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José M. García Ruiz(11, Sue M. Whitecl), Carlos Martícl), Blas Valero(l), M. Paz Errea(1)& Amelia Gómez Villar(2)

(1) Instituto Pirenaico de Ecología, CSIC, Campus de Aula Dei, Apartado 202, 50080-. (2) Departamento de Geografía, Campus de La Vegazana, Universidad de León, 24071-León.

LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS (, PIRINEO ARAGONÉS) Y SU CONTEXTO ESPACIO-TEMPORAL Stood with my kid on the lonely windswept beach The winter sun was on the horizon And we were both out of reach She ran ahead of me looking for the next surprise Our souls were wet, yes Lord From the incoming tide

She stopped and turned and looked at me Lord, tears in her eyes It's only a dead bird And its soul has gone to the sky

Don't you know he's free Not like you and me That bird is free Not like you and me ... And 1told her, look baby Even if he was living And you could hold him in your hands You'd still have to open up one of these days And let that bird fly, free.

Eric Burdon, Bird orz the beaclz (1980, 1983)

O C.S.I.C. O Instituto Pirenaico de Ecología Campus de Aula Dei Apartado 202 50080-Zaragoza, España

Fotos de portada: En la parte superior, bloques morrénicos y árboles desplazados durante la avenida. En la parte inferior, contraste entre los sedimentos depositados en las presas durante los últimos cin- cuenta años y los arrastrados por ia avenida del día 7 de agosto de 1996. Fotos: José M. García Ruiz.

I.S.B.N. 84-921 842-1-3 Depósito legal: Z. 3.257-1996

I~lzprinze: Sdad. Coop. de Artes Griíficas LIBRERIA GENERAL Pedro Cerbuna, 23 50009 Zaragoza INDICE

Página

1. Introducción ...... 2. Método ...... 3. El área de estudio ...... 4. Las características de la lluvia y del pico de crecida ...... 5. Efectos geomorfológicos ...... , 6. Discusion y conclusiones ...... 7. Consideraciones finales ...... Referencias bibliográficas ......

When the flood calls you have no home, you have no warmth In that thundercrash a thousand lives within a flash Don't be afraid to cry at what you see Peter Gabrie1(1977), Here comes tl~eflood.

Este trabajo ha sido elaborado en el Departamento de Erosión y Usos del Suelo del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC). Sus autores consideran que el estudio de una catástrofe como la de Biescas, con profundas implicaciones ambientales y humanas, debe ser objeto prioritario de análisis de todo equipo de investigación con experiencia en el área afectada, lo que justifica el interés social de su actividad cien- tífica. El grupo de trabajo ha estado integrado por tres geógrafos, dos geólogos y una ingeniera civil especializada en el campo de la Hidrología. Los autores quieren agra- decer la colaboración del Instituto Nacional de Meteorología y las sugerencias reci- bidas por parte de los revisores del trabajo, los doctores Juan Puigdefábregas (Estación Experimental de Zonas Aridas, CSIC) y Joan Manuel Vilaplana (Departament de Geodinárnica, Universitat de Barcelona). Asimismo agradecen el unánime apoyo recibido desde la comunidad científica, especialmente desde la Sociedad Española de Geomorfología, para elaborar y publicar los resultados de este estudio.

LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Resumen rios, transporte de sedimento, estima- ción de caudales, catástrofe hidromor- Se estudian las características de la fológica, conos de deyección, Pirineo precipitación y del pico de crecida Aragonés. durante la catástrofe ocurrida en el barranco de Arás en la tarde del 7 de agosto de 1996. Se ha podido compro- Abstract bar que aunque la tormenta fue muy intensa en toda la cuenca, su violencia The characteristics of precipitation alcanzó mayor magnitud en un peque- and peak flow during the Arás catas- ño sector de la subcuenca de Betés, en trophe in the evening of August, 7, el que se ha estimado una intensidad 1996, are studied. The storm was very superior a 500 mm.hr-1 y una precipi- intense over the whole basin, and tación total algo superior a 250 mm. especially in a small area of the Betés En el tramo final del barranco de Arás subbasin, in which intensities greater debieron registrarse unos 500 mys-1 than 500 mm.hr-1 have been estima- incluyendo los sedimentos transporta- ted, with a total amount of precipita- dos, para una cuenca de 18.8 kmz. Las tion somewhat higher than 250 mm. In evaluaciones realizadas permiten esti- the final stretch of the Arás ravine a mar que el 75 % del caudal procedió discharge of 500 mys-1, including the de la subcuenca de Betés, que repre- sediments, have been estimated for a senta sólo el 28.7 % de la superficie basin of 18.8 kmz. Seventy five per total de la cuenca. Se ha evaluado el cent of the discharge carne from the volumen de sedimentos movilizados Betés subbasin, which represents only en el sector final del barranco de Arás. 28.7 per cent of the basin. The volume Finalmente, el evento tormentoso ha of sediments mobilized in the final sido situado en un contexto espacial y stretch of the Arás ravine has also been temporal más amplio. La catástofe del evaluated. Finally, the rainstorm event barranco de Arás confirma las limita- has been placed in a larger spatial and ciones de los actuales sistemas de aná- temporal context. The catastrophe of lisis probabilístico de riesgos, dada su the Arás ravine confirms the lirnita- gran irregularidad espacial y temporal. tions of existing systems of probabilis- tic analysis, due to the spatial and tem- Palabras clave: Eventos extraordina- poral irregularity of storm events. LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Key words: Extreme events, sediment ciones que pueden deducirse para la transport, discharge estimation, hydro- planificación territorial y la localiza- morphological disaster, alluvial fan, ción de instalaciones en áreas de mon- Central . taña expuestas a peligros naturales. La gran crecida del barranco de Arás demuestra que en ambientes geomor- 1. Introducción fológicamente inestables, con fuertes pendientes en laderas y cauces, una En la tarde del 7 de agosto de 1996 tormenta de gran intensidad es capaz una tormenta muy violenta afectó a la de reactivar estructuras de erosión y cuenca del barranco de Arás, en el sedimentación aparentemente estabili- valle del Gállego, Pirineo aragonés zadas, incluso si han sido reforzadas (Fig. 1). En el plazo de una hora la con potentes obras de defensa. En este intensidad de la precipitación fue sufi- caso, la utilización de series pluviomé- ciente para provocar una crecida tricas relativamente cortas (menos de excepcional en el barranco cuyas con- 30 años) resulta muy poco eficaz y secuencias fueron catastróficas para contribuye a la asunción de riesgos los residentes en un camping localiza- que podrían evitarse o por lo menos do en el cono de deyección (86 perso- minimizarse con un análisis geomorfo- nas muertas y 1 desaparecida). Para- lógico. lelamente se movilizó un enorme volu- En este trabajo se realiza en primer men de sedimentos en el curso inferior lugar una estimación de los caudales y del barranco, transformando la morfo- de la variabilidad espacial de la lluvia logía del cauce y de los taludes inme- en la cuenca de Arás. En segundo diatos, haciendo inútiles las obras de lugar, se estudian los efectos geomor- corrección que se habían construido, fológicos de la crecida y las razones en su mayoría, en los años cuarenta. que explican sus devastadoras conse- Una prospección inmediatamente pos- cuencias en el cono de deyección. terior al evento permitió constatar que Finalmente se discuten los resultados y la tormenta afectó especialmente a una se sitúan en un contexto espacial y de las subcuencas (barranco de Betés), temporal más amplio. donde localmente la intensidad de la lluvia alcanzó valores excepcionales, invalidando las predicciones estadísti- 2. Métodos cas que hubieran podido realizarse hasta entonces. Para estimar el caudal máximo del Un estudio detallado de esta creci- día 7 de agosto de 1996 se tomaron da se hace imprescindible por sus dra- medidas del nivel máximo alcanzado máticas consecuencias y por las lec- por las aguas en diferentes secciones LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

del cauce, utilizando señales de daños Para estimar el caudal sobre el cau- en los árboles, erosión y sedimenta- ce natural se tiene que calcular la velo- ción en las orillas o localización de cidad del agua utilizando restos de basura y ramas. Se midió asi- mismo la anchura del cauce en cada una de estas secciones y la pendiente. Las medidas se tomaron sobre las Siendo V = Velocidad en m.s-1 presas que resistieron el empuje de la R = A&' (m) crecida o sobre el nivel del cauce pre- A = Area de la sección mojada por vio al paso de la crecida (es decir, la crecida (m2) sobre el nivel de sedimentos acumula- P = Perímetro de la sección húme- dos sobre las presas). da del cauce (m) En las presas se asume que éstas S = Seno (Pendiente en grados) funcionaron como una serie de verte- n = Coeficiente de rugosidad de deros, aplicando la fórmula Manning.

La estimación del valor de n se ha realizado de dos maneras. En primer Siendo q = caudal por metro de ver- lugar con la tabla de Cowan (Chow, tedero (m2.s-') 1973, pag. 109), sumando los máximos g = 9.81 m.s-2, es decir, la acelera- de los componentes de n (nl, n2, n3, ción por la acción de la gravedad etc.), lo que da un valor de 0.223. En y = altura del agua respecto a los segundo lugar, por medio de medidas sedimentos acumulados en la presa (m) del caudal y velocidades actuales en H = altura del agua respecto al bor- diversos puntos del barranco, obtenien- de externo de la presa (m) do así valores mínimos para n (0.1154, h = altura del borde de la presa res- 0.183,0.143). En este trabajo, con cau- pecto al nivel de sedimentos acumula- ces dominados por grandes bloques de dos (m) origen morrénico, se han utilizado valores entre 0.2 y 0.3. Con ello se pue- Cuando el valor de h es muy peque- de calcular la velocidad del agua y a ño, entonces puede eliminarse el tér- partir de ahí el caudal (Q = A . V). Una vez estimado el caudal y cono- mino cido su tiempo de concentración puede calcularse la intensidad mínima de la lluvia para producir el pico de crecida El resultado se multiplica por la por medio del método racional, para lo anchura de la presa en metros y se cual es necesario estimar un coeficien- obtiene un valor de Q en m?s-1. te de escorrentía. LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

La fórmula aplicada en el método racional es la siguiente: r - 0.44 P (x) = N + 0.12 Siendo N = Número de datos (56 en el caso de Biescas) donde Q = Caudal máximo instan- r = Número en la lista ordenada de táneo o pico de crecida (m3.s-1) precipitaciones máximas C = Coeficiente de escorrentía P (X) = Probabilidad de una máxi- 1 = Intensidad de la lluvia durante ma > X mm el tiempo de concentración de la cuen- X = Lluvia máxima diaria anual ca (mm.hr-1) (mm> A = Superficie de la cuenca (km2) Para calcular el volumen de sedi- Dos de los factores de la ecuación mentos removidos desde las presas - son desconocidos (C, 1), pero es posi- en el tramo final del barranco de ble calcular valores de 1 para distintos Arás- se ha partido de la hipótesis coeficientes de escorrentía (véase la razonable de que tales presas estaban Fig. 9), que pueden deducirse a partir completamente colmatadas por el de las condiciones físicas y anteceden- sedimento en el momento de la catás- tes de la cuenca, así como de las carac- trofe, como lo prueba la presencia de terísticas de la tormenta. Los valores numerosos troncos de árboles enrai- de C serán elevados en cuencas peque- zados sobre el techo de sedimenta- ñas, con fuertes pendientes y tiempos ción de las presas. También se ha de concentración muy bajos, precipita- supuesto que el perfil longitudinal de ciones muy intensas y condiciones la superficie del material de relleno antecedentes de gran humedad en el era horizontal, mientras que la base suelo. Todas estas condiciones se cum- presentaba una pendiente análoga a la plieron en la subcuenca de Betés y de general del valle (10-11"). Por ello se ahí puede deducirse que en ella el ha calculado el volumen de sedimen- valor de C fue muy alto, muy proba- tos como si el relleno tuviera forma blemente más elevado que en el resto de cuña, excepto en los casos de de la cuenca. muros de recrecimiento asentados Para el cálculo del periodo de retor- sobre sedimentos previamente reteni- no a que corresponde la lluvia registra- do, y que hemos considerado como da en Biescas y en otras estaciones volúmenes paralepipédicos. pirenaicas se han ordenado de mayor a La fórmula generalmente empleada menor los registros máximos anuales y ha sido: se ha utilizado el método de Gumbel aplicando la fórmula de Gringorten V = 112.h.a.l. cosa LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Siendo V = Volumen de sedimen- Aso, a 2.189 m s.n.m., y el más bajo en tos (m?) el extremo dista1 de su cono de deyec- h = Altura de la presa ción, a 940 m s.n.m. La cuenca se divi- a = Anchura del valle de en dos subcuencas, la de Aso, con 1 = Distancia desde el muro hasta el 10.4 km2 y la de Betés, con 4.2 kmz. final del relleno (que en caso de no ser Un tercer barranco, La Selva, de visible se ha calculado teniendo en menor entidad y con límites peor defi- cuenta la altura del muro y la pendien- nidos, drena 3.1 km2. Los tres se unen te general de ese tramo del valle, muy cerca de la localidad de Yosa, expresada pora) precipitándose como barranco de Arás hacia el fondo del valle del Gállego La cantidad procedente de la ero- (Fig. 2). sión de la morrena se ha calculado también considerando el área de la Geología y geornorfología. La sección incidida (125 m2) y su longi- cuenca de Arás está situada en el tud (150 m). flysch eoceno surpirenaico, compuesto Se partió además de la idea de que la por estratos delgados de areniscas y presencia de árboles adultos sobre el margas alternantes, a veces con algún relleno sedimentario sería un buen indi- banco más potente de calizas que per- cador del momento en que se produjo dicho relleno. Para ello se tomaron, a -.-,c.-.'. 130 cm del inicio de las raíces, mues- ,! FRANCIA tras de madera de die? árboles, por medio de una barrena Pressler. Posteriormente se contó el número de anillos para determinar su edad, que puede indicar una fecha máxima para datar la colmatación de la presa sobre la que se asienta cada árbol muestreado.

3. El área de estudio

El barranco de .Arás se localiza en la llamada Ribera de Biescas, en el 10 20 curso superior del río Gállego, Pirineo O- 30km aragonés (Fig. 1). Su cuenca ocupa una superficie de 18.8 km2 alcanzando su punto más alto en el pico Peñas de Fig. 1. Localización del bmanco de Arás. LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Fig. 2. Perspectiva de la cuenca de Arás a partir del Modelo Digital del Terreno. miten seguir el sentido de la complica- bución de pendientes por subcuencas da estructura. El flysch se encuentra no muestra grandes diferencias de intensamente plegado y fracturado, unos sectores a otros (Fig. 4), de pero la estructura apenas tiene influen- manera que las pendientes no explican cia en las formas de relieve. Este últi- el distinto comportamiento hidrológi- mo se caracteriza por divisorias co observado en el interior de la cuen- amplias y alomadas, restos de antiguos ca de Arás. Solamente la llamada niveles de erosión (Fontboté, 1948; Subcuenca 3, que corresponde a un Serrano, 1991). Las laderas, en parte pequeño sector de la cuenca media del regularizadas, muestran el predominio barranco de Betés, presenta un distri- de pendientes entre 40 y 60 por ciento. bución de pendientes algo distinta, con Gran parte de la cuenca se localiza mayor proporción de laderas con entre 1200 y 1600 m s.n.m. (Fig. 3). menos del 20 % de pendiente, lo que Un análisis más detallad; de la distri- no ha tenido ninguna influencia hidro- lógica apreciable, como se verá en el Clima. El clima es mediterráneo de apartado 4. montaña, con inviernos fríos y veranos La Fig.5 muestra los rasgos geo- frescos, La temperatura media anual morfológicos más importantes de la oscila entre 10.3" en el fondo del valle cuenca de Arás. Lo más destacado es del Gállego (Biescas, 880 m) y 8.8" en la presencia de dos grandes cordones Aso de Sobremonte, a 1260 m de alti- morrénicos laterales depositados por el tud. La precipitación media anual glaciar del valle del Gállego durante la supera los 1100 mm en toda la cuenca última glaciación. El cordón superior del barranco de Arás (Fig. 6), con ten- se formó en el momento del máximo, dencia a caer durante la estación fría y bloqueó la salida natural de los (noviembre-abril). Sin embargo, el barrancos de Aso y Betés, dando lugar verano no es tan seco como en los a dos lagos. El cordón inferior se for- ambientes típicamente mediterráneos mó cuando el glaciar del Gállego había y son frecuentes las lluvias frontales a experimentado una fuerte contracción principios de julio y las tormentas de volumétrica; también generó un lago julio y agosto. situado a menor altitud. Los tres lagos Vegetación y ~isosdel szielo. La fueron posteriormente rellenados por cuenca de Arás muestra la típica distri- depósitos glaciolacustres y glacioto- bución altitudinal de los ambientes de rrenciales. Su presencia había sido car- montaña. Por encima de 1600-1700 m tografiada por Barrere (1966) y han se localizan los pastos supraforestales, sido estudiados en detalle por Serrano que en realidad ocupan áreas que ori- (1991) y Martí Bono (1996). Una vez ginalmente fueron bosque, posterior- retirado definitivamente el glaciar, el mente transformadas en pastos por barranco tuvo que saltar un gran desni- medio de incendios durante los siglos vel hasta el fondo del valle, lo que X-XII para favorecer la expansión de favoreció el fuerte encajamiento de su la ganadería (Montserrat, 1992). Por tramo final, donde atraviesa sedimen- debajo se sitúan extensos bosques tos morrénicos y glaciolacustres fácil- dominados por Pinzls sylvestris acom- mente erosionables y con tendencia a pañado por Fagus sylvatica en áreas la formación de movimientos en masa cóncavas de la umbría y por Quercus del tipo flujos de tierras. Esta actividad gr. faginea en la solana. Los rellanos geomorfológica explica el desarrollo glaciolacustres de Aso, Betés y Yosa de un cono de deyección de 52.4 ha. El son asiento de prados de siega y de resto de la cuenca es mucho más esta- diente. En los últimos treinta años el ble, afectada en la parte más alta por bosque ha experimentado un aumento deslizamientos planares y solifluxión, de superficie a costa de pastos supra- mal conectados con la red fluvial. forestales y de sectores cultivados. LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

ALTITUD (m)

u 0-1 O 10-20 20-40 40-60 >60 PENDIENTE (%)

Fig. 3. Distribución de pendientes y altitudes en la cuenca de Arós. 0-10 10-20 20-40 40-60 >60 Pendiente (%)

Fig. 4. Distribucióii de pendientes en distintas subcuencas del barranco de Arás. La Subcuenca 1 corresponde a la cabecera del barranco de Aso. La Subcuenca 1+5+7 corresponde a la totalidad del barranco de Aso hasta la confluencia con el barranco de Betés. La Subcuenca 2 es la cabecera de Betés. La Subcuenca 3 corresponde a un pequeño sector localizado en la cuencia media del barrau- co de Betés, donde se comprobó que se había centrado el núcleo más intenso de la tormenta. La Subcuenca 2+3+6 coincide con toda la cuenca de Betés. Fig. 5. Mapa geomorfológico de la cuenca del barranco de ArL. 1. Cordones moi~énicoslaterales. 2. Depósitos glaciolacustres. 3. Cicatrices de movimientos en masa. 4. Cicatriz supuesta de movimiento en masa. 5. Lóbulos de solifluxión. 6. Tenacillas. 7. Deslizamientos planares. 8. Coladas de piedras. 9. Conos de deyección. 10. Vertientes regulaizadas. 11. Red fluvial. 12. Canal arti- ficial. 13. Divisorias de aguas. Mes

Fig. 6. Disti'ibución mensual de las piecipitaciones en Biescas

El cono de deyección y las obras de el lateral derecho. El canal artificial se corrección del barranco. El barranco prolonga hacia aguas arriba por medio de Arás había mostrado una notable de tramos canalizados y una sucesión actividad torrencial, con fuertes aveni- de 22 presas de retención de sedimen- das, transporte de bloques y cambios tos (check dams), las más importantes recurrentes en el trazado del canal, con de las cuales (de hasta 1l.mde altura y daños materiales y alguna víctima a 40 m de anchura) se asientan en su principios de siglo. Durante la década mayoría directamente sobre material de los cuarenta los servicios forestales morrénico, apoyándose a veces sobre procedieron a la corrección del torren- bloques decamétricos transportados te y del cono, si bien ya se había cons- por el glaciar; otras, más tardías, son truido alguna presa de retención de pequeños muros construidos sobre sedimentos a principios de siglo. Para sedimentos de relleno de las presas ello, en el cono de deyección constru- anteriores, con el fin de aumentar su yó un canal artificial y escalonado, tra- capacidad. Se trata de obra de mam- zado rectilíneamente desde el ápice a postería con aspecto exterior de gran la base, siguiendo casi la bisectriz del solidez, mucho menos evidente cuan- cono y abandonando el canal natural do se ha podido observar su estructura que en décadas precedentes fluía hacia interna. La fotografía aérea de 1957, fecha irregular, algunas de ellas de gran en que la corrección del torrente había intensidad. finalizado, confirma que el cono de En Biescas, localidad situada en el deyección había sido activo en fechas fondo del valle del Gállego, a la salida recientes, especialmente en su sector del barranco de Arás, la lluvia del día central y meridional, donde se conser- 7 de agosto alcanzó una cifra de 160 vaba bien visible el trazado del cauce mm. No hay ningún registro directo en natural. Las fotografías de finales de la cuenca de Arás, pues el único obser- Ips setenta muestran en el cono los vatorio meteorológico -en Aso de efectos de la corrección del torrente -y Sobremonte- llevaba ya dos años sin de la ausencia de grandes eventos plu- funcionar. Los datos de precipitación viométricos-, de manera que el sector en la cuenca deberán ser, pues, deduci- activo en 1957 había sido colonizado dos de las estimaciones efectuadas por la vegetación (sauces, bojes) que sobre el caudal en distintas secciones enmascaraba el canal natural, propor- del cauce. cionando una imagen de estabilidad Aunque la lluvia afectó a gran par- del torrente. En 1987 un camping se te del Pirineo Central, la mayor inten- instaló entre el canal artificial y el sidad se registró en la cuenca del río anterior cauce natural, sobre el sector Arás y en el fondo del valle del del cono que unas pocas décadas antes Gállego, en torno a la localidad de se había mostrado muy activo. Biescas. Otros torrentes importantes y aparentemente más activos que el de Arás, localizados en la Ribera de 4. Las características de la lluvia y Biescas, no experimentaron apenas un del pico de crecida aumento de caudal. La Fig. 7 muestra la precipitación Durante la tarde del día 7 de agosto registrada en localidades próximas, de 1996 se formó un conjunto de tor- destacando 56.5 mm en Yésero, 51 en mentas en el Pirineo Central y en la Lanuza, 48 en Castiello de , 47.7 Depresión del como consecuen- en Villanúa, 37.5 en Sabiñánigo, tan cia de la penetración de una masa de sólo 8 Km al sur de Biescas, y 30 en aire muy cálida y húmeda, práctica- Jaca. En Hecho, más al oeste, la preci- mente subtropical, desde el pitación del día 7 de agosto sólo alcan- Mediterráneo. Paralelamente, la llega- zó un valor de 5.7 mm. Con alguna da de masas de aire frío en altitud pro- notable excepción -causada quizás por vocó una situación de acentuada ines- núcleos tormentosos menores- los tabilidad, muy similar a la de una gota valores tienden a disminuir claramente fría, que desembocó en el desarrollo de desde Biescas hacia la periferia del tormentas, distribuidas de manera muy mapa. La altitud no desempeñó un Fig. 7. Precipitaciones en los valles del Gállego y del Aragón en la tormenta del 7-08-96 (en mm). Tabla 1. Caudales estimados en diferentes puntos de la cuenca del barranco de Arás. Punto de Superf. de Caudal Caudal aforo cuenca (km2) (m3.s-1) específico (m3.s-l.km*)

Aso 1 Aso 2 Aso 3 Betés 1 Betés 2 Betés 2-1 Betés 3 Arás 1 Arás 2 papel determinante en la distribución infiltración era muy limitada, aunque de la precipitación. no fue éste el factor más importante Es muy importante tener en cuenta para explicar el gran pico de crecida que la tormenta cayó sobre un suelo del barranco de Arás. bastante húmedo. El periodo enero- La estimación de los caudales del julio de 1996 había registrado un total barranco de Arás durante el evento de 862 mm en Biescas, cuando la extraordinario estudiado contribuye a media de ese mismo periodo es de 624 mejorar la calidad de la información m.Los meses de junio y julio fueron pluviométrica y facilita una interpreta- especialmente húmedos, con un total ción más espacial de los hechos. de 110 y 130 mm respectivamente, Lamentablemente, no existe ningún afo- cuando los valores medios de esos ro en el barranco de Arás, de manera meses son 81.5 y 56.1 mrn. Durante la que los datos de caudal sólo pueden ser segunda quincena de julio se registra- estimados de manera indirecta a partir ron cinco lluvias, tres de ellas en forma de la altura alcanzada por las aguas. La de tormenta (día 25 : 20 mm; día 26: 30 Fig. 8 muestra los puntos del cauce en m;día 27: 19 rnm). Los días 2 y 3 de que se han tomado las medidas y los agosto volvió a llover, aunque en este caudales estimados en m3.s-1 (ver tam- caso las cifras fueron insignificantes (2 bién Tabla 1). Es evidente que, dadas las mm el día 2). Estos datos revelan que características de la crecida y las altera- el suelo contenía abundante agua y que ciones producidas en el cauce por ero- muy probablemente su capacidad de sión y sedimentación, las cifras que se incluyen en la Fig. 8 son sólo indicativas este último. En cabecera, con una de un orden de magnitud de lo sucedido. cuenca de drenaje de 6.6 km2, el En una primera aproximación pue- barranco de Aso registró un pico de de afirmarse que el barranco de Aso, crecida de 37 m3.s-1, es decir, 5.6 m3.s'. hasta su confluencia con el barranco km2. Este pico ocupó estrictamente el de Betés tuvo una fuerte crecida pero canal en su estado de bankfull, lo que muy inferior a la experimentada por sería indicativo de una crecida previsi-

Fig. 8. Puntos de muestreo y estimaciones de caudal en la cuenca del barranco de Arás. 1. Divisoria de cuenca. 2. Divisoria de sub- cuenca. 3. Red fluvial. 4. Puntos de aforado. 5. Estimación del caudal en m3. S-l. Los puntos de muestreo coinciden con los incluidos en la tabla 1.

23 ble para un periodo de retorno de entre dura el caudal punta estimado fue de 1 y 2 años. Después de pasar por la 300 m3.s-1, lo que indica que la fuerte localidad de Aso de Sobremonte, el intensidad de la tormenta se extendió pico de crecida calculado asciende a también al tramo inferior del barranco 130 m3.s-1 y, aguas abajo de Yosa, a de Betés. 100 mys-1 (10.1 m3.s-l.km2). Esta evo- Una vez incorporado el barranco de lución del caudal en el barranco de Betés al de Aso, el caudal punta del Aso sugiere, en primer lugar, un fuerte barranco de Arás fue de 400 m3.s-1, es incremento de la intensidad de la tor- decir la suma de los caudales de los menta hacia el este y, en segundo dos barrancos, experimentando un lugar, el ligero embalsamiento produ- incremento progresivo hasta al menos cido por el puente de Yosa antes de su 500 m3.s-1, ya cerca del ápice del cono derrumbe, provocando un aumento de deyección. La Tabla 1 muestra que anómalo del nivel de las aguas que, en su último tramo el barranco de Arás hacia abajo, recuperaría su tendencia aumentó notablemente su caudal con normal. un pequeño incremento de la superfi- Sin embargo, lo más destacado de cie de drenaje, lo que provoca un nue- las estimaciones realizadas es la extra- vo repunte del caudal específico. Sin ordinaria intensidad de la crecida en el embargo, este incremento final debe barranco de Betés, con origen espe- atribuirse más al gran volumen de cialmente concentrado en un sector sedimentos transportados en el tramo muy pequeño de su cuenca. Aguas final del barranco de Arás durante el arriba de Betés el caudal estimado momento del máximo (ver apartado asciende a 80 m3.s-1 para una superfi- 5). En todo caso, el caudal estimado cie de cuenca de 2.24 km2. Aguas aba- está muy por encima de la capacidad jo de Betés el caudal correspondiente al del canal artificial construido en el pico de crecida ascendió a 250 m3.s-1 cono de deyección, que se ha calcula- (3.56 l

Fig. 10. Valor de las precipitaciones máximas en Biescas. La cifra colocada sobre cada columna se refiere al mes en que se ha produ- cido la lluvia máxima (1940-1995).

Si atribuimos a los sedimentos de las da presa comenzando por la parte baja) presas una densidad entre 1.8 y 2, enton- alcanzan 60 años de edad, lo que indi- ces el transporte de sedimentos proce- ca que las presas más antiguas se cons- dentes de las presas puede valorarse truyeron antes de la década de los trein- entre 122,000 y 136,000 toneladas. ta. La mayoría, sin embargo, se levan- Casi una quinta parte de los sedimen- taron en los años cuarenta e incluso tos movilizados procede de la segunda después, y la edad de los árboles que se presa inferior, de 11 m de altura y 40 m asientan sobre sus sedimentos oscila de anchura, con un aporte total de unos entre 30 y 50 años. Esto sugiere que el 12,500 m3. Muchas otras presas apor- relleno se completó en algunas presas taron en tomo a 2,000 mkada una. en un plazo muy breve, inferior a 10 Es importante tener en cuenta que años. Debe considerarse además que las presas debieron de rellenarse muy entre 1943 y 1958 las precipitaciones pronto de sedimentos. Troncos y restos máximas no alcanzaron valores muy de árboles muertos que habían enraiza- elevados (Fig. lo), sugiriendo que la do sobre los sedimentos que rellenaban capacidad de producción de sedimen- las presas han permitido un estudio tos y la torrencialidad de la cuenca son dendrocronológico que da una idea altos incluso con valores mediocres de aproximada de la fecha de colmata- intensidad de precipitación. ción. Algunos árboles (sobre la segun- Son pocos los lugares en que se Pared de canalización O

Fig.11 A, B y C. Distintos cortes de sedimentos acuniiilados durante la avenida del ba~~ancode Arás (ver texto). preservan restos de los sedimentos de una gran colada de bloques coetá- transportados por la crecida. En el nea del pico de crecida y parcialmente cono de deyección y en la parte infe- destruida después por la fase de rece- rior del canal de desagüe una semana sión de la avenida. después del evento habían sido com- El frente de la colada muestra una pletamente removilizados por las acumulación de bloques muy hetero- obras de acondicionamiento y limpie- métricos (diámetro máximo 3.5 m), za del tramo canalizado del cauce y el mal clasificada y masiva. La textura es Camping Las Nieves. En el transecto abierta, de bloques sueltos que se entre el ápice del cono y la primera tocan ('bloque1-soportada)y sin apenas presa destruida se han conservado matriz de gravas. El espesor del depó- algunos sedimentos que permiten des- sito es muy variable, aunque sobrepa- cribir e interpretar distintos ambientes sa los 2.5 m. Por debajo de los bloques torrenciales. En general, cabe hablar se dispone un cuerpo de gravas con LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS bloques. Esta disposición es caracte- clastos es de 5 cm. La textura es rística de flujos masivos de fanglome- matriz-soportada, granodecreciente. rados con una relación sedimentolagua iv) Cuerpo subtabular de 70-80 cm muy elevada. de potencia constituido por un núcleo Aguas arriba, entre dos bloques de de bloques de 40 x 20 cm de tamaño 2 m de diámetro, se diferencian de máximo y matriz de gravas y textura base a techo cuatro cuerpos sedimenta- masiva que gradan aguas abajo a gra- rios (Fig. 11A): vas con laminación paralela. El techo i) Cuerpo subtabular de bloques y está tapizado por bloques sueltos de gravas de aproximadamente 1 m de 50-60 cm de diámetro máximo. potencia. Está constituido en la parte El cuerpo (i) se interpreta como inferior por un depósito de bloques depósito de una riada precedente. El (tamaño máximo 30 cm) con escasa conjunto superior representa el depósi- matriz de gravas y textura bloque- to complejo de la riada del 7 de agosto soportada. A techo grada a un depósi- de 1996 en el que aparecen materiales to de gravas con cantos. transportados por corrientes acuosas y ii) Asociación lateral de un cuerpo materiales de transporte masivo. La lentiforme (iia) y uno subtubular (iib). estabilización del bloque de aguas aba- Adosado aguas arriba a uno de los blo- jo canalizó el flujo entre ambos blo- ques se dispone un cuerpo canaliforme ques provocando el relleno del canal de unos 5 m de largo y 1.5 m de poten- activo con bloques (iia) y gravas (iib) cia relleno de bloques con escasa y posteriormente con gravas masivas matriz de gravas. Los bloques de (iii). El paquete sedimentario superior mayor tamaño se localizan en las cer- (iv) sugiere transporte por corrientes canías del bloque mayor, donde la tex- acuosas tractivas muy energéticas con tura es masiva; en la parte trasera los gran cantidad de carga y un flujo de bloques de hasta. 30 cm de diámetro características más cercanas al tipo tapizan la superficie erosiva del canal strearn flood deposit. El depósito es y se disponen en sets de estratificación monoepisódico y corresponde a la cruzada planar. Aguas arriba del canal rápida descarga provocada por la tor- se dispone un cuerpo subtabular de menta (flashflood). gravas con estratificación cruzada pla- En la base de la primera presa de nar. A techo de ambos cuerpos el retención de sedimentos los materiales tamaño de las gravas disminuye y mar- depositados por la última riada se con- ca una clara división con el cuerpo servan entre dos bloques de varios suprayacente. metros de diámetro, por encima de un iii) Cuerpo lentiforme de gravas de nivel de gravas con bloques. Se distin- unos 30 cm de potencia que se acuña guen tres niveles de base a techo (Fig. aguas abajo. El tamaño medio de los 1lB): i) Cuerpo tabular de 50 cm de nivel decimétrico de limos. Sobre este potencia de gravas (diámetro máximo depósito se construyó la pared del cau- 10 cm, diámetro medio 5 cm) con ce artificial. abundante matriz arenosa y textura ii) Cuerpo tabular de gravas finas clastosoportada. El depósito se organi- con matriz de arenas organizado en za en sets de estratificación planar de sets de estratificación cruzada planar. unos 15 cm de potencia con cantos iii) Cuerpo subtabular de gravas imbricados y laminación paralela. con laminación paralela. Está separado ii) Cuerpo tabular de unos 50 cm de del cuerpo infrayacente por una super- potencia constituido por bloques hetero- ficie erosiva. métricos (diámetro medio 15 cm; máxi- iv) Bloques con menor proporción mo 60 cm) y abundante matriz de gra- de matriz de gravas. vas. El depósito es masivo, sin imbrica- ción de cantos, con predominio de tex- Las gravas masivas (i) se interpre- tura matriz soportada. Los bloques de tan como depósitos del cauce activo mayor tamaño se sitúan a techo. durante riadas previas al encauzamien- Aparecen fragmentos de raíces de pino. to del barranco. Tras la construcción iii) Bloques sueltos de tamaños de dicho cauce el área dejó de ser acti- variables (máximo 1 m) sin matriz de va y sólo se depositaron limos trans- gravas. portados por flujos laterales secunda- rios. El barranco se desbordó durante Las gravas con bloques se interpre- la última riada y construyó una barra tan como depósitos de una riada prece- de gravas bien ordenada entre el cauce dente. Los primeros depósitos de la artificial y la pared del cauce natural riada de agosto de 1996 (i) tienen las (ii). Las condiciones del flujo cambia- características de transporte acuoso; ron con el gran aumento del contenido granoselección, estratificación cruza- en sedimento transportado y de la da, morfologías planares. Los cuerpos energía de la crecida, y como conse- (ii) y (iii) suponen un cambio brusco cuencia de ello se depositó el conjunto en las condiciones de flujo con incre- (iii) y (iv): gravas masivas, fanglome- mento de la energía y de la carga de rados y colada de bloques que se Inter- sedimento y se interpreta como un pretan como un flash flood. depósito de tipo flash flood En definitiva, los restos de materia- Aguas arriba de la primera presa, les depositados en el tramo inferior del en la margen derecha del barranco y barranco de Arás, antes de llegar al entre el cauce artificial y la pared del ápice de su cono de deyección, sugie- cauce natural, se distingue la siguiente ren que la riada del día 7 de agosto de secuencia (Fig. 1IC): 1996 se compuso de dos episodios dis- i) Gravas masivas coronadas por un tintos: LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

- Un primer episodio dominado por mar el flujo acuoso en una corriente corrientes acuosas que desbordaron el catastrófica de alta densidad. cauce canalizado y depositaron barras No ha sido posible comparar las de gravas y bloques. La similitud de características del sedimento deposita- estos depósitos con los retazos de do durante la gran avenida del 7 de materiales sedimentados por crecidas agosto de 1996 con los depósitos típi- previas permite conjeturar que la ener- cos del cono de deyección de Arás. Sin gía de este flujo acuoso fue similar al embargo, algunas evidencias permiten de anteriores eventos. situar al evento estudiado en un con- - Un segundo episodio dominado texto más amplio. por flujos de alta densidad muy ener- En primer lugar, como se ha seña- géticos que depositaron un cuerpo de lado anteriormente, los sedimentos bloques heterométricos con matriz de acumulados en las presas del curso gravas masivas no seleccionadas, inferior del barranco de Arás respon- coronada 'a techo por una colada de den a avenidas de menor intensidad, bloques con escasa matriz. Este tipo de predominando gravas y bloques infe- flujos de alta densidad se caracteriza riores, en general, a 50 cm de eje mayor, lo que indica que al menos en por rápidos cambios espacio-tempora- los últimos 50 años no había habido les en la dinámica sedimentaria y de una avenida de características simila- ahí la presencia de depósitos con ras- res a la de agosto de 1996. gos diferenciados (sieve, flash jlood, En segundo lugar, el estudio de streanzjlood). Sin embargo, los aflora- otros conos de deyección en la Ribera mientos descritos presentan similar de Biescas aporta información suple- evolución y se interpretan como depo- mentaria que, aunque todavía insufi- sitados por corrientes acuosas de ele- ciente, arroja luz sobre los modelos de vada carga sedimentaria. Aguas arriba, sedimentación dominantes durante el en el barranco de Betés se localiza una Holoceno. Gómez Villar (1996) estu- colada de bloques de gran tamaño que dia los conos de Orós, Oliván y también correspondería a esta dinámi- Escuer, dejando a un lado el de Arás ca torrencial. por la imposibilidad de estudiar sus El cambio brusco de las condicio- estructuras sedimentarias en superficie nes hidrodinámicas se produjo por un y en profundidad después de haber aumento espectacular de la carga de sido canalizado y tras la densa coloni- sedimentos. Aunque la avenida incor- zación vegetal en la zona que había poró sedimentos del cauce del torren- sido activa hasta los años sesenta. A te, fue la rotura instantánea de las pre- pesar de este problema, los conos de sas la única causa capaz de proporcio- Orós, Oliván y Escuer son suficiente- nar suficiente sedimento para transfor- mente parecidos al de Arás como para OROS Coladas Piedra5 SECTOR ANTIGUO 11 Procesoi I fluviales Coladas Piedras ---..SFiTOR ANTIGUO l Procesos fluviales

SECTOR Proceios uans~cionale~ RECIENTEMENTE Pracesos 1 ABANDONADO flii"

SECTOR ANTIGUO 11

SECTOR ANTIGUO 1 Procesos

Piedras 1, ,. . Proces- SECTOR wdnsicionales P RECIENTEMENTE Procesos 1 ABANDONADO fluviales Ezzzz-- Sector SECTOR fun~ional FUNCIONAL INCISION ACUMULACION

Coladas ESCUER Piedins 1 1" "',l. ., ,, >. Piocesos SECTOR transicionnles ANTIGUO TI Piocesos fluviales 4 Colada? Piedras 1 - SECTOR Pru~e*oi -1ANTIGUO 1 ' tiansicionale\ Colnda~ Piedras SECTOR Procesos L~ansic~onales RECIENTEMENTE Procesoi ABANDONADO fluviales -

Sector SECTOR funcional ///////////////////m,,,,, ,Ir , INCISION ACUMULACLON NNC'ONAL I ZONA PROXIMAL ZONA MEDIA ZONA DISTAL Fig 12 Modelo esquemático de la distiibución de procesos deposicionales en conos aluviales pirenaicos (C P = coladas de piedias, P T. =procesos transicionales, P E = piocesos fluviales; S F = sector funcional). Tomado de Gómez Villar (1996, pag 120) LA CATÁSTROFE DEL B que los resultados obtenidos en los pri- matriz fina, con una estratificación tos- meros sean extrapolables al último. ca típica de flujos viscosos, con peque- Debe tenerse en cuenta en todo caso ñas crestas de empuje. La ausencia de que el factor que mejor determina las grandes bloques morrénicos (de más de características del cono de deyección 1 m de eje mayor) en los pei-files y su es la litología (Gómez Villar, 1996) y concentración en superficie refleja la que ésta es similar en las cuencas que estructura habitual de las coladas de drenan hacia los conos de deyección piedras, en las que los materiales más de la Ribera de Biescas. gruesos tienden a desplazarse en la par- En superficie los tres conos mues- te superior del depósito. tran un predominio de coladas de pie- La disposición de los sedimentos dras en su zona apical, compuestas por en los conos de deyección de la Ribera grandes bolos morrénicos y bloques de Biescas sugiere que las coladas de procedentes del flysch, dando lugar a piedras y bloques tienen una notable depósitos caóticos con márgenes y importancia para explicar el creci- frentes muy pendientes que indican miento de los abanicos, sustituidas que el flujo fue muy viscoso (Bull, longitudinalmente por depósitos mejor 1977). Este fenómeno es aún más evi- clasificados hacia aguas abajo. El dente en el cono de Escuer, donde las periodo de recurrencia de tales coladas coladas de piedras dominan en superfi- es imposible de deducir con la infor- cie hasta la zona central del cono. mación disponible, pero parece bas- Hacia aguas abajo las coladas son sus- tante largo a la vista del comporta- tituidas por depósitos transicionales y, miento del barranco de Arás en los finalmente, fl~~viales,en un proceso de últimos 50 años. En el ápice del cono fuerte selección de tamaño típico de la acumulación de sedimentos tiene un ambientes con fuerte heterometría en espesor de 50 m, en gran parte consti- los sedimentos transportados (Fig. 12). tuidos por coladas de bloques, pero se El crecimiento de los conos por medio desconoce la potencia de cada colada y de coladas de piedras es responsable el momento en que se inicia la forma- de que su pendiente y su superficie ción del cono, necesariamente después sean mayores que las predichas por las de la retirada de los glaciares (hace ecuaciones de las regresiones genera- unos 30,000 años: Martí Bono, 1996). les (Gómez Villar, 1996). En profundidad es mucho más difí- cil estudiar la estructura sedimentaria 6. Discusión y conclusiones de los conos de deyección. Algunos cortes próximos al ápice permiten La tormenta del día 7 de agosto de comprobar, sin embargo, el predominio 1996 en la cuenca del barranco de de clastos gruesos empastados en Arás dió lugar a un gran pico de creci- LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Foto 1. Cuanca de Betés. Area donde se concentró In mayor intensidad de la precipitacióii. (Foto: García Ruiz).

Foto 2. Perspectiva del cono de Arás mostrando en primer plano la gran acumulación de sedimentos detenidos en el ápice del cono y el canal artificial siguiendo la bisectriz del mismo. (Foto: García Riiiz).

38 LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Precipitación (rnm) I Fig.13. Distribución de frecuencias de las precipitaciones diarias en Biescas. da de unos 500 m3.s-1, equivalentes a sas de retención de sedimentos en el 27.7 m3.s-l.l

Foto 3. Sefiales de impactos en tronco ubicado en el cwce del barranco de Arás. (Foto: García Ruiz).

Foto 4. Arboles derribados (con el tronco descortezado) por el paso de la avenida. Puede observarse también el tamaño de los

40 Al estudiar la intensidad de las pre- (registros desclasificados o outliers) cipitaciones en el Pirineo Central, son los más importantes a la hora de Creus & Puigdefábregas (1978) habían realizar cálculos probabilísticos y de comprobado que el valle del Gállego y predecir el comportamiento hidrológi- la cabecera del valle del Aragón podí- co de cuencas a diferentes escalas an verse afectados por intensidades espaciales y temporales. La Tabla 3 muy altas. De hecho, en Biescas se refleja los periodos de retorno corres- habían registrado 140 mm en un día en pondientes a diferentes lluvias en 24 agosto de 1942, y otras lluvias habían horas para diferentes estaciones pire- superado los 100 mm en 24 horas. naicas. En Biescas una lluvia de 100 Incluso el 8 de diciembre de 1992 se mm puede esperarse al menos una vez había llegado a 165 mm, de manera en 9 años, y una lluvia de 160 rnm - que las lluvias muy voluminosas no valor alcanzado en el evento del día 7 son anómalas en Biescas. Otro rasgo a de agosto de 1996- al menos una vez tener en cuenta es que el río Gállego en 144 años. Periodos de retorno es, junto al río Ara, el que muestra incluso más bajos fueron calculados mayor frecuencia de avenidas de entre por Elías & Ruiz (1979) para el perio- los grandes ríos pirenaicos (García do 1941-70 en su estudio sobre las pre- Ruiz et al., 1985), confirmando la cipitaciones máximas en España. Es existencia de un sector pirenaico dado importante recordar, sin embargo, que a registrar una mayor probabilidad de los periodos de retorno calculados se lluvias intensas. Creus & Puigde- refieren a lluvias medidas en 24 horas fábregas (1978), por otra parte, seña- y no en una hora, lo que es un proble- lan que las lluvias más intensas en la ma añadido a la hora de calcular los Ribera de Biescas y en las sierras pre- periodos de retorno y de su utilización pirenaicas tienden a presentarse en en la estimación de riesgos naturales. verano. La ausencia de registros continuos de La distribución de las precipitacio- precipitación limita aún más la efica- nes diarias en Biescas (Fig. 13) pone cia de los modelos estadísticos de pre- de manifiesto que, como sucede habi- dicción de riesgos. tualmente, existe una marcada tenden- El estudio de las precipitaciones cia a que la frecuencia disminuya máximas en el Pirineo Central exponencialmente hacia las lluvias demuestra que la utilización de perio- más intensas; sin embargo -y ésta es dos de retorno en áreas de montaña tie- una característica típica de las lluvias ne unas marcadas limitaciones. Por mediterráneas- aparecen registros cla- ejemplo, para una lluvia de 150 mm el ramente desmarcados de la tendencia periodo de retorno puede variar entre general, con valores mucho más altos menos de 20 años y más de 60,000 de lo que cabría esperar. Estos valores años, incluso entre localidades muy

41 Tabla 3. Periodos de retorno (años) para lluvias de distinta intensidad en 24 horas, en diferentes estaciones pirenaicas.

Estación Altitud Lluvia anual Lluvia máx. Años de Períodos de retorno (años) para una lluvia de: (m) (m) (m) datos 50 mm lOOmm 150mm 200mm

Agüero Ainsa Aisa Ansó Aragües del heno Aso de Sobremonte Bescós de la Garcipollera Biel Biescas Boltaña Búbal Capdelia Fiscal Gistain Sta Lucia Hecho Jaca Javierrelatre Lasarra Pineta "presa" Sabifiánigo Sarvisé Sin Sta CNZ de la Serós Urdiceto"centra1" LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Foto 5. Presa de retención de sedimentos destruida por la avenida. Sobre los sedimentos crecieron irboles que fueron denibados

Foto 6. Sucesión de presas rotas en el barranco de Arás, con restos de los sedimentos acuinulados. En primer plano, grandes bloques arrastrados durante In avenida del 7 de agosto de 1996. (Foto: García Ruiz). próximas. El análisis es altamente En los Pirineos, por ejemplo, las dependiente de la ocurrencia de lluvias lluvias torrenciales de noviembre de intensas durante el periodo de medi- 1982 dieron valores de más de 600 das. Como tales eventos se dan muy mm en 24 horas en la estación meteo- poco frecuentemente, algunos puntos rológica de Góriz, situada a 2.200 m no cuentan con registros tormentosos s.n.m. (Martí Bono & Puigdefábregas, de alta intensidad en, por ejemplo, una 1983; García Ruiz et al., 1983). serie de 30 años. Esto confirma la gran Durante esas lluvias el cono de deyec- irregularidad espacial de las lluvias ción del barranco Remáscaro (afuente más intensas y su carácter tormentoso. del Esera) fue en gran parte removili- La ausencia de una fuerte correlación zado con un pico de crecida de 108 entre precipitaciones máximas y alti- m3.s-1 (Martí Bono & Puigdefábregas, t~id(Fig. 14) (aunque sí entre precipi- 1983), en un contexto topográfico y taciones y altitud) es una prueba más geomorfológico que guarda muchas del carácter caótico de las lluvias similitudes con el barranco de Arás. intensas, lo que hace muy difícil el En una situación muy parecida a este empleo de los habituales análisis pro- último, el cono de deyección de la babilísticos para el control de riesgos Guingueta fue invadido por sucesivas naturales. coladas de piedra y barro durante las

Fig. 14. Correlación entre pprecipit~cionesn~áximas y altitud en diferentes estaciones piteriaicas (9 = 26.3; p = 0.0003)

44 LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Foto 7. Nuevo cauce abierto entre el estribo derecho de una presa y los sedimentos rnoi~énicos.(Foto: García Ruiz).

Foto 8. Sucesión de presas destruidas y vaciadas de sedimentos durante la gran avenida. (Foto: García Ruiz)

45 LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS lluvias torrenciales del 6 al 8 de nalidad ha llegado hasta nuestros días noviembre de 1982 en el Pirineo (Martí Bono et al., en prensa). Catalán (Bru et al., 1984). Algunas Martínez Castroviejo & García Ruiz localidades pirenaicas han registrado (1990) han puesto también de relieve valores de precipitación muy altos. En la gran torrencialidad de algunos cau- varias estaciones se han registrado más ces, con acumulaciones de coladas de de 200 mm en 24 horas: 517 mm en bloques, por ejemplo en la cabecera Sin, 307 mm en Urdiceto, 252 mm en del río Ijuez. Capella, 214 mm en Gistaín. Inun- En todo caso, la intensidad de las daciones catastróficas ligadas a fuertes precipitaciones puede compararse a la tormentas estivales (2-3 de agosto de de algunas lluvias del mediterráneo 1963) habían sido reseñadas por español. Lluvias de hasta 600 mm -con Daumas (1964) en los~vallesdel Esera, intensidades de hasta 150 mm en dos Isábena, Noguera Ribagorzana y Arán horas y media- ocasionaron en el (Pirineo Central), con acumulaciones Levante español caudales extraordina- de más de 2 m de sedimentos en los rios que, en términos relativos pueden fondos de valle, destrucción de una valorarse entre 11 y 38 m3.s-'.km2 aldea y reactivación de antiguos conos (Pérez Cueva & Calvo, 1984), con una de deyección. En García Ruiz et al. recurrencia que, según Pérez Cueva & (1 985) pueden encontrarse también Armengot (1983), no pasa de ser secu- referencias a grandes crecidas en el lar. López Bermúdez & Romero Pirineo Central. Quiere esto decir que (1992-93) recopilaron las lluvias más lluvias de gran intensidad y crecidas copiosas de la vertiente mediterránea catastróficas son fenómenos comunes española, destacando valores de hasta en el Pirineo, con frecuencia en pleno 800 mm en 24 horas (Puebla del Duc, verano, aunque sus efectos más excep- Valencia, noviembre de 1987), 600 cionales y catastróficos se presentan mm en 3 horas (Zurgena, Murcia, con una gran irregularidad espacial. octubre de 1973) y 330 mm en 1 hora Existen además referencias históricas (4.11.1972 en Alicante). que confirman la ocurrencia de fenó- menos geomorfológicos e hidrológi- B) El segundo factor fue el súbito cos de muy baja frecuencia y excep- desplome de casi todas las presas de cional intensidad, como el enterra- retención de sedimentos y su arrastre miento del Monasterio de San Adrián hasta el ápice del cono de deyección. de Sasave por una gran colada de pie- Después de su construcción, la mayo- dras a mediados del siglo XVIII (tras ría en los años cuarenta, las presas f~~e- otros eventos similares en siglos ante- ron rellenadas en un plazo de tiempo riores) o la gran colada de piedras de muy corto, lo que confirma la toi-ren- Espuéndolas, cuya esporádica funcio- cialidad del barranco de Arás. Durante LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Foto 9. Pequeiio resto de sedimentos acumulados aguas arriba de una presa rota y vaciada. El nivel superior de los sedimentos elirasa con el borde de la presa. (Foto: García Ruiz).

Foto 10. Presa en el bai~ancode Aso. Esta presa, así como gwii parte de la vegetacióii del cauce, resistió la fuerza de la avenida, confirmando sil menor intensidad en el baranco de Aso. (Foto: Gacía Ruiz).

47 décadas, con lluvias y avenidas de baja de materiales y la topografía por los intensidad, las presas y el canal artifi- que atraviesa el barranco de Arás. cial han funcionado adecuadamente, El cono de deyección sobre el que pero no han sido capaces de soportar se asentó el camping había dado mues- una crecida de gran intensidad. El des- tras de notable actividad en la primera plazamiento de los sedimentos hasta el mitad de siglo XX y por ello se proce- cono en forma de colada de piedras dió a su control por medio de presas y obligó al barranco a retomar lo que de un nuevo canal. Las fotografías había sido su área más activa antes de aéreas de 1957 indican que la mitad la canalización, provocando la trage- meridional del cono había sido muy dia en el camping. activa hasta tiempos recientes.la ausencia de avenidas extraordinarias y la retención de sedimentos en las pre- sas limitó la actividad del cono al La cuenca de Arás, aparentemente canal artificial, de manera que el sector poco activa desde un punto de vista anteriormente más funcional se había geomorfológico, presenta algunos cubierto ya de vegetación a finales de indicadores fundamentales sobre la los años setenta, lo que dió una falsa capacidad de transporte del torrente y impresión de estabilidad. El estudio de sobre su dinámica. Es cierto que gran Gómez Villar (1996) sobre la dinámi- parte de la cuenca está cubierta de bos- ca de conos de deyección en la Ribera que y que la mayor parte de los proce- de Biescas señala que todos ellos sos geomorfológicos que afectan a la muestran una tendencia a reducir su parte más alta de las laderas (piso actividad debido al abandono de tie- supraforestal) han tenido escasa inci- rras y la recolonización vegetal en las dencia en lo ocurrido en este evento. cuencas, pero la presencia de coladas Pero la pendiente del barranco en su de piedras recientes en una parte de su tramo final supera los lo0,atravesando superficie demuestra que la estabilidad materiales muy erosionables, de ori- está lejos de alcanzarse. Estudios de gen morrénico, que pueden aportar vegetación en el cono de Arás grandes cantidades de sedimentos. Por (Montserrat, 1988) confirmaron la pre- otro lado, esos materiales son suscepti- sencia de Hippophne rlzanznoides, bles de producir movimientos en masa especie de ambientes torrenciales. que temporalmente pueden bloquear la La catástrofe del barranco de Arás salida del barranco, incrementando la confirma la necesidad de mejorar intensidad de la avenida tras su ruptu- nuestra capacidad de predicción de ra. Esta posibilidad no se dió durante fenómenos hidrológicos y geomorfo- el evento estudiado, pero es un riesgo lógicos excepcionales. Las áreas de que no puede descartarse dados el tipo montaña, especialmente las de la zona LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Foto 11. Perspectiva aérea de parte del cono de deyección de Arás, tomada el día 21 de agosto de 1996, dos semaiias después de la catástrofe. La imagen muestra el canal artificial, el gran transporte de sedimentos hacia la zona del caiii- piiig (ubicada en la zona de arbolado de plantación regiilar), y el efecto de filtro realizado por los &boles, forzaiido a una onda de sedimentos a desplazarse hacia la derecha (en realidad, hacia el norte), ocupando pxte del canal artificial. (Foto: J.P. Martínez Rica).

Foto 12. En la zona apical (o proxim~l)del cono de Arás el canal artificial aparece relleno casi en sii totalidad por sedimentos. (Foto: García Ruiz). LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS mediterránea, están sujetas a precipi- embargo, las limitaciones son muchas taciones muy irregulares en el tiempo -incluso cuando, como en el caso estu- y en el espacio, caracterizadas por su diado, la red de estaciones meteoroló- gran intensidad. Las tormentas de gicas es muy densa- pues las series de verano y principios de otoño afectan a datos no son lo suficientemente repre- sectores muy limitados de una cuen- sentativas en el espacio y en el tiempo ca, pero su intensidad puede alcanzar como para precisar eventos de ocu- valores muy altos, con efectos catas- rrencia tan intensa y tan local. En tróficos en cauces, conos de deyec- general, las predicciones a partir del ción y llanuras aluviales. El estudio análisis de periodos de retorno son de la gran avenida del barranco de fácilmente desbordadas por la reali- Arás potencia la utilidad del método dad si no se dispone de series climáti- cas muy largas, que incluyan eventos geomorfológico, que tiene como base "desclasificados" para predecir con la prospección de indicadores de mayor fiabilidad la probabilidad y terreno cartografiables, análisis mul- recurrencia de fenómenos hidrológi- titemporal de fotografías aéreas, reco- cos excepcionales. Aun así es necesa- gida y análisis de datos sedimentoló- rio recurrir a esos datos como un apo- gicos y geocronológicos, etc... Este yo en la toma de decisiones sobre la método es, a pesar de sus limitacio- gestión del riesgo y como comple- nes, fácilmente aplicable, pues permi- mento necesario del método geomor- te detectar los ambientes amenazados fológico. por peligros naturales (a partir de Por otro lado, dado que las tormen- depósitos, procesos en las laderas, tas presentan, especialmente en vera- presencia de conos de deyección acti- no, una gran irregularidad espacial, se vos hasta tiempos recientes, capaci- hace necesario trabajar con datos de dad para transportar sedimentos) y es muchas otras estaciones meteorológi- la base fundamental para la predic- cas en las que han podido registrarse ción espacial de riesgos hidromorfo- en alguna ocasión tales eventos descla- lógicos. sificados. Además, la utilización de Más difícil es la predicción tempo- indicadores geomorfológicos (tipos de ral, es decir, cuándo y con qué fre- depósitos, procesos en las laderas, pre- cuencia ocurrirá el peligro. Los datos sencia o ausencia de conos de deyec- pluviométricos e hidrológicos necesa- ción activos hasta tiempos recientes, rios para esta predicción temporal capacidad para transportar sedimen- pueden tener un tratamiento estadísti- tos) hubiera sido determinante para co que permita construir un marco de realizar con mayor precisión una valo- referencia sobre la frecuencia con que ración de la peligrosidad hidromorfo- ocurrirá un evento determinado. Sin lógica. LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS

Foto 13. El canal artificial del barranco de Arhs tras la avenida. A la izquierda puede observarse un sector del camping (Foto: J.P. Martínez Rica).

Foto 14. Pequeiios deslizamientos en los bordes de los bancales, proxinudades del pueblo de Be volumen de precipitaciones 110 liubo movimientos en masa de plano mis profundo, debido al el escorrentía durante la tormenta. (Foto: García Ruiz). 7. Consideraciones finales serie más larga de precipitaciones en una estación concreta, reduciendo el La predicción de riesgos naturales valor de los cálculos de periodos de se enfrenta a numerosos problemas que retorno. en todo caso requieren un análisis pro- La irregularidad es tan grande que fundo de la información disponible y los cálculos probabilísticos de precipi- una perspectiva distinta de la habitual. taciones máximas en un punto deter- En general, los estudios de peligros minado no tienen apenas significado, hidrológicos y geomorfológicos se como lo prueban los fortísimos con- basan en cálculos estadísticos de series trastes existentes entre los periodos de de datos de estaciones meteorológicas retorno calculados para distintas preci- y de aforos, pero están escasamente pitaciones en localidades separadas ligados al medio ambiente, es decir, muy pocos kilómetros entre sí. Esto apenas se apoyan en las características quiere decir que es necesario insistir del territorio. Este planteamiento con- más en el estudio de la irregularidad tribuiría a precisar la predicción si la espacial y temporal de las precipitacio- red de estaciones fuera muy densa, si nes y que la ausencia de registros muy la distribución espacial de las precipi- intensos en una estación concreta no es taciones máximas fuera muy regular, un indicador fiable de la inexistencia si los datos pluviométricos fueran de de riesgos. Por ello son necesarios registro continuo para detectar la otros indicadores indirectos (paleohi- intensidad y duración de los eventos drológicos, geomorfológicos) que tormentosos y si las series fueran muy aportan información sobre la dinámica largas. Sin embargo, sabemos que la de laderas, la producción de sedimen- información básica es muy fragmenta- tos y la intensidad de avenidas. Estos ria en el tiempo y en el espacio, de indicadores son los que permiten manera que amplios sectores de la caracterizar los fenómenos naturales montaña carecen de los datos hidroló- que generan riesgos y permiten reali- gicos y climáticos más elementales. zar la zonificación de los peligros Por otro lado, las tormentas de gran naturales en áreas de montaña. intensidad, caiisantes de los fenóme- La catástrofe del barranco de Arás nos hidromorfológicos de menor fre- es el resultado de la combinación de cuencia, tienen un radio de acción muy un conjunto de factores entre los que local, lo que, como en el caso de destaca la intensidad de la lluvia Biescas, es suficiente para provocar (superior en algunos puntos de la una catástrofe en cualquier punto cuenca a 200 mm en una hora y en tor- aguas abajo. Ese carácter local limita no a 515 mm.hr-1 durante 8 minutos) enormemente el poder incorporar una sobre laderas muy pendientes. La par- estimación indirecta de la lluvia a una te final del torrente, con una pendiente LA CATÁSTROFE DEL BARRANCO DE ARÁS próxima al 20 % y materiales muy ero- environment. Progress in Physical sionables, contribuyó a acelerar la Geography, 1: 222-270. fuerza del pico de crecida, destruyen- Clotet, N., García Ruiz, J.M. & Gallart, do numerosas presas de retención de F. (1989): High magnitude geo- sedimentos que ampliaron la magnitud morphic work in Pyrenees range: de la catástrofe. Un evento de este tipo unusual rainfall event, November es posible en cuencas pirenaicas con 1982. Stzldia Geomorphologica laderas y talweg muy pendientes, pues Carpatho-Balcanica, 25: 69-92. tormentas muy fuertes descargan con Creus, J. & Puigdefábregas, J. (1978): gran irregularidad en cualquier parte Influencia del relieve en la distribu- del Pirineo Central; pero además en el ción de las precipitaciones máxi- caso de la cuenca de Arás los antece- mas: un ejemplo pirenaico. dentes conocidos acerca de su funcio- Cuadernos de Investigación nalidad y las características de su cono Geográfica, 4(1): 11-24. de deyección constituyen señales indi- Chow, V.T. (1973): Open-channels cadoras de los riesgos que se asumen Izydrazilics. Mc Graw-Hill, London. al instalar infraestmcturas vulnerables. Daumas, M. (1964): Les crues du 3 La memoria, sin embargo, tiende a aoiit dans les hautes vallées arago- olvidar pronto los grandes eventos -y naises et catalanes. Rev. Géogr. Pyr. más cuando no quedan reflejados en S.O., 35:305-310. datos- con costes muy altos. Elías, F. & Ruiz, L. (1979): Precipitaciones rnáxirnas en España. ICONA, Ministerio de Referencias bibliográficas Agricultura, 545 pp., Madrid. Fontboté, J.M. (1948): La Ribera de Barrere, P. 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