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PRECIOS, DE ^SUSGRIPCION REDACGÍÓH, Y ADMINISTRACIÓN CAMPOMANES, 4, ENTRESUELO MATOID • :- f ... P««'»- pEOViNoiAa.—trimestre, pago directo. .. . 4,00 — Tcléfon®, .SSS Por corresponsal 5 — AKTILI.A8 ESPAÑOLAS Y KAOrOKES FIÜ- MAKTE8 DBl TKATABO POSTAl. —Tfi- ^ Anuncios y comunicados á precios convcncionaSes. mestre i9 Tilda !a correspondencia dirijase á íiucettas oficinas á nom« PoaTHííAt. —Triraeaíre » — bre del Administrador LOS BEMAS>At3E3.—TriEttóStre, io — PAGO ADELANTADO DON JOSÉ LASO DE LA VEGA
UBüCAMPROGRESlSTft céitilsiiss. Jásasero saelt® 3 cénliffisos 25 niii£sei<'o$
coalición republicana y ^dioo todo lo que bien le donde las fiebres diezman el personal; hága?o cuan nes paga el Estado para que trabajen y no para qaa place. to sea dable, directa ó indirectamente, para asegu se paseen. Después, para terminar sus especiales noticias, rar el porvenir da los que consagran su existencia Respetamos los motivos que los jefes y encarga al servicio del público en los ferrocarriles, y en dos da la fábrica de Oviedo tengan para perseguir escribe el párrafo siguiente: como persiguen á nuestros correligionarios, y los No busoamoa los crímenes porque en ellos encon tLo que resulte, a! fin, de estas cavilaciones (las cavila tonces no sólo habrá perfecta justicia en exigir tremos pábulo á la insaciable curiosidad del piib i- ciones (le F.i Cuneo) ya lo iremos sabiendo; siendo lo mejortod o género de responsabilidades á los que descui respetamos porque queremos que se nos respete agucrdar áque hable el Sr. Pí.» den el cumplimiento de deberes tan exactos y mi también cuando, llegada nuestra vez, observemos co, ávida de emociones. Bascamos tan sólo aquellos nuciosos como son todos los que se relacionan con con los operarios de origen monárquico idéntica que pintan nuestro estado jurídico, político j so Pues si lo mejor es aguardar, jpor qué no aguar la seguridad de los trenes, sino que sa habrá dado conducta; pero entre tanto, conste que las econo cial. da el colega? «n paso inmenso para alcanzar una explotación mías del señor ministro da la Guerra, por lo que A menos que le guste hablar por hablar... regular y ordenada ds los ferrocarriles. respecta á la fábrica de Oviedo no son tales econo Por eso, sin rsmontarBos á épocas anteriores, po Al fln y al cabo es fusioniata. mías, pues no sa suprimieron los puestos inútiles demos enumerar tres procesos rareladores de íre? jHará esto el actual ministro de Fomento? No, se ds maestros, capataces, auxiliares, escribíante?, Leemos: guramente. Su iniciativa habrá concluido con la cánceres que devoran la sociedad española: publicación de las últimas circulares de la Direc peones y un lujo de jardineros y ordenanzas ver El muerio resuciiado, que demuestra la influen «A las repetidas gestiones hechas por el marqnéa del Pazo de daderamente escamdaloso porque para nada sirven^ ia Merced, ha sido favorablementa Informado el proyecto del ción general de Obras públicas, en una de las cua como que son puestoi creados con el exclusivo ob cia del caciquismo en la suerte de una familia. mnelle de hi»rro que ha elevado á la aprobación superior la les, si bien sa recuerdan el art. i5 da la ley sobre junta de obras del ptietto áe Yigo, y que muy pronta se saca policía de los ferrocarriles y el 169 del reglamento, jeto de satisfacer exigencias electorales. El crimen de la calle de Faencarral, revelación rán las obras á subasta.» se haes con sentida casi tan concreto y limitado Viendo lo que acontece con la f.ibrioa da Oviedo angustiosa del estado de nuestro sistema carcela y con Ja de Trabia, á la cual, según parece, traían Y las subastará el Sr. Elduayen, cama «1 que inspiró al conda de Toreno. rio, de los estra-jos de la flamencomanía restaura El descarrilamiento de Santas Martas, de que di también de rebajarle la consignación y de adjudi da por la restauración, y de la influencia funes'a p^p^ ¿gj. jiapaiso á las obras de la catedral de mos cuenta oportunamente, se atribuyó por un in car los trabajos á una empresa afortunada, cabe geniera á carecer de balmtro la vía y no haberse pensar si el Gobierno fusionista se ha propuesto de las recomendaciones en la administración de f Covadonga, se han concedido por el ministerio de hecho señales de precaación para diitminnir la ve acabar con la poca industria nacional que tenemos, Fomento 80.000 pesetas en concepto de auxilio. echándonos atados d© pies y manos en brazos de la justicia. Recientemente asolaron á Asturias fuertes tem locidad del tren al paso por el tranco desbalastado. El crimen de Orbaiceta, revelador de algo peor; ¿Ordenará el director general de Obras públicas, industria extranjera. porales, sumiendo en la miseria á todo aquel país. conforme el art. 169 del reglamento ya citado, que Si tal es su designio, por lo que respecta á Astu del alto caciquismo, de la política de los jefes de Entonces el Gobierno le concedió dos ó tras mil la Compañía del Norte separa al ingeniero ó al jefe rias se equivoca, porque aquella provincia que tri partido amparando á los asesinos y ladrones. pesetas... de seceióa de la vía, que no adoptó ó mandó adop buta como la que más, tiene derecho á que so la Pero ahora se trata de una catedral... jy qué me Sólo esos crímenes llaman nuestra atención y so tar las precauciones necesarias? atienda y no está dispuesta á sufrir resiguadameii- nos que 80.000? Nó, ao haya cuidado, primero, porque la ley sólo te los atropellos que Cádiz, Cartagona y Ferrol han licitan nuestra pluma. No sólo de pan vive el hombre. sufrido con motivo de los cruceros. Y de cómo la^ I» se aplica al débil, y segando, porque el cumplimien ft « to de la ley no reza con las poderosas empresas de gasta Asturias debe tener [conocimiento el Qobioi"- La especie humana ofrece repetidos casos de El Sr. Cánovas ha salido para Huelva. ferrocarriles que cuidan mucho de protejer á los no, si es que no ha perdido la memoria do nn 27 tía altos empleados, y tanta más|cuanto más inútiles marzo famoso, cuando la famosa cuestión del farrc-i monstruosidades y de crímenes. Asesinatos, parri ¡Esta manía do D. Antonio de visitaí provincias! carril de Pajares y la cremallera. cidios, grandes latrocinios, por enormes que sean, Debe de estar haciendo estudios para sorpren sean, porque éstos, generalmente, son los qu& más dernos después con algtíB libro muy sustancioso. se hacen recomendar. excitan nn momento la atención pública; pero bien Por ejemplo; «De las distintas maneras de silbar Basta por hoy da esto, pero no sin recordar nues pronto caen en el olvido, encomendando á los tri en las provincias de España, segiin la latitud.» tro firme propósito de insistir en la necesidad de EL CRIMEN DE LA HABANA bunales el juicio y la sentencia. que se atienda á mejorar la situación del personal La prensa de la Habana recibida ayer amplia coa Pero no es ya así, cuando en el crimen se írans- El recaudador de contribuciones de Huesear sa subalterno do las compañías de ferrocarriles. detalles interesantes la noticia quo haco alguno*, ha fugado con toda la contribución de que disponía. parentan colaboraciones misteriosas de lo que cons días hemos recogido del asesinato do los esi)o.=fO! Lo cierto es que el ministro de Hacienda abusa Sañudo, ricos propietarios da aquella ciudad*, los tituye al fundamento mismo de la estabilidad so de los impuestos, que son excesivos. cuales aparecieron muertos en su casa, calla del Y el recaudador, quizá indignado de que se es LOS OBREROS DE MÁLAGA \ cial. Al Gobierno se la presenta ocasión da hacer algo , Inquisidor, ntim. 19. ¡Cómo!—se dice alarmada la gente.—¡Ahí en ese truje de ese modo al contribuyente, quiso castigar El cadáver del Sr. Sañudo tenía la cabeza casi la poca consideración del fisco. útil, algo bueno que alivie, ya que no cure, la in- | Ijarricidio ha intervenido por modo directo ó indi finita gerie de males que su desastrosa gestión acá-1 mutilada por completo, el cuerpo arqueado y arro- I jado sobra el pavimento. Frenta á esta viotima, y recto el jefe de la primera prisión de España, á la rrea. \ Los obreros de Málaga, en la forma más respe- ij en una puerta que da salida á un patio, estaba el que ge confía la custodia de los criminales; en esa FERROCARRILES tuosa posible, piden trabajo, algo que les sirva ' cadáver de su inifeliz esposa, mutilado también, «uplaatación del estado civil intervienen caciques para ganar nn pedazo da pan, algo que calme su presentando á la vista una herida desde la cabeza, y pasiones políticas y resulta abandono punible en El. PEUSOSAL ©E 1,4 EXM^TACléSÍ angustiosa miseria. que la había saltado un ojo y llegaba hasta la bae- Ofrecimos á nuestros lectores volver á ocuparnos Allf, en la hermosa ciudad malagueña, los bra- ,^ ba. Se les ven otras heridas en diferentes parjes dal la debida fiscalización da actos criminales reali- de la situación en que se encuentra el personal de caros se encuentran sin ocasión de emplearse, y '' cuerpo. Todas ellas parece fueron inferid?.s con una. eados en un manicomio; en ese asesinato hay un pendiente do las empresas da ferrocarriles, y vamos por lo tanto, sin medios para vivir. ">•; hachuela. sobreseimiento exigido por un personaje, por el á cumplir nuestro ofrecimiento, empezando por re A la sazón, y por datos que de nuestro aprecia- }I Tan pronto como se tuvo conocimiento do este jefe de un partido honrado, que no vacila en encu- cordar cuanto hemos dicho con respecto á los jefes ble colega Las Noticias tomamos, tienen ocupación triste suceso, se constituyó el Juzgado y policía ea de estación, guarda agujas y demás empleados del loa siguientes trabajadores! i• la casa de las víctimas, y desdo el primer momen trir nn delito para servir miserables intereses elec servicio de estaciones, porque á todos, sea cual En las obras que los Sres. Larios tienen hoy en , to comprendieron se había cometido el doMo cri- torales! fuere el cargo que desempeñen en el servicio ac ejecución en la nueva calla y barrio obrero, 1.365. II men por la codicia del robo. Practicado nn miau- Y entonces la sociedad se alarma, se asombra, tivo de los ferrocarriles, alcanzan las observaciones Obras del puerto, 900. jI eioso recoaooimlento d« primera intañción, so ea- hechas, en diferente medida, es cierto; pero aun Obras públicas municipales, GO. I confiaron en varios punios do las habitacionea mo- •estalla en imprecaciones de indignación, porque es así, la situación de todos, hasta de los más benefi I nedas y billetes de Banco. posible vivir allí donde se cometen crímenes; pero Camino Nuevo, 100. ciados, lo mismo en las estaciones que en los tre Obras particulares en el Limonar y avenida da i El crimen ha apasionadanaaionador grandemente loa áii!-. íiay que huir, sin mirar atrás, sacudiendo las san nes, ó que en la vía, puede reducirse á lo siguiente: Sanchs, 150. mos en la Habana, y la opinión popular lo hs revcs- dalias que hollaron el polvo infame, cuando osos escaso sueldo, exceso de trabajo y de sufrimientos, Otas obras"pírticulares, 200. I tido do un carácter análogo al de la cansa de la ca- extraordinario lujo do castigos, multiturd da res "'fótát''áe"trabajadoi'€S-oe«ptdo8«aaia»-í>b¡BSi. p». I lis de Fuenoarral, pues el matiimoaio tenía una delitos encuentran amparo en los encargados de ponsabilidades y falta absoluta de estímulo y de pefsagairlos, en entidades que se atribuyen la di Micas y particulares, unos 2.800, • hija j áti'yerta qtíí-Vivían en casa contiena á IK consideraciones por parte de los superiores. Esta cifra, que no llega á los tres mil, hasta los que fué teatro del espantoso asesinato. rección de gentes honradas y que aspiran, como la Dijimos, .aunque sin tiempo ptra desarrollar diez mil manifestantes, hay una espantosa diferen En los escaparates se encontraron las siguieiiteíi suma de todas las virtuáes, á la gobernación del nuestra tesis, que dada la importancia que tienen cia do más de siete mil víctimas da esta eaervado- samas; en oro (casi todo en centenes), 3i.5oa pesos Estado. las funciones que desempeña el personal de ferro ra paralización que agobia á España. y 40 centavos, y en billetes grandes, 20.715, cuyas * a « carriles en lo que atañe á la seguridad de loa tre cantidades íYieron depositadas en la Tesorería Ceu- Sin embargo, el crimen de Orbaiceta aparece en nes y en lo que se refiere al servicio comercial, el „ , , „ , • -I . , ti'^1 de Hacienda pública, á disposición del Juzsado- GoMarno podía y debía interrenir es la organiza Decíamos que al Gobierno ae la presentaba oca- también se encontraron en loa escaparates 6 Sí escena falto de interés dramático, sin la resonancia ción de ios servicios bajo los puistog de vista del sión mímero de los empleados, de sus condiciones da ca vat^t^r un expedienteA , 'T^^-^^±±el de desviació n deffLTL^±l Guadalm e \ 5f °fnlín faSrJ'' '" ''^''''' ^ algilas^preMal de los: grandes acontecimientos. dina, para mejorar la situación de la clase obrera Para triunfar y ocupar la atención de las gentes pacidad y de la situación material en que se en I Se mandó llamar nn cerrajero para que abrieso cuentran: porque entendemos que no basta que el de Málaga y disipar loa nubarrones qua cierran á i la caja de hjeyro y un arca en que se suponía habría no basta que la acción sea interesante, y los acto Gobierno exija alas empresas responsabilidades, millares de infelices todo horizonte de esperanza. I dmepa, lía la caja de hierro sa encontraron doa bo res de primer orden. que ya sabemos resultan ilussrias en los casos de lUn expediente! Un expediente en España signi tijas: una de ella» contenía Q90 3i4 onzas v k otra accidente, porque, salvo contadísimos casos, esta fica todo menos la utilidad. Influencias (pta sa in \ 1.137; en junto, 1.827 3f4 onzas del cuño español an Es preciso también que el escenario se vea á corta responsabilidad es simplemente subsidiaria; sino terponen, luchas de cacique^, pugilato de recomen áistancia por todo el mundo. tiguo, ó sean 31.071 pesos y 75 centavos. En el que debe tener, hasta donde sea posible, la seguri daciones, y á la postra tiempo que estérilmente sa arca había quince sacos, conteniendo nueve de ellos Un drama de Echegaray, estrenado en una aldea dad de que el Beií.jonal, á Quyo celo se enoomienda pasa para que aquello en provecho de lo cual el ex oro, y ios seis restantes plata. El oro encerrado ea por ana compañía da la legua, no producirá nunca la vida y la fortuna de los que viajan ó trafican, no pediente fué instruido quede esparando término fa^ el arca ea nueve talegas, da un total de 5.962 on es insuficiente para el «arvioioi no por su exceso liz siglos enteros, efecto- jCaáatos dramas medíanos triunfaron sólo da trabajo y escasez de retribución eareoe de las 8i una comarca, una provincia ó un pueblo espe zas y 482 centenes, equivalentes á 103.295 pesos y porque los representó Vico y los aplaudió la sala del 60 centavos. condiciones que deben concurrir en los que tan ran, ¡que esperen! El expedientéisigue so camino á Se enoontraron además en los sacos de plata las jEspaflol! grandég responsabilidades asumen. paso de tortuga, va de un lado para otro, unas ve- siguientes cantidades en oro: 28 9il6 onzas en escu ¡Orbaiceta! Triste mentón de casucas sepultadas ees impelido por Fulano, otras veces detenida por Existe en prÍMipio esta facultad; pero el Gobier Mengano, siempre canjlnagdo Ijajo la influencia de dos y esouditos, y ocho centenes, equivalentes á ea la nieve: teatro modesto del más horrendo de los no la ha circunscrito á mtjy p«g_os casos, y siJela quien más puede, nunca bajo el amparo de quien 527 pesos 90 y i\i centavos, ó igualmente 3,284 -ne-. crímenes, nadie volvería los ojos á aquellos senci aplicarla más bien á perseguir i los mismos em tiene más razón. S03 85 centavos en monedas de oro extranjero y del pleados que á protegerlos centra los abusos de las T„o^! ! ,rji •(. ..1 V. t A español agajareadas. La pialase desoompoala OH llos montañeses, consternados por la hecatombe de empresas y en beneficio de los intereses públicos. Los obreros de Málaga necesitan el pronto des- 317 pggog gO centavos da plata española y 2.Slfi ea Bna familia, sacrificada por el más atroz de los ase Eu efecto; |5t ley de ferrocarriles vigente, en su pacho de ese expediente relativo ala desviación del mAllMtismejicana, TiAtpor. «su« ^ai^,valor. í^.«i«,i^«„nominal, qu«e oqoivatL„;lli^l.e á artfcuio i5,* y el i-égíanipntp para su ejecución en Gaadalmedina; el Gobierno debo, da una nsanera g.276 pesos 80 centavos. sinos, si en ese proceso no Ínter deno algo extraor inmediata, r¡?solver tal cuestión. dinario, algo anormal y monstruoso. su artículo 139, conceden al Gobismo la faütjltaíj 4<5 El tots'. ¿a las cantidades encontradas en la casa ordenar á las empresas la separación da les em Piense el Ministerio cuan grande es la paciencia de ios desgraciados esposos Sañudo, sin contar cois y ya interviene en la forma de la ioflaencia polí pleados en los casos siguientes; de los braceros de Málaga; medite acerca dO 1» Gor las depositadas en el primer momento, asciende á dura de que han hecho alarde. No sa b»:i impuesto, tica- Guando do los ififormes de los jefes de división 138.181 pesos y 10 li4 centavos en oro, 2.594,40 en resultase que éstos caraoea da Gonocimientos téq- y eió que el hambra tiana Q-^Sff^cm imperiosas; plata y 6.621,70 en billetes; y contando con los do- La gran prostituta pasó por allí, insultó á las vic nicos, 6 teniéndolos hubieran comprometido ó pu aguardan resignadamente á que el poder haga la pósitos, á 169.684,56 li4 en oro, 2.594,40 en plata y timas, escupió en la sangre inoceftte derramada; y dieran compremeter la seguridad de los trenes, justicia con gran C&medimiento pedida. 27.336,70 en billetes. por unos Totos, como por unas monedas, dio suelta O cuando tie los informes de los inspectores je ¿La hará el Gobierno? Tan acostumbrados noa También estas cantidades han sido depositadas, al asesino, favoreció su impunidad, riendo cínica fes administrativos "resultase mfi |a pepi||an#níj|g tigasn los ftglonistas á sus extravíos, que recela en la Tesorería general de Hacienda. de un empleado ea el servicio de la cómpaSla hu mos sea esta nueva ocasión para censurar dnramen- Los esposos Sañudo vivían en la mayor priv.'i- mente del cíelo y de la tierra, porque un acta de biera ia mt ptligrosa, ya papa la seguridad de los íe la conducta de quienes, sólo cuidadosos de vivir cién: en su despensa sólo se encontró nn pedazo do diputado es cosa buena y apetecible, y Mea merece trenes, ya para la conservmióít del ard^n piíblieo. mandando,- relegao al olvido á todos los qim viven tasajo. Eran sumamente desconfiados, y jamás la peaa de favorecer los soteeseimientos injustifi Las disposiciones precedentes no pueden ser más muriendo. abrían la puerta á nadie, tratando mnchcis veces cados. explícitas, ni más extensa la facultad que por ellas ~ABa> desde la ventana con los inquilinos da sus OCHENTA se reserva el Gobierno de ordenar á las empresas Y CINCO CASAS. la separación de squaHos empleados que estima ?)«- LA FÁBRICA DE OVIEDO Cuenta un diario habanero qna hasta hará cosa. Ugrosos, y dicho sé está que él quo tiene fagultadas Entre los muchos Institutos á quienes afecta do de dos meses le llevaban la comida del restauraat La gnarniciófl ¿Q Barcelona y la escuadra surta tan latas par» espimirlas en perjuicio ds los agen un modo grave el desatentado proyecto da econo «Los dos hermanos;* paro que por haberles queri en su puerto, han regalado á la regente, con mayor tes de las empresas ds farrocarri'.es, ordenando sa mías del señor ministro do la Guerra, figura la do cobrar el dueño nn poso por an pollo guisado y ó menor expontaneíáad, un álbum muy bonico. separación aun contra la voluntad de la empresa, fábrica de armas de Oviedo. no querer pagar más qne seis reales fuertes, deja quo los ha nombrado y los paga, bien puede tener Venia esta fábrica resintiéndose desde hace años ron de comer ea el citado restauraat. En la dedicatoria m dice: las para ordenar á las mismas empresas á que los de la escasa consignación de trabajo, hasta el pun Igualmente refiere que lo que les sobraba del al «Dígnese Y. M., señora, acoger esta prenda del soldado, retribuya confanienternentí? y los coloque en con to de haber tenido que despedir muchos centenares muerzo lo guardaban para la tardo, y qua ol seí¡or que sí en «u mochila propia Itera Wda su hacienda, en ésta diciones de prestar un buen servicio, encsnatía gustos» hacienda y tida para hacerla ir.ás digna de obreros por no haber materialmente en qué em Sañudo iba en persona (no tañía ningún sirvieale) Los artículos citados obra son, como la ley y el plearlos. Pero si lamentable era su estado hasta á la bodega á comprar las chucherías qua le bacíat» de llegar 4 V M» falta. Esto de la hacienda y la vida nog suena... Al reglamento á que corresponden, del señor conde de ahora, desde hoy, y merced á la mezquina consig guien lo ha dicho recientemente. Toreno, y dicho se está con eslo que hechos por tal nación hecha para el presente ejercicio económico, Han quedado detenidos para instruirles declara ¡Ah, si! Salo dijo la misma regente á la gitarai- mínisti'o, J en aquellos tiempos en que mandaban la vida de aquel establecimiento fabril se hace im ción, la hija de la victima, doña María Regla Sa ción de San Sebastián, cuando la arengó en el mes los consorvadores, á ra(z de la restauración no po posible, pues, sobra quedar en él poca gente, aun ñudo, y su esposo D. Juan Muñoz. Este liltimo está de septiembre. dían tener, ni han tenido, en efecto, otro alqanoe de ésta no hacen falta las dos terceras partes. incomunicado. que el de perseguir á los empleados soapeclwsos de Como suceda siempre que hay exeaso da brazos ———«as»~^i»ra-»——— republicanismo. y falta de labor, los operarios que sobran, son des Vamos, ya se habrán convencido los que so bur Pero todo tiene sus ventajas, y grande seria la de pedidos y tienen que emigrar para sostener á sus laban del Sr. Moret de cuánta razón le asistía para qu« nn Gobierno liberal, no al uso fusionista, sino fatailias. estar ojo a visor. de verdad, utilizase las facultades que le concede Eí «lia íío b«y. Ko nos quejamos de esta medida. El Estado como AsOOIACIÓÍi PAttA I.A EEFOKMA Ar.AUei.;iAKTA.~?-'a COmí- ¡Ahí es nada lo que ha oído en un círculo nuestro la ley para ' reorganizar los servicios de las eía- el particular no tiene por qué pagar servidores qne siüí» fjecutiva se reúno á las ocho y media de la no.;hs^ en el mleg&ElGloM presas, ordenando á éstas la separación de inge no necesita. Lo que si noa parece digno de censura Círculo de la unión Mercantil para Irataidola cí.'cijrAíiún Copiemos primero la noticia: nieros, jefes de la vía, de la tracción y del movi- es que, ya que haya necesidad de suprimir perso de varios meeíings. «En nn círculo oímos decir anoche que en los muelles de • miento que no dea pruebas da aptitud, que no sólo nal da obreros, no se supriman aquellos que monos EsTRE.N'o.—So verificará íB el teatro do Kslavacldo un f ai- Valencia habían sido descubiertas unas cajas conteniendo puede residir la incapacidad en los empleados sn- aptitud demuestran para los distintos menesteres neto lírico en nn acto titulado El lamdsro del Mico¡ orifUjal do eipsula» y cartuchos de dinamita, sm que pudiera averiguarse balternoa. A veces, y sobre todo desde que sa im á q&a se dedican y aquellos otros que ingresaron dos conocidos autores. "^ a anién >"»o consiinadas, por llevar nombres y señas que no provisan inspectores del movimiento y de la ex- raciantementa en la fábrica por la puerta falsa del confíBÍan con personas conocidas, llamando nuestra atención La Gftcela de hoy contiene, entre oirás, las si aue de no «neaso que so refería con tales detalles no se hubie plotación, ingenieros de la vía y otros sargos téc- favor y del caciquismo, guientes disposiciones: se heebo la menor referencia en los centros oficialeí.» níoos da gran importancia, más daño producen laa Lejos de esto, ea l-a ffábricá a de Oviedo ocurre qaa Prnidcncírt.—Decreto decidiendo á favor do lí% Después alabemos á la Providencia porque ha órdenes que sedictsn, que loa descuidos 6 torpezas cuantos operarios sa despidan son los más antiguos administración una corapeteacia suscitada entro ai descubierto esas cajas, cuya consignació.i no con que 60 cumplirlas puedgn cometep Infelices em y más aptos, algunos de los cuales cuentan treinta gobernador de la provincia do Pontevedra y el jacK tenía con los nombres do personas conocidas. pleados de poco sueldo y monos oonsíderación, años de servbíÓ! hombrea"de intachable conducta, da instrucción do Gambadas, • Evidente está «I «rdWo complot. Díctese, pues, nn reglamento para el ingreso, que entraron jóvenes y salen viejos, y á quienss Qmúia y Justicia.—Ctáigñ civil (continuaciún). ascenso y separación de los empleados con iater- por lo visto perjudica el profesar ideas república- t.'«ra!Wrtr.—Decreto dictando disposiciones para Pero gracias aí mío, por esta vez salvamos. veaoión directa del Gobierno en su fortaaelón, y nss, porcraa se da e! caso de qua todos sean demó Gobierno nuestro, fue estas en el poder, santifi la concesión y uso de las marcas de fábrica y de estando bajo «u vigilancia el cumplimiento; obli cratas ylibreponsadores, y atentos exclusivamen comercio de Filipinas. cada sea ta previsión, etc., 6tc. gúese á las empresas á tenep el njimero suficiente te á su trabajo, no mangonean en sepelios, proee- de empleados para qift el trabajo na resulte eixm- siones, viáticos y demás aotos públicos, k los %x\P '~''?"^^^S° da Gamercio (continuación). M Cofreo celia sa puarto á espadas, baWa de ia ^ W'^^o; ordenés8|6$ el mm^im^s} 4^ las e^taglü^aa v«s^*®»^8 no tleijen para fii asistir t?l)r?y9s 4 ^«s®- —l^Y m lB|«loiami6ntocrimiaal (coatinoaclón). C.L PAÍS !. *wíBji*Barií»;«*4srfeí-»ít iiS!^MP,')ffis«a'»»r-!í»í»raE«j!M»w«a«mi««i*we!íK^^ —¡Hombro, España entera, no! yo sá de un ^pa- ' da Francia en Saa Peíersburgo qu3 felicitase al 1 ;•;.•'.'fi'iio do comerciantes de aceite mineral al vieron en la plaza de Antón Marlía un maytíácalo ¡ c?-ar en nombro úi laTiopública francesa. Dieiior en Madrid, eonatitiiído Icgalmnnte. ea escándalo, siendo preciso para separarlos que un ñol que se alegra de voraa y celebra el hecho. gaardia di.sparara dostir-s alciro." =Y ¿qui-'n e? C3e varón? | El miíuilr'í -io l-s G-io;"-a di • algunas noticias —El vidriero encargado do reponer loa vidrios ; :-!ob,'e ia =!itmcíón militav do ía Ai'g3iia '':•:. iss
2ftS ñlBLlOTIÍGA m «UL PAÍS» ?. HÜ60 - K07ENTA 1 TRES 203
Dos gendarmes se situaron uno á cada -Sí. puás vinieron los señores flló.sofos,se que de Thonars; tenemos entre naestros aata- lado del t.abureta. Cimourdain bübncoó tembiandoí maron ios escritos en vez de quemar á los pasados aquel gran duque de Montbazóa Cimourdain so sentó on la silla do en- —En efecto, esto castillo es Ruyo; ceno- autoras; se mezelaroh en esto las cabalas qna fué par de Francia y condecorado coa medio, teniendo á stt deracha al capitán ce todas las salidas; el calabozo comunica de la'corte; llegaroa todos esos majaderos el collar da las órdenes, que atacó el arra Quechamp, primer Juez, y á su izquierda quizá coa alguna; yo debía haber pensado de Targot, Qnesnay, Malesherbes , los bal do Tours y fne herido en la batalla da al sargosto Radoub, .segundo juez. en eso. Habrl encontrado medio de hnir, fisiócratas, etc., y comenzó la pelotera: Arq.i-^s, y murió en su caía de Conziercs, Lie'/aba en la cabeza ol sombrero de pe sin necesidad de auxilio de nadie. todo por culpa de los esoritorzuelos y e:i Tureaa, á la edad de ochenta y sois nacho tricolor, al lado ol saMo y on el cin- —Le han prestado auxilio, dijo Gau- poetastros. ¡La Enciclopedia! ¡Dldcrot; aitos, siendo á la sazónrxioatero mayor da tnrón dos pistolas. La cicatriz de la cara, vaia. ¡d'Alembert! Mi, belitre.s! Fraacia. que era de un vivo color rojo, aumentaba —¿Para fugarse? ¡Y que un hombre bien nacido como P-od,aa citaros tambióa al coado de Lau- la ferocidad de su aspecto. —Cierto. aquel rey de Prnsia cayese en semejante doaolá, líijo da la señora ñi la Garaachej . Radoub se había dejado curar al fin, y -¿Quién? lazo! Por mi parto habría suprimido íoJes á CLaniJl) de Lor-ena, duqie de G';evrossc, llevaba liado á la cabeza un paüuelo so —Yo. los smborronadores de papel, ¡ih! noso á Enriqii.T do L-^no-Jcoart y á Francisco bre ol cual S9 iba extendiendo lentamente •Tr? tros cr.i mes jastioieros; con nosotros no do Lavil Boiíd.vjph'n. ¿Pero á qué? M se una mancha de sangro. —Yo mismo. se jogíba; aquí est-in todavía ea la pared ñor vizconde tioae el honor do sor idiota A las doce, antes do comenzar.se ol acto, —Tü sueñas. las señales do las ruedas para doscnarti- y &e ompjüa on ser igual á mi palañ-ena- un correo cuyo caballo piafaba no lejos de —Yo ho e.rjtrado en ol cslabozo, don- ¿ar. En nuestro tiempo esa gentecilla de ro. Sabed, caballfro, que cuando estabais allí esperaba en pie cerca do la mesa las do he p-srmanecido algún tiempo á sola.s pluma no tenía cabida. Mientras haya todavía ea maíitillas ya era yo viejo; os órdetaes de .Cimourdain. con oí preso; me he quitado mi capote; Arouets, habrá Marats; mientras haya he limpiado loa mocos mnchas veoos y Gimourdaia escribía lo siguiente: so la ho puesto sobre los hombros; le ho botarates qao hagan garabatos en el pa aun podría limpiároslas. Al ci'ecer habéi? «Ciudadanos prosidenís é individuos de bajado ol capuchón sobre la cara; ha sali pel, habrá miserable,? qao asesinen; mien encontrado medio do empeqaafioceros. la comisión de salvación pública: " do on mi lugar y ha quedado es el suyo. tras haya tinta, habrá negpu:*a; mientras Ü3,?de que no nos hornos visto.' cada cnal sLantonac ha sido hecho prisionero, y —¡Tú no has hecho e.so! la mano del hombre maneja la pluma de lia tirar]o por sa lado, yo hacia el lado de Eiaaana eorá ejecutado.» —Lo he hcslío. ganso, lag necesidades-friyolas engendra la probiist], ves cu ssutldo opixoaío. jAht Puso la fecha y la firma, dobló el papel, —¡Es imposibld rán barbaridade.s atroco?. no 59 en. qvA podrá venir á parar todo esto; poro la verdad es qua viiestros ami lo cerró y selló dándoselo al correo, que —¡Es realidad! Los libros soH los qna dan origen á loa gos soa grandes miserables. ¡Ob! ¡pero el ipartió inmediatamente. —Que traigan á Lantonae. delitos: la palabra quimera tiene dos san-^ progreso! Sin duda, el progre.so es mag Hecho esto, Cimourdain dijo en alta voz; —Ko está aquí. Loa sóida lo»', viéndole tidoa: sueño y monstruo. ¡Y qná afición á nífico, lo coafio.íio; en el ejército sa ha su- —^iibrid el calabozo. S coa el capoto de comandante han cr-afdo los logogrifos y las palabras huecas! ¿Qué priiTjüO la pinta de agua que se hacía be- Los gendarmes descorrieron los cerro ; que era yo y le han dejado pasar. Era aun queréis decirnos con eso do derechos? ber per tras días consooativos al soldado jos, abrieron la puerta del calabozo y en I do noche. ¡Derechos del hombre! ¡derechos! del pae- bcrrachc; tenemos además el máximum, traron. ' I —Tií te has vuelto loco, kol Todo eso es por domas hueco, retum la Convoucióa, ol obispo Gcbel, el ssfior Cimourdain levantó la cabeza, ci uzó los —Digo ió que ha p3g;ido. bante, ojcupo, imaginario, vacío do s-en- Ghaumctte y el s jñor Hebert, y a-3 extar- brazos, miró á la puerta y gritó: I Hubo ua mcraento do .silencio, al cabo tidc. Cuando yo digo: Havoisa, Lar-raana miaa sia excepeióa todo lo pasado, desda —f raed al preso. del cual CimonrdaiB tartamtídeó: de Conan 11, aportó en dote el condado do la Baslilla hasta el almanaque. Se susti Un hombro apareció entre los dos g-3n- —Entonces mereces... Bretafia á Hoel, conde de Kante.i y do tuye á los santos coa legumbres: bueno, darmes bajó la cintra de la puerta abierta. —La muerte, dijo Gauvain. Corn-wall, que dejó el trono á Alan Fer- señores ciudadanos, disponed como amos, Era Ganvaia. Cimourdain se había puesto blanco como gant, tío do Berta, la cual casó coa Alan rciaad, raaadad á vuestras snclias, hol Cimourdain se estromeeió y exclamó: el alabastro. Estaba inmóvil, como el el Negro, seilor do la Scche-sar-Yoa y gaos, no tengáis escrúpulo da nada: ,no —flauvaía! hombro que aoftba de ser herido del rayo; tuvo de él á Conan el menor, abuelo da podréis impedir qao la rsli.gióa sea la re Despaás añadió: parecía que lo era imposible respirar, y Guido ó Ganf ala de Thouara nuestro aa- ligión, que la monarquía llorio quince si —Hs dicho que tenga el preso. una gruesa gota da sador brotó sobre su tepasado, digo una cosa clara qim esta glos de uaoatra historia y que la antigua frente. blece ua derecho. —Soy yo, dijo Gauvain. nobleza franoeEa, aim decapitada, sea mu • Afirmando im poco la voz, dijo: ~¿TL1? Pero vuestros tunos, vuestros perdidos, cho mis alfa qse vcgotros. En cuanto á —Yo. —Gendarmes, haced sentar ea su sitio vuestra canalla ¿á qué llaman sns doro- vno«trai argucir.g sobre el derecho histó»- —¿Y LanÍG.iac? al acusad®. chos? Al deicidio y al regicidio. Eso es rico de las razas regias, las miramos con —Libre. Gauvain se sentó en el taburete. itediondo; ¡ah pillería indigna! Lo siento do.'ípreoio. Chilperioo era un fraila llama —¿Libre? Cimourdain añadió: por vos, sñüor vi.zcoade; pero sois do esa do Daniel; fuá Baínfroy quien inYeató á —Sf. —Gendarme?, sable ea mano. orgiüloíía saneare de Brotaiia: vos y yo esto Giiilperico par^ fastidiar á Garloi —iS© ha fugado? Era la fórmala usada cuando los aoasa- desceadeiao3 «íe nuostro abuelo Gauvain 5í EL' PáiS oft ACREÜEADOS ESPECÍFICOS DEL DOCTOR MORALES.--1121 lili i Hfflil! £i%ié nervino medicinal. 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La cues rramea,.no bailaría un Carlos Mautol qria tupefacto. también de la época del imperio la obliga tión es esta: existia un gran reino, la an le disputara el paso; si volviesen los sa La sala baja transformada en cuerpo de ción irapuesía á los tribunales militares tigua Francia, país magníflcamente arre jones no hallarían enfrente de sí ningún guardia no estaba iluminada sino por un de empezar las votaciones por los jueces glado y regido, donde se considoraba pri rey Pipino; habrán acabado para vosotros farol de cuerno que daba una luz confusa do grado inferior. Durante la revolución, meramente la persona sagrada del mo los días de Agnadel, Rocroy, Lens, Staf- y en realidad más sombra que luz. En esta ley no existía. narca, señor absoluto del Estado; despné.^ farde, Nerwinde, Steinkerque, la Marsai, aquella semioscuridad, ios soldados que En 1793 el presidente da un tribunal venían los principes; después los dignata lie, Raucoux, La-wfeld, Mahón; no ten no dsrmían vieron atravesar la sala diri militar era por sí sólo casi todo el tribu rio» do la corona en los ejércitos de mar dréis otro Marignan ni otro Francisco I; giéndose á la brecha un hombre de eleva nal: elegía los vocales, clasificaba el or y tierra, en la artillería y en la dirección no tendréis otro Bonvines ni otro Felipa da estatura con el capote galoneado del den de grados, arreglaba la emisión d& y superintendencia de Hacienda; después Augusto haciendo prisioneros con una jefe; hicieron el saludo militar, y el hom votos; era el amo al mismo tiempo que la justicia soberana y subalterna, seguida mano á Renaldo, conde de Bolofla, y coa bre pasó. juez. de la administración do las gabelas y de otra á Forrando, conde de Flandss. Ten El marqués lentamente atravesó el Cimourdain había designado para pre las reatas generales, y en fin, la adminis dréis un Azinoourt, pero sin el señor da cuerpo de guardia y después la brecha, tración política dal reino en sus tres bra torio del consejo de guerra la misma sala Bacqueville, el gran porta-oriflama, para no sin chocar con la cabeza en las pie del piso bajo donda había estado el redac zos. Pue? Men, esto tan bailo y tan noble hacerse matar envuelto en su bandera: dras superiores, y salió al aire libre. mente ordenado lo habéis destruido vos to y donde estaba entonces el cuerpo do ¡Adelante! ¡continuad vuestra ebra; sed El centinela, creyendo que era Gauvain guardia.lQuería abreviarlo todo, lo mismo otros. Habéis destruido las provincias hombrea nuevos; empeqiiefleceoíl echó arma al hombro. eomo miserables ignorantes, sin compren el camino de la prisión al tribunal que el El marqués calló un momenío, y luego Cuando estuvo faera, teniendo á sus trayecto del tribunal al patíbulo. der lo que oran las provincias. El genio pids la yerba de los campos, á doscientos añadió: A las doce de la mañana, con arreglo á de la Francia está compuesto del genio pasos la selva y delante de sí el espacio, —Pero dejadnos á nosotros ser gran sus órdenes, se reunió el consejo coa el mismo del continente; y cada una de las la noche, la libertad, la vida, se paró, y des. Matad á los reyes, matad á los no- aparato siguiente: tres sillas de paja, una previneias de Francia representaba una permaneció un momento inmóvil, como Mes, matad á los sacerdotes, destruid, mesa de pino, dos velas encendidas y ua virtud do Europa. Teníamos la franqueza hombre que hí dejado liacer, que ha ce arruinad, asesinad, conculcad; poned las taburete delante de la mesa. alemana en Picardía; la generosidad da dido á la sorpresa y que habiendo apro máximas antiguas bajo el tacón de vues • Las sillas eran para loa vocales del son' laSuecia en la Champaría; la industria vechado la ocasión de una puerta abierta, tras batas; pisotead el trono, patead el sajo, y el taburete para el acusado. A los holandesa en la Borgofla; la actividad po se pregunta si ha obrado bien ó mal, va altar, aplastad á Dios y bailad encima: dos extremos de la mesa había otros do» laca en el Languedoo; la gravedad espa cila antes de proseguir adelante y da ese es vuestro oficio. Sois traidores y co banquillos, el uno para el auditor, que ñola en la Gascuña; la prudencia italiana audiencia á sus últimos pensamientos. bardes, incapaces de sacrificio y de ab era un furriel, y el otro para el escribano, en la Provenza; la sutileza griega en la AI cabo de algunos segundos de medita- negación. He dicho: ahora hacedme gui que era un cabo. Normandía; la fidelidad suiza en el Delfl- cióu^ atenta, levantó la mano derecha, llotinar, señor vizconde: tengo la honra nado. Yoaoíros, que ignorabais todo esto, acercó el dedo del corazón al pulgar, dio Sobre la mesa había una barra de lacra da ser vuestro servidor. labeia roto y despedazado y molido á ton un castañotazo, y exclamó: encarnado, un sello de cobre de la Repú tas y á locas y os habéis quedado laa fres Hubo una pausa, y por tiltimo exclamó; blica, dos escribanías, varios cuaderni cos como verdaderos animales. —¡Ah! os digo verdades quo os amar —¡Pardiez! Y 83 alejó de aquel sitio. llos do papel-blanco y dos carteles impre garán; ¿pero qué me importa? Ya estoy sos y extendidos, uno de los cuales coa ¡Ah! no qneroistenernobles. ¡Paes Men, muerto. I^a puerta dol calabozo se había vaelto á no loa tendréis; pero cabríos de lato por cerrar, dejando dentro á Gauvain. tenía el bando, poniendo áLaatenac y sus re falta, porfue no tendréis paladinos; no —Estáis libre, dijo (Sauvain. secuaces fuera de la ley, y el otro el de Y adelantándose hacia el marquás, se tendréis héroes. Despedios de las grande 11 creto de la Convención. zas antiguas y buscadma xxn d'Assas en quitó el capote de comandante, le echó Detrás de la silla del centro había un la época presente, jTodos tenois miedo sobre los hombros del anciano y le bajó El consejo íie gnei-ra. pabellón da banderas tricolores: en aque de perder el pellejo; no tendrsi3 caballe el capuchón hasta los ojos. Loa dos eran llos tiempos de ruda sencillez, el aparato ros do Foníenoy, qne saludaban antes de de la misma estatura. Por aquel tiempo en los consojos de (íe cualquier ceremonia se arreglaba pron matar; no tendréis combatientes con me —¿Qué haces? dijo el marqués. guerra todo se hacía casi arbitrariamente. to, y ge necesitaba muy poco tiempo para dias de seda como en el sitio do Lérida-" Gauvaia levantó la voz y gritó; Dumas, en la asamblea legislativa había convertir un cuerpo de guardia ea tribu no tendréis eaaa gratóos batallas en qne —Teniente, abrid. bosquejado un proyecto de legislación mi nal de justicia. los penachos atravesaba» el campo como Abrióse la puerta. litar, que faé corregido después por Talot La silla de enmedio destinada al presi meteoros: sois un pueblo degradado; su Oauvain volvió á decir ea voz alta: en el consejo de los Quinientos; pero códi dente, daba frente á la puerta dal cala friréis la violeacia que se llama invasión; ? —Tened cuidado do cerrar Men la puer go definitivo para los consejos de guerra bozo. si Tolvi6S0 Álarlco, ao liallar-ía «a Glodo- ta otiaado yo salga, no se redactó hasta la época díl imperio. El ptiblico se componía de soldados.