Lo Siniestro En El Infierno De La Divina Comedia: Una Lectura De Las Imágenes Literaria E Iconológica
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LO SINIESTRO EN EL INFIERNO DE LA DIVINA COMEDIA: UNA LECTURA DE LAS IMÁGENES LITERARIA E ICONOLÓGICA Maria Fernanda Muñoz Aguilar Universidad Santo Tomás Facultad de Filosofía y Letras Licenciatura en Filosofía y Lengua Castellana Bogotá D.C., Colombia 2019 LO SINIESTRO EN EL INFIERNO DE LA DIVINA COMEDIA: UNA LECTURA DE LAS IMÁGENES LITERARIA E ICONOLÓGICA Maria Fernanda Muñoz Aguilar Monografía de Grado presentada como requisito para optar al título de: Licenciada en Filosofía y Lengua Castellana Asesor: César Augusto Vásquez García Universidad Santo Tomás Facultad de Filosofía y Letras Licenciatura en Filosofía y Lengua Castellana Bogotá D.C., Colombia 2019 Resumen En el presente trabajo de grado se desarrolla una propuesta de lectura iconológica para el Canto de El Infierno de la Divina comedia desde la categoría de lo siniestro, tomando como referentes la teoría estética del filósofo español Eugenio Trías en Lo bello y lo siniestro (1982), el método iconográfico e iconológico del historiador alemán Erwin Panofsky (1892- 1968) propuesto en El significado de las artes visuales (1955), y las ilustraciones para la Divina comedia de diferentes artistas, en específico las creadas en 1861 por Gustave Doré (1832-1883). Para el desarrollo de esta lectura iconológica se presenta, en un primer momento, el estudio estético de lo siniestro teniendo en cuenta las categorías de lo bello y de lo sublime, en un segundo momento, se analiza el método de lectura iconográfico e iconológico en relación con las imágenes textuales y pictóricas, y; en un tercer y último momento, se desarrolla la propuesta de lectura para El Infierno de la Divina comedia, desde fuentes literarias e iconográficas en las artes plásticas. Palabras clave: Divina comedia, Canto El Infierno, Lo siniestro, Imágenes literarias, iconográficas e iconológicas. 2 TABLA DE CONTENIDO Introducción .................................................................................................................................... 4 1. La estética de lo siniestro .......................................................................................................... 13 1.1 Consideraciones sobre lo bello ............................................................................................ 13 1.2 Consideraciones sobre lo sublime ....................................................................................... 20 1.3 Consideraciones sobre lo siniestro ...................................................................................... 27 2. La experiencia estética en la imagen como propuesta de lectura para la Divina comedia ....... 67 2.1 La imagen como forma de lectura ....................................................................................... 72 2.2 Iconografía e iconología ..................................................................................................... 89 3. Lo siniestro ilustrado en El Infierno de la Divina comedia. Lectura de las imágenes literaria e iconológica .................................................................................................................................. 109 3.1 Manuscrito Holkham Misc. 48 (Siglo XIV), Anónimo ..................................................... 114 3.2 Mapa del Infierno (1495), Sandro Botticelli ..................................................................... 121 3.3 Juicio Final (1541), Miguel Ángel.................................................................................... 130 3.4 La barca de Dante (1822), Eugene Delacroix................................................................... 141 3.5 Ilustraciones para la Divina comedia (1827), William Blake ........................................... 152 3.6 Ilustraciones para la Divina comedia (1861), Gustave Doré ............................................. 159 3.7 La puerta del infierno (1917), Auguste Rodin .................................................................. 220 3.8 Ilustraciones para la Divina comedia (1965), Salvador Dalí ............................................. 230 Conclusiones ............................................................................................................................... 244 Referencias bibliográficas ........................................................................................................... 253 3 Introducción “Allor fu la paura un poco queta, che nel lago del cor m’era durata la notte ch’io passai con tanta pieta. Ecome quei che con lena affannata uscito fuor del pelago a la riva, si volge a l’acqua perigliosa e guata, così l’animo mio, ch’ancor fuggiva, si volse a retro a rimirar lo passo che non lasciò già mai persona viva” (Inf., I, 19-27)1. El estudio de la estética que se refiere a lo siniestro ha sido desarrollado a lo largo de la filosofía tanto antigua, como medieval y moderna, pero el mayor énfasis y reconocimiento que recibe se desarrolla en la contemporaneidad gracias a autores como Eugenio Trías (1942-2013, España), quien asume la importancia de analizar este concepto como categoría estética que se distingue de lo bello y de lo sublime, y que a su vez guarda relación con estas otras categorías. Trías aborda lo siniestro como una posibilidad de lectura en el arte, como una perspectiva alterna y –en apariencia– mucho más profunda que lo bello y lo sublime por su condición y esencia secreta pero necesaria para la creación de la obra de arte y para el estudio general de la belleza. Lo siniestro en el estudio clásico de la estética está presente, aunque desapercibido, pues no se reconoce como una categoría principal como la belleza, pero sí como una categoría necesaria que se lee bajo otras nomenclaturas como “lo feo” o “lo monstruoso”, actuando como definición en favor del estudio estético dedicado a determinar y comprender lo bello (en la antigüedad) y lo sublime (en la modernidad). Los medievales, por ejemplo, – sin darse cuenta– establecieron los inicios de un estudio de lo siniestro como parte del análisis de la estética en general, ya no como una categoría subalterna para explicar lo bello por descarte y contraste, sino como una categoría con posibilidades de hacer parte del 1 “Entonces se calmó un poco el miedo / que había agitado el lado de mi corazón / durante aquella noche tan penosa. / Y lo mismo que aquel que ha logrado salir, / tras afanosa lucha, del piélago a la orilla, / se vuelve a mirar el agua llena de peligros, / así mi espíritu, fugitivo aún, / se volvió hacia atrás y contempló el paraje / del que nadie salió vivo nunca” (Alighieri, 1956, Inf., I, 19-27, p. 28. Trad. Nicolás González Ruiz). 4 estudio de la belleza de manera más autónoma y consciente: la preocupación y la necesidad por explicar lo que resulta opuesto a las características convencionales de la belleza (armonía, utilidad, bondad, verdad, etc.) da apertura a explorar las cosas ocultas, las cosas que nos parecen misteriosas, terroríficas o sobrenaturales, lo que se logra ver representado en algunas manifestaciones artísticas medievales como las gárgolas en las catedrales o algunas escenas –generalmente las religiosas– que asumen a modo de tema central el padecimiento, el sufrimiento y el dolor, es decir, lo que nadie o lo que pocos quieren ver. En la estética moderna la presencia de lo siniestro como categoría estética independiente se hace más tangible, pues con el estudio de lo sublime propuesto por Immanuel Kant (1724-1804, Prusia), la concepción de un estado anímico en el hombre y su relación con la naturaleza, el mundo y las ideas, conduce el estudio de la estética a un plano más amplio, más complejo y más profundo, en donde los límites de lo bello, es decir, de aquello que trasciende los conceptos fijos y deterministas (verdad y bondad, por ejemplo), asumen otras lecturas alternativas que explican la belleza desde una perspectiva completa en donde la sensibilidad permite contemplar la posibilidad de atender a la visión estética como sentimiento y acción –de lo bello y de lo sublime– en el caso de Kant2. De esta manera, en el estudio contemporáneo bajo el análisis de Eugenio Trías, lo siniestro asume valor tanto nominal como conceptual, retomando características expuestas en estudios pasados, es decir, en estudios referidos a lo bello y a lo sublime, en donde lo siniestro se reconoce a partir de conceptos y definiciones como lo misterioso, lo oculto, o lo indebido. La postura que asume Trías es de vital importancia para el presente trabajo de investigación, porque de cierto modo, en el libro Lo bello y lo siniestro (1982) se infiere el planteamiento de un esquema general del estudio estético compuesto por tres categorías centrales, recíprocas y equilibradas entre sí, a saber, lo bello, lo sublime y lo siniestro como partes de un estadio mayor que engloba todas sus características: la belleza (Fig.1). 2 Para Kant, el estudio de lo bello y de lo sublime es necesariamente de carácter subjetivo y “pasional” en tanto que –como sentimientos del hombre para el desarrollo de su facultad de juzgar según el “placer” o el “displacer”– existe la posibilidad de que a partir de la experiencia estética personal, el hombre pueda actuar y definir su moral y su comportamiento en la sociedad: “Kant nos hará ver que lo bello y lo sublime no se encuentran primordialmente fuera de nosotros, en los objetos de la naturaleza o del arte, sino que son, más bien, disposiciones del ser humano y, más precisamente, disposiciones naturales y prácticas de éste; son parte inherente de la moral y de la vida comunitaria humana, es decir, de la sociabilidad” (Granja, 2004,