Universidad de Concepción Departamento de Ciencias Históricas y Sociales

PU PEWENCHE MALONGW TAÑI DUNGU: TI WÜNNEN FIU FIU. Caracterización eco etnográfica pewenche y análisis de la ocupación militar en el Alto Biobío 1883-1885

Por Rafael Alfredo Bastías Soto.

Calificaciones

Profesor Guía : Eduardo Téllez Lúgaro Doctor en Etnohistoria Universidad de Chile Profesor Asistente : Claudio González Parra Ph. D. Sociología Universidad de Concepción Profesor Comisión : Nils Blerqvist ______Doctor en Antropología Universidad de Chile

Concepción, Chile 2007

Proyecto Fondecyt 1061011

1 “Los eclipses de sol, que llaman layante, que es decir, murió el sol, son pronósticos que algún grande de sus tierras debe morir…” (Luís de la Cruz, 2003, 106; 1953:46)

“Eclipse de Sol – Hoy tuvo lugar un eclipse total de sol, […] en estas regiones. Más vale así, pues si había de hacernos pasar un susto como el que nos sopló el año….” (El Eco del Sur, Angol, Abril Jueves 5 de 1883)

A mi madre, Rosa Elena

2 AGRADECIMIENTOS

Agradesco en primer lugar, a Dios Padre, por todos los senderos que me enseñó pasar, a los Ángeles y Espíritus que me guiaron y me mostraron los secretos de la cordillera.

A mi novia, la profesora Ingrid Rodríguez Oñate, que trabajó como coinvestigadora en terreno, y nexo inexhauto de la profundidad . A ella le debo, mi inspiración y mi alegría.

Al profesor Eduardo Téllez Lúgaro, por guiarme de forma magistral en el tema, y aportando conocimiento duro en la investigación, apoyándome frente a los difíciles caminos que me impuso el destino.

Al profesor Claudio González Parra, por confiar plenamente en el trabajo propuesto y por la ayuda prestada hacia el proyecto.

En Concepción, agradesco a los profesores María Mardones y Eduardo Ruiz por ayudarme en los contextos naturales.

En los Ángeles, al regimiento “Héroes de Antuco”, en especial al Suboficial Hectór Vera, por todos los esfuerzos realizados para obtener información histórica militar de este regimiento.

En Temuco, al Centro de Estudios Indígenas Rupa – UFRO.

En Victoria, a mi primo, el Doctor Jorge Bastías (Universidad Arturo Prat)

En Santiago, a la deferencia de la dirección de Archivos Nacionales, por permitir ciertas flexibilidades con mí persona.

En Alto Biobío, al personal de la Tenencia Alto Biobío (F), quienes me brindaron la ayuda logística en los terrenos y reconocimiento de lugares.

Meu Alto Biobío, mañummkülem Juan Purrán Ancanao, Berta Kintremán ka peñeñ Eduardo meu Ralko Lepoy. Meu Trapatrapa, Manuel Tranamil ka Pedro Manquepi; Narciso Vita Gallina meu Pitril ka Pedro Aguilera Milla meu Kawñikú.

3 TABLA DE CONTENIDOS Pagina Introducción 10

Capitulo I DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN 13 1.1 Descripción del proyecto y procedimientos metodológicos aplicados 14 1.2 Alcances de la tesis 15 1.3 Investigación ex post-factum 16 1.4 Hipótesis 17 1.5 Antecedentes 18 1.6 Objetivos de Investigación 20 1.7 Preguntas de Investigación 21

Capitulo II PANORAMA NATURAL 22 2.1 Localización Geográfica 23 2.2 Caracterización geográfica del Alto Biobío 28 2.3 Caracterización climática del Alto Biobío 44 2.4 Caracterización ecológica del Alto Biobío 49

Capitulo III CARACTERIZACIÓN HUMANA 64 3.1 Panorama paleo etnográfico del área cordillerana pewenche 65 3.2 Antropología Pewenche 81 3.3 Caracterización etnográfica de la identidad Pewenche 91 *.3.1 Caracterización Cultural 91 *.3.2 Dispersión 95 *.3.3 Reseña Histórica 103 *.1 Protopewenche 103 *.2 Tewelchización de la cordillera pewenche 104 *.3 Mapuchización de la cordillera pewenche 106 *.4 Hispanización y la transformación a cultura ecuestre 111 *.3.4 Panorama y contorno étnico 119 *.3.5 Estructura familiar 121 *.3.6 Vestimenta 124 *.3.7 Adornos 127 *.3.8 Arte 130 *.3.9 Vivienda 131 *.3.10 Aparato Bélico 135 *.3.11 Armas 145 *.3.12 Artes musicales 147 *.3.13 Tecnologías 147 *.3.14 Religión 149 *.3.15 Juegos y artes corporales 156

4 *.3.16 Lengua 156 *.3.17 Dieta 163 *.3.18 Estructura política 169 *.3.19 Economía 173

Capitulo cuarto CONCEPTOS 182 4.1 Concepto y panorama fronterizo 183 4.2 La desintegración del Espacio Fronterizo 194 4.3 Diagnóstico fronterizo Chileno 197 4.4 Diagnóstico fronterizo Argentino 203

Capitulo quinto PROBLEMATICAS HISTÓRICAS DE LA OCUPACIÓN DE LA CORDILLERA PEWENCHE 208 5.1 La economía y su influencia en la ocupación cordillerana 209 5.2 Las campañas militares a los andes pewenche 219 5.3 La ocupación armada en las comunidades pewenche 256 *.3.1 Trapatrapa 256 *.3.2 Cauñicú 260 *.3.3 Pitril 262 *.3.4 Callaquí 264 *.3.5 Lolco 268 *.3.6 Quepuca Ralco- Ralco Lepoy 271 *.3.7 Guallalí 275 5.4 Armamento usado en la ocupación de la Cordillera de la Araucanía 277 5.5 Problemas diplomáticos y encuentros entre ejércitos 280 5.6 Término del operativo militar 302 5.7 Fuertes y fortines cordilleranos 308

Capitulo sexto PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 313 6.1 Análisis cualitativo de muestreo mediante software QSR N6 314 *.1.1 Análisis de fuentes etnográficas 314 *.1.2 Análisis de nodos de cartas militares 319 *.1.3 Análisis cruzado de fuentes militares y etnográficas 326 6.2 Análisis en terreno mediante peritajes histórico-arqueológicos 330

Conclusiones 334 Bibliografía 338 Anexos 351 Anexo 1 Cartas del Ministerio de Guerra 352 Anexo 2 Diario de la Espedicion de Martín Drouilly 387 Anexo 3 Entrevista a Lonko Juan Purrán Ancanao y Narciso Vita Gallina 394 Anexo 4 Pu pewenche tañi nüsol dungu 411 Anexo 5 La resistencia Pewenche: El lonko Feliciano Purrán 416

5 INDICE DE ILUSTRACIONES Página Mapas históricos

Mapa 1 Área de estudio 27 Mapa 2 Ubicación de los recursos históricos culturales Alto Biobío 78 Mapa 3 Representación a partir de un SIG, de los límites étnicos pewenche 102 Mapa 4 Migraciones de la cordillera pewenche del siglo XVI. 111 Mapa 5 Puntos donde el Batallón Antuco pasó por el río Queuco 244 Mapa 6. SIG que indica donde pasó el ejército argentino y chileno 259 Mapa 7 SIG mostrando los fuertes cordilleranos en territorio pewenche 312 Mapa 8. Mapa de migraciones forzadas durante la invasión militar 334 Mapa 9 Lugar de caída de Purrán 440

Ilustraciones

Fig. 1 Fotografía Cementerio arqueológico 77 Fig. 2. Comerciantes conduciendo una recua de mulas y caballares 117 Fig. 3 Telar usado en la comunidad pewenche de Pitril. 126 Fig. 4. Ilustración de Eduard Poeppig y toldo selk´nam cuculiformes 132 Fig. 5 Disposición territorial de las viviendas pewenche. 133 Fig. 6. Pewenche saqueando una aldea. 136 Fig. 7 Cementerio de Trapa-Trapa y de Guayalí. 153 Fig. 8. Escenas pecuarias en Trapa-trapa. 169 Fig. 9. Reconversión productiva del suelo pewenche. 180 Fig.10 Esquema marco conceptual 183 Fig.11 Esquema de conflictos Frontera-Modernidad 193 Fig.12. Proceso histórico en la magna araucanía 196 Fig.13 Lugar donde irrumpen las fuerzas argentinas Trapatrapa y el Saltillo del Fortín. 260 Fig.14 Interior del río Cauñicú 261 Fig.15 Puente del siglo XIX, que une las zonas de Nitrito con Guallalí 276 Fig.16. Armamento usado en las campañas a la cordillera. 278 Fig.17 Fuerte IV División 308 Fig.18. Dos fotografías históricas del Fuerte de Codihué. 309 Fig.19 Ñorquín y Fortín Primera División. 309 Fig.20. El autor junto al posible fuerte Queuco 311 Fig.21. Posible asentamiento, en la zona cercana entre Guallalí y Contraco. 331 Fig.22. Detalle de los movimientos de tierra cerca de Guallalí 332 Fig.23. Detalle de Nitrito, a través de una lancha en pleno río Biobío 332 Fig.24. Panorámica de Nitrito 333

6 ÍNDICE DE TABLAS Páginas

Tabla 1 Lugares de importancia del río Queuco sector de influencia boreal 23 Tabla 2 Lugares con influencia geográfica del Callaqui área central 24 Tabla 3 Lugares del sector Lolco área de influencia austral 24 Tabla 4 Lugares del sector Biobío, área de influencia occidental 25 Tabla 5 Cordones del sector del Queuco 29 Tabla 6 Cerros del sector Queuco 30 Tabla 7 Cordones del sector Callaqui 38 Tabla 8 Cordones sector sur oriental 38 Tabla 9 Cerros del sector Callaqui 38 Tabla 10 Cerros sector sur oriental 38 Tabla 11 Cordones del área sur occidental 39 Tabla 12 Cerros notables del área sur occidental 39 Tabla 13 Cordones del sector sur occidental 39 Tabla 14 Cerros del sector sur occidental 39 Tabla 15 Esteros sector del río Queuco 41 Tabla 16 Esteros sector Callaqui 41 Tabla 17 Esteros del sector Lolco 41 Tabla 18 Esteros del sector Biobío 41 Tabla 19 Cotas meteorológicas mensuales Alto Biobío-Lonquimay 48 Tabla 20 Sinopsis de secuencias arqueológicas pehueneras 80 Tabla 21 Entidades indígenas prehispánicas de la cordillera 120 Tabla 22 Clasificación etno filética pan pampeana y cordillerana 121 Tabla 23 Cuadro sinóptico de el arte pewenche cordillerano 130 Tabla 24 Valor nutricional del piñón 165 Tabla 25 Formas tradicionales de procesamiento del piñón 166 Tabla 26 Análisis etnográfico cultural pewenche 167 Tabla 27 Tratados de paz celebrados por Pewenche 195 Tabla28 Evolución del ganado en Argentina 213 Tabla 29 Composición porcentual de las exportaciones argentinas 213 Tabla 30 Cuentas correspondientes al Ministerio de Guerra i Marina 1884 217 Tabla 31 Lista de mayores contribuyentes de la ciudad de los Angeles 218 Tabla 32 Estado de la guardia nacional 239 Tabla 33 Estado del armamento que tiene la espresada hoy a la fecha 278

7 RESUMEN

Trabajo etnohistórico de campo multidisciplinario con tratamientos émicos en el área eco geográfica, complementados con un panorama etnológico de las comunidades mapuche-pewenche, interviniendo etnográficamente las cuencas del Queuco y del Biobío y elaborando un modelo de ocupación militar del Alto Biobío (1883-1885) basado en fuentes historiográficas, etnográficas y arqueológicas. Se entiende que las comunidades Mapuche-Pewenche1 al incorporarse a las Repúblicas en la fase de expansión territorial, pauperizaron los constructos culturales bajo los procesos de la guerra del desierto (Expedición a la Cordillera del Neuquén, Argentina) y de la Pacificación de la Araucanía (Expedición de las Cordilleras de la Araucanía, Chile) instituyéndose la reducción y la enajenación de tierras pewenche.

SUMMARY

Etnohistoric work of fields multidisciplinary with émic treatment in the ecogeografics area make up with a ethnologic perspective of the mapuche-pewenche community, in intervention ethnographic from the basin of the Queuco and Biobío and elaborate a historical model of military occupation of the Alto Bio Bio (1883-1885) in found in historiografical, ethnological and arqueological information. Is say that the Mapuche-Pewenche communities a join to the republics in the phase territrorial expansion dissolve the cultural construction under the “La guerra del desierto” and “La pacificación de la araucanía” process, institute “la reducción” and the pewenche native land alienation.

1 Salvo excepciones, en el curso de este estudio emplearemos los gentilicios y toponimias atingentes a los grupos etnográficos afines conforme a la grafía que poseen en Mapudungu (o dialecto Chedungu), evitando en lo posible, la corrupción castellana de los mismos. 8 ZUSAMMENFASSUNG

Etnografic studie mit datenverarbeitung ökologisch und geographisch ergänzend mit einer etnologisch sehen zur die mapuche-pewenche gemeinschaft, ethnischinterventionen die fluB Queuco und Biobío, und durchorganisiert einer datenstudie bei dienen beisetzung Zusammenziehung Alto Biobío (1883-1885), auf der grundlage von bibliographics, ethnographics und archäologie dokumentatión. Am aufnehmen am republik an die phase von herrschaftsgebietausdehnen, zerteilent sein bildung, and die “guerra del desierto” und “La pacificación de la Araucanía”, provozieren die “reducción” und veräuBerung.

FEICHI DUNGU MEU TRIPÁRPUN

Malün pinkentekun dungu meu nütram pewenche, nütramyen ñi chemngen nge mapuche-pewenche, waldangu rupachidengu meu leufü Queuco ka Biobío, kimtun feichi malón.

9 INTRODUCCIÓN

Existe exigua investigación pewenche, a lo largo de todo el periodo republicano. De especial importancia radica un estudio de las argumentaciones históricas del Estado que relacionan su posición frente a su población aborigen, cuyas instituciones involucran responsabilidades en la actual situación de segregación socio espacial del pueblo pewenche, que cada vez se pauperiza. Frente a ello, los análisis sociológicos de los actuales requerimientos del imaginario comunitario de esta etnia deben reformularse en base al conocimiento etnohistórico. En el contexto latinoamericano, el modelo chileno ha dado ejemplo en la criminalización y juridizalización de los derechos de tierra y agua del pueblo mapuche, lo que le conoce con el termino de “despojo”, propuesto por el mismo modelo neoliberal. La abolición de la propiedad comunitaria, la reconversión económica productiva de forma casi forzada, progresismo compulsivo cuya intervención del estado chileno en las comunidades pewenche del Alto Biobio ha promovido desde su plan como republica post portaliana. La gran “Integración”, que fomentó el racismo y el relativismo durante finales del siglo XIX, promovido por la institución más tradicional del estado de Chile, cuestiona la relación de mutualismo de los socci chilenos. En la coyuntura, el cambio geoecológico de las tierras ancestrales del pueblo mapuche pewenche ha favorecido la entrada de capitales transnacionales. El apoyo político e institucional de parte del gobierno, favoreció los intereses económicos, con efectos irreversibles, con acuerdos inmóviles, provocando un atropello de las comunidades, no provocando un desarrollo sostenible. Aun no existe un reconocimiento de los derechos pewenche en territorialidad y de sus recursos, antecedente suficiente de la historia que promueven una debilidad estructural de la autoridad frente al conflicto mapuche –pewenche. La presente investigación, pretende llevar a la discusión el tema de las fuerzas armadas y su impunidad frente a los hechos acaecidos en el Alto Biobio, durante las últimas campañas de la pacificación de la Araucanía. Dicha investigación posee un carácter inédito al querer englobar binacionalmente el problema de la ocupación

10 cordillerana y converger el analisis de fuentes militares con el relato etnográfico. Se Caracterización natural y la simbiosis etnocultural de este pueblo, el análisis de las campañas por comunidad, la profundización de los motivos y conspiraciones entre los gobiernos de Chile y Argentina, una referencia de los silenciosos héroes pewenche que defendieron con su vida la protección de las comunidades son algunos de los tópicos a tratar. Las breves alianzas y los análisis de documentos de vigencia que integrarán datos etnográficos de la oralidad pewenche, fortalecidos con software de analisis cuantitativo y la elaboración por medio de SIG, de mapas históricos de las zonas de conflictos, realzarán la importancia de la presente investigación. Los objetivos de la investigación serán las siguentes:

! Diagnosticar el espacio natural de población pewenche

! Caracterizar etnográficamente al pueblo pewenche, bajo criterios antropológicos, arqueológicos y etnológicos.

! Identificar los factores que promovieron la desintegración fronteriza y conquista de la cordillera pewenche

! Evaluar cuales incursiones tuvieron el mayor impacto desde el punto de vista militar y etnocida en el alto Biobio.

! Analizar los medios y los propósitos que fomentaron la conquista de la cordillera.

! Rescatar relatos etnográficos que den cuenta de la memoria histórica pewenche en relación a la pacificación del alto Biobio.

El tema central de esta investigación será inspirada en la realización del trabajo de Raúl Molina, esencial en el conocimiento particular histórico de las comunidades pewenche. En dichos textos, existen citas que se profundizarán en el siguiente trabajo. Además, esta tesis pretende aportar el diseño de un instrumento sobre la recolección de la oralidad y la búsqueda de fuentes de carácter militar que sea aplicable a un estudio etnohistórico, con metodologías basadas en el estudio social. Los temas desarrollados por Villalobos, no explican de manera adecuada el desarrollo posterior de la etnia durante el régimen republicano. Bengoa aproxima el conflicto en su obra “Quinquén”, sin que el Alto Biobío (estudio de la cuenca del Queuco) sea un protagonista en las anteriores citas. Se pretende elaborar en la siguiente tesis, una 11 crónica que ejemplifique con marcos de referencia, a través de un tema central del marco teórico, con aportaciones de la antropología y etnografía clásica, aportados por Medina, Téllez, etc. Asimismo se discutirán en el marco las aportaciones de la oralidad, y como esta responde a los episodios de las comunidades. En la tesis se presentarán tres tipos de Fuentes: escrita, a través de archivos del ministerio de guerra; oral, a través de la propia conciencia de la comunidad, legada herméticamente, y la material, averiguando vestigios que comprueben la veracidad de la fuente. La arqueología será una rama auxiliar de consulta, sin llegar a ser el leiv motiv de la presente, ya que se supondrá que dichas evidencias serán aportadas por trabajos o por legados de la propia comunidad. El sentido de esta tesis cobrará relevancia en el legado espiritual de este pueblo, su relación con la memoria y con el resentimiento que se tiene con las fuerzas armadas modelando al pewenche del Alto Biobio. Se fijará este punto, y no existe otro (salvo el arribo español a tierras cordilleranas), como el gran punto de inflexión cultural, en el que la conquista militar concretiza, la primera etapa de la pauperización cultural pewenche, la que sucedería la conquista territorial, económica, y cultural (religiosa), lo que tendría a este pueblo, en palabras del propio Villalobos, en el verdadero ocaso.

12 CAPITULO I DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN Feikenun inápenonn

13 1.1 DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO Y PROCEDIMIENTOS METODOLÓGICOS APLICADOS

1.1.1 MUESTRA La versión final del instrumento será aplicada a una muestra no probabilística de 3 de los sectores de Trapa-Trapa, Pitril, y Ralco Lepoy. Se complementará el estudio con intervenciones de personas de todas las comunidades indígenas del Alto Biobío, compilando una intervención de 10 personas, de las comunidades de Pitril, Cauñicú, Malla-Malla, Trapa-Trapa, Quepuca Ralco, Ralco Lepoy, El Barco y Guayalí.

1.1.2 INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS Se probará mediante métodos etnoestadisticos, aquellos reactivos que identifiquen la memoria histórica, evaluando la oralidad como instrumento de coherencia y concordancia de los hechos. Desde luego, también se determinarán la validez y la confiabilidad del instrumento, entre ellas con análisis nodofactorial. El instrumento será basado en la entrevista etnografica, metodo usado generalmente en el campo, para articular a una población no clínica de 5 individuos, los cuales se aplicarán a través de observación participativa, los distintos elementos a registrar. Los ítems serán basados en el rescate de relatos geoetnográficos, aplicando el modelo de la entrevista etnográfica. Las categorías son: hechos particulares, ubicación espacial, la memoria historia de la comunidad y sentimientos actuales de los sucesos acaecidos. Estos datos serán sometidos a un analisis nodal a través del software QSR N6 para análisis de datos cualitativos NUD*IST. Esta información se integrará a través de búsqueda de fuentes históricas primarias, complementada además con una fuerte revisión bibliográfica y visitas a terreno a los lugares de sucesos, cuyos vestigios se comprometerán en esta investigación.

14 1.2 ALCANCES DE LA TESIS

La investigación descriptiva (búsqueda bibliográfica) y correlacional (entre los medios y los propósitos del ejército y las variables etnográficas) mide o evalúa diversos tópicos, dimensiones o componentes del tema a estudiar: en este caso, de la forma actual del pueblo pewenche en relación a las instituciones del estado (y en particular al ejército). Pero el estudio no solo se limita a describir, sino además es exploratoria al recoger dato etnográfico en relación a los sucesos propuestos en la investigación. Este tipo de exploratoria será de carácter complementario al propósito de la tesis.

15 1.3 INVESTIGACIÓN EX POST-FACTUM

“La investigación no experimental es sistemática y empírica; en ella, las variables independientes no se manipulan, por que ya ha sucedido; las inferencias de las relaciones entre las variables se realizan sin intervención o influencia directa, y se observan como tal y se han dado en su contexto natural”2 En la investigación ex post factum, el diseño se caracteriza por identificar, observar y describir las variables, sin posibilidad de manipularlas. La siguiente investigación es no experimental y ex post factum, por que en el instrumento diseñado, se identifica y se describe la forma llevada a cabo en las campañas del Alto Biobio del ejército de Chile, durante el periodo de 1883 al 1885, y por el ejército argentino hasta 1885. Es un diseño de investigación no experimental y transversal o transeccional, no existe manipulación intencional ni asignación al azar, pues los sujetos entrevistados en los análisis etnográficos ya pertenecían a un grupo determinado (pewenche del Alto Biobio), y se investigan datos en un solo momento y en un tiempo único, con el objetivo de describir las variables y analizar su incidencia o interrelación en el tema de investigación.

16 1.4 HIPÓTESIS

En la siguente investigación, se expondrán dos grandes topicos: lo etnocultural y lo militar. De este panorama, se establece una hipótesis tipo: Las campañas militares del Alto Biobío, condujerón a la conformación de una unidad heterogénea integrado en un grupo mapuche – pewenche, entidad madurada posterior a la ocupación militar en Alto Biobío, y que produjo el colapso de una sociedad fronteriza tradicional pewenche.

2 Hernández, 1998 17 1.5 ANTECEDENTES

Uno de los mayores problemas que desemboca Chile ad portas a su bicentenario, es sin lugar a dudas, el papel que cumplen los pueblos originarios en el modelo de desarrollo y de modernización compulsiva, carente de integración histórico social que ha promovido la subjetividad y el prejuicio heredando una básica epistemología de la identidad nacional. Particularmente, el estado Chileno ha despreocupado los propósitos y fundamentos de su fundación, al no garantizar los plenos derechos a las comunidades indígenas, promoviendo un etnocidio de tipo material y mental. Sin embargo, existen pueblos sinérgicos que han superado toda adversidad desde el punto de vista ecológico-cultural, traducida en una oleada de conflictos y conspiraciones cuyo único fin es la extinción cultural y racial. Formalmente, esta investigación está enfocada a uno de estos pueblos, el pewenche, que ha sido brutalmente intervenido hasta la fecha, aumentando las posibilidades de un holocausto cultural. De hecho, desde sus inicios en territorio republicano chileno (y argentino), ha tenido que sortear innumerables dificultades para lograr un asentamiento parcial entre los ríos Queuco y Biobio. Efectivamente, durante el descubrimiento y conquista del territorio chileno, sólo son algunos hispanos lo que dan cuenta de la existencia de este pueblo, con detalles que promueven la subjetividad y anaformalismos sociológicos o etnográficos. Desde mediados del siglo XVI, estos indígenas han sido registrados con fuentes que relacionan su interacción sociocultural con los hispanoamericanos: crónicas de guerra de Jerónimo de Bibar, Pedro Mariño de Lobera, Miguel de Olaverría, etc. o Poesía épica, como Purén Indómito de Arias de Saavedra o Cautiverio Feliz, de Francisco Núñez de Pineda y Bascuñan. El presente trabajo, pretenderá ubicar dicho conflicto, en la etapa de Chile republicano, y particularmente en la “pacificación de la Araucanía”, con los programas e 18 informes que promueve el general Coronel Martín Drouilly, en la zona del Alto Biobío, cuyo propósito es materializar los deseos del estado de inducir un etnocidio, en complicidad del ejercito del desierto argentino, lo que provocará una reacción que será estudiada en el presente informe. Dicho trabajo, será patrocinado por las investigaciones de Sergio Villalobos, en el libro, “los en la vida fronteriza”, texto de profunda calidad historiográfica, y que propone antecedentes de las fuentes prerrepublicanas. Además Raúl Molina y Martín Correa, en el libro “Territorio y comunidades del Alto Biobio”, conforman un marco útil de los episodios ocurridos durante 1880 al 1883, en las comunidades del Queuco, con una preciosa carga etnográfica, que será rescatada en el presente trabajo. El profesor Mario Orellana, en su libro “Historia y antropología de la isla de la laja”, aporta con datos de la intervención material colonial en la zona septentrional del Callaquí. José Bengoa, en “Quinquén”, corrobora la impunidad histórica, y el profundo sentido de reivindicación de la conciencia . El profesor consultor de esta investigación, Claudio González Parra, aporta en el tema con una edición del documento de Luís de la Cruz, Alcalde de Concepción en 1835, “De los terrenos en los Andes poseídos por los peguenches” documento riquísimo para dar delimitaciones antropológicas y etnográficas del estudio. Además, Eduardo Téllez Lúgaro, profesor guia responsable de la tesis, aporta a la comunidad etnohistórica, con datos contemporáneos de los conflictos con la república. Basándonos en las fuentes de la ocupación cordillerana durante la republica liberal, El comandante Martín Droully elaboró documentos de archivo del ministerio de guerra, y sus “memorias de ” de 1883, como además las cartas y correspondencia de este, y de Guerrero Bascuñan, de la comandancia de armas Biobio, 1875-1883. Además será apoyado de diarios de la época, como archivos de la biblioteca nacional. La ocupación territorial exógena, iniciada por la soyuzgación hispana durante la colonia, de los derechos de tierra con los chilenos durante la republica, y ahora, de los capitales españoles en los derechos de aguas para la industria energética, nos provocan una profunda mirada al espejo, invita a reflexionar sobre las lecciones de la historia. Esta es una de esas lecciones: La ocupación de la cordillera entre el 1883-1885, la decadencia de un pueblo.

19 1.6 OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

! Diagnosticar el espacio natural de población pewenche

! Caracterizar etnográficamente al pueblo pewenche, bajo criterios antropológicos, arqueológicos y etnológicos.

! Identificar los factores que promovieron la desintegración fronteriza y conquista de la cordillera pewenche

! Evaluar el mayor impacto desde el punto de vista militar y etnocida en el Alto Biobio.

! Rescatar relatos etnográficos que den cuenta de la memoria histórica pewenche en relación a la pacificación del Alto Biobio.

20 1.7 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN

! ¿Cómo erá el diagnóstico ecocultural de los pewenche antes de la coyunturra de estudio?

! ¿Cuales son los factores directos que promovieron el proceso de pacificación pewenche en el Alto Biobio?

! ¿Cuáles son los factores indirectos que promovieron la intervención del ejército en el Alto Biobio entre 1880-1883?

! ¿Cuál fue la responsabilidad del estado en las matanzas de pewenche en el alto Biobio?

21 SEGUNDO CAPITULO PANORAMA NATURAL Lleqn meu nieqel

22 2.1 LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA Wall püle iñapire mapu

La siguiente investigación se enmarca intensivamente en la comuna de Alto Biobío, ubicada en la zona sur oriente de la Región del Biobío, en la precordillera y cordillera de los Andes, a 220 kilómetros aproximadamente de la capital regional, Los Ángeles y a 50 kilómetros de la comuna de Santa Bárbara, a la que pertenecía anteriormente. Su centro referencial de la comuna se localiza en los 37º54´42´´ latitud sur, y 71º26´30´ longitud oeste, en el volcán Callaquí. Para considerar la cordillera de los andes como núcleo etnográfico se anexará al presente informe áreas contiguas a la Provincia de Neuquén, cabecera del sector pewenche de Andacollo y Chosmalal en el lado boreal argentino, y el departamento de Ñorquín, como núcleo adyacente al área del Copahue-Caviahue y los departamentos de Loncopué en el sector meridional, y el limes oriental las sierras de Cochicó, en el departamento de Minas. La circunscripción perimetral intensiva, esta dada por los ríos Dukeko, en el noroccidente, el río trocomán en el norte y al estero Hualcupén por el sur , en el sector boreal oriental y el río Lolco, en el sector austral chileno. En el sector del keuko, se encuentran gran cantidad de áreas de influencia pewenche, localizándose poblados y lugares de importancia indígena.

Tabla 1 Lugares de importancia del rio Queuco sector de influencia boreal Vegas de Aillín Reducción Cañicu Baños Aillín Reducción Malla malla Baños ceniciento Mallín el Boldo Baños Quilaquín Agro Queuco Baños Nitrao San Lorenzo Cuencugrande Reducción Trapa Trapa Curamallín Veraneada el Blanco Las juntas Veraneada Petronquines Las islas Los Baños de Cañadón 23 Los lleuques Chichintahue

La referencia altitudinal se acota dentro de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, con amplitudes de 3.080 metros (volcán Callaqui), 2969 metros (Volcán Copahue). Los valles del rio Biobio y del Keuko no sobrepasan los 1.600 metros en los lechos cercanos al Callaqui, y sierra La Engorda respectivamente. En el lado oriental boreal, en el sector austral de la cordillera del Viento, las altitudes promedio se sitúan entre los 1.200 a 1.500 metros, cuyas cotas (cerro de la Corona, en el sur, con 2.965 metros, Paso de Cudio, con 1.300 metros sobre el nivel del mar), configuran una gradiente importante para consideraciones geosistémicas. Procurando cerrar el análisis geográfico del área del volcán Callaqui, se exponen las toponimias más gravitantes

Tabla 2 Lugares con influencia geografica del Callaqui area central El cuartel Reducción el Barco Veraneada Otué Puesto quemado Reducción Ralco Veraneada Trilile

El estudio se formaliza en antecedentes localizados de manera extensiva tras análisis de seis cuadrantes, abarcando el sur de la sierra velluda, en el inicio del cordón Kurra-mallín. Este panorama prosigue hasta el cajón del río Queuco, encontrándose con el Biobio, prosiguiendo hasta el sector Lolko, inmediatamente al norte del sector de Ranquíl. En el sector de lolco, formalizan lugares de bimarginales del Biobío:

Tabla 3 Lugares del sector Lolco area de influencia austral Reserva forestal Contraco El prado del soldado Los Guindos Las cuevas Reducción Ralco El Barco Reducción Lepoy Meseta Rincón de los Villucura Venados Puente LLanquen El Traúm Nitrito Agro Lolco Veraneadas Catancuras Reducción Malla Quepuca Guallali

24 Esta columna topográfica se desbanda hacia el oriente por el norte, hasta el nacimiento de la cordillera de Mandolegüe, (37º30`S; 70º29´O) en el sector norte de Neuquén, en el área argentina. Esta se alarga, bordeando el río agrio, hasta el sector meridional de Huarechenque (38º15´S; 70º30´O), estableciendo claramente en el sotavental andino, un panorama de serranías y mesetas. En el área occidental, se encauza desde el sur del río Duqueco (37º32´S; 71º28´O), en el área de la cordillera de, hasta la cordillera de Pemehue (38º13´S; 71º28´0), abarcando área de estudio de aprox. 6650 kilómetros cuadrados. La extensión de 93 Km. de anchura, desde el nacimiento del rio Malleco, hasta cajón del manzano, en el sector austral; y de 58,6 Km. En el sector boreal, desde Rukalhue, hasta Chosmalal, pero limitando el area extensiva a las vulcanoreferencias de conformación poligonal nuclear de la gran pewenia central (Antuco-tilhue, sector boreal; Tolhuaca-Rahue, limes austral) El núcleo, sin embargo, donde se concretizarán análisis de carácter etnográfico, y de reconocimiento arqueológico, serán circunscritas, en un gran triangulo de casi 300 kilómetros de perímetro, cuyos vértices, lo marcarán las cimas del volcán Sierra Velluda, por el norte, El volcán Callaqui, por el sur, y en el este, el volcán Copahue; cuyo centro enfocaremos la comunidad de Cauñicú, geocentro de la llamada “cuestión pewenche”. Sin embargo, en el sector meridionaloccidental del cuadrante, favorece el establecimiento demográfico, por las grandes planicies y terrazas fluviales.

Tabla 4 Lugares del sector Biobío, area de influencia occidental Alto del Pangue Coyuco Reducción Pitríl Termas el Avellano La corvela Reducción Quepuca Ralco Balseadero Callaquí Fundo los Chenques Asentamiento San Miguel Balseadero Porvenir Las huellas San Pablo Balseadero Queuco Reducción Lleu San Pedro Fundo Bienestar Loncopangue Fundo Santa Luisa Ralco Biobio La mona Fundo La suerte Calchihue El Moro Fundo Villocura Reduccion Callaquí Fundo los Nogales Villa Alegre Las carpas Fundo Pangue Reducción Cauñicú Fundo Pehuenco

25 Se fragmentará la investigaciones en un estudio de intervención etnográfica en las comunidades de Pitril3 (37º47´S; 71º30´O), Cauñicú (37º42´S; 71º25´O), Malla- Malla (37º41´S; 71º20´O), Trapa-Trapa (37º44´S; 71º12´O), Callaquí (37º53´S; 71º34´O), Quepuca Ralco (38º02´S; 71º27´O), Ralco Lepoy (38º03´S; 71º23´O) y Guayalí (38º03´S; 71º18´O), por el lado Chileno; Indirectamente, por medio de testigos geoetnograficos, se referenciará las comunidades de Loncopué (36º05´S; 70º37´O), Hualcupén (37º37´S; 70º36´O),El Huecú (37º37´S; 70º36´O), Ñorquín (37º42´S, 70º37´O), Lafontaine (37º48´S; 70º57´O) y Carvahue (37º47´S; 71º07´O), y Chorriaca, asiento de la comunidad pewenche “Kilapi” en el lado Argentino. A modo de precaución, se procederá además a incluir toponimias que no pertenecen al cuadrante anteriormente señalado. Sin embargo, en las unidades pertinentes, serán georeferenciadas para mayor precisión.

3 Las coordenadas geográficas de las comunidades indígenas, están generalizadas a sectores interiores de dichas comunidades, para referenciar de manera cartográfica, sin hacer de ello, localizaciones oficiales. 26 Mapa 1 Imagen de un SIG referenciando panorámicamente el area de estudio del siguente informe

27 2.2 CARACTERIZACIÓN GEOGRÁFICA DEL ALTO BIOBÍO Fillke tripa newen ñi pewfaluwün iñapire Mapu Alto Biobío

En la zona de estudio, formalizaremos los espacios geomorfológicos bajo criterios émicos y científicos. Se formalizará en genérico con clara orientación etnografica endógena las estructuras georeferenciales conceptuales. En primer termino, el menuko, como unidades altitudinales bajas, asociada a mallines inundables de forma estacional. Las cotas inferiores, son los Laufken y los Leufu, formando profusos valles cuyas partes bajas son denominadas waw. Al ascender geomorfologicamente, se distingue el Lemunto, con fitopoblaciones de tipo boscosas, superado solo por el Lelfun, cuya característica es el abiótico panorama, flanqueado en su apice por el Lil, como el risco manifiesto. Bajo estas formaciones los conos deyectivos de naturaleza aluvial conforman el Kuranto. Todos los términos están encauzados en el degiñmapu, imponente en este sector del alto Biobio, Los afloramientos volcanicosreciben el nombre generico de degiñ, con clara actividad fütra nüyün y pawkü degiñ, Los flancos inscriben dos grandes sectores, el Lelfün, en el oriente, y el rangintulil, como de desfiladero, de profusos valles. Los estudios geológicos y geográficos revelan dos unidades litográficas mayores, en cuyo eje, se pronuncia las crestas montañosas de la cordillera de los Andes. De ellas, se definen el sector occidental y el oriental de la cordillera de los Andes (Sandoval, 1977). De estas macro formas, se fijaran en el siguiente estudio, las vertientes occidentales, con 5 unidades litoestratigráficas mayores, datadas desde el eoceno, con mas de 6.000 metros de espesor (Niemeyer, 1982). De ellas se desmembran la formación Cura- Mallín, dividida a su vez en el miembro Queuco por el Norte; y el miembro Malla-malla por el sur. El primero se relaciona con tobas brechosas y finas datadas desde el eoceno. El segundo miembro, esta compuesto por areniscas y lulitas, de clara datación eocénica-cuaternaria. La segunda macroforma litoestratigráfica de importancia lo forma la formación Trapa-trapa, visiblemente de naturaleza volcánica, configurada como caldera,

28 perteneciente al sistema de Copahue (González Ferrán, 1994). Esta formada por aglomerados volcánicos y lavas andesititas, ubicado entre los 1.000 y 1.500 metros. La tercera conglomeración es la llamada cola de zorro, ubicada en las márgenes nororientales del área de estudio, compuesta por andesitas, basaltos y aglomerados, cuyo origen se remonta al plioceno- pleistoceno. Estas grandes formaciones promueven gradientes altitudinales notables, conformando una red de cordones y cordilleras que dibujan un mosaico montañoso, irregular y con grandes depósitos morrénicos y de depositaciones lávicas y laháricas existiendo por ende, gran cantidad de plegamientos desmembrados en las siguientes tablas. La primera expresa el carácter general, con la conformación de cordones y la segunda, con las cotas individuales y geoedificios referenciales.

Tabla 5 Cordones del sector del Queuco Ceniciento Quebrada la laja Quebrada las palomas Curamallín Las Lengas Quebrada los pinos La Engorda De Loncoche Quebrada el rodado Filo el Chivato Quebrada Lleyo Quebrada el Toro Filo el Monton Quebrada Mallín de Aillín Quebrada la Torre Filo Infernillo El Milico Quebrada las Torres Filo La Atravesada Quebrada Montón Quilaquín Filo Tropelhuén Miremetún San Lorensito Filo verde El Paco Cordillera San Miguel Quebrada Infernillo Quebrada palo botado Cordillera copolhue

29 Tabla 6 Cerros del sector Queuco Boquete Loma el guargüero Pilmahuida Campamento Malla El Pino Cañicu La mina Pino Hachado Costillar La mortandad Piramidal Lomas Centinela Los mulatos Radal El Chancho Mundo Nuevo El Rodado El espinazo Las palomas Risquería La Estrella Pedregoso Redondo El Feo Pelado Las Torres Frutillar Loma la perdiz Los Trigales La Gloria Piedra del Indio Trolón Las vizcachas

Estas formaciones geomorfológicas, dan límites espaciales a las comunidades pewenches del cajón del Queuco. De hecho, tanto fundo Trapa-Trapa, Cauñicu y Malla-Malla, son limitadas con cordones montañosos notables (cordillera Copulhue, cordillera Tricauco y cordillera Limpia, respectivamente) La cuarta formación esta fijado por volcanes y flujos lávicos, de carácter calcoalcalino, posiblemente holocenico. Si bien estos espacios se van consolidando con depósitos disformes de arenas, ripios, gravas, de modelamiento gravitacional con origen pluvio- glacio-fluvial. Sus centros de actividad volcánica, esta dado por el norte, con el volcán Antuco, Copahue, y Callaqui, con clara actividad registrada desde épocas coloniales (Havestadt, 1777). De ellas, se puede conjeturar el grado de contaminación de las superficies para el trabajo de campo, y la situación contractual entre el pewenche y su ambiente. Luís de la Cruz (1806), expone en su informe, la gran actividad volcánica de la zona “ En el cordón de los andes son frecuentísimas las exhalaciones; muchas noches las habíamos tenido de día calor, y también los indios aseguran, que aparecen en el verano,

30 globos de fuego que corren para Chile, y los suponen que son originados del Volcán.”4

El Volcán Antuco (2.985 metros; 37º24´S, 71º´22´O) posee actividad volcánica registrada desde el año 1640. Aunque fuera del área de estudio, contemporáneo a los hechos del año 1880-1885, se registran en Chillán, 5 grandes erupciones volcánicas, lo que en este caso, sería determinante para las migraciones forzadas de grupos pewenches al sur, en los sectores de Contraco Sin embargo, el volcanismo es determinante en el modo de vida pewenche. Esto es debido a la tectónica de falla, presente en la región por el gran sistema de fallas que corresponden al Biobío- Aluminé. Este volcanismo juega un rol importantísimo en la morfología y desarrollo de la cuenca. El Antuco posee un rol histórico fundamental en la vida de los pewenche. De hecho, se aprovechaba la actividad volcánica para comercializar piedras y clastos (Silva, Téllez; 1991). El padre Havestadt, Luís de la Cruz y Eduardo Poeppig presenciaron in locus, las erupciones volcánicas en presencia pewenche, en los años 1752 y 1806 y 1820 respectivamente. Fonk, Domeyko y Smith exponen también sus inquietudes volcánicas del Antuco entre los años 1839,1845 y 1853. De hecho, la descripción de Luis de la Cruz del paisaje, allende a los caminos cordilleranos es claro

“La mayor parte de estos terrenos abunda de materias sulfúreas, bituminosas y férreas que, incendiadas con la humedad de las aguas subterráneas, hacen despedir humo á varios cerros. Apenas hay muy pocos elevados, que no estén llenos de erupciones de escória; bastante prueba de lo que digo. Otros se han conocido por volcanes, como el Filgu, el Payer &a, cuyas cenizas, hasta más de 30 leguas al levante, las viene notando. En el día, solo arde el de Antuco, y el de la Villa Rica, pero ni el uno ni el otro, con aquella actividad que antes tuvieron. El del Antuco está unido con la sierra velluda, monte elevadísimo; ambos mantienen la nieve en su cima por mucho tiempo. El volcán es de arena gruesa, y el otro de

4 De la Cruz, Luis; “Descripción de la naturaleza de los terrenos que se comprenden en los andes, poseidos por los peguenches: y los demás espacios hasta el rio de chadileubu” Ilustre cabildo de la concepción, chile, primera edición, buenos aires, imprenta del estado, 1835.

31 peñasquerías, y entre los cajones que forman estas rocas se perpetúa la nieve”5

Sin embargo, en el año 1884, el volcán Antuco presentará gases y vapores (Goli, 1904). Aunque resulta sospechoso que erupciones mayores, como el de 1853 haya perturbado a la población residente pewenche, el área de riesgo del volcán Antuko sería en su cota sur, el cordón ceniciento, bajo la influencia de piroclastos y lahares. Sin embargo, la actividad pewenche en el área norte no ha sido objetada por acontecimientos naturales. Esta relación natural de vulcanocomunidades como Trapa- Trapa, Butalelbum, Callaquí, Ralco Lepoy, Qepuca Ralco, Cauñicú y Lolco, extrapola el sentido de dependencia de Araucaria Araucana, promoviéndose esta última, en ambientes claramente de naturaleza piroclástica (Casertano,1963) y piroresistentes y pirodependientes (Burns, 1993). En la cabecera norte, el Copahue (37º 51´S; 71º 10´O; 2979 metros) complementado con el sistema volcánico Trocón (37º45´S; 69º 53´O; ) Trocomán (37º38´S; 69º 45´O), actividad potenciada por fractura, posibles remanentes de la conjunción de la cordillera del Viento con la cordillera de los Andes. La región de Copahue se caracteriza por un gran bajo intermontano de unos 250 km2 de superficie, de relieve amesetado y limitado por abruptos paredones rocosos. El rango altitudinal del área se extiende desde los 1400 m. sobre el nivel del mar en el valle de los ríos Agrio y Trolope, hasta los 2910 m sobre el nivel del mar del Cerro Copahue. Esta sería la formación volcánica más grande del sector, ya que serían remanentes de la caldera del Agrio y del Trapa-Trapa. El en margen meridional del Copahue, al noroeste del paso Pucón-Mawida (1916 metros), nace el río Lomín, como zona de evacuación de coladas del Copahue, alcanzando en un maximun histórico, 17 kilómetros, hasta el sector de Ralco .En el norte, presenta además un panorama post- holocenico, al intervenir piroclásticamente la zona de Chanshoko, en el sector norte del paso Los Copahues. En el interior de dicha caldera, se conforma un lago acido, de 300 metros de diámetro, con intensa actividad solfactarica (Gonzalez-Ferrán, 1994). Dicha actividad se vio violentada por la aparición de Jokulhlaups en la zona de glaciares,

5 Idem. 32 provocando la evacuación de lahares por la cuenca del Lomín, hasta los 6 Km. Alcanzando las inmediaciones del río Treutreo-sector el Barco, el 2 de agosto de 1992. Aunque esa misma fecha, el Kopawe intervino el río Agrio, con lahares, hacia la laguna del agrio, 5 Km. río abajo. Aunque el Kopawe no registra actividad volcánica mayor en la pewenia, fuera de las clasificaciones de riesgo natural de la zona, lo cierto que ha sido un volcán de actividad histórica.

“Las partes inflamables de que se componen aquellos terrenos son la causa de los temblores frecuentes que experimentamos en Chile, y los indios aseguran los sienten muy fuertes. Pero ellos tiene la ventaja, que nada temen, porque no experimentaron ruina por ellos, ni usan edificios que puedan venirles encima: se ríen de ellos, diciendo que se sacudió el caballo.”6

Existe, según González-Ferran, un claro riesgo del lago acido a volcarse al sector del lago agrio, en el lado argentino, formulando un serio peligro para las comunidades pewenches de Caviahue, y las instalaciones turísticas de la zona. Se formaliza el riesgo en zona chilena, en los afluentes del Lomín, y en especial, al Biobío.

El Callaquí (37º56´S; 71º 26´0; 3.100 metros) en el sector central cubre un área elipsoidal de 20 por 6 Km. De naturaleza andesítica, con claro modelamiento glacial, ha tenido episodios holocénicos con presencia de una falla N 60º E poseyendo 16 bocas generadoras de piroclastos, no mayores a 100 y 500 metros de diámetro. Existen datos asociados de su temprana aparición, concretizando los 1.000 años ap. De gran actividad histórica, con antecedentes de depositado en el valle del río Quillaicahue- Ñireco, de flujos de lavas andesíticos Existen datos asociados al riesgo de localidades por flujo lávico y laharico. Entre ellos, el estero Ralko, el área de la laguna la Mula, el estero Epun, el valle del río Pangue y tributarios, estero San Pedro y valle del río Biobío; estero Trehuanieque, valle del río Malla Malla y afluentes, valle del río Lomín y Ralco, Valle del río Huenencura y Quillaicahue.

6 Idem. 33 El volcán Lolco en el sector Sur (38º17´S; 71º 30 ´O; 1550 m.s.n.m) corresponde a un parasito del Lonquimay, de tipo eruptivo monogenético, actividad pronunciada por este último, el 25 de septiembre de 1989. Sin embargo, va a ser este último volcán, el que más riego va a provocar a las comunidades pewenches de la zona de Lolko, ya que esta va a ser afectado, en el sector fundo porvenir, tras el flujo de lavas del parásito navidad (38º21´S; 71º33´O; 2000 metros), cuyas coladas alcanzaron los 11 Km. de longitud, por el lecho del río Lolko, hasta el sector del mismo nombre. En este contexto, las profusas actividades epirogenicas en el sector austral, se ven reflejados en la gran cantidad de cordones flanqueando el sector austral. La quinta estructura se conoce como la cordillera de Pemehue, que clausura el área analítica en zona occidental, conformado por tobas, con clara influencia del Volcán Lolco, anexando el gran sistema morfotectónico del volcán Lonquimay. Aunque los riesgos volcánicos de la zona, no constituye una disuasión demográfica en el alto Biobío, lo cierto es que las erupciones del volcán Navidad provocaron la necrosis de bosque nativo y de ganado caprino y ovino, interviniendo desgraciadamente en comunidades pewenches de Cajón del Naranjo, Bernardo Ñanco y Mallín del Treile, afectando 100.000 hectáreas de flujos de tetras, provocando problemas médicos en las comunidades mencionadas, como conjuntivitis, enfermedades respiratorias y digestivas, lo que colapso en la muerte de dos pewenches, asociados a informes médicos por intoxicación de gas y cenizas toxicas del volcán (González – Ferran; 1994)

Existen aparte de los grandes edificios volcánicos, zonas de alteración hidrotermal, provocadas por tres fenómenos geológicos definidos: La actividad “Intrusita” en forma se stocks de granodorita y afines, que afecta las formaciones de Cura-mallín -Trapa- trapa; La actividad paleo volcánica, ligada a la formación cola de zorro; Y la actividad hidrotermal, asociada al neovolcanismo. Entre los principales afloramientos, encontramos dos alteraciones en la zona de Trapa-trapa, (37º45`S, 71º12´O; 37º48´S, 71º09´O), entre los que se encuentran Los Baños de Cañadón, Baños Aillín, Baños ceniciento, Baños Quilaquín, Chanchokó y Baños Nitrao, este último (37º42`S, 71º17´O) forma parte administrativamente de las comunidades de Malla-malla y Trapa- trapa bajo, siendo apropiadas por la municipalidad de Santa Bárbara bajo la potestad

34 de la familia autobusera Aranguiz cedida finalmente bajo rotación bianual a las comunidades en el año 1998. En el contexto sur, existen las termas del avellano y las termas de Pemewe, aguas termales que constituyen un atractivo turístico significativo. Su administración y usufructo no está bajo jurisdicción comunitaria de Quepuca Ralco, ni de Los Guindos. La vertiente oriental, esta gobernada en la cabecera norte, por sectores relictos de la cordillera del Viento, como es el caso de los volcanes Tromén y tilwe, en el sector noroccidental de Neuquén. Así explicada por De la Cruz

“El cordón de los Andes, que se dice compuesto de tres líneas, yo lo he visto, y con suma atención, que se compone de innumerables, y son unas serranías inexplicables é incompresibles á un hombre. Solo puedo decir que es una cadena de cerros, que tan presto vé uno una cordillera que corre de norte á sur, como andando unas pocas cuadras, la vé de oeste a este. Y en fin, yo no atravesé otra cordillera que Pichachen y la de Cocholmaguida, y por una y por otra parte del camino vine dejando montes sin orden en altura ni en dirección, porque unos se unen con otros, y otros están separados. Entre la infinidad de sierras, es cierto que apenas habrá alguna que no oculte primorosos valles, aguas y minerales útiles. Hay muchas enteramente de yeso, otras de talco, otras con vetas de piedra cardenillo, otras de calacareas, de cristales, de pedernales, de piedras ferreás, de jaspes y con muchísima frecuencia de todas clases de canteras”7

Con serranías poco pronunciadas en el sector villa las araucarias, se imponen en el sector del Copahue, El trocomán, como parte del sistema Calderico del Agrio. De forma septentrional, se encuentra el centro volcánico Rahue (2619 metros, con pequeños levantamientos cordillerano en el sector las monjas, y Mallín del Toro, sector Loncopué. Cercano al sector de Campana Mahuida, Comienzan gradientes no superiores a los 2100 metros (cerro Colipilli, 2140 metros) con grandes depresiones fluviales como Cajón del manzano. La entidad central desde el punto de vista geomorfológico, se encuentra en la cordillera de Mandolegúe, comportándose como una cordillera alta (Cerro Bonete, 2689 metros,) Anexo al sector Copahue. Los numerosos accidentes geográficos son explícitos, y existen pronunciamientos al

7 Idem.pág.67. 35 respecto Una diferencia notoria, es que desde la línea divisoria de las aguas desciende hacia las pampas patagónicas. Los principales cursos de agua de la región son los ríos Agrio y Trolope. El primero vuelca sus aguas en el Lago Caviahue y debe su nombre a la calidad de sus aguas, que tiene sabor ácido por los aportes de azufre que realiza el volcán a su cauce. El relieve, aunque se mantiene a unos 1.000 metros de altura y tiene cumbres destacadas que sobrepasan los 2.200 metros, es más suave y desciende de manera gradual,.enmarcándose dos cordones montañosos al este del cordón principal, entre cuyas depresiones corren de norte a sur los ríos Grande, Barrancas y Bermejo.(Villalobos, 1989:25)

“… De la cordillera de Pichachén, como en el diario expongo para esta parte, corre ringuileubu, y le entran de Norte a sur(además de los que allí digo le confluyen de sur a norte) franleubu, guanleubu, moncol, esto es hasta Butacura, independiente de muchos arroyos de poca importancia que desde allí, hasta las juntas con el neuquén, que son á distancia de tres leguas al oriente, se le injtroducen de sur a norte, Nirri-leubu, coyaque, chacayco, y el tocamán, compuesto de muchos esterillo”8

El lado oriental extensivo esta flanqueado por los afluentes del rio Neuquén. Esta extrapolación hídrica promueve la gran riqueza altitudinal de la zona.

“El rio Neuquén viene de norte á sur, al pie del poniente (por el lugar de la capilla) de la cordillera de Puconi-maguida, o Chollol Maguida, como otros dicen, y descabezandola hasta tomar su curso hasta el levante, recibe á distancia de tres leguas de butacura, como dije, a Ringuileubú y luego al Tocaman. En ese atravieso á la capilla le entran á Neuquen, de poniente á oriente, Rarin-leubu, Lig-leubu, Butale-leubu, Tubanco, Daguegue, Igueraleubu; y de oriente á poniente, Millancchico, Outalon, Barbarco, Itaylinco y Pichi-barbarco. Como he dicho, Neuquen desde las juntas de Ringui-leubu, y el Tocaman, toma al oriente hasta salir de los Andes, y en esta carrera desde aquel punto, se le introducen por la ribera del sur, Buta-leubu, Raqueco, Triuquico, Taquimilá y Pichi-Neuquen, que es el estero de las Salinas Grandes desde cuyas juntas se le incorporan, el rio Maculeubu, que baja al oriente de las cordilleras, desde cuya

8 Idem. 36 incorporacion, ya Neuquen se títula Macum-leubu; cuyo nombre disfruta el espacio de cincuenta leguas hasta juntarse á Limay-leubu. En todo este intermedio solo le entra á Mucum-leubu, el rio de Cubunco, y esto es á distancia de legua y media de haberse juntado con Neuquén…”9

Este sector, latitudinalmente alineado con el volcán Lonkimai, sería un limite austral a la zona de influencia pewenche del alto Biobío. Luís de la Cruz prosigue con el análisis hidrográfico de la zona

“…Entre las demás que tienen por suyas estos Peguenches, cuentan los rios Trapa, Uñodquin, Uyese, Quirco, Gueyca, Pichicobuleubu, Malalqueleubu, Gatachacayco, Pilaguanco, Nubulco, Palaunelu, Chacayco, Ailon, Papacayo, Llobeha, Liguaranca-leubu, Ruquin-leubu, Llimalal, Guraco, Munulco, Tricalmal y Chadileubu.” De algunos de estos se forma el estero del Pino, que corre para la laguna de la laja, por entre las cordilleras del poniente. De otros se forma Picho-Neuquen, y Mucum-leubu, y de los otros Cariguenaque-leubu, estero que divide á los Guilliches de estos Peguenches, y entra á Limay-leubu. Todas las aguas de estos esteros, á excepción de Augumeo, Pechineuquen, Triuquico, Tril y Colu-leubu, que son salobres, las demás son frigidísimas, dulces, delgadas, y muy cristalinas. No puede uno verlas sin que muevan á tomarlas, y puede hacerse con satisfacción, que no harán daño. La mas especial calidad que tienen, es el ser diluentes, y en tanto extremo, que conforme se bebe, se come…”10

Este tipo de levantamientos, son producto de la subducción de placas, provenientes de influencias de la formación cola de zorro, con claro pronunciamiento pleistocénico. Famosa es la actividad hidrotermal de las termas del Copahue, donde se emplaza ciertas fundaciones como Caviahue, en pleno sector del río Agrio, con acidificación suficiente para los requerimientos atómicos argentinos. Esta gran caldera potencia fuertes presencias termales en la zona, aunque particularizados en la descripción, en un cuadrante más al norte, en la zona del norte de Trapa-Trapa

“…Ya dije en el diario, que en el Tocaman habían dos fuentes de aguas termales, en las que se bañan los indios, y sanan sin mas

9 Idem 10 Idem. Pág.64 37 uncion de sus quemaduras, que voluntariamente se hacen para guardar el fuego, (que ya explicaré en el tratado de costumbres.) de los granos de que se inficionan por sus imponderable mugre, y aun de la vista que regularmente padecen. Pero antes de llegar á esta agua hacia el norte de la abra de Pichachen que pasamos, me han asegurado estos indios, el dragon de Baeza y el capitán Jara, hay otros dos baños casi juntos, que el uno es de agua hirviendo, donde echan los viageros tronchas de carne y se cuecen muy pronto; y que á los pocos pasos de ambos pujíos sale un arroyo de agua fría.[…]Este monte, me han dicho, esta lleno de arroyos, y todos con el gusto á azufre. El estero que se introduce á Cudi-leubu antes de llegar á Tilqui, desde mas de una cuadra de distancia, al llegar á él, ya se percibe el olor á azufre; y es tanta su composición, que noté al pasarlo por las chispas que saltaban á los estribos y botas, en el momento se quajaron.”11

Limitando el área intensiva en lado argentino por el río trokomán en el norte y al estero Hualcupén por el sur, Las grandes torres volcánicas limitarán extensivamente una conformación poligonal nuclear de la gran pewenia central (Antuco-tilhue, sector boreal; Tolhuaca-Rahue, limes austral) Esta gran actividad genera plegamientos tectónicos que flanquean el sector sur. Los cerros son más escasos que en el sector norte, pero que favorecen a la ramificación de los rios y esteros. Tabla 7 Cordones del sector Callaqui Cordillera Blanca Cordillera de Melilafquén De Reni Epún Cordillera Negra Trevuleo El Garrote Ñiremetún Sierra de la Engorda Loma del Medio De Pacha Cordillera de Malla Malla Peleco

Tabla 8 Cerros del sector Callaqui Azul Rucacherrue Meseta de Challado Buenos Aires Trevuleo Cónico Volcán Callaqui

Tabla 9 Cordones sector suroriental La bandera El descanso De Pacha Caitahue Las gredas Cordillera de Piedrablanco o Blancú

11 Idem. Pág 65. 38 Coiguería El Molino TilTil Cordillera del descanso Los Novillos De los tres Pinos

Tabla 10 Cerros sector suroriental La gloria Moncol Trubul La Lagarta Pallaomahuida Loma del medio Lolco Prados del Toro Loma la Mortandad Llollillolli Las tres Chepas

Los cordones y cordilleras en los limites meridionales occidental de este estudio, generosamente aparecen como un grupo telúrico de importancia. Se establece en la síguete tabla, el área occidental.

Tabla 11 Cordones del area suroccidental Cordillera el Carmen Cordillera los Pinares Cordillera las placetas Cordillera Pemehue Cordillera Pitril Cordillera Ridihuiri El Peñón Pitrillón Cordillera Tricauco

Tabla 12 Cerros notables del area suroccidental El Buey Los cristales Peñascos Caracoles El derrumbe La pepa El Carmen Pemehue Redondo Casa de Cascara Pemehue Sur San Pablo

El sector occidental del área de estudio, se inscribe en el sector del Biobío, sector oriental del cuadrante Santa Bárbara. Estas proyecciones montañesas favorecen el aislacionismo de las comunidades pewenches.

Tabla 13 Cordones del sector suroccidental Cordillera el Carmen Cordillera los Pinares Cordillera las placetas Cordillera Pemehue Cordillera Pitril Cordillera Ridihuiri El Peñón Pitrillón Cordillera Tricauco

Tabla 14 Cerros del sector suroccidental El Buey Los cristales Peñascos Caracoles El derrumbe La pepa El Carmen Pemehue Redondo Casa de Cascara Pemehue Sur San Pablo

39 La naturaleza hidrográfica del sector, esta pronunciada por las profundas gradientes que superan los 1.000 metros de base, como es el caso de las mayorías de las estribaciones. Se entreteje una red hidrográfica, donde la máxima jerarquía lo aporta el río Biobío, ya que posee una de las cuencas más extensas del país con 24.029 km2; en el Alto Biobío tiene un régimen esencialmente nival por lo que su caudal aumenta en el verano por el deshielo cordillerano. Sin embargo, a medida que diversos cauces pluviales se unen al río principal especialmente en la zona media del río, éste cambia a características de régimen mixto. Su caudal, en la zona de Ralko y Kallaki, alcanza los 899,0 m³/s y su longitud alcanza a los 380 km. Su génesis se encuentra en el margen meridional de la pewenia, en las lagunas del ikalma y el galletúe con alturas de 1.430 msnm, funets ubicadas en plena cordiellera de los andes, e iniciando el su curso medio con la unión del río Keuko, conformando la zona intrecajonal del alto Biobío. Las grandes cubres, con profundas zonas de drenaje en sus faldas, promueven la aparición de esteros, cuyas redes conforman una laxa red de ríos y arroyos, finiquitando en algunos casos con la formación de grandes lagunas, productos de morrenas glaciales, que han rellenado algunos pasos, y valles, de claro carácter aluvial. Sin embargo, estos valles encajonados promueven conjunciones de ríos, sobre todo, en el margen occidental del alto Biobío, encontrándose hidroespejos, en el sector oriental intercajonal. El más espectacular de los espejos es la laguna El Barkú, de clara génesis nival. Además, existen las lagunas de Llollén, El Sapo, Cañicu, Llai, Las Totoras, Inaprachehue, La Mula y Trevuleo Encontramos lagunas en el sector austral, y en el sector trasandino, especialmente en el área del lago agrio, y en el sur, las lagunas lafken y lladén. En el norte, las lagunas de Colliquen y Curamallín recubren las grandes depresiones del sector kuramallín. Tangente al sector cordillerano se encuentran las lagunas de Agua Blanca, Cañicura, Chica, el encanto, el escorial, Achacosa, Rincón, Trolote, del Cajón Chico y las Mellizas. Los rios y esteros conforman un espacio sociocultural estrategico en los deslindes de comunidades pewenches en el alto Biobío. Los ríos del área norte, que potencian los valles y comunidades, se encuentran el Aillín, el Infernillo o curamallín, el pino, el Duqueco, dando origen a una gran hoya hacia la vertiente occidental y formando grandes valles aluviales, el Ñiremetún y el río

40 lime del keuko. En el sector austral, los grandes ríos del área de Lolko se encuentran el Chaquilvín, Lomín, Pinco, Grande, Llanquén, Quepuca, Huira, Malla, Ralco, Lolco, Las Nalcas y Villucura. Existe una gran red de ríos y esteros entre estas cordilleras, los cuales encontramos en los siguientes cuadrantes.

Tabla 15 Esteros sector del rio Queuco Agua enterrada Colorado Duelón La mortandad Las Tinajas La araña Coquillén La Gloria Nirivilo Tricauco Campamento Correntoso Huechicollán La parra Tropelhuén Campo nuevo Costillar Huaraco Los pinos Cancan Chancamalal Lauca Quebrada Honda Cañicu Los Chilcos Loncovaca Quilaquín

Tabla 16 Esteros sector Callaqui Los algodones El Chancho La mula Quebrada Honda Atai Duelón Mireco Rililu Butacó Epún Pachemalla Trevuleo Cañicú Loncotahue Pelahuenco El Turbio Coyuco Llaullau Pichipangue Vilcuncura Vilutrehua

Tabla 17 Esteros del sector Lolco Agua de los Guallalí Pancho Rucalleco copihues El Alambrado de las Huapatrieo Pichilolco El Saltillo (3) Antunez Los Azules Hurihuirinco Piedras paradas San Juan El Barbecho Lepoy Placer Santa Juana Caracoles Lolcoco Poco a Poco Tabaco Coihueco Las lumas Puente Alto Triquico Comilao Llanquecito Puesto Acuña Vilcuncura Chanqueco Lleuque Quebrada Honda Quillilón Chilqueco El Molino Quepuca Nitrito Chenqueco Molino Viejo Qulleime Cuncura

Tabla 18 Esteros del sector Biobio Agua Blanca Cuteo El moro San Pablo La Aguada Cuyano La ollita San Salvador Los Algodones Cuyaquí Otué Santa Lucia Añiles Chentamalal De los Pacos Santa Rosa

41 El Avellano Chipaco Pelahuencó La suerte Azul Chico El Diablo Pichipangue La trampa Azul Grande El Encanto Pinquinco La Vaina Barros Largos Guacaco Pitril del Sur Veta de Cobre Boquiamargo Hilotrehua El Prisionero Santuco El Buey Lampeco Quebrada Honda Minquimillo Las Carpas Lleu Quillaileo Los cruceros Las Castellanas Las Lumas Ranquíl Saltillo de San Pedro Los Coihues (2) Macaco El Recinto Mapotrel Colluco Malleco Renaco Copiuco

De hecho, los grandes conflictos territoriales de reivindicación territorial se basan en tradicionales posesiones y usufructos donde los ríos circunscriben a estas comunidades. Los ríos sector Callaqui de especial importancia en los limes comunitarios se encuentran el río Lomín, río naciente del Callaqui, y que inscribe el limes suroirental de la comuna de Alto Biobío, específicamente las comunidades de Qepuca ralco y ralco lepoy. Además existen ríos dispersados como el Otué y el estero boquiamargo, rodeando la comunidad pewenche de Pitril, aunque el estero intermedio wuilkeñilliu divide los deslindes de Pueñam maripe y las tierras de Francisco Alabao Gallina. El estero boquiamargo, además es el limite norte de la comunidad pewenche del Callaquí y el rio Pangue forma parte del limite sur. La comunidad de Cauñicú, se hace rodear de los rios Ñirementún en el lado oriental, el rio Otué en el sector occidental, El estero azul grande en el area septentrional occidental y el rio Queuco, lo atravieza segmentando la comunidad en dos grandes polos. La comunidad de Malla-malla es la unica que prácticamente sus limites no son hidricos, pero el estero Alguelón, limita su influencia en el sur. Conforman esta hoya, el Llai, Lladén, Quellaicahue, Malla, Ralco, Ñiremetún y Treputreo. Como conclusión los ríos promueven el desarrollo de contextos ecológico- culturales y da forma aun área de influencia pewenche, con el Biobío y el keuko por el norte, conformando el límite occidental, y en el lado argentino, el gran río agrio,

42 marcando el limes oriental, con claro origen nival, generado por las laderas del Copahue. La accidentada geografía de esta zona del Alto Biobío constituye un reto a las condiciones de sobrevivencia de una población. La expresión toybeeana al tipo de asentamientos de estas localidades convoca la atención detallada en este informe.

43 2.3 CARACTERIZACIÓN CLIMÁTICA DEL ALTO BIOBÍO Fillke tripa newen neyenmapu ñi pewfaluwün iñapire mapu

Las particularidades climáticas del siguiente estudio, serán analizadas émicamente en su primera parte. Pareciese existir en la zona una predominancia del mawün kuruf (vientos intertropicales de sentido norte), favoreciendo durante gran parte del tripantu (año) de mawün (lluvia), y de mewlen (vientos), proveniente del nag (zona ciclónica). El pwelche (viento convectivo trasmontano), es notable en rimü (otoño), cuyo kamel (clima), es de tipo weda antü (generalmente de días nublados y lluviosos), apareciendo en el walung (primavera), kümengetwalu trokifiñ (la calma atmosférica). La presencia de vientos del oeste y de circulación subtropical naciente del este, contextualizado bajo referencia latitudinal 38º marca la presencia trasicional entre los ambientes subtropicales y templados. Las grandes transformaciones climáticas han favorecido a lo largo de 8.000 años ap. cambios de tipo catastróficos de naturaleza volcánica y con fluctuaciones ambientales notablemente disonantes a los contemporáneos (véase con mayor detalle, Rodanelli, 2001) Se formaliza el clima en la región del Alto Biobío (Devyinck, 1970; F.A.O., 1976; Oficina metereológica de Chile, 1967; Wood, 1971) con análisis de los elementos que infieren climáticamente. La temperatura es afectada por la acción latitudinal y altitudinal. Las medias mensuales varían entre 2ºC y 15ºC, con una media de 8.4ºC, con bajas invernales desde marzo a octubre no superior a los 10º C. La amplitud térmica diaria es elevada y variable entre 8ºC y 14º C. Esto promueve una sensación térmica de frío invernal, y por un verano caluroso y seco, las temperaturas extremas en la época de verano bordean los 25ºC ó 30º C, y en el invierno las mínimas llegan a –3º C. Las precipitaciones, son segmentadas en Agua, agua-nieve y nieve, en los sectores más altos. Las medias anuales son variables entre 1500 y 2500 mm. de agua, con valores límites de 942 y 3394 mm. de agua. Dicha cantidad de agua se concentra en

44 un orden superior al 70% entre los meses de abril a septiembre, según estadísticas pluviométricas entre los años 1912 y 1968, O.M.Ch., op.cit.). La cantidad de meses áridos es nula (Devyinck, 1970), aunque distinto es la mesura en la cantidad de meses fríos y húmedos, donde claramente existen 6 meses del pukem. (Devyinck, op. cit.) La humedad relativa media es del 69%, y la nubosidad del 5.9, La radiación global es entre los 100 a 140 Kcal./cm2/año, datos entregados por el mismo autor. El tipo de clima, clasificado bajo el criterio de Fuenzalida (1971), pertenecería al los climas “templado lluvioso con influencia mediterránea”, aunque con una fuerte presencia de un “clima frío de altura” (Devyinck, 1970), con alto porcentaje de precipitaciones en forma d nieve, para el área circundante del curso superior del Biobío (Sandoval, 1977), Aunque las marcadas diferencias estacionales y las amplitudes térmicas diarias favorecen las actividades estivales efectivas, como la trashumancia y la recolección pinar, el clima en sí, favorece el desarrollo de espacios etnoambientales definidos, así, en los meses de verano, aparece el huechum (Molina, 1996) mawitha (Bragg, 1982) o la veraneada, y el b´lom o pvlom (Ídem), como la invernada, señalado en el espacio vallenar. Establecen entonces los meses de Mayo a Diciembre, bajo las formas de pukem y chomügen, y los meses secos, los de walüngngen y el pewüngen, sindicado el primero a la cosecha y el segundo, a la primavera. Se consolidan la presencia de microclimas, en la zona intercajonal de Ralko, y el Barkú, debido a la influencia de las barreras montañosas y el encierro de algunas cuencas, provocando contrastes serios. En el walüngneng, el barlovento cordillerano, influido por las masas de aire frío del Pacífico, exhibe una temperatura matinal templada y desciende en la noche, marcando el termómetro bajo la línea del 0º en los frentes cordilleranos de altura adyacente a los 1.000 metros. El pukem (invierno) y el rimü (otoño) el descenso de las temperaturas inhiben la presencia silvestre en la zona. Las precipitaciones aumentan al avanzar latitudinalmente y se concentran del otoño a la primavera, aunque existen presencias aisladas de lluvias. Los testimonios de Luis de la Cruz confirman tales conductas atmosféricas

45 “Los indios afirman que las nevazones no pasan al levante de los Andes, pero sí son frecuentes los granizos, especialmente en primavera. Tambien, que desde mayo hasta octubre, segun su computo, llueve, pero no en temporales deschos, como en Chile, que duran ocho o más dias, por que acá uno ó dos son las aguas, y despues abonanza”12

Al aumentar altura y latitud los nevazones son más espesos, consolidando apicalmente una traza de equilibrio glacial cercano a los 2.650 metros desarrolladas en plena época pleistocénica. En las máximas altitudes, las lluvias llegan a depositar 2.000 mm. En pleno pukem, la nieve alcanza a la gran mayoría de las comunidades estudiadas, haciendo casi imposible cualquier cultivo, por lo que el alimento y forraje que la familia sea capaz de producir en la temporada estival, es lo que utilizará durante el resto del año. (Villalobos, 1989) Las consideraciones climáticas biladerales lo expresa eufemísticamente Luís de la Cruz

“...La belleza del cielo en los Andes, y la claridad de la atmósfera de dia y de noche, es lo mismo que en Chile. Las cuatro estaciones del año, dicen sus habitantes, son bien conocidas, y ellos las distinguen muy bien, como se dirá en el tratado de sus costumbres. Desde que comienza la primavera, que ellos la aclaman, con el brote de los árboles hasta pasado Abril, llueve poco y no nieva. En Mayo caen algunos aguaceros, y cortas nevazones, que alcanzan á las cimas, pero se deshacen las nieves con prontitud. A principios de Junio ya frecuenta uno y otro, se cubren todos los montes de blanco, esparciéndose en los meses subsecuentes las nieves hasta algunos bajos, y esto dura hasta fines de Agosto, ó principios de Setiembre, que ya se empieza á traginar, tanto por los indios como por los españoles.”13

El régimen de los vientos de orientación suroeste, frío y violento, marcadamente pronunciado en serranías, con episodios lamentables de vientos constituidos por

12 De la Cruz, Luis; “Descripción de la naturaleza de los terrenos que se comprenden en los andes, poseidos por los peguenches: y los demás espacios hasta el rio de chadileubu” Ilustre cabildo de la concepción, chile, primera edición, buenos aires, imprenta del estado, 1835.

13 Idem.

46 trumaos, paralizando actividades naturales, provenientes de la cordillera, llamado el viento puelche, favorecido por la inversión eólica desde las pampas neuquinas, con aumentos de temperatura notables. Aunque lo constante es el sentido noroeste invernal con vientos ciclónicos portadores de los frentes nubosos y las precipitaciones. Nos explica de la Cruz

“..Volviendo pues á mi asunto. Los vientos en los Andes, son de la misma qualidad que en Chile, y causan los mismos efectos. El norte y noroeste atraen las lluvias, y por el contrario el sur y el sud-este las disipan. Los primeros aseguran temporal, y los segundos serenidad. El barometro, que los indios tienen para conocer estas variaciones, es el frio ó calor, y así, hay frio aseguran bonanza, y cuando no lo hay, lluvia. […]Ello es cierto que el norte y sus laterales, para penetrar aquellas regiones, atraviesan la Zona Torrida, y deben de ser así cálidos y lluviosos, por la multitud de vapores de que cargan al pasar por entre los dos trópicos; y el sur, como viene inmediatamente del polo antártico, ha de ser fresco y seco, y así aquellos salvajes en su vida, al cabo son racionales para hacer inferencia, según sus observaciones.[…]Por consiguiente, siendo dominante el sud-oeste en Chile, todo el tiempo que el sol se halla en el hemisferio austral, y que entonces no sufre el contraste de los vientos lluviosos, arrebata del cielo, é impele hácia aquellos montes, los vapores, que condensados se desharian en lluvias, si amontonados en nubes no los descolgára rápidamente, penetrándose por los cajones de los Andes hasta hacerlos pasar á esta parte del Oriente; donde chocando con las que llegan del mar del norte, se deshacen en copiosos aguaceros, granizos y truenos que se ponderan en estas provincias orientales, por el estío. Pero es tan notable este órden, que apenas pasa uno de las cordilleras cuando lo experimenta..14 En el sector oriental, en el vértice del Copahue, La temperatura media anual varía entre 3º C y 4º C. En verano hay una gran amplitud térmica. Las precipitaciones superan los 2000 mm anuales, se producen principalmente entre los meses de abril y octubre y caen en su mayoría en forma de nieve. Sin embargo en esta parte sotavental, la mayor existencia de una vegetación xeromórfica, se presenta definitivamente por el carácter de las lluvias orográficas, que configuran un imbricado crisol de rios, fundamentados en la franja oriental, por el derretimiento nival de las altas cumbres.

14 Idem. Pág.6 47 Tabla 19 Cotas meteorológicas mensuales Alto Biobío-Lonquimay Lat. 38º26´S Long. 71º15´W Alt. 900 m. Mes Tº (ºC) P (mm) Enero 15.5 37.3 Febrero 14.1 51.7 Marzo 11.6 94.3 Abril 8.4 115.1 Mayo 5.0 275.0 Junio 2.1 325.0 Julio 1.5 259.0 Agosto 2.9 243.0 Septiembre 5.9 153.0 Octubre 8.5 89.2 Noviembre 11.3 104.5 Diciembre 13.5 66.6

48 2.4 CARACTERIZACIÓN ECOLÓGICA DEL ALTO BIOBÍO Fillke Tripa Aliwen ka anumka fillke kullín iñapire mapu Alto Biobío

Uno de los aspectos más notables en el ecosistema cordillerano del Alto Biobío, es la intensiva adaptación de fitocomunidades a condiciones geológicas determinados por la naturaleza rocosa de basamentos estratificados vulcanolíticas desde las altas cumbres, hasta valles sedimentarios de discreta deyección, que favorece la propagación de un especial tipo de bosques templados, aunque la pronunciada gradiente altitudinal privilegia estratos vegetacionales, encontrando en las cotas inferiores, indicados a valles fluviales, Mallines y Humedales, hasta bosques de altura, y vegetación hipohídrica, con bofedales, líquenes y pteredófitas especificas. En el aspecto del uso ecológico del suelo, es posible denotar, un bosque templado rodeando en una corona, el espacio ínter montano. Esta conformada por un bosque subantártico, flanqueando la estepa alto andina. En el sector oriental, esta forma un alargado panorama estepárico patagónico, conjugando tres ambientes específicos de interacción en la región pewenche. Con referente a la etnobotánica, y el contexto ecológico humano pewenche, estos distinguen dos grandes divisiones espaciales, el pvlom, asociadas a las tierras bajas, en el menor nivel geoaltitudinal, se desarrollan la mayor parte de las actividades anuales. Estos suelos, son relativamente favorables para el cultivo, o el pastoreo, consolidando un espacio rural, con infraestructura modesta para el paso del Pukem, estacion invernal de gran acentuación en la zona intercajonal. En esta división, se encuentran unidades como el menuko (El mallín inundable), el laufken (Hoyas hidrográficas) (Bragg, 1982) En la posterior estación, comienza la otra gran división, la Mawitha (Los altos), pasan en pastoreo el periodo del Walüng, “la estación que no nieva”, consolidando los rukos, refugios temporales de corta duración (tres a cuatro meses). En este lugar, existen areas de desarrollo ecológico. El lemunto, (Lugar del cerro con cubierta boscosa), el Lelfün (la pampa alta por encima del limite forestal), Lil (El risco alto

49 descubierto, solo con porciones de líquenes) y Kuranto (derrumbe o pedrero), según estas por su fisiografía. Sin embargo, estas unidades contienen silvoentidades, como el Ñurento (lugar de los ñirres), Pewento (el lugar del pewén) y Koyamento (lugar de los robles). Estos espacios ecológicos son la base de los recursos alimenticios de comunidades enteras, que permiten satisfacer múltiples necesidades, de primer orden. Desde la recolección de especies alimentarias, incluyendo frutos, hongos y verduras silvestres, hasta especies activas, con uso medicinal o mágico. (Bragg, 1982). La mayor intensidad de las actividades de comunión socioecológicas, es sin lugar a dudas, la recolección del nguilliú o piñón. Estas ya han sido estudiadas en el área de investigación (Valenzuela y Gonzalez, 1979). Bajo esta investigación, las comunidades poseen clara conciencia que las fitocomunidades poseen una organización natural paralela a un lov (Estructura geofamiliar mapuche). Este tipo de consideración émica- ecosistemica, es la base natural de convivencia étnica pewenandina. En un fino análisis botánico se pueden establecer de manera clara más de “10 tipos de vegetación y más de 12 comunidades de base florística” (Ugarte, Barrierntos; 1991) Si bien este tipo de formación actual de estepa andina, datado hace 4700 ap. aproximadamente, fundamentados en los cambios climáticos severos que ha sido afectado los highlands. Sin embargo, el paleoclima de la región andina ya contenía en sus limes bosques de pewén (Araucaria araucana) y de algunos nothofagus cordilleranos, y que poco a poco ha ido fitomorfoseandose hasta encontrar en la actualidad, conductas fitosociologicas más abiertas (Rodanelli; 2001) Sin embargo, el gran cambio geoestacional del holoceno, se ha traducido en la convivencia entre los cajones del Queuco y del Biobío, de tres grandes subunidades fitosociologicas enmarcadas en referencia a la altitud y a condiciones de humedad y frío resistencia. De ellos, el pastizal, el coironal en el ámbito de la estepa andina y, y el bosque templado andino de especie eje araucaria araucana, asociados a especies leñosas precordilleranas precisando al primero la especificidad funcional al panorama ecológico-cultural de estudio. El bosque de la zona del alto Biobío pareciese ser binominal: por un lado, un tipo de estepa andina en la parte del cajón de río Queuco, y un tipo más arbóreo en la parte del cajón del río Biobío. Existen en estas zonas, estratos intermedios que

50 predominan entre los 6 a 2 metros, encontrándose küla (chusquea sp) y foye (drimmys winterii andinia) (quila y canelo enano). Se encuentran además, cantidades segmentadas, en el cajón del río queuco, de ciertas chiges y chikochiko, pernettys y berberis, en especial, asociadas a los márgenes septentrional del volcán Callaqui de bosques de Koywe-Ñirre (nothofagus dombeyi- nothofagus pumilio), aunque también observables en las riberas del río Cauñicú, Boquiamargo y del Otué. Los pewementos se desarrollan de manera notable en los faldeos SSO del volcán Copahue y el Oeste del Volcán Callaqui, así como las cabeceras de los grandes cordones y cordilleras que atraviesan el área intercajonal., en sectores de pinalerías asociadas a riberas de ríos claramente de régimen y alimentación nival. El más notable es el que forma la reserva forestal Ralco, (37º54`latitud sur, 71º22`longitud oeste) y al sur de esta, la reserva forestal Contraco. (38º 09` latitud sur, 71º 21`longitud oeste). El bosque krummholz, de tipo leñoso, caracteriza la zona del cordón de Provile, Peleco Y la cordillera Melilafquén, Malla-malla y Blanca. Estos bosques, no son monominales, sino que intervienen especies, como la lenga, que suplementa esta fitoentidad en los valles, riberas de ríos, y en las cotas de menor altitud. Se encuentra en este tipo de bosques, la presencia de pirotrasgresión posiblemente de origen antrópico. Este tipo de vegetación asociada a curso medio del río Biobío, integraría las especies nativas ngefüñ, koyam, triwe, linge, koywe, mañio, folo y cüllai15, entre otros. Si bien el área nuclear, desde el río queuco hasta el río Biobío, es claramente de origen tectónico, existe un fuerte microclima dado por el efecto de Föhen, sometida a procesos de englazamiento durante el pleistoceno (Mardones; 1991). Existe una fitocronología paleoecológica para verificar la certeza de comunidades fitológicas de araucaria araucana, de manera extensiva, durante el holoceno, y básicamente, considerar la llegada del hombre en estas tierras, lo que nos podría reconstruir con ciertas aproximaciones, la llegada del primer hombre a estas tierras, tema central desde el punto de vista etnológico (aunque no leiv motiv en esta empresa), para dar el inicio a la cronología pewenche en el alto Biobío. Se ha establecido ciertas dependencias entre la especie y la actividad piroclástica asociada a la actividad

15 Avellanos (genuina avellana), robles (nothofagus oblicua), laurel (laurelia sempervirens), lingue (persea lingue), coigüe (nothofagus dombeyi), mañío (sexagothea conspiscua) boldo 51 volcánica de la zona, sugiriendo un piromanejo, intensificado por su dioicismo, y una polinización anemófila (Verblen, 1982). Aunque fuera del ámbito biogeográfico intensivo, lo cierto es que de manera extensiva el problema de distribución de Araucaria araucana, según criterios paleohistórico, enunciaría cierto sustrato fundacional a los primeros asentamientos de carácter “pewenche”, y por ende, su evolución a espacios marginales, extrapolando el comportamiento evolutivo de la araucaria araucana16, lo cierto es que las zona de influencia piñoneras, como araucarias de lafkenches, abajinos y chollchollinos de la Cordillera de Nahuelbuta, acotadas en 37º40`y los 38º 40`latitud sur, con altitudes que varían desde los 600 m.s.n.m. a 1400 m.s.n.m. (Donoso, 1993) y pewenento en la Cordillera de los Andes, entre los 37º 27`y 40º 03`latitud sur, con altitudes desde los 900 m.s.n.m. y los 1800 m.s.n.m. (Montaldo,1974), aunque pareciese que han desmontado su hábitat boreal, sobre todo, el eje andino, éxodo piñonero favorecido por la fragmentación aguda de las comunidades cordilleranas. Sin embargo el panorama no fue siempre así. La difusión sociofitologica de araucaria araucana se ve fragmentado en las dos vertientes de la cordillera

“The commonly accepted natural growth range of araucaria araucana in Chile is in the high Andes from about 37˚30' to 39˚30' south latitude…In Argentina, Araucaria araucana is found in the Andes and Andean pre-cordillera from approximately 37˚45' to 40˚20' south latitude”. (Aagesen, D; 2002)

La presencia de fósiles marinos y de carbones petrificados en altitudes moderadas (sobre los 1.500 metros de altitud), manifiesta la gran actividad epirogénica de la zona. Este tipo de fósiles incrustados en las tobas, daría pie a extrapolar una masiva paleofauna y paleoflora. Da testimonio el propio Luís de la Cruz

(peumus boldus) y quillay (quillaja saponaria) 16 Existe además, araucaria angustifolia, físicamente encontrados entre los 18º a los 30º latitud sur, dependientes de grupos indígenas del sureste del Brasil, Paraguay y noreste de Argentina emparentados con el área cultural mesopotámica, específicamente kaiggang o guayaná de economía piñonera. Las especies a. heterofilia y a. bidwilli no poseen mayor masa endoespérmica para el superávit sinergético de proyección cultural.(232 Cal/100grs.araucaria araucana )(Schmit Hebel; 1990) 52 “En todos los montes, y aun en los intermedios hasta este río, se encuentran muchos cuerpos marinos, ya calcientos, ya petrificados. Estas cualidades no solo se notan en las superficies de los Andes, sino también en profundidades de bastante consideración, como se ven en los derribos de los torrentes. No debe quedar duda, por estos indicios, que las aguas del mar tuvieron mansión en todos estos terrenos.” (De la Cruz, Luís; 1835:77)

Aunque existen indicios del pewen como bosques estables, se encontraban en la zona desde fines del cretácico y principios del terciario (Moesbash, 1955) esta aparece como entidad holocénica, en rigor con el ambiente, entre los 8.500 y 8.000 años, con la característica de ser un bosque abierto de nothofagus y la misma araucaria araucana. Sin embargo, las particularidades climáticas hacen evocar con este tipo de bosques, a un clima seco y cálido (Rodanelli, 2001). Aunque existe actividad volcánica desde los 6.600 Ap., hasta los 2.500 años Ap. (Rodanelli, 2001) sospechado de algún modo por la presencia de la Sierra Velluda, en el norte del río Duqueco (Mardones, comunicación personal, 2006), posiblemente este también estaría coordinado con el Copahue, en la zona del valle del Queuco. Los bosques nativos abiertos de Argentina y Chile se han reducido sustancialmente desde las épocas coloniales. El bosque leñoso Argentino bordeó los 1.7 millones de kilómetros cuadrados, aunque el periodo de forestación histórica, durante los periodos posrepublicanos, esta ha sido reducido a más de un millón (Cozzo, 1992). En el espacio Mapuche-Pewenche, la comprensión fitosociológica en Araucaria araucana ha permitido su persistencia cultural. Las comunidades cordilleranas establecen estudios émicos para las fitoasociaciones, y establecen ligas con ciertos poderes naturales que reforzarían su capacidad de resistencia, y por ende, de reproducción. En el Pewento, existe el lovpewen, tejiendo las redes de convivencia de Machos o wentropewen y las hembras o domopewen. Algunos bisexuados reciben el nombre de rangidomopewen. Esta alianza reproductiva se formaliza entre un macho y varias hembras, fortaleciendo el lovpewen, por medio de sus raíces. El Lovpewen cuanta con divinidades paritarias. El abuelo del pewen o pewenvucha y la abuela del 53 pewen o pewenkuze. La dependencia divina va a promover la reproducción anual. Esto es de vital importancia para una sociedad piñonera, porque de los dioses dependerá el abastecimiento estacional del lov. Las diversas pinalerías poseen toponimias particulares, como el Yaten o las pinalerías apicales de recolección otoñal o el Pullem, pinalerías cercanas de recolección primaveral, de usufructo esporádico. Existen reportes de usos alóctonos de araucaria araucana, datados desde el periodo colonial, culpando a marinos peninsulares la explotación de sus troncos para la ocupación de mástiles. Lonkos pewenche permitieron el paso de dos capitanes españoles para remover troncos nativos del Alto Biobío (1780). Estos fueron transportados fluvialmente hasta la bahía de Concepción, para reparación náutica del Capitán Vácaro. Un año después, una real orden requirió la recolección de piñones y araucarias para el jardín botánico de Madrid (Gunckel, 1980) En Chile, araucaria araucana ha discontinuado su unidad fitosociológica, por piroactividad antrópica y el uso de estas para actividades silvopecuarias, reforzando una tala indiscriminada, propiciada, por algunos colonos promocionados por el gobierno tras la derrota pewenche de 1883, como José Bunster, quien fundara una sociedad maderera, impactando el área nuclear de radiación geográfica de la Araucaria. Para poder situar los paleo hábitat de Araucaria araucana, como índice de línea base para la difusión de poblaciones andinas pehuén dependientes, la prioridad de este trabajo no resolvería tal proposición; sin embargo los mapas históricos que puntualizan el tema de los antiguos lechos biológicos de Araucaria araucana, podrían remontarse al naturalista alemán Franz Wilhelm Neger (1897). En este mapa, sitúa las fitocomunidades en los altos andes, en los bordes fronterizos patagónicos, puntualizando el cenit boreal en los 37º30`a los 40º00´ latitud Sur. Sin embargo, la mayor modificación se lograría en la zona de Nahuelbuta, donde retorcería los manchones piñoneros, desde los 37º30´ a los 38º00´ latitud Sur, aunque en verano de 1913 se logra situar por geólogos de la Universidad de Standford, araucarias cercanas al sur del lago Huechulaufquén, en pleno australis neuquenino. Este estudio lo situó entre los 39º 40´y los 43º40´ latitud Sur. (Bailey, W; 1913).

54 La aparición de los bosques modernos de araucaria se remontaría a 1.000 y 500 años Ap. con el establecimiento definitivo de las poaceaes, como neoresidentes formando con esta última, la llamada estepa andina; y con bosques de araucaria con series de nothofagus fragmentadas entre el Callaqui y el Copahue. Existe una clara señal paleoambiental de acoplamiento antrópico hacia los 1.000 Ap. implantándose una cota superior no más allá de los 500 años Ap. Estos datos son aplicables a estudios polínicos de la zona del Lonquimay, en el cual existiría un fuerte cambio antrópico por pirogénia y agroforestía Este tipo de bosque, pewén-ñirre (N.antarctica), interactúa de manera constante en el “entrecajonal Queuco-Biobío” con la estepa andina, en los bordes expuestos y secos de los volcanes y cordones del área. Aunque esta última ha estado en franca colonización hacia el este, probablemente a la tendencia climática árida (Kakela, 1941), y/o a la actividad volcánica y antrópica (Veblen y Schlegel, 1982) La predominancia vegetacional biomásica es preferentemente el del bosque de leiga (Lenga), koywe (Coihue) y peweñ (Araucaria)17, siendo en la parte sur oriental, y el suroccidental del Callaqui el área de mayor catastro, concentrándose principalmente en la reserva nacional Ralco. Esta densa demografía es gatillada por factores geofísicos de exposición, humedad, y altitud. Este bosque presenta entre tres y cinco estratos, pudiendo oscilar la altura del estrato superior entre los 35 y los 50 metros de altura. (Ugarte, Barrierntos; 1991) La ocupación antrópica ha transformado en parte el paisaje de la zona. El bosque nativo es de tipo mixto Koywé-Putra Koyam (nothofagus dombeyi y nothofagus oblicua) ha sido intervenido prácticamente en su totalidad. Los bajíos y mallines invisten actualmente uso agrícola y pecuario, mientras que en las laderas desforestadas crecen matorrales y renovales de especies nativas. La disminución de la cobertura vegetal por acción humana tiene fuertes elementos morfogenéticos. En los fondos de los valles las modalidades más frecuentes de erosión antrópica corresponden a solifluxión en terracetas y erosión de manto, mientras que en las laderas se intensifica la morfogénesis por gravedad (Zaio, Mardones, 1991) El sotobosque resguarda arbustos, lianas y enredaderas y en la hojarasca y los troncos

55 se extienden musgos y líquenes. Entre las especies arbustivas se encuentran el arrayán (Mirceuganella apiculata) y el maqui (Aristotelia chilensis) La red de Valles fluviales de la zona de la pewenia (Valle del Laja, Duqueco, Queuco y Biobío) han promocionado comunidades trancisionales precordilleranas hacia el interior, combinando una gran densidad biológica en la región Testigo de la fertilidad de los parajes es el relatado por Luís de la Cruz

“Los arbustos en todos los Andes, y en todos los campos hasta este rio, abundan, y en partes son montes espesos, que seria necesario rozar para las rectilineas…Todos son de madera tiesa, enjuta y dura; y tan espinudos que como no los atiendan, ya se hacen respetar, dejando en las carnes ó ropas señales de su braveza.. Las clases de arbustos son romerillos, rarales, chacayes, pichis-gualles, yaques, collimamines, quilos, cuparra, caman, treuten, curimamil, miqui, sanqui, quitreu y soyes” (De la Cruz, Luís; 1835:77)

Los interestratos pueden incluir niveles arbóreos entre 6 y 8 metros o entre 2 y 3 metros. Con frecuencia en ellos aparece chusquea sp. (“quila”) o, en los más bajos, drimys winterii var. andina (canelo enano) o especies de permettya y berberis. Estos incluyen con frecuencia regeneración de lenga. Se encuentra principalmente en los sectores de mayor altitud como cordones y cordilleras, entre los 1200 y 1800 metros, perfeccionada en las cabeceras de los valles de disposición norte-sur, en el sector suroccidental. Ubicadas igualmente en ladera opuesta a las ocupadas por el bosque de robles de altura, con el cual puede entrar en contacto paulatino, en sectores donde la exposición cambia gradualmente. En altitudes ponderas, o en fracciones muy expuestas, aumenta la proporción de araucaria asociada a vegetación leñosa deformada tipo “krummholz”. En escarpes, el contacto es nítido entre ambos pisos de vegetación; en entornos de menor declive a relativamente menos expuestos, en cambios, se observan araucarias esparcidas, erectas, entre los árboles deformados, conformando una transición menos definidas. En descenso altitudinal, entra en contacto con el bosque de araucaria-ñirre, que ocupando los waw (valles). Araucaria sería un conector vegetacional multiposicional,

17 Nothofagus pumilio, nothofagus dombeyi y araucaria araucana. 56 No constituyendo una comunidad con componentes propios…, sino que en sí mismas son características” (Gajardo, 1980)

Las bajas temperaturas ambientales relacionadas con los fondos de los valles, son una limitante para el crecimiento y marcan diferencias pedogenéticas y de disponibilidad hídrica (Peralta, 1980). La presencia de araucaria en el bosque intercajonal Queuco-Biobío, como manchones multietaneos, acoplados periféricamente con individuos aislados. El análisis fitosociologico, basado en la composición florística, permite distinguir una comunidad y dos variantes. Este estudio, basado en los análisis en terreno de Maria Mardones (1991), fueron corroboradas en el terreno del presente trabajo. La primera entidad fitosociológica es la comunidad de nothofagus-araucaria- osmorhiza, identificando a Nothofagus pumilio, osmorhiza chilensis, maytenus disticha, adenocaulon chilense y alstromeria aurea, asociadas con anemone anthucensis, myoschilos oblonga, ribes magalleanicum, perezia premanthoides, viola aff. Reicheii y nothofagus dombeyi. Estos están integrados a bosque de roble abierto de altura. En esta entidad existen áreas de degradación asociadas a los pastizales, con quienes se relacionan a través de la presencia de varias malezas. La intensidad en el deterioro parece estar relacionado con la proliferación de Chusquea, tendencia a formar extensos manchones monoespecíficos, sin embargo, sucede lo contrario con malezas herbáceas, vegetación descrita es esta zona por de la Cruz

“En toda la Cordillera no hay otros árboles, que pueden servir sus maderas para fabricar, que los leyngas, llaullaquis, guifones, maytenes y sauces. Los leyngas dán unas bellotas parecidas á las de los robles, que comen los indios. De las tres especies de árboles primeras, solo se encuentran desde el Volcan hasta todo el cajon de Pichachen al oriente, y de las otras, por todas las costas de los rios.[…]Desde Puelce hasta este rio, se vén algunos árboles de chicales, pero no de mucho cuerpo: su color es verde limon, y de él goza hasta la corteza del tronco, por lo que es particularísimo; dá una fruta como la avellana, pero con hueso, y cierto manjar entre el ollejo, que estando cocida, es bien agradable: tambien en este intermedio hay algunos espinillos ó quiscos.” (Luis de la Cruz; 1935:78)

57 La segunda entidad la forma la variante Drimys winteri var andina. La presencia de esta especie domina ampliamente el estrato arbustivo bajo. El desarrollo de esta variante esta coligado a sectores húmedos, hipoexpuesto y con suelos con abundante materia orgánica. La tercera formación, es la variante araucana araucana, articulados por el patrón respectivo de dispersión y regeneración especifica. Esta asociación es sensible a interacciones biológicas y perturbaciones, generalmente afectada por la degradación generada por el pastoreo y ramoneo, intensificado en las veraneadas pewenche. La cuarta asociación de bosque achaparrado “krummholz” de lenga, acota los limes del bosque lenga-coigüe-araucaria. Se exhiben deformados por efectos hiperfotonivales provocando un aspecto de matorral. La diversidad es ordinariamente mas baja que en otras comunidades, encontrando especies al alero de lengas. La fitocomunidad nothofagus-araucaria-osmorhiza, es demostrativa a los 1.600 metros dominado por nothofagus pumilio e incluyendo escasos individuos de ribes magellanicum y berberis rotundifolia. La quinta, y más moderna fitoplataforma es la asociación explotada de lenga- coigúe-araucaria, procedidas secundariamente del usufructo del bosque original. Esto ha derivado a la apertura del dosel promediando que la distancia entre los árboles sea mayor que dos veces el diámetro promedio de las copas. El efecto extremo antrópico por tala rasa, seguida o no de quema, culminan en colectividades casi puras de chusquea o araucarias aisladas entre manchones de quila y/o pastizales degradados, el sotobosque esta prácticamente descubierto, predominando malezas como rumex, acetosella, taraxacum officinale y madia sativa.

“En algunas quebradas de los montes, ví alverjilla silvestre, pero es especie distinta de las alverjas que nosotros usamos. Hay tambien en los bajos, sanguinaria, verdolaga y mucha romaza blanca y colorada, carizillo, y duraznillo, todos purgantes”. (Luis de la Cruz; 1935:78)

El sexto estrato vegetacional, de bosque bajo de ñirre y araucaria, ocupa los fondos de los valles que drenan la zona pajonal cordillerano, específicamente en las riberas de las lagunas La Mula y El Barco, así como áreas ribereñas a algunos ríos 58 orientales. Araucaria araucana se presenta en manchones, con regeneración abundante. En algunas áreas el ñirre se presenta en manchas y solo algunas araucarias jóvenes y aisladas emergen del dosel de ñirres que se ubica entre 3 y 6 metros de altura. Aunque puede el ñirre estar reducido a un matorral de baja penetrabilidad, derivado de cortas y quemas. Aunque la presencia de araucaria se vincula con el bosque lenga-coigüe-araucaria, hay una mayor relación semejante florística con el pastizal de altura de tipo “coironal”. La séptima comunidad es la conformada por nothofagus-araucaria-festuca- berberis, estas últimas especies pertenecen también al pastizal de altura. En este tipo de bosque, existen plantas de orden medicinal, aunque también son asociadas a esteros de mayor altitud (sobre los 1600 m.s.n.m)

“...Es comunísimo entre los españoles ponderar las actividades de las yerbas medicinales de la Cordillera, y es cierto que con este título se llevan á Concepcion la canchalagua, naneu, violeta, doradilla, zarza &c. Pero me he desengañado ahora que estas ni otras yerbas de este rango se crian en las sierras, sino en los montes del poniente, cuya extension es vasta, y se componen de las mejores y mas elevadas maderas, No por esto faltan otras medicinales. La mas común, y que se dá con mas fertilidad es el apio; ví vástagos de mas de dos varas de largo. Todas las aguas corren sobre piedras, pero aun sobre estas se hallan muchísimas matas. (De la Cruz, Luís; 1835:77)

Las gradientes altitudinales dominados por pastizales de altura, “coironales”, gramíneas en champa, u otras especies que crecen en cojines. Ellas están relacionadas con la estepa andina y con las comunidades de pastos de la pampa argentina. Estas se pueden ver claramente en las laderas fotoexpuestas los cordones y cordilleras que cruzan el área intercajonal. Los terrenos más bajos están circunscritas a las especies de Festuca-Acaena- Baccharis-Rumexd, específicamente por Festuca scabriuscula, Acaena sericea, Baccharis magellanica y Rumex acetosella. F. scabriuscula es la especie dominante, aunque en sectores comparativamente más húmedos por ser de menor drenaje, puede aumentar la razón de stipa humilis o azorella trifurcada. Fitodominada por hemicriptófitos formada especialmente por especies cespitosas y rosuladas, que

59 dominan la zona media alta del mallín. La comunidad aparece en lugares con buena humedad edáfica como consecuencia de la influencia de las fluctuaciones de la napa freática. En sectores mas xeromorficos, por actividad silvoantrópica, trasfigura la dominancia a malinum spinosum o Acaena sericea. En rincones predominan los pastos, en paños cerrados, y hay terrenos pantanosos, mallines, donde crece la totora, en lengua mapuche ranquil, junto a ratoneras y coirones (Festuca stipa). (Villalobos, 1989:22) En la región de Caviahue-Copahue en el noroeste neuquino (Argentina), los "mallines" constituyen campos de pastoreo durante la época estival (veranadas). Estas comunidades pratenses se desarrollan sobre suelos mal drenados de origen volcánico de relieve plano cóncavo, ubicados en planicies glacifluviales y/o llanuras fluviales. La fisonomía de estos mallines es la de una pradera húmeda, siempreverde, densa y con abundancia de junquillos y gramíneas (Gandullo y Schmid, 2001). Luís de la Cruz nos recrea el mallín

Hay algunas malvas, trebol, del arrastrado que llamamos gualputra, y del elevado parecido á la alfalfa, que solo se distingue en la flor, que la tiene éste amarilla. Es consiguiente el alfilerillo que siempre anda unido con la gualputra, y esto depende sin duda de los terrenos. Es yerba aromática, y de un gusto agradable entre dulce: no hay pasto que engorde mas á los animales que el alfilerillo; es medicinal para curar fistolas, llagas &c.: aun en el peor estado; y cuando los caballos están lastimados en el lomo, con solo revolearse en el alfilerillo sanan. Esta virtud, que solo la presume el abate Molina, se ha descubierto de poco tiempo á esta parte, por eso la anoto. Se encuentra en algunaz partes ortiga de la comun, y en muchas de la brava. Entre los mallinares, que es una especie de pagilla delgada, se vé llanten, paco y yerba- buena.” (Luis de la Cruz; 1935:78)

Existe una masiva formación en el área del Biobío de un bosque remanente de roble abierto, con contacto en algunas pendientes del Callaqui con el bosque de lenga- coigue-araucaria. Sin embargo, en sectores de fuerte erosividad antrópica, el estrato arbustivo es bajo, hasta 1 metro de altura y esta constituido únicamente por berberis y Chusquea.

60 Hacia la ribera del cajón del Biobío, existe la comunidad de nothofagus oblicua. El estrato herbáceo incluye malezas presentes en el pastizal o en los sectores de máxima degradación del bosque de lenga-coigue-araucaria, alterado por las cotas invernales del neolago Pangue-Biobío. Los humedales, asociados a secciones con drenaje obturado y con carácter de “vega andina”. Comúnmente están asociados a la gran cantidad de esteros que cruzan este espacio. Generalmente, el frecuente trafico en estos sectores, propiciados por obras de macroingenierías, así como el pastoreo y pisoteo de ganado, han contribuido a la fragmentación o disolución de este fitotipo. Asociados a estos espacios, aparecen júncáceas y ciperáceas, contiguo con pastos de los géneros trifolium, melilothus, catha, etc “Los más arbustos, que se encuentran cerca de los arroyos, estan entretegidos con relbun boquisillo, útil para los tintes colorados. En partes señaladas, dicen los indios, hay poquil, que es otra tinta para amarillo y verde, y tambien muy pocos maques, de cuyas ramas usan para teñir negro. Los pangues son comunísimos por todas las humedades, y en algunas playas areniscas se halla payco. Esta yerba es mas comun fuera de los Andes.[…]Para sus tinturas se valen de la polcura, y relbun para el colorado. Del robo pangue-manques, y de una enredadera, que llaman quintral...” (Luís de la Cruz; 1935:78)

La perturbación por dinamismos antrópicos conducentes a la apertura o eliminación de bosque no precisamente parece haber determinado la expansión directa del coironal, sino más bien ha conducido al establecimiento de comunidades secundarias de composición diferente. El bosque de ñirre-araucaria probablemente es una excepción en este sentido, la desaparición del bosque puede asegurar la expansión concomitante del coironal. Sin embargo, el grado de alteración de esas comunidades es de tal magnitud que los patrones de cambio no emergen con claridad de la vegetación actual. (Mardones, 1991) La fauna local también es muy rica, según datos de CONAF, de las 243 especies de vertebrados en peligros de extinción o con problemas de conservación, alrededor de 77 sobreviven en Alto Biobío. En total, están contabilizadas 37 especies de mamíferos y 157 aves. La fauna está caracterizada por aves como la rakiñ, kou-kou,

61 pekén, rere y el mañke. (Vultor goryphus)18. Algunas aves promocionarían la reproducción de araucaria araucana, como el gunvi la cachaña (Enicognathus ferrugineus). Otras aves, como el Rawilma o Choroy (Ericognatus leptorhynchus) .Además se encuentra en la zona de los pastizales asociados al perfil Antuco, algunas perdices (Noyhoprocta predicaría), y al área sotavental, el Ñandú (pterocnemia pennata), águilas moras, gaviotas serranas, y patos de anteojos entre varios más. Luís de la Cruz, describe con apetencia, la fauna volátil de la zona

“…Los trabajan de plumas de avestruces, y son muy sueltas y finas, las que dan por los muslos, vientre y otras partes del cuerpo. Los pájaros son escasos en los Andes; solo ví condores, gallinazos, taros, águilas y alcones: una ú otra avecilla de las menores reparé, y de ella doy noticia en el diario, como cosa particular, y de las gallinas entre los indios…Desde que sale uno de los montes, ya encuentra infinidad de perdices; las hay de tres especies, mayores como una gallina, menores y mínimas. Las menores son de carne regular, pero las demas desabridas y pajizas. En Chile no son tan abundantes, pero, allí es la perdiz una de las aves mas particulares que se conocen, no solo por el buen sabor de su carne, sino porque tiene tambien cierta fragancia que Ilama al apetito.” (Luís de la Cruz; 1935:78)

Además de mamíferos como el ngürü, (Canis culpacus), Nawel o Puchapañi (Felis concolor), kongoy kongoy y mara19 La vizcacha (Lagidium viscacia), Coipo (Miocastor coypus) y en la ladera oriental, el tuco tuco del maule, una especie de roedor altamente especializado para vivir bajo tierra Una mención especial merece el guanaco (Lama gunicoe), hoy virtualmente desaparecido en la región, que era de gran utilidad para los pehuenches por su carne, su piel y su cuero.

“…Hay otra especie de gatos monteses de color aplomado con manchas negras. El pelo no es tan suave como el de los guillines; hay tambien coipos entre pardos, quiques, guiñas, y muchos chingues ó zorrinos… Todos estos animales corren poco; y por medio de los perros los toman con facilidad; y es de notar que el chingue es el mas manso de

18 bandurria, lechuza, el piuquén, el carpintero negro y el cóndor 19 zorro culpeo, puma, monito del monte y liebre. 62 estas especies,[…]Ya he dicho que en los Andes hay leones bobos; los hay tambien por todo el camino de la misma clase, y en este terreno he visto muchos rastros de ellos….Cuatro especies de animales que se guardan bajo de concha, conocí desde los montes hasta este lugar, á saber, quirquinchos, peludos, mulillas y matacos. El Abad los nombra, picos, peludos, mulitos y bolas; todos son de came delicadísima, especielamente asados. Tambien hay tortugas en los llanos…Viscachas hay por todos los campos, venados ó pudas, infinidad de guanacos y marras, que son liebres, y en los montes algunos guemules. Las pieles de todos son útiles.” (Luís de la Cruz; 1935:78)

63 TERCER CAPITULO CARACTERIZACIÓN HUMANA Malün wentru

64 3.1 PANORAMA PALEOETNOGRÁFICO DEL ÁREA CORDILLERANA PEWENCHE Wall püle Miñche kuyfikeche iñapire mapu

Para poder entender el contexto ecológico-cultural de las comunidades cordilleranas desde su origen, necesariamente nos obliga a exponer el contexto panorámico precordillerano y cordillerano del área centro sur andino chileno y el área pan-pampeana del área argentina. De ello, se sintetizará la génesis del pueblo pewenche. El desarrollo de la investigación cordillerana en el ámbito arqueológico ha sido controversial en ambas laderas. Desde los inicios de los parcelamientos hobo opuestas y diferentes interpretaciones, tanto en la caracterización cronológica, como en la categorización económica y los contextos industriales que distinguieron los primeros asentamientos humanos. (Hernández, 1992) En el sector Chileno, se encuentran las primeras manifestaciones paleoindias que configurarían polos humanos de desarrollo favoreciendo las tesis de penetración cultural de sentido direccional oeste-este y Norte-Sur. De hecho, las fértiles condiciones paleo ambientales de la zona central Chilena, favorecidos por un clima más frío y lluvioso, que la actualidad. Las condiciones de proximidad costera configuraron en el área centro sur un panorama ecológico cultural de sustrato a las modernas culturas mapuche pewenche. Refutando a Ricardo Latcham, Tomás Guevara, al igual como el ilustre Estalisnao Zaballos (1910)20 formaliza estos etnovectores de origen chileno.

“Con el doctor Latcham discrepamos en un punto fundamental: él ha sostenido desde tiempo atrás la hipótesis de que los araucanos chilenos proceden de emigraciones de la Argentina, y yo por el contrario, que los araucanos argentinos se derivaron de sus congéneres de este lado de los Andes”21

20 En congreso de Americanistas de Buenos Aires, 1910. 21 Tomás Guevara. “Sobre el origen de los Araucanos”. Replica a don Ricardo Latcham, en: Revista Chilena de Historia y Geografía. Tomo LIX, 1928 (pp. 128-168), pág.132 65 Confirmando los trabajos etnográficos de Guevara, Dillehay (1984) confirma ciertas dataciones tempranas en contextos conservadores. Núñez (1989) comienza a proyectar los asentamientos a los modernos contextos ecológico-culturales chilenos. Los focos arqueoculturales se definen en el borde del antiguo lago del Cachapoal, mejorado por las nuevas condiciones climáticas entre los 11.000 y 10.500 a.C. retrocediendo las grandes masas glaciales hacia la cordillera. Las cuencas lacustres proliferaron, como en la provincia del mismo nombre, que reconoce la presencia humana entre el 9.420 al 9.000 a.C. (Montané, 1968; Nuñez, 1987) En el sector sur, Monteverde, a 17 km. De Puerto Montt, corta el limes austral del paleoindio, con un asentamiento fechado entre los 13.000 + 100 atrás, con clara cercanía a los antiguos limites de ocupación pewenche, tanto contactos comerciales en el cajón del Tinguiririca (Silva, Téllez, 1991) hasta los pewenche del Nahuel Huapi, en el sector sur. Aunque dichos asentamientos son culturalmente diferentes, al emparentarse el primero a la caza de macrofauna, y el segundo, a la recolección de plantas y la depredación de paleolamas La aparición de los horizontes arcaicos en la zona de Tagua-Tagua, en el sector de Cuchipuy, se han tenido la más completa infraestructura del arcaico en la zona central de Chile, entre los 8.070 y los 6.160 a.p. Esta gran necrópolis, con cuatro cementerios, corresponderían a cráneos dolicoides, con prognatismo alveolar marcado, ajuar encontrado bajo contextos biológicos actuales, como diplodones y puntas líticas triangulares con y sin pedúnculos, con algunos artefactos buriles (Cáceres, 1982) Los ciclos anuales configuraron espacios económicos pudiendo generarse los primeros pasillos culturales, entre la zona costera y la zona cordillerana. De esto, en los sitios de Reloca, con 5.000 + 250 a.C. (Gaete, 1992) lugar de cazadores de puntas y en Alto de Vilches en plena cordillera andina, situarían los primeros vestigios de 2.040 años de Antigüedad. (Rees, 1993). Los asentamientos de la zona centrosur, en el alero de Quillén, formada por basalto, sirvió de paradero a cazadores recolectores con clara manufactura de puntas pedunculadas de obsidiana, roca volcánica emparentado a parajes cordilleranos. Se desconoce una datación exacta para este nivel, pero sí existe certeza en el segundo nivel estratigráfico, hace 4.740 a.p. (Valdés, 1985; Navarro & Pino, 1984). Aunque en la X región, la existencia de Chan Chan 18 (5.320 a.p.)

66 compromete a una amplia zona de influencia de cazadores líticos, esta sería incluida dentro de un panorama cordillerano, al que presumiblemente, conformaron bandas con “Toldos” familiares, levantando carpas de cuero, de refugio eólico. Su costumbre alimentária era aldrebedor de un fogón de consumo de mamíferos periféricos. Trabajaron en estos fogones, puntas foliáceas tipo ayampitiense, lo que conectaría este horizonte a una tradición trascordillerana, dispersión geográfica y temporal desde los 8.000 ap. (Navarro, Adán; 1998) El desarrollo de la cestería, fue el punto de mayor caracterización de los Chanchanenses. Los datos funerarios de esta cultura, cuya costumbre era las inhumaciones en forma de ajuar con posicionamiento semiflectado, presumiblemente indicaría algún vinculo cordillerano, indicios presumidos por las miradas dirigidas hacia el este, a los que exponían tres fogones en la misma dirección (Navarro, 1995) El desarrollo cultural de la zona andina austral, donde esta inscrito las paleopoblaciones pewenche, aunque configuradas en un ámbito más extensivo, serían reminiscencias de un pretérito formativo sudamericano (Dillehay, 1990) periodo, en que se podrían fijar los umbrales del poblamiento humano en zonas cordilleranas asociadas a la Araucaria araucana. (Rodanelli, 2001) La configuración inaugural arqueológica en Chile central es el complejo Pitrén, (Aldunate, 1989; Dillehay 1989) o cultura Pitrense (Menghin, 1962), claramente tangencial al área lacustre pewenche del lago Calafquén. La alfarería de estos sitios sería monocromática de aspectos zoomorfitos y antropomórficos, con algunas piezas de decoración de técnica negativa dando origen a piezas bicromas rojo y negro. (Navarro, Adán; 1998). Este complejo es ubicado en la cuenca del Biobio hasta el río Bueno en el sur, y de isla Mocha hasta la provincia de Neuquén por el Oriente. De este modo, sería la base fundacional de los pewenches primitivos, desde el punto de vista cultural. Estas manifestaciones culturales son tangibles en los sitios Challupén-1, Pucura, y Traitraico (Berdichewsky, Calvo, 1973), ubicados entre el lago Calafquén y lago Ranco, aunque presumiblemente podrían existir yacimientos mas al norte, pero asumida a la falta de investigación (Navarro, Adán; 1998). En el sector de Neuquén,

67 esta cultura expresa afloraciones telúricas en Bajo Añelo, Montículo Angostura, Cueva Haichol y Alero los Cipreses (Hajduk, 1986; Fernández, 1990; Silveira 1996). El ejemplo dado por Navarro y Adán, en 1998, del sitio Montículo Angostura en el departamento de Aluminé, al suroriente del paso Icalma, en las inmediaciones del nacimiento del Biobío, sería un tipo de asentamiento permanente, debido a la gran infraestructura encontrada en la zona, con numeroso material cerámico y lítico, con usos del fruto de la Araucaria, y caza de animales periféricos, recolección de bivalvos y pesca, sitio usado además de parada para grupos caravaneros comerciantes y conchavadores del pacifico. Los sitios nombrados en las manifestaciones culturales de Pitrén en el ámbito cordillerano, debió de ser regularmente conductual a las actuales condiciones pewenche cordillerano, debido a la intensividad de la dieta de frutos de Araucaria araucana, como también, la recolección fungica (Citaria Darwinii) de los bosques de nothofagus. Además se presume la existencia de pesca en los ríos, y ocupaciones lacustres cordilleranos, promoviendo la pesca y la caza de aves de vuelo rasante. La necesidad de traslado de las poblaciones por su afán nómada, provocó que este tipo cultural se estableciera en ambos márgenes de la cordillera, dando sustrato cultural de pewenche primitivos, espacios plasmados entre los 300 d.C. hasta el 1.100 d.C. o posiblemente, para horizontes ultracordilleranos, podría datarse con mayor tardanza. La zona cordillerana se ve afectada culturalmente cerca de los 1.100 d.C. por una entidad distinta a todas las anteriores, de claro origen amazónico. Este complejo es llamado complejo El Vergel (Bullock, 1970; Aldunate, 1989; Dillehay, 1990), tradición alfarera dicromática albiroja. Nuclear de la zona de El Vergel, Angol, esta se hace extensiva por toda la provincia de Los Ángeles, influyendo a la zona cordillerana del Alto Biobío, con bricolages intertropicales, como la presencia de jarros asimétricos y simétricos con decoración bicroma, jarros rojos y grandes urnas (Navarro, Adán; 1998). La necesidad de desarrollar una horticultura y una domesticación de camélidos, aunque intensiva a los pehueneros del Nahuelbuta. La coexistencia de pitrenenses y vergelianos pudo ser efectiva solo por los espacios geográficos intensivos de esta última. De ello, la tradición Albiroja estilo Valdivia, se concentraron al sur del río Toltén, en contextos funerarios, pronunciándose mas al sur, el estilo Tringlo.

68 Las influencias incadiaguitas, se dispersaron por toda la vertiente lacustre precordillerana, desde el río Cautín hasta el río Bueno. Evidencias de ocupaciones cordilleranos de orden arqueológicas al sur del Maule, con dataciones entre los 800 hasta los 1100 d.C. contextualizándose la etapa final de periodo alfarero medio durante el siglo XIII, en el sitio pewenche 1, ocupación fechada en 1.600 d.C. hasta los 1.360 d.C. La alta densidad demográfica y la falta de cerámica decorada, con patrones de asentamientos de valles cordilleranos y cuevas de sectores cordilleranos, con claro asentamiento pewenche arcaico. Sin embargo, la aparición del complejo ecuestre va a formalizar el pewenche moderno. Los sitios de mitad del siglo XVII, existe una abundante manufactura de herramientas de obsidiana, de gran oferta en las coladas de la zona (Rees, 1993). En Casa de Piedra Galáz, en el sector andino normaulino el uso de materiales volcánicos en los aleros y cuevas, tendrían características similares a la zona antípoda cordillerana, sobre todo al sur mendocino. Este tipo de asentamientos y el tráfico transcordillerano se reflejan en geoglífos como el estilo Guaiquivilo con aspecto de pisadas de felinos, al interior cordillerano de la localidad de Linares. (Weisner, Niemeyer, 1971), los Petrografos y geoglifos de la zona de Villacura, en plena zona cordillerana del alto Biobío (Montané, 1966) o los trabajos clasificatorios de asentamientos esporádicos cordilleranos (Fontecilla), y asentamientos permanentes de la alta cordillera (Krahal, Gonzalez) En el sector argentino, las investigaciones en territorio pewenche comenzaron desde fines de la década del cuarenta. La analítica de los materiales arqueológicos, fueron influidos en esta era por los restos ofrecidos por Florentino Ameghino, descontextualizando la faceta temporal de los hallazgos. Lamentablemente, estos datos podrían se reorientados, por su meticulosa revisión, aunque con poco terreno, como los ofrecidos por Francisco de Aparicio, Luís María Torres, Félix Outes y Milcíades Vignati. Sin embargo, los trabajos de Osvaldo Menghin, trabajando en el sitio “gruta de Oro” colaboran a la primera demostración estratigráfica de la antigüedad en el área. Se formaliza el sitio en el VI milenio antes de nuestra era, fortaleciendo el estudio de campo, aunque con despreocupación en el gabinete (Orquera, 1987). Dichos trabajos favorecieron la estereotipización de complejo cultural tandiliense, posteriormente denominada “cultura de hueso protolítica”, originaria del cultural pan-

69 pampeana, aunque los siguientes trabajos de Menghin, exageraba la membresía cultural particular y su localización, en términos espacio temporales (Orquera, 1987). Este sitio fue duramente criticado por Guillermo Madrazo (1973), argumentando debilidades tipologica-temporal, enmarcandolo en un formato “nicho”. Aunque configurado en el área pampeana, con dataciones de 4.610 + 80 años AC. Este sitio configura una primera aproximación al paleoindio pewenche. Según Menghin, el área de desarrollo de la cultura pewenche, se configuraría primeramente en una tradición mioepitolitico, paralela a la faceta austral industrial epiprotolítico. Los grupos que darían forma a la configuración de los pewenche primitivos serían la cultura casaprendense y patagoniense, con sitios como Casa de Piedra y Gruta del Indio, en área pampeana y cuyana respectivamente. Aunque fuera del área patagónica, estos sitios son las entidades arqueológicas más próximas al núcleo telúrico de la pewenia. El sitio más cercano para el análisis del área en cuestión, lo genera la cueva de las manos arroyo feo, todos estos, formalizados al final del pleistoceno y comienzos del Holoceno. Proliferan en la zona, las industrias Jacobaccense (Casamiquela, 1961), Sanmatiense (Bórmida, 1962) y Neuquense (Sanguinetti de Bórmida, 1974) Este ultimo investigador, fue influida fuertemente por un paradigma difusionista, enmarcado en la escuela histórico-cultural (Politis, 1988), cuyas clasificaciones fueron basadas en la rotulación de piezas y artefactos. Sin embrago, las apreciaciones de la escuela histórico-cultural fue desplazado por los contextos ecológico-culturales. Al parecer, en el noroeste de la patagonia, en la región neuquina y sectores aledaños al área cuyana austral, vivieron grupos de aborígenes que compartieron con los habitantes de la pampa ciertas tradiciones estilísticas y tecnológicas en el trabajo de la piedra (Hernández, 1992) Existen hallazgos que prueban manifestaciones culturales de antigüedad media, aunque este tipo de grupos (pro-pewenche primitivo) eran menos diestros que los congéneres del resto de la región patagónica, principalmente porque la evidencia lítica presupone a una explotación más diversificada y extensiva de la caza del Guanaco, como ocurriría en contextos contemporáneos australes (Orquera, 1987). En el sector más cordillerano sin embargo, la fuerte erosividad, y la persistencia de la actividad volcánica configuran un área de

70 desmedro en el análisis estratigráfico, con una gran disuasión por figuras climáticas y erosivas, que dan aspecto de geofactos. En el área sub-pampeana en la proximidad de las arqueopoblaciones de la pewenia, se encuentran las primeras manifestaciones culturales en el estrato II de Fortín Necochea, datado sobre colágeno entre 4.060 AC. + 150 y 1.680 + 60 años AC. (Crivelli, 1985), en los niveles inferiores de la cueva el Abra, fechado en 4.280 AC. + 90 (Castro, 1984) y Arroyo seco 2 (Politis, 1984), probablemente estos hallazgos son una expresión temprana de la expansión homogénizante de grupos cazadores – recolectores desde las tierras altas del noreste argentino. (Orquera, 1987) La entidad de estudio intensivo parta las parcialidades pewenche en la zona sotavental, estaría estereotipizada en una sub-area patagonica septentrional, con los asentamientos industriales como Neuquenense I y II y Protosanmantiense (Sanguinetti de Bórmida, 1974), demostrando con esto, que el poblamiento austral debió tener a estas regiones como estaciones o enclaves de asentamientos en áreas de bosques de transición, especialmente, las de Araucaria araucana. Por su parte, la arqueología del sur de Mendoza muestra que algunos valles interandinos estaban habitados entre los años 8000 y 7000 AP (Gambier 1980, 1985, 1987; Neme 2001, 2002). Este tipo de sociedades ocuparon esos ambientes en forma alternativa, dentro de un circuito de explotación plurianual de un área muy extensa, que pudo abarcar también los ambientes transcordilleranos e incluso la costa pacífica (Durán 2002). Luego, a partir del 7000 AP, durante un lapso de más de 3000 años, se producen cambios ambientales provocando una edad cultural oscura (Gil 2000, 2002; Durán y Altamira 2001; Neme 2002). Hasta el año 2000 o 2500 AP se desarrollan comunidades de agricultores tanto en los valles centrales como en las cuencas cordilleranas de los ríos principales, pudiendo coexistir en estos espacios con grupos de cazadores recolectores (Cornejo y Sanhueza 2003). Contemporáneamente existen sistemas socioculturales del oriente innovaciones tecnológicas significativas como la producción cerámica y el arco para la propulsión de dardos. Se intensificó el uso más frecuente y prolongado de las cuevas y su acondicionamiento interno (Durán 1997, 2000), como un alza en la inversión de trabajo en la construcción de refugios artificiales en precordillera (Lagiglia 1999; Neme 2001, 2002). Además, se amplia el espectro de

71 especies utilizadas y se optimizó su aprovechamiento (Neme et al. 1996, 1999). En los valles intermedios del Atuel y del Diamante se habrían asentado los primeros grupos de agricultores (Lagiglia 1968, 1981, 1997). Los registros derivados para este período presentan una mayor diversidad de artefactos, formas y tamaños en el grupo de las puntas de proyectil.22 Preteridamente, las cadenas de producción líticas de sitios precordilleranos y de alta cordillera la coexistencia de rocas locales y no locales, estas últimas más frecuentemente, representadas primordialmente por obsidiana (Durán 2000; Neme 2001). Los cambios en estos patrones de asentamiento y microeconomía, indican un aumento en la explotación de recursos y mayor demanda territorial, provocados por una fuerte presión demográfica (Neme 1999). Esta presión demográfica determinó un aumento de la territorialidad y de la variabilidad de las poblaciones también ha llevado a que se proponga que algunos de los grandes ríos pudieron haber funcionado como límites interétnicos (Durán 1997, 2002).23 Bienes diversos fluían hacia la vertiente oriental desde diferentes puntos: valvas de moluscos y cuentas de collar provenientes de la costa pacífica, cañas de colihue (Chusquea sp.) de los bosques neuquinos o chilenos (Durán 1997, 2000), obsidiana de las nacientes del Maule en plena cordillera del límite (Seelenfreund et al. 1996), cultígenos (Gil 1997/1998), entre otros (Neme y Gil 2003). Las comunidades australes de la región mendocina mantuvieron redes que permitían el flujo de diversos bienes sobre áreas muy amplias. Al obtener los españoles el control definitivo de los territorios del norte mendocino, la articulación étnica preexistente facilitó la incorporación de estos últimos en las redes de intercambio. Con esto, existe un rápido y dramático reacomodamiento del sistema, que conduciría finalmente durante el siglo XIX a la desaparición de las sociedades indígenas (Durán 2000). Toda la obsidiana utilizada en Mendoza era obtenida de fuentes del sur de esa provincia, como hacen suponer los hallazgos de Seelenfreund; posibemente en la Patagonia septentrional. La ausencia de obsidiana de las fuentes de Laguna del

22 Estudio de fuentes de aprovisionamiento y redes de distribución de obsidiana durante el Holoceno Tardío en el sur de Mendoza (Argentina); Estudios Atacameños N° 28, pp. 25-43 (2004) 23 la técnica usada fue análisis de activación de neutrones (INAA). 72 Diamante y de Cerro Huenul en sitios ubicados al sur del río Diamante y norte del Barrancas-Colorado, tanto en cordillera como en el piedemonte y la planicie oriental, puede ser considerada un indicador de la existencia de barreras territoriales que impedían utilizar esas fuentes a las sociedades ubicadas entre los ríos mencionados. Un argumento en contra de esta última propuesta lo dan las muestras de los sitios de la cuenca alta del río Atuel (Arroyo Malo-1 y 3) relativamente próximos a Laguna del Diamante y que no presentan en su larga secuencia un aprovechamiento de estas fuentes. Se hace difícil sostener que los rangos de territorialidad de los grupos se mantuvieron constantes a lo largo de 8000 años. Sin embargo, es importante destacar que las prospecciones y excavaciones arqueológicas efectuadas recientemente en el área de la Laguna del Diamante no muestran evidencia alguna de ocupaciones previas a las de los 1400 años AP (Durán 2003 Ms). Esta ocupación tardía se da también en El Indígeno (Lagiglia 2002), lo que afirmaría la hipótesis de que determinados sectores de las tierras altas cordilleranas fueron aprovechados en forma más intensa recién en los últimos 2000 años (Neme 2001, 2002). Y es entonces cuando pudo establecerse el límite intergrupal propuesto. La existencia de cazadores recolectores orientales con un sistema de asentamiento que incluía la cordillera y el piedemonte oriental sin involucrar la planicie oriental. Estos cazadores pudieron compartir las fuentes de obsidiana de cordillera con grupos de la otra vertiente o usar esa materia prima como un bien de intercambio con esos grupos o recibir ese tipo de obsidiana de estos últimos. En este sentido, es conveniente recordar que para el siglo XVII se describe a los chiquillames, oscollames y morcollames, parcialidades de los puelches, ocupando la planicie oriental (Durán 1994). Sobre la última parcialidad señala un documento de 1658:

"...que los dichos indios del dicho don Bartolo no tenían flechas y se las compraron a los pehuenches..." (Cabrera 1929: 138);

"...que como no tienen de qué hacer armas se las traen los pehuenches..." (Cabrera 1929:178).

Las obsidianas correspondientes a los sitios del río Grande, formalizaría una frontera regional (Durán 1997, 2000). Estos grupos sedentarios, compartían un espacio 73 común con grupos trashumantes fronterizos, donde la zona de los ríos, tanto el diamante, el Atuel, el Neuquén y el Limay, favorecieron la aparición de limites económicos. Particularmente a lo que compete a la zona de estudio, en Caviahue, en la zona del cajón de Trolope, existen petroglifos que comprueban la estadía de pewenche primitivos alrededor del 1.000 ap. en la zona. Los estudios cordilleranos de petrografía, en el eje este-oeste a la altura del Diamante/Atuel-Cachapoal, por análisis de activación neutrónica segrega los conjuntos de El Indígeno y La Granja, pero al haberse analizado sólo un sitio de los valles chilenos, no puede descartarse completamente la posibilidad de que exista una relación a nivel de materias primas con algún otro sitio. (Sanhueza et al. 2003).24 La ocupación temprana en la región Neuquina, solo se pueden comprobar por la presencia de tres sitios. Las evidencias del lago Traful I (Crivelli, 1982), y los niveles inferiores de las cuevas de Cuyín Manzano (Ceballos, 1982) en Neuquén, cuya cercanía, y en el contexto cordillerano, formalizarían una primera fase del poblamiento de la pewenia, cuyos materiales fueron datados en 7.670 + 85 años a.C. Y 7.335 + 315 años a.C. (Hernández, 1992), aunque Crivelli propone fechado radiocarbónico en la misma capa de 5.900 a.C. (1982) posteriormente en horizontes superiores en el primer sitio, existen pinturas rupestres que datarían desde los siglos X al XVI d.C. (Martinez Sarasola, 2002). Este tipo de pictografía, de motivos circulares concéntricos, circunformes, ramiformes y en “x”, poseen una combinación en blanco y rojo cuyas formas asemejan a una figura antromórfica de manera muy esquematizada. Existen matices de colores verdes que podrían pertenecer a grupos tehuelches septentrionales que ya sufrieron del impacto de la mapuchización. La ocupación de Casa de Piedra (Grandin y Aguerre, 1984) en las ribera norte del río Colorado, y el instrumental hallado obtuvo fechados radiocarbónicos entre los 6.670 + 190 años y 5.610 + 290 años a.C. En la patagónia septentrional, el

24 Lorena Sanhueza R.,Fernanda Falabella G.,Eugenia Fonseca P.y Oscar Andonie Z. Aplicación de análisis de pastas macroscópicos, petrográficos y de composición de elementos químicos al problema de la procedencia de cerámica en el Período Alfarero Temprano de Chile central y Cuyo, Argentina Estudios Atacameños N° 28, pp. 121-132 (2004)

74 patagoniense, con sus expresiones del casapeldrense y el protopatagoniense poseen influencia indirecta en las regiones umbrales de la pewenia. Esta subárea reflejó una datación de 890 a.C. (Orquera, 1987) en las capas h-i de casa de piedra de Ortega (Crivelli, 1984). Todas estas arqueoentidades expuestas dan origen a las primeras demografías de la zona del río Limay y del río Neuquén, conformando grupos primigenios de tewelche septentrional y los Gününa-këna, Páyneken o Aonikenk del penkén (Bernal- Sánchez Proaño, 1988). Se ilustraría el mapa etnográfico de la zona con los patagones del norte o puelche-wénaken (Canals Frau, 1973) reconvertidos grupos chechehet y los leuvuche clasificados por Flalkner en 1911, y los téuesch, emparentados con los pewenche australes del Nahuel-Huapi. Contemporáneo a la aparición hispánica en la zona, durante el siglo XVI se calcula la penetración mapuche en la zona pewenche cordillerana, dando una homonoia y una koinonoia común a un gran cuerpo cultural, aunque genotípica y fenotipicamente emparentados con grupos wárpidos del cuyo. La evidencia del arribo mapuche en la zona esta dado por la simbiosis cultural en las expresiones ceramicas, de echo, el protosedentarismo se conjugaría con una caza extensiva en la zona, como en Montículo Angostura (Hadjduk, 1986); Alero Las Mellizas (Silveira, 1984); Las Lajistas (Podestá y Pereda, 1981); Rebolledo Arriba (Hadjuk, 1983) a comienzos del siglo XVIII, y los niveles superiores del Bajo de Añelo (Hadjuk, 1978) y de Cuyín Manzano (Ceballos, 19825). Se presume que los pewenche boreales, se vincularon culturalmente con los warpe de la región cuyana. En su antípoda, el sector austral sufrió el contacto de los mapuches que comenzaron a emigrar por la zona austral hasta las inmediaciones del territorio pampeano (sector central hasta el mallínmapu) donde asimilaron patrones mapuches. El área pampa-patagónica es sin duda, el área con menor densidad demográfica antes de la hispanización. Específicamente, en el área cordillerana, estuvo poblada por cazadores nómadas, agrupados en bandas de 50 a 100 individuos (Hernández, 1992)

75 Al comienzo de la hispanización, el área patagónica fue censada en 10.000 individuos (González- Pérez, 1976), confirmando la calidad anaecuménica del área. Sin embargo, la naturaleza de los primitivos pewenche consistía en la recolección de frutos de la araucaria araucana, de forma que era mínimo el excedente sinérgico para fortalecer una población más numerosa, aunque los bosques de alta densidad y perennidad en el área cordillerana pewenche, habría influido para otorgar asentamientos de tipo esporádico de estructura leñosa. En mediados del año 2006, se encontró el primer cementerio pewenche, que data de 4.000 años. El cementerio conserva los restos óseos de 32 individuos encontrados dispersos en un médano de 14 metros de frente, muy cerca de la Cordillera del Viento, en el departamento de Chos Malal, Neuquén. Descubierto en 1997, en el cementerio de Aquihuecó y en otros 14 sitios estudiados en la provincia dan cuenta que los pehuenche tenían relaciones de intercambio de mujeres y de bienes con grupos que estaban en los actuales territorios de La Pampa y de Chile. Hay vasijas de otros indígenas y cinturones con lata de los españoles. En el actual área de investigación intensiva, entre la triangulación Copahue- Callaquí-Antuco, pudimos comprobar los asentamientos propuestos por el estudio de impacto ambiental que Endesa trabajó en el sector del río Biobío. Estos se realizarían bajo la ley 19.300 de la ley CONAMA, cuyo mapeo de la zona comprendida entre el Fundo el Avellano a 20 km. Del asentamiento de Ralco, nos propuso averiguar dataciones y presumibles aparcelamientos llevados a cabo en la zona. En el área del Queuco, se puede aún presenciar, una serie de túmulos funerarios a lo largo del camino de ripio que bajo la antigua tradición pewenche, eran dispuestos a orillas de los ríos, producto de la poca movilidad de las nevadas, y la ausencia de cementerios o necrópolis cordilleranos. En el estudio de línea base del estudio de impacto ambiental en el sector del proyecto Ralco, se han detallado sitios de ocupación utrahistoricos, como los catalogados en dicho informe. a) Cementerios arqueológicos e históricos b) Sitios de ocupación o habitacionales arqueológicos desde el periodo prehispánico.

76 c) Sitios religiosos o canchas de Nguillatúm Los Chenques, o asentamientos legendarios; y los apeches o piedras sagradas, no aparecen dentro del informe de Línea base, aunque los sitios del alto Biobío de tipo ceremonial, son custodiados de manera celosa, por los ancianos lugareños.

Fig 1 Cementerio arqueológico de Chenqueco., Ralco Lepoy (izquierda) y en Guayalí (derecha). Fotos del Autor.

77 Mapa 2 Ubicación de los recursos históricos culturales Alto Biobío; Comunidades de Quepuca-Ralco, Malla-quepuca y Ralco Lepoy.

Fuente: Endesa, 1998.

En el texto de Navarro, Adán; 1998, dentro del compendio Ralco, modernidad o etnocidio en territorio pewenche, hacen un estudio paralelo al presentado por Endesa a los lugares de ocupación pretéritas. De ellas, y con clara comprobación empírica del presente trabajo, encontramos más sitios históricos y arqueológicos que atestiguan una clara disidencia con el presentado en el primer informe de Endesa. El segundo informe

78 triplicó los asentamientos culturales de la zona, expresados en un mapa atachado en el siguiente informe. En Quepuca, sector de Malla Malla, informes de Juan Pablo Gallina confirman habitaciones de tipo colonial y canchas de Nguillatun. En los bordes del río Lomín, existen cementerios subacuaticos, exactamente en la confluencia del Biobío y el Lomín; y en los sectores de Nitrito y Chaquilvín, sector de los Guindos, existen asentamientos republicanos y cementerios arqueológicos. Distinto es al sector de Contraco, donde en las márgenes del río biobío, existen sitios habitacionales históricos. Comprobamos in situ los lugares de recursos históricos de la zona de Ralco Lepoy, dejando pruebas fotográficas de asentamientos y canchas de Nguillatún, como además, en la zona del Queuco, donde los túmulos y sectores de influencia histórica promovieron asentamientos en el Valle del Trapa-Trapa y en las márgenes de las comunidades de Malla-Malla. Las mayores concentraciones de asentamientos del área intensiva se encuentran en los esteros Malla Quepuca, río Quepuca, y río Lomín, así como los sectores del río Villucura, mencionados anteriormente. Las autoras Navarro y Adán, encontraron restos de Chaquiras en el estero Leu, probablemente un cementerio posthispánico. En el terreno de Berta Jara, en el este del río Malla y en un área perimetral de 100 metros, existen lomajes de inhumaciones. En el sector del río Biobío, la gran concurrencia de asentamientos de carácter arqueológico, en la zona de río Quepuca, están actualmente bajo el área de inundación de la represa Ralco, bajo la cota de 705 metros. Estos asentamientos poseen poco estudio serio de laboratorio, y según los antecedentes etnohistóricos, posiblemente sean estas rutas (paso Pichachén, paso Copahue y paso Pucón-Mahuida) las primeras formas de pasillos cordilleranos conocidos, fundamentados en la frontera de los andes según las preconfiguraciones coloniales desde 1658 (Lacoste, 1998), comprobandose en los petroglifos del cajón de Trolope, donde se pueden apreciar, figuras zoomorfitas, como la silueta de una serpiente o la pata de un ñandú.25

25 Véase para un panorama holístico cordillerano, Víctor Durán y Valeria Cortegoso; Laguna del Diamante. Vinculaciones trasandinas durante el Holoceno Tardío en el centro de Mendoza.; Cecilia Pérez, Cambios en la tecnología lítica durante el Holoceno Medio y Tardío en el alto valle del río Atuel, sur de Mendoza; Adolfo Gil y Gustavo Neme, Discusiones teórico- metodológicas y el desarrollo de la investigación en la macroregión Cuyo-Chile central; Para el 79 Tabla 20 Sinopsis de fases, industria y secuencias arqueológicas de las vertientes cordilleranas de economía pehuenera Fecha Patagonia cordillerana Vertiente occidental Vertiente Oriental 2000 Penetración Mapuche

Industrias Tardías 1000 El Vergel

Pitrén 1 Norpatagoniense de la cuenca del Limay 1000

2000

3000 Secuencia de la casa de piedra Secuencia de la 4000 Aquihuecó

5000

6000

7000

8000 Trafúl I 9000 Ocupaciones iniciales

Cuyín Manzano

área de Neuquén, Oscar Palacios, Informe sobre los artefactos líticos del Complejo 03 de la cueva Epullán Grande; Francisco Bahamondes, Las poblaciones prehispánicas tardías de Araucanía Septentrional: el complejo arqueológico El Vergel y su relación con la hipótesis del proceso de andinización, Ponencias del XVII congreso de arqueología de Chile, 2006.

80 3.2 ANTROPOLOGÍA PEWENCHE

El enfoque de simplificación categórica del pueblo Mapuche-Pewenche como un apéndice del gran circuito Mapuche, es atizar el desconocimiento basal pehuenero, obviando germinalmente el sentido de origen de las comunidades. Bajo este motivo es que profundizaremos en la caracterización humana de la comunidad Pewenche. El prototipo consolidado pewenche, pareciera ser bajo comparación de testimonios históricos, una población en promedio moderada alta, longilínea y de cabeza alta (Silva Galdames, Téllez Lúgaro, 1993), aunque estos prototipos solo podemos clasificarlos de acuerdo a una funcionalidad histórica en función a las grandes transformaciones del propio pueblo. Los primeros registros anatómicos datan 1562, de los estudios de Mariño de Lovera, quien decide describirlos como delgados y altos (Nardi, 1982) Bajo estos paradigmas, es que hemos de concentrarnos en la denominación primaria de “Pewenche primitivo”, apelativo usado para designar al sustrato poblacional habitante de las regiones cordilleranas entre los siglo XV al XVII. Sus características físicas correspondían a individuos más altos que los mapuches, de conformación corporal más apolínea, con gran desarrollo muscular en el tren inferior y superior. El cráneo subdolicocéfalo, con gran tendencia a la dolicocefalia, le dan el aspecto anatómico del hombre occidental, de cráneos largos, fisonomía altanera, la cara ancha, cuadrada, debido a la anchura de la mandíbula inferior que es fuerte y prominente (Latcham, 1929). Este mismo autor señala

“Lo hundido de los ojos les da un aspecto de fiereza en la cara que no se encuentra en los demás indios”26

Las formulaciones de Latcham referentes al génesis de la “raza”, que conformaría el sustrato pewenche, serían los antiguos grupos humanos que poblaban la región entre el río Colorado y el río Negro en Argentina, aunque no descarta que el

26 Latcham, Ricardo E.”Los indios de la cordillera y de la pampa en el siglo XVI” revista chilena de historia y geografía. núms.. 66, 67 y 68. Tomos LXII, LXIII y LXIC. Santiago. 1929/30. 81 problema del origen pueda estar latente en una de las ramas “huarpes”, de la región de San Luís27 y Mendoza. Según las fuentes, los primitivos pewenche descritos por Amat y Juniet (1760), los hacian ver como “altos, corpulentos y belicosos” Tradicionalmente la clasificación humana de los pewenche es un apéndice demográfico de poblaciones protocuyanas emparentadas al biotipo “huarpido”, fenotípicamente alto, enjuto, con abundante vellosidad corpórea, con pigmentación aceitunada y cráneo dolicoide. La obra de Poeppig (1828), inspirada en el medio año de permanencia en la zona de Antuco, pone punto final a la cuestión física del pewenche., En “Reise in Chile, Perú und auf dem amazonenstrom 1835-1836”, Poeppig procede hacer una descripción detallada profunda, enriquecida por los datos aportados en la revista de Museo histórico Nacional escritos por el profesor Carlos Keller (1943:236). El mismo Poeppig señala en esta extensa nota a propósito “En cuanto a su aspecto físico, tienen mucho de común con las demás ramas de los pueblos indígenas chilenos. Nadie puede distinguir exteriormente al del pehuenche…es sorprendente, a primera vista, la diferencia que hay entre estos pueblos chilenos y los de america del sur tropical. La descripción del aspecto físico de los pehuenches lo prueba inmediatamente. El tamaño corresponde a la llamada estatura media, es decir, a cinco pies y nueve a diez pulgadas. La talla es recta y vigorosa, pero la musculatura es mucho menos armónica y bella que la de los blancos. El pecho es fuertemente arqueado, el cuello casi siempre corto, las manos y los pies pequeños, los brazos casi demaciado cortos y siempre muy flacos. El cutis es blando, produce la sensación de terciopelo y corresponde en ambos sexos a un termino medio entre café oscuro y cobrizo, siendo mucho más claro que el de los indígenas civilizados del Amazonas (Prov. De Pará) y podría aún calificarse de blanco, en comparación con el color de los mundrucús o de los pueblos del

27 Canals Frau propone un análisis antropofísico, deducido de restos óseos de pewenche primitivos, suponiendo que en el norte de Neuquén (departamento de minas) y el sur del Cuyo habitó un grupo primario, somáticamente distinto de los mapuches y notables por su agilidad y ligereza. Sin embargo, la opera prima del señor Canals Frau carece de fortaleza originaria, al concentrar el análisis a una interpretación etnográfica del padre Cabrera. Sumamos a esto el problema de los “Huarpes de San Luís”, basado en textos de Vásquez de Espinosa (1629), cuya afirmación de los “1.000 indios Huarpes habitando la zona” carece de sustento arqueológico.

82 Yapurá y Ucayali. Según la sensación que produce, guarda este el termino medio entre el carácter seco del cutis del europeo y el grasoso, tan desagradable, del africano. Se la cuidan con los baños que se toman aún en invierno. La fisonomía se caracteriza por su franqueza, libre del temor y la repugnante desconfianza del indio tropical; sin embargo, se manifiesta en ella cierta dureza y resolución, que podrían distanciarlo de uno. El craneo es relativamente más pequeño que el de la raza caucasica; los huesos, en cambio, son más gruesos. La frente jamás es muy alta, pero tampoco se encuentra desfigurada por cabello que la cubre hacia abajo, como entre los indígenas peruanos; es recta y jamás huyente como en la cabeza tipica de los cherokees. La cara es ancha, los pomulos y el arco superior de los ojos sobresalientes; estos no se encuentran a mayor profundidad que los de los blancos, pero son siempre de color café- negro y presentan un iris amarillento. La nariz es más bien recta que arqueaday no grande, aunque de buenas aberturas. La mandibula es ancha, robusta, de gran anchura y baja en su rama ascendente, como en general la parte alveolar de la cara es algo sobresaliente, pero recta en la linea de la mandíbula inferior. Los dientes son pequeños y aplanados en la parte que corta (truncati et depressoplani), una caracteristica curiosa…Por otra parte, la dentadura es sorprendentemente sana, a lo que contribuye probablemente mucho la continua fricción con ramitas de nathre. Las cejas son rectas y se presentan como fajas delgadas y finas, muy semejantes a las de la raza mongólica. Sería fácil interpretar mal esta circuntancia, si no se tuviera presente que los pehuenches depilan cuidadosamente los pelos de las cejas, considerándolo indesente presentarse con más que una delgada faja de ellas. La escasa barba la eliminan de la misma manera. El cabello es francamente negro, tan largo y fuerte como el de todas las razas americanas, y se vuelve canoso sólo a la edad avanzada”

El antropólogo del Museo Histórico Nacional, Dr. Juvenal Barrientos Rozas, ha tenido la gentileza de revisar los datos antropológicos de Poeppig, entregándonos las siguientes observaciones sobre el particular, sintetizado en una extensa nota

Tratando de poner al día los datos del autor en cuanto a lo que él llama “aspecto físico”, agregamos que este último concepto encierra una serie de complejos que constituyen lo que hoy día se llama “Constitución Morfológica”, que según los datos ya anotados de este autor, se agruparían así: 1) Datos concernientes a raza, es decir, al complejo de contacto externo: color de la piel cobrizo a café, pero de tono claro; iris de color café a negro, con su aureola amarillenta; cabello de color negro; pómulos 83 salientes (panículo malaris); narices de grandes oberturas. Además el cabello es liso, grueso, largo, fuerte. En suma, son datos parciales que nos hincan que pertenecen a la llamada raza mongoloide (véase el trabajo del Dr. Aureliano Oyarzún, “el hombre americano”, presentado a la sociedad de anatomía normal y patológica, en su parte referente a la raza) 2) Datos concernientes al complejo del dimorfismo sexual En los Varones, escasa barba; cejas fina y delgada. Estos datos parciales concuerdan con lo que se sabe de los araucanos que son hiposexuales (poca diferencia entre el hombre y la mujer de los caracteres sexuales secundarios), pero hipergenitales. 3) Datos concernientes al complejo de la silueta esquelética o tipo: Estatura media; brazos, manos y pies cortos; cuello corto; Tórax arqueado; cara ancha, resta y la parte inferior saliente, es decir, ortognatismo facial general, pero con prognatismo alveolar con una mandíbula robusta y dentadura muy sana, de dientes pequeños y aplanados y mandíbula ancha y rama ascendente baja. Según estos datos, serían de tipo Pícnico, pero con cráneo relativamente pequeño y de paredes gruesas, lo que concuerda por presentar, además, los arcos superficiales marcados o sobresalientes. 4) Datos concernientes al relleno o mezcla de las partes blandas o temperamento Según el autor, la sensación del cutis al tacto guarda un término medio entre el carácter seco del cutis europeo y el graso del africano. Serían según esto, de temperamento muscular, pero desarmónico, ya que al ser escasa la musculatura de los brazos, las hacen a éstos flacos, en contraste con el resto de la musculatura. 5) Datos concernientes a la constitución física. Dice el autor que son vigorosos. Quiere decir esto, que son de constitución física robusta. Sabemos por la endocrinología moderna, que estos complejos tienen una fórmula dada. Agrega el autor que, en cuanto al carácter, eran francos, sin temor, resueltos y duros.”

En el análisis del texto presentado por Carlos Keller, en el primer punto, claramente expresa una tipología distinta a la mapuche. Se le han sugerido, que tal fisonomía se asociaría a los grupos ándida, con el sugerente uso de las poblaciones de los andes centrales (Warpe) del uso del Tembetá o de adornos auriculares, clara señal de la influencia promauca y de filiación cultural diaguita; de tez oscura, aunque más clara que la de los mapuche

“Aunque estos Peguenches han sido ponderados por de mayor corporatura, pero no es así, pues lo he conocido á casi todos, y no ví uno que fuese mas que grande, ni noté mayor corpulencia que la 84 común entre nosotros y demas naciones. Sus aspectos son regulares y no tienen otra fantasía en corregir la naturaleza que en taladrarse las orejas para traer una aro de metal ó de hilo colgado, y en pintarse la cara con diferentes colores” (De la Cruz, Luís; 1835:80)

Bajo estas características, el alcalde de Concepción Luís de la Cruz, comenta sobre pigmentaciones y tonalidades

“Su pelo es negro, pero las puntas tiran á rubio, la cara redonda, los ojos confusos, la nariz por lo regular chata, la boca mejor hecha y mas chica que la de los peruanos, los dientes blancos y durables, las piernas musculosas y bien formadas, y los pies y manos pequeños (no son estos tan formados como los Peguenches…La encarnadura de estos indios es por lo común prieta, inclinada á rojo, y debo decir que en su infancia no son tan oscuros, sino que se queman con los rigores del sol, aires y demás intemperies que sufren” (De la Cruz, Luís; 1835:80)

En el punto dos, sobre el dimorfismo sexual, el antropólogo Juvenal Barrientos confirma lo expuesto por Luís de la Cruz, al desprender en “Tratado Importante para el perfecto conocimiento de los indios peguenches, según el orden de su vida”, los matices entre ambos sexos, aunque con una cierta mala fortuna en la observación

“En los rostros de las mugeres noté una proporcion casi igual al de los indios, pero siempre mas finas, como lo exige el sexo. Ninguna ví de particular, algunas regulares, y una feísima, que fue el dia que de Rimemallin pasé a la capilla, en cuyo camino encontré á la muger Llanquemán: Ella era negra por naturaleza, todo el rostro peludo, lagañosa, y de pésimas facciones, tanto que me espantó” (De la Cruz, Luís; 1835:81)

En el tercer punto, la condición dada por Barrientos, al estudio esquelético, Pedro de Leiva registra una breve descripción de los nativos emparentados a los bosques templados de Araucaria araucana. De este relato, se caracteriza en totalidad, a los aborígenes, como “delgados y ligeros”, de ojos grandes y rasgados y de cuerpos bien proporcionados y altos, Insistiendo en que el mantenimiento dietético de ellos es “casi de ordinario de piñones”, precisando además que la denominación no sería émica, sino que sería impuesta por los mapuches y luego adoptada por los españoles.

85 Uno de estos últimos, historiando la “entrada” del capitán Pedro de Leiva hacia la zona del Neuquén, identifica

“Todos sin excepción son delgados y sueltos aunque no menos bien dispuestos y hermosos por tener los ojos grandes y rasgados, y los cuerpos muy bien hechos y altos” (Lovera, Mariño de, 1595:421)

“Los datos de etnografía pehuenche del libertador José de San Martín”, entregado por el profesor Milciades Vignati (1953: t XVI: nº 54), basado en la compilación de Alfredo Villegas (1943-1945:349), comienza el relato de la gran alianza castrense con los jinetes cordilleranos, resaltando elementos anatómicos

“Los indios Peguenches, hombres de una talla elevada, de una musculazión vigoroza, y de una fisonomía viva y expresiva” (San Martín, 1816)

El mismo Luís de la Cruz, apelando a la prolijidad descriptiva, esboza en un párrafo, las grandes características de los grupos patagónicos cordilleranos

“Siendo igual su lenguaje con el de los Guilliches, Llanistas y demas tribus, parece que el establecimiento solo sería una; y mucho más siendo una la fisonomía de todos, una la corporatura, &a., según el conocimiento y noticia que de ellos mismos tengo. (El lenguaje es uno, una la corporatura y fisonomía con la de los Peguenches; solo mas rubios de pelo son estos) (De la Cruz, Luís, 1835:80)

Esa “Elevada talla” no es refutable desde el punto de vista anatómico, esta pureza de sangre, sin hibridación racial con los “Araucanos” cuya poca alzada nadie pone en duda (Vignati, 1940). Cabrera, en los aborígenes (:122) indica un proceso en cual un deponente, se refiere a un pewenche, indicando “Uno alto” en un contexto indígena mendocino austral, de singular hiperaltura, La expansión de los huárpidos penetró los bosques de alta gradiente, poseyendo los pewementos (Canals Frau, 1953:359) El panorama racial del Cuyo-Maule, y de la Araucanía cisandina y trasandina configura un conjunto patagonido, vinculción obligada de los pewenche primitivo. Si tal

86 aseveración no reviste novedad en el campo antropológico, lo asertivo es el origen neuquino de estos rasgos, formalizados por la aculturacion de tewelches mezclados, comenzados a ser movidos por presiones demográficas de los mapuches, que iniciaron la penetración al área pampeana durante el siglo XVIII. Este tipo humano, de conformación Huarpida primitiva, de tipo leptomorfo y de abundante pilosidad. No existe una influencia fenotipica de rasgos metizos con españoles. La anatomía craneal, en el informe de Latcham, confirma en siete cráneos de indice subdolicocefálicos con tendencia a la dolicocefalia, hacia el tipo bóveda alto. Confirmó tres mediciones en la zona de Pichachén, bajo la tendencia dolicocefalica. (Latcham, 1929:168) Canals Frau ha inpeccionado un par de cráneos de Malargüe, estigmatizados por su cráneos y caras largas. La subdolicocefalia de Lonquimay, medido por Tomas Guevara, formalizó entre los pewenche del antuco y del Llaima, confirmaron a cuatro cuerpos pewenche de tipo mapuchizado, con clara dolicocefalia, con índices acotados entre los 70.45 y 77.78 y la mesoticefalia con índices de 77.96 a 80.00 (1925:236). Téllez recalca bajo estos datos, la inclinación de los pewenche primitivos a los cráneos altos (1993:35). El mismo autor, en conversación personal con Rodolfo Casamiquela (1991), confirma la exhumación de cráneos huárpidos en el curso superior del río Agrio, lecho asimilado a este grupo. La dolicocefalia asociada a los pewenche se caracteriza formalmente por poseer cráneos largos, con gran predominancia del diámetro sagital o anteposterior con el área trasversal, modelando una cefalía cuyo índice es mayor a 75.g. Sin embargo, los restos óseos hallados el limes Cuyano-Neuquino muestran que tenían una deformación craneana: cuando los pehuenche nacían, le apretaban la cabeza con una cinta al nacer, o los aspectos de particularidad, aunque irregular, de adherencia del lóbulo de la oreja, que los distinguiría de los mapuches sensu stricto.(Cobarrubias, 1965b), aunque la sobrevivencia de un sustrato huárpido queda poco claro, aunque si se puede decir de la vinculación de estos rasgos a un grupo humano patagónido, de claro origen sincrético, con elementos pampeanos. Francisco Núñez de Pineda, despeja la afinidad biotípica existente entre la filiación pewenche-warpe, cuya descripción de la provincia del Cuyo

87 Es de indios guarpes desnudos, sin pueblo ni reducción, semejantes en todo a los puelches de la cordillera, salvo que viven en tierra llana adonde tienen algarroba, y para su sustento, caza de animales. Hablan diferentes lenguas, y todos entienden la del inga (1675:8)

Los warpe cuyanos, se estereotipizan en genérico por la espigada figura, en dialéctica plena con los biotipos mapuche (Ovalle, 1647:124) El aspecto puelche, indicado al grupo pewenche, es considerado en Los cantares de “La Araucana”, como “Serranos fortísimos y ligeros” (Ercilla, 1569:63) En el mismo genero, el “Purén indómito” individualiza a los mocetones del Purén, como puelches, “los bravos y ligeros, de grandes cuerpos y únicos flecheros” De Saavedra, Arias, 1598; II: 40) 14individuos, de clara afinidad pewenche, originarios de la zona ínter volcánica Antuco-Llaima, medidos por Latcham, dio como promedio 1.681 metros, homologa cifra a la dada por De la Cruz. (Latcham, 1929) Guevara promedio cuatro alturas con cifras de 1.69 metros. Las conclusiones somáticas pewenches ya descritas reflejan una gran altura y delgadez, destacando los cráneos más altos y el consiguiente alargamiento de sus caras, en comparación con los mapuches. En ellos, prevalece ostensiblemente el grupo sanguíneo 0.(Dannemann, 1983) Bajo el cuarto postulado del Profesor Barrientos, existen testimonios sobre su musculatura. Pineda y Bascuñan, a fines del siglo XVII, implantó en los “Puelche- Pewenche” el apelativo de “enjutos”, lo cual, a juicio de Silva y Téllez (1993), ratifican la predominancia de los tipos leptomorfos, aunque los caracteriza como “corpulentos”, adjetivo contradictorio para los últimos expertos, aunque no descartan la inclusión de grupos pámpidos (sintomatología de la exogamia intensiva) (1675:73) Con referencia al último punto, del análisis expuesto por Carlos Keller, el temperamento, y los aspectos sociales son

“Toda esta nación vive sin cuidados ni fatigas; y siendo de complexiones fuertísimas, como he dicho, por causa del temperamento, á mas de los 60 años empiezan á encanecer: Tampoco se arrugan, ni encalvecen hasta muy viejos. Hay muchos octogenarios, y todavía conservan el rostro entero, la dentadura completa y la cabeza cubierta.” (De la Cruz, Luís, 1835:82)

88 Vignati, en “Los aborígenes de Cuyo”, formula que la primera división étnica conocida se remonta al año 1607, basándose principalmente en el idioma. Señala el autor, que el padre Luís de Valdivia, de la compañía de Jesús, publica en ese año “el vocabulario y catecismo de la lengua allentiac, que corre en la ciudad de San Juan de la Frontera y de la millcayac, correspondiente a la provincia de cuyo (Vignati, 1940:76). No existe un estudio primario que clarifique las identidades pewenche contra la matriz carpida, sino que se pretende amalgamar con unidades étnicas sureñas a la zona cuyana, sobre todo las aportadas por el padre Alonso de Ovalle, también de la compañía de Jesús, describiendo caracteres físicos y culturales. Sin embargo, las especificaciones regionales se hacen plausibles en la identificación de entes étnicos, complementando una definición holística, revelado por el correligionario Padre Rosales “preservan hasta oy, aunque no en tanto numero en el río Turbio abaxo, y todos hablan diferentes lenguas, y por general la de los Puelches, y son naciones siguientes: Puelches, Morcayames, Siquillames, Ultuc-llames, Mentuyames, Tunuyames, Chomes, Otoyames, Cuc-yames, Voycos, Zoquillames, y otras que dexo por no cansar con nombres tan extraños” (Rosales, 1878:97) Serrano (1947:160) establece una figura laxa al sur del Cuyo, conjeturando una unidad coherente del punto de vista étnico, aunque Rodolfo Casamiquela (1969:53) promociona el carácter racial de las arqueo poblaciones del área pan-pampeana, indicado por testigos hispanos coloniales, poblaciones querandíes y pampas, clasificadas y/o descritas bajo cánones de raza “Pámpida o Patagónida”. De esta raíz, es notable que el mismo autor señala a esta última raza, la matriz de los llamados “pehuenche primitivos”. Las parcialidades del Cuyo y el Neuquén cordillerano, deben entenderse como partes de una gran metaidentidad, dada por el apelativo “puelche”, de exclusión al grupo “Voyco”, entidades de la ribera inferior del río Diamante. Como terminación monorrima de algunos exploradores (Rosales, 1878:97), asociado a la raíz “siquillanes”- nación independiente del sotavental cordillerano, adoptado posteriormente como “Chiquiyame” (Latcham,1937:311), Juan Jufré firma su documentación “En esta ciudad de la resurrección, provincia de los Guarpes” y el Padre Lozano, que emparentó la lengua alentiaca como “a la propia de los guarpe”

89 (1754:165). Concluimos el debate emparentando antropológicamente los Chiquillanes con los Huarpes del Cuyo, paleohábitat pewenche, en el momento de las incursiones de los tewelches septentrionales. Osvaldo Silva y Eduardo Téllez formulan en comunicación con Eugenio Aspillaga (1990) una recuperación de restos osteológicos en el “habitat chiquillán” comprobaría que predominaba los tipos relativamente altos y marcadamente dolicocéfalos. La diferenciación entre los grupos pewenche, con los mapuche, de clara formación ándidos, de corpulencia notable, aunque de baja estatura; y los tewelche, altos pero muy corpulentos o macroskélicos. En 1563, el capitán Pedro de Leiva “Recorriendo el territorio frente a Angol – es decir para ubicarnos en la altura de Ñorquín-, tuvo la oportunidad de escalar la cordillera y descender a sus valles orientales donde encontró “Muchas poblaciones” cuyos caracteres físicos establece…: “Indios de diferentes talles y aspectos que los demás de Chile, porque todos sin excepción son delgados y sueltos; aunque no menos bien dispuestos y hermosos, por tener los ojos grandes y rasgados y los cuerpos muy bien hechos y altos” (Vignati, 1963ª, 233; Latcham, 1929-30)

90 3.3 CARACTERIZACIÓN ETNOGRÁFICA DE LA IDENTIDAD PEWENCHE

El siguiente plan de estudio de la sociedad pewenche, se basarán en los principios ordinarios de caracterización etnosocial, de acuerdo a canones sugeridos en la mayoría de las etnoescuelas afines (Mauss, 1967, Levi-Strauss, 1958) Estas se basarán en tres grandes aspectos, de fines introductorias para el siguiente estudio. El primer tópico, será enunciado “Morfología social”. En ellas se desglosarán los aspectos demográficos, la geografía humana y la tecnomorfología. El segundo gran ítem, es la fisiología, abarcando el área de las técnicas, estética, economía, derecho, religión y ciencias, solo en aspectos indicativos y descriptivos. El tercer punto, a modo de conclusión, será los fenómenos generales de la sociedad: la lengua y la etnología colectiva.

3.3.1 Caracterización cultural

Considerar al grupo pewenche como una etnia particular, en especial, el singularizarlo como grupo con cierta independencia histórica pareció ser el gran debate dado en la época de los cuarenta, contextualizando una escuela “histórico-cultural”, donde historiadores, etnógrafos y antropólogos, pusieron en tapete tal concepción para considerar a este pueblo, como “etnia”. Menghin, Vignati, Canals Frau, Latcham, son los más paradigmáticos del periodo, aunque actualmente persisten ciertas visiones en algunos investigadores (Martínez Sarasola, 2002; González, Torrejón, 1993; Orellana, 1992 y 1994) Sin embargo, las interpretaciones de la escuela “eco cultural”, parece ser el más asertivo canon para clasificar inicialmente a los pewenche como un “meeting pot28” cordillerano, debido fundamentalmente a la calidad de la cordillera de los andes, como paso obligado de dos grandes mundos, englobando diferentes entidades regionales,

91 algunos diferenciados fenotípicamente, otros solo por su koinonoia29. Aunque los pewenche son denominados culturalmente como una cultura de cazadores- recolectores, lo cierto es que podría tratarse de

“Un aspecto estacional de una cultura agricultora de filiación mapuche” (Nardi, 1982.12)

Las convergencias ecotonales de muchos grupos “pampas”, específicamente al rotulo “Puelche”, suele configurar un panorama heterogéneo desde el punto de vista humano, a el gran ecosistema conformado por microgrupos diversificados en las fitocomunidades de Araucaria araucana. Es por ello que el “complejo pewenche” es sin lugar a dudas, el término que más correctamente acotaría la representación semántica del grupo humano asentados transicionalmente en los Andes de las araucarias, o mejor denominado por algunos autores, como pewenia andina (Silva, Téllez, 1993), denominación de comprensión ecogeográfica, aunque su énfasis está dado en el factor económico. Para este termino, nos acomoda por los propósitos de fidelidad émica, su homologa vernácula “inapiremapu”, lugar concedido por los mapuches a las altas zonas de economía recolectiva del “nguilu” o fruto del “pewén” (Araucaria araucana (Mol.)). Este “complejo pewenche” estaría formado por uno de los subgrupos mapuches que se mantuvieron por más tiempo en su tradicional sistema económico (Aldunate, 1996.116), aunque para conciliar un origen en el rotulo “pewenche”, no podemos ingresarlo como “genotipicamente” mapuche, sino que pertenecerían a otra etnia de diferente lengua. (Bengoa, 1985, 2000) El nomadismo, en poblaciones pewenche, podría estar, a estas alturas refutado, pronunciados en los pewenche orientales. La población poseía claros los asentamientos permanentes, ubicados de preferencia en los valles ultracordilleranos, cuya estrechez, permitía un establecimiento permanente de pequeños grupos bajo una abundante red de recursos energéticos, como pastos, agua y leña que aseguraba la

28 Coglomerado plurietnico. Este término, asociado comúnmente a la escuela de Chicago en aspectos urbanos, pone el concepto en justa comodidad para designar el crisol cultural en pleno corredor cordillerano.

92 supervivencia estacional, inclusive, algunos valles cordilleranos de grandes hombreras fueron centro de asentamiento de importantes núcleos de población, como los del Biobío y el Agrio30. La alta movilidad de pewenche, determinada por la circulación del ganado, no debe confundirse con el nomadismo. En algunos casos en parcialidades ortodoxas pewenche es posible hablar de un seminomadismo estacional determinado por las necesidades de movilizar los rebaños de los campos de verano a los de la invernada. (Madrini, 1992:57)

“"Los pehuenches son nómades y jamás se acostumbrarán a tener domicilio fijo, diferenciándose ya a este respecto en muchos rasgos de los araucanos [...]. Vagan permanentemente por los Andes, ya sea por una inclinación innata a la vida errante o bien obligados por la necesidad, y se presentan en ocasiones como pastores, que no conocen otra riqueza que sus rebaños, o valientes bandidos que encomiendan en la guerra los quehaceres domésticos a las mujeres, bajan a las llanuras y realizan destructoras correrías a veces hasta las puertas de Buenos Aires, donde se les conoce con el nombre de indios pampas" (Poeppig,1960:13 )

Aún cuando se habla de algunos "indicios de sedentarismo" entre los primitivos pehuenches, aludiendo a la forma en que conservaban la cosecha de piñones, parece ser que éstos, desde un comienzo, se desplazaban restringidamente por su territorio, concordando directamente con la época de recolección del piñón. En cuanto a esto último, el maestre de campo don Jerónimo Pietas señalaba, en parte de su informe fechado en 1729

"Las casas de los más son de cuero de vaca y yegua y las mudan tres veces al año, porque en el invierno viven a las orillas del río o de la laguna, que hay muchas, por ser donde se cuaja menos la nieve; la primavera y parte del verano en las vegas al pie de la montaña, y el fin del verano y el otoño en los pinares en lo alto de la cordillera y cada uno de ellos tiene como hacienda propia su pedazo de pinar" (Fide Casamiquela, 1969:47)

29 El termino koinonoia procede de su derivación el sentido integral a la lengua y de la palabra como forma creadora holística y universal. 30 Véase para considerar estudios demográficos pewenche en sus aillarehues, el prolijo trabajo de Téllez Lúgaro, 1997 “La población pehuenche de la cordillera en tiempos de la dominación española”. 93 Los integrantes del subgrupo mapuche-pehuenche recurren para llamarse a si mismo el nombre de “Paisano”, el apelativo de pehuenche es utilizado por entidades foráneas (Dannemann, 1989:22)

Figura 2 Clasificación y uso estacional del territorio Pewenche

Fuente: González Parra, 2001.

Existen, de comprobación sociosistémica, parcialidades pewenche, de acuerdo a costumbres y tradiciones, como también a lugares de origen de las comunidades. Los pewenche que hablan mapudungu se dividen en Pichun-Pewenche (pewenche del norte) y en Willi-Pewenches (pewenches del sur) Así, pewenche del cajón superior del 94 Queuco (Butalelbum, Trapa-Trapa, Malla-Malla), difieren en usos lingüísticos, vestimentas y relación humana, con pewenches del curso inferior del río Queuco (Cauñicú, Pitril, Ayin mapu). Así, existen diferencias notorias en el rigor del Ngúillatun, o de epew (cuentos) para los pewenches del Biobío, con los pewenche del Quinquén. Contemporáneamente, según Dannemann (1989), el subgrupo mapuche-pehuenche habita un área que estaría dividida en dos sectores. El primero de ellos comprende las localidades de Alto Biobío y de Lonquimay; y la segunda, desde la laguna Icalma, por el Norte, hasta el lago Panguipulli por el Sur, configurando el “País Pehuenche”, según Bragg (Fide Danneman 1989:183).

3.3.2 Dispersión

A mediados del siglo XVI hasta principios del siglo XVII, comunidades pewenche se encuentran casi exclusivamente en la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes, a partir del paralelo 36° 30' al 38° 00'; vale decir, aproximadamente desde la altura de Chillán a la de Collipulli. Hasta fines de este siglo, estas comunidades ocupan los valles altos en ambas vertientes de la cordillera andina, y aquellas que los sitúan únicamente al lado oriental de ésta. Sólo los cronistas del siglo XVIII concuerdan en ubicarlos en los valles interandinos y faldeos precordilleranos occidentales y orientales, entre los Nevados de Chillán por el norte, y posiblemente la zona del volcán Villarrica por el sur. Sin embargo, el área de ocupación pehuenche al este de la cordillera extendía sus límites entre los ríos Diamante, por el norte, y Limay, por el sur.

“Los peguenches o serranos poseen las tierras que recorren desde la serranía del Volcán y Casuhati hasta el rio de los sauces. (Sierras de Tandil y la ventana) Compónese esta nación de bastante numero de almas. Aumentóse mucho con el tiempo y se vio obligada a dividirse en varios cacicatos. Entre estos, el de más fama es el del cacique Bravo Cacapol, reconocido y respetado por todos estos indios infieles por su ferocidad y su valentía” (Casamiquela, íd.)

Los límites de ocupación señalados en ningún caso son fijos, especialmente tratándose de agrupaciones nómades. Al respecto, aún hoy existen discrepancias entre

95 los autores; por ejemplo, José Bengoa reduce el territorio pehuenche por el sur, argumentando que el área de ocupación histórica efectiva fue solo hasta el sector de Lonquimay, Alto Biobío.

“Es untando difícil establecer el territorio que ocupaban. Indudablemente en la época de recolección de los piñones, su centro de actividad era el mismo de la dispersión de la Araucaria, la cual a quedado fijada entre el Cajón de los Trolopes (37º 50`) y el Lago Lacar (40º 10`)” (Vignati, 1963a:235)

Formalizar los limes de los piñoneros en torno a las fitocomunidades de araucaria araucana sería minimizar la verdadera movilidad de estas vulcanocomunidades, y cuya obviedad terminológica tiende a confundir a entidades cordilleranas primitivas con “puelches” u otros transhumantes esporádicos (Chikilllanes y Lafkenches-Chollchollinos del Nahuelbuta), principalmente a las áreas contiguas de ocupación. Sin embargo, implicaría una aproximación al tema, en circunstancias que la sobrevivencia de los pewenche sensu stricto, es a base de piñones, y evidentemente, donde existe posesión efectiva de araucaria araucana, podría conjeturarse una potencial veraneada. Los datos sobre cartografía histórica de Araucaria araucana, podría ser un estudio potente para extrapolar arqueofitopoblaciones31 La primera testificación de la distribución de araucaria araucana data de 1897. Esta carta fue elaborada por el naturalista alemán Franz Wilhelm Neger. Aunque sin una escala, situó a la Araucaria araucana en la frontera andina y sus bordes cordilleranos desde los 37º30´a los 40º00´de latitud Sur. Este mapa, lejos de ser el más antiguo, además muestra una precisión en la mensura. Bailey Willis, en el verano de 1913, tomó notas de estas especies entre los 39º40´ y los 43º 40´Latitud.Sur. Max Rothkugel, con mayor autoridad en el área forestal nativa de los andes patagónicos, elabora un mapa en 1916, estableciendo una extensión de poblaciones de Araucaria Araucana aproximadamente entre los 36º50´ y los 39º40´de latitud Sur. Esta elongación bordearía la orilla norte del lago Huenchulafquén. Este estudio presenta

31 Véase, para mayores detalles con respecto a constancias históricas mapeadas de A.araucaria, Aagensen, 2002. 96 discontinuidades, aunque en parches dispersados, a los 39º59´Sur. “His map of forest resources between 40° and 41° south latitude contains no stands of the species” (Aagensen, 2002). Jerónimo Angli, en 1918, extiende la distribución de A.araucana desde los 37º 20´a los 40º50´Sur. Los argentinos Joaquín Alfonso y Lucas Tortorelli, elaboran mapas en 1941 y 1942 respectivamente, donde describiría los limes aproximadamente entre los 37º40´ y los 40º25´ Sur. Lamentablemente, este trabajo se supeditó (como la gran mayoría de los trabajos) al área Argentina, sin inventariar el barlovento andino. Patricio Montaldo en 1951, tras inventariar el lado chileno, extiende desde los 37º30´a los 39´45´Sur en el lado chileno. En Argentina, este autor establece los rangos de 37º 45´a los 40º 05´lat. Sur. Finalmente Thomas Veblen en 1982, en un trabajo similar al de Montaldo, llega a la conclusión que la extensión aproximada de Araucaria araucana llegaría desde los 37º30´a los 40º00´lat Sur. Este trabajo, fue comprobado bajo los estudios de Heuser, en 1988. (Aagensen, 2002) Las bases epistemológicas de su sistema geoeconómico, primordialmente cazadores-recolectores, permitían una delimitación comunitaria de la tierra. De hecho, existía una larga tradición de migraciones de lugares intensivamente explotados, o por problemas intertribales de posesionamiento de pewementos, catapultando pewenche pampeanos o pewenche salineros, pero siempre volcando demográficamente hacia el atlántico. Por ende, se habla de una zona de influencia extensiva de pewenche, abarcando latitudes cercanas a los 35º de latitud Sur, como son los poblados de Tinguiririca en barlovento, y las comunidades de Malargüe, en el sotavental, influidos borealmente por un afán de comercializar, tanto ganado como minerales no metálicos.

“Los pehuenche, tribu numerosa, habitan aquella parte de la cordillera chilena que yace entre los grados 34 y 37 de latitud meridional, o sea, el oriente de las provincias españolas Colchagua, Maule, Chillán y Huilquilemu.”(Id.)

En una primera instancia, el ostracismo cultural fue espacial, y posteriormente, se materializó en el “complejo ecuestre” y como fin conectivo particularmente, bajo pretexto de captura de caballos cimarrones, fines que debió ser de alto valor geocupacional, prestándose los desfiladeros del Maule y de Mendoza, para la cría y

97 domesticación del caballo (AN. MV, Vol.7:f.16v.; CG. vol.909: f.168; vol.507: f.115; BN.MM. vol.274: ff.217-218)32. Aún así, los espacios de influencia efectiva se dieron en torno a las costa de los grandes ríos pampeanos, sobre todo, los limites boreales en los ríos Diamante y Salado y en su faceta austral, los ríos Limay y Negro, inscribiendo entre ellos, un pasillo interoceánico, que conectaría un fuerte trafico con tewelches boreales y pampas australes, concediendo al pewenche, la calidad de conchavador y caravanero. “Fue importante su población por el amparo de los indios de aquellos valles y para llave del enemigo, especialmente de los pehuenches y serranos de la cordillera, que por allí tenían la puerta abierta para infestar la tierra”33

En el lado chileno, los pewenche solo participaron de este corredor por las rutas mapuches de Puerto Saavedra (Karawe)34, al inicio del proceso de sincretismo mapuche-pewenche, motivados comercialmente, y posteriormente, diplomáticamente por alianzas mapurepublicanas (confederación mapuche-pampeana) en el periodo de resistencia frente a los estados-naciones de Argentina y Chile. El hábitat original de las parcialidades pewenche cordillerana, es resuelto por Vignati, en su vértice septentrional, en el cajón de Trolotes (37º50´S) y el Lago Lacar (40º30`S), a una altitud de 714 metros sobre el nivel del mar, donde predomina la cordillera Ipela, bastión plusmeridional de comunidades pewenche, aledañas a la comunidad de Corruhuinca. Sin embargo, se procede usualmente a usar los márgenes de este pueblo entre los ríos Diamante y Limay. Aunque los datos extraídos de fuentes coloniales, se dice que la coincidencia de estas etnias cordilleranas, serían grupos Chiquillanes, quienes iniciaban dispersiones estacionales, desde diciembre a enero, a los cajones de valle central, como el Cachapoal y el Tinguirririca, como feria fronteriza,

32 Extraido de “Los pewenche: identidad y configuración de un mosaico étnico colonial” Silva- Téllez, 1993. 33 Rosales, P. “Historia del reino de Chile”, tomo I, libro II. 34 Esto se puede comprobar, no solo por la afinidad lingüística a tratar, sino por las coincidencias de apellidos de comunidades pewenche y lafkenche. Entre esos ejemplos, podemos citar a Juan Neculman, famoso en la “guerra a muerte” como aliado Pincherista y Cacique goberbnador en Malahué, Mendoza (1806-1832) Este cacique era oriundo de Llico. Parcialidades del apellido Manquepi son oriundos de Choll-Choll, migración efectiva durante la ocupación de la Araucanía.(1849-1883) 98 extendiendo la cordillera de los andes, como frontera, tangente a río Biobío, en el curso del Queuco. Este tipo de ultrafrontera, o meta araucanía, profundizaría más el panorama de los limes fronterizos.

“Los pueblos del Maule, Puntagán, Anchihuenu, Loncomilla, Purapel y demás isleños hasta Longaví, vivían en su gentilismo y barbarie como a la entrada de los españoles en la provincia imperial, por falta de operarios evangélicos. Los Chiquillanes, chillocanes, thithilanes de los andes o Cordillera, Pehuenches o Puelches de sus valles orientales y fronterizos de Chillán, aún no estaban descubiertos” (Alvarez, G. 1981:80)

Las márgenes del río Diamante, es netamente una esfera de influencia chiquillán sensu stricto. Este limes se formalizará en el siglo XVI, desplazándose cada vez más hacia el surponiente de la cordillera andina. Así, el sector de los Andes conchaguinos, bajo hitos como el volcán Tinguirirrica, por el norte, hasta el paso Atacalco y el río Diguillín, la gran mapuchiquillan. Este tipo de delimitaciones se va disolviendo gradualmente hasta el siglo XVIII, donde las parcialidades se funden en lazos sanguíneos y culturales, sobre todo, alianzas y comercialización intensiva, provocando una unidad técnicamente diferenciada, convirtiendo a estos, en Pewenche actuales. Este tipo de pewenche, se distinguen claramente los de convenio hispano, al norte del Antuco, y los mapuchizados, al sur de este hito. De manera política, esto se manifiesta a través del parlamento de 1771 de Negrete, quien procede a formalizar el limes pewenche. En esta convención, el capitán A. O'Higgins, elabora un prolijo y extenso informe en que da cuenta del estado de cosas de la frontera, llegando a concluir

"Empezando por la nación Pehuenche la que ocupa por la parte oriental las ileras valles interiores de las cordilleras desde la altura de la provincia de Colchagua hasta las montañas de Mamelmapo al sur del río Bio Bio i por esta situación bastante inacesible por los montes tan asperos i fragocidad de los caminos, siempre que sean perseguidos por nuestros destacamentos i fuerzas fronterizas, por los que, i por la huida tan oportuna que les ofrece aquellos vetretes i ultimamente trasmontandose hasta caer a las pampas de Buenos Aires en caso de obstinarse a la continuacion inviolable de las paces que se les 99 concedió en el parlamento último celebrado en Negrete, será necesario la concurrencia del gobierno de Buenos Aires i fuerzas ultramontanas cooperando con las de nuestra parte a destruir i desalojar de dichas cordilleras a los pehuenches procurando exterminar a sus guerreros i sacar de allí a sus mujeres e hijos a tierra de españoles; pero siendo mas llegado a la soberana clemencia de S. M. la máxima contraria, se debe procurar primero por cuantas vias sea posible recuperar la amistad i alianza de esta nacion la que hasta la última sublevacion del año pasado de 1769 ha sido generalmente fiel a los españoles"35 (AN,FVM, Vol. 304-D, fs. 5-6).

El diario de Luis de la Cruz da datos mucho más exactos de las parcialidades de la frontera pewenche-pampeana. Este lo establece en el rio Chadileuvú o el Salado de la Pampa, como frontera entre este grupo y elementos pampeanos. El río Cobuleuvú, sería el limite entre pewenche del Neuquén y los de Malargüe36. Intensivamente, el país pewenche limitaría con las crestas del volcán Chillán, en el septentrión, Aunque claramente el enclave de Chosmalal pertenecería íntegramente a la comarca pehuenera. En el Sur, el volcán Lanín acotaría las posesiones de pewemento, aunque la disidencia etnográfica la formalizaría en el Nahuel-huapi, extendiendo la latitudinal hasta los 41º sur. El libertador San Martín da estas mismas indicaciones a la expansión pewenche meridional. Sin embargo, el territorio asignado, aproximadamente 500 a 600 kilómetros en tradición, ha sido resumido en las impresiones de Latcham, que establece los 34º al norte y 41º al sur, transformados a 779.1 km., diferendo a la longitud inicial. En cualquier caso, la existencia de araucaria araucana sería marginal en los espacios del nahuel huapi, por ende, marginal sería la presencia de pewenche. Sin embargo existiría cierta convención conservadora de fijar la “última pewenia37” en el valle de la región del Lonquimay, precisión matizada por confusiones epistemológicas expuesta anteriormente. La conformación de dos parcialidades pewenche, los boreales o picunpewenche, que incorporan la cuenca del Biobio y la del Duqueco, por el norte, cuyo maximun limes sería la comuna de San Fabián de Alico,

35 Informe de don Ambrosio O´higgins dirigido al gobernador Francisco Morales, Octubre de 1771” 36 Véase, Varela y Biset, 1992:150. 37 Mención hecha al consignar a los míticos pueblos árticos con la terminología de Última Thule. 100 con una presencia cultural pewenche, aunque en estricto rigor, pronunciada en las faldas australes del nevado de Chillán; y una comunidad huillipewenche, parcialidad ubicada entre el Biobio y el Volcán Lanín. Incluso las cifras de Villalobos que lo sintetiza más o menos 350 km. En su latitud y de 450 km. En su longitud.38 Estas distinciones son recogidas en el interior de la homonoia pewenche y es necesario confirmar las distinciones culturales que acarrean dichas localidades. La influencia del puelmapu, se hace en evidencia al recopilar la tradición caminera de las veraneadas: La composición logística de las comunidades peweneras de la comuna de alto Biobío, se fundamenta en un conflicto metacultural: de por sí, existen comunidades de apreciación emica “Chilena” (Trapa-trapa/Butalelbum) o de pewenche (Ralco lepoy/Quepuca Ralco). El primero, es netamente incluyente, diferenciando las parcialidades pewenche trasandinas. La segunda, es excluyente, y ponen el énfasis en la dicotomía nacional-natural. Este tipo de desarrollo del imaginario local se amplia con visiones del auca, como un unificador cultural en contra de la modernización nacional. En el lado argentino, Sánchez Labrador (Mediados del siglo XVIII; Sánchez Labrador, 1936,30) registra los primeros registros de ocupación. La evolución del concepto “Pehuenches” como tal, es instaurado por Mariño de Lovera, quien entre los años 1563 y 1584, ubican a estas comunidades al oriente de los andes entre los paralelos 36 y medio y 38, lo que corresponde geográficamente a la región de Valvarco el el norte del departamento de Minas. Miguel de Olavaria, en 1594, los observa en los valles interandinos, con gran predominancia en la región de Neuquén. Esta observación fue confirmada en 1627, por el punitivo capitán Juan Fernández. El padre Rosales, en 1651, al interior de la Villa Rica, flanquea los andes por el paso de Paimún a la zona del Epulafquén, frecuentado a posteriori por comunidades williche y pewenche meridionales del llaima. Estos fueron avistados por Rosales, tribulados por Aucas mapuches. El Padre Rosales conjetura la geomensura pewenche, desde el paso Pichachén (Antuco), “hasta treinta leguas de longitud, aunque la anchura de una legua y media en la cordillera”39

38 Villalobos, 1989:17. 39 Id. 101 “La nación pehuenche se reduce a tres tolderías o más bien vive en tres partes separadas que se contienen en los grados treinta y cuatro y treinta y siete y minutos de latitud sur. Los de más al N. están al oriente de Malule que son los malanguinos; éstos tratan con los españoles de Chile y los de Mendoza. Los del mediodía están al oriente de Chillán, éstos que salen a Vilquico, Chillán y ; y los más al sur son los que están al oriente del partido de Quilquilemu y de Los Angeles, que se divide el rio de la Laja y éstos son los de Antuco por donde he venido.[…] Desde estos pehuenches de Antuco hasta el estrecho magallánico, restan tres parcialidades de indios que todas las llaman huilliches. La primera más inmedianta a los pehuenches son los de Querahueque que es el general, los otros que se le siguen, los de Canigcolo y los otros, los patagónicos.” (Luís de la Cruz, 1953:34)

102 103 Extrapolación etnoespacial norte desde el río Ñuble hasta el río Tinguirririca

Limite Norte : río Barrancas. Volcán Antuco – Cajón de los Trolopes

Limite Sur : Volcán Lanín río Aluminé y lago Huechulafquén

Mapa3. Representación a partit de un SIG, de los límites étnicos pewenche.

3.3.3 Reseña Histórica 3.3.3.1 Protopewenche En un primer diagnostico humano, cuando grupos del área cuyana bajan latitudinalmente hacia los sectores volcánicos de latitudes superiores a los 35º Sur, donde configuran un espacio cultural definido entre los siglos XV y XVI, en el cual las entidades humanas diferían a las actuales. Las formas primarias humanas del iñapire mapu, se les denominaría como pewenche primitivo (Casamiquela, 1969) o pewenche prístino (Téllez, 1993) una clara arqueo entidad de origen mayoritariamente wárpida.

104 Existió antes del descubrimiento de la llegada de los hispanos imperiales a la cordillera, una población movil constituida por grupos humanos de raza patagónida, cultura de cazadores de taxón aonikenk-selknam (Shon) con emparentación tewelche septentrional, dominando la cordillera maulina-cuyana y la Neuquina-Araucana, de comprobada población de cazadores recolectores. Este tipo de grupo humano, es discutido en el Ítem arqueologico del estudio. El diagnostico de las tierras cordilleranas y las pampas se fundamenta en pobladas de bandas de cazadores que basaban su subsistencia, fundamentalmente, en el guanaco y ñandúes, teniendo en la boleadoras su principal instrumento de caza, El desplazamiento terrestre de estas bandas, fundamentado en la caza, especialmente las orillas de lagunas, ríos y arroyos. Sus viviendas eran simples paravientos portátiles, a la usanza de los grupos meridionales, como los aonikenk o selkn´nam, hechos con las pieles de los animales cazados, supondrían formas primigenias del “toldo”.40 Con estos nobles elementos también confeccionaban sus abrigos. La recolección de semillas de algarrobo y/o araucaria ocupaba, junto a la caza, un lugar fundamental. Finalmente, en la zona cordillerana del Cuyo y Neuquén, en el lado argentino; y la zona del Maule, Biobío, y la Araucanía, en el lado chileno. En Chile, grupos mapuches pro-El vergel se encontraban en lazo inicial con los pewenche primitivos, consolidando las primeras formas de contacto intertribales durante los siglo XV, bajo una figura de “pewenche cuyano”, emparentado a grupos “Huarpes” de base económica pewenera, con bosques de araucarias cuyos limes boreales llegaban a 37º50, grupos que tuvieron alguna influencia directa con mitimaes de la zona cordillerana entre el Maipo y el Itata. En este espacio imperial, los pewenche primitivos solo podían ser testigos rapaces de la expansión austral del tahwantinsuyu. Siguiendo el mismo autor, este señala además que vivían en los toldos de Caleufú, Huincahual y Antilehuen que eran pewenche. lnacayal, su hijo, había nacido de madre Pampa; Agustín y Jacinto eran tewelche y el mocetón ara de origen huaicurú, tribu que habita cerca de Magallanes.

3.3.3.2 La tewelchización de la cordillera pewenche

105 La llegada de grupos de cazadores recolectores, desde la patagonia interior y citerior, condujo a que la antigua población pewenche sufriera la tewelchización, sobre todo del grupo septentrional austral, que penetró a la cordillera, en el periodo de las grandes migraciones patagónicas del siglo XVI. Este tipo de desplazamiento, se debió fundamentalmente, a las condiciones de sequía internas que vivía la región41Aparecen en este panorama, los pampas Mendocinos australes y/o Neuquinos boreales, para referirse a los habitantes del S de Mendoza v N de Neuquén; En cuanto a los habitantes de Neuquén cordillerano v partes contiguas del territorio chileno, reservada el nombre de pewenche primitivo, estrictamente para los indígenas del Centronorte de esa región (hasta la porción cordillerana S de Mendoza) del siglo XVI y a lo sumo comienzos del XVII. A partir de esa fecha hablaría simplemente de tewelches Septentrionales boreales o cordilleranos neuquinos, hasta la araucanización masiva. (Casamiquela, 1969:129) Existiría una migración de tipo pampeano, desde comienzo del siglo XVII en el sur de la región cuyana; aunque los malones pewenche se hacen sentir desde mediados del siglo XVII. Como las entidades fundacionales cordilleranas estaban en un panorama etnológico diferenciable, tanto en su semiótica, como en su semántica, las fronteras y su influencia son un problema poco resuelto, más por extrapolación regional, que por la gran diversidad y similitudes de las arqueopoblaciones contiguas al iñapire mapu. En sentido gráfico, existiría en este momento, un movimiento masivo de grupos tewelche patagónidos, hacia el noroeste, que culminarían con la asimilación de los protopewenche, pewenche primitivos o prístinos. Existe una fuerte actividad prototewelche en las fronteras de la pewenia oriental, por la revistalización de grupos circunpampeanos cuya matriz gravitacional, sería el area neuquina. En el área del cordillerana maulina-cuyana, existiría una presión warpída, presumiblemente

40 Véase subítem vivienda en este informe. 41 Existen datos geoclimaticos que inducirían a pesar en fuertes oscilaciones termicas que condujeron, a inicios del siglo XV, sobre todo en Europa, a un periodo climatico complejo, suponiendo que estos grupos se movieron en función a conductas alimentarias, como a presiones cinético-demogrtaficas de grupos láguidos, fuegidos y amazonidos. 106 cazadores. En el sector neuquino-araucano, habría permeabilización de pámpidos, aculturados, sin embargo, por tewelche septentrionales. El sur, en los confines del Limay, estos poseían una fuerte frontera con los günün a künna. Casamiquela, establece que los querandíes y los pampas del área pampeana cordo-bonaerence y pampeños centrales constituían étnicamente, una porción boreal de los tehuelches septentrionales.

“La nación mas poderosa es la de los Thuelches, que son los famosos Patagones, de quienes tantas fabulas se leen en algunos Viajeros…” “Los Sanquelches (Sankül-che)” Gente de los carrizos”, peguenches, vilimoluches “Gente occidental-austral”, y muluches en el fondo no componen sino una nación dividida en estas parcialidades. Es Verdad que una parcialidad distaba de otra de 80 a 100 leguas…Todas estas parcialidades tienen sus habitaciones en las la gran cordillera de Chile”…Obviamente los Sanquelches son los habitantes del área pampeana central y parcialmente septentrional; Los , habitantes del Norte del Neuquén y Sur de Mendoza; Los pehuenches, Neuquinos cordilleranos centrales… (Casamiquela, 1969:47)

Estos misma filiación de los puelche, ranqueles, tewelche, mapuche, los llamados "manzaneros” y la movilidad que estos cargaban tras la incorporación del caballo, provocó que llegasen a las inmediaciones de la cordillera, e hicieron a los pewenche conglomerado étnico cuyos rasgos físicos y culturales se indistinguían a medida que avanzaba el siglo XIX. Guillermo Eloy Cox, quien en 1862, en viaje hacia la Patagonia, descubre que la homogeneidad de la raza pewenche había desaparecido ya que "que Huincahual, viejo cacique de los pewenche había casado con una mujer pampa” y que Pascuala, mujer de un cacique serrano, había nacido entre los tewelches. y al cacique Anuncar, los Williche, "le habrán arrebatado su mujer en una maloca. La mujer de Inacayal, hijo del cacique Huincahual era Pampa42. En suma, la tewelchización de los pewenche prístinos, sed realizó en base a conglomerados biraciales (warpe-pámpido), y estos disolvieron el sustrato población, presumiblemente, antes del siglo XVII.

3.3.3.3 La mapuchización de la cordillera pewenche

42 Nardi. Op.cit. 107 En el complejo proceso histórico de entonces debemos destacar dos aspectos, casi con sincronía. Por un lado, y como resultado del contacto con los cristianos, los cazadores pampeanos incorporaron un conjunto de productos europeos, entre los que se destacó el caballo, con Buenos Aires, Santiago y Concepción como núcleo irradiador, así como costumbres y hábitos asociados a los mismos; El segundo aspecto, la población protopewenche tewelchizados va a ser afectada notablemente durante mediados del siglo XVI de una de las mayores migraciones patagónicas: Este proceso transcultural va a ser llamada por los etnohistoriadores como “la araucanización de la pampa”. Abarcó tanto las vertientes orientales de la cordillera andina, como también las extensas llanuras hasta Buenos Aires y el Atlántico, constituyendo la unidad koinonoica más grande de Latinoamérica.

“para comprenderlo es necesario dirigir la mirada hacia las Pampas y evaluar dos procesos simultáneos: el crecimiento de su masa ganadera y el rol de los maloqueros., en la llamada "araucanización de las Pampas". Como ganado cimarrón primero, y luego en las estancias, la masa ganadera que llegó a las pampas con los primeros españoles experimentó un extraordinario crecimiento, generando una riqueza que muy pocos valoraron, salvo un segmento de la sociedad mapuche. Ese descubrimiento habría tenido un enorme valor para la constitución del espacio fronterizo que conformaron la Araucanía y las Pampas, pues favoreció su propia articulación interna y la articulación de toda la región con el resto del imperio, acelerando 0 reorientando la "araucanización de las pampas”. (Pinto, 1996 p.22).

Esta extensión territorial dio a la luz, una unidad cultural inusitada hasta este tiempo, no solo por la extensión y estabilidad, sino además, por el componente conectivo y asociativo, como la presencia de grandes regiones de administración autonómica, una lengua universal y una moneda única. Este tipo de antecedentes, va a ser el que va a iniciar un horizonte fronterizo, proceso finalizado a fines del siglo XIX, propósito de este trabajo, al fragmentarse no solo la unidad fronteriza, sino perneando culturalmente las asociaciones fundacionales de la pampa, cordillera, valle y litoral indígena. Este proceso, iniciado después que los españoles se asentaran en las playas rioplatenses y

108 ocuparan Chile central, y el imperio inca en su fracción Kollasuyo, ejerciera presiones demoterritoriales efectivas en la zona del Chile central. El valor de los elementos de origen chileno en la cordillera y pampa fue advenida precozmente por etnohistoriadores argentinos, aunque discriminando la sociedad indígena dando el énfasis a la guerra fronteriza con el indio, incorporando al “auca”, etnónimo colonial, asociando esa presencia en las pampas con el incremento de la actividad bélica que se registró a partir del siglo XVIII y, especialmente, en el XIX.

Por ende, encontramos posturas disímiles entre el proceso sensu stricto de la araucanización pewenche. Existe una escuela clásica, (histórico-cultural) que consideran que el proceso transcultural se había concretizado a mediados del siglo XVIII, bajo pruebas tacitas de poblaciones chilenas en plena cordillera y en la pampa. Esta visión, era sustentada en la presencia de nuevos elementos culturales vinculados a nuevos estratos de población. Opuesta a este paradigma, el poblamiento tardío de mapuches a la cisandina, basados en las pesquisas de poblaciones locales trashumantes, y a las minuciosas formalidades lingüísticas, culturales y raciales, con una comparación sistemática de estos elementos con los grupos mapuche a través de fuentes cuyos métodos popperianos, favorecían a la estereotipización cultural de entidades cordilleranas. La araucanización, como proceso efectivo, estaría supeditada a dos fases. La primera, con la difusión de influencias y elementos culturales de naturaleza chilena que fueron incorporadas a la zona tras cordillerana; y la segunda, al asentamiento progresivo de mapuche chilenos. (Madrini, op.cit.:58) Este proceso, iniciado en el siglo XVI en la zona de estudio, para extenderse por simple difusión, hacia las provincias cuyanas y neuquinas. A posteriorí, iniciaron la conquista del mamül mapu, el basto territorio pampeano, bajo enclaves poblacionales de mapuches y pewenche mapuchizados, al interior. Estos a su vez, difundían los elementos culturales “endógenos” a poblaciones nativas, transgrediendo sustancialmente el panorama cultural. Este tipo de contactos de poblaciones cordilleranas chilenas datan inicialmente durante el siglo XVI. Garay pudo ver, en 1582, cerca de la actual ciudad de mar del plata, indios con mantas que, según le informaron, provenían de Chile. (Ibíd.)

109 El principio generador de esta corriente humano barlovental, sugiere analizarse en una primera instancia, a propósito de la anterior cita, bajo patrones económicos. La fuerte demanda de núcleos mapuche sobre animales menores, las plumas de avestruz., la sal comestible, las piedras bezares, y a posteriori, caballos alzados y cimarrones, vacas y ovejas,

“Desde el sur de Mendoza hasta el norte de río Negro hay numerosos pasos y boquetes a lo largo de la Cordillera que, en general, van disminuyendo de altura de N a S desde 3.170 m a 1.000 m Se conocen no menos de 137, entre aproximadamente las latitudes de 35º S y de 41º30' S. De ellos, 30 corresponden a Mendoza (la mayoría entre 2 600 y 3.000 m de altura); 101 a Neuquén (la mayoría a 2.000 m de altura o menos; y 6 a Río Negro (a menos de 1,500 m)” (Nardi, 1982: 13)

Bajo este pequeño análisis de los pasos fronterizos, totalmente permeable a los caballos y carretas bajas, por la zona Biobío-Neuquén (Oloscoaga, 1935:60), se entiende que el lugar de penetración de los grupos mapuche hacia la pampa, tuvo que ser en la zona comprendida entre el Biobío y el Villarrica. Aún así, existen pasos paradigmáticos, como el paso Pehuenche, y el Planchón, en zona maulina, responsable este último que en 1772 cruzara el cacique Puelche Chiyurllame de Mendoza, con apellido mapuche (curihuanque 'avestruz negro*). Los pasos pewenche sensu stricto mas transitados, son el paso Pichachén, Copahue y Pucón Mahuida, en la zona del Biobío, como el famoso paso de Villarrica, aunque este sea compuesto por una red efectiva de 15 pasos, que permiten integrar esta zona, con el sistema lacustre de Tromén, Quillén, Hui Hui, Rucachoroy, Pilhué y Ñorquinco. El Huechulafquén era cruzado o costeado para comunicarse con Valdivia, y esto lo podían haber hecho por los pasos de Cañirre, Quetrú, Carilafquen y Paimún, En Río Negro está el celebre Paso de los Vuriloche, custodiado celosamente por indígenas del Nahuelhuapi en plena colonia. En la zona de estudio intensiva, entre el Antuco y el Lonquimay, se encuentran una red de senderos efectivos, donde el arreo y el traslado de las comunidades del Biobío y el agrio se comunicaron desde inicios del siglo XVIII.

110 Los lindes septentrionales en el área de estudio, se enfocan actualmente en los Barros, en los bordes del volcán Antuco. Este trifurca en los pasos de Desecho, Pichachen y Picunleo. En la zona central, os pasos del Copahue, se acompañan con senderos como el Pinuchaya y las Bayas, conectando la zona de Trapatrapa con los colindantes salinas de Ilo y las comunidades de Carviahue y Chosmalal. El paso de Pucón Mahuida, se encuentra acompañado además, por el de los Coliqueo, siendo el de Coliqueo Norte y Coliqueo Sur, los que comunican las tolderías del Agrio con la sección de Guayalí. El sendero Comalito, el Lindero Negro y el Coyuchue, une el sector de Troyo, con las proximidades de Reuquecura. En 1653 Rosales (1, p. 176, 203, 257) consigna los topónimos Nahuel-Huapi y Epulabquen y el nombre del cacique pewenche Antulien, como mapuche. Además acota que el cacique Puelche neuquino Malopara hablaba en su lengua y en la mapuche. En 1654 el cacique Pehuenche Inaqueupú pasa los boquetes de !a Cordillera que caen a Chillan (Chile). En 1658 hay un Pehuenche Colemagüida entre los que suben a Mendoza para una junta de indios. Este tipo contacto temprano en el siglo XVII en la zona de Neuquén, va a cuestionar a los pewenche como una etnoidentidad particular, ya que su contexto geográfico es netamente de transito, formalizando en la zona, un corredor bioceánico, uniendo las comunidades del pacífico de Tirúa-Puerto Saavedra, con los bordes atlánticos de Bahía Blanca. Nótese en el análisis posterior de la lengua, y sus semejanzas entre pewenche y lafquenche. En el siglo siguiente se registra no sólo la difusión de la lengua mapuche sino también la presencia física de dicha étnia. En 1707 ya se ven Mapuches por San Luis y Córdoba; en 1710 se los ve en la campaña de Buenos Aíres y en 1726 llegan Aucas a Carnerillo, Córdoba. Según Gerónimo Pietas, en 1729 los pewenche ha- blaban mapuche. En 1740, el cacique Pampa Serrano Cangapol (hispanizado como Bravo) dirige un malón sobre Arrecifes, Luján, Matanzas y Magdalena, aliado con mapuche, Pampas cordobeses y pewenche. Según el P. José Cardiel, en 1746 los Serranos de Buenos Aires entendían la lengua de Chile. En 1750, los Serranos de visita en la ciudad Buenos Aires usaban prendas tejidas (Ponchos y faldas) de origen

111 mapuche; los Pampas más cercanos usaban adornos de metal del mismo origen. Era general entre los pampas, la presencia de tejidos y adornos mapuche. Para el otro extremo de la frontera, el P, Bernardo Havestadt nos informa en 1752 que en el S de Mendoza sólo los viejos hablaban Puelche hablando mapudungu. El religioso confirma en sus escritos que los caciques Marivuta y Huelecalquin se escriben en mapudungu. Hay que tener en cuenta que las vaquerías duran hasta 1750, y con la gran disminución del ganado alzado y cimarrón fue necesario practicar la ganadería en estancias y con rodeo de animales. Entonces comienza la época de los malones de los indios para conseguir su alimento preferido y ganado para comerciar. Se aprecían con fuerza, toponimos en mapudungú, en la zona del Neuquén, confirmado en el mapa de Falkner los ríos de los Sauces, Barrancas, Colorado y Negro, tienen si equivalencia en dicha lengua (Hueyque Leuvu, Huaranca Leuvu, Cum Leuvu, Cusu Leuvu). Incluso, se aprecian saludos en mapudungú, en el parlamento pewenche de 1787, en la Villa de San Carlos, Mendoza al dirigirse éstos al jefe español: "iMari mari peñi, Gran Capitán". (Nardi, 1982: 13)43

43 Mayor información sobre la araucanización, véase Ortelli, 1994,1996, Madrini y Ortelli, 2002:237:259; 112 113 Tewelches septentrionales boreales Grupos Tewelches septentrionales Wárpidos australes (Gününa Küna)

I------Área Pewenche originaria------I I rea Longitudinal de rea Longitudinal Á I-- ocupación Pewenche originario-- Pewenche ocupación Penetración protomapuches çhollcholes, abajinos y nagches a la pampa Argentina Presión promauca

Mapa 4. Carta entregada por un SIG que muestra las migraciones fundacionales de la cordillera pewenche durante inicios del siglo XVII. (Elaborado por el autor)

3.3.3.4 La hispanización: la transformación a cultura ecuestre

Siguiendo el proceso de irrupción de los elementos mapuches en zona cordillerana, en su primer momento, este tipo de población no fue sometida a un poblamiento masivo de la cordillera. De hecho, este elemento, fue un pasillo expedito, para el tráfico ganadero de la región, en especial, caballos, los que les permitía volver a las zonas fértiles de la depresión intermedia chilena. Este tipo de migraciones estacionales, era en forma de oleadas, dependiendo el mercado de las cabezas de ganado, o incluso, la cordillera se convertía en buena parte en una feria o mercado ganadero, ya que los mapuche pewenche, como parcialidad étnica, compraban estos animales a los indios pampeanos, que actuaban de intermediarios, o bien ellos hacían transacciones en

114 forma directa. Este tipo de mercado, no es entendible sin desconocer el proceso de la araucanización pewenche. De hecho, uno de los mayores propósitos de estas ferias fue precisamente, que los mapuche pudieran comprar compulsivamente caballos a los pewenche, para pertrechar la guerra de Arauco. Esta mapuchización incorporó a las poblaciones cordilleranas de una homonoia y una koinonoia común, estableciendo un duro debate si estas poblaciones devienen per sé, o son un apéndice ultra araucano, de caravaneros mapuches adaptados a la vida andina. Este tipo de sincronía propone la adopción de una nueva figura cultural, el mapuche pewenche, nombre compuesto de este crisol, donde el elemento equino formalizaría una movilidad impresionante. De hecho, este animal va a proponer a estas parcialidades, un trafico in creccendo de ganado, configurando un actor protagonista en la vida colonial en ambas vertientes. La introducción del ganado europeo, en especial del caballo, llevó a la incorporación de una serie de rasgos culturales que han sido denominados complejo ecuestre (horse complex para los antropólogos norteamericanos). Este dio un barniz común a etnias cazadoras y agricultoras, que fue la fuente de problemas para la interpretación y clasificación histórico-cultural de algunas agrupaciones. Sin embargo, la incorporación de los nuevos elementos pewenche, sobre todo, la adopción conciente del ad mapu, y del caballo, condujeron a un análisis mayor, para entender distinciones y fenomenologías transitorias entre estos estadios. Madrini da un resumido panorama del debate etnodoctrinario del tema

Los etnólogos, especialmente aquellos vinculados a la escuela Histórico-Cultural, manifestaron en cambio algún interés por el análisis histórico. Su esfuerzo se orientó hacia la identificación de distintas etnias y sus niveles culturales así como a la asociación de las mismas con las distintas corrientes de poblacionamiento de América. En este análisis tenían particular valor las fuentes históricas, especialmente aquellas que reflejan la situación de la región antes del proceso de araucanización. Sin embargo, la interpretación del proceso histórico por parte de estos etnólogos fue superficial y simplista. Aunque variando en los matices, la idea de una población de cazadores y recolectores convertidos luego en cazadores ecuestres por la incorporación del caballo, que combina la caza y el saqueo y el pillaje en las fronteras, se impuso contundentemente. El concepto de complejo ecuestre, tomado en forma acrítica de la antropología estadounidense, les brindó el sustento teórico necesario. 115 Como veremos, incluso la expansión de los araucanos en las pampas fue encajada en tal interpretación. (Madrini, 1992:57)

Los antecedentes chilenos de esta singular irrupción constata Mariño de Lovera (cdhch, t. VI, 1865), ya en 1580, mención a que muchos indios ya lo manejaban muy bien. Alonso González de Nájera, militar de profesión, a comienzos del 1600, nos dice que los indios de Chile aventajaban a los españoles en el número de caballos (cdhch, t. XIV, 1899). En la vertiente oriental, Domingo Martínez de Irala, al despoblar súbitamente Buenos Aires, en 1541, deja en libertad 5 Yeguas y 7 caballos mientras el Fraile Juan de Rivadeneyra aumenta su número a "cuarenta y cuatro caballos y yeguas". (Cabrera, 1945:319) En el Tucumán se introdujeron caballos entre 1542 y 1550, y Juan de Garay trajo desde Asunción a Buenos Aires en 1580 un millar de caballos (Giberti, 1961:20-22). Esta temprana proliferación del caballo alzados y cimarrones a los iniciales espacios anecuménicos de América (Llanuras venezolanas, Patagonia y Pampa Argentina), fue favoreció por las condiciones ecológicas propias de estas regiones. En 1599, el Gobernador Diego Rodríguez de Valdés y de la Vanda calculaba que había más de un millón y medio de caballos; más que en toda España, Francia e Italia. (Madero, 1939; fide Nardi, 1982: 13). El clérigo Lozano, un siglo y medio después, describe el paisaje pampeano corno

“espesos y movibles bosques, atropellaban a los viajeros y hacían desbocar a los caballos y bueyes de los viajeros que transitaban”. (cf. Leonhardt, 1924:295-300)

El Padre Tomas Falkner (p.69) cuenta que en 1744 lo rodearon los baguales durante 15 días y, a veces, pasaban tropillas a todo escape sin cortarse Por dos o tres horas, En épocas de sequía, los cadáveres de los animales muertos de sed formaban como cerros que confundían a los viajeros. Las Pampas eran una enorme estancia (Sánchez Labrador, p 33-341). A fines del siglo XVIII Azara calculaba que haba 48.000.000 de cabezas de ganado cimarrón. (Nardi, 1982: 13) Este proceso de ecuestrización indígena va a ser un fenómeno global en América. El núcleo se va a formalizar en Norteamérica en nuevo México, ya que en 1630, se comenzaron las apropiaciones caballares de las grandes haciendas españolas, 116 traficando y estableciendo frontera. Algunas parcialidades como los kiowas, cheyenes, omahas, apaches. cherokees, choctaws, chickasaws, creeks, seminolas, sarcee, pieles negros, assinoboin, gros ventre, hidatsa, crow, mandan, arikara, yanktonai siux, shoshón, tetón siux, ponca, yankton siux, santee siux, omaha, pawnee, oto, arapajó, kansa, Missouri, kiowa, osage, quapaw, comanche, wichita, kichai, tawakoni, tonkawa, en Norteamérica, o en la parte sudamericana venezolana, los llaneros caquetíos o guahibos; y en la localía panpatagonica, con los pampas, ranqueles, milcayac, aonikenk, puelches, chiquillanes, marcollanes y huilliches piemontanos, se vieron fuertemente influenciado bajo un principio equino-fornterizo. Va a ser el caballo el que conferirá a los pewenche, el carácter de cultura telúrica, por el tradicional efecto de las comunidades trashumante a incrementar la capacidad bélica, maloqueando establecimientos ganaderos hispanos44. Se adoptan lanzas largas, de más de 4 m, en sustitución gradual del arco y las flechas. En 1658, los pewenche mantienen intercambios bilaterales con mapuche para conseguir estos llamados fustes Aucas -además de otras diversas prendas- a cambio de plumas de avestruz y caballos. Según el Gral. José Maria Paz, se trataba del arma más formidable para la caballera de aquellos tiempos.

"Frente al toldo se encuentra siempre un caballo ensillado, con la peli- grosa lanza plantada en el suelo al lado de él." (Poeppig. op.cit.:393)

El pewenche se transformó en cazador de caballos, incorporando la carne de estos a su dieta tradicional, en forma de charkí, grasa derretida o bebiendo ñachi, o sangre. Con ésta se preparaban embutidos o morcillas, bocado reservado al dueño del sacrificado yegüerizo para degustar en celebraciones. La sangre también se empleaba para lavarse los cabellos y lograr fortaleza por acción mágica. Su corazón palpitante colocado sobre el pecho de una criatura la curaba de males pulmonares y su grasa era usada para recargar chonchones, pieles de estos cuadrúpedos eran usados para cubrir los toldos, mantos, botas, monturas, y su uso se extendió hasta la talabartería. Inclusive, la tradición de los epew, retrata una

117 cosmovisión pewenche marcada en la presencia de este animal. Los ejemplos del caballo blanco del Kallaki, o del Toro saliendo de la laguna Inaprachewe, Este tipo de reseña se complementa con la iconografía sanitaria hípica, en el “machitún" o curación de los enfermos, con que la machí activamente da protagonismo al caballo en los ritos del "molbiuntun" y la "mareupupiguelen" (De la Cruz, 2004:108) o con las marchas fúnebres basados en testimonios del jesuita Bernardo Havestadt y del alcalde Luís de la Cruz, explicando la presencia de jinetes en el desarrollo de estas ceremonias fúnebres, extendiéndose incluso a ámbitos sexuales con el uso íntimo del weskel. Las carreras a caballo fueron una de las diversiones frecuentes, además de las empresas de boleadas de animales, que incorporaron al caballo como un elemento necesario. Se acopla este animal a la vida total de los pewenche

“Son afectísimos al caballo como que todo su ejercicio es en ellos se sientan curiosamente en la silla y son diestrísimos y muy sueltos para correr, revolver y hacer otras funciones. Los frenos y avíos son iguales a los nuestros. Sólo los distingue un sudadero tejido de labores preciosas que ponen debajo de la silla, que cubre el caballo desde la cruz y espadilla hasta los cuadriles e ijares. […] pero estos indios todos traen estriberas, o de arquimia o de fierro o de un palo elástico que llaman pylo, del que forman un aro para suplir. Raro es el pehuenche que no tiene cabezadas forradas de plata y espuelas lo mismo.[…]Todas las pehuenchas son también aficionadas al caballo y muy jinetas, como que son las campañistas y que ellas salen a las permutaciones con las cargas, y a las guerras á despojar, como diré con más explicación en su tiempo.” (Luís de la Cruz, 1953:34)

Se formaliza culturalmente a esta parcialidad como sociedad ecuestre ganadera y pastoril, donde el caballo, otrora símbolo malón, iniciará en estas comunidades, un marcado acento al tráfico ganadero, iniciado desde época colonia, hasta hoy45.

44 Véase para relaciones fronterizas hispanicas, Varela, Font y Cúneo, 1977:77-95; Villalobos, 1989; Pinto Rodríguez, 1996; Silva Galdames, 2001; León Solís, 1999; 409-476; Orellna, 1992. 45 Véase para las transformaciones de la pampa en torno a la oleada ecuestre, Palermo, 1986, 1988; Leiva, 1981-1982. 118 El mismo Luis de la Cruz, al llegar a la zona del Pichachén, da muestra en otoño, de por lo menos, seis arreos a la zona del colorado, límite del territorio pewenche

“…Regulo que el tiro que estos bárbaros hicieron pasó de 5000 cabezas de animales mayores… Separados en tres grupos menores de entre 1500 y 2000 babezas cada uno…” (Luis de la Cruz, 1969:201)

La transformación paulatina de los pewenche en jinetes, fue iniciada a finales del siglo XVI, demanda adquirida inicialmente en las empresas de caballadas de manadas cimarrones pampinas, pero también robándolos de las incipientes haciendas coloniales españolas.

El circuito partía de las pampas, sobre todo con ganado en pie y cargamentos de sal, cruzaba la cordillera por los boquetes de Neuquén y se entregaba en Concepción, y de allí se trasladaba hacia el norte. Una vez en el Valle Central, se procedía a engordar el ganado en los pastizales, a preparar el tasajo con la sal importada, y se terminaban de ajustar los demás elementos para reexportarlos hacia el Potosí. La organización y consolidación de este circuito comercial significó un profundo cambio en el área. Fue un proceso lento, por el cual los pehuenches fueron recorriendo y ocupando los pasos cordilleranos, tomando contacto con otros grupos, ya europeos, ya indígenas, hasta consolidar sus rutas por el sur de Mendoza y Neuquén. (Lacoste, 1998:45)

La conectividad y la accesibilidad quedaron cubiertas completamente con el caballo. El coronel Lucio Mansilla calcula una jornada india a caballo de 30 leguas al galope (Mansilla: 1947:251) Asimismo permitió el transporte de cargas mayores, como el toldo, y llevó a adoptar modelos de cuna especiales para llevar en el anca del caballo. En el tráfico comercial, para llevar las pesadas cargas de sal u otras mercaderías, dará un dinamismo inusitado a la economía pewenche, transformándose en sí, en un producto de trueque. El precio de la novia y el pago por homicidios (reales o atribuidos a daño) incluía caballos. El valor del caballo podía variar. Según Luis de la Cruz (íd), por 16 yeguas conseguian un poncho, una manta o un chamal. 119 Fig 5. Comerciantes conduciendo una recua de mulas y caballares por Antuco. Litografía, Farmín, Le Chili.

"Los caballos de raza predominante entre los pehuenches, y que constituía uno de los objetos del antiguo comercio, son todavía muy buscados; se les reconoce por ciertos síntomas exteriores, sobre todo la cabeza ancha y las grandes pezuñas, que son informes, pero que prestan mucha utilidad sobre las lavas. Llama la atención la frecuencia de un pelaje manchado de dos o tres colores y un iris azul. Aventajan en resistencia incluso a la raza chilena, y son tan seguros como mulas en las elevadas montañas". ( Poeppig, op.cit.: 387)

En un primer momento, el ganado vacuno no tuvo tanto interés para el indio, pero en la segunda mitad del siglo XVII comenzaron a manejarse prendas y celadas de cuero de toro, y a fines del mismo siglo los Pampas comenzaron a proveer de vacas cimarronas o alzadas a otros indígenas y a los españoles, incluso de Chile46.

"controlar rodeos [rebaños de animales] que pastaban en valles relativamente alejados de sus tolderías" (Biset, Varela, 1990:31)

Se comienza a establecer en los pasos cordilleranos, especies de ferias y mercados de cabezas de ganado. El parlamento de Lonquilmo (3 y 7 de enero de

46 Véase para el tema ganadero pewenche, Varela y Biset, 1992:149-157; Ramayón, 1979; Madrini, 1992; Nardi, 1982 120 1784) se reguló la realización de ferias comerciales en determinados puntos de la frontera, durante los meses de octubre, diciembre, febrero y abril. A estas ferias periódicas acudirían mercaderes indígenas e hispano-criollos llevando sus respectivos productos y manufacturas dispuestos para el intercambio”. En este mismo parlamento, los pewenche de Ancan vendieron alhajas y caballos producto de los malones en las pampas. Los parlamentos del siglo XVIII, principalmente los de la segunda mitad, "tuvieron entre sus objetivos fundamentales ordenar el comercio fronterizo. Fijaron centros de intercambio, prohibieron el trueque de determinados elementos, y llegaron a establecer impuestos a la compra y venta de artículos en la frontera. (Nardi, 1992: 17-18; González, Torrejón; 1993: 99). La aparición del termino vernáculo “malowg”, o malón en sentido estricto, o de la maloca, como forma de incursión bélica efectiva, ejercida o ejerciendo, respectivamente en torno a sociedades pewenche, fue asimilada a la mera tenencia del caballo como motor conectivo frente a las condiciones ortográficas del panorama cordillerano. Va a ser este animal, el que le confiera a los pewenche, la capacidad seminómada y trashumante, asimilada a la economía pastoril típica de sociedades cordilleranas. El caballo permitió a este grupo, la consolidación de los espacios ultracordilleranos, y establecer una delgada línea de discriminación ecocultural, conformando un espectro étnico pampeano y cordillerano, cuyo término como unidad étnica independiente, fue paradójicamente, pauperizado en función al equino castrense del plan Rozas- Urrutia, hasta fines del 1883.

“El caballo fue declarado articulo de guerra y prohibida su extracción por agua o por tierra del territorio del Estado. Un decreto, firmado por Rodríguez en mayo 23 de 1829, declaraba articulo de guerra, los caballo…Rozas, en enero 27 de 1830, expone la necesidad de señalar para el servicio del Estado las caballadas y garantir con ello las líneas de frontera. En 1838, en atención a que el caballo era el más importante elemento de lucha para la lucha con el indio, se acordó que el ganado mular y yeguarizo fuese considerado como articulo de guerra, quedando enteramente prohibida su extracción por agua o por tierra en todo el territorio del Estado, desde que era una necesidad del país, el asegurar por todos los medios posibles la defensa de sus 121 fronteras y garantir la conservación de los valiosos territorios hasta entonces rescatados al salvaje” (Ramayón, 1979:12-15)

Antecedente de la exclusividad del caballo, están las leyes de Indias (Libro VI), donde estipula que los indios no deben andar a caballo, no pueden transportar armas, no se podían transportar de un pueblo a otro, no podían practicar la poligamia ni vender a sus hijas para casamiento, aunque en la practica va a ser letra muerta. La decadencia de las culturas ecuestres libres, objeto de este estudio, va ser catapultado, por su mayor motor cultural

En el diario El nacional se cita “Desgraciadamente a los indios no se les combate con palabras, sino con dinero, soldados, caballos y armas” (id.:13)

3.3.4 Panorama y contorno étnico

Se formalizan en este espacio etnográfico, en Chile, los Arribanos del Malleco, los Maquehuanos del río Cautín, los mapuches del Llaima, Los hostiles Huilliches y Furiloches, en el lado argentino, como Manzaneros, Puelches, Gunún-a-ken, Salineros, Serranos, Mamuelches, Rancuelches (Ranqueles), Querandíes, Puntanos, Laguneros y Milcayac, adyacentes todos, con gran contacto humano inicial (frecuentemente de tipo exogámico), como nómadas recolectores, y luego fortalecidos por el caballo, en la segunda fase de la construcción pewenche. Para ello, los situaremos geográficamente. El panorama valle-cordillerano-pampeano47, en los que estaría las poblaciones pewenche en fuerte contacto serían 1. Pampa, puelche, carayhet o pampa carayhet; o sea, los llamados magdalenistas o matanceros del siglo XVI. (querandí transformados, según Rodolfo Casamiquela (1982) y Ricardo Nardi (1982), en la frontera oriental y norte pewenche.

47 Véase Hernández, 1992:49, a propósito de los datos extraídos de Falkner, lozano y Sanchez Labrador y entregados por María Marta Ottornello y Ana María Lorandi (1987) 122 2. Serrano o pampas serranos, quienes habitaron la zona de Tandil, La Ventana y las serranías hasta la actual provincia de río Negro. también denominados chechehet, tewelhet, leuvuche y pampa diwihet en las crónicas, en la zona del centro oriental pewenche. 3. Giucos, chiquillanes, puelches marcollanes y Auca habitantes del sur mendocino, posteriores integrantes de los ranqueles, siendo esta el area norte pewenche. 4. Pampas cordobeses, cuyanas o , sector boreal de los pewenche 5. Ranqueles, que ocuparon las pampas cordobesas y puntanas, anexo al nororiente pewenche 6. Teweche septentrionales o gununak que habitaron el norte de la actual provincia de río negro, el frente oriental pewenche. 7. Pampa salineros o Ilamalmache, probablemente grupos pewenche australes, que llegaron por vía cordillerana, lindando la zona nororiental. 8. Colonias mapuche argentinos como voroga o vorogano, en el suroriente. 9. Promaucas del Aconcagua, enel noroccidente 10. Mapuche y subentidades moluche, chollcholl, del llaima, huilliches y su subgrupo manzanero, y furiloches, los tres primeros, en el flanco occidental, y los últimos, en el margen meridional.

Tabla 21 Entidades indígenas prehispanicas de la cordillera Tewelchizadas Mapuchizadas Puelche-guénaken (chechehet-leuvuche) Mapuche-pewenche Tewelche septentrional (paynekén, gunu a ken o günüka këna Fuente: Hernández, 1992.

123 Tabla 22 Clasificación etnofilética pampampeana y cordillerana Clasificación Clasificación Clasificación Clasificación geográfica geográfica Clasificación etnogeográfica etnológica relativa absoluta etnológica terciaria primaria secundaria (secundaria) (secundaria) Pampas y Querandíes, Magdalenistas, Matanceros, Serranos Bonaerenses y Pan- cordobeses Boreales Tehuelches pampeano puntanos, Pampas septentrionales cuyanos y Neuqueneses Pewenche, Pampas centrales, puelches, Chiquillanes, Metapatagonico Milcayac. Tehuelche.patagón Nor- Gúnún a Kená, Australes Patagónicos Sudamericanos patagónicos Chewash a kena Boreales Meso P´enk´enk (tensen) Tehuelches patagónidos meridionales Sur Australes Aonik´enk patagónidos Fuentes: Casamiquela, 1969; Vignati, 1963; Hernandez, 1992.

3.3.5 Estructura familiar

Los jefes pehuenches conservan su sistema familiar extenso, con varias mujeres, algunas compradas o raptadas a otros grupos aborígenes, como los huilliches o los puelches; hijos y nietos alrededor de los cuales otros grupos emparentados se organizan en forma jerárquica. Los guillmenes más importantes reúnen varios cientos de lanzas o guerreros.

"Las familias son numerosas, y parece -hasta donde es posible averiguar tales cosas entre pueblos salvajes- que nacen mucho más niñas que niños, lo que no se explicaría solamente por la poligamia,

124 ya que muchos pehuenches pobres tienen que conformarse con una sola mujer”.(Poeppig, id.:397)

Se les dio al componente familiar una importancia sustancial en el modo de vida de estas comunidades. Existía una relativa igualdad generica entre pewenche. Los hombres por la guerra y las mujeres por ser símbolo de riqueza ya que componían la fuerza de trabajo y de apoyo logistico en las correrias, aunque dentro del carácter patrilineal y machista de la sociedad, los hijos hombres eran importantes por que mantenían la línea de apellido; las hijas mujeres resultaban muy caras, pues eran estas la base de la economía: eran quienes labraban, esquilaban, trabajaban en general.

“En ninguna nación son tan utiles las mujeres para las familias como en ésta. En cada una de ellas miran los padres y parientes cierta parte de su hacienda segura, al contrario de nosotros que desde que nacen ya empezamos a trabajar para educarlas y adquirir bienes para proporcionarles una dote, que les pueda facilitar un marido honrado y de igual jerarquía que es bastante difícil. El indio que tienen muchas hijas y parientes, es rico aunque no tuviese otra hacienda que ésta, y por el contrario pobre el que abunda en hijos y parientes varones.” (Luis de la Cruz, 1953, 53)

Los niños eran encargados a los ancianos y se quedaban en la última toldería que hubieran establecido dentro del territorio familiar (González, 2004:18). La educación del Joven pewenche estaba orientada a que fuese jinete y guerrero.

“…a los pocos meses de edad, los niños aprenden a afirmarse detrás de ka madre en la montura…” alcanzaban a ser,”…un grabn jinete a una edad en que nuestros niños apenas son capaces de andar solos” (Poeppig fide Zapater, 1978:103)

La etnohistoria de género pewenche sido muy poco estudiado. La concepción de esta misma, era considerada un elemento reproductor de riqueza, ya que el mantenimiento y los costos de adquisición por las esposas, eran limitados según la acumulación de recursos y de poder, y estas pasaban a producir para el hombre. Existía una fuerte participación de la mujer en las asambleas y reuniones sociales, bajo opiniones y reservas. Sin embargo, la tendencia al machismo de la sociedad pewenche

125 se hace pronunciada, a propósito de los comentarios de, Luís de la Cruz y de Amat y Juniet

“El status de la mujer era recoger semillas del pehúen y conservarlas para el invierno, triturar el maíz entre dos piedras, cuidar el ganado, preparar bebidas alcoholicas fermentando piñones, lacear y ensillar en la madrugada el caballo para su marido, armar y levantar los toldos. Además debía encender el fuego y preparar la comida y tejer”. (Amat y Juniet, fide Zapater, 1978:148)

“…Las mujeres no sólo deben cuidar de las ocupaciones domésticas y labores interiores, sino que también han de atender al avío o silla del marido, a sus frenos, espuelas, caballos, etc., y así son tan pensionadas estas infelices que hacen los oficios de loa esclavos y mucho más. […]Las mujeres deben hilar y tejer para vestir al marido, vestirse ellas y a sus hijos también, deben con sus labores comprar (foj. 204) los trigos, maíces, ají, añil y en fin cuanto necesítan en sus casas de fuera…” (Luis de la Cruz, 1953, 53)

Existe un debate en torno a la poligamia, duramente reprimida en las leyes de indias, aunque en forma émica, era muy recurrente ver a caciques y ullmenes con varias esposas. Estas, para concertar matrimonio, el novio debía pagar a su suegro, tanto caballos, monturas, ovejas, espuelas de plata, adornos y armas. Sin embargo, existía un medio de pago alternativo, basado en vacas y ovejas (Poeppig, íd.:31)

“La poligamia es permitida, pero como es tan costoso casarse con muchas. Sólo la hacen los ricos. Cuando tienen dos o tres mujeres, la más antigua goza de más autoridad y gobierna; a ésta la llaman unencurre. A la segunda manincurre y a la tercera ynancurre. Entre sí, suelen estar celosas, pero los indios hacen muy poco caso de que ellas se disgusten y este mismo desprecio las reprime. Para dormir con elles tienen el régimen dos noches con cada una y no pueden variar de él por la antigua costumbre que es. (Luis de la Cruz, 1953, 53)

Se singulariza de manera regular las familias con tres esposas por hombre, cuya tradición perdura hasta hoy, bajo límite de dos, bajo previo acuerdo panconyugal. En cuanto a la población anciana, formaba una coherente unidad autoritaria de perfiles morales y sociales, el cuidado de estos recaía generalmente en nietos y nueras. En la actualidad la tarea se ve distribuida equitativamente entre familias. (González, íd.) 126 3.3.6 Vestimenta

El vestido estaba constituido por pieles y se completaba con plumajes, tanto para hombres como para mujeres; además los hombres usaban una cubierta púbica de piel, de unos 20cm de tamaño, atada con tres cuerdas; las mujeres usaban delantales que les cubrían desde las rodillas a la cintura. Las mantas de pieles iban también pintadas en varios colores y sus motivos eran también geométricos. Si bien no llegaron a conocer la técnica textil utilizaron en su vestimenta prendas tejidas que obtenían por medio del trueque que realizaban con los mapuche, a cambio de plumeros (penachos de plumas con los que se adornaban), sal y más tarde caballos. Generalmente, los grupos pámpidos se vestían con diversos tupos de pieles, dependiendo de la zona ecologica a la que pertenecían. En el caso de los pewenche, el uso más frecuente era de cuero de oveja.

“El vestido de ellos no es diverso a los araucanos, solamente que en lugar de bragas se enrollan a la cintura, como los japoneses, una manta que dejan caer hasta las rodillas. Llevan una especie de botines o zapatos, todo de una pieza, hechos con la piel que cubre las piernas posteriores del buey, de las corvas abajo, las cuales amoldan a los pies cuando están frescas, dejandoles el pelo por dentro, después de aberlas cocido en la punta. La piel de la pantorrilla misma sirve de talón. Estos calzados con el uso resultan tan blados y bellos que parecen de cuero curtido. Visten calzón chamal, poncho y casquete o sombrero (Amat y Juniet, fide Alvarez, 1981:71)

El ajuar de un pehuenche tradicional, este consistía en: rodilleras, faja, sombrero, manta, calcetas de lana gruesa y chalas; la chiripa, que son una especie de calcetas de cuero o lana larga, y el zahuel (calcetines de lana extremadamente largos), son reemplazados con el tiempo por los pantalones. Los pewenche argentinos usan pañuelo, bombachas, botas y sombrero, a la usanza gaucha. Esta extensa nota de Luis de la Cruz ahorra comentarios

127 “El vestuario que usan estos indios se reduce a dos mantas quebradas de dos y media varas de latitud y de longitud lo mismo. Son tejidos de hilos torcidos a semejanza del barragán;[…] se la envuelven en la cintura, que la atan con una faja angosta y llaman a ésta manta chamal.(suele ser paño de 2º) Sobre esta atadura dan una lazada corrediza a una mancorna de dos piedras (foj. 180 v.) redondas como de peso de dos libras formadas en piel fresca de caballo que las unen con una cuerda de dos y media varas de largo lo que llaman laques o bolas; y la otra que tiene una boca en el centro cerca de media vara se la calan por la cabeza para cubrir con ella todo el cuerpo, lo que llaman poncho. El chamal les alcanza sólo hasta las pantorrillas y aunque muchos traen desnudas las piernas y pies: pero los más usan botas fuertes que las hacen de pieles de huemules, curtidas sobre frescas; con ceniza para pelarlas; y sobadas a mano las dejan tan suaves como el mismo ante, dándole cl color también de éste con la piedra amarilla de que ya traté. Estas botas suelen hacerlas de las pieles de corvas de vaca, de caballo. etc. y es en esta forma: descueran la pierna del animal desde el muslo hasta la uña; la corva lea sirve de talón. La caña de pie y el rnuslo de pierna. […]Regularmente andan con solo el chamal y lo demás del cuerpo en cueros o cuando más con el poncho arrebozado, pues sólo para montar a caballo se calan el poncho, La chupa gala (foj. 181) neada y el sombrero la aprecian en sumo grado. Este se lo ponen sobre el tatilonco y aquélla a raíz del vientre con el pecho. (Es lo mismo entre ellos y por una chupa dan doce animales) (Luis de la Cruz, 1953, 53)

Las vestimentas y sus coloraciones han sido reemplazadas. Lo mismo que ciertas prendas tradicionales. En los extremos, existen los tradicionales calcetines de lana, de manufactura propia, aunque existe un tipo de calzado de cuero de cordero o zumeles, que son botas de cuero de vacuno. Molina señala:

"Llevan una especie de botines o zapatos, todo de una pieza, hechos con la piel que cubre las piemas posteriores del buey, de las corvas abajo, las cuales amoldan a los pies cuando están frescas, dejándoles el pelo por dentro, después de haberlas cosido en la punta. La piel de la pantomlla misma sirve de talón. Estos calzados con el uso resultan blandos y bellos que parecen de cuero curtidó'. (Molina, J.I. Op. cit., pp.153-154.)

128 Las mantas han resistido el paso del tiempo, aún se utilizan de distintos tamaños, formas y colores: blanco, negro y marrón (según el color original de la lana).

“No usan más vestuario que poncho y calzones a excepción de los jóvenes (que llaman generalmente hueniz) que mientras no son casados, según sus ritos no usan calzones sino que los envuelven en una manta como las mujeres (salvo si son capaces de salir a la guerra que entonces se llaman mocetones y se ponen calzones). Este estilo guardan algunas parcialidades de pehuenches” (Amat y Juniet, fide Zapater, 1978:103)

Fig. 6 Telar usado en la comunidad pewenche de Pitril. Foto del Autor.

El paso a la adolescencia o juventud a la edad adulta, se traduce en un nuevo rol y status, figurado en el cambio de vestuario, aunque el uso del poncho y la chiripa estaría restringido, con uso exclusivo de estas prendas para participes de correrías o casados. En las mujeres, se privilegia el uso en la cabeza del chiquel o pañoleta de pelo: "las mujeres siempre han usado pañuelo en la cabeza, delantal, rebozo y joyas (aros); y aun se usa”. (Luis de la Cruz, 1953, 53). Con mayor profundidad, este mismo autor hace una descripción notable del corte pewenche

“Estas indias se visten también con dos mantas, pero son éstas más angostas (foj. 181 v.) A proporción de la estatura que tienen. La una de ellas que llaman quedete se la envuelven al cuerpo

129 dejando la cruazadura para adelante, In prenden por sobre ambos hombros con unos alfileres y lea queda todo el cuerpo cubierto hasta los talones y los brazos desnudos. A la cintura atan un cinto de un palmo o menos de ancho que llaman quepique, cuyo cinto tiene una hebilla para apretar y lo forman de chaquiras falsas celestes que nombran conos. Esta pieza es uno de los adornos en que ellas ponen más cuidado para su lucimiento porque lo suelen matizar de varios colores de chaquiras, Teniendo el cuerpo ya adornado se ponen la otra manta sobre los hombros a manera de capa, que llaman yquilla y ésta la prenden sobre el pecho con un agujón cuya cabeza es un circulo de plata estirada que llaman tupo “(Luis de la Cruz, 1953, 53)

Existía un atuendo de guerra bastante sui generis. Este consitía en un casco y una coraza protectora de golpes. Si existe en el traje una falta de movilidad, se contrarestaba con la virtud en las riendas

Para salir a la guerra tienen unos sombreros de cueros de vacas tiesos con las costuras tapadas con hojas de lata; coleto dei mismo cuero, que es una casaca a manera de aquellas anti guas con falda que les tapa hasta las rodillas y un cuello que les cubre el cerebro. Yo no sé cómo pueden moverse ni qué uso puedan hacer de sus manos. A varios hice vestir de estos aperos, pero estaban punto menus que un tronco. El mornón o coleto lo mantitnen pintado con varías rayas y figuras horrorosas para atemorizar al enemigo. A esto es lo que se dirigen todos los indios y si no lo consiguen son como la veleta. Para la guerra sacan el mejor caballo, el mejor herraje, la mejor espuela, el mejor avío, etc., llevados de la idea que allí llevan aquellas prendas para que no les falten en la otra vida” (Luís de la Cruz, 1953:41)

3.3.7 Adornos

En los primeros tiempos de las parcialidades pewenche, la elaboración de adornos era, en particular, semejante a sus similes vecinos, con un uso peculiar de pinturas faciales. Estos se hacían evidentes en las pinturas de guerra que usaban los mocetones en sus campañas. En las mujeres, las joyas de plata, vidrio o piedras conferían al usuario, un status metasocial, encarnando simbologías hierofánicas como Plata-Luna-Mujer, en forma de pomos de bastón o espuelas, o bien, bajo formas de amuletos. Por consiguente, el trabajo de orfebrería era realizado por la , o un 130 artesano especializado, generalmente anciano, quienes estaban encargados de todo el proceso productivo. Lo mismo con respecto a los peinados muy elaborados y sonoros que describe Luis de la Cruz, que fueron reemplazados por el chiquel o pañoleta de pelo: "las mujeres siempre han usado pañuelo en la cabeza, delantal, rebozo y joyas (aros); y aun se usa”. (Íd.:38) Actualmente los huelpule (aros) para las mujeres persisten dentro de la tradición pewenche. Sin embargo, el uso común de lentejuelas o plasticos afines, supone una epoca de trueques y cambios superfluos. El uso general de la plata, esta reservado para personas de alto nivel social. Luis de la Cruz nos sintetiza en una extensa nota, los usos de adornos.

“A la garganta usan una sarta de estos conos envueltos en dos o tres ocasiones y a manera de rosarios hasta nulo de veinte sartas de Ilancatas de todos colores o chaquíras. En las muñecas de las manos, pulseras y en las piernas otras iguales de las mismas cuentas que llaman quichinque. Para la cabeza trabajan un enrejado de las mismas cuentas falsas o chaquiras que el cinto, manillas y carcañales. Este enrejado tiene la forma de una concha de galápago o tortuga, lo nombran todo entero tapahue pero para explicarlo lo dividen en 3 partes a saber: delantera, casco y trasera. A la delantera titulan tol, al casco tapahue y a la trasera griliatol. […] Del uno y otro costado del centro o tapahue, penden dos sartas de hilo de las mismas chaquiras que son para afianzados en la cabeza; y sobre el tejido de la delantera de chaquiras de otro color, bordan una cruz, figura que les parece la rnás armoniosa A esta alhaja o joya que ellas aprecian en sumo grado, la consiguiente una caterva de varas de hilo de las mismas cuentas para envolverse el pelo, que lo practican en esta forma; […] Atrás de las orejas se atan cada parte y en este estado se calan el tapahue quedando las dos sartas que dije, sobre las ataduras; afianzan entonces aquellas sartas al atracado o ligadura del pelo y con la otra multitud de varas de chaquiras ensartadas, se lo van envolviendo hasta formar una cabal coleta que regularmente les llega hasta una cuarta más abajo de la cintura. […] Las coletas enchaquiradas llaman quitrohue. Algunas que no tienen chaquiras para envolverse el pelo Io hacen en quinchas tejidas de hilado con labores a manera de cintas. En las orejas traen unos grandes zarcillos de plata, cuadrados; n unos aros-, y en los dedos de las manos muchas sortijas. Todos los ensartes que hacen y tejidos de estas chaquiras son en los hilos de nervios que son perpetuos, porque el

131 hilo de la lana sólo lo emplean en sus mantas y ponchos. (Luis de la Cruz, 1953, 36)

Los rubores son utilizado en forma natural por las mujeres pewenche, extraído de un tipo de tierra de color, a la usanza de las sociedades patagonicas, como tambien pintan como u estilo de sombra para los ojos, obtenido de un berberis cordillerano. Sin embargo, los adornos españoles, y posteriormente chilenos, fueron los más apresiados por estas comunidades. Cabe señalar el uso corriente que los caciques daban a ellos. Se depilaban el cuerpo, las cejas, etc., y se pintaban de rojo y negro tanto en las expediciones de guerra como en las ceremonias funerarias. El padre Espiñeira toma nota de estas sentencias en las proximidades de los andes en el año 1758, quien, bajo visita del cacique Catiqueu y su hijo y yerno “En sus bizarros caballos enjaezados, como usan con variedad de chaquiras, abalorios, cascabeles, alquimias, y plumajes, y vestían ellos de sus mantas, y chupas españolas franjeadas, que les venden, y ponen a raíz de las carnes” (Villalobos, 1989: 72) En esta misma obra, se acota una descripción de Espiñeira con referencia a un gorro de un indio, que desamarró para saludarle. Este era de cuero fuerte de buey, tachonado de alquimia y emplumado. La copa tenía forma de morrión. (Íd.)

“A la verdad, era bien original el cuadro que presentaba la reunión de estos Salvajes con sus cuerpos pintados y entregados a una meditación más profunda” (San Martín, fide Vignati, 1953)

132 3.3.8 Arte El arte de estas parcialidades se resume en unos pocos vestigios de pictografias en materias duras, como así en en los mismos grabados de las armas. Sin embargo, la textilería, y el manejo de una extiquisita técnica en la fabricación de ponchos, es lo que caracteriza, por lo menos las parcialidades neuqueninas de las del Biobío. Estas tienen un marcado acento entre colores, que están especificados en el anterior item. Tabla 23 Cuadro sinóptico de el arte pewenche cordillerano Arte Rupestre Pictografía En las entradas de cuevas, separadas por aletas de piedra. Vasijas ornamentales Petroglifos Incisiones en roca al aire libre Grabados Incisión al interior de cuevas o chenkes. Esculturas Hachas o insignias de mando Piedras horadadas Estatuillas Oratoria Oratoria sensu stricto Social: Parlamentos Ritual: Ceremonias Arengas Narración de cuentos, mitos y leyendas Poesías salmodiadas Cantos profanos- Ullkantun Canto Sagrado – Tayil Canturreo con instrumentos o “Romanceo” Bricolaje Tallado escultórico y ornamental en madera. Cestería Voqui, enreaderas, mimbre Cerámicas y decoración metawe ornamental de vasijas Talabartería Curtiduría de cueros y ornamentación Monturas y riendas. Plateria Solo esbozos. Textilería Ponchos con estilos geométricos y lineales Fuente: Mora penroz, 1996; adaptado por Bastías, 2007.

133 3.3.9 Vivienda Asociada a su geografía y a su tipo cultural, la habitación de las comunidades peweche, se caracterizan por su utilitariedad basados en las caracteristicas semi- nomadismas de este pueblo. Este tipo de habitación, es llamado ruko, antecesor del "toldo", vivienda típica en la pampa, cuya principal característica radicaba en su transportabilidad.

“Las casa de los más son de cuero de vaca o yegua, y la mudan tres veces al año” (Pietas, fide Vignati 1953a:12)

El toldo pewenche era morfológicamente diferente al de los aonikenk y los querandíes, consistía en un conjunto de varas largas, generalmente "coligües", que se clavaban en el suelo de forma tal que, tocándose o entrecruzándose en su parte superior, formaban el armazón o esqueleto del toldo; posteriormente éste era cubierto por paños hechos de cueros de caballo o vacunos curtidos y bien cocidos entre sí.48 Existen datos de costumbres premapuche, de la utilización de cueros de auquenidos, como el relato de George Musters, que en 1870, relató que tanto pieles de guanaco “del adulto sirve de cubierta para los toldos”. (Musters, 1979:97) Otro europeo, Poeppig, relata con exactitud etnográfica, los toldos pewenche

“Algunos cueros de bueyes, bien preparados, colocados en forma cónica sobre palos plantados en la tierra, ofrecen suficiente abrigo para los helados golpes de viento desde las montanas y la lluvia del invierno. En aquellos Andes crece el útil colihue, una gramínea arbustiva con tronco ramoso, que se encuentra aún a altitudes en que termina la vegetación de los árboles, suministrándole al indio el esqueleto de su toldo. Sobre una pequeña planicie de pastizales recíen encontrados, el grupo que acaba de llegar construye sus toldos puntiagudos, eligiendo para ello la orilla de un vecino arroyo,

48 Antiguamente la materia prima de los toldos eran de cueros de guanacos, que fueron reemplazadas por cueros de caballos; éstos, a su vez, eran cosidos entre sí con una especie de cordones, que se fabricaban con filamentos extraídos de los nervios del espinazo del equino. (Villalobos, 1991:69)

134 cuya agua heladísima se emplea para bañarse en ella todas las temporadas” (Poeppig, 1960:392)

Fig 4. Ilustración de Eduard Poeppig mostrando toldos cupuliformes pewenche, que asemejan a los típi Sioux. Rugendas posteriormente aporta en imágenes, un tipo de vivienda con base hexagonal apical. Derecha, Toldo selk´nam cupuliformes, con Gusinde, Tenének y su familia. (Gusinde, 1951:128) Nótese el parecido de la vivienda, arquitectura unitaria patagónida.

La facilidad con que se hacía el transporte del toldo se basaba en su ligereza, pues una vez que era desarmado los cueros se enrollaban y cargaban, junto con las varas, en los caballos de rigor. En muchas oportunidades un toldo podía ser cargado en un solo caballo, sin embargo, a pesar de su aparente fragilidad, éste proporcionaba un excelente refugio contra las inclemencias del tiempo.

“Estas habitaciones son portatiles y formadas de pieles de animales en que viven los indios pegüenches en los valles que hallan a proposito entre las cordilleras, mudandolas por tiempos según los parece conveniente a sus familias de unos a otros valles que hallan a proposito entre las cordilleras, mudandolas por tiempos según les parece conveniente a sus familias de unos a otros valles de manera que estos bárbaros vagan con sus toldos desde la juridicción de Chillán hasta el volcán de Villarrica” (Amat y Juniet, fide Alvarez, 1981:71)

135 Con respecto al tipo de asentamientos, existen datos etnograficos complementarios para definir el estereotipo del Hogar pewenche. Los primeros datos arquitectonicos datan del siglo XVIII, en torno a las aseveraciones de Vignati, dan cuenta de la arquitectura de estas chozas. El propio padre observa habitaciones abandonadas en los altos de la cordillera, trasladados por la migración veraneada- invernada

”Habitan a la manera de los Arabes scenitos, bajo toldos de pieles que disponen en circulo, dejando en el centro un campo espacioso, donde pacen sus bestias mientras hay yerba, Cuando esta empieza a faltarles, transportan sus barracas a otro sitio, y así de lugar en lugar van corriendo los valles de la cordillera” (Molina fide Vignati, íd)

Podían estas contrucciones llegar a medir nueve metros de extensión y el efecto más notorio de la mapuchización es la presencia de una fogata49 que se mantuviera encendida las horas del día, que representaba la presencia de la madre en ese hogar (González, íd.). El hollín prestaba la propiedad de aislante natural en estos toldos, recubiertas de pastos la mayoría de las veces. En su interior se podían establecer divisiones con cueros y varillas a usanza de biombos. Para sentarse y dormir utilizaban cueros con lana o pelo de animales

Fig 8. Disposición territorial de laa viviendas pewenche en torno a las faldas montañosas. Observese el papel del Puelmapu en la orientación de estas. Derecha, Orientación de los

49 La ubicación del kütxaluwe (fogón) es delante de cada ramada (una por familia). En algunos casos el sistema incluye al menoko.

136 espacios del ruko pewenche. Notese ahora la forma rectangular de las habitaciones, en lo común, de materiales leñosos. El acceso al puelmapu esta despejado, dejando el acceso, hacia el lafkeche.

Cada toldo pehuenche debía disponer su entrada hacia el este, hacia la salida del sol. Dentro de este mismo debía permanecer encendida una fogata. El responsable de encenderla cada mañana era el cabeza de familia; y de su cuidado estaba a cargo la primera mujer que hubiese tomado este por esposa, habiendo la posibilidad de la existencia de un fuego más protegido por la segunda mujer, pero jamás perdiendo la primera el protagonismo. Con lo que respecta al fogón, es una tradición que se mantiene, y es en la cocina donde se realiza la mayor interacción del núcleo familiar. Antiguamente los toldos brindaban solo espacios abiertos, y en sus quehaceres, todos los componentes del núcleo interactuaban a cada momento del día. Responde esta práctica a la primigenia concepción de propiedad y privacidad del pueblo mapuche, que en comunidad responde al antiguo sentido solidario de sobrevivencia y protección. La idea de patio recién apareció en el momento en que se sedentarizó un tanto la vida de este pueblo, esto quiere decir, cuando comenzaron los lindeos de tierras cordilleranas por parte de los estados chileno y argentino.

“Sus habitaciones son de, pieles de "bellos cosídas unas con otras por medio de cuerdas que de los nervios de los mismos ca, ballos sacan. Son en dos paños y cada uno se compone de seis u ocho. Para armarlos ponen las indias unos horconcillos clavados a sus fuerzas de menor a mayor, para que tengan descenso las aguas; sobre las horquetas de los horcones algunas varillas o cañas de colui atravesadas y sobre este armamento tienden por una y otra parte el paño de pieles que forman una carpa, pero con la distinción que éstos quedan abiertos en la cumbrera para que salga el humo (foj. 183 v.), por cuyo cobertor que ea una cuarta de ancho entra el hielo y el agua. La vista que presentan estas habitaciones ea feísima y su interior incómodo, puerco y desordenado. […]El Fuego lo mantienen de continuo, dentro; la carne tirada sobre pellejos o pieles que usan para sentarse o para su cama o para el caballo: y en fin aquello todo es una mugre y un desaseo.[…]Estos aduares o toldos están juntos; tres, cuatro o seis u ocho. Por lo común el del cacique con sus mocetones. Sus establecimientos son en las orillas de los ríos o esteros y cerca de ellos mantienen sus haciendas que las ven todos los días. De que ya están talados todos loa campos, se mudan a otro sitio 137 cuya mutación llaman quillantu. Esta costumbre hace que el que más hacienda tiene, menos dure en un lugar. (Luis de la Cruz, 1953:37)

Aunque existe debate referente a la naturaleza étnica de estos toldos, lo cierto es que durante mucho tiempo los pewenche utilizarón a modo literal del alcalde, lo que podría servír de antecedente del moderno “ruko”, habitación estacional, diferente a la “ruka” mapuche, por los materiales del ecosistema cordillerano. Este tipo de habitaciones se encuentra disperso en toda la pewenia, donde los “rukos” de veraneadas, están cubiertas de nieve, desde abril hasta octubre. Existe últimamente una homologización forzosa de la vivienda pewenche en el Alto Biobío, a principios de este siglo, por parte de Endesa, cambiando notablemente la etnoarquitectura de esta zona.

3.3.10 Aparato Bélico

Existe un natural vinculo de las sociedades pastoriles y transhumantes a la actitud velica de su ethos cultural50. Poeppig da muestra que

“Los pehuenches se encuentran siempre en guerra con algunos de sus vecinos, consistiendo la causa en las condiciones creadas para la vida nómada. Como dueños de grandes rebaños, tienen que recorrer considerables distancias, a fin de hallar nuevos pastizales. Si tropiezan, ahora, con una tribu dentro del territorio que estiman por tradición de su propiedad, estallan luego pendencias, que podrán transformarse pronto en una guerra general, llevada a cabo sin concierto previo acerca de su dirección" ' (Poeppig, 1960, 391)

El testimonio de Poeppig, ejemplariza la forma de cómo estos indígenas llevan a cabo las incursiones hacia el valle. Las poblaciones hispanas instaladas en los faldeos de estos territorios son el foco centípeto de las caballadas. Este tipo de formato, rapida y a caballo, posiblemente fue incorporada tras los eventos iniciales de la conquista en Chile. Hacia la cordillera, estas parcialidades fomentaban la correría de

50 Véase sobre las disposiciones culturales de bandas pastoriles y su afinidad a la guerra,Childe, 1965:100 138 manera extensiva, dando participación de ella, no solo mocetones, sino además, mujeres. El período de maloqueo se daba preferentemente en la veraneada, el arreo, en provecho a la coyuntura estacional energética.

“Alrededor de Antuco, en parte también en los valles transversales más apartados, se habían radicado los indígenas expulsados de su territorio. Los pehuenches son nómades, y jamás se acostumbrarán a tener un domicilio fijo, diferenciándose ya a este respecto en muchos rasgos a los Araucanos…Vagan permanentemente por los Andes, ya sea por una inclinación innata a la vida errante, o bien obligados a ello por necesidad, y se presentan en ocasiones como pastores, que no conocen otra riqueza que sus rebaños, o valientes bandidos, que encomiendan en la guerra los quehaceres domésticos a las mujeres, bajan a las llanuras y realizan sus destructoras correrías a veces hasta las puertas de Buenos Aires, donde se les conoce con el nombre de indios pampas. Sólo cuando el invierno cubre todas las partes superiores de las montañas con profundas nieves, sobre todo en los meses frios de julio y agosto, y cuando los interminables aguaceros y las indescriptibles crecidas de los rios hacen imposible la vida vagabunda, construyen una vivienda un poco más protegida, para invernar en ella. Cuando se vuelve a derretir la nieve, suben a puntos cada vez más elevados de la montaña, pero sin salir de un determinado distrito, que ha permanecido desde tiempos inmemoriales a su tribu” (Poeppig, 1960, 391)

Fig 6. Pewenche saqueando una aldea. Fuente: Grabado de la colección de viajes, publicados bajo la dirección de MM D´Urville, D´Orbigny y J.B. Eyres, llamado “el Malón” de Rugendas Tomo IV, Imp. J. Oliveres, 1842, Barcelona. (Fide León Solís, 1990). 139 La aparición de la hispanización, y las frecuentes incursiones hacia los huilliches manzaneros, y los “Malones” hacia los pueblos aledaños a sus fronteras, como San Bartolomé de Chillán o Santa María de los Angeles, en los vértices de control d la llamada “Isla de la laja”51, la formalización de este recurso lo encontramos precisamente en la incorporación del caballo en la potencialización de la actividad bélica. El paulatino desplazamiento de la "frontera ganadera" hacia el territorio de la Isla de la. Laja, ocurrido a finales del siglo XVII, facilitó los asaltos que pewenche venían efectuando contra las haciendas hispano-criollas, formalizando un ambiente fronterizo hostíl. Esta comenzó a hacerse patente en la zona en noviembre de 1769 en el primer alzamiento pewenches, liderados por los caciques Lebián y Pilmegerenumantu, "prácticamente se apoderaron de la Isla de la Laja, provocando graves daños a las haciendas, a través del robo de ganado y del ataque a algunas fortificaciones de la línea del Bío-Bío" (Torrejón y González, 1993). La protección de esta zona constaba, a princi- pios del siglo XVIII, de sólo los fuertes de San Diego de Tucapel y San Carlos de Purén, Debido a esta situación, en 1770, se establecen en la zona dos fortines: el de Trubunleo, en la confluencia de los ríos Trubunleo y Laja, y el de San Lorenzo, en el sector del mismo nombre, cercano al lugar de emplazamiento del futuro fuerte de Villucura. Paradógicamente, esta última plaza servirá de plataforma para que el batallón Antuco penetrara a territorio pewenche, en la incursión a los Andes, última campaña contra las hostilidades de estas comunidades. Bajo este punto, veo la obligación de citar el primer avance español a tierra pewenche, desde el sector de canteras hasta los margenes del rio Queuco. Este hecho, de importancia suprema en este informe, revela que la permeabilidad del territorio pewenche fue revelado en epocas coloniales. Esta misma formula fue usada por Martín Drouilly al penetrar el boquete de los Chenques y del Alul, en parte por la hacienda de San Lorenzo. La fuerza militar al mando del maestre de campo Salvador Cabrito, compuesto de 80 solda- dos regulares y 1.000 milicianos de caballería, cuyas referencias de marcha, desde los Angeles hasta esta zona, fue complementada por la información de pewenche taparón el

51 Véase información sobre la historia indígena de la isla de la Laja, Villalobos, 1989; 26; Orellana, 1992:33; León Solís, 1990:16; 1999, 409-475. 140 boquete de entrada hacia las comunidades del Queuco, acampadas en terrenos de la hacienda de Canteras, decidiendo

"enviar una partida de dragones, doscientos hombres de arma blanca de milieias de caballería y ciento veinte indios bien armados y montados de la parcialidad de Santa Fe, que tienen merecida fama de animosos a las órdenes del sargento de dragones Bueno Gaete, soldado de experimentado valor, [...] y a esta partida se agregaron conducidos de su fatal destino, algunos españoles mercaderes, chilenos y europeos con armas de fuego. [... ] Hicieron por rodeos y extravíos, sin necesidad, una inconsiderada marcha de toda la noche. A las siete de la mañana del siguiente día [3 de diciembre de 1769] llegó la partida al campamento de los pehuenches, que estaban desmontados, dispersos y descuidados, por la satisfacción de que en tres días no se les había hecho oposición. Pero, fatigados los caballos españoles, y la partida sin oficial que dirigiese las operaciones, no supieron aprovechar la ocasión, todo fue desgreñado. Unos quitaban caballos de los enemigos y marchaban con la presa; otros huían amedrentados; y los más esforzados no acertaban como bisoños, a tomar partido. Con este método dieron tiempo a los enemigos para que montasen a caballo, reunidos, cargaron contra los españoles, que ya se habian atrincherado en el vallado de una sementera. Alli hicieron toda la defensa posible, y perecieron todos los animosos, siendo víctimas de la temeridad y de la inconsideración, más bien que de un prudente valor". (Carvallo y Goyeneche, Fide Latcham, 1929)

Este hecho marca un precedente de marca mayor, pues las bajas españolas ascendieron a 30 soldados y 46 indios auxiliares muertos. Posterior a la recuperación hegemónica en la “Isla de la Laja”, pewenche continuaron sus malones, atacando los poblados de San Carlos de Purén y Santa Bárbara. Aun cuando los fuertes asentados en aquellas localidades resistían las reiteradas acometidas de los indígenas, estos constituían un real peligro para la consolidación del poblamiento en la zona; razón por la cual la autoridad española decidió la construcción de fortificaciones en lugares estratégicos para poder contrarrestar con eficacia las incursiones de los indios de la montaña. Este tipo de construcciones son comentadas por Vignati a propósito.

“…estos indígenas fueron conocidos de antiguo en Chile adonde iban para el robo de ganado, de mujeres y de niños de los Araucanos, tal vez, aún antes de la conquista, en lo que concierne a los dos últimos motivos, costumbres depredatorias que obligaron a los españoles a la 141 construcción, en 1565, del fuerte de San Ildefonso en las proximidades de la actual ciudad de Chillán. Este fuerte tuvo una vida efimera, pues fue quemado y asaltado por los pehuenches a los pocos años. Como continuarán sus incursiones, en 1580 Ruiz de Gamboa fundó Chillán con el nombre de San Bartolomé y los persiguió hasta más aquí de la cordillera andina, sin conseguir reducirlos, a sosiego ya que cuatro años después los pehuenches tenían amedrentados a los habitantes de la nueva ciudad. Tal era su prepotencia que, a comienzos del siglo XVII algunas agrupaciones se presentaron en el curso superior del río Biobio y los valles interandinos por donde se fueron propagando hacia el sur hasta la altura de Villarrica” (Vignati, 1953 a, 9)

Si bien existen esbozos arqueologicos que los pewenche primitivos usaban puntas de flecha, generalmente de obsidiana52, cuyo tráfico complejísimo debió lidiar poblaciones precordilleranas del valle central durante más de tres centurias, lo cierto es que con la incorporación del la homonoía mapuche, se incorporó un riquísimo aparato bélico, complementado con la aparición de “elementos detentadores de poder militar” o tokikuras, como la aparición de estrategias o funcionamiento táctico de la era mapuche post-tucapel53. Entre estas tecnicas, se encuentran las arremetidas bruscas, rapidas y cortas de caballería ligera con armamento blanco basado en lanzas largas, cuya efectividad puede ser medida por las distintas cronicas de la colonia, en Chile, como de los departamentos ultrachilenos de Mendoza y Malargüe54. Como resultado inmediato a los ultrajes cometidos por las incursiones punitivas españolas, los indígenas formaron una especie de "confederación maloquera" compuesta por guerreros de las pampas, araucanía y la patagonia. (León: 66-69).

52 Véase, Víctor Durán, Martín Giesso, Michael Glascock, Gustavo Neme, Adolfo Gil y Lorena Sanhueza R; Estudio de fuentes de aprovisionamiento y redes de distribución de obsidiana durante el Holoceno Tardío en el sur de Mendoza (Argentina); Estudios Atacameños N° 28, pp. 25-43 (2004) 53 Véase extrapolaciones arqueológicas de Mónica Berón, “Circuitos regionales y conflictos intergrupales prehispáncos. Evidencias arqueológicas de violencia y guerra en la pampa occidental Argentina”, ponencia XVII congreso nacional de arqueología chilena,.2006 Véase servicio militar para el ad mapu, Alonqueo, 1985:64 54 Véase conflictos infracordillenos, Lacoste, 1990, 1998; Tanagnini, 2002; Silva Galdames, 2001; Jiménez, 2000, Varela, IEHS 11, Varela-Font Estela, Foerster-Vergara, 1993:13, Varela- Biset, 1993; Navarro, 1995; Villar y Jiménez, 2000:687, Zavala, 2000. 142 Los niños jóvenes pewenche eran preparados para las artes militares, homologos a los mapuche chilenos y argentinos55. Sin embargo, el ethos pewenche se ejemplarizará en los estigmatizados comentarios de Poeppig, en una “summa malónica”

"Consideran como el arte supremo de la guerra asaltar al enemigo en algún lugar en que se encuentre desprevenido, para dirigirse enseguida contra los campos abiertos y hacer sentir sus correrías en el sentido de llegar de noche al lugar fronterizo, destinado a ser aniqui- lado. Apenas aclara el día, se precipitan con un espantoso chivateo y sin orden alguno sobre la aldea indefensa, y la furiosa horda se reparte con tanta rapidez por las calles, que los habitantes disponen pocas veces del tiempo necesario para huir. Son verdaderamente pavorosas las escenas de barbarie y destrucción que se inician a continuación. Cuanto representa algún valor será robado, el resto será destruido; los rebaños serán arriados, y los excedentes de ellos, muertos. Los varones y los muchachos adolecentes son asesinados sin misericordia; perdonan la vida de las mujeres de edad, despues de maltratarlas cruelmente; las muchachas y mujeres jóvenes son raptadas y, condenadas a vivir con los vencedores, tienen poca esperanza de volver a su patria…El epílogo consiste en el incendio de los pobres ranchos, y entre las llamas y sobre las muestras sangrientas de los asesinados se vuelve a alejar con gran celeridad el temble tropel. Menos de dos horas son suficientes para iniciar y terminar estas escenas. Los indígenas desaparecen con la misma rapidez con que llegaron, y sólo los escombros humeantes y las lamentaciones de los escasos vecinos salvados testimonian su visita aniquiladora”. (Poeppig, 1960, 391.)

Existe un gran proceso de movilización cultural a expensas del extendido corredor mapuche, en plena zona precordillerana sotavental. De ello “la capacidad de movilización de los pewenche se vio influido por el ethos guerrero, influido por poblaciones para-tewelche.

Son estos indios muy corpulentos y belicosos, de gran constancia i sufrimiento en la guerra, como criados entre rucas. (Amat y Juniet, fide Alvarez, 1981:71)

143 El gran argumento, paradójicamente en las vastas tierras patagónicas, es la falta de espacio de pastoreo del ganado “principalmente caprinos y bovinos” a pesar que el caballar y mular, junto con el bovino, fomentó dos proceso: el primero, por hegemonizar espacios para parcialidades pewenche, en pos a los sitios de pastoreo y de forraje para el mantenimiento de la gran masa ganadera que los pewenche mantenía de manera entrópica, cuyo colapso se formalizará precisamente en los albores del Chile republicano. El segundo, es precisamente los roces de estas sociedades por obtener, “de facto”, reses y caballares, bajo argumentos tradicionales o bélicos, cuya consecuencia radica en el enfrentamiento de grandes bloques étnicos en torno a estas reses56. Entre estos conflictos, sobre todo con huilliches, se aprecian en la captura del Cacique Llanquitur, caya cabeza tenía precio por parte de las autoridades de Mendoza. Estas correrías llegaran al tangente río Agrio, cuya captura, en manos del cacique pewenche Curilipe “quien entraba pomposamente a Los Angeles, el día 1 de enero de 1889 trayendo la cabeza de Llanquitur en la punta de una lanza" (González, Acuña; íd. 101) Sobre este segundo punto, paradójicamente, en el primer terreno de este informe, presenciamos un gran robo de caballares pewenche argentinos a manos de pewenche chilenos. Estos hechos, no deben tratarse aisladamente, sino que es parte de una tradicional forma de intercambio sui generis, formando en estos, una recurrente formulación de las autoridades y espacios pauperizados durante fines del siglo XIX. Incluso el alcalde mayor, impresiona con el comentario de los enfrentamientos interétnicos con parcialidades huilliches

“Hubieron tiempos en que los huilliches de Querahueque estuvieron en guerra con estos pehuenches y así todo el año estaban con las armas en las manos y tenían unidas sus tolderías”. (Luis de la Cruz, 1953:40-42)

Sobre el primer punto, existen datos proporcionados por Luis de la Cruz, quien establece los principales puntos de las costumbres bélicas de los pewenche. El primer

56 Véase para un mayor análisis de este tópico, Alcamán, 1997:29-75; Jiménez, 1997:41-51; Obregón, 1989. 144 comentario es como funcionan los malones pewenche, y específicamente como nacen los enfrentamientos

“El gobierno militar es más razonable que el civil. Algún agravio u ofensa es el que hace siempre tomar las armas y para ello lo tratan y consultan de esta manera... exhortando a todos sus compatriotas a tomar las armas para vengarse como lo hicieron sus autores. Después de esto, todos hablan libremente y sí el partido mayor es de que se tomen las amas, se decide a favor de éstos. Se emplaza alli el día en que se deben juntar de nuevo ya dispuestos para la guerra; y siendo cada uno de obligación llevar a su costa víveres, caballos y armas, concurren a la citación sin la menor falta. Con este caso el que hace de general para dar el avance, es el agraviado y en estando en postura de combatir o cerca de los enemigos, hacen todos el jura (Foj. 186) mento en honor de su nación de morir o vencer. La hora en que avanzan es al venir el día como más acertado para encontrar al enemigo desprevenido. Anteponen vigías para indagar si duermen o no y si están en sosiego; con profundo silencio se acercan a los toldos, de allí cominionan a los más liberales para que se apoderen de las lanzas que comúnmente las mantienen clavadas en el patio y de que regulan que van llegando a ellas, de montón se dejan ir sobre la toldería matando al que se les presenta, haciendo lo mismo con el que huye y cautivando a las mujer y chicos y robando cuanto encuentran. (Luis de la Cruz, 1953:40-42)

Nótese que la aparición de órdenes de caballería en las facciones españolas fue a posteriori al proceso Borbón en America. Sin embargo, en los pewenche, la caballería fue la principal pieza militar, debido a que los parajes no permitían desplazamiento de infantes coloniales.Sin embargo, en las grandes alianzas, con ranqueles, querandíes y tehuelhet, existían un fuerte contingente de hombres a pie.

“En el día todas las tropas de indios son de caballería y no se encuentra de otro que traiga infantería, que de Canigcolo cuando vienen a sus malones auxiliados de los patagónicos o magallánicos, que éstos carecen de caballos.”()

La finalidad de las campañas es sin lugar a dudas, el botín. Estas van de acuerdo con la capacidad de cada jinete y su familia de poder todo cuanto puedan,

145 para ser comercializado en el interior de las comunidades o bien en los mercados mencionados anteriormente. Se sospecha la presencia de una esclavitud en los jóvenes hombres rendidos. La esclavitud femenina, era hasta cierto punto, el motor de intercambio genético más poderoso dentro de la etnia. Si bien los botines femeninos, no solo eran violentados, eran, en algunos casos, objeto de improvisados matrimonios, donde la variabilidad sanguinea poco importaba en estas huestes. La polemica sobre la homogeneidad de estas poblaciones queda sanjada en este punto. En cuanto a los mocetones rendidos, lo más persuadible, según las fuentes, era la absoluta sentencia mortal in situ. Debido a esto que la tasa de densidad poblacional de las parcialidades pewenche nunca fue superior al área efectiva de ocupación

“La nación más belicosa y brava entre los indios de todo el continente es la de estos pehuenches según todos (foj.. 192 v.) confiesan; y es de inferir sólo del antecedente de la separación que tienen de todas las demás…Los despojos de la guerra entre los pehuenches son del que los toma; de ningún modo repartibles y así por no perder lo que se les presenta a la vista, suelen muchas veces exponer su vida y aun perecer. Llevan a la tierra para despojar a las muertas, a aus mujeres, hijos y parientes chicos o que no tienen armas, que de éstos hay muchos, y así mientras los unos matan las familias, están tendiendo la vista por donde pueden agarrar más; y levantándose a los cerros (foj. 193) para observar por donde se hallan las haciendas y son tan desunidos en esta parte que si no se logra otra presa que una tropa de caballos y ésta la halla uno, ésta se la lleva sin que tenga acción a ella ningún otro. El rnejor despojo y más apreciable es el de las mujeres e indiecillos. La causa es ésta: si la mujer le agrada al que la cautiva se casa con ella sin tener que pagar y si no le acomoda y la quiere otra, le paga cuanto pide el dueño y a sus demás parientes de éste lo mismo que si fuera su hija. También puede venderla a cualquiera otra nación, también canjear con ella otro pariente y entre tanto sirve como esclava, pero siempre dándole buen trato porque son muy humanos y caritativos. Los chicos aprecian para servirse de ellos y también para venderlos a los españoles comerciantes; su precio es de treinta a cuarenta pesos”. (Luis de la Cruz, 1953:40-42)

El proceso de permanente de “estado de guerra”, favorecidos principalmente por el establecimiento de una frontera, con una implicita soberanía y con acuerdos tacitos de convivencia, prevaleció incluso posterior a la republica, testigo privilegiado el

146 naturalista alemán Eduard Poeppig, visión proyectada en la región de Antuco, entre el Duqueco y el Biobío (área nuclear del Queuco).

“Los pehuenches, sobre todo, solían asaltar de tanto en tanto las ciudades chilenas, saquearlas y volverse luego con el botín a sus guaridas de la Cordillera. Uno de estos ataques fue el que llevaron a cabo contra Chillán en 1650, en el que las muertes fueron muchas y los destrozos grandes” (Canals Frau, 1953, 371)

La expresión del malón es sin lugar a dudas, el argumento historico de comunidades trashumantes para dinamizar la economía y la conservación cultural. Dicha institución es asimilada por los “pampas” y “mapuches”, que sojuzgaron las poblaciones del Sur Bonaerense y del Chile central respectivamente. Esta situación da pie para acercar al area de estudio, con las intervenciones de los hispanos en la zona del Queuco y el Callaquí. Este acercamiento, es para fijar los límites y cerrar los espacios pewenche hacia el valle central.

"cubierta la frontera i se embromase en cuanto sea posible todo pensamiento tanto por parte de los pehuenches como por los fronterizos de los llanos me parece mui conveniente se disponga el cerrar de foso a la ciudad de Chillán con los demas reparos que necesita para su defensa poniendo en los boquetes de Alico i Diguillín de la cordillera de su jurisdiccion casas fuertes con algunas tropas que sepa el uso de armas de fuego, porque los indios llanistas pueden cuando confederados con los pehuenches pasar un cuerpo, unirse con estos por los caminos de Rucalgue i Callaqui o Queuco, cubriendose desde alli en su marcha con la sombra de las primeras cordilleras hasta caer sobre la expresada ciudad i haciendas de su jurisdiccion sin ser sentidos de los españoles hasta verificar su salida por dichos boquetes como lo acreditan los hechos pasados" (AN.FVM.Vol.XII. Nº21, Fs. 14-15)

En este literal “toque de queda” en las lindes cordilleranas, sirvió para que el gobernador O'Higgins para elaborar un plan defensivo, utilizando como núcleo, la ciudad de Chillán. Este plan, comprendía la instauración de fortines y de presencia militar permanente.

147 "de los indios que salen por los boquetes o gargantas de las montañas para asegurarse enteramente convendría mucho ocupar un puesto entre la plaza de Santa Bárbara i la de Tucapel en el boquete del rio Duqueco, otro en el de Diguillin; otro en el de Chillan i otro [en] Nuble con torreones de vijia capaces de alojar un cabo y tres o cuatro hombres con un cañon de a ocho para avisar cuando descubriesen a los indios invasores"57 (AN.FVM.Vol.XII. Nº21, fs.229-239)

Este proyecto sirvió como antecedente para que Ambrosio O'Higgins en 1788, concretiza la construcción de los fuertes Ballenar de Antuco y Príncipe Carlos de Villucura. Sumados al de Santa Bárbara pasaron a constituir un complejo defensivo que bloqueaba los principales boquetes de acceso a la Isla de la Laja. Este es el inicio del bloqueo fronterizo efectivo por parte de los hispanos, hasta los lindes republicanos, tras los tratados amistosos entre pewenche y los generales San Martín y Freire58.

3.3.11 Armas Bajo el proceso de conquista y el inicio del establecimiento de fronteras, los pewenche tuvieron que asimilar muchos elementos belicos importados de la región mapuche, entendiéndose a esta tanto en el área chilena o en el ámbito pampino argentino. La tenencia de armas, fue prohibida durante la colonia, pero era reconocida la presencia de armas en estas agrupaciones

“Tienen buenas armas y buenos caballos y no carecen de ganado mayor u menor, razón por la que son temidos de indios de los Llanos, que viven fuera de la cordillera”. (Amat y Juniet, fide Alvarez, 1981:71)

Sin embargo, la tenencia de armas pewenche fue originalmente, las puntas de obsidiana y algunas piedras horadadas, como también algunas boleadoras, cuyo uso fue netamente de caza de aves corredoras, cuyo uso fue extensivo en los ataques de la infantería montada.

57 Leandro de Badarán sobre las fronteras, Santiago 8 de Septiembre de 1785. 58 Véase, Villegas, 1947; León Echáiz, 1968. 148 Bajo esta premisa, el tipo de armamento que tenía que usar el pewenche mapuchizado era generalmente armas ligeras, de facil transporte. Por ende

“Las armas que tienen los pehuenchen son lanzas, laques y un machetón o catana que llaman; pero de ningún modo espadas ni sables (foj. 192) que no los apetemn ni saben usar. También gastan honda y guichenlayue que es una piedra sola forrada en piel y pendiente de una cuerda a distinción de los laques que son tres piedras o dos unidas. Las mazas de fierro que suponen entre ellos son las mismas lanzas que quicbran para poderlas usar en atropellando o estrechándose al enemigo. Todas estas armas son sumamente incómodas para la guerra y en errando el primer tiro, ya les es difícil de acertar, ni poderse servir de ellas sino es el machete. (Luís de la Cruz, 1953:41)

Dado el testimonio anterior, las armas eran la lanza, la boleadora, el arco y la flecha, la honda, etc. Raro es que no hacían la piedras de boleadora, sino que las adquirían por cambio de los cheche-het; al comenzar la mapuchización, usaron el "fuste aucá" o lanza de varios metros de largo. Como arma ofensiva usaban el coleto que les cubría el cuerpo hasta las rodillas, a manera de túnica. Las mangas estaban formadas por dos dobleces de cuero, pero el cuerpo lo hacían hasta de seis, de manera que era imposible atrevesarlo. Pintaban estas armaduras con manchas negras, simulando la piel del tigre. Completaba esta armadura un sombrero de grueso cuero de vaca en forma de embudo, chato y amplio, que llevaban también en tiempos de paz. Los caciques y personajes pudientes reforzaban estos sombreros con planchas metálicas. Posteriormente el pewenche, verá modificado su costumbre, sobre todo en las comunidades arribanas del río Queuco, cuya costumbre es el uso del machete en las espaldas, tanto en jinetes como en paisanos en tránsito. Bastante antigua tradición, tomada a nota por San Martín en la organización del ejército libertador hacia Chile. Sin embargo, a propópisto de la fuente, persevera la fama baconiana de estas agrupaciones

“las armas de los peguenches son la lanza, algunos machetes, y el cuchillo [19]: las entregan de su propia voluntad a los cristianos, pues

149 conocen que dandose a la embriaguezmas espantosa, se matarían unos a otros sin no tomasen esta precaución” (San Martín, fide Vignati, 1953:5)

3.3.12 Artes Musicales

Se desconoce los elementos musicales intrínsicos de estas parcialidades. Sólo se pueden apreciar en los cantos de los Nguillatún, y en parte, por la influencia de los mapuche que han fortalecido enclaves culturales actuales, donde se ha incorporado el Kultrung, la trutruca y las kaskawüilla como sacrofonías en el ritual antes mencionado.

“Rara vez en sus caguines tienen música y cuando la hay, se reduce a unos pitos de caña y tamborcillos de los que usan las machis en sus curaciones”. (Luis de la Cruz, 2003:121)

Sin embargo, la presencia del baile, en el Nguillatún, propone un reconocimiento de estos en la comunidad. El estilo y la técnica son refinados y apreciada por las parcialidades. No obstante, la proliferación de sectas protestantes ha fomentado un cercenamiento cultural, sobre todo de este tipo de manifestaciones. Han prorrumpido poetas59 que acompañan sus elegías y épicas con acompañamientos con guitarras. Se ha encontrado tradiciones de cantos en los niños, bajo formas de “epew” con el nombre de “taiñ ül”. En reuniones de carácter social o intercultural, la presencia del “Kultrung y de la trutruca” presupondrían que tendrían una importancia tambien en el aparato bélico pewenche, ahora extinto.

3.3.13 Tecnologías

Existen datos etnográficos sobre el uso y presencia de embarcaciones, ubicadas generalmente en la zona lacustre cordillerana de la pewenia austral. Si bien la zona de los grandes lagos son ubicados al sur del Lonquimay, como el Huenchulafquén, aunque se pueden vincular a los pasos de los grandes rios, como el Limay, el Colorado, el Atuel y el Diamante.

150 “De estas piraguas usan tambien los indios peguenches, que habitan junto a la famosa laguna de naguelguapi, y otras, que confinan con Chiloé. Mas los serranos peguenches de la Villarrica navegan la laguna de Epulabquén…en balsas y canoas“(Rosales, 1652, fide Silva-Téllez, 1993:44) El material de elaboración de este tipo de embarcaciones, pudo ser, maderas ahuecadas, o ligadas posiblemente del género Nothofagus, como el caso de las dalcas veliches60, con el detalle de piraguas desarmables de tres tablas para Nahuel Huapi. Sin embargo, La experiencia lacustre de los pewenche se vincularía netamente a traslados esporádicos a lugares de veraneada, o bien, para el traslado a las grandes correrías pampeanas, paso imprescindible por los dilatados ríos tranpampeanos61. Este mismo cronista jesuita menciona unas raquetas para la nieve hechas de caña de colihue. (Canals Frau, 1953:365), tradicionalmente usadas en los sectores cordilleranos del Alto biobío62 y su homologa cordillera del Neuquén.

“A pesar de su genio inquieto y vagabundo, son los más laboriosos…en sus toldos jamás están ociosos…los hombres se aplican ya a tejer bellisimos cestos, ya a hacer otras bellas obras de madera, de plumas, o de pieles, que son muy buscadas de sus vecinos. Todos los años entran en las confinantes provincias españolas, donde tienen una especie de feria, que suele durar quince o veinte dias; conducen sal fósil, yeso, brea, cobertores de cama, ponchos, pieles, lana, riendas de cuero perfectamente entretejidas, canastos, vasijas de madera, plumas y huevos de avestruz, caballos, novillos, etc., y en cambio reciben trigo, vino y mercerías de Europa. Son habilisimos en el tráfico y difícilmente se dejan engañar. Por temor a ser robados de aquellos que creen lícito todo lo que es contra los infieles, jamás se ponen a beber todos a un mismo tiempo, pero se dividen en muchas tropas, y mientras los unos están de guardia, los otros entretanto se daba los placeres del vino. Son por lo demás seres humanos, complacientes, amantes de hacer bien y tienen todas

59 El más famoso de todos los poetas pewenche, Pedro Aguilera Milla, recita sus poemas, con técnicas de canto recitado. 60 Se aclara para este caso, el uso de las tres tablas como un canon parecido a las embarcaciones chilotas, acotación no acogida por Silva y Téllez, concedida a la crónica. Al parecer, estos autores los vincularían con las canoas lafkenches piromodelados. 61 Véase los trabajos de Nicolás Lira, “Canoas monóxilas en el centro sur de Chile: Navevagndo sobre los árboles”, 2006. 62 Su existencia de aprecia en el Museo pewenche, de la fundación pehuén, en Ralco, alto Biobío, y en el museo de Neuquén. 151 aquellas buenas cualidades que produce o perfecciona el comercio”” (Molina, 1978:155)

En las tolderías cordilleranas se desarrolló una importante producción artesanal, donde se destacaban la platería, el tejido y la talabartería. Las dos primeras eran, sin duda, de origen araucano. Esta producción, especialmente la textil, no solo era requerido para satifacer las necesidades de susistencia, sino que el superavit eran comercializados en las fronteras. La importancia que tuvo la tejeduría explica la cantidad y calidad de los rebaños de ovinos que pastaban en torno a los toldos pewenche (Madrini, 1992:57).

“Amat y Juniet señaña que las indias tejen “ponchos y mantas”. Mientras que los hombres “…trabajan en labrar algunos platos y vacías de madera grandes que llaman rales aunque groseramente…” Señala también que tejen “tiendas de pieles de huanaco, y cabestros muy pulidos. Otra labor consiste en cairelar plumeros de su pluma”. (Amat y Juniet, fide Zapater, 1978:148)

3.3.14 Religión

De su religión original no se sabe mucho, pero se presume que existen emparentaciones con grupos tewelche septentrional. Se presume que tenían divisas de familia, ellos eran descendientes de los días o del sol que va marchando lo cual se ha interpretado como que tenían restos de una organización totémica. A esos hombres se les oponía otro grupo los de la noche de cuya existencia no hay datos. Se tiende a confudir que los pewenche han adoptado la totalidad del panteón mapuche en su misticismo. Ese es un clasico error de la etnografía, al tratar de validar los elementos del complejo pewenche, sin considerar las sintonías que tuvo estas parcialidades con elementos patagónidos. Este sincretismo, dió autonomía religiosa a los pewenche para formar una identidad religiosa63. Los espacios religiosos, son por lo

63 Véase para profundizar, Troncoso y Bastías. 2005; Para espacios ceremoniales, Galdames, 2001; Farón y Gundermann, para formalizar la religión pewenche. Para estructuras religiosas, Jaña, 2006 152 general, al aire libre, careciendo de una techumbre para sus ceremonias. Existe en la mayoría de las parcialidades pewenche del alto biobío, ceremonias de raíz mapuche. En gran parte de las parcialidades pewenche, el núcleo apical y generador del hado es el Mapu Ñuke Futa Chau. Este tipo de denominación, estudiada en Alto Biobío, es fundamentado en la fusión de los espacios y los espiritus. La nominación clasica de Dios es Chau, llamado también Chachau (Padre). “Tiene forma humana, y esta en todas partes; es invisible e indivisible, es inmensamente bueno y hay que quererle” (Mansilla, 1989: 285).Le siguen Ñenechen (Dueño o tutor de los hombres), Antu-rey-fucha y Antu-rey-Kushe (Pareja de ancianos solares). Las divinidades menores están los Pewenfucha/Pewenkushe, Choñoiwefucha/Choñoiwekushe, Mawidañenechen o Mawidanemapún, Wunelvefusha/Wunelvekushe (Venus), Ketrireifucha/Ketrireikushe. En el último peldaño de este panteón, se ubican los antepasados. (Foerster y Gundermann, 1996) Los huillipewenche poseen un panteón compuesto por “Dios padre, Dios madre, los antepasados, los espiritus protectores de Dios y los ngen de los montes, agua y montañas. (Kuramochi y Nass, 1988:45) En el diario vivir, se le suele nombrar como Ta Vin Chaw (nuestro padre); Füsha Chaw (Padre viejo) o Chachay (tatita). (Aloqueo y Benigar, 2001) Luis de la Cruz, menciona en su bitácora, la crrencia de los pewnche, mostrandose claramente la influencia de la mapuchización

“Todos creen en un Dios (lo nombran Pillán) que creó todas las cosas y que las gobierna.A él piden cuando desean que les proteja y faborezca y cuando les sucede mal, se juzgan abandonados de él; culpan de autor de desgracias al Guecubu que es otro ente maligno que causa todos los males. A las hechiceras tienen por secuaces de ese ente, la yerba venenosa es su efecto y así todas las desg_racias dependen de él. No usan de manera alguna de aacrificios ni dan el menor culto exter:or. Creen que Dios debe fscorecerios por precisión, que no deben rogarle para (fui. 193 c.) que les socorra, pues como padre debe atenderles en sus neceaidades. Que las acciones del hombre son libres y por malas que sean, Dios no se ofende de ellas. En agüeroa creen y en los sueños, en el llanto de un perro, en el presentárseles una zorra y en fin en tantas ridiculeces, porque los creyeron sus padres, que ni con razones ni con la experiencia salen de su error. Convienen en que son formados de cuerpo y alma; que el 153 cuerpo sc corrompe y el alma va a cimentarse a la otra parte del mar en donde debe gozar de una vida eterna y de todos los ani males y frutas que allí hay, que son comunes; sólo dicen que hay en ese lugar mucho frío y para que su cspíritu no lo padezca, se queman con un tizón los brazos, las piernas y por todo el cuerpo, diciendo que ea guardar fuego, porque Dios no lea dé allí frío.” (Luis de la Cruz, 1953:42-43)

En el paso hacia la muerte, la costumbre es llevar al difunto en alto, durante la prosesión, por un palaquín de hombros. Este rito iba acompañado de una comida de despedida, de invitación extensiva. Los muertos se inhumaban en cuevas en las montañas (Chenque) en posición encogida envueltos en un cuero y con la cara hacia el poniente, donde faltaban cuevas los enterraban en terrenos blandos. Sus pertenencias eran destruidas, al menos sus animales favoritos y parte de su vivienda. Los difuntos son acogidos en el Wenumapu. Su espíritu o Pellu, generalmente vinculado al tránsito entre la muerte fisica y el entierro es acompañado, junto a sus pertenecias, por el Chao Ngenechén, el Padre Dios. Cuando el espíritu esta libre se habla de alwe (o espíritu vagabundo). Cuando el proceso ha concluido a entera satisfacción de las esperanzas y recuerdos de la familia, el espíritu viajero del difunto pasa a formar parte del puam o pu Iaku de la comunidad (kuifiche). A continuación, se procede a describir las antiguas costumbres del velatorio

“Cuando alguno muere se juntan a llorar los amigos y parientes, se sientan en pelotones y lloran por largos ratos. Al cadáver lo exponen vestido con su mejor ropa tendiéndolo de cos tado en su cama. Hacen todos en el duelo memoria de sus hazañas y beneficios que hizo, representan la falta que hará a la nación y a su familia y concluído el llanto, cena el concurso y velan toda la noche.[…]Pero si el difunto fuere rico se hace convite que se llama voyguecagrun, que significa fiesta de canelo y entonces, pasada la primera noche del velorio sacan el cuerpo del toldo y lo deposi tan entre unas piedras o leños por allí cerca de la población, mientras se busca el vino o fermenta la chicha[…] Se empieza a servir por los más respetados y antes de comer cada uno de éstos dice al cadáver: "Ilaupay" tirándole una presa, que quiere decir, esto te brindo; lo mismo sucede después con el licor y de ese modo de pie, acabándose ya el llanto, pasan el reato del día y la noche siguiente comiendo, bebiendo y cantando. Al otro día echan el cadáver a la sepultura, le acompañan el fiambre, licores, ponchos, piezas de plata, todo el avio, armas y cuantas 154 alhajas tenga; lo tapan y se sigue dejar ahorcados sus mejores caballos, yeguas y demás animales. Concluida esta ceremonia que finaliza con nuevo llanto, la carne que sobró de los animales muertos para el convite, (foj. 195) se reparte entre todos y se la llevan de allí para sus casas que ye salen separados. (Luis de la Cruz, 1953:43- 44)

El sueño es una forma de comunicación con lo divino64. Esta además conecta con los espiritus y es la fuerza renovadora del universo. El paralelismo a una revelación, indicaría que existe una directa comunicación entre lo humano y lo divino.

"Entre los mapuches hay una creencia universal y es que los espíritus vuelven a la tierra y se hacen presentes durante los sueños. Estos son llamados "espíritus de sueño" (peuma), e indican otros cambios sufridos por la esencia de los espíritus de difuntos. Hay veces en que su presencia es considerada como portadora del mal - señal de muerte, de enfermedad, de desgracia- especialmente, si un espíritu viene en busca de una persona especifica, como fue revelado en el sueño. Pero, si la persona buscada no tiene alguna razón especial para estar alarmada, la venida de un ancestro podría considerarse como un buen augurio, dependiendo siempre de las circunstancias del sueño y de los acontecimientos de la vida diaria actual, que ha experimentado la persona. El sueño es adaptado generalmente, para que calce con la ambición mundana o alguna forma de miedo del que sueña. Los espíritus ayudan a sus parientes a localizar objetos tales como animales perdidos, ítems de valor robados omal guardados, demases. Este tipo de revelaciones son siempre consideradas como una buena señal. Sin embargo, por el hecho de haber vuelto a la tierra, el peligro de sucumbir a las fuerzas del mal está siempre presente". (Faron, 1997)

Luís de la Cruz da una descripción acerca de los sueños

“Regularmente los sueños provienen de que los espíritus de sus parientes y amigos fueron los que viniéndolos a aconsejar les dijeron lo que había de sucederles y así lo creen como nosotros el Evangelio. Sólo dicen, sueñan las almas grandes, esto es, los ultncnes, los viejos y viejas o aquellas personas valerosas dignas de creerla y capaces de dar consejos.” (Luis de la Cruz, 1953:44)

64 Acerca del Peuma, y sus implicancias en la cosmovisión pewenche, Véase Mora Penroz, 1991:4. 155 Existe una pemeabilización cultural en los cementerios. En Trapa-Trapa, la existencia de dos cementerios, procede a la fuerte irrupción de elementos protestantes, como pentecostales y metodistas. La asimilación natural de los pewenche al cristianismo, por parte de reconocidos frailes franciscanos (ej. Espiñeira), condujo a que las comunidades tuviesen una doble doctrina, una de tipo pagana, basado en la creencia natural, y otra, en liturgias y celebraciones de días santos, frecuentemente en procesiones a caballo. La creencia de la Virgen, es mayoritaria en las mujeres pewenche, aunque la irrupción protestante ha cambiado en parte tal concepto. Existen áreas sagradas en las riberas de los rios Queuco y Biobío, debido a que en invierno, se procede a cubrir todo de nieve, y se sepultaban a estos en las riberas. (Berta Quintremán, comunicación personal, 2006) Incluso existen lugares donde el potencial de cementerios historicos es mucho mayor, como el sector de Quepuca Malla, y en el último terreno, en terrenos de Chenqueco, un cementerio cercano a la posta, y un cementerio indígena sin estudios en la zona de Guayalí.Existe en Quepuca Ralco, un cementerio con el típico encajonamiento de listones de madera y cruces, asemejando un rectángulo como espacio delimitante, con sencillas pertenencias culinarias y algún objeto de cuero ya viejo y roído por el tiempo, junto a leyendas cortas a modo de saludo.

Fig 10. Izquierda: Cementerio de Trapa-Trapa. Derecha: Cementerio de Guayalí. Fotos del Autor.

Entre las costumbres más importantes, en términos de prácticas colectivas, se encuentra el nguillatún, de clara descendencia mapuche, con diferendos regionales. Se 156 realiza para agradecer y solicitar por la abundancia y protección de la comunidad, y es un evento al que toda la entidad es solicitada. Para este estudio, se basó en la observación directa en el Nguillatún de la comunidad “El Barco”, durante el 15, 16 y 17 de enero del 2006 y la observación participante del Nguillatún de la comunidad de Trapa- Trapa, durante el 5, 6 y 7 de enero del presente año, con la asesoría del Lonko Nguillatún o LonkoNgenddungú de Trapa-Trapa, Manuel Tranamil Tranamil. Existía un preámbulo basado en ciertas ceremonias menores, como el Amun- Purun o baile caminando y el püllmatun, o juego de la pelota. Sin embargo, existen interludios perdidos en las ceremonias modernas, como el Choique purum, o el baile del avestruz. Tambien existía un resabio de la antigua cultura ganadera mayor, que era el varonil baile del nawel toro güne chen. Las rogativas tienden a ser cuando comienza la epoca de la recogida de piñones, por ende, de agradecimiento. No solo se ruega por la comunidad, sino tambien se ruega por la humanidad y naturaleza. La inclusión es parte del ritual mapuche-pewenche (Manuel Tranamil, comunicación personal, 2006) Es parte de estos rituales, la incorporación del Chafiel, o bebida del piñon, conocido popularmente como piñonmuday. Son dos noches, donde se procede a estar en vigilia, bajo una cancha consagrada para este rito (ngillanthuwe). Particularmente se realiza en un semicírculo, donde existe un boquete hacia el Puelmapu, donde se realizan la mayoría de los bailes. La gran mayoría de estos recintos se ubican en las proximidades de aguas superficiales. A su vez, se disponen las familias de la comunidad, bajo una ramada, en torno a una araucaria, llamada “Llangi” en un lugar concentrico llamado Llongoll-Llongoll donde la intensidad del rito es directamente proporcional a la cantidad de familias que existan en la comunidad. Últimamente existe una baja notable de presencia pewenche en estas ceremonias, debido a la prohibición del protestantismo hacia estas practicas, consideradas paganas. Existen tres tipos de Nguillatun: el de temporales, el de sequías, y el kamarrikún. Se procede a sacrificar un cordero, como es de costumbre universal, para sanear y purificar. En el otro extremo, se ubica el “Kulthrún”, frecuentemente calentado en la fogata. Es en este lugar, donde se ubican los danzantes, el Choike o

157 Thregül. Estos proceden a bailar el Choikepurrún y el Longo mew. A veces, las mujeres hacen una rueda, llamandose a este acto, el Ppurrún65.

“Rara vez en sus caguines tienen música y cuando la hay, se reduce a unos pitos de caña y tamborcillos de los que usan las machis en sus curaciones. Al compás de estos tétricos instrumentoa cantan y bailan una danza que llaman puelpurrun, que es de esta manera: se desnudan todos los danzantes poniéndose bragueros de pieles sobados. Se pintan el cuerpo, piernas y cara con tintas de varios colores. Las cabezas se cubren de plumas de avestruz y se cuelgan en el cuello, hombros y corvas, cascabeles; y otros del braguero, un cencerro de caballo; luego se Forma un círculo de todos ellos, dentro del círculo una fogata de fuego y cerca de é: se ponen los músicos, Comienzan éstos el toque y unos tras de otros empiezan a danzar moviendo con ligereza los pies, lo mismo la cabeza, haciendo tañido con las manos y balando con la boca. Las mujeres no se mezclan en cl baile con los hombres ni éstos con las mujeres cuando se les Ilega su tiempo, pero éstas no se desnudan.” (Luis de la Cruz, 2003:121)

El Wetripantu, es otra ceremonia importante, coyuntural al solticio de invierno del 21 de junio, y asimilado a la noche de San Juan.el 24 de junio. Para esta fecha, toda la comunidad, en medianoche, se baña en las aguas de los ríos cercanos. También es celebrada con una Comida General que se realiza durante y después del . Existen lugares de importancia espiritual, coincidiendo geoformas con principios espirituales de las comunidades. Entre los lugares sagrados, están la Piedra del Indio, a 63 km. Del este de antuco, en Quebrada Honda, sector norte de Trapatrapa. Se dice que en aquel lugar, fue sorprendido por la nieve un pewenche junto al ganado. Actualmente existe un fuerte sincretismo, al asociar la roca con la peregrinación de San Sebastián, cuya imagen es colocada en esta piedra. Según la tradición, el peregrimo debe dar tres vueltas aldrebedor de esta piedra, para augurios positivos. Existe en Retricura, camino de Malalcahuello a Lonquimay, donde a orillas del camino, existe una piedra grande, puntiaguda con hoyos donde se ofrecen ofrendas, con connotaciones similares a los peregrinos. Esta da buenos augurios y actúa por medio de chucaos. (Oyarzún: 1979:88) En la actual rivera del Rio Biobío, sector limite entre Quepuca Ralco y Ralco lepoy, existe una cruz, llamada “el Santito”, donde se pueden

65 Para el estudio de los actos en particular, y sus caracteristicas, véase, Alonqueo, 2001. 158 ver, algunas velas, aunque generalmente sirve de referencia. Existe un dato de una Araucaria sagrada en el norte de Neuquén, “el pino del cajón del manzano” donde proceden muchos pewenche como destino de peregrinación anual. (Álvarez, 1980:86)

3.3.15 Juegos, artes corporales

Existen la Pilma (peloteo como especie de matanza); el guaro, los villingues, el palín, el pigmatu (juego con bayoneta), y una "especie de básquetbol " Awel kudun. En la actualidad el palín es el único deporte que se mantiene con un carácter ceremonial, y los antiguos juegos fueron reemplazados por el fútbol o la rayuela. Además existio un extraño juego de sacudidas de pelo, que consistía en quien soportaba más tirarse el pelo.

“Son ofectísimos a jugar y así en todos sus convites arman (fui. '?07) juegos de los que acostumbran que son los dados, la Plma, el Guaro, los villingues y la chueca. A los dados raro es el indio que ignora jugar, son de la misma clase que los nuestros, pero no tan ivien hechos; cada uno ha de tirar con los suyos y así cargan todas loa aficionados, juegan con las españoles y éstos lea ganan cuanto tienen.[…] La chueca la juegan lo mismo que explica el Abate Molina en su Historia Civil al folio ciento veinte y cinco y cien-to veinte y seis, tratando de los araucanos; pero las peleas o pendencias, que entre éstos se arman, sólo se extienden a sujetarse de¡ pelo y no dc otra parte del cuerpo” (Luís de la Cruz, 1953:58-59).

3.3.16 Lengua

La identidad etnológica lingüística, conjeturaría que esta entidad pewenche lingüística y biológicamente especifica, separada y diferenciada de los etnos andinos meridionales (Schobinger, 1975:40 fide Silva-Téllez, 1993:17), dado a que poblaciones serranas o pampas sufrieron el ingreso de la oleada mapudungú en pleno siglo XVIII. Este tipo de aseveraciones se pueden extrapolar a los pewenche como colonias mapuches cordilleranas, sujetas a un continum entre la homonoia y koinonoia, la cultura y la lengua, como base articuladora para poblaciones cordilleranas. Sin 159 embargo, este tipo de escuela ha tenido discretas pruebas, lo que confirmaría que el mapudungú sería lingua franca, confirmando la idea de una mapuchización de la pampa. Este gran proceso que culminaría con el establecimiento de las confederaciones pampeanas o como diría el etnohistoriador Eduardo Téllez66 (1991), a la consolidación de un reino, con un aparato burocrático en torno a Kalfukurá. Este autor además, señala que, pewenche ancestrales debieron dominar frecuentemente dialectos asociados a las relaciones interétnicas, como son el comercio y las confederaciones bélicas, de notable importancia en las márgenes australes del Huenchulafquén, durante el siglo XVII y XVIII. Es de saber universal, que la lengua pewenche ha tenido rectificación documentada. (Cabrera, 1929; Silva 1990) Existen conjeturas de carácter semiótico que implican que los pewenche hablaran en el siglo XVIII una lengua particularmente tewelche septentrional bajo particularidades cordilleranas. Se ignora el nombre que ellos mismos se daban y por supuesto la lengua autóctona y arcaica que los singularizó. A. Recart. Informa que el jesuita Antisteban escribió en 1645 un vocabulario y una gramática del idioma pewenche, obra que lamentablemente se halla perdida. A mediados del siglo XVIII conservaban aún su idioma y su propia idiosincrasia. En efecto, las actas de un célebre proceso efectuado en 1658 en Mendoza, nos muestran a los pewenche todavía no araucanizados y nombran repetidamente su lengua pewenche distinta de la lengua de la tierra o millkayac y la de Chite o araucano, llamada también "Chilidungu" con todo, estimamos que tanto la lengua millkayak de los chiquillanes como la pewenche, debieron haber tenido un mútuo influjo. Este tipo de sentencia, bastamente conocido en el área, en torno a los trabajos de Milcíades Vignati (vide 1953:367) con el juicio al cacique puelche Bartolo Yuryaric, documento procesal criminalístico mendocino del año 1658, los cuales involucraba a pewenches, probablemente, inculpados por sospechas de trasgresión territorial forzosa (Malowg) hacia el area mendocina y pancuyana. Los puelches que representaban en el juicio a Don Bartolo Yuyaric no conocían el español, ni el mapudungún, ni tampoco el

66 Cabe resaltar que este estudio (1993), establece ciertos apoyos lingüísticos en base a los trabajos de Gilberto Sánchez. Sin embargo, la matriz émica e intercultural de este trabajo diferencia algunos comentarios de la citada obra, aunque el cuidadoso trato de las fuentes lo hace ser, el documento más fiable de análisis cultural pewenche colonal. 160 millcayac. El hecho de la particularidad etnolingüística se produjo en el puente de traducción indirecta, forma valida de interrogatorio, ya que los nativos que dominaban las dos últimas lenguas locales, no podían comunicarse para obtener un testimonio válido judicialmente. El primer lenguaraz, procedió a traducir el Millcayac al español, mientras que el segundo, puelche con huarpe-millcayac. Sin embargo, el puelche, que etnológicamente figura como tewelche septentrional, pewenches presénciales aparentemente lo entendían. (Casamiquela, 1968:112) Este tipo de juicio fue seguido por intervenciones en “lengua de los pewenche”. Estos imputados serían objeto de traducciones indirectas hacia el millcayac. Cabe señalar que existe una diferenciación entre los puelches figurados como tewelche septentrional, del millcayac huárpido del Cuyo, incluso el padre Valdivia, declara que la lengua puelche, se diferenciaba “poco o nada” del millcayac67. Bajo el mismo año, las autoridades militares del Cuyo revelan en las actas operativas militares contra facciones pewenche, quienes aducen “existencia de una lengua pewenche”. Bajo esta sentencia, es que en el invierno de ese año, personalmente el corregidor Don Melchor Carvajal y Saravia sofocaría una cabalgada pewenche bajo un margen de 30 leguas de Mendoza. La extensa cita, denotaría una pista acerca de la originalidad idiomática:

“... un día proseguí hasta el río del Atuer (Atuel) por la sierra, sin más noticias que el conocimiento de sus alojamientos y a dos de agosto despaché seis hombres con un indio que los guiase a que cogiesen lengua yo me fui a buen paso dándoles calor y a las cuatro de la tarde tuve aviso cómo habían topado con los puelches y a poco trecho encontré con el cacique Don Bartolo y su hermano y otro cacique con la nueva que les dieron de que yo me hallaba tan cerca y polvareda de mi gente que luego se divisó no pelearon aunque lo intentaron agasaje a los dichos caciques y fui con ellos hasta donde estaban sus toldos que habría media legua y les fui preguntando por los pehuenches y por qué habían venido juntos disculpáronse diciendo que los pehuenches los habían traído por fuerza amenazándolos que si no venían a la maloca los habían de matar y que eran ciento y se habían vuelto desde el río del Atuer para no volver más había que caminaban veinte días. Llegué a sus

67 Véase Canals Frau, 1953:365; Márquez Miranda, 1943, Vignati, 1953b; Cabrera, 1292; Silva, Téllez, 1993. 161 toldos donde estaban setenta indios tiznadas sus caras con algunas puestas a este tiempo los reconocedores me dijeron habían querido pelear y cogido las armas para ello y que la guía los había sosegado y en particular señalaron a un indio que había hecho un parlamento a los demás y con noticia de estas demostraciones y sin saber donde estuviese la demás gente y que era ya puesto el sol les hice quitar las flechas y a los caciques las espadas... y de un indio que hallé en la misma junta por ser Ladino le .aparté y me dijo había allí pehuenches y el que había hecho el parlamento lo era y por ser tarde cogí a Don Bartolo aparte y volvile a examinar diciéndole que yo ya sabía como había allí pehuenches que me hablase verdad y que se los pondría delante a todos”. (AN.RA, vo1.487: f. 2v.)68

De lo dicho se advierte que el mencionado «parlamento» dirigido por el «cacique» citado, y cuya identidad quedó en la sombra, pudo realizarse, al menos en parte, en «pewenche». La narración de los hechos destaca las mayores dificultades que las fuerzas ibéricas encontraron para comunicarse con los indios de extracción pewenche, contacto que no hubiera podido realizarse de no contarse con la colaboración de un ladino que formaba parte del ejército rebelde. Tal parece que en la misma ocasión a los hispanos les resultó más expedito hacerse entender por los guerreros puelche. A este respecto vale la pena clarificar la supuesta imposibilidad de estos últimos para comprender otros idiomas nativos, aseverada por Canals Frau, a partir de su interpretación del proceso criminal-de 1658. Por ejemplo, es destacable la actuación del teniente Juan de Carvajal señalado como «gran lenguaraz de todas las lenguas». Fue justamente él quien en el río Atuel obtuvo, mediante su habilidad retórica, que los rebeldes depusieran actitudes hostiles. Con toda seguridad fue el mismo lenguaraz el que se hizo entender por don Bartolo Yuyaric. Este último, por su parte, es definido como «medio ladino» y efectuó su confesión en mapuche. A su vez, don Bartolo confesó estar casado por la Iglesia Católica, ceremonia que se había realizado en una hacienda española, con una india que llevaba el nombre cristiano de Bartola. En consecuencia, es muy difícil pensar' que no poseyera algunos rudimentos de cultura hispana e, incluso, del idioma castellano. Se trataba, sin duda, de un "cacique" bautizado y aculturado, que portaba sable español como símbolo de status.

68 Extraída del texto analítico de Silva-Téllez 162 Los imputados puelche a diferencia de las parcialidades pewenche, declararon poseer vinculaciones doctrinarias cristianas. Se habla de una basta experiencia aculturativa de los caciques y mocetones cuyanos lo que a escala limitada pudo tener expresión en el terreno lingüístico (Cabrera, 1929: 165 et.seq.) Uno de los pewenche, con nombradía de forajido en Chile, fue interrogado por ladinos tanto en «puelche» como en «pewenche». En tres casos fue imposible a los lenguaraces cuyanos darse a entender, pues los prisioneros indagados hicieron uso de una lengua totalmente ignorada en la región (Ibid). Pineda y Bascuñán registró que pewenche poseían lengua «de por sí». La pervivencia de la misma puede verificarse todavía en los primeros años del siglo XVIII, ocasión en la cual el padre Juan Mace, que efectuó misiones de evangelización entre ellos, ratificó el uso de una lengua distinta a la que hablaban las tribus agrícolas de los llanos. (AN.MV. vo1.21:119169). Gerónimo Pietas establecía en 1719, que pewenche y mapuche eran similares en todo lo que dice relación a costumbres, rito y lengua. Podemos, tranquilamente verificar a esta inflexión cultural a inicios del siglo XVIII. La mapuchización fue un proceso tardío en las poblaciones cordilleranas. Solo se consolida em este siglo, donde los pewenche de ambas bandas de la cordillera se expresaban principalmente en mapudungún. Pese a ello, los indios cordilleranos lo hacían con una entonación marcadamente gutural como sucedía entre los cazadores serranos de Valdivia (Martínez de Bernabé, 1782: f.124). Este sustrato, aparentemente una dialecto puelche-wárpido del milcayac cuyano, por extrapolación, sería fusionada con el superestrato mapudungú, con leves variantes locales de astringencia émica, denominándose chedungú. Este dialecto, vigente actualmente posee variaciones fonéticas en ciertas pronunciaciones, que los vincularían a ciertas formas tonales aledañas a los sectores Lafkenches de Cañete y Tirúa. Se confirmaría, a manera lingüística, un cierto corredor entre la zona de Tirúa70 y los sectores salineros del Neuquén. Esto se comprueba en que las pronunciaciones de la “f” fonética es derivada a la “b”, b de tipo interdental, aunque se le escriba con la “v”

69 Fide Silva-Téllez, 1993:20 70 De trürun-we: cuartel de alistamiento y entrenamiento para hacerse a la mar (Mora, 2000) 163 bilabial. Así, palabras como atem, o nüsol, serían partículas de un estado original de la antigua lengua, el chedungú pewenche premapuchizado. (Pedro Aguilera Milla, Comunicación personal, 2007) De esta lengua original, los datos en la fonetica del Chedungú los vigoriza Cabrera, de 1658. Según este autor,

“No se entiende ni hay interprete en español”. “Sabemos que era dura y gutural. La única palabra que conocemos es atem, con que designaban a la araucaria” (Serrano,:153)71.

Posiblemente, este tipo de idioma podría desprenderse de ciertas localías tewelche septentrionales, aunque no se descarta una exclusividad en la lengua (Casamiquela, 1969:111) Bajo esta premisa, anterior al siglo XVI, entendemos a este grupo como pewenche primitivo o más comodamente protopewenche. Esta raíz humana, poseía una lengua identitaria, que pèrmitía distinciones con las lenguas de unidades wárpidas del Cuyo. Aunque como una lengua muerta más, existen ciertos antecedentes suministrados por el folkorista y escritor Pedro Aguilera Milla, que permiten aseverar, etnolinguisticamente, un formato diferente al superestrato mapuche, llegado a estas tierras durante el siglo XVI. Para formalizar la koinonía de este grupo, es de precisar que estamos hablando de un grupo apéndice de mapuches, en probable calidad de un relicto migracional de esta. Schindler (1996) estima que los pewenche del siglo XVII, ya hablantes de mapudungun, eran la primera ola de emigrantes araucanos a la pampa argentina, si bien el contingente más fuerte llegaría recién a principios del XIX. Opero esta visión moderna de la lengua, nos hace conjeturar el momento que el mundo cordillerano se encontraba en una disgregación unitaria. La denominación “Chedungú”, es el apelativo moderno del mapudungú pewenchenizado72, basado en la localía y la caducada influencia de grupos de lingua franca talu-het, diui-het y cheche- het, todas de la dinastía lingüística het. El volcamiento de la lengua “che” en la pampa, obligó a la modificación por radiación centrífuga y centripeta de la cultura mapuche,

71 Fide Casamiquela, íd. 72 Véase para pronunciaciones y alfabeto particularmente en chedungú, Aguilera Milla, 2000:125 164 más avanzada en el aspecto cultural, con dominancia de metales y de agricultura menor y media. Orbigny publicó de la lengua puelche un primer y breve vocabulario, separando a esta lengua del patagón o teulche, y suponiéndola directamente supervivencia de la antigua pampa. Este concepto fue aceptado hasta que Elhmann- Nitsche separó a las lenguas que él consideraba propiamente pampas como pertenecientes ha una familia distinta, que denominó het, y que comprendería las lenguas talu-het, diui-het y cheche-het. La conjetura de estas raices, aunque con pocas palabras, podría dar antecedencia para que las parcialidades pewenche formaran su lengua. Es evidente que el cheche-het era una lengua o dialecto emparentado inmediatamente con el guénakén, entidad etnolingüística de mayor impacto en la zona de la pewenia, y como el talu-het, al menos estaba emparentado con el cheche-het, según informaciones de misioneros de fines del siglo XVIII, toda estas lenguas tienen que terminar siendo consideradas como formando una sola familia lingüística. (Fabre, 2005) La familia lingüista puelche, al que pertenecería como parte el pewenche, solo se parecería a la lengua patagona, por la guturalidad, pero es completamente distinta en el fondo, ya que se presenta cerrada y dura al punto que empleando letras españolas, es muy difícil escribir ciertas palabras. En la lengua puelche, por ejemplo, usan generalmente la k, y está repleta de sonidos compuestos que forman las consonantes tz y mz, además está fuertemente acentuada que a hace más dura todavía, la terminación de la mitad de las palabras en las consonantes at, ex, ec, l, am, ig, s, ep, eq, ch, y tz. La filiación genética del dialecto mapuche-pewenche ha dado y sigue dando lugar a varias hipótesis, sobre las cuales los especialistas todavían no han llegado a un consenso. Una discusión de las posibles rutas de migraciones de los mapuche, y como esta se aloja en en la cordillera es discutida por Croese (1980) y Salas (1992). En 1960, Greenberg propuso que el mapuche perteneciera a su tronco andino-ecuatorial (= II), subgrupo andino (= A), división no 1. A esta división correspondían además del mapuche, la familia lingüística shon, el kaweskar y el yámana. Según Fabre, Greenberg hace un uso indiscriminado de sus fuentes léxicas, sobre las cuales basa sus "comparaciones en masa", aún cuando están plagadas de errores o anticuadas, mostrando una preferencia inconsiderada para éstas aunque existieran fuentes modernas y fehacientes, correctamente analizadas. (Fabre, 2005).

165 Key (1978) llega a la conclusión de que el mapuche se relaciona genéticamente con las familias lingüísticas pano-takana y chon, y por otra parte con el qawasqar y el yámana del área fueguina, y con el yurakare y mosetén del oriente boliviano. Loos (1973) presentó a favor de la tesis de vinculación mapuche-pano-takana algunas formas pronominales casi idénticas en estas lenguas. Existen posiblemente relaciones genéticas entre las lenguas patagónicas. Viegas Barros (1994), valiéndose de los métodos de la lingüística comparativa, comprueba el emparentamiento del gününa- kune (tewelche septentrional austral) y el grupo shon. Este tipo de analisis formalizaría una influencia clarmente patagónida en dialecto central pewenche, moluche, exceptuando al dialecto ranquelino, bajo subdialecto manzanero, en la zona del sur de Neuquén. Bajo esta observación, los trabajos del profesor casamiquela estarían juzgando influencias lingüísticas más que entidades sensu stricto. Se concluiría que las posibilidades reales de que el chedungú tuvo una particularidad desprendida del mapudungú, estarían aún en estudios, aunque los nuevos trabajos del Kimche Pedro Aguilera, podrían resolver a favor este tipo de problemas.

3.3.17 Dieta

La dieta carnivora estuvo presente desde el sustrato cazador de este pueblo. Existen datos paleoarqueofaunísticos en la zona cordillerana, que comprueban la existencia de ñandúes y auquénidaes salvajes cordilleranos (Lama guanicoe) que permitieron la subsistencia de los protopewenche.73

“Su alimento es toda carne indistintamente, sin reservar guanacos, caballos y otros animales inmundos. Las vacas, ovejas y cabras que crían son corpulentas y del ganado ovejuno cosechan hermosa lana”. (Amat y Juniet, fide Alvarez, 1981:71) “También hacen muy blandos y suaves pellones de varios animales, que cazan en el campo, que son muy calientes y regulados en el invierno. Cazan también avestruces, de cuyas plumas tejen sus plumeros, de que se visten en fiestas y sirven para muchos buenos efectos. También hacen plumajes de varios pájaros, y cazan los guanacos y venados, y así son los dueños de las piedras bezares

73 Véase ítem arquelógico de esta tesis. 166 (antiveneno y remedio famoso. Se encontraba en el vientre de algunos animales), que venden a los españoles” (Ovalle, 1993:71)

El apelativo de pewenche, es formalmente, para referirse a la etnia cuyo mantenimiento calórico es en base al ngüillu, o piñon. Esta costumbre, aparece tras los indicios de contactos cordillernos, donde poblaciones trashumantes descubren en las cumbres de cordones andinos, la presencia de este árbol. Se decía que la dieta, era puramente de este fruto, argumentado en las tensiones por la posesividad de veraneadas con parcialidades huilliche. A propósito de la dieta

"un individuo podia ser alimentado durante todo el año con los frutos de a lo sumo dieciocho araucarias" (Poeppig, 1960, 391.)

Referente al grado de participación del piñon araucano en la dieta de comunidades pewenche, la mayoriía de los autores señala que la frecuencia de ingesta de este fruto fue mayor en el pasado. El análisis de la sentencia anterior, entregada por Poeppig, quien estimó que 18 ejemplares adultos, fácilmente se podrían extraer para satifacer el consumo anual de cada pewenche, una cifra estimativa de doscientos piñones diarios. El valor nuticional del piñon, tras los juicios de Poeppig, demostrarían que podría lidiar caloricamente con los nutrientes superiores, como el trigo, el arroz o la avena74. En Cauñicú, Pedro Aguilera Milla, cita las bondades de dicho fruto:

“Los habitantes continuaban trabajando en la limpieza de los campos. Consumían toda clase de frutas qie ña cordillera le ofrecía y se alimentaban de la carne de los mismos animales que criaban. Los cereales aún no se conocían, por que las semillas no podían conseguirselas. Solo con el piñon, el mapuche pudo hacer comidas de diferentes maneras, ya que el fruto contenía mucha nutrición, entregando al hombre gran fortaleza y una vida muy prolongada que sobrepasa los 120 años de edad. Los mapuches entonces, entre ellos mismos se dieron el nombre de pewenches “gente de las araucarias”, porque para ellos la araucaria estaba considerada como el árbol sagrado, pués a través de esta planta preciosa, el Padre Dios Chachaw demostraba los poderes a los mapuches: con la perdída del piñón botado, con trastornos de personas en el bosque. Los que desaparecían por unas horas, luego regresaban conversando cosas

74 Véase para este interesante tópico, Schmidt-Hebel et al, 1990. 167 extrañas. En otras partes, el que gritaba con fuerza entre las araucarias, el Padre Dios, inmediatamente manifestaba su poder con fuertes lluvias y relámpagos que sacudían de miedo a los animales y a los pewenche. Por eso es que hasta hoy todavía los mapuches estiman la araucaria como una planta sagrada, por que les da el alimento, les ha hecho creer en Dios y les ha dado a conocer que ellos también están muy cerca de El para que lo adoren y le rueguen.”(Aguilera Milla, 1987:584)

Tabla 24 Valor nutricional del piñón de A.araucana en relación a otros productos energéticos tradicionales. Cal gramos / 100 g. peso seco Producto %humedad /100g. Poteína Lípido Fibra Ceniza ENN* Piñon 43.1 232 9.6 2.3 4.7 2.3 81 Maíz 10.6 358 11.9 5.0 5.4 1.7 76.1 Papa 78.7 67 14.6 0.9 2.8 4.2 77.5 Trigo 11.6 321 10.4 2.5 4.2 1.6 81.3 * Extractivos no nitrogenado, por diferencia, asimilable a carbohidratos. Fuente: Schmidt-Hebel, 1990

Al respecto, la cosecha de piñones es absolutamente sustntable, pese a la explotación masiva de este fruto, los cuidados culturales se han perpetuado. Existen estimaciones (González, 1980) para la cosecha de otoño del piñon para la comunidad de cauñicú, con 1600 kilos por familia. (10 cargas de 160 kilos), a parte del consumo directo de la familia durante los dos primeros meses más una carga de recolección primaveral. Cada persona extraería diariamente los 10 a 20 kg. Aegensen (1998), difiere, a propósito de conflictos de limites de veraneadas en Ralco-Lepoy, que los volúmenes anuales de recolección familiar del piñón estarían entre 200 a 2800 kg. En la recolección otoñal, se comienza con “el plenilunio de la segunda mitad de febrero”75. El desplazamiento es acompañada por el ganado para el complemento dietetico mutuo, procediendo a recoger el piñon de otoño o weyaten. Esta de realiza mecánicamente por apaleamiento de las piñas, el lanzamiento de palos y piedras y el tiraje con cuerdas para derribarlas. Tradicionalmente se ha usado el Raupúl, vara larga

168 con punta biselada; Lëkái lashú o piedra forrada en cuero atada a una soga; Küllpiuté o Küllpiwé, caña terminada en un lazo de soga. (Nardi, 259 fide Silva-Téllez, 1993:9). La recolección primaveral, se realiza tras la fusión de la nieve con la tierra, que por gravedad, precipitó los pullem o piñones de primavera manteniéndolos frescos (Valenzuela y González, 1979). La conservación y preparación del piñon ha sido estudiado76 bajo concepciones émicas y simbolicas del mismo. Existen técnicas tradicionales de conservación del piñón de un año para otro o pangwi, por deshidratación caliente, sobre arena u horno de suelo, o por hidratación continua de la semilla, en pozones con agua corriente, comúnmente usado para el mantenimiento de este. El procesamiento de esta semilla es variada. La obtención de ella era variada, indicándose

“…Pan, harina tostada, chicha y los guisado que quieren (Rosales, 1674, T.1:412)

Tabla 25 Formas tradicionales de procesamiento del piñón de araucaria Piñón en estado: Piñón Harina Panes Bebida Crudo Karünguillú Pullem Yiwinkofke Seco Menken Nolle Rumunkofke 1 Hervido Boltü Chavid 2 Tostado Kulenléupe 3 Tikun Kuléto 1 Kotunguilliu Tostado y Hervido kulenboltu Múrke Multren 4 1. Al rescoldo 2 .Fermentado 3.En el leupe 4. Al Horno Fuente: Valenzuela, 1981; Tacón, 1999

Se complementaba la dieta con los frutos del lleuque (prupnopitis andina), la manzana silvestre y el avellano (gevuina avellana). Actualmente la aparición del centeno, la cebada, el locro y la quilwua o dawue pewenche, trigo y avena. De estas estas plantas domesticas, las dos ultimas se han potenciado. Manejan bien el tratamiento de estas semillas “Los granos que comen son cocidos, tostados o en polvo, pero como ya he dicho, son éstos traídos de nuestras fronteras, porque ellos no tienen siembra alguna ni trabajan en ninguna

75 Tacón, 1999. 76 Véase Valenzuela, 1991. 169 manufactura, más que en sobar algunas pieles para botas, correas, collleras, etc., para uncir animales y mancas para las manos y aun en estas obras tienen parte sus mujeres, como que las he visto trabajar en ellas. Loa granos que nos permutan es por sal, caballos, ovejas, vacas, ponchos, mantas, etc. y para estos cambios llevan a sus mujeres a fin de que ellas carguen con toda la pensión y también cuidados cuando se embriagan, que lo hacen con vicio siempre que se les proporciona El trigo regularmente lo reducen a harina tostada que llaman mirci, y de esta harina hacen dos diferentes comidas, una con agua fría que llaman ulpo y otra con agua caliente que nom bran chercan. Lo mismo hacen con la de cebada; ambas son sustanciosas y de buen gusto. Las papas las cuecen y las llaman mallo, pero son más aficionados a comerlas asadas. Son comedores y nuestros guisos loa celebran mucho ponderándolos entre loa suyos. Jamás tuve hasta ahora un día que no se viniesen a mi toldo al tiempo de comer; sin embargo que siempre cuidé repletarlos antes a fin de que no me creyesen más solícito de mi comodidad que de la de ellos y no hubo ocasión que no comiesen con ansia.” (Luís de la Cruz, 1953:53)

Las cantidades de comidas en el día llegan a tres: desayuno (pan amasado o tortilla, huevos, mate), almuerzo y cena. La yerba mate (ílex paraguanensis), de preferencia argentina, es apreciada de sobremanera, siendo durante muchos años, moneda de cambio junto con el azúcar. Dicha costumbre es de observar en algunas comunidades. La hispanización introdujo la carne de caballo como costumbre culinaria apreciada, apareciendo el charquí o carne equina seca

"Aunque tengan numerosas manadas de bueyes y de cameros, no se alimentan por lo común sino de carne de caballo, la cual prefieren a todas las demás viandas"(Poeppig, 1960, 391.)

"La comida frecuente de estos indios es la carne de caballo de cuyos animales tienen grandes manadas y buenos arbitrios para adquirir porciones.[...] Su comida común es en asado, pero que apenas se sollame por encima; también en cocido y por consiguiente antes de estar a la sazón. Al tiempo de matar la res se comen cruda la riñonada, todo el cebo y el librillo; y si estaba preñada, la cría. A la carne conforme se enfría le sacan con las uñas la gordura y se la comen también una sola pieza, confeccionadas con el cuero de las piernas traseras del caballo;

170 para este fin se corta el cuero por sobre la segunda articulación en forma circular, desollándolo y haciéndolo flexible por medio de un cuidadoso raspaje y un curtido con polcura, una tierra aluminosa, muy frecuente en los Andes, resultando al final una especie de media, que sólo es preciso coser en la punta" (Luís de la Cruz, 1953:53)

La pesca es permitida, solo en el curso medio del queuco y el el sector del Biobío. La técnica de extracción fue por medio de mallas o sacos, y actualmente con lienza o caña de pescar. El conejo silvestre es ampliamente distribuido en el queuco y el biobío, aunque solo se consume en invierno. El fenómeno de la hispanización introdujo una dieta preferentemente equina, aunque por el carácter ganadero de sus conchavandos se incorporó las carnes de vaca, ovejas, cerdo, pollo, cordero y chivo. Estos últimos han sido estigmatizaados como plato pewenche. Entre las bebidas, está profusamenteimbricado entre los pewenche el consumo de la sangre de estos animales, tanto como ritualistico como en comidas ordinarias. El uso de Ñiache, los hace distintivos entre los cronistas.

“Cuando la res es tierna la degüellan (foj. 105 v.) levantándola uno de las dos manos, luego la amarran en el gollete paa que retroceda la sangre a las entrañas, dejan pasar un rato, la abren y sacan sobre caliente los hígados y corazón hinchados con grandes pedazos de sangre: y en el momento se loa comen ponderando su delicadeza, Esta muerte la llaman ñachi.” (Luís de la Cruz, 1953:53)

Además del ñiache, existe variadas fermentaciones, entre los expuestos por el piñón. Además, de la harina tostada y el mate, el vino, lamentablemente, está asimilada en la población. “La bebida ordinaria es agua y las cervezas que acostumbran en sus funciones son de trigo sancochado y mascado, de michi que es una fruta morada y muy dulce, de queren, que ea una fruta de un bosquecillo, de cuparra, que es una fruta blanca entre los montes y fuera de ellos colorada, de piñones, de guigan y de maís. Todos estos caldos los entibian para echarlos en las vasijas en que fermentan.” (Luís de la Cruz, 1953:53) “Para beber a su manera en forma festiva, no necesitaban ninguna clase de vaso ni de otros aparatos. Había excavado pequeños pozos al centro de su ruca, extendiendo un pellejo de oveja sobre ellos, y habían vertido el vino en esa cavidad plana” (Poeppig, 1960:355)

171 Fig 12. Escenas pecuarias en Trapa-trapa. Obsérvese el ganado caprino, suidino y equino. Fotos del autor.

3.3.18 Estructura politica

Los cambios producidos durante el periodo que siguió el asentamiento hispano en las costas del Río de la Plata y en el Valle del Mapocho, durante mediados del siglo XVI, establecieron claramente las estructuras sociales y politicas del mundo indígena pewenche. Estas, fuertemente influenciados por la araucanización de las pampas, desde comienzo del 1700. Entre estas caracteristicas, el cacicato, cuyo maxima inflexión será formalizada en las grandes jefaturas que se constituyeron desde el siglo XIX. Desde la organización prístina de las bandas de cazadores recolectores pewenche, donde en poder, aunque centralizado y concentrado, era en una escala básica. Esta larga proyección, crisol de entidades coloniales mapuches y la influencia de la frontera, con énfasis en los evangelizadores y la guerra de Arauco, consideraron un basamento politico de tipo marcial, las jefaturas (“chiefdoms”). La antropología politica, orientaría los problemas para este ítem. Estas serían formas sociopolíticas diferentes a las formas estatales. A fines del siglo XVI, las poblaciones de cazadores recolectores, la organización por bandas, con itinerarios fijos determinados por la distribución de recursos economicos. En el sector de pewenche prístinos, excavaciones arqueológicas recientes en el área de los valles cordilleranos, junto a los grandes ríos patagónicos y maulinos.En este período, bandas protopewenche convocaron en ciertos puntos, una alta densidad poblacional y un mayor nivel de 172 complejidad socio-política, junto con redes de intercambio, de inclusión premapuche77. Con la aparición de la araucanización, aparece los textiles, la platería, y razgos simbólicos que reforzarían la autoridad, aunque colonial (de tipo endógena, bajo asimilación cultural, o exógena, o transculturización de los mapuche en un panorama pampeano).Se establecerán relaciones internacionales, no solo con España78, como limite colonial, sino con potencias rivales, como los ingleses, quien en 1675, navegaban en piracía, por el mar del sur, con fuertes rumores de una alianza con puelche y pewnche.79 El fortalecimiento de la autoridad de jefes pewenche subordinados al poder mapuche, integradora y pacífica, era complementada con fetiches legitimizadores80. Estos poderes eran sujetos a una proskinesis, transformando el mando en una autoritas con imperium ecuestre. Los Tokikuras, los bastones, espadas, piezas de arreo fabricadas en parte con plata. La platería mapuche consolidó el poder político en los andes centromeridionales, en conjunto con una textilería hecha conforme a las atribuciones del Lonko. Considerese para este dato, la manta entregada a San Martín, y los detalles que lo hacen convertirse en un “elegido”. Durante los parlamentos, la presencia de fuerzas militares entre lonkos y los capitanes españoles testimonia una legitimidad intercultural, apremio a la presencia de fuerzas y hombres dispuestos a una subordinación total. Existe una clara diferenciación social de estos concentradores de poder, que serán ejemplificados en ceremonias religiosas o sociales.El prestigio de los grandes lonkos fue apreciada en las indumentarias, anexadas con plumas y algunos metales, desde la lata hasta el bronce, hierro y el más importante, la plata, como concentrador energético procreador. Este tipo de concentración, rebundaba en un prestígio y era objeto de asegurar alianzas y consolidar jerarquías (Madrini y Ortelli, 2002:237). Esto procedió a la formación de grandes unidades políticas (del aillarehue al cacicato), de concentración de autoridad de los grandes caciques o de Futa que operaron políticamente como microunidades en el siglo XVIII, a macrounidades en el siglo XIX, con el

77 Véase para este tópico, Gómes Otero y Dahinten 1999ª:108-115. 78 Véase Casanova. edit. Pinto Rodríguez, 1996:72-92. 79 Cartas y expedientes del Virrey de Lima sobre asuntos de Chile 1650-1696, expediente sobre piratas, cartas del gobernador Angel de Peredo al Consejo de Indias. Concepción, 1675. AGI.Audiencia de Chile, Leg.7 fide Cerda-Hegerl, 1988-1989:18. 173 surgimiento de un eventual confederación panpampeana, figura asimilable por algunos etnohistoriadores, a un reino coyuntural central fuerte (Véase, Téllez, 1991). Ejerciendo una organización cultural postclasica, se conformán núcleos politicos en las faldas cordilleranas. Así emergen figuras como los picunpewenche Ancanamún, Pichintur, Millaquín, Colemilla, Currilipí, Inalicán, Ñeicuñán, Necul man y Guzmane, del Malalwe; Caepí, Viló y Purrán, este ultimo, conformó la unidad política pewenche más estable conocida; y los huillipewenche Toriani, Toro y Uldamán)

“Estan divididos en muchos ulmenatos independientes. Se visten de lana y en vez de calzones se envuelven en un pedazo de tela cuadrilonga que, ceñida a la cintura, pende hasta la rodilla. Estos pueblos son los unicos de los indios chilenos que se sirven de calzado que se fabrican de las piernas de atrás de la vaca o del huanaco. Sus armas son la lanza, el sable, el laque. Son los más traficantes de todos los chilenos”.81

Existía una fuerte desconcentración del poder, aunque centralizada en el Lonko de la comunidad, bajo una orden federada, determinada por cada comunidad. Este, el sentido clásico, tiene atribuciones ejecutoras, delegadas bajo una elección semidirecta, al ser un representante de cada familia el que vota para elegir dicho poder. Este Lonko, era y es la depositaria del poder, representado por un anciano, o mocetón con habilidades o inteligencia notoria. Habitualmente este lonko poseía una acumulación de riquezas, en forma de ganado o tierras. Este lonko es parte de un consejo de longos, importantísimo en tiempos de paz. Los werkén eran parte del poder representativo de la comunidad. Posteriormente, durante las campañas de invasión de las republicas a la cordillera, el traje, generalmente de telas finas entregadas por el ejército, a cambio de alianzas o tratados, establecieron una especie de comprobación del poder político. Tanto es así que las fotografías de las campañas a la cordillera, muestran a la gran mayoría de los longos y caciques, con trajes militares o de gauchos estancieros. El rompimiento de la lanza de Sayhueque, constituye simbólicamente, la destrucción de la autoritas y

80 Véase Boccara, 2006 81 Vidaurre, Gómez de; “Historia geografica, natural y civil del Reino de Chile” Libro I, hombres de Chile. 174 potestad de la antigua usanza y el estado marcial82. Los úlmenes83, proliferaron en Chile, desde el establecimiento de una frontera permanente el el Biobío, hasta antes de la reforma agrícola, y la condición actual de estos lonkos está supeditada a la condición politica partidista del postulante, cuya coyuntura establecería, al menos, la autoridad política sensu stricto. Existiría un modelo diferente de poder, basado en una entidad consular, con plena bicefalía. Este tipo de centralización del poder, implica algunos problemas en las comuniades, desde que la araucanización entregó potestas con cuestionados fundamentos en lo doctrinario, para entidades pastoriles, donde la ácefalía y el carácter augíano84 se inclinaban, principalmente a la inexistencia de una juridicción territorial efectiva, sino a condiciones sanguineas y comunitarias, como los principios mapuchizantes del Lof, Tuwún y el Kupalme85. Fue común encontrar conflictos interlonkos, como también, alianzas con distritos humanos antípodas. “Esta nación que se contempla independiente de las demás, no tiene con ninguna alianza estrecha ni guarda subordinación a sus propios jefes, sino por un electo de tolerancia que a cada nada la atropellan. Los más antiguos ancianos, los más valerosos y los más ricos son loa que se titulan caciques o quilmenes. Este titulo que se granjean por sus hechos. Sí los de sus antepasados fueron también recomendables, brilla más en cl sujeto. Por este orden cl hijo de un cacique que no es valeroso, que no se hace rico, que no ha hecho hazañas meritorias, nada es, y se mira como un mocetón despreciable. Entonces el título de cacique lo hereda el indio de la reducción más guapo, de mejores discursos y comodidades. Los caciques no tienen jurisdicción alguna para castigar, ni premiar a nadie; cada uno es allí juez de su causa y por consiguiente a nadie se tiene respeto. Así si un quilmen quiere atro pellar a un mocetón y éste se siente de mayores bríos, carga con su jefe, lo acuchillea y hace con él cuanto puede y lejos de merecer castigo, se hace recomendable, porque habiendo vencido a un quilmen, que ca decir a un hombre fuerte, ha dado prueba de ma-yor

82 Véase para simbolismos y poder, Téllez, Fondecyt 96/0789. 83 Véase para los úlmenes, Jímenez y Villar, 2006. 84 En referencia al rey de Elida, Augías, máximo propietario caballar de la Grecia legendaria. 85 El lof es la unidad nuclear socialpolitico de las parcialidades mapuche-pewenche, definidos como el conjunto de familias de una comunidad. El Tuwun es el lugar de origen, que liga a las personas al Ad Moguen, y el Kupalme, que es el tronco familiar de los lof, aglutinadores activos que se vinculan al Nor moguen. 175 ferocidad. Resta que si el cacique tiene más parientes que el mocetón, se dan todos por agraviados y asaltan al mocetón para que les pague y de no, hacen lo mismo de él. Esta resulta es el único freno que tienen, pero de cualquier modo, el mérito de haber estropeado al cacique no lo pier (foj. 184 v.) de, aunque pierda sus bienes.(Luis de la Cruz, 1953:40-42)

Actualmente, la existencia de dos poderes, el politico sensu stricto y el ancestral, poseedora del eje filosófico y juridiccional del Ad Moguen y Nor Moguen86. Sin embargo, esta autoridad tradicional estará también sujeta al liderazgo de ciertos lonkos y su capacidad de solucionar problemas en la comunidad, en cuanto a la gestión y la representación87.

3.3.19 Economía

El carácter inicial definitorio de las poblaciones protopewenche es su economía, principalmente basada, en dicha área, en aquellos primeros tiempos históricos en la recolección de frutos de árboles silvestres. En pleno siglo XVII, la caracterización productiva de estas comunidades se basaba en la recolección de frutos y hongos silvestres. Posteriormente, la tewelchización, la hispanización y la mapuchización imponen al pewenche un nuevo paradigma económico. En efecto, el análisis de la economía indígena pone en manifiesto su complejidad y obliga a abandonar viejas ideas, generalmente basadas en prejuicios y preconceptos, dejando de lado definitivamente la calificación de “depredatoria” que se le ha adjudicado. Por el contrario, abarca un amplio espectro de actividades (pastoreo en diversas escalas, caza, agricultura, recolección, producción artesanal) combinables en diferentes grados y formas lo que le otorgaba una excepcional adaptabilidad. Un complejo sistema de intercambios vinculaba a las distintas unidades del mundo indígena entre sí y a estós en su conjunto con la sociedad criolla. Este tipo económico es evidentemente monorecolector, diferendo al cazador, y disociado del tipo pan-tehuelche, de formato cazador. Esto lo confirmaría con ciertos silos de veraneadas que podían conservarse

86 Relación con la tierra y las personas, respectivamente. 87 Véase para este punto, Villegas, 2004; Isla, 2001. 176 cosechas de hasta tres o cuatro años, claramente un semisedentarismo, o sedentarismo estacional. (Rosales, 1651) Las formas económicas comunitarias de las sociedades pewenche, es de ordinario, la recolección, aunque algunos autores proponen radicalmente una monorrecolección; sin embargo, la existencia eíimera de un sustrato cazador, podrían vincular la etnoregión cazador-pantewelche, aunque se presupone una incorporación ténua de la horticultura, por hoy masificada en casi todas las comunidades, y confirmada por el mismo autor de que en dichos silos podían conservarse las cosechas hasta “ 3 o 4 años” Pese a esto, en cuanto al estadio cultural al que se le pretenda clasificar, lo cierto es que los pewenche como tal, heredaron de la transculturización mapuche, el cultivo de pequeña a mediana escala. Aquí, el rasgo más significativo es que la práctica del cultivo, contra lo que comúnmente se creyó, tuvo amplia difusión en la región, constituyendo un importante complemento de los recursos provenientes de la caza y el pastoreo. Esa práctica, atestiguada desde el siglo XVIII, se vincula, sin duda, con la penetración araucana que la introdujo en las pampas. En el siglo XIX incluía una amplia lista de cultivos entre los que se destacaban el trigo, el maiz, la cebada, algunas leguminosas y varias curcubitaceas (zapallos, calabazas, melones, sandias) Existen asociaciones económicas de grupos pewenche o símiles que durante el proceso de Mendoza de 1658, presumiblemente se aduce del acoplamiento de las vainas de algarroba y de drupas del molle, principalmente como frutales alcohólicos que complementos alimenticios (Cabrera, 1929:192). Pedro de Leiva relata aspectos primordiales del funcionamiento económico de los pewenche primitivos Aunque escasa, la información disponible nos proporciona claras referncias a las prácticas agrícolas en el territorio de los voroganos, pampas o salineros, asi como entre los ranqueles, pewenche y huilliches cordilleranos. Tenemos incluso la descripción de toscos arados de madera que se empleaban en tal actividad. En algunos valles de la precordillera se usaban también sistemas simples de riego. (Madrini, 1992). Existen contrapruebas, sin embargo que sindicalizan a pewenche como una cultura cazadora. En efecto, el viajero Thaddaeus Haenke (1942:123)

177 atribuye a "su corto número la absoluta posición a la labranza que muestran los pewenche". Poepping también hacía notar la falta de cultivos

“Como no conocen los cultivos, por tratarse de una actividad que consideran deshonrosa y afeminada, se ven reducidos durante muchos meses a una dieta únicamente carnívora…Tendrán que renunciar en absoluto al consumo de vegetales si la bondadosa naturaleza no se preocupa rara maternalmente de aquellos rudos indígenas, entregándoles las semillas del pehuén, el fruto de la araucaria. La recolección y preparación de estas semillas y la confección de bebidas embriagantes (del molle, del maqui y de la chilca), que consumen los pehuenches en exceso, incumben a las mujeres”. “En cada nuevo domicilio se vuelven a confeccionar los artefactos de greda que se usan en la cocina, pues los varones le dedican gran interes a la comida, pero sin demostrar mucha delicadeza en la elección de sus alimentos. Les parece sobre todo sabrosa la carne de yegua, y solo la necesidad los podrá inducir a matar a una vaca. Aún cuando están acostumbrados a preparar la carne al humo o a tostarla, no habrá ninguno que se niegue a consumirla en estado crudo cuando se encuentre impedido para encender fuego por la cercanía del enemigo.” (Poeppig, 1960:394)

A estas razones debemos agregar además aquellos factores ya analizados los como la abundancia de alimentación que les prodigaban las araucarias, al pastoreo de grandes rebaños y, en definitiva, las condiciones creadas por v ida trashumante, los cuales suplieron o actuaron como poderosos impedimentos para que los pewenche desarrollaran técnicas de cultivos.88 Solo a fines del siglo XIX, cuando estos indígenas dan inicio a su asentamiento definitivo en los valles cordilleranos, y como resultado del largo proceso aculturativo de araucanización, comienzan a practicar una agricultura de subsistencia. Existío entonces, en plena cordillera, una diversificación económica efectiva, basado en la recolección de frutos, la pesca, la extracción de sal, la agricultura de

88 “Que el término agricultura incluye muchos modos distintos de obtener la subsistencia, asimismo la frase agricultura mixta señala igual disparidad y diversidad. Los varios modos diferentes de cultivo se pueden conbinar, en diversos grados, con distintas actitudes hacia la cría de ganado. Se ha sugerido, justamente, la diversidad de permutaciones y combinaciones posibles. Nunca debe olvidarse la multiplicidad de las aplicaciones concretas de la economía productora de alimentos” (Childe, 1965) 178 chacras, la ganadería media y mayor, la avicultura y el comercio, matriz configurador de la identidad peweneche, estableciendo relaciones con los hispano-criollos argentinos y chilenos. “Los indios se movían intensamente a lo largo y ancho de su territorio, participaban de los malones, el arreo de rebaños hacia Chile, el traslado de ganados a los distintos campos de pastoreo, los intensos intercambios entre distintos grupos y con los blancos, la celebración de ciertas ceremonias colectivas de carácter social y ritual, asistencia a “parlamentos” y asambleas, los obligaban a viajar por el territorio, pero finalmente retornaban a su tosería. Ningún experto confundiría los campamentos temporarios que establecían durante estos viajes, con los asentamientos fijos más estables del mundo indio” (Madrini y Ortelli, 1992:27)

El tráfico de recursos, desde la obsidiana, hasta los metales y piedras bezares, se dio profusamente entre los pewenche prístinos. Esta herencia, profusamente desarrollada, se dio principalmente por el carácter de la cordillera, como paso obligado de los grandes caminos indígenas, como variados caminos con el nombre de “el de los chilenos”, que formalizarían un contacto permante allende los andes. Esto encrudecerá más con la hispanización y el establecimiento de fronteras, cuyas ferias y mercados, caracterizarán el sostenimiento económico de los pewenche.

"A pesar de su ingenio inquieto y vagabundo, son los más laboriosos y más comerciantes entre todos los salvajes. En sus toldos jamás están ociosos. Las mujeres I fabrican mantas de varios colores. Los hombres se aplican a tejer bellísimos cestos y a hacer otras bellas obras de madera o de plumas o de pieles, que son muy buscadas por sus vecinos. Todos los años entran en las confinantes provinciales españolas, donde tienen una especie de feria, que suelo durar quince o veinte días; conducen sal fócil, yeso, brea, cobertores de cama, ponchos, pieles, lanas, riendas de cuero perfectamente entretejidas, canastos, vasijas de madera, plumas y huevos de avestruz, caballos, novillos, etc., y en cambio reciben trigo, vino y mercerías de Europa. Son habilísimos en el tráfico y difícilmente se dejan engañar". (Molina, 1953)

La activa participación de los pewenche en la economía fronteriza, focalizada en dos mundos: uno interétnico, y otro intercultural. El primero, bajo el trueque o la plata mapuche, articulaba una red comercial, por los bordes de los ríos patagónicos y 179 araucanos, estableciendo intercambios comerciales con mapuche y pampas, consolidando una sociedad cultural transicional. Este tipo de comercio, fomentaba la yerba mate, los caballos, las reses, y textiles, obtenidos de malones, aunque también, (y en mayor parte), por unidades productivas locales, generando especialización, fundando núcleos precapitalistas, aunque bajo fuerte influjo de hipanos, como el caso de las ferias. En sentido popperiano, existió como moneda, aparte de la plata mapuche, (moneda global), el piñón, de habitual consumo pampino, maulino, araucano y cordillerano. Este tipo de intercambio, por trigo, chicha o productos marinos de los corredores de Puerto Saavedra, y de Tirúa89. En la cordillera, las bandas nortinas (millcayac, allentiac) proveían de lama guanicoe, con los ranqueles, el mercado del ganado; con los tewelche, provenían cueros, plumas y potros sin domar a cambio de tejidos y bebidas alcoholicas (Zapater, 1973:110). y los huilliche, aunque rara vez, sumistraban frutos silvestres. Este tipo de transacciones bilaterales no capitalistas, se basaba en la reciprocidad mutua entre lof, y se realizaba por volúmenes o cargas, independiente de su contenido90. “Tienen los pampas, una cantidad de excelentes caballos y los montan como charrúas. Compran sus trajes de pieles y las plumas de avestruz a otros indios que viven en el sur del país, por el lado de los patagones; y en cuanto a sus mantas y a sus ponchos los adquieren de los indios de la cordillera y de Chile” (Felix de Azara, 1969:110)

La principal actividad económica pewenche fue el tráfico de la sal. Este elemento, extraído principalmente de los yacimientos ubicados en la pampa trasandina central, tenía gran importancia en la economía colonial. La sal era usada en la producción de "charqui", en la conservación de cueros, el salado de lenguas de vacunos que se exportaban al Perú, el consumo humano, etc.

89 Es de indicar, que el corredor de Tirúa, si bien es obtaculizado, en parte, por la cordillera de Nahuelbuta, esta sirvió, en tiempos estivales, como enclave pewenche, comprobadas bajo dibujos de Gay, quienes muestran a grupos pewenche, posiblemente de paso, abasteciéndose de piñones con fines especulativos. (Nota del autor) 90 El consumo étnico de sal hacia Araucanía era intensivo. Se organizaban numerosas expediciones para ir en su búsqueda allende los Andes. Existía un fuerte contro de los caminos, por los que se enviaba a werkénes de los diversos caciques cordilleranos y pampinos interesados, para caravanear, bajo permiso en ciertos peajes cordilleranos.

180 “Vagan con sus toldos desde la juridicción de Chillán hasta el volcán de Villarrica…tienen buenas armas y buenos caballos y no carecen de ganados mayores y menores…del ganado ovejuno cosechan hermosa lana. Su frecuente labor es en las indias tejer ponchos y mantasy los indios trabajan en labrar algunos platos y vacias de madera…cuidan los caballos y sus crías; cosechan la sal en las muchas lagunas por donde cuaja; cosechan los piñones en los parajes donde hay pinares; cazan algunas avestruces y encairelan plumeros con sus plumas. Tejen riendas de pieles de guanaco y cabestros muy pulidos, todo lo cual comercian con los españoles a ciertos tiempos en determinados parajes a las raices de la cordillera” (Amat y Juniet, fide Alvarez, 1981:71

El monopolio de la sal se consolió por el dominio de los pasos cordilleranos a través de los cuales se accedía a las salinas de Ílo ubicadas al Sur de la cordillera del Viento, controladas por ellos. La actividad comercial, se intensifica durante las últimas décadas del siglo XVIII, perturba los patrones económicos pewenche, La proliferación de ganado, la producción artesanal (véase ítem artes y manufacturas), y la sal, permitió el intercambio con cereales, herramientas, armas, añil, ropas, adornos, vino, aguardiente, etc. quienes "En muchas regiones de la vertiente oriental de los Andes se encuentran a esta latitud algunos arroyos que se cubren con costras de sal, ofreciendo el aspecto de hallarse helados, o bien esta sustancia existe en las laderas de los cerros (como la zona que los indios llaman Coipoleuvu), en que es posible obtenerla sin mucho trabajo en la superficie. La primera clase es más fina y más difícil de recolectar y menos abundante, pues los cristales de sal sólo vuelven a generarse en cuatro meses; en cambio la segunda clase, que suministra sal en bloques, permitió al comercio de Antuco proveer antiguamente a toda la zona austral.” (Poeppig, Op.cit.:387)

Este tipo de comercio pasó a especializar al pewenche en la economía colonial. De hecho, el solo control de los pasos, y el posicionamiento ultratelúrico de las salinas, condujeron a que fuesen activos miembros del flujo económico interno de la protorepública.91

91 Véase oara este punto, León Solís, 1991:112. 181 “Yo bien presumo que este axioma no será bien recibido, […] y que dirán que el principal reglón que los peguenches tienen para permutar trigo, es la sal” (Luís de la Cruz, 69:2003)

Estas transformaciones alteraron sus patrones económicos tradicionales -las expediciones en busca del pewén a lo largo de las montañas hasta los picos de Villarrica, las visitas periódicas a las estancias de Mendoza y sus propias empresas de caza y malón en los territorios de Neuquén y Limay, forzándoles a actuar recientemente como meros intermediarios entre los dos universos. A través del trueque de manufacturas europeas, los pewenche rescataban gruesas cantidades de ponchos y otros utensilios de los pampinos del interior, para luego venderlos en los mercados de Chile. Con el afianzamiento de la alianza forjada con los hipano-criollos de Cuyo y Chile, los pewenche se transformaron en el arquetipo de los conchavadores aborígenes o intermediarios indígenas” (Casanova, 1996:80) “El arreglo de su comercio es por conmutaciones, cambiando unas especies por otras, razon porque los españoles concurren llevando sacos de trigo, cebada y otros granos, sobreros, paños, agujas, añil y otros tintes, en los que traban su comercio, cambiando una saca de sal, por una de trigo y a esta proporción los demás géneros” (Id.)

El comercio practicado por los pewenche incrementó su volumen e importancia y dejó de ser un complemento de la economía para convertirse en una de las actividades fundamentales de la sociedad pewenche. Este se iría incorporando a la economía nacional, La transformación de la sociedad pewenche, de cazadora a una pluriespecializacion, basado en la textilería, la sal y la ganadería, implantaron una mentalidad precapitalista, expresado en la usura, relativismo cultural que se explicaría, en un creciente estado de guerra, entendiendose las mercaderías, como “pertrechos”.

“Presentan los costales de sal y piñones poco más de medios, y los demandan llenos de trigo, precediendo a humedecerlos para que cojan más cantidad, y las cestas, palanganas y barreños van por el grano que cabe en ellas” (Carvallo y Goyeneche, 1875:162)

182 Los artefactos que eran expuestos en las ferias, serían tracciones bilaterales, con el formato del trueque, o bien, transacciones multilaterales, donde la moneda fue la plata mapuche, o el peso-oro colonial. El cambio fue siempre en función a la funcionalidad de las poblaciones pewenche o chiquillane, cuyos alojos en los ríos centrales, permitieron que estas ferias llegasen a especializarse en un panorama metaeconómico. Los fundamentos de estos contactos se testimonian en las grandes ferias de cestería de Chimbarongo, Roblería o Ninhue. Se llegó a reglamentar este tipo de transacciones bajo ordenanzas del cabildo de Santiago, prohibiendo la venta de licores y vinos, y de armas, cuyos demandantes pewenche, ordinariamente frecuentaban sus consultas. Estas serían confirmadas en las leyes de indias, y en el parlamento de 1771, aunque la fiscalización de estas promulgaciones no pudieron ser efectivas, transformando el “conchavando” en un “mercado negro”. Actualmente la actividad economica de estos pueblos sigue siendo la ganadería caprina y ovina, aunque han incorporado algunos pewenche la apicultura y el turismo. Se pueden ver, además,a propósito de las grandes obras de ingeniería energética en la zona del Alto Biobío, programas de riego técnificado, por goteo y aspersión, como prestaciones de servicio que estos mismos pobladores realizan para estas centrales hidroeléctricas.92

Fig 9. Izquierda, Reconversión productiva del suelo pewenche hacia monoproducción de especies exoticas forestales, como es el caso del eucaliptus globulus, en el borde del embalse Ralco. Derecha, resultado de la permutación de tierras, la comunidad pewenche asimiló la agricultura técnificada a sus labores ordinarias, con ayuda de Conadi y Endesa, como el caso de la comunidad de Ralco-El Barco. Fotos del Autor.

92 Véase para la nueva matriz económica pewenche, Escalona, 2002; Zúñiga, 2002; Aguayo, 1996.; Azócar, 1992. 183 Tabla 26 Análisis etnográfico cultural pewenche Estadio cultural Trashumancia y seminomadismo Estructura familiar Patriarcado, con predominio del marido de tipo exagerado “Chamal” (¿chiripa?) y poncho, sobre el cuerpo desnudo; botas de potro en los hombres. Las mujeres con vestido tipo mapuche, cabeza descubierta en Vestimenta el hombre, cabello anudado en el hogar con una cinta entretejida en el nudo, en el caso chileno; o suelto en la usanza trasandina. Las mujeres generalmente usan trenzas. Tipo mapuche. Pintura facial y corporal en los hombres. Pinturas en los Adornos caballos. Lanzas y Boleadoras en el caso de los pewenche chilenos. Lanzas, Armas machetes y cuchillos en Argentina. En las comunidades del río Queuco, existe costumbre de usar cuchillos y machetes en la espalda. Toldos de Cuero, de forma cónica o aproximada. Aparición de rukos o Habitación viviendas estacionales de madera. Escaramuceos de las cabalgaduras y otros elementos; parlamentos; gritería Aparato Bélico tonal chivateo; fiestas de celebración de la victoria y muerte de los prisioneros previo relatorio de hazañas Ausencia de instrumentos musicales. El uso del kultrun y de la pifilka es Artes Musicales netamente de ceremonial ngüillatún. Canciones de borrachera y danzas masculinas primitivas. Epew cantados en veladas. Manufacturas Cerámicas, trenzados y tejidos, uso contemporáneo del metal. Concepto de politeísmo animista con presencia de un alto dios (Futa Chau o Chachau). Inhumación con ajuar de escasa profundidad. Embalsamado del muerto y de su caballo (“secándolos en el humo de la fogata”, para Religión enterrarlos mucho más tarde) o bien amarrado del caballo vivo al lado de la tumba (pewenche austral y boreal respectivamente); entierro de las mujeres sin mayores ceremonias. Actualmente existe una transgresión cultural por el arribo de misiones evangelicas a las comunidades. Magia Hechicería y brujería con shamanes (machi). Presencia del mapudungú, con dialecto chedungú, aunque este ultimo, con Lengua diferenciaciones en algunas de sus raíces y fonética que lo llevarían a conjeturar la presencia de una lengua pewenche primitiva. Carencia de agricultura y alimentación a base de carne, en especial de Dieta caballo y frutos silvestres (nguilü); bebidas fermentadas, bebida colectiva sobre cueros. Fuente: Adaptado por Bastías, 2007

184 CAPITULO CUARTO CONCEPTOS Felelu trokifiñ

185 4.1 CONCEPTO Y PANORAMA FRONTERIZO

Fig. 10 esquema marco conceptual.

186 La caracterización de los enfoques interregionales en la historiografía, han promovido ciertas visiones teóricas que promocionaría una reformulación fundacional mítica de los actuales territorios nacionales, instaurando el concepto de frontera, para aglutinar diferentes elementos culturales que darían pie a la exclusividad identitaria de los diferentes países que tuvieron en sus procesos, la conquista de espacios interculturales. De nivel macro, el concepto de la Frontera, ha tenido diferentes connotaciones, pero siempre esta en función a limes de carácter militar o paramilitar, donde el uso de armas convencionales, ha configurado el tradicional concepto de frontera. El problema del significado histórico de la frontera fue propuesto a fines del siglo XIX, tras el celebre titulo “The frontier in America History” de F. Jackson Turner (1893), tras la expansión del poniente norteamericano, analizando la frontera trans-Mississippi, concluyendo que la colonización de esa región constituyó la base formativa de la nación norteamericana. La región al oeste de las montañas Allegheny había sido colonizada por poblaciones procedentes de las colonias o estados de la costa en dos oleadas migratorias sucesivas. La primera tuvo lugar después de que la región quedara en manos británicas tras su victoria sobre Francia en 1763, después de la Guerra Francesa e India, que más tarde sería arrebatada a Gran Bretaña durante la Guerra de la Independencia estadounidense. Este proceso migratorio continuó, permitiendo que se incorporaran a la Unión, entre 1815 y 1819, los estados de Indiana, Mississippi, Illinois y Alabama. Desde el 1862, el Congreso estadounidense aprobó la primera de las numerosas leyes de propiedad que abrieron la carrera por la colonización del Oeste. La ley Birmesteal estipulaba que cualquier cabeza de familia, de más de 21 años, veterano con catorce días de servicio activo en la Fuerza Armada estadounidense, en posesión de la ciudadanía o al menos en trámites de adquirirla, podría recibir un lote de tierra de dominio público no superior a los 160 acres (64,75 ha). Los colonos que pasaron a la vanguardia en la ocupación de tierras desde el este sobre los free lands occidentales habría instaurado un rol trascendental en el perfeccionamiento del régimen democrático norteamericano y del whigman, y configurando en el imaginario social norteamericano, la idea del

187 new way of life, formalizando el ethos nacional, elemento unificador del geomesianismo, fundación mítica de una civilización particular, arquetípica idea de la tierra prometida.

"la peculiaridad de las instituciones norteamericanas reside en el hecho de que ellas han sido capaces de adaptarse a los cambios de un pueblo en expansión... la marcha hacia el oeste, con sus nuevas oportunidades y su continuo cambio, impulsaron las fuerzas dominantes del carácter norteamericano" (Turner 1893: 199- 207).

Bajo este párrafo, la concepción toymbeeana de los colonos desafiando el agreste ambiente limítrofe, configuró los valores claves de la mentalidad actual del norteamericano: el individualismo, el emprendimiento, el joven próspero y la espontaneidad. Con este proceso, se fomentan las innovaciones particulares del pueblo norteamericano, desprendiendo e independizando su visión como sociedad de su tierra madre. Este mismo fenómeno conduciría a ilimitado progresismo estadounidense, traducido en una especie de patronazgo del occidentalismo, canalizado en los primeros síntomas de la modernidad y de esfuerzo mancomunado de la sociedad por conquistar las baldías tierras. De hecho, la primera línea ferroviaria transcontinental abrió al Oeste los suministros y recursos procedentes del Este y constituyó el principal medio de transporte de los colonos en el Oeste, símbolo del triunfo civilizatorio y de “habilitación Los preceptos de las tesis turnerianas de los limes modernos, se aplicaron a experiencias fronterizas en el mundo. The Great Frontier, almagesto de las tesis neoturnerianas, vincula a diversos países que anticiparon la conquista del anecúmene, como Canadá, Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda, aunque debemos incluir los desarrollos colonizadores orientales de La Rusia Zarista, China y la “marcha al norte” del Japón imperial. Sin embargo, la originalidad del frontier como constructo geopolítico americano, va a influir profundamente en las conformaciones modernas de los estados latinoamericanos. Sin embargo, dichos fenómenos va a ser marcados con distintos matices, según el trópico a analizar. Para Pierre Chaunu, contrapone la idea del frontier, de espacios

188 limitados y cerrados, donde se produce un “crecimiento vertical”93 cualitativo, incrementando los rendimientos económicos. Los frontier iberoamericanos son demasiados abiertos, de las cuales “Habría que calcular el costo” debido a su “acumulación excesiva de espacio”, lo cual solo produce un crecimiento horizontal, como el particular caso de las estancias y sucesiones del caso patagónico94. La pauperización etnosustrativa de esta habilitación continental apuntó a una gran mayoría de pueblos “she”, de adaptación llano-ecuestre, como los apaches o comanches en norte América, o mapuche, tewelche o pewenche, en el hemisferio austral. Los enfoques de las relaciones fronterizas han dado orígenes a una serie de análisis de semiótica y semántica, como los trabajos de Foerster-Vergara (1993) cuyos enunciados encrucijarían los términos humanos de relaciones interétnicas, en oposición a los términos de relaciones fronterizas. De ello, este tipo de reflexión teórico-metodológica, condicionan epistemológicamente la interpretación social de la frontera. Bajo esta nueva encrucijada, basado en los trabajos del profesor Sergio Villalobos, iniciador de la tendencia de las relaciones de fronteras, cuyos seguidores han reconstruido una historia del pueblo mapuche de acuerdo a un análisis acuisioso de las fuentes. Este tipo de espejo histórico-cultural, fundamenta la llamada “Guerra de Arauco” como una barrera cultural, donde las relaciones y contactos pacíficos son la tónica general fronteriza. Aparecen en la historiografía con mayor fuerza, los términos de “Parlamentos”, “Conchavadores” y de “Misiones”, los cuales argumentan un tipo de relación entre autonomías, con intensivas vinculaciones sanguíneas de mestizaje.95 Desde estos autores se comienza a reflotar las ideas de las relaciones sociales de la frontera. Sin embargo, no es sino Bolton, el iniciador de esta escuela incorporando en la terminología, los “borderlands”, considerando en esta clasificación, la función religiosa propias de los misioneros, de raíz jesuítica y franciscana, empujando la natural difusión al norte.

93 Destacado 94 Id. 95 Véase Leonardo León, 1981, 1982, 1983, 1985, 1986, 1988-1989, 1990ª, 1990b, 1991ª, 1991b, 1992; Jorge Pinto, 1985, 1992, 1988; Carlos Aldunate, 1996; Fernando Casanueva, 1981, 1982; Holdenis Casanova, 1989; Luz Maria Méndez, 1982, 1987; Horacio Zapater, 1985, 1992; Mario Orellana, 1992; Luís Parentini, Patricia Cerda, 1988-1989, 1989, 1993. 189 En este caso, la experiencia fronteriza en la Península Ibérica, bajo el paradigma colonizador cristiana hacia el sur moldeó el desarrollo histórico español. La consolidación se lograría, para esta nación, una vez que se comienza con la expulsión de granada de los moros, dando el primer paso de expansión ultramarina, paso imperial de reivindicación nacional. El caso de los Estados Unidos es asimilable al caso de Argentina. Se puede comparar las llanuras estadounidenses, pues la escasa densidad demográfica de los pan- pampeanos y patagónicos estaría induciendo a la nación Argentina al proceso de inmigración europea masiva del segundo medio del siglo XIX. Se concretaría, después de la eliminación indígena en 1879, una toma de posesión jurídica de las mejores tierras en fracciones de 10.000 ha como mínimo, pero sin ocupación efectiva. Los colonos que quisiesen establecer explotaciones por su cuenta necesitaban atravesar centenares de kilómetros de propiedades desocupadas `para llegar a tierras menos fértiles y totalmente aisladas. De hecho, nunca hubo en la pampa verdaderos pioneros, y los grandes dominios, inicialmente vacíos, se fueron poblando espacialmente dispersos. Solo hasta el 1910, se constituyó el sistema de las colonias un estilo nuevo, basado en la división en fracciones arrendadas con contratos creando una propiedad media (100-125 ha) y zonas de doblamiento y producción más parecidas a las del oeste estadounidense, atrás del frente pionero (Chevalier, 1977:163). La frontera en Hispanoamérica colonial (XVI, XVII y XVIII), fue el inicio de los focos de resistencia en pleno territorio de la corona que movilizó a una gran porción del ejército español, foco de radiación de la tradicionalidad peninsular. Las fronteras imperiales hispanoamericanas no fueron tierras libres en sentido estricto, sino territorios consagrados por donaciones papales o por tratados lusitanos. Formalmente pertenecieron sui jure al imperio español desde el siglo XVI, aunque no integrados definitivamente al resto del imperio durante el período de conquista. Bajo esta situación que el imperio español sometió diplomáticamente estas zonas, bajo focos eclesiásticos, o bien, como lugares de paso de caravanas y mercaderes. En estas regiones se dispuso tradicionalmente una frontera, para separar lo “aquello” que es asimilable a los hispano; y lo asimilable a lo bárbaro. Los pueblos indígenas que configuraron un panorama fronterizo, fueron en el norte, los pueblos de la alta cultura de la región central chichimeca, 'los del linaje de los

190 perros', otomí, pame-ionaz, nahuas y los chichimecas sensu stricto. En 1541 se produjo un gran levantamiento, conocido como la guerra del Miztón. Ésta llegó a poner en jaque a la región septentrional de la Nueva España, si bien el virrey Mendoza logró su pacificación, aunque sólo temporalmente. Diversos grupos chichimecas en los territorios de los actuales estados de Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Jalisco y Durango se mantuvieron en actitud hostil por mucho tiempo. Ello movió a las autoridades españolas a erigir presidios, es decir fuertes en lugares estratégicos. Algunos se transformaron más tarde en ciudades como las de San Miguel el Grande (hoy día San Miguel de Allende), Ojuelos, Celaya, Portezuelos, Colotlán, Nombre de Dios y otros. En el proceso de pacificación de los chichimecas participaron frailes franciscanos que establecieron entre ellos algunas misiones, también algunos capitanes mestizos como el célebre Miguel Caldera. Otro factor importante en la pacificación fue la creación de colonias de indígenas tlaxcaltecas, antecedente de varias poblaciones. Hacia fines del periodo colonial la mayor parte de los chichimecas o se había amestizado con los tlaxcaltecas y españoles o había desaparecido como consecuencia de los enfrentamientos bélicos y las epidemias. En el Paraguay, existió un complejo sistema de enclaves formalizados por las misiones jesuíticas de la zona del Chaco y el Paraná, rodeada de indígenas hostiles. En la zona poniente, los Lenguas, Tobas y Moscobies; por el Sur los Abipones; por el Norte, los Aillo de Guaycurus, llamados Mbayas, y los Panaguas: En el Oriente, los Monteses. Estos indígenas, produjeron la realización de una red de 19 presidios con activa movilización de la artillería y caballería. En Nueva Granada, los guajiros-arawak (autodenominados wayúu) de La Guajira colombovenezolano, experimentaron una convivencia fronteriza en territorios desérticos costeños considerados baldíos o en el que abundan los pulowi o sitios inhóspitos. Ellos han construido históricamente relaciones fronterizas de su territorio. Prácticamente se pueden formalizar loas áreas de expansión territorial, aunque se sostiene que el fenómeno anecuménico, era solo virtual, obviando el sustrato demográfico natural. Los paralelos 35º, en ambos hemisferios americanos, determinaron

191 la expansión a gran escala. Sobre el fenómeno de las migraciones internas hacia las fronteras en América Latina puede afirmarse que se conoce mal. Se orientaron y se orientan en direcciones principales: Una hacia las zonas poco pobladas o vírgenes que atraen ya sea por su potencialidad agrícola, o por sus minas; otras hacia las grandes ciudades del continente. Las pauperizaciones socio territoriales no solo afectaron población local. Las civilizaciones “ecuestres”, coma las poblaciones de los llanos ecuatoriales de Venezuela, la sertdo del noreste brasileño y, en forma aún más clara, en las vastas regiones semiáridas de México, o los indios apaches o comanches, expulsados de los Estados Unidos por el desplazamiento de los colonos hacia el Oeste y el exterminio significativo de los grupos pampa-cordilleranos, en frontera Chileno-Argentina, fueron casi siempre, parte de una fragmentación y disolución de la frontera, fenómeno llevado a cabo en la segunda mitad del siglo XIX. La historiografía sobre la región fronteriza ubicada al norte de la Nueva España, así como sobre la frontera del Chaco o de la Pampa, en la América del Sur, ha concedido, en general, un rol significante a la confrontación del hombre blanco con el habitante de la frontera. El concepto de frontera como tierras libres, teóricamente deshabitadas, donde la expansión del hombre blanco está relacionada con las ideas de libertad, con la existencia de oportunidades ilimitadas, con el individualismo y con un "continuo revivir". Esta relación dialéctica, bélica o pacífica, fue un proceso histórico de larga duración que comenzó en tiempos de la conquista y abarcó todo el período colonial y que culmina a fines del siglo XIX. Su influencia en la conformación de la sociedad fronteriza ha sido un hecho más significante que la mera expansión europea hacia sus fronteras. Esta confrontación, que fue tomando diversos matices a través del tiempo, constituye uno de los elementos claves para entender la historia de Hispanoamérica. Los limes se han establecido como un contructo hispanoamericanista estructural en sentido braudeliano. En las regiones imperiales latinoamericanas, estas tuvieron leves transformaciones con la aparición de la conquista en los inicios del siglo XVI; Sin embargo, en sociedades periféricas, donde se podía hablar de sociedades pre-formativas, consecuentemente con un poder local, o regional, sin existir en dichos dominios, concentración y centralización de poder político-

192 administrativo, la frontera tendió a dibujarse explícitamente, debido a la misma reacción de un poder centralizado y concentrado a fijar la diferencia entre “orden” con el “desorden”. Bajo esta premisa, sociedades ecuestres, principalmente mapuches, pampas y patagones, configuraron una novedosa entidad transicional entre una sociedad y una comunidad. En la confrontación y coexistencia surgió un nuevo tipo humano, que podría denominarse "fronterizo", del cual su mejor exponente sea quizás el gaucho de la Pampa (Nichols, 1868). Para apoyar la conquista e integración de las fronteras al resto del imperio, la corona española se valió de sus instituciones fronterizas ya probadas durante ocho siglos en la Península Ibérica frente a los moros: misioneros, pioneros- colonizadores y ejércitos. Con ellas mantuvo cierto control sobre estas regiones. Esta intervención estatal, tanto en la colonización de la frontera como en la pacificación y evangelización de los "indios bárbaros", dio lugar al surgimiento de sociedades fronterizas similares en distintas regiones hispanoamericanas (Cerda- Hegerl, 1989:10). En el caso de los orígenes fronterizos mapuches, el desmoronamiento del trazado fronterizo incásico debió iniciar una vez muerto Huayna Capac. La desintegración del espacio fronterizo austral del Kollasuyo, se sitúan en la década que preceden a Almagro, se consolidó fundamentalmente en el interior de su geografía política. El concepto incaico de "frontera bárbara" constituyó una divisoria política y cultural para el tawantinsuyu, pero no para las tribus comarcanas. Tal frontera era a la par una categoría política-ideológica, edificada y divulgada para aminorar el fracaso de una expansión y justificar por adelantado la exagerada subestimación cultural de las gentes que hicieron posible el fiasco. (Téllez, 2000) En Chile, los conceptos fronterizos de relaciones son cuestionados a propósito de la desintegración del espacio fronterizo en”la conquista de la Araucanía96, congregó una herencia conflictiva hacia los hispanos- criolla más de tres siglos. Este tipo de centralización del discurso en base a las relaciones interétnicas y una reinterpretación desde la perspectiva indígena son las que se

96 Véase autores críticos a las teorías Villalobianas: Bengoa, 1985, 1986, 1990, 1990b, 1992, 1999; Leiva, 1984; Blacpain, 1969, 1974. 193 han promovido, fundamentalmente a la reacción de la historia clásica y la aparición de la micro etnohistoria. La interpretación del ethos cultural, no como frontera física (ríos, montañas), sino a la configuración del imaginario social de los individuos en sus contextos eco culturales. Se centra este tipo de análisis, en el eterno dialectismo entre dos culturas diferenciables, cuyo punto de inflexión entre los espacios interétnicos lo va a determinar la llamada "pacificación de la Araucanía", que se dio por terminada en 1883, fue vista por la elite chilena como la culminación de un proceso interrumpido durante el siglo XVI; como la ocupación de tierras "propias" y no de tierras nuevas y libres en sentido turneriano.

The lack of indigenous view is characteristic of both North American and Chilean frontier historiography. Story about the occupation of "empty" territory or about the friction between two different cultures is often told with nationalistic strains leaving little room for adversary standpoints. (Petri Saloperä, 2001)

Las perspectivas del concepto de frontera va a ser configurado de manera subjetiva entre las diferentes visiones culturales que interactúan en dicho lime. De ello las historia fronteriza se puede partir como el análisis desde una visión occidental, de el sentido de utilitariedad que dichas poblaciones interactuaron en función a la imposición administrativa del Chile central, en primera instancia, con la aparición de un orden irradiado del Kollasuyo, el dominio colonial, y republicano respectivamente. Este tipo de impronta va configurando en los individuos, un imaginario social basado en la distinción y la exclusión, figurado en esta especie de división. Este tipo de problemas se resuelve analizando esta extensa nota sobre la emicidad de la respuesta fronteriza

However, the real problem with frontiers begins when they are extended to modern life not only as geographical but also as political, social, and mental boundaries. The problem is not history but its uncritical application to the present. In other words, history is not product of the past but an answer to requirements of the present. (Petri Saloperä, 2001)

194 Un exploración regional a la actual frontera pampeano-pewenche en las zonas de la meta-araucanía, o de consideraciones en ámbito pampino-trasandino, desde la articulación de las sociedades ecuestres desde el siglo XVIII, de establecer espacios etnolocales y considerado una visión de un marco territorial y político, en especial consideración a las zonas de los lagos (área del Lanín) y las consideraciones cordilleranas a sotavento y barlovento, como además de un área extensiva a las pampas trasandinas. La movilidad de las culturas ecuestres, durante el siglo XVIII fue la base de las protogénesis de las modernas confederaciones indígenas en la zona pampeana97, Des esto es notable los paralelos existente entre los espacios fronterizos y sus desdoblamientos etnoidentitarios, cuya forma es de notable parentesco con la zona fronteriza del Biobío-Queuco, con las prístinas fronteras australes de la Argentina, durante los avances de la llamada “Guerra del desierto”. Paradigma reconstruido principalmente por investigadores que reconstruyen una visión histórica émicamente mapuche, cuestionando en si el concepto de frontera, consolidando reivindicando una movilidad originaria, memorado en los pasillos transfronterizos nacionales, que los mapuches establecían bajo tradición a los sectores del mamüll mapu. La binacionalidad de los mapuches y el concierto ultra cordillerano de las parcialidades pewenche, condiciona el termino, al ser los últimos, habitantes de un área limítrofe dual (Chileno-mapuche; Chileno-Argentino), forjándose en el imaginario, un ethos fronterizo palpable y tácito. El análisis fronterizo contemporáneo, desde el punto de vista político- institucional, se articula en el imaginario social pewenche actual. Se advierte un espacio transcicional entre la comunidad, y la republica, basado en la confluencia de puntos o enclaves de modernidad, donde se favorece la comunicación entre dichos factores. Estos espacios, son respectivamente el asentamiento de Ralco, en la comuna de Alto Biobío, y la ciudad de Santa Bárbara, aunque con leves matices fronterizos The existence of frontier in Pehuenche case is easy to recognize. Concretely, the entrance to the Upper Bio-Bio region is controlled by the carabineros; persons and vehicles heading to the Pehuenche communities are constantly checked. Wide variety of

97 A propósito, véase León Solís, 1981, 1982; Silva 1990, 1991; Téllez, 1991 y Téllez-Silva, 1993; Villalobos, 1989. 195 saloons (schoperias) and brothels (prostíbulos) in Ralco and Santa Barbara tell also their story about the rugged life in the crossroads of vanished world, in the Wild West a la Chilena. However, we claim that imagined communities, both Chilean and Pehuenche, artificially create this frontier atmosphere to maintain their also imagined boundaries (see, e.g., Barth 1969, Eriksen 1993)98.

Las hipótesis de los contactos entre el centro- periferia étnica, va reemplazando el concepto de relaciones fronterizas por un complejo panorama de relaciones interétnicas. Este tipo de contactos se fue desarrollando hasta considerar una mecánica tipo. Las zonas de contacto fueron mantenidas artificialmente mantenidas por el aparato central durante la configuración de los estados nacionales. Históricamente, las connotaciones dialécticas entre los espacios interculturales, de particularidad pewenche han sido permeables solo por la antropología y la sociología. Este tipo de relaciones interétnicas condiciona tensiones propias entre lo que el pewenche considera racial (Lig Wuentrü) y culturalmente diferente (Ka-mapu che). Se desdibuja la frontera por el mismo proceso de modernidad, transgrediendo el natural conservadurismo cultural de sociedades fronterizas, transformando los espacios ancestrales en creaciones eco artificiales. La frontera queda relegada a un plano sociológico y antropológico.

98 Cita extraída de Petri Saloperä, 2001 196 Fig 11 Esquema de conflictos Frontera-Modernidad Fuente: Petri Saloperä, 2001

4.2 LA DESINTEGRACIÓN DEL ESPACIO FRONTERIZO

Posterior a los sucesos de conformación de los estados republicanos, éstos no provocaron desarticulación efectiva en la pretérita frontera, siguiendo las diferencias coloniales, sobre todo en la geopolítica interna. Si se puede entender una frontera en Chile republicano, esta sólo llega hasta mediados del siglo XIX. Las relaciones

197 fronterizas, comienzan a inquietar, con este componte interétnico, totalmente desarticulado al Plan Portales-Rozas, y por lo demás, coexistente coyunturalmente a los procesos bélicos internacionales que había promovido Chile, en contra de monarquistas, liberales, peruanos-bolivianos y españoles; y Argentina con los brasileños, unitarios y uruguayos. Claramente después de las paces otorgadas por O´higgins y San Martín, y los pasados hostigamientos de la “Guerra a Muerte” en territorio pewenche, comenzaba un efímero periodo de pax republicana, que duró aproximadamente 40 años, desde la desarticulación de los Pincheiras a cargo del Coronel Bulnes en el arroyo La nasa del Epulafquén en 1832 hasta La entrada a las campañas de la pacificación de la Araucanía y la guerra del desierto, desde el 1878. En el caso de la “Guerra a Muerte” la contención de focos de resistencia contra a la inde- pendencia, fue la prioridad gubernamental auspiciada por oficiales monárquicos, apoyados de numerosas parcialidades pewenche (Caciques de maulinos-mendozinos), y por otra parte, fomentaba las relación interregionales con los mapuche, manteniendo el status quo fronterizo. Sin embargo, la escasa adhesión independentista en la frontera Sur (Araucanía y Concepción), generaba una tensión articulada en todos los actores, principalmente en las localías ribereñas al río biobío, por los potenciales cambios que afectarán el funcionamiento del viejo espacio fronterizo.99 Posterior a estos hechos, el aparato productivo comienza a vincularse a los mercados internacionales a través de la minería del Norte Chico y los trigos y harinas del Valle Central. La Araucanía, y la zona cordillerana pewenche proseguían los procedimientos de intervención coloniales: las misiones, el ejército fronterizo y los parlamentos (Pinto, 1996). El período, marcado por los tratados de paz, conducentes al congelamiento de dialecticmo fronterizo, paradójicamente se dío cuando los estados nacientes poseían conflictos estructurales que inoperaban la realización de un despliegue de fuerzas hacia la magna araucanía100. Sin embargo, estas alianzas, paces efímeras, sostendrán un agónico “panorama fronterizo” Los innumerables acuerdos tomados entre pewenche, argentinos y chilenos con el fin de mantener la paz, eran sistemáticamente violados por

99 Véase para el tópico de la Guerra a Muerte en el espacio pewenche, Vicuña Mackenna, 1972; Hux, 1991. 198 ambas partes, generándose un círculo vicioso que terminaría con la casi total aniquilación de aquellas etnias aborígenes, técnicamente más atrasadas.

Tabla 9 Tratados de paz celebrados por Pewenche con las Republicas de Chile y Argentina 1812 : Parlamento en San Carlos 1815 : San Martín y la paz con los Pewenche 1824 : Parlamento de Tapihue 1851 : Tratado de paz entre los Pewenche y el Gobierno de Mendoza 1862 : Tratado de paz entre los Pewenche y el Gobierno de Mendoza 1863 : Tratado de paz entre el Gobierno Nacional y el Cacique Sayhueque 1866 : Tratado de paz con Reuque Curà 1870 : Tratado de paz entre los Pewenche y el Gobierno de Chile 1872 : Convenio de Amistad y de Protección de hacendados chilenos con Pewenche 1872 : Tratado de paz entre el Gobierno Nacional y los Pewenche 1872 : Tratado de paz entre el Gobierno Nacional y el Cacique Nancucheo 1873 : Tratado de paz entre el Gobierno Nacional y los Pehuenches 1878 : Tratado de paz entre el Gobierno Nacional y los Caciques del Neuquén Fuente: Hux, 1991, Bastías Soto 2006.

Sin embargo, a mediados del siglo XIX, el panorama se ve afectado bajo tres fenómenos que volcaron a la desmembración de un espacio interno interétnico. Se configuran los estados nacionales, bajo los conflictos anteriormente mencionados, La posterior articulación de las economías a los mercados internacionales y la estrechez del mercado de la tierra, se dieron consecutivamente en Argentina y en Chile.

100 La araucanía cisandina, la araucanía pewenche y la araucanía trasandina. 199 Fig 12. Proceso histórico en la magna araucanía (Fuente: Pinto, 1996, adaptado por el autor)

Este proceso, generalizado en Latinoamérica, fue radicalizado en las numerosas fronteras internas mencionadas en el cuerpo anterior. Se conjetura que el mantenimiento fronterizo fue exclusivamente mantenido durante el proceso de conquista hispana, por el céntrico papel jugado por los indígenas, quienes suministraban mano de obra, y fidelidad religiosa. Este panorama real, fue abolido por las repúblicas, desviando el interés por el individuo, y trasladarlo a la tierra, y la posesión raíz a los ingenios silvoagropecuarios que manifestaban su presión hacia las parcialidades políticas. De la conquista colonial, y las empresas que esta incluía, fue reconfigurándose a una ocupación efectiva de los territorios, una trasgresión a los tratados coloniales y de los convenios durante la emancipación. Esta gestión estatal por el problema de los limes meridionales dio pie a la invasión y posteriormente enajenación de los territorios pewenche en particular, y mapuche en general, marcando una tónica en el proceso de fragmentación territorial

4.3 DIAGNOSTICO FRONTERIZO CHILENO 200 Durante este periodo, existe un mundo republicano disociado, pero si integrado legalmente al naciente aparato constitucionalista y legalista. El territorio mapuche, y su parcialidad pewenche pudo estar en armonía económica, pero a la vez, fundamentada en el continum de conchavador y de maloneador. Estas parcialidades estaban en una situación muy frágil, debido a la convención limítrofe del Utis Posidetis, poco clara hasta el periodo de rediagramación de los limes latinoamericanos. Este periodo, desde 1879, Chile, Bolivia y Perú, combatían entre sí nuevamente en el marco de una guerra que iba a durar hasta 1883, la guerra del pacifico. Mientras Chile combatía exitosamente contra Perú y Bolivia, su posición frente a Argentina se complicaba progresivamente. Como decíamos, existían profundas secuelas de la impresición que se había trazado el límite común durante el periodo colonial, notable en el área patagónica. Las presiones argentinas, coincidiendo coyunturalmente con el inicio de los conflictos del salitre, condujeron a la firma de un tratado de 1881, según el cual, la tierra del Fuego se dividía en ambos países, mientras que al norte del paralelo 52º Sur el trazado limítrofe se establecería siguiendo la tesis del Perito Moreno, siguiendo la línea de las más altas cumbres de la cordillera de los Andes. El límite meridional de la zona de ocupación pewenche también se estaba definiendo dentro de las consideraciones diplomáticas. La divortia aquarium, propuesta por Chile, con el Lácar, perteneciente actualmente al parque nacional Neuquén, aunque su desembocadura promueve la mera posesión de Chile. Esta decisión fue zanjada bajo arbitraje del rey británico Eduardo VII, en 1902. Esta reconfiguración afectó además al Chaco, y la misma Argentina fue protagonista de la Triple alianza, para enfrentar desde 1864 hasta 1870, militarmente a Paraguay. Sin embargo este periodo integrará extensas comarcas, entendiendo que esta reconfiguración no es solo “hacia fuera” sino además “hacia adentro”. El territorio pewenche se extendía por ambos costados de la cordillera de los Andes, con poblamiento permanente indígena desde el sur del Chillán hasta Lonquimay, con núcleo demograficos en las áreas inferiores del Queuco y la zona del río Bío Bío entre Callaqui y Guayalí. En la citada guerra a muerte, la resistencia realista se apoyó en los pewenche de Antuco y de ultra cordillera. Una vez desmantelado el movimiento realista en 1822, lo

201 prosiguen las montoneras de los hermanos Pincheiras, que operaron hasta 1932, cuando son derrotados en Epulafquen en territorio pehuenche oriental. En estas correrías, activa participación irá a tener el Lonko Chuica, quien procedío a marginarse de toda actividad belica. Llega a ser tán potente el nexo entre arribanos y pewenche, que el mismo Kilapán entregó a su hija a Purrán, para confirmar el lazo. En 1826 al iniciarse la campaña contra los Pincheira, el coronel Tupper se acompaña de milicia montada y de pewenche. En Enero de 1827, Tupper, en el curso de su persecusión a los Pincheira, recoge noticias de los pewenche de Trapa Trapa:

"Enero 23 - se recibió de los Girones una nota del Coronel Beaucheff en que se dice tener noticias de que el enemigo se dispone a atrincherarse en Nantén [Neuquén]. Añade que los indios son favorables a nuestra causa. Se recibió desde Antuco otro oficio del comandante Carrero; anuncia que los Caciques de Trapa Trapa se le juntarán con doscientos mocetones".(Molina, Correa, 1996:16-17)

Beaucheff emprendía la persecusión sobre los Pincheira había hecho llegar una oferta de indulto al montonero y los caciques de su jurisdicción que lo apoyaban. El mismo Tupper anota: "Llegaron comunicaciones del Coronel Beauchef avisando que el cacique Mulato quería entrar en convenios de pacificación con nosotros, ofreciendo su hijo y otros caciques cabecillas en rehenes para probar la buena fe que le animaba y además, respondían los indios de Trapa Trapa por él”.(íd) Sin embargo esta situación varió con los días, pues dicha oferta de los pehuenches no se concretó: "se supo que el coronel Beauchef había marchado a atacar [desde Antuco] a los indios de Trapa Trapa, habiendo sabido que lo engañaron respecto a la entrega del cacique Mulato".(íd). Beauchef, durante el verano de 1827, daba la batida a los Pincheira por toda la cordillera, pero ésta no dio resultado y tuvieron que volver al lado occidental, incorporándose los indígenas de Trapa Trapa como guías de la tropa.

"Seguí mi marcha siempre hacia el sur, bajo la dirección de los indios de Trapa Trapa, enteramente entregado a ellos, haciéndome caminar a su antojo con muchas marchas y contramarchas muy 202 cansadoras y sin fruto ninguno, porque sólo ellos conocían los caminos.[…]Estos diablos no querían comprometerse mucho contra Pincheira. Me decían que en el invierno cuando yo hubiera salido de sus tierras, éste vendría a batirlos y destruiría sus posesiones de Trapa Trapa con la ayuda de los indios de Mellipán y del cacique Mulato, a quien temían mucho, y decían que eran aliados de Pincheira [...] Por más que yo les aseguraba que pasarían el invierno en sus tierras, no me daban crédito. Viendo que no podía conseguir nada de ellos me vino la idea de hacer proposiciones a Pincheira para que dejase esta vida de bandidaje que destrozaba a su propio país, prometiéndole la vida y la de todos los suyos que se entregasen[…]Reuní a los caciques de Trapa Trapa y les comuniqué mi proyecto, que les pareció bien".(íd)

Los emisarios pewenche de Trapa Trapa, fueron con la oferta a José Antonio Pincheira, pero éste dio una negativa, con lo cual el Coronel Beauchef elaboró una nueva estrategia punitiva: "Mandé reunir los caciques de Trapa Trapa para deliberar acerca de lo que me quedaba por hacer, ya que estaba a su entera disposición y no podía hacer nada sin ellos. Se resolvió marchar al sur contra los indios enemigos y aliados de Pincheira. "Se marchó contra la reducción del cacique Butraiqueo; de allí contra el cacique Llalián; por último contra el cacique Mulato, que era el más poderoso. "A los tres días de marcha, ya en las tierras del Cacique Butraiqueo, éste había tenido una entrevista con los indios que me acompañaban y les pidió una audiencia conmigo, la que concedí, y me fue presentado por los caciques de Trapa Trapa como amigo, que se separaba de los Pincheira con quien había tomado contacto sólo por miedo -por aquel entonces Pincheira era poderoso- pero habiendo sido destrozado por mi división, se declaraba su enemigo y amigo nuestro y lo perseguiría con su indiada".(id.)

Beauchef exigió al cacique Butraiqueo que se uniera con sus mocetones a los de Trapa Trapa, para que junto a sus familias y algunas de origen chileno que vivían en sus tierras se pusieran bajo el alero de fuerza expedicionaria, volviendo luego a Trapa Trapa. Allí se dispusieron al ataque de los caciques Llalián y Mulato, pero de Chillán se tuvo noticias que emisarios de éstos se habían presentado a las autoridades para someterse al gobierno, con lo cual se suspendió la ofensiva, pero a su vez se aisló a Pincheira al restarle apoyo pehuenche, quienes a su vez se sumaron para atacarlo.

203 Las correrías de los Pincheira continuaron por cinco años entre la cordillera y el valle, refugiándose entre algunas agrupaciones pehuenches que le prestaban apoyo. La ofensiva del General Bulnes terminó con Pincheira en 1832, fortificando el área cordillerana para proteger a sus aliados indígenas, con el establecimiento de contingentes militares en fortines. En las condiciones fronterizas que calificaba la Araucanía existía poco interés de empresarios chilenos, inversionistas extranjeros y de autoridades de gobierno. Definitivamente, Chile había fijado su atención en el norte y así lo deja entrever el general Manuel Bulnes, en 1831, cuando Rosas le pide colaboración para enfrentar juntos al mapuche de la vieja frontera. De acuerdo a lo que refiere Zeballos, Rosas se habría dirigido al general Bulnes, por entonces la máxima autoridad militar en el sur de Chile, solicitándole su ayuda para terminar con el problema indígena. Dos años más tarde, el gobierno chileno se habría excusado, señalando que ese no era un problema para el país'. A pesar del refugio que buscaron en la Araucanía los últimos realistas que resistieron la Independencia y de la intranquilidad que provocó más tarde la banda de los Pincheiras, la Araucanía, económicamente hablando, interesaba muy poco a Chile. Es más, cuando en 1835 el gobierno decidió tomar algunas medidas, envió a Roma al sacerdote argentino Zenón Badía con el objeto de reclutar franciscanos italianos que estuviesen dispuestos a evangelizar a los mapuche. Es decir, las nuevas autoridades optaban por emplear los mismos procedimientos que había utilizado la corona española durante la Colonia para relacionarse con los mapuche, alternativa que se confirmó en 1849, cuando se abrieron las puertas de la Araucanía a los capuchinos italianos que empezaron a Ilegar desde ese año. Respecto de las consecuencias de esta alianza entre los pewenche y los Pincheira, Ignacio Domeyko decía en 1845: "A unas pocas leguas de la línea divisoria de Pichachén, tienden sus tolderías de cuero los pewenche, pueblo de pastores guerreros, pueblo nómade, arruinado en sus últimas correrías con Pincheira, reducido a unas pocas tribus, cuyo jefe de Caciques Humané, parece dispuesto a buscar y conservar la amistad de los chilenos, contentándose con un pequeño tributo de trigo y frijoles que le suele pagar la gente que va de este lado para buscar sal en su territorio". Santa Bárbara, fue la avanzada española para el control de los pewenche. Ad portas a la organización repúbñicana, irrumpe en esas tierras el teniente coronel Domingo Salvo,

204 quien por muchos años administra los territorios del Alto Biobío, quien entre 1823 y 1836, tuvo inenterrumpidamente conflictos con los pewenche en el Alto Biobío. En 1835, el Loko Trapatrapa, realizó un asalto victorioso al ejército, cuya revolución es recordada con la localidad que lleva su nombre. En 1862, llegarón a un acuerdo con Domingo Salvo, a petición de el Ñidol Lonko Purrán, con Huicamán, Huentén, Pichiñán, Huentrao, Currillán, Tranamir, Antagir, Arenquel, Huequipán, Tripallán, Tranamón, Llaucallén, Huenchulao, Cheuquel, Curalao y Aillal. (Bengoa, 1987:96) El ejército chileno también maniobraba para mantener fuera del conflicto a los caciques y comunidades andinas. El Pueblo de Antuco era la principal plaza y punto de reunión para el desarrollo de las conversaciones, hasta allí llegaban los senderos que atravesaban el territorio Pehuenche. En 1865 varios caciques del Alto Bío Bío, fueron convocados por el mayor Domingo Salvo, a fin de lograr que éstos se mantuvieran neutrales y no se sumaran a los mapuches de más al sur.

"El día diez y ocho reuní a los caciques, que son: Llancaqueo, Purrán, Huincaman, Huentin, Cifuente, Huentiao, Pichiñan, Currillan, Haillaí, Tranamir, Antaguir, Avenquel, Huanquipán, Dumaínao, Tripallán y Tranamór"

llegando a acuerdo de no involucración en el conflicto que sostenían chilenos y mapuches, éstos al comando del Ñidol Lonko Kilapán. En 1869, nuevamente se efectuó "parla" ante el temor de la población chilena de Antuco, frente a una probable incursión moluche-pehuenche, cuestión que no sucedió. Más bien las incursiones eran efectuadas por los winka que comenzaban, mediante fraudulentos métodos, a apropiarse del territorio pehuenche del Queuco formando grandes fundos. A mediados del siglo XIX, el Estado chileno decidió como primer paso para la incorporación de los territorios mapuches, crear la provincia de Arauco. Esta demarcaría administrativamente una porción de suelo nominal, pues no había control sobre él. En esa perspectiva también se incluirían los territorios cordilleranos habitados por las comunidades pehuenches. La Ley de fecha 2 de Julio de 1852 creó la Provincia de Arauco, que comprendía los territorios de indígenas situados al sur del Bío Bío y al norte de la provincia de Valdivia. Posteriormente, por Decreto Supremo del 7 de Diciembre del mismo año, se agregó a la provincia de Arauco todo el Departamento de 205 Laja de la Provincia de Concepción; es decir, su límite norte quedaba en el río Laja desde su nacimiento en la Laguna de Laja hasta su desembocadura en el Bío Bío. Este significó que todo el Alto Bío Bío y los Valles de Queuco, Trapa-Trapa y Antuco quedaron como territorios de indígenas y de colonización; y en 1875 -por Ley de fecha 13 de Octubre- se crea la Provincia del Bío Bío, que se separa de la de Arauco comprendiendo los departamentos de Nacimiento, Mulchén y La Laja, con la ciudad de Los Ángeles como capital. Esta nueva división administrativa será importante, puesto que desde Los Angeles y Mulchén se comandarán las operaciones de adquisición de tierras indígenas, donde Notarios y Conservadores respaldarán legalmente la constitución de los grandes fundos en el Alto Bío Bío en base a las engañosas y fraudulentas compras de "acciones y derechos" sobre territorios indígenas. A su vez, el Departamento de La Laja se dividirá en subdelegaciones, las cuales se irán creando a medida que vayan siendo enajenandas las tierras indígenas. Así, en primer lugar es creada la Subdelegación Villucura, y luego Queuco y Los Notros (Ralco-Guayalí). En síntesis, el primer avance de fronteras contemplado en el plan Saavedra se produce en 1862, cuando se funda Angol y se fortifica la línea de Malleco, quedando atrás la antigua frontera del Bío Bío, que entonces se llenaba de colonos y usurpadores de tierras indígenas y fiscales. En 1869 se produce una ofensiva del ejército chileno, y la resistencia y posterior abandono de tierras por parte de los mapuches, quienes se refugian en valles cordilleranos. En 1874 se desplaza la frontera hasta el río Traiguén, sin que ésta sea resistida ni atacada por los defensores del territorio. En 1881 la frontera chilena llega hasta el río Cautín y se produce el último levantamiento masivo mapuche, sofocado por el ejército chileno. En 1883 se ocupa Villarrica y se fortifica la línea del Alto Bío Bío.

4.3 DIAGNOSTICO FRONTERIZO ARGENTINO

206 Los antecedentes coloniales del desarrollo de la ganadería en el área fronteriza dieron lugar, en la vertiente argentina, a otorgamientos de acciones o permisos para que los españoles vaquearan sobre el ganado alzado o cimarrón, en el sector meridional de Buenos Aires. Al determinarse zonas sobre las cuales se ejercía derecho a las tierras, posibilitó la ocupación de campos, convertidos luego en posesión legitimada por el otorgamiento de “Mercedes de Tierra realengas” nombre tradicional a la Estancia. Estos propietarios, comenzaron a reformular el la economía regional, al nivel de que la prosperidad de las estancias fomentó un gobierno fronterizo, avanzando paulatinamente sobre tierras aborígenes, y autogestionando las relaciones fronteriza, comúnmente escudando la matriz central productora, promoviendo estas células de potestad defensiva, contra los continuos malones de la zona. Esta política, no pudo sostenerse, ni menos proyectarse. Se fomentó entre los indígenas, el bandidaje a pequeña y mediana escala, a excepción de la invasión de la “Blanca Grande”, encuentro bélico sistémico producido por las alianzas “paramilitares” (Término extemporáneo, sin embargo, el uso de carabinas y rifles fue asimilado notablemente) de pueblos moluche y tewelche, cuyo fín fue un mega abigeato compulsivo101. Este tipo de incursiones, o “neomalones” en la acotación de asimilación castrense de estos indígenas, tuvieron como foco, establecimientos de los colonos, practicando abigeato de ganado mayor, conchavando o traficando este recurso hacia las vertientes occidentales de la cordillera. Frenar el tráfico de ganado hacia Chile era clave para la Argentina. Así lo entendió Rosas, cuya expedición al desierto, realizada entre 1833 y 1834, apuntó, entre otras cosas, a detener ese tráfico. En su calidad de hacendado entendía las demandas que su grupo estaba exigiendo. Prueba de esto es una carta que dirigió el 24 de abril de 1876 al redactor del diario La República de Buenos Aires, precisando que llevar la frontera hasta el Río Negro era cortar un comercio ilícito con Chile, que representaba fuertes pérdidas para el país. Roca calculó que anualmente, salían 40.000 cabezas de ganado robadas por los indios en las Pampas para venderlas en Chile, donde varios

101 150.000 cabezas de ganado mayor fue el saldo de esta incursión por tierras pampeanas del sur Bonaerense. 207 prohombres debían a este comercio grandes fortunas. Interceptar este comercio, decía Roca, es cortar para siempre

"el comercio ilícito, que desde tiempos inmemoriales hacen con las haciendas robadas por los indios, las provincias del sur de Chile, Talca, Maule, Linares, Ñuble, Concepción, Arauco y Valdivia"(Olascoaga, 1940:40-45)

Para Roca no quedaban dudas, era todo el Valle Central de Chile el que se beneficiaba de un comercio que tenía su origen en el ganado robado de las estancias argentinas. Por lo tanto, había que liquidarlo. Justamente, eso fue lo que persiguió el tratado de paz celebrado por el gobierno argentino del presidente Avellaneda con los caciques Epugner Rosas y Manuel Baigorria, el 24 de julio de 1878, en varias de cuyas cláusulas se establecía que los mencionados caciques debían perseguir a los ladrones de ganados y a los negociantes de estos. Se estima que el país perdía, por causa de este tráfico, cerca de 400 mil pesos anuales y una masa de ganado impresionante: 11 millones de reses entre 1820 y 1870 y 4 millones de ovejas y caballos. (Lewis, 1980:475) Existe un clima psicótico entre los estancieros de Mendoza y Malargüe, reflejo de la reacción del gobierno Argentino por detener las supuestas incursiones

“Invasión á Mendoza Hace tiempo se viene anuciando una grande invasion á esta provincia por los indios Pehuenches. En parlamentos que han tenido en los valles del Neuquen, precedidos por el cacique Puran, el mas poderoso de toda esa region, han resuelto atacar á Mendoza y protejer á los Pampas en su Guerra contra Beunos Aires. Una grande agitacion se nota en toda la Pampa desde Salinas y Lebucó a los Andes. Los parlamentos, asambles al aire libre y á caballos, de todos los guerreros á la tribu, como acostumbraban los Partos y Germanos de Tacito, se celebran por todas parte.” (La Voz de Río Cuarto. Junio 22 de 1877.fide Tamagiani, 1994 Doc. N° 742)

Se fue estableciendo líneas fortificadas en un extenso territorio desde Carmen de patagones, en el Atlántico argentino, pasando por el extenso territorio del Sur de Buenos Aires, extendiéndose la línea por Invencible, Coronel Suárez, Lamadrid, Libertad,

208 Defensa, Reunión, San Luís, San Carlos Triunfo, La Valle, Laguna Verde, Río Cuarto, Febrero, Fraga, San Carlos, en el cuyo, Y proyectándose imaginariamente esta línea hasta el sector de Villarrica, y esta conectándose hasta las nacientes del Biobío, separando claramente los mundos criollizados con los indígenizados (Civilización versus Barbarie), estableciéndose franjas fortificadas con el fin de proteger los nuevos poblados y estancias ganaderas, que surgían en torno y hacia los nuevos límites. El proceso de ocupación territorial indígena se había iniciado incipientemente durante el siglo XVII, cuando existían fundados rumores de que “una colonia Inglesa estaba unida con los indios puelches y pehuenches”102. Se condiciona como de gran importancia la lana para la economía argentina, y esta desencadenará la invasión per sé. La aparición del mercado de la tierra, acompañado de un acelerado proceso de privatización, provocó la desmembración espacial indígena al reconvertirse productivamente el plan territorial. Para impulsar la economía argentina, se necesitaba hombres, tierras, barcos y ganado de mejor calidad.103 Aunque circunscritas territorialmente, estas tierras pertenecían a los indios y que su incorporación a la economía nacional fragmentaría la frontera etnoregional El latente peligro de acometidas indígenas era real, pues, si bien los pewenche habían establecido sucesivos tratados de paz, los colindantes mapuche comenzaban a articular una confederación potencialmente peligrosa para los colonos que disponían de estos territorios colindantes. En Argentina, la situación post Rozas y la unificación al amparo de Buenos Aires, provocó condiciones de conflicto iniciales en la frontera proyectada por Rozas, y con Belarce como cómplice en años 1833 y 1834, durante la proyección al desierto. El “prestigio” de esta campaña, a juicio del General Roca, que en octubre de 1875 se pronunció

102 Cartas y expedientes del Virrey de Lima sobre asuntos de Chile 1650-1696, expediente sobre piratas, carta del gobernador Angel de Peredo al Consejo de Indias. Concepción, 1675.Archivo general de las Indias, Sevilla, España. En Cerda-Hegerl, Fronteras del Sur, 1991- 1992:18. 103 Peterson, Harold. La argentina y los Estados Unidos. Tomo I, 1810-1914, Hyspamérica, Buenos Aires, p. 261. Op. Cit. Pinto, 1996:39. 209 “A mi juicio, el mejor sistema para concluir, con los indios, ya sea extinguiéndolo o arrojándolos al otro lado del río Negro, es el de la guerra ofensiva que fue seguida por Rozas, que casi concluyó con ellos…” (Walther, 1976:238)

El límite meridional fue precisamente los río Neuquén y el Limay avanzando las campañas de Pacheco, Ramos y Aldao. El río Barrancas fue objetos de incursiones y por todo el Atuel. Los conflictos con la Malargúe comienzan a finiquitarse, y comienza a concretizarse las protonaciones manzaneras, al mando de Sayweke. Sin embargo, este avance no fue suficiente al tratar el caso del mercado interno. Agregar además, el arribo del Lonko Lafkenmapu Kalfukurá a Salinas Grandes. El presidente Avellaneda en agosto de 1878, enviaba un mensaje al Congreso de la República Argentina argumentando

"El viejo sistema de las ocupaciones sucesivas, legado por la conquista, obligándonos a diseminar las fuerzas nacionales en una extensión dilatadísima y abierta a todas las incursiones del salvaje, ha demostrado ser impotente para garantizar la vida y la fortuna de los habitantes de los pueblos fronterizos, constantemente amenazados. Es necesario abandonarlo de una vez e ir directamente a buscar al indio en su guarida, para someterlo, expulsarlo, oponiéndole en seguida, no una zanja abierta en la tierra por la mano del hombre, sino la grande e insuperable barrera del río Negro, profundo y navegable en toda su extensión, desde el océano hasta los Andes"(Prado, 1969:429 fide González-Torrejón, 1993:115)

El sistema defensivo fronterizo se caracterizó por lo oneroso que resultaba su manutención. Conclusión: la política defensiva de los fortines significaba un fuerte estipendio a las arcas fiscales, sin que los propósitos incursivos indígenas fuesen efectivos.

"La primera línea actual, desde Patagones a Fuerte General San Martín (El Alamito), extrema derecha de la frontera de Mendoza, abraza una extensión de trescientas leguas geográficas, y la Segunda Línea la de Buenos Aires y la de Córdoba, mide sesenta y nueve leguas, guarnecidas por sesenta jefes, trescientos setenta y dos oficiales y seis mil ciento sesenta y cuatro soldados que cuestan a la Nación en vestuarios, armas, alimentos, sueldos, caballos, etcétera, pesos fuertes 2.361.199 al año, sin contar el valor de las construcciones, alojamientos y zanjas que son necesarias en estos 210 avances periódicos por líneas paralelas, siguiendo el sistema conocido desde la conquista" (íd. )

Estas campañas están presentes en la memoria colectiva de algunos Lonko, como el caso de Manuel Tranamil, quien hace un balance del fenómeno de la Guerra del Desierto “…Por lo que se cuenta, nosotros no nacíamos aún, según lo que se conversaba, mi abuelo, mis tíos, conversaban de eso. Bueno, el aucán siempre existió en nuestras vidas, en todos los lugares, en el mundo entero….donde empezó…en España, por un Gallo fanático, por quitar más, tener más, ahí nació el aucán. Y el aucán siguió aquí….Nosotros estamos en guerra, el aucán no se ha terminado, nosotros estamos en aucán vivo. El aucán no se ha terminado para nosotros. Para los pewenche y los mapuche, en el origen, el aucán no se ha terminado….Según dicen, vino de Argentina, de un general de apellido Rozas, y después Juan Domingo Perón le puso el Tirano Rozas. Y a ese tirano le tienen un monumento entre Chintay y Choele Choel, justamente donde hay un cerro, un morro donde ahí está el monumento. Si van Uds. En tren de Zapala a Bahía Blanca, ahí lo van a encontrar. Y en Choele choel mataron al cacique principal, en la provincia azúl, entre Buenos Aires y Choele Choel, piedra azul, que era Calfukura,… Namuncura, y los mismos padres llevaron al hijo para Buenos Aires, y ahí vivio como ocho años, Ceferino Namuncurá….el catolicismo negocia con el…y hay cualquier gente que van a pagar manda…” (Trapa-trapa, 9 de diciembre del 2006)

CAPITULO CINCO PROBLEMATICAS HISTÓRICAS DE LA OCUPACIÓN DE LA CORDILLERA PEWENCHE

211 5.1 LA ECONOMÍA Y SU INFLUENCIA EN LA OCUPACIÓN CORDILLERANA

212 La hegemonía inglesa mercantil y la influencia en la naciones latinoamericanas promovió dos factores, según Cavieres (1988: 59-60 fide Cerda- Hegerl, 1991:107 ), favorecieron las inversiones extranjeras en la nueva república durante la primera mitad del siglo XIX: su posición geográfica entonces privilegiada en el cono sur, que convirtió al puerto de Valparaíso un importante centro para el tráfico marítimo de la costa del Pacífico Sur, antes de la apertura del canal de Panamá, y sus recursos minerales de plata y cobre. Atraídos por estos factores, un buen número de casas extranjeras comenzaron a instalarse en los puertos chilenos de Valparaíso y Copiapó a partir de la década de 1830. Grandes grupos económicos dirigieron su atención a la explotación de los yacimientos mineros ubicados en el desierto de Atacama, en el norte del país. La explotación de las minas de plata de Chañarcillo, descubiertas en 1833, y el aumento de las actividades comerciales produjo en pocos años importantes transformaciones en la economía y en la sociedad de la joven república. Los agricultores orientaron sus producciones también hacia el núcleo salitrero. En pleno nacimiento republicano, los mercados que habían estimulado la producción agroganadera de las haciendas y estancias del Valle Central y el intenso tráfico de ganado que venía de las Pampas, se encontraban localizados en los distritos mineros del Norte Chico, en Lima y el Alto Perú. Aunque la Independencia generó graves dificultades a este comercio, sobre todo con el Perú, nuestros agricultores sabían que la situación sólo se podía remediar si se recuperaban esos mercados. A eso habría apuntado la primera guerra contra la Confederación Perú Boliviana de la década del 30, cuyo desenlace en favor de Chile, habría permitido a los agricultores recuperar aquellos mercados. (Vitale, 1971:168) Vencer a la Confederación significaba en palabras de Portales, conseguir la segunda independencia, es decir, aquella fue aseguraba al país el exclusivo control del Océano Pacífico, por donde deberían fluir las mercaderías chilenas que se enviaba al exterior. (Portales, 1936:452) En la zona de Santa Bárbara, y todo el cordón fronterizo, que llegaba hasta tierras lafkenche, fueron reconvirtiéndose por el aumento de la demanda de

213 productos agrícolas, especialmente de trigo y harina, de la región minera y desértica del norte de Chile. Esta demanda fue absorbida en gran parte por la producción de la región del Biobío, consolidada por la apertura mercantil de , Tomé y Lota, sobre todo, durante 1848 y 1856, por la demanda de harina que surgió con la fiebre del oro en California, la cual entre 1848 y 1856 fue también absorbida en gran parte por el trigo de la región fronteriza. Se produjo una reactivación económica, pero a través de motores externos. Este grupo de comerciantes regionales y extranjeros que poseían circulante garantizado por grandes bancos o por medio del comercio internacional, orientaron sus actividades económicas hacia la producción y comercialización de trigo y harina. A la industria molinera se asocia la explotación de los mantos carboníferos de la costa de Arauco, transformando la economía y sociedad fronteriza durante el siglo XIX. Este tipo de integración económica del borde del biobío al resto del país convocó un proceso de colonización intensivo de las riveras del río, llegando al 1880, a los bordes de la cordillera. Esta efímera paz, se presentó en entre los ríos Maule y Biobío, zona de mayor exposición a los malones y a las acciones punitivas de la “Guerra a Muerte”. Esta área reivindica su productividad agropecuariamente; El mercado externo exigía mayores presiones territoriales, que se traducían en la efectiva red conectiva que asoció los grandes latifundios productores de trigo, vino y frutales, volcándose al pacífico a través del núcleo portuario de Talcahuano. Esta conectividad se optimizó con la aparición del ferrocarril, cuyas trochas impusieron un fuerte poblamiento colonizador, a fines de la década de 1860, llegando hasta la fortificada línea del río Malleco la que, en 1874, es adelantada al Traiguén. Esta irrupción, hacia territorio mapuche, respondía a patrones netamente naturales, de simple difusión de los espacios productivos, llegándose a los conflictos que se profundizarán en el presente capitulo. La sistemática penetración de los empresarios mineros tras el carbón, por la península de Arauco, la crisis económica que se desató en 1857 y la presencia cada vez más exigente de los inversionistas ingleses que estaban llegando al país, lobligó reconfigurar productivamente el país, esta vez en la frontera sur. Simultáneamente, el

214 estado nacional empezaba a consolidarse y los grupos dirigentes se dan cuenta que pueden recurrir a éste para emprender la ocupación de la región. La fundación de Angol, en 1862, en el mismo sitio donde en el siglo XVI los españoles habían instalado originalmente la ciudad, fue el punto de partida de una intervención semejante a la que se había iniciado en Argentina en la década del 30, apoyada por una frondosa legislación que sancionó la ocupación de las tierras indígenas. Zeballos, en La Conquista de Quince mil Leguas, fomentó una política racista y represiva frente a los espacios indígenas, con un claro discurso positivista. Cornelio Saavedra, ministro de Guerra de la época, coincidió a igual que Vicuña Mackenna en su postura. Acosados por las tropas de uno y otro país, en muy mala posición, coyunturalmente en la zona de presión binacional, los pewenche fueron obligados a traslocarse de un país a otro, a razón de las proximidades de las campañas. Además sufrieron los hostigamientos de parcialidades mapuche, cuyo éxodo, generalmente era desde Argentina hacia Chile. Este último los obligó a establecerse en las reducciones que les fijó el gobierno, limitándose a los terrenos con menos aptitud agrícola, frente a los campos reduccionales, o misionales argentinos ofrecidas a minorías sumisas, aunque generalmente se utilizó la exterminación masiva de indígenas, por medio de caballadas militares. Los otros territorios, las que verdaderamente aseguraban éxito económico, quedaban en poder de los nuevos dueños, aquellos que de mejor manera conectaban la economía regional con los mercados más activos de la economía mundial. La nueva élite regional adquirió en pocos años grandes latifundios, aún en áreas que hasta entonces habían sido colonizadas por pequeños y medianos campesinos. Tal es el caso de las áreas rurales de Santa Bárbara, Angol y más al sur y oeste, en la Araucanía. Los mecanismos más utilizados fueron las adquisiciones de tierras baldías y las compras a pequeños campesinos e indígenas. Durante los primeros avances en la cordillera hecho por el Doctor Alsina, este, expresaba la idea de llegar a la frontera del Río Negro, como bastión fundacional de la nueva economía para Argentina. El balance de las campañas, fundamentaba en un mensaje al Congreso Nacional, por el Poder Ejecutivo, el 25 de agosto de 1875, donde se solicitaba al mismo autorización para poder invertir en los territorios ocupados, hasta

215 200.000 pesos fuertes, para fundar pueblos, establecer sementeras, plantaciones de árboles y levantar fortines exteriores a la frontera existente. (Walther, 1981:375) En un mensaje del ejecutivo trasandino: “…que todo el gasto que haga la nación es productivo y económico al mismo tiempo, siempre que él conduzca a ganar permanentemente sobre el desierto, asegurando el domicilio existente y entregando el trabajo áreas de campo considerable […] Si la industria pastoril se conserva hoy estacionaria, si no toma vuelo y ensanche hasta producir lo bastante para cubrir la importación, no es por falta de mercados, no es por falta de material de ganados. Es que los campos al interior de las lineas de la frontera están cansados o recargados y se necesitan otros, en que las haciendas estén desahogadas y sobre todo que no representen un capital crecido cuyos intereses devoran todo el fruto del trabajo. Y si se ha propuesto, como hipótesis, que se conquistarán al desierto y a la barbarie 2.000 leguas, no es en verdad porque tal vez sea el límite de la ocupación definitiva, sino por el plan del poder Ejecutivo es ir ganando zonas, por medio de líneas sucesivas. Empezar por cubrir la línea del río Negro, pues debe ser, no la primera, sino por el contrario, la línea final de esta cruzada contra la barbarie, hasta conseguir que los modadores del desierto acepten, por el rigor o la templanza, los beneficios que la civilización les ofrece. Y si se ha de juzgar por lo que sucede con otras tribus qu viven sometidas, no es dudoso esperar que el éxito sea satifactorio” (Memoria del departamento de Guerra y Marina, 1877:17 fide Walther 1980:376)

La reorientación de los mercados a las conexiones políticas diplomáticamente afines con el proceso de iniciación republicana, promovió una interacción estrecha con los focos capitalistas decimonónicos. Esta situación, consecuencia de un rígido colonialismo, provocó que la economía interna se fundamentara en la atracción de inversiones extranjeras, sobre todo de Europa y de Estados Unidos. Este proceso va a promover la renta diferencial del capital a escala internacional. (Laclau, 1969 fide Pinto 1996:37) El dominio de aspectos macroeconómicos, como consecuencia del fuerte desarrollo del mercantilismo colonial, fomentó en los economistas de la época, la tendencia a la balanza comercial positiva, aunque se pretendía que el mantenimiento económico “hacia fuera” podía ser sostenible si se enajenaba la economía interna. Los renovados actores diligénciales elaboraron un plan para fomentar las inversiones, responsabilizando la situación social y política interna a un aparato legalista y constitucionalista efectivo, y por ende, fomentando un ambiente de orden y paz interna. 216 En Argentina, el punto de partida de este proceso tuvo relación con la desarticulación del circuito comercial Buenos Aires-Alto Perú, que proporcionaba hasta 1810 el 80 % de las exportaciones rioplatenses a Europa y con la necesidad de reemplazarlo por las exportaciones de lanas y, años después, por los productos derivados del ganado vacuno que se criaba en las praderas, al sur de la provincia de Buenos Aires. (Schmit, ob.cit. Luís Mora 1995:291-325)

Tabla 28 Evolución del ganado ovino y vacuno en Argentina entre 1865 y 1881 Año Ovino Vacuno 1865 40.000.000 3.500.000 1876 45.600.000 5.100.000 1881 57.800.000 4.440.000 Fuente: Ricardo Ortiz, 1955; fide fide Vazquez Rial 1999

Entre 1860 y 1880, la exportación de lana se multiplicó 5,6 veces. El territorio agriicola en el año 1875, era de 500.000 hectáreas, mientras que la ganadería ocupaba 32.000.000 (Vazquez Rial, 1999:301) Tabla 29 Composición porcentual de las exportaciones argentinas Periodo Prod. agricola Prod. ganadera % resp. Del total 1880/1884 6.90 89.13 95.82 1885/1889 16.62 80.65 97.27 Fuente: Frigerio, 1979. fide Vazquez Rial 1999

A los productos exportados y la irrupción de capitales extranjeros, obligó al fomento de la economía a reformular los espacios productivos, y por ende, considerar los baldíos territorios al sur de la provincia de Buenos Aires. Constituido el mercado de tierras, precisamente por el interés que éstas despiertan para la crianza del ganado lanar, presionando hacia el sur a los indígenas. (Sabato, 1989) Esta orientación geopolítica de la economía argentina hacia el meridión indujo a Rosas en hacerse cargo de las demandas de los hacendados del interior, cuyas presiones obligaban a la administración a favorecer la ocupación de aquellas tierras, o, al menos, a

217 terminar con la inestabilidad ocasionada por los indios, según las denuncias de los propios hacendados. La estancia y la producción hacia la macroeconomía de corte capitalista eran incompatibles con la economía asociativa y comunitaria indígena, y las periferias integradas al circuito ganadero, que promocionaban los pewenche, durante la colonia. Se condujo por medio de la república a intervenir y desarticular estos territorios, favoreciendo las demandas del mercado externo, en una primera instancia, a través de los inversionistas regionales, a las entidades productivas locales, que brindaban seguridad en la gestión, y al estado Argentino, como garante de estos grupos. Comienza a articularse el discurso positivista con que generará doctrinariamente la idea compulsiva del progreso y la civilización, anulando el sustrato indígena y fomentando la inmigración, sobre todo europea (mediterráneos), éxodo propiciado, entre otras cosas, por la peste de las papas irlandesas entre 1845 y 1849. Este tipo de confrontación racial personificó la dialéctica civilización versus barbarie. Por último, también estaba la amenaza chilena al interesarse en esas mismas tierras. En contraposición con la imagen de región desértica y despoblada, toda el área aparece como un continuo de mutuas influencias e intercambios culturales, sociales y económicos. Hay una población indígena con prácticas propias de campesinos sedentarios y atravesadas por las culturas agrícolas y alimentarias de los europeos. En este proceso no solamente inciden los criollos chilenos descendientes de españoles, sino también la potente colonia alemana que, con epicentro en Puerto Varas, Puerto Montt, Valdivia y Osorno, desde 1850 se va dispersando por toda la zona, y avanzando hacia los valles de los contrafuertes orientales de la cordillera. Los estudios de José Bengoa (2000), en Chile, apuntan en el mismo sentido, señalando el intenso tráfico de los mapuches de un lado a otro de la cordillera. En el siglo XIX se intensificó una forma de comercio regional, donde los grupos mapuches ofrecían ciertos productos, y los pewenche servían de guías y acompañantes de las caravanas; entre los productos comerciados desde Chile se encontraban lanzas, tejidos, chicha, etc., recibiendo a cambio caballos, sal, cerámicas, etc. Esos intercambios se basaban en una serie de permisos y acuerdos con los jefes de los grupos mapuches y sobre sus redes de parentesco, y desde allí se extendían a los colonizadores europeos.

218 En Chile, el proceso de colonización de las tierras ocupadas, por el ejército mapuche, fueron a través de tres procesos: la intervención estatal, la colonización nacional y la colonización extranjera. Estos nuevos territorios tuvieron polos de desarrollo, siendo Santa Bárbara el principal motor de la zona cordillerana, gravitando en torno a Angol, como enclave militar, y los ángeles, como núcleo comercial y económico.

“Nuevo Cónsul. Se ha expelido el exequatur de estilo nombrando cónsul aleman en la provincia de Concepción, Ñuble, Linares, Biobío, Arauco y Territorio de Colonización de Angol, al laborioso colono don Wolrad Schumacher. Como el nombrado se encuentra en viaje para Alemania se dice que prévio el beneplácito respectivo, será nombrado ajente consular don Federico Gesswein, quien desempeñará temporalmente las tuiciones del cónsul propietario. Así el nombramiento del señor Schumacher como el seor Guesswein, serán, sin duda alguna, mui celebrado en la colonia alemana en Concepción.” (Véase anexos)

La figuración parcial de este pasaje histórico es reseñada por la memoria Argentina como un desafío cumplido por el estado

"El éxito del gobierno nacional en la guerra con el indio y su consiguiente expulsión más allá del Río Negro, constituye otro de los rasgos sobresalientes de este 'momento político'. Este evento tuvo, como lo señala Estanislao Zeballos, una triple repercusión, económica, política y militar. Al mismo tiempo que se reafirmaba la soberanía nacional sobre la Patagonia, en aquella época en litigio con Chile, y se eliminaba uno de los últimos reductos de conflicto armado, se rescataban para la Nación inmensas extensiones de tierra productiva, a la par que se eliminaba definitivamente el pillaje y la destrucción causados por las constantes incursiones de los indios. En este sentido, se ha señalado que “entre 1820 y 1870 los indios habían robado 11 millones de bovinos, 2 millones de caballos, 2 millones de ovejas, matado 50.000 personas, destruido 3.000 casas y robado bienes por valor de 20.000.000 de pesos”[…]en términos económicos, el control indígena del sur de la provincia de Buenos Aires y del oeste y norte de Santa Fe, significaba la preservación de una forma primitiva de

219 producción y la absorción de excedentes de producción primitivos hacia Chile.” (Cornblit, Gallo y O`Connel: 1971:48)104

Esta apropiación estatal, convoca la creación de una extensa red ferroviaria en la argentina y en chile. De hecho, esto significaba una seguridad interior en las relaciones comerciales. Se comienza a pensar en focos de integración y pasillos bioceanicos, se tejen redes camineras, todo para apalear las grandes crisis económicas post guerra.

“Angol, Abril jueves 5 de 1883 Ferrocarril Dice un diario bonaerense que se está levantando una sociedad en Europa con el fin de construir un ferrocarril que partiendo de Bahía Blanca venga a empalmar con el de Antuco. Asegura el colega que ya es un hecho.” (Eco del Sur, 12/2/1883)

Este es el excedente de la invasión a territorio indígena. Sin embargo, existe un presupuesto, que es igualmente valorado, no tanto a las pérdidas de las campañas, al que se le inculpa al indígena de promoverlas, sino al alto valor, desde el muro de Alsina, hasta las grandes campañas por la pampa, que significan igualmente un desequilibrio en el erario nacional: el gasto publico por las campañas militares a territorio indígena. Es demostrado en diversas cuentas del Ministerio de Guerra y Marina, que establece un gasto reservado, debido a que, ya con cierto prestigio, el ejército, promueve de manera interna, una gran campaña, homologa a la trasandina. El gasto va a ser considerable, si entendemos el nivel armamentístico y de dotación humana de los mapuche, y en particular, de los mapuche-pewenche. Argentina, en plena campaña de Alsina, debía al extranjero más de 60.000.000 de pesos fuertes, provocando reacciones como el de Avellaneda, que sugería “ahorrar sobre el hambre y la sed del pueblo para poder pagar a los acreedores extranjeros”(Vázquez-Rial, 1999:283) Al final de las campañas, en 1885, la deuda externa subía a 149.000.000 pesos oro y 40 de cada 100 pesos obtenidos por las exportaciones, se destinaban al pago de los intereses y a la liquidación de ganancias de

104 Oscar Cornblit, Ezequiel Gallo y Alfredo O´Connel. La generación del 80 y su proyecto: Antecedentes y consecuencias. En Torcuato di Tella, Gino Germani, Jorge Graciarena y colaboradores, Argentina. Sociedad de Masas, Eudeba, Buenos Aires, 1971, pp. 15-58. La cita es p.48. fide Pinto, 1996. 220 inversores exteriores. El “triunfo del malón” se convirtió en que en 1885, argentina desprendió 4.750.471 héct. A 541 particulares. Dos años después, el congreso le regal a Roca 15.000 hectáreas. Los fines de la expansión territorial no tuvieron efecto, anulando la colonización chacarera, y promoviendo el colonial latifundio. El pretorianismo argentino provocaba un gasto inviable, unida por el pago al servicio estatal: por cada 5.000 soldados (1886), había 8 tenientes generales, 10 generales de división, 26 generales de brigada, 132 coroneles, 262 teniente coroneles, un numero mayor de oficiales inferiores, dando un total de 1.630 jefes y oficiales, uno por cada tres soldados. (id) En Chile, después de la guerra del Salitre, el gobierno llevó un fuerte gasto en la cartera, como el abono diario a los heridos de veinte centavos, según el decreto fechado el 11 de diciembre de 1879, como además la ley del 12 de septiembre de 1879 sobre recompensas a los jefes, oficiales y soldados del mar y La ley de 22 de diciembre de 1881 para las pensiones a los oficiales de tropa fallecidos en las acciones de guerra, causaba fuertes presiones al erario nacional. Tabla 30 Cuentas correspondientes al Ministerio de Guerra i Marina Departamento de Guerra ítem Gasto Carboncillo para el parque de artillería 57. 74 Recibo para Id. Id. 78. 74 Pasajes del sur en abril 84 2917.61 “ “ “ mayo “ 4454.80 “ “ “ junio “ 17277.33 “ “ “ julio “ 9308.94 “ “ “ norte abril “ 5.515.68 “ “ “ “ mayo “ 12752.08 “ “ “ “ junio “ 2744.28 “ “ “ “ julio “ 26606.16 De todas las secciones en agosto de 1884 17922.61 99635.23 Depatamento de Marina 446.70 Total $100381.93 Santiago, octubre de 1884. Fuente: ANS.MGUE

221 A nivel micro, la fuerte concentración de capitales existente en la zona, se hace notar en las fuertes tarifas de contribuciones, en la zona vecinal de los Ángeles. Se va configurando un mosaico privado, privilegiando política y judicialmente a los mayores contribuyentes de la zona. Es normal entonces vincular los problemas de enajenaciones territoriales a los cabecillas de las contribuciones de esta ciudad.

Tabla 31 Lista de mayores contribuyentes de la ciudad de los Angeles Los Anjeles, Marzo 1* de 1882. Nº de Contribuyentes Pat. Fiscales Territorial Total órden municipales $ cte. $ cte. $ cte. $ cte. 1 Manuel Baquedano 450.00 450.00 2 José Riquelme 315.00 315.00 3 Marcos Rebolledo 68.08 174.96 237.04 4 José María Hermosilla 21.00 202.95 223.95 5 Felipe F. Anguita 164.25 164.25 6 Domingo Ruiz 158.40 158.40 7 José María Rodríguez 21 126.00 147.00 8 Pedro Nolasco Ruiz 40.20 90.00 130.20 9 Fidel Solano 36.00 91.35 127.35 10 Cárlos Costa 15.00 101.25 116.25 11 José María de la Maza 21.00 94.50 115.50 12 Manuel Jesús Acuña 18.00 89.55 107.55 13 Calisto Padilla 106.29 106.29 14 Rafael Anguita 21.00 85.05 106.05 15 Roberto Badilla 64.62 20.00 9.90 94.52

222 5.2 LAS CAMPAÑAS MILITARES A LOS ANDES PEWENCHE

El plan de ocupación de las vertientes cordilleranas, inconvenientemente para los pewenche, estuvo en sincronía temporal y espacial en parte, por los generales y las expectativas de intelectuales de la época, en una oleada de un positivismo decimonónico darvinista, convocaba a los gobiernos Argentino y Chileno a establecer una efectiva penetración militar, ayudados por la experiencia militar de estos bandos, en las guerras de expansión territorial en el norte de dichos países.

“Sin embargo, todo no estaba concluido. Era necesario ir a buscar a los indios en sus últimos baluartes: en las Márjenes del Tolten, residencia de pobladas tribus de huilliches, i en el alto Biobío donde tenían su asiento los pehuenches, mas nómadas, ladrones i diestros en el caballo que los de las otras zonas. Con la seguridad que prestaban los fuertes recién levantados i el mayor número de tropas i de habitantes, la empresa no tendría las dificultades de las anteriores operaciones. Hacíase, sobre todo, urjente la ocupación de los valles andinos por las campañas que el ejército de la república Arjentina había comprendido al territorio indíjena del oriente de la cordillera, que se estendia desde el Neuquen hasta Nahuelhuapi, i que ocupaban las tribus de oríjen araucano denominadas jenéricamente indios pampas. “(Guevara, )

La prístina ocupación cordillerana se dio en la vertiente oriental, tras las campañas de Adolfo Alsina, entre los años 1874 al 1877. Esta línea termina en la zona pewenche, en la línea del río Barrancas, desde la cordillera hasta la confluencia de este con el río Colorado, y hacia los caminos que viene de desde Salinas, hasta los vértices del Valle del paso del Maule, zona concurridísima por los traficantes chilenos y desde ahí se puede dominar como treinta a cuarenta leguas al Sur e inutilizar los pasos de la Laguna y de Antuco que conducen a Chillán y Concepción. (Memoria del Departamento de Guerra y Marina, 1877. t.III, p.142: fide Walther, Op. Cit. p.410)

223 Bajo este avance del ejercito Argentino, se pudieron excluir del sometimiento total los indígenas de la zona de la provincia de Mendoza, en su gran mayoría pewenche cuyos toldos se ubicaban al sur del río Grande. En estos valles, existía un fuertísimo contacto con los pewenche y chilenos colchaguinos y maulinos. Los pewenche que habitaban esta zona, en las mesetas occidentales de la cordillera poseían una unidad territorial consolidada en este avance, cuya unión caciqual se dio entre los Lonko Millaleu cuya operación militar era mediada en fuerza de 50 mocetones; Coepí aportaba con 80; Udulman, con 70 lanzas, se ubicaba en el margen norte del río Curileo y en el mismo valle fluvial, Vilú, con una fuerza de 40 mocetones. Sin embargo, estos pewenche poseían fuertes alianzas con los moluche de la zona de Salinas Grandes y Leubucó. Bajo la zona del Neuquén, la zona estaba bajo las medidas del Lonko Chauguet, a 6 leguas al norte del río Neuquén. Sin embargo, el poder militar indígena estaba dado por el Lonko Purrán, con 80 mocetones, terrenos que llegaban desde el Barrancas y la zona del volcán Chillán, hasta el Lonquimay, prácticamente todo el área de interés de esta investigación. Debido a esta importancia, fundacional en las comunidades pewenche, frente a la opresión nacionalista, es que daremos pié para desarrollar más el proyecto territorial de Purrán. Más al sur, en plena zona Huillipewenche, los Lonko Ayala, Rancaqueo y Guilichez. Estas zonas estaban en fina convivencia con estancieros chilenos, quienes establecieron relaciones simbiótico metafronterizos, fundamentado en la conectividad de los polos productivos (predios y potreros) como también de protección (malones a haciendas argentinas, presumiblemente para evitar la competencia herbácea de las reses, como también imponer ciertas hegemonías locales),

“…pero en todas estas indiadas que se han mencionado hay otro tanto numero de cristianos chilenos que están con los indios: los lugares por donde pasa el río “Grande” son cerranías y solo al naciente tienen algunos cañadones, en donde invernan sus

224 haciendas por ser campos muy buenos. Es cuando puedo decir al respecto”105

Esta campaña se reforzó con los estudios del Francisco Moreno, que a partir de 1873, va a penetrar al país manzanero (1786), aunque con muchas hostilidades por parte de los peñi de Sayhueque, un estudio de las potencialidades económicas, entre descripciones geoecológicas, cuya obra llevó a consolidar dos procesos. El primero y el más importante para las parcialidades pewenche de la zona, la de incluir todos los territorios a los estado nación. Esta obra de Moreno, vista como un almagesto al discurso positivista, tuvo muchos adeptos en el gobierno chileno; El segundo, la discusión final al tema de las fronteras meridionales del área pewenche, de interés netamente nacional. Se va a consolidar posteriormente, el avance de la frontera hasta el río Negro, propiciado por el General Julio Argentino Roca. Este evaluaba así los planes estatales defensivos de Alsina:

“¡Que disparate la zanja de Alsina! y Avellaneda lo deja hacer Es lo que se le ocurre a un pueblo débil y en la infancia: atajar con murallas a sus enemigos. Así pensaron los chinos, y no se libraron de ser conquistados por un puñado de tártaros, insignificante, comparado con la población china. Si no se ocupa la pampa, previa destrucción de los nidos de los indios, es inútil toda precaución y plan para impedir las invasiones”106

Para afianzar la incorporación de las tierras, realizada como consecuencia de la campaña al desierto de 1879, el presidente Roca ordenó una serie de campañas complementarias que se llevaron a cabo entre 1881 y 1883, y que tuvieron como fin someter a obediencia a los últimos caciques rebeldes y realizar el reconocimiento del área andina en la región de las actuales provincias de Neuquén y Río Negro.

105 Memoria del departamento de Guerra y Marina, 1877, t. I, p.476 fide Walther, 1980:414. 106 Walther, íd. 428. 225 Apoyando al general Roca en la ocupación como secretario e ingeniero, el coronel Manuel Olascoaga, quien en 1866, se encontraba cumpliendo servicios en Chile, y cuyo mapa, elaborado por él, fue corroborado en 1869 y 1871, con autorización militar, un plano topográfico de la Araucanía, que fue vital para los planes de Roca, al ser este lugar, el que permita la identificación de las etnias comprometidas y la promoción de la incorporación de la araucanía trasandina. Olascoaga, de regreso a Argentina, en 1873, tomó contacto con Roca, y en 1877, entra en el ejército a las órdenes directas de Roca, desempeñándose como jefe del Departamento Topográfico Militar. En 1881 a 1883, realizó expediciones científicas, y la pacificación directa de los indígenas al Sur del Neuquén. En 1887, fue el primer Gobernador militar del Neuquén, fundando Chosmalal. El plan Roca consistía en la aniquilación total de los grupos indígenas entre la frontera “Alsina” y en los ríos Negro y Neuquén. La orden fue promulgada el 14 de agosto de 1878, bajo decreto supremo, del proyecto de ley nº 215 del 13 de agosto de 1867. El mismo General Roca en las columnas del diario La República argumentaba el avance hacia tierras pewenche: “No solamente ofrecerá esta operación grandes beneficios para el país, por los riquísimos campos regados por los numerosos ríos y arroyos que se desprenden de la cordillera, y que se ganarían para la provincia de Mendoza o para la nación, sino para la seguridad de nuestras fronteras actuales, el hecho de interceptar y cortar para siempre, el comercio ilícito, que desde tiempo inmemorial hacen, con las haciendas robadas por los indios, las provincias del sur de Chile, Talca, Maule, Linares, Ñuble, Concepción, Arauco y Valdivia. En épocas normales, en que no se tienen en cuenta las grandes invasiones como las realizadas últimamente, que aumentan considerablemente la exportación de ganados a Chile, se calcula que la cifra del ganado de nuestras provincias en cuarenta mil cabezas al año, cuya mayor parte las venden los pehuenches, que viven en perfecta paz y armonía con la república chilena, recibiendo en cambio, en especies, un valor de dos a tres pesos fuertes por cabeza. Algunas persona que han vivido en las fronteras chilenas me han asegurado que algunos de los prohombres de aquel país, que tienen o han tenido establecimiento de campo en aquellas

226 provincias, no han sido extraños a este comercio y deben a él sus pingües fortunas o el considerable aumento de ellas. Abrigo a la confesión de que, suprimido este mercado que hace subir o bajar la hacienda en Chile, en proporción a la importancia de los malones a Buenos Aires y otras provincias Argentinas, se quitaría a los indios el más poderoso incentivo que le impulsaba a vivir constantemente al asecho de nuestra riqueza, al mismo tiempo que se impedirá a Namuncurá y Catriel recibir a los aliados de la cordillera refuerzos tan considerables como el que le ha traído el cacique Renque, que ha venido con dos mil de los suyos y ha tomado parte en las invasiones de los Tres Arroyos y Juárez, siendo él, según noticias que he tenido, por el conducto de Mariano Rosas, el que presentó combate a Maldonado. Casi todos los caciques de estas tribus acuden al llamado de las autoridades Chilenas, y el principal de ellos, Feliciano Purrán, que tiene su residencia en Campanario, doce leguas al sur de Neuquén, que se titula Gobernador y General y, además, muy rico, recibe sueldo del gobierno Chileno, para hacer respetar sus intereses y la vida de sus ciudadanos. Otras veces arriendan sus tierra, y los ganados chilenos suelen vivir largas temporadas entre ellas, sin que sufran sus intereses. Se calcula que solo en esta parte se invernan en los potreros naturales que forman la cordillera, de 20 a 30.000 cabezas anualmente. Termino aquí, señor redactor, dejando otras consideraciones de detalle para ser incluidas en la memoria general que sobre esta materia preparo para el gobierno, y espero que estos ligeros apuntes serán para que la prensa ilustrada de esta ciudad tome una opinión exacta sobre la parte verdadera de esta ardua cuestión que corresponde a la frontera de mi mando. Saluda al señor redactor: Julio A. Roca.107

Para esta operación, en la zona del Neuquén, en el sector norte, se ubicaba la 4D, que debía operar al sur del río Barrancas. Este iba al mando de Napoleón Uriburu, reemplazado por el jefe de la misma graduación don Conrado Villegas. Se le ordena instalarse en la margen norte del Neuquén, pero éste traspasa la frontera e inicia la invasión de Chosmalal (Hegemonía Purrán) en 1879 y luego de todo el Neuquén donde viven picunche, pewenche y huilliche. En la frontera de Mendoza, el teniente coronel Rufino Ortega, con órdenes del coronel D. Napoleón Uriburú, como comandante de la zona, efectuó un reconocimiento

107 “Paginas de Leopoldo Lugones”, Revista militar, nº 451:282 y 283. Fide Walther, íd. 429. 227 al sur del río Cuileo. Con 80 soldados del Batallón Creación, y 15 moluche auxiliares, el 2 de enero de 1879, parte desde el Fuerte General San Martín, en dirección al sur cuyano. A la primera semana de cabalgata de alta complejidad, llegan el 9 del mes a una toldería abandonada, cuyos indígenas, identificados como pewenche, escapan a la cordillera, rumbo a las pinalerías y a las márgenes del río Neuquén. En las pesquisas por parte del batallón, se logró apresar a 30 indígenas autodenominándose como chilenos, con 200 animales vacunos, 400 caballos y yeguas, unas 1500 ovejas y cabras. Esta resistencia pewenche, dio como resultado, la muerte del Capitán Jorge Brie y tres soldados de línea.108 El parte del Teniente coronel Ortega, explicaba: “Esta expedición hubiera dado mejores resultados sorprendidos los indios en la toldería como debía haber sucedido sin el error de los baqueanos arriba mencionados que dio tiempo que fueran enviados y se previnieron para nuestra llegada. Puedo decir que nuestra ida ha sido de gran utilidad pues por los chilenos tomados se que se preparan en aquellos momentos para traer una invasión a este fuerte habiendo pedido al efecto 300 lanzas al cacique Purrán del sud de Neuquén. He podido observar que es crecido el numero de chilenos existente entre ellos que son los principales enemigos con cuyas armas de fuego han hecho por momentos frente al ataque, siendo uno de los soldados muertos, resultado de él”.109

Conformaba la 4D (Cuarta División) el Comandante Teniente Coronel D. Napoleón Uriburu., una plana mayor, Piquete escolta y baqueanos, ingenieros, Una sección de Artillería de montaña con 4 piezas de a 4, el Batallón de infantería “Nueva creación”, el Regimiento 7º de Caballería de línea, Una Compañía de guardias nacionales voluntarios de caballería y una Compañía de guardias nacionales. Esta división emprendía su marcha desde la plaza central, el 15 y 20 de marzo, y cuya misión era “limpiar” a los grupos indígenas de la zona del río Barrancas y del Neuquén. El día 21 de abril, se inicia el avance de vanguardia desde el fuerte General San Martín, el mismo día llega a Malargüe, y el día siguiente a Agua Botada, y el 23 de abril, llegan a río Grande o Colorado. En estos parajes, las patrullas de exploración

108 Memoria del departamento de Guerra y Marina, 1879, p.309. 109 Íd. 228 dispersan a chilenos de paso, con pewenche, cuyo saldo fue la captura de 30 animales de arreo, presumiblemente robados (Walter, 1980:469) El Mayor Saturnino Torres, el 30 de abril, llega hasta el río Neuquén, en el sector de Barbarco, donde el estanciero chileno Méndez Urrejola, Esta misión recorrió la vertiente oriental por Ranquiló y Culchicó. En la zona de Barbarco, establecieron un cuartel con 25 soldados, para asegurar el control de los pasos Piuquenes y el de Epulafquén-San Fabián de Alico. En este tiempo, Balbarco, septentrión de la zona pewenche oriental, era un núcleo demográfico en plena cordillera, con grandes potencialidades silvoagropecuarias, introduciendo a pewenche, y circunstancialmente a los exiliados pampas, de productos traídos de la cuenca de Chillán. Cálculos de la época estiman que más de 600 personas habitaban esta zona, entre ganaderos, pastores y pewenche. (id. P.470) Es precisamente que se produce el 11 de mayo una reunión con el Méndez Urrejola, Uriburu autorizo a 50 soldados de infantería a cargo del Teniente Coronel Patricio Recabarren, desplaza la autoridad chilena de la zona, invistiéndose como garante. El 5 de mayo llegaron a la zona confluencial del Curre-Leuvú y el Neuquén. En este lugar, se procedió al ataque de las tolderías del cacique Peyeüman, por parte del Mayor Torres. El saldo fue de 15 muertos (incluyendo al Lonko), 62 prisioneros y unos 600 cabezas de ganado mayor. Este hecho grafica, junto a muchos otros, la natural migración de los grupos pampas a la zona pewenche. El plan de exterminación abarcaba además, un bastión militar con proyección urbana en el centro gravitatorio del gran triangulo del Neuquén (Cordillera- río Limay-río Neuquén). Esta tenía como misión, desarticular a Purrán, y provocar el colapso de la comunidad que el encabezaba. Esta división, provoco el colapso de la plana mayor de Baigorrita, cayendo en Cochicó, a tres capitanejos, 22 indios de lanza, 102 de chusma y 29 cautivos. El Sargento Mayor D. Saturnino Torres, llevó a cabo la captura y muerte de este cacique, el último ranquel. El día 21 comienza la ocupación de los pasos importantes de los pewenche. Esta vez, cayó el paso Buta Mallín. Desarticulando la conectividad económica de los pewenche, se puede decir que comienza la invasión sensu stricto.

229 Se comienza a entretejer una línea, entre el fuerte 4ta división, con el campamento D4 (Confluencia del Cobuncó-Neuquén). El estudio de estos fuertes, se llevó a cabo por el Mayor Torres, quién puso a disposición, un estudio de fortificación del río Agrio. En esta campaña, se inaugura un depósito de prisioneros y un lazareto en el Fuerte 4ta División. Se comienza con una guerra bacteriológica encubierta, bajo la técnica del lazareto. Esta era simple: dejaban a los prisioneros encerrados con contagiados de viruela, y luego de incubados, los largaban:”para evitar estragos mayores en la misma tropa” (Walther, 1980:476) La primera campaña al sector pewenche concluirá en 1880, apoderándose de los llanos de Chosmalal. El resultado de la primera fase de las Campañas, hay 14.172 indios reducidos, prisioneros o muertos, según el informe de Roca al Congreso y la ocupación de territorio picunpewenche desde el río Atuel, hasta el Neuquén. Ruibal toma prisionero a Purrán, en una barrida comentada en el siguiente capitulo, por el Teniente Coronel Ortega en enero de 1880. Ese mismo año el ejército se apodera de las pampas de Chosmalal y Loncopué provocando la huida pewenche, a los valles del Alto Bío Bío y Antuco

El parte aclara lo sucedido "Antuco, Febrero 21 de 1880 Esta subdelegación tiene noticias ciertas de personas que merecen fe, que los indios araucanos, pehuenches y huilliches han pactado una alianza con el objeto de atacar las fuerzas argentinas que operan ultracordillera y arrear los animales de chilenos que hay en aquellos potreros. Se me dice también que una vez obtenido su objeto es salir por este pueblo y regresar a sus hogares por la provincia del Bío Bío [...] El indio que comandaría a los aliados es el cacique Namuncura […]he tenido avisos, que un grupo considerable de indios pehuenches refugiados en los valles de la cordillera preparándose para atacar a los argentinos en las orillas del Neuquén, tienen el propósito de hacer un malón a la subdelegación de Antuco [...] el motivo de este propósito es que algunos comerciantes de Antuco comercian con los argentinos, comprándoles animales robados a los indios y también porque otros han tratado de apoderarse de sus terrenos de este lado del cordón principal de la cordillera”

230 A poco de desatada la ofensiva en la zona del Neuquén, fuerzas trasandinas, en franca acción punitiva, se internan en territorio chileno en enero de 1880.

“Después de atravesar la cordillera por el paso de Pichachén, detrás de la laguna del Laja, la columna militar penetra al valle de Trapatrapa. "Antes del amanecer -señala el oficial argentino- había- mos descendido la cuesta del lado de Trapa, y a caballo, detrás de unas barrancas y bosques arreglamos los últimos detalles del asalto, bajo un copiosísimo aguacero. La tropa se dividió en dos fracciones, me tocó seguir por el valle de la izquierda con toda la caballería, debía llegar al punto denominado Trolope, e incorporarme a las 3 p.m de ese mismo día para seguir al sud (distancia a recorrer 15 kilómetros más o menos). Llegó el momento y partí con la celeridad que me lo permitía la fragosidad del terreno (canto rodado) y la fuerza de mis caballos, los que habían caminado desde el día antes de tiro, pero en un clima que no les era favorable. "Llegamos a unos toldos y caímos como una bomba sobre todos sus habitantes, se mataron todos los hombres que hicieron armas, siete, y pude incorporarme aún con poco de retardo. Pero habíamos hecho una buena presa, uno de los muertos tenía la camiseta puesta del teniente Femando Fernández, muerto en el valle de Tilgüi hacía pocos días, más un caballo del sargento Manuel Ibáñez, muerto en el asalto al fuerte Guanacos, de muy reciente data[…]La fracción derecha, había dado principio poniendo una guardia en paraje determinado para que los dispersos no llegaran hasta la Intendencia de Huepu, que sólo distaba 5 1/2 kilómetros, evitando asi alarmas y complicaciones, la que retiró por la noche. Después circundó el terreno, y no haciendo caso de tomar prisioneros mataron 36, éstos solamente servían para retrasar la marcha según el jefe de la columna"(Rojas Lagarde, fide Gonzalez- Torrejón 1993:116)

Producto de la campaña dirigida por el mayor Ruibal, se arriaron de territorio pewenche "más de 800 bueyes gordos, algunos miles de vacas, yeguada, gran cantidad de hermosos caballos orejanos, lecheras, cabras y miles de ovejas, a los soldados era frecuente verlos con prendas de plata y muy buenos tejidos pampas”. (Íd) Hubo tanta expectativa por estas matanzas en la nación argentina, que el sucesor de Avellaneda, fue el Mismo General Roca, presumiendo cierto prestigio por

231 las “exitosas” campañas. El reemplazo en el ministerio de Guerra Argentino estará a cargo del general Benjamín Victorica. Se comienza la última parte del maquiavélico plan de Roca. Esta comienza a inicios de 1881, y con la responsabilidad militar, queda al mando el General Conrado Villegas, y conjuró para los pewenche y aliados un plan de operaciones La primera brigada, del Fortín Cuarta División, debía avanzar el 15 de marzo, supervisando los contrafuertes del Agrio, penetrando por los cajones allende los andes, en búsqueda de las tolderías indígenas. Esta brigada va a ser el foco operativo nuclear, por el cual los pewenche trasandinos tuvieron que escapar, fundando las colonias pewenche en el Alto Biobío. Esta primera brigada quedó a cargo del Teniente Coronel Rufino Ortega, con una plana mayor, el Batallón 12º de Infantería, el Regimiento 11º de Caballería, con 6 jefes, 16 oficiales y 474 hombres de tropa. La llegada a Ñorquín, 50 kilómetros al suroeste del fuerte 4ta División, el día 8 de marzo, llevará al mando el fuerte del mismo nombre al capitán Ramón Correa. El día 15, los pewenche y aliandos emigran al territorio chileno por los pasos de Coliqueo norte y Sur; y Pucón Mahuida, testimonios de que estas bandas llegan a la zona cercana a Nitrito y a Guayalí. Pero el mayor contingente de los Lonko Renque curá, Namuncurá, Rumia, Zuñiga y Udulmán se ubicaron al amparo de la línea de fuertes del Alto Biobío, en la zona de Lonquimay. Se llega por el lado del Ñorquín a través de la orilla oeste del agrio, con reconocimientos a los boquetes del Copahue y llegando el 17 de marzo a la confluencia del Codihué. Ruibal llega a las inmediaciones del paso Pino Hachado, y arremete en la frontera Chilena, en búsqueda de indígenas refugiados en los valles. Las bajas por la búsqueda de estos indígenas en la zona del Liuncura, son de 2 suboficiales y dos soldados.

“Uno de los muertos debe ser un cacique o capitanejo, pues en su cadáver se ha recogido una espada. Esta tiene en su tasa el escudo de Chile” (Ortega, fide Walther, 1980:503)

El saldo de la travesía de Ruibal desde 4ta División-Ñorquín-Codihué- Nahuelhuapi, fue de 23 indígenas muertos, 4 prisioneros. Las tropas argentinas, dos

232 oficiales, 3 suboficiales, 5 soldados, muertos. Hubo además un oficial y dos soldados heridos. Se requisaron 25 equinos, 187 vacunos y 1.000 lanares (Walther, id. 505) Los indígenas que pudieron escapar, formalizaron alianzas de paz con los soldados chilenos, produciéndose la sumisión total, y sobrevivencia de estos grupos. Cabe destacar que la mera huida de las praderas argentinas, significaba una tras localización, síntoma inicial de la reducción. El mismo general Roca en octubre de 1881, reclamaba

“…La permanencia de los indios al otro lado de los Andes será siempre un peligro que nos obligaría a mantener una fuerza militar relativamente considerable, en la estación en que las nieves abran los pasos de la cordillera. A este efecto se prepara un avance de la linea militar del Neuquény del río Negro. La comandancia de la cuarta brigada, avanzará por el río Agrio y desde allí, a Nahuelhuapi se establecerán los acantonamientos necesarios, fijos unos móviles otros, puesto que en la época de los deshielos nuestras avanzadas deben vigilar los boquetes mismos de la cordillera”110

El teniente Coronel Ortega, ocupó formalmente la línea del Agrio en Enero de 1882, con recurrentes arremetidas a los pasos Coliqueo Sur, Norte, Pucón Mahuida y Copahue., en conjunto con la primera brigada, junto con la plana mayor, el Teniente Coronel Saturnino Torres, dos oficiales y 10 baqueanos; El regimiento 11 de caballería, con 100 jinetes a mando del Teniente Coronel Manuel Ruibal; El regimiento 3 de Caballería, con 100 jinetes a mando del Sargento Mayor José Daza; el Batallón 12 de infantería, con 100 hombres a cargo del Sargento mayor Carlos O´Donnell. Una fuerza considerable si se tiene en cuenta la presencia de 4 jefes de la plana mayor, 20 oficiales y 310 soldados. La finalidad de semejante fuerza era extinguir todo vestigio indígena, hasta llegar con esta “kerigma” hasta tomar enlace con la II brigada, y marchar al país manzanero. En Noviembre de 1882, se presenta en el fuerte de Ñorquín, Juan Paillecura, secretario de Namuncurá, y asociado de Reuque curá, formulando una tregua, propuesta a causa de la captura de hijos del Lonko. El 22 de noviembre, la división

233 puso rumbo nocturno desde Ñorquín hasta el valle del río Agrio, con el fin de asaltar por sorpresa a los pewenche fronterizos. Llegó a Melún (10km al noroeste de Aluminé) 6 días después. Cuatro destacamentos fueron enviados al pie de los Andes con órdenes de capturar a los jefes indios Namuncurá, Reque Cura y Millamán, pero éstos lograron eludir a las tropas. El general Conrado Villegas ordenó entonces a todas las brigadas bajo su mando una tarea profunda de rastrillaje, aunque bajo ninguna circunstancia debían cruzar la frontera con Chile. Las operaciones debían comenzar en enero de 1883. Millamán abdica junto con su parcialidad a la resistencia, y se une con 27 indígenas de lanza y 61 mocetones a la brigada, como grupo de reconocimiento. Ese mismo 28, el teniente coronel Ruibal con 85 efectivos del 11º caballería arrasa las tolderías de Queupu, logrando el lonko salvarse, pero con 14 bajas, y 64 indígenas capturados, contra 1 suboficial muerto y 4 soldados y 31 caballos ahogados. El teniente Coronel Saturnino Torres, atacó al lonko Cayul, cayendo con 80 peñi. El mayor Daza, arremetía en el Aluminé contra Namuncurá y Reuque curá. Esta obsesiva persecución llevó al nombrado Mayor a capturar 32 indígenas y dar muerte a 9, en pleno paso del Llaima, escapando Lonko Rumay. El alférez Ignacio Albornoz tomo a Lonko Cayupán y Nahuelpán, con más de cien indígenas. La posterior reagrupación de los efectivos militares en contra de las parcialidades moluche-pewenche, se hizo notar el día 4 de diciembre. El Coronel Ortega manda al teniente Coronel Ruibal contra Lonko Queupu, El mayor Daza contra Namuncurá y Reuque curá y O´Donnell y Torres contra Ñancucheo, en fuga hacia el paso San José, Villarrica. Es en esta incursión cuando los grupos montados de Queupo casi matan a Ruibal, con 3 lanzazos y 2 heridas de bala.

“Consideraba el teniente coronel Ortega que con esta campaña los salvajes sufrieron un golpe sensible, porque desprovistos de animales para el consumo y movilidad, los restos de indios que quedaban solo tenían para alimento la fruta de los pinos de la zona, pero que nuevas partidas que recorrerán constantemente la zona lograrían la captura de los mismos”(Walther, 1980:524)

110 Memoria del Departamento de Guerra y Marina, 1881, t.1 p.33. fide Walther, id. 234 Esta operación tuvo la lamentable cifra de la rendición del Cacique Millamán con más de cien indígenas, 52 indígenas de lanza prisioneros, 390 mocetones, 120 muertos, y 200 caballos requisados. (Walther, 1980:523) Se establece una linea sobre el río Agrio, con clara orientación a los Andes pewenche. Se fortifican en esta campaña, los sectores de Hualcupén, Huerinchenque, Codihué, Cobuncó, Cuncó y Valle de las Damas. Por otro lado, el 4 de diciembre de 1882, el coronel Ortega volvía a su base de Norquin, habiendo despejado un área de 30.000 km. Al concluir las operaciones de la segunda brigada, el resultado era de 360 guerreros muertos, 2.100 indios capturados y efectivamente completada la conquista del desierto. El presidente de la época, en Chile, Aníbal Pinto Garmendia, tras las campañas del Perú, a exhorto de Cornelio Saavedra, propuso el término final a la ocupación de la Araucanía, incluyéndose la zona del Alto Biobío. Esta fue la instrucción que Cornelio Saavedra impartió, discutió y planeó con el Coronel Urrutia en 1882 y logró que en ese mismo año, entre enero y abril, se constituyeran los primeros fuertes cordilleranos, que comandó, con parte del Batallón Angol, el Capitán Juan Grant, quien como hemos visto le entregó estos lugares al 9° de Línea, Batallón recién llegado a la Frontera, bajo el mando de José María del Canto. Las tribus pewenche se refugiaban en estos cordones, desde Antuco hasta Lonquimay, provocando conflictos, unas veces hacia Argentina, otras hacia Chile, como lo hicieron en 1881, en noviembre, cuando se unieron a los arribanos para los ataques a Temuco y Lumaco. Los agricultores de Santa Bárbara y Mulchén; que acostumbraban a enviar sus ganados a las veranadas del Antuco y Copahue no pudieron hacerlo, pues habían sufrido permanentes robos de piños de animales y muchas veces el asesinato a mansalva de los cuidadores de los rebaños. Este último quedó encargado de llevar a cabo el plan de ocupación final, en territorio chileno, en plena sincronía con sus colegas trasandinos Olascoaga y Villegas. A fina vinculación, Villegas en septiembre de 1882, propuso en una misiva, la idea de llevar un plan mancomunado, en concordancia con los planes del Coronel

235 Urrutia, cuyos puntos a favor de la integración, era simplemente llevar al redescubrimiento del paso de Vuriloche, y de una continua correspondencia para informar los “avances” de la frontera. Siguiere Saavedra a su símil argentino, la fundación de fuertes cordilleranos. Con la llegada al sillón presidencial de Domingo Santa María, se traslocó el imperium al coronel Urrutia, para la ocupación final de las cordilleras de la araucanía: el ministro de guerra José Francisco Vergara al preguntar sobre la coordinación con el ejercito argentino, Santa María escabulló en responder, seguramente a la fuerte antipatía que tenía el presidente con Saavedra. (Memoria de Guerra, 1881:685, fide Ravest Mora, 1997:139) Simultaneas a las operaciones logísticas por la línea del Toltén, debía emprenderse otra por el Alto Biobío. El ciudadano francés Martín Drouilly fue el encargado de llevar a cabo, con el titulo de Teniente Coronel de Guardias Nacionales. Era un ingeniero, que formó parte de la comisión que, a cargo del sabio don Amado Pissis, levantó las cartas geográficas de buena parte del país, a Martín Drouilly le había tocado precisamente el trabajo de triangulación de la cordillera araucana. El coronel Urrutia estableció el cuartel general del ejecito del Sur en la naciente Temuco. En octubre, erigió en Quechereguas, un fortín para controlar el bandidaje y proyectar la invasión en el norte del país pewenche. El 24 de noviembre, comenzaba la expedición a las tierras cordilleranas. Compuesto este Ejército por el Batallón movilizado Angol, con 302 efectivos, el Batallón Movilizado Ñuble, con 298 efectivos, la brigada de artillería, con 51 efectivos y el escuadrón de carabineros de Angol, con 117 hombres. En total, llegó a 768 hombres movilizados. “Las exijencias del servicio en las guarniciones de Santiago i Valparaiso i la campaña que iba hacer el ejército del sur, para ocupar lo que restaba del territorio araucano, no dejando tropas disponibles, hubo que apelar a los servicios de las guardias nacionales de los departamentos vecinos, movilizando cien hombres de cada uno de los escuadrones: Antuco, Santa Bárbara, Mulchén, Nacimiento i Curaco, agregandose una sección de 15 artilleros con un cañon de montaña i una ametralladora”. (Drouilly, Martín, ANCH,)

236 A estas armas se asociaron además, una considerable cantidad de mercaderías para intercambiar con los indígenas, la gran mayoría, productos de bazar, con una suma cercana a los 315 pesos. Este comercio, casi siempre de carácter ilícito, permitía ciertos abusos por parte de los milicianos chilenos o grupos de “paisanos” o inquilinos comerciantes. Este comercio se legisló, bajo ley de comandancia: “Gregorio Urrutia, coronel, comandante en jefe del ejército del sur, comandante general de armas […] debiendo espidicionar hasta Villarrica una parte del ejercito de mi mando, iu conviniendo reglamentar el servicio con relación al comercio i demás personas que acompañen a los ejércitos: en virtud de la facultad que me confiere el articulo 13, titulo 59 i II del 80 de la ordenanza general del ejército, decreto: Articulo primero. Los paisanos no dependientes del ejército i que lo acompañen, particularmente deberán presentarse al jefe del estado mayor, quién abrirá un rejistro para anotarlos debidamente. Dichos paisanos no podrán pasar delante de la vanguardia del ejército, sin la órden competente, bajo la pena de uno a quince dias de prisión i ser despedidos del cuartel general en caso de reincidencia. Articulo segundo. Aunque es libre el comercio de todo jenero, no obstante, se prohibe en absoluto llevar ninguna clase de licor. Los contraventores sufrirán como pena la pérdida de la especie. El cuartel general designará cuando lo crea conveniente, el libre comercio para su respectiva anotación. Articulo tres. Tanto los particulares como los comerciantes, ocuparon durante la marcha i en los campamentos, el lugar que les designe el jefe de estado mayor. Anótese, comuníquese i publíquese por bando para que llegue a conocimiento de todos. Dado en Temuco a treinta días del mes de noviembre de mil ochocientos ochenta i dos.- G. Urrutia.- Manuel Ruminot, secretario.

Este tipo de expediciones, tendían a disgregarse, en búsqueda de animales o de tolderías. El 1º de diciembre comenzó la marcha de la división por el río “Quepe”, atravesándolo el mismo día. El 4 del mes, se comienza a ingresar a las “Montañas de Freire”, confluyendo hasta las nacientes del Toltén. El 12 llegan a Rucañanco, distante a siete kilómetros del río Toltén. Erigieron en ese lugar el fuerte de Freire.

237 La marcha hacia la Villa Rica comienza el 18, con marcha hacia el sureste i vadeó el Aillipén, el 23 de diciembre a Coipué y el 26 a Quecheuco, al norte de Toltén, al norte de la planicie de Putué. El 31 de este mes, se convocó a parlamento con 300 indígenas, con la participación de los Lonko Panchulef, Epuléf, y Aburto Aquiñanco. (Guevara, 1924:466) Este parlamento tuvo por finalidad comunicar a los huillipewenche y abajinos la refundación de la ciudad de Villa Rica, argumentando que dicha zona, era posesión efectiva de los antepasados, los lonkos aceptaron de buena manera la fundación, aunque los regalos y cachivaches nacionales tuvieron mucho que decir. El análisis de Drouilly de este evento nos ahorra comentarios acerca de la visión contemporánea del “caso pewenche”

“Por un lado el ejército de Chile ocupó Villarrica i puntos intermediarios sin resistencias i debido al trato conciliatorio empleado desde algún tiempo con los indigenas i la confianza de estos en el jefe de dicho ejército, aceptaron la ocupación total de su territorio sin objeciones i menos todavía se les ocurrió irse a la cordillera. Por el lado arjentino, sucedía lo contrario, las diferentes brigadas anticipándose a la ocupación chilena sorprendían a los indios simultáneamente en diversos puntos les mataban jente i les llevaban buen numero de mujeres i niños, así que estos dispersados i sin elementos de resistencia, en lugar de oponerse a la marcha de la espedicion, se sometieron a ella. De manera que, por esas dos circunstancias la misión pacificadora encomendada a esta comandancia fue reducida en su acción: a tomar tranquila posesion de los valles, a obligar a los indios a cesar sus escursiones (según ellos de represalias) al territorio vecino i en fin a buscarles medios de establecer con los jefes arjentinos una mas pronta i definitiva pacificación de esa comarca.”(ANS-MG-VOL.1045)

Epulef tuvo resistencia a la incorporación citadina, siendo increpado por Urrutia. Este Lonko, desafiante a la autoritas de este general, se retiró, con amenazas, gesto relicto de la situación marcial en la Araucanía. Guevara explica la profundidad del acto “Esta prioridad no puede en manera alguna desvirtuar la importancia de la espedición de aquel jefe. hai que considerarla

238 desde el punto de vista militar: se iba a lo desconocido, se dejaban guarniciones en el camino i habia que construir fuertes, impresionar la imaginación del indio con la fuerza, garantir en una palabra el éxito de la jornada con una división respetable, porque un fracaso habría retardado mucho la posesion definitiva del Toltén i del alto Biobío, con mayores gastos para el erario nacional.”(Guevara, 467)

La comisión, tuvo entre otras obras, envió un telégrafo al presidente de la república el resultado de la campaña, un “propio” al jefe de las fuerzas Argentinas en las campañas del Nahuel Huapi, con estudios arqueológicos en búsqueda “de tesoros y entierros”, aunque se descubrieron algunas piedras de molino y utensilios. (ANCH, fide Guevara) Esta comisión aseguró la línea por el Toltén, desde Pitrufquén hasta la cordillera. Se establecieron fortines en la zona de Palguia, en el río Trancura, el 16 de enero; el 18 se funda Muquén, a 18 kilómetros al suroeste de Villarrica, el 27 de febrero el de Pucón, en la ribera este del lago, y el fuerte de Cunco, a kilómetros del fuerte freire. Se comienza a sellar, a través del Batallón Caupolicán 9º de Línea, bajo mando de José María del Canto, a sellar la salida sur de los pueblos contiguos a la cordillera. Este cuerpo de línea y el escuadrón movilizado general Cruz, formaban un contingente de 3177 hombres. Las expediciones en la cordillera presentan más dificultades en los cordones longitudinales que forman el macizo andino, con bosques impenetrables y quebradas profundas. En cambio, las altas planicies, desnudas de bosques y sus vegas cubiertas de pastos y coironales, facilitan las operaciones militares. Mientras Urrutia, a fines del año 1882 y principios del 83, ocupaba Villarrica, se le encomendó a Martín Drouilly una expedición destinada a ocupar los valles cordilleranos, la que va a realizar, en mejores condiciones y con más elementos, pues temían que, con la ocupación de Villarrica, los rebeldes pudieran ir a juntarse, en crecido número, con los pehuenches. El ejército argentino en el mismo tiempo, dividido en tres cuerpos, hacía movimientos en todo su sector que arrojaría a los indígenas de ese lado hacia Chile, principalmente a los que vivían entre el Neuquén y el Limay.

239 Drouilly es el centro de connotación de la investigación, coyunturalmente importante por ser el núcleo de acción directo de poblaciones mapuche-pewenche de la zona. Estas se acompañan marcialmente con encuentros desafortunados de los ejércitos, en la búsqueda de pewenche e indígenas exiliados. Este ingeniero francés, íntimo amigo del presidente Santa María, es nombrado Teniente Coronel de Guardias Nacionales, posteriormente prestando servicios en la colonización, fue designado jefe de la "operación colonización" enla araucanía. El Gobierno por Decreto del 30 de noviembre de 1882 mandó movilizar tres compañías de los escuadrones de Antuco y Santa Bárbara de la Provincia de Biobío, al mando del Sargento José Manuel de la Fuente. En diciembre de 1882, Martín Drouilly se establece en los Ángeles, para organizar las fuerzas que penetrarían a territorio pewenche. Esta ciudad es el enclave más próximo a las acciones, lo que convierte a los Ángeles, en el enlace y guarnición central de la expedición de las cordilleras de la Araucanía. Esta sería la comandancia de armas de la provincia del Biobío. El contingente movilizado de Drouilly, estaba constituido por el escuadrón civico de Curaco, Mulchén, Santa Bárbara, Canteras y Antuco, reforzando con el de Nacimiento y una brigada de artillería. Además había un destacamento de 21 hombres del 9º de infantería y 10 del escuadrón Angol en los fuertes de Lolco y Nitrito, en plena área contigua al Biobío. Explicando Drouilly la composición de esta hueste “Las exijencias del servicio en las guarniciones de Santiago i Valparaiso i la campaña que iba hacer el ejército del sur, para ocupar lo que restaba del territorio araucano, no dejando tropas disponibles, hubo que apelar a los servicios de las guardias nacionales de los departamentos vecinos, movilizando cien hombres de cada uno de los escuadrones: Antuco, Santa Bárbara, Mulchén, Nacimiento i Curaco, agregandose una sección de 15 artilleros con un cañon de montaña i una ametralladora. “(ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

La división de José Manuel de la Fuente entró a la cordillera por el camino que bordea el Biobío y la que manejaba Drouilly lo hizo por el camino que bordea el Renaico. Reforzaba la caballería en los sectores de Cule, en el nacimiento del río

240 nombrado. El otro destacamento se ubica en las faldas del Volcán Callaquí, a 18 kilómetros al suroeste de Santa Bárbara. Estos habían sido fijados en las campañas iniciales de 1881. Este se modifica en 1883, con el cese y clausura de la campaña a la cordillera, modificando el contingente cordillerano, expresado en el boletín cívico de la zona de Angol, “el Eco del Sur”

“Decreto El supremo gobierno ha espedido el siguiente: Santiago, mayo 14 de 1883. Vista la nota que precede, decreto. La plana mayor de cada una de los batallones movilizados Biobío, Arauco i Ñuble, constará de 1 sarjento primero, 1 cabo primero, 8 tambores o cornetas, i 30 músicos. Tomese razón, comuniquese i publiquese. Santa María. Carlos Castellón. Nombramientos Se han espedido los siguientes despachos de oficiales para los cuerpos de la guardia nacional movilizada que se espresan: “Batallón Antuco” de capitán ayudante al capitán del mismo cuerpo don Mardoqueo Fernandez. De capitán al teniente del mismo cuerpo don Antolín Ruiz. De teniente al subteniente abanderado don José de la Luz Echeverría, i al exteniente del batallón movilizado , don Francisco Guarda. De subteniente al ex subteniente del batallón movilizado Lautaro don Lincoln Garín, i de sub teniente abanderado a don Abraham Acuña. “Batallón Biobío” De capitán a don Domingo Vicuña. De tenientes a don David León i don Eleodoro Ugarte. De subteniente a don Luciano Valero.” (El eco del Sur: 15/5/1883)

En resumen, el cuadro quedraría conformado por el siguente grupo: Escuadrón Nacimiento, al mando del Comandante de Guardias Nacionales don Pascual Cid. Con Compañías de Mulchén y Curaco se organizó un escuadrón al mando del segundo Jefe de la expedición, Mayor del Ejército don Manuel de la Fuente. Compañía Antuco, con el Capitán del Ejército Enrique Zelada. Compañía Santa Bárbara con el Teniente de Guardias Nacionales Domingo A. Rodríguez. Esta fuerza completaba un total de 310 hombres, cuyo Estado Mayor lo integraban: Martín Drouilly, el Capitán Alfonso Toro Herrera, y el cirujano Francisco J. Oyarzún.

241 En el siguiente parte de guerra, se considera los elementos necesarios para ocupar los valles del Queuco y del Biobío, este último, potencial troncal de permanencia.

“Nº 28 Los Anjeles, Noviembre 25 de 1884 Señor Ministro En el cuadro adjunto hallará Ud. el detalle de los tres jefes, oficiales i tropa de la guardia nacional identaria de esta provincia que se encuentra sobre las ármas. La movilización de toda esta fuerza tuvo su orijen en la necesidad de ocupar militarmente toda la línea del alto Biobío. El resto de la guardia nacional no ha sido movilizada desde el año 1879 en que estuvo cuarenta días sobre las armas con motivo de la guerra contra las republicas aliadas del Perú i Bolivia. Por lo demás, no diría esta comandancia jeneral inconvenientes serios para poner en receso la fuerza que cubre hoy las guarniciones del Alto Bio Bio i reemplazarla por tropas del ejército permanente. Terminada felizmente la guerra en que el pais de en contra comprometido, podría talvez destinar un medio batallón de infantería con su plana mayor para hacer aquel servicio. Si el propósito del Supremo Gobierno se reduce a mantener el estado actual de simple vijilancia en nuestra frontera oriental a fin de impedir las depredaciones i robos de los indígenas, cien hombres seria suficientes para hacer este servicio de mera policia; pero si abriga también el deseo de dar cierto carácter permanente a aquellas guarniciones, mejorar los cuarteles provicionales, en que hoi se les pida la tropa, aun en el rigor del invierno i por fin, si, como es de pensamiento, se piensa em habilitar un camino espedito en la falda occidental de la cordillera para comunicar todos los fuertes entresi i evitar también el aislamiento en que todos ellos quedan durante la citación de las lluvias con esta capital, parece que la linea del Alto Bio Bio exijiría una guarnición permanente de tres cientos hombres, de los cuales pudiese quedar cien en esta ciudad para relevar cada seis meses a los que permanezcan en el interior.” (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

242 Tabla 32 Estado que manifiesto el numero de jefes, oficiales e individuos de tropa de la guardia nacional se derivara que en este departamento estan entre las armas.

Ten. Sarg. Sarg. Cabos Sol. Capt. Ten. Alf. Gral. Mayor 1 2 1 2

Plana Mayor / ...... Escuadrón Nacimiento / / / . 3 2 5 6 5 48 1º Compañía “ Antuco . . / . 1 1 3 3 3 37 Piquete . . . 1 . 1 . 1 18 de Artillería Suma Total 2 1 2 5 3 9 9 9 102

Queda designado bajo el mando de mando de Drouilly, el sargento mayor don José Manuel de la Puente, comandante del escuadrón “Curaco”. En Lolco, comenzará los hechos maculados de esta campaña. Drouilly aborda la marcha, a propósito de que el destacamento del Fuerte de Lolco, el destacamento del 9º de línea de Caupolicán, que el 13 de noviembre, bajo complicidad de los guardias e inquilinos de la hacienda de San Ignacio de Pemehue, Juan de Dios Sepúlveda y Francisco Navarrete, asesinaron a 19 mujeres y niños y 10 pewenche mandado como correo del Lonko de Lonquimay. Cuando se comunicó este incidente, de parte de Drouilly a Urrutia, manda el parte informativo desde Nitrito: “Cuando entró esta espedicion halló que los indios amigos habían huido a consecuencia de matanzas crueles i ocultas, cometidas en noviembre por la fuerza de Lolco, matanzas dirijidas por los empleados de San Ignacio, según resulta el sumario. Diecinueve mujeres i niños fueron asesinados i quemados el 13 de noviembre a tres leguas de Nitrito. Poco antes, siete indios mandados a Nitrito sin armas fueron fusilados i sus cuerpos arrojados al Biobío para hacer desaparecer el crimen. Esas matanzas quedaron ocultas como un mes, habiendoles sido encargado el mas profundo sigilo sobre ellas. La consecuencia de esos inexplicables actos de vandalaje, cometido por la fuerza de Lolco, ha comprometido seriamente el principal objeto de esta espedición, que era atraer a los indios

243 pehuenches a establecerse definitivamente en este lado de la cordillera. Un gran número de indios se ha ido a someter al coronel Ortega. Despachado hoi el sumario correspondiente i los reos para la comandancia jeneral de Armas de los Ánjeles, salen dos escuadrones, artillería i estado mayor de la espedición para ocupar a Hualletué el 29 sin falta. Duis Guarde a US.- Martín Drouilly.”

Este hecho, de alta complejidad por el ambiente de impunidad de los culpables, fue sometido a juicio público, bajo contestación editorial a un comunicado del diario “El Malleco” en “El Eco del Sur”, exponiendo las partes del tema:

“Comunicado SS.EE. de Sírvanse dar cabida, en las columnas de su acreditado periódico, a las siguientes líneas, en contestación a un suelto de crónica que se registra en el papelucho “el malleco” i destinado únicamente a desprestijiar el buen nombre que tanto la oficialidad como la tropa de 9º de línea, se han granjeado, durante el tiempo que han permanecido de guarnición en diferentes fuertes de este territorio. Dice el cronista, refiriendose a lo ocurrido en el Fuerte de Lolco en la cordillera, que el oficial del 9º, que mandaba dio ordenes secretas de hacer fuego sobre los indios que generosamente les habían ofrecido hospitalidad i dividián su frugal alimento (piñones) con los recién llegados. En esto SS.EE. no hai absolutamente nada de verdad. El subteniente Diaz, que se encuentra actualmente preso, gracias a una celada mui poco digna que le tendió el comandante Drouilly, no se encontraba presente en el acto en que los soldados de caballería cometían el atropello, pués estos últimos se habían apartado del resto de la tropa, sin recibir órdenes del subteniente. Diaz, pues, no ha dado órden para fusilar a ningún indio, ni se encontraba presente cunado se cometieron asesinatos, no tampoco tan horrendos como los pinta el bisoño cronista de que me vengo ocupando; por consiguente, el relato hecho en el papelucho “Malleco” es falso i calumnioso i escrito nada. Mas que con el espiritu de inferir gratuita e inmerecida ofensa a la oficialidad i tropa del batallón 9 º de linea. Otra falsedad: Dice el obeso cronista que se está siguiendo con suma actividad el correspondiente sumario i el pobre Diaz yase aherrojado en un calabozo por que el sumario, como todas las

244 causas en Angol, duerme en la mesa del señor fiscal quien sabe hasta cuando! Con lo expuesto dejamos contestado por hoi, lo aseverado por el bisoño i malintencionado cronista del Malleco: Más tarde lo probaremos con documentos auténticos, para dejar más en trasparencia su BUENA índole. Mientras tanto, reciban SS.EE la estimación i aprecio que les profesa su affsm. S.S. Un Noveno. Angol, Febrero 26 de 1883.” (El “Eco del Sur”:28/2/1883)

Lamentablemente se aduce una impunidad, que es parcializada por la plana mayor del ejército. En los anexos, se pueden encontrar todos los partes de este cruel suceso, y como la justicia trata de encontrar los testigos, para convocar a un tribunal de alzada. Sin embargo, la fuga de los testigos hace casi imposible llevar a cabo este juicio, justificado por Urrutia.

“Nº 27 Los Anjeles, Noviembre 10 de 1884 Sr. Ministro En dos ocasiones distintas se ha dirigido esta comandancia jeneral al señor comandante en jefe del ejercito del sur, coronel D. Gregorio Urrutia, pidiendole que haga comparecer a esta ciudad al sarjento 2º del ex – escuadrón Angol, José del Rosario Gaete, al corneta del mismo cuerpo, Enrique Leiva i a los soldados del Batallón 9º de linea, Eduardo Dias i Victor Briño, cuya declaración necesita con urjencia el fiscal encargado de instruir la causa sobre el asesinato de veinticuatro indijenas, cometido a fines de 1882, cerca al fuerte de Lolco. En ambas ocasiones el referido señor comandante en jefe se ha negado a ordenar la comparecencia de aquellos testigos, i últimamente ha ordenado la formación de un espediente el cual, a captando en todas sus partes el dictamen del auditor de Guerra del Ejército del sur, capitán D. Miguel A. Urrutia, no solo niega la facultad legal con que esta comandancia ha pedido el envió de aquellos, si UD. que aún entra a calificar la legalidad del procedimiento adoptado. La gravedad del proceso en que incida la deposición de los testigos, a que me refiero, los entorpecimientos i dictaciones que esta causa ha sufrido, con motivo de la competencia que le suscitó el señor Comandante de Armas de Angol, i que fue resuelta hace pocos meses, por la Exsma Cote Suprema, i por fin, los nuevos tropiezos que se oponen a esta comandancia jeneral de armas, me obligan a llamar la atención de UD. para que se sirva adoptar las medidas que jusgue prudentes con el objeto de que se haga comparecer a esta ciudad, a los testigos, a que me he referido i no continúe

245 postergandose por mas tiempo el fallo de una causa tan grave como la de que se trata. Adjunto remito a Ud. una cópia autorizada de los antecedentes que motivan la presente nota i en las cuales hallan ud. mérito bastante para adoptar las medidas que solicito. Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan. Al Señor Ministro de la Guerra Nota resp. Se contestó por telégrafo Nov. El Insp. J. del Ej. Ordenó se traslado a los Anjeles los culpables del G. (Aprox. Trascripción de esta respuesta. Nota del autor)” (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

Bastante tiempo después, el fallo dio compromiso a Juan de Dios Sepúlveda y Francisco Navarrete, mayordomos de la hacienda, un subteniente del 9º, un sargento 2º y dos soldados; dos clases del escuadrón “carabineros de Angol” y cinco soldados. El parte de Guerra de Martín Drouilly resume los hechos, desde su propio punto de vista, al Ministro de Guerra “…Antes de salir i habiéndose presentado varios indíjenas que habían salido de la cordillera se pudo averiguar algo de lo que había motivado la deserción de los que habían invernado cerca de Nitrito. En Sta. Bárbara se supó que pocos dias antes habían sido recojidos cadáveres traidos por el rio todos heridos de balazos i sabiendose por las comunicaciones del jefe de Nitrito que no había habido encuentro alguno, se llamaron varios de los indijenas recientemente llegados i por ellos se vino a saber que un destacamento de tropas que estaba en las cabeceras del Renaico i que a entradas de invierno se había pasado a Lolco, había cometido alevozos asesinatos entre los indíjenas de una menra sijilosa i que esa era la causa de su disperción. Ese acontecimiento venía a complicar singularmente los planes de la espedicion, que se basaba principalmente sobre la buena intelijencia con los indijenas, para inducirlos a radicarse en este territorio bajo el regimen legal. Esos asesinatos contradecían abiertamente las seguridades ofrecidas a los indijenas por esta comndancia desde el año pasado, comprometia su prestijio i dificultaba el resultado de la espedicion. Para averiguar lo sucedido i remediar la situación, se demoró la espedicion cuatro dias en Nitrito, formandose el sumario correspondiente i remitiendo los reos a “Los Anjeles” por no tener número de oficiales jenerales suficiente para juzgarlos. Esas medidas de justicia i haber sabido que todos los reos iban con prisiones, disiparon en parte el mal efecto producido por ese desgraciado suceso presentandose buen numero de indijenas para guiar i asusiliarles.”

246 El siete de Diciembre, el comandante Drouilly se traslada camino a Antuco, en el cuartel de Canteras, para seguir apertrechando a la tropa. En este cuartel, se produce la sincronía con el coronel argentino Rufino Ortega.

“Señor coronel: Pongo en conocimiento de US. Que mañana miércoles me marcho para la espedicion que debe ocupar definitivamente la cordillera chilena hasta Villarrica. El señor jeneral Villegas escribió al gobierno chileno sobre el movimiento que por su parte iba a efectuarse pero sin saber ahora dónde se encuentra el general me dirijo a US. Para imponerle de lo que piensa hacer, por si US. Pudiera aprovechar de los movimientos de mi división para reducir a los indios que se pasasen al lado arjentino. Las instrucciones que tengo son: tratar de someter a los indios a una u otra autoridad, a elección de ellos; pero inducirlos a que abandonen los valles de la cordillera donde están en la miseria, teniendo forzosamente que robar para no morirse de hambre. He mandado chasques a Queupo, Renquecura i otros que han contestado favorablemente i se irán con US. O con nosotros. En cuanto a Zúñiga, Medal, Coliqueo i otros, están sometidos. Quedan algunos caciques malos o rebeldes que por falta de union entre las fuerzas de US. I la mia no fueron tomados el año pasado, pués los perseguí hasta cerca de Alominé; pero se escaparon en territorio arjentino, donde no los podía seguir sin previa autorización. Estos indios, que US. Conoce se llaman Huaiquineo, Painineo i otros. Pieso ahora perseguirlos hasta alcanzarlos. Ahora para que US. Esté al corriente de mis movimientos, expondré que el lunes próximo estaré en Huayalí i seguiré a Nitrito, donde estaré el martes, miércoles i jueves, debiendo seguir a lonquimai, donde se reunirán cinco escuadrones de mi mando el 28. Descansaremos en Lonquimai unos cuatro o cinco días i desde allí iremos, por escuadrones, a rodear las lagunas de Hualletué i Alominé. Los movimientos posteriores serán determinados por las circunstancias. Ahora, en la imposibilidad de conferenciar personalmente con US. Convendría que me mandara un propio a Huayalí, que esperaré en ese punto hasta el 22. Sintiendo no haber podido verme con US. Por la premura de tiempo, me suscribo su atento i S.S.- Martín Drouilly. (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

Comienza el avance de La compañía del Batallón Nitrito, cercano a Guayaly, que nacerá de la Compañía Antuco, Dejando el sector de Canteras a mediodía, llegan a Quilleco, y penetrando el río Duqueco, cabalgarán por el desfiladero del 247 sector de San Lorenzo, en el noroccidente de la cordillera de Tricauco. Esta ingresa en los boquetes cordilleranos hasta llegar a la desembocadura del Chichintahue, aunque cierto grupo penetra los cajones del Ceniciento y el Infernillo, atravesando el río Queuco y confluyendo hacia la desembocadura del Ñirementun.

“La compañía “Antuco”; al mando del Capitán de Ejército don Enrique Zelada, saliendo del cuartel de Canteras el 10 de diciembre entraba a la cordillera por el valle del duqueco, pasaba el cordón transversal del Alul, bajaba a Queuco i subiendo definitivamente los altos de los Volcanes “Copahue” i “Callaqui” bajaba al valle de Huayali el 17 esperando allí el resto de la espedición.” (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

248 Mapa 5. SIG referenciando los puntos donde el Batallón Antuco pasó por el Queuco. El paso 249 Infernillo, llega hasta Nitrao. El batallón tuvo que seguir el río Queuco, y pasar por las laderas del Copahue, hasta Manucochenque para llegar hasta Guayalí.

Sin embargo, las incursiones argentinas desde el fuerte de Guanacos, en el borde del río Trocomán, departamento de Minas, provocó bastantes desbordes de caballadas a la zona de Pichachén y Trapa Trapa. Así proseguían, como lo establece el mismo Drouilly una vez que vuelve de la Cordillera a Santa Bárbara:

"habiendo sabido de una excursión de tropas argentinas en el Valle del Q u e uco efectuada, según se decía, a instigación del subdelegado de ese punto, se mandó al capitán Toro Herrera con 25 hombres para que reuniendo a los indígenas tratara de esclarecer lo ocurrido." (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

Martín Drouilly, en Lonquimay, para el concilio de los expedicionarios que subían por el río Renaico, llegando el primero de enero de 1883, acampando hasta la laguna Galletué. Este manda un comunicado al jefe de las fuerzas argentinas acampadas en el Aluminé “Teniendo noticias esta comandancia de la proximidad de fuerzas arjentinas, manda al ayudante, capitán don Alonso Toro Herrera para establecer relaciones entre ambas fuerzas en sus operaciones posteriores”. (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

La Comandancia de Los Ángeles, preocupada por la situación en el Valle de Queuco, dio las instrucciones de Martín Drouilly para establecer un fortín en el área:

"Los Angeles Diciembre 21 de 1883. El Sr. Comandante en jefe de la Espedición a las Cordilleras de la Araucanía en nota N°78 de esta misma fecha me dice lo siguiente: "Habiendo suma necesidad de establecer un fortín en el Valle de Queuco por varios abusos que allí se han cometido, i hasta ahora, según consta del sumario mandado levantar por robos, salteos etc. Etc .En consecuencia tengo el honor de transcribirle las correspondientes instrucciones que debe cumplir el Comandante de ese piquete: "Habiéndose cometido varios abusos en el Valle del Queuco según consta del sumario mandado levantar a principios del presente año i que han seguido después…El Alferes Mellado con un sarjento, dos cabos i trece soldados todos del Escuadrón Antuco van a establecer un fortín en Queuco. El fortín estará bajo el mando 250 inmediato del Jefe de Nitrito, pero podrá comunicar directamente con la Comandancia Jeneral de Armas de los Anjeles para todo caso urgente” (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

Estos escuadrones debían reconcentrarse en Lonquimay, en los últimos días de diciembre, para continuar a las nacientes del Biobío, sobre todo, la laguna de Galletúe. “Para efectuar la sumisión definitiva de los indígenas del territorio araucano era indispensable ocupar todos los valles de la cordillera, y que se obtendría además con esta ocupación, la cesación del estado de guerra entre los llamados pehuenches y las tropas arjentinas en esos valles” (ANCH, CLAN; MGUE.188209- 188712; V 1040)

La llegada de la compañía Santa Bárbara, era siguiendo los valles del Biobío. “…Ordenado la movilización a mediados de Noviembre, se hubiera podido salir al fin del nuevo mes, pero los escuadrones Santa Bárbara i Nacimiento enteramente desorganizados obligaron a demorar esa salida algunos dias mas.[…] La compañía Sta. Bárbara mandada por el teniente de Guardias Nacionales Don Domingo A. Rodríguez, estando mas cerca de la cordillera principiaba su marcha el 15 con la sección de Artillería por el rio Bio Bio que seguía hasta callaqui i no estan de terminado el sendero nuevo que continua por la orilla del rio, tuvo qie tomar el que faldea el volcán callaqui para reunirse en Huayalí con el Antuco el dia 19.[…]El estado mayor, con el capitán Toro Herrera primer ayudante i el cirujano don Franscisco G. Oyarzun, salía el 17 de Santa Barbara i pasando por Callaqui, Huayali, llegaba al fortín de Nitrito el 22…” (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

El escuadrón Nacimiento, con atraso, se vá por el centro de la cordillera de Pemehue, entrando por el río Renaico, y llegando al fuerte de Lolco el 19.

“…El escuadrón Nacimiento con su comandante Cid seguia el Sta. Barbara un dia mas tarde. Por otro lado las compañias Mulchen i Curaco organizadas en Mulchen i bajo el mando inmediato del segundo jefe de la espedicion, mayor del ejército La Puente, siguendo el camino de la espedicion del año pasado entraba por el valle del Renaico i llegaba al de Lolco el 19.

251 Cada columna de las espresadas estaba organizada de un modo independiente llevando cada una su repuesto de caballos, su tropa de mulas, animales, vacunos, etc., etc.,” (ANCH, CLAN; MGUE.188209- 188712; V 1040)

Vale la pena señalar en este momento, que los accidentes fueron muy recurrentes, en una zona de difícil accesibilidad, con caudalosos ríos de esta zona

“Entre tanto, se reponían las caballadas, se daba mejor organización a los distintos cuerpos i se atendían a unos pocos enfermos de las fatigas de las primeras marchas, uno de estos perteneciente a la tropa del Mayor Lapuente, atacado de pulmonia a causa de haber caído al caudaloso Lolco i no haberse mudado inmediatamente, murió dos días después[…] De Nitrito se efectuó la marcha sobre Lonquimay en dos dias, siguiendo el mayor Lapuente por la rivera izquierda del río i todos los cuerpos en distancias convenientes. En esta marcha se encontró el vado del río BioBio todavía más caudaloso de la que estaba el año pasado, asi que con gran dificultad pasé el escuadrón “Antuco” i juzgandose peligroso el paso del resto de la divición (sic!) tuvo que seguir con el convoy dos leguas mas adelante i pasar el rio arriba de su juncion con el Lonquimay. En el paso del río se ahogaron mulas i caballo, se cayeron varios individuos, pero sacados inmediatamente se les hizó mudar ropa i seguir a pié para evitar la pulmonía.” (ANCH, CLAN; MGUE.188209- 188712; V 1040)

Drouilly tuvo noticias de partidas de pewenche refugiados entre la zona del Biobío y el Lonquimay. Esto llamó la atención, porque existían antecedentes del caso del Lonko Purrán, que el ejercito argentino penetró las fronteras en búsqueda del Lonko. En la memoria de Drouilly, la inquietud indígena por las incursiones argentinas promueve que el fuerte de Nitrito sea un punto de acogida y resguardia En febrero, en la visita del Ministro Castellón, tuvo una entrevista Drouilly con él, le informó sobre todo lo relativo a la región cordillerana y, en esta ocasión, el Ministro aprobó la construcción del fuerte Nitrito. El 8 de marzo, Drouilly se trasladó de nuevo a ese lugar, llevando tropas de relevo y abastecimiento para todo el invierno, se activó la construcción del fuerte y se encargó a sus hombres estar atentos a fin de informarse del pensamiento e intenciones de los indígenas. Aprovechando la presencia de Drouilly, se apersonaron varios caciques para confesar su sometimiento, mientras otros grupos mantenían una situación 252 indecisa. Se organizó entonces una fuerza de unos 100 indígenas amigos que recorrió territorio andino chileno y argentino, hasta las inmediaciones del río Limay, demostrando a todos los caciques la conveniencia del sometimiento y sumisión a las autoridades. Esta excursión duró todo el mes de marzo y dio sus frutos. Algunos caciques manifestaron su sumisión a la fuerza de Nitrito, mientras otros fueron a someterse al fuerte Roca en territorio argentino. Caciques como Huaiquimir, Paineo y Cheuquel, mandaron a Nitrito la seguridad de que ellos no hostilizarían la Frontera argentina.

Los caciques desde las primeras visitas se quejaron que se habían refujiado en territorio chileno para sustraerse a la persecucion a muerte que les hacían los arjentinos, pero que acababan de ser victimas de asaltos de parte de estos en territorio chileno habiendo perdido gran numero de jente i que eso les hacía creer que los chilenos estaban de acuerdo tambien para su esterminio desde que dejaban cometer esas matanzas en su tierra. Ese cargo fue facilmente constestado por el hecho de haber mandado, esta Comandancia, repetidas invitaciones a Queupo para que se retirase con su jente al amparo del fuerte Nitrito o que se presentara a alguna autoridad Chilena; pero siempre habia contestado con evasivas lo que autorizaba a considerarlos como alzados todavía i por consiguente si título para quejar contra el gobierno. (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

Además, las incursiones de Roca y de Ortega, hacia las manzanas, produjo el exilio masivo de huilliches a la zona pewenche. Se dirigieron a conflictivo lugar de apreso de Purrán y allí se dejó un destacamento de 100 hombres al mando del ayudante del Teniente Coronel, el Capitán ayudante Hermosilla, y subordinado por el Comandante Cid. Este establecimiento fue base de un fuerte que llegó a ser la actual Lonquimay. Posteriormente se fundará Santa María de Lincura.

“El día 27 fue dedicado a determinar la situación del fuerte que debía ser centro de la ocupación del Alto BioBio. Elejido de la misma puntilla que forma la juncion del Lonquimay con el BioBio, el Comandante Cid quedó con su escuadrón a cargo de ese trabajo 253 debiendo cuidar las comunicaciones con Nitrito i como la division en sus avances.” (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

En el primero, se dejó una compañía movilizada y en el segundo, un destacamento del escuadrón de Santa Bárbara, al mando de un oficial, continuó avanzando con la tropa hacia el sur, siendo el 8 de enero de 1883. Estos fuertes van a ser fuertemente custodiados, y gravitantes en el ministerio interior chileno. Es así que cada vez se comienzan a apertrechar de los potenciales conflictos con indígenas y argentinos. Así lo revela un memo de Drouilly en una revista al ministro de guerra:

“Santiago, Marzo 26 de 1883 Ocupados pacíficamente los valles de la cordillera Araucana i establecidos los fuertes de Nitrito, Lonquimay, Lincura en el alto Bio Bio, de Llaima en el valle del mismo nombre i de Maichi en los orijenes del toltén. Ud. tuvo a bien poner los dos últimos bajo las órdenes del jefe del Ejercito del sur i dejar los del alto Bio Bio con una comandancia especial dependiente de la de la provincia del Bio Bio i conveniendo determinar las tropas que deben cubrir esas guarniciones, esta comandancia es de opinión que: Nitrito debe cubrirse con cincuenta hombres, Lonquimay con ochenta i Liuncura con Cincuenta. De las compañias movilizadas que hicieron la campaña se podría obtener que quedaran voluntariamente cien hombres; faltarían noventa que podrían pedirse al ejército del sur i la brigada de artillería o bien a las dos. Anticipo esas indicaciones ántes de presentar el resultado jeneral que debe ser acompañado de planos i antecedentes que retardan esa formalidad a la proxímidad del mal tiempo en esos lugares, hace necesario disponer medida indicada como tambien de autorizar la remisión de víveres para el invierno. Para asegurar la pronta remisión de trecientos quintales de trigo y frijoles que de la cantidad que enviando internar, a mas de la ya remitida convendría que la intendencia del ejército del sur remitiera esos víveres por carretas hasta Reticura por Cura Cautín i de esa manera las mulas podrían haser (sic!) un viaje por dia i en una sola semana quedarían desocupadas viniendo en buen tiempo todavía a reponerse. Habiendo ofrecido en varias ocaciones dudas solo el modo de cubrirlo los gastos de esta espedicion, i deseando conocer la cuenta jeneral, de ella a sueldos de la tropa, suplico a Ud. me sirva autorizar nuevamente al Sr. Comandante de Bio Bio para que autorise esos gastos. Dios guie a Ud. Martín Drouilly.” (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040) 254 El estado marcial en esta región se hizo sentir en el tipo de convivencia entre los pewenche y los militares. Si bien es cierto, que hubo nexos de asimilación y comensalismos, lo cierto es que este tipo de “relaciones” no era bien vista por la plana mayor. Se comienza a proyectar bajo indicio militar, la reducción, y la barrida cultural. Se tuvo que llegar a declaraciones como la que sigue:

“Nº5 Los Ánjeles, 28 de julio de 1885 El sargento mayor del escuadrón de húsares, S. Abel P. Ilavaca, Comandante residente de los fuertes del Alto Biobío, en nota nº 11, del 15 del que rije me dice, desde Lonquimay, lo siguiente: “Remita a Ud. el estado que se sirvió pedirme por nota Nº 176 de 17 de mayo último, como así mismo con estado de los empleados que la Intendencia del Ejército del Sur tiene en esta línea, haciéndoles saber que el convoi de mulas, aperos, herramientas i víveres que hai en esta han sido entregados al guarda almacenes. También hará saber a Ud. que en el tiempo que permaneció el Comandante Cid en esta línea se les daba ración a todos los indios del valle; cuando él se fué dejo que ya no necesitaban, pues tenían bastante piñones que comer, i como estos infelices, si tuvieron piñones, ya no tenían nada, se encontraban en una situación desesperante, obligándolos por decirlo así, con esta medida a que a se enteraban al solo si es pillaje. Infelices pues a Ud. de se sirva recabar de la intendencia del Ejército raciones para estos infelices; yo ya lo he hecho pues no se que si habrá resuelto”-[…] Por lo demás, he creído mas oportuno transmitir a Ud. íntegramente la nota del mayor Ilavaca, por estimar que no entra en las facultades del intendente jeneral del Ejército del Sur conceder las raciones que solicitan para los indios aislados alrededor de los fuertes, sin que medie autorización del Supremo Gobierno. A este efecto, creo también de mi deber manifestar a ud. que antes que continuar gravemente al Erario Nacional con la entrega de raciones para el mantenimiento de los indígenas del Alto Bio Bio, sería mas conveniente autorizar al inspector de colonización para que en los territorios fiscales destinados a los colonos que vengan del extranjero, señalara pequeños lotes para darlos a los mencionados indígenas, sea en propiedad i bajo las condiciones que fijare el Supremo Gobierno, sea en usufructo. Mientras el indio abrigue la seguidad de que el Estado se encarga de mantenerlo, no abandonará jamás aquellas regiones ni se esforsará nunca por ganar su subsidencia a costa de su trabajo personal. Si el Supremo Gobierno aceptase la medida que he indicado, se procederá a modificar a los indios que aún viven cerca

255 de los fuertes para que se trasladen a Angol a pedir hijuelas para que se les designare en el Territorio de Colonización” Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan Al Señor Ministro de la Guerra.” (ANCH, CLAN; MGUE.188209- 188712; V 1040)

Establecidos los fuertes de Nitrito, Lonquimay, Liucura en el Alto Biobío, de Llaima en el valle del mismo nombre y de Maitchí en los orígenes del río Toltén, se cumplía el objetivo del Estado chileno de ocupar militarmente el Alto Biobío, incorporando los territorios ocupados por indígenas a la jurisdicción del gobierno chileno. Todos juntos regresaron a Nitrito y aquí se dejó a firme una compañía a cargo del Teniente Venegas, con instrucciones de iniciar un fuerte y mantenerse en contacto con los indígenas. El resto de las fuerzas el 22 de enero llegaba a Canteras, lo que indica que regresaron orillando el Biobío y el 23, en Los Angeles, estas fuerzas fueron puestas en receso. Se comienza con la eliminación masiva de pewenche, en territorio chileno, a traves de campañas militares por los andes, tratandose de “indígenas argentinos”. El eco del sur reproduce un telegrama con una infeliz noticia.

“TELÉGRAFO DE LA MONEDA En el ministerio de la Guerra se han recibio la siguente noticia: El jefe de la fuerza de Lonquimay comunica: Habiendo ido a escursionar al territorio arjentino indios no sometidos el jefe de Lincura e indios amigos los batió, resultando muerto el cabecilla Peineo i dos mocetones. Los caciques Queupo, Nahuel i demás sumisos habían dado parte a las autoridades i protestado contra la infracción cometida por los rebeldes.” Martín Drouilly. (El Eco del Sur, Angol, febrero 26 de 1883)

Este detalle que es poco tratado en las fuentes militares, es recordado con el Lonko Purrán Ancanao, que tanto el ejército Chileno y Argentino confabularon un plan (aunque superficialmente) de ataque a los pewenche

“Claro, en ese momento, se desparramaron. Ahí fue como que tiraron la semilla por todas partes, tanto para Chile, y tanto para la entrada

256 de Argentina, cuando fueron perseguidos, cuando lo persiguieron a los pewenches. [Rec.18; 28:25] que los pewenche…o sea, como le dijera yo, el ejercito pensaba que la familia que vivian aquí, ellos pensaban que, ellos pensaban que no eran ellos de esta tierra, que no eran de este país. Pensaban que eran de la Argentina que habían venido a instalarse y no… (Golpe en la mesa moderado), no fue eso.[…] De ahí es adonde que después lo persiguieron; y los argentinos también decían que eran los chilenos que se habían aposentado allá. Y tampoco era así. Los argentinos, eran los argentino-pewenche, y los pewenche que estaban acá, eran los pewenches de Chile.” (Lonko Juan Purrán Ancanao; Jueves, 07/12/2006, Chenqueco)

El Ministerio de Relaciones Exteriores y Colonización conoce del propio Drouilly como las unidades militares van dejando el estado castrense, y en transición al nuevo proyecto estatal a las tierras pewenche: su conversión a tierras fiscales. El 12 de octubre de 1889 Martín Drouilly, a la sazón, Inspector General de Colonización, comunicaba al ministro del ramo lo siguiente:

"Encargado de efectuarla ocupación de los valles andinos de la entonces Araucanía, en los años 1881, 1882 i 1883, e investido después del mando militar en esa rejion hasta principio del presente año, tuve como atención principal en el desempeño de esta Comision, la de impedir que los indígenas refujiados en esos valles continuaren sus correrias al otro lado de la cordillera. "A consecuencia de la ocupación del lado oriental por las tropas argentinas, los indios Pehuenches se habian refujiado a este lado, principalmente en los valles que forma el alto Bio-Bio i juntos con otros que habian huido del centro de la Araucanía a consecuencia de la ocupacion definitiva, efectuada por el señor coronel Urrutia, cometian a cada momento, actos de depredaciones en el lado arjentino, i las tropas de esa nacion en su persecucion venian con frecuencia hasta el territorio chileno cometiendo actos de represalia" (ANS, CLAN; fide González Torrejón, 1991)

Este epílogo de Drouilly acerca de las condiciones en que se convirtió la tierra indígena, bajo el prisma fiscal, aduce la fuerte presión militar, por ende, de violencia que ocurría en estas zonas. Es de notoriedad absoluta en los anexos, como las dos visiones, la del opresor, y la del oprimido, bifurcan en el territorio. La natural difusión de estos pueblos hacia la cordillera, en el cese definitivo de estas campañas innduce

257 al asentamiento ancestral, pero ahora con un componente nuevo: el interés del estado para que estas tierras sean económicamente productivas. Este desajuste entre modernidad y tradición, esto que va a valorar Drouilly en la siguiente carta, ya siendo parte del Departamento de Colonización, como el pewenche se ve a través de la imagen del otro: lamentablemente este otro, procesó la irrupción territorial en tierras pewenche. Drouilly interpretará el fenómeno de la ocupación de las tierras pewenche como un avance, al innovar la agricultura, proceso que vimos, fue fundacional con la llegada de oleadas mapuches en las cuencas del Queuco y Biobío. Se comienza un fino proceso de desmembración territorial, que lamentablemente, sale del macro investigativo.

"Esa rejion no es apta para los sembradíos; sus habitantes vivian antes de la crianza de ganados que desaparecieron en la guerra ocacionada por la ocupacion argentina; así es que se impuso la necesidad de establecer esos indios nómades en las inmediaciones de los demas indíjenas araucanos, designandoles, al efecto, un terreno apropiado, i la oficina de colonizacion les prestó los primeros elementos para sus siembras, de las cuales han vivido hasta ahora. "Esa medida impuesta por la mas estricta necesidad respondia al mismo tiempo a la de disminuir el efectivo de las tropas en lugares tan desamparados, i terminaba definitivamente los robos aislados que, a pesar de la mayor vijilancia, era imposible impedir del todo en tan dificil comarca, ocacionándose por ese motivo frecuentes dificultades entre las autoridades militares de ambos paises[…].entregan en arrendamiento a particulares. Los indios de allí desalojados "fueron trasladados cerca de Temuco, Lautaro i Victoria donde la proximidad de las autoridades y poblaciones permitía facilmente vijilarlos i darles trabajo. Ese arreglo fue llevado a cabo por el señor Druilly de acuerdo con todos los indígenas que aceptaron gustosos el cambio de sus poseciones, i así transcurrieron cinco o seis años durante los cuales cesaron por completo las depredaciones de los indios i pudo el gobierno entrar a dar en arriendo los talajes de esos terrenos en que ya era posible la crianza de ganados"(íd)

Saavedra opinó que "la ocupación de Arauco ya no es guerra sino administración. Para guerra, propiamente hablando, no tenemos enemigos sino víctimas, puesto que su exterminio y su destierro total dependería

258 tan sólo de que el país se resolviera formalmente a consumarlo" (Saavedra 1870:255).

El proceso de ocupación del Alto Biobío, concluyó de forma definitiva, a fines de 1889, cuando el retiro de las fuerzas de orden en plena zona cordillerana, ahora volcadas a las citadinos problemas del bandidaje; traspasa la autoritas y el imperium, a los particulares, quienes estan respaldados por el estado, bajo el plan de colonización, en llevar a cabo, una enajenación, en torno a estos sitios. Las comunidades que volvieron a las tradicionales comunidades, tuvieron que trasladarse a los refugios geograficos, a orillas de quebradas y pendientes, para seguír “legitimando” una posesión efectiva frente a los colonos. Es por esto, que en los enclaves de sobrevivencia de los pewenche, y en especial, en torno a los fuertes, comienzan a concentrarse los pewenche, formando en una forma minoritaria, las antiguas formas culturales, siendo la gran mayoría, sometida al trabajo, a veces forzado y esclavo de los colonos. El mismo Drouilly no ve con buenos ojos la vuelta de los pewenche a tierras ancestrales: "Esta instalación de indios se limitó a los que vivían dispersos en los valles superiores del alto Biobío[…]Para establecer definitivamente la tranquilidad en los valles andinos i asegurar el dominio del Fisco sobre la parte ocupada por la tropa, obtuve que se pusiera en subasta pública el arrendamiento de esa rejion en varios lotes; i así asegurada la tranquilidad, se dió por terminadala mision que se me habia confiado, i se procedió a retirarlas reducidas fuerzas de Lonquimay, Nitrito i Liucura, dejándose solamente un pequeño retén en el primero de los puntos indicados para la conservacion de los edificios[…] Parece que los indios pehuenches en su mayor parte, que se habian establecido en Llallecura han creido que estas últimas medidas les daban ocasion para volver a su antigua vida errante; i con pretesto de recojer piñones se han situado en la cordillera intermediaria, con el proposito de bajar a los valles del alto Bio-Bio cuando el tiempo lo permita. Algunos aún se han ido ya a establecer ultimamente en Ranquil, ésto es en la misma frontera arjentina.[…]Esa jente, habiéndose criado en las correrías de avestruces i huanacos para su subsistencia, tienen odio al trabajo, de manera que no es de estrañar que traten de acercarse cuánto puedan a sus antiguas posesiones, con la espectativa de poder disponer de vez en cuando de algunos animales que les seria fácil robar en las inmensas crianzas que se han establecido en esas regiones.[…]Pero el movimiento que indio constituye un gran

259 perjuicio i puede llegar a ocacionar serias dificultades internacionales”. (ANS, CLAN; fide González Torrejón, 1991)

Martín Drouilly funda además, los fuertes de Maitchi y Duhuelhue, y se vé responsable de incidentes en la cordillera, con el jército argentino. El panorama para las poblaciones pewenche será ahora, reconvertida. La ocupación efectiva, será reemplazada por la opresión y la enajenación. Las comunidades del Alto Biobío, tendrán que volver a los refugios, de manera más permanente.

260 5.3 LA OCUPACIÓN ARMADA EN LAS COMUNIDADES PEWENCHE

5.3.1 Trapa-trapa Esta comunidad está ubicada en el Valle de Trapa Trapa, en el sector superior del Cajón del Queuco y deslinda con la República de Argentina, distante a 54 kilómetros de Ralco. Esta dividida en Butalelbun y Trapa Trapa. El territorio de esta comunidad estuvo afectado severamente por las incursiones militares argentinas. Entre 1879 y 1883 la zona sufrió diversos despoblamientos como resultado de la necesidad de protegerse de la persecución militar. En esta época, estaba bajo la autoridad de los lonko Cuilipán, Canio, Pedro Llancar, Tranamir y otros. Las avanzadas de los fuertes de Guanacos y Ñorquín, continuamente entraban a territorio Chileno, en captura de pewenche que maloneaban los sectores de Balbarco, hasta el cajón de los Trolotes. En una de estas arremetidas, violan el límite, entrando a Trapa- Trapa. En un parte de un oficial del guanaco, después de atravesar la cordillera por el paso de Pichachén, detrás de la laguna del Laja, la columna militar penetra al valle de Trapatrapa, para salir por el valle oriental del Copahue, la zona del cajón de los Trolopes.

“Antes del amanecer -señala el oficial argentino- habíamos descendido la cuesta del lado de Trapa, y a caballo, detrás de unas barrancas y bosques arreglamos los últimos detalles del asalto, bajo un copiosísimo aguacero, caminado desde el día antes de tiro, pero en un clima que no les era favorable.[…]Llegamos a unos toldos y caímos como una bomba sobre todos sus habitantes, se mataron todos los hombres que hicieron armas, siete, y pude incorporarme aún con poco de retardo. Pero habíamos hecho una buena presa, uno de los muertos tenía la camiseta puesta del teniente Femando Femández, muerto en el valle de Tilgüi hacía pocos días, más un caballo del sargento Manuel Ibáñez, muerto en el asalto al fuerte Guanacos, de muy reciente data.[…]La tropa se dividió en dos fracciones, me tocó seguir por el valle de la izquierda con toda la caballería, debía llegar al punto denominado Trolope, e incorporarme a las 3 p.m. de ese mismo día para seguir al sud (distancia a recorrer 15 kilómetros más o menos).(Rojas Lagarde, fide Gonzalez Torrejón, 1993:120)

261 Estas caballadas, entraron por la zona de Trapa trapa, a través del paso de Pichachén, y recorrieron la zona de quebrada honda, para llegar a la actual Trapa Bajo. En Trapa Trapa y Queuco estos episodios son recordados y están presentes en el relato oral. Don Pascual Paine Colipí, ex cacique de Trapa trapa, recuerda así:

"Cuando los corrían a los mapuches di- Argentina, todos se vinieron en pelota [...] ni mantención ni una cosa trajeron y vinieron a parar acá en Menucochenque. Si cuando los corrieron de Argentina no sacaron nada, los animales los quitaron toditos, ovejas, vacas, todos los animales que tenían porque los antiguos eran ricos, en la Argentina en Neuquén. Lo acabaron todo, y les quemaron esos ranchos que tenían Los que venían arrancando tenían que atravesar ríos, los que sabían nadar pasaron para este lado, los que no, se fueron río abajo" [Junio de 1992, Op. Cit. Molina, 1996:21)

Don Sabino Salazar Piñaleo, Lonko de Trapa Bajo, también recuerda lo que contaba su padre: "Venía el Aucán [guerra de persecución] corriendo a lo gente, con abusos, matando a la gente. El Aucán decían que llegó hasta Cauñicú hasta ahí llegó. El Aucán es la guerra, que está matando a la gente, exterminando a las familias. Hasta Cauñicú, dijeron los antiguos que llegó el Aucán y de ahí volvió para atrás otra vez.[…]El finado de mi padre decía que mi abuelo, que tenía su casa más abajo, lo vinieron a matar. Lo mataron a él. Uno de los dos hijos, el más chiquitito salió por debajo de las patas de los caballos, salió arrastrando, ese se salvó, porque los argentinos vinieron a matar a mis bisabuelos" [Junio de 1992]. (Id).

Concordando el relato histórico, las partidas de Martín Drouilly llegaron a la zona del Chichintahue, paso obligado para llegar al fundo Sal Lorenzo. Este también fue el lugar donde se produjo una mayor cantidad de decesos, debido a la poca opción de refugio del lugar.

Don Sabino Salazar: "Me contaba mi padre que el malón llegó hasta Cauñicu, la tropa venía matando gente y como muchas veces se avisaba que iba a llegar el malón, la gente corría y dejaba abandonado el campo [...] y por eso lo vinieron a tomar, porque ellos conocieron que aquí dejaron abandonado este campo, salieron para Antuco por un tiempo". [Sabino Salazar, junio de 1992].

262 El fortín mandado a levantar en el Valle del Queuco, con el fin de terminar con los abusos del subdelegado y las incursiones de tropas argentinas, estuvo en el actual cuartel del Ñirementun, en la zona Llamada Queuco. Este era un puesto de unión con las tropas acantonadas en Nitrito. Desde el Ñirementun, se podía controlar fácilmente las dos vertientes, aunque se instalaron piquetes en los interiores de Trapa Trapa, como lo recuerda el Cacique Sabino Salazar, de Trapa Bajo: "Hace muchos años, cuando estuvo el malón, la guerra que venía sobre los indígenas mapuches [...] Entonces de ahí se vino a poner soldados a resguardo de esta parte. Allí al frente vinieron a aposen- tarse los militares, en el Saltillo del Fortín [Se refiere al lugar que aparece en el plano del Título de Merced con ese nombre]. Los antiguos me decían a mí que ahí venían a cocinar los militares, entonces la gente indígena andaba con miedo, diciendo que los militares lo iban a seguir matando otra vez, y como el indígena no sabía hablar mucho por ahí les decían los militares: Bueno no se disparen [no huyan], no tengan miedo, porque nosotros venimos a resguardarlos, a cuidarlos. Venían a resguardar para que no llegaran otra vez los argentinos. Ellos estuvieron aquí y unos pocos se fueron a Guayalí a resguardar la frontera" [Julio de 1992].(id).

Este tipo de maniobras fue comprobado con la llegada de Ortega a las vertientes del río Agrio, a fines de 1882. Nitrito se convirtió en la vanguardia del este, y por ende, cerca del Volcán Copahue, se instala un cuartel para proteger la zona de ataques argentinos. La búsqueda del Lonko Ñancucheo y Queupo tuvo cateada en la zona. Se realza la forma de cómo estas partidas llegaban al punto de cuestionar si fue odiosidad racial radical, como se expresa en las palabras de Atilio Pereira

“La gente de Trapa arrancaba del Ejército Argentino, llegaba a estas tierras y mataban a los niños y los asaban como corderos, mi abuelito conversaba eso. Con el tiempo los viejitos empezaron a volver y como sabían donde estaban los otros los mandaban a buscar. Esto era veraneada no más, era puro monte. De ahí, de a poco, conversando fueron llegando los viejitos” [Atilio Pereria, Butalelbum, junio 1992] íd.

263 Mapa 6. SIG, referencial que indica los lugares por donde pasó el ejército argentino y chileno, durante la expansión cordillerana de enero de 1883.

Estos, al escapar a la zona de los fundos de Alto Biobío, en la periferia de la actual Ralco, volvieron con novedades. Comenzaba el proceso de erradicación. Atilio Pereira, Cacique de Butalelbun, diría a los investigadores Molina y Correa:

"Después de la persecución a los pehuenches por los militares argentinos, vinieron los ricos atropellando a la gente, un tal Mellado Ortega... Dicen que habían venido de visita no más y les gustó el campo. Ahí los paisanos (pehuenches) tenían que esconderse; salir de noche a buscar agua, porque silos pillaban les echaban el caballo encima, abusaban de las mujeres. Después pusieron un cerco, en Ñirehueco... Si pillaban un caballo de la gente indígena lo mataban... Todo eso ocurría antes del Título de Merced".(íd.)

Don Narciso Vita comenta la arremetida de los argentinos en el valle: “Por cuesta Queuco. [o sea como quién pasa de santa bárbara para acá]. Claro, eso. No y que irse por acá, llega hasta Trapa y hasta el Copahue Argentino pá allá. Claro, por ahí salieron esos, los argentinos”. (7 de enero del 2007) 264 Fig 13. Izq. Zona oriental del Valle de Trapatrapa, desde el río Ñirehueco, que llega a Quebrada Honda (Huella inferior). Es en este lugar donde irrumpen las fuerzas argentinas hacia el valle de Trapatrapa. Der. Huella (a el extremo inferior derecho) que comunica Trapatrapa con el Saltillo del Fortín, especie de piquete defensivo establecido por Drouilly en Enero de 1883.

5.3.2 Cauñicú Esta Comunidad se encuentra ubicada en el Valle de Oueuco, después de la comunidad de Pitril y distante 29 kilómetros de Ralco. En la zona, es de especial interés por que en el sector de Chichintahue, se produce la irrupción de las caballadas del Batallón Antuco.

“Mi abuelo se llamaba Valentín Porteño, ese nombre no era de él. El papá del abuelo se fue a la Argentina muy lejos, entonces allá era como una tribu no más. Después se vino para Cauñicú porque los españoles meta matar a los pobres mapuches.[…] Aquí al lado de la escuela existe un Panteón de los antiguos y en la cancha del Guillatun hay otro” [José Basilio Porteño Paine, mayo de 1992](íd).

Don Narciso Gallina111 comenta la importancia de esta zona para la sobrevivencia de los grupos asentados en el cajón del Queuco:

“…Del mismo, si iban arrancados esos. Ahí les tuvieron los caciques. Arrancaron esos, escaparon, arrancaron se fueron pa´l

111 Véase anexos. 265 pueblo,[…]Hasta Cauñicú. Hasta por ahí. No sé bien en que parte, en el río de Cauñicú. Por donde está la Escuela, por esa parte”.

Y comenta sobre las zonas donde se refugiaron los pewenche de la zona

“…En la misma escuela de Cauñicú, baja un río, Siempre al lado del sur. En ese río subieron arriba, arrancando, se escondieron, Los que pudieron, claro. Por arriba. Eso anduvieron varios, unos tres, cuatro días; Tan malo que no hay camino, puras montañas no más. No había, huellitas en parte no más. [Escaparon por]Puras cordilleras, Los baños, una parte se llama la pelá. Hay otra parte que se llama pinalería cuñiñanco y hay otra que se llama huillquiniliú. Esas son todas pinalerías. El otro se llama trocopén, esa baja para allá, y después Ralco, y ahí termina la pinalería. Ahí bajan puros árboles nativos no más pú. Como andaban juntos, Los llevaron a Santa Bárbara, los llevaron presos. De aquí los llevaron, como ellos eran menos, pocos hombres, no más. Los otros eran varios. No era solo ese general, andaba con gente también…”

Fig 14. Al interior del río Cauñicú, se aprecian profundos valles. Este sirvió de refugio para los pewenche del queuco, durante la arremetida de los argentinos y chilenos. (Foto del autor desde los montes apreciando al fondo paso de Chichintahue)

266 5.3.3 Pitril A 55 kilómetros de Santa Bárbara, por la Cuenca del Queuco, se encuentra la Comunidad de Pitril, primera parada desde Ralco a Trapatrapa, a 11 kilómetros de este. Para este lugar, se usará el testimonio de Narciso Vita Gallina, con la entrevista extensiva en el anexo. La arremetida en la comunidad de Pitril estuvo con relativa calma, aunque las mermas por la dictadura local de Domingo Salvo, condujo al sometimiento de la comunidad. Sin embargo, se recuerda las arremetidas trasandinas, mucho más alla del parte que se presupone que llegó hasta el cuartel Queuco (río Ñirementum)

“…Por este mismo cajón, Vinieron aquí. Supieron la gente que venía este grupo argentino, y los bisabuelos los Gallina, Duguñan Gallina se llamaba el cacique primero de Pitril. Entonces, y como en Santa Bárbara había un general que se llamaba Domingo Salvo, y ese Salvo avisaron a la gente que venían los Argentinos de por ahí, que venían de grupo, que andaba la gente por ahí, harta gente. Si pillaban a alguien, la echaban abajo no más. Y entonces consiguieron, pasaron a buscar gente, de todas partes, los mapuches fueron a enfrentarla, a pelearla allá, a corretear. Y ahí juntaron, hicieron guerra. Juntarón y a lanzazo, con todo peleaban, con piedra, con cuanta lesera, palos, como armas no habían todavía. Así decía el abuelo de nosotros. Así que estuvieron como dos días, peleaban, y luego se apartaban, y aquí en Chile los jodieron, los exterminaron, lo mataron. Uuuh, harta gente mataron. El general ese, el Duguñan Gallina lo escondieron, lo echaron por las quebrada, por cauñicú hay un arroyo que pasa por pino arriba, ahí lo echaron, por las quebradas para arriba, lo escondieron. Y lo echaron por los pinos arriba, por ahí lo tuvieron, grandazo esto, montañas tan grande que es, con la cordillera, y sin comer, se mantenían con piñones, había piñones. Con ese escaparon...”.

La caracterización de la particular irrupción militar binacional es concebida en lengua pewenche como “Malowg”. Don Narciso explica el concepto

“Esto que se contó es por los abuelos, criao junto con los abuelos por parte de padre. A eso nos contaban los abuelos que venían los argentinos aquí y que llegaban hasta cauñicú. “Malong” se decía. No era guerra, Malón era. Ellos andaban con lanzas, con boleadores, arreglaban piedras […] como le dijera, agujereaban, como boleadora si. Esa gente vinieron. Ellos, iban la gente, la gente chilena, iba a 267 visitar a la gente, iban también iban a hacer cosa media rara, iban a robar animal. Eran pobres. [Golpe en la mesa] lo que se llaman pobres. Es por eso que los argentinos iban a buscar animales y a decirse por aquí, a seguío revuelta por acá. Nos seguirón acá.”

La campaña de Domingo Salvo en la zona es comentada. Aunque también existen dudas con la guarnición del batallón Santa Bárbara, que pudo haber recorrido la zona, durante la segunda semana de enero de 1883.

“…Cuando llegaban los argentinos, mataban a los niños, pillaban niños los mataban no más pu. Aquí la gente llevaba pura arma de madera no más pú, que llevaba la gente, piedras, hacen palos, boleadoras, así, agujereaban una piedra redonda y eso era el arma, a mazazo. [los otros andaban]Claro con rifle. [Los pewenche] se juntaban, estos cateaban, hasta donde llegó el grupo de los Argentinos, y ellos iban, cateaban la noche, adonde se veía un grupo de gente, adonde había fuego, y se metían ahí pú. Déle palo, palo y piedra, como estaban armados, y así peleaban. También estaban trayendo lanzas.[los pewenche]Igual mataban.[hubo matanza]Por los dos lados…por el lado de Ralco también. […]El chileno también mató, harto, mucho. Por eso le digo, que de Santa Bárbara vivía la gente, los corrieron, como [pewenche] ellos sin armas, se arrancaron, se escaparon a la montaña, se mantenían a puro piñón, juntaban piñón, dejaban en las rucas, se mantenían a puro piñón. De afuera los mataban, o sea tenían que arrancar, y ellos sin armas, y así vivieron en esta parte. No que todavía queda. No sé de qué año estamos aquí. [Golpe de mesa] nosotros no vinimos de otra parte, el bisabuelo dejó aquí y de ahí vinieron a nosotros. Claro, ahora los nuevos están saliendo para afuera….” (Juan Purran Ancanao, Lonko Chenkeko Jueves, 07/12/2006)

Las bajas afectaron la población fértil (hombres adultos), bajando la densidad demográfica de la zona. Nómbrese en muchas crónicas, la densidad moderada que poseían estas cuencas. Don Narciso relata como existe una inflexión total, como en el caso de la población

“.... [Los muertos]En cualquiera parte no más lo dejan no más. Aquí a varios cementerios. Aquí al bajo, hay hartos cementerios, poco más allá hay otro cementerio…por arriba, por todos lados. Cuando alguien moría, se tenían todas esas cosa para enterrarlo ahí mismo. Aquí habemos como nueve caceraos.[…]No, esos quedaban botados no 268 más. Los pájaros se lo comían. Esos [ejércitos] se arrancan y los dejaban tiraos nomá (sic!)”

5.3.4 Callaquí El sector de Callaquí se encuentra ubicado en el margen occidental de la cordillera del Alto Biobío, en el sector de vanguardia en la comuna de alto Biobío a 45 kms de Santa Bárbara, en pleno asentamiento de Ralco. Callaqui fue una especie de pasadizo hacia la cordillera, por donde transitó principalmente mercadería, siendo zona de encuentro entre indígenas y chilenos. En el período de la República, Callaqui era identificada como zona de frontera pewenche. A fines del siglo XIX, entre 1878 y 1900 los indígenas de Callaqui comenzaron a sufrir los efectos de intensos procesos de apropiación de sus tierras de veranadas en manos de José Miguel Brito, ya desde 1880, antes del proceso de ocupación militar del Alto Biobío, siendo estos terrenos administrados de forma ancestral por los Lonkos Manquein, Manquepi y Manquemilla. Manuel Raimán, lnalán, Puñaleo, Manquein, Manuel Rapi, Quintremán, María Paine y Purrán Rapi Esta zona fue el lugar de escape de pewenche durante la irrupción de las caballadas argentinas. Don Narciso relata como Callaquí, en su falda norte, sirvió de pasadizo para que los lonko pudieran escapar

“Sí pu, y después dieron la vuelta arriba, bajaron al Callaquí , donde está el primer pueblito ese, de aquí para allá, Ralco. Bajaron por ahí y se lo llevaron pá Santa Bárbara. Y ahí lo llevaron los caciques, dos caciques…no como tres o cuatro caciques. Dicen que escaparón para allá.” (Narciso Vita Gallina, 8 de diciembre de 2006)

En este lugar, se dan los vados de mayor accesibilidad al cruce del Biobío, por el sector de Loncopangue. Esta comunidad, casi urbana, por estar en contacto muy cercano con la nueva sede comunal de la misma, ha sido el enlace comercial entre las comunidades ultracordileranas y los comerciantes del sector de Santa Bárbara. El sector de Callaquí se presenta muy vulnerable al tráfico y pasos desde y hacia la cordillera. En ese panorama, la consideración del plan Drouilly de ocupar el boquete del Callaquí, es de primera consideración. Es nombrada por fuentes coloniales el paso por la ladera del volcán para conchavar con pewenche de la vertiente oriental. 269 En 1880 se presenta una solicitud de reposicionamiento del fuerte Cule, en el sector septentrional al río Biobío, presentada por Francisco Puelma, y muchos prohombres que venían con desconfianza la llegada de “otros indígenas” a la zona, avalancha migracional por los sucesos acontecidos desde el 1978 en las campañas del Neuquén. El mismo Francisco Puelma sugiere

“Si el fuerte Cule fuera necesario en una injerencia semejante sería igualmente necesaria la creación de un nuevo fuerte en el paraje de Callaquí en el Alto Biobío por pasar por ahí el camino que trafica gran cantidad de indios de ultra-cordillera”112

Martín Drouilly comienza a realizar el viaje a la zona ultracordillerana de Gualyalí y Nitrito, preferentemente en la zona del Callaquí. En este sector, si bien el camino de huellas de caravaneros y arreos de ganado mayor se realizaba desde mediados del siglo XVIII, es perfectamente expedita para los “convoyes” de la época. El paso del “Boquete del Callaquí” es la mejor conexión, desechando así, la huella de la ribera norte del Biobío, frecuentemente inundada y con muchas rocas. La compañía del escuadrón cívico tuvo que ingresar hacia la zona protegida, por esta alternativa.

“Ordenado la movilización a mediados de Noviembre, se hubiera podido salir al fin del nuevo mes, pero los escuadrones Santa Bárbara i Nacimiento enteramente desorganizados obligaron a demorar esa salida algunos días mas. La esperiencia de la primera espedicion habiendo demostrado los inconvenientes de las marchas en columnas numerosas para atravesar la parte boscosa de la cordillera, se efectuó la entrada por distintos caminos andando cada cuerpo independientemente.La compañía “Antuco”; al mando del Capitán de Ejército don Enrique Zelada, saliendo del cuartel de Canteras el 10 de diciembre entraba a la cordillera por el valle del duqueco, pasaba el cordón transversal del Alul, bajaba a Queuco i subiendo definitivamente los altos de los Volcanes “Copahue” i “Callaqui”bajaba al valle de Huayali el 17 esperando allí el resto de la espedición.La compañía Sta. Bárbara mandada por el teniente de Guardias Nacionales don Domingo A. Rodriguez, estando mas cerca de la cordillera principiaba su marcha el 15 con la sección de Artillería por el rio Bio Bio que seguía hasta callaqui i no estan de terminado el sendero nuevo que continua por la orilla del rio, tuvo que tomar el que

112 Molina y Correa, íd. 270 faldea el volcán callaqui para reunirse en Huayalí con el Antuco el dia 19.” (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

La ladera de este Volcán, en la parte de Quepuca Malla, es bastante ancha y permite alternativas de conexión con el lado del Queuco. Es posible que en el sector de Canteras, pero del río Pangue, las compañías hayan atravesado con destino a Guallalí.

“Cada columna de las espresadas estaba organizada de un modo independiente llevando cada una su repuesto de caballos, su tropa de mulas, animales, vacunos, etc., etc., El estado mayor, con el capitán Toro Herrera primer ayudante i el cirujano don Franscisco G. Oyarzun, salía el 17 de Santa Barbara i pasando por Callaqui, Huayali, llegaba al fortín de Nitrito el 22. Por lo demás, no diría esta comandancia jeneral inconvenientes sérios para poner en receso la fuerza que cubre hoy las guarniciones del Alto Bio Bio i reemplazarla por tropas del ejército permanente. Terminada felizmente la guerra en que el pais de en contra comprometido, podria talvez destinar un medio batallon de infantería con su plana mayor para hacer aquel servicio. Si el propósito del Supremo Gobierno se reduce a mantener el estado actual de simple vijilancia en nuestra frontera oriental a fin de impedir las depredaciones i robos de los indígenas, cien hombres seria suficientes para hacer este servicio de mera policia; pero si abriga también el deseo de dar cierto carácter permanente a aquellas guarniciones, mejorar los cuarteles provicionales, en que hoi se les pida la tropa, aun en el rigor del invierno i por fin, si, como es de pensamiento, se piensa en habilitar un camino espedito en la falda occidental de la cordillera para comunicar todos los fuertes entre si i evitar también el aislamiento en que todos ellos quedan durante la citación de las lluvias con esta capital, parece que la linea del Alto Bio Bio exijiría una guarnición permanente de tres cientos hombres, de los cuales pudiese quedar cien en esta ciudad para relevar cada seis meses a los que permanezcan en el interior.”

Bastante importante en la ocupación militar era entonces, el control del paso por el Callaquí. Ese lugar era fuente de Incursiones de los lonko pewenche Vilú, Caepi y Purrán, como también de los grandes conchavadores de los inicios republicanos. Así lo expresa el convenio del 1º de enero de 1870 de Angol, entre los jefes de operaciones de la Araucanía y los lonko pewenche de la zona.

“Convenio con los pehuenches

271 En la ciudad de Angol, el primero de enero de mil ochocientos setenta y dos, entre el Señor Jeneral en Jefe de Operaciones de la Frontera e intendente de la Provincia de Arauco, don Basilio Urrutia, por parte, y en representación del Gobierno de Chile: i como embajadores i representantes de las tribus pehuenches, Purrán, cacique jeneral. Huenten por Llancaqueo, HuenchuIao por Cheuqel, Juan Agustín (Vilú) i Curraleo por Caepé, Lincanán por Zúñiga, Aillal, un hermano de Odal i cincuenta i uno más entres capitanes y mocetones. Después de discutidas suficientemente en la solemne entrevista del día de hoi, habida en la sala del despacho del Señor General en Jefe, acordaron el siguiente convenio, cuyo cumplimiento fiel garantizan formal i solemnemente las partes:[…]Art. 9º - Con el mismo fin del artículo anterior, en et que se refiere a la protección de los Indios Pehuenches que trafican por el boquete de Gaillaqui, cajón del Biobío, se nombrará otro comisionado con idénticas facultades.” (Doc.6464, fide Hux, 1991)

Se prioriza la conformación de accesos más expeditos para el control cordillerano. Martín Drouilly, en las memorias, expresa como una de las medidas, a modo de recomendación para seguir controlando la cordillera de manera armada, de que

“A la par que se perseguía con rigor a los indios que insfrinjieran las ordenes, se auxiliaba a los demas con algunos recursos en cumplimiento de órdenes de Ud. Para mayor facilidad en la ocupación del Alto Bio Bio se necesita: Ensanchar i mejorar el camino de Nitrito a Callaqui para establecer cómo das comunicaciones en invierno i verano. Este trabajo debe continuarse con indios para proporcionar a éstos recursos i acostumbrarlos al trabajo.”(íd)

En la zona, se da alerta de la presencia de tropas argentinas, Toro Herrera forma una expedición, de control, siguiendo el borde el Biobío, llega al Callaqui, donde es interceptado por lonko de la zona, comprometiendo a una fuerte población pewenche a un ataque a propósito de acciones de Coliqueo

“…Esta comandancia ponia lo sucedido en concentimiento del jefe arjentino i habiendo sabido de una escursion de tropas arjentinas en el valle del queuco efectuaba según se decia, a instigacion del subdelegado de ese punto, se mando al capitán Toro Herrera con 25 hombres para que reuniendo los indijenas tratara de esclarecer lo ocurrido.

272 Saliendo definitivamente de la cordillera por Callaqui, se presentó en el trayecto el cacique Zuñiga con su jente protestando de lo hecho por Colicheo asegurando que ese infelis habia sido inducido por el profugo subdelegado de Queuco en efectuar el robo, siendo que este individuo habia tratado siempre de fomentar el robo para que los arjentinos corriendo definitivamente a los indios, quedare él i su patrón únicos dueño de todo el valle…” (Drouilly, ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

El establecimiento de un puesto de vigilancia y control de la huella en periodo estival, confirma la posición de importancia dentro de la ocupación inicial. Este puesto, ubicado en la ladera suroeste del Volcán, asegura perspectiva y posición. Llega sin embargo, el momento que se llega a prescindir de este piquete, señalando en un parte

“El comandante CiD pide con urgencia que el piquete Callaquí pase a Nitrito, para reponer al de artillería que hizo su traslado al Lonquimai[…]El piquete Callaquí compuesto de un Alférez i quince hombres no se puede mover para el interior de la cordillera que está ya con mucha nieve, sin tener ropa de paño”(id.)

5.3.5 Lolco Esta comunidad pewenche de la cordillera de Pemehue, fue controlada por las fuerzas chilenas en el año 1882, con la erección de un fuerte. Es en este lugar, de paso a Villucura, y nexo con los parajes del Lonquimay, donde se cometieron los abusos impunes de los 21 pewenche asesinados por las fuerzas de la guardia nacional en conspiración de los hacendados de la hacienda de San Ignacio de Pemehue

“En Sta. Bárbara se supó que pocos dias antes habían sido recojidos cadáveres traidos por el rio todos heridos de balazos i sabiendose por las comunicaciones del jefe de Nitrito que no había habido encuentro alguno, se llamaron varios de los indijenas recientemente llegados i por ellos se vino a saber que un destacamento de tropas que estaba en las cabeceras del Renaico i que a entradas de invierno se había pasado a Lolco, había cometido alevozos asesinatos entre los indíjenas de una menra sijilosa i que esa era la causa de su disperción. Ese acontecimiento venía a complicar singularmente los planes de la espedicion, que se basaba principalmente sobre la buena intelijencia con los indijenas, para inducirlos a radicarse en este territorio bajo el regimen legal. Esos asesinatos contradecían abiertamente las 273 seguridades ofrecidas a los indijenas por esta comndancia desde el año pasado, comprometia su prestijio i dificultaba el resultado de la espedicion. Para averiguar lo sucedido i remediar la situación, se demoró la espedicion cuatro dias en Nitrito, formandose el sumario correspondiente i remitiendo los reos a “Los Anjeles” por no tener número de oficiales jenerales suficiente para juzgarlos. Esas medidas de justicia i haber sabido que todos los reos iban con prisiones, disiparon en parte el mal efecto producido por ese desgraciado suceso presentandose buen numero de indijenas para guiar i ausliares.”(Drouilly, ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

Los sucesos, sin embargo, no fueron como los señalados. Hubo bastante obstrucción a la justicia, por parte de Urrutia, y complicó la presencia de testigos para llevar a cabo el debido proceso. Además se argumentaba la disgregación de los testigos, arrancados a puntos lejanos de la araucanía, impotenciando al juez local de Los Ángeles.

“Nº 27 Los Anjeles, Noviembre 10 de 1884 Sr. Ministro En dos ocaciones distintas se ha dirigido esta comandancia jeneral al señor comandante en jefe del ejercito del sur, coronel D. Gregorio Urrutia, pidiéndole que haga comparecer a esta ciudad al sarjento 2º del ex – escuadrón Angol, José del Rosario Gaete, al corneta del mismo cuerpo, Enrique Leiva i a los soldados del Batallón 9º de linea, Eduardo Dias i Victor Briño, cuya declaración necesita con urjencia el fiscal encargado de instruir la causa sobre el asesinato de veinticuatro indijenas, cometido a fines de 1882, cerca al fuerte de Lolco. En ambas ocaciones el referido señor comandante en jefe se ha negado a ordenar la comparesencia de aquellos testigos, i últimamente ha ordenado la formación de un espediente el cual, a captando en todas sus partes el dictamen del auditor de Guerra del Ejército del sur, capitán D. Miguel A. Urrutia, no solo niega la facultad legal con que esta comandancia ha pedido el envio de aquellos, si UD. que aún entra a calificar la legalidad del procedimiento adoptado. La gravedad del proceso en que incida la deposición de los testigos, a que me refiero, los entorpecimientos i dictaciones que esta causa ha sufrido, con motivo de la competencia que le suscitó el señor Comandante de Armas de Angol, i que fue resuelta hace pocos meses, por la Exsma Cote Suprema, i por fin, los nuevos tropiezos que se oponen a esta comandancia jeneral de armas, me obligan a llamar la atención de UD. para que se sirva adoptar las medidas que jusgue prudentes con el objeto de que se haga comparecer a esta

274 ciudad, a los testigos, a que me he referido i no continúe postergandose por mas tiempo el fallo de una causa tan grave como la de que se trata. Adjunto remito a Ud. una cópia autorizada de los antecedentes que motivan la presente nota i en las cuales hallan ud. mérito bastante para adoptar las medidas qie solicito. Dios Gui a Ud. M. Guerrero Bascuñan. Al Señor Ministro de la Guerra Nota resp. Se contestó por telégrafo Nov. El Insp. J. del Ej. Ordenó se traslado a los Anjeles los culpables del G. (Aprox. Transcripción de esta respuesta. N.E) ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

La prensa de la zona, notablemente dependiente de los destacamentos de guerra de la zona, y en el caso particular de Angol, señala una peculiar visión de justicia, en prepotente dialéctica a un boletín de Malleco, acusatorio a la diligencia de Drouilly.

“Comunicado SS.EE. de < Sírvanse dar cabida, en las columnas de su acreditado periódico, a las siguientes líneas, en contestación a un suelto de crónica que se registra en el papelucho “el malleco” i destinado únicamente a desprestijiar el buen nombre que tanto la oficialidad como la tropa de 9º de línea, se han granjeado, durante el tiempo que han permanecido de guarnición en diferentes fuertes de este territorio. Dice el cronista, refiriendose a lo ocurrido en el Fuerte de Lolco en la cordillera, que el oficial del 9º, que mandaba dio ordenes secretas de hacer fuego sobre los indios que generosamente les habían ofrecido hospitalidad i dividián su frugal alimento (piñones) con los recién llegados. En esto SS.EE. no hai absolutamente nada de verdad. El subteniente Diaz, que se encuentra actualmente preso, gracias a una celada mui poco digna que le tendió el comandante Drouilly, no se encontraba presente en el acto en que los soldados de caballería cometían el atropello, pués estos últimos se habían apartado del resto de la tropa, sin recibir órdenes del subteniente. Diaz, pues, no ha dado órden para fusilar a ningún indio, ni se encontraba presente cunado se cometieron asesinatos, no tampoco tan horrendos como los pinta el bisoño cronista de que me vengo ocupando; por consiguente, el relato hecho en el papelucho “Malleco” es falso i calumnioso i escrito nada. Mas que con el espiritu de inferir gratuita e inmerecida ofensa a la oficialidad i tropa del batallón 9 º de linea. Otra falsedad: Dice el obeso cronista que se está siguiendo con suma actividad el correspondiente sumario i el pobre Diaz yase aherrojado en un calabozo por que el sumario, como todas las

275 causas en Angol, duerme en la mesa del señor fiscal quien sabe hasta cuando! Con lo expuesto dejamos contestado por hoi, lo aseverado por el bisoño i malintencionado cronista del Malleco: Más tarde lo probaremos con documentos auténticos, para dejar mas en trasparencia su BUENA índole. Mientras tanto, reciban SS.EE la estimación i aprecio que les profesa su affsm. S.S. Un Noveno. (El Eco del Sur Angol, Febrero 26 de 1883)

Los asesinatos de Lolco, son un pasaje más del oscuro tratamiento de la ley y el poder judicial de la época en la zona fronteriza. La legislación castrense, y las autoridades promueven cierta impunidad. Sin embargo, también en esta zona hubo bajas por parte del ejército Chileno

“…Entre tanto, se reponían las caballadas, se daba mejor organización a los distintos cuerpos i se atendían a unos pocos enfermos de las fatigas de las primeras marchas, uno de estos perteneciente a la tropa del Mayor Lapuente, atacado de pulmonia a causa de haber caido al caudaloso Lolco i no haberse mudado inmediatamente, murio dos dias después…” (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

5.3.6 Quepuca Ralco-Ralco Lepoy

Están ubicadas en el Alto Bio Bio, con distancias entre 70 y 90 kms respecto de Santa Bárbara. Ambas comunidades, las de Quepuca y Lepoy bordean el río Bío Bio Junto con la incursión de los militares chilenos se instaló también un proceso de apropiación de las tierras por parte de privados y la incorporación de tierras al Estado. Rafael Anguita es el primer chileno que se apropia de parte importante de estos terrenos, mediante la "compra" de acciones y derechos a indígenas del sector, lo que se lleva a cabo en la Notaría de Los Ángeles en 1881.

“Claro, en ese momento, se desparramaron. Ahí fue como que tiraron la semilla por todas partes, tanto para Chile, y tanto para la entrada de Argentina, cuando fueron perseguidos, cuando lo persiguieron a los pewenches. [Rec.18; 28:25] que los pewenche…o sea, como le dijera yo, el ejercito pensaba que la familia que vivian aquí, ellos pensaban que, ellos pensaban que no eran ellos de esta tierra, que 276 no eran de este país. Pensaban que eran de la Argentina que habían venido a instalarse y no… (Golpe en la mesa moderado), no fue eso. Estos, en ese tiempo se conocían, se vieron, así como, así como caminando, como caminando también los argentinos se encontraron no sé en que parte del limite para allá, limite para acá, no sé. Pero ahí fue una conversación entre pewenche de Argentina y pewenche de acá….y en conversa y en conversa, y hasta la final, se llegaron en ser amigos, ser de la sangre, ser de la raza. Y en esa conversación, y en esa amistad, se invitaron para allá, un tiempo; y después esa persona que lo invitaron, invitó otro peñi de allá de la Argentina y llegaron acá. De ahí es adonde que después lo persiguieron; y los argentinos también decían que eran los chilenos que se habían aposentado allá. Y tampoco era así. Los argentinos, eran los argentino-pewenche, y los pewenche que estaban acá, eran los pewenches de Chile.”

En la zona de Ralco, se establece el núcleo de acción sobre el area cordillerana, al norte del Biobío. Esto se debió a la fundación del fuerte de Nitrito el 20 de Diciembre de 1882. Este fuerte, ubicado unos pocos metros al sur de la altitud Nitrito, esta vinculado territorialmente al fundo “Porvenir”. Se eligió este lugar, por las condiciones estratégicas únicas en la zona del cajón del Biobío, en la confluencia con el Lomín. Este fuerte, poseía una altitud tipo de 300 metros del río, permitiendo que tuviese una buena protección a los flancos oeste-sur-este. Poseía en el lado oriental, un flanqueo basaltico, que permitía una custodia de los pasos del Callaquí y de sector de Villucura. Este fuerte vinculaba a los valles de Guayalí, situados 20 kilómetros más a ultracordillera. Es en este lugar donde se procede al ordenamiento militar de la zona, con medidas de “protección” a los pewenche del lugar. Sin embargo, esta protección era reactiva a las caballadas argentinas, cuyo fin era la exterminación total de estos indígenas. Es así como se instalan pewenche en la periferia de este fuerte, seguramente en las pinalerías de Guallaly, en el cordón del descanso, y en el rincón de los venados, lugares de pinalerías, donde naturalmente merodeaban pewenche. Existía inquietud en esta zona por la incesante actividad del cordón militar del agrio, que permitía la entrada de militares argentinos a la búsqueda de pewenche, acusados de abigeato. Esta obsesión castrense, llevó a la permeabilización de las fronteras,

“Robustecía las dudas sobre la actitud futura de los indios, el hecho de haberse retirado repentinamente al interior los que se han 277 establecido al amparo del fortín Nitrito […] se le consideró como mal síntoma para la futura expedición.”(ANCH, CLAN; MGUE.188209- 188712; V 1040)

Las retiradas pewenche desde ultracordillera, provocó la perdida obstencible del ganado que fue confiscado por el ejercito argentino. Esta limitación territorial y los cambios de hábitos alimentarios condujeron (aunque con fuentes radicalizadas del ejercito argentino) a la malonada a la hacienda argentina.

“Si pú…así nos contaba que…algunos los mataban…los mataban harto dicen pú…y andaban con guagua dicen las señoras…dicen que los encartaban en un asador las guaguas…como pa´comer asado…lo ensartaban las guaguas decían…no i que antes le hacian unos custiones como para estar paraito las guaguitas [kupulwe]…murió pereció unos dos guaguas así…” (Rosa Huentiao Ralko Lepoy Miércoles, 06/12/2006)

Sin embargo, se duda del establecimiento real de estancieros Argentinos en las riberas del Trocomán y del Agrio. Testimonio de junio de 1883:

“De nitrito el teniente Mellado da cuenta de una excursión a territorio Argentino hecha por el cabecilla Nehuala i varios indios”…” (ANCH, CLAN; MGUE.188209-188712; V 1040)

Bastantes roces entre los indígenas y el ejército argentino, al nivel de refugiarse en los terrenos de Ralco Lepoy-Contraco, en el sector de Nitrito. Estos relatos lo confirman los partes militares argentinos, no muy diplomáticos, que reconocen que el ejército de esta nación penetró los territorios, hasta muy avanzado el Lomín. Esta partida, tuvo su entrada por Pucón Mahuida, llegando antes del sector Chenqueco, conocido como el Ralco- el Barco. La presencia pewenche en la zona se debe al refugio de lonkos pampeanos que aún promueven un estado de guerra con los militares. Las fuerzas chilenas, que masacraron en zona cordillerana a destacados lonko, son sujeto a sospecha por el Manuel Ruibal

“Ñorquín Martes 17 de 1883.-

278 Sr coronel don Gregorio Urrutia.-= Campamento de camei= Mui Sr. Mio.- El teniente Coronel don Manuel Ruibal me trasmitió hoy mismo la carta que Ud. se sirvió enviarle con fecha 17 del presente.- Como este jefe no podía resolver de si mismo ninguno de los puntos que en ella se trata ha tenido que recurrir a sta comandancia para tomar mi parecer, mandandomé en carta orijinal.-= Miré enterado del contenido i paso a constestarle.[…]Agradezco infinita U. en informes acerca de los nuevos fortines que se están estableciendo en ese lado; siendo algun dice U. en intencion impedir por este medio a los indios de su territorio venga á robar a ésta frontera.-= Tengo la intima convición que Ud. sabrá llevar a cabo sus propósitos humanitarios mejor que lo que se hace en los fortines que se encuentran mas al norte.-= El teniente Coronel Don Martín Drouilly también me escribió que ya no tengamos nada que temer de los indios de ese lado, siendo todos ellos sometidos al Gobierno Chileno que había tomado severas medidas para prohibirles vengan á cometer en ese campamento sus acostumbradas fechorías.- Y en pueda ellas, me daba cuenta que las fuerzas Chilenas habían dado muerte quitandoles todo el arreo al capitanejo Coliquén á un hijo de este i de dos indios mas.- El arreo que llevaba se componia de 70 mulas que habíanm conseguido arrebatar á un negociante chileno don José Galves esteblecido en este campamento.- Agregaba el comandante Drouilly que se ocupará en recoger estos animales para remitir á mi poder en la primera oportunidad.- A pesar de estas aseveraciones que nos inspiramos mucha confianza, tenemos la prueba diaria ante qie todos los índios que pasan a merodear con los indios ya cometidos al Gobierno Chileno lo que me consta por las fuerzas que han perseguido hasta el Límite de esta república, tomando en seguida los ladrones la dirección de los fuertes de esa nación.-= Aprovechando el avio del Comandante Drouilly, mandé una comición a Lonquimai para recaudar las mulas ahí recojidas por el jefe de ese fuerte me constestó que no había podido quitarmelas todavía i no hizo entregar ninguno de los animales.-= Ultimamente los indios entraron a Remiquilon donde tengo cuidada la caballada del rejimiento, i aprovechando el descuido de un cabo encargado de cuidarlas, consiguieron arrebatar unas yeguas i caballos de mi propiedad.- Las comisión que mandé en persecución los alcanzó mui cerca de Nitrito, quitandoles la mayor parte del robo obligando los ladrones á buscar en salvación de á pié entre los montes, tomando dirección a ese fortín.- Como por personas fidedignas, habria sabido que todos los animales robados se encontraban en el potrero de los pinales que quedaba cerca de nitrito, mande una comisión para que se presente al jefe de este punto reclamándolos.- Mi reclamo no ha sido entendido a pesar de haberme cerciorado por si mismo el oficial encargado de esta comicion(sic!) que ahí estaban todos los animales.-= Su presencia de estos hechos es imposible dar

279 cumplimiento á nuestros buenos deceos de estrechar mas nuestras relaciones amistosas con la republica vecina quedando sin efecto las promesas que nos hizo el teniente coronel Don Martín Drouilly en una nota oficial.-=[…]Le agradeceré me dé en parecer sobre el particular dirijiendose a esta comandancia que siempre hará con la república vecina de los procederes amistosos que hasta hoy acostumbro.-= Sin mas queda de Ud. se ofrece afirma y S.S.- Firmado Pablo C. Belisle. El ayudante que suscribe certifica que la presente es copia fiel de la que existe archivada en la oficina de este estado mayor. Angol, abril 24 de 1883. J.a .ARCE 2º ayudante.-“(ANCH, CLAN; MGUE.188209- 188712; V 1040)

5.3.7 Guallalí El sector de Guallalí se encuentra a 74 kilómetros de Ralco-Alto Biobío. En esta área se encuentra los pasos importantes de la zona, como el de Pucón Mahuida, distante a 96 kilómetros de la nombrada capital comunal. En inicios de 1880, comenzaron las primeras maniobras de invasión a territorio pewenche por las huestes argentinas. Estas penetraron por los paso Coliqueo y Pucón Mahuida, hasta llegar al sector de Guallali. Se argumentaba, en los juicio de territorio que Martín Bunster en defensa de “su” sucesión en 1940, argumentaba que los pewenche que habitaban la zona eran argentinos autoexiliados por las campañas del desierto.

"Llegamos a unos toldos y caímos como una bomba sobre todos sus habitantes, se mataron todos los hombres que hicieron armas, siete, y pude incorporarme aún con poco de retardo. Pero habíamos hecho una buena presa, uno de los muertos tenía la camiseta puesta del teniente Femando Fernández, muerto en el valle de Tilgüi hacía pocos días, más un caballo del sargento Manuel Ibáñez, muerto en el asalto al fuerte Guanacos, de muy reciente data. La fracción derecha, había dado principio poniendo una guardia en paraje determinado para que los dispersos no llegaran hasta la Intendencia de Huepu, que sólo distaba 5 1/2 kilómetros, evitando así alarmas y complicaciones, la que medró por la noche. Después circundó el terreno, y no haciendo caso de tomar prisioneros mataron 36, éstos solamente servían para retrasar la marcha según el jefe de la columna" Esta expedición alcanzó hasta la zona de Guallali, alto Biobío. "Hasta entonces ignorábamos que el río que veíamos era el caudaloso Biobío. En la margen opuesta se veían cultivos y ganado y en una quebrada próxima y del lado nuestro, aparecía una majada que no tuvieron tiempo de hacer pasar, después nos apoderamos de ella. El desconocimiento del terreno, la ausencia del jefe y de la comisión del 280 alférez Ferreyra, que suponíamos iba a caer en manos de los indios, nos colocaba en una situación un poco difícil; en tal circunstancia, vimos de pronto un jinete que subía los barrancos, en dirección a nosotros. Hubimos de hacerle fuego, pero observamos que se afligía haciendo señas con un papel, llegó y entregó una carta al alférez Boer. Era un chileno llamado Domingo Cabeza, cuidador de los ganados de Purrán. Lo había hecho prisionero la comisión del capitán Castro, en Guayali, y luego lo había mandado con una carta para su patrón, proponiéndole arreglos pacíficos”. (Rojas Lagarde, fide Gonzalez Torrejón, 1993:120)

Manuel Tranamil da respuesta al recorrido que hizo el ejército argentino al pasar a territorio de Trapa-Trapa

“De ahí mandaron a otros generales para acá […]. El aucán entró por Guayalí, llegó a Caviahue, de Caviahue a Pucón Mahuida y de Pucón Mahuida, a Chile.” (9 de diciembre del 2006)

Fig 15. Izq. Puente del siglo XIX, que une las zonas de Nitrito con Guallalí, atravesando el arroyo del Lomín. Der. Valle de Guallalí. Zona de variadas alternativas conectivas trasncordilleranas, es encrucijada obligada de cabalgatas cordilleranas. (Fotos del Autor)

281 5.4 ARMAMENTO USADO EN LA OCUPACIÓN DE LA CORDILLERA DE LA ARAUCANÍA

El tipo de armamento usado en las campañas militares pewenche, fue por lo general, armamento de marca probada en las guerras del Salitre y del Chaco respectivamente. Al la Rémington argentina, muy usada durante toda la expedición pampina, su símil chilena fue los fusiles del tipo minié y las Winchester, armas por lo general de calibre medio. Existe dato de guerra de este tipo de armamento.

“Intendencia del Biobío Nº 709 Los Anjeles, Octubre 7 de 1885 Señor Ministro Existe en el cuartel de policía urbana de esta ciudad una buena cantidad de fusiles i carabinas del sistema Minié, que son del todo inadecuadas para el servicio, i que tal vez correspondería remitir a los almacenes de artillería. También tiene aquel cuerpo algunos fusiles Gras i varias carabinas Winchester, que por órden de mi anterior prestó a la división del Alto Bio Bio a la policía urbana para cubrir las guardias de la cárcel i a la rural, para que hiciera con más eficacia la policía de los campos. Como he sabido que el supremo Gobierno tiene interes en recoger todo el armamento Gras que tiene en los diversos pueblos de la Répública, i como, por otra parte, la policía rural ha recibido un armamento especial suministrado por el ministro del interior, creo que no habría inconveniente para remitir a Santiago aquellos armamentos, siempre que Ud. se dignase ordenar previamente el envío de ochenta rifles, sistema Remington, con sus correpondientes fornituras i municiones, con fin de qie la policia puedea hacer sin inconvenientes el servicio de la guardia de carcel i el de cuartel. Acompaño a Ud. una relación detallada del armamento que he hecho referencia Dios Guie a Ud. M. Soto Aguilar.

282 Fig 16. Armamento usado en las campañas a la cordillera. Izq. De arriba hacia abajo, Fusil Remington calibre 11 monotro; Fusil de Repetición calibre 10.5 marlin; Carabina Winchester calibre 22. Der. Lakai, boleadora usada por los pewenche frente a las correrías militares.

Brigada de Policia de los Anjeles Tabla 33 Estado que manifiesta el armamento que tiene la espresada hoy a la fecha estado (Minié) Bandoleras Bandoleras Yataganes íd. Yataganes Espadas (Sables) Espadas Fusiles sistema Gras sistema Fusiles Fusiles sistema Minié sistema Fusiles Carabinas Winchester Carabinas Carabinas transformadas Carabinas Fornituras con bayonetas con Fornituras Carabinas antiguas en mal antiguas Carabinas 90 80 60 30 19 17 25 25 25 20

“Del armamento que se relaciona en este estado los fusiles i yataganes del sistema Gras, las carabinas Winchester, las espadas i 25 bandoleras pertenecen a la espedición del Alto BioBio mandada por el gor. Martín Droully i el restante a la policia de esta ciudad. Los Anjeles, Octubre 1º de 1885 Dionisio Flores”

Existe una petición expresa del propio Drouilly de potenciar su fuerza disuasiva con ametralladoras, para un eventual ataque o malón, potenciando al escudrón de artilleros. Es su escrito, en original en lapiz grafito, señala algún extraño detalle del uso que desea darle a estas armas

“ Santa María Febrero 1/1883 Sr. Nicolas Peña Estimado amigo 283 Como autorizó a Tº Carlos en el sur, donde espero verlo todavía me dijo a Ud. para que con el Capitán Zepeda [nota borrosa N.E.] me remita una o dos amentralladoras de esas imnumerables que están arrumbadas en almecenes de la maestranza.- Me son indispensables para arar los fortines i disminuir la tropa. No es mucho de la forma oficial de conseguirlas. Eso se lo dejo a Ud. Llame a Uribe, el anduvo juntando ametralladoras para mí i encontramos una infinidad por pedazos i enteras debajo de escombros de armas. Uribe ayudado de mi paisano de la maestranza_ le sacaron a Ud. del compromiso. ¡dejelos a ellos que me manden luegos mi […] Los indios buenos…pero…mandenme las ametralladoras. M. Drouilly”

En la antípoda, los pewenche usaban ciertas armas, aunque la polvora fue de uso restringido por algunos mocetones. Generalmente se usaba la lanza, de coligue, que permitía barrer con las caballadas a la bayoneta, o proyectándola frente a los ejércitos. La boleadota se usaba con mucha frecuencia, sobre las caballadas. La bola perdida (Walther, 1981:60) era un arma de caza adaptada al combate, arrojando las piedras con algún cuero a la cabeza del contrincante.

““Malong” se decía. Ellos andaban con lanzas, con boleadores, arreglaban piedras […] como le dijera, agujereaban, como boleadora si. […]. Y entonces consiguieron, pasaron a buscar gente, de todas partes, los mapuches fueron a enfrentarla, a pelearla allá, a corretear. Y ahí juntaron, hicieron guerra. Juntarón y a lanzazo, con todo peleaban, con piedra, con cuanta lesera, palos, como armas no habían todavía. Así decía el abuelo de nosotros. Así que estuvieron como dos días, peleaban, y luego se apartaban, y aquí en Chile los jodieron, los exterminaron, lo mataron. Cuando llegaban los argentinos, mataban a los niños, pillaban niños los mataban no más pu. Aquí la gente llevaba pura arma de madera no más pú, que llevaba la gente, piedras, hacen palos, boleadoras, así, agujereaban una piedra redonda y eso era el arma, a mazazo.”(Narciso Vita Gallina, Pitril, 7 de diciembre de 2006)

284 5.5 PROBLEMAS DIPLOMÁTICOS Y ENCUENTROS ENTRE EJÉRCITOS

Aunque el tema no es central en esta investigación, como además de la poca novedad del tema, expongo brevemente los sucesos acaecidos en la cordillera fronteriza, cuyos protagonistas no fueron solo pewenche, sino los cuerpos armados de ambos países. La política exterior chileno-argentino vivió momentos agitados durante la ocupación de la cordillera pewenche. Esto se debió no solo al discurso chauvinista de parte de los argentinos por promover una anhelada unidad civilizatoria y cultural, sino que también, al poner en jaque a la cancillería chilena, por una serie de litigios en zona cordillerana que le llevarán desencuentros desgraciados, a propósito de las delegaciones cordilleranas en la frontera. Estas acciones chileno-argentinas eran muy delicadas, pues fácilmente se podía estar actuando en zonas no muy bien delimitadas, con implicancias internacionales, como ocurrió varias veces, sin mayores consecuencias, aunque el riesgo a una crisis internacional estuvo latente en las campañas andinas. Al respecto, en Agosto de 1878, Roca con las siguientes declaraciones, pone al tapete internacional, la proyección argentina

“No hay argentino que no comprenda, en estos momentos agredidos por las pretensiones chilenas, que debemos tomar posesión real y efectiva de la patagonia, empezando a llevar a la población al Río Negro que puede sustentar en sus márgenes numerosos pueblos capaces de ser en poco tiempo la salvaguardia de nuestros intereses”113

Estos comentarios acabaron en el tratado de límites del 23 de julio de 1881. Al comienzo, se promovían varias acciones cordilleranas que podían involucrar acciones conjuntas, procedimientos que Chile estaba dispuesto a hacer, frente a una “amenaza” como era el pueblo Mapuche Pewenche. Así lo resume Urrutia en una nota de Guerra:

113 Mensaje y proyecto de ley 947, al Congreso de la Nación, 14 de agosto de 1878. Fide Walther, Íd.:496. 285 Nº 45 Angol, abril 25 de 1883 Sr. Ministro Cuando en los primeros dias del mes de marzo próximo pasado fue al fuerte de Llaima, pude observar allí que los indios de aquellas tribus se hallaban diseminados por las cordilleras buscando piñones. Al mismo tiempo tuve también convencimiento que era posible que algunos con aquel pretesto podrían llegar hasta la República arjentina con el fin de cometer algunas depredaciones. Con este mitivo i afin de evitar cargos que mas tarde pudieron hacernos el gobierno de aquella República creí prudente dirijirme al jefe del fuerte mas inmediato haciendole conocer mi presencia en aquel lugar i el propósito de estorbar cualquier intento de robo que quisieran hacer aquellos indios, dandole al mismo tiempo acoso que tenian convencimiento que en la cordillera oriental andaba una partida de indios que por no estar entregados a nuestras plazas ó fuertes podrían llevar algún malon a su territorio. Aprovechaba también esta oportunidad para pedirle aquel jefe me hiciere conocer si sería posible que españoles i indios de los que ya están sometidos fuesen con comercio a los fuertes arjentinos i a buscar sal a los minerales que allí hai. La comunicación que dirijí i la continuación que a ella se dio la encontrará Ud.la copia legalizada que tengo el honor de juntar; i la cual vá con mucho retardo avisa de la demora del correo por los tiempos i grandes lluvias que ha habido. Me permito hacer presente a Ud. que los indios tienen gran interés en ir a buscar sal a los minerales referidos, pues son los tienen mas cerca, i esta entiendo es para i como para todos de primera necesidad. Es decear sería Sr. Ministro que en este sentido i en el del comercio en jeneral se proverá algún arreglo con la República Arjentina, estando seguro que, tomando las convensiones debidas no habrían los terminos. El jefe de las fuerzas arjentinas manifiesta en su correspondencia. Todo lo que tengo el honor de decir a Ud. paso su conconocimiento. Dios guie a Ud. Urrutia114

Realizaron variadas incursiones tanto el ejército argentino y chileno por la zona. Comienzan el 1 de enero de 1883, cunado las tropas chilenas acampan por la región de la laguna Galletué y pudieron darse cuenta que los indígenas de ese sector lo habían abandonado, como lo mostraban sus rucas, con señales de abandono reciente. Siguieron sus rastros y dedujeron que se habían dirigido a

286 Argentina; la tropa no pasó la línea limítrofe para evitar complicaciones posteriores y decidió regresar a Lonquimay. Bajo esta premisa es la fundación de fuertes de la zona, el 8 de enero de 1883. El 1º de enero de 1883, las tropas a mando de Martín Drouilly acampan en la zona aledaña al Lago Galletúe, en el origen del Biobío. Una de las medidas que este comandante procede, fue despachar un oficio al jefe de las fuerzas argentinas acampadas en el Aluminé.

“Teniendo noticias esta comandancia de la proximidad de fuerzas arjentinas, manda al ayudante, capitán don Alonso Toro Herrera, para establecer relaciones entre ámbas fuerzas en las operaciones posteriores”

Es debido a la presión del ejército argentino, la conformación de vulcanofortines, como el de Liucura y el Llaima. A este ultimo, ubicado en la parte superior del río Huichahue, el la llamada escoria del Llaima, se dispuso a la construcción de un fortín para proteger y movilizar el destacamento de caballería. Posteriormente, en 1887, este fuerte fue trasladado a 11 kilómetros, a la comunidad del Lonko huillipewenche Ramulcao, debido a la erupción volcánica del 24 de junio acotado. (Guevara, 1924) Posteriormente llegán a la zona de Maichi, reunión de los ríos Llaima y Quetropillán, ambos vulcanogeneticos, donde se promocionó la erección de otro fuerte. Maichi poseía una importancia estrategica, al dominar los pasos cordilleranos y estación cercana al fuerte de Villarrica. Es en este fuerte, donde los caciques Reuque y Namuncurá, fueron sorprendidos exiliándose del suelo gaucho, “que venían de Rio Negro después de muchos meses de guerra, trayendo un gran numero de caballos i yeguas” y perseguidos por los argentinos más acá de la línea fronteriza.

Campamento de Cumen, marzo 17 de 1883 Sr. Comandante del Fuerte Codihúe República arjentino Sr.comandante

114 Para los parrafos que siguén, se obviará el termino Id. Las cartas de complemento de información se encuentran en anexo. 287 Recientemente ha llegado a este lugar donde he echado las bases de un nuevo fuerte en protección del de Llaima que está seis leguas mas al oriente_ AL visitar éste he podido observar que no satiface los propósitos del Gobierno, pues deja hacia la frontera divisoria un considerable número de familias índijenas.-= Esto hace indispensable otro fuerte a otras cinco leguas mas al interior de la cordillera, en un lugar llamado Dahuelhue, paso obligado de este boquete a la república arjentina; pero esto por lo avanzado de la estación, no podrá tener lugar hasta la primavera próxima quedando así Uds. Por esta parte completamente a cubierto de los robos que quisieran intentar algunos malos indios.- Doi a Ud. estos datos para que conozca los propósitos del gobierno de Chile, que no son otros que evitar en cuanto sea posible las depresaciones que ante han podido ocurriri por los indios que perseguidos en esa se han asilado en nuestro territorio.-=Al vicitar el fuerte de Llaima supe por el mismo cacique Namuncura i otros que varios indios que obedecen al cacique Renque se han internado en la cordillera con el propósito de recoger piñones para su subsistencia.-= He reportado este procedimiento i he ordenado que en ningún caso pasen del punto llamado Canilafquen i aún que se retiren lo antes posible afín de evitarles la tentación de ir a robar a este lugar, pero como están dentro del territorio chileno me permito esperar que no serán incomodados en sus faenas, sirviendome Ud. este aviso para que sepa que no los llevootro propósito i le eviten alarma.-= Ayer hable largo con los caciques Namuncura, Reumai, Colipan i otros i pude converserme, que, aceptando los consejos que constantemente les doi, están resueltos a mantenerse tranquilos abandonar su vida de pillaje i a vivir de su trabajo, para lo que estoi dispuesto a proporcionarles algunos recursos.- Con esto creo que Ud. estarán libres de molestias, tanto que los indios que habitan estos lugares como de los que ocupan el boquete de Villarrica donde he tomado iguales medidas.-= Se que el cacique queupu se ha entregado al comandante Drouilly con las indiadas qie le obedecen; pues parece que se le han separado unos indios que andan por su cuenta i que talvez los capitanes el cacique Purran que es un gran ladrón.- Supongo que el comandante Drouilly había tomado las medidas necesarias para reunirlos i someterlos a la obediencia de nuestras leyes.-= Creo que un concilio honrado, entre ámbas republicas sería el mejor medio para hacer que los indios abandonen su vida como nómade i se acostumbren a ganar en subsistencia por otros medios que los que han tenido hasta hoy.- A este respecto me permito preguntar si había inconveniente para que españoles o indios vayan a ese fuerte ó algún otro, llevando articulos de comercio, o yendo a buscar sal a los minerales que hai en esa.- le entiende que iran con el correspondiente pasaporte en que se estamparán así los nombres de los que pueden, i a mas la condición

288 de que siempre se presentarían a los jefes de los fuertes mas inmediatos a su linea de frontera.-= Si esto fuere posible me parece que ámbas naciones ganarían mucho en el sentido de civilizar a esta raza, acostumbradola a ganarse su vida por medios lejítimos.-= Como mucho de los indios que se han asilado en esta son de orijen arjentino creo que con el tiempo vuelvan a esa lo que no se atreven hacer hoy por razones infundados que ellos tienen.- El cacique ñancucheo a quien inste mucho porque se volviera a esa haciendole ver el perdón que le ofreciera a el el Sr. Jeneral Villegas, a fallecido en Maquesma hace ocho dias de un ataque de desinteria: sus mocetones han quedado diseminados en varias tribus del valle central.-= Había diciendo escribir al Sr. Jnral Villegas; pero ignoro n paradero, porque veo que como yo no tiene punto fijo; pero ruego a Ud. se sirva imponerlo de esta carta agregandole mi afectuosos saludos.- Yo permaneceré en este punto hasta vuelta de este correo i me será grato recibir las órdenes de Ud.-= Quedando mientras tanto mui atento y S.S..-= Firmado.-= G. Urrutia.- El ayudante que suscribe certifica que la presente es copia fiel de la que existe archivada en la oficina de este Estado Mayor, Angol, Abril 24 de 1883 S. a .Arce 2º ayudante

Ya en Maichi, Drouilly constató un hecho crítico, efectuado por descordinaciones en los procedimientos militares, cuyas repercusiones en el sector argentino fueron notables. Maichi, 26 de Enero de 1883 Señor jeneral Villega, jefe del ejercito argentino.- El 18 del presente fue comisionado el cirujano don Francisco Oyarzún, para efectuar un reconocimiento del Volcán Quetropillán. Dando cuenta de su expedición, el señor Oyarzún espone que recorriendo la falda del volcán, que se halla en la línea divisoria, divisó los humos de un campamento a la orilla de una laguna en el territorio arjentino i como encargo llegado el caso de hablar con los jefes de las tropas arjentinas i saludarlos, bajó a dicha laguna con su escolta compuesta de 7 soldados, un paisano i dos indios, i que habiendose encontrado con la tropa arjentina al mando del mayor Vidal, había sido recibido por este con muchas atenciones, pero que su regreso había sido alcanzado por ese mismo jefe que traía instrucciones del señor coronel Godoi para hacer fimar al doctor una constancia de la entrada al territorio arjentino i el objeto de ella. Esta comandancia ha estrañado que una simple visita de carácter militar, pues no se puede llamar fuerza la escolta personal del doctor, haya dado motivo a la formalidad que se exijió, tanto más desde que era impuesta por los jefes que acababan de entrar a territorio chileno 289 con fuertes columnas de tropa, cometiendo en él actos de guerra, llevándose cautivos. Para evita las malas inteligencias traté de verme con los señores jefes arjentinos bajando al efecto a Alominébuscando al señor coronel Ortega, i en Quillen con esperanzas de ver a US. Desgraciadamente, en ambos puntos se habían retirado las columnas arjentinas i no pude ponerme de acurdo con ellas. No habiendose realizado entrevista tan deseable i aunque sean los respectivos gobiernos los que deban regularizar definitivamente las relaciones entre sí, de ambos ejércitos, convendría sin embargo, establecer mientras tanto un modos vivendi que mantenga las buenas relaciones entre las tropas de las dos naciones i les facilite el mejor desempeño de su comisión. Por lo tanto, esta comandancia somete al conocimiento i apreciación de US. Las instrucciones dadas por ella a los jefes de destacamentos, desde el Queuco al norte, hasta Villarrica al sur. Estas instrucciones son: Que si entran en territorio chileno columnas o destacamentos de tropas arjentinas, sean ellas consentidas mientras se repongan i siempre que se pueda se les auxilie con recursos, pero que no se les permita ejecutar actos de guerra sino de acuerdo con el jefe chileno i bajo su dirección. Del mismo modo, si algún destacamento chileno tuviera que bajar al lado arjentino, tendrá que pedir permiso al jefe de las fuerzas de esa nación, si hubiere alguno en las inmediaciones, no pudiendo en todo caso acometer operaciones de guerra alguna sino con permiso i bajo la dirección del jefe arjentino. A esta relación de instrucciones dadas a los jefes de destacamentos, conviene agregar para el conocimiento de los señores jefes arjentinos, que dichos destacamentos están establecidos en los siguentes puntos: En Callaqui, para el boquete de Trapa. En Nitrito, para los boquetes hasta Ranco. En Lonquimay, para los boquetes hasta Lincura. En Lindura, para los boquetes hasta Alominé. En Llaima para los boquetes que dan acceso a ese valle; en fin, en Maichi i Palguin para los boquetes de Villarrica. Estas instrucciones i datos que esta comandancia cree útil poner en conocimiento de US., serán comunicados verbalmente por ella al señor coronel Ortega en Ñorquín, donde se dirije de regreso al norte, pasando por Lincura en los primeros días de febrero, proponiéndose en su regreso perseguir al indio Nahuel, que debe hallarse en la linea divisoria entre Llaima i Hualletué.- Dios Guarde A US. Martín Drouilly.”

Dotando al comandante en jefe de las fuerzas expedicionarias a la posición de Maichi, con un destacamento de 25 hombres del escuadrón Antuco, regresó a los 290 fuertes del Alto Biobío, para licenciar la tropa “Santa Bárbara”, poco preparada para llevar a cabo importantes incursiones, e informó mediante reportes el resultado de las campañas. En Nitrito, se sindicó una comunicación con Ñorquín, entre los oficiales accidentales de las líneas de fuertes.

“El comandante CID, jefe de los fortines del Alto Biobío que dependen de esta comandancia, me comunica una nota a UD. referente a la conducta que a su juicio debían observar las fuerza arjentinas i chilenas en sus avances a la frontera. Esta comandancia abandonando en las mismas ideas espresadas por UD. se había dirijido al señor jeneral Villegas, esponiéndole sus miras, las que no fueron aceptadas por él i aun se quejó de que el cirujano de esta fuerza habia ido a ver a los jefes arjentinos a 7 leguas de la frontera con una escolta armada de siete hombres. Esa constestación del señor general en jefe impone a esta comandancia la mayor reserva en sus relaciones con las fuerzas arjentinas i aunque no llegará a negar su hospitalidad i aun recursos a sus detacamentos argentinos, se verá en la necesidad de pedir a éstos no demoren su vuelta en la frontera i ha impartido ordenes para que, bajo ningún pretesto, las fuerzas chilenas pasen la frontera. A pesar de estas divergencias esta comandancia perseguirá su objeto principal, que es hacer cesar los malones; al efecto, ha establecido fortines en Nitrito, Lonquimai, Liucura, Llaima i Maichi, trayendo la consecuencia la sumisión necesaria de los caciques Udal, Morales, Colicheo, Zuñiga, Queupo, Namuncura, Reuque, Nahuel o otros, quienes se obligaron a no volver a sus malones no a mandar a ellos. El primero que falto al compromiso fue Colicheo, quien después de entregado, llegó hace poco con 50 mulas. Fue perseguido en el acto i muerto él, su hijo i dos mocetones. Esta comandancia espera que ese ejemplo servirá a los demas i esta dispuesta a perseguir con todo el rigor a los que faltaren, como está dispuesta a amparar i socorrer también a los que respetaren su compromiso. Es de esperar que, salvo uno que otro robo, que se irán disminuyendo con el tiempo, con una activa persecución en ámbos lados de la cordillera, se extinguirán pronto i los indios tendrán que buscar otros medios de subsistencia. Mas enérgica i eficaz habría sido la acción combinada de la fuerza de ambas naciones i sensible es que el jefe de las fuerzas arjentinas haya creido inaceptable esa combinación: pero aún dividida la acción, tratandose de hordas de unos pocos infelices, es de suponer que en mui poco tiempo más quedará habilitado al comercio el rico territorio andino que pertenece la República Arjentina.

291 En cuanto a los desertores a que se refiere la nota de UD. fueron dearmados en Nitrito, quedando esas armas en Lonquimai a disposición de UD., no fueron detenidos los dos individuos sino remitidos a los Anjeles. Esta comandancia pedirá reglas precisas a ese respecto, pero influirá para que sean entregados. Se están remitiendo algunas mula del robo de Colicheo, las que se remitirán a Lonquimai a disposición de Ud. El infracscrito había pensado pasar a Ñorquín para conferenciar con el jefe de esa brigada. No pudiendo ir enteramente desarmado, como lo exije el señor general Villegas, tuvo que abandonar su propósito i esperar se aclare la mala intelijencia pendiente para efectuarlo. También proponía esta comandancia ver por sí misma una carta del subdelegado de Queuco que sirvió de pretesto para que fuerzas arjentinas entrasen a ese valle i se llevasen a sus moradores. Este acto excesivamente grave, cuya responsabilidad es preciso establecer, quedará mejor aclarado una vez conocido su orijen. Le estimaré, en consecuencia, me remita con el portador, si es que no tenga inconveniente, una copia de la referida carta. Dios guarde a UD. Martín Drouilly.115

Esta actitud, de potencial cooperación para la erradicación de las comunidades pewenche en el Alto Biobío, presupondría nexos logísticos con las tropas argentinas. Sin embargo, la vision perneada de la cordillera, era constantemente cosiderada pro las incursiones argentinas a territorio chileno desde 1881, por Galletué, Lonquimay, Llaima, Trapatrapa, Pichachén, y por el boquete de Rehueico frente a Panguipulli. Estas fueron objeto de quejas oficiales por parte del coronel Urrutia, en el mes de enero de 1883, hacia el general trasandino Villegas. Una nueva trasgresión de las fuerzas argentinas cuestionó las relaciones diplomáticas. Otro incidente tuvo lugar el 16 de febrero. En esta oportunidad, 16 hombres del segundo regimiento de caballería bajo las órdenes del teniente coronel Díaz seguían una partida de 100-150 indios. Llegando a Pulmarí, Díaz y sus hombres fueron rodeados. Doblados en número por los indios, Díaz desplegó a sus hombres a lo largo de las pequeñas lomas del terreno. Cuando los indios cargaban contra sus hombres, Díaz reconoció un destacamento del ejército chileno de unos 40-50 hombres que se aproximaba a su flanco izquierdo con bandera de parlamento. A pesar de la bandera,

115 Libro de notas de la comandacia de Alto Biobío. 292 los chilenos se pusieron en formación de ataque, y Díaz dio entonces la orden de tirar. Los chilenos intentaron tomar las posiciones de los argentinos con una carga de bayonetas pero fueron rechazados. El ataque de los indios a la vanguardia argentina fue definido luego por el resto del ejército que llegó en su auxilio. Díaz en su parte detalló el armamento capturado al enemigo y señaló que un cinturón llevaba la inscripción "Guardia Nacional". Por su parte Rodríguez, el oficial que comandaba al grupo chileno, afirmó en su informe que sus intenciones eran honorables, pero que probablemente los argentinos habían creído que los chilenos les estaban tendiendo una trampa y abrieron fuego. Así se desprende del parte de la Comandancia de la expedición a las Cordilleras de la Araucanía, enviado al Ministro de la Guerra, por Martín Drouilly, fechado en Lonquimay el 6 de marzo de 1883. Este parte del señor Drouilly se debió a la noticia recibida a fines de febrero de haberse producido un encuentro entre unidades chilenas y argentinas. En su parte, Drouilly da una completa información sobre geografía de la región del nacimiento del Biobío, del sector de Galletué e Icalma y de los primeros ríos que en la cordillera divisoria comienzan a engrosar la corriente del gran río. Da cuenta de cómo, en el lugar en que el río Lincura confunde sus aguas con el Biobío, se fundó un fuerte, que fue confiado al Teniente Domingo A. Rodríguez con su compañía de Guardias Nacionales de Santa Bárbara. Igualmente para confirmar el espíritu de ambos ejércitos, en esta campaña cordillerana, el 26 de enero de 1883 puso en conocimiento del Cuartel general argentino la construcción de este fuerte y su ubicación. El General Villegas, del ejército argentino, contestó esta nota de Drouilly con fecha 3 de marzo y le dice: "Agradeciendo a Ud. las noticias que me da sobre la colocación de un destacamento de fuerzas del Ejército de esa República en los boquetes occidentales de la cordillera, me haré un deber en comunicarle la de los de la división a mis órdenes, así que ellos estén establecidos, de cuya operación me estoy preocupando". El fuerte se construía bajo la vigilancia del Teniente Rodríguez y las relaciones eran cordiales con las unidades argentinas que habían llegado hasta

293 Lincura y Lonquimay y se habían retirado, siguiendo amistosas comunicaciones con los Comandantes Belisle y Ravanal. Por eso la noticia de un encuentro entre unidades era algo totalmente sorpresivo. Drouilly dice que tomados los datos en el lugar mismo de los hechos, los puede sintetizar así: El 16 de febrero un grupo de 10 soldados argentinos, que bajaba por el lado de la cordillera en Chile hasta Icalma, encontró a un niño que cuidaba 9 ovejas de las que se apoderó la tropa, huyendo el niño a los montes. Este piquete siguió al poniente de Galletué y, a orillas de la laguna en el bosque de Araucarias, encontraron a dos indias jóvenes y tres muchachos recogiendo piñones, los tomaron, se los llevaron cautivos y se retiraron a su territorio. Los Anjeles, Enero 6 de 1883 Señor Ministro El comandante accidental de los fuertes del alto Bio Bio, en nota Nº 52 me dice desde Lonquimay, con fecha 30 de Diciembre del último lo que sigue: “Hasta un paraje distante unas tres leguas de “Lincura” hacia el Sur oeste, llegó el del que cursa una comisión arjentina compuesta de un oficial i cinco o seis soldados, allí le quitaron a unos indios, que recojian piñones, una yunta de bueyes, de propiedad del estado, que les había prestado el Comandante del fuerte i despedasaron una carreta. El citado comandante que tuvo conocimiento del hecho por algunos indígenas escapados del lugar del suceso, ordenó inmediatamente la salida de una comisión en su lugar, la formó de un álferes señor Guevara, un cabo i tres soldados del Escuadrón de Húsares i un cabo i seis soldados del 28 de Línea; instuyó al oficial permanente en orden a su proceder en el caso de encontrarse con la partida arjentina, este en que tratara a toda costa de evitar cuestiones enojosas, i le ordeno muy especialmente que los persiguiera solo hasta la línea que mas divide con aquella republica; este al final mal aconsejado en su conducta i entra limitando sus instrucciones ha ido á entallar aclamar al fuerte arjentino “Codihué” haciendo consentir a aquellas autoridades que tenia instrucciones para ello. El Comandante de la Linea de Fortines Arjentinos ha retenido a Guevara i su tropa, en intelijencia de que acá tuvieramos también retenida una comisión de un sarjento i cuatro soldados que, unos quince dias atrás había despachado un seguimiento de indios ladrones; pero animado del jefe de un espiritu de conciliación, me 294 despacho hace tres dias un oficial lpara que viniera a confirmar conmigo i allanar a cualquiera dificultad He impuesto a este oficial de que por acá ni siquiera ha venido comisión alguna de su nación ecepto de la que vamos tratando; él a su vez me ha dado toda clase de satifacciónes a nombre del jefe arjentino. Haciendome saber que esta comisión ha pasado hasta nuestro territorio estralimitando las instrucciones recibidas i que el oficial será severamente castigado a fin de que en adelante no se lleve a efecto hechos de esta naturaleza; y el alférez Guevara i su tropa debe regresar luego a Lincura. Ya he ordenado al comandante del fuerte que lo mantenga arrestado mientras que Ud. r5esuelve lo conveniente. El oficial Arjentino de la marchado hoy a su país, va perfectamnente enterado que la conducta observada por el alférez Guevara deben repuntarla a su ida a “Codihue” solo como un hecho aislado i que en ningún caso autorizara esta Comandancia.” Lo trasncribo a Ud. para su conocimiento i demas fines previniendole que mientras el supremo gobierno se sirva ordenar instrucciones sobre los hechos que se relacionan en la nota que precide, he dispuesto que se instruya un sumario tanto acerca del acto de violencia ejecutado por las fuerzas arjentinas en nuestro territorio, como sobre la conducta observada por el alférez Guevara en el desempeño de su comisión. Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan.

En la misma tarde, un grupo de unos 30 hombres seguían la huella del pequeño piquete sin alcanzarlo. Este grupo tuvo que alojar en Galletué. Los indios que conocieron los hechos señalados enviaron un correo a Lincura y el 17 enviaron otro quejándose de la acción argentina y expresando al Teniente Rodríguez que si él no tomaba medidas ellos emprenderían un ataque formal contra los argentinos. Rodríguez tenía instrucciones escritas y terminantes, por las cuales se les prohibía actuar por sí mismo y que, ante cualquier emergencia, debía comunicarla al Comandante Cid al fuerte de Lonquimay, que se hallaba a 30 km. de Lincura. Pero, tal vez con el ánimo de informar mejor a Cid, Rodríguez con 32 hombres montados de los 67 que tenía, se encontró en una pampa de arena con los argentinos. Estos al divisar la pequeña unidad se desmontaron y se parapetaron en una zanja.

295 Rodríguez avanzaba para encontrarse con los argentinos, cuando se les presentó el cacique Queupo, dando la seguridad que ellos seguían a esta fuerza pero que no la habían atacado. Se les reiteró la orden de retirarse y mantenerse en paz. Esta conferencia de Queupo y Rodríguez tuvo lugar en el paso del Biobío que se ubica en un bajo que tiene una diferencia de 20 metros con el nivel del llano donde estaban los argentinos. Al subir al llano este piquete se encontró a la vista de la unidad argentina quienes dispararon dos tiros. Rodríguez hizo alto, desmontó su gente, e indicó al Alférez Norambuena que, con cuatro soldados con bandera blanca, fuera a conferenciar con los argentinos. Apenas recorrió unos pasos tuvo que replegarse Norambuena, pues se había hecho una descarga de nutrido fuego que hirió a uno de los soldados. Rodríguez perdió la calma y el control que debía conservar de acuerdo a las instrucciones y mandó contestar el fuego. Los cívicos avanzaron hasta unos 30 metros de la zanja aunque estaban tendidos los soldados; se produjo un tiroteo por lado y lado. Rodríguez ordenó replegar a sus cívicos en vista de la baja de uno y otro destacamento. Le afectaba alguna responsabilidad por no haber acatado las órdenes de sus jefes y haber aceptado el combate. Los argentinos perdieron sus cabalgaduras muertas o dispersas y se retiraron a pie, abandonando los muertos en el campo y muchos objetos, entre otros un anteojo gemelo de oficial y un servicio (cubierto de mesa) con las iniciales J.T. Por parte de Chile murieron 6: el cabo 1 ° Vicente Merino, cabo 2° Benito Muñoz, soldados José de la Cruz Araneda, Genaro Leiva, Juan de Dios Campos y José Mercedes Oliva. Heridos, retiraron a caballos al cabo 1 ° Juan Agustín Poblete y a los soldados José Bernardo Pérez y Gregorio Aránguiz. Relatados los hechos, Drouilly termina estableciendo que es incuestionable que la unidad argentina estaba, por lo menos, en territorio chileno a 8 km. de la frontera, tomando algunos indios que se llevaba cautivo. Además cree que el jefe viéndose en dificultad por sus propios actos, dejó o mandó a sus tropas hiciera

296 fuego contra la tropa chilena que se encontraba en su territorio y con bandera blanca de Parlamento. Como sus hombres no podían operar sus rifles, Rodríguez había ordenado una carga de bayonetas, y al no lograr desplazar a los argentinos de sus posiciones, había ordenado el repliegue. Godoy tuvo conocimiento de que los chilenos tenían intención de establecer un puesto de avanzada cerca del arroyo Lien-Curá. Despachó entonces una pequeña fuerza con órdenes de aprehender cualquier unidad chilena en territorio argentino. El coronel Urrutia, comandante del ejército chileno del sur, protestó ante Godoy por supuestas incursiones de fuerzas argentinas el 13 y 17 de enero.

Traiguen, Febrero 19 de 1883. Sr. Ministro El comandante del fuerte Lonquimay, perteneciente a la divición del Sr. Comandante Drouilly en nota 17 del presente bajo el Numero 32 me dice lo que copio. “El comandante del Fuerte Liuncura con fecha de hoy me dice lo siguente: Doi cuanta a Ud. que anoche como a las 1 de la mañana llegó a este fuerte un indio correo del cacique Queupo a decirme que una partida de tropa arjentina le habían tomado unas familias i que los arjentinos estaban acampando por la noche en el lado norte del BioBio cerca de la laguna de Huallentué. Despeché al indio correo en la misma noche mandandole decir a Queupu que si los arjentinos al dia siguente no hubiesen desalojado el territorio chileno me mandaría decir para ir a desalojarlos por cumplir ordenes superiores que tenían a la vista en efecto, al siguente dia llegó el correo de Queupu diciendome que los arjentinos aún permanecían ahí i que ello con mas de los indios los tenían a la vista.= Queriendo yo evitar un conflicto entre los indios i los arjentinos hize encillar treita i dos individuos de tropa i al alferez don Manuel Márco Norambuena i en unión del mensajero correo me dirijó al frente donde estaban los arjentinos”. Efectivamente despues de cuatro leguas de marcha llegamos, la tropa arjentina viene en marcha en numero de cuarenta mas o menos por los flancos el veen varios grupos de indios con lanzas; traté entonces de hacer alto i formar mi tropa en linea i hacer alto i ordené al alferez norambuena se desprendiera de la fila con una bandera blanca a conferenciar con el oficial arjentino, habria andado unos veinte o treinta pasos en dirección a la linea arjentina que estaba parapetada dentro de un barranco cuando veo levantar una bandera i rompieron el fuego, yo los sostuye al principio en no disparar, pero cuando veo caer un soldado de mi capa i después otro i que no nos pudimos ver libres de tantos balazos, estamos nosotros a pecho 297 descubierto i a ellos se les vera las cabezas, temiendo que la retaguardia la caballada, mandé entonces a mi tropa romper él fuego entonces a mi tropa romper el fuego en acto para irnos a la bayoneta. Avanzamos hasta estar en la distancia de veinte i cinco metros de ellos, en esta distancia veo que son muchas las bajas que nos están haciendo; ordené entonces la retirada en orden por que permanecer por mas tiempo habriamos sido diezmados, puesto que ivamos por un arenal sin tener el menor apoyo en que favorecernos. De parte de los arjentinos ha habido tres bajas con oficial i dos soldados muertos, heridos no se cuantos habrán tenido. El oficial arjentino muerto según el santo i seña que le encontró un indio en los bolsillo creo es de nombre i apellidos del santo i con que le remito. Caballos arjentinos que quedan muertos en el campo, diez i un mular, de nuestra parte hemos tenido seis muertos, siendo los siguentes: Cabo 1º Vicente Merino, Sarg. Benito Muñoz, Soldados José de la Cruz aranda, Jenan Leiva, juan de Dios Campos i José Mercedes Oliva. Los heridos que hemos tenido spm tres, Cabo 1º Juan Agustín Poblete, Grave en un Brazo, Soldado José Reimundo Peréz, grave en la cara i Grgorio Arangui grave en la paleta del hombro izquierdo. Sr. Comandante Como ud. verá i cumpliendo con mi deber me puse en marcha para tratar por medios pacificos con los argentinos, pero ellos han sido demasiado insolente que en lugar de tratar nos recibieron a balazos sucediendo por esto la desgracia de comunicarle. Con este incidente creo mui bien que los arjentinos que aún desconociendo sus deberes busquen la represalia, sabiendo este que en este fuerte existe poca tropa, sería mui conveniente que yo con mi fuerza me trasladará a Lonquimay hasta que pase este conflicto. Los heridos los mando a la noche= Dios guie a Ud. Domingo A. Rodriguez. S. Lo que tengo el honor de transmitir Ud. para que si lo tiene a bien, poner en conocimiento a quien corresponda en principio de comunicar esta parte, a la vez, al comandante en jefe de la espedicion esploradora a las cordilleras de la Araucanía don Martín Drouilly de cuyo jefe el insfrascrito se encuentra bajo en dependencia hasta la fecha. Atendiendo lo espresado en el parte trascrito i del conocimiento que tengo en el estado en que se encuentra el fuerte de Liucura i del reducido número ningún jenero i del reducido numero de la fuerza que la guarnece le ordena que la traslación de quella fuerza aquí pues es de suponer que el puesto de “codigue” arjentino inmedianto a Lincura donde existe numerosa fuerza de aquella república vengan en un momento a otra la tomado dicho fuerte de Lincura. Es cuanto pongo en consentimiento de Ud. afin que se tomen las medidas correspondientes.-“ Dios guie a Ud.

298 Pascual Cid. Lo que tengo el honor de comunicar a Ud. para su correspondiente fines contingentes Dios guie a Ud.

En cuanto al Teniente Rodríguez establece: 1 ° desobedeció las instrucciones de avisar al Comandante Cid y no actuar si se encontraban con tropas argentinas. Faltó a su deber no comunicando en ese mismo día con algún correo urgente a Lonquimay; 2° que cometió actos de impericia inconcebible, al atacar en ese lugar en pampa abierta. Por estas razones esta Comandancia mandó levantar un sumario y remitió al Teniente Rodríguez arrestado a Los Angeles. Agrega a su informe que el día 26 de febrero, cuando llegó a visitar el lugar de los sucesos del 17 de febrero, encontró la noticia que tropas argentinas en número de 100 hombres, habían llegado a ese lugar el día anterior, donde pernoctaron, como lo probaban los restos de un gran número de fuegos apagados. El informe de Drouilly sirvió para que el Gobierno, a través del Ministro de Relaciones, iniciara las gestiones diplomáticas que pusieran término a éste, el más enojoso hecho de frontera en relación con Argentina. La prensa de la época respondía así frente a los hechos acontecidos en la frontera exterior:

“El eco del sur. Angol, Júeves marzo 17 de 1883. Conflicto con la Argentina La prensa chilena se ha alarmado sobremanera con lo ocurrido en el Boquete del Lonquimai, mientras la bonaerense apenas se ocupó un momento del asunto, como una cosa de poco valor. I a la verdad, el suceso no es para grande alarme , ni para prestarle demasiada atención, pues ello no pasó de ser una pequeña escaramuza entre tropas que al principio de desconocieron i que, ademas, se han tenido una ojeriza vastante remarcable. No hai por consiguente, para que dar tanta importancia i tomar lo ocurrido demasiado a lo serio. Por otra parte; el valor i la prudencia del soldado chileno, como siempre, estuvieron a la altura de las circuntancias, pues, a pesar de

299 haber obtenido alguna ventaja kis nuestros, rehusaran prevalerse de élla i prefierieron tratar de apaciguar los ánimos agriados yá, pero nó en el grado que se les hace aparecer por algunos telegramas i correspondencia. Como lo ocurrido en Lonquimai no hiere el honor i dignidad de las hermanas i vecinas repúblicas de Chile i la Argentina, no daría una importancia que la que realmente tiene el asunto en cuestión i concluirán pronto el incidente dándose un abrazo fraternal i continuando en esas buenas i armoniosas relaciones.”

“Gacetilla Combate de Lonquimai He aquí los nombres de los chilenos muertos i heridos en el combate de Lonquimai entre chilenos i argentinos. Muertos: Cabo 1º Vicente Merino, Cabo 2º Benito Muñoz. Soldados: José de la Cruz Aranda, Jenaro Leiva, Juan de Dios Cámpos i José Mercedes Oliva. Heridos: Cabo 1º Juan Agustín Pobrete, Soldados José Raimundo Perez i Gregorio Arangue.”

La segunda brigada al mando del coronel Godoy había tenido un éxito semejante, pero se habían producido una serie de encuentros con fuerzas chilenas cerca del lago Pulmarí. El 16 de enero, un destacamento al mando del capitán Emilio Crouzeilles, que iba en persecución de una partida grande de indios, se topó con otro destacamento de soldados uniformados. Estos, que fueron identificados como chilenos, levantaron la bandera de parlamento, pero como Crouzeilles y el teniente Lezcano se adelantaran, los últimos fueron derribados con una ráfaga de fuego. Como la operación que emprenderían era larga y las serranías cordilleranas, difíciles, se prepararon para llevar a cabo esta expedición, llevando una tropa bien montada, incluso con un caballo de relevo, y una buena partida de mulas para el transporte de la carga de víveres y toda clase de elementos para una expedición que podía durar unos dos meses. Mientras Urrutia, en la región de Villarrica, Pucón y Palguín actuaba, como lo hizo siempre, en forma conciliadora con el indígena, en el lado argentino se actuaba con el criterio que ya señalamos: sometimiento total o muerte sin excepción. De allí que se presentaran varios caciques, con sus tribus, implorando clemencia y sometiéndose al amparo de esta división.

300 Urrutia, encontrándose en Freire, recibió una misiva del cacique Reumay, que vivía en territorio argentino, anunciándole que sus tolderías como las de su hermano Namuncura y su tío Reucura habían sido asalta das por fuerzas de esa República y que, después de haberle muerto algunos mocetones y mujeres, los habían venido persiguiendo hasta nuestro territorio, trasmontando la Cordillera de los Andes hasta Llaima, cerca de aquel lugar y en pleno territorio chileno habían hecho prisionero y ultima o a su yerno Nahuelhual. Urrutia mandó un correo a Reumay, pidiéndole más datos al respecto y el mismo se presentó al Coronel, a ratificar lo anunciado, agregando que, encontrándose perseguido por todas partes, habían venido a cobijarse a este lado de la cordillera como 500 personas de todas las edades y de ambos sexos, sin traer cosa alguna y que habían resuelto no volver más a las tierras de donde venían. Urrutia atendió a todos los indígenas, les proporcionó ropa y víveres y les dejó instalarse.

Campamento en Codihue, Enero 20/83 Señor Coronel Don Gregorio Urrutia En Campaña Sr. Coronel: Es en mi la de Ud. Fecha 26 del próximo pasado diciembre a que leída detenidamente paso a contestar. Despues de la espedición que el 81 llevé a cabo con fuerzas de la División á mis ordenes hasta el Lago Nahuël Huapi, los indios que hasta entonces se encontraban en grandes agrupaciones de este lado de la cordillera fueron desbaratados completamente por las tres columnas que saliendo simultaneamente de Choel-Choel por el sur a Rio Negro, de Roca por el Norte del Rio Limay y del Fuerte 4ta división faldeando la cordillera las que a un mismo dia debían llegar a dicho lugar lo que se efctuó con toda felicidad; esas columnas como digo antes desbarataron completamente las tolderías de Shayhueque, Nancucheo, Renquecura, Namuncura, i otros que encontraron en tránsito, los que muchos fueron a ausiliarse allende los andes favorecidos por la inviolavilidad del territorio extranjero, pues todos los jefes de brigada llevaban la órden terminante de no ultrapasar el límite de está Republica bajo ningún pretesto (óden que también la han recibido para las operaciones que se están efectuando según como el pliego de instrucciones daban a estos jefe) dispuso a aquellos oficiales me comunicó que ya era en informe anterior a los indios con columnas pesadas y una de las […]

301 de la reunión de los alimentos necesarios para apaliar en este mes unas nuevas operaciones en el territorio comprendido entre los Rios Negro, Limay, Cordillera de los Andes, y lago Nahuel huapi y cuya aparición debia de ser de corrido restante a la anterior las concecuencias de este dispuso que las 1º 2º y 4º brigadas de esta división tuvieran permiso conveniente en el territorio quedara sumamente en labor y el grado de expuestas se puso desde el dia de Noviembre del año proximo pasado. En seguida de la espedición al territorio las brigadas han desprendido una orden del piquete desde el lago nahuel-huapi hasta las nacientes del aluminé y las que ha habido y se quería datado al cautivo correspondo entre los puestos de marcados. Como el Sr. Coronel comprenderá en piquete despachado en tan largas estancias de territorio no sería dificíl que alguno de ellas ultrapasara los límites de esta republica aún más, mandeme cuando ellas no están sino arrinconarlos por ambas naciones. Los profundas esxijencia de la cordillera son bastante obedientes para recorrer a primera vista en límites, pero puedo asegurar a Ud. que en realidad nuestras fuerzas han pasado a sus territorios debido solo por operaciones al límite, pues el que pase tiene orden terminante del Gobierno de la Nación de conservar la más buena armonía con las autoridades que dependan del de esas cual corresponde a naciones hermanas y amigos. Adjunto al Sr. Coronel copìa de las instrucciones dadas al jefe de la 1º Brigada con antelación a las operaciones que se han emprendido, las mismas que así mismo se han dado a los de la 2da y 3era. En cuanto a los indios que el señor coronel me dice si han asilado en ese territorio han estado en su perfecto derecho en administrar pues en iguales circuntancias haría yo mismo. En cuanto a que se hayan tomar prisioneros en territorio chileno puedo asegurar a Ud. que son noticias llevadas por los indios ladrones que han pasado a esa República, huyendo de la persecución de nuestras tropas, pues se han tomar algunos indios ha sido en las tolderías que ocupaban los caciques Renquecura, Namuncura, Quepu y otros mas y los que se encontraban completamente en territorio de estas repúblicas, púes esta no fuera así hubiera ordenar inmediatamente en libertad. Debo hacer presente al Sr. Coronel que desgraciadamente existen todavía individuos que en vez de acoger al pobre indio que asimile sus costumbres a los de la civilización hacen todo lo contrario aconsejando al asesinato y el robo. Por las cautivas tomadas116 he tenido conocimiento que un titular Comandante Juan Salvo que vive en el pueblo de Santa Bárbara situado sobre el rio BioBio aconseja constantemente a los indios la resistencia a nustras consideraciones

116 En esta campaña, se peuden apreciar textos insinuando algún tipo de violecia de genero, y abusos por parte del ejército argentino a mujeres, en su mayoría Pewenche. 302 pacíficas como asi mismo le dá conocimiento del movimiento de nuestras fuerzas. Por antes de llevarse a cabo las operaciones que se estan efectuando dicho individuo envió sus charquis a los caciques del otro lado de la cordillera diciendoles que nuestras fuerzas si iban a mover sobre ellos, que la linea del agrio y neuquen quedaba abandonada, y que por lo tanto trataran de hacer un malon a las poblaciones arjentinas, robaran lo mas posible y pasaran a su territorio. Esto lo atestiguaron no solo las cautivas sino también los indios tomados i presentados. Como Ud. comprendio en vista de estos datos es de necesidad tomar todas las medidas posibles a fin de que los hechos de bandolaje que años anteriores se han sucedido constantemente se terminen por completo, esten ya decididamente resuelto a termino en este año, con la cuestión indios. Los caciques Renquecura, Namuncura y otros han estado mucho tiempo abusando de mi induljencia para con ellos pues a pesar de las previas que han cometido en esta republica, les guarda en nombre del Gobierno de la Nación, la vida, propiedades y subsistencia, por un tiempo determinado y hasta que ellos por medio del trabajo honrado pudieran proporcionarse esta última, pero creo que en su ignorancia y obedecimiento a malos consejeros se han resistido a entrar al buen camino. Haciendome interprete de los sentimientos humantes que adornan a la nación arjentina, vuelvo a concederles un plazo a dichos caciques para que se presenten a nuestras fuezas y cuyo plazo vencerá indepecctiblemente el 31 de enero, corriente, pasado dicho plazo todo cacique que sea tomado por nuestras fuerzas será inmediatamente pasado por armas. Todo indio que quiera presentarse puede hacerlo pero en la obligación de situarse donde se le determine. Un individuo Pedro Domingo Donoso que ha sido tomado entre los indios y en territorio Arjentino, asegurando ser Chileno y que venía de tránsito para el pueblo Gral. Roca punto situado sobre la marjen izquierda del Rio Negro, ha sido puesto en libertad, adjuntado al Sr. Coronel una copia del testimonio que dicho individuo ha dado. Agradezco mucho al Sr. Coronel el ínteres que se toma en estar en comunicación conmigo y tendré el mayor placer en que ella sea constante, pero como no tengo punto determinar donde residir pues durante la operación que se está efectuando recorreré constantemente mis brigadas, puede el Sr. Coronel dirijir sus cartas a este punto de donde me serán enviadas á aquel en que me encuentre. En estos dias una columna ocupará Pulmary punto en que se encontraban antes Renquecurá y otros puntos convenientes a fin de evitar de que pasen Indios de mi territorio salvo el caso de que

303 vengan a presentarse a nuestras fuerzas o con pasaporte del Señor Coronel. Mucho agradezco los ofrecimientos sobre recursos y por mi parte estoi i estaré siempre dispuesto a serle útil en todo aquello que me creyese tanto particularmente como en pró de los intereses jenerados de las naciones que representamos. Deseando a Aud. Felicidad en su campaña me suscribo su atencion =Firmado=Conrado Villegas= Conforme con el orijinal que queda en el archivo del Estado Mayor Gral. De este ejército Villa Rica, Enero 14 de 1883 Manuel Ruminot.

Godoy contestó que el límite era un poco vago y que sus tropas pudieron cruzar a Chile accidentalmente. Sin embargo, dichas tropas capturaron una partida chilena a considerable distancia del límite, lo que era difícil de interpretar como un simple error. La respuesta de la prensa local tampoco se hizo esperar

Telegrafo trasandino Parte del general Villegas sobre el encuentro de Lonquimay Buenos Aires, Marzo 17 de 1883. Comandante en jefe de la 2º división-Nahuelhuapi, Febrero 24 de 1883- Señor inspector y comandante jeneral de armas don Joaquín Viejo- Bueno oara los fines a que haya lugar adjunto a V.E. copia de la nota del jefe de la 2º brigada, señor coronel den Enrique Godoy, y otra del parte que pasa a dicho jefe el teniente coronel don Juan G. Diaz, dando cuenta de un combate librado el dia 17 del corriente entre un pequeño destacamento de fuerzas de aquella brigada y 100 o 150 indios protejidos por una compañía de infantería, que por su forma de combatir y su armamento de precisión pertenece a tropas regulares, atestiguando asimismo algunas prendas de uniformes dejadas sobre el campo de la acción. Sin querer hacer cargos al ejército chileno de un acto de hostilidad semejante, me permito llamar seriamente la atención de V.S., pues mas o menos en el mismo paraje y hace poco mas de un mes fueron muertos el capitan del rejimiento 5º don Emilio Prouzelles y teniente del rejimiento 2º don Nicanor Lazcano, los que con 40 hombres perseguian una partida de indios ladrones, y al llegar a Pulmary fueron atacados por indios y fuerza a cuyo frente se veía un oficial con uniforme, espada y revólver de mano. El malogrado capitan Prouzelles, al ver al frente de las fuerzas opuestas un oficial, mandó suspender el fuego a las suyas, pues temia chocar con laguna de nuestras partidas que maniobraban en distintas direcciones. Los enemigos, aprovechando ese momento, lo 304 atacaron, dando por resultado la muerte de nuestros dos brabos oficiales y un soldado. En el momento del combate no acompañado absolutamente de su fuerza, pues dicho oficial por imprevisión o demasiada confianza la había dejado a mas de una legua a retaguardia cuidando la caballada. La información que he mandado levantar dará algunas luces al respecto y será elevada al conocimiento de V.S. Sin embargo, tengo la satifacción de decir que tanto en quel combate como en este último nuestros soldados se han batido con la bizarría de siempre, y que, ya hayan sido enemigos salvajes o civilizados, han salido vencedores. Si, como dice el parte del comandante Diaz, las fuerzas chilenas han establecido i guarnecido un fortín en nuestro territorio se intimará el desarme i detención de la fuerza extrajera que haya cometido en tal avance, procediendo debida a un caso de tal gravedad. Dios guarde a V.S. Conrado E. Villegas.

Reclamación diplomatica Por acuerdo de Ministro, se resolvió entablar reclamación diplomatica al Gobierno de Chile por los sucesos de Lonquimay, pues está probado que el hecho tuvo lugar en territorio argentino en Cullúncurá, a cincuenta leguas al sur de Lonquimay, a inmediaciones del Aluminai como está esplicado por las partes detallados del coronel Godoy i teniente coronel Diaz, que transmití ayer. Dice se que S.E. el presidente de la República premiará con acenso a los jefes, oficiales, clases i soldados que tomaron parte en dicho combate.

El coronel Urrutia El señor coronel don Gregorio Urrutia, apénas llegado a ésta i sin darse el suficiente descanso, marchó a la capital de la República. Se nos asegura que su precipitado viaje tiene por objeto arreglo urgente que demandan ciertas necesidades del ejército de la frontera. Se asegura, también q una a ponerse de acuerdo i recibir órdenes del gobierno, sobre la manera de obrar i proceder con los enconados argentinos que han dado en atravesar cuando les da la gana la línea divisoria de Chile i la Argentina.

Las hostilidades siguieron, por el receso de algunos escuadrones movilizados y una baja cuota del contingente en los fuertes emplazados. Durante el invierno, las guarniciones se pusieron pasivas y de contener el paso de los moluche que escapaban a territorio chileno por abigeato.

305 Existían fuertes cuotas de manutención de indígenas en el papel, sin embargo, esto no se cumplía a cabalidad. Además se les cambiaba animales de baja por carabinas y fusiles de incursiones pampinas (Guevara, 1925) En la primavera, los indígenas activaron las correrías por los valles orientales de los andes. En octubre de 1883, se lograron apoderarse de la caballada del 2º de línea argentino, testimoniado en un telegrama de Drouilly

“Indios perseguidos al sur del rio Limai por argentinos, arrebataron la caballada de éstos i vinieron a entrar a Chile por Huayentué. En el acto fueron perseguidos por el alférez Mellado, quien tomó 230 caballos, yeguas i mulas, arrancando de los indios, con escepción de uno que se tomó preso. 160 caballos pertenecen al 2º de línea. Comandante Cid salió ayer a Lonquimai con instrucciones para mandar al fuerte arjentino i entregar estos animales. Todo tranquilo en la cordillera. Creo conveniente dirijir a US. El presente parte para que sea comunicado, si le parece al ministro arjentino.”

En Diciembre se fundó un fortín en el Queuco para impedir por ese lado las invasiones argentinas y asegurar el dominio de territorio pewenche. Tanto los fuertes últimamente fundados como los antiguos de toda la frontera, continuaron resguardados por destacamentos de ejército en el año 1884. Posterior a esto, se conformaron los cuerpos de policía en territorio “pacificado” de araucanía, pasando la segunda fase del control estatal en territorio mapuche y sobre todo, mapuche-pewenche. En 1891, comienzan a desmontar los colonos y pewenche los fortines, para aprovechar el zinc y algunas leñas roídas. En este año, desaparece la ocupación militar efectiva117

117 Recordar que la ocupación armada en alto Biobío va a ser constante posteriormente. A Ranquil, sucede las erradicaciones de los fundos y sucesiones en alto Biobío, y últimamente, a la seguridad de obras hidroeléctricas transnacionales. 306 5.6 TÉRMINO DEL OPERATIVO MILITAR

Para esta ultima parte, proceso solamente referenciado en este trabajo, sin ser este un motiv de la suscrita, una vez cumplidos los planes del proyecto elaborado por Drouilly y construidos los fuertes del alto Biobío, sólo falta para completar la ocupación, terminar la llamada línea del Toltén, con la ubicación de algún lugar en la parte central. Los fuertes del alto Biobío, por Decreto del 20 de abril de 1883, se ordenó que quedaran bajo la autoridad del Coronel Gregorio Urrutia y debían ser ocupados por hombres pertenecientes a tropas bajo su mando. La mayor parte de estas fuerzas pertenecían a la guarnición de Biobío, por la simple razón que era más fácil la comercialización con esos lugares por esa vía y se podía atender mejor las necesidades y subsistencias de ellos. Urrutia, siempre muy activo en el cumplimiento de sus responsabilidades, puso en cumplimiento inmediato la orden y designó al Capitán Juan Bautista Hariet que, con tropas del Batallón Ñuble, efectuara esos relevos. Pero, el 30 de abril, otro Decreto ordena dejar sin efecto el anterior. El Coronel Urrutia, afectado por esta contra orden dirigió una comunicación al señor Ministro de la Guerra en la que dice: "Hoy mismo le he dado estricto cumplimiento a su orden; pero esa orden envuelve un marcado desprestigio en el alto puesto de confianza con que se me ha honrado y por lo mismo se halla en el caso de hacer la más formal renuncia, para que la eleve al Supremo Gobierno"(ANS FVM. MGUE.1047) Retirado Urrutia del comando de las fuerzas de la Frontera, le reemplazó accidentalmente en el mando el Coronel de Guardias Nacionales y Comandante del Batallón Angol, don Alejandro Larenas.

307 La Araucanía, como tal, dejaba de existir. La soberanía de la Nación chilena y Argentina imperaría de aquí en adelante sobre este territorio pewenche. El Gobierno de Domingo Santa María estimó que la administración de este territorio no debía pasar aún a la autoridad civil, conforme lo imponía la Constitución; debía permanecer un tiempo más entregado al comando de la autoridad militar. Para pensar así tenía presente que el indígena, hasta aquí, había mirado siempre como autoridad al militar y era peligrosa una violenta transición al pasar de un régimen a otro. Los particulares que en la zona se instalaron y que explotaban los terrenos que ocupaban porque, abandonados por el indio quedaban sin dueño mientras el Estado no los ocupaba o adjudicaba, siempre se entendieron sin mayor problema con la autoridad militar local. Este aspecto, sin embargo, acarreará más tarde graves problemas en la constitución legal de la propiedad raíz tanto urbana como rural. El Fisco adjudicaba terrenos que estaban ocupados de hecho, y en explotación y con vivienda construida y comenzaba la larga tramitación judicial y enojosos trámites, que no pocas veces terminaron en crímenes. El que estaba instalado alegaba el derecho de primer ocupante y, como tal, el que emanaba de haber ayudado con su presencia, con su trabajo, y con su defensa, a asegurar el dominio territorial de Chile en lo que se iba conquistando. Esto en cierto aspecto y en muchos casos fue verdad; pero en otros era simplemente audacia y viveza, que nunca faltan cuando las situaciones no están perfectamente claras. La legislación dictada en esa fecha establecía que todo el terreno que el ejército ocupara en la Araucanía, era propiedad del Estado, quien respetaría el dominio de aquellas tierras habitadas por los pewenche sometidos. Otra razón que haría necesario mantener la autoridad militar era continuar usando el brazo de los soldados para abrir las vías de comunicación, construir caminos, puentes, edificios y más tarde, el Regimiento de Zapadores, ayudando en la construcción de las vías férreas. Por estas consideraciones, la renuncia de Gregorio Urrutia dejó en su reemplazo interinamente al Coronel Alejandro Larenas, pero a fines del mismo

308 año 1883 se designó Comandante en Jefe del Ejército del Sur al General de Brigada Marco Aurelio Arriagada. Como en agosto de 1884 se mandó desocupar el territorio peruano, volvieron al país las unidades militares de ocupación. Algunas de estas unidades fueron enviadas directamente del Callao a Talcahuano, y de aquí partían a Angol. Las primeras unidades que llegaron fueron el Regimiento Santiago 5° de Línea y el Regimiento de Zapadores. Estos cuerpos relevan de sus obligaciones a las Guardias Nacionales, que entran en receso, se movilizan y vuelven a su vida civil. Llegan, en una segunda acción, los Regimientos 3° y 4° de Línea, que fueron reducidos a Batallones y continuaron en la obra pacífica de trabajo y resguardo de los numerosos habitantes que ya poblaban la Frontera. En septiembre de 1884 vuelven a nombrar en reemplazo de Arriagada a Gregorio Urrutia que se hace cargo del Comando General. Su nombramiento fue breve, pues en diciembre era enviado a asumir la Jefatura de la División que ocuparía Tacna y Arica. Fue designado en su reemplazo el Coronel Alejandro Gorostiaga, quien hizo recaer el gobierno administrativo en los jefes de plaza y comandantes de fuertes, los que dependían directamente de la jefatura de plaza. Comenzó también en estos años, bajo su Comando, la supresión de muchos destacamentos que ya no tenían razón de ser. Para Gorostiaga la Frontera no era desconocida, había actuado largo tiempo en esta región antes de incorporarse al Ejército que fue al Norte. El presidente Balmaceda será quien, mediante una Ley presentada al Congreso, dará el paso de crear las provincias de Malleco y Cautín e incorporarlas a la administración civil del Estado. La Ley del 12 de marzo de 1887 crea las provincias, suspendiendo el estado de asamblea en que habían vivido, las primeras autoridades civiles fueron, para Malleco, José Luis Vergara Correa y, para Cautín, don Fran cisco Pérez. Con este paso, que significó el inicio de la paz en la Frontera, totalmente ocupada, se va a realizar el trabajo de poblar, construir, crear las administraciones provinciales de

309 los servicios que en el país funcionan y se irá integrando, definitivamente, la altiva Araucanía a la vida del país. El 1 ° de junio de 1883, el Presidente de la República, Domingo Santa María, al inaugurar el período ordinario de Sesiones del Congreso, decía: "El país ha visto con satisfacción resolverse el secular problema de la reducción completa de la Araucanía. Este acontecimiento tan importante para nuestra vida política y social, y de tanta significación para el porvenir de la república, se ha llevado a término, con felicidad y con costosos y dolorosos sacrificios. La Araucanía entera se halla hoy sometida más que al poder material, al poder moral y civilizador de la República y en estos momentos se levantan poblaciones importantes, destinadas a ser centros mercantiles e industriales de mucha consideración en medio de selvas vírgenes y campiñas desconocidas, que eran hasta ayer el santuario impenetrable de la altivez e independencia araucanos". "Debemos felicitarnos con tanta mayor razón de este grato acontecimiento, cuanto que él ha sido realizado sin empeñar combates y sin inflingir el menor daño a los belicosos, pero hay reducidos habitantes de esos territorios. Se han persuadido de lo inútil de la lucha y se han entregado, en vista del tratamiento empleado en ellos, confiados a la protección civilizadora de nuestras leyes-118 En el mismo mensaje da cuenta de estar realizando estudios para la construcción de varios ferrocarriles, pero señala que dará prioridad y pronto comenzará la construcción de la línea de Angol a Traiguén y de Renaico a Victoria, líneas que atravesando la Araucanía están llamadas a sellar la posesión definitiva y tranquila de las comarcas araucanas. En el mensaje de 1884, da cuenta el Presidente al Congreso Nacional sobre su preocupación en relación a la Araucanía, la Frontera, en dos aspectos principales: la colonización extranjera y la construcción de los ferrocarriles a Traiguén y a Victoria, como de la continuación de los estudios en el terreno del trazado que tendría de Victoria a Temuco y de Temuco a Valdivia y Osorno. La construcción de los ferrocarriles y caminos y, en general, obras públicas eran materia propia del Ministerio del Interior.

310 Sólo a partir de la Presidencia de Balmaceda, creado el Ministerio de Obras Públicas; será éste el que continúe esta preocupación. Pero, en junio de 1884, el Ministro del Interior da* cuenta de haber firmado contrato de construcción de las líneas de Angol-Traiguén y Renaico Victoria con la empresa de don Carlos Hillman y don S.H. Mayers, por una suma que asciende a $ 3.880.774,18. La primera, 73,5 km. y la segunda 81 km. Estas construcciones tienen varias motivaciones: contribuir a crear un medio que una a todo el país, ya que esta construcción dará la oportunidad de llegar hasta Puerto Montt; concluir con la barbarie de la Frontera, abrir a la agricultura y al comercio una vasta y riquísima región, dar mayor valor a la propiedad fiscal, la que, dividida y rematada, entregará un aporte mucho mayor que el importe de los ferrocarriles que se construyen. Los puentes que se consideraron en la construcción se estimaron como hechos en madera, pero pronto se comprendió que eso sólo sería posible en pequeños pasos, esteros y alcantarillados, pero no en el cruce de los ríos; lo que motivó el estudio y aprobación de modificación del Presupuesto para considerar en fierro los puentes principales y entre ellos empieza a hablarse de la obra de ingeniería que debía significar el puente del Malleco. La memoria que presenta al Congreso Nacional el Ministro de la Guerra, Carlos Antúnez, con fecha 1 ° de septiembre de 1886, nos muestra el grari avance que se ha verificado en la Araucanía en relación con el mapuche, que se encuentra totalmente sometido. En este mes de septiembre se pone término al período presidencial de Domingo Santa María, en cuyo Gobierno se dio fin al largo empeño por ocupar la Araucanía y someterla plena y definitivamente a las autoridades de la República. Será trabajo de la administración de José M. Balmaceda, el desarrollar su nueva actividad como provincias, que, como hemos visto, se crearon en 1887 y establecer todos los servicios propios de la administración del resto del país.

118 311 La administración Balmaceda fue, en todo el país, extraordinariamente efectiva. En su administración se dejó sentir la influencia del ingreso de recursos a la caja fiscal, por el dominio total de las salitreras y la demanda internacional del salitre. Este bienestar económico permitirá a este Gobierno dar pasos definitivos en el adelanto de estas regiones. Se le dio un impulso, sin restricciones, a la construcción de ferrocarriles. Entre 1884 y 1890 quedó terminado el tramo Renaico-Victoria, con todas las obras de ingeniería que significaron los puentes que debieron construirse, en especial el Malleco, que fue proyectado por el ingeniero Víctor Aurelio Lastarria. Teniendo varias propuestas a la vista, el Gobierno cerró contrato con la firma Schneider y Cía., de la ciudad de Creusot, por un costo total de $ 1.050.000. Este contrato consiste en construir todas las piezas metálicas que componen la cama superior sobre la que se asentarán los rieles y los pilares. Estos se pararán sobre robustos fundamentos construidos de piedra y mezcla de cemento Portland, importado de Inglaterra. Todo lo que es mampostería, piedra, cemento y fundaciones fue obra de la firma contratista de la construcción del ferrocarril. El largo total del viaducto es de 407,50 metros y la altura de los rieles, sobre el nivel de las aguas, de 97,60 metros. La construcción de este puente duró cerca de los cuatro años y fue inaugurado oficialmente con la asistencia del Presidente Balmaceda, en gran ceremonia pública, el 26 de octubre de 1890.490 Habían pasado 9 años, desde la fundación del fuerte Temuco. Ese mismo día Balmaceda llegó en tren a Victoria, dejando oficialmente inaugurado el ferrocarril hasta ese punto. Pero, a esa fecha, ya se estaba trabajando en la continuación Victoria- Temuco, propuesta pública que la obtuvo y la llevó a cabo don Gregorio Urrutia que, retirado del ejército, formó una sociedad con Tomás Albarracín, la que se adjudicó esta propuesta y luego la amplió a Temuco-Pitrufquén. Pero esta administración no sólo se preocupó de ferrocarriles; construyó gobernaciones e intendencias: las de Lautaro e Imperial datan de esa fecha, la Intendencia de Temuco, que duró hasta el terremoto de 1960, era la construida en esa época, junto con lo que fue el Telégrafo del Estado y Correos de Temuco,

312 todo un conjunto que ocupaba el cuarto de manzana de Claro Solar y Bulnes, que es hoy oficinas públicas e Intendencia Regional y 'Gobernación Provincial. Además, hubo construcción de escuelas, hospitales, cárceles. Fue un período de actividad febril, no sólo en la Frontera, sino en todo el país.

5.7 FUERTES Y FORTINES CORDILLERANOS EN EL ÁREA DE OCUPACIÓN PEWENCHE

Vertiente Argentina Fortín de la IV División: El Coronel Napoleón Uriburu fundó el 10 de mayo de 1879 en el lugar denominado Chos Malal, el mencionado Fortín, que dio protección y fue centro de operaciones de la Primera Brigada. Vista del Fuerte IV División en Chos Malal en 1880. Esta guarnición militar se constituyó en la base logística y poblacional cuando en 1887 se trasladó la capital del Territorio desde Ñorquín a Chos Malal.

Fig 17. Fuerte IV División (1880) Fuente: Neuquénweb.tio Oficial del Gobierno de la Provincia del Neuquén

Fortín Codihué: Situado en la unión de los valles de los arroyos Haichol y Codihué con el río Agrio (afluente del río Neuquén) y a 10 leguas de la línea de Cordillera divisoria con Chile fundado por el Teniente Coronel Rufino Ortega en diciembre de 1879, lugar de frecuentes encuentros con Pewenche y Moluches que escaban del asedio en el

313 Neuquén central. Estas tomas del año 1880, nos muestra el poblado en que se destacan los ranchos de adobe protegidos parcialmente por una emplazada; todo un símbolo de épocas muy difíciles.

Fig18. Dos fotografías históricas del Fuerte de Codihué. Fuente: Webneuquén.e la Provincia del Neuquén

Campamento Ñorquín: Esta fotografía nos muestra el sector del Cuartel Regional III de Caballería. La construcción - bastante sólida – sinónimo de una permanencia que en principio iba a ser definitiva, pero que al fin alcanzó un año y medio aproximadamente. Desde aquí la capital se trasladaría a Chos Malal

Fig19. Izq. Campamento Ñorquín Der. Fortín Primera División. (1880) Fuente:webneuquén.

Fortín Primera División. Se sitúa sobre la margen izquierda del río Neuquén a la altura de la hoy ciudad de Cipolletti. Fue clave en las comunicaciones necesarias para

314 la prosecución de la campaña de ocupación del Territorio hacia Codihue, Ñorquín y Chos Malal a través del Paso de los Indios

Fuerte de Covuncó Creado el 21 de mayo de 1879 el grueso de la IV División del Ejército, acampo sobre la confluencia del arroyo Covuncó con el río Neuquén, habiendo bajado por la margen izquierda del Río Agrio, desde las juntas del Salado.

Cerro de la Artillería: En 1879 tropas del Teniente Coronel Rufino Ortega establecen una posición de artillería. Hoy se llama Corral de Piedra.

Fortín Guanacos: En las proximidades del Rio Trocomán. Margen izquierda del arroyo Guanaco o Arríelo, en la localidad de Minas. Este fortín llevó a cabo las irrupciones hacia el Antuco y el Valle del Queuco.

Fortín de Loncopúe, Hualcupén, Huarechenque y Río Agrio: Creados a fines del año 1882, bajo el alero del Coronel Rufino Ortega, estableciendo un limite oriental a los pewenche del Copahue y del Lonquimay. Con estos fortines se radicaron los primeros habitantes, dando cuerpo a una población que fue la piedra basal del "Pueblo de Loncopué", fundado el 20 de Octubre de 1915.

Vertiente Chilena

Fuerte Nitrito: Fuerte fundado en Diciembre de 1882, en el sector de Contraco, en la confluencia del Lomín con el Biobío. Este fuerte, fundado por Martín Drouilly, sirvió como enclave para el sometimiento de los pewenche del Biobío y del Queuco.

Fuerte Lolco: Fuerte fundado en diciembre de 1881, para las campañas iniciales de la pacificación de las cordilleras de la araucanía. En este sitio, se produjeron los tristemente célebres asesinatos de 21 pewenche.

315 Fuerte Lonquimay Fuerte erigido en las confluencias del río Biobío y el Lonquimay. Este sería el núcleo de ocupación cordillerano. Fue fundado el 27.12.1882, y estuvo bajo la autoridad de Comandante Pascual Cid.

FuerteSanta maría de Liucura Fundado el 8 de enero de 1883, bajo el Mando de Martín Drouilly, este fuerte sirvió de base para las incursiones ultracordilleranas, y de enlace con el fuerte de Codihúe. En plena cordillera, este se emplazaba en los actuales sectores del pueblo de Liucura, en el borde oriental del río Biobío.

Fuerte Llaima: fortín actualmente desaparecido, establecido por Martín Drouilly en 1883 a los pies del volcán, en las vecindades del Allipén, entre Cunco y Melipeuco, según unos, en el curso superior del Huichahue, al interior de Vilcún y Cherquenco, según otros. Fue trasladado 2 leguas (4 a 6 kilómetros) hasta una altiplanicie, por la gran erupción de 1887 (SO u O del volcán según sea el caso).

Fuerte Queuco: Fortín fundado en diciembre de 1883 para contener las incursiones trasandinas por el valle de Trapatrapa. Se dice que este fuerte estaría ubicado en lo que sería el cuartel Queuco, en la desembocadura del Ñirementún. Otras fuentes lo ubicarían posiblemnte en las planicies superiores del Liay, al este de inaprachehue, en la vertiente occidental del Copahue. Dudosamente inserto una imagen de Trapatrapa, donde se conjeturaría un asentamiento militar.

316 Fig 20. El autor junto a un dudoso asentamiento de 10 metros de largo por 5 de ancho, en pleno valle de Trapatrapa, observandose una gran trinchera, posiblemente las bases del fuerte Queuco.

317 Mapa 7. SIG mostrando los fuertes cordilleranos implicados en la ocupación militar del territorio pewenche 318 CAPITULO SEXTO PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

319 6.1 ANÁLISIS CUALITATIVO DEL MUESTRO MEDIANTE SOFTWARE QSR N6

QSR N6 NUD*IST, es un programa de precisión descriptiva de datos in estructurados no numéricos de búsqueda y teorización de fuentes, tanto etnográficas, como también otros usos de análisis de discurso o de proyectos de investigación cualitativos. Esta es una herramienta de trabajo usada para codificar documentos de texto, teniendo una variedad de formas de análisis de la información. La documentación y nodos producidos por el software producen un orden prolijo a los temas a investigar. La variada diversificación de metodologías de investigación del software, propondrá un análisis global de fenómeno propuesto. En el presente trabajo, se analizará la información etnográfica extraída de las entrevista en el alto Biobío al que se complementará con el análisis de los documentos de guerra de la época, innovando una nueva rama de uso del software.

6.1.1 Análisis de fuentes etnográficas Se procedió a analizar marcadores lógicos que son componente de los objetivos de la investigación, con el motivo de encontrar nodos lógicos, para comprobar tanto los relatos étnicos y los partes de guerra, así confirmar si existe sincronía coherente entre los hechos, variando el discurso. Para el procedimiento del procesamiento de datos, se incorporó textos referenciales a los malones, aportados por Molina y Correa, más las intervenciones de esta investigación. Se buscaron palabras nodales que reconocían ciertas sincronías entre lo semiótico y la semántica, concordancia dialéctica base del discurso.

QSR N6 Full version, revision 6.0. PROJECT: Análisis de resultados, User rafael, 4:23 pm, Mar 8, 2007. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Text search for 'cauñicú' +++ Searching document 1... +++ Searching document 10... +++ Searching document 11... aquí y que llegaban hasta CAUñICú. “Malong” se decía. No era guerra, 12 escondieron, lo echaron por las quebrada, por CAUñICú hay un arroyo que 34

320 Hasta CAUñICú. Hasta por ahí. 67 ¿Los Argentinos, desde el Copahue hasta CAUñICú? 77 En CAUñICú. 89 No sé bien en que parte, en el río de CAUñICú. Por donde está la Escuela, 91 En la misma escuela de CAUñICú, baja un río, Siempre al lado del sur. En 94 el río de CAUñICú, después por arriba, que siguió? 102 +++ 8 text units out of 263, = 3.0% +++ Searching document 12... +++ Searching document 2... +++ Searching document 3... CAUñICú hasta ahí llegó. El Aucán es la guerra, que está matando a la 11 gente, exterminando a las familias. Hasta CAUñICú, dijeron los antiguos 12 +++ 2 text units out of 52, = 3.8% +++ Searching document 4... +++ Searching document 5... +++ Searching document 6... +++ Searching document 7... +++ Searching document 8... allá era como una tribu no más. Después se vino para CAUñICú porque los 11 +++ 1 text unit out of 44, = 2.3% +++ Searching document 9... ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Results of text search for 'cauñicú': ++ Total number of text units found = 11 ++ Finds in 3 documents out of 12 online documents, = 25%. ++ The online documents with finds have a total of 359 text units, so text units found in these documents = 3.1%. ++ The selected online documents have a total of 1363 text units, so text units found in these documents = 0.81%. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ PROJECT: Analisis de resultados, User rafael, 5:04 pm, Mar 8, 2007.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Text search for 'malón' +++ Searching document 1... +++ Searching document 10... +++ Searching document 11... MALóN era. Ellos andaban con lanzas, con boleadores, arreglaban piedras 13 +++ 1 text unit out of 263, = 0.38% +++ Searching document 12... +++ Searching document 2... +++ Searching document 3... +++ Searching document 4... Don Sabino Salazar: "Me contaba mi padre que el MALóN 9 avisaba que iba a llegar el MALóN, la gente corría y dejaba abandonado el 11 Sabino Salazar: "Me contaba mi padre que el MALóN llegó hasta 22

321 iba a llegar el MALóN, la gente corría y dejaba abandonado el campo 24 Sabino Salazar: "Me contaba mi padre que el MALóN llegó hasta 27 iba a llegar el MALóN, la gente corría y dejaba abandonado el campo 29 À Don Sabino Salazar: "Me contaba mi padre que el MALóN llegó 32 avisaba que iba a llegar el MALóN, la gente corría y dejaba abandonado el 34 +++ 8 text units out of 51, = 16% +++ Searching document 5... muchos años, cuando estuvo el MALóN, la guerra que venía sobre los 10 ½NR2ÿÿ]"Hace muchos años, cuando estuvo el MALóN, la guerra que venía 30 ¸ÄÌÔÜä`"Hace muchos años, cuando estuvo el MALóN, la guerra que venía 33 *äMi CasaPæ^"Hace muchos años, cuando estuvo el MALóN, la guerra que 37 +++ 4 text units out of 54, = 7.4% +++ Searching document 6... +++ Searching document 7... +++ Searching document 8... +++ Searching document 9...

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Results of text search for 'malón': ++ Total number of text units found = 13 ++ Finds in 3 documents out of 12 online documents, = 25%. ++ The online documents with finds have a total of 368 text units, so text units found in these documents = 3.5%. ++ The selected online documents have a total of 1363 text units, so text units found in these documents = 0.95%. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ PROJECT: Análisis de resultados, User rafael, 5:04 pm, Mar 8, 2007. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Text search for 'aucán' +++ Searching document 1... +++ Searching document 10... pasó, y después como vino el wingka argentino con AUCáN, y acá el chileno 140 +++ 1 text unit out of 546, = 0.18% +++ Searching document 11... +++ Searching document 12... Ella vivía ahí, en Chosmalal. Al correr los años, cuando vino el AUCáN, 19 conversaba, mi abuelo, mis tíos, conversaban de eso. Bueno, el AUCáN 28 tener más, ahí nació el AUCáN. Y el aucán siguió aquí….Nosotros estamos 31 en guerra, el AUCáN no se ha terminado, nosotros estamos en aucán vivo. 32 El AUCáN no se ha terminado para nosotros. Para los pewenche y los 33 mapuche, en el origen, el AUCáN no se ha terminado….Según dicen, vino de 34 El AUCáN entró por Guayalí, llegó a Caviahue, de Caviahue a Pucón Mahuida 47 +++ 7 text units out of 83, = 8.4% +++ Searching document 2... +++ Searching document 3... "Venía el AUCáN [guerra de persecución] corriendo a lo 9

322 gente, con abusos, matando a la gente. El AUCáN decían que llegó hasta 10 Cauñicú hasta ahí llegó. El AUCáN es la guerra, que está matando a la 11 que llegó el AUCáN y de ahí volvió para atrás otra vez. 13 À2ÿÿ\"Venía el AUCáN [guerra de persecución] corriendo a lo gente, con 29 ¸ÄÌÔÜä`"Venía el AUCáN [guerra de persecución] corriendo a lo gente, con 32 À )äMi Casavæ]"Venía el AUCáN [guerra de persecución] corriendo a lo 35 +++ 7 text units out of 52, = 13% +++ Searching document 4... +++ Searching document 5... +++ Searching document 6... +++ Searching document 7... +++ Searching document 8... +++ Searching document 9... ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Results of text search for 'aucán': ++ Total number of text units found = 15 ++ Finds in 3 documents out of 12 online documents, = 25%. ++ The online documents with finds have a total of 681 text units, so text units found in these documents = 2.2%. ++ The selected online documents have a total of 1363 text units, so text units found in these documents = 1.1%.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Y ahora,….de su familia, ¿Ninguno perdió la vida en esa guerra? ¿De su [10 : 285 - 285 ] Después de la guerra 10 : 474 - 474 ] Y después, ya cuando la guerra se fue, ya después agarraron su mochila y ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ ON-LINE DOCUMENT: 11 * No Description ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ [11 : 12 - 12 ] aquí y que llegaban hasta cauñicú. “Malong” se decía. No era guerra, [11 : 29 - 29 ] juntaron, hicieron guerra. Juntarón y a lanzazo, con todo peleaban, con [11 : 48 - 48 ] mal, y como no iban a estar asustado, andaban de la guerra. Ahí tenían, [11 : 62 - 62 ] Por los mismos caballeros que estaban después del auca, la guerra? [11 : 66 - 66 ] ¿Y la Guerra auca aquí llegó hasta donde? [11 : 135 - 135 ] Claro, de mucho antes…Cuando nos llevaron para esa guerra, aquí estábamos [11 : 137 - 137 ] ¿No era entonces una guerra, como antes, entonces habían relaciones de

323 [11 : 157 - 157 ] Volviendo al tema del auca, UD. sabe como fue la guerra acá, fue a [11 : 197 - 197 ] Existe cementerio desde tiempos de la guerra? ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ ON-LINE DOCUMENT: 12 * No Description ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ [12 : 32 - 32 ] en guerra, el aucán no se ha terminado, nosotros estamos en aucán vivo. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ ON-LINE DOCUMENT: 3 * No Description +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ [3 : 11 - 11 ] Cauñicú hasta ahí llegó. El Aucán es la guerra, que está matando a la ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ ON-LINE DOCUMENT: 5 * No Description

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ ++++++++++++++ [5 : 10 - 10 ] muchos años, cuando estuvo el malón, la guerra que venía sobre los ... [5 : 30 - 30 ] ½NR2ÿÿ]"Hace muchos años, cuando estuvo el malón, la guerra que venía ... [5 : 33 - 33 ] ¸ÄÌÔÜä`"Hace muchos años, cuando estuvo el malón, la guerra que venía ... [5 : 37 - 37 ] À*äMi CasaPæ^"Hace muchos años, cuando estuvo el malón, la guerra que PROJECT: Análisis de resultados, User rafael, 5:07 pm, Mar 8, 2007. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Text search for 'mataron' +++ Searching document 1... +++ Searching document 10... de joder, a la final, igual, lo jodieron, los MATARON, y aquí también…el 270 guindos igual. Y esos que lo MATARON más hacia la cordillera, esos 458 +++ 2 text units out of 546, = 0.37% +++ Searching document 11... MATARON. Uuuh, harta gente mataron. El general ese, el Duguñan Gallina lo 33 +++ 1 text unit out of 263, = 0.38% +++ Searching document 12... van a encontrar. Y en Choele choel MATARON al cacique principal, en la 39

324 +++ 1 text unit out of 83, = 1.2% +++ Searching document 2... +++ Searching document 3... lo vinieron a matar. Lo MATARON a él. Uno de los dos hijos, el más 15 +++ 1 text unit out of 52, = 1.9% +++ Searching document 4... +++ Searching document 5... +++ Searching document 6... +++ Searching document 7... +++ Searching document 8... +++ Searching document 9...

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Results of text search for 'mataron': ++ Total number of text units found = 5 ++ Finds in 4 documents out of 12 online documents, = 33%. ++ The online documents with finds have a total of 944 text units, so text units found in these documents = 0.53%. ++ The selected online documents have a total of 1363 text units, so text units found in these documents = 0.37%. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

6.1.2 Análisis de nodos de cartas militares

En este análisis de datos de las cartas militares, se argumentó por una línea de marcadores propios de un estado de guerra. Estos nodos comprueban el tipo de encuentro entre los pewenche de la zona. La base de estas fuentes son los archivos militares del Archivo Nacional de Santiago, de los Archivo Santa María oficios 1040, 1125, 747, 956 y 1045.

QSR N6 Full version, revision 6.0. PROJECT: cartas militares, User rafael bastias, 4:40 pm, Mar 8, 2007. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Text search for 'drouilly' +++ Searching document Ca80121... que se encuentran mas al norte.-= El teniente Coronel Don Martín DROUILLY 39 Agregaba el comandante DROUILLY que se ocupará en recoger estos animales 48 avio del Comandante DROUILLY, mandé una comición a Lonquimai para 55 Martín DROUILLY en una nota oficial.-= Hasta ahora, he esplicado a Ud. 73 +++ 4 text units out of 154, = 2.6% +++ Searching document Ca80161... dispone que los fuertes establecidos por el Sr. DROUILLY en su última 13

325 Mas habiendo hablado ayer con el sr. Comandante DROUILLY que conoce 19 +++ 2 text units out of 103, = 1.9% +++ Searching document Ca801a1... +++ Searching document Ca801e1... entregado al comandante DROUILLY con las indiadas qie le obedecen; pues 44 que el comandante DROUILLY había tomado las medidas necesarias para 47 +++ 2 text units out of 110, = 1.8% +++ Searching document Ca84021... División, Teniente Coronel Don Martín DROUILLY. 95 +++ 1 text unit out of 204, = 0.49% +++ Searching document Ca84061... +++ Searching document Ca840a1... DROUILLY, quien por su esperiencia i el conocimiento especial de aquellas 15 +++ 1 text unit out of 50, = 2.0% +++ Searching document Ca840e1... +++ Searching document Ca84121... Martín DROUILLY. 28 +++ 1 text unit out of 58, = 1.7% +++ Searching document Ca84161... Martín DROUILLY. 419 +++ 1 text unit out of 465, = 0.22% +++ Searching document Ca841a1... +++ Searching document Ca841e1... Martín DROUILLY, inspector jeneral de colonias, un contrato por cien mil 11 europa. El sr. DROUILLY ha señalado al que suscribe para la colocación de 13 Martín DROUILLY. 47 +++ 3 text units out of 81, = 3.7% +++ Searching document Ca88021... +++ Searching document Ca88061... +++ Searching document Ca880a1... +++ Searching document Ca880e1... +++ Searching document Ca8c021... M. DROUILLY 23 +++ 1 text unit out of 55, = 1.8% +++ Searching document Ca8c061... Martín DROUILLY. 20 +++ 1 text unit out of 51, = 2.0% +++ Searching document Ca8c0a1... +++ Searching document Ca8c0e1... Martín DROUILLY 55 +++ 1 text unit out of 92, = 1.1% +++ Searching document Ca90121... +++ Searching document Ca901a1... Don M. DROUILLY en su última espedición quedando dichos fuertes bajo la 14 +++ 1 text unit out of 66, = 1.5% +++ Searching document Ca901e1...

326 establecidos por el Sr. Comandante DROUILLY, quedando por consiguente 13 +++ 1 text unit out of 54, = 1.9% +++ Searching document Ca94021... +++ Searching document Ca940a1... +++ Searching document Ca940e1... +++ Searching document Ca98021... que manda el Comandante Sr. Martín DROUILLY. Por ella verá Ud. que dicho 12 que iguales instrucciones no se hayan dado al sr. Comandante DROUILLY, 18 Sr. DROUILLY, ni tampoco conocer los límites que se le hayan fijado para 24 estrañeza que el Sr. Comandante DROUILLY que a mi juicio, mucho más allá 34 +++ 4 text units out of 84, = 4.8% +++ Searching document Ca980a1... +++ Searching document Ca980e1... +++ Searching document Ca9c021... +++ Searching document Ca9c0a1... +++ Searching document Ca9c0e1... +++ Searching document Carta11... Martín DROUILLY 18 +++ 1 text unit out of 47, = 2.1% +++ Searching document Carta12... +++ Searching document Carta13... +++ Searching document Carta14... +++ Searching document Carta21... +++ Searching document Carta22... +++ Searching document Carta23... +++ Searching document Carta24... unformó la espedicion DROUILLY. 19 +++ 1 text unit out of 59, = 1.7% +++ Searching document Carta31... +++ Searching document Carta32... espedicionaria a las cordilleras, teniente Coronel Martín DROUILLY he 13 +++ 1 text unit out of 71, = 1.4% +++ Searching document Carta33... órdenes que me dice tiene Ud. del señor Coronel DROUILLY para establecer 15 las instrucciones dadas al Señor DROUILLY, quien no han podido 20 segundo comandante de la divición del señor DROUILLY 26 +++ 3 text units out of 28767, = 0.01% +++ Searching document Carta34... Alonso de Tori H. con una comunicación del Sr. Comandante DROUILLY, que 12 que indica el Sr. DROUILLY, esta situado en la función de varios caminos 20 +++ 2 text units out of 57, = 3.5% +++ Searching document Carta41... +++ Searching document Carta42... Comandante DROUILLY en nota 17 del presente bajo el Numero 32 me dice lo 13 cordilleras de la Araucanía don Martín DROUILLY de cuyo jefe el 71 +++ 2 text units out of 122, = 1.6%

327 +++ Searching document Carta43... Araucanía don Martín DROUILLY. 43 Martín DROUILLY 46 +++ 2 text units out of 79, = 2.5% +++ Searching document Carta44... Martín DROUILLY. 40 +++ 1 text unit out of 74, = 1.4% +++ Searching document Carta51... Martín DROUILLY la cantidad de novecientos setenta i cuatro pesos que que 12 +++ 1 text unit out of 47, = 2.1% +++ Searching document Carta52... +++ Searching document Carta53... +++ Searching document Carta54... +++ Searching document Carta61... +++ Searching document Carta71... +++ Searching document Carta81... +++ Searching document Carta91...

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Results of text search for 'drouilly': ++ Total number of text units found = 38 ++ Finds in 23 documents out of 56 online documents, = 41%. ++ The online documents with finds have a total of 30950 text units, so text units found in these documents = 0.12%. ++ The selected online documents have a total of 116331 text units, so text units found in these documents = 0.03%. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ QSR N6 Full version, revision 6.0. PROJECT: cartas militares, User rafael bastias, 4:44 pm, Mar 8, 2007. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Text search for 'fuerte' +++ Searching document Ca80121... recaudar las mulas ahí recojidas por el jefe de ese FUERTE me constestó 56 +++ 1 text unit out of 154, = 0.65% +++ Searching document Ca80161... del FUERTE Lincura dependiente de dicha plaza relevando las fuerzas 39 +++ 1 text unit out of 103, = 0.97% +++ Searching document Ca801a1... Cuando en los primeros dias del mes de marzo próximo pasado fue al FUERTE 12 FUERTE mas inmediato haciendole conocer mi presencia en aquel lugar i el 20 +++ 2 text units out of 75, = 2.7% +++ Searching document Ca801e1... Sr. Comandante del FUERTE Codihúe 10 nuevo FUERTE en protección del de Llaima que está seis leguas mas al 14 FUERTE a otras cinco leguas mas al interior de la cordillera, en un lugar 18 asilado en nuestro territorio.-=Al vicitar el FUERTE de Llaima supe por 26

328 indios vayan a ese FUERTE ó algún otro, llevando articulos de comercio, o 53 +++ 5 text units out of 110, = 4.5% +++ Searching document Ca84021... sufre el incendio ocurrido en el FUERTE de Lincura i que motiva el 16 víveres, ya se le enviarón a este FUERTE, enm toda la línea, escaseará la 31 su tropa, dice que en el FUERTE de Lonquimay se ha construído un cuartel 51 mui buena idea, de este FUERTE i creer que estamos mui comodamente 57 fuego del FUERTE de Lincura. 81 FUERTE de Lincura 106 cuartel del FUERTE de Lincura. 108 arriba indicado i la rapidez con que se propagó el ser este FUERTE como 131 +++ 8 text units out of 204, = 3.9% +++ Searching document Ca84061... varificó el incendio en uno de los edificios del FUERTE Liucura, tienendo 12 +++ 1 text unit out of 50, = 2.0% +++ Searching document Ca840a1... +++ Searching document Ca840e1... +++ Searching document Ca84121... +++ Searching document Ca84161... El dia 27 fue dedicado a determinar la situación del FUERTE que debía ser 165 que se retirase con su jente al amparo del FUERTE Nitrito o que se 195 valle de “Llaima”, estableciera allí un FUERTE i se pusiera en 206 un FUERTE en “Liucura” a inmediaciones del de “Lonquimay” i bajo la 218 Por lo demas, los pobladores pidierón al Mayor estableciese un FUERTE lo 231 El FUERTE se estableció al pié del volcan de Llaima en la orilla del rio 234 bajar al lado de Chile i a dedicarse a la construcción de un FUERTE en a 262 acompañaron al Estado Mayor hasta el FUERTE mientras que la tropa segura 280 El primero i dos de febrero se inspeccionaba el FUERTE i sus alrrededores 282 El comndante en su última nota comunicaba haber mandado al FUERTE 367 Componer el camino al FUERTE de Cura-Cautín que conduce a Lonquimay para 384 +++ 11 text units out of 465, = 2.4% +++ Searching document Ca841a1... El comandante del FUERTE Cunco en nota 7 del presente nº 10 me dice lo 11 Los caciques Rumay i Namuncura han traido sus hijos a este FUERTE 13 +++ 2 text units out of 64, = 3.1% +++ Searching document Ca841e1... la máquina acerradora, los bosques cercanos al FUERTE quillem, que se 14 FUERTE de Quillem existe un destacamento de cincuenta hombres que en la 24 +++ 2 text units out of 81, = 2.5% +++ Searching document Ca88021... +++ Searching document Ca88061... +++ Searching document Ca880a1... había prestado el Comandante del FUERTE i despedasaron una carreta. 17 limitando sus instrucciones ha ido á entallar aclamar al FUERTE arjentino 27 ordenado al comandante del FUERTE que lo mantenga arrestado mientras que 43

329 +++ 3 text units out of 89, = 3.4% +++ Searching document Ca880e1... sobre las instrucsiones recibidas llegó hasta el FUERTE arjentino 23 morador del FUERTE de “Lincura”; en su tropa no trae novedad alguna. 34 orden del comandante del FUERTE “Lincura”, salió con once hombres en 42 había venido hasta un FUERTE llamado “Lanco” llevandose de allí una gunta 44 que fueron recogidos de un indio vecino del FUERTE. Que llegados al lugar 46 +++ 5 text units out of 78, = 6.4% +++ Searching document Ca8c021... +++ Searching document Ca8c061... FUERTE Santa Maria, febrero 10/1883 11 +++ 1 text unit out of 51, = 2.0% +++ Searching document Ca8c0a1... Ud. que he determinado el establecimiento de un FUERTE en Paillín, unico 19 Debo tambien hacer prsente a Ud. que, con el fin de construir el FUERTE 35 +++ 2 text units out of 76, = 2.6% +++ Searching document Ca8c0e1... +++ Searching document Ca90121... Con esta misma fecha se ha opinado al comandante del FUERTE Llaima para 14 +++ 1 text unit out of 48, = 2.1% +++ Searching document Ca901a1... G. Urrutia.= Al comandante del FUERTE de Lonquimai don Pascual Cid. 29 +++ 1 text unit out of 66, = 1.5% +++ Searching document Ca901e1... +++ Searching document Ca94021... +++ Searching document Ca940a1... +++ Searching document Ca940e1... +++ Searching document Ca98021... jefe manifiesta que, fundando un FUERTE en aquel lugar, cumple órdenes de 13 especialmente ése punto para establecer un FUERTE, i como es de esponer 17 de un nuevo FUERTE que cuidase por completo nustras tribus de los 44 +++ 3 text units out of 84, = 3.6% +++ Searching document Ca980a1... por el Norte del Rio Limay y del FUERTE 4ta división faldeando la 21 +++ 1 text unit out of 28872, = 0.00% +++ Searching document Ca980e1... +++ Searching document Ca9c021... +++ Searching document Ca9c0a1... +++ Searching document Ca9c0e1... +++ Searching document Carta11... +++ Searching document Carta12... Gaete i que recide en el FUERTE de Victoria, i del corneta del mismo 20 +++ 1 text unit out of 76, = 1.3% +++ Searching document Carta13... que pertenecen al 9º de linea destacados en el FUERTE de Cunco que dista 28 Victoria i distante del mismo FUERTE 72 kilómetros i el corneta Enrique 30

330 +++ 2 text units out of 27157, = 0.01% +++ Searching document Carta14... +++ Searching document Carta21... +++ Searching document Carta22... +++ Searching document Carta23... +++ Searching document Carta24... +++ Searching document Carta31... +++ Searching document Carta32... i fundando un FUERTE en la marjen norte del río Llaima, dandole el nombre 15 de Santa María.- El FUERTE donde este se ha colocado corta las 16 fuerzas suficientes para que ocupen el espresado FUERTE, pues los víveres 22 +++ 3 text units out of 71, = 4.2% +++ Searching document Carta33... FUERTE en ese lugar el cual indispensablemente está dentro de los limites 16 +++ 1 text unit out of 28767, = 0.00% +++ Searching document Carta34... +++ Searching document Carta41... +++ Searching document Carta42... El comandante del FUERTE Lonquimay, perteneciente a la divición del Sr. 12 “El comandante del FUERTE Liuncura con fecha de hoy me dice lo siguente: 15 Doi cuanta a Ud. que anoche como a las 1 de la mañana llegó a este FUERTE 16 sus deberes busquen la represalia, sabiendo este que en este FUERTE 64 tengo en el estado en que se encuentra el FUERTE de Liucura i del 74 la tomado dicho FUERTE de Lincura. 79 +++ 6 text units out of 122, = 4.9% +++ Searching document Carta43... +++ Searching document Carta44... +++ Searching document Carta51... guarnición del FUERTE de Nitrito, según autorización de fecha 20 de 14 +++ 1 text unit out of 47, = 2.1% +++ Searching document Carta52... Al señor capitán jefe del FUERTE Llaima.= Mi estimado capitán: Hoy he 10 +++ 1 text unit out of 55, = 1.8% +++ Searching document Carta53... +++ Searching document Carta54... El comandante del FUERTE de Villa Rica ccon fecha 1º del presente en nota 11 “El comandante del FUERTE de Palquín en nota nº 6 de fecha 23 del pp. Me 13 “Los indios vivientes en las inmediaciones de este FUERTE me han 15 distante como seis leguas de este FUERTE. 18 arjentinos, pues en este FUERTE no existía de ninguna especie.- Dios guie 23 +++ 5 text units out of 75, = 6.7% +++ Searching document Carta61... +++ Searching document Carta71... +++ Searching document Carta81... +++ Searching document Carta91... indijenas, cometido a fines de 1882, cerca al FUERTE de Lolco. 18

331 +++ 1 text unit out of 76, = 1.3% ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Results of text search for 'fuerte': ++ Total number of text units found = 71 ++ Finds in 26 documents out of 56 online documents, = 46%. ++ The online documents with finds have a total of 87116 text units, so text units found in these documents = 0.08%. ++ The selected online documents have a total of 116331 text units, so text units found in these documents = 0.06%. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

6.1.3 Análisis cruzado y transversal de fuentes militares y etnograficas

Para este tratamiento, se conjugaron nodalmente estas dos muestras, para establecer sincronías y coherencias interculturales. Estas obedecen a códigos convencionales para entender diferentes aspectos de la ocupación en el Alto Biobío. Este producto, evaluará las perspectivas endógenas comparadas, como una visión general del fenómeno estudiado.

QSR N6 Full version, revision 6.0. PROJECT: trasversal, User rafael bastias, 12:31 pm, Mar 10, 2007. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Text search for 'guerra' +++ Searching document 1... +++ Searching document 10... Y ahora,….de su familia, ¿Ninguno perdió la vida en esa GUERRA? ¿De su 282 Después de la GUERRA 285 Y después, ya cuando la GUERRA se fue, ya después agarraron su mochila y 474 +++ 3 text units out of 546, = 0.55% +++ Searching document 11... aquí y que llegaban hasta cauñicú. “Malong” se decía. No era GUERRA, 12 juntaron, hicieron GUERRA. Juntarón y a lanzazo, con todo peleaban, con 29 mal, y como no iban a estar asustado, andaban de la GUERRA. Ahí tenían, 48 Por los mismos caballeros que estaban después del auca, la GUERRA? 62 ¿Y la GUERRA auca aquí llegó hasta donde? 66 Claro, de mucho antes…Cuando nos llevaron para esa GUERRA, aquí estábamos 135 ¿No era entonces una GUERRA, como antes, entonces habían relaciones de 137 Volviendo al tema del auca, UD. sabe como fue la GUERRA acá, fue a 157 Existe cementerio desde tiempos de la GUERRA? 197 +++ 9 text units out of 263, = 3.4% +++ Searching document 12... en GUERRA, el aucán no se ha terminado, nosotros estamos en aucán vivo. 32 +++ 1 text unit out of 83, = 1.2% +++ Searching document 2... ++ Searching document 3...

332 Cauñicú hasta ahí llegó. El Aucán es la GUERRA, que está matando a la 11 +++ 1 text unit out of 52, = 1.9% +++ Searching document 4... +++ Searching document 5... muchos años, cuando estuvo el malón, la GUERRA que venía sobre los 10 ½NR2ÿÿ]"Hace muchos años, cuando estuvo el malón, la GUERRA que venía 30 ¸ÄÌÔÜä`"Hace muchos años, cuando estuvo el malón, la GUERRA que venía 33 À*äMi CasaPæ^"Hace muchos años, cuando estuvo el malón, la GUERRA que 37 +++ 4 text units out of 54, = 7.4% +++ Searching document 6... +++ Searching document 7... +++ Searching document 8... +++ Searching document 9... +++ Searching document Ca74021... Con los informes que se acompañan, vista al sr. Auditor de GUERRA a fin 52 Conformándome con el dicatmen del Auditor de GUERRA, remítase estos 87 Para el señor Auditor de GUERRA de la provincia, a fin de que se digne 102 del señor auditor de GUERRA del Ejercito del Sur, ha comunicado a Ud. 112 Su señoría se ha servido pedir dictamen al Auditor de GUERRA de esta 122 pero solo califica la legalidad del decreto El Audtor de GUERRA que 157 2º.- Que los Auditores de GUERRA al examinar los procesos para dictaminar 170 invovcando por el Auditor de GUERRA de Angol: 1º pòr que son especiales 195 Las practicas invocadas por el Auditor de GUERRA del Ejercito del Sur i 204 +++ 9 text units out of 27157, = 0.03% +++ Searching document Ca74061... en que estuvo cuarenta dias sobre las armas con motivo de la GUERRA 17 felizmente la GUERRA en que el pais de en contra comprometido, podria 22 +++ 2 text units out of 27371, = 0.01% +++ Searching document Ca740e1... +++ Searching document Ca80121... +++ Searching document Ca80161... ministro de la GUERRA con fecha 20 del actual me dice lo que copio 31 +++ 1 text unit out of 103, = 0.97% +++ Searching document Ca801e1... +++ Searching document Ca84021... “En la memoria de GUERRA del año ochenat i tres, el jefe del escuadron 49 Al Señor Ministro de la GUERRA 104 +++ 2 text units out of 204, = 0.98% +++ Searching document Ca840a1... Sr. Ministro de la GUERRA 21 +++ 1 text unit out of 50, = 2.0% +++ Searching document Ca840e1... Al Señor Ministro de la GUERRA. 52 +++ 1 text unit out of 83, = 1.2% +++ Searching document Ca84121... Departamento de la GUERRA. 16

333 +++ 1 text unit out of 58, = 1.7% +++ Searching document Ca84161... además con esa ocupación la cesasion del estado de GUERRA entre los 15 autorización ni pudiendo por si sola hacer acto de GUERRA se resolvió a 261 Este documento es el último de la memoria de GUERRA. Debe armarse con la 421 +++ 3 text units out of 465, = 0.65% +++ Searching document Ca841e1... +++ Searching document Ca88021... Sr. Ministro de la GUERRA. 30 +++ 1 text unit out of 62, = 1.6% +++ Searching document Ca88061... B.Urrutia Sr. Ministro de la GUERRA. 36 +++ 1 text unit out of 67, = 1.5% +++ Searching document Ca880e1... +++ Searching document Ca8c021... +++ Searching document Ca8c061... +++ Searching document Ca8c0e1... que venian de rio negro después de muchos meses de GUERRA trayendo un 31 orijenes del Toltén, ordena definitivamente el estado de GUERRA en estas 40 +++ 2 text units out of 92, = 2.2% +++ Searching document Ca90121... +++ Searching document Ca901a1... Por el ministerio de la GUERRA con fecha 20 del presente bajo el nº 283 11 +++ 1 text unit out of 66, = 1.5% +++ Searching document Ca901e1... Sr. Ministro de la GUERRA 25 +++ 1 text unit out of 54, = 1.9% +++ Searching document Ca92f61... Sr. Ministro de la GUERRA 19 +++ 1 text unit out of 49, = 2.0% +++ Searching document Ca96f61... +++ Searching document Ca98021... Señor ministro de la GUERRA 56 +++ 1 text unit out of 84, = 1.2% ++ Searching document Ca980a1... +++ Searching document Ca980e1... concretamos á hacerles una GUERRA continua i activa al fin de 17 +++ 1 text unit out of 88, = 1.1% +++ Searching document Ca9af61... +++ Searching document Ca9c021... Señor ministro de la GUERRA 21 +++ 1 text unit out of 50, = 2.0% +++ Searching document Ca9c0a1... Sr. Ministro de la GUERRA. 23 +++ 1 text unit out of 53, = 1.9% +++ Searching document Ca9c0e1...

334 +++ Searching document Ca9ee61... Señor Ministro de la GUERRA 19 +++ 1 text unit out of 47, = 2.1% +++ Searching document Ca9ef61... +++ Searching document Carta11... +++ Searching document Carta12... Al Señor Ministro de la GUERRA 18 +++ 1 text unit out of 48, = 2.1% +++ Searching document Carta13... Al señor Ministro de la GUERRA 49 +++ 1 text unit out of 126, = 0.79% +++ Searching document Carta14... Al señor Ministro de la GUERRA 17 +++ 1 text unit out of 45, = 2.2% +++ Searching document Carta21... Al Señor Ministro de la GUERRA 17 +++ 1 text unit out of 45, = 2.2% +++ Searching document Carta22... Al Señor Ministro de la GUERRA. 31 +++ 1 text unit out of 61, = 1.6% +++ Searching document Carta23... Al Ministro de la GUERRA 29 +++ 1 text unit out of 59, = 1.7% +++ Searching document Carta24... +++ Searching document Carta31... +++ Searching document Carta32... de mi juridicción; i tn es así que el señor Ministro de la GUERRA en las 17 +++ 1 text unit out of 28767, = 0.00% +++ Searching document Carta33... Señor Ministro de la GUERRA. 27 +++ 1 text unit out of 57, = 1.8% +++ Searching document Carta34... +++ Searching document Carta41... Señor Ministro de la GUERRA. 87 +++ 1 text unit out of 122, = 0.82% +++ Searching document Carta42... Al Sr. Ministro de la GUERRA 47 +++ 1 text unit out of 79, = 1.3% ++ Searching document Carta43... +++ Searching document Carta44... Al señor ministro de la GUERRA. 44 +++ 1 text unit out of 75, = 1.3% +++ Searching document Carta51... +++ Searching document Carta52... +++ Searching document Carta53... +++ Searching document Carta54...

335 +++ Searching document Carta61... +++ Searching document Carta71... +++ Searching document Carta81... Sr. Ministro de la GUERRA 16 +++ 1 text unit out of 45, = 2.2% +++ Searching document Carta91... dictamen del auditor de GUERRA del Ejército del sur, capitán D. Miguel A. 22 Al Señor Ministro de la GUERRA 41 +++ 2 text units out of 76, = 2.6% +++ Searching document Entrev2... aquí y que llegaban hasta cauñicú. “Malong” se decía. No era GUERRA, 12 juntaron, hicieron GUERRA. Juntarón y a lanzazo, con todo peleaban, con 29 mal, y como no iban a estar asustado, andaban de la GUERRA. Ahí tenían, 48 Por los mismos caballeros que estaban después del auca, la GUERRA? 62 ¿Y la GUERRA auca aquí llegó hasta donde? 66 Claro, de mucho antes…Cuando nos llevaron para esa GUERRA, aquí estábamos 135 ¿No era entonces una GUERRA, como antes, entonces habían relaciones de 137 Volviendo al tema del auca, UD. sabe como fue la GUERRA acá, fue a 157 Existe cementerio desde tiempos de la GUERRA? 197 +++ 9 text units out of 264, = 3.4% +++ Searching document Entrev3... en GUERRA, el aucán no se ha terminado, nosotros estamos en aucán vivo. 32 +++ 1 text unit out of 83, = 1.2% +++ Searching document entrevistas... ahora,….de su familia, ¿Ninguno perdió la vida en esa GUERRA? ¿De su 291 Después de la GUERRA 294 Y después, ya cuando la GUERRA se fue, ya después agarraron su mochila y 483 +++ 3 text units out of 659, = 0.46% ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++ Results of text search for 'guerra': ++ Total number of text units found = 77 ++ Finds in 40 documents out of 71 online documents, = 56%. ++ The online documents with finds have a total of 87812 text units, so text units found in these documents = 0.09%. ++ The selected online documents have a total of 118700 text units, so text units found in these documents = 0.06%. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

6.2 Análisis en terreno mediante peritajes histórico-arqueológicos de la zona

Uno de los objetivos de la presente tésis es confirmar in situ la presencia histórica de fuertes y caminos militares de la época en estudio. Los trabajos de campo en la zona, como diagnostico para futuras parcelaciones del área, han dado resultados

336 positivos. Al ubicar los restos de los fuertes de Nitrito en Alto Biobío, se han encontrado un potencial asentamiento militar cercano a la cancha de aterrizaje de Guallalí, conjeturando por la panorámica del terreno, presumiblemente el fuerte de Nitrito. Se aporta al siguiente trabajo de manera novedosa, un cementerio ancestral en Guallalí, presumiblemente contemporáneo a los hechos acaecidos en el presente informe. Sin embargo, existen restricciones potentes a los trabajos. En Nitrito, la Sucesión Bunster ha provocado severas trabas a los trabajos de campo, al ser estos terrenos propiedad privada. Los problemas de conectividad de dicho. Además en los terrenos preliminares se pudo constatar algunos asentamientos regulares, en la zona del Cajón del Trapatrapa, lo que presumiblemente se estaría hablando del antiguo fortín declarado en los partes de guerra de fines de 1883. Se expondrán solo las condiciones preliminares del asentamiento, hasta complementar con una futura parcelación del lugar.

Fig 21. Posible asentamiento, en la zona cercana entre Guallalí y Contraco. Los movimientos de Tierra poco usuales en la zona, y el relato de algunos colonos indican una posible vinculación del lugar con los objetivos del estudio. Foto del Autor.

337 Fig 22. Detalle de los movimientos de tierra, en el sector Sur occidental de la cancha de aterrizaje de Guallalí. Foto del autor.

Fig 23. Detalle de Nitrito, a trevés de una lancha en pleno río Biobío. En la loma central, existen sospechas del asentamiento del fuerte. (Gentileza, Martín Bunster B.)

338 Fig 24. Panorámica de Nitrito, mostrando la loma donde posiblemente se encuentre el fuerte de Nitrito. (Gentileza, Martín Bunster B.)

339 CONCLUSIONES

Basados en los analisis de fuente, y sometidas estas a una rigurosa crítica, se concluye, en base a los muestreos etnográficos que:

• Los carácteres tradicionales de la cultura mapuche pewenche se desdibujaron tras la irrupción de grupos etnicos diferentes en un contexto natural ecológicamente restringido, lo que pauperizó las condiciones de vida del grupo mapuche pewenche.

Este punto es comprobado por Casamiquela, y por los datos etnográficos entregados en Alto Biobío, donde la cantidad de contactos pampeanos de las poblaciones de alto Biobío, progresaron obstenciblemente a mediados del siglo XIX, hasta comparecer en estos parajes un Melting Pot étnico, producto de las avanzadas de Rosas y Alsina. En los mapas aportados por el autor, se establecen los movimientos de las poblaciones pampeanas y patagonicas, incorporporando y aculturizando los nuevos patrones émicos a la localía cordillerana. Mapa 8. Mapa de migraciones forzadas durante la invasión militar. Según Casamiquela, 1954.

• Los análisis de fuentes etnográficas y el muestreo de los nodos como marcadores de la memoria histórica, confirman que el proceso de pacificación de la Araucanía, y la Guerra del desierto, produjo la aniquilación del espacio libre pewenche.

Results of text search for 'malón': Total number of text units found = 13 340 Finds in 3 documents out of 12 online documents, = 25%. The online documents with finds have a total of 368 text units, so text units found in these documents = 3.5%. The selected online documents have a total of 1363 text units, so text units found in these documents = 0.95%. Results of text search for 'aucán': Total number of text units found = 15 Finds in 3 documents out of 12 online documents, = 25%. The online documents with finds have a total of 681 text units, so text units found in these documents = 2.2%. The selected online documents have a total of 1363 text units, so text units found in these documents = 1.1%. Results of text search for 'mataron': Total number of text units found = 5 Finds in 4 documents out of 12 online documents, = 33%. The online documents with finds have a total of 944 text units, so text units found in these documents = 0.53%. The selected online documents have a total of 1363 text units, so text units found in these documents = 0.37%.

Dichos resultados, basado en el software NUD*IST detecta presencia de marcadores émicos sensibles a la propuesta hipotética, lo que confirma que existío una gran campaña, y donde además, por los metodos de la entrevista etnográfica, y la observación participante, pesquizar resentimiento por los abusos a los derechos fundamentales del pueblo pewenche. Se instaura una fundación basado en el exódo, con un mesianismo de volver al antiguo sistema preocupacional.

• Los análisis de partes de Guerra de ambas repúblicas, confirman la presencia de las entidades Mapuche Pewenche, como obstáculos frente a un discurso positivista que tendía a la invasión y exterminación cultural pewenche. Results of text search for 'drouilly': Total number of text units found = 38 Finds in 23 documents out of 56 online documents, = 41%. The online documents with finds have a total of 30950 text units, so text units found in these documents = 0.12%. The selected online documents have a total of 116331 text units, so text units found in these documents = 0.03%. Results of text search for 'guerra': Total number of text units found = 77 Finds in 40 documents out of 71 online documents, = 56%.

341 The online documents with finds have a total of 87812 text units, so text units found in these documents = 0.09%. The selected online documents have a total of 118700 text units, so text units found in these documents = 0.06%.

En el análisis cualitiativo internodal, se identificaron tres marcadores sensibles a la contingencia histórica, dando resultados positivos, a los hechos y la concordancia con el relato étnico. De ello, los marcadores registraron fuerte presencia de palabras de actitud bélica. El discurso, apoyado en aspectos semioticos, convoca la presencia de guerra, siendo esta la que es recordada en Alto Biobío. Se comprueba que las campañas tuvieron el carácter de cruzada, frente a las minorías etnicas del Alto Biobío.

• Los análisis en terreno, permitieron corroborar concordancias entre los espacios naturales y su protagonismo en las campañas cordilleranas. Estas sin embargo, han sido diferenciadas en su posición respecto al nivel del agua, con las cotas que la represa pangue impone a la confluencia del Lomín y el Biobío.

Los diferentes terrenos comprobaron que los espacios naturales en el Alto Biobío, evidencian rastros materiales y geograficos de las llamadas campañas a la cordillera. La ubicación de fuertes cordilleranos, y de asentamientos esporadicos en los sectores de refugio en las cuevas o en los interiores del Trapatrapa, argumentan que los espacios militares fueron ocupados por el nuevo regímen de propiedad privada en Alto Biobío.

La hipoteis inicial de este trabajo, Las campañas militares del Alto Biobío, condujerón a la conformación de una unidad heterogénea integrado en un grupo mapuche – pewenche, entidad madurada posterior a la ocupación militar en Alto Biobío, y que produjo el colapso de una sociedad fronteriza tradicional pewenche es verificada como comprobada, basado en los tópicos anteriormente analisados. Se aporta el campo de la etnohistoria, el análisis de fuentes de coherencia historico-historizante, sometidos ambos a una crítica interna y externa paralela,

342 fortaleciendo bajo un prísma mas holístico al tema a tratar. Se aportan datos etnograficos, como también se incorpora un panorama natural más serio al ambito de estudio etnografico. Existe una metodología objetiva, mediante un software de proceamiento de datos, que permite una parcialidad en la crítica, permitiendo que la subjetividad del historiador pase a segundo plano. Se pretende complementar la labor etnohistorica con terreno contextual, profundizando detalles e indagando potenciales parcelamientos históricos. Se pretende que con este estudio, sirva de base para futuras investigaciones relacionadas con este pueblo.

343 BIBLIOGRAFÍA

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356 ANEXOS

357 ANEXO 1 CARTAS DEL MINISTERIO DE GUERRA

Editado por el autor en base a los libros del Ministerio de Guerra de la Colección Vicuña Mackenna de la sección Archivos Nacionales de Santiago, oficios 1040-1125- 747-956-1045. Extractos.

Nº 1 Los Ánjeles, Diciembre 2 de 1882 Señor ministro El teniente, don Emilio Tejeda, va en comisión a ésa con el objeto de traer seis monturas completas i seís capotes de caballería para los oficiales que recientemente han venido a manifestarme a esta división. La premura del tiempo ha impedido a algunos de estos oficiales, proverse de estos artículos que les son indispensables. Dios gde a M.S Martín Drouilly Señor Ministro de la Guerra

Nº 43 Los Anjeles, julio 2 de 1883 Sr. Ministro La tenecia de ministros de esta ciudad, Nacimiento i Mulchén no pagan sueldo a ningún oficial como ni tampoco abonan asignación alguna en conformidad a la lei de 1879. Lo digo a Ud. En constatación a un telegrama de fecha 16 del mes. Ppdo. Dios guie a Ud. S. Soto Aguilar. Sr. Ministro de la Guerra

Duplicado Los Anjeles, Febrero 8 de 1884 Señor Ministro El tesorero fiscal de este departamento en nota N º31 de fecha de ayer, me dice lo que sigue: “El inciso 8º del art. 12 del reglamento de 2 de julio de 1883, dispuso que el tesorero fiscal deberá pasar revista de comisario a las fuerzas existentes en el departamento, si no hubiere comisaria especial nombrada con este objeto, formar el ajuste e intervenir en el pago haciendo etc. “En vista de esta disposición i tomando en cuenta que no existe comisaría especial i la existencia de tropas del ejercito a grandes distancias del centro de poblaciones, i más que eso situadas en lugares de difícil acceso, me dirijí al señor Director del tesoro consultando la manera de proceder en semejante caso y exponiendole la serie de dificultades que existían para dar cumplimiento a inciso ja citado. “el Señor Director me contestó con fecha 31 del próximo pasado, ordenándome me ciñera, para el pago a lo previsto por el decreto supremo del 17 del mismo.

358 “El articulo 3 del decreto citado dispone que: Los respectivos tesoreros o los empleados en general delegasen sus funciones, concurrirán el día del pago con los fondos necesarios para pagar a los individuos según el ajuste i distribución firmadas en vista de la revista del mes anterior. “Como Ud. Conoce las distancias a que se encuentran las tropas del ejército situados ultracordillera, i más que todo, conoce las serias dificultades que este procedimiento presentaría en verano, no entro en más detalle sobre el particular. Sin embargo, me veo en el caso de exponer que pasando por todas esas dificultades, existen otras de más trascendencia. “Esta oficina no tiene empleados i por lo tanto para el que suscribe diera cumplimiento a las disposiciones ya citadas, tendría que cerrar la oficina lo menos quince días de cada mes i estos debieran tomarse del principio para poder llegar el 18 al lugar destinado a pasar revista. Además, me vería precisamente a solicitar fuerza armada para seguridad de mi persona i dinero que debería llevar conmigo, también necesitaría llevar carpa, caballos necesarios para el viaje i viveres para mí i para la tropa que me acompañara. Esto por lo que respecta a la época del verano. “En invierno sería bajo todo punto imposible poder llegar al mas cercano de los fuertes porque la nieve habrá cubierto completamente los caminos, los rios que van de crece, no tienen lanchas para pasar de una rivera a otra, por lo tanto se hace imposible atravesarlo. “En vista de las razones expuestas i por el mismo conocimiento que UD. Tiene sobre el particular, me atrevo a solicitar de UD. Se sirva elevar esta nota al ministerio respectivo bajo su patrocinio, o hacer presente lo en ella contenido a fin de salvar esta grave dificultad.” Lo trascribe a UD. Para su conocimiento, permitiéndome manifestar a UD. Que es verdaderamente imposible que el teniente local de este departamento como lo espresa en su nota anterior, pueda dar cumplimiento a las disposiciones del reglamento del 2 de julio de 1883, con vista de las dificultades que se presentan para trasladarse a los fuertes de ultra cordillera guarnecidas por tropas de la expedición al Alto Bio-Bio, con el fin de pasar revista i verificar los pagos, todo lo cual creo influirá en el ánimo de UD. Para que sirva recabar del Supremo Gobierno una resolución sobre este respecto. Dios gie. A UD. T.Soto Aguilar

Duplicado Nº 8 Los Anjeles, Febrero 29 de 1884 El tesorero fiscal de este departamento por nota Nª 59 de fecha 12 del presente mes, me ha reiterado recalo la aprobación Suprema de las cantidades que ha entregado en virtud de órdenes espedidas por esta comandancia general de Armas, cuyos decretos acompaño a UD. En copias autorizadas para los efectos de lo que expresé a UD. En mi nota Nº 48, de 24 de agosto del año último. Estando pendiente la responsabilidad del tesorero fiscal de este departamento respecto a las sumas que ha entregado de órden superior me permito solicitar de UD. Nuevamente se digne recalar del Supremo Gobierno las aprobaciones respectivas de las cantidades consignadas en los decretos que encontrará UD. Adjuntos a la presente nota. Dios gde. A UD. T. Soto Aguilar

359 Copia Los Anjeles, abril 24 de 1883 Nª 96 El teniente de ministros del departamento entregará al comandante don Martín Drouilly la cantidad de novecientos setenta i cuatro pesos que que importan los diez i ocho novillos i dos bueyes comprados para la guarnición del fuerte de Nitrito, según autorización de fecha 20 de noviembre de 1883. Anótese.- Montt A.

Copia Los Anjeles, abril 28 de 1883 Nª 97 Visto el decreto supremo de 18 de junio de 1872 i lo informado por el comandante de la Espedición a que ha servido el Capitan ocurrente don Daniel Rebolledo, páguesele por la tenencia de ministros la cantidad de noventa i nueve pesos sesenta centavos que le corresponde por bagajes a cuatrocientos noventa i ocho quilómentros, i según la autorización Suprema de 20 de noviembre de 1882. Anótese. Montt A.

Nª10 Los Anjeles MARZO 18 DE 1884 Debidamente informada duvuelve nuevamente a UD. mi nota Nº 4 de fecha 17 de febrero último Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan

Nª13 Los Anjeles mayo 15 de 1884 Tengo el honor de remitir a UD. una solicitud de doña Mercedes Cid, viuda del subteniente de Ejercito don Juan de Dios Cid para que si lo tiene abien, se digne recabar del supremo gobierno lo que crea de justicia. Dios Guie a UD. S, Soto Aguilar Sr. Ministro de la Guerra SE PASA AL FISCAL UGARTE ZENTENO 4/84

Nº 27 Los Anjeles, Noviembre 10 de 1884 Sr. Ministro 360 En dos ocaciones distintas se ha dirigido esta comandancia jeneral al señor comandante en jefe del ejercito del sur, coronel D. Gregorio Urrutia, pidiendole que haga comparecer a esta ciudad al sarjento 2º del ex – esccuadron Angol, José del Rosario Gaete, al corneta del mismo cuerpo, Enrique Leiva i a los soldados del Batallón 9º de linea, Eduardo Dias i Victor Briño, cuya declaración necesita con urjencia el fiscal encargado de instruir la causa sobre el asesinato de veinticuatro indijenas, cometido a fines de 1882, cerca al fuerte de Lolco. En ambas ocaciones el referido señor comandante en jefe se ha negado a ordenar la comparesencia de aquellos testigos, i últimamente ha ordenado la formación de un espediente el cual, a captando en todas sus partes el dictamen del auditor de Guerra del Ejército del sur, capitán D. Miguel A. Urrutia, no solo niega la facultad legal con que esta comandancia ha pedido el envio de aquellos, si UD. que aún entra a calificar la legalidad del procedimiento adoptado. La gravedad del proceso en que incida la deposición de los testigos, a que me refuero, los entorpecimientos i dictaciones que esta causa ha sufrido, con motivo de la competencia que le sucitó el señor Comandante de Armas de Angol, i que fue resuelta hace pocos meses, por la Exsma Cote Suprema, i or fin, los nuevos tropiesis que se oponen a esta comandancia jeneral de armas, me obligan a llamar la atención de UD. para que se sirva adoptar las medidas que jusgue prudentes con el objeto de que se haga comparecer a esta ciudad, a los testigos, a que me he referido i no continúe postergandose por mas tiempo el fallo de una causa tan grave como la de que se trata. Adjunto remito a Ud. una cópia autorizada de los antecedentes que motivan la presente nota i en las cuales hallan ud. mérito bastante para adoptar las medidas qie solicito. Dios Gui a Ud. M. Guerrero Bascuñan. Al Señor Ministro de la Guerra Nota resp. Se contestó por telégrafo Nov. El Insp. J. del Ej. Ordenó se traslado a los Anjeles los culpables del G. (Aprox. Transcripción de esta respuesta. N.E)

Comandancia jeneral de armas de los Anjeles Nº 509 Los Anjeles, octubre 21 de 1884 El fiscal en comisión del proceso sobre los asesinatos de Lolco, en nota de fecha de ayer, me dice lo siguente: “ En el proceso que de orden de Ud. estoi tramitando, se hace predisa la declareción del sarjento 2º del ex escuadrón “Angol”, Jose del Rosario Gaete i que recide en el fuerte de Victoria, i del corneta del mismo cuerpo Enrique Leiva que me dicen se encuentra en Angol,- Asi mismo de los soldados del Batallon 9º de linea Eduardo Dias i Victor Briño.” Lo que comunica a Ud. para que si no fuese inconveniente, se sirva recabar de quien corresponda la comparecencia a esta fiscalía de los individuos de mi inferencia”.- Lo trasncriibo a Ud. para su conocimiento i a fin de que, se lo tiene a bien, se sirva disponer la comparecencia a esta ciudad delos individuos a que alude la nota anterior, cuya declaraciónes necesaria para la mejor procuración del procesoen tramitación. Sirvase Ud. ademas otorgarles el corresppondiente pase libre.- Dios guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan Señor Comandante jeneral de Armas de Angol. La copia de la vuelta es fiel de la orijinal, que escribe en el archivo de esta oficina.- Estado mayor jeneral del Ejercito del Sur.- 361 Angol, octubre 20 de 1884. L.L.Lavin.= Vº=nº= Ruminot=

Comandancia jeneral de armas de BioBio Nº 538 Los Anjeles, octubre 28 de 1884. El fiscal encargado del proceso sobre los asesinatos de Lolco en nota de fecha 27 del actual mes dice lo siguente: “He recibido la nota de Ud. fecha 25 del presente con el Nº 252, en la que se sirve transcribirme la constestación que dio el Señor Comandante Jeneral de Armas de Angol, contestando la que pasé a esa Comandancia Jeneral el 20del presente. “He vsito por ella, que el Sr. Comandante Jeneral de Armas de Angol, no le es posible mandar los testigos que he solicitado, por encontrarse los que pertenecen al 9º de linea destacados en el fuerte de Cunco que dista de esa unidad 252 kilómetros, el ex sarjento Gaete a inmediaciones de Victoria i distante del mismo fuerte 72 kilómetros i el corneta Enrique Leiva, que no se sabe el paradero de este individuo. El mismo Señor Comandante Jeneral de Armas juzga a la ves que esta fiscalia debe mandar interrogatorio para que en el lugar de la residencia de cada uno de los individuos ya citados, sean tomadas sus declaraciones. Nada será mas fácil que esto al fiscal que suscribe, si se tratara simplemente de declaraciones, pero hai que identificarlos i aun carearlos con los reos que se encuentran acá, para subsanar este inconveniente i hacer lo que dice el Sr. Comandante Jeneral de Angol, habría necesidad de mandar los reos que se encuentran en esta ciudad en número de once a la de Angol. “Por otra parte, el proceder adoptado por esta fiscalia en los casos actuales, es de uso correcto i admitido en las causas civiles i militares. “En vista de lo que dejo espuesto, i en contestacion a la nota de Ud. ya citada, ruego a Ud. si lo tiene a bien, se sirva insistir ante la autoridad que corresponda en la comparecencia a esta fiscalia de los declarantes de mi influencia”. Lo trascrito a Ud. para su conocimiento i fines consiguientes.- Dios gui a Ud. M. Guerreo Bascuñan.- Sr. Comandante Jeneral de Armas de Angol. Angol, octubre 20 de 1884. Con los informes que se acompañan, vista al sr. Auditor de guerra a fin de que dictamine sobre si este caso el Jeneral puede obligar a comparecer a los Anjeles a individuos que residen fuera de auqel departamento. Anótese.- Urrutia Señor Comandante en Jefe.- El fiscal encargado del proceso sobre los asesinatos de Lolco, ha pedido a Ud. por intermedio de la Comandancia Jeneral de Armas de los Anjeles, la comparecencia de ciertos testigos que residen en este departamento; i a las razones que espuso ud. para no acceder a ello se ha contestado invocando la necesidad que hai de los individuos pedidospara ratificarles i practicar los correspondientes careos.- Le invoca tambien la práctica que existe a ese respecto en las causas civiles i criminalesi lo corecto del medio que se propone. La primera de las razones impusta tiene a mi jucio, valor alguno a el fiscal encontrará como solventar las dificultades que se le presentan en el tomo III de los jusgados militares de Colon, obra recomendada por nuestra Ordenanza Jeneral al final de su titulo 77. 362 En cuanto a la práctica establecida es absolutamente contraria, i últimamente ha visto Ud. que la EXMA. Corte Marcial de Santiago pedia que se tomaran aquí las declaraciones de algunos testigos que debían deponer en un proceso que se seguia a un oficial de la Guardia Nacional. Por otra parte, la disposición de la lei a este respecto es clara i terminante:- El Art.º 28 del reglamento de administración de justicia dispone que en las causas criminales los testigos sean examinados por el juez de su residencia. En consecuencia, salvo el mejor parecer de Ud. creo que no se debe acceder a lo que se solicita, debiendo por consiguente mantener Ud. la nota del 24 último que se me acompaña en copia. Angol, octubre 31 de 1884. M. A . Urrutia. Cuartel Jeneral del Ejercito del Sur Angol Octubre 21 de 1884.- Nº 363 Conformándome con el dicatmen del Auditor de Guerra, remítase estos antecedentes al Sr. Comandante General de Armas del Bio Bio en contestación a su nota de 28 del presente, Nº 538, acompañados con el oficio del estilo. Anótese.= Urrutia. Cuartel Jeneraldel Ejercito del Sur. = Nº 1285._ Angol, octubre 31 de 1884.= Remito a Ud. el espediente que se ha formado con motivo de las exijencias del fiscal que instruye la causa sobre los sucesos de Lolco.- Lo digo a Ud. en contestación a su nota Nº 538, de 28 del actual= Dios guie a Ud. G. Urrutia= Señor Comandante jeneral de Armas del Bio Bio.= Comandancia Jeneral de Armas de Bio Bio, Los Anjeles= Los Anjeles, noviembre 3 de 1884.= Para el señor Auditor de guerra de la provincia, a fin de que se digne dictaminar lo que jusgue conveniente sobre estos antecedentes. Anótese= Bascuñan Guerrero. Señor Comandante Jeneral de Armas. El fiscal nombrado por L.L. para formar i sustanciar el proceso a que han dado lugar los asesinatos de Lolco, necesita carear los reos de la causa con los tstigos José Rosario Gaete, Enrique Leiva, Eduardo Dias i Victor Briño, quienes residen en Angol o en sus dependencias. Al efecto L.L ha oficializao dos veses al Señor Comandante Jeneral de Armas de ese territorio. Últimamente, este funcionario, conformandose con el dictámen del señor auditor de Guerra del Ejercito del Sur, ha comunicado a Ud. para que ense deber ordenarla la comparecencia pedida a indica que deben remitirse interrogatorios a Angol para que sean evacuados por los testigos que he nombrado. El señor Auditor dice: que no debe ordenarse la comparsencia en esta ciudad de dichos testigos, por que la práctica a contraria a este proceder i para establecida esta un caso aislado p currido ante la Ilustrisima Corte i Marcial de Santiago, la que ordenó evacuar, en Angol, un interrogatorio. Invoca también el art. º 28 del reglamento de Administración de Justicia. Su señoría se ha servido pedir dictamen al Auditor de Guerra de esta juridicción sobre estos antecedentes. Estimo escusado buscar apoyo al procedimiento de Ud. en la práctica, pues el está perfectamente autorizado i delineado en la lei. Los art.º 6º i 19º de la lei de quince de octubre de mil ochocientos ochenta i cinco dicen textualmente: Articulo 6º.- “Los Tribunales solo podrán ejercer su potestad en los negocios i dentro del territorio que la lei le hubiere respectivamente asignado.

363 “Lo cual no impide que en los negocios de que conocen puedan dictar providencias que hayan de llevarse a efecto en otro territorio.” Art. 10º.- “Para hacer efectuar sus sentencias i para practicar i hacer practicar los actos de instrucción que decreten, podran los tribunales requerir de las demas autoridades al ausilio de la fuerza pública que de ellas dependieren, i los otros medios de accion conducentes de que dispuciesen. La autoridad legalmente requerida debe prestar el ausilio sin que le corresponda calificar el fundamento con que se le pide, ni la justicia e legalidad de la sentencia o decreto que se trata de ejecutar”. Las disposiciones anteriormente copiadas, tanto por los términos personales en que están redactadas como por el título de la lei en que estan incluidas, se refieren indudablemente, a todas las autoridades que sean requeridas por lo que se entiende administrar justicia, como L.L en el caso presente. Por otra parte, la amplia interpretación que doi a estos articulos está en todo conforme con la disposición del art.º19 del código civil, pues en el sentido de ellas es claro, la historia de su establecimiento tampoco contradice ese sentido. Ahora bien, no podemos escusar el conocimiento del siguente hecho: Ka Excelentisima Corte Suprema de Justicia, conociendo en la competencia aque dio lugar el proceso en que incide este dictámen, declaró que solo a L.L competía conocer en este negocio i que con incompetente en e, el señor Comandante en Jefe del Ejercito del Sur i Comandante Jeneral de Armas de Angol. Con esta resolución, L.L.ha dictado; a solicitud del sr. Fiscal de la causa, una providencia que debe tener efectos en Angol, i ha requerido legalmente al Sr. Comandante Jeneral de Armas de este territorio: este se niega a dar cumplimiento a lo por el dict. Decretado pero solo califica la legalidad del decreto El Audtor de Guerra que suscribe estima que el Inc. 2º del art. 10 citado contraria terminatemente el procedimiento adoptado por el Sr. Comandante Jeneral de Armas de Angol i quien se ha servido declarar ilegal el decreto de L.l. El Art. º 24 de titulo 76 de la ordenanza jeneral del Ejército establece que los testigos deben compareser el paraje en que se halle preso el reo militar para ser careado con él. El decreto supremo de cinco de julio de mil ochocientos cuaremta i cinco ampliando la disposocoón citada, declara: “1ºque los oficiales del ejército i milicias a quienes se encomienda la instrucción de los procesos, no deben omitir por modo alguno al practicar las dilijencias de confrontación, ni aun a pretesto de que entre los dichos de los testigos i los reos haya una rigurosa i exacta conformidad. 2º.- Que los Auditores de Guerra al examinar los procesos para dictaminar sobre si se hallan en estado de sentencia, cuidarían que no falten en aquellos las mencionadas diligencias de confrontación: teniendo presente que el objeto de este trámite no es solamente esclarecer la existencia del delito si no la de acreditar la identidad de la persona acusada por la del enjuciado.-“ Estimamos que la larga distancia a que se encuentran, en el caso actual, los testigos cuya comparesencia ha pedido el sr. Fiscal para carearlos con los reos, sea algun motivo que dificulte esta diligencia; que, como las disposiciones legales citadas establecen terminantemente que el careo no debe omitirse por motivo alguno, tenemos que necesariamente habrá que carear con los reos los testigos cuya comparesencia L.l ha pedido al Sr. Comandante Jeneral de Armas de Angol. Ahora bien, como el art.º21 citado establece que el careo tendrá lugar en el paraje donde estuviese preciso el reo militar, i como los once reos de esta causa estan presis en Los Anjeles, el careo debe tener lugar en los Anjeles, i ni en Angol i en otra oparte. Para rebundear la anterior deduccion, está tambien el párrafo 4º del titulo 12 de la citada lei de organización i contribuciones de los tribunales, que en cada uno de sus artículos quiere la presencia del reo dentro del territorio de la juridicción de su jues.

364 No creo, pues, que L,l debiera mandar los reos a Angol, donde ya estuvieron ántes de estar declarada la competencia de L.l. Las disposiciones legales citadas tienen preferencia en el caso actual sobre el art. º 28 del regalemnto de administración de justicia, invovcando por el Auditor de Guerra de Angol: 1º pòr que son especiales para el caso presente i 2º por la fecha de su vijencia. Lo que está conforme con la disposición del articulo 4º del código civil con el conocido principio de guris prudencia, sancionado también por nuestra lei escrita, de que la lei posterior deroga la anterior. Por otra parte, la disposición es toda del reglamento de dos de junio de mil ochocientos veinticuatro no rechaza la teoría espuesta., pues ni se refiere a careos en causas militares, ni escluye el que los testigos sean examinados por el Jues o fiscal de la causa. Las practicas invocadas por el Auditor de Guerra del Ejercito del Sur i que constaba con solo en casos sin que sepamos sí, en este caso, se trata de careos o de evacuar interrogatorios presentados por el reo para su defenza en segunda instancia, no le encuentro fuerza suficiente para contariar a la lei espresa. Hai mas, cuanto a esta práctica, el que suscribe en el desempeño de la majistratura judicial en este i otros lugares, atendiendo a la importancia de algunas causas, ha pedido testigos que residian fuera del territorio de su juridicción i ellos han comparecido ante él a virtud de órdenes espeditas por mismos jueces de la residencia; procediemientos no han sido observados por los honorables colegas a quienes me he dirijido, quienes talvez no se han creido competentes para ello, pero tampoco por los tribunales superiores que, indudablemente podían hacerlo. La importancia de la presnte causa ha sido evidente tanto para L.l como para el Sr. Comandante Jeneral de Armas de Angol; los fueros dela sociedad duramente atropellados por los crímenes de que trata este proceso, exijen el llevar a cabo, en la forma mas conveniente, cuantas dilijencias sean necesarias a la convicción de los delicuentes, i parecen mejor el ausilio de todas las autoridades. En merito de las rasones anteriormente apuntadas, me permito espresar a L.l. que creo que tiene prefecto derecho i grave obligación para exijir la comparesencia de los testigos que ha pedido a Angol i que el Sr. Comandante Jeneral de Armas de ese territorio no puede negar el ausilio qie se le pide ni calificar la legalidad o ilegalidad de la peticion. Los Anjeles, 5 de noviembre de 1884= Vial Ugarte= Jusgado de letras de la provincia de Bio Bio. Es copia conforme con el orijinal. Por ausencia del Ayudante Meis. A. Rojas Oficial 1º.

Nº 28 Los Anjeles, Noviembre 25 de 1884 Señor Ministro En el cuadro adjunto hallará Ud. el detalle de los tres jefes, oficiales i tropa de la guardia nacional identaria de esta provincia que se encuentra sobre las ármas. La movilización de toda esta fuerza tuvo su orijen en la necesidad de ocupar militarmente toda la línea del alto Bio Bio. El resto de la guardia nacional no ha sido movilizada desde el año 1879 en que estuvo cuarenta dias sobre las armas con motivo de la guerra contra las republicas aliadas del Perú i Bolivia. Por lo demás, no diría esta comandancia jeneral inconvenientes sérios para poner en receso la fyerza que cubre hoy las guarniciones del Alto Bio Bio i reemplazarla por tropas del ejército permanente. Terminada felizmente la guerra en que el pais de en contra comprometido, podria talvez destinar un medio batallon de infantería con su plana mayor para hacer aquel servicio. Si 365 el propósito del Supremo Gobierno se reduce a mantener el estado actual de simple vijilancia en nuestra frontera oriental a fin de impedir las depredaciones i robos de los indígenas, cien hombres seria suficientes para hacer este servicio de mera policia; pero si abriga también el deseo de dar cierto carácter permanente a aquellas guarniciones, mejorar los cuarteles provicionales, en que hoi se les pida la tropa, aun en el rigor del invierno i por fin, si, como es de pensamiento, se piensa em habilitar un camino espedito en la falda occidental de la cordillera para comunicar todos los fuertes entresi i evitar también el aislamiento en que todos ellos quedan durante la citación de las lluvias con esta capital, parece que la linea del Alto Bio Bio exijiría una guarnición permanente de tres cientos hombres, de los cuales pudiese quedar cien en esta ciudad para relevar cada seis meses a los que permanezcan en el interior.

Estado que manifiesto el numero de jefes, oficiales e individuos de tropa de la guardia nacional se derivara que en este departamento estan entre las armas.

Los Anjeles Noviembre 15 de 1884 Francisco Prats

Con relación a este asunto, me permito tambuen insinuar a Ud. la convivencia de consultar la opinión del comandante de las fuerzas del Alto Bio Bio, teniente coronel de guardias nacionales, Don Martín Drouilly, quien por su esperiencia i el conocimiento especial de aquellas regiones podría dar a Ud. antecedentes completos para pronunciarse sobre el particular. Es cuanto tengo que manifestar a Ud. en contestación a la nota de Ud. Nº 705 de fecha 7 del presente. Dios guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan Sr. Ministro de la Guerra

Nº5 Los anjeles, 28 de julio de 1885 El sargento mayor del escuadrón de húsares, S. Abel P.Ilavaca, Comandante residente de los fuertes del Alto Biobio, en nota nº 11, del 15 del que rije me dice, desde Lonquimay, lo siguente: “Remita a Ud. el estado que se sirvió pedirme por nota Nº 176 de 17 de mayo último, como así mismo con estado de los empleados que la Intendencia del Ejército del Sur tiene en esta línea, haciendoles saber que el convoi de mulas, aperos, herramientas i viveres que hai en esta han sido entregados al guarda almacenes. Tambien hará saber a Ud. que en el tiempo que permaneció el Comandante Cid en esta línea se les daba ración a todos los indios del valle; cuando él se fué dejo que ya no necesitaban, pues tenían bastante piñones que comer, i como estps infelices, si tuvieron piñones, ya no tenien nada, se encontraban en una situación desesperante, obligandolos por decirlo así, con esta medida a que a se entrehaban al solo si es pillaje. Infelices pues a Ud. de se sirva recabar de la intendencia del Ejército raciones para estos infelices; yo ya lo he hecho pues no se que si habrá resuelto”- Le tramito a Ud. para su conocimiento permitiendole que adjunto a la presente remito a ud. cífra de los estados a que han referencia la nota que antecede. Por lo demás, he creido mas oportuno transmitir a Ud. íntegrarmente la nota del mayor Ilavaca, por estimar que no esntra en las facultades del intendente jeneral del Ejército del Sur conceder 366 las raciones que solicitan para los indios aislados alrededor de los fuertes, sin que medie autorización del Supremo Gobierno. X” A este efecto, creo tambien de mi deber manifestar a ud. que antes que conjtinuar gravemente al Erario Nacional con la entrega de raciones para el mantenimiento de los indígenas del Alto Bio Bio, sería mas conveniente autorizar al inspector de colonización para que en los territorios fiscales destinados a los colonos que vengan del extranjero, señalara pequeños lotes para darlos a los mencionados indígenas, sea en propieddad i bajo las condiciones que fijare el Supremo Gobierno, sea en usufructo. “ Mientras el indio abrigue la seguidad de que el Estado se encarga de mantenerlo, no abandonará jamás aquellas regiones ni se esforsará nunca por ganar su subsidencia a costa de su trabajo personal. “Si el Supremo Gobierno aceptase la medida que he indicado, se procederá a modificar a los indios que aún viven cerca de los fuertes para que se trasladen a Angol a pedir hijuelas para que se les designare en el Territorio de Colonización” Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan Al Señor Ministro de la Guerra.

Nº6 Los Anjeles. Julio 29 de 1885 Sr. Ministro El Sarjento Mayor del Escuadrón Húsares i Comandante accidental de la División que guarnece los fuertes del Alto Bio Bio, en Nota Nº 10 de 9 del que rije, me dice lo que sigue: “Tengo el honor de remitir a Ud. un sumario, por la nota que encabeza sufre el incendio ocurrido en el fuerte de Lincura i que motiva el mencionado sumario. “Inmediatamente de recibir la nota de mi referencia, me trasladé al lugar del siniestro, donde se puso trabajo en la construcción de un galpon de paja que sirva mientras tanto de alojamiento a la tropa; a la fecha está ya concluido, pero deja mucho que desear por la escases de herramientas i materiales con que se construyó. “No ha ocurrido desgracia personal, siendo si, mucho de sentir, la perdida de la mayor parte de los víveres, puso sola cifra podido salvar once quintales de harina, como el techo era pajero ardió con mucha rapidez i apenas se dio lugar para salvar esto, el equipo i armamento que naturalmente fue lo primero que atendió la tropa, no alcanzandose a sustraer sin embargo de las llamas, los albandones del cañon de montaña, una bandolera, algunos paquetes de munición Gras, algunas capsulas de munición Winchester i una que otra prenda de vstuario. Con respecto a los víveres, ya se le enviarón a este fuerte, enm toda la línea, escaseará la harina si no se puede pasar la cordillera en septiembre, si esto sucede lo supliremos con trigo sin embargo. “Como Ud. verá por el sumario el accidennte de Lincura ha sido casual, a pesar de la excesiva vijilancia i muchas medidas que se toman contra la mala condición en que se encuentran los fuertes de esta línea; el de Lincura por ejemplo, carecía hasta de un cuerpo de guardia i por consiguente esta permanencia en la misma cuadra que servía de alojamiento al resto de la tropa, único lugar que existía en el recinto donde pudieron los soldados guarecerse de la interperie. Como en esta época las invasiones son continuas subiendo la nieve hasta una vara, se le permitía a la tropa mantener fuego en la cuadra, costumbre que existe desde la fundación de esta línea. Al hacerme cargo accidentalmente de ella quise desterrarla, pero el intenso frio que reina constantemente en esta cordillera me indujo a dejar las cosas como estaban i aun premitir que lo haga en la garita que se apostan los centinelas, temiendo que con la incorobilidad con que tienen que pasar una hora se helasen. 367 “En la memoria de guerra del año ochenat i tres, el jefe del escuadron movilizado nacimiento, dando cuenta de los trabajos llevados a cabo por su tropa, dice que en el fuerte de Lonquimay se ha construído un cuartel sólido, de dos pisos, con veinticuatro varas de larfo por diez i seis de ancho, teniendo en los altos piezas para oficiales i departamento para deposito de víveres, un galpón de tres naves para la caballada i una casa cocina. “Su S.S al leer dicha memoria o culaquier otro, es natural que se forme mui buena idea, de este fuerte i creer que estamos mui comodamente alojados, grande sería su descepción si conociera este insignificante rancho de paja. “Debo hacer presente que mi ánimo no es rebajar los trabajos llevados a cabo por el escuadrón “Nacimiento”; por el contrario, con las herramientas que tenían i los obreros improbisados, naturalmente lejos en materia de construcciones, han trabajado bastante, pero no han hecho una casa que pueda llamarse de dos piezas, ni mucho ménos de construcción solida, sin comodidad ni mucho abrigo para la tropa. Ahora, yo como jefe accidental de esta línea, me veo en la precisión de hacer ver a su S.S. todo esto para poner a salvo mi responsabilidad contra culaquier siniestro que pudiera ocurrir, ya sea un incendio a consecuencia de un techo pajiros o el hundimiento de estos mismos, vista lo debilk de su construcción i el enorme peso que tiene que soportar en las nevasones tan frecuentes en estas alturas; para este caso se han construido rastrillos para quitar la nieve i para el primero hasta se ha prohibido formar cerca del rancho, pues la chispa de un cigarro bastaría a incendiarlo. “Con lo espuesto, creo qie lo mismo que yá, se permitiera S.S. de la urjente necesidad que hai de edificar sólidos cuarteles en esta línea evitando en ellos los techos pajiros tan prospero a un incendio.” Le transcribo a Ud. para su conocimiento i demás fines, previniendole que adjunto hallará Ud. el sumario orijinal mandado instruir por el comandante de la línea del Alto Bio Bio para averiguar el orijen del fuego del fuerte de Lincura. Al participar a Ud. este suceso, creo de mi deber manifestarle la necesidad de ordenar la construcción de cuarteles mas sólidos i abrigados, que pongan a la tropa a cubierta de sinistros como el que ha ocurrido ultimamente i que sirvan por otra parte, de refujio contra las inclemencias i rigores del clima en el centro mismo de la cordillera. Si los techos de paja no se sustituyen por planchas de fierro galvanizadas es de temer que por mas precauciones que se tienen, recurran como mucha frecuencia, a incendios como el de Lincura, o hundimientos en los techos, a causa de la poca resistencia que estos presentan a las copos de nieve que se depositan sobre ellos en esta época del año. Sería, pues, oportuno autorizar a la intendencia general del Ejercito del sur para invertir las sumas necesarias en llevar a cabo aquellas obras, debiendo poner previamente de acuerdo con el comandante en jefe de la División, Teniente Coronel Don Martín Drouilly. Convendría así mismo que Ud. se sirviera impartir al mismo funcionario las ódenes del Caso para que tan pronto como pueda restablecerse el trafico a traves del primer cordon de cordillera, remita al Com,andante de la División los víveres que necesita el mantenimiento de la guarnición de los fuertes, ya que con motivo del incendio se ha perdido una fueren parte de los había en almacenes. Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan. Al Señor Ministro de la Guerra

Fuerte de Lincura

Sumario mandado instruir para averiguar como se produjo el incendio del cuartel del fuerte de Lincura. 368

Fiscal Alferez del escuadrón de Húsares don Manuel Ramon Valezuela

Escribano Soldado del Batallón P.3 de linea Juan de Dios Godoi.

Iniciado en Liuncura a 7 de julio de 1885

Lincura, juilo 5 de 1885

Tengo el sentimiento de comunicar a ud. que en este momento S.L.M. i en el momento preciso que la tropa de esta guarnición se disponía a recojerse, una chispa que se escapó del fuego que permanentemente se mantenía en el centro de la cuadra, prendió el techo de paja de este, produciendo un instantaneo incendio que en breves momentos la redujo a cenizas inclusive el Almacen de víveres i parte del galpón de los animales. La rapidez con que se estendió el fuego hizo infructuoso todo esfuezo que el que suscribe em umión del Alférez Sr. L de Guevara i tropa hicimos por extinguirlo, consumiendo todas las provicione con escepción de once sacos de harina, un poco de trigo, sal, grasa i ají que alcanzarán para pocos dias más, por lo que pide a Ud. se me ausilie lo mas pronto de todos estos articulos. De las averiguaciones qie he practicado i lo preconcedido por el que suscribe ni se conoce mas orijen de este deplorable incendio que el arriba indicado i la rapidez con que se propagó el ser este fuerte como el de Lonquimay verdaderos ranchos pajiros. Por la premura de esta comunicación no puedo precisar mas detalles ni comunicar perdidas de armamentos o equipos que si existen serán insignificantes, resolvándose para hacerlo en las primeras horas de la mañana. Las municiones de Artilleria escaparon por hallarse en una de las piezas del departamento aislado que sirve para oficiales, sea así las albardoses que fueron consumidas sin que fuere previsto salvarlos. Lograría pese a lo ocurrido, viendo mi primera medida permitiere el arresto del cabp i soldados que montaban la guardia del dia.. Afectandome tan directamente este deplorable i casual incidente ruego a Ud. se sirva mantener y enclarecer lo ocurrido que me permitirá cincerar de la conducta ante ud. i mis jefes de la responsabilidad moral que me atañe como Comandante de esta guarnición. Dios guie a Ud. A. Rodriguez.

Al Comandante accidental de la Linea Alto Bio Bio Comandancia de Linea Alto Bio Bio Lonquimay, Julio de 1885, el Alférez Don Manuel Ramón Valenzuela Valenzuela se trasladará inmediatamente a Liuncura i procederá a instruir un sumario, destinado a averiguar la forma como se efectuó el incendio que se da cuenta en la nota anterior, concluido lo pasaráa esta Comandancia para prover lo que crea conveniente. Abel P. Ilavaca A.

Nombramiento de escribano Manuel Ramón Valenzuela, alferez de la 1era compañía del Escuadrón de Húsares, nombrado fiscal en comición para averiguar el modo como se varificó el incendio en uno de los edificios 369 del fuerte Liucura, tienendo que nombrar escribano para que actúe en el sumario referido nombro como tal, al soldado de la 1º compañía del Batallón pisagua 3 º de línea Juan de Dios Godoi a quien la indole hecho saber la obligación que contrae, acepta jura i promete guardar sigilo en cuanto actue; para constancia firmo conmigo en Lincura a siete dias del mes de julio de mil ochocientos ochenta i cinco. Manuel Valenzuela Juan de Dios Godoi

Los Anjeles, julio 29 de 1985 Sr. Ministro Tengo el honor de remitir a Ud. la adjunta solicitud de Doña Quitina Anguita i los antecedentes que acompaña, a fin de que Ud., privió los tramites del caso se sirva recabar del supremo gobierno la declaración que pide la señora Anguita de que se le considere con derecho al montepio que espera. Dios guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan Al Señor Ministro de la Guerra

Intendencia del Biobio Nº 709 Los Anjeles, Octubre 7 de 1885 Señor Ministro Existe en el cuartel de policia urbana de esta ciudad una buena cantidad de fusiles i carabinas del sistem,a Minié, que son del todo inadecuadas para el servicio, i que tal vez correspondería remitir a los almacenes de artillería. Tambien tiene aquel cuerpo algunos fusiles Gras i varias carabinas Winchester, que por órden de mi anterior prestó a la división del Alto Bio Bio a la policia urbana para cubrir las guardias de la cárcel i a la rural, para que hiciera con mas eficacia la policia de los campos. Como he sabido que el supremo Gobierno tiene interes en recoger todo el armamento Gras que tiene en los diversos pueblos de la Répública, i como, por otra parte, la policía rural ha recibido un armamento especial suministrado por el ministro del interior, creo que no habría inconveniente para remitir a Santiago aquellos armamentos, siempre que Ud. se dignase ordenar previamente el envío de ochenta rifles, sistema Remington, con sus correpondientes fornituras i municiones, con fin de qie la policia puedea hacer sin inconvenientes el servicio de la guardia de carcel i el de cuartel. Acompaño a Ud. una relación detallada del armamento que he hecho referencia Dios Guie a Ud. M. Soto Aguilar. Al señor Ministro de la Guerra

Brigada de Policia de los Anjeles Estado que manifiesta el armamento que tiene la espresada hoy a la fecha

370 estado (Minié) Bandoleras Bandoleras Yataganes íd. Yataganes Espadas (Sables) Espadas Fusiles sistema Gras sistema Fusiles Fusiles sistema Minié sistema Fusiles Carabinas Winchester Carabinas Carabinas transformadas Carabinas Fornituras con bayonetas con Fornituras Carabinas antiguas en mal antiguas Carabinas 90 80 60 30 19 17 25 25 25 20

Del armamento que se relaciona en este estado los fusiles i yataganes del sistema Gras, las carabinas Winchester, las espadas i 25 bandoleras pertenecen a la espedición del Alto BioBio mandada por el gor.Martín Droully i el restante a la policia de esta ciudad. Los Anjeles, Octubre 1º de 1885 Dionisio Flores

Nº 14 Los Anjeles Noviembre 18 de 1885 Señor Ministro Tengo el honor de remitir a Ud. el adjunto estado que manifiesta la fuerza afectiva, empleada i disponible, que tenia la Línea del Alto Bio Bio el 10 de octubre último. Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan Al señor Ministro de la Guerra

Nº 16 Los anjeles Diciembre 15 1885 Señor Ministro Tengo el honor de remitir a Ud. el adjunto estado de los pasos libres por ferrocarril espedidos por esta comandancia general i or la de nacimiento en la segunda quincena de noviembre último. Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan Al Señor Ministro de la Guerra

Nº 17 Los anjeles, Dic 9 de 1885 Con el informe del comandante de la división que ocupa la linea del Alto Bio Bio, invito a Ud. una solicitud que ha dirigido el Sanjento Mayor de Ejercito Don José Manuel de la Fuente, en que reclamo el abono de ciertos gastos que dice haber hecho en un viaje de collipulli a esta ciudad a petición de esta comandancia de armas.

371 Efectivamente, el Mayor la Fuente vino a mediador de agosto último a los Anjeles con el objeto de prestar una declaración ante esl juzgado de letras en un espediente iniciado por el Ministro Fiscal de este departamento insinuación del que suscribe, puso a acreditar el dirimir i posesion del estado sobre kis terrenos que forman la hoya hidrografica del Alto BioBio. Averigue la comisión desempeñado por el referido jefe no tenga un caracter militar, estimo, sin embargo, que solo tiene derecho al abono del bagaje desde collipulli a Angol i tanto de ida como de regreso, pues el uso del biaje desde Angol a está Ciudad lo hizo en ferrocarril i con el respectivo pase libre otorgado por el gobierno de aquel territorio. El supremo gobierno resolverá, con mejor acuerdo, lo que fuere de justicia. Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan Al Señor Ministro de la Guerra.

Nº 8914 Los Anjeles, Diciembre 29 de 1885 Señor Ministro El comandante de policia de esta ciudad en nota de esta misma fecha me dice lo siguente: “En cumplimiento de la órden verbal de Ud., procedí a abrir un cajón que como dos i mas años existen en el almacen de esta policia i encontre ochenta trajes de bien compuestos de pantalon i paletó. Esta ropa se encuentra deteriorada en su mayor parte a consecuencia de haber roto los ratones el cajón. Si mal me recuerdo, este cajón quedó aquí cuando unformó la espedicion Drouilly. “Me permito decir a Ud. que si lo tiene a bien, se podia dar a la policia la que se pueda utilizar ya que estamos en la estación que se le exije pantalon blanco. Le transcribo a Ud. para conocimiento i afin de que se sirva autorizarme para entregar a la policia los trajes de bien a que se refiere la nota que antecede ya que su estado de deterioro lo hace inserbible para el ejercito. Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan. Al Ministro de la Guerra

Los Anjeles, Enero 6 de 1886 Señor Ministro El comandante accidental de los fuertes del alto Bio Bio, en nota Nº 52 me dice desde Lonquimay, con fecha 30de Diciembre del último lo que sigue: “Hasta un paraje distante unas tres leguas de “Lincura” hacia el Sur oeste, llegó el del que cursa una comisión arjentina compuesta de un oficial i cinco o seis soldados, allí le quitaron a unos indios, que recojian piñones, una yunta de bueyes, de propiedad del estado, que les había prestado el Comandante del fuerte i despedasaron una carreta. El citado comandante que tuvo conocimiento del hecho por algunos indígenas escapados del lugar del suceso, ordenó inmediatamente la salida de una comisión en su lugar, la formó de un álferes señor Guevara, un cabo i tres soldados del Escuadrón de Húsares i un cabo i seis soldados del 28 de Línea; instuyó al oficial permanente en orden a su proceder en el caso de encontrarse con la partida arjentina, este en que tratara a toda costa de evitar cuestiones enojosas, i le ordeno muy especialmente que los persiguiera solo hasta la línea que mas divide con aquella republica; este al final mal aconsejado en su conducta i entra limitando sus

372 instrucciones ha ido á entallar aclamar al fuerte arjentino “Codihué” haciendo consentir a aquellas autoridades que tenia instrucciones para ello. El Comandante de la Linea de Fortines Arjentinos ha retenido a Guevara i su tropa, en intelijencia de que acá tuvieramos también retenida una comisión de un sarjento i cuatro soldados que, unos quince dias atrás había despachado un seguimiento de indios ladrones; pero animado del jefe de un espiritu de conciliación, me despacho hace tres dias un oficial lpara que viniera a confirmar conmigo i allanar a cualquiera dificultad He impuesto a este oficial de que por acá ni siquiera ha venido comisión alguna de su nación ecepto de la que vamos tratando; él a su vez me ha dado toda clase de satifacciónes a nombre del jefe arjentino. Haciendome saber que esta comisión ha pasado hasta nuestro territorio estralimitando las instrucciones recibidas i que el oficial será severamente castigado a fin de que en adelante no se lleve a efecto hechos de esta naturaleza; y el alférez Guevara i su tropa debe regresar luego a Lincura. Ya he ordenado al comandante del fuerte que lo mantenga arrestado mientras que Ud. r5esuelve lo conveniente. El oficial Arjentino de la marchado hoy a su país, va perfectamnente enterado que la conducta observada por el alférez Guevara deben repuntarla a su ida a “Codihue” solo como un hecho aislado i que en ningún caso autorizara esta Comandancia.” Lo trasncribo a Ud. para su conocimiento i demas fines previniendole que mientras el supremo gobierno se sirva ordenar instrucciones sobre los hechos que se relacionan en la nota que precide, he dispuesto que se instruya un sumario tanto acerca del acto de violencia ejecutado por las fuerzas arjentinas en nuestro territorio, como sobre la conducta observada por el alferz Guevara en el desempeño de su comisión. Dios Guie a Ud. M. Guerrero Bascuñan.

Nº 4 Los Anjeles, Enero 19 de 1886 Señor Ministro El Sarjento Mayor del escuadrón de Húsares D. Abel P. Ilavaca, Comandante accidental de la línea del Alto BioBio en Nota nº2 del 6 del que rije me dice lo siguente: “En nota de 30 de diciembre del año pasado, daba cuenta a Ud. de la comisión que le fue confiada al alferez señor Guevara, respecto de una partida de soldados arjentinos que pasando la linea que nos separa, de aquella república, han violado la integridad de nuestro territorio ejercidos en el actos de opresivos i han atentado, contra los derechos individuales pues a mas de los bueyes llevados i destruccion de la carreta de que entonces daba cuenta Ud. se han llevado también integramente una infeliz familia de indigenas, i de cómo personas por sobre las instrucsiones recibidas llegó hasta el fuerte arjentino “Codihue”, entablando allí reclamos para lo que no estaba autorizado, i de cómo en fin fue retenido por el jefe militar de aquella frontera en inteligencia de que nosotros pudíeramos también haberle retenido algunos piquetes de tropa que, con alguna antelación de los sucesos que voi dando cuanta habrá despachado en perseguimiento de algunos ladrones. En conformidad a lo hablado, con el oficial; que vino en nombre del jefe argentino, suceso de que tambien dí cuenta a Ud., ha regresado el 1º del que cursa el alferez señor guevara, ha traido los bueyes, pero no así la familia indigena, pues dispuso de alta el jefe arjentino, ni tampoco un caballo perteneciente a la reducción del cacique Quepu, vecino i pacifico morador del fuerte de “Lincura”; en su tropa no trae novedad alguna. Tengo el honor de andar a Ud. copia del parte pasado por este oficial. He hecho averiguar de él en que forma fue redactada el acta a que se refiere en su parte, pues no trajo copia de ello, i dice haber sido consebida mas o menos en la forma siguente, por estos datos será Ud. que lo

373 firmado es mas bien una esposicion de las causas que indiujeron a Guevara a pasar aquel territorio i su modo de proceder allí mismo, no una acta. “Le certifica en el documento que el Alférez Guevara, habiendo recibido orden del comandante del fuerte “Lincura”, salió con once hombres en averiguación de si era o no efectivo que una partida de tropa arjentina había venido hasta un fuerte llamado “Lanco” llevandose de allí una gunta de bueyes, una familia índigena i destrosados una carreta, datos estos que fueron recogidos de un indio vecino del fuerte. Que llegados al lugar del suceso[falta hoja]

Villarrica Enero 14 de 1883 Sr. Ministro El correr que el 25 de diciembre último mandé con el fín que una copia acompañe a Ud. para el jefe de las acampadas arjentinas, me dá cuenta que llegó con tanta oportunidad que media hora más de retardo había bastado para que dichas acampadas hubiesen caido sobre los indios inmigrados de los caciques Renquecura, Namuncura i otros, fines la fuerza arjentina en numero de 100 mas o menos venía ya en marcha i a distancia de 10 a 12 cuadras de las tolderías que tenían los mencionados caciques. El mismo correo me asegura que tan pronto el jefe de avanzadas vió la nota dispuso en retirada hasta llegar a sus campamentos. Los caciques que constatan este hecho por un indio que volvió del punto en que se encontró la avanzada, han venido a darme las gracias presentando obediencia i sumición a nuestras leyes i asegurando que no volverán a la Republica Arjentina. Esta comandancia en jefe les ha ofrecido la protección del Gobierno a condición de que se mantengan tranquilos i estregados a las labores que les proporcione honradamente el alimento. Lo que tenga el honor de decir a Ud. para su conocimiento Dios Guie A Ud. B.Urrutia Sr. Ministro de la Guerra.

Villarrica, Enero 14 de 1883 Señor Ministro Cuando en dias pasados hice un reconocimiento al Boquete del Villarrica, se me aseguró alli por unos indios que fuerzas arjentinas pasando los limites de la cordillera divisoria, habían tomado cautivo a varios naturales vivientes i nacidos en los lugares Quinahuín i Nárti situadas en nustro territorio para verificar este hecho hice citar a los indios que habían escapado que era efectivo i que las personas cautivadas, de distintoss sexsos i edades asendían a 26 i a mal que habían muerto a otras dos, destruyendoles también en comitivas ante de retirarse, llevándoles al mismo tiempo 50 animales cabalgares de su propiedad. Por mi mismo pude constatar que los puntos mencionados están mucho mas acá de la línea divisoria, i atendiendo al justo reclamo que me hacen los ofendidos, en tres o cuatro dias mas mandaré un correo al señor jeneral Villegas jefe de la división arjentina, teniendo presente lo que él me manifiesta en la carta que adjunto en copia i que con las instrucciones que tambien en copia acompañan, de ocurrido hace dos dias por el correo que mandé con la nota que Ud. ya conoce. Tambien he tenido convencimiento que por el boquete de chosgüendo que está como 8 leguas al sur de Villarrica. Se han internado fuerzas arjentinas que se han llevado tres o cuatro cautivos un conciderable número de animales i dejado tres o cuatro muertos, habíendose retirado de ahí

374 i a otros lugares vecinos los indios que los habitaban, refugiandose en las tribus inmediatas a Panguipullí. Las fuerzas Arjentinas se retiraron tambien al dia siguente a su territorio. Todo lo que tengo el honor de decir a Ud. para su conocimiento. Dios Guie a Ud. B.Urrutia Sr. Ministro de la Guerra.

Campamento en Codihue, Enero 20/83 Señor Coronel Don Gregorio Urrutia En Campaña Sr. Coronel: Es en mi la de Ud. Fecha 26 del proxcimo pasado diciembre a que leida detenidamente paso a constestar. Despues de la espediciñon que el 81 llevé a cabo con fuerzas de la División á mis ordenes hasta el Lago Nahuël Huapi, los indios que hasta entonces se encontraban en grandes agrupaciones de este lado de la cordillera fueron desbaratados completamente por las tres columnas que saliendo simultaneamente de Choel-Choel por el sur a Rio Negro, de Roca por el Norte del Rio Limay y del Fuerte 4ta división faldeando la cordillera las que a un mismo dia debían llegar a dicho lugar lo que se efctuó con toda felicidad; esas columnas como digo antes desbarataron completamente las tolderías de Shayhueque, Nancucheo, Renquecura, Namuncura, i otros que encontraron en tránsito, los que muchos fueron a ausiliarse allende los andes favorecidos por la inviolavilidad del territorio extranjero, pues todos los jefes de brigada llevaban la órden terminante de no ultrapasar el límite de está Republica bajo ningún pretesto (óden que también la han recibido para las operaciones que se están efectuando según como el pliego de instrucciones daban a estos jefe) dispuso a aquellos oficiales me comunicó que ya era en informe anterior a los indios con columnas pesadas y una de las […] de la reunión de los alimentos necesarios para apaliar en este mes unas nuevas operaciones en el territorio comprendido entre los Rios Negro, Limay, Cordillera de los Andes, y lago Nahuel huapi y cuya aparición debia de ser de corrido restante a la anterior las concecuencias de este dispuso que las 1º 2º y 4º brigadas de esta división tuvieran permiso conveniente en el territorio quedara sumamente en labor y el grado de exspuestas se puso desde el dia de Noviembre del año proximo pasado. En seguida de la espedición al territorio las brigadas han desprendido una orden del piquete desde el lago nahuel-huapi hasta las nacientes del aluminé y las que ha habido y se quería datado al cautivo correspondo entre los puestos de marcados. Como el Sr. Coronel comprenderá en piquete despachado en tan largas estancias de territorio no sería dificíl que alguno de ellas ultrapasara los límites de esta republica aún más, mandeme cuando ellas no están sino arrinconarlos por ambas naciones. Los profundas esxijencia de la cordillera son bastante obedientes para recorrer a primera vista en límites, pero puedo asegurar a Ud. que en realidad nuestras fuerzas han pasado a sus territorios debido solo por operaciones al límite, pues el que pase tiene orden terminante del Gobierno de la Nación de conservar la más buena armonía con las autoridades que dependan del de esas cual corresponde a naciones hermanas y amigos. Adjunto al Sr. Coronel copìa de las instrucciones dadas al jefe de la 1º Brigada con antelación a las operaciones que se han emprendido, las mismas que así mismo se han dado a los de la 2da y 3era. En cuanto a los indios que el señor coronel me dice si han asilado en ese territorio han estado en su perfecto derecho en administrar pues en iguales circuntancias haría yo mismo. En cuanto a que se hayan tomar prisioneros en territorio chileno puedo asegurar a Ud. que son noticias llevadas por los indios ladrones que han pasado a esa República, huyendo de la persecución de 375 nuestras tropas, pues se han tomar algunos indios ha sido en las tolderías que ocupaban los caciques Renquecura, Namuncura, Quepu y otros mas y los que se encontraban completamente en territorio de estas repúblicas, púes esta no fuera así hubiera ordenar inmediatamente en libertad. Debo hacer presente al Sr. Coronel que desgraciadamente existen todavía individuos que en vez de acoger al pobre indio que asimile sus costumbres a los de la civilización hacen todo lo contrario aconsejando al asesinato y el robo. Por las cautivas tomadas hetenido conocimiento que un titular Comandante Juan Salvo que vive en el pueblo de Santa Bárbara situado sobre el rio BioBio aconseja constantemente a los indios la resistencia a nustras consideraciones pacíficas como asi mismo le dá conocimiento del movimiento de nuestras fuerzas. Por antes de llevarse a cabo las operaciones que se estan efectuando dicho individuo envió sus charquis a los caciques del otro lado de la cordillera diciendoles que nuestras fuerzas si iban a mover sobre ellos, que la linea del agrio y neuquen quedaba abandonada, y que por lo tanto trataran de hacer un malon a las poblaciones arjentinas, robaran lo mas posible y pasaran a su territorio. Esto lo atestiguaron no solo las cautivas sino tambien los indios tomados i presentados. Como Ud. comprendio en vista de estos datos es de necesidad tomar todas las medidas posibles a fin de que los hechos de bandolaje que años anteriores se han sucedido constantemente se terminen por completo, esten ya decididamente resuelto a termino en este año, con la cuestión indios. Los caciques Renquecura, Namuncura y otros han estado mucho tiempo abusando de mi induljencia para con ellos pues a pesar de las previas que han cometido en esta republica, les guarda en nombre del Gobierno de la Nación, la vida, propiedades y subsistencia, por un tiempo determinado y hasta que ellos por medio del trabajo honrado pudieran proporcionarse esta última, pero creo que en su ignorancia y obedecimiento a malos consejeros se han resistido a entrar al buen camino. Haciendome interprete de los sentimientos humantes que adornan a la nación arjentina, vuelvo a concederles un plazo a dichos caciques para que se presenten a nuestras fuezas y cuyo plazo vencerá indepecctiblemente el 31 de enero, corriente, pasado dicho plazo todo cacique que sea tomado por nuestras fuerzas será inmediatamente pasado por armas. Todo indio que quiera presentarse puede hacerlo pero en la obligación de situarse donde se le determine. Un individuo Pedro Domingo Donoso que ha sido tomado entre los indios y en territorio Arjentino, asegurando ser Chilenoy que venía de tránsito para el pueblo G.ral Roca punto situado sobre la marjen izquierda del Rio Negro, ha sido puesto en libertad, adjuntado al Sr. Coronel una copia del testimonio que dicho individuo ha dado. Agradezco mucho al Sr. Coronel el ínteres que se toma en estar en comunicaciónconmigo y tendré el mayor placer en que ella sea constante, pero como no tengo punto determinar donde residir pues durante la operación que se está efectuando recorreré constantemente mis brigadas, puede el Sr. Coronel dirijir sus cartas a este punto de donde me serán enviadas á aquel en que me encuentre. En estos dias una columna ocupará Pulmary punto en que se encontraban antes Renquecurá y otros puntos convenientes a fin de evitar de que pasen Indios de mi territorio salvo el caso de que vengan a presentarse a nuestras fuerzas o con pasaporte del Señor Coronel. Mucho agradezco los ofrecimientos sobre recursos y por mi parte estoi i estaré siempre dispuesto a serle útil en todo aquello que me creyese tanto particularmente como en pró de los intereses jenerados de las naciones que representamos. Deseando a Aud. Felicidad en su campaña me suscribo su atencion i SS: =Firmado=Conrado Villegas= Conforme con el orijinal que queda en el archivo del Estado Mayor Gral. De este ejército Villa Rica, Enero 14 de 1883 Manuel Ruminot. 376 Instrucciones al Jefe de la primera brigada Sr. Coronel Don Rufino Ortega Habiendo demostrado la anterior campaña al Lago Nahuel-Huapi que yá no son necesarias las operaciones combinadas en grandes columnas, puesto que los indios se han diseminado en el territorio comprendido entre los rios Neuquén, Limay y Cordillera de los Andes habiendo el cacique de los “Manzaneros” pasado al Sur del último con algunos de su tribu del mar concretamos á hacerles una guerra continua i activa al fin de desalojarlos de sus últimas guaridas, reducirlos i exterminarlos. Es con este objeto que la primera brigada observara la instrucciones siguentes: La primera Brigada situada en Norquín desprenderá fuertes partidas i en distintos rumbos á fin de batir su frente i flanco derecho. Las partidas se compondrán de 50 a 100 hombres de mayor numero si el jefe de aquella lo creyere necesario.” Las partidas de la primera brigada batirá su frente hasta 40 leguas de distancia i hasta encontrarse con las de la segunda que situada en la confluencia del Collón-cura con el Quemquemtreu batirá su frente i flanco hasta encontrarse las de su derecha con las de la primera. La batida de las partidas deberllegar hasta el límite de la República con la vecina en la línea de las cordilleras sin ultrapasarlas bajo ningún pretesto. Todo jefe u oficial que salga con una partida llevará un […] es debido a naciones civilizadas. 11º Van batidas dela brigada serán constantes i no se suspenderán hasta que el comandante en jefe de la división lo ordene. Se previene al jefe de la primera que las partidas de la segunda o mas de batir su flanco derecho hasta encontrarse con las de él, batiran su frente hasta el limite nacional en las cordilleras, su flanco izquierdo hasta el rio caleufú i la tercera que se situará en el lago Nahuel- huapi, lo hará por su derecha hasta encontrarse con las de la segunda i por su frente hasta el límite sobre las cordilleras. El comandante en jefe de la división ordenará el día en que deban de ponerse en movimiento las partidas de esa brigada, para cuyo efecto se trasladará a ese campamento. Dejo a la intelijencia i pericia del jefe de la primera brigada, todo aquello que pudiere ocurrirse en el curso de las operaciones i que no tuviere determinado en estas instrucciones siempre que ello responda al mejor resultado de aquellas.-Choele-Choel, Noviembre 8 de 1882= Firmado=Conrado Villegas. Conforme con el Original que queda en el archivo del Estado Mayor Gral. De este ejército. Villa Rica, enero 14 de 1883 Manuel Ruminot.

Villarica, Enero 18 de 1883 Sr. Ministro En copia tengo el honor de adjuntar a Ud. una nota que hoy he recibido del Mayor Don José Manuel de la Fuente, titulado 2º jefe de la división que manda el Comandante Sr. Martín Drouilly. Por ella verá Ud. que dicho jefe manifiesta que, fundando un fuerte en aquel lugar, cumple órdenes de su superior. Mas todavía: agrega que también tiene órden para pedirme la fuerza necesaria con el fin guarnesco aquel punto.

377 Como en las instrucciones que Ud. sirvió comunicarme me designa especialmente ése punto para establecer un fuerte, i como es de esponer que iguales instrucciones no se hayan dado al sr. Comandante Drouilly, mucho menos en lugar que están bajo mi juridicción, i a donde da principio la parte completamente plana del territorio araucano, he creido del caso constestar al espresado 21 jefe en los términos que verá Ud. en la nota que tambien en copia acompaña. No tengo convencimiento alguno de las instrucciones que se hayan dado al Sr. Drouilly, ni tampoco conocer los límites que se le hayan fijado para sus operaciones, pero tengo entendido que en juridicción está dentro de los límites de los dos cordones de la cordillera de los andes i fin el sur. La unión de ésos dos cordones que dan orijen a las aguas del Bio Bio, i de ningún modo los boquetes que tienen sus salidas al llano central como son Llaima, Villarrica i otros, pues a todas se debe prestárles los méritos necesarios desde las plazas establecidas en aquel llano. Por correspondencia que a noche he leido desde Angol, espuestó a los crímenes de Lolco, lo que da orijen a esta nota, observa con alguna estrañeza que el Sr. Comandante Drouilly que a mi juicio, mucho más allá de lo que está en facultades. En este espuesto no se escapará a penetración de Ud. que esta situación, tan enmala, creada por lo que ya estimo un exeso de atribución el de parte del Sr. Comandante referido, puede traer complicaciones enojosas, i que, supuesto no responden a las miras que ha tenido en vista el Supremo Gobierno, al formar acción las fuerzas que cada una en su parte, deba dar término a la completa ocupación de la araucanía. Como Ud. sabe por mi correspondencia particular, en diez dias mas debía trasladarme al boquete del Llaima para reconocer i luchar allí las bases de un nuevo fuerte que cuidase por completo nustras tribus de los Arjentinos, lo que sucede con el que indica el mayor de la Puente, peor que no solo quedan indios mas al oriente, sino que también hai mas allá estesos valles de cultivos qie creo conveniente debe ponerse, creo mas bajo la salvaguardia de nuestras fuerzas. En vista de ésta emerjencia suspendo toda operación en quel sentido, hasta esperar la notación que Ud. tenga a bien comunicarme, haciendo presente a Ud. que yá está todo listo; por que las fuerzas que deben verificar los nuevos fuertes de Meuquen i boquete de Villarrica estan ya en marcha. Dios guie a Ud. Urrutia. Señor ministro de la guerra

Copia Segundo jefe de la división espedicionaria a las cordilleras de la Araucanía= Llaima. Enero 15 de 1883. Pongo en conocimiento de Ud. que por orden del primer jefe de la división espedicionaria a las cordilleras, teniente Coronel Martín Drouilly he tomado posesión con las fuerzas de mi mando del valle inmediato al volcán i fundando un fuerte en la marjen norte del río Llaima, dandole el nombre de Santa María.- El fuerte donde este se ha colocado corta las comunicaciones de los principales caminos que conducen al interior de la araucanía e impide las espediciones que los indios pudieran mandar al interior de las cordilleras o las poseciones Arjentinas.- Los trabajos de fortificación se encuentran bastante adelantados, en seis y ocho dias mas creo estarán concluidos.- Tengo órden de pedir a Ud. se sirva mandar las fuerzas suficientes para que ocupen el espresado fuerte, pues los víveres con que cuento para el reclutamiento de los mios, solo alcanzan hasta el prinsipio del mes entrante; i tengo instrucciones para retirarme el 15 de febrero, en caso de no mandarme relevar.- Las tribus de estas inmediaciones se encuentran o aparentan estar tranquilas i conformes con la ocupación de sus valle.- En la fuerza de mi 378 mando, no ocurre novedad lo que pongo en conocimiento a Ud. suplicandole se sirva , si lo tiene a bien contestarme con el correo que lleva la presente.= Dios Guie a Ud. José Manuel de la Puente.= Señor Comandante en jefe del Ejto. Del Sur. El que suscribe como jefe del estado mayor jeneral de este ejercito: Certifica que la presente copia en conforme con el orijinal que queda en el archivo de dicho estado mayor. Villarrica, Enero 17 de 1883. M. Ruminot.

Copia Cuartel jeneral del Ejto. Del sur.= Nº33 Villarrica, Enero 17 de 1883.= Paso a recibir la nota de Ud. fecha 15 i he quedado suspendido de las órdenes que me dice tiene Ud. del señor Coronel Drouilly para establecer fuerte en ese lugar el cual indispensablemente está dentro de los limites de mi juridicción; i tn es así que el señor Ministro de la guerra en las instrucciones que me ha dado, me designa especialmente la construccion de fuertes en los boquetes Llaima-Allipén, i deba suponer por que no conoser las instrucciones dadas al Señor Drouilly, quien no han podido designarsele los mismos puntos para fundar fuertes i mucho menos todavía en el boquete del Villarrica.= Por lo supuesto comprenderá Ud. que no puedo aceptar la petición que Ud. me hace a nombre de su jefe; i que antes por el contrario daré cuenta al Supremo Gobierno de la manera como se procede por el jefe de esa división. Dios Guie a Ud.= G. Urrutia.- Al segundo comandante de la divición del señor Drouilly Allipén. El que suscribe como jefe del estado mayor jeneral de este ejército. M. Supremo M. Ruminot

Villarrica, Enero 19 de 1883 Sr. Ministro Envia a las 6 P.M se ha presentado a este cuartel jeneral el capitan Don Alonso de Tori H. con una comunicación del Sr. Comandante Drouilly, que tengo el honor de adjuntar en copia, así como tambien la constatación que he creido conveniente dar a ella. No creo del caso, Sr. Ministro, estimo en ninguna clase de consideraciones con respecto a lanota citada; i solo me permito llamar la atención de Ud. a la que con fecha de ayer bajo el Nº 5 he tenido el honor de dirijir a ese ministerio. Por otra parte, el punto que yo he elejido es 283 leguas al Sur Oeste del que indica el Sr. Drouilly, esta situado en la función de varios caminos que bajan de la cordillera, i ademas en el invierno cae mucha nieve, según datos prolijos que he recojido de los indios que habitan aquellos lugares. Todo lo que tengo el honor de poner en convencimiento de ese Ministerio. Dios Guie a Ud. Urrutia Señor Ministro de la Guerra.

379 Copia Villarrica, Enero 19 de 1883 Con esta fecha acaba de recibir el informante la nota de Ud. Nº 33 datada en Maichi el 18 del corriente mes, por la cual dispuso de entrar en diversas consideraciones, me pide Ud. que, si lo tengo a bien, mande a Llaima i Maichi una fuerza de setenta hombres con viveres, como guarnición de los fortines de cuya construcción está Ud. ocupandose.= De momento con las instrucciones que he recibido del Supremo Gobierno i que me sirven de nórma en el sistema de ocupación de este territorio, diré a Ud. que he determinado el establecimiento de un fuerte en Paillín, unico lugar que de conformidad con ellas, conciden nesesarias ocupar por ahora. Una petición análoga a la que me hace Ud. por su nota, que estar contestando me había hecho hace pocos dias el Mayor la Fuente para guarecer en otro fortín formado por el a la entrada occidental del Boquete de Llaima recibiendo de mi una contestación idéntico a la que consigno en esta comunicación= No puedo ni debo distraer las fuerzas de mi mando sino en la ocupación de puntos que ya considere indispensable guarnecer después de mucho estudio i crei que, obiando de esa manera, iterprete el proposito que el Supremo Gobierno tuvo en confiarme el mando del ejercito que está bajo mís ordenes.= Hago presente a Ud. que ya he dado cuenta al Supremo Gobierno de la comunicación aludida i que otro tanto han con la que motiva esta nota, manifestandole la irregularidad que observo en el establecimiento de fortines qu está Ud. construyendo en puntos que expresamente están determinados en las instrucciones que se me han dado. Debo tambien hacer prsente a Ud. que, con el fin de construir el fuerte que dejó indicado, hace tres dias va ya en camino la fuerza que debe hechar sus bases.= Dios Guie a Ud. G. Urrutia El que suscribe como jefe del estado mayor jeneral del ejerito del Sur. Certifico que la presente copia es conforme con la que esiste en el libro rspectivo. Villarrica, enero 12 de 1883 M. Ruminot.

Copia Maichí Enero 18 de 1883.= En el reconocimiento hecho por esta comandancia, de los orijenes del rio tolten de los boquetes de cordillera correspondiente, ha llegado a este lugar, junción de dos grandes rios que forman el Toltén, uno de ellos, Trancura que viene del volcán Quetropillan, al surr i el otro, el mayor que viene del noroeste,cerca del volcán de Llaima.- Como esta junción de rios es el puente donde se reunen los caminos de ultracordillera, desde Llaima hasta Quetropillán, i que allí es donde vivían los pehuenches que formaban los malones a la republica Arjentina, lo que atraía en su persecución a las tropas de esta nación hasta cerca de este lugar (Maichi). Esta Comandancia encargada de establecer fortines para evitar esos malones ha dispuesto la construcción de un fortín en este punto, que hallandose a 490 metros de altura es invernada segura como lo demuestran los numerosos duraznos i árboles frutales que tienen los habitantes, además tiene comunicación facil para Villarrica i ningun punto puede ser mas aparente para cortar inmediatamente las hostilidades en la frontera oriental- Para que Ud. se penetre en la importancia de establecer fortines en los boquetes de cordillera, esta espedición tuvo noticias i hubiera podido toamr facilmente a los indios de Namuncura i de Reuque que venian de rio negro después de muchos meses de guerra trayendo un gran numero de caballos-yeguas, sin embargo que dicho Namuncura se quejaba a Ud. de que los arjentinos le perseguían hasta 380 Llaima.- Del mismo modo los indios refujiados en Maitré habían mandado a sus mocetones a malones, dos de los cuales fueron encontrados por esta espedicion con doce bestias robadas en malon.- No era raro por consiguente que las tropas arjentinas bajaran a maitré que se halla solamente a dos horas del filo divisorio, en esa parte mui bajo. El establecimiento de los fuertes Liuncura en Huayalthué, i de la escoria en Llaima i el de Maichí, en los orijenes del Toltén, ordena definitivamente el estado de guerra en estas fronteras.- Por eso pido a Ud. se sirva mandar tanto a Laima como a Maichi una fuerza de sesenta hombres, con viveres, para dejar ocupar esos puntos en que actualmente se están haciendo fortines.- Como, por estaciones cortas conviene ganar tiempo a pesar que las anteriores consideraciones i resoluciones se elevaran a la mayor brevedad al supremo gobierno, esta comandancia ha creido indispensable ponerse de acuerdo con Ud. para qie haciendose cargo de los fortines indicados en la fuerza de su mando pueda regresar por el alto Bio Bio a fin de licenciar las tropas movilizadas de esta espedición, dejando solamente ocupado el alto Bio Bio.- Si fuera imposible a Ud. ocupar los dos punto indicados ruego a Ud. tenga a bien indicarmelo para proceder a su abastecimiento por otro lado, mientras resuelva el Supremo Gobierno, cuyas instrucciones a esta Comandancia sen de concluir terminantemente, en este año, las incursiones i escursiones de pehuenches i arjentinos- Dios Guie a Ud. Martín Drouilly El que escribe como jefe del Estado mayor jeneral de este ejército. Certifico: que la presente copia es conforme con el orijinal que queda con el archivo. Villarrica, enero 19 de 1883. Manuel Ruminot.

Santa María Febrero 1/1883 Sr. Nicolas Peña Estimado amigo Como autorizó a Tº Carlos en el sur, donde espero verlo todavía me dijo a Ud. para que con el Capitán Zepeda [nota borrosa N.E.] me remita una o dos amentralladoras de esas imnumerables que están arrumbadas en almecenes de la maestranza.- Me son indispensables para arar los fortines i disminuir la tropa. No es mucho de la forma oficial de conseguirlas. Eso se lo dejo a Ud. Llame a Uribe, el anduvo juntando ametralladoras para mí i encontramos una infinidad por pedazos i enteras debajo de escombros de armas. Uribe ayudado de mi paisano de la maestranza_ le sacaron a Ud. del compromiso. ¡dejelos a ellos que me manden luegos mi […] M. Drouilly Los indios buenos…pero…mandenme las ametralladoras.

Correspondencia espedición cordilleras de la araucania Fuerte Santa Maria, febrero 10/1883 Señor Ministro Para economizar personal en la fuerza encargada de conservar el orden en la frontera araucana, necesita esta comandancia dos ametralladoras con sus correspondientes municiones como está en conocimiento de Ud. que hoy disponible en la maestranza cierto numero de ellas. Ruego a Ud. se sirva ordenar la remisión a Angol orden del Mayor La Puente. Dios Guie a Ud. Martín Drouilly.

381 Angol Febrero 2 de 1883 Sr. Ministro Tengo el honor de acompañar a Ud. copia legalizada de una nota que pasó a esta comandancia en jefe el Sr. Coronel Godoi jefe de una de las diviciones del Ejercito Arjentino que opera en su territorio, mas o menos frente a Villarrica. Esta nota es constestativo de otra que le mandó esta comandancia en jefe reclamando de la internaciones de equellas fuerzas habían hecho en territorio Chileno i de varios actos hostiles que habían ejecutado en las personas intereces de varias reducciones que habitaban los valles situados en el boquete de Rehuei es inmediato a Panguipulli. La nota de este cuartel jeneral la hallará tambien en copia acompañada a la presente. Lo que tengo el honor de participar a Ud. para en conocimiento Dios guie a Ud. Sr. Ministro de la Guerra.

Copia Nº 34 Al comandante de las avanzadas del Ej. Arjentino= Villarrica Enero 17 de 1883. Hace cuatro dias vinieron unos indios vinientes en Relmocico, teritorio chileno, dando aviso que fuerzas arjentinas habian llevado un considerable numero de animales i algunos cautivos, habiendo además quedado unos tres o cuatro personas muertas= Hoy han venido por segunda vez haciendo presente que esas mismas fuerzas u otras, según esponen, han alcanzado hasta un lugar llamado Canirriñe todavía mas al poniente del lugar ya referido= Como tengo carta del Sr. Jenerla Villegas jefe del Ejercito Arjentino i también copia de las instrucciones que se han dado a las repectivas brigadas, a las cuales se ordena terminantemente que en ningún caso las avanzadas tropas en la linea divisoria de ambas repúblicas Creo solo por un caso o por falta de conocimiento del terreno, han podido llegar fuerzas de su mando a puntos que ya dejó referido, en los cuales, como Ud. habrá podido notarle las aguas corren hacia el poniente para caer en nuestros rios.= Teniendo pues, presente las consideraciones que deje apuntadas, i no dudando que Ud. las estimará justas, espero en vista de las buenas velaciones que felizmente existen entre ambas Repúblicas que Ud. desocupará inmediatamente nuestro territorio, devolviendo a los movidos de esos lugares, tanto los prisioneros que se le hayan hecho como los animales que se le hubieren corrido; oreviniendo en Ud. que entre los primeros reclamos tambien los indios arjentinos que, habiendo ganado ya territorio Chileno, hubieran sido aprehendidos en él , pues etsán amparados por el derecho de gente, que invoca a su favor esperando que Ud. haciendose el eco de los sentimientos altamente humanistarios que adornan la republica arjentina hará cumplida pesar jerencia a esta petición que hago a nombre del Gobierno de quien dependo.- i a Ud. por causas que yo no conozco no le fuera posible atender a las exijencias que me veo en la imponderable necesidad de hacerle en resguardo de los legítimos derechos de mí Nación, sírvase elevar esta nota al conocimiento del Sr. Jeneral del Ejército de que Ud. depende afín de que él en justicia en la cual tengo la mas completa confianza, vuelva lo que estime conveniente, pero siendo esntendido que la desocupación de nuestro territorio le efectuara Ud. tan pronto como tengo convencimiento de esta comunicación con toda consideración se suscribe de Ud. i S.S.G. Urrutia= Es copia de la orijinal que queda archivada en este cuartel jeneral. Villarrica, Enero 26 de 1883. J.A.ARCE B.Urrutia

Nº 12

382 Angol, Febrero 10/83 Señor Ministro Por nota de 5 de enero presente diré al conocimiento de Ud. una planilla pasada por el comerciante de esta plaza, Sr. Manuel Vicente Bunster, ascendente a la suma de noventa y tres pesos veinte centavos valor de varios artículos de escritorio pedidos en ese almacén para ésta Comandancia jral. De armas y estado mayor del Ej. Del Sur y no habiendose decretado el pago de dicha cantidad hasta la fecha, este motivo me obliga a reiterar a Ud. lo que en la aludida nota solicito. Dios guie a Ud. José M. del Canto Señor ministro de la guerra.

Traiguen, Febrero 19 de 1883. Sr. Ministro El comandante del fuerte Lonquimay, perteneciente a la divición del Sr. Comandante Drouilly en nota 17 del presente bajo el Numero 32 me dice lo que copio. “El comandante del Fuerte Liuncura con fecha de hoy me dice lo siguente: Doi cuanta a Ud. que anoche como a las 1 de la mañana llegó a este fuerte un indio correo del cacique Queupo a decirme que una partida de tropa arjentina le habían tomado unas familias i que los arjentinos estaban acampando por la noche en el lado norte del BioBio cerca de la laguna de Huallentué. Despeché al indio correo en la misma noche mandandole decir a Queupu que si los arjentinos al dia siguente no hubiesen desalojado el territorio chileno me mandaría decir para ir a desalojarlos por cumplir ordenes superiores que tenían a la vista en efecto, al siguente dia llegó el correo de Queupu diciendome que los arjentinos aún permanecían ahí i que ello con mas de los indios los tenían a la vista.= Queriendo yo evitar un conflicto entre los indios i los arjentinos hize encillar treita i dos individuos de tropa i al alferez don Manuel Márco Norambuena i en unión del mensajero correo me dirijó al frente donde estaban los arjentinos”. Efectivamente despues de cuatro leguas de marcha llegamos, la tropa arjentina viene en marcha en numero de cuarenta mas o menos por los flancos el veen varios grupos de indios con lanzas; traté entonces de hacer alto i formar mi tropa en linea i hacer alto i ordené al alferez norambuena se desprendiera de la fila con una bandera blanca a conferenciar con el oficial arjentino, habria andado unos veinte o treinta pasos en dirección a la linea arjentina que estaba parapetada dentro de un barranco cuando veo levantar una bandera i rompieron el fuego, yo los sostuye al principio en no disparar, pero cuando veo caer un soldado de mi capa i después otro i que no nos pudimos ver libres de tantos balazos, estamos nosotros a pecho descubierto i a ellos se les vera las cabezas, temiendo que la retaguardia la caballada, mandé entonces a mi tropa romper él fuego entonces a mi tropa romper el fuego en acto para irnos a la bayoneta. Avanzamos hasta estar en la distancia de veinte i cinco metros de ellos, en esta distancia veo que son muchas las bajas que nos están haciendo; ordené entonces la retirada en orden por que permanecer por mas tiempo habriamos sido diezmados, puesto que ivamos por un arenal sin tener el menor apoyo en que favorecernos. De parte de los arjentinos ha habido tres bajas con oficial i dos soldados muertos, heridos no se cuantos habrán tenido. El oficial arjentino muerto según el santo i seña que le encontró un indio en los bolsillo creo es de nombre i apellidos del santo i con que le remito. Caballos arjentinos que quedan muertos en el campo, diez i un mular, de nuestra parte hemos tenido seis muertos, siendo los siguentes: Cabo 1º Vicente Merino, Sarg. Benito Muñoz, Soldados José de la Cruz aranda, Jenan Leiva, juan de Dios Campos i José Mercedes Oliva. Los heridos que hemos tenido spm tres, Cabo 1º Juan Agustín Poblete, Grave en un Brazo, Soldado José Reimundo Peréz, grave en la cara i Grgorio Arangui grave en la paleta del hombro izquierdo. 383 Sr. Comandante Como ud. verá i cumpliendo con mi deber me puse en marcha para tratar por medios pacificos con los argentinos, pero ellos han sido demasiado insolente que en lugar de tratar nos recibieron a balazos sucediendo por esto la desgracia de comunicarle. Con este incidente creo mui bien que los arjentinos que aún desconociendo sus deberes busquen la represalia, sabiendo este que en este fuerte existe poca tropa, sería mui conveniente que yo con mi fuerza me trasladará a Lonquimay hasta que pase este conflicto. Los heridos los mando a la noche= Dios guie a Ud. Domingo A. Rodriguez. S. Lo que tengo el honor de transmitir Ud. para que si lo tiene a bien, poner en conocimiento a quien corresponda en principio de comunicar esta parte, a la vez, al comandante en jefe de la espedicion esploradora a las cordilleras de la Araucanía don Martín Drouilly de cuyo jefe el insfrascrito se encuentra bajo en dependencia hasta la fecha. Atendiendo lo espresado en el parte trascrito i del conocimiento que tengo en el estado en que se encuentra el fuerte de Liucura i del reducido número ningún jenero i del reducido numero de la fuerza que la guarnece le ordena que la traslación de quella fuerza aquí pues es de suponer que el puesto de “codigue” arjentino inmedianto a Lincura donde existe numerosa fuerza de aquella república vengan en un momento a otra la tomado dicho fuerte de Lincura. Es cuanto pongo en consentimiento de Ud. afin que se tomen las medidas correspondientes.-“ Dios guie a Ud. Pascual Cid. Lo ue tengo el honor de comunicar a Ud. para su correspondiente fines contingéntes Dios guie a Ud. Señor Ministro de la Guerra.

Comandancia del Lonquimay Febrero 25 de 1883 El comandante del rejimiento “jeneral lavalle” Nº 11 de caballería de linea del ejército argentino teniente coronel don Manuel Rubilar, en contestación a mi nota de 18 del corriente con fecha del mismo me dice lo que sigue: “Tengo el Honor de acusar recibo a su nota fechado el 18 del presente en la que se sirve comunicarse el lamantable incidente ocurrido entre las partidas arjentinas i chilena a que se refiere la nota, i lo cual he puesto en conocimiento del jefe accidental de ésta brigada teniente coronel don Pablo C. Relule, quien me encarga de agradecer a Ud. esta diferencia. La partida arjentina a que hace referencia la nota de Ud. me pertenece a nuestra brigada i deben provablemente su de la 2º Brigada que se encuantra situada en las marjenes del Collón Cura. El señor oficial Gonzalez Toro enviado por Ud. lleva encargo de manifestarle verbalmente cuanto tanto estamos por nuestra parte este incidente de tan funestas concecuencias para los que en él han tomado partiicipación.- Dios Guie a Ud.-= Manuel Rubilar Por lo que se vé en la nota inserta, no hai motivo para que abrigar temor alguno de que fuerzas Arjentinas tengan el animo de alterar el órden de esta línea para lo ocurrido lo que tal vez motivados or estralimitación de órdenes formen de su gobierno el hubiese internado con fuerza armada a nuestro territorio con el previo conocimiento de los jefes de ésta linea, como así mismo falta de precaución del Comandante del Fuert Lincura para notificarle las órdenes, de Ud. afín de que desalojaran nuestro territorio. Este es el juicio del inprevisto sobre esta molestia por lo que he dispuesto la traslasión del teniente Rodriguez ante Ud. afín de que disponga lo que crea conveniente. Dios Guie A Ud. Pascual Cid. Señor Comandante en Jefe de la espedición a las cordilleras de la Araucanía don Martín Drouilly.

384 (En pie de esta nota, en lápiz mina, casi inentiligible, N.E.) Lo que comunica a Ud. encontrandome la primera nota en camino Martín Drouilly Al Sr. Ministro de la Guerra

Comandancia de espedición a las cordilleras de la Araucanía Santiago, Marzo 26 de 1883 Ocupados pacíficamente los valles de la cordillera Araucana i establecidos los fuertes de Nitrito, Lonquimay, Lincura en el alto Bio Bio, de Llaima en el valle del mismo nombre i de Maichi en los orijenes del toltén. Ud. tuvo a bien poner los dos últimos bajo las órdenes del jefe del Ejercito del sur i dejar los del alto Bio Bio con una comandancia especial dependiente de la de la provincia del Vbio Bio i conveniendo determinar las tropas que deben cubrir esas guarniciones, esta comandancia es de opinión que: Nitrito debe cubrirse con cincuenta hombres, Lonquimay con ochenta i Liuncura con Cincuenta. De las compañias movilizadas que hicieron la campaña se podría obtener que quedaran voluntariamente cien hombres; faltarían noventa que podrían pedirse al ejercito del sur i la brigada de artillería o bien a las dos. Anticipo esas indicaciones ántes de presentar el resultado jeneral qie debe ser acompañado de planos i antecedentes que retardan esa formalidad a la proxímidad del mal tiempo en esos lugares, hace necesario disponer medida indicada como tambien de autorizar la remisión de víveres para el invierno. Para asegurar la pronta remisión de trecientos quintales de trigo y frijoles que de la cantidad que enviando internar, a mas de la ya remitida convendría que la intendencia del ejércitodel sur remitiera esos víveres por carretas hasta Reticura por Cura Cautín i de esa manera las mulas podrían haser un viaje por dia i en una sola semana quedarían desocupadas viniendo en buen tiempo todavía a reponerse. Habiendo ofrecido en varias ocaciones dudas solo el modo de cubrirlo los gastos de esta espedicion, i deseando conocer la cuenta jeneral, de ella a sueldos de la tropa, suplico a Ud. me sirva autorizar nuevamente al Sr. Comandante de Bio Bio para que autorise esos gastos. Dios guie a Ud. Martín Drouilly.

Nº 45 Angol, abril 25 de 1883 Sr. Ministro Cuando en los primeros dias del mes de marzo próximo pasado fue al fuerte de Llaima, pude observar allí que los indios de aquellas tribus se hallaban diseminados por las cordilleras buscando piñones. Al mismo tiempo tuve también convencimiento que era posible que algunos con aquel pretesto podrían llegar hasta la República arjentina con el fin de cometer algunas depredaciones. Con este mitivo i afin de evitar cargos que mas tarde pudieron hacernos el gobierno de aquella República creí prudente dirijirme al jefe del fuerte mas inmediato haciendole conocer mi presencia en aquel lugar i el propósito de estorbar cualquier intento de robo que quisieran hacer aquellos indios, dandole al mismo tiempo acoso que tenian convencimiento que en la cordillera oriental andaba una partida de indios que por no estar entregados a nuestras plazas ó fuertes podrían llevar algún malon a su territorio.

385 Aprovechaba también esta oportunidad para pedirle aquel jefe me hiciere conocer si sería posible que españoles i indios de los que ya están sometidos fuesen con comercio a los fuertes arjentinos i a buscar sal a los minerales que allí hai. La comunicación que dirijí i la continuación que a ella se dio la encontrará Ud.la copia legalizada que tengo el honor de juntar; i la cual vá con mucho retardo avisa de la demora del correo por los tiempos i grandes lluvias que ha habido. Me permito hacer presente a Ud. que los indios tienen gran interés en ir a buscar sal a los minerales referidos, pues son los tienen mas cerca, i esta entiendo es para i como para todos de primera necesidad. Es decear sería Sr. Ministro que en este sentido i en el del comercio en jeneral se proverá algún arreglo con la República Arjentina, estando seguro que, tomando las convensiones debidas no habrían los terminos. El jefe de las fuerzas arjentinas manifiesta en su correspondencia. Todo lo que tengo el honor de decir a Ud. paso su conconocimiento. Dios guie a Ud. Urrutia Al señor ministro de la Guerra.

Copia Campamento de Cumen, marzo 17 de 1883 Sr. Comandante del Fuerte Codihúe República arjentino Sr.comandante Recientemente ha llegado a este lugar donde he echado las bases de un nuevo fuerte en protección del de Llaima que está seis leguas mas al oriente_ AL visitar éste he podido observar que no satiface los propósitos del Gobierno, pues deja hacia la frontera divisoria un considerable número de familias índijenas.-= Esto hace indispensable otro fuerte a otras cinco leguas mas al interior de la cordillera, en un lugar llamado Dahuelhue, paso obligado de este boquete a la república arjentina; pero esto por lo avanzado de la estación, no podrá tener lugar hasta la primavera próxima quedando así Uds. Por esta parte completamente a cubierto de los robos que quisieran intentar algunos malos indios.- Doi a Ud. estos datos para que conozca los propósitos del gobierno de Chile, que no son otros que evitar en cuanto sea posible las depresaciones que ante han podido ocurriri por los indios que perseguidos en esa se han asilado en nuestro territorio.-=Al vicitar el fuerte de Llaima supe por el mismo cacique Namuncura i otros que varios indios que obedecen al cacique Renque se han internado en la cordillera con el propósito de recoger piñones para su subsistencia.-= He reportado este procedimiento i he ordenado que en ningún caso pasen del punto llamado Canilafquen i aún que se retiren lo antes posible afín de evitarles la tentación de ir a robar a este lugar, pero como están dentro del territorio chileno me permito esperar que no serán incomodados en sus faenas, sirviendome Ud. este aviso para que sepa que no los llevootro propósito i le eviten alarma.-= Ayer hable largo con los caciques Namuncura, Reumai, Colipan i otros i pude converserme, que, aceptando los consejos que constantemente les doi, están resueltos a mantenerse tranquilos abandonar su vida de pillaje i a vivir de su trabajo, para lo que estoi dispuesto a proporcionarles algunos recursos.- Con esto creo que Ud. estarán libres de molestias, tanto que los indios que habitan estos lugares como de los que ocupan el boquete de Villarrica donde he tomado iguales medidas.-= Se que el cacique queupu se ha entregado al comandante Drouilly con las indiadas qie le obedecen; pues parece que se le han separado unos indios que andan por su cuenta i que talvez los capitanes el cacique Purran que es un gran ladrón.- Supongo que el comandante Drouilly había tomado las medidas necesarias para reunirlos i someterlos a la obediencia de nuestras leyes.-= Creo que un concilio honrado, entre ámbas republicas sería el mejor medio 386 para hacer que los indios abandonen su vida como nómade i se acostumbren a ganar en subsistencia por otros medios que los que han tenido hasta hoy.- A este respecto me permito preguntar si había inconveniente para que españoles o indios vayan a ese fuerte ó algún otro, llevando articulos de comercio, o yendo a buscar sal a los minerales que hai en esa.- le entiende que iran con el correspondiente pasaporte en que se estamparán así los nombres de los que pueden, i a mas la condición de que siempre se presentarían a los jefes de los fuertes mas inmediatos a su linea de frontera.-= Si esto fuere posible me parece que ámbas naciones ganarían mucho en el sentido de civilizar a esta raza, acostumbradola a ganarse su vida por medios lejítimos.-= Como mucho de los indios que se han asilado en esta son de orijen arjentino creo que con el tiempo vuelvan a esa lo que no se atreven hacer hoy por razones infundados que ellos tienen.- El cacique ñancucheo a quien inste mucho porque se volviera a esa haciendole ver el perdón que le ofreciera a el el Sr. Jeneral Villegas, a fallecido en Maquesma hace ocho dias de un ataque de desinteria: sus mocetones han quedado diseminados en varias tribus del valle central.-= Había diciendo escribir al Sr. Jnral Villegas; pero ignoro n paradero, porque veo que como yo no tiene punto fijo; pero ruego a Ud. se sirva imponerlo de esta carta agregandole mi afectuosos saludos.- Yo permaneceré en este punto hasta vuelta de este correo i me será grato recibir las órdenes de Ud.-= Quedando mientras tanto mui atento y S.S..-= Firmado.-= G. Urrutia.- El ayudante que suscribe certifica que la presente es copia fiel de la que existe archivada en la oficina de este Estado Mayor, Angol, Abril 24 de 1883 S. a .Arce 2º ayudante

Copia Ñorquín Martes 17 de 1883.- Sr coronel don Gregorio Urrutia.-= Campamento de camei= Mui Sr. Mio.- El teniente Coronel don Manuel Ruibal me trasmitió hoy mismo la carta que Ud. se sirvió enviarle con fecha 17 del presente.- Como este jefe no podía resolver de si mismo ninguno de los puntos que en ella se trata ha tenido que recurrir a sta comandancia para tomar mi parecer, mandandomé en carta orijinal.-= Miré enterado del contenido i paso a constestarle. Siento mucho de mi poder hacer derecho a su petición por tener opiniones diverjentes de las suyas por los motivos que en seguida se espresan.-= Hai un inconveniente mui grande para que españoles ú indios puedan pasar a la linea interior de esta frontera sea llevando articulos de comercio sea para buscar sal ú los minerales en que esta se encuentran, aún mismo teniendo el pasaporte i justamente porque tendrían este salvo conducto, los desertores de ellos acostumbrados toda su vida a robar i cometer vandalajes no dejarían de hacerlo, í por lo menos de suministar datos a los otros indios ladrones, sirvíendoles de espias.-= Sería a mi juicio proporcionar mas ármas á nuestros inconciliables enemigos.= Todos los indios que hemos tomado de este lado han encontrado en presencia en este territorio, diciendo que venían á buscar piñones; sin embargo, es pretesto de una ocupación mui inocente en si mismo han aprovechado todas las oportunidades i desdeseando de nuestros soldados para arrebatar alguno animales, i aún mismo dar muerte a los que están encargados de su cuidado encontrándolos desprendos.-= Así que tenemos la firme intensión de comentados siempre en la falda de la cordillera de este lado, seguros que viéndose los indios prevenidos de su subsistencia se entregarán a nuestro poder.-= Agradezco infinita U. en informes acerca de los nuevos fortines que se están estableciendo en ese lado; siendo algun dice U. en intencion impedir por este medio a los indios de su territorio venga á robar a ésta frontera.-= Tengo la intima convición que Ud. sabrá llevar a cabo sus propósitos humanitarios mejor que lo que se hace en los fortines que se encuentran mas al norte.-= El teniente Coronel Don Martín Drouilly 387 también me escribió que ya no tengamos nada que temer de los indios de ese lado, siendo todos ellos sometidos al Gobierno Chileno que había tomado severas medidas para prohibirles vengan á cometer en ete campamento sus acostumbradas fechorías.- Y en pueda ellas, me daba cuenta que las fuerzas Chilenas habían dado muerte quitandoles todo el arreo al capitanejo Coliquén á un hijo de este i de dos indios mas.- El arreo que llevaba se componia de 70 mulas que habíanm conseguido arrebatar á un negociante chileno don José Galves esteblecido en este campamento.- Agregaba el comandante Drouilly que se ocupará en recoger estos animales para remitir á mi poder en la primera oportunidad.- A pesar de estas aseveraciones que nos inspiramos mucha confianza, tenemos la prueba diaria ante qie todos los índios que pasan a merodear con los indios ya cometidos al Gobierno Chileno lo que me consta por las fuerzas que han perseguido hasta el Límite de esta república, tomando en seguida los ladrones la dirección de los fuertes de esa nación.-= Aprovechando el avio del Comandante Drouilly, mandé una comición a Lonquimai para recaudar las mulas ahí recojidas por el jefe de ese fuerte me constestó que no había podido quitarmelas todavía i no hizo entregar ninguno de los animales.-= Ultimamente los indios entraron a Remiquilon donde tengo cuidada la caballada del rejimiento, i aprovechando el descuido de un cabo encargado de cuidarlas, consiguieron arrebatar unas yeguas i caballos de mi propiedad.- Las comisión que mandé en persecución los alcanzó mui cerca de Nitrito, quitandoles la mayor parte del robo obligando los ladrones á buscar en salvación de á pié entre los montes, tomando dirección a ese fortín.- Como por personas fidedignas, habria sabido que todos los animales robados se encontraban en el potrero de los pinales que quedaba cerca de nitrito, man´de una comisión para que se presente al jefe de este punto reclamandolos.- Mi reclamo no ha sido entendido a pesar de haberme cerciorado por si mismo el oficial encargado de esta comicion que ahí estaban todos los animales.-= Su presencia de estos hechos es imposible dar cumplimiento á nuestros buenos deceos de estrechar mas nuestras relaciones amistosas con la republica vecina quedando sin efecto las promesas que nos hizo el teniente coronel Don Martín Drouilly en una nota oficial.-= Hasta ahora, he esplicado a Ud. los motivos que me impedirán hacer de recho a sus reclamos; indicandole las razones que se oponían a mis buenos deceos para satifacerlo, pero creo que hai medios mucho mas certeros i de mas seguridad a la vez para nosotros para conseguir de reducir completamente a los indios, hacer olvidar sus antiguascostumbres i obligarlos á ganarse la subsistencia ocupandose de trabajos honrados que áquí se les proporcionan. Para conseguir esto los indios que están obligados a venir a buscar piñones de este lado para su subsistencia, no tendrían mas que presentarse a esta comandancia que les dará él mismo racionamiemto que áquel que se entregó a los soldados de nuestra nación.- La prueba que no deben tener ningún recelo para entregarse a nosotros, es que ninguno de los indios sometidos a nuestro gobierno necesitan pasar al otro lado para tareas piñoneras para un montonerismo y robar í cometer cualquier fechoría, temiendo aquí todo lo que presisan, ocupandose de trabajar honradamente, siendo en este mismo trabajo la distracción nueva para olvidarse de su antigua vida en el desierto.- De este modo los indios mejorarían de hecho en posición, i las dos repúblicas se vanían completamente al descubierto de los vandalos por que hasta hoy continuamente han cometido.-= Si los indios no quieren someterse a nuestras leyes es que requieren ser sometidos á ningún gobierno i que busquen para hacerlo los gobiernos que les dán mas sus licencia para seguir en vida nómade.-= En este caso mucho mejor sería para obligarlos a la tuicion que tanto este lado como del otro lado, consigan tenasmente á los ladrones, quienes, viendose perseguidos de todos lados, i no encontrando refujio en ninguna parte se vean obligados a hacer á la fuerza lo que no quieren hacer de buena voluntad.- Recien entonces se presentará la oportunidad de permitirdos lo que Ud. pide en su carta, es decir darles pasaportes para que lleven algunos articulos de comercio de uno a otro lado.- Datos son a mi parecer, los únicos medios practocos que podemos emplear para civilizar completamente á los salvajes.- Solo cuando los indios por sus hechos, habían probado que quiern cambiar de conducta i tienen la firme intención de trabajar honradamente, 388 solo entonces dejaremos de perseguirlos, proporcionandoles al mismo tiempo los medios para conseguir sus propósitos.- Llevar de induljencia en las circuntancias que estamos, sería perder el fruto de nuestras conquistas llevadas a cabo en medio de tantas dificultades ue se oponían en el principio, á que consiguieramos pronto nuestras ideas de civilización.-= Estas son mis opiniones personales que trasmito a Ud. esperando que convencido de nuestra franqueza i de nuestras buenas intenciones, cooperará eficazmente con las fuerzas de sus órdenes para que junto los dos pueblos hermanos hagamos flamear l banderas de la civilización en medio de los toldos de los indios.-= Le agradeceré me dé en parecer sobre el particular dirijiendose a esta comandancia que siempre hará con la república vecina de los procederes amistosos que hasta hoy acostumbro.-= Sin mas queda de Ud. se ofrece afirma y S.S.- Firmado.-= Pablo C. Belisle.-= El ayudante que suscribe certifica que la presente es copia fiel de la que existe archivada en la oficina de este estado mayor. Angol, abril 24 de 1883. J.a .ARCE 2º ayudante.-

Nº 51 Angol, abril 30 de 1883 Sr. Ministro Se ha recibido la nota de Ud. fecha 20 del actual nº 283 por la cual se dispone que los fuertes establecidos por el Sr. Drouilly en su última espedición sean cubiertos por fuerzas del ejercito de mi mandom quedando dichos fuertes bajo mi dependencia. A la brevedad posible se dio cumplimiento a los dispuesto dando las órdenes que por ahora he creido conveniente, i que son las que copia tengo el honor de acompañar a Ud. bajo los nº 1.2 Mas habiendo hablado ayer con el sr. Comandante Drouilly que conoce personalmente aquellos lugares i el numero de indios que hai en ellos, supe por él que a su juicio creia que no era prudente retirar la fuerza de caballería que guarnecía los referidos puntos. En esta virtud mandé a Victoria un telegrama que también adjunto en copia para que por un propio se remitiese a Curacautín i de allí a Lonquimai afin de que se esperasen nuevas ordenes con respecto al retiro de la caballería, las que espero, en Ud. lo tiene a bien. Copia Nº1 Angol, abril 25 de 1883.-= Nº 304.-= Al capitan del batallón Mov. Arauco Don Juan Harriet.- = El señor ministro de la guerra con fecha 20 del actual me dice lo que copio “Disponga Ud. que fuerzas de su mando pasar a cubrir la guarnición de los fuertes establecidos por el Ten.1º Coronel Drouilli en su última espedición quedando dichos fuertes bajo la inmediata dependencia de Ud. Lo que transcribo a Ud. para que con las compañía de su mando dotada de dos oficiales subalternos i ochenta internos de tropa son la correspondiente dotación de clases se trasladó a la brevedad posible por el camino Reticura a la plaza de Lonquimai para hacerse cargo de ella i del fuerte Lincura dependiente de dicha plaza relevando las fuerzas cívicas que haí ahí.-= En su compañía llevará tambien al subteniente de asamblea dn. Benjamin Viscarra Donoso.-= Además llevará tambien el piquete de diez hombres de caballería que hai en esa para que ud. los distribuya convenientemente en los fuertes que va a guarecer si el comandante Pascual Cid se encontrase en Lonquimai. Se pondrá Ud. a sus órdenes recoveniendole como jefe de esa fuerza pero sino estuviese o distante de sus servicios, quedará ud. al mando de ella. Por ahora no lleva Ud. instrucciones de ninguna clase, pero si oucrriera lo que hayan dictado para el 389 servivio de esa guarnición por los jefes que las han establecido, dispondran cuanta en primera oportunidad a la comandancia en jefe de todo lo que hiciese sobre el particular para provechar de que se estime conveniente.- Así mismo mandará ud. a esta un inventario de todas las asistencias que haya en distante guarnición ya sea en edificios, dominando cualquier clase, viveres, herrammientas. Se pondrá tambien en conocimiento de este cuartel jeneral cualquiera constancia que pueda servir para apurar consiensudamente la situación de esa guarnición entre estas no olvidará Ud. denunciar todo aquello que tenga relación con los indios ya sea en su numero, localización, medios de que viven, cualquiera otra la que pueda servir para apresiar la situación.- Pronto se establecerá unos meses entre curacautín i lonquimai i Ud. sumistrará datos sobre posibilidad i el paso de la cordillera i hasta que época sólo fuese posible durante todo el invierno.- No pierda Ud. oportunidad de estar en comunicación con esta comandancia en jefe.- Fin de que ella fueda atender debidamente a las necesidades de esta plaza.-= Estimo escusado recomendar a Ud. el cuarto servicio la subordinación desiplina i moralidad de la tropa, ejerciendo sobre ella lo mas constante vijilancia, i es tanto mas necesario cuanto mayor es la distancia a qie Ud. se encuentra de este cuartel Jral. I de su cuerpo.-= Dios Guie a Ud. G. Urrutia Como sarjento mayor 1º Angol del Estado mayor certifico qie la nota que suscribe es copia fiel de la que existe en el libro copiador la oficina de este estado mayor. Angol, Abril 30de 1883.

Copia nº 2 Angol, abril 25 de 1883 nº 205.-= Por el ministerio de la guerra con fecha 20 del presente bajo el nº 283 me dice lo que sigue:= “Dipsonga Ud. que las fuerzas de su mando pasen a cubrirle la guarnición de los fuertes establecidos por el Tent. Coronel Don M. Drouilly en su última espedición quedando dichos fuertes bajo la inmediata dependencia de Ud.” .-= Lo comunico a Ud. para su conocimiento previniéndole que con esta fecha marcha una compañía de infantería de ochenta hombres i diez de caballería a guarecer esa plaza cuyas fuerzas quedarán bajo sus órdenes por tanto ellas como Ud. dependerán de este cuartel jeneral con quien se entenderá Ud. en lo sucesivo dando cuenta de las instrucciones que tenga para el servicio de esas guarniciones a fin de proceder lo conveniente si fuere necesario.-= Asimismo remitirá a esta comandancia un inventario de las existencia en animales, viveres, herramintas i demas articulos que haya enesa para su servicio.- = Una vez hecho los correspondientes revisos ordenará que las fuerzas que ahí guarnecen esos puntos si retiren a sus respectivos departamento para que ahí sean ejecutadas Tº en caso que Ud. a este resferido instruya órdenes especiales para que sean mandados a pintos determinados.-= Dios Guarde a Ud. G. Urrutia.= Al comandante del fuerte de Lonquimai don Pascual Cid.

Como Sarjento Mayor 1º ayudante del erst. Mayor certifico: que la nota que instuirle es copia fiel de la orijinal que existe en el libro copiador de la oficina de este cuartel . Angol Abril 30 de 1883.

Angol. Mayo 4 de 1883 Tengo el honor de acusar recibo de la nota de fecha 30 de abril próximo pasado, en que se sirve comunicarme que ha dejado sin efecto la órden del 20 del mismo mes en cuanto pone a mis órdenes los fuertes últimamente establecidos por el Sr. Comandante Drouilly, quedando por consiguente dependiente del referido jefe lo s de Lonquimai i Licura. Cúmpleme hacer presente a Ud. que esa órden ha recibido hoy mismo el debido cumplimiento; pero como esa misma órden después de todo lo ocurrido, a mi juicio, envuelve para mi un marcado desprestijio en el alto puesto, de comandante en jefe de este ejército, con que se me 390 tiene honrado, me hallo en el caso de hacer de él la más formal renuncia, rogando a Ud. tenga a bien elevada al conocimiento de S.E. el presidente de la República a fin de que, si lo tiene a bien se sirva exonerarme del mencionado cargo. Dios guie a Ud. G Urrutia. Sr. Ministro de la Guerra.

Nº 39 Angol, mayo 5 de 1883 Sr. Ministro: Para los fines del caso, tengo el honor de remitir a Ud. en copias tres comunicaciones relativas Renquecura, Namuncura i Rumai. Con esta misma fecha se ha opinado al comandante del fuerte Llaima para que en lo sucesivo no permita que los indios cambien su residencia a la república arjentina, sin previa órden de esta comandancia en jefe. Dios guie a Ud. Alf. Larenas. Señor ministro de la guerra

Copia Al señor capitán jefe del fuerte Llaima.= Mi estimado capitán: Hoy he recibido un chasqui que hace elo cacique Renquecura que se haya en esa, i como con este mismo Chasqui mando dos indios para que hablen con el cacique le hago saber a Ud. Para que no me lo detengas= El chasqui debia de pasar hasta codihue, pero como me hablo aparentemente autorizado por mi jefe para deliberar en todo asunto, he dispuesto hacer que regrese á ese frente, por el corto tiempo que nos queda, á causa de la cordillera que se cierra en el mes entrante.-= Por el chasqui que hace el cacique, veo algunas probabilidades el que este se presente i deceando aprovechar el buen tiempo me permito rogarle a Ud. que si así fuere, no primero impedimento.- = aprovecha desta oportunidad para saludar a Ud. con el distinguido respeto de su Afm. S.S.-= Firmado.-= Pedro Toscano.= Teniente de Infantería Rume=có abril 20 de 1883. Angol mayo 2 del 1883 Es copia fiel de la Orijinal que existe archivada en este estado mayor. a.Arce 2º ayudante

Copia Pedro Toscano teniente 1º de infantería de linea del ejercito arjentino.= Hallandome eficientemente autorizado por mis jefes para permitirles ocupar cien tierras a los caciques Renquecura, Namuncura i Renmai en caso estos se sometan a mi gobierno; yo por mi parte les garantizo bajo mi palabra de honor i á nombre de mis jefes el qué desde el dia que se presenten ocuparám libremente sus campos i á mas me comprometo proporcionarles todas los viveres para todas en mozos i familia.= Para que conste lo firmo en Rume-có a 25 de abril de 1883.-= Firmado Pedro Toscano. Angol, mayo 2 de 1883 Es copia fiel de la orijinal que existe archivada en este estado mayor. Arce 2º ayudante 391 Nº 22 Angol junio 25 de 1883 Sr. Ministro El comandante del fuerte de Villa Rica ccon fecha 1º del presente en nota nº 6 me dice lo que sigue: “El comandante del Fuerte de Palquín en nota nº 6 de fecha 23 del pp. Me dice lo siguente: “Los indios vivientes en las inmediaciones de este fuerte me han informado que un piquete de 31 hombres de caballería arjentina han pasado la linea divisoria avanzando hasta el lugar denominado “Trancura” distante como seis leguas de este fuerte. Esta tropa venía en frecuencia de un cacique Chileno Coillard que dio un malón á los arjentinos robandoles como 100 mulas. “ Lo cual pongo en su conocimiento àra qie se sirva darme instrucciones de cómo debo obrar en caso que se repitan estos atentados de los arjentinos, pues en este fuerte no existía de ninguna especie.- Dios guie a Ud. Demófilo Lamas.-= Sr. Comandante de la plaza de Villa rica Me permito al mismo tiempo poner en conocimiento de Ud. que cuando se hizo entrega de esta plaza, el capitán del batallón Angol Sr. Jral no me indicó las instrucciones de comandante en jefe del ejército del sur ya fuera sobre continuación de los trabajos de la plaza i órdenes por escrito o verbales que él hubiese recibido. Creo será mas que suficiente participar a Ud. que en esta plaza existe archivos de notas de ninguna especie.” “A fin de evitar fatales concecuncias que pudieran traer un conflicto entre la vecina Republica arjentina i la nuestra, ya sean demarcados pr órdenes o medida tomadas sin plicar por la poca experiencia de los L.L comandantes de los fuertes en estos asuntos de Ud. se han de servir indicarme. Por escrito lo que debo hacer en este caso para subsanar inconvenientes i dificultades que como antes he dicho, parece ser de trascendentales consecuencias. Lo transcribo a Ud. para conocimiento a fines como estime conveniente. (Problemas de la hoja…N. E.)

Angol, agosto 18 de 1883 Señor Ministro: El comandante del fuerte Cunco en nota 7 del presente nº 10 me dice lo que sigue: Los caciques Rumay i Namuncura han traido sus hijos a este fuerte diciendo que Ud. prometío colocarlos y recomendarlos, yo no me negué a recibirlos i frente encargué algunos silabarios para incorporarlos en una escuela que he formado con este objeto i donde recibenm instrucciones nueve indiecitos con mas que adelantan notablemente. Por lo tanto no dudo que Ud. impartirá la orden conveniente para que en el Almacén de este se le abonen las correspondentes raciones de tropa a los hijos de los citados caciques por que en estas alturas es mui dificil encontrar proviciones para mas de seis a ocho que son los que a la fecha hai en este. Los hijos de estos caciques son tres” Los transcribo a Ud. para su conocimiento i para que ai lo tiene abiso se sirva meritar que por la Intendencia jral. Del ejercito del sur le dé ración a los indios que espresa la nota preincerta por creer este un medio de atraerlos al contacto de la civilización. Dios guia a Ud. A. Larenas.

Exmo. Sr. 392 Beltran Mathiew, a V.E respetuosamente digo: que tengo celebrado con Dn. Martín Drouilly, inspector jeneral de colonias, un contrato por cien mil tablas para edificios de los colonos que deben llegar proximamente de europa. El sr. Drouilly ha señalado al que suscribe para la colocación de la máquina acerradora, los bosques cercanos al fuerte quillem, que se encuentran mui al interior de este territorio por este mitivo sin mas pobladores que los soldados.

Por otra parte es sumamente díficil contratar trabajadores para llevarlos a aquel lugar, al menos por ahora, por los inseguridades que hai todavía para vivir en campos completamente salvajes. A consecuencia de estas circuntancias los materiales para los colonos no pueden estar preparados con la oportunidad necesaria i el estableciemiento de éstos había que demorarlo. Sin embargo, estas dificultades pueden obviarse fácilmente desde que el fuerte de Quillem existe un destacamento de cincuenta hombres que en la actualidad, no tiene trabajo En consecuencia de lo relacionado pido a Ud. que se sirva concederme la autorización necesaria para ocupar los soldados de la guarnicion de quillem, e iniciar con ellos los trabajos de que he hecho referencia , por el tiempo que el Sr. Inspector de Colonización lo estime conveniente para la actividad de los trabajos. Es entendido E.S. que el soldado ganará por su trabajo un jornal igual al de un peón, que en este territorio el de treita centavos diarios. Mi solicitud como Ud. es perfectamente justa tanto por las razones apuntadas, cuanto por que el estado ganaría pues de esta manera todos los materiales necesarios para la colonia seran preparados de manera que al llegar los inmigrantes a este territorio podrían ser instalados en el acto. Por lo tanto, S.E Suplico pues teniendo presente las razones espuestas se sirven concederme lo que dejo pedido i dar las ordenes del caso. Es Gracia Exmo. St. Beltrán Mathiew Creyendo conveniente el despacho favorable de la solicitud que precede i sin que ello importe innovación en lo contratado; ruego a Ud. se sirva elevarla si no la hace contraria al servicio. Dios guie a Ud. Martín Drouilly. Al sr. Comandante en jefe del Ejercito del Sur.

Angol Febrero 3 de 1884 En la memoria elevada de esta comandancia sobre la espedicion i ocupacion de la cordillera se indicaba la conveniencia que las guarniciones dejadas en esos lugares fuesen prontas de viveres por la intendencia general del ejército. Por nota posterior se formulaba la misma petición i con que la Intendencia atiende actualmente en parteal sercicio de las guarniciones del Alto Bio Bio pide a esta Comandancia una resolución definitiva del Departamento de la Guerra. A mas que es conveniente que las fuerzas del Alto Bio Bio esten remitidas como todas las demás a la Administración de la Intendencia. El jefe que siscribe encargado de otra comisión puede dificilmente atender a la provision de los fuertes de cordillera. A sus trabajos. Por tanto, reiterando peticiones anteriores ruego a Ud. se sirva ordenar: Que la intendencia jeneral del Ejército del sur atenderá a la provicion i trabajos de los fuertes del Alto Bio Bio en la forma de los demas. Al concluir esta comndnacia se permite pedir una pronta resolución de la proximidad del mal tiempo que hace imposible o mui dificil el acopio de viveres al interior. Dios Guie a Ud. Martín Drouilly.

393 Las presentes cartas están transcritas lo más fidedigna posible. Se pretende mantener de manera integral las formalidades y su estructura.

ANEXO 2 DIARIO DE LA ESPEDICION DE LA CORDILLERA DE MARTÍN DROUILLY

Santiago noviembre 19/83 En el informe elevado por esta comandancia el año pasado, dando cuanta de la primera espedición a la cordillera, se espresaba qie para efectuar la sumisión definitiva de los indijenas del territorio araucano era indispensable ocupar todos los valles de cordillera, i que se obtendría además con esa ocupación la cesasion del estado de guerra entre los llamados pehuenches i las tropas arjentinas en esos mismos valles. En dicho informe se indicaba el medio de efectuar mas facilmente la ocupación i esas indicaciones abundando en los constantes propósitos del Supremo Gobierno, se ordenó la segunda espedicion a las cordilleras de la araucania aúmentando, al efecto, los elementos puestos a disposición de esta comandancia. Las exijencias del servicio en las guarniciones de Santiago i Valparaiso i la campaña que iba hacer el ejército del sur, para ocupar lo que restaba del territorio araucano, no dejando tropas disponibles, hubo que apelar a los servicios de las guardias nacionales de los departamentos vecinos, movilizando cien hombres de cada uno de los escuadrones: Antuco, Santa Bárbara, Mulchén, Nacimiento i Curaco, agregandose una sección de 15 artilleros con un cañon de montaña i una ametralladora. Para elevar el efectivo de la espedicion a ese numero se tomo presente que con la espedición a “Villa rica” los indios desafectos podían, en numero mas o menos crecido, ir a aumentar el de los orijinarios de los valles de cordillera i de pehuenches allí refujiados. Se tenia como antecedente de esa eventualidad, amenazas de su ejecución hechas con anterioridad por varios caciques al jefe del ejercito del sur, i por otra parte como era sabido que el ejército arjentino dividido en tres brigadas, debía efectuar un movimiento jeneral para arrojar sobre la cordillera chilena los indios del gran triangulo comprendido entre el rio Neuquen i el Limay, se podía temer que la espedición de la cordillera se encontrara con grandes mazas de indios i que estos, arrinconados, con la desesperación de su situación i la altivez de sus antecedentes, la hubieran atacado en desfiladeros desconocidos para ella i propicios para el agresor. Robustecía las dudas sobre la actitud futura de los indios, el hecho de haberse retirado repentinamente al interior los que se habian establecido al amparo del fortín de “Nitrito”. Ignorandose, en esa época, los motivos de tal alejamiento se le consideró como mal sintoma para la futura espedición. La consideración de seguridad primando la de economía decidio a dos a esta segunda espedicion proprcion algo considerable atendido la dificultad de disponer de tropas regulares.

394 Pero se esperaba, como sucedió; que recorrida toda la cordillera ántes de la época de escasez en los trabajos de las cosechas de trigo, se podía devolver a sus hogares la mitad, a lo menos de la fuerza movilizada. La gran distancia por recorrer a traves de los valles i cordones de altas cerranias, la rapidez del movimiento que debe tener la división para prevenir reuniones hostiles, los innumerables rios i torrentes que a cada momento hai que atravezar a vado en la cordillera, imponian, como en la primera espedicion, la obligación de montar la tropa i atendido al poco tiempo de que se disponía i que no dejaba lugar al descanso de los caballos. El primero de estos debia ser de dos para cada hombre. A ese gran numero de caballos se debía agregar otro cosniderable de mulares para el transporte de víveres para dos meses, sabiendo que en la estensión por recorrer no habían alimentos de subsistencia para el hombre. Antes de entrar a la relación cronolojica de la marcha de la espedision i en obsequio de una mas rápida esplicación, se puede esponer los motivos que amilaron las resistencias esperadas i cambiaron las condiciones de la espedición, en la de una simple escursión sin interés militar: Por un lado el ejército de Chile ocupó Villarrica i puntos intermediarios sin resistencias i debido al trato conciliatorio empleado desde algun tiempo con los indigenas i la confienza de estos en el jefe de dicho ejército, aceptaron la ocupación total de su territorio sin objeciones i menos todavía se les ocurrió irse a la cordillera. Por el lado arjentino, sucedía lo contrario, las diferentes brigadas anticipandose a la ocupación chilena sorprendían a los indios simultaneamente en diversos puntos les mataban jente i les llevaban buen numero de mujeres i niños, asi que estos dispersados i sin elementos de resistencia, en lugar de oponerse a la marcha de la espedicion, se sometieron a ella. Demanera que, por esas dos circuntancias la misión pacificadora encomendada a esta comandancia fue reducida en su acción: a tomar tranquilaposesion de los valles, a obligar a los indios a cesar sus escursiones (según ellos de represalias) al territorio vecino i en fin a buscarles medios de establecer con los jefes arjentinos una mas pronta i definitiva pacificación de esa comarca. Facilmente efectuado lo primero, se dificultó lo último por la falta de acuerdo previo en la dirección de las operaciones a uno i otro lado de la cordillera, esa falta de acuerdo que hizo tan dificil la situación de esta comandancia. Hizo posible el lamentable suceso de Huayaltué Las cuestiones i ocurrencias que se relacionan con los moviminetos de las tropas arjentinas en la frontera de cordillera temiendo una importancia, esta comandancia elevó en mayoun informe especial i estenso en el cual se establecen suficientemente los inconvenientes encontrados que demoraron la inmediata pacificación de los indios errantes de ultra cordillera. Ordenado la movilización a mediados de Noviembre, se hubiera podido salir al fin del nuevo mes, pero los escuadrones Santa Bárbara i Nacimiento enteramente desorganizados obligaron a demorar esa salida algunos dias mas. La esperiencia de la primera espedicion habiendo demostrado los inconvenientes de las marchas en columnas numerosas para atravesar la parte boscosa de la cordillera, se efectuó la entrada por distintos caminos andando cada cuerpo independientemente. La compañía “Antuco”; al mando del Capitán de Ejército don Enrique Zelada, saliendo del cuartel de Canteras el 10 de diciembre entraba a la cordillera por el valle del duqueco, pasaba el cordón transversal del Alul, bajaba a Queuco i subiendo definitivamente los altos de los Volcanes “Copahue” i “Callaqui”bajaba al valle de Huayali el 17 esperando allí el resto de la espedición. La compañía Sta. Bárbara mandada por el teniente de Guardias Nacionels don Domingo A. Rodriguez, estando mas cerca de la cordillera principiaba su marcha el 15 con la sección de Artillería por el rio Bio Bio que seguía hasta callaqui i no estan de terminado el sendero nuevo que continua por la orilla del rio, tuvo qie tomar el que faldea el volcán callaqui para reunirse en Huayalí con el Antuco el dia 19.

395 El escuadron Nacimiento con su comandante Cid seguia el Sta. Barbara un dia mas tarde. Por otro lado las compañias Mulchen i Curaco organizadas en Mulchen i bajo el mando inmediato del segundo jefe de la espedicion, mayor del ejército La Puente, siguendo el camino de la espedicion del año pasado entraba por el valle del Renaico i llegaba al de Lolco el 19. Cada columna de las espresadas estaba organizada de un modo independiente llevando cada una su repuesto de caballos, su tropa de mulas, animales, vacunos, etc., etc., El estado mayor, con el capitán Toro Herrera primer ayudante i el cirujano don Franscisco G. Oyarzun, salía el 17 de Santa Barbara i pasando por Callaqui, Huayali, llegaba al fortín de Nitrito el 22. Antes de salir i habiendose presentado varios indigenas que habian salido de la cordillera se pudo averiguar algo de lo que había motivado la deserción de los que habían invernado cerca de Nitrito. En Sta. Bárbara se supó que pocos dias antes habían sido recojidos cadáveres traidos por el rio todos heridos de balazos i sabiendose por las comunicaciones del jefe de Nitrito que no había habido encuentro alguno, se llamaron varios de los indijenas recientemente llegados i por ellos se vino a saber que un destacamento de tropas que estaba en las cabeceras del Renaico i que a entradas de invierno se había pasado a Lolco, había cometido alevozos asesinatos entre los indíjenas de una menra sijilosa i que esa era la causa de su disperción. Ese acontecimiento venía a complicar singularmente los planes de la espedicion, que se basaba principalmente sobre la buena intelijencia con los indijenas, para inducirlos a radicarse en este territorio bajo el regimen legal. Esos asesinatos contradecían abiertamente las seguridades ofrecidas a los indijenas por esta comndancia desde el año pasado, comprometia su prestijio i dificultaba el resultado de la espedicion. Para averiguar lo sucedido i remediar la situación, se demoró la espedicion cuatro dias en Nitrito, formandose el sumario correspondiente i remitiendo los reos a “Los Anjeles” por no tener número de oficiales jenerales suficiente para juzgarlos. Esas medidas de justicia i haber sabido que todos los reos iban con prisiones, disiparon en parte el mal efecto producido por ese desgraciado suceso presentandose buen numero de indijenas para guiar i asusiliares. Entre tanto, se reponían las caballadas, se daba mejor organización a los distintos cuerpos i se atendían a unos pocos enfermos de las fatigas de las primeras marchas, uno de estos perteneciente a la tropa del Mayor Lapuente, atacado de pulmonia a causa de haber caido al caudaloso Lolco i no haberse mudado inmediatamente, murio dos dias después. De Nitrito se efectuó la marcha sobre Lonquimay en dos dias, siguiendo el mayor Lapuente por la rivera izquierda del rio i todos los cuerpos en distancias convenientes. En esta marcha se encontró el vado del rio BioBio todavía más caudaloso de la que estaba el año pasado, asi que con gran dificultad pasé el escuadrón “Antuco” i juzgandose peligroso el paso del resto de la divicion tuvo que seguir con el convoy dos leguas mas adelante i pasar el rio arriba de su juncion con el Lonquimay. En el paso del rio se ahogaron mulas i caballo, se cayeron varios individuos, pero sacados inmediatamente se les hizó mudar ropa i seguir a pié para evitar la pulmonía. El dia 27 fue dedicado a determinar la situación del fuerte que debía ser centro de la ocupación del Alto BioBio. Elejido de la misma puntilla que forma la juncion del Lonquimay con el BioBio, el Comandante Cid quedó con su escuadrón a cargo de ese trabajo debiendo cuidar las comunicaciones con Nitrito i como la division en sus avances. Reunido el esto de la division el 1º de enero en las inmediaciones de la laguna de Hualletué i viendo que era imposible seguir adelante sin entrar en relaciones con los indios por una parte i con las tropas arjentinas , se resolvió deternerse allí el tiempo suficiente para alcanzar, a lo menos en parte, ese resultado. Al efecto, estando patente la recien pasada de fuerzas regulares por el rastro de las herraduras, se mandó al ayudante Toro Herrera con 25 hombres en

396 seguimiento de los rastros con el fin de avisar al jef arjentino de esas fuerzas la llegada de la espedicion. Dicho ayudante regresó al otro dia sin haber alcanzado los arjentinos. Al mismo tiempo se repartían los indios auxiliares en todas direcciones con cartas para los principales caciques que se sabían en observaciones sobre la division . Los indios, por su parte se negaban a presentarse i fue preciso que el que suscribe con solamente el ayudante Toro i sin escolta, fuese a buscarlos para que con esa prueba de confianza i viniesen en seguida en gran número al campamento. Los caciques desde las primeras visitas se quejaron que se habían refujiado en territorio chileno para sustraerse a la persecucion a muerte que les hacían los arjentinos, pero que acababan de ser victimas de asaltos de parte de estos en territorio chileno habiendo perdido gran numero de jente i que eso les hacía creer que los chilenos estaban de acuerdo tambien para su esterminio desde que dejaban cometer esas matanzas en su tierra. Ese cargo fue facilmente constestado por el hecho de haber mandado, esta Comandancia, repetidas invitaciones a Queuco para que se retirase con su jente al amparo del fuerte Nitrito o que se presentara a alguna autoridad Chilena; pero siempre habia contestado con evasivas lo que autorizaba a considerarlos como alzados todavía i por consiguente si título para quejar contra el gobierno. De las quejas de los indios e incursiones que les motivaba se dá cuenta detallada en el parte especial del mes de Marzo. Habiendose obtenido guias que los caciques proporcionaron en la esperanza de obtener la devolución de sus cautivos, se determinó la continuación dde la marcha i para obtener el doble fin perseguido de seguir sometiendo a los indios i ponerse en relación con la espedición arjentina, se dispusó que el mayor Lapuente con sus dos compañias siguiera al poblado valle de “Llaima”, estableciera allí un fuerte i se pusiera en comunicación si le fuera imposible con el jefe del Ejército del Sur en Villa-Rica. Por su parte la comandancia reservandose la incumbencia mas delicada de comunicar con los arjentinos i de reconocer los demás boquetes de cordillera mas al sur se resolvió a pasar a Aluminé donde los indios decian estaba el señor coronel Ortega. Hasta el 8 de Enero, dia en que se apararon los diversos cuerpos en sus diferentes cometidos, se trabajó con constancia en dar alguna instrucción militar a la tropa, por primera vez se les hizó hacer ejercicio de fuego i tirar al blanco; Habiéndose demostrado la compañía Sta. Bárbara enteramente sin instrucción i su tiro completamente inútil (tres por ciento en primera distancia) se dispuso que ese cuerpo quedara haciendo un fuerte en “Liucura” a inmediaciones del de “Lonquimay” i bajo la dependencia del jefe de este. Al mismo tiempo, esta comandancia efectuaba reconocimientos en el camino a Llaima i hacia algunos trabajos topograficos. El 8 el Mayor Lapuente con sus dos compañias marchaba a “Llaima”, donde llegaba el 10 encontrándose rodeado de indiada en numero de 400 que parecia dispuestos a atacarlo. Eran los caciques refugiados Namuncura i Renque que en union con los habitantes araucanos de ese preciso valle, suponiendo que la fuerza del Mayor fuera Arjentina se reunian para atacarlo en algún pais favorable. Reconociendo el error los caciques nombrados se presentarón i espresaron las mismas quejas respecto de recien excursion arjentina con la que decían haber sostenido un combate en la cercanía pocos dias ántes. Por lo demas, los pobladores pidierón al Mayor estableciese un fuerte lo mas cerca que fuera posible de la bajada de la cordillera para impedir nuevas invasiones. El fuerte se estableció al pié del volcan de Llaima en la orilla del rio en el mismo paso que tienen los indios. Estos volvieron a habitar sus casas i a dedicarse a sus cultivos. La comandancia sabida de Hualletué el mismo dia ocho, alojaba en la laguna de Aluminé.- Por la direccion de los rastros parecia que la fuerza arjentina se habia dividido, volviendose una parte para el norte i otra para el sur. 397 Siempre en la esperanza de alcanzar algun destacamento o alguna divison tratando de hallar el boquete que baja al valle del Llaima; pero los guias ni pudiendo dar con el camino, se llegó a pie de los boquetes cabeceras del los afluentes del rio Tolten sin haber podido encontrar otra entrada i sin haber obtenido el objeto principal de la excursion. En “Rucachoroy” se habian presentado indios acosados por el hambre i habian dado noticias que tropas arjentinas acababan de pasar, al mismo tiempo denunciaban que una partida de cien indios mandados por Nahuel después de un año de correrías en la pampa, estaban esperando, en los valles mas aleste del rio Aluminé, que se aclarasen los valles de cordillera para refujiarse a Chile con gran numero de caballos. Como esa partida era reputada mui guerrera i estaba armada de carabinas Remigton era de gran importancia impedir su entrada a Chile en esas condiciones. Esta comandancia se resolvió a esperar tres dias en Quillen tanto para impedir la pasada de Nahuel, como en la esperanza de encontrar una fuerza Arjentina que por pequeña que fuese habia sido suficiente para autorizar en ese territorio un ataque sobre esa partida cuyo paradero se comprometían a indicar los indios presentados que habían sido salteados por ellos. Pero, esta comandancia no deseando abandonar el pie de la cordillera sin autorización ni pudiendo por si sola hacer acto de guerra se resolvió a bajar al lado de Chile i a dedicarse a la construcción de un fuerte en a juncio de los rios Trancura i Maitchi. Mientras se verificaba ese trabajo se mandaba el capitan Toro a Villa Rica distante dos jornada con comunicación para el Señor coronel Urrutia orijinandose con este jefe la nota elevada a Ud. Nº 35, i se mndaba al sur al Doctor oyarzún para determinar la situación de la frontera en el Volcan Quetro-Pillan. En esa escursión se encontró por primera vez las tan buscadas tropas arjentina, ese encuentro habiendo dado lugar a notas separadas insertadas en el informe ántes presentado, se crre inutil repetir sus incidentes. Viendo que no era posible establecer un acuerdo comun, esta comandancia dejando parte de las fuerzas que la acompañaba. En el puente de “Maichi” al mando del teniente Mellado, regresó al norte el 27 de enero siguiendo el lado occidental de la cordillera hasta encontrar el volcan “Quetrudungun” al que fue preciso dar la vuelta al este para bajar a los primeros afluentes del Llaima por curilafquen i Dahuelve donde se encontró los indios reunidos en disposición hostil creyendo en una nueva invasión arjentina. Reconocido el error, dieron noticia de la división del Mayor Lapuente i acompañaron al Estado Mayor hasta el fuerte mientras que la tropa segura para Gualletué i Lonquimay. El primero i dos de febrero se inspeccionaba el fuerte i sus alrrededores i se conferenció con los indijenas que pedian el establecimiento de un fortin inmediatamente al pié de la cordillera. En esa conferencia se les ratificó las condiciones exijidas por el gobierno i como para prévio la inmediata entrega de algunas cautivas que todavia tenian escondidas, las que fueron entregadas después de haberse reducido a prisión al cacique Reuque que habia tratado de iludir esa órden. El 3er después de haber ordenado el regreso a sus hogares de la mitad de las compañias de Mulchén i Curaco e indicando la construccion de un fortin en “Dahuelve”, se alcanzaba la fuerza de Antuco esa misma tarde en Hualletué i siguiendo al otro dia a Lonquimay por Liuncura se inspeccionó los trabajos de este último fortín disponiendo el regreso de la mitad de la compañía Santa Bárbara despues de concluidos los trabajos del recinto. Se tuvo ahí noticias de haberse presentado un destacamento arjentino i de haber visto pasar otro que no quiso detenerse, ambos incidentes relatados ya en el informe de marzo. En lonquimay se citarón a reunión jeneral todos los cabecillas indijenas del Alto BioBio para reiterarles nuevamente las condiciones de residencia en ese territorio que quedaba al mando inmediato del Comandante don Pascual Cid. Siguiendo para Nitrito el 7 i el ocho se tomaba cuenta de lo ocurrido con la ocación del primer quebranto del compromiso de los indios.

398 El cacique Colicheo habiendo mandado robar al otro lado de la cordillera una partida de mulas, fue perseguido de Nitrito por un piquete de ocho hombres que se vieron de repente atacados por los indios como en número de 30. En el combate murió Colicheo, su hijo, i otro pariente dispersandose los demás. Esta comandancia ponia lo sucedido en concentimiento del jefe arjentino i habiendo sabido de una escursion de tropas arjentinas en el valle del queuco efectuaba según se decia, a instigacion del subdelegado de ese punto, se mando al capitán Toro Herrera con 25 hombres para que reuniendo los indijenas tratara de esclarecer lo ocurrido. Saliendo definitivamente de la cordillera por Callaqui, se presentó en el trayecto el cacique Zuñiga con su jente protestando de lo hecho por Colicheo asegurando que ese infelis habia sido inducido por el profugo subdelegado de Queuco en efectuar el robo, siendo que este individuo habia tratado siempre de fomentar el robo para que los arjentinos corriendo definitivamente a los indios, quedare él i su patrón únicos dueño de todo el valle. El capitán Toro habiendose reunido el 13 en Canteras dio cuenta de lo ocurrido en Queuco i se elevó por separado esa parte a la Comandancia Jeneral de los Anjeles que inicio el sumario correspondiente. En los Anjeles, de acuerdo con la Comandancia Jeneral, se tomó las medidas necesarias para abastecer en todo el invierno los nuevos fuertes de la cordillera. La intendencia del Ejército del Sur ayudaba al mismo fin con elementos de Cura-Cautín i se concluía el sendero que por el Bio- Bio debía asegurar la comunicación del interior en el invierno; En fin, para un mejor arreglo definitivo de la nueva frontera, el jefe de la espedicion pasando a Santiago se reunió con Ud. cuando llegó el parte anunciando el encuentro habido cerca de Hualletué entre arjentinos i chilenos. El ruidoso i lamanetable suceso llamado de lonquimay habiendo tenido en parte especial i orijinado una información detallada todo en poder de Ud., esta comandancia se refiere a estos antecedentes. Lo acontecido, por su gravedad, indujo a esta comandancia a elevar entonces una relación detallada sobre la historia de las diversas incursiones arjentinas i los esfuerzos hechos para evitarlas. Habiendo merecido la aprobación de Ud. la conducta observada i las instrucciones dadas a los jefes de fuertes, se reiteró éstas, ampliándolas. Se siguó el acopio de víveres, la construcción de los nuevos fortines dejando los de Maichi i Llaima a cargo del Ejército del Sur. I relevandose definitivamente la compañía Sta. Bárbara con 4º hombres del batallón movilizado “Arauco” que con 60 hombres del Escuadrón Nacimiento, 35 del Antuco i 13 artilleros formaron todas la guarnición del Alto Bio Bio. En el curso del invierno no hubieron mas ocurrencias que la haberse cometido dos robos en territorio arjentino, uno por los indios que se habían presentado i que trajeron mas de 60 mulas. El comandante Cid habiendo tenido noticias del hecho dio orden al teniente Mellado para que se persiguiera ese robo que fue quitado en parte i cuatro indios remitidos a los Anjeles presos, en esta ocacion los indios no hicieron resistencia i se disculparon con su exesiva miseria. El otro caso de robo fue hecho por el indio Paineo que habia negado siempre presentarse. Perseguido hasta la frontera por un piquete arjentino le fue en seguida por la fuerza de Liuncura a las ordenes del Alfrerez Ehijos i muerto or ella. De ámbos sucesos se dio cuenta a Ud. cuando ocurrieron, como tambien de haberse tomado un gran numero de caballos que tenían la marca del 2 de línea arjentino. Rectificado el parte sobre este último acontecimiento, aparece que esos caballos eran parte de los arrebatados, hace dos años en Chosmalal i que los indios los tenian desde entónces escondidos con otros animales de su pertenencia. Se presentaron los indios al Comandante Cid haciendo presente esa circuntancia para establecer que no habian faltado a su compromiso.

399 El comndante en su última nota comunicaba haber mandado al fuerte arjentino los caballos de ese orijen i devuleto a los indios los demas de su propiedad. La rápida represión de las faltas cometidas por los indios debe tener por resultado la cesación definitiva de ellas probando al mismo tiempo que solamente teniendo fuerzas al pié mismo del cordon central de la cordillera se puede tener noticia oportuna de esas infracciones i desbaratarlas, lo que obligará en los valles del Llaima i Toltén a ocupar nuevamente los fuertes allí establecidos por esta comandancia. A la par que se perseguía con rigor a los indios que insfrinjieran las ordenes, se auxiliaba a los demas con algunos recursos en cumplimiento de órdenes de Ud. Para mayor facilidad en la ocupación del Alto Bio Bio se necesita: 1. Ensanchar i mejorar el camino de Nitrito a Callaqui para establecer cómo das comunicaciones en invierno i verano. Este trabajo debe continuarse con indios para proporcionar a éstos recursos i acostumbrarlos al trabajo. 2. Componer el camino al fuerte de Cura-Cautín que conduce a Lonquimay para las comunicaciones de verano. Para ese trabajo es indispensable aumentar la guarnición de Cura- Cautín que es la que debe hacer ese trabajo. Según el capitán Fernandez jefe de esa fuerza que reconoció el camino, 60 hombres harian un camino carretero en dos meses al travez de la cordillera. 3. La construcción de casa de material sólido en los fuertes de Lonquimay i Liuncura i 4. Que el abastecimiento de víveres i pagos de trabajos se hagan por la Intendencia del Ejército del Sur. En cuanto a los demas boquetes mas al sur, esta comandancia se cree autorizada para insistir en su inmediata reocupación, haciendo asi imposible toda salida de indios al territorio vecino. Solo con esa medida podrá considerarse alcanzado el objeto de esta espedición i reconocido sus esfuerzos. No habiendose presentado en el curso de las operaciones dificultades que motivasen recomendaciones personales especiales, esta comandancia se abstiene de ellas. Pero al concluir la relacion de una espedicion que puso fin a la última espectativa que tenian los Araucanos i Pehuenches de conservar su independencia, se debe espresar que auque ella no fue mas que una mui larga escursión por lugares, a veces magnificos, impuso en realidad, un gran sacrifico a la población de la provincia de Bio Bio, que habiendo proporcionado yá dos batallones al ejército i miles de voluntarios tuvo que atender al mismo tiempo, con su guardia nacional a la ocupacion de la cordillera hasta los confines de Valdivia. Esta comandancia al manifestar ese hecho debe agregar que en su dificil situación para improvisra una gran especión en tan corto tiempo i tan reducidos elementos, lo debe principalmente al patriotismo i prudencia de los vecinos de esa provincia i a la abnegación de sus cívicos que abandonandolo sus hogares que algunos no debían volver a ver, prestaron un señalado servicio a su paso concluyendo definitivamente la inmoral cuestión de la Araucanía Dios Guie a Ud. Martín Drouilly. Pinto Este documento es el último de la memoria de guerra. Debe armarse con la misma lista que los demás documentos; de la letra que se ocupó en Valpo.

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ANEXO 3: ENTREVISTA DE LONKO JUAN PURRÁN ANCANAO Y NARCISO VITA GALLINA

Juan Purran Ancanao Lonko Ralko Lepoy Chenkeko 38º03`26´´S/71º23`02``O. Jueves, 07/12/2006 16:30PM.

“De los antepasados ¿Qué pasó con la raza? Fuimos muy perseguidos. No hace mucho estuve conversando con un sobrino aquí, a mi me duele mucho porque…por parte de mi padre, la familia de mi papa estuvo perseguido y también por luchar por su tierra, por defender su tierra, por los interesados que llegaron a este lugar, y ellos perdieron su vida. ¿Por qué? Por luchar, por defender…y los interesados pagaban a un peñí, enseñándoles como manejar un arma y el peñi aprendía, y el mismo peñí fue pagado por una poquedad, una miseria de dinero y aprendió a disparar y mató a otro peñi, y mató a un lonko, que era un gran luchador de aquí, de todos estos terrenos que ud. Ve aquí, porque la raza de nosotros, originariamente fuimos muy perseguidos y hasta la final quedamos en donde la tierra que no dá mucho, y los interesados quedaban con las mejores tierras, en todas las comunidades que hay aquí en esta provincia del Biobío. Siempre los colonos o los wingka que decimos nosotros siempre anduvieron pensando mal de nosotros, siempre ellos aplastaron a los pewenche, aplastaron a los indígenas, no darle participación, no darle conocimiento y siempre tenerlo arrinconados, siempre tenerlos con algo…como que… le mostraban un monstruo, así lo tenían por acá. Y lo más que yo siento como un longo nuevo y aproximadamente tengo 50 años, y los antepasados sufrieron mucho, 401 aprovecharon la ignorancia, aprovecharon que eramos poco menos que ciegos, por que no sabian nada, no teníamos estudios…todo eso aprovecharon, y más encima no sabíamos hablar la lengua castellana, todo eso se le juntaron los antepasados, los viejos, los peñi antiguamente que tuvieron, antiguamente que lucharon por su tierra, por eso nosotros tenimos un dolor muy grande que aprovecharon los wingka de la raza, pero yo, sinceramente, yo no me enojo con la gente colona, o como decimos, los wingka, que en estos momentos, prácticamente como que hay que...disculparlos, porque en este momento ellos llegaban, jodían a los peñis, mataban a los peñis, los pisoteaban, los maniataban, y los allegaban al fuego…asi que este es un dolor muy grande para nosotros. Y por eso, en todos los lugares del país de Chile, en todos los lugares donde viven los originarios, siempre los tienen ahí no más, aunque existan diferentes cambios de presidentes en Chile, para nosotros, no hay mucha …[diferencia]…no nos dán mucha participación, ahora si, un poco más, ahora nos han dado un poquito más, más…participación, ya la cancha, ya no está tan rayá, y antes no pú, metros cuadrados pero todo rayado. Como quien decir aquí hay… hasta aquí no más y ud. Para acá no podís pasar. Pero les damos gracias a Dios que en este momento estamos un poco más como queremos llegar como a un acuerdo…hay un poquito más de respeto, pero aún queda algunos wingkas, que pretenden, que ya andan pensando ya algo de nosotros, no tienen mucha confianza, igual que uno también, no hay en que confiar, pero hay tambien wingkas que entienden lo que uno siente…no son todos malos, igual que los pewenche, los pewenche igual, no son todos tan, tan buenos. Pueda haber unos, pongamoles un ejemplo, en una parte que haiga unos cien pewenche, de los cien pewenche tiene que haber mas cum[lipsis]…asi que, creo yo que toda la raza que hay dentro de este país, no todos somos iguales. Hay un grupo que tratan de apoyar, hay otro grupo que nos están ni ahí con los pewenches, y hay grupos de originarios que también no están ni ahí con los wingkas, si así es y será. Ya en estos momentos, tariamos conversando lo que ustedes necesitan, lo que ud. Quieren saber, yo tampoco soy un hombre tan sabio, pero idea tengo lo que me pasaron a dejar grabado que yo tengo de mi bisabuelo y todo por parte de mi abuelo, por parte de mi mamá, por parte de mi papá… es como tengo, y lo que haya aprendido también con los lonkos que pasaron de esta comunidad, y haya aprendido con lo que entregaron otros peñis que eran sabios, que eran esas personas que hacían a corregirle algunas cosas que se le iban de repente a algunos peñis, ahí había un peñi que era experto para eso, como aconsejarnos, como uno dice en mapudungú, el huipive, y el otro el consejero, el gran hombre namkacheve, el hombre “gran” consejero. Esos habían aquí antes, pero que en este momento hay muy pocos, y todavía quedan, para algunos personas, para algunos lo tienen, alguien le puso atención, y hay algunos peñis que están más pensando en otras cosas, hay algunos peñis quieren, ya no se identifican como pewenche, ya identifican como cualquier de otro país, por ejemplo, no sé, de europeo, no sé de que país quieren ser ellos, igual; pero nunca vamos a llegar a ese nivel, nunca lo vamos a llegar. Podimos llegar a un entendimiento, podimos llegar a un ideal más o menos, podimos tener unas ideas más o menos iguales, pero de cotejar o llegar al mismo nivel, nunca, no lo vamos a poder, por que falta todavía, falta todavía, y con esta educación con que estamos en estos momentos, ya ahí algunos peñis que están haciendo el esfuerzo de salir con una carrera, de ser profesional, hay algunos peñis que ya tienen su profesión, pero su

402 cultura ya lo olvidaron, ya lo están olvidando, y hay otros que ya están metidos a la ciudad, ya no quieren venir a poner un granito de arena a su comunidad. Ese es un dolor es también un poco complicado, pero es mi pensar mío, ojala que…Dios es grande, y todo lo que hay aquí, y todo lo que dejo Dios, y todo lo que lo dejó, como vivir y pa`que los dejo esta tierra y todo conocimiento que nos dejó y todas las facilidades que supieron nuestros peñis, por ejemplo los peñis wingkas están más avanzados que nosotros mismos, mucho porque los peñis wingka tienen más facilidad, tuvieron más facilidad anterior y nosotros no´pu. Ahora recién tenimos una pequeña facilidad, hay beca indígena, hay beca presidencial, hay beca de una fundación, no se aonde viene, algunos peñis están llegando a esta parte, pero esa facilidad anteriormente no habían, no había. El primer presidente que se sentó al país Chile, solamente reconoció, yo no le voy a negar, yo soy claro pá mis cosas, él le dio conocimiento a su raza, su sangre, pero a los pewenche nunca nos quiso reconocer, que se le dieran da´o el primer presidente que se sentó en la silla, o como en esta comuna aquí en alto Biobío. Que se le diera dao el primer presidente que se sentó en la silla que le hubiera da´o un conocimiento a todos por igual, y me creo yo que estaríamos casi casi al mismo nivel, o bien estaríamos un poquito bajo del nivel de los otros peñis blancos, pero no estaríamos tan lejos como ahora, ahora, en algunos […]estamos muy lejos y eso en este momento, todos los pewenche, todos los mapuche me creo yo que…que el estado nos debe un montón de derecho que nos podría haber dado anterior. Pero lastima que quisieron reconocerse ellos no más, y nosotros dejarnos fuera de esta parte; y ahora más que dice ya, tanto pewenche hay, un tanto pewenche acá, un tanto pewenche aquí, tanto acá, por que, por que nos obligaron, cuando hubo un golpe militar, nos obligaron que votáramos…poco menos vai a votar o no lo vai a votar, amenazándonos, y ahí recién, pero con amenaza. Supieron cuanto indio conocieron, cuanto indio hay en cada grupo dijeron, en ese momento éramos indios, ni siquiera éramos pewenche, hasta que dentró Patricio Aylwin y ya ese nombre de indio ya lo dejaron de lado ese nombre. Antes éramos indios. Después que se hizo el cambio, cuando salió el milico, cuando estaba el milico, nosotros éramos indios, salíamos en una revista, en una tercera o en un diario decían “aahh…” miraban “en esto hilaban la india, de tal lugar”, ni siquiera nos decían que éramos pewenche, pero después de Patricio Aylwin, ya ahí nos dijeron que éramos pewenche, empezaron a decir pewenche, y ahora, en cualquier parte nos dicen “ahh, los pewenche”, yo me siento feliz de ser pewenche, me siento orgulloso de ser pewenche, me siento feliz, de estar en mi tierra propia, estoy pisando firme, eso le doy gracias a Dios y ojala como uds. Dos que me entiendan y no se sientan mal, pero eso siempre le he dicho a cualquier persona que ha llegado a mi casa, cuando llegamos a conversar, pero yo le pido que no se sientan mal, yo siempre he conversado con varia persona de cualquier institución del gobierno se lo he planteado, en reuniones igual. Así que eso soy, cuando quiero conversar, converso de cómo es la cosa.

Bien Lonko…Mire, le vamos a hacer algunas preguntitas, en realidad no le voy a hacer un cuestionario, nada como de decir si, esto es lo que UD. Diga lonko, pero, supimos, o sea, en wingkadungú, la historia, antes que existieran los pewenche acá…

Ya…

403 Habían grandes territorios de pewenches que estaban en Argentina. Yo no sé si ud. Sabe algo de eso, de sus bisabuelos, de sus tatarabuelos, que pasó, y después como vino el wingka argentino con aucán, y acá el chileno y se tuvieron que trasladar los Purranes…aquí en Chile no se habla mucho de Purrán, nosotros tuvimos que ir a ver los libros de allá,

Ya…

Y allá la familia Purrán es muy importante…

Ya…

Y queremos trasladar esa familia Purrán aquí, porque es sumamente gravitante para la nueva fundación pewenche...eso queremos ver, no se que le contaron…

Lo que me conversó mi finao de mi abuelo, Juan de la Cruz Purrán Huentecol, que es mi abuelo y llevo el nombre de el, y mi padre que en paz descanse en este momento, y ellos fueron una familia muy luchadora, en su tiempo antepasado. La familia Purrán eran como ocho hermanos, ocho hermanos y mujeres eran como siete o seis, y esa familia era bien brocha, bien brocha, y ahí se mezclaron con Sepúlveda, y se mezclaron con Huentecol, y después se mezclaron con Huechecal, con Huenchucal, y Merillán, y así; distintas familias se mezclaron los Purranes. Y todos los Purranes los que tenían [apellido], como antes era tan libre, había gente, a lomo de caballo, por las cordilleras, o no andando de a pie. Y se conocieron con la gente de Argentina, que eran peñi también, que llegaron a conversar, se invitaban así a la argentina, y de allá los Purranes no sé cuanto tiempo estuvieron, y también se llegaron a tenerse relaciones con los otros de allá, con los otros peñi. Entonces quedaban algunos…algunos tatarabuelos quedaron allá, pero ellos…que todo invierno, mucho pasaban acá, mucho invierno pasaban allá, pero como de visita, se iban, se quedaban, como antes no habían divisiones, y aquí menos. Aquí los pewenche que éramos nosotros anterior, de antepasado, un tiempo estaban acá, otro tiempo estaban allá, y así, tenían sus tiempos para estar en algunos lugares. Y por eso, la raza Purranes fueron unos tremendos luchadores. Mucho tiempo estuvieron luchando hasta que, nos quedaban por decir, pero a la final, tuvieron que darse por vencidos porque ya no eran como los antepasados…ya sentían…el sufrimiento no lo aguantaban. Pero antes, eso lo aguantaban, como que nacieron como para…como que le dijera yo…escogían por una camioneta Toyota…total en caminos mas o menos regular no hay problema, tiene que salir, tiene que volver, y así eran los antepasados...del auca…y así y después, estos Purranes, en muchas comunidades de esta zona, quedaron. Quedó en Kallakí, quedo en Pitril, quedo en Kawñiku, en Malla-Malla, en Butalelbum y en Trapa; y aquí en Kepuka Ralko; y aquí también, en Ralko Lepoy. En este momento, en 8 partes quedaron raza Purranes, y sigue Purranes en todos los lugares, en todas las comunidades. Ud va a Butalelbum, y ud. Va a encontrar familia Purrán, va a malla- malla, igual; Trapa-Trapa, igual. Y así.

404 Arsenio Purrán Treca…

De Kallaki…esos son...somos familiar, en Pitril, también, en Kawñikú, también. Por eso muchas veces es importante escuchar de los antepasados donde quedó una familia, donde quedó una familia de su raza, de los antepasados. Acá hay mucha familia, distintos nombres, Pero hay algunas familias que ni saben de esta comunidad a otra comunidad, todavía no tienen claro acaso es su familiar o familiar lejano. Ni siquiera todavía no los conocen, pero para alguno que se da cuenta que el que la piensa bien, y siempre está pensando algo, y esta quedando alguna matita en alguna comunidad, o en Argentina. De vuelta al año 72-73 o 75 se fueron mucha más familia Purranes de aquí, que estuvieron viviendo aquí, que mi padre, que en este momento falleció también, también nació allí, en esa tierra que tienen los wingkas, pero mi abuelo fue un hombre que anduvo mucho, anduvo mucho en la Argentina. El dijo que se dio cuenta mas o menos, dijo, que tenía como quince años, que estaba cerca de Buenos Aires, con su gente allá, con los Purranes que viven exactamente en la Argentina. El iba a pasar su invierno allá, con su pariente, serían primo-hermanos, no sé, pero es que estaban.

Claro…En el mahuilmapu…ahí longo, tenía entendido que existía el pa´si de las manzanas, y que al norte me parece, que correspondía, que ahí estaba todo lo que era Purrán, aquí en la cordillera, aquí al ladito

Si…en Chorriaka, y Cajón Chico, y en Zapala también hay Purranes….

Y después, como fue el auca de sus abuelos o de sus bisabuelos, que cuando llegó la milicia, no se si se sabe esa parte, cuando llega la milicia, el ejercitote Chile y Argentina se unen para matar al pewenche…y por eso que los Purranes se dispersan, me parece…

Claro, en ese momento, se desparramaron. Ahí fue como que tiraron la semilla por todas partes, tanto para Chile, y tanto para la entrada de Argentina, cuando fueron perseguidos, cuando lo persiguieron a los pewenches. [Rec.18; 28:25] que los pewenche…o sea, como le dijera yo, el ejercito pensaba que la familia que vivian aquí, ellos pensaban que, ellos pensaban que no eran ellos de esta tierra, que no eran de este país. Pensaban que eran de la Argentina que habían venido a instalarse y no… (Golpe en la mesa moderado), no fue eso. Estos, en ese tiempo se conocían, se vieron, así como, así como caminando, como caminando también los argentinos se encontraron no sé en que parte del limite para allá, limite para acá, no sé. Pero ahí fue una conversación entre pewenche de Argentina y pewenche de acá….y en conversa y en conversa, y hasta la final, se llegaron en ser amigos, ser de la sangre, ser de la raza. Y en esa conversación, y en esa amistad, se invitaron para allá, un tiempo; y después esa persona que lo invitaron, invitó otro peñi de allá de la Argentina y llegaron acá. De ahí es adonde que después lo persiguieron; y los argentinos también decían que eran los chilenos que se habían aposentado allá. Y tampoco era así. Los argentinos, eran los argentino-pewenche, y los pewenche que estaban acá, eran los pewenches de Chile.

405 No estaban entonces juntos…

No, no, no…siempre estaban separadas [las familias], pero tenían su lugar adonde vivir pu. Pero ahí es donde estaban un poco complicados, que ellas no lo tenían claro el ejercito, y el ejercito de Chile la misma cosa, por que ellos pensaron que esta tierra, vieron gente por acá, vieron raza originaria que ellos pensaban (tren de golpes en la mesa de intensidad moderada), los chilenos pensaban, los wingka pensaban que eran de los de Argentina, no era así pú. Porque lo Chileno que somos, los pewenche que somos originariamente, nosotros no se cuantas veces recorrieron por aquí la raza, en distintos lugares, por eso decía mi finao de mi abuelo Purrán, y mi abuela que me crió, la bisabuela, un Lonko mayor estaba en la ciudad de los Ángeles, donde esta la gobernación o el hospital, por ahí. Por ahí creo que tenía su Ruku ese lonko

Y como se llamaba…o el apellido….

El apellido parece que se llamaba… (Mutis racconto), si no me equivoco…Kumilao lilpay, entonces, y el otro lonko estaba en la ciudad de Mulchén. y eso tenían sus werkenes, pero werkenes con fuerza, werkenes con deseos de hacer algo, luchar por su tierra. Y no era huevos, eran sus seis u ocho werkenes, pero de los seis u ocho, era uno que era la cabeza, los demás iban de acompañante a la cabeza, y la cabeza era la que largaba todo, daba todos los mensajes que enviaba un Lonko, llegaba a Mulchén. De Mulchén, el Lonko de Mulchén, el Lonko de Mulchén largaba otro mensajero para acá. Porqué?, para alto Biobío. En todo donde habían peñis, donde había comunidad, donde había Lov, llegaba ese mandado, a prepararse para alguna cosa, o para avisarle para una actividad. Y así. Entonces el Lonko mas grande estaba en Los Ángeles…por eso digo yo que, los ejércitos no sabían, ellos no se de donde se prepararon, vendrían de otros países de ejércitos, no sé como. Pero yo totalmente… pensaban que la gente que pillaban por aquí que era de raza indígena, pensaban que eran todos de Argentina, y na´a que ver, y los Argentinos los que veían pensaban que eran chilenos, de aquí, de este lugar, y no era así pú. Eran nacidos y criaos allá mismo en la Argentina, por que tenían buenas relaciones los peñis, ambos lados se invitaban. Pero ellos estaban perdidos, los ejércitos estaban perdidos, esa gente, eran de su país, o bien que el ejercito de Chile, no sé si aquí lo formaron, o venía formado de otros países, o de españoles lo habían formado; y de la Argentina, no sé, de qué país vinieron formados o formados en la argentina, pero ellos estaban perdidos, por lo que me comentaban mis abuelos, lo que él le dijo su papá, le dijo su abuelo, que estaban perdidos en su [accionar], pero prácticamente indígenas del mismo país que defendían, lo querían tratar de joder, a la final, igual, lo jodieron, los mataron, y aquí también…el ejercito de Chile también mató mucho indígena, ellos pensaban que eran argentinos, y na´a que ver pú, y los argentinos decían “chileno”, “indígena chileno” están acá, y na´a que ver pú.

O sea, los veían como intrusos y por eso había que exterminarlos… [35:43]

406 Si..pu…así que…eso es lo que tengo un poco en mi mente, lo que me conversaba mi abuelo Purrán, y mi abuelita, abuela de mi mama, la carmen cumilao lirpay.

Carmen Cumilao…

Lirpay…

Lirpay…y su abuelo…

Era Antonio Ancanao Hueiquman

Y ahora,….de su familia, ¿Ninguno perdió la vida en esa guerra? ¿De su familia directa? Yo creo que varios, de los del lado de Purrán…

Después de la guerra

Del auca…

Si pu´murieron

En que lado?

Hacia allá (Indicando el oriente)

Cerca de que Lugar?

Cerca de…entre Chile y Argentina…en el limite, pero familia Purranes, tambien de acá, que eran de aquí, fueron a perder su vida allá pú. Y acá los ejercitos de Chile, tambien los jodieron a la familia Purranes, juntamente con la familia Huenchucán y Merillán; y Cayuqueo, esa era una familia bien grandota…bien grandota; y los Huentecol, Huentecol, familia Sepúlveda. Esos estaban mezclados. Ese es un poco Sepúlveda. Yo no sé como llegaron a tener ese apellido… No sé si será apellido extranjero, Sepúlveda no sé, ahí estoy un poco perdio. Yo le preguntaba a mi bisabuelo…no si…eran Sepúlveda, yo no sé como…así es que ahí yo quedé perdío, el abuelo nunca no me lo dijo, no sabía escribir, no sabía leer, nada pú, nada, nada. Y los antepasados tampoco. Y el finao Pedro Purrán Huentecol, que también lo mató un peñi, por ganar una miseria de dinero, el único que tenía un poquito d´estudio. Ese era su secretario de Huenchucán. Ese era su secretario. Y ese perdío su vida, aquí en Wallalí.

Para el auca?

Poco después…y hay pa´l auca, ahí pasó muchos [muertos] más. Muchos más. Ahí los jodieron e hicieron lo que ellos quisieron, pillaron familias escondidas, en una parte por aquí por las Barrancas, y atacaron, lo ensartaron, como quien agarrara un chivo, sacara el cuero y le pusieron…el…como que se llama…el azadón, y el fuego. Hicieron

407 una burla, una risión que hicieron los que andaban haciendo la matanza a los indígenas. Y otros, que lo agarraban, le metían la cuchilla como ponerle una cuchilla a un cordero. Esa cosa, mi bisabuelo Purrán lo sabía. Y el dice que fue niño cuando pasó esa cosa, que su papá estaba aquí, se corrió a este lado, como no había camino, y habían montañas muy gruesas, muy tupias y ellos se corrían hacia la pinalería. el que pudieran arrancarse, el que no lo pudieron matar, se corrieron. Y ahí dos hijos caceraos, pero ruko no más, no como ahora, de… sobrino de mi finao de mi abuelo Purrán, lo jodieron, juntamente con su esposa y alguna familia, y otros se arrancaron, y los cayuqueo también. Pero esa era familia cotota, igual la familia neicomán…la familia neicomán nació y crió en esa tierra allá de los wingkas… Nacío y criao…

Igual les pasó el auca?

Igual…y se escondieron arriba de ese cerro, ahí escaparon…y los que no pudieron, lo jodieron. Contraco?

Aquí, Lohin…[Lomín]…en Contraco, pasa el río Biobío, al otro lado queda Contraco….eso era lo que conversaban los viejos y lo que yo alcancé a grabar pú.

Pero me dijo, en las pinalerías, o sea los pilló arriba….

Claro, acá, Barrancas, en parte más baja pá acá. Lo que se corrió pa´la pinalería, eso no pillaron.

Esos se pudieron salvar….

Claro, esos se pudieron salvar…

O sea que eso fue por…Diciembre…?

Claro…No…fue más o menos por septiembre…

A pero por septiembre…pero por allá o por acá?

Este lao, seguramente, no cayó mucha nieve, no había mucha nevazón en esa época, en ese año tocó, por que muchas veces pasa eso…hay años que cae mucha nieve, hay año que no cae mucha nieve, cae unas…bastante pequeña de nieve cae, uno no tiene problema…aquí mismo, en tiempo de invierno, cuando no cae mucha nieve, puta, tenemos forraje pa´lo animales, no hay problema… Pero hay año que cae…cualquier nieve, ya y adonde jodimos de criar animales del talajeo, del ramoneo, y obligadamente ver alguna posibilidad de sacar los animales de aquí, pa´poder escapar pú. Y eso le pasó en un mismo momento paso también que este año no había mucha nieve. Y fueron favorecidos para los malos, pero para los pobres indígenas que eramos, no fue bueno. Pasaron lamentaciones, y no se pudo hacer nada. Y obligadamente la única salvación era enfrentar y otro que…arrancar pú. En ese momento, bueno que no

408 habían mucho…elemento que tenían los pewenches. Tenían su…tenían su tiradores de piedras, especiales y preparados, y hacían la practica…y jóvenes pewenches o sea mapuche, se preparaban. Hoy en el día no hay ninguna preparación. Por una parte podriamos prepararnos, solamente demostrarnos, y tampoco no es bueno que demostremos, por que con esas preparaciones, y se enojaron los…por ejemplo que se opusieran, quellegara a pensar en presidente, que en estos momentos, no creo que la presidenta lo haga, pero puede caer un presidente del la´o derecha, en un momento puede pensar mal, y si estamos preparados para luchar, contra de ellos, y ellos no van a pelear así no más pú. No nos vale pá nosotros que estemos preparados, así como preparaban los antepasados. Porque ahora hay muchas cosas que…mas facilidad tienen los…ahora mismo el ejercito, buta, una tirá no más y cuanto pewenche puede joder? Pueden joder pu? Si quisieran eliminarnos ellos, nos pueden eliminar…pero nosotros tenemos las…la gran desensa [defensa?] y la esperanza, el único lo puede defender, el unico puede poner barrera, el unico que nos puede entender a nosotros, el único, solo Dios no más. Y nadie más. Cuantas veces no han pensado, cuantas veces no han escuchado algunas cosas, pero no lo han conseguido… no lo han conseguido… y me creo yo que por eso es que lleva, el que prueba la fe de Dios aquí en su corazón, nunca no le va a pasar mal. Aunque le puedan decir cualquier cosa, pero el que lleva fe de Dios, puede pasar, en cualquier parte, en cualquier lugar…pero va a salir, va a volver otra vez al camino por donde se vino y adonde va a salir, pero va a llegar sanito, sin problemas. Muchos creímos en Dios, otros no, de esos también hay otros, pero yo soy creyente de Dios… Porque mi bisabuelo, mi bisabuela ellos eran por su costumbre y su tradición, son religiosas, religiosas, por eso nosotros siempre tenemos a nuestra cultura viva, siempre hacemos el Nguillatún, siempre hacemos el Wentewuin, siempre estamos en contacto con los peñi que hacimo el Nguillatún, dos veces, tres veces al año, y el Nguillatún es una cosa muy sagrada para nosotros, y donde le rogamos a Dios para todo. Sea pewenche o no sea, para todo.Aquí no hacemos Nguillatún solamente para nosotros, nosotros pedimos para todos, aunque piense mal, aunque diga el ejercito…nosotros vamos a hacer esta cosa, pero nosotros le pedimos a Dios con fe, de corazón, que ojala el país esté tranquilo.Cualquier cosa que piense la institución o en este momento el presidente, pero que Dios le cambie ese pensar, en un momento que le hagan cambio lo que tienen programao, pero que al otro día, que tengan otra cosa que hacer. Desviarlos de esa cosa. Eso le pedimos a Dios.En todos los países tanto sudamericano, norteamericano, tanta cosa que se escuche.y uno por eso se junta, se llega a conversar con los peñi, no solamente esta comunidad, en todas las comunidad están en esa pará. De hacer Nguillatún, de hacer Wuentewun, para rogarle a Dios que estemos todos tranquilos. De alguna manera de estar bien, sea peñi o no sea peñi, pero que estemos con salud y vida. Siempre los que pretende estar más o menos preparado, no hay otra más, la única posibilidad que tenemos y que seguimos rogándole a Dios, de alguna manera con el tiempo le puede salvar. y los que vamos a peder la vida, la vamos a perder de alguna manera también. Así que, me creo yo que la única salvación, la única esperanza que tenemos, es estar rogándole a Dios. Ante cualquier cosa. Y cada día también, como pewenche que le dé conocimiento y sabiduría, y también rogándole por la familia, o por los hijos que están estudiando, por los peñi que están estudiando, o por la […]…que este estudiando, que Dios le de una facilidad, y que le dé el camino libre también en un momento, en un año,

409 en dos años en tres años, también que tenga su cargo, también que se sienta feliz, como un colono o como un wingka que este en una oficina, pero que vallamos pensando por la cultura si´pú. Eso, eso es lo que pedimos nosotros, que ojala que la familia sea mucho más que uno, que tenga más entendimiento, que Dios le alumbre, como llegar a ese nivel también. Porque nosotros somos capaz también, de hacer cosas, así como le digo, y voy a volver un poco atrás, que el primer presidente que se sentó en la silla, que se hubiera dao cuenta, que lo hubiera pensado, que estos todos son wingkas, y acá están los indígenas por los lados, que se hubiera dao cuenta, y nos hubiese dao el mismo conocimiento a todos, me creo que hubiésemos sido mucho más…más civilizado sería Chile, seríamos capaz de tener alguna empresita, sacar mas provecho, sacar más. Sacar alguna programa que tire el gobierno, a lo mejor nosotros mismos podríamos manejarnos, pero en este momento no podemos, ¿por qué? Porque nos falta, nos falta estudios, no tenemos los estudios que lo que tienen los otros peñis, la otra raza. Por eso siempre como pewenche, como mapuche siempre tratan de hacer cosas, pero que algunas veces nos entregan cosas, pero recibimos la migaja acá. Aprovechan porque a nosotros nos falta. Pero yo le ruego a Dios, que con el tiempo, ojala, ojala los que están estudiando, los que están capacitándose, los que están soñando con el tiempo, ser profesor un pewenche, ser director un pewenche, o ser carabinero un pewenche, algunos ya están pensando eso. Distinta cosa piensan. Pero ese sueño a lo mejor lo pueden…puede que sea cumplido o bien que no pú. Y siempre y cuando ellos le pongan pú…el empeño. Y aprovechar toda esa facilidad que de repente está entregando el gobierno, por que esa facilidad antes no había pú…No había…

Lonko, sabe, estamos viendo un poco el futuro de los pewenche.a lo mejor, el pasado Purrán, ¿Dónde nace la familia Purrán? Ud. Me dijo que de Argentina,

Si

De que lado Lonko?

Los Purranes, me creo yo que, por lo que decían… eran nacíos cerca del litoral. Cerca del litoral, no se cuanto más. Y no se como se llama una parte…pero cerca del litoral, por ahí

Mahuilmapu?

Como que se llama, el otro nombre que tiene, puelmapu…de esa parte para allá, puelmapu.

Y después se fueron para…?

Claro…desde ahí anduvieron, dando vueltas como quien dice…

Y localidades que ud. se acuerde…

410 Sí, Chorriaka, Jujuy,

Eso es en el norte…cerca de Malarwe

Si también…

Y por el sur?

Chorriaka, Cajón Chico y como se llama este pueblo chico…Loncopué. Toda esta parte para acá.

Y en el norte, lo máximo que habían para allá?

En el norte algunos pueden quedar

En que parte Lonko?

Ahí estoy un poco perdido…

Y cuando estuvo el auca, murió mucha gente a orillas de la cordillera, entre argentinos y chilenos se repartieron, donde sabe donde quedaron más cuerpos botados,

Aquí, en wallalí debería haber quedado bastante…y pa´l lado de los guindos igual. Y esos que lo mataron más hacia la cordillera, esos quedarían todos dispersos, o lo juntaron en una sola parte, o bien que lo dejaron todos desparramados. Poque donde ellos iban allá, donde iban a aposentarse los pewenches pa´lao de los guindos, llegaban a quinquillinque, llegaban a colliqueo, y la laguna el Toro y por ahí se quedaban. En tiempo de primavera, y en tiempo de los piñones, ya cuando se iban, tiempo de la salia del invierno igual, se iban a recoger los piñones que quedaban debajo de la nieve, más o menos de esa parte los pillaron hacia la cordillera. Fue una tragedia que tuvieron ellos. Pero siempre, lado de los guindos, entre wallalí.

Y donde escapó la gente, donde alcanzó a escapar…

Se corrieron a esta comunidad…entre provile, la laguna el barco, y la laguna las totoras, y tambien tririlila, y también caicune, cerca de caicune…desde esta comunidad; bueno, antes era todo, no había divisiones, no había divisiones.

Y todos se corrieron para ese lado, en Provile…

Y después, ya cuando la guerra se fue, ya después agarraron su mochila y se fueron a otra comunidad. Claro, y ahí se fueron a conversar que esto es lo que pasaron, que este hijo se me murió, que mi madre o mi hermana me lo jodieron, y ahí es cuando llegaron a juntarse otra vez no se cuantos peñis, y daban la vuelta por esta parte, por atrás, a todas las casas a ver si estaban los que venían a molestar los indígenas de acá. Así. [1:00:28]

411 Entrevista de don Narciso Vita Gallina Comunidad Pitril – Sector Saltuco 37º 47`03´´S/71º30´25´O Viernes 08/12/ 2006 11:45PM.

Esto que se contó es por los abuelos, criao junto con los abuelos por parte de padre. A eso nos contaba los abuelos que venían los argentinos aquí y que llegaban hasta cauñicú. “Malong” se decía. No era guerra, Malón era. Ellos andaban con lanzas, con boleadores, arreglaban piedras […] como le dijera, agujereaban, como boleadora si. Esa gente vinieron. Ellos, iban la gente, la gente chilena, iba a visitar a la gente, iban también iban a hacer cosa media rara, iban a robar animal. Eran pobres. [Golpe en la mesa] lo que se llaman pobres. Es por eso que los argentinos iban a buscar animales y a decirse por aquí, a seguío revuelta por acá. Nos seguirón acá.

¿Por donde Don Narciso? Por este mismo cajón, Vinieron aquí. Supieron la gente que venía este grupo argentino, y los bisabuelos los Gallina, Duguñan Gallina se llamaba el cacique primero de Pitril. Entonces, y como en Santa Bárbara había un general que se llamaba Domingo Salvo, y ese Salvo avisaron a la gente que venían los Argentinos de por ahí, que venían de grupo, que andaba la gente por ahí, harta gente. Si pillaban a alguien, la echaban abajo no más. Y entonces consiguieron, pasaron a buscar gente, de todas partes, los mapuches fueron a enfrentarla, a pelearla allá, a corretear. Y ahí juntaron, hicieron guerra. Juntarón y a lanzazo, con todo peleaban, con piedra, con cuanta lesera, palos, como armas no habían todavía. Así decía el abuelo de nosotros. Así que estuvieron como dos días, peleaban, y luego se apartaban, y aquí en Chile los jodieron, los exterminaron, lo mataron. Uuuh, harta gente mataron. El general ese, el Duguñan

412 Gallina lo escondieron, lo echaron por las quebrada, por cauñicú hay un arroyo que pasa por pino arriba, ahí lo echaron, por las quebradas para arriba, lo escondieron. Y lo echaron por los pinos arriba, por ahí lo tuvieron, grandazo esto, montañas tan grande que es, con la cordillera, y sin comer, se mantenían con piñones, había piñones. Con ese escaparon.

O sea que era en verano? Sí pu, y después dieron la vuelta arriba, bajaron al Callaquí , donde está el primer pueblito ese, de aquí para allá, Ralco. Bajaron por ahí y se lo llevaron pá Santa Bárbara. Y ahí lo llevaron los caciques, dos caciques…no como tres o cuatro caciques. Dicen que escaparón para allá.

¿Se acuerda de donde eran los caciques y como se llamaban? Uno de Pitril, Otro de Callaquí, Rayimán eso. Aquí se llamaba Duguñan, Duguñan Gallina. El otro, parece que era Pavián oiga, No me acuerdo má. Y lo llevaron pá ese pueblito y lo tuvieron varios tiempos y como andaban mal, y como no iban a estar asustado, andaban de la guerra. Ahí tenían, pú, con el general estaban, y les preguntaban el nombre y [habían] caciques que no tenían apellido. Puramente Duguñan no más. Antes no tenían. Duguñan no más. Como varios tiempos que tuvieron se llamarían, pasarían varios días, llegaban otros caballeros, preguntaban como se llamaban, y no tenían [apellido], puramente el nombre no más. Y ahí creo que el caballero los llevó y tenían cuidando unas gallinas, varias aves tenían cuidando .y ellos estaban prisioneros ahí, lo tenían. Y ahí le preguntaban, y le preguntaban el apellido y no tenía, y un caballero dijo: “Lo vamos a poner gallina” al hombre, para que tengan apellido. Y el nombre quedó de Gallina. Duguñan Gallina. Y después, hay hartazo Gallina, pú. Yo también soy Gallina. Así, en Pitríl, hay casi más Vita y Gallina. Así salió el nombre ese. [Interjección hilaría] por unos caballeros le pusieron el nombre.

Por los mismos caballeros que estaban después del auca, la guerra? Del mismo, si iban arrancados esos. Ahí les tuvieron los caciques. arrancaron esos, escaparon, arrancaron se fueron pa´l pueblo, [y en el pueblo lo inscribieron?] eso.

¿Y la Guerra auca aquí llegó hasta donde? Hasta Cauñicú. Hasta por ahí.

¿Pero el auca argentino? ¿El Malowg? Claro.

¿Pero el lado Chileno pasó por aquí? Pasaron por acá pú. Mucho pá acá pú. [Golpe en la mesa]. Chilenos acá pú.

¿Y por donde pasaron? En esta misma parte pú. Por cuesta Queuco. [o sea como quién pasa de santa bárbara para acá]. Claro, eso. No y que irse por acá, llega hasta Trapa y hasta el Copahue Argentino pá allá. Claro, por ahí salieron esos, los argentinos.

413 ¿Los Argentinos, desde el Copahue hasta Cauñicú? Sí

¿Chilenos? Ya estaban acá, en Santa Bárbara por esa parte. Pero los mapuches ya estaban aquí ya pú, viviendo.

¿Y después avanzó el ejército para acá? Claro, ese general trajo gente. Claro, el Domingo Salvo. No y que era el general. De aquí avisaron los caciques para allá. Fueron a buscar el general ese. Para poder defenderse.

¿O sea que el pewenche con el chileno combatieron contra el argentino? Eso es.

¿Y adonde se agarraron? En Cauñicú.

¿En que parte? No sé bien en que parte, en el río de Cauñicú. Por donde está la Escuela, por esa parte.

¿Por donde escapó el cacique Duguñan? En la misma escuela de Cauñicú, baja un río, Siempre al lado del sur. En ese río subieron arriba, arrancando, se escondieron.

No solamente el cacique, los que pudieron… Los que pudieron, claro

Salieron por arriba Por arriba. Eso anduvieron varios, unos tres, cuatro días; Tan malo que no hay camino, puras montañas no más. No había, huellitas en parte no más.

Don Narciso, por arriba, ¿Cuál es la ruta, por que subieron por arriba en el río de Cauñicú, después por arriba, que siguió? Puras cordilleras, Los baños, una parte se llama la pelá. Hay otra parte que se llama pinalería cuñiñanco y hay otra que se llama huillquiniliú. Esas son todas pinalerías. El otro se llama trocopén, esa baja para allá, y después Ralco, y ahí termina la pinalería. Ahí bajan puros árboles nativos no más pú.

¿Y como volvieron después los descendientes de los Duguñan después del acuerdo que hicieron con el general Salvo? Como andaban juntos, Los llevaron a Santa Bárbara, los llevaron presos. De aquí los llevaron, como ellos eran menos, pocos hombres, no más. Los otros eran varios. No era solo ese general, andaba con gente también.

414 ¿Y a los pewenche que arrancaron los llevaron preso? Ellos los llevaron pá campaña, por acá ellos estaban en peligro. Obligado a llevarlos de compañero. Como andaban pocos.

¿Después como se volvió aquí tranquilamente? Se vinieron después todos para acá. Ese general aquí, por andar con ese, estaba acompañando al general, le dieron, le donaron una tierra, todo esto, Pitríl, para que tenga un papel el cacique Duguñan aquí.

¿Y esto abarcaba desde…? Boquiamargo a Otué. Se donó, le donaban los caciques. Ese papel, cuando ya había autoridad, lo tomaron, y lo llevaron a Temuco, y por ahí se perdió pú. Como la gente indígena no sabía, no sabían leer, nada, nada.

Entonces había dos papeles. Uno que tenía el Cacique y otro que estaba en Temuco. Los dos se perdieron. Esa es la historia que dejaron los antiguos, como historia. Nosotros lo conversábamos eso.

Antes, decían los abuelos, decían que nosotros éramos correteados para acá. El abuelo del Duguñan Gallina, por que esa parte de Santa Bárbara, Quilaco, todo era de los mapuches, toda esa parte. Ahora estamos en el 2006…hace cuanto lo corretearon para acá…los corrían a la cordillera.

¿Pero no participaron los pewenche de acá de Cancha Rayada? Si pero cuando estaban medio unió ya pú.

¿Pero Ud. me habla de antes? Claro, de mucho antes…Cuando nos llevaron para esa guerra, aquí estábamos como amigo aquí de Chile.

¿No era entonces una guerra, como antes, entonces habían relaciones de amistad entre Españoles-Chilenos con los pewenche por aquí no habían límites, no habían parcelas? No había. Había poca gente particular que venía de afuera. No es que la raza venía de otro país, como los chilenos. Esta historia es de más de mil años atrás…yo me estoy acordando de eso, es una historia que tenía de eso. Cuando los españoles llegaron acá, no y que intentaron la mina para acá. Primero querían hacer sucio con los indígenas, después tuvieron de amigo, se fueron a España, y nos enseñaron a hablar, y trajeron cosas de allá, animal, y de eso acordaban los antiguos también. Y eso estuvo en Chile también, por que no había animal por aquí, no había. En España trajeron.

¿Y aquí en Pitril, no había parentesco con pewenche argentinos, porque pewenche hay tanto argentino como chileno?

415 Si pú, igual como aquí también pú. Están limitados pú. Nos tienen en la cordillera, a los argentinos. Le dicen Puelche allá, los indígenas de allá. [Puelmapu] Claro, Puelmapu. Ahora, estuvieron los argentinos estuvieron aquí, los niños, la familia. Se visitaron, pewenche.

A es que van a ser un paso me parece? Si Pucón Mahuida.

Volviendo al tema del auca, UD. sabe como fue la guerra acá, fue a caballo, fue a rifle, murieron más hombre, murieron más mujeres. Cuando llegaban los argentinos, mataban a los niños, pillaban niños los mataban no más pu. Aquí la gente llevaba pura arma de madera no más pú, que llevaba la gente, piedras, hacen palos, boleadoras, así, agujereaban una piedra redonda y eso era el arma, a mazazo.

Y los otros con rifle. Claro con rifle [matanza]

Pero cual era la estrategia de los pewenche, se subían adentro de las montañas a tirar piedras… Claro, no pues, se juntaban, estos cateaban, hasta donde llegó el grupo de los Argentinos, y ellos iban, cateaban la noche, adonde se veía un grupo de gente, adonde había fuego, y se metían ahí pú. Déle palo, palo y piedra, como estaban armados, y así peleaban. También estaban trayendo lanzas.

O sea, igual mataban? Igual mataban.

Se tiñó de Rojo el Queuco entonces… Por los dos lados…por el lado de Ralco también.

Después vinieron las enajenaciones de tierras y toda esta cosa, ventas fraudulentas…

A nosotros nos interesa como se gesta esto Por que al principio, los argentinos persiguieron a los pewenche, después los Chilenos, y por último los chilenos con los pewenche se unieron contra los argentinos…El general Salvo fue el que unió para pelear? Si claro…el chileno también mató, harto, mucho. Por eso le digo, que de Santa Bárbara vivía la gente, los corrieron, como [pewenche] ellos sin armas, se arrancaron, se escaparon a la montaña, se mantenían a puro piñón, juntaban piñón, dejaban en las rucas, se mantenían a puro piñón. De afuera los mataban, o sea tenían que arrancar, y ellos sin armas, y así vivieron en esta parte. No que todavía queda. No sé de qué año estamos aquí. [Golpe de mesa] nosotros no vinimos de otra parte, el bisabuelo dejó aquí y de ahí vinieron a nosotros. Claro, ahora los nuevos están saliendo para afuera.

Los muertos Don Narciso, donde quedaron?

416 En cualquiera parte no más lo dejan no más. Aquí a varios cementerios. Aquí al bajo, hay hartos cementerios, poco más allá hay otro cementerio…por arriba, por todos lados. Cuando alguien moría, se tenían todas esas cosa para enterrarlo ahí mismo. Aquí habemos como nueve caceraos.

Existe cementerio desde tiempos de la guerra? No, esos quedaban botados no más. Los pájaros se lo comían. Esos [ejércitos] se arrancan y los dejaban tiraos nomás.

O sea no existe cementerio donde dejaron a la gente después del auca? No, si quedaban desparramados esos. Mientras unos morían lo otros escapaban y dejaban los cuerpos ahí. Muchos no saben lo que había antes. Igualmente nosotros nos acordábamos, no teníamos camino, no había camino, puras huellas de a caballo, cargas iban a Santa Bárbara, llevaban chanchos, a pié, con arreo de chanchos, arreo de pavos, iban a pie hasta Santa Bárbara, para llevarlo a los Ángeles. Como antes compraban harta, harta ave compraban. Pero ahora hay micro, dos veces al día, en la mañana, en la tarde.

417 ANEXO 4 PU PEWENCHE TAÑI NÜSOL DUNGÚ

La etnogénesis de la comunidad de Cauñicú son relatados por Pedro Aguilera Milla, basado en apreciaciones de su padrastro contemporáneo a los sucesos de la avanzada de Rosas del 22 de diciembre de 1873, donde el Lonko Udulmán, arrasó Coihueco, al sur de Mendoza, con 400 lanzas. Estos son relatados por Pedro Aguilera Milla, en su libro: “Pu pewenche, tañi nüsol dungú”

"Había en la Argentina una veintena de comunidades mapuches que se ubicaban a lo largo de toda la extensa costa de Río Negro. Cada comunidad tenía centenares de familias mapuches que vivían en todos los rincones de esa tierra con su nombre original. " Todos los que vivían en las comunidades de Chodmalal, Choriaka, Malalwe y Nongkal, tenían mucho ganado y nos les faltaba casi nunca el pan del día para alimentar a sus hijos que nacían año por año, y sobre todo en los matrimonios jóvenes la crianza era más numerosa que en el lugar de los ya veteranos. Cierto día llegaron a la comunidad de Malalwe, dos individuos colonos no mapuches a vivir entre las familias mapuches para formar allí una organización de comando guerrillero con la gente indígena de la comunidad de Malalwe. 418 Y los dos colonos, con el correr de los tiempos, se transformaron en extraordinarios dirigentes, y ya con más de tres comunidades inscritas en su organización, hacían uso de la palabra. Iban conquistando al pueblo mapuche de esa época a unirse con ellos para salir más tarde a tomar ciudades, cuarteles de policías, en donde se apoderaban de las armas y municiones y mataban a los uniformados, terminando de secuestrar a mujeres y niños. En tanto que por otro lado asaltaban a mano armada los grandes almacenes, robaban lo que encontraban en su camino, arreaban animales, los mataban, y por la noche celebraban con un banquete gigante el triunfo de sus terribles guerrillas contra los pueblos, estancias y cuarteles. Estas acciones duraron muchísimo tiempo en aquella tierra atemorizada. Cuando estos grupos indígenas, dirigidos por dos colonos allegados, habían asaltado ya varios cuarteles policiales y matado sus ocupantes de gendarmería, desarmándoles, llegó en una nublada tarde a la comunidad de Malalwe, un escuadrón militar solicitando pacíficamente a los dos colonos dirigentes que se entregaran para llevarlos a la prisión a pagar los graves delitos que habían cometido, involucrando al inocente mapuche para aprovechar la destreza bélica que posee, su valentía y su brava fuerza incontrolable. Y como estaban en reunión aquella tarde, había entonces un enorme grupo de mapuches allí, protegiendo a los asustados dirigentes colonos que no sabían que hacer. Posteriormente uno de los colonos gritó, dando órdenes a los mapuches para que atacaran al escuadrón militar formándose allí una de las llamadas “revuelta” o malón. En pocos minutos el enérgico y desordenado griterío era confuso en aquel lugar de Malalwe. La tarde se vistió de rojo con sus muertos por ambos lados; militares y mapuches había por el suelo. Mientras más larga se hacía la lucha, más grandes eran los grupos de mapuches que llegaban al lugar, armados con rifles, pistolas, piedras y palos. Entonces, lo pocos militares que quedaban, al verse vencidos y desarmados, tuvieron que retroceder y salir

419 huyendo sin sus caballos y sin sus provisiones para el regreso. Los bravos mapuches habían despojado por completo al escuadrón militar vencido. Después de que esta victoria alegrara a las diferentes comunidades indígenas que conformaban la mencionada organización, los mapuches miraron a todos los lados, buscando y llamando a los dos colonos dirigentes de su comando, para celebrar con ellos una vez más la victoria. Pero, ¿Qué había ocurrido allí? Sorprendidos, los mapuches se dieron cuenta de que los colonos ya no estaban en Malalwe. Tan asustados de ser tomados prisioneros, los dos cobardes colonos habían huido lejos de aquella tierra, mientras los mapuches llevaban a cabo la sangrienta pelea con los militares. Aprovecharon el momento para escapar con rumbo hacia el Sur, cruzando la cordillera de Lonquimay hacia Chile de donde nunca más regresaron a Malalwe ni a Chodmalal. Entonces los mapuches se sintieron abandonados. Sin sus dirigentes colonos que huyeron, ellos iban a pagar con sus vidas ahora todas las acciones vandálicas que cometieron precedidos por aquellos dos cobardes malvados que dejaron a su organización abandonada y a aquellos pobres mapuches inocentes que muy pronto iban a ser exterminados. Los mapuches sabían que los grandes refuerzos militares se estaban preparando en aquella provincia para llevar a cabo la exterminación. Entonces fue cuando los grandes caciques de Chodmalal, Malalwe y otras comunidades, pensaron en que ellos tenían en sus rukas a muchas personas no mapuches cautivadas, como las mujeres, hombres y niños. Por eso decían con esperanzas: “si el ejército nos perdona la vida y reconoce que fuimos inocentes, les devolveremos a los cautivos de sangre roja que tenemos escondidos en nuestras casas; de lo contrario, ellos morirán inocentemente como nosotros” Por otro lado los caciques ordenaban lo siguiente:”estén alertas los mapuches armados; no nos vamos a quedar sin hacer nada. Si el ejército llega disparando sin decir

420 una sola palabra, nosotros también vamos a responder el fuego con las pocas armas que tenemos”. Los caciques pedían a las demás comunidades que se unieran en un solo grupo para defender con su valor el derecho de sus vidas arriesgadas por la inocencia. Pero las otras comunidades que no pertenecían a la organización, no aceptaron colaborar en la lucha. Por ejemplo, la gente de Nongkal prefirió retirarse de su terruño antes que el “ejercito de la muerte” llegara a atacar a los mapuches de Malalwe. Fue así entonces como comenzó la pesadilla de mi pueblo.” “Desde la tierra asustada de Nongkal, un hombre viudo llamado Trekamañ Lemunao, quién vivía junto a sus dos hijitas llamada Isabel y Rosita, decidió huir hacia Chile, trayéndose también junto a sus dos hijas pequeñas, a dos niñitos cautivos de sangre roja. Estos se los habían regalado los otros mapuches de las comunidades organizadas, las que ahora les correspondía morir por la participación inocente en la cruenta lucha con el Ejército de la Muerte. Al marcharse, Lemunao traía todos sus animales, con los cuales cruzó el paso cordillerano de Chanchuko, llegando hasta los lugares que hoy día se denominan Trapa Trapa y Malla Malla. Y por la orilla del Río Kewko hacia abajo, llegaron por fin hasta donde hoy se llama Kawñiku. Todo estaba despoblado.[…] Al poco tiempo después, continuaron llegando otras varias familias a consecuencia de la guerrilla que había desatado en Malalwe y en varias otras comunidades pertenecientes a la organización. La guerra se desarrollaba muy sangrienta.[…] Las comunidades de Choriaka, Chodmalal y Malalwe después de la guerrilla, estaban siendo usurpadas por una veintena de Terratenientes rusos que comenzarón a llegar a esa destruída provincia. Entonces el joven cacique de la comunidad de Noggkal, llamado Marcelino, se puso a luchar, solicitando a los gobernantes argentinos que se les devolviera las tierras usurpadas a todos los mapuche perjudicados y que les hicieran un plano.

421 En tanto que algunos gobernantes locales de ese Tiempo, llamados (sic!) don Domingo Salvo y otros, se sintieron muy molestos por la matanza de tantos mapuches realizada por el Ejército de la Muerte en Río Negro. Entonces, preguntaron al general San Martín el por qué de aquella exterminación tan horrible de mapuches, a lo que el general criollo respondió que él no tenía nada que ver con la orden de dicha matanza. El no sabía nada, y además declaró que tal vez fue petición de los rusos que también habían sido asaltados antes por los indígenas. Excusado el gobernante argentino, los gobernantes chilenos no le exigieron más explicaciones. Entonces, fue que al tiempo después, el cacique Marcelino en Nongkal recibió de parte del gobierno la solución al problema que él había expuesto a manera de reclamo por el derecho de la tierra de cada mapuche afectado. A todos se les devolvieron sus tierras, en cada comunidad. Los terratenientes se retiraban mientras que en Nongkal, el cacique Marcelino era celebrado en su comunidad por el buen trabajo que acababa de realizar para su gente. Solo la comunidad de Malalwe nunca más pudo reformar, ya que sería más tarde ocupada para fundar ciudades y aldeas argentinas, sobre los huesos dormidos del agotado pewenche que no pudo salir huyendo para salvar su vida de los fusiles de la muerte. Y aquella fue la negra consecuencia que mis lejanos antepasados sufrieron por haber obedecido a la razón diabólica de aquellos dos colonos cobardes que con poca hombría salieron huyendo del fuego, dejando sumergidos a los indígenas a la tragedia fatal”

Lamentablemente Raúl Molina y Martín Correa cometen imprecisiones al poner esta cita en los sucesos de la última guerra del desierto, siendo a mí entender, la expuesta

422 por el regimiento guía de Mendoza, al mando de Saturnino Torres, durante la confederación de Klafukurá.119

ANEXO 5 LA RESISTENCIA PEWENCHE: EL LONKO FELICIANO PURRÁN

Se cuestiona la pasividad de los pewenche en las expediciones militares a las cordilleras. Si bien, fue una arremetida ilegítima frente al derecho interior, los pewenche no tuvieron al principio una actitud indiferente a las especulaciones de militares y las nuevas condiciones que debería establecer el dominio republicano en tierras pewenche. La legitimidad de la tierra estaba representada por el Futa Chao, y este, bajo derecho natural, gobernaba la mera tenencia, como también las formas culturales, propias de estas etnias. Sin embargo, existe una leve tendencia inicial a responder dicha ocupación, con las antiguas formas de defensa pewenche: Los malones y la desarticulación económica hacia los militares, a través del robo de animales, como también de pertrechos de guerra. Este factor fue fundamental a la hora de establecer alianzas nacionales, proceso de diplomacia complaciente hacia el sector chileno, a oposición del sector pewenche argentino, donde la exigua perseción de militares a estos, condujeron a enfrentamientos cordilleranos. La habilidad de los grandes lonkos por manipular las fuerzas chilenas casi condujo a colapsos limítrofes críticos, en una zona de fronteras poco claras.

119 Véase los partes completos, en Walther, 1981:368. 423 Así emerge, en plena conquista Argentina. Ñidol Lonko Purrán, autoridad pewenche desde Neuquén hasta el arroyo Lonquimay, y de este a oeste, desde los andes, hasta más de 50 leguas al interior del Neuquén. (Walther, 1980:470) El teniente coronel Uriburú, durante las campañas de mayo, trató de convencer a Purrán para dialogar sobre las nuevas condiciones

“…Contestó a mi amistosa invitación de una manera poco satisfactoria, haciéndome decir con mis enviados, que los buscara para los objetos a parlamentar, pero eligiendo un sitio que además de alejarnos del punto en que él tiene sus tolderías hay muy malos pastos y el grave inconveniente de no haber allí un solo lugar cercano en el que no se desarrolle en las caballadas un genero de enfermedades que las produce la muerte instantáneamente…”120

Si bien, con este texto el Teniente argumentaba cierto carácter, y reticencia de Purrán, también decodificó ciertas maniobras del Lonko Pewenche Udulmán, para enfrentar la marcha hacia tierras pewenche. Resolvió el 12 de mayo, mandar caballadas al asalto de los territorios pewenche al sur del Neuquén. Argumenta el nacionalista Walter “Si bien esta determinación no formaba parte de las instrucciones del ministro de guerra, se consideró necesario tomarla, porque si no se eliminaba el peligro de la presencia hostil de Purrán y los suyos, las tropas y las poblaciones de la región quedarían constantemente expuestas a sorpresas desagradables, lo que sería un serio obstáculo para establecer una nueva líneas de fronteras” (Walther, 1980, p.471) Extremando medidas, se dejó en estos territorios al Teniente Tejedor, frente a una guarnición de 250 hombres, dos piezas de artillería, fundando el Fuerte “4ta División”. El 12 de ese mes, se comienza la persecución de pewenche, manutenciados por Purrán. Se llegó a la zona del estero Jaquimelán, donde estaban las tolderías del hermano de Purrán, Santuno, presionando las huestes pewenche para frustrar un eminente ataque. Cinco días después, se llegó a la zona del Río Agrio, encontrando las huellas de una evidente huida hacia los sectores del Copahue y de Trapatrapa, eficiente trabajo de inteligencia y espionaje. El 19 de mayo se llegó a los sectores del Volcán Copahue, vadeando el río Agrio, apresando cerca de Pucón Mahuida a 7

424 lanzas ranquel y 54 a pié, 6 muertos y 200 cabezas requisadas. Todos integrantes del Lonko Painé. El día 31 de mayo, Purrán comienza las primeras conversaciones en torno a una posible tregua con las fuerzas de la Cuarta División. Esto lo hace mediante su sobrino, “Panchito” Huallical, con una misiva al Teniente Coronel Uriburu. Este parlamento, impuesto por Purrán, se encontraba a 17 kilómetros de distancia de las dependencias de Uriburu. “…que los indios bajo la impresión del asombro, y aún del temor, por nuestra presencia aquí; han mandado sus familias y ganados a las regiones más ocultas de los Andes. Purrán reconoce la generosidad con que ha sido tratado, al atravesar nuestras fuerzas por sus terrenos; pero de la pérfida de los indios no se debe esperar mucho, ni de su agradecimiento y adhesión a nosotros, y más, estando a su carta, en la que confiesa haber mandado dar cuenta a Chile de que se invadían sus territorios”121 Aliados a Purrán, el Chileno Ramón Soza, efectuó un Malón en la zona de Balbarco, enfrentado el 15 de mayo a las huestes del Teniente Coronel Recabarren. En Inicios de 1881, el Neuquén cordillerano, y en Mendoza, Udalmán, Guaiquillán y Nahuelán asaltan fortines entre la línea del azul hasta el Neuquén. Esto convoca a un encuentro armado de estos lonkos con las fuerzas de la primera brigada acantonadas en la zona del río Negro. Pero el hecho más importante de la resistencia pewenche, lo hizo el propio Lonko Purrán, mandando a sus ulmenes con 500 mocetones, a atacar el fortín 4ta División. Este hecho fue el más importante de los acontecimientos pewenche. Este ataque, presumiblemente armado entre el Agrio y Guayalí, condujo a un enfrentamiento de la “caballería” pewenche y los del regimiento nº 7 de caballería a cargo de Sargento mayor Torres, con los capitanes Castro y Pérez. Esto tuvo especial sincronia con la alianza de Queupu, que el 19 de enero de 1881, atacó con 300 indios moluches contra la guarnición del fortín guanacos, consumandose la muerte del jefe del fortín, Alférez Eliseo Boerr, con 12 soldados y 17 civiles. El 12 de febrero, llega un grupo de pewenche de

120 Memoria del Departamento de Guerra y Marina, 1879, p.434. 121 La conquista del desierto. Estudio topográfico de La pampa y Río Negro, Manuel Olascoaga, t. II, p.121. 425 Maule, arrasa con la zona de Malargüe, maloneando la zona norte, desde el Atuel hasta el río grande. En el siguiente parte, se nombra a varios lonko de resistencia, entre los cuales se encuentra Purrán, aunque, cotizado como “un gran ladrón”, en una interesantísima carta que explica el plan y consideraciones para los indígenas.

Campamento de Cumen, marzo 17 de 1883 Sr. Comandante del Fuerte Codihúe República arjentina Sr.comandante Recientemente ha llegado a este lugar donde he echado las bases de un nuevo fuerte en protección del de Llaima que está seis leguas mas al oriente_ AL visitar éste he podido observar que no satiface los propósitos del Gobierno, pues deja hacia la frontera divisoria un considerable número de familias índijenas.-= Esto hace indispensable otro fuerte a otras cinco leguas mas al interior de la cordillera, en un lugar llamado Dahuelhue, paso obligado de este boquete a la república arjentina; pero esto por lo avanzado de la estación, no podrá tener lugar hasta la primavera próxima quedando así Uds. Por esta parte completamente a cubierto de los robos que quisieran intentar algunos malos indios.- Doi a Ud. estos datos para que conozca los propósitos del gobierno de Chile, que no son otros que evitar en cuanto sea posible las depresaciones que ante han podido ocurriri por los indios que perseguidos en esa se han asilado en nuestro territorio.-=Al vicitar el fuerte de Llaima supe por el mismo cacique Namuncura i otros que varios indios que obedecen al cacique Renque se han internado en la cordillera con el propósito de recoger piñones para su subsistencia.-= He reportado este procedimiento i he ordenado que en ningún caso pasen del punto llamado Canilafquen i aún que se retiren lo antes posible afín de evitarles la tentación de ir a robar a este lugar, pero como están dentro del territorio chileno me permito esperar que no serán incomodados en sus faenas, sirviendome Ud. este aviso para que sepa que no los llevootro propósito i le eviten alarma.-= Ayer hable largo con los caciques Namuncura, Reumai, Colipan i otros i pude converserme, que, aceptando los consejos que constantemente les doi, están resueltos a mantenerse tranquilos abandonar su vida de pillaje i a vivir de su trabajo, para lo que estoi dispuesto a proporcionarles algunos recursos.- Con esto creo que Ud. estarán libres de molestias, tanto que los indios que habitan estos lugares como de los que ocupan el boquete de Villarrica donde he tomado iguales medidas.-= Se que el cacique Queupu se ha entregado al comandante Drouilly con las indiadas qie le obedecen; pues parece que se le han separado unos indios que andan

426 por su cuenta i que talvez los capitanes el cacique Purran122 que es un gran ladrón.- Supongo que el comandante Drouilly había tomado las medidas necesarias para reunirlos i someterlos a la obediencia de nuestras leyes.-= Creo que un concilio honrado, entre ámbas republicas sería el mejor medio para hacer que los indios abandonen su vida como nómade i se acostumbren a ganar en subsistencia por otros medios que los que han tenido hasta hoy.- A este respecto me permito preguntar si había inconveniente para que españoles o indios vayan a ese fuerte ó algún otro, llevando articulos de comercio, o yendo a buscar sal a los minerales que hai en esa.- le entiende que iran con el correspondiente pasaporte en que se estamparán así los nombres de los que pueden, i a mas la condición de que siempre se presentarían a los jefes de los fuertes mas inmediatos a su linea de frontera.-= Si esto fuere posible me parece que ámbas naciones ganarían mucho en el sentido de civilizar a esta raza, acostumbradola a ganarse su vida por medios lejítimos.-= Como mucho de los indios que se han asilado en esta son de orijen arjentino creo que con el tiempo vuelvan a esa lo que no se atreven hacer hoy por razones infundados que ellos tienen.- El cacique ñancucheo a quien inste mucho porque se volviera a esa haciendole ver el perdón que le ofreciera a el el Sr. Jeneral Villegas, a fallecido en Maquesma hace ocho dias de un ataque de desinteria: sus mocetones han quedado diseminados en varias tribus del valle central.-= Había diciendo escribir al Sr. Jnral Villegas; pero ignoro n paradero, porque veo que como yo no tiene punto fijo; pero ruego a Ud. se sirva imponerlo de esta carta agregandole mi afectuosos saludos.- Yo permaneceré en este punto hasta vuelta de este correo i me será grato recibir las órdenes de Ud.-= Quedando mientras tanto mui atento y S.S.-= Firmado.-= G. Urrutia.- El ayudante que suscribe certifica que la presente es copia fiel de la que existe archivada en la oficina de este Estado Mayor, Angol, Abril 24 de 1883 S. a .Arce 2º ayudante (ANCH, CLAN; MGUE.188209- 188712; V 1040)

En las siguientes líneas, se adjuntarán del libro caciques pehuenches de Menriado Hux, la biografía de Purrán, cuya síntesis meritoria ahorrará mayor comentario para este Ñidol Lonko

Purrán, Feliciano (o Prán) o Pichiprán, fue el cacique mayor de los cordilleranos del Neuquén, en el último cuarto del siglo pasado, de la zona en actuaron antes los grandes caciques huilliches y ranqueles Llanquetruz y

122 destacado 427 Rayguán. etc. La vida de Purrán resultó sumamente dramática. debidoo a que coincidió con la última etapa de la Conquista del Desierto. Su vida se prestaría para una novela histórica como la esbozó el Dr. Gregorio Álvarez en su librito Purrán. Neuquén. 1981. Fiel a mi propósito, presentaré solamente lo que rescatamos de la documentación contemporánea. El mismo ha dicho que nació en "La Chimba", un barrio de Mendoza y no pocas veces hacía alarde de ser argentino (aunque Alvarez, p.17.le reprochae haber sido chilenófilo). Desconocemos a sus padres. Sus hermanos se llamaban Chequellán y Santuno (Olasciaga: ob.cit. II p. 9): también el cacique general Quinchao de Lonquimay (Chile) era su pariente. Entre los hacendados Chilenos que desde tiempo inmemorial ocupaban fracciones de tierra en el lado Este (oriental) de la Cordillera tenía varios amigos. También tuvo amistades con los choigueros. Conocía bien a Saturnino Torres que de gaucho choiquero mendocino llegó a ser de los más bravos jefes expedicionarios de la Conquista. Feliciano Purrán se hizo rico por trabajos rurales en las estancias, por comer- cio de hacienda y. -dicen-, por haber descubierto unas minas de oro. Pechmann lo describe así: "Era alto: medía quizás un metro setenta. Era grueso v fornido y de cara lampiña. Usaba bigotes delgados sobre el borde del labio. Tenía cara redonda, ojos negros v una mirada simpática. El pelo era negro, recortado sobre los hombros, como cualquier gaucho de la época. Vestía camisa blanca, saco v chiripá de paño negro v calzoncillos cribaos. Sus botas eran de caña larga v usaba sombrero. Diría que es una opaca pintura del cacique fuerte que tenía dotes para el mando y energía para enfrentar diversas situaciones. En un episodio de 1846. Purrán se hizo famoso, si no me confundo. Aquel Porrán que maloqueó contra el cacique gobernador Guzmané en el sur mendocino fue este Purrán. Lo mataron en junio de ese año. El asunto era medio turbio y echó mucho polo al aire (como solemos decir, al hablar mucho de tales asuntos). Se averiguó que bajo presión de agitadores chilenos y del sargento mayor Zúñiga, cacique chileno a su vez, habían ocurrido los hechos. Hubo indios de Santa Bárbara entre ellos y al mando del capitán chileno Domingo Salvo. El gobernador (Segura) de Mendoza se puso en campaña al sur para averiguar mejor el episodio y establecer de nuevo la paz

428 en su provincia. De los indios, unos se les sometieron, otros siguieron al cacique Purrán. En adelante él seria el cacique mayor de los picunches en el norte neuquino y en sus tierras aledañas al sur de Mendoza. En 1850 invadieron nuevamente ese sur de Mendoza con los indios de Antulán y su yerno Pichulén, un hermano de Guzmané y un hermano de Avllal y Ñancu Llenguir. Dice el documento 14 del archivo de Mendoza que los reconocieron por el modo de hablar. El 26 febrero de 1851, un emisario del Gobierno mendocino convocó a un parlamento a Purrán. Caepí, Rancamil. Pichulén y Antulán, para ganarlos para la paz. Pero en marzo de 1852 les llegó una formal invitación de Chile invitándolos a la guerra. Esta vez se opuso Purrán Y se impuso en el parlamento que celebraron con los emisarios chilenos a orillas del Río Barrancas. (Arch. Mend. Carp. 123. Doc. 15:5.3.52) Con Ios caciques huilliches Llanquetruz. Chingoleo y Sayhueque, entró en contacto con el gobernador de Buenos Aires. Y fue Invitado a celebrar un tratado prometiéndole que seria racionado. Efectivamente, en marzo de 1865. Queupumé, Prán (Purrán) e Huincalén y Chagallo Chico figuran en las listas de los caciques ra- cionados. En cuanto a Prán fue racionado recién en 1877 en Carmen de Patagones (AEM) por la Casa Aguirre y Murga. En 1870 al terminar la Guerra del Paraguay debía entrar en vigencia la ley 215 de l867 que ordenaba el avance de las fronteras (interiores) hasta el Río Negro y la Conquista del Desierto. Este movimiento suscitó de nuevo la discusión sobre fronteras (exteriores) entre Argentina y Chile que se desarrolló con bastante animosidad. Chilenos influyentes, como Urquijola, que mantenían fundos al este de la Cordillera, convocaron a los caciques principales a un parlamento en Angol e hicieron un tratado de amistad entre ellos y el general en jefe de Operaciones en la frontera de Araucanía. El 1º de enero de 1870 firmaron este convenio (Doc.6464) Convenio con los pehuenches "En la ciudad de Angol, el primero de enero de mil ochocientos setenta y dos, entre el Señor Jeneral en Jefe de Operaciones de la Frontera e intendente de la Pro- vincia de Arauco, don Basilio Urrutia, por parte, y en representación del Gobierno de Chile: i como embajadores i representantes de las tribus pehuenches, Purrán, cacique jeneral. Huenten por Llancaqueo, HuenchuIao por Cheuqel, Juan Agustín (Vilú) i

429 Curraleo por Caepé, Lincanán por Zúñiga, Aillal, un hermano de Odal i cincuenta i uno más entres capitanes y mocetones. Después de discutidas suficientemente en la solemne entrevista del día de hoi, habida en la sala del despacho del Señor General en Jefe, acordaron el siguiente convenio, cuyo cumplimiento fiel garantizan formal i solemnemente las partes: Art. 1º -Las tribus pehuenches de ultra cordillera reconocen al Gobierno de Chile como fiel amigo i por el órgano de sus representantes los embajadores mencionados, declaran: Que es su firme i decidida voluntad conservar las buenas relaciones con el Gobierno de Chile, que acudirán en el acto al primer llamado que les haga i prestarán los servicios que se les exija. Art. 2º - En el caso que las tribus moluches hicieran armas o se revelasen contra el gobierno de Chile, los pehuenches se comprometían a no prestarles auxilio en ningún jénero i por el contrario, hostilizarlos, ayudando con sus armas a reprimir les avances de los sublevados. Art. 3º -Se comprometen asimismo a influir con las demás tribus en que ellas no tengan un dominio directo, para que acepten y rectifiquen (sic); el presente convenio, con cuyo objeto celebrarán juntas o se valdrán de los medios que juzguen más oportunos. Art.4º- Los indicados caciques i sus representantes se obligan a proteger con la eficacia que les sea posible las personas o haciendas de los chilenos comerciantes o residentes al otro lado de la Cordillera, para el efecto y con el fin de asegurar tanto las propiedades de ellos mismos, como la de los referidos chilenos, cuidarán que no se introduzcan en sus tierras ladrones y malhechores, comprometiéndose a aprehenderlos i ponerlos a disposición de las autoridades de "Antuco”. Art.5º - El Gobierno de Chile, por el órgano del Señor Jeneral en Jefe se obliga a continuar la protección amigablemente que hasta ahora ha prestado a las tribus pehuenches. Art. 6' '- En compensación de los beneficios que dispensan a las vidas i hacien- das de los chilenos avecinados en el territorio que ellos ocupan, les concede, por vía de gracia, los sueldos que a continuación se expresan.

430 Art. 7º- Los sueldos de que habla el artículo precedente serán ciento veinte (120) pesos anuales al Cacique Purrán: e igual cantidad al Cacique Llancaqueo: al Cacique Caepé, cien. Art. 8º -Habiendo hecho presente los caciques las vejaciones que se infieren a sus hermanos en las relaciones comerciales con los chilenos civilizados en el pueblo de Antuco, el Señor Jeneral les acuerda i nombrará oportunamente un comisionado que vele por la legalidad de tales relaciones, defendiendo a los Indios i reclamando justicia a favor de ellos. Dicho comisionado tendrá su residencia en el pueblo referido i servirá al mismo tiempo de comisario para la percepción de los sueldos acordados. Art. 9º - Con el mismo fin del artículo anterior, en et que se refiere a la protección de los Indios Pehuenches que trafican por el boquete de Gaillaqui, cajón del Biobío, se nombrará otro comisionado con idénticas facultades. Art. 10º -Al cacique Zúñiga podrá declararse sueldos, una vez que se presente a este cuartel jeneral a manifestar que aprueba las condiciones de la presente acta i está dispuesto a cumplirlas. Para constancia se firma dos (ejemplares); de un mismo tenor para el mismo fin. Firma: Basilio Urrutia A ruego del cacique Purrán. Manuel Bulnes A ruego del cacique Huenchulao que representa a Cheuquel. José S. Dinamar. A ruego del cacique Juan Agustín Biló i de Curralao, representante de Zuñiga. Eloi Moreira A ruego de Aillal, José Olegario Cortés. "Es Copia con firma Eduardo Kraemer, secretario' (Arch.del Estado Mayor del Ejército, Doc.3064) Los caciques picunches no mantenían relaciones solamente con Chile: antes pactaron también con el gobierno argentino. El cacique Caepí ya en febrero de 1870 se puso en contacto con el comandante de San Rafael -al sur de Mendoza, y en San Martín (EI Alamito) haciendo un pedido de tratado de paz. El general Arredondo elevó de inmediato el pedido al Ministro de Guerra y este le mandó las bases sobre las cuales podría concretarse un tratado (Memoria del Ministerio de Guerra, 1870,p.200)

431 Ese documento puede ser una prueba de que había rivalidad entre el Caepí y Purrán. El 22 de agosto de 1871 Caepí alertó al Comandante de San Carlos y San Rafael que en la Cordillera se estaba preparando una invasión y que retirasen las haciendas del Río Grande. Que los indios de la Sierra habían hecho un tratado cuya resolución estaba aún pendiente. Que la invasión sería dirigida por el cacique Purrán del Río Mauquén con Pérez. No tengo noticia de que se haya cumplido tal preanuncio, pero el Comandante en jefe de la frontera sur de Mendoza, el coronel Segovia, convocó en agosto de 1872 a los caciques que correspondían a Caepíy celebró con ellos el 27 de agosto del mismo año un memorable tratado de paz en nombre del gobierno de la nación Argentina. En él no se menciona en momento alguno al cacique Purran, en cambio, si lo Caepí como cacique principal representado en el parlamento por José Caepí y Masuchá, sus capitanejos: a Tranamán, representado por el capitanejo Necull y su hijo Lincomán: a Juan Agustín Terrada y Vilú, por el capitanejo Antonio Vilú y Juan Dios Vilú: a Udalmán, representado por los capitanejos Manuel Barros y Pablo Manquené y a Juan Millalén, alias Juan Chico, representado por el capitanejo Manuel Huenchumán y el Cacique Chauquel, representado por el capitanejo Huenchulao. (Veasé Caepí) Pero frente a la complicación internacional que podría darse, era necesario extender el tratado de paz de los pehuenches, huilliches de Purrán. Efectivamente, el 11 de agosto de 1873 se realizó este parlamento con los Purrán, neutralizando así los tratados concertados con el gobierno de Chile, frenando sus hostigamientos mientras se conquistaba la llanura del Plata. Por este tratado prometieron paz a Purrán y sus indios y reconocieron la soberanía argentina. Su texto es esté: “Convenio de paz provisional celebrado en fecha 11 de agosto de1873 en San Rafael, con los representantes de los caciques del otro lado del río Neuquén y no comprendidos en el tratado de paz de fecha 27 de agosto de 1872: y que son los siguientes: Cacique principal Purrán Cacique Llancaqueo Cacique Ayllal

432 “En la Villa de San Rafael, a los once días del mes de agosto del año de mil ochocientos setenta y tres: Don Ignacio M.Segovia. Comandante en jefe de la frontera Sud de Mendoza, en representación del excelentisimo gobierno Nacional de la República Argentina, por una parte y por la otra el capitanejo Yancucheu y mocetón Millapán, en representación del cacique Purrán. Capitanejo Antinal en representación del cacique Llancaqueo: capitanejo Antrú y mocetón Clayan en representación del cacique Aillal: convinieron en el siguiente tratado de paz: Art.1º- Desde la fecha de la ratificación de los presentes tratados de paz, que ambas partes se comprometen guardar fiel y solemne, los capitanejos arriba mencionados que firman el presenta tratado de paz por si y por los caciques que representan, se comprometen a mantener y a hacer mantener a sus tribus la más completa paz con el gobierno y pueblos de la República Argentina; y por su parte el gobierno de la República Argentina se compromete a proteger y amparar la residencia tranquila y permanente de dichos Caciques, Capitanejos y sus tribus en el territorio que actualmente poseen hasta la margen derecha del Río Neuquén. Art. 2- Siendo respetado como neutral, por los tratados celebrados por las tribus del cacique Caepe, el campo intermedio de la línea de fronteras hasta la margen izquierda de Río Grande, está convenido con el citado Cacique y su tribu, que el Gefe de la Frontera podrá establecer los fortines que juzgue conveniente; y en el caso de establecerse algún poblador de una u otra de las partes contratantes en el esperado campo neutral, será con licencia por escrito precisamente del Gefe de la frontera, en todo lo que también convienen el cacique Purrán y sus subordinados. Art. 3- Los permisos para bolear en el territorio serán igualmente dados por el Gefe de la Frontera, a quién dará aviso previo al Cacique de salir los Indios a ese objeto, y en este caso, se fijará el numero de los que vayan. Art. 4- Los cautivos o prisioneros que al tiempo de ratificar estos tratados se encuentren en poder del Gefe de la Frontera o en el de los Caciques y sus tribus se entregarán recíprocamente sin cargo alguno. Art. 5- Los Caciques y Capitanejos quedan solamente obligados a entregar al Gefe de la Frontera a los desertores o grupos de soldados armados que vayan a asilarse entre ellos o en sus tribus, debiendo el espresado Gefe de la Frontera satisfacer los

433 gasto de la remisión y hospedar(con generosidad) a los individuos que vengan desempeñando esta comisión, prestando para ello el auxilio si fuese necesario. Art. 6- El Gobierno Nacional se compromete a hacer respetar la ocupación del terreno fijado, al sud del “Río Neuquén” para residencia de las tribus, en el cual podrán vivir pacíficamente bajo, el amparo del Gobierno:y en el caso de ser alguna vez desconocida la autoridad del Cacique principal Purrán por una parte de los Indios, el Gefe de la Frontera cooperará a restablecer la obediencia de los Indios a su Cacique, considerándose como enemigos comunes la tribu que se rebelase. Art. 7- El Gobierno Nacional costeará la educación elemental primaria de dieciocho jóvenes indígenas (escojidos entre los hijos de los Caciques y Capitanejos y siendo este numero permanente), debiendo completar su enseñanza con un año de agricultura práctica en la Escuela Nacional de este ramo en Mendoza. Art.8- Se declara libre entre las tribus y poblaciones de la República todo comercio lícito con tal que las personas que lo ejerzn se presenten munidos de un pasaporte que justifique su procedencia y buena fé, y para facilitar las relaciones con los Indios Amigos, a mas de tres postas ya establecidas en la Junta de los ríos “Atuel” y “Salado” una, otra en Chenquecó y la tercera en las “Barrancas”, se deberá una cuarta en la costa del río Neuquén en el paraje más a propósito, que más tarde se fijará y al cargo de una persona de confianza de los Caciques y del Gefe de la Frontera. Los seis caballos con que debe habilitarse esta posta serán entregados por la Comandancia en Gefe de la Frontera. Art. 9- Los Caciques se comprometen a no dejar pasar por sus territorios ninguna invasión dirigida contra las poblaciones de la República Argentina y a dar aviso de cualquiera otra que, aunque no deba pasar por sus territorios, tengan noticias de que se diríje contra las referidas poblaciones, cooperando con sus armas a las órdenes del Gefe de la Fronteras para impedir o castigar la invasión. Art.10- Los Caciques dignatarios de este tratado reconocen la soberanía de la República Argentina sobre todo el territorio de la República: y el Gobierno Argentino reconoce a las tribus del Cacique principal Purrán y sus subordinados la posesión tranquila de las tierras que actualmente ocupan hasta el límite fijado por el articulo primero, mientras dure el presente tratado de paz.

434 Art.12- Los Capitanejos, lenguaraces, etc. De las tribus aliadas por el presente tratado, tendrán los sueldos siguientes: Tribu del Cacique Purrán Capitanejo Cheuquillán $72 Íd. Carrileo “72 Id. Euque “72 Id. Huequeman “72 Tribu del Cacique Llancaqueo Capitanejo Antoal $72 Id. Huaiquilan “72 Id. Trurres “72 Tribu del Cacique Aillal Capitanejo Calluvihuel “72 Id. Huillical “72 Id. Tripaiñán “72 Lenguaraz Manuel Paz 60 Escribiente 60 Todos estos sueldos se abonarán en moneda boliviana.

Art.13- El Gobierno Nacional mandará entregar cada seis meses para ser distribuido del modo más equitativo entre todas las tribus amigas que entran en estos tratados, lo siguiente. Para los Caciques: Azúcar Blanca Cuatro arrobas Yerba Misionera Cuatro arrobas Tabaco tucumano Tres arrobas Papel Una resma Jabón Tres arrobas

Para los Capitanejos y Lenguaraces: Azúcar Blanca Siete arrobas Yerba Misionera Siete arrobas Tabaco Diez arrobas Papel Ciento veinte cuadernillos

435 Jabón Cuatro arrobas

Para Mocetones Azúcar Ochenta arrobas Yerba Ochenta arrobas Tabaco Noventa y seis arrobas Jabón Cincuenta arrobas Papel Mil doscientos cuadernillos Aguardiente Diez barriles Vino Veinte barriles

También se entregarán anualmente trescientas yeguas a las tribus amigas o sea ciento cincuenta cada seis meses. La entrega de estos artículos se hará a comisiones debidamente autorizados por los Caciques. Art.14- También se entregarán al Cacique principal Purrán y a los otros dos caciques comprendidos en estos tratados en calidad de reprendidos (sic) en estos tratados, en calidad de regalo, un vestuario completo correspondiente a sus categorías: y cada dos años una montura completa de buena calidad. Art.15- Si después de ratificar los presentes tratados el Cacique principal Purrán o alguno de los demás Caciques, quisiesen se les construyese un edificio para capilla cristiana y escuela, en un paraje que ellos determinen de acuerdo con el Gefe de la Frontera, los gastos que la obra demande serán por cuenta del Gobierno Nacional proveyendo de Capellán y Preceptores y los útiles necesarios al establecimiento. Art.16- La ratificación del presente tratado de paz tendrá lugar dentro de los cuatro meses siguientes al día que se ha firmado por los comisionados, e inmediatamente se hará la primera entrega de los artículos determinados en él. Art.17- El presente tratado durará por el término de cinco años, y tendrán un ejemplar de él cada uno de los Caciques para la mejor inteligencia: y si durante todo ese tiempo los caciques y sus tribus permanecen sumisos y obedientes a la autoridad nacional, podrá renovarse para mayores ventajas de ellos mismos: pero si por el contrario, faltasen a una de las cláusulas o se trajese alguna invasión a las poblaciones

436 de la República por Indios de las tribus en el comprendidos, el Gefe de la Frontera suspenderá de inmediato las entrega de los artículos y pagos de sueldos, suspendiéndolo en sus efectos, mientras no se den por los caciques explicaciones satisfactorias. Articulo adicional: El gobierno de Mendoza intervendrá en el recibo y entrega a los Indios de los artículos que se les fijen por este tratado nombrando al efecto una comisión de vecinos que presencie aquella operación e inspeccione los árticulos. Y para que conteste se firmó el presente con por el señor comandante de Gefe de la Frontera sud de Mendoza, Coronel Don Ignacio N.Segovia, en representación del Exmo.Gobierno Nacional de la República Argentina y los enviados arriba mencionados en representación de los Caciques Purrán, Llancaqueo y Aillal. (firma)Ignacio M. Segovia A ruego del Capitanejo Yanquecheú y mocetón Millapán, representantes del Cacique principal Purrán por no saber firmar y como testigo Joaquín D. Godomar A ruego del Capitanejo Antiual, representando al Cacique Llancaqueo por hallarse ausente, por no saber firmar y como testigo: Miguel Mogrovejo. A ruego del Capitanejo Antí y mocetón Clayán, representante del cacique Ayllal, por no saber firmar y como testigos: Manuel Ventura. Este tratado de paz fue distribuido mediante varias copias. Una envió D. Udalisdao Frías al ministro de Guerra y otra está en el Archivo del Estado Mayor del Ejecito (Doc.1181). El texto del convenio originó muchas interpretaciones, más si consideramos que creó un precedente jurídico en el territorio neuquino, cuando la frontera no había sido fijada aún más allá de Bahía Blanca. Si bien Purrán fue ra- cionado, no creo que lo haya sido en toda la extensión del texto. Quizás Purrán también sabía que la paz no dependía de este papel y que los militares habían puesto sus muros en sus tierras, incluso querían saber dónde iba a cazar. Chile y Argentina tenían hecho un tratado sobre territorio indio... En el año 1876 Julio A. Roca escribió al Presidente Sarmiento que esas tribus acudían al llamado de las autoridades chilenas y el principal de ellos, Feliciano Pu- rrán (sic) que tenia su residencia en Campanario, l2 leguas al sur de Neuquén que se titulaba Gobernador y General. Además era rico y recibió sueldos del Gobierno

437 chileno para hacer respetar los intereses y la vida de sus ciudadanos. (Walter: conquista, p.558)) Y un año mas tarde, el 19 de junio escribió el mismo coronel J. A. Roca al ministro Alsina: "Me dicen que hay indios muy ricos y muy adelantados entre los pehuenches (indios de los Pinares): un Ayal, secretario de Purrán, los Pichunes. Reglepán, los González y otros más. Purrán, cacique importante. Cuida de un Señor Francisco Méndez Urrejola, de Chile. Bastante número de vacas que algunos hacen subir a diez mil. Otros caciques arriendan sus campos, como los Quilospe en los vertientes del Neuquén a unos dinamarqueses, que a su vez subarriendan. Un indio Agustín (Terreda y Vilú), medio cristiano, tiene una estancia en las costa del Barranca... Parece pues que está de por medio el honor de la Nación en averiguar qué hay de verdad en todo esto y que provecho se puede sacar de estas tribus (sic.); saber si son aptos o no para el trabajo o tiene que sucumbir como los Pieles Rojas ante las necesidades siempre crecientes de la civilización". (Texto publicado en Pu- blicaciones del Museoo Roca: Documentos Vol. V. p. 249. Es un texto significativo que descubre ciertas mentalidades a los expedicionarios. Si los ojos de los militares se han puesto sobre ellos. En Memorias del Ministro de Guerra y Marina. 1877. p.476 se afirma que los caciques Cheuquel y Purrán se hallaban en la margen en sur del Río Neuquén unos 80 indios. En cambio en el Documento Nº 10604 del Archivo del Museo Histórico Nacional (ahora del AGN) hay un estudio sobre el potencial de los indios del sur:sobre los de Colicó en Chile, los picunches y huilliches, los ranqueles y los de la llanura pampeana. “…De este lado de la Cordillera: Picunches (gente del sur) Cacique Mayor Pichi Prán Indiada 2500 Cacique Mayor Manquillén (P) y Maniqueo (Hijo) 500 Cacique Mayor Pugnón __300 3.250

Las manzanas Huilliches Cacique Mayor Sayhueque Indiada 9000 Cacique Mayor Inacayal 1500

438 Cacique Mayor Reuque Curá __500 11.500

Colorado Apartada de Pichi Prán Cacique Mayor Queupumill A todos ellos les llegaría su hora. Durante el avance de la frontera llevado a cabo por Alsina y la “limpieza de la Pampa” (1876-1878). Muchos indios escaparon ante los perseguidores hacia el sur. Los ranqueles, por ejemplo, habían firmado un tratado tras otro pero fueron atacados, expulsados o eliminados como las tribus de Catriel y de Namuncura. Feliciano Purrán fue generoso con los refugiados y se horrorizaba ante las noticias que traían e imaginaba que idéntica suerte podría sucederles. Efectivamente ya había partido el comandante Rufino Ortega con una tropa desde Malargüe (Fuerte San Martín) para atacar a los indios del cacique Udalmán: pero fueron rechazados a pedradas. Anteriormente, el coronel Luís Tejedor había apresado al cacique Vilo. Naturalmente los estancieros chilenos de El Alamito (Malbarco). Departamento Minas. Así convocaban asustados como también sus indios amigos. Así, convocaron para el 16 de febrero de 1879 un parlamento al que acudieron los caciques Udalmán, Purrán, Chiquillán, Zuñiga, Curraleo y unos 260 mocetones. Consientes de la gravedad de la situación decidieron optar por el camino de la paz. Resultado de ese parlamento es la siguiente carta del estanciero chileno Francisco Méndez Urrejola de Barbarco dirigida al coronel Taboada: en ella se consideran argentino y pide garantías diciendo “La tropa de la expedición que vino contra la indiada del cacique Udalman y otros donde se dice que murió un oficial argentino, tres soldados y varios indios. Ha producido una alarma en los indios del Este y Oeste del Neuquén, amenaza que afecta los intereses argentinos y más a los hacendados chilenos quienes no quieren hacer una milla; hoy ni a Chile ni para El Alamito sin la protección de las tropas. "Amenazado de esta manera tuvimos a bien llamar a parlamento a los Caciques Udalmán, Purrán, Chiquillán, Zuñiga y Curaleo con sus mocetones en numero de 260

439 en Cayente (Departamento de Minas en Neuquén), el 16 del actual. Concordaron en proponer al Gobierno proposiciones de paz, amistad y comercio. Reconozca el Gobierno Argentino como único dueño a los caciques nombrados de las tierras que poseen y los pequeños campos que tienen dados en arrendamiento a diferentes personas y el gobiereno será dueño de todo el despoblado con derecho a edificar cuarteles y vender dicho territorio. "Para llevar a efecto este tratado de paz, amistad y comercio, pasarán el que suscribe y los caciques nombrados a celebrar en el fuerte El Alamito este convenio". Pero la respuesta habrá de ser la expedición de la IV a. División al mando del teniente coronel Napoleón Uriburu que saldría con 900 hombre, desde San Rafael - San Martín al Neuquén para "limpiar las franjas de los ríos Barrancas, Colorado y Neuquén. En cuanto a la carta, el comandante Uriburu informó el 5 de marzo de 1879 al inspector general y comandante general Luís Campos que le había contestado que “ese movimiento sería la mejor garantía para El si se pone... (AEM Doc. 8095). El comandante recibió la orden de respetar a los propietarios chilenos e invadir a los indios que ahora más que nunca se agruparon en tomo al cacique Purrán Más de mil indios le obedecían. En un primer momento parecía que la expedición tenia por finalidad perseguir a los indios ranqueles que huían de la Pampa, pues decían: "Buscan una guarida en los Andes figurándose que allí no les alcanzaremos” (AEM 17.3.79) Realmente ensangrentaron las aguas y los totorales del Río Agrio. Allí murió también el buen cacique Baigorrita. La VI División al llegar a la confluencia de los ríos Neuquén y Negro, fundó el fuerte que llamarían "Cuarta División", hoy Chosmalal. Este era el punto preferido de Purrán, quien estaba a corta distancia de allí. Su aldea principal se localizaba en Tilhué, cerca de Chosmalal (Olascoaga, op.citp.146) El 6 de mayo de 1879, el comandante Uriburu ke envió dos indios, que habían sido apresados allí cerca. Invitándolo a que viniese a conferenciar con los militares. Lo citó para el día 8 a la conferencia del Curru Leuvu y el Neuquén. Ese día se levantó el acta de la fundación de Chosmalal en el que se dice:”Limpio de

440 indios…fueron sometidos a jurisdicción argentina las poblaciones existentes…N. Uriburu”. (En: F. Ugarteche: El teniente general D. Rufino Ortega, 1913, p.184) El día 12 de mayo, Uriburu habría podido asaltar una estancia del cacique Zuñiga para no exitar a Purrán. El 31 de mayo llegó al Fuerte un sobrino del cacique. Panchito Huallical (Olascoaga, íb. II p.122) Le acompañó un cristiano con una bandera de parlamento y llevaba una carta de su cacique principal: en ella ofrecía la paz con sus 900 indios, agradeciéndole por no haberlo atacado. (N. Bustos Dávila. La segunda campaña del desierto en Mendoza y Neuquén, 1979: en Rev. Hist. Americana y Argentina, 1996, p.189) Pero D. pedro Herrera, capataz de Méndez Urrejola, avisó que había advertido algún movimiento entre los indios y el 15 de mayo le había llegado noticia de que los indios de Udalmán, al pasar por la estancia del canadiense Enrique Price, lo habían muerto por haberles hecho frente. Su peonada, a su vez, había muerto al bandido Sosa. Ese día Uriburu desplegó una fuerte guerrilla y concentró a los prisioneros en el Fuerte. No sabemos todos los detalles de ese episodio. Pero el 24 de julio se leía en el diario mendocino el Constitucional que Purrán con sus caciques y 800 lanzas estaban en los valles cordilleranos. Que sobre la margen norte del río Agrio se establecía un fuerte acantonamiento de tropas, a corta distancia de las tolderías de Purrán. Otras comunicaciones decían que en tres meses, el terreno quedaría limpio de indios hasta el río Neuquén: que mil indios habían desaparecido, en parte por la viruela. (Best.: Guerras argentinas. Actividad de la IVa. División.) Por eso y para librar a los prisioneros, los hermanos Udalmán y el mismo cacique Zúñiga, los capitanejos de Purrán y 500 mocetones al mando de Hauyquillán atacaron sorpresivamente el 6 de septiembre de 1879 el fuerte IV a. división, pero fueron rechazados (AEM Doc. 8122). En diciembre, el cacique Purrán escribió desde el “Campamento de las fuerzas indígenas”, dirigida al teniente coronel Ortega, jefe de las fuerzas acantonadas en Chosmalal. Expresaba su pesar por la situación que la llegada de las fuerzas había creado, por las muchas perdidas de gente, animales y mantenciones que habían

441 perdido, de modo que las familias mucho padecían.”…tengo reunidos 3000 hombres de pelea, -dice luego-, que no molestan y otros 3000, en el territorio sud que defienden intereses y vidas. Ud. Sr. Ortega, nos hace proposiciones de amistad y paz. Si ud. Se muestra caballero, nosotros corresponderemos igualmente; Si Ud. se muestra generoso, nosotros también lo somos. He hecho una junta general para consultar a todos los caciques sobre la paz y amistad. Comparecieron aquí con su gente de pelea: José Felex Purrán, Guiquillán, Andal, Curalén, Nuncupí, Huentén, Meliqueo, Llancamil, Güenupil, Nagüelao, Valentín Sayhueque, Namuncurá, Nacayal y otros 20 más. “He sabido que su gente se está desertando: pero si llegan a mis toldos, serán tratados con la mayor consideraciones y cariños que se merecen. También me han dicho desde Chile, que han hecho un fortín en Cárielo. Eso no me gusta. No me estrechen mis lugares al otro lado…” (Publicadas en el Constitucional, diario de Mendoza del 10 de enero de 1880)

Captura y prisión Pocos días después, el 15 de enero. el mismo diario publicó la noticia de que la IVa. División había batido y expulsado hacia Chile a los indios de Purrán, Nahuellán, Curaleo y Llancamill haciéndoles Grandes pérdidas. El mayor Ruibal logró atraer a su campamento al cacique general José Félix Purrán v lo apresó, después de haber dado muerte a los caciques Chauquillán e Huichachañir. Murieron en la sorpresa además 138 indios de lanza y les tomaron 60 prisioneros entre indios guerreros e indias. Les quitaron 485 vacas, 415 yeguas y 2.200 ovejas, dice el parte. Esta es quizás la más sobria y la más verídica versión del acontecimiento que procuré profundizar por otras versiones del hecho. Las noticias de la guerra, destinadas a ser publicadas no eran siempre veraces, a lo menos en los detalles. ¿No lo vimos acaso durante la contemporánea Guerra de las Malvinas? La obra tantas veces citada de Olascoaga reproduce otras partes (II p. 96 y IV p. i0j. Félix San Martín en su libro Neuquén (1919, p. 30) dice: "El hecho de que Purrán, viéndose arrojado de sus campos, acudiera en demanda de protección ante las

442 autoridades chilenas (¿) y luego se refugiara entre los moluches, ha hecho considerarlo tal vez no sin fundamento, como el menos argentino de los caciques aucas" (no suscribo tal juicio). Bustos Dávila dice así (ob. cit. 1966, p. 189): "Fue tomado preso por el Mayor Manuel Ruibal en las Juntas del Lonquimay con el Biobío, en territorio chileno, traído a Mendoza: se lo condujo a Villa Mercedes de donde por tren fue llevado a Buenos Aires y en últimas instancias a Martín García..." El teniente coronel Guillermo Pechmann nos da un relato más detallado en su libro poco divulgado, a pesar de las dos ediciones de 1918 y 1939 de su libro El Campamento de 1878 (bajo el seudónimo: Cadete X). Resumiré el capítulo "Captura trájica del cacique Purrán". Los primeros días de enero de 1880 integraban la IV a. División en Chosmalal el Regimiento N° 11. al mando del teniente coronel M. Nadal y el 2º del mayor Manuel Ruibal con el Batallón Nueva Creación. Ellos siguieron la rastrillada fresca de los indios: siguieron con cautela... De pronto se hallaron frente a la indiada, ignorando que eran de Purrán y que estaba sobre el Biobío. Un chileno se presentó con cartas. Estaban en territorio chileno. Ruibal mintió diciendo que venía un gran ejército para arrasar la paz: que el cacique viniera a conferenciar. Fue el chileno y volvió con el mensaje de Purrán que él no quería pelear. Que quería la paz. Más tarde llegó un capitanejo con dos soldados, Fueron obsequiados. Así durante tres días de ida y venida. Se esperaba que Purrán se aviniera a presentarse. Pero Purrán no quiso hacerlo, a pesar de muchas promesas. "...Si no pasa, lo pelearemos: así son las órdenes", le mandaron decir. La respuesta a esta intimación fue entonces que vendría a los tres días. El mayor hizo llevar víveres y asientos a la orilla del Río: apostó diez hombres escondidos a dos cuadras, uno con una trompeta. La señal para el asalto se daría, si el mayor se quitaba el quepis y se frotaba la cabeza: entonces habría de apoderarse del cacique y matar a los que se le resistiesen. “El cacique cruzó el caudaloso río en una embarcación con 25 acompañantes, alentado por las promesas y garantías que le hiciera el representante del Gobierno Argentino. Desembarcó pues el jefe de los pehuenches y picunches. Nuestro jefe lo recibió con brazos abiertos y con apretones de manos. En el lugar empezó a rondar el mate. Como

443 lenguaraz actuó el alférez Fereyra, a pesar que el cacique hablaba castellano, si bien con dificultades. Ferreira, en nombre de Ruibal, hacía cargos por esperar tanto y por excesos de su gente. El contestó que hacía muchos años que su gente no hacía guerra y que vivía tranquilamente. “Nuestro jefe estaba algo nervioso, olvidando la señal a los 15 minutos se sacó el sombrero. El trompa tocó diana y ya cargaron sobre el parlamento, desplegados en guerrilla y hacían fuego en la orilla enfrente.(…) Los parlamentarios traían puñales y boleadoras en la cintura, incluso Purrán. Quién las esgrimió con destreza. Los desgraciados indios huyeron a pié, perseguidos por los soldados que, al alcanzárnosles daban muerte: Algunos se lanzaron al agua ahogándose o fueron alcanzados por nuestras balas. La indiada del otro lado, dando alaridos, echaron pie en polvo. Mientras tanto, el desventurado Purrán era obligado a rendirse, después de haber hecho toda la resistencia posible con sus boleadoras y dirigiendo improperios al Mayor y a los soldados. Un hermano suyo tuvo igual actitud, hasta…el cabo Bargorria y el soldado Ferreira dieron en tierra con Purrán. Asegurado de los brazos, se levantó del suelo y mirando al Mayor Ruibal, le dijo:”Bueno, no matar a mi gente” Se refirió a que no molestasen a su gente del otro lado. El mayor hizo cesar el fuego, que por si solo se hizo inútil. Ya todos iban lejos. Purrán miró por todos lados buscando algunos de sus caciques, pero no encontró a ningún paisano, todos y todo había concluido… Un momento después apareció el sargento González con una manta fina y un tirador…Nuestro jefe presentó las prendas al cacique preguntándole si las conocía. Purrán contestó tristemente: “Si mi hermano” -Caramba- exclamó el mayor-. Bueno, tenés que perdonar, por que estás son las consecuencias de la Guerra.-El cacique movió la cabeza y murmuró algunas palabras que se podían traducir en -:”No tengo más remedio”. “El sargento lo había corrido por la costa del río y al alcanzarlo, según su propia confesión, tuvo el cuidado de no agujerear la manta. Al herirlo, se la levantó con una

444 manoy con la otra le hundió el puñal repetidas veces. El que escribe esto vio el cadáver, un momento después, acribillado por terribles heridas… “Del campamento indio sacaron 150 lanzas y ponchos y mataron a los heridos. “A las cinco de la tarde hicieron montar al cacique y toda la tropa se retiró. De noche apuraban, temiendo algún ataque de los indios. En la retirada se encontraron con el mayor Taboada:”tengo el gusto de presentarle al general José Félix Purrán”. El jefe le tendió la mano. La versión del propio Ruibal transcrita en su biografía El Coronel Manuel Ruibal, escrita por el coronel Héctor E. López Cabanillas: Después de un ataque por el fuerte IV División, el 3 de enero de 1880, donde trataron de rescatar a 300 prisioneros…fue desprendido (Ruibal) con 50 hombres de la División con fecha 22 del mismo mes, con la orden de perseguir al cacique Purrán hasta darle alcance…alcanzado, la tarde del 23, en las margenes del Biobío, en la confluencia del Lonquimay con aquel, habiendo tenido para esto que pasar los Andes a la parte accidental, siendo, después de un pequeño combate al llegar al río, rodeado por toda la indiada de aquel cacique, la que pasaba en una cantidad de más de mil guerreros. Y permaneciendo así sitiados hasta la tarde del día 25 en que resolvimos salir del asedio en que ya hacía tres días me hallaba, sosteniendo para conseguirlo un rudo combate con aquellas hordas salvajes y del que resultó la captura de aquel audaz cacique, consiguiendo así salvar la tropa que se me había encomendado para el desempeño de tan delicada misión…En este hecho de armas recibí tres contusiones de arma blanca y varios bolazos, siendo ascendido por el Exmo. Gobierno de la Nación con fecha del combate al empleo de Sargento mayor y 2º jefe del regimiento Nº 11 de caballería de Línea. El coronel Ortega, quien a su vez ha hecho una larga expedición, fue el encargado de llevar a los presos al campo de concentración del Rodeo del Medio (Mendoza). El constitucional anunció el 13 de marzo de 1880 que el Cacique General de las tribus del Sur de Neuquén, José F. Purrán que había sido capturado por el Mayor Ruibal, había sido traído (por Ortega) a esta ciudad como prisionero. Que en su correspondencia se hallaron cartas de autoridades Chilenas que lo incitaba a combatir contra la nación Argentina. (El periodista no prueba esta aserción, ni tampoco la fuente)

445 De modo que el cacique Purrán fue llevado a Villa Mercedes a Buenos Aires y no fue tratado con atención, como lo prueba esta noticia del diario la “Nación” del domingo 9 de enero de 1882:”En un infecto calabozo del Cuartel que ocupa esta ciudad el “10 de línea”, se encuentra un individuo a quien los sufrimientos han degradado. Se lo ve tendido en el suelo, donde no se advierte ni el miserable montón de paja que sirve de colchón en las últimas prisiones. Apenas contesta, a las preguntas que se le dirigen y llora, a veces, tal es su abatimiento: Se queja del hambre y de la desnudez que vive brutalmente tratado por la soldadesca que no ve en el sino a un salvaje. Su espíritu abatido tiene de vez en cuando relámpagos que revelan su ardor en otro tiempo y que asoma a sus ojos sombríos. Ese infeliz es el cacique Purrán” (a continuación habla el padre Esquiliú) Ocho años sufrió prisión; primero en el Retiro y luego en Martín García. De allí fue sacado por influencia del Mayor Zacarías Taboada quien había sido expedicionario al sur durante la conquista del desierto. Lo buscó porque tenía noticias de que Purrán conocía ciertas minas de oro. Descansando un día ya en Chosmalal, la primitiva capital de Neuquén, Purrán se fugó en un momento de descuido. Pedro Nazarre Piñero, quién investigó el asunto, escribió sobre esta fuga en el peridico local de Zapala la Cordillera en 1940, y que yo he leído por la reproducción del Dr. Gregorio Álvarez en su libro Neuquén, 1981. Según el, Purrán habría cruzado la cordillera por Moncol, costeando la laguna del Laja y habría llegado a las casas de Mirrihué, el hermoso fundo de don Calixto Padilla. Otro opinaba que se había ido a la estancia de su amigo y padrino don Juan Bautista Jiménez. De todo modo “El gran gobernador neuquino” murió humillado y desterrado a una edad avanzada. Según me refirió el ingeniero y arquitecto R. Cayol, quedan aún descendientes suyos en el Huecú. En 1905 se conoció a Pichi Purrán, alias Juan Purrán a orillas del río Barrancas y dice C.Rusconi haber averiguado que murió ahogado en él. José Bengoa nos dice en su historia del pueblo mapuche (1985p.192) que Purrán se había casado con una hija del cacique arribano Quilapán y mantenía buenas relaciones con él, como también el cacique aillál, su lugarteniente. Etimología: Purrá (Numero 8) y n. verbalizante: ser o nao: tigres. Bibliografía: Gregorio Alverez, Purrán, 1981. J. Raone Fortines y Neuquén: San martín F. Neuquén, 1919 y 1930. Guillermo Pechmann: El campamento de 1878

446 bajo el seudonimo de cadete X. 1818 y 1939. G. Alvarez: el ocaso de Purrán: en Neuquenia. Nº 28, 1956. M. Olascoaga: “El brujo de la cordillera” en Rev. Junt. Est. Hist. De Mendoza. XIII.1938.

447 Mapa extraido de un SIG donde se presume que fue capturado Purrán, según Hux. 448