Dualidad De Caos • 1
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dualidad de caos • 1 Liana Pacheco Dualidad de caos ALEJANDRO ISMAEL MURAT HINOJOSA Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca KARLA VERÓNICA VILLACAÑA QUEVEDO Secretaria de las Culturas y Artes de Oaxaca OMAR ADRIÁN HEREDIA MARICHE Subsecretario de Planeación Estratégica LIZBETH ALICIA ZORRILLA CRUZ A Josefina y Gabriela, mi dualidad de amor que Directora de Promoción Artística y Cultural apoyan estas letras. A Asunción Antonio Pacheco, cómplice y hermano literario. Al Colectivo Cuenteros de Oaxaca, alma máter Edición realizada con recursos de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México a través del Apoyo a Instituciones Estatales de Cultura (AIEC) 2020. dónde se gestaron los cuentos de este libro. Dualidad de caos de Liliana Ruiz Pacheco resultó seleccionado en la A la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca Convocatoria de la Colección Parajes 2020 en el género de cuento como parte del Proyecto de Fomento a la Lectura y Creación Literaria. y la Convocatoria Parajes. Colección: Parajes 2020 Cuidado DE la edición: Eduardo Ismael Salud Salud A ti, apreciable lectora y lector, que al leer Diseño editorial y DE portada: Javier Rosas Herrera brindas vida a estos cuentos. D.R. © Liliana Esperanza Ruiz Pacheco D.R. © Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca Privada de Almendros No. 111 Col. Reforma, Oaxaca de Juárez, Oax. C.P. 68050 www.oaxaca.gob.mx/seculta/ isbn: en trámite La reproducción total o parcial de esta obra, incluido el diseño tipográfico y de portada, por cualquier medio sea electrónico, mecánico o de cualquier otra índole no está autorizada, salvo aprobación acordada y expresa por escrito con la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca. Impreso en Oaxaca, México, 2021. CONTENIDO Fragilidad del universo ......................................................................... 4 Bono de puntualidad ............................................................................. 8 Los gallos no pueden ver en la oscuridad ...................................... 14 En cuerpo presente ............................................................................. 28 Erosión en sepia ................................................................................... 45 Sangre de matón .................................................................................. 54 El vigía .................................................................................................... 57 Voces de ecos híbridos .......................................................................62 La fecundación del fuego ................................................................... 65 En el año tres mil uno .........................................................................70 Rojo profano ..........................................................................................81 6 • liana Pacheco dualidad de caos • 7 Liana Pacheco Dualidad de caos 8 • liana Pacheco dualidad de caos • 9 Fragilidad del universo Hoy empezó mi menstruación; la primera de mi vida. Sí, justo hoy que el planeta Leucade se desplazó. Supongo que es una ba- nal coincidencia a la que rebusco un significado o simbolismo relacionado con el acontecimiento. No creo que exista. Lo único certero es el insomnio, que se distrae observando cómo giro de un lado a otro en la cama. Los dígitos del reloj resaltan en la penumbra de mi habitación. Dos ho- ras de la madrugada con algunos minutos. El viento ondula las cortinas de la ventana. Me levanto y el sonido de mis pasos absorbe el silencio. Aspiro la atmósfera fría, vacía y silenciosa de la calle. El resplandor del cielo trata de ceder a la oscuridad de la noche. “Imponente”. Podría emplear ese adjetivo para describir el firmamento: cielo despejado en el que resaltan el par de circunferencias brillantes: una es el satélite natural; a su lado, Leucade. Así nombraron al planeta que hace veinticuatro años se dirigía a la tierra y que se detuvo en el límite de la exos- fera, más alejado de la luna. Antes del día de hoy no era tan perceptible, pero ahora su circunferencia es tan extensa que desde la tierra se ve casi del mismo tamaño que la luna llena. Dupla de brillantes círculos. La aparición de aquel cuerpo celeste irrumpió la cotidianidad de las per- sonas. Las primeras teorías indicaron que era un asteroide pequeño, casi inofensivo. Con el transcurso de los días y con observaciones más precisas dictaminaron que se trataba de un planeta de cuatro o cinco mil kilómetros de diámetro y que, conforme avanzara en su recorrido hacia la atmósfera, se iniciaría una estrategia para evitar el colapso. No avanzó más; se quedó 10 • liana Pacheco dualidad de caos • 11 inerte junto con la espera de la humanidad. Sin embargo, para muchas per- mujeres celebran que, por fin, la piel masculina encarne lo que muchas han sonas, como yo, que nacimos hace poco más de una década, la imagen del sufrido. Incluso yo. cielo con dos objetos brillantes no genera asombro, es parte del mundo que Sucedió hace menos de un año. En la fiesta de una compañera a la que vemos cada día. poco conocía. Sin embargo, la sonrisa de su hermano mayor me hizo sentir Según Internet, la distancia aproximada entre la tierra y la luna es de tan cómoda, que horas después seguí sus pasos hacia su habitación. Dijo 385,000 kilómetros. Sé que también habrá más respuestas: ¿por qué ese que me mostraría su pecera, aunque no me deleito con observar un ani- planeta se detuvo junto al nuestro?, ¿por qué no es afectado por la gra- mal enclaustrado. Pero así terminé, acorralada, entre la pared y esa sonrisa vedad?, ¿y la órbita de la tierra? Sin embargo, no tengo interés en estas encantadora que se pudría con su aliento fétido. Su lengua arremetió en interrogantes. Lo único que importa es que hoy, que inicia mi periodo, el mi boca, me liberé, no recuerdo cómo. Cuando volví a casa, aún llevaba planeta Leucade retomó su desplazamiento, después de veinticuatro años. su pestilente sabor en mis labios. Mamá no lo supo, no quise que el miedo Permanezco recargada en el marco de la ventana hasta que la luz del sol que me invadió fuera motivo de preocupación. Luego ese miedo se acopló difumina poco a poco la imagen de los círculos brillantes en el cielo. en las noches interrumpidas, en las que observar el esplendor de la luna y Durante el día, el timeline de las pantallas se encuentra ocupado por las Leucade era lo único que reconfortaba mi existencia. noticias del movimiento de ese planeta. Soy ajena a esa preocupación, ¿qué Hoy los hombres protestaron en las calles. Mamá me prohibió salir del importa?, si la magistral belleza del cielo se ha acrecentado. Es lamentable departamento. Veo parte de la protesta a través de la ventana, el resto en que los demás no lo aprecien. Desborda el miedo y las voces de alarmismo, televisión. En el periódico hay una selección de fotos: “Luna y Leucade. Los incluso escucho comentarios que refutan las declaraciones de que el acer- mejores paisajes”. Al lado hay una nota de un hombre al que una mujer que camiento del planeta no representa peligro. conoció en internet le cercenó el pene. Los nutridos grupos de mujeres Mamá ordena que me bañe. Desde la tina contemplo el curvado men- que bordean la protesta masculina celebran la atmósfera de temor que han guante junto a la, mucho más amplia, esférica luz del planeta. Hasta el baño impuesto a los hombres, ¿intencional o fortuita? llega el grito de mamá, saldrá a una vigilia de oración. Son extrañas las ma- Me dirijo a la ventana de la sala. En el edificio de enfrente un gato juega neras en que las personas aminoran el miedo que produce algún trastorno con su equilibrio en la cornisa. Es noche de luna nueva y la escasa luz de a su rutina. El mío es escuchar una y otra vez “La gazza” de Rossini y comer esta acompaña al reflejo circular del planeta que, por el ocaso, intensifica todos los dulces de grenetina que encuentro en la alacena. su brillo. Abajo la calle asemeja al cielo, aunque en lugar de estrellas está Despierto cuando unas escasas estrellas brillan en el cielo tornasol. El cubierta de papeles y restos de consignas escritas. Veo tres mujeres que noticiero local menciona un suceso. Los oídos de los espectadores escu- persiguen a un hombre que corre de prisa. Por un instante creo reconocer chan, pero es intrascendente. Sus ojos y los del resto de la humanidad duer- al joven de los peces y la sonrisa fétida. El sujeto levanta el rostro; un gemi- men y despiertan sobre Leucade. Así que el hecho de que un hombre sea do ronco clama ayuda. Yo le grito que un pez no es una mascota práctica. agredido, hasta dejarlo moribundo, por un par de mujeres en la estación del Cierro la ventana y sus gritos de dolor quedan fuera del departamento. metro no es relevante. Sin embargo, el video del joven que llora y denuncia Le pregunto a mamá si piensa que el planeta circundante tiene relación el acoso verbal que sufre de voz de una mujer, se viraliza. No es un aconte- con el incremento de violencia contra los hombres. Ella responde que no, cimiento aislado, cada día incrementan las cifras de sujetos agredidos. Los confía que el transcurso de los días calme la situación, como en la época comentarios se dispersan a la polaridad. Por una parte, los hombres denun- de lluvias en que las nubes espesas y grises permanecen varadas, pero el sol cian la violencia física y verbal que padecen a diario. En el otro extremo, las siempre encuentra el modo de retomar su lugar. 12 • liana Pacheco dualidad de caos • 13 Transcurren muchos amaneceres y el planeta es impávido en el tiempo. Evoco el recuerdo de unas palabras: el caos es el origen del universo. La Bono destrucción acontecida hace millones de años provocó el inicio de nuestra de puntualidad vida. Si el orden implica destrucción para enaltecer la existencia presente, ¿en qué derivará el caos de mujeres contra hombres? Otra pregunta más que no tendrá respuesta. Muchos más cuestionamientos lógicos surgen mientras atestiguamos que la tranquilidad retorna a las calles y la violencia se vuelve cada vez más distan- te. La dualidad de sexos, hombres y mujeres aprenden a coexistir.