Donde Habitan Los Dioses Ya Plutòn Se Se Le Otorgò El R
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
A Jupiter le toco el reino del Olimpo, <el reino de los cielos> donde habitan los dioses y a Plutòn se se le otorgò el reino del infierno o la morada de Plutòn, donde iban las almas de los muertos para ser juzgadas.Hubo un personaje que se le permitió descender a la terrible morada de plutòn fuè Dante Alighieri donde los ladridos de cerbero el perro tricípite que con sus ladridos aterrorizadores atormenta a las almas de los condenados, el doble lago de fuego y azufre: el seol, el averno el avitchi o infierno que viene de una palabra latina infernus región inferior. Dante dice que los políticos corruptos esos que roban a los pueblos y se enriquecen con el dinero de las naciones el castigo que les espera es una paila hirviendo de un liquido oscuro parecido al petróleo donde son sumergidos y custodiados eternamente por demonios con tridentes y rabos o cola, que al tratar de emerger el político corrupto el demonio lo vuelve a sumergir con un tridente en esa paila infernal.Dice que los que adulteran hombre y mujer aparecen desnudos unidos atravesados por una lanza y volando en el espacio. Loshechiceros están en ataúdes o tumbas, fosas hirviendo por llamas de fuego quemándose. Es mucho lo que se ha escrito sobre el infierno, sobre el limbo donde desciende los fallecidos, el hades, hablarè de Dante y de su divina comedia: Dante es finalmente rescatado por el poeta romano Virgilio, y los dos comienzan un viaje al mundo de ultratumba (Canto I). Cada castigo en el Infierno es por contrapaso, una representación de la justicia poética Dante pasa a través de la puerta del infierno, la cual tiene un inscripción, de cuyo texto dice "Es por mi que se va a la ciudad del llanto, es por mi que se va al dolor eterno y el lugar donde sufre la raza condenada, yo fui creado por el poder divino y no hubo nada que existiera antes que yo, abandona la esperanza si entras aquí" novena y última línea procede la famosa frase "Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate", o "abandona la esperanza si entras aquí". Antes de entrar completamente al infierno, Dante y su guía ven a aquellos que nunca se comprometieron, las almas de aquellos que jamás hicieron algo bueno o malo (entre ellos, Dante reconoce a Celestino V o a Poncio Pilatos; el texto es ambiguo). Con ellos están los exiliados que no tomaron parte en la rebelión de los ángeles. Estas almas no están ni en el Infierno ni fuera de este, pero residen en las orillas delAqueronte. Su castigo es el de perseguir eternamente una bandera mientras son atacados por abejas y avispas que continuamente los pican mientras gusanos y otros insectos succionan su sangre y lágrimas. Esto simboliza el aguijón de sus conciencias y la repugnancia del pecado. Como el Purgatorio y el Paraíso, el Infierno tiene una estructura de 9+1=10, pues cuenta con un "vestíbulo" de diferente naturaleza de los otros nueve círculos que los componen, de los cuáles lo separa el Aqueronte. Tras franquear el "vestíbulo", Dante y Virgilio llegan a la barca que les permitirá cruzar el Aqueronte y llegar al infierno propiamente dicho. Quien conduce la embarcación es Caronte, quien al saber que Dante procede del mundo de los vivos, se niega a dejarlo pasar. Virgilio, sin embargo, lo obliga a acceder pronunciando la célebre frase Vuolsi così colà ove si puote, que traduce "así se dispuso allí donde se tiene la autoridad", indicando que el viaje de Dante es deseado por Dios. Las protestas y blasfemias de las almas condenadas llenan la atmósfera (Canto III). Sin embargo, el poeta pierde el conocimiento y en su poema no se describe el cruce del río propiamente dicho (Canto IV). A continuación, Virgilio guía a Dante por los nueve círculos del Infierno, que son concéntricos, representando la progresión de la gravedad del pecado castigado, y culmina en el centro de la tierra, donde Satán es prisionero. Los pecadores de cada círculo son castigados con penas eternas, pero aquellos que se arrepintieron y oraron antes de fallecer se encuentran en el Purgatorio, donde deben expiar sus culpas. En el Infierno se encuentran quienes justificaron sus pecados y no se arrepintieron. En un sentido alegórico, las tres bestias representan los tres tipos de pecados: la autoindulgencia, la violencia, y la perversidad,1 lo cual es de importancia pues determina la estructura del lugar, de modo que el alto Infierno (los primeros cinco círculos) corresponden a los pecados de autoindulgencia; el sexto y el séptimo a los caracterizados por la violencia; y el octavo y el noveno a los marcados por la perversidad. Primer círculo (Limbo) En el Limbo se encuentran los no bautizados y los paganos virtuosos, quienes, pese a no ser pecadores, no aceptaron a Cristo. Estos pecadores no son efectivamente atormentados, pero aún así están condenados ya que están separados de Dios, sin esperanza de reconciliarse con Él. El Limbo comparte muchas características con los prados asfódelos griegos; "un lugar neutral, ni bueno ni malo, donde esta gente estará eternamente siempre deseando a Dios pero sin poder tenerlo nunca."2 Después de este primer círculo, todos los condenados por pecados "activos", es decir, que deliberadamente han pecado dañando a alguien, son juzgados por Minos, quien sentencia cada alma y le asigna su lugar, enrollando su cola sobre sí mismo tantas vueltas como círculos debe descender. Los círculos más profundos están estructurados de acuerdo a la concepción clásica (Aristotélica) del vicio y la virtud. Están agrupados de acuerdo a los pecados de incontinencia, violencia y fraude (que, según diversos comentaristas, están representados por el leopardo, el león, y la loba, respectivamente). Los pecados de incontinencia, es decir, la incapacidad de controlar los deseos e instintos propios, son castigados en un primer lugar, mientras que la violencia y el fraude aparecen después. Segundo círculo (Lujuria) En el segundo círculo del Infierno, se encuentran aquellos que han pecado de lujuria. Dante condena a estos "malefactores carnales"4 por dejar que sus apetitos sobrepasaran su razón. Ellos son los primeros en ser verdaderamente castigados en el Infierno. Estas almas están condenadas a ser impelidas por un fuerte viento, que las embiste contra suelo y paredes, las agita y las hace chocar entre ellas sin descanso, de la misma forma que en vida se dejaron llevar por los vientos de la pasión. En este círculo, Dante ve a Semiramis, Dido, Cleopatra, Helena, Aquiles, Paris, Tristá n, y muchos otros que no controlaron el amor sensual durante su vida. Francesca de Rimini le dice a Dante como ella y su cuñado Paolo cometieron adulterio, y después murieron de manera violenta, en el nombre del Amor, en las manos de su esposo, Gianciotto Malatesta Tercer círculo (Gula) En el tercer círculo se castiga a los glotones. Condenados a yacer en el barro y atormentados por una inclemente lluvia de granizo, son ensordecidas por los terribles ladridos de Cerbero, que los persigue y desgarra atrozmente con uñas y dientes. Los glotones son condenados a vivir toda la eternidad bajo el ladrido de Cerbero que los despedaza con sus uñas, en un lugar donde el granizo y la lluvia helada no cesan, además que incluye no sólo excesos en la bebida y los alimentos, sino también otros tipos de adicción. Cuarto círculo (Avaricia y Prodigalidad) Aquellos cuya actitud hacia los bienes materiales se desvió de la media adecuada son castigados en el cuarto círculo. Aquí están condenados los avaros, que acumularon posesiones, y los pródigos, que las derrocharon. Ambos grupos empujan grandes pesos a lo largo del círculo, pero cada uno en dirección opuesta. Cuando se encuentran, chocando, se injurian. Unos reprochan: "¿Porqué acaparas?", mientras que los otros: "¿Porqué derrochas?". A continuación cada grupo da la vuelta para recorrer el círculo en sentido contrario, hasta chocar de nuevo con el otro. Quinto círculo (Ira y Pereza) Las almas de los iracundos están encenagadas en la pantanosa laguna Estigia. Rabiosas, se golpean entre ellas, y se despedazan a mordiscos. Bajo el agua y hundidos en el lodo, están las almas de los acidiosos. Las partes más bajas del Infierno se encuentran dentro de los confines de la ciudad de Dite, que a su vez está rodeada por la laguna estigia. Los castigados dentro de Dite son pecadores activos (no pasivos). Los muros de Dite están custodiados por ángeles caídos. Virgilio no logra convencerlos de que lo dejen pasar con Dante y las Erinias y Medusa amenazan a Dante. Un ángel mandado del Cielo les deja entrar, abriendo la puerta al ser tocada por una vara Sexto círculo (Herejía) En el sexto círculo, los epicúreos, los cuales negaron en vida la inmortalidad del alma, están condenados a yacer en flamígeros sepulcros destapados. Dante habla con un epicúreo florentino: Farinata degli Uberti, un gibelino (condenado póstumo por herejía en el1283);están los brujos hechiceros que hacen daño con sus sortilegios- Séptimo círculo (Violencia) En el séptimo círculo se encuentran los violentos. Su entrada es vigilada por el Minotauro, y se divide en tres anillos: . Anillo exterior: Esta ronda alberga a los violentos contra la gente y la propiedad. Están inmersos en el Flegetonte, un río de sangre hirviente, hundidos según la gravedad del pecados . Anillo del medio: En éste anillo están los suicidas (los violentos contra sí mismos), los cuales, transformados en nudosos árboles, son picoteados y desgarrados por Harpías que allí anidan. Llegado el día del Juicio Final, esta clase de almas, en vez de revestirse con sus cuerpos al recobrarlos, los colgarán de sus ramas, pues sería injusto volver a tener lo que uno se ha quitado voluntariamente.