Farris Anderson, José Manuel Cuenca Toribio, James H. Hoddie, Daría
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„ Cuadernos nispanoamericanc^ il'T ^ n Farris Anderson, José Manuel Cuenca Toribio, James H. Hoddie, Daría Montero-Paulson y Carmen Bravo-Villasante Conmemoración de Galdós Charles Tomlinson Poesía Blas Matamoro Thomas Mann: un álbum de familia Julio Ortega Bryce Echenique y la estética de la exageración Mercedes Serna Arnáiz El krausismo en José Martí -^CiSdernos Hispanoamericanos .fr HAN DIRIGIDO ESTA PUBLICACIÓN Pedro Laín Entralgo Luis Rosales José Antonio MaravaJI DIRECTOR Félix Grande SUBDIRECTOR Blas Matamoro REDACTOR JEFE Juan Malpartida SECRETARIA DE REDACCIÓN María Antonia Jiménez SUSCRIPCIONES Maximiliano Jurado Teléf.: 583 83 96 REDACCIÓN Instituto de Cooperación Iberoamericana Avda. de los Reyes Católicos, 4 - 28040 MADRID Teléis.: 583 83 99 - 583 84 00 - 583 84 01 DISEÑO Manuel Ponce IMPRIME Gráficas 82, S.L. Lérida, 41 - 28020 MADRID Depósito Legal: M. 3875/1958 ISSN: 00-11250-X - ÑIPO: 028-90-002-5 /nfópanoamcricanogl 521 Galdós 7 El grupo de la mujer «natural» en la obra de Pérez Galdós DARÍA MONTERO-PAULSON 23 Madrid y el espacio de Miau FARRIS ANDERSON 37 El último amor de Galdós CARMEN BRAVO-VILLASANTE T11 Galdós, cronista parlamentario JOSÉ MANUEL CUENCA TORIBIO 47 Reexamen de un enigmático texto galdosiano: El doctor Centeno JAMES H. HODDIE Invenciones y ensayos 71 Alfredo Bryce Echenique y la estética de la exageración JULIO ORTEGA 87 Thomas Mann: un álbum de familia BLAS MATAMORO 113 La insistencia de las cosas RICHARD SWIGG 123 Antología CHARLES TOMLINSON 521 137 Algunas dilucidaciones sobre el krausismo en José Martí MERCEDES SERNA ARNÁIZ 146 Tres evocaciones de Agustín Lara DELFÍN COLOMÉ Siguiente CALDOS •. • Galdós por Ramón Casas Anterior Inicio Siguiente El grupo de la mujer «natural» en la obra de Pérez Galdós mJú vasto panorama de las creaciones galdosianas, las que más sobresa len en la mente del lector son los personajes femeninos. Ellas, que son dinámicas, inteligentes, voluntariosas y móviles, luchan y aspiran a reali zarse, a llegar a ser auténticamente «ellas», en una sociedad muchas veces complejísima y hostil. Uno de los «tipos» femeninos más interesantes en la obra de Pérez Gal dós es el que yo denomino la mujer «natural». En este estudio analizaré la trayectoria de las siguientes veintitrés mujeres «naturales»: la Primorosa (1.a serie de los Episodios nacionales), la Zaina, la Zancuda, la Pelumbres, Rosa la Naranjera (2.a serie de los Episodios nacionales), la Carniola (El Doctor Centeno), Doña Xaviera (El amigo Manso), Antoñita la Cordonera (4.a serie de los Episodios nacionales), Casiana (5.a serie de los Episodios nacionales), Dulcenombre (Ángel Guerra), Fortunata (Fortunata y Jacinta), Barberina (4.a serie de los Episodios nacionales), Facunda Isturrigalde (5.a serie de los Episodios nacionales), Marianela (Marianela), Pepa Fúcar (La familia de León Rock), Dolly (El abuelo), Lica (El amigo Manso), Andrea (3.a serie de los Episodios nacionales), y Lucila Ansúrez (4.a y 5.a serie de los Episodios nacionales). La mujer «natural» en las novelas de Pérez Galdós es hija adoptiva y simbólica de la Naturaleza. No todas las mujeres «naturales» se asocian con la Naturaleza de la misma manera; algunas reflejan sus fenómenos positivos, otras los fenómenos más negativos. La Naturaleza tiene dos funciones en la obra galdosiana. Su primera fun ción es la de natura naturans —fuerza creadora y vital, Madre (o a veces 8 Madrastra) de la Humanidad; omnipotente, omnipresente y omnisciente—. 1 Benito Pérez Caldos, Pérez Galdós subraya este papel panteísta con palabras de Juan Pablo Ru O.C, N. II; págs. 740-741. bín (Fortunata y Jacinta): 1 Para un detenido análi sis de la mujer «social» y La Naturaleza es la verdadera luz de las almas, el Verbo, el legítimo Mesías, no el la «víctima», véase mi esque ha de venir, sino el que está siempre viniendo. Ella se hizo a sí propia, y en tudio: Daría J. Montero- sus evoluciones eternas, concibiendo y naciendo sin cesar, es siempre hija y madre Paulson, La jerarquía fe de sí misma...1. menina en la obra de Pé rez Galdós, Diss. Univ. of La segunda función de la Naturaleza es la del ambiente físico-geográfico Pa., 1981. En este análisis divido la jerarquía femenide sus habitantes. Aunque las descripciones físico-geográficas en su obra na galdosiana en siete grucasi siempre son testimonios de una investigación minuciosa por parte del pos distintos: la mujer «so autor, partiendo de un credo más o menos realista, también se pueden en cial», la «víctima», la «na tural», la «Quijote», la «recontrar muchos ejemplos de la Naturaleza romántica. Allí están los jardi belde», la Figura Christi, yne s y bosques primitivos o incivilizables que consuelan o afligen más las la mujer «nueva». almas de sus habitantes, los montes y despoblados de Castilla y Andalucía } Sobre la influencia rous- seauniana en España véa (especialmente en las primeras cuatro series de los Episodios nacionales) se los siguientes libros y arque reflejan los sentimientos de sus hijos adoptivos y los muchos fenóme tículos: Jacques Barzun, Clasno- s «románticos» y violentos de la Naturaleza —lluvias torrenciales, tor sic, Romantic and Modern (Boston-Toronto, 1961), espementas o tempestades—. cialmente el Capítulo II, El grupo de la mujer «natural» destaca como contraste y respuesta posi «Rousseau and Modern 2 Tyranny», págs. 18-35; Gustiva a los grupos de la mujer «social» y la «víctima» . Frente a la vícti tavo Correa, Realidad, fic ma —débil y parasitaria— la mujer natural demuestra un carácter fuerte ción y símbolo en las no y activo, lleno de vitalidad creadora. Comparada con la mujer social, que velas de Pérez Galdós; en sayo de estética realista (Boen la mayoría de los casos representa el polo negativo de la sociedad espa gotá: 1967), sobre todo, elñol a decimonónica —la hipocresía, lo artificial de los valores muertos y Capítulo XIII, págs. 231-253;de las tradiciones cansadas, la frivolidad y la inmoralidad— la mujer natu Ángel del Río, «Algunas no tas sobre Rousseau en Es ral encarna valores más positivos. Ella mantiene la seriedad de sentimien paña», Hispania XIX (1936), tos, la autenticidad de espíritu, una personalidad enérgica, y un corazón págs. 105-116; Hans Hinter-lleno de bondad y de «simpatía», según predicaba el filósofo dieciochesco, háuser, Los «Episodios na cionales» de Benito Pérez Jean Jacques Rousseau. Galdós (Madrid: Gredos, La influencia de Jean Jacques Rousseau en España, y especialmente so 1963), y I. Rea Spell, Rousbre Pérez Galdós, ha sido escasamente estudiada3. Pérez Galdós, a través seau in the Spanish World Before 1833 (Austin: Texas, de toda su obra literaria, se muestra gran admirador del filósofo ginebrino. 1938). Su biblioteca contenía las obras completas de Rousseau, en la edición de 4 4 H. Chonon Berkowitz, LaParís , 1864 . En todos sus libros se pueden hallar resonancias de Rousseau: biblioteca de Benito Pérez citas de sus obras, elogios verbales del ginebrino por parte de Pérez Galdós Galdós (Las Palmas: Edicioy sus personajes (E.N. I, p. 130), aplicación de los conceptos de «lo natural» nes El Museo Canario, 1951), pág. 184. como auténtico, frente a «lo social» como artificioso y corrompido (ej., la 5 Véase, Hans Hinterhau-mujer «natural» y la pareja «natural» en las novelas y los dramas de Pérez Galdós). ser, Los «Episodios nacio La influencia de Jean Jacques Rousseau sobre Pérez Galdós se podría nales» de Benito Pérez Gal 5 dós, trad. losé Escobar (Madividir en dos etapas ideológicas diferentes . La primera etapa, la de Galdós drid: Gredos, 1963), pág. 213.paladí n de ideas «liberales» (1873-1896), se caracteriza por la aplicación OíÍM de las ideas de Rousseau a la sociedad española decimonónica, la cual, según Pérez Galdós, todavía puede funcionar sin cambios radicales —la so ciedad regenerada por ideas y valores positivos—. En esta etapa, Galdós emula, junto con el krausismo, las ideas educativas de Rousseau (Emile) y los valores «auténticos» de la pareja «natural». Unos ejemplos de esta tendencia son las diversas mujeres o parejas «na turales» que se encuentran en la obra de Pérez Galdós (a las cuales analiza ré en las secciones próximas de este ensayo), y la figura de Benigno Corde ro (2.a serie de ios Episodios nacionales), quien cría a su hijo, que se llama Juanito Jacobo, «...en memoria de cierto filósofo que no es necesario nom brar»6. Entre 1878 y 1890 cinco novelas importantes galdosianas elogian las «vir tudes» de la mujer natural (La familia de León Rock Pepa Fúcar; El amigo Manso: Lica; Lo prohibido: Camila; Fortunata y Jacinta: Fortunata; y El abuelo: Dolly). Aunque algunas de estas mujeres (Fortunata) ya están al margen de la sociedad, todas todavía pueden vivir dentro de esta sociedad como ciudadanas. Pero a partir de 1898 (fecha del Desastre y a la vez del principio de la tercera serie de los Episodios nacionales de Pérez Galdós), las ideas galdo sianas sobre la sociedad española cambian radicalmente. La búsqueda de valores positivos dentro de la España abúlica y ultrajada pasa por el filtro galdosiano de la melancolía y del desengaño, y Pérez Galdós, examinando las ideas de Rousseau, Schopenhauer, Nietzsche y Costa (3.a serie de los Episodios nacionales), junto con la «generación del 98» pide regeneración vigorosa y europeización. Pero, al no hallar muchos valores positivos den tro de la sociedad española, Pérez Galdós se declara republicano y revolu cionario (4.a y 5.a serie de los Episodios nacionales, el teatro y sus últimas novelas). Y la mujer «natural», hasta ahora dentro de la sociedad, se con vierte en «salvaje-noble inadaptada», fuera de la sociedad; o emigrando a Europa (Teresa Villaescusa con Santiago Ibero) o refugiándose de la socie dad en un «salvajismo» anárquico y fuera de las leyes sociales (Teresa y Santiago, Virginia Socobio y Leoncio Ansúrez, Tito Livio y Casiana).