27 de enero de 2010 y el 3 de febrero de 2010 se realizó la primera opera- ción comercial del sucre: venta, por parte de la Empresa Mixta Socialista Venezolana de Arroz, de 360 toneladas de arroz a la Empresa Cubana Comercializadora de Alimentos, por la cantidad de 108 mil sucres. Este nuevo enfoque en la realización de las transacciones comercia- les plantea también una nueva manera de entender los objetivos de la integración al reducir la utilización del dólar en las transacciones finan- cieras y del comercio internacional podría permitir una disminución de la dependencia financiera, disminución de los costos de transacción, de vulnerabilidad y de riesgo generando mayor estabilidad al sector externo, la adopción de políticas monetarias y financieras propias que conduci- ría —entre otros aspectos— a generar planes de desarrollo interno, una reducción de las asimetrías, cumplir con los objetivos de complementa- riedad y reciprocidad entre los países y a la vez incrementar el mercado en esta región.

7. El Consejo Monetario Regional se conforma como el máximo órgano de decisión del sistema, sus funciones y su estructura orgánica fueron aprobadas en la Ley Aprobatoria del Tratado Constitutivo de sucre en enero de 2010. Entre las funciones de este organismo destacan la obligación de dictar políticas y normas necesarias para el funcionamiento interno del sucre, así como supervisar de forma permanente el cumplimiento de los dictámenes que emitan. Además se encargará de emitir y asignar sucres a cada uno de los Estados partes del alba y aprobar los presupuestos anuales y el régimen de autorización de gastos necesarios para el funcionamiento de este sistema de compensación.

127 Elsa Ximena Roncal Vattuone

En lo referente a la integración económica y financiera además de la consolidación de la nueva estructura financiera, se creó en 2008 el Banco del alba,8 para financiar proyectos multinacionales y el otorgamiento de créditos blandos, además de fomentar la unión monetaria mediante el sucre. En el año 2009 el Banco del alba9 financió diversos proyectos tanto de carácter económico como de tipo social entre los cuales se destaca: a) el proyecto alba-Salud que establece la creación de un Centro Regula- dor de Medicamentos con el propósito de distribuir y comercializar pro- ductos farmacéuticos para lo cual el banco decide asignar un monto de 3.4 millones de dólares; b) el fortalecimiento del sector energético, para lo cual se destina la cantidad de ocho millones de dólares para los países que integren el Tratado Energético del alba, con el objetivo de poten- ciar las capacidades técnicas, financieras y de disposición de los recursos energéticos; c) El banco decide también aportar la cantidad de seis mi- llones de dólares al proyecto alba-Cultura para fortalecer y promover la legitimación y preservación del patrimonio y de los valores culturales y de respeto de los valores populares latinoamericanos y caribeños. Otros proyectos a destacar del Banco del alba, que sin duda se con- traponen a la lógica de los organismos financieros internacionales, es la asignación de cinco millones de dólares para programas de alfabetiza- ción en Haití así como diversos proyectos agrícolas y programas de salud, con los cuales serán beneficiados varios países centroamericanos. Esta iniciativa de integración monetaria con una mirada distinta se propone proteger a los países de la alba-tcp de las inestabilidades del dólar y de las recurrentes crisis del sistema capitalista además de permi-

8. Los gobiernos de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Cuba aprobaron el Acta Fundacional y el capital inicial del banco el 26 de enero de 2008, en la vi Cumbre del alba-tcp. En el Acta Fundacional se establece que el banco “tendrá por objeto coadyuvar al desarrollo económico y social sostenible, reducir la pobreza, fortalecer la integración, reducir las asimetrías, promover un intercambio económico justo, dinámico, armónico y equitativo de los miembros del acuerdo alba” (2008). 9. Una función importante que corresponde desarrollar al Banco del alba es la administración de fondos especiales. Estos fondos se constituirían por acuerdos específicos de los bancos centrales, los gobiernos o las instituciones de los países miembros del banco o no. Dichos fondos contarían con los recursos necesarios por los propios participantes, constituyéndose el Banco del alba en su gestor y administrador. Estos fondos constituirían los canales para facilitar recursos a proyectos sin reintegro de los fondos o sin devengar intereses. Se incluyen proyectos bilaterales de integración, fondos de compensación, fondos para cubrir desbalances de balanza comercial o de la cuenta de capital, de ayuda por desastres naturales, centros de investigación, universidades u otros centros de preparación científico-técnica, etcétera.

128 La Alianza Bolivariana de las Américas y Tratado de Comercio de los Pueblos alba-tcp tir estrechar lazos de solidaridad, complementariedad y de intercambio regional.

Empresas grannacionales

La empresas grannacionales son incorporadas en el alba-tcp en el año 2008, iniciativa del gobierno venezolano en donde se plantea una forma de producción a nivel regional que esté articulada con base en las empre- sas estatales y con capital de los países miembros; son empresas públi- cas que funcionan con capital de uno o más países miembros. Según lo señaló el mandatario boliviano:

Sustituir a las grandes transnacionales con empresas binacionales llamadas “granna- cionales”, es instrumento económico de liberación frente a los instrumentos econó- micos de opresión, de sometimiento y de saqueo que especialmente eran las trans- nacionales […] Y estas propuestas de cooperación de Estado a Estado, de república a república, de nación a nación, son instrumentos económicos de cooperación y so- luciones a las familias abandonadas mediante un instrumento económico, el poder económico.

Las empresas grannacionales son definidas como la oposición de las empresas transnacionales, orientadas a priorizar la producción de bienes y servicios para la satisfacción de las necesidades humanas con el objetivo de romper con la lógica de reproducción y acumulación de capital. Estas empresas pueden ser binacionales, garantizando siempre la soberanía de los países. Cuando se trate de empresas grannacionales conformadas por varios países, la aportación de cada país se hace de acuerdo a las posibi- lidades de los mismos en este caso se habla de empresas multilaterales. En ambos casos las decisiones se toman por consenso. Son de propiedad estatal aunque se puede establecer acuerdos con empresas privadas, sin embargo el excedente generado se destina al crecimiento de la misma empresa o tienen como destino proyectos sociales. En su naturaleza constitutiva, las empresas grannacionales deben obedecer a los siguientes lineamientos: a) Partir de la noción de integración productiva, tomando en cuenta las necesidades de complementación económica entre los países que la integran priorizando las áreas para el desarrollo económico y so- cial. Mediante la utilización de las capacidades de cada país: recursos

129 Elsa Ximena Roncal Vattuone

energéticos, recursos financieros, materias primas, recursos huma- nos, recursos científicos y tecnológicos. b) La producción de estas empresas están destinadas al mercado intra- alba, para la conformación de una zona de comercio justo. Los exce- dentes se deben colocar en el mercado internacional. c) Las empresas grannacionales deben funcionar bajo los principios de complementariedad, solidaridad, cooperación, reciprocidad y susten- tabilidad, explotando racionalmente los recursos naturales, además de promover condiciones de trabajo digno y redistribución equitativa de las riquezas.

En el marco del Acuerdo de Seguridad y Soberanía Alimentaria de los países miembros de y el alba, el cual establece por objeto “establecer el marco institucional para crear la iniciativa Regional alba- Alimentos, y coadyuvar al desarrollo de las Partes de un proceso amplio y sostenido de cooperación, complementariedad e integración, que con- tribuya a garantizar la Seguridad y Soberanía Alimentaría de las mismas” (Acuerdo Marco, 2009: 77). En febrero de 2009 se firma el Acuerdo para la Constitución de la Empresa Grannacional de Alimentos, en el cual se señala las condiciones de esta unión estratégica de soberanía y seguridad alimentaria así como sus principales funciones:

a) Coordinar y/o ejecutar directivas y mandatos de la Secretaría Técnica Ejecutiva del Consejo Ministerial. b) Coordinar proyectos agropecuarios en los países miembros, con el financia- miento de los diferentes fondos identificados para:

1. Coordinar programas y proyectos de cooperación tecnológica, capacitación téc- nica, servicios técnicos y actividades relacionadas con el uso racional de los re- cursos naturales y energéticos de la región, para lograr la producción sostenible de alimentos. 2. Materializar la realización de contratos de suministro de insumos, constitución de empresas mixtas y demás actividades operativas asociadas a la ejecución del Acuerdo de Seguridad y Soberanía Alimentaria. 3. Coordinar programas y proyectos de infraestructura que coadyuven al manejo soberano de la producción agrícola, en función del bienestar y del aumento de la calidad de vida de los pueblos. 4. Apoyar la planificación, organización y desarrollo conjunto de capacidades de transportación, recepción, almacenamiento, distribución y comercialización de insumos y de la producción agroalimentaria entre los países miembros.

130 La Alianza Bolivariana de las Américas y Tratado de Comercio de los Pueblos alba-tcp

c) Establecer vínculos operativos con las instituciones y/o empresas nacionales, binacionales o regionales que para el cumplimiento de este Acuerdo, las Partes creen o decidan incorporar. d) Supervisar el estado de ejecución de los proyectos y rendir informes técnicos y financieros a la Secretaría Técnica Ejecutiva (Acuerdo para la Constitución de Grannacional de Alimentos, 2009: 83).

En el mes de abril, en la v Cumbre Extraordinaria se aprueba para su puesta en marcha los proyectos: Fondo Cultural del alba; Empresa Grannacional de Energía, Gas y Petróleo y la creación de un Centro Regulatorio que elabore el Registro Sanitario del alba (albamed). En esta misma fecha se aprueba también la asignación de recursos por el Banco del alba. En la vi Cumbre Extraordinaria celebrada en junio de este año y en el marco del proyecto Grannacional alba-Educación, se acuerda cons- tituir la Universidad de los Pueblos del alba-tcp (unialba), como una red de universidades para promover el desarrollo científico, tecnológi- co y la diversidad de saberes y de inclusión. En esta misma cumbre se acuerda el desembolso de 50% del financiamiento no reembolsable para la ejecución de los Proyectos de alba Alimentos (alba-Petrocaribe), co- rrespondientes a San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas, Belice, Jamaica, Honduras, Guyana, Suriname y Nicaragua, procedente del Fondo alba-Alimentos. Se acuerda la conformación de cinco empresas grannacionales: Em- presa Grannacional de Importaciones y Exportaciones del alba (impor- tación y exportación de propiedad estatal); Empresa Grannacional de Aluminio; Empresa Grannacional en Hierro y Acero, Institutos Granna- cionales de Investigación y Evaluación de Geología, Minería y Metalur- gia, y Empresa Grannacional de Minas y Metalurgia. El 17 de octubre del 2009 se firma en Venezuela el Acuerdo Marco para la constitución de la empresa grannacional de exportaciones e im- portaciones del alba (albaexim), donde se señala que la importación y exportación deben atender a la satisfacción de las necesidades sociales, incrementar los niveles de intercambio comerciales, además expresa que el intercambio comercial debe llevarse a cabo en función de las necesi- dades internas de los países mediante el establecimiento de alianzas que permitan ampliar, fortalecer las rutas comerciales y garantizar la integra- ción productiva del alba-tcp. En esta misma fecha, Bolivia y Venezuela firman una Acta Compro- miso para la creación de la empresa Grannacional de Hierro y Acero que

131 Elsa Ximena Roncal Vattuone se encargará de la planificación de la explotación del yacimiento del Mu- tún ubicado en Bolivia; con el objeto de “garantizar su sostenibilidad y sustentabilidad, a fin de contribuir al desarrollo de la industria del acero, con un sentido de integración y complementación”, señala el documen- to. Para llevar a cabo el proyecto se establecieron dos comisiones: una técnica y la otra jurídico-legal y como órganos rectores se designaron por parte de Venezuela al Ministerio Popular para las Industrias Básicas y la Minería y al Ministerio de Minas y Metalurgia por parte de Venezuela. Como parte de los acuerdos bilaterales y la creación de empresas mixtas, el Grupo de Aluminios de Cuba (alcuba) y la Corporación Ve- nezolana de Guayana (cvg) suscribieron una carta de compromiso para la constitución de una Empresa Socialista de Capital Mixto dedicada a la transformación, comercialización, distribución, importación y exporta- ción de aluminio y procesamiento de vidrio plano en Cuba, Venezuela y en el área centroamericana y caribeña.

La cumbre de 2009

El año 2009 se ha constituido para la alba en un periodo importante para lograr avances en materia de integración desde la perspectiva de solidaridad, cooperación, soberanía y complementación, los cuales se fueron desarrollando mediante la formalización de diversos proyectos económicos y sociales encaminados a consolidar los espacios de integra- ción latinoamericana. A continuación, hacemos referencia a las cumbres realizadas en este recuento, donde destacamos los momentos, acuerdos y documentos más relevantes desarrollados por la alba-tcp en el camino por construir un esquema de integración alternativo: iv Cumbre Extraordinaria: Caracas-Venezuela

02 de febrero de 2009 Se desarrolló un balance de los logros alcanzados en los cuatro años de existencia de este esquema en los proyectos de cooperación: salud, edu- cación, seguridad alimentaria, la cultura, seguridad energética y el desa- rrollo de industrias locales.

132 La Alianza Bolivariana de las Américas y Tratado de Comercio de los Pueblos alba-tcp

Por su parte, la Comisión Política del alba10 celebra su viii reunión en la que se resuelve la ampliación de las actividades crediticias del Banco del alba a los países miembros de Petrocaribe y a otros países latinoame- ricanos, la evaluación sobre la creación de una empresa grannacional de soya. Se plantea la necesidad de establecer trabajo conjunto con esque- mas de integración regionales como el Mercosur, el sica, la aec, la oeco, el Caricom, y otros, además de promover la instalación del Consejo de Movimientos Sociales11 del alba.

v Cumbre Extraordinaria: Cumana-Venezuela

16 y 17 de abril de 2009 En esta cumbre, Paraguay plantea la necesidad de un tratamiento especial y diferenciado a los países con menor desarrollo relativo sin litoral marí- timo y de avanzar en la integración regional energética en el Cono Sur. Se constituye una comisión interregional coordinada por el Ministe- rio del Poder Popular para las Telecomunicaciones y la Informática para la fijación de políticas en cuanto a la implementación de los programas sociales, mostrando de esta manera el énfasis no sólo en aspectos econó- micos sino además en otros que abordan cuestiones sociales; lo anterior se consolida con la creación del Consejo Ministerial del alba-tcp para los programas sociales.12

10. La Comisión se reunió en la sede del Banco del alba, en la ciudad de Caracas, República Bolivariana de Venezuela, el día 27 de febrero de 2009. 11. La i Cumbre del Consejo de Movimientos Sociales fue celebrada en Cochabamba en octubre de 2009. Este consejo tiene como objetivos fundamentales: el pluralismo en los países latinoamericanos y en el mundo entero, sustentada en la armonía entre los pueblos y la madre tierra para el buen vivir, para la construcción de una “Patria Social Comunitaria”, descolonizada. Se formó un Comité presidido por Bolivia, además de la propuesta de conformación del Consejo de Movimientos Sociales del alba-tcp en un plazo de seis meses. Entre las propuestas de acción destaca la de adoptar los “10 mandamientos para salvar la vida y el planeta, la humanidad y la vida” propuesto por el presidente Evo Morales como principios fundamentales de los movimientos sociales. Se debatieron siete ejes programáticos en economía comunitaria, cambio climático, soberanía alimentaria, crisis civilizatoria, consulta y participación sistemática en proyectos y megaproyectos, autonomía-autodeterminación y fundamentación alba-tcp. 12. Esta decisión es tomada en la vi Cumbre Extraordinaria en Maracay-Venezuela en Junio de 2009.

133 Elsa Ximena Roncal Vattuone vi Cumbre Extraordinaria: Maracay-Venezuela

24 de junio de 2009 Se decide el cambio de nombre a Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América “en el entendido que el crecimiento y fortaleci- miento político del alba-tcp la constituye en una fuerza real y efectiva”,13 nombre que implica además de una fuerza económica, también una fuerza geopolítica. Formalizan su ingreso como miembros plenos al alba: Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda. Se plantea la necesidad de conformar una Zona de Complementa- ción Económica para la coordinación de esfuerzos económicos para lo cual se instala el Consejo Ministerial de Complementación Económica.14 En esta cumbre también se refuerza a la propuesta paraguaya de inte- gración energética regional y la soberanía de los países en cuanto a estos recursos (propuesta hecha en la v Cumbre extraordinaria). Se crea el Consejo Ministerial del alba-tcp para los Programas So- ciales con el objetivo de dar seguimiento e instrumentar programas so- ciales. Este Consejo Ministerial se conforma por representantes directos de los Jefes de Estado y de Gobierno del alba-tcp. Se crea el Consejo Ministerial de Mujeres del alba-tcp, como un es- pacio visibilizador y protagónico de las mujeres que aseguren la transver- salidad de género de todas las iniciativas e instrumentos de integración que surjan del alba-tcp. Se suscribe el Convenio de Reconocimiento de Títulos o Diplomas de Educación Superior para la movilidad de estudios universitarios en los países del alba-tcp.

13. Declaración de la vi Cumbre Extraordinaria del alba-tcp. 14. El i Consejo Ministerial de Complementación Económica (o integración) se instaló en Caracas el 3 de agosto de 2009, se constituye como instancia de coordinación de estrategias, políticas y proyectos para la complementación productiva, agroalimentaria, industrial, energética, comercial, financiera y tecnológica, con la finalidad de conformar una zona económica de desarrollo compartido del alba, que tiene como sustento el Tratado de Comercio de los Pueblos (tcp). El consejo trabajará en dos niveles: un nivel ministerial en el que se encargará del diseño de estrategias y el segundo nivel encargado de estudios, propuestas y proyectos para lo cual se crearon ocho grupos de trabajo: complementación industrial y productiva, complementación comercial, nueva arquitectura financiera, integración energética, seguridad y soberanía alimentaria, soberanía tecnológica, turismo, infraestructura y transporte.

134 La Alianza Bolivariana de las Américas y Tratado de Comercio de los Pueblos alba-tcp

Se firma del Acta Constitutiva de la Comisión del Grupo alba para la Conmemoración del Bicentenario del inicio de la Revolución de Inde- pendencia en América Latina. vii Cumbre: Cochabamba-Bolivia

17 de octubre de 2009 El trabajó se desarrolló sobre cuatro aspectos centrales: el primero la creación de un Tribunal Internacional de Arbitraje que reemplace al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversio- nes (ciadi) con el propósito de consolidar la soberanía y la autodeter- minación frente a los tradicionales organismos financieros internaciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; el segundo aspecto, referente al acuerdo de conformación de la empresa comercia- lizadora grannacional de exportaciones e importaciones albaexim con el objeto de alcanzar la complementariedad comercial de los países del alba-tcp. Como tercer aspecto se fijaron los Principios Fundamentales que sustentan el “Tratado de Comercio de los Pueblos (tcp), con el obje- tivo de desarrollar y fortalecer el comercio regional basado en la comple- mentariedad, solidaridad y cooperación para el Vivir Bien” y finalmente se aprueba el Plan de acción para el Desarrollo del Comercio en la Zona Económica de Desarrollo Compartido del alba-tcp. Los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros aproba- ron la adecuación de la estructura del alba-tcp en tres Consejos Ministe- riales: el Político, el de Complementación Económica y el Social, con el Consejo Político15 como responsable de definir las competencias, funcio- nes y procedimientos de trabajo para dichas instancias. Se establecen los Principios Fundamentales del Tratado de Comercio de los Pueblos (tcp), con el objeto de desarrollar el comercio regional basado en la complementariedad, solidaridad y cooperación para el Vivir Bien.

15. El Consejo Político, conformado por los Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados Miembros, celebra su primera reunión en Quito, Ecuador, el 9 de agosto de 2009, la cual coincide con la cuarta reunión ordinaria del Consejo Ministerial. Donde se acordaron, entre otros aspectos, lo siguiente: “adoptar lineamientos comunes sobre los temas esenciales de la agenda internacional; realizar consultas antes de reuniones de especial interés para concertar posiciones específicas y alcanzar nuestros objetivos comunes; […] continuar con las consultas intrarregionales respecto del establecimiento de la Organización de Estados Latinoamericanos y del Caribe”, con el objetivo de consolidar la independencia económica y política de la región con el fomento a la integración, cooperación y solidaridad.

135 Elsa Ximena Roncal Vattuone

Aprueban el Plan de Acción para el Desarrollo del Comercio en la Zona Económica de Desarrollo Compartido del alba-tcp, en el cual se establecen siete áreas de acción: 1) Cooperación e intercambio de in- formación, 2) Capacitación, 3) Reconocimiento mutuo, 4) Simplifica- ción de trámites, 5) Rutas geopolíticas. 6) Eliminación de barreras que obstaculicen la complementación y 7) Identificación de nuevos actores económicos. En cada una de éstas áreas se definen de manera particular las acciones a realizar con la “determinación de llevar a la práctica el presente Plan de Desarrollo e Implementación en Materia Comercial” (Plan de Acción, 2009: 134). Se crea el Fondo Editorial Educativo alba-tcp con la finalidad de fa- cilitar la elaboración, publicación y distribución de materiales educativos común a los países miembros y el fortalecimiento de políticas educativas. Este fondo es coordinado por Bolivia. Se acuerda la constitución del Comité Ministerial de Defensa de la Naturaleza del alba-tcp, para la elaboración de una agenda ambiental del alba-tcp que permita desarrollo y la implementación de los derechos de la Madre Tierra y en este contexto se señala que sólo a través de del reconocimiento de los derechos de la Naturaleza, se puede preservar la vida en el planeta, es así como se presenta la Declaración Especial por una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, que en el apartado número 6 señala los aspectos centrales de este reconocimiento:

6. La Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra debe reconocer entre otros: 6.1. El derecho a la vida, que significa el derecho a existir. Todo ecosistema, especie animal o vegetal, nevado, río o lago tiene derecho a existir sin estar amenazado por la actividad de los seres humanos cuyos derechos terminan cuando atentan contra la supervivencia de la Madre Tierra, rompiendo el equilibrio y la convi- vencia con la naturaleza. 6.2. El derecho a la regeneración de su biocapacidad y sus ciclos vitales. Si los seres humanos consumimos y derrochamos más de lo que la Madre Tierra es capaz de dar a nosotros mismos. 6.3. El derecho a un ambiente sano, que significa el derecho de la Madre Tierra, los ríos, los peces, los animales, los árboles a vivir al igual que los seres humanos libres de contaminación, envenenamiento e intoxicación. 6.4. El derecho a la armonía y al equilibrio entre todos y todo. Es el derecho a ser reconocido como parte de un sistema del cual todos somos interdependientes. Es el derecho a convivir en equilibrio con los seres humanos. En el planeta hay millones de especies vivas, pero sólo los seres humanos tenemos la conciencia y la capacidad de controlar nuestro propio accionar para promover la armo-

136 La Alianza Bolivariana de las Américas y Tratado de Comercio de los Pueblos alba-tcp

nía con la naturaleza (Declaración por una Declaración de los Derechos de la Madre Tierra, 2009: 139). viii Cumbre: La Habana-Cuba

13 y 14 de diciembre de 2009 Los Jefes de Estado y de Gobierno aprueban el documento de Estruc- tura y Funcionamiento del alba-tcp y las definiciones y atribuciones de sus órganos principales en correspondencia con las decisiones adoptadas por la alianza a partir de la cumbre celebrada en Maracay, además de la propuesta de organización y funcionamiento de las empresas y proyectos grannacionales. Instan al gobierno de Colombia a reconsiderar la instalación de bases militares establecidas en el Acuerdo para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad con los eeuu de conformidad a lo esta- blecido en la declaración de la vii Cumbre alba-tcp en Cochabamba en octubre del 2009.

Reflexiones finales

El año 2009 la Alianza Bolivariana de los pueblos de nuestra América y Tratado de Comercio de los Pueblos (alba-tcp) vivió una de las etapas más importantes de sus cinco años de existencia al poner en marcha el Sistema Único de Compensación Regional de Pagos (sucre), cuyo obje- tivo de “desplazar” al dólar en las transacciones comerciales, representa una respuesta y cuestionamiento al modelo económico neoliberal, y cuyas implicaciones no solamente se manifestarán en el plano económico sino también en los ámbitos político y social. Sin embargo, los retos son aun más complejos, si bien es cierto en este periodo de desenvolvimiento se han logrado importantes avances a favor de desarrollar diversos proyectos y programas que impacten en la distribución de la riqueza, a favor de la democracia y la eliminación de la marginalidad, muchos otros proyectos aún se encuentra simplemente en papel o están siendo rebasados por la realidad, otro de los retos cla- ves de los países miembros es el de alcanzar convergencias económicas, políticas y sociales a partir de intereses comunes. Lo anterior aunado a la heterogeneidad de proyectos internos y los conflictos de resistencia

137 Elsa Ximena Roncal Vattuone también interna que pueden ir debilitando la credibilidad de la alianza y ser aprovechado por estos diversos grupos opositores. El sistema capitalista reformula permanentemente sus estrategias a través de sus modelos —como el neoliberal— con la finalidad de conti- nuar con su hegemonía, lo cual obliga a poner el mayor acento posible en todos los proyectos pero sobre todo llevarlos a su práctica. Pese a todo, es innegable que esta alianza representa un intento de ruptura con los paradigmas dominantes de los modelos de integración latinoamericana, haciendo énfasis en la participación y construcción de un Estado social incluyente comprometido con las necesidades de las sociedades y de los sectores vulnerables, una nueva mirada de lo que representa un proceso de integración que va más allá de las relaciones comerciales en el entendido de promover una economía más justa, de desarrollo endógeno, de desmercantilización de la Naturaleza, de respe- to a las diferencias, de promoción a la educación, salud y vivienda, que dignifiquen al ser humano. La Alianza Bolivariana para los Pueblos de América y Tratado de Comercio de los Pueblos representa una estrategia política e ideológica de lucha contra los resultados de las medidas del neoliberalismo e instru- mento que permita avanzar en la reducción de las asimetrías económicas y sociales de los países así como avanzar en este imaginario de integra- ción alternativa

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140 Dimensión política

Debilidades, fortalezas y amenazas en el proceso de autonomización de América Latina

Alberto Rocha Valencia

El mundo, desde los años noventa, ingresó en un proceso intenso de cambios y transformaciones que cuestiona todo lo que encuentra a su paso. La globalización y la regionalización cuestionan al sistema mundo moderno/colonial y a cada uno de sus subsistemas constitutivos; además de cuestionar el orden geopolítico y geoeconómico mundial y el regional —las regiones internacionales se autonomizan—. Así, la hegemonía de eu ha quedado convertida en pura supremacía. No nos cause extrañeza que el ideal de unidad y autonomía de alc esté de vuelta, después de haber navegado por las aguas torrentosas y peligrosas de los dos siglos de la hegemonía inglesa y la norteamericana. Y esta es la clave para leer los tiempos que vivimos en nuestra región latinoamericana y caribeña.

Hacia la unidad y autonomía, pero los peligros acechan

América Latina y el Caribe emprendieron el camino de la unidad y de la autonomía, como resultado de la confluencia de varios procesos: auge de los movimientos sociales àdinamización de las sociedades civiles à renovación de las elites políticas, sociales y académicas à arribo de los gobiernos de izquierda moderada (desde Hugo Chávez en 1998 hasta Mauricio Funes en 2009) à emergencia y liderazgo de Brasil como poten- cia regional-global à creación de la Unasur à constitución de la alba à

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Primera y segunda Cumbre de América Latina y el Caribe.1 En sínte- sis, la autoafirmación socio-política latinoamericana, el reimpulso del desarrollo endógeno nacional-regional y el fortalecimiento del proceso de integración regional han logrado reconsiderar, revalorar, promover y relanzar el proceso hacia la unidad y autonomía de la región. Por un lado, con el concepto de “unidad” se postula la vinculación especial (interde- pendencia compleja) de las cuatro subregiones de alc, sin menoscabo de sus particularidades y diversidades. Por otro lado, con el concepto de “autonomía” se plantea la consecución de capacidades propias (mate- riales y no-materiales en cada una de las cuatro subregiones) para lograr una autosuficiencia y bienestar regionales adecuados y sobre la que se erija un gobierno regional emancipado entre las regiones y en la globali- zación del mundo. Empero, en este contexto regional los peligros acechan. Después de los primeros meses de expectación con el gobierno de Obama, la política exterior norteamericana continúa casi de la misma manera que con el se- gundo mandato de G. W. Bush.2 Se reactivaron las Cumbres de las Amé- ricas (¿sin proyecto alca?), se continuó con las Cumbres de los Caminos a la Prosperidad de las Américas, se revitalizó la iv Flota Naval con des- tino sudamericano, se extendieron las bases militares en Colombia y Pa- namá y se reforzaron las de Honduras, se propició y respaldó el golpe de estado en Honduras (28 de junio), un golpe preventivo contra la supuesta influencia del alba y de Chávez y para propiciar la formación de un go- bierno de derecha y neopanamericano; se contuvo la acción de la oea en el proceso para buscar la solución del golpe de estado en Honduras, lo cual puso en duda la validez de la Carta Democrática Interamericana (aprobada el 11 de septiembre de 2001); se continuó con el bloqueo de Cuba, finalmente están trabajando para aislar al grupo de países agrupa- dos en el alba y, sobre todo, al gobierno de H. Chávez. ¿Estamos ante la reedición estadounidense de una política exterior de intimidación y de desactivación de los procesos autónomos latinoamericanos? También es importante anotar que dos gobiernos de izquierda moderada perdieron

1. Consultar Rocha V., Alberto (2010), “La integración regional como vía para alcanzar la autonomía de América Latina”, Revista Contextualizaciones Latinoamericanas, núm. 2, Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos, Universidad de Guadalajara, enero- junio. 2. Consultar Rocha V, Alberto y Daniel E. Morales R. (2010), “El Sistema Político Internacional de post-Guerra Fría y el rol de las potencias regionales mediadoras. Los casos de México y Brasil”, Espiral, núm. 43, Universidad de Guadalajara, septiembre-diciembre.

144 Debilidades, fortalezas y amenazas en el proceso de autonomización de América Latina en elecciones presidenciales, lo que permitió que dos políticos conserva- dores y multimillonarios llegaran a los gobiernos de Panamá y de Chile, respectivamente. Por último, con terremotos muy fuertes la naturaleza se ensañó con Haití (enero 2010) y Chile (febrero 2010), dejado al primero casi en escombros y al segundo muy afectado. El terremoto en Haití per- mitió a eu el despliegue de su iv Flota para realizar una ayuda humanita- ria sin precedentes, la que fue vista como un acto de fuerza y casi como una invasión militar encubierta. En fin, eu han acentuado su control e intervención en la región y las oligarquías conservadoras y neoliberales se están recuperando en va- rios países. El eje de gobiernos neoliberales y neopanamericanos se ha fortalecido (Chile, Perú, Colombia, Panamá, Honduras y México). Pero, muy a pesar de todo esto, alc ha continuado con el gran impulso de la i Cumbre de América Latina y el Caribe.

Debilidades en el proceso de autonomización

En 2009 aparecieron las debilidades en el proceso integración-autonomi- zación de alc, pues el gobierno de Barack H. Obama comenzó a elaborar y precisar una política exterior para alc. En primer lugar, retomó el Pro- ceso de Cumbre de las Américas (estancado desde 2005) y, en segundo lugar, reemprendió la vía que se había trazado al final del segundo Gobierno de G. W. Bush, esto es los “Caminos hacia la prosperidad de las Américas”. La v Cumbre de las Américas era el primer contacto del nuevo pre- sidente demócrata de los eu con todos los presidentes de alc (excepción de Cuba). Respecto de esta reunión político-diplomática había muchas expectativas, aunque también mucho escepticismo. Las expectativas se fundaban en las nuevas posibilidades de cooperación que se podrían abrir cuando el nuevo jefe demócrata de la casa Blanca se reuniera con sus pares los jefes y jefas de gobierno de los países de América Latina y el Caribe; entre ellos, con los de izquierda moderada. El escepticismo se basaba en las prácticas distantes y unilaterales de los dos gobiernos de G. W. Bush respecto de toda alc. Todo parece indicar que el encuen- tro entre los presidentes de las Américas fue sumamente constructivo y prometedor. El presidente de eu, quien había visitado previamente al presidente de México, pudo departir amigablemente con todos sus pares de las Américas; también logró acercarse a sus pares del sica, la Caricom

145 Alberto Rocha Valencia y la Unasur. En síntesis, todo indica que se lograron restablecer los ca- nales de diálogo y cooperación entre los gobiernos de las Américas, que un clima de respeto político-diplomático mutuo se instaló en el sistema político interamericano y que América Latina y el Caribe se mantuvo cohesionada, soberana y autónoma. Debido a ello se logró plantear la de- manda general de todos los presidentes de los países de alc para que eu levante el bloqueo injusto e ilegal contra Cuba y para su reincorporación al Sistema Interamericano y a la oea. El clima político y diplomático fue tal que incluso el presidente Hugo Chávez de Venezuela decidió reponer su embajador en Washington, quien había sido retirado por diferencias políticas. Pero, al final de la cumbre se presentaron algunos problemas con la firma de la Declaración de Compromiso de Puerto España, que por haber sido redactada y acordada con anterioridad, estaba bajo la in- fluencia de la diplomacia del gobierno saliente de G. W. Bush y no toma- ba en cuenta la crisis financiera global en curso en el mundo. Ahora, echemos una mirada rápida a la “Declaración de Compro- miso de Puerto España: Asegurar el futuro de nuestros ciudadanos promoviendo la prosperidad humana, la seguridad energética y la sus- tentabilidad ambiental”.3 En el preámbulo del documento aparecen las ideas principales: renovación de la cooperación, integración y solidari- dad; compromiso de protección y promoción de las libertades públicas y civiles, de mejoramiento del bienestar social, económico y cultural de todos los pueblos; crear condiciones para lograr justicia, prosperidad, se- guridad y paz para los pueblos de las Américas, entre otras ideas impor- tantes. Enseguida, el documento se organiza en torno a cuatro ejes temá- ticos importantes: prosperidad humana, seguridad energética y pública, sostenibilidad ambiental y gobernabilidad democrática. En fin, lo importante es que la v Cumbre de las Américas, en primer lugar, ha permitido retomar y relanzar el llamado Proceso de Cumbres de las Américas; esto es, se continuarán reeditando las Cumbres de las Américas, las Reuniones de Ministros de las Américas (en los diversos ramos contemplados) y otras reuniones complementarias, y también se reactivará el esquema institucional creado para la implementación y se- guimiento de las decisiones tomadas por los presidentes de las Américas; en segundo lugar, se ha logrado establecer una conexión entre el espíritu

3. v Cumbre de las Américas, Declaración de Compromiso de Puerto España, Puerto España, Trinidad y Tobago, 19 de abril de 2009. Disponible en: http://Summit-americas.org/V_Summit/ dcl_comm_por_sp.pdf

146 Debilidades, fortalezas y amenazas en el proceso de autonomización de América Latina de las Cumbres de las Américas y el aliento de la Alianza para la Segu- ridad y Prosperidad de América del Norte; en tercer lugar se mantiene la idea de la integración comercial hemisférica, aunque no se busca reto- mar y reactivar el fracasado proyecto alca; finalmente, queda latente la posible continuidad con la firma de tlc bilaterales entre eu y otros países de alc. Poco tiempo después tuvo lugar la ii Reunión Ministerial de los “Ca- minos hacia la Prosperidad de las Américas”,4 el 31 de mayo, y pudimos ver con claridad cómo el gobierno de Barack H. Obama retomaba el legado de política exterior dejado por George W. Bush para alc. En esta reunión ministerial participaron los países miembros del tlcan y sica-rd, así como Colombia, Perú y Chile; además asistieron como observadores los representantes gubernamentales de Brasil, Ecuador y Uruguay. Esta reunión sirvió para que se siguieran apuntalando los objetivos trazados en la i Reunión Ministerial: “Reconocemos que los Tratados de Libre Comercio contribuyen al crecimiento económico y desarrollo integral de nuestras sociedades, y resolvemos trabajar en la profundización de los lazos comerciales que nos unen, promoviendo nuestras iniciativas comer- ciales y de inversión con un espíritu de inclusión social”; “Resolvemos además redoblar nuestros esfuerzos para adoptar políticas y programas que fomenten la prosperidad y el desarrollo sostenible […]”. Además, en esta reunión se utilizó como “termómetro” para mediar la temperatura de las opiniones acerca del tema de la reincorporación de Cuba a la oea, tema que se abordaría en la xxxix Asamblea General de este organismo continental. Esta ii Reunión Ministerial, con toda certeza, es la rehabilitación del neopanamericanismo unilateral o del llamado “Plan B del alca”. El go- bierno de Barack H. Obama continúa con la política exterior de George W. Bush para alc, pues ha logrado reagrupar a todos los países que han firmado algún tlc con eu con la finalidad de lanzar una estrategia de in- tervención en toda la región; claro está, de manera más diplomática, con- sensuada y colocando el acento en el tema de la prosperidad, aunque sin dejar de lado el de la seguridad. ¿Pero qué más se busca con una alianza de gobiernos que comienza en América del Norte, sigue en Mesoamé-

4. Caminos a la prosperidad en las Américas (2009), “Declaración, ii Reunión Ministerial, Caminos a la Prosperidad en las Américas”. Disponible en: http://www.pathways-caminos.gov/ docs/125263.htm. Fecha de consulta: julio de 2009.

147 Alberto Rocha Valencia rica y Centroamérica (incluye la República Dominicana) y continúa por Colombia, Perú y Chile?

Fortalezas en el proceso de autonomización

Las fortalezas también están presentes en el curso del proceso de inte- gración-autonomización de alc. Es cierto que los gobiernos de izquierda moderada juegan roles destacados, no solamente porque constituyen un grupo muy importante sino porque logran convencer y establecer con- sensos con los gobiernos neoliberales. Dos acontecimientos son de sin- gular importancia, uno relacionado con la xxxix Asamblea general de la oea y otro con la preparación de la ii calc. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, que estuvo presente en la ii Reunión Ministerial de los “Caminos hacia la Prosperidad de las Américas”, también participó en la investidura del nuevo presidente de El Salvador, Mauricio Funes, que tuvo lugar un día después, el 1º de junio de 2009. Dicho sea de paso, también en El Salva- dor arribó al gobierno un político de la izquierda moderada. Esta estadía de la secretaria de Estado del gobierno de eu fue muy corta, puesto que al día siguiente debería estar presente en San Pedro de Sula, Honduras, para asistir a la xxxix Asamblea General de la oea. Efectivamente, la xxxix Asamblea General se realizó en san Pedro de Sula los días 2, 3 y 4 de junio. Como se trataba de un periodo ordinario de sesiones la agen- da era muy densa, pero uno de ellos se refería a la situación de Cuba, excluida de este organismo desde 1962, es decir desde hace algo más de 47 años. La propuesta para levantar sin condicionamiento alguno la exclusión de Cuba fue apuntala por los gobiernos de izquierda moderada y era en general aceptada por todos los gobiernos de alc. No era el caso del gobierno de los eu representado por su secretaria de Estado Hillary Clinton, pues se argumentaba que primero el gobierno de Cuba debería demostrar su buena voluntad emprendiendo cambios y reformas enca- minados a fortalecer la defensa de los derechos humanos y el sistema democrático. Finalmente, un Grupo de Trabajo Especial de Cancilleres buscó resolver el impasse y se logró una salida de consenso. La Resolu- ción sobre Cuba,5 aprobada en la tercera sesión plenaria, el 3 de junio,

5. oea (2009). “AG/RES. 2438 (XXXIX-O/09). Resolución sobre Cuba”. Disponible en: http:// www.oas.org/39ag/documents/AGRES-2438S.doc. Fecha de consulta: julio de 2009.

148 Debilidades, fortalezas y amenazas en el proceso de autonomización de América Latina resuelve: 1. Que la Resolución vi adoptada el 31 de enero de 1962, en la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, mediante la cual se excluyó al gobierno de Cuba de su participación en el sistema interamericano, queda sin efecto en la Organización de Estados Americanos (oea). 2. Que la participación de la República de Cuba en la oea será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a solicitud del gobierno de la República de Cuba y de conformidad con las prácticas, los propósitos y principios de la oea. Respecto de lo acontecido en la xxxix Asamblea General de la oea, se puede anotar que fue notable la manera como alc mantiene su uni- dad política y logra apuntalar la propuesta para anular la resolución de 1962 y así deja la puerta abierta para una posible reincorporación de Cuba a dicho organismo multilateral. Este fue un acto de solidaridad con la hermana República Socialista de Cuba y un acto de compromiso con un neolatinoamericanismo. Ahora, habrá que reconocer también la moderación con la que actuó el gobierno de eu; que dicho sea de paso es mucho más avanzado que el nefasto gobierno de George W. Bush. Ahora, queda todavía en la agenda del gobierno demócrata de Barack H. Obama un problema mayor: levantar el ignominioso bloqueo contra Cuba. ¿Acaso hay justificante alguno para mantenerlo? Desde que se iniciaron los preparativos para la i Cumbre de América Latina y el Caribe-calc se desplegó una acción diplomática latinoameri- cana y caribeña nunca antes vista. Se dio paso a la i Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de América Latina y el Caribe, el 6 de octubre de 2008 en Río de Janeiro-Brasil, para iniciar los trabajos preparatorios de la i calc. Luego se generó la i Reunión de Altos Funcionarios (raf), el 14 de noviembre de 2008 en Zacatecas-México. Esta se realizó en parale- lo con la xxvii Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de Río en Zacatecas-México. Además fue co-presidida por Brasil y Mé- xico. En esta reunión se avanzó en la discusión de los temas de un primer borrador de Declaración propuesto inicialmente por la parte brasileña. A continuación se llevó a cabo la ii Reunión de Altos Funcionarios (raf), el 12 y 13 de diciembre 2008en Sauípe-Bahía- Brasil, con la finalidad de elaborar la Declaración que los Jefes de Estado y de Gobierno de la i calc. Y, como ya sabemos, la i calc sobre Integración y Desarrollo se realizó el 16 y 17 de diciembre 2008 en Bahía-Brasil.6

6. Consultar Rocha V., Alberto, “La integración regional como vía para alcanzar la autonomía de alc”, op. cit.

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En la Cumbre de Bahía se decidió celebrar la ii Cumbre de América Latina y el Caribe en febrero de 2010 en México. Pero para llegar a esta ii Cumbre se tenían que dar dos pasos: realizar la iii Reunión de Altos Funcionarios (raf), el 2 de octubre de 2009 en México df, con el propósi- to de avanzar en la elaboración del documento base que se negociaría en la ii Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de América Latina y el Caribe, el 6 de noviembre de 2009 en Montego Bay-Jamaica. De esta segunda reunión ministerial surgió el Plan de Acción de Montego Bay. Entonces, la i calc, centrada en los temas de integración y desarro- llo, dispuso de un Plan de Acción construido alrededor de los siguientes ejes: Cooperación entre los Mecanismos Regionales y Subregionales de Integración; Crisis Financiera Internacional; Energía; Infraestructura; Desarrollo Social y Erradicación del Hambre y de la Pobreza; Seguridad Alimentaria y Nutricional; Desarrollo Sostenible; Desastres Naturales; y Cambio Climático.7 Indudablemente, este documento es de la mayor importancia, puesto que busca plasmar por medio de la definición y apli- cación de políticas públicas regionales los acuerdos reunidos en la De- claración de la i calc.8 El Plan de Acción de Montego Bay consta, pues, de nueve ejes, todos muy importantes e interrelacionados. Vamos a dete- nernos solamente en el primer eje porque está relacionado directamente con los temas centrales de la integración y el desarrollo. El primer eje se propone “promover el diálogo y la cooperación entre los mecanismos regionales y subregionales de integración con el objetivo de profundizar el conocimiento mutuo e identificar las posibles sinergias y oportunida- des de iniciativas conjuntas, así como evaluar la posibilidad de iniciar un proceso de convergencias en áreas prioritarias”. Este diálogo entre los mecanismos regionales y subregionales de integración se realizaría en cuatro áreas: económico-comercial, productiva, social e institucional y cultural. Es decir, se intentará emprender un proceso de vinculación y convergencia entre los esquemas de integración subregional existentes (can, Mercosur, sica, Caricom, Unasur y alba) con el regional (aladi- sela). Esto no deja de sorprender, puesto que se trata de conducir la dinámica de integración subregional vigente hacia una dinámica general de integración regional. Es decir, la calc requiere a toda costa reposar

7. Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de alc sobre Integración y Desarrollo-calc: Plan de Montego Bay, Montego Bay, Jamaica, 6 de noviembre de 2009. 8. I CALC (2008). “Declaración de la Cumbre de América Latina y el Caribe”. http://www. presidencia.gob.mx/prensa/?contenido=40965 (última consulta julio de 2009).

150 Debilidades, fortalezas y amenazas en el proceso de autonomización de América Latina sobre un proceso y un esquema de integración regional y no solamente sobre estados nacionales latinoamericanos y caribeños y los procesos de integración subregionales.

Amenazas en el proceso de autonomización

Y cuando las fortalezas se abrían un camino entre las debilidades y cuando parecía que se avanzaba, a pesar de todo, se fue materializando la amenaza mayor para el proceso de unificación y autonomización de alc. Primero fueron rumores intimidatorios, luego se habló de peligros inminentes y finalmente se plasmó la amenaza, que lleva por nombre “Acuerdo complementario para la cooperación y la asistencia técnica en defensa y seguridad entre los gobiernos de la República de Colombia y de los Estados Unidos de América”, firmado en Bogotá-Colombia el 30 de octubre de 2009. Se trata de un documento de 15 cuartillas donde por razones de “la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo” los dos países acuerdan “pro- fundizar su cooperación en áreas tales como interoperatibilidad, proce- dimientos conjuntos, logística y equipo, entrenamiento e instrucción, in- tercambio de inteligencia, capacidades de vigilancia y reconocimiento, ejercicios combinados, y otras actividades acordadas mutuamente, y para enfrentar amenazas a la paz, la estabilidad, la libertad y la democracia” (artículo iii, punto 1). En seguida se establece el permiso para que eu tengan “acceso y uso a las instalaciones” de tres bases aéreas, dos bases navales y dos fuertes militares, en total siete bases militares. Además, se prevé el acceso y uso de otras instalaciones y ubicaciones que sean nece- sarias (artículo iv, punto 1). Todo esto durante diez años. El gobierno del presidente Álvaro Uribe, en los últimos meses de su mandato constitucional, no solamente estaba dejando una amenaza para la soberanía de su país sino también cada unos de los países sudamerica- nos y para toda la región, pues las proporciones y alcances de este acuer- do de defensa y seguridad eran a todas luces alarmantes e inaceptables. La repercusión de tan grave noticia fue inmediata en toda América del Sur durante el mes de agosto. La mayoría de los países alzaron la voz y exigieron informaciones y aclaraciones al gobierno de Álvaro Uribe. También organizaciones subregionales y regionales como el Mercosur, la can, el alba, la Unasur y el Consejo de Defensa Sudamericano se mani- festaron y agitaron. En consecuencia, ante las tensiones bilaterales entre

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Colombia y sus vecinos de la región, se puso en acción la diplomacia de la Unasur. La Unasur se había reunido, el 10 de agosto en Quito-Ecuador, para realizar su iii Reunión Ordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Es- tado y Gobierno, donde se resaltaron los avances del proceso de integra- ción sudamericano. Pero, debido a la situación alarmante que se había desencadenado, tuvieron que volver a Quito para una Reunión Extraor- dinaria del Consejo de Jefes y Jefas de la Unasur. En esta reunión de los 12 Cancilleres y Ministros de Defensa de la Unasur, Colombia se negó dar a conocer el Acuerdo de Asistencia Técnica y Seguridad firmado con eu, lo cual generó discusiones enérgicas y conatos de ruptura por parte de la delegación colombiana. Pero, después de recuperada la tranquili- dad y el espíritu de unidad, se logró el consenso para emitir una Decla- ración Conjunta que coloca el énfasis en tres cuestiones: 1. “Fortalecer a Suramérica como zona de paz, comprometiéndonos a establecer un mecanismo de confianza mutua en materia de defensa y seguridad, soste- niendo nuestra decisión de abstenernos de recurrir a la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial de otro Estado de la Unasur”. 2. “Reafirmar nuestro compromiso de fortalecer la lucha y la coopera- ción contra el terrorismo y la delincuencia transnacional organizada y sus delitos conexos: el narcotráfico, el tráfico de armas pequeñas y ligeras, así como el rechazo a la presencia o acción de grupos armados al margen de la ley”. 3. “Reafirmar que la presencia de fuerzas militares extranje- ras no puede, con sus medios y recursos vinculados a objetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación suramericana y en consecuencia la paz y seguridad de la región”.9 Con estas decisiones importantes y con el acuerdo para que se reúnan extraordinariamente y pronto los Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa con la fina- lidad de diseñar medias de fomento de la confianza y seguridad, se cerró esta coyuntura difícil y delicada en la región. Los Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa de la Unasur se volvieron a encontrar en Reunión Extraordinaria los días 15 de septiem- bre y 27 de noviembre de 2009, habiendo logrado establecer un mecanis- mo de “Medidas de Fomento de la Confianza y Seguridad”.10

9. Reunión Extraordinaria del Consejo de jefes y Jefas de estado de la Unión de Naciones Suramericanas-Unasur, Declaración Conjunta, San Carlos de Bariloche, Argentina, 28 de agosto de 2009. Disponible en: http://www.comunidadandina.org/UNASUR/28-8-09bariloche.htm. 10. Reunión Extraordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores y de defensa de la Unasur. Resolución, 15 de septiembre y 27 de noviembre de 2009. Disponible en: http://www. comunidadandina.org/UNASUR.htm.

152 Debilidades, fortalezas y amenazas en el proceso de autonomización de América Latina

Mientras tanto, el gobierno colombiano decidió difundir el Acuerdo de Defensa y Seguridad firmado con eu, lo que no calmó totalmente los ánimos puesto que comenzó a circular por la red un documento oficial de la Fuerza Aérea de eu donde se revelan sus verdaderos propósitos y alcances regionales. En fin, el presidente Álvaro Uribe terminó su man- dato dejando una situación regional todavía complicada. Su sucesor en el gobierno, el presidente Juan Manuel Santos, ha logrado dar pasos im- portantes para resolver esta situación y la Corte Constitucional colom- biana (17 de agosto de 2010) ha declarado inconstitucional el acuerdo firmado entre Colombia y Estados Unidos. Esta amenaza no fue la única. También puede ser considerada como tal el golpe de Estado en Honduras que derrocó al presidente constitu- cional y terminó por imponer en el gobierno hondureño a un presidente neoliberal y neopanamericano, Porfirio Lobo. En este caso, no solamente vemos regresar la amenaza del autoritarismo golpista sino la desestabilización de la democracia en un país y una subregión como Centroamérica. Todo lo cual también repercutió en nuestra región latinoamericana y caribeña. Al respecto, ha quedado establecida la des- confianza en cuanto a los medios que pueden usar las derechas oligárqui- cas con la finalidad de mantener o recuperar el control de los gobiernos; con o sin ayuda de parte del gobierno de Estados Unidos. De esta manera se cierra un año un tanto difícil para la región lati- noamericana y caribeña, empeñada en trazar el camino que la conduzca hacia la unidad y autonomía proyectadas.

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La relación Colombia-Estados Unidos en materia de seguridad como detonante geopolítico de la región Suramericana

Elizabeth Vargas García

El tema de la seguridad en el continente americano, sobre todo a partir de septiembre de 2001, se encuentra en un punto de transformación y de redefinición. Los procesos que de ahí se derivan están condicionados por factores como el desarrollo político de cada Estado de la región, la propia naturaleza de los conflictos que deben enfrentar, así como los factores de riesgo que cada uno pueda y quiera asumir. De acuerdo a lo anterior, los Estados, si bien han optado por parti- cipar con distintos grados de involucramiento en los acuerdos e iniciati- vas hemisféricas, también han entrado en una dinámica de cooperación subregional, multilateral, y/o bilateral ya sea sur-sur, norte-sur y extra- continental, de tal modo que el tema de la seguridad se desagrega para cada Estado en relación con sus propias crisis internas y el impacto que éstas puedan ocasionar en el momento en que cada uno de esos fenóme- nos pase de lo interno a lo internacional. Sin embargo, el propio concepto de la seguridad nos presenta hoy día una profunda transformación en cuanto a la percepción de las amena- zas. Ahora la seguridad se concibe como un concepto “de banda ancha” ya que de ser un tema estrictamente militar y político, se amplió hacia otras dimensiones como la social, la económica y la cultural donde las derivaciones pueden multiplicarse. Por lo tanto, lo que pudiera referirse como “seguridad” cambia en una relación directamente proporcional a la “amenaza”.

155 Elizabeth Vargas García

A las amenazas tradicionales ahora se suman las “nuevas amenazas”, frase que evoca una multiplicad de conceptos, pero que bajo dos fenóme- nos logra reunir por lo menos la percepción de aquello que le da sentido, ellos son: el terrorismo y el narcotráfico. Fenómenos que ya no se pueden calificar de aislados, y que precisamente por su constancia, penetración e impacto dan lugar a la elaboración de políticas tanto nacionales como internacionales destinadas a combatirlas. En América Latina, específicamente en la zona que comprenden los Andes y que se vincula al Cono Sur, destacan las tendencias para llevar a cabo acuerdos de seguridad cuya orientación se sitúa en las dinámicas asimétricas, pero cuyo punto de encuentro como es la lucha contra el narcotráfico, terrorismo y guerrilla lo convierten en objetivo estratégico para las naciones interesadas.1 Llegado a este punto, se acota que el objetivo del presente trabajo está en poner de relieve el acuerdo de Cooperación de Defensa (dca) firmado entre Colombia y los Estados Unidos. Se tratará de definir los alcances de dicho documento así como las reacciones que giran en torno a él. El dca se proyecta como el punto clave para hacer una breve re- flexión en materia de armamentismo, principalmente en lo que concierne a los cuatro Estados del Cono Sur que más gastan en ese rubro como son Brasil, Colombia, Chile y Venezuela. El armamentismo en estos Estados responde a diferentes objetivos; sin embargo, mediante las transacciones y acuerdos que emergen, se puede vislumbrar las tendencias de cada uno de los países, así como de los grupos que algunos de ellos lideran. En este trabajo se elaborará, asimismo, un breve recuento de la si- tuación geopolítica de esta parte del continente con el objetivo de es- quematizar y de sustentar la hipótesis de que con la firma y puesta en marcha del dca, la región suramericana redefine sus alianzas y su com- portamiento en materia militar. Del mismo modo, las reacciones ante di- cho acuerdo no necesariamente parten de un escenario congruente entre lo que principalmente estos Estados dicen y lo que ellos hacen. Se podrá apreciar mediante este análisis que la brecha entre aquellos que aceptan la presencia y cooperación de Estados Unidos en esa zona y aquellos que la rechazan, es cada vez mayor.

1. Celi, Pablo, “Nuevas tendencias en seguridad y defensa en América Latina”. Disponible en: http://maria.webpg.net/atlas/atlas-celi.pdf.

156 La relación Colombia-Estados Unidos en materia de seguridad

Los acuerdos Colombia-Estados Unidos

Desde el año de 1952 bajo el Acuerdo de Asistencia Militar entre la República de Colombia y los Estados Unidos de América, se han suscrito toda una serie de tratados en materia de cooperación y asistencia militar entre estos dos países. Quizá el corolario de esta relación se haya gene- rado con la emergencia del Plan Colombia en 1999, bajo los gobiernos de Andrés Pastrana y William Clinton, respectivamente. Del mismo modo, se puede argumentar que si la firma del Plan Colombia i fue el corola- rio de esa relación, con la firma del Acuerdo de Cooperación y Defensa (dca), se constata su profundización y la razón de ser de la puesta en marcha del Plan Colombia ii. La distinción entre las dos etapas del Plan Colombia i y Plan Co- lombia ii hay que definirla y se acota de la siguiente manera: como es sabido el Plan para la Paz, la Prosperidad y el Fortalecimiento del Estado —mejor conocido como Plan Colombia— se estableció para el periodo 1999-2005, etapa que podemos considerar como la primera fase. La se- gunda fase del mencionado plan arranca con la puesta en marcha de la Estrategia de Fortalecimiento de la Democracia y del Desarrollo Social (efdds) 2007-2013 y es considerada precisamente como la Fase ii del Plan Colombia.2 Por lo tanto, se le llama Plan Colombia i a la estrategia que se generó mediante acuerdo entre el gobierno de los Estados Unidos de América y la República de Colombia con el fin de cooperar en el combate y des- activamiento de la producción y comercialización de las drogas ilícitas y el crimen organizado. De esta manera se previó contribuir a la reactiva- ción de la economía y, por ende, de la paz en Colombia; al tiempo que se fortaleció la batalla de la oferta de drogas ilícitas en las poblaciones norteamericanas. Su duración estimada estuvo comprendida entre 1999 y 2005, sin embargo, se extendió prácticamente hasta 2007. El Plan Colombia ii es la estrategia que está básicamente orientada a conseguir el apoyo de la comunidad internacional para la consolidación de lo que se considera son avances y logros de la primera fase y de la Po- lítica de Seguridad Democrática. Sin embargo, se observa que uno de los objetivos prioritarios es que la ayuda clave proveniente de Estados Uni-

2. Rojas, Diana Marcela (2007), “Plan Colombia ii: ¿más de lo mismo?”, Revista: Colombia Internacional 65, enero-junio, Bogotá, p. 15.

157 Elizabeth Vargas García dos se mantenga en montos similares o mayores a los del primer periodo y que se prolongue hasta la conclusión de la fase ii. El gobierno colombiano sustenta la segunda etapa en la consecución de nueve objetivos que se ejecutan a través de seis componentes estra- tégicos, de los cuales se derivan toda una serie de líneas de acción, to- dos contenidos en la efdds. El primer componente se denomina “Lucha contra el terrorismo y el narcotráfico” y es el que se vincula a su vez con dos líneas de acción que son la política de consolidación de la seguridad democrática y la que corresponde a la ejecución de la política de lucha contra el problema mundial de las drogas, sobre el principio de corres- ponsabilidad en la lucha contra ese fenómeno.3 Con estos antecedentes y bajo ese marco, los gobiernos de Estados Unidos y Colombia suscribieron el pasado 30 de octubre de 2009, el Acuerdo Complementario para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad, mejor conocido en los medios de comunicación como dca (por sus siglas en inglés, Defense Cooperation Agreement). Los objetivos de dicho acuerdo giran fundamentalmente en torno a la lucha en contra del narcotráfico y el terrorismo. Para cumplirlos se propone profundizar la cooperación en áreas tales como la interopera- bilidad, procedimientos conjuntos, la logística y equipamiento, entrena- miento e instrucción, intercambio de inteligencia, capacidades de vigi- lancia y reconocimiento, ejercicios combinados y otras actividades acor- dadas entre ambos gobiernos para enfrentar amenazas comunes a la paz, la estabilidad, la libertad y la democracia.4 El boletín informativo que emitió el gobierno de los Estados Unidos el pasado 3 de noviembre de 2009, señala que dicho acuerdo facilitará el acceso de Estados Unidos a tres bases de la fuerza aérea colombiana, el acceso a dos bases navales y a dos instalaciones del ejército. Por su parte el gobierno colombiano, en el documento oficial del dca, consigna que serán las instalaciones de la Base Aérea Germán Olano Moreno, Pa- lanquero; la Base aérea Alberto Pawells Rodríguez, Malambo; el Fuerte Militar de Tolemaida, Nilo; el Fuerte Militar Larandia, Florencia; la Base aérea Capitán Luis Fernando Gómez Niño, Apíay; la Base Naval arc

3. Estrategia de Fortalecimiento de la Democracia y el Desarrollo Social (2007-2013). Versión final. Resumen ejecutivo. DNP/DJS. Febrero de 2007. Gobierno de Colombia, p. 15. 4. Acuerdo complementario para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad entre los Gobiernos de la República de Colombia y de los Estados Unidos de América. Art. iii. Objetivo de la cooperación y asistencia técnica en defensa y seguridad. Disponible en: http:// web.presidencia.gov.co/sp/2009/noviembre/03/acuerdo.pdf.

158 La relación Colombia-Estados Unidos en materia de seguridad

Bolívar en Cartagena; y la Base Naval arc Málaga en Bahía Málaga5 las que serán utilizadas por el personal estadounidense. Las partes negociadoras han hecho énfasis en que el dca no permi- te el establecimiento de ninguna base estadounidense en Colombia, sí asegura en cambio el acceso continuo de personal de ese país a insta- laciones colombianas que se hayan señalado de manera específica con el fin de llevar a cabo las actividades que se acordaron mutuamente. El dca tampoco anticipa ni autoriza un aumento de la presencia militar o civil estadounidense en territorio colombiano, es decir, no se modifica la autorización que el Congreso de Estados Unidos en el año de 2004 otorgara para que un destacamento de hasta 800 miembros de personal militar y de hasta 600 contratistas civiles pudiera estar en ese territorio. Del mismo modo, se ha hecho la aclaración que este es un acuerdo de participación bilateral y se convierte en el mecanismo con que se le da continuidad a la cooperación militar iniciada con el Plan Colombia i. Ahora bien, desde que se dio a conocer la negociación del acuerdo, a mediados del año pasado, han salido a la luz distintas interpretacio- nes, causando también diversas reacciones por parte de los gobiernos de esta parte del continente; por lo que consideramos que la diferenciación entre la utilización de las bases colombianas y la instalación de bases propias estadounidenses, y el o los objetivos de dicha utilización es o son muy importantes. De dichas interpretaciones se desprenden lo siguientes tres puntos que tratan de agrupar las distintas reacciones ante la negociación y firma del dca. • En primer lugar, en el momento en que se dio a conocer que Estados Unidos y Colombia estaban conciliando el Acuerdo de Cooperación en materia de Defensa (dca), se acusó a ambos países de no dar a conocer la información al respecto, tanto de manera interna como de manera externa. Se habló de una negociación a oscuras. De hecho la falta de información del gobierno de Estados Unidos y de Colombia hacia la prensa, fue uno de los detonantes de la especulación que giró en torno a este acuerdo. • Se acusó a Colombia de una entrega de soberanía dada la interpre- tación de la “entrega” de territorio para la instalación de las bases

5. Boletín Informativo del Gobierno de los Estados Unidos de 3 de noviembre de 2009. Disponible en: http://www.america.giv/st. Y Acuerdo Complementario, op. cit., art. iv. Acceso, uso y propiedad de las instalaciones y ubicaciones convenidas.

159 Elizabeth Vargas García

estadounidenses. Se habló incluso de que el dca era un acuerdo de “ocupación” que facilitaba a los Estados Unidos su presencia militar en la zona. • Las reacciones por parte de los demás Estados suramericanos fue la siguiente: Venezuela y Ecuador inmediatamente expresaron su re- chazo al acuerdo. El presidente Hugo Chávez cerró de manera in- mediata la frontera con Colombia.6 Brasil, por su parte, fue un tanto moderado y esperó a que el presidente Uribe diera la explicación del acuerdo en la Cumbre de la Unión de Repúblicas (Unasur), cele- brada en Bariloche, Argentina. Otros más —como es el caso de Evo Morales, presidente de Bolivia— propusieron que se llevara a cabo un referéndum en la región para dilucidar la conveniencia de la ins- talación de esas bases en Suramérica.7

El resultado que se ha generado con la firma y puesta en marcha del dca muestra a una América del Sur que no necesariamente responde a los principios plasmados con la constitución del Consejo de Defensa Sura- mericano (cds), apenas creado en 2009; dichos objetivos se fincan en la consulta, cooperación y coordinación en materia de defensa. Más bien se percibe que cada Estado está concibiendo la defensa y el armamentismo para fines particulares, y a partir de ahí, se están estableciendo las alianzas regionales o extra regionales, forjadas con diferentes objetivos. Sobresale de manera particular la tendencia de aquellos que consideran responder y/o contrarrestar a lo que se considera como la amenaza más grande de todas: la presencia de Estados Unidos en territorio suramericano. Ese escenario se comienza a construir cuando se especula y se difun- de que Estados Unidos está haciendo los preparativos correspondientes para desestabilizar y/o derrocar al gobierno venezolano y con él a todos los que vayan en contra de los principios norteamericanos. De aquí, en- tonces, que el uso de las bases colombianas por parte los Estados Unidos sea tomada por Venezuela como una “amenaza” para la estabilidad de dicho gobierno y del bloque que conforman los países que están llevando a cabo la revolución bolivariana del siglo xxi. La imagen de que la América del Sur está dividida por la ideología de sus gobiernos —ya sean de derecha o de izquierda— y que a partir de ahí se generan bloques ideológicos que responden también a cierto tipo

6. Disponible en: http://www.bbcmundo.com. Nota publicada el 4 de noviembre de 2009. 7. Noticias Bolivarianas. Disponible en: http://www.vulcanowordpress.com.

160 La relación Colombia-Estados Unidos en materia de seguridad de intereses, es un tanto riesgosa de aceptar ya que de ser así estaríamos insertos en una dinámica que simula la de la Guerra Fría. Este escenario finalmente genera más especulación, más interrogantes que respuestas y la primera cuestión que surge es ¿hacia dónde se dirige esa parte del continente?

Armamentismo en América Latina

El dilema de la seguridad del Estado nos dice que para garantizar su propia seguridad los Estados individuales deben prepararse para la guerra. Este proceso los lleva a que se armen y militaricen, por supuesto para defenderse, pero también para aumentar su propia seguridad. Sin embargo, al llevar a cabo esta acción y ser conocida por los otros Estados, éstos a su vez recurren también a armarse y preparase para la guerra.8 De este modo todos se encuentran en condiciones de menor y/o de mayor (in) seguridad. Ante esto, las preguntas son: ¿América del Sur se encuentra en una carrera armamentista?, si es así ¿para defenderse de qué o de quién o a qué responde ese proceso? Estos cuestionamientos son básicos puesto que ponen en perspectiva el escenario que se ha venido desarrollando en el sub-continente desde inicios de la década y que al parecer tras la firma del dca sale a la luz con renovada fuerza. Nos lleva, del mismo modo, a tratar de situar los alcances de cada uno de los mencionados Estados en ese renglón. Ya para 2001 era un hecho que los Estados que componen la América del Sur habían incrementado de manera notable su compra de armamen- to. Así lo reconoció ese año Alejandro Toledo en la toma de posesión como presidente del Perú. En su discurso expresó su preocupación al respecto y lanzó la propuesta para la región, que consistía en la congela- ción total de la compra de armas.9 Aunque fueron elogiadas y aplaudidas —no nada más por los ahí presentes, sino en general— en Iberoamérica esas palabras no tuvieron mayor eco, pero se toman como punto de par- tida para analizar ese proceso de armamentismo. Existen dos vertientes que se dibujan respecto del rearme en Améri- ca del Sur. La primera dice que es una exageración hablar de una carrera

8. Held, David. La democracia y el orden global. Paidós, Barcelona. 2000 P. 78. 9. “A. Latina y la carrera armamentista”. En www.bbc.com

161 Elizabeth Vargas García armamentista, que lo que hay es una adaptación a los nuevos desafíos de la seguridad, en el sentido de los crecientes problemas internos que oca- sionan los grupos delictivos sobre todo en Colombia, Venezuela y Brasil. La segunda vertiente no considera que se vaya a producir una guerra en esa región, pero sí tiene en cuenta que la compra de armamento propor- ciona seguridad al Estado de frente a los que se están armando, y genera además bajo ese contexto cierto tipo de “vanidad belicosa” que algunos utilizan para hacer exhibicionismo de ello y anunciar la compra de más armamento.10 En esta segunda opción se cumple a cabalidad el dilema de la seguridad. Y eso está ocurriendo en América del Sur, según se argu- menta bajo esta óptica. El párrafo anterior nos lleva de la mano para puntualizar que si bien Suramérica ha afrontado una serie de problemas sobre todo de delimi- tación geográfica, éstos no han sobrepasado los límites como para llegar a la agresión armada. Sin embargo, desde marzo de 2008, cuando Co- lombia incursiona en territorio ecuatoriano para bombardear un cam- pamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (farc) y que ocasiona, entre otros resultados, el rompimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, y que sirve además para que Venezuela intervenga dando respaldo a Ecuador, convirtiendo este conflicto bila- teral en uno triangular; dicha problemática se ha convertido en un foco amarillo para la región. El segundo punto de inflexión, estaría dado por la firma y entrada en vigor del dca, una vez más, protagonizado por Co- lombia y teniendo como principal cooperante a los Estados Unidos. Según datos del balance militar 2008 de Nueva Mayoría, son cuatro los países de Sur América los que destacan por su gasto en defensa. En primer lugar está Brasil que representa más de 50 % del total de los gastos de la región, le sigue Colombia con un gasto aproximado de 14%, Chile con un gasto muy similar y Venezuela con una participación por arriba de 6.5%. Según este informe, se invierte en este rubro de acuerdo con las condiciones específicas de cada país. Brasil, por ejemplo, invierte en relación directa con sus necesidades de extensión, sus espacios va- cíos, población y economía, así como por sus aspiraciones de liderazgo mundial. Colombia, por su crecimiento sostenido de los últimos años en defensa y seguridad debido a la política gubernamental para afrontar la guerrilla, terrorismo y el narcotráfico. Chile, debido a la etapa por la que

10. Guevara, Jacqueline. En Poder 360º. En http://www.poder360º.com

162 La relación Colombia-Estados Unidos en materia de seguridad atraviesa este país y el objetivo trazado de la modernización de sus fuer- zas armadas; por último está el caso de Venezuela cuya inversión se ha centrado en la adquisición de medios de combate.11 Para este informe uno de los renglones que acapara la atención es que, en las estadísticas que se tomaron en cuenta, Venezuela disminuyó su gasto militar de 133 millones de dólares en 2007, a 77 millones de dó- lares en 2008, pero lo cierto es que este país está gastando con mucho, más de lo presentado en esta estimación. Se considera que solamente las compras que ha realizado a Rusia oscilan alrededor de los 3,000 millones de dólares, los cuales pueden proceder de créditos extrapresupuestarios cuya derivación tiene que ver con el impacto de su producción petrolífera y de los precios alcanzados, con los cuales Venezuela se ha visto benefi- ciada.12

La situación geopolítica

En la última década, el gasto global en defensa en América del Sur se ha incrementado por diversas razones que responden también en distintos grados a intereses nacionales y de alianzas estratégicas. Para Brasil, por ejemplo, su estrategia de armamentismo responde al Plan de Defensa Nacional del actual presidente Lula, quien aparte de modernizar a sus fuerzas armadas busca proteger los yacimientos de petróleo, no permi- tir la incursión de las farc en su territorio y, sobre todo, consolidar su posicionamiento no nada más como líder regional sino como potencia mundial. Para ello, atiende a dos criterios básicos que son: la consoli- dación económica y militar. Ya desde hace tiempo, es sabido que busca ganarse un asiento como miembro permanente del Consejo de Seguri- dad (cs) de las Naciones Unidas. De hecho, en septiembre de 2009, el presidente Lula selló una alianza con Francia a través del gobierno de Nicolás Sarkozy, en la que destacan dos áreas, la naval y la aeronáutica, que apuntan hacia el mercado latinoamericano. Con esto Brasil se asegu- raría el seguir siendo uno de los principales proveedores de equipo mili-

11. Adelanto del Balance Militar de América del Sur 2008. Disponible en: http://nueva mayoría.com 12. Ídem.

163 Elizabeth Vargas García tar en la región,13 además de conseguir el apoyo de Francia para obtener el asiento en el cs. Chile, por su parte, aspira a completar su plan de modernización militar. Una vez que lo haga estará clasificado como uno de los países suramericanos en poseer fuerzas armadas comparables a las que tienen algunos de los Estados miembros de la Organización del Tratado del At- lántico Norte (otan). Sin embargo, Chile hace sus compras un tanto más diversificadas y entre sus proveedores se encuentran Estados Unidos, Rusia, Francia y Holanda. Cabe hacer notar que la marina chilena es la segunda más grande del subcontinente después de la de Brasil.14 Venezuela es de los países suramericanos que compra más armamen- to. La gran mayoría de estas adquisiciones las hace con Rusia, país con el que también tiene por lo menos dos acuerdos de entendimiento en el ámbito energético desde 2008 y que apuntan a convertirse en una corpo- ración ruso-venezolana de alcance mundial.15 Sin embargo, la capacidad ofensiva y/o defensiva de Venezuela está enfocada en fortalecer su estra- tegia y su posicionamiento geopolítico en la región. Colombia, por su parte, desde que inició el Plan Colombia i, y ahora el Plan Colombia ii, ha mantenido constante el gasto en defensa y se prevé que en esta segunda etapa aumentará de cara a combatir al narco- terrorismo y a la guerrilla. Por lo tanto, el tema de la seguridad adquiere una importancia vital, sobre todo en el gobierno de Álvaro Uribe. Tam- bién es clara su alianza con Estados Unidos. Uno de los focos de tensión lo protagonizaron —como se dijo párra- fos arriba— la incursión de Colombia en territorio ecuatoriano. Asunto en que, por voluntad propia, Venezuela fue el tercer implicado. Con- sideramos que dicho conflicto ha sido solamente un hilo de la maraña geopolítica que se teje en la región, sin duda un hilo de grosor impor- tante, puesto que a partir de ahí la situación entre las tres partes se ha clasificado como de tensión, la cual subió de nivel al conocerse la noticia del Acuerdo Militar entre Estados Unidos y Colombia (dca). Al respecto, en distintos escenarios el presidente venezolano ha di- cho que el acuerdo militar entre Bogotá y Washington le da a Colombia

13. Brasil: “Lula y Sarkozy sellan una alianza militar con miras al mercado de América Latina”. Disponible en: http://www.infolatam.com. 14. Guevara, op. cit. 15. “Rusia y Venezuela crean corporación energética”. Disponible en: http:www.venezueladeverdad. com.

164 La relación Colombia-Estados Unidos en materia de seguridad una enorme ventaja militar sobre los demás Estados vecinos y la sitúa a la delantera en la aventura militar estadounidense contra Venezuela; por lo tanto, el presidente Chávez ha mostrado una total reticencia a la firma y puesta en marcha del dca.

Conclusiones

De acuerdo a lo anteriormente reseñado, son varios los puntos que se des- prenden, si no como un efecto directo a la firma dca, sí teniéndolo como eje articulador de la situación geopolítica. Más bien, con la firma del dca la región suramericana experimenta toda una serie de reacciones, algunas de las cuales —una vez visto el panorama— comienzan a no tener un fun- damento político ni jurídico bien articulado. Como consecuencia, surgen toda una serie de escenarios de los que vale la pena estar atentos y son: • Que Colombia se configura como el aliado por excelencia de Estados Unidos en la región de la América del Sur y, por ende, como foco cen- tral de las disputas en torno al armamentismo y del desequilibrio que se ha generado respecto a este tema. Sobresalen en este argumento dos vertientes. La primera sostiene que si bien es cierto que Colombia es de los Estados que más armamento adquiere en la región, habría que contemplar que el destino de dicho armamento es, en primera ins- tancia, para resolver un problema que incide de manera fundamental en lo interno. La segunda vertiente tiene que ver con la ayuda y pre- sencia de militares estadounidenses en territorio colombiano. Dicho de otro modo, la percepción que se genera de esta presencia y de la puesta en marcha del acuerdo dca. Aunque ya se ha aclarado ante los medios de información y en la citada reunión de Unasur, por parte del mismo Álvaro Uribe, el objetivo de la utilización de dichas bases así como los alcances del acuerdo siguen causando incomodidad y división de posturas entre los países de esa región. • Que el dca se ha configurado como el eje sobre el que recae la divi- sión de los países del Sur, la cual ha sido clasificada en tres posicio- namientos: aquellos que condenan el hecho (los Estados que confor- man el alba, liderados por Venezuela), aquellos que lo critican (los

165 Elizabeth Vargas García

países del Mercosur, liderados por Brasil) y aquellos que simplemen- te aceptan dicho acuerdo.16 • Surge también la cuestión de la soberanía, también en dos direccio- nes: si se toma en cuenta que cada Estado es soberano para reali- zar los acuerdos necesarios con otro u otros de sus pares, Colombia estaría en pleno derecho de suscribir los que considere necesarios. La pregunta es, entonces ¿desde cuándo —así sea en horizontal—, un Estado debe dar cuentas de dichos acuerdos a otros Estados? Se podrá responder que cuando dicho acuerdo se convierta en una ame- naza para los otros, pero en este caso el dca ¿es una amenaza? ¿Bajo qué parámetros se está midiendo como tal? —que no sea la subjeti- vidad del presidente Chávez—. Esto por un lado.

Por otro lado, si atendemos a este criterio de soberanía que se presenta con el acuerdo dca, entonces ¿por qué Brasil no da cuentas de ser el Estado que más gasta (oficialmente hablando) en armamento, o bien por qué Venezuela no justifica de manera explícita su compra supermi- llonaria de armamento a Rusia y sus acuerdos energéticos? ¿No es una contradicción que Ecuador y Bolivia se estén armando cuando son de los Estados con más altos índices de pobreza en el Continente? Es decir, ¿no es una contradicción que se desvíen recursos a la adquisición de arma- mentos cuando existen demandas sociales de urgencia que atender? • Cuando un país se arma puede llevar a que se cree el dilema de la (in) seguridad y esto, a su vez, puede conllevar a que se produzca un peligroso desequilibrio. Vale la pena recordar con qué objetivos se arma o se rearma cada uno de los Estados en cuestión. Si lo hace para combatir las amenazas internas, o bien para convertirse en ese factor desequilibrante buscando posicionarse como líder regional mediante el fantasma latente de la guerra. • Al parecer, el bloque alba cada día toma un mayor perfil para con- formarse definitivamente como un bloque “anti pitiyanqui”.17 Esto es así, al establecer un Acuerdo Político con la República Islámica de Irán y aceptarlo como miembro observador del alba. Ante esto, la reacción de Estados Unidos —quien tiene catalogado a Irán como parte de los países que conforman el “eje del mal”— fue inmediata. La Alianza Bolivariana para los Pueblos rechazó las declaraciones de

16. Fraga, Rosendo, “El escenario latinoamericano para 2010”, en Nueva mayoría, op. cit. 17. “Anti pitiyanqui” manera en la que Hugo Chávez nombra a la oligarquía estadounidense.

166 La relación Colombia-Estados Unidos en materia de seguridad

la canciller estadounidense Hillary Clinton, quien dijo que “los paí- ses latinoamericanos que se acercaran a Irán debían tener en cuentas las consecuencias y en relación con ello, pensarlo dos veces”.18 • En el contexto latinoamericano la cooperación fronteriza sería un punto deseable para que Colombia avanzara en su lucha. Brasil y Perú han mostrado de manera constante ese tipo de colaboración. El res- tablecimiento de las relaciones bilaterales de Ecuador con Colombia va a paso lento y quizá lleguen a nuevos acuerdos. Con Venezuela no puede decirse lo mismo. La fundación Ideas para la Paz argumenta que entre la Venezuela de Chávez y la Colombia de Uribe “existe un altísimo nivel de desconfianza”, en tanto que Chávez “se crea los planes de intervencionismo de eeuu. A través de Colombia y Uribe a su vez siga acumulando evidencias de colaboración de estamentos de poder venezolanos con la insurgencia colombiana”.19 Esto se concibe como un panorama difícil de sobrepasar, pero que pone en la mesa ya no la duda de la decisión, puesto que Colombia decidió mirar al Norte desde hace décadas, sino el acento en la eterna falta de unidad suramericana en la realidad, no así en la retórica.

Bibliografía

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18. “Alba rechazó enérgicamente amenazas de EE.UU. por acercamiento con Irán” en: http:www. grupoapoyo.org 19. “El acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos: una apuesta estratégica” En: Siguiendo el Conflicto: hechos y análisis. Numero 57/septiembre de 2009. Fundación Ideas para la Paz. En: www.ideaspaz.org

167 Elizabeth Vargas García

op. cit., art. iv. Acceso, uso y propiedad de las instalaciones y ubicaciones convenidas. Brasil: “Lula y Sarkozy sellan una alianza militar con miras al mercado de América Latina”. Disponible en: http://www.infolatam.com. Celi, Pablo, “Nuevas tendencias en seguridad y defensa en América Latina”. Disponible en: http://maria.webpg.net/atlas/atlas-celi.pdf. “El acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos: una apuesta estratégi- ca”, Siguiendo el Conflicto: hechos y análisis, núm. 57/septiembre de 2009. Fundación Ideas para la Paz. Disponible en: www.ideaspaz.org. Estrategia de Fortalecimiento de la Democracia y el Desarrollo Social (2007- 2013). Versión final. Resumen ejecutivo. DNP/DJS. Febrero de 2007. Gobierno de Colombia. Fraga, Rosendo, “El escenario latinoamericano para 2010”, en Nueva Mayoría Guevara, Jacqueline, “Poder 360º”. Disponible en: http://www.poder360º.com http://www.bbcmundo.com. Nota publicada el 4 de noviembre de 2009. Held, David (2000), La democracia y el orden global, Barcelona, Paidós. Noticias Bolivarianas. Disponible en: http://www.vulcanowordpress.com. Rojas, Diana Marcela. “Plan Colombia ii: ¿más de lo mismo?”, Revista: Colombia Internacional, núm. 65, enero-junio 2007. “Bogotá, Rusia y Venezuela crean corporación energética” en: http:www.venezueladeverdad.com

168 2009: más sombras que luces en Centroamérica: ¿se desintegra la integración?

Ximena Isabel de la Barra Mac Donald

Centroamérica (ca), marcada históricamente por su subordinación a la hegemonía imperial norteamericana, ha pasado por un año excepcional- mente sombrío. Debilitada profundamente por los impactos de las crisis globales a consecuencia de su alta dependencia externa, se ve acosada por conflictos políticos derivados de intentos desestabilizadores que cul- minaron en golpe de estado en Honduras. La tónica en la región, a con- secuencia de ello, y de las posiciones encontradas respecto a cafta-dr y al AdA con la ue es la desunión. En el lado positivo, el avance en la correlación de fuerzas a favor de los pueblos y el acceso al poder ejecutivo del fmln con el gobierno de Mauricio Funes en El Salvador, constituye el hecho más esperanzador con el que se inicia el año. La euforia del pueblo salvadoreño resultó, sin embargo, rápidamente atropellada por los ruidos de sables en Guatema- la donde se armó una feroz campaña de acusaciones y desinformación en contra de su presidente socialdemócrata Álvaro Colom, calificada por su gobierno como una “conspiración por reconocidos personajes golpis- tas que buscan llevar al país a una crisis de institucionalidad” (Telesur, 12/05/09); por la eterna campaña global de desestabilización en contra de Nicaragua; y, peor aún, en Honduras por el golpe de Estado con in- gerencia norteamericana y de sus aliados en América Latina, que sacó violentamente del poder a su presidente liberal, Zelaya, y que masacró a su pueblo. Así no sólo Funes quedaba advertido, sino que la región en su conjunto y especialmente todo aquel que —como Ortega, Colom y

169 Ximena Isabel de la Barra Mac Donald

Zelaya— osará sumarse al alba o en Petrocaribe, ambos mecanismos de integración solidaria. Se esfumaron también las falsas ilusiones de que el gobierno de Obama mejoraría las relaciones imperiales con la región.

Las crisis globales en ca

A consecuencia de su alta dependencia externa (frágil oferta exportable y alta dependencia en las importaciones), los canales de transmisión de las crisis globales han sido principalmente la reducción de la demanda externa (especialmente en eu); la reducción de las remesas familiares; la restricción del financiamiento externo; la reducción de la inversión extranjera directa y la contracción del turismo (cepal-ciem, 2009). Los países centroamericanos están catalogados entre los más vulnerables frente a la desaceleración de la economía estadounidense (cepal, 2009). La actividad económica decreció en -2.7% entre septiembre de 2008 y junio de 2009 y las remesas disminuyeron 9.8% entre junio de 2008 y julio de 2009. Dada la contracción en la producción, en los niveles de demanda y en las importaciones, los ingresos tributarios se contrajeron en -12.1% entre enero y julio de 2009. Los países han des-regulado, pri- vatizado y firmado un tlc, con el fin de llamar la atención de inversio- nistas, pero los resultados han sido modestos. El cafta-dr, en particular, levantó muchas expectativas, pero a tres años de vigencia, su impacto en cuanto a inversión ha sido marginal (bcie, 2009) y nulo en cuanto a reducción de la pobreza. El intercambio comercial total para ca registró una caída de 23.7%, entre enero y julio de 2009, en relación al año 2008. Las exportaciones totales y al mcca, tanto agrícolas como manufacturadas, fueron menores a las de 2008. La demanda de bienes importados registró en 2009 una de las mayores contracciones de los últimos 60 años (-28.9%). El compor- tamiento de las variables macroeconómicas, la contracción del crédito y la falta de inversión extranjera han sido los factores negativos que lo explican. China se ha convertido en una de las principales fuentes de importaciones mientras que su peso como destino de exportaciones no ha aumentado significativamente (cepal, 2010). En consecuencia, eu y el mcca siguen siendo los principales bloques económicos con que comercia ca. Contrario a las exportaciones dirigidas al resto del mundo, donde los productos agrícolas muestran una gran participación, el comercio intra- ca muestra diversificación y mayor valor agregado (sieca, 2009). Por lo

170 2009: más sombras que luces en Centroamérica: ¿se desintegra la integración? mismo, el comercio intrarregional en el mcca ha sido el que mejor parado ha salido ante las crisis. Se incrementa así la conciencia de la importancia de la integración intra-regional para enfrentar en mejores condiciones las múltiples crisis. Simultáneamente aumenta el afán depredador de las potencias y se impone la agenda neoliberal centrada en el ajuste fiscal y el supuesto combate a la violencia.

ca más dividida que integrada

Nicaragua, integrada al alba, repudia a cafta-dr y paraliza a sica al negarse a reconocer la legitimidad del gobierno de facto en Honduras, como también lo hacen El Salvador y Guatemala. Costa Rica, aún no integrada al cafta-dr, continúa respondiendo a los intereses norteameri- canos, especialmente en lo que se refiere a buscarle acomodos a la situa- ción de Honduras. Al decir del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega: “A Costa Rica lo único que le interesa es la integración económica, pero, además, desde una posición ventajista, oportunista”. Nicaragua asegura que Costa Rica rompe la unidad de sica al negarse a ser parte de los diferentes órganos de integración, como la Corte Centroamericana de Justicia y el Parlacen, y al mantener posiciones diferentes al resto de los países miembros en las negociaciones con Europa. Por otra parte, Costa Rica y Panamá son los dos países centroame- ricanos que han declarado su respaldo a las elecciones hondureñas y al gobierno de Porfirio Lobo. Además Costa Rica provocó una fisura en el sica al organizar una cumbre con el vicepresidente de eu al margen de este mecanismo, habiendo acuerdos previos de trabajar en conjunto. La verdadera razón de estas fisuras pareciera ser el rechazo de Costa Rica al gobierno de Daniel Ortega —siguiendo la línea de eu— y su contribu- ción a la campaña de desprestigio internacional en contra de Nicaragua, situación que sólo puede exacerbarse dado la presente correlación de fuerzas políticas en ese país. Panamá, que prefirió un tlc bilateral con eu y no pertenecer a cafta- dr, y que en 2009 —con el triunfo electoral del derechista Martinelli— intensificó aún mas el neoliberalismo y aceptó 11 bases aeronavales en su territorio (Gandásegui, 2009), busca los argumentos legales que le permitirán retirarse de otros mecanismos de integración que juzga no le son útiles, como el Parlacen. Panamá sólo está interesada en participar en los procesos de integración centroamericana en los temas comerciales

171 Ximena Isabel de la Barra Mac Donald y no así en lo jurídico y político, condición a la que se oponen los demás miembros. Por lo mismo, Panamá busca pasar de observador a ser parte del AdA con la ue. Sin embargo, ésta le exige que se adhiera previamente a la sieca (cc-sica, 2010). El Salvador hace malabares entre sus afanes libertarios, su sumisión a la hegemonía norteamericana y, novedosamente, su alianza con Brasil, la potencia “emergente” que tiene pretensiones de una hegemonía regio- nal para lo cual su alianza con El Salvador le resulta estratégica. En ese contexto, el presidente Lula ha propuesto un AdA entre sica y Mercosur, bloques entre los cuales en la actualidad existe una balanza comercial muy desigual a favor de Mercosur. Por último, Honduras ha sido expulsada de todos los mecanismos de integración así como también de la oea. Sin embargo, la oea ha decla- rado que reconocer o no al gobierno de Lobo es “prerrogativa de cada gobierno soberano”. Republica Dominicana, miembro en pleno derecho del sica y del cafta, propuso en el seno de sica suspender a Honduras del cafta-dr aunque no encontró eco en todos los países miembro. Fi- nalmente, sica se negó a reconocer a Micheletti y acordó bloquear el comercio con Honduras. Hay quienes piensan, como el periodista cana- diense Jean Guy Allard, que el golpe en Honduras fue un plan piloto de eu para continuar derrocando gobiernos progresistas en América Latina (Telesur, 2009).

Acuerdo de Asociación con la ue

Símbolo de la disputa de poder entre el actual imperio norteamericano y el aspirante europeo en la región, y de un intento europeo por recupe- rar el comercio que ha perdido — entre otras razones, por el emergente comercio con China—, el AdA ca ue no ha logrado pasar de la etapa de negociaciones. Aunque el golpe de Estado en Honduras debería haberse convertido en un obstáculo al tornar ilegítimos a sus representantes en las negociaciones, la Unión Europea sigue adelante con ellas. Si bien la ue no reconoció el gobierno de facto de Micheletti, está más que dis- puesta a negociar con el gobierno de Lobo por más conflictos de legiti- midad que éste presente. Cada vez son más los líderes y las instituciones que buscan reconocer al gobierno de Lobo con el fin de congraciarse con Estados Unidos y de agilizar la continuidad de los procesos de integra- ción y las negociaciones comerciales, el AdA entre ellos. Laura Chinchi-

172 2009: más sombras que luces en Centroamérica: ¿se desintegra la integración? lla, la candidata presidencial de la derecha en Costa Rica, ha incluido en su programa de gobierno el respaldo a Honduras para que sea reinte- grada a todos los mecanismos de integración bajo el argumento de que el presidente Lobo ya habría sanado las heridas del pueblo, ignorando el hecho de que los opositores aún siguen siendo masacrados y que el pueblo no ha abandonado su movilización. Su triunfo, sumado al de Mar- tinelli, revierte la correlación de fuerzas hacia la derecha en ca. Nicaragua que había abandonado las negociaciones al haberse recha- zado su propuesta de creación de un fondo de salvaguardia para com- pensar asimetrías entre ca y Europa, lo que obligó a la suspensión de la vii Ronda de Negociaciones, ha vuelto no sin grandes presiones a la mesa de negociaciones (sieca, 2009). Nicaragua bien sabe que un tratado co- mercial con Europa sin consideración por las asimetrías no sólo pone a la región en desventaja, sino que además pone en peligro los recursos de la región. Por otra parte, el acuerdo incluye temas como compras públicas y reglamentos sobre propiedad intelectual que van más allá de lo acordado dentro de la omc. Esto limita el espacio político de ca para proteger sus industrias y productores como parte de su estrategia de desarrollo. Según el Estudio de Evaluación del Impacto en la Sostenibilidad del Comercio (eisc), el efecto del AdA sobre el balance comercial con la ue será negativo para todos los países de ca, a excepción de Costa Rica y Panamá. “El acuerdo estimula un modelo primario-exportador concen- trado en pocos sectores económicos, dominado por grandes productores, que dan poco valor añadido a la economía local y pequeños productores en Centroamérica”, dice Camilo Tovar de alop. Por lo mismo, la presión sobre la tierra y la deforestación se podrían incrementar. Las organizaciones sociales tienen claro que, hasta la fecha, los acuer- dos de integración asimétricos no han reducido la pobreza, han intensi- ficado las disparidades y han aumentado la vulnerabilidad de la región. Advierten que el AdA podría convertirse en un obstáculo al desarrollo y los derechos humanos. Pero a fin de que prevalezcan los intereses de las élites políticas y económicas locales y del capital transnacional, las nego- ciaciones se han llevado a cabo a puerta cerrada haciendo imposible la participación de la sociedad civil y de los parlamentos de ca y de Europa. Denuncian que la verdadera intención del AdA es garantizar a Europa los mercados de los servicios públicos, la participación en las compras gubernamentales y la ampliación de los mecanismos de protección para sus inversiones. Advierten del retroceso en derechos laborales y ambien- tales que se produciría y denuncian el trato del agua como mercancía.

173 Ximena Isabel de la Barra Mac Donald

Proponen que se mire hacia el Sur, a la propia América, y hacia el Ca- ribe, y que se propicie un proceso de integración con solidaridad, com- plementariedad, autodeterminación y dignidad. Reiteran que un com- ponente esencial es la participación de la sociedad civil organizada así como el establecimiento de un Comité Consultivo Mixto representativo de las sociedades civiles de ambas regiones que forme parte de la institu- cionalidad del acuerdo. Entre muchas otras propuestas, incluyen las de contemplar una política migratoria entre ambas regiones basada en un marco de derechos de los migrantes (cese-ccsica, 2009) y la suspensión de las negociaciones. Además se preparan para articular propuestas en la Cumbre de los Pueblos “Enlazando Alternativas iv” a realizarse en Madrid en 2010. A pesar de la gran sombra que significó el golpismo que transformó a Honduras en un nuevo enclave político-militar de eu, dando nuevos bríos al Proyecto Mesoamérica y a la Iniciativa Mérida y reforzando la orientación conservadora en la región, existe un importante hecho espe- ranzador. La lucha valiente de los movimientos sociales hondureños que se cohesionaron bajo la bandera de la defensa de su legítimo gobierno y de recuperar la democracia, a pesar de la escalada de la represión y de los asesinatos políticos. Al final de cuentas, son las luchas sociales las que hacen avanzar la historia a favor de los pueblos.

174 Estados Unidos, autonomía y desarrollo en la integración suramericana

Daniel Efrén Morales

En una publicación anterior, señalé que en la integración regional de América del Sur “la dimensión política estaría sostenida por los órganos políticos de la Unasur; la dimensión económica tendría su núcleo en el alcsa, el Banco del Sur y en las labores del Grupo de sobre Integración Financiera; la integración física y energética se desarrollaría a través de la iirsa y de la iniciativa Petroamérica; la defensa regional estaría en manos del Consejo de Defensa Sudamericano; y el desarrollo de la integración social correspondería al Grupo de Trabajo sobre Política Social” . Sin embargo, ¿cuál es el estado de la Unasur en los primeros meses del 2010? El objetivo del presente trabajo es presentar los avances alcanzados en las principales dimensiones de la integración suramericana durante el periodo que va de mayo de 2009 a mayo de 2010.

Integración política

El 10 de agosto de 2009 fue celebrada la iii Cumbre de la Unasur en Quito, Ecuador. En este encuentro, el Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno subrayó que la Unasur se encuentra en una fase temprana fundacional, pero reconoció “fundamental profundizar y acelerar la inte- gración y la cooperación regional” para enfrentar concertadamente los desafíos actuales. Durante el mes de mayo de 2010, tendría lugar en Los Cardenales (Provincia de Buenos Aires, Argentina) una Cumbre Extraordinaria. El resultado de esta reunión sería significativo: el doctor Néstor Carlos Kir-

175 Daniel Efrén Morales chner, expresidente de Argentina, es designado Secretario General de la Unasur. Además de ello, los líderes sudamericanos solicitaron:

[al] Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores recomendaciones sobre el forta- lecimiento de la arquitectura institucional de la Unasur, identificando maneras de incrementar la eficacia de los consejos existentes, promover la gradual convergencia con mecanismos subregionales de integración e identificar temas prioritarios para la integración suramericana, en los cuales la coordinación regional exigiría la constitu- ción de nuevas instancias de la Unasur.

Integración económica

Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unasur han consi- derado que la mejor manera de hacer frente a las crisis económicas es a través de la adopción de iniciativas comunes que prioricen la creación del empleo y la protección social. En consecuencia, los mandatarios ins- truyeron a Ministros de Economía y Finanzas para avanzar en iniciativas como el Banco del Sur, el sucre y el fondo de reserva común. Empero, los progresos han sido lentos: • Banco del Sur: pese haber sido firmada su Acta Fundacional el 9 de diciembre de 2007 en Buenos Aires, sólo dos Estados miembros (Venezuela y Ecuador) de los siete participantes han ratificado por sus asambleas o congresos nacionales su membresía. • Sistema Único de Compensación Regional (sucre): inicialmente ha sido una unidad de cuenta común adoptada por los países miembros de la alba y Ecuador; podría en un futuro —hasta ahora poco proba- ble— evolucionar en una moneda común. • Fondo de Reserva Común Suramericano: en la visión del doc- tor Rafael Correa, Presidente Pro-Témpore de la Unasur (agosto 2009-agosto 2010), los países suramericanos tienen “centenas de mi- les de millones de dólares en reservas invertidos en el primer mun- do, lo cual constituye un verdadero absurdo. Por ello, el traer esas reservas a la región, juntarlas y administrarlas adecuadamente […] más que un imperativo económico, constituye un imperativo del sen- tido común y de soberanía. Para ello, por supuesto, deberá acabar ese sinsentido técnico de la autonomía de los bancos centrales, que, a espaldas de nuestros países, envían nuestras reservas fuera de la región”. Esta inquietud es compartida por varios mandatarios de la

176 Estados Unidos, autonomía y desarrollo en la integración suramericana

región, sin embargo la iniciativa del fondo de reserva suramericano se mantiene aún como una vaga idea.

Seguridad y defensa

La concreción del Consejo de Defensa Suramericano (cds) ha cobrado mucho dinamismo en los últimos meses a raíz de dos eventos significati- vos: el uso de bases militares colombianas por fuerzas estadounidenses y el terremoto de Haití. Durante la iii Reunión Ordinaria de la Unasur —celebrada en San- tiago de Chile el 11 de diciembre de 2008— fue puesto en marcha el cds con los objetivos generales de consolidar a Suramérica como una zona de paz, construir una identidad suramericana en materia de defensa y fortalecer la cooperación regional militar. Para la realización de estos objetivos, el cds adoptó el Plan de Acción 2009-2010 estructurado sobre cuatro ejes o lineamientos a desarrollar: 1. Eje 1. Políticas de defensa: contemplan la creación de una red de intercambio de información sobre políticas de defensa, la realización de seminarios sobre modernización de los respectivos ministerios, la identificación de factores de riesgos y la creación de un mecanismo para contribuir a la articulación de posiciones conjuntas en foros multilaterales. 2. Eje 2. Cooperación militar, acciones humanitarias y operaciones de paz: esto comprendería el ejercicio combinado de asistencia humani- taria, la elaboración de un inventario de capacidades de defensa para apoyo de acciones humanitarias y el intercambio de experiencias en el campo de acciones humanitarias. 3. Eje 3. Industria y tecnología de la defensa: que consiste en avanzar hacia la elaboración de un diagnóstico de la industria de defensa de los países miembros y la promoción de iniciativas para cooperación en la industria para la defensa. 4. Eje 4. Formación y capacitación: que comprende —básicamente— el intercambio de experiencias entre centros de estudios en defensa y la creación del Centro Suramericano de Estudios Estratégicos de Defensa.

El Estatuto y el Plan de Acción serían los instrumentos jurídico-institu- cionales que guiarían la 1ª Reunión de Ministras y Ministros de Defensa

177 Daniel Efrén Morales del cds, celebrada el mes de marzo de 2009 en Santiago de Chile. En esta primera reunión no se adelantó más allá de los puntos ya convenidos. Sin embargo, el Eje 1 (Políticas de Defensa) se vería fuertemente esti- mulado por un primer acontecimiento de suma importancia: la firma del Acuerdo Complementario para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos. El acuerdo no sólo permitió la “cooperación en áreas tales como interoperabilidad, procedimientos conjuntos, logística y equipo, entre- namiento e instrucción, intercambio de inteligencia, capacidades de vigilancia y reconocimiento, ejercicios combinados, y otras actividades acordadas mutuamente”, sino que además autorizó a la superpotencia norteamericana el uso —sin cobro de alquiler ni costos parecidos— de instalaciones y ubicaciones militares (Base Aérea de Palanquero, Base Aérea de Malambo, Fuerte Militar de Nilo, Fuerte Militar de Florencia, Base Aérea de Apíay, Base Naval de Cartagena y Base Naval de Bahía Málaga). En otros términos, con este acuerdo —que fue detallado desde agosto de 2009 y signado el 3 de noviembre del mismo año— Colombia abrió las puertas de la región, en materia de seguridad y defensa, a Esta- dos Unidos. La reacción de la Unasur fue inmediata. En reunión extraordinaria, el Consejo de Jefes y Jefas de Estado, declaró “que la presencia de fuer- zas militares extranjeras no puede, con sus medios y recursos vinculados a objetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier na- ción suramericana y en consecuencia la paz y seguridad en la región” y, de manera concreta, se instruyó a los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa a celebrar una reunión extraordinaria para alcanzar medi- das de fomento de la confianza y de la seguridad. En septiembre y noviembre de 2009 tendrían lugar las reuniones extraordinarias requeridas por el Consejo de Jefes y Jefas de Estado. Como resultado de éstas, los ministros involucrados lograron avanzar en la adopción del “Mecanismo de Medidas de Fomento de la Confianza y Seguridad” y, como parte de las disposiciones finales del documento, se consideró: elaborar un “Protocolo de Paz, Seguridad y Cooperación de la Unasur” (propuesta de Perú), abrir un debate sobre la “Arquitectura de Seguridad para Unasur” (propuesta de Chile) y proyectar un “Código de Conducta sobre Cuestiones de Defensa y Seguridad” (propuesta de Ecuador). Con estas iniciativas, los gobiernos sudamericanos han logra- do garantizar importantes márgenes de autonomía militar, asegurándose de brindar a Colombia todo el respaldo que necesita para el combate al

178 Estados Unidos, autonomía y desarrollo en la integración suramericana narcotráfico y manteniendo la presencia militar de Estados Unidos en su mínima expresión. Sin embargo, las tentativas de Estados Unidos de posicionarse mi- litarmente en América del Sur no cesaron. Aquí es cuando se da el se- gundo acontecimiento de trascendental importancia. El 12 de enero de 2010 por la tarde se registró en Puerto Príncipe, Haití, un terremoto de magnitud 7.3 en escala de Richter con funestas consecuencias: más de 220,000 personas perdieron la vida y más de 300,000 resultaron heridas; cerca 1.5 millones de haitianos resultaron indirectamente afectados; el total del daño y las pérdidas económicas fueron estimados en us$ 7,863 millones, equivalente a más de 120% del pib de Haití en 2009. Tomando como argumento la asistencia humanitaria al devastado país de Haití, el gobierno estadounidense movilizó tropas, buques, por- taviones y unidades anfibias a la isla caribeña. Esto provocaría sospechas de la comunidad internacional y una rápida reacción de la Unasur. Ape- nas dos semanas después, el 29 de enero del mismo año, el cds resolvió expresar su más profunda solidaridad con el pueblo de Haití pero, sobre todo, “avanzar en la implementación del Eje N° 2 del Plan de Acción 2009-2010 […] y facilitar la labor de apoyo a la construcción de Haití, a mediano y largo plazo, de modo que aglutine los esfuerzos de los países de la Unasur”. Así, ante la tentativa de Estados Unidos de sacar prove- cho a nuevos “temas anclas” para reposicionarse geoestratégicamente en el hemisferio, la respuesta diplomática sería: Haití se encuentra en la zona de influencia Suramérica y Unasur tiene ahora la capacidad de gestionar crisis como la del terremoto del 12 de enero.

Integración social

En materia social, durante la iii Cumbre de Unasur, los mandatarios sura- mericanos reafirmaron su compromiso por avanzar en la construcción de la ciudadanía suramericana, reconocieron la importancia de consolidar institucionalmente un Consejo Suramericano de Derechos Humanos y renovaron su compromiso con la creación del Parlamento Suramericano. Si bien estos proyectos se encuentran aún en proceso de realización, la Unasur cuenta ya con el Consejo Suramericano de Desarrollo Social (csds) definido como “una instancia de diálogo, reflexión, coordinación y cooperación sobre desarrollo social y humano integral entre los países que conforman la Unasur”.

179 Daniel Efrén Morales

El csds, que ha sido resultante de las reuniones celebradas por el Grupo de Trabajo de Políticas Sociales entre 2007 y 2009, celebró su 1ª Reunión Ordinaria el 11 de diciembre de 2009 en Quito, Ecuador. En esta reunión fue aprobado el Plan de Acción Bianual 2009-2011, el cual estableció tres grandes objetivos a desarrollar hasta octubre de 2011. Es- tos son: • Objetivo 1. “Formular y consensuar los lineamientos de políticas de desarrollo social, para que sus decisiones se articulen en la agenda prioritaria de Unasur”. • Objetivo 2. “Promover y generar un espacio para discusiones técnicas e intercambio de experiencias sobre buenas prácticas, mediante la compilación y sistematización de una base de datos de experiencias exitosas en materia de políticas sociales”. • Objetivo 3. “Promover acuerdos de cooperación, especialmente, en zonas de frontera en materia de políticas de desarrollo social, lucha contra la pobreza y las desigualdades”.

Integración energética

En la 1ª Cumbre Energética Suramericana (16 y 17 de abril de 2007 en Isla Margarita, Venezuela) los mandatarios crearon el Consejo Energé- tico de Suramérica (integrado por los ministros de Energía de cada país), con el objeto de que elaborase una propuesta de lineamientos de Estra- tegia Energética, un Tratado Energético y un Plan de Acción para discu- tir durante la iii Cumbre de Unasur. Sin embargo, para agosto de 2009 los ministros de Energía no lograron concluir sus trabajos, por lo cual el Consejo de Jefas y Jefes de Estado instruyó “al Consejo Energético a concluir prontamente dichas tareas para su aprobación en una próxima reunión cumbre”. Entre las iniciativas que maquila el Consejo Energético se encuentra la creación de una empresa grannacional, la cual desarrollaría proyectos de manera conjunta entre los países de la región.

180 Estados Unidos, autonomía y desarrollo en la integración suramericana

A modo de conclusión

De acuerdo con Muñoz, son los temas fundamentales en las políticas exteriores latinoamericanas han sido: autonomía, desarrollo y Estados Unidos. Además, respecto a su forma de acción, la política exterior de los países latinoamericanos se han caracterizado por ser más reactivas que proactivas. Sin embargo, las prontas y acertadas gestiones ante la pre- sencia de fuerzas militares estadounidenses en Colombia y Haití son un indicador de que los socios de la Unasur están ampliando sus márgenes de autonomía respecto de Estados Unidos. Indudablemente, los avances alcanzados en materia de seguridad y defensa han sido relevantes. Empero, no todas las áreas del proceso integrador suramericano han evolucionado de la misma manera: las di- mensiones económica y social presentan grandes proyectos, pero logros concretos aún modestos; la cuestión política avanza lento; la integración energética se mantiene a la zaga. Mientras no se concreten los proyectos trazados (sociales, financieros, energéticos), el tema del desarrollo se- guirá siendo la asignatura pendiente en la política exterior suramericana.

181

Obama and Latin America: Reality and Rhetoric

Gary Francis Prevost

U.S. president Barack Obama assumed the presidency of the United States in January 2009 with more positive expectations than any U.S. president since Jimmy Carter in 1977. The expectations were based on a number of factors. The most important was that he was not George W. Bush. The outgoing U.S. president had been a polarizing figure for Latin America in the wake of his post-9/11 foreign policy. Bush had begun his presidency with a popular overture toward Mexico but optimism for a more enlightened Latin America policy faded with the rhetoric of “The War on Terror” which included fierce rhetorical attacks against all regio- nal governments at odds with the United States, especially Cuba and Venezuela. They were labeled as a Latin American “axis of evil” compa- rable to the president’s attacks on Iran, North Korea, and Iraq. As the challenge of leftist governments rose in Latin America and defeated the priority regional project of the United States, the Free Trade Area of the Americas (FTAA), the Bush administration downgraded its involve- ment in the region and as a result both U.S. influence and prestige, even among some of the traditional elites of the region reached an historic low point. At the moment of that historic low point in 2008 candidate Barack Obama in a speech in Miami stated his intended policies toward Latin America in terms that raised optimism throughout the Hemisphere. Obama spoke of a “new partnership with the Americas” that would be based on the principle that “what is good for Latin America is good for the United States.” Though the speech was short on policy specifics it included a willingness to dialogue even with America’s adversaries, by implication Cuba and Venezuela. Brazil’s important leadership role was

183 Gary Francis Prevost acknowledged and for the first time since the FTAA initiative was laun- ched by President Clinton in 1994 there was no rhetoric about liberalized trade being the key to the region’s problems. Latin American leaders of all political persuasion tended to believe that this was potentially an historic shift in U.S. policy toward the region, comparable to President Franklin Roosevelt’s vaunted Good Neighbor Policy. How is the first year of Obama’s policies in Latin America to be eva- luated? Put simply, the rhetoric of Miami May 2008 has not been marked by real change in policy. On a range of issues from approaches to Cuba and Venezuela, drug policies in Mexico and the Andean region, and even relations with traditional U.S. allies like Brazil and Argentina, the Oba- ma administration has pursued more continuity with the Bush era than change. Even more importantly, the administration’s response to its first Latin American crisis, the military coup in Honduras, has proven deeply disappointing throughout the region. The region lined up almost unani- mously against the June 2009 coup against President Manuel Zelaya only to see the United States broker a solution that ultimately favored the coupmakers and weakened democracy in the region. Obama’s potentially new approach to the region was somewhat vali- dated at the Summit of the Americas in Trinidad in April where Obama repeated many of the themes of his Miami speech, but there were no new policy initiatives launched. In addition, in the face of sustained Latin American pressure for a new U.S. policy toward Cuba, Obama refused to reduce the U.S. embargo in any meaningful manner. U.S. policy toward Cuba also dominated the May Organization of American States (OAS) meeting in Tegucigalpa. All Latin American countries present voted to end Cuba’s suspension from the organization but the unanimous Latin American position did not succeed in moving the United States away from its historic position. The Obama administration has made some very small overtures to Cuba, including the resurrection of the regular diplo- matic conversations on immigration and greater acceptance of cultural and academic exchanges, but the fundamental principles of the embargo have remained in place along with the U.S. insistence that normalized relations with the island be conditional on a “democratic transition” that includes the departure of the Communist Party from power. In addition, there has been no change in U.S. relations with Venezuela. The Obama administration has continued the militarization of Venezuela’s region by building up the previously suspended U.S. Fourth Fleet in the Caribbean

184 Obama and Latin America: Reality and Rhetoric and signing a new agreement with Colombia for a military base in that country. U.S. policy toward Mexico has also seen little change. The Merida Initiative, also known as Plan Mexico, begun in the Bush years, to dra- matically increase military cooperation with Mexico under the guise of “the drug war” has moved to new levels of intensity within 2009. Jointly conducted police and military operations in Mexico’s major cities have furthered the violence between drug gangs and the authorities with little end in sight. Relations between the Obama administration and its traditional allies, Argentina and Brazil have been cordial, a process actually begun during the last year of the Bush administration but even there tensions have been present. Basically, the United States has refused to accept the increasingly independent stance that Brazil and to a lesser degree, Ar- gentina have taken in world affairs. Brazil was expected to fall in line behind the U.S. policy to authorize further United Nations sanctions against Iran over its nuclear program but the Brazilians have pointedly refused to do so and invited the Iranian president to visit Brazil in 2010. However, no issue has symbolized Obama’s failure to deliver a new Latin American more than his stance on the Honduran coup. There is no credible evidence that the U.S. government supported or helped to plan the coup and initially the Obama administration joined Latin American leaders in condemning the removal of Zelaya and calling for his return. However, once the coup leaders resisted the initial pressure, the Obama administration’s role became ultimately a treacherous one that never saw the return of Zelaya to the Honduran presidency and eventual approval of a November election that saw the victory of a conservative strongly pro-U.S. candidate in Pepe Lobo. This favorable result for U.S. interests emerged from negotiations in Costa Rica brokered by President Oscar Arias and the United States that forced President Zelaya to negotiate with the coupmakers from a position of weakness. Under the agreement negotiated Zelaya was to be restored to the presidency by the very Su- preme Court and Congress that had sanctioned his removal. When tho- se bodies refused to reinstate Zelaya , most Latin American countries, headed by Brazil declared the agreement to be null and void and called for non-recognition of the planned November elections. However, at a meeting of the OAS in October the U.S. government broke ranks with Latin America and declared that it would recognize the winner of the election as the legitimate president of Honduras. Close U.S. allies in the

185 Gary Francis Prevost region like Columbia and backed the United States and the prin- cipled position against the coup was irrevocably undermined. Ultima- tely, Obama saw U.S. interests as lying with the removal of the populist leader Zelaya and not the interests of democracy and human rights in the hemisphere. In the process the new administration made clear that while there may be subtle changes in U.S. Latin American policy that are more accommodating to the region’s needs the fundamental project of U.S. political, economic, and military domination of the region has not changed.

186 Prácticas y representaciones de la inscripción global de América Latina en 2009

Almudena Cabezas Heriberto Cairo

Una de las características de la geopolítica como disciplina sobre la que generalmente están de acuerdo sus estudiosos es que es un análisis que se realiza desde una perspectiva global. En este sentido, uno de los apar- tados necesarios en cualquier geopolítica de los procesos de integración en América Latina es el estudio de las prácticas y representaciones de la interacción de América Latina con otras regiones del mundo. Y es lo que a continuación vamos a realizar de forma sintética, y centrándonos en los actores institucionales y gubernativos, que, evidentemente, son sólo una parte del conjunto.

Unión Europea-América Latina: la asociación estratégica a través de acuerdos bilaterales y regionales

La ue es el segundo socio comercial más importante de América Latina y el mayor inversor en la región, y la Comisión Europea ha financiado más de 450 proyectos y programas por un importe superior a los 3,000 millones euros. Es, por lo tanto, una de las principales regiones con las que se relaciona América Latina.

187 Almudena Cabezas y Heriberto Cairo

El Encuentro Ministerial ue/Grupo de Río,1 celebrado en Praga el 13 y 14 de mayo de 2009, centrada en la crisis económica y financiera, las energías renovables y la seguridad energética, concluye con la adopción de una Declaración Conjunta2 sobre temas claves: fuentes renovables de energía: propuesta sostenible de seguridad energética y cambio climáti- co, así como recuperación de la estabilidad financiera y el crecimiento en la economía mundial; que incluye una declaración de solidaridad y apoyo con los países más afectados por la Gripe A (México). Durante la misma, se celebraron otros encuentros subregionales, como el Diálogo Minis- terial de San José3 y el encuentro ministerial de la Troika comunitaria y Mercosur,4 así como encuentros bilaterales con México y Chile.5 En el documento de revisión a medio término de la estrategia y del programa regional 2007-2013, Mid-term Review and Regional Indicative Programme 2011-2013 for Latin America,6 se mantienen los tres sectores estratégicos prioritarios: 1) la cohesión social, reducción de la pobreza, las desigualdades y la exclusión; 2) la integración regional; y, 3) la inver- sión en las personas y el incremento del entendimiento mutuo; pero pro- pone relacionar las dos primeras mediante una nueva propuesta basada en el Latin American Investment Facility (laif), para movilizar recursos adicionales para estimular la inversión en áreas de interconectividad e infraestructura, sectores sociales y ambientales, y crecimiento del sec- tor privado, como complemento a los programas regionales EUrocLima,

1. El Grupo de Río se creó como foro de consulta política en 1986 con seis países latinoamericanos; en la actualidad integra a todos los latinoamericanos (Cuba se incorporó en noviembre de 2008) más Jamaica, Belice, Guyana y Haití. El diálogo con la ue se institucionalizó en 1990 y se reúne cada dos años alternativamente a las cumbres Euro-Latinoamericanas. 2. Véase: Declaración Conjunta ue-Grupo de Río. Disponible en: http://register.consilium. europa.eu/pdf/es/09/st09/st09881.es09.pdf. Fecha de consulta: 12/12/2010. 3. Consejo de la Unión Europea, Encuentro Ministerial del Dialogo de San José, Praga, 14 de mayo de 2009. El Comunicado Conjunto final se puede consultar en http://register.consilium. europa.eu/pdf/en/09/st09/st09933.en09.pdf. Fecha de consulta: 12/12/2010. 4. El Comunicado Conjunto final se puede consultar en: http://register.consilium.europa.eu/pdf/ en/09/st08/st08438.en09.pdf. Fecha de consulta: 12/12/2010. 5. El Comunicado Conjunto final de la iv Reunión del Consejo Conjunto ue-México se puede consultar en http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/docs/pressdata/en/er/107715. pdf. Fecha de consulta: 12/12/2010. El de la iv Reunión de Consejo de Asociación ue-Chile en: http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/docs/pressdata/en/er/107743.pdf. Fecha de consulta: 12/12/2010. 6. Disponible en: http://www.eeas.europa.eu/la/csp/11_13_mtr_en.pdf. Fecha de consulta: 24/08/2011.

188 Prácticas y representaciones de la inscripción global de América Latina en 2009

EUROsociAL7 y AL-Invest,8 que suponen acciones blandas como la con- strucción de capacidades, el intercambio de buenas prácticas, la creación de redes y el desarrollo de agendas comunes. Asimismo se mantiene el objetivo respecto a la prioridad de la inver- sión en las personas y el incremento del entendimiento mutuo, cuya fi- nalidad es proporcionar becas a profesorado y estudiantado latinoamer- icano en universidades europeas y reforzar la cooperación birregional en áreas de entendimiento mutuo, educación superior y programas aca- démicos, con particular atención a los grupos socialmente más desfa- vorecidos, recomendando mantener el Programa Erasmus Mundus y un presupuesto € 92.6 millones. Asimismo se contempla una reserva de 30 millones de euros. La Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Con- sejo “la Unión Europea y América Latina: una asociación de actores globales”,9 hace un balance de la Asociación Estratégica con América Latina y de los resultados de la estrategia seguida —expuesta en la Co- municación de 2005: “Una asociación reforzada entre la Unión Europea y América Latina”—, y señala objetivos y propuestas de cara a la Cumbre ue-alc que tendrá lugar en Madrid el año 2010. El documento destaca las mejoras habidas en la coordinación en los asuntos estratégicos y en los diálogos políticos y sectoriales, a través de las Cumbres ue-al como la de Lima 2008, donde se decidió la puesta en marcha del Programa EU- rocLIMA10 y el diálogo sobre migración,11 y otras reuniones birregionales

7. EUROsociAL ha organizado casi medio centenar de actividades (encuentros de redes, reuniones y seminarios, pasantías, asistencias técnicas etc.). En total han participado cerca de 12,000 personas pertenecientes a unas 2,200 instituciones (80% y 66%, respectivamente, de América Latina) y se han documentado 150 resultados, entendiendo por tales las decisiones en materia de políticas públicas que persiguen mejorar la cohesión de las sociedades, a las que EUROsociAL ha contribuido. Véase fiapp (2010). 8. Al-Invest es un programa de cooperación económica cuyo objetivo es apoyar la internacionaliza- ción de las pequeñas y medianas empresas (pyme) de América Latina, en colaboración con sus socios europeos, con el fin de contribuir a la cohesión social de la región. Disponible en: http:// ec.europa.eu/europeaid/where/latin-america/regional-cooperation/al-invest/index_es.htm. 9. Comunicación de 30 de septiembre de 2009, disponible en: http://www.europarl.europa.eu/ intcoop/eurolat/key_documents/eu_commission/eu_la_global_players_in_partnership_es.pdf. Fecha de consulta: 14/10/2010. 10. Aprobado por la Comisión Europea el 18 de diciembre de 2009 la Comisión Europea, EUrocLIMA fomenta la cooperación entre América Latina y la ue en materia de cambio climático, con un presupuesto total previsto de cinco millones de euros. Disponible en: http:// ec.europa.eu/europeaid/where/latin-america/regional-cooperation/euroclima/index_es.htm. 11. Da comienza el 30 de junio de 2009, centrado en los problemas relacionados con la migración regular e irregular, y con migración y desarrollo.

189 Almudena Cabezas y Heriberto Cairo de alto nivel, como la ya mencionada reunión ministerial ue-Grupo de Río (Praga, mayo de 2009). Asimismo considera que ha habido avances en la promoción de la cohesión social en la región, un rubro que supone una parte importante de los fondos disponibles para la cooperación de la comisión, con el que además colaboran el fomento del diálogo y la co- operación entre autoridades gubernamentales, instituciones internacion- ales y sociedad civil, mediante los programas EUROsociAL y URB-AL, y el diálogo sobre las políticas fiscales, para mejorar la redistribución de la renta y de la riqueza. La comisión estima consolidada la asociación birregional a través de la intensificación de las relaciones con las subregiones y de las relaciones con distintos países, cuyo fin último y prioridad europea es concluir las negociaciones de los Acuerdos de Asociación subregionales (ada), sien- do los problemas encontrados calificados de coyunturales, en el caso de Centroamérica por “la crisis política de Honduras”, y ante el fracaso en la can se ha optado por negociaciones bilaterales, mientras se está traba- jando con Mercosur12 y en la propuesta de acuerdo mediante los avances en la Asociación Estratégica ue-Brasil.13 Igualmente, se avanza en el diál- ogo político de alto nivel país por país, pues se vislumbra la posibilidad de generar condiciones para negociar un marco contractual con Cuba, tras el restablecimiento de la cooperación al desarrollo, así como para completar las negociaciones para ejecutar las cláusulas de evolución en los acuerdos existentes con Chile y México. Los retos identificados en los próximos años se centran en el cambio climático y la migración, cuya importancia política es creciente, y, en es- pecial, en la lucha contra la delincuencia (drogas ilegales, trata de seres humanos, delincuencia organizada y violencia), considerada tan funda- mental como la lucha contra la pobreza. Y los objetivos de la comisión son reforzar el diálogo y la coordinación con otros procesos regionales como las Cumbres Iberoamericanas, la Unión de Naciones Sudameri- canas (Unasur) y la Organización de Estados Americanos (oea), e im-

12. La relación entre la ue y Mercosur sigue basada en el Acuerdo Marco Interregional de Cooperación (Madrid, 15 de diciembre de 1995; en vigor, desde el 1º de julio de 1999), y el diálogo político se institucionaliza a distintos niveles: entre Jefes de Estado y de Gobierno, cargos ministeriales y funcionarios de alto nivel, en los que participan Chile y Bolivia. 13. Asimismo, en octubre se celebró la iii Cumbre ue-Brasil en la ciudad de Estocolmo (6 de octubre de 2009), que se planteó como un diálogo político específico mediante consultas de alto nivel con este país para desarrollar la “asociación estratégica ue-Brasil” en diversos sectores para reforzar lazos bilaterales.

190 Prácticas y representaciones de la inscripción global de América Latina en 2009 plicar a la sociedad civil, los actores no estatales, y las instituciones cul- turales y financieras. Sobre el apoyo a la integración regional se recomienda continuar con el énfasis en el desarrollo de infraestructuras duraderas, especialmente en la interconectividad, mediante iniciativas y proyectos conjuntos en los que participen el sector público, el sector privado y las instituciones financieras, mediante el Mecanismo de Inversión en América Latina (mial),14 destinado a tres ámbitos: interconectividad e infraestructuras, en especial el rendimiento energético y los sistemas de energías reno- vables, el transporte sostenible y las redes de comunicaciones; sectores social y ambiental, incluidas la mitigación del cambio climático y su adap- tación, así como la provisión de fondos para el crecimiento del sector privado (en especial de las pyme). En el ámbito de la cooperación, se recomienda adaptar y adecuar los programas de cooperación a una región que incluye algunos países emergentes y países de renta media-alta, diversificando los instrumen- tos y objetivos. Por temas, hacer hincapié en la cooperación en ámbitos como el cambio climático (mitigación y adaptación), enseñanza superior, investigación en el ámbito del multilingüismo, ciencia y tecnología; por ejemplo, a través del uso del ipi+6, usado en la cooperación con países industrializados, para financiar actividades no oficiales de ayuda al de- sarrollo, y la puesta en marcha de la Fundación uelac. En la Resolución RE\782155, Eurolat recomienda la tramitación de una “una Carta Euro-Latinoamericana para la Paz y la Seguridad”, que preserve el enfoque colectivo característico de la Carta de Naciones Uni- das, e incorpore otros elementos propuestos por diversas agencias de la onu (como los de seguridad alimenticia de la fao y seguridad humana del pnud), y, en concreto, el respecto irrestricto de los derechos humanos, las dimensiones medioambiental y de defensa, y los conceptos de seguridad hemisférica y birregional. La resolución defiende un enfoque basado en el concepto de seguridad compartida y el rechazo al aumento despropor- cionado del gasto militar en detrimento de los gastos de carácter social.

14. Inspirado en el Mecanismo de Inversión a favor de la pev, moviliza financiación adicional para cubrir las necesidades de inversión de los países vecinos de la ue para infraestructuras en sectores como el transporte, la energía, el medio ambiente y los problemas sociales; y apoya al sector privado, por ejemplo a través de operaciones de capital de riesgo destinadas a pequeñas y medianas empresas (pyme).

191 Almudena Cabezas y Heriberto Cairo

Asimismo, durante 2009 ha habido reuniones de la Comisión de Asuntos Económicos15 y de la Comisión Asuntos Sociales,16 y se han pro- ducido declaraciones importantes, como por ejemplo sobre la situación política en Honduras a causa del golpe de Estado del 28 de junio de 2009, que conmociona al mundo entero con la destitución del presidente Manuel Zelaya Rosales a manos de los militares (30 de octubre de 2009). El golpe de Estado en el país centroamericano abre una crisis polí- tica intensa que afecta considerablemente a los mecanismos regionales, especialmente al sica y a la alba, dejando al primero en papel secundario durante la misma y a la segunda debilitada en su proceso de consolida- ción. De hecho, la intensa actividad diplomática generada en la región fue encabezada por la oea, que condenó sin titubeos el derrocamiento de Zelaya y suspendió a Honduras para aislar al gobierno de facto, pero sus acciones fueron dirigidas por el gobierno de Estados Unidos y el de Costa Rica, que sirvió de intermediario. El golpe de Estado interrumpió momentáneamente las negociaciones del ada de la ue con Centroamé- rica (Pérez, 2010: 67), además de generar una intensa actividad declara- toria por parte de las instituciones europeas,17 que sin embargo no está reflejada en las Conclusiones del Consejo de la ue (8 de diciembre de 2009) sobre las relaciones ue-América Latina.18

¿Cambio de ciclo en las relaciones iberoamericanas?

Formalmente la agenda de la xix Cumbre Iberoamericana celebrada en Estoril (Portugal) del 29 de noviembre al 1º de diciembre de 2009, giraba en torno a la innovación y el conocimiento, bajo el consenso de que son

15. Véase el calendario de reuniones en: http://www.europarl.europa.eu/intcoop/eurolat/ committees/trade/previousmeetings_es.htm (visitado el 24/08/2010). 16. Véase el calendario de reuniones en: http://www.europarl.europa.eu/intcoop/eurolat/ committees/social/meetings/2009_04_06_madrid/default_es.htm (visitado el 24/08/2010). 17. Véanse, entre otras las Conclusiones del Consejo de la ue de 15 de septiembre de 2009, en http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_Data/docs/pressdata/en/gena/110116.pdf. Fecha de consulta: 23/07/2010. Las Declaraciones de la Presidencia Sueca de la ue, de 22 de septiembre de 2009, de 30 de octubre de 2009, de 7 de noviembre de 2009 y de 19 de noviembre de 2009; así como la Declaración de la Presidencia del Consejo de la ue de 1º de diciembre de 2009, disponible en: http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/docs/pressdata/en/ cfsp/111651.pdf. Fecha de consulta: 23/07/2010. Declaración de la Presidencia de la ue de 21 de diciembre de 2009. 18. Disponible en: http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_Data/docs/pressdata/EN/ foraff/111820.pdf. Fecha de consulta: 12/12/2010.

192 Prácticas y representaciones de la inscripción global de América Latina en 2009

los principales motores del desarrollo de las sociedades —tal y como se estableció en la Reunión Interministerial Iberoamericana, celebrada pre- viamente en Lisboa—. Sin embargo, como ya viene siendo habitual otros acontecimientos más coyunturales dominaron la agenda y el debate de la cumbre; sobresale en este sentido el golpe de Estado y el establecimiento de una dictadura militar en Honduras y las disputas entre Venezuela y Colombia, con amenazas cruzadas y conflictos en la frontera.19 La ausencia de los Jefes de Estado o de Gobierno de ocho países (Bo- livia, Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Uruguay20 y Ve- nezuela), y la retirada del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a las pocas horas de llegar a Estoril, molesto por la indecisión colectiva de manifestarse claramente contra el golpe de Estado en Honduras y en favor de la reposición en su cargo del presidente Zelaya (Drago, 2009), ocupa- ron el proscenio de la representación, pero la falta de acuerdos concretos y financiables para promover la cooperación entre los 23 países, y la diferida liberalización comercial sempiternamente reclamada por los países lati- noamericanos, certifican una crisis entre bambalinas, alertando sobre un cambio o fin de ciclo en las relaciones iberoamericanas.21

19. El distanciamiento entre ambos países a partir del bombardeo colombiano al campamento del segundo al mando de las farc en territorio fronterizo en Ecuador (2008), se agrava por la falta de claridad del gobierno colombiano en el acuerdo firmado con Estados Unidos para el uso de al menos siete bases militares en Colombia, que provoca las críticas de Brasil, Chile, Argentina y los países del alba. De hecho, el presidente de Venezuela llega a llamar a los militares y al pueblo venezolano a preparase para una guerra con Colombia e interrumpe el comercio con dicho país, al tiempo que incrementa la compra masiva de armas convencionales. Mientras Colombia denuncia el asesinato de colombianos en territorio venezolano fronterizo y las amenazas del gobierno venezolano ante la oea y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En noviembre de 2009, la Guardia Nacional venezolana derribó dos puentes peatonales al norte de la frontera con Colombia, construidos por las comunidades a modo de comunicación local entre los dos países, y el gobierno venezolano denuncia también ante el Consejo de Seguridad que el conflicto armado colombiano constituye una seria amenaza para la paz y la seguridad internacionales (diciembre 2009). 20. Sólo el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, quien no pudo asistir porque tenía encima las elecciones, dio explicaciones sobre su ausencia. 21. Con todo, en la cumbre hubo algunos resultados concretos, entre los que pueden destacarse: a) la decisión de “promover” la creación de un ambicioso programa de innovación tecnológica y aplicada, cuya definición estará a cargo de un grupo de trabajo de responsables gubernamentales de cada país, coordinado por la Segib, que contribuya a un modelo de apropiación social y económica de conocimiento más equilibrado en el ámbito de las sociedades iberoamericanas; su secretariado inicial estará asegurado por la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) de Brasil; b) la creación de un foro bianual iberoamericano sobre Ciencia, Tecnología e Innovación, destinado a contribuir al desarrollo de estos ámbitos en la región; c) apoyo a un incremento substancial de capital del bid y del bm para asegurar que cuenten con recursos suficientes para cumplir con sus mandatos en materia de financiación para el desarrollo; d)

193 Almudena Cabezas y Heriberto Cairo

La Declaración de Lisboa22 recoge unas vagas conclusiones sobre “Innovación y Conocimiento” y el Plan de Acción, un ambicioso progra- ma de innovación tecnológica y aplicada que será posteriormente defini- do y coordinado por los gobiernos nacionales y la Segib, respectivamente (Malamud, 2010). La evaluación del proceso de las cumbres no puede basarse en el impacto mediático que tuvo la ausencia de las máximas figuras políticas de un nutrido grupo de países, aunque sí puede conside- rarse como un síntoma de la menor legitimación pública del proceso, que apunta a cambios en las relaciones iberoamericanas. Sin denostar el nutrido intercambio de reuniones y actividades ibe- roamericanas que tienen lugar entre la celebración de las cumbres en los diferentes ámbitos (educación, ciencia y cultura, sanidad, desarrollo, cohesión social, cambio climático y la justicia), que se traducen en re- sultados concretos,23 junto a iniciativas de carácter no gubernamental, lo cierto es que el mecanismo de diálogo, concertación y cooperación iberoamericana, adolece de una excesiva dependencia financiera del go- bierno español, aunque la evolución de las aportaciones que los distintos países miembros vienen realizando a sus actividades, pone de manifiesto una creciente involucración de países de gran peso como México y Bra- sil, que están aportando más fondos e incluso liderando procesos (fiapp, 2010). Sin embargo, se sigue identificado a la Segib y al propio proceso con los intereses españoles y con su protagonismo internacional, como señalaba un diplomático latinoamericano desde el anonimato: el gobier- no de España “mantiene la Segib en Madrid, un órgano burocrático que consume cada día más recursos en pasajes, viáticos, sueldos y hoteles, con los aportes de los países y que se están cansando de ello” (citado en Tito Drago, ips-Lisboa, 11/05/09).

fortalecimiento con nuevos recursos de la cooperación Sur-Sur; e) registrar el ingreso en la Conferencia Iberoamericana de Bélgica e Italia, como Observadores Asociados, y de la fao, la ocde, el Sela, la Flacso, la Unión Latina (ul) y la Organización de Estados de Caribe Oriental (oeco), como Observadores Consultivos, en aplicación del “Consenso de San Salvador sobre las modalidades de participación en la Conferencia Iberoamericana”; f) la creación de un Observatorio Iberoamericano de Justicia; y g) la comprobación del avance en el proceso de ratificación del Convenio Iberoamericano de Seguridad Social (Cumbre de Santiago de Chile, 2007), que se prevé vigente en 2010. 22. Disponible en la página oficial de la oie: http://www.oei.es/Declaracion_Lisboa.pdf. Fecha de consulta: 12/12/2010. 23. En la actualidad hay en marcha alrededor de 18 programas, pero en algunas ocasiones los programas se desarrollan únicamente por parte de varios países y se requiere que al menos haya siete gobiernos comprometidos por escrito para participar en uno de ellos.

194 Prácticas y representaciones de la inscripción global de América Latina en 2009

No se le ha pasado a los analistas internacionales señalar la impor- tancia que tiene la deriva “neopopulista” de algunos gobiernos o la im- pronta de políticas indigenistas “que introducen una nueva dimensión identitaria en la realidad latinoamericana, que tiende a chocar con la dimensión identitaria derivada de la historia, la lengua y la cultura comu- nes, presente en las relaciones entre España y América Latina y expre- sada en las Cumbres Iberoamericanas” (Arenal, 2010: 3). Como señalá- bamos en el Anuario 2008, es fuerte la impronta discursiva que tiene en los medios oficiales de comunicación y académicos españoles, y de otros países latinoamericanos, la cruzada contra el neopopulismo, cargada de planas identificaciones con pretéritos regímenes políticos, de gran signi- ficación en el imaginario colectivo, ante la complejidad y ambigüedades de los procesos políticos. De esta forma, las distintas manifestaciones y ricos matices que pueblan los discursos descolonial y postcolonial, se ven obscurecidas por una demonización homogenizadora hacia las acciones de los gobiernos participantes de la Alianza Bolivariana para los Pue- blos de Nuestra América (alba), como si la pretensión de articular un liderazgo y una estrategia política y económica regional, o las políticas públicas que tratan de dar respuesta a rezagos democráticos como la ex- clusión sistemática de las nacionalidades indígenas, fueran crímenes de lesa humanidad. Lo cierto, es que esta lucha en torno a las hegemonías culturales ge- nealógicas se sirve en bandeja de plata sobre el mantel de organdí del Bicentenario de las Independencias. En un acto celebrado en la Casa de América de Madrid en el que participaron el rey Juan Carlos I, la comisaría de Relaciones Exteriores de la ue, Benita Ferrero-Waldner, el secretario general de la oea, José Miguel Insulza, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y la diputada chilena Isabel Allende. El embajador extraordinario y plenipotenciario para la Conmemoración de los Bicentenarios de la Independencia de las Repúblicas Iberoamerica- nas, Felipe González, recordó que las guerras de la independencia fue- ron “una explosión de libertad frente al poder absoluto” y “el germen de la igualdad ante la ley, basada en la Constitución de 1812 y que fue com- partida a ambos lados del Atlántico”, sin olvidarse que en la actualidad es necesario redistribuir el ingreso de manera más equitativa e invertir más en la capacidad de formación humana, señalando que para alcanzar el desarrollo “una buena carretera integra, mientras que 20 discursos no lo hacen” (Drago, 2009).

195 Almudena Cabezas y Heriberto Cairo

Cuestiones globales sobre la seguridad sudamericana

La reactivación de las actividades de la iv flota estadounidense desde mediados de 2008, que cuenta con once buques y un portaviones para realizar misiones humanitarias y garantizar las rutas comerciales en los mares del sur, levantó las suspicacias de Unasur, especialmente de Vene- zuela y Brasil, país que teme que el objetivo sea garantizar el acceso a las grandes reservas de petróleo en la región de Santos en el litoral brasi- leño, y ha iniciado en 2009 la modernización de su flota marítima. Por otro lado, durante la i Reunión de los Ministros de Defensa de Unasur, bajo presidencia chilena (Santiago de Chile, 10 de marzo de 2009), se acordó que el consejo debería regirse por tres objetivos gene- rales: consolidar Suramérica como una zona de paz, la construcción de una identidad suramericana en materia de defensa, y la generación de consensos para fortalecer la cooperación regional;24 y el Plan de Acción para el periodo 2009/10 sobre cuatro ejes principales: política de defensa, cooperación militar, industria y tecnología de la defensa, y formación y capacitación para el desarrollo de programas conjuntos

América Latina y los bric

Tal como demostró la Segunda Cumbre del G-20 (Londres, 2 de abril 2009), que sirvió para presentar el ligero Plan Mundial para la Recupe- ración y Reforma del sistema financiero, la presencia de los tres grandes países latinoamericanos (Argentina, Brasil y México) está consolidán- dose y forma parte de la apuesta regional por un verdadero multilate- ralismo. De hecho, en esa ocasión la voz del bric fue homogénea por primera vez y aunque se ha interpretado como la instauración de un nuevo orden global como resultado de las cumbres, donde los denomi- nados países emergentes participan en igualdad de condiciones con las potencias tradicionales, parece exagerada, a la luz de la escasa aplicación de las iniciativas, sin negar la trascendencia de la misma, podríamos verla

24. Unasur, Declaración de Santiago de Chile, Ministros de Defensa de la Unasur, 10/03/2009. Disponible en: http://www.comunidadandina.org/unasur/10-3-09com_defensa.htm. Fecha de consulta: 29/06/2010.

196 Prácticas y representaciones de la inscripción global de América Latina en 2009 como una suerte de “globalismo ceremonial”.25 Un término que permite comprender la importancia de la presencia de los representantes de los bric, a modo de incipiente reconocimiento, que conviene seguir de cerca en cuanto a su profundidad y capacidad transformadora del sistema de gobernanza global hacia un multilateralismo real. China se ha convertido en un competidor nato en los mercados la- tinoamericanos y tiene ya calidad de observador en las reuniones de la oea, la cepal, el bid y la aladi, siendo habituales las reuniones entre el secretario chino para América Latina y el Caribe y el secretario de la cancillería norteamericana para América Latina sobre la estrategia de ambos para la región. El acercamiento de China a los países de América del Sur se da en el ámbito bilateral, como mostró la firma del tlc entre China y Chile, y aunque el país asiático no se ha consolidado como socio político estratégico, y puede tardar algunos años más en firmarse como tal, su influencia en la región crece en paralelo al aumento del comercio entre China y América del Sur y abre juegos multinivel en las relaciones globales. Asimismo, Rusia ha venido reactivando las relaciones con Amé- rica Latina, en especial mediante la promoción de una alianza militar con Cuba y Venezuela para la realización de ejercicios conjuntos con el ejército de este último país y la creación de una Comisión Binacional para promover las relaciones entre ambos. Asimismo, Rusia mantiene un acuerdo de cooperación en distintas áreas y de asociación estratégica con Perú desde 2008, y acuerdos de explotación petrolífera entre Gas- prom y ypfb en Bolivia, cuyo presidente visitó Rusia en febrero de 2009 para firmar una alianza estratégica en energía, defensa y lucha contra el narcotráfico. Por otro lado, para el conjunto de América Latina es muy importante la acción exterior de Brasil, a pesar de que haya perseguido encarecida- mente la representación permanente en el csnu, en pugna con México, y no haberla alcanzado, mantiene una proyección sostenible en otros espa- cios, siendo ariete de la presencia de América del Sur como actor global, por ejemplo, en sus relaciones con África y Asia, donde se visibilizan so-

25. Verónica Montecinos (1996) acuñó el término de “regionalismo ceremonial” para definir la práctica de representación de la unidad latinoamericana en las distintas versiones de los procesos de regionalización, que legitiman visiones de política exterior que, sin embargo, no tienen correlato práctico.

197 Almudena Cabezas y Heriberto Cairo cios fiables y alternativas viables al juego de dependencia entre Estados Unidos y la Unión Europea.

Otras relaciones Sur-Sur

La dinámica del eje Sur-Sur ha sido especialmente intensa durante 2009, con la consolidación del proceso, iniciado años atrás de las Cumbres América del Sur-Países Árabes y de África-América del Sur.26 La ii Cumbre América del Sur-Países Árabes, celebrada en la capital de Qatar (Doha, 31 de marzo de 2009), en la que estuvieron presentes los presidentes y representantes de 34 países de las dos regiones, estuvo centrada en aspectos relativos a la crisis financiera a fin de regular y pre- venir la especulación, y en los conflictos entre Israel-Palestina, Darfur en Sudán y la disputa por las Islas Malvinas entre Argentina y Reino Unido, además de tratar el rol de Irán en la región. Mientras que la ii Cumbre del afras, celebrada en la Isla de Marga- rita (Venezuela, 26 y 27 se septiembre 2009), consolida la relación ins- titucional entre la sadc y la Unasur, coordinada a través del Comité de Funcionarios de Alto Nivel, con la ayuda de la Comisión de la Unión Africana y de la Secretaría Pro-Témpora de la Unasur.27

Conclusiones

Las relaciones Sur-Sur de América Latina con otras regiones del mundo son cada vez más importantes. En particular, hay que resaltar la actuación de Brasil, como país semiperiférico emergente, en el resto del mundo, y la creciente actividad económica de China en América Latina. Pero las relaciones con la Unión Europea siguen siendo las más im- portantes, junto con las de Estados Unidos, que no han sido analiza- das aquí. La ue sigue teniendo como prioridad la alianza estratégica con

26. La i Cumbre América del Sur-Países Árabes se celebró en 2005 y la i Cumbre África-América del Sur en Nigeria (Abuja, 29 y 30 de noviembre de 2006). 27. La cita original para la Cumbre era en Caracas del 24 al 29 de noviembre de 2008, pero fue pospuesta a petición de varios mandatarios de la Unión Africana debido a que coincidía con otros encuentros en ese continente. Fue reprogramada entre el 14 y 19 de este mes, pero volvió a posponerse.

198 Prácticas y representaciones de la inscripción global de América Latina en 2009

América Latina, que persigue profundizar mediante acuerdos subregio- nales y bilaterales. Por su lado, las cumbres iberoamericanas atravesaron por un mo- mento delicado en 2009, especialmente por la indefinición ante el golpe de Estado en Honduras.

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200 2009 en el Mercosur. Presencia internacional, institucionalización y democracia

Lourdes Patricia Iñiguez Torres

El año 2008 terminó con importantes acontecimientos en materia de cooperación e integración regional en el Mercosur en 2008: sobre todo la Reunión en Sauipe, Brasil (en diciembre de 2008) cuya reivindicación final al aligeramiento de las sanciones contra Cuba fue fundamental para que la escena internacional (principalmente la ue, la onu y Estados Unidos) voltearan los ojos hacia el Mercosur como un interlocutor legí- timo en los asuntos políticos y diplomáticos internacionales. Al año 2009 también tuvo un tema que permitió esta interlocución (el golpe de Estado en Honduras) lo cual favoreció la permanencia del Mercosur en la agenda internacional. Pero además se pueden anotar algunos fundamentales al interior de este sistema de integración, que permite hablar de una consolidación de la regionalización no sólo en las esferas económica y diplomáticas sino —y aún más— en las esferas socio-política e institucional. En este pequeño artículo se presentarán algunos desarrollos y diná- micas del Mercado Común del Sur (Mercosur) que, a nuestro entender, han constituido el camino principal que tomó este sistema de integración regional en el año del 2009. Dicha vía está caracterizada por el compromiso por la consolidación de la integración social y política de la región en un marco de respeto a la democracia. Este marco es importante porque, por un lado, pretende consolidar el cambio democrático de regímenes de las últimas décadas

201 Lourdes Patricia Iñiguez Torres y, por otro, se compromete a evitar los cambios no-democráticos no sólo dentro del Mercosur sino también fuera de la región. Para hablar de democratización en un marco regional, por supues- to, tienen que intervenir como agentes principales las instituciones del sistema de integración. Este es nuestro segundo elemento de análisis, la profundización de la institucionalización y sus límites en el año 2009, en el contexto de la búsqueda democrática por/para el Mercosur y los ciuda- danos en/de la región y sus instituciones.

Consolidación institucional y democracia

1. El Instituto de Políticas Públicas de Derechos Humanos del Mercosur

El primer elemento que podemos mencionar para afirmar la constitución de esta vía hacia la democracia es la constitución del Instituto de Políticas Públicas de Derechos Humanos del Mercosur que, aunque ya había sido aprobado desde la Cumbre de Asunción, no fue sino hasta 2009 cuando se fijó su sede en Buenos Aires, Argentina. Aunque aún es muy pronto para que dicha institución funcione de manera efectiva y tenga capacidad para promover políticas comunes en pro de los derechos humanos, es importante el inicio de su instituciona- lización, además de su reconocimiento como un “eje central del proceso de integración”

2. El Parlamento del Mercosur

Por otra parte, en 2007 uno de los representantes en el Parlamento del Mercosur (propuesta AE/VI SO/2007/no. 47 del doctor Rosinha) pro- ponía que el Parlamento se constituyese de acuerdo con un criterio de representación ciudadana; esta iniciativa del parlamentario ha llevado a uno de los acuerdos más importantes del 2009 para la consolidación del sistema de integración regional: el Acuerdo Político para la Consolida- ción del Mercosur del Parlamento del Mercosur, del 28 de abril. En dicho acuerdo se reconoce la necesidad de optimizar el funciona- miento de las instituciones del Mercosur en pos de la profundización de la integración y su irreversibilidad. Creemos que este acuerdo es suma- mente importante porque ratifica la idea de la integración regional como un proceso social y no sólo de cooperación intergubernamental.

202 2009 en el Mercosur. Presencia internacional, institucionalización y democracia

La consolidación institucional y democracia: la nación y la integración social regional ¿tensión/contradicción de identidades e instituciones?

El parlamento del Mercosur, nación y región

En el Acuerdo Político para la Consolidación del Mercosur del Parla- mento (ibídem) se aprueba llevarlo ante el Consejo del Mercado Común el Acuerdo Político, a fin de que este órgano apruebe la ampliación de las competencias del Parlamento del Mercosur y haga efectivos los mecanis- mos de consulta al parlamento previstos en acuerdos anteriores (especí- ficamente, el pcpm ). El parlamento busca ampliar así sus competencias de manera que pueda emitir opiniones sobre asuntos como los tratados internacionales y de adhesión de nuevos miembros y constituirse como una institución que represente a las sociedades y no sólo a los gobiernos de los Estados miembros del Mercosur. La constitución de un parlamento con verdadera representación de los ciudadanos puede, sin duda, estimular la identidad común sin que constituya una alternativa verdadera a las “identidades” nacionales, pues en el mismo tratado el parlamento se reconoce como “representante de los pueblos”.

Hacia un tribunal de justicia del Mercosur-ciudadano, Estado e institución regional

Es justo en esta tensión que entre las identidades nacionales y regionales (expresada también en la convergencia y tensión/tangencionalidad de las instituciones políticas y sociales de los estados y el sistema regional) que este tratado representa un avance más de la integración en el año 2009: el tratado afirma la necesidad de un Tribunal de Justicia del Mercosur capaz de atender cuestiones de interpretación jurisdiccional y cuyas reso- luciones sean obligatorias para todos los Estados partes. Apunta, por tanto, la necesidad de reformar el Protocolo de los Oli- vos y las normas reglamentarias correspondientes al Tribunal Permanen- te de Revisión, para afianzar las actuales atribuciones del Tribunal y para darle nuevas al convertirlo en el propuesto Tribunal de Justicia. En este sentido, sería sumamente útil que se siguieran los pasos de la Corte Comunitaria de la Comunidad Económica de los Estados de

203 Lourdes Patricia Iñiguez Torres

África Occidental (cedeao o ecowas por sus siglas en francés e inglés, respectivamente). La Corte de Justicia de la cedeao/ecowas ya tiene la capacidad legal de atender demandas de interpretación por parte de ciudadanos, gobier- nos o instituciones regionales, en materia de interpretación de acuer- dos y, sobre todo, de derechos políticos y económicos contenidos en los acuerdos regionales. Esperemos que sea así en el Mercosur en un futuro próximo.

Ampliación de la integración: logros y pendientes

Otro punto fundamental del año ha sido el anuncio de ratificación a Venezuela como miembro pleno del Mercosur por parte del Congreso brasileño (aun cuando en meses posteriores hemos visto cambiar el énfasis de la cooperación e integración con Venezuela en el marco de la Unasur), lo que deja únicamente al parlamento de Paraguay para finali- zar la ratificación. Un tema que aún quedó pendiente en el año 2009 —aunque la pro- mesa de constituir un fondo con financiamiento brasileño es positiva— es el de la consolidación de la estructura de comunicaciones. Quedó pendiente también la concreción de acuerdos en materia de electricidad que buscaban en el 2009 Brasil y Uruguay (con la incorporación a las negociaciones de las empresas Electrobras y ute). Pero en cuanto a facilitación de las comunicaciones, puede celebrar- se que este año se decidió ampliar el “Sistema de Pagos en Monedas Locales” y establecer los Certificados de Origen Digitales que facilitarán las transacciones de todo tipo.

Política exterior común y acuerdos: presencia del Mercosur en la agenda internacional

No podemos terminar sin mencionar la cumbre realizada en Montevideo el 8 de diciembre, en la cual se llegó al acuerdo de rechazar y condenar de forma grupal el golpe de estado en Honduras —y las elecciones que el gobierno de facto trató de imponer como legítimas—, lo cual es un paso inequívoco hacia la concreción de una política exterior común en materia política.

204 2009 en el Mercosur. Presencia internacional, institucionalización y democracia

El rechazo a la imposición del gobierno de facto ha sido un elemento que ha aumentado el prestigio de Brasil más que el resto del Mercosur. Aunque muchos analistas de política internacional aún —y sobre todo después del 11 de septiembre de 2001— le dan más importancia al Esta- do-nación y dejan de lado los sistemas de integración, hay que insistir en su carácter reconocido como entidad de derecho internacional. El desconocimiento del nuevo gobierno de Honduras, dicen autores como Arthur Ituassu, le dio a Brasil un punto más en su prestigio cre- ciente y en su camino hacia su consolidación como potencia emergente. No podemos negar la importancia que Brasil ha tenido en los últimos años de manera individual, pero también hay que reconocer que hay ele- mentos que refuerzan tanto a un miembro como a la región en su con- junto. La declaración conjunta del Mercosur sobre el desconocimiento al gobierno golpista de Honduras es una muestra de fortalecimiento de la integración sin importar que posteriores declaraciones de Lula en otros foros internacionales —como en el Grupo de los 20 (G20)— hayan sido en forma individual. También en el sentido de la consolidación de negociación conjunta frente a otros estados y entidades internacionales, podemos señalar tres acontecimientos: 1. El Acuerdo Comercial entre el Mercosur y la Unión Aduanera de África Austral que prevé la cooperación entre los sistemas regionales que podrá conducir a un acuerdo de libre comercio. 2. En la Cumbre de Montevideo de diciembre de 2009 se declaró la determinación de buscar la profundización en las negociaciones con la Unión Europea y, sobre todo, buscando un acuerdo en el tema de las asimetrías. También se anunció la disposición para concretar las negociaciones con la República Árabe de Egipto (la tercera ronda de negociaciones se llevaría a cabo en marzo de 2010). 3. La ratificación del Acuerdo de Libre Comercio con Israel, el prime- ro concertado en bloque por el Mercosur (ratificación del estado de Israelen 2009, aunque originalmente negociado entre las partes en el 2007).

La ratificación de un acuerdo de libre comercio no sólo significa la entrada en vigor de cláusulas de eliminación arancelaria y no-arancela- ria, sino un compromiso más para concertar las políticas económicas y comerciales de los países. Un tratado de libre comercio hacia el exterior

205 Lourdes Patricia Iñiguez Torres obligará a buscar mayor concertación y equiparación de los dispositivos e instituciones aduanales, mecánicas y métodos, etcétera. Puede ser, entonces, un excelente impulso para la profundización de la cooperación al interior del sistema de integración (y acelerar, concre- tamente, la implementación de la unión aduanera con efectividad: con un sólo código aduanero, por ejemplo)

Palabras finales: Mercosur en la escena internacional

Ya hace más de una década que los miembros del Mercosur afirmaban su vocación por la democracia junto a la consolidación de la integración. Ambos han sido difíciles — sobre todo en el contexto internacional pos- terior al 11 de septiembre y la consecuente preeminencia de la lógica de la “guerra contra el terrorismo” así como el reajuste unipolar/multipolar del sistema internacional. No podemos negar que el Mercosur ha sido persistente en sus pro- pósitos de integración. Hemos intentado mostrar en este texto que 2009 fue dedicado también a la reafirmación de la democracia como directiva para la profundización de la institucionalización y la participación de los ciudadanos y sociedades en el sistema de integración regional. Lo más interesante que hemos podido ver a lo largo del texto es que la búsqueda en pro del dúo integración/democracia no sólo ha surgido de iniciativas desde arriba (gobiernos e instituciones decisorias del sistema) sino también desde instituciones medias —de las cuales no se espera ni resistencia ni mucha iniciativa— como el Parlamento del Mercosur. Faltó mencionar, por supuesto, las iniciativas desde abajo (agentes individuales u organizaciones asociativas) que también tuvieron partici- pación en el año 2009 por medio, por ejemplo, de la Cumbre Social del Mercosur realizada en Montevideo en la que se emitieron cuatro decla- raciones que “reivindicaron el rol de la ciudadanía en el proceso de in- tegración regional...” y reclamaron nuevos espacios para la participación de la sociedad civil. Las declaraciones de la Cumbre Social constituyen un complemento a la propuesta del Parlamento del Mercosur en pro del mayor acceso a la participación de los ciudadanos en el sistema regional y, en cierta ma- nera, también complementarían su propuesta de acceso a la justicia por medio de un tribunal de justicia que modifique el órgano derivado de la Cumbre de los Olivos.

206 2009 en el Mercosur. Presencia internacional, institucionalización y democracia

De manera explícita, la Cumbre Social condena el golpe de Estado en Honduras, coincidiendo con la Declaración de la Reunión del Conse- jo del Mercado Común. En 2009 hubo una coincidencia en la afirmación de la democracia y profundización de la integración en el Mercosur. Una adopción que, sin embargo, se tienen que habilitar estructural e institucionalmente en el futuro. Esperemos que en 2010 encontremos más avances concretos. Como un elemento más se puede mencionar la realización, con el beneplácito del Mercosur, del iii Foro de la Alianza de Civilizaciones (en Brasil) que afirma el compromiso del sistema regional con las relaciones internacionales basadas en el respeto intercultural. Es un punto más que confirma el argumento inicial de este texto (la afirmación de la vía de- mocrática como eje de acción del Mercosur en 2009) y que ayuda a con- solidar la presencia del Mercosur en la agenda internacional, así como su reconocimiento como ente conjunto, agente en la política internacional y sujeto de derecho.

207

Dimensión de política exterior e integración

2009: año de grandes desafíos para las políticas exteriores latinoamericanas

Carlos Oliva Campos

América Latina y el Caribe iniciaron 2009 conscientes de la magnitud de los desafíos que debían enfrentar de inmediato. Durante la Cumbre del Grupo de Río, celebrada en Costa de Sauipé, Brasil, en diciembre de 2008, las naciones de la región dieron fin a medio siglo de aislamiento oficial de Cuba, acogiéndola como miembro pleno de la organización. A este acontecimiento de innegable trascendencia, pues marcaba la adopción de una postura política contrapuesta a la histórica posición anticubana de Estados Unidos, la región lo acompañó seguidamente de la solicitud al nuevo presidente norteamericano, Barack Obama, de abrir un proceso de negociaciones con Cuba, incluido el levantamiento del bloqueo económico a la isla (v Cumbre de las Américas, Trinidad y Tobago, abril de 2009). Más allá de las disímiles lecturas que generaron tales acontecimien- tos, lo cierto fue que la coyuntura política mostraba una región conscien- te de los nuevos espacios de inserción alcanzados, como resultado de su apertura a los mercados emergentes globales (China, Rusia, India); a los nuevos escenarios abiertos para las relaciones interamericanas por el nuevo mapa político regional; al convencimiento de un importante número de países de la región, focalizados principalmente en Sudaméri- ca, de la necesidad de levantar estrategias de contención y reversión de las tendencias a la fragmentación regional que se habían impuesto; y al negativo balance que dejaron los ocho años de gobierno de la adminis- tración de Bush II. Todo esto proyectado hacia el prisma de un Obama que planteaba que su interés no era diseñar políticas para la región sino construir sus políticas con la región.

211 Carlos Oliva Campos

En términos político-diplomáticos, América Latina y El Caribe mos- traba un fortalecimiento de la diplomacia presidencial, con resultados positivos por manejarse los temas bilaterales más complicados al máximo nivel. Este importante ejercicio, también estimuló la convocatoria de di- ferentes cumbres sub-regionales, fortaleció a mecanismos latinoamerica- nos y caribeños, como el Grupo de Río y contribuyó a cimentar la idea de gestar un nuevo mecanismo regional sin la presencia de Estados Unidos ni Canadá, la Comunidad de Naciones de América Latina y El Caribe. Resulta difícil sintetizar un año tan plagado de acontecimientos, que pusieron a prueba en múltiples ocasiones a las cancillerías de la región. Las reuniones de la oea, Unasur y la v Cumbre de las Américas en Trini- dad y Tobago fueron ejemplos de este arduo trabajo. En los dos primeros casos, la magnitud de los temas en discusión —golpe militar en Hon- duras y el acuerdo colombo-estadounidense para reforzar la presencia militar de Estados Unidos en el país andino— logró que prevalecieran determinados consensos en las discusiones; aunque no se alcanzaron las metas pretendidas por la mayoría. En relación con la v Cumbre de las Américas, para la cual se prepararon todos los participantes a la espera de decisiones trascendentales del nuevo mandatario estadounidense, las realidades superaron a las expectativas e incluso, los modestos resultados —el más destacado, la eliminación de algunas restricciones a Cuba—, quedaron sólo como piedras iniciales de un largo camino por recorrer. Lo más llamativo resultó ser la extrema brevedad de la ilusión de un “nuevo comienzo” con Estados Unidos. A finales de junio de 2009 la re- gión despertó con la noticia de que el presidente constitucional de Hon- duras, Manuel Zelaya, había sido depuesto por un golpe militar. El largo proceso que se abrió a continuación ofreció grandes lecciones a todos: • Estados Unidos no estaba dispuesto a permitir (directa o indirec- tamente), que se asentara dentro de su perímetro estratégico de la Cuenca del Caribe, un nuevo aliado del alba, bloque rival encabeza- do por Venezuela y Cuba. • Quedó demostrada la incapacidad de todo mecanismo multilateral actuante —léase oea, Unasur, alba—, ante el tácito respaldo esta- dounidense a los golpistas. • Lo ocurrido en Honduras demostró que Estados Unidos había en- contrado nuevas opciones operativas, tras el fracasado intento de golpe contra Chávez de abril de 2002. Llámese “golpe militar correc- tivo” —Dante Caputo— o “golpe benévolo” —Cristina Fernández de Kirchner—, lo cierto fue que lo acontecido en Honduras resultó

212 2009: año de grandes desafíos para las políticas exteriores latinoamericanas

un claro mensaje contra las fuerzas políticas que pretenden cambiar la lógica de la dominación hemisférica.

Pero no fue este el único acontecimiento, ni tampoco debe acaparar toda la relevancia noticiosa, dadas las graves implicaciones geo-políticas y de amenazas reales a la seguridad nacional de las naciones sudamericanas, que se desprenden del otro suceso que debe ser mencionado. Según la versión oficial estadounidense, la entrega de la base de Manta en Ecua- dor, a solicitud del gobierno de ese país, había forzado a buscar nuevas opciones para garantizar el éxito de la lucha contra el narcotráfico. Ya en abril de 2009, se ultimaban detalles con el gobierno colombiano para la utilización de siete de sus bases militares. El denominado “Acuerdo Complementario para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad”, autorizaba la presencia de 1,400 militares estadounidenses, en tres bases de la Fuerza Aérea colombiana, dos de la Armada y dos del Ejército Nacional. A cambio, el Pentágono facilita aviones y tecnología militar a Colombia, para mantener su guerra contra la guerrilla y el nar- cotráfico. Al darse a conocer el acuerdo en agosto de 2009, se originó una reac- ción negativamente mayoritaria de los países sudamericanos. Unasur convocó a dos reuniones Cumbres Extraordinarias, una en Barriloche, Argentina (28 de agosto) y otra en Quito, Ecuador (15 de septiembre). Una de las decisiones más trascendentes fue una solicitud a discutir el tema con el propio presidente Obama. Lo cierto es que el nuevo acuerdo vino a complejizar aún más un área como la andina, ya bastante caldeada y puso a prueba la operatividad real de Unasur y su Consejo de Defensa.

213

La integración energética en América Latina. Retrospectiva 2009

Pablo Alejandro Uc González Enrique Francisco Toussaint Orendáin

Considerada como un eje motriz en la integración regional latinoameri- cana y caribeña, la dimensión energética constituye un referente esencial en la construcción de bases materiales capaces de institucionalizar las aspiraciones supranacionales de los países de la región. Las interpreta- ciones en torno al tipo, intensidad y procedimientos para el logro de esta integración, sin embargo, son tan enfáticas y convergentes, como disími- les y conflictivas. El acento integracionista latinoamericano de la última década bos- quejó dos escenarios espaciales generales que parecen haber orientado los proyectos energéticos del hemisférico occidental: el escenario de in- tegración energética sur-latinoamericanista, y el escenario de integra- ción energética panamericana. El primero alcanzó una intensificación convergente con las agendas políticas de diversos gobiernos progresistas (la denominada izquierda heterogénea de la región) que fortalecieron el discurso integracionista y su institucionalización, fundamentalmente en la región del cono sur, a través de instancias como el Mercosur, la Una- sur, la alba, etc. Otra de sus particularidades ha sido el reforzamiento de los mecanismos sur-latinoamericanos, a través de una red de alian- zas extra-regionales fincadas sobre bases discursivas que instrumentan posicionamientos ideológicos antiimperialistas o contra-hegemónicos, y fortalecen la proyección autónoma de la región, como es el caso de los acuerdos hechos con países como China, Irán o Rusia. Por otro lado, sin embargo, cabe destacar que los proyectos o ten- dencias sur-latinoamericanistas también han enfrentado algunos matices

215 Pablo Alejandro Uc González y Enrique Francisco Toussaint Orendáin diferenciados en su orientación, fundamentalmente entre el liderazgo de Brasil en la Unasur y de Venezuela en la alba. No obstante, las más im- portantes limitaciones se han mostrado en la concreción de los proyectos estratégicos anunciados a lo largo de los últimos ocho o nueve años, o en garantizar su continuidad como parte de una política de Estado, más que como un énfasis coyuntural de los presidentes en turno. Cabe reconocer que varias de estas estrategias de integración han tendido a la consoli- dación de áreas de trabajo específicas, como investigación, creación de redes de abastecimiento continuo y simplificación de procesos logísticos de interconexión energética. Sin embargo, se requiere el logro de acuer- dos que trasciendan gradualmente los estadios de integración técnica y operativa, limitada a la conectividad, con el objetivo de introducir estruc- turas de interrelación energética que, sin olvidar los tradicionales impe- rativos de costo y abastecimiento, planteen un modelo más complejo de seguridad energética. Mientras tanto, la proyección panamericana impulsada por Estados Unidos se ha debilitado en sus aspiraciones de alcance continental, si se considera el relativo declive del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (alca) en su formato original, el fortalecimiento de instancias subregionales sur-latinoamericanas, así como la creciente influencia de otros actores semiperiféricos extra-continentales en emergencia —como China— en la agenda energética regional. No obstante, ha logrado con- solidar paulatinamente estrategias de integración bilateral con países clave como México, Colombia o Perú, así como con la región de Centro- américa. Por otro lado, la petro-dependencia comercial de países como Venezuela, por ejemplo, respecto al mercado consumidor estadouniden- se, sigue representando una emblemática paradoja en la capacidad real de los eslabones energéticos clave de la región, que aspiran a una integra- ción autónoma latinoamericana. Cabe considerar, además, que el decrecimiento paulatino de las ca- pacidades energéticas de los países que propugnan por un sentido inte- gracionista panamericano, tales como México, Colombia o Perú y por supuesto Estados Unidos, amenaza con complicar la formación de mo- delos recíprocos de complementariedad energética, lo que orilla a es- tas naciones a crear mecanismos de interacción mundial que busquen reducir sus vulnerabilidades estructurales. Por ejemplo, la capacidad de exploración, producción, refinación e interconectividad de la confluencia de estos países es muy limitada, por lo que especialistas en la materia como José Luis Fuentes o Marc Le Calvez, advierten sobre la inevitable

216 La integración energética en América Latina. Retrospectiva 2009 opción de construir un sistema abierto de integración energética que, ante las debilidades intrínsecas de sus modelos energéticos, diluyan su falta de competitividad en el sistema energético internacional (Fuentes, 2008; Le Calvez, 2009). Frente a este esbozo general del tema, la retrospectiva correspon- diente al año 2009 demanda un balance en relación con los avances y retrocesos específicos. Tanto en los acuerdos y pactos energéticos estra- tégicos más importantes logrados en la región, como en la diversificación de mercados intrarregionales y a escala sur-sur, en contraste con la co- mercialización y dependencia respecto a los países centrales y sus empre- sas energéticas transnacionales. En este sentido, es necesario considerar los nuevos desafíos analíticos que implica la (relativa) nueva centrali- dad de las empresas estatales petroleras y energéticas en general, frente al persistente re-posicionamiento que buscan dichas empresas privadas multinacionales. Así como la espacialización subregional que origina el fortalecimiento, alejamiento o ruptura de alianzas energéticas en el sub- continente. Este balance pretende, finalmente, evaluar el escenario de la integra- ción energética, a la luz de los datos empíricos más relevantes de 2009, frente a la idea de “gobernanza energética”, definida como “el modo de regulación de las relaciones del Estado con la sociedad, los actores económicos, sociales e internacionales que tocan la esfera energética y que colocan el debate acerca de un nuevo modelo de desarrollo y la le- gitimidad en torno a la resolución de conflictos socio-ambientales en el centro de la conformación de una concepción de seguridad energética sustentable” (Fontaine, 2010: 26). Este concepto implica, a su vez, un referente concreto sobre la democratización del debate y la participación de múltiples actores, en torno al tipo de integración regional que la socie- dad latinoamericana demanda.

Alianzas y acuerdos energéticos

El panorama energético latinoamericano en 2009 ha proyectado un involucramiento constante de potencias energéticas extra-continentales en la región. La entrada de Rusia, China e Irán al concierto energético sur-latinoamericano ha dinamizado proyectos integrales de desarrollo de infraestructura energética y la conformación de fondos estratégicos binacionales y birregionales financiados mediante los excedentes de la

217 Pablo Alejandro Uc González y Enrique Francisco Toussaint Orendáin venta de petróleo. Pero además, la creciente interrelación entre Vene- zuela, Ecuador y Bolivia con dichas naciones extra-regionales, ha impli- cado una tendencia a la diversificación continua, tanto de la oferta como de la demanda, de los distintos eslabones de la cadena de producción energética, condición esencial para la consolidación de un esquema sus- tentable de seguridad energética. En 2009, Venezuela dominó la arena de acuerdos institucionales, tanto al interior del bloque sur-latinoamericanista como con su par pa- namericano. Dentro del modelo de integración sur-latinoamericanista, este país consolidó proyectos de cooperación, de investigación y desa- rrollo energéticos con Ecuador, Bolivia, las islas del Caribe y Nicaragua. Los principales resultados se han materializado en la apertura de plantas de abastecimiento y aprovisionamiento petroleros en naciones con altos déficit en esta materia, como Nicaragua y Dominica (El País, 2009). Así lo refleja la aportación de Venezuela a la empresa Petrocaribe, operada por la alba para la subregión caribeña, la cual creció hasta alcanzar 4% de las exportaciones petroleras totales de dicho país, alrededor de unos 100 mil barriles diarios de crudo (Portal de Petrocaribe, 2009). Petróleos de Venezuela () ha firmado importantes acuerdos con Brasil y ha mantenido la ruta de cooperación energética con Ar- gentina. En el mes de marzo, se suscribieron acuerdos entre Venezuela y Argentina en lo relativo a la producción de gas; el anuncio principal fue la creación de una empresa regasificadora entre los dos países (El Clarín, 2009). Este hecho se une a la larga serie de acuerdos signados entre ambas naciones desde los tiempos presidenciales del argentino Néstor Kirchner, que inauguraron el acercamiento de Argentina a la órbita energética venezolana a inicios del siglo xxi. Con Brasil, la lis- ta de acuerdos de cooperación y asociación energética ha sido la más ambiciosamente planteada entre los países sudamericanos. Los acuerdos firmados entre ambos países tocan cada una de las estaciones de tránsi- to de la cadena energética, desde la exploración y monitoreo constante de reservas, hasta la consolidación de sectores ligados a la petroquímica y el aprovechamiento de los derivados petroleros. Entre algunos de los proyectos impulsados por ambos países, se encuentra el desarrollo de infraestructura de refinación en Zulia, Venezuela. Así como la apuesta por un esquema de alto valor agregado relacionado a la petroquímica y la firma de contratos de construcción con la empresa brasileña Odebrecht (O Globo, 2009).

218 La integración energética en América Latina. Retrospectiva 2009

El énfasis en los acuerdos firmados con Brasil y Argentina, no indica necesariamente que dichas naciones puedan ser integradas en el espacio de interconexión energética liderado por Venezuela, Ecuador y Bolivia. La razón principal para seguir visualizando a Brasil y Argentina como naciones independientes del proyecto energético sur-latinoamericanista encabezado por la Venezuela boliviariana, es la autonomía en la toma de decisiones. Situación que contrasta con el esquema de coordinación mutua que impera en naciones centroamericanas como Guatemala y Ni- caragua y, por supuesto, en muchos países del área del Caribe, como Cuba. Asimismo, aunque existen aspectos sumamente compatibles entre la estrategia venezolana de Hugo Chávez y la tendencia de consolida- ción energética brasileña comenzada por Inácio Lula Da Silva, el énfasis anti-imperialista del primero contrasta con la identidad de poder civil, ambiental y multipolar que ha desarrollado el segundo. La tendencia de integración energética mostrada por las naciones del bloque panamericano en el año 2009 se limitó a una proyección de alianzas entre empresas del sector privado a través de “contratos incen- tivados” en el caso de México, y de algunos “contratos de riesgo” en Colombia. Asimismo, la ausencia de hallazgos petroleros y de iniciativas orientadas a la diversificación energética en países como México, Colom- bia, Perú, Panamá o Chile, han mermado considerablemente la capaci- dad de atracción tecnológica de estas naciones, obligándolos a reducir la amplitud de su proyecto de seguridad energética. Que los ha limitado a prevalecer como meros extractores de crudo sin refinar ni procesar, y a profundizar su estatus de naciones avocadas al sector primario de la economía. El único avance de envergadura concreta que ha tenido lugar entre estos países en 2009, ha sido el acuerdo firmado entre la Iniciativa Mesoamericana y Colombia en marzo, que gira en torno al acceso a tec- nologías y de provisión de gas de Colombia a Centroamérica (Informe de la Presidencia de la República colombiana, 29 de octubre de 2009). En cuanto a acuerdos extra-continentales resalta el hecho de que, en apenas diez años, China ha establecido relaciones diplomáticas y eco- nómicas con veintiuno de los treinta y tres países latinoamericanos, y su inversión en los diferentes países latinoamericanos es ya de 50 mil millo- nes de dólares. De acuerdo con el Diario del Pueblo de China (11/08/09) “hace 20 años, China era el decimosegundo socio de América Latina, cuyo volumen comercial apenas superaba 8 mil millones de dólares, pero desde 2007 ocupó la segunda posición, multiplicando por 13 aquella cifra y ahora sobrepasa los 100 mil millones de dólares” (Citado en Zibechi,

219 Pablo Alejandro Uc González y Enrique Francisco Toussaint Orendáin

2010). Para finales de 2009, China se convirtió en el primer socio comer- cial de Brasil, superando a Estados Unidos. Las estrategias geoeconó- micas hacia América Latina, por otro lado, se han valido de un hecho singular, ya que el gigante asiático ha comenzado a otorgar créditos al desarrollo, lo que implica proyectos a largo plazo con el continente lati- noamericano, pero además la simbólica capacidad de China para incidir en la “direccionalidad” geoeconómica de varios países de la región (Zi- bechi, 2010). La estrategia rusa ha seguido la tendencia materializada por China en la última década. La inserción en América Latina del “gigante eu- roasiático” se ha constituido mediante la consolidación de fondos estra- tégicos binacionales que fungen como palancas de aceleramiento para obtener réditos políticos de las negociaciones en materia energética. La firma de acuerdos entre Venezuela, Ecuador y Bolivia con la Rusia de Dimitry Medvédev, ha abordado temas como inversiones tecnológicas en sectores energéticos y estratégicos (armamento, por ejemplo), préstamos con intereses sumamente bajos y alianzas de exploración y explotación en zonas ricas en recursos naturales, tal como la Faja del Orinoco en Venezuela (Santos Villarreal , 2009). Por su parte, Irán se ha integrado aceleradamente a la realidad ener- gética sur-latinoamericana. Los vínculos con Brasil se han profundizado a través de alianzas estratégicas de explotación, así como por la necesi- dad apremiante por parte de Irán de aumentar su capacidad de refina- ción, que en la actualidad no llega a 40% de la demanda doméstica y que Petrobrás puede llegar a proveerle (Oil Watch, 2007). En relación con Venezuela, la compatibilidad entre ambos países responde a la confor- mación de un bloque petrolero ideológicamente recíproco que “desafía” las condiciones energéticas que Estados Unidos ha impuesto en el mer- cado energético, particularmente en la Organización de Países Exporta- dores de Petróleo (opep), en dónde éste país mantiene una importante influencia en las naciones árabes del Golfo Pérsico.

Balance: avances y retrocesos en integración

En términos generales, los procesos de interconexión e integración de cadenas energéticas en 2009, no atravesaron cambios verdaderamente sustanciales. En todo caso se marcó la consolidación endógena de una serie de acuerdos que fueron firmados con anterioridad y que confir-

220 La integración energética en América Latina. Retrospectiva 2009 man las líneas de relacionamiento energético que ha implementado el modelo sur-latinoamericanista de integración. Esto es: la profundización de los esquemas de cooperación energética en el ámbito de exploración, producción y refinación entre las dos potencias petroleras de la región Andina, Ecuador y Venezuela. La continuación de los proyectos de abas- tecimiento energético a las islas del Caribe, poniendo énfasis en países con altos déficit energéticos y en la firma de acuerdos con naciones como Colombia (tradicionalmente lejana al proyecto sur-latinoamericanista), principalmente en materia de complementariedad energética y progra- mas conjuntos de investigación eléctrica. A pesar de estos avances que posicionan a América Latina como la región que cuenta con mayor número de proyectos de integración con horizontes para su consolidación a corto y mediano plazo, el fenómeno energético que prevalece se concentra en la formación de un núcleo de alianzas con potencias energéticas y no energéticas extrarregionales que amplían el abanico de posibilidades de diversificación de las naciones sudamericanas. Y, a pesar de que dicho fenómeno no es exclusivo de 2009, sino que tiene antecedentes claros que se remontan a mediados de esta década, la profundidad de los acuerdos signados con potencias emergentes, esboza un panorama que trasciende el mero acuerdo proto- colario. Y que podría convertirse en un esquema de alianzas fundamen- tales que materialicen un elemento clave en el objetivo de construir un proyecto sustentable de gobernanza energética. Las alianzas extrarregionales conceden al proyecto de integración energética sur-latinoamericanista tres variables estratégicas que en- fatizan la autonomía como eje prioritario: 1) La erosión de la relación monopsonio-monopolio con los Estados Unidos, que aumentan el mar- gen de maniobra de las naciones sudamericanas y diluyen los impactos políticos de la posesión de energéticos, muy característica del mercado energético internacional. 2) El acceso a tecnologías de exploración y re- finación en mejores condiciones de negociación. 3) La materialización de alianzas con empresas petroleras estatales, que permite “derramar” los acuerdos a otras áreas estratégicas de las relaciones internacionales. En el caso de la integración panamericana, es notoria la declinación en su importancia a escala regional. Dejando de lado el acuerdo que antes fue mencionado entre Colombia y la Iniciativa Mesoamérica, el último avance en la consolidación de un proyecto de integración subre- gional se localiza a inicios de siglo, hace más de ocho años. En aquel año se firmaron acuerdos de complementariedad energética entre Mé-

221 Pablo Alejandro Uc González y Enrique Francisco Toussaint Orendáin xico, Colombia, Perú y Brasil. Sin embargo, la mayoría de los puntos allí acordados se han paralizado. Ante el imperativo de elevar los niveles de producción irrazonablemente, a causa de la demanda creciente de Esta- dos Unidos, las naciones antes mencionadas (excluyendo a Brasil) se han convertido en máquinas extractivas sin proyectos de ampliación en las capacidades y réditos energéticos.

Conclusiones: retos y desafíos para México, integración autónoma y gobernabilidad energética

De acuerdo con el balance presentado, es posible señalar que los prin- cipales retos de la integración energética en sus diversos escenarios se concentran en el logro de una institucionalización de los acuerdos logra- dos entre los países que participan en la dimensión sur-latinoamericana, y su ampliación estratégica hacia los países que continúan apoyando la perspectiva panamericana. Por otro lado, sigue siendo una premisa la ampliación de la idea de integración energética, expresada en acuerdos de conectividad y negociada exclusivamente por los Estados nacionales, hacia el concepto de gobernabilidad energética, que incluye la participa- ción de sectores más amplios en el debate y la ejecución de proyectos que vinculen soluciones de abastecimiento energético con las perspectivas de sustentabilidad ambiental. Lo que implica posicionar a las fuentes ener- géticas y los procedimientos para su obtención en el marco del proyecto de desarrollo de los países y de las sub-regiones geográficamente interde- pendientes, como es el caso de México y Centroamérica. La concreción y ampliación de la agenda energética, entendida como una piedra angular en el logro de una integración autónoma, demanda un posicionamiento político común entre los principales productores de fuentes energéticas en la región, ante el mercado y las instituciones inter- nacionales energéticas. En este sentido, el papel de los pivotes energéticos regionales: Brasil, Venezuela, Bolivia y Ecuador, en el sur, y México en el norte latinoamericano, es vital para la conformación de un circuito ener- gético. El escenario presenta, sin embargo, un particular reto para México, en la medida en que enfrenta, por un lado, una crítica disminución de su capacidad de producción. La cuál cayó de 3.16 miles de barriles diarios (mbd) en 2008, a 2.97 mbd en 2009, una caída porcentual de 6.2% (BP, 2010). Por otro lado, aun cuando la producción se mantiene por encima de la de Brasil y de Venezuela, México no ha logrado establecer una estrate-

222 La integración energética en América Latina. Retrospectiva 2009

gia de diversificación que trascienda su petro-dependencia hacia Estados Unidos, que relance su liderazgo sobre Centroamérica y el Caribe, o que establezca negocios estratégicos con empresas estatales más eficientes que Petróleos Mexicanos (Pemex), como la brasileña Petrobrás. De forma contraria, las importaciones mexicanas de gasolina se han más que triplicado desde 2006, y en 2009 representaron más de 40% de la demanda doméstica debido a la falta de inversión en capacidad de refinación, un promedio de 390,000 barriles por día (bpd) (El Economis- ta, 13/02/11). La reforma energética debatida en 2007 y 2008 no logró avances sustanciales en estos rubros, lo cual indica que México requiere repensar su posición energética con la región latinoamericana no sólo como una alternativa de solidaridad, sino como una verdadera prioridad estratégica nacional.

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México 2009. Una política exterior en busca de resarcir la imagen y el prestigio perdidos

Jorge Antonio Hernández Velázquez

El año 2008 estuvo marcado por la gran crisis económica internacional que tuvo epicentro en los Estados Unidos, pero cerró sembrando expec- tativas de cambio. Noviembre fue un mes clave para que esto pasara pues, por un lado, en ese mes se celebró la reunión del G-20 en la que las principales economías planteaban una “hoja de ruta” para combatir de manera individual pero coordinada los efectos de la crisis, y por el otro, las elecciones presidenciales en los Estados Unidos arrojaban un ganador emblemático al que se identificó con el cambio y en el que no sólo el pueblo estadounidense colocó ambiciosas esperanzas sino tam- bién una gran parte del mundo. Se perfilaba así en el contexto interna- cional el escenario para que 2009 rompiera con la espiral negativa que se había propagado con la crisis. En contraparte, México presentaba un cierre del año 2008 distinto al de este panorama esperanzador, pues al cierre del año lo más notable era la escalada de violencia y los cuestio- namientos sobre la gobernabilidad del país. Desde esta perspectiva, la política exterior tendría que realizar enormes esfuerzos por contribuir tanto a superar la crisis económica como a revertir el creciente deterioro de la imagen del país, con lo que la tarea de promover positivamente a México se convirtió en una tarea central de la diplomacia mexicana,1 que

1. La preocupación del presidente Calderón al respecto se hizo explícita apenas al iniciar el año, cuando el 8 de enero, en el marco de la Vigésima Reunión de Embajadores y Cónsules, conminó a dichos funcionarios a emprender acciones de promoción económica para combatir los efectos de la crisis y a revertir la imagen negativa del país que —aseguraba— era consecuencia de las percepciones “erróneas” sobre la ingobernabilidad en México.

225 Jorge Antonio Hernández Velázquez si bien era difícil desde el principio, se complicó aún más tras el brote de influenza AH1N1 en México y la gran desinformación que alimentó las especulaciones, así como el pánico mundial sobre todo lo proveniente de nuestro país. Por su parte, el relevo en la Casa Blanca, que podía haberse visto como una oportunidad para replantear la visión sobre los temas de la agenda bilateral, fue manejado de manera más bien cautelosa y antes de la investidura formal del electo Barack Obama, se programó una reunión entre el presidente Calderón y su próximo homólogo en la que los asun- tos discutidos mantuvieron como prioridad el tema de la seguridad, se- guida de asuntos como el cambio climático, la competitividad, la migra- ción y el comercio. Con lo que resultaba evidente que a diferencia de su antecesor Vicente Fox, Calderón no vislumbró en el relevo presidencial de los Estados Unidos la posibilidad o el interés de colocar a la migración como tema de primer orden y que a la administración calderonista le preocupaba principalmente el respaldo de nuestro poderoso vecino del norte en su guerra contra el crimen organizado, así como conservar los compromisos establecidos en esa materia, como la controversial Inicia- tiva Mérida.2 En este mismo contexto, para Calderón era cada vez más evidente que requería apoyos y aliados para continuar en la lógica de su estrategia antidrogas, pues los costos del aumento de la violencia en México no sólo generaban cada vez mayores críticas en el exterior sino una fuerte presión social en el plano doméstico. Esto explicaría no sólo la relevancia concedida al tema de la seguridad durante su reunión del 12 de enero con Obama sino también la importancia para Calderón de la Jornada Presidencial de Colombia, Guatemala, México y Panamá Contra la De- lincuencia Organizada, celebrada en este último país el 16 de enero, pues en esta pequeña cumbre se trató de establecer un bloque conjunto para el combate al crimen organizado entre los países participantes. No obs- tante, frente a los aliados internacionales que encontraba Calderón en el

2. Lo paradójico es que a las pocas semanas de la nueva administración en los Estados Unidos, legisladores estadounidenses de ambos partidos —como el líder demócrata del Senado, Harry Reid y el propio John McCain, ex candidato presidencial republicano y Senador por Arizona— anunciaban la esperanza de abrir el debate sobre la reforma migratoria en el Congreso en septiembre y el apoyo para conseguir los votos suficientes para que pudiera prosperar en esa instancia una nueva propuesta migratoria, respectivamente. Todo esto a la par de un endurecimiento paulatino de las políticas de control fronterizo y de medidas locales señaladas como anti inmigrantes en algunos estados a lo largo de todo 2009.

226 México 2009. Una política exterior en busca de resarcir la imagen y el prestigio perdidos tema del narcotráfico, se sumaban cada vez más voces disidentes de espe- cialistas, entre las que destacaron por su impacto mediático las de los ex presidentes de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, de Colombia, César Gaviria, y de México, Ernesto Zedillo, quienes se pronunciaron en febre- ro de ese año por la despenalización de la posesión de marihuana para uso personal y por un cambio de paradigmas en el combate a las drogas. Es de resaltarse que precisamente en el tema de las críticas a su es- trategia de combate al narcotráfico y el crimen organizado, es dónde la hipersensibilidad del régimen calderonista generó puntos de fricción no sólo con sus detractores sino con su principal aliado, Estados Unidos. Por ejemplo, en su reporte anual de resultados de la estrategia interna- cional de control del narcotráfico, dado a conocer a finales de febrero, el Departamento de Estado destacaba por un lado los esfuerzos decididos de México en el combate al tráfico de drogas que se habían traducido en la detención de importantes capos y el aseguramientos de cuantiosos montos de drogas. Pero, por el otro, también apuntaba que el cultivo de marihuana y opio lejos de disminuir había venido aumentando al igual que la violencia y las muertes vinculadas con el narcotráfico, que pasaron en sólo un año de alrededor de 2,700 a más de 5,000 en 2008, según este informe. A estas críticas se sumaron muchas otras, pero entre ellas des- taca la de Dennis Blair, Director de Inteligencia Nacional, quien declaró que el poder de la corrupción y la violencia generadas por los cárteles del narcotráfico impiden al gobierno mexicano “gobernar en partes de su territorio”. Un punto extremadamente sensible porque hacía recordar el tema planteado en enero por un reporte del Pentágono sobre la amenaza de que México pudiera convertirse en un “Estado fallido”. La respues- ta del presidente mexicano fue señalar que en Estados Unidos también existe una corrupción que permite que la droga cruce y que los niveles de violencia de México se debían al alto grado de consumo de drogas en aquel país, una respuesta que pese a no aportar elementos nuevos, mostró su profunda molestia con el tipo de declaraciones que estaban emitiendo las autoridades estadounidenses. Lo anterior no sólo no detuvo los señalamientos negativos sobre el país, sino que los datos duros sobre la violencia y las coberturas sensacio- nalistas de algunos medios extranjeros sobre la situación que vivía Mé- xico en general y particularmente algunas de sus regiones, se tradujeron en advertencias oficiales de distintos países hacia sus ciudadanos acerca de los riesgos de viajar al territorio mexicano. Estas alertas por insegu- ridad combinadas con el escepticismo que generó el brote de influenza

227 Jorge Antonio Hernández Velázquez

AH1N1 a nivel internacional, representaban una potencial amenaza al turismo, que es uno de los sectores a los que México ha venido apostando fuertemente en los últimos años, por lo que el gobierno mexicano tuvo que darse a la tarea de reforzar las labores de promoción de los destinos turísticos nacionales. Es de destacarse, sin embargo, que gran parte de esos esfuerzos se enfocaron al turismo nacional, que había dejado de ser el mercado objetivo de los principales desarrolladores turísticos del país. Con todo esto, el gobierno de Calderón comenzaba a asumirse como víctima de una especie de “complot” en contra de la imagen de México, pero fue tras la inclusión de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, en la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo, que el titular del Ejecu- tivo lo manifestó de forma abierta declarando “lamentar profundamente que se haya escalado una campaña que parece que es una campaña con- tra México, que la opinión pública y ahora hasta las revistas no sólo se dedican a atacar, a mentir, sobre la situación de México, sino a exaltar a los criminales en lo que en México consideramos que es apología del delito”.3 Cabe resaltar, sin embargo, que pese al inicio accidentado de la rela- ción entre México y la administración Obama por las acusaciones entre ambas partes en torno al tema de la seguridad en México y el tráfico de drogas, el cambio de actitud fue significativo en el marco de la visita de la secretaria de Estado Hillary Clinton a México el 24 de marzo, y más todavía en el preámbulo de la visita de Obama del 16 de abril. Esta visita del presidente estadounidense tuvo lecturas de todo tipo, pero lo cierto es que a tres meses de iniciada su gestión, el presidente Obama tenía su debut oficial con la región latinoamericana en México, antes de dirigirse a Trinidad y Tobago para asistir a la Cumbre de las Américas. Entre las conclusiones de la reunión entre ambos mandatarios, podemos destacar el reconocimiento a la labor de México en el combate al crimen organiza- do, así como el compromiso explícito de Obama para trabajar junto con México en el combate al narcotráfico, a través de medidas para disminuir el tráfico ilegal de armas y dinero provenientes de los Estados Unidos y de la cooperación pactada en la Iniciativa Mérida. También llamó la atención el ofrecimiento del presidente estadounidense para trabajar por una reforma migratoria, así como el anuncio de un Marco Bilateral sobre

3. Jiménez, Sergio y Mejía, José (2009). “Hay gobernabilidad en todo el país: fch”, El Universal, edición del 13 de marzo de 2009. Disponible en: http://www.eluniversal.com.mx/nacion/166372. html.

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Energía Limpia y Cambio Climático como parte de los mecanismos bila- terales de cooperación. Pero en este contexto de mayor acercamiento entre las administra- ciones Calderón y Obama, inaugurada por la visita de la secretaria de Estado Hillary Clinton a México, se hizo público un informe de Human Rights Watch denominado “Impunidad uniformada: uso indebido de la justicia militar en México para investigar abusos cometidos durante ope- rativos contra el narcotráfico y de seguridad pública”. El reporte revela- ba graves violaciones a los derechos humanos por parte de elementos de las fuerzas militares en su actuación en el combate contra el narcotráfico, poniendo de nuevo el dedo en la llaga sobre la estrategia calderonista de sacar al ejército a las calles a actuar como policía. Con lo que, si bien se gozó de una especie de tregua concedida al gobierno mexicano en el tema de las críticas a su estrategia de combate al crimen organizado por parte de funcionarios estadounidenses, las críticas no cesaron, pues siguieron llegando de distintas fuentes. Por otra parte, en la misma coyuntura entre la visita de Clinton y Obama a México, el Centro para el Control y Prevención de Enfermeda- des de Estados Unidos trabajaba ya en investigar casos aislados de lo que se determinó era un nuevo tipo de gripe y posteriormente en México se fueron revelando casos de contagio que significaron primero alerta, des- pués precaución y posteriormente discriminación, estigma y aislamiento internacional. Como en las primeras declaraciones oficiales se había se- ñalado que la gripe era de origen porcino, distintos países suspendieron las exportaciones de cerdo mexicano y en el caso de Egipto, se sacrificó a todos los cerdos. Países como China y Cuba aplicaron además cuaren- tenas involuntarias a visitantes que habían estado en territorio mexicano, suspendieron vuelos a y desde México y cerraron sus fronteras a nues- tros connacionales como también hicieron otras naciones. No faltaron las voces que vieron con gran suspicacia el hecho de que fuera después de la visita del presidente estadounidense que se revelaran los casos en México de la primeramente denominada gripe porcina. Esta contingencia de gripe AH1N1 significó un gran impacto econó- mico para el país, pues México entró en una suerte de parálisis ya que por alrededor de tres semanas se suspendieron las clases en escuelas, se recomendó cancelar todo tipo de concentraciones masivas, así como evitar desplazamientos innecesarios y se tomaron también medidas de dispensa del personal en las empresas y fábricas que presentara cualquier síntoma. Si bien no recibieron la instrucción de cerrar, los comercios vie-

229 Jorge Antonio Hernández Velázquez ron deprimidas sus ventas por la situación extraordinaria y quizá los úni- cos negocios que prosperaron momentáneamente fueron los de la venta de tapabocas y gel antibacterial, que dispararon sus precios de manera excesiva. El sector turístico y el porcícola se vieron especialmente afec- tados, el primero por la sensible disminución de visitantes extranjeros y el segundo por la estigmatización del consumo de cerdo y sus implica- ciones en el tema de exportaciones, ya que apenas pocos meses antes, durante una gira del presidente Calderón por Asia se habían establecido acuerdos para abrir mercados como China. Pero no todo fueron malas noticias, pues la coyuntura también permitió que México recibiera mues- tras de gran solidaridad de buena parte de la comunidad internacional, incluso de países que aplicaron medidas restrictivas fuertes, pero al mis- mo tiempo donaron ayuda económica o vacunas. Aunque la relación de México con América del Norte en general está ampliamente sesgada hacia Estados Unidos, Canadá apareció más de lo usual en los temas de la política exterior mexicana a partir de la segunda mitad del año. Motivos los había, pues México y Canadá celebraban 65 años de relaciones diplomáticas en 2009, pero lamentablemente no fue- ron éstas las razones de la atención prestada a nuestro también socio del tlcan. El motivo en realidad fue la decisión de Ottawa de suspender el beneficio a México que excluía del requerimiento de visa a los ciudada- nos mexicanos que viajaran a Canadá. La razón citada por Ottawa para tal decisión fue el aumento exponencial de las solicitudes de asilo por ra- zones humanitarias al gobierno canadiense, provenientes de ciudadanos mexicanos, la mayoría de las cuales resultaban falsas. Habría que decir que al margen de esta situación, los nexos tradicio- nales entre las dos naciones mantuvieron su funcionamiento casi normal y en el marco del Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales Mé- xico-Canadá iniciado en 1974, un total de 15,356 trabajadores mexicanos laboraron en Canadá durante 2009; lo que implicaba una disminución poco significativa de 493 trabajadores con respecto al total registrado en 2008 que fue de 15,849. Aunado a esto, siguieron su marcha los proyectos piloto de movilidad laboral en los sectores de construcción y turismo, a partir de los cuales la provincia de Alberta recibió trabajadores mexica- nos aun después de la imposición de la visa. Por su parte, la provincia canadiense de Quebec manifestó su rechazo a la decisión del gobierno federal de imponer visa a los ciudadanos mexicanos. Pero no obstante, la sensación de alejamiento entre ambas naciones por este tema prevalece.

230 México 2009. Una política exterior en busca de resarcir la imagen y el prestigio perdidos

La v Cumbre de Líderes de América del Norte, celebrada a princi- pios de agosto en la ciudad de Guadalajara, reunió al presidente Cal- derón con su homólogo estadounidense Barack Obama y con el primer ministro canadiense Stephen Harper y fue la ocasión que el mandatario mexicano aprovechó para transmitir personalmente al primer ministro canadiense su rechazo a la medida de la imposición de las visas. No obs- tante, Harper reiteró que la decisión se mantendría. Y así como México no logró nada en el tema del visado con Canadá, la cumbre de líderes produjo escasos resultados trascendentes y fue calificada más bien como una reunión entre amigos para discutir los temas comunes, pero desde la óptica particular de cada uno y sin establecer compromisos formales significativos. Hacia el sur, aunque hablar de la pérdida de liderazgo de México en la región latinoamericana puede parecer un lugar común, no por eso deja de ser una situación relevante, pues México tiene los elementos para contribuir más estrechamente al desarrollo de América Latina, pero sus omisiones y mensajes contradictorios son recurrentes y disminuyen su confiabilidad. En contraparte, Brasil suele aparecer frecuentemente como el gran actor que logra generar consensos, fortalecer posturas y representar los intereses regionales. Un ejemplo de lo anterior fue la cuarta edición latinoamericana del Foro Económico Mundial, celebrada en Brasil y a la cual no asistió el presidente mexicano Felipe Calderón, pero tampoco la secretaria de Relaciones Exteriores Patricia Espinoza, sino el Director General de ProMéxico, Bruno Ferrari. Los argumentos sobre la ausencia del presidente Calderón resultaban válidos porque la agenda del mandatario hacía sumamente difícil su par- ticipación, dado que la reunión estaba programada para el 15 de abril y apenas un día después (el 16) el mandatario mexicano debía ser anfitrión de la vista de su homólogo estadounidense Barack Obama. No obstante, podía haber enviado al foro de Brasil a la secretaria de Relaciones Exte- riores como representante, concediendo así una atención adecuada tanto a la reunión regional como a la visita del mandatario estadounidense. En cambio, decidió focalizar la atención en la visita de Obama al país a costa de una participación de rango menor en la edición latinoamericana del Foro Económico Mundial. Y pese a todo, lo anterior tampoco sería un asunto grave si la edición anterior del foro al que no asistió el presidente ni su canciller no se hubiera celebrado en Quintana Roo, México, y si el foro no hubiera tenido la característica de ser una reunión preparatoria para la región de cara a la v Cumbre de las Américas a la que asistieron

231 Jorge Antonio Hernández Velázquez al día siguiente tanto Felipe Calderón como Barack Obama. Brasil, en contraparte, siendo anfitrión y un negociador habilidoso, logró articular los intereses latinoamericanos y siguió consolidando así su liderazgo en- tre los países de América Latina. No hay que perder nunca de vista que “en política la forma es fondo”. Pero frente a este desatino, hubo también relaciones exitosas como la desarrollada con Costa Rica y un replanteamiento posterior favorable con Sudamérica luego de la gira del presidente Calderón por Colombia, Uruguay y Brasil. En este sentido, hacia finales del mes de marzo el pre- sidente Calderón recibió en visita oficial a su homólogo costarricense Óscar Arias y entre los acuerdos concretos de esa visita se estableció la negociación de un Acuerdo de Asociación Estratégica para fortalecer la relación bilateral, en seguimiento de lo acordado en agosto de 2008 en el marco de la vii Reunión de la Comisión Binacional México-Costa Rica. También se expresaron coincidencias entre ambos mandatarios en temas regionales y multilaterales como el de la importancia de fortalecer al Grupo de Río, el impulso al diálogo México-Centroamérica en ma- teria de seguridad, así como a las acciones que fortalezcan la seguridad del Gran Caribe, el Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla y el Proyecto Mesoamérica. En el mismo sentido, destacaron que coincidir como miembros no permanentes en el Consejo de Seguridad de la onu es una oportunidad para acordar posturas sobre temas fundamentales, como el de la reforma integral del propio Consejo de Seguridad. Con respecto a la gira de Calderón por Sudamérica, el primer país que visitó fue Colombia, donde las coincidencias con el mandatario Ál- varo Uribe eran más que evidentes. México y Colombia consolidaron tras la visita una alianza para combatir el narcotráfico y reforzar mecanismos de seguridad, incluyendo la capacitación colombiana a fuerzas policiales mexicanas en materia antisecuestros. El otro tema relevante fue la deci- sión de modificar el tlc entre ambas naciones, sobre todo para evitar la do- ble tributación y fomentar así aún más los intercambios e inversiones. La siguiente visita del presidente de México fue a Uruguay en donde suscribió un Acuerdo de Asociación Estratégica e intercambió puntos de vista sobre temas como la situación de Honduras respecto a la cual los presidentes Felipe Calderón y Tabaré Vázquez coincidieron en condenar la deposición del presidente Zelaya y abogar por su reinstalación en el poder. La última escala de la gira por Sudamérica fue quizá la más rele- vante en el sentido de los distintos acuerdos que se tomaron. En Brasil el presidente Calderón no sólo se reunió con su homólogo Luiz Inácio

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Lula da Silva sino también con empresarios brasileños ante quiénes ade- lantó la posibilidad de establecer un tratado comercial con el gigante sudamericano. Ya en reunión con el presidente Lula, los temas fueron desde asuntos multilaterales como la participación de ambas naciones en el denominado G-5 (Brasil, China, India, México y Sudáfrica) y el apoyo mexicano a la candidatura brasileña para ocupar de nueva cuenta un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la onu en el periodo 2010-2011, hasta el diálogo en materia petrolera en aras de lo- grar una asociación estratégica para explotar aguas profundas como ya lo hace Petrobras en aquel país. Por último —pero no por ello menos significativo— durante 2009, en el ámbito multilateral México asumió responsabilidades acordes con lo que debe ser su proyección internacional. Ingresó al Consejo de Seguri- dad de las Naciones Unidas como miembro no permanente para el bie- nio 2009-2010 y tras establecerse las presidencias de los comités y grupos de trabajo del organismo el 2 de enero, nuestro país fue electo para presi- dir tres órganos subsidiarios: 1) Comité de Sanciones relativas a Somalia, 2) Comité de Sanciones relativas a Côte d’Ivoire y 3) Grupo de Trabajo sobre Niños y Conflictos Armados. México se incorporaba así al Consejo de Seguridad por apenas cuarta ocasión en más de 60 años de pertenecer al organismo internacional. A manera de conclusión, podemos reiterar que México inició 2009 con fuertes cuestionamientos internos y externos sobre la estrategia de combate al crimen organizado que ha disparado indiscutiblemente los ni- veles de violencia. El relevo en la presidencia estadounidense a principios del año y la buena voluntad expresada por congresistas de aquel país en torno a una posible reforma migratoria favorable a los trabajadores mexi- canos, no significó un asunto de primera importancia para el presidente mexicano como sí lo fue la búsqueda de aliados en su estrategia de com- bate al narcotráfico y al crimen organizado. En este sentido, mantener el tema de la seguridad como prioridad en la agenda de la política exterior mexicana no incomodó al mandatario mexicano siempre que no fueran críticas las que recibiera. Cuando se pensó equivocadamente que había que escoger entre la atención al mandatario estadounidense en territorio mexicano o al conjunto de mandatarios de los países latinoamericanos en Brasil, se equivocó la respuesta y eso generó una pérdida de influen- cia y prestigio entre los países de la región, pero afortunadamente —a diferencia de lo ocurrido en los años anteriores del presente sexenio— se supo reencauzar las relaciones con países clave como Brasil, Colombia y

233 Jorge Antonio Hernández Velázquez

Costa Rica. No así las diferencias con Cuba por los pronunciamientos de la isla en el contexto del brote epidémico de la gripe AH1N1, un contex- to por demás difícil debido a las reacciones adversas de distintos países. Mientras que con Canadá, los 65 años de relaciones diplomáticas fueron ensombrecidos por la decisión de Ottawa de excluir a los mexicanos de la exención del requerimiento de visa para ingresar a aquel país. Estos eventos hacen que en el balance general de la política exterior del régi- men calderonista, la diplomacia mexicana nos siga quedando a deber, sobre todo porque sigue sobre-reaccionando ante las críticas en vez de procesarlas, pero se observa al menos que en el mediano plazo se logra ahora retomar el rumbo. El talón de Aquiles de México sigue siendo su obsesión por mantener a toda costa una estrategia poco exitosa de com- bate al crimen organizado y no escuchar las voces disidentes.

234 La política exterior de Brasil en 2009

Ruth Pinheiro Costas

El año de 2009 puede ser interpretado como aquél en que muchos de los esfuerzos del gobierno del presidente Luís Inácio Lula da Silva para con- solidar el prestigio económico y político de Brasil en el escenario interna- cional comenzaron a ser recompensados. Por otro lado, esos esfuerzos, al ser profundizados, tomaron direcciones sobres las cuales había muy poco consenso dentro y fuera del país —por ejemplo, en virtud del involucra- miento en los conflictos en el Oriente Medio y las relaciones con Irán, o por las posturas adoptadas durante la crisis provocada por la destitu- ción del presidente Manuel Zelaya en Honduras—. El resultado fue un intenso debate público sobre temas relacionados a la política exterior, como pocas veces se había experimentado en Brasil desde el retorno a la democracia. Al mismo tiempo en que, en el escenario internacional, se observó un gran entusiasmo en relación a Brasil y señales de que el país estaría en el camino de consolidarse como una “potencia global emergente”, las líneas críticas de opinión tomaron fuerza en la sociedad brasileña. Ellas apuntaban, principalmente, a evaluar los costos por el ejercicio brasileño de su liderazgo; el riesgo a que la “dispersión de foco” generara una expansión desmedida de la necesidad de recursos para la acción externa; y la posibilidad de que, en algunos momentos, el “prag- matismo brasileño” fuera percibido como “oportunismo”. La expansión del debate doméstico sobre política exterior en el go- bierno Lula fue registrada por diversos autores (Vigevani y Cepaluni, 2007; Almeida, 2006; Seitenfus, 2006; Faria, 2008 y Pecequilo, 2008). Al- meida (2006) caracteriza tres líneas del discurso académico-periodístico en relación al tema: las voces autorizadas, vinculadas al gobierno, los analistas afines a la línea oficial y los independientes o críticos (algunos de la oposición). Ricupero (2010), un crítico, ve en el escenario actual

235 Ruth Pinheiro Costas una “crisis del consenso”. Seitenfus, afín a la línea oficial, lo atribuye a las “innovaciones” de Lula. Entre las causas de la ampliación del debate están factores como el involucramiento directo e intenso del presidente en la política exterior (la diplomacia presidencial), el uso del tema en la dinámica de polarización política (tanto por el gobierno como por la oposición) y un nivel más elevado de interés de la sociedad brasileña, por su creciente inserción en el mundo globalizado. Para Faria (2008), el fe- nómeno también tiene raíces en el uso de las estrategias y discursos de la política exterior para reafirmar la “coherencia de la trayectoria política” del gobierno Lula. De esa manera, la defensa de un sistema internacional “justo y equilibrado” sería una “medida compensatoria” por la adopción de una política macroeconómica ortodoxa en el plano interno. Otro factor sustancial que explica la acentuación de la distancia entre los grupos de opinión en el plano interno, es que en este penúltimo año del mandato de Lula, la política externa estuvo en el centro de las aten- ciones y esfuerzos del gobierno. El 2010 será un año electoral —por lo tanto, los asuntos internos tendrán preeminencia—. En 2009, Lula visitó 31 países y estuvo un record de 87 días fuera del país. De manera aserti- va, el presidente intensificó su estrategia de ampliación de alianzas y del área de actuación brasileña —táctica definida por Vigevani y Cepaluni (2007) como “búsqueda de autonomía por la diversificación”, en oposi- ción a la “búsqueda de autonomía por participación” en fórums y regí- menes internacionales, del gobierno anterior (Fonseca, 1998). Muchos de los temas que alimentaron las controversias parecen rela- cionados a ligeros ajustes de rumbo acentuados en 2009. Primero, el go- bierno de Lula tuvo que explorar de forma más enérgica nuevos caminos en la esfera comercial después del colapso de la Ronda de Doha de la omc, en el año anterior, pese a los esfuerzos del G20+ para defender los intereses agrícolas de los países en vías de desarrollo. Segundo, aunque las relaciones con América del Sur nunca dejaron de ser una de las prio- ridades, el país parece haber abandonado la táctica de búsqueda abierta por el liderazgo regional como plataforma para su afirmación como actor influyente en el sistema global. Los discursos oficiales pasaron a demos- trar la inclinación hacia una estrategia fundamentada en la promoción de su identidad como “potencia emergente” y una ampliación de la agenda hacia cuestiones más generales —como el conflicto en el Oriente Medio e Irán. Las bases de la política exterior del presidente Lula no sufrieron alteraciones y su línea conductora continuó en el eje de la diplomacia

236 La política exterior de Brasil en 2009

Sur-Sur, empeñada en la lucha por la “democratización” del sistema glo- bal de poder y las instituciones multilaterales. Entretanto, en relación al dilema entre globalismo y regionalismo, ganó relevo la existencia de una ambigüedad, como señalan Flemes (2010) y Spektor (2010). El go- bierno de Lula continuó promoviendo la institucionalización de la políti- ca regional, impulsando la creación de órganos de cooperación —como el Consejo de Defensa de la Unasur, que tuvo su primera reunión en marzo—. También se empeñó en intensas negociaciones políticas para garantizar que el Congreso aprobara la entrada de Venezuela en Mer- cosur —quizás una de las cuestiones de la agenda suramericana que más dividió a la sociedad brasileña—. Por otro lado, el país evitó asumir el papel “típico de potencia regional”, es decir, de “agente promotor del or- den regional” o catalizador de un proceso más profundo de integración (“liderazgo amigable”) (Spektor, 2010). En el caso de Honduras, por ejemplo, Brasil asumió un determinado protagonismo, al acoger al presidente Zelaya en su embajada en Teguci- galpa; pero la situación no se salió de los marcos diplomáticos y al final Brasil mantuvo un involucramiento relativamente limitado en su desen- lace. Estados Unidos terminó resolviendo la situación a su manera, pese a la contrariedad de buena parte de la región. Internamente, la polémica sobre el caso fue generada menos por el apoyo brasileño a Zelaya — bajo el argumento de que ignorar el golpe podría abrir un precedente peligroso para la democracia de la región— y más por el hecho de que, protegido en la embajada brasileña después de conseguir volver a Teguci- galpa, el presidente destituido empezó a llamar sus correligionarios a un contra-golpe, lo que señalaría la pérdida de control por el gobierno Lula de la situación dentro de la representación brasileña en Tegucigalpa. Para los críticos, como Ricupero (2010), el de “desempeño mitigado” en la región hace que la relación con los vecinos tienda a una “diplomacia gestual”, en la que proliferan nuevas organizaciones y foros de discu- sión pero donde escasean resultados concretos. Spektor (2010), a su vez, no descarta que la ambigüedad mencionada anteriormente (globalismo/ regionalismo) pueda ser ventajosa. Según su argumento, esto evita los costos del liderazgo regional, al mismo tiempo que permite al país apro- vechar las percepciones externas sobre su “peso en América del Sur”, para reivindicar un papel más central en la política global (pero sin in- corporar internacionalmente una “identidad sur-americana”). Malamud (2009) sostiene que el cambio de foco en la política externa brasileña, de la esfera regional para la global, es significativo y sus motivos serían las

237 Ruth Pinheiro Costas constantes inestabilidades de la política suramericana y las señales de resistencia de vecinos a una posible “representación” brasileña. Entre las señales de esas resistencias estarían, por ejemplo, los pro- blemas que involucraron a empresas brasileñas en Ecuador y Bolivia, los litigios sobre Itaipú con Paraguay y las disputas en el área comercial con Argentina. También es posible mencionar la falta de apoyo regional a la candidatura brasileña a un asiento permanente en el Consejo de Se- guridad de la onu y a sus nominaciones para la dirección de la omc y la presidencia del Banco Interamericano, en 2005. “Brasil terminó en una situación inesperada: mientras su liderazgo regional creció en el papel, en la práctica se debilitó. Pero aun así, su reconocimiento global se am- plió. Hoy, el país es reconocido como una potencia emergente por las potencias globales establecidas, encarnadas en instituciones como el G8 y la Unión Europea”, destaca Malamud. Entre las iniciativas de política externa que pueden ser vistas como expresión del ajuste de rumbos está la intensificación gradual de la agen- da de encuentros bilaterales. En 2009, también hubo una activa parti- cipación de Brasil en foros interregionales como el G-20 financiero, el brics (Brasil, India, Rusia e China) o el ibas (India, Brasil y África del Sur), destacada por Flemes (2010). Finalmente, se debe mencionar el in- volucramiento brasileño en cuestiones más lejanas a la zona de influencia directa y tradicional del país —en 2009, especialmente el Oriente Medio, pero también África y Asia—. Según análisis críticos, no tendría sentido gastar energía y recursos en cuestiones distantes e intrincadas de la diplo- macia mundial, como el conflicto entre israelíes y palestinos, mientras el país sostenía una posición pasiva frente a conflictos, tensiones y proble- mas en las iniciativas de integración regional. Especialmente la cuestión iraní también suscitó una serie de reproches por diversos sectores de la sociedad brasileña, pues el gobierno no logró explicar cuáles eran las ventajas concretas para Brasil —si es que ellas existían— de una arries- gada asociación con un gobierno que no sólo estaba en vías de ser sancio- nado por el Consejo de Seguridad de la onu por esconder datos relativos a su programa nuclear, sino que también promovía una ola represiva en contra de la oposición interna en medio de protestas por denuncias de fraudes electorales. En el otro extremo, los defensores de la estrategia de diversificación y alianzas Sur-Sur del gobierno de Lula reforzaron sus argumentos gra- cias al ya mencionado entusiasmo en relación a Brasil que se propagó a la prensa internacional, por parte de sectores políticos y medios empre-

238 La política exterior de Brasil en 2009 sariales de diversos países. De la noche a la mañana, los discursos en esos medios otorgaron a Brasil la condición de potencia emergente incontes- tada por una serie de factores. Primero, la economía del país demostró, principalmente en el segundo semestre, su capacidad de resistencia en medio de la crisis financiera global (siguiendo la tendencia de otros paí- ses emergentes). Segundo, los planes para la explotación de las reservas de petróleo del llamado “pre-sal” transformaron a Brasil en una posible potencia energética. Tercero, la postura más asertiva del gobierno Lula en las relaciones internacionales y el propio carisma e historia personal del presidente ayudaron a impulsar el país en los foros multilaterales. Final- mente, hubo una consolidación de la percepción de que, a diferencia de al- gunos vecinos, Brasil tiene una democracia sólida, cuya fortaleza comenzó a ser construida con el trabajo de estabilización del gobierno anterior, de Fernando Henrique Cardoso, y fue reforzada por la gestión Lula. En abril, el presidente norteamericano Barack Obama elogió el líder brasileño en un encuentro del G20 financiero, en Londres, en el cual los bric obtuvieron el poder de veto en el New Arrangements to Borrow —creado para socorrer economías en crisis— al aportar us$ 92 millo- nes para este órgano. “Lula es el político más popular del mundo”, dijo Obama, en la ocasión. En octubre, Brasil venció la competencia para ser sede de la Olimpiada en 2016 (que tendrá lugar dos años después de la Copa del Mundo, también en el país). La publicación liberal británica The Economist escribió, en agosto, que “ningún encuentro internacio- nal, sea para discutir reformas financieras o cambios climáticos, estaría completo sin Lula” y en noviembre la misma revista publicó un exten- so reportaje de portada sobre el crecimiento brasileño: “Brasil decola” (“Brazil takes off”). Para completar, Lula fue escogido como “el hombre del año” por el periódico francés Le Monde y recibió el título de “Perso- naje Ibero-Americano de 2009” del diario español El País. El estado de gracia del gobierno brasileño con la prensa internacional —y con muchos líderes políticos del Norte— sólo fue verdaderamente aplacado por los desdoblamientos del envolvimiento en la cuestión iraní. Es curioso que la acción en el Oriente Medio —paradójicamente, la causa de tal aprensión— haya sido justificada oficialmente con un dis- curso que se fortaleció justamente con la matriz favorable en la opinión pública internacional al país y al liderazgo de Lula. Según el canciller Celso Amorim (2010), una buena política externa exige “prudencia, pero también osadía y no puede basarse en la timidez o en el complejo de in- ferioridad”. O sea, si Brasil quería ser grande, debería tener una política

239 Ruth Pinheiro Costas externa ambiciosa y sin límites geográficos o temáticos. En noviembre, en un intervalo de algunas semanas, el país recibió la visita del presiden- te israelí, Shimon Peres, el presidente de la Autoridad Palestina, Mah- moud Abbas, y el iraní, Mahmoud Ahmadinejad. El gobierno brasileño se ofreció para mediar en las negociaciones entre israelíes y palestinos alegando que, por ser un agente nuevo en una región de resentimientos antiguos, Brasil podría aportar ideas frescas para el diálogo. En relación con el caso iraní, el argumento usado para apoyar a Teherán en la cues- tión nuclear (Brasil se abstuvo de condenar el país en una reunión de la Agencia Internacional de Energía Atómica) fue que el diálogo podría producir mejores resultados que las sanciones, teniendo en cuenta casos como el de Irak. Brasil asumió la premisa de que, hasta probado lo con- trario, el programa iraní tenia fines pacíficos —según algunos analistas, una actitud arriesgada—. Además, el Itamaraty parecía acreditar que las potencias del Occidente precisarían de un interlocutor para negociar con Teherán y ese papel podría ser asumido por los brasileños. Gradualmente, entretanto, fueron creándose algunas sospechas de que el Ministerio de Relaciones Exteriores y sus 1,400 diplomáticos po- drían tener problemas para actuar en los numerosos frentes abiertos por Lula en su política externa, cómo ya fue mencionado. Los críticos, aparte del argumento de la “dispersión de foco” y la posible pérdida de efi- ciencia en el tratamiento de asuntos regionales, apuntaron a la falta de conocimiento específico sobre los meandros políticos del Oriente Medio. Adicionalmente, el hecho de que no parecían palpables los beneficios para el país de los esfuerzos para la mediación entre israelíes y palestinos y, menos aún, de las relaciones con Irán, alimentó sospechas sobre las motivaciones del presidente: ¿promover el interés nacional o conquistar, por ambición personal, el papel de un “gestor de la paz”? En la visita de Peres fue firmado un pacto de libre comercio entre Israel y Mercosur. Con Irán, la agenda oficial también procuró incluir temas económicos, pero obviamente en los dos casos las tensiones políticas atrajeron todas las atenciones. La polémica sobre el tema nuclear fue agravada por cuestiones inter- nas de Teherán, sobre las cuales Lula ha hecho declaraciones en junio: durante una ola represiva contra la protesta de opositores, el presiden- te de Brasil comparó los choques con peleas entre fanáticos del futbol. En noviembre, la visita de Ahmadinejad fue vista por muchos líderes internacionales y en la prensa extranjera como una tentativa de Teherán para obtener alguna legitimidad en medio a críticas por tal represión y la

240 La política exterior de Brasil en 2009 discusión en el Consejo de Seguridad de la onu sobre la adopción de nue- vas sanciones al país. “No se percibe bien cuáles son las ganancias que la diplomacia brasileña espera conseguir de iniciativa que se reviste de algunos aspectos brillantes como jugada diplomática, pero que arriesga con dejar un saldo pesado de resentimientos y desconfianzas”, escribió Ricupero (2010). Una de las consecuencias de la alianza con Irán fue ampliar el males- tar entre el gobierno brasileño y la administración del presidente Barack Obama —otra fuente de debate interno en Brasil—. El gobierno Lula ya había entrado en divergencia con el nuevo gobierno norteamericano por lo menos dos veces en 2009: al criticar el acuerdo que permitiría a eu utilizar siete bases militares en Colombia y durante la crisis Hondureña, porque Washington mostró disposición en reconocer el gobierno electo en una votación prevista antes del golpe, pero organizada por quienes participaron de la destitución de Zelaya. Uno de los valores tradicionales de la diplomacia brasileña es la autonomía en relación a grandes poten- cias, en general, y frente a eu en particular. Entretanto, hay consenso de que la confrontación directa debe ser evitada, como destacan Lima e Hirst (2006). Para Flemes (2010), la posición brasileña tiende al soft ba- lancing —no desafía militarmente la gran potencia, pero utiliza elemen- tos no militares para favorecer un mayor equilibrio de poder y frustrar medidas unilaterales. En el final del gobierno George W. Bush (2001-2009) hubo un inten- to de aproximación limitado, en torno de un proyecto conjunto para el desarrollo del etanol. En 2009, las dudas de Brasil y de la región eran, primero, si Obama de facto adoptaría una política más pragmática para la América Latina, como había indicado con mensajes de diálogo hacia Cuba y Venezuela. Después, hasta qué punto el apoyo del Partido De- mócrata a políticas proteccionistas podría dañar intereses brasileños. Los primeros choques ya mencionados sobre la política regional, ciertamen- te ampliaron la aprensión sobre las relaciones bilaterales. Entretanto, dado el comprometimiento de 2010 con la agenda interna, parece haber quedado para el próximo presidente la tarea de definir exactamente qué caminos seguirá la relación con la administración Obama. Otro desafío importante será una construcción más firme de consen- sos sobre la política exterior brasileña. Revertir el ambiente polarizado del debate sobre el tema (como resultado de una radicalización de los dos lados) ciertamente no es una tarea fácil. Entretanto, el gobierno bra- sileño tendrá a su favor el buen momento vivido por el país por el avance

241 Ruth Pinheiro Costas

económico y la ampliación de su peso en el sistema internacional. Entre las medidas que ayudarían en este proceso, puede considerarse una me- jor rendición de cuentas a la sociedad sobre los objetivos específicos de decisiones políticas, cuyas motivaciones aún están poco claras, como la alianza con Irán. También un ajuste de los discursos oficiales, que hoy solamente enfatizan las rupturas de la política exterior de Lula, ignoran- do los puntos de continuidad y las contribuciones de gestiones pasadas. Finalmente, podrían realizarse esfuerzos en la adopción de una postura más abierta hacia las contribuciones de la sociedad civil y de las posturas críticas para que, en los casos necesarios, se pudieran realizar de manera más dinámica eventuales reevaluaciones y ajustes.

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242 La política exterior de Brasil en 2009

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Política exterior de Venezuela en 2009

Ilia Sergio Rodríguez Gelfenstein

Situación interna y política exterior

La política exterior de Venezuela en el año 2009 continuó su derrotero en el marco de las definiciones propias del acontecer nacional del país. El referéndum de febrero que aprobó, entre otras cosas, la reelección con- tinua para todos los cargos de elección popular delineó el curso del año político y tuvo repercusiones decisivas en el escenario político nacional e internacional. La posibilidad cierta de que el presidente Hugo Chávez pueda ser candidato a la reelección en 2012 arreció las acciones de Esta- dos Unidos en su afán de desestabilizar el proceso político que se vive en Venezuela. A estas intenciones se agregó el Reino de los Países Bajos, como fue denunciado a fines de año.1 Durante el año 2009, las expresiones de la crisis económica y finan- ciera mundial comenzaron a manifestarse en Venezuela. La economía se contrajo 4.5% en el tercer trimestre para cerrar el año con una caída de 2.9%, esta baja superó las previsiones y dejó al país en recesión por primera vez en más de cinco años. Por otra parte, la inflación al cierre de 2009 fue de 26.5%, inferior a la de 2008, que totalizó 30.9%. Sin embar- go, durante el periodo el Índice de Desarrollo Humano del país creció: Venezuela escaló del puesto 62 al 58 en ese indicativo elaborado anual- mente por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud).2 Así mismo, Venezuela presentó al finalizar 2009 la desigualdad más baja

1. El Universal, “Chávez: Holanda y Estados Unidos preparan agresión militar contra Venezuela”, Caracas, 17 de diciembre de 2009. 2. Véase: “Venezuela avanzó cuatro puestos en el Índice de Desarrollo Humano”. Disponible en: http://www.pnud.org.ve/content/view/205/161/.

245 Ilia Sergio Rodríguez Gelfenstein de la región, llegando su índice Gini a 0.437. La pobreza llegó a 26.4 % y la pobreza extrema a 7% en comparación con los 49% y 21%, respecti- vamente, en 1999. Los precios del petróleo mostraron un alza durante 2009 como resul- tado de los recortes de producción acordados en la opep, sin embargo las exportaciones no petroleras tuvieron una baja de 50% durante el año, lo cual reforzó la característica monoproductora de la economía del país. Durante 2009, el precio promedio del barril de crudo venezolano fue de us$56.56 en comparación con los us$86.81 en 2008 y 64.74 en 2007. Por su parte las reservas internacionales cayeron de us$ 42 mil millones al cerrar 2008 a 35.073 al finalizar 2009.3 Esta situación afectó considerablemente la vida política del país y, en ese contexto, el gobierno tomó medidas que influyeron de manera deter- minante en las posibilidades del país para seguir desarrollando —con la misma intensidad de años anteriores— una política exterior que coadyu- vara a acelerar el proceso de integración y la lucha común de los pueblos de Latinoamérica y del Caribe por construir mecanismos propios de in- dependencia económica y financiera. Esto llevó al país a intensificar el marco político y económico de sus vínculos internacionales

El escenario global. Fortalecimiento de las relaciones estratégicas. Ampliación de los vínculos Sur-Sur

Durante 2009, el gobierno de Venezuela se propuso consolidar las rela- ciones con aquellos países con los que comparte algunos puntos de vista en cuanto a la estructuración de un sistema internacional más justo y equitativo, en el que las relaciones económicas y de cooperación se esta- blezcan desde principios que consideren las asimetrías y donde primen los intereses comunes que favorezcan a cada pueblo y a la humanidad en general. El gobierno de Venezuela se ha planteado avanzar en la articu- lación de temas que conforman las preocupaciones más importantes de la agenda internacional como energía, agricultura y alimentos, finanzas, ciencia y tecnología, comercio y seguridad, entre otros. Así mismo ha seguido incursionando con fuerza en relevantes aspectos que atañen a la

3. Venezuela mejora el índice de Desarrollo Humano. Disponible en: http://www.kaosenlared. net/noticia/venezuela-2009-mejora-indice-desarrollo-humano

246 Política exterior de Venezuela en 2009 seguridad y la defensa para lo cual ha incrementado el intercambio con Siria, Irán, Belarús, Rusia y China. En este mismo marco, la utilización del potencial energético fue con- siderado aún más como vehículo preferencial de relaciones en la proyec- ción internacional de Venezuela. El país ha incrementado su perfil como abastecedor de hidrocarburos en Asia, suministrando no sólo a aquellos países con quienes ha tenido relaciones tradicionales y sus nuevos vínculos estratégicos como Irán y China, sino que se han agregado Vietnam, Ja- pón, la India y Malasia como destino de las exportaciones. En Europa se está suministrando petróleo a Francia, Noruega, el Reino Unido, Portugal, Italia, Belarús y Rusia, en África a Sudáfrica y se establecieron diversos mecanismos de cooperación con Mali, Mauritania, Níger y Argelia.4 Las relaciones Sur-Sur se potenciaron con la activa participación de Venezuela en la ii Cumbre América del Sur-Países Árabes (aspa) y la organización de la ii Cumbre América del Sur-África (asa), realizadas la primera en marzo en Qatar con la presencia de los 22 países de la Liga Árabe y los 12 de Unasur y la segunda en Isla de Margarita en septiem- bre, con la participación de 54 países del continente africano y los 12 de Unasur. En el marco de la Cumbre aspa, el presidente de Venezuela sostuvo encuentros bilaterales con los primeros mandatarios de Libia, Líbano, Qatar y Siria.5 En el cónclave se puso el énfasis en la toma de medidas conjuntas para enfrentar la crisis financiera mundial y su repercusión en los países miembros de aspa. Además se abordaron temas relacionados con la integración Sur-Sur, el apoyo a la legitimidad de la causa pales- tina, así como también el estímulo al comercio y la inversión. En Isla de Margarita, Venezuela abogó por impulsar un plan estratégico a fin de profundizar la integración interregional en 10 años para impulsar un “gran polo” geográfico en Sudamérica y África. El presidente Chávez resumió su propuesta al proponer elevar el nivel de los grupos de trabajo y consolidar un plan para que en el periodo 2010-2020, se le pueda dar “visión estratégica” a la integración.6

4. “Memoria y Cuenta año 2009, presentada por el titular del Despacho en sus sesiones ordinarias de 2010”. Caracas, Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, 2010. 5. “Cumbre aspa llama a reforzar integración regional”. Disponible en: http://www.telesurtv.net/ secciones/noticias/46307-NN/cumbre-aspa-llama-a-reforzar-integracion-regional/ 6. “Cumbre América del Sur África pide reforma de la ONU”. Disponible en: http://www. eluniversal.com/2009/09/26/pol_ava_cumbre-america-del-s_26A2796611.shtml.

247 Ilia Sergio Rodríguez Gelfenstein

En el contexto del año 2009, el esfuerzo principal del país en materia exterior continuó siendo el impulso a la integración regional y la lucha por la construcción de un mundo multipolar en el marco de la crisis del capitalismo que tuvo en la xv Conferencia sobre Cambio Climático en Copenhague un momento crucial en el que se vieron confrontados ideas diversas y antagónicas, donde a Venezuela le correspondió —junto a los otros países de la alba—asumir un papel protagónico en el rechazo a las pretensiones hegemónicas y unilaterales de un grupo de países indus- trializados. En tal sentido, Venezuela manifestó la voluntad de continuar trabajando en el marco de la Convención y del Protocolo de Kioto, sin embargo insistió en que las negociaciones se deberían establecer sobre la base del respeto, la inclusión, la transparencia y la legitimidad. El discurso oficial de Venezuela durante el año mantuvo una fuerte retórica autorreferente en torno al papel de Venezuela y su política exte- rior como “fuerza motriz del cambio en las relaciones internacionales”.7 El canciller Nicolás Maduro al presentar la Memoria y Cuenta 2009 del ministerio a su cargo ante la Asamblea Nacional planteó que: “Hemos sido punta de lanza en la firme lucha en defensa de los valores demo- cráticos y en contra de las pretensiones hegemónicas del Imperio de in- tervenir en los procesos revolucionarios y soberanos que adelantan los pueblos de nuestra región”.8 Venezuela se ha propuesto asumir un papel decisivo en lo que se ha dado en llamar la construcción de un mundo pluripolar,9 por oposición a la unipolaridad presente en el sistema internacional. Para ello, en 2009 se continuó la práctica iniciada en 2006 de fortalecer los vínculos e incre- mentar el intercambio directo en sus relaciones con Brasil, Argentina, China, Irán, Rusia, Belarús, India, Sudáfrica y Siria. En el plano estratégico se han consolidado y ampliado las relaciones con la República Islámica de Irán y la República Popular China. Durante el año se realizaron tres encuentros presidenciales con Irán, uno en Ca- racas (en noviembre) y dos en Teherán (en abril y septiembre) en donde

7. “Memoria y Cuenta año 2009, presentada por el titular del Despacho en sus sesiones ordinarias de 2010”. Caracas, Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, 2010. 8. Ibídem. 9. El concepto de pluripolaridad fue mencionado informalmente por primera vez por la ex viceministra de Relaciones Exteriores de Venezuela Delcy Rodríguez en 2005 y ha sido adoptado en el lenguaje oficial del país, en particular por el presidente Chávez. No hay una definición formal del mismo. Incluso se han generado debates en Internet en torno al tema. Pareciera que el sufijo pluri hace referencia a la categoría de calidad, a diferencia del sufijo multi que refiere cantidad.

248 Política exterior de Venezuela en 2009 se firmaron un total de 68 acuerdos bilaterales, en diversas áreas de coo- peración. En ese marco se creó el Banco Binacional Iraní-Venezolano y el Fondo de Financiamiento Conjunto, a fin de dar soporte financiero a los proyectos firmados, que podrán ser desarrollados en Venezuela o en terceros países, a través de mecanismos de cooperación triangular sobre todo en África, Asia y América Latina.10 Con la República Popular China se realizó un encuentro presidencial y 20 encuentros de alto nivel, en donde se firmaron un total de 47 acuer- dos en diversas áreas de cooperación. Según el canciller Maduro, para la República Bolivariana de Venezuela la relación con China constituye la principal alianza estratégica desarrollada por la política exterior boliva- riana en la región asiática.11 Por su parte, el presidente Chávez planteó tres objetivos estratégicos en su relación con China: suministro de petró- leo desde Venezuela, instalación de refinerías binacionales y creación de una empresa naviera petrolera entre ambas naciones. En cuanto al primer objetivo estratégico que se abordó durante esta visita, el presidente venezolano señaló que se trabajaba intensamente para llegar a la meta de producir y suministrar a China un millón de barriles de petróleo diarios, y convertir así al país en un suministrador seguro para el gigante asiático. En 2004 el suministro de petróleo de Ve- nezuela a China era nulo, pero a finales del año 2008 suministraba 380 mil barriles diarios y se propone para el año 2013 llegar a un millón.12 Desde el punto de vista político y geopolítico, Venezuela puso en la agenda de su relación con China el intercambio de ideas sobre la Cumbre del G20, la de aspa, la situación de América Latina, el tema de la Unasur, el nacimiento del Banco del alba y el Banco del Sur, así como la posibi- lidad de hacer convenios

10. Véase: “Venezuela e Irán firman 68 nuevos acuerdos de cooperación”. Disponible en: http://www.telesurtv.net/secciones/noticias/62459-NN/venezuela-e -iran-firman-68-nuevos- acuerdos-de-cooperacion/. “Mandatario iraní recibe al Presidente Chávez en el palacio de Gobierno”. Disponible en: http:// www.minci.gob.ve/noticias-prensa-presidencial/28/188370/mandatario_iranrecibe al.html. “Venezuela suministrará gasolina diariamente a Irán desde octubre”. Disponible en: http:// www.minci.gob.ve/noticias_-_prensa/28/191786/venezuela_suministrargasolina_diariamente. html. 11. “Memoria y Cuenta año 2009, presentada por el titular del Despacho en sus sesiones ordinarias de 2010”, op. cit. 12. “Venezuela y China fortalecerán convenios energéticos”. Disponible en: http://www.minci.gob. ve/noticias-prensa-presidencial/28/188443/venezuela_y_china.html.

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De igual forma, es importante destacar que en 2009 se relanzaron los vínculos con Japón construyendo una agenda bilateral multitemática que incluyó las áreas energética, financiera, tecnológica y comercial con la que en ese momento era segunda economía del mundo. Los impor- tantes acuerdos firmados con Japón pretendieron suplir las necesidades del país en materia tecnológica para coadyuvar en la realización de las transformaciones productivas y de desarrollo que el país se propone.13

América Latina y el Caribe. Fortaleciendo los mecanismos de integración regional

En el plano regional, los acontecimientos más importantes estuvieron relacionados con el incremento de la actividad intervencionista de Esta- dos Unidos. Estos temas tuvieron presencia en la agenda de todo el segundo semestre del año. Por un lado el golpe de Estado en Honduras en junio, y por otro, el anuncio del gobierno colombiano de haber fir- mado un acuerdo con Estados Unidos para establecer bases militares y aéreas en el territorio del país vecino,14 crearon —al finalizar el año— fuertes tensiones bilaterales cuyas consecuencias también produjeron preocupación e inquietud y, de alguna manera, marcaron el accionar de los órganos multilaterales, en los que Venezuela tuvo una activa partici- pación, tanto en Unasur y la alba como en la oea y el Grupo de Río En América Latina, la política energética de Venezuela ha estado en- caminada a transformarse en proveedor seguro ante las incertidumbres en los precios del mercado en el marco de principios de solidaridad y complementariedad con los países que integran la alba y Petrocaribe, así como con Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y El Salvador. En el pro- ceso de evolución de los esquemas de cooperación energética que lidera Venezuela, Petrocaribe —integrado por Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, República Domini- cana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela— ha logrado avanzar en crear un mecanismo más equitativo que resuelva las asimetrías en el acceso a los recursos energé-

13. “Venezuela prepara el camino para convertirse en una potencia”. Disponible en: http://www. minci.gob.ve/actualidad/2/188534/venezuela_prepara_el.html. 14. Véase el texto completo del acuerdo en: http://orhpositivo.wordpress.com/2009/11/04/lea-el- texto-completo-del-acuerdo-militar-entre-colombia-y-estados-unidos-por-las-bases-militares/.

250 Política exterior de Venezuela en 2009 ticos, sobre la base de un esquema que aplica principios de justicia social y solidaridad entre los países de la región, creando condiciones para que estos países avancen hacia la soberanía energética al verse liberados de obligaciones leoninas impuestas por las transnacionales. El volumen financiado hasta el 1° de noviembre de 2009 en el su- ministro de crudo y derivados en el marco de Petrocaribe —sin incluir a Cuba ni al acuerdo con la Asociación de Alcaldías de El Salvador—, ascendió a 8,247 millones de dólares que correspondieron a 108.5 millo- nes de barriles de hidrocarburos, manteniéndose una cuota promedio de 93,664 barriles diarios. Petrocaribe le ha permitido a los Estados parte ampliar su capacidad de ahorro en 1,564.9 millones de dólares. La suma de financiamiento reembolsable que ha asumido el Estado venezolano alcanza 3,412.43 millones de dólares.15 Las relaciones con los países de la región siguieron siendo el centro del quehacer de la política exterior de Venezuela. La integración y la unión en el marco regional a partir de los nuevos mecanismos creados, su ampliación y fortalecimiento fueron eje de la acción internacional. Particular interés tuvo el establecimiento de vínculos aún más sólidos con Brasil, Bolivia, Argentina y Ecuador, con los cuales Venezuela ha logra- do desarrollar una vasta agenda de cooperación en lo político, comercial, económico, cultural, agrícola, energética e industrial. Para ello se ha es- tablecido un mecanismo de encuentros presidenciales trimestrales con estos países que han logrado “infundirle un dinamismo particular a las relaciones bilaterales, caracterizadas por la notable diversificación de los temas de la agenda común y la multiplicidad de actividades y proyectos emprendidos”.16 Se ha puesto especial interés en fortalecer las relaciones con los paí- ses de Sudamérica. Con Bolivia se han desarrollado proyectos conjuntos, sobre todo en materia social. Con Ecuador se llevaron a cabo un total de cuatro encuentros presidenciales, suscribiendo 18 acuerdos correspon- dientes a 29 proyectos de diferente tipo. Con Argentina se llevaron a cabo un total de cuatro encuentros presidenciales, en donde se suscribie- ron 73 acuerdos en diversas áreas de cooperación y con Brasilse realiza-

15. No fue posible conseguir cifras del funcionamiento de Petrocaribe en todo el transcurso del año, sólo el Informe de gestión de mediados de año emitido en junio. La cifra más cercana al comportamiento de todo el año se encontraron en “Memoria y Cuenta año 2009, presentada por el titular del Despacho en sus sesiones ordinarias de 2010”, op. cit. 16. “Memoria y Cuenta año 2009, presentada por el titular del Despacho en sus sesiones ordinarias de 2010”, op. cit.

251 Ilia Sergio Rodríguez Gelfenstein ron tres encuentros presidenciales, en donde se firmaron un total de 40 acuerdos bilaterales en diversas áreas de cooperación. Para Venezuela la alba ha venido a configurarse como el mecanismo en el que se concreta el proyecto bolivariano de integración y unión de los pueblos de Nuestra América por lo que ha hecho un gran esfuer- zo para su consolidación. La alba-tcp confirmó este año su capacidad como alianza política, económica y social resistiendo el conflicto más im- portante ocurrido en su interior desde su creación, el golpe de estado en Honduras y la posterior salida de este país del mecanismo. La salida de Honduras del bloque no amilanó a otros países que hicieron su in- greso formal durante este año. La alba se fortaleció con el ingreso de Ecuador,17 San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda, países que contribuyeron a ampliar el espacio geográfico y la diversidad cultural de sus miembros. Asimismo la alba creó condiciones propicias para el lanzamiento del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (sucre)18 y el establecimiento del sucre como unidad de cuenta común para la rea- lización de un comercio de nuevo tipo entre los pueblos de los países que se incorporen a este sistema, el cual que permitirá crear mejores condiciones para lograr independencia en el comercio respecto del dó- lar estadounidense y de los dispositivos de coerción impuestos por las organizaciones financiera multilaterales. En la esfera alimentaria, tam- bién la alba comenzó a desempeñar un papel relevante, impulsando el incremento de la producción a fin de garantizar la seguridad y soberanía alimentaria sustentable para las naciones que la integran.19 La iniciativa agroalimentos se sustenta en dos acuerdos. El primero de seguridad y so- beranía que tiene como objetivo crear la iniciativa alba Alimentos entre los seis países miembros y los 11 de Petrocaribe. El segundo instrumento de cooperación es el acuerdo para la constitución de una empresa gran- nacional de alimentos en el marco de Petrocaribe y alba.20 El alba-tcp asignó cinco millones de dólares estadounidenses al pro- ceso de alfabetización de Haití, así como más de nueve millones de dóla-

17. “Ecuador ingresa de manera oficial al Alba”. Disponible en: http://www.hoy.com.ec/noticias- ecuador/ecuador-ingresa-de-manera-formal-al-alba-354889.html. 18. Para estudiar las características del sucre y los elementos técnicos que lo configuran, véase: http://www.bce.fin.ec/documentos/ServiciosBCentral/SUCRE/sucDoc08.pdf. 19. Véase: http://www.alba-tcp.org/content/alba-alimentacion. 20. Acuerdo de Seguridad y Soberanía Alimentaria de los Países Miembros de de Petrocaribe y el Alba. Alba Alimentos. Disponible en: http://www.alba-tcp.org/content/alba-alimentacion

252 Política exterior de Venezuela en 2009 res estadounidenses para el proyecto de desarrollo agrícola en la región L’Artibonite de ese país. Igualmente, se desembolsaron más de trece mi- llones de dólares para ser ejecutados en el desarrollo de diez proyectos agrícolas a implementar en Honduras, Surinam, Guyana, Jamaica, San Vicente y Las Granadinas, Nicaragua y Belice. Pero tal vez la iniciativa más importante de la alba concretada este año fue la firma del Tratado Constitutivo del Banco del Sur, con el cual se da el primer paso hacia la construcción de una nueva arquitectura financiera que servirá como herramienta de desarrollo de los pueblos del Sur. El acuerdo quedó sellado con las firmas de los mandatarios de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela.21 El Banco del Sur permitirá financiar el desarrollo de los países miembros de Unasur, en forma equilibrada y estable, haciendo uso del ahorro, ayu- dando a fortalecer la integración y coadyuvando a reducir las asimetrías y promoviendo una distribución más equitativa de las inversiones entre sus países miembros. Igualmente contribuirá a fomentar la constitución progresiva de una Zona Económica de Complementación Regional.

21. “Con 10 mil millones de dólares se crea el Banco del Sur”. Disponible en: http://www. generacion80.cl/noticias/noticiacompleta.php?varbajada=4205.

253

Problemas económicos, respuestas políticas. La política exterior argentina frente a la crisis internacional

Sandra Colombo Mariano Eduardo Roark

El gobierno argentino buscó enfrentar las consecuencias de la crisis inter- nacional, consolidando la integración económica y la cooperación polí- tica con los países de América del Sur, y en especial con Brasil —el socio más importante en términos económicos y políticos—. Desde fines de 2008, la relación con este país se encontraba contaminada por el incre- mento del conflicto comercial bilateral debido a que ambos gobiernos habían implementado medidas de protección. Específicamente, Argen- tina había fijado el alza de aranceles, y recurrido a medidas antidumping y a licencias no automáticas para más de mil productos, lo que provocó que la Federación de las Industrias del Estado de San Pablo (fiesp) soli- citara al gobierno brasileño represalias para los productos argentinos. Decididos a evitar la confrontación, Cristina Fernández y Lula da Silva establecieron reuniones periódicas a nivel ministerial con la finali- dad de buscar soluciones para la caída del intercambio bilateral y el in- cremento de las importaciones desde China. Simultáneamente, las can- cillerías acordaron que las diferencias comerciales se resolviesen entre los privados de cada sector, coordinados por funcionarios de ambos paí- ses. Para fines de 2009 varios de estos sectores habían logrado zanjar sus conflictos. Por su parte, los gobiernos acordaron conceder créditos para financiar las exportaciones bilaterales, aceptaron no exceder el plazo de 60 días para otorgar las licencias no automáticas, y establecieron un me-

255 Sandra Colombo y Mariano Eduardo Roark canismo de transparencia para esas licencias con suficientes antelación para evitar la interrupción de los flujos comerciales. En este marco de entendimiento, el 18 de noviembre de 2009 se pro- dujo en Brasilia un encuentro entre los presidentes de Argentina y Bra- sil con motivo del Mecanismo de Integración y Coordinación Bilateral,1 donde suscribieron una declaración presidencial conjunta y encabezaron la firma de acuerdos y convenios bilaterales que incluyeron la coopera- ción nuclear para fines medicinales, un acuerdo para facilitar el inter- cambio turístico y otro relacionado con el fortalecimiento del proyecto de control del dengue. En este encuentro, se convalidó la compra de 20 aviones de la empresa brasileña Embraer para ser incorporados a la flota de la compañía Aerolíneas Argentinas, operación financiada por el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil con un préstamo de 700 millones de dólares, y se anunció la intención de lograr la producción conjunta en la industria de aeronavegación. Asimismo, la empresa de Brasil Vale do Rio Doce, informó a la primera mandataria su decisión de invertir casi 4,000 millones de dólares en la exploración de potasio de las reservas argentinas. La buena sintonía política entre los gobiernos de Argentina y Brasil también se evidenció en las posiciones comunes mantenidas en los distin- tos foros internacionales. En la Cumbre de Líderes Progresistas en Chile, en los encuentros del G-20 en Londres y Pittsburgh, y en la v Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, sostuvieron que la crisis internacional no era sólo un problema financiero sino que representaba el fin de un modelo económico y político basado en el Estado mínimo y la autorre- gulación de los mercados. Por lo tanto, más allá de restablecer el crédito y volver a estimular la demanda como acciones urgentes, consideraron imprescindible reformular el sistema financiero, regular el mercado de capitales, reformar los organismos multilaterales tanto de carácter eco-

1. El Mecanismo de Integración y Coordinación Bilateral tuvo su nacimiento en la primera reunión entre la presidente Cristina Fernández de Kirchner y el presidente Inácio Lula da Silva. Se trata de un ejercicio de revisión y desarrollo de las distintas iniciativas de cooperación e integración existentes entre ambos países, a fin de enmarcarlas en un proceso que establezca objetivos concretos periódicamente evaluados. El mecanismo, ideado como un ámbito inclusivo y abierto en el que se suman periódicamente nuevos proyectos, abarca un amplísimo espectro de la relación bilateral: temas como la construcción de un satélite para la observación de los océanos, la construcción de la primera hidroeléctrica conjunta con Brasil, la cooperación en energías nuevas y renovables, la cooperación Nuclear y Espacial, el sistema de pagos en moneda local, la integración ferroviaria, o la ampliación de la infraestructura. Véase: http:// www.casarosada.gov.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=6613&Itemid=71.

256 Problemas económicos, respuestas políticas nómico como político, y valorizar al trabajo y a la producción como ejes para la recuperación económica. Asimismo, ambos mandatarios insistieron en la necesidad de consoli- dar procesos de integración más equilibrados y se esforzaron en alcanzar la coordinación política no sólo con los países de la región, sino también con los países árabes y africanos, entendiendo que la profundización de cooperación Sur-Sur es una condición imprescindible para obtener un mayor poder de negociación en las instituciones internacionales. Como resultado de ello, se realizaron la ii Cumbre de Mandatarios de América del Sur y los Países Árabes (aspa) y la Cumbre América del Sur-África (asa), en marzo y septiembre respectivamente. Además de la vinculación con Brasil, la administración de Cristina Fernández Kirchner se avocó decididamente a la consolidación y profun- dización de la alianza estratégica con Venezuela, aun en un contexto de serios cuestionamientos internos respecto al rumbo de la relación bilate- ral. El desencadenante de las controversias fueron las nacionalizaciones venezolanas de cuatro empresas siderometalúrgicas entre 2008 y 2009 (Sidor, Matesi, Tavsa y Comsigua) que afectaron al holding argentino Techint radicado en ese país desde la década de los años noventa. En Argentina, este episodio se superpuso con la campaña electoral para las elecciones legislativas de junio, lo que generó el aglutinamiento de los poderes económicos más concentrados —representados en asociaciones empresariales como la Unión Industrial Argentina (uia) o la Asociación Empresaria Argentina (aea)— con sectores de la oposición política a la gestión de Cristina Fernández, quienes denunciaron las amenazas que implicaba el estrechamiento de la relación con Venezuela y pidieron fre- nar la incorporación de este país al Mercosur. En el contexto de la cam- paña electoral, esta reacción exagerada del stablishment argentino que calificó la decisión del gobierno venezolano de atropello estatizante y que identificó los intereses de un grupo empresarial con los intereses de la nación, tuvo como finalidad demostrarle al gobierno argentino que la aspiración de una plena economía de mercado era irrenunciable y que en Argentina no había margen para aventurar políticas semejantes. A pesar de este clima interno, la decisión de mantener los fuertes lazos políticos y económicos bilaterales se mantuvo imperturbable. Du- rante 2009, la República Bolivariana se convirtió en el país del mundo con el cual la Argentina celebró más acuerdos bilaterales —los acuerdos firmados representan 28% de los suscritos por el país a nivel mundial y 45% a nivel regional—, superando por lejos a Brasil y promediando

257 Sandra Colombo y Mariano Eduardo Roark un saldo de cuatro acuerdos mensuales (tres veces el ritmo alcanzado durante la administración de Néstor Kirchner). La mayor parte de estos acuerdos giraron en torno a ejes estratégicos como la soberanía ener- gética, la ampliación y regulación del comercio,2 la cooperación para el desarrollo de industrias claves (como el sector agroalimentario en Vene- zuela) y la transferencia científica-tecnológica, evidenciada en la activa participación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (inti) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (inta) en los convenios. Un hecho significativo de la política exterior argentina en el año 2009, fue la visita oficial de Cristina Fernández a la República de Cuba. El viaje se realizó en el mes de enero, simultáneamente a la asunción de Barak Obama en Estados Unidos, lo que le valió críticas importantes por parte de sectores de la derecha vernácula respecto a la conducción de una diplomacia equivocada y errática. Es necesario señalar que la rela- ción económico-comercial entre Cuba y Argentina ha sido insignificante, y que por lo tanto el vínculo siempre ha tenido un carácter predominan- temente político. En este marco, la visita promovió el acercamiento bila- teral a partir de la firma de once acuerdos de cooperación, pero además acompañó la intención de América Latina de otorgar al país caribeño un nuevo rol en el plano internacional y terminar definitivamente con el aislamiento, tal como quedó plasmado con la incorporación de Cuba al Grupo de Río (en diciembre de 2008) y la finalización de la exclusión de la oea declarada en Honduras (en junio de 2009). Con Chile —importante proveedor de inversiones y cuarto destino de las exportaciones—, la Argentina ha consolidado una nutrida agen- da bilateral durante 2009 con la firma del Tratado de Maipú de Inte- gración y Cooperación. En la Declaración Conjunta, ambas presidentes ratificaron su decisión política de avanzar hacia una mayor integración estratégica dentro de una cultura de paz y amistad. Los logros alcanza- dos en el último tiempo pueden observarse en todas las áreas de interés común, tales como turismo, defensa, economía, comercio, seguridad so- cial, salud, ciencia y tecnología, minería, transporte, cultura y educación, aprovechamiento de recursos hídricos, deportes, cooperación judicial y policial, instituciones académicas y cinematográficas. Asimismo, desta- caron el incremento de las inversiones en infraestructura para el mejora-

2. Uno de los temas más relevantes en este aspecto fue la discusión por la apertura de los cupos impuestos por Venezuela a productos exportados desde Argentina, básicamente autos, autopartes y alimentos, pero también medicamentos, calzados y cosméticos.

258 Problemas económicos, respuestas políticas miento de los caminos de acceso a los pasos fronterizos, la promoción de la interconexión ferroviaria, el establecimiento de controles integrados de frontera y la creación de corredores bioceánicos que benefician a la Argentina y Chile, así como a terceros países. Más allá de la problemática de la crisis internacional, en el año 2009 se produjeron dos hechos de alto impacto regional: la instalación de fuerzas militares estadounidenses en Colombia y el golpe de estado en Honduras. En ambas cuestiones la presidente argentina decidió tener un rol destacado y actuar en consulta permanente con Brasil. En cuanto al acuerdo suscrito entre Colombia y Estados Unidos para la instalación de tropas y de aeronaves de guerra estadounidenses en siete bases estraté- gicas colombianas, esta problemática fue debatida en la Cumbre de la Unasur en Quito y en la sesión extraordinaria de la Unasur en Bariloche, realizadas el 10 y el 28 de agosto respectivamente. En ambas reuniones Cristina Fernández remarcó la necesidad de fortalecer el diálogo político entre los presidentes de la región para evitar el clima de beligerancia que se estaba generando y garantizar la unidad de la Unasur. Además, la presidente abogó por elaborar un documento que garan- tice tanto la soberanía de los países integrantes de firmar acuerdos con otras naciones, como así también la seguridad de todos los países de la región. Para ello, insistió en la necesidad de acordar medidas de fomento de la confianza y mecanismos concretos y efectivos que permitan a los integrantes de Unasur verificar las instalaciones militares que se instalen por parte de países extrarregionales, ya que la presencia de fuerzas mi- litares extranjeras no puede, con sus medios y recursos vinculados a ob- jetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación suramericana y en consecuencia la paz y seguridad en la región.3 En cuanto a Honduras, la presidente calificó la destitución de Zelaya como “un hecho que nos remonta a la peor barbarie en la historia de Latinoamérica” y se involucró de lleno en las gestiones diplomáticas para aportar soluciones pacíficas. En este sentido, promovió la condena del golpe en las instituciones regionales como oea, Unasur y Mercosur y exi- gió el restablecimiento sin condiciones del presidente Manuel Zelaya. En su concepción, lo ocurrido en Honduras sentaba un peligroso precedente de “golpes benévolos” en América Latina, donde se pretende legalizar al gobierno usurpador a través de comicios que se desarrollan en un am-

3. Conceptos de la presidente Cristina Fernández de Kirchner expresados en la Cumbre de Quito y en la Reunión de Bariloche. Disponible en: www.casarosada.gov.ar.

259 Sandra Colombo y Mariano Eduardo Roark biente de inconstitucionalidad e ilegitimidad. En este sentido, se adhirió al total desconocimiento de los comicios electorales realizados el pasado 29 de noviembre por el gobierno de facto, tal como quedó plasmado en el documento final de la 38 Cumbre de Presidentes del Mercosur en di- ciembre de 2009. Respecto a los Estados Unidos, luego de mantener una vinculación distante con la administración Bush, la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca fue interpretada por el gobierno nacional como una oportu- nidad para ampliar y fortalecer la relación a partir de una agenda positiva. El nuevo mandatario mostró una actitud diferente, una predisposición al diálogo y la voluntad de mayor entendimiento, tanto en las relaciones bi- laterales4 como en las hemisféricas. La propia presidente manifestó en la v Cumbre de las Américas su confianza en que la vinculación hemisférica se daría, no desde la subordinación y la obediencia, sino en un marco de colaboración y cooperación. A pesar de las aspiraciones de construir una vinculación distinta, du- rante 2009 los contenidos de la agenda bilateral no se modificaron. Los Estados Unidos siguieron insistiendo en que el gobierno argentino debía regularizar la situación de los bonistas que rechazaron el canje de la deu- da; reclamaron un escenario institucional y político que no perjudique a las inversiones norteamericanas; y solicitaron la renegociación de la deu- da que Argentina mantiene con el Club de París. También se mostraron interesados en monitorear la evolución de los conflictos en la región y el avance del narcotráfico. Por su parte, la prioridad de la Argentina continuó siendo la necesi- dad de inversiones y de financiamiento. Cristina Fernández ha señalado que los Estados Unidos deben participar en la recapitalización de los or- ganismos de crédito multilaterales como el bid o el Banco Mundial para que éstos puedan, a su vez, financiar planes de infraestructura, de educa- ción, salud y capacitación laboral en los países de la región, amenazados por una crisis sin precedentes y en la cual no han tenido responsabilidad. En síntesis, durante 2009 en un mundo atravesado por la crisis eco- nómica y financiera internacional, la diplomacia argentina intensificó las

4. Como demostración de una nueva actitud hacia la Argentina, el presidente Obama en los primeros cinco meses de mandato envió dos cartas personales y se comunicó telefónicamente con la presidente, en donde valoró “los esfuerzos de la Argentina para trabajar como una fuerza constructiva en la región y más allá de ella”, y manifestó la voluntad de trabajar en conjunto en la promoción de los derechos humanos y cooperar en nuevas iniciativas relacionadas con la justicia y la inclusión social.

260 Problemas económicos, respuestas políticas relaciones con países en desarrollo, sea en África, Asia, América Latina u Oriente próximo, con la finalidad de diversificar los mercados y las exportaciones. En el plano político, la política exterior estuvo caracterizada por la búsqueda de mayores márgenes de autonomía a partir de un proceso de integración y cooperación política con los vecinos inmediatos. El princi- pal campo de acción ha sido la región y fue a partir la cohesión regional (expresada en Mercosur y en Unasur y sus consejos) que se intentaron alcanzar no sólo los cambios internos necesarios, sino también empujar la reforma de la gobernabilidad global —política, económica y comer- cial—. Así, en el ámbito de los organismos internacionales se ratificó la defensa de la multilateralidad, la vigencia del derecho internacional como garantía de la paz, la construcción de una nueva arquitectura finan- ciera global capaz de evitar la especulación desenfrenada, y la necesidad de conformar un mundo multipolar a partir de la reestructuración de esos organismos con reglas más democráticas y equilibradas que permi- tan avanzar en el desarrollo sustentable.

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Dimensión de cultura, ciencia y tecnología

El fracaso de la unidad hispanoamericana en la independencia. A propósito del bicentenario

Sergio Guerra Vilaboy

La idea de la unidad de la América Meridional nació asociada a la crisis definitiva del colonialismo español y portugués, a fines del siglo xviii y principios del xix, y se desarrolló durante los años de la guerra de inde- pendencia de España (1810-1825), favorecida por la existencia de un imaginario más o menos común entre los criollos. No por gusto el guaya- quileño Vicente Rocafuerte, quien se distinguió por su destacada parti- cipación en la lucha emancipadora —que incluyó un intenso activismo a favor de la liberación de Cuba—, escribiría sobre el espíritu que entonces reinaba entre los hispanoamericanos:

[...] en aquella feliz época todos los americanos nos tratábamos con la mayor fra- ternidad; todos éramos amigos, paisanos y aliados en la causa común de la inde- pendencia; no existían esas diferencias de peruano, chileno, boliviano, ecuatoriano, granadino, etc., que tanto han contribuido a debilitar la fuerza de nuestras mutuas simpatías.1

Eso explica que durante los años de la lucha por la independencia de España se realizaran diversos intentos de impedir la desarticulación del viejo imperio colonial español, que tenían sus antecedentes en los pro- yectos de Francisco de Miranda para crear un gran Estado hispanoame- ricano que llevara el nombre de Colombia. Sin embargo, a pesar de los

1. Rocafuerte, Vicente (1947). Un americano libre, México, Secretaría de Educación Pública, p. 29.

265 Sergio Guerra Vilaboy esfuerzos en esta dirección de Simón Bolívar y otros líderes de la eman- cipación, se fue imponiendo la tendencia contraria. En todas partes, las fuerzas descentralizadoras terminaron por pre- valecer e impedir la consolidación de las grandes unidades estatales di- bujadas durante la separación de España. Muestra de ello fue la des- integración de la Gran Colombia —partida en 1830 en tres repúblicas: Venezuela, Nueva Granada y Ecuador—, la división en dos Estados so- beranos de la efímera Confederación Peruano-Boliviana (1836-1839) y la disolución de las República Federal de Centro América, entre 1839 y 1848, en cinco pequeños países: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Formó parte del mismo proceso atomizador la desmembración, en- tre 1813 y 1828, del antiguo Virreinato del Plata en otras cuatro naciones: Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay. También puede incluirse la divi- sión de la isla de La Española en dos pequeños estados: Haití y Repúbli- ca Dominicana (1844), aun cuando en este caso se trataba de territorios bien disímiles, con lengua, cultura y tradiciones diferentes. La dominación hispana había sucumbido en La Española ante la ocupación de su territorio por las tropas haitianas del presidente Jean Pierre Boyer en 1822, que había sucedido a Petion (1818) y unificado Haití tras la muerte de Christophe en octubre de 1820. Ello ocurrió des- pués del fracaso del desesperado plan del dominicano José Núñez de Cáceres, quien solicitó a Colombia la incorporación del efímero Estado Independiente de la Parte Española de Haití.2 Boyer extendió a la parte oriental de la isla las leyes revolucionarias haitianas y dio la libertad a los ocho mil esclavos de Santo Domingo. Al contrario de lo ocurrido en Hispanoamérica, donde la tendencia unionista de Bolívar y los libertadores fue derrotada, Brasil logró preser- var su integridad territorial. El régimen monárquico, extendido de 1822 a 1889, fue el responsable de garantizar esa unidad, después de costosas guerras civiles en las cuales las fuerzas imperiales se impusieron desde 1848 sobre diversos movimientos secesionistas y regionales, entre ellos los cábanos en Pará, Alagoas y Pernambuco, la república farroupilha de Río Grande do Sul, la revolución praiera y la república bahiana. A lograr un resultado tan diferente al hispanoamericano, contribuyó que la aristocracia brasileña, para preservar sus privilegios —en primer

2. Más información en: Mejía, Gustado Adolfo (1938), El Estado Independiente de Haití Español, Santiago, República Dominicana, Editorial El Diario.

266 El fracaso de la unidad hispanoamericana en la independencia lugar, la esclavitud— cerrara filas en torno a la monarquía, amparándose en el poder centralizador imperial y aprovechando los recursos y el peso del emergente polo cafetalero del área de Río de Janeiro. El más pode- roso de estos movimientos secesionistas de Brasil fue la guerra de los fa- rrapos (1835-1845) en Río Grande do Sul, que contó con la participación y apoyo del italiano Giussepe Garibaldi, aunque también fue derrotado. En cambio, detrás del proceso que descoyuntó a Hispanoamérica actuaban heterogéneas fuerzas centrífugas internas —los grupos de po- der de cada localidad— y externas, o sea, las grandes potencias (Estados Unidos e Inglaterra), interesadas en la proliferación de pequeños Esta- dos, débiles y manejables. Prueba de ello fue no sólo la creación de Uru- guay, bajo la presión inglesa, sino también la política de Estados Unidos, tal como hizo constar en su diario, el 11 de febrero de 1828, el historia- dor mexicano Carlos María de Bustamante, testigo de la independencia como insurgente, al señalar que en contra de los esfuerzos unionistas “tenemos a Mister Poinsett que tiene interés en que se lleve el diablo la América española”.3 Otro obstáculo a la unidad lo interponía el accidentado relieve y las malas comunicaciones, que separaban las diferentes regiones hispano- americanas. Desaparecida la forzada vinculación de las colonias con la monarquía española, el proceso de dispersión terminó por imponerse, favorecido por las enormes distancias y las barreras geográficas que obs- taculizaban la integración de las antiguas posesiones de España. Por eso, Mariano Moreno había sentenciado en la Gazeta de Buenos Ayres el 6 de diciembre de 1810: “Es una quimera pretender que todas las Américas españolas formen un solo Estado”.4 Un ejemplo ilustra el peso de este último factor. A Le Moyne, un diplomático francés que recorrió el río Magdalena en Colombia a fines de 1828, para acreditarse ante el gobierno de Bolívar, le tomó 52 días ir desde Le Havre en Francia hasta Santa Marta, pero desde allí a Bogotá,

3. En: Vázquez Vera, Josefina Zoraida y Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva (eds.) (2001), Diario Histórico de México (1822-1848) del Licenciado Carlos María de Bustamante, México, ciesas/Colmex, lunes 11 de febrero de 1828. Durante los años de la independencia, Joel R. Poinsett, como representante del gobierno de Estados Unidos, estuvo en Chile, Buenos Aires, Cuba y México. En estos dos últimos países, promovió la fundación de logias yorquinas a comienzos de los años veinte. 4. Tomado de El pensamiento de los hombres de Mayo, Buenos Aires, El Ateneo, 2009, p. 143.

267 Sergio Guerra Vilaboy con escalas en los puertos fluviales de Mompox y Honda, el viaje duró 73 días.5 Por eso, Bolívar se quejaba con amargura desde Lima:

Ciertamente que nuestros correos no pertenecen a una república tan bien organiza- da como la nuestra; primero sabemos de Rusia que de Caracas; los partes de Junín nos han llegado primero de Inglaterra que de Caracas; y algunas veces recibimos con la misma fecha papeles de Londres y Bogotá.6

A los anteriores elementos deben sumarse las tremendas dificultades derivadas del intento de impulsar enormes Estados sobre estructu- ras socio-económicas precapitalistas, incapacitadas para proporcionar las bases objetivas de una sólida unidad. Sin duda, la ausencia de una burguesía bien definida y de un proyecto nacional integrador, facilitó la atomización regional impuesta en Hispanoamérica por los intereses encontrados de las aristocracias locales. En última instancia, la fragmentación del antiguo imperio colonial hispano estaba relacionada con el hecho de que en ninguna parte pudo vertebrarse un fuerte componente nacional de carácter continental. Al faltar la imprescindible base social para cumplir las tareas históricas ma- duras de demoler las relaciones precapitalistas y promover una firme in- tegración de las antiguas colonias españolas, fue imposible consolidar las grandes unidades estatales. En esas condiciones, los países latinoamericanos adquirieron una aparente fisonomía burguesa. La hipertrofia del factor institucional, la anarquía política y el caudillismo militar, junto a la supervivencia del vie- jo orden económico-social, fueron ingredientes adicionales en favor de la desunión hispanoamericana, vinculados de manera directa a la debilidad de los elementos constitutivos del Estado y la nación al sur del río Bravo, o sea, las estructuras clasistas propias de la sociedad capitalista. El des- aparecido historiador liberal colombiano Liévano Aguirre definió este proceso como la balcanización hispanoamericana, causada por lo que llamó un “nacionalismo apócrifo”:

5. Véase Le Moyne, Augusto (1945), Viajes y estancias en América del Sur, la Nueva Granada, Santiago de Cuba, Jamaica y el istmo de Panamá, Bogotá, Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, p. 89. 6. Carta a Santander del 23 de marzo de 1825. Obras Completas, Caracas, Editorial Piñango, [s.f.], t. ii, p. 109.

268 El fracaso de la unidad hispanoamericana en la independencia

Como la arriscada topografía del Continente y las dificultades que ella interpuso en la construcción de fáciles vías de intercambio, condujeron al desarrollo y crecimien- to, en los siglos coloniales, de una pluralidad de comunidades aisladas, en cuyo ám- bito se produjeron las respectivas estratificaciones sociales y la concentración de la riqueza en las minorías que ocupaban el nivel superior de esas estratificaciones, no resulta difícil comprender que esas minorías se empeñaban, ahora, en reducir los lin- deros del Estado y de la nacionalidad, al área en la que tradicionalmente ejercieron su influencia, porque sólo en la medida en que la gran sociedad hispanoamericana se disolviera en una írrita constelación de estados independientes, le sería posible a cada una de esas minorías adueñarse del poder político y consolidar, en el marco de sus republiquetas criollas, las desigualdades sociales heredadas de los Virreinatos, Audiencias y Capitanías Coloniales. La plutocracia granadina, los terratenientes mantuanos de Venezuela, la oligarquía de mercaderes y agiotistas de Buenos Aires, los pelucones de Chile, la aristocracia peruana, los plantadores esclavistas del Brasil, etc., tenían el interés común de convertir las antiguas divisiones administrativas de la Colonia en Estados Soberanos, para apropiarse de su parcela de poder político y tener la seguridad de que los conflictos entre los de arriba y los de abajo se resolve- rían por un Ejecutivo, un Legislativo y un Poder Judicial configurados a su imagen y semejanza.7

A diferencia de lo ocurrido en buena parte del occidente de Europa y en Estados Unidos, el Estado surgido en los países latinoamericanos des- pués de la emancipación de España no tuvo un bien definido carácter burgués, ni tampoco logró constituirse en verdadero modelador de la unidad nacional, en sociedades donde ni los indios ni los esclavos for- maban parte, en la práctica, del proyecto de nación diseñado por las aristocracias criollas. El sólido control elitista terminó legitimado por dictaduras y legislaciones antidemocráticas, basadas en un sistema polí- tico restringido, excluyente de la población indígena y negra, los iletra- dos, las mujeres y los no propietarios. Los Estados latinoamericanos surgieron, a fin de cuentas, impuestos sobre una incipiente conciencia hispanoamericana común, en proceso de construcción y antes de que se hubiera madurado su propio imaginario. Desde el punto de vista jurídico-formal, ello predeterminó la temprana identificación del Estado y la nación, bajo el influjo de los modelos or- ganizativos de Europa y Estados Unidos, adoptados por los nacientes gobiernos de América Latina. De hecho, la iglesia y el ejército eran las únicas instituciones con alguna fortaleza en aquellos escuálidos Estados emergentes, dominados por elites que todavía actuaban a escala regional

7. Liévano Aguirre, Indalecio (1996), Bolivarismo y monroismo, Bogotá, Ed. Revista Colombiana, p. 10.

269 Sergio Guerra Vilaboy o local, lo que acentuaba el terrible cuadro de la dispersión post indepen- dentista y sus calamidades. En otras palabras, los nuevos Estados latinoamericanos fueron edi- ficados en el espejo de la aristocracia criolla blanca de cada localidad, pre capitalista, hispanista y católica, que no tardó en renegar del pasa- do indígena como elemento constitutivo de la nación, lo que representó un significativo retroceso en relación al pensamiento ilustrado criollo de fines del xviii y principios del xix. Para el conservador Lucas Alamán, encargado de escribir una de las primeras historias de las repúblicas in- dependientes, dirigidas a conformar su estrecho imaginario nacional, la historia de México no había comenzado en la época prehispánica y ni siquiera en 1810, sino sólo con la llegada de los españoles:

[...] la conquista, obra de las opiniones que dominaban en el siglo que se ejecutó, ha venido a crear una nueva nación, en la cual no queda rastro alguno de lo que antes existió: religión, lenguas, costumbres, leyes, habitantes, todo es el resultado de la conquista y en ella no deben examinarse los males pasajeros que causó, sino los efectos permanentes, los bienes que ha producido y que permanecerán mientras exista esta nación.8

Cerrado a fines de la década del veinte el ciclo independentista latino- americano, que pese a todas sus limitaciones constituyó un importante paso de avance histórico, al conseguir una serie de conquistas que no pueden menospreciarse, la búsqueda de la unidad del continente colom- biano —como lo había denominado Miranda— perdió vigor y consis- tencia, aunque nunca desapareció en forma completa. Eso explica que fracasado el proyecto integrador en el congreso de Panamá, las ideas de unidad continental resurgirían en distintos momentos posteriores, sobre todo cuando un grave peligro externo amenazaba la soberanía e independencia de los países de América Latina. A pesar de los esfuerzos unificadores de Simón Bolívar y otras figuras, el antiguo imperio español de ultramar terminó dividido en varias repúblicas, desvinculadas entre sí, lo que facilitó un proceso recolonizador que no tardó en convertirlas en simples apéndices de los centros del capitalismo mundial. De cierta manera, ese fatal destino había sido presentido por Sucre cuando escribió a Bolívar, en sendas cartas fechadas el 4 y 19 de septiem- bre de 1827, sobre su impotencia para superar los múltiples problemas

8. Alamán, Lucas (1899), Obras. Disertaciones sobre la Historia de Méjico, México, Imp. De V. Agüeros, t. i, pp. 200-201.

270 El fracaso de la unidad hispanoamericana en la independencia que brotaban por todas partes, tras resquebrajarse el tradicional sistema centralista colonial. “Nuestros edificios políticos —señaló agobiado el Gran Mariscal de Ayacucho— están construidos sobre arena; por más solidez que pongamos en las paredes, por más adornos que se les hagan no salvamos el mal de sus bases. Es la mayor desgracia conocerlo y no poderlo remediar”. De ahí que de manera inevitable, concluía Sucre su desalentador presagio, “más o menos tarde han de desplomarse los edi- ficios políticos construidos en terrenos falsos”.9

9. Citado por Quintero, Inés (1998), Antonio José de Sucre. Biografía política, Caracas, Academia Nacional de la Historia, p. 196.

271

Crisis de la cultura democrática

Ignacio Medina Núñez

La crisis de Honduras, la militarización de eeuu, Colombia y Venezuela y el auge de la delincuencia supraestatal promovida por el crimen organizado obligan a repensar el tema militar y sus derivados —seguridad, armamentismo e instituciones mi- litares— desde perspectivas diferentes. Ya no es posible seguir creyendo que se han superado las madrugadas de bayonetas y que han dejado de sonar las tonadas belicistas

Romero, 2010: 89

Hemos hablado continuamente de una cultura de integración que pro- viene desde principios del siglo xix con el sueño de Simón Bolívar de construir la “gran patria americana”, una patria casi continental que tenía como base los pueblos de Hispanoamérica, toda la región que fue controlada por los españoles como imperio colonial. Y, efectivamente, esa tendencia, a pesar del fracaso del proyecto bolivariano con la forma- ción de los múltiples Estados nacionales que lograron su independencia (¡estamos por conmemorar el bicentenario de todo ese movimiento inde- pendentista!), todavía está presente a través de los esfuerzos que se están plasmando en los actuales proyectos regionales de integración. Hemos hablado también de una transición democrática en América Latina que ha superado ya los tiempos de los militarismos y dictaduras de los siglos xix y xx por el hecho de que en la mayoría de los países se desarrollan continuamente procesos electorales para la selección de los gobernantes institucionales. Sin embargo, también está la contraparte de la tendencia integradora que tiene su expresión, por un lado, en la continuación de las repetidas

273 Ignacio Medina Núñez acciones de dominación de los Estados Unidos y, por otro también, en la marcada tendencia de elites latinoamericanas que quieren seguir vivien- do en sus guetos y espacios regionales de control. Y también está el otro fenómeno del aumento del militarismo, la violencia y el hecho del golpe de Estado en Honduras, que rompen con la tendencia de consolidación de la democracia. Estos son los aspectos alrededor de los cuales procederemos a revisar algunos sucesos acontecidos en nuestra región durante el año 2009, a partir de lo que llamamos una cultura como modo de vida de una comu- nidad junto con sus imaginarios sociales. Los latinoamericanos hemos vivido tanto a la sombra de la violencia y el militarismo como imbuidos también por el anhelo de vivir en democracia; los dos aspectos son parte fundamental de nuestras tradiciones culturales; aquí, sin embargo, hare- mos referencia a esa parte de violencia que se impone en ocasiones en nuestro modo de vida para hacer prevalecer intereses oligárquicos; por ello vamos a utilizar un adjetivo al lado del nombre de cultura para ha- blar de esa imposición que rompe una tendencia que estábamos viviendo hacia la democracia, como lo afirma la Carta Democrática Interamerica- na. Nos referimos, entonces, a una imposición violenta en nuestro modo de ser que nos recuerda “aquella que, por ejemplo, mediante las armas ejercieron los portugueses, españoles, ingleses y franceses junto con la doctrina cristiana y la civilización europea sobre las poblaciones indíge- nas” (Coelho, 2000: 129). Y nuestra desgracia es que este modo de ser imponiendo la violencia en nuestro modo de ser puede estarse convir- tiendo en la pauta general de actuación detrás de todas las declaraciones sobre democracia, paz y derechos humanos: “una cultura es dominante si por distintas causas se convierte en referencia central” (Coelho, 2000). Una gran parte de esta cultura dominante de la violencia se expresa- ba en cada momento de intervención de la dominación continental de los Estados Unidos; ya no tenemos intervenciones militares directas como la de Panamá en 1989, pero el sentido de la intervención se puede observar en el proyecto de construcción de las nuevas bases militares en territorio colombiano, autorizadas por el gobierno de Álvaro Uribe, y las también autorizadas por el gobierno empresarial de Ricardo Martinelli en Pana- má durante el año 2009. En ambos casos, se sigue expresando esa cultura de dominación norteamericana sobre el continente que tanto temía Bo- lívar, en alianza con gobiernos locales sometidos, como es el caso de lo ocurrido en Honduras en ese mismo año.

274 Crisis de la cultura democrática

Efectivamente, al tomar en consideración las fuerzas internas de un país, tenemos el caso de Honduras y el golpe de Estado perpetrado con- tra el gobierno legalmente constituido del ex presidente Manuel Zela- ya, en donde las elites militares, empresariales y políticas conservadoras dentro de Honduras lograron derrocarlo el 28 de junio de 2009, imponer un gobierno interino dirigido por Roberto Micheletti y organizar unas elecciones controladas en el mes de noviembre, de donde salió el nuevo gobierno de Porfirio Lobo, que posteriormente ha sido reconocido por los propios Estados Unidos y algunos otros gobiernos latinoamericanos.

La ilusión de la transición democrática

Mucho se ha publicitado sobre el proceso de transición democrática en América Latina, a tal punto que Clinton, el entonces presidente de los Estados Unidos, convocó en 1994 a la primera Cumbre de las Améri- cas en Miami, donde acudieron todos los representantes de gobiernos latinoamericanos con excepción de Cuba, a quien los norteamericanos siguen acusando como el único país no democrático de la región latinoa- mericana. Los datos empíricos sobre esta región, ciertamente, mostraban que en casi todas las naciones se empezaban a realizar elecciones con el fin de elegir gobiernos civiles, superando la terrible etapa de dictaduras militares y golpes de Estado. Los problemas severos de redistribución del ingreso y de malas condiciones de vida de la población siguieron sin resolverse y por ello, al comenzar el siglo xxi, también ha aparecido una cierta decepción sobre la llamada democracia de los gobiernos civiles y sobre todos los partidos políticos en general; sin embargo, a pesar de todo, tenemos que seguir reafirmando que el campo de la política debe seguir siendo la arena donde se debatan los conflictos y las posibilidades de cambio social. La transición democrática se ha estado convirtiendo en una ilusión cuando los procesos electorales no han dado posibilidades de mejorar los niveles de vida de la población; esto lo afirmamos cuando pensamos también en la democracia social, un modelo donde la riqueza no está concentrada en pequeños grupos, como ocurre en el actual capitalismo salvaje del subdesarrollo. Sin embargo, si nos mantenemos en el concep- to de la transición democrática pensando únicamente en que la gente pueda votar libremente por sus gobernantes, en que su voto sea respe- tado y en donde los gobernantes electos en las urnas cumplan los plazos

275 Ignacio Medina Núñez institucionales en el ejercicio del poder, también esta mentalidad mínima sobre la democracia ha sido cuestionada brutalmente a partir del golpe de estado en Honduras ocurrido en junio del 2009: el presidente Manuel Zelaya fue sacado a la fuerza por el Ejército y en su lugar se impuso un gobierno interino para organizar unas elecciones a su modo en el mes de noviembre 2009 y elegir a un presidente acorde a su proyecto, Porfirio Lobo, a pesar de la oposición de la comunidad internacional y especial- mente de la Organización de Estados Americanos (oea). Lobo gobierna desde enero de 2010 y solamente ha sido reconocido por unos pocos paí- ses, entre ellos Estados Unidos. En la práctica, tenemos que “una crisis local terminó fracturando un conjunto de nobles ideales, que de algún modo no pudieron ocultar el sol con un dedo. Las sombras de lo tradicio- nal aparecieron nuevamente, a partir de ese episodio, y rompieron falsas ilusiones” (Romero, 2010: 85). América Latina, durante casi todo el siglo xx, estuvo acostumbra- da al militarismo y las dictaduras gubernamentales, pero en el ocaso del mismo siglo empezó a prevalecer la cultura de la democracia, aunque sea en su versión restringida en la realización de los puros procesos electo- rales; se trataba de un modelo propiciado por los mismos gobiernos nor- teamericanos, siempre y cuando, obviamente, los resultados electorales recayeran en dirigentes nacionales aliados de los intereses hegemónicos; otros resultados eran desautorizados por más democráticos que hubie- ran sido.1 Sin embargo, en general, permanecía el apoyo de Washington al modelo democrático. En esta nueva situación, ¿podía alguien esperar el retorno de las dic- taduras militares en los albores del siglo xxi? Las condiciones no están dadas para un retorno a los clásicos golpes de Estado y, por ello, el mis- mo intento de un grupo de militares por derrocar a Hugo Chávez en 2002, aunque el gobierno norteamericano de George Bush en un primer momento lo quiso señalar como un regreso a la democracia, pudo ser revertido por las fuerzas políticas locales e internacionales para hacer volver al presidente que había sido electo democráticamente. Este acon-

1. Cuando han ocurrido elecciones que favorecieron, por ejemplo, al movimiento Hamas de los palestinos de la Franja de Gaza, los primeros en desautorizar el proceso han sido todos los gobiernos occidentales de Europa y Estados Unidos; también ha sido claro como los norteamericanos han intervenido de manera muy directa en casos como el de Bolivia 2005, Venezuela 2006, Ecuador 2006, Nicaragua 2006, El Salvador 2009, etc. con acciones en contra de dirigentes políticos que no son de su agrado como Evo Morales, Hugo Chávez, Rafael Correa, Daniel Ortega y el fmln de Mauricio Funes.

276 Crisis de la cultura democrática tecimiento se solucionó en el marco de la Carta Democrática Interame- ricana, un acuerdo firmado por todos los países miembros y que repre- sentaba, como decía Humberto de la Calle, el coordinador editorial de esta publicación:

[…] un hito en la historia democrática del hemisferio. En primer término, en lo político implica un serio compromiso de los gobernantes con la democracia, no ya en su versión minimalista electoral, sino en un concepto amplio que toca todos los aspectos de la dignidad humana como eje central de su concepción […] En lo socio- lógico, la Carta expresa una realidad profunda: los pueblos de América sienten que tienen derecho a la democracia aunque haya quienes piensen que su democracia no ha contribuido momentáneamente a resolver los problemas.

Por ello, está muy claro lo expresado en el artículo 1 de dicha carta apro- bada en el mes de septiembre del 2001: “Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas” (oea, 2003). La tradición de la cultura democrática logró un buen número de años sin asonadas militares hasta 2009.

Hasta el momento, se pensaba que los cuartelazos eran cosa del pasado, pues en los últimos 15 años ningún intento de asonada militar había tenido éxito en América Latina. Lo sucedido en Honduras rompió con la creencia de que se había superado la apelación a los militares para resolver diferendos políticos o crisis de goberna- bilidad. Los militares fueron la pieza decisiva para derrocar al presidente Zelaya (Benítez y Diamint, 2010: 145-146).

Algo grave sucedió en 2009 en Honduras porque rompió la ilusión de una transición democrática y afectó a toda la cultura política latinoame- ricana.

La fachada de un golpe constitucional

En Honduras, sin embargo, ocurre una versión particular del golpe de Estado: no es que se presenten los militares y tomen el poder derrocando al presidente electo; ahora se trata de dar un golpe a un gobierno demo- crático argumentando acciones de inconstitucionalidad del propio pre- sidente derrocado y uniendo en la decisión del golpe a los militares con representantes del poder legislativo y del poder judicial, y nombrando

277 Ignacio Medina Núñez como presidente interino a un miembro del legislativo, sobre la base de una falsa carta de renuncia del propio presidente Zelaya. Es asombroso cómo los golpistas hondureños fueron ayudados por algunos intelectuales de diversos países para querer presentar la ruptura del orden constitucio- nal del país como una respuesta “constitucional” a la supuesta ilegalidad del presidente en su intento por hacer una consulta a la población sobre futuros cambios en la propia constitución hondureña o por la inclusión de Honduras en la Alianza Bolivariana de las Américas (alba) dirigida por Hugo Chávez y que había sido propiciada por Manuel Zelaya durante su presidencia. Al final de cuentas, se puede afirmar con toda claridad: “Si él se lo buscó o si fue sorprendido por tal acontecimiento, no importa. Lo cierto es que ese movimiento castrense fue una puñalada certera al Estado de derecho” (Romero, 2010: 86). En un sistema democrático, ¿qué tiene que hacer el ejército desalojando con fuerza y violencia al presidente y llevándolo al aeropuerto para expulsarlo del país? Tanto el gobierno de Estados Unidos como la Unión Europea y todos los gobiernos de la oea junto con la asamblea general de la onu reafirma- ron dos puntos contundentes: primero, que en Honduras había sucedido un golpe de Estado contra la democracia el 28 de junio del 2009 y, se- gundo, exigían que el derrocado Manuel Zelaya volviera a la presidencia de Honduras, cuyo lapso gubernamental expiraba en enero de 2010. Se puede decir que la comunidad internacional tuvo un peso homogéneo en los dos meses posteriores al golpe y, sin embargo, ello no fue suficiente para volver el orden constitucional al país. Más allá de las declaraciones, no hubo acciones contundentes de presión, sobre todo de parte del nue- vo gobierno de Obama en Estados Unidos. Al interior del país, a pesar de las acciones masivas del Frente Nacio- nal de Resistencia Popular contra el Golpe y de la presión internacional, el Ejército hondureño mantuvo el orden por la fuerza, queriendo exten- der la versión de que no había existido golpe alguno y de que estaban al servicio de un gobierno legitimado por el poder legislativo y el poder judicial, el cual se mantenía en el proyecto de realizar elecciones presi- denciales en el mes de noviembre de 2009. Las fisuras en la presión internacional comenzaron con la endeble posición del gobierno norteamericano y fueron acompañadas por la tam- bién débil posición de Óscar Arias, gobernante de Costa Rica, que fue propuesto como mediador; en Centroamérica también entró un nuevo actor, el empresario Roberto Martinelli, de Panamá, quien había toma- do posesión como presidente de su país el primero de julio de 2009 con

278 Crisis de la cultura democrática propuestas que favorecían la realización de las elecciones nacionales para un nuevo gobierno de Honduras. En todo el contexto, iba preva- leciendo la concepción del diálogo con el gobierno de Martinelli, que estaba apoyado por el poder legislativo, el judicial y el ejército, dándole un recubrimiento constitucional a lo emanado del golpe de Estado. De esta manera, aunque Manuel Zelaya pudo regresar clandestinamente a su país para refugiarse en la Embajada de Brasil, y aunque se logró un acuerdo inicial para que retomara la presidencia con el mediador Óscar Arias, todo estuvo sujeto a la decisión del poder legislativo hondureño, quien a final de cuentas nunca autorizó su regreso. De esta manera, se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Honduras el domingo 29 de noviembre de 2009, las cuales, dentro de un clima de represión y controladas totalmente por los aparatos de go- bierno, dieron el triunfo oficial a Porfirio Lobo (55% de los votos), del Partido Nacional (pnh), derrotando a Elvin Santos (38% de los votos), del Partido Liberal (plh), el principal candidato opositor. El gobierno de Micheletti habla de un porcentaje de participación de 61% de los electo- res mientras que las fuerzas del Frente Nacional de Resistencia Popular señalaban solamente 35% de votantes. Con ello se cumplió perfectamente el rito de los golpistas: presen- tarse ante la comunidad internacional como un gobierno de transición que solamente pretendía el retorno a la democracia, en el mismo modelo bipartidista de décadas anteriores en donde se repartían el poder las oli- garquías del pnl y del pln. De esta manera, sin otorgar ninguna conce- sión a Manuel Zelaya, quien permaneció en el país hasta el día de toma de posesión de Porfirio Lobo, el golpe de Estado en Honduras intentó volver a colocarse una máscara de democracia para presentarse ante la comunidad internacional. Este es el escenario que prefirió el gobierno de Estados Unidos y por ello se han querido normalizar las relaciones con Honduras, dando reco- nocimiento al nuevo gobierno y exigiendo su retorno a la oea, de la que fue expulsado tras el golpe. Otros gobiernos quisieron retomar también las relaciones como el de Colombia, Perú, Costa Rica, Panamá, y en el ámbito más amplio Taiwán e Israel; sin embargo, Honduras continuó, en 2009 y hasta su toma de posesión el 27 de enero de 2010, excluido oficial- mente de la oea. En un nivel ideológico político, la propuesta de los golpistas avanzó con la máscara de la democracia electoral del mes de noviembre de 2009, que recordaba a los militares argentinos de 1930-1943 y su propuesta de

279 Ignacio Medina Núñez

“fraude patriótico”.2 En Honduras, los golpistas justificaban su acción violenta con el pretexto de preservar la constitución nacional y para ello tuvieron el apoyo de legisladores y del poder judicial; el momento de las elecciones de noviembre del 2009 que llevó a la victoria a Porfirio Lobo, uno de los que había apoyado el golpe de Estado, se convirtió el más im- portante episodio de la máscara democrática; los nuevos golpes militares del siglo xxi tendrán ahora que utilizar el argumento democrático para legitimarse tanto a nivel nacional como internacional. En 2009, la presión de la comunidad internacional no pudo influir en el orden interno del país debido, sobre todo, a la falta de voluntad política del gobierno de los Estados Unidos; tampoco pudo modificar dicho orden interno la oposición de sectores y movimientos populares de Honduras; sin embargo, las posturas de la oposición seguían claramen- te expresadas como lo manifestó, por ejemplo, el Movimiento Cristiano Popular (mcp) de Honduras en un comunicado ante la inminente toma de posesión de Porfirio Lobo como presidente. Los primeros puntos que mencionaba eran los siguientes:

1. En Honduras no existe en este momento justicia en favor del pueblo, el sistema judicial se ha puesto al servicio de los ricos y corruptos para que dispongan a su antojo de los recursos nacionales, sin importar el daño que causan a las mayo- rías del pueblo hondureño. 2. El próximo 27 de enero lo que se verá en Honduras es una farsa donde un gru- púsculo de personas, que dieron un golpe de Estado dirigidos por el golpista Roberto Micheletti, trasladarán el poder usurpado al pueblo hondureño a otro grupúsculo conducido ahora por el golpista Porfirio Lobo Sosa. Gobierno nor- teamericano y golpistas hondureños son los que han planificado la farsa que se realizará el 27 de enero, acto que es una ofensa a la democracia. 3. El gobierno de Estados Unidos ha sido cómplice y responsable directo del golpe de Estado en Honduras, el cual ha generado hasta la fecha, más de 140 asesi- natos y aproximadamente cuatro mil violaciones de los ddhh. Tienen las manos manchadas con sangre inocente, que clama a Dios por Justicia. 4. Los pueblos de América y del mundo entero con dignidad democrática y es- píritu libertario no deben reconocer un gobierno violador de los derechos hu- manos, surgido de un golpe de Estado, no se manchen las manos apoyando o reconociendo al producto del golpe, Porfirio Lobo Sosa; llega al poder formal

2. En Argentina se recuerda la llamada “década infame” de los militares que dieron un golpe de Estado al presidente Hipólito Yrigoyen en 1930. Con la consigna del “fraude patriótico” y el pretexto de que el pueblo no sabe lo que quiere, los militares se adjudicaban el derecho de decidir quién debe estar al frente del gobierno.

280 Crisis de la cultura democrática

con las manos teñidas con la sangre de inocentes del pueblo hondureño en re- sistencia (mcp, 2010).

Esta es la postura que prevalece en la visión de amplias capas de la pobla- ción hondureña y también la que debería prevalecer en el marco inter- nacional, porque actualmente la democracia electoral ha querido ser utilizada por los golpistas para justificar la ruptura del estado de derecho y la defensa de un orden establecido a favor de intereses minoritarios.

Consideraciones finales

Los hechos ocurridos en Honduras en 2009 tienen una gran repercusión en toda América Latina. Ciertamente nos encontramos en una crisis de la cultura democrática, en donde la imposición de elecciones y el conteo de votos pueden servir para legitimar intereses mezquinos. La situación hondureña, además, pone en cuestión los procesos de integración: ni al gobierno interino de Micheletti ni al presidente electo Porfirio Lobo les interesa la oposición de la comunidad internacional, mucho menos el Sis- tema de Integración Centroamericana (sica) u otros organismos como la Unión de Naciones del Sur (Unasur) o la Alianza Bolivariana de las Américas (alba); a ellos les basta con tener el apoyo norteamericano, el cual, dentro de la historia de casi 200 años de independencia de las naciones latinoamericanas, ha ido cumpliendo la profecía bolivariana: “los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria a nombre de la Libertad” (Bolívar, en Almendares, 2008). El año 2009 nos deja ese tremendo peso sobre América Latina: en Honduras pudo triunfar un golpe de Estado como ruptura del orden de- mocrático establecido, y los autores quieren presentarlo, sin embargo, como una fachada de voluntad popular, imponiendo con los votos en una situación controlada por ellos a Porfirio Lobo como presidente, un personaje que apoyó decididamente el quiebre de un estado de derecho. Afortunadamente, en contraparte, ha sido también un año en que des- pertaron numerosas organizaciones sociales hondureñas. Continuará la presión de la comunidad internacional sobre el gobierno hondureño de 2010, pero lo más importante es que se seguirá debatiendo al interior del país con la revitalización de un nuevo actor social: el Frente Nacional de Resistencia Popular (fnrp) contra el golpe.

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Resistencia frente a una cultura de dominación

Nicolás Rey

El año 2009 estuvo marcado por el incremento de la presencia e influen- cia estadounidense en territorios soberanos latinoamericanos. Primero con el golpe de Estado en Honduras el 28 de junio —apoya- do bajo las aguas por el embajador estadounidense— se abrió la caja de Pandora hacia un regreso a los peores momentos de nuestro continente. No se trata de estar de acuerdo o no con la política del presidente de- puesto, Manuel Zelaya, sino que ahora, por cualquier motivo, se podrá interrumpir por la fuerza el mandato de un jefe de Estado elegido: ¡es una negación total y absoluta a la democracia! En segundo lugar, poco después de lo sucedido en Honduras, la opi- nión fue informada del aumento de la presencia militar estadounidense en América Latina, pasando por países ligados a su política. Cuando el presidente ecuatoriano cumplió el 18 de septiembre de 2009 su promesa electoral de recuperar la soberanía nacional de Ecuador en la base aérea de Manta (gara, 2009) con el hecho de no renovar el convenio firmado en 1999 que otorgaba por diez años el uso de la base a militares esta- dounidenses, hace tiempo que eu había decidido redistribuir sus tropas en Colombia. Así en Colombia, las autoridades anunciaron en agosto 2009 que sie- te bases militares servirán para recibir tropas de Estados Unidos. Tam- bién en Panamá, eu estará presente en 11 bases, aprovechando el recien- te arribo al poder de Martinelli. Estas decisiones enfrentaron el fuerte rechazo de los mandatarios socialistas de Venezuela, Ecuador y Bolivia, opuestos a la hegemonía de Estados Unidos en la región; favoreció también la consolidación de la

285 Nicolás Rey

Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas). Veremos también cómo, frente a las transnacionales que presionan para la aplicación de trata- dos de libre comercio con eu y Europa, los pueblos indígenas andinos lucharon a veces hacia la muerte para no perder el control de sus tie- rras ancestrales (lo que significaría su desaparición como pueblos). Y nos interesaremos en las Antillas francesas, donde la población hizo una huelga general dura pero pacífica para protestar en contra de los precios altos, el desempleo y la perpetuación de un contexto colonial que impide a estos territorios integrarse más a la región caribeña.

Frente a las “siete bases estadounidenses” en Colombia, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se fortalece

La presencia de tropas estadounidenses en Colombia programada en 2009 estará en las bases de Malambo, Atlántico; Palanquero, en el Mag- dalena Medio; Apiay, en el Meta; las bases navales de Cartagena y el Pacífico; y el centro de entrenamiento de Tolemaida y la base del Ejército de Larandia, en el Caquetá. Pero según los mandatarios colombianos, no se trata de bases milita- res estadounidenses. Así, en agosto, cuando dio a conocer en Cartagena la ubicación precisa de las siete bases militares en su país, el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, el general Freddy Padilla de León, declaró también: “Se trata de profundizar unas relaciones que han veni- do siendo exitosas con el acceso a bases militares colombianas. No son bases norteamericanas, son colombianas, pero brindamos la posibilidad de que accedan a nuestras instalaciones” (Semana.com, 2009). Ahora bien, cuando sabemos el uso que las tropas de eu harán de estas instalaciones, queda poca duda sobre el hecho que se trata bien de bases militares estadounidenses en territorio soberano de América Lati- na: Estados Unidos con diferentes aviones espías no solamente buscarán derrotar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (farc) en territorio colombiano, sino también podrán observar de cerca a los países vecinos que no obedecen a sus intereses, tales como Venezuela, Ecuador, etcétera. Padilla siguió su intervención en estos términos:

Es en este contexto de respeto por la autodeterminación de los pueblos, de sobera- nías inviolables, de respeto por los acuerdos internacionales, de agresiones globales

286 Resistencia frente a una cultura de dominación

como el terrorismo y el narcotráfico, que Colombia busca fortalecer una coopera- ción respetuosa y moderna con el pueblo y el Gobierno de los Estados Unidos; en donde sólo los terroristas y narcotraficantes deben temer. Estamos convencidos que en la medida que seamos exitosos en esta noble lucha en Colombia, contra este flagelo universal, se contribuiría positivamente a la tranquilidad regional (Semana. com, 2009).

Pero, ¿de qué “terroristas” se trata? Y de ¿cuál “tranquilidad regional” se habla? Las farc, vieja guerrilla marxista-leninista, que usa el narcotrá- fico y el secuestro para financiarse, presionar y controlar cierta parte del territorio colombiano, están directamente en la mira de eu. Pero cuando se habla de alcanzar una “tranquilidad regional”, la lucha en contra del narcotráfico y los terroristas en Colombia involucrará a todos países fronterizos utilizados por las farc como base trasera. Recordamos que el 1º de marzo de 2008, las Fuerzas Armadas de Colombia ingresaron en territorio ecuatoriano para perseguir a las farc, lo que dejó un saldo de 25 muertos, entre ellos Raúl Reyes, segundo en la jerarquía de la guerri- lla. Esta violación de la soberanía de Ecuador pudo contar con el apoyo de una aeronave estadounidense que estuvo en la base “antidroga” de Manta en el sureste de dicho país, operada en aquella fecha por mili- tares de Estados Unidos. Aunque las autoridades de eu negaron haber utilizado su fuerza militar en Ecuador, bajo el pretexto de perseguir a las farc, países como Venezuela podrían vivir el episodio de 2008 en Ecua- dor; por lo menos, es una de las inquietudes de Hugo Chávez, quien ve en las “siete bases” de Colombia una amenaza directa en su contra. Violando el territorio de Venezuela, o de nuevo el de Ecuador, induda- blemente provocará lo contrario de una “tranquilidad regional”, enca- minándose más bien a aplastar para siempre a los gobiernos socialistas “anti yankee”... Pero antes de poder derrocarlos, hay muchas formas para empezar a desestabilizar a los mandatarios de dichos países: se mencionó que Co- rrea hubiera recibido dinero de las farc para su reelección (Hernández- Mora, 2008), y que Chávez hubiera desviado armas venezolanas a la gue- rrilla colombiana, financiándola a la altura de 200 millones de dólares (Perspectiva, 2008). En respuesta, Hugo Chávez decidió congelar una vez más desde su llegada al poder en 1999 las relaciones con Colombia y comprar menos productos colombianos, como el gas. Amenazó también romperlas defi- nitivamente, si continúan, según él, las agresiones de Colombia en alian- za con Estados Unidos en contra de Venezuela. El 10 de agosto, en la

287 Nicolás Rey cumbre de presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Quito, el presidente venezolano advirtió: “Hay dignidad en Venezue- la; yo no voy a permitir que a Venezuela le hagan lo que a Ecuador le hi- cieron… Venezuela está preparándose, porque nos tienen en la mira. Y la razón es una… el petróleo. […] vientos de guerra comienzan a soplar” (Expresionmx.com, 2009). El presidente ecuatoriano, aunque no habló de amenaza para la so- beranía de su país, coincidió en que el uso estadounidense de bases mi- litares en Colombia representa “una provocación para la región”. Y por casualidad o no, diferentes países de América del Sur aumentaron sus compras de armamento después de conocer el acuerdo militar colombia- no-estadounidense. La “tranquilidad regional” planeada entre Colombia y eu estaba en marcha… Pero el acuerdo entre ambos provocó también la búsqueda por los países suramericanos de una vía de diálogo, a través de la Unasur, para alcanzar la estabilidad regional. En esta dinámica, el 28 de agosto, en una nueva reunión de la Unasur en la ciudad de Bariloche (Argenti- na), los presidentes de los países integrantes acordaron que la presencia de tropas extranjeras “no debe ser una amenaza para la soberanía regio- nal” e hicieron un llamado para “fortalecer a Suramérica como zona de paz, comprometiéndonos a establecer un mecanismo de confianza mu- tua en materia de defensa” (Alterinfos, 2009). Además, decidieron instruir a sus ministros de relaciones exteriores y de defensa a “celebrar una reunión extraordinaria durante la primera quincena de septiembre para que en pos de una mayor transparencia diseñen medidas de fomento de la confianza y de la seguridad” para la región. Pero en dicha reunión, organizada el 15 de septiembre en Quito, los ministros de la Unasur no alcanzaron un consenso para establecer mecanismos de confianza debido a la negativa de Colombia para deta- llar un acuerdo militar con Estados Unidos. Unasur consideró también importante invitar al gobierno de eu a un diálogo sobre cuestiones es- tratégicas, de defensa, paz, seguridad y desarrollo, en una fecha ulterior. Colombia no asistió a la siguiente cumbre de la Unasur, celebrada el 27 de noviembre en Quito, explicando a través de un comunicado que la actitud y los ataques que ha recibido el gobierno colombiano no ga- rantizan que en la reunión se hable con respeto y objetividad. Pero la determinación de los integrantes de la Unasur presentes, de no permitir una desestabilización de la región por cualquier potencia extranjera, y buscar un diálogo franco sobre asuntos de seguridad y lucha en contra

288 Resistencia frente a una cultura de dominación del narcotráfico, permitió consolidar la Unasur, a pesar de la postura de rechazo adoptada por Colombia. Así, el acuerdo militar Colombia-eu que aparece como una amenaza para la región, permitió gracias a la organización de los países surame- ricanos, fortalecer la institución que los reúnen, la Unasur. Entonces, podemos considerar que mientras más intenta eu seguir mandando en América del Sur, más los mismos países suramericanos fortalecen sus organizaciones de integración regional para lograr una estabilidad y una paz durables, independientemente de la influencia del vecino norteño.

De dos a once bases en Panamá: ¿matar otra vez al general Torrijos?

En el país de América Latina más desigualitario, Panamá, la llegada al poder de Ricardo Martinelli, el 1º de julio de 2009, un millonario dueño de los principales supermercados panameños, es pan bendito para el avance de los intereses estadounidenses en la región. Apenas sacado Manuel Zelaya del poder por el golpe de Estado del 28 de junio en Hon- duras, Martinelli declaró en Italia, el 17 de julio: “Yo soy el anti-Chávez” (Alvarado y Percy, 2010), con el propósito según él de ofrecer un cre- cimiento económico con responsabilidad social, que sirviera de contra- modelo al progreso de la izquierda en América Latina y el Caribe. El nuevo gobierno panameño empezó por ayudar al traslado del equipamiento militar, logístico y de las tropas estadounidenses hacia Colombia. Luego, se creó el Centro Internacional de Operaciones, In- formación e Inteligencia, en Cerro Azul, convirtiendo a Panamá en un aliado clave en la estrategia de eu con Colombia para contrarrestar la expansión regional de cualquier tipo de izquierda, sea que esté en el po- der u organizada por la sociedad civil. Eso recuerda la famosa “Escuela de las Américas” (School of the Americas), que operó de 1946 a 1984 en Panamá para la instrucción militar. Graduó a más de 60,000 militares y policías de 23 países (muchos se impusieron también como dictadores al mando de la cia). Cuando Ricardo Martinelli asistió a una reunión de la Asamblea de la onu en Nueva York, el 27 de septiembre de 2009, se puso a la orden de la secretaria de Estado Hillary Clinton: abrir en Panamá varias bases militares para eu (Alvarado y Percy, 2010), aunque el país es aún miem- bro del Movimiento de Países No Alineados, uno de cuyos objetivos es el rechazo a formar parte de las esferas de influencia de las grandes poten-

289 Nicolás Rey cias… Este mismo día se supo, de la voz del Ministro de Gobierno y Jus- ticia panameño, que se instalarían dos bases norteamericanas en Panamá bajo el pretexto de combatir el narcotráfico. Luego el ministro habló de cuatro, después de ocho y el 1º de diciembre de 11 bases aeronavales, al inaugurar la primera, en Isla Chapera. Difundió una retórica similar a la de su homólogo de las Fuerzas Armadas de Colombia, el general Padilla, pocos meses antes, asegurando que las bases serían totalmente naciona- les… Las 11 bases aeronavales anunciadas estarán ubicadas: • En el Pacífico en Isla Chapera, Punta Piña, en Darién, Punta Coco, en el Archipiélago de las Perlas; Mensabé en Los Santos; Quebrada de Piedra en Chiriquí e Isla Coiba en Veraguas (aunque es un Parque Nacional protegido por Ley). • En el Caribe en Rámbala e Isla Colón en Bocas del Toro, Sherman en Colón, El Porvenir y Puerto Obaldía en Kuna Yala.

Se mencionó también a Isla Galera, lo que sumaría no 11 sino 12 bases. Ahora, el pueblo panameño, que desde 1999 mandó para afuera a las tropas extranjeras estadounidenses cuando se cumplió el Tratado Carter- Torrijos firmado en 1977 que estipulaba la retrocesión de la Zona del Canal a Panamá, puede haberse sentido golpeado. Más que un simple asunto de cooperación militar entre eu y Panamá, la programada presen- cia de tropas estadounidenses en el país centroamericano no solamente es identificada como una negación de la soberanía del panameño sino de su identidad, de su esencia. Se debe recordar que la ocupación de eu en Panamá durante todo el siglo pasado, fortaleció la identidad nacional panameña: de hecho, el panameño se define primero por su oposición a la presencia estadouni- dense en el país… El general Omar Torrijos encarnaba el sueño de toda una Nación, cuando declaraba: “Yo no quiero entrar a la historia, yo quiero entrar al canal”:

Panamá y su pueblo comenzaron a vivir su nuevo drama a muy poco tiempo de la independencia, debido a que el 18 de noviembre 1903 se firmó el Tratado Hay- Bruneau y en 1904 el gobernador de la Zona del Canal, siguiendo instrucciones del Presidente de los Estados Unidos, abrió dicha zona al comercio internacional, estableció impuestos de aduana sobre la importación de mercancías e instaló ofici- nas de correos y un servicio postal exterior e interior. Quedaba muy claro así que los Estados Unidos se proponían establecerse en el sitio con ánimos de dueño y con exclusión de Panamá, como se pudo comprobar con el transcurso del tiempo.

290 Resistencia frente a una cultura de dominación

La ocupación norteamericana de una franja de territorio en el centro del istmo de Panamá acrecentó el sentimiento nacionalista y creó en el panameño la angustia de no poder completar su independencia nacional. […] Se necesitaba un gobernante decidido a cargar sobre sus hombros la responsabilidad de conducir al país a una lucha frontal contra el tratado Hay-Buneau Varilla y ese líder fue Omar Torrijos, quien surgió como la encarnación de la batalla nacionalista a partir del 11 de octubre de 1968. […] Omar había pronunciado una frase lapidaria: —No quiero entrar en la Historia, sino a la zona del canal (Escobar Bethancourt, 1995: 120-121).

El general murió en un accidente aéreo el 31 de julio de 1981, atribuido a la cia, pero sigue viva su imagen de mejor defensor de la identidad pana- meña y de un mundo independiente de eu. Entonces, en respuesta al inicio de la construcción de la primera base en Isla Chapera prevista para el 30 de noviembre, la resistencia se organi- zó. Varios grupos de estudiantes de la Universidad de Panamá bloquea- ron desde el 18 de noviembre una vía estratégica, la Transístmica, frente al campus, lo que genera una parálisis de la economía. Debido a esta situación, el Consejo Académico de la Universidad de Panamá suspendió indefinidamente las clases en el campus central. Los estudiantes panameños siempre han desempeñado un papel de- terminante en la afirmación nacional desde décadas: en 1964 quitaron la bandera estadounidense para poner la panameña en la Zona del Canal: decenas de jóvenes murieron bajo las balas de las tropas extranjeras es- tadounidenses. El 24 de noviembre de 2009, al proponer reabrir algunas facultades de la universidad y expulsar de la institución a ciertos jóvenes huelguistas, el rector enfrentó el rechazo de miembros del Consejo Aca- démico y de los estudiantes. La agrupación fue muy clara: “no se puede sacar a un estudiante por realizar protestas a favor de nuestro pueblo y mostrarse en contra de iniciativas antipopulares como el establecimiento de bases gringas” (Cortez, 2009). Otro desafío que espera Ricardo Martinelli es que eu ratifique los Tratados de Libre Comercio con Panamá y sus otros aliados, Colombia y Corea del Sur (al final de 2009, Obama y los Demócratas están a punto de ceder a los Republicanos para la aprobación del tlc). Otro tlc podría firmarse entre Panamá e Israel, aliado clave de eu en la expansión del neoliberalismo y en contra del . Esta información, difundida por las autoridades israelíes, el 4 de diciembre del 2009, llegaría en re- compensa de los apoyos brindados por Panamá a Israel, tanto en térmi- no de cooperación a nivel regional que internacional. De hecho, a nivel regional, miembros del gobierno Martinelli están vinculados con agentes

291 Nicolás Rey del Mossad en un contrabando de armas (Alvarado y Percy, 2010) entre Centroamérica y Colombia, para apoyar a los grupos paramilitares Au- todefensas Unidas de Colombia. Y a nivel internacional, Panamá en los últimos meses juntó su voto a otros 17 países en la onu para impedir que el Consejo de Seguridad investigara los atropellos de militares de Israel en la Franja de Gaza, sucedidos entre el 27 de diciembre de 2008 y el 18 de enero de 2009.

Los pueblos indígenas y negros vs. los tlc y las transnacionales

En junio 2009, al menos 20 indígenas y 12 policías murieron en enfren- tamientos de extrema violencia en la zona amazónica del Perú. También se evalúa a más de treinta el número de indígenas desaparecidos, tanto que ciertos fundos hablan de 100 muertos que se suman a decenas de heridos, y 150 presos. Estos graves acontecimientos son el resultado de la acción policial en contra de miles de indígenas que bloquearon carre- teras y cerraron pasos en la zona para oponerse a una serie de decretos contrarios a sus derechos territoriales y sociales. En noviembre de 2007, el presidente peruano Alan García explicó cómo pensaba dar en propie- dad a inversionistas, terrenos de la Amazonía de 5,000, 10,000 o 20,000 hectáreas y vender o alquilar las playas de los ríos amazónicos. Según él, la postura indígena de oposición iba en contra del desarrollo del país:

Y contra el petróleo, han creado la figura del nativo selvático “no conectado”; es decir, desconocido pero presumible, por lo que millones de hectáreas no deben ser exploradas, y el petróleo peruano debe quedarse bajo tierra mientras se paga en el mundo us$90 por cada barril. Es preferible para ellos que el Perú siga importando y empobreciéndose (Protesta Indígena Perú, 2009).

En 2008, una serie de decretos legislativos anti-constitucionales y abier- tamente irrespetuosos del convenio 169 de la Organización Internacio- nal del Trabajo (oit) que protege los derechos de los pueblos, preparaba a través del tlc con eu la explotación petrolera en las tierras indígenas de la zona amazónica. Después de una primera movilización, los indíge- nas lograron del congreso que promulgara la derogatoria de los decretos incriminados. Así, se restableció en 66% el nivel de votación necesario para tomar decisiones sobre la venta, alquiler u otros usos de las tierras de las comunidades. Pero ello de febrero de 2009, el Tratado de Libre Comercio con eu entró en vigencia.

292 Resistencia frente a una cultura de dominación

El 19 de febrero de 2009, la Organización Internacional del Trabajo llamó la atención al gobierno peruano para que consultara a los pueblos indígenas sobre su territorio, tal como lo refieren los artículos 6 y 17 del Convenio 169 de la oit. El gobierno peruano trató de ganar tiempo, lla- mando a los pueblos indígenas a una mesa de diálogo, pero dividiéndolos (apoyando a unos grupos indígenas financiados por las petroleras) mien- tras dejaba de aplicar las derogatorias de los decretos que vulnerarían sus territorios. De abril a junio 2009, la tensión llegó a su extremo. Después de haber sido calificados en abril de “caprichosos” por las autoridades, los indí- genas extendieron su paro a toda la región amazónica. Se apropiaron de estaciones de extracción de Petroperú, impidieron el acceso de las embarcaciones de la brasileña Petrobras y se apoderaron del aeródromo de Atalaya, exigiendo al gobierno que derogara los decretos legislativos que afectan sus derechos reconocidos por el acuerdo 169 de la oit. En respuesta, el presidente Alan García anunció que la petrolera Perenco invertiría en trabajos de exploración y explotación en territorio indíge- na. En todo el país se juntaron a la lucha de los indígenas, los obispos, la Confederación General de Trabajadores del Perú (cgtp), las rondas campesinas, frentes patrióticos, el Sindicato Unitario de Trabajadores en Educación del Perú (Sutep) y organizaciones de base. Y luego que se había suspendido el debate en el congreso sobre la inconstitucionalidad de los decretos incriminados, y que el gobierno había ampliado las de- nuncias contra los líderes indígenas, el más radicalizado, Alberto Pizango, el presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva (Ai- desep), llamó a una movilización nacional para el 11 de junio. Advertía que si se registraban muertos, el principal responsable sería el gobierno. Pero según varios testigos extranjeros, el 5 de junio, la policía peruana empezó a disparar sobre los indígenas, incluso sobre los que habían aceptado reti- rarse de puntos estratégicos bloqueados. El operativo policial se realizó a pesar de que 38 policías estaban de rehenes en la estación 6 del Oleoducto Norperuano de Petroperú: al conocer la masacre de su gente, los indígenas consideraron como caducado el pacto de no agresión que habían estable- cido con la policía, y mataron a 12 de sus rehenes. Muchos cadáveres de indígenas fueron tirados en los ríos, encerrados en bolsas negras después de haber sido lanzados desde los helicópteros de la policía. Esa represión policiaca sanguinaria provocó una ola de indignación en todo el mundo, en particular en Europa donde iban a concretarse diferentes negocios con el país andino a través de un Tratado de Libre

293 Nicolás Rey

Comercio. Diputados europeos recién elegidos, organizaciones interna- cionales de defensa de los derechos humanos y de los pueblos, juntaron sus esfuerzos para que una comisión internacional investigara los dis- turbios e instaron a la Unión Europea (ue) a que se pronunciara sobre este asunto (Siscal, 2009). Pidieron que se cancelara la ronda de nego- ciaciones comerciales entre la ue y los países andinos (Perú, Colombia, Ecuador), programada entre el 15 y el 19 de junio en Bogotá (Colombia). El presidente de Bolivia, Evo Morales, apoyó a los indígenas de Perú en su enfrentamiento con el Estado en la zona amazónica (Europapress. es, 2009). Acusó a las transnacionales y sus aliados a nivel estatal de fo- mentar una guerra para apoderarse de los recursos naturales: agua, ma- dera, tierra y minerales serían así acaparados, cuando los tratados de libre comercio declaran tener la intención de desarrollar América Latina para el beneficio de los pueblos. Otro presidente, Rafael Correa, aunque radicalmente opuesto a un tlc entre Ecuador y Estados-Unidos, y que recuperó la base militar de Manta de manos de eu, en septiembre de 2009, estuvo en la mira de los indígenas por negociar el tlc con la Unión Europea… Los indígenas se opusieron a lo que consideraron una injerencia de las transnacionales europeas para extraer sus bienes naturales como el agua, el petróleo y la minería. Las organizaciones indígenas y ambientales, después de haber apoyado a Rafael Correa en sus diferentes campañas electorales desde 2006 a cambio de su promesa de no explotar las riquezas del suelo a gran escala, se sintieron traicionadas (odhcos, 2008) con las leyes del agua y de minería que permiten concesiones de gran tamaño a compa- ñías ecuatorianas y extranjeras (en particular canadienses, para explotar las reservas de cobre y oro). Correa, en lugar de reprimir con violencia — como lo hizo su homólogo peruano—, llegó a un acuerdo (Kaosenlared, 2009) con la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Sin embargo, esas leyes siguen siendo discutidas… el conflicto todavía no está arreglado. En fin, el año 2009 fue también marcado por una sublevación pací- fica en los Departamentos Franceses de América (dfa), isla Guadalupe, isla Martinica y Guyana. Todo empezó por una huelga general sin prece- dentes en Guadalupe porque juntó por primera vez a asociaciones civi- les, partidos políticos y sindicatos, en una plataforma de reivindicaciones que empezó el 20 de enero de 2009, para terminar 44 días después (Rey, 2009; Gircour y Rey, 2010). Es la huelga más larga de toda la historia

294 Resistencia frente a una cultura de dominación moderna de Francia. Se extendió a Martinica, Guyana y la Reunión (otro departamento de ultramar francés, cerca de Madagascar). Los huelguistas se oponían a los precios altos sobre los productos de base (de dos a tres veces más caros que en Francia), y proponían “un nuevo tipo de sociedad” para alcanzar un autoconsumo alimentario, en contra de los monopolios detentados por los descendientes de esclavis- tas franceses al mando de las transnacionales Carrefour, Renault etc. en Guadalupe y Martinica. Estos territorios, aunque ya no tienen el estatuto de colonias desde 1946 (pasaron a ser departamentos franceses), siguen obedeciendo a estructuras empresariales y económicas heredadas de la época colonial: todo se exporta de la metrópoli, nada se puede producir y exportar desde estos territorios, a excepción del plátano y del azúcar hacia Europa, que alimentaba el sistema de plantación colonial durante la esclavitud. Y el desempleo alcanza 25% de la población activa, cuando esta tasa es de 9% a 10 % en Francia. Además, aunque están localizados en el Caribe, los dfa siguen mar- ginados dentro de las instancias regionales como la Asociación de los Estados del Caribe o la Concacaf, donde están aceptados como asocia- dos y no como miembros, por el hecho de no ser países independientes. A pesar de estas limitaciones, Guadalupe logró llegar en 2007 a las semi finales de la Concacaf frente a México, lo que permitió conocer dicha isla gracias a los medios de comunicación latinoamericanos, cuando en cambio Francia no hizo mucha publicidad sobre este gran momento de- portivo. En 2009, aunque se deplora un sindicalista muerto en isla Gua- dalupe, los huelguistas lograron un aumento de 200 euros al mes para los empleados peor pagados, así como la disminución de los precios de muchos productos básicos. Pero la conquista social más innovadora fue la de poder cuestionar la persistencia de un contexto colonial en unos te- rritorios oficialmente iguales a todos los otros departamentos franceses, pero que siguen sometidos a los intereses de la metrópoli y de las trans- nacionales en manos de los “béké”, los descendientes de esclavistas que siguen casándose entre blancos, para preservar —según unos de ellos— “la pureza de la raza”. Para concluir, podemos decir que 2009 fue un año de contrastes. Pri- mero, fue muy marcado por la militarización de países ideológicamente aliados a eu, como Colombia y Panamá, que les ofrecieron su territorio para luchar en contra del expansionismo del “socialismo del siglo xxi” defendido por Venezuela, Bolivia y Ecuador. Al otro lado, esta postura aceleró el fortalecimiento de las instituciones de integración de América

295 Nicolás Rey del Sur como la Unasur, para proponer una alternativa en la resolución de conflictos, la paz y la seguridad, independientemente de la influencia del gran vecino imperialista. En fin, el pueblo organizó la resistencia para no seguir despojado de sus tierras (y de las riquezas naturales que contienen) por las transnacio- nales occidentales (Europa, Canadá, eu) aliadas a los gobiernos latinoa- mericanos a través de los Tratados de Libre Comercio. En Perú, la repre- sión contra los indígenas de la zona amazónica fue dramática, cuando en Ecuador, el gobierno de Rafael Correa —apenas salido de la recupera- ción de la base militar de Manta y del ataque de tropas colombianas con apoyo de eu en su territorio—, no tuvo otra opción que negociar con las organizaciones indígenas y ambientales del país, opuestas al tlc con Eu- ropa. En isla Guadalupe, una huelga general que se expandió a Martinica y Guayana francesa, desembocó no solamente sobre un aumento salarial de los empleados más pobres, sino permitió denunciar ante el mundo un contexto colonial que sigue en pie, bajo la dominación de Francia y de los descendientes de colonos en los denominados departamentos franceses de América. Quienes han sido los mejores defensores de la soberanía nacional frente a las transnacionales y la militarización en cooperación con eu, son los pueblos negros, indígenas y mestizos que supieron movilizarse — arriesgando incluso la vida— para no ceder más al capitalismo. En este sentido, compartimos el análisis de Gandásegui (Gandásegui, en Medi- na, 2010: 242):

El militarismo es la expresión de una crisis en el desarrollo de una sociedad. En el caso particular de América latina, el militarismo es la expresión de una crisis que se produce en una fase del desarrollo del capitalismo. Enfrentar estas crisis requiere, en primer término, conocer las características de la crisis del sistema capitalista en su conjunto (“sistema-mundo capitalista”) y su desdoblamiento en re- gímenes políticos con signos militares. Aún más importante, empero, requiere que nos apropiemos de una teoría sobre el desarrollo del capitalismo y sus contradicciones. Para combatir el militarismo hay que conocer su causa y forma de articularse. El militarismo se combate conociendo su relación con la estructura social. A la vez, mediante la educación y agitación entre los sectores más amplios de la sociedad. Los enfrentamientos con las instancias y clases sociales que promueven el mili- tarismo exigen que los sectores democráticos hagan propuestas con alternativas. Las propuestas demandan formar alianzas amplias entre los diferentes grupos opuestos al militarismo. Sólo los sectores más lúcidos y combativos pueden resolver la crisis del capitalismo y sus expresiones militaristas.

296 Resistencia frente a una cultura de dominación

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298 Cultura centroamericana: violencia, desesperanza y migración en tiempos del Proyecto Mesoamérica

Ramón Gómez Zamudio

Centroamérica vive tiempos difíciles. Las décadas de los años setenta y ochenta dejaron en ruinas a las sociedades que sufrieron los estragos de las dictaduras, de las guerras y hasta de severos fenómenos meteoro- lógicos. Los años noventa abrieron un escenario político en el que los procesos democráticos prometían la construcción de sociedades plura- les, justas y de recuperación de los espacios perdidos por la sociedad civil en el pasado reciente.1 Los modelos económicos instaurados bajo los lineamientos del Consenso de Washington, sin embargo, pronto demos- traron que la región tendría que batallar mucho más para poder aspirar a los ideales de pleno desarrollo. En efecto, el anhelo por la realización del derecho a la salud, a la educación, a la vivienda, al trabajo y a una vida plena se ha visto severamente frustrado. En este contexto, las expre- siones sociales simbólicas tornaron sentimientos e ideales complejos y contradictorios en prácticas de afirmación y de resistencia frente a un nuevo tipo de Estado de corte policiaco-militar. Con tasas de pobreza que oscilan entre 47% y 75% para la región, y en donde 1 de cada 8 cen-

1. Las dificultades y fracasos de la integración económica centroamericana y la imposibilidad de una inserción exitosa en la economía globalizada, las tradicionales dificultades estructurales, las reducidas posibilidades de demanda, de mano de obra en las plantaciones tradicionales y la industria maquiladora, el exceso de oferta laboral asalariada, la abrumadora miseria, los recurrentes desastres naturales, telúricos e hidrológicos, y la falta de opciones empujaron a grandes volúmenes de individuos y familias nicaragüenses, hondureños, salvadoreños y guatemaltecos a abandonar sus países de origen con destino final en conglomerados poblacionales latinos de Estados Unidos (Arámbula, 2007).

299 Ramón Gómez Zamudio troamericanos se encuentra en pobreza extrema, el presente y el futuro de sus habitantes tiene escasas posibilidades de mejoramiento. Hoy, ante un programa más de “ayuda y de desarrollo” diseñado desde las más altas esferas de poder,2 las expectativas de evasión de buena parte de la población transfiguran a la familia en maras de distinto corte; o las expulsan hacia el exterior, en una travesía que adquiere connotaciones de huida y de búsqueda. Sobradas razones para desconfiar de un pro- yecto impuesto por la élite política, económica y militar, habrá que ana- lizarlo para determinar si beneficiaría a una población excluida múltiples veces: en sus países de origen, durante el tránsito a los países de destino y, finalmente, en éstos. El Proyecto Mesoamérica, puesto en marcha por los gobiernos de México, Centroamérica —Guatemala, Belice, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá, República Dominicana— y de Colom- bia, se firma en julio de 2008 en Villahermosa, Tabasco, México. Vástago del Plan Puebla Panamá, pretende: “Profundizar el proceso de integra- ción regional y los excelentes lazos de amistad y cooperación existentes entre las naciones que conforman el Mecanismo de Tuxtla a través del diálogo y la concertación política...” y que “...este esquema de coopera- ción se denominará: Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamé- rica, que de manera abreviada podría citarse como: Proyecto Mesoamé- rica”. (Declaración de Villahermosa, x Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla). Dos de las cláusulas (5 y 6, respectivamente) de la declaración con- junta que endosan los respectivos jefes de gobierno resultan de particu- lar interés para la argumentación de este documento; las referentes a las intenciones manifiestas de: “Impulsar tanto en nuestra región como en los foros internacionales apropiados una atención integral al fenóme- no migratorio, que reconozca sus diversas causas, así como sus positivos

2. El Proyecto Mesoamérica representa un espacio político de alto nivel que articula esfuerzos de cooperación, desarrollo e integración de diez países (Belice, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana), faci- litando la gestión y ejecución de proyectos orientados a mejorar la calidad de vida de los habi- tantes de la región. En el Acta que institucionaliza el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, se establece que los jefes de estado y de gobierno acordaron “Consolidar al Plan Puebla-Panamá como un programa mesoamericano de integración y desarrollo que potencie la complementariedad y la cooperación entre nuestros países a fin de ampliar y mejorar sus capacidades y de hacer efectiva la instrumentación de proyectos que redunden en beneficios concretos para nuestras sociedades en materia de infraestructura, interconectividad y desarro- llo social” (http://mesoamerica.sre.gob.mx/)

300 Cultura centroamericana: violencia, desesperanza y migración aportes para los países de origen y destino...” y de “Reafirmar nuestro decidido compromiso con la protección y el pleno respeto de los dere- chos humanos de los migrantes y sus familias, independientemente de su calidad migratoria, como principio esencial en la definición y elaboración de instrumentos de políticas y normas migratorias en nuestros países...”. Estas dos cláusulas pueden interpretarse de diversos modos: 1) que se reconoce, de facto, la falta de voluntad o de poder por parte de los gobiernos implicados a las causas que detonan y mantienen la huida de miles de centroamericanos hacia el exterior, principalmente hacia los Estados Unidos; 2) que este éxodo, en y a través de los países que com- prende el Proyecto Mesoamérica, está plagado de graves riesgos para quien migra; riesgos derivados de la violencia común, la organizada y la institucional de que son objeto los migrantes. Y que el Estado —parti- cularmente el representado por la actual administración mexicana— se ha constituido en transgresor importante de los derechos humanos de quienes transitan por su territorio en calidad de transmigrantes; 3) que, por ello, también se reconoce la necesidad de hacer lo que de manera sistemática no se está haciendo: proteger a los migrantes de los agentes encargados de velar por su seguridad. En lo que sigue, procuraremos demostrar que estas interpretaciones están respaldadas por numerosas evidencias, las cuales adquieren un ca- rácter trágico que ha hecho que los migrantes centroamericanos consi- deren el riesgo de muerte como omnipresente a lo largo y a lo ancho del territorio mexicano; riesgo de muerte que está directamente vinculado con acciones humanas; es decir, que el crimen común, que la delincuen- cia organizada y la ejercida por el Estado se enmarcan como las princi- pales causas de muerte violenta y de agresión en contra de los migrantes. Transitan desde la frontera México-Guatemala y se mueven entre dos realidades: la del discurso “avalado” por los acuerdos y los tratados inter- nacionales que el Estado mexicano ha firmado en materia de protección a sus derechos humanos, y, por otro lado, por el del miedo, el abuso, el atraco, la corrupción e impunidad con que operan el crimen organizado, frecuentemente en contubernio con representantes del gobierno mexica- no: policías de diverso orden, agentes del Instituto Nacional de Migra- ción y elementos del ejército mexicano. Aunque los gobiernos, en particular el mexicano, están poniendo en práctica medidas para disminuir las agresiones y violaciones a los dere- chos humanos de los migrantes, sostenemos que esas medidas no son su- ficientes, y que se enmarcan más en retórica sin fundamento, pues, hoy,

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el carácter de terror que percibe y sufre un transmigrante al cruzar suelo mexicano tiene ya sostén institucionalizado por el tono recurrente con el que se les agrede, discrimina y asesina.3 En este documento proponemos que el Proyecto Mesoamérica, no obstante que pretende contemplar políticas de salud, de vivienda, de tra- bajo y de respeto a su entorno cultural y ecológico, se presenta más como estrategia de avance de los intereses de los grandes capitales nacionales y, sobre todo, extranjeros. Éstos, representados por empresas estadouni- denses, españolas y de la propia región meso y latinoamericana, apun- tan a asegurar el dominio de recursos, tanto naturales como laborales, al tiempo que posicionan al gobierno estadounidense en una ubicación estratégica en términos de control militar de toda la región.4 Como lo señala Gorostiaga:

Centroamérica 2015 se presentará con un mayor grado de dependencia, mayor ex- clusión mayor desintegración social bajo formas modernizantes y democráticas cada vez más superficiales. Estados Unidos incrementará su imagen de “paraíso terrenal” a través de los medios de comunicación social que monopolizan la región pero tam- bién por las remesas familiares de los inmigrantes que se han convertido en parte del sistema de sobrevivencia y de consumo extranjerizante (Gorostiaga, 2002: 5).

Probablemente diseñado como proyecto alterno al fallido alca, el Pro- yecto Mesoamérica pretende extender la maquinaria institucional y comercial del mercado a la región. Se arguye que los beneficios de una macroeconomía sana eventualmente serán distribuidos entre la pobla- ción. Razonamiento perverso que, por trágica experiencia, no termina- mos de comprender en Latinoamérica, pues las distorsiones que genera

3. “¿Cuántos centroamericanos cruzan la frontera mexicana, atraviesan México y lograr entrar a los eeuu? Muy pocos porque el gobierno mexicano es un impenetrable retén difícil de cru- zar. Incluso el ferrocarril Chiapas-México-Veracruz, llamado ‘La Bestia’, donde miles de cen- troamericanos en los techos del tren y colgados, resulta algo así como el tren de la muerte por- que decenas de centroamericanos quedan muertos en el trayecto”, afirma Pedro Echeverría, en “Los migrantes, modelo de miseria, de peligros, de sufrimiento, desarraigo y abandono, y además, los asesinan”. Disponible en: http://www.aporrea.org/internacionales/a106841.html. 4. Europa, Japón y Estados Unidos mantienen políticas fuertemente proteccionistas, al tiempo que se preparan para escalar en la guerra comercial entre ellos. Mientras tanto, nos inundan de mercancías, capitales especulativos y plantas maquiladoras de quita y pon. “Abrir la economía”, “suprimir los aranceles” o “insertarse en la globalización” son solamente, por tanto, productos del mundo desarrollado para su exportación. Son fórmulas para ser aplicadas por las naciones que dependen de los préstamos del exterior y que aceptan estar sometidas al dictado del Banco Mundial y del fmi (Ribera, Ricardo, “Para una historia de la globalización”. Disponible en: www. udlap.mx/promueve/ciedd/CR/ensenanza/GLOBALIZACIONEHISTORIZACION.doc.

302 Cultura centroamericana: violencia, desesperanza y migración el cambio en la utilización de recursos operan siempre en beneficio de las grandes compañías transnacionales. La explotación capitalista de los productos de la tierra, de las aguas y de una masa de fuerza laboral per- manente y barata, se pretende instituir bajo el marco legal de un acuerdo multilateral en el que las voces de los pueblos indígenas, de los jóve- nes y del castigado microempresariado local han sido excluidas desde la concepción misma del Proyecto Mesoamérica. Por ello, en este docu- mento establecemos como falaz el discurso hegemónico de los acuerdos de libre comercio, los cuales, bajo la lógica mercantilista de la ganancia, se orientan a estructurar áreas comerciales de mayor tamaño y capacidad de consumo, y que responden más a la lógica del lucro y de la explotación y menos a las necesidades —educación, salud, empleo y vivienda digna, sana recreación— de las sociedades implicadas.

De la desesperanza...

El sacrificio de la esperanza adquiere macabra solidaridad, cuando ésta se reafirma en los rituales de repudio que, violentamente, se expresan en las maras. Violentos en un medio que violenta su presente y su futuro — jóvenes y adolescentes, hombres y mujeres— los mara han establecido su supremacía en la región por sí mismos y asociados a bandas profesionali- zadas del crimen organizado. Agresores de otros y de sí mismos, muchos jóvenes centroamericanos han tornado sus expectativas en un modo de vivir en el que el presente es lo que importa. El futuro los hace vulnera- bles: la muerte puede llegar en cualquier momento. La vida propia y la ajena no valen. Realidad socialmente en construcción y holgadamente avalada por un tren de números que no termina, los maras se articulan entre sí y con otros con sus propias reglas, con su propia cultura: son, hoy, un tatuaje en la región que se mantiene con el dolor como eje rector de su existencia.5

5. Como señala Gema Santamaría: “...a medida que se han ido agudizando las políticas de mano dura en los países del llamado ‘triángulo del norte’ (Guatemala, Honduras y El Salvador) los rasgos simbólicos han ido diluyéndose mientras que los códigos y las normas al interior de la pandilla se han ido endureciendo. Ambas tendencias representan un mecanismo de supervi- vencia por parte de los miembros activos de la pandilla. Las señas de identidad y la estética típica del marero, caracterizada por tatuajes distintivos en el rostro y en el cuerpo o el uso de una vestimenta específica, se vuelven sumamente costosas y arriesgadas frente a políticas de combate que justamente tienden a criminalizar todo aquel rasgo que vincule a los jóvenes con

303 Ramón Gómez Zamudio

Entendemos la cultura como el devenir de expresiones ideológicas que se constituyen en prácticas cotidianas; prácticas que articulan per- cepciones sociales frente al poder, a la solidaridad, a la dominación y hacia el estado. “Cultura”, en este sentido, es sustantivo que se adjetiva: cultura de clase, cultura de colectividades y de grupos sociales especí- ficos; entonces, cultura y política se amalgaman en manifestaciones di- versas, a veces de modo articulado, a veces de manera contradictoria. De esta manera, reconociendo el rico acervo histórico y actual de las civilizaciones y grupos étnicos de que está compuesto el actual mosaico socio-cultural centroamericano, optaremos por no hacer un recuento del folklore costumbrista tal y como se plasma en las visiones oficialistas que romantizan el pasado al tiempo que ejercen acciones sistemáticas de ex- clusión y de marginación de los actuales representantes de esos grupos. No se trata de hacer referencia a la cultura reificada y convertida en mercancía —“souvenir”— para su consumo, sino de entenderla como procesos simbólicos y políticos que generan y que expresan miedos y es- peranzas, temores e ilusiones y que se constituyen en prácticas cotidia- nas, aunque no siempre articuladas armónicamente. Dado que Centroamérica se ha perfilado como una de las regiones más precarias del mundo,6 no es de sorprender que la violencia y la des- esperanza se hayan asentado en el quehacer cotidiano. Con altas tasas de analfabetismo, con bajísimos índices de esperanza de vida y de mayor tasa de mortalidad infantil,7 Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Hon- duras se han convertido en verdaderos caldos de cultivo de lo que Lewis (1966) alguna vez denominó “la cultura de la pobreza”. Ésta, en perverso círculo vicioso, reproduce un presente sobrecargado de percepciones de fatalidad e inevitabilidad de la vida tal como se les presenta. En efecto, la violencia en la región tiene hoy carácter de endémico, pues la tasa de homicidios supera hasta en ocho veces los criterios establecidos por la onu para considerar a un Estado en situación de violencia endémica.

las pandillas (“Maras y pandillas. Límites a su transnacionalidad”. Disponible en: portal.sre.gob. mx/imr/pdf/04GemaS.pdf 6. La revista The Economist ha caracterizado a la región como compuesta de democracias defec- tuosas; en tanto, IndexMundi señala que los índices de pobreza en la región son: Honduras, 50.7; Belice, 33.4; Guatemala, 56.2; El Salvador, 30.7; Nicaragua, 48; Costa Rica, 16; Panamá, 28.6. Véase: www.indexmundi.com/map/?v=69&r=ca&l=es 7. “Las dramáticas altas tasas de mortalidad infantil y materna están relacionadas a los niveles de pobreza en que se encuentran más de 18 millones de centroamericanos. Incep. Disponible en: www.incep.org/images/content/Balance.pdf

304 Cultura centroamericana: violencia, desesperanza y migración

Con más de 50 asesinatos por cada cien mil habitantes, los jóvenes y las mujeres se han convertido en víctimas y —en el caso de muchos jóve- nes y adolescentes— victimarios de una realidad que los gobiernos de la región ya no controlan. Desde la “delincuencia común” hasta la “delin- cuencia organizada”, los más de cien mil jóvenes integrados a las pan- dillas o “maras” en el llamado “Triángulo de Norte”8 se han constituido en verdaderos ejércitos de sobrevivencia y de ataque, tanto a la sociedad como a las instituciones estatales. En efecto, en una región en la que la mayor parte de la población cuenta con menos de 30 años de edad, el recurso a la violencia articu- lada en torno a rituales de iniciación, de lealtad y de pertenencia han hecho de la agresión el lenguaje de comunicación de los integrantes de los maras. Frente a sistemas judiciales sin capacidad para hacer que las leyes se cumplan, los maras se han organizado en estructuras de poder altamente jerarquizadas y verticalizadas, y han hecho de la región y de la frontera con México un amplio lugar de dominio y de ejercicio de la violencia como mecanismo de control. Venta de “protección” a familias, a migrantes y a negocios, secuestros, robos, extorsiones, asesinatos, venta de droga y articulación con cárteles de narcotraficantes. La maquinaria del poder instaurado frente al poder oficial deslegitimizado se pone en marcha mediante conductas de violencia verbal y física que, además de incluir daño severo al cuerpo, frecuentemente implica la muerte y/o la violación de sus víctimas. Este género de violencia expresa entre los jóvenes una percepción de la vida en la que el presente se superpone a cualquier previsión del futu- ro, pues la muerte puede llegar en cualquier momento; por ello, tatuarse, hablar en la jerga propia de la pandilla, infligir dolor sin experimentar culpa e imponer respeto y miedo mediante la agresión y el aspecto per- sonal, se constituyen en un habla que exige sumisión. El control del terri- torio implica la propiedad de quienes en él habitan, desde la precariedad de las viviendas hasta los mermados cuerpos de las personas. Este ejercicio de poder mediante la violencia, entonces, se instau- ra como desafío directo al Estado; a un Estado sustentado en circuitos de corrupción, de impunidad y de falta de bases para asentarse como el único y legítimo detentor de la violencia.9 Esta confrontación genera y

8. 100,000 pandilleros en Centroamérica (Prensalibre.com, 2010). 9. “Los países que vivieron directamente las situaciones de conflicto se convirtieron en francas zonas de origen de migrantes (Nicaragua, El Salvador y Guatemala)”, como señala Castillo

305 Ramón Gómez Zamudio refuerza lazos de lealtad entre los integrantes de las maras; entre éstas y las comunidades que controlan;10 y recrean vínculos transnacionales que generan verdaderos circuitos para mover y explotar droga, armas y personas. El poder legitimado “desde abajo”, en las armas y en los puños de los maras, encuentra, de este modo, su símil y modelo en los moder- namente organizados cárteles del narcotráfico

...a la utopía

El otro camino, el de la esperanza, transita por territorio mexicano. Alcan- zar el sueño americano implica dejarlo todo y arriesgarse a todo, en un sentido literal. Salir de la pobreza, obtener empleo mejor pagado, comer bien, vivir sin temores, experimentar seguridad, todo ello se esconde en bolsillos al calce de los huaraches, las botas, entre el calzón y el panta- lón y se emprende el camino. En esta búsqueda se acompañan edades diversas, estados civiles y géneros por igual.11 La futura discriminación se percibe como un precio aceptable a pagar, si a cambio de ella se sale del infierno. El anhelo paradójico de una ciudadanía negada en sus lugares de origen, da lugar a su búsqueda en donde los márgenes para ejercerla son estrechos y excluyentes de origen. Habiendo nacido inconclusa y de una cultura política de la corrupción impuesta por las elites, éstas se han encargado de reproducir la marginación como condición de posibilidad para mantener el poder. En este contexto, la profundización de la crisis que ha derivado en la salida de millones de personas de la región ha sido

(2000). Las guerras, según puede apreciarse, no terminan aún y se han tornado en guerra contra los jóvenes y contra las mujeres. 10. Inicialmente los jóvenes comienzan a juntarse por las mismas razones que se juntan otros gru- pos en la sociedad, como son las necesidades de tomar control sobre sus vidas, por la búsqueda de respeto y un espacio de solidaridad, fraternidad y convivencia o simplemente por supervi- vencia. Otro rasgo común en las pandillas es la reproducción de valores que tienen que ver con la valía, la autoestima, el poder y la autosuficiencia. Los lenguajes son un rasgo relativamen- te común aunque varía de acuerdo con la región. También es común la tendencia expansiva (Benítez, 2009). 11. “El promedio de edad de la gente que sale de los países del istmo es de 35 años, el 80% de los emigrantes se ubica entre los 15 y 40 años de edad, en los últimos años el 48% de las migra- ciones centroamericanos son mujeres, el promedio de educación de los migrantes centroame- ricanos es secundaria completa; es decir, alrededor de 9.6 años de educación en promedio, finalmente diferentes estudios revelan que no abandonan la región los más pobres ni los menos educados, sino aquellos que tienen posibilidades de insertarse en los mercados laborales de una forma más eficiente” (García, 2007: 12).

306 Cultura centroamericana: violencia, desesperanza y migración por completo predecible. Débiles democracias en donde el sentido pleno de ciudadanía aun se define entre dos polos: permanecer en la exclusión o salir de ella; en cualquier caso, la aspiración, hoy, se fragmenta en la estancia en casa, en el recorrido en la búsqueda del sueño y, eventual- mente, en la pesadilla en que éste se torna. El destino criminaliza su estancia, pero ofrece potencialmente algunos de los componentes que perfilan el derecho a ser ciudadano, aunque a medias: empleo, vivienda, educación; que estos componentes puedan llegar a usufructuarse de manera parcial no importa demasiado al comparárseles con los no exis- tentes en casa. En una especie de masacre del futuro, no sólo los adultos procuran una vida mejor. Alrededor de 20 mil niños no acompañados cruzan anualmente la frontera de México con Guatemala; más de un tercio del total de migran- tes centroamericanos son mujeres, tanto solteras como casadas. La va- lentía de quienes miran al Norte en busca de un futuro mejor se torna en audacia, pues todos ellos saben del precio que, eventualmente, tendrán que pagar en su trayectoria a los Estados Unidos: agresiones, extorsión, violaciones y hasta la muerte. Las maras son una amenaza constante y omnipresente; los traficantes de personas (“coyotes”), frecuentemente coludidos con funcionarios y policías mexicanos, representan otro reto a superar; las autoridades de distintos niveles del gobierno mexicano, tanto en el ejercicio de su función como cuando transgreden los límites establecidos por ésta, los acechan en cada punto de revisión, en cada pueblo y ciudad hasta que alcancen la frontera con Estados Unidos.12 Las promesas y las ilusiones pesan mucho en una balanza en la que no hay mucho que perder, pues en casa no se tiene nada. Fortificada por la política de las últimas dos administraciones mexi- canas, la Frontera Sur se ha convertido en un verdadero muro de con- tención, merced a los acuerdos que se han firmado con el gobierno norteamericano.13 El Acuerdo para la Seguridad y la Prosperidad para

12. De lo que no hay duda es que la precariedad, la falta de protección legal y el desamparo convierten a la inmigración centroamericana en una masa vulnerable, objeto de abusos y materia de violación de derechos humanos tanto por las autoridades oficiales como de personas que aprovechan social, laboral, discriminatoria o criminalmente su situación. Esto se ve agravado por el endurecimiento de las políticas y las normas migratorias mexicanas y el incremento de las presiones norteamericanas para que México detenga o disminuya ese flujo en su frontera sur y, en todo caso, antes de que llegue a su frontera norte y sur de los Estados Unidos. 13. “Los regresados centroamericanos —según las fuentes anteriores— representan más del 50 por ciento de los que ingresan. Este sólo dato indicaría que el nivel de eficiencia del inm

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América del Norte y el llamado “Plan Mérida” se han constituido en territorios para la lucha contra el narcotráfico; esta estrategia ha dado lugar a que contingentes militares, diversos grupos policíacos y agentes del Instituto Nacional de Migración se sumen a las jaurías que ven en los migrantes presa y botín. Esta política ha dado lugar a que cada año mueran alrededor de 400 migrantes centroamericanos en su travesía por territorio mexicano; a que siete de cada 10 mujeres sean objeto de agre- siones y de violaciones y a que el terror se haya instituido en política de Estado contra los migrantes provenientes de Centroamérica. Entre la espada y la pared, el ciudadano centroamericano busca res- puestas, garantías y el ejercicio de una ciudadanía plena. Esta búsqueda tiene, sin embargo, diversas salidas. Salidas que contraponen a sus acto- res en medio de violencia organizada, violencia institucional y violencia paramaramilitar,14 por una parte; por la otra, los riesgos asumidos en la travesía hacia los Estados Unidos; riesgo que implica hasta la muerte, pero que también sitúa en un horizonte viable el acceso al trabajo, y a todo lo bueno que de él se deriva cuando se ejerce en condiciones de seguridad relativa. Miedo y esperanza, así entretejidos, se mueven en medio del terror, de la indignación y de la búsqueda de la utopía.

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es notoriamente superior al de la Border Patrol del gobierno norteamericano” (Arámbula, 2007). Este nivel de “eficiencia” debiera representar motivo de vergüenza para la diplomacia mexicana en la región. Hacer el trabajo sucio al vecino del Norte no es para presumirlo. 14. El término fue acuñado por Robinson Salazar (Medina, 2010), y hace referencia a la asociación entre las maras, los grupos paramilitares y el narcotráfico organizado en la región México- Centroamérica-Estados Unidos.

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Bolivia: la construcción de una política científica tecnológica alternativa

Germán Sánchez Daza Fernando Julio Piñero

En los informes anteriores del Anuario de la Integración Latinoamericana hemos dado cuenta de las transformaciones que han venido ocurriendo en los sistemas de ciencia y tecnología de la región, guiadas por los reque- rimientos del patrón neoliberal e impulsadas por las políticas de los orga- nismos internacionales hegemónicos y los diversos estados nacionales. El acento en la aplicabilidad del conocimiento, su apropiación privada y consiguiente comercialización han sido los principales elementos que caracterizan esas transformaciones. Sin embargo, han surgido también distintas voces que resisten y/o reclaman una ciencia y una tecnología que tengan otras connotaciones, entre ellas podemos escuchar aquellas que son generadas a partir de re- conocer el grave deterioro ecológico que ha ocasionado el industrialis- mo, o bien aquellas que defienden la sabiduría ancestral y tradicional frente a la voracidad de las empresas trasnacionales (en especial las far- macéuticas), y también las que provienen de organizaciones sociales y civiles que buscan alternativas productivas y sociales que confronten a la polarización y la exclusión económica y social neoliberal. En este contexto destacan las experiencias más amplias y de carácter nacional, como son las experiencias de Bolivia y Venezuela, las cuales han puesto en práctica un conjunto de políticas que buscan modificar sus sistemas de ciencia y tecnología hacia sus necesidades productivas y sociales. Tomando como punto de referencia que en 2009 se concreta el Plan Sectorial de Ciencia y Tecnología del Estado Plurinacional de Bo- livia, consideramos pertinente dedicar este espacio del Anuario al análi-

313 Germán Sánchez Daza y Fernando Julio Piñero sis de esta propuesta, que establece los lineamientos y estrategias para constituir un sistema sectorial adecuado a su proyecto de nación, donde el bienestar de la población —el buen vivir— es el eje. El artículo está constituido por tres apartados, en el primero se ofrecen los antecedentes, en el segundo se reseña brevemente el Plan Sectorial y, finalmente, en el tercero se hace un análisis de sus alcances.

Antecedentes

La institucionalización de las actividades modernas de investigación y la elaboración de políticas científico-tecnológicas en Bolivia tienen una historia reciente, aun cuando existen incipientes iniciativas desde mediados del siglo xix, es a partir de la década de los setenta del siglo pasado cuando se generan un conjunto de instituciones de investigación y de organismos vinculados a la elaboración de políticas científicas y, en menor medida, tecnológicas. Entre los antecedentes se puede mencionar que en 1860 fue creada la Academia de Ciencias, que tenía por objetivo la “aplicación práctica de los principios teóricos de las matemáticas y las ciencias naturales” (Academia, 2011); en ese año había sólo tres instituciones universita- rias —a finales de ese siglo se autorizaron otras tres— que tenían como función central la formación de profesionistas, en especial en derecho y medicina y, en menor medida, ciencias físico-matemáticas, teniendo además los estudios de teología. Durante la primera mitad del siglo xx se alcanzará la autonomía de las universidades (1930) estableciéndose la participación de profesores y estudiantes en los consejos universitarios. Asimismo, destaca la creación de la Confederación Universitaria Boli- viana, en 1952, que considera que las universidades deben estar ligadas a los problemas económicos, sociales y políticos del país; propone que deben estar orientadas a la formación, a la investigación científica, la extensión y su función social al servicio de la patria (Choque, 1999), cabe destacar que hasta antes de ese año sólo había seis centros de investiga- ción en ese tipo de instituciones. Ya en el periodo de 1952-1964, bajo el gobierno del Movimiento Na- cionalista Revolucionario, a pesar del reconocimiento que hay de la rele- vancia de la investigación científico y tecnológica, el fomento a ella es es- caso, si bien se crean nueve centros de investigación en las universidades, entre los que destaca el Instituto de Investigaciones Metalúrgicas (1953),

314 Bolivia: la construcción de una política científica tecnológica alternativa además de que se crea la Facultad de Ingeniería Tecnológica en La Paz (1963); cabe destacar que en este periodo hay importantes avances en el nivel educativo básico (Arce, 2002). Asimismo destaca la fundación de la actual Academia Nacional de Ciencias, definida como una “institución rectora de la actividad estatal, para fomentar la investigación, dignificar al científico y difundir su obra” (Academia, 2011); según Pabón (2002), en los hechos funcionó como órgano de coordinación en la materia, a su amparo se generó el Plan Decenal de Desarrollo Científico y el Centro de Investigaciones de Astrofísica, Aeronáutica, Física Aplicada y Espa- cial, señalando el autor que, dada su conformación como grupo de élite, se convirtió en un organismo que afectó negativamente a la articulación con otros actores. Por otro lado, en términos del desarrollo productivo, se puede se- ñalar que hacia principios de los años cincuenta, en el sector agrícola predominaban las tecnologías tradicionales, con una alta concentración de la tierra y existencia de grandes latifundios. Cuestión similar acontece con el sector industrial que sólo recibirá un impulso hasta la década de los años setenta. En tanto que la minería, principal proveedor de divisas e ingresos estatales, funcionaba como una economía de enclave, hacien- do uso de tecnologías tradicionales con algunas modernas, pero que no tenían mayor impacto sobre la economía en su conjunto. Esto a pesar que durante el gobierno del mnr se avanza en la reforma agraria y se realiza la nacionalización minera (Arce, 2002).

Primeras formulaciones de las políticas científico-tecnológicas

La década de los años setenta será la fase final del modelo de crecimiento de la economía boliviana con intervención estatal, basado en la exporta- ción minera y el desarrollo de regiones agrícolas comerciales, en especial en la región nororiental. En estos años se alcanzó el máximo grado de industrialización, fundamentalmente en las manufacturas de bienes de consumo. En el contexto de esa década de crecimiento es cuando se dan pa- sos importantes para la institucionalización de la ciencia y la tecnología. Entre las acciones tomadas por el gobierno militar de H. Bánzer se en- cuentran: la creación de la Dirección General de Normas y Tecnología (1971), la inclusión de una política tecnológica en el Plan Quinquenal de Gobierno (1976-1980), la conformación del Sistema Nacional de Desa-

315 Germán Sánchez Daza y Fernando Julio Piñero rrollo Científico y Tecnológico (1977) —en el cual surgen el Consejo Na- cional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Condecyt) y la Dirección de Ciencia y Tecnología (Dicyt) (Pabón, 2002). En el Plan Quinquenal de Gobierno 1976-1980 se señalaba que la política tecnológica diferenciaría la promoción y la difusión en función de las actividades en las cuales se tuvieran ventajas comparativas (tecno- logías intensivas en mano de obra) y de aquellas en las que el país tenía que competir con la producción extranjera (tecnologías intensivas en ca- pital). La Dicyt, cuya misión central era la elaboración del plan sectorial, identificó los grandes obstáculos para el desarrollo del sistema nacional: las deficiencias en la formación básica e intermedia, la inexistencia de tradición científica, la falta de confianza de los usuarios, ausencia del apoyo gubernamental, prioridad de los intereses económicos sobre la so- lución de problemas, falta de cultura de compra (exigencia de calidad), falta de integración de los sectores, políticas mal focalizadas, predominio de tecnologías extranjeras. De esta manera, a finales de la década se impulsaron los primeros debates para establecer esa política científico-tecnológica, sin lograrse concretar (Pabón, 2002). Sin embargo, los esfuerzos gubernamentales y de las instituciones educativas fueron constantes, de tal manera que du- rante los años setenta se crean veinticuatro institutos de investigación en las universidades del país, además de que en el primer quinquenio se genera un modelo de desarrollo tecnológico para el sector agrícola, coordinado por el Comité de Obras Públicas, de tal forma que en 1975 se fundan el Instituto Agrícola Tropical y el Instituto Boliviano de Tec- nología Agropecuaria (Ortubé, 1999). Además, se consolida el Instituto de Investigaciones Minero Metalúrgicas (creado en 1966), que realizaba investigaciones y asistencia técnica en el campo y estará vinculado con la Corporación Minera de Bolivia (Serrano, 2004). En la década de los años ochenta continúan los esfuerzos por tener un sistema y una política de ciencia y tecnología: en los primeros años se elaboran propuestas de fomento por parte de la Academia de Ciencias y la Dinacyt —que incluían la creación de organismos de financiamien- to—; en 1985 se elabora y presenta el Primer Plan Nacional de Ciencia y Tecnología (1985), en éste se ubica al Condecyt dentro del Ministerio de Planeación y Coordinación; se realiza el primer inventario del poten- cial de investigación (1985); se diseñó una propuesta de ley (1988). Sin embargo, estas iniciativas se ven limitadas en tanto que muchas de ellas no entraron en vigor, en virtud de la falta de interés y compromiso del

316 Bolivia: la construcción de una política científica tecnológica alternativa gobierno (Pabón, 2002), así como por el contexto político y la crisis eco- nómica de esos años (Ministerio de Planificación del Desarrollo, 2009).

La ciencia y la tecnología en el neoliberalismo

Ya en la década de los años noventa, el gobierno boliviano realizará diver- sas acciones que modifican el marco institucional generado en los años anteriores: se sustituye a la Dicyt con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) (1991) —dependiente de la vicepresidencia—; en 1994 adopta un Plan de Acción de Corto Plazo (1996-1997) a fin de mejorar el ambiente institucional y operativo, así como una política y estrategia de mediano plazo (1997-2002), que no será aplicada; en 2001 se modifica el Conacyt y pasa a depender del Ministerio de Educación. Se observa que en las medidas adoptadas aparece como central la in- serción del país en la economía mundial, en el Decreto de 1991 se señala como prioridad para el país “la competencia estructural y el desarrollo sostenible dirigidos a establecer capacidades colectivas que permitan al país, en su conjunto insertarse en la economía internacional y al mismo tiempo atender los problemas del desarrollo interno;” en tanto que en la Ley de 2001 se declara “de prioridad nacional e interés público el forta- lecimiento de las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación, la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológico, por constituir factores fundamentales para la competitividad y el desarrollo sostenible” (véanse ambos decretos en la página del Viceministerio de Ciencia y Tec- nología, 2010) . Tampoco esta ley se hace operativa ni funciona, lo mismo acontecerá con el plan del quinquenio de 2004 a 2009 que “pretendían contribuir al fomento de las actividades de investigación científica y de- sarrollo tecnológico para propiciar la mejora de la calidad de vida de la población, el desarrollo social, el aumento de la productividad y competi- tividad de la economía nacional, y la mejora de la calidad de la educación vigente, además de contribuir al fomento de las innovaciones de base tecnológica”. El problema central de su aplicación fue el financiamiento (Ministerio, 2009). El diagnóstico que se presentaba para 1994 es resumido en cuatro puntos centrales (Pabón, 2002): la investigación no es prioridad para las universidades, a causa de la ausencia de tradición científica, la caren- cia de recursos y el carácter docente de esas instituciones; no existe una masa crítica de investigadores ni de administradores de proyectos y hay

317 Germán Sánchez Daza y Fernando Julio Piñero posgraduados insuficientes; la relación entre la universidad y el sector productivo es inexistente, ni tienen políticas para impulsarla; el marco institucional es débil. Cuestión similar se señala en el Planciti de 2004, en el cual se argu- menta que la ciencia, la tecnología y la innovación no son prioritarias ni para las universidades ni para el Estado, no hay investigación en las universidades privadas y es escasa en el sector productivo, además de que el marco regulatorio de la investigación en las universidades públicas es inadecuado por lo que hay inestabilidad y es marginal.

Cuadro 1 Indicadores de capacidades de investigación

1992 1996 2000 2002

Gasto en id/pib 0.37 0.33 0.28 0.26 Núm. de instituciones que realizan id 120 145 189 Personal (directivos, investigadores, apoyo) de 859 932 970 esas instituciones vinculadas a id Investigadores de jornada completa 1,008 1,300 1,940 Composición del gasto Gobierno 65 24 22 21 en id por sector de Empresas 0 26 26 25 realización % Educación Superior 20 35 46 41 Org. privadas sin fines 15 15 6 13 de lucro Composición del gasto Gobierno 44 31 22 20 en id por sector de Empresas 5 24 22 16 financiamiento % Educación Superior 17 12 32 31 Org. privadas sin fines 24 22 15 19 de lucro Extranjero 10 11 9 14

Fuente: elaborado con base en Dicyt (2002) y Pabón (2002).

Como se observa en el cuadro 1, durante el periodo neoliberal los esfuerzos gubernamentales hacia la CyT fueron disminuyendo, pese al discurso y las iniciativas anteriormente señaladas; si bien el gasto en id se elevó de 21 a 25 millones de dólares entre 1992 y 1997, para 2002 caerá a 23 millones de dólares, de tal forma que en relación al pib tuvo una ten- dencia a disminuir durante esos once años, pasando de 0.37% a 0.26%.

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Destaca la retracción del estado de 44% a 20% del financiamiento, en tanto que los otros sectores la incrementan. Cabe señalar la relevancia que tienen las organizaciones sin fines de lucro y el sector externo —éste último en términos del financiamiento, característica que diferencia a Bolivia de otros países latinoamericanos. El sector de la educación superior es el que posee una mayor parte del gasto, tanto en el financiamiento como en la realización; según el Co- nacyt, las universidades públicas efectuaban 60% de las actividades de in- vestigación y desarrollo en 1992, cuatro años después se calculó que era 80%. Esta actividad estaba concentrada en unas cuentas universidades públicas (p. e. en ellas había 141 centros de un total de 183, en 2005, sien- do las principales universidades la Mayor de San Andrés, la Autónoma Gabriel René Moreno y la Mayor de San Simón) (unesco, 2006). En el diagnóstico de la unesco se señalaba como problemas centrales la caren- cia de una política de educación superior y de recursos a la investigación.

La construcción de una perspectiva alternativa

El triunfo del Movimiento al Socialismo (mas) en 2005 y el inicio de la gestión presidencial de Evo Morales, al año siguiente, significaron el cuestionamiento no sólo de la situación de las actividades de investiga- ción científico-tecnológica en el país, sino que cuestionaban de fondo la visión en la que se desarrollaban. Como es sabido, la propuesta progra- mática del mas tenía como fundamento la crítica al desarrollismo indus- trial, a la economía neoliberal y a la cultura occidental, al respecto es ilustrativa la siguiente referencia:

El colonialismo externo e interno en los más de 500 años nos han mantenido en la extrema pobreza, en la explotación despiadada, en masacres permanentes, en con- ceptos racistas intolerables. Los conceptos de globalización y economía de mercado se enmarcan en la cosmología occidental, como el viejo concepto de progreso que se desprendía del paradigma científico de la modernidad. En la era del estaño no alcanzamos a ser un país industrializado. Ahora que llega a su fin el cientificismo de la modernidad, definitivamente no es posible ni siquiera aplicar el concepto de desarrollo (mas, 2005).

A partir de reivindicar las raíces culturales andinas y amazónicas, plan- tean que:

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Para nosotros el planeta tierra tiene vida. Es inteligente y autorregulado. A este principio nuestros antepasados le han denominado Pachamama…quiere decir que el ser humano con y para la tierra y es lo contrario de la cultura occidental que viven de la tierra y sobre la tierra…es también un principio del equilibrio con la naturale- za, que es el único camino que nos queda para preservar la vida en el planeta (mas, 2005).

Asimismo se declaran como principios, entre otros: la incorporación de lo indígena en un Estado que se propone como multinacional y pluri- cultural, el reclamo de la justicia social, la democracia participativa, la recuperación de formas organizativas ancestrales, comunitarias y con participación directa, la defensa de la soberanía económica —definida por “la defensa de la soberanía y desarrollo paralelo a la creciente capa- cidad adquisitiva del pueblo, a través de un salario digno y precios justos para los productores originarios y protección a sus productos ecológicos” (mas, 2005). Se trata de la construcción de una sociedad distinta, desde sus funda- mentos. Sin embargo, esta propuesta deberá avanzar a través de la refun- dación del mismo Estado nacional y sus diversas instituciones. Como lo señalan Aceves y Reyes (2011), “Esta nueva forma de articular lo político con lo económico, lo partidario con lo social, la soberanía delegada con la no delegada, lo indígena con lo liberal forma parte de un intento por crear una nueva constitución del Estado Plurinacional Boliviano, un in- tento valioso por crear una visión nacional posneoliberal”. Los avances en esa construcción se darán en un debate-disputa continuo, si bien se inician desde años antes, la Asamblea Constituyente y la aprobación de la nueva Constitución serán síntesis de las confrontaciones y pugnas en- tre los distintos proyectos enarbolados por las distintas fuerzas sociales y políticas (al respecto, véase Aceves y Reyes, 2011). Para el caso particular de las actividades científico-tecnológicas, el proyecto del mas tiene una enorme trascendencia, pues significa cam- biar los fundamentos sobre los cuales se habían venido desarrollando. Su puesta en práctica podemos identificarla a través de las iniciativas legisla- tivas y en la elaboración e implementación de las políticas públicas. Para los objetivos del presente artículo nos centraremos en tres documentos: el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2011, la Constitución Política y el Plan Sectorial de Ciencia de Ciencia y Tecnología. En términos de la Constitución hay que destacar la definición del Estado como “Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentrali-

320 Bolivia: la construcción de una política científica tecnológica alternativa zado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país” (Artículo 1). Principios que serán desarrollados en sus diferentes capitulados y artículos, destacando el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas originario campesinos. En relación a la producción y transmisión del conocimiento se esta- blece: • El derecho a recibir educación en todos los niveles de manera univer- sal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación (Art. 17). • La educación como una función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado, con la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla (Art. 77). • Se define a la educación como unitaria, pública, democrática, parti- cipativa, comunitaria, descolonizadora y de calidad. Además de que ser intracultural, intercultural y plurilingüe en todo el sistema educa- tivo (Art. 78).

En el artículo 91 se legisla la educación superior, en el cual establece que: • Sus funciones son la formación profesional, la generación y divulga- ción de conocimientos orientados al desarrollo integral de la socie- dad. • Debe tomar en cuenta los conocimientos universales y los saberes co- lectivos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos. • Tiene que desarrollar procesos de investigación científica para resolver problemas de la base productiva y de su entorno social. • Promover políticas de extensión e interacción social para fortalecer la diversidad científica, cultural y lingüística. • Participar junto a su pueblo en todos los procesos de liberación social, para construir una sociedad con mayor equidad y justicia social.

Finalmente, en el artículo 103 se determina: i. El Estado garantizará el desarrollo de la ciencia y la investigación científica, técnica y tecnológica en beneficio del interés general. Se destinarán los recursos necesarios y se creará el sistema estatal de ciencia y tecnología. ii. El Estado asumirá como política la implementación de estrategias para incor- porar el conocimiento y aplicación de nuevas tecnologías de información y co- municación. iii. El Estado, las universidades, las empresas productivas y de servicio públicas y pri- vadas, y las naciones y pueblos indígena originario campesinos, desarrollarán y

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coordinarán procesos de investigación, innovación, promoción, divulgación, aplicación y transferencia de ciencia y tecnología para fortalecer la base produc- tiva e impulsar el desarrollo integral de la sociedad, de acuerdo con la ley.

Hemos subrayado los elementos que nos parecen centrales y que de manera resumida son: la obligatoriedad del Estado y su participación activa, la búsqueda de fortalecer la diversidad cultural, la justicia y la equidad social, la identificación de los actores, otorgando un papel cen- tral a los pueblos indígenas originarios, reconociendo el valor de sus saberes. Cuestiones que contrastan con el modelo neoliberal dominante. Por otro lado, en el Plan Nacional de Desarrollo “Bolivia Digna, So- berana, Productiva y Democrática para Vivir Bien”, se definen como pi- lares: • La erradicación de la pobreza y la inequidad, lograr un patrón equi- tativo de distribución y/o redistribución de ingresos, riqueza y opor- tunidades (Digna). • La construcción de una sociedad y un Estado plurinacional y socioco- munitario (Democrática). • La transformación, cambio y diversificación de la matriz productiva; desarrollar los complejos productivos integrales y generar exceden- tes, ingreso y empleo a fin de cambiar el patrón primario exportador excluyentes (Productiva). • Constituir el Estado en un actor internacional, soberano, autodeter- minado, con identidad propia (Soberana). • En el pnd aparecen la ciencia, la tecnología y la innovación en la es- trategia productiva y como parte de los sectores de apoyo a la pro- ducción, asignándole como función su contribución al nuevo patrón de desarrollo, definiendo tres ejes de políticas: - ciencia, tecnología e innovación en la integración nacional para el desarrollo productivo con soberanía e inclusión social. - cultura científica inclusiva para la construcción de una sociedad del conocimiento con características propias. - recuperación, protección y utilización de los saberes locales y co- nocimientos técnicos ancestrales.

La concreción de los anteriores principios y fundamentos se hará a través de la elaboración de algunos programas y, de manera más amplia, en el Plan Sectorial de Ciencia y Tecnología (Ministerio de Planificación del

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Desarrollo, 2009); así se considera que los tres ejes políticos señalados tienen por objetivo: • Fortalecer los sectores involucrados en la generación, difusión y apropiación de la cti para apoyar a la matriz sociocomunitaria y el desarrollo de la nueva matriz productiva. • Promover el uso, acceso y apropiación del conocimiento y el desarro- llo de las tic para generar una cultura cti. • Revalorizar los saberes locales y conocimientos ancestrales, y su in- serción en procesos de innovación para impulsar el desarrollo inte- gral y soberano.

Cada uno de los lineamientos políticos se desagregan en programas, que presentamos en el cuadro 3, y en varios proyectos, en los cuales se esta- blecen las instituciones involucradas, las metas de corto, mediano y largo plazo (2010, 2015 y 2020, respectivamente), sus formas de verificación y seguimiento, así como una estrategia de financiamiento.

Cuadro 2 Políticas y programas del Plan Sectorial

Políticas Programas Ciencia, tecnología e innovación Ciencia y tecnología para el desarrollo nacional como elemento fundamental para Ciencia y tecnología para el desarrollo regional el desarrollo integral del país Redes e instrumentos de innovación Prospectiva tecnológica, planificación y análisis de la ciencia, tecnología e innovación Consolidación de una cultura Sistemas, redes y fuentes de información en científica tecnológica inclusiva para ciencia, tecnología e innovación una sociedad del Inclusión digital y sociedad de la información conocimiento con características Programa satelital boliviano propias Apropiación de la ciencia y tecnología Cultura científica tecnológica Recuperación, apropiación y Saberes locales y conocimientos ancestrales difusión de la ciencia, tecnología e Coca innovación de los saberes locales y conocimientos ancestrales Elaborado con base en Ministerio (2009).

El Plan Sectorial parte de una concepción del Sistema Boliviano de Inno- vación (Viceministerio, 2009), definido como el “Conjunto de actores

323 Germán Sánchez Daza y Fernando Julio Piñero interrelacionados y complementarios, que utilizan la ciencia, tecnología e innovación de forma coordinada y constructiva en la generación de soluciones integrales a problemas productivos, sociales y ambientales, con un enfoque de desarrollo participativo, equitativo y sustentable”. Éste se diferencia de las propuestas elaboradas en los anteriores gobier- nos en sus fundamentos, en que se busca la construcción de una sociedad diferente, definida en la Constitución; aun cuando recupera la visión de un sistema que incluye la participación de diversos actores, pero intro- duciendo de manera central a las organizaciones sociales y el desarrollo comunitario y reconoce la responsabilidad del Estado para su impulso. Considerando lo anterior, el Plan Sectorial sintetiza los principales problemas: a) la deficiente articulación de los sectores que participan en el sbi, así como su debilidad para impulsar la nueva propuesta de de- sarrollo; b) la existencia de un deficiente uso, acceso y apropiación del conocimiento y desarrollo de las tic; c) finalmente, el menosprecio de los saberes locales y conocimientos ancestrales. De manera específica se señalan los siguientes problemas: • No ha habido un enfoque de fomento a la cti y las pocas políticas de promoción del sector productivo no han tenido continuidad. • Falta de inversión del sector productivo y el Estado. • El modelo productivo ha priorizado la adquisición de tecnología ex- tranjera y no incorpora el conocimiento para la generación de pro- ductos con valor agregado. • No hay una cultura de investigación colaborativa. • Las investigaciones desarrolladas en centros e institutos no respon- den a las demandas para el desarrollo productivo nacional. • No hay un incentivo para la cti. • En las universidades no hay las estructuras necesarias para la investi- gación e interacción social.

Así, propone que los programas y proyectos enunciados en el cuadro 2 sean de carácter transversal en articulación con los distintos sectores. Ahora bien, durante el periodo de 2006 a 2009, además de la ela- boración programática que hemos reseñado, se han realizado diversas acciones, entre ellas encontramos que en 2006 se crea el Viceministerio de Ciencia y Tecnología, dentro del Ministerio de Planificación del De- sarrollo; está implementando los centros de tecnología e innovación en temas de industrias como cueros, textiles, maderas y camélidos. Asimis- mo se propuso la creación del Instituto Boliviano de la Biodiversidad y

324 Bolivia: la construcción de una política científica tecnológica alternativa hay un programa de industrialización de coca (para usos alimenticios y medicinales). Todos estos programas buscan impulsar el vínculo entre los diversos actores —investigadores, demandantes y Estado— y lograr desarrollos productivos e innovación.

Consideraciones finales

La propuesta del gobierno de Bolivia cuestiona explícitamente los fun- damentos del capitalismo, de su paradigma científico-tecnológico y pro- ductivo, revalorando las visiones y conocimientos indígenas. La puesta en práctica de este cuestionamiento muestra que el camino no tendrá resultados inmediatos, pues significa la transformación de las institucio- nes existentes y la integración de otras. Los pasos que se han dado apuntan hacia varias novedades, destaca- mos las siguientes: a) El acento en la utilidad productiva y social que deben tener las acti- vidades de investigación científico-tecnológica. b) Que estén vinculadas con el modelo productivo y, por tanto, con los objetivos que como país se han planteado, el “vivir bien”. c) La incorporación de otros actores en el sistema boliviano de innova- ción, de manera específica las comunidades indígenas y campesinas, que aparecen no sólo como usuarios o demandantes sino también como parte vital en la generación de conocimiento. d) La reestructuración de las relaciones entre esos actores. e) La revaloración e integración de los conocimientos y saberes indíge- nas y campesinos como parte del sistema de boliviano de innovación.

Estas acciones han generado tensiones con los diversos actores involu- crados, en particular con las instituciones de educación superior, y ello ha implicado que se establezcan espacios de diálogo, que no siempre han conducido a lograr los consensos necesarios; sin embargo, se expresa una voluntad política mucho más atenta a impulsar la ciencia y la tecnología en el país. En este sentido, a partir de 2006 ha entrado a funcionar la dis- tribución del Impuesto Directo a los Hidrocarburos, que por ley tiene un porcentaje dedicado a las actividades de investigación en las universida- des de todo el país, y que en los primeros años se ha dedicado a financiar equipo e infraestructura, por lo cual se espera que rinda frutos en los próximos años.

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326 Red Mercociudades: cooperación descentralizada e integración regional desde lo local

Eugenia Coppel Ochoa

Puede parecer una paradoja el hecho de que, en un periodo álgido de glo- balización, otras escalas de actuación, como la regional y la local, cobren cada vez mayor énfasis, visibilidad e importancia. Con respecto a la pri- mera de ellas, es ya muy clara la tendencia de los Estados de agruparse en asociaciones con sus iguales para cooperar en distintas áreas, pues la nación se revela como imprecisa e insuficiente frente a las dimensiones de los problemas y las necesidades de la actualidad. Si se considera, además, que las actividades básicas que configuran y controlan la vida humana en el planeta están organizadas en redes globa- les de comunicaciones y transportes (mercados financieros, producción y distribución de bienes y servicios, cultura, deportes, información, etc.) (Castells, 2009), es posible afirmar que las ciudades son los nodos de es- tas redes, ya que es en ellas donde se concentran población, actividades y poder (Sassen, 2004, 2007) (Castells, 2004, 2009). Además, lo local es la escala de la proximidad, aquella que goza de mayor legitimidad ante el electorado, y donde es más posible fomentar la participación ciudadana. Así pues, como afirman Borja y Castells (1997), la red electrónica- mente articulada y políticamente gestionada de ciudades al servicio de sus ciudadanos, tiene potencial para ser un contrapeso político a la mul- tinacionalización económica en el nuevo sistema global.

327 Eugenia Coppel Ochoa

Red Mercociudades

En su definición más simple, una red es un conjunto de nodos interco- nectados, lo que en el ámbito social se traduce en estructuras comunica- tivas con objetivos específicos. En una red social los nodos son los actores de la red, los cuales procesan flujos de información y se relacionan entre sí ya sea de manera colaborativa o competitiva. La Red Mercociudades es la principal red de municipios del Cono Sur, creada en 1995 por iniciativa de doce alcaldes1 con tres objetivos principales: posicionar institucionalmente a los gobiernos locales como actores relevantes del proceso de integración regional, fomentar la vin- culación y cooperación entre las ciudades y desarrollar líneas de trabajo en distintas áreas temáticas relacionadas con la gestión de la ciudad. Hoy, a quince años de su fundación, la red se ha extendido hasta con- tar con más de doscientos miembros —tanto de los Estados parte como de los Estados asociados del Mercosur— consolidándose como un actor destacado en el proceso de integración regional, así como en un impor- tante espacio de vinculación y cooperación técnica entre los gobiernos de las ciudades. A continuación se examina la red partiendo de sus principales objeti- vos —institucionales, técnicos, y de vinculación— de manera que se pue- da comprender su surgimiento, funcionamiento e incidencia en la región del Cono Sur.

Objetivos institucionales: Mercosur, Mercociudades y el proceso de integración regional

Es bien sabido que la integración ha sido un anhelo histórico en América Latina, lo que aunado a las tendencias mundiales de agrupamiento en regiones, ha dado lugar a un gran número de organismos con vocación integradora en la región. Sin embargo, de todos ellos, el Mercosur es la iniciativa más exitosa en Latinoamérica, pues representa —a pesar de su nivel inconcluso— la primera unión aduanera del subcontinente. Especialmente en los primeros años de su constitución, el intergu- bernamentalismo-liberal predominó fuertemente en el bloque, lo que

1. Asunción (Paraguay), Rosario, La Plata, Córdoba, Buenos Aires (Argentina), Florianópolis, Porto Alegre, Curitiba, Río de Janeiro, Brasilia, Salvador (Brasil) y Montevideo (Uruguay).

328 Red Mercociudades: cooperación descentralizada e integración regional desde lo local significa que los acuerdos se tomaban exclusivamente entre los países a partir de sus intereses nacionales, y que el proceso de integración estaba orientado a la implementación de medidas para la liberalización de los mercados. En este modelo de integración de corte neoliberal no estaban con- templados ni las ciudades ni los ciudadanos y, sin embargo, las decisiones tomadas desde el Mercosur ya estaban teniendo repercusiones en ellos. Con esta motivación, los líderes locales decidieron organizarse y crear una red para reclamar un lugar en la agenda regional, así como proponer la ampliación de la misma. Desde sus inicios, Mercociudades propuso una integración con mirada local, que tomara en cuenta a otros actores sociales y políticos además de los gobiernos nacionales, y que incluyera la dimensión política, institucional, social y cultural, a la par de los aspectos de comercio y coordinación macroeconómica. A este objetivo se avocó la red durante sus primeros años de vida, en los que sus principales representantes estuvieron luchando por con- seguir el reconocimiento del Mercosur mediante el envío de cartas a los presidentes, el trabajo con las cancillerías y la realización de cumbres paralelas a las del organismo oficial. Después de cinco años de esfuer- zos, la reunión del Grupo Mercado Común, realizada en Florianópolis, resolvió crear en al año 2000 la Reunión Especializada de Municipios e Intendencias del Mercosur (Remi), lo que constituyó el primer logro importante en cuanto al objetivo de lobby o posicionamiento estratégico por dos motivos: en primer lugar, el Mercosur creaba un espacio para promover el diálogo y la cooperación entre las autoridades municipales, dándoles por tanto un lugar institucional en el proceso de integración; y en segundo lugar, se reconocía por primera vez de manera oficial la existencia y el trabajo de la Red Mercociudades, ya que se estableció que los integrantes de las diversas delegaciones nacionales mantendrían una estrecha relación con la red, a fin de aprovechar los esfuerzos desarro- llados por ésta. Una serie de inconvenientes, sin embargo, llevó a la disolución de la Remi a tan sólo cuatro años de su creación, todos ellos relacionados con la lógica intergubernamental seguida por los organismos dependientes del Mercosur, por ejemplo, la participación de funcionarios de los go- biernos centrales en igualdad de condiciones que los gobernantes electos de las ciudades, el seguimiento de una lógica nacionalista en la toma de decisiones, y el poder de veto de las secciones nacionales a la hora de consensuar las acciones. Lo anterior dificultó en gran medida el trabajo

329 Eugenia Coppel Ochoa de la Remi, que en su última sesión recomendó la creación de un Foro de Municipios del Mercosur. Seis meses después, el Consejo del Mercado Común (cmc) del Mer- cosur aprobó la decisión 41/04 que creaba el Foro Consultivo de Muni- cipios, Estados Federados, Provincias y Departamentos del Mercosur; o Foro Consultivo de Ciudades y Regiones (fccr) para abreviar, el cual concretó su instalación hasta enero de 2007. El fccr se dividió en dos comités, uno de gobernadores y otro de alcaldes, dejando a la Red Mer- cociudades la coordinación de este último. No obstante, la agenda del fccr ha avanzado poco en conjunto, pues presenta varios problemas similares a aquellos que llevaron la disolución de la Remi, lo que provoca a su vez la poca participación de los gobiernos locales. En su lugar, la agenda de las ciudades sigue enfocada en la Red de Mercociudades, pues su participación institucional es más funcional que el Foro Consultivo (Ferraro y Rodríguez, 2008). Ahora bien, además del reconocimiento oficial que el Mercosur brin- dó a Mercociudades a partir de la creación de la Remi y después del fccr, la red ha tenido una importante incidencia en la agenda de la inte- gración, con una actitud propositiva y en muchas ocasiones por delante de la del Mercosur. Ejemplo de ello es la creación del Fondo de Convergencia Estruc- tural del Mercosur (Focem), surgido en parte como resultado de los re- clamos de la red hacia el proceso de integración. Con un monto de 100 millones de dólares anuales, aportado por los Estados partes, y con un principio de distribución solidario entre socios mayores y menores,2 el fondo ha financiado ya numerosos proyectos fundamentalmente socia- les, de infraestructura y de corte regional, inspirado en una política de compensaciones respecto de la asimetría estructural de los países que forman el Mercosur. Mercociudades también aplaudió la creación del Parlamento del Mercosur, que si bien no tiene funciones legislativas directas (sino fun- ciones deliberativas y de control), sí constituye un primer paso funda- mental para avanzar hacia la ampliación de la representación política, la democratización y la legitimación del proceso de integración regional.

2. Las aportaciones deberán hacerse según los siguientes porcentajes: Argentina 27%, Brasil 70%, Paraguay 1% y Uruguay 2%; mientras que los beneficios deberán ir hacia Argentina 10%, Brasil 10%, Paraguay 48% y Uruguay 32%.

330 Red Mercociudades: cooperación descentralizada e integración regional desde lo local

Así pues, la Red Mercociudades ha tenido desde su creación logros muy importantes en lo que se refiere a sus objetivos institucionales, par- ticularmente el de insertar a los gobiernos locales en la estructura formal del Mercosur, que en sus inicios estuvo exclusivamente reservada para los gobiernos nacionales, y que hoy en día es un organismo de integra- ción significativamente más plural. Además de lo anterior y de influir positivamente en la ampliación de la agenda de la región, Mercociudades también se ha convertido en un observador y un crítico importante del proceso de integración liderado por el Mercosur. Sin embargo, es imperativo seguir destinando esfuerzos en este sen- tido, sobre todo en la consolidación del fccr, y en la continuación del reforzamiento del papel de las ciudades en el proceso de integración re- gional.

Intercambio técnico y cooperación en la red

Con la decisión de crear el fccr, la Red Mercociudades ya no se enfo- caba en mayor medida al lobby institucional y político, sino más bien a la cooperación descentralizada y al intercambio técnico entre gobiernos locales, que de acuerdo a una encuesta realizada en 2009 por Incidir, es el incentivo más fuerte para su participación en la red.3 En el caso de Mercociudades, la cooperación técnica se ha desarro- llado principalmente a través de sus catorce unidades temáticas,4 “ver- daderos motores de la integración regional desde lo local” (Rodríguez, 2010: 31). Sus funciones son la formulación y promoción de políticas; la investigación y divulgación de las experiencias en distintas ciudades del mundo; la promoción de eventos y la conservación de un banco de datos, todo evidentemente en relación al tema de su competencia. Cada unidad temática (ut) cuenta con una ciudad coordinadora y de una a tres ciudades subcoordinadoras, posiciones que rotan cada cierto

3. La “Encuesta de evaluación de la participación en la Red Mercociudades” realizada en 2009, mostró que 92% de los gobiernos locales busca la cooperación y el intercambio de experiencias entre ciudades; en segundo lugar, 45% está interesado en la integración productiva; mientras que 32% busca tener incidencia en la agenda del Mercosur. Para más información véase: http://www.incidir.org/imaganes_index/encuesta.pdf 4. Ambiente y desarrollo sostenible; Autonomía, financiamiento y gestión; Ciencia y tecnología; Cooperación internacional; Cultura; Desarrollo Económico Local; Desarrollo social; Desarrollo Urbano; Educación; Género y municipio; Juventud; Planeamiento estratégico; Seguridad ciudadana y Turismo.

331 Eugenia Coppel Ochoa tiempo. Ahora bien, no todas las ciudades participan en todas las unida- des temáticas, sino que éstas tienen la libertad de adherirse a las ut que deseen y en la medida de sus posibilidades; al contrario de lo que sucede en el fccr, donde el esquema de participación de las ciudades es más bien rígido: por designación y no puede superar los diez miembros por comité. Los factores anteriores, aunados a la impresionante expansión de los miembros de Mercociudades, son ejemplos que permiten distinguir en ella las características de la organización en red, a saber, la flexibilidad o capaci- dad de reconfiguración a raíz de los cambios del entorno; la adaptabilidad o la capacidad de expandir o reducir su tamaño con pocas alteraciones; y la capacidad de supervivencia, pues al no poseer un centro pueden actuar dentro de una amplia gama de configuraciones (Castells, 2009). Ahora bien, la cooperación descentralizada no es exclusiva de las uni- dades temáticas, sino que también la ejercen los órganos ejecutivos de la red, así como otros actores internacionales mediante la financiación o ase- soría para la realización de proyectos con impacto local y regional. Entre los más importantes hay que mencionar a la Unión Europea, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Fons Catalá de Cooperación y el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad, quienes participan actualmente en el desarrollo de proyectos. También a partir de 2005 se ha buscado trabajar en conjunto con las organizaciones de la sociedad civil, para lo cual se firmó un convenio con el programa “Mercosur Social y Solidario” en el que están afiliadas distintas organizaciones, desde trabajadores, y cooperativas hasta univer- sitarios y movimientos de género, entre otros. Con el objetivo de coordinar y articular el trabajo de los distintos miembros de la red, la Secretaría Técnica Permanente de Mercociudades (stpm)5 ha promovido el trabajo conjunto entre coordinadores y subcoor- dinadores de las ut, los sub-grupos de trabajo y la Comisión Directiva de Mercociudades. De esta manera, es posible lograr una mayor articu- lación en los planes de trabajo en función de la agenda definida en las cumbres anuales, las cuales se celebran en distintas ciudades miembro con la participación de los jefes de gobierno. Entre los ejes de trabajo más recurrentes se cuentan la complemen- tación productiva, la integración fronteriza, la compensación de desequi-

5. Único órgano permanente de la red creado en el año 2000. Tiene su sede en Montevideo, en el edificio del Mercosur.

332 Red Mercociudades: cooperación descentralizada e integración regional desde lo local librios intrarregionales, la creación de instrumentos de financiación y fo- mento al desarrollo, así como la construcción de una ciudadanía regional sobre las bases de la democracia, el conocimiento y el respeto mutuos.

Comunicación y vinculación

Para facilitar el vínculo entre los diversos actores que participan directa o indirectamente en la Red Mercociudades, se han creado diversos meca- nismos de comunicación y difusión. El más importante es sin duda su portal de Internet: www.mercociudades.org, donde se puede encontrar un registro actualizado de la red, la difusión diaria de noticias relati- vas a los acontecimientos socio-políticos de la región, así como un gran número de publicaciones. Además, a través del sitio los diversos actores de las ciudades tienen la posibilidad de crear e ingresar a foros virtuales, que constituyen espacios abiertos de debate y análisis. Mercociudades, además, no se queda atrás en las tendencias pues también mantiene una cuenta en Facebook, la red social con el mayor número de usuarios en la actualidad, utilizada en este caso para enviar comunicados, divulgar noticias y difundir algunas imágenes de los distin- tos encuentros.

Aprendizajes, obstáculos e implicaciones

Entre otras cosas, la participación de los gobiernos locales en la Red Mercociudades les ha permitido vincularse con otras ciudades y otros actores para compartir información práctica, debatir problemas comu- nes, y buscar financiamiento para proyectos en red de impacto local y regional. Esta colaboración, a su vez, contribuye con una mayor concien- cia de la región y de su proceso de integración, al que cada vez se suman una mayor cantidad y diversidad de actores. Evidentemente también existen situaciones que pueden dificultar las actividades de la red. Una de las más importantes es la falta de recursos económicos y/o humanos de algunos gobiernos locales, necesarios para involucrarse de manera activa en Mercociudades. Lo anterior es particu- larmente visible en el pago de las cuotas, área en la que se ha mantenido una alta dosis de voluntarismo con un promedio de pago —a lo largo de quince años— de tan sólo 33%. Otro problema significativo es la renova-

333 Eugenia Coppel Ochoa ción de las autoridades municipales, lo cual puede generar discontinui- dades en el aprendizaje. La red intenta superar estos y otros desafíos que se van presentando mediante diversos mecanismos, por ejemplo, mediante una estrategia de obtención de fondos regionales e internacionales, y con la adaptación de su institucionalidad de acuerdo a sus propias necesidades. Ahora bien, más allá de los resultados obtenidos a raíz de la actua- ción de la Red Mercociudades en la región del Cono Sur, también es importante resaltar algunas implicaciones que la existencia de una or- ganización con estas características pueda tener tanto en los municipios mexicanos o norteamericanos, como en la disciplina de las relaciones internacionales. En primer lugar, sería muy interesante que un modelo como el de Mercociudades pudiera aplicarse en la región norteamericana, de ma- nera que, al igual que en la región del Mercosur, se pueda trabajar en la profundización de la integración para incluir otros temas que rebasan los comerciales, así como otros actores además de los gobiernos centrales. Finalmente contamos con las tecnologías necesarias para crear y man- tener una red de ciudades. Es necesario un mayor conocimiento de los beneficios que puede traer una organización de este tipo, así como la voluntad política por parte de algunos gobiernos de ciudades norteame- ricanas importantes para iniciar el proyecto. Sin embargo, independientemente de que se creara o no una red nor- teamericana, los municipios mexicanos deben estar más actualizados en lo que se refiere a la internacionalización de los gobiernos locales en sus distintas modalidades, y específicamente conocer los beneficios de la asociación en redes de ciudades, ya que siempre es posible estable- cer vínculos de cooperación con ciudades de otras regiones. Es verdad que actualmente existen algunas asociaciones –tal como la Federación Nacional de Municipios de México—, y que algunas ciudades o estados de la República tienen ya una actividad internacional considerable.6 Sin embargo, hay que reconocer que el tema está poco estudiado, así como el hecho de que seguimos siendo un país extremadamente centralista. Por otro lado, la existencia de esta red contribuye a seguir abriendo el campo de las relaciones internacionales —en el cual las teorías dominan- tes siguen estando concentradas en la actuación de los Estados—, aper-

6. Incluso en los estudios internacionales se habla de una paradiplomacia, para referirse a los vínculos externos que realizan de manera sistemática varios gobiernos locales en México.

334 Red Mercociudades: cooperación descentralizada e integración regional desde lo local tura que resulta muy benéfica para la disciplina. Así, se ha comprobado que los gobiernos locales también están desarrollando una importante actividad internacional, una que está más cercana a los ciudadanos y que contribuye con el aumento de las actividades de cooperación internacio- nal descentralizada. Pero además de la ampliación de los actores internacionales, tam- bién hay que resaltar el hecho de que los organismos internacionales se estén organizando en red, lo cual sin duda constituye un recurso positivo para adaptarse a un mundo globalizado que cambia a un ritmo cada vez más acelerado. De igual forma, este tipo de organización que permite un contacto directo entre los actores involucrados sin la intermediación de otros poderes, cuestiona fuertemente el orden jerárquico que se ha impuesto en las relaciones internacionales desde la aparición formal de los Estados-nación. Por todo lo anterior, la existencia de una propuesta como Mercociudades constituye un logro importante para la democrati- zación y pluralización de las relaciones internacionales.

Bibliografía

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335

Gestión de innovación y tecnología en Altec 2009

Juan Mejía Trejo Álvaro Pedroza Zapata

El presente documento tiene como objetivo descubrir las tendencias relacionadas con el marco del sistema regional de innovación, presen- tadas en el xiii Seminario de la Asociación Latino-Iberoamericana de Gestión Tecnológica (Altec), celebrada en noviembre de 2009 en la Ciudad de Cartagena de Indias Colombia, conmemorando los 25 años de la asociación. Este evento latino-iberoamericano es realizado cada dos años desde 1985, de manera ininterrumpida. En Altec 2009 fueron aprobados 385 trabajos, seleccionados sobre una base de 705 resúmenes iniciales; así, se respondió al reto de presentar las últimas líneas de pen- samiento, experiencias y tendencias tanto de innovación como de gestión tecnológica en el ámbito iberoamericano, generando un diálogo abierto que permita intervenir en el proceso de definición de las directrices que van a marcar el desarrollo de nuestra sociedad. Los trabajos fueron pre- sentados por profesionales provenientes de 14 países de Iberoamérica, Europa y América del Norte. En la edición xiii del Seminario, se destacó la amplia presencia de Brasil, con 42%, Colombia con 15%, Argentina con 10%, Venezuela y México con 9%, España con 6%, Cuba con 3% y por último, los expositores provenientes de Costa Rica, Francia, Chile, Perú, Uruguay, Estados Unidos y Austria. En Altec 2009, reportó la par- ticipación de 385 ponencias, en los siguientes 11 ejes temáticos: gestión de la innovación en las empresas, con 76 ponencias (20%); herramientas de apoyo a la gestión de la I+D e innovación, con 65 ponencias (17%); el conocimiento como herramienta para la innovación, con 47 ponencias (12%); la construcción de entornos favorables para la innovación, con 46

337 Juan Mejía Trejo y Álvaro Pedroza Zapata ponencias (12%); el triángulo de Sábato como motor de desarrollo territo- rial, con 35 ponencias (9%); gestión tecnológica para el desarrollo sustenta- ble, con 33 ponencias (9%); la creación de empresas innovadoras y de base tecnológica, con 29 ponencias (8%); innovación social, con 24 ponencias (6%); territorio e industria creativa, con 13 ponencias (3%); gestión de pro- yectos de I+D e innovación, con 11 ponencias (3%); gestión tecnológica en nuevos modelos de organización, con 6 ponencias (1%). Los temas que suscitaron mayor interés son la preocupación por el apoyo a la innova- ción tanto a nivel de los sistemas, nacionales y regionales, como a nivel de los agentes, empresas, centros de investigación y universidades.

Introducción

Es en la denominada Escuela Latinoamericana de Pensamiento en Cien- cia, Tecnología y Desarrollo (Elapcyted, o Escuela) (Vaccarezza, 1998) surgida entre los diversos países del orbe entre las décadas de 1950 a 1980, donde se gesta la convicción de que América Latina podía pro- mover desarrollos tecnológicos propios, a través de una mezcla de asi- milación, adaptación y generación de tecnologías, sin necesidad de comprarlas en el exterior. Es así que, a partir de los esfuerzos tecno- lógicos locales de distintos países, se desplegaron ciertas áreas, como la nuclear en Argentina, la aeronáutica en Brasil y otras relativas a los recursos naturales, como el petróleo y la minería, en diversos países de la región. El desarrollo tecnológico es dirigido por la inserción de políti- cas sectoriales y nacionales como variables fundamentales para impulsar el desarrollo económico y social integral y, por otro, a generar solucio- nes tecnológicas productivas a nivel micro, en centros de investigación y desarrollo tecnológico (cidt) implementados por los gobiernos, con independencia de lo que se desarrollaba en la empresa. Para Galante et al. (2009) la agenda política latinoamericana apunta al fortalecimiento de Unasur, y consideran a la educación, la ciencia y la tecnología como los ejes de la política de integración. La región se plantea dirigirse a un destino común, donde la ciencia y la tecnología sean un aporte funda- mental, avalan esta esperanza la existencia de tres ministerios de Ciencia y Tecnología en la región Sudamericana, más el de Costa Rica en Centro- américa, la creación de instituciones de fomento como el Fincyt del Perú y otros, y la proliferación de grupos de estudio interesados en rescatar la experiencia de la Escuela. Ésta es considerada como uno de los cimien-

338 Gestión de innovación y tecnología en Altec 2009 tos para la explotación de las potencialidades que la innovación aporta, mediante la correcta coordinación de las interrelaciones de las entidades que son reforzadas a través de la estructuración de un sistema regional de innovación, definido como la red de instituciones públicas y privadas cuyas actividades e interacciones generan, modifican y difunden nuevas tecnologías, facilitando la adaptación territorial a las dinámicas tecnoló- gicas y conduciendo tanto al desarrollo de capacidades de innovación y aplicación de conocimiento, como a la consolidación de estructuras com- petitivas (Castañeda, 2009).

Transferencia tecnológica, prospectiva y tecnologías de información y comunicaciones

Otro desarrollo conceptual que debemos considerar es la teoría de la dependencia1 desarrollada en los años sesenta y que, en los análisis de Dos Santos (2003), aun tiene vigencia; de ahí surgieron los debates rela- cionados con la transferencia de la tecnología. Mientras que en los años setenta se argumentaba que la adquisición de tecnologías obsoletas o maduras no coadyuvaba a cerrar la brecha tecnológica que separaba a los países en vías de desarrollo de los países desarrollados, hoy es patente que, aunque sigue habiendo intercambios de tecnologías maduras, son las de punta las que adquieren mayor importancia en las transferen- cias internacionales e ínter-empresa de tecnología, inclusive en el caso de países en desarrollo (Villavicencio y Arvanitis, 1994). El impacto de las transferencias permite fortalecer unidades de negocio en situaciones especiales, como el desplazamiento (Pardo, 2009), así como realizar su valoración en tanto que proyectos productivos para la sociedad (Correa et al., 2009) y por sí misma, ser detonador de innovación (Hoffman et al., 2009) y sustentabilidad (Barbosa, 2009). Así también, se consideran metodologías de transferencia tecnológica que en su aplicación por espe- cialidad (Lira de Parra y Gómez, 2009; Baquero et al., 2009), son posibles de analizar para hacer su práctica más generalizada. Se sabe, por otra

1. Como respuesta a la crisis capitalista de los años treinta. Tesis en la cual el Estado debía tomar un papel principal, regulando al mercado y marcando claramente la estrategia estatal de industrialización por sustitución de importaciones, de los países más industrializados del sub- continente (Argentina, México, Brasil y Chile) en la que estos países cerraron sus mercados (fomentando el mercado interno y aplicando altas tasas a las importaciones) y pasando al modelo del desarrollo estabilizador.

339 Juan Mejía Trejo y Álvaro Pedroza Zapata parte, que la tecnología adquirida vía la transferencia sea a través de diseños, proyectos básicos y equipos de producción, así como por los pro- yectos llave en mano, no basta para superar la brecha de la productividad, al menos en el corto plazo. La transferencia tecnológica adopta básica- mente dos formas: la ingeniería reversa (copia) o el aprendizaje (lo que se aprende de otra empresa al comprar su asistencia técnica) (Kim, 1997) y aunque a largo plazo ambos métodos son complementarios, su inicio suele ser difícil cuando una forma necesita de la otra para impulsarse y ella aún está en un nivel de subdesarrollo. Para Fong y Rodríguez (2004), la transferencia de tecnología es más que adquisición o difusión de una capacidad productiva. Implica la transferencia de una capacidad tecno- lógica para usar adecuadamente, adaptar y mejorar la tecnología adqui- rida. Para efectuarla existen diversos mecanismos, uno de los cuales es la información libre, de una universidad o de un centro de investigación. La tecnología también se transfiere a través de información no-libre, mediante transacciones con los dueños de la tecnología para adquirir conocimientos cuya propiedad está protegida legalmente (Pardo, 2009). El mecanismo más antiguo de transferencia es mediante la inversión extranjera directa; el cual necesita una conjunción de políticas diseña- das para su promoción y vinculación con el sector productivo (Romo, 2003), ya que con la misma se facilita la entrada de nuevas empresas en el sistema económico con la intención de generar derramas tecnológicas (spillovers). Las empresas transnacionales han establecido maquiladoras en muchos ámbitos del país y se supone que la transferencia de tecnolo- gía está teniendo lugar en cualquier lugar al que las maquiladoras hayan penetrado. Estudios específicos referidos a diferentes sectores produc- tivos sistemas de información: Rodrigues y Oliviera (2009) analizan los avances tecnológicos y cambios cualitativos y cuantitativos de capaci- dades durante los proceso de innovación de las organizaciones. Entre 1960 y 1980, fueron creadas en muchos países las Oficinas Nacionales de Ciencia y Tecnología (Oncyt), centros gubernamentales que buscaban la elaboración de planes de ciencia y tecnología. Hay que mencionar el triángulo de Sábato2 (Sábato y Botana, 1968) como coronación y para- digma de las ideas de la Escuela, el cual sigue siendo utilizado en varios análisis (Malaver, y Vargas, 2009; Robles, et al., 2009), evoluciona en el

2. Sábato promovió la idea de la interacción entre los sistemas productivo, científico-tecnológico y el Estado, a diferencia del modelo de triple hélice (Etzkowitz, 2003), a saber: universidades, empresas y gobierno.

340 Gestión de innovación y tecnología en Altec 2009 actual enfoque de los sistemas nacionales y regionales de innovación,3 mismos que ya son objeto de estudio a nivel de políticas y ejecución de las mismas (Castañeda, 2009) o ambientes favorables para su desa- rrollo (Meza y Pinto, 2009). Desde otra perspectiva, Pardo y Perdomo (2009) estudiaron los contratos estatales de transferencia tecnológica en Colombia; estos autores reportan que dichos contratos no valoran el conocimiento transferido y que es necesario asegurar mecanismos para establecer el estándar del conocimiento que garantice la tecnología que se está adquiriendo y su asimilación por parte de la entidad contratante, lo cual impide que se pase de la adquisición y el uso, a la asimilación y creación de tecnología. En un estudio comparativo entre empresas absorbedoras e innova- doras en Argentina, Gutti (2009) concluye que la cantidad de recursos dedicados a actividades de I+D no marca diferencias entre ellas; donde se encontraron diferencias fue en el capital intangible (capital humano, capital estructural y capital relacional). En las empresas absorbedoras se tienen menos profesionales, ingenieros y personal dedicado a actividades de ingeniería y diseño, en comparación a las empresas innovadoras. Este tipo de personal es el que se dedica a identificar, asimilar y explotar el co- nocimiento y traducirlo en proyectos de innovación, son quienes tienen la capacidad de gestionar la tecnología. En referencia a esta capacidad, las organizaciones han tenido que desarrollar sistemas que permitan ges- tionar el conocimiento y así, fortalecer sus competencias de innovación empresarial y tecnológica (Durán et al., 2009; Carvajal, 2009; Durango y Arias, 2009; Gómez y Ramírez, 2009; De Armas et al., 2009; Mejía y González, 2009; Castro y Acosta, 2009; Pérez y Solís, 2009). En este apar- tado debemos resaltar que la capitalización de la experiencia, su uso y explotación demandan actividades de tratamiento y gestión vinculadas con tecnologías de información y comunicación adaptadas a las necesida- des de las organizaciones (Malaver de Cordova y Arzola, 2009; Gualdrón et al., 2009), siendo interesante apreciar el diseño e implementación de

3. Desde una perspectiva sistémica, se pasó del concepto de Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología —un recuento de los recursos institucionales, humanos, sociales y económicos para la producción de conocimientos— al concepto de Sistema Nacional de Innovación —una red de relaciones de actores y de funciones entrelazadas en procesos de comunicación de demandas y ofertas, de capacidades complementarias y de intereses diferenciados pero articulables—. Adicionalmente, ha surgido una corriente nueva de investigación para estudiar los efectos de los sistemas nacionales y regionales de innovación sobre las actividades de innovación en organizaciones en economías emergentes así como también el grupo de Globelics como una comunidad de investigación que estudia esta tradición.

341 Juan Mejía Trejo y Álvaro Pedroza Zapata portales Web para mejorar la interacción de los actores con la innovación (Mendes et al., 2009). Hay dos publicaciones con artículos de gestión tecnológica mayorita- riamente procedentes de Latinoamérica: la Revista Espacios4 (venezola- na) publicada desde 1980, donde hasta junio de 2009 se habían publicado 345 trabajos (Valdivieso, 2009) y el Journal of Technology Management & Innovation5 que inició en 2005. Actualmente los estudios y propuestas alrededor del tema se han in- crementado, al igual que las aristas desde las cuales parten sus enfoques. Villarreal et al. (2009) estudiaron el caso del Centro Nacional astin del Sena, Colombia, donde se incorporó la participación de las pymes en la definición de los paradigmas tecnológicos a considerar en los servicios de vigilancia tecnológica para estos últimos. Ello permitió definir en forma conjunta, empresas y centro, los objetivos tecnológicos y los mercados principales de las empresas; a partir de ello, el centro enfocó su oferta de servicios. La información obtenida de los procesos de prospectiva tecnológica tienen un valor para los procesos de innovación de las empresas, así lo confirman Sánchez et al.(2009), quienes hacen un reporte en relación al análisis de 19 ejercicios de prospectiva y vigilancia tecnológica en dife- rentes sectores y actores en Colombia, que operaron bajo un esquema de redes y lograron desarrollar la conciencia por parte de las directivas de la importancia de estas herramientas en los procesos de toma de decisiones tácticas y estratégicas, así como para definir las estrategias y agendas de innovación que visualicen paradigmas tecnológicos de I+D como con- texto para propiciar el desarrollo de nuevas tecnologías y conceptos de productos y servicios (Yepes y Tamayo, 2009; Amar et al., 2009). Como parte de las prácticas de prospectiva tecnológica han surgido los observa- torios tecnológicos; también propician desarrollo y potenciación de pro- gramas y líneas estratégicas. Según reportes de Delgado et al., (2009) en el observatorio de la Universidad de Cujae en Cuba se ha identificado la evolución del desarrollo tecnológico en las ingenierías y arquitectura, lo cual a su vez prepara a la universidad para los cambios del entorno con enfoque estratégico.

4. http://www.revistaespacios.com. 5. http://www.jotmi.org.

342 Gestión de innovación y tecnología en Altec 2009

Hacia un sistema regional de innovación (sri)

El tema de los sistemas nacionales de innovación ha tenido importantes aportaciones en el mundo desde que la oecd (1997) sugirió formas de diseño e implantación así como de su administración (oecd, 1999); como parte de su continuidad, se tienen a los sistemas regionales de innova- ción que en Latinoamérica representan novedosas herramientas que permiten identificar e impulsar a variables de índole local, de tal forma que la industria nacional y multinacional aporten a la innovación de manera controlada y eficiente (Lavín et al., 2009); así, se han orientado los esfuerzos para su implementación en diversos campos identificando cómo interactúan las variables incidentes y generar recomendaciones de política industrial y de gestión empresarial, mediante la organización de dichos sistemas regionales de innovación (Castañeda, 2009; Dabos et al., 2009; Rebolledo et al., 2009). Con estos antecedentes, a continuación se reseñan algunos avances en la materia, expresados en función a los sub- temas siguientes: unidades productivas, universidad-empresa, centros de investigación y desarrollo tecnológico (cidt)-empresa, gobierno y políti- cas de ciencia y tecnología.

Relación universidad-empresa

El emprendimiento académico es un tema que inicia en los ámbitos de la investigación universitaria. D’Este et al. (2009) identificaron que la conducción de investigaciones en campos múltiples tiene un impacto significativo en la explotación de oportunidades de emprendimiento; sin embargo, tiene un bajo impacto en su identificación. Encontraron lo opuesto con investigadores de excelencia académica que conducen investigaciones de alto impacto, éstos tienen mayor probabilidad para identificar oportunidades de emprendimiento pero el impacto de las investigaciones disminuye en relación a la capacidad de explotar dichas oportunidades de emprendimiento. De acuerdo con González et al. (2009), el vínculo universidad-empresa genera nuevas fuentes de cono- cimiento y permite la introducción y la generalización de los resultados de las investigaciones realizadas en los centros generadores de conoci- miento. La capacidad de los institutos de educación superior (ies) para investigar (Sánchez y Rivera, 2009) depende del activo intangible que tienen, el reto de estas instituciones es la gestión de su intangible ya que es un recurso estratégico y factor diferenciador de cada una de ellas. Para

343 Juan Mejía Trejo y Álvaro Pedroza Zapata

Sebastián (2002) las tendencias más relevantes en el ámbito de coope- ración entre universidades y empresas son: incremento de las activida- des de comparación, diversificación de las modalidades, aumento del papel e impacto de las redes de cooperación, incremento de la dimen- sión internacional en la colaboración entre universidades y empresas, y aumento en la importancia de las unidades de interfase en el fomento y gestión de la cooperación. También se observa una apertura e interés creciente de los empresarios ante la cooperación universitaria, en parte porque de esta forma pueden acceder a diversos mecanismos de apoyo y financiamiento por parte del gobierno y de la propia universidad. Torres et al. (2009) reportan que en México existe una relación positiva entre variables de esfuerzos tecnológicos y de innovación (eti) y la propensión a establecer vínculos academia-industria (vai), tanto con las ies como centros públicos de investigación (cpi), así como en las formas específi- cas de interacción. Se encontró que la existencia de actividades de I+D al interior de las empresas se relaciona positivamente con el estableci- miento de interacciones para el uso e intercambio de información que realizan las empresa y las ies y cpi para apoyar actividades de innovación. La intensidad de las actividades de I+D se relaciona positivamente con vínculos interconectados con flujos de información para el caso de cpi y con el flujo de productos y servicios en el caso de ies y cpi. En cuanto a la relación de actividades de innovación, tienen una relación positiva para la capacitación y utilización de recursos humanos con los cpi y la relación es negativa para el establecimiento de empresas. Las universi- dades pueden desarrollar diferentes estrategias que definen sus diversos papeles dentro del sni, dando lugar a diferentes tipos de universidades (Fernández de Lucio et al., 2000): académica, clásica, social, empresarial y emprendedora. También se muestra un análisis de la variabilidad de las situaciones que se presentan en las relaciones universidad-empresa y se expone el marco en el que éstas operan. Dicho marco parte de una agrupación funcional de elementos que intervienen en los procesos inno- vativos en una serie de entornos, a saber: los entornos científico, tecnoló- gico, financiero, productivo y de usuarios. Se describen, igualmente, las estructuras de interrelación poniendo de relieve su poder de articulación y capacidad de dinamización que éstas proporcionan a los elementos de los diferentes entornos para, finalmente, pasar revista de las posibles estrategias de funcionamiento y los factores que condicionan su desem- peño (Manjarrés et al., 2009; Wilson y Scacchi, 2009). De acuerdo con Villanueva et al. (2009) las características de los vínculos sociales entre

344 Gestión de innovación y tecnología en Altec 2009 los individuos y el tipo de investigación desarrollada por los académicos afectan a la diversidad de mecanismos de transferencia utilizados con las empresas en España y Holanda. Cuando la investigación es de carácter horizontal y es aplicable a varias áreas industriales, tanto el investigador como el empresario se esfuerzan para reforzar sus vínculos. Cuando el conocimiento generado por el investigador es muy interdisciplinario y por lo tanto tácito y complejo, no se relaciona significativamente con el uso de diversos canales de transferencia. Es particularmente importante hallar los mecanismos de vinculación permanente entre la universidad, la empresa y el Estado (Urrutia et al., 2009), que permiten que la sociedad en general y los sectores productivos en particular se puedan beneficiar del conoci- miento y las capacidades de investigación y desarrollo existentes. Otra alternativa es propuesta por Freire et al. (2009) al promover la cultura innovadora y estimular el espíritu emprendedor en el ámbito científico-tecnológico, facilitando los procesos de transferencia de tecno- logías al medio productivo y la creación de empresas intensivas en cono- cimiento (Start-Ups y Spin-Offs de origen universitario). Las Spin-Off son empresas de conocimiento creadas en las universidades por investigado- res que dan pie a relaciones universidad-empresa y a la participación de actores financieros, tecnológicos y científicos para su desarrollo. Contar con estas posibilidad requiere del desarrollo de una cultura emprendedo- ra, cartera de proyectos tecnológicos y científicos, mecanismos de protec- ción y transferencia tecnológica, así como un marco de regulatorio claro (Naranjo, 2009). Morales y Gutiérrez (2009) analizaron el desarrollo de las Spin-Offs académicas en España, el perfil del emprendedor académi- co y sus motivaciones para convertirse en emprendedores. Encontraron que los académicos emprendedores españoles son investigadores de alto estatus, con amplia experiencia en el campo y con una calidad científica superior a la media de los investigadores de las universidades públicas. El conocimiento científico y su desarrollo es lo que los impulsa a empren- der, continuar con su labor de investigación es la motivación principal más que el convertirse en emprendedores.

Centros de investigación y desarrollo tecnológico (cidt)-empresa

Los cidt presentan propuestas de una notable evolución en trabajos basados en el enfoque de tercera generación (Third Generation R&D). Este enfoque, desarrollado a mediados de los años noventa, busca esta- blecer vínculos explícitos entre los objetivos de los proyectos y los objeti-

345 Juan Mejía Trejo y Álvaro Pedroza Zapata vos estratégicos de la organización. Un reporte realizado en 1998 por la European Industrial Research Management Association (eirma), señala que: “[…] la aplicación del concepto de tercera generación representa una competencia central para las organizaciones que realizan proyectos de investigación y desarrollo” (Briceño et al., 2009). Una de las activida- des básicas de los cidt es la vigilancia tecnológica, mediante agrupacio- nes específicas o clústers. El desarrollo de clústers de alta tecnología y la influencia que éstos ejercen sobre el desarrollo socioeconómico de la región en la que se insertan, ha sido un tema ampliamente abordado en la literatura, principalmente desde el punto de vista de la búsqueda de los factores que favorecen la aparición de estas regiones. Sin embargo, el marco teórico imperante está basado en una visión predominantemente económico-estructural, el cual ha demostrado una limitada validez en los casos de innumerables regiones donde los esfuerzos no han dado los resultados esperados. Particularmente, el trabajo presentado por Nuño y Pedroza (2009) demuestra que las principales dificultades para la crea- ción de modelos como el caso del clúster, es debido principalmente a los supuestos de linealidad, racionalidad y causalidad de sus factores, así como el ignorar las dimensiones holísticas y sistémicas del desarrollo, relacionadas con ciertas dinámicas socioculturales como los procesos de vinculación y tensión, los procesos de negociación y las asimetrías de poder, y en general fenómenos que pueden tener un significativo impacto en la evolución y sobrevivencia de un clúster. En el trabajo de Matos et al. (2009) se analizan los impactos positivos derivados de la implantación de mecanismos de inteligencia competitiva en la promoción de innovación en clústers de producción tradicional como lo es el del calzado. Solleiro (2009) muestra la gestión del conocimiento en los centros de investigación de América Latina y el Caribe. Se cuestiona la carencia de evidencia de la difusión de modelos de cooperación científica y tecnoló- gica de largo plazo entre empresas e instituciones de investigación en los países donde se realizó la investigación. También menciona que son po- cos los casos de éxito donde los cpi han definido objetivos de generación de conocimientos a partir de la comercialización de los mismos, colabo- rando al unísono a la solución de problemas económicos y sociales del país que pertenecen, ya que el problema no es sólo de nuestro país. En esta publicación no se aborda la importancia de los procesos de la cadena inventor-invención-innovación y difusión del conocimiento al interior de la organización creadora del mismo, así como el impacto de la generación de tecnologías para la competitividad de los países, la importancia de la

346 Gestión de innovación y tecnología en Altec 2009 difusión del saber —a través de la publicación de artículos, patentes y libros, como los vehículos de la comunidad científica para divulgar y usar ese conocimiento, de acuerdo a indicadores nacionales internacionales.

Gobierno y políticas de ciencia y tecnología

Las experiencias de política de ciencia, tecnología e innovación (pcti) exitosas a nivel internacional sugieren que el éxito de los países está fuer- temente asociado a la construcción de más capacidades en ciencia y tec- nología para cimentar un desarrollo basado en el conocimiento (Atencio et al., 2009). La oecd (1999) ha hecho un estudio de tales políticas en los países miembros, a partir del cual se define un esquema de mejores prácticas, ilustrado con ejemplos exitosos. No se trata de copiar modelos, pero sí de tomar fuentes de inspiración. Pérez (2009) señala, en su inves- tigación en México, que para que una región o localidad sea innovadora o exitosa requiere de un entramado institucional que facilite los procesos de interacción (aprendizaje, transferencia de tecnología, gestión tecnoló- gica, etc.) para que soporte el conocimiento tácito. El aprendizaje que se genera en la región es influido por la cultura y las formas de gobernar, lo cual incide en el funcionamiento de las redes y las formas de cooperación de los involucrados. Así mismo los procesos de difusión y divulgación son cruciales, igual que el consenso político. Afirma que los organismos locales requieren de la acción e influencia de los organismos regiona- les, no como condición pero sí como catalizadores de su actividad, en su espectro local.

Diseño organizacional e innovación

Por otro lado, se aprecia la importancia de cómo los distintos elementos de la organización, se identifican con potencial de alinearse en pro de la innovación, con trabajos especializados alrededor de la cultura (Flavio Monteiro de Oliveira et al., 2009), clima (Aldape et al., 2009), apren- dizaje (Arzola, 2009) y el desarrollo organizacionales (Petit, 2009). Lo anterior crea la necesidad de diseñar modelos que permitan gestionar las variables de la organización, para generar la innovación y poderla gestionar y medir. En éste último caso, cabe mencionar el trabajo de Mejía y Pedroza (2009) en el cual se descubren las principales variables del diseño organizacional, entre ellas la incertidumbre del entorno, que permiten promover (o inhibir), gestionar y medir la innovación, com-

347 Juan Mejía Trejo y Álvaro Pedroza Zapata probando que las grandes empresas aplicadas en sectores tan intangi- bles como los servicios intensivos en conocimiento, no son precisamente innovadoras sino más bien optimizadoras de recursos.

Conclusiones

Los resultados y experiencias internacionales presentadas en Altec xiii confirman que las políticas en ciencia, tecnología e innovación elevan las posibilidades de mayor productividad y competitividad en los países que la practican. Se aprecia, además, que los diversos países representados por sus investigadores están realizando esfuerzos por implementar accio- nes de innovación en todos los órdenes principalmente en transferencia tecnológica, prospectiva, tecnologías de información y comunicaciones, cidt, elementos del diseño organizacional, gestión y medición de la innova- ción; dichos trabajos son numerosos y atienden diversos puntos de vista por lo que aportan resultados igualmente múltiples; sin embargo, aún se observan desarticulados. Una forma reconocida para generar, imple- mentar, controlar y medir los alcances de la innovación lo representan los sri, mismos que parten de analizar e identificar las ventajas compe- titivas que privan en la localidad por diversos factores, entre ellos el cul- tural y el geográfico. Los sri son una herramienta tecnológica que en Latino-Iberoamérica se han discutido en los últimos años, incentivando su aparición mediante la difusión de alcances en cada país. Se destaca que existen parámetros que aún se encuentran en proceso de definición sobre cómo delimitar una región, cuáles son las variables y las relaciones de los diversos actores que intervienen. Klein y Sorra (1996, citados por Hedge y Pulakos, 2002: 8), argumentan que la falta de aprovechamiento para adoptar innovaciones proviene más de las fallas por su implementa- ción que de la innovación misma. Dentro de dichas fallas debemos con- siderar las relaciones de entradas y salidas que todo modelo manipula, a lo cual llamamos en nuestro caso eficiencia, afirmando que mientras más recursos sean invertidos, mayor es la competitividad del sistema (Zabala, 2008: 85). La eficiencia de un recurso utilizado es el grado en el cual las entradas producen salidas que no comprometen la inversión (Zabala, 2008). Cabe aclarar que eficiencia y efectividad no son términos equiva- lentes, ya que el primero relaciona cómo son utilizados los recursos en un proceso y el segundo aborda si los objetivos han sido alcanzados o no. Así, las políticas de un programa de innovación regional pueden ser

348 Gestión de innovación y tecnología en Altec 2009

efectivas, porque han alcanzado los objetivos propuestos, pero ineficien- tes desde el punto de vista de obtener bajos resultados contra la gran cantidad de insumos empleados. En este sentido, es de vital importancia descubrir los indicadores, considerados como entrantes y salientes, que permitan definir al sir. Grupp (2003) afirma que es válido buscar (realizar benchmarking) y descubrir en el medio los indicadores que sean considerados por la industria superiores, por ser producto de las mejores prácticas. No es de extrañar, por tanto, que cada uno de los sir internacionales sean tan va- riados en sus indicadores, por lo que aún no es posible obtener modelos de innovación que expliquen claramente la metodología de su medición, tales como asignación de pesos a los indicadores y cómo manejan las di- ferencias entre países sobre la disponibilidad de datos, etcétera.

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Dimensión de turismo y medio ambiente

Mercosur: integración y turismo

Alfredo César Dachary Stella Maris Arnaiz Burne

Antecedentes

Los procesos integracionistas en América del Sur tienen una larga histo- ria. Tomaremos como uno de los referentes principales —aunque no el único— la firma del Tratado de Montevideo en 1960 por el que se insti- tucionaliza la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (alalc), cuyo objetivo era crear una asociación de libre comercio por doce años. Este antecedente tiene, entre otras, dos características importantes. Por un lado, integra a México con Sudamérica y se limita sólo a los paí- ses latinoamericanos y, por el otro, nace con el apoyo de la Comisión Económica para América Latina (cepal), organismo creado por la Or- ganización de las Naciones Unidas (onu) doce años antes (Escribano y Fernández). La alalc fracasa y en 1980 se plantea una nueva estrategia: la Aso- ciación Latinoamericana de Integración (Aladi), que muchos consideran la continuación “natural” de la alalc, pero en una coyuntura política muy diferente, ya que existían dos diferentes modelos de integración: el liberal y el intervencionista. El primero es el que se impone en América Latina, empujada por la crisis de la deuda externa, la presión de los organismos financieros in- ternacionales y la propia coyuntura de consolidación del neoliberalismo económico, como modelo que sirve a los graves problemas de las econo- mías de los países centrales (Gutiérrez, 2004: 66). El verdadero antecedente del actual proceso de integración es, por un lado, político, con la caída de los regímenes militares en el cono sur,

359 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne las brutales dictaduras de Argentina, Chile, Uruguay y Brasil y, por el otro, económico, que lo lidera Brasil al plantearse una verdadera vía de desarrollo y apertura que es seguida, en diferentes niveles, por los go- biernos democráticos que emergieron. Argentina, el otro socio importante, por el tamaño de la economía, del Mercado Común del Sur (Mercosur) se unirá a Brasil en las nego- ciaciones de 1985 con el acta de Foz de Iguazú y en 1986 se firmó el Programa de Integración y Cooperación Económica (pice) entre Brasil y Argentina. Esta acta plantea transformar la relación de amistad de ambos países en una voluntad de crecimiento conjunto, estableciendo un programa gradual, por etapas de definición, negociación, ejecución y evaluación, y en la misma se integrará al sector empresarial a las negociaciones (Acta de Buenos Aires, 1986). En 1988 se firma un nuevo Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo entre Brasil y Argentina para la liberación de un espacio co- mún de comercio, ratificado en 1989; en 1990 se firma el acta comple- mentaria número 14 de la Aladi que es considerada como uno de los pilares para la creación del Mercosur. En Asunción del Paraguay se firma el Tratado de Asunción, entre los cuatro futuros miembros del Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y se fija el 31 de diciembre de 1994 como fecha límite para la constitución de lo que sería el Mercosur (Escribano y Fernández). En 1994, se firma el Protocolo adicional al Tratado de Asunción sobre la estructura institucional del Mercosur, que es el Protocolo de Ouro Preto, donde se le da forma al Mercosur con los siguientes órga- nos: Consejo del Mercado Común, el Grupo del Mercado Común, dos Comisiones, la de Comercio y la Parlamentaria, un Foro Consultivo y la Secretaría Administrativa (Protocolo Ouro Preto, 1994). Dos años después, en 1996, se integran al Mercosur las repúblicas de Chile y Bolivia en calidad de asociados; en ese mismo año, se reúnen en Argentina los socios del Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uru- guay para signar una declaración presidencial de compromiso democrá- tico, que lo definen como condición esencial para la cooperación en el ámbito del Tratado de Asunción y sus protocolos (Declaración Presiden- cial, 1996). Dos años después, en 1998, se signó el Protocolo de Ushuaia por el cual los cuatro países del Mercosur y los dos asociados, Bolivia y Chile, se integran en un compromiso democrático, ratificando así la Declaración

360 Mercosur: integración y turismo

Presidencial de 1996 realizada en Argentina sobre democracia, a la vez que declaran Bolivia y Chile zona de paz. Luego se adhirieron como asociados: Colombia, Perú y Ecuador y está en este trámite la República Bolivariana de Venezuela, cuyo proto- colo ha sido aprobado por la mayoría de los países faltando sólo Para- guay; junto a ellos están como observadores del Mercosur: México y la Unión Europea.

Dimensiones del Mercosur

Países Territorio (km2) Población Tasa crecimiento idh (millones) 2010 (cepal) Socios Argentina 2’766,889 40.6 8.4 0.871 Brasil 8’511,965 191.3 7.7 0.819 Paraguay 406,750 5.8 9.7 0.765 Uruguay 176,220 3.3 9.0 0.874 Subtotales 11’861,824 241.0 Asociados Bolivia 1’098,581 8.4 3.8 0.733 Colombia 1’141,748 42.7 4.0 0.810 Chile 755,838 18.2 5.3 0.881 Ecuador 283,560 13.4 3.5 0.811 Perú 1’285,220 26.3 8.6 0.803 Venezuela 916,445 27.2 -1.6 0.848 Subtotales 5’481,392 136.2 Totales 17’343,216 377.2 Fuente: El mundo en cifras 2010. Ediciones Gestión 2000, Barcelona.

El Mercosur emerge como un grupo de países camino a una integra- ción a la par de su contraparte del norte, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la consolidación de la Unión Europea, entre las más cercanas a su geografía, en un mundo globalizado.

La región en la actualidad

La crisis que estalla en 2008 ha impactado por primera vez de manera diferenciada a los países emergentes frente a los desarrollados; así tene-

361 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne mos que, en ese año, los países en desarrollo crecen 5.4% frente a 0.1% de los países desarrollados. En 2009 se repite el proceso y mientras los países centrales tienen un desarrollo negativo de -3.5%, los subdesarrollados alcanzan 2.4%. En 2010 la situación se profundiza, ya que los periféricos crecen 7.1% frente a los desarrollados que sólo logran 2.3%, según el informe de la onu so- bre la situación y prospectiva 2010 (cepal, 2010: 14). Esto se expresa en una tasa de crecimiento elevada de los cuatro países miembros del Mercosur y de los cinco asociados, liderados por Brasil, que forma parte del bric —hoy redefinido como brics al agregar a Sudáfrica—, uno de los polos alternativos a la hegemonía que ostentaba Estados Unidos hasta hace pocos años. En esta primera década del siglo xxi, la coincidencia de gobiernos democráticos de corte progresista en el Mercosur ha incidido en que el proceso de integración sea más dinámico y los avances en materia de lucha contra la pobreza sean más efectivos. El avance del Mercosur a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) sólo ha sido posible en este tiempo con un diálogo más efectivo entre los líderes iniciales del Mercosur y los países asociados; además, se ha transformado en una alternativa real a la formación de bloques económicos y políticos a nivel mundial. El Mercosur, con un mercado de más de 240 millones de consumidores internos, es uno de los princi- pales productores de alimentos a nivel mundial y de petróleo luego del descubrimiento y auge de Brasil, al que se unen el poder energético de Venezuela, Bolivia y Argentina. Este potencial se expresa en los siguientes indicadores:

Indicadores Nº o % Biodiversidad del planeta 25% Hectáreas arables (sin considerar las posibles de abrir) en uso 12% 676.000,000 has Potencial hidroeléctrico 202,593 MW Ganado vacuno, el mayor rebaño a nivel del planeta 240.000,000 bovinos Las dos primeras cuencas hídricas del planeta: Amazonas y de la 9.170,000 km2 Plata Agua dulce per cápita 39.432 m3 Área forestada: 98% bosques naturales y 2% área plantada 603.000,000 has Mercosur es la región con una baja emisión de carbono 1% Bienes naturales y culturales Patrimonio de la Humanidad 20 Fuente: El Mundo en cifras 2010. Ediciones Gestión 2000. Barcelona.

362 Mercosur: integración y turismo

El desarrollo del turismo en el Mercosur

Para abordar el tema del turismo en el Mercosur debemos partir de las regulaciones que se han ido acordando para tener un panorama del pro- ceso de integración y el turismo, para luego pasar a abordar las diferentes zonas de turismo que se dan en esta macrorregión de más de 11 millones de km2. El proceso de integración en el área del turismo tiene entre sus ante- cedentes la Resolución 123/94 del año 1994, por la cual se resuelve que hasta que no exista un reglamento común para la defensa del consumi- dor, cada país aplicará su norma en lo referente al turista, como consu- midor en el Mercosur. Dos años después, con la Resolución 123/96, se califican los concep- tos de consumidor, proveedor y la relación de consumo, además de pro- mover la exigencia de controlar la publicidad engañosa o abusiva (Felds- tein et al., 2008). En 1996, se logró el Protocolo de Santa María sobre jurisdicción in- ternacional en materia de relaciones de consumo. En el año 2000, en la Declaración de Florianópolis se emiten los derechos fundamentales del consumidor del Mercosur. En noviembre del 2001, las delegaciones de los cuatro países socios del Mercosur envían una comunicación a la Organización Mundial de Comercio (omc) y, más específicamente, al Consejo de Comercio de Ser- vicios, vinculado a los servicios turísticos. En esta comunicación, los países reconocen el papel importante del turismo en el comercio mundial y, pese a ello, aún había para esa fecha una serie de limitaciones para poder abrir estos servicios al proceso de mundialización y ven limitaciones en el movimiento de turistas. Por ello piden a la omc eliminar las restricciones al acceso a mercados y trato na- cional en los servicios turísticos (omc, 2001). En 2003, en la Reunión Especializada de Cooperativas del Mercosur se trató el tema del turismo cooperativo regional. En 2004, se aprobó el Acta 2/04 en la reunión celebrada en Buenos Aires en el marco de la xxx- viii Reunión Especializada de Turismo, donde se planteó la promoción conjunta del Mercosur, a la vez que los circuitos turísticos integrados en la macrorregión (Acta 2/2004). Al año siguiente, en la xl Reunión Especializada en Turismo del Mercosur realizada en Asunción, entre los cuatro países signatarios, se logró una importante serie de avances en puntos fundamentales vincu-

363 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne lados a la integración y el desarrollo del turismo en la macrorregión del Mercosur. Entre ellos destacan los siguientes: • Uno de los temas centrales se refiere a los pasos fronterizos y las facilidades que se deben dar al turismo, un tema que ha sido solucio- nado en gran parte aunque aún quedan puntos de conflicto como el puente Posadas-Encarnación, un verdadero galimatías de aduanas y migración. • La necesidad de lograr una cuenta satélite de la macrorregión, ya que las hay de algunos de los países miembros y para ello hace falta el apoyo del bid. • Un tema constante es la defensa del consumidor en el Mercosur, algo que no ha logrado imponerse pese a existir actas de acuerdo, dada las diferentes legislaciones en los países miembros. • Inventarios turísticos y circuitos fueron entregados a las delegacio- nes y con ello se fue avanzando en el proceso del turismo de mul- tidestinos, que sería el ideal para las grandes regiones turísticas del Mercosur. • Se evaluó la participación conjunta en promoción del turismo del Mercosur en la Feria de Berlín y el wtm de Londres y se propuso hacer lo mismo en Fitur 2006. Así mismo, se promueve la promoción del Mercosur en Japón. • Se plantea implementar una base de datos comunes en un portal dentro de la página del Mercosur y, a su vez, solicitar apoyo a la omt para proyectos específicos.

Las reuniones de ministros y las específicas de las comisiones vinculadas al turismo y al comercio han seguido construyendo la base para esta inte- gración como una actividad fundamental en el Mercosur. En 2006 se realizó la xix Reunión de Ministros del Interior del Mer- cosur, con una agenda sobre migración y seguridad. El Acuerdo de Bue- nos Aires sobre seguridad se realizó en la capital de Argentina y aborda la lucha contra la trata de personas, que incluye el control de menores. Así mismo, se acordó dar visas de hasta 90 días para los turistas y un plan de regulación de los inmigrantes sin documentación. En 2009, el Consejo del Mercado Común ha entendido que el turis- mo es un medio de reforzar la integración cultural entre los países y el desarrollo económico, dándole mayor importancia al turismo como un eje vertebrador de estas ideas.

364 Mercosur: integración y turismo

La promoción conjunta del Mercosur y el proyecto desarrollado en Japón así como la asociación con la Agencia de Cooperación Internacio- nal (jica) de Japón, han decidido la creación de un Fondo de Promoción de Turismo del Mercosur (fptur) como instrumento de gestión financiera generada por el propio fondo. Éste estará financiado por fondos de los estados y funcionará por cinco años a partir de la primera contribución y será administrado por la Reunión Especializada en Turismo (ret) (Mercosur, cmc/Dec. núm. 24/09). América del Sur ha tenido, al igual que el resto de la economía, un impacto mucho menor que el de los países desarrollados frente a la crisis, ya que el impacto de la misma en 2008 fue menor que el que se dio en América del Norte y Centroamérica, con caídas de -6% frente a -3% de esta región; para 2009, la tendencia fue a la alza con un crecimiento de 4% (omt, 2010: 6). El turismo en el Mercosur es una actividad muy dinámica y anterior a la creación de este organismo de integración regional, se ha dado de manera estacional en diferentes espacios en los distintos países que lo conforman. En la temporada de verano, turismo de sol y playa se ha concentrado en dos grandes regiones: la Costa Atlántica de Uruguay, con centro en la internacional Punta del Este, donde dominan los turistas de Argentina y Brasil y en la costa brasilera desde Santos hacia el sur, los estados de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul. Un segundo frente turístico durante todo el año es el turismo trans- fronterizo, por razones de turismo de compras o descanso, cuyo centro sería la triple frontera y las zonas fronterizas del río Paraná con Paraguay y del río Uruguay con Brasil y Uruguay. Un tercer tipo sería el que se da por razones más de turismo de com- pras hacia Buenos Aires desde todo el Mercosur y que puede llegar a otros destinos como Bariloche y hacia Brasil a Río de Janeiro, pero éste es menor ya que, ante la diferencia de precios a su favor, los brasileños viajan masivamente a Argentina. Un último frente es el que se orienta al turismo de la naturaleza cuyo emblemático ícono son las cataratas del Iguazú, los esteros del Iberá, el Pantanal, y hacia el sur: Bariloche, El Calafate y Ushuaia, pero hay tam- bién un importante desarrollo de turismo rural y de la naturaleza en los cuatro países socios y en los asociados.

365 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

Parecería que nos estamos limitando a una geografía restringida de estos cuatro países, pero ocurre que el mayor mercado emisor de Brasil es el centro sur, colindante con los otros países socios y la región con ingresos más elevados del país, el de Paraguay es el del río Paraná co- lindante con Brasil y Argentina. Uruguay, como estado tapón, tiene una zona integrada al turismo con Argentina, la zona balnearia y termal del río Uruguay y la zona atlántica, además del resto como turismo rural y de la naturaleza. La zona centro noroeste de Argentina que abarca La Pampa y Bue- nos Aires, la mitad de la población, y los estados limítrofes de la Me- sopotamia son los que tienen mayor interacción con Brasil, Uruguay y Paraguay. Esta vasta región es la que concentra la mayor parte del pib nacional y, por ende, aloja la población con mayores ingresos para el con- sumo turístico. Pero el hecho que ha agilizado y profundizado el turismo interregional es la falta de exigencia de visas y el documento único de identidad del Mercosur, que reemplaza al pasaporte y hace más dinámi- co el movimiento de personas en esta región en proceso de integración.

El turismo por países miembros

Analizaremos inicialmente el turismo por países —los cuatro socios del Mercosur—, para luego ver el tema en conjunto y poder definir el tipo de turismo que se desarrolla en esta región. Analizamos los países siguiendo un orden alfabético que, a su vez, permite ubicar a los dos países líderes del Mercosur: Brasil, la locomo- tora, y Argentina, en segundo lugar, dadas las características de la po- blación, más urbana y con más elevado nivel cultural, es la contraparte natural de este proceso de integración.

Argentina

Argentina es un país que ha tenido un proceso inverso en el siglo xx: de ser un país con gran desarrollo, se fueron reduciendo en sus posibilida- des hasta quedarle sólo una larga historia de fracasos y algunos aciertos que aún motivan al argentino promedio. Fue un país pionero en el turismo, logró la construcción de la prime- ra ciudad turística o balnearia de América Latina a fines del siglo xix: Mar del Plata; luego fue un líder del turismo social y es una potencia en

366 Mercosur: integración y turismo turismo interior, aunque en la actualidad el turismo extranjero ha redes- cubierto, a partir del año 2001, la Argentina como un destino de interés cultural y natural. El turismo interior o doméstico es la expresión de que existió una sociedad relativamente equitativa, que permitió hacer del turismo una conducta mayoritaria de todos los argentinos en diferentes dimensiones. Hoy Argentina emerge como un destino atractivo a nivel mundial, fruto de la ampliación del universo de los viajes y la profundización de la revolución en los transportes, además del fin de las distancias con el do- minio mundial de la Web, que coloca al sujeto en el país que desea visitar en una “visita previa”.

Turismo extranjero en Argentina 1995-2008

Año Arribo turistas* Ingresos* Gastos por turismo internacional** 1995 2.3 2.2 3.3 2000 2.9 2.9 4.4 2005 3.8 2.7 2.8 2006 4.2 3.3 3.1 2007 4.6 4.3 3.9 2008 4.7 4.6 4.5 *Millones; ** Miles de millones. Fuente: omt (2010). Barómetro, vol. 8, núm. 1, omt, enero, España.

Según se puede ver en el cuadro anterior, el turismo extranjero que llega a Argentina se ha duplicado en la primera década del siglo xxi, un hecho importante ya que antes este país estaba alejado del turismo mun- dial por sus grandes distancias de los países centrales emisores. Sin embargo, el turismo transfronterizo, que coincide con los países miembros del Mercosur, se ha mantenido antes de la creación del mismo pero se ha incrementado en la medida que se han reducido las medidas aduanales y migratorias para los ciudadanos del Mercosur. El auge del turismo intra-regional, liderado por Chile y en la actuali- dad junto a Brasil, es un turismo no estacional, que combina cortos via- jes con turismo de compras, por lo que Chile y Uruguay —vecinos muy cercanos— tienen mayor facilidad para realizarlo, al igual que Bolivia y Paraguay en la zona norte. La duplicación de los arribos luego de la crisis de 2001 y la gran de- valuación de la moneda aceleraron esta tendencia, similar en el resto de

367 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

Turistas a Argentina desde Mercosur

Países/ Bolivia Brasil Chile Paraguay Uruguay Total turistas Años internacionales 1990 88,860 246,712 438,965 238,556 385,949 1’930,034 1995 123,699 316,784 465,743 415,945 387,328 2’288,694 1999 101,724 451,768 541,163 515,914 513,749 2’898,241 2000 95,072 451,368 571,334 499,835 488,037 2’909,468 2001 113,234 333,012 520,316 469,191 392,450 2’620,464 2002 119,121 345,038 749,036 518,310 362,963 2’820,039 2003 59,678 350,298 767,758 429,792 363,107 2’995,272 2004 145,244 418,865 848,162 346,266 370,428 3’456,527 2005 151,510 452,663 915,508 302,150 437,714 3’822,666 2006 155,169 559,219 933,140 313,313 514,407 4’155,921 2007 4’562,000* 2008 4’665,000*

*Datos omt (2009). Fuente: Indec, Argentina. los emisores ya sean de América del Norte, Estados Unidos, Canadá y Europa. Argentina sigue siendo un gran país de turismo interior, con movi- mientos similares a los de los países desarrollados y con un importante crecimiento del turismo internacional más allá de las fronteras del Merco- sur, fenómeno que estalló a comienzos de la primera década del siglo xxi.

Total turistas que arriban a Argentina fuera del Mercosur

Año/ País- Estados Unidos Resto de Europa Resto del Total región y Canadá América mundo 1990 161,016 91,866 232,956 45,154 530,992 1995 178,180 100,440 248,348 52,227 579,195 1999 249,781 116,568 336,676 70,898 773,923 2000 252,384 122,120 354,050 75,268 803,822 2001 179,832 149,156 370,933 92,340 792,261 2002 152,620 172,503 323,729 76,719 725,571 2003 224,472 229,630 455,998 114,538 1’024,638 2004 302,255 290,668 546,184 188,454 1’327,561 2005 369,753 354,597 630,888 207,883 1’563,121 2006 400,354 395,690 658,160 226,469 1’680,673 Fuente: Indec, Encuesta de Turismo Internacional.

368 Mercosur: integración y turismo

Brasil

Brasil, la potencia emergente y líder del Mercosur, es el gran receptor de turismo exterior, lo cual ha pasado por diferentes etapas, que van del auge a la caída —en los años noventa— debido a la gran inseguridad. En esta nueva década, el turismo ha crecido con el gran desarrollo econó- mico y social del país.

Turismo en Brasil, 1995-2009

Año Arribo turistas* Ingresos** Gastos por turismo internacional** 1995 2.0 1.0 3.4 2000 5.3 1.8 3.9 2005 5.4 3.0 4.7 2006 5.0 4.3 5.8 2007 5.0 5.0 8.2 2008 5.1 5.8 11.0 2009 4.8 5.3 n.d. * Millones. ** Miles de millones. Fuente: omt (2010). Barómetro, vol. 8, núm. 1, omt, enero.

La crisis de 2008 ha incidido en la caída del turismo, como efecto coyuntural, ya que en esta década —la primera del nuevo siglo— los tu- ristas extranjeros tuvieron un incremento de más de 150%. El auge del real, una moneda que se está consolidando, ha incidido en un alto costo de este país destino; sin embargo, ello no ha reducido el turismo sino que ha cambiado su perfil, tomando un segmento muy especial: el viaje de negocios. La crisis de la aerolínea bandera, Varig, implicó un profundo cambio y coyuntural caída del turismo extranjero, ello ha llevado a la creación de nuevas empresas brasileras como Gold y tms y la apertura del mercado a líneas extranjeras para viajes internacionales. Brasil es el único país de la región que produce aviones de pasajeros de mediano y corto alcance —además de los ejecutivos— y ello ha inci- dido en la modernización de las flotas regionales y locales con el uso del Embraer, avión que ya ha sido aceptado a nivel mundial.

369 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

Países emisores del Mercosur a Brasil

Países/Socios 2008 2007 2006 Argentina 1.017,675 920.210 933,061 Paraguay 217,709 206,323 198,958 Uruguay 199,403 226,111 255,349 Países asociados Chile 240,087 260,430 167,357 Colombia 96,846 45,838 50,103 Perú 93,693 96,336 64,002 Bolivia 84,072 61,990 55,169 Fuente: Ministerio de Turismo. Brasil. 2010.

Dentro del Mercosur, Argentina es el principal emisor de turistas a Brasil —principalmente en verano, ante la posibilidad de viajes por carretera—, para los estados vecinos del noreste y las playas con aguas templadas de Brasil, lo opuesto a las playas de aguas frías de Argentina y Uruguay. Uruguay es el segundo emisor hacia Brasil, seguido por Paraguay y Chile, pero todos han reducido sus turistas, presumiblemente por la crisis y la revalorización del real.

Principales países emisores de turismo a Brasil fuera del Mercosur

Países 2008 2007 2006 Estados Unidos 625,506 699,169 721,663 Italia 265,724 268,685 287,898 Alemania 254,264 257,719 277,782 Portugal 222,558 280,438 299,211 Francia 214,440 254,367 275,913 España 202,624 216,373 211,741 Reino Unido 181,179 176,948 169,327 Países Bajos 81,936 83,554 86,122 Fuente: Ministerio de Turismo (2010), Brasil.

Estados Unidos es el segundo gran emisor mundial a Brasil, después de Argentina, aunque Europa como grupo de países lo supera, siendo este último el mayor emisor extranjero hacia este país, cuya ubicación a nivel del trópico lo acerca mucho a Europa.

370 Mercosur: integración y turismo

Brasil tiene en el turismo una gran palanca para desarrollar zonas muy alejadas con turismo de la naturaleza, pero también las mismas ciudades de cara al 2016, cuando se realicen los Juegos Olímpicos en Brasil, que será la mejor promoción del país para la segunda década del siglo xxi.

Paraguay

De los cuatro países fundadores del Mercosur, Paraguay es el de menor nivel de desarrollo, aunque en la actualidad fue el que creció a un nivel mayor, de 9.4% para 2010, por lo que el sector terciario es el menos desa- rrollado, salvo el comercio debido a sus zonas libres. Aislado por muchas décadas a consecuencia de una férrea dictadura, caracterizado como una sociedad con muy bajos niveles de seguridad, ha sido el país con menor número de turistas. Sin embargo, encontró su nicho en la triple frontera al transformar una pequeña ciudad en un im- portante orbe comercial, Ciudad del Este, la segunda ciudad del mundo con zona franca comercial. En 1957 se funda Puerto Presidente Stroessner, luego Ciudad del Este, un centro comercial donde, según expertos de Estados Unidos con- viven terroristas, narcotraficantes y comerciantes de productos de con- trabando, junto al lavado de dinero y otros actos de la economía criminal (Corach y Baizan, 2003). De allí que el turismo masivo pasa por la triple frontera y es un turis- mo de compras. Sin embargo, Paraguay tiene un importante patrimonio natural y cultural que lo hace muy atractivo para el turismo y que ha comenzado a desarrollarse en la democracia.

Llegada de turistas del Mercosur a Paraguay 2005-2009

Países/socios 2009 2008 2007 2006 2005 Argentina 196,149 195,948 184,745 194,532 209,130 Brasil 131,429 134,985 126,592 98,480 52,619 Uruguay 11,130 9,327 10,623 10,295 9,287 Países asociados Chile 11,115 9,517 12,707 14,238 9,941 Colombia 3,017 2,348 2,696 2,801 2,108 Perú 5,044 3,577 3,808 3,526 2,422 Bolivia 13,203 6,905 6,122 4,850 6,835 Fuente: Dirección General de Migraciones, Policía Nacional y Senatur. Paraguay.

371 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

Los principales emisores son el Mercosur, aunque por la crisis se ha reducido su presencia, sin embargo, son los que generan el mayor con- tingente de visitantes. Argentina y Brasil generan más de 70% del total de visitantes; de los países de América del Norte el más importante emisor es Estados Uni- dos y de Europa, Alemania, dada la gran colonia de alemanes que hay en la región, turismo de la “Diáspora”. El turismo de aventura, de pesca, el cinegético y el turismo rural, en general, son los más demandados, además del cultural, encabezado por las antiguas reservas de los Jesuitas.

Principales países emisores de turismo a Paraguay fuera del Mercosur, 2005-2009

Países 2009 2008 2007 2006 2005 Estados Unidos 14,012 13,241 14,540 13,262 13,044 Italia 3,270 3,055 3,302 2,980 2,490 Alemania 10,289 10,467 10,362 9,324 7,622 Francia 3,414 3,038 3,293 2,936 2,341 España 7,557 7,751 6,936 5,300 4,460 Japón 3,319 3,816 3,685 3,364 2,836 Fuente: Dirección General de Migraciones, Policía Nacional y Senatur, Paraguay.

Uruguay

Uruguay es un país con una larga tradición turística cuyo destino emble- mático o bandera es Punta del Este, una ciudad balneario internacional. En 1907 —con el deseo de fomentar la zona como una estación balnea- ria— se consagra oficialmente al pueblo de Ituzaingó con el nombre de Punta del Este y se crea la Sociedad Balnearia de Punta del Este (Russo, 2008: 53). Hoy el turismo es en este país mayoritariamente de sol y playa, o sea, masivo, pero cuenta también con un rico acervo en el mundo rural y en el patrimonio cultural, como alternativas al balneario de una corta esta- cionalidad (diciembre a febrero).

372 Mercosur: integración y turismo

Cruceros arribados según puertos, por temporada 2005-2009

Puerto 2008-2009 2007-2008 2006-2007 2006-2005 Montevideo 79 98 80 65 Punta del Este 86 68 50 34 Total 179 166 130 99 Variación -0.60% 27.69% 31.31 32% Fuente: Ministerio de Turismo, Uruguay.

El turismo de cruceros ha tenido un crecimiento muy amplio dupli- cando los arribos entre 2005 y 2009, como expresión del auge general del turismo en la región. El emisor más importante para Uruguay es Argentina, que tradicio- nalmente y desde la mitad del siglo pasado ha tomado a Punta del Este como el centro balneario más atractivo para los sectores de ingresos me- dios y altos, frente a la masificación de Mar del Plata y la costa bonae- rense. En segundo lugar está Brasil, que casi ha duplicado su emisión de turistas hacia Uruguay en las últimas dos décadas, pero aún muy alejado de los grandes contingentes argentinos.

Ingreso de turistas a Uruguay 1990-2009

Año/País - Región Argentina Brasil Chile Paraguay Otros 1990 742,228 143,920 16,210 11,101 87,832 1995 1’478,036 178,192 25,120 20,827 138,302 1999 1’532,725 153,740 22,498 20,519 158,822 2000 1’510,386 140,905 22,080 21,185 178,707 2001 1’478,561 121,882 19,591 25,358 142,327 2002 813,304 118,400 19,997 18,015 125,648 2003 866,570 151,333 32,751 17,716 174,818 2004 1’108,596 187,744 38,662 19,227 215,445 2005 1’107,514 197,572 42,153 20,155 264,733 2006 975,027 228,353 43,800 21,670 274,616 2007 926,000 n.d. n.d. n.d. n.d. 2008 1’068,411 300,000 n.d. n.d. 307,000 2009* 831,209 173,987 31,002 25,283 398,522 *Enero-septiembre 2009. Fuente: Ministerio de Turismo, Uruguay.

373 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

Un tercer grupo que crece es el turismo extra-región que empieza a considerar a este país como uno de los destinos de excelencia de América del Sur por sus playas, la calidez de su gente y la seguridad que hay en el mismo, un elemento fundamental en el nuevo paradigma del turismo.

Tipos de turismo y sus perspectivas

Masivo: sol y playa

Brasil y Uruguay tienen los dos centros de turismo internacional con mayor importancia en América del Sur. La ciudad turística más impor- tante es Mar del Plata, en Argentina, pero es mayoritariamente para turismo nacional.

Fronteras y turismo

Hoy ya no existen “fronteras naturales” ni lugares evidentes que uno debe ocupar, ya que en el mundo que habitamos la distancia no parece ser demasiado importante, a veces da la impresión que sólo existe para ser cancelada; como si el espacio fuera una invitación constante al desdén, el rechazo y la negación (Bauman, 2001: 103). Esta es la cara del presente, la imagen del futuro, porque en el pasa- do las fronteras fueron lugares de conflicto o de recelo y mucho más la que dividía a Brasil de Argentina, que estuvo en conflicto hasta el siglo xx y que hasta después de la caída de la última dictadura en 1983, era una zona restringida para ciertas actividades e infraestructura. Argentina, un país con una larga historia de conflictos fronterizos — incluido uno vigente con Inglaterra por las Islas Malvinas—, utilizó dos figuras ajenas a la política exterior para enfrentar estos grandes desafíos. La conservación, a través de parques nacionales, y su complemento el turismo transformaron las zonas de conflicto en áreas de paz. De allí que pese a compartir tres de los cuatro miembros fundadores del Mercosur una de las grandes maravillas naturales, las cataratas del Iguazú, compartidas entre Argentina y Brasil e integradas geográfica- mente a Paraguay en el punto denominado la triple frontera, su defini- ción como área de conservación tiene antigüedad, pero su uso intensivo como área turística es relativamente reciente.

374 Mercosur: integración y turismo

Turismo de hombres de negocios y comercio

Gran parte de los turistas que viajan fuera de la temporada de verano se dirigen hacia las capitales a fin de tener reuniones, cursos y actividades diversas, incluidas las compras. Esto último se relacionó con el pendu- lismo de las zonas de frontera que le permiten a cada uno de los países del Mercosur privilegiar un lugar porque conviene a la paridad de su moneda. En 2010, Paraguay era uno de los dos países que más atraían por esa actividad, con sus dos zonas de libre comercio en Ciudad del Este, frente a las cataratas y Encarnación frente a Posadas y muy cercano a las poblaciones brasileñas fronterizas de los estados de Rio Grande do Sul y Paraná. Buenos Aires es una capital comercial y cultural de América del Sur, por ello tiene un gran tráfico en las temporadas de invierno y otoño.

Perfil turístico de visitantes extranjeros a Buenos Aires, 2009

País Total de % llegadas Motivo Gasto promedio (us Estadía turistas* internacionales** (%) dólares por día) promedio (días) Brasil 424,841 24.3 75.5 V / 144.7 5.5 17.6 N Uruguay 222,959 n.d. n.d. 75.5 3.6 Chile 146,183 8.4 58.6 V/ 122.1 6.0 22.4 N Resto de 357,800 20.5 54.3 V/ 89.7 11.8 América 22.2 N Estados 260,232 14.9 58.2 V / 93.9 11.8 Unidos y 17.2 N Canadá Europa 437,700 25.0 58.7 V / 82.4 12.0 24.1 N * Sólo ingreso aéreo. ** Sólo a Buenos Aires. V: Vacaciones y N: Negocios. Fuente: Observatorio Turístico de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Turismo de la naturaleza

Hay una tendencia que pretende hacer de la naturaleza un producto del turismo, descontextualizándola de sus habitantes —que general- mente son pueblos originarios—; por ello hemos planteado el turismo

375 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne de la naturaleza y el cultural como un modelo de turismo alternativo al masivo, que es el de sol y playa, o el de hombres de negocios y compras que se da en las grandes ciudades. El Mercosur tiene una gran potencial en materia de capital cultural y capital natural. Una síntesis de este capital aparece en la lista de los pa- trimonios mundiales que posee esta región, los cuales suman un total de 26 sitios entre los cuatro países firmantes, con selvas, centros históricos, islas y antiguos edificios. Entre los países asociados hay un total de 27 sitios denominados Pa- trimonio de la Humanidad, lo cual hace un total —para toda la macro- rregión en integración— de 53 sitios, un elevado porcentaje de los que conforman el grupo mundial. De allí la importancia de la cultura como capital intangible y la bio- diversidad o capital natural, los cuales se unen en la mayoría de los casos para presentar un rico patrimonio con una larga historia, que sirven para el desarrollo del turismo en los sectores con mayor nivel cultural e interés en conocer la historia, los pueblos y los entornos de esta región. En 1992 se iniciaron los esfuerzos para la integración cultural y en 1995 fue creado el Foro de Ministros de Cultura del Mercosur. Al año siguiente, en 1996, se generó el Protocolo de Integración Cultural y en diciembre del mismo año se presentó el sello cultural Mercosur, para facilitar los trámites aduaneros de bienes culturales. Con estos antecedentes, el turismo alternativo cultural y de la na- turaleza tiene una gran expansión y se asienta en las grandes reservas y parques nacionales, antiguos territorios de pueblos originarios y reco- lonizados por inmigrantes que le dan otra vertiente cultural nueva, que suma a la anterior. Los atractivos del turismo alternativo son los grandes íconos del mundo natural en la región, como el Amazonas y el Pantanal en Brasil, las cataratas del Iguazú entre Brasil y Argentina y en este último país los esteros del Iberá, así como la selva paranaense con sus edificios de las antiguas reducciones indígenas. Todos se promueven como capital natural, aunque disociado de los pueblos originarios (como son los guaraníes), al igual que el resto de los grandes íconos naturales como los glaciales, las islas del atlántico brasile- ño y el delta del Paraná, entre los más significativos. El turismo alternativo ha entrado en contradicción con los poblado- res locales en la zona del estero del Iberá y en el resto no participan por-

376 Mercosur: integración y turismo que domina una concepción racista, fruto de las inmigraciones europeas y una cultura media que ha subestimado a los pueblos originarios. El turismo rural presenta un gran desarrollo en toda esta zona de grandes establecimientos agropecuarios y plantaciones de yerba, té y fru- tas, entre los más significativos, allí sí existe una mayor relación entre población y capital natural.

Mercosur: Áreas Patrimonio Mundial, unesco

País Patrimonio mundial Año Argentina Los glaciales 1981 Misiones jesuíticas 1983/84 Parque Nacional Iguazú 1984 Cueva de las manos. Río Pinturas. Península de Valdez 1999 Península de Valdez. Parques naturales de Ischigualasto y 2000 Talampaya Manzana y Estancia Jesuíticas de Córdoba 2000 Quebrada de Humahuaca 2003 Brasil Ciudad histórica de Ouro Preto 1980 Centro histórico de la ciudad de Olinda 1982 San Miguel de las Misiones 1984 Centro histórico de Salvador Bahía 1985 Parque Nacional Iguazú 1986 Santuario del Buen Jesús de Congonhas 1985 Brasilia 1987 Parque Nacional de la Sierra de Capivara 1991 Centro histórico de San Luis 1997 Bosque Atlántico, reserva del sudeste 1999 Costa del Descubrimiento Reserva del Bosque Atlántico 1999 Centro histórico de Diamantina 1999 Complejo de la conservación de la Amazonia central 2000/2003 Complejo de conservación del Pantanal 2000 Islas atlánticas brasileñas: Reservas de Fernando de Noronha y 2001 Atolón de las Rocas Áreas protegidas del Cerrado: Parques Nacionales de Chapada 2001 dos Veadeiros y Emas Centro histórico de la ciudad de Goiás 2001 Paraguay Misiones jesuíticas de la Santísima Trinidad de Paraná y Jesús 1993 de Tavarangue Uruguay Barrio histórico de la ciudad de Colonia del Sacramento 1995

Fuente: unesco.

377 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

En la Quebrada de Humahuaca también se han dado serios proble- mas con los pueblos originarios y los nuevos empresarios del turismo, que no dejan asentar a los pobladores originarios. Hay una invasión desde el 2 de julio del 2003 en que fue decretada Patrimonio de la Humanidad: hoy, en lugar de telares, hay cibercafés para los turistas (Calvo, 2007). En cuatro años, la población creció hasta 35,000 habitantes, y hay lugar para construir hoteles pero no casas; hay trabajo en el turismo pero una profunda agresión a la cultura local. Aparecen extranjeros con pape- les y sacando a la gente humilde de sus propiedades, para construir hote- les, y así se empieza a cerrar un ciclo y abrir uno nuevo de “modernidad”. Esto se reproduce en Brasil y Paraguay, en Perú y en Chile, donde las tierras empiezan a ser compradas masivamente por grandes terratenien- tes, como es el caso del estadounidense Douglas Tompkins. En las veinte reservas de la biosfera que hay en los países socios del Mercosur se desarrollan diferentes niveles de turismo alternativo, do- minados por lo que se define como ecoturismo, aunque en realidad es turismo alternativo y rural cuando se realiza en espacios rurales. Este modelo constituye una herramienta para lograr un desarrollo sustentable, ya que permite un bajo impacto social y del medio, participa- ción económica y social y permite la educación ambiental (Coria, 1991: 2). Sin embargo, los grandes impactos del turismo en zonas de conser- vación en áreas de pueblos originarios han generado más conflictos que desarrollo.

Conclusiones

Tres de los cuatro países fundadores del Mercosur tienen una larga his- toria turística y una moderna experiencia de intercambios de turistas a lo que ha sumado Paraguay en un nicho propio, el turismo de compras. El proceso de integración a partir del turismo ha logrado importantes avances: • El relativo al tráfico de mercancías, se ha reducido el trámite a un documento único aduanero del Mercosur (Mercosur/cmc/Dec. núm. 17/10, 2010). • Se han simplificado los trámites de ingreso a los países del Mercosur a un Documento Nacional de Identidad (dni) válido en esta macro- rregión.

378 Mercosur: integración y turismo

• Se ha promovido un Festival del Turismo y Foro Internacional de Turismo en la zona de Iguazú y la triple frontera (CeSPI –iila, 2009). • Se ha promovido una promoción conjunta en las grandes ferias mun- diales, como la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en España. • Se han integrado rutas turísticas internacionales, como la de los je- suitas, que atraviesa el sur de Brasil, Argentina y Paraguay. • Hay una negociación avanzada y consensos previos para una política de “cielos abiertos” que permitiría una mejor integración aérea en la región. • Se está integrando una base de datos comunes y se ha planteado crear una cuenta satélite regional, además de realizar estudios de recursos compartidos entre los diferentes países miembros del Mercosur.

Los avances del Mercosur en los últimos años se han reflejado en el turismo, el cual es una de las actividades transfronterizas y de integra- ción fundamentales, ya que integran sistemas de transporte, servicios y mueven a grandes grupos de visitantes. Por ello es que el proceso de consolidación de este modelo integra- cionista está utilizando al turismo como un actor fundamental en los me- canismos para interactuar más allá de las fronteras dentro de esta ma- crorregión.

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381

El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos

Mario Edgar López Ramírez

Los sistemas de integración latinoamericanos presentan en la actuali- dad una muy pobre capacidad de introducción del tema ambiental en sus agendas de trabajo. La única línea organizada que puede reconocerse con mejor claridad en los diferentes acuerdos y modelos de integración, pero con deficiencias en su contenido e incluso con poco impacto en la aplicación de soluciones, es la relación que se establece entre comercio y medio ambiente. Esto quiere decir que los procesos de integración por bloques regionales en América Latina están dejando fuera de su diná- mica una gran cantidad de conflictos ecológicos que rebasan el ámbito del comercio, los cuales les atañen de manera directa y les afectarán de forma creciente en el futuro. Dichos conflictos son transversales a todo el continente y subcontinente y rebasan, por lo tanto, las fronteras naciona- les y regionales, debido a que la crisis ambiental, que les da origen, es una de las realidades más globalizadas del planeta, la cual encuentra algunas síntesis complejas en fenómenos como el del cambio climático. Tal parece que la razón de esta carencia del tema ambiental en los procesos de integración, responde a dos condiciones: al sentido de fon- do que tienen los esquemas de integración y a la falta de un enfoque integral que permita ubicar todas las conexiones que el medio ambiente tiene con las dinámicas sociales, políticas, económicas y culturales de los acuerdos regionales. Sobre la primera condición, se puede decir que el formato que priva en América Latina es la idea de bloques económicos y no de uniones políticas. Los tratados de libre comercio, la homologa-

383 Mario Edgar López Ramírez ción de políticas aduaneras, los mercados comunes y algunos avances en las uniones económicas, son los tipos de organización que existen en el subcontinente. Lo anterior explica la preeminencia del comercio como eje articulador del tema ambiental, pero también da cuenta de las limi- taciones que se presentan al incidir en materia de medio ambiente. La importancia del medio ambiente se encuentra mal colocada, debido a la naturaleza comercial que mueve a los bloques económicos. En lo que toca a la segunda condición, al analizar la forma de abor- dar la problemática ecológica, en los diferentes sistemas de integración latinoamericanos, queda claro que los marcos analíticos desde los que se trata la importancia del medio ambiente no existen o son de alcance par- cial o, en todo caso, se han ido construyendo tomando partes y tratando de adaptar los grandes discursos globales sobre el tema, incorporando medianamente ideas como las del desarrollo sustentable, las políticas verdes, las tecnología ecoeficientes o el manejo de impactos negativos que genera la crisis ambiental. Así, la falta de visiones ecológicas inte- grales, limita y desdibuja la responsabilidad que los actores regionales, con sus instancias de intervención transnacionales y sus acuerdos econó- micos, tienen frente a los otros retos políticos, sociales y culturales que contiene el medio ambiente; haciendo una separación ficticia entre el tema económico, con énfasis en el comercio, y el tema ambiental; como si ambos no estuvieran íntimamente relacionados. Debido a esto, se vuelve necesario no solo analizar lo que los capí- tulos ambientales de los sistemas de integración hacen, sino incorporar formas de análisis que armen la liga con todo lo que implica el manejo ambiental. La propuesta de esta sección es centrar a la ecología política como marco analítico, de tal manera que el contraste entre una visión ecológica macro y las posturas de organización parciales, que asumen los procesos de integración, permita elevar la mirada y darle el medio ambiente la transversalidad y complejidad que en realidad tiene, inclu- yendo una mirada hacia los conflictos sociales que se están generando en el subcontinente, originados en los problemas ambientales, en los cuales la responsabilidad política de los bloques regionales debería ser mayor, en la medida en que el tema ambiental tiene manifestaciones locales, nacionales, transnacionales y globales. Por ser ésta la primera entrega con la que se inaugura la dimensión de la ecología política para el Anuario de Integración Latinoamericana y Caribeña, se abordará un estado de la cuestión introductorio que abra paso a los siguientes reportes anuales sobre problemas ambientales y

384 El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos conflictos ecológicos en los sistemas de integración. Son tres los temas que componen este apartado: en primer lugar, se presenta la definición de lo que es la ecología política, como enfoque de la problemática am- biental, a fin de ubicar sus alcances y ventajas metodológicas para el aná- lisis; en segundo lugar, se realiza una revisión de las regularidades que se presentan en torno a la relación entre comercio y medio ambiente que, como ya se ha señalado, es el principal asunto de interés a tratar en el marco de los sistemas de integración latinoamericanos; finalmente, el apartado concluye con la revisión de una serie de problemas ambientales y manifestaciones sociales que se están dando a lo largo de América Lati- na en torno a la crisis ambiental, las cuales no están siendo incorporadas dentro de los procesos formales de integración, dando como resultado que la agenda ambiental de los sistemas de integración, se vea corta y rebasada frente a la realidad que vive el subcontinente.

¿Qué es la ecología política?

La ecología política es, en principio, un enfoque interdisciplinario para comprender con mayor integralidad la crisis ambiental por la que atra- viesa el planeta, sus regiones y localidades. Su primer aporte se centra en reconocer que la ecología —una disciplina de las ciencias naturales, que tradicionalmente se mantuvo encerrada en el ámbito científico— ha comenzado a ser central como parte de las agendas públicas y no sola- mente como tema académico, entrando con ello al terreno mismo de la práctica política, sobre todo en lo que se refiere a la toma de decisiones gubernamentales e impactando al conocimiento mismo del espacio polí- tico. Tal como lo refiere Jacques Robin: “La ecología política pretende traducir al campo político los múltiples aspectos y realidades que eng- loba el término ecología… la ecología tiene de excepcional el haber sido una ciencia y haber pasado a ser un asunto político y ético de mayor importancia”.1 En segundo lugar, la ecología política es una organización del cono- cimiento centrada en la comprensión de problemas y no solamente en el análisis de temas disciplinarios, lo cual implica incorporar todas las dimensiones posibles del saber, tanto del saber científico como del co-

1. Robin, Jacques, “La ecología política y el siglo xx”. Disponible en: http://www.inisoc.org/ robin65.htm. Fecha de consulta: 24/01/2007.

385 Mario Edgar López Ramírez nocimiento comunitario, para poder intervenir en problemáticas sociales concretas. Por lo tanto la ecología política tiende a la acción interdiscipli- naria y no sólo a la observación analítica, introduciendo un “¿para qué?” inductivo y no sólo un “¿qué?” o “¿cómo?” deductivo, lo cual la hace tender a la búsqueda de alternativas aplicables, pensadas para encontrar nuevas formas de organización social e institucional:

[…] el paso de la ecología como ciencia a la ecología como pensamiento político introduce entonces la cuestión del sentido de lo que hacemos, lo cual implica una serie de interrogaciones: ¿en qué medida nuestra organización social, la manera en que producimos, en que consumimos modifican nuestro medio ambiente? Dicho de otra manera, ¿cómo pensar la combinación, la interpenetración de estos factores en su acción sobre el medio ambiente? ¿Favorecen o no a los individuos estas modifi- caciones? La ecología política nos dice cuáles son los efectos de nuestros comporta- mientos y prácticas, pero no es ella sino los hombres los que deben escoger el modo de desarrollo que desean, en función de la evolución de los valores en el debate público y democrático.2

Un tercer aporte de la ecología política es que distingue, metodológica- mente entre dos conceptos: problemas ambientales y conflictos ecológi- cos. Los primeros se refieren a las diferentes afectaciones directas que sufre la naturaleza: desequilibrio de los ciclos ecológicos, sobreexplota- ción, contaminación y escasez; las cuales son primordialmente producto de la interacción con las dinámicas de organización humana (políticas, económicas, sociales y culturales); aunque también pueden estar referi- dos a fenómenos propios de la naturaleza, si bien éstos tienen cada vez un menor perfil como causa. Por su parte los conflictos ecológicos surgen cuando las afectaciones llegan a impactar grupos humanos, que padecen las consecuencias de la degradación ambiental y que por lo tanto generan resistencias, convirtiendo el problema ambiental en conflicto social. Esta distinción es importante ya que permite ubicar escalas de análisis de la situación ambiental en casos donde solamente existen afectaciones a la naturaleza (problemas ambientales), en comparación de situaciones en las que la afectación ha dado lugar a movilizaciones sociales (conflictos ecológicos). La distinción entre estos dos conceptos permite entender que la ac- ción sobre un problema ambiental, no necesariamente implica resolver

2. Marcellesi, Florent, “¿Qué es la ecología política?: introducción a un pensamiento político desconocido”. Disponible en: http://www.hitza-kalean.org. Fecha de consulta: 24/01/2007.

386 El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos un conflicto ecológico, ya que este puede no existir como consecuencia de dicho problema; pero también se comprende que dar solución a un conflicto ecológico, tampoco conlleva a atender, en toda su magnitud, un problema ambiental: se puede dar solución a una demanda social, y así desactivar una confrontación, aún cuando la afectación a la naturaleza permanezca. La distinción entre problema ambiental y conflicto ecológi- co ayuda a enfocar integralmente las alternativas o soluciones, en donde las mejores salidas serán aquellas en las que se resuelvan, de manera simultánea, tanto los problemas del medio ambiente como los conflictos sociales causados por el deterioro de la naturaleza. Finalmente, una corriente de la ecología política que parte de los conflictos ecológicos es el llamado ecologismo de los pobres, la cual se centra en entender un fenómeno global: que generalmente son las co- munidades pobres las más afectadas por la crisis ambiental, por lo cual, cuando los problemas ambientales se relacionan con grupos humanos excluidos, sale a la luz una distribución desigual de los impactos y con ella toda una dimensión ética para tratar el asunto del medio ambiente: inequidad, marginación e injusticia, tres palabras que portan el apellido ambiental. Según Joan Martínez Alier: el ecologismo de los pobres se refiere a los conflictos ecológicos “causados por el crecimiento económi- co y la desigualdad social”,3 donde los efectos negativos sobre el medio ambiente, generados por el desarrollo, son pagados por diferentes gru- pos sociales, generalmente aquellos más marginados. Los pobres “luchan contra los impactos ambientales que los amenazan”,4 convirtiéndose en defensores de los ecosistemas al luchar por sus tierras, su patrimonio, su cultura, su paisaje, su identidad, su lugar de habitación. Este tipo de resistencia es ecológica aun cuando el movimiento no lleve el nombre de ecologismo. En suma, la elección de la ecología política como eje de análisis del tema ambiental, de cara a los sistemas de integración latinoamerica- nos, permite entonces obtener, al combinar los aportes anteriormente expuestos: a) el reconocimiento de que los problemas ambientales son también de organización pública, de gobernabilidad y de gobernanza: lo político es el ámbito privilegiado para abordar la temática ambiental buscando implementar alternativas o soluciones. Esto contrasta con el

3. Martínez Alier, Joan (2004). El ecologismo de los pobres: conflictos ambientales y lenguajes de valoración. Icaria, España, p. 28. 4. Ídem.

387 Mario Edgar López Ramírez enfoque económico y comercial que priva sobre el tema dentro de los bloques de integración; b) el aporte de una mirada transversal sobre la crisis ambiental del subcontinente, interdisciplinaria y comunitaria en lo que respecta al conocimiento, pero también local, regional e incluso con- tinental, en lo que respecta a las escalas territoriales de análisis, lo cual implica cuestionar los propios límites de los sistemas de integración, en lo que al medio ambiente se refiere; y c) la identificación de los prin- cipales conflictos ecológicos latinoamericanos y su base en problemas ambientales, particularmente aquellos que se refieren a la desigual dis- tribución de los impactos negativos, que tienden a afectar, sobre todo, a las comunidades más pobres, las cuales en América Latina representan mayorías. La ecología política rebasa el énfasis que los sistemas de integración ponen en la relación económica entre comercio y medio ambiente, per- mitiendo que problemas como el manejo de desechos, la sobreexplota- ción o las afectaciones a la salud pública sean entendidos más allá de meros costos ambientales que afectan los escenarios comerciales, evi- denciando toda la dimensión social, política y cultural que comportan.

El comercio: tema central de los procesos de integración en torno al medio ambiente

La ventana privilegiada desde la que se incorpora al medio ambiente dentro de las negociaciones de los sistemas de integración, ha sido bási- camente el interés de la regulación comercial. Esto, en principio, hace que el tema ambiental no sea tratado como materia de importancia directa, sino como consecuencia de segundo plano. Si bien en algunos esquemas de integración, la subordinación de lo ambiental a lo comer- cial, ha tenido algunos ejercicios más equilibrados, la tendencia hacia la sujeción del ambiente al comercio se mantiene. Al analizar las distintas experiencias que el tema ambiental ha tenido en los sistemas regionales de integración, se pueden identificar algunas regularidades que permiten entender la forma como se estructura su re- lación con el comercio. Dichas regularidades describen un mapa general para entender las razones de la dinámica con que cada bloque económi- co trata el tema ambiental. La primera regularidad es que el tema ambiental se introduce con más o menos fuerza, según la asimetría que tiene cada bloque económi-

388 El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos co. En la medida en que en un sistema de integración existen miembros fuertes más desarrollados, junto a otros más débiles, los primeros exigen a los segundos que se incluyan las cuestiones ambientales, dentro de la agenda comercial. Dicho de otra forma, mientras más asimétricos son los socios y más unido es el bloque, existen mayores posibilidades de que el medio ambiente sea tomado en cuenta como parte de las regulaciones comerciales. Es en los países hegemónicos o en las potencias regionales donde los movimientos sociales ecologistas o los partidos verdes tienen mayor grado de organización; esto hace que la sociedad central presione a su gobierno para que los gobiernos periféricos incluyan reformas que garanticen cierto cuidado ambiental a la hora de diseñar y operar las reglas del intercambio económico. Muchas veces esta coyuntura es apro- vechada por los movimientos ecologistas o los afectados ambientales de los países de la periferia, para presionar sobre sus propios intereses, en la medida en que los acuerdos económicos sobre la protección del am- biente se vuelven vinculantes, dentro de las legislaciones de los países miembros. No es casual que haya sido el Tratado de Libre Comercio para Amé- rica del Norte (tlcan), un esquema de integración altamente asimétrico, el primer bloque económico del continente en haber adoptado un Acuer- do de Cooperación Ambiental (acaan), que dio origen a la instancia lla- mada Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (cca). Tanto el acuerdo como la cca surgieron por presiones de los gobiernos y los movimientos sociales estadounidenses y canadienses frente México, el socio más subordinado del tratado. El impacto en la política pública mexicana fue significativo al principio y el gobierno respondió con refor- mas institucionales. Se debe recordar que, a principios de los años noven- ta, antes de la firma del tlcan, México se vio obligado a demostrar que incorporaría seriamente el tema ambiental, como parte de las señales de interés para entablar en vínculo comercial; fue así que se creó la Secreta- ría de Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) en 1992, un año antes de la firma del acuerdo, la cual es antecedente directo de la actual Secretaría de Medio Ambiente Recursos Naturales (Semarnat). La agenda de la cca está a cargo de los ministros de medio ambien- te de los tres países miembros y de representantes de la sociedad civil que también forman parte de ella. Si bien desde su constitución la co- misión ha visto algunos casos de violación a las normas ambientales del tratado —en su mayoría debido a presiones que ejercen los actores de la sociedad civil—, su funcionamiento ha sido muy burocrático y lento; ya

389 Mario Edgar López Ramírez que las funciones de la cca se limitan a investigar y sugerir soluciones a problemas ambientales o a conflictos ecológicos. Por otra parte, la auto- nomía de la cca ha estado restringida por la intervención que ejerce los ministros de los tres países. Como lo señala Víctor Urquidi, al analizar el tlcan: “no está demos- trado que el intercambio comercial empeore el ambiente, pero tampoco que la falta de medidas ambientales estimule el traslado de empresas a otros países donde se suponga que el cumplimiento de las disposiciones ambientales sea deficiente; ni que una política ambiental eficaz tenga efectos negativos en el comercio”;5 es decir, en el tlcan no se reconoce ningún supuesto clave para tratar a profundidad el tema ambiental. Y sigue Urquidi:

[…] no obstante prevalece entre muchos sectores empresariales y aún académicos, la idea de que lo importante y prioritario es promover el comercio con reduccio- nes arancelarias, lo que, ipso facto impulsará el crecimiento económico y genera- rá los recursos con los cuales atender los asuntos ambientales… [en el tlcan] no existe demasiada preocupación por los daños ambientales como tales, sino por las medidas que puedan tomarse que puedan afectar en forma negativa al comercio. Nuevamente, el intercambio comercial se considera en muchas esferas, incluso las internacionales, más importante que el mejoramiento ambiental.6

Lo anterior, a pesar de que en la constitución del Acuerdo de Coope- ración Ambiental del tlcan se parte de incorporar, como objetivo a conseguir, la idea del desarrollo sustentable o sostenible; visión que le queda muy grande frente a las limitaciones operativas que efectivamente tiene; sobre todo por la preeminencia que en la realidad toma el tema del comercio. Esto ilustra la forma en que, dentro de los sistemas de integración, se adoptan discursos que implican características integrales, transversales, transnacionales e interdisciplinarias; como lo es el desa- rrollo sustentable e incluso el sostenible; pero quedan como discursos sin suficiente contenido organizativo. Si bien, según cada bloque económico, hay diferentes grados de materialización de este tipo de discursos, desde los que se justifica la intervención sistémica sobre el medio ambiente. El siguiente esquema de integración, en el que se manifiesta el prin- cipio según el cual mientras más asimétrico es el bloque económico, ma-

5. Urquidi, Víctor (2002). Los desafíos del desarrollo sustentable en la región latinoamericana, El Colegio de México, primera edición, México, p. 41. 6. Ídem, pp. 41-42.

390 El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos yores posibilidades tienen las cuestiones ambientales de integrarse como subtemas del comercio. Tal es el caso del Mercosur. En este bloque, Bra- sil es el país que se desempeña como potencia regional y ha sido princi- palmente el gobierno brasileño el encargado de promover la inclusión de la temática medioambiental. En el Tratado de Asunción (1991), que dio origen al Mercosur, se hace una leve referencia al medio ambiente, como parte de su preámbulo, según el cual: “el objetivo debe ser alcanzado mediante el más eficaz aprovechamiento de los recursos disponibles, la preservación del medio ambiente, el mejoramiento de las interconexio- nes físicas, la coordinación de las políticas macroeconómicas y la com- plementación de los diferentes sectores de la economía, con base en los principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio”.7 Desde un inicio, en este bloque regional, se instalaron mecanismos de cooperación que in- cluían el uso de medidas fitosanitarias, la armonización de determinadas normas de protección y de medición ambiental, áreas naturales protegi- das, residuos peligrosos, bioseguridad, etcétera.8 A partir de esas primeras acciones, en el Mercosur se ha generado un proceso gradual de introducción del tema ambiental: en 1992 se da una reunión especializada en medio ambiente, en la cual se firma la De- claración de Canela para la protección de la atmósfera, diversidad bioló- gica, degradación de suelos, recursos forestales, hídricos, asentamientos humanos, medio ambiente marino, residuos peligrosos y fortalecimiento institucional; en 1994 se aprobaron directrices básicas en materia de po- lítica ambiental y varios proyectos de interés común a los cuatro países miembros pasaron por evaluaciones de impacto ambiental, llegando a la formulación de un Protocolo Ambiental, que tenía al desarrollo susten- table como objetivo del mismo. En 1995 se forma el Subgrupo 6 de me- dio ambiente; en 2002 se establece un sistema de información ambiental, que es de los más eficientes del mundo, sobre todo en lo que toca al caso de Brasil. En 2004 entra en vigor el Acuerdo Marco del Medio Ambiente del Mercosur que promueve la armonización, la cooperación ambiental y la implementación de mecanismos para la participación ciudadana, en diferentes áreas temáticas. Así Mercosur se ha convertido en el esquema de integración regional más avanzado de América Latina, en materia de

7. Tratado de Asunción; preámbulo. Disponible en: http://www.rau.edu.uy/mercosur/tratasp.htm. Fecha de consulta: 03/03/2008 8. Op. cit., Urquidi (2020), p. 43.

391 Mario Edgar López Ramírez medio ambiente y comercio; superando en concepción y organización a la Comisión de Cooperación Ambiental del tlcan. Sin embargo, algo que presenta un marcado contraste es que los tra- tados que Mercosur ha firmado con otros esquemas de integración que le son más periféricos, como el realizado con la Comunidad Andina, no incluyen el tema ambiental. En ese caso, si bien existen relaciones asimé- tricas, éstas no están referidas a una vinculación fuerte, con expresiones geopolíticas, como las que se dan al interior del tlcan y el propio Merco- sur; las cuales, enfatizando el tema comercial, avanzan a constituciones de poder regionales. Se escapa de esta especie de asimetría blanda el caso del tratado del Mercosur con la Unión Europea, en el que los pun- tos de interés comercial, en materia de medio ambiente, aparecen cla- ramente normados, por lo que se confirma la idea de que mientras más asimétricas y estables sean las relaciones, mayor será la probabilidad que el medio ambiente sea un tema incluido, sobre todo si están involucra- dos países hegemónicos; como es el caso de la Unión Europea, principal socio comercial de Mercosur, por encima incluso de los Estados Unidos. En orden de importancia, los otros acuerdos latinoamericanos en los que se cumple esta primera regularidad de la relación entre comercio y medio ambiente, son los siguientes: el tratado entre Canadá y Costa Rica, que posee un Acuerdo de Cooperación Ambiental (aca); Chile y la Unión Europea, en el que se han incorporado prácticas de evaluación ambiental; Chile y Canadá, que también ha constituido un aca; Chile y los Estados Unidos, con un capítulo orientado a la fiscalización de la regulación ambiental y el Tratado de Libre Comercio entre Estados Uni- dos y Centroamérica (cafta), dentro del cual se ha constituido un aca, así como una Comisión de Cooperación Ambiental. Por su parte, cuando los esquemas de integración son más homogéneos o simétricos entre sí, el tema del medio ambiente disminuye sensiblemente o ni siquiera existe, como es el caso de la Comunidad Andina (can), cuya posición ha sido incluso proactivamente en contra de la introducción del tema ambiental, lo mismo para el Sistema de Integración de Centro América (sica) o la Asociación de Estados del Caribe (aec). La segunda regularidad que se identifica en lo que toca a la relación entre comercio y medio ambiente es que el tema medio ambiental mu- chas veces es utilizado por los países más poderosos de un esquema de integración, como una herramienta proteccionista contra los miembros menos desarrollados. Ha sido la Comunidad Andina, en sus negociacio- nes con los Estados Unidos, quien “manifestó reticencias a incluir temas

392 El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos ambientales, por temor a que se convirtieran en restricciones encubier- tas al comercio”,9 según señala un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (bid). De igual forma, los casos del atún y el autotransporte mexicano en el tlcan, han sido frenados de introducirse al mercado esta- dounidense por razones ambientales (la matanza de delfines fue utilizada en el caso del atún y la antigüedad de la flotilla de camiones mexicanos, generadores de contaminación, en el caso del autotransporte). Lo ante- rior ha desarrollado animadversión de algunos sectores contra el tema ambiental, por considerarlo un pretexto “fino”, puesto como obstáculo al comercio. En contraste, el uso proteccionista del medio ambiente a favor de los países más fuertes, deja de lado la desprotección de los más débiles ante la contaminación que muchas veces se ven obligados a importar. Por ejemplo, mientras los Estados Unidos se niegan a autorizar la entrada de los transportistas mexicanos, por razones ambientales; México, vía el tratado de libre comercio, recibe una gran cantidad de desechos automo- trices muy contaminantes, especialmente llantas, vehículos de modelo atrasado y chatarras que son usadas como refacciones. En otro orden de ideas, también las empresas han entrado en el de- bate del tema ambiental como medida proteccionista, llegando al extre- mo de proponer que pierda fuerza por ser un obstáculo al comercio: la posibilidad que abrió el capítulo xi del tlcan “para que las empresas internacionales limiten la capacidad del Estado de generar o modificar regulaciones para la protección ambiental que podrían afectarlas, llegan- do al punto de entablar millonarias demandas sobre los Estados en que se realiza la inversión”.10 Aquí el tema subyacente es el de la soberanía nacional y su relación con el medio ambiente, ya que de concretarse esta posibilidad “los Estados estarían cediendo su libertad para determinar regulaciones ambientales de modo de garantizar la estabilidad de cier- tas condiciones que favorecerían a la inversión extranjera”.11 Mientras se mantenga el utilitarismo del discurso ambiental, el comercio acusará a la protección del medio ambiente como un obstáculo al desarrollo. La última regularidad que puede identificarse en los esquemas de integración latinoamericanos, es que se limitan a discutir un grupo de

9. Banco Interamericano de Desarrollo (2005), Red de medio ambiente; comercio y medio ambiente en América Latina y el Caribe: prioridades y retos; bid, p. 31. 10. Ídem, p. 14. 11. Ídem.

393 Mario Edgar López Ramírez temas ambientales estrictamente ligados al comercio. Si bien una bue- na parte de los tratados o acuerdos se mantienen discursivamente en el marco del desarrollo sustentable, dejan fuera grandes tendencias trans- versales de mucha más importancia que el tema comercial, tales como el impacto del cambio climático, la problemática del agua, el desarrollo urbano, la protección de los ecosistemas locales, nacionales, regionales y continentales. Los temas ambientales que discuten los sistemas de inte- gración en América Latina están centrados en la necesidad de normas y sistemas de evaluación muy técnicos y específicos; desvinculados de las demandas de los movimientos sociales y de la visión planetaria necesaria para entender el impacto del cambio climático. ¿De qué se habla en los tratados comerciales en relación al medio ambiente? • De la compraventa de bienes y servicios ambientales (bsa): que in- cluyen mercados de productos agrícolas orgánicos, mercados de productos forestales sustentables, mercados de captura de carbono, mercados de cosecha de agua, mercados que conserven el patrimo- nio biológico, etcétera. • De normas internacionales y de reglamentos técnicos para la expor- tación que se suelen exigir para garantizar cierto nivel de calidad, tanto de los productos finales, que van a los mercados hegemónicos, como de los propios procesos de producción. • De los impactos ambientales de la inversión extranjera, ya que la in- versión extranjera en América Latina se ha concentrado en secto- res intensivos en recursos naturales de la región, dando origen a que cada vez más se hable de responsabilidad social empresarial (rse), con prácticas como la trasformación hacia la infraestructura sus- tentable, el ahorro o la generación y uso de energías renovables, así como diversas políticas de producción verde. • De regular la explotación de la biodiversidad, lo que implica regular el acceso a los recursos genéticos y a los conocimientos tradiciona- les (lo que muchas veces significa toda una verdadera geopolítica de la biopiratería), establecer derechos de propiedad intelectual (muy ligados a la biopiratería señalada), uso de la biotecnología, de los organismos genéticamente modificados, la bioseguridad y la transfe- rencia de tecnología. • De la necesidad de poner en práctica herramientas técnicas de eva- luación ambiental, tales como las manifestaciones de impacto am- biental (mia), los estudios de impacto ambiental (eia) y las evaluacio- nes de política ambiental (epa).

394 El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos

Parecería que esta agenda ambiental promueve una serie de prácticas ambientales sustentables, y si bien estos temas presentan cierto interés social, existen en el subcontinente otros asuntos ambientales que los rebasan, ya que involucran movimientos sociales de gran envergadura cuyos énfasis está en demandas de ecología política, lo cual significa pos- turas más integrales, basadas en modelos de ciclos, desde las que se debe abordar la crisis ambiental.

Problemas ambientales en América Latina: más allá del comercio

La reducción del tema ambiental al ámbito comercial es una desatención significativa, que implica una lectura errónea de los procesos de integra- ción en América Latina. Ya que parte de la idea de que la base material —es decir, el soporte natural— que le da sustento a todo el resto de las dinámicas comerciales, económicas, sociales, políticas y culturales, está garantizada, tanto a corto como a largo plazo. Visión que sistemática- mente ha sido desmentida por diversos estudios y reportes oficiales de la región, destacando el caso de los informes del Programa de las Naciones unidas para el Medio Ambiente (pnuma) en los que ha sido aplicada la metodología llamada geo (Global Environment Outlook), para analizar las diferentes regiones latinoamericanas. En cada uno de estos informes se da cuenta de cómo la deforestación, la contaminación y la extracción están causando impactos sociales profundos, que no pueden ser ignora- dos en los procesos de integración. Se suman a dichos informes regionales, análisis generales como los generados por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (ipcc, por sus siglas en inglés), que es el grupo de expertos internaciona- les de alto nivel, encargado de evaluar la información especializada, que publican diferentes equipos de científicos alrededor del mundo, acerca del calentamiento global. En el cuarto informe del ipcc, elaborado en el año 2007, se establecen cuatro conclusiones científicas de las cuales América Latina no queda exenta: 1) el calentamiento del sistema climá- tico mundial es inequívoco; 2) el aumento de los gases de efecto inver- nadero ha registrado un incremento desde el año 1750 y está ligado a la industrialización de las sociedades humanas; 3) el calentamiento global significará un aumento en la temperatura del planeta de entre 1.1 a 6.4 grados centígrados y un incremento en el nivel del mar de 18 a 59 centí-

395 Mario Edgar López Ramírez metros; y 4) el calentamiento provocado por el hombre está teniendo una influencia discernible sobre muchos de los sistemas físicos y biológicos.12 Estas cuatro conclusiones tienen su traducción práctica en lo que los propios científicos del ipcc llaman los patrones consistentes que ya trae y traerá el cambio climático: pérdida de hielos de Groenlandia y la Antár- tida, decrecimiento de los glaciares y la cubierta nevada, decrecimiento del hielo en el océano Ártico, decrecimiento de los suelos helados esta- cionalmente, desplazamiento de las tormentas hacia los polos, sequías más prolongadas e intensas, incremento en la frecuencia de precipitacio- nes intensas, incremento en las temperaturas extremas e incremento en la intensidad de los ciclones tropicales. “Cuba y México, por sus costas, su ubicación geográfica en el Caribe y sus ecosistemas semiáridos, son especialmente vulnerables a los fenómenos del cambio climático”.13 En términos generales, Centroamérica y el Caribe están llamadas a ser las regiones más vulnerables ante el incremento de las tormentas violentas. En octubre de 1998 el huracán “Mitch” entró al territorio de Honduras: bastaron cuatro días para retrasar 30 años la economía hondureña y du- rante 2008 los huracanes “Gustav” y “Ike” azotaron Cuba dejando unas 30 mil casas destruidas; en 2008, en México, más de 60% del territorio del estado de Tabasco se inundó por segunda vez consecutiva, debido a las fuertes lluvias, que trajo consigo el desbordamiento de los ríos. Países como Bolivia, Perú y Ecuador dependen profundamente de sus glaciares para el abastecimiento de agua de riego y agua para uso doméstico; para ellos el deshielo causado por el calentamiento global, es un asunto de seguridad nacional.14 Tal parece que en Latinoamérica la conciencia del grave impacto al ambiente —y sus consecuencias a largo plazo— camina al ritmo de las catástrofes, el despojo y la contingencia. Si no hay un evento catastrófico de gran envergadura, se mantiene la idea de que no pasa nada con el me- dio ambiente. En América Latina, en términos generales, se sigue con- siderando a los fenómenos ambientales como “catástrofes naturales”,

12. Gutiérrez Pérez, Tomás (2008); El Cambio Climático y la Comunidad Científica Cubana; ponencia impartida en elV Seminario de Ecología Política en América Latina y el Caribe, “La ruta de Bali: el cambio climático y la ecología política en un hemisferio en riesgo”, Universidad de la Habana, julio de 2008. 13. Oswald, Úrsula (2002). “Amenazas y conflictos ambientales en México”, en Ilé: anuario de ecología, cultura y sociedad, Fundación Heinrich Böll/Fundación Antonio Núñez Jimenes de la Naturaleza y el Hombre, año 2, núm. 2, Bogotá, Colombia, 2002, pp. 57, 60. 14. Brown, Lester (2003). Salvar el planeta, plan B: ecología para un mundo en peligro, Paidós, Barcelona, p. 113.

396 El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos lo cual oculta la estrecha relación sistémica que este fenómeno guarda con el sistema económico capitalista nacional y global, especialmente en su versión capitalista neoliberal. Por lo cual las políticas ambientales se vuelven paliativas y marginales, registrando un amplio grado de incum- plimiento; mientras tanto avanzan, imperceptibles, los límites ecológicos a los que está llegando y llegará el sistema capitalista. Tal parece que lo que no lograron los movimientos socialistas y democráticos, lo consegui- rá la naturaleza: llevar al capitalismo hasta sus límites insustentables. Da la impresión también que será la propia naturaleza la que se abri- rá paso en la agenda pública de la integración latinoamericana. Ya que la frecuencia que adquirirán lo que antes eran “eventos” esporádicos se aumentará. Esta irrupción de la naturaleza en la política, hará que lo im- previsto y la incertidumbre se introduzca cada vez con más fuerza en los planes y programas públicos, que parten de la idea de que los escenarios ambientales son suficientemente estables o están suficientemente estu- diados y entendidos. La idea de que aún se puede sustentar el desarrollo nacional y/o regional en una economía de sistema abierto (como es toda la economía capitalista del mundo moderno) es errónea. Esa economía, que va de la extracción de materias primas a la transformación, luego a la distribución por medio del mercado, fomentando así el consumo masivo y finalmente el desecho, está llegando a su fin, porque parte del supuesto de que los recursos naturales son infinitos. Sin embargo, en América La- tina se persiste en el absurdo de que los ritmos del mercado y de la eco- nomía de sistema abierto sometan y pongan en crisis a los ciclos y ritmos de recuperación de la naturaleza; y esto incluso es una visión económica que comparten los gobiernos de izquierda. Pero en la ecuación clásica de tierra, trabajo y capital (tres factores que se consideraban como constan- tes), la tierra ya no es un factor constante sino variable. Si son las catástrofes ambientales las que abrirán paso a la toma de conciencia del tema ambiental y de la incorporación de la ecología como tema de la integración, es posible pensar que en menos de una década tendremos una nueva realidad de la integración latinoamericana, ya que las catástrofes están por manifestarse como norma y no como excepción. Esto augura también que muy pronto veremos aparecer un importante movimiento ambientalista integrado en América Latina. Sólo que ambas cosas en un escenario sitiado por graves impactos ambientales. El desarrollo y la democracia son dos de los grandes dilemas latinoa- mericanos, pero se encuentran desentendidos de la base material que provee el medio ambiente. Ni siquiera en países que han combatido los

397 Mario Edgar López Ramírez más nocivos aspectos políticos y comerciales del neoliberalismo (como Cuba, Venezuela y Bolivia) están siguiendo estrategias serias y a fondo de desarrollo sustentable y de gobernanza del medio ambiente. Es más, el actual papel geopolítico de estos países está basado en una estrategia centrada en los hidrocarburos y la energía fósil (principalmente el petró- leo y el gas natural), así como en la centralidad del Estado en el diseño de políticas públicas ambientales, que se mantienen separadas de la partici- pación social. Esta lógica energética y de centralidad estatista fomenta el modelo de la insustentabilidad. En ese sentido no representan una alter- nativa real al sistema capitalista global en su estructura más acendrada de expansión y extracción. Aun cuando en los países latinoamericanos más progresistas existen diversas regulaciones ambientales (con distintos niveles de exigibilidad y efectividad), ninguna de ellas representa la posi- bilidad real de provocar cambios a largo plazo.

Conflictos ecológicos latinoamericanos

En este contexto, se identifican diversos movimientos sociales ambienta- listas en América Latina, pero se les describe como desarticulados entre sí, e incluso como preocupaciones particulares de las clases medias edu- cadas. Sin embargo, muchos de los movimientos sociales cuentan con una amplia convocatoria social y una potente base ambiental, aun cuando éstos no lleven el nombre de movimientos ambientalistas o ecologistas: en los problemas de empleo, de vivienda, de identidad (sobre todo de identidad indígena), de alimentación, de tierras, de salud pública; se encuentran imbricados aspectos ambientales que son los que les dan mucho del sentido, ya sea por medio de la defensa del territorio y las materias primas o por efectos de la contaminación o por desplazamien- tos por motivos ambientales. Los principales problemas ambientales que se señalan en diversos trabajos sobre medio ambiente en América Latina son la minería —es- pecialmente la minería a cielo abierto— el agua —particularmente su privatización— y la deforestación, pero se les muestra como datos aisla- dos entre sí, cuando desde una visión de ciclo, los tres problemas seña- lados se encuentran íntimamente integrados: la deforestación y la con- taminación impactan al ciclo hidrológico y un ciclo hidrológico afectado genera deforestación y más contaminación. Así, el análisis contribuye a

398 El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos la fragmentación y no a la integración de los fenómenos ecológicos (por llamarlos de alguna manera). El medio ambiente no es aún un tema prioritario en las agendas pú- blicas de los distintos esquemas de integración. Sin embargo, diversos ámbitos de la movilización social latinoamericana se encuentran centra- dos en temas ambientales y en luchas de defensa ecológica. Viejos y nuevos movimientos sociales se agrupan en torno al tema ambiental y en este sen- tido destacan por lo menos tres áreas de agrupamiento: a) los movimientos por una urbanidad incluyente, que responden al hecho de que cerca de tres cuartas partes de la población latinoamericana vive actualmente en ciudades, lo que también da cuenta del “vaciamiento” del campo, como parte de la crisis estructural que se da entre lo urbano y lo rural; b) los movimientos en defensa del agua, que surgen como respuesta a que el consumo del agua en el subcontinente se ha duplicado en las últimas dos décadas y a que menos de 25% de las aguas servidas son tratadas; y c) los movimientos por la protección de las selvas, los bosques tropicales, secos y húmedos, así como de los manglares; que dan cuenta de la profunda pérdida de biodiversidad, en un subcontinente que contiene 5 de los 12 países megadiversos del mundo: México, Brasil, Perú, Colombia y Ecua- dor.15 Algunos otros movimientos latinoamericanos emergentes de menor envergadura que los anteriores, se estructuran en torno al comercio justo, los alimentos transgénicos y el calentamiento global. Todos estos movimientos se posicionan críticamente frente al mode- lo de desarrollo capitalista global, sobre todo en su versión neoliberal, y reclaman una forma amplia de hacer democracia, más allá de la de- mocracia electoral, posicionando el tema de la gobernabilidad, la gober- nanza y la participación social en la toma de decisiones públicas. Estos movimientos se entrelazan e integran sus intereses de forma modular, apoyándose mutuamente por medio de diversos puntos de encuentro. No obstante es posible identificar algunas cabezas de la acción en cada uno de los agrupamientos anteriormente señalados. El movimiento por la urbanidad incluyente tiene sus antecedentes más identificables en los años ochenta del siglo xx, cuando diversos gru- pos influidos sobre todo por la izquierda latinoamericana y distintos sec- tores cristianos, se organizan para exigir la ampliación de los servicios públicos del agua, la electricidad y en general la vivienda digna. Pero es

15. Op. cit. Oswald, 2002, p. 60.

399 Mario Edgar López Ramírez la Cumbre de la Tierra de 1992, en Río de Janiero, la que de origen a la Agenda 21, que luego derivará en el movimiento “Agenda Local 21” cuyo énfasis en la sustentabilidad ambiental con base local se volverá clave en un punto: no puede haber desarrollo incluyente de las ciudades sin una lógica que garantice las necesidades de las generaciones presentes, pero siendo capaz de garantiza las necesidades de las generaciones futuras. La más reciente concentración de organizaciones por una urbanidad incluyente se fundamenta en el llamado derecho a la ciudad. Una de sus cabezas identificables en América Latina parece ser la organización “Há- bitat para la Humanidad-América Latina y el Caribe” con sede en Costa Rica, como capítulo regional de “Hábitat para la Humanidad Internacio- nal”. En el año 2008, un amplio conglomerado de más de cien organiza- ciones sociales se manifestaron por el derecho a la ciudad en reacción a la xvii asamblea de Munurvi (entidad de coordinación y de cooperación intergubernamental de los países de América Latina y el Caribe, en el área de desarrollo sustentable de los asentamientos urbanos), exigiendo la aplicación diversas políticas públicas urbanas centradas en la autoges- tión ciudadana, la democratización en la gestión del territorio y la regu- larización de la tenencia de la tierra y el acceso a los servicios públicos. De esas cien organizaciones la mayoría desarrolla trabajo centrado en la sustentabilidad del medio ambiente y por lo menos tres se identifican claramente como ecologistas.16 En lo que toca a los movimientos por defensa del agua, cinco temá- ticas se han vuelto clave en América Latina: la gestión participativa en el diseño e implementación de la política hídrica, el derecho humano al agua, la calidad del agua ligada a la salud pública, la no privatización de los servicios públicos del agua y la defensa de ríos, lagos, humedales, cuencas y acuíferos, en correlación a la construcción de represas y otras grandes obras hidráulicas que implican un impacto negativo sobre ecosis- temas y poblaciones locales. Estas luchas sociales adquieren relevancia si se toma en cuenta que:

[…] en el subcontinente se concentran aproximadamente 75% de los recursos hí- dricos renovables del continente americano, lo que a su vez representa 33% de los recursos hídricos del mundo. Eso hace de Latinoamérica la región con la más alta

16. cohre-Américas (2008) (en línea). Declaración de Organizaciones de La Sociedad Civil ante la xvii Asamblea de Minurvi (pdf). Octubre de 2008. Disponible en: http://www.habitat.org/lac/ historias_reales/2008/08_08_2008_minurvi_lac.aspx. Fecha de consulta: 07/11/08.

400 El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos

disponibilidad de agua a nivel mundial… pero es particularmente en Suramérica donde se reúne la mayor cantidad de agua en el subcontinente, esto gracias a que en el Cono Sur de América existen grandes formaciones lacustres y voluminosas cuencas. No obstante esta riqueza hídrica en América Latina, existen problemas constantes de distribución entre sectores, regiones y clases socioeconómicas; a los que se agregan, los problemas de calidad del agua.17

Los movimientos sociales que hacen cabeza de la problemática del agua en Latinoamérica son: el “Tribunal Latinoamericano del Agua” (tla), instancia internacional ética, científica, ciudadana, autónoma e indepen- diente de justicia ambiental no vinculante; creada con el fin de contribuir a solucionar conflictos relacionados con los sistemas hídricos en Amé- rica Latina; el movimiento “Octubre Azul”, que congrega una amplia variedad de organizaciones latinoamericanas en promoción del derecho humano al agua; la “Red Latinoamericana contra Represas y por los Ríos, sus Comunidades y el Agua” (Redlar); y la “Red de Vigilancia Inte- ramericana por el Derecho al Agua” (conocida como Red vida), la cual tiene capítulos y asociados fuertes en toda Latinoamérica y ha promo- vido diversos encuentros internacionales en defensa ciudadana del agua. Finalmente, la protección de selvas, bosques y manglares tiene en el subcontinente diferentes manifestaciones locales, cuyo eje es la reapro- piación de la naturaleza por parte de comunidades indígenas y campe- sinas. Quizá la más significativa sea la defensa de la selva amazónica a través de la lucha de Chico Mendes, líder del movimiento serengueiro, documentada por Carlos Walter Porto Gonçalves en su libro Geo-grafías, movimientos sociales, territorialidad y sustentabilidad.18 El movimiento se- rengueiro se centra en la forma en que la apropiación de la cultura local genera un proyecto geopolítico de sustentabilidad ambiental. Este mo- vimiento ha logrado crear reservas extractivas y de conservación ligadas a la producción del caucho. Después de la muerte de Chico Mendes se formó una fundación que da un premio conocido entre los ambientalistas como el “Nobel” ambiental, el cual lleva su nombre. Pero estas experien- cias se multiplican no sólo en Brasil sino en Perú, Bolivia, Centroaméri- ca y México (en este último país, distintas organizaciones campesinas se

17. López, Mario y Ochoa, Heliodoro (2010). “Conflictos sociales por el agua en América Latina. El caso de Juanacatlán y El Salto en Jalisco, México”, en Preciado Coronado, Jaime (coord.) (2010), Anuario de la integración latinoamericana y caribeña, Universidad de Guadalajara/ Redialc, México, pp. 324-325. 18. Porto Gonçalves, Carlos (2001). Geo-grafías, movimientos sociales, territorialidad y sustentabilidad, Siglo XXI, México.

401 Mario Edgar López Ramírez han organizado para desarrollar un manejo forestal sustentable de sus bosques, principalmente en Oaxaca, Michoacán y Durango). Así, Lati- noamérica concentra una variedad de resistencias locales de sus espa- cios naturales; resistencias que representan la reacción de los habitantes “profundos” frente al modelo de explotación capitalista global. Finalmente, parece que para incorporar toda la dimensión ambiental y ecológica en los procesos de integración del subcontinente, es necesa- rio abrirse a todos los “post” que trae consigo la crisis de las ciencias y del mundo moderno occidental: la posmodernidad, el poscapitalismo, el posliberalismo, la posizquierda, la posderecha, la ciencia posnormal. Son estos “post” los que pueden señalar el camino. Es necesario rediseñar, reinventar, bajo estos esquemas de transición y transformación, tanto el sistema económico como el sistema político latinoamericano, ya que muchas de las problemáticas de la crisis ambiental pasan por la negocia- ción política y económica: no son, por ahora, problemas de escasez grave como los que ya viven otras regiones como África y Asia (aun cuando en algunas regiones de Latinoamérica el problema es de escasez), sino principalmente problemas de distribución: ¿Cuánta agua le corresponde a los diferentes usos sociales: industrial, agrícola, urbano y ecológico? ¿Cuánto se puede extraer de un bosque, una selva, un manglar, sin afec- tar a los ecosistemas y a las generaciones presentes y futuras? Si bien la escasez plantea escenarios límite que son aprovechados por la economía neoliberal (como ciencia de la asignación de los bienes esca- sos), para proponer soluciones de mercado y privatización; los problemas ecológicos de distribución los resuelve la política (en este caso la política latinoamericana); como lo ha dicho la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura:19 los problemas ambientales comienzan por ser, en primer lugar y ante todo, problemas de goberna- bilidad del medio ambiente. La gobernabilidad ambiental es sólo una primera aproximación de la reforma política que se necesita hacer en el subcontinente, ya que la verdadera incorporación de la visión ecológica en la sociología y en la política pública conllevará una reforma de alta magnitud de cambio porque, tal como lo señala Alain Lipietz, no existe un pacto político fundador en el mundo moderno, hecho entre hombres libres (ni liberal, ni conservador, ni socialista; es decir: ni de derecha, ni de izquierda, ni de centro) que haya incorporado a la naturaleza como

19. unesco (2004). “¿Qué es la gobernabilidad del agua?”, en Carta de la Red No. 12, diciembre de 2003-enero de 2004, unesco, p. 10.

402 El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos parte del pacto social y, por lo tanto, que haga posible resolver su crisis ecológica.20 Los procesos de integración latinoamericana podrían abrirse al reto de ese nuevo pacto político fundador, como eje fundamental de su seguridad. Al centrarse en el tema del comercio como vínculo principal con el ambiental, los sistemas de integración latinoamericanos no reconocen la necesidad de organizarse para fortalecer instancias regionales que par- ticipen en la gobernanza del medio ambiente. Es decir, el papel de los distintos esquemas de integración no está avanzando hacia el campo po- lítico como estrategia que toque de fondo los problemas ambientales y los conflictos ecológicos que dichos problemas generan.

Conclusiones

La amplitud del tema ambiental en América Latina, que en este trabajo se ha mostrado desde la perspectiva de la ecología política, al presentar un recuento de los principales problemas ambientales y de los conflictos ecológicos que surgen a lo largo del subcontinente, demuestra lo limitado que es para los sistemas de integración, constreñir la complejidad del problema ambiental a su simple relación con el comercio. Dicho reduc- cionismo implica que los diferentes bloques económicos latinoamerica- nos no están participando con responsabilidad en el ámbito político, de gobernabilidad o gobernanza del medio ambiente, en donde se encuen- tra la clave significativa para abordar retos como el cambio climático, el desarrollo sustentable o las demandas sociales por la urbanidad, el agua y los ecosistemas. Es necesaria una reactivación y ajuste de los capítulos ambientales, los Acuerdos de Cooperación Ambiental y las Comisiones Ambientales: darles mayor autonomía; ampliar a un mayor número de casos su poder legal vinculante; obligarlos a ser ágiles en lugar de buro- cráticos; dotarlos de herramientas interdisciplinarias para hacer evalua- ciones de impacto; fortalecer la difusión pública de su trabajo, de las temáticas que tratan, de las conclusiones a las que llegan. Hacer efectiva su incorporación discursiva al tema de la sustentabilidad.

20. Lipietz, Alain (2002). “La ecología política: ¿remedio a la crisis de lo político?”, en Ilé: anuario de ecología, cultura y sociedad, Fundación Heinrich Böll / Fundación Antonio Núñez Jimenes de la Naturaleza y el Hombre, año 2, núm. 2, Bogotá, Colombia, pp. 14, 17.

403 Mario Edgar López Ramírez

La constricción del tema ambiental a los intereses del comercio re- vela el nivel de madurez de los esquemas integradores, ya que en la me- dida en que éstos incorporen el tema ambiental como un eje estratégico en sí mismo, se necesitará dejar la pura unión comercial y económica y avanzar hacia la unión política. Mientras los bloques se mantengan en sus énfasis económicos, el medio ambiente quedará sometido al comer- cio y la integración latinoamericana desdibujada de la base natural que sustenta sus dinámicas. Es muy probable que, por más que los bloques quieran mantener su acción en la lógica comercial, la importancia de un medio ambiente dañado no permitirá que los sistemas de integración se desentiendan de escenarios en los que las catástrofes ecológicas se convertirán en norma e irrumpirán sin permiso, sin aviso, dentro de las agendas públicas regionales. Tal parece que las opciones no son muchas para los esquemas de integración: dentro de muy poco será absurdo que el tema ambiental no ocupe el primer lugar en la política pública de los sistemas de integración. Incorporar realmente el tema ambiental en los procesos de integra- ción latinoamericanos implicará también romper la escala administrativa regional, que cada bloque tiene. Esto es un reto ya que implica recono- cer que tanto los problemas ambientales, como los conflictos ecológicos, se presentan interdisciplinarios, multidimensionales y multiescalas; son económicos, pero también sociales, culturales y, ante todo, políticos; son materia de las ciencias naturales, de las ciencias sociales, pero también de los saberes populares y comunitarios; son, a la vez, personales, locales, nacionales, regionales y globales. Por ello las instancias relacionadas con su atención necesitarán ser flexibles, permitir ajustes, armar alianzas en- tre gobiernos, entre sistemas de integración y entre organismos interna- cionales. El medio ambiente puede ser un buen termómetro de madurez de los sistemas de integración latinoamericanos, al estar obligándolos a pasar del comercio a la política.

404 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración?

Alfredo César Dachary Stella Maris Arnaiz Burne

Introducción

Los grandes procesos de integración que se han dado en nuestra Amé- rica, tanto en el norte con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlc), en Centroamérica con el Sistema de Integración Cen- troamericana (sica), el Mercado Común del Sur (Mercosur) en Amé- rica del Sur, el Sistema Andino de Integración (sai) y la Comunidad del Caribe (Caricom) para los países anglófilos del Caribe, son modelos que abarcan la mayoría de las actividades económicas, servicios y otras activi- dades de orden cultural, jurídico o militar. En este trabajo analizaremos un programa de cooperación común que nace en el seno de la Asociación de Estados del Caribe (aec) y se orienta a promover, proteger y potencializar lo que es la actividad eco- nómica principal de la región, el turismo y sus recursos más significativos que son los naturales o el ambiente. De allí que los tres grandes elementos en juego sean: el turismo, que implica la cultura de los pueblos y sus tradiciones, como el bien más ame- nazado; el medio ambiente, fundamentalmente el medio marino y las zonas costeras; y tercero, el narcotráfico, una actividad que se desarrolla paralela al auge del turismo y que permea a éste, ya que invierte y atra- viesa la región, constituyéndose en una grave amenaza para la misma. El turismo se ha transformado en América en el principal modelo de cambio de los sectores más aislados de la sociedad al integrarlos a la economía de mercado por esta actividad, que afecta las propiedades, la

405 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne cultura, la dinámica social y las transformaciones productivas, entre las principales. Con la excepción de cuatro países: Puerto Rico, estado libre y aso- ciado a Estados Unidos; Trinidad y Tobago, país petrolero; Suriname y Guyana, que explotan la minería, silvicultura y otros recursos naturales, el resto son economías turísticas, donde este producto es varias veces superior a las exportaciones (Ceara Hatton, 1998). Los casos más representativos son Bahamas, donde la relación entre turismo y exportación de bienes es de 9.4 a 1; en Antigua es de 6.5 a 1; de 3.79 a 1; República Dominicana —que está más diversifi- cado— es de 3.06 a 1; y lo que es más, en el resto del continente esta situación es inversa. La falta de diversificación económica es una gran amenaza al crear economías monodependientes de flujos exteriores, como son los países emisores, y a ello hay que sumarle otra amenaza mayor: el narcotráfico y la economía criminal. Un Informe del Banco Mundial y la Agencia sobre Drogas y Crimen de las Naciones Unidas indica que hay un alza de crímenes violentos en el Caribe que afecta el desarrollo de la región, por lo que según Andrew Morrison, economista en jefe del Banco Mundial, hay que invertir en prevención y trabajar con los jóvenes de la región para darles opciones en que emplear su tiempo libre (bbc/Mundo 2007). Hoy tenemos, como ejemplo, el caso de Jamaica, en cuya capital se ha desatado una guerra, con muchos muertos, a fin de apresar al jefe de la economía criminal más importante del país, un reto que es imposible hasta ahora y demuestra el poder del narcotráfico y la política que le ha permitido enriquecerse con contratos legales en el país (Grau, 2010). El mar Caribe o la región de la cuenca del Caribe es una de las áreas con mayor tráfico marítimo legal, además del que realizan los narcotrafi- cantes y ello aumenta el nivel de peligros debido al gran tráfico petrolero. Las playas más afectadas por el alquitrán son las de Barlovento, expues- tas a los impactos de las corrientes y los vientos. El Caribe capta más de 30% del tráfico de cruceros. En Cozumel hay más de 1,900 arribos al año y allí aparece otra gran amenaza al mar y las zonas costeras: aguas de sentina, aguas negras, basura y aguas de lastre, entre las significativas (César y Arnaiz, 1996: 19-20). Faltarían los grandes impactos a las zonas costeras alteradas por puertos y marinas, la falta de agua y los campos de golf, la desalinización

406 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración? y las salmueras excedentes, el manejo de los residuos sólidos y líquidos de las ciudades costeras, entre otros tantos temas de impactación ambiental. Este modelo de integración y cooperación entre Estados para una actividad como es el turismo, combinado con la problemática ambiental, es un caso muy particular y en su género es el primero: la creación de una zona de turismo sustentable en la cuenca del Caribe.

Antecedentes

Cuando se realizan análisis, generalmente económicos, sobre el conti- nente americano, hay una tendencia a sostener cuatro grandes regiones: América del sur, centro y norte y el Caribe, una definición más de base colonial y, en algunos casos étnica, que abarca menos que lo que geográ- fica e históricamente significa la misma. El mar Caribe, con sus islas y su área continental, conforman una zona conocida como la cuenca del Caribe, una vasta extensión que une a dos extremos del continente americano y al istmo centroamericano que es parte integrante de la misma. Así la cuenca está formada por el arco insular, las Grandes Antillas y las Pequeñas Antillas, la porción continental que va desde la península de Yucatán a Venezuela, El Salvador que no tiene frente del Caribe, pero está integrado, y las Bahamas y Turcos y Caicos que históricamente están integrados a esta realidad (Coll-Hurtado, 1990: 12). Esta vasta región ha sido históricamente el escenario de los grandes enfrentamientos coloniales y neocoloniales, más que por riquezas natu- rales por el posicionamiento estratégico, frente al istmo centroamerica- no al comienzo y al canal de Panamá en el siglo xx. En la segunda mitad del siglo xx se han probado diferentes experien- cias de cooperación e integración, muy especialmente en el Caribe, a con- secuencia del proceso de descolonización que se da en esta época y con el marco de referencia de la revolución cubana, que jugó un papel muy importante al coincidir con la emergencia de los nuevos estados isleños. En el Caribe inglés hay una larga experiencia de integración en dife- rentes niveles, como es el del Caricom (Caribbean Community) que se inicia en 1973, luego del Carifta (Caribbean Free Trade Association) de 1965 y del fracaso de la West Indies Federation (1959-1962) orientado a formar un Estado con todas las antiguas colonias inglesas.

407 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

La cuenca del Caribe integra una de las mayores regiones de costas a partir de la gran diversidad de islas y las grandes zonas de Centroamérica y los extremos norte y sur. Esta situación de grandes espacios marítimos y un alto número de archipiélagos e islas y costas con grandes cadenas de arrecifes, es la segunda a nivel mundial, hoy definida como la reserva del Arrecife Mesoamericano, a lo que se suman los grandes ciclones o hura- canes, que la enfrentan a la realidad de la gran fragilidad de sus costas y recursos. Es así como esta situación de enfrentar problemas ambientales co- munes y recursos cada vez más limitados hace que la cooperación, enten- dida como actividades, aproximaciones o políticas conjuntas que permi- tan fomentar políticas ambientales regionales, sea el mecanismo idóneo para confrontar dichos problemas (Ragster y Gardner, 1993). Los tres grandes países de la cuenca del Caribe: México, Colombia y Venezuela cuentan con una amplia e importante legislación ambiental. En el caso de Venezuela, la Ley Orgánica del Ambiente aprobada en junio de 1976; en el caso de México, la Ley General del Equilibrio Eco- lógico y la Protección al Ambiente, que tiene como antecedentes una ley de 1971 para prevenir la contaminación, y ésta dictada en 1982 y, a su vez, ampliada en 1988. En el caso de Colombia se optó por codificar estas normas en el Có- digo Nacional de Recursos Renovables y de Protección al Medioambien- te, que fue publicado en enero de 1975. Así mismo, tenemos el caso de Cuba que en 1975 aprueba el tema para ser llevado a la legislación y en 1976 se crea la Comisión Nacional para la Protección del Medio Ambiente y los Recursos Naturales y se integra el artículo 27 de la Constitución donde se consagra la protección del medio ambiente y en 1981 se aprueba la Ley de Protección del Medio Ambiente y del Uso Racional de los Recursos Naturales. En 1986, Guatemala publica la Ley de Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente. A partir de la década de los setenta y siguiendo la línea de la Con- ferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, se comienzan a consolidar en la década de los ochenta, generando un im- portante cuerpo legislativo y reglamentario de los diferentes problemas que se deben enfrentar en la defensa del ambiente, como se puede ver en el cuadro siguiente para el Caribe insular.

408 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración?

Estados caribeños de habla inglesa: Legislación relacionada con el uso del medio ambiente

Estado Planificación Uso de tierra Agua Turismo Contaminación marina Agro Manejo desechos Pesca Zona costera Anguila x x x x x x x Antigua Barbuda x x x x x x x x Bahamas x x x x x x x x Barbados x x x x x x x x x x x x x x x Islas Vírgenes (gb) x x x x x x Isla Caimán x x x x x x x Dominica x x x x x x x Guyana x x x x x x x Grenada x x x x x x x x Jamaica x x x x x x x x x x x x x San Cristóbal x x x x x x x x y Nevis Santa Lucía x x x x x x x San Vicente y Granadinas x x x x x x x x Trinidad y Tobago x x x x x x x x Turcos y Caicos x x x x x x x Islas Vírgenes (eu) x x x x x x x x x

Fuente: Caribbean Law Institute (1991). Islas Vírgenes eu, reglamento de eu 1979.

La independencia de las antiguas colonias en el Caribe coincide con varios hechos. Primero —y el más importante— es el político, la Re- volución cubana que va a incidir en el aceleramiento del desarrollo del turismo como la única vía rápida para poder desarrollar o, mejor dicho, generar empleo y un crecimiento básico en la mayoría de los países (Ar- naiz y César, 2009). El turismo como la principal opción viene a reemplazar a la ya obso- leta economía de plantación y este cambio de estrategia generó un gran proceso migratorio, estimándose que cerca de 45% de la población del Caribe insular salió de éste entre la década de los cincuenta y setenta,

409 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne generalmente para las capitales coloniales, como Londres, París y Ám- sterdam, entre otras, o el mismo Estados Unidos. La opción por el turismo implica un mayor cuidado del ambiente dado la fragilidad de las islas y las zonas marinas perimetrales, la ma- yoría con grandes áreas arrecifales; de allí la existencia de una serie de convenios internacionales ya sea sobre la cuestión ambiental o turística, que serán el punto de referencia de la futura zona de turismo sustentable del Caribe, que emerge y se consolida a fines de los noventa y en los pri- meros años de esta primera década, y que será el modelo integración que analizaremos en este artículo. Los antecedentes a nivel ambiental regional e internacional son: • Convenio Internacional para la Prevención de la Contaminación de barcos (marpol 73/78). En 1993 el Gran Caribe fue clasificado como “área especial”, para restringir el vertimiento de desechos al mar. • Convenio onu sobre Derechos del Mar (uncloss iii) terminó con la adopción del Convenio de Montego Bay de 1982, y en 1994 entró en vigor (pnuma, 1996). • Plan de Acción Ambiental para el Gran Caribe (1981) operado por un fondo fiduciario formado por los países de esta región. El objetivo era proteger el medio marino y costero. • En 1983 se firmó en Cartagena el Convenio para la Protección y el Desarrollo del Medio Ambiente Marino del Gran Caribe y tiene dos protocolos que son (pnuma, 1996): - Protocolo para la cooperación en el combate a los derrames de petróleo en el Gran Caribe. - Protocolo relativo a la fauna y flora silvestre especialmente pro- tegida (spaw) del Convenio de Cartagena. • Convenio Centroamericano de Protección del Ambiente (1989) por el cual se crea la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (ccad), que en 1993 presentó una propuesta de ley básica de protec- ción ambiental y promoción del desarrollo sostenible (pnuma, 1993). • Iniciativa de los Sistemas Arrecifales del Caribe Mesoamericano: abarca un extraordinario conjunto de ecosistemas arrecifales a lo largo de 1,000 km en las costas de México, Belice, Guatemala y Honduras (ine, 1997). • Corredor Biológico Mesoamericano y el Fondo Centroamericano del Ambiente: propuesta aprobada en 1997 por los presidentes centroamericanos a propuesta de Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (ccad).

410 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración?

Los antecedentes a nivel del turismo son: • Convenio constitutivo de la organización Mundo Maya firmado en 1992 en Antigua, Guatemala, e integra a México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador a fin de crear un programa común de turis- mo sostenible sobre el Mundo Maya. • Declaración y Programa de Acción para el desarrollo sostenible de los pequeños estados insulares, acordado en la reunión de Barbados 1994, siendo la primera conferencia mundial donde se aplicó la Agenda 21. • Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible: se acuerda en la Cumbre Ecológica Centroamericana celebrada en Managua en 1994. • Fifth Caribbean Conference on Ecotourism (1995) en Venezuela, pionera en tratar el tema del CO2, protección de la biodiversidad, planificación familiar, desarrollar proyectos de turismo de bajo im- pacto y acordado por un modelo participativo (César y Arnaiz, 1997). • Programa de acción regional para el desarrollo del turismo (1996): se acordó en la reunión de presidentes centroamericanos llevada a cabo en Nicaragua, un programa de acción que persigue la consolidación y reconocimiento del turismo como una actividad económica estra- tégica y prioritaria para el desarrollo sostenible de Centroamérica.

Con estos antecedentes, sobre los temas centrales de esta región, su fra- gilidad ambiental, vinculada directamente al turismo, su motor econó- mico, se va a desplegar una importante acción al crearse la Asociación de Estados del Caribe que es la organización macro regional que va a promover, aprobar y desarrollar la primera región de turismo sustentable del mundo: el Gran Caribe.

La Asociación de Estados del Caribe y la cooperación regional

En el mismo año en que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1994) se dio comienzo al proceso de constitución de la Asociación de Estados del Caribe, en la ciudad de Cartagena de Indias, en el Caribe colombiano el 24 de julio, en una amplia reunión de jefes de Estado. Allí se firmó el Convenio constitutivo de la aec, el cual fue ratificado en la primera reunión de jefes de Estado y /o de gobiernos, realizada en Puerto España, en Trinidad y Tobago en 1995.

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La aec nace de la suma de tres proyectos de integración regional: los 14 países de la Comunidad del Caribe (Caricom), incluido Haití; el Mercado Común Centroamericano (mcca) formado por cinco países y el Grupo de los Tres (G-3) formado por los tres países más grandes: Mé- xico, Venezuela y Colombia, los que hacen un mercado de más de 250 millones de personas. Esta amplia masa de personas representa a 25 estados miembros ple- nos de la aec, a los que se sumaron los Departamentos de Ultramar de Francia, dos países que forman parte del reino de los Países Bajos, terri- torios británicos y norteamericanos, todos como miembros asociados, lo que amplía a un total de 36 países/territorios. En 1995, en la reunión ordinaria del Consejo de Ministros se aprobó el programa de trabajo de la Asociación, que tiene seis comités especia- les y dos grupos de trabajo. En la actualidad la aec tiene cuatro grandes áreas de proyectos: Transporte, Comercio, Turismo sustentable y Desas- tres naturales. En la ii Reunión Ordinaria del Consejo de Ministros realizada en La Habana en diciembre de 1996 se establecieron los consensos para iniciar los trabajos que permitieran declarar al Gran Caribe como la primera zona de turismo sustentable. Tras esta propuesta, ambiciosa pero necesaria para esta región, esta- ban los apoyos de una serie de instituciones vinculadas a las actividades que van a promover esta zona de turismo sustentable, la industria del turismo y la cuestión ambiental. Entre los agentes financieros destaca el Banco de Desarrollo del Ca- ribe, fundado en 1970, que ha tenido una importante participación en el financiamiento del desarrollo del turismo y el Banco Centroamericano de Integración Económica, fundado en 1960, que si bien ha apoyado pro- yectos importantes en Centroamérica, el turismo era una actividad poco desarrollada. A nivel de instituciones de turismo, apoyan esta propuesta la Orga- nización de Turismo del Caribe (cto), con sede en Barbados, que se creó en 1989 a partir de la fusión de la Caribbean Tourism Association creada en 1951 y el Caribbean Tourism Research and Development establecido en 1974, que en su momento tenía una membresía de 31 países, todos del Caribe insular. Así mismo cuenta con la participación de la Caribbean Hotel Association y American Airlines. La Asociación de Hoteles del Caribe, que trabaja muy vinculada a la cto, con muchos hoteles inscriptos aunque la gran mayoría era, hasta la

412 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración? creación de la Zona de Turismo Sustentable, del Caribe insular, algo que en la actualidad comienza a ampliarse. A ellos habría que sumarles la presencia de la Secretaría de Integra- ción Turística Centroamericana (sitca) y la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (ccad), además del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (pnuma). Con estos antecedentes, a mediados de los años noventa comienzan, a instancias de las directrices que salieron de Río 92, una serie de reu- niones y convenciones para ir delineando lo que luego sería la propuesta final de la primera zona de turismo sustentable. En 1996, en La Habana se realizó la reunión de orcalc-unesco, bajo el título de Turismo y Cultura en América Latina y el Caribe y allí se tra- bajó la relación entre sustentabilidad, cultura y turismo, en relación con las localidades donde estaba este patrimonio. En 1997, en Nueva York se realizó una reunión de la cto y se traba- jaron temáticas de corto plazo como los cruceros, creación de un centro de educación del turismo en el Caribe, las políticas de transporte aéreo, los huracanes y la creación de la Fundación Michel Manley de Desarrollo Sustentable del Turismo, inicialmente con fondos de la cto. Así mismo, se trabajó sobre la zona de turismo sustentable del Caribe. En ese mismo año, en Dominica se realizó una conferencia con el auspicio de la cto y bajo los lineamientos de Río 92, enfocándose al de- sarrollo del modelo de ecoturismo para el Caribe, básicamente insular y se acordó la formulación de un modelo integral que sirva a todas las islas del Caribe. También se realizó en Santa Lucía, la reunión de los países de la Or- ganización de Estados del Caribe Oriental orientada a ver las perspec- tivas de la sustentabilidad y el turismo, dado la importancia del mismo para esa región. Todos estos avances además de los inicialmente planteados son la base internacional de la propuesta porque en cada país de esta región se trabajó sobre modelos de sustentabilidad y esa experiencia servirá de referente para la primera Zona de Turismo Sustentable del Caribe.

La Zona de Turismo Sustentable del Caribe

La Zona de Turismo Sustentable del Caribe o cuenca del Caribe abarca las islas y el istmo centroamericano y grandes áreas costeras de América

413 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne del Norte y del Sur, pero lo que integra a esta compleja geografía es el mar Caribe, un Mediterráneo americano que tiene una larga historia de conflictos. Ayer eran los conflictos por su control, valor geopolítico, y hoy lo es por sus recursos, valor neoeconómico. Este cambio estalló en su nueva versión al terminar la ii Guerra Mundial, cuando el presidente Harry Truman anunció —el 28 de septiembre de 1945— que a partir de ese momento los recursos del subsuelo y del lecho del mar de la plataforma continental recubierto por la alta mar, contiguo a la costa de Estados Unidos pertenecen a éste y están sometidos a su jurisdicción y control (Peña, 1989). Esta situación desató un conflicto por los mares territoriales y sus recursos en toda América y una de las zonas con mayor conflictividad era el Caribe, con sus nuevos Estados y sus viejos conflictos de límites marí- timos, entre los que destacan el golfo de Honduras, la costa Centroame- ricana y el conflicto con Colombia y por los límites del golfo de México entre este país y Estados Unidos. Esto se reflejará en la segunda mitad del siglo xx por el sinnúmero de invasiones y agresiones que se realizan desde Estados Unidos a estos países caribeños, por su control y por la extensión de la guerra fría a la región a partir de la revolución cubana (Arnaiz y César, 2009). En 2010, cuando el petróleo comienza a reducirse, vemos los grandes problemas en el golfo de México, los yacimientos encontrados frente a las costas de Cuba, “zona de seguridad y control” de Estados Unidos, la conflictiva cuenca petrolera del golfo de Honduras, dividida de manera superpuesta por tres países: Honduras, Guatemala y Belice. Así el mar Caribe, el punto en común de esta vasta región, se trans- forma en un importante baluarte geoeconómico, por lo que su regula- ción y control se transforma en una prioridad para los países de la región. En la Reunión de La Habana de 1996 se determina la creación de la Zona de Turismo Sustentable del Caribe (ztsc) y se le encargó a una comisión especial la redacción de los documentos para su creación. En 1998 se aprobaron los documentos constitutivos de la ztsc, que son tres: la declaración para el establecimiento, el memorándum de entendimien- to firmado por los ministros y el plan de acción inmediata. La ztsc es un proyecto de integración regional a partir de los pilares en los que se asienta el desarrollo de esta región. El primero es el turismo, que predomina desde la mitad del siglo xx, y el segundo es el mar Caribe, fuente de riquezas, escenario para el turismo, medio para el transporte

414 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración? y un recurso natural fuertemente amenazado, lo cual repercutirá en el turismo, que vive de este escenario autodefinido como “paradisíaco”. Estos dos temas están presentes en los principios que orientan la ac- ción coordinada de los gobiernos para la implementación de la ztsc, sin- tetizados en siete puntos: • La sustentabilidad como condición. • La región como unidad cultural, socioeconómica y biológica. • El turismo como eje de las economías e instrumento estratégico para el desarrollo de la mayoría de los países. • La cooperación como uno de los medios para lograr la sustentabili- dad política. • El consenso como base de la sustentabilidad: gobierno, sector priva- do, sociedad civil y organismos internacionales. • La competitividad debe fundamentarse en la competitividad. • La integración regional como propósito, ya que el esfuerzo conjunto de países y otros actores genera una dinámica, que favorece la inte- gración económica (aec, 1999).

El paso inmediato a la constitución y firma de la ztsc fue la definición de la estrategia a desarrollar para poder lograr este amplio y ambicioso proceso de integración regional y para ello se aprobó un Plan de Acción Inmediato 1999-2000, que define las doce líneas estratégicas en la que se desarrollará la ztsc. Las mismas están definidas claramente en el artículo tres del Convenio para el establecimiento de la ztsc (aec, 2001). • Cultura e identidad: el turismo es una actividad que termina alteran- do las identidades de los pueblos, simplificándolas en muchos casos, haciendo de ellas una cuestión vacía de contenidos y sentimientos, por ello, en este punto se plantea preservar, difundir y mantener la diversidad cultural del Caribe. • Participación comunitaria: las comunidades receptoras de turismo deben lograr que en las comunidades emisoras se concientice a la gente sobre estas realidades. La participación de la comunidad en el desarrollo del turismo garantizará una mayor equidad en los benefi- cios del mismo. • Medio ambiente: como todas las actividades económicas y más las que se dan dentro del capitalismo, el turismo busca el beneficio y no ve las externalidades, incluso presiona para evitar cumplir con las normas a fin de poder tener más rentabilidad; por ello, se debe promover la conservación y el manejo sustentable de los ecosistemas que son la

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base del turismo, es el escenario, uno de los motivos principales de atracción. • Tecnología para la sustentabilidad: la combinación de países pobres y grandes retos es el marco ideal para la aplicación masiva de tecnolo- gías blandas, principalmente para el manejo del agua y los desechos. • Política e instrumentos económicos: para complementar el principio anterior hace falta crear instrumentos económicos de apoyo al ma- nejo sustentable, con asistencia de los organismos internacionales. • Mercadeo turístico: adecuarse a los nuevos tiempos, la diversificación de productos, no depender del sol y playa, a fin de lograr un desarro- llo más integral al interior de cada país y, a la vez, integrar la región con multiproductos. • Educación: integrar la región en la educación y capacitación tanto de la sustentabilidad como del turismo, a partir de programas comunes, intercambio de alumnos y maestros, homogenizar programas de ca- pacitación y crear un organismo central para la aec. • Marco legal: se deben actualizar, reformar y crear los marcos legales nacionales a fin de que se puedan integrar a una legislación común que sirva para poder desarrollar la ztsc con base en un orden legal común. • Indicadores de sustentabilidad: alentar la creación de sistemas de indi- cadores y luego buscar integrar los mismos en un modelo homogéneo que garantice la sustentabilidad de la región, de las sociedades y del turismo. • Transporte aéreo y marítimo: la integración sería una utopía si no hay conexión en una región que está controlada por una empresa aérea extranjera, sin flotas marítimas de importancia y separada de los otros países por grandes extensiones marítimas. • Coordinación con el sector privado: el desarrollo sustentable implica la presencia de todos los actores, por ello, se promueve la creación de mecanismos de consulta del sector público y privado y, a partir de esto, crear programas conjuntos que incluyan a la sociedad civil. • Centro de información: la ztsc requiere de un organismo que la ali- mente con información fidedigna de los diferentes países y áreas comunes y, a la vez, le permita socializar a fin de poder mantener informados a los integrantes de los avances y problemas en los países miembros.

416 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración?

La mayoría de estas metas de corto plazo se han logrado, otras están rezagadas por las propias asimetrías entre los integrantes de la ztsc, pero el principio ha llevado a algo excepcional, la región integrada por los países más jóvenes en independencia, los más explotados en su historia, aislados y pobres del continente han dado un paso que ha significado un gran avance para la región y toda América.

Evolución del proyecto y las reuniones de integración

El proceso de desarrollo, acuerdos y aplicación de políticas para hacer realidad la ztsc es un proceso complejo, que pasa por la gran descon- fianza que existe entre el Caribe inglés y el mundo latino y las grandes asimetrías que hay entre los miembros del G3 y el Caricom, una situación heredada de las grandes diferencias económicas, culturales y de coloni- zación. Para finales de 2005, el estado de desarrollo de la ztsc parecería ser muy lento desde el punto de vista formal, aunque en la realidad ya hay pronunciamientos y acciones muy claras contra los grandes depredado- res y generadores de impactos en esta región. Todos los miembros de la aec, que son veinticinco y uno de los tres asociados, han formado el convenio que establece la ztsc; además, cua- tro países miembros han ratificado el convenio; un miembro asociado, Francia, lo ha depositado para su aprobación. Así mismo, 15 Estados miembros han firmado el protocolo del convenio. El proceso ha sido largo por las diferentes reuniones de jefes de Es- tado o consejo de ministros o comité especiales, como se ve en el cuadro siguiente. Destaca en este proceso la Cuarta Reunión de Jefes de Estado y Go- bierno de la aec, efectuada en Panamá el 29 de julio del 2005, de la cual salió la Declaración de Panamá, donde se reconoce por primera vez que el turismo es una de las fuentes más importantes de inversión extranjera e ingreso de divisas, además de un gran generador de empleos (Declara- ción de Panamá, 2005). Al año siguiente, en la primera Reunión Ministerial del Gran Ca- ribe (rmt-1), realizada el 19 de octubre del 2006 en La Habana, quedó plasmado en la Declaración de La Habana sobre el Turismo en el Gran Caribe, los temas más urgentes en la región relacionados con la imple- mentación de la ztsc.

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Principales reuniones que han generado avances para la ztsc

Fecha País/territorio Tipo de reunión 1994 - julio 24 Colombia Convenio Constitutivo aec 1995- agosto 17/18 Trinidad y Tobago i Cumbre jefes de estado y gobiernos de la aec 1999- abril 17 República Dominicana ii Cumbre de jefes estado y gobiernos de la aec 2001- diciembre 12 Venezuela Convenio para el establecimiento ztsc 2004- febrero 12 Panamá Protocolo para el establecimiento de la ztsc 2005- julio 29 Panamá iv Cumbre de jefes de Estado y gobierno aec 2005- noviembre 30 Martinica xv Reunión del Comité de Turismo Sustentable 2006- octubre 19 La Habana i Reunión ministerial de Turismo de la aec 2007- enero 26 Guatemala xii Reunión del Consejo de ministros de la aec 2009- enero 30 Puerto Príncipe xiv Reunión ordinaria del Consejo de ministros aec 2009- abril 24 Barranquilla ii Reunión de ministros del Gran Caribe

Fuente: aec (2010).

Dos años después en la Reunión de Guatemala del 27 de enero, xii Reunión Ordinaria del Consejo de Ministros de la aec, se comenzaron a definir las metas para alcanzar el turismo sustentable en la región y la forma de darle seguimiento a este proceso. En 2009, en Barranquilla, Colombia, se celebró la ii Reunión minis- terial de turismo de la aec, y allí se citó para el mes de abril del mismo año al Comité Especial de Turismo Sostenible (cets-20) para evaluar los avances de la ztsc. Entre los avances más significativos en la construcción de la ztsc, tenemos tres temas cruciales: uno, la formulación de los indicadores de sostenibilidad para la región; en segundo lugar, el turismo de cruceros y su gran impacto en estos frágiles ecosistemas; y como tercero, el cambio climático y el turismo.

418 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración?

Indicadores de turismo sustentable

Debido a que el proceso de integración se realizará a partir de lo que se considera el desarrollo sustentable, es que la primera gran tarea que tuvieron los equipos iniciales de técnicos de la aec fue buscar los princi- pales indicadores de sustentabilidad que fueran factibles de aplicar en el gran Caribe. Es así como a comienzos de la actual década, en 2001, se realiza un taller con la presencia de la omt y su experiencia anterior, principalmente en México, Taller de Cozumel, entre los más significativos, y se encontró una serie de indicadores básicos, que se presentan en el siguiente cuadro y que son el punto de partida para desarrollarlo por temas a profundidad. Siguiendo el proceso, cuatro años después en Baja California Sur, México se celebró la vi Reunión del Grupo de expertos del Turismo Sus- tentable, a la cual asistieron nueve estados miembros y uno de los ob- servadores fundadores, la Caribbean Tourism Organization, así como la directora de la Comisión de Turismo Sustentable. Allí se logró definir el perfil del destino turístico en busca de la sus- tentabilidad y cuyos principales temas seleccionados fueron: ubicación, accesibilidad, alojamientos y restaurantes, hechos turísticos, clima, geo- grafía y población y características turísticas. Con base en éstos, la aec desarrollará un instrumento de informa- ción para ser aprobado en la xv Reunión del Comité Especial de turismo sustentable. En 2003 se le encargó a la Agencia Francesa de Ingeniería Turística, con fondos de cooperación de Martinica y Guadalupe, el desa- rrollo de indicadores para el desarrollo de la ztsc. En 2006 se realizó un taller de presentación de los indicadores y el manual de entrenamiento, que se promocionó en toda la región, y que es un modelo muy completo aunque muy difícil de poder aplicar plena- mente en el Caribe. El Comité de Turismo Sustentable realiza otras actividades, además de la búsqueda del modelo común a partir de los indicadores de susten- tabilidad, enfocadas a temas también vitales para la supervivencia del turismo como una actividad fundamental en la región.

Impacto del turismo de cruceros en el Gran Caribe

La industria de los cruceros es una las más dinámicas en el mundo del turismo, siendo el Caribe la zona con mayor actividad en el planeta. En

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Indicadores de sustentabilidad Turística de la aec (2001)

Indicador Medida Ambiental Social Cultural Económico Seguridad Núm. de delitos/ X Núm. de turistas año Identidad cultural Grado de X X participación en el turismo Prostitución infantil Casos-erradicación X Empleo turístico Locales/ empleo total X X Calidad de agua Coliformes/metales X (marino –T) Pesados X Calidad agua para Medidas básicas consumo Índice de consumo kWh/ turista/ día X X energético kWh/ tipo hotel- año Índice consumo de M3/ turista/ día X X agua Uso y manejo Empresas turísticas X ambiental acreditadas Gestión ambiental Empresas con X monitoreo ambiental Manejo desechos Empresas c/ X sólidos clasificación de desechos Manejo desechos Empresas conectadas X líquidos drenaje Satisfacción del Núm. de turistas X turista satisfechos Índice consumo Valor anual de los X X productos bienes nacionales en Nacionales y locales el turismo.

Fuente: aec (2001). Trinidad y Tobago.

2007 llegó a tener 46.6% del total de los itinerarios y en el año de la crisis, 2008, éste se redujo a 41.02% (clia, 2008). Según la Cruice Lines International Association Inc. (clia), en 2007 se transportaron por crucero 12.5 millones de pasajeros, que generaron 38 billones de dólares y 354,000 puestos laborales en esta industria. En el Caribe, esta industria generó —en 2007— 1.8 billones de gasto en consu-

420 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración? mo en puertos y tierra, un promedio de 94 millones de dólares por puerto y creó 41,500 puestos de trabajo, directos e indirectos (aec, 2009). La industria de cruceros ha transitado la primera década del siglo xxi hacia la integración de un oligopolio integrado por dos compañías, de las cuales una, Carnival, controla más de 60% del total. Tal situación aunada al control de las líneas aéreas por una aerolínea, American Airlines, hace de esta vasta región un área sin capacidad de controlar la entrada y salida de personas o regularla, lo cual complica aún más la negociación para reducir los impactos negativos. Así, tenemos tres grandes grupos de impactos a analizar:

Impactos económicos

Si bien hay generación de empleo con los cruceros, ésta es una actividad con una alta estacionalidad, lo cual es negativo para un destino donde compiten hoteles y cruceros, con ventaja para estos últimos. Está demos- trado que el mito del regreso del crucerista es falso, porque el turista moderno quiere conocer nuevos destinos y no los ya visitados. Los impuestos que dejan los cruceristas son mínimos frente a los alo- jados en hoteles, y los gastos del Estado para mantener el destino son los mismos; además, por su estacionalidad, los empleos que crean son de temporada, no son estables y no combaten la precariedad, algo dife- rente al empleo hotelero que se mantiene, aunque en temporada baja se reduce el empleo fijo. Pero el mayor problema es que el capital natural que pone el destino no siempre es valorado, al extremo de que en algunos casos las empresas de cruceros compran islas y reproducen un escenario como parque temá- tico, algo ya consolidado frente a Casa de Campo en República Domi- nicana.

Impactos sociales

Los impactos de los cruceros sobre la población de acogida son muy importantes y más en las islas pequeñas que rápidamente se saturan. Entre los principales impactos negativos tenemos: • Migración del interior al puerto, genera barrios precarios con haci- namiento. • Incremento de la contaminación sonora, resultado de la ocupación masiva de los poblados por los cruceristas.

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• Mayor exposición de los residentes a los turistas, lo cual genera ame- nazas por la pérdida de su cotidianidad. • Sustitución del patrimonio natural por obras y nuevos escenarios para satisfacer al crucerista.

Esta situación genera dos grandes problemas: • Congestión: momentos en que hay más visitantes que pobladores, lo que altera totalmente la vida de las poblaciones. • Actividad delictiva: se da dentro del crucero, en los puertos y en el país, en general, y que termina afectando al destino. Un ejemplo es St. Croix, que ha reducido sus arribos de cruceristas en 200,000 como resultado del crimen contra pasajeros, derivado de las drogas y su comercio.

Impactos ambientales

Los impactos medioambientales de los cruceros son muchos y en la mayoría de los casos irreversibles; entre ellos, destacan: • Contaminación del lecho marino, bahías y áreas costeras. • Degradación de las fuentes de agua. • Destrucción de corales, productos del anclaje y el garreo de las an- clas. • Emisión de contaminantes al aire y al agua. • Problemas de salud en tierra. • Presión sobre los sitios de vertido de desechos ubicados en tierra. • Generación de un gran volumen de desperdicios humanos, amenaza para la salud y los costos de limpieza.

Entre 1993 y 1998 tuvieron lugar 100 incidentes medioambientales regis- trados provocados por cruceros, aunque se estima que fueron muchos más y ello se deriva del gran impacto que tienen sobre los ecosistemas. Entre ellos: • Generan 10 galones de aguas residuales por pasajero por día, 90 ga- lones de aguas grises por día y 2.3 kg de desperdicios sólidos diarios. • 15 galones de desechos tóxicos por día (lavado en seco, pintura, foto- grafía, entre otros). • 7,000 galones de aguas aceitosas por día. • 1,000 toneladas de agua de lastre, que liberan al entrar al puerto. • Emisiones de gases del motor igual a 12,240 automóviles.

422 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración?

• En una semana se generan 50 toneladas de desechos sólidos, 7.5 toneladas de desechos líquidos, 800,000 litros de aguas residuales y 130,000 litros de aguas grises.

Ante estos impactos, los pequeños países poco pueden hacer y sólo la unidad de la aec y la implementación de normas de la ztsc podrían inci- dir en el ajuste de sus actividades, lo cual es posible con nuevas tecnolo- gías y mayor inversión.

Cambio climático y turismo

Una vez más, el Caribe inglés y las pequeñas islas que lo componen y que vienen operando desde hace varias décadas en la Caribbean Tourism Organization (cto) plantean un documento referente al cambio climá- tico, ya que éstas serían las afectadas por el mismo en diferentes aspectos. Como antecedente de esto, la cto publica en 2008 el documento Marco político para el turismo sustentable en el Caribe, como resultado de su Programa Regional de Desarrollo del Turismo Sostenible en el Cari- be, implementado entre 2005 y 2008 con Fondos Europeos para el Desa- rrollo (fed) (cto, 2009). Así, se estima que en la región del gran Caribe el cambio climático — no aceptado por todos los expertos y cuyos efectos algunos maximizan y otros minimizan— podría tener los siguientes impactos negativos reales: • Los huracanes, que se desarrollan en la segunda parte del año a par- tir de junio/julio podrían ser más intensos, con mayores costos am- bientales y económico- sociales. • La elevación del mar afectaría a la mayoría de las islas muy bajas, salvo excepciones, de origen volcánico. • Intrusión del agua salada a los acuíferos de agua dulce. • El cambio de temperatura afectaría el comportamiento de los mer- cados. • El cambio en los patrones de precipitación disminuiría la recarga de los acuíferos.

Ante ello, la cto plantea un enfoque participativo para la planificación de esta actividad, para el manejo y el monitoreo, a partir de patrones sos- tenibles de manejo de los recursos. Y como complemento, generar medi- das de mitigación apropiada cuando los impactos son difíciles de omitir.

423 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

Así mismo, la cto propone cuatro proyectos para abordar la proble- mática del cambio climático: • Proyecto Caribsave. Está orientado a proteger el medio natural, bie- nes y patrimonio, que dependen de la actividad turística a fin de que no la afecten. • Proyecto Chenact: eficiencia energética en los hoteles, a fin de ob- tener fondos condicionados a la reducción de emisiones de gases in- vernadero. • Proyecto marco para el manejo de riesgo de desastres: común a todo el Caribe, para unificar criterios y capacitación. • Proyecto de racionalización del manejo del riesgo de desastres: para fortalecer los esfuerzos a fin de incluir estos temas en la planificación y desarrollo del turismo.

El aumento de los proyectos y programas conjuntos son parte del resul- tado de la implementación de la ztsc que logra integrar a todos los países vecinos de la cuenca en estos temas comunes y amenazas constantes.

El turismo en la región en 2008-2009

La crisis, primero con el estallido de la burbuja inmobiliaria en España y los Estados Unidos, y luego con el sector financiero, hace su entrada en 2008; pero su verdadera influencia o impacto recién se comienza a medir y evaluar en 2009, en lo referente al turismo. Así tenemos que de 2005 a 2008, el auge del turismo a escala mundial ha sido constante: pasando de 682 millones de turistas en el año 2000 a 802 millones en el 2005 y llegando a 920 millones en el 2008, pero cayen- do en 2009 a 880 millones (omt, 2010). A nivel del Caribe, en el año 2000 se recibían 17.1 millones de turistas y en 2005 se elevó a 18.8 millones hasta llegar a los 20.2 en 2008, cifra que cae a 19.7 millones en 2009. Para un análisis del último año de auge de esta primera década del siglo xxi, analizaremos a los miembros de la Asociación de Estados del Caribe en sus tres dimensiones: el Caribe insular, Centroamérica y los países miembros del G-3, los más grandes de la región. Comenzaremos por el G-3, que no es totalmente representante del Caribe, aunque los destinos caribeños sumados son, en capacidad de cuartos y movimientos de turistas, de un peso similar al resto del Caribe.

424 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración?

G-3: Turistas e ingresos 2000-2008

Países Turistas 2000 Turistas 2008 Ingresos 2000 Ingresos 2008 Millones dólares eu Millones dólares eu México 20.641,000 22.637,000 8,294 13,289 Colombia 557,000 1.221,000 1,030 1,844 Venezuela n.d. n.d. 423 895 n.d.: sin datos. Fuente: omt, 2010.

En relación al Caribe insular, tenemos los siguientes datos:

Caribe insular: turistas e ingresos 2000-2008

Países o territorios Turistas Turistas Ingresos 2000 Ingresos 2008 2000 2008 Millones dólares Millones dólares eu eu Anguila 44,000 68,000 56 109* Antigua y Barbuda 207,000 266,000 291 338* Aruba 721,000 827,000 815 1,412 Bahamas 1.544,000 1.463,000 1,734 2,153 Barbados 545,000 568,000 723 1,192 Bermudas 332,000 264,000 431 431 Bonaire 51,000 74,000 59 121 Islas Vírgenes (gb) 272,000 346,000 n.d. n.d. Caimán 354,000 303,000 559 353 Cuba 1.741,000 2.316,000 1,737 2,267 Curazao 191,000 409,000 189 378 Dominica 70,000 88,000* 48 74* República Dominicana 2.978,000 3.980,000 2,860 4,176 Granada 129,000 124,000 93 110* Jamaica 1.323,000 1.767,000 1,333 1,872 Martinica 526,000 480,000 n.d. n.d. Montserrat 10,000 7,000 9 7* Puerto Rico 3.341,000 3.894,000 2,388 3,645 Saba 9,000 12,000 n.d. n.d. Santa Lucía 270,000 296,000 281 317* Saint Martin 432,000 475,000 512 673 San Vicente y Granadinas 73,000 90,000* 82 111* Islas Vírgenes (eu) 546,000 510,000* n.d. n.d. * Datos 2007. n.d.: sin datos. Fuente: omt, 2010.

425 Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

Finalmente, presentamos los datos de los países centroamericanos que muestran igual comportamiento:

Centroamérica: turistas e ingresos 2000-2008

Países Turistas Turistas Ingresos 2000 Ingresos 2008 2000 2008 Millones dólares eu Millones dólares eu Belice 196,000 244,000 111 281 Costa Rica 1.088,000 2.089,000 1,302 2,250 El Salvador 795,000 1.385,000 217 894 Guatemala n.d. 1.527,000 482 1,068 Honduras 471,000 899,000 260 621 Nicaragua 486,000 858,000 129 276 Panamá 484,000 1.308,000 458 1,408 n.d.: sin datos. Fuente: omt, 2010.

El 2008 ha sido el año de la transición en el turismo; fue el último ascenso del arribo de turistas que venía del año anterior en la región y es el refe- rente para poder medir el impacto de la crisis a partir de 2009. La región del G-3, las tres economías más grandes de la región, han tenido un gran crecimiento en esta primera década del siglo xxi, no sólo en el arribo de turistas sino en la derrama que se ha mantenido estable, aunque es mucho menor a la que se genera en las economías desarrolla- das, emisores principales de turistas. En Centroamérica también se ha mantenido el crecimiento, aunque junto con el G-3 y el Caribe insular, aún es bajo en relación a la expan- sión del turismo en Asia y en los propios países centrales, y su cuota es determinante en esta actividad. El problema de esta década se ve más agudo en el Caribe insular y mucho más en el Caribe inglés, porque República Dominicana y Cuba han tenido una gran expansión, derivada de las inversiones extranjeras, principalmente españolas. El Caribe hispano es el motor del Caribe insular: Cuba, República Dominicana y Puerto Rico, lo cual rompe con la idea de que las peque- ñas islas son un gran atractivo del turismo masivo, ya que por sus limita- ciones en infraestructura y por el dominio del turismo de cruceros, han tenido poco crecimiento en relación a la década anterior. La ztsc es un ejemplo de la cooperación asimétrica por problemas comunes, por las siguientes razones:

426 La cuenca del Caribe: turismo y ambiente, ¿un nuevo modelo de integración?

• El Caribe es la marca y el atractivo común de esta vasta región que es aprovechado por las Antillas Mayores y fundamentalmente por los tres grandes, esencialmente México, la potencia turística regional. • Las amenazas son comunes y los impactos afectarán a la industria turística que está sobre la costa, desde los huracanes a la elevación del nivel del mar. • Todos sin imprescindibles en el Caribe, porque ello les da la gran di- versidad cultural, unidas por el paisaje del mar y las palmeras. • Las economías regionales, cuanto más pequeñas son más dependien- tes del turismo; las mayores lo son menos, pero ocurre igual como región en el Caribe. • La sustentabilidad no tiene fronteras y cuando hay un patrimonio común — como un mar— se debe proteger entre todos. • La lucha contra la pobreza y las asimetrías del modelo son los gran- des límites de la ztsc, por ello su lucha va más allá del ecologismo y es política, orientada a una democracia más efectiva en términos de equidad.

La ztsc es un ejemplo interesante de la cooperación internacional entre países no desarrollados o ricos, ya que aunque México esté en la ocde, sus niveles de pobreza lo redefinen en la realidad, reducen las asimetrías y nos invitan a trabajar juntos para erradicarla. La ventaja de esta zona es que supera las diferencias económicas y políticas, las de los idiomas, de las historias, de las tradiciones de los dife- rentes pueblos y los integra en el nuevo capitalismo global, su vanguardia el turismo, la fábrica de ocio masivo para una sociedad mundial abruma- da por la crisis y su propia decadencia.

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428 Documentos en internet sobre integración

Compilados por Alicia González Rojano

Título: Informe preliminar del Secretario General: la evolución del pro- ceso de integración en el año 2010 Institución: Aladi Fecha de elaboración: 2 de febrero de 2011 Formato: HTML (Word y PDF) Liga: http://www.aladi.org/nsfaladi/estudios.nsf/vwestudiosydocumentos web/0932DC31ABD634C4032578320052807C

Título: Evolución del comercio negociado y aprovechamiento de las pre- ferencias arancelarias Autor: Secretaría General Institución: Aladi Fecha de elaboración: 22 de diciembre de 2010 Formato: Word Liga: http://www.aladi.org/biblioteca/Publicaciones/ALADI/Secretaria_ General/SEC_Estudios/199.doc

Título: La teología de la liberación frente a la crisis de la globalización neoliberal Autor: Benjamín Forcano Institución: América Latina en Movimiento Fecha de elaboración: 2 de febrero de 2011 Formato: HTML Liga: http://alainet.org/active/44199&lang=es

429 Documentos en Internet sobre integración

Título: Declaración Final de la Cumbre de la Unidad Autor: Cumbre de la Unidad constituida por la xxi Cumbre del Grupo de Río y la ii Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo Institución: América Latina en Movimiento Fecha de elaboración: 2010 Formato: HTML Liga: http://alainet.org/active/36341&lang=es

Título: El juego político en América Latina: ¿Cómo se deciden las polí- ticas públicas? (libro) Autor: Carlos Scartascini, Pablo Spiller, Ernesto H. Stein, Mariano Tom- masi, Institución: Banco Interamericano de Desarrollo Fecha de elaboración: enero 2011 Formato: PDF Liga: http://www.iadb.org/research/pub_desc. cfm?language=Spanish&PUB_ID=IDB-BK-102

Título: Estrategia para el Desarrollo Rural de los Países Andinos y el Caribe Autor: Falconi, Cesar A. Institución: Documentos de trabajo, Banco Interamericano de Desarrollo Fecha de elaboración: enero 2011 Formato: PDF Liga: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument. aspx?docnum=35555760

Título: Efectos de la crisis financiera sobre los sistemas de pensiones en América Latina Autor: Marcel Cullell, Mario; Waldo Tapia Troncoso Institución: Banco Interamericano de Desarrollo Fecha de elaboración: diciembre 2010 Formato: PDF Liga: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument. aspx?docnum=35536957

430 Documentos en Internet sobre integración

Título: Informe sobre el desarrollo mundial 2010: Desarrollo y cambio climático Autor: Banco Mundial Institución: Banco Mundial Fecha de elaboración: 2010 Formato: HTML y PDF Liga: http://www.bancomundial.org/idm2010

Título: Informe anual 2010 del Banco Mundial Autor: Banco Mundial Institución: Banco Mundial Fecha de elaboración: 2010 Formato: PDF Liga: http://www.bancomundial.org/publicaciones/

Título: Rutandina. Construyendo la integración Autor: Secretaría General de la Comunidad Andina Institución: Secretaría General de la Comunidad Andina Fecha de elaboración: 10 de octubre de 2010 Formato: PDF Liga: http://www.comunidadandina.org/public/rutaAndina2010.pdf

Título: Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe 2009-2010 Autor: División de desarrollo económico, cepal Institución: cepal Fecha de elaboración: 13 de diciembre de 2010 Formato: PDF Liga: http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/5/40695/Crisis_originada_ en_el_centro_recuperacion_impulsada_economias_emergentes_vf.pdf

Título: Informe anual de la cepal Autor: División de desarrollo económico, cepal Institución: cepal Fecha de elaboración: 13 de diciembre de 2010 Formato: PDF Liga: http://www.eclac.cl/publicaciones/

431 Documentos en Internet sobre integración

Título: Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2010 Autor: División de desarrollo económico, cepal Institución: cepal Fecha de elaboración: 13 de diciembre de 2010 Formato: PDF Liga: http://www.eclac.cl/publicaciones/

Título: Envejecimiento en América Latina. Sistemas de pensiones y pro- tección social integral Autor: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Institución: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Fecha de elaboración: noviembre de 2010 Formato: PDF Liga: http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/8/42048/2010-741-LBC-110.pdf

Título: Anuario estadístico de América Latina y el Caribe, 2010 Autor: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Institución: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Fecha de elaboración: diciembre 2010 Formato: PDF Liga: http://www.eclac.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/publicaciones/ xml/0/39710/P39710.xml&xsl=/pses33/tpl/p9f.xsl&base=/pses33/tpl/top- bottom.xsl

Título: Revista cepal núm. 102 Autor: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Institución: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Fecha de elaboración: febrero 2010 Formato: HTML Liga: http://www.eclac.cl/revista/

Título: Constructing, Deconstructing, and Reconstructing Career Civil Service Systems in Latin America. Autor: Merilee S. Grindle Institución: Center for International Development (cid) Fecha de elaboración: octubre 2010 Formato: PDF

432 Documentos en Internet sobre integración

Liga: http://www.hks.harvard.edu/centers/cid/publications/faculty-wor- king-papers/cid-working-paper-no.-204

Título: World Economic Situation and Prospects 2011 Autor: Resolución aprobada por la Asamblea General Institución: Departamento de asuntos económicos y sociales-onu Fecha de elaboración: 18 de enero 2011 Formato: PDF Liga: http://www.un.org/en/development/desa/policy/wesp/index.shtml

Título: Informe sobre la pobreza rural 2011 Autor: Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (ifad) Institución: Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (ifad) Fecha de elaboración: 6 de diciembre de 2010 Formato: PDF Liga: http://www.ifad.org/rpr2011/report/s/rpr2011.pdf

Título: Trade and Development Report, 2010, Employment, globaliza- tion and development Autor: unctad- onu Institución: onu Fecha de elaboración: 14 de septiembre de 2010 Formato: PDF Liga: http://www.unctad.org/Templates/webflyer.asp?docid=13740&intI- temID=2093&lang=3

Título: The Road to Rio +20: For a development-led green economy Autor: unctad/ditc/ted Institución: onu Fecha de elaboración: 1º de marzo de 2011 Formato: PDF Liga: http://www.unctad.org/en/docs/ditcted20108_en.pdf

Título: La Unión Aduanera Centroamericana. Autor: Secretaría de Integración Económica Centroamericana Institución: Secretaría de Integración Económica Centroamericana Fecha de elaboración: febrero 2011 Formato: PDF

433 Documentos en Internet sobre integración

Liga: http://www.sieca.int/site/VisorDocs.aspx?IDDOC=Ca che/17990000003571/17990000003571.swf

Título: Informe sobre el Proceso de Integración Regional, 2009-2010 Autor: Antena del sela Institución: sela Fecha de elaboración: octubre 2010 Formato: PDF Liga: http://www.sela.org/view/index.asp?ms=258&pageMs=75192&new_ id=77840

Título: Nueva agenda del Comercio para el Desarrollo: una propuesta desde América Latina y el Caribe Autor: sela Institución: sela Fecha de elaboración: octubre 2010 Formato: PDF Liga: http://www.sela.org/view/index.asp?ms=258&pageMs=75192&new_ id=79279

Título: Antena del sela en Estados Unidos, núm. 94 Autor: Revista electrónica Antena Institución: sela Fecha de elaboración: enero-marzo 2011 Formato: PDF Liga: http://www.sela.org/view/index.asp?ms=258&pageMs=75192&new_ id=27270

Título: Boletín sobre integración de América Latina y el Caribe (Boletín de Integración sela núm. 158). Autor: sela Institución: sela Fecha de elaboración: enero 2011 Formato: PDF Liga: http://www.sela.org/view/index.asp?ms=258&pagems=74931&item_ id=83788

434 Documentos en Internet sobre integración

Título: La creación del Consenso de Seúl para el Desarrollo. Una agenda imprescindible para el G20 Autor: Oxfam Institución: Oxfam Fecha de elaboración: octubre 2010 Formato: PDF Liga: http://www.oxfam.org/es/policy/la-creacion-del-consenso-de- seul-para-el-desarrollo

Título: La reforma institucional del Mercosur. Análisis de un reto. Autor: Cefir, InWEnt, Somos Mercosur Institución: Centro de Formación para la Integración Regional Fecha de elaboración: 2010 Formato: PDF Liga: http://www.somosmercosur.net/wp-content/uploads/2009/08/origi- nal-trilce-ultima-versión.pdf

Título: Comunicado Conjunto de los Presidentes de los Estados Partes del Mercosur Autor: xxxix Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur. San Juan, Argentina. Institución: Mercosur Fecha de elaboración: 2010 Formato: PDF Liga: http://www.somosmercosur.net/wp-content/uploads/2010/08/ XXXIX_Cumbre_Presidentes_Declaración.pdf

Título: Declaración de Cancún Autor: Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de los países de América Latina y el Caribe Institución: Cumbre de la Unidad constituida por la xxi Cumbre del Grupo de Río y la ii Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Inte- gración y Desarrollo (calc) Fecha de elaboración: 23 de febrero de 2010. Formato: HTML Liga: http://www.cubaminrex.cu/Actualidad/2010/Febrero/declara- cion%20cancun.html

435 Documentos en Internet sobre integración

Título: “La inserción internacional de Suramérica: la apuesta por la Unasur” Autor: Carlos Alberto Chaves García Institución: Íconos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 38. Escenarios políticos y regionalismo en América Latina, Flacso Fecha de elaboración: septiembre 2010 Formato: PDF Liga: http://www.flacso.org.ec/docs/i38chaves.pdf

Título: “El Mercosur agrario: ¿integración para quién?” Autor: Agostina Costantino y Francisco Cantamutto Institución: Íconos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 38. Escenarios políticos y regionalismo en América Latina, Flacso Fecha de elaboración: septiembre 2010 Formato: PDF Liga: http://www.flacso.org.ec/docs/i38costantino.pdf

Título: Impacto de las crisis internacionales de los ´90 en el MERCO- SUR Autor: Mariana Larracharte Institución: Íconos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 38. Escenarios políticos y regionalismo en América Latina, Flacso Fecha de elaboración: septiembre 2010 Formato: PDF Liga: http://www.flacso.org.ec/docs/i38costantino.pdf

Título: ¿Que pasa con el Banco del Sur? Autor: Daniel Munevar Institución: Observatorio Internacional de la Deuda Fecha de elaboración: 12 de octubre de 2010 Formato: HTML Liga: http://www.oid-ido.org/article.php3?id_article=1171

Título: Deuda de los países en desarrollo: una peligrosa falta de previsión Autor: Eric Toussaint Institución: Observatorio Internacional de la Deuda Fecha de elaboración: 7 de enero de 2011 Formato: HTML Liga: http://www.oid-ido.org/rubrique.php3?id_rubrique=4

436 Documentos en Internet sobre integración

Título: Revista integración & Comercio. Nueva etapa Autor: Eric Toussaint Institución: Observatorio Internacional de la Deuda Fecha de elaboración: julio-diciembre 2010 Formato: PDF Liga: http://www.iadb.org/intal/icom/31/esp/e_home.html

437 Anuario de la integración latinoamericana y caribeña 2009 se terminó de imprimir en marzo 2014 en los talleres de Ediciones de la Noche Madero 687, Zona Centro Guadalajara, Jalisco. El tiraje fue de 500 ejemplares.

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