: Anatomía de un país en transición

Ugo Stornaiolo

ECUADOR: Anatomía de un país en transición

Ediciones ABYA–YALA 1999 ECUADOR: Anatomía de un país en transición Ugo Stornaiolo

2ª edición corregida y ampliada: 1999 1ª edición, 1989, con Ediciones Culturales,

2ª. Edición Ediciones ABYA-YALA 12 de Octubre 14-30 y Wilson Casilla: 17-12-719 Teléfono: 562-633 / 506-247 Fax: (593-2) 506-255 E-mail: [email protected] [email protected]. Quito-Ecuador

Diseño gráfico: Abya-Yala Editing Quito - Ecuador

Impresión Docutech Quito - Ecuador Portada: Kingman

ISBN: 9978-04-554-6

Impreso en Quito-Ecuador, 1999

1989, UGO STORNAIOLO, bajo el título: Anatomía de un país latinoamericano el Ecuador Derechos de autor: Partida de inscripción Nº 004102 del 23 de enero de 1989 Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción parcial o total ISBN 9978-82-004-3 ÍNDICE GENERAL

PREFACIO ...... 9 José E. Juncosa

INTRODUCCIÓN ...... 11

1 EL AMBIENTE NATURAL ...... 15 La sierra ...... 18 La costa ...... 21 El oriente ...... 24 La zona insular ...... 25 Notas ...... 28

2 DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS ...... 31 Geografía política en vísperas de las invasiones incaicas ...... 33 Los pueblos de la costa ...... 35 Expansión del territorio de los caras ...... 40 La unión entre caras y puruháes ...... 44 Los cañaris ...... 46 Los pueblos meridionales de la costa y de la sierra ...... 48 Los pueblos del oriente ...... 50 Consideraciones demogáficas ...... 54 Notas ...... 57

3 LA DOMINACIÓN INCAICA ...... 61 Quiénes eran los incas ...... 61 Las invasiones del norte ...... 70 Apogeo y crisis del Incario ...... 76 Notas ...... 78

4 LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA ...... 81 Quiénes eran los españoles ...... 81 La conquista de América ...... 91 Quito colonial ...... 104 Notas ...... 128

5 FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA ...... 131 Notas retrospectivas ...... 131 Las guerras de emancipación ...... 137 Quito en la Gran Colombia ...... 149 Notas ...... 155 6 CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA ...... 157 Los regímenes militares: “floreanismo” y “urbinismo” (1830-61) ...... 159 El régimen ultraconservador o “garcianismo” (1861-75) ...... 167 La fase transitoria entre conservadorismo y liberalismo (1875-95) ...... 171 El régimen “libero–radical” de Alfato y el “banquismo” (1895-1925) ...... 176 El reformismo “juliano” (1925-32) ...... 187 La crisis de hegemonía en la era del “velasquismo” (1932-72) ...... 191 La fase militar de transición “post–velasquista” (1972-79) ...... 205 En las ciénagas del “neoliberalismo” (1979- ) ...... 212 Notas ...... 232

7 ECUADOR EN EL AÑO 2.000 ...... 235 Perfil demográfico ...... 236 La estructura económica ...... 239 Sector primario ...... 240 Sector secundario ...... 242 Sector terciario ...... 244 La estructura social ...... 249 Aspectos culturales ...... 262 Artes plásticas ...... 266 Música ...... 267 Literatura ...... 271 Expresiones culturales autóctonas ...... 275 Deporte ...... 276 Ecuador y Latinoamérica ...... 277 Notas ...... 288

ÍNDICE DE NOMBRES ...... 291

BIBLIOGRAFÍA ...... 303

PREFACIO

Goethe habia idealizado la perem- vocados por los conflictos étnicos y religio- nidad geológica del continente europeo sos nos advierten que nos engañamos si re- atribuyéndole un carácter pétreo. Así, la vivimos aquellos mitos atizados por el re- permanencia de sus formas naturales aca- cuerdo y el fantasma de Hegel, tan fascina- badas, siempre proporcionadas e interveni- do por la uniformidad y la unicidad de la das por la mirada humana, conformaba la historia. metáfora de sus sociedades, siempre idén- Semejante tradición ideológica ad- ticas a si mismas, caracterizadas por la es- venida desde la ilustración es tentada de tabilidad y el desprecio por el sobresalto. nuevo a cobrar vigencia, precisamente Frente a Europa, los países jóvenes de cuando es el Ecuador el fenómeno históri- América lucían como adolescentes impre- co, social y político el que se ofrece para la decibles, gratuita e irracionalmente violen- reflexión. Las recientes turbulencias, el tos y envueltos en un paisaje natural de creciente rango de conflictividad social y proporciones descomunales e inabarcable, regional, parecen no tener otra explicación cuyos horizontes estaban fuera del alcance que la fatal inmadurez política y vocación de la mirada humana. Como sus paisajes, a lo inconcluso heredadas desde los oríge- transidos de traicioneros pantanos e impre- nes. vistos cataclismos, sus sociedades lucían Una forma más actual de concebir frustradas en su desarrollo, vencidas por la los cambios, nos advierte – no obstante – naturaleza e inmersas en el torbellino ina- que en uno y otro continente las transfor- cabable de conflictos y pugnas de corto al- maciones y la negociación de las diferen- cance. Hombres, niños y sociedades inma- cias forman parte de la dinámica social, y duras parecían tomar las riendas de un la articulación de todas los rostros posibles continente inconcluso. En ello se funda- de la diversidad es la fórmula que parecie- mentaba parcialmente la idea sobre la ra- ra garantizar la convivencia política y el dical inferioridad de los americanos tal co- ejercicio de la ciudadanía. En ello consis- mo la consagrara Hegel en su tesis sobre te, precisamente, la otra cara de la globali- los habitantes de nuestro continente. Por zación, engañosamente unificante y hostil ello, el intento por entender las transforma- para con la diferencia. A fin de milenio, el ciones y las transiciones no podía estar Ecuador, como tantos otros países de todos precedido de peores antecedentes. los continentes, cobra de pronto concien- Sin embargo, los acontecimientos cia de sus diferencias, siempre emergentes de última data acaecidos en Europa, las re- e impredecibles, aparentemente capricho- modelaciones a primera vista impensables sas. Como muy bien lo afirma el autor de de sus fronteras y los baños de sangre pro- 10 / Prefacio este libro, Ecuador es, aún hoy y con todo milenio se proyecta casa adentro. Precisa- derecho, un país en transición. mente por ello, y en la búsqueda de articu- No podía ser de otra manera ya que lar la diversidad, es necesario cada vez es la diversidad su rasgo más característico más comprender el Ecuador como una rea- y tal vez el que provoca mayor fascina- lidad histórica compleja, enriquecida por ción. Definido como el país de la megadi- múltiples variaciones espaciales, sociales, versidad, su relativamente pequeña super- culturales y regionales en transformación, ficie (ahora concluida y ‘acabada’ median- cuya vocación profunda no debe truncarse te con el Perú), alberga el equivalen- sino encauzarse. Ahora más que nunca, le te al 80% de la biodiversidad de todo Bra- ha llegado la hora de asumir la tarea de re- sil; en su territorio convive un rango muy encontrar y redefinir su sentido de Nación. alto de diversidad lingüística y cultural con La interpretación de este maravillo- trece pueblos indígenas que hablan nueve so lugar del mundo, la reconstrucción de lenguas distintas, sin contar los grupos de su recorrido histórico y la lectura de sus origen europeo, asiático y de medio orien- componentes culturales y sociales desarro- te que componen su población de inmi- lladas en esta obra de Ugo Stornaiolo, no grantes. La diversidad regional y las fuerzas pueden ser más oportunas. Ecuador, cierta- que aglutina constituyen otras de las claves mente un país en transición, para él y para sin las cuales es imposible comprender al tantos otros acogidos por la calidez de su Ecuador y es tal vez la de mayor vigencia, gente, no es tan solo digno de ser amado y por el altísimo e insospechado potencial admirado: Ecuador también tiene la extra- de impactos políticos, económicos y de ña e irresistible capacidad de provocar el reorganización del Estado que en ella se ser comprendido. A este fundamental desa- vislumbran. fío y urgencia el autor ha respondido con En la negociación de estas diferen- altura. cias se juega su futuro. Junto a ellas, es ne- cesario reconocer la existencia de profun- das y dolorosas desigualdades que hieren la sensibilidad, hipotecan oportunidades y José E. Juncosa niegan rotundamente la condición de ciu- Abya Yala dadanía. El desafío del Ecuador de fin de Quito, agosto de 1999 INTRODUCCIÓN

La República del Ecuador, fundada mericano, y poder alcanzar eventualmente en 1830, es un Estado unitario de régimen al del mundo industrializado (anonadado capitalista, que se encuentra en Sudaméri- por la cultura puramente europea, y pro- ca entre Colombia, Perú y el océano Pací- penso al etnocentrismo), ha sido menester fico. Contentarse con estudiar el país en el abundar a veces en algunos detalles que ámbito de su territorio de 270 mil kilóme- den un cuadro diferente de esta “realidad”, tros cuadrados y en su siglo y medio de vi- que llega ya deformada sobre los países del da republicana, significaría presentar un Tercer Mundo. Un cuadro, más verídico y cuadro parcial e insuficiente, porque las que merezca una mayor atención, aunque raíces históricas se remontan a un lejano solo fuere para comprender el propio hábi- pasado y se extienden a puntos remotos tat, que – de cualquier sitio del mundo – se del planeta. va alterando rápidamente en estrecha co- En efecto, en el territorio hoy lla- rrelación con cualquier cambio que se ve- mado Ecuador se han fusionado en varias rifique en otros lugares. épocas muchos pueblos portadores de cul- Ecuador ha sido, y probablemente turas diferentes. La actual situación del es todavía, el país americano menos cono- país no puede ser desprendida de la heren- cido por el público europeo, debido en cia histórica y cultural de sus pueblos au- parte a su marginalidad con respecto a las tóctonos, ni tampoco de los que, conquis- grandes rutas comerciales. En efecto, todos tando su territorio – incas, españoles – han los países de Norteamérica, de las Antillas participado en el proceso de transcultura- y de Centroamérica (con excepción de El ción. Asimismo, Ecuador no puede ser ais- Salvador) asoman al Atlántico; en Sudamé- lado de la realidad de otros países del rica son cinco los países excluidos del vín- mundo que, directa o indirectamente, in- culo transoceánico directo con Europa: fluyen en su dinámica. , Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador. En el acometer un tema con este Aparte los acontecimientos de historia bas- intento se esconde el peligro de enredarse tante reciente, que han evidenciado sobre en la maraña de datos. En consecuencia, todo a Bolivia y Chile, hay que recordar este ensayo, más que un examen detenido que en este último país se estableció una de detalles geográficos, históricos, socia- colonia numerosa de españoles, italianos, les, se limita a ser una síntesis de aquellos alemanes, eslavos, etc., que empezó a lle- elementos que, unidos, puedan ofrecer la gar ya desde 1880, con la inauguración de imagen general de la realidad ecuatoriana. la navegación a vapor en el Atlántico sur; Sin embargo, sin querer restringir grandes masas que emigraron a Argentina, la comprensión del texto al lector latinoa- Uruguay y Brasil, se expandieron hacia 12 / INTRODUCCIÓN

Chile y, en parte, hasta Paraguay. Bolivia, son los lejanos descendientes de iberos lle- por su desgracia, ha poseído inmensas ri- gados en época colonial, pues los aportes quezas (como “un andrajoso sentado en de nueva migración se cerraron y no vol- una silla de oro”, según un dicho popular vieron a abrirse en los siglos siguientes, ni del país), y tales riquezas atrajeron a los siquiera después de la independencia. explotadores europeos y estadounidenses. Europeos mal informados (que no Perú, centro de la más importante civiliza- son pocos) recuerdan al Ecuador porque ción precolombina en todo el continente, han oído hablar de cazadores de cabezas; se vio asaltado por los estudiosos y, siendo o porque han oído decir que hay un sitio, opulento, fue constantemente agredido por Vilcabamba, en donde se puede vivir más capitales extranjeros de cien años. El escaso conocimiento del Queda Ecuador, creado en un te- país se manifiesta por el modo de escoger rritorio disputado entre dos centros de po- los itinerarios para viajes turísticos, políti- der, que durante la colonia española más cos o culturales, omitiendo casi regular- de una vez pasó de manos entre el Virrei- mente al Ecuador (esto hasta cuando, no nato del Perú y el de Nueva Granada. Des- hace mucho tiempo, han crecido las pro- pués de la emancipación comenzó por for- mociones para visitar el país, gracias espe- mar parte de la Gran Colombia, de la que cialmente a la atracción de las islas Galá- pronto se separó. Proclamándose repúbli- pagos). Es significativo el nombre de “pa- ca independiente, y en consideración de namá” atribuido a los sombreros de paja su ubicación geográfica, tomó el nombre toquilla, producidos artesanalmente y tan de manera apurada, y contra tal decisión admirados en todo el mundo, los que son no han faltado los críticos (hasta casi nues- ecuatorianos. tros días), por sus implicaciones de calor y El relativamente reciente descubri- de selva y por la confusión provocada en- miento de inmensos yacimientos de petró- tre muchos europeos, que a menudo creen leo, puso al Ecuador en nuevo enfoque a que el país es centroamericano, cuando no los ojos de los capitalistas internacionales. africano. Si por un lado esto ha causado que el país Hasta hace pocos años los capita- sea más conocido, por el otro ha termina- les europeos y estadounidenses nunca pe- do por llevarlo a la precaria situación eco- netraron seriamente en Ecuador, y la inmi- nómica actual, con su caos monetario (el gración fue siempre muy escasa con res- sucre, por decenios una moneda muy esta- pecto a la de otros países sudamericanos, ble, comenzó a devaluarse con la agresión debido al carácter peculiar de su econo- extranjera, para continuar luego decayen- mía, que no ofrece incentivos para los mi- do hasta la fecha). grantes, dados el origen y la especializa- En un mundo tan dinámico como ción de éstos. Los mismos habitantes “es- el latinoamericano, Ecuador se ha distin- pañoles” (o, más bien, los que con espíritu guido por su pesada inercia. Esto se cons- anacronista y racista sostienen todavía ser- tata, por ejemplo, con las guerrillas que lo puramente, rechazando la posibilidad desde los años sesenta cundieron por todo de que por sus venas circule sangre india) el continente, sin tocar sensiblemente al INTRODUCCIÓN / 13

Ecuador. Agitaciones en el país nunca fal- con brutalidad su civilización europea y taron, y los golpes de estado se cuentan cristiana. numerosos en su historia, pero cada vez Este ensayo quiere aportar una para perpetuar el régimen y, con él, las tre- contribución al conocimiento de Ecuador, mendas condiciones de miseria, especial- ya sea para quien sólo lo ha oído nombrar, mente entre las masas de campesinos in- como para quien pertenece al pueblo en dios, explotadas y humilladas por la prepo- cuyo territorio se ha plasmado en miles de tencia de los “blancos”, que han impuesto años de trabajo y de sufrimientos.

1 EL AMBIENTE NATURAL

Ecuador es el nombre dado a una una diferencia de 14-15 mil metros. El ar- república del Pacífico, nacida de la inde- co Andino – entendiéndose como tal la pendencia del dominio español en Améri- masa montañosa y su relativa fosa – cons- ca. Su población actual se estima en 12 tituye un sistema activo en evolución, que millones de habitantes [CAP.7], comprendi- es parte integral del llamado “cinturón de dos en una superficie de 270 mil kilóme- fuego circumpacífico”, o sea aquella suce- tros cuadrados (incluyendo las islas Galá- sión prácticamente continua de volcanes pagos), con una densidad de 44, la más activos, que coincide con las zonas de los elevada entre los países sudamericanos, terremotos: desde Chile, pasando por Sur, aunque inferior a los centroamericanos y Centro y Norteamérica, por Siberia, Japón del Caribe. Ecuador ocupa la extremidad y Filipinas, hasta llegar a las islas de Ocea- occidental de Sudamérica, sobre la línea nía. Los volcanes activos y los terremotos, ecuatorial, con la mayoría de su territorio a menudo con sus consecuencias desastro- en el hemisferio meridional. Linda al norte sas, constituyen la evidencia de que toda- con Colombia, al este y al sur con Perú, vía hoy se están verificando aquellos pro- mientras que al oeste sus costas están ba- cesos orogenéticos que han edificado los ñadas por el océano Pacífico. Andes.1 Además de su posición en el centro La cordillera de los Andes determi- del planeta, otras tres son las peculiarida- na un ambiente extremadamente acciden- des principales de su territorio. En primer tado: altiplanicies de toda extensión, desde lugar, y es la que influye mayormente so- la inmensa meseta boliviana (“el altiplano” bre el ambiente natural, la de ser un país por antonomasia), de 700 Km de largo por andino; el interior está atravesado, de nor- 500 de ancho, hasta aquellas pequeñas del te a sur, por dos cadenas paralelas de mon- sistema interandino ecuatoriano; gargantas tañas que son parte de la imponente forma- profundas y paredes vertiginosas compli- ción montuosa continental, en su conjunto can aún más la orografía entre variados ni- llamada cordillera de los Andes, la misma veles climáticos. Todo en tal ambiente, in- que se extiende desde Venezuela y el istmo cluidos hombres y aldeas, sigue la ruta de de Panamá hasta la extremidad meridional las sinuosidades cordilleranas. El hombre de Chile, representando una verdadera co- habita en alturas de hasta 4.500 metros so- lumna dorsal en Sudamérica. Netamente bre el nivel del mar, cultivando la tierra y conectada con la cordillera se halla una fo- criando ganado, pero luego las montañas sa oceánica larga y arqueada, la Perú–Chi- de los Andes continúan empinándose co- le, que corre paralela con los Andes. Entre mo agujas erectas hacia el cielo (segundas el fondo de fosa y los altos picachos hay solamente a las del Himalaya), para rozar 16 / EL AMBIENTE NATURAL casi los 7000 metros con el Aconcagua en sa de Puerto Rico, de –9.219 m.). Pero los Chile, y el Ancohúma en Bolivia, seguidos citados desniveles de casi 15 mil metros, por muchas otras cimas volcánicas con entre cima de montaña y fondo marino, más de 6.000 metros, ubicadas principal- son los mayores de la Tierra. mente en los Andes centrales (Mercedario, Depresiones de más de cinco mil Huascarán, Llullaillaco, Tupungato, Yeru- metros se encuentran no sólo en la fosa Pe- pajá, Sajama, Illimani, Coropuma, Illampu, rú–Chile, sino también cerca de las costas Tocorpuri, etc.), pero también una en los de Colombia. En el Pacífico ecuatoriano, Andes de Ecuador: el Chimborazo (de en cambio, el fondo del océano alcanza 6.310 m.), que en el siglo pasado se pensó profundidades más modestas: no más de fuese la más alta del mundo (en un cierto –1.800 m. frente a Salango, –1.700 por sentido esto se confirma, pues datos reve- Machalilla, –1.500 por Esmeraldas, hasta lados por el “Smithsonian Institute” de los solamente –163 por el cabo Pasado, 40 ki- Estados Unidos señalan que, debido a la lómetros mar adentro. Esto porque la zona no esfericidad de nuestro planeta, la cum- oceánica correspondiente al Ecuador se bre del Chimborazo es el punto que más encuentra en del “dorsal” de Carnegie (so- dista del centro de la Tierra). La enumera- bre el que apoyan, se verá más adelante, ción de las alturas andinas con más de las islas Galápagos). 5.000 metros sería demasiado larga; baste Además de ser andino, Ecuador es, aquí mencionar las ecuatorianas; Cotopaxi pues, un país del Pacífico. Esta otra pecu- (5.897), Cayambe (5.870), Antisana liaridad influye también, y sensiblemente, (5.703), Altar (5.400), Sangay (5.319), Ilini- en su ambiente natural, sobre todo por la za (5.300), Carihuairazo (5.106), Tungura- presencia de la corriente de Humboldt, lla- hua (5.080). Los 4.000 metros, en fin, son mada también “del Perú”, que proviene superados por muchísimas montañas en del Antártico. Se trata de una masa fría, toda la cordillera. con un frente variable de 150 a 250 kiló- A las grandes alturas andinas corres- metros, que corta como una faja gris–verde ponden, a breve distancia, las grandes pro- el azul del mar; tiene dirección norte y si- fundidades oceánicas. En efecto, hacia los gue a lo largo del litoral sudamericano, Andes centrales, donde las fuerzas oroge- hasta encontrar a la corriente tropical del néticas se muestran todavía bien activas, la Niño (de la que tanto se ha hablado en los fosa Perú–Chile alcanza las mayores de- últimos tiempos), que la desvía mar aden- presiones: –7.984 metros frente al Tocor- tro, a oeste, para pasar por las islas Galápa- puri, –6.282 casi perpendicularmente al gos. Huascarán, –6.111 en correspondencia del La temperatura del agua en las cos- Llullaillaco y –5.666 cerca del Aconcagua. tas ecuatorianas varía de los 23ºC (a donde Estos valores son inferiores a los de otros llega la corriente de Humboldt) a los 28ºC. niveles oceánicos (como la fosa Challen- La salinidad, cuyo promedio típico en los ger, de –11.033 m., y otras cuantas que trópicos es del 35 por mil, aquí resulta más también superan los 10 mil metros de pro- baja, debido a la corriente misma; y es aún fundidad en el Pacífico occidental, o la fo- más reducida en el golfo de , pe- EL AMBIENTE NATURAL / 17 ro porque allí se vierte el mayor volumen Subiendo la cordillera, las caracte- de agua dulce de toda la costa americana rísticas ambientales cambian drásticamen- del Pacífico, por los varios ríos convergen- te, hasta alcanzar el clima sub–polar, con tes que juntos forman el Guayas. En el mar poquísima vegetación, y aun el glacial, ecuatoriano, además, soplan constantes donde ésta falta completamente, con esca- los vientos alisios de nordeste y de sudes- sas precipitaciones durante todo el año y te, creando una vasta zona de calmas temperaturas que pueden tocar los –20ºC. ecuatoriales, que jamás conoce ni huraca- Bajando de nuevo la cordillera, pero por nes ni ciclones. las vertientes externas, occidental u orien- A las peculiaridades ya indicadas, tal, hasta las tierras bajas del litoral o de la Ecuador añade la de encontrarse bajo la in- selva amazónica, en algunas zonas hay cli- fluencia del río Amazonas. Si la vertiente ma tropical húmedo con dos estaciones y occidental de los Andes halla el más vasto lluvias cenitales, y en otras ecuatorial de de los océanos, la oriental se asoma a la lluvias constantes, con temperaturas que selva pluvial tropical de la cuenca amazó- llegan a los 25-28ºC. nica, que constituye el mayor sistema hi- Para explicar, por lo tanto, la geo- drográfico del planeta, alimentado por los grafía física del Ecuador a partir de los An- innumerables ríos que, en su mayor parte des, conviene dividir el país en las tres zo- le aporta la misma cordillera. Un tal siste- nas morfológicas que la cordillera determi- ma, en sus interacciones con la cadena de na: (1) la alta, montuosa, constituida por los Andes, influye en el ambiente natural, y dos cadenas longitudinales2 y por ramales no sólo con respecto de la zona misma que transversales que limitan pequeñas mese- cubre, o sea la selva, sino también (como tas interiores, se denomina región “interan- se verá más adelante) de las mesetas andi- dina” o, más simplemente, sierra, y – con- nas. siderada según su aspecto físico, o sea del Todas estas características geográfi- territorio comprendido entre las dos ver- cas del país – ubicación ecuatorial, presen- tientes externas con más de 1.000 metros cia imponente de los Andes, proximidad de altitud – cubre una superficie de unos del Pacífico y de la cuenca amazónica – 105.000 kilómetros cuadrados (o sea el determinan, en sus combinaciones y con- 39% del territorio nacional),3 (2) la “an- traposiciones, un clima que pasa del hielo teandina” o, mejor, costa, de 62.000 (o sea de las nieves eternas al tormento constante el 23%); (3) la otra zona baja, de la vertien- del trópico, con mil matices intermedios. te oriental, que es una parte de la inmensa En las mesetas, con una altura promedio de cuenca amazónica, la región “trasandina”, 1.600 m. (el altiplano boliviano, en com- conocida como oriente, de 95.000 (o sea paración, se encuentra a un nivel de 3.700 el 35%). A estas zonas morfológicas hay m.), el clima es mitigado, parecido al oto- que añadir también (4) la “insular”, repre- ño o a la primavera (según el caso, como sentada específicamente por el archipiéla- se verá) de las zonas templadas, con una go de las Galápagos, con un total de 8.000 temperatura centrada en los 14ºC, pero kilómetros cuadrados (o sea el 3% restan- con fuertes oscilaciones de ± 10-12ºC. 18 / EL AMBIENTE NATURAL te), situado a casi mil kilómetros de Ecua- es la sede del Chimborazo; aquí las gar- dor continental. gantas de la cordillera son nueve, abriendo paso hacia el Pacífico a los ríos Mira, La sierra Guayllabamba, Chanchán, Chimbo, Ca- ñar, Jubones, Túmbez, Catamayo y Maca- Las dos cadenas forman una gigan- rá. tesca S alargada, de 800 kilómetros en su Muchos otros ríos han creado inter- longitud, y están separadas entre sí por namente gargantas profundas, dando ori- unos 50 kilómetros, dejando en medio el gen a los valles donde el clima se aparta de llamado “callejón” interandino, aunque en la regla general de las mesetas con clima realidad no se trate de una sola y larga al- mitigado. Sucede con frecuencia que en tiplanicie. En efecto, doce ramales internos recorridos relativamente breves se pase por o “nudos” forman los peldaños de una des- una vasta gama de alturas, de tipos de ve- comunal escalinata, y establecen los lími- getación, de paisaje. tes naturales de las mesetas internas, deno- En vez de las cuatro estaciones – minadas “hoyas”. Estas son 15 y constitu- como en las zonas templadas del planeta, yen esas divisiones naturales que en el pa- donde además el parámetro de referencia sado permitieron la formación de grupos es la temperatura – en un país de los trópi- humanos culturalmente diferentes [CAP.2]; cos como Ecuador, aunque no sea típica- han servido también como base para la ac- mente tropical, las estaciones son dos, y no tual división política de la Sierra en provin- es la temperatura sino las precipitaciones cias [CAP.7]. atmosféricas a determinarlas. La estación Además de los nudos transversales, lluviosa de la primera parte del año, cuya la continuidad de las dos cadenas andinas duración varía según el lugar, es llamada se ve interrumpida por grandes gargantas, “invierno”; la seca y ventosa, dicha por las que los ríos – bajando impetuosos y contraposición “verano”, es particularmen- perforándolo todo, incluso el granito – te marcada durante los meses de julio y abrieron, para dirigirse según la orienta- agosto, pero retorna de nuevo por breves ción que han seguido: o hacia la cuenca períodos: a comienzos de noviembre (“ve- amazónica o hacia el Pacífico. La más lar- ranillo de las Almas”) y a fines de diciem- ga de las dos cadenas, la oriental (que, bre (“veranillo del Niño”). considerada desde el punto de vista de los Se aludió ya a que el clima en las Andes continentales, correspondería a la mesetas puede asemejarse o a la primave- cadena central), es también la más elevada ra o al otoño. En efecto, durante la estación y la que cuenta con un mayor número de seca existen diferencias fundamentales en- glaciares; presenta tres grandes gargantas, tre las hoyas que vierten sus aguas rumbo por las que fluyen los ríos Pastaza, Paute y al oeste y las que lo hacen rumbo al este. Zamora. La cadena occidental, más corta, Para las primeras, conectadas con el Pací- alcanza una longitud de casi 700 kilóme- fico (es el caso, por ejemplo, de la hoya de tros, o sea 100 menos que la otra, y, aun- Guayllabamba, donde se encuentra Quito, que inferior como promedio de elevación, “la ciudad de la eterna primavera”), duran- LA SIERRA / 19 20 / EL AMBIENTE NATURAL te buena parte del día sopla una brisa fres- logrado arrancar a la naturaleza los frutos ca, que de noche se hace gélida, con un de la tierra. Por todo el territorio de la sie- cielo diáfano y estrellado, idealmente ade- rra son muchos los suelos que han queda- cuado para las observaciones astronómi- do baldíos, mientras que otros se han em- cas. Poco a poco, al día siguiente, el sol se pobrecido después de la explotación indis- impone sobre el frío matutino hasta que- criminada de los últimos siglos [CAP.7]. mar a mediodía, cuando los rayos son per- En relación con la vegetación (y, co- pendiculares (la diferencia entre estar al sol mo consecuencia, con la fauna), la sierra o a la sombra, en Quito, se percibe sensi- se subdivide en cuatro planos diferentes, blemente). Las hoyas que vierten sus aguas denominados: (1) “glacial”, (2) “frío”, (3) a la cuenca amazónica, en cambio, tienen “templado” y (4) “sub–tropical”. En el pla- una estación seca típicamente otoñal, fuer- no más elevado, el glacial, cuya altura es temente ventosa y con ocasionales lloviz- superior a los 4.700 m., plantas y animales nas frías de corta duración. Esta neta dife- están prácticamente ausentes, si se excep- rencia de climas, en mesetas que por lo de- túan algunos líquenes. Desde los 4.700 m. más son muy análogas, es atribuible a la bajando hasta los 3.500, el plano frío inte- altura, por la protección que cada cadena randino, llamado también “páramo”, se ofrece a su correspondiente hoya, así co- caracteriza por una escasa y típica vegeta- mo a la desequilibrada distribución de los ción natural, constituida por hierbas raquí- glaciares, con su secuela de ciclos hídri- ticas y pequeños arbustos; entre los anima- cos. En otras palabras, el fenómeno se de- les abundan los insectos y los arácnidos y be, por lo menos en parte, a la desigual in- en el pasado abundaron el lobo, la coma- fluencia que imprimen la cuenca amazóni- dreja, el puma, el conejo, el venado, las ca y el Pacífico. perdices, las aves de rapiña, entre las cua- El “invierno” de la sierra es conse- les el cóndor (uno de los pájaros más gran- cuencia de la humedad proveniente de des del mundo, y el que vuela más alto), el ambas vertientes, dando lugar a lluvias y cuquiringüe, el gavilán, etc. El hombre in- granizadas violentísimas, de breve dura- trodujo nuevas plantas y animales, consi- ción que se producen por la tarde. Es inte- guiendo cultivar maíz, fraylejones, quinua, resante observar la localización de estas y más tarde apacentar algún ganado, espe- lluvias, con base en nubarrones aislados: cialmente bovino. inolvidable es el efecto de encontrarse, por En los planos inferiores aumentan la calle, en un acera donde resplandece el notablemente la flora y la fauna. En el que sol, mientras que en la otra cae el aguace- comprende desde los 3.500 m. hasta los ro; o también tratar de escapar, perseguido 2.500, el plano templado, crece práctica- por una columna de lluvia que avanza. mente de todo, desde los hierbajos hasta La variedad de alturas, de climas, los árboles altísimos, entre los cuales des- siendo tan grande como es, deja a una se- taca el eucalipto (importación relativamen- mejante morfología pocas tierras fácilmen- te reciente, pues llegó junto con los con- te cultivables. Ha sido mérito de centena- quistadores españoles), y se cultivan la ma- res de generaciones de agricultores haber yor parte de las plantas útiles al hombre. Se LA COSTA / 21 ha criado el llamingo (camélido más pe- también ha sido causa del relativo aisla- queño que la llama) y varios tipos de gana- miento del país [INTROD.]). Hay que consi- do – equino, bovino, cabruno, ovejuno – derar, sin embargo, que, no habiéndose ja- llegados también con los europeos; hay más desarrollado suficientemente la indus- aves de corral y animales domésticos. tria minera en el país, excepto por la ex- Otras especies de animales, entre las más tracción de oro en épocas pre–colonial y variadas que el hombre cría, son el gusano colonial, y de petróleo actualmente, se de seda, la cochinilla, las abejas y los mo- desconoce la riqueza existente en el seno luscos. Hay (o más bien había) también de la tierra; ciertos estudios de misiones pescado de agua dulce, como aquél llama- científicas estadounidenses, francesas y ja- do preñadilla. En las zonas particularmen- ponesas indican que bajo los depósitos o te favorables se producen peras, duraznos sedimentos volcánicos del Cuaternario se y otros frutos de clima templado. hallan extensas áreas andinas con yaci- Por último, desde los 2.500 m. has- mientos de diferentes metales, y oficiosa- ta los 1.000, el plano interandino sub–tro- mente, algunos años atrás, se habló de pical, se dan las frutas cítricas, la chirimo- grandes depósitos de uranio, especulándo- ya, las cactáceas, el ricino, el maguey o se que el gobierno de los Estados Unidos ágave americana, la caña de azúcar, el ca- hubiese impuesto el silencio. fé, el tabaco y además frutos típicamente De todas maneras, en la sierra se tropicales como la papaya, el aguacate, el han explotado, para uso interno: hulla, tamarindo, la naranjilla, el cacao, múlti- principalmente en las provincias meridio- ples variedades de bananas. Entre los ani- nales de Loja (yacimientos de Malacatos y males, se encuentran prácticamente los Loja), Azuay (yacimiento de Nabón) y Ca- mismos que en el tercer plano climático, ñar (yacimiento de Azogues–Biblián); mer- pero con caracteres físicos cualitativamen- curio en la provincia de Cañar; azufre en la te inferiores, debido al ambiente más ca- de Chimborazo; molibdeno en la de Bolí- liente y menos salubre. En los lugares pan- var. No hay que olvidar que fue la existen- tanosos de las gargantas occidentales con cia de arcilla refractaria, de cristal de roca comunicación al Pacífico, proliferaron (y y de otros materiales para elaboración lo tal vez proliferan todavía) algunas especies que incidió en el desarrollo de las culturas de anofeles, portadoras de paludismo, lo de la sierra [CAP.5]. El subsuelo, además, es que no ocurre en las gargantas orientales rico en aguas minerales y termales en va- cuyas aguas se vierten en la cuenca ama- rios puntos del callejón interandino. zónica. Con relación al subsuelo la sierra La costa es, de las tres zonas morfológicas conti- nentales, la que ofrece menores riquezas Observando la configuración del li- de minería. Incluso comparándola con toral, destaca el golfo de Guayaquil, el ma- otras zonas andinas – sobre todo con el ri- yor del litoral sudamericano del Pacífico, quísimo y explotado altiplano boliviano – que incluye la isla Puná, de unos 1.000 la sierra ecuatoriana aparece pobre (y esto Km2, los archipiélagos de Jambelí y de 22 / EL AMBIENTE NATURAL

Guayaquil y el islote de El Muerto. A más abril, dejando al “verano” los meses res- de este extendido golfo (que baña también tantes, como en los casos de Machala, An- un trecho costero del Perú), el litoral ecua- cón o Portoviejo. El otro tipo es tropical toriano presenta accidentes geográficos húmedo, en dos estaciones, con precipita- notables, que incluyen el archipiélago de ciones que varían de 3.000 a 200 mm. por Ancón de Sardinas e islas como Muisne, año; la estación húmeda dura de diciem- Zapotal, La Plata. La conformación costera bre a junio, como ocurre en la desemboca- general ofrece abrigos y ensenadas ade- dura de los ríos Esmeraldas, y cuados para la construcción de puertos y Guayas, y la ciudad de Guayaquil ofrece para la navegación, que coinciden con las un buen ejemplo. desembocaduras de aquellos ríos, ya men- Aunque las temperaturas sean del cionados, provenientes de nueve hoyas de mismo orden para las dos estaciones, el la sierra, a más de otros ríos que nacen en aumento de humedad durante la estación los sistemas montañosos propios de la cos- lluviosa causa una sensación de mayor in- ta. comodidad, porque cuanto más aguanoso La zona “anteandina” es una faja es el ambiente, tanto menos fácil es para el más ancha que la “interandina”: entre la cuerpo transpirar. Esto dio origen a la opi- cordillera y el Pacífico mide un centenar nión generalizada de que el “invierno” es de kilómetros; es bastante regular, alcan- más caliente. En los meses de lluvia proli- zando como máximo los 120, hasta llegar feran moscas, mosquitos y otros insectos al golfo de Guayaquil, donde se restringe a que hacen aumentar la desazón. Como sólo 15 Km. Por lo que se refiere a longi- sea, el clima de la costa está en general mi- tud, la costa es inferior a la sierra: en línea tigado por la corriente de Humboldt: la aérea mide 600 kilómetros; su desarrollo temperatura promedio va desde los 22ºC ribereño, sin embargo, alcanza los 1.300. de las zonas más próximas a la cordillera La proximidad de los Andes al hasta los 25-26ºC del litoral (con algunos océano y la continuidad de un sistema puntos donde se alcanzan los 28). montañoso en la costa, que se ha desarro- Para la vegetación (y, como conse- llado casi paralelamente a la cadena occi- cuencia, para la fauna), los parámetros de dental, imprimen a esta zona morfológica temperatura, humedad y proximidad del características particulares relacionadas océano o de la cordillera determinan cua- con la humedad atmosférica. En base al tro zonas diferenciadas entre sí, denomina- hecho de que existen, al igual que en la das: (1) “de agua salada”; (2) “seca”; (3) sierra, solamente dos estaciones – la húme- “pantanosa” y (4) “húmeda”. da y la seca – hay que notar que tales esta- La primera, de agua salada, con- ciones, según el sitio específico de la cos- cierne a las tierras contiguas a las desem- ta, varían en tiempo y en intensidad. bocaduras de los ríos, donde la vegetación En efecto, pueden distinguirse dos está bajo la influencia del mar y se desarro- tipos de zonas costeras. Uno es árido sub– lla sobre un terreno ordinariamente lodo- tropical, parecido al del litoral peruano, so, del que es característico el manglar. En donde el “invierno”, corto, dura de enero a los lugares menos húmedos se forman te- LA COSTA / 23 rrenos con depósitos de salitre, donde cre- La tercera zona, la pantanosa, se cen los palmares. Los animales que viven presenta en lugares internos con respecto a en los manglares y en las rocas de acanti- los manglares, especialmente en aquellos lados, son aves marinas como gaviotas, ti- terrenos encharcados que se llaman tem- jeretas y alcatraces. Sin embargo, no que- bladeras. Entre las especies vegetales de- dan yacimientos de guano de estos pája- ben citarse las lechugas de río, los juncos, ros, como en las costas del Perú4 (esto se los sauces y los laureles. Animales allí exis- debe al hecho que el litoral peruano, sien- tentes son: caimanes, iguanas, vampiros. do árido, permite que el guano quede in- No es una zona adecuada, en realidad, ni tacto y se acumule en la superficie, mien- para los cultivos ni para la cría de cual- tras que el ecuatoriano, lluvioso y exube- quier tipo de ganado. rante, se lo absorbe como rico abono). En- La cuarta zona, la húmeda, se ex- tre los productos cultivables en esta zona, tiende desde las márgenes de los ríos ma- hay que recordar la tagua, de cuyo fruto se yores a las laderas de la cordillera, hasta extrae el marfil vegetal o corozo, utilizado los 1.000 metros sobre el nivel del mar (ahí en la industria de botones (aunque hoy ha donde comienza el cuarto plano climático sido reemplazado en gran parte con mate- de la sierra). Se trata de una vasta zona de riales plásticos) y para fabricar objetos que exuberante vegetación, donde se dan los todavía se encuentran entre el “folklore” productos más preciosos de la economía nacional. ecuatoriana. Son muchos los árboles de En la segunda zona de la costa, la madera utilizable, incluidas las especies seca, las plantas se adaptan a las dos esta- más finas, como el cedro y la caoba, el pa- ciones, gracias a sus largas raíces, tallos de lo de balsa (más liviano que el corcho) y el corteza gruesa y hojas pequeñas, como canelo; abundan los helechos arborescen- con el algarrobo, el ceibo (lana vegetal), el tes, las palmas (entre las que se produce la tamarindo, el algodonero silvestre; o gra- paja toquilla, para la elaboración de los cias a su capacidad de conservar agua en sombreros llamados de “panamá” [IN- un tallo carnoso, de espinas en lugar de TROD.]). Productos comestibles son el pláta- hojas, como con las cactáceas. Lugares no, el arroz, las frutas cítricas, el mamey, la adecuados para estos tipos de vegetación caña de azúcar, los aceites de palmas (so- son las sabanas, que se extienden princi- bre todo la africana, que se ha adaptado palmente por el sur. Entre los vegetales de perfectamente). Entre los animales mamífe- cultivo cabe mencionar la caña de azúcar ros se encuentran la danta o tapir, la ardi- (que sirve también para la producción de lla, el armadillo, la guatusa y también el alcohol y de ron), el algodón, el tabaco. El puma, el tigrillo y unos cuantos carnívoros ganado mayor y otros animales domésticos más; hay serpientes, a menudo venenosas, encuentran el ambiente menos adecuado y muchos insectos: entre las aves, hay lo- que el de la sierra, siendo también asedia- ros, tucanes, pájaros carpinteros. dos por la garrapata y el vampiro. Hay nu- La fauna marina (hasta la época en merosos animalejos, de los que se aletar- que comenzó el exterminio de parte de gan durante el “verano”. barcos pesqueros de otras naciones) fue ri- 24 / EL AMBIENTE NATURAL quísima en Ecuador: ballenas, delfines, ba- mientras que aquéllos más septentrionales calaos, lizas, barriletes, albaconas, atunes (Tigre, Napo) se dirigen primero hacia el y la tradicionalmente explotadísima corvi- este, girando luego lentamente en direc- na, junto a langostas, cangrejos y ostras, ción sureste, para confluir todos en el Ma- entre las numerosas variedades existentes rañón. Son precisamente los ríos del sector de moluscos y de crustáceos, abundaron septentrional, los que, a causa de su orien- por todo el litoral. tación, permiten una mayor navegabilidad, Entre las fuentes minerales de la mientras que los meridionales, cuyo reco- costa, los productos más notables son el rrido es más breve, resultan demasiado im- petróleo de la puntilla de Santa Elena y las petuosos. considerables cantidades de hidrocarburos La temperatura promedio del orien- del golfo de Guayaquil. Hasta el descubri- te es superior a la de la costa a alturas aná- miento de los grandes yacimientos de Lago logas, y se incrementa paulatinamente al Agrio, en el oriente, Ancón fue el principal aproximarse al Amazonas. La estación llu- centro de extracción de petróleo; estaba viosa, a diferencia de lo que sucede con unido mediante un oleoducto a La Liber- las dos otras zonas morfológicas, dura tad, donde se refinaba parcialmente el pro- prácticamente todo el año, con un clima ducto para uso interno, exportándose el tropical húmedo. La inmensa cantidad de resto en crudo. Todavía se extrae oro, aun- agua que se evapora de la región selvática que en cantidades muy inferiores respecto pluvial, regada por una infinidad de ríos, al pasado, de las minas de Portovelo, en la se condensa cerca de la cordillera, deter- provincia merecidamente llamada de El minando precipitaciones constantes. Oro, y en varios sitios de Esmeraldas, así Una característica del oriente – co- como de los aluviones de algunos ríos. A la mo es regla en las regiones pluviales – es la producción de oro está relacionada la de gran variedad de especies vivientes que plata, que también se ha reducido mucho. hospeda; ninguna otra comunidad ecológi- Hay, además, conspicuos yacimientos de ca mundial presenta una diferenciación hierro, de cobre, de molibdeno, que hasta tan elevada de vegetales y animales: una la fecha no han sido explotados al máxi- superficie de dos hectáreas de selva pluvial mo. contiene a menudo más de 100 especies de árboles con diámetro de treinta o más El oriente centímetros, cuyas alturas varían, pudien- do superar los 60 metros; así la selva se La región oriental – morfológica- subdivide en estratos o niveles, cada uno mente un tercio del territorio nacional; po- de los cuales posee un propio microclima líticamente cerca de la mitad5 – es una zo- y es sede de faunas completamente inde- na, como además toda la inmensa cuenca pendientes. amazónica, de selvas bajas, húmedas, cáli- En el oriente hay cascarilla, caucho, das, a menudo pantanosas. En la parte me- algodón silvestre, caña brava, bambú, dife- ridional los ríos (Santiago, Morona, Pasta- rentes tipos de palmeras. Las plantas utili- za) toman bruscamente la dirección sur, zadas se pueden clasificar en los grupos si- LA ZONA INSULAR / 25 guientes: maderas finas como el cedro, el feran los insectos: hormigas rojas y negras, laurel, el nogal; plantas narcóticas que in- la araña viuda, la campana avispa, la avis- cluyen el barbasco; antiofídicas como el pa shiro–shiro, la avispa huayranga, insec- guaso y el lizapopango; tintóreas como el tos como el anófeles, portadores de enfer- achiote; industriales, entre las que destacan medades que finalmente se están debelan- la quina, la paja toquilla, el caucho, el cei- do. Actualmente en el Oriente (indicado bo; aromáticas como la canela; etc. (aquí, como división política) se cría ganado, par- como en otros párrafos de este capítulo, se ticularmente el bovino, cuya mayor parte está ofreciendo sólo un muestrario: una lis- se envía a los centros de matanza de la Sie- ta más detallada resultaría muy larga y te- rra y de la Costa [CAP.7]. diosa, extraña a los propósitos de este ensa- La explotación de minerales en el yo). Se cultivan varias plantas propias ya oriente se concentraba, antaño, en el oro, sea del clima tropical, ya del templado, co- del que los españoles, después de haber mo la forrajera y la naranjilla. En la base de destruido el Imperio Incaico [CAP.4] se de- la alimentación están la yuca y la banana. dicaron con vehemencia a su búsqueda en En los ríos y en los lagos abundó (hay montañas y ríos.6 Actualmente es el petró- que hablar en pretérito, por los daños que el leo la mayor fuente de riqueza: desde hombre ha causado) el pez comestible, ca- 1967, en efecto, están en función pozos biendo citar: el paiche (el más grande de petroleros en los copiosos yacimientos de agua dulce, con ejemplares de hasta cuatro Lago Agrio (en la provincia, de Sucum- metros de largo y 200 kilos de peso), la va- bíos), lo que sitúa al Ecuador en uno de los ca marina o manatí, la garrutana, el paco, el grandes productores mundiales del petró- bagre, la liza, el bocachico, el barbudo; hay leo [CAPS.6,7]. peces ornamentales, como el fosforescente neón tetra, el transparente blue tetra, el es- La zona insular camoso limpiavidrios, la piraña. Hay ade- más anguilas, rayas y charapas o tortugas de Aquí no están incluidas las islas del agua; hay camaleones e iguanas. litoral ecuatoriano, sino exclusivamente el Son muchas las aves de colores vis- archipiélago de las Galápagos,7 formado tosos, como tucanes y loros; y los cuadrú- por 5 grandes islas (mayores a los 500 pedos, como la danta y el hormiguero; y Km2), 8 islas menores, 17 islotes y 47 o los cuadrúmanos pequeños. Hay carnívo- más peñascos. El archipiélago está atrave- ros como el tigre negro, el otorongo o sado por la línea ecuatorial, y con respec- “príncipe de la selva”, el ocelote, el puma, to a ésta (así como Ecuador continental) su el tigrillo. Las mariposas son bellísimas, y “centro de gravedad” se encuentra trasla- abundan las culebras, algunas enormes, dado hacia el sur. Es uno de los 20 puntos como la anaconda o pingüi, que puede su- “calientes” de la Tierra, en los que se ma- perar los diez metros, la yacumama o “ma- nifiestan actividades ígneas, es decir, de dre de las aguas”, la boa negra, la manto- constante actividad volcánica. Las Galápa- na, la sachamama o “madre de la selva”, y gos distan unos 1.000 kilómetros del litoral hay numerosas especies venenosas. Proli- 26 / EL AMBIENTE NATURAL ecuatoriano, 800 de la isla de Cocos (que (de ejemplares raquíticos en la San Cristó- pertenece a Costa Rica) y 600 de Panamá. bal y robustos en la Isabela), el manzanillo, El origen geológico del archipiélago el algarrobo, la opuncia, cerios gigantes y fue atribuido al hundimiento de una pre- el árbol del coco. Desde los 200 hasta los sunta prolongación de Centroamérica; es- 450 m. de altitud, la vegetación aumenta, tudios modernos demuestran, en cambio, y se trata de una zona en la que se han de- que las islas emergieron del fondo del sarrollado también los cultivos de vid, ba- océano, por sucesivas erupciones de los nana, caña de azúcar, café, arroz, algodón, volcanes submarinos sobre la “plataforma” árbol del pan, frutas cítricas, maíz, papaya, de Galápagos, la cual comprende la parte patatas; hay bosques de matarzana, de pa- occidental del “dorsal” (cordillera submari- lo santo, de liquen horquilla, de luicundo, na) de Carnegie en el vértice donde se une de guayabillo lechoso. Sobre los 450 m. se con el de Cocos. La mayor altura se en- halla el páramo, cubierto de helechos, gra- cuentra en la isla más grande, la Isabela: se mináceas y hierbas. Sin embargo, debido a trata de la montaña Santo Tomás, de 1.432 la actividad volcánica, algunas islas están m., que tiene un enorme cráter elíptico, cu- sólo parcialmente cubiertas de vegetación, yo semieje mayor alcanza los 9-10 Km y de mientras que en otras falta del todo. cuyo interior emanan vapores sulfurosos. La fauna de las Galápagos presenta Varios otros volcanes, activos o apagados, algunas especies que son únicas en el están distribuidos entre las principales islas. mundo (muchas de ellas, desdichadamen- El clima es salubre y agradable, ba- te, están en vías de extinción); otras son jo la influencia de los vientos alisios y de propias de regiones remotas y otras más, las corrientes marinas de El Niño y de llegadas con el hombre, provienen del Humboldt. La temperatura promedio, al ni- continente americano, pero han sufrido va- vel del mar, es de 21-22ºC; mientras que a riaciones. Hay iguanas marinas, que son los 200 m. de elevación es de 17ºC. En la obscuras, de aspecto impresionante y de parte baja, la estación seca dura casi todo dimensiones considerables, y otras terres- el año, con escasas lluvias desde enero tres más claras. También se encuentran las hasta abril; en las zonas más altas, en cam- llamadas lagartijas de lava, y ciempiés de bio, las lluvias son torrenciales y frecuen- 30 cm. de largo, escorpiones, arañas, hor- migas, mosquitos, zancudos. Hacia el inte- tes. El agua se almacena en los cráteres, rior se halla el galápago, inmenso reptil como el que hay en la isla de San Cristó- ovíparo semejante a la tortuga, con capara- bal, de 200 m. de diámetro y 60 de profun- zón de un metro y más de diámetro, que didad, verdadero lago de agua dulce, que pesa centenares de kilogramos y que (se fue denominado Junco. En las islas Isabela, decía) bebe agua cada tres o cuatro meses, Santa María y Santa Cruz, análogamente, atribuyéndosele exageradamente un lapso hay suficiente agua potable. de vida de hasta 400 años; hay tortugas de La vegetación en Galápagos no di- mar y de tierra de grandes dimensiones, fiere mucho de la costeña continental (en pingüinos propios de la zona antártica y parte a causa de que fue traída por el hom- focas de la ártica, y lobos marinos. Hay al- bre). Cerca del mar existen los manglares batros, fragatas, piqueros, cormoranes, ga- LA ZONA INSULAR / 27 viotas, flamencos y otros pájaros, algunos los barcos pesqueros, que desde hace si- multicolores, aunque predominan los gri- glos hicieron de las islas su base, y no sa- ses, con muchas variedades nuevas que se tisfechos de la caza a la ballena o del han desarrollado en este ambiente aislado abundante pescado, devastaron la vegeta- del continente,8 y muchos animales en es- ción y exterminaron así a muchos anima- tado salvaje, descendientes de aquéllos les, entre los cuales las víctimas principales domésticos traídos por el hombre: bovinos, fueron las grandes tortugas, por su carne y caballos, asnos, perros, todos en manadas. por su aceite. Parece que en un par de si- La fauna marina es la misma de la de las glos se mataron unos 200 mil ejemplares, y costas continentales, pero más abundante. hoy la población de tortugas es muy redu- Los animales de las islas Galápagos cida; el número de galápagos, peor aún: manifiestan una mansedumbre inusitada: contando incluso los que actualmente vi- iguanas y galápagos que no tratan de huir ven en los jardines zoológicos de todo el ni siquiera cuando se les maltrata (con la mundo, es probable que no se supere el or- maldad irresponsable de muchos seres hu- den de las decenas. manos); pájaros que se dejan atrapar. El Las riquezas minerales del archipié- hombre ha aprovechado de esto, conde- lago, por lo que se sabe, carecen de impor- nando a la extinción a muchas especies: tancia. 28 / EL AMBIENTE NATURAL

Notas: la zona costera, de modestas dimensiones – no altera sensiblemente a la zona morfológica en la que está ubicada. 1 Los conceptos sobre los que se basa la orogéne- 3 Desde el punto de vista de la actual división po- sis se refieren a la teoría de la tectónica por gle- lítica en provincias [CAP.7], las regiones no coin- bas, por lo que la envoltura más externa de la ciden con las zonas morfológicas, y la distribu- Tierra, la litosfera, está constituida por un mosai- ción territorial resulta la siguiente: Sierra, 64.700 co de glebas rígidas en movimiento relativo las Km2 (23,93% del total nacional); Costa, 66.760 unas con respecto de las otras. Estas glebas su- Km2 (24,66%); Oriente, 131.137 Km2 (48,45%). perficiales de espesor más o menos de un cente- (En las páginas de este ensayo se indicará Costa, nar de kilómetros, comprenden no sólo la corte- Sierra y Oriente, con mayúsculas, para referirse a za sólida de la Tierra, sino también una parte de la división política; con minúsculas y en letra la capa superior más densa. Los márgenes de gle- cursiva – costa, sierra y oriente – para denotar las ba raramente coinciden con los márgenes conti- zonas morfológicas). nentales, así que los movimientos relativos de al- 4 El guano – o huanu como lo llamaban los que- gunas partes de la superficie terrestre actualmen- chuas [CAP.3] – es el abono natural producido te se consideran más en términos generales de por los excrementos de aves marinas, que contie- movimientos de gleba que de la llamada “deriva nen fosfatos y nitratos. Fue vastamente usado co- de los continentes”: los continentes, que una vez mo fertilizante por los pueblos preincaicos e in- se creía navegasen a través de la costa oceánica caicos, y luego por los capitalistas europeos du- como magníficas naves, ahora se han reducido a rante el curso del siglo XIX. Conocido también la condición de pasajeros pasivos apoyados so- en Asia y en Oceanía, tenía en el Perú la ventaja bre glebas litosféricas de encontrarse cerca del mar y de poderse fácil- A lo largo de los dorsales oceánicos, el magma, mente embarcar. que fluye de las profundidades de la capa terres- 5 Véase Nota 3. Además, hay que recordar que la tre, engendra las glebas litosféricas. La litosfera zona “trasandina” o amazónica comprende hoy de nueva formación se desplaza alejándose de un área reducida con respecto a la reivindicada los dorsales para dejar su lugar a cantidades re- por Ecuador en más de un siglo y medio de his- novadas de magma, que son inyectadas a lo lar- toria republicana [CAP.6]. Inmediatamente des- go de los ejes del dorsal. Tales glebas en expan- pués de la independencia el nuevo Estado se ilu- sión se van consumiendo en correspondencia sionó de que sus fronteras coincidiesen con con las fosas oceánicas, ya que éstas se desvían aquéllas correspondientes a la Presidencia de hacia abajo y se sumergen en la capa de la cual Quito (sobre lo que se habían acumulado docu- nacieron. mentos discutibles y contradictorios [CAP.5], de En el caso específico del litoral sudamericano del valor puramente jurídico, e insignificante frente a Pacífico, el mismo coincide con la separación las relaciones de fuerza con sus contendientes). entre la gleba oceánica llamada “de Nazca” y la Según Ecuador, su soberanía habría debido al- continental y, por lo tanto, la mayor actividad canzar la orilla del río Amazonas, incluyendo las tectónica – terremotos, volcanes y orogénesis – cuencas de los ríos Caquetá y Putumayo (hoy de se concentra ahí. La interacción entre estas dos Colombia) y Marañón (del Perú), así como toda glebas explica el enroscamiento del margen con- la parte navegable de los ríos que desembocan tinental estable, para formar cadenas de monta- en el mismo Marañón, lo que habría significado ñas con dobleces, que ahora constituyen los pi- más de un millón de kilómetros cuadrados. Cer- cachos orientales de los Andes; explica además cenado en seguida por Brasil, Colombia y Perú (y el acrecentamiento continental de la parte occi- no sólo en el oriente, sino, aunque en cantidad dental de Sudamérica. mucho menor, en la sierra y la costa), las reivin- 2 La tercera cadena de montañas – que en Colom- dicaciones de Ecuador venían a cubrir un territo- bia y en el Perú es prácticamente tan alta como rio reducido a 714.000 Km2. Imposibilitado de las otras dos – en Ecuador es atrofiada y se en- imponer su voluntad, en 1850 parecía haber en- cuentra en la región oriental; no se la considera contrado su equilibrio en 355.000 Km2. Con la una verdadera cordillera andina porque – así co- guerra de 1941, la mayor parte del oriente (y la mo ocurre con los otros sistemas de montañas de NOTAS / 29

zona de Túmbez en la costa) pasó definitivamen- Las Galápagos (es el nombre que, en todo caso, te al Perú, quedándole al Ecuador como superfi- hoy prevalece) fueron ocupadas por Ecuador en cie total los actuales 270.000 Km2. 1832 [CAP.6]. Pero ya antes habían sido visitadas 6 Ya desde mediados del siglo 16 los españoles se por los quechuas [CAP.3] y por los conquistado- establecieron en la vertiente oriental de los An- res españoles [CAP.4]; fueron luego base de ope- des y fundaron ciudades como bases de los lava- raciones de piratas y bucaneros y, más tarde, de deros de oro, siguiendo los métodos que apren- las balleneras europeas. El territorio comenzó a dieron de los pueblos autóctonos. En el oriente ser estudiado en 1835, por la expedición cientí- se explotó la zona del río Santiago hasta la gran fica llegada con el bajel británico “Beagle”, de la rebelión de 1599 de los indios esclavizados que formaba parte Charles Darwin. Los estadou- [CAP.4]. Durante el resto del período colonial la nidenses la usaron como base en el Pacífico du- explotación de oro se concentró en la costa, en rante la Segunda Guerra Mundial [CAP.6]. las minas de Portovelo, aparte las empresas indi- 8 Un buen ejemplo de las transformaciones ocurri- viduales de quienes nunca cejaron de ir a la sel- das en un ambiente de aislamiento geográfico va en busca de “El Dorado” [CAP.4]. Con la inde- como éste nos lo ofrecen los pinzones estudiados pendencia se suspendió toda explotación minera por Darwin. Tienen su origen en una común for- durante cincuenta años, para reanudarse en ma ancestral que emigró a las islas cuando ahí 1880; pero, sin lograrse más los resultados del no existían competidores representados por las pasado. aves de canto. De la forma original se desarrolla- 7 “Galápagos” es el nombre dado a las islas por el ron pájaros con diferentes hechuras de pico, con cartógrafo Ortelius (Abraham Wortels), en 1574. el objeto de adquirir una especialización alimen- El nombre oficial del archipiélago, como territo- ticia que les permitiera convivir juntos. Ahora rio (y desde 1973 como provincia) es el de “Co- existen por lo menos 13 tipos bien definidos de lón”, impuesto en 1892, por el cuarto centenario pinzones de Darwin, de los que algunos son gra- de la empresa de Colón (Cristoforo Colombo); a nívoros, otros insectívoros, otros vegetarianos o cada isla, también fue dado un nombre que re- de alimentación mixta y existe incluso un pin- cordase dicha empresa, reemplazando cada uno zón–carpintero que, semejante a un pájaro car- de los que, en lengua inglesa, había aplicado pintero, picotea insectos de las ramas. previamente el bucanero William Cowley.

2 DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS

Hasta aquí ha sido examinado el alucinante; la de las fieras en lucha por la ambiente natural de Ecuador como se pre- existencia, la del río impetuoso que cava senta hoy, después de que el hombre, en valles, propiciando la fecundidad de la se- ciento y más generaciones, ha contribuido milla y creando pastos y bosques. Y la del a alterarlo. Hay que tratar de imaginar por agua bajando torrencialmente la pendien- un momento el mismo territorio, con sus te, por ambas vertientes de los Andes, ha- marcadas heterogeneidades, como debió cia las selvas ávidas de agua y de sol, con haber sido hace varios milenios, antes que la vida vegetal y animal proliferando vio- el hombre llegara para labrar esas zonas al- lentamente, con las víboras y los caimanes, tamente agrícolas de cultivo de la patata, o los papagayos, confundiéndose en aquel del maíz, de la quinua y otros cereales, verde encendido, hasta llegar a las aguas que le permitieron ponerse al abrigo ya del mayor océano o a las de los innumera- fuera como individuo, ya como especie. bles ríos que forman el más grande sistema El territorio es un alternarse de valles hidrográfico del planeta. y montañas entrecruzados, con cortes pro- En un dominio tal de la Naturaleza fundos a los que se contraponen bruscos parecería no haber sitio para el ser huma- planos inclinados, casi verticales, desde las no. Para afrontar y domar a su favor tan tre- cimas blanqueadas y los picos de aire rare- mendas fuerzas y obstáculos, él tuvo en facto hasta las profundas incisiones. Allí se primer lugar que desembarcar en las pla- intercalan elevadas mesetas y páramos ba- yas, después de haber cruzado el Pacífico, rridos por el viento, y todo está bañado por proveniente de tierras lejanas (¿Mesoamé- los dorados rayos solares, que convierten rica?, ¿Oceanía?). Tuvo luego que superar los montes en un crisol, mientras que llo- tremendos obstáculos: atravesar la exube- viznosas sombras color de la pez hacen rante vegetación de la selva pluvial de la que en las simas anochezca durante el día. costa, escalar la desmedida muralla andina Tan fantástico paisaje – observable hoy y, llegando a las mesetas, buscar los luga- con los ojos y el oído de la mente – atesti- res de clima más favorable, capaces poten- gua las dolorosas convulsiones tectónicas cialmente de prolongar la vida y permitir y el feroz combate de los elementos. su multiplicación. Solitario aparece, y al mismo tiempo A las gentes arribadas por mar se poblado por la sombra fugaz de un cóndor añadían otras que, a pie y superando aná- y por diferentes voces: la del volcán con su logas dificultades, procedían de sitios re- ruido sordo; la del árbol con sus hojas a la motos del continente, impulsadas por el merced del viento; la del pájaro y del in- progresivo incremento, allá, de masas hu- secto; la de la lluvia pertinaz con su trueno manas que exigían nuevos espacios. Algu- 32 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS nas también – adaptadas ya por generacio- No es posible trazar un cuadro his- nes a la vida de la enmarañada cuenca tórico–geográfico preciso del proceso de amazónica – escalaron la cordillera orien- población del territorio ecuatoriano, como tal y convergieron en las mesetas del calle- pasa siempre con las culturas pre–litera- jón interandino. Esos varios pueblos porta- rias; hay que añadir que muchos rastros dores de culturas diferentes juntaron pues, que habrían podido perdurar, se han perdi- ignaros, sus fuerzas, para consolidar nue- do definitivamente por dos motivos: el pri- vas poblaciones, las que convirtieron los mero es que los Incas, durante su domina- impracticables Andes en zonas altamente ción, trataron de borrar las tradiciones de agrícolas. los pueblos sometidos [CAP.3]; el segundo Los primeros vestigios de instalacio- es atribuible a los forzosos límites científi- nes humanas en la sierra se remontan a cos de los cronistas españoles y de los es- unos 10 mil años, cuando pequeños gru- tudiosos que por varios siglos desatendie- pos de cazadores nómadas se asentaron en ron dichos rastros, fascinados por la mag- las faldas del volcán Ilaló, en la hoya del nificencia de la civilización incaica. Guayllabamba, y allí vivieron por unos 5 Se sabe, eso sí, que se produjo el de- mil años: con la oxidiana fabricaban herra- sarrollo de numerosos pueblos bien dife- mientas, como cuchillos y flechas, iguales renciados culturalmente, ya sea por su ori- a las que se han encontrado en otras partes gen como por la particular conformación del continente. Mientras tanto ya en la cos- geográfica del territorio en zonas morfoló- ta se producían las primeras cerámicas. Pe- gicas y sub–zonas bien diversas [CAP.1], ro los grupos humanos más numerosos lle- con el aporte, además, de estímulos varia- garon en sucesivas oleadas entre –1800 y dos. Una tal diferenciación fue mayor en la –500, desde los varios puntos cardinales, sierra, por el aislamiento de las hoyas que, con un cierto retraso respecto a otros pue- para los primeros grupos sedentarios, re- blos andinos, ya sea al norte, ya al sur del presentaban mundos cerrados. Con la evo- área considerada. lución del ayllu1 y luego de la tribu, se pa- El hecho de haberse poblado antici- só al nivel de confederación de tribus (lla- padamente territorios sureños, en el Perú madas, con buen criterio, “naciones” por actual, por hombres originarios de Mesoa- aquellos españoles que pudieron ser testi- mérica, que ignoraron (o evitaron) al Ecua- monios) y de conglomerados aún mayores. dor, se explica por la mayor facilidad de Durante las primeras invasiones incaicas, a desembarcar en las costas áridas al sur del mediados del siglo 15, ya se habían forma- golfo de Guayaquil; un tal comportamien- do (en lo que hoy es Ecuador) algunas po- to queda válido también para los que pu- tentes confederaciones, en el ámbito de dieron haber llegado de Oceanía. (Así más numerosos estadillos, cuyo número total tarde Pizarro, después de varios intentos fue estimado por Juan de Velasco en varios infructuosos, escogería [CAP.4] desembar- centenares, entre grandes y pequeños, in- car cerca de la zona seca y desértica de dustriosos y guerreros, de agricultores y de Túmbez, no expuesta a los peligros de la pescadores. La geografía política del terri- selva). torio variaba constantemente en tal condi- GEOGRAFÍA POLÍTICA EN VÍSPERAS DE LAS INVACIONES INCAICAS / 33 ción de extremo dinamismo, debido a con- más tarde ante los incas), o el de los aya- quistas, secesiones, alianzas, reconquistas, huacas, cajas, cascayuncas y huancabam- deterioro y desaparición de algunas cultu- bas, del sur, todos los cuales están ya por ras, nacimiento de otras. caer bajo las armadas incaicas [Cap.3]. En la costa se nota mayor fluidez, Geografía política en vísperas de las siendo más numerosas la tribus que con- invasiones incaicas servan un elevado grado de independen- cia, aunque jamás consiguiendo – ni posi- Para un estudio de las poblaciones blemente deseando – unirse entre ellas ba- pre–incaicas, que puede sólo ser aproxi- jo un poder central. Las tribus huancavil- mado, hay que trazar el posible mapa que cas están formalmente confederadas, pero se habría obtenido a mediados del siglo cada una se gobierna autónomamente, y 15, con base en los datos hoy conocidos tan sólo en tiempo de guerra reconocen un (sobre todo por mérito de Juan de Velasco). mando unificado. Por lo que se refiere a Observando dicho mapa en la página si- los caraques y los mantas, estas tribus tie- guiente, se constata que para esa época ya nen en común sólo lazos culturales y en se habían desarrollado unos “Estados” rela- ningún caso políticos. Las tribus de los ata- tivamente vastos, de los que algunos lo- cames han caído ya bajo el dominio de los grando ya someter a numerosas tribus y caras de la sierra, pero en la práctica mu- confederaciones. Formadas todas éstas au- chas quedan independientes, particular- tónomamente, se originaban en aquellos mente las que viven lejos del río Esmeral- grupos de nómadas llegados de las varias das, protegidas por la selva. En las proximi- direcciones, y convertidos en sedentarios dades del golfo de Guayaquil algunas tri- al encontrar lugares potencialmente fértiles bus han sido dominadas por las cañaris de y de clima adecuado la sierra, mientras que otras, como los ma- Echando una mirada de conjunto al chalas, los poceos y los pequeños pero hipotético mapa, se nota que los pueblos aguerridos mayavilcas y tumbes, conser- de la sierra están ya, en su mayoría, some- van su independencia. Los punáes, prote- tidos o absorbidos por el poder central de gidos en su isla de las influencias externas, los más poderosos, como son los cara– pu- representan un mundo aparte, compuesto ruháes (unidos ya durante la época en de mercaderes ricos y de saqueadores de cuestión) o los cañaris, o los zarzas. Se dis- las costas, que hacen y deshacen sus alian- tinguen también algunos menores: chim- zas según las conveniencias del momento. bos, tiquizambis, lausíes, paltas, los que En la extremidad meridional del mapa se han quedado independientes, aunque ubican las tribus de los calbayes y de los siempre bajo la influencia de sus vecinos paitas, que, como es el caso de las de la más fuertes. Hay, en fin, pueblos decidida- sierra a la misma latitud, en la época están mente pequeños, y sin embargo del todo siendo invadidas por los incas. autónomos, como es el caso de los quilla- En el oriente se presenta un panora- singas del norte (éstos, que consiguieron ma distinto: pequeñas tribus desparrama- resistir a los caras, habrían de sucumbir das, en su mayor parte sin contactos con 34 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS

NOTA: Imposible reconstruir hoy la ubicación de las tribus selvícolas. Bastará indicar aquéllas que menciona Juan de Velasco, quien, con base en a sus lenguas matrices, las cataloga en más de 40 grupos étnicos, que comprenden no menos de 150 grupos de tribus con dialectos diferentes, que aquí se incluyen entre paréntesis. Son los siguientes: abunalas, aguanos, aguaricos (acanecos, becabas, chavelos, chufias, neguas, tamas) asisuaris, andoas (chudavinas, frascavinas, guazagas, macavinas, muratas, pavas, pinches, quirivinas), avijiras (cungíes, nevas, yurusnías), cabuaches, cahu- mares, campas (amjeguacas, curanas, manúes, nanerúas, remos, sepaunabas, nesahuacas, tasias, unibuesas), cunives, chamicuros, chayavitas (ca- huapanas, chonchos, paranapuras), chepeos (aguanagas, chais, chepenaguas), comaves (cuinúas, inuacas, ruanababas, zepas), “encabellados” (an- cuteres, guajoyas, guasitayas, güencoyas, neocoyas, paratoas, puequeyás, yairazas, yapúas, yashos), gaes, ibanomas, icahuales, ilurus, iquitos del río Tigre (aicores, ayacores, eriteynes, himuetacas, nerecamús), iquitos del río Nanay (“blancos”, huasimoas), itucales, jíbaros, mananabobos (cau- sabatayes, haguetis, manabamalos, manamabúas, pachictas, taguacúas), mainas (humuranas, rimachumas, simarrones, ungumanas, imaschauas, ipa- puysas), muniches (churitunas, otavanis), omaguas (cocamas, cocamillas, umayales), pandaveques, payaguas (bitocurus, zeoqueyas, ziocoyas), pi- ros (cusitinabas, manatinabas, mochoves, uparatinabas, ispilos), putumayos (achives, yetes, yuequeyás, zías), romainas (chapas, “coronados”, cuy- res, miscuaras, paparras), simigás del río Curaray (aracas, ginoris, napotoas, nepas, oas, iginoris, incuris, inuris, zapas, zaparas), ticunas, ugiaras (au- naras, unonos), urarinas (mayorunas, musquimas, tapichis, isujalis), jéberos (cutinamas, tiputinis, tibilos), jitipos (manoas, manos, “pelados”), ya- guas, yameos (alabenos, amaonos, ardas, masamás, miguianos, nahuapos, napeanos, parranos), yarapas, yurimaguas, itucales (eyeyes, isibas). Aun- que se ignore su grupo lingüístico, hay que mencionar además a las siguientes tribus: amasibuines, cascayocas, lamas, maparinas, motilones, pati- bas, suchichíes, tabalosos. Quedarían todavía otras más, de las que faltan datos precisos, pues parece que en la época de Velasco ya se hubiesen extinguido: ataguates, atuaras, calzas, singacuchuscas, guibas, quilibitas, uspas, yurimos, yzas, zeunas. LOS PUEBLOS DE LA COSTA / 35 los pueblos de la sierra. Aquí se indican fundan una colonia donde hoy se encuen- aquellos agrupamientos – de “quijos” (de- tra Bahía de Caráquez. El nombre mismo nominación genérica dada luego a varias de Caráquez podría significar la ciudad de tribus muy distintas); de “pacamores” (o los “caras”, o sea de los “varones por exce- “brancamoros”, como dirían los españo- lencia”; podría también haber tomado el les); de “jíbaros” (nombre también puesto, nombre del jefe de la expedición, Carán despectivamente, más tarde) – cuyos con- Shyri. Dispersándose, varios grupos se es- tactos son más bien frecuentes con las po- tablecieron en algunos sitios de la costa, blaciones serranas en lo que se refiere a desarrollándose principalmente en Ataca- simples intercambios comerciales. Protegi- mes, cerca de la desembocadura del río Es- dos como están por su escudo de vegeta- meraldas, y en Sumpa, por la puntilla de ción, se desalienta cualquier intento de in- Santa Elena. En efecto, a esas costas llega- vadirles. Serán precisamente esas tribus las ron navegantes que se detuvieron atraídos que no sucumbirán ni a los incas ni por por un mar tan rico en peces. Pequeños mucho tiempo a los españoles, y cuando al grupos eran los que habían escogido tales fin esto se verificará con algunas, sabrán lugares, los más salubres, donde hallazgos resistir con tremendas rebeliones [CAP.4]. arqueológicos nos muestran cerámicas de Ni siquiera del Ecuador republicano hace 8 ó10 mil años. De la cultura conoci- (como de los países vecinos) puede decir- da como Valdivia (no lejos de Santa Elena) se que, hasta hoy día, haya hegemonizado son sintomáticas las figurillas femeninas, toda la selva que cubre su territorio. Y en la con caras lindas y graciosos peinados, y parte bajo control, no bastando el uso de extraordinariamente trabajadas. simples soldados armados, ha tenido que Solamente hacia –1800 se llegó a un utilizar medios más sofisticados y eficaces, salto de calidad, con la cultura de Chorre- como el de introducir misioneros, quienes, ra que creó motivos decorativos funda- en nombre de la inefable civilización cris- mentales, para ser de inspiración, durante tiano–europea, no han escatimado medios siglos, para las culturas posteriores, las para “civilizar” a los pueblos de la selva, mismas que, en diferentes puntos de la imponiéndoles su Dios y su moral, al pre- costa, autónomamente, se desarrollaron cio de un brutal etnocidio y genocidio. durante el milenio comprendido entre Después de esta mirada de conjunto –500 y +500. Entonces se produjo una ver- a nuestro mapa, conviene pasar a exami- dadera revolución tecnológica, con la uti- nar en detalle los pueblos que poblaban el lización artística de los materiales más di- territorio antes que los incas y los españo- versos, desde la madera y la piedra hasta les llegasen para trastornarlo todo. los metales, incluidos el oro, la plata y el platino. Los pueblos de la costa En estas poblaciones aparece un in- tento de estructuración urbanística y se dío Las tradiciones rememoran hombres gran impulso a la navegación, fluvial y ma- que llegan desde el sur en balsas de tron- rina. Tal vez se establecieron contactos y cos atados entre sí con sogas y juncos, y se produjeron mutuas influencias con cul- 36 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS turas lejanas del Pacífico: el hecho, por corriente de Humboldt, a los insectos por- ejemplo, de que no pocas figuras de arcilla tadores de enfermedades, especialmente se parezcan mucho a las de los mayas ofre- durante la estación de las grandes lluvias, ce motivo para pensar que pueda haber al- que comprende la mayor parte del año go más que simples convergencias. Algu- [CAP.1]. nos estudiosos creen encontrar también Mujeres y hombres vivían desnudos, puntos de contacto con pueblos de Ocea- con el cuerpo pintado de negro o, para nía y aun de Asia: objetos “exóticos”, co- nuestros ojos, caprichosamente tatuado. La mo habitaciones con techo en forma de costumbre humana de vestirse y engala- pagoda, cabezales, ornamentos persona- narse no tiene sólo el simple propósito de les, recuerdan las formas asiático-orienta- tapar y proteger, pues se basa, además, en les, que confirmarían la teoría, más de una la exigencia de intercambiarse señales re- vez acariciada, de la llegada de coloniza- lativas a ciertas constantes aspiraciones del dores desde el norte del Japón (del grupo individuo – desde la impulsión de gustar al étnico de los aínos) hasta las costas suda- otro sexo hasta la de asumir con el hábito mericanas, ya por el año –3000. la personalidad deseada – de “disfrazarse”, Para la época que aquí interesa, o eso es, para obtener al mismo tiempo una sea hacia el año de 1450, la población se identidad bien reconocida por todos. A los encuentra ya distribuida por toda la costa, vestidos muy bien se pueden substituir, con tribus y grupos de tribus bastante dife- con el mismo propósito, otras modalidades renciados, no solamente por su desarrollo de “disfraz”, como las pinturas y los tatua- autónomo, sino también por los intercam- jes. En el caso de los atacames selvícolas, bios más bien continuos – basados en el podría ser que las pinturas en el cuerpo tu- comercio o la guerra – con los pueblos de viesen razones bien precisas de protección la sierra. contra el calor, los insectos o algún otro fastidio (cabe un ejemplo: desde tiempos \ \ \ remotos algunos pescadores japoneses Al norte estaban las tribus denomi- usan tatuajes de color amarillo, para repe- nadas genéricamente “atacames”, algunas ler a los escualos). diseminadas por la selva pluvial, que vi- El “vestuario” de los atacames se vían en pequeñas aldeas de chozas agru- completaba con adornos de oro: pendien- padas y cultivaban la tierra; otras, que se tes, aros para la nariz, clavos introducidos dedicaban a la pesca, o a la producción de en la cara a través de agujeros hechos ex- sal, o a la búsqueda de oro, residían a ori- presamente en ambas mejillas; a veces se llas del mar o de los ríos y practicaban el ponían sartas de granos de oro alrededor comercio para la adquisición de productos del cuello, en los brazos, en las piernas. alimenticios o de quincallería. En cierto No faltaban quienes llevaban alguna pren- sentido se encontraban favorecidos por su da de vestir: para los hombres consistía en relativo aislamiento físico y social,2 debido una especie de camisa, que cubría sólo la a las dificultades de comunicación, al ca- parte superior, hasta la cintura; para las lor tropical de una zona no mitigada por la mujeres, en una faja de algodón envuelta LOS PUEBLOS DE LA COSTA / 37 estrechamente al tórax, también con la muchos pueblos sudamericanos tuviesen parte inferior quedando descubierta. Los origen caribe; actualmente se cree más varones se cortaban el cabello, curiosa- probable que se trate de lo contrario, o sea mente, en forma de escudilla; lo teñían con que las islas de las Antillas fueron pobladas un jugo rojo, obtenido de las semillas de también por gentes que, en oleadas sucesi- achiote, para, al secarse, hacer del pelo un vas, llegaron de la selva pluvial a través del casco rígido, que adornaban con una cin- Orinoco. tilla de plumas blancas (igual peinado usan Aquellas tribus atacames estableci- aún hoy los pueblos “colorados” [CAP.7], das más cerca del río Esmeraldas se ha- sólo que, con nuestra sociedad de consu- brían alterado con respecto a las otras en mo, en vez de las plumas hay una vuelta sus modos de vida, y esto por la presencia de algodón hidrófilo). de los caras de la sierra, con los que man- Por lo que se refiere a las creencias tenían intenso comercio y por los que de religiosas, los atacames tenían templos – o hecho eran ya dominados. Más tarde, con sea chozas iguales a sus viviendas, aunque los incas, la localidad de Atacames se con- tal vez más grandes – donde se veneraban vertiría en aquel centro bien reglamentado, imágenes, siempre en parejas, de “carne- con calles cortadas perpendicularmente, ros” negros (así refieren las crónicas; pero que debía maravillar a los españoles los carneros llegaron con los europeos: ¿se [CAP.4]. trataría más bien de llamas o, mejor, de lla- mingos?), y en honor de dichas imágenes \ \ \ se quemaban resinas, para producir aro- Más al sur, las varias tribus de cara- mas fragantes. A veces se ofrecían sacrifi- ques, mantas y huancavilcas presentaban cios humanos: las cabezas de las víctimas características divergentes de las de los se guardaban en los mismos templos, redu- atacames y entre ellas mismas, por las cidas al volumen de un puño, como la transformaciones causadas con el pasar del tsantsa,3 costumbre ésta que algunos pue- tiempo y por el clima más mitigado, así co- blos amazónicos han mantenido hasta mo por las nuevas culturas llegadas del nuestros días. mar y de la cordillera. Se habían vuelto Vestuario, costumbres religiosas y más belicosas, con costumbres sexuales varias otras peculiaridades indican un pa- tortuosas y reprimidas, a lo que habría po- recido no solamente con los habitantes de dido influir, en parte, la mayor densidad de la Amazonía, sino también con otros pue- población o el tener que disputarse tierras blos americanos del litoral – ya sea del Pa- fértiles con las tribus rivales; en parte, tam- cífico, o del Atlántico – que se encontra- bién, la confluencia con otros pueblos pro- ban al norte de la línea ecuatorial, en coin- venientes de lejos, portadores de elabora- cidencia con la entonces más vasta selva dos principios culturales y religiosos. pluvial, llegando hasta Florida. Lenguas Los sacrificios representaban casi afines, o cuanto menos maneras similares una constante para todas estas tribus. Entre de expresión, hermanan a todos ellos. Has- las víctimas se contaban mujeres y niños, o ta hace pocos decenios se pensaba que prisioneros de guerra. Más que el acto for- 38 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS mal de muerte (obtenida por degollación puesto en círculo las mencionadas sillas y con un pedernal) contaba para ellos el en- columnas. Debía ofrecer una vista panorá- tero proceso en sí. Descuerada con mucha mica de rara belleza, en el horizonte que habilidad, curtían la piel y la convertían en se extiende desde el mar infinito hasta la una envoltura, que llenaban con paja y ce- muralla de la cordillera, para completar el niza, para darle forma y consistencia; la magnífico paisaje con campos, montañas y colgaban junto con la cabeza de la víctima bosques recorriendo de norte a sur. en una especie de cruz colocada a la en- Precisamente en esas cimas se cum- trada del “templo”, bien visible a los “feli- plían los sacrificios: las víctimas humanas, greses”, como trofeo religioso. Dicha en- embriagada previamente, eran degolladas trada se dirigía siempre hacia el este, y la por los sacerdotes con un pedernal y des- puerta consistía en una tela blanca. Los cueradas. Los sacerdotes, en permanencia ídolos – entre algunas tribus caraques o perpetua en los lugares de sacrificio y en mantas – eran de piedra, o sino de made- los templos, se vestían de blanco, condu- ra, y representaban culebras, varios anima- cían vida retirada y se ocupaban en prede- lejos o unas formas humanas vestidas con cir el futuro. Entre los templos más célebres lo que a nosotros aparece como un traje ta- cabe mencionar los de Manta y los de las lar. Entre los ritos religiosos de esos pue- islas hoy llamadas La Plata y Santa Clara. blos hay que recordar la curiosa costumbre En Manta se veneraba a la diosa Umiña, de los huancavilcas de quitarse los dientes representada por una voluminosa esmeral- incisivos superiores (la etimología de la pa- da que el oficiante, tomándola reverente labra “huancavilca” indica precisamente con un paño blanco, aplicaba sobre el eso). cuerpo de los peregrinos, enfermos que Los mantas tallaban la piedra para iban a esta Lourdes ante litteram para sa- sus construcciones y para elaborar los ob- narse de sus achaques y que, como com- jetos de culto. Abundan en su repertorio fi- pensación, tenían que ofrecer una dádiva a guras de animales, o de hombres y muje- la diosa, preferiblemente esmeraldas, que res, o pirámides cuadrangulares truncadas, a Umiña, madre de esas piedras preciosas, o columnas también cuadrangulares de agradaban sobremanera. más o menos un metro de altura, a menu- En la isla de La Plata se adoraba al do trabajadas en alto relieve. Hay, además, Mar: en festividades especiales llegaban sillas de piedra sin espaldar, en forma de grupos de balsas colmadas de fieles para “U” y apoyadas sobre cariátides acurruca- participar en las celebraciones: se ofrecían das, de considerable realismo. Muchos ha- copas de oro y de plata, finos tejidos y llazgos arqueológicos provienen de Cerro otros objetos de valor. En la isla de Santa de Hojas, entre Portoviejo y Montecristi. Clara (normalmente deshabitada, al igual En esa zona de la provincia de Manabí hay que la de La Plata) el ídolo era, en cambio, una llanura donde están agrupadas algunas una estatua de piedra con figura humana colinas de forma cónica regular, constitu- de cabeza alargada, según la costumbre de yendo un mirador con múltiples puntos de los mantas (y de otras tribus de la costa y observación: en cada cima se habían dis- del oriente, e incluso de los paltas de la LOS PUEBLOS DE LA COSTA / 39 sierra) de deformar la cabeza.4 Allí se han gunas tribus habían desaparecido, sobre hallado pequeños objetos con formas de todo en las montañas costeñas, donde los miembros humanos, como brazos, piernas, incas se encontraban más a gusto que en senos, etc., que probablemente debían ser las tierras bajas. Es iluminante el caso de las ofrendas de los devotos para los ídolos, los pichunsis, de los que a Huayna Cápac por lo que Santa Clara bien podría haber [CAP.3] no gustó ni su “pereza”, ni su senti- sido uno de los lugares donde acudían los do de libertad, ni el hecho de que, al pare- enfermos. cer, fuese muy difundida entre ellos la ho- Unas tribus enterraban a los muertos mosexualidad. Trató con la fuerza de co- en grandes vasijas de barro;5 otras, cava- rregirles y, no lográndolo, los borró del ma- ban fosas cuya profundidad aumentaba pa. con el elevarse de la jerarquía del difunto. Junto a un jefe podían ser enterradas tam- \ \ \ bién una o dos mujeres, precisamente las En la isla Puná convivían varias tri- que él más había amado, así como los ob- bus, cada una gobernada autónomamente jetos necesarios para el gran viaje, no ha- por un jefe reconocido por derecho heredi- ciéndole faltar siquiera un gran jarro de tario. Estas tribus estaban confederadas en- chicha, para llenarlo, cada vez que fuere tre sí y se aliaban a menudo con algunas menester, a través de un carrizo emergente del litoral (de huancavilcas o de mantas) y del suelo. aun con las que se encontraban a orillas Los trajes eran de tejido de algodón del Guayas, río que los punáes navegaban o de lana vegetal. Las casas se fabricaban aguas arriba. Para las cuestiones importan- elevadas sobre estacas en el terreno, con tes de gobierno o de guerra todas las tribus paredes de caña y techo de paja, iguales a reconocían a un único jefe. las que, aún hoy día, se pueden encontrar Sus templos eran construidos siem- en varios sitios de la costa. pre en lugares apartados y sombríos. Ado- El poder de los jefes se transmitía de raban al dios Tumbal, cuyos altares estaban padre a hijo, y estaba en vigor la poliga- habitualmente teñidos con la sangre de los mia, limitada solamente por las posibilida- prisioneros de guerra, que jamás faltaban; des económicas. La virginidad en sí no era se consagraban también animales, vesti- apreciada, por lo que el marido prefería dos, joyas, flores. que su nueva esposa hubiese sido ya des- Conocían bien el arte del dibujo y la florada por algún pariente de ella. pintura, representando en las paredes de Todos estos pueblos de la costa su- los templos escenas terroríficas, según lo frieron con la llegada de los incas, pues ja- que pudieron atestiguar los conquistadores más aceptaron someterse. La tenacidad españoles que visitaron la isla [CAP.4], poco con la que los huancavilcas resistieron a antes de los crímenes que ellos mismos ha- los invasores es proverbial y todavía hoy brían de perpetrar. representa para los guayaquileños un sím- Los punáes eran hábiles comercian- bolo de libertad. De parte de los españoles tes y exportaban sus productos – pescado, prosiguió el exterminio, pero cuando ya al- perlas, sal reducida a pasta – no sólo a va- 40 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS rios sitios del litoral, sino también en plena jo de las embarcaciones, a los españoles sierra. Navegando Guayas arriba, llegaban tocaría hacer experiencia directa [CAP.4]). hasta el territorio de los chimbos, con los que mantenían buenas relaciones; de ellos \ \ \ importaban algodón, lana hilada, oro, pla- A estos pueblos al norte del golfo de ta y chaquira (granos multicolores para en- Guayaquil – huancavilcas, mantas, cara- sartar). Puede decirse sin lugar a dudas que ques, atacames – se los reconoce, por cul- los punáes fueran entonces el pueblo más tura, arte y lengua, como afines a los chib- opulento de la costa, de lo que hacían os- chas y a las tribus caribes. En cambio esos tentación, con su engalanarse cargados de otros pueblos, que en el mapa encontra- pendientes, brazaletes, collares; vestían mos más al sur, pertenecen, étnica y cultu- con capas de matices vivísimos, y sus pei- ralmente, al grupo de los mochicas. Éstos nados eran agraciados, con el empleo de (como se dirá al tratar de los pueblos meri- hilos o sartas de chaquira, que se ceñían dionales), después de haber influenciado dándoles varias vueltas alrededor de la ca- un inmenso territorio en la faja costera del beza. actual Perú, difundieron sus bases cultura- Cuando moría un jefe, sus mujeres les a pueblos lejanos, incluyendo a los ca- se cortaban el cabello al rape en señal de ñaris y a los puruháes de la sierra ecuato- congoja; durante muchos días debían llo- riana. Ya las mismas condiciones ambien- rar y demostrar su enorme dolor. En vida tales de las dos zonas consideradas presen- estos jefes eran extremadamente celosos, tan características muy diferentes [CAP.1]: por lo que encerraban a sus esposas en un selva exuberante al norte y clima seco y harén, cuyos guardianes, a más de la com- desértico al sur del golfo. Por lo tanto, de pleta emasculación, debían sufrir el corte los pueblos meridionales de la costa se tra- de las manos. tará junto con los meridionales de la sierra, Como guerreros eran temibles: em- con los que pueden encontrarse muchas pleaban hondas, porras, largas picas arro- afinidades. jadizas y lanzas con punta de oro. Pero su mayor fuerza consistía en la admirable ha- Expansión del territorio de los caras bilidad como navegantes: asaltaban de sor- presa a las poblaciones de la tierra firme y Los caras nacen tradicionalmente regresaban en seguida, con prisioneros y como una simple tribu que, llegada de la botín a su isla, fortificada con muros de costa, logró dominar a pueblos que ya mu- piedra bien construidos, muy adecuados cho antes se habían establecido en la hoya para la defensa, aunque también para el del Guayllabamba, para luego irse expan- ataque de eventuales enemigos que hubie- diendo con la conquista de otros pueblos, sen tratado de acercarse con balsas. A és- hacia el norte y hacia el sur. Los caras se tos se les permitía arrimarse lo suficiente consideraban descendientes de aquel gru- para que cayeran en la trampa, atacándo- po de hombres (antes mencionado) que les de improviso y simultáneamente desde habría desembarcado en Caráquez bajo la varios puntos. (De tal destreza en el mane- guía de Carán Shyri y que, dispersándose EXPANSIÓN DEL TERRITORIO DE LOS CARAS / 41 en las varias direcciones, fundaron colo- un grupo humano de poca consideración nias como Sumpa y Atacames. Las leyen- numérica, sin territorio fijo y sin posibilida- das insinúan que los colonos de Sumpa des de un desarrollo cultural autónomo. Se podrían haber sido no sólo los fundadores puede hipotizar que, al igual que los incas de Quito, sino también del Cuzco.6 (o en relación con ellos, si la leyenda de un Por lo que se refiere a los caras de Manco Cápac de Sumpa tiene algún funda- Caráquez, el hecho de que abandonaran mento),7 los caras provinieran de Mesoa- ese lugar, otras leyendas lo atribuyen al te- mérica y fuesen portadores del maíz y de mor por los gigantes que, se relata, vivían una civilización consagrada al Sol, o por lo cerca de Manta. Es más plausible pensar menos de los rudimentales recuerdos que que, encontrando malsanos aquellos para- conservaban. En la síntesis transcultural jes, se hubiesen dispersado en busca de entre quitus y caras se produjo algo análo- tierras mejores. Y entre los que viajaron ha- go a lo que acaeció [CAP.3] entre los que- cia el norte, en un primer momento algu- chuas del Cuzco y los incas, pequeño gru- nos se establecieron en Atacames; nave- po humano, éste también, que allí llegó gantes como eran, acabaron por subir el con mucho atraso. Los quitus – como los río Esmeraldas hasta donde desembocan el quechuas – debían representar la base po- Tocachi y el Blanco. Llegar a la hoya del pular trabajadora del grupo humano que Guayllabamba, atravesando el corte de la empezaba a desarrollarse; los caras – co- cordillera, no debió constituir para ellos mo los incas – eran aquella minoría aristo- empresa muy dificultosa. crática, de casta y de clase, que debía asu- Los caras encontraron pueblos mon- mir las funciones dirigentes. tañeros de agricultores, conocidos por no- Juan de Velasco sitúa la época del sotros genéricamente como “quitus”, de desembarco de los caras entre los años 700 los que se ignora cuanto tiempo atrás se es- y 800, mientras que el choque con los qui- tablecieron allá, y si se trataba de tribus de tus comenzó, oficialmente, en 980. Los ca- un mismo origen común o si representaban ras, aunque menos numerosos, prevalecie- ya una fusión de grupos heterogéneos. Hay ron por sus mejores armas y por una supe- indicios de que los quitus se hayan juntado rior organización política y social. En los previamente, hasta confundirse, con los primeros tiempos sometieron a algunas tri- panzaleos, herederos de la cultura más an- bus establecidas en la hoya del Guaylla- tigua de la sierra, la de los cazadores nó- bamba. Pero la resistencia duró largo tiem- madas ya mencionados, que moraron en po, porque los quitus lograban mantener las faldas del volcán Ilaló hace unos 10 mil una cierta cohesión para combatir contra años. los extranjeros. Según Velasco, el nombre Los caras, dispersados en varias di- de “Quito” no debió tener origen en el recciones, es probable que siempre encon- Quitumbe de la leyenda relatada en la No- traran poblaciones organizadas y más nu- ta 6, y se identificaría más bien con el últi- merosas que ellos, con las que se fusiona- mo jefe de las tribus unidas, conquistadas ban. De todas maneras, hasta su llegada a a la postre por los caras, cuya muerte de- la hoya del Guayllabamba, constituyeron bería datarse a muchos años después de las 42 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS primeras invasiones, o sea pasado el año rar en importancia a la de otros productos, 1000. que numerosas generaciones de quitus ha- Es difícil definir exactamente cuánto bían sabido desarrollar anteriormente. de la civilización que había de desarrollar- Los caras eran diestros en tallar las se en Quito pertenece a los conquistadores piedras preciosas, particularmente las es- caras y cuánto en vez proviene de las ba- meraldas, que poseían en abundancia (es- ses culturales de los quitus. Los caras im- to refuerza la tesis de que fuesen prove- pusieron sus leyes, su religión basada en la nientes de Atacames, así como el hecho de veneración del Sol, la Luna y las Estrellas, no haber perdido los contactos con la zo- y un gobierno monárquico absoluto here- na costera, aprovechando de la parte nave- ditario, pero moderado por la aristocracia, gable del río Esmeraldas). Eran hábiles co- que retenía una buena parte del poder; los mo tejedores y más aún como curtidores decretos del shyri en las cuestiones de gue- de pieles. rra o de seguridad del reino debían ser La arquitectura de los caras era ele- aprobadas por el Consejo de notables y, vi- mental, no obstante sus conocimientos pa- ceversa, las deliberaciones del Consejo te- ra construir arcos y bóvedas (como se verá nían que ser sometidas al beneplácito del poco más adelante). Para sus casas em- shyri. El Consejo, el cuerpo de funciona- pleaban la piedra no pulida, aunque supie- rios y las jefaturas militares estaban consti- sen trabajarla, lo que se demuestra por los tuidos exclusivamente por caras, mientras pocos monumentos de los que hay datos: que la fuerza trabajadora y los soldados los templos del Sol y de la Luna (que tal eran todos quitus. vez servían como observatorios astronómi- El derecho de sucesión al “trono” to- cos). El del Sol era cuadrado, adornado in- caba a un hijo varón o, faltando éste, a un ternamente con figuras de oro, y su puerta sobrino, hijo de la hermana.8 El heredero, de entrada se encontraba hacia el este; el designado por el mismo shyri, tenía que ser templo de la Luna era circular, con imáge- aceptado por el Consejo. Esta regla de su- nes de plata, sobre un fondo azul con luna cesión se aplicaba a toda la casta de los ca- y estrellas, para ser iluminadas por la luz ras, incluso para la herencia de los bienes del astro nocturno a través de varios porti- muebles e inmuebles, en una sociedad llos. Los dos edificios tenían por techo un donde hicieron su aparición la propiedad cono de paja. En estos templos se realiza- personal y la posibilidad de acumular for- ban ofertas propiciatorias, sobre todo de tuna. frutos de la tierra; pero algunas tradiciones La actividad principal de la nación citan también sacrificios humanos (que en era la agricultura, y en este campo los qui- el caso de los caranquis de la hoya del tus no debían tener mucho que aprender Chota, al norte, fue certificado por Garcila- de los caras, por lo que se refiere a técnica so de la Vega “el Inca”). Además de los as- y a método. Es lícito, sin embargo, suponer tros, no se sabe cuáles otras divinidades que los caras hayan sido los portadores del fuesen veneradas por quitus y caras. maíz proveniente de Mesoamérica. Tal Otro tipo de monumento que se co- fuente de alimentación pudo pronto supe- noce es la tola. Los caras no enterraban a EXPANSIÓN DEL TERRITORIO DE LOS CARAS / 43 sus muertos, como en cambio sí hacían los orden de plumas multicolores de guaca- quitus. Colocaban el cadáver sobre el sue- mayo en la cabeza y una esmeralda que lo en un lugar escogido fuera del poblado, colgaba de la frente; el de los oficiales, una después de una larga procesión de parien- sencilla guirnalda de plumas, también de tes, amigos y lloronas, que en ciertos tre- colores; para los soldados bastaba un or- chos rehacían el recorrido; alrededor del den de plumas menos llamativo. cuerpo disponían las armas, joyas y obje- La actividad de la guerra fue una tos que fueron predilectos del difunto; ter- constante en la historia de este pueblo y, minada la ceremonia de lloros y peroracio- en los siglos que siguieron a la llegada de nes, fabricaban en torno un muro bajo de los caras a Quito, se sobrepasaron los con- piedra, y el recinto era recubierto por una fines naturales de la hoya de Guayllabam- bóveda capaz de sostener un gran número ba. Comenzaron a avanzar hacia el norte. de piedras, hasta formar un verdadero En una primera fase dominaron a las tribus montículo, precisamente la tola, cuyas di- de poritacus, collahuazus y linguachis; mensiones resultaban directamente pro- luego a las de cayambis y otavalos. Más porcionales a la importancia del extinto. tarde (y en cada ocasión bajo el mando de El matrimonio, para los caras, era un shyri diferente) a los fuertes imbayas, a técnicamente monogámico, ya que a las los huacas y a los tuzas, llegando hasta los varias consortes, fijas o ocasionales, del confines con los quillasingas (que pobla- shyri o de los dignatarios, se anteponía una ban el territorio por donde actualmente se esposa principal. El número de estas muje- halla Pasto, en Colombia, y que serían do- res era ilimitado para el shyri, mientras que minados sólo por los incas, pero mucho para los altos dirigentes parece que la je- más tarde). Todas estas guerras jamás fue- rarquía determinase ciertos límites. Para la ron breves ni definitivas. casta trabajadora de quitus la poligamia no De tales largos tiempos de conquis- estaba permitida; mas en la práctica el ta han dejado constancia las plazas fuertes, hombre podía repudiar a su esposa por las que habitualmente se erigían en los nuevos razones más banales, y reemplazarla con territorios para consolidar el poder. Se tra- otra. Como línea general, puede decirse taba de dos terraplenes cuadrados, uno que las posibilidades poligámicas de los grande con otro más pequeño, encima, co- quitus dependían también, fundamental- mo plano superior, en cuyo centro había mente, de su poder económico. un depósito para armas y escaleras de asal- Temibles como guerreros, los caras to. Alrededor de la plaza fuerte se cons- – o más bien los quitus que formaban la truían los edificios de los funcionarios y masa de soldados – empleaban armas de militares caras destinados a gobernar e ins- madera, cobre o piedra, a menudo de truir a los pueblos dominados en las artes enormes dimensiones, como lanzas, ha- industriales y militares; y alrededor de es- chas y porras; poseían grandes tambores tas sedes gubernativas se desarrollaba la de madera hechos de troncos tallados artís- ciudad. ticamente, para ser fijados sobre dos made- Los imbayas, verdadera confedera- ros. El atuendo del shyri incluía un doble ción de tribus, opusieron fuerte y tenaz re- 44 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS sistencia. Ya con la época del 4º ó 5º shyri del Pastaza, con centro en Liribamba. Era se habla de guerras contra los imbayas, de un pueblo típicamente guerrero, con arma- dominaciones, de rebeliones, de masacres. mento superior al de los caras: además de Por lo menos una vez se relata de la ma- las comunes lanzas y porras, empleaban tanza de todos los funcionarios caras, a lo armas arrojadizas, como dardos y hondas que siguió puntualmente una sangrienta para lanzar piedras – con las que se ejerci- venganza y la dispersión forzada de grupos taban, desde niños, cazando pequeños humanos (igual a lo que acostumbraban animales o compitiendo en botar frutos de hacer los incas con su método del mitímac los árboles – y menudas mazas de madera [CAP.3]). Cuando los imbayas fueron com- también arrojadizas, capaces de alcanzar pletamente sometidos, durante el período mortalmente un hombre a distancia. del 6º shyri, la población original había Los puruháes vivían en una condi- prácticamente desaparecido, y el mismo ción de guerra perenne contra los huanca- territorio cambió su nombre por el de “Ca- vilcas de la costa y contra los cañaris, al ranqui”, para indicar la sólida presencia de sur. La presencia engorrosa de los caras a los caras en esa fertilísima zona. Los caran- sus fronteras, desde el siglo 12, les puso en quis, por su parte, con el tiempo volvieron una situación cualitativamente más seria, a consolidar una verdadera confederación, frente a un adversario cuyos fines expan- un centro económico y político, que goza- sionistas eran obvios. Pero la superioridad ba de una cierta autonomía con respecto al numérica del enemigo pudo ser frenada poder de Quito. por un largo período, no inferior a los cien Sólo con el 7º shyri empieza la con- años, y esto no sólo debido a sus mejores quista de los territorios del sur. No encon- armas, sino al notable apoyo recibido de traron dificultades en someter a los tacun- parte de aliados suyos muy aguerrido, co- gas, numerosos pero pacíficos agricultores. mo eran los chimbos y los tiquizambis. Luego cayeron los patates, los pelileos y Como culto religioso los puruháes los hambatos, todos instalados en zonas veneraban a los grandes conos nevados de muy fértiles. Con el 8º shyri, el poder de los Andes, atribuyendo a las montañas vi- los caras llega hasta Mocha, precisamente da y hasta sexo. Adoraban principalmente en los límites con los puruháes, quienes, al Chimborazo y al Tungurahua, divinidad cultural y militarmente, resultaron sus muy masculina el primero y femenina el segun- dignos rivales. do. No es infrecuente el espectáculo de una noche serena iluminada por los relám- La unión entre caras y puruháes pagos, en un imponente diálogo eléctrico entre colosos andinos: para los puruháes se Si de los caras y quitus es escaso lo trataba de refriegas amorosas entre el Dios que se ha transmitido, de los puruháes se y la Diosa. Arriba de la cordillera, casi a sabe aún menos. Su pasado, antes del cho- los pies de la nieves perpetuas, habían eri- que con los caras, es borroso: no pudién- gido un templo dedicado al Chimborazo, y dose precisar ni cuándo ni cómo comenzó allí se dirigían para ofrecer sacrificios, es- su desarrollo en las hoyas del Chambo y pecialmente durante los períodos de siem- LA UNIÓN ENTRE CARAS Y PURUHÁES / 45 bra y de cosecha. La divinidad poseía sus Cuando un hombre moría, sus mu- propios rebaños de llamas (¿o serían lla- jeres salían a los campos para recorrer, con mingos?), que los mismos sacerdotes te- lamentos de dolor, los lugares que el fina- nían el deber de apacentar. do acostumbró frecuentar; luego se iban de Los puruháes veneraban también a un puesto a otro llorando y cantando lúgu- otras deidades: la más famosa se encontra- bres poesías. ba en Liribamba, en un templo cuadrangu- lar, y era una forma de cabeza humana de \ \ \ barro con los labios abiertos, en actitud de Éstos eran los puruháes que habían perpetua avidez, colocada en posición prosperado como brillantes agricultores y adecuada para que le vertiesen en la boca temibles guerreros, y que ahora, en el siglo la sangre de los sacrificios, a menudo de XIII, se encontraban con los caras presio- víctimas humanas: prisioneros que habían nando sus fronteras. Escaramuzas conti- sido degollados. También en el antes men- nuas, y de vez en cuando combates cruen- cionado altar dedicado al Chimborazo se tos, no lograban resolver la situación en hacían sacrificios periódicos, donde la víc- pro de la una o de la otra parte. Carán, shy- tima podía ser una joven mujer. ri 11º, no tenía herederos varones (hijos, Temían al arco iris, y las mujeres ce- nietos, sobrinos), porque todos habían rraban la boca apretando los labios, por muerto jóvenes, casi siempre en guerra. miedo de ser fecundadas por el fenómeno Entonces obtuvo que se derogase aquella luminoso. Los primogénitos eran inmola- ley de los caras sobre una sucesión exclu- dos, embalsamados e introducidos en vasi- sivamente masculina para el cargo de shy- jas de barro o de piedra, que se tenían ri, y así permitir que su hija Toa pudiese guardadas en la propia habitación. gobernar junto a quien habría de ser su es- Por la adoración de las montañas, poso, proponiendo al mismo tiempo a los sacrificios humanos y sus particulares Condorazo, jefe de la Confederación de modos de vida, de fatigas y de represión, los puruháes, el matrimonio de Toa con se ha especulado sobre un posible origen Duchisela, heredero al “trono” de Liribam- nahua (grupo étnico de Mesoamérica al ba, para así unir pacíficamente, muerto Ca- que pertenecían los mexicas o aztecas). Se- rán, los dos pueblos que tan infructuosa- mejanzas se encuentran también en algu- mente se habían enfrentado por largo tiem- nas costumbres: por ejemplo, cuando el po. maíz estaba listo para la cosecha, el joven Condorazo, que era más viejo que más fuerte y valiente de cada distrito trepa- Carán, no supuso que la unión de las dos ba por la montaña y de allí se ponía a gri- naciones fuese a tener lugar estando él en tar, desafiando a quien quisiese causar da- vida, y aceptó. Muerto el shyri en 1300, ños a las futuras cosechas; además, no se Condorazo se vio privado del poder por entraba en los campos de patatas sin antes parte de su propio hijo, que ahora se con- autocastigarse, ortigándose las piernas, y vertía en jefe supremo de la gran Confede- esto con el fin de impedir que los tubércu- ración cara–puruhá. Desmoralizado y hu- los se echaran a perder. millado, se retiró a un punto de la cordille- 46 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS ra oriental e hizo perder para siempre su Del reino de Atauqui Duchisela, rastro.9 shyri 13º, desde 1370 hasta 1430, no se Reconocido como shyri 12º en la conocen hechos memorables, aparte las nueva gran nación, junto con Toa reinó acostumbradas acciones de guerra, alian- Duchisela desde Quito. Sobreviviendo a su zas, rebeliones y represiones, en la normal esposa, él continuó gobernando por un pe- administración de parte de una organiza- ríodo larguísimo, que se estima en 70 años. ción que había adquirido un considerable Las tradiciones, en efecto, lo recuerdan co- equilibrio político y social. Es solamente mo un nonagenario que dedico su vida a con su muerte que la historia se enriquece, organizar su reino, sin descuidar eventua- debido a la lucha por la sucesión. El pri- les expansiones, siempre que fueran prac- mogénito Guallca, designado por el shyri, ticables, militarmente o por medios diplo- no es confirmado por el Consejo, que lo máticos. Parece que en parte logró incluir juzga inadecuado para gobernar, y no sólo en la órbita de la Confederación de Quito por su incapacidad, sino también por ser a la potente nación cañari, tradicional rival un sádico cruel sin provecho. Relevado, la del pueblo puruhá. designación recae sobre el otro hijo, Hual- Pero los cañaris, en realidad, jamás copo, que en seguida muestra su capaci- fueron absorbidos enteramente en el seño- dad, precisamente desbaratando la reac- río de los caras, como en su momento lo ción de su hermano, quien, debido a este fueron los puruháes, cuya clase o casta di- fracaso, termina suicidándose. rigente supo adaptarse perfectamente a la Con Hualcopo Duchisela, shyri 14º, estructura dominante: en las jerarquías mi- desde 1430 hasta 1463, la historia de los litares de la Confederación; en efecto, mu- caras llega a confundirse con la de los in- chos entre los jefes principales – que luego cas, que estaban ya a las puertas [CAP.4]. habrían de combatir contra los incas [CAP.3] y contra los españoles [CAP.4] – fue- Los cañaris ron puruháes; esto se explica porque como mentalidad habían sabido conservar sus Con el nombre de cañaris se entien- antiguas tradiciones “espartanas”. Con los de un conjunto de tribus prácticamente in- cañaris (se verá hablando de ellos) no exis- dependientes, que ocupaban el territorio tía una tal compatibilidad de intereses y de comprendido desde el nudo de Azuay has- organización. El hecho es que, con la lle- ta Saraguro y desde las montañas de Gua- gada de los incas, casi cien años después laquiza hasta el litoral, entre Naranjal y el de la muerte de Duchisela, los cañaris, in- canal de Jambelí. Cada una de estas tribus dudablemente temibles guerreros, como estaba gobernada por un monarca absolu- habrían de demostrarlo más tarde, al servi- to, con derecho hereditario de sucesión cio de los incas [CAP.3], opusieron escasa por parte del primogénito de la esposa resistencia a los ejércitos del Cuzco, pare- principal (los cañaris tenían tantas mujeres ciendo recibir casi con alivio al nuevo in- como podían permitirse por riqueza y po- vasor, que les libraba de la antigua presión der). Existía un cierto grado de propiedad de la Confederación cara–puruhá. privada, y entre los varios soberanos con- LOS CAÑARIS / 47 federados eran notables las diferencias de sados salidos del lago Sigsig, por la cordi- recursos personales y, como consecuencia, llera oriental, y la que recuerda la monta- de poder real. En efecto, los más débiles te- ña flotante,10 una leyenda que, transmitida nían a menudo que aliarse entre sí contra en quichua, ha tomado el nombre de Hua- los abusos de los más fuertes; además, en- cay–ñán (o sea “Calle del llanto”), en re- tre todos se producían rivalidades por mo- cuerdo de toda esa población que, entre tivos políticos, sociales, territoriales, etc. lamentos, había muerto ahogada en el di- En cambio, para las cuestiones de luvio. vital importancia – guerras, calamidades Sobre el origen, o los varios oríge- naturales, trabajos colectivos – los jefes de nes, de los cañaris no es posible sacar con- las tribus deliberaban en un asamblea pre- clusiones determinantes. La veneración del sidida por el monarca de Tomebamba, ma- guacamayo hizo que algunos estudiosos se jor inter pares. Emparentadas con las tribus orienten hacia Mesoamérica, porque tam- cañaris habían otras, como las de los lau- bién los mayas y los quichés tenían un ave síes, con las que mantenían buenas rela- tutelar igualmente vistosa, como es el quet- ciones y pactos de mutua defensa y cola- zal, símbolo de la potencia y de la fuerza boración. fecundadora del sol y del calor. Probable- Las tribus cañaris eran heterogéneas mente es una simple coincidencia, porque y, precisamente por esta razón, entre los no hay que extrañarse que un ave tan bella presuntos orígenes y entre los mitos de ca- como el guacamayo (o como el quetzal), y da una hay notables diferencias. Las apa- que además posee la rara habilidad de imi- rentes contradicciones sobre la época de tar la voz humana, dando aun la sensación llegada y el lugar de origen, que se consta- de comprender lo que oye y dice, impre- tan leyendo a los varios cronistas, son se- sionara a un pueblo tan supersticioso co- guramente atribuibles en buena parte a es- mo el de los cañaris (o el de los mayas y ta heterogeneidad. Algunas tribus adora- quichés). ban a la Luna, a los grandes árboles o a las En efecto, los cañaris concebían un rocas veteadas; otras reconocían como di- mundo animista saturado de espíritus bue- vinidad al oso; otras, en fin, y son la mayor nos y malos, y todas las sensaciones, inclu- parte y las más fuertes, veneraban al gua- so el cansancio por haber caminado un lar- camayo (ave exótica con plumas amarillas, go trecho, se atribuían a estos seres, listos rojas y azules, de larga y hermosa cola, a castigar a quien, inadvertidamente, co- que además sabe imitar la voz humana): en metiera el más leve desacato contra ellos. las excavaciones se han encontrado ha- Se procuraba aplacarlos con ofrendas de chas de cobre con la incisión de la figura algún objeto necesario, como el propio de esta ave, según la costumbre generali- calzado. Su manera de orar era la de hin- zada de los pueblos andinos de llevar en car ambas rodillas en tierra, agachar la ca- sus armas la imagen de la divinidad tutelar. beza y alzar los hombros, levantando la De los orígenes que los mismos ca- mano izquierda; en algunas ocasiones da- ñaris se atribuían, dos son las narraciones ban repetidos besos al aire, en actitud de dignas de nota: la que se refiere a antepa- profunda ternura y fervor. Decisiones, co- 48 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS mo la de escoger un camino u otro, se de- vaban un gran número de productos. Po- jaban al azar, en base a la posición de una seían un poderoso ejército, pero – así co- piedra o al agitarse de las hojas con el mo ocurrió con otros pueblos lejanos, co- viento. Quienquiera tuviese un defecto físi- mo los aymarás y las otras tribus collas de co podía ejercer el oficio de adivino, va- la zona del lago Titicaca, que nada tenían liéndose de arañas, sapos, culebras o de al- que envidiar a los incas en cuanto a cultu- gún objeto considerado también mágico. ra, organización y potencia militar – no Fabricaban una gran variedad de amuletos, contaban con un comando unificado du- para aplicar en cada momento u ocasión. rante las batallas (lo que también contri- Se sacrificaban infantes degollándo- buiría a su derrota frente a las armadas in- les sobre un ara de piedra, con cuchillos caicas [CAP.3]). de pedernal. Si una mujer daba a luz me- llizos, optaba por matar a escondidas a Los pueblos meridionales de la costa y de uno de los recién nacidos, porque tal even- la sierra to presuponía una sequía para el año ente- ro, y era menester evitar la mala voluntad Los cronistas españoles, así como de la gente para con ella. En los casamien- otros estudiosos de los pueblos andinos, no tos solían hacer grandes hogueras con ho- han tratado con el mismo detalle (y no po- jas de chuquiragua (las que arden aun dían hacerlo) todas las leyendas, los ha- cuando están verdes), para que así los no- llazgos arqueológicos y la historia. Hay es- vios se calentasen saltando repetidas veces casas noticias sobre algunos pueblos y has- sobre las llamas. ta un silencio completo sobre otros. Esto se En la manera de sepultar a los muer- debe en primer lugar al etnocidio que los tos había gran diversidad entre las tribus incas perpetraron con las culturas absorbi- cañaris. En Tomebamba, por ejemplo, se das en sus dominios [CAP.3], en el intento cavaba un hoyo profundo y, aderezando de borrar la historia de aquéllas que debían sus paredes con piedras toscas, se formaba asimilarse perfectamente al Incario. El caso una cavidad cilíndrica bastante ancha, pa- de los zarzas es el ejemplo más evidente: ra depositar el cadáver sentado, con las ro- aun sabiéndose que se trató de una impor- dillas al pecho y los brazos cruzados. En tante confederación de tribus, comparable Chordeleg, en cambio, se hacía un primer a la de los quitus–caras, de los puruháes o foso, espacioso y profundo, para tender de de los cañaris, poco o nada se ha transmi- espaldas el cadáver junto con aquellas per- tido a la posteridad. Tras esta premisa, hay sonas que se habían quitado la vida (espo- que afrontar la investigación con el mate- sas y sirvientes), deseosas de servir a su se- rial disponible. ñor en el otro mundo, mientras que en un Aquí se consideran en conjunto segundo foso adyacente se enterraban los aquellos pueblos de la costa (machalas, tesoros del muerto. poceos, tumbes, mayavilcas, calbayes, pai- De los cañaris pocos otros detalles tas) y de la sierra (zarzas, ayahuacas, cajas, se conocen: eran agricultores, y en su terri- cascayuncas, huancabambas) que se ha- torio, que comprendía sierra y costa, culti- bían desarrollado influenciados por los LOS PUEBLOS MERIDIONALES DE LA COSTA Y DE LA SIERRA / 49 mochicas. Éstos, desde la lejana época sajeros, danzadores, músicos, tejedores), comprendida entre los años 200 y 600, abriendo así para el estudioso una hendi- propagaron su cultura en una vasta área dura por la que se puede espiar algo en la que cubre, como explica Rafael Larco vida y las actividades de estas sociedades. Hoyle, “los veinte valles costeros al norte Sus tumbas eran rectangulares y a del actual Perú”. Pero su influencia llegó menudo recubiertas de adobes; a los cadá- aun más lejos, hasta los cañaris y los puru- veres momificados se los envolvía en telas háes, por lo que este conjunto de pueblos multicolores, que reproducían temas deco- meridionales de Ecuador ha sido definido rativos semejantes a los que se encuentran por Jacinto Jijón y Caamaño como “puru- en las cerámicas. há–mochica”. Debían también ser guerreros. Aun- Se habrá notado que en la enumera- que no existan datos relativos a ello, el he- ción no han sido mencionados los paltas cho de que permanecieran independientes de la sierra, que tenían un origen diferente: bajo la presión de los poderosos cañaris eran “jíbaros”, que habían ascendido la quiere decir que sabían defenderse. Pero cordillera, para introducirse como una cu- contra las armadas del inca, demasiado ña entre los pueblos puruhá–mochicas; pe- fuertes, acabaron todos por sucumbir: los ro que en el proceso secular se uniforma- pueblos de la sierra, teniendo que aceptar ron culturalmente a sus vecinos, sobrevi- casi pasivamente a los invasores e inte- viendo, sin embargo, algunas costumbres grándose perfectamente en el Imperio particulares, como la previamente mencio- [CAP.3]; los de la costa, resistiendo y pagan- nada,11 de alargar la cabeza a los niños. do con el exterminio total, como se verifi- Para indicar las características gene- có, por ejemplo, con los machalas. rales de estos pueblos meridionales, se Los tumbes (sobre los que se conoce puede decir que encontraron su propio algo más) eran diestrísimos navegantes, sustento en la agricultura (o algunos en la que se alejaban bastante para sus activida- pesca). Trabajaban el oro y la plata, el co- des comerciales (serán tumbes aquellos bre, el plomo, y conocían las aleaciones mercaderes cuya “vela latina” fue avistada, binarias plata–oro y oro–cobre y la ternaria con sorpresa, por los españoles [CAP.4] mu- oro–plata–cobre. Eran hábiles en la pro- cho tiempo más tarde, durante la conquis- ducción de cerámicas, que todavía hoy po- ta del Tahuantinsuyu). Los tumbes, temi- demos contemplar en sus formas diversifi- bles como guerreros, eran los eternos riva- cadas de vasijas y botellas, obtenidas por les de los punáes. Habían construido forta- medio de moldes, y en las que el detalle lezas (como acostumbraban hacer los mo- está añadido a mano. Los temas decorati- chicas) para defenderse también de posi- vos se sacaban de la vida agreste (chozas, bles ataques provenientes del interior. En frutos, patatas, animales) o de escenas de sus ritos religiosos practicaban sacrificios pesca desde una balsa y de caza, o tam- humanos. Supieron adaptarse, luego, co- bién de la figura humana, con inspiración mo súbditos del Incario, con la ciudad de en las usanzas o en las actitudes de tipos Túmbez convirtiéndose en un verdadero bien definidos (guerreros, sacerdotes, men- puerto, sin duda el de mayor importancia. 50 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS

Los pueblos del oriente La mayor parte de las tribus del oriente, así como los de toda la selva ama- Bajando por la vertiente oriental de zónica, consiguieron quedar independien- los Andes se habrían podido encontrar, en tes, y no sólo con respecto a los indudable- la época considerada, numerosas tribus ét- mente más fuertes pueblos andinos del si- nicamente muy diferentes de los pueblos glo XV (incluso los incas), sino también, en de la sierra, y con un desarrollo cultural to- épocas ulteriores, a los españoles y a los talmente divergente. En el proceso de gobiernos republicanos de Sudamérica. Es- adaptación de los grupos humanos, el am- to hasta tiempos relativamente recientes, biente juega un papel preponderante, y es cuando los medios de penetración (milita- por esto que las poblaciones de la selva res, religiosos, sociales, científicos) se han quedaron en una condición de menor de- perfeccionado lo suficiente para imponer sarrollo social con respecto a las de los An- en muchas zonas el modelo europeo–cris- des. Contribuye notablemente la configu- tiano de civilización, que casi por regla ge- ración misma del terreno, que en la espe- neral (y esto en los varios continentes) ha sura poco se presta a movimientos e inter- significado genocidio y etnocidio [CAP.7]. cambios. En efecto, aunque el número de En el territorio comprendido en el ríos en el oriente sea mayor, su curso supe- triángulo que más o menos forman los ríos rior es con frecuencia demasiado encauza- Caquetá y Marañón con la cordillera de los do, impetuoso y roto por rápidos, para que Andes, y en la época considerada, Juan de pueda servir como medio adecuado de co- Velasco menciona más de 40 grupos étni- municación; y aun contando con ríos na- cos con base en las lenguas matrices, que vegables, la abundancia de los alimentos a comprenden a su vez unos 150 grupos de disposición (caza, pesca, fruta y vegeta- tribus, que hablaban dialectos derivados ción) hace que falte el estímulo para desear de esas lenguas (se ha intentado su catalo- alejarse sin necesidad. Por otra parte, la ve- gación en la Nota del mapa presentado en getación es increíblemente espesa y varia- este capítulo). da [CAP.1], lo suficiente para obstaculizar Estas innumerables tribus general- los movimientos por tierra. mente vivían en pequeñas comunidades Los pueblos selvícolas, protegidos desparramadas, a veces del tamaño de la por su ambiente natural, lograron por largo simple familia, otras constituidas por cien tiempo preservar su aislamiento. Las rela- o más individuos. Cazaban, pescaban, re- ciones sociales y comerciales entre tribus cogían frutos espontáneos, cultivaban yuca vecinas se reducían al mínimo indispensa- o algún otro producto con nomadismo cí- ble, con un aumento de los contactos en clico, o sea incendiando y abandonando tiempos de guerra. Las relaciones de los las tierras explotadas, para dar tiempo a la pueblos del oriente con los de la sierra fue- Naturaleza a que las restableciera. Muchos ron esporádicos, limitados a las tribus pró- grupos eran extremadamente belicosos ximas a la cordillera dotadas de mayor osa- contra cualquier individuo ajeno al núcleo día. familiar. Entre las tribus con mayor organi- zación estaban las que habían sabido con- LOS PUEBLOS DEL ORIENTE / 51 servar su cultura milenaria, que les permi- cuerpo. Todos, hombres y mujeres, lleva- tió resistir al tiempo y a los ataques de los ban el cabello largo y revuelto. enemigos naturales y humanos. Sus religio- Comían pescado o carne de tapir, de nes animistas alcanzaron altos niveles de jabalí, de varias aves, así como frutos es- simbolismo y refinamiento, con el objeto pontáneos y productos que ya cultivaban, (inherente, aunque escondido, como en como maíz, yuca, patatas, camote. Muy cada religión) de mantener el grupo com- hábiles como orfebres, era común que po- pacto bajo un poder constituido. seyesen individualmente pequeños hornos No se pretende realizar con este en- de fundición para uso doméstico. Estas po- sayo el prácticamente imposible estudio blaciones constituían, en el verdadero sen- detallado de estos pueblos, en su mayor tido de la palabra, una sociedad opulenta, parte desaparecidos. Bastará tratar sobre sin excesivos problemas de vida. No obs- aquéllos que, por vivir más cerca de la cor- tante (o tal vez precisamente por eso) esta- dillera, mantenían contactos con las tribus ba generalizado entre ellas comportarse serranas y que se encontraban en el territo- con extrema desconfianza para con el pró- rio que hoy constituye el oriente ecuatoria- jimo y, así, los quijos lograban realizar no. ventajosamente intercambios con otras tri- bus del oriente y con las de las mesetas an- \ \ \ dinas. Trabajaban poco, dada la abundan- Los “quijos” (nombre genérico, da- cia de la que gozaban y también porque se do por los españoles a muchas tribus ubi- hacían servir por esclavos comprados o, cadas en la vertiente andina a la latitud de más raramente, capturados de otras tribus. Quito) vivían en una zona elevada entre Normalmente taciturnos y reservados, se los 400 y 600 metros sobre el nivel del volvían muy comunicativos durante las es- mar. Algunas tribus tenían contacto con los trepitosas borracheras con chicha de yuca caras. Comparados con los habitantes de la (que podían permitirse por el cuantioso sierra eran más espigados y de piel amari- tiempo libre del que disponían), termina- llenta; normalmente iban desnudos, y para das a menudo en orgías generales durante protegerse el pene lo mantenían atado con las cuales solía romperse el tabú del inces- un hilo alrededor del cuerpo. Aunque des- to. En sus banquetes, después de la última nudos, no desdeñaban las joyas y otros or- vianda, mordían una hoja de coca adere- namentos: patenas de oro colgadas al pe- zada con un bizcocho duro, elaborado de cho, aros para la nariz, también de oro, y una masa sólida comprimida de cal y va- clavos de una substancia blanca, parecida rias hierbas medicinales molidas. al ámbar, introducidos en el labio superior. Su religión era animista. No edifica- Para las fiestas y ceremonias, los hombres ban templos y adoraban a los árboles o a se ponían una túnica liviana, hecha de un los pájaros o a otros cuerpos y fenómenos haz de tiras de tela de algodón, sujetado de la naturaleza. Con la coca fabricaban con nudos en los hombros; las mujeres se pequeños ídolos o amuletos domésticos de cubrían desde la cintura para abajo con un formas de animales, que vendían a otras paño de algodón envuelto alrededor del 52 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS tribus. Entre los quijos había adivinos de menos que se tratara de un jefe; en este ca- profesión, muy reverenciados y respeta- so se le abría el vientre, se quitaban las en- dos, que con la coca masticada sabían ha- trañas, se untaba el cuerpo con grasa, para cer vaticinios: poniéndola todavía húmeda luego colgarlo hasta la momificación, con sobre la palma de la mano, leían el destino la ayuda del aire y del humo de una ho- basándose en a la distribución de los peda- guera. zos y el color de las burbujas de saliva. La Ninguna tribu formaba una organi- mencionada costumbre de deformar el crá- zación unitaria, pues cada fracción se go- neo a los niños,12 común en muchos sitios bernaba autónomamente. Sin embargo del continente, existía también entre mu- cuando iban a la guerra, escogían un jefe chas tribus de quijos. común (para una o aun más tribus) entre Para contraer matrimonio, el hom- quienes se habían distinguido por su valen- bre trataba el negocio con los padres de la tía; el mando no duraba más allá del perío- mujer escogida, concordando el precio do de guerra. Sus armas eran lanzas y picas que debía pagar en productos y en “mone- de madera, porras, flechas, escudos; em- da” (pues precisamente a una divisa equi- pleaban además otros medios originales y valía la sarta de granos de hueso llamada de tremenda eficacia, como poner enor- carato y usada para los intercambios por mes bloques de piedra amarrados con be- algunas tribus). A la madrugada siguiente jucos y suspendidos en los declives de llegaba el pretendiente y dejaba fuera de la montaña, sobre senderos escabrosos, bien entrada un haz de leña, un fardo de paja y escondidos por la espesura. Atendían pa- productos alimenticios; el padre salía con cientemente el tránsito de los enemigos, la joven para entregársela como esposa. cortaban las ataduras y los aplastaban con Los quijos eran polígamos, según las el bloque y toda la avalancha provocada posibilidades económicas. No eran excesi- (como habrían de experimentar luego los vamente celosos ni exclusivistas, no te- españoles en carne propia [CAP.4]). Decapi- niendo inconveniente en ceder una de sus taban a los vencidos y exponían la cabeza esposas al huésped ocasional, pero siem- sobre picas colocadas alrededor de las ca- pre en cambio de una remuneración. Por sas. En los banquetes de celebración de lo que concierne a la maternidad, cuando una victoria, el plato principal podía con- la mujer sentía los primeros dolores se iba sistir en el muslo o el brazo asado del ene- a dar a luz cerca del río, para poder lavar migo. al recién nacido. Mientras tanto, el marido Supieron resistir a los intentos de se quedaba en casa, manteniéndose en el conquista de los caras y de los incas. Los total ayuno empezado previamente varios españoles lograron en parte dominarles, días atrás, y realizado con tanta severidad pero los quijos jamás se resignaron a per- que, en algunos casos, tocase a él ¡morir der su independencia, resistiendo de mil de parto! maneras a la imposición forzada del traba- Con los muertos, en cambio, hacían jo y de la religión. Sin embargo, muchos pocas ceremonias: el cadáver se enterraba terminaron en las plantaciones de algodón, bajo el fogón de la propia habitación, a tejiendo frazadas, o extrayendo oro, o co- LOS PUEBLOS DEL ORIENTE / 53 mo sirvientes en las casas de los conquista- Perú o del Ecuador. Aunque podían agru- dores blancos, o incluso como animales de parse en tribus y en “clanes” de vecindario, carga. Por su rebeldía recibían castigos fre- generalmente se limitaban a vivir en fami- cuentes y crueles, según el humor del amo. lia, cerrados en habitaciones aisladas y En estas condiciones fueron diezmados, bien protegidas aun de los vecinos y pa- quedando los descendientes aculturizados rientes próximos. En tal sociedad no ha- al nuevo modo de vida. Pero todavía hoy, bían organizaciones políticas formales, pe- después de tantos siglos, existe una dife- ro en los períodos de hostilidad abierta rencia entre la sumisión casi absoluta de ocurría que un jefe fidedigno los conduje- los indios de la sierra y el mayor sentido de se a la lucha: con estas alianzas transitorias libertad e independencia de los del orien- lograron rechazar las agresiones de ejérci- te, que, aunque formando ya parte del tos militarmente más fuertes.13 mundo europeizado, a menudo rehusan Pero la vida de este pueblo jamás trabajar para los blancos y tratan de conso- fue tranquila: su sociedad ha sufrido de lidarse entre ellos [CAP.7]. una condición conflictual endémica, que va desde la pugna cruenta hasta la guerra \ \ \ de exterminio entre tribus más distantes, En la parte meridional de las pen- durante las que, apropiándose de las cabe- dientes andinas, a lo largo del río Chinchi- zas de los enemigos muertos, antes de rea- pe, vivían los “pacamores”, agricultores y nudar el camino de retorno, es menester cazadores con buena organización social y proceder a achicarlas, a convertirlas en 14 bien disciplinados militarmente: derrota- “tsantsas”. Las razones que impelen a los “jíba- rían al inca Huayna Cápac [CAP.3] y, varias veces, a los españoles antes de que éstos ros” (así como a otros pueblos amazónicos y del litoral) a hacer tsantsas, hay que bus- los dominaran [CAP.4], terminando por ser esclavizados para la explotación de oro. carlas en sus creencias religiosas. Ellos Los “pacamores” han sido conocidos co- creen en tres tipos de wakani (o sea, más o mo brancamoros, en la pronunciación es- menos, “almas”): la nekas wakani (alma tropeada de los españoles. natural o verdadera), la arútam wakani (al- A lo largo de los ríos Santiago y Mo- ma adquirida) y la muísak wakani (alma rona se hallaban los “jíbaros” (entre los vengadora). De la primera todos tienen que se incluían predominantemente nume- una, que se separa con la muerte, para ser rosas tribus shuar). Ocupaban – y ocupan – recuperada en la próxima reencarnación, un vasto territorio en las dos orillas del Ma- pero al cabo de cada existencia la nekas rañón. Cultivaban un pedazo de tierra has- wakani pierde paulatinamente consisten- ta su agotamiento, para luego incendiarlo y cia, hasta convertirse en soplo de niebla pasar a otro, efectuando movimientos cí- que se disuelve para siempre. Muy poco se clicos plurianuales. Eran además cazado- preocupan los “jíbaros” de su alma natural, res, pescadores y recolectores de frutos sil- con la que nada puede hacerse. vestres, como los hay todavía hoy, pues no En cambio la arútam wakani, una todos se han asimilado a los gobiernos del vez llegada a existencia no desaparece 54 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS más, pero podría huir de quien la ha ad- Sólo en el curso del siglo XX, descubrien- quirido, para ir a vagar como un fantasma do las ventajas del mercado, algunos em- en la selva, hasta cuando sea capturada pezaron a vender tsantsas al mejor postor por otro hombre. A quien la posee no pue- llegado de afuera. Así, la demanda provo- de sobrevenir una muerte violenta, y a có que muchos ignaros huéspedes sirvie- quien ha logrado coleccionar dos de estas sen de materia prima para el producto re- almas (más de dos no es posible) ninguna querido (además de las falsificaciones, he- muerte lo alcanzará. Lo importante es ad- chas también, de “tsantsas” obtenidas con quirirla a tiempo, antes de la pubertad, me- las cabezas de pequeños monos, o en ma- diante una verdadera prueba de iniciación, nera diferente). después de la cual el adolescente se siente estimulado por un fuerte deseo de matar, lo Consideraciones demográficas que se considera muy positivo, porque de lo contrario la arútam wakani podría resen- Después de esta mirada de conjunto tirse y huir. Contra este peligro hay que de los varios pueblos que en el siglo XV vi- precaverse buscando, como reserva, otras vían en el territorio que hoy constituye almas de este tipo, en varias expediciones, Ecuador, es lícito preguntarse cuál era en- y así acumular poder. tonces numéricamente su población total. Cuando un hombre muere es por- Los datos tradicionalmente reconocidos que en aquel momento se encontraba sin daban una cifra, engañosa, de 500.000 ha- arútam wakani. Pero a su muerte se pre- bitantes. Ahora se sabe que debieron ser sentan tantas nuevas almas como había muchos más, y puede intentarse un cóm- poseído durante su vida, capaces de pene- puto con base en las informaciones obteni- trar en los cuerpos de quien está presente. das de modernas investigaciones, a nivel En el instante en que aparecen estas nue- continental, que hay que examinar. vas arútam wakani es cuando se crea la El asunto de la conquista y coloniza- tercera alma, la vengadora o muísak waka- ción españolas se tradujo en un horrible ni, con el propósito de vengarse de la estrago, infinitamente más grave de lo que muerte de la persona en cuestión. Y es pre- ha admitido la historia planteada eurocén- cisamente para aprisionar a las almas ven- tricamente. La población del continente gadoras dentro de las cabezas de sus vícti- americano, en 1500, no era de 13 millones mas, que los jíbaros las convierten en de habitantes, como se ha hecho creer, si- tsantsas después que han completado la in- no de 80 millones, según lo que han acla- cursión. rado algunos estudios (como aquél que pu- Al regreso de la expedición se da blicó en 1968 la revista Tricontinental), o comienzo a una serie de ceremonias ritua- sea una población equivalente a la de Áfri- les que giran alrededor de la tsantsa, luego ca y poco inferior a la de Europa. de lo cual el alma vengadora, volviéndose Tres siglos más tarde, en 1800, con inocua, puede ser expulsada de la cabe- su incremento natural, la población euro- zuela y mandada de regreso a la región de pea se había duplicado (190 millones). En origen. Entonces se entierran las tsantsas. África mientras tanto, donde penetró ya CONSIDERACIONES DEMOGRÁFICAS / 55 profundamente el colonialismo, la pobla- de los que estaban bajo el dominio espa- ción se había reducido a la mitad (40 mi- ñol representaba el 80% de todos los habi- llones). En América, y con toda la inmigra- tantes de América; los restantes, aquel ción de europeos, la población total había 20% de “indios salvajes”, ocupaban el bajado a la cuarta parte (20 millones), de la 95% del territorio continental. Siendo que que sólo 6 millones eran amerindios. los españoles entraron en contacto con la Mientras que en 1500, 1 de cada 5 mayoría de los aborígenes, los efectos del habitantes del mundo vivía en el continen- encuentro y choque – también por una co- te americano, en 1800 la proporción se re- yuntura desfavorable de factores – resulta- dujo a 1 por cada 45 y, si se considera só- ron apocalípticos. lo la población india pura, se baja espan- La merma más fuerte ocurrió en los tosamente al valor de 1 por cada 150 habi- primeros decenios: en medio siglo todo un tantes de la Tierra. Esquematizando: en continente perdió el 90% de su población, 1500 existían 80 millones de amerindios lo que constituye sin duda la más exorbi- en un planeta de 450 millones de habitan- tante catástrofe en la historia de la humani- tes; en 1800 eran sólo 6 millones en el mis- dad. Desde el primer choque de la con- mo planeta, crecido en el ínterin a 900 mi- quista, esas sociedades cerradas fueron so- llones. metidas a una serie de pruebas inesperadas La catástrofe es todavía más espan- y violentas, que significaron una verdadera tosa, si se considera la población potencial devastación de su hábitat, seguidas por el desaparecida: en toda América viven hoy flagelo todavía más severo de la explota- unos 40 ó 50 millones de indios puros, en ción humana y del trabajo forzado. Otro lugar de los potenciales 1.000 y más millo- factor de la fuerte merma, atribuible a la nes (teniendo en cuenta el aumento mun- conquista, aunque indirectamente, fue la dial de la población en cinco siglos: en agresión micróbica generalizada, de la que 1986 el número de seres humanos superó fueron víctimas los pueblos americanos, los 5 mil millones, y para el año 2000 se- después de un tan largo aislamiento, por la rán 6,5); esto se halla compensado, sólo en carencia de adecuadas defensas inmunoló- parte, por los 350 millones de mestizos. gicas (también los conquistadores, obvia- ¿Cómo se produjo semejante estra- mente, se contagiaron de nuevas enferme- go? En primer lugar hay que anotar que las dades [CAP.4], pero la mayor parte de ellos tierras conquistadas por los españoles para morir en tierras americanas, y no hu- [CAP.4] comprendían la mayor parte de la bo seria difusión en Europa). población continental, siendo las zonas Estas circunstancias debilitaron a los más habitables – aquéllas donde el hombre amerindios y permitieron la proliferación había encontrado las mayores posibilida- de nuevas epidemias, que llevaron la mor- des para su desarrollo – las más codiciadas talidad a una tasa elevadísima, en algunos por los europeos. Aun en el decenio 1570- lugares hasta del 80% de la población. A 80, cuando la población del continente ba- las enfermedades febriles altamente conta- jó a su punto mínimo (11 millones de habi- giosas y a las erupciones cutáneas, el pue- tantes; 69 millones eliminados), el número blo desnudo y más expuesto, como el de 56 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS las Antillas, reaccionó con una cura letal, caída demográfica. La conquista contribu- el baño helado, que acabó por diezmarlo. yó a acelerarla en muchas maneras y a El matlazáhuatl de la Nueva España (Méxi- transformar en dramático un decremento co), cuya sola epidemia en 1576 mató en- que habría podido contenerse en razona- tre 40 y 50% de su población (mientras bles límites de equilibrio. Poco faltó, en que los españoles, y también los africanos efecto, para el total aniquilamiento de la a su séquito, resultaron inmunes), pudo ha- población del continente. ber sido una simple gripe. Calamidades de Durante los tres siglos de coloniza- este género determinaron en América un ción, la condición miserable a la que fue- fuerte decremento de la población, pero la ron sometidos los indios [CAP.4] – trabajo conquista es responsable también de la forzado, hambre, maltratos, enfermedades cría de nuevas especies de ganado y, en nuevas sin una profilaxis adecuada, masa- consecuencia, del régimen alimenticio im- cres, pérdida de interés por la vida – llevó plícito. aún más lejos la despoblación del conti- El ataque micróbico y el régimen al- nente. A los españoles se habían añadido ternativo no lo explican todo. Los mayas otros europeos, como portugueses, ingle- desaparecieron también por otras razones: ses, holandeses, franceses, quienes, aun- sus recién nacidos, aun en los sectores más que con métodos diferentes, repetían las acomodados, resultaron mucho menos re- mismas atrocidades: en lo que hoy son los sistentes que los europeos, sin duda a cau- Estados Unidos, por ejemplo, hacia 1500 sa de la duración excepcionalmente larga el número de habitantes era seguramente de la lactancia; el coeficiente neto de re- mucho mayor que el millón oficializado, producción se encontraba además, en el mientras que a fines del siglo 19, segrega- mejor de los casos, en un nivel que apenas dos en las reservas habían quedado 240 superaba la unidad. La tasa de incremento mil descendientes, y sólo en nuestro siglo de muchas poblaciones americanas era ba- se ha reanudado el incremento natural de ja, menor que la europea promedio, aun- aquellos indios norteamericanos. que constante. La producción del maíz y Tampoco después de la emancipa- de otros alimentos fundamentales era me- ción de España se detuvo el exterminio: los nos oscilante que la de los cereales euro- viejos colonialistas habían sido substitui- peos, no provocando aquellas contraccio- dos por otros no menos feroces [CAP.7] que nes demográficas por ciclos de veinte o persisten hasta la fecha. Lo que sucedió treinta años, sino por ciclos pluriseculares, con los amerindios de las praderías de ligados a la oscilación entre el agotamien- Norteamérica en el siglo pasado, está ocu- to y la reanudación productiva del suelo. rriendo hoy en el Mato Grosso y en la Parece que las sociedades americanas con Amazonía, en cuya vegetación habían lo- mayor densidad de población alcanzaron, grado permanecer escudados, para tener hacia fines del siglo 15 o comienzos del que sucumbir no solamente a las armas de 16, una punta máxima de expansión, y por fuego, sino también a otros medios igual- lo tanto de fragilidad, llegando a aquella mente letales, destinados a integrar por la fase en la que estaba por comenzar una fuerza a pueblos de cultura milenaria en NOTAS / 57 un modelo de civilización divergente, que ción de los que podrían contarse hoy, de termina por minarles en sus bases: agentes no ser por la llegada desde Europa de la (a veces en buena fe) de este oprobio son cruz y la espada. los misioneros, los etnólogos y otros “con- taminadores”. Notas: Entre los más desafortunados se cuentan los pueblos andinos: pasados casi 1 Ayllu es la palabra quechua que indica el grupo cinco siglos, permanecen aún en las condi- consanguíneo de familias de pastores o de agri- cultores, provisto de un territorio indiviso, culti- ciones de extrema miseria y humillación vado en forma colectivista por los mismos que lo en las que los dejaron los conquistadores componen, presididos por el miembro más an- [CAP.7]. ciano, tronco principal del árbol genealógico. Es parecido a la comunidad agraria de otras organi- zaciones primitivas, como el mir de los rusos an- \ \ \ tiguos, como las comunidades rurales del anti- Hechas estas consideraciones se guo Lacio, en Italia, o de la isla de Java, evolu- cionándose luego hacia formas parecidas a la puede volver a la cuestión: ¿cuál era en gens romana o al clan escocés, conservando los 1500 la población de lo que hoy constitu- vínculos de sangre y totémicos. Con los Incas ye el Ecuador? Una zona tan altamente [CAP.3] el ayllu tomaría formas de organización agrícola como el territorio específicamente más avanzadas. 2 Aunque técnicamente conquistadas más tarde examinado estaba sin duda poblada pro- por el poder incaico, las tribus de atacames se porcionalmente a las zonas de más alta substraerían, en la práctica, a su influencia regu- densidad, como la mejicana o como la ge- ladora: muchos pueblos de la costa, por resistir, neralidad de los Andes. Si la población fueron exterminados, sobreviviendo los que lo- graban refugiarse en la selva [CAP.7]. La verdade- continental en 1800 era de 20 millones, ra dominación de los incas, con su organización habiendo sido de 80 millones tres siglos concebida en manera matemática, como un cro- antes, se puede deducir que los no menos nómetro [CAP.3], pudo aplicarse perfectamente de 700.000 habitantes de la Audiencia de en las mesetas andinas, desde Argentina hasta el sur de Colombia. Quito antes de las guerras de independen- 3 Véase Nota 14. cia [CAPS.4,7] corresponden no a los 4 Esta costumbre fue practicada también, por 500.000 habitantes indicados para el año ejemplo, entre los chibchas y entre los mayas, 1500 por los estudiosos tradicionales, sino para indicar sólo a los más importantes. Se reali- zaba poniendo al recién nacido, en la frente y en más bien de 2,5 a 3 millones, y con una la nuca, unas tablillas que debían permanecer mayor concentración en la sierra. atadas hasta la edad de cinco años. La población india en Ecuador ha 5 Modalidad idéntica se encuentra con otros pue- alcanzado este valor numérico sólo en blos, como los guaraníes. Se doblaba el cadáver, se lo comprimía hasta reducirlo considerable- tiempos recientes [CAP.7], lo que significa mente de volumen y, en cuclillas con las rodillas que ha sido menester medio millar de años tocando el pecho y los brazos recogidos debajo para reintegrar apenas los habitantes de del mentón, se lo introducía a fuerza en una va- entonces. En un mundo que ha llegado a sija de barro hecha expresamente, la que, tapa- da, se enterraba en una fosa profunda junto con los 6,5 mil millones de habitantes, quiere los trajes, armas, joyas y otros objetos que al di- decir también que, en sentido relativo, los funto habrían podido servir en el otro mundo, el indios ecuatorianos representan una frac- 58 / DESARROLLO DE LAS POBLACIONES AUTÓCTONAS

que se suponía en todo similar al de la vida tem- roso séquito de parientes y vasallos. Manco poral. pronto se alejó de las rutas tradicionales y, des- 6 Una leyenda refiere que Tumbe, monarca de pués de una marcha muy larga, se encontró en Sumpa, decidió enviar una expedición para ex- las proximidades del lago Titicaca, en la inmen- plorar nuevas tierras, pero sus hombres jamás re- sa meseta donde ya se había desarrollado la ci- gresaron y Tumbe murió por la contrariedad, de- vilización de los aymarás y de otras tribus collas. jando dos hijos: Quitumbe y Otoya. Quitumbe Dominó a los nativos por medio de ingenio y de emprendió la conquista de otros territorios, y en coraje y se hizo pasar por hijo y enviado del Sol una de sus expediciones fundó Túmbez en ho- y, para mantener el secreto, hizo matar a todos nor de su padre (una leyenda de los chimús sus vasallos. [CAP.3] menciona un personaje también llamado Ésta es solamente una entre las numerosas leyen- Tumbe, atribuyéndole a él mismo la fundación das sobre Manco Cápac [CAP.3], personaje míti- de Túmbez). El otro hermano, Otoya, mientras co al mismo tiempo que gran fundador de una tanto, había sido hecho prisionero por una raza civilización. (Véase Nota 4 del capítulo 3). de gigantes que, de repente invadieron la costa, 7 Es interesante notar que el ayllu incaico hubiese y nunca reconquistó su libertad. A su retorno, conservado su propia lengua, la que era muy di- Quitumbe se substrajo al peligro refugiándose en ferente del quechua popular. Y esto se conoce, la isla Puná, donde no permaneció demasiado entre varias otras cosas, también por el hecho, tiempo. Pasada la amenaza, reanudó su viaje se- sorprendente, que entre los oficiales cuzqueños guido de numerosos vasallos. Atravesó el mar en invasores y los altos jefes caras se entendían y balsas, penetró en selvas espesas, trepó monta- comunicaban perfectamente. ñas y llegó a una meseta que le gustó y que de él 8 Es posible que en su origen se haya tratado de tomó el nombre de Quito. derecho matrilinear, que recuerda, por ejemplo, En la isla Puná había dejado olvidada a su joven el de algunos pueblos africanos, como los kikon- esposa Llira y al hijo Guayanay. La mujer aban- gos de Angola, donde los bienes no pasaban de donada pidió a los dioses que castigaran al infiel padre a hijo. Quien heredaba era el hermano (hi- y, para que su ruego surtiese mayor efecto, deci- jo de la madre) o el sobrino (hijo de la hermana). dió sacrificar a su criatura. La suerte quiso que A esta práctica, tendiente a colectivizar los bie- un cóndor llegase en el momento de la inmola- nes, a menudo se oponían aquéllos a quienes in- ción para llevarse al niño hacia otra isla. Guaya- teresaba más bien instaurar la “propiedad priva- nay, pasados algunos años, construyó una balsa da”, con derecho de sucesión a sus propios des- y regresó a su tierra nativa. cendientes. En efecto, en el caso de los caras, ha- Por su parte, Quitumbe, tampoco en la serranía bía ya un cierto nivel de capitalización. de Quito permaneció mucho tiempo, insaciable 9 La leyenda relata que Condorazo se quiso ente- de aventuras. Se marchó de nuevo hacia el sur, y rrar vivo, para adquirir la inmortalidad en el se- en una zona costera árida edificó un suntuoso no de la más grande montaña de esa cordillera. templo en honor del dios Pachacámac. Pero en Y de haber esto ocurrido realmente, querría de- Quito también Quitumbe había dejado un hijo, cir que su deseo fue plenamente satisfecho, pues Tome, que le sucedió en el mando como shyri. dicha montaña hoy lleva su nombre. Pasados otros años uno de los hijos de Tome co- 10 En tiempos muy antiguos se produjo una espan- metió adulterio y tuvo que huir de la ira de su tosa inundación, que con sus olas sumergió tam- padre, que lo hizo perseguir. En su fuga el joven bién las montañas en las que la gente halló refu- llegó precisamente a la isla Puná, donde manda- gio. Solamente dos hermanos lograron salvarse, ba ya el hijo de Guayanay, Atau, quien quedó porque la montaña donde se subieron se iba ele- deslumbrado por los relatos de su primo sobre vando con el flujo de las aguas. Cuando retornó las tierras altas. Y así, también en Atau nació el la calma, los hermanos salieron de la caverna en deseo de exploración. Murió, sin embargo, no la que estaban resguardados, para buscar comi- pudiendo cumplir personalmente el viaje. da; a su regreso encontraron servidos deliciosos Tocó a su hijo Manco (quien, conocido como manjares. El hecho se repitió varias veces, sin Manco Cápac, sería el fundador del Incario) que lograran descubrir al misterioso benefactor, afrontar la empresa, acompañado por un nume- por lo que decidieron que el hermano mayor NOTAS / 59

permaneciera al acecho dentro de la caverna. cuador, son tal vez 30.000, cifra pequeña con Vio entrar a dos guacamayos con cabeza y ros- respecto a las muchas decenas de miles estima- tro de mujer y largos cabellos anudados en la nu- bles para mediados del siglo 15. Además, mu- ca. Trató de atraparlos, pero huyeron. Lo mismo chos se han agregado al orden republicano, de ocurrió al día siguiente. Al tercer día se quedó a los que el caso de los shuar [CAP.7] representa un vigilar el menor, que tuvo mejor suerte, porque planteamiento cultural muy interesante. pudo atrapar a la criatura más pequeña; la tomó 14 La tsantsa se obtiene por medio de una técnica la como esposa y con ella tuvo seis hijos, tres varo- cual, al contrario de lo que muchos piensan, nes y tres mujeres: los antepasados del pueblo nunca se han preocupado los “jíbaros” de man- cañari. (La leyenda descuida mencionar la suer- tener secreta. La operación de momificación re- te que corrió el hermano mayor). Junto a los ali- quiere unas veinte horas. Ante todo se efectúa un mentos que las guacamayas dejaban en la caver- corte vertical en la base del cuello y se extrae el na, habían suministrado también semillas, para cráneo de la piel; se repule ésta de las piltrafas volver a cultivar la tierra, que con el diluvio que- de carne que han quedado adheridas, se cosen dó sin vegetación. los párpados y se asegura la boca por medio de 11 Véase Nota 4. tres agujas de madera mantenidas juntas por un 12 El fenómeno, pues, se repite: recuérdese de nue- hilo. Luego se inmerge por unas dos horas la ca- vo la Nota 4. beza en una decocción hirviente de yerbas, lo- 13 El desgaste secular y los medios sofisticados que grando así que se reduzca de más o menos un el mundo externo emplea para penetrar en el te- tercio y se detenga la caída del cabello. A este rritorio de los “jíbaros” han hecho menguar con- punto se recose el corte a la base del cuello, pa- siderablemente su antigua capacidad de unirse ra luego llenar la envoltura de piel con piedras y para la defensa común. Hoy sería impensable arena muy calientes, lo que hace que se seque y que se juntase un ejército “guerrillero” como el se reduzca aún más la cabeza. Al fin se moldea que – escudado en su territorio – derrotó a las ar- y repule bien la cara. Cuando la cabeza se ha re- madas del inca [CAP.3], o como los 10 mil hom- ducido al tamaño deseado, se la cuelga sobre un bres bajo el mando de Quirruba [CAP.4] que fuego encendido, dejándola ahumarse durante la arrasaron con los centros coloniales. Aquí están noche. A la mañana siguiente basta un toque fi- causa y efecto del proceso de extinción: hoy los nal, y la tsantsa está lista. “jíbaros”, a ambos lados de la frontera Perú–E- 3 LA DOMINACIÓN INCAICA

La relativa estabilidad que habían tiva, en este germen de “Estado”, los incas impuesto los caras, absorbiendo en sus do- quedaron como la clase y casta dominan- minios a los puruháes y manteniendo bajo te, con los quechuas constituyendo las ma- un cierto control a los cañaris, debía ser sas de trabajadores.2 trastornada por un pueblo que había logra- La historia oficial del Incario3 co- do un nivel más elevado de organización y mienza en el siglo 11 – cuando ya numero- una civilización más compleja, llegando al sas civilizaciones se habían desarrollado ápice de su expansión militar, política y en los Andes y en el litoral – con Manco cultural. Eran los incas, quienes, también Cápac, fundador del reino y civilizador del por su parte, se enfrentarían con el más pueblo quechua. Numerosas son las leyen- fuerte adversario en la historia de sus con- das que se entrelazan alrededor de este quistas, en una guerra añosa que debía personaje, a menudo complementarias, a costar centenares de miles de víctimas por veces divergentes o contradictorias. Según ambas partes y llevar el gran Imperio al aquéllas recogidas por el norte, en el ac- apogeo, antes de su violento colapso. tual Ecuador [CAP.2], caras e incas tendrían un origen común; según las leyendas de Quiénes eran los Incas1 los aymarás, en cambio, Manco Cápac fue engendrado por el Sol en el lago Titicaca;4 En su origen parece que se tratara de otras versiones alteran algo el tema, pero una tribu montañosa de probable ascen- en todas es siempre Manco Cápac quien dencia mesoamericana, que había conser- llega al Cuzco viniendo de lejos y quien vado en parte el patrimonio cultural de los enseña a los súbditos sus deberes: roturar antepasados nahuas o mayas, y que se ins- la tierra y cultivarla, escogiendo los cerea- taló en el fértil valle del Cuzco (análoga- les y las plantas útiles; construir los instru- mente a lo que habían hecho los caras con mentos necesarios. Mama Ocllo, su her- respecto de los quitus [CAP.2]), despojando mana–esposa, enseña las artes femeninas: a las tribus quechuas ocupantes, que culti- el hilado del algodón y de la lana y los tra- vaban la patata y que, así, quedaron some- bajos domésticos. tidas a los invasores – menores como nú- Manco Cápac, oficialmente, gober- mero, ciertamente, pero mucho mejor pro- nó desde 1062 hasta 1105, pero algunos vistos militar y culturalmente – y de ellos estudiosos sostienen que su nombre indi- aprendieron el cultivo del maíz y los con- caría más bien, míticamente, la entera di- ceptos de una civilización “solar”. Luego nastía de la fase organizadora primitiva, los incas se impusieron sobre otras tribus porque “cápac” era el título del jefe de una quechuas de los valles cercanos. En defini- tribu que comprendía varios ayllus [CAP.2]. 62 / LA DOMINACIÓN INCAICA

Otros sitúan la formación del Incario mu- sionista y fueron invadidos los territorios cho más tarde, aun uno o dos siglos des- de los collas, entre los cuales los podero- pués de la cronología convencional. (Hay sos aymarás, que ya formaban una verda- que desconfiar de las fechas demasiado dera confederación de tribus en proximi- precisas que ofrece la Historia, y si en este dad del lago Titicaca. Luego Mayta Cápac ensayo se las acepta, es por falta de datos intentó la expansión también a occidente, bien seguros; como sea, lo que aquí se hacia el mar: algunas tribus sucumbieron busca son más los móviles y las modalida- al ejército quechua, mientras que otras re- des que llevaron a los incas a difundirse sultaron ser todavía demasiado fuertes, y considerablemente en relación a los reales Mayta Cápac supo evaluar como prematu- medios con los que contaban). ras sus veleidades de conquista. A Manco Cápac sucedió Sinchi Ro- Cápac Yupanqui, desde 1230 hasta ca, que gobernó desde 1105 hasta 1140. 1250, demostró ser un gobernante de pri- También en su caso, prescindiendo de las mer orden, provisto de gran capacidad de fechas, podría tratarse de una entera dinas- organización, ya sea en el plano civil, ya tía, donde el poder del Incario había alcan- en el militar. A cualquier expansión del te- zado un más alto nivel cualitativo, porque rritorio, hacia el este o el oeste, sumaba las “sinchi” indicaba el jefe elegido entre va- necesarias mejorías cualitativas en la agri- rias tribus para conducir una guerra. La his- cultura, por ejemplo utilizando como abo- toria oficial une el nombre de Sinchi Roca no el guano depositado a profusión en las a varias victorias sobre los quechuas, quie- costas [CAP.1]. Organizó aquel método co- nes debían pagarle tributo y someterse a la nocido como mitímac (la colonización de visita y al control de sus santuarios y forta- nuevos lugares conquistados por medio de lezas. agricultores escogidos, guiados por funcio- Tercero en el Incario es Lloque Yu- narios, con el propósito, también, de redis- panqui, desde 1140 hasta 1196, que reúne tribuir la fuerza–trabajo), que más tarde de- todos los requisitos de un personaje regio, bía convertirse en un instrumento entre los gracias al carácter particular que lo distin- más brutalmente eficaces para someter gue de sus predecesores y sucesores: es pa- pueblos lejanos (también los españoles lo cífico y rige la Confederación con base en aplicarán en las colonias [CAP.4]). Cápac alianzas y diplomacia. Bajo su mando se Yupanqui dio impulso al desarrollo de los realiza más bien una consolidación que medios de transporte y a la construcción una expansión, relegando las cuestiones de caminos y puentes. de guerra a su hijo Mayta Cápac, de opues- Recapitulando, estos primeros dos- to carácter por su agresividad. Algunas cientos años que cierran la fase preliminar nuevas tribus fueron dominadas, pero el te- del Incario podrían ser llamados “de pre- rritorio bajo la jurisdicción del Cuzco esta- paración”: Manco Cápac, el fundador, po- ba todavía limitado a pocas decenas de ki- ne las bases para el futuro Incario, organi- lómetros en las varias direcciones. zando los ayllus del Cuzco; Sinchi Roca Con Mayta Cápac, desde 1195 has- crea la Confederación de varias tribus que- ta 1230, se aceleró el movimiento expan- chuas; Lloque Yupanqui consolida el Inca- QUIÉNES ERAN LOS INCAS / 63 rio sirviéndose principalmente de alianzas mente organizados, que sabrían medirse y diplomacia; Mayta Cápac avía la expan- de igual a igual con los incas por más de sión más allá de los confines de los que- un siglo. Y si a los chancas al fin tocó ser chuas con la fuerza de las armas; por últi- vencidos, esto se debió a una menos per- mo, Cápac Yupanqui tecnifica la conquis- fecta cohesión en el tejido de su organiza- ta, con la elaboración de un aparato admi- ción, como ya había ocurrido con los ay- nistrativo fundamental para la grande ex- marás y como sucedería más tarde con los pansión de una fase sucesiva. caras. Ningún pueblo andino, cuando le tocó enfrentarse con el ejército quechua, \ \ \ había logrado aún superar la fase de orga- nización correspondiente al nivel de “con- La segunda fase del Incario, con una 5 duración de 150 años, o sea hasta 1400, se federación de tribus”, mientras que los in- abre con un verdadero trastorno en el vér- cas consolidaron lo que propiamente ha si- tice del poder. Por varios indicios parece do definido “imperio”, con un poder cen- que se produjo un “golpe de estado” y que tralizado, núcleo de un aparato programa- el Cuzco fue escenario de hoscas trage- do sobre sólidas bases político–económi- dias. Los poderes político y religioso se se- co–social–religiosas, y concebido matemá- pararon, pero apareció por primera vez el ticamente. título de “inca” aplicado a la autoridad Inca Roca dio también pomposidad (después de “cápac” y “sinchi”), indicando a las ceremonias – con danzas y banque- el indiscutible soberano de un pueblo tes, entre cantos y flores – produciendo compuesto por confederaciones heterogé- aquel carácter de magnificencia que se neas, o sea lo equivalente a “emperador”. volvería tradicional con los monarcas que Inca Roca gobernó, pues, por el larguísimo le sucedieron, para así sumar al prestigio período comprendido entre 1250 y 1315, de las armas el testimonio de la prosperi- transcurriendo los primeros años en visitar dad presente y la confianza en el porvenir. diligentemente todas las regiones, al fin de No obstante, su poder debía ser todavía informarse detenidamente sobre el tenor bastante limitado, contrastado por algunos de vida de sus súbditos, y en organizar ex- curacas, como puede deducirse por un pediciones a los territorios de la selva ama- episodio: el hijo de Inca Roca, Cusi Hual- zónica, que resultarían para él, así como pa de ocho años, fue secuestrado por ven- para sus sucesores, una barrera infranquea- ganza, porque su madre, Mama Micay, de ble. la tribu de los huayllacas, había sido ante- Nuevos pueblos fueron conquista- riormente la prometida del curaca de los dos en el incesante desarrollo de los incas, ayamarcas. Estos pidieron como precio de que supieron incorporar a sus bases cultu- reparación que al pretendiente rechazado rales las novedades de los demás. Fue pre- fuera entregado el hijo de Mama Micay (y cisamente en la época de Inca Roca cuan- del inca). Pasaron años antes que Cusi do, por la hegemonía de codiciadas zonas Hualpa fuera devuelto a su padre, quien andinas, empezó la lucha contra los chan- obviamente muy poco pudo hacer. De es- cas, una confederación de pueblos alta- te relato, aunque apócrifo, se pueden sacar 64 / LA DOMINACIÓN INCAICA algunos elementos esenciales que dan la El advenimiento de Pachacútec a la medida de los poderes reales del inca en cabeza del Incario, desde 1400 hasta 1448 aquel período. (algunas fuentes sitúan su reinado entre Cusi Hualpa sucedió a Inca Roca 1438 y 1471), representa el gran salto cua- con el nombre de Yáhuar Huácac, que sig- litativo en la historia de la civilización in- nifica “el que llora sangre”, porque en su caica. Pachacútec ha sido llamado “el Re- condición de rehén habría amenazado con formador”, porque fue él quien plasmó lanzar una maldición a sus secuestradores aquel inmenso aparato, organizado con si se le hubiese ultrajado y, por la indigna- matemática perfección, que representa el ción, le salieron lágrimas rojas. Yáhuar compendio de todo el pasado secular de Huácac gobernó desde 1315 hasta 1347. experiencias acumuladas por los quechuas La historia popular de su período es pobre y los otros pueblos anexos. de noticias: una que otra conquista, la co- Hay para quedar pasmados ante lo rrección de defectos en la organización y que se atribuye a la obra de Pachacútec: los usuales choques con los chancas. Al construcción de numerosísimos palacios, término de su administración se ve a los fortalezas y templos, así como la recons- chancas a las puertas del Cuzco, con el in- trucción entera de ciudades, entre las cua- ca en fuga ante la inminente derrota. Sólo les el mismo Cuzco; reforma del ejército y por mérito de su hijo Hatun Túpac, que lo- del culto; unificación de la lengua; actua- gró reunir apresuradamente los hombres ción de una minuciosa estructura planifica- necesarios para la defensa, los chancas pu- da; transformación de la Confederación en dieron ser rechazados. un verdadero Imperio; realización de una Hatun Túpac asumió el poder lla- serie de conquistas largas y difíciles; ema- mándose Viracocha Inca, nombre sagrado nación de numerosos decretos y de sabias augural, porque durante la batalla se le ha- reglas morales. Aun admitiendo que su bría aparecido el Dios supremo, ayudándo- obra haya sido en parte “enriquecida” por lo a derrotar a sus enemigos. Gobernó des- cronistas prestos en atribuirle también he- de 1347 hasta 1400. Con él termina la se- chos que incumben a sus antecesores o su- gunda fase del Incario, reforzado ya consi- cesores (con la consecuencia de hacer de- derablemente con la derrota definitiva de saparecer el personaje histórico tras la ima- los chancas y la adquirida hegemonía de los gen del héroe mítico), queda siempre Pa- Andes centrales. En efecto (aunque parece chacútec como el estadista que supo sinte- una historia repetida), el reinado de Viraco- tizar en el presente los valores del pasado. cha Inca se concluye con el último ataque A este punto el Incario es llamado de los chancas, vencidos por Cusi Yupan- Tahuantinsuyu, o sea “las cuatro regiones qui; éste, que no había sido designado por juntas”, “los cuatro suyu–cuna”, que son: su padre a la sucesión, arrebató el poder a Antisuyu, o sea las tierras hacia el este, que Urco, quien sólo pudo gobernar 11 días. flanquean la cordillera oriental, correspon- Como sapa–inca (“inca supremo”) Cusi Yu- diente a los Andes meridionales del Perú y panqui tomó el nombre de Pachacútec. a una parte del territorio de Bolivia; Cunti- suyu, las tierras vueltas a occidente, que \ \ \ QUIÉNES ERAN LOS INCAS / 65

EL IMPERIO INCAICO EN SU APOGEO época: 1500 sapa-inca: Huayna Cápac superficie: 2 millones de km2 población: 12-15 millones 66 / LA DOMINACIÓN INCAICA comprenden la mayor parte de la costa propósitos de lujo (decoraciones de los meridional del Perú; Collasuyu, al sudeste templos y artículos personales) y en escala del Cuzco, el antiguo país de los collas más mucho menor a propósitos industriales y las ulteriores conquistas, incluyendo buena bélicos (muy pocos son, en efecto, los ins- parte de la actual Bolivia, el norte de Chile trumentos y las armas fabricadas en metal). y el noroeste de Argentina; Chinchaysuyu, Se trabajaba bien el oro, la plata, el cobre, la costa hasta los pueblos “chinchas”, hacia las aleaciones de estaño y se obtenía tam- el norte. Con las futuras conquistas de los bién el bronce (aleación cobre–estaño), descendientes de Pachacútec, el Chinchay- pero los quechuas ignoraron sus posibili- suyu incluiría los territorios de los zarzas, dades de armería, hasta cuando tuvieron de los cañaris, de los cara–puruháes y de que experimentar en carne propia las po- los pueblos de la costa del actual Ecuador derosas armas metálicas de los conquista- [CAP.2], llegando en su extremo con someter dores españoles. La explotación minera, a las tribus de los quillasingas (en el sur de por otra parte, constituía una actividad del Colombia), que habían sabido resistir efi- todo marginal, y tampoco este campo fue cazmente a los caras. potenciado por los incas, mientras que los El Tahuantinsuyu de Pachacutec al- españoles lo aprovecharían inmensamente canzó su elevado nivel económico y de or- contra ellos [CAP.4]. ganización con base en un desarrollo téc- Toda la vida económica del Tahuan- nico absolutamente primitivo, que en la es- tinsuyu se basaba, por lo tanto, en la agri- cala europea tradicional de la evolución cultura, y los productos de base seguían humana equivaldría a la fase intermedia de siendo, después de siglos, la patata, el la “barbarie”: aquélla en la que se practica maíz y la quinua. Los aperos de labranza la agricultura, la ganadería y la fundición se fabricaban de madera o de piedra (po- del cobre y sus aleaciones, pero sin haber cos de bronce o cobre) y en diferentes ti- obtenido aún la fundición del hierro. Esta pos. El arado propiamente dicho no era co- fase presenta, por razones contingentes, nocido, no siendo empleada la tracción en una situación bien diferente entre los pue- la siembra: para labrar la tierra, el campe- blos que vivieron en el hemisferio occiden- sino se servía de la taclla,6 al fin de obte- tal y en el oriental: la ausencia en América ner los hoyos en los que se deponía la se- de bueyes, caballos, asnos o camellos milla, en lugar del surco del arado. (La tac- constituye, necesariamente, una de las lla no puede sino recordarnos la barra de causas de desarrollo menos rápido que el oro que el Dios Viracocha había entregado de los pueblos europeos y asiáticos una a Manco Cápac y a su hermana–esposa, y vez llegados al mismo nivel cultural, sien- que se hundió fácilmente en la tierra fértil do precisamente debido a esto que, por lo del valle del Cuzco). que se sabe, ningún pueblo pre–colombi- Las carencias mecánicas estaban no en todo el continente americano haya compensadas por el alto grado alcanzado utilizado la rueda como medio de tracción. en la técnica hidráulica de riego artificial El mismo uso de los metales, en el (estanques, acueductos, canales). Se efec- Tahuantinsuyu, tendía esencialmente a tuaba la rotación de los cultivos y se dispo- QUIÉNES ERAN LOS INCAS / 67 nían las tierras de labranza en terrazas esca- para entregarlas a gente de mayor confian- lonadas, solución importante para superar za. El mitímac servía también para introdu- una orografía tan irregular (mucho de lo que cir en algunas comunidades un número se ha indicado sobre Ecuador [CAP.1] puede considerable de súbditos fieles, con el pro- generalizarse para todos los Andes). Era pósito de impedir posibles insurrecciones considerable el uso que los quechuas ha- en las colonias, dando eficiencia a una red cían de los fertilizantes animales: estiércol de espionaje en todos los rincones del Ta- de llamas y otros animales en las mesetas, huantinsuyu. guano en el litoral e incluso los excremen- La comunidad del ayllu constituía, tos humanos, usados por doquier. En el Ta- en todo caso, la base de este particular sis- huantinsuyu se habían desarrollado técnicas tema de esclavitud. La administración cen- de cultivo para plantas y árboles, se apresta- tralizada permitía superar los momentos de ban invernaderos y se realizaban injertos. dificultad, gracias a un mecanismo social La economía del Tahuantinsuyu se que preveía la acumulación de la produc- basaba en el ayllu como núcleo agrícola. ción excedente en los varios graneros del Pero bajo Pachacútec el ayllu sufrió nota- Incario. bles transformaciones y, como consecuen- La tierra estaba dividida en tres sec- cia, el antiguo régimen productivo de la tores principales: “de la comunidad”, “del propiedad colectiva de tierras, pertene- Sol” (el culto) y “del inca” (el poder esta- cientes a la comunidad, fue radicalmente tal), dando así una fisonomía peculiar a la reemplazado por la grande propiedad pri- forma de propiedad. El Incario dotaba a ca- vada de una sola casta: la de los incas. da ayllu de tierras, que eran a su vez dadas Los lazos de consanguinidad y reli- en usufructo a los hatun–runa, o sea a los giosos disminuyeron, para en cambio, au- miembros de la clase popular, distribuyén- mentar y reforzar los vínculos económicos dolas en lotes individuales inalienables, a y políticos en favor de un “Estado” centra- los que se añadían nuevos lotes con el na- lizado. Por un lado, se aceptaban miem- cimiento de cada hijo: un tupu si era varón bros de los ayllus foráneos; por el otro, los y medio tupu si era mujercita, siendo el tu- dominadores incaicos imponían a los pue- pu no una medida de superficie sino de blos la práctica del mitímac, que, desde la producción, variando por lo tanto su área época de Cápac Yupanqui, se había ya según la calidad del terreno. convertido en aquel instrumento inhuma- Las minas, las plantaciones de coca, no de movimientos colectivos hacia las pe- los hatos de llamas y de otros camélidos, riferias del Incario, en lugares baldíos y fal- las tierras conquistadas, pertenecían exclu- tos de riego, obteniéndose una doble ven- sivamente al inca. Esta apropiación priva- taja: primera, la de conseguir el sanea- da por parte del aparato estatal se reflejaba miento de dichos territorios incultos por en el mismo régimen autoritario y exclusi- manos expertas, ampliando así, gradual- vista. Todas las tierras estaban monopoliza- mente, las tierras cultivadas; segunda, la de das. Entregando las “tierras de la comuni- haberse apropiado de las tierras fértiles que dad” a los miembros de los ayllus, éstos, sus poblaciones tuvieron que abandonar, además de tener que trabajarlas y pagar al 68 / LA DOMINACIÓN INCAICA inca el tributo constituido en parte de la taba formada por los curacas de las tribus cosecha y en productos artesanales, esta- sometidas, que seguían gobernando sobre ban obligados a trabajar en la “tierras del sus antiguos súbditos, pero ahora no más inca” y en las “tierras del Sol”, y a apacen- de su cuenta, sino por mandato del inca.7 tar las llamas en beneficio de las clases pri- La nobleza de nómina se componía en su vilegiadas (nobleza, clero, funcionarios gu- gran mayoría de altos oficiales que habían bernativos, ejército, mujeres al servicio del cumplido brillantes empresas militares, inca y del Sol), cuya participación en la además de quienes se habían merecido, producción era del todo parasitaria. Los entre otros, el título de amauta (“maestro”), productos de las “tierras del inca” se utili- de quipu–camáyoc (“analista”), de pacarís- zaban, entre otras cosas, como una fuente cap–huíllac (“historiador”); podía también de previsión social, cuando alguna calami- tratarse de miembros de la clase trabajado- dad se abatía sobre una región, o para el ra que hubiesen prestado valiosos servicios sustento de las personas incapacitadas pa- al Incario. ra el trabajo: ancianos, enfermos, viudas. La aristocracia, cuyo poder se fun- El trabajo de la tierra en el Tahuan- daba en el dominio del culto religioso, go- tinsuyu se basaba en los siguientes siste- zaba además de inmensos privilegios, mas: la chunca, o trabajo colectivo de to- inaccesibles a las clases populares: el uso da la comunidad en las tierras de cada uno de joyas y de preciosas pieles de vicuña, el de sus miembros; la minca, o trabajo en lo- derecho a la momificación y una poliga- tes de tierra ajena, en cambio de alimen- mia sin restricciones representan un mues- tos, como en el caso de aquellas familias trario de sus prerrogativas. También la ins- donde llegaron a faltar brazos; la mita, o trucción era un derecho y un deber de la turno obligatorio en las “tierras del Sol”, en nobleza, una verdadera condición impues- las minas, en las plantaciones de coca, en ta a los jóvenes miembros de los ayllus im- las construcciones públicas. periales y a los hijos de los curacas, para El trabajo en común de los ayllus poder pasar a formar parte de la élite: par- primitivos, que en su origen nacía de un ticipaban en una especie de curso de cua- profundo sentido democrático y mágico, tro años – para perfeccionarse en la len- asumió gradualmente en la fase incaica, gua, en las ciencias y en la disciplina – que con la institución del tributo como base so- se llevaba a cabo exclusivamente en la ciu- cial, un carácter de obligatoriedad. La cla- dad del Cuzco. se dominante, nacida de la división entre De aquí debían salir los cuadros téc- vencedores y vencidos, se iba haciendo nicos y militares del Tahuantinsuyu, para cada vez más compleja, terminando por quienes era menester conocer bien la es- subdividirse en tres categorías netamente tructura económica y social del país, pre- delimitadas: nobleza “imperial”, “local” y parándose a contribuir eficazmente en el “de nómina”. A la nobleza imperial perte- funcionamiento de tan elaborado e impo- necían, obviamente, el sapa–inca y los nente aparato estatal. Completado el adies- miembros de su ayllu. La nobleza local de tramiento, se llegaba al período de inicia- las regiones incorporadas en el Incario es- ción, con variadas y complejas ceremo- QUIÉNES ERAN LOS INCAS / 69 nias, en presencia, junto con las momias venía el huaranga–camáyoc, que dirigía a sagradas de los monarcas del pasado, del mil. En este aspecto ninguna cultura euro- sapa–inca en persona. Éste, entre otras co- pea o asiática, ni tampoco la egipcia, que sas, horadaba los lóbulos de las orejas a los es la que más se le parece, pueden compa- neófitos con un grueso alfiler, dejándolo rarse a la inca-quechua. El debe y el haber prendido para que el agujero se agrandase de cada tributario se contabilizaban con hasta poder introducirse en él un disco de precisión, y la suma de lo que consumían oro, que podía medir hasta unos diez cen- y de lo que rendían todos los súbditos era tímetros de diámetro (de aquí el apelativo conocida con buena precisión en el Cuz- de hatun–rincríyoc, o sea “notable oreju- co. (Téngase en cuenta que la de tributario, do”, que los españoles traducirían casi lite- o púric, representa sólo una de las diez ca- ralmente como “orejón”). El joven entraba tegorías en la que se dividía la población a formar parte de la clase dirigente, desti- de sexo masculino, entre el “lactante” y el nándosele al servicio estatal en alguna re- “viejo sordo”; en diez categorías se dividía gión del Tahuantinsuyu. también la población femenina). Todo el trabajo de organización y de La grande masa popular de hatun– dirección del Incario era asegurado por es- runa era una clase oprimida. Una prueba tos miembros de las clases privilegiadas, en del grado de sumisión la da el hecho que cuyo vértice se hallaba un núcleo de apu– los caminos del Tahuantinsuyu no podían cuna (jefes supremos), para cada una de las ser utilizados por personas del pueblo, a jerarquías: política, administrativa, militar y menos de estar cumpliendo con alguna mi- religiosa. Toda la estructura se fundaba en sión especial por cuenta del poder estatal. el sistema decimal progresivo, cuya célula Y en general, se vivía con gran sobriedad, y unidad de trabajo geo–económico era to- en un duro nivel de subyugación, que a los davía el ayllu. Diez ayllus se agregaban en españoles parecería extremo (aunque eso un hatun–ayllu, y diez de éstos en una tri- no les impidiera llegar aún más lejos, redu- bu, para ir constituyendo grupos más y más ciendo a los amerindios a condiciones de complejos, hasta cuando la aritmética ce- absoluta miseria y hambre crónica, hacién- día el puesto a la geografía, llegando hasta doles trabajar como bestias, tanto como el vértice de la pirámide, con los cuatro para quebrar su físico y su moral, y restar “suyus” (o, pluralizando más precisamente: radicalmente la duración promedio de su suyu–cuna), cada uno gobernado por un vida [CAPS.2,4,7]). apu, y, finalmente, con el Incario. En el Incario existía otra categoría El ayllu a su vez se dividía en “chun- social: la de los no–nobles y no pertene- cas”, o decenas, o sea en grupos de diez cientes a ayllu alguno. Eran los servidores familias regidas por el chunca–camáyoc, del inca y de los señores, que provenían de elegido entre los diez jefes de familia o tri- las tribus conquistadas y estaban margina- butarios, varones entre los 25 y los 50 dos de la sociedad. Los llamaban yana–cu- años; diez de estos “decuriones” depen- na (o sea “negros”, tal vez en el sentido de dían del páchsac–camáyoc, que por los “incoloros”), y casi siempre permanecían tanto dirigía a cien familias; sucesivamente en condiciones de esclavitud, destinados a 70 / LA DOMINACIÓN INCAICA rudas tareas; mas no faltaron – así como do en un “saludable” y penoso estado de con los libertos romanos – quienes alcan- alarma. zaron posiciones de grandes dignatarios, lo Si por último, en alguna región leja- que se explica por su peculiar condición na, todos los instrumentos de mando y de de individuos no sujetos a tributos y cuya control de esta formidable máquina estatal libertad dependía de su propia capacidad, fallaban, proporcionando la ocasión, por actividad y lealtad para con los amos. (Los ejemplo, para tentativas de emancipación, españoles llamarán “yanaconas” a los in- entonces un ejército bien organizado, diri- dios a su servicio [CAP.4]). gido por los “orejones” y compuesto por Esta fue, pues, la estructura del gran hordas de hatun–runa, entraba en acción. Imperio de Pachacútec: nobleza, pueblo, esclavos. Precisa como un cronómetro, Las invasiones del norte donde todo había sido programado y pre- visto, y donde a cada uno se había asigna- Ya durante el reinado de Pachacú- do una determinada tarea. Mas, una orga- tec, mientras el sapa–inca se dedicaba a nización piramidal tal, basada en el siste- organizar el Estado desde el Cuzco, su hijo ma decimal, con una jerarquía progresiva el auqui–inca (“inca asociado”) Túpac Yu- de rango para dirigir a la grande masa de panqui estaba empeñado en ampliar los trabajadores, no bastaba para que el Inca- confines del Tahuantinsuyu, demostrándo- rio funcionase perfectamente. Para aumen- se como brillante hombre de gobierno, a la tar la eficiencia en el control de sus domi- altura de su padre. Túpac Yupanqui dirigía nios, aparte de estos funcionarios “de lí- sus conquistas no por vanidad de gloria, si- nea”, el inca contaba con otros funciona- no con base en exigencias precisas: una rios, que hoy se llamarían “de staff”, pues vez dominado, el territorio tenía que ser respondían directamente ante él. En el vér- “digerido”, asimilando los productos y or- tice de esta organización complementaria ganizando a sus habitantes. Es mérito tam- estaba el tucuyrícuc, que significa “quien bién de Túpac Yupanqui la racional organi- todo lo ve”: era el superintendente de otros zación del crecido Incario, la perfección superintendentes. de los servicios estatales, el detalle con el Temibles y temidos, los tucuyrícuc– cual cada una de las actividades de la vida cuna viajaban constantemente; se informa- – pública o privada – era considerada. ban de las exigencias de las zonas; daban Bajo Túpac Yupanqui, inca supremo consejos e instrucciones; redistribuían las desde 1448 hasta 1482, el Tahuantinsuyu tierras; disponían sobre las áreas para sem- estaba ya muy extendido, mas las conquis- brar, o para ser ocupadas por parte de las tas proseguían sistemáticamente: en la cos- diferentes familias en un determinado ay- ta cayó el importante reino de los chimús, llu; realizaban muchas otras tareas com- de antiguos orígenes,8 cuya influencia ha- plejas y paternalístas, además de infligir bía llegado en el pasado hasta los zarzas y sanciones y revocar a los funcionarios, in- los cañaris, y que aún conservaba un ele- cluso a los curacas, para que nadie se sin- vado nivel cultural, contando también con tiese seguro de conservar su cargo, vivien- sólidas líneas de defensa, las que, a la pos- LAS INVASIONES DEL NORTE / 71 tre, fueron expugnadas por los incas. Hacia grienta (y que tocaría a su hijo Huayna Cá- el este, Túpac Yupanqui avanzó hasta los pac concluir, muchos años más tarde). territorios del Chaco, pero no logró some- Huancabambas, cascayuncas, cajas, ter a los chiriguanos, afines a los guaraníes, ayahuacas, así como los pueblos costeños contra quienes erigió una serie de fortale- de paitas y cibayas, fueron fácilmente do- zas, cuyas ruinas existen hasta la fecha en minados e incorporados: muchos de ellos Paraguay. Envió expediciones punitivas a habían ya experimentado la influencia cul- la región amazónica para difundir el terror tural de los chimús y de otros pueblos del en la selva, ya sea con el propósito de de- sur, que ahora pertenecían al Tahuantinsu- sanimar las incursiones de los pueblos sel- yu. Sobre la conquista de las tribus confe- vícolas, que a menudo penetraban en el deradas de los zarzas prácticamente nada Tahuantinsuyu para efectuar saqueos, ya es conocido. Puede sólo suponerse que, sea con el de conseguir una mayor libertad tratándose de un pueblo de agricultores y de acción en la extracción de coca, oro y no preponderantemente guerrero, se some- otros productos. tiera de buena gana, así como hicieron (es- Hacia el sur, el inca atravesó el terri- to sí es sabido) sus vecinos paltas. Lo pro- ble desierto de Atacama y llegó hasta el río baría el hecho de que cuando llegaron los Maule, en el actual Chile, donde fijó los españoles [CAP.4] encontraron la numerosa linderos meridionales del Incario. Más allá “nación” zarza, que fácilmente se podía no pudo pasar, debido a la resistencia de individuar entre las otras, y no se olvide los araucanos, que los incas nunca logra- que los incas, cuando tenían alguna difi- rán dominar, como tampoco los españoles cultad con un pueblo lo exterminaban (co- en el caso específico de los mapuches.9 mo ocurrió con no pocos de la costa) o si- Hacia el norte quedaban tierras por no lo deportaban en masa con el ya men- conquistar: las de los zarzas, de los caña- cionado método del mitímac. ris, de la Confederación Cara–Puruhá y de También los pueblos de la costa que otros pueblos más pequeños. El Tahuantin- se encontraban ubicados por la misma la- suyu debía comprender esta natural exten- titud – mayavilcas, poceos, tumbes, ma- sión de las altiplanicies para satisfacer el chalas – iban cayendo bajo el arrollador “programa” de sus fundadores Manco Cá- ejército: aquí el inca encontró mayores re- pac y Mama Ocllo. Las primeras invasio- sistencias, pero igualmente los dominó, ya nes, allá, comenzaron ya antes de 1450, que se trataba de pequeños “estadillos” y dirigidas por el apusquipay (“jefe supre- no tan organizados como los de la sierra. mo”, en la jerarquía militar) Cápac Yupan- En cambio fallaron los intentos de Túpac qui, hermano de Pachacútec. El shyri de Yupanqui de someter a los pueblos del Quito, advertido sobre la avanzada de los oriente. Los “jíbaros” de Chachapoyas y ejércitos quechuas, organizó la defensa, los “pacamores” supieron resistir tenaz- pero por algunos años no ocurrieron he- mente, ayudados por las limitaciones mis- chos notables. Fue Túpac Yupanqui, cuan- mas que la espesura impone a soldados do tomó luego el mando, quien reanudó la bien pertrechados. conquista, que se demostraría ruda y san- 72 / LA DOMINACIÓN INCAICA

La conquista del Cañar, comenzó Era el comienzo de la más sangrien- hacia 1460. Túpac Yupanqui, después de ta guerra de toda la historia del Incario. La consolidar su poder en la retaguardia, qui- resistencia opuesta por los caras resultó te- so asegurarse algunas bases de operacio- naz, y las demandas de sumisión fueron in- nes, que irían desde la meseta de Loja has- variablemente rechazadas. Pero Túpac Yu- ta las orillas del golfo de Guayaquil. Sólo panqui era hombre de gran paciencia y en entonces procedió con el ataque. El ejérci- el ínterin se dedicó a consolidar su domi- to, numerosísimo, fue estimado luego por nio a partir de Tomebamba. los cronistas españoles en 200.000 solda- Urgentes cuestiones de gobierno dos, cifra probablemente exagerada (aun- obligaron al inca a regresar al Cuzco, don- que no imposible), la que podría indicar de se detuvo durante dos años, después de más bien el número total de combatientes los cuales volvió a Tomebamba para rea- empleados en las varias campañas que se nudar la conquista. Los últimos territorios realizaron para someter a los cañaris. que lo separaban de la Confederación ca- En duros combates se impuso el in- ra–puruhá – los de los pueblos lausíes, ti- ca, matando o haciendo prisioneros a va- quizambis y chimbos, que combatían con- rios jefes. Hay que tener en cuenta una cir- juntamente contra el invasor – fueron fácil- cunstancia que sin duda favoreció este re- mente ocupados, dada la tremenda presión sultado: las eternas presiones que los cara– que imprimía el poderoso ejército, para ser puruháes ejercían sobre los cañaris [CAP.2], del todo absorbidos. Empezó el choque hicieron que algunas tribus no juzgaran ex- frontal en territorio puruhá. cesivamente negativa la llegada de los El shyri Hualcopo Duchisela, con el quechuas. El inca se mostró magnánimo y enemigo en la frontera, instaló su cuartel supo cautivar con favores al pueblo venci- general en Liribamba. En las inmediacio- do: hizo construir caminos, templos, pala- nes de Tiquizambi opuso a los invasores cios, almacenes públicos, y decidió inclu- inmensas hordas de hombres de todas las so residir en Tomebamba, que transformó edades, armados con hachas de cobre y en una grande y opulenta ciudad. Los ca- lanzas de chonta, y mujeres que los se- ñaris se convirtieron en los súbditos más guían para darles de comer, alentarles y leales, hasta el punto que llegaron a formar enterrarles. Así, durante cinco años y al du- la tradicional guardia privada del sapa–in- ro precio de decenas de miles de muertos, ca, un cuerpo de élite (que ha sido compa- el shyri logró resistir contra el menos nu- rado con los lansquenetes). Tomebamba se meroso pero más avezado ejército del in- convirtió en base principal de operaciones, ca, que al fin perforó el dique humano. En las que fueron largas y complejas. Para la la batalla de Tiocajas fue herido mortal- conquista de la nación cara, Túpac Yupan- mente el jefe supremo de las tropas caras, qui permaneció en la ciudad por un largo Epiclachima, hermano del shyri. Entonces período; precisamente allí nacería, entre Hualcopo organizó personalmente la reti- 1465 y 1470, su heredero Huayna Cápac. rada hasta el territorio de los mochas, para reconstruir el ejército, que puso bajo el \ \ \ mando de Calicuchima, hijo del coman- LAS INVASIONES DEL NORTE / 73 dante muerto. Ya Túpac Yupanqui había co Mayta como llacta–camáyoc (“goberna- conquistado todo el Puruhá. dor”) de Quito y, con el objeto de evitar Cuando fue necesario abandonar posibles insurrecciones, así como también también Mocha, no resultó difícil para el para poner en contacto más estrecho a los inca ocupar el territorio de los hambatos y diferentes pueblos de su vasto territorio, hi- de los angamarcas; luego, un destacamen- zo construir una larga serie de fortalezas y to comandado por Tópac Cápac tomó La- aplicó el mitímac en gran escala, haciendo tacunga. Hualcopo Duchisela recibió nue- llegar miles y miles de colonos aymarás y vas demandas de rendición, que de nuevo quechuas, provenientes de las vecindades rechazó. Calicuchima cedía terreno, aun- del lago Titicaca, del Cuzco y de varias co- que causando fuertes pérdidas al enemigo. marcas más lejanas, intercambiándolos Derrotado en una sangrienta batalla, tuvo con otros tantos caras que en tales lugares que replegarse hacia el norte, por la hoya tuvieron que ir a establecerse. Tribus ente- del Chota, para tratar de reunir un nuevo ras aparecían en muchos sitios, y el inca ejército, a lo que aprovechó el sapa–inca recomendaba: “¡Llactata cunani!” (“¡Os para entrar a Quito. confío esta comarca!”). En los años siguientes Túpac Yupan- qui invadió toda la zona andina del norte, \ \ \ hasta los territorios de los quillasingas A la muerte de Túpac Yupanqui, y (pueblo con el que los caras siempre ha- después de la inevitable lucha por el po- bían fracasado [CAP.2]), y estableció la fron- der, le sucedió Huayna Cápac, quien co- tera septentrional del Tahuantinsuyu. Ba- menzó por visitar el gigantesco Incario, jando por la vertiente de la cordillera que ahora le pertenecía, dirigiéndose pri- oriental, encontró la misma infranqueable mero a consolidar su poder en el Collasu- barrera verde de sus otras tentativas más al yu y a recorrer una buena parte de los te- sur, para protección de las tribus selvíco- rritorios del sur, llegando finalmente “a las, que no era posible someter. Atravesan- donde termina el mundo”, como informó a do la cordillera occidental, en cambio, lle- sus soldados. gó hasta el mar, donde halló grupos espar- Luego se dirigió hacia el norte, para cidos que le ofrecieron una resistencia me- sedar las insurrecciones que estallaban en nos violenta, pero más astuta, y fueron mu- cadena, en el temor de perder el control de chos los pueblos que no pudieron ser inte- esos territorios. Hualcopo Duchisela había grados en el Imperio. El inca emprendió un muerto y le sucedía Cacha Duchisela, shy- viaje por mar, y según varios indicios pare- ri 15º, cuyas acciones pueden ser conside- ce que quizá llegó a las islas Galápagos. radas como una verdadera reconquista. Al- Túpac Yupanqui juzgó conveniente gunas crónicas refieren que incluso logró no continuar la guerra con los caras, aun- expulsar a los colonizadores hasta Mocha. que formalmente no se hubieran rendido. Si esto es verdad, tuvo que serlo por breve Esto se debió tal vez a las graves pérdidas tiempo, porque fue precisamente Chalco que él mismo sufrió, por lo que había de- Mayta, el llacta–camáyoc que Túpac Yu- cidido regresar al Cuzco. Designó a Chal- panqui había dejado en Quito, quien aco- 74 / LA DOMINACIÓN INCAICA gió con los honores debidos al nuevo sa- por la retaguardia. Auqui Toma fue derrota- pa–inca. Pero, en todo caso, una buena do, pero su acción permitió conseguir el parte del territorio conquistado, desde el objetivo, que era el de distraer al enemigo. volcán Antisana (en la hoya del Guaylla- Por su parte Huayna Cápac atacaba bamba) hasta el territorio de los quillasin- con éxito las fortalezas de Coachasquí y gas, había vuelto en manos de Cacha Du- Guachalá; luego, durante el ataque a la de chisela. Además, las insurrecciones se Atuntaqui fue herido en una pierna. Auqui multiplicaban cada día, por lo que Huayna Toma, aislado en el norte, había muerto Cápac llegó para imponer el orden con un combatiendo en el Valle del Cauca. El inca ejército formidable, que se ha estimado en decidió regresar al Cuzco para recobrarse varios centenares de miles de guerreros, de la herida y de la fatiga, y para reorgani- siempre con las debidas reservas en las ci- zar el ejército. Esto puede significar que la fras interpretadas por los cronistas. campaña del norte representó una derrota; En su marcha hacia el norte desde el aunque hay que tener en cuenta, también, Cuzco, entre otras cosas el inca intentó de que del Cuzco él pasó en seguida a defen- tomar aquellos pueblos orientales que ni der el Collasuyu, invadido por los chirigua- su abuelo ni su padre pudieron someter. En nos del Chaco, a los que acabó por derro- la selva, a la altura de Loja, encontró la tar. más tenaz resistencia. Muchos soldados A su retorno, desde la fortaleza de quechuas fueron alcanzados por flechas, Ingapirca, expresamente construida en las lanzas y otras armas arrojadizas; las cule- cercanías de Tomebamba, Huayna Cápac bras y otras insidias parecían estar conti- partió tiempo más tarde para una nueva nuamente en acecho. El inca mismo fue ofensiva. El enemigo no era despreciable: humillado: en lugares altos e inaccesibles por un período casi veinteñal los caras ha- aparecían los selvícolas para reírse y silbar- bían resistido al poderoso empuje de los le mostrando los genitales. Huayna Cápac quechuas, y ahora aparecían todavía lle- tuvo que desistir, definitivamente. Descar- nos de energías, gracias también al apoyo gó su ira contra los paltas, masacrándoles eficaz de varios pueblos confederados (ca- por un intento, tal vez presunto, de rebe- yambis, otavalos, peruchos, coachas- lión. quíes), cuyos comandos, aunque separa- Decidió detenerse en su ciudad na- dos, eran bien coordinados. tiva, Tomebamba, para dar descanso a sus Ya al primer choque con las tropas legiones y organizar la ofensiva contra el de Cacha Duchisela, el inca demandó al poderoso baluarte de Cacha Duchisela. shyri que se rindiera. Ante la negativa, la Antes de llegar a Quito los caras le crearon guerra se hizo sin cuartel. Jefes militares de más de un problema, pero su marcha fue la Confederación, como Píntag y Nazacota incontenible. De Quito, el inca mandó a Puento, hicieron prodigios de estrategia y su hermano Auqui Toma a que se traslada- de táctica contra la pavorosa máquina mi- se, pasando por las alturas de la cordillera, litar del inca, ordenada y silenciosa (los ca- hasta el territorio mismo de los quillasin- ras, en cambio, combatían desordenados, gas, con el propósito de atacar a los caras lanzando gritos), pero todo fue inútil. Al LAS INVASIONES DEL NORTE / 75 fin, rodeados en las proximidades de un la- mantas y en otras regiones de la costa se go, entre Otavalo y Caranqui, los caras fue- repitieron análogas escenas de rebelión. ron totalmente derrotados. Huayna Cápac También en la sierra hubo pueblos ordenó pasar por las armas a más de 20 mil que lograron conservar la propia autono- hombres, que fueron arrojados al agua. mía, y el caso más espectacular es el de la Después del exterminio hizo poner en for- tribu del curaca Píntag, que, no obstante mación a los huérfanos de las víctimas, y ser pequeña y encontrarse a breve distan- fue inexorable también con ellos. Aquel la- cia de Quito, jamás fue sometida. Como go (en cuyas rivas sería fundada más tarde sea, en esos últimos años del siglo XV, el la ciudad de Ibarra [CAP.4]) conserva aún el poder del inca era innegable y el Tahuan- nombre de Yaguarcocha, que significa “la- tinsuyu llegaba a su apogeo. go de sangre”. No habían ya motivos de orden es- El shyri había muerto en la batalla, y tratégico por los que Huayna Cápac, com- las autoridades de Quito proclamaron para pletada la conquista, no pudiese regresar al la sucesión a su hija, la joven Paccha Du- Cuzco. Mas, por razones no aclaradas ple- chisela (basándose en un establecido pre- namente (la historia superficial ha querido cedente, cuando Toa fue nombrada a suce- atribuirlo a su amor por Paccha o al azul der a Carán, shyri 11º [CAP.2]). Así, la guerra cielo de Quito; fuentes más fundadas han terminó. La insignia de los shyris, la esme- conjeturado particulares exigencias de go- ralda, y la de los incas, una borla carmesí, bierno, en un Incario llegado a ser dema- fueron puestas juntas en la mascaypacha siado extenso), el hecho es que, aparte de que adornaba la frente de Huayna Cápac. uno que otro viaje al Cuzco, el sapa–inca El sapa–inca se dirigió a la costa pa- se estableció definitivamente en Quito, en ra consolidar su poder. Túmbez y Paita se donde permanecería los restantes treinta sometieron de buena gana; en cambio años de su vida. otros pueblos le opusieron resistencia. En- En este período el pueblo cara prác- vió una embajada a los huancavilcas, que ticamente se extinguió, y al genocidio se por toda respuesta mataron a los emisarios. añadía el etnocidio, con el tratar de borrar El severo castigo de Huayna Cápac llegó (como a menudo hacían los incas) los re- puntual, y, para que nadie olvidase, orde- cuerdos de la civilización derrotada, por nó además que a toda la población, que obra del pacaríscap–huíllac (“historiador”) (se recuerde [CAP.2]) por razones religiosas de turno en el Cuzco. Al Tahuantinsuyu, acostumbraba extraerse dos dientes, se le mientras tanto, no le quedaba más espacio arrancaran dos más. En la isla de Puná va- útil para sus ulteriores expansiones, ha- rios “orejones”, llegados de Túmbez, fue- biendo alcanzado la economía un nivel de ron asesinados: habitantes de la isla se ha- saturación, y habiendo encontrado la so- bían ofrecido como remadores y, en alta ciedad aquella solución de oportunidad mar, ahogaron a los oficiales del Cuzco; más adecuada para imponer su autoridad los pocos que a nado alcanzaron la ribera, sobre las masas mediante la creación de un fueron muertos a palos. En territorio de los enorme aparato administrativo, adaptado a las variadas condiciones geográficas, histó- 76 / LA DOMINACIÓN INCAICA ricas y psicológicas con las que había de numerosas personas. La enfermedad de enfrentarse. Huayna Cápac (úlcera perniciosa, como se infiere) se había agravado, obligándole a Apogeo y crisis del Incario interrumpir su viaje y regresar con urgen- cia a Quito. Los despachos imperiales informa- Era (para nosotros) el mes de di- ron a Huayna Cápac, ya enfermo, que por ciembre de 1526 cuando, en el lecho de el mar, sobre gigantescas casas flotantes, muerte, el inca supremo reunió a su alre- habían aparecido unos hombres pálidos y dedor a Atahualpa, a los jefes militares y velludos. Algunas poblaciones estaban al- políticos de Quito y a aquellos funciona- borotadas, habiendo constatado ya su tre- rios del Cuzco que habían salido a su en- mendo poder destructivo. cuentro en Tomebamba. Dictó sus volunta- El Tahuantinsuyu había superado su des: considerada la situación en la que se apogeo, y la evolución de la sociedad in- encontraba el Incario, y con el fin de evitar caica hacía brotar profundos conflictos so- un choque entre el Cuzco y Quito, el Ta- ciales entre las clases usufructuarias de tie- huantinsuyu quedaba dividido en dos par- rras y detentoras de privilegios. Algunos tes: los antiguos territorios del sur, para curacas incitaban a la rebelión contra el Huáscar; los nuevos del norte, para Ata- poder concentrado en el Cuzco y en Qui- hualpa. La meditada decisión, coherente to, ciudades desarrolladas en aquel enton- cuanto se quiera, debía servir sólo en un ces como dos centros en competencia, primer momento para conciliar a ambas donde se habían venido a formar verdade- partes. ras aristocracias antagonistas. Huayna Cá- Después de los solemnes funerales pac, conocedor de que la situación estaba en la ciudad del Cuzco, retornó Atahualpa volviéndose insostenible, y considerando a Quito para comenzar su gobierno. El pa- también que el poder personal de su hijo cífico propósito del padre no pudo durar Atahualpa había crecido hasta un punto tal mucho. Las dos mitades del Tahuantinsuyu de romper los equilibrios, decidió trasla- se mantuvieron en paz, pero bajo fuertes darse personalmente al Cuzco para delibe- tensiones, hasta cuando, cuatro años más rar con su hijo mayor, el auqui–inca Huás- tarde, estalló el conflicto armado. La me- car (a quien le correspondía heredar el cha fue, con la muerte de Chamba, curaca “trono”), y oír además el parecer de los al- del Cañar, la toma de posición de su hijo y tos funcionarios sobre el espinoso proble- heredero Chapera, quien, en lugar de pedir ma de la sucesión. a Quito la confirmación de sus poderes, in- Partiendo de Quito, hizo escala en terpeló al Cuzco. Atahualpa, indignado, Tomebamba, donde le fueron confirmadas envió tropas. las noticias sobre los extranjeros apareci- Los cuzqueños, sin embargo, se ha- dos en el litoral; supo además de los fenó- bían movilizado con anticipación y se en- menos celestes y del terremoto ocurrido en contraban en el Cañar para apoyar a Cha- el Cuzco durante la celebración del íntip– pera. Rechazaron fácilmente a las tropas raymi (la “fiesta del Sol”), con la muerte de de Quito, pero, no contentos con este éxi- APOGEO Y CRISIS DEL INCARIO / 77 to, continuaron su marcha hacia el norte. jer, para infamarlo. También el nuevo subs- Empezó la invasión. El apusquipay cuz- tituto, Mayta Cápac, fue derrotado por queño Atoco llegó tranquilamente hasta Quizquiz en las llanuras de Jauja, mucho Mocha, donde tuvo lugar la segunda bata- más al sur, ya en pleno territorio de Huás- lla, también con resultados positivos para car. el ejército de Huáscar, mas con pérdidas Atahualpa, mientras tanto, se dirigía que resultaron enormes para una y otra junto con Rumiñahui y Calicuchima hacia facción. la costa para someter a la isla Puná que, Dos eran los jefes militares de Quito aprovechando de las circunstancias, se ha- empeñados en la guerra, Quizquiz y Cali- bía rebelado a la autoridad de Quito. La re- cuchima, mientras que el tercero, Rumiña- sistencia opuesta por los punáes a los 12 hui, permaneció en la ciudad junto con mil hombres de Atahualpa fue inesperada, Atahualpa. Recibida la noticia de las derro- y el mismo inca salió herido en el muslo. tas, el inca decidió dirigir personalmente Dejó que sus comandantes concluyeran la las operaciones militares. Los refuerzos y la tarea de sumisión y partió para Cajamarca, presencia de Atahualpa animaron a las tro- en donde, en el clima mitigado de la ciu- pas. En la tercera batalla, en la llanura de dad, se concedió un período de descanso y Ambato, los soldados cuzqueños y cañaris de baños medicinales, para curarse las he- fueron batidos duramente; el mismo Atoco ridas y reponerse. fue hecho prisionero, mientras que Chape- Calicuchima y Rumiñahui, habien- ra logró huir. Esta batalla fue tan cruenta do aplacado la rebelión, alcanzaron a que, años después, los españoles encontra- Quizquiz para acomunarse y emprender la rían el campo blanqueado por huesos inse- batalla decisiva contra la concentración de pultos. Chapera fue al fin capturado y, así fuerzas, que ahora Huáscar había decidido como Atoco, atado a un árbol para ser acri- dirigir personalmente para la defensa del billado con flechas. Cuzco. En Quipaypán la lucha fue extre- En las cercanías de Tomebamba se madamente violenta, derramándose mu- sostuvo una nueva batalla, que duró tres cha sangre por ambas partes. Las suertes de días y volvió a decretar el triunfo de Ata- la batalla quedaron inciertas hasta cuando hualpa. Los cañaris imploraron perdón, el inca del Cuzco, aun combatiendo de mas el monarca fue implacable: arrasó la manera ejemplar, fue hecho prisionero por ciudad, ordenó la muerte de numerosas Quizquiz. Todo había terminado para personas e hizo arrancar los corazones de Huáscar. Como en todas las guerras de los los principales jefes, para sembrarlos y “ver pueblos andinos – y en general del conti- qué frutos producían”. nente entero – la caída del jefe significaba Huáscar, en substitución de Atoco, la derrota (y esto los españoles lo tendrían había enviado a Huanca Auqui, quien lle- bien en cuenta en sus planes estratégicos gó a marchas forzadas con los refuerzos, de conquista). pero fue derrotado cerca de Loja, por lo Los jefes militares de Quito entraron que, junto con la orden de destitución, el en el Cuzco y, vinculados todavía a la cul- inca del Cuzco le adjuntó prendas de mu- tura cara–puruhá de su origen, no pudie- 78 / LA DOMINACIÓN INCAICA ron olvidar las matanzas que contra sus tro tal, antes de concluirse con la integra- pueblos habían perpetrado Túpac Yupan- ción transcultural de dos pueblos tan dis- qui y Huayna Cápac, y ellos también hicie- tintos, debía llevar inevitablemente al cho- ron estragos entre la aristocracia, sobre to- que armado. do entre los miembros de la familia de Huáscar, incluidas sus mujeres embaraza- Notas: das, sus concubinas, veinticuatro hijos y otros parientes. A Huáscar se le obligó a 1 Para un estudio más detallado véase mi ensayo presenciar la carnicería. La civiltà incaica, del que el presente capítulo Atahualpa se proclamó sapa–inca constituye un resumen. 2 Por una confusión lógica de los historiadores, al del Tahuantinsuyu. Dispuso que su herma- pueblo se lo ha llamado “inca”, como extensión no fuese encarcelado en la fortaleza de del poder imperial, cuando sería más justo lla- Jauja, pero para ser tratado con todas las marlo con el nombre de las tribus que formaban su base (y que indica también la lengua), o sea deferencias que su rango merecía. pueblo “quechua”. El inca se encontraba todavía en Ca- 3 Aunque faltasen registros escritos, se valían de jamarca cuando llegaron otras noticias so- personas escogidas por sus cerebros ejercitados. bre los hombres pálidos, pero no concedió El pacaríscap–huíllac, o sea algo como “historia- dor del reino”, era encargado de coleccionar y importancia a la cuestión. Tal vez por in- registrar mnemónicamente los hechos salientes dolencia o bien porque los subestimara: que se verificarían durante la vida del inca en el muy pocos eran en realidad los forasteros, poder, componiendo cantos y baladas que de- bían transmitir el recuerdo de su vida y sus ha- y él se sentía muy poderoso, pues haber zañas, para ser cantados y salmodiados en deter- ganado la guerra quería decir que Viraco- minadas ocasiones. Además, muchos datos se cha estaba de su lado. O tal vez esperaba, registraban en los quipos, o quipus, que son fatalista, la llegada de esos monstruos cua- cuerdas anudadas, las mismas que el quipu–ca- máyoc (el “analista”) guardaba y ordenaba. drúpedos con a sus lomos la figura de un 4 El Dios supremo Viracocha había creado el Sol, hombre, que dominaban el relámpago y el y el Sol engendró en el lago Titicaca a Manco y fuego mortal. Como sea, queda el hecho a su compañera Ocllo, instruyéndoles sobre el que Atahualpa – quien habría podido bien y el mal. Un día a la pareja se le apareció Viracocha, que ordenó: “Id y salvad el mundo”, aplastar fácilmente a ese puñado de hom- entregando a Manco una barra de oro. Les man- bres – no hizo nada para impedir que se dó a recorrer la tierra en busca del lugar donde acercaran. la barra habría desaparecido hundiéndose en el suelo, para fundar la sede del reino que debía Pero, ¿quiénes eran estos hombres hacer la felicidad de todos los hombres. Ade- extraños que habían puesto pie en el Ta- más, el Dios ordenó enseñar a los salvajes que huantinsuyu? ¿De dónde llegaban y cuáles poblaban la tierra a adorarle, y darles leyes, po- eran sus intenciones? Eran los representan- nerles al corriente sobre el cultivo del suelo, so- bre la cría de los animales, sobre la construcción tes de una civilización que se había desa- de casas y ciudades. Por último exhortó a la pa- rrollado en tierras lejanas, desde tiempos reja a que ejerciera su poder con justicia y bene- remotos y por cauces completamente dife- volencia. Dejaron las orillas del gran lago para dirigirse a rentes, pero que tenían en común con la septentrión, por las desmesuradas y frías alturas. civilización de los incas la brutal fiereza y Por días y días Manco tocó el suelo con la barra, el fanatismo de sus guerreros. Un encuen- mas en vano. De todas maneras, decidió dete- nerse por un tiempo en Pacaritampu, en las pro- NOTAS / 79

ximidades del valle del Cuzco, antes de penetrar miento de sus poderes, para que fungiesen de in- en él. termediarios entre las autoridades y los coloni- Otras leyendas hablan de los hermanos Ayar, zados. uno de los cuales es el mismo Manco y los otros 8 Las leyendas relatan de la llegada, en las costas son: Cachi, Uchu y Auca. Los cuatro, con sus del actual Perú, de numerosas balsas al mando respectivas esposas–hermanas, engendrados to- de Náymlap. Éste era el monarca de un pueblo dos por el Sol, se encaminaron hacia el lugar bien organizado, a juzgar por el número de con- donde fundar su reino. Muy pronto nació la dis- cubinas, sirvientes, intendentes, oficiales y otras cordia, y Ayar Manco, con varias astucias, se fue personas no definidas comprensiblemente, que librando, uno por uno, de sus hermanos. constituían su séquito. Náymlap se detuvo tierra Con Ayar Manco como único jefe de la expedi- adentro, hizo construir casas y palacios y tuvo ción (y aquí convergen casi todas las leyendas), un reinado largo y próspero, del que, sin embar- llegaron al valle del Cuzco, precisamente a la go, hoy nada se sabe. Cuando sintió próxima la colina de Huanacauri, cuando la barra de oro, hora de su muerte, pidió a sus íntimos que lo en- por fin, pudo penetrar profundamente en el sue- terraran en el cuarto en donde había vivido. Así lo, al primer toque, desapareciendo. Las órdenes efectivamente se hizo, pero fue anunciado pú- de Viracocha habían sido cumplidas. Manco se blicamente que el monarca había decidido dejar hizo construir una vivienda con techo de paja, a su pueblo y, puéstose alas, tomar el vuelo. Los allí donde debía surgir más tarde el templo del súbditos de este reino modelo quedaron tan Sol, un santuario–fortaleza de los incas. Mas en consternados por la noticia, que a su vez aban- un primer momento las comunidades de la re- donaron la comarca y se dispersaron por todas gión no recibieron de buena gana a los invaso- las direcciones en busca de Náymlap. Quedaron res, siendo necesarias varias estratagemas para sólo aquellos nacidos en el país, gente relativa- someterles. mente joven. Uno de los cuentos, en efecto, refiere que la ma- La leyenda enumera, luego, una serie de suceso- dre de Manco, mujer astuta, trabajó arduamente res de Náymlap, sin dar mayores detalles sobre en preparar a su hijo un traje suntuoso, cubierto sus vidas y obras, hasta llegar a Fempéllec, de láminas de oro, y un peinado con plumas vi- quien tuvo la desventurada idea de substituir el vaces. Se escondieron todos en una gruta y ídolo traído por Náymlap. Aprovechando de tan aguardaron hasta que llegó un gran día de fies- inexplicable circunstancia, un espíritu maligno ta; entonces, bajo los rayos de un sol incandes- se encarnó en el cuerpo de una mujer bellísima, cente, que hacía centellear el traje, el joven hé- que sedujo a Fempéllec. El castigo del Dios Ko- roe avanzó hacia el poblado, dejando a todos ne no se hizo esperar: cayeron lluvias torrencia- estupefactos y encantados les, que provocaron una tremenda inundación, Así empezó el reinado de Manco Cápac en el va- seguida por un período de sequía y de hambre. lle donde fue fundada la ciudad del Cuzco que El pueblo acusó al monarca disoluto de ser res- significa “ombligo”, o sea como decir “centro ponsable de estos males, y lo botó al mar atado del mundo”). de pies y manos. El Dios superior Pachacámac, 5 Y en todo el continente americano el caso de los juzgando que Kone había cometido un abuso, lo incas es tal vez único: ni siquiera los mexicas expulsó; mas quiso también transformar a los (más conocidos como aztecas) fueron más allá hombres primitivos en animales, para renovar la de la fase de confederación de tribus, pues se li- humanidad con un nuevo pueblo: el de los chi- mitaban a unificar el poder en una única autori- mús. dad sólo por razones de guerra, mientras que ca- 9 Los araucanos comprendían tres divisiones geo- da una seguía gobernándose autónomamente en gráficas y culturales principales: picunches, ma- las cuestiones de orden interno. puches y huilliches. Los picunches fueron derro- 6 Se trata de un palo que se hunde en tierra; tiene tados por los españoles y asimilados; los huilli- una muesca para asirlo con la mano y un apoyo ches perdieron paulatinamente su identidad ét- para empujarlo con el pie. nica. Quedaron los mapuches, que hoy en Chi- 7 También los españoles [CAP.4] introducirán los le son más de 350.000 y en Argentina unos curacas en el sistema colonial, con el reconoci- 120.000.

4 LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA

Quiénes eran los españoles Entre –2000 y –1000, en correspon- Los guerreros con las armas y arma- dencia con la llamada “edad del bronce”, duras metálicas que se encontraban en las se aviaron los intercambios culturales entre puertas del Tahuantinsuyu representaban los pueblos del Mediterráneo. La abundan- aquella nación de la península Ibérica sali- cia de cobre y de plata en la península Ibé- da de un crisol de numerosos pueblos y rica, así como su posición estratégica con culturas. El fondo étnico prehistórico de respecto a los grandes yacimientos de esta- época paleolítica comprende los nómadas, ño en las islas Casitérides (al sur de Ingla- recogedores de frutos espontáneos y raí- terra), atrajeron a los pueblos mercantiles ces, y los cazadores de jabalíes, conejos y del Mediterráneo, principalmente a los aves, pero también de mamíferos grandes, egeo–cretenses, quienes establecieron una como el hipopótamo, el elefante y el rino- serie de colonias, útiles para sus comer- ceronte, que entonces habitaban en Euro- cios. Terminada la hegemonía cretense ha- pa. Conocían el fuego, pero ignoraban la cia –1200, los fenicios, pueblo de fuertes cerámica, usando como recipientes crá- tradiciones marineras y comerciales, com- neos de animales, conchas y calabazas; pletaron a su vez una red de análogas co- sus armas y utensilios – hojas raederas, ras- lonias en toda la costa africana del Medite- padores, buriles, puntas de flecha, etc. – rráneo, y hacia –1100 fundaron Gádir (Cá- los fabricaban de piedra, hueso o madera. diz), que pronto se convirtió en uno de los En época neolítica, con la llegada centros principales de la organización co- de la agricultura, del pastoreo y de la gana- lonial. Los iberos, en aquel milenio, desa- dería, con el desarrollo de la cerámica y el rrollaron el arte de la metalurgia y trabaja- perfeccionamiento de las técnicas de caza, ban no sólo el cobre y el bronce (aleación con la magia y el arte, vino a formarse el cobre–estaño), sino también metales como primer sedimento cultural estable, en base el oro, la plata y el plomo. (En aquella mis- al pueblo conocido como ibero, llegado ma época en los Andes, por medio de in- antes del año –2000. Se identifica con un venciones culturales diferentes [CAP.3], conglomerado de pueblos mediterráneo–a- otros pueblos trabajaban esos mismos me- fricanos, que dieron lugar a la cultura de tales). Almería; su influencia se extendió por la Después del año -1000 ya la penín- costa meridional y oriental de la península, sula había superado la prehistoria. Co- llegando hasta los ríos Ródano y Garona mienza una época en la que se pueden en- de la actual Francia. contrar datos históricos en varias fuentes li- terarias y que ofrece noticias cada vez más 82 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA abundantes y precisas sobre los pueblos, Los cartaginenses se establecieron las tribus, las ciudades. La “edad del hie- en el sur de la península Ibérica, expulsan- rro” – que en el Mediterráneo oriental apa- do definitivamente a los griegos y destru- reció alrededor de –1200, y en algunas yendo sus colonias. La dominación que partes de Europa dos siglos más tarde – lle- impusieron resultó de un carácter aún más gó a la península Ibérica con notable retra- opresivo, violento y militarista que la de so, no antes de –650, con la migración ma- los fenicios. siva, en oleadas sucesivas, de celtas prove- nientes de Europa central. \ \ \ De la fusión gradual de los dos pue- Mientras tanto Roma, ya dueña de blos más importantes, los iberos y los cel- Italia, emprendía una política marinera. tas, ya en –300 se había formado el grupo Problema esencial era consolidar el poder étnico unificado de los celtíberos. Al mis- en el mar Tirreno. Esto provocó primero la mo tiempo, en la zona franco–cántabra se aprensión y luego la abierta hostilidad de iban desarrollando autónomamente, y a los cartaginenses, que veían amenazadas menudo sin que hubiese comunicación sus colonias en Sicilia y Cerdeña. En –241, entre ellas, algunas poblaciones que ha- concluida la primera guerra púnica, gana- bían permanecido en estado paleolítico; da por los romanos, y para compensar la otras poblaciones, post–paleolíticas, ocu- pérdida de Sicilia y prevenir una maniobra paban la parte central y occidental de la de rodeo por parte de sus enemigos, los península. Además, se habían establecido cartaginenses comenzaron a crearse en la grupos menores de fenicios, griegos, carta- península Ibérica un imperio continental, ginenses, etc. baluarte rico de productos agrícolas y mi- La península se convirtió en tierra nerales y fuente de soldados numerosos, codiciada y disputada por las potencias con una “nueva Cartago”, Cartagena, co- que se iban desarrollando en el Mediterrá- mo base de operaciones. neo. Los griegos habían perdido su hege- La invasión en gran escala de la pe- monía marítima, por la rivalidad con los fe- nínsula fue emprendida por Amílcar “Bar- nicios, pero conservaban aún importantes ça” (“el Relámpago”) ya desde –237, y centros comerciales. Cartago – que en continuada por su yerno Asdrúbal, que –814 los mismos fenicios fundaron en la aplicó la política de las alianzas para con- costa nordafricana – heredaba la suprema- solidar la dominación cartaginense. En cía de Tiro sobre sus colonias en el Medi- –221 Aníbal, hijo de Amílcar, reanudó la terráneo occidental. Cartago, a su vez, fun- política dura. Con el ataque a Sagunto, en dó Ebyssos (Ibiza) en las islas Baleares, con –219, ofreció a los romanos el pretexto pa- una magnífica posición estratégica para ra la segunda guerra púnica. Aníbal, de su impedir los contactos de los griegos con la parte, miraba nada menos que en derrotar península Ibérica. La vieja rivalidad co- a Roma invadiendo la península Itálica. Su mercial culminó, en –525, cuando cartagi- larga campaña le proporcionó numerosos nenses y etruscos derrotaron a los griegos éxitos, pero al fin se concluyó en Zama (ya en la batalla de Alalia (en Córcega). en tierra africana), en –202, decretándose QUIÉNES ERAN LOS ESPAÑOLES / 83 la derrota de Aníbal por obra de Escipión Por esa época ya el proceso de ro- llamado “el Africano”, y con ella el ocaso manización había mellado profundamente de Cartago como potencia mediterránea. en las instituciones y en las estructuras or- Pero ya antes, en –218, y no obstan- ganizadas, a partir de las zonas que por te la invasión de su territorio metropolita- más tiempo estuvieron en contacto con los no, los romanos habían enviado una arma- pueblos extranjeros, para irse difundiendo da hacia Iberia, para destruir en sus bases luego por toda la península. Bajo la pax ro- la potencia cartaginense. En –209 Escipión mana, la península Ibérica conoció un pe- había tomado Cartagena y en –206 expul- ríodo de prosperidad, con una economía sado de la península a los cartaginenses, a basada en la minas. En un total de seis si- quienes por entonces quedaron sólo las is- glos de dominación (de –218 a +409), aun- las Baleares. que no todas las tradiciones de los pueblos Abierta la vía libre para los roma- hispanos se hubiesen completamente bo- nos, su conquista se fue convirtiendo en rrado, el territorio se convirtió en parte in- acción de simple rapiña, con el transporte tegrante del Imperio Romano, con el desa- a Roma de cantidades considerables de rrollo de lenguas derivadas básicamente plata y otros metales. Acabó por chocar del latín, con leyes y superestructuras que contra la vigorosa resistencia de los celtí- modelaron una acción nueva (y que cons- beros, que aplicaban la guerrilla como for- tituirían luego la base sobre la que se sen- ma de lucha. En –197 la península fue di- taría la civilización hispanoamericana). vidida políticamente en dos provincias ro- Un estudio profundizado de la do- manas: Hispania Citerior e Hispania Ulte- minación romana en la península Ibérica rior. La primera se extendía por el valle del iría más allá de los fines de este ensayo. Ebro y la costa oriental; la segunda, por la Baste aquí resumir aquellos hechos por los zona meridional. El interior de la penínsu- que el proceso de romanización se pudo la quedaba libre de la dominación romana, realizar, gracias a un programa que com- pero la escasa unión política y social de las prendía múltiples factores:1 (1) la conquis- tantas tribus allí existentes permitió la futu- ta y la ocupación militar con numerosas le- ra penetración. giones, que recorrían los territorios y cons- Las operaciones militares termina- truían los campamentos en lugares estraté- ron en –133, con la toma de Numancia. gicos, verdaderos centros de actividad ro- Mas fue sólo mucho más tarde, en el año manizante; (2) el servicio militar de los in- –26, cuando el emperador Augusto deci- dígenas, para crear el cuerpo auxiliar del dió lanzar personalmente el ataque defini- ejército e integrarlo gradualmente; (3) los tivo contra los últimos focos de resistencia, tratados y los pactos con ciudades y tribus irrumpiendo sobre un frente de 400 kiló- indígenas, que así venían a encontrarse ba- metros y en tres territorios diferentes: Can- jo la influencia aplastante de Roma; (4) tabria, Asturias y Galicia. Al cabo de unos muchos funcionarios y políticos romanos, años quedaban aún grupos hostiles, pero a varios niveles de gobierno (incluso los en la práctica el poder de los romanos era emperadores Trajano, Adriano y Teodosio) incuestionable. fueron nativos de la península Ibérica, así 84 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA como lo fueron influyentes literatos, del efectivo (luego se extenderá a otros países, calibre de Lucano, Marcial, Séneca o y sus consecuencias han sido inmensas en Quintiliano; (5) la fundación de colonias y el mundo entero). municipios, cuyos habitantes, reconocidos Si el Imperio Romano se “cristiani- como ciudadanos romanos, vivían en base zó”, también el cristianismo no fue imper- a leyes y costumbres impuestas por Roma; meable a las tradiciones de Roma. Des- (6) la relaciones comerciales y sociales viándose en muchos aspectos de su con- continuaban efectuándose entre ciudada- texto primitivo, se conformó a la concep- nos romanos e indígenas que aún no se ha- ción romana de la vida, para convertirse en bían integrado. A estos factores hay que un grupo de vértice teocrático, con pode- añadir (7) el cristianismo, que en los últi- res ilimitados para su dominio moral sobre mos siglos de dominación romana actuó las masas (esto se revelará brutalmente, por como agente de unión. ejemplo, en la conquista española de Amé- En efecto, mientras que el Imperio rica, con la espada y la cruz, cuyos efectos Romano alcanzaba su máximo esplendor – perduran hasta la fecha). Que el cristianis- y precisamente después que los primeros mo se romanizó lo atestigua, entre otras emperadores, Augusto y Tiberio, habían cosas, la misma organización de la Iglesia, establecido las bases para una organiza- con escoger precisamente la ciudad de Ro- ción definitiva, ofreciendo al mundo euro- ma como sede y el latín como lengua ofi- peo el espectáculo de una hegemonía in- cial. discutible – se originaba en Judea (también En los siglos siguientes el Imperio colonia romana) una pequeña secta heréti- Romano, en su fase indiscutible de deca- ca del hebraísmo, de los secuaces de Jesús dencia y de disgregación, tuvo sus breves (Yeshúa bar Yosef), un galileo condenado a períodos en los que pareció poder resurgir muerte en Jerusalén, acusado de insurrec- y evitar su caída definitiva. Pero el cristia- ción. nismo ya era demasiado fuerte y a esto se De secta hebraica, con el tiempo el añadían otros factores históricos que pro- cristianismo se convertiría en religión autó- vocaban un ulterior deterioro del Imperio, noma. En los primeros tiempos las autori- para impedir cualquier proceso dinámico. dades romanas persiguieron a los cristia- No hay que olvidar que Roma se encontra- nos; mas éstos, creciendo en número, lo- ba ya cerrada en una tenaza entre los pue- graron paulatinamente mellar en la estruc- blos germánicos (los “bárbaros”), que inva- tura filosófica y moral del Imperio, hasta dían desde el norte, y los musulmanes (los llegar, hacia el año 313, a ser reconocidos adeptos de otra poderosa religión mono- por el emperador Constantino, dicho “el teísta, de la que se hablará más adelante), Grande”, como miembros de una entre va- quienes iban conquistando la costa africa- rias religiones reconocidas oficialmente na del Mediterráneo, presionando desde el por el Estado. Sólo más tarde, en 380, con sur.2 Por lo que se refiere a la península el emperador Teodosio (un hispano), el Ibérica, después de seis siglos de domina- cristianismo se convertirá en religión ex- ción romana, y por su perfecta integración, clusiva del Imperio, para tomar así el poder QUIÉNES ERAN LOS ESPAÑOLES / 85 tuvo que seguir el mismo destino en el co- habiendo ya estado en contacto con los ro- lapso del viejo Imperio. manos por largo tiempo, el choque no re- sultó excesivamente violento. La pobla- \ \ \ ción hispano–romana influyó no poco so- bre los invasores, y de esta conjunción se Ya hacia fines del siglo IV algunos establecieron las bases para la creación de pueblos germánicos del Danubio entraron una entre las naciones con dinámica más en el Imperio Romano para substraerse al vigorosa de Europa, en el paso de la Edad peligro de los hunos, pueblo probablemen- Antigua a la Edad Media. te mongólico que invadía Europa. En el A la barbarie de la época de las in- 405, cuando en Italia se temía la invasión vasiones se sucedieron periodos menos de Alarico, los ejércitos romanos fueron re- tempestuosos, comenzando una corriente tirados de la frontera del Rhin con el fin de de acercamiento entre los hispano–roma- reforzar las líneas defensivas de los Alpes. nos y los visigodos, que culminó, durante De esta circunstancia aprovecharon en se- el reinado de Recaredo (586-601), con la guida algunos pueblos – vándalos, suebos, conversión del pueblo godo al cristianismo alanos – que entraron en Galia, recorrién- y con la desaparición de las barreras idea- dola y saqueándola por un cierto tiempo, les y culturales que separaban dominado- para luego atravesar los Pirineos hacia la res y dominados, y llevó en el siglo si- península Ibérica, donde, después de las guiente a la efectiva unificación de las po- expediciones de rapiña, se establecieron. blaciones. Pero, el desarrollo del comercio Los vándalos escogieron Bética, que por mediterráneo dejaba a la península aisla- eso tomará el nombre de Vandalucía (An- da, abandonada a una grave crisis econó- dalucía); los suebos, Galicia; los alanos, mica y social. Lusitania. Fue entonces cuando Honorio, em- \ \ \ perador de Occidente, solicitó a los visigo- dos que, como sus confederados, expulsa- En la segunda mitad del siglo VII ran de las provincias de Hispania y de Ga- una parte del Imperio había sido invadida lia a aquellos pueblos germánicos que ha- por los musulmanes. Eran los secuaces de bían comprometido la solidez del Imperio. Mahoma (Abú al–Qasim Muhammad), Esto se fue realizando paulatinamente, has- quienes en pocos años, de las dispersas tri- ta cuando en 429 los últimos vándalos, bus nómadas que formaron en Arabia, se suebos y alanos dejaron la península, para habían convertido en una temible potencia ir a África. Pero, por mucho tiempo aún, el internacional en continua expansión, debi- reino visigodo mantuvo como centro Aqui- do a sus conquistas y al proselitismo. tania; sólo después que Clodoveo (Clovis) Cuando África del norte fue ocupa- lo expulsó de Galia, en 554, su capital se da completamente, los musulmanes se trasladó a Toledo. Así, los visigodos logra- asomaron a la orilla opuesta del Mediterrá- ron establecerse, y sin muchas dificultades neo, frente a frente con los visigodos, y en en el vasto territorio comprendido entre el la época de Wamba (672-680) intentaron río Loira y el estrecho de Gibraltar, porque, la invasión de la península Ibérica. En 711 86 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA

(año 92 de la héjira), Táriq ibn Ziyád, por los Umaiyas en Baghdad por parte de los cuenta de los califas Umaiyas, cruzó el es- ‘Abassis, un príncipe umaiya, ‘Abd ar–Rah- trecho y comenzó la conquista, derrotando man, sobreviviendo a la masacre de su fa- al rey Rodrigo en Guadalete. Lo siguió Mú- milia, fundó el Emirato de Córdoba, que se sa ibn Nusair, y entre ambos, en apenas convirtió en Califato bajo ‘Abd ar–Rahman dos años, lograron apoderarse de casi toda III, en 929. Córdoba había adquirido un es- la península, ante la retirada vertiginosa de plendor extraordinario y se hizo centro de los visigodos. Quedaron sin conquistar las la civilización árabe de occidente, donde tierras montañosas del norte: Asturias, al islam se mezclaban las tradiciones lati- Cantabria y Galicia, donde se fundó un nas y visigodas, con además valiosas apor- conglomerado de gentes que logró resistir taciones hebreas. Los conquistadores mu- a cada nuevo intento de subyugación. sulmanes mostraron la máxima tolerancia En efecto, repetidas veces los inva- para con los cristianos de las regiones ocu- sores trataron de forzar el último reducto padas, lo que no se verificó a la inversa. de la resistencia cristiana, pero las gargan- El florecimiento árabe de al–Anda- tas cantábricas impedían la empresa, y en- lus duró hasta el siglo XII, ya sea en el cam- tre 718 y 725 contraatacaron los asturia- po artístico, ya en el científico y filosófico. nos, acabando por derrotar a los musulma- Cabe recordar que la civilización hispano– nes en la batalla de Covadonga. Dirigía las musulmana de la Edad Media ejerció un tropas cristianas el visigodo “don” Pelayo, influjo decisivo en el desarrollo mismo de que desde entonces asumió la corona del la filosofía cristiana escolástica, que cono- nuevo reino de Asturias, con capital en ció a Aristóteles y al neo–platonismo a tra- Cangas de Onís. De ahí en adelante el pe- vés de Averroés (Abú al–Walid ibn Rusd) y queño reino cristiano comenzó a afirmarse de los hebreos Avicebrón (Solomon ibn y a extenderse por los valles cercanos. Los Gabirol, según su nombre “arabizado”) y árabes, por su parte, invadieron el noreste, Maimónides (Moshe ben Maymun). llegando hasta los Pirineos, y atravesaron Los emires y califas quisieron frenar las montañas. En 732 fueron detenidos por el desarrollo del Reino asturiano, pero el el franco Charles Martel en la batalla de esfuerzo continuo y tesonero de las tropas Poitiers; pero, no obstante la derrota, los cristianas logró vencer las reiteradas ofen- musulmanes permanecieron todavía en sivas islámicas, y así el pequeño reino se Aquitania. fue extendiendo hacia Galicia y León. La La península Ibérica estaba dividi- capital se trasladó de Oviedo a León; la re- da, pues, en dos zonas: la musulmana y la conquista prosiguió hacia el sur, en cam- cristiana. La España musulmana fue, por pos castellanos. En el siglo X, el territorio varios siglos, la región culturalmente más astur–leonés llegaba hasta el Duero, y ca- avanzada, con mayores riquezas y que da año podía ver avanzar su línea de con- comprendía la mayor parte del territorio; fín. Así, surgió el Condado de Castilla co- dependió del Califato de Damasco hasta la mo provincia de frontera, que muy pronto mitad del siglo VIII. En 756, seis años des- se separó del tronco común, para consti- pués del derrocamiento de la dinastía de tuirse en reino independiente. Luego ha- QUIÉNES ERAN LOS ESPAÑOLES / 87 bría vuelto a la unión, pero ya con carac- a los reinos del levante. Ante tal situación teres de región hegemónica, y así la totali- los soberanos musulmanes pidieron ayuda dad del Reino del noroeste comenzó a lla- a los Almorávides del Maghreb, para con- marse Castilla. tener en algún modo a los cristianos. Mientras tanto, en el noreste, nue- Al mando de Yúsuf ibn Tásufin, las vas contingencias hicieron retroceder a los tropas almorávides entraron en la penínsu- musulmanes. Después de varias campa- la y obligaron a los cristianos a combatir. ñas, Carlomagno había conseguido no só- Alfonso VI fue derrotado en al–Zalaqa (Sa- lo expulsarlos de Aquitania, sino también brajas) en 1086, pero logró retener Toledo. arrebatarles la zona comprendida entre el Los invasores habrían podido sacar mejor Ebro y los Pirineos. Con el tratado de Ver- provecho de su victoria; pero, entraron en dún, de 843, esta región siguió la suerte de conflicto con los “reyes de taifas”, cuando todo el Imperio carolingio, y se parceló en éstos descubrieron las verdaderas intencio- dos Estados feudales: el Condado de Bar- nes de los Almorávides, de permanecer en celona y el Reino de Navarra; y del prime- la península para reconstituir a su favor el ro se desprendió, más tarde, el Reino de Califato. Aunque por esplendor cultural se Aragón. Así que, a comienzos del siglo 11, encontrase en su apogeo, al–Andalus ha- a Castilla se sumaban otras tres naciones bía decaído políticamente, convirtiéndose cristianas al norte de la península. en una provincia de la nación musulmana En el siglo XI el destino de las dos de occidente, cuya capital no pudo seguir Españas sufrió una transformación radical: siendo ni Granada ni Sevilla, sino Marrá- con la caída definitiva de la dinastía Umai- kech. Las consecuencias de un trastorno de ya en 1030 (420 de la héjira), el califato de tan grande trascendencia no se hicieron es- Córdoba se encontró al año siguiente en perar, y los castellanos reanudaron su ofen- medio de la guerra civil, y al–Andalus se siva. El caballero Rui Díaz de Vivar, mejor fue desmembrando en una serie de princi- conocido como el “Cid Campeador”, logró pados independientes, cuyos soberanos, conquistar Valencia, y Alfonso VI pudo res- los mulúk at–tawa’ if (los “reyes de taifas”, tablecer también su dominio en aquellas “de la división”) se hallaron muy pronto en zonas que previamente había perdido. lucha entre ellos, y los más fuertes sometie- Por entonces, en la parte occidental ron a vasallaje humillante y oneroso a los de la península se había formado el Reino más débiles. Los reinos cristianos aprove- de Portugal, en sus orígenes un condado charon de la dispersión del mundo musul- de Castilla, que el rey Alfonso VI (para ca- mán y aumentaron sus esfuerzos para ace- sar a su hija ilegítima Teresa) había entre- lerar la reconquista. En 1085 el rey de Cas- gado a Enrique de Borgoña. En 1139, el hi- tilla, Alfonso VI, llegó al río Tajo y pudo to- jo de Teresa y Henrique (escrito aquí ya se- mar la ciudad de Toledo, antigua capital gún la ortografía portuguesa), el joven visigoda y uno de los puntos estratégicos Afonso Henriques, al obtener la total inde- más importantes de la península. Al mismo pendencia para su territorio, se nombró rey tiempo, los aragoneses comenzaron a ba- Afonso I. Desde entonces Portugal se dis- jar por la costa mediterránea, amenazando tinguió por su tesonera y constante lucha 88 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA contra los musulmanes, a los que iba arre- En la fase restante debía plasmarse batando paulatinamente las tierras todavía plenamente la sociedad española (destina- ocupadas en las costas del Mar Océano. da a converger – y es lo que en este ensa- A los Almorávides, que se habían yo interesa mayormente – con sociedades debilitado bajo la presión cristiana, se su- lejanas, ubicadas en otros lugares del pla- maron unos nuevos y mucho más temibles neta, más allá de los océanos, para la fu- reformadores musulmanes, los Almohades, sión de experiencias culturales totalmente que en 1145 aseguraron el control de diferentes). al–Andalus. Como fruto de esta contrao- De la reconquista cristiana en ade- fensiva, el rey de Castilla, Alfonso VIII, fue lante – y en superposición a los mismos in- derrotado en 1195 en la batalla de al–Araq tercambios transculturales entre los nume- (Alarcos). Todos los cristianos formaron rosos pueblos que habían transitado por la una unión general y, bajo el impulso del península – se habían de formar varios es- papa Inocencio III, se preparó una cruza- tratos perdurables de la sociedad hispana: da, análoga a las que se despachaban a (1) una alta nobleza, llena de arrogancia, Oriente, que reunía voluntarios de toda la forjada moralmente en guerras incesantes, cristiandad, bajo el mando de tres reyes: ferozmente celosa de su autonomía; (2) Sancho VII de Navarra, Pedro II de Aragón una baja nobleza, más numerosa, sin bie- y Alfonso VIII de Castilla, los que obtuvie- nes de fortuna, moldeada también en la ron en 1212 la aplastante victoria de al–I- guerra y consagrada forzosamente a la ca- qab (Navas de Tolosa). Quedaban en pie rrera de las armas; (3) las comunidades ru- pocas fuerzas cristianas, pero la potencia rales y urbanas, desarrolladas en territorios almohade había sido herida mortalmente. (re)conquistados y dotadas desde su origen Con las repetidas campañas de Fer- de importantes privilegios, de “fueros”, nando III, llamado “el Santo”, Castilla ob- que habrían defendido con vigor contra las tuvo el dominio de casi toda Andalucía y usurpaciones de parte del poder real, agru- los musulmanes fueron replegándose hacia pándose en “hermandades”, fuentes de ex- las montañas de la Sierra Nevada. Después tremo particularismo. Encima de esta so- de Fernando III, la reconquista cristiana se ciedad estratificada, predominaba una reli- detuvo: se producían choques parciales y gión católica asfixiante, llegada al máximo de poca importancia, y esto debido a las de su fanatismo exclusivista e intolerante, guerras civiles que estallaban en la misma pero que en realidad constituía el único Castilla, además de la falta de interés de- vínculo de verdadera unión entre los espa- mostrada por Aragón en la empresa de la ñoles todos, en un territorio aún fracciona- reconquista, permitiendo así al Reino de do. Granada llegar a su estabilización hacia A Fernando III le sucedió Alfonso X, 1270, para sobrevivir con una cierta tran- llamado “el Sabio”. Su reino, aunque nega- quilidad durante otros dos siglos. tivo por las intrigas y las guerras suscitadas entre miembros de la casa real, fue brillan- \ \ \ te por el impulso que fue dado al desarro- llo cultural; es en esta época cuando nacen QUIÉNES ERAN LOS ESPAÑOLES / 89 varias obras fundamentales de la literatura del Atlántico (propósito prioritario, claro castellana. Alfonso X, además, trató de es- está, era el de encontrar en África varias timular el desarrollo de las burguesías y dio fuentes de riqueza, necesarias para tonifi- marcado realce a las “Cortes”, donde se car la economía del Reino). Aragón, en reunían los representantes de todos los gru- cambio, había orientado su política hacia pos sociales del Reino (lo que él realmente el mar. Después de las Cruzadas de Orien- buscaba era consolidar su propio poder te, y en particular después de la conquista personal). Frente a esta poderosa ofensiva de Constantinopla por parte de los france- del rey, fueron sólo las necesidades de re- ses, Aragón se dedicó activamente a la conquista cristiana y la defensa de las po- guerra y al comercio marítimos: Jaime I “el siciones avanzadas las que permitieron a Conquistador” se adueñó de las islas Ba- los señores feudales castellanos conservar leares en 1229; Pedro III conquistó Sicilia aún sus tradicionales derechos y privile- en 1283; Alfonso V logró someter todo el gios. Reino de Nápoles. En tanto, en el siglo XIII, Si en Castilla los señores lograron eran numerosos los señores aragoneses defender tales ventajas, no fue menor el que se habían creado dominios incluso en éxito obtenido en Aragón, donde consi- el Mediterráneo oriental: objeto de tales guieron que el rey, Pedro III, reconociese conquistas fue el desarrollo del comercio. en 1283 la validez del Privilegio General, Los puertos de Aragón vieron llegar ricos documento por el que se sancionaban, li- cargamentos, que llenaban las arcas de la mitándolos, los derechos reales que ata- próspera burguesía y dejaban pingües ga- ñían a los señores. Sin embargo, la burgue- nancias a los mismos señores. Nada mo- sía aragonesa, poco a poco, se iba afirman- vía, pues, a los aragoneses a empeñarse di- do, gracias a los espléndidos resultados de rectamente en la lucha por la conquista del sus actividades comerciales en el Medite- limitado territorio quedado aún en manos rráneo, que les permitía reforzar su propia de los musulmanes, territorio que, por lo posición social. demás, habrían tenido que contenderse Junto con los musulmanes, confina- con Castilla. dos al ya pequeño Reino de Granada, coe- Y así, los castellanos eran los unicos xistían pues en la península cuatro reinos en tener verdadero interés para completar cristianos: Navarra, Aragón, Portugal y la reconquista. Si durante los últimos siglos Castilla. Pero sólo este último, y en medi- de la Edad Media los choques se redujeron da reducida, persistía en la lucha contra el en número y en calidad, esto se debió a islam. conflictos internos, que impedían la orga- En efecto, Navarra y Portugal no lin- nización de una campaña constante, con daban directamente con el territorio de garantías de éxito. Frecuentes guerras civi- Granada. Portugal, por su parte, planteaba les habían carcomido por más de un siglo una propia estrategia, que consistía en el aparato orgánico de Castilla, desde crear bases en África, con el fin de atacar cuando Pedro I, que reinó de 1350 a 1369, por la retaguardia en el caso de un even- sostuvo la lucha contra la nobleza insu- tual desembarque musulmán en las costas rrecta, acaudillada por su hermano, Enri- 90 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA que de Trastámara. Éste depuso al rey, para licos aplicaron varias medidas destinadas a gobernar él mismo, con el nombre de Enri- la unificación de toda España bajo un con- que II, hasta 1379. Le sucedió Juan I, quien trol centralizado. Trataron de suprimir la trató de anexionarse Portugal, pero fue de- antigua autonomía de los cabildos, la pre- rrotado por los lusitanos en la batalla de potencia de los señores, el poder de las ór- Aljubanota, en 1385. denes militares y todo cuanto podía opo- Ni el reinado de Juan II ni el de En- nerse a la autoridad real. Con tal finalidad rique IV fueron propicios para la recon- se creó, en el ámbito de los concejos mu- quista cristiana. La nobleza estaba dividida nicipales, el cargo de “corregidor”, cuya en facciones en permanente conflicto, y misión era la de representar la opinión real los caballeros posponían la lucha contra el en el seno de esas organizaciones; con la Islam en favor de sus propios intereses. Se presencia de tan alto funcionario se llegó a repetían las escaramuzas, pero ninguna absorber totalmente la jurisdicción conce- importante operación militar se emprendió jil. Análogo propósito revelaba la creación por aquel entonces con éxito. Hacia me- de la Santa Hermandad, para que ejercita- diados del siglo XV, el aspecto del Reino ra tareas de pesquisa en los dominios de castellano era el de una nación corrompi- esos señores a los que no llegaba la autori- da, con una clase dominante del todo dad real. No tenía otro fin, fuera de la cen- inepta. tralización del poder, la hábil política de Fernando, gracias a la cual logró dominar \ \ \ a las órdenes militares, cuyo poder pudo desde entonces pasar a sus manos. Las cosas mudaron con el adveni- Si bien estas medidas conducían a miento, al trono de Castilla, de Isabel, lla- la consecuencia de la unidad política, la mada “la Católica”, que sucedió en 1474 a creación o, mejor, reorganización del tri- su hermano Enrique IV, muerto sin dejar bunal del Santo Oficio de la Inquisición te- herederos varones. Antes de ser reina ha- nía también como finalidad asegurar la bía contraído matrimonio con Fernando de unidad religiosa de España, en situación Aragón, que en 1479 heredaría la corona comprometida por la presencia de los aún de su propio reino como Fernando II (para numerosos musulmanes y hebreos de la ser también Fernando V de Castilla). Con península. la unión de la pareja de monarcas se reali- Los monarcas católicos planearon zó en práctica la unificación de los dos rei- para los dos reinos, Aragón y Castilla, una nos más poderosos de la península (con- política común, buscando entre otras cosas servando formalmente cada uno su auto- restringir aquellas leyes y tradiciones que nomía, pero conduciendo una política co- acordaban excesivos privilegios a los seño- mún), hasta que llegó la ocasión propicia res. Así, prepararon la efectiva unidad de para reanudar la lucha contra los musul- España, la que más tarde habría realizado, manes. de hecho, su nieto el rey Carlos I (más co- En 1492 se completó la expulsión nocido como Carlos V, emperador del Sa- de los árabes de Granada. Desde el punto cro Romano Imperio). de vista de la organización, los reyes cató- LA CONQUISTA DE AMÉRICA / 91

1492 es el año no sólo de la expul- mercaderes venecianos y distribuida a los sión de los musulmanes, sino además del países europeos a precios fabulosos. viaje de Cristóbal Colón (Cristoforo Co- Para Europa era urgente reanudar lombo). El germen de la organización polí- los interrumpidos contactos con Asia, y tico–religiosa del Estado español se habría con este propósito las naciones marineras de convertir pronto en ese brutalmente efi- se encaminaron por diferentes rutas. A cau- ciente aparato de represión que pudo ser sa de su ubicación en el Mediterráneo cen- aplicado durante la conquista y la coloni- tral (que antes les había asegurado su pre- zación del continente americano. dominio) las repúblicas italianas quedaban excluidas. Las nuevas naciones en la pe- La conquista de América nínsula Ibérica, por el contrario, con posi- bilidades de salida directa al Mar Océano, En 1453 cayó Constantinopla bajo contaban con las ventajas geográficas para el poder de los turcos otomanos, guiados explotar otra vía posible: costear el África y por Mehmed II, llamado “Fatih” (“el Con- llegar a la India o a otros países asiáticos. quistador”), interrumpiéndose así aquel lu- Esto habría servido, además, a poder pres- crativo comercio de productos preciosos cindir de intermediarios en el comercio desde el Extremo Oriente hasta Europa, con Asia. que significó la grandeza de Génova y de Fue en Portugal, durante el reinado Venecia. Después de las Cruzadas, dichos de João II, que pudo afirmarse la pre–edad productos se habían introducido en los de los grandes “descubrimientos”3 geográ- países europeos hasta convertirse en bie- ficos. Los choques violentos, provocados nes de consumo indispensables: se trataba por la potencia turca contra una Europa de maderas finas, perfumes, perlas, sedas y afligida por problemas sociales internos, sobre todo especias (pimienta, canela, repercutieron en varias fases por todo el nuez moscada, clavo y jengibre), las cua- continente, obligando a buscar nuevas sa- les, además del uso hecho para la alimen- lidas para satisfacer sus exigencias, así co- tación, se empleaban en ingentes cantida- mo las perennes ambiciones de expansión. des, junto con la sal, para poner en adobe El punto extremo hacia el cual arribaban el numerosísimo ganado que se sacrificaba los efectos de tales choques fue precisa- cada año, dada la imposibilidad de nutrir- mente Portugal. Como sostén a esta hipó- lo durante el largo invierno. Estos produc- tesis esquemática se puede aducir el caso tos llegaban a Europa por medio de una se- del refluir hacia Portugal, durante aquel rie de intermediarios: chinos, malayos, período, de innumerables casas mercanti- hindúes, árabes, etc. Las naves provenien- les genovesas, previamente establecidas en tes de Asia llegaban al mar Rojo o al golfo el Levante. Ciertamente, existían factores Pérsico y luego la mercancía atravesaba el estrictamente “portugueses”, que contribu- desierto en caravanas de camellos hasta yeron a poner en movimiento y a fomentar los puertos de Siria o de Egipto, en el Me- la expansión lusitana en las costas de Áfri- diterráneo, donde era adquirida por los ca: necesidad de oro, de colorantes, de mano de obra constituida por esclavos, de 92 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA zonas de pesca, de zonas de cultivo para la cial, sino, como siempre, los de orden po- caña de azúcar. Pero estos factores de ca- lítico–económico. El fracaso de las Cruza- rácter “interno” eran estimulados por la si- das, tiempo atrás, había dado al Islam el tuación general en Europa. dominio del Mediterráneo, y con las rutas Los portugueses abrieron la ruta de terrestres pululando de insidias y peligros, África para alcanzar Asia: atravesaron a pie los portugueses defendían obstinadamente el continente africano con Pêro da Covilhã su ruta del periplo de África. Con la expul- y Afonso de Paiva (el resultado indirecto sión de los musulmanes de la península fue la colonización de Angola y Mozambi- Ibérica, y cumplida de facto la unión entre que, que ha durado hasta nuestro siglo); Castilla y Aragón, la pareja real consideró costearon el continente con Diogo Cão, esencial encontrar una nueva vía que lle- João Afonso d’Aveiro, Bartolomeu Dias y vara a Asia, y la que proponía Colón, entre otros, mejorando las técnicas de navega- otras ventajas, era libre de competidores y ción oceánica y consiguiendo, en 1487, piratas. llegar al cabo Tormentoso (que después se Realizada con éxito la empresa de llamaría de Buena Esperanza), para luego Colón (de la que sería superfluo aquí des- adueñarse de la ruta de circunnavegación cribir peripecias y detalles), por un cierto de África, convirtiéndose Portugal en el tiempo quedó la persuasión general que principal cliente de los productos precio- las tierras “descubiertas” pertenecían a las sos asiáticos. Indias orientales, y en los primeros años las La solución de la circunnavegación, exploraciones miraban a encontrar el “Rei- sin embargo, no era la única posible. En no del Gran Khan”. Prescindiendo del lu- aquella época la teoría de la esfericidad de gar dónde habían llegado, resultaba mani- la Tierra se aceptaba generalmente en gra- fiesto, sin embargo, que se abrían inmen- do mayor de lo que luego se ha querido sas posibilidades de riqueza y de aventura. creer, con el fin de aumentar la gloria de Nuevas expediciones del mismo España y de Colón. Es más, las cartas geo- Colón y de otros exploradores siguieron gráficas de entonces estimaban las dimen- prontamente. Isabel y Fernando habían co- siones de nuestro planeta menores de las menzado por otorgar permisos, entregando que realmente son, con una circunferencia a los interesados incluso copias de los de- en la línea ecuatorial, equivalente a 30 mil rroteros de Colón. Alonso de Ojeda, en kilómetros, en lugar de los efectivos 40 1499-1500, recorrió las mismas costas del mil. Sólo gracias a la existencia de un con- tercer viaje de Colón, siguiendo hasta Cu- tinente intermedio, no previsto, la empresa ração y el golfo de Venezuela y exploran- no se tradujo en un fracaso. do las tierras de los alrededores. Alonso Los motivos que indujeron a los mo- Niño y Cristóbal Guerra, en el mismo pe- narcas católicos (y no a los de los otros paí- ríodo, fueron más afortunados, por haber ses, también interpelados por Colón: Ingla- encontrado, en Paria, perlas y palo brasil. terra, Portugal) a asociarse a su proyecto, La flota de Vicente Yánez Pinzón fue em- no son aquéllos cargados de idealismo, pujada por las borrascas hasta la extremi- que enseña la historia retórica y superfi- dad oriental de la costa sudamericana y, a LA CONQUISTA DE AMÉRICA / 93 su regreso, pasó por la desembocadura del Vespucio (Amerigo Vespucci), de río Amazonas y por el delta del Orinoco, sus varias expediciones realizadas por para retornar a España con pocos hombres cuenta de Portugal y España, pudo prepa- y contadas naves. Las expediciones se mul- rar una descripción detallada de las costas tiplicaban: siguieron dos de Diego de Le- del Brasil, explicando que aquellas tierras pe, quien llegó más al sur que Pinzón y, en representaban algo más que una isla o un nombre de Castilla, tomó platónicamente grupo de islas. De tal descripción, en Flo- posesión de esas tierras; dos de Vélez de rencia dedujeron que fue él quien “descu- Mendoza, con la segunda hasta las costas brió” las nuevas tierras, y el cartógrafo brasileñas, donde se detuvo; la de Rodrigo Martin Waldseemüller, en su mapamundi de Bastidas (quien sumaría luego a su fun- de 1507, llamó “América” al nuevo conti- ción de explorador la de conquistador). nente. Actuando con la reserva que le ca- Establecido ya que existía un conti- racterizaba, Portugal – con base en el “Tra- nente interpuesto entre Europa y Asia, ante tado de Tordesillas” de 1494, que disponía el espejismo de Colón de haber llegado a la partición entre Castilla y Portugal de las Catay o a Cipango, todos, en particular los tierras “por descubrir” – estaba enviando españoles, comenzaron a buscar afanosa- mientras tanto expediciones secretas, para mente el pasaje hacia el otro mar que de- acertarse de las efectivas posibilidades bía separar las “dos Indias” y, por consi- económicas de una empresa en grande es- guiente, la nueva ruta para Asia, tierra de cala. Gaspar y Miguel Corte Real, de las especias. En 1508, a Vicente Yánez Pinzón Azores, formaban el núcleo inicial de los se confirió el encargo de costear Centroa- exploradores portugueses del Mar Océano: mérica hacia el norte; Vespucio tenía que recorrieron de sur a norte, de las costas del realizar análoga empresa navegando hacia Brasil a las de Terranova y Labrador y has- el sur; pero murió en 1512 y fue reempla- ta Groenlandia, todo el continente. Duarte zado por Juan de Solís, quien en 1515 lle- Pacheco Pereira, con trece naves, cumplió go al río de la Plata. Mas ahí prefirió dete- un detallado reconocimiento de las costas nerse, atraído por las informaciones sobre del futuro Brasil en los primeros años del fabulosas riquezas que se hallaban, se de- siglo XVI. cía insistentemente, hacia el interior, al También Inglaterra envió expedicio- otro lado de las grandes montañas. Así se nes. Ya en 1497 John Cabot (Giovanni Ca- abrió la vía a las exploraciones de la parte boto, o Gaboto), junto con sus hijos, cos- meridional de Sudamérica. teó Norteamérica, con el intento de llegar Tocóle a un portugués, al servicio a las Indias orientales siguiendo una ruta del Reino de España, cumplir el viejo sue- más septentrional que la de Colón. Y en ño: Magallanes (Fernão de Magalhães), 1498 avió una expedición por la penínsu- partiendo en 1518 de San Lúcar de Barra- la de Labrador, completada por el hijo Se- meda con cinco naves, dobló la punta del bastiano (anticipando la ya mencionada de continente en 1520 y atravesó el Pacífico, los hermanos Corte Real). para ir a morir en las Filipinas. El viaje al- rededor del mundo fue completado por 94 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA

Juan Sebastián Elcano, en 1522, después damérica y Panamá, zona denominada de tremendas peripecias, diezmados sus Castilla de Oro. hombres y salvándose una sola embarca- Varias exploraciones se efectuaron ción. entre Florida y Yucatán por los años 1516- 18, después de lo cual el gobernador de \ \ \ Cuba, Diego Velázquez, dio encargo a Hernán Cortés de efectuar una expedición Pero, siete años antes de Magalla- para la conquista del continente. Ante la nes, ya el océano Pacífico había sido al- retractación por parte de Velázquez, Cor- canzado por Vasco Núñez de Balboa, tés apuró el viaje, zarpando hacia fines de cuando superó el istmo de Panamá (em- 1518 con una flota de seis naves, y cortan- presa muy dificultosa, aun siendo corto el do todo vínculo con la colonia. Hizo esca- trecho, debido a la vegetación de la selva la en la isla de Cozumel, para penetrar lue- pluvial, los precipicios, los torrentes, las go en el continente con una fuerza de 400 marismas, los insectos portadores de fie- hombres, aviando en seguida su notoria bres y las tribus que justamente se defen- política mixta de violencias y alianzas, ha- dían contra los extraños invasores). Así ciéndose abastecer de vituallas y consi- que, cuando Magallanes llegó a las aguas guiendo el apoyo de numerosos refuerzos del Pacífico, ya otras embarcaciones, cons- locales para su marcha victoriosa a Te- truidas en Panamá, surcaban por las costas nochtitlan, la ciudad construida sobre una occidentales de Centroamérica. Se estaba laguna, sede principal de la Confederación actuando la conquista del continente, que de pueblos mexicas. se superponía a la fase de las exploracio- Debido a las brutalidades de los es- nes costeras. pañoles, estalló en 1520 una rebelión po- No fue en España, pues, sino en la pular, y muy poco faltó para la derrota to- misma América – y precisamente en His- tal de Cortés. Gracias al apoyo de sus alia- paniola – donde se organizó y llevó a cabo dos de Texcala (o “Tlascala”, en la pronun- la conquista de otras islas y de la tierra fir- ciación errada de los españoles) y de otros me. El número creciente de colonos en pueblos, Cortés volvió a la carga y puso si- Hispaniola y Cuba terminó por mellar la tio a Tenochtitlan durante tres meses, con economía de la colonia, habiéndose redu- el espantoso desenlace de la muerte de cido el oro extraído por persona. Además, 130 mil personas y con la maravillosa ciu- la escasez de mano de obra se hacía cada dad arrasada. Esta victoria militar represen- vez más drástica, ya sea por las exigencias tó la caída definitiva no sólo de esa confe- 4 de los nuevos llegados, como por el cariz deración de pueblos que los aztecas, o me- que acabó en tomar la conquista: el baño xicas, dominaban, sino de la civilización 5 de sangre. Esto estimuló a todos los que nahua tout court. habían llegado a América con el fin de en- Con la constitución de Nueva Espa- riquecerse, ir a buscar otras tierras, y, así, ña, con base en la reconstruida Tenochti- nuevas colonizaciones se efectuaron entre tlan, llamada ya Ciudad de México, se los años 1509-13 por la costa caribe de Su- consiguió el control de todos los territorios LA CONQUISTA DE AMÉRICA / 95

comprendidos bajo la influencia azteca y, la y Cuba, en el centro de una conquista pronto también, de los que habían logrado que avanzaba a un ritmo hasta entonces mantenerse autónomos. La conquista se nunca alcanzado. Durante los años 1519- extendió hasta el Pacífico (océano cuya in- 23 fueron además explorados minuciosa- mensidad había sido recién revelada con mente los 3.000 kilómetros de costas del la circunnavegación total del planeta, rea- golfo de México. No obstante, España no lizada por Magallanes y Elcano). instauró en ellas, ni en mucho tiempo, un Así que la meseta mejicana se con- verdadero asentamiento.6 La naciente co- virtió, aun más rápidamente que Hispanio- lonia hizo converger sus esfuerzos particu- 96 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA larmente hacia el sur, en dirección de Cas- Junto con la de la Confederación az- tilla de Oro; pero tampoco se descuidó la teca, la otra más importante conquista con- búsqueda de una ruta entre la costa ameri- tinental fue la del Tahuantinsuyu, para cu- cana del Pacífico y Asia (que se habría de yo logro se necesitó un tiempo mucho ma- realizar, después de muchos fracasos, en yor, no en lo relativo a la fase de conquis- 1564-65, por obra de Miguel López de Le- ta propiamente dicha, sino al período pre- gazpi y Andrés de Urdaneta, llevando a la vio de exploración. Esto se debió a la situa- colonización y cristianización de las Filipi- ción geográfica del Incario en el Mar del nas). Sur, que requería costear litorales escabro- Entre fines de 1523 y comienzos de sos, cubiertos de selva pluvial, o atravesar 1525, con los hombres reclutados en la elevadas cadenas de montañas. nueva colonia, Pedro de Alvarado consoli- Desde que en 1513 Núñez de Bal- dó la conquista de las poblaciones de ciu- boa llegó al Pacífico, pasaron diez años pa- dades mayas ya en decadencia, hacia los ra un primer serio intento de exploración confines actuales entre México y Guate- de esas costas sudamericanas, efectuado mala. Honduras, extremo sur de los mayas, por Pascual de Andagoya, quien había lle- fue sometida por Cristóbal de Olid, con el gado hasta las latitudes del sur de la actual apoyo de las fuerzas navales provenientes Colombia; y fue menester un lapso de otros de Cuba. En 1526 se unieron la Honduras diez años para pasar a la fase de verdadera méjico–cubana con Nicaragua, distrito conquista. La vía de los Andes resultó aún fronterizo de Castilla de Oro. Así, la con- más problemática y, es más, fue viajando quista iba avanzando progresivamente a lo desde Quito hacia el norte (como se verá largo de pistas que luego se abandonaban más adelante) que las fuerzas de conquista tras de sí, sin preocuparse excesivamente pudieron confluir en la meseta de Bogotá. de las varias regiones del interior. Una tercera vía fue intentada por los espa- En la práctica, este método resultó ñoles llegados al río de la Plata (después de eficaz, porque generalmente el mundo in- Solís, con Sebastiano Caboto y Pedro de dio desorganizado – o, a veces por el con- Mendoza), que se deleitaron oyendo las trario, demasiado organizado – cedía fácil- noticias de un reino riquísimo, en la “mon- mente frente a un vencedor aureolado de taña de plata”, hacia occidente, adonde ha- prestigio, para podérsele oponer eficaz- bía llegado Aleixo Garcia.7 Las consecuen- mente. Así, en 1526, desde México hasta cias de estas exploraciones llevaron indi- Venezuela, se había establecido una red de rectamente a la conquista y colonización presencia española que pasaba por alto un de la parte meridional de Sudamérica, para millón y medio de kilómetros cuadrados consolidar un imperio español que se pro- absolutamente inexplorados, que iban a longaba a lo largo del continente. constituir las “reservas” de colonización en Con medios más escasos que los de los siglos venideros. Cortés, tres socios – Francisco Pizarro, Die- go de Almagro y Hernando de Luque – or- \ \ \ ganizaron en 1524 la empresa de la con- quista de las ricas tierras “al sur del Pirú”, un LA CONQUISTA DE AMÉRICA / 97 fantasmal río del que habían oído referir un gamento de riquísimas telas, objetos de oro año antes de boca de Andagoya. En su pri- y plata y de curiosidades como una balan- mera expedición no llegaron más allá del 4º za hecha con cuerdecillas, que los merca- grado de latitud norte, y los resultados fue- deres usaban para pesar sus artículos. Y, ron netamente negativos: vientos desfavora- efectivamente, cargó con todo, ¡incluso los bles; los hombres diezmados por el clima, mercaderes! Ruiz conseguía pruebas de las las fiebres y el hambre; las autoridades de fabulosas riquezas que debían existir en Panamá oponiéndose a la empresa; la apa- esas tierras. rente ausencia de vida humana en las costas. Luego Pizarro y Almagro exploraron Con el segundo viaje, dos años más más detenidamente aquellas costas. En tarde, se obtuvo algún éxito. Desembarca- Atacames encontraron un poblado con ca- ron en un aldea encontrada abandonada, lles bien trazadas y grandes porciones de que bautizaron San Juan y en donde se terreno cultivado, distinto de cualquier apropiaron de 15 mil piezas de oro. Alma- otro sitio habitado, hasta entonces conoci- gro regresó a Panamá trayendo muestras do, en el nuevo continente. Los habitantes, del botín, para estimular a las autoridades y que debían ser numerosos, se habían reti- seducir a los hombres reclutables para la rado hacia la exuberante selva circundan- empresa. Pizarro durante la espera, envió al te. Pero, constatando que los extranjeros piloto Bartolomé Ruiz a explorar más al sur. saqueaban su ciudad, aparecieron de re- Para Ruiz los vientos fueron favora- pente, atacándoles. Ha sido relatado que bles. Llegó a una resplandeciente bahía co- durante la contienda, al caerse un hombre lor verde metálico, rodeada de inmensos del caballo, los atacames huyeron aterrori- árboles desconocidos, y donde desembo- zados, pensando que el monstruo se partió caba un ancho río: el actual Esmeraldas. en dos. De esta incursión fue informado el Ruiz no vaciló en adentrarse aguas arriba. inca Huayna Cápac. Tribus de atacames lo recibieron pacífica- Debían pasar varios años hasta que mente, colmando a sus hombres de dones. se perfeccionara la expedición definitiva Aunque sin sospecharlo, los españoles ha- de conquista, y fueron años de extrema di- bían llegado ya a las tierras del Tahuantin- ficultad. El ambiente hacía padecer ham- suyu. Ruiz prosiguió luego más al sur, atra- bre o enloquecía a los hombres en las lar- vesando la línea ecuatorial. (A esa latitud, gas esperas por vituallas, que a menudo a menos de 40 leguas, sobre la alta monta- nunca llegaban, debido a la oposición de ña, el inca Huayna Cápac gobernaba su las autoridades de Panamá, las que por el Imperio desde la ciudad de Quito, en los contrario intimaban a Pizarro a regresar. últimos meses de vida). Entre Pizarro y Almagro comenzaron las Inmensa fue la sorpresa de los ex- primeras discordias (que con los años, una ploradores cuando divisaron navegando vez realizada la conquista, se transforma- una “vela latina”. Se trataba de una balsa rían en guerra abierta). Mientras tanto, las proveniente de Túmbez, que hacía comer- costas fueron exploradas minuciosamente, cio en las costas con las tribus caraques. sobre todo las del golfo de Guayaquil, con Ruiz la abordó para “alivianarla” de su car- la isla Puná y el archipiélago de Jambelí. 98 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA

Desde su nave, Pizarro pudo observar el res de otras tribus capturadas por los con- puerto de Túmbez, constatando la existen- quistadores. Obviamente, Pizarro aceptó, cia de una ciudad bien organizada, con el regalo, pero sin acceder al pedido. En muchas casas, un gran templo y otras imá- una tribu de caraques, donde mandaba genes que él quimerizaba en oro. Con el una mujer, sus abusos motivaron que se les gran Reino a su alcance, mas no contando tendiese una emboscada. Los españoles lo- ni con hombres suficientes, ni con el man- graron escabullirse, y su desquite fue una dato oficial para realizar la conquista, Fran- matanza. Por doquier dejaba Pizarro su cisco Pizarro regresó a Panamá. De acuer- marca de brutalidades. do con sus socios viajó a España, para pe- En el golfo de Guayaquil recibieron dir al rey–emperador Carlos una confirma- la visita de Tumbalá, un jefe de las tribus ción jurídica y, posiblemente, los medios confederadas de la isla Puná, que les ofre- de financiación; y también para ir a buscar cía hospitalidad. Era la época de la guerra personalmente, en Extremadura, los hom- civil entre los dos incas [CAP.4], y Puná se bres que en Panamá no lograba reclutar. había alineado con Huáscar, mientras que A principios de 1531 Pizarro partió Túmbez con Atahualpa. Tumbalá estimó de Panamá con tres barcos. Llevaba consigo ventajoso aliarse con los extraños y pode- 180 hombres (incluyéndose algunos sacer- rosos barbudos, para su perenne lucha dotes, por voluntad de Carlos V), 27 caba- contra los tumbes [CAP.2]. También para Pi- llos y suficientes provisiones. Se tocaron zarro una tal alianza era conveniente, con- puntos conocidos, recorriendo paralela- siderando que la isla contaba con una po- mente la costa a caballo. En un aldea de una blación de 20 mil habitantes; con su ayuda tribu coaque los españoles saquearon esme- calculaba poder conquistar Túmbez, la raldas, oro, tejidos, alimentos, y se llevaron puerta del Reino, ciudad que pocos años algunas mujeres. Pizarro envió una nave a antes pudo él mismo contemplar y admirar Panamá y otra a Nicaragua con muestras desde su embarcación. del botín. En los siete meses que permane- Durante los seis meses de perma- ció en Coaque, muchos soldados contraje- nencia en Puná, los españoles, en lugar de ron enfermedades hasta entonces descono- ganarse la amistad de los nativos, abusaron cidas, con los miembros que se paralizaban de su hospitalidad robándoles los bienes y o con dolorosas verrugas. La expedición se violando a las mujeres. Para colmo, en pre- salvó in extremis de ser diezmada, cuando visión de su llegada a Túmbez, y para ga- finalmente llegaron los abastecimientos. narse la nueva alianza, Pizarro liberó arbi- Siguiendo hacia el sur se encontra- trariamente 600 tumbes prisioneros de ron con que casi ningún pueblo les hacía guerra, que se encontraban en Puná. En- resistencia; y, más bien, eran acogidos tonces los jefes de la isla conspiraron con- amigablemente y obsequiados con pro- tra los extranjeros; pero, Pizarro se les an- ductos de la tierra o de artesanía. El jefe de ticipó haciéndoles capturar a todos, excep- una tribu de pasaos ofreció a Pizarro una to a Tumbalá, y entregándoles a las autori- inmensa esmeralda, pidiéndole como true- dades de Túmbez, donde fueron decapita- que que dejase libres a las diecisiete muje- dos. Durante la rebelión que siguió, los es- LA CONQUISTA DE AMÉRICA / 99 pañoles se encontraron sitiados y supedita- Otras dos embajadas del inca pe- dos por los guerreros punáes, los que to- dían aclaraciones sobre las intenciones del maron la iniciativa. Con pequeñas pero jefe español, quien, por medio de su intér- numerosas embarcaciones trataban de prete (uno de aquellos mercaderes que, se abordar e incendiar las naves españolas. recuerde, Bartolomé Ruiz capturó años an- Si se logró evitar el aniquilamiento tes, abordando una embarcación de tum- de los conquistadores, fue gracias al apoyo bes; el hombre había sido bautizado con el de la caballería, mandada por Hernando nombre de Felipillo), contestó que venía a Pizarro, quien atacaba con armas de fuego presentar sus respetos al inca en nombre desde la orilla. Después de una lucha de del emperador Carlos V, ya que se encon- veinte días, y con los abastecimientos re- traba ahí sólo de pasaje, debiendo conti- ducidos, apareció, llegando de Nicaragua, nuar camino hasta encontrar el otro mar, Hernando de Soto (futuro gobernador de más allá de la selva. Atahualpa le ofreció Cuba y futuro explorador del río Mississip- hospitalidad en la ciudad de Cajamarca, pi), acompañado de 100 hombres y 20 ca- hecha evacuar expresamente para que lle- ballos. Con estos refuerzos los españoles gasen los soldados extranjeros. El campa- lograron huir. mento y cuartel general del inca se encon- Desembarcando en Túmbez encon- traba contiguo a una fuente curativa de traron a la ciudad en ruinas, a causa de los agua sulfúrea, no lejos de la ciudad, a don- recientes choques entre los ejércitos de los de Atahualpa fue para reponerse de sus he- dos incas. No resultó muy difícil poner ba- ridas de guerra [CAP.4]. jo control todo el vecindario. En septiem- El encuentro entre Atahualpa y Piza- bre de 1532 comenzó la marcha hacia Ca- rro se tradujo en una emboscada, que los jamarca. Los españoles estaban ya en Za- españoles tendieron al inca cuando éste, rán, tierra de los ayahuacas, cuando llegó con toda pompa, entró a la plaza de Caja- la primera embajada de Atahualpa, vence- marca acompañado por su numeroso sé- dor de su hermano e inca absoluto del Ta- quito. La carnicería que hicieron las espa- huantinsuyu. Las poblaciones, demostran- das de los hombres a caballo, los cañones do mucha cordialidad para con los extra- bien apostados y los arcabuces de aquel ños seres, se detenían a contemplarles, a puñado de aventureros, dio como resulta- tocar sus barbas. No obstante tan sosegada do la caída del Imperio Incaico en sólo tres actitud, crecía el pánico entre las filas es- horas, y el aniquilamiento de una civiliza- pañolas. Escalando la cordillera, los aven- ción cuya magnificencia fue advertida por tureros se sintieron vacilar y quisieron ha- los mismos rudos hombres que la estaban cer marcha atrás ante el inaudito plan de destruyendo. Francisco Pizarro de conquistar un inmen- so imperio, contando con menos de 200 \ \ \ hombres; pero él los convenció de que, lle- gados al punto en que ahora estaban, era Después de la emboscada y la cap- más peligroso regresar. tura del sapa–inca, una extraña apatía pa- reció adueñarse del pueblo quechua. No 100 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA hubo réplica ofensiva de parte del ejército; Cuzco y en una vasta zona del Tahuantin- es más, Rumiñahui, que había permaneci- suyu. do en el campamento del inca con unos Durante unos treinta años Manco 5.000 hombres, en vez de ir en defensa de Cápac II y sus sucesores – Sayri Túpac, Ti- Atahualpa, tomó la vía del norte, hasta tu Cusi y Túpac Amaru – continuarían re- Quito, en donde se proclamaría señor de la sistiendo desde el centro incaico de Vitcos, ciudad. No hubo siquiera una sublevación contra un enemigo que devenía cada vez en masa para liberar al inca e hijo del Sol más fuerte. Más que en la de conquista, se y expulsar a los intrusos. Las aisladas tenta- estaba ya en plena fase de colonización, tivas de resistencia por parte de algunos no obstante las discordias y aun los cho- curacas, más tarde, pudieron ser rechaza- ques armados que se verificaban entre “pi- das fácilmente. El pueblo aceptaba con zarristas” y “almagristas”. aparente resignación y sin cólera las exac- Cuando Pizarro marchó hacia el ciones y las brutalidades de la soldadesca Cuzco, en Quito Rumiñahui había destitui- invasora. Cuando Pizarro y sus hombres do al llacta–camáyoc Cozopanqui, tío del abandonaron Cajamarca para proseguir inca, acusándolo de carácter débil y pro- con su conquista, les seguían largas colum- penso a los compromisos pacíficos. Se hi- nas de hombres y mujeres, reducidos a ser- zo entregar todos los tesoros, para que no vidumbre. Pizarro supo también aprove- cayeran en manos españolas; arrebató ade- char de los rencores, aún frescos, entre las más a Quilliscacha, hermano del inca pri- facciones que poco antes habían combati- sionero, el oro y la plata que estaban listos do entre sí en la guerra de los dos incas. para ser llevados a Cajamarca como parte Para ocupar el “trono” dejado va- del pago para el rescate (un cuarto lleno de cante por Atahualpa, Pizarro en un primer metales preciosos) pactado entre Atahual- momento nominó a Toparca, quien fue pa y los españoles. En los meses que si- asesinado, y luego a Manco, hijos ambos guieron, y aun antes de la ejecución de de Huayna Cápac. Manco había colabora- Atahualpa, Rumiñahui logró consolidar su do con los españoles combatiendo contra poder. dos de los jefes militares de Atahualpa, Sebastián de Benalcázar ejercía la Quizquiz y Calicuchima, cuando intenta- tenencia de gobernador en San Miguel de ron oponer resistencia. Ahora él tomaba el Piura, cuando le llegó la noticia de que Pe- nombre de Manco Cápac II, y por tres años dro de Alvarado el más sanguinario entre se comportó como un inca fantoche. los secuaces de Cortés, y ahora gobernador Cuando al fin se rebeló a los abusos in- de Guatemala, estaba llegando. Informado mensos, a las destrucciones inútiles y a las que los territorios de Quito, con sus gran- atrocidades gratuitas, y logró, en 1536, for- des riquezas, no habían sido aún conquis- mar un gran ejército, con decenas de miles tados por Pizarro, él había preparado una de guerreros, ya era demasiado tarde, por- bien organizada expedición, no obstante que numerosos otros españoles habían lle- las amonestaciones de México y las órde- gado, consolidándose las posiciones en el nes perentorias desde España de que se abstuviera de una tal empresa. Así que Al- LA CONQUISTA DE AMÉRICA / 101 varado desembarcó en Caráquez, después so.8 Aprovecharon luego de la obscuridad de 33 días de navegación, con 600 espa- para escabullirse por atajos que los cañaris ñoles y 2.000 “indios auxiliares” (así, eufe- conocían, e ir en dirección de Liribamba místicamente, llamaban a los nativos re- (la antigua capital de los puruháes). Al clutados por la fuerza). amanecer se encontraron con las tropas de Por su parte Benalcázar, a marchas Rumiñahui a sus talones, produciéndose forzadas, llegó a Loja con 200 de sus hom- unas cuantas escaramuzas sin consecuen- bres, y se encontró con la grata sorpresa de cias. Al nuevo anochecer, Benalcázar se que los cañaris – que en la guerra entre los hallaba por Colta. Llegando a Liribamba dos incas respaldaron a Huáscar, y que no constató que la ciudad estaba en buena habían olvidado su tradicional enemistad parte abandonada: algunos de sus habitan- con Quito [CAPS.2,3] – deseaban rebelarse tes se mostraron hostiles contra los extran- una vez más a la autoridad de la ciudad jeros, mientras que otros se unieron a ellos del norte, por lo que le abastecieron de vi- para combatir contra Rumiñahui. tuallas y de refuerzos humanos, así como Esto ocurría a mediados de 1534, de importantes informaciones. Con un coincidiendo con la erupción del Tungura- ejército ahora numeroso y bien alimenta- hua: las tropas caras, aterrorizadas, se des- do, Benalcázar llegó hasta el territorio de bandaron temiendo la ira del volcán divi- los lausíes. no. Aprovechó Benalcázar para reanudar Al comienzo Rumiñahui afrontó a la marcha, encontrando una que otra resis- los invasores con guerrillas en las gargan- tencia aislada. Cruzó el puente que llevaba tas de la cordillera. Contra los caballos, a Ambato y, sin mayores contrastes, siguió que, además de ofrecer mayor movilidad a por el río Panzaleo, pasó por la aldea de los españoles, infundían miedo a los solda- Uyumbichu y finalmente divisó el valle de dos andinos, preparó trampas: fosas disi- Quito, con la ciudad reducida a escom- muladas en cuyo fondo habían sido colo- bros. cadas estacas terminadas en punta, para Rumiñahui – presumiblemente para que caballo y jinete fueren a despedazarse. esconder los tesoros del inca y para dejar, Pero los espías cañaris, conocedores de los literalmente, tierra quemada a sus enemi- varios trucos, evitaron la hecatombe acon- gos – había incendiado la ciudad, después sejando a Benalcázar viajar de noche y ro- de hacer masacrar a todos los que no qui- dear así el peligro. Llegados a la llanura de sieron seguirle. A las íntip–aclla–cuna (mu- Tiocajas, Rumiñahui aceptó el combate jeres al servicio del Sol) las hizo despeñar abierto. de un barranco, como se refiere, por ha- Con Rumiñahui estaban los curacas berse reído cuando les advirtió que llega- Zopozopanqui, Nina, Razorazo, Quinga- ban los españoles para tomarlas con ellos. lunga, Tucomango, Quimbalembo, y las También hizo quemar vivos a varios miem- tropas eran numerosas. La batalla fue dura, bros del ayllu incaico, obligando a Quillis- sin hacer prisioneros: se combatió desde el cacha a presenciar el suplicio de sus pa- mediodía, y las tropas extenuadas de Be- rientes, antes que él mismo fuese estrangu- nalcázar se salvaron porque llegó el oca- 102 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA lado. De Quito no quedó piedra sobre pie- mente la fundación de Quito (su fundación dra. oficial la efectuaría Benalcázar unos meses Habiendo quedado Benalcázar sin más tarde, el 6 de diciembre de 1534). la ciudad codiciada y sin los abastecimien- Mientras tanto, desde Caráquez has- tos previstos, decidió proseguir hacia el ta la cordillera, Alvarado había tenido que norte, tras Rumiñahui. Éste intentó el con- sostener una marcha extremadamente difi- traataque, pero la artillería diezmó su ejér- cultosa, topándose con la resistencia de al- cito. Sintiéndose impotente, Rumiñahui se gunas tribus y, peor aún, con los ataques refugió en la cordillera oriental. Benalcá- del clima: de sus soldados, unos 90 encon- zar perdió el control viendo que el oro se traron la muerte y no fueron pocos los que le escapaba de las manos, y dio plena li- enloquecieron. Llegando al río Daule y bertad a su lugarteniente, Juan de Ampu- luego al golfo de Guayaquil, y no logrando dia, un sádico cruel capaz de torturar en hallar la ruta para la sierra, los hombres re- mil modos a los habitantes para obtener gresaron de nuevo al Daule, para atravesar cualquier información. En el pueblo del la cálida y húmeda selva y escalar la cordi- Quinche, no encontrando hombre alguno, llera hasta el gélido páramo. Devoraron los porque todos estaban en guerra o escondi- últimos perros y caballos por las alturas de dos, hizo masacrar a mujeres y niños; en Quisipancha. Bajando la cordillera por la Cayambe, en donde según informaciones parte interna, encontraron el camino impe- fue ocultado el oro, y no hallándolo, co- rial del Tahuantinsuyu, y así tuvieron noti- metió otras atrocidades; en Caranqui de- cias de que otros españoles habían pasado vastó un templo del Sol, únicamente para ya por esas comarcas próximas al volcán quitar láminas de plata de las paredes. Be- Tungurahua. nalcázar se había convertido en un energú- Alvarado, actuando con prudencia, meno por la escasez de metal. De tanto en envió una carta a Almagro para informarle tanto algún pacífico habitante de esas co- sobre sus intenciones de conquistar sola- marcas salvaba su pellejo canjeándolo por mente aquellas tierras no incluidas bajo la un cántaro lleno de piezas de oro y plata. jurisdicción del gobernador Pizarro. Sien- En medio de esta situación, apare- do todavía vagos tales límites, Almagro ció Diego de Almagro, preocupado él tam- prefirió ganar tiempo, mientras que, por bién por la anunciada llegada de Alvarado. medio de embajadas, cada uno intentaba Reprendió duramente a Benalcázar por ha- acertarse sobre las fuerzas del otro. Alvara- ber tomado la iniciativa de dejar Piura sin do decidió atacar en las proximidades de su consentimiento ni el de Pizarro. Juntos Liribamba, marchando con las bandera regresaron hacia el sur, con las fuerzas desplegadas, mientras que Almagro lo es- agregadas de siete curacas que optaron por peró a pie firme, pero al mismo tiempo la sumisión y la colaboración. En las cerca- tendiéndole los brazos cordialmente, lo- nías de la laguna de Colta, ante un notario grando frenarle. Luego de algunos días de y con todas los ritos y ceremonias (para an- negociaciones, se decidió que Alvarado re- ticiparse a Alvarado en la colonización de gresase a Guatemala, y tan solo con aque- esas tierras), Almagro realizó simbólica- llos soldados que todavía, voluntariamen- LA CONQUISTA DE AMÉRICA / 103 te, quisieran seguirlo, ya que la mayor par- cada día, le golpeaban no más de lo nece- te sus tropas, agotadas, habían decidido sario para evitar que muriese y le aplica- pasarse al otro bando. Como compensa- ban cuotidianamente alguna nueva tortura ción por los hombres y por los abasteci- que la mente de Ampudia o de sus hom- mientos que cedía, recibiría mil pesos de bres concebía. A veces, para ganar tiempo, oro. Rumiñahui declaraba que el tesoro se en- Dejando a sus espaldas a Benalcá- contraba en un cierto lugar, escogido de zar, encargado ya oficialmente para gober- adrede suficientemente lejano y de difícil nar Quito, Almagro y Alvarado marcharon accesibildad para ser dejado en paz hasta hacia el sur para hacer convalidar la tran- cuando, descubierto el engaño, retornaban sacción por Pizarro. En la zona de Tome- a la carga con mayor crueldad. Esta situa- bamba se encontraron con las tropas de ción se prolongó durante algunos meses. Quizquiz; junto con él estaba Huayna Pal- Perdida ya toda esperanza de que Rumiña- cón, hermano de Atahualpa, y al que hui hablase, fue ejecutado en compañía de Quizquiz apoyaba para la sucesión de los algunos curacas, quienes sin duda debie- incas. Después de unas escaramuzas, ron padecer análogas torturas. No se sabe Quizquiz y Huayna Palcón tuvieron que el tipo de muerte que les tocó: es probable tomar la retirada. Almagro consideró inútil que fuera el fuego, pues la “santa” Inquisi- y prácticamente imposible lograr alcanzar- ción dictaba esta pena contra los que no se los en las alturas de la cordillera. convertían al cristianismo. El hecho que Benalcázar fuera deja- De los otros dos jefes militares de do solo para la “pacificación” del territo- Atahualpa, Calicuchima había sido que- rio, indica que la resistencia de Rumiñahui mado vivo por orden de Pizarro cuando, había decrecido. Juan de Ampudia, en comprendiendo que el inca jamás obten- choques directos, derrotó a los curacas Zo- dría la libertad, rehusó entregar más oro a pozopanqui y Quingalumba. Ampudia pa- los españoles. Quizquiz, después de haber saba pueblos enteros a sangre y fuego: sido derrotado por Benalcázar, se refugió obra suya fue la de tomar cuantas personas en la cordillera oriental. Sus hombres co- encontrara y encerrarlas en chozas que menzaron a amotinarse al saber que tam- luego incendiaba. Entre varios tremendos bién Rumiñahui había sido capturado y relatos, hay el de un niño que, habiendo que las esperanzas de revancha contra el logrado escapar de las llamas, fue arreba- poderoso enemigo parecían definitivamen- tado de las manos de un fraile, que trataba te desvanecidas. Añadiéndose a su incerti- de protegerlo, para ser echado nuevamen- dumbre, no comprendían de dónde apare- te a la hoguera. cían los extranjeros que, vistos partir hacia Cerca de Píllaro, Benalcázar cercó a el sur con Almagro, ahora se los encontra- Rumiñahui, quien para no ser tomado vivo ban, con Benalcázar, más al norte: “nacen se lanzó de un peñasco, quedando sólo de la tierra por arte desconocida”, pensa- herido (otra versión narra que fue descu- ban. bierto escondido en una choza). Llevado a Huayna Palcón propuso negocia- Quito, fue torturado: le quemaban los pies ciones, para sacar por lo menos alguna 104 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA ventaja de la situación. Esto enfureció al la, Panamá, Bogotá, Quito, y Bío– viejo e intransigente Quizquiz, que lo acu- Bío, iba a terminar en . só de cobardía. Huayna Palcón, herido en su honor, atravesó a Quizquiz con una lan- Quito colonial za; arrepentido, se retiró en soledad a llo- rar, dejándose morir de inedia. Concluida ya la conquista, la efecti- va obra de colonización – de la que debía \ \ \ producirse una nueva cultura – nació en la La conquista del antiguo Reino de desolación, en la incertidumbre de un Quito había sido completada, mientras se triunfo demasiado impetuoso, inmenso. El iba también consolidando la del continen- choque entre dos civilizaciones tan dife- te entero, para convertirse en una sola in- rentes, ocurrido por doquier como un cata- mensa unidad colonial. Algunos episodios clismo, había desbaratado valores funda- sellan el pasaje a esta nueva fase. El prime- mentales, plasmados en América por la su- ro, en 1539-41, con Francisco de Orellana perposición secular de numerosos pue- que, partiendo de Quito con la expedición blos. Los vencedores, aturdidos ellos mis- de Gonzalo Pizarro hacia el País de la Ca- mos por los resultados obtenidos en tama- nela, la selva amazónica, se separó del ña aventura, tuvieron que elaborar todo grupo con unos cincuenta hombres, nave- género de teorías sobre las guerras justas,9 gó del Napo al Marañón, para recorrer to- sobre la humanidad o no de los indios,10 do el río Amazonas hasta su desemboca- sobre los derechos divinos de la fe cristia- dura en el Atlántico. Segundo episodio fue na con respecto a los territorios del orbe el encuentro en la meseta de Bogotá, en entero.11 De las controversias, ya sea en 1539, de tres expediciones involuntaria- España como en las colonias, destacaron mente convergentes: la de Gonzalo Jimé- personalidades religiosas y laicas que, con nez de Quesada, llegado de Cartagena de coraje, tomaron la defensa de los pueblos Indias, en el mar Caribe; la del alemán Ni- indígenas contra los atropellos que se co- kolaus Federmann, desde Coro, en la parte metían. Pero la línea de conducta general, occidental de Venezuela; y la de Benalcá- poco a poco, se fue encaminando hacia la zar, proveniente de Popayán (a donde ha- consecución del mayor provecho. Sed de bía llegado de Quito, sin pedir permiso a poder, geografía, fanatismo religioso, silen- nadie, como era su costumbre). Tercer epi- cio de las gentes derrotadas, todo contribu- sodio: la ocupación y conquista de los te- yó a apagar cualquier voz en defensa de rritorios de Chile, comenzadas por Alma- los amerindios. gro y completadas por Pedro de Valdivia, Quito, ciudad de los caras y de los como seguimiento de la colonización del incas, había sido destruida por Rumiñahui. Perú (hasta cuando los españoles fueron Estaban en ruinas los templos, desbandada derrotados por los mapuches, en la batalla la población, dilapidados los frutos de la de Tucapel). Así se llegó a fijar una línea tierra. En 1563 los españoles residentes en continua de presencia española que, par- la ciudad reconstruida eran ya unos mil tiendo de México y pasando por Guatema- hombres y doscientas mujeres, en medio QUITO COLONIAL / 105 de una población india estimable en 15 río Amazonas), su aventura en el País de la mil personas. Desde su fundación, en Canela, y dejó en el gobierno de Quito a 1534, Quito fue sede de Gobernación, de- Pedro de Puelles. pendiente de Lima, y tenía bajo su jurisdic- Con la llegada del comisionado ción los distritos municipales que se iban real, Cristóbal Cabeza de Vaca, Puelles fue creando: Portoviejo, Guayaquil, Loja, Za- reemplazado por Hernando Sarmiento, mora, Cuenca, con los territorios adyacen- mandado asesinar por voluntad de Gonza- tes. Sólo en 1541 fueron otorgados a Qui- lo Pizarro (quien por entonces emprendía to los títulos y privilegios de ciudad; en su insurrección personal, en Lima, contra 1545 se la hizo sede episcopal; en 1556, al el poder mismo del rey de España), con el título de “ciudad” se le agregó el de “muy fin de poner en el cargo a un hombre de su noble y muy leal”. confianza, Rodrigo de Ocampo, hecho a Los municipios de la costa – Porto- su vez decapitar por el nuevo virrey Blasco viejo, fundado en 1535, y Guayaquil, en Núñez Vela, poco antes de que a éste, de- 1538 – progresaban lentamente. Toda la rrotado en la batalla de Iñaquito por Gon- atención de los colonizadores se concen- zalo Pizarro, le tocase igual suerte. A Qui- traba específicamente en Quito, y en gene- to retornó como gobernador Pedro de Pue- ral en la sierra, por la esperanza de encon- lles, prontamente asesinado por Rodrigo trar en alguna entre las tantas montañas, de Salazar, quien también había sido un aquellos tesoros que, se suponía, escondió hombre de Pizarro, pero que, vistas com- Rumiñahui, o cuando menos las minas de prometidas las suertes de su superior, cam- donde debían haberse abastecido los in- bió bandera y pudo asumir el cargo de go- cas. bernador de Quito, con el beneplácito de Desde 1538 (o sea desde cuando las autoridades españolas fieles al rey. Benalcázar partió para Popayán en busca Desde 1548 la situación se hizo me- de nuevas fortunas) se habían sucedido va- nos embrollada en Quito (y en Lima).12 rios gobernadores y tenientes de goberna- Alonso de Mercadillo fundó al sur algunos dor, según el vaivén de las relaciones de municipios: Loja en la sierra, Zaruma en la fuerza de facciones que se contendían el costa y Zamora en el oriente; esta última poder en el vasto territorio del Perú. A Lo- tuvo un rápido desarrollo gracias a la ex- renzo de Aldana, dejado interinamente en plotación de las minas de oro. En 1556 Gil el cargo por Benalcázar, le reemplazó en Ramírez Dávalos fundó Baeza, en el orien- 1539 Gonzalo Pizarro, nombrado por el te, y Cuenca sobre lo que fue Tomebamba, hermano, pero sin nunca ejercer en prácti- la antigua capital de los cañaris y ciudad ca sus funciones (aunque nominalmente nativa de Huayna Cápac. Otros pueblos y conservaría, o reivindicaría, el título de go- aldeas se iban desarrollando en los lugares bernador hasta su muerte, en 1547). En de los antiguos centros de las culturas au- efecto, ya en ese mismo año de 1539, em- tóctonas. prendió, junto con Gonzalo Díaz de Pine- En esta situación de relativo ajuste, da y Francisco de Orellana (quien, como los vecinos de Quito (los españoles, obvia- ya se ha señalado, separándose, exploró el mente) se reunieron en asamblea para soli- 106 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA citar formalmente al rey que la Goberna- pequeña, los funcionarios del cabildo: 8 ción se convirtiese en Audiencia, lo que se regidores, algunos de ellos nombrados por consiguió en 1564 por decreto de Felipe el rey y otros designados anualmente por II.13 A la Audiencia se añadían los territo- los regidores con mayor antigüedad; 2 al- rios de otras tres gobernaciones: Popayán, caldes, reclutados entre la aristocracia es- al norte, con jurisdicción sobre Buga, Cali y pañola y pertenecientes a la “Santa Her- Pasto; Esmeraldas, en la costa; Yaguarzon- mandad” (otra creación de Fernando “el go, en los territorios de la vertiente oriental, Católico”), con funciones judiciales y con a la altura de Loja. La Audiencia de Quito hombres armados a sus dependencias; el quedaba bajo la jurisdicción del Virreinato alférez real, que representaba al rey en las del Perú, así como lo había estado antes, ceremonias; un procurador y varios algua- pero ahora con derecho a una mayor auto- ciles; el mayordomo de palacio, el tesore- nomía en las cuestiones de justicia. Primer ro y el secretario, que en general actuaba presidente fue Hernando de Santillán. también como notario. Además del presidente, las Audien- No habiendo Cortes (o Parlamento) cias coloniales estaban administradas por en América, el Cabildo emitía las ordenan- los oidores, el fiscal del crimen y otros fun- zas, o sea las leyes que se dictaban para la cionarios. Por lo que se refiere a las provin- mejor marcha de las actividades en la ciu- cias, en algunas de ellas había un goberna- dad. Ejercía también otras funciones: de- dor, que representaba el poder ejecutivo terminar el precio de los artículos de pri- del presidente de la Audiencia, y era nom- mera necesidad, los salarios, las horas de brado directamente por el rey, a fin de no trabajo; decidir sobre las sentencias de pri- poder ser relevado excepto por decreto mera instancia emitidas por los alcaldes. real. En aquellas provincias aún no eleva- Además (como sistema de gobierno super- das al rango de Gobernación, presidía en puesto al de la Audiencia) desempeñaba cambio, un teniente de gobernador; o, en las siguientes funciones: distribuir la tierra el caso de las comunidades con preponde- para su colonización y población; distri- rancia india o mestiza, un corregidor (car- buir solares en la ciudad; reglamentar el go éste, se recuerde, instaurado por los trabajo y defender a los trabajadores en sus monarcas católicos con la unión de Casti- derechos; cuidar los bosques; mantener el lla y Aragón, para suprimir las antiguas au- orden público; controlar la entrada y salida tonomías medievales), y era nombrado en- de vecinos; vigilar la riqueza agrícola y pe- tre los representantes de un nivel interme- cuaria; verificar el respeto de los precios dio, en particular los criollos,14 para vigilar fijados; atender los servicios de salubridad a los curacas.15 Ciudades como Guayaquil y de enseñanza; nombrar a los maestros en y Cuenca, que habían adquirido un papel artes y oficios; reglamentar el trabajo de los importante durante la colonia, siguieron indios en las minas o en los lavaderos de siendo Corregimientos hasta la segunda oro; cuidar el aseo de las calles y el libre mitad del siglo XVIII. tránsito de los caminos; conceder el porte A este aparato altamente burocráti- de armas, y muchas otras cuestiones más. co se añadían, para cada ciudad, grande o QUITO COLONIAL / 107 108 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA

Los principales privilegios del Cabil- los inquisidores estaban bien informados do eran: verificar los poderes de las autori- de todo lo que sucedía en los varios estra- dades que llegaban; designar procuradores tos sociales. especiales para exponer directamente los Los tribunales de este no tan Santo problemas al rey; gozar de autonomía en las Oficio, en América tenían sede en México, resoluciones por tomar; especificar los terri- en Cartagena y en Lima. El territorio de torios de jurisdicción fuera de los límites de Quito dependía de esta última ciudad, a la ciudad, hasta los campos cercanos; co- través del juez comisario y de otros cuatro brar las rentas directas provenientes de los oficiales, todos ellos nombrados por los in- impuestos locales, conocidos como “pro- quisidores de Lima. En América no se pro- pios y arbitrios” (bienes exclusivos de la ciu- dujeron masacres como las que un Tomás dad, para satisfacer los gastos públicos, y de Torquemada perpetrara en España, ya derecho de arbitrar los fondos para afrontar- que los tribunales actuaban más en sentido los); asegurar que el alcalde primero pudie- de mantener el orden constituido, prohi- se reemplazar a un gobernador o a un co- biendo aquellos libros que hablaban de li- rregidor en el caso de vacancia temporal. bertad, reprimiendo las asociaciones cultu- A menudo un Cabildo entraba en rales y tomando otras iniciativas análogas. pugna con la autoridad del presidente o de Se dieron, sin embargo, casos de pura y los otros funcionarios de la Audiencia. En simple “inquisición”, como por ejemplo el períodos de crisis el Cabildo, que con el de un ermitaño de Guamote que, por pedir pasar del tiempo había fortalecido su auto- limosna sin hacerlo en nombre de Dios, ridad, apoyado por los principales notables fue acusado de herejía y quemado vivo por criollos, se constituía en “cabildo abierto” orden del Santo Oficio; o como los proce- (a los ciudadanos) para tomar decisiones sos con ejecuciones múltiples, entre los políticas importantes. A largo plazo estos que se recuerda el de Lima de 1592, que cabildos habrían representado una espina incluía a tres marineros ingleses, miembros en el aparato de organización de las colo- de la expedición del filibustero Thomas nias españolas. Cavendish, capturados en Puná. Los poderes de carácter civil de la Audiencia y del Cabildo se veían coadyu- \ \ \ vados, y a veces hasta suplantados, por los En los últimos decenios del siglo poderes de la Iglesia. El “Santo Oficio” de XVI la inmigración española llegada a la la Inquisición – fundado por el papa Ino- Presidencia de Quito – así se designaba el cencio IV en 1248, y que Fernando “el Ca- territorio gobernado por la Audiencia de tólico” había introducido en España – tuvo Quito – fue numerosa, como por lo demás en América un formidable poder. Su obje- en todo el continente. Pero estos nuevos tivo original como tribunal eclesiástico, colonizadores eran el producto de un espí- formado para castigar los delitos contra la ritu y de una economía en decadencia, a fe cristiana, se convirtió, con el pasar del quienes pertenecía sólo el pasado. España, tiempo, en un instrumento capilar de go- después de la epopeya de la conquista, bierno. Con el sacramento de la confesión mandó a América casi exclusivamente no- QUITO COLONIAL / 109 bles, frailes y villanos. Prescindiendo de porque todos los puestos claves de poder, los brutales atropellos perpetrados sobre con las respectivas ventajas, pertenecían a los pueblos americanos, los conquistado- aquellos españoles enviados por la madre res, dice José Carlos Mariátegui, fueron de patria. Por el mero hecho de haber nacido una estirpe heroica; los colonizadores, no: en España, ellos eran los únicos que, por se sentían dueños, no pioneros. ley, podían ocuparlos, y en consecuencia En lugar de establecerse en los cam- eran considerados, de parte de los españo- pos, preferían instalarse en las minas, con les nacidos en América, unos intrusos, los la mentalidad del buscador de oro, y no últimos llegados. con la del creador de riquezas16. Una eco- Tal situación había creado gradual- nomía, una sociedad, son obra de quien mente esa nueva clase, cada vez más po- coloniza y vivifica la tierra, no de quien tente, de los terratenientes criollos, que de extrae precariamente las riquezas del sub- mala gana podía tolerar la supremacía de suelo. La historia del florecimiento y de la los “chapetones”, a los que bastaba sim- decadencia de no pocos países coloniales plemente tener dinero para ocupar puestos sigue al descubrimiento de minas u otras importantes en la organización: pagar, por fuentes de riqueza, abandonadas después ejemplo 20.000 pesos por un cargo se tra- de su agotamiento, más o menos rápido. ducía, con eufemismo, en “dar veinte mil Tal vez las únicas huestes de verda- pesos en servicio del rey”. Una tal inver- deros colonizadores llegados de España sión en dinero tenía sin duda que ser recu- fueron, como explica Mariátegui, las mi- perada, y con creces. Algunos funcionarios siones de jesuitas y dominicos. Ambas despachaban sus asuntos de gobierno apli- congregaciones, y especialmente la de los cándose una sola hora diaria, para dedicar jesuitas, crearon en diferentes lugares (y el el resto del tiempo a sus negocios, a confa- experimento más importante fue el de la bulaciones, al juego de azar. Reducción del Paraguay)17 interesantes Conflictos de interés, planteo equi- núcleos de producción, rompiendo el vocado de la economía colonial y otras equilibrio del plan general de colonización contradicciones, impedían el buen gobier- hispana y actuando en sí como un centro no de Quito. Además los caminos incai- de poder en competencia, por lo que pron- cos, únicas vías de comunicación en el to debían convertirse en el blanco para los ámbito de la Presidencia, habían caído en ataques de parte de la Corona de España y el abandono y, con la cordillera como un de la Iglesia, para terminar, los jesuitas mis- muro casi infranqueable, las posibilidades mos, siendo expulsados en el siglo XVIII de de un control eficiente del territorio por todas las colonias. parte de las autoridades eran prácticamen- En la marcha de la vida colonial, en- te nulas. En realidad, sólo una reducida tre los mismos españoles se iba producien- agrupación de habitantes, considerada “de do una escisión. Los descendientes de los toda calidad y distinción”, gozaba de bie- conquistadores se consideraban dueños nestar; otros españoles (criollos, así como por derecho de las tierras conquistadas por peninsulares) vivían de ilusión y de apelli- sus antepasados, y se sentían humillados do. Las masas populares de indios (y con el 110 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA tiempo, siempre más, de mestizos) pade- lidos y malsanos valles, donde la constitu- cían el hambre, los abusos, las humillacio- ción de los montañeses se quebraba pron- nes, siendo a menudo explotados hasta los to, a menudo llevándolos a la muerte. To- extremos de la resistencia física y moral. das las prohibiciones legales contra el tra- Muchas comarcas estaban pobladas bajo forzado, contra el empleo de hombres exclusivamente por indios; e incluso en las como bestias de carga, quedaban como le- ciudades donde se habían instalado los es- tra muerta, porque muchos magistrados pañoles, el pueblo indígena representaba eran ellos mismos dueños de tierras, de la mayoría. Aunque tendencialmente se los construcciones, de fábricas, de materiales. emplazaba por los alrededores, los indios Las mujeres de los funcionarios, y de los ri- ocupaban también la zona urbana, siendo cos en general, no querían caminar por las necesarios para atender al servicio directo enlodadas calles de la ciudad, prefiriendo de sus amos (es el caso de los “yanaco- ir en “silla de mano”, mientras que para nas”,18 que debían consagrar su vida ente- viajar de una ciudad a otra, mujeres y tam- ra a las familias o corporaciones a las que bién hombres usaban literas. se les había destinado). La organización co- Algunos indios se empleaban en el lonial tenía que asegurar, en cuanto lo lo- trabajo industrial. Cada obraje – particular- graba, que todos los indios fueran utiliza- mente tratándose de fábricas textiles – po- dos. El servicio personal forzado consistía seía una cárcel propia, provista de cepos y en establecer turnos en los que las varias cuarto de torturas. Del mísero salario, al parcialidades de indios eran distribuidas en trabajador se le retenían tributos para fines el trabajo durante un cierto período, para civiles y religiosos (los curas párrocos reci- que – en teoría – a todos tocase una fase de bían sus pensiones de las industrias loca- descanso. Cada semana llegaban a Quito (y les). De lo que le dejaban, tenía que pagar a las otras ciudades) los “caciques” con el por alimentos, vestidos y medicinas, todo a número de trabajadores que se les había so- precios exorbitantes y que los mismos due- licitado; uno de los alcaldes efectuaba el ños le vendían. Trabajaba encadenados al repartimiento del trabajo, prestando a cada telar, desde el alba hasta el anochecer, sin ciudadano los peones que necesitaba, siquiera poder estirar los entumecidos quienes, entre otros muchos servicios, de- miembros. Los patrones concedían (o, más bían recoger agua, leña y las hierbas reque- bien, forzaban a solicitar) préstamos en gé- ridas en las casas de sus amos. neros o, con menor frecuencia, en dinero, Cuadrillas de enganchados, entre para así tener a sus dependientes endeuda- los más desafortunados, eran llevados por dos, sin salida, durante toda la vida y aún la fuerza a las minas, de donde, a causa de más, porque las deudas pasaban a los hi- las condiciones de su trabajo, pocos salían jos. Acaecía a menudo que los domingos vivos y poquísimos con buena salud; otras no se diese descanso a los trabajadores, no cuadrillas eran empleadas en el transporte permitiéndoles siquiera ir a misa, para no de cargas pesadas, durante interminables detener la producción. Es fácil deducir có- jornadas, por las cuestas de los Andes; mo, con todo esto, menguase la vida. otras aún, tenían que ir a trabajar en los cá- QUITO COLONIAL / 111

Y a otros indios se los destinaba al lias. Volvióse normal tener que alejarse de trabajo en los campos, porque los terrate- la propia casa por meses y años. Se desha- nientes, al ensanchar continuamente sus cían matrimonios o se los creaba por la dominios, acumulaban de consecuencia fuerza, según las conveniencias de los pa- un mayor número de sirvientes. O se los trones o de la Iglesia, determinada ésta a destinaba a la construcción de templos, de cristianizarles a toda costa. No faltaron las conventos y de nuevos edificios, que proli- aisladas voces de protesta de parte de civi- feraban en Quito, así como en otras ciuda- les o religiosos, los que denunciaban pú- des, requiriendo también un número siem- blicamente, pero siempre en vano, los pre creciente de trabajadores. La ley obli- atropellos e injusticias que se cometían re- gaba que se pagase a todos un salario, mas gularmente. en la práctica, con mil pretextos, se logra- ba obtener que la mano de obra resultase \ \ \ casi gratis. En el primer cuarto de siglo de la No era vida mejor para los descen- Audiencia de Quito, después de Hernando dientes de africanos que llegaron al séqui- de Santillán se sucedieron varios presiden- to de los conquistadores, o de los traídos tes, por nombramiento o interinos: Gabriel como esclavos para los ingenios de azúcar, de Loarte, Lope Diez Auz de Armendáriz, donde los indios, muriendo en cantidades, Pedro García de Valverde, Diego de Nar- no representaban una garantía para la efi- váez, Pedro Venegas del Cañaveral, Fran- ciencia y continuidad del trabajo. El negro cisco de Aucimbay. Durante este período estaba sujeto al régimen inhumano regla- relativamente tranquilo la economía iba a mentado con base en precisas cédulas rea- velas desplegadas, en primer lugar por la les: no podía habitar libremente donde explotación de las minas de oro orientales, quisiere, ni caminar de noche solo; podía en aquella zona de los ríos Santiago y Za- ser castrado o mutilado por decisión de su mora, que Juan de Salinas había explorado amo, cuando se fugaba del servicio o se le en 1557 y que las misiones religiosas pron- descubría teniendo relaciones con una to penetraron para “salvar almas”. mujer india (con una blanca no era siquie- Los españoles aplicaban el viejo ra contemplado); le era prohibido llevar o método incaico de la mita, o turno obliga- tener armas y, si se trataba de una mujer, torio [CAP.3], reclutando indios de la sierra, usar sedas en sus vestidos o poseer joyas porque no lograban someter a los del de cualquier tipo. oriente, no obstante las atrocidades que Con el pasar del tiempo, los abusos Salinas y sus sucesores cometieron contra se hicieron más descarados e inhumanos. pueblos enteros, para intimidarlos. En me- Indios y negros estaban obligados a traba- nos de cuarenta años que duró esta explo- jar, de una manera u otra, a discreción del tación en gran escala, ha sido calculado patrón blanco. A menudo, a los indios to- que de los 20 mil “mitayos” que entraron có abandonar y dejar a su suerte sembríos en las minas de oro, salieron con vida sólo y cosechas de las tierras que aún poseían, 500. (Sobre este asunto de la explotación único medio de subsistencia para sus fami- aurífera se volverá más adelante). 112 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA

Entre los eventos dignos de men- bía servir para equipar una Armada capaz ción, en 1575 se fundó Riobamba (la anti- de defender a las colonias americanas de gua Liribamba de los puruháes). En el mis- la piratería. mo año se produjo la erupción del Pichin- En Guayaquil, en Popayán, en cha, que aterrorizó a la ciudad de Quito y Cuenca las alcabalas fueron introducidas cuyas cenizas llegaron al Pacífico, como se sin problema, mientras que en Quito el Ca- constató al depositarse en unas embarca- bildo junto con el clero – el mayor aprove- ciones que navegaban por las costas de chador del trabajo forzado de los indios, Manabí. En los años que siguieron, las co- para la construcción y manutención de sus lonias sudamericanas del Pacífico estaban templos y conventos – se opusieron, y no alborotadas por las noticias que el corsario hay que sorprenderse, porque, por una vez Francis Drake (el futuro destructor de la siquiera, estos tributos incidían sobre las “Armada Invencible”) merodeaba por esos clases pudientes. Ciertamente Barros se ha- parajes, por lo que los encomenderos de la bía demostrado justo (en los límites del tér- serranía de Quito bajaron a Guayaquil a mino y de la época) para con los indios: fortificar el puerto. En 1586 se fundó la pri- había dispuesto un aumento de los sala- mera universidad en Quito, la “San Fulgen- rios, prohibido los trabajos forzados y or- cio”, de sacerdotes agustinos, y fue el año denado una reducción del número de “ya- en que llegaron los jesuitas, que luego naconas” al servicio del clero, enemistán- crearían el “Real Seminario de San Luis”. dose obviamente con los ricos propietarios Sobre Quito se abatieron el terremoto de y con los eclesiásticos. 1587 y la peste de 1588. Un análisis superficial – que en este En 1587, como presidente de la caso particular comprende, con rarísimas Real Audiencia, fue nombrado Manuel Ba- excepciones, a toda la historiografía ecua- rros de San Millán. Ya el poder de los crio- toriana hasta nuestros días – ha hecho llos había tomado una cierta consistencia exaltar la “revolución” de las alcabalas co- en el Cabildo, y la lucha de intereses entre mo un movimiento positivo de rebelión las dos entidades de gobierno se hizo más contra las autoridades españolas. En este aguda. En 1592 este hecho produjo la lla- caso fueron, sin duda, las autoridades es- mada “Revolución de las Alcabalas”, un pañolas las que mostraron alguna com- conjunto de motines que se sucedieron en prensión para con los oprimidos. Pero en la ciudad de Quito, desde mediados de ese la mentalidad burguesa de los estudiosos año hasta mediados del siguiente, como no se ha venido a manifestar jamás el me- pretexto por el impuesto del 5% para la co- nor indicio de equidad en favor de los in- ca y del 2% sobre el valor de los otros pro- dios, la clase y casta por siglos explotada: ductos vendidos en los emporios y en los hacer justicia con los indios no tiene senti- mercados (con excepción de manuscritos, do en el esquema intelectual o en la fuer- libros, caballos, aves de cetrería, maíz, tri- za emotiva de sus espíritus egoístas. Una go, semillas, así como todo artículo desti- vez por todas hay que refutar este evento, nado para uso o alimento de la gente po- no calificándolo más como momento de bre). Lo recaudado por estos impuestos de- lucha popular, porque en realidad se trató QUITO COLONIAL / 113 de un conflicto de poderío entre peninsu- nes capitales (de personas del pueblo, ob- lares y criollos, lucha de la que el pueblo, viamente, y no de los organizadores). La hecho objeto en su participación, quedaba gente, aterrorizada, pidió perdón al virrey, como siempre al margen y en las mismas enviando una misiva a Lima por medio del condiciones precarias de sumisión. jesuita Murillo. Las alcabalas, así, se impu- Jefe del movimiento de oposición a sieron también en Quito. Durante un par las autoridades de la Audiencia fue el pro- de años, a la sombra de Arana, y luego sin curador Alonso Moreno Bellido (un mesti- él hasta 1599, la ciudad estuvo sometida a zo, pero rico, proveniente de Nueva Gra- la tiranía de Marañón. Jubilado luego por nada), mientras que los otros organizado- el Consejo de Indias, para el cargo de pre- res, “héroes” de la lucha contra el poder sidente de la Audiencia fue nombrado Mi- español, eran todos funcionarios del Cabil- guel de Ibarra. do, ricos terratenientes y exponentes reli- giosos, que con engaños lograron movili- \ \ \ zar al pueblo en su favor. El presidente Ba- A comienzos del siglo XVII varias rros, vista la situación y la abierta oposi- ciudades productoras de oro en el oriente ción del Cabildo, hizo arrestar a Moreno estaban en decadencia. Se habían produci- Bellido, provocando el primer motín, que do continuas sublevaciones en 40 años de se concluyó con la devastación de la cár- trabajo minero; pero lo que dio el golpe de cel y la liberación del procurador. El se- gracia fue la gran insurrección de los “jíba- gundo motín ocurrió a la noticia de la lle- ros” en 1599, cuando, de todas las tribus gada de las tropas enviadas desde Lima, esparcidas por el Morona, se concentró comandadas por Pedro de Arana, por lo una fuerza de 20 mil hombres bajo el man- que Barros fingió ordenar que se retirasen, do unificado de Quirruba, para vengar los mientras que en realidad pidió a Arana que continuos abusos. Con perfecto sincronis- estuviese listo. El asesinato de Moreno Be- mo atacaron, aplastando materialmente a llido produjo el tercer motín, y esta vez el los españoles, junto con todas las obras presidente y los altos funcionarios de la que habían establecido y levantado. Audiencia a duras penas se libraron de ser Jamás fue posible, después, volver a linchados, y esto gracias a un arcediano organizar esa producción minera tan pro- que salió de la cercana catedral con la hos- vechosa, no obstante los numerosos inten- tia consagrada, medio este suficiente para tos hechos en los siglos siguientes. Se ha hacer caer literalmente de rodillas a los re- teorizado que las dificultades de la selva voltosos: criollos y peninsulares ¡entraron habían hecho incrementar considerable- juntos a la iglesia, en procesión! mente el costo de producción, o que los El presidente Barros fue destituido ríos habían dejado de abastecer cantidades por el comisionado real llegado de , de metal comparables con las de entonces, Esteban de Marañón, quien, al mismo entre otros argumentos más o menos dudo- tiempo dejó que las tropas de Arana ocu- sos. Y esto aun sin contar que la explota- paran Quito, para impartir duros castigos a ción de oro, en esos ocho lustros, parece los revoltosos, incluyendo varias ejecucio- 114 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA haber sido muy superior a los datos que se ra las señoras. Morga era también, lo sa- admitían oficialmente.19 bían todos, un contrabandista, y poseía un De todas maneras, la economía se negocio de telas que su hijo administraba. trasladaba hacia la costa, por su mayor ac- Sabiendo que las quejas llegaban a oídos ceso a los mercados internos y de exporta- del rey, se esmeró en hacer méritos, cons- ción. Pero también Portoviejo estaba en truyendo un camino de herradura entre decadencia y el trabajo se iba concentran- Quito y Bahía de Caráquez, abierto en do alrededor del río Guayas, navegable 1623, pero pronto abandonado, como tan- por un buen trecho [CAPS.1,2]. tas otras iniciativas coloniales. En 1607 el regidor Cristóbal de Tro- 1624 fue el año del saqueo de Gua- ya franqueó la cordillera occidental para yaquil por los corsarios holandeses bajo el llegar al océano Pacífico, cerca de Esme- mando de Jacques L’Hermite. Éste había raldas (cumpliendo en dirección contraria intentado previamente desembarcar en el la vía presumiblemente emprendida seis si- Callao (era la época de la guerra, en Euro- glos atrás por los caras [CAP.2]), y estableció pa, entre Holanda y España, extendida a las bases para la construcción de un cami- sus colonias americanas). Fue también el no de herradura entre Quito y el mar, que, año en que llegó el comisionado real e in- en efecto, fue empezado y casi completa- quisidor Juan de Mañozca, para examinar do; lo hizo interrumpir el virrey del Perú, la conducta del presidente y de otros admi- por temor a que hubiese podido ser toma- nistradores, así como verificar las denun- do por los piratas, que efectuaban conti- cias hechas contra los padres dominicos nuas correrías por esas aguas, para llegar al por varios escándalos, abusos y estafas a su corazón de Quito. cargo. El presidente Ibarra (de su adminis- Después de tres años – durante los tración se recuerda la fundación, en 1606, cuales Mañozca tomó las riendas del go- de la ciudad que lleva su nombre) murió bierno – del juicio de residencia todos lo- en 1608. Interinamente ocupó la presiden- graron salir limpios de incriminación; algu- cia el oidor Diego de Armenteros, hasta nos, que por prudencia se habían alejado cuando, en 1609, fue nombrado Juan Fer- de Quito, pudieron retornar tranquilamen- nández de Recalde, para gobernar hasta te. Nada logró tampoco Mañozca contra 1612. Durante esa época el Cabildo, que los dominicos, por la complicidad genera- en 1602 había hecho empedrar las calles lizada de silencio alrededor de ellos. Al fin de Quito, se dedicó a tapar las quebradas, todo quedó como antes: Morga, libre ya de que abundaban por la ciudad. cualquier cargo, reanudó sus funciones en Después de un período interino del 1627, para gobernar impunemente por oidor Matías de Peralta, en 1515 se hizo otros nueve años, cuando murió dejando cargo de la presidencia Antonio de Morga. acaudalada a su familia y en estado de Si bien estuviese prohibido el juego de gran miseria a la colonia. azar, se autorizaba él mismo a organizarlo, Desde 1636 hasta 1642 se sucedie- en su propia casa, siendo él quien más ga- ron en la presidencia el oidor Antonio Ro- naba; además, vendía naipes y regalos pa- dríguez de San Isidro Manrique, interina- QUITO COLONIAL / 115 mente, y Alonso Pérez de Salazar, que es- llados cilicios y otros instrumentos de auto- taba ya en edad muy avanzada. El grado tortura, se reforzaron sus méritos, para po- de corrupción permaneció inalterado. En der ser beatificada (mas sólo a mediados 1642, entre los casos insólitos de presiden- del siglo XX la Iglesia de Roma concedería tes honrados, hubo el de Juan de Lizarazu, al Ecuador su primera canonización que gobernó por tres años, tratando de me- [CAP.6], elevando a santa a la misma Maria- jorar las cosas, contra todo y contra todos, na de Jesús). hasta cuando murió en extrema pobreza, El nuevo presidente, Martín de tanto que hubo que efectuar una colecta Arriola y Belardi, llegó dos años después para proceder a sus funerales y recurrir a la de la muerte de Lizarazu. También Rodrí- caridad pública para su viuda y los hijos. guez había muerto, por lo que ejerció otro Lo reemplazó el oidor Rodríguez, el mismo presidente interino, Alonso Ferrer de Ayala. que ejerció después de Morga, y también De esta época se recuerda sobre todo (y la esta vez interinamente, en espera de nuevo fuente, no sospechosa, es la Historia Gene- nombramiento. ral de la República del Ecuador, del arzo- En ese año de 1645 se produjo el bispo Federico González Suárez) el pulular tremendo terremoto que en Riobamba se- de escándalos de los religiosos: muchos gó numerosas vidas y destruyó casas y co- frailes llegaban de España cargados de pa- sechas. Inmediatamente después siguió la rientes pobres, cuyo bienestar temporal pa- peste o, más exactamente, una enfermedad recía ser el único motivo que les había im- que llamaban “alfombrilla” o “garrotillo”, pulsado a transferirse a las Indias occiden- aunque la presencia de bubones descon- tales; no faltaron los prelados que vendie- certaba a los entendidos. Ni la zarzaparri- ron fincas pertenecientes a la Iglesia y aun lla ni el palo de Indias tuvieron eficacia al- conventos. guna; se preparaban febrilmente infusiones Las peores consecuencias de este de acíbar, mirra y azafrán, y ni siquiera su- estado de cosas las pagaron, como de cos- dando bajo las dos o tres camisas podía sa- tumbre, los indios. En los primeros tiempos cudirse el mal del cuerpo. Médicos y cu- de la Colonia los indios fueron numerosos, randeros parecían impotentes, y así murie- y pocos los religiosos con la tarea de cris- ron 11 mil personas. tianizarlos, por lo que los abusos se diluye- El fanatismo religioso se multiplicó. ron necesariamente. En cambio, a media- Un sacerdote, Alonso de Rojas, ofreció pú- dos del siglo XVII la población indígena es- blicamente su vida a Dios, con tal que fue- taba diezmada, y el número de religiosos re perdonada (¿de qué, pues?) la pobla- había crecido en manera espantosa, por lo ción. Entonces una soltera de 27 años, Ma- que surgieron conflictos que a veces con- riana Paredes y Flores, decidió ofrecer su dujeron a peleas salvajes entre sacerdotes, propia vida a la ira divina, porque, argüía, para acapararse el derecho de “salvar al- nada valía frente a la del padre Rojas. Des- mas”, que se traducía en la más despiada- pués de 11 mil muertos la peste estaba na- da de las explotaciones. turalmente declinando; pero como ella se Arriola quedó en la presidencia has- enfermó y murió, y en su cuarto fueron ha- ta su muerte en 1652, y su puesto fue ocu- 116 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA pado interinamente por Juan Morales de de la cima del Sincholagua se desmoronó, Arámburu, que tuvo que gobernar un tiem- obstruyendo ríos y causando inundacio- po mayor de lo previsto, porque hasta nes, que destruyeron abundantes cultivos 1655 no apareció el presidente que había en los valles de Tumbaco y de los Chillos. sido nombrado, Pedro Vázquez de Velas- En 1661 Vázquez de Velasco fue co, tocando a Morales afrontar el desastre reemplazado por Antonio Fernández de de las continuas lluvias torrenciales que Heredia, quien gobernó hasta 1665. El año arruinaron los sembríos, con la consecuen- anterior la Audiencia festejó su primer cen- te hambre que se produjo en Quito y en to- tenario, coincidiendo con la muerte del da la zona circundante, que él logró aliviar rey, Felipe IV. Al trono de España subió en parte haciendo traer cereales de la hoya Carlos II, de sólo tres años de edad, a quien del Chota. tocaría ser el último soberano de la familia Vázquez de Velasco, se había que- de los Habsburgo, en una época de con- dado en Guayaquil para el salvamento del flictos con otras potencias europeas y en el dinero de los impuestos, destinado al rey y comienzo de la decadencia del Imperio que se encontraba en un barco ido a pique colonial español. Desde 1665 la presiden- cerca de Chanduy. Llegado finalmente a cia en Quito quedó vacante y administrada Quito, se encontró con una mole de pro- interinamente por varios oidores hasta blemas, teniendo que afrontar, entre otras 1670, cuando llegó Diego del Corro Ca- dificultades, al obispo Alonso de la Peña y rrascal. Montenegro, quien trataba arrogantemente El último período del siglo causó en de imponer su autoridad sobre la del presi- las colonias españolas muchas inquietudes dente de la Audiencia. Fue sólo gracias al y temores, por la intensificación de los ata- virrey de Lima que el obispo pudo ser ques e invasiones de los piratas. Adueñán- transferido a otra sede (pero para regresar, dose los ingleses de Jamaica, la isla se ha- pocos años más tarde, más fuerte y arro- bía convertido, con el beneplácito de las gante, como se verá). autoridades de Londres, en centro de acti- Pasada la peste de Riobamba y el vidades para las expediciones armadas hambre de Quito, la insaciable ira divina contra las colonias holandesas y españo- pronto encontró nuevas metas. En 1660 el las. En 1670 el bucanero Henry Morgan Pichincha estalló, literalmente, en pavoro- (quien había efectuado ya incursiones a sos fragores, durante un día ya turbio, con Cuba y a Venezuela, y expugnado, con el cielo que fue cubriéndose bajo una in- una fuerza de 3.000 hombres en 36 bar- mensa nube negra, para traer las tinieblas, cos, la ciudad fortificada de Portobelo, en interrumpidas sólo por las llamaradas del el golfo de Darién) proyectó nada menos volcán. Durante varios días tembló la tie- que la captura de la ciudad de Panamá, en rra, reinando la obscuridad, el hambre y el el Pacífico. Atravesó el istmo, derrotó al terror. Algunos valles de los alrededores de ejército regular español, saqueó la ciudad Quito se llenaron de lava. También el nu- y la incendió. La noticia de la presencia de do de Tiopullo, que une las dos cordilleras piratas en el Pacífico llegó a Quito en [CAP.1], retumbó en su vibración, y la mitad 1671: fueron reclutados entonces 800 QUITO COLONIAL / 117 hombres para la eventual defensa de Gua- las monjas más veteranas, que quedaban yaquil. Además corrían voces, luego con- en favor de los dominicos, y las jóvenes re- firmadas, sobre la presencia de naves pira- beldes se prorrogó por largo tiempo aún. tas inglesas, llegadas cruzando el estrecho En esa época, a la gran relajación de de Magallanes, listas a desembarcar en costumbres en la Audiencia de Quito, se Chile, y así Guayaquil fue ulteriormente sumaba el peligro pendiente de las expedi- fortificada. ciones de piratería, que no podía olvidarse Muerto Corro Carrascal en 1673, después de la increíble empresa de Mor- fue nombrado presidente Nicolás de las In- gan en Panamá, una decena de años atrás. fantas, quien no pudo ejercer porque falle- Ya desde 1680 en el Pacífico, desde Méxi- ció durante el viaje desde Europa. Siguie- co hasta Chile, efectuaban correrías nume- ron otros años de gobiernos interinos, pri- rosos filibusteros y bucaneros ingleses, mero con oidores y luego, desde 1674 has- franceses y holandeses, que habían atrave- ta 1678, con el obispo Peña y Montenegro sado el istmo de Panamá o llegado por el (el que fue expulsado en la época de Váz- estrecho de Magallanes. Por las costas de quez), que así venía a retener en su perso- la Presidencia de Quito apareció en 1682 na los poderes civil y religioso. En 1678 Bartholomew Sharpe, pero sin mayores llegó Lope Antonio de Munive, para gober- consecuencias, fuera del miedo que provo- nar autoritariamente por once años. có. En 1684 David y Swam asaltaron San- De entre los primeros asuntos que ta Elena y Manta y ocuparon la isla Puná, tuvo que afrontar Munive (la fuente, no mas fracasaron en su ataque a Guayaquil. sospechosa, es todavía la de González En cambio D’Hout, Picard y Groignet, en Suárez) fue la rebelión de las monjas jóve- 1687, saquearon y aterrorizaron la ciudad, nes del convento de Santa Catalina contra produciéndose además un incendio, que toda suerte de abusos y violencias a las dejó media Guayaquil destruida. que les sometían los frailes dominicos, a En 1688 los dominicos fundaron en quienes habían sido encomendadas. A la Quito el “Real Colegio de San Fernando” y decisión común de no sujetarse más a sus la “Escuela de la Caridad” para niños in- arbitrios, tuvieron que soportar chantajes dios y “cholos”. El “cholo” era el germen morales y amenazas, terminando por ser de la futura clase media [CAPS.5,7] y com- asaltadas y golpeadas a sangre por los frai- prendía fundamentalmente los mestizos, les y por el brazo secular. Algunas monjas ya numerosos, pero incluía también “blan- lograron huir, otras se salvaron gracias a la cos” sin ancestro e indios que lograron asi- intervención de religiosos de otras congre- milarse. En la sociedad post–colombina de gaciones y de pasantes. El presidente Mu- los orígenes, formada por dos castas, se ha- nive y el virrey del Perú en un primer mo- bía ido produciendo esta tercera. A ella to- mento tomaron las partes de los domini- caba dedicarse a las artesanías y a llenar cos; pero las monjas supieron resistir con los roles, despreciados por los “blancos”, coraje durante meses, y triunfaron cuando de empleados en los niveles menos cotiza- por fin llegó la sentencia del Papa de con- dos. fiar el convento al obispo. La fricción entre 118 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA

En 1689 murió Munive, dejando la nas, llegaba también un período de la más situación en un completo desbarajuste, por desesperada miseria. La economía agrícola la corrupción de los gobernantes, que se andina, desarrollada en siglos y en mile- añadía a la corrupción de los religiosos. nios, se había transformado desde hacía Durante dos años la Audiencia fue admi- tiempo, para convertirse en una economía nistrada por los oidores de siempre. Sólo de pura expoliación de las riquezas de la en 1691 llegó Mateo de la Mata Ponce de tierra, para desaliento total de las fuerzas León, a quien se había asignado la tarea de del trabajo. indagar sobre Munive, y que luego, para En una cierta medida se habían pro- llenar la vacancia, quedó como presidente ducido mejorías cualitativas en la agricul- efectivo. Ante todo trató de poner a los re- tura: primero, con la aplicación de nuevos ligiosos bajo el poder de las autoridades ci- métodos importados de Europa, más efi- viles y eliminar el ceremonial romano, pe- cientes pero cuantitativamente escasos; se- ro de parte del mismo rey le llegó una re- gundo, gracias a esos pocos españoles que primenda para que dejase en paz al clero. supieron verdaderamente cultivar su pro- En 1693 la fiebre y la viruela cun- pio terreno, con la introducción de nuevos dieron por casi toda la sierra, desde Quito productos como el trigo, algunas varieda- hasta Cuenca, con la muerte de miles de des de árboles frutales, caña de azúcar, personas, sobre todo campesinos indios, etc., lo que a largo plazo debía dar resulta- escasamente alimentados y carentes de tra- dos positivos. Se comenzaron a criar gana- tamientos terapéuticos. Mata movilizó mé- dos nuevos para América, así como aves dicos, distribuyó medicinas y con sus pro- de corral. También la industria había toma- pias rentas ayudó en lo posible a las clases do un nuevo curso: los tejidos de la Presi- pobres. En 1698 un violento terremoto hi- dencia de Quito se exportaban por todo el zo derrumbar trozos del cono nevado del continente. La construcción de barcos reci- Carihuairazo, provocando inundaciones y bió un nuevo impulso, convirtiéndose sembrando pánico y destrucción en las Guayaquil en el mayor astillero de Pacífi- ciudades de Latacunga, Ambato (que tuvo co. Sin embargo, estas mejorías cualitati- que cambiar emplazamiento) y Riobamba; vas no se tradujeron jamás en ventajas pa- miles de muertos fueron enterrados en fo- ra la clase trabajadora. sas comunes. En 1701, el presidente Mata Para hacer un balance para fines del dejó el cargo, por haber sido ascendido a siglo XVII, hay que poner en activo (para funcionario del Consejo de Indias. El año las clases dominantes, se entiende) lo si- anterior había muerto Carlos II “el Hechi- guiente: algunas minas y lavaderos de oro; zado”, enfermizo toda su vida, sin dejar cultivos agrícolas (cereales, hortalizas y herederos; España y las colonias quedaron frutas, cacao, caña de azúcar, algodón y la en una condición de grave postración y a incipiente industria de la cabuya); ganade- la merced de la guerra por la sucesión. ría y cría de animales domésticos; indus- Para la Audiencia de Quito, en una trias de tejidos y de curtiduría; rudimenta- época tan atormentada por las fuerzas de ria fabricación de pólvora; buenos astille- la naturaleza y por las iniquidades huma- ros. Con la economía colonial dilapidada QUITO COLONIAL / 119 en manos de pocos privilegiados, hay que tículos adquiridos en los negocios (salvo, poner en pasivo la gravísima situación que como se dijo ya, para los indios, y extendi- mortificaba, en mayor o menor propor- da dicha excepción nada menos que ¡a los ción, a todas las capas sociales: las cróni- religiosos!); los derechos de aduana, apli- cas relatan que, en los años que unen los cados a los víveres importados a la ciudad; siglos XVII y XVIII, muchos propietarios de el “almojarifazgo” (de “almojarife”, pala- casas en Quito estaban obligados a vender bra derivada del árabe y aplicada siglos an- hasta las tejas para poder comer. La crisis tes en España al cobrador de impuestos), general resultaba útil a las comunidades que consistía en el pago de derechos en los religiosas y a los pocos señores que po- puertos para las mercaderías llegadas de seían el capital suficiente para poderse España o de otras naciones europeas. Otra apropiar de edificios, tierras y otros bienes. fuente de ingresos para los colonialistas se En tal situación el sistema colonial creó con la venta y el alquiler de empleos, continuaba exigiendo el pago de tributos e con obvia degeneración administrativa. impuestos, no perdonando siquiera a aquella gente cuya miseria había alcanza- \ \ \ do niveles inusitados. Por ejemplo, el tri- Con el comienzo de siglo XVIII su- buto que debían pagar los indios varones bió al trono de España el primer rey de la de edad entre 18 y 50 años – que consistía dinastía de los Borbones, el joven Felipe V e 3 pesos de plata anuales más un par de (hijo del delfín Louis, hijo a su vez de Louis cobijas de lana, gallinas y hortalizas – re- XIV de Francia), después de la guerra por percutía en la familia entera, obligada a la sucesión que se sostuvo contra Inglate- trabajar durante todo el día y todos los rra, Austria y Holanda, países hostiles a la días, porque los abusos cometidos por los propagación de la dinastía francesa y a la recaudadores hacían que dicho impuesto alianza entre Francia y España. Felipe V se se multiplicara a su discreción; luego había ocupó en reorganizar el sistema colonial, el “diezmo”, correspondiente al 10% de previendo varias reformas en considera- las entradas, destinado para el sustento de ción de las nuevas relaciones de fuerza los eclesiásticos y que la Corona española con los criollos: por ejemplo, entre aqué- misma, convertida en recaudadora por llos muy fieles o muy poderosos distribui- cuenta de la Iglesia de Roma, se encargaba ría títulos de nobleza, equiparando a di- de cobrar. chos americanos con los peninsulares, pa- Entre los otros impuestos, que afec- ra ajustar los lazos entre la madre patria y taban a las varias capas sociales, había el las colonias. “quinto”, o sea el 20% sobre la producción En Quito, después de Mata Ponce de metales preciosos (con la crisis se lo re- de León y de dos años con presidentes in- dujo al 10%); la “media anata” (mitad del terinos, en 1703 llegó Francisco López Di- salario del primer año), pagada para tener castillo, quien, al cabo de un bienio de dis- derecho a un empleo, desde los cargos putas con el obispo, de tratar de eliminar más elevados hasta los de maestro en artes los tributos a los indios, de castigar los y oficios; la “alcabala” del 2% sobre los ar- abusos de los españoles (por ejemplo: a un 120 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA noble que había azotado a su sirviente de pó, pues, Guayaquil con 400 corsarios, la 12 años lo humilló públicamente, entre- saqueó y se hizo pagar el rescate. Pero in- gándole a los cepos), de encarcelar a los directamente pagó también él: contagiados tramposos, de tratar, en una palabra, de ha- por la epidemia de fiebre que cundía en cer justicia, se encontró frente a una oposi- Guayaquil, numerosos corsarios se le mu- ción tal, de no quedarle más que renun- rieron durante la navegación. ciar. Siguieron otros dos años de gobiernos Mientras tanto en Quito Sosaya, que interinos, y en 1707 se instaló Juan de So- era ya anciano, fue sólo una figura decora- saya, que había sido corregidor de Guaya- tiva como presidente; además estaba im- quil y el primer militar en ocupar el cargo plicado en escándalos y estafas. Ya desde de presidente de la Audiencia. 1711 se le trató de echar del cargo; el Con- Guayaquil no se había repuesto to- sejo de Indias le hizo un juicio de residen- davía del saqueo y el incendio de 1687, cia, después del cual, en 1714 (los tiempos que dejaron al Puerto en estado de pobre- eran siempre tan largos con los españoles), za y de ruina completas. Además se quiso tuvo que marcharse, reemplazado por el cambiar el emplazamiento de la ciudad oidor Simón de Ribera. hacia el interior, fuera del alcance de los En 1715 hubo en Quito el primer piratas; pero eso implicaba empeorar su presidente criollo, Santiago de Larraín, na- ubicación para fines comerciales. El resul- cido en Chile, que pagó 20.000 pesos por tado fue que se formaron dos ciudades, el nombramiento. Después de sólo tres además hostiles entre sí. Con un invierno años decayó del encargo porque, como de lluvias excesivas, la ciudad nueva se parte del programa de reestructuración del inundó durante más de tres meses, lo que dominio colonial español, fue emitida y comportó fiebres y una mengua en la po- hecha pública una Cédula Real, por la que blación. En 1705 se incendió la ciudad se declaraba suprimida la Audiencia de vieja. Quito, para incorporar sus territorios al Y cuando, en 1709, Guayaquil esta- nuevo Virreinato de Nueva Granada, con ba reponiéndose, llegó la expedición del capital Santa Fé de Bogotá. La supresión de corsario Woodes Rogers (quien antes fue la Audiencia fue mal acogida. Una de las gobernador de Jamaica y uno de los que razones era que para la administración ju- aniquilaron la “piratería” privada), subven- dicial crecían las dificultades, siendo las cionado ahora por los mercaderes de Bris- vías de comunicación con Bogotá peores tol. Esto porque Leopoldo I, emperador del que aquéllas con Lima (a esta ciudad se Sacro Romano Imperio y aspirante frustra- podía por lo menos acceder desde Guaya- do a la sucesión monárquica española, ar- quil por vía marítima). Razón todavía ma- bitrariamente “cedió” en propiedad a la yor era que, eliminada la Audiencia, se Gran Bretaña ¡cualquier territorio, en las veían afectados muchos intereses de gru- colonias hispanoamericanas, que los ingle- pos criollos. Esta prueba de reestructura- ses lograran adueñarse con las armas! de- ción fracasó, en efecto, cuatro años más sencadenando así numerosas incursiones tarde, cuando desapareció el nuevo Virrei- piratas por todo el continente. Rogers ocu- nato y se restableció la Audiencia de Qui- QUITO COLONIAL / 121 to, para volver a depender de Lima. Larraín Por muchas razones de este tipo, la pudo ocupar de nuevo su cargo de presi- crisis económica general resultó tan grave dente. que, para dar un ejemplo significativo, de En 1723 se produjo una sequía que las 400 agencias de comercio que en 1690 destruyó buena parte de las cosechas y ma- operaban en Quito, en 1724 el número se tó mucho ganado. Luego llovió demasiado había reducido a 60. por un año entero, y lo que se había sem- En 1728, como sucesor de Larraín, brado se pudrió. El hambre y las enferme- fue nombrado Dionisio Alsedo y Herrera, dades diezmaron a la gente más pobre, un experto político llegado de España para con preponderancia los indios. El comer- sanear tan desastrosa situación. Su admi- cio menguó, bajaron los precios a niveles nistración se caracterizó precisamente por críticos extremos, pero ninguna ayuda lle- la obra de moralización y de lucha contra gó de la metrópoli, que, al contrario, con- el contrabando; completó su período en tinuaba reclamando la recaudación escru- 1736, para ser reemplazado por José Arau- pulosa de todo tributo. jo y Río, un criollo nacido en Lima, que Las contradicciones internas de las pagó 26.000 pesos por el cargo. colonias, a nivel continental, llevaban a En ese mismo año llegó a Quito la menudo a situaciones insostenibles. Uno misión geodésica francesa, que estudiaba entre los numerosos ejemplos que se po- la forma y las dimensiones de la Tierra, con drían mencionar es el siguiente: acogiendo los académicos Louis Godin des Odon- la solicitud de la Capitanía de Venezuela nais, Pierre Bouguer y Charles Marie de La de no desear la competencia a su cacao en Condamine, además de un nutrido grupo los mercados americanos, se prohibió la de hombres de ciencias, incluidos unos exportación del cacao que de Guayaquil cuantos españoles, que la Corona exigía regularmente compraban el Virreinato de para permitir que se efectuaran investiga- Nueva España (México) y la Capitanía de ciones en sus colonias. Se fijaron los pun- Guatemala, limitando su producción úni- tos por donde pasa la línea ecuatorial; se camente para el mercado interno de la Pre- realizaron estudios vulcanológicos, botáni- sidencia de Quito. Más tarde se buscó ali- cos, zoológicos; se trazaron mapas; se vio a la crisis, que obviamente se produjo aviaron, en fin, muchas nuevas indagacio- entre las plantaciones, con la concesión de nes. un permiso para enviar cada mes un máxi- Prescindiendo del trabajo científico, mo de dos barcos, cada uno con 2.000 sin duda importante, el comportamiento quintales del producto. Al regreso, los bar- presuntuoso y provocador de estos euro- cos no podían entrar directamente a Gua- peos “superiores” causó no pocos contras- yaquil, sino que tenían que bajar hasta el tes, a menudo serios, con las autoridades y Callao, para someterse al más esmerado sobre todo con el presidente Araujo (para control, por posibles contrabandos de se- ellos un simple criollo), el cual se vengaba das y otros artículos que llegaban regular- tratando de obstaculizar las investigacio- mente a Acapulco desde China. nes; hubo también líos con la población, la que no siempre reaccionaba pasivamente 122 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA a los abusos, y más de un miembro de la otros acusadores pagasen una pequeña delegación se libró de ser linchado. Ade- multa en beneficio del mismo Araujo. Co- más, entre los mismos hombres de ciencias mo sea, éste no fue ratificado en la presi- se produjeron conflictos de interés, no fal- dencia. tando peleas, y desafíos que llegaron al Como sucesor vino Félix Sánchez duelo con armas, y escándalos. de Orellana, primer presidente nacido en el territorio de la Presidencia de Quito, \ \ \ exactamente en Latacunga. Era hijo del marqués de Solanda (uno de aquellos nue- En 1740, todavía con Felipe V, se vos titulados criollos, por institución real, decidió incorporar nuevamente los territo- de principios del siglo) y descendiente, por rios de Quito al Virreinato de Nueva Gra- parte de madre, del explorador del río nada (que había sido reinstalado el año an- Amazonas. Sánchez de Orellana había terior), pero esta vez sin que Quito perdie- comprado la presidencia al criollo peruano se su condición de Audiencia. Y así queda- Francisco Miguel de Goyeneche, quien ha- ría, bajo la jurisdicción de Bogotá, hasta la bía “servido a Felipe V con 26.000 pesos”. independencia [CAP.5]. El rey, considerando que Sánchez de Ore- Con la Cédula Real de 1740 se defi- llana era nativo de Quito, pidió y obtuvo nían los confines entre el Virreinato de una suma adicional de ¡1.000 pesos! Nueva Granada y el del Perú. Se especifi- En 1753 siguió en la presidencia caban también los territorios bajo la admi- otro nuevo titulado, Juan Pío Montúfar, nistración de la Audiencia de Quito, que marqués de Selva Alegre, que “dio en ser- incluían las provincias orientales, ya ex- vicio al rey 32.000 pesos” (el precio de los plotadas, de Mainas, Quijos y Jaén, así co- cargos públicos se inflacionaba). El 1755 mo, en la costa, la zona de Túmbez; al nor- un terremoto arrasó Quito y, dos años más te, la demarcación llegaba hasta Popayán y tarde, otro afectó gravemente a Latacunga. Buenaventura; y se extendía, hacia el este, En 1761 retornó al poder, interina- hasta la confluencia del Caquetá y el Ma- mente, Rubio de Arévalo (no obstante ha- rañón, en los límites con los territorios por- ber sido reconocido como calumniador tugueses. del presidente Araujo del Río, casi cuatro En 1743 la campaña de denigración lustros atrás). En 1763 Guayaquil fue ele- orquestada por los “chapetones” contra el vada de Corregimiento a Gobernación: su presidente Araujo, por presuntas malversa- excelente ubicación geográfica, como ciones y hasta por contrabando, consiguió punto de contacto entre la Audiencia y el su destitución. Con el comienzo del juicio resto del sistema colonial, había hecho del de residencia, fue designado presidente in- puerto una floreciente ciudad. terino el oidor Manuel Rubio de Arévalo, En 1765 en la capital estalló la “Re- ¡precisamente uno de los acusadores! Dos volución de las Alcabalas”, llamada tam- años después, habiendo sido Araujo reco- bién “de los Barrios de Quito”, suceso de nocido del todo inocente, fue desagravia- gran importancia en el ámbito de las re- do, pero sólo moralmente, con la destitu- vueltas que en el medio siglo 1730-80 se ción de Rubio, y ordenando que éste y los QUITO COLONIAL / 123 verificaron en Sudamérica, desde el Alto cha encarnizada durante cuatro días, hasta Perú hasta Nueva Granada, culminando en que las autoridades tuvieron que entregar la gran insurrección de Túpac Amaru II al pueblo el arsenal con todas sus armas. [CAP.5]. Las negociaciones esta vez se entablaron La rebelión de los barrios de Quito de par a par. Para devolver el edificio del fue organizada con perfecta sincronía por arsenal, se requirió que todos los “chapeto- los gremios de zapateros, orfebres, decora- nes” solteros dejaran el territorio de Quito dores, sastres, carpinteros, talabarteros, o en el plazo de ocho días; que fuesen supri- sea la capa social de los artesanos “cho- midos los estancos y el impuesto de adua- los”. A las señales de los cohetes lumino- na. Las autoridades tuvieron que aceptar sos que estallaron durante la noche del 22- todo, por decreto, y el virrey de Bogotá ra- 23 de mayo, a la madrugada aparecieron tificó la decisión. Pero apaciguado el pue- carteles que anunciaban la insurrección de blo (el Poder, en fin de cuentas, jamás fue algunos barrios, tomando totalmente des- mellado) las reformas obtenidas iban desa- prevenidas a las autoridades. Todos se mo- pareciendo paulatinamente; es más, 25 vieron al unísono y pronto la muchedum- años más tarde, a los monopolios de lico- bre llenaba la plaza de , res se habrían de añadir los del tabaco y de donde se encontraban los almacenes de la pólvora. los Estancos y la Casa de Aduanas. Por las Para evitar nuevos conflictos, en calles fue derramado un torrente de aguar- 1766 se nombró presidente interino a un diente y de miel, mientras que el edificio militar: Juan Antonio de Zelaya. Y en 1767, ardía en llamas. A las 11 de la noche el cu- con nombramiento efectivo, llegaba otro ra de la parroquia paseó la hostia consa- militar, el teniente coronel José Diguja, de- grada para calmar a la multitud; pero esta sempeñando también el cargo de capitán vez el pueblo no se dejó engatusar con el general, o sea reuniendo en sí los dos po- viejo truco, comúnmente tan eficaz. deres. España estudiaba la posibilidad de De esta brillante insurrección – tan crear una quinta Capitanía20 en el conti- bien lograda que no se han podido siquie- nente, motivada sobre todo por la fuerte ra saber los nombres de los que la conci- actividad de los piratas y corsarios que ron- bieron – se obtuvo como resultado el com- daban por las costas de Pacífico. promiso bajo juramento, de los gobernan- En ese mismo año de 1767 fueron tes, de abolir el impuesto de aduanas, con expulsados los jesuitas de las colonias es- la exención de toda responsabilidad crimi- pañolas. Su poderío y su riqueza se habían nal para los eventuales jefes y organizado- hecho inmensos, hasta rivalizar con la Co- res. Como sea, las agitaciones prosiguieron rona y con la Iglesia en muchos aspectos durante algunos días y varias casas de de la vida colonial. Anteriormente, ya Por- “chapetones” fueron incendiadas. tugal en 1759 y Francia en 1762, los ha- Pasado un mes, un alguacil hizo bían expulsado de sus territorios, confis- azotar a un grupo de hombres, sospechan- cándoles los bienes; España tomó, como do que perteneciesen a los rebeldes; la siempre, más tiempo para llegar a la misma reacción fue inmediata: se reanudó una lu- decisión. Al fin, en 1773 sería el mismo pa- 124 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA pa Clemente XIV quien declaró extinguida como el de hacer que en el Perú se impor- la Compañía de Jesús (para ser restablecida tasen telas europeas, llevando a la miseria sólo en 1814, cuando entre los jesuitas no a miles de pequeños artesanos, incluyén- quedaban sino pocos centenares de ancia- dose los de la Presidencia de Quito. nos). Para ser ecuánimes, hay que afirmar Además, no obstante el hambre que los jesuitas tuvieron también muchos que, en sentido literal, segaba decenas de méritos, como el de haber desarrollado en miles de vidas, las autoridades españolas las colonias la instrucción pública y la in- habían incrementado los impuestos y los vestigación científica, o como el de haber tributos. De Quito, desde que entró a for- realizado innovaciones agrícolas, instala- mar parte del Virreinato de Nueva Grana- do molinos para el trigo y efectuado nume- da, se pretendía, por ejemplo, el dinero pa- rosas otras obras útiles al mejoramiento ge- ra mantener los presidios de Cartagena y neral de las condiciones sociales de la de Santa Marta, lejanos allá por el Caribe, época. o para afrontar los gastos relativos a la ex- En 1770 también Cuenca se convir- pulsión de los jesuitas, que incluían el sus- tió en Gobernación. En la Presidencia de tento de los desterrados en Italia. Quito se iban perfilando zonas bien sepa- A la situación económica estaba es- radas de influencia – Quito, Guayaquil, trechamente ligado el clima de tensiones Cuenca, Popayán – bajo el patrocinio de sociales, con los antagonismos entre crio- poderosos grupos criollos. Con esto se es- llos y peninsulares, entre mestizos y crio- timulaban desarrollos culturales divergen- llos, entre indios y esa parte de los mesti- tes, los que, después de la independencia, zos que los explotaban por cuenta de ter- jugarían un papel importante en la estruc- ceros; y eran numerosos los conflictos en turación de la nación ecuatoriana [CAP.5]. las ciudades y en el campo. Se desataron La situación económica desastrosa – también rebeliones de los campesinos in- constante ésta por buena parte del siglo dios directamente contra el poder colonial. XVIII – llegó a su ápice debido a la coyun- Estas rebeliones han sido general- tura negativa de sucesos naturales y socia- mente ignoradas, o miradas con estupor, les. Los terremotos que destruyeron Quito por los tradicionales historiadores burgue- en 1756 y Latacunga en 1757 fueron se- ses, convencidos de que la paciente resig- guidos por la peste, que diezmó a grandes nación, desde la conquista en adelante, masas de población, y luego por las erup- fuese una característica innata del pueblo ciones del Cotopaxi en 1768 y del Tungu- indígena. Pero en 1770 los indios se rebe- rahua en 1773, con los consecuentes estra- laron en Patate, en 1776 en Guano, en gos en los sembríos y entre el ganado, aña- 1777 en Cotacachi, Otavalo, Caranqui, Ta- diéndose a todo esto fases de sequía o de bacundo y Atuntaqui. Quemaban las casas excesivas lluvias; y mientras que en las fér- de los amos y a muchos de éstos los deja- tiles tierras de la costa se echaban a perder ban colgados de los árboles, hasta que mu- productos por falta de mano de obra. A ta- riesen. Un cura de Cotacachi – habiendo les factores naturales se sumaban los inte- tratado de disuadirlos con el acostumbrado reses económicos a nivel internacional, espantajo de la hostia santa y con la ame- QUITO COLONIAL / 125 naza del infierno – fue abofeteado por una precursor de la independencia de Quito mujer, para luego ser enterrado vivo. La [CAP.5] – difundía sus ideas republicanas de paciencia secular ante los continuos abu- rotura absoluta con el régimen colonial, en sos tenía un límite. una época en la que, como norma, se ex- Diguja, el militar, fue reemplazado ponían tímidas propuestas de reforma. en 1778 por José García León y Pizarro, Al contrario de Diguja, que se retiró hombre de finanzas, quien en cuatro años en pobreza, García León se enriqueció logró exprimir de la miseria existente más enormemente, cometiendo todo tipo de ar- de 1.000.000 de pesos, mientras que su bitrariedades, incluso en complicidad con predecesor en once años había obtenido las autoridades religiosas, pero sin dejar sólo 700.000. En 1780 la postración era pruebas para una imputación cierta (en tal, que las patatas servían a menudo como efecto, de una pesquisa hecha secretamen- valor de cambio. Las mínimas medidas de te, logró salir limpio). En 1784 dejó el car- asistencia que el eficiente García León pi- go a su yerno, José de Villalengua y Marfil, dió a la Corona para aliviar la situación (e tercer peninsular consecutivo nombrado indirectamente para aumentar los ingresos) por Carlos III. no fueron aceptadas. Dos hechos cabe recordar de los A Quito llegaban noticias inquietan- seis años de administración de Villalengua. tes. Se hablaba de posible guerra entre Es- El primero es la peste de Quito, cuyos sín- paña e Inglaterra, porque esta nación, que- tomas característicos eran la hinchazón y riendo resarcirse de la pérdida de sus 13 el enrojecimiento de la piel, para llevar a colonias en Norteamérica (convertidas en la muerte en un par de días, por lo que en los Estados Unidos), hacía de dueña y se- pocos meses perecieron 8 mil personas, ñora por las aguas del Caribe, producién- contándose muchos niños. El segundo he- dose combates navales por las costas meji- cho es la elevación de Cuenca a Episcopa- canas, así como choques armados en tierra do, con una tenaz oposición de las autori- de Honduras, con la ocupación inglesa de dades eclesiásticas quiteñas, porque bajo ventajosas posiciones. Al mismo tiempo, la jurisdicción de la nueva diócesis venían en Perú y en Alto Perú ocurría la gran insu- a encontrarse los territorios de Guayaquil, rrección de Túpac Amaru II [CAP.5], mien- Loja, Zaruma, Alausí y Portoviejo. Esta me- tras que en Nueva Granada se rebelaban dida política-religioso formaba parte de un los comuneros conducidos por Juan Fran- importante plan de reorganización colo- cisco Bermeo y José Antonio Galán. nial (cuyas consecuencias indirectas En Quito fueron descubiertos algu- [CAPS.5,6,7] resultarían muy graves para el nos sostenedores de Túpac Amaru II, como futuro Ecuador). el criollo Mariano Ortega, fraile francisca- En efecto, de España llegó el inge- no. Pero, en aquel estado de agitación ge- niero Francisco Requena, en el cuadro ge- neral, las autoridades prefirieron ignorar el neral de defensa de las colonias. España se hecho, sobre todo tratándose de un religio- encontraba ya en guerra contra Inglaterra; so. Eugenio Espejo – médico, abogado, li- por otro lado, se temía la expansión de los terato y otras cosas más, y quien sería el portugueses en la selva amazónica, hacia 126 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA los Andes. El Virreinato de Nueva Granada tuación política tan delicada. En 1790 se (y en particular la Audiencia de Quito), de- produjeron nuevas sublevaciones de cam- batiéndose en tremendos problemas eco- pesinos indios en Guamote y en Columba nómicos, a duras penas conseguía enviar (hoya del Chimborazo), y en esta segunda expediciones militares y misiones religio- población fueron masacrados todos los te- sas al oriente, mientras que el Virreinato rratenientes. del Perú se había demostrado más eficien- En Quito y en otras ciudades se ha- te. De la creación del Episcopado de cía sentir el impacto de la Revolución Cuenca se debía pasar también a la esci- Francesa. Eugenio Espejo – de regreso de sión militar de la zona meridional, con res- Bogotá, en donde fue desterrado a causa pecto a Quito y Bogotá, incluyéndose los de sus escritos violentos – organizó en territorios de las misiones de Mainas y Ma- 1791 la “Sociedad Patriótica Amigos del rañón, que Requena proponía incorporar País”, en contraposición polémica con la en seguida a la Diócesis de Cuenca. “Sociedad de Titulados Amigos del País”. De la investigación de Requena de- fundada por los nobles con el apoyo del bía originarse la famosa Cédula de 1802, presidente Muñoz. En 1792 apareció el según la cual los territorios orientales de primer diario de la Audiencia, Primicias de Quijos, de Mainas y de Jaén se separaban la Cultura de Quito, del que el mismo Es- totalmente de la Presidencia de Quito, pa- pejo fue fundador, secretario y el más im- ra pasar al Virreinato del Perú. Es en base a portante colaborador. En 1794 aparecieron ésta y a la Cédula de 1803 – con la que por la ciudad banderas y letreros incitando Guayaquil pasaba bajo la jurisdicción mi- a la rebelión, y se sospechó que Espejo tu- litar de Lima – que el Perú reivindicará di- viera que ver algo en el asunto, por lo que chos territorios contra la Gran Colombia, terminó por ser encarcelado una vez más, llegándose a la guerra de 1828 [CAP.5], y, costándole la enfermedad y el debilita- más tarde, contra Ecuador, en una contro- miento que lo llevarían a la muerte en versia parece haberse solucionado sólo en 1795 [CAP.5]. 1999. [CAPS.1,6]. En ese último decenio del siglo lle- Villalengua, después de un adminis- garon otras misiones científicas, comen- tración bastante correcta, fue relevado por zando por la de Alessandro Malaspina, Juan Antonio Móm y Velarde, también él quien, italiano al servicio del rey de Espa- peninsular, nombrado por el nuevo rey de ña, le daba la vuelta al mundo juntando in- España, Carlos IV. Duró menos de un año formaciones geodésicas, magnéticas, físi- Móm y Velarde, por su ascenso a miembro cas, así como materiales mineralógicos, del Consejo de Indias (pero no pudo ejer- botánicos, zoológicos, etnográficos; en cer en el nuevo cargo, pues murió al final 1790 hizo sondeos en el río Guayas, reco- del viaje de retorno, en Cádiz). Le sucedió giendo ejemplares de flora y de fauna. Lue- Luis Antonio Muñoz de Guzmán, un sevi- go llegó otra expedición española, y Alon- llano que había servido durante treinta so de Torres trazó el mapa del archipiélago años en la Marina, escogido con el preciso de Galápagos, elaborando también un in- fin de tomar en sus manos expertas una si- forme detallado. Siguió la misión personal QUITO COLONIAL / 127 de Alexander von Humboldt y Aimé Bon- Carondelet era un militar (no espa- pland, quienes a partir de 1801 realizarían ñol, sino belga) que había combatido en estudios geológicos, climáticos, botánicos, Árgel. Antes de llegar a Quito estuvo en zoológicos. Norteamérica, como gobernador de Loui- El 4 de febrero de 1797 la cordillera siana (territorio pasado de manos francesas de los Andes se sacudió, desde Popayán e inglesas a España, en 1763, para retornar hasta Loja. Las ciudades de Ambato, Lata- en 1802 a Francia, que a su vez lo vende- cunga y Riobamba fueron completamente ría a los Estados Unidos). Comprendiendo destruidas. Durante este espantoso terre- bien a las claras que el poder colonial es- moto surgieron colinas y se formaron va- pañol estaba en grave peligro, Carondelet lles; se derrumbaron cerros y cambiaron de solicitó varias veces al rey que se acelera- curso algunos ríos. Grandes trozos de se la creación de la planeada Capitanía. monte cayeron sobre la ciudad de Riobam- Logró tener a raya, hasta su muerte ba, enterrando a buena parte de la pobla- acaecida en 1806, el empuje insurreccio- ción. Por inmensas grietas desaparecieron nal de los criollos, mas no pudo evitar la casas, gente, ganado, árboles. El Altar, el más grande de las sublevaciones campesi- Tungurahua, el Quilotoa, el Igualata apare- nas que recuerde Ecuador hasta la fecha cieron envueltos en llamas gigantescas. El (aunque los libros de enseñanza de Histo- 28 de febrero se abrió el Sincholagua, en- ria se olviden de mencionarla): la de 1803, teramente encendido; el 7 de marzo estalló cuando 10 mil indios provenientes de mu- el Saraúrco. Pocas catástrofes pueden ha- chos lugares de la hoya del Chimborazo, ber traído mayor destrozo: los sembríos no encabezados por Cecilio Today, hicieron dañados por el terremoto terminaron sien- tambalearse a las autoridades coloniales; do destruidos por las corrientes de ríos sa- por último, con medios militares llegados lidos de madre. La mayor parte de los 20 de varias partes, la insurrección fue aplas- mil muertos estaba concentrada en la hoya tada en la manera más sangrienta. del Chimborazo. Más al norte, hasta Qui- A Carondelet le sucedió interina- to, reinaba la desolación. mente el capitán Juan Antonio Nieto, hasta Para la fundación de la nueva ciu- 1808, cuando el poder pasó a Manuel dad de Riobamba, en 1799, se escogió otra Úrriez, conde Ruiz de Castilla (conde pe- ubicación: la llanura de Tapi. El presidente ninsular, no criollo). Con él empezó una de la Audiencia, el barón Luis Héctor Ca- nueva fase colonial, la última: del campo rondelet (en sus funciones desde el año an- ideológico – encauzado por el pensamien- terior) pidió a la Corona 60.000 pesos pa- to de Espejo (que no era un criollo) – aho- ra las reparaciones más urgentes, pero le ra los criollos pasaban a la acción armada fueron rehusados; obtuvo sólo eximir del [CAP.5]. España tenía los días contados, lo- tributo, por un año, a los indios residentes grando no obstante resistir todavía durante en las zonas próximas a Riobamba. otros quince años. 128 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA

Notas: siendo autosuficiente la conexión colonial entre Veracruz y Ciudad de México. 1 Nótese el programa muy parecido aplicado por 7 Aleixo Garcia era uno de los cinco sobrevivien- los incas para la conquista, ocupación y conso- tes de una embarcación portuguesa que naufra- lidación del Tahuantinsuyu [CAP.3]. gó por las costas del Brasil. Internándose en el 2 Tres grandes bloques se formaron durante aque- continente, se asociaron con una banda de sa- llos siglos en la cuenca del Mediterráneo: el Im- queadores de una tribu de carios y participaron perio Bizantino, el Califato Musulmán – que lue- en sus correrías: a veces atravesaban el infierno go se disgregó – y el conjunto de varios Estados verde del Chaco, trepaban los Andes y realiza- romano–germánicos, unidos por la autoridad es- ban incursiones para depredar las aldeas del Ta- piritual del Papado y, eventualmente, regidos huantinsuyu, apropiándose de ricos botines. El teóricamente por un emperador. Durante enteras inca Huayna Cápac fue informado de la presen- épocas esos bloques parecieron incompatibles cia de estos bandidos en la zona de Potosí, que- entre sí. Muchos aspectos aparentemente confu- dando asombrado por la descripción de los blan- sos de la historia y de la cultura medieval se ex- cos barbudos. Aleixo Garcia fue, probablemen- plican por el cruce de estas diferentes influen- te, el primer europeo llegado al Tahuantinsuyu, cias. diez años antes que Pizarro. 3 Al vocablo “descubrimiento” se le ha dado en la 8 Los pueblos andinos (y los del resto del conti- historia un mero valor eurocéntrico. Los euro- nente) luchaban en desventaja, debido a los ritos peos “descubrían” islas y continentes, donde y tabúes que observaban, como por ejemplo la desde milenios vivían y trabajaban millones de costumbre de atacar en fase de luna llena (per- otras personas, y donde se habían desarrollado diéndose el factor sorpresa), o la de suspender culturas, civilizaciones, basadas en valores ni in- las hostilidades con el caer de la noche. feriores ni superiores a los de marca europea, si- 9 Los españoles excogitaron una fórmula que mo- no simplemente diferentes. ralizara las agresiones. Era el “requerimiento”, o 4 Aplicando en el continente americano la vieja sea la intimidación en nombre de la autoridad institución del “repartimiento”. se otorgaba a los del rey de España, que, de ser rechazada por par- conquistadores y a sus descendientes aquel con- te del pueblo agredido (aunque no pudiese en- junto de derechos y deberes de tipo feudal reco- tender ni las palabras ni aquel discernimiento nocidos por el rey de España, para legalizar la unilateral), debía servir para acreditar la “justa nueva realidad de facto. En práctica, se distri- guerra”. En 1513, cuando se preparaba la expe- buían las tierras junto con los hombres que allí dición de Pedrarias (Pedro Arias de Ávila) a Da- se encontraban: a un caballero, por ejemplo, le rién, el jurisconsulto Juan López de Palacios Ru- correspondía lo equivalente a 43 hectáreas, con bios redactó el tristemente célebre Requerimien- 80 indios, mientras que a un soldado a pie, unas to de Pedrarias, que los capitanes españoles de- 6 1/2 hectáreas y 30 indios. La “encomienda” bían leer, antes de entablar guerra, a los habitan- (una nueva institución, creada en 1503, para ser tes de los territorios que se disponían a conquis- luego aplicada en las nuevas tierras) vendría a le- tar, y que decía, entre otras cosas: “Y tomaré galizar luego la operación del “repartimiento”. vuestras mujeres e hijos y los haré esclavos, y co- 5 La conquista al comienzo fue rápida y pacífica, mo tales los venderé o dispondré de ellos como dado el carácter afable de los pueblos caribes. Su Majestad mandare; y os tomaré vuestros bie- De Hispaniola (como se dijo ya) partieron expe- nes y os haré todos los males y daños que pudie- diciones hacia otras islas y hacia el continente re, como a vasallos que no obedecen ni quieren mismo, y, previsiblemente, muchos pueblos recibir a su Señor y le resisten y contradicen...”. opusieron resistencia, para defender sus territo- 10 En el clima de opiniones imperantes, ya desde rios, costumbres y libertades. los primeros tiempos de la Conquista, algunos 6 En efecto, hacia 1600 la colonización efectiva teóricos y teólogos debatían el gran tema sobre no llegó más allá de Tamiahua y Tampico, que la naturaleza de los indios, en el gran dilema de constituirían una frontera casi inmóvil hasta el si- si ellos tenían o no un alma, para poder bautizar- glo XVIII, de suerte que, entre Tampico y Florida, los, y, en todo caso, si eran humanamente sus- hasta bien avanzado el siglo XIX, no habrá una ceptibles para aceptar la fe cristiana. presencia europea regularmente distribuida, 11 Con la bula papal “Intercœtera”, de 1493, se dis- ponía la repartición entre Castilla y Portugal de NOTAS / 129

todas las tierras “por descubrir” en nombre de la México y Centroamérica, en cambio, el término Cristiandad, por medio de una línea imaginaria, era “gachupín” o “cachupín”). la raya, trazada idealmente entre los polos, a 100 15 Durante la administración hispana, la vieja auto- leguas al oeste de las Azores o del Cabo Verde; ridad del curaca en el Tahuantinsuyu fue conser- con el Tratado de Tordesillas, de 1494, la raya vada para que actuara de intermediario entre la fue corregida, a petición de los portugueses, de población india y las autoridades españolas, re- 370 leguas hacia occidente (y tal corrección les presentadas por el corregidor; era por lo tanto en permitiría más tarde de colonizar el Brasil). el corregidor que se abatía el mayor odio de par- 12 Ejecutado Gonzalo Pizarro en 1547, en Lima te de los indios, viendo en él su directo explota- asumió el poder el presidente pacificador Pedro dor. de la Gasca, hasta 1550, cuando se instaló el vi- 16 Mariátegui, analizando la política del colonialis- rrey Antonio de Mendoza, rico de la experiencia mo español, hace notar que era cualitativamen- de sus quince años como virrey de Nueva Espa- te diferente de la que siguieron los anglosajones: ña (México). la creación de los Estados Unidos de Norte Amé- 13 La Cédula de constitución de la Audiencia de rica, por ejemplo, se presentaba como una ver- Quito indicaba: “Tenga por distrito la Provincia dadera obra de pioneros. de Quito por la costa hacia la parte de la Ciudad 17 Véase Nota 6 del capítulo 5. de los Reyes [=Lima] , hasta el puerto de Paita 18 El término “yanacona”, se ha dicho [CAP-3], es exclusive, y en el interior hasta Piura, Cajamar- una castellanización tomada del plural quechua ca, Chachapoyas, Moyobamba y Motilones ex- yana–cuna, o sea la denominación que en tiem- clusive, incluyendo hacia la parte susodicha los pos incaicos se daba a las gentes no nobles y no pueblos de Jaén, Valladolid, Loja, Zamora, pertenecientes a algún ayllu, al servicio del inca Cuenca, La Zarza y Guayaquil, con todos los o de otros señores. Los españoles denominaron pueblos que estuvieren en sus comarcas y se po- “yanaconas” a los indios a su servicio personal. blaren; y hacia la parte de los pueblos de la Ca- El “yanacona” se ocupaba de todo lo que le nela y de Quijos, tenga los dichos pueblos con mandaba el patrón; vivía en su casa y de él reci- los demás que se descubrieren; y por la costa ha- bía comida y vestidos. En los conventos eran nu- cia Panamá, hasta el puerto de Buenaventura in- merosos, particularmente en el de San Francisco, clusive; y la tierra adentro, a Pasto, Popayán, Ca- en Quito, que poseía inmensas extensiones de li, Buga, Champachica; porque los demás luga- tierra y muchísimas propiedades. res de la Gobernación de Popayán son de la Au- 19 Leonard Clark da una explicación harto aventu- diencia del Nuevo Reino de Granada, con la rada sobre la decadencia de las ciudades del cual y con la Tierra Firme parte términos por el oriente. Se trata de que – entre las búsquedas se- septentrión y con la de los Reyes por el medio- culares por parte de tantas personas, desde la día, teniendo al poniente la Mar del Sur, y al le- conquista hasta el siglo XX, y en cada rincón del vante provincias aún no pacificadas ni descu- continente – los jesuitas serían los únicos que biertas”. (Tales territorios comprendían más de 1 verdaderamente encontraron el legendario “El millón de kilómetros cuadrados, que la futura Dorado”. Éste habría sido en efecto, en su ori- República del Ecuador habría reivindicado, no gen, el nombre convencional, secretísimo, de obstante que en el ínterin hubiesen aparecido siete ricos lavaderos de oro, las “siete ciudades otros documentos de tenor opuesto. Como sea, de Cíbola”, en la vertiente oriental de los Andes, lo único que resultó tener efectivamente su peso alrededor del perno de la desembocadura del río fue el hecho que [CAPS.1,5,6] al Ecuador tocaron Santiago, y precisamente: Santiago de la Monta- vecinos más fuertes con quienes hacer cuentas). ña, San Francisco de Borja, Logroño, Jaén de 14 El español nacido en América era llamado “crio- Brancamoros, Bajadeloro, Zamora y San Reys. llo”, para distinguirlo del ciudadano con plenos Siete ciudades, por lo tanto, absolutamente no derechos, nacido en la península Ibérica, el “pe- autóctonas, sino “españolas”, creadas en secreto ninsular”. Éste gozaba plenamente de privilegios en las antiguas zonas auríferas de los incas. Se y prerrogativas, que a un criollo, aunque se tra- habrían encontrado, según Clark, yacimientos tase del propio hermano carnal, no se conce- tan fabulosos, que España tuvo que tomar todas dían. Como reacción, en Sudamérica al “penin- las precauciones para mantener escondidas sus sular” se lo llamó, con desdén, “chapetón” (en actividades de extracción. Y el sistema empleado para transportar el metal precioso desde los ya- 130 / LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA

cimientos hasta Lima debió ser tan perfecto que, 20 Después de Cuba, Guatemala, Venezuela y Chi- una vez abandonada la empresa (después de la le. El proyecto, al parecer, estuvo listo, con la mencionada rebelión de los “jíbaros” en 1599), acostumbrada lentitud de los españoles, sólo no quedó algún vestigio. No bastando tales pre- mucho más tarde, y precisamente durante la úl- cauciones, una vez fundadas las ciudades de Cí- tima presidencia de Melchor Aymerich, en 1822 bola, los jesuitas se habrían preocupado de lan- [CAP.5], cuando ya España estaba prácticamente zar una campaña desorientadora sobre quiméri- derrotada. cos “El Dorado” en los puntos más remotos del continente, por medio de agentes esparcidos en América y en Europa, llevando a la quiebra a tantos conquistadores, aventureros de la colonia y soñadores del presente, todos en busca de oro. Clark va aún más lejos, diciendo que también las disputas territoriales entre el Perú y Ecuador tu- vieron origen en la voluntad de poseer esos par- ticulares territorios. 5 FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA

Notas retrospectivas con un número exiguo de aventureros, acabaron por desbaratar al que fuera el El territorio del actual Ecuador es más vasto, organizado y poderoso pueblo producto de las contradicciones propias de del continente en la época pre–colombina. su ubicación geográfica [CAP.1] y de su vi- Tras la conquista de los territorios de goroso desarrollo cultural autónomo. Estos Quito, Rumiñahui logró resistir por un cier- factores no permitieron que fuese asimila- to tiempo [CAP.4], entre otros motivos por- do, durante la época colonial, ni a una ni que el grueso de los conquistadores espa- a otra de las dos sedes jurídicas (Lima y Bo- ñoles se encontraba más al sur, ocupado gotá) de las que tuvo que depender, dos en destruir las estructuras del Incario en sus realidades históricas entre las que la Au- raíces. Y Benalcázar pudo hacer de la con- diencia de Quito fue comprimida. quista de Quito prácticamente una cues- Pero ya con la invasión incaica de tión propia, favorecido por la distancia con la nación cara – cuando, recuérdese Lima. [CAP.3], el Tahuantinsuyu llegó a su satura- Durante la época colonial [CAP.4], ción – se demostró que las distancias des- esta situación de aislamiento se hizo más de el Cuzco resultaron excesivas para los obvia: las cuestiones económicas y políti- medios de comunicación de la época. El cas de Quito a menudo no se podían resol- relajamiento de los vínculos de organiza- ver en Lima. Aunque la Audiencia de Qui- ción de un aparato como el incaico, con- to dependía políticamente del Virreinato cebido matemáticamente, y la multiplica- del Perú, aun y reconociendo la superior ción de las contradicciones económicas autoridad del virrey en asuntos de gobier- entre dos centros de poder (el Cuzco y no, la realidad es que, desde el punto de Quito) determinaron, a la muerte de Huay- vista administrativo, Quito gozaba de vas- na Cápac, la repartición del Imperio, con ta autonomía, siendo un verdadero centro consecuencias desastrosas: una guerra ci- de poder, con todas las arbitrariedades, vil, la eliminación física de centenares de prepotencias e intrigas que caracterizaban miles de personas (o sea también de fuer- a los centros coloniales españoles más im- za–trabajo), la destrucción de los campos portantes. La heterogeneidad de Quito en de cultivo, el desequilibrio de la economía el ámbito del Virreinato del Perú permitió y de las instituciones y, en general, el dete- que en 1718 se substrajesen sus territorios rioro del aparato administrativo de los in- para incorporarlos al nuevo Virreinato de cas, plasmado en milenios. Nueva Granada. Pero éste, que fue un pri- Y esto ocurría en coincidencia con mer intento, falló después de sólo cuatro el arribo de los españoles [CAP.4], quienes años; fue necesario probar por segunda 132 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA vez, en 1739, con la definitiva reorganiza- transmitirse, quedaron a un nivel muy pre- ción colonial, para que Quito, ahora con- cario: lo poco que se realizó fue debido a servando su condición de Audiencia, pasa- los jesuitas y otras organizaciones religio- se a depender de Santa Fé de Bogotá. sas, así como a contados “espíritus selec- Pero tampoco los vínculos econó- tos”, autodidactos. micos y políticos con Bogotá pudieron ja- En las artes plásticas, en cambio, ca- más ser establecidos de modo exhaustivo da centro colonial se diferenció de los de- (largo y accidentado era el camino: el via- más, porque el oficio de artista, considera- je a esa ciudad, se dijo ya, resultaba aun do con la misma suerte que la de artesano, más agotador que ir a Lima, tomando un era para “plebeyos” y poco digno de las barco en Guayaquil). Esta lejanía pesará clases privilegiadas; en efecto, fueron mes- también después de la emancipación de tizos e indios los más grandes artistas de España, con la integración de los territorios Quito (o de otros lugares de América), de Quito a la Gran Colombia. siendo esta quizá la última salida que que- daba a las clases más pobres para reivindi- \ \ \ car los antiguos valores autóctonos, que los colonizadores – de manera consciente Además de los antecedentes de or- o inconsciente – habían tratado de destruir, den político y económico, hay que consi- volcando así en el arte la total libertad de derar los de carácter estrictamente cultural. sus espíritus, contraponiéndose con aquel En el ámbito de la Audiencia de Quito (co- medio al desprecio racial de que eran víc- mo en cualquier otro centro de poder de timas y, además, reflejando en su arte autó- las colonias) las viejas culturas autóctonas nomo las características de sus orígenes y fueron casi totalmente sofocadas en sus transformándolo en medio de comunica- manifestaciones externas, pero continua- ción con el mundo. ron influyendo, con sus profundas estruc- Los españoles llegados a Quito en- turas seculares, en el proceso transcultural contraron ceramistas y orfebres excepcio- con los valores importados e instaurados nales, coloristas y diseñadores de tradición mediante la fuerza por los españoles. milenaria. Y así, en la “Escuela de Bellas Y así, en el campo cultural, hay que Artes de San Andrés” – fundada por el fla- hacer una distinción entre las ciencias hu- menco fray Jodocko Ricke (pariente de manísticas, donde predominaba el ele- Carlos V) y dirigida por su paisano Pieter mento europeo-cristiano, y las artes plásti- Gosseal, conocido mejor como Pedro Pin- cas, donde se impuso el espíritu autóctono. tor – los alumnos fueron todos indios, con El campo literario estaba prácticamente li- maestros españoles, flamencos, alemanes, mitado a México y Lima, y luego a Bogotá, italianos. Desde 1534 hasta mediados del Buenos Aires y quizá alguna otra ciudad, siglo XVII, en Quito y en otras ciudades por lo que en Quito – como en otros cen- que se iban fundando, se levantaron nume- tros jurídicos subordinados – hubo fuerte rosas iglesias, claustros y conventos recole- escasez casi total de literatura durante los tos. Basta visitarlos para constatar elocuen- tres siglos de colonia. Como consecuencia, temente la fiebre constructora de esa épo- también las ciencias, sin un vehículo para NOTAS RETROSPECTIVAS / 133 ca, con las diferentes influencias entremez- plasmaba en las incisiones y pinturas de cladas: gótico–mudéjar, italianizante, he- animales, soles, lunas, como añadidura a rreriana, indígena. La arquitectura, emi- los ángeles y santos cristianos. Entre los mi- nentemente religiosa, deja entrever ele- les de artistas anónimos que han dejado mentos manieristas y barrocos, sobre todo obras maestras que hoy se pueden admirar en las fachadas y retablos, imponiéndose (y no sólo en los museos e iglesias de el “horror vacuis”, que obliga a los artistas Ecuador), de aquel siglo XVII quedan los a no dejar espacio libre a cualquier deco- nombres de los pintores Hernando de la ración. Cruz (Fernando de Ribera), panameño pe- Así pues, junto con los arquitectos, ro de escuela quiteña, Miguel de Santiago se multiplicaron los pintores, escultores y y Nicolás Javier Gorívar, y del escultor Jo- artesanos varios, todos ellos empeñados en sé Olmos, apodado “Pampite”. Además, se la gigantesca obra de construcción. Entre recuerdan Matheo Mexía, Juan Ruiz de Sa- los primeros maestros pintores destacan los linas, fray Tomás del Castillo, Juan López. españoles Juan Illescas y Luis de Ribera Pero es sobre todo en la arquitectu- (siendo este último encarnador y dorador ra que el arte quiteño sobresale en ese si- de las esculturas creadas por su socio, el glo, bajo la guía del fraile franciscano crio- “imaginero” toledano Diego de Robles), el llo Antonio Rodríguez, de los italianos italiano Angelico Modoro, los quiteños An- Gandolfi y Marco Guerra, del alemán Deu- drés Sánchez Guallque y fray Pedro Be- bler, secundados por numerosos entallado- dón. Entre los escultores, los españoles res. Y las decoraciones barrocas invaden Sandoval, Diego Rodríguez y el ya citado más y más nuevos muros, bóvedas, reta- Robles. blos, en la clara tendencia manierista y en En el siglo XVII los talleres de los ar- la influencia tarda del plateresco español. tistas desarrollaron técnicas propias, dirigi- En el siglo XVIII la pintura y la escul- das por los nuevos maestros que se iban tura adquieren una vigorosa personalidad formando en las hormas de los pioneros. A y se diversifican. Los talleres de los escul- cien años de su fundación, Quito se había tores producen imágenes de todo orden: convertido en un inmenso taller de “imagi- “cristos”, “inmaculadas”, “ángeles” y con- neros” (o sea entalladores y pintores de es- juntos como “calvarios”, “pesebres”, etc., tatuaria), en particular creadores de imáge- en lo que la imaginación popular recoge la nes religiosas, aceleradamente producidas vida de la Colonia. Aunque todavía anóni- para satisfacer la enorme demanda. Indios mos en su mayor parte, se han transmitido y mestizos, liberándose poco a poco de los nombres de escultores excepcionales co- maestros europeos, aportaron al nuevo ar- mo Padre Carlos, Juan Bautista Menacho, te quiteño su extraordinario sentido crea- Bernardo Legarda, Manuel Chili, más co- dor. nocido como “Caspicara” (y admirado co- El arte de Quito adquirió el carácter mo el mayor artista que Ecuador recuerde de un barroquismo prolijo, audaz, rico, hasta la fecha), la escultora–pintora–músi- pomposo en las grandes decoraciones, ca Magdalena Dávalos. donde la imaginación de los aborígenes se 134 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA

En la pintura, siguen la tradición del religiosa Gertrudis (Dávalos) de San Ilde- maestro Miguel de Santiago, su hija Isabel fonso, Diego Rodríguez Urbán de la Vega, y su yerno Antonio Egas, además de Carre- el sacerdote Jacinto Morán de Buitrón, Je- ño, Bernabé Lobato, Simón Valenzuela. rónima de Velasco. Hay pintores de los que nacen tendencias También, el campo de la ciencia tie- nuevas, como entre los Albán, los Cortés, ne su representante en José Antonio de Ca- familias enteras que forman talleres con rranza, quien profundizó en matemáticas y numerosos artesanos, en una verdadera in- que, en sus funciones de alto oficial de ar- dustrialización del arte sobre base econó- tillería, ejercía en Panamá; sus riquezas le mica. Cierran el siglo Bernardo Rodríguez permitieron organizar viajes de investiga- de la Parra y Manuel Samaniego, coloristas ción alrededor del mundo. Intelectuales en con tonalidades alegres, cuyos discípulos, la esfera política o eclesiástica fueron Lope los Ascencio, los Cabrera y Antonio Salas Díaz de Armendáriz, su hermano fray Luis actuarán también en el siglo XIX, e igual- López de Armendáriz, José Peralta y Men- mente Olmedo y, el más famoso, Miguel doza, José Javier de Arauz (todos realizan- Zagurima. do sus trabajos fuera del territorio de la En cambio, la literatura y las cien- Presidencia de Quito). cias (europeas, en un mundo dominado Entrado el siglo XVIII, con la llegada por europeos) difícilmente podían prospe- de la misión geodésica francesa [CAP.4], se rar donde el analfabetismo alcanzaba el estimuló el gusto por la especulación ra- 98% de la población entera, con un por- cional en los ambientes cultos, y no sólo centaje muy elevado incluso entre los es- en la ciudad de Quito sino en las de Gua- pañoles (peninsulares o criollos que fue- yaquil, Ambato, Riobamba, Latacunga (en sen), y donde la omnipotente Iglesia de Ro- cambio Cuenca y Popayán vivían aisladas, ma, con su oscurantismo religioso, impe- en su mundo impregnado de pasado). Ade- día forzar los secretos de la Naturaleza (lo más, en Ambato se estableció el primer ta- hacía en Europa, ¡imaginarse en América!). ller de imprenta, instalado por los jesuitas1 Existían excelentes bibliotecas en Quito, y manejado por Johann Adam Schwartz. pero, por regla general, en institutos o con- En esta renovada condición cultural brota- ventos, y ocasionalmente en casas priva- ron un discreto número de hombres de le- das. Figuras casi aisladas de la literatura tras y de ciencias: Juan Bautista Aguirre, quiteña fueron, en el siglo XVII, Jacinto de poeta barroco, que llegó a ser rector del Evia, con su obra poética culminada de sus “Collegio di Ferrara” y luego teólogo de experiencias de viaje por toda la extensión Pío VII; Juan de Velasco, historiador de del territorio de la Presidencia, y el obispo fundamental importancia para cualquier Gaspar de Villarroel, escritor ameno y al estudio sobre Quito y Ecuador; el humanis- mismo tiempo versátil tratadista. Dignos de ta Joaquín Ayllón; el épico José Orozco; el mención son además, en ese siglo y en el poeta Ramón Viescas (todos éstos estaban anterior: Juan Machado de Chaves, el je- entre los jesuitas que se refugiaron en Italia suita Alonso de Peñafiel, el franciscano Jo- después de la expulsión de la Compañía sé Maldonado, fray Laureano de la Cruz, la [CAP.4]). NOTAS RETROSPECTIVAS / 135

Figuran también los historiadores mo en Quito, para el desarrollo de la in- Antonio de Alsedo y Bejarano (hijo del pre- dustria y de la agricultura; Rafael Ignacio sidente de la Audiencia en 1728) y Juan de García Goyena, fabulista ingenioso, que Ascaray; el naturalista Pedro Francisco Dá- vivió y produjo su obra en Guatemala; Jo- vila, quien ejerció en Madrid; el profesor sé Mejía Lequerica, orador y hombre de le- de lenguas y matemático Ignacio Flores, tras de la época última de la colonia y uno militar que fue a buscarse la muerte en el de los precursores de la independencia, Alto Perú durante una campaña de repre- continuador del pensamiento de Espejo. sión contra los indios; Pedro Vicente Mal- La alusión a Espejo exige una digre- donado, quien, prosiguiendo por su cuen- sión. Por encima de los criollos citados ta los trabajos de la misión francesa, reali- descuella este “zambo” (de padre indio y zó viajes de estudio al oriente y a la costa, madre mulata), que a no ser por el euro- proyectó un camino Quito–Esmeraldas y centrismo acaparador, merecería las cum- realizó el primer mapa de la Presidencia de bres del pensamiento iluminista mundial; Quito; Miguel Jijón, que, en época de la pero no figura incluso en importantes enci- revolución industrial inglesa, elucubró so- clopedias. Francisco Javier Eugenio de bre las ventajas de introducir el capitalis- Santa Cruz y Espejo es su nombre comple- 136 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA to, pero se lo conoce simplemente como Precursor en absoluto de la inde- Eugenio Espejo o “el indio” Espejo. Este pendencia de Quito, Espejo acabó en pri- apellido fue adoptado por su padre, que se sión, encadenado, para ser dejado libre so- llamó Luis Benites y, antes aún, Luis Chú- lamente cuando ya estaba demasiado en- shig (chúshig significa “lechuza”, y bien fermo, y terminar sus días a fines de 1795, pudo ser un patronímico o un apodo). De antes de cumplir los 49 años, abandonado enfermero, Luis Espejo se convirtió en ciru- por sus conocidos y en absoluta pobreza.2 jano; autodidacta, se preocupó de impartir las primeras nociones a sus hijos. Su espo- \ \ \ sa era Catalina Aldaz. Estas notas sobre los antecedentes Superando dificultades, Eugenio Es- que constituyen el embrión de la nación pejo pudo cursar la carrera de médico, y ecuatoriana no son más que esquemáticas en su profesión se ocupó de medicina so- (profundizar el tema requeriría escribir una cial y preventiva. En plena época colonial, nueva obra); pero bastan, aquí, para poder sin un laboratorio ni medios adecuados, argüir que la Audiencia de Quito, diferen- elaboró, entre otras cosas, una teoría sobre ciándose ya sea del Perú, como de Nueva las bacterias, anticipando algunos concep- Granada, llegaba a la emancipación como tos, desarrollados en Europa mucho más una unidad político–económico–cultural tarde, para la profilaxis de las enfermeda- de características propias. Otros factores, des contagiosas. Luego completó los estu- luego, durante la fase de las guerras de in- dios de Jurisprudencia, y como abogado dependencia y de la efímera integración en defendía los casos desesperados. la Gran Colombia (de lo que se verá más Habiendo frecuentado asiduamente adelante), debían consolidar esta tenden- en su adolescencia la biblioteca de los je- cia. suitas, aprendió el francés y el italiano, y Es importante notar, sin embargo, de grande estudió el quichua y el inglés. que en el ámbito de la Presidencia no ha- Escritor de excepcional vigor (pero sus bía completa homogeneidad y actuaban obras no salen de Ecuador), tuvo que usar fuerzas centrífugas desde las otras tres ciu- seudónimos, porque concibió la idea de la dades más importantes: Popayán, Guaya- emancipación política de América, plan- quil y Cuenca. Y esto, entre otros motivos, teando la ruptura radical con España, con por cuestiones de ubicación geográfica, una forma republicana de gobierno, en un con el eterno obstáculo físico y moral de la período en el que generalmente se suge- muralla de los Andes, no sólo entre sierra y rían tibias soluciones al agudo problema costa (problema no superado totalmente ni colonial. Se distinguió como sutil crítico li- siquiera hoy día [CAPS.6,7]), sino también terario (cundía el pavor entre quienes es- entre las diferentes hoyas del callejón inte- cribían libros o sermones). Periodista, fun- randino. dó Primicias de la Cultura de Quito [CAP.4], La economía de las dos regiones primer periódico de la Presidencia. Su mo- morfológicas, sobre todo en la época colo- do de ser y sus acciones le ganaban enemi- nial, se desarrolló en sentidos diametral- gos y persecuciones. mente opuestos: la sierra basándose en el LAS GUERRAS DE EMANCIPACIÓN / 137 mercado interno de una zona esencial- do el capitalismo industrial en pleno desa- mente agrícola; la costa, en el comercio rrollo y el libre cambio, el Imperio español, exterior, con una fisonomía mercantil y fi- basado en los privilegios y en el derroche nanciera. Para Guayaquil las comunica- de las riquezas despojadas a América, lle- ciones por mar con Lima, ya se ha dicho, gaba a su caducidad. Tampoco las últimas resultaban bastante simples y eran frecuen- medidas liberales de la Corona bastaban tes. Las clases adineradas enviaban a sus ya para satisfacer las exigencias de los crio- hijos a estudiar allá, por lo que la influen- llos: aun habiéndose teóricamente alterado cia cultural del Perú fue muy sentida. Es en su favor las relaciones de fuerza con importante notar que, cuando la Audiencia respecto a los peninsulares, en la práctica de Quito pasó a formar parte del Virreina- no recibían los beneficios que deseaban to de Nueva Granada, Guayaquil no per- del monopolio español. dió sus lazos con Lima. Era el criollo, pues, el eslabón más Por lo que se refiere a Popayán y débil en el rígido planteamiento colonial, Cuenca, se trataba de ciudades situadas no obstante que existiesen clases, y castas, tierra adentro, bastante aisladas cultural- mucho más sacrificadas. En efecto, la vida mente y típicamente conservadoras, domi- económica y de jerarquía social se apoya- nadas por viejas familias de criollos des- ba, en su nivel más bajo, en el indio sir- cendientes de los conquistadores, atadas viente y en el negro esclavo (a más del más a las antiguas tradiciones que a los “zambo”, de sangre mixta entre estos dos centros de poder de los que dependían. Ya grupos étnicos). A un nivel un poco más sea la una, ya la otra ciudad (y esto es vá- elevado se encontraban el mestizo y el mu- lido también para Guayaquil) habría podi- lato: aunque descendientes de los coloni- do, en el nuevo orden post–colonial, ser zadores europeos – que habían tenido atraída por la realidad más fuerte que re- amerindios y africanos a su servicio en ca- presentaban, en un caso o en el otro, Bo- sas y tierras, y de cuyas mujeres dispusie- gotá y Lima con relación a Quito. Con Po- ron a voluntad – no eran reconocidos co- payán esto ocurrió, mas no con Cuenca (ni mo afines, por estar “contaminados” con con Guayaquil), debido a nuevos elemen- sangre no europea, lo que bastaba para tos que brotaron de las luchas de emanci- que fuesen relegados a los márgenes de la pación, los que hicieron inclinar la balan- vida social, cuyo núcleo podía incluir sólo za en uno u otro sentido. blancos. Una tal disgregación social no re- presentaba, sin embargo, tanta resistencia Las guerras de emancipación para los colonialistas como la de la condi- ción subordinada en la que se sentía pues- Hacia fines del siglo XVIII todo el to el hijo de españoles nacido en América, sistema colonial español había alcanzado o sea el criollo, por ser excluido de mu- su fase declinante, y ya maduraban las pre- chos privilegios de los que su propio her- misas revolucionarias para la liberación mano carnal (hijo del mismo padre y la nacional. En el cuadro de un mundo domi- misma madre) gozaba, por el mero hecho nado por Europa, donde se estaba afirman- de haber sido dado a luz en España. 138 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA

En el panorama de las contradiccio- rrección fue José Gabriel Condorcanqui, nes económicas y sociales del sistema co- curaca de Tosagua, quien (en recuerdo del lonial, y frente a las imposiciones feudales último inca) tomó el nombre de Túpac y al oscurantismo religioso, llevados a Amaru II. exasperación por la dominación española La magnífica organización de la re- y católica, se erigían ideológicamente las vuelta hizo tambalearse al dominio colo- potentes y seductoras novedades del libe- nial. Sólo después de casi un año de san- ralismo político y económico inglés y de la grientas luchas, las tropas combinadas de flamante ideología democrática y constitu- los Virreinatos del Perú y del Río de la Pla- cionalista de los Estados Unidos del Norte, ta lograron triunfar. Aplastada la insurrec- pero principalmente las de ideología ción, Túpac Amaru II, Túpac Catari y los “rousseauiana” y “enciclopedista”, prove- otros dirigentes fueron torturados y ejecu- niente de Francia, nación que había de tados bestialmente. convertirse luego en una especie de madre El fervor revolucionario menguó rá- espiritual del criollo. La revolución france- pidamente y, aunque no faltaron luego sa. hasta en su componente “jacobino”, re- otras importantes revueltas (como la de Ce- presentaba el ápice de esta catálisis ideoló- cilio Today, en 1803 [CAP.4]), para el pue- gica. En las universidades europeas, a las blo autóctono ésta significó la última posi- que pocos privilegiados podían acceder, bilidad y esperanza de sacudirse del yugo jóvenes criollos pasaron del descubrimien- de sus dominadores “blancos”, (entendién- to de aquellas nuevas ideas a la formula- dose, en sentido lato: peninsulares y crio- ción ideal de planes de reforma para sus llos; autoridades de las colonias y de las re- regiones nativas; de entre ellos una mino- públicas que heredarían el poder). En efec- ría de vanguardia emprendería la conspira- to, por cruel ironía, fueron precisamente ción anti–española, decidiendo entablar la las luchas que los criollos emprendieron lucha por el poder.3 para emanciparse de España las que dieron Pero tal lucha por el poder no fue el golpe de gracia a los indios, condenán- una prerrogativa de los criollos. Es más, el doles hasta la fecha a su condición de su- suceso de mayor importancia que sacudió bordinados crónicos: se produciría sólo un al Imperio español antes de las guerras de cambio de guardia de los opresores. El in- independencia fue la insurrección armada genio popular típico de Quito supo definir de 1780, que, después de medio siglo de este cambio como “último día de despotis- continuas agitaciones [CAP.4], vio juntos a mo y primero de lo mismo”. decenas de miles de indios (pero no exclu- En los años que cruzan los siglos sivamente: hubo mestizos y hasta criollos XVIII y XIX, la lucha de los criollos madu- apoyándoles), que se iban sublevando en raba por toda Hispanoamérica, desde el los cuatro puntos cardinales de lo que fue Río Grande, en el Norte, hasta la Tierra del el Tahuantinsuyu. Las sacudidas de este Fuego, y pronto se pasó a la acción. Con- verdadero terremoto se propagaron por to- temporáneamente, crecía la penetración dos los Andes, llegando hasta Chile y Nue- comercial del capitalismo inglés, contribu- va Granada. Cerebro y motor de la insu- yendo a desarrollar la burguesía comercial LAS GUERRAS DE EMANCIPACIÓN / 139 intermedia, que debía jugar un papel fun- En Quito (como en otras partes) los damental en el proceso de independencia criollos vieron en el modelo de las Juntas y durante el período republicano. A los in- españolas el medio para tomar el poder, ya gleses no les bastaba ya su penetración co- que el riesgo parecía no ser excesivo si se mercial, ni la intervención indirecta con invocaba el nombre del rey considerado corsarios u otros medios de estorbo: de ser legítimo. En diciembre de ese mismo año menester, intervenían directamente con las 1808 se reunieron los conspiradores, enca- armas, como en el caso de la expedición bezados por Juan Pío Montúfar, marqués militar del comodoro Home Popham, en de Selva Alegre (hijo del homónimo presi- 1805, contra el Virreinato del Río de la Pla- dente de la Audiencia entre 1753-61 ta. [CAP.4]), y todos, quien más, quien menos, Entre los otros factores que influye- pretendían inspirarse en el pensamiento de ron en las luchas de emancipación no hay Espejo. La conspiración fue denunciada, y que olvidar ciertos eventos políticos, como en marzo de 1809 el presidente Manuel por ejemplo el intento en 1807, entre Fran- Úrriez, conde Ruiz de Castilla, hizo tomar cia y España, de repartirse Portugal. Y con presos a Montúfar, Juan de Dios Morales, la excusa de garantizar las comunicacio- el capitán Juan Salinas, Manuel Quiroga, nes del cuerpo de expedición francés, las Nicolás de la Peña y el sacerdote José Rio- tropas napoleónicas entraron en España. frío; el cerebro de la organización, Antonio La corte real y el aparato burocrático caye- Ante, logró escabullirse. Pronto fueron de- ron en el marasmo, provocando la lucha jados en libertad, por falta de pruebas, pa- por el poder entre Carlos IV, que en un pri- ra poder reanudar sus encuentros en casa mer momento abdicó, y su hijo Fernando de Manuela Cañizares. VII, de lo que sacó ventaja Napoleón, con El 10 de agosto se produjo el “cuar- una tercera solución: la de instalar a su telazo” (o sea la realización práctica de la hermano Joseph Bonaparte, como José I. operación de convencimiento capilar, En España se establecieron Juntas de efectuada con los oficiales y la tropa), y Gobierno, en defensa de los derechos del Montúfar asumió el título de presidente de “rey prisionero”, Fernando VII, y la lucha la Junta Soberana; vicepresidente fue nom- contra el usurpador duró seis largos años, brado el obispo José Cuero y Caicedo. El causando la muerte de centenares de miles Gobierno, en realidad, fue una formación de personas, la destrucción de una enorme heterogénea de monárquicos, republica- porción de la riqueza nacional, el aniquila- nos, y muchos eran personajes con esos tí- miento de la élite de la España iluminada. tulos de nobleza asignados un siglo atrás Como consecuencia, en América, ya desde [CAP.4], por lo que, justamente, se ha dicho 1808 brotó el dilema de escoger entre José que se trató de una “revolución de mar- I y la sumisión, o la insurrección en nom- queses”, no del pueblo, y cuyo fin priorita- bre de Fernando VII. Resultó casi unánime rio era el de liberarse del peso tributario, el apoyo a éste, aunque a menudo por es- de las restricciones en el control que ellos trictas razones de conveniencia práctica. tenían de las riquezas naturales y de los re- cursos de mano de obra. El carácter vaci- 140 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA lante y tímido de estos conspiradores, va- bierno de reconciliación, en el que el es- cío de cualquier idea clara, pronto salió a pañol Úrriez volvía a asumir la presiden- flote: al primer choque con las fuerzas rea- cia, dando la vicepresidencia a Montúfar listas – que llegaron de Popayán, de Gua- padre, con miembros pertenecientes a am- yaquil, de Cuenca – se atemorizaron y ca- bos bandos. Se reunió el colegio electoral pitularon sin combatir, tras apenas dos me- para un cabildo abierto, compuesto por los ses de experiencia “revolucionaria”, empe- representantes de los varios gremios y de ñándose en volver a instalar a Úrriez en la diferentes barrios. En todo esto, quien con- presidencia de Quito. centraba realmente el poder era el joven El virrey del Perú se había apurado comisionado Montúfar. en enviar sus tropas, y no sólo a Loja, Gua- El virrey del Perú (anticipándose co- yaquil y Cuenca (militarmente dependien- mo siempre al de Nueva Granada, al que tes de él [CAP.4]), sino a la misma ciudad de habría correspondido tomar decisiones) no Quito (jurídicamente bajo Bogotá), con un quiso reconocer a la Junta quiteña, y orde- cuerpo de armada comandado por el coro- nó a Arredondo, que ya estaba en Guaran- nel Manuel Arredondo; del norte confluían da en la vía del retorno, marchar de nuevo las fuerzas enviadas por el virrey de Nueva hacia la ciudad de Quito; al mismo tiempo Granada. Las tropas de ocupación se entre- nombró a Joaquín Molina nuevo presiden- garon a toda clase de excesos, hasta cuan- te de la Audiencia. Molina se estableció do la ira popular estalló el 2 de agosto de por el momento en Cuenca para organizar 1810, para atacar, mal armados, a los cuar- el ejército. De su parte Carlos Montúfar, teles donde se encontraban los prisioneros. ganado ya por fuerza mayor a la causa re- Esta ira del pueblo – que había confiado en volucionaria, partió para contener a Arre- el rey, considerándolo como la traba para dondo, quien prefirió retirarse a Naranjal salvaguardarlo de la hegemonía irrestricta hasta, poder reunirse con las tropas de Mo- de los terratenientes criollos – se tradujo en lina. Montúfar no le dio tregua y, en la ba- una carnicería contra hombres, mujeres y talla que se sostuvo en Alausí, derrotó a las niños de la clase adinerada, en el saqueo y tropas del Virreinato del Perú. Pero, consi- gratuitas violencias. derando que las fuerzas enemigas que aún Un mes más tarde llegó a Quito el quedaban en Cuenca eran demasiado fuer- comisionado real, enviado por la Junta tes, prefirió no insistir y regresó a Quito. Central de España, transformada ya en Aquí se encontró conque tenía que Consejo de Regencia para los derechos de afrontar el conflicto que se produjo entre Fernando VII, e instalada en León (después su familia, de realistas, y la de los Sánchez de ser echada por los franceses de Aran- Carrión, republicanos, que proponían so- juez y de Sevilla4). El comisionado era Car- luciones radicales contra el poder colonial. los Montúfar (nada menos que el hijo del En diciembre de 1811 se reunió el marqués de Selva Alegre, ¡a quien tenía primer “Congreso de los Pueblos Libres” que reprimir!); él se había distinguido en de la Audiencia. El obispo Cuero y Caice- España combatiendo contra las tropas na- do – que ahora había reemplazado a poleónicas. En Quito logró formar un go- Úrriez en la presidencia – propuso declarar LAS GUERRAS DE EMANCIPACIÓN / 141 la absoluta independencia; el Congreso re- dio del caos general, mujeres y adolescen- comendaba además la “confederación” tes se unían a las tropas. con las Provincias Granadinas (que tam- Después de escaramuzas en Biblián bién luchaban por liberarse) antes que una y en San José de Chimbo, los quiteños su- eventual unión con el Perú. El 15 de febre- frieron su primera derrota cerca de Mocha. ro de 1812 se dictó una constitución, do- Y, en vista de la crítica situación, fue llama- cumento contradictorio y confuso, que re- do Carlos Montúfar para dirigir la defensa. cogía ideas monárquicas, republicanas y En noviembre de 1812, Montes ata- “enciclopedistas”; que proclamaba para có la ciudad de Quito, ocupándola des- Quito los “Derechos del Hombre”, con un pués de sólo tres horas. No se ha podido gobierno autónomo y electivo, mas, para- aclarar por qué acaeció esto, pues parece dójicamente, ¡bajo la protección de Fer- que Montes, en aquel momento, se encon- nando VII! traba ya sin víveres ni agua, cuando Mon- Cuero y Caicedo evitó que estallase túfar, con las tropas intactas, bastante mu- una guerra civil entre las facciones monár- nición y cañones que funcionaban, se reti- quica y republicana. Carlos Montúfar, con- ró en orden hasta Ibarra, dizque a esperar fundido, abandonó el mando del ejército una mejor ocasión para la batalla. Como en manos del coronel criollo cubano Fran- sea, Montes entró en la ciudad y la encon- cisco Calderón. Ante la noticia de que se tró sin defensas. acercaban tropas de invasión provenientes En Ibarra, mientras tanto, se reanu- de Pasto (ciudad fidelísima a la causa mo- daba el conflicto personal entre Montúfar y nárquica), el 15 de junio el pueblo salió a Calderón por el mando militar de las tropas las calles y descargó su ira contra los “cha- independentistas. En medio de tal confu- petones”, muchos de los cuales fueron sión, llegó el brigadier español Juan Sáma- maltratados o matados, incluso un oidor y no, que los redujo fácilmente: Calderón el mismo anciano ex–presidente, Manuel fue fusilado en el acto; Carlos Montúfar lo- Úrriez, conde Ruiz de Castilla, que, herido gró huir (para ser capturado tiempo más gravemente, murió tres días más tarde. tarde en Buga, combatiendo por la libertad Contra Quito marchaban no sólo las de Nueva Granada, y asimismo fusilado). tropas provenientes de Pasto, sino también Eran los comienzos de 1813, y la re- del Perú, de Panamá, de Guayaquil, de volución parecía ya domeñada, quedando Cuenca, de Guaranda. Joaquín Molina, uno que otro foco de resistencia. Los espa- que no pudo siquiera poner los pies en la ñoles reafirmaron su poder en Nueva Gra- ciudad, había sido reemplazado por el ge- nada, en Venezuela, en el Perú. Simón Bo- neral Toribio Montes, nombrado pacifica- lívar, que había sufrido graves derrotas, re- dor y nuevo presidente de la Audiencia. corría el Caribe buscando nuevos fondos, Entre las medidas de defensa, se fundían naves y armas, y en pocos meses reconsti- campanas de las iglesias para fabricar ba- tuyó su ejército. las; los sacerdotes organizaban bandas de Por entonces en España, después de indios armados de lanzas y flechas; en me- cinco años de resistencia en el territorio metropolitano, y con la ayuda de tropas in- 142 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA glesas, la posición de José I declinaba. No nes, más al norte, que Esmeraldas, Tumaco bastó siquiera la llegada de su hermano y Buenaventura, en 1820, pudieron decla- Napoleón, en persona, para salvar la hege- rarse independientes. monía francesa. Al fin fue puesto de nuevo Los criollos de Guayaquil se habían en el poder Fernando VII. Pero los españo- sumado a los independentistas, ante todo les se habían desangrado, lo que debilitaba por el interés de ser incluidos en el comer- el yugo colonial. Durante algunos años cio con Inglaterra y el resto de Europa, y se aún mantendrían el control de su inmenso oponían a cualquier tipo de sumisión, fin- imperio americano, pero ya el proceso de gida o no, a Fernando VII. Hasta mediados emancipación era irreversible. de 1820, la conspiración se había limitado a las puras discusiones y planes, entre otras \ \ \ causas porque la guarnición del puerto se consideraba bien custodiada. Los capita- La nueva grande ofensiva se lanzó nes León Febres Cordero y Luis Urdaneta y en Sudamérica durante la última fracción el sargento mayor Miguel Letamendi, tres del decenio 1810-20. En 1819, partiendo venezolanos expulsados como sospecho- de Venezuela y al cabo de una larga mar- sos instigadores del “Batallón Real Numan- cha forzada de 75 días por las gargantas de cia”, que se hallaba en Lima, apenas llega- los Andes, Bolívar derrotó a los españoles dos a Guayaquil se pusieron en contacto en Boyacá, y (aunque aún faltaba lo más con José de Villamil para finiquitar la re- difícil) declaró libre a Nueva Granada. vuelta. No se lograba, sin embargo, encon- Desde Río de la Plata, en 1817, el general trar un jefe entre los exponentes más califi- José de San Martín había atravesado los cados: José Joaquín Olmedo, ya famoso Andes y liberado Chile, y ahora se prepa- como poeta, dijo que era un asunto para raba a desembarcar en el Perú. Efectiva- militares; el coronel Jacinto Bejarano se mente, en 1820 pudo echar el ancla en Pa- declaró demasiado viejo; el coronel Rafael racas, para continuar su campaña victorio- Jimena auguró éxito a la gloriosa empresa, sa. Se cerraba la tenaza. En 1821, con la pero alegó que, habiendo en su juventud victoria de Bolívar en Carabobo, se conso- formado parte del ejército español, consi- lidó la independencia de Venezuela. deraba una ingratitud dirigir contra el mis- Desde el mar, en el Atlántico y en el mo la lucha armada. Pacífico, los ingleses daban una mano, no Algunos jóvenes criollos – José An- desinteresada, para acelerar la caída del tepara, Juan Francisco Elizalde, Lorenzo de Imperio español, pues buscaban nuevos Garaicoa, Francisco de Paula Lavayén, Jo- cauces para el flujo internacional de mer- sé Vallejo, Isidro Viteri y otros más – esta- cancías, que la revolución industrial había ban desconcertados, mas decidieron que activado. Es en tal contexto que el coman- había que proceder con la realización dante John (conocido luego como Juan) práctica de la revolución: el jefe surgiría en Illingworth, ya al servicio de Chile, hostili- el momento oportuno. Internamente al ba- zaba a los barcos españoles allá por la isla tallón español de granaderos, actuaban el Puná. Fue gracias también a sus incursio- teniente coronel Gregorio Escobedo, el ca- LAS GUERRAS DE EMANCIPACIÓN / 143 pitán Antonio Farfán y el teniente Hilario aceptar y firmar el acta de independencia. Álvarez, un cuzqueño. Aclamado Febres Cordero, rehusó el cargo Guayaquil, en el centro de la tenaza de jefe superior de Guayaquil, considerán- que estaban cerrando Bolívar y San Martín, dose aún demasiado joven. Entonces, co- representaba estratégicamente un punto mo jefe político fue designado Olmedo y clave: la ciudad había sido escogida por como jefe militar Gregorio Escobedo. Pa- San Martín como arribo de reserva en el saron apenas unos días, cuando los medios caso de fracasar el desembarco en territo- violentos usados por Escobedo en la repre- rio peruano; la ciudad contaba con el úni- sión de los realistas, sin consultarse con co arsenal de España en el Pacífico y con Olmedo, provocaron la renuncia de éste. un astillero. Era el lugar adecuado para or- El 14 de octubre, el Ayuntamiento dispuso ganizar el asalto a las ciudades de la sierra, la organización de una Junta Provisional, desde Cuenca hasta Pasto, por lo que ya con Escobedo en la presidencia, secunda- sea Bolívar como San Martín la habían in- do por Jimena y Urdaneta. cluido en sus planes, traducibles, en última El 10 de noviembre fue constituido instancia, con las intenciones de cada uno el primer cuerpo legislativo que compren- para la ulterior anexión, respectivamente, día 57 diputados, en su mayor parte fuertes a la Gran Colombia o al Perú. exponentes del comercio y las finanzas, Era el 5 de octubre de 1820 cuando con Olmedo en la presidencia y Antepara el gobernador, José Pascual de Vivero, reci- como secretario. Reanudada en seguida la bió informaciones sobre el plan de subver- disputa con Escobedo, el poeta acabó por sión de los criollos: así, pues, los eventos destituirlo y desterrarlo, reemplazándolo se precipitaron necesariamente. A la opi- por Juan de Dios Araujo. nión de los más prudentes de esperar los Mientras tanto Cuenca, bajo la guía resultados de la expedición de San Martín, de José María Vázquez, proclamaba su in- se impuso la de actuar inmediatamente. La dependencia, declarando la ciudad bajo la operación resultó breve y más fácil de lo protección de Guayaquil. También las po- previsto, con algún muerto y pocos heri- blaciones de la costa, liberándose una tras dos. En la noche del 8-9 de octubre, el co- otra, se le iban agregando. Surgió entonces ronel Manuel de Torres Valdivia junto con el problema del destino de Guayaquil para Febres Cordero y Urdaneta, capturando a el futuro próximo, y tres fueron las pro- los oficiales por sorpresa, consiguieron que puestas presentadas: primera, su integra- se rindieran los 1.500 hombres bien arma- ción en el territorio de la antigua Presiden- dos de la guarnición. A la mañana fueron cia de Quito, para una unión política en apresadas las autoridades. España se en- bloque con la Gran Colombia (de la que ya contró sin su arsenal; así, todos los pertre- en Cúcuta, en 1819, se había firmado la chos de guerra y 150.000 pesos de oro pa- carta de fundación deseada por Bolívar); saron a manos de los rebeldes. segunda, su integración al Perú (y, de ser Con la ciudad liberada, se convocó posible, junto con todo el territorio de Qui- al pueblo en cabildo abierto (aunque en la to); tercera, la creación de una república práctica todo estaba ya decidido), para autónoma que incluyese todo el litoral, por 144 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA lo menos hasta Buenaventura (hoy puerto riaga, al mando del capitán rioplatense Jo- colombiano). sé García, se encontraba en Guaranda. De- El presidente interino de la Audien- rrotado García en enero de 1821, fue fusi- cia, el general Melchor Aymerich, envió lado en el acto y su cabeza llevada a Qui- desde Quito, de entre las tropas frescas que to, para exhibirla en una jaula de hierro. estaban llegando de Pasto, los primeros Riobamba también fue saqueada por los 500 hombres al mando del teniente coro- españoles, bajo el mando de Puyol. Con nel Framiyana, para detener a Urdaneta y a los guayaquileños derrotados, Luzuriaga Febres Cordero, que marchaban hacia el tuvo que abandonar el cuartel general de norte con reclutas de Guayaquil. Los espa- Babahoyo y regresar al Perú. Este intento ñoles fueron derrotados y Urdaneta ocupó de San Martín de liberar los territorios de Guaranda, ya en territorio de la sierra. Quito había fracasado. También Alausí, Riobamba, Amba- También Bolívar enviaba sus hom- to, Latacunga proclamaban su indepen- bres a Guayaquil. El general José Mires dencia. Las tropas de Urdaneta trataron de ofreció su apoyo a Olmedo para la organi- avanzar hasta Quito. Pero los otros 1.000 zación de un nuevo ejército; se preparaba realistas quedados en reserva – tropa de además el terreno para la inminente llega- veteranos, comandada por el coronel Fran- da del general Antonio José de Sucre, que cisco González – les esperaban ahora en la había de tomar en sus manos la situación. llanura de Huachi, y sometieron fácilmen- Sucre, de veintiséis años, era ya el más im- te a los inexpertos soldados de Urdaneta. portante estratega de Bolívar, y venía a po- A Guayaquil, poco antes, habían ner en claro, explícitamente, que no se to- llegado los coroneles rioplatenses Tomás leraría la existencia de pequeñas repúbli- Guido y Toribio de Luzuriaga, enviados cas, las “republiquitas”, como despectiva- por San Martín con el propósito de tratar la mente las definía Bolívar. anexión al Perú. Con la derrota de Urdane- A mediados de 1821, Sucre tomó el ta estas posiciones se reforzaron, y las au- mando del ejército. Pero ya González, con toridades guayaquileñas nombraron a Lu- 200 hombres, había ocupado Cuenca, y zuriaga nuevo jefe de operaciones. Sintién- toda la sierra entera retornaba bajo el con- dose humillados, los tres colegas insepara- trol del presidente Aymerich. Como en bles – Urdaneta, Febres Cordero y Leta- otros lugares, también en Guayaquil se ve- mendi – tal como llegaron a Guayaquil, tal rificaron reacciones de los españoles pe- se fueron para servir a la causa de la liber- ninsulares, apoyados por no pocos crio- tad en otro sitio, el Perú. llos, en favor de la causa realista: asaltaron Después de Huachi, los españoles unas naves ancladas y comenzaron a bom- entraron en Ambato y la saquearon, que- bardear el puerto; tratando luego de alejar- mando incluso las puertas de casa. Gonzá- se, pronto fueron capturados. lez prosiguió su marcha triunfal por la sie- Sucre mandó a Mires para que en- rra, derrotando a los rebeldes también en frentase a González, y en agosto de 1821, Verdeloma, y poniéndose como meta en un violento choque en Cone (cerca de Cuenca. El ejército organizado por Luzu- Yaguachi), los españoles fueron derrota- LAS GUERRAS DE EMANCIPACIÓN / 145 dos. Sucre por su parte ocupó Guaranda, división, e incluso planteó con sus conse- mientras que Juan Illingworth marchaba jeros la conveniencia de declarar inmedia- por las faldas de la cordillera occidental, a tamente guerra a la Gran Colombia. Sucre, la latitud de Latacunga, en dirección de demostrando su tacto diplomático, logró Quito. Aymerich, comprendiendo la ma- suavizar el asunto. niobra tendiente a un ataque por la reta- La tregua llegaba a término y Sucre guardia, tomó posiciones en Huachi (don- anunció a los españoles sus intenciones de de ya previamente los españoles habían reanudar las hostilidades. En febrero de derrotado a Urdaneta). 1822 se unieron por fin las divisiones de La dura batalla de septiembre de Santa Cruz y Sucre, siendo éste quien asu- 1821, conocida como “segundo Huachi”, mió el comando supremo. resultó un nuevo éxito para los españoles. Toldrá abandonó Cuenca y rehusó a Mires fue capturado y Sucre, herido no gra- la batalla, para concentrar fuerzas en Rio- vemente, logró huir. Su ejército fue desba- bamba. En abril Cuenca juró la constitu- ratado. Illingworth, informado a tiempo del ción de la Gran Colombia. Comenzaba la desastre, evitó arriesgar él también una de- guerra de posiciones (muchas escaramuzas rrota y emprendió ordenadamente la retira- y pocos choques), con los españoles reti- da por la vía de Santo Domingo de los Co- rándose paulatinamente hacia el norte. A lorados, hasta Daule. principios de mayo cayó Latacunga. También los españoles estaban diez- Avisado Sucre de que el grueso del mados, y en noviembre se entrevistaron en ejército español lo aguardaba en Macha- Babahoyo el coronel Carlos Toldrá, envia- chi, a pocos kilómetros de Quito, decidió do por Aymerich, y Sucre, para concordar pasar a través de los páramos del Cotopaxi una tregua de 90 días. y del Sincholagua. Los españoles, enton- El general cuencano José de La Mar ces, ocuparon los alrededores de Quito, to- (futuro presidente del Perú) había sido mando ventajosas posiciones defensivas nombrado comandante militar de Guaya- en Puengasí. Sucre, superándoles, burló quil. Por medio suyo, San Martín intentaba nuevamente a los enemigos y, situado ya una nueva maniobra de anexión. Se pre- en las llanuras de Turubamba, los invitó al veía además la llegada de una división al combate. Los españoles no cayeron en la mando del general Andrés de Santa Cruz trampa, pero como quiera se iban embote- (futuro presidente de Bolivia), para unirse llando. con Sucre, en la campaña de liberación de Entrar a Quito desde el sur no resul- Quito. San Martín deseaba que La Mar fue- taba empresa fácil. Sucre optó nada menos se el jefe supremo de las fuerzas unidas. que por escalar el Pichincha, cargado de Olmedo desaconsejaba al general insistir cañones y pertrechos, durante la noche del sobre esta cuestión, porque podía causar el 23-24 de mayo de 1822, para tomar la ciu- resentimiento de Sucre y Bolívar, tal vez dad por el norte. Desde la altura de 4.600 con consecuencias de una guerra civil. El metros, con Quito bajo sus pies, obligó a resentido resultó ser precisamente San los españoles a defenderse desde las faldas Martín, quien tuvo intenciones de retirar su del volcán, en neta condición de inferiori- 146 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA dad, atacándolos por diferentes puntos y días más tarde). Se discutieron, en cambio, rodeándoles. En una mañana de sol, desde cuestiones de estrategia continental como las ocho hasta mediodía, los 60 mil habi- éstas: ¿Quién debía completar la liberación tantes de la ciudad pudieron observar la del Perú y del Alto Perú? ¿Qué sistema de sangrienta batalla, en la que fue destroza- gobierno se debía instituir en los nuevos do el ejército realista. Sucre se permitió ser países? (San Martín propendía por la crea- magnánimo con los vencidos: al general ción de monarquías constitucionales; Bolí- Aymerich y a otros personeros de la Au- var era favorable a la forma republicana). diencia les concedió salvoconductos, para ¿Cuáles debían ser los confines entre la que se refugiasen en España. El 29 de ma- Gran Colombia y el Perú? Este encuentro se yo, en cabildo abierto, Quito se declaró tradujo en una substancial victoria política parte integrante de la Gran Colombia. de Bolívar (aunque jamás se ha establecido Más al norte también Bolívar, aun- con precisión cómo ocurrió);5 en efecto, que sufriendo enormes pérdidas, había dos meses después, en Lima, San Martín re- vencido en la batalla de Bomboná. Con nunció a su cargo, para retirarse a la vida Portoviejo y Cuenca ya bajo los ejércitos privada, dejando a Bolívar el campo libre de ocupación de Bolívar, se había comple- para la conclusión de la campaña. tado casi totalmente la liberación de lo que En 1824, con las batallas de Junín y sería la Gran Colombia. Aún quedaban Ayacucho (otros modelos ejemplares de fuera Puerto Cabello y Pasto (centros rea- estrategia de parte de Sucre) estaba ya libre listas que resistirían todavía por largo el Perú, y en 1825 Sucre y Santa Cruz com- tiempo), y Guayaquil, cuyo destino – de pletaron también la liberación del Alto Pe- formar parte de la Gran Colombia o del Pe- rú. Luego tuvieron que ser reducidos los úl- rú – no había sido decidido. timos núcleos de “lealistas”: Pasto cayó en Al encuentro en Guayaquil, fijado aquel mismo 1825, y en enero del año si- con San Martín (que en el ínterin se había guiente, con la rendición de Puerto Cabe- autoproclamado “protector y dictador” del llo, en Venezuela, y del Callao, en el Perú, Perú), Bolívar llegó anticipadamente. Cons- salieron los últimos españoles. tató con satisfacción que ya buena parte del trabajo de maniobrar al Cabildo a su favor \ \ \ había sido cumplido: para la incorporación de Guayaquil a la Gran Colombia no que- España había sido arrollada en todas daba por realizar sino un acto formal. las colonias continentales. En México, des- Por lo tanto, cuando en los días 26 pués de que el virrey fuera apresado en y 27 de julio de 1822 se produjo el en- 1808 y despachado a España con la acusa cuentro entre los dos “libertadores”, la de “afrancesado” (o sea favorable a José cuestión territorial ya no estaba en disputa Bonaparte), hubo más de un decenio de lu- (en efecto, la anexión de Guayaquil a la chas cruentas, que terminaron con la pro- Gran Colombia había de efectuarse cuatro LAS GUERRAS DE EMANCIPACIÓN / 147 148 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA clamación de Agustín Itúrbide como em- varias vicisitudes en la lucha entre france- perador, en 1821, y la creación de la Repú- ses y españoles, se independizó en 1820, blica, en 1824. Pero las continuas guerras para caer dos años más tarde bajo el domi- civiles, así como las intervenciones a gol- nio de Haití. pes de bayoneta y de dólares del vecino Por lo tanto, en 1825, los países his- del norte, para arrebatar buena parte del panoamericanos independientes, eran los territorio mexicano, debían afligir al país ocho siguientes: México, Provincias Uni- por mucho tiempo aún. das de Centroamérica, (Gran) Colombia, Centroamérica, en lo que había sido Perú, Bolivia (como ahora se llamaba el Al- la Capitanía de Guatemala, obtuvo su in- to Perú), Paraguay, Chile y Provincias Uni- dependencia en 1821. Dos años más tarde, das del Río de la Plata (la futura Argentina). (después de una breve fase de estabiliza- En 1828 la Banda Oriental se constituyó en ción: Guatemala se había unido efímera- Estado tampón entre Brasil y Río de la Pla- mente a México) se formaron las Provin- ta, con el nombre de Uruguay. En 1830 Ve- cias Unidas de Centroamérica. nezuela y Ecuador (nuevo nombre dado a En Sudamérica, de los restos de las Quito) se separaron de la Gran Colombia, colonias se iban formando nuevas nacio- no pudiendo la sola voluntad de Bolívar nes alrededor de los centros de poder con- superar las fuerzas centrífugas intrínsecas solidados durante la organización colonial: en las ex–colonias. los Virreinatos del Perú, de Nueva Grana- Luego el proceso de “balcaniza- da y del Río de la Plata y las Capitanías de ción” (debido a realidades internas, pero Venezuela y de Chile. estimulado externamente) continuó. En Además, en el nuevo orden, por ra- 1839 los Estados Unidos provocaron la zones histórico–geográficas, algunos terri- fragmentación de Centroamérica en cinco torios acabaron por disgregar aún más el repúblicas: Guatemala, Honduras, El Sal- ex–imperio colonial: Paraguay, que había vador, Nicaragua y Costa Rica (la sexta, Pa- sido una Reducción – o sea una reserva pa- namá, nacería mucho más tarde, en 1903, ra amerindios – y que, bajo la guía de los desprendiéndose de Colombia, también jesuitas, supo resistir a los asaltos de los como criatura estadounidense, en respues- “bandeirantes”;6 la Banda Oriental, territo- ta a los intereses económicos y políticos re- rio en disputa entre Brasil y Río de la Pla- lativos a la construcción del Canal entre el ta; por último, dos territorios que jamás se Atlántico y el Pacífico). asimilaron a las sedes de las que formaron Las últimas colonias de España en parte, es decir aquéllos comprendidos ba- conseguir la independencia fueron, preci- jo las Audiencias de Quito y de Charcas samente, las primeras que habían caído (Alto Perú), ambas pasadas del Virreinato bajo su yugo. Aparte de la República Do- del Perú, respectivamente, a los de Nueva minicana (que en 1844 tuvo que indepen- Granada y Río de la Plata, cuando fueron dizarse nuevamente, esta vez de Haití), creados en el siglo XVIII. Cuba y Puerto Rico pudieron liberarse sólo Las colonias que le quedaban aún a en 1898-99, mas para pasar a manos esta- España fueron las islas caribes de Cuba y dounidenses, la primera brevemente, hasta Puerto Rico; Santo Domingo, después de 1901, y la segunda hasta la fecha. QUITO EN LA GRAN COLOMBIA / 149

Quito en la Gran Colombia formarse con la unión de los dos Perús, ya separados, pues desde 1777 el Alto Perú Según los planes estratégicos de Si- había pasado al Virreinato del Río de la món Bolívar, se habría tenido que crear un Plata (mas, no llevándose a término este inmenso Estado continental indo–hispano, proyecto, el nombre de Bolivia acabó por que comprendiera todas las ex–colonias aplicarse sólo al Alto Perú). españolas, y al que se debía llegar por eta- La liberación de Sudamérica –vol- pas. De los territorios sudamericanos por él viendo atrás, para recapitular– se estaba liberados se formarían en un primer mo- efectuando desde dos frentes: el que dirigía mento dos naciones, que románticamente Bolívar a partir de Venezuela, para mar- quiso llamar “Colombia”7 y “Bolivia”: la char sobre los Andes hacia el sur, y el que primera incluyendo el Virreinato de Nueva dirigía San Martín a partir del Río de la Pla- Granada (Cundinamarca y Quito) más la ta, para atravesar los Andes hasta Chile y Capitanía de Venezuela; la segunda debía proceder en dirección norte. 150 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA

En diciembre de 1819, o sea cuatro las tres ciudades, para perpetuarse en la fu- meses después de la batalla de Boyacá, se tura República. reunió un congreso en Angostura (hoy Ciu- Todo el Distrito del Sur, desde 1822 dad Bolívar), presidido por Francisco Anto- hasta 1824, fue convertido en un inmenso nio Zea. Se debían aprobar las leyes funda- campamento militar, verdadera base de mentales para la institución de la Gran Co- Bolívar para las guerras en el Perú y el Al- lombia. Con la victoria de Carabobo, en to Perú, bajo el mando de Sucre. Las con- 1821, que consolidó la independencia de secuencias de esta condición se hicieron Venezuela, vino a realizarse en la práctica sentir en la economía y en la cuota de vi- la unión deseada, consagrada por el Acto das humanas sacrificadas. En efecto, más Constitucional de Cúcuta, del mismo año. de la mitad de los hombres que murieron Quedaban aún, sin embargo, muchos terri- en esas campañas fueron reclutados entre torios por liberar, lo que aconteció en 1822 las poblaciones del Distrito del Sur (donde después de las batallas de Bomboná y Pi- se encontraba la mayor concentración de chincha. Con Quito, Guayaquil, Portoviejo indios, carne de cañón). De los 700 mil ha- y Cuenca ya integrados en la Gran Colom- bitantes con que contaba al comienzo, al bia, no quedaban sino Pasto, intransigente- fin no quedaron sino 550 mil [CAPS.2,7]. mente fiel a la monarquía española,8 y No menos del 20% de su la población, ha- Puerto Cabello, bastión de los realistas en bía muerto durante las guerras de emanci- Venezuela. pación, la enorme mayoría siendo indios, La Gran Colombia, pues, era ya una los que pagaron tan alto precio para termi- realidad y, con Bolívar empeñado en la nar sin conseguir nada, quedando en las campaña de emancipación del Perú, Fran- mismas o en peores condiciones que antes. cisco de Paula Santander fue nombrado Por lo que se refiere a los gastos de presidente de la República. Los 2.200.000 guerra, también fueron injustamente des- habitantes con que contaba estaban espar- proporcionados: 1.700.000 pesos tocó pa- cidos en el inmenso espacio de 3.500.000 gar a Quito, algo más de 400.000 a Cundi- kilómetros cuadrados. Por la ley territorial namarca y 160.000 a Venezuela. Y sin de 1824, el país fue dividido en tres distri- contar con la paralización de las activida- tos: el de Cundinamarca o Central (a me- des industriales, agrícolas y comerciales; nudo indicado entonces todavía como con los gastos de mantenimiento de los “Nueva Granada”), el de Venezuela o No- ejércitos que se detenían en esas zonas o roriental y el de Quito o del Sur. que atravesaban el territorio; con los exce- El Distrito del Sur, a su vez, se sub- sos y abusos de la soldadesca para con la dividía en tres departamentos: Ecuador, población. Todo esto contribuyó cuantio- con sede en la ciudad de Quito; Guaya- samente al desequilibrio fiscal del Distrito quil, en el homónimo puerto, y Azuay, en del Sur con respecto a los otros dos, con Cuenca (por entonces ya Popayán había consecuencias que debían perdurar duran- pasado al Distrito de Cundinamarca). Esto te un largo período, hasta mucho después reflejaba bien las diferentes realidades de de la secesión y formación de la República del Ecuador. QUITO EN LA GRAN COLOMBIA / 151

Hay que añadir que también desde de las plantaciones arruinadas de las costas el punto de vista político se agravó la situa- del Pacífico y del Caribe, perjudicial de la ción, porque Bolívar impuso como norma economía de la sierra; tratando de raciona- que fuesen venezolanos o granadinos los lizar la distribución de los impuestos; ata- funcionarios de alto y medio nivel para la cando, por lo menos al principio, los bie- dirección del Distrito del Sur. Lo que, en nes de manos muertas, los bienes de la definitiva, sirvió para enemistarse con los Iglesia, los bienes generales de las comuni- criollos quiteños, que se veían relegar a un dades indias. Todo ello tras la apariencia papel subalterno, y como consecuencia de admirables buenas intenciones, expre- debilitar aún más los ya débiles vínculos sadas en el sector de la educación pública, con Bogotá como centro de poder efectivo, pero sólo en palabras, sin ningún comien- y así consolidar la “idea nacional” en el te- zo de realización. rritorio de Quito. La exclusión de la vida política en Los criollos granadinos, quienes con un 99% de la población no siempre ocu- Santander habían tomado el poder en Bo- rría por mala fe, sino a menudo debido a gotá, eran liberales de múltiple ascenden- ignorancia e inexperiencia, o a apatía, o a cia: hijos espirituales del siglo XVIII francés aquel juego natural, inconsciente, que es y de la España iluminada, conscientes ade- propio de las sociedades estratificadas, sin más de la influencia comercial inglesa, violencia voluntaria ni refinados artificios aviada a través de Kingston, en Jamaica, o constitucionales. Por lo que se refiere a las directamente desde Londres. En un Estado poblaciones en las selvas de los ríos Orino- vasto y desunido como la Gran Colombia, co y Amazonas, que ocupaban más de la las grandes masas populares de indios y mitad del territorio, no eran absolutamente mestizos (y también de negros y mulatos) tomadas en consideración, dados los ya quedaban desamparadas, por su descono- demasiados problemas que se debían cimiento de la moneda y de la misma len- afrontar en las zonas más “civilizadas” del gua castellana como medios de comunica- país. ción. Así que el “liberalismo” vigente aca- bó por convertirse en un verdadero conser- \ \ \ vadorismo social, y no es exagerado decir Dejando a otros el gobierno efectivo que los desvalidos se encontraban ahora de la Gran Colombia, Bolívar organizaba en una condición de sumisión y de miseria sus ambiciosos planes de unión continen- aún peores que en época colonial. tal. Convocó un Congreso en Panamá, pa- El nuevo grupo de poder, en su ac- ra enero de 1826, invitando a las ocho na- ción de demolición del viejo régimen colo- ciones nacidas de la independencia. Mas nial, se preocupó sobre todo de eliminar sólo cuatro – México, Provincias Unidas aquello que estorbaba a los dueños de las de Centroamérica, Perú y, desde luego, la grandes plantaciones: aboliendo los privi- Gran Colombia – aceptaron; las otras cua- legios comerciales de los cabildos; liberali- tro no se dignaron siquiera contestar. Se zando los cambios internos; adoptando reunieron los delegados junto con los ob- una política aduanera en ventaja exclusiva servadores ingleses y holandeses; llegaron 152 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA luego, con retraso, los desconfiados esta- bales) con el Perú, por razones de la deu- dounidenses. Concluido del Congreso no da de guerra, que se le reclamaba a causa cabían dudas sobre su fracaso: no sólo no de haber contribuido a su liberación, o se habría producido unión alguna, sino también por las zonas territoriales disputa- que, al contrario, ya estaba aviado el pro- das, particularmente en el oriente. En mar- ceso de “balcanización” antes menciona- zo la Gran Colombia envió su ultimátum do. para el abandono de Jaén y Mainas, que el Con este fracaso, y al mismo tiempo Perú había ocupado en base a la Cédula de habiendo atenuado su control efectivo so- 1802, según la cual estos territorios no for- bre el gobierno de Bogotá, Bolívar estaba maban ya parte de la Presidencia de Qui- rápidamente perdiendo el poder real, que to9 y, como consecuencia, de la Gran Co- pasaba a manos de los caudillos, quienes lombia. La tesis colombiana de Bolívar se iban substrayendo de su paternalismo. consistía en el uti possidetis (o sea la “últi- Intrigas, conspiraciones (a menudo con fi- ma posesión” de los territorios por parte de nes de restauración monárquica), conflic- un país en el momento de su independen- tos de interés y regionalistas, todo llevaba cia), que era más bien débil, porque si una aceleradamente a una disgregación del po- presencia hubo en esos territorios en el der. postrer medio siglo, ésa fue en realidad pe- Bolívar se encontraba en el Perú en ruana. El conflicto internacional ponía 1826, cuando en Venezuela se rebeló el además en discusión algunos territorios de general José Antonio Páez, mientras que en la costa, incluida la misma ciudad de Gua- Quito se amotinaba la “Columna Araure”. yaquil, en base a la Orden Real de 1803, Retornó a toda prisa para tratar de tomar por la que se atribuía al Virreinato del Pe- de nuevo la situación en sus manos. En rú su jurisdicción militar. 1827 se rebeló en Quito el comandante La Mar, ya presidente del Perú, re- Fernando Ayarza, con la connivencia del husó cualquier acuerdo y comenzó a reali- Cabildo y apoyado por los autonomistas zar ostensibles preparativos bélicos. Se ve- criollos (de los mismos grupos que en rificaron incidentes de frontera. En plena 1809 instituyeron un Quito independiente, bancarrota económica, la Gran Colombia durante dos meses). En toda la Gran Co- declaró guerra al Perú en julio de 1828. En lombia se produjo un clima de insatisfac- los primeros meses, los movimientos se li- ción y de división, y el mismo presidente mitaron a la presencia de la armada perua- Santander comenzó a tomar distancias de na frente a Guayaquil, y en noviembre la Bolívar, hasta convertirse en su acérrimo ciudad fue cañoneada; las baterías del enemigo (en el atentado de 1828 contra el puerto respondieron al fuego, causando la Libertador, Santander figuró entre los posi- muerte del mismo almirante peruano Jorge bles conjuradores). Guisse. En enero de 1829, Guayaquil, por Pero tampoco los asuntos interna- la creciente presión, capituló, y los enemi- cionales marchaban muy bien para la Gran gos entraron en la ciudad para ocupar lue- Colombia. Ya en 1827 estallaron los pri- go otras localidades de la costa: Babahoyo, meros choques (por el momento sólo ver- Daule, Baba, Samborondón, Yaguachi. QUITO EN LA GRAN COLOMBIA / 153

Ya a fines de 1828, La Mar había demarcación iniciasen en seguida. En no- cruzado la frontera también por la sierra, viembre llegaron los delegados granco- con 5.000 hombres, a los que se agregaron lombianos, que tuvieron que marcharse de en Saraguro 3.700 rebeldes del general regreso, en febrero de 1830, después de Agustín Gamarra, quien deseaba la ane- una inútil espera de los peruanos. xión al Perú. El general venezolano Juan 1830 fue el año en el que la Gran José Flores, comandante militar del Distri- Colombia estaba ya en plena fase de dis- to del Sur (y que sería el primer presidente gregación. En enero el general Páez obtu- de la República del Ecuador [CAP.6]), había vo la secesión de Venezuela. El pretexto logrado organizar un ejército de 4.000 fue la política de los liberales de Bogotá en hombres, que Sucre – designado mariscal relación con la religión, una política que por Bolívar después de la batalla de Ayacu- según los venezolanos se había vuelto de- cho – iba a tomar a su mando. Sucre y Flo- masiado tímida y blanda, vaciada de la res, anticipándose a La Mar en la selección energía de los primeros tiempos contra el de las posiciones, con un solo e impetuoso poderío de la Iglesia, tan duro para subor- ataque por la llanura de Tarqui, pusieron dinarse. Simón Bolívar, enfermo y desalen- fuera de combate al ejército adversario, tado, se retiró a Cartagena de Indias, con la que dejó 1.500 muertos y 1.000 heridos. intención de expatriarse. Poco después En febrero de 1829, se firmó la res- también el Distrito del Sur se separó: Qui- titución de Guayaquil, Jaén y Mainas, em- to el 13 de mayo, Guayaquil que adhirió el peñándose el Perú en el pago de una in- 19 y Cuenca el 20 del mismo mes. En este demnización por esa guerra, aparte de la caso el pretexto era diametralmente opues- deuda por las luchas de emancipación, to al de los venezolanos (esto debido a que aún pendiente. Se concordó la demarca- en Quito estaban muchos refugiados de la ción de las fronteras desde Túmbez hasta resistencia realista y ultra católica): se acu- la selva amazónica, con base en los límites saba a los liberales granadinos de seguir territoriales de los antiguos Virreinatos, co- una política demasiado contraria a la reli- mo habían sido establecidos en 1740. gión. La verdad es que ese liberalismo fue En abril, sin embargo, los peruanos el menos anti–cristiano y el más anti– cle- no habían abandonado todavía ni Guaya- rical: se componía de masones que respe- quil ni las otras localidades de la costa, ni taban la Biblia, erasmianos, católicos mo- mucho menos sus bases en el oriente. Lle- dernistas, y cuyo credo dogmático aparece gó Bolívar en persona y, con una campaña un poco incierto, al máximo del tipo de de lentas operaciones, volvió a tomar una Feijóo y de Jovellanos, jamás del de Voltai- tras otra las posiciones costeñas. En julio, re o los “enciclopedistas”. aprovechando de la destitución de La Mar Está claro que las razones reales y como presidente del Perú, Bolívar ofreció profundas de la secesión – de Venezuela y un armisticio de sesenta días, hasta que se de Quito – hay que buscarlas en el caos reuniese el Congreso de Lima. En septiem- económico y social en el que yacía el Esta- bre de ese mismo 1829 se firmó un tratado do. Como restos de las luchas por la inde- de paz, disponiéndose que los trabajos de pendencia quedaban numerosos grupos 154 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA armados, que continuaban combatiendo narios. Sin contar, al acto, con la insolven- como “lealistas” o como bandoleros, que cia para con el ejército y los funcionarios, no lograban insertarse en la vida republica- así como con la ausencia de inversiones na, o que peleaban por exigencias de me- económicas y soluciones sociales. Ade- ra supervivencia. Inmensas e inextricables más, la Gran Colombia había adoptado la dificultades financieras fueron el resultado peor solución creando una moneda rica en de este tipo de guerra que perduraba, así una economía pobre. (Separadamente de como de las transformaciones del régimen la necesaria constatación histórica, apare- fiscal, que por mucho tiempo no habría ce vano embarcarse en este tipo de análi- podido lograr los ingresos de los tiempos sis, cuando aún hoy, a fines del siglo XX, y coloniales, o del peso de un ejército que, con el avance de las ciencias políticas y aún después de las campañas del Perú y económicas, se contempla lo que está del Alto Perú y del retorno de las tropas, acaeciendo en la economía de casi todos continuaba existiendo para combatir con- los países latinoamericanos [CAPS.6,7], y no tra esas bandas armadas. o también por- sólo en ellos). que, de otra manera, habría incrementado Para salvar in extremis la unidad el número ya considerable de los desem- grancolombiana, en enero de 1830 se ha- pleados. bía reunido en Bogotá el “Congreso Admi- La imposibilidad de encauzar con rable”; mas ni las amonestaciones de Sucre provecho a las tropas desbandadas (y co- y de otros que seguían fieles a la causa de mo en la Gran Colombia, así en otros paí- Bolívar fueron suficientes para evitar que la ses ex–coloniales) dejaría sentir su peso situación se precipitara. por más de un siglo en la historia latinoa- Sucre, que se había casado y esta- mericana, derivando en el bandolerismo y, blecido en Quito, en junio estaba en la vía a plazo más largo, en ejércitos hipertrófi- de retorno, cuando fue asesinado en Be- cos (que en el caso de Ecuador, y no sólo rruecos, al sur de Pasto (como conjurador, de Ecuador, habrían absorbido a menudo algunos historiadores han indicado al ge- más del 70% del presupuesto nacional). neral José María Obando, futuro presiden- De ahí los daños para la economía, los gol- te de la Nueva Granada; otros al ya supre- pes de estado y esa política agresiva o alar- mo comandante de Ecuador, Juan José Flo- mista en las fronteras, hecha a menudo con res). el solo propósito de ocultar al pueblo las En septiembre de 1830, con un gol- crisis internas. pe de Estado en Bogotá, el general Rafael Para salir de tal estado de cosas, la Urdaneta (hermano de Luis, el prócer de Gran Colombia habría tenido que recurrir Guayaquil), incondicionalmente fiel a Bo- (es fácil teorizar a posteriori) a soluciones lívar, trató de hacerlo volver al poder, pero económicas drásticas. Pero el Gobierno de éste prefirió no interesarse más. En diciem- Bogotá prefirió los paliativos, como por bre, en Cartagena de Indias, moría el Liber- ejemplo pedir préstamos en el mercado de tador, y con él su utópico proyecto de uni- Londres, lo que impedía hacer recurso, de dad hispanoamericana. ser menester, en aplicar métodos inflacio- Notas / 155

Notas: contaba por lo menos con dos. Se podían leer en sus anuncios frases como ésta: “Desde este mo- 1 La imprenta llegó a Lima en 1585; a Guatemala, mento, españoles americanos, os habéis elevado en 1680; a Asunción, en 1705; a La Habana, en a la dignidad de hombres”. 1707; a Bogotá, en 1738; y a Ambato, en 1741 5 Por lo que ha trascendido, parece que Bolívar se (pero para pasar, poco después, a Quito). A otras refirió a unas cartas para demostrar la intención importantes ciudades de la América hispana lle- de varios jefes militares del Perú de no querer gó más tarde. obedecer más al general San Martín, y de estar 2 No obstante la envergadura del personaje, Euge- planeando su destitución. Se han hecho otras nio Espejo es casi un desconocido fuera del conjeturas, pero de ninguna quedan pruebas his- Ecuador; y en Ecuador mismo no ha sido apre- tóricas. ciado siempre como merece. Como homenaje a 6 Brasil, como colonia portuguesa, comprendía so- Espejo, con toda mi admiración y cariño, le de- lamente una zona costera del Atlántico, sobre la diqué, a los 200 años de su muerte, la novela his- base de las plantaciones pertenecientes a euro- tórica Luz de América, que narra su vida y sus peos, servidas y trabajadas por esclavos traídos obras, así como de la época en que vivió. de África. En la altiplanicie de São Paulo, entre 3 Algunos estadistas españoles iluminados, entre tanto, se habían instalado mestizos prácticamen- los que sobresale el conde de Aranda (Pedro Pa- te independientes del poder de los portugueses blo Abarca y Bolea), comprendieron la gravedad de la costa (o de los holandeses, que se les alter- de la situación y buscaron soluciones dirigidas naban). Con el tiempo, esos mestizos se organi- para salvar la supremacía de España en América. zaron en bandas para realizar largas correrías en Una primera propuesta de Aranda a Carlos III fue busca de esclavos entre los pueblos de las vastas la de crear en la América hispana, con base en selvas, desde las faldas de los Andes hasta la las colonias ya existentes, tres monarquías filiales cuenca amazónica. En un período de poco más de la española, para entregarlas a señalados prín- de un siglo habían cubierto toda la inmensa zo- cipes, y que comprenderían: (1) el Virreinato de na en la que, precisamente gracias a ellos, cono- México junto con la Capitanía de Guatemala; (2) cidos como “bandeirantes”, se habría constituido la Costa Firme, incluyendo el Virreinato de Nue- el Brasil actual. Si Paraguay no entró a formar va Granada y la Capitanía de Venezuela; (3) el parte del territorio del Brasil, fue debido a que la Virreinato del Perú junto con el del Río de la Pla- Reducción, organizada militarmente por los je- ta y la Capitanía de Chile. De esta manera se tra- suitas, logró siempre hacer frente a las numero- taba de conceder a las colonias la libertad que sas irrupciones. reclamaban, mas no sólo sin romper los lazos 7 En este sentido, el nombre de Colombia ha sido con la “madre patria”, sino más bien reforzándo- transformado por la historiografía en el de Gran los adecuadamente. Colombia, para distinguirle del Estado homóni- Una segunda propuesta, también de Aranda, fue mo que, sólo después de varios decenios desde la de ceder a los Bragança el Perú, que unido con las secesiones venezolana y ecuatoriana, habría Brasil les habría consolidado una fuerte potencia recobrado ese nombre. En efecto, la desorienta- transcontinental sudamericana, en cambio de ción suscitada se demostró precisamente por las Portugal, para asegurar al rey español el dominio hesitaciones sobre el nombre que dar al Estado: sobre toda la península Ibérica. en 1832 (desvanecidas ya las esperanzas que los 4 Esta Junta, considerando su propia desesperada dos países disociados volviesen a la unión) y has- situación, buscaba el acercamiento de las colo- ta 1857, tomó el nombre de “Nueva Granada”; nias, y convocó a una asamblea de diputados, a desde 1858 hasta 1861, “Confederación de Nue- la que se invitaba a participar (¡cuánta bondad!) va Granada”; desde 1861 hasta 1886, “Estados también a las “provincias de América”, limitando Unidos de Colombia”; por último, tomó el nom- naturalmente su número: un diputado por cada bre actual de “República de Colombia”. Respe- Virreinato y uno por cada Capitanía, mientras tando la costumbre, en este ensayo se dice “Gran que la más pequeña de las provincias de España 156 / FORMACIÓN DE LA NACIONALIDAD ECUATORIANA

Colombia” para indicar el país más vasto creado y misiones de Jaén, Mainas y Quijos tenían que por Bolívar ser separadas de la Presidencia de Quito y ads- 8 Pasto había capitulado en 1822, pero luego los critas totalmente al Virreinato del Perú. Del co- realistas volvieron a tomar el control de la situa- municado oficial que envió Requena nació la ción; es más, en 1823 se desencadenó una ver- Cédula de 1802, en la que el rey aceptaba par- dadera contraofensiva bajo el mando de Agustín cialmente sus recomendaciones. De dicha Cédu- de Agualongo (quien, irónicamente, era indio o la se evidencia el afán de Carlos IV de defender mestizo), que derrotó al ejército grancolombiano esos territorios contra la eventual avanzada de y marchó hacia el sur, hasta la ciudad de Ibarra. los portugueses (quienes, gracias a los “bandei- Fue necesaria la intervención personal de Bolívar rantes”, como se ha dicho, en la nota 6, habían para detenerlo. Pero todavía hasta 1825 los lea- ocupado ya la mayor parte de la Amazonía), con- listas (¿o, ya, rebeldes?) de Pasto tuvieron en ja- siderando más conveniente confiar tal defensa al que a los mejores generales de Bolívar, incluso a Virreinato del Perú. Sucre. 9 Según la investigación que efectuó el enviado del rey de España, Francisco Requena, hacia 1780 [CAP.4], resultaba que las administraciones 6 CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA

Desatando los lazos de la metrópoli teger la propia producción manufacturera. española, las nuevas repúblicas se libraron Como consecuencia, en las nuevas repú- también del poder económico de los mer- blicas no se lograron formar, por largo caderes de Cádiz, mas tan solo para ir ca- tiempo, burguesías nacionales considera- yendo sistemáticamente en otras órbitas bles. económicas [CAP.7] y ser explotadas sin re- Así se frustraron las posibilidades, servas, primero por los capitalistas euro- abiertas con la independencia, de un desa- peos (sobre todo ingleses) y, luego, por los rrollo capitalista autónomo. Como razones estadounidenses. En su interno, habiendo directas pueden indicarse, principalmente, desaparecido o siendo reemplazados los la extrema concentración de la propiedad jefes de los movimientos de liberación, las y la ignorancia de la lengua castellana por instituciones políticas pasaron pronto a parte de las grandes masas de población, manos de los nuevos “caudillos”, los hom- constituyendo una barrera para no menos bres fuertes, a menudo militares, que re- del 95% de la gente, excluida de la vida presentaban los intereses locales de las di- política, monopolizada por la casta de los ferentes unidades económicas, sociales y “gamonales” y la de los “caudillos”. Ade- políticas existentes en el ámbito de los va- más, cuando maduraron ya las condicio- rios países. Estas oligarquías regionales, las nes para el incremento de una burguesía más de las veces vinculadas a intereses ex- comercial fuerte e independiente, el proce- tranjeros, estaban formadas por los “gamo- so resultó paralizado por guerras locales, o nales”, poderosos terratenientes que sa- sino desviado y deformado por la irrupción bían (y saben) asociar al poder económico en el continente del capitalismo inglés (y, el poder político, para mutuo reparo de con el tiempo, por la dominación econó- ambos. mica estadounidense). No vino a producirse, pues, ningún Debido a estas causas internas y ex- cambio en el régimen de propiedad de la ternas, la independencia se caracterizó por tierra y en la condición de las masas explo- el agravarse de las condiciones para un nú- tadas, sino que, por el contrario, se mantu- mero creciente de desamparados, porque vo y se extendió el latifundio, con sus vín- en las ex–colonias se exasperaron y choca- culos de trabajo semifeudal y precapitalis- ron los muchos contrastes propios de cada ta [CAP.7]. El comercio quedó en manos de zona, que sólo la existencia, anteriormen- las potencias europeas, no consiguiendo el te, de una administración centralizada ha- mercado interno alcanzar la debida expan- bía podido contener. De la matriz histórica sión, porque no fueron tomadas siquiera común, los países latinoamericanos – que, las mínimas medidas adecuadas para pro- no se olvide [CAP.7], se extienden desde la 158 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA zona templada y tropical del hemisferio námica quede a un nivel más bajo con res- norte hasta la polar del hemisferio sur – pecto a la de otros países, donde la voraz han seguido modalidades muy diferentes agresión capitalista llegó antes. de desarrollo, y hoy día forman un cuadro En la nueva República entraban a muy heterogéneo; no obstante, persiste formar parte tres entidades heterogéneas – una cierta uniformidad en lo que se refiere Quito, Guayaquil y Cuenca – mantenidas a la casi completa unidad de la lengua y de juntas por la fuerza centrípeta de viejas ra- muchas tradiciones dejadas por los espa- zones históricas y culturales [CAP.5] (las que ñoles, y sobre todo por el hecho de que, no fueron suficientes para retener a la cuar- cuál más cuál menos, todos ellos han per- ta de ellas: Popayán). Si bien la aristocracia manecido en su calidad de sistemas eco- quiteña comenzó detentando la hegemo- nómicos de exportación de sus bienes mi- nía económica, en seguida se vio contras- neros o agrícolas. tada por el poder emergente de los comer- El sueño de Bolívar de una gran ciantes de la costa, quienes, en el plazo de América hispana [CAP.5] se reveló veleido- unos cincuenta años, se habían emancipa- so incluso al nivel limitado de la Gran Co- do del carácter de meros intermediarios lombia o al de la unión de los dos Perús.1 por cuenta de los serranos, para convertir- Y es más: a la excesiva proliferación de re- se en exportadores de sus propios produc- públicas que se produjo (hostiles entre sí, tos tropicales, cacao principalmente. por añadidura, como convenía al capitalis- Desde el punto de vista político, el mo extranjero), se agrega el asunto que, in- precio que tuvo que pagar Quito por el au- ternamente, en cada una de ellas se desa- xilio recibido de Guayaquil para obtener la rrollaron fuerzas antagonistas, las que avia- independencia, fue el de tener que concor- ron una serie interminable de guerras civi- dar la instauración de un Estado según las les, causadas por la intolerancia con la que formas republicana y liberal, requeridas las varias regiones soportaban el control por los venezolanos y apoyadas por los del gobierno central. guayaquileños. De todas maneras, un go- Con una situación tal no se podían bierno republicano permitía la consolida- evitar las enormes dificultades que cundi- ción, deseada por Quito, de un país basa- rían durante el resto del siglo XIX. Las lu- do en la hacienda como unidad social fun- chas entre “caudillos” iban a condicionar damental, con las rígidas estratificaciones casi totalmente la vida de cada república de clases y castas que implicaba. latinoamericana, mientras que de Londres, Las intensas luchas, y aun las gue- de Washington o de alguna otra capital de rras civiles, del siglo XIX tienen en gran las potencias industrializadas, se decidía medida el carácter de una exacerbación cí- cómo y a cuáles masas había que sacrifi- clica de la pugna entre el poder creciente car, en ventaja del “Gran Capital”. de Guayaquil y el poder de la Sierra, esta- blecido y atrincherado éste en los aparatos \ \ \ estatal, militar y religioso. Alrededor de las fuerzas económi- La historia republicana del Ecuador co-políticas antagonistas, se iban amalga- refleja este esquema general, aunque su di- LOS REGÍMENES MILITARES: “FLOREANISMO” Y “URBINISMO” / 159 mando las fuerzas sociales: en un frente, y petición del presidente venezolano Páez, con las manos bien metidas en el poder, quien, frente a Bolívar todavía en vida, estaban la Iglesia Católica, el Ejército y los quería mantener una aparente unión. capitales extranjeros; en el otro frente, el En el ámbito de la frágil República pueblo y los trabajadores, sometidos y ex- del Ecuador se distinguían ahora tres Dis- plotados. Para dar una fachada a los con- tritos confederados: Quito, Guayaquil y trastes y conflictos que brotaban de las va- Cuenca, cada uno de ellos con igual repre- rias interacciones entre dichas fuerzas, se sentación de legisladores. Las elecciones adoptaron como modelos uno u otro de los se realizaban por asambleas o colegios polos dialécticos que tuvieron origen en la electorales, teóricamente elegidos por el Revolución Francesa: el liberalismo y el pueblo. Para tener derecho al voto era ne- conservadorismo. Y, por casi un siglo en la cesario haber cumplido los 22 años, saber historia de la República, éstos serán los leer y escribir, y poseer bienes raíces de únicos modelos aplicados para hacer polí- por lo menos 300 pesos (el peso siguió tica. siendo la moneda nacional por algún tiem- po, antes que el sucre). El apéndice colo- Los regímenes militares: “floreanismo” y nial de este primer estatuto se encuentra en “urbinismo” (1830-61) disposiciones inicuas, como las de decla- rar a los curas párrocos “tutores” de los in- El 13 de mayo de 1830, los notables dios residentes en sus jurisdicciones. Por lo criollos de Quito declararon el Distrito del que se refiere a la hipócrita cláusula sobre Sur separado de la Gran Colombia, entre- la prohibición del tráfico de esclavos de gando el supremo comando militar al ge- origen africano, se mantenía la excepción neral venezolano Juan José Flores, de vein- para aquéllos destinados a la agricultura o tinueve años, ya jefe superior del distrito a las minas, o sea precisamente las activi- mismo [CAP.5] y ahora declarado ciudada- dades en las que sus contingentes figura- no del nuevo Estado. Guayaquil y Cuenca ban en mayor número y en las que más se se adhirieron en el plazo de una semana. padecía. En septiembre, la Asamblea Constituyente El presidente Flores estribaba su po- se reunió en Riobamba y preparó un docu- der en el Ejército, casi totalmente constitui- mento parecido a la “Carta de Cúcuta” do por mercenarios venezolanos y grana- [CAP.5], que resultó un remedo de constitu- dinos, y que absorbía más de la mitad del ción de la nueva República, a la que preci- presupuesto. Para 1831 el presupuesto no- pitadamente se llamó “Ecuador” (o sea el minal fue de 400.000 pesos, y tan sólo el nombre que fue dado, en 1824, a uno de sueldo del presidente era ya de 12.000, los tres departamentos del Distrito del Sur con cifras también considerables para [CAP.5]), eligiéndose a Flores como presi- otros funcionarios. Todo esto en una situa- dente y creando un poder legislativo uni- ción en la que la deuda pública ascendía a camaral. Con esta 1ª Constitución del país 2,2 millones (resultado de las guerras de se mantenía, hipotéticamente, la confede- independencia y contra el Perú), lo que fue ración con Nueva Granada y Venezuela, a aceptado por la nueva República sin haber 160 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA siquiera enviado representante alguno a manera definitiva, de la Nueva Granada). Bogotá para su puntualización. Con el Oriente la controversia no se enta- La lucha por el mando y los intentos blaría hasta el siglo siguiente. de hacer caer al poder constituido no se hi- En febrero de ese mismo año, 1832, cieron esperar. Siempre fiel a Bolívar, el ge- Ecuador tomó posesión de las islas Galápa- neral Rafael Urdaneta llegó de Cartagena a gos. Esta iniciativa camuflaba a duras pe- Guayaquil, y logró que se insubordinaran nas la desastrosa situación económica y los oficiales y la tropa de la guarnición, política. Creció la oposición que denun- ¡con el inaudito expediente de hacerse pa- ciaba el fracaso del gobierno: por sus de- sar por el Libertador, ya difunto! Marchó rrotas en el norte; por los derroches de par- incluso a la sierra, en los primeros meses te de aquella minoría que retenía el poder de 1831, pero fue derrotado. (mientras el pueblo padecía un estado ge- En el mismo año, con la sublevación neral de extrema pobreza y de hambre); de los frailes de Pasto, que decidieron se- por la falsificación de moneda en vasta es- pararse de la Nueva Granada, gobernada cala; por la pésima administración. Con la por liberales, el Congreso ecuatoriano de- fundación en 1833 del periódico El Quite- claró en seguida incorporalo al Departa- ño Libre (sumándose a los ya existentes: El mento del Cauca, en base a los antiguos lí- Republicano, de Quito, y El Hombre Libre, mites territoriales de la Presidencia de Qui- de Guayaquil), la oposición se hizo más to. El Gobierno de Nueva Granada afirmó aguda, y Flores reaccionó con violencia, su soberanía sobre esos territorios, y Flores haciendo devastar el local y los equipos envió a la frontera el ejército, cuyas tropas del periódico y masacrar a cuatro de sus estaban mal equipadas, peor alimentadas y dirigentes, incluido su fundador, el coronel reclamando la paga, por lo que se insubor- Francisco Hall (los cuerpos aparecieron en dinaron, rehusando combatir. Siguió una la madrugada, colgados de los faroles, en brutal represión, ordenada por el general plena ciudad), mientras que otros fueron Juan Otamendi (granadino de origen): más encarcelados o deportados. Pedro Monca- de 300 veteranos de las guerras de eman- yo, cuyos artículos de fuego habían hecho cipación fueron fusilados. enfurecer a Flores, logró escabullirse. Las tropas de Nueva Granada, con No faltaban nuevos intentos de de- pocas escaramuzas (lo que excluye que se rrocar al Gobierno. En 1833 se produjo en tratase de una verdadera guerra) y sin es- Guayaquil la insurrección de los coman- fuerzo alguno, ocuparon todo el Cauca. dantes Pedro Mena y Agustín Alegría, que Con el “Tratado Pedemonte–Mosquera”, proclamaron jefe supremo a Vicente Roca- de 1832, se estableció la demarcación sep- fuerte, exponente de la oligarquía costeña, tentrional (por lo menos para la Sierra) en quien había sido liberado a la fuerza cuan- el río Carchi. Por lo que se refiere a la Cos- do estaba por partir para el destierro. Flo- ta, quedó en suspenso la decisión sobre res marchó personalmente al sur. Rocafuer- dos puertos situados en una zona bastante te se refugió en la isla Puná antes de seguir rica: La Tola y Tumaco (los que más tarde el viaje a Lima, en busca de fondos y de irían a formar parte, incruentamente y de hombres, que no obtendría. Tras diversas LOS REGÍMENES MILITARES: “FLOREANISMO” Y “URBINISMO” / 161 vicisitudes, esa rebelión, llamada “Guerra entrar victorioso a Ambato, para pasar lue- de los Chihuahuas”,2 terminó con el triun- go a Quito y, habiéndose concluido ya su fo de Flores. Conocedor, sin embargo, del período presidencial, hacer reconocer a prestigio del que gozaba Rocafuerte en la Rocafuerte como jefe supremo de la Repú- ciudad porteña, el presidente optó por blica. condonarle de ser fusilado; es más, ¡se em- La nueva Constitución (la 2ª de una peñó nada menos que en hacer de él su su- larga serie) preveía un poder legislativo bi- cesor en la jefatura del Estado! cameral y una nueva división territorial del Pero tal gesto, aparentemente es- país, no más ya en tres departamentos, que trambótico, tenía sin dudas sus buenas mo- constituían un motivo de discordia más tivaciones. En efecto, mientras Flores, en que de cohesión, sino en siete provincias 1834, se encontraba en el sur, empeñado (para gradualmente crecer hasta las veinte en domeñar la revuelta, estalló otra en el y dos actuales [CAP.7]). Eran las siguientes: norte, por Ibarra y Otavalo. En un primer Imbabura, Quito, Chimborazo, Cuenca y momento también allá apoyaron a Roca- Loja, en la Sierra; Manabí y Guayaquil, en fuerte; pero luego decidieron proclamar je- la Costa. El nuevo presidente, quien en sus fe supremo a José Félix Valdivieso, ministro viajes por el mundo había establecido con- del Interior y de Relaciones Exteriores en el tactos con exponentes y grupos liberales y gobierno de Flores. El coronel José María masones, se presentaba con intenciones de Guerrero, en tanto, había ocupado Quito, modernización, en base a un sentido de mientras que Valdivieso daba por anulado organización y de frenética laboriosidad, el nuevo Estado ecuatoriano, con su rein- que contrastaba con el caótico modo de corporación a la Gran Colombia. La situa- administrar de Flores. ción se había vuelto aún más delicada En sus cuatro años de mandato, Ro- cuando las ciudades de Loja y Cuenca die- cafuerte realizó numerosas obras: redujo ron su adhesión a las posiciones de Valdi- considerablemente la deuda pública; re- vieso. Además, las tropas granadinas y pe- glamentó las aduanas; mejoró los sistemas ruanas se hallaban en estado de alerta, de impuestos y tributos; creó escuelas pri- concentrándose en las fronteras, prestas a marias e institutos superiores, incluso fe- ocupar a la primera oportunidad el territo- meninos, transformando, entre otras cosas, rio de Ecuador, que se desmembraba. algunas asociaciones religiosas en centros En enero de 1835 se produjo el cho- de enseñanza; fundó la Biblioteca Nacio- que entre los dos ejércitos ecuatorianos – nal y dio impulso a la publicación de libros el “restaurador” de Valdivieso, al mando escolares; proyectó la construcción de una del general Isidro Barriga, y el “convencio- red de carreteras para unir la sierra con la nal” de Flores–Rocafuerte – en la batalla de costa y el oriente; concordó la coloniza- los arenales de Miñarica (exaltada luego ción de la zona de Esmeraldas con campe- por Olmedo y otros poetas líricos, como sinos ingleses (plan éste que jamás se ha- decisiva para la existencia misma de Ecua- bría de realizar, ni con él ni en otras tenta- dor). Se impuso la mayor experiencia y ca- tivas futuras, por la oposición fanática de pacidad militar de Flores, quien pudo así los católicos contra el “peligro protestan- 162 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA te”). Trató también de emular el aparato armonía con Mosquera y sus promesas. militar basado en el “caudillismo”, mas Cuando Alcántara llegó a la presidencia, Flores, por entonces jefe del ejército y en en 1843, ignoró oficialmente el pacto con espera solamente que terminase el período Flores y le negó incluso la cesión de Tuma- presidencial para tomar de nuevo el poder, co, la compensación mínima ofrecida re- se lo impidió. Rocafuerte, asimismo, inten- petidas veces. tó hacer mella en el poder económico y Flores se dirigió también al Perú en político del clero, pero también esta em- reclamación del resarcimiento de los vie- presa resultó espinosa. jos gastos de guerra, así como para exhor- Rocafuerte se comportaba dictato- tar al respeto del Tratado de 1829 [CAP.5], rialmente en todas sus decisiones, y mostró relativo a los límites fronterizos. Del Perú su exaltada intolerancia moralizadora no se le contestó que el Tratado se había anu- sólo contra los contrabandistas, usureros y lado automáticamente, por no existir ya falsificadores, sino también con cualquier más la Gran Colombia. Ecuador propuso adversario político o de la prensa, e inclu- una vía intermedia: habría ocupado los te- so con los propios secuaces, cuando no rritorios de Jaén y Mainas, por la parte nor- aprobaban sus métodos ni su proceder (no te del río Marañón, dejando al Perú los del le perdonaban, sobre todo, el hecho de ha- sur. Ante la falta de una réplica, Flores berse aliado con Flores). Muy fácilmente amenazó con la invasión a la región, sin Rocafuerte dictaba la pena de muerte. Ter- hacer más concesión alguna: su bluff – minado su período presidencial regresó a porque en realidad no contaba con las Guayaquil como gobernador, prosiguiendo fuerza necesarias para cumplir tal amena- con su inagotable ahínco, hasta cuando za – fue relanzado. A la desastrosa situa- fue desterrado por Flores. ción económica en la que yacía Ecuador Nueva Granada se encontraba en (mientras que Flores hacía sus juegos) vino medio de una guerra civil. El general Pedro a sumarse la peste amarilla (fiebre bubóni- Alcántara Herrán pidió ayuda a su antiguo ca) que azotó Guayaquil. camarada de armas, Flores, para enfrentar- En 1843, viendo concluirse su pe- se en la insurrección de José María Oban- ríodo, Flores hizo preparar la 3ª Constitu- do. Flores trató de sacarle ventaja a la si- ción, con la que pretendía juntar todo el tuación, pidiendo en cambio la anexión al poder en sus manos. Dicha Constitución, Ecuador de la provincia de Pasto o, al me- conocida como la “Carta de la Esclavitud”, nos, del cantón Túquerres hasta el río prescribía que las dos cámaras (compues- Guáitara, en la consideración también de tas por senadores, elegidos cada 12 años, y que en estas zonas subsistía un movimien- diputados, cada 8) se reuniesen solamente to pro–ecuatoriano. Alcántara y el general una vez cada 4 años, para dictar las leyes Tomás Cipriano Mosquera hicieron vagas y para elegir al vicepresidente y, una vez sí promesas, y Flores se prestó a este peligro- y otra no, al presidente; cinco senadores so juego: combatió y aun derrotó a Oban- debían formar una comisión de consejo do, ocupó Pasto, que sin embargo pronto permanente durante las largas vacaciones tuvo que abandonar, en aras de la buena parlamentarias que fueron previstas. LOS REGÍMENES MILITARES: “FLOREANISMO” Y “URBINISMO” / 163

Irónicamente, no fue éste el motivo ba por desconocer cualquier pacto concer- principal que determinó el debilitamiento tado con el general, y la Convención reu- de la posición de Flores, sino el hecho que nida en Cuenca eligió a Roca para la pre- la nueva Constitución consagraba la tole- sidencia, prefiriéndolo a Olmedo. La elec- rancia para con otras religiones, ¡y esto si ción de Roca, hombre de negocios de que era demasiado para ser tolerado por Guayaquil, era el reflejo de la expansión los más conservadores y por el clero! Ade- económica de la Costa, que se había ace- más, aunque Flores fue obviamente elegi- lerado en aquellos años ‘40, debido a la do con una gran mayoría de preferencias, demanda creciente de cascarilla y de cau- se había instaurado un clima de firme opo- cho en el mercado internacional, activán- sición, que se agravó debido al impuesto dose el primer germen de trabajo salariado de 3,40 pesos, exigido a los ciudadanos por parte de los “montubios” (campesinos entre los 22 y los 55 años (excepción he- de la costa, todavía poco numerosos, com- cha de indios y esclavos). A tal agitada si- parados con las grandes masas de indios, tuación, Flores replicó con la represión y que se explotaban sin pudor en las hacien- con restricciones a la libertad de prensa. das de la sierra [CAP.7]). Así, Guayaquil Estallaron varias sublevaciones es- acrecentaba su importancia, como puerto pontáneas por todo el país, que se traduje- y como urbe, acentuándose aquella encen- ron en la insurrección “marcista” (o sea del dida rivalidad con Quito, que perdura has- 6 de marzo de 1845). Fueron necesarios ta la fecha. tres meses para que Flores pudiera dome- En 1846 se produjo el primer inten- ñarla. Perdonó a los prisioneros y, no obs- to del “padre de la patria”, Flores, de una tante ser el vencedor, tuvo la perspicacia expedición militar (fuerte de 3.000 hom- suficiente como para comprender que no bres), organizada en España con el apoyo estaba ya en condiciones de seguir gober- de la reina madre, María Cristina de Bor- nando. Decidió retirarse de la presidencia bón (implicada a menudo en maquinacio- y del ejército, empeñándose en abandonar nes políticas, después de la muerte de su el país por lo menos durante dos años, esposo, Fernando VII, por lo que se le ha- conservando, eso sí, su graduación, hono- bía desposeído del cargo de regente duran- res y rentas, y “aceptando” un obsequio de te la menor edad de Isabel II). El precio que 20.000 pesos por parte del Estado, para exigía María Cristina era el nombramiento, poder gozar de su estancia en Europa. Su como monarca del antiguo Reino de Qui- engorrosa presencia, sin embargo, habría to, de un príncipe de España: precisamen- de sentirse todavía por otros veinte años. te don Juan, el hijo que ella tuvo de sus re- Un gobierno provisional se había laciones con Agustín Fernando Muñoz, du- formado en Guayaquil con los represen- que de Riánsara. Flores habría sido regen- tantes de los tres departamentos tradicio- te hasta la mayoría de edad de don Juan. nales: José Joaquín Olmedo por Quito, Vi- Tres buques fueron adquiridos en Inglate- cente Ramón Roca por Guayaquil y Diego rra, pero el gobierno británico, ante la pro- Noboa por Cuenca. Con la salida de esce- testa de Ecuador y de otros países sudame- na de Flores, la 4ª Constitución comenza- ricanos, no consideró conveniente arries- 164 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA gar sus relaciones comerciales, y secuestró Flores, esta vez desde Chile. No se había a tiempo los barcos. Así se diluyó el pro- producido aún la lectura de la 5ª Constitu- yecto. ción, cuando fue presentada la 6ª, con la que Urbina tomaba el poder directamente: \ \ \ primero, en 1851, con el título de “jefe su- premo”, y luego, en 1852, como “presi- En la época de Roca surgió el movi- dente constitucional” para un cuadrienio. miento llamado “urbinismo”: en su esencia La 6ª fue una excelente Constitu- consistía en la substitución del militarismo ción. Entre otras cosas prescribió – años extranjero del general Flores por un milita- antes que en los Estados Unidos – la com- rismo nacional, de tendencia fuertemente pleta manumisión de los esclavos (con los liberal.3 El general José María Urbina, en el negros libertos, que llamaba “mis canóni- cargo de gobernador de Guayaquil, organi- gos”, Urbina formaría regimientos de in- zó su propia facción con las fuerzas milita- condicionales para su causa) y fue suprimi- res disponibles. En 1849, completado el do el tributo para la población india (ley, período presidencial de Roca, el Congreso en verdad, planteada por Rocafuerte años se encontró dividido entre designar a Die- antes, pero todavía no aplicada). Urbina, go Noboa, sostenido por Urbina, o al ge- además, hizo elaborar el código civil y neral Antonio Elizalde. Después de 105 es- concedió la libertad total de prensa. crutinios, proseguía una situación de pari- Para reducir la deuda interna, en dad, por lo que se decidió dejar interina- 1854 Urbina firmó un tratado con los in- mente como encargado al vicepresidente gleses para una emisión de bonos, que cu- de Roca, el coronel Manuel de Ascásubi. briría con la concesión de 260 mil hectá- Pasaron sólo cuatro meses cuando, en reas de tierras baldías en Esmeraldas, Ca- Cuenca, Elizalde fue proclamado jefe su- ñar y el Oriente, persiguiendo con ello premo y, al mismo tiempo, Urbina mani- también el objetivo de labrar nuevos terre- pulaba en Guayaquil para hacer nombrar a nos. Intentó además alquilar las islas Galá- Noboa. La convención de diciembre de pagos a los Estados Unidos, para utilizar 1850, con la 5ª Constitución, eligió defini- ese dinero en obras públicas; esto, más tivamente a Noboa presidente de la Repú- que todo lo demás, repercutió en menos- blica. cabo de su popularidad. Desde algún tiem- Entre las primeras decisiones del go- po tronaba en el Congreso, con demagógi- bierno de Noboa figuró la de admitir en el cos ataques, Gabriel García Moreno, en territorio de Ecuador a los jesuitas expulsa- principio admirador de las ideas de Urbi- dos de Nueva Granada. Esto casi provocó na, pero convertido en su acérrimo enemi- la intervención armada del país del norte y go desde la expulsión de los jesuitas del – cuestión todavía más grave para Noboa – país. la indignación de Urbina, profundamente Durante su mandato, Urbina había anticatólico, ¡que en seguida hizo encerrar tenido que vérselas con otras dos invasio- en la cárcel a su ex protegido!, acusándolo nes armadas, intentadas por Flores. En también de debilidad frente a los nuevos 1852 atacó por Puná, con cuatro barcos, preparativos de desembarco por parte de LOS REGÍMENES MILITARES: “FLOREANISMO” Y “URBINISMO” / 165 de los que tres eran de su propiedad y uno Moreno acusó al presidente de haber vio- del gobierno chileno, contando con un to- lado la Constitución, no pudiéndose, se- tal de 1.200 mercenarios; luego amenazó gún él, ejercer el cargo fuera de la capital. también bombardear Guayaquil, pero fue Sostenía demagógicamente que el Perú mantenido a raya por el general Francisco “había declarado guerra a Urbina y Robles, Robles. Al año siguiente, Flores preparó no al Ecuador”. Mientras tanto las tropas una nueva expedición, pero el proyecto fa- peruanas, que contaban con 5.000 hom- lló en su concepción. bres, desembarcaron de quince naves en la Entre las últimas medidas tomadas isla Puná. por el gobierno de Urbina, está la organi- En el caos que se produjo, Cuenca zación de las primeras elecciones de Ecua- se proclamó independiente del gobierno dor en sufragio popular directo. Ganó el central; Loja se declaró Distrito Federal, no candidato oficial, el general Robles. El dependiendo más de Cuenca. En Quito se nuevo presidente siguió fundamentalmen- formó un gobierno provisorio de conserva- te la línea política de su predecesor, pero dores, compuesto por García Moreno, Je- tuvo que afrontar dos graves problemas, rónimo Carrión y Pacífico Chiriboga, a los que desde hacía tiempo maduraban. Pri- que se iban añadiendo otros nombres. mero, el conflicto con el Perú, que – no García Moreno partió para el Perú, obstante haber ocupado y estar colonizan- ¡nada menos que en busca de ayuda para do (al igual que hacía Brasil) territorios to- combatir a Urbina y Robles, los “enemigos davía en disputa con el Ecuador – se opo- de la patria”! De regreso a Quito (a manos nía enérgicamente a las “concesiones arbi- vacías), tomó la dirección de la guerra ci- trarias” hechas por Urbina en favor de una vil, con el ejército peruano ya en el territo- no bien definida colonización británica del rio nacional y el de Granada concentrado oriente. Segundo problema, la oposición en la frontera norte. Fue derrotado por Ur- interna guiada por García Moreno, fuerte bina, quien entró a Quito en 1859. El go- del apoyo de las fuerzas clericales y con- bierno conservador se refugió en Ibarra, en servadoras, que dominaban sin oposición donde poco después tuvo que capitular. en el Congreso. Entonces García Moreno se fue de nuevo En 1858, después de unas escara- al Perú, para regresar a bordo de la fragata muzas diplomáticas, el presidente del Pe- “Callao”, huésped del presidente Castilla, rú, mariscal Ramón Castilla, pasó a la ac- y proclamarse, con el apoyo de éste, jefe ción, haciendo que la escuadra naval blo- supremo de Ecuador. quease las costas de Ecuador. García Mo- En noviembre de 1859 las tropas pe- reno, con irresponsable oportunismo, ruanas desembarcaron en Guayaquil y aprovechó la situación, al fin de crear un marcharon hasta Babahoyo. El general vacío alrededor de Robles, quien se encon- Guillermo Franco, comandante militar del tró sin quórum, y el Congreso se deshizo. puerto, se había negado a participar con Robles restableció su gobierno en Riobam- García Moreno en sus turbios negocios in- ba; de ahí pasó a Guayaquil para organizar ternacionales, y ahora se encontraba bajo la defensa ante la invasión peruana. García la fuerza de las armas peruanas, en medio 166 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA de la confusión general. Mientras corrían antiguo enemigo, García Moreno, quien, voces de una marcha del ejercito de Gra- sin rémoras ni pudor, le permitió retornar nada, por el norte, Franco consideró con- al país. veniente tratar con los peruanos, evitando No tuvo dificultad Flores en reorga- así que cumpliesen sus amenazas de ocu- nizar el ejército, avanzar hasta Babahoyo y par todo el litoral y aun las zonas de Loja y luego a Guayaquil, aniquilar a las tropas de Cuenca, en la sierra, lo que muy bien de Franco (quien, herido, logró refugiarse podían hacer en aquel momento. en el Perú) y poner fin a la guerra civil. Con el Tratado firmado en Guaya- García Moreno entró triunfalmente en quil, que por mofa Franco denominó “de Guayaquil y se mostró feroz en su repre- Mapasingue”, se solicitaba un plazo de dos sión contra los partidarios de Franco. No años para elaborar los documentos que pu- era más que una primera, pequeña demos- diesen confutar la Cédula Real de 1802, la tración de su brutalidad y del terror que que acreditaba en parte la invasión perua- sembraría en los años siguientes. na [CAP.5], y sólo al cabo de ese tiempo se El sentimiento nacional, bien ma- procedería a la definitiva demarcación de niobrado con la refutación del “Tratado de las fronteras; provisoriamente se le recono- Mapasingue”, se manifestó con la repulsa cía al Perú la soberanía sobre los territorios de Franco como “traidor”4 y la consecuen- de Quijos y Canelos. En 1863, el mismo te proclamación de García Moreno como Congreso peruano, con cordura hay que “salvador de la patria”. La unidad de la na- reconocerlo, invalidará el “Tratado de Ma- ción fue restablecida, evitándose la siem- pasingue”, por haber sido impuesto con las pre pendiente desmembración departa- armas a un gobierno de facto, que por lo mental – Quito, Guayaquil, Cuenca – y re- demás ejercía el poder en una reducida constituyendo un parlamento con legisla- porción de la República del Ecuador. (De dores que representaban proporcional- aquí, en la práctica, el territorio del país se mente a las siete provincias. redujo a una superficie total de 355.000 ki- En 1861, la Convención presidida lómetros cuadrados; pero tampoco tal si- por Flores presentó la 7ª Constitución, en tuación sería definitiva, quedando pen- la que se declaraba como única religión de diente el conflicto, para volver a estallar en Estado la católica romana. Se creaba un una nueva guerra de allí a 80 años, y lue- Consejo de Presidencia, compuesto por el go en otras más). vicepresidente, los ministros, un represen- Robles, aislado y sin poderes, había tante de las cortes de justicia, un prelado partido para Chile. El gobierno conserva- eclesiástico y un propietario latifundista. dor pudo regresar e instalarse en Quito, pa- Gabriel García Moreno, de 39 años, fue ra emprender la sangrienta guerra civil nombrado presidente constitucional. contra Franco. García Moreno contaba con algunas armas abastecidas por el Perú. Desde el Perú, el general Flores (que pri- mero había ofrecido sus servicios a Franco, pero éste los rechazó) optó por recurrir al EL RÉGIMEN “ULTRA-CONSERVADOR” O “GARCIANISMO” / 167

El régimen “ultra–conservador” o “garcia- da al país de sociedades religiosas aproba- nismo” (1861-75) das por la Iglesia, excluyendo toda secta u organización por ella condenada. Se abo- Flores había basado su poder en las lía la tolerancia religiosa: las escuelas pú- tropas venezolanas y granadinas; Urbina, blicas y privadas, los colegios y las univer- en el militarismo nacional; García Moreno, sidades debían admitir sólo los textos auto- en cambio, debía apoyarse en los poderes rizados por los obispos, y no exclusiva- “espirituales” de la Iglesia y en la “íntima mente en materia religiosa, sino también conciencia personal”. Desde el punto de moral. vista práctico, el “garcianismo” ha sido García Moreno no titubeó en aplicar una exitosa síntesis de las instancias de las todo su rigor contra aquella parte del clero oligarquías (los agrarios de la Sierra y los considerada disoluta, encarcelando sacer- agro–exportadores de la Costa). En efecto, dotes o desterrándoles al oriente. Consoli- si bien por un lado la conducción ideoló- dado su poder conservador–clerical, se de- gica y política del Estado siguió siendo dicó a debilitar el ejército en sus antiguas agraria, y el conservadorismo clerical se raíces “caudillistas” y “urbinistas”; a depu- institucionalizó de la manera más vigorosa rar la administración, reduciendo el apara- y completa, por el otro fue reconocida en to burocrático, a crear un sistema racional lo económico la hegemonía de los coste- de represión. Al mismo tiempo inició va- ños, tomándose aun medidas para aliviar rias obras públicas, como el camino para las barreras que, hasta entonces, habían unir Guayaquil con Quito, como base pa- impedido la movilidad de mercaderías en- ra una red más vasta que mejorara los in- tre las plantaciones y el puerto. tercambios. Asesorado por los jesuitas, la prime- Por dos veces tuvo que contender, ra preocupación de García Moreno fue la en 1862, el intento del general Urbina de de organizar el clero y mantenerlo bajo es- derrocarlo. Además, se lanzó en otra de tricto control, para conformar una nación sus irreflexivas aventuras internacionales, teocrática que permitiera llevar a cabo una esta vez contra Granada. La Confederación verdadera reforma moral reaccionaria. De- del norte, ya desde 1858, se encontraba en cidió eliminar el “patronato real” (o sea el el desbarajuste, y en 1860 había sufrido nombramiento de los prelados por parte una sangrienta guerra civil, política y reli- del jefe de Estado, según costumbre here- giosa. García Moreno creyó llegado el mo- dada de época colonial), con el doble ob- mento de realizar el viejo sueño de Flores jetivo de mejorar las relaciones con el Va- de anexionar el Cauca. Aprovechando de ticano y tener un mayor margen de manio- un banal incidente fronterizo, marchó im- bra en la gestión personal del país; hizo prudentemente con 2.000 hombres, mal llegar sacerdotes europeos (pero no hispa- preparados y peor armados: al general gra- nos), a fin de corregir los “vicios” transmi- nadino Jacinto Córdova le bastaron dos ho- tidos al clero nacional. Celebró un Concor- ras para derrotarlos. Mas, a su retorno a dato con el papa Pío IX en septiembre de Quito, el Presidente decidió simplemente 1862, en base al cual se permitía la entra- ignorar el Tratado que se vio obligado a fir- 168 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA mar en Tulcán, bajo la humillación a la que llegó a extremos inimaginables para que fue sometido, según se cuenta, de ha- entonces. La oposición había crecido. Ur- ber tenido que entregar su espada ¡al coci- bina hizo su tercer intento de toma del po- nero del regimiento granadino! der, desembarcando, junto con Robles, En 1863 la guerra civil proseguía en cerca de Machala. Al mismo tiempo Eloy Granada, y García Moreno quiso tratar con Alfaro, de 22 años (que en adelante habría la República de Venezuela, para hacer de desempeñar el carácter de protagonista causa común contra los granadinos. En sus en la historia de Ecuador durante casi me- tortuosos proyectos pretendió nada menos dio siglo), dirigía la insurrección en su pro- que ¡obtener un préstamo del Perú para su vincia nativa de Manabí. Flores, gravemen- guerra contra Granada! De ahí pasó a las te postrado con uremia, tuvo que dejar su amenazas y a pedir indemnizaciones por lecho, por perentoria orden del Presidente, los saqueos que el general Julio Arboleda para ir a combatir contra Urbina: logró in- había perpetrado en Tulcán durante las dis- cluso derrotarlo, mas para morir de su mal, cusiones para el Tratado de paz; al mismo poco después, en la isla Puná. Fracasó tiempo instigaba a la secesión de Pasto. Al también la insurrección de Alfaro, quien fin, seis o siete mil soldados ecuatorianos, pudo huir; pero cinco de sus hombres fue- esta vez bajo el experto mando del general ron capturados y fusilados. La represión Juan José Flores, atravesaron la frontera. El que siguió en Guayaquil contra los cómpli- general Tomás Cipriano Mosquera atrajo a ces, reales o presuntos, de Urbina y de Al- la caballería (táctica en la que Flores era faro, llegó a niveles tales de crueldad, que considerado maestro), aguardándola en un sumió a la población en el terror. terreno pantanoso, donde quedó inmovili- Urbina, en 1865, hizo su cuarto in- zada. La batalla de Cuaspud vio el triunfo tento: llegó con tres buques y otras embar- de Mosquera y, con el “Tratado de Pinsa- caciones menores a la zona de Jambelí. La quí”, fueron confirmados aquellos límites batalla naval, esta vez, la dirigió personal- territoriales que el mismo Mosquera había mente García Moreno, que derrotó a Urbi- firmado unos treinta años antes. na. Éste pudo huir, pero muchos fueron los En aquellos primeros años ‘60, a las prisioneros, y García Moreno les iba ha- guerras civiles que ensangrentaban mu- ciendo fusilar por el camino, para infundir chas repúblicas ex colonias españolas, vi- espanto. De retorno a Quito, ordenó una nieron a sumarse las intervenciones arma- misa solemne de acción de gracias por el das de potencias europeas (Francia5 contra éxito de Jambelí; al delegado apostólico, México; España6 contra Perú y Chile), monseñor Tavani, que se rehusó a oficiar, aprovechando también que los Estados le fue prohibido poner más pie en la cate- Unidos se debatían por su cuenta en la dral. “Guerra de Secesión”. Con acciones de este tipo se conclu- El período que va desde mediados yeron los cuatro años “constitucionales” de 1864 hasta mediados de 1865 es cono- de García Moreno, para dejar el poder al cido en Ecuador como el “año terrible”, candidato por él mismo seleccionado, Je- por la furia represiva de García Moreno, rónimo Carrión (uno de los del gobierno EL RÉGIMEN “ULTRA-CONSERVADOR” O “GARCIANISMO” / 169 provisorio conservador de 1859), elegido presidencial fue llevado de 4 a 6 años, con sin dificultades, dadas las persecuciones a posibilidades de reelección por segunda y, los liberales y, no bastando ello, los más saltando un período, tercera vez. Era la descarados fraudes electorales. centralización absoluta del poder, con las Después de sólo dos meses de man- más amplias facultades atribuidas al ejecu- dato, el comandante militar de Quito, Julio tivo; con las libertades individuales de Sáenz, comunicó al “presidente” (algo hu- pensamiento, oral o escrito, restringidas al bo que no debió gustar a García Moreno) límite; con los ciudadanos obligados a pro- el siguiente mensaje: “Manda a decirle el fesar la religión católica y, entre otras co- señor García Moreno que renuncie usted sas, a contraer matrimonio a una determi- inmediatamente”. Después de un breve nada edad (las relaciones extra matrimo- período de presidencia interina de Pedro niales eran, obviamente, castigadas severa- José de Arteta, fue elegido un nuevo esco- mente). gido por García Moreno: Javier Espinosa. La mole de trabajo frenéticamente Durante su mandato lo único ocurrido dig- realizada por García Moreno en su segun- no de reseña fue el gravísimo terremoto de da administración es considerable: resta- Ibarra de 1868, que destruyó ésta y otras bleció la Escuela Militar (creada por Roca- ciudades, dejando 20 mil muertos. García fuerte cuando trataba, en vano, de contras- Moreno dirigió personalmente los trabajos tar a Flores para suprimir el “caudillismo”); de reconstrucción. fundó escuelas y colegios, la mayor parte En 1868 se verificaron agitaciones religiosos, con algunos femeninos (en por todo el país, en previsión de las elec- 1867 los estudiantes de Ecuador fueron ciones que se debían convocar el año si- menos de 14 mil, para pasar en 1873 a 22 guiente. La candidatura liberal de Francis- mil y en 1875 a 32 mil); se preocupó de la co Javier Aguirre, lanzada por Guayaquil, alfabetización, prometiendo que, para parecía tomar pie, por lo que García More- 1882, quienquiera que supiese leer y escri- no, que en un primer momento había de- bir, habría sido exonerado del trabajo clinado tomar parte personalmente en la “subsidiario” (aquella ignominiosa labor contienda, decidió presentarse como can- obligatoria a la que debían someterse, du- didato conservador. Y en la conjetura, aun- rante ciertos períodos, y sin remuneración que remota, de perder las elecciones, ser- alguna, las clases más pobres) creó tam- vido por su fiel general Sáenz (aquél que bién escuelas para la educación (mejor se- fue a pedirle la renuncia a Carrión), en ría decir: para la evangelización) de los in- enero de 1869 García Moreno proclamó la dios; se ocupó de las misiones religiosas y dictadura. colonizadoras en el oriente. Siguió lo acostumbrado: nueva Con- No es todo. Organizó la “Biblioteca vención y – en base a una nueva Constitu- Nacional” (otra de las tantas obras empe- ción, la 8ª, conocida luego como la “Carta zadas por Rocafuerte y dejadas en el olvi- Negra”, cuyos términos fueron sometidos do), el “Observatorio Astronómico y Me- al beneplácito del Vaticano – nombra- teorológico”, el “Conservatorio de Músi- miento formal del presidente.7 El período ca”. Simplificó mucho la administración 170 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA burocrática y perfeccionó el sistema de im- lidad y no aptas en el sistema estereotipa- puestos y tributos. Incrementó la construc- do de los “blancos”). ción de caminos, avió la línea del Ferroca- García Moreno no dejaba siquiera rril Guayaquil–Quito y completó el telé- de inmiscuirse en la política de otros paí- grafo entre las mismas ciudades. Creó ins- ses: después de la “breccia di Porta Pia”, tituciones para huérfanos, hospitales y ce- en Roma, que acabó con el poder tempo- menterios en varias ciudades; construyó el ral del Papado, el presidente de Ecuador panóptico de Quito, cuyas paredes hizo elevó formal protesta contra la unidad ita- pintar de negro, para que los prisioneros liana, pronosticando al rey Víctor Manuel jamás viesen el claror, en un régimen de II “el fuego vengador de las revoluciones castigos que iban desde la ducha fría, en sangrientas”. las heladas madrugadas quiteñas, hasta los En Ecuador, al terror popular y a las azotes y los cepos. El penal, como lóbrego represiones individuales, vino a sumarse emblema, conserva el nombre de su funda- en 1874 la grave crisis económica, que se dor. produjo por la excesiva emisión de papel Encontraba también tiempo, García moneda, necesaria para satisfacer los prés- Moreno, para reprimir personalmente las tamos recibidos por el Gobierno para la continuas sublevaciones, ya a la orden del construcción de obras públicas. Con la día, como la de Cuenca de 1870; o como multiplicación de los mismos, había creci- la que, en el mismo año, acaudilló el gene- do desmesuradamente la deuda exterior; ral José de Veintimilla en Guayaquil, que se había producido la fuga de moneda me- se concluyó fortuitamente con la muerte tálica, haciendo disminuir el valor del pe- del general, alcanzado por una bala vagan- so (divisa aún empleada en esa época para te mientras estaba en un balcón. En 1871 los intercambios). Por medio de eficaces se produjo en la sierra una sublevación de medidas inflacionistas aplicadas por el los indios, dirigida por Fernando Daquile- banquero Eduardo Arosemena, la situación ma, la que pronto se convirtió en una ver- económica pudo ser restablecida hasta dadera insurrección de campesinos contra cierto punto en 1875, año en que llegaba a el régimen político de los “gamonales” y término el período presidencial de seis del clero; como podía pronosticarse, termi- años. nó en masacre, con la sangre de miles de García Moreno quiso proponer de personas, pues García Moreno aplicó con- nuevo su candidatura, declarando que tra ellos toda su furia y rigor. (Cabe notar, “aceptaba el veredicto del pueblo, reflejo repitiéndolo hasta el cansancio, que ésta y de la voluntad de Dios”. Los periodistas Fe- otras rebeliones puramente indias, en derico Proaño y Miguel Valverde, por ha- Ecuador como en otros países, han sido sis- ber criticado su probable reelección, ter- temáticamente ignoradas por los historia- minaron en la cárcel y luego proscritos en dores burgueses, siempre interdictos cuan- la selva oriental. Después de caminar 76 do se ha tratado de analizar las revueltas días, llegaron al Perú en penosas condicio- “no ortodoxas”, no previstas en su menta- nes. Aún el conservador José Rafael Aríza- ga – que se pronunció en pro de la candi- LA FASE TRANSITORIA ENTRE CONSERVADORISMO Y LIBERALISMO / 171 datura del liberal – fue en- Así, mientras subía las gradas del carcelado y desterrado. El escritor y poeta palacio presidencial, en la Plaza Mayor de Juan Montalvo, desde Ipiales, en Colombia Quito, García Moreno fue alcanzado por (así se llamaba ya, oficialmente, la Repú- el machete de Rayo y los disparos de los blica del norte), tronaba contra el tirano. tres jóvenes, en tanto que otros conjurados Fue precisamente con la guía ideo- inmovilizaban al edecán Pallares: Todo lógica de Montalvo (“¡Mi pluma lo mató!”, ocurrió casi en medio de los empleados de escribiría más tarde), que un grupo de jó- la Administración Pública y ante la indife- venes preparó esta última conjuración – rencia del público. Del cuartel cercano, después una larga serie de intentos fallidos, cuyo comandante Francisco Sánchez se en el lapso de quince años, por parte de había comprometido a dar armas para la idealistas, militares, altos funcionarios o insurrección, salieron en su lugar unos aun sacerdotes – para asesinar a García guardias, que alcanzaron a Rayo blandien- Moreno, quien ahora había ganado las do aún su machete, y lo mataron (Cornejo elecciones con amplia mayoría de votos, y será fusilado, junto con otros que nada te- estaba por transmitir a sí mismo el mando nían que ver en el asunto; Moncayo se des- el 10 de agosto de 1875. vanecerá en los recuerdos; quedó Andrade Pero el 6 de agosto la historia cam- para documentar estos hechos en un libro). bió su destino. Un grupo de estudiantes y Con 18 heridas graves, García Moreno fue recién graduados, en Quito, había seguido llevado a la Catedral, en donde murió. al pie de la letra los consejos dados por Allí mismo, tres días más tarde, em- Montalvo en un opúsculo que circulaba balsamado el cadáver y revestido con las clandestinamente. Entre ellos constaba el insignias del mando, con todo y banda de “ajusticiar a Gabriel García Moreno a presidencial, hecho sentar como muñeco mediodía y en la plaza pública”. Tres de en el sillón presidencial, el difunto mismo los conjurados, los que jamás habían ma- “presidirá” sus funerales ... nejado un arma, resolvieron jugarse la vi- El “garcianismo” sin García Moreno da. Sus nombres: Manuel Cornejo Astorga, no era ya posible mas debía transcurrir una Roberto Andrade y Abelardo Moncayo (sa- época de transición, en la que se habría ra- lido éste de la Compañía, en la que lo ha- dicalizado la lucha entre conservadores y bían enrolado los jesuitas). Se les sumaba liberales, hasta el triunfo de éstos, veinte un capitán granadino, Faustino Lemus Ra- años después. yo (llegado en 1859 con un ejército merce- nario de “pastusos”, reclutado por el “Go- La fase transitoria entre conservadorismo bierno Provisorio” para su guerra contra y liberalismo (1875-95) Robles, y utilizado luego contra Franco). Por largo tiempo hombre de confianza de El 13 de agosto, el Congreso procla- García Moreno, Rayo se sentía agraviado mó legalmente elegido a Gabriel García por “causas personales”: tal vez, se dice, Moreno, difunto, para declarar vacante la una relación amorosa de su esposa con el presidencia de la República y dejar como Presidente. encargado a Francisco Javier León, quien 172 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA en seguida decretó la ley marcial. Por ha- Pronto éste se enfermó, y la coman- ber ordenado el fusilamiento de unos dancia pasó al general Ignacio de Veintimi- cuantos presuntos cómplices en el com- lla (hermano de ese otro general, se dijo, plot, de los que luego se pudo constatar su que en 1870 murió por una bala vagante), no participación, León fue pronto destitui- y él no desperdició tiempo para preparar do bajo la presión popular. Durante un su propia insurrección, reforzando la pla- cierto tiempo nadie conseguía siquiera ins- za. En septiembre del mismo año, decla- talarse en el poder, por el veto de una u rando derrocada la presidencia, se autono- otra facción; luego, encargado Francisco minó dictador, con el pomposo título de Javier Salazar, un nuevo motín lo botó y “Jefe Supremo y Capitán de los Ejércitos de fue reemplazado por su hermano, el gene- la República”. Estaba apoyado por Urbina, ral Luis Antonio Salazar, también pronta- y esto era importante. Se produjeron dos mente descartado. Siguieron otros nom- combates decisivos contra el Gobierno: el bres, en una justa ridícula, hasta llegar a de Loma de los Molinos, dirigido personal- las elecciones, convocadas para octubre mente por Veintimilla, y el de Galte, con la de ese mismo 1875. extraña convergencia de generales: Urbina Entre los pocos posibles candidatos, (asistido por Alfaro, ahora ya coronel) y el quedaron: Antonio Borrero Cortázar (aquel irremovible Julio Sáenz. Fue precisamente católico–liberal que intentó contender la Urbina quien, llegando a Quito, hizo pro- presidencia a García Moreno); Antonio clamar a Veintimilla jefe supremo. Flores Jijón, hijo del “padre de la patria” y En 1877 Veintimilla reforzó su posi- conservador moderado, de los que se auto- ción personal, política y económica, que definían “progresistas”, y el “constitucio- en los años siguientes le llevarían a poseer nalista” Julio Sáenz, que fue fidelísimo al plantaciones de cacao, entre otras fuentes presidente fallecido. Apoyado por Juan de renta. Para llevar a cabo sus planes no Montalvo, Alfaro y los liberales todos, Bo- reparaba en medios, como cuando hizo rrero ganó con un buen margen de votos, envenenar al arzobispo de Quito, monse- para instalarse en el cargo en diciembre. ñor José Ignacio Checa y Barba, que en al- Borrero era hombre de alguna cultu- gún modo le obstaculizaba. En aquel año ra, pero desprovisto políticamente. Obse- se produjo la erupción del Cotopaxi, que sionado “por el respeto de la Ley por la llenó de cenizas Latacunga, Quito y otras que había jurado”, pretendía, nada menos, ciudades, difundiendo el pavor entre miles que se respetase la Constitución heredada: de familias, que abandonaron sus casas, y ¡la “Carta Negra”! Enemistándose con los agravando la ya de por sí precaria condi- que le ayudaron, ya en mayo de 1876 hu- ción económica de la población. bo un primer intento de derrocarlo, dirigi- La Convención de comienzos de do por Nicolás Infante, Miguel Valverde y 1878 dictó la 9ª Constitución, nombró a ; pero que fue desbaratado por Veintimilla presidente y donó 50.000 pe- el comandante de Guayaquil, el coronel sos al general Urbina en pago de los servi- Teodoro Gómez de la Torre. cios prestados a la Patria. La Constitución tenía una fisonomía liberal, y el “urbinis- LA FASE TRANSITORIA ENTRE CONSERVADORISMO Y LIBERALISMO / 173 mo” pudo ser reinstalado, mas por muy po- punto, en Ecuador, se había producido ya co tiempo, porque Veintimilla no se ocupó un salto cualitativo: de la economía semi- mínimamente en dar apariencia de legali- feudal agrícola de la sierra, para simple dad a su Gobierno. Pronto adoptó métodos consumo interno, a la economía paleoca- descubiertamente dictatoriales, y acabó pitalista de exportación de la costa. Este por ganarse la enemistad del mismo Urbi- proceso, aviado ya en 1845 durante el go- na, de Alfaro, de Montalvo y de los libera- bierno de Roca, entraba ahora en una fase les en general. Alfaro se puso inmediata- muy activa. mente a conspirar, mas pronto fue a parar Entre sus consecuencias, llevaba la a la cárcel; liberado, regresó a Panamá, pa- población de indios andinos a una miseria ra reanudar sus actividades comerciales, aún más profunda – de ser ello posible – que a menudo descuidaba para participar que en el pasado. Comienza, en la época en la lucha política. En 1880 desembarcó de Veintimilla, la aceleración de aquel mo- en Esmeraldas con una nueva expedición, vimiento migratorio de serranos hacia la la que se concluyó en un fracaso más. Costa, que ha proseguido hasta nuestros En los asuntos internacionales Vein- días [CAP.7]. Además se reanudó, y con ma- timilla supo comportarse con prudencia. yor intensidad, la lucha entre las clases do- Resistió inclusive a una tentadora propues- minantes de las dos regiones, encubrién- ta de Chile para intervenir como aliado dola al principio con sutiles disquisiciones contra Bolivia y Perú, en la que los histo- filosófico–religiosas, que debían abocar en riadores han llamado “Guerra del Pacífico” el choque directo: estaba madurando la re- (1879-81), para recuperar los territorios del volución liberal. oriente que Ecuador reivindicaba. Pero, Concluido el período presidencial ¿qué necesidad había de correr riesgos, en 1882, Veintimilla se proclamó dictador. cuando el país pasaba por un momento Alfaro organizó entonces una nueva expe- económico y fiscal favorable, raro en su dición, también ésta a Esmeraldas; derrota- historia? No obstante los ilimitados derro- do una vez más, logró fugarse por la selva. ches, quedaba un considerable superávit Por otro lado, la arrogancia de Veintimilla en el Tesoro. Tal coyuntura positiva se ex- indignaba a liberales y conservadores, re- plica con el hecho que se estaba entrando sentidos estos últimos, además, porque el en la época del apogeo del cacao: el todo- presidente había anulado el Concordato poderoso capitalismo internacional le ha- con el Vaticano. Montalvo, quien escribió bía asignado al Ecuador dicho monoculti- sus Catilinarias, un libro lleno de injurias vo. contra el tirano, fue descubierto en la ciu- Como sea, gracias a la “Guerra del dad de Ambato; pero el literato pudo esca- Pacífico”, las exportaciones no sólo de ca- bullirse, para regresar a su destierro en Co- cao sino de otros productos de la costa – lombia. café, tagua, condurango, copra, cascarilla, Una nueva empresa de Alfaro en lana de ceibo – aumentaron considerable- 1883 encontró un clima más favorable: de mente (de 3,37 millones de sucres en 1878 Esmeraldas pudo marchar triunfalmente se pasó a 8,68 millones en 1879). A este por el litoral, y se autonominó jefe supre- 174 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA mo de Esmeraldas y Manabí. Al mismo golla”. Los liberales fueron nuevamente tiempo, en Quito, se formaba un “pentavi- perseguidos con furor y se amordazó a la rato” (con Pablo Herrera, Luis Cordero, Pe- prensa. La gente puso a Caamaño el apodo dro Lizarzaburu, Rafael Pérez Pareja y el de “Treintamillas”, porque había superado coronel Agustín Guerrero), mientras que en bribonería a su predecesor Veintimilla. en Guayaquil nacía el gobierno provisorio A fines de 1884 Alfaro intentó una de Pedro Carbo. En tal embrollada situa- enésima insurrección en Manabí, siendo ción, Veintimilla tuvo que reorganizar la apoyado por Montalvo con sus escritos. defensa en varios puntos de la República Protagonista de una desesperada batalla (entre los personajes de este episodio se naval cerca de Jaramijó, y viéndose derro- distinguió una sobrina suya, Marietta de tado una vez más, Alfaro decidió acabar de Veintimilla, dicha “la Niña” o “la Genera- una vez con todo: incendió su barco, para lita” y que dirigió personalmente algunos lanzarlo contra el del gobierno, y las dos choques armados). Al fin, el ejército de Al- naves se hundieron en llamas. Alfaro, que faro, llegado de Manabí, y el ejército “res- ni siquiera sabía nadar, fue encontrado en taurador”, proveniente de Quito al mando la playa, moribundo, por sus partidarios. del general conservador José María Sarasti, Las fuerzas liberales, que se habían convergieron en Guayaquil, donde se pre- rebelado en Guayas, así como en el norte, sumía poder encontrar a Veintimilla; mas centro y sur de la Sierra, fueron todas ani- éste, substrayendo 200.000 pesos del Ban- quiladas, y sus principales jefes elimina- co de Ecuador, había huido ya en un bu- dos. Mientras tanto, Alfaro, gracias a los que de guerra. auxilios recibidos, atravesó la selva y re- Alfaro, aun habiendo obtenido esta gresó a su cuartel general de Panamá, ... vez un triunfo, fue embaucado (“como un ¡para preparar una nueva empresa! No recluta”, reconoció luego) por los conser- obstante los veinte años de continuos fra- vadores de Quito, que le convencieron a casos, Eloy Alfaro estaba convirtiéndose en que licenciara a sus hombres, terminando un símbolo. Los agentes de Caamaño lo se- seguidamente sin fuerza de decisión algu- guían por todas partes, para darle muerte: na. En los círculos de los “gamonales” se en Panamá se libró por poco de ser enve- reían de él, motejándolo como “el general nenado, siéndolo en cambio, en Guatema- de las derrotas”. la, su hermano Marcos. La Convención Nacional, produ- No bastando preocuparse por la ciendo una 10ª Constitución, eligió presi- suerte de la Patria, era disponible a la cau- dente a José María Plácido Caamaño y sa liberal en cualquier lugar donde fuere Cornejo (dicho más escuetamente: Plácido menester: en los negociados de paz entre Caamaño), antiguo secuaz de García Mo- Guatemala y Honduras; en Panamá, ofre- reno y que trató por todos los medios de ciéndose para combatir contra los marines emular a su maestro, intentando restaurar estadounidenses en 1885; entrando en ne- aquella época “encantadora”. Caamaño gociaciones con los liberales venezolanos, gobernaba asistido por un círculo restringi- para discutir sobre la reconstitución de la do de privilegiados, conocido como “la Ar- Gran Colombia. En Lima logró eludir otro LA FASE TRANSITORIA ENTRE CONSERVADORISMO Y LIBERALISMO / 175 atentado contra su vida, cuando preparaba ros de oro de Cachaví, Playa de Oro y Um- una nueva insurrección. bi, todos ubicados en la provincia de Es- En 1888 Plácido Caamaño comple- meraldas. tó su mandato y – después del encargo de Con el término del período de Flores dos semanas conferido al vicepresidente Jijón, en 1892, subió al poder, es un decir, Pedro José Cevallos – fue sucedido por su Luis Cordero (uno de los del “pentavirato” cuñado Antonio Flores Jijón (el ya mencio- de 1883), poeta y hombre de cultura nado hijo del primer jefe supremo de la [CAP.7], pero débil de carácter e inadecua- República). El nuevo presidente represen- do políticamente. Plácido Caamaño se hi- taba aquel movimiento neo–conservador, zo nombrar gobernador del Guayas (lo que menos fanático y menos clerical, llamado por norma equivalía a una segunda presi- “progresismo” (en cuya fórmula se habían dencia, y en este caso a la presidencia apoyado muchos para elegir a Borrero en efectiva). Sin pudor alguno, Caamaño 1875). Flores Jijón fue llamado “el Pacifi- nombró a su propio hermano Rafael inten- cador”, porque durante sus cuatro años de dente de policía y a su cuñado Reynaldo presidencia hubo una paz relativa. Trató Flores Jijón (otro hijo del “padre de la pa- incluso de ofrecerle a Alfaro el cargo de tria”) comandante militar del puerto, asu- ministro plenipotenciario en Lima, donde miendo así todo el poder de la plaza de entonces se encontraba, pero el general re- Guayaquil. husó cualquier acuerdo. Mientras tanto la fama de Alfaro se En 1890 Flores Jijón trató de solu- había extendido por muchos países ameri- cionar la vieja cuestión limítrofe con el Pe- canos: en lo recibieron como a un rú. En espera del laudum del rey de Espa- héroe y le fueron entregados 200.000 pe- ña, al que se había sometido la cuestión sos para que prosiguiera su campaña por el tres años atrás con el “Tratado Herrera- liberalismo; en Nicaragua, el presidente Jo- García”, celebrado entre los dos países, sé Santos Zelaya, defensor del país contra Ecuador renunciaba a los cursos inferiores la intromisión estadounidense, le confirmó de los ríos Morona y Pastaza, y el Perú se el título de general de división del ejército comprometía a no insistir en sus máximas nicaragüense, poniendo a su disposición aspiraciones, o sea las de obtener todo el un buque. Mas, por una rebelión que esta- Oriente. El Gobierno colombiano intentó lló entonces en Colombia, tuvo que entre- que Perú no ratificara el Tratado, deseando gar el dinero y el buque en pro de la cau- arreglar primero su propia situación de lin- sa general. En esos días él firmó el “Trata- deros. do de los Cuatro” (o sea de los liberales de Como hombre fuerte del régimen, Nicaragua, Venezuela, Colombia y Ecua- (sin embargo), quedó aún Plácido Caama- dor). En base al ideal de Morazán,8 Alfaro ño, que avocó para sí las cuestiones que se aplicó en ayudar al restablecimiento de verdaderamente le interesaban. Gracias a la unión federal de Centroamérica. En él algunas firmas norteamericanas penetra- 1894 se entrevistó en Costa Rica con el cu- ron con 13 millones de dólares en la ex- bano Antonio Maceo: a éste, y por su me- plotación arbitraria de las minas y lavade- dio a José Martí, ofreció un plan para libe- 176 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA rar a Cuba del poder español, plan que en das las tropas del “caudillo” Alfaro). Así, verdad Martí encontró no muy práctico, ar- también, aparecieron los primeros grupos guyendo además que la presencia de Alfa- de subproletarios en las actividades por- ro era más necesaria para la causa del tuarias de Guayaquil. Ecuador. El 4 de junio fueron asaltados los Caamaño, por entonces, había sido cuarteles, y el 5 se proclamó a Alfaro jefe implicado en maquinaciones internaciona- supremo de la República. El 18 llegó al les. Chile, que había declarado su neutrali- país el “Viejo Luchador”, y puso en vigen- dad en la guerra chino–japonesa, trató por cia la Constitución de 1878 (la 9ª, que todos los medios de venderle al Japón el Veintimilla jamás aplicó). Alfaro organizó crucero “Esmeralda”, al que hizo partir – rápidamente un ejército contra los conser- con el permiso de Caamaño, a cambio de vadores, que se habían reforzado, y no só- una compensación en dinero – desplegan- lo en la Sierra. En Manabí el obispo Pedro do la bandera ecuatoriana. Además, fueron Schumacher, con apocalípticas palabras descubiertos los deshonestos negocios de contra la llegada del “anticristo”, se puso los parientes de Caamaño con la casa co- en marcha a la cabeza de un pequeño ejér- mercial “Flint” de New York. Cordero, en cito. El clero hizo lo que pudo para atemo- su ingenuidad, había firmado todo. rizar a la población con el argumento de En los primeros meses de 1895, al los liberales “ateos” y “come–niños”. No grito de “Viva Alfaro”, se sublevó Guaya- obstante esta ardua resistencia reacciona- quil. En Quito el pueblo, aunado en proxi- ria (la que jamás cesaría), en pocos meses midad del palacio presidencial para pro- Alfaro logró controlar, momentáneamente, testar contra la política internacional del la situación general. gobierno, fue ametrallado. En abril Corde- ro renunció y Plácido Caamaño huyó del El régimen “libero–radical” de Alfaro y el país. Asumió el encargo el vicepresidente “banquismo” (1895-1925) ; pero ya la revolu- ción “alfarista” era incontenible. Quito en 1895, con casi 90 mil ha- Por el desarrollo desigual de los sis- bitantes, era una típica ciudad de la colo- temas de producción de la Costa y de la nia española, por sus blancas casas fabri- Sierra, en el país se había quebrado el cadas de adobe, con grandes portones y equilibrio social. La Costa contaba ya con balcones salientes; por sus calles estrechas su “capitalismo”, pues existía una burgue- y torcidas; por sus iglesias y palacios domi- sía integrada por propietarios de plantacio- nantes y estratégicamente diseminados. nes, grandes comerciantes y banqueros, Faltaba una canalización de agua potable, además de un núcleo de pequeños burgue- que era recogida en las fuentes públicas y, ses entre los comerciantes medios. Con- para el aseo – aparte los privilegiados que temporáneamente, los campesinos asala- podían bañarse en tinas – había que espe- riados adquirían una propia fisonomía de rar aquellas tardes en las que la lluvia sue- proletariado (precisamente de estos cam- le caer violenta y copiosa. Faltaban tam- pesinos, los “montubios”, estaban forma- bién las cloacas: los excrementos humanos EL RÉGIMEN “LIBERO-RADICAL” DE ALFARO Y EL “BANQUISMO” / 177 se recogían descargando las bacinillas en na Paredes y Flores que “salvó” a Riobam- grandes hoyos abiertos en el terreno, cu- ba de la peste en el siglo 17 [CAP.4]), y es- biertos por una tabla, que personal de em- to aun contra la voluntad de muchos rígi- presas privadas vaciaba periódicamente; dos liberales. las basuras se amontonaban en las calles. En tal situación de reestructuración La iluminación en las casas se efectuaba material e ideológica del país, la lucha ar- con velas y el alumbrado público consistía mada contra la reacción continuaba. En en faroles con voluminosas y sucias esper- varios puntos de la República estallaban mas de sebo, más una que otra lámpara de focos de rebelión; de su parte el clero no nafta. Al hedor de la ciudad se añadía la transigía, empleando cada medio a su dis- falta de jardines y de árboles, si se exclu- posición – sobre todo el púlpito – para rea- yen aquellos contados eucaliptos que Gar- lizar una vasta cruzada contra los revolu- cía Moreno hizo plantar en el parque de La cionarios, sirviéndose del fanatismo infuso Alameda. La mortalidad infantil era muy en el pueblo. En mayo de 1896 los conser- elevada. (Este bosquejo de Quito, con sus vadores ecuatorianos que se encontraban rasgos todavía coloniales, puede muy bien en Colombia, apoyados por sus correligio- ser aplicado a otras ciudades ecuatorianas, narios de aquel país y por el mismo gobier- y latinoamericanas de la época, teniendo no conservador (guiado entonces por los en cuenta las diferencias de tamaño, de sucesores del “renegado” Rafael Núñez), importancia económica y política, de ubi- con un acto de fuerza cruzaron la frontera, cación geográfica). pero fueron derrotados. En julio estalló, en El 4 de septiembre Alfaro entró la Sierra, otra rebelión y, tras llevar a efec- triunfalmente en la capital. Comenzó en to una marcha, los conservadores ocupa- seguida la obra de modernización de Qui- ron Cuenca; sólo después de combates en- to, con el abastecimiento de agua, la insta- carnizados la situación volvió, por el mo- lación de cloacas y el alumbrado eléctrico; mento, a la normalidad. con la construcción de enormes tanques Alfaro no descuidaba los compromi- para la reserva hídrica; con la aplicación sos internacionales. Hacia fines de 1895 de cada medida tendiente a la higiene pú- un emisario cubano había pedido apoyo a blica y privada. Se abrió el primer merca- los liberales ecuatorianos para la emanci- do de productos alimenticios, se instaló el pación de Cuba, que seguía siendo colonia primer tranvía y, entre muchas cosas más, española. Fue enviada una expedición en- se proyectó un primer plano de urbaniza- cabezada por León Valles Franco; pero la ción. República de Colombia impidió el paso de En su acción política Alfaro buscó la las tropas ecuatorianas por el istmo de Pa- reconciliación con todos, incluso con el namá. Alfaro entonces, con un toque de Vaticano. Envió un comunicado a León XIII romanticismo, escribió a la viuda de Alfon- para restablecer una relación de respeto y so XII, María Cristina de Habsburgo, regen- armonía entre los dos Estados; hizo aviar te de la Corona española, pidiéndole que las formalidades para la canonización de hiciera justicia con las aspiraciones de in- la beata Mariana de Jesús9 (aquella Maria- dependencia de las últimas colonias. 178 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA

Poco después, Alfaro invitó a las tándose a querer tratar, exclusivamente, la cancillerías de todos los países americanos cuestión religiosa. a reunirse en México, por agosto de 1896, La nueva Constitución, la 11ª, resul- para emitir una declaración general instan- taba ambigua. Aunque indudablemente se do por la libertad de Cuba. Pero la partici- reformaron muchas disposiciones reaccio- pación se redujo únicamente a las cinco narias de época “garcianista” que descara- repúblicas centroamericanas (Panamá no damente favorecían al clero, también esta existía aún), además de México y Ecuador. vez, ya con el primer artículo, se confirma- El Congreso fracasó, así como había fraca- ba que la religión oficial de la República sado aquél que solicitara Simón Bolívar en era la católica, excluyendo a cualquier 1826 [CAP.5], en aras de la unión hispano- otro culto. La deseada transformación libe- americana. En la política de Alfaro era ral no se había realizado (había que espe- constante el afán de buscar cualquier posi- rar hasta 1906, con la segunda y más radi- bilidad de colaboración, cuando no de real cal administración de Alfaro). unión, interamericana. Desde 1897 hasta 1901 Alfaro go- También Alfaro consideró ineludible bernó como presidente constitucional. legalizar la dictadura, y ofrecer en lo posi- Tendiendo a la unificación del sentimiento ble la apariencia de democracia en el país. nacional, el tema característico de su pri- Convocó para las elecciones de los pode- mera administración fue la construcción res ejecutivo y legislativo en 1896, y en to- del ferrocarril Guayaquil–Quito, cuyas di- das partes ganaron los liberales. Respecto a ficultades físicas – con la conformación la indiscutible manipulación que hubo de por hoyas de los Andes ecuatorianos los sufragios, admitió cándidamente que [CAP.1] – se habían demostrado hasta en- “no vamos a perder con papelitos lo que tonces prácticamente insuperables. García ganamos con los fusiles”, siendo claro que Moreno comenzó la obra, logrando cons- en muchas zonas de la Sierra los conserva- truir unos 15 kilómetros, desde Yaguachi dores eran los más fuertes. hacia la sierra; Veintimilla y Caamaño pro- La Convención se reunió el 9 de oc- longaron la línea hasta el puente del río tubre, cuatro días después del espantoso Chimbo, y desde Yaguachi hacia el litoral incendio que devastó Guayaquil y que, en hasta Durán, frente a Guayaquil; el “pro- el fanatismo general alimentado por el cle- gresista” Flores Jijón declaró al Congreso, ro, fue considerado castigo divino. Para Al- en 1890, que él no creía en la construc- faro y su Gobierno resultó difícil no sólo ción del ferrocarril o de cualquier nuevo conservar el orden entre la población, sino camino entre las dos ciudades principales, mantener la calma en la Asamblea, donde y, además, que al país ...¡bastaban las pis- el clima de miedo y de encono hizo pasar tas de herradura ya existentes! a un segundo lugar los problemas realmen- Por eso, en 1896, de toda la labor te importantes que habían de debatirse anterior de construcción ferroviaria, no (nuevos cultivos agrícolas, aumento de sa- quedaban sino unos 60 ó 70 kilómetros, y larios a los empleados estatales, abolición en condiciones desastrosas. El proyecto de del concertaje de campesinos, etc.), limi- Alfaro – que ya varias empresas europeas y EL RÉGIMEN “LIBERO-RADICAL” DE ALFARO Y EL “BANQUISMO” / 179 estadounidenses habían declarado “irreali- cao en el mundo, con 23.000 toneladas zable” – fue acogido con duro escepticis- anuales, o sea el 20% del total). Varios mo e incluso considerado como una gran eran los posibles candidatos a la sucesión estafa. Aunque parecerá increíble, fue en y, aunque Alfaro prefiriese un civil, al fin el mismo Congreso donde surgió la acusa- tuvo que apoyar la candidatura de un ción de alta traición, ¡porque se firmaban “caudillo”, el general Gu- contratos con los protestantes!, y esto, afir- tiérrez. maban, con el objeto de hacer mella en la Elegido Plaza y antes de tomar pose- religión y en la seguridad del Estado. sión del cargo, Alfaro quiso, debido a cier- Se estipuló el contrato con el inge- tas intrigas en el partido, imponerle la re- niero estadounidense Archer Harman, por nuncia. Fue ésta la primera disputa entre un costo de 17 millones de dólares, me- los dos generales, que de entonces en ade- diante bonos avalados por la nación, y más lante se fue agravando, porque el nuevo de 5 millones de dólares en acciones de la presidente se había hecho sensible a otras sociedad “The Guayaquil & Quito Railway influencias, y a menudo su manera de go- Co.”, fundada en New York. Además de la bernar no concordaba con los planes del línea de ferrocarril principal, se comenzó viejo jefe histórico. Un buen ejemplo de también la de Manta–Santa Ana y se pro- esta situación se halla en el caso de la ma- yectó una (hasta la fecha, a los 100 años, nifiesta actitud de neutralidad que Plaza jamás realizada) que debía penetrar en el tuvo en relación con el conflicto estallado oriente hasta el río Napo. Durante el man- en Colombia entre liberales y conservado- dato de Alfaro se dictaron nuevas leyes re- res, por lo que Alfaro se sintió personal- lativas a las aduanas, a la división política mente herido. No quiso siquiera aceptar el territorial, a la administración, a los ban- cargo de general en jefe del Ejército, y de- cos, a la educación pública, con el intento cidió retirarse a la vida privada, en Guaya- de poner al día al Ecuador con los nuevos quil, sin medios propios, alojándose en ca- tiempos, con el nuevo siglo. sa de liberales italianos amigos y viviendo Mientras tanto, en el país, la lucha con los fondos que los más fieles secuaces armada se había convertido en algo nor- le pasaban; se preocupaba, eso sí, de con- mal: en 1897 se combatió en las provin- trolar regularmente los progresos de su Fe- cias de Loja, Azuay, Chimborazo y Bolívar; rrocarril, cuya construcción Plaza llevaba en 1898 en la ciudad misma de Cuenca; adelante (habiendo alcanzado ya Riobam- en 1899 en las alturas de Guangolona y ba) junto con algunas carreteras que se- Sanancajas. guían casi paralelamente. Con el término del período presi- El gobierno de Plaza decretó la esci- dencial, en campo liberal se habían forma- sión radical entre las entidades “Estado” e do ya unas facciones que contrastaban ne- “Iglesia”, y pudo instituir leyes fundamen- tamente entre sí, desde los radicales puros tales, como la obligatoriedad del matrimo- hasta los pertenecientes a la creciente bur- nio civil, previo al optable matrimonio re- guesía agro-mercantil de la Costa (en 1901 ligioso (lo que se ha perpetuado hasta la fe- Ecuador era el primer país productor de ca- cha), o la legalización del divorcio. El lai- 180 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA cismo fue consolidado y se promulgaron puesto, dejó Guayaquil, se internó con sus leyes sobre la libertad de culto, aunque fieles en la selva y tras una marcha de 20 ambiguamente especificasen que tal liber- días llegó a la sierra. Después de la batalla tad era aplicable únicamente a “aquellas de Chasqui entró en Quito en enero de religiones que no contradijeran la moral”. 1906. Fue reformada la ley electoral, por la que, A diferencia de la acomodaticia ac- entre otras cosas, se prohibía al Ejército titud que caracterizó su primera adminis- cualquier toma de partido. Se consolidaron tración, esta vez Alfaro tendía directamen- los bancos privados fundados en Guaya- te a reformar en manera revolucionaria las quil durante la segunda mitad del siglo XIX instituciones. En efecto, con la 12ª Consti- (“Particular de Luzurraga”, “Descuento y tución se afirmaba la separación incontro- Circulación” y “Anglo–Ecuatoriano”, el vertible entre Estado e Iglesia; la educación que se convertiría en el tristemente céle- primaria, basada en el laicismo, debía ser bre, “Banco Comercial y Agrícola de Gua- gratuita y obligatoria, y fueron fundadas yaquil”), y se crearon nuevos. El Partido Li- también escuelas nocturnas para artesa- beral se aviaba, en su regresión, de la ten- nos; se reforzaba, mejorándola, la ley de dencia radical a esa fase plutocrática que cultos introducida por Plaza; se expropia- ha sido llamada “banquismo”. ban los bienes eclesiásticos (originados en Al terminarse su administración en la herencia de los privilegios coloniales), 1905 – y durante una agitada asamblea con el objeto de crear unas Juntas, llama- que, por el desafío lanzado a Alfaro, se re- das “de Beneficencia”, en Quito, Guaya- cuerda como “la Fronda” – Plaza logró im- quil y Cuenca, con ramificaciones en todas poner su candidato: Lizardo García. Se- las provincias, para la construcción de hos- cuaz en viejos tiempos de Alfaro, García se pitales y otras instituciones de servicio gra- había convertido en su enemigo desde tuito para el pueblo. Todas estas reformas cuando se opuso a la construcción del Fe- tenían su límite, el límite obvio del libera- rrocarril. De mentalidad muy opuesta a la lismo y de la época: el latifundio privado de un radical puro, representaba en el Li- (para mencionar un ejemplo substancial) beralismo la facción de la burguesía mer- no fue absolutamente importunado, lo que cantil. en la práctica significó que la gran mayoría De su breve gobierno se recuerda de los campesinos indios quedaba en las que emprendió la obra de electrificación mismas condiciones de extrema pobreza y de su ciudad natal, Guayaquil. Y que fue de sumisión a los “gamonales”. implicado en el escándalo de apropiación Internacionalmente, Alfaro no desa- de fondos del Ferrocarril. Sin poder contar tendía los grandes proyectos, que queda- con el apoyo de Plaza (ahora en Washing- rían en un sueño nada más, como cuando ton, de ministro plenipotenciario), y con en 1908 y en 1910 pidió al Congreso la au- Alfaro decidido a tomar de nuevo las rien- torización para reanudar las negociaciones das del poder, a García no le quedaba más con Caracas y Bogotá para reconstituir la que eclipsarse. Entretanto Alfaro, burlando Confederación Grancolombiana. la vigilancia policíaca que se le había im- EL RÉGIMEN “LIBERO-RADICAL” DE ALFARO Y EL “BANQUISMO” / 181

Por fin, en 1908, el tren llegó a Qui- dejando en suspenso el asunto otros 30 to y en seguida fue proyectada la red ferro- años. viaria y de carreteras que debía cubrir todo Para la ya fuerte burguesía agro– el país; se trató de explotar las minas, espe- mercantil, las nuevas reformas (e incluso cialmente las de hulla de Cañar [CAPS.1,7]; las intenciones de realizarlas) comenzaban se insistió sobre la necesidad de diversifi- a representar inconvenientes para la suave car la agricultura en lugar de estancarse en marcha de sus negocios: Alfaro, para ellos, la acostumbrada monocultura del cacao. se estaba convirtiendo en un personaje in- La clara visión de Alfaro se pondría más cómodo. El término “alfarismo” se convir- tarde de manifiesto, a un altísimo precio, tió en sinónimo de ultraje, de falta de res- con la tremenda crisis y el hambre que peto para con la “gente bien”, de parte de Ecuador (como otros países latinoamerica- los “montubios” (y de los “cholos”, que se nos) sufrió después de la Primera Guerra estaban sumando a los rangos de los traba- Mundial. jadores). Además, desde el punto de vista En 1909 España (designada ya en de los serranos, el “alfarismo” representaba 1897, como se ha dicho, para el arbitraje una imposición de los costeños, los que sobre la línea de demarcación ecuatoria- componían el ejército (tropa y oficiales) y no–peruana) emitió finalmente su dicta- de quienes dependía el poder económico. men, que resultó favorable al Perú. Alfaro Esta situación de extrema tensión general trató de hacer intervenir a los Estados Uni- no podía sino reflejarse en la gestión de Al- dos en la cuestión. A través de una encen- faro, en su intento apasionado de eliminar dida campaña patriotera, en 1910 se pro- taras seculares. dujeron en todo el país mítines anti-perua- Las negociaciones entabladas para nos: en Guayaquil fueron tomados por alquilar las islas Galápagos a los Estados asalto el Consulado del Perú, así como un Unidos fueron el motivo, o más bien el buque mercante de dicho país atracado en pretexto, para dirigir la opinión pública el puerto. Se agudizó el estado de tensión contra el presidente (como había ocurrido internacional, y el Perú lanzó un ultimá- con Urbina). El razonamiento utilitario de tum, en el sentido de que se aceptara el fa- Alfaro era el siguiente: tarde o temprano te- llo emitido en el arbitraje, requerido ade- nía que estallar una guerra en el Pacífico más por ambas partes. entre los Estados Unidos y la creciente po- Dejando encargado de la presiden- tencia del Japón, que acababa de derrotar cia a , Alfaro se dirigió a Rusia; los Estados Unidos habrían ocupa- a la frontera, para tomar personalmente el do las islas Galápagos para la defensa del mando del ejército, ante lo cual el Perú re- continente (lo que efectivamente se verifi- tiró su ultimátum. Dado que Alfonso XIII cará después del ataque a Pearl Harbor); optó entonces por dimitir el laudum, se por lo tanto, era mejor alquilárselas en se- acordó confiar la mediación a tres poten- guida y obtener con ello un doble prove- cias americanas: Estados Unidos, Brasil y cho: el económico, necesario para las Argentina, las que nada lograron resolver, obras públicas, y el político, ganándose la amistad del coloso norteamericano de ca- 182 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA ra al Perú. Ante la oposición intransigente, tornase a hacerse entregar el poder o, por abrumadora, contra tal operación, Alfaro lo menos, a mediar en la confusa situación. dejó de insistir. En Quito, Freile había asumido de En 1911 vencía su mandato y la lu- nuevo la presidencia interina. Los genera- cha por la sucesión volvió a agudizarse. El les Leonidas Plaza y Julio Andrade marcha- presidente negó el apoyo a su sobrino, Fla- ron con sus tropas al sur, donde derrotaron vio Alfaro, y escogió como candidato a a los rebeldes de Flavio Alfaro en tres san- Emilio Estrada (su delfín ya diez años atrás, grientos combates: Huigra, Naranjito y Ya- cuando, no habiendo éste conseguido la guachi. Sólo entonces Eloy Alfaro decidió designación, tuvo que aceptar a Leonidas tomar el mando de los subversivos para Plaza). Ganadas fácilmente las elecciones, tratar de restablecer la paz; capituló por la se supo de la enfermedad cardíaca de Es- mediación de los cónsules de Inglaterra y trada. Alfaro, temiendo que la muerte del Estados Unidos en Guayaquil, pidiendo nuevo presidente desencadenara una gue- como única condición que se permitiese a rra civil, repitió el craso error cometido todos los rebeldes abandonar el país. Frei- con Plaza: el de pedirle que renunciara an- le rehusó aceptar las negociaciones que ya tes de tomar posesión del cargo. Estrada Plaza estaba concordando, y exigía que se obviamente rehusó. procesara a todos los implicados en la re- Faltaban pocos meses para el fin de belión. Envió de Quito al general Juan Na- la legislatura de Alfaro, cuando el general varro, ministro de la Guerra, para ordenar Emilio María Terán (por iniciativa suya o a Plaza proceder con la corte marcial. quizá por voluntad de Alfaro) preparó un Durante el proceso, un suboficial le golpe para perpetuar al Presidente en el disparó a quemarropa a Montero, que en poder. Con una contra–conspiración, en- seguida fue agredido a culatazos por los cabezada por el capitán Víctor Emilio Es- soldados y botado por la ventana, para ter- trada, hijo del presidente electo, se dio minar siendo descuartizado por la solda- muerte a Terán, deponiendo al Presidente desca, que se puso a jugar con el cadáver. cuando faltaban solamente diez días para Los otros prisioneros fueron trasladados a que terminara su mandato. Quito: eran los generales Eloy Alfaro, su Después del muy breve encargo a hermano Medardo, su sobrino Flavio, Ul- , Estrada asumió piano Páez y Manuel Serrano, además del regularmente la presidencia el 1º de sep- coronel–periodista Luciano Coral. tiembre, para morir de infarto en diciem- Después de haber sido paseados por bre. Puntual, como había previsto el “Vie- las calles para sufrir la mofa de la gente, jo Luchador”, se produjo una insurrección fueron encarcelados en el panóptico “Gar- en Manabí de parte del general Flavio Al- cía Moreno”. Defender el edificio no pre- faro; al mismo tiempo otro general, Pedro sentaba dificultades; pero se dejó que la Montero, se proclamó jefe supremo en multitud penetrase en su interior y agredie- Guayaquil, telegrafiando a Eloy Alfaro, que ra a los prisioneros, quienes, heridos y mu- se encontraba ya en Panamá, para que re- tilados, fueron lanzados desde el ala del edificio y, amarrados con sogas, arrastra- EL RÉGIMEN “LIBERO-RADICAL” DE ALFARO Y EL “BANQUISMO” / 183 dos por kilómetros de calles hasta el par- nante, los liberales no tenían ya interés al- que de El Ejido, para ser quemados en una guno en seguir manteniendo su línea radi- hoguera (la “hoguera bárbara”) entre can- cal. Al contrario, esta burguesía se atribuyó tos y bailes. Las tropas del gobierno no in- la función de agente de captación de la ri- tervinieron y, siendo domingo (25 de ene- queza del país, de suerte que ni la impor- ro de 1912), como todos los domingos por tante acumulación de capital originada la tarde se celebró tranquilamente la acos- con las exportaciones de cacao (250 millo- tumbrada retreta de la Banda Municipal, nes de dólares en el período 1900-20) la en la Plaza Mayor. impulsó a desarrollar el país. La indujo, Plaza, que había estado en Manabí más bien, a adoptar una aberrante conduc- para sedar lo que quedaba de la revuelta, ta económica: aprovechando el poder po- fue aclamado a su regreso, y se convirtió lítico que le confería el control del Estado, en el lógico candidato para las elecciones puso en marcha el omnipotente sistema convocadas en breve plazo. El otro candi- bancario que, mediante procedimientos dato era Carlos R. Tobar, también liberal, usureros, convirtió el fisco en fuente de en- pero sostenido por los conservadores. Frei- riquecimiento personal de algunos. le estaba a favor de este último, pero en el Pero la burguesía tenía que hacer seno del Gobierno se produjo una división. cuentas también con los terratenientes El mismo Freile, cuando estimó que las po- conservadores de la Sierra, cuyo dominio sibilidades de victoria de Tobar eran esca- sobre las tierras y sobre las grandes masas sas, hizo añadir un candidato de estorbo, humanas que allí vivían jamás fue real- el general Julio Andrade (el mismo que, mente mellado por la revolución de 1895. con Plaza, había domeñado la rebelión). Este predominio demográfico consentía a En la nueva confusa situación pre–e- los latifundistas tradicionales, entre los que lectoral, en marzo estalló una sublevación destacaba el clero, controlar ideológica- del ejército, que derrocó al Gobierno. Julio mente a la mayor parte de la población. Andrade fue asesinado, y Freile con sus mi- No era imaginable que la clase dominante nistros se escaparon del país. Francisco pudiese servirse del ejército – mal equipa- Andrade Marín fue encargado interina- do, contando además con vías de comuni- mente para la convocación de las eleccio- cación escasas y en pésimas condiciones – nes del ejecutivo y las legislativas. Plaza para un control eficaz de todo el territorio. ganó y asumió su segunda presidencia el Estas y otras razones obligaban a los libe- 1º de septiembre de 1912, para un cua- rales a hacer concesiones a los conserva- drienio. dores en el nuevo orden, como, por ejem- plo, el derecho de monopolio sobre tabaco \ \ \ y aguardientes, adquirido por una cantidad simbólica, para obtener dividendos fabulo- La etapa heroica del liberalismo sos. “machetero” había terminado, porque, rea- Plaza no pudo repetir la obra de su lizadas las transformaciones político–jurí- primera administración, cuando las condi- dicas que la burguesía agro–mercantil re- ciones políticas eran tan diferentes y se dis- quería para afianzarse como clase domi- 184 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA frutaba de una relativa paz. A comienzos En los cuatro años de su administra- de 1912 se encontró con que tenía que de- ción siguió – o más bien empeoró – la con- belar la sublevación en las provincias se- dición precaria de la economía nacional. rranas del norte, de parte del general Car- Baquerizo Moreno trató de conceder una los Andrade, hermano del candidato asesi- adehala con algunas reformas de no exce- nado en marzo. En 1913 estalló en Esme- sivo empeño: suspensión de la prisión por raldas una insurrección de izquierda (aun- deudas; abolición (sólo teórica, así como que típicamente “caudillista”), llamada la fueron las previas “aboliciones”) del “con- “Guerra de Concha”, que se prolongaría certaje de campesinos”, como llamaban más allá del mandato de Plaza, con brillan- eufemísticamente, o “de indios”, como se tes acciones de guerrilla conducidas por el definía con menor hipocresía aquel igno- coronel Carlos Concha, antiguo oficial de minioso trabajo obligatorio, cíclico, im- Alfaro. Tales acciones terminaron por exte- puesto a los pobres, sin que siquiera fueran nuar al ejército regular y por incidir no po- pagados. co en la situación económica del país, ya También desde el punto de vista in- agravada por la crisis internacional de los ternacional marchaban mal las cosas. En el precios, consecuencia de la primera guerra temor que Colombia y Perú se acordasen mundial. Entre los cultivadores de cacao, en su propia situación fronteriza en menos- en cambio, los negocios seguían a velas cabo de Ecuador, en 1916 se decidió resol- desplegadas, y así procederían hasta poco ver primero la cuestión límítrofe con el antes del desmoronamiento, que debía ve- país del norte, firmando apuradamente el rificarse en 1920. “Tratado Muñoz Vernaza–Suárez”, por el Cuando Plaza completó su mandato que Ecuador renunciaba definitivamente a en 1916, ya la situación financiera del país cualquier reivindicación sobre las líneas era fuertemente deficitaria. Hasta esa épo- del Caquetá y del Putumayo, para recupe- ca el “Banco Comercial y Agrícola de Gua- rar en cambio pequeñas porciones del te- yaquil” había prestado ingentes sumas al rritorio cedido en 1908 y 1910, confirmán- Gobierno; el Congreso había dictado la ley dose una vez más la imprevisión (que una de la moratoria, por la que se aplazaba el vez fue tradicional) de la diplomacia ecua- cambio de los billetes bancarios por dine- toriana. En efecto, seis años más tarde, Co- ro en metálico. Así, el país fue literalmente lombia cedería al Perú (con el “Tratado Sa- cubierto de papel moneda, lo que conce- lomón–Lozano”, mantenido secreto hasta día al banco emisor un inmenso poder de 1925) los territorios recibidos de Ecuador, contratación, no sólo económico sino polí- dejando al país encerrado en una verdade- tico. La influencia del Banco resultaba ra tenaza peruana hasta el nordeste, y muy equivalente a la que habían tenido el Ejér- cerca de la cordillera. cito o la Iglesia en épocas anteriores. La En 1920 fue elegido José Luis Tama- elección de Moreno (así yo, obviamente con el apoyo del inefable como la de su predecesor y las de sus dos Banco guayaquileño. La crisis económica, sucesores)10 fue obra del banco guayaqui- que maduraba desde 1914, llegó a su ápi- leño. ce: la moneda se había devaluado y el cos- EL RÉGIMEN “LIBERO-RADICAL” DE ALFARO Y EL “BANQUISMO” / 185 to de la vida subió considerablemente. En gieron en la misma época aquellos grupos el orden liberal plutocrático, ligado a los de profesionales y de intelectuales que lle- destinos del capitalismo internacional, re- varían a la fundación de los partidos obre- percutía la deflación de postguerra que se ros. También en esto, se reflejaba lo que, produjo en los Estados Unidos. En el mer- a raíz de la Revolución Rusa de 1917, es- cado de New York, en 1920, el precio del taba ocurriendo en Europa y en otras par- cacao bajó, en pocos meses, de 26 3/4 tes del mundo. centavos de dólar por libra a 12, para hun- En noviembre de 1922, a la huelga dirse ulteriormente, en 1921, hasta 5 3/4. A organizada por los trabajadores de la Em- la caída de los precios se agregaba la mer- presa Eléctrica, que dejó sin luz a Guaya- ma en el volumen de las exportaciones: de quil por una semana, se sumaron los traba- 1 millón de quintales de 1916 se fue redu- jadores de la industria, del comercio, de la ciendo hasta los 640 mil de 1923. banca, del municipio, reclamando aumen- La base económica misma de la do- tos para sus míseros sueldos de 2, 3 y 4 su- minación política de la burguesía agro– cres diarios, con mejorías en el costo de la mercantil estaba minada, y ya muchos fac- vida, más la libertad de algunos presos po- tores colaterales contribuían al colapso del líticos. Por la ciudad se manifestaron más “banquismo”. Los grupos más reacciona- de 15 mil hombres y mujeres que termina- rios, que ante la beligerancia de los prime- ron siendo acometidos por el ejército; a ros años de liberalismo habían optado por continuación se produjo una carnicería incrustarse en los centros de comando de por las calles y las plazas, en las casas y en la administración, ahora estaban saliendo los almacenes. En aquella masacre del 15 de su aparente letargo. Por otra parte el de noviembre de 1922 hubo más de mil proletariado – constituido por quienes tra- muertos: por la noche, numerosos camio- bajaban en ciertos servicios modernos, ta- nes y carretas recogían los cadáveres para les como los ferrocarriles y otros medios de echarlos al Guayas. transporte, o como las empresas de energía No han faltado los estudiosos que eléctrica y las pocas industrias instaladas a han querido eximir al presidente Tamayo – raíz de la guerra mundial – había alcanza- llamado por su intransigencia, y creyendo do en 1920 un grado relativamente eleva- hacerle un elogio, “el García Moreno libe- do de organización. ral” – de responsabilidad personal en esta En el “Segundo Congreso Nacional masacre, por lo que es oportuno recordar de Trabajadores”, celebrado en Guayaquil que durante su administración éste no en ese mismo año, se sentaron las bases constituyó un caso aislado de violencia. En para la creación de una “Central Obrera la provincia de Tungurahua, para mencio- Nacional”, que se debía convertir en la nar sólo el episodio más grave, a los peo- vanguardia de la clase obrera. Además, de nes de la hacienda “Leito”, que reclama- entre los sectores que, gracias a la demo- ban condiciones más justas y humanas cratización cultural impulsada por el libe- (pues ganaban ¡10 centavos de sucre al ralismo, habían logrado ascender a un ni- día!, trabajando de 10 a 12 horas), el pa- vel de educación media y superior, emer- trón, para castigarles, les quitó los “huasi- 186 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA pungos”11 y los animales de servicio. Ser de Manuel Sotomayor y Luna y del coronel despojados de sus pedazos de tierra signi- Belisario Reyes, se lanzó al ataque en la ficaba perder los únicos medios para una provincia de Imbabura; pero fue derrotado. mera supervivencia. Desesperados, aqué- Lasso junto con Jijón y Caamaño fueron llos, se rebelaron violentamente; a lo que desterrados, como para dar énfasis a la pre- el Gobierno, solicitado por el patrón, envió sencia de opuestos extremismos. sus tropas, las que el 13 de septiembre de Por entonces Córdova, con sus 1923 dieron muerte a unos cien campesi- achaques y enfermedades, tuvo que ser nos inermes. hospitalizado en Guayaquil, dejando en el Mientras tanto Tamayo se afanaba cargo al presidente del Senado, Alberto aumentando líneas de ferrocarril, inaugu- Guerrero Martínez, en una situación extre- rando el alumbrado eléctrico en la ciudad madamente deteriorada. El país no tolera- de Tulcán, construyendo nuevas escuelas, ba ya el espectáculo de un gobierno de parques, palacios y catedrales, y celebran- hombres elegidos con la fuerza económica do pomposamente el centenario de la ba- apoyada en las bayonetas y, no obstante talla de Pichincha. En 1923 el Partido Libe- esto, con claros fraudes electorales. La si- ral trató de ponerse al día, presentando una tuación económica parecía no tener solu- plataforma más progresista, que en teoría ción: la deuda interna ascendía a 40 millo- debía reglamentar los conflictos entre capi- nes de sucres, 27 de los cuales correspon- tal y trabajo. Incluso el Partido Conserva- dían a los bancos, en su mayor parte de in- dor se vio obligado a renovar sus progra- tereses capitalizados, pues los préstamos mas, para ponerse a tono con la nueva efectivos concedidos al Gobierno en dife- época. rentes momentos no habían superado los Para el nuevo mandato presidencial, 10 millones. Los acontecimientos mundia- que comenzaba en 1924, el “Banco Co- les influían considerablemente en las con- mercial y Agrícola de Guayaquil” hizo ele- ciencias de los trabajadores y de los inte- gir a un hombre de su confianza, el aboga- lectuales, que tomaban ejemplo de la Re- do Gonzalo S. Córdova, millonario como volución Mejicana y la Revolución Rusa, sus dos predecesores, pero ya decrépito. ocurridas en el decenio anterior. Del lado Fue contrapuesto al candidato de ideas so- opuesto, el modelo era el fascismo que cialistas, el coronel Manuel Lasso Ascásu- asolaba Europa y otros sitios del mundo. bi, quien, derrotado, denunció el fraude Pero ni los trabajadores ni los inte- electoral, y organizó un pequeño ejército: lectuales estaban en condiciones de poder se produjeron combates armados en la alterar la situación ecuatoriana. En cam- provincia de Tungurahua. bio, jóvenes oficiales de las Fuerzas Arma- Casi contemporáneamente, también das se habían organizado en Guayaquil, los conservadores trataron de tomar el po- formando clandestinamente la “Liga Mili- der. El arqueólogo millonario y descen- tar”, cuyo objetivo inmediato era el de de- diente de presidentes, Jacinto Jijón y Caa- rrocar a Córdova; se produjeron ramifica- maño, con un ejército regular por él mismo ciones en Quito y en otras ciudades. Su subvencionado, y contando con el apoyo EL REFORMISMO “JULIANO” / 187 ideología era una mezcla de “alfarismo”, cían por tradición los oficiales de las Fuer- socialismo e idealismo utópico. zas Armadas Ecuatorianas (el “gamonalis- Era el año de 1925, y el golpe debía mo” de la Sierra y la “oligarquía” de la efectuarse el 14 de julio (¡la toma de la Costa permanecían voluntariamente al Bastilla!). Mas, al haber desenmascarado a margen de esta carrera). un pariente de Córdova, que se había infil- De la Junta Suprema Militar, que se trado en el grupo, hubo que cambiar preci- formó en un primer momento, se originó la pitadamente los planes. Así que el mayor Junta Plural de Gobierno, compuesta por Ildefonso Mendoza, jefe de la organiza- siete miembros: Luis Napoleón Dillon, Jo- ción, decidió anticipar las operaciones pa- sé Manuel Bustamante, Francisco Arízaga ra el 9 de julio. Todo funcionó perfecta- Luque, Modesto Larrea Jijón, el general mente: primero en la guarnición de Guaya- Francisco Gómez de la Torre (único oficial quil, de inmediato después en la de Quito superior que participó en la revuelta), Fran- y luego en el resto del país, el poder fue to- cisco Boloña y Pedro Pablo Garaicoa. Ca- mado sin que se produjera ni un solo dis- da semana uno de ellos presidía al Gobier- paro. no. Se formaron Juntas militares provincia- les (el motor y cerebro de la revuelta, el El reformismo “juliano” (1925-32) mayor Ildefonso Mendoza, optó por formar parte de la de Guayaquil, demostrando un En las intenciones de los más rectos raro desprendimiento, porque, de quererlo, entre los jóvenes militares, la revolución habría podido ser parte del gobierno cen- perseguía la igualdad de todos y el amparo tral); se crearon además tribunales de justi- de los derechos del proletariado. Pero las cia popular, que buscaban corregir en ma- buenas intenciones, desdichadamente, no nera expedita y emotiva los errores judicia- siempre bastan en la Historia; por lo que, les de las leyes del Estado. Numerosísimos en la práctica, el resultado no iba a ser más decretos fueron emitidos, tendiendo a re- que un típico ajuste socio–económico, formar el país en todos sus aspectos, aun- auspiciado por la clase media, la que ha- que a menudo consiguiendo sólo compli- bía alcanzado una condición de madurez car las cosas. para participar en el poder, al que hasta en- Se impusieron la tarea de combatir tonces quedó impedida por la conforma- contra el predominio plutocrático, simboli- ción misma de la estructura social [CAP.7]. zado por el “Banco Comercial y Agrícola La novedad, en los 95 años que iban de Guayaquil”, y decretaron su liquida- de historia republicana, fue que, por pri- ción. Fue detenido el director, Francisco mera vez, un golpe de estado no tuviese Urbina Jade (que, enfermo como estaba, carácter “caudillista” ni obedeciese a las murió en la cárcel). Pero no asestaron el ti- ambiciones personales de un tal o cual je- ro para acabar de una vez con la burguesía fe, tratándose en cambio de un movimien- bancaria, sino únicamente para limitar su to institucional en defensa de ciertos inte- poder mediante la creación de mecanis- reses clasistas, que en este caso resultaron mos de control estatal, los que luego se los de las capas medias, a las que pertene- concentrarían en instituciones como el 188 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA

“Banco Central”, la “Superintendencia de jo de mujeres y de menores de edad, y pro- Bancos”, etc. Los banqueros boicotearon tección para la maternidad; desahucio la medida escondiendo el dinero y provo- obligatorio para el trabajador despedido; cando una seria crisis de contracción del responsabilidad del propietario por los ac- circulante. El Gobierno no tuvo siquiera cidentes en el trabajo. Se fundaron el “Ban- con qué pagar los sueldos a los militares. co Hipotecario” (el futuro “Banco de Fo- En vez de adoptar medidas radicales, co- mento”), la “Superintendencia de Bancos”, mo por ejemplo habría sido (es fácil decir- la “Contraloría General de la Nación”, los lo ahora) la estatalización de la banca, la “Institutos de Cajas de Pensiones”, etc., Junta cedió ante la presión de la oligarquía, etc. y acabó por solicitar un préstamo de Gracias a algunas organizaciones 200.000 sucres. políticas nacidas antes del 9 de julio – co- Desde aquel momento la suerte de mo el “Grupo Antorcha” y otros análogos – la “revolución” estaba echada, y la proble- se hizo factible la estructuración de parti- mática faz del reformismo salió a flote. No dos políticos, como el Social Democrático, hubo transformación política, porque no se en 1925, y el Socialista, en 1926, en los modificó en manera drástica la estructura que la juventud intelectual y progresista económica del país, dejando en vida a un comenzó a apoyarse. El Partido Comunis- adversario fuerte, con el que terminó por ta, en cuya elaboración jugó un papel im- tener que pactar. Lo mismo había ocurrido portante el embajador mejicano Rafael Ra- con los liberales radicales de Alfaro, con la mos Pedrueza, se fundará en 1927 y, fusio- diferencia de que estos disponían de una nándose al año siguiente con el Partido So- base económica bien firme, y pudieron du- cialista, se adherirá a la “Internacional Co- rar más tiempo. munista”. Los partidos tradicionales, Con- En la medida de su carácter refor- servador y Liberal, en su inacción, resulta- mista, y teniendo en cuenta los comprensi- ban inadecuados para los cambios que se bles errores de su improvisación, se consi- iban realizando dentro o fuera del país, y guieron algunos cambios positivos: am- su crisis debía prolongarse por muchos pliación de la enseñanza a las capas popu- años. lares; creación del “Ministerio de Previsión Pero también entre los miembros Social y del Trabajo”; reorganización de del Gobierno aumentaban las contradic- los institutos fiscales y de aduanas; funda- ciones, contingentes de la pesada herencia ción del “Inspectorado General del Traba- religioso–político– social del país. El idea- jo”. Fueron emitidas nuevas leyes en favor lismo inicial comenzó a declinar, y los que de los trabajadores – sanidad, pensión, an- siguieron fieles al ideal, como Ildefonso cianidad, viudez, etc. – y para la institu- Mendoza, pronto fueron destituidos. Hubo ción de los impuestos sobre la herencia. Se también defecciones, como la del general establecieron los contratos para los em- Gómez de la Torre, en la Junta Central, o la pleos privados y públicos: número de ho- del comandante Juan Ignacio Pareja, en la ras de trabajo, descanso semanal obligato- Junta Militar de Quito. A todo esto se su- rio remunerado, reglamentación del traba- maba la cuestión del regionalismo, explo- EL REFORMISMO “JULIANO” / 189 tada con habilidad por la burguesía coste- pública. Nacieron las leyes para la crea- ña, la cual, gracias a una intensiva campa- ción de órganos funcionales adecuados ña de prensa, consiguió hacer parecer las (incluso el “Banco Central”); con la deva- reformas propuestas como un ataque di- luación monetaria se llenaron las cajas del recto, una ofensa, contra la ciudad de fisco. Fueron intentadas medidas colatera- Guayaquil. les, como la de ceder a una firma sueca, la Había ocurrido que, no sabiendo la “Svenska Trandstiek AB”, el monopolio es- clase media en el gobierno enfrentarse con tatal de fósforos por 25 años, a cambio de éxito a un grupo tan poderoso como el de un préstamo de 10 millones de sucres más la burguesía agro–mercantil, pidió la cola- el pago de un millón anual. Pero esto im- boración de tipos inequívocamente identi- plicó el despido de muchos obreros. ficados en la oligarquía serrana, como Ra- En 1928 fue convocado un congre- fael María Arízaga (que en 1916 fue el can- so para preparar la 13ª Constitución, y de didato conservador a la presidencia) y el aquí salió el nombramiento de Ayora, en terrateniente Neptalí Bonifaz (de quien se 1929, como presidente constitucional. En- volverá a hablar más adelante). tre otras cosas, las nuevas normas preveían A comienzos de 1926 se decidió pa- un sistema político pseudo–parlamentario: sar del gobierno “pluralista” al “uniperso- el poder legislativo tenía plenas facultades nal”, basado en el hombre que había de- de interpelar individualmente a los minis- mostrado las mejores capacidades de orga- tros y pedir voto de censura o de descon- nización y de administración; que no era fianza en el Congreso, lo que en práctica un militar, sino un médico: . Se significaba poder decidir sobre la composi- deshicieron las Juntas, extinguiéndose en ción del gobierno. Se otorgó el voto a las su esencia una experiencia potencialmen- mujeres; se estableció el derecho de ha- te revolucionaria. beas corpus; se dictaron limitaciones a la propiedad privada en función social (aun- \ \ \ que nunca fueron aplicadas en la práctica); fue reconocida la paridad de derechos pa- Ayora, asumiendo poderes práctica- ra los hijos naturales. mente dictatoriales, hizo que los militares Aparecía como si el país hubiese sa- regresaran a los cuarteles, para constituir lido de su bancarrota económica y moral. un gobierno de civiles; cerró bancos usure- El dinero comenzó a circular en gran esca- ros y periódicos venales; desterró a las is- la, y la clase media mejoró sin duda en su las Galápagos a personas comprometidas nivel de vida. Se aumentó el volumen de con el pasado régimen liberal; llamó en so- compras y pedidos; los importadores du- corro de la economía a una misión nortea- plicaron sus solicitudes en sedas, cristale- mericana, presidida por Edwin Kemmerer, rías, champañas, automóviles, vitrolas, quien permaneció cinco meses en el país muebles metálicos y otros lujos. Todo esto para reorganizar el manejo del patrimonio iba para los sectores privilegiados, más nu- nacional, y encomendando temerariamen- merosos que antes, es verdad, pero siem- te a funcionarios estadounidenses nada pre minoritarios en el total de la población: menos que los puestos claves de la cosa 190 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA los indios de los latifundios, los “montu- volumen y del precio de las exportaciones, bios” de las plantaciones, los sectores po- se desató una crisis política de la que trata- bres no obreros de las urbes siguieron vi- ron de sacar provecho los terratenientes viendo en situación de absoluto desampa- conservadores. Ya durante el período del ro, para permanecer en el mismo estado “banquismo” habían recuperado buena miserable y abandonado de antes. A ellos parte del terreno perdido en 1895; y desde se dirigió, ya en 1929, un “caudillo popu- la época “juliana” habían consolidado lista”, con el tono apocalíptico que sería fuertes posiciones con el debilitarse de la inconfundible desde entonces para el res- burguesía agro–mercantil, la más afectada tante medio siglo de su vida: era José Ma- por la crisis de las exportaciones. ría Velasco Ibarra. Inquietos por otro lado los conserva- La terrible crisis económica de los dores, debido al avance (tan sólo aparente) Estados Unidos, en 1929, que de Wall del socialismo en Ecuador, decidieron pa- Street se difundió como un incendio por el sar de inmediato a la acción, aprovechan- mundo, repercutió obviamente también en do la coyuntura para ellos favorable, pues Ecuador ya en el año siguiente, y con una en su favor contaban con lo siguiente: uno, gravedad tal como para barrer con todas el desprestigio absoluto del Partido Liberal; las conquistas realizadas. Así, el país retor- dos, el revés del reformismo “juliano”; tres, nó a la pobreza más profunda. La oposi- el descontento general provocado por la ción al Gobierno creció, y fue precisamen- crisis económica. Con el apoyo de la Igle- te el negocio de fósforos suecos lo que sir- sia hicieron nacer, en 1931, un movimien- vió como pretexto para la sedición militar. to político que, sin declararse conservador, Ayora fue derrocado en 1931. Con era controlado por ellos y alimentado por base en la 13ª Constitución, la presidencia la base popular. Se llamaba “Compacta- vacante fue ocupada por el ministro de ción Obrera Nacional” y su mote era el de Gobierno, el coronel , so- “las camisas sucias”, inspirándose clara- cialista que, por entonces, había ya renun- mente en el fascismo europeo, del que se ciado al ideal “juliano”. Después de única- copiaban tácticas y procedimientos. mente dos meses, su solicitud de gozar de La izquierda se hallaba dividida en- facultades extraordinarias para afrontar la tre tres candidatos, mientras que los “com- crisis económica y financiera le fue dene- pactados”, apoyándose además en la vio- gada por el Congreso, y él trató de disol- lencia de sus matones, concentraron sus verlo, contando con el apoyo de la guarni- votos en el terrateniente Neptalí Bonifaz ción de Quito, que luego no le secundó. (ya citado, por su colaboración con la Jun- En noviembre, el tercer jefe de Estado del ta en 1925, y que fue el primer presidente año fue Baquerizo Moreno (el presidente del “Banco Central”). Habiendo ganado fá- de la República de 1916-20, ahora presi- cilmente las elecciones de 1932, pero fal- dente del Senado), que en seguida convo- tando aún muchos meses hasta ser ratifica- có elecciones. do, en septiembre, por parte del Congreso, De la crisis económica, que se agu- liberales y socialistas lanzaron contra él dizaba debido a la reducción drástica del una campaña de difamación a través de la LA CRISIS DE HEGEMONÍA EN LA ERA DEL “VELASQUISMO” / 191 prensa y otros medios, “acusándolo” de ser nía política, terreno fértil para el “Velas- peruano, y lograron su destitución. quismo”. El 27 de agosto estalló en Quito, di- fundiéndose por todo el país, la llamada La crisis de hegemonía en la era del “Guerra de los Cuatro Días”. A favor de “velasquismo” (1932-72) Bonifaz combatieron los soldados rasos (no los oficiales) de sólo tres entre los die- Las elecciones convocadas para oc- ciocho batallones de que se componía el tubre vieron triunfar por gran mayoría Ejército Ecuatoriano, a los que se sumaban (pues había regresado la burguesía, muy campesinos traídos de las haciendas, arte- diestra en fraudes) a Juan de Dios Martínez sanos y gente humilde que, sumisa duran- Mera, primo hermano del presidente inte- te siglos y sin la menor conciencia de cla- rino, a pesar de su absoluta impopularidad se, tuvo que cargar con el peso y la peor y de la oposición de los socialistas. El pue- parte de la cruzada reaccionaria. Baqueri- blo no olvidaba que, en la época de la zo Moreno había cedido por aquellas fe- oposición plutocrática, Martínez Mera fue chas la presidencia a . presidente de la tristemente célebre “Com- El 1º de septiembre de 1932, precisamente pañía Nacional de Estancos del Litoral”, la cuando habría tomado posesión Bonifaz, que había hundido a las pequeñas indus- se rindieron los conservadores, después de trias tabaqueras y arruinado a miles de pro- violentos choques, los más sangrientos pietarios privados de la Costa. desde 1912. Un grave conflicto se abrió por en- Como desenlace, la “Guerra de los tonces entre el Perú y Colombia por el te- Cuatro Días” llevó a una situación sin sali- rritorio de Leticia, en el oriente, y Martínez da para los varios grupos. Los latifundistas Mera consideró conveniente no inmiscuir- constataron que no podían lograr por sí so- se en la cuestión. Esto fue aprovechado por los el control completo del Estado, no obs- la oposición, encabezada por Velasco Iba- tante el sostén popular. La burguesía había rra, para atacar demagógicamente al Presi- triunfado, pero no contaba con dicho apo- dente, declarándolo “anti–colombiano”, y yo. La clase media tenía el apoyo del ejér- para desencadenar la violencia callejera cito, pero había salido mal parada del pe- de los “compactados”. Por otra parte, las ríodo “juliano”. Así que se formó un go- guarniciones de Riobamba y Ambato, apo- bierno provisorio de coalición entre bur- yando a Larrea Alba (el presidente que vi- guesía y clase media, intencionado a durar no después de Ayora), trataron de rebelar- hasta que “el pueblo se pronuncie”. Lo se. Finalmente, en agosto de 1933, con un presidía Alberto Martínez Guerrero, y ali- insultante cartel en contra del ejecutivo, el neaba incluso dos ministros socialistas. mismo Congreso se le declaró opositor. En el inmediato futuro se habría te- En aquel año el desconcierto políti- nido que contemplar la ruleta de “presi- co había llegado a la cumbre. Fueron pre- dentes” y el estancamiento de toda activi- cisamente las disposiciones constituciona- dad económica, en una crisis de hegemo- les pseudo–parlamentarias de 1928 – se- gún las cuales el Congreso podía condicio- 192 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA nar la estabilidad del gobierno – las que Sierra, de los empleados, de los campesi- provocaron el caos. En tres meses se nom- nos, de las masas subproletarias y aun de braron siete gabinetes ministeriales, que el los sectores medios. Para ello no tendrá ré- Senado se encargaba sistemáticamente de moras en romper con sus amarras conser- hacer caer. Martínez Mera trató de disolver vadoras, separándose netamente de los el Congreso; pero los batallones de Quito mandos políticos del latifundio, arrebatan- le desobedecieron, y en octubre dejó todo do a los conservadores mismos las bande- y alzó el vuelo para Guayaquil. Cinco días ras de lucha contra Guayaquil y cristali- más tarde, declarada vacante la presiden- zando en torno a su persona la lealtad in- cia, fue encargado interinamente el presi- condicional de las capas pobres y medias dente del Senado, Abelardo Montalvo de la población. (aquél que recibió ya el encargo en 1910, Velasco Ibarra fue elegido con los cuando Alfaro marchó a defender perso- votos de grupos de derecha, de la base po- nalmente la frontera contra el Perú). pular de los “compactados” y aun de algu- Nuevas elecciones, a fines de 1933, nas capas de la clase media, que no iden- llevaron al poder por primera vez (para to- tificaban en él a un conservador. Acapara- talizar, en los 35 años sucesivos, nada me- dor por naturaleza, Velasco trataba de ro- nos que cinco presidencias) a José María dearse de personas de poca iniciativa, pe- Velasco Ibarra, de cuarenta años de edad. ro capaces de cumplir órdenes. Confiando Representante velado del conservadorismo demasiado en el apoyo popular, fue intole- quiteño, había sido educado políticamente rante con la oposición, lo que le hizo co- por el clero, que en él vio un instrumento meter crasos errores como el de declarar, capaz de acabar con la hegemonía liberal– en modo provocador, que se encontraba masónica, permitiendo así plantear un en “la necesidad de violar la ley”. Ante la nuevo proyecto típicamente conservador. oposición del Congreso, reaccionaba con El intento inicial fue el de convertirlo en un contumelias y avivaba la violencia física segundo García Moreno; mas, no pudien- de los “compactados” y de otros grupos do ya el “garcianismo” tener prácticamen- “velasquistas”. te existencia política, era menester apoyar- Cuando su ministro de Defensa re- se en el pueblo, que no carecía de motivos husó la protección a los legisladores, éstos, de resentimiento contra la llamada “pluto- maniobrados por el liberal Carlos Alberto cracia quiteña”. Arroyo del Río, decidieron no entrar en la Abogado, conocido ensayista y pe- sala del Congreso. Velasco consideró que riodista [CAP.7], conductor de masas, con ellos se habían disuelto de por sí y convo- su demagógica oratoria, y de personalidad có a una Asamblea Constituyente. El co- compleja y contradictoria, Velasco dará un mandante Carlos Suárez, que debía leer el nuevo estilo y una nueva proyección a la bando, optó en cambio por encarcelar al acción política del conservadorismo, for- Presidente, que luego fue desterrado. Un mulando un discurso y una mitología cen- año solamente había durado su primera trados en su persona, que capitalizarían el administración. La forma populista no fun- descontento primario de los artesanos de la cionó, y en los años que siguieron iba a LA CRISIS DE HEGEMONÍA EN LA ERA DEL “VELASQUISMO” / 193 acelerarse la vorágine de ingobernabilidad ley de “seguridad social”, o sea espiar en la del país. vida de los ciudadanos. El Ejército no retuvo el poder, entre- El ministro de Defensa de aquel en- gándolo en agosto de 1935 al ministro de tonces, general Alberto Enríquez Gallo, de- Gobierno, el conservador , rrocó a Páez en octubre de 1937 (a poco para que convocara nuevas elecciones. de lo que éste consiguió la designación co- Treinta y seis días después, temiendo una mo presidente constitucional). Enríquez nueva guerra civil, Pons renunció y el en- asumía, en nombre de las Fuerzas Arma- cargo pasó al ministro de Obras Públicas, das, el mando supremo de la República, el ingeniero Federico Páez. Durante su ad- empeñándose en convocar nuevas elec- ministración dictatorial (que debía durar ciones. Aplicó la Constitución de Alfaro de algo más de dos años) se creó el “Instituto 1906 y en seguida abolió la inicua ley de de Previsión Social”; se aprobó el Código “seguridad social”. del Trabajo (con el beneplácito de los mis- Durante su breve administración, mos terratenientes conservadores, sabedo- Enríquez se preocupó honestamente de res de lo poco que les habría afectado); se acelerar la elaboración del Código de Tra- estableció el servicio militar obligatorio; se bajo; liberar a los presos políticos y permi- firmó un modus vivendi con el Vaticano, tir el regreso de los confinados; restituir la cuyas relaciones diplomáticas habían sido libertad de acción a los sindicatos y cola- interrumpidas desde la época de Alfaro. borar con ellos; frenar los abusos de los En 1936 se produjo la insurrección monopolios; reforzar la educación laica; de las tropas del “Regimiento Calderón” de reformar varios contratos internacionales, Quito. Existiendo previamente la sospecha que gobiernos anteriores concertaron en de que ahí se preparaba una conspiración, desventaja del país. Tuvo sus pecas, como había sido anunciada su próxima disolu- por ejemplo, la excesiva liberalidad en los ción, y los soldados reaccionaron matando ascensos militares; pero puede decirse, sin a los oficiales. De esto se pasó al combate duda alguna, que hizo lo posible en pro de abierto por las calles, llamado “de las cua- un retorno a la línea “juliana”. Reunió la tro horas”. El gobierno se sacó de la man- Asamblea en agosto de 1938 para la prepa- ga una grotesca historia, según la cual la ración de una nueva Constitución, y, con- conspiración había sido tramada por José siderando cumplidos sus propósitos, re- Stalin en persona, estando ya lista la ban- nunció voluntariamente. dera tricolor ecuatoriana, bordada con la La 14ª Constitución preveía (candi- hoz y el martillo en lugar del escudo. Páez, dez de Enríquez) la división del número de que había comenzado su presidencia co- diputados en partes igual entre las tres ten- mo elemento de izquierda, fue regredien- dencias ideológicas predominantes: libe- do a las posiciones de derecha de su ju- ral, conservadora y socialista. En la Asam- ventud, contando con el apoyo de las cla- blea se enfrentaron verbalmente Francisco ses pudientes. Para consolidar su poder Arízaga Luque (un miembro de la Junta de personal, invitó a un experto de la Alema- 1925), quien sostenía la formación de un nia nazi como consejero, para crear una frente liberal–socialista, y Arroyo del Río, 194 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA jefe del liberalismo oficial. Mientras tanto tequista de principios disolventes”. Las fue encargado de la presidencia interina huelgas de estudiantes y educadores con- Manuel María Borrero, quien se vio obliga- taban con el apoyo de los sindicatos de tra- do, con un Congreso dividido y ante la im- bajadores textiles, tranviarios, electricistas, posibilidad de gobernar, a restituir el poder choferes, etc., y, como represalia, se cerra- a la Asamblea, para que fuese designado ron universidades y fue perseguido el “Sin- un presidente constitucional. dicato Nacional de Educadores”, con la in- Ni Arroyo del Río, ni Arízaga Luque tención de formar nuevos sindicatos ¡de pudieron contar con una mayoría. Libera- educadores católicos! Es evidente, pues, les y socialistas se acordaron en el nombre que el robustecimiento del clericalismo no de Narváez, quien se preocupaba ya más a la burguesía liberal empeñó en gobernar contra los conserva- en el poder. dores en representación de los dos parti- Frente al cariz que tomaba el go- dos. En la práctica resultó que el gabinete bierno de Mosquera, incluso los ideólogos se formó sólo de liberales, y quien efectiva- “pequeño-burgueses” del liberalismo se mente tomó las riendas del gobierno fue sintieron rebasados por la política que se- Arroyo del Río. La burguesía liberal, estre- guía la grande burguesía. chamente vinculada a los monopolios ex- En noviembre de 1939, Mosquera tranjeros, había pues recuperado su poder murió de la afección hepática que le afli- político. gía. Arroyo del Río, encargado en un pri- Pero la Asamblea Constituyente se mer momento de la presidencia, prefirió disolvió forzosamente casi en seguida a renunciar, para poder presentarse como raíz de un hecho aparentemente poco im- candidato a las elecciones convocadas pa- portante. Los altos oficiales del Ejército, en ra enero de 1940 (las que, maniobradas choque directo con la Asamblea, se habían por él mismo, resultarían descaradamente opuesto, sin declarada motivación, al as- fraudulentas, adjudicándose votos en zo- censo a general de Luis Larrea Alba (el pre- nas donde la ira popular no le permitió si- sidente sucesor de Ayora). La verdad era quiera hablar; ganando en algunos lugares que Larrea Alba, en el ínterin, se había de- con cifras desorbitantes de votos, superio- clarado comunista. De tal hecho derivó res al número de electores). Sus opositores que muchos parlamentarios fueran ence- fueron: José María Velasco Ibarra, candida- rrados en el panóptico. Ni la Constitución to ahora ¡por los socialistas!, y Jacinto Jijón vigente fue ya reconocida y, en el Congre- y Caamaño (aquél que organizó de su bol- so Extraordinario que se celebró, presidido sillo la rebelión fracasada en 1924), por los por Arroyo del Río, fue substituida por la conservadores. Ante las protestas por el de Alfaro de 1906 (la que siempre retorna claro fraude electoral, los dos candidatos a flote). fueron expulsados del país; muchos “velas- Luego siguieron otras arbitrarieda- quistas” fueron apresados o ultrajados. En des, como la destitución de profesores pro- los meses que faltaban para la toma del gresistas, que se “habían politizado”, con- mando, quedó encargado Andrés F. Córdo- virtiendo sus cátedras “en una tribuna ca- va. LA CRISIS DE HEGEMONÍA EN LA ERA DEL “VELASQUISMO” / 195

Una vez ya presidente, en septiem- así como los otros países americanos, ex- bre de 1940, Arroyo del Río comenzó (me- ceptuado México – la causa del Perú, con- jor: continuó) a gobernar despóticamente. cediendo definitivamente a este país la ma- Pronto tuvo que afrontar un gravísimo pro- yor parte de los territorios disputados, pre- blema: los peruanos concentraban tropas cisamente las zonas que, entre otras cosas, en la frontera. Ya desde 1935 habían pene- interesaban a las compañías petroleras. trado en diversas zonas del oriente, ya sea El 5 de julio de 1941 se desató vio- con militares, que construían aeropuertos, lento el ataque peruano, por tierra, mar y ya con misioneros, que creaban centros de aire. Además del Oriente, fue ocupada la adoctrinamiento. De los 3 mil hombres a provincia de El Oro, en la Costa, de donde fines de 1940, los peruanos aumentaron el unos 30 mil prófugos alcanzaron Guaya- contingente hasta 20 mil a mediados de quil, mientras que esta misma ciudad era 1941. amenazada de invasión, lo que en aquel Cuando empezó el ataque, Ecuador momento habría sido factible. Después de se encontraba todavía desprevenido. Tiem- un mes de guerra tuvo que rendirse el po y posibilidades para armar al pueblo en Ecuador, ante una superioridad militar defensa de las fronteras no habían faltado; cuantitativa y cualitativamente aplastante. pero la burguesía temía que con esas mis- En la ya aludida Conferencia de paz, con mas armas se desencadenara una insurrec- la reunión de los ministros de Relaciones ción interna. Para contener la invasión no Exteriores de los países americanos, se fir- fueron enviados los mejores cuerpos del mó el “Protocolo de Río de Janeiro”, en ba- ejército (reservados para el amparo del ré- se al cual Ecuador quedaba reducido en su gimen burgués), mandándose al desbara- superficie, una vez más, en los actuales juste a 3 mil jóvenes, en su mayoría cam- 270 mil kilómetros cuadrados [CAPS.1,7]. pesinos pobres, reclutados de apuro y, ob- Como muchos otros países america- viamente, poco duchos con un fusil. nos, Ecuador entró (aunque platónicamen- En esa época se fantaseaba sobre el te) en guerra, a la zaga de los Estados Uni- entrenamiento de tropas peruanas por par- dos contra el “eje nazi–fascista–nipón”. te de enviados nazis. Diarios y revistas es- Las islas Galápagos (cumpliéndose cuanto tadounidenses, – New York Herald Tribu- previera Alfaro) fueron ocupadas en segui- ne, Newsweek, Time – sostenían demagó- da, además de otra base norteamericana gicamente esta tesis, más bien dudosa, si se cerca de Ancón, en la provincia de Gua- considera que Alemania estaba ya en ple- yas. na guerra y que los Estados Unidos, ante su Arroyo del Río y su ministro de Re- inminente participación bélica, empleaban laciones Exteriores, el conservador Julio todo tipo de propaganda para arrastrar Tobar Donoso (pues también con los terra- consigo a los países latinoamericanos. Y de tenientes de la Sierra se habían aliado los ser verdad, resultaría bochornoso para los liberales), fueron acusados de traición a la mismos Estados Unidos, pues en la Confe- patria, y desde varias partes se solicitaba la rencia de Río de Janeiro de 1942 (estando renuncia del Presidente. Como reacción ya en guerra contra Alemania) apoyarán – fue elaborada una ley de “seguridad so- 196 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA cial” (del tipo de la de Federico Páez), de La chispa fue la muerte de una me- espionaje individual legalizado y de repre- nor, causada por los carabineros durante sión. Además, el cuerpo de carabineros se- una manifestación “velasquista”, y el 28 de ñoreaba en el país, dándose a toda suerte mayo se produjo la rebelión en Guayaquil, de abusos. Entretanto, la administración se enfáticamente llamada “la Gloriosa”. La mostraba activa construyendo escuelas, lucha se extendió rápidamente por todo el universidades, caminos. país, y Arroyo del Río tuvo que renunciar. Con la guerra mundial, en Ecuador Velasco, que aguardaba por la frontera co- había mejorado la situación fiscal [CAP.7]. lombiana, pudo entrar triunfalmente a En cuatro años las exportaciones, en subi- Quito, y proclamarse jefe supremo de la da continua, se habían multiplicado, pa- nación. sando de los 10,4 millones de sucres de En los meses siguientes se multipli- 1940 a los 28,6 de 1944. Mas, no habien- caron crueles venganzas y violencias con- do sido encauzadas las entradas hacia el tra los miembros del disuelto “Cuerpo de incremento de la producción nacional, la Carabineros” y contra todas las persona economía se encontraba, paradójicamen- sospechadas de “arroyismo”, que en mu- te, en declino, con circulación exagerada chos casos fueron despedazadas, literal- de dinero, ampliación cuantiosa del crédi- mente, por la furia popular. Memorando el to e inflación monetaria, más su secuela de tratado de paz con el Perú, el nombre de especulación, elevación del costo de la vi- Arroyo de Río (por razones, en verdad, más da y rebaja del sucre. emotivas que objetivas) quedará hasta des- Arroyo del Río iba a ser, después de pués de su muerte como sinónimo de trai- muchos años, el primer presidente en com- ción a la patria. pletar su mandato cuadrienal. Para las El 10 de agosto de 1944 la Asam- elecciones de 1944 había escogido como blea Constituyente nominó a Velasco Iba- candidato al liberal Miguel Ángel Albor- rra como presidente para el cuadrienio. noz. Contra el Gobierno se formó una coa- Además de las izquierdas, a Velasco co- lición muy heterogénea de partidos y agru- menzaron apoyándole los conservadores paciones – conservadores, socialistas, co- (aunque hubiesen desistido ya de hacer de munistas, disidentes liberales, indepen- él el restaurador del conservadorismo), dientes – llamada “Alianza Democrática porque representaba la única fuerza anti– Nacional”, organizada por Francisco Arí- liberal idónea. zaga Luque. No siendo él mismo aceptado El Partido Conservador se estaba sa- como candidato, por el veto de los conser- cudiendo de su anacrónico embelesamien- vadores (que no lo olvidaban como miem- to “garcianista”, dando lugar a dos líneas bro de la Junta “juliana”), se avino a con- políticas divergentes. Una, la reiteración centrar los votos en Velasco Ibarra, a quien tradicional del clericalismo, buscando re- sin embargo, Arroyo del Río prohibió en- novar el integrismo católico mediante una trar en el país. Así, sin sospecharlo, le hizo fórmula política que requería un “caudillo” indirectamente un enorme favor, echándo- para suceder a Velasco, y sin su irraciona- se sobre sí la situación, ya tan explosiva. lismo y eclecticismo (esta búsqueda dará LA CRISIS DE HEGEMONÍA EN LA ERA DEL “VELASQUISMO” / 197 sus frutos, exiguos, en los años ‘50, con burgueses se sintieron desilusionados Camilo Ponce Enríquez, como se verá). La cuando Velasco trató de aplicarles restric- otra línea era una salida “cripto–falangista” ciones también a ellos, para buscar resta- de modelo español, producida por resenti- blecer la situación económica, ya tan dete- miento patriótico y frustraciones naciona- riorada. les en la derrota frente al Perú. En tal línea, En 1946 el Presidente se dio un gol- un grupo de pseudo–intelectuales serranos pe de estado, disolviendo el Congreso y fundó ARNE (“Acción Revolucionaria Na- erigiéndose dictador. En esta dictadura cionalista Ecuatoriana”), cuya ideología, caótica, se favorecía el pulular de pandillas aparte los lugares comunes del “falangis- de matones para escarmentar a obreros, es- mo”, daba énfasis al “hispanismo” de la tudiantes, periodistas; el local del diario nación ecuatoriana (¡la misma indepen- socialista La Tierra fue devastado. Conti- dencia fue un colosal error! según los ar- nuaban los desfalcos, los abusos, los erro- nistas), pasando por alto el aporte indio en res descomunales en la dirección de la su formación, que más bien representaba economía. un impedimento, un lastre. Enemiga del El desarrollo de las bases sociales populismo, ARNE se declaraba anti–burgue- expresadas en el populismo “velasquista”, sa, en su anti–capitalismo basado más en con las reivindicaciones no satisfechas más el pasado que en el futuro. allá del ámbito ideológico, creaban un Sacando ventaja del inmenso sostén conflicto entre esas bases y la dirección popular, el gobierno de Velasco empezó a política. Es en tal proceso de “erosión del actuar abiertamente con expresión de iz- velasquismo” que brota la CEFEPÉ (“Concen- quierda, y en mayo de 1945 se preparó tración de Fuerzas Populares”), organizada una nueva Constitución, la 15ª, muy bien por Carlos Guevara Moreno, inspirándose ensamblada y de molde progresista, que en la forma y los métodos al naciente y ya amparaba los derechos de los trabajadores. popular movimiento de Juan Domingo Pe- Sin embargo, pronto la situación económi- rón, en Argentina. De aquí en adelante, el ca empeoró hasta el punto que hubo esca- “velasquismo” (un populismo desde arri- sez de víveres, y nació un mercado negro ba, paternalísta, substancialmente “caudi- de productos alimenticios y de divisas ex- llista” y estatuido orgánicamente por me- tranjeras, con además fuertes desfalcos por dio de “caciques políticos”) irá siendo des- parte de algunos miembros del gobierno (a plazado por el “cefepismo” (un populismo hurtadillas del presidente, cuya honradez desde abajo, ajustado a los descontentos y diamantina es indiscutible). frustraciones causados por los “caciques” Ante la crisis, Velasco volvió a mos- velasquistas de la primera hora, así como trar su faz de reaccionario. Sirviéndose de al deseo de los sectores más politizados de la obra de su ministro de Gobierno, Carlos poder darse una conducción propia). Guevara Moreno, fueron atacados con cru- Después del “autogolpe” de Velas- deza los partidos de izquierda, los mismos co, con una Asamblea Constituyente, en que lo habían apoyado, y así el frente “de- 1946, se tendía a restaurar la legalidad; pe- mocrático” se quebró. Pero los sectores ro los partidos de izquierda se abstuvieron 198 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA de participar y, sin ellos, en diciembre se sidenciales consecutivos llegados a térmi- dictó la 16ª Constitución, de calidad muy no, que los historiadores burgueses se inferior a la 15ª. apresuraron en alabar como una muestra En 1947 continuaba en medio de la de la madurez adquirida por el pueblo, del confusión, hundiéndose la economía. En final de la ingobernabilidad del país, de la los primeros cinco meses las reservas netas llegada de la verdadera “democracia” (pa- de divisas del “Banco Central” decayeron labra ésta muy indeterminada, que cada en 93,5 millones de sucres. En agosto, el uno define a su manera). ministro de Defensa, coronel Carlos Man- La operación de Plaza fue la de ins- cheno, derrocó al Presidente, apresándolo taurar el nuevo modelo (y estilo) de domi- y obligándole a salir del país. Pero Man- nación burguesa en boga. Con la coyuntu- cheno permaneció menos de dos semanas ra favorable de la Segunda Guerra Mun- en el poder, que le fue arrebatado con una dial, muchos países latinoamericanos “contra-rebelión” encabezada por el presi- [CAP.7] habían comenzado, o acelerado, su dente del Congreso, Vein- desarrollo en varios sectores de la econo- timilla, quien convocó un Congreso Ex- mía, según la política llamada “desarrollis- traordinario. Y, así, también Suárez Veinti- ta”. Ecuador, por que había quedado reza- milla retuvo el mando trece días, hasta gado, se avió contratando misiones extran- cuando, el 15 de septiembre, se eligió a Ju- jeras para el estudio técnico de los varios lio Arosemena Tola, para completar el cua- problemas de administración del país, y drienio que se concluía el año siguiente. enfocando la cuestión económica en tér- En el año de su mandato, Aroseme- minos de producción, y no sólo moneta- na Tola poco pudo hacer; pero buscó la re- rios. conciliación entre las distintas facciones. Ecuador se convirtió en el primer Además, preparó las elecciones para 1948, productor mundial de banano, y esto como en las que participarían no sólo las dos resultado también de la suma de capitales agrupaciones fijas (la conservadora y la li- de firmas relativamente modestas (nacio- beral–socialista), sino también una tercera nales y extranjeras), en lugar del monopo- fuerza, la del “Movimiento Cívico Ecuato- lio exclusivo de inmensos trusts, como ha riano”, confeccionada a medida, y sin po- sido la regla generalizada para los países ner límite a los gastos, para que ganara Ga- centroamericanos. Se elaboraron planes de lo Plaza (hijo del presidente plutócrata inversión en la producción, con la asisten- Leonidas Plaza, de época alfariana), colec- cia crediticia y técnica; se planificó el cionando los votos, numerosos, de los disi- aprovechamiento de algunos recursos na- dentes centristas. turales, con proyectos de colonización en primer lugar; se trató de tecnificar la admi- \ \ \ nistración con asesores (fácil adivinar) es- tadounidenses. Después de veintiocho años de go- En agosto de 1949, se produjo un biernos inconclusos (el de Tamayo fue el tremendo terremoto, que causó la muerte último en durar el entero período), con Pla- de 10 mil personas y la pérdida de sus ho- za se abría una serie de tres períodos pre- LA CRISIS DE HEGEMONÍA EN LA ERA DEL “VELASQUISMO” / 199 gares a centenares de miles, con la destruc- este estrato social: lo invitó a colaborar en ción de Ambato, Latacunga, Salcedo, Ba- su administración (no obstante que varios ños, Píllaro, Pelileo y numerosos poblados de tales colaboradores se definiesen abier- menores. Se recibieron auxilios de todo el tamente “socialistas”), eliminando tam- mundo en dinero, medicinas, ropas, cobi- bién, así, el viejo elemento perturbador y jas, carpas, materiales para la reconstruc- dando estabilidad (aunque momentánea) ción. Pero poco llegó a manos de la pobla- al régimen. Para las clases trabajadoras de ción azotada, pues entre las ricas damas de la ciudad y para las depauperadas masas sociedad y de la Cruz Roja, entre los fun- de campesinos, sin embargo, continuó el cionarios gubernativos y los prelados de la “normal” estado de miseria. Entretanto, se Iglesia, encargados de la distribución, no concluía la legislatura de . faltaron los chacales: se substituía, en el Tomando distancias de Velasco Iba- mejor de los casos, el material extranjero, rra, y recompuestas sus facciones internas, “demasiado fino para los indios”, con ma- los conservadores lograron reorganizarse y terial nacional del más barato. reforzarse, hasta parecer probable su victo- En 1950 el Primer Censo Nacional ria electoral para 1952. Por su parte, Plaza de Población [CAP.7] indicó que Ecuador no escatimaba medio alguno para que ga- contaba con 3,2 millones de habitantes. nase el candidato de su “Movimiento Cívi- Por ese año ya la estructura socio–econó- co”. Pero – contra cada previsión y desba- mica del país comenzó a transformarse en ratando cualquier cálculo – de la contien- un proceso todavía hoy no completado to- da emergió Velasco Ibarra, a quien se creía talmente. Muchos terratenientes se habían ser ya una reliquia del pasado. Llegaba así “modernizado”, adoptando medidas capi- a su tercera administración: habían votado talistas para una explotación más racional por él, además de su base, aún fuerte, gen- de sus tierras (Galo Plaza, latifundista él te de todas las tendencias, quizá escogién- mismo, daba el ejemplo). Todavía más im- dolo como el mal menor. portante es que la capitalización de la ren- Pronto se retornó al conocido estilo ta de la tierra, transferida a los sectores co- confuso, a la represión, con cierre de pe- mercial, financiero e industrial, había de- riódicos y radioemisoras, apaleamiento de sarrollado ya una verdadera burguesía se- periodistas, etc., pero con mayor cautela y rrana, cuyos intereses económicos, socia- sin veleidades dictatoriales, tratando de se- les y políticos concordaban, obviamente, guir en lo posible el orden jurídico inaugu- con los de la burguesía costeña. El “regio- rado por Arosemena Tola y adoptado por nalismo”, por lo tanto, empezó a perder su Plaza. Así, también Velasco logró comple- sentido tradicional. tar su mandato (la única vez en sus cinco Por otra parte, la clase media se in- gobiernos), gracias también a la positiva corporaba en el sistema. Los burócratas y coyuntura económica y a los pocos even- los prósperos profesionales o comerciantes tos reseñables de esos años. de los años ‘50 poco tenían en común con Para las elecciones de 1956 los con- la clase media incipiente y marginada de servadores se supieron apoyar tácticamen- los años ‘20. Plaza fue bastante hábil con te al “velasquismo” (constitucionalmente 200 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA

Velasco no podía ser reelecto), y llegaron nal”, o ya apartándolos periódicamente de más compactos y organizados. La clase las precarias ubicaciones “modernas” en media “aburguesada” no les era ya hostil, que tal desarrollo les había colocado pre- como en los años ‘30, porque también el viamente. No es un caso que en las provin- conservadorismo había abandonado sus cias a donde mayores eran las migraciones pretensiones aristocráticas, resignándose a (Guayas, El Oro, Los Ríos [CAP.7]) los votos la “plebeyización” de la sociedad (y esta obtenidos por Velasco alcanzaron porcen- convergencia explica en parte la estabili- tajes del 65-80% (como había ocurrido ya dad de los tres gobiernos consecutivos en en 1952; como sucederá todavía en 1968). el período 1948-60). Con el apoyo indirec- En 1960, Velasco sacó provecho, a to del mismo presidente Velasco, que en más del voto de disidentes de todas las for- todo caso los prefería al “Movimiento Cívi- maciones, también del de los grupos más co” de Galo Plaza, los conservadores pu- heterogéneos, desde la CEFEPÉ y ARNE (aque- dieron ganar, por un escaso margen, en la llos “intelectuales” emuladores del falan- persona de Camilo Ponce Enríquez. gismo español, organizados semi–clandes- Ponce buscó, aunque tímidamente, tinamente), hasta los comunistas y gente de poner límites al laicismo en la enseñanza; izquierda en general, porque supo manio- mas, impedido por la opinión pública, op- brar hábilmente con la oleada “anti–yan- tó por no arriesgarse excesivamente. Du- qui”, que en esa época se difundía por to- rante su administración se resignó a tratar do el continente, con el impulso de la Re- asuntos más modestos, como abrir escue- volución Cubana. las o algún instituto financiero. Política- mente, no consiguió realizar la operación \ \ \ de ligar las masas velasquistas con el inte- En los años ‘60, las ilusiones bur- grismo católico, y de ahí en adelante los guesas de estabilidad política y hegemonía conservadores se debilitarían paulatina- ideal iban a caer como un castillo de nai- mente, pasando por varias escisiones. pes. En primer lugar, los doce años anterio- Completado el período presidencial res no representaron aquella transforma- de Ponce Enríquez, en 1960 retornó al po- ción capaz de asegurar una estabilidad du- der, una vez más, Velasco Ibarra, asom- rable. Se trató, simplemente, de un boom brando con la derrota aplastante que infli- económico que ocultaba los síntomas de la gió a los partidos tradicionales, el Conser- crisis en incubación. Una crisis tan grave vador y el Liberal–Socialista, así como al que preocupó a quien supo comprender, “Movimiento Cívico”, cuyo candidato esta como fue por ejemplo el “Banco Central”. vez era nada menos que Galo Plaza, en En la Memoria del Gerente General, para persona. 1961, se amonestaba sobre las consecuen- La base del “velasquismo” contaba cias que tal crisis, inminente, iba a acarrear con aquellos grupos que el desarrollo del incluso en el campo social. capitalismo dependiente había convertido En segundo lugar, en el mundo se en marginados, ya sea arrancándolos de estaban verificando cambios políticos de las posiciones estables del sector “tradicio- inmensa trascendencia. El asunto de la Re- LA CRISIS DE HEGEMONÍA EN LA ERA DEL “VELASQUISMO” / 201 volución Cubana, sumándose a los proble- del jefe de Estado en 1947-48), porque mas particulares de cada nación latinoa- Arosemena, sin contar con el consenti- mericana, no tardó en reflejarse en las or- miento de su superior, había aceptado la ganizaciones políticas, con un efecto toda- invitación oficial de ir a visitar la Unión vía más fuerte, porque vino a agregarse al Soviética, decisión la suya considerada en- terremoto político que causó el “XX Con- tonces excesivamente “izquierdista”. greso del Partido Comunista de la Unión La clase dominante sentía pocas Soviética”, con la “de– stalinización” y el simpatías tanto por Velasco como por Aro- ulterior conflicto con China. Así, todo el semena. Por otra parte, temía que madura- andamiaje ideológico, teórico y práctico ra una revolución popular tras el ejemplo de la lucha de clases, según los cánones de Cuba, promovida por la URJE (“Unión tradicionales, entraba en crisis, para aviar- Revolucionaria de la Juventud Ecuatoria- se una nueva etapa revolucionaria. na”), que estaba adquiriendo resonancia En algunos países latinoamericanos política. Se pensó en una solución militar, comparecieron formas violentas de lucha, pero se la juzgó aún prematura. Aduciendo que debían prolongarse por todo el dece- al estado de postración moral en el que se nio [CAP.7]; mientras que en Ecuador se re- hallaba el ejecutivo, en noviembre las quería aún una fase de recuperación de la Fuerzas Armadas depusieron al Presidente conciencia política, que en los años ‘50 y apresaron al Vicepresidente, que opuso había sido prácticamente anulada. Recuér- cierta resistencia. Fue encargado del poder dese que, desde la administración de Galo el presidente de la Corte de Justicia, Carlos Plaza, se había aquietado la clase media, Gallegos Toledo; mas, el Congreso declaró esa misma que en el pasado jugó un papel que, constitucionalmente, el derecho de propulsor, organizador y hasta directivo de sucesión le correspondía a Arosemena. los partidos marxistas, los que, a su vez, se Carlos Julio Arosemena asumió, hallaban debilitados y habían perdido pues, la presidencia en condiciones preca- combatividad. Con la nueva fase política, rias, debido a la crisis económica y fiscal, era la clase proletaria la que se convertía al confuso clima político imperante y a las en sujeto político protagonista; pero era presiones que los Estados Unidos estaban poco politizada. ejerciendo sobre Ecuador (así como sobre A pesar del aplastante triunfo electo- otros países latinoamericanos). Estratégica- ral de 1960, la cuarta administración de mente, Arosemena buscó aliarse con los Velasco Ibarra fue breve (igual que la pri- emergentes sectores industriales, para esta- mera, un cuarto de siglo atrás), porque, an- tuir un modelo de desarrollo impulsado te las protestas por el aumento del costo de por los excedentes de la agro–exportación. la vida y por la corrupción de los adminis- Pero en verdad, como hombre de izquier- tradores, el Presidente recurrió a medidas da, él no fue más allá de un acción simple- represivas, en lugar de buscar alguna solu- mente “progresista”, caracterizada en el ción al problema de fondo. Además, se plano interno por un nacionalismo que, produjo una disputa entre Velasco y su vi- necesariamente, había de tener visos an- cepresidente, Carlos Julio Arosemena (hijo ti–imperialistas. Hay que considerar que la 202 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA naciente izquierda revolucionaria era (y có duramente de palabra a los Estados Uni- quedaría) demasiado débil para poder apo- dos, tachándoles de explotadores de los yar una acción más radical. países latinoamericanos. Las Fuerzas Ar- Asesorada por la Embajada de los madas, juzgando que había sobrepasado Estados Unidos, la reacción local comenzó los límites, lo condujeron al aeropuerto y a denunciar la “infiltración comunista” en lo despacharon para Panamá. el Gobierno y a explotar la “cuestión cuba- Con el golpe de estado se formó una na”. El clero se encargó de encabezar esta “Junta Militar” que comprendía miembros cruzada, organizando manifestaciones gi- de las tres Armas: el contraalmirante Ra- gantescas, especies de procesiones desti- món Castro Jijón, los generales del Ejército nadas a desagraviar a Dios por “las ofensas Luis Carrera Sevilla y Marcos Gándara En- del comunismo ateo” y a pedir el cese de ríquez (sobrino de Alberto Enríquez, jefe las relaciones con Cuba. Artificiosamente, de Estado en 1937-38) y el coronel de Ae- inclusive diarios del tipo de El Comercio ronáutica (ascendido ipso facto a general) de Quito (el que, no obstante su zigzagueo Guillermo Freile Posso. La población de oportunista, por lo menos había sabido Quito hizo resistencia a la presencia de identificarse en el pasado con el liberalis- tanques por las calles, produciéndose cho- mo anti–clerical), así como algunos grupos ques. Los soldados hicieron fuego contra la laicos y liberales, de pronto descubrieron multitud, provocando algunos muertos y su sagrada vocación de defensores de la heridos. “tradición cristiana”. Arosemena acabó por Inmediatamente fue declarado ilegal tener que romper las relaciones con Cuba el Partido Comunista. Con el triunfo de la en 1962. Pero ni esto fue ya suficiente: la Revolución Cubana, los Estados Unidos es- reacción reclamaba una dura represión taban ajustando los frenos por mediación contra cualquier manifestación progresista. de los militares de muchos países latinoa- La escalation continuó, y se produjo, entre mericanos. Para eliminar desde su naci- otras cosas, una serie de atentados terroris- miento cualquier veleidad revolucionaria tas, que se querían imputar a la izquierda. había que apagar, razonaban, la “tentación En 1962 tuvo lugar [CAP.7] el Segun- comunista”. do Censo Nacional de Población. En Ecua- El golpe militar no era sino una en- dor se contaban ya 4,5 millones de habi- tre las tantas medidas “anti–insurrecciona- tantes, y su economía quedaba fundamen- les” acordadas con el Pentágono de talmente agrícola, donde casi 2 millones Washington y con los monopolios, en de- de indios vivían en condiciones precarias, fensa de los intereses imperiales. En base a casi idénticas a las de un siglo antes, a las la estrategia general, a las disposiciones es- de dos siglos antes, a las de cuatro siglos pecíficamente represivas había que añadir antes. medidas de carácter económico y social, En junio de 1963, Arosemena ofre- del tono dictado por “Alianza para el Pro- ció un buen pretexto para que se deshicie- greso” de John F. Kennedy, con presuntas ren de él. En estado de embriaguez, de reformas estructurales, la primera de las frente a funcionarios norteamericanos, ata- cuales en Ecuador fue, por decreto de la LA CRISIS DE HEGEMONÍA EN LA ERA DEL “VELASQUISMO” / 203

Junta, ... ¡la nacionalización de las cum- merosas obras públicas – calles, puentes, bres andinas! teléfonos – y dejando a sus sucesores el No se aplicaba mucho la Constitu- gravamen de la realización. ción, porque los cuatro miembros de la En aquel período se reunieron en Junta preferían gobernar (es un decir) con Santiago de Chile las Repúblicas sudameri- decretos, a menudo relativos a los aumen- canas del Pacífico, para reivindicar la so- tos de sueldo de los oficiales y de los pro- beranía marítima de 200 millas mar aden- fesores, o para ampliar el rol de la ya exce- tro [CAP.1], y defender así a la fauna oceá- siva burocracia. En 1964 se decretó inclu- nica de la pesca indiscriminada por parte so una ley de reforma agraria y tributaria, de japoneses y estadounidenses. que alegaba querer poner fin a las situacio- En noviembre de ese mismo año, de nes precarias (relaciones pre–capitalistas 1966, se reunió la Asamblea Constituyen- del trabajo) y promover la creación de una te, que resultó turbulenta en extremo. Se capa de medianos propietarios rurales, ca- discutió sobre las arbitrariedades e incluso paz de aminorar las contradicciones del las “traiciones” de la pasada Junta Militar; agro, mientras que en realidad su propósi- se preparó la 17ª Constitución, no llegán- to era el de proteger los intereses de los la- dose, sin embargo, a elegir a ninguno de tifundistas. Pero tampoco esta ley pudo ser los candidatos en liza: Camilo Ponce Enrí- aplicada mínimamente, debido a la oposi- quez (el presidente conservador de 1956- ción de los terratenientes tradicionales y al 60, que ahora dirigía el nuevo “Partido So- chantaje de las fuerzas reaccionarias na- cial Cristiano”) por el “centro–derecha”, y cionales y extranjeras, las únicas que apo- Clemente Huerta por el bloque de “cen- yaban incondicionalmente a la Junta, pero tro–izquierda”. Con un compromiso entre que prefirieron no correr riesgos. las oligarquías de la Costa y de la Sierra, y La incapacidad de estos militares después de una descarada compra de vo- era tan obvia, que el Gobierno se deshizo tos, se nombró presidente a Otto Aroseme- espontáneamente en marzo de 1966. Y a na Gómez (agregando a la galería de fami- raíz de un cónclave entre notables – diri- lia un nuevo busto, junto con los del tío gentes de partidos y exponentes políticos, Arosemena Tola y del primo–hermano Aro- económicos y culturales de la clase domi- semena Monroy). nante – se decidió ceder los poderes a un Restituidas formalmente las liberta- civil, Indaburu, y conti- des personales, que tres años de dictadura nuar gobernando dictatorialmente hasta la habían abolido, y atenuándose temporal- convocación de la Constituyente. Para mente la campaña anti–comunista, en el traer agua a su molino, Yerovi pensó en la país se reanudó la dinámica política. Una conveniencia propagandística de declarar mayor “liberalidad” se imponía porque, nulo el Tratado sobre los confines con el con la disminución de la demanda de ba- Perú y proclamar oficialmente “país ama- nano por parte del área capitalista, era me- zónico” al Ecuador. En sus meses de go- nester buscar mercados en el ámbito de los bierno, mientras tanto, desarrolló una gran países socialistas. A las huelgas, protestas y actividad, concertando contratos para nu- reclamaciones populares, por la situación 204 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA económica harto crítica en la que yacía el de kilómetros cuadrados, se dignaron (con país, fue “magnánimo”, muy mala suerte para ellos) dejarle. Ya en optando por afrontar las controversias me- el pasado había poseído Ecuador algunos diante el “diálogo abierto”, consiguiendo pozos, especialmente en Ancón, en la Cos- con esta medida demagógica un cierto ai- ta [CAP.1]; mas, ahora se trataba de un salto re de credibilidad. cualitativo considerable [CAP.7]. Otto Aro- Con él como jefe supremo, pudie- semena firmó los contratos para la explota- ron retornar capitales nacionales fugados ción de Lago Agrio con el consorcio “Texa- al exterior en años anteriores, y las inver- co–Gulf”. siones extranjeras gozaron de libertad de Después de una campaña electoral acción, abriéndose así una agresión eco- prudente, moderando sobriamente sus pa- nómica de proporciones hasta entonces ig- labras para evitar que se elevara demasia- notas, con el beneficio, entre otras cosas, do la temperatura política del país, José de las inmensas fuentes de hidrocarburos María Velasco Ibarra ganó expeditamente en el golfo de Guayaquil, entregados con las elecciones de 1968; mas ya sin causar embrollos, sin pudor, a la “Compañía ADA sorpresa. Inició su quinta administración, de Exploración”, un consorcio fantasma en sus 75 años de edad, enfrentándose a que encubría fuertes intereses extranjeros, una situación crítica: el inmenso déficit de como documenta con riqueza de detalles la balanza de pagos de 3 mil millones de Jaime Galarza, en su libro Piratas en el sucres; un aparato burocrático excesiva- Golfo. (Durante el gobierno de Rodríguez mente complejo; numerosas obras públi- Lara esta operación será desenmascarada y cas aviadas, sin fondos, para su termina- declarada delictuosa, con la implicación ción; la existencia de entes autónomos, de un presidente, tres ministros y numero- muchos entre ellos inútiles, que absorbían sos funcionarios). el 80% del presupuesto nacional, substra- Con Otto Arosemena se renovaron yendo además un gran trozo del poder po- las viejas instalaciones del ferrocarril; se lítico al Gobierno. realizaron obras portuarias y edilicias en Con el degenerar de la situación Guayaquil (su ciudad natal), con el sanea- económica se multiplicaron las agitacio- miento de las tierras adyacentes; se inau- nes, y puntual llegó la represión violenta. guró el puente sobre el río Guayas, que En 1970, la burguesía y los monopolios ex- une Durán con Guayaquil y permite el trá- tranjeros exigieron a Velasco que “devol- fico directo, automotriz y ferroviario. viera la tranquilidad” al país. En junio, Ve- En 1967 ocurrió un hecho que iba a lasco se dio (como hizo en 1946) un golpe alterar profundamente la idiosincrasia de de estado, esta vez por cuenta de las Fuer- Ecuador: la revelación de inmensos yaci- zas Armadas. Mantenía una actitud de in- mientos de petróleo en Lago Agrio, en el tolerancia hacia los Estados Unidos, pero Oriente, no lejos de la frontera colombia- innocua; aludía a menudo a la nacionali- na. Y esto precisamente en un territorio zación del petróleo; buscaba superficiales que los dos vecinos de Ecuador, después contactos con Fidel Castro y Salvador de haberle cercenado centenares de miles Allende. En realidad, tales veleidades se LA FASE MILITAR DE TRANSICIÓN “POST-VELASQUISTA” / 205 habían acomodado a las exigencias de la cialmente la “era del velasquismo” o, me- clase dominante, con el resultado de que jor, “de los velasquismos”. los consorcios estadounidenses se apropia- ron en aquellos años de cerca de un millón La fase militar de transición y medio de hectáreas, y en total de una ri- “post–velasquista” (1972-79) queza ecuatoriana mayor que en cualquier período pasado. Los siete años y medio de régimen Con bastante anticipación a las militar, se dividen en dos fases bien distin- elecciones previstas para 1972, comenzó a tas. Primera, la del gobierno “revoluciona- producirse el desbarajuste: la CEFEPÉ (que rio y nacionalista”, con honestas intencio- mientras tanto había desplazado a su fun- nes de transformar la sociedad, no olvidan- dador Guevara Moreno) parecía obtener el do a las clases más pobres, y de rescatar el asenso de buena parte de la base del cadu- país de las interferencias extranjeras: eco- co “velasquismo” en el nuevo líder Assad nómicas y políticas. Todo esto en armonía Bucaram Elmhalín. con lo que acaecía a nivel latinoamerica- En la singular alquimia política no, donde – con el coloso del norte atolla- ecuatoriana (reflejo de aquella latinoame- do en Vietnam – se sentía soplar un nuevo ricana tout court), Assad Bucaram resulta- viento de libertad, que, después de Cuba, ba ser “de izquierda”, y los ambientes más llegaba hasta Chile y, más cerca aún, al Pe- reaccionarios intentaron oponer un frente rú de Juan Velasco Alvarado [CAP.7]; tam- “de derecha”. Se sondearon otras solucio- bién en Bolivia y Uruguay el movimiento nes, como aquella (que se aplicará efecti- popular presionaba en favor de gobiernos vamente ocho años más tarde) de descali- más justos y autónomos. ficar a Bucaram, “porque no ecuatoriano” Segunda fase, desde 1976, la del (su padre y su madre eran libaneses), así “triunvirato”, que trajo el reflujo, la caída como se había hecho con el “peruano” Bo- de las ilusiones, desbaratando lo que du- nifaz en el lejano 1931. Nunca se hizo re- rante la primera fase se logró producir o, ferencia en cambio al, hecho de que Galo por lo menos, plantear en pro de una ma- Plaza hubiese nacido en New York y Cle- yor justicia social y autonomía nacional. mente Yerovi en Barcelona (habría que Se había retornado a la “normalidad” de agregar a éstos el futuro presidente de la un Ecuador sojuzgado por fuerzas extran- República, Sixto Durán–Ballén, que vio la jeras, con el pueblo cada vez más pobre, luz en Boston). Neptalí Bonifaz y Assad bajo la prepotencia del “gamonalismo” Bucaram, por lo contrario, nacieron en agropecuario y del “neo–gamonalismo” suelo ecuatoriano. petrolero e industrial. Estos y otros planes se inutilizaron. El alto mando militar había decidido ya de- \ \ \ rrocar a Velasco Ibarra, para el día martes Destituyendo en 1972 a Velasco de Carnaval de 1972. Con este “carnavala- Ibarra, las Fuerzas Armadas tomaron el po- zo” (que no será el último) se termina ofi- der con el general Guillermo Rodríguez Lara. Fue puesta en vigencia la 15ª Consti- 206 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA tución (aquélla de 1945, bien ensamblada quedaba por realizar era inmensa, y las re- por Velasco y las izquierdas, pero aún no sistencias que se debían vencer crecieron a aplicada), limitándola, sin embargo “en lo desmedida. que no se opusiera a los fines de la revolu- En aquel mismo año de 1974, el Ter- ción nacionalista”. El gobierno militar pro- cer Censo Nacional de Población indicaba cedió en seguida a administrar el país, con para Ecuador [CAP.7] una población de 6,5 base en la nueva riqueza brotada del pe- millones de habitantes, o sea más del do- tróleo, empeñándose en cambiar las es- ble que un cuarto de siglo atrás. Si en va- tructuras fundamentales, erradicar la co- rios aspectos el país se puso al día con el rrupción administrativa, elevar el nivel de progreso de los tiempos, no había conse- vida de todos los ecuatorianos, eliminar guido modificar la situación de los ya dos los privilegios e impulsar la educación y la millones y medio de campesinos indios salud. Con estos buenos propósitos fue (fuera de un cierto mayor contacto con el preparado el primer plan quinquenal para mundo “externo”, como consecuencia de 1973-77, cuyos pernos tenían que ser: (1) la difusión de los radio–transistores, de las nacionalización del petróleo y (2) reforma campañas de alfabetización en masa agraria. [CAP.7], de los movimientos sindicales y po- Con la entrada de Ecuador como líticos entonces muy activos). No hay que miembro efectivo de la OPEP (“Organiza- extrañarse de este fracaso, que no es sólo ción de Países Exportadores de Petróleo”) ecuatoriano. Para cambiar una condición en 1973, se dispuso la construcción del de profunda miseria, perpetuada por si- “oleoducto ecuatoriano” de 503 kilóme- glos, es indispensable que se adopten tros, que, desde Lago Agrio y atravesando drásticas medidas revolucionarias, pues los Andes, llega al puerto del Balao, en la las viejas prerrogativas no serán graciosa- provincia de Esmeraldas, para el embarque mente abandonadas por quien todavía las directo. En conexión con esto, se adquirió detiene. una flota petrolera para gozar de una ma- No fueron suficientes, pues, las bue- yor autonomía. En el programa de máxima nas y honestas intenciones del gobierno se tendía a la nacionalización de los po- “revolucionario y nacionalista”, para que zos, instituyéndose la CEPE (“Corporación la reforma agraria y la nacionalización del Estatal Petrolera Ecuatoriana”). Por lo que petróleo pudiesen realizarse. Habría sido se refiere a la reforma agraria, se comenza- necesario llevar a las extremas consecuen- ron a distribuir entre los campesinos las tie- cias las intenciones originales (decirlo es rras en las que habían vivido, sin poseerlas, muy fácil, sobre todo después que los he- durante generaciones. Para 1974 se asig- chos se han cumplido; aquí, más que una naron ya 196 mil hectáreas a más de 30 crítica, quiero hacer una constatación). En mil familias; se efectuaron además nego- cambio las acciones gubernamentales que- ciaciones, reversiones y expropiaciones, daban zigzagueantes: si por un lado se de- así como la parcelación de grandes ha- nunciaban las presiones políticas de los ciendas, para liquidar las formas precarias consorcios petroleros y se aumentó la pro- de tenencia y de trabajo. La tarea que aún piedad estatal de los pozos del 25 al 51%, LA FASE MILITAR DE TRANSICIÓN “POST-VELASQUISTA” / 207 por el otro, en el interno de la OPEP, Ecua- que ocurrieron durante el año crucial de dor se hacía eco de algunas posiciones de 1974. los mismos consorcios, en su intento de En 1975 se dio prioridad a la expan- aumentar la producción nacional y así ob- sión industrial. La pesca (incluyendo la tener más recursos financieros para la in- constricción del límite de las 200 millas dustrialización del país. Expresión de esta mar adentro), los productos petroquímicos, actitud vacilante de parte del Gobierno fue el cemento, los productos farmacéuticos y la destitución del ministro Gustavo Jarrín aun el acero resultaron los más importan- Ampudia, que se permitió denunciar en tes renglones. Para sostener una tan ambi- público las amenazas lanzadas por el pre- ciosa plataforma, el Gobierno tuvo que sidente de los Estados Unidos, Gerald buscar reforzar las infraestructuras, en gran Ford, de represalias contra los países pro- parte con préstamos del exterior, de los ductores de petróleo. que, sólo para el desarrollo de las plantas Fatales resultaron diversas decisio- de energía eléctrica necesarias se reque- nes políticas dictadas, probablemente, por rían 80 millones de dólares. Otros proyec- la aprensión de tener que hollar senderos tos incluían planes de desarrollo rural, pro- desconocidos (vieja tara de los gobernan- gramas de riego en Cotopaxi y Manabí, el tes, aunque sinceramente progresistas, de dique Daule–Peripa y la construcción de la todo el mundo), pero también por las enor- autopista Quito–Guayaquil. mes presiones ejercidas por la reacción. Con todo y eso, el Gobierno tuvo Rechazando la movilización campesina, que soportar una fuerte oposición por par- las Fuerzas Armadas se jugaron el caer en te de las coaliciones de industriales y de manos de la burguesía, a la que habían ex- hombres de negocios que, en 1975, se de- cluido preventivamente del poder, y liqui- clararon abiertamente “enemigos del régi- daron así, en manera definitiva, el eventual men”, a causa de las medidas draconianas proceso revolucionario. Manteniendo in- adoptadas para impedir la exportación de tactas las relaciones de propiedad, el Go- capitales y a causa del aumento del 30% bierno imposibilitó el traspaso de capitales sobre los impuestos de importación de los hacia la industria, que constituía el eje del productos de lujo. Sucedía que la venta de plan de modernización. Aprobando nue- petróleo (creciente desde 1972 y que en vas leyes represivas, como la de condena 1974 trajo para el país el máximo histórico de la huelga como “sabotaje y terrorismo”, de más de mil millones de dólares de en- cortó los puentes con las clases trabajado- tradas) ya en 1975 comenzó a decrecer, ras y permitió los atropellos de la policía porque los altos precios, en combinación contra los obreros (como en el brutal desa- con la falta de equipos de almacenaje y los lojo de 350 de ellos en la fábrica LANAFIT de inevitables daños en el oleoducto, produ- Quito, en el que resultaron un muerto y 90 jeron una fuerte caída en las reservas de in- heridos) y contra los campesinos (como en tercambio interno y un debilitamiento en la agresión contra 40 trabajadores en Toc- la posición de la balanza de pagos. tezinin, en la provincia de Chimborazo), El boicoteo se volvió sensible cuan- do los molinos de Guayaquil anunciaron 208 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA no tener “ni un grano más de trigo para (considerado entonces, en los ambientes moler”, y las industrias de pastas alimenti- de izquierda, un hombre manipulado por cias hicieron inventario de las provisiones la CIA) y el general de la Aeronáutica Luis de harina, “descubriendo” que les queda- Leoro Franco. A las quejas de los partidos ba sólo para diez días. Este duro golpe po- políticos, solicitando el retorno de un go- nía en crisis a la “Junta Nacional de Plani- bierno civil, los militares prometieron elec- ficación”, junto con la imagen de eficien- ciones para antes de 1978. cia del grupo militar. Velasco Ibarra, desde su destierro en Panamá, declaró estar dis- \ \ \ puesto a retornar al país, para que se le de- Con el cambio de la guardia – del volviera el poder que le fue arrebatado, el honesto y bien intencionado gobierno “re- cual le pertenecía, para actuar, precisaba, volucionario y nacionalista” de Rodríguez “en pleno respeto de los militares”. Lara al “triunvirato” – se pasó, pues, a una En septiembre la reacción intentó su fase decididamente reaccionaria. No es un golpe, encabezado por el general Raúl caso que Durán Arcentales se apresurara González Alvear. Tras un día de sangrien- para requerir a la Junta Militar que enton- tas luchas por las calles de la capital, que ces gobernaba Chile (y se sabe bien cómo) causaron 13 muertos y unos 150 heridos, el envío de un equipo de expertos “de in- los rebeldes se rindieron. Al refugiarse teligencia”, para instruir a militares y poli- González en la Embajada de Chile (¡el Chi- cías ecuatorianos. Además, los oficiales su- le de Pinochet!) se confirmaba la matriz de periores no lo suficiente “nacionalistas” la revuelta. fueron jubilados o mandados al exterior, De este fracasado golpe (que seguía para ocupar posiciones honoríficas, sin en un par de días al que en el Perú derro- mando alguno. có a Velasco Alvarado), Rodríguez Lara sa- Durante 1976 el “triunvirato” prosi- lió aparentemente reforzado, mas ya el guió con los aviados proyectos de desarro- proceso de desmantelamiento de su go- llo industrial y de creación de infraestruc- bierno era irreversible. Lo único que tal turas, incluidos 14 grandes proyectos de vez le hubiera quedado por hacer era apre- electrificación en el país, y esto gracias surar el retorno al orden constitucional y también a las nuevas facilitaciones de cré- auspiciar el proceso de reestructuración dito por parte de los Estados Unidos (que política, que, ya había sido estudiado y for- sin duda apreciaron el cambio de gobierno mulado en los meses anteriores. por ellos mismos alentado). Por lo que se En enero de 1976, de manera in- refiere a la reforma agraria, nuevas e inade- cruenta, hasta “caballeresca” (concedien- cuadas leyes dañaban todo el trabajo pre- do al Presidente tiempo para celebrar el cedente, a lo que se sumaron, como si no matrimonio de su hija), Rodríguez Lara fue bastara la mano del hombre, las pésimas depuesto, y reemplazado por un “triunvira- condiciones climáticas y los destrozos pro- to”. Lo encabezaba el vicealmirante Alfre- vocados por el terremoto de octubre. do Poveda Burbano, integrándolo el gene- En la disputa entre la Gulf Oil, de ral del Ejército Guillermo Durán Arcentales los Estados Unidos, y el gobierno ecuato- LA FASE MILITAR DE TRANSICIÓN “POST-VELASQUISTA” / 209 riano, resultó que la CEPE tuvo que adquirir, gó puntual, un muerto y 20 heridos), había pagando, la prorrata del 37% correspon- ofrecido una muestra de la creciente con- diente a la Gulf, que así se salía del consor- cientización aún de los trabajadores. Para cio, para quedar todavía en él sólo la Texa- impedir la difusión de los imponentes míti- co. Siguió una reforma de la ley de hidro- nes de Riobamba, en los que se adunaron carburos, para incentivar a las compañías 25 mil personas (casi la mitad de su pobla- extranjeras mientras se mantenían “las re- ción), la policía y el ejército se encargaron servas de petróleo como fuente nacional y de bloquear la carretera y el ferrocarril que propiedad del Estado”. unen Guayaquil con Quito. No obstante, El “triunvirato”, entretanto, demos- días más tarde pudo realizarse perfecta- traba su intolerancia contra la libertad de mente la primera huelga a nivel nacional. expresión y de reunión. En agosto de 1976, Así, la nueva huelga demostrativa el obispo de Riobamba, Leonidas Proaño – de mayo de 1977, la segunda nacional, pa- importante defensor de las clases más po- ralizó el país, habiendo respondido positi- bres y explotadas – organizó una Confe- vamente el 90% de los inscritos en las tres rencia en la que participaron 37 obispos y centrales sindicales, incluso miles de cam- religiosos provenientes de muchos países pesinos indios organizados en sindicatos americanos, para discutir, precisamente, agrarios. Aunque los varios medios de co- sobre los problemas de justicia social. Las municación de masa prefirieron omitir la autoridades no vacilaron en interrumpir la noticia, el Gobierno no pudo dejar de no- Conferencia, detener a los concurrentes y tar las posibilidades de lucha de los traba- expulsar del país a los extranjeros. Análo- jadores. Una de las medidas de escarmien- gamente, pocos meses más tarde, la fuerza to fue el despido de 200 profesores que pública rodeó el convento de “El Inca” de participaron en la huelga. Quito, en donde se habían reunido algunas El “triunvirato” aplicaba diferentes personas (políticos, periodistas, etc.) para medidas a las diferentes oposiciones, se- debatir sobre la situación de Ecuador, y gún su utilidad y sentido de humorismo. arrestó a los presentes. Este segundo even- Por ejemplo: algunos políticos (entre los to, sin embargo, no tuvo el clamoreo inter- que se encontraba el ex presidente Carlos nacional del primero, no encontrándose en Julio Arosemena Monroy) conspiraron con- él ni obispos ni extranjeros. tra el gobierno en un hotel de la capital, En 1977, el “triunvirato” reforzó sus durante aquella que fue llamada “la noche posiciones. Mas, en lugar de tener que me- del 32 de agosto”. Caídos en la redada de dirse en la lucha política con grupos pe- las fuerzas del orden, se decidió embarcar- queños y desligados, como fue siempre en les en automóviles, llevarlos al páramo, ca- el pasado, encontró en su paso a un cuer- da uno a un sitio diferente, y ahí abando- po de trabajadores bien organizado sindi- narles, “a que se les enfríen los ardores”. calmente. Ya la huelga del 20-21 de octu- Para los trabajadores del ingenio AZTRA, en bre del año anterior, que desde Riobamba cambio, se escogió la masacre. se extendió por toda la provincia de Chim- En efecto, la decisión del gobierno, borazo (dejando bajo la represión, que lle- en ese mismo agosto de 1977, de elevar 210 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA por la enésima vez en tres años el precio – la débil respuesta de la izquierda ecuato- del azúcar, había perjudicado duramente riana, arrebatada por el espejismo del pró- la economía de la población, sacrificando ximo referéndum en el ámbito del proceso mayormente a los trabajadores de los inge- de retorno democrático, acabó por extin- nios, pues ni siquiera se respetó la cláusu- guir cualquier iniciativa seria. la del contrato colectivo, que estipulaba un El referéndum en cuestión había si- aumento de salarios adecuado con el alza do convocado con el fin de optar por la de precios. Los trabajadores, con míseros constitución que se debía aplicar para el jornales, exigían por lo menos el cumpli- traspaso del poder a los civiles. El “triunvi- miento del contrato; el Gobierno, a peti- rato” – que había aparecido en la escena ción de los magnates azucareros, que ar- con el lema del retorno al régimen de de- güían ficticias pérdidas, anuló la susodi- recho en un plazo máximo de dos años – cha cláusula por “decreto supremo”. Los llegaba al ocaso, prensado además entre conflictos laborales se intensificaron en dos sectores diametralmente opuestos: el octubre y los obreros, entre otras cosas, de los ambientes conservadores y reaccio- ocuparon el ingenio AZTRA, cerca del pue- narios, entre los que se consideraba indis- blo de La Troncal, en la provincia de Gua- pensable la tradicional reunión de una yas. La gerencia llamó entonces a la fuer- Asamblea Constituyente, en la que se “lan- za pública. zaría” un presidente, y el de las fuerzas re- Avanzada la tarde del 18 de octubre formistas y (relativamente) progresistas, llegaron 200 policías, para ordenar el de- que demandaban ensayar sistemas actua- salojo inmediato, a lo que siguió el lanza- les de estructuración política y administra- miento de bombas lacrimógenas y disparos tiva. El plan aprobado por el Gobierno de ráfaga, con los portones cerrados expre- consistió en asignar salomónicamente, a samente. En el desorden desenfrenado de sendas comisiones, el encargo de estudiar casi 4 mil personas (entre ellas, mujeres y presentar proyectos de constitución y de con viandas de comida y niños jugando), leyes electorales, para luego someterlos al muchos, por la asfixia, saltaron la alambra- referéndum popular. da y cayeron en el canal circundante; otros Los grupos más retrógrados persi- recibieron bala o cachiporra; otros más guieron una campaña derrotista y aun vio- fueron quemados vivos en las calderas del lenta, y gastaron una lluvia de dinero para ingenio. Al día siguiente la policía impidió desprestigiar el procedimiento. No siendo a los bomberos la labor de rescate de los posible hacer anular la consulta, buscaban cadáveres, que fueron por lo menos 120. por lo menos alcanzar un porcentaje im- La noticia se difundió con conmo- presionante de votos nulos. Sin embargo, ción por el mundo. Mas todo quedó en es- cuando el referéndum se realizó, en enero to, pues pasados los días de huelgas y pro- de 1978, no sólo las papeletas anuladas no testas – y no obstante la solidaridad demos- superaron el 23% (poco, según módulos trada por numerosos países con mítines, latinoamericanos), sino que la “nueva” subscripciones de firmas enviadas a sus Constitución, que vino a ser la 18ª de la propios Gobiernos y a la Naciones Unidas LA FASE MILITAR DE TRANSICIÓN “POST-VELASQUISTA” / 211

República, se impuso por un número Supremo Electoral para invalidar las elec- aplastante de votos. ciones por presunto fraude; papeletas anu- Se perdieron otros meses para con- ladas y recuperadas varias veces. Aun hu- vocar a elecciones, y esta vez, de acuerdo bo, el 5 de octubre, el intento de “minigol- con las flamantes leyes electorales, se las pe” para perpetuar el régimen militar. Una debía efectuar en dos turnos, con “balota- campaña terrorista se desató para atemori- je” a la francesa. El Gobierno tomó sus pre- zar a Roldós, en la que se incluyó el asesi- cauciones, obstaculizando ante todo la nato de uno de los candidatos a la presi- candidatura presidencial de Assad Buca- dencia, el “radical–alfarista” Abdón Calde- ram (aquel líder que, se dijo antes, la CEFE- rón Muñoz. Encima de todo esto, se ganó PÉ había programado para suceder a Velas- tiempo difiriendo el segundo turno electo- co Ibarra en 1972). Para esto se llegó a ral para el año siguiente. El “balotaje” se aprobar una curiosa ley: para aspirar a jefe realizó, pues, en abril de 1979 y vio el de Estado, no sólo había que ser ecuatoria- triunfo, aplastante, de Roldós sobre el can- no de nacimiento, sino que debían serlo didato de los conservadores, Sixto Durán– también ... ¡el padre y la madre! Se impi- Ballén. dió además la candidatura del demócrata Fuertes intereses internacionales se cristiano Oswaldo Hurtado, en base a una habían entrometido en la contienda. Con el resolución para aceptar sólo partidos polí- boom del petróleo comenzó la agresión de ticos que contaran con un cierto número los capitales, no sólo ya de los Estados Uni- mínimo de afiliados. dos, sino de Japón, de Europa Occidental, Entre las nueve candidaturas (de los de Brasil y otros países más. Al desprestigio viejos partidos, de sectores escindidos, de continental de los norteamericanos en los nuevas fórmulas) entradas en liza en julio años anteriores, supieron hacer buen juego de 1978, parecían altamente favoritas – en las fuerzas políticas y económicas del capi- proporción directa con los gastos millona- talismo europeo (Italia, Alemania, Francia) rios para la campaña electoral – las de los que por conducto de la Democracia Cris- conservadores y liberales, como en los vie- tiana Internacional apoyaron a la lista de jos tiempos, pues ambas satisfacían al régi- Roldós–Hurtado. Por otra parte, tuvieron su men. Pero el resultado, inatendido, fue que peso decisivo en este triunfo las fuerzas de más votos obtuvo, para el primer turno, Jai- la izquierda ecuatoriana, que, aunque no me Roldós Aguilera (el candidato de la CE- llegando a un acuerdo formal en si apoyar FEPÉ puesto en reemplazo de Bucaram), for- o no a Roldós como el mal menor, termina- mando binomio con Oswaldo Hurtado, ron por hacer dique para evitar la instala- afiliádose en el ínterin a la CEFEPÉ por deci- ción de los conservadores. sión táctica de la Democracia Cristiana. Desvanecido el “triunvirato” militar Fueron necesarias interminables con la misma poquedad con la que apare- cuentas y recuentas; tomas de posición de ció, el 10 de agosto de 1979 se abre una parte de algunos miembros del Tribunal nueva fase, aún no terminada. 212 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA

En las ciénagas del tos, amenazó con convocar a un plebiscito “neoliberalismo” (1979- ) 12 nacional, y con renunciar en caso de de- rrota. Para disuadirle, se le ofreció organi- Jaime Roldós, de 38 años, obtuvo el zar una comisión formada por varios parti- 68,4% de los sufragios, y con su aplastan- dos, para que estudiara las reformas cons- te triunfo consiguió también que la CEFEPÉ titucionales, incluyendo la posible crea- llegara a predominar en el Congreso. La ción de un Senado. entrega del poder de la Junta Militar a un En agosto, el Congreso dio satisfac- gobierno civil fue pacífica. Con la 18ª ción a Roldós, reemplazando en el vértice, Constitución el período presidencial se ex- de acuerdo con sus deseos, a Assad Buca- tendió (transitoriamente) a un quinquenio ram con Raúl Baca Carbo. También el sos- y se establecía en 18 años la mayoría de tén popular seguía siendo muy fuerte, pero edad de los electores. al Presidente le quedaban varios serios Assad Bucaram, excluido de la can- problemas políticos y económicos por re- didatura presidencial, pero ahora con el to- solver: los líderes de varios partidos se tal control del Congreso, pretendió que su mostraban críticos sobre su administra- ex secuaz (y pariente) Roldós se sometiera ción; la inflación había llegado al 15%; y, a sus planteos políticos. El Presidente, en en relación con la huelga del mes de julio cambio, no tuvo rémoras en vetarle varias por parte de los choferes de autobuses y leyes, determinándose como consecuencia camiones, como protesta por los altos au- una ruptura entre los poderes ejecutivo y mentos de los precios, él pudo ofrecer só- legislativo (además con la demanda de Bu- lo su apoyo nominal. caram a la CEFEPÉ de expulsar del partido al El plan quinquenal de desarrollo na- Jefe de Estado). cional para 1980-84 indicaba la necesidad La economía del país comenzaba a de una inversión de 370.572.000.000 de indicar síntomas de una flexión (el produc- sucres, dos tercios en el sector público y to bruto pasó de 6,8% en 1978 a 5% en uno en el privado. Con dicho plan se bus- 1979). La deuda externa era de 4,5 mil mi- caba “la consolidación de la democracia y llones de dólares (¡con los más de mil mi- la promoción de la justicia social”, a través llones gastados en armamentos por los mi- de los siguientes objetivos: un aumento litares!). Por otra parte, Ecuador se estaba (por lo menos de 0,5% anual) del produc- beneficiando mucho por el aumento mun- to y el desarrollo de la economía, dando dial del precio del petróleo, pudiendo ven- impulso a la agricultura y a la producción der al contado toda su producción. alimenticia. La economía parecía moverse En 1980 las diferencias de opinión positivamente durante aquellos meses de entre Roldós y Bucaram llegaron a extre- 1980, con las exportaciones de petróleo mos tales, de hacer que el Presidente pidie- que todavía aseguraban un superávit co- se al Congreso la convocación a reuniones mercial y con un incremento de las reser- extraordinarias para discutir reformas que vas internacionales, que se había logrado le dieran más poder de decisión. Luego, elevar, mediante una mayor explotación cuando el Congreso le vetó algunos decre- EN LAS CIÉNEGAS DEL “NEOLIBERALISMO” / 213 de los pozos de Lago Agrio, a 30 millones dos, la conclusión, no del todo convincen- de barriles. te, fue que se trató de un accidente, debi- A comienzos de 1981 se prendió do a errores del piloto o al mal tiempo. El una vez más la chispa de la eterna rivali- Congreso, sin embargo, exigió nuevas pes- dad ecuatoriano–peruana. Ecuador recla- quisas después del cúmulo de contradic- mó por la malintencionada violación de ciones y de las graves sospechas de sabo- sus fronteras por parte de un helicóptero taje (entre otras fuentes, Jaime Galarza, en militar enemigo. La versión del Perú, en su libro Quiénes mataron a Roldós, de cambio, fue que tropas ecuatorianas ha- 1982, sostiene la tesis del atentado). Pero bían ocupado tres puestos avanzados que luego, oficialmente, se prefirió relegar al se encontraban desguarnecidos. Después olvido la cuestión. de esporádicas escaramuzas entre los limi- Oswaldo Hurtado asumió la presi- tados destacamentos de ambas partes, el dencia, siendo su vicepresidente León Rol- incidente fronterizo – uno más, y no el úl- dós Aguilera, hermano del mandatario timo, de los tantos ocurridos en la intermi- muerto. En seguida le tocó enfrentarse con nable pugna entre los dos países – se ago- los mismos problemas que – interrumpidos tó de sí. Mas, fue dignificado con la deno- por la llamarada patriótica de Paquisha – minación de “Guerra de Paquisha”, o “del habían agobiado a su predecesor. Frente a Cóndor”. Manipulando los mass media, se un Congreso sistemáticamente hostil, tuvo organizaron manifestaciones por todo el que buscar apoyos que consintiesen esa país, con una verdadera movilización ge- mayoría de gobierno necesaria para traba- neral. En el chauvinismo difundido, fue jar. aun compuesto un “Himno a Paquisha”, La ya tambaleante economía (los ¡cuyo disco se vendió muy bien! síntomas positivos del año anterior no du- Fue un gran triunfo, en el sentido raron mucho) se desbarataba por la brusca que consolidó la popularidad de Roldós. El caída de precios en el mercado mundial, Gobierno sacó ventaja de la situación, pa- que incluía a los principales productos ra sancionar el tan largamente prorrogado ecuatorianos, con el petróleo en primer lu- aumento en el precio de la gasolina y para gar. El último presupuesto nacional había sofocar la amenaza que pendía de una sido elaborado en base al valor promedio huelga general, anunciada para protestar de 36 dólares por barril, mientras que ya a contra la carestía de víveres. mediados del año bajó a 32. Se prospectó Pero Roldós no tuvo la oportunidad un déficit de cuenta corriente con la dismi- de disfrutar de este momento para él tan nución de las exportaciones, y, así, el supe- positivo, pues el 24 de mayo de 1981 – rávit comercial (del que desde hacía años junto con su esposa, el ministro de Defen- se disponía gracias al petróleo) se redujo sa y varias autoridades militares – encontró peligrosamente. Esto en parte se compen- la muerte al caerse el avión en el que via- saba por la reducción, aunque con ritmo jaba por cuestiones oficiales. De las inves- menor, de las importaciones, lo que signi- tigaciones efectuadas por las Fuerzas Ar- ficaba empero el estancamiento de la eco- madas del Ecuador y de los Estados Uni- nomía interna. 214 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA

Para Ecuador (y para otros países la- organizadora y política por parte de las tinoamericanos) se abría una grave crisis. fuerzas trabajadoras y de las capas popula- El agotarse de la estrategia de acumulación res en general. y modernización, vigente en los años ‘70, En estas condiciones, la inestable se tradujo en la recesión y en un conjunto coalición de gobierno llegó a una crecien- de desequilibrios, de orden interno y exter- te tensión en ese mismo año de 1982, lo no. Eran los síntomas de que aquel quijo- que se reflejó en los varios ajustes ministe- tesco proyecto de crear un “capitalismo” riales que debían ser realizados, según las autónomo, (en el que varios gobiernos de fluctuaciones del poder en el ámbito de la Latinoamérica se ilusionaron cuando los coalición misma. Ministros tuvieron que Estados Unidos estaban atollados en Viet- renunciar, como resultado del voto de cen- nam [CAP.7]), se estaba eclipsando. En sura por parte del Congreso o, si no, para 1982, bajo el Diktat del presidente Ronald evitar afrontar dicho voto. Hurtado los Reagan, el capital monopolista, en sus va- reemplazaba con independientes, y pronto rios niveles, se aseguró de que las “ovejas no quedaron sino cuatro cargos ministeria- rebeldes” volvieran al redil, adoptando las les con afiliados a partidos políticos. prácticas del “ajuste económico”, de la La situación económica se deterio- “deregulation” y de la “apertura económi- raba aceleradamente, a causa de la men- ca”, cuya reiterada aplicación fue la de re- gua de los ingresos del petróleo y de las ta- proyectar, pero en manera involutiva y su- sas internacionales de interés, llegadas a balterna, la estructura económica de los valores exorbitantes. En marzo, el valor ofi- varios países. cial de intercambio del sucre fue devalua- Para Ecuador, el planteamiento de do, por la primera vez en más de un dece- esta nueva (o, más bien, rediviva) estrate- nio, de 25 a 33 por dólar; su valor en el gia liberista puede explicarse, como teori- mercado libre bajó aún más, llegando en za René Báez, a través de tres factores con- julio a 70 por dólar. Después de una leve y cretos: (1) el intento hecho por el gobierno breve recuperación, última sacudida de es- de Hurtado de superar la crisis del capita- tabilización, empezó la vertiginosa caída, lismo ecuatoriano, evocando las “leyes del que no pudo más contenerse (con los años mercado” y la acumulación privada, con- ‘80 se llegaría al orden de centenares de forme a la presión ejercida por banqueros, sucres por dólar y en los ‘90 al de los mi- empresarios, especuladores; (2) la cruzada llares y la decena de millares). neo–conservadora y monetarista de Rea- Urgía obtener del exterior un présta- gan, disfrutada por varias organizaciones mo público para amparar en lo posible la crediticias – FMI (“Fondo Monetario Inter- balanza de pagos. Una crisis crediticia se nacional”), “Banco Mundial”, “Club de Pa- hizo inminente con la disminución de las rís”, BID (“Banco Interamericano de Desa- reservas internacionales, así que se enta- rrollo”) – interesadas en asegurar el pago blaron negociaciones para re–programar la de la deuda externa y el reajuste de la eco- deuda pública externa. Se confiaba en que nomía del país, según un esquema prima- la nueva legislación atrajese inversiones rio de las exportaciones; (3) la debilidad extranjeras de dinero para permitir, entre EN LAS CIÉNEGAS DEL “NEOLIBERALISMO” / 215 otras cosas, que se incrementase la pro- bruto nacional, que se previó crecer, dis- ducción exportable de petróleo. Esto en minuyó del 3,3%. consideración de los aumentos requeridos Todo esto se sumaba a la ya deterio- para el consumo interno, pues no sólo cre- rada situación económica y financiera. cía la población (el Cuarto Censo Nacio- Más que nunca se encontró Hurtado con la nal, de 1982, indicaba [CAP.7] que el país situación de tener que afrontar huelgas or- superó los 8 millones de habitantes); cre- ganizadas por los sindicatos, la crítica por cían también, y aún más rápidamente, las parte del sector comercial y el extraña- necesidades de cada individuo, creadas miento de los partidos políticos. No obs- por la sociedad de consumos. Se prospec- tante, pudo notarse un cierto apacigua- taba el peligro, no imaginario, de que miento de la oposición en el Congreso, por Ecuador se convirtiese en el primer país el simple hecho que se acercaban las elec- miembro de la OPEP ... ¡a importar petróleo! ciones presidenciales, convocadas para El Gobierno tuvo que dar cara a las enero de 1984. Nueve candidatos iban a críticas severas por parte de los trabajado- contenderse la presidencia, y, como nin- res organizados. Una huelga general de gún partido se ilusionaba sobre las capaci- protesta, por las medidas de austeridad que dades de amalgamar con sus propias fuer- se estaban aplicando, tuvo lugar en octu- zas suficiente apoyo popular, se aviaron bre, no obstante la franca y afligida decla- los juegos de compromisos y alianzas. ración oficial sobre la condición de emer- Mientras tanto, las autoridades de gencia por la que atravesaba Ecuador. Gobierno tuvieron que ocuparse en nego- También el sector privado se mostró hostil ciar con el FMI, y obtuvieron préstamos ex- a la política del Gobierno, atribuyéndole traordinarios por 157,5 millones de dóla- toda culpa por la débil demanda de pro- res, conviniendo en aplicar un programa ductos, con su secuela de aumentos de de austeridad para reforzar la balanza de precios y la caída de las exportaciones. pagos. Obtuvieron también que los países El año 1983 comenzó muy mal, por acreedores concediesen una prórroga para las lluvias torrenciales que se abatieron so- el pago de los 200 millones de dólares por bre gran parte del país, dejando muerte, préstamos vencidos. En octubre se firma- destrozo y desolación en la costa. Cose- ron acuerdos con bancos comerciales in- chas enteras fueron destruidas; azúcar y ternacionales, para nuevas provisiones so- otros géneros alimenticios tuvieron que ser bre la deuda externa en los sectores públi- importados; la exportación de banano y co y privado, con un nuevo préstamo de cacao se redujo a casi la mitad; las moder- 431 millones de dólares, pagadero en seis nísimas instalaciones para el “cultivo” de años, y, además, con créditos comerciales camarones sufrieron graves daños (de ésta por un valor de 700 millones más. y de otras catástrofes naturales se discutió Los eventos políticos de 1984 fue- detalladamente durante la “Conferencia ron dominados por la elección presiden- Mundial de Pesca Industrial”, que en ese cial, cuyo primer turno tuvo lugar, como se año se tuvo en Dublín). Así, el producto había previsto, en enero. Triunfador fue (fundador y líder de 216 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA

“Izquierda Democrática”, un grupo de pital extranjero, constitución de nuevas centro-izquierda); pero no habiendo obte- cuantiosas deudas en el exterior, restric- nido la mayoría absoluta, tuvo que medir- ción de estímulo hacia el sector industrial se, en la segunda vuelta electoral de mar- público y comienzo de las privatizaciones. zo, con León Febres Cordero (del Partido Para 1984 se esperaba una recupe- Social Cristiano, sostenido por el “Frente ración, aunque modesta, en la economía de Reconstrucción Nacional”, un agrupa- del país, después de la grave recesión del miento de partidos de derecha). Febres año anterior, cuando el incremento real re- Cordero – gracias a los imponentes gastos sultó ser, como se dijo antes, con signo me- sostenidos por la comunidad agropecuaria nos, y cuando la deuda exterior había su- de la Costa y de su mismo bolsillo – ganó, bido a 6,9 mil millones de dólares, por lo si bien con estrecho margen (52,2%), en que tuvieron que ser hechos los menciona- binomio con Blasco Peñaherrera. dos nuevos acuerdos con bancos del exte- Habiendo coincidido las elecciones rior. El sucre continuó en su devaluación de los miembros del Congreso con las del progresiva durante todo el año, mientras primer turno presidencial, fue “Izquierda que la inflación alcanzaba a fines de julio Democrática” la que obtuvo un considera- el índice inusitado de 56,5% (doce meses ble número de electos, quitando a Febres atrás había sido de 14,5%, y entonces se lo Cordero la posibilidad de disponer de una consideró ya excesivo). mayoría afianzable. Buena parte de este primer año, Fe- La administración de Febres Corde- bres Cordero y su gobierno se encontraron ro se caracterizó, sobre todo en su primera con que tenían que afrontar problemática- fase, por aplicar las fórmulas liberistas “or- mente la elaboración de una política cual- todoxas” más a fondo y con mayor convic- quiera, con un Congreso en el cual la opo- ción que Hurtado. Esto se constata, como sición dominaba. En mayo de 1985 se evi- dice René Báez, a la luz de las siguientes tó una crisis constitucional obteniendo medidas económicas dispuestas por Febres (con dinero al contado) que dos miembros Cordero y por el así llamado “Frente de Re- de “Izquierda Democrática” se convirtie- construcción Nacional”: macro–devalua- sen a la coalición de derecha. Estos nuevos ciones; fluctuación, primero parcial y lue- adeptos, más cinco “independientes” (ad- go total, de las divisas; liberalización de quiridos, asimismo, no gratis) permitieron precios; reducción de las tarifas; aumento completar el número de 36 asientos, nece- y, por consecuencia, fluctuación del valor sarios para formar mayoría. Se dio vía libre en los intereses; concesión de subsidios a para limitar el aumento de los salarios mí- los empresarios (aun endeudándose en el nimos en 29% muy por debajo de aquel exterior), ¡mientras se quitaban subsidios 60% propuesto por el Congreso, en consi- ya existentes a los bienes de consumo po- deración de la fuerte inflación, la que se- pulares!; aumento de tarifas en los trans- guía subiendo. portes. Todo esto sin considerar algunas Después de las desastrosas condi- decisiones capaces de supeditar en materia ciones climáticas de 1983, que azotaron de política general: amplia apertura al ca- severamente al país, llevándolo al descala- EN LAS CIÉNEGAS DEL “NEOLIBERALISMO” / 217 bro de su economía, las cosas no podían elecciones, se votó un referéndum nacio- empeorar más. En efecto, en 1984 se pro- nal, en el que Febres Cordero sufrió un gra- dujo un incremento del 3% en la produc- ve revés, pues sólo el 25% de los sufragios ción, todavía demasiado poco para levan- apoyaron su propuesta de que también los tar la suerte económica del país. Se busca- independientes sin partido pudiesen parti- ron desesperadamente nuevas vías (aun- cipar como candidatos en elecciones polí- que ello significase abandonar el fair play), ticas. como la de no respetar las cuotas de pro- La Constitución vigente, todavía la ducción y los niveles de precio estableci- 18ª, contemplaba la posibilidad de censu- dos por la OPEP. Así, se decidió ir aumen- rar a los ministros con un solo voto de ma- tando la extracción de petróleo, hasta lle- yoría; por el otro lado, se requería la apro- gar a los 300 mil barriles diarios para fines bación del Congreso para algunos cambios de año. en la política económica. Febres Cordero Los acreedores extranjeros conce- se encontró, pues, de nuevo con la posi- dieron nuevas facilidades. Con un acuerdo ción en tener que afrontar una crisis cons- de re–programación, se cubrían las deudas titucional, con consecuencias duraderas vencidas o a vencerse entre 1984 y 1989, hasta el fin de su mandato. En efecto, pron- para ser pagadas en un lapso de 12 años, y to cayó el ministro de Finanzas, cuyo “pa- con un período de gracia de 3 años adicio- quete” económico pareció inadecuado a la nales. El FMI dispuso, además, un fondo de oposición. reserva de 105,5 millones de dólares, para La caída del precio del petróleo utilizarse en particulares circunstancias. prospectaba una reducción del 32% en las En marzo de 1986 el país fue decla- exportaciones. No obstante esto, la comu- rado en estado de emergencia, cuando nidad financiera internacional declaró Frank Vargas Pazzos, general de Aeronáu- confiar en la estrategia económica del Go- tica, encabezó una revuelta desde la base bierno ecuatoriano. El Tesoro de los Esta- aérea de Quito. La insubordinación duró dos Unidos correspondió con un préstamo poco, pues las fuerzas del Gobierno asalta- a breve término de 150 millones de dóla- ron fulmíneamente la base. Pero política- res, y el FMI ofreció un nuevo crédito por mente hubo titubeos y confusión en el mo- 40 millones. do de solucionar la cuestión, por lo que se En enero de 1987 León Febres Cor- difundió una fuerte crítica al presidente. dero fue raptado en la base aérea de Taura Esto contribuyó a la derrota de la por un grupo de jóvenes oficiales, los cua- coalición de derecha en las elecciones in- les declararon sentirse obligados a la ac- termedias, realizadas poco después: el ción de fuerza para “que fuese respetada “Frente de Reconstrucción Nacional” per- una ley del Congreso ignorada por el Go- dió, así, esa mayoría que costosamente (en bierno”, y para poner en guardia contra dinero) había logrado obtener el año ante- “los abusos del poder, continuamente co- rior, e “Izquierda Democrática” volvió a metidos por el mismo Febres Cordero, con ser el grupo más representado en el Con- la complicidad de las Fuerzas Armadas”. greso. Además, en combinación con las En efecto, a la corrupción difusa durante 218 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA sus años de gobierno hay que añadir el taminación de algunos ríos, para provocar abuso de autoridad y las repetidas viola- mucha muerte entre la fauna oriental. ciones del derecho constitucional, así co- Así como ocurrió con el terremoto mo la censura sobre los medios de infor- de Ambato de 1949, esta vez también la mación. En octubre anterior, el Congreso ayuda que llegó de todo el mundo se dila- había decretado, entre otras cosas, la am- pidó entre chacales políticos, religiosos y nistía para el general Vargas Pazzos, pero de la “buena sociedad”. Baste recordar él quedaba todavía preso desde su tentati- que, a las afirmaciones de la Cancillería de va de sublevación en marzo. haber entregado 552.342 dólares a la “De- La arrogancia del presidente se de- fensa Civil”, siguió una réplica de la misma sinfló en las 12 horas que estuvo secuestra- “Defensa Civil” de haber recibido sólo do. Encuadrado sin piedad por las telecá- 67.000 dólares ... maras, apareció pálido y tembloroso, Con el país anonadado por la catás- mientras cedía en todo, perdiendo así la trofe y desprestigiado por su Gobierno, el poca credibilidad y respeto que aún le año continuó cansadamente, en espera de quedaban ante el pueblo ecuatoriano. En que llegasen las elecciones. No faltaron el Congreso se pidió su “impeachment”. polémicas, sobre todo por el hallazgo de Hubo mayoría de votos en favor de esta que también en Ecuador se cometían vio- drástica medida, pero Febres Cordero se laciones a los derechos humanos, con salvó, por no haberse alcanzado aquellos agresiones organizadas por las “fuerzas del 2/3 requeridos constitucionalmente. orden” contra personas de la oposición; En marzo de 1987 Ecuador se sacu- con extorsiones y torturas, infligidas a dió con un pavoroso terremoto, clasificado quienes fuesen sospechados de “subver- entre los diez peores del siglo en todo el sión”13; con el amparo a poderosos indivi- planeta. Si bien su epicentro fue localizado duos acusados de narcotráfico y de otros en el oriente, lejos de cualquier ciudad, graves delitos. Se pidió, como mínimo, la ocasionó la muerte de mil personas, con destitución del ministro de Gobierno, Luis apocalípticos destrozos por más de mil mi- Robles Plaza, y se contempló aun la posi- llones de dólares. Fue el golpe de gracia a bilidad de una inmediata sucesión presi- la tambaleante economía del país. Dece- dencial como única salida a una situación nas de kilómetros del oleoducto que une vergonzosa intolerable. Febres Cordero, Lago Agrio con el Pacífico fueron destrui- vuelto a su arrogancia habitual, “no acató” dos, requiriéndose meses para reparacio- las deliberaciones de los poderes legislati- nes y reconstrucciones, pues la misma vo y judicial, logrando terminar su perío- morfología del terreno se alteró: nuevas do. colinas nacieron y algunos ríos cambiaron En 1988 Rodrigo Borja, de “Izquier- su curso. No sólo el envío de petróleo se da Unida”, en binomio con Luis Parodi vio comprometido; se destruyeron también Valverde, triunfó, y no sólo en la primera algunos pozos, derramándose en la selva vuelta, como en las elecciones anteriores, grandes cantidades de carburante, lo que, sino también en la segunda, de abril. Asu- a más de la pérdida en sí, significó la con- miendo el poder el 10 de agosto, comenzó EN LAS CIÉNEGAS DEL “NEOLIBERALISMO” / 219 con la denuncia de “recibir el país en ban- no contradictoria, a la terapia de “shock” carrota moral y económica, con una preo- exhortada por el FMI); y esto además, dice cupante degradación de la ética en los más René Báez, con el acentuarse de la desvia- altos círculos de Gobierno”. “No podemos ción de la social–democracia hacia una hablar de democracia”, añadió Borja, ideología económica ortodoxa. Este “bor- “donde hay masas empobrecidas, forzadas jismo” estimuló una serie de reformas “es- a mendigar pan por las calles y a dormir tructurales”, de pura marca liberal: reforma bajo los portales”. fiscal; “flexibilidad” en el trabajo; ley sobre Como señal de que se buscaba cam- la maquila; liberalización comercial. Y to- biar radicalmente política, entre los prime- do esto junto con un asenso entusiasta a ros actos de la nueva administración estu- proyectos verdaderamente risibles del “Im- vo el encuentro, en Quito, entre Rodrigo perio”, como fueron el “Plan Brady” y la Borja y Daniel Ortega, presidente de Nica- “Iniciativa Bush” [CAP.7]. ragua (en la época todavía con su gobierno Para colorar algo la descolorida ad- revolucionario “sandinista”), para suscribir ministración de Borja, en julio de 1990 hu- la reanudación de las relaciones diplomá- bo en Quito el “Primer Encuentro Conti- ticas entre los dos países, rotas por Febres nental de los Pueblos Indígenas”, con dele- Cordero en servicio de los Estados Unidos. gados de 120 naciones indias, llegados de Y la acción de Borja, en sus primeros me- veinte países de las tres Américas, y la pre- ses, parecía encaminada – según el slogan sencia, además, de varios organismos y or- de su campaña electoral: “Ahora le toca al ganizaciones populares, solidarias con la pueblo” – a llevar al Ecuador por las vías lucha de las naciones aborígenes, después del progreso social. de medio milenio desde la llegada de los Tales intenciones no podían durar, europeos conquistadores, colonialistas y dadas las presiones económicas y políticas opresores. que el gobierno de los Estados Unidos im- Objetivo del encuentro era el de primía – en el período tal vez más retrógra- “verter lo mejor del pensamiento y de la do de su historia, primero con Ronald Rea- experiencia de pueblos que, aunque her- gan y luego con George Bush – sobre Lati- manos, habían quedado entre ellos prácti- noamérica [CAP.7]. En efecto, al iniciar su camente ignotos e incomunicados por si- segundo año, ya Borja se vio obligado a glos”, al fin de concretar una línea de tra- adoptar duras medidas económicas, para bajo y coordinación que definitivamente controlar la inflación galopante, la crecien- permitiese avanzar en su demanda de jus- te deuda externa, adaptándose a las leyes ticia, respeto y libertad, con una “alianza del capitalismo internacional. continental indígena sobre los 500 años de El resultado fue que el gobierno de resistencia”. Borja, que se definía “socialdemocrático”, Fruto de este enorme esfuerzo, en acabó por conducir una política económi- días de intenso trabajo, salió la “Declara- ca parecida a la de sus predecesores, ex- ción de Quito” (publicada en la revista cepto por alguna variante formal, como la Hombre y Ambiente, de las Ediciones Ab- tramitación “gradualista” (contraria, mas ya–Yala). “Los indios de América no hemos 220 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA abandonado jamás nuestra constante lu- con la nostalgia de algo que (pura ilusión) cha contra las condiciones de opresión, pudo haber sido, y no fue. discriminación y explotación que se nos Terminado el cuadrienio de Borja impuso con la invasión europea de nues- comenzó el régimen oligárquico de Sixto tros territorios ancestrales”, puede leerse Durán–Ballén, de “Unidad Republicana”, entre las resoluciones de orden general pa- en binomio con Alberto Dahik Garzozi, ra su estrategia de lucha. del Partido Conservador, habiéndose im- Para particularizar los problemas, se puesto sobre la candidatura, igualmente formaron comisiones que estudiaran varios oligárquica, de Jaime Nebot Saadi. temas: la posición que debían tener los El nuevo Gobierno se “inmergió” en pueblos indios para el “V Centenario”; la el programa, ya inflacionado, de la nueva autodeterminación y el proyecto político; derecha ecuatoriana (y latinoamericana), los asuntos de educación, cultura y reli- consistente en aplicar las usuales añejas gión; la organización indígena, con los providencias: combatir la inflación; mejo- mecanismos de coordinación y comunica- rar la eficiencia y la productividad; reacti- ción; la cuestión específica de la mujer in- var la economía, tratando de crear ocupa- dígena; el territorio y los recursos natura- ción; modernizar (reduciéndolo) el aparato les. Se decidió que encuentros continenta- estatal; atraer capital extranjero. Esto junto les como éste debían repetirse en el futuro con las rituales promesas asistenciales en con regularidad. materia de educación, salud, vivienda. De lo poco reseñable para la segun- La aplicación de este “menú” neoli- da mitad de la presidencia de Borja, entre beral iba a traducirse en una serie de “pa- fines de 1990 y comienzos de 1991 se pro- quetazos”, los que incluían medidas para dujo el enésimo amago de choque fronte- la devaluación, para las restricciones eco- rizo con el Perú, que se concluyó, casi an- nómicas en inversiones públicas y gastos tes de empezar, con un “Pacto de Caballe- sociales, para el aumento de las tarifas en ros” entre los militares de los dos países (de los servicios y en el precio del combusti- esto se volverá a hablar más adelante, por- ble, para la destitución de fuertes contin- que, desdichadamente, cuatro años más gentes de empleados públicos (cuando no tarde iba a producirse una nueva disputa, la supresión de sectores enteros), con risi- tan grave como para convertirse en guerra bles aumentos de salario para los que se sangrienta). salvaron. Y todo con la adhesión de Ecua- Las fuerzas de izquierda, después de dor a la OMC (“Organización Mundial del haber demostrado su solidez en todas las Comercio”, ex GATT), con la reforma de las elecciones, desde 1978, ahora parecían leyes sobre hidrocarburos – ¡preparada por desvanecidas. Borja – que, no obstante su los mismo abogados de las transnacionales administración indudablemente “neolibe- petroleras! – y con un proyecto de ley rela- ral”, no sació la avidez de las derechas – tivo a los institutos financieros. había dejado insatisfechas a las clases po- Pronto se vieron los resultados de pulares y a otros sectores que lo eligieron, dicho programa de Gobierno, que fracasó en todos los frentes. Del presunto ataque a EN LAS CIÉNEGAS DEL “NEOLIBERALISMO” / 221 la inflación, a la reducción de la deuda pú- Si la así llamada “Guerra de Pa- blica y a otros molinos de viento, derivó quisha”, de 1981, fue en realidad sólo una que el salario medio de los ecuatorianos escaramuza, y el enfrentamiento de 1991 perdiese el 50% de su valor de adquisi- se acabó casi antes de empezar, con un ción; que la desocupación aumentase del acuerdo de distensión conocido como 6 al 12%, con la mitad de la población tra- “Pacto de Caballeros”, lo que se estaba bajadora en condición de sub–empleo. La produciendo ahora en la cuenca del alto pretendida modernización del Estado se Cénepa, en pleno oriente, era el estallar de redujo a privatizar algunas empresas públi- una verdadera guerra, con mucha pérdida cas, como un par de fábricas de cemento, de vidas humanas y la destrucción de el ingenio AZTRA (de triste recuerdo, por los abundante material bélico, recordando la hechos de 1977), FERTISA, “Ecuatoriana de que ocurrió en 1941. Aviación”, etc., todo a precios de favor, co- Hay sin embargo diferencias entre mo un verdadero “premio” para el capital estas dos guerras. En 1941 se trató de una monopolista: extranjero o nacional. invasión, con las fuerza peruanas conside- Así, las elecciones intermedias de rablemente superiores en cantidad y cali- 1994 vieron ganar ampliamente a la oposi- dad, y que con su sola presencia sobre el ción, mientras que los sondeos de opinión territorio de Ecuador, pudieron dictar sus regalaban al presidente un “índice de agra- “razones”, que eran las de la fuerza; con el do” no superior al 10%. Humoristas y ma- sostén además, recuérdese, de la gran ma- liciosos no dejaban de bromear sobre las yoría de los países americanos, excluido capacidades, como presidente de la Repú- México, que apoyó al Ecuador. La “Guerra blica, del arquitecto Sixto Durán–Ballén, y del Cénepa” de 1995, en cambio, ha sido alguien dijo que lo más que habría podido un conflicto de frontera, en el que Ecuador, permitirse era dirigir algún club inglés de aunque también esta vez con fuerzas infe- golf o de tenis. riores en número, acabó por dar una lec- En efecto, su ingenuidad se confir- ción ejemplar al Perú, y no sólo militar- mó con las revelaciones de que su vicepre- mente (causándole más bajas y destruyén- sidente, Dahik, y otros altos funcionarios dole aviones, helicópteros y muchas ar- del Estado se dedicaban alegremente a rea- mas), sino también por su victoria diplo- lizar turbios negocios con el dinero públi- mática y de imagen ante el mundo, que co. Las críticas al primer responsable del identificó sin dudas al Perú como país Gobierno se difundían ya por varios secto- agresor. res de la opinión pública, y los periodistas La “Guerra del Cénepa” se desarro- no escatimaban la ironía, cuando no la crí- lló en una zona en que el “Protocolo de tica severa. Con la llegada del 1995, vino Río de Janeiro” de 1942 no había logrado en socorro de Durán–Ballén un trágico delimitar con precisión o, mejor dicho, evento: el nuevo conflicto con el Perú - es- que erró al especificar un “divortium aqua- ta vez de extrema gravedad - que se cono- rum”, entre los ríos Zamora y Santiago, que ce como “Guerra del Cénepa”, o “del Cón- se revelaría inexistente. Esto fue ya bien dor”. claro en los años ‘40, y por decenios Ecua- 222 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA dor ha insistido en hacerlo refrendar, sin dos bien pertrechados a la zona y organi- conseguirlo. Pero aun sin la definitiva deli- zando la defensa de las cabeceras del Cé- mitación y demarcación de la cuenca del nepa, en espera de una decisión peruana. río Cénepa, la presencia del Perú resultaba Del Perú se contestó que nada había para arbitraria en dicha área, en vigencia del discutir. mismo “Protocolo”, que reconocía el man- En enero de 1995 comenzaron a ser do político de Ecuador: en las cabeceras capturadas o dispersadas las primeras pa- del Cénepa patrullaban destacamentos trullas que penetraron en el territorio de ecuatorianos; las expediciones internacio- Ecuador. El plan peruano había sido el de nales solicitaban en Quito la autorización infiltrar una mayor fuerza en pequeños para sus investigaciones. grupos, por varios sitios de la selva, con el Esto lo sabía muy bien el mando mi- fin de establecer bases a retaguardia de las litar del Perú, que nunca presentó reclamo. posiciones ecuatorianas. Éstas se mante- Y cuando, a fines de 1990, se extravió por nían firmes, ocupándose sólo de desalojar la zona una patrulla peruana, todo se acla- a los enemigos, que los helicópteros reve- ró amigablemente, teléfonicamente, entre laban, sin intentar contraataques. Tal estra- generales de los dos ejércitos. Con el “Pac- tegia – coordinada brillantemente por Paco to de Caballeros” de 1991 se consagró es- Moncayo Gallegos, general de División – ta situación, al establecer que la “Cueva de resultó preciosa: por un lado, se lograba re- los Tayos”, situada entre las bases avanza- peler a todas las patrullas infiltradas, las das de los dos países, sería el lugar de refe- que iban dejando materiales y víveres; por rencia y de encuentro entre soldados ecua- el otro lado, interpretándola los peruanos torianos y peruanos. como signo de debilidad, les hizo cometer La armonía de estas relaciones se los más crasos errores. mantuvo hasta noviembre de 1994, cuan- Fallando el plan peruano de una do el mando local peruano pidió el desalo- operación rápida, de Lima comenzaron a jo de las bases del río Cénepa. Inicialmen- llegar unidades especiales, con helicópte- te no se lograba entender ni la motivación, ros de ataque. El 29 de enero (¡fecha ani- ni por qué las tentativas de hablar telefóni- versaria del “Protocolo de Río”!) el Perú camente con Lima fallaban (sólo luego, por atacó con toda su fuerza, bombardeando declaraciones del mismo presidente del la zona con aviones y helicópteros, para Perú, Alberto Fujimori, se supo que se tra- permitir la penetración de numerosos sol- taba de una estrategia largamente medita- dados. La ofensiva falló por toda la línea y da por su Gobierno y sus militares). En tan- los ecuatorianos derribaron los primeros to, el 12 de diciembre llegó el ultimátum dos helicópteros adversarios. oficial, dando plazo para el abandono de Comenzaba la verdadera guerra. De la zona en ese mismo fin de semana. los pocos muertos y heridos de las prime- Sin dejar de recurrir al procedimien- ras semanas, la selva ahora se manchaba to usual, el de buscar arreglos por teléfono, de sangre. La defensa antiaérea y los mor- el Comando Conjunto del Ecuador se mo- teros resultaron eficaces: sin entrar jamás vió con celeridad, mandando 2.000 solda- EN LAS CIÉNEGAS DEL “NEOLIBERALISMO” / 223 en territorio enemigo, los ecuatorianos se cuentan en el orden de las decenas, provocaban pesadas pérdidas. mientras que los peruanos llegan a cente- Los países garantes del “Protocolo” nares. Jóvenes todos, mandados a morir, – Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos como siempre en la Historia, para benefi- – seguían de cerca la situación, mientras la cio de algún potente. Para los fabricantes “Organización de los Estados Americanos” de armas, también, esta guerra (como las trataba la compleja mediación y el Conse- tantas que ellos fomentan por el mundo) jo de Seguridad de la “Naciones Unidas” fue muy provechosa: Ecuador gastó, sobre se reunía, a pedido de Argentina, presiden- todo, mucha munición y combustible, te de turno. Fujimori declaró incautamente mientras que perdió aviones, helicópteros que no aceptaba mediación alguna. Mien- y abundantes pertrechos. tras tanto en la frontera se habían agolpa- Ecuador estaba más pobre que an- do, entre los dos contendientes, algo así tes. Si los 123 mil millones de sucres que como 30 mil hombres, con centenas de había costado la guerra pudieron ser finan- morteros, tanques, helicópteros, aviones. ciados con un nuevo impuesto del 2% so- En el juego de su propaganda electoral, Fu- bre el rodaje, además de dos días de remu- jimori se asomó en atuendo militar por la neración en todos los sectores públicos y frontera (luego se sabría que el Ministerio privados y de la reducción del plazo para de Relaciones Exteriores del Perú informó el pago de impuestos, lo más grave era la al del Ecuador sobre cada movimiento, ad- situación económica general en que quedó virtiéndole que, de ocurrir algo al Presi- sumido el país, reflejándose en los siguien- dente, ¡se habría bombardeado Quito!). tes datos: la inflación aumentó de 15-17 a A esa especie de tregua que fue la 19-21%; el PIB (“Producto Interno Bruto”) “visita presidencial” siguieron choques bajó de 4-5 a 3-4%; la inversión pública, sangrientos, con los peruanos en su afán de 7,1 a 6,1%; las cuentas del sector públi- de tomar posiciones y los ecuatorianos en co, que fueron de 0,5% del PIB, se anularon el de descubrirles y desalojarles, mientras a 0,0%. Se podría continuar con cifras so- con los morteros causaban desbarajuste. El bre la reducción de las reservas moneta- 17 de febrero la diplomacia extranjera ob- rias, el incremento de las tasas de interés, tuvo la firma de un primer acuerdo de paz, etc. y señaló las posiciones a las que se retira- Pero el eco patriotero no se apagó rían los dos ejércitos. En la práctica, las ac- por algún tiempo aún, distrayendo sobre ciones bélicas se prolongaron hasta el 30 los problemas reales. Salían libros sobre de marzo, cuando por fin comenzó el pro- “Tiwintza” (el sitio emblema en el conflic- ceso de “limpiar la frontera de armas”, que to del Cénepa) y el heroísmo de los solda- duró hasta el 9 de mayo, bajo el control de dos ecuatorianos, y discos, y se podían es- observadores militares de los países garan- cuchar discursos retóricos para no apagar tes. el fervor. Si el Presidente del Perú, no obs- Dejando de parte las contradictorias tante haber fracasado en su objetivo de cifras oficiales de las bajas en ambos ban- anexarse el Cénepa, fue premiado con la dos, se sabe que los muertos ecuatorianos reelección, también Durán–Ballén (incul- 224 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA pable, claro está) sacó ventaja, con el con- ba y cantaba en las plazas, insultaba a sus solidarse de la adhesión popular. En el co- rivales. La demagogia tuvo su efecto (así razón de los ecuatorianos el Presidente era ocurre en todo el mundo) sobre buena par- el vencedor de la guerra, y no se podía más te de la gente. Pero la carta que le aseguró reír de él. Su gobierno, pudo así, reanudar la victoria en el segundo turno de eleccio- con nuevo brío las acciones de ajuste neo- nes, el 7 de julio, fue sin duda hacer bino- liberal que quedaron suspendidas, como mio con Rosalía Arteaga Serrano, quien en por ejemplo la de reducir los beneficios so- el primero se había presentado como can- ciales, conquistados en años de luchas. didata a la presidencia con el MIRA (“Movi- Para el vicepresidente Dahik, en miento Independiente para una República cambio, llegó por fin el momento de la Autónoma”), por ella misma fundado. Era verdad. Bajo juicio penal y político, fue conocida por sus dotes políticas de media- obligado a renunciar en octubre de 1995, dora, así como por su coherencia y serie- apresurándose a huir para refugiarse en dad. Costa Rica. En su reemplazo el Congreso Asumiendo la presidencia el 10 de designó a Eduardo Peña Triviño, cuando agosto de 1996, Bucaram comenzó por in- faltaba poco más de medio año para el tér- troducir como ministros o altos funciona- mino del período. rios a hermanos, parientes y amigos; tam- Con las nuevas elecciones de 1996 bién en los puestos intermedios se llenaron no emergieron, como se podía haber espe- pronto los ministerios y otros entes públi- rado, las fuerzas de izquierda (que en las cos con centenares y centenares de nuevos elecciones intermedias de 1994 parecían funcionarios y empleados, muchos sin sa- estar recuperando terreno). En efecto, des- ber siquiera lo que debían hacer. Se ha di- pués del primer turno quedaron en liza Jai- cho que Bucaram colocó a 10 mil personas me Nebot, del “Partido Social Cristiano”, y suyas por toda la Administración Pública; Abdalá Bucaram Ortiz “director supremo” aunque la cifra pueda ser exagerada, ofre- del PRE (“Partido Roldosista Ecuatoriano”), ce la idea de la situación. fundado para rememorar al Presidente Domingo Cavallo (“el padre del mi- muerto trágicamente en 1981, con quien lagro económico argentino”, a quien el falleció también (se recuerde) su esposa, presidente Carlos Menem, harto de las Martha Bucaram de Roldós, hermana de amenazas de renuncia de su “súper–minis- Abdalá (pero hay que notar que dicho par- tro” de Economía, lo había dejado ir a ca- tido “Roldosista” fue siempre desaprobado balgar por su cuenta) también entró en el por la familia más íntima de Jaime Roldós). gobierno de Bucaram como asesor econó- El programa electoral de Bucaram mico. Cavallo dijo que “Ecuador tiene más era una mezcla de vanas promesas (como estabilidad de la que tuvo Argentina en la de construir 300 mil habitaciones popu- 1989” (cuando, a causa de la aventurada lares) y grotescas amenazas (como las de guerra de las Malvinas, su hiperinflación castigar a los ricos “con fuete” y recluir a había llegado al 5.000%), pero recordó las señoras a los quehaceres domésticos). que “el gran reto, aquí, está en la existen- Se lanzaba de helicópteros en vuelo, baila- cia de casi el 60% de pobres”. EN LAS CIÉNEGAS DEL “NEOLIBERALISMO” / 225

No habiendo “fórmulas mágicas” hasta criminal: por ejemplo Alfredo Adum, para salvar una economía, las recomenda- el ministro de Energía, al debordar de la ciones que daba (del más puro liberalismo) crisis, buscó causar daños en el oleoducto eran: hacer ajustes periódicos de los défi- trans-ecuatoriano para boicotear la princi- cits fiscales, afinando los presupuestos y pal fuente de ingresos del país. evitando que el gasto público crezca más Todo se caracterizó, en esos seis me- rápido que la economía; buscar que au- ses de Bucaram, por una serie de actos de mente el ingreso de los trabajadores, pues arrogancia, prevaricación o simple histrio- su bajo nivel de subsistencia no les permi- nismo. De su nepotismo ya se ha recorda- te el ahorro, que es fundamental; privatizar do el nombramiento para cargos públicos todo, para lograr el mayor grado de com- a sus parientes y amigos íntimos; hay que petencia, capaz de promover la eficiencia, agregar la realización de un “Teleton” (du- e invertir esta nueva capitalización ... Con- rante el cual se hizo afeitar el bigote ante sejos sensatos, éstos, que, sin incomodar a las telecámaras) para beneficiar a parientes Cavallo, se podían haber leído en cual- y amigos; y la leche “Abdalact”; y la adqui- quier texto teórico del capitalismo, pero sición de casas, en el plan de vivienda “Un que no tenían en cuenta, en primer lugar, solo toque”, para afiliados el PRE, además la personalidad derrochadora del aconse- de involucrar a las Fuerzas Armadas en un jado. acto político. Como “fuerza de choque” En efecto, como se sabría después contaba con unos zopencos llamados “Los de su caída, Abdalá Bucaram manejaba Pepudos”. tres cuentas del Banco Central, y en sus Todo esto y algo más aguantó el 180 días de gobierno, sólo por “imprevis- pueblo ecuatoriano hasta el 8 de enero de tos” o por “gastos reservados” había firma- 1997, cuando el gobierno de Bucaram do cheques por un total de 200 mil millo- anunció un “paquetazo” de medidas eco- nes de sucres (¡más de mil millones dia- nómicas, con aumentos de 150%, 300% y rios!). Hay que recordar, además, el perjui- hasta 600% en los precios de servicios bá- cio causado al Fisco durante su “adminis- sicos como electricidad, telecomunicacio- tración” por irregularidades en las Aduanas nes, gas y transportes públicos. de Guayaquil, Manta, Portoviejo, Bolívar y Los primeros en protestar, y casi in- Esmeraldas; y el contrato por 40 millones mediatamente, fueron los estudiantes de de dólares para el programa de “Mochila secundaria y de universidad. El Gobierno, Escolar”, manejado directamente por la entonces, anunció la suspensión de clases presidencia; y la firma de 201 contratos en Quito y Cuenca, creyendo así poder de- con EMETEL (“Empresa Estatal de Telecomu- salentar las manifestaciones. Éstas en cam- nicaciones”), por un monto de 100 millo- bio crecían, y el día 15 la policía arreme- nes de dólares, sin aprobación alguna del tió en Quito, lanzando gases lacrimóge- Directorio; y el cobro ilegítimo de comisio- nos, mientras que la televisión mostraba a nes en el banco de Estado. Esto mientras muchachos con el rostro cubierto que rom- que otros personeros del gobierno actua- pían ventanales en edificios públicos. El ban de la misma manera irresponsable y saldo de esos días de protesta fue de 20 es- 226 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA tudiantes y 9 policías heridos, a más de tuir un obstáculo para las futuras inversio- 152 detenidos. nes de mi país”. Paralelamente a la protesta estu- El aparato gubernativo se desmoro- diantil, comenzaba la acción decidida del naba. Las manifestaciones no parecían FUT (Frente Unitario de Trabajadores). Cua- querer cesar, y en tanto se anunciaba que tro veces, desde el mes anterior, los diri- se sumarían a la huelga partidos políticos, gentes sindicales habían solicitado reunir- organizaciones sindicales, populares, indí- se con el presidente de la República, para genas, además de personalidades como el discutir sobre las medidas económicas que alcalde de Quito, , no faltan- se atendían. Bucaram no sólo no se dignó do inclusive... ¡miembros mismos del recibirles, sino que dictó aquel “paqueta- Gobierno! El 3 de febrero también la vice- zo” infame, peor que las previsiones más presidenta Rosalía Arteaga tomó distancia pesimistas. Ante eso, el FUT anunció estar de Abdalá Bucaram, al proponer un plebis- impulsando una huelga nacional para el 5 cito para decidir la posible destitución del de febrero, en repudio a esa política eco- primer mandatario. Una encuesta de opi- nómica. nión revelaba que el 92% de la población Mientras tanto, las manifestaciones ecuatoriana apoyaba la huelga; además, se extendían a varias ciudades, agregándo- que el 57% quería la destitución de Buca- se a estudiantes y trabajadores, en su abier- ram, el 41% indicaba que podía seguir go- ta oposición a Bucaram, otros consistentes bernando, pero sólo si rectificase su políti- sectores de la ciudadanía, como la CONAIE ca económica, quedando únicamente el (“Confederación de Nacionalidades Indí- 2% a respaldarle plenamente. genas”), los profesores, las amas de casa, La “Asociación de Bancos de Ecua- los colonos e inclusive entes privados y so- dor” recomendaba a Bucaram buscar con- ciedades deportivas. senso, con un nuevo plan que seriamente El Gobierno, que hasta fines de ene- impulsara la economía, pues “nunca es tar- ro mantuvo su actitud de arrogancia y de- de para hacer rectificaciones”. Pero era ya safío, acabó por entender la peligrosidad tarde cuando el ministro de Finanzas, Pa- de la situación, al añadirse la opinión de blo Concha, en un mensaje transmitido en dos “tribunas” potentes, las que a menudo cadena por radio y televisión, anunció la dictan ley en Latinoamérica: la Iglesia y los voluntad del Gobierno de suspender algu- Estados Unidos. La Conferencia Episcopal nos aumentos decretados, disponiendo Ecuatoriana defendió “el derecho a las pro- además retoques en los salarios de los tra- testas antigubernamentales”, desatadas por bajadores, a más de unos “bonos de com- haber habido una “violencia anterior”, in- pensación” adicionales para las 620 mil fa- fligida al pueblo con “el hambre, la igno- milias más pobres (o sea unos 3 millones rancia y la desesperación”. Y el embajador de ecuatorianos, el 30% de la población). estadounidense, Leslie Alexander, amena- Y, para endulzar mas la píldora volvía una zó: “La corrupción que prevalece en las promesa de la campaña electoral: la de instituciones de este Estado puede consti- construir 300 mil viviendas y aún más pa- EN LAS CIÉNEGAS DEL “NEOLIBERALISMO” / 227 ra el año 2000, con un subsidio estatal del paro, el Frente Patriótico, en el que se re- 75%. conocieron más de 300 organizaciones Otras medidas más fueron anuncia- sindicales, sociales, estudiantiles, así como das por Concha esa noche. Reiterando partidos políticos, cámaras de comercio e además que el gobierno sería respetuoso industria. En realidad Alarcón, que hábil- con la huelga general del 5 de febrero, lla- mente se había asegurado una mayoría de maba a la no violencia y a la reflexión fren- parlamentarios, elaboró bien sus planes te al enorme perjuicio económico que se para remover a Bucaram. Un sector de di- estaba causando. Desde el día 6 las cosas putados, bien orquestado, pidió la destitu- habrían cambiado en el país, todo en favor ción por “incapacidad mental” (prevista en del pueblo ... el Art.100 de la Constitución); otro sector La huelga del miércoles 5 de febrero era partidario de un juicio político al presi- de 1997, la mayor que recuerde la historia dente “por graves ofensas al honor nacio- del Ecuador, vio 2 millones de mujeres, nal”. hombres y niños pidiendo al unísono la re- Alarcón denunció que el Gobierno nuncia de Bucaram. Cientos de miles de estaba preparando la disolución del Parla- personas se volcaron a las calles de la ca- mento, con una fórmula similar a la em- pital y otras ciudades, grandes y pequeñas, pleada por el peruano Fujimori en 1992. mientras que más de un millón de campe- En cambio la vicepresidenta de la Repúbli- sinos mantuvieron bloqueadas las carrete- ca, Rosalía Arteaga, aun distanciándose de ras. En los únicos enfrentamientos que se Bucaram, consideraba que era el Parla- registraron, 24 personas, entre ellas 6 poli- mento el que estaba conjurando un golpe, cías, resultaron heridas en Quito; en Mana- ya que, para decidir sobre una eventual bí el saldo fue de 7 heridos y 20 detenidos. destitución, había que hacerlo por vías Las barricadas que prudentemente habían constitucionales, y permitiendo al interesa- sido puestas, antes de la madrugada, alre- do defenderse. El presidente de la Suprema dedor del Palacio de Gobierno, del Con- Corte de Justicia, Carlos Solórzano, solida- greso y de otros edificios estratégicos, con rizando con Alarcón, opinó que la suce- camiones repletos de soldados, sacos de sión era materia para el Congreso. A las arena y rollos de alambre de púas, proba- posiciones de estos tres poderes del Estado, blemente evitaron eventuales agresiones se sumó una cuarta, la que verdaderamen- de parte de los manifestantes. El pueblo te iba a contar en la práctica: las Fuerzas ecuatoriano demostró su determinación y Armadas. disciplina, mereciendo elogios en los dia- El Congreso acabó por destituir a rios extranjeros, y estimulando manifesta- Bucaram “por incapacidad mental”, nom- ciones en países vecinos.14 brando a Fabián Alarcón presidente. Rosa- Llegado el día 6, las cosas no po- lía Arteaga, entonces, se autoproclamó je- dían ser peores para Bucaram. El presiden- fa de Estado. Como Bucaram no había re- te del Congreso, Fabián Alarcón, convocó nunciado, vino a producirse una situación a una sesión extraordinaria para las 18h00, sui generis, durante tres días, en la que el solicitada, dijo, por los organizadores del 228 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA país se encontró con tres “presidentes” si- Lo que en la práctica significaba que multáneos. Rosalía Arteaga fuera designada “presiden- Una tal crisis se originó en las incer- ta temporal”, el 10 de febrero de 1997, por tidumbres de la Constitución vigente (toda- sanción del mismo Congreso, “por un vía la 18ª, promulgada en 1978 tras la dic- tiempo limitado, estrictamente necesario e tadura militar). En ella se estipulaba que indispensable” (¡dos días!, no más), hasta “en caso de ausencia temporal o por muer- la designación del mandatario interino, te del presidente” su lugar podría ser ocu- quien a su vez llamaría a elecciones presi- pado por “el vicepresidente de la Repúbli- denciales para el siguiente año. Según la ca, el presidente del Congreso o el presi- resolución, al tomar posesión el presidente dente de la Corte Suprema”. Cuando en interino, Rosalía Arteaga reasumiría su car- 1981, el mandatario Jaime Roldós murió, go de vicepresidenta hasta el fin del man- fue sucedido, sin discusión alguna, por su dato, que debía concluirse en 1998. Mas vicepresidente Oswaldo Hurtado para te- (todo lo habían previsto las Fuerzas Arma- minar el período. Pero en 1995 el Congre- das), dado que ella habia sido elegida le- so, no obstante haber incluido varias refor- galmente para ejercer hasta el año 2000, se mas sometidas previamente a referéndum, exhortaba paternalmente a hacer “una pe- evitó deliberadamente tocar el tema de la queña enmienda constitucional”. sucesión presidencial, por temor que el en- Rosalía Arteaga, después de su man- tonces vicepresidente Alberto Dahik, bajo dato de 48 horas, acató con equilibrio la juicio político y penal por corrupción, pu- situación. Pero quiso puntualizar que, aun diera convertirse en jefe de Estado por aplaudiendo la salida de escena de Buca- muerte eventual del septuagenario Sixto ram, por su arrogancia, las extravagancias Durán–Ballén. y el incumplimiento de las promesas elec- Así, durante esos tres días, se reali- torales, no estaba ella de acuerdo con la zaron febriles negociaciones, mientras que forma injusta para destituirlo, negándosele encuestas relámpago demostraban que Ro- el derecho a defenderse. Más que por razo- salía Arteaga era la favorita para el 55% de nes de salud mental – que los diputados no los ecuatorianos (con concentraciones, co- tienen la capacidad de juzgar – habría sido mo en Guayaquil o Cuenca, donde el por- más correcto procesarlo por nepotismo y centaje subía a 85). Quienes en realidad corrupción. Sin vacilar, afirmó que los manejaron la crisis fueron las Fuerzas Ar- ecuatorianos habían presenciado “un gol- madas, secundadas por la Policía. Emitie- pe de Estado de parte del Congreso”, el ron un artificioso comunicado por el que, que no tiene instrumentos legales para es- “reafirmando su inquebrantable vocación coger un presidente interino, sin antes ha- democrática y de respeto por la Constitu- ber reformado la Constitución. ción”, se reconocía a Rosalía Arteaga co- Con este nuevo “carnavalazo” en la mo presidenta del Ecuador, pero ... “subor- historia de la República, se acabó la presi- dinando la institución a la autoridad legíti- dencia de Abdalá Bucaram, quien se refu- mamente elegida por el Congreso Nacio- gió en Panamá. El referéndum popular del nal”. 1º de junio del mismo año se encargaría de EN LAS CIÉNEGAS DEL “NEOLIBERALISMO” / 229 ratificar legalmente la destitución, votán- morragia: sólo entre 1990 y 1996 hubo dola con más del 70%. En tanto Bucaram una transferencia de recursos al exterior fue denunciado política y penalmente por equivalente a 4.528 millones de dólares, malversación, corrupción, nepotismo, fa- en tanto que por servicios de la deuda ex- voritismo, etc. La documentación relativa terna, Ecuador había pagado, en el lapso fue entregada a los organismos competen- 1980-97 la impresionante suma de 33.436 tes para que fuese juzgado. millones de dólares. Una economía que La presidencia interina de Fabián transfiere tantos recursos se descapitaliza y Alarcón comenzó anunciando las intencio- “lumpeniza”. nes de derogar las últimas medidas econó- Por sobre la crisis política – con un micas adoptadas por el Gobierno anterior, año electoral a las puertas, cuando los par- pero advirtiendo al mismo tiempo ¡que se tidos políticos empezaban a mover sus pie- debía estudiar la situación económica, zas – se instaló también la recesión, conse- bastante crítica, antes de tomar una deci- cuencia, entre otras cosas, de la especula- sión final sobre el tema! El proceso de mo- ción causada por la convertibilidad y la dernización continuaría, aunque ahora aplicación de tarifas en los servicios, pre- con honestidad y transparencia. Siendo el sentando una situación de incertidumbre suyo un gobierno de transición, quiso acla- que no invitaba a cualquier inversión ex- rar Alarcón, no estaba en condiciones de tranjera. trazar grandes metas, pero sí de trabajar No bastando esto, el interinato de para mejorar aspectos constitucionales, en Alarcón sufrió un fuerte golpe por la seve- modo que la sociedad tuviera mayor parti- ra caída del precio del petróleo, de 21 a cipación en el sistema político. Desde el 16,6 dólares por barril, requiriendo una punto de vista internacional, dos grandes devaluación monetaria y una nueva cali- problemas debían ser tratados: el replan- bración de las bandas cambiarias de coti- teamiento de la fórmula de pago de la deu- zación del dólar (aplicadas desde los años da externa (llegado en 1997 a 15 mil millo- de régimen de Durán-Ballén). Así, se deci- nes de dólares) y el eterno problema de las dió ampliar e Oleoducto trans-ecuatoria- relaciones con el Perú. no, para extender su capacidad de extrac- Alarcón empezó por poner las adua- ción a 410.000 barriles diarios y, entre nas bajo el control de las Fuerzas Armadas, otras medidas, elevar moderadamente las dando término a los contratos abiertos por tarifas eléctricas. el gobierno anterior. La bonanza en la que, Con la crisis creciente se inició una según Bucaram, se encontraba el país, se espiral inflacionaria y especuladora (la in- reveló inexistente, con el presupuesto de flación, que estaba por el 30%, pronto ha- 1997 desfinanciado y las arcas fiscales va- bría llegado a casi el 50%). El crecimiento cías. del producto bruto interno bajó de 2,5-3% Sin contar con las inmensas sumas a menos de 2%. Los índices de productivi- de dinero derrochadas y robadas en los dad, ya en caída desde 1993, siguieron meses anteriores, vale recordar que ya des- descendiendo, y así también la capacidad de mucho antes había comenzado la he- productiva, mientras que el desempleo se 230 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA llevaba por sobre el 9% de la población ra llegar al que tendría que ser el acuerdo económicamente activa. global de paz, capaz de debelar para siem- En los primeros meses de 1998, el pre15 la condición de beligerancia entre Niño causó tremendas devastaciones en la los dos países, nacida aun antes que se Costa, que empobrecieron aún mas al país, independizaran de España. Faltaba sólo la en tanto que la administración de Alarcón, firma del acuerdo, que tocaría poner al en medio de una tranquilidad general apa- nuevo presidente electo. rente, se caracterizaba por contrastes inter- Y nuevo presidente de la República, nos y entre el Congreso y los partidos polí- resultó ser Jamil Mahuad Witt, en binomio ticos, crecientes mientras se calentaba la con Bejarano; después de campaña electoral. Las intenciones decla- las elecciones de julio. Pero los resultados radas de Alarcón de combatir la corrup- fueron inferiores a lo que se atendía. En la ción resultaron ser una pía ilusión. En efec- primera vuelta Mahuad había obtenido to, terminada su presidencia, Alarcón ter- 1.350 mil votos. Si a estos sufragios se hu- minaría en la cárcel, por varios cargos que bieran añadidos, razonablemente, los 600 se acumularon contra él, y entre los escán- mil de Borja, los 400 mil de Ehlers y por lo dalos se incluía el “piponazgo”, como se menos otros 400 mil de los socialcristia- dice popularmente esa mala costumbre de nos, Mahuad habría obtenido 2.750 mil crear falsos empleos, en los que se recibe votos, para ganar con un amplio margen. sueldo sin presentarse jamás a trabajar. Las encuestas (hechas por “Informe Confi- De las elecciones de 1998, en la pri- dencial”, “Cedatos” y “Market” ubicaban mera vuelta que se tuvo en mayo, fueron unánimemente a Mahuad con una ventaja escogidos por el pueblo: Jamil Mahuad (al- de 1 millón de votos sobre el multimillona- calde de Quito), por la Democracia Popu- rio bananero, no obstante los inmensos lar, y Álvaro Noboa (hijo y heredero del di- gastos empleados por éste. funto magnate Luis Noboa Naranjo, el Las previsiones se revelaron del to- hombre más rico del país), por el Partido do equivocadas y el triunfo fue limitado a Roldosista Ecuatoriano (o sea el partido de unos 100 mil sufragios. Noboa, quien en la Abdalá Bucaram, a quien el mismo pueblo primera vuelta obtuvo 1 millón de votos había defenestrado un año atrás), autocali- (todo un éxito si se considera que era un ficandose, con involuntaria ironía, como novato en lides políticas), había juzgado “lista de los pobres”. oportuno dar las espaldas a su mentor, de- Mientras tanto, uno de los más anti- clarando que “a partir de ahora [31 de ma- guos diferendos de límites en el continente yo] lucho solo”. Esta estrategia tenía senti- estaba, por fin, llegando a ser resuelto. Ya do si se considera que muchos votos obte- desde 1995, acabada la guerra del Cénepa nidos por Mahuad en la primera vuelta fue- (de la que se ha hablado páginas atrás), ron, más que de apoyo a él, de rechazo a Ecuador y el Perú trabajaron arduamente – Bucaram. Así, Noboa continuó en su cam- apoyados por las comisiones de los cuatro paña millonaria, regalando billetes de 100 países garantes: Argentina, Brasil, Chile y dólares o también refrigeradoras, cocinas y Estados Unidos – hasta junio de 1998, pa- otros aparatos domésticos “pagables” des- EN LAS CIÉNEGAS DEL “NEOLIBERALISMO” / 231 pués del triunfo electoral; incluso plagió de derivados del petróleo y apenas el 6% un jingle musical y las imágenes de la en la venta del crudo. El 89% del gasto pú- campaña electoral chilena de Patricio Ayl- blico, así, ya estaba gastado: 40% de deu- win de 1991. da externa, 25% por salarios, 11% transfe- De todas maneras, Mahuad se con- rencias a organismos seccionales, 11% era virtió en presidente de Ecuador, teniendo inversión atada y 3% gasto corriente, res- que afrontar una situación desastrosa, que tando por lo tanto 11% para las inversiones muchos han juzgado la más grave de la necesarias: valor insuficiente, obviamente, historia del país. Al principio el problema lo que obliga a contraer más deudas, que se centró en la solución del diferendo limí- ponen al Ecuador en condiciones cada vez trofe; y, si bajo un cierto punto de vista, pa- más precarias. En esta situación, la evasión ra muchos ecuatorianos el resultado final sistemática de la renta se ha calculado ser fue considerado injusto y hasta inicuo, es de unos 900 millones de dólares anuales. un hecho indudable que con este tratado La inflación (que, se ha dicho, era se puede finalmente planificar con mayor del 30% en 1996) llegaba ya al 43,4%, la claridad y realismo el futuro. más alta del continente actualmente, para Pero el reto mayor, para Mahuad, ir empeorando todavía durante el año de quedaba el económico, por los errores y 1998, tocando el 45-50%. El producto bru- omisiones cometidos sobre todo en los úl- to interno bordea el 6%; la tasa de interés timos 20 años, a veces por ingenuidad y sube y fluctúa entre 100 y 140%, para fre- otras por poca honradez de los gobernan- nar el alza del dólar, que entonces estaba tes y administradores, en los varios niveles, por los 5.000, para pasar en los últimos bajo las presiones del Capital internacio- meses del año a los 7.000 (era sólo el co- nal. mienzo de la caída vertical que llevaría en Hay que poner en cifras la situación los primeros meses de 1999 al máximo his- general del país, con los valores correspon- tórico de 18.000 sucres por dolar, para es- dientes al momento de la toma del mando tabilizarse en los 13.000. La deuda externa (en los meses siguientes la situación iba a estaba sobre los 13 mil millones de dóla- empeorar). Los ingresos fiscales cubren só- res, para pasar luego a los actuales 15 mil lo el 60% de presupuesto, que es de unos millones. 5.000 millones de dolares, y esto debido, En marzo de 1999 la crisis bancaria entre otras cosas, a que de las 200.000 em- llegó a su punto de no retorno, porque de presas existentes en Ecuador, solamente frente a la crisis propia de los bancos, el Es- 35.000 pagan impuestos, según cifras de la tado, después de haber creado la AGD Superintendencia de Bancos. De los 3.100 (Agencia de Garantía de Depósitos), pro- millones efectivos, el 19% servía para cu- vocó un “feriado bancario”, cerrando las brir el impuesto del 1% a la circulación de actividades de todo el sistema financiero capitales, el 25,8% el “Impuesto de Valor del país. El lunes siguiente decretó la con- Agregado” (IVA), el 19% por aranceles, el gelación, por el tiempo de seis meses, pa- 11% por otros impuestos, otro 11% el res- ra las cuentas corrientes y de ahorros, y un to de ingresos, el 12% en la venta interna año para las inversiones, los depósitos en 232 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA bonos, etc. (ya sea en sucres, ya en dóla- El gobierno de Mahuad está espe- res). ranzado en obtener préstamos, de por lo Ante la difundida prevaricación de menos 1.500 millones de dólares, de los los bancos, fue menester tomar medidas bancos internacionales, y se habla también draconianas, realizando un saneamiento de otros 3.000 millones gracias a la paz profundo por medio de auditores interna- con el Perú recientemente conseguida. Los cionales, del que salieron indemnes sólo préstamos, en el pasado, han servido sólo 24 entre los 40 institutos bancarios. Así, al- para ir hundiendo más y más al país, Pero gunos tuvieron incluso que cerrar. Emble- esta vez, si manejados con inteligencia, mático es el caso del Banco “El Progreso”, podrían levantar una buena vez al Ecua- de Guayaquil, en el que las irregularidades dor, y esto no obstante las fuertes presiones resultaron ser numerosas y graves, habien- políticas de algunos partidos de oposición, do, entre otras cosas, concedido “présta- con buena dosis de irresponsabilidad para mos” a firmas inexistentes, a nombre de un momento tan crítico como el actual. testaferros ignaros de ser virtualmente mul- En junio hubo el paro de los taxistas timillonarios. y transportistas en general, por el alza de El titular del banco “El Progreso”, precio de la gasolina, que duró 12 días pa- Jaime Aspiazu, dueño además de varias ralizando a buena parte del país. También empresas e industrias, fue defendido in- los pueblos indígenas, mostrando la fuerza cautamente por hombres políticos como que hoy han conseguido, hicieron sentir su Febres Cordero y Nebot, haciendo que voz, obligando al presidente a negociar clientes (o, más bien, víctimas) del banco personalmente con sus representantes, con consideraran a Aspiazu como a un perse- el objetivo de trabajar todos juntos para guido político (se cuenta que lo llevaron salvar al país de la condición en la que se en hombros, como a un héroe, antes de encuentra. comprender el engaño). Como sea, las El 10 de agosto, a un año de la toma fuerzas del orden, bien coordinadas, lo del poder del actual gobierno, Mahuad ha- capturaron antes que lograse la fuga, para bló a los ecuatorianos, para especificar los terminar bien encerrado en la cárcel. Es la grandes problemas que quedan por afron- primera vez, desde la revolución “juliana” tar. Encargado de llevar al Ecuador al siglo de 1925, que un gobierno ecuatoriano to- XXI y al 3er. milenio en condiciones acep- ma medidas para ordenar sus cuentas ban- tables, Mahuad requerirá de toda la habili- carias, y en un momento extremadamente dad suya y de su gobierno, así como el crítico como es la actual apoteosis neolibe- apoyo popular. ral, que está encenagando al Ecuador y a muchos otros países latinoamericanos. NOTAS / 233

Notas: El Gobierno francés consideró en un primer mo- mento el asunto, aviando la movilización de 1 Andrés de Santa Cruz realizó esta unión en diez mil hombres, pero desistió, porque Napo- 1836, pero fue de efímera duración: se disolvió león III había vuelto su atención hacia un pro- en 1839, bajo la presión de Chile y Río de la Pla- yecto más apetecedor: la invasión de México, ta (la futura Argentina), baluartes de la América que en 1864 culminó con la imposición de Ma- “blanca”. ximiliano de Austria como emperador. García 2 El nombre de “chihuahua”, según algunos, se Moreno, abortada su propuesta, declaró: “Mi atribuye a que Rocafuerte vivió y sirvió en Méxi- sueño más preciado se ha desvanecido”. co; según otros, a la acepción ecuatoriana de la 6 La reina Isabel II (hija de aquella María Cristina palabra, que es la siguiente: “armazón de caña que años atrás se había acordado con Flores pa- con figura humana, que, vestida de papel, se lle- ra una expedición contra el Ecuador) envió en na de pólvora y se usa en fuegos artificiales”. 1864 una armada contra el Perú. Los españoles 3 La Europa de entonces se sacudía con motines ocuparon las islas Chinchas, al sur del Callao. de la burguesía, que produjeron una insurrec- Varios países americanos protestaron contra tal ción casi general. Las consecuencias de ese te- violación, en tanto que García Moreno se decla- rremoto político llegaron hasta los países hispa- raba complacido con los invasores. Un año más, noamericanos, para radicalizar las luchas por tarde se vio obligado a ponerse a la zaga de los parte de los liberales contra las fuerzas clericales demás países en su protesta. y conservadoras. 7 Hay que señalar la mentalidad formalmente le- 4 En las escuelas del país, sobre todo en las religio- galista, generalizada en los países latinoamerica- sas, se enseñó por generaciones (y tal vez se lo nos, según la cual hay que legalizar a toda costa hace aún) de la presunta “traición” del general los golpes de Estado. Ello debe tener su origen en Guillermo Franco. Es obligatorio desmentir esta aquel espíritu legalista de pura marca española, falsedad pues su conducta, en lo civil como en o por el que ni siquiera las guerras de conquista se militar, fue siempre integérrima. Más bien su ca- efectuaban sin la presencia de un notario lumniador, García Moreno, es quien merece a [CAP.4]. pleno título ser llamado traidor: él colaboró con 8 Francisco Morazán, derrotando al ejército con- los peruanos en su proyectada invasión del servador de Guatemala, en 1830 fue elegido Pre- Ecuador (proponiendo aun cortar el agua y los sidente de las Provincias Unidas de Centroamé- víveres a Guayaquil); él buscó dar Ecuador en rica. En sus dos períodos presidenciales introdu- protectorado a Francia (véase Nota 5) y luego a jo reformas para limitar los poderes de la Iglesia. España, para terminar sometiéndolo al Vaticano; Batido por los conservadores (apoyados por los en desprecio del pueblo, gobernó con crímenes Estados Unidos), su Federación se desmembró y terror. No pudiéndose detallar aquí tales actos, en 1839 [CAP.5]. En 1842, de retorno del destie- se aconseja la lectura del bien documentado li- rro en el Perú, y tratando de restaurarla, Morazán bro de Guillermo Barreto, García Moreno, ¿San- acabó por ser fusilado en Costa Rica. to o Demonio? 9 La canonización de esta primera santa ecuatoria- 5 Ya antes del “Tratado de Mapasingue”, García na se realizará sólo cuando, en 1945, se lograron Moreno había escrito al representante de Francia recolectar los 60.000 dólares necesarios; para el en Quito, Émile Trinité, implorando el protecto- “proceso” en Roma (no basta ser píos en la lógi- rado francés, en interés “de este país que quiere ca de la Iglesia, y es por eso que los países po- librarse del azote de las revoluciones perpe- bres, aunque sean muy católicos, cuentan con tuas..., y de la Francia, pues que ella sería dueña pocos santos). Mariana de Jesús debía quedar de estas bellas regiones que no le serían inútiles como única santa ecuatoriana hasta 1977, año ...”. Y volvió a confirmarlo después de termina- en el que se le vendrá a agregar el Hermano Mi- do el conflicto con el Perú y la derrota de Fran- guel (Febres Cordero), pedagogo [CAP.7]. co. 234 / CRONOLOGÍA DE LA REPÚBLICA

10 Las candidaturas para la presidencia de la Repú- Esto del “neoliberalismo”, como se verá [CAP.7], blica, así como los nombramientos de ministros es un fenómeno generalizado en toda Latinoa- de Estado, de senadores, de diputados y de mu- merica. chos funcionarios tenían que ser previamente 13 Lo que ha sido confirmado plenamente en un li- conocidos y aprobados por el poderoso Banco. bro salido en 1996, El Testigo, de Hugo España, Además, el descarado fraude electoral llegó a ci- ex sargento de Policía (quien concedió también fras escandalosas: Plaza, Baquerizo Moreno, Ta- una larga entrevista de 11 horas a Rolando Pan- mayo y Córdova fueron elegidos, respectivamen- chana, de Vistazo, en un lugar secreto del plane- te, con el 99%, el 94%, el 97% y el 93% de los ta) Del relato crudo y detallado se desbroza el votos totales. universo de terror que se produjo en esos años. 11 El vocablo “huasipungo”, que en quichua literal- El “SIC 10”, una verdadera “escuela de muerte”, mente significa “puerta de casa” o “entrada de era adiestrada por el mercenario israelita Ran casa”, indica el pedazo de tierra que se conce- Gazit (pagado 150 mil dólares), para cometer to- día, a discreción del patrón de la hacienda do tipo de atrocidades, y dejando más de 150 [CAP.7], al campesino indio a cambio de trabajo “desaparecidos”. gratis de éste y su familia por unos días de la se- 14 El eco de este terremoto político repercutió mana, a más de una parte de la ya escasa cose- cuando, tres días más tarde, 400 mil colombia- cha del huasipungo mismo, generalmente situa- nos marcharon por Bogotá y otras ciudades, do en las tierras menos fértiles de la hacienda. mientras se paralizaba el centro petrolero de Ba- De esta manera el campesino terminaba por rrancabermeja; y el día 12 los sindicatos relanza- quedar endeudado con el patrón por toda la vi- ron las marchas de protesta, con slogans en los da (y más allá de ella, con sus descendientes), en que se pedía la renuncia del presidente Ernesto condiciones perpetuas de extrema miseria. Samper. En Venezuela, también, los trabajadores Huasipungo, la obra maestra de Jorge Icaza estatales comenzaron su huelga, pidiendo au- [Cap.7], es un libro de 1934, en el que, además mentos de salario. de describir vívidamente las condiciones de los La novedad consiste en que, después de un lar- indios de las haciendas, Icaza pone en claro el go silencio – en el que a impugnar contra el po- nivel de exasperación al que se había llegado en der no habían quedado en Latinoamérica sino aquellos años ‘20, y tan grave que no pocos crí- guerrillas endémicas y algún oficial golpista – las ticos pensaron que el escritor estuviese exage- cuentas del “ajuste” al régimen liberal se presen- rando. taban ahora en las plazas. Sobre esto se profun- 12 En la primera edición, el título de este sub–capí- dizará [CAP.7]. tulo fue: “La estructuración de nuevos equili- 15 Quedan sin embargo, algunos interrogativos, brios políticos”. No había elementos, entonces, pues no faltan en los dos países quienes, obstina- para deducir (o cuando menos yo no supe hacer- damente, quedan insatisfechos, habiendo tenido lo) si la ruta “neoliberal” aviada por Hurtado y que conceder algo, como es regla en cada nego- aplicada con convicción por Febres Cordero (ahí ciación: Ecuador tuvo que ceder sus pretensio- se cerraba el libro), correspondía a una tenden- nes en la parte oriental de la cordillera del Cón- cia global de esta nueva fase de la República. Pe- dor, que el Protocolo de Río de Janeiro (se ha di- ro la confirmaba el Gobierno de Borja, no obs- cho), no supo resolver, además de renunciar a tante se definiese de centro–izquierda, y, en ma- ser “país amazónico”, como siempre se había nera más decidida, el de Durán–Ballén. (Un aná- declarado; el Perú, de su parte, tuvo que conce- lisis muy puntual sobre este estado de cosas se der al Ecuador el derecho de paso y navegación encuentra en el artículo de René Báez, “Il «capi- en el Marañón, por la zona de Loreto. El futuro talismo reale» ecuadoriano alla fine del secolo”). dirá si esta paz es realidad. 7 ECUADOR EN EL AÑO 2000

El país se divide administrativamen- Chimborazo, Cañar, Azuay y Loja), cinco te en 22 provincias, subdivididas a su vez en la Costa (Esmeraldas, Manabí, Los Ríos, en números superiores a los 200 cantones Guayas y El Oro), seis en el Oriente (Su- y a las 1.000 parroquias, de las que el 70% cumbíos, Napo, Orellana, Pastaza, Moro- son rurales. De las provincias, diez se en- na–Santiago, Zamora–Chinchipe ) y una en cuentran en la Sierra (Carchi, Imbabura, Pi- la Zona Insular, o sea el Archipiélago de chincha, Cotopaxi, Tungurahua, Bolívar, Galápagos (Colón). 236 / UGO STORNAIOLO

Perfil demográfico ne menos de 18 años, no obstante que la tasa de mortalidad infantil sea todavía alta. Hacia la época de la conquista es- La población en el país no está dis- pañola la población del territorio corres- tribuida uniformemente, y esto se debe a la pondiente a lo que hoy constituye Ecuador, morfología del terreno [CAP.1]. En efecto, el era probablemente [CAP.2] de unos 2,5 ó 3 96% ocupa la mitad del territorio, aquél millones de habitantes, la mayor parte de donde se ubican la Costa y la Sierra. Aun- ellos bajo el dominio incaico. En los siglos que estas dos regiones – en sentido políti- siguientes la población india sufrió una co2 – sean ambas del mismo orden numé- disminución continua debida al hambre, a rico, por superficie y por población, tam- las enfermedades y a los maltratos infligi- poco la distribución entre provincias es re- dos por los colonizadores. No obstante el gular: la del Guayas, por sí sola, compren- aporte de inmigración europea, en 1800 la de la cuarta parte de la población ecuato- Presidencia de Quito contaba con unos riana; y, considerándola junto con las otras 700 mil habitantes. De aquí, teniendo en dos provincias más pobladas, Pichincha y cuenta [CAP.5] los 120 mil muertos de las Manabí, entre las tres suman más de la mi- guerras de independencia, y substrayendo tad. Por lo que se refiere a las ciudades, además el número de habitantes del valle nótese que – después de Guayaquil y Qui- del Cauca (pasado a Cundinamarca), a su to, con 2 millones y 1,5 millones de habi- fundación, en 1830, la República del Ecua- tantes, respectivamente – la tercera ciudad, dor tenía una población de 550.000 habi- Cuenca, rebasa apenas los 250 mil, y con- tantes, formada, ya no exclusivamente de tadas son aquéllas que ya han llegado a los indios, sino también de mestizos, blancos, 100 mil. mulatos, negros y otros grupos étnicos. La densidad demográfica del país, Con la fase republicana, el incre- de unos 40 habitantes por kilómetro cua- mento demográfico comenzó a adquirir en drado, es la mayor de Sudamérica, y varía Ecuador – como en toda Latinoamérica – desde el mínimo de 1,2 de Colón hasta un ritmo creciente; así que, después de un 122 de Tungurahua, cifra ésta que se acer- siglo, la población llegó a triplicarse.1 Lue- ca a los valores de los países centroameri- go, según lo indican los censos generales, canos y del Caribe. Si se tuvieran que con- presentados en la página siguiente, el ritmo siderar sólo las tierras verdaderamente uti- de crecimiento se aceleró, y hoy Ecuador lizadas (recuérdese [CAP.1] que las alturas cuenta con 12 millones de habitantes. Un de los Andes, las selvas de la costa y del ritmo tal (tasa de natalidad del 5% anual, oriente, las zonas malsanas o climática- crecimiento efectivo del 3,4%) es mayor mente inhabitables y no cultivables restan que el de los ya elevados ritmos de Lati- considerable espacio a las instalaciones noamérica, alcanzando los de África, que humanas), entonces la provincia de Tungu- caracterizan las regiones más pobres del rahua aumentaría su densidad efectiva a planeta. Ecuador es, además, un país “de 340, y la de Azuay, donde el terreno es aún jóvenes”, pues la mitad de la población tie- más accidentado, a 370 habitantes por ki- lómetro cuadrado. Hay zonas de la sierra s e n 0 o 0 i 0 c 0 , 2 c 0 7 2 3 8 1 5 8 4 3 6 0 8 1 4 1 5 4 3 0 3 4 6 4 , , , , , , , , , , , 0 c , , , , , , , , , , , , , o 4 6 0 9 0 1 0 4 3 3 0 0 e 0 1 0 4 0 1 5 1 5 2 2 3 3 ñ y 1 4 2 1 1 5 a o % 1 r , 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 P 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 . 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 ...... 1 0 o , 5 0 0 5 5 5 0 5 0 0 0 5 5 0 0 0 5 5 5 0 0 5 0 5 0 r 0 1 6 0 4 9 2 0 4 1 7 9 7 1 1 2 5 8 6 6 1 8 0 4 2 0 e 0 4 . 1 1 5 4 4 4 3 2 3 2 5 1 6 1 6 2 3 4 4 2 0 . . . . . m . 2 5 3 1 2 o 6 ú 5 1 0 s n 3 0 n 1 0 e . 0 c 5 9 4 o 0 9 7 5 8 1 6 4 1 8 0 2 t 0 4 3 1 1 6 4 5 3 7 0 7 8 , 1 , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , 1 n 0 7 0 5 0 6 0 0 8 3 4 3 i 2 9 4 0 0 1 5 1 5 2 3 3 3 , 0 4 2 1 1 u 4 0 % PERFIL DEMOGRÁFICO1 / 237 9 Q , 9 1 6 3 7 0 2 7 8 8 8 0 2 2 7 5 5 8 9 2 0 9 6 0 2 7 1 0 3 4 6 5 2 2 9 2 2 7 8 8 3 4 8 5 8 9 9 2 8 8 9 8 0 1 9 5 1 6 6 0 9 2 o . 2 7 7 5 3 8 0 5 4 0 4 9 9 6 ...... r , ...... 0 7 1 . 6 6 2 4 6 5 2 1 6 e 1 9 9 9 2 5 7 1 6 5 6 1 4 3 6 9 4 5 6 7 8 7 0 1 1 3 5 o 8 1 5 2 4 0 6 8 6 6 9 1 6 m ) s 8 . 3 3 3 5 4 0 7 1 4 1 5 1 5 2 2 3 3 7 2 a . . . . ú . . n 9 n 2 4 1 1 n 4 4 e a 9 l 2 l c 8 0 8 e r 0 8 6 4 0 9 1 4 0 1 2 o 9 1 1 1 9 1 9 6 6 4 0 4 0 1 , . , , , , , , , , , t , , , , , , , , , , , , , O 1 r 0 9 0 0 5 6 1 4 7 3 3 2 0 0 8 4 1 5 1 5 3 3 4 4 o a 0 0 1 2 4 1 4 d u 1 i 1 % 9 1 u , C l , c 4 0 1 4 0 7 1 9 6 5 7 8 9 9 0 6 2 1 9 9 9 7 5 7 0 n i 7 9 9 5 4 7 7 6 0 2 ( 1 1 1 7 4 0 6 7 1 8 7 7 0 9 6 7 7 6 4 7 0 0 1 8 1 . 1 o o 5 8 4 1 8 7 0 2 5 7 1 ...... , ...... r p 8 6 1 6 0 3 9 8 1 2 0 6 6 7 a e 4 4 2 5 7 2 7 3 6 4 4 7 3 4 3 0 6 4 6 3 2 8 8 7 5 5 3 2 4 4 7 2 3 8 N 1 1 m o . 9 3 2 2 0 8 3 3 1 1 4 1 4 3 2 2 3 3 9 2 e . . . s . ú . . 8 d 2 3 1 n 3 n 3 0 9 a e i 0 7 4 3 c c 1 7 1 n 4 i . r , 4 9 0 v 5 5 3 4 2 2 1 2 7 2 1 1 8 2 9 9 6 0 3 6 3 7 , 3 e , , , , , , , , , 1 1 o , , , , , , , , , , , . , r 0 c 6 0 2 5 0 3 8 3 5 2 2 0 0 8 2 5 1 5 4 3 3 4 4 r P 0 1 2 4 1 e 4 % 1 4 T 8 - , 0 ) 0 1 a 0 3 5 9 6 1 6 9 3 5 0 3 6 2 7 4 4 7 3 0 6 7 7 n 1 N 1 . 3 6 3 6 5 0 6 9 6 a 7 9 4 3 5 2 6 2 1 2 1 3 3 o l 2 7 l r Ó 5 3 9 1 3 5 3 4 4 4 , . 5 5 4 8 3 4 5 0 3 9 3 0 0 ...... e I ...... e 1 r 0 1 2 7 3 8 3 2 6 4 3 C 6 4 3 0 7 2 6 6 9 4 9 4 4 5 1 o 2 O m 4 1 0 8 7 1 4 3 2 s 4 8 2 6 4 6 1 3 7 0 7 2 A 5 y ú 0 . 3 8 2 9 1 5 1 3 n 1 3 1 3 2 2 2 2 1 3 1 L 3 , . . s . . n 6 e B 1 o 1 3 3 3 í 3 c 2 b 5 O 9 6 o m P 1 0 9 . 3 3 4 7 3 9 5 5 7 u d 5 5 1 0 1 1 5 6 8 7 9 1 2 , , , , , , , , , , c , , , , , , , , , , , , , 1 E 8 n 0 6 u 6 0 3 2 0 2 1 1 1 2 5 2 6 0 0 3 6 3 4 2 6 1 u 0 S D 8 1 1 2 5 4 g % 1 1 o . 6 S e d , i E S 2 0 u 0 1 3 8 2 3 4 1 5 3 8 2 3 9 2 1 1 0 9 3 3 1 8 L l 6 8 6 9 4 4 1 6 8 3 2 c 5 6 9 9 3 4 4 5 3 3 6 5 6 A 0 n 7 4 6 9 4 5 8 8 2 o . 5 1 i 3 3 3 0 7 6 6 6 0 6 4 6 6 3 ...... ( , , r ...... N 4 4 1 3 4 5 2 4 7 9 e 0 0 7 2 2 2 4 0 4 0 4 2 4 1 6 o 3 6 O 1 4 1 7 8 1 2 8 7 p 2 1 9 7 5 6 7 9 1 3 7 0 I 5 o m a . 3 1 5 2 6 9 1 1 2 1 1 1 2 1 2 2 5 s . C ú . . N 4 n 2 n A 2 5 e 3 7 e 0 d 2 5 5 c N 5 a 2 6 i r 0 . . 9 S 4 1 8 5 2 5 0 c , 8 4 0 8 0 0 1 2 9 4 8 7 5 e , , , , , , , 4 4 , , , , , , , , , , , , . n 1 0 i O 2 2 6 2 8 1 8 2 1 7 2 3 2 0 0 2 5 5 3 6 4 0 m v 0 S i 1 1 1 5 o 4 r 1 % r N 3 7 8 P P , , ˛ 7 E 5 7 0 2 8 4 1 5 5 1 6 6 6 3 2 2 5 0 0 5 3 0 0 5 C 0 2 0 4 7 4 7 7 4 4 9 8 0 9 0 4 0 3 6 9 - 7 4 4 5 8 3 1 4 . 3 3 9 5 6 3 8 6 9 3 1 2 4 a ...... o ...... r 0 r 5 6 6 6 1 2 6 o 1 1 6 7 9 0 6 5 7 9 8 0 8 9 2 2 e a 7 4 8 1 0 8 5 m 7 9 8 5 4 6 8 0 1 5 9 3 3 2 e d a . 3 2 4 5 8 i m 1 1 1 1 2 2 1 2 5 9 . a . Z . . c 3 ú - i 1 1 3 2 f o m n r g i 2 2 0 a e x i t 0 p 2 3 9 2 0 2 8 1 4 1 8 5 3 3 1 o 7 4 5 7 0 8 4 5 1 1 6 6 6 , n r u m 1 9 6 8 7 8 9 6 9 6 4 9 4 a 0 3 8 9 0 2 0 4 8 3 2 9 9 6 , , , , , , , , , , , , , p , , , , , , , , , , , , , S S K 0 6 3 5 6 7 6 4 7 0 0 8 3 7 a 1 1 1 1 1 2 1 2 2 2 2 2 4 e 1 1 1 4 2 % d 2 a 7 i 7 9 3 6 0 2 2 5 0 5 1 0 4 9 6 7 6 4 7 8 1 4 8 0 0 0 c 6 3 9 9 1 0 0 1 9 2 1 8 6 1 ) 2 9 8 8 9 5 3 0 0 5 8 1 1 6 n ) i 6 1 a 1 5 7 2 4 9 6 2 5 9 6 7 . 6 9 2 8 2 6 9 7 2 9 0 0 7 o ) v . r ...... s z o 0 o 0 i 1 6 0 5 8 0 8 3 9 8 0 4 r a 3 4 5 2 3 5 3 7 6 5 8 8 6 r 7 ) P ) 2 c 3 1 1 1 1 2 1 1 2 2 2 6 m 6 e ) s ) 2 a a ) ) a s 1 2 u a e b a j a o l Z - q r M t ( o d ( a ) a m a l o a t L a a ) i B a z b ) E ) ) r m g ) O b a a o l p a t P ) a e e o m i n o v I o y s ) t G n a j i o d ) d u r u e a A o t a ) m a e H ( A i a n R r e l c q s i C P s u I ) h ) l ( a l r - ( a u ) C a a j e v u E a a a T n r e t a i o ( N y o f u A o P r ( c á b h a N Q a S b p t ( N a y I ( g I O r c a n c L a u ) U ( n O S l u ( u A o A S i ( e a o S Z H a B I N u G s ( ) P z H A S u A P G ( n ( A I C - O T ( O ( a M A A C e A s ( A - Í e j ( D C R X ( H A d S ( R R G e T R L o B Í N A t R N ( A I A S C O N a I L A U A O B A R n A i U ( P A Z R Í O M A Y P H B N L a B L c R V A O I V t O A Y R R A G A O O Á C U L Í n i E A M R i T A N A U H T L P I E L O Ñ R N b S J O M C U v S B ) M S O A a C R A A U o A A H Z O R A O U I A L O S O U r o E h M N P C I P C T B C C A L E M L G E S N O P M Z G ( t P T I i 1 A u A N A R T E Q I S R N ( R E O I O R O S Z C O D A U C E 238 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000

(como se verá más adelante) en donde vi- zos, 30%; “blancos” hispanos, 20%; mula- ven concentraciones de campesinos in- tos, 7%; afroamericanos, menos del 3%; dios, cuya densidad supera a menudo los los otros varios grupos étnicos quedan por valores de 700 u 800. debajo del 1%. Se trata, por lo tanto, de un Una distribución tan desigual de la país prevalecientemente “indio–mestizo”. población genera problemas diversifica- Los indios, en su gran mayoría, se dos. Considérese que, hasta hace tiempos encuentran en las zonas rurales de la sie- bastante recientes, la costa, aunque más ri- rra, particularmente en las provincias de ca en productos de la tierra, era menos Chimborazo, Imbabura, Cotopaxi, Cañar y densamente poblada que la sierra, en don- Tungurahua; en la costa han quedado sólo de han vivido, y viven aún, las grandes ma- algunos grupos de indios aislados; en el sas de población india. Es sólo en los últi- oriente los hay, y en apreciables núcleos mos decenios que la Costa, como región distribuidos por todo el territorio, pero son política, ha alcanzado a la Sierra en núme- étnicamente distintos de los de la sierra, ro de habitantes, y actualmente también la encontrándose en muchos casos en estado costa, como zona morfológica, lo ha he- tribal, apartados de la jurisdicción efectiva cho en relación de la sierra. Por largo tiem- de las leyes de la República. Los mestizos po, pues, la población se concentró en el – constituyendo un agrupamiento étnico callejón interandino. en continuo aumento relativo, a expensas Las causas de este fenómeno son de indios y blancos – se hallan en todas las histórico–geográficas. Fue en los Andes provincias, sin distinción, y ahora con la donde más se desarrollaron las culturas au- migración son más numerosos en las pro- tóctonas [CAP.2], y donde el Incario afirmó vincias costeñas. Los blancos residen casi su dominio, de carácter puramente agríco- en su totalidad en las ciudades, mientras la de montaña [CAPS.2,3]. Como conse- que los mulatos y negros han sido destina- cuencia, fue precisamente en la altiplanini- dos a las zonas más sofocantes de la costa, cie (sobre todo cerca de Quito) donde se sobre todo en las provincias de Esmeraldas establecieron los conquistadores [CAP.4], en y Guayas, y en los valles cálidos de la sie- busca de tesoros incaicos y de masas hu- rra, como los del Chota (en Imbabura) y manas para convertir en fieles siervos de la del Catamayo (en Loja). Aquella pequeña gleba y devotos súbditos cristianos. Así, fracción restante de otros grupos étnicos por cuatro siglos, la sierra fue la zona más comprende chinos (radicados mayormente poblada; sólo cuando las condiciones del en la costa, porque cuando llegaron, en siglo XX lo permitieron, pudo aviarse (en épocas de régimen liberal, se les prohibió un proceso que continúa aún) el movi- subir a las provincias serranas), libaneses, miento migratorio de la Sierra hacia la Cos- italianos, hebreos, eslavos, etc., a más de ta,3 con mayores posibilidades de trabajo y latinoamericanos de varias partes. de vida en general. Una última diferenciación hay que Tampoco étnicamente la distribu- hacer entre población urbana (cabeceras ción es uniforme. Ecuador está constituido de provincia y de cantón) y rural (cabece- aproximadamente así: indios, 40%; mesti- ras parroquiales, anejos y caseríos). En LA ESTRUCTURA ECONÓMICA / 239

1950 la población rural representaba el lización. Las ocupaciones, subdivididas en 71,5%, reduciéndose al 64% en 1962, al los varios sectores económicos, y confron- 53% en 1974, mientras que ya en el censo tadas con la distribución del producto in- de 1982 se constata que la población urba- terno bruto, se resumen en el cuadro pre- na supera a la rural. Este fenómeno se ori- sentado en esta página. gina debido a la migración constante des- Se puede notar que en el sector pri- de los campos a las ciudades, sobre todo a mario, a la gradual pero lenta disminución las costeñas – Guayaquil, Machala, Esme- de la ocupación, corresponde una tenden- raldas – pero en buen número también a cia fuertemente decreciente de su partici- Quito. En todo caso, debe tenerse en cuen- pación en el producto interno bruto, y esto ta que la población rural de las provincias es debido a la cada vez menor importancia de Guayas y Pichincha está por debajo del relativa de la agricultura como actividad 35%, lo que quiere decir que los porcenta- económica del país, no suficientemente jes de población rural de otras provincias compensada por el aumento de las activi- quedan todavía bastante altos. dades mineras, o sea específicamente el petróleo. Éste llegó a ser significativo des- La estructura económica 4 de 1972, con su punta máxima en 1974 [CAP.6], para luego ir bajando gradualmen- Clasificando la población económi- te, debido a la recesión de los países indus- camente activa de Ecuador – que constitu- trializados importadores de petróleo. El re- ye la tercera parte de la población total – sultado general fue un empeoramiento en se constata la presencia de una sociedad la condición de los trabajadores del sector, fundamentalmente agrícola, pero que tien- quienes, aun representando casi la mitad de, aunque lentamente, hacia la industria- de la población activa de Ecuador, partici-

Ramas de actividad 1950 1962 1974 1982 1990 Proy. 2000 y SECTORES ocupa- distr. ocupa- distr. ocupa- distr. ocupa- distr ocupa- distr.. ocupa- distr. ción PI B ción PI B ción PI B ción PI B ción PI B ción PI B % % % % % % % % % % % %

(1) Agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca 53,2 38,8 55,6 38,2 53,3 25,2 53,0 24,8 53,0 24,4 52,8 24,0 (2) Explotación de minas y canteras 0,4 2,3 0,3 2,2 5,2 40,3 5,4 39,6 5,0 38,7 4,8 37,5 SECTOR PRIMARIO 53,6 41,1 55,9 40,4 58,5 65,5 58,9 64,2 58,0 63,1 57,6 61,5 (3) Industria manufacturera 19,4 16,0 14,6 15,3 12,0 9,7 11,0 9,0 10,0 8,4 9,0 7,9 (4) Actividades industriales y edilicias 2,2 2,7 3,3 3,8 4,1 2,9 3,5 3,6 3,0 3,2 2,8 2,6 SECTOR SECUNDARIO 21,8 18,7 17,9 19,1 16,1 12,6 14,5 12,6 13,0 11,6 11,8 10,5 (5) Servicios: electr., gas, sanitarios, administr., defensa, personales 16,3 23,8 16,5 22,9 15,4 14,7 16,1 14,3 17,0 15,1 18,0 16,9 (6) Comercio, banca, seguros, bienes inmuebles 6,2 11,6 6,7 13,6 6,6 4,8 6.9 6,8 8,0 7,9 8,2 8,7 (7) Transporte, almacenaje, comunicaciones 2,3 4,8 3,0 4,0 3,4 2,4 2,6 2,1 4,0 2,3 4,4 2,4 SECTOR TERCIARIO 24,8 40,2 26,2 40,5 25,4 21,9 26,6 23,2 29,0 25,3 30,6 28,0

TOTALES 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 240 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 pan en poco más de la quinta parte del aguda polarización entre dos grupos: el de producto interno bruto (compárese los últi- los latifundistas, con explotaciones mayo- mos datos con los de 1950). res de 100 hectáreas (y muchas de ellas El sector secundario, en cambio, si- mayores de 500), que constituyen el 2% de gue una leve tendencia ascendente, que es la población y poseen el 65% de las tie- debida al lento proceso de industrializa- rras; y el de los minifundistas, con pedazos ción, y si se nota una reducción relativa de de terreno menores de 5 hectáreas (de los mano de obra en las industrias manufactu- que no pocos son inferiores a 1 hectárea, reras, eso indica que se están mecanizan- los llamados “microfundios”), que compo- do. nen el 75% de los agricultores y conservan El sector terciario crece desmedida- nada más que el 8% de las tierras cultiva- mente, tanto en la ocupación como en la bles. participación en el producto interno bruto, Quedan las haciendas comprendi- como consecuencia del proceso de urbani- das entre 5 y 100 hectáreas, que son las zación general típico de una zona que lla- más eficientes, pues ya sea el latifundio co- man “sub–desarrollada” (sería más justo mo el minifundio representan serios obstá- decir “poco desarrollada en el sentido in- culos para mejorar los sistemas de produc- dustrial impuesto por el capitalismo”)5 y ción y los rendimientos agrícolas. El lati- hoy un tercio de la población activa está fundio, por ofrecer una insuficiente explo- dedicada a alguna rama de actividad ter- tación de los recursos naturales, dado que ciaria, participando en casi la mitad del mientras mayor es el tamaño de la propie- producto interno bruto total. dad, más alto resulta el porcentaje de tie- rras improductivas, y las utilidades se ob- Sector primario. La agricultura y la tienen gracias a la explotación del hombre ganadería constituyen todavía la principal y no de la tierra; típico del latifundio es, fuente de empleo para cerca de la mitad de además, la ausencia perenne del propieta- la población económicmente activa, aun- rio, que prefiere vivir en la ciudad, así co- que su participación en el producto inter- mo la falta de capitalización, de innova- no bruto sea desproporcionadamente más ciones en los cultivos y en las técnicas de baja; la pesca representa apenas una pe- producción. En el minifundio, en cambio, queña parte de este renglón, mientras que la familia campesina representa un exceso la caza y la silvicultura son insignificantes. de fuerza–trabajo, y algunos de sus miem- Las actividades extractivas, se ha dicho an- bros se encuentran obligados a buscar em- tes, cobraron importancia sólo desde cuan- pleo en otro lugar, lo que provoca las mi- do comenzó la explotación del petróleo en graciones y la urbanización, sin contar gran escala. también con que los ingresos de los mini- Considerando en primer lugar la es- fundistas son escasos hasta para las necesi- tructura de la tenencia de la tierra, o sea la dades vitales, no se diga para introducir forma en que han sido distribuidos los técnicas modernas, usar equipos, hacer sueldos y los recursos naturales entre los mejoras. propietarios, se presenta una situación de LA ESTRUCTURA ECONÓMICA / 241

La producción agrícola de la sierra limitación de los programas de mejora- mantiene sus modelos tradicionales, se miento genético. orienta hacia el consumo interno y com- La pesca ha cobrado una cierta im- prende básicamente cuatro cultivos: pata- portancia, y tiende a convertirse, junto con tas, maíz, cebada y trigo; durante los años la “acuacultura”, en una rama de actividad ‘60, por mediación de compañías extranje- económica significativa, pero en gran par- ras, se abrieron renglones de exportación te sigue todavía siendo de tipo “artesanal”, representados por el piretro, los hongos, el pues se realiza a menudo en condiciones guántug o datura y las flores, y se inició la técnicas precarias y se orienta hacia el producción de avena para su consumo hu- consumo interno; su productividad es cin- mano. La costa, que tradicionalmente se co o seis veces menor que la pesca realiza- ha orientado hacia la exportación, y que da industrialmente, por la falta de conoci- por lo tanto ha tenido un mayor dinamis- mientos biológicos relativos al comporta- mo, mejorando las técnicas de cultivo, miento y aprovechamiento de las especies produce en primer lugar el banano (toda- marinas, por las inadecuadas instalaciones vía el producto agrícola más importante portuarias y vías de comunicación, por la del país) y además café, cacao (el antiguo escasez de personal calificado y por la tra- monocultivo, del que Ecuador fue primero dicionalmente baja propensión de la po- del mundo un siglo atrás [CAP.6], cayendo blación serrana al consumo de productos luego en desgracia por la competencia del de mar. Brasil y de los países africanos), arroz y, en La pesca industrial comprende tres los últimos decenios, las oleaginosas (ma- especies fundamentales: atún, camarón y ní, ajonjolí, soya, palma africana), que han langosta, y se realiza mediante flotas de servido para cubrir en parte las importacio- barcos especialmente equipados, pero su nes de aceite y grasas. En el oriente, ade- tonelaje es todavía insuficiente. Mientras más de sus tradicionales productos tropica- tanto, barcos pesqueros especialmente del les, cuya producción jamás ha sido muy al- Japón y de los Estados Unidos, no obstante ta, se ha introducido el té para consumo haberse fijado tiempo atrás la soberanía interno. marítima en 200 millas [CAPS.1,6], han con- La producción ganadera ha logrado tinuado devastando la fauna marina. hasta ahora satisfacer la demanda nacio- Por lo que se refiere a la actividad nal. La Sierra cuenta con el 60% del gana- extractiva del subsuelo, pese a ciertas ca- do vacuno, para abastecer el 80% de la le- racterísticas geológicas, que sugieren la che, porque las ganaderías de la Costa y existencia de abundantes y variados yaci- del Oriente son más bien productoras de mientos en la cordillera [CAP.1], el desarro- carne. El 60% del ganado porcino y el 95% llo ha sido escaso, seguramente por falta del ovejuno se encuentran también en la de prospección minera. Antaño tuvo im- Sierra. Entre las causas que frenan el desa- portancia la producción de oro, extraído rrollo ganadero se distinguen la escasez y de las minas de Macuchi y Portovelo, en la la mala calidad de los pastos, la falta de vertiente occidental de los Andes, y de va- personal capacitado y, principalmente, la rios lavaderos en la vertiente oriental 242 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000

[CAPS.1,4]. Otras actividades mineras han ficientes entonces para el consumo nacio- sido la de calizas para fabricar cemento, nal. En 1976 se había llegado a los que se ha explotado mayormente en Gua- 200.000 barriles diarios, de los que el 85- yas, Chimborazo y Cañar, y la de azufre, 90% eran destinados para el exterior. En el en Chimborazo (Tixán) y en Carchi. A fines decenio siguiente las exportaciones co- de los años ‘60 se descubrió una mina de menzaron a reducirse, primero por la crisis cobre en el sector occidental de la provin- petrolera mundial y luego por la política de cia de Azuay, estimada como una de las la OPEP (sin contar con las consecuencias más ricas de Sudamérica: fue adjudicada a del terrible terremoto ocurrido en 1987 una firma japonesa, para ser explotada con [CAP.6]). Los 300.000 diarios (ya ocasional- la participación del Estado. Las concesio- mente alcanzados en años anteriores) se nes mineras llegan actualmente a un mi- han logrado establemente y aun se han su- llón y medio de hectáreas, en su mayor perado durante los años ’90. parte localizadas en Azuay, Cañar, Moro- na–Santiago, Pichincha y Cotopaxi; las de Sector secundario. La producción los lavaderos auríferos comprenden unas manufacturera en Ecuador se realiza según 500 hectáreas, casi en su totalidad ubica- dos modos principales: el artesanal y el in- das en Esmeraldas. dustrial; un tercer modo de producción, que El petróleo, hasta los años ’60 salía no puede clasificarse en el ámbito de los an- principalmente de la puntilla de Santa Ele- teriores, es el de las construcciones, o edil. na [CAP.1], y por casi medio siglo fue explo- La artesanía fue y todavía es una im- tado por la compañía inglesa “Anglo Ecua- portante actividad económica en el país. dorian Oilfields, Ltd.” Con los años, la pro- En tiempos coloniales la realizaban mesti- ducción fue menguando, mientras que el zos e indios, por ser considerada como tra- consumo interno aumentaba, por lo que bajo poco digno para blancos. Se desarro- Ecuador tuvo que recurrir a la importación lló en la sierra, particularmente en la ciu- hasta 1969, cuando el petróleo importado dad de Quito, siendo notable como fun- había llegado a representar el 79% de su ción complementaria en las artes de la pin- consumo total. tura y la escultura, así como en el tallado Desde ese año en adelante las im- de la madera o de la piedra [CAP.5]. Las ac- portaciones cesaron, para pasar a la expor- tividades manuales comprendían, además, tación, como resultado de la explotación la herrería, la alfarería, la talabartería, con del petróleo del oriente, aviada ya desde la elaboración del cuero y la cabuya para 1967, cuando el consorcio “Texaco–Gulf” fabricar calzado y arreos de las caballerías. localizó el primer yacimiento petrolero en Las actividades artesanales de la co- la provincia de Napo (en la parte norte, lonia prosiguieron durante la República y que ahora es provincia de Sucumbíos), al algunas subsisten aún. Otras nuevas se fue- perforar el pozo de Lago Agrio Nº 1, con ron creando, como por ejemplo, ya en una producción diaria de 2.640 barriles; nuestro siglo, el trabajo de la paja toquilla, los veinte pozos perforados hasta fines del que alcanzó a ocupar, en los años ‘30, has- año arrojaban 24.558 barriles cada día, su- ta 80 mil artesanos de la Sierra y de la Cos- LA ESTRUCTURA ECONÓMICA / 243 ta y a representar el 20% de las exportacio- ches productores de alcohol, molinos de nes, con los famosos sombreros llamados trigo y de cebada, ingenios para la elabo- “panamá” [INTROD.]; después de la Segunda ración del azúcar. En la época de Eloy Al- Guerra Mundial esta artesanía, paulatina- faro, la industria textil cobró auge en la mente, declinó. Sierra, sobre todo en la provincia de Pi- Actualmente se estiman en 200-250 chincha, como continuación de la tradi- mil los artesanos que trabajan en la indus- ción industrial heredada de los obrajes co- tria manufacturera en general (número más loniales, y debido a la existencia de estruc- elevado que el de los obreros industriales), turas manufactureras artesanales. La Costa, y un 80% de ellos se encuentra concentra- en cambio, gracias a los recursos financie- do en las provincias de Pichincha, Azuay, ros obtenidos por la venta del cacao Guayas, Tungurahua, Imbabura y Chimbo- [CAP.6], prefería abastecerse de productos razo. El hecho de una concentración ma- industriales importados del exterior. yor en la Sierra se explica por la tradición Los primeros esfuerzos reales de in- artística de esta región y por las materias dustrialización del país se produjeron en primas disponibles. En la Costa, es Guayas los años ’20, como consecuencia de las la provincia que absorbe casi toda su arte- restricciones provocadas por la crisis del sanía. En el Oriente esta actividad es inci- cacao [CAP.6], así como por los motivos piente. Hoy en Ecuador la principal rama contingentes nacidos con la Primera Gue- artesanal está representada por el calzado rra Mundial, pero no se obtuvo más que y el vestido; le siguen la metalmecánica, la una modesta expansión. Hacia 1930 se de los muebles y de la madera en general, empezaron a instalar industrias para la fa- la alimenticia; crece continuamente la de bricación de combustibles, medicinales y objetos llamados “de folklore”, de variado cemento, en buena parte con la interven- tipo, para los turistas extranjeros. ción de capitales y know–how extranjeros. El otro modo de producción, el in- La industria textil entró en un ciclo de es- dustrial, nace de los obrajes de la primera tancamiento, mientras que crecieron la ta- época colonial, cuando – con la materia baquera y la alimenticia, con las píladoras prima del algodón cultivado en la costa o de arroz, con nuevos ingenios de azúcar, con la lana de los ovejunos llegados de Eu- con fábricas de cerveza y de sodas. Estas ropa a la sierra – se fabricaban paños, fra- industrias, localizadas en la provincia de zadas, sayales, jergas, sombreros y, en ge- Guayas, a diferencia de las serranas, se ca- neral, toda clase de tejidos. Esta industria racterizaron por su mayor productividad, adquirió tal desarrollo que sus productos debida a una mayor utilización de equipos se vendían en otras colonias (el rey Felipe modernos. II legisló sobre el funcionamiento de las La industria ecuatoriana siempre fue llamadas “fábricas de paños”). sujeta a una fuerte dependencia extranjera, En los primeros años de la Repúbli- con el abastecimiento de materias primas ca se instalaron fábricas para las necesida- importadas representando a menudo más des principales de la población, máxime del 50%, y, en los casos de las industrias en el campo de la alimentación, con trapi- metalúrgicas, del papel, cartón e impren- 244 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 tas, aun el 90%. El crédito concedido a la productividad de estas pequeñas empre- industria por el Banco Central y por bancos sas, por lo menos tres veces menor que la privados creció ya ampliamente hace va- de la gran industria, se debe a la reducida rios decenios, obteniéndose notables pro- utilización de maquinaria, y no hay duda gresos; pero tal crecimiento fue limitado que en muchos casos su nivel cualitativo por varios factores. supera apenas el artesanal. Pero el escaso Uno de éstos reside en el escaso vo- desarrollo de la economía nacional es pro- lumen de población, a lo que se suma el picio para ellas, pues requieren pequeños extremo grado de marginalidad en el que capitales, técnicos menos especializados, han vivido, y viven aún, la mitad de los menores mercados y limitados servicios ecuatorianos, cuyos bajísimos ingresos (se públicos, y así, en los últimos decenios, verá más adelante) los excluye del merca- han adquirido un cierto auge. Constituyen do. Entre otros factores hay el de insufi- una verdadera estructura nacional, por lo cientes servicios públicos y medios de co- que cuentan con líneas de crédito especia- municación, o el de muchas empresas in- les. dustriales que todavía necesitan instalar Además de la artesanía y del modo sus propias fuentes de energía y de agua. de producción fabril, está el campo de las Existen carencias en la calificación del per- construcciones civiles. Hasta los años ’50 sonal ocupado y en la misma gerencia. Fal- Ecuador poseía las vías de comunicaciones ta, además, una política financiera de em- estrictamente necesarias para unir un país presas: no se capitaliza, y los equipos in- poco industrializado. En aquel decenio hu- dustriales no renovados se vuelven obsole- bo un desarrollo de la infraestructura con tos. Numerosas son las empresas que se carreteras, puertos, aeropuertos, mientras comprometen por vacíos estructurales: que en el siguiente se dio prioridad a la vi- aparecen como sociedades anónimas o li- vienda, con grandes edificios de aparta- mitadas, mientras que en la práctica son mentos y con obras públicas para el embe- empresas familiares. Por último, tradicio- llecimiento de las ciudades (limitándose en nalmente condicionados psicológicamen- la práctica a Guayaquil y Quito). Fue sólo te, muchos consumidores, hasta hoy día, en los años ’70 que las construcciones ex- confían más en los productos extranjeros. perimentaron un grande y rápido impulso, Hay pequeñas empresas – con po- tal que la industria del cemento no lograba cos trabajadores y con una inversión mo- hacer frente a las necesidades, presentán- desta de capital – que pueden ser conside- dose una continua escasez. En los años ’80 radas industria y no artesanía, porque la dicho impulso se frenó por la crisis mone- máquina ejerce un predominio sobre el taria que ha visto la gradual devaluación trabajador. Representan el 50% del total fa- del sucre [CAP.6]. En la construcción de in- bril, siendo sus ramas más importantes las fraestructuras públicas es corriente la utili- de alimentos, de textiles, de productos quí- zación de equipos mecánicos; mientras micos y metálicos. En su mayoría se ubican que en la edificación de viviendas se halla en las provincias de Pichincha, Guayas, un empleo considerable de mano de obra, Azuay, Tungurahua y Chimborazo. La baja LA ESTRUCTURA ECONÓMICA / 245 reclutada entre los campesinos migrados a tativamente distribuida permite que las cla- las zonas urbanas. ses pudientes logren disponer de todo tipo Las empresas de construcción se ca- de servicios, los que, convertidos en dine- racterizan por la manifiesta concentración ro, sirven para cubrir las necesidades míni- de capital en pocas manos, muchas veces mas de los grupos marginados: ejemplo tí- en forma familiar y hasta personal. Como pico es el servicio doméstico, actividad consecuencia, los altos provechos genera- mal remunerada en la que se encuentran, dos no se distribuyen equitativamente; an- en su mayoría, las campesinas solteras lle- tes por el contrario, los jornaleros perciben gadas a las ciudades. remuneraciones bajas y a menudo no tie- Con el auge del turismo están cre- nen acceso a los beneficios sociales y eco- ciendo los servicios privados, particular- nómicos de los otros trabajadores. mente los de esparcimiento. Los turistas extranjeros han dejado en los último lus- Sector terciario. En las etapas inicia- tros muchas decenas de millones de dóla- les de desarrollo económico, cada uno de res, lo que significa el incremento de los los sub–sectores terciarios – servicios, co- servicios hoteleros y de recreación, así co- mercio y transporte – nació como comple- mo la renovación de los servicios de trans- mento a los sectores primario y secundario. porte. En las economías poco industriali- El crecimiento de la burocracia, que zadas este proceso nunca es lineal. Sin que sin duda supera las necesidades de la ad- exista un previo desarrollo industrial, el ministración pública, se debe al desarrollo sector terciario crece en manera despro- que han tenido los servicios básicos de porcionada y pronto llega a ser hipertrofia- educación, salud, infraestructura, policía y do. Esto se debe a las deficiencias de la es- defensa, y a la presión ejercida por los ba- tructura económica general: la tenencia de chilleres en Humanidades Modernas y por la tierra, con su organización productiva los egresados de las facultades universita- desequilibrada, no posibilita el empleo de rias de Jurisprudencia, Economía y Admi- todos los campesinos, que por eso tienen nistración Pública. Un buen 80-90% de los que migrar a las ciudades; allí, (excluyen- profesionales universitarios son requeridos do a los que, se ha dicho, consiguen algún por el sub–sector de los servicios y, dentro trabajo productivo, como es el de las cons- de él, por la administración pública. El per- trucciones civiles) se ven obligados a ocu- sonal se recluta, antes que en base a los parse en los servicios o en el comercio, méritos del solicitante, por presiones polí- pues el limitado desarrollo industrial y su ticas y por intereses localistas. Así (según la falta de capacitación técnica, les impide “ley de Parkinson”),6 se produce un círcu- generalmente encontrar colocación en el lo vicioso: personal inepto lleva a estructu- sector secundario. ras orgánicas inadecuadas; éstas no permi- Los servicios constituyen la más im- ten desempeñar bien las funciones; enton- portante rama de actividad terciaria, tanto ces se pasa a la necesidad de aumentar la por su aportación al producto como por el burocracia, para empeorar aún más la si- número de empleados. La riqueza no equi- tuación. 246 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000

Otro sub–sector, el del comercio, se sus propiedades hace que estos producto- caracteriza por la existencia de una vasta res respondan con una oferta fragmentaria red de intermediarios, que explota al pro- a una demanda homogénea y concentra- ductor y al consumidor, reservando para sí da, que en definitiva es la que impone los substanciales ganancias (fenómeno, éste, precios. Los industriales y los exportado- inherente del sistema capitalista). Los más res, por lo tanto, prefieren operar con una afectados en el proceso de comercializa- fuente segura de abastecimiento, en cali- ción del producto son los pequeños agri- dad y cantidad, que sólo los grandes pro- cultores y los artesanos, principalmente veedores satisfacen. por su falta de capitales. Ante la imposibi- Frente al gran comercio de exporta- lidad de trasladar sus productos a los gran- ción e importación, que se sirve del apoyo des mercados, o sino guardarlos en espera financiero y los medios imponentes de de mejores precios, se ven obligados a bancos nacionales y extranjeros, existe el venderlos a los intermediarios apenas es- pequeño comercio marginal, que com- tán disponibles e incluso antes. Aun en el prende a los abaceros y a los vendedores caso de tener acceso al mercado público, ambulantes de comestibles y otros produc- estos productores se ven sujetos a las pre- tos de consumo popular, verdadera válvu- siones de los compradores, quienes, ac- la de escape para la población desocupa- tuando todos por su conveniencia, les obli- da. Para desarrollar este tipo de actividad gan a negociar su mercadería en el precio se requiere un capital reducido, no es me- ofrecido so pena de tener que volver con nester una capacitación técnica y no hacen ella a casa. Las ferias de las cabeceras de falta instalaciones costosas. Además, el pe- provincia ilustran bien la manera cómo los queño comercio precisa ordinariamente de comerciantes se mofan de la libertad de largas jornadas de trabajo, a veces de toda mercadeo, al imponer a los campesinos la familia, y los costos de producción no se precios injustos. contabilizan. Aun así, las modestas utilida- Estimaciones realizadas durante los des sirven apenas para nutrir, en la paupé- años ’80 indicaban que, sobre la comercia- rrima economía familiar, pero son ganan- lización de los cereales, en la Sierra los in- cias que se obtienen diariamente y permi- termediarios percibían, en promedio, un ten al pequeño comerciante una cierta ga- 60% del producto vendido. Con los pro- rantía de supervivencia. ductores de la Costa, el margen de comer- En el tercer sub–sector, el relaciona- cialización resultaba mucho menor: 15% do con los transportes, son muchos años del producto vendido internamente y 35% ya que el ferrocarril está afrontando una se- de aquél exportado (y si hoy algo ha mejo- ria crisis, por la competencia que le han rado, no debe ser por mucho). A tales re- hecho los automotores, por la vetustez de sultados lleva no sólo el tradicionalismo y los equipos, por la incapacidad administra- la ingenuidad forzada de los campesinos tiva, por las deficiencias del servicio y por (sobre todo serranos), sino la falta de silos, los altos costos de operación que han re- bodegas o frigoríficos y la precaria situa- presentado para el Estado fuertes pérdidas ción económica. La pequeña extensión de anuales. El transporte automotor, por el LA ESTRUCTURA ECONÓMICA / 247 contrario, ha ido adquiriendo mayor im- El transporte aéreo internacional no portancia gracias a la extensión de la red reviste todavía notable importancia, aun- vial, al proceso de urbanización, al desa- que está en pleno desarrollo; su tasa de rrollo del comercio exterior, a la crisis de crecimiento es algo más contenida de los ferrocarriles y, con respecto a éstos, a aquel considerable 15-20% al que se había su mayor flexibilidad para la movilización llegado, muy rápidamente, en los años ’70. de pasajeros y mercancías. El número de Del tráfico internacional de pasajeros, sin vehículos llegó a crecer en los años ’70 embargo, tal vez el 30% es captado por con una tasa del 20% anual, y en los ’80 y empresas nacionales. Internamente, no ’90, no obstante la larga crisis económica, obstante su constante aumento, el volu- sigue siendo elevada. Hay que anotar que men de vuelos, queda relativamente mo- por lo menos setenta de cada cien automó- desto. viles tienen matrícula o de Guayas o de Pi- chincha. \ \ \ En general, la actividad del transpor- La tarea, ahora, es la de cuantificar te automotor público es controlado por la imagen cualitativa de la realidad econó- cooperativas, que no siempre utilizan cho- mica del Ecuador, presentada en las pági- feres profesionales sindicalizados. Ha sido nas anteriores. El ingreso promedio, que en frecuente el caso de empresarios, propieta- 1970 era de 242 dólares anuales, llegó a su rios de varias unidades, que contratan ma- máximo, 718 dólares, en 1977. No obstan- no de obra obligada a trabajar jornadas su- te este notable salto conseguido gracias al periores a las ocho horas, sin siquiera per- gobierno eficaz del presidente Guillermo cibir las prestaciones establecidas por el Rodríguez Lara, la discrepancia con res- Código del Trabajo (aumentando además pecto a los países ricos quedaba aún enor- los riesgos de accidentes). me. Un decenio más tarde se había des- Como con los ferrocarriles, el trans- cendido a un nivel inferior a los 100 dóla- porte marítimo de cabotaje nacional ha res anuales, no siendo posible, sin embar- perdido importancia por la competencia go, hacer comparaciones, por el colapso del automotor, con las nuevas carreteras de del sucre. Y dos decenios más tarde no se la Costa. La situación del transporte maríti- ha llegado todavía a aquel ya bajo ingreso mo internacional es diferente. No menos de 1970, pudiéndose decir sólo que el ciu- del 95% del intercambio con el extranjero dadano ecuatoriano promedio actualmen- se efectúa por mar, y en su mayor parte te se ha vuelto más pobre. (más del 80%) a través del puerto de Gua- Hay que tener en cuenta, además, yaquil. Los barcos ecuatorianos (sin contar que las cifras ocultan las considerables di- con la gran flota petrolera, que es cosa ferencias existentes entre diversas zonas aparte) transportan apenas del 3 al 5% de morfológicas, entre las áreas rural y urba- la carga que ingresa en el país o sale de él, na, entre las clases sociales (hoy los ricos pues intervienen barcos con bandera ex- son más ricos). En efecto, el ingreso de los tranjera, sobre todo de Alemania, Colom- 3 ó 4 millones de ecuatorianos de mayor bia, Estados Unidos, Noruega, etc. estrechez económica (tratándose por lo ge- 248 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 neral, como es obvio, de campesinos in- vado se dirige principalmente a las activi- dios) será de pocas decenas de dólares dades comerciales (un 60%), mientras que anuales, es decir que ¡hay todavía, a los la industria y la agricultura obtienen mu- umbrales del año 2000, personas que no cho menos (respectivamente, el 15% y el disponen de 1/2 o aun de 1/4 de dólar al 10%), dejando el resto para inversiones de día para vivir! otra índole. Después de 1977 se volvió, pues, a También para el ahorro público hay la “normalidad” de los ritmos de las nacio- grandes obstáculos, como son: el desequi- nes del Tercer Mundo, que tiende a la radi- librio en la balanza de pagos; la evasión calización de la diferencia económica en- fiscal, que ha llegado a niveles vergonzo- tre países ricos y pobres. Para agravar las sos, pues en la práctica pagan impuestos cosas (en esta situación no exclusiva de sólo los empleados con sueldo; la disgre- Ecuador) el mismo crecimiento económi- gación administrativa, que tiende a fomen- co, en las contadas ocasiones cuando se tar la autonomía de entes e instituciones ha producido [CAP.6], no se distribuye equi- oficiales con respecto al gobierno central; tativamente entre los ciudadanos, pues un balance nacional no sujeto a programas tiende a concentrarse entre los grupos so- realistas adecuados y no efectuados según ciales más pudientes. criterios de prioridad; la improvisación, las El capitalismo internacional – por presiones políticas y los intereses localis- medio de bancos privados que controlan el tas; el despilfarro de recursos en obras ais- 60% o más del importe bancario ecuato- ladas, sin conexión con el desarrollo natu- riano – invierte en el país, excluido el ral del país. El 55-60% de los ingresos pú- petróleo, más para actividades productivas blicos proviene de impuestos indirectos y que para la extracción y explotación de sólo lo que queda, la parte menor, de im- bienes naturales (los que existen, y podrían puestos directos. No es arduo deducir que aumentar la ocupación de la fuerza–traba- el cargo fiscal sigue siendo distribuido in- jo disponible). Y el ahorro privado resulta justamente, en desventaja de los más débi- escaso para satisfacer las necesidades de les. La limitada capacidad financiera del capitalización, debido a la defectuosa es- sector público lleva a buscar créditos, en el tructura económica. Varios son, en efecto, exterior y en el interior, en cantidades cre- los factores que la limitan: la existencia de cientes. una masa marginada numerosa que sopor- El objetivo del pleno empleo queda ta una economía de mera supervivencia; la inalcanzable (lo que es un mal congénito concentración de la riqueza en manos de del sistema capitalista).7 El escaso desarro- una restringida minoría, cuyo nivel de vida llo industrial no favorece la utilización de es muy suntuoso y que prefiere efectuar sus la fuerza–trabajo disponible, que, en con- depósitos en bancos extranjeros; la insufi- secuencia, pasa a incrementar el número ciencia, incluso inexistencia, de institucio- de los desempleados y de los sub–emplea- nes y de leyes o canales adecuados, capa- dos (“el empleo disfrazado”, como lo lla- ces de regular el consumo, promover el ma Oswaldo Hurtado), donde aparte de las ahorro, facilitar la inversión. El crédito pri- condiciones precarias de tanta gente, hay LA ESTRUCTURA SOCIAL / 249 también la utilización poco eficiente de los sarrollo de la economía no ofrece los pues- trabajadores. tos de trabajo necesarios, en un país don- La población económicamente acti- de la población juvenil es mayoría. va – o sea, según definición: “todas las per- En medio del caos económico y fi- sonas que, cumplidos los 12 años, trabajan nanciero en el que todavía se encuentra o buscan trabajo” – en Ecuador es inferior Ecuador (igual que muchos otros países la- a la tercera parte de la población. De este tinoamericanos, no hay que olvidarlo), no 30%, la proporción entre hombres y muje- será tarea fácil resolver problemas tan res es de uno a dos en favor de los prime- enormes en los próximos años, con la ros. Aquel restante 70% de inactivos inclu- irrupción en el nuevo siglo y milenio. ye a los menores de 12 años, las amas de casa, los estudiantes, los ancianos y los im- La estructura social posibilitados al trabajo. Comparando los varios censos se puede notar una disminu- En el vértice de la estructura social ción constante de esta tasa de actividad, del Ecuador se produjeron dos cambios a particularmente en el caso de las mujeres, raíz de la independencia. Primero, con el sin duda debido al crecimiento demográfi- traspaso del poder político de los peninsu- co desmesurado, que hace que aumente lares a los terratenientes criollos, ya deten- también el porcentaje de los menores de tores del poder económico, se reforzaron edad. recíprocamente ambos poderes en la figu- Hasta comienzos de los años ’70 la ra de los “gamonales”. Segundo, por el tasa de desempleo era del 5 al 6% de la prestigio conseguido en las guerras, los mi- población activa, con una mayor propor- litares llenaron los vacíos dejados por la ción de mujeres; en los años siguientes es- aristocracia sacrificada en agosto de 1810 tos porcentajes comenzaron a bajar; pero [CAP.5], para convertirse en los “caudillos”, con la crisis de los años ’80 y ’90 se ha quienes dominaron directamente durante vuelto seguramente (no existen, o no co- los primeros treinta años de República nozco, datos precisos) al mismo orden de [CAP.6], dejando una herencia sensible en valores, si es que no a unos más altos. De el período siguiente. (“Gamonales” y “cau- todas maneras, dichas cifras no revelan la dillos” son las dos categorías que han de- entidad real de desempleo, porque hay terminado profundamente la historia no considerables márgenes de sub–empleo y sólo de Ecuador, sino de toda Latinoaméri- porque a menudo las personas censadas o ca). entrevistadas, por razones incluso psicoló- A nivel popular, en cambio, las je- gicas, no indican su condición real (mu- rarquías sociales y de casta de los tiempos chos jóvenes que declaran ser estudiantes coloniales [CAP.5] no se alteraron mayor- son, efectivamente, desempleados). mente. A las clases manifiestamente extre- En las zonas urbanas, los mayores mas de la colonia (la “superior”, formada porcentajes de desempleo se encuentran por peninsulares y criollos, y la “inferior”, entre los jóvenes, sobre todo en edades en- por todos aquéllos cuya sangre “no fuese tre los 12 y los 19 años. El insuficiente de- europea pura”) se había añadido, ya antes 250 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 de la independencia, una clase intermedia, Deseando incorporarse en la socie- compuesta por mestizos ricos, con mayor dad dominada por los blancos, el mestizo autonomía, y criollos pobres, “gente baja” demuestra no ser un rebelde, como fue y sin ancestro familiar. El miembro de esta aún es el indio, después de medio milenio clase intermedia fue llamado despectiva- de la muerte de Atahualpa. Porque el indio mente “cholo” término que en su origen rechaza la sociedad que se le ha impuesto quería decir “indio civilizado”. con la fuerza, y no sólo por el simple mo- La época republicana nacía, pues, tivo que en ella le ha tocado una posición con tres clases y castas sociales, distingui- miserable, sino también por ser una socie- das tradicionalmente en: “blancos”, pro- dad muy diferente de la que él forjó desde pietarios de tierras, minas y obrajes, con tiempos inmemoriales, y que en su ánimo control sobre las funciones políticas y reli- espera siempre reconquistar. En cambio, el giosas; “cholos”, empleados y encargados mestizo, todo lo opuesto a un rebelde, to- del comercio y las artesanías; “indios” (in- mó claramente, desde el principio, partido cluyéndose mulatos, negros, zambos y mu- por los colonizadores, supo resignarse a chos mestizos), a cuyo cargo estaban los soportar sus abusos y arrogancia y aceptó trabajos manuales. No es superfluo notar convertirse en acérrimo enemigo del indio, que, en esta superestructura de clase–cas- para explotarlo por cuenta de terceros. ta, ser reconocido como “blanco” (o como A través de los siglos, el mestizo “cholo”) corresponde más a lo que se logra consolidó una fuerte capa media, creando demostrar que a reales factores raciales. A paulatinamente, con inconsciente presa- la fecha, en efecto, son sin duda gran ma- gio, su puesto dirigente para un futuro que yoría los “blancos” con más de un cuarto ya llegó a ser presente. En efecto, con la de sangre india, y entre los “cholos”, fun- “Revolución Juliana” de 1925 [CAP.6] el damentalmente mestizos, se incluyen in- mestizo, el “cholo”, lanzó su reto. Cuanto dios y blancos. más se va liberando de su condición de su- En el largo proceso verificado en balterno en términos de poder, tanto más más de un siglo y medio de República, el se despoja de su máscara de “blanco” y mestizo ha crecido numéricamente y en descubre en sí los viejos valores de sus an- manera constante, para ir adquiriendo una tepasados andinos. porción cada vez mayor de poder. Desde Como en Ecuador, así y en otros paí- siempre renegó él de su sangre india; por ses latinoamericanos, este proceso de otro lado, siendo rechazado por los blan- transculturación está moldeando aquel cos, trató por todos los medios de integrar- “hombre nuevo” del que hablaba Ernesto se en la sociedad europeizada, en cuanto a Che Guevara, y cuyas cualidades – buenas leyes y costumbres, e incluso de absorber o malas – dependerán de los resultados de las actitudes típicas importadas de España la lucha de clases, y de castas. (En México, o, más exactamente, las componentes his- donde comenzó antes, dicho proceso tal panas que han logrado perpetuarse a lo lar- vez se ha cumplido, pero, de ser así, los re- go del proceso de transculturización. sultados no son alentadores). LA ESTRUCTURA SOCIAL / 251

Con estas premisas histórico–socia- salario simbólico; a pagar tributos en espe- les se puede pasar a examinar la estructura cie, y hasta en dinero, como compensa- de la sociedad ecuatoriana. ción por el pedazo de tierra a él concedi- do (situado por regla en las zonas menos \ \ \ fértiles) y por el uso de ciertos bienes co- munales de la hacienda; a prestar servicios La institución básica en la que des- periódicos en calidad de “huasicama”, o cansa la organización rural de Ecuador es como peón. Además, se requería a veces la “hacienda”, en la que viven, por el lado entregar al patrón una parte del producto, de la sierra, las grandes masas de indios y, ya tan escaso, de su tierrita. Sus hijos cui- por el lado de la costa, los “montubios” de daban de los rebaños, del agua y de los aquellas zonas agrícolas en las que tradi- pastos del propietario. Las hijas podían es- cionalmente se ha cultivado arroz, café, tar obligadas a trabajar gratuitamente co- cacao. Existen, además, otras estructuras mo “servicias” (en la cocina, en las limpie- sociales diferentes, como son las “planta- zas, haciendo mandados, cuidando las ciones” (que nacieron hacia fines del siglo aves de corral, etc.), y donde quiera que el XIX, junto con la naciente burguesía agro– amo escogiere: en la casa de la hacienda o mercantil [CAP.6]) y otros modelos foráneos, de la ciudad. menos difundidos, que siguen constituyen- Esta situación se ha prolongado has- do la excepción desde el punto de vista ta el siglo XX y, aunque la Junta Militar de numérico. 1964 haya pretendido haber eliminado ofi- La hacienda se origina en la “enco- cialmente el huasipungo y, poco después, mienda” [CAP.4], la que fue abolida en en la época de Rodríguez Lara se haya 1724, por los abusos cometidos (pero la efectivamente laborado en manera positiva hacienda heredará sus peculiaridades al respecto [CAP.6], el fenómeno no ha de- esenciales). El “encomendero” recibía tie- saparecido. Ahora se habla de “minifundis- rras junto con los seres humanos que en tas independientes”, pero independientes ella vivían. Entre sus deberes, tenía que no se sabe de qué, pues quedan todavía adoctrinar a sus “encomendados” en la fe sujetos a los arbitrios de los latifundios y a cristiana y enseñarles la lengua y las cos- los de la inefable Iglesia de Roma, que ja- tumbres traídas de otro continente. Como más se ha cansado de exigir fidelidad y tri- derechos, se valía de sus servicios persona- butos. les y cobraba tributo, terminando así por Los dilatados dominios de la hacien- volverse en un árbitro de vida y de muerte. da eran dictatorialmente controlados por el El “hacendado”, pues, perpetuó la propie- patrón, cuya autoridad superaba las fun- dad de la vieja encomienda y siguió dispo- ciones económicas propias de la unidad de niendo a su gusto de las gentes estableci- producción agrícola, adjudicándose otras das en su hacienda, algunas en pedazos de de carácter político y religioso, y proyec- tierras por él mismo concedidos: los huasi- tándose incluso a zonas vecinas. Cuidaba pungos8. de la moralidad (su moralidad), vigilaba El “huasipunguero” estaba obligado sobre la observancia religiosa, dirimía con- a trabajar en las tierras del patrón por un 252 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 flictos vecinales y conciliaba las disputas De los casi 5 millones de indios que familiares. Este inmenso poder del amo residen en Ecuador, en buena parte (unos 3 muy a menudo ha sido ejercido por los millones) están marginados. Los demás vi- “cholos” administradores, mayordomos, ven del salario, bajísimo, que reciben tra- capataces, ya que el dueño “blanco” ha es- bajando como campesinos dependientes, cogido por lo general ir a residir en la ciu- o en las obras de construcción, o en la ciu- dad, causando que a la explotación patro- dad en tareas domésticas, o en calidad de nal se sumara la de sus delegados. obreros. Hay excepciones, como es el ca- Dos instituciones han servido para so de los otavalos, descendientes de un afianzar el poder del dueño de la hacien- grupo de tribus que, desde el tiempo de da: la autoridad civil, representada por el Huayna Cápac, han poblado lo que hoy es teniente político,9 de la que se vale el “ga- la provincia de Imbabura (pues parece que monal” para aplacar cualquier manifesta- las tribus originales, dispersadas con el mé- ción de conflicto y legalizar su acción; la todo del mitímac [CAP.3], fueron reempla- autoridad religiosa, representada por el cu- zadas por tribus fieles de aymarás de las ra párroco, que en muchos casos – me- comarcas del Titicaca), conservando varias diante el priostazgo, el cobro de diezmos y tradiciones de esa época10. Los otavalos primicias y la práctica de una religión alie- han ganado fama, además, porque tejen, nante, caracterizada por su terrorismo mo- cosen y venden casimires, ponchos y toda ral (el castigo divino, en esta vida, las pe- clase de telas para vestidos. nas del infierno, en la otra) – ha contribui- Ya en 1534, cuando llegó Benalcá- do al mantenimiento de la situación de mi- zar [CAP.4], los pueblos otavalos tejían y co- seria y subordinación de los campesinos. merciaban sus telas; cuando se crearon los Cuando estas dos instituciones fallaban, primeros obrajes (mencionados en este listos estaban los soldados mandados por mismo capítulo al hablar de la estructura el gobierno central, para proceder sin am- económica), los españoles los reclutaron bages a la represión. por la fuerza para aprovechar de sus habi- Con estos eficientes instrumentos de lidades. La vitalidad de las tradiciones im- opresión, y en el desprecio de la dignidad pidió que los otavalos fuesen absorbidos humana, se ha logrado una ininterrumpida en ese limbo en el que cayeron casi todos continuidad, desde las primeras conquistas los indios de la sierra. Siglos después, con españolas hasta la fecha, con la margina- la República, los otavalos (u “otavaleños”, ción de una enorme cantidad de ecuatoria- es decir de Otavalo, como se les llama) nos, los que viven en un mundo totalmen- volvieron a comerciar con los tejidos, que te distinto del aludido por la Constitución todavía fabricaban, y muchos vendedores (o, más bien, las Constituciones) de la Re- ambulantes se desplazaron por el país. En pública, o del que las ciencias y las artes el siglo XX comenzaron a viajar por el ex- del hombre ofrecen hoy, a las puertas del terior, llegando a Colombia, Chile, Brasil y siglo XXI. aun tan lejos como a México, Estados Uni- dos y Europa. \ \ \ LA ESTRUCTURA SOCIAL / 253

En los últimos treinta o cuarenta encuentra lejos de esa realidad, así como años, han logrado transformar la industria para tantos que, estando presentes, no textil de carácter familiar en una serie de quieren verla. Muchas comunidades indias empresas de considerables dimensiones, y de zonas de minifundio no disponen de capaces de absorber numerosos obreros. caminos transitables, por lo que sus con- En varias fábricas los viejos telares vertica- tactos con la “civilización” son esporádi- les de madera funcionan junto con telares cos, limitándose a algún trabajo fortuito en automáticos y máquinas para labores de la construcción de carreteras o en cose- punto, de importación europea. Hay ota- chas ajenas. Los asalariados pueden por lo valeños ricos, que cuentan con cien o más menos disponer del botiquín de la hacien- obreros (de los que no sólo hay indios, si- da, han aprendido a utilizar fertilizantes y no mestizos y blancos). fungicidas para sus propias sementeras, y Esos ricos, que forman una élite, re- alguna vez se permiten el lujo de comer la presentan obviamente una minoría con carne de animales muertos de repente, respecto a la masa de otavaleños que tra- vendida a bajo precio o aun regalada por bajan en los campos. Éstos son pobres y los amos. A diferencia de ellos, los ex–hua- explotados como los demás indios. Pero, sipungueros, ahora “independientes”, no de todas maneras, se han distinguido por tienen dónde robar un poco de hierba pa- su mayor eficiencia y perspicacia, lo que ra sus animales, ni unas espigas de trigo según Emilio Bonifaz se debe a que su ré- quedadas en el rastrojo; cuando se enfer- gimen alimenticio incluía el pescado del man, mueren en sus chozas, sin poder ni lago San Pablo (mientras que la mayor par- querer recurrir a los hospitales, confiando te de los indios de la sierra sufre por falta únicamente en sus propios viejos reme- de proteínas). Esto es, sin duda, cierto en dios. parte; pero no hay que olvidar el factor Algunos no saben siquiera en cuál cultural, pues un pueblo mantiene su iden- país viven; muchos no hablan castellano y tidad y su cohesión sólo cuando puede re- no han viajado más allá del pueblucho cordar su pasado. En efecto, son precisa- más cercano. Gentes en tales condiciones mente unos pocos grupos étnicos de toda están esparcidas por todo el callejón inte- la sierra los que han podido conservar sus randino (aunque se los puede encontrar tradiciones culturales, su lengua, y esto les también a veinte kilómetros de Quito), en ha permitido aliviar en parte los padeci- tierras donde se cosechan solamente entre mientos a los que han sido sometidos des- 4 y 6 quintales por hectárea, si no es me- de hace largo tiempo. nos; son tan erosionadas, que se suele de- cir que “hasta los rayos rebotan”. Explota- \ \ \ das ya durante siglos y siglos, tal vez un Además de los asalariados y de los millón de hectáreas de esas tierras tendrían pequeños grupos que han logrado una que retirarse del cultivo anual, para la ar- cierta prosperidad, la gran mayoría de los borización. Pero entonces, ¿adónde po- indios de la sierra vive en condiciones que drían ir las gentes que allí viven, amonto- pueden parecer increíbles para quien se 254 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 nadas en densidades que llegan a los 700 Muy pocos poseen una vaca y, aun u 800 habitantes por kilómetro cuadrado? cuando es así, rara vez pueden beber su le- Aunque en su inmensa mayoría son che, porque muchos indios tienen dificul- indios los que se encuentran en tales con- tad en digerir la lactosa. Ésta, hay que re- diciones, igual miseria padecen los negros cordar, fue una de las causas del extermi- del valle del Chota, descendientes de los nio de muchos pueblos americanos a co- antiguos esclavos de aquellas comunida- mienzos de la Colonia [CAP.2]. Los quesos, des religiosas que poseían los más grandes en cambio, los digieren porque la mayor cultivos de caña de azúcar; y la padecen parte de la lactosa se elimina con el suero. los mestizos de algunos valles en las pro- Algunos minifundistas poseen cerdos, ove- vincias de Carchi o de Tungurahua, que, jas o gallinas, pero a menudo se ven obli- como sea, están algo mejor que los margi- gados a venderlos por urgentes necesida- nados de las alturas; en ciertos anejos de la des de dinero. provincia de Bolívar hay inclusive blancos, El agua de que disponen para beber o casi blancos, marginados, cuya situación es la de los ríos, acequias o charcos, gene- es precaria.11 ralmente contaminada. En el norte, en si- En esta miseria generalizada, son tios donde escasea el agua, hay quienes to- numerosísimos los que por la mañana to- man un jugo vegetal fermentado, llamado man apenas un “agua de raspadura”, y con “guarango”, que proporciona calorías y frecuencia ni eso, teniendo que ir al traba- una efímera alegría seguida por un tremen- jo en ayunas. A medio día puede llegar la do dolor de cabeza, que dura varios días. mujer de casa trayendo una ollita con ma- En los valles donde hay maíz se hace chi- zamorra de harina de cebada y unas pata- cha, pero se trata siempre de una bebida tas, o un poco de quinua, mellocos, ocas; de lujo, que se reserva para las ocasiones para algunos hay de comer sólo el cucabe, importantes. que consiste en granos de maíz tostado y Según algunos investigadores, el algunas habas. El trigo bueno lo venden consumo del indio de la sierra es de sólo para comprar sal. Venden también su pro- 1.900 o aun 1.700 calorías diarias. Tratán- ducción de huevos, alimento de lujo, que dose de promedios, habrá quien disponga no pueden permitirse consumir, excepto de menos. Se ha conjeturado que el bajo para una fiesta. La carne de que ocasional- consumo, si no en cantidad, fue un proble- mente disponen es la de una res o un bo- ma de calidad desde la época en que se rrego muerto por enfermedad o rodado. En formaron los pueblos autóctonos, porque las casas más afortunadas se come un cuy la dieta de carne siempre habría sido pobre por semana o cada quince días, repartido y faltaban productos como el trigo y la ce- entre seis o siete personas. También hay la bada, que llegaron con los españoles. Emi- costumbre de alimentarse de un cierto es- lio Bonifaz arguye que los numerosos co- carabajo en octubre, cuando, con las pri- nejos y venados, que todavía existían en el meras lluvias, sale a volar, metamorfosea- callejón interandino a la llegada de los es- do en su estado perfecto. pañoles, habrían ya sido en buena parte exterminados antes (así como rápidamente LA ESTRUCTURA SOCIAL / 255 se exterminaron en los primeros tiempos davía; si algo hoy varía es en el sentido de de la Colonia), si es que los indios los hu- un empeoramiento. Bonifaz, entre otras biesen cazado sistemáticamente para ali- cosas, estimó que en Ecuador hay no me- mentarse. nos de 250 mil retardados mentales, exis- La verdad es que el exterminio de tiendo zonas donde el bocio es endémico. esos animales, más que a la acción de los Además, siendo la vida sexual de los cam- cazadores europeos, fue debido al dese- pesinos (como en todo el mundo) más libre quilibrio causado en el sistema ecológico de tabúes, no son infrecuentes los casos de de una zona tan delicada, plasmada en un convivencia entre parientes, incluso ínti- esfuerzo milenario. Aunque sea difícil mos, lo que, perpetuándose por numerosas aportar pruebas, no es aventurado suponer generaciones, podría haber contribuido a que los pueblos de la sierra consumieran fijar ciertos caracteres genéticos. La falta carne y que en general su dieta fuese me- de migración, dejando sin variar ambiente jor – en cantidad y en calidad – de lo que y vida, apura todavía más el problema. un examen hasta la fecha insuficiente ha indicado. Estos pueblos tenían que ser sin \ \ \ duda bien alimentados, también en rela- Además de los marginados mayori- ción con su dieta proteica. No podrían ex- tarios de la sierra, existen grupos minorita- plicarse de otra manera ni el desarrollo de rios que no se han asimilado completa- tantas culturas importantes [CAP.2] ni su mente a las leyes republicanas. Cabe men- condición de guerras continuas. cionar a los “cayapas” de la costa, que son Con el pasar de los siglos la situa- unos 3.500. Junto con sus afines, los “coai- ción empeoró, y hoy es extremadamente ques” del litoral meridional de Colombia, y grave, por la explosión demográfica y por con los pocos centenares de “colorados” la erosión física y química de los suelos, ya de la vertiente andina occidental, son los en sí pobres en fósforo, yodo, sales mine- supervivientes de las numerosas tribus que rales. No es infrecuente ver a campesinos hace 500 años poblaban la costa [CAP.2]. cultivar unos metros de tierra a varios kiló- Entre las minorías no asimiladas completa- metros de las chozas en donde viven, y en mente, hay que hablar también del pueblo terrenos que presentan un declive de 45 y “shuar”, en el oriente, perteneciente a esa más grados, que por supuesto, se erosio- familia de tribus que los españoles llama- nan en pocos años. ron “jíbaros”, y de otros pocos grupos más Los trastornos que tal situación ha que han sabido resistir a la agresión de la causado a estas grandes masas humanas cultura dominante. son de carácter psicológico, físico y endo- Empecemos por los “cayapas”, o crino, debilitando su constitución e inteli- chachis, como ellos mismos se denomi- gencia. En su importante ensayo, La pobla- nan. Ocupan la selva pluvial, inhóspita pa- ción marginada de la sierra ecuatoriana, ra los forasteros, y viven en aldeas, que Emilio Bonifaz diagnostica la gravedad de comprenden pocas construcciones senci- la situación. El estudio fue publicado hace llas de palafitos bien elevados, abiertas por un cuarto de siglo, pero es muy válido to- los cuatro costados y con techo de hojas 256 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 de palma o de bijao. En cada casa viven que a sus instituciones políticas se super- varias familias; sus lechos son esteras de fi- ponen, hoy, procedimientos e incluso una bras entrecruzadas, que se extienden di- nomenclatura de la civilización dominan- rectamente sobre el piso. Las aldeas – ais- te: el uñi, jefe hereditario, ahora se llama ladas las unas de la otras por la frondosa “gobernador”, mientras que el kasa uñi y selva – son numerosas, esparcidas en un los otros chaital (“los que mantienen unido territorio de unos 10.000 kilómetros cua- al pueblo”) son: “secretario”, “teniente po- drados de la provincia de Esmeraldas y al- lítico”, “alcalde”, “capitán”, “sargento”, go también de la de Pichincha. Tienen ac- etc. También su religión ha incorporado ceso a algún río por senderos fangosos y muchos ritos católicos. resbaladizos. Los chachis no entran en la Los chachis reivindican la posesión selva si no es para alguna expedición de de la tierra, de los árboles de caucho y, en caza, y sus vías de comunicación son ex- general, de los bienes inmuebles. Pero no clusivamente los numerosos ríos existen- registran los títulos de propiedad, pues tes. Con sus canoas cruzan todo el territo- piensan que hasta un usurpador tiene dere- rio y llegan al mar entre las ciudades de Es- cho al objeto del que se ha apropiado, si es meraldas y Tumaco (esta última ya en Co- que, para hacerlo producir, le ha costado lombia), para sus intercambios comercia- un cierto trabajo, por los que las denuncias les. hechas al uñi sobre tierras usurpadas o co- Los chachis habían logrado perma- sechas robadas casi siempre han quedado necer inmunes a la influencia del mundo como letra muerta. No ocurre lo mismo exterior hasta mediados de nuestro siglo, o con la propiedad de animales o de objetos sea hasta que llegó el boom del banano personales, de los que no se puede poner [CAP.6] y aparecieron los plantadores con en duda quien sea el dueño: un cerdo, por todas las novedades de su diferente civili- ejemplo, no tiene que ser “trabajado” co- zación. Su espíritu comercial se adaptó al mo la tierra, y un aumento de la población nuevo mercado que se les abría, adquirien- de ganado porcino depende sólo de los do vajilla de metal, telas, máquinas de co- animales mismos. El uñi juzga y castiga el ser, radio–transistores, a cambio de los pro- robo, el adulterio y otros delitos, entre los ductos de la selva y de sus canoas de ma- que el más grave se considera el incesto, gistral confección, hechas con la madera que incluye un ámbito bastante extenso de que van a recoger en las faldas de la cordi- consanguíneos, descritos como lala baluta- llera. laba. En tiempos pasados se pagaba por es- Por el momento, en los territorios de to muriendo sobre brasas; hoy el castigo se los chachis no hay escuelas estatales, pero ha reducido a simples azotes. sí las de los misioneros; no existen servi- Afines a los cayapas son los “colora- cios públicos y no hay cobradores de im- dos” (o tsatchilas, como se llaman ellos puestos. Los chachis resisten a la influencia mismos), de la zona de Santo Domingo de externa porque son culturalmente hostiles los Colorados. El nombre “colorados” les a los cambios, pero cuando éstos se han fue dado por el peinado en forma de escu- verificado se resignan con fatalismo. Así dilla y teñido de rojo con el jugo de las se- LA ESTRUCTURA SOCIAL / 257 millas de achiote, como acostumbraban que, cada uno en su propio período histó- muchas otras tribus del pasado (las que en rico, han apetecido a los forasteros; el fa- este ensayo [CAP.2] han sido indicadas ge- natismo de los misioneros que – algunos néricamente como “atacames”). Los tsat- sin duda en buena fe – han hecho de todo chilas entraron en contacto con la Repúbli- para imponer la “verdadera” religión y sal- ca mucho antes que los chachis (no es un var a los “pobrecitos”, ignorantes de los va- caso que hoy sean mucho menos numero- lores culturales producidos en Europa (en sos) y supieron adaptarse al nuevo sistema un ambiente diverso, en el que tales valo- socio–económico. res pudieron desarrollarse, por razones Ecuador, considerándolos entonces económicas y sociales distintas). como los últimos pueblos autóctonos que En junio de 1973, en Santa Clotilde, quedaban en la costa, había declarado la por el río Napo, los delegados de ocho zona donde vivían como reserva intocable grupos étnicos – yaguas, ticunas, orejones, para quienes no fueran “colorados”. Pero secoyas, vacacochas, yumbos, quechuas y éstos decidieron que, siendo pocos, po- boras – participaron en un curso de capa- dían arrendar y vender parte de estas tie- citación sanitaria, y declararon su parecer rras, y así es que desde hace más de medio acerca de la situación actual, reivindican- siglo muchos no labran más los campos, do el derecho de vivir y trabajar libremen- no cazan, comen productos enlatados y les te, a su manera preferida, sin imposiciones. queda mucho tiempo libre para dedicarse “Somos los hombres de las selvas, los due- al deporte o a la magia. De ésta sacan ños de la selva”, dijeron, “y no tenemos buen provecho económico: hay magos y por qué desaparecer de ninguna manera ... curanderos “colorados”, cuya fama se ha Queremos que el Gobierno nos dé nues- extendido dentro y fuera del país. tros documentos, nuestras tierras y los mis- En el oriente, a diferencia de la cos- mos servicios que a los blancos. Que nadie ta, quedan todavía tribus, esparcidas por la nos bote de nuestras tierras. No queremos selva, que se están extinguiendo. De aqué- ser explotados por un patrón...”.12 Por la llas del tiempo de la conquista (40 grupos manera como han evolucionado las cosas étnicos, subdivididos en 150 menores, y durante el largo lapso transcurrido desde diferenciados por lengua o dialecto, como entonces, tal reivindicación (se verá más describió Juan de Velasco [CAP.2]), hoy la adelante) se ha demostrado una pía ilu- mayor parte ha desaparecido. Esto, debido sión. Y había que esperárselo, con base en a varios factores: guerras, epidemias, y otras experiencias anteriores. trastornos ecológicos traídos por los blan- Es representativo, a propósito, el ca- cos; abandono de costumbres y modos de so de los “aucas”, al norte del oriente vida desarrollados en milenios (según las ecuatoriano. Hay que aclarar, ante todo, exigencias de supervivencia dictadas por que el nombre “auca” (que en quichua sig- las insidias de la selva), para ser reempla- nifica “guerrero”, “bárbaro”, “rebelde” zados con otros importados; la expulsión “salvaje”) les fue dado por los colonizado- de sus territorios, ricos en productos como res blancos; además de “shiripunos”, “ti- la canela, el oro, el caucho, el petróleo, los huacunos”, “cononacos”, etc., según las 258 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 zonas de los ríos donde eran avistados. El cha plata, y sirviéndose de los mismos “au- nombre del pueblo en cuestión es huaora- cas” cristianos, los misioneros del Wycliffe ni, plural de huao que en su lengua signifi- lograron “convencerles” de retirarse, de- ca, simplemente, “persona”. jando así espacio a las compañías petrole- Conquistadores, misioneros, cau- ras, con su personal de 1.500 hombres. Y cheros, todos habían fallado en el intento en 1967 encontraron un “buen depósito” de subyugar a las familias huaorani o de en Lago Agrio ... colonizar su territorio. En los años ‘40 de El pueblo huaorani, antes, fue nu- nuestro siglo, la “Shell Oil Company” ex- meroso, poseyó tierras, desarrolló su pro- ploró la zona, pero se retiró después de la pia cultura y vivió de la caza y de la pesca. muerte de algunos empleados suyos, bajo Defendía su territorio; pero al mundo se las flechas de los “salvajes”. En 1956, cin- contaba que, salvaje como era, había dado co misioneros protestantes norteamerica- muerte a tantos santos varones, deseosos nos, que deseaban fundar una misión, fue- sólo de civilizarles. Hoy día se ha reducido ron también matados. Rachel Saint, herma- considerablemente de número y casi extin- na de uno de ellos, aprendió pacientemen- guido étnicamente, pues de los que han te el idioma y fue instruida en los usos por sobrevivido al asalto de la sociedad de los una mujer del lugar, Dayuma, quien vivía blancos que no llegan a los 1.000 indivi- en una hacienda al borde de la comarca. duos, tal vez sólo unos 100 no han dejado, Ella le ayudó a convencer a sus gentes a culturalmente, de ser huaorani, para seguir que la dejaran vivir entre ellos, y así orga- viviendo como sus antepasados. nizar el primer poblado “auca”–cristiano. La zona alrededor de Coca, donde De vez en cuando la misionera regresaba a se concentra la mayor parte de los huaora- los Estados Unidos, a recolectar fondos. ni, es relativamente reciente para la indus- Así, en 1964, los buscadores de pe- tria petrolera. Si se desea percatarse de los tróleo pudieron entrar en el área con sus daños que han sido provocados en la sel- técnicos. La “Texaco” y la “Gulf” predomi- va, hay que mirar por los alrededores de naron en esta aventura; y, ayudados de em- Lago Agrio, allá donde el petróleo ha sido presas industriales y comerciales, invirtie- extraído, a pleno ritmo, durante ya unos ron unos 300 millones de dólares. Los treinta años y de donde todavía sale el huaorani iban siendo cristianizados y con- 90% del petróleo ecuatoriano. centrados en la reserva. Y por sus tierras Lago Agrio, como refiere Joe Kane13, fueron retribuidos ... ¡con una epidemia de es un lugar pobre, violento y devastado por poliomielitis!, que mató o lisió a muchos las enfermedades. Justo ahí donde brota de ellos. Entre los cristianizados y los libres petroleo, cinco litros de gasolina represen- surgieron graves conflictos. tan un lujo que sólo poquisimos pueden Según la cínica opinión de Rachel permitirse, y esto cuando hay disponible: Saint, “es inevitable que los aucas tengan algunas noches aun los barrios donde ha que dejar el puesto, ya que son estratégica llegado la electricidad, se quedan a obscu- y moralmente los más débiles”. Con una ras. Pero jamás falta la luz en la zona del campaña terrorista, usando aviones y mu- LA ESTRUCTURA SOCIAL / 259 comando militar, ubicado a los margenes blo que fue numeroso y que hoy se ha re- de la ciudad, y allí hay enormes reflecto- ducido a los límites de la extinción. Y pro- res, para seguir iluminando, después que bablemente se habrían ya extinguido del se pone el sol, los enormes carteles de Pe- todo, de no ser por las medidas tomadas troecuador, con slogans de involuntaria por un paladín de lo que queda de la tribu, íronía, del tipo de “DEVOLVAMOS LA RIQUEZA cuyo nombre suena extraño para un cofán: DE LA TIERRA A LA GENTE”. Randy Borman. Los más graves daños ecológicos Randy Borman nació en Shell–Mera causados al ambiente — en medida mayor en 1955, siendo sus padres unos misione- que la catástrofes naturales (incluso el terri- ros norteamericanos del “Instituto Lingüís- ble terremoto de 1987. [CAP.6]) — son de- tico de Verano”. Era el primer niño gringo bidos a la acción del hombre. Las disper- que conocieron los cofanes, y hasta los 12 siones de petróleo, año tras año, han sido años se crió como uno de ellos. Estudió la muchas y a menudo desastrosas, pero casi secundaria en Quito y luego fue a un colle- siempre ignoradas. Solo en 1990, cuando ge de los Estados Unidos. Pero no se acos- el eco de las protestas de grupos ambienta- tumbró y, decidiendo que su vida deseaba listas se difundió por el mundo, se fingió pasarla en medio del pueblo que lo había hacer algo: a la dispersión que se verificó adoptado y que consideraba suyo, dejó to- por la zona de Cumbayeno, en dirección do y regresó al Oriente; allí se casó y tuvo este de Lago Agrio, la Petroecuador reclu- hijos. Él recordaba su infancia en la zona tó colonos a que removiesen algo como del río Aguarico, cuando la caza era abun- 200.000 litros de petróleo de las aguas dante y la vida tranquila, como una “edad contaminadas del Aguarico y otros ríos. El de oro” para los cofanes; ahora en cambio “trabajo” consistía en recoger el crudo, había ruido, hediondez, falta de animales con las manos, en fundas de plástico, las para cazar, teniendo ademas que soportar que, a menudo agujereadas o desgarradas, los abusos y prepotencias contra su gente, se enterraban tranquilamente en las proxi- que, además, se enfermaba y moría. midades de los lagos de la región. Los cofanes habían sido siempre Éste es sólo uno entre numerosos ca- gente pacífica. Un día el jefe de la tribu sa- sos que se podrían indicar, pues se han ludó a todos con la palabra particular de contado más de mil de estos depósitos que “adiós” que en esa lengua se emplea antes contaminan el terreno y las aguas. Sirve de partir para un largo viaje. Aquella no- para ilustrar los estragos provocados y que che bebió un cantidad tal de licor del hom- se siguen provocando en el ambiente. La bre blanco, que la mañana siguiente lo en- toxicidad difundida se traduce en daños in- contraron muerto. La tradicional respuesta mensos a la flora y fauna de la región de los cofanes a la muerte de un jefe es la oriental. Y no sólo, pues también los seres de dispersarse; pero, creyendo que la mi- humanos, que durante siglos vivieron en sión protestante allí presente los habria de- esas zonas, han terminado por enfermarse, fendido, escogieron quedarse. Los atrope- sufrir y perecer prematuramente. Entre las llos de petroleros y colonos continuaron principales victimas están los cofanes, pue- hasta que, un dia, Randy Borman, quien en 260 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 practica se había convertido en el jefe de gar por donde se construía una carretera lo que quedaba de la tribu, decidió no so- transamazónica brasileña, vivían 260 mil meterse más. personas; datos de los años ’70 indicaban A 23 obreros de la “Seiscom Delta”, que se habían reducido ya a menos de 100 la sociedad estadounidense de prospeccio- mil; hoy, y desde hace varios años, no se nes sísmicas, que habían penetrado en su oye hablar más de ellos. territorio sin pedir permiso, él y otros siete Se emplearon diferentes métodos cofanes los capturaron y aprisionaron. Bor- para la eliminación física de los selvícolas, man voló inmediatamente a Quito, habló y todos los países amazónicos se han visto con la prensa y apareció en un programa manchados de crímenes por medio de televisivo, obteniendo que las autoridades, bombardeos, explosiones, envenenamien- abochornadas, nombrasen oficialmente a tos, la introducción voluntaria de virus los confanes “guardianes” de Cuyabeno. mortales y aun safaris organizados, que in- Nadie entraba en el territorio sin el permi- cluían la “caza de hombres”, como uno de so de Borman; tres petroleros que intenta- 1977, que Shepherd Bliss refirió en las pá- ron hacerlo fueron capturados y, ademas, ginas del Guardian de New York.14 Y ha si- los cofanes incendiaron un helipuerto de la do norma que estos crímenes quedaran im- Compañía. punes. En Brasil el genocidio adquirió ca- Los cofanes, como otros grupos étni- rácter “científico”, tendiendo al aniquila- cos de la región, tiene probablemente los miento total de los pueblos amazónicos. Es años contados. Pero mientras tanto encon- posible que en unos cuantos años más traron una solución muy interesante (la pri- consigan despoblar la selva de sus pueblos mera en Ecuador y probablemente en toda autóctonos, arrasando con ellos la inmen- la Amazonía), que ofrece alguna esperan- sa riqueza cultural que habían acumulado za: la de organizar un programa de “ecotu- en varios milenios, lo que se traduciría en rismo”, administrado y operado por ellos una pérdida definitiva para la humanidad. mismos (con la experiencia de Borman, Sólo tienen alguna posibilidad de que habia trabajado en una agencia de via- sobrevivir aquellos pueblos que han desa- jes norteamericana). Para esto construye- rrollado fuertes tradiciones y que recuer- ron un sendero de 90 kilómetros, pero por dan con orgullo su pasado; que son ricos el otro lado del río, para que su aldea no de una cosmología compleja y poseen va- fuese invadida por los turistas, y hasta allá lores culturales capaces de resistir al emba- donde las agencias de viaje se los entre- te de los nuevos modos de vida y la reli- gan. Ellos luego les alojan, cocinan y se gión que se les trata de imponer. En tal ofrecen como guias. condición se encuentran (más exacto sería Ayer, la canela, el caucho y el oro, decir “se encontraban”, pues los datos más hoy el petróleo, mañana será otro produc- recientes son desalentadores) los xavantes to, y las tribus selváticas – no sólo de Ecua- del Mato Grosso, reducidos en los años ’70 dor, sino del Perú, de Colombia y de la in- a unas mil personas, y a quienes paulatina- mensa Amazonía del Brasil – están desapa- mente se fueron limitando sus tierras; pero reciendo. En 1964, por ejemplo, en un lu- que, no obstante, han logrado conservar LA ESTRUCTURA SOCIAL / 261 vivas sus tradiciones. Tienen tal vez más Se elaboró un programa de desarro- probabilidades de sobrevivir – siendo pers- llo ganadero; se sentaron las bases para el pectivas indudablemente mejores con res- trabajo individual, colectivo y comunitario pecto a los xavantes – los “jíbaros” de Pe- en muchos sectores (agricultura, ganade- rú y Ecuador ría, fabricación de productos de “folklore”, Entre ellos, los que viven por los ríos construcción de casas, trabajo en los talle- Morona y Zamora (o sean los shuar, como res, cursos complementarios para jóvenes); ellos suelen llamarse) son los mismos que se puso en función la INOS (“Industria Ma- supieron resistir y derrotar a los incas Tú- derera Oriental Shuar”) y se desarrollaron pac Yupanqui y Huayna Cápac [CAPS.2,3], otros proyectos de desarrollo industrial. To- que expulsaron de su territorio a los espa- do el trabajo fue frenado en los años ‘80 ñoles [CAP.4] y que, a los mitos traídos por por las presiones políticas y culturales de los misioneros salesianos, llegados a Mén- Quito, y con los años ‘90 se han desvane- dez ya en 1893, opusieron sus mitos, cido muchas conquistas (al redactar tales igualmente elaborados y atrayentes. Ade- palabras, para esta segunda edición del li- más, ante los métodos tecnológicos de los bro, francamente no me mueve más el mis- blancos, que venían para explotar las ri- mo optimismo que me guiaba todavía con quezas del oriente, exhibieron sus propios la primera, pues hoy se oye de shuar, entre métodos, no menos eficientes, para culti- otros pueblos indígenas aculturizados, que var la tierra, fabricar puentes, gobernar me- se comportan con los huaorani, por ejem- jor. Sus valores culturales permanecían ca- plo, igual que los “blancos”). si intactos. Pero los shuar, mostrando gran En el plan general de alineación con flexibilidad en adoptar valores culturales el mundo moderno, también el idioma importados, produjeron una cultura nueva, shuar fue sistematizado en su escritura, más rica, único medio para conservar el adoptando caracteres del alfabeto latino dominio del propio ambiente y, al mismo para los 18 fonemas que comprende15 La tiempo, vivir en la realidad del mundo ac- tarea la realizó el “Instituto Lingüístico de tual. Verano” (de misioneros protestantes, quie- Después de varios encuentros de di- nes, fuera de sus indudables obras útiles y rigentes, se lograron organizar 52 centros, humanitarias, han servido también para la elaborar estatutos y, en octubre de 1964, penetración ideológica, económica y polí- fundar la “Federación del Pueblo Shuar”. tica de los Estados Unidos). Al fin de 1978 los centros eran 178, de los Sobre esta base de sistematización cuales 111 gozaban de personalidad jurídi- de la lengua, la Federación organizó cur- ca, pues sus estatutos recibieron la aproba- sos de alfabetización (en shuara y en caste- ción del Ministerio de Previsión Social. Los llano); fundó escuelas y colegios que por centros llegaron a contar con unas 20.000 lo menos tuviesen en cuenta la realidad hectáreas de pastos privados y 2.000 de del pueblo shuar, en el ámbito de la Repú- pastos comunitarios, con perspectivas de blica y del mundo del siglo XX. Además, aumentar, según el plan de colonización y decidió mandar a estudiar a sus jóvenes en adjudicación de tierras. colegios y universidades de la Sierra, con 262 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 el fin de ampliar el patrimonio cultural. Se El analfabetismo es todavía dos ve- creó también una emisora, para transmitir ces mayor entre las mujeres con respecto a en shuara, con el doble propósito de infor- los hombres. En las ciudades, tomando en mar e instruir mediante varios cursos radio- consideración todos los cantones urbanos fónicos. Se fundó el periódico bilingüe del país, se encuentra el 16% de los anal- Chicham, órgano oficial de la Federación, fabetos contra el 84% de las zonas rurales. editado en Sucúa (o Sukunum, dicho en Las provincias, exceptuando la de Carchi shuara). Se comenzaron a publicar regular- con su tradicionalmente bajo analfabetis- mente libros de buena calidad, que hoy mo (8%), están todas cerca o más arriba son numerosos, cubriendo todos los aspec- del 20%, con una punta máxima en Chim- tos capaces de ofrecer una visión comple- borazo, con el 49% (no es coincidencia ta del mundo shuar. que allí sean mayores las concentraciones Éstos son los “feroces jíbaros”, que de población india, en condición de mise- no se dejaron doblegar en el pasado y que ria social y económica). hoy están afrontando su lucha más difícil. Con la excepción, tal vez, del go- Contribuyen también organizaciones ex- bierno de Rodríguez Lara, que impulsó se- ternas de voluntarios, aunque no siempre riamente una acción directa, para comba- desinteresadas. El problema más arduo es tir el analfabetismo por medio de escuelas el que les plantean los colonos de la Sierra, radiofónicas, grupos especializados, pro- los que cuentan con bases económicas y paganda cultural y otros medios al día con políticas más fuertes, y a quienes el gobier- los tiempos, los demás gobiernos ecuato- no de Quito sigue adjudicando parte de rianos, desde tiempos inmemoriales, no esas tierras. han podido tener éxito con sus simulacros de reformas que pretendieron aplicar, por- Aspectos culturales que no pensaron en planear, erogar fondos adecuados y, sobre todo, afrontar el pro- Según el censo de 1950 en el país blema en sus raíces. había 815 mil analfabetos,16 o sea el 44% Las experiencias históricas enseñan de la población con más de 15 años. En que el analfabetismo está en estrecha rela- 1962 se habían reducido los que no sabían ción con el grado de tradicionalismo de las leer, a 800 mil; pero, considerando el au- estructuras socioeconómicas, y no puede mento de la población, los valores bajaban ser combatido si no se resuelve, al mismo al 32%. En 1974 los analfabetos resultaron tiempo, la situación general. Para las gran- 956 mil, o sea el 26%. Con los censos de des masas humanas, cuyo problema vital 1982 y 1990, en fin, el número subió, a 1,2 es el acceso a la propiedad de la tierra, el millones, pero llevando el analfabetismo aprendizaje de las letras y de la escritura por debajo del 20%. Se ha producido, son cuestiones que para ellos no presentan pues, una considerable disminución, aun- aplicación práctica alguna, perdiendo im- que insuficiente, por lo que al Ecuador to- portancia y sentido. cará solucionar tan enorme problema ya en el siglo XXI. \ \ \ ASPECTOS CULTURALES / 263

Para la educación formal, el sistema las de “agente de producción” (en los pri- escolástico comprende seis años de ins- meros lugares Pedagogía y Medicina) y el trucción primaria, seis de secundaria y seis 22% en las de “instrucción y cultura” (De- (o cinco, o siete) de universidad. Conside- recho, Lenguas y Literatura). rando el alto número de estudiantes que No basta saber que 1 de cada 5 por tradición dejaban prematuramente la ecuatorianos mayores de quince años no escuela o el colegio, el planteamiento mis- sabe leer ni escribir; a este analfabetismo mo del sistema educativo fue reformado en tout court se añaden varios grados de anal- los años ’70 (no es difícil adivinar: con Ro- fabetismo “funcional” (es decir que, aun- dríguez Lara), para que la primaria sirviese que técnicamente se sepa leer, no se com- no sólo como medio de acceso al colegio prende suficientemente lo que se lee). secundario, sino para el desarrollo de las A esto contribuyen deficiencias de capacidades productivas y, análogamente, orden cuantitativo, heredadas por el siste- que la secundaria, diversificada según va- ma escolástico, las que pueden ser resumi- rios rumbos, se convirtiera en un fin y no das así: 1 de cada 5 niños en edad pre–es- tan sólo en el medio de acceso a la univer- colástica no comienza los estudios; 3 de sidad. cada 4 jóvenes en edad colegial no van a Una reforma de tal magnitud habría la secundaria; 9 de cada 10 en edad uni- requerido tiempo y perseverancia para dar versitaria no concurren a facultad o institu- resultados, por lo que todavía (según datos to superior alguno. Puesto en cifras redon- recientes, pero no actuales) se encuentra das: de 1.000 niños, 800 entran al primer que el bachillerato en Humanidades Mo- grado, pero sólo 250 terminarán la prima- dernas representa un 55% de la matrícula, ria y 100 la secundaria; de la universidad mientras que al Técnico–Profesional co- egresarán únicamente 10. Más de la mitad rresponde un 35% y al Normal un 10%. Si de aquellos 800 niños que empezaron a se considera. además, que entre los estu- aprender a leer y escribir, abandonaron la diantes que concurren al bachillerato Téc- escuela en el segundo grado (en las zonas nico–Profesional, la mayor parte (siquiera urbanas) o en el primer grado (en las zonas los 4/5) sigue la rama de Comercio y Admi- rurales). nistración, pocos la Industrial y poquísi- A estas deficiencias cuantitativas se mos la de Agraria, se constatará el desequi- añaden otras de orden cualitativo. Aparte librio existente en relación con los requeri- las consideraciones de locales escasos e mientos del desarrollo nacional. inadecuados, de carencia de equipos, la- Las universidades en el país hoy son boratorios y bibliotecas, el sistema escolás- numerosas, pero en Quito se encuentra el tico general acarrea el fardo tradicional de 50% de la matrícula (con 35% sólo en la no haber sabido adecuarse a la realidad Universidad Central) y en Guayaquil el del país y de no haber preparado las bases 30%. La matrícula universitaria está distri- necesarias para el desarrollo nacional. En buida así: 40% en las especializaciones re- substancia (dado que los efectos de varias lacionadas con la “producción” (sobre to- reformas intentadas no se perciben aún), do Ingeniería y Administración); el 32% en queda vigente el planteamiento del pasa- 264 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 do, por el que todos, desde el momento parar regiones, o provincias, o zonas espe- que entran a la escuela, deben tender al cíficas, o entre gente de ciudad y del cam- más alto nivel profesional. Aunque es evi- po, la situación se vuelve drástica cotejan- dente que tal meta sólo es accesible a un do Quito y Guayaquil – cuyo nivel es restringido número de privilegiados. aceptable – con todo el resto del país. Para ilustrar esta situación, en los De todo esto resulta que las capas años ’60, el 9% de los estudiantes de la populares (la mayoría de los ecuatorianos) Universidad Central de Quito eran hijos de generalmente no van más allá de aprender trabajadores manuales, casi todos chofe- a leer, escribir y hacer cálculos simples. res, artesanos, obreros especializados, Cuando han logrado acceder al estudio, mientras que no se mencionan casos de hi- abandonan la escuela cuanto antes, por- jos de campesinos. El 91% de los universi- que ella no les ofrece los conocimientos tarios resultaba ser de hijos de la minoría que aportarían un rendimiento mayor en burguesa. Esta desequilibrada situación, de las faenas de cada día. Además, aun sien- 1:10 se ha ido ciertamente atenuando, pe- do gratuita, la escuela comporta gastos y a ro con un ritmo demasiado lento: en los veces se convierte en verdadero lujo, por- años ’90 la proporción no va más allá de que resta mano de obra fundamental a 1:5. aquellas familias donde es menester que La penuria de educadores y el he- todos sus miembros trabajen para una me- cho de que muchos de ellos fuesen suplen- ra supervivencia. tes, sin poseer el título requerido, ha agra- vado por años el cuadro cualitativo. En la \ \ \ escuela primaria no todos los maestros tie- nen el requerido título de docente, y el Fuera del sistema escolástico, hay problema subsiste con los profesores de se- que recordar la educación informal. La cundaria. La situación universitaria, fuera época actual ofrece la posibilidad de “de- de algunos ateneos excelentes, en general mocratización” de los conocimientos en circuscribe la enseñanza a la transmisión todos los campos de la cultura, de la cien- de conocimientos y de técnicas creadas en cia y de la técnica, debido a los modernos otros países sobre problemas a menudo medios de comunicación colectiva que se ajenos a la realidad del Ecuador; también han difundido rápidamente. Con la radio, aquí la carencia de profesores habilitados la televisión y sus implementos electróni- (muchas cátedras se conceden sin concur- cos, con el cine, con los diarios y revistas, so) limita a menudo al planteo de una ins- con los cursos por correspondencia, se trucción receptiva y personalizada, sin puede suplir en parte la presencia física co- asumir funciones de adaptación, de inno- mo requisito para una relación intelectual vación y de re–creación de las ideas, cien- con las masas. Lamentablemente, estos cias y técnicas originadas por otras cultu- medios no se utilizan en el sentido más efi- ras. ciente (el problema, ciertamente, no es só- Si el carácter cualitativo de la edu- lo de Ecuador) y a menudo sirven aun pa- cación varía substancialmente ya al com- ra desviar intencionalmente las informa- ASPECTOS CULTURALES / 265 ciones, o para efectuar una obra nociva de rios son filtrados por agencias norteameri- deseducación, adoctrinando en lugar de canas. instruir. Queda poco para lo más instructivo: Cuando a fines de los años ’60 en algún programa de cocina, alguno para la Ecuador se contaban unos cuatro aparatos infancia y, excepcionalmente, argumentos de radio por cada 100 habitantes, existían sobre la historia, la geografía u otros pro- ya entonces más de 300 radioemisoras co- blemas fundamentales del país. Las empre- merciales privadas, concentradas la mayor sas privadas, ¿por qué razón tendrían que parte en las provincias de Guayas y Pichin- ofrecer argumentos culturales, a los que el cha. Para enfrentarse a sus competidoras, público no está acostumbrado, y no propi- esas emisoras estaban obligadas a sacrifi- nar ese tipo tan pésimo de material?, pues- car todo aquello que podía representar un to que su propósito es el de alimentar las elemento educacional, en aras de la músi- costumbres consumistas. Y, ¿qué puede ca, de anuncios, de noticias y, sobre todo, importarles que, así haciendo, surjan for- de propaganda comercial. En efecto, de mas de vida sin relación con el contexto encuestas efectuadas por esos años en pe- nacional? Ya el cine por mucho tiempo se queños pueblos, donde vivían principal- encargó de hacer su obra de deformación, mente campesinos, resultó que el 50% de pues la mayor parte de las películas ofreci- ellos ignoraba incluso el nombre del presi- das han tenido como modelo las realida- dente de la República de turno. En la trein- des confeccionadas en Hollywood, en Mé- tena de años pasados desde entonces, no xico, etc. Todavía hoy las películas de te- sólo el número de aparatos radio ha au- ma más profundo o de empeño social son mentado hiperbólicamente, sino que apa- descartadas por el gran público. El teatro y reció la televisión, difundiéndose extensa- otras manifestaciones culturales directas mente. Se podría pensar que ahora la gen- son esporádicas y llegan a reducidas mino- te está mejor informada; pero la realidad es rías. bien distinta. La prensa nacional comprende algu- En efecto, lo que se ha conseguido nas decenas de diarios, con una circula- es atascar aún más el “éter” con las bobe- ción de 700-800 mil ejemplares, pero casi rías guiadas por la sociedad de consumo. todos los lectores se concentran en pocas El 90-95% de los programas de televisión ciudades. El costo relativamente elevado (según lo que dijo Simón Espinosa en una de los periódicos impide que puedan ser entrevista concedida a Pasquale Iaccio ha- leídos por las capas populares, lo que pue- ce unos diez años; pero las cosas, hoy, no de hasta resultar positivo, teniendo cuenta han cambiado substancialmente) es en ba- de cómo (des)informan. De entre las revis- se a películas de evasión de género melo- tas, las nacionales de mayor circulación lo- dramático, policíaco o de terror, de serials gran sobrevivir sólo gracias a la propagan- equilibradores de mediocridad y de teleno- da que cubre buena parte de las páginas; velas generadoras de cretinismo. Todo es alguna que otra revista política, social o adquirido en el exterior, y aun los noticia- científica es reservada a grupos minorita- rios interesados. Entre las revistas extranje- 266 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 ras, se venden más las de amenidades, las En esos mismos años moría Manuel deportivas o las de cine y televisión. Samaniego, quien constituye el enlace en- El libro, en cambio, ha tenido un de- tre la plástica quiteña colonial y el arte del sarrollo interesante, con la publicación, nuevo siglo. Junto con él y con otro nota- también, en ediciones económicas de ble artista, Bernardo Rodríguez, se formó obras de autores ecuatorianos, del pasado Antonio Salas, quien superó a sus maes- y del presente; han aparecido numerosos tros. Su temática fue, al principio, esencial- trabajos de investigación o ensayo sobre la mente religiosa, según costumbres de la realidad política y social del país, contribu- Colonia; pero luego, con la independen- yendo en la concientización de la gente. cia, incluyó también el retrato de los “hé- Pero se necesita mucho más para impulsar- roes”. Después de Antonio Salas, en el si- le a salir del letargo en el que las fuerzas glo XIX sobresalieron Rafael Salas, su hijo, dominantes la han mantenido durante si- así como Juan Pablo Sanz (también graba- glos. dor y arquitecto), Luis Cadena, Juan Mano- salvas, Joaquín Pinto especializado en mo- \ \ \ tivos autóctonos, Antonio Salguero y el paisajista de la serranía Rafael Troya. Aunque escasamente conocido fue- Más tarde, con el advenimiento de ra del país, el patrimonio cultural del Ecua- la revolución liberal “alfarista”, los artistas dor es rico. De profundas raíces andinas e comenzaron a recorrer nuevos caminos de hispanas, brotó en época colonial, para orden social e ideológico, aplicando ade- contribuir en la formación de la nacionali- más nuevas técnicas, para provocar una dad ecuatoriana y continuar en su desarro- fractura con los tres siglos de vida artística. llo durante la fase republicana. En los pá- En efecto, es con el siglo XX que la pintura rrafos que siguen se afrontará el argumen- ecuatoriana (y otras artes, incluso la litera- to en manera necesariamente esquemáti- tura) comienzan a orientarse hacia el ex- ca, como un simple “inventario” (más presionismo, con temas locales, según la cuantitativo que cualitativo), en un engan- tendencia común difusa entre muchos pin- che con lo que se ha tratado ya [CAP.5] so- tores latinoamericanos. bre las manifestaciones culturales de tiem- La llegada de artistas europeos (co- pos coloniales. mo el francés Paul Bar, que ofreció clases de dibujo; el expresionista español José Artes plásticas. A comienzos del si- María Roura Oxandaberro; el holandés Jan glo XIX las preocupaciones por la emanci- Schrender, que supo identificarse con el pación hicieron olvidar, en parte, las tareas paisaje y el hombre ecuatorianos) estimuló artísticas. Sin embargo, Alexander von la corriente pictórica y la plástica en gene- Humboldt descubrió en Quito numerosos ral. Por otro lado, maestros de pura matriz pintores, de los que algunos se trasladaron ecuatoriana, que integraron el trabajo para a Bogotá para ilustrar, junto con artistas de abrir la nueva época, son los pintores otros sitios, las obras científicas de José post–impresionistas Pedro León, que con Mutis. fuerte color trata temas autóctonos, y Ser- ASPECTOS CULTURALES / 267 gio Guarderas, con sus reproducciones del Otros pintores que se han distingui- viejo Quito colonial y republicano, y el mi- do son: Ramiro Jácome, Marcelo Aguirre, nucioso tallador Miguel Ángel Tejada, que Jaime Zapata, Miguel Varea, Carlos Viver, abrió la vía a excelentes artistas del calibre Pedro Niaupar, Jorge Velarde, Edgar Ca- de Neptalí Martínez. rrasco, Catasse (Carlos Tapia Sepúlveda), De estas bases sale Camilo Egas, Carlos Rosero, Nelson Román, Pilar Bus- con sus pinturas de campesinos. En el trá- tos. mite a la actualidad aparecen pintores co- En la escultura del siglo XX – menos mo Luis Crespo Ordóñez, Alfonso Mena, desarrollada en Ecuador debido en parte a Diógenes Paredes, de amarga temática, el las limitaciones naturales de los materiales cubista Carlos Rodríguez, el paisajista casi – merecen ser citados: Luis Mideros, Alfre- fauve Luis Moscoso, el místico de colores do Palacio, Jaime Andrade, Germania Paz y resplandecientes Víctor Mideros, Eduardo Miño de Breihl, Manuel Monar, Jesús Cobo, Kingman con el resalto que da al dibujo, el Gabriel García Karolys, Paula Barragán, expresionista Oswaldo Guayasamín, abier- Geracho (Arias Basante), Paulina Baca. to a una temática universal de contenido social. Música.17 La música ecuatoriana es En los años ’40 destacan también: el arte que con mayor claridad expresa el Bolívar Mena, Leonardo Tejada, José Enri- doble raigambre andino–hispano. De la que Guerrero, Galo Galecio, grabador en música andina de los orígenes casi nada ha madera, el abstractista Manuel Rendón Se- quedado, siendo poquísimas las comuni- minario. Hay que presentar otros más, co- dades indias (como por ejemplo la de los mo simple resumen de nombres: Irene Cár- salasacas) que han conservado vestigios denas de Arteta, Segundo Espinel, Araceli melódicos suficientemente incontamina- Gilbert y Luis Molinari; y luego Enrique Tá- dos, para ser tocados con el empleo de an- bara, Aníbal Villacís y Estuardo Maldona- tiguos instrumentos multicordes. do, los tres incorporando a su obra ele- De la música desarrollada luego, mentos precolombinos; en la pintura abs- durante los siglos de transculturización, las tracta se cuentan Theo Constante y Oswal- composiciones populares resienten del do Viteri; en el arte neofigurativo y neo- mestizaje, y entre los varios géneros que se rrealista, con temática que va de lo social han producido, la nota indígena puede a lo sexual, Guillermo Muriel, Hugo Ci- constatarse en varios grados. No es posible fuentes, Gilberto Almeida, Félix Arauz, especificar exactamente, y en orden crono- Juan Villafuerte, Voroshilov Basante; el ar- lógico, los géneros musicales nacidos en el te de Jaime Villa, Julio Cevallos y León Ri- territorio que hoy es Ecuador; por lo que se caurte podría definirse como “realismo intentará únicamente enumerarlos, dando mágico”; el neosimbolista Boanerges Mi- algunas indicaciones generales. deros (también escultor); Gonzalo Endara De orígenes prehispánicos son el Crow, Grace Pólit, Carole Lindberg, Luigi “danzante” y el “yumbo”, respectivamente Stornaiolo, con su pintura del horror. localizados en la sierra y el oriente; ade- más de especificar la peculiar danza y mú- 268 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 sica, tales nombres indicaban a su ejecu- y cohetes, con que se celebraban las fiestas tor. Por lo general, al comienzo estas dan- religiosas al rayar del alba. Juan Agustín zas indígenas eran constituidas de un solo Guerrero, en el siglo XIX, explicaba que el período; mezclándose más tarde con for- “albazo” acabó por ser usado para desper- matos armónicos y estructuras de otras mú- tar a los novios al otro día de la boda. sicas nacidas con el mestizaje, se volvieron La “tonada” parece tener derivación de dos o más períodos, pero conservando de una mixtura de varios ritmos indígenas en alguna medida la parte rítmica. En fin, andinos de remoto origen; o, según la opi- aparecieron variantes, con nombres como nión de Gerardo Guevara, representa un “danzonete cañari”, “danza india”, “danza desarrollo logrado a partir del ritmo del campesina”, etc. El “danzante” y el “yum- “danzante”. Su nombre, además, derivan- bo”, de su parte, han influenciado a algu- do factiblemente de la palabra “tono”, ani- nos géneros de música popular de caracte- ma a pensar que tenga relación con el “ya- rísticas sincopadas. raví”. Como sea, la base rítmica de la “to- El “yaraví” es una melodía que sin nada” ecuatoriana es similar a la chilena, duda evoca la geografía andina, y se casa con la diferencia de ser en tonalidad me- muy bien con el pingullo o la quena, que nor la primera y mayor la segunda. La “to- entregan en sonidos la triste soledad del nada” es el más claro ejemplo de mestiza- hombre en la cordillera. El “yaraví”, no in- je rítmico, puesto que se produjo con el in- teresando mayormente a las zonas meri- flujo de la guitarra. dionales, se fue evolucionando desde el El “san Juan” o, mejor, “sanjuanito” Chimborazo hacia el norte, sobre todo en es la adaptación del “huaynito” peruano– lo que hoy es la provincia de Imbabura. boliviano, lo que se comprueba por el mis- Desde fines del siglo XIX se acostumbra mo compás binario y las divisiones rítmi- concluir el “yaraví” con un “albazo”, de la cas. Sin que varíe el compás, el “sanjuani- misma manera que en el Perú se canta el to de campo” y el “de ciudad” se diferen- “triste” con una fuga de “tondero”, sin du- cian por el estilo y el carácter: en el cam- da con el propósito de alegrar después de po el “sanjuanito” representa una expre- la lamentación. El “yaraví” y el “albazo”, sión sonora que aglutina y se dirige a toda además, se combinan muy bien, porque una agrupación humana, con un mensaje son afines, con la diferencia que en el se- comunitario de unidad de sentimiento y gundo la rítmica es en movimiento allegro. pensamiento; en la ciudad, la importancia El “albazo”, o “albacito”, está tam- del artista hace que éste busque lucirse, bién entre los más antiguos bailes y músi- adornando su ejecución, por lo que el cas, pues fue tomando forma y se sincreti- mensaje se vuelve estilístico. zó ya desde el inicio de la Colonia. Solía El “aire típico”, que probablemente cantarse en la madrugada, y de ahí su nom- se originó en el norte del callejón interan- bre, que querría decir “alborada”. El térmi- dino, comprende un sinnúmero de compo- no “albazo” no designaba sólo la clase de siciones diversificadas, de carácter alegre, composición bailable o cantable, sino tam- bailable, suelto, de tonalidad menor. El “ai- bién la condición de algarabía, con música re típico” ha sido llamado (impropiamente, ASPECTOS CULTURALES / 269 según opinión de Luis Humberto Salgado) “lojano”, “cuencano”, “quiteño”. En la ac- “cachullapi” o, a veces, “rondeña”. Entre tualidad, en cuanto baile, sólo permanece los compositores más representativos de en práctica el “pasillo” de movimiento len- este género musical están Nicasio Safadi y to y tonalidad menor; más perdurable ha Carlos Rubira Infante. sido como canción, gracias en primer lugar El “Alza que te han visto”, o más a la voz de Carlota Jaramillo. simplemente “Alza”, parece que surgió ya El “pasacalle” tiene relación directa en el siglo XVIII, para alcanzar su popula- con el pasodoble español, del cual conser- ridad como baile en el XIX. La primera par- va su ritmo, compás y estructura general, titura que aún sobrevive es de 1865 y per- aunque obviamente con ciertas particulari- tenece a Juan Agustín Guerrero. La forma dades que lo distinguen. Se trata de un bai- de este baile, como explica Segundo More- le de mucho movimiento, que se supone no, es algo exótica y suelta, como en gene- originado como callejero y de carácter so- ral son las danzas criollas. El “Alza” no te- cial (su prototipo es el famoso “Chulla qui- nía versos propios, pues cada cantor, teño”, de Alfredo Carpio). La dispersión del acompañado de arpa o de guitarra, impro- “pasacalle” incluye la Costa, la Sierra y visaba según la particular ocasión o estado aun el Oriente, pues numerosas son las de ánimo. piezas compuestas con textos hechos ex- “Capishca” – término que parece te- plícitamente en homenaje a provincias, ner su raíz etimológica en el quichua capi- ciudades e incluso barrios, entendiéndose- na, que significa “exprimir” – es música y las como composiciones cívicas del arrai- baile del Azuay; pero también, según los go, y consideradas casi como “segundos antropólogos Piedad Peñaherrera y Alfredo himnos”. La mayor popularidad de los “pa- Costales, es una “tonada” con versos qui- sacalles” llegó en los años ’40 del siglo XX. chua–castellanos, que cantaban los vaque- El “fox incaico” proviene, aun por ros del Chimborazo. La música y ritmo de nombre, del fox–trot norteamericano, el base del “capishca” es muy similar al “al- que data de la primera época del siglo XX. bazo”, en tonalidad menor, y su baile es de En efecto, las primeras piezas de “fox in- pareja suelta. caico” – en Perú y en Ecuador – tenían afi- El “pasillo”, o sea “baile de pasos nidad con la danza extranjera; pero luego cortos” (que han teorizado ser una adapta- sus elementos musicales se conjugaron ción del valse europeo al medio andino), con escalas y modalidades pentafónicas ha conquistado su posición prevalente más del medio andino (típica pieza es La Boci- bien como canción. Surgió poco antes de na, atribuida a Rudecindo “Inga” Vélez). la mitad del siglo XIX, ya pasada la época Así, el tiempo del “fox incaico” se hizo colonial, y en aquellos territorios que cons- lento, más propio de la canción que del tituyeron la Gran Colombia: Venezuela, baile. En la misma época aparecieron otras Granada (que todavía no se llamaba Co- combinaciones musicales, que se llamaron lombia [Cap.5]) y Ecuador. De tal época, en “shimmy incaico” o con otros nombres de efecto, datan algunas variantes ecuatoria- este tipo, y se sintió la influencia extranje- nas, adjetivadas como “pasillo costeño”, ra también en algunos yaravíes”. 270 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000

Los autores de las primera épocas, to, fue excelente pianista y compuso nu- en los varios géneros, han quedado anóni- merosas melodías de varios géneros; Car- mos; es sólo en el siglo XIX que aparecen los Rubira (el más fecundo después, tal nombres como Juan Agustín Guerrero o vez, de Francisco Paredes) con sus pasaca- Carlos Amable “Pollo” Ortiz. Nacidos tam- lles y pasillos. Con Carlos Solís Morán, bién en aquel siglo, pero activos en el XX, puede decirse que se cierra la etapa de los son: Francisco Paredes (tal vez el más fe- pasillos clásicos. cundo compositor nacional de pasillos, Hay muchos otros compositores que valses, tangos, yaravíes y danzantes) y Car- merecen mención, como es el caso de Jor- los Brito, proveniente del Conservatorio y ge Araujo, que creó pasillos para que los director de la Banda del Ejército, que com- cantara Carlota Jaramillo. Y entre las can- puso pasillos. ciones que todavía se recuerdan constan Con el nuevo siglo nació Segundo nombres como: Cristóbal Ojeda Dávila, Jo- Cueva Celi, que también fue muy fecundo. sé María Sáenz, César Guerrero Tamayo, Luego Nicasio Safadi y Enrique Ibáñez, ca- Fausto Galarza, Carlos Amable Ortiz, da uno con un repertorio amplísimo de Gonzalo Vera Santos y otros más. composiciones, formaron juntos el “Dúo Sería injusto olvidar a quienes escri- Ecuador” y se exhibieron incluso en los Es- bieron la letra para tanta canción ecuato- tados Unidos, donde en 1930 grabaron los riana. Varios entre los músicos menciona- primeros discos de música ecuatoriana; dos lo hicieron ellos mismos; pero contri- Rafael Carpio alcanzó gran renombre con buyeron también poetas, como es el caso sus pasillos. Miguel Ángel Casares, llama- de Medardo Ángel Silva (de él se hablará do “El Cantor sin Luz” porque perdió la vis- en la sección de Literatura), a quien perte- ta, compuso pasillos, pasodobles y otras necen las palabras de Alma en los labios, músicas; estuvo además en el elenco de la de Francisco Paredes. Hay además nom- compañía teatral “Gómez–Albán” (de la bres como Genaro Castro Gómez, Ángel L. que se hablará más adelante). Araujo, Emiliano Ortega Espinoza, Pedro Enrique Espín Yépez, egresado del Enrique Rivadeneira, Julio Flores, Maximi- Conservatorio obtuvo una beca para per- liano Garcés, César Maquilón Orellana, feccionarse en México, y, más tarde, pudo Pedro Miguel Obligado, Lauro Dávila, Pa- especializarse en Alemania; aunque profe- blo Haníbal Vela, José María Egas M., Vi- sor del Conservatorio Nacional y miembro cente Amado Flor, Elías Cedeño, Moisés de la Sinfónica de Quito, se dio tiempo pa- Vidal, Abel Romeo Castillo, Libardo Parra, ra componer pasillos que han quedado fa- Rosario Sansores, Manuel Coello, etc. mosos. Carlos Guerra Paredes compuso to- Entre los intérpretes hay que recor- nadas y pasillos, entre los que hay que re- dar a Carlota Jaramillo. “La Reina del Pasi- cordar Al oído, que a juicio de muchos es llo”; a Hilda Murillo, conocida internacio- la más grande composición del pentagra- nalmente; a Julio Jaramillo, “El Ruiseñor de ma nacional. Alberto Guillén se dividió en- América”, quien probablemente ostenta el tre su vida de cuartel y la de compositor. récord mundial de grabaciones long–pla- Constantino Mendoza, músico autodidac- ying, con algo así como 400 álbumes; a ASPECTOS CULTURALES / 271

Silvana (nombre de arte de Silvana Ibarra), Cueva, los sacerdotes Carlos Coba y Jaime por muchos años la cantante de moda. Nu- Mola, entre otros más. merosos dúos, después del ya mencionado Distinguiéndose mundialmente en “Dúo Ecuador” (con Ibáñez Mora y Safadi), el campo de la interpretación de música brotaron en los decenios siguientes: “Las clásica europea, hay que recordar a los Alondras del Guayas” (con las hermanas pianistas Leslie Wright y Carlos Juris. Amelia y Maruja Mendoza Sangurima); “Hermanas Mendoza Suasti”; “Benites y Literatura. La literatura ecuatoriana Valencia” (o sea Gonzalo Benites y Luis Al- del siglo XIX nace con el pensamiento que berto “Potolo” Valencia); “Los Miño Na- de Eugenio Espejo heredaron José Mejía ranjo” (los hermanos Danilo y Eduardo); [CAP.5] y otros escritores de esos años, sin “Hermanos Montecel” (Mario y Lucas); verdadera continuidad con el pasado cul- “Los Hermanos Villamar” (Víctor Hugo y tural de la colonia, al contrario de lo que Alfredo). En los años ‘50 apareció el trío ocurrió con las artes plásticas. En efecto, “Los Embajadores” (formado por Carlos y durante los trescientos años anteriores, el Rafael Jervis con Guillermo Rodríguez). En “verbo” del colonizador y el del coloniza- la música popular de arreglo moderno apa- do jamás se mezclaron, no produciéndose reció además un organista de excepción, los instrumentos transculturales adecua- Eduardo Zurita, que se exhibió en el exte- dos. El mestizaje – obrado por casualidad rior. o por violencia – no encontraba al momen- En los decenios siguientes, no obs- to salida a su latente creatividad literaria (le tante disminuyesen los compositores de tocaría aguardar todavía un siglo); entre- música típica ecuatoriana, los conjuntos se tanto se agravaba el choque racial, porque multiplicaron. el odio que el mestizo vertía en el mundo Los intentos para elaborar una músi- de los “blancos”, crecía más y más con el ca nacional con base en temas autóctonos desprecio recibido en retorno. Así que, du- – pero dentro de los cánones de la música rante el siglo XIX, la literatura quedará co- europea – datan de finales del siglo XIX y mo prerrogativa de los criollos. comienzos del XX, destacando autores co- Durante las campañas por la inde- mo Francisco Salgado, Luis Moreno, Sixto pendencia destacó como poeta lírico (y María Durán, Pedro Traversari. En la músi- bastante menos por su talento político ca contemporánea está Luis Humberto Sal- [CAPS.5,6]) José Joaquín Olmedo. A princi- gado, con su producción musical de con- pios de la República, espaciando en los tenido nacional y tratamiento politonal. En campos del periodismo, la historia y la crí- el campo de la música electrónica hay que tica, figura Pedro Moncayo. Es la época en mencionar a Mesías Maiguashca, discípulo la que muchos escribían artículos polémi- de Karlheinz Stockhausen. Otros composi- cos, y hay que recordar a Vicente Solano, tores dignos de mención son los ya citados quien también produjo obras de divulga- Gerardo Guevara y Enrique Espín, además ción científica y fundó periódicos; figura de Claudio Aizaga, Carlos Bonilla, Néstor además (pero tal vez sólo gracias a que lle- gó a Presidente [CAP.6]) . 272 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000

Es con la segunda mitad del siglo los de historia y arqueología (sus investiga- que la literatura ecuatoriana se enriquece ciones, junto con las de Juan de Velasco, considerablemente. Surge una seria preo- de época colonial [CAP.5], constituyen la cupación por el cultivo de la lengua, cam- base indispensable para cualquier estudio po en el que se distinguen los trabajos de serio sobre Ecuador). La prosa más brillan- Pablo Herrera, Carlos R. Tobar, Manuel Jo- te está representada por Manuel J. Calle, sé Proaño, el Hermano Miguel (Febres Cor- periodista que escribió acerca de política, dero)18 y, en especial, el filólogo y poeta historia y costumbres. Elegante prosista y Honorato Vázquez. La prosa estuvo im- poeta es Remigio Crespo Toral. Poetas de pregnada de romanticismo, llegado tarde estilo becqueriano son Antonio Toledo y al país, como se puede constatar en la obra Adolfo Benjamín Serrano. Se puede agre- de Miguel Riofrío (ya poeta y periodista, y gar además, como poeta lírico, a Alfredo con quien sale la primera novela escrita en Baquerizo Moreno (otro más entre los que, el país: La Emancipada), así como en las por vanidad, optaron por la política, lle- narraciones criollistas de Juan León Mera, gando a Presidente de la República del ya mencionado Tobar o del ardoroso [CAP.6]). ensayista Juan Montalvo (aquél que [Cap.6] El teatro ecuatoriano surge en 1892, “con su pluma” contribuyó a la elimina- con una comedia costumbrista de Francis- ción física de García Moreno y combatió co Aguirre Guarderas. Cultivaron también acremente contra Ignacio de Veintimilla). el teatro Nicolás Augusto González, Mer- Otras figuras de la prosa de la época son el cedes González, Alberto Correa. Entrado costumbrista José Modesto Espinosa y el el siglo XX, destacaron Carlos Arturo León historiador–lingüista–biógrafo Pedro Fer- y Francisco Villavicencio. Este género lite- mín Cevallos. rario, sin embargo, no es entre los más de- También la poesía fue romántica, sarrollados en Ecuador, pero ha tenido cul- con Dolores Veintimilla de Galindo, cuya tores, de los que se hablará más adelante. angustiada sensibilidad la llevó, joven, al La poesía de principios de siglo se suicidio; con Numa Pompilio Llona, de re- orientó hacia el modernismo, anunciado miniscencias clásicas; con el “intimista” ya por César Borja, traductor de los simbo- Julio Zaldumbide; con Luis Cordero, que listas parnasianos franceses. Y modernistas se interesó en la poesía indígena y compu- son los poetas de “la generación decapita- so él mismo en lengua quichua (desperdi- da” (muertos todos prematuramente, por ciándose como inepto Presidente de la Re- suicidio o enfermedad): Arturo Borja, Er- pública [CAP.6]). En un género literario dife- nesto Noboa y Caamaño, Humberto Fie- rente está Luis Felipe Borja, por su aporte a rro, Medardo Ángel Silva. Siguen asimismo la jurisprudencia internacional. la línea modernista Alfonso Moreno Mora En los años de enlace entre los si- y José María Egas. En pleno desarrollo del glos XIX y XX, la producción literaria ecua- dadaísmo y del creacionismo hispanoame- toriana cuenta con las obras del arzobispo ricano surgen poetas como Hugo Moncayo Federico González Suárez, brillante en va- y César Arroyo. En ese momento poético riados campos científicos, sobre todo en que tuvo Ecuador dentro del modernismo ASPECTOS CULTURALES / 273 surgen también Wenceslao Pareja, J. A. kiano” los problemas y las indecisiones de Falconí Villagómez, Aurora Estrada y Aya- la clase media. José de la Cuadra, narrador la. muy hábil y eficaz, crea una verdadera es- En la novela, tratan de seguir las cuela, a la que pertenecen Joaquín Galle- hormas de la tradición criollista iniciada gos Lara, Enrique Gil Gilbert, Demetrio por Juan León Mera, sus hijos Trajano y Aguilera Malta (quien, más tarde, intentará Eduardo, mientras que José Antonio Cam- también el género teatral), Alfredo Pareja pos (con el seudónimo de “Jack the Rip- Diezcanseco. En la poesía emerge, para per”) describe con penetrante humor críti- quedar sin rival por muchos decenios, Jor- co las costumbres de su tiempo, en nume- ge Carrera Andrade. rosos relatos periodísticos. Luis A. Martí- En los años que siguen – de vacío nez, adelantado a la crítica social y el rea- político en Ecuador, y en el marco de los lismo, sienta las bases para la novela so- graves conflictos internacionales que con- cial, que de allí a poco florecería. De es- fluyeron en la Segunda Guerra Mundial – quema tradicional y corte romántico es la novela y la prosa en general se multipli- Francisco Fálquez Ampuero. Gonzalo Zal- can, con nuevas obras de los autores re- dumbide se distingue por el cuidadosísimo cién mencionados, además de las de Hum- estilo de novelista y de crítico literario. berto Salvador, Pedro Jorge Vera, Enrique Benjamín Carrión destaca, y destacará por Terán, Manuel Muñoz Cueva, Ángel Felicí- largo tiempo, como ensayista y narrador cimo Rojas (ya citado como crítico litera- además de promover la cultura en general. rio), Nelson Estupiñán, Adalberto Ortiz, Como legítimos representantes de la que trata el problema de los negros en pro- crítica literaria hay que citar a Nicolás Ji- sa y poesía, y Jorge Fernández, José Joa- ménez y, en su continuidad, a Ángel Feli- quín Silva, Modesto Chávez Franco, o sea císimo Rojas, Edmundo Ribadeneira, Anto- el cronista por antonomasia del viejo Gua- nio Lloret Bastidas, hasta llegar a la actua- yaquil, y los periodistas Alejandro Carrión, lidad con Galo René Pérez, Hernán Rodrí- Alfonso García Muñoz, Atanasio Viteri, guez Castelo, Lupe Rumazo. quien es también poeta y prosista lírico. En los años de la caída del liberalis- En otros géneros literarios de esa pri- mo y de la “revolución juliana” tiene auge mera mitad del siglo, hay que mencionar a el realismo y la consideración crítica de las Jacinto Jijón y Caamaño por su vasta obra míseras condiciones de existencia para de historia, arqueología y antropología una mayoría de ecuatorianos, y así la no- (cuando no desperdiciaba su tiempo ar- vela cobra nuevo impulso. Tras los prime- mando ejércitos o buscando la presidencia ros intentos renovadores de Fernando Chá- de la República [CAP.6]); a José María Velas- vez en la novela indigenista, irrumpe po- co Ibarra y Carlos Alberto Arroyo del Río deroso Jorge Icaza, para imponerse como (éstos, por el contrario [CAP.6], fueron polí- una de las figuras fundamentales de la lite- ticos más que literatos), que se distinguie- ratura latinoamericana y mundial. Pablo ron sobre todo por la oratoria, apreciada Palacio, en sus cuentos de deshumanizado en aquella época de retórica imperante, humorismo, trata con superrealismo “kaf- impulsada por los fascismos europeos; Ve- 274 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 lasco fue también ensayista y periodista, mencionado novelista Fálquez, César An- con el seudónimo de “Labriolle”. En el drade y Cordero, Francisco Granizo, Enri- campo de la crítica y del ensayo está el je- que Noboa Arízaga, Ignacio Laso, Rafael suita Aurelio Espinosa Pólit. No hay que ol- Díaz, Martín Torres Rodríguez (incansable, vidar al estudioso de la literatura ecuatoria- por decenios, como profesor y periodista, na Isaac J. Barrera (y lo tenga bien en cuen- componiendo himnos, poemarios, música ta el lector deseoso de profundizar el tema para canciones, etc.). mismo que aquí, en pocas páginas, se está Sobre el teatro de aquel período, intentando esquematizar). aunque sea limitado cuantitativamente, lo A partir de 1950 – con el sueño “de- hay de calidad. Autores de ensayo de teatro sarrollista” arengado por los estadouniden- social son Enrique Avellán Ferrés, Ricardo ses, vencedores de la Segunda Guerra Descalzi, Pedro Jorge Vera (quien cuenta Mundial, en un nuevo modelo y estilo de además con una vasta obra en otros géne- dominación burguesa, que en Ecuador fue ros literarios). Con formas de teatro poético instaurado por Galo Plaza [Cap.6] – el in- están los citados poetas Escudero y Tobar, y tenso ritmo de producción narrativa dismi- Augusto Sacoto Arias. En la línea pirande- nuye, en una especie de cansancio, que re- lliana se ubica Humberto Navarro. El teatro quiere nuevo aliento; pero se cuenta toda- psicológico está representado por Enrique vía con nuevas obras de varios entre los Garcés y Jaime Barrera. Teatro metafísico es autores antes citados. Además se publican el de Hernán Rodríguez Castelo. novelas de Arturo Montesinos; cuentos y Mención aparte merece el “teatro poemas de César Dávila Andrade. quiteño” por antonomasia, el de la Compa- Es la poesía la que en aquel momen- ñía Teatral “Gómez–Albán”,19 en la que un to se multiplica, en sus varias expresiones: ambateño de humor cómico irresistible, Er- hay la “intuitiva” de Augusto Arias (quien nesto Albán, fue por un ventenio su ex- es también crítico y prosista); la “refinada” traordinario intérprete, junto con Chavica de Gonzalo Escudero; la “intelectual” de Gómez y otros excelentes actores y actri- Alfredo Gangotena; la “interior” de Miguel ces, con obras compuestas, entre otros, por Ángel Zambrano; la “empeñada”, de Jorge el ya mencionado periodista Alfonso Gar- Enrique Adoum, con ecos nerudianos (pe- cía Muñoz. ro Adoum espaciará en otros géneros lite- Pasada la primera época postbélica, rarios, afrontando los problemas existen- la narrativa tomó nuevo auge con Nela Ro- ciales que afligen al mundo actual). Y son dríguez (que complementaba el trabajo de muchos más los poetas, con diferentes es- Gallegos Lara), así como con Alsino Ramí- tilos y expresiones, que aquí sólo pueden rez Estrada, Iván Égüez, Eliécer Cárdenas, ser enumerados: Francisco Tobar García, Miguel Donoso Pareja; con los cuentos (y Filoteo Samaniego, Aurelio Falconí Villa- no sólo los cuentos) de Marco Antonio Ro- gómez, Manuel M. Palacios Bravo, Gonza- dríguez, Raúl Pérez Torres y Francisco lo Cordero Dávila, Remigio Romero y Cor- Proaño Arandi; con la poesía de Alfonso dero, Carlos Suárez Veintimilla, Miguel Murriagui, Ulises Estrella y Efraín Jara Sánchez Astudillo, Alejandro Gómez, el Hidrobo. ASPECTOS CULTURALES / 275

Entre los autores de libros de corte gía hay nombres bien conocidos como Pie- periodístico se pueden citar: Jorge Ribade- dad Peñaherrera y Alfredo Costales, Leo- neira Araujo, por sus reportajes históricos y poldo Benites, Emilio Bonifaz. políticos; Bruno Stornaiolo, espaciando en Se podría añadir que en Ecuador ha el deporte, la psicología y la ciencia fic- habido y hay estudiosos de valor en los va- ción; Carlos Calderón Chico, estudioso e rios campos del saber humano: las ciencias investigador de literatura y de socioecono- puras y aplicadas, la técnica, la filosofía, mía; Jaime Galarza Zavala, valiente oposi- las matemáticas. Si muy poco se conoce es tor de las injusticias y de los abusos de los porque el medio en sí no ayuda a que se potentes. No hay que olvidar a quienes, en produzcan obras originales o, cuando las vez de las letras, han usado el dibujo, la hay, obstaculiza su difusión. caricatura, para fustigar eficazmente las malas costumbres, destacando nombres Expresiones culturales autócto- como el de Asdrúbal (de la Torre), de Ro- nas.20 En el “inventario” del patrimonio que (Maldonado), y otros más. cultural ecuatoriano, no hay que descuidar En los últimos años los autores se aquellas expresiones, aún presentes que han multiplicado, y con obras de gran ca- permiten entrever las antiguas culturas au- lidad en los varios campos de la literatura; tóctonas. pero en este mero inventario hay sólo que A más de un atroz genocidio [CAP.2] citar nombres de escritores de calidad has- el impacto europeo–cristiano causó en to- ta aquí todavía no mencionados, como los da América el etnocidio generalizado. Sin de Alicia Yánez Cossío, Carlos Reyes Re- embargo, algunos elementos de las cultu- yes, Patricia Varas, Aminta Buenaño, Euge- ras autóctonas lograron sobrevivir, para ir- nia Viteri, Jorge Velasco Mackenzie, Carlos se filtrando a lo largo de los siglos. Conta- Béjar Portilla, Guido Jail, Juan Manuel Ro- minados, sin duda, de elementos extraños, dríguez, Fernando Tinajero, Jorge Dávila se han reducido a menudo a rituales espu- Vázquez, Abdón Udibia, Argentina Chiri- rios de un sincretismo “católico–heliocráti- boga, Carlos Carrión, Natasha Salguero, co”. Especialmente en el callejón interan- Olivia Casares, pidiendo disculpas por los dino hay numerosas fiestas y autos popula- nombres que indudablemente se me res, que sólo en los últimos decenios se ha habrán olvidado. intentando interpretar, para descifrar el pa- Han aparecido también algunas sado. obras de investigación en varios campos Así como la ya mencionada fiesta de de las ciencias, las artes y el pensamiento los “corazas”,21 análogas representaciones humano, consiguiendo fama internacional. proliferan, esparcidas por el país y dispues- En las ciencias naturales están Plutarco tas según las fiestas del calendario católi- Naranjo, Misael Acosta Solís y Rodigo co: en los días de Navidad hay “capora- Fierro. En la economía de tipo “clásico”, les”, “reyes” y “curiquingues”; para la fies- Oswaldo Hurtado (que fue también Presi- ta de la Virgen de las Mercedes, en Lata- dente de la República [CAP.6]) y en la de ti- cunga hay la “mama negra”, “huacos” y po “progresista”, René Báez. En la sociolo- “yumbos”; para San Pedro y San Pablo hay 276 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000

“aricuchicos”, “tupigachis”, “guaraquíes”; cha”, “leche tigre”, “mote”, “champuz”, el 2 de noviembre, “las almas santas”. Ade- “pata”, “hornado”, etc., etc. más de “corazas”, en Imbabura se pueden admirar los “sanjuanes”. Deporte. Lo que se ha dicho ya so- Sería muy largo describir estas ma- bre las dificultades que impone el ambien- nifestaciones, y muchísimas otras más (de te en el desarrollo de las varias actividades las que, desdichadamente, numerosas han culturales, se puede aplicar con mayor ra- terminado ya en el olvido). Hay que recor- zón al deporte. En Ecuador se practica, y dar que en todas quedan vestigios del pa- mucho, cada actividad deportiva y atlética. sado, lo que merecería un estudio profun- Pero faltan aquellos especiales instrumen- dizado. Abundan los enmascarados, que tos y medios técnicos que sirven para reto- dan vida a un verdadero teatro de pueblo, car la ejecución, medir, controlar, además con indumentaria vistosa. Para dar un de los expertísimos instructores que sepan ejemplo, en la fiesta de Corpus Christi, los utilizarlos y así mejorar el rendimiento “danzantes” bailan incansablemente du- atlético, fisiológico y psicológico del de- rante horas, y a veces días, al son de “bom- portista. A este factor cualitativo hay que bos” y “pingullos”; se utilizan máscaras de agregar el cuantitativo, que es el de contar malla de alambre, o de paño y barro, y, a con un elevado número de individuos, de manera de cabello, se colocan mechones los que se puedan seleccionar los ases, los de fibra de cabuya teñida en varios colo- grandes campeones. res; entre las prendas de brocado, ricamen- Entre un buen deportista y un as la te bordadas, destacan la “pechera”, el “ta- diferencia es pequeña, pero crucial. Un hali,” el “delantero”, los “volachis” y, más entrenador argentino de fútbol explicaba vistosa de todas, la “huma” o “cabezal”, que un “buen jugador” y un “crack” (como que es una gran armazón de madera forra- se dice allá) son casi iguales en sus movi- da con telas multicolores, papel plateado y mientos, en su dribbling, en sus ejecucio- una infinidad de pequeños adornos, rema- nes; y si tiran hacia el palo del gol, ambos tada en la parte superior por tres plumaji- pueden fallar por poco; pero el “buen juga- nes, robados a un pavo real. dor” falla mandando el balón hacia afuera Estrepitosos “voladores”, “camare- y el “crack” mandándolo hacia adentro de tas”, “cuetes” y “truenos”, monumentales la red. Cosas parecidas podrían decirse en “castillos” y demás juegos pirotécnicos relación de cualquier otro deporte. dan animación a las celebraciones. Entra- No obstante todo, existieron, y exis- da la noche, se quema abundante chamiza ten todavía, las grandes glorias del deporte (hojarasca seca) y, a los acordes de un to- ecuatoriano: en algunos casos, por haber no que interpreta la banda de música, bai- tenido la oportunidad de perfeccionarse en la y corre desenfrenada la “vaca loca”. La el extranjero; en otros por sus propias gran- gastronomía hace su aparición con la va- des dotes, innatas, capaces de superar riedad de comidas y bebidas especiales, cualquier obstáculo. Indicar todos los que se preparan para cada ocasión: “chi- nombres que merecerían ser mencionados ECUADOR Y LATINOAMÉRICA / 277 es tarea ardua. Baste aquí indicar los más conocidos a nivel internacional. La realidad ecuatoriana es un ele- Francisco Segura Cano, o más bien mento de la realidad general latinoameri- Pancho Segura, en el tenis, ganó todo, y cana. Para finalizar el cuadro hasta aquí fue uno de los fundadores del profesiona- trazado, hay que encajarlo en el conjunto lismo, llegando, con Jack Kramer, a cam- de los 21 países: 1 en Norteamérica, 6 en peón mundial de dobles, para alcanzar Centroamérica, 4 en las Antillas y 10 en luego también el de singles; en el tenis, Sudamérica). Entre todos cubren 19 millo- también, han destacado Andrés Gómez y nes de kilómetros cuadrados, y de manera Nicolás Lapentti. La natación cuenta con muy desigual, en una gama que va desde nombres como Luis Alcívar Elizalde, Car- el Brasil, con sus 8,5 millones, hasta Puer- los Luis y Abel Gilbert, Ricardo Planasi, to Rico – ¡mil veces más pequeño! – con Jorge Delgado Panchana y Mariuxi Febres– 9.000. Ecuador, aun representando apenas Cordero Cordovez, además de Galo el 1,3% de la superficie total, resulta ser un Yépez, conquistador del canal de la man- país intermedio (32 veces más chico que cha. En el fútbol, los numerosos nombres Brasil y 30 veces más grande que Puerto mencionables pueden ser representados Rico), ocupando el 10º lugar, es decir que con los de Alfonso Suárez Pizzo, Enrique hay 11 países todavía menos extendidos. Álvarez, Alberto Spencer, Polo Carrera, La población de Latinoamérica ha supera- Alex Aguinaga, Luis Capurro, Jaime Kavie- do ya los 450 millones de habitantes, de des. En el box destacan, en los varios pe- los que un tercio son brasileños, mientras sos, Manuel Casares “el Cachorro”, Luis que brasileños y mejicanos puestos juntos Castillo, Miguel Herrera, Jaime Balladares, constituyen más de la mitad; Ecuador, con- Eugenio Espinoza, Ángel Sanchez, mien- tando con el 2,5% de la población total, tras que en el tae kwon-do Geraldi está en el 9º lugar, y hay por lo tanto 12 Altamirano. En el basketball están Pablo países que son menos poblados. Sandiford y de su hermana Jacinta; pero Además de tal extrema heterogenei- ella no practicó sólo este deporte, llegando dad, los países latinoamericanos se distin- a ser, tal vez, la más completa atleta feme- guen entre sí por variados contrastes: (1) nina del país. Y en el atletismo mismo, en ambientales y climáticos: hay trópico, zo- el pasado hubo Carola Castro, “la Flechita na templada y zona antártica; hay desiertos de Oro”; sobresalen, además Martha Teno- y selvas; hay mar y montaña; (2) culturales: rio, Rolando Vera y Jefferson Pérez (que hay países de antiguas raíces, como los an- cumplió con la gran empresa, en 1996, de dinos y mesoamericanos, o carentes de tra- dar al Ecuador su primera medalla de oro diciones autóctonas, como Argentina; (3) olímpica). También el ciclismo cuenta con económicos, según los varios niveles del el nombre de Mario Pons. En deportes algo arbitrariamente llamado “sub–desarro- diferentes, hay que recordar a Galo Legar- llo”;22 (4) étnicos, por el predominio, en da en el billar y Olavo Yépez en ajedrez. cada caso, de amerindios, de mestizos, de blancos o de afroamericanos. Ecuador y Latinoamérica 278 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 ECUADOR Y LATINOAMÉRICA / 279

Pero hay también entre todos estos jarse imponer mercaderías e ideas y para países varias homogeneidades: (1) una ceder barato sus riquezas. Internamente misma matriz histórica, que engloba al co- [CAP.6], se crearon castas de “caudillos” y lonialismo europeo; (2) la misma lengua, el oligarquías de “gamonales”, vinculados castellano, en 19 de ellos (con el portugués casi por regla general a los intereses ex- en el Brasil y el francés en Haití); (3) la mis- tranjeros. Para allanar todavía más la obra, ma religión crisriana (católica principal- era menester embaucar con lo irracional al mente), junto con muchas costumbres, vie- pueblo. Así, inculcándole la retórica del jas y nuevas, que se han entremezclado. patriotismo, del honor sagrado de las fron- Los une, además, (4) un hermanazgo ideal, teras, de la bandera, se suscitó el chauvi- encauzado contra las imposiciones cultu- nismo (que en Latinoamérica cunde hasta rales y económicas del mundo europeo y en los ambientes de izquierda), muy útil estadounidense. En fin, (5) los países lati- para encubrir las verdaderas causas de la noamericanos están aunados en su pecu- miseria. Inculcándole además el fanatismo liaridad de ser fundamentalmente econo- religioso, se suscitó la resignación, con la mías exportadoras de bienes mineros o que se acepta en paz esa misma condición agrícolas, aunque algunos – Brasil, Méxi- de miseria, y se deja explotar en silencio, co, Argentina, Chile, Colombia – se hayan sin protestar. ido diversificando, por haber llegado antes Con las grandes masas abandonadas que los demás a un cierto nivel de indus- en la pobreza, la resignación y el analfabe- trialización. tismo (y esto último las excluía del voto), Los países latinoamericanos – libe- entre los grupos de poder político y econó- rándose políticamente de las metrópolis mico (nacionales y extranjeros; civiles, mi- española o portuguesa (o francesa, para litares o religiosos) se desencadenó la lu- Haití), y comercialmente de los mercados cha por la hegemonía, llevando a esa típi- de Cádiz o Lisboa – pasaron directamente ca inestabilidad política que dura hasta la a ser explotados en manera sistemática por fecha, y que se ha traducido en una retahí- los capitalistas de otros centros europeos, la de golpes de Estado (Bolivia, a solas, os- especialmente Londres. Los nuevos Esta- tenta un promedio de un golpe por cada dos independientes resultaron clientes de- año de vida republicana), o en largas tira- masiado ingenuos para los industriales y nías personales (baste recordar aquéllas de banqueros del “viejo continente”. Así, por José Gaspar Rodríguez de Francia, Juan ejemplo, los ingleses aun lograron vender Manuel Rosas, Porfirio Díaz, Rafael Leoni- caro a México, en 1821, el gastadísimo das Trujillo, Alfredo Stroessner) y aun fami- material de guerra que habían empleado liares (como las de los López, de los Duva- en la batalla de Waterloo. lier, de los Somoza). Con el proceso de “balcanización” Por doquiera se crearon ejércitos [CAP.5] – estimulado fuertemente por Euro- enormes [CAP.5], que a menudo devoraron pa y por la creciente potencia de los Esta- – insensibles al hambre de las multitudes – dos Unidos – quedaron aún más inermes hasta el 70% del presupuesto nacional, los nuevos Estados fraccionados, para de- mientras que la Iglesia y unos cuantos “ga- 280 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 monales” se apropiaban de las mejores tie- garon, así, al continente americano en la rras. El caso de Ecuador (examinado en es- segunda mitad del siglo XIX, para el culti- te mismo capítulo, al hablar de su estructu- vo del algodón, del azúcar, del tabaco, pa- ra económica), con latifundios que abar- ra la construcción de ferrocarriles, para el can el 65% de las tierras, poseídas por el trabajo de minas, etc. El Perú fue un clien- 2% de la población, no es de ningún mo- te muy especial: allá llegaron 90 mil coo- do el peor de Latinoamérica. lies para la repugnante faena de recoger Para trabajar tales tierras, en mu- guano, en condiciones tan espantosas que chos países se disponía de mano de obra se verificaron suicidios colectivos. casi gratis: los indios. Allí donde los indios La inmigración de europeos, así co- habían sido diezmados, llegaron inmigran- mo de asiáticos del Cercano Oriente, que tes pobres de Europa (ya no exclusivamen- en los primeros tiempos después de la in- te españoles o portugueses) y de Asia Me- dependencia constituyeron un número nor. Para los trabajos más duros fueron em- modesto, creció enormemente cuando, en pleados los esclavos traídos de África, ya 1880, se organizó la navegación a vapor desde la época colonial (el comercio de es- también para Sudamérica [INTROD.], con el clavos, empezado por los portugueses, fue objeto de desviar toda aquella mano de luego incrementado inmensamente por los obra que era excedente para los Estados ingleses).23 Unidos. Multitudes de italianos, portugue- Cuando adquirir esclavos negros co- ses, españoles, alemanes, eslavos, británi- menzó a ser considerado ilegal o inmoral, cos, escandinavos, griegos, turcos, libane- la inefable “civilización” europeo–cristia- ses llegaron a las escalas del Atlántico me- na recorrió a servirse de coolies chinos, ridional y se difundieron por Argentina, obligados por el hambre, la miseria y las Brasil, Uruguay, Chile y Paraguay, arrasan- calamidades de la “Guerra de los Taiping”, do como la langosta, en vastas zonas, el imponiéndoles ignominiosos contratos, antiguo orden constituido. Los campos co- que en práctica los esclavizaba por diez, menzaron a despoblarse, y lo que los legu- doce y hasta quince años (cuando no falle- leyos no habían podido hacer para despo- cían antes). Si escaseaban estos “volunta- jar las tierras a los campesinos, fue conse- rios”, entonces bandas armadas, que goza- guido por los inmigrantes. Muchos hicie- ban de la protección de la policía colonial ron su fortuna, y a menudo la fortuna del portuguesa de Maçao, capturaban a los país que los acogió, sin miramientos para coolies según el número requerido para el con nadie, sacrificando a los grupos más “despacho” regular, que realizaban buques pobres y débiles. ingleses, italianos, portugueses, apretuján- También las presiones externas au- doles durante travesías de 100 ó 120 días, mentaban con el desarrollo de las repúbli- en las que muchos morían. Comercialmen- cas americanas, y los ingleses solían caño- te, la merma estaba calculada, pues cada near los puertos cuando no se les obede- ser humano había sido comprado en 2 dó- cía. Eran expertos en provocar guerras, se- lares y vendido en 500 a las empresas gún la conveniencia de sus empresas co- clientes. Centenares de miles de chinos lle- merciales, que estaban explotando los di- ECUADOR Y LATINOAMÉRICA / 281 ferentes recursos, como el salitre o el pe- lares anuales. Para que tales inversiones lo- tróleo, o simplemente para venderles ar- grasen el mayor provecho posible, desde mas. Los estadounidenses resultaron más un principio había sido necesario progra- eficientes que sus maestros: mandaban los mar los monocultivos, asignando a cada marines a desembarcar donde se requería país, o región, un determinado producto, una rápida solución a cualquier interferen- en menoscabo de todos los demás. Para es- cia en sus planes. Aplicaban también otros to no se escatimaron medios: por ejemplo, métodos: con fajos de dólares se compra- los estadounidenses destruyeron en Cuba ban hombres políticos. Fue así que obtu- inmensas riquezas de bosques, botando los vieron [CAP.5] la desmembración de las árboles al mar, para disponer de mucho es- Provincias Unidas de Centroamérica; la se- pacio para cultivar caña de azúcar. cesión de Texas de México (anexándoselo La posible prosperidad que un país luego); la de Panamá de Colombia, para podía contar con su monoproducto estaba construirse un canal que permitiese no só- sometida a las oscilaciones del mercado, y lo buenos proventos, sino también un ma- muchas han sido las veces que esto se tra- yor control sobre su “zona de reserva”. De dujo en terribles crisis económicas. Re- ser menester, entraban directamente en cuérdese el caso mismo de Ecuador [CAP.6], guerra, como contra España, para arreba- que con el cacao marcó una de sus pocas tarle sus últimas colonias: las Filipinas, Cu- fases de prosperidad, pero que terminó por ba y Puerto Rico. hundir la economía y el mismo régimen Cuando los ingleses, los norteameri- político entonces vigente, abriendo una canos o los capitales internacionales han prolongada inestabilidad de hegemonía. provocado guerras entre países, lo han he- Este no es un caso señero, sino más bien la cho sin escrúpulos de que tantos jóvenes regla general en Latinoamérica, y sería de- fuesen a ser inmolados, sobre todo tratán- masiado largo sólo enumerar todas las vici- dose de pobres campesinos, entrenados al situdes de países que han tenido que pade- vuelo a ponerse un fusil al hombro (baste cer por su caucho, estaño, guano, café, recordar que, en los años ’30, por una pre- quebracho, petróleo, ganado vacuno, sali- sunta existencia de petróleo en el Chaco, tre, azúcar, cacao, banano, mate, madera, en tres años murieron 67.000 bolivianos y ovejas, tagua, dejando enteras poblaciones 35.000 paraguayos, obviamente de las cla- en la más profunda miseria, obligándolas a ses más necesitadas). menudo a migrar hacia las ciudades, para Ya a comienzos del siglo XX los Es- ir sumándose a los desempleados crónicos tados Unidos tenían bien organizados sus y agolpar aún más sus bidonvilles. negocios. En 1916 invirtieron en Latinoa- En este inhumano juego intervienen mérica 1.200 millones de dólares, para au- hoy unas 3.000 compañías norteamerica- mentar paulatinamente hasta los 4.700 mi- nas, por medio de sus subsidiarias en Lati- llones de 1950, y, acelerando, llegar a los noamérica, pero es en sólo unas 140 de 20.000 millones de 1975. Creciendo aún, ellas que se concentra el 90% de las inver- en los decenios ’80 y ’90, las cifras tocan siones directas. Tomando datos no muy le- los centenares de miles de millones de dó- janos, los ya mencionados 20 mil millones 282 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 de dólares de capital privado USA, inverti- dustrial, debida por un lado a la progresiva do en 1975, correspondían al 62% de las y sostenida penetración de capital sobre inversiones directas en el “Tercer Mundo” todo USA, pero también japonés y euro- y al 20% de las del mundo entero. Súmen- peo, y por el otro lado al agotamiento del se a esto los capitales japoneses y euro- proceso que contemplaba el reemplazo de peos (todavía muy modestos, entonces, en bienes previamente importados, por medio relación con los norteamericanos, pero de fábricas locales puestas en función du- que han ido en continuo ascenso), los que rante la guerra, demostrándose vanos tam- contribuyen a la depredación de las rique- bién los esfuerzos de los gobiernos latinoa- zas. Para ilustrar mejor el nivel de depen- mericanos de crear una industria de base, dencia en el que yace Latinoamérica, nóte- puesto que aún dependían económica y se que, entre sus 100 empresas más pode- tecnológicamente de los centros de domi- rosas, 60 son claramente filiales de firmas nación capitalista mundial, y contaban so- monopolistas internacionales, casi siempre bre mercados nacionales demasiado res- de base estadounidense. tringidos para poder asegurar una salida a Esta situación, de prona subordina- este tipo de producción, teniendo en cuen- ción a las exigencias de las economías do- ta, además, que grandes masas quedaban minantes, se exasperó sobre todo después excluidas del mercado (el caso de Ecuador de la Segunda Guerra Mundial, debido a del 50% de marginación no es único). varios factores concomitantes: (1) el au- Una tras otra, según el grado de pe- mento de la tasa demográfica en Latinoa- netración capitalista, todas las economías mérica, que entre 1945-50 y 1955-60 pasó latinoamericanas fueron a parar a la fase de 1,5 a 1,9 anual; (2) el desarrollo acele- crítica del estancamiento, con las consi- rado del mundo industrializado, con los guientes dificultades en la balanza de pa- “milagros económicos” del Japón y de Eu- gos (de lo que, por ejemplo, Argentina y ropa Occidental y con el salto cualitativo y Uruguay, que fueron sólidas economías cuantitativo de la industria de los Estados agrario-pastorales, no lograron levantarse Unidos, lo que, combinándose con el pri- por varios decenios); con años de aguda mer factor, condujo a la disminución del inestabilidad y problemas de inflación (co- desarrollo económico latinoamericano, mo para Brasil, Chile y, en grado menor, para hacer menguar la renta nacional, en- varios otros países); con la intensificación tre 1945-50 y 1955-60, de 2,7% a 1,7% de anomalías y contrastes (en Venezuela se anual; (3) el decaimiento del comercio ex- llegó a tener que importar pan y, mientras terior: si entre 1950 y 1960 las exportacio- que legiones de extranjeros llegaban para nes de Latinoamérica crecieron de 6,5 a hacer fortuna con el petróleo, muchedum- 8,6 mil millones de dólares, las importa- bres de desempleados venezolanos queda- ciones aumentaron aún más, de 5,4 a 8,2 ban a un nivel de subalimentación entre mil millones, y para cubrir el déficit se fa- los más graves del mundo). Ecuador, don- vorecieron mayores inversiones de capital de la agresión capitalista había sido muy extranjero y se obtuvieron nuevos présta- modesta, estuvo entre los últimos que sin- mos; (4) la caída de la tasa de desarrollo in- ECUADOR Y LATINOAMÉRICA / 283 tió los efectos del proceso de degenera- Ya antes se trató de poner remedio a ción, durante los años ’70 [CAP.6]. esta situación con la creación de organiza- Al agravarse la situación general se ciones económicas internacionales, como presentó una contradicción de fondo. Por el MCC (Mercado Común Centroamericano) un lado, se había producido en Latinoamé- o la ALALC (Asociación Latinoamericana de rica un aumento considerable, en valores Libre Comercio). De índole eminentemen- absolutos, de la producción industrial, con te comercial, la ALALC se limitó a las nego- la consecuencia de hacer crecer al proleta- ciaciones arancelarias y a la liberación del riado y al subproletariado. Por el otro lado, comercio exterior mediante acuerdos que la disparidad con los países ricos se había debían eliminar progresivamente las barre- acrecentado, y por lo mismo aumentó el ras en los intercambios interzonales. Cons- así llamado “sub–desarrollo”. Vinieron a tatando el estancamiento de la ALALC, Chi- polarizarse los contrastes entre la clase me- le, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia dia urbana, bastante próspera por su cuen- constituyeron en 1969 el “Grupo Andino”. ta, y las masas de campesinos, obreros y Como fines teóricos se proponían: armoni- subproletarios, cuyas condiciones de ex- zar las políticas económicas y sociales de trema miseria se habían acentuado, exas- los países miembros; liberalizar las adua- perándose además las tensiones sociales. nas mediante la eliminación de graváme- El capitalismo, por su misma idio- nes y restricciones; establecer un arancel sincrasia, no puede resolver tal problema, externo común; ejecutar un programa de y aun queriendo creer en la buena volun- desarrollo agropecuario; integrar, en fin, tad de pactos como la “Alianza para el políticamente a los cinco países. En este Progreso” de Kennedy, todo resulta estéril, acuerdo Ecuador y Bolivia debían gozar de siempre que, al contrario, no provoque da- un trato aventajado, en cuanto naciones de ños. A las economías latinoamericanas se menor desarrollo relativo. dejó que continuasen dependiendo de la Todas estas medidas de salvamento exportación de uno o dos productos prin- económico no iban, pues, más allá de la cipales; sus industrias siguieron siendo do- teoría y, sea como sea, no habrían resuelto minadas por empresas extranjeras o por los la situación, porque en los años ’60 se si- capitales privados de las burguesías, y las guió dando prioridad al desarrollo indus- ganancias se disiparon todavía más, yendo trial, a pesar de la aparición de una ten- a parar en su mayor parte en bancos de los dencia política económica menos sectorial Estados Unidos. Por esto, también, la in- y más global, cuyo instrumento es la pro- dustrialización no ha podido garantizar un gramación. De todas maneras, gracias a es- desarrollo racional, y las alteraciones del ta nueva orientación, por lo menos volvió mercado han provocado, muy a menudo, a plantearse el problema de la estructura el desempleo de masa, que en los años ’70 agraria. Los partidarios de esta política llegó a niveles inimaginables, porque la comprendieron, sin embargo, que una in- producción industrial se saturó y no se en- tervención estatal en la agricultura habría contraron salidas. conducido a un choque frontal con las oli- garquías. Para evitarlo, se trató de plantear 284 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 una política reformista de tipo moderado, El profundo malestar de los subpro- que tenía como propósito principal el de letarios abrió posibilidades a las formacio- intervenir en la estructura agraria para au- nes políticas de izquierda, aunque también mentar la producción. Este planteamiento – dado el escaso nivel de concienciación – productivo se reveló muy pronto, en los al populismo demagógico de derecha. Los países donde fue aplicado, un gran fracaso, campesinos, asimismo, fueron afectados ya que una reforma agraria así concebida por un considerable deterioro de sus con- requería de fuertes capitales que los go- diciones de vida, sobre todo en los países biernos no estaban en condiciones de in- donde se trató de aplicar la reforma agra- vertir y que no lograban obtener en présta- ria, porque tal reforma acabó por destruir mos de los Estados Unidos. las relaciones de tipo feudal existentes en Las ilusiones reformistas habían las grandes propiedades (como sucedió naufragado en una situación de desarrollo con el ya mencionado caso de Ecuador, de demográfico excesivo y desarrollo econó- “huasipungueros” convertidos, en teoría, mico escaso. Con la migración de grandes en agricultores independientes), acentuan- masas, que abandonaban los campos para do la proletarización de las masas campe- ir a las ciudades, se provocó un estanca- sinas. Subproletarios y campesinos, suma- miento de la población activa en las zonas dos a la clase obrera, establecían numéri- rurales, mientras que la población activa camente una fuerte hipoteca sobre el or- de las zonas urbanas aumentaba en mane- den político reinante. ra desproporcionada, sobre todo en el sec- Las clases medias, después del fra- tor terciario (fenómeno, éste, generalizado caso de la política reformista, entraron en para toda Latinoamérica, conforme al aná- crisis, terminando, o por querer vivificar lisis particular presentado, páginas atrás, tendencias favorables a la conservación sobre Ecuador). del orden logrado en los años ’50, o bien En Latinoamérica las capitales y los por radicalizarse, apoyando soluciones po- puertos principales crecieron monstruosa- líticas de rotura. mente. De cualquier país que e trate, tales Por lo que se refiere a las oligar- ciudades hoy absorben entre el 20 y el quías, reforzadas por el nuevo poder eco- 40% de su población. Así que, con una ur- nómico conquistado en el período ante- banización más vigorosa que la expansión rior, las más iluminadas terminaron por productiva, la capa social que se desarro- aceptar parcialmente las soluciones refor- lló más velozmente fue el subproletariado mistas. Esta aceptación se tradujo en el urbano, llegando a ser más numeroso que progresivo abandono de los partidos tradi- la clase obrera, por lo que no pudo seguir cionales (el Conservador y el Liberal, am- siendo ignorado por los gobiernos. Se in- bos ya colocados netamente a la derecha), tentó (o se simuló) mejorar las condiciones en favor de los partidos políticos de la cla- de estas masas humanas, proveyendo de se media, como la “Democracia Cristia- uno que otro servicio a sus bidonvilles, pe- na”, que era la alternativa ofrecida por el ro eludiendo el problema fundamental, capitalismo europeo al modelo estadouni- que era el de proporcionarles trabajo. dense. ECUADOR Y LATINOAMÉRICA / 285

La radicalización de la lucha políti- jo: contrariados por no haber podido con- ca, que había encontrado una primera sa- trolar la revolución de Fidel Castro, los Es- lida en la Revolución Cubana, se manifes- tados Unidos tomaron ahora buenas pre- tó con el desencadenarse de guerrillas ru- cauciones para que no se produjese una rales en Venezuela, Guatemala, Colombia, “segunda Cuba”, y, tras su intervención de- Perú, y urbanas en Uruguay y Brasil. En los cidida, comenzaron a menguar las guerri- años ’60 casi todos los países latinoameri- llas. canos parecían encontrarse en estado de Mientras tanto Chile, optando con guerra, incluso aquéllos (como Ecuador) Salvador Allende por “el voto y no el fusil”, donde la guerrilla no logró progresar. se desguarneció ante la reacción, para El creciente malestar económico y convertirse en campo de una carnicería, social no sólo radicalizó las componentes que, según el propósito de sus promotores, sociales más expuestas al persistente dese- debía servir como escarmiento para toda quilibrio económico, sino que hizo que al- Latinoamérica. Perú, Ecuador y Panamá, gunos sectores de las oligarquías se diesen de su parte, intentaron la vía militar–popu- cuenta de que convenía establecer un nue- lista, pero nuevas juntas [CAP.6] desbarata- vo orden político, social y económico. ron lo poco de reformas que se habían lo- También las Fuerzas Armadas y la Iglesia grado aviar. Los partidos de izquierda y los tuvieron que reexaminar sus estrategias: las sindicatos, aunque mejor organizados que primeras, asumiendo institucionalmente la antes, no encontraron más aquel cemento responsabilidad de guiar políticamente a ideal que los había unido para el control sus respectivos países (y no más, como en de las inmensas energías humanas latentes. el pasado, de ejercer una simple función Desde el frente opuesto, las fuerzas arbitral), y esto se prueba con la prolifera- de la reacción erigían sus bastiones. Los ción de los gobiernos militares a partir de militares consolidaron el poder en muchos 1963; la Iglesia de Roma, constatando con países, para garantizar la preservación de el “Concilio Vaticano II” la bancarrota de la “civilización occidental y cristiana”, no su política centralizadora y teniendo, ade- desdeñando cualquier práctica para lograr más, que hacer cuentas con la concientiza- tal objetivo, incluso el secuestro y la tortu- ción de una buena parte del clero latinoa- ra. La Iglesia frenó cada entusiasmo, pri- mericano, consecuencia de su experiencia mero con Paulo VI, que en Colombia pre- directa en los acrecentados padecimientos dicó la resignación, y luego en un crescen- y humillaciones de enormes masas deshe- do con Juan Pablo II, que, viajando a Mé- redadas. xico y a otros países del continente, trató Los años ’60 se caracterizaron por el siempre con prioridad de refrenar a los trastorno de antiguos valores, dando la ilu- obispos en su búsqueda de justicia social. sión de que el mundo, al fin, se encamina- Los capitales extranjeros penetraron con ba hacia la construcción de una sociedad mayor destreza, bien programados ya con más justa, capaz de mejorar las condicio- la utilización de avanzados sistemas infor- nes de vida de las capas más pobres. Los máticos. El nuevo “gamonalismo” multimi- años ’70, en cambio, significaron el reflu- 286 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000 llonario, en fin, aplicó sin escrúpulos los trializado: Estados Unidos, Japón y Europa métodos más actuales de opresión. Occidental. Más allá de sus específicas Si los años ’70 representan, pues, el cristalizaciones, ambos procesos han lle- reflujo, con los años ‘80 se llega a la casi vado a una creciente marginación del “sur estaticidad en las acciones revoluciona- del mundo” (lo que concierne también a rias, a la “despolitización” generalizada considerables cuotas de poblaciones po- (con numerosos ex–izquierdistas renegan- bres en el ámbito de los países ricos, ten- do sus ideas y, con el pretexto del fracaso dencia ésta que Noam Chomsky ha llama- de los partidos de izquierda, rechazando do “tercermundialización del Primer Mun- su propia ulterior acción). Quedaba enton- do”). ces (a parte de Cuba, naturalmente) el go- Dicha marginación – reconocida y bierno “sandinista” de Nicaragua, en una consagrada por la Conferencia Mundial de lucha desigual contra la prepotencia de los Copenhague, en 1995, sobre la pobreza Estados Unidos, hasta que terminó por del planeta – tiene origen, a su vez, en dos caer, y el país volvió a la triste “normali- clases de situaciones de la economía inter- dad” de antes y a la de sus vecinos, pero en nacional contemporánea. La primera es una condición económica desastrosa, por- aquélla provocada por la gran aceleración que, no pudiendo ser completada la revo- de los últimos años en innovaciones tecno- lución, se desperdició lo que fue invertido lógicas, aplicadas en gran escala por Ja- para crear un futuro diferente, mejor. pón, Estados Unidos y Europa Occidental Desde el punto de vista latinoameri- (además de algunas nacientes potencias cano tout court, los años ‘80 vieron hun- económicas, sobre todo en Asia), que se dirse económicamente a casi todos los paí- pueden resumir en los siguientes renglo- ses, endeudados a tal punto que sus ente- nes: robótica, nuevos materiales, comuni- ros presupuestos nacionales no habrían caciones, exploración de fondos marinos, bastado para pagar siquiera los intereses. micro–tecnología, bío–tecnología. Se trata México, Brasil y Argentina hicieron banca- de cambios tecnológicos destinados a rrota, para ser salvados por los bancos in- reemplazar el modelo de producción del ternacionales, por pura conveniencia es- pasado (conocido como “fordismo”) en los tratégica de los centros de decisión del ca- núcleos principales de la economía mun- pitalismo. dial, y que, por lo que concierne a los paí- En los años ’90, cuando está por ce- ses latinoamericanos, están creando ya rrarse nuestro siglo (y milenio), la escena una depreciación de las exportaciones de político–económica internacional está ca- materias primas. racterizada, como analiza René Báez, por La segunda clase de situaciones des- dos grandes procesos: (1) la conclusión del favorables tiene que ver con la sofocación bipolarismo, nacido con la Segunda Gue- financiera, “institucionalizada”, aplicada rra Mundial, con la “guerra fría” y la repar- por el capitalismo a todo el “Tercer Mun- tición de zonas de influencia de parte de do”, pero especialmente a Latinoamérica. las dos superpotencias; (2) la integración Esto deriva del pago de intereses de una de los grandes bloques del mundo indus- deuda astronómica y de otras obligaciones ECUADOR Y LATINOAMÉRICA / 287 debidas al capital extranjero (ya se dijo, al cos, sociales y políticos anhelados por las discutir sobre los años ’80, de la bancarro- clases trabajadoras. ta sobre todo de México, cuyo presupues- En su política imperial, los Estados to nacional no hubiera alcanzado ni para Unidos (ya en los años ’60) había adjudi- saldar los intereses). Lo que, junto con las cado al Brasil la función de agencia de in- pérdidas comerciales, ha galvanizado una tegración, para organizar a los países suda- situación de neocolonialismo, desdeñosa- mericanos en zonas privadas de explota- mente definida por George Bush, cuando ción. La influencia del Brasil sobre Bolivia, fue Presidente de los Estados Unidos, co- Paraguay y Uruguay llegó a adquirir carac- mo “Nuevo Orden Mundial”. terísticas de una verdadera satelización, re- En el campo estrictamente político, sultando también muy fuerte en Chile; una estos años ’90 aparecen marcados por el cierta penetración se produjo en Guyana, fuerte símbolo de la caída del muro de Ber- Colombia, Ecuador y Perú. En una tal ope- lín y por el colapso del así llamado “socia- ración, todos los métodos son válidos: ex- lismo real”, lo que para los países del sur plotar el petróleo, instalar complejos side- del mundo constituyó la disolución de un rúrgicos y grandes centrales hidroeléctri- paradigma que permitía imaginar un futuro cas, construir carreteras intercontinentales, de esperanza para estos pueblos. enviar misiones militares, económicas y políticas, plantear la integración financie- \ \ \ ra. Hoy día, con la intervención directa de El cuadro general de Latinoamérica, las empresas de capital extranjero, la situa- hoy día, es el de tremendos contrastes, ma- ción ha sido en gran parte superada. yores que en cualquier época del pasado, Con Cuba, reducida a condiciones y que siguen creciendo. Fábricas moder- calamitosas después del desmoronamiento nas, hermosísimas áreas urbanas y cons- de la Unión Soviética, y alejados por el trucciones espectaculares coexisten con la momento los temores sobre otras posibles agricultura primitiva y con las bidonvilles soluciones revolucionarias en Latinoaméri- de las multitudes carentes de los servicios ca, el capitalismo internacional innovó su más indispensables. Ante ello, la clase do- estrategia, buscando en lo posible el retor- minante tradicional y la nueva élite, inca- no de gobiernos civiles (lo que ocurrió aun paces de superar sus mezquinos intereses y en Chile), capaces de armonizar con los aun de comprender que se están jugando planteamientos económicos y políticos de su propia futura destrucción, impiden que los países guías y facilitar los intercambios se realicen las reformas estructurales bási- comerciales. Con tal estrategia no desguar- cas, alineándose con la estrategia general nece su guardia, pues las Fuerzas Armadas, de las empresas transnacionales y del Go- aunque confinadas en sus cuarteles, han bierno de los Estados Unidos, el que – con conservado y más bien incrementado su su Gobierno de turno, sea éste Democratic poderío, listas a intervenir en el caso de o Republican – resulta cada vez más empe- desvíos programáticos (una prueba la die- ñado en contener los cambios económi- ron en Ecuador cuando [CAP.6] regentaron la caída de Abdalá Bucaram y su sucesión). 288 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000

Por su parte, la Iglesia de Roma ha aplana- guridad”, el “patriotismo”, la “bondad divi- do cualquier iniciativa de justicia social, na”, obteniendo que tales falsos valores que el sector más sensible del clero lati- penetren por ósmosis en la mentalidad co- noamericano había buscado promover (y rriente de la gente. Esta mentalidad se pro- mientras busca contactos con ortodoxos, dujo ya desde hace mucho tiempo en el anglicanos y aún hebreos y musulmanes, pueblo conformista y antifilosófico de los Juan Pablo II considera todavía como “ene- Estados Unidos, y hoy puede constatarse migo” al clero avanzado de Latinoaméri- también visitando las metrópolis brasile- ca). ñas, la Ciudad de México u otros grandes Si se han conseguido algunas mejo- conglomerados. ras cualitativas en la agricultura y un nivel He aquí el tremendo desafío que los más elevado de industrialización, con el ecuatorianos (entre los demás latinoameri- consiguiente aumento de la renta nacional canos) de conciencia tienen que afrontar en varios países, de ninguna manera se han en el nuevo siglo y milenio en el que esta- sobrepasado ciertos límites, fijados para no mos entrando. romper los equilibrios económicos de cla- se. Si se han introducido algunas reformas Notas: estructurales, se trata de aquéllas estricta- mente necesarias para encubrir las aberra- 1 Para el año de 1935 las estimaciones del Banco ciones más notorias que atentan contra la Central daban una población total de 1.585.000 habitantes, cifra ésta evaluada seguramente por imagen idílica exhibida por la “democra- defecto, porque de otra manera significaría que, cia” occidental. Los mass media han com- con base a censo de 1950, la población se dupli- plotado en la obra de embaucamiento, có después de sólo 15 años. La efectiva pobla- aplicando toda su experiencia acumulada ción de 1935, hoy se reconoce, debe haber sido de aproximadamente unos 2 millones. durante el desarrollo de la sociedad de 2 Comparando con las zonas, en sentido morfoló- consumos. gico, estos valores obviamente se alteran (véase En la sociedad latinoamericana (co- Nota 3 del capítulo 1). mo en la de todo el mundo capitalista y, 3 Esto se comprueba examinando los llamados ín- dices de “masculinidad”, o sea el número de hoy día, del mundo en general), donde las hombres que hay por cada 100 mujeres, pues grandes masas no pueden decidir sobre su son los hombres los que migran más. En efecto, vida y su porvenir, es extremadamente difí- de los varios censos es constatable que las pro- cil la tarea que aguarda a los partidos polí- vincias de la Costa, las del Oriente y la de Colón (Galápagos) tienen siempre un índice superior a ticos y a los sindicatos populares (que, si 100 (la de Pastaza, en 1962, tocó su punta de ca- no existen, nacerán), así como a aquellos si 128); las provincias de la Sierra, con pocas ex- grupos e individuos que no se descorazo- cepciones, tienen un índice inferior a 100 (la de nan en su afán de querer cambiar radical- Azuay, en 1962, llegó al mínimo, con el valor de 87). mente la sociedad. Es difícil porque, al 4 Como base para elaborar este sub–capítulo fue enemigo de antaño, que mostraba sus ga- esencial el ensayo de Oswaldo Hurtado, Dos rras, ha tomado siempre más la delantera mundos superpuestos, aún válido hoy, después otro más insidioso, disfrazado con la más- de tres decenios. 5 El concepto de “sub–desarrollo” es un puro etno- cara de la “democracia”, la “moral”, la “se- centrismo. Como base de referencia se considera Notas / 289

el parámetro de desarrollo peculiar de la socie- En una superficie de unas 40.000 hectáreas, que dad capitalista industrializada. Hubo pueblos, en comprenden algunas pequeñas comunidades – todo el planeta, cuyo derarrollo se había encami- Salinas, Simiátug – además de áreas de páramo, nado según tecnologías y modos de producción valles andinos, zonas de ceja de montaña y áreas bien diferentes. Mas, el dominante capitalismo, subtropicales, se ha creado una organización colonialista e imperialista, impuso su modelo, que, de la nada cuando comenzaron las activida- truncando posibles formas alternativas de moder- des, representa hoy, pasado un cuarto de siglo, nización autónoma. un emblema de productividad. La FUNORSAL, como se llama dicha organización, dirigida y coordinada por el padre Antonio Polo, 6 El lector curioso puede profundizar consultando aglutina la mayoría de los pobladores de Salinas. el libro de C. Northcote Parkinson, Parkinson’s Los socios afiliados se estiman en más de 1.200, Law of the Pursuit of Progress. reunidos localmente en unas 25 Cooperativas de 7 No es superfluo recordar que, desde el punto de Ahorro y de Crédito para el desarrollo comunita- vista del capitalismo, esto constituye, obviamen- rio, en actividades vinculadas con la agricultura, te, una gran ventaja. En efecto, cuanto mayor es la ganadería, la agroindustria, usando métodos el número de desempleados, más se tiene en pu- avanzados, con maquinarias modernas y con el ño a los empleados: se les puede despedir, pagar aporte técnico de entes italianos, suizos, holan- menos, hacer trabajar más y en condiciones pé- deses, canadienses, alemanes. simas, etc. Los productos de la FUNORSAL (que, superando 8 Véase Nota 11 del capítulo 6. mucho las necesidades del autoconsumo, se ven- 9 “Teniente político” es la autoridad civil de la pa- den a otras provincias y aun se exportan al exte- rroquia, así como “jefe político” lo es del cantón rior) son muy variados, comprendiendo desde el y “gobernador” de la provincia. cultivo de frutas y cereales de los varios pisos 10 Entre sus ceremonias – muy contaminadas por ecológicos (con granjas para plantas nativas e in- componentes cristianos – cabe mencionar la troducidas) y la cría de animales (con chanche- “fiesta de los corazas”, que se realiza en la co- ras, viveros, etc.), hasta los productos alimenti- munidad de San Rafael el día de San Luis Obis- cios elaborados (embutidos, lácteos, chocolates, po, patrono de Otavalo. La fiesta dura tres días: turrones, bombones, encurtidos, mermeladas, hay misa solemne, procesiones, fuegos artificia- galletas, fideos, etc.), además de los productos les, abundante comida, bebida, cantos y bailes, fabricados para hilandería (hilos de lana de ove- por lo que la gente se endeuda por meses. El ja en variedad de colores), y tejidos a mano (sa- punto focal es la representación, en la que se re- cos, gorros, cobijas, ponchos etc.) o a máquina sucitan las glorias de los incas. Hay el coraza, o (tapices, etc.). Se construyen implementos de guerrero conquistador (incaico), al que rodean mecánica industrial, como moldes, mezcladoras, algunos secuaces: dos yumbos que, saltando y cerrajerías, secadoras y utensilios varios, para di- bailando alrededor del coraza, miman a los súb- versificar los equipos. Se fabrican muebles en las ditos que quieren rebelarse; el loa, adulador ofi- variedades de madera propias de la zona. Se pro- cial, que declama panegíricos, y otros personajes ducen juguetes, figuras talladas, llaveros, boto- que siguen a pie o a caballo, con fuegos y petar- nes usando la madera y la tagua. Entre los servi- dos. Cuando los yumbos y el loa empiezan a ata- cios de la organización, hay tiendas comunales y car ritualmente al coraza, lanzándole bengalas a centros de acopio; molino y balanceados, tractor la cara y haciéndole sangrar, él demuestra su va- agrícola, servicio general de comercialización; lentía no ocultando el rostro. turismo, cursos y eventos de capacitación. 11 En un paréntesis de esperanza, hay que evocar 12 Léase en propósito el interesante artículo “Ama- un caso en el que la condición generalizada de sunas–numia Shuar juni–Chichainiawai — Indios miseria del mundo rural ha sido debelado. En hermanos de la Amazonía”, en Chicham Nº9, 1971, en la provincia de Bolívar, y precisamente Sukunum (Sucúa) 1974. en la parroquia de Salinas, cantón Guaranda, co- 13 En su excelente ensayo Savages (o sea “salvajes”, menzó audazmente un proyecto de parte de la titulo que se refiere irónicamente a los blancos Misión Salesiana. explotadores), además del tema central, que tra- 290 / EL ECUADOR EN EL AÑO 2.000

ta sobre la vida de los huaorani, anonadados por rición de buena parte de la música típica ecuato- la presencia de misioneros protestantes y/o petro- riana (como la de otras naciones), en favor de rit- leros, el libro desarrolla otros temas interesantes mos nuevos: del Caribe, mexicanos, norteameri- sobre el país. canos, etc. Pero aquí se entiende describir las 14 “Yo no sabía que era equivocado matar indios”, músicas nacidas en Ecuador, aun cuando a me- declaró en el tribunal Luis Morín, uno de los sie- nudo quedan hoy relegados a una función subal- te imputados por haber asesinado, en Colombia, terna, como canción y como baile. a 19 entre hombres, mujeres y niños de una tribu 18 El segundo santo de Ecuador. Véase Nota 9 del cuiba. capítulo 6. 19 La “Gómez–Albán” nació en 1939, como culmi- 15 La lengua shuara tiene una fonética completa- nación de una larga tradición del teatro quiteño, mente distinta de la castellana, así como de la con las varias Compañías nacidas desde comien- quichua: posee sonidos nasales, guturales, cerra- zos del siglo, que frecuentaron actores, cantantes dos, etc., que no corresponden a ninguna letra y músicos del calibre de Marina Moncayo, Mari- del castellano. Para el alfabeto relativo a su fone- na Gozembach, Olimpia Gómez, Carlota Jarami- mática se adoptaron los 18 caracteres siguientes: llo, etc. y Humberto Dorado Pólit, Arturo Valen- A, CH, E (gutural cerrada, extraña a las lenguas cia, Leonardo Guerra, Marco Barahona, Alfredo latinas), I, J, K, M, N, NK (gutural velar, también León, Jorge Araujo, Alfredo Riofrío, Alberto He- extraña), P, R, S, SH, T, TS, U, W, Y. rrera, etc. Para informaciones más prolijas sobre 16 Definiendo analfabeto así: “la persona que, cum- el teatro quiteño en general, consúltese el intere- plidos los 15 años, no está en condiciones de sante y bien documentado libro de Jorge Ribade- leer ni escribir un párrafo simple en una lengua neira Araujo, Tiempos idos... cualquiera”. 20 Nótese que aquí se rehuye el término “folklore”, 17 Las migraciones étnicas en el ámbito del Tahuan- que en castellano ha perdido su acepción origi- tinsuyu, y en buena parte con el método del mi- nal. Se aplica para uso de turistas (y de no pocos tímac [CAP.3], junto con el idioma trajeron otros ecuatorianos “blancos”), que consideran la cul- elementos culturales, incluso la música. Esta cau- tura autóctona como algo exótico. sa de “difusión”, agregándose a la “convergen- 21 Véase Nota 10. cia” (por la que climas y orografías parecidos es- 22 Véase Nota 5. timulan a conseguir resultados culturales conver- 23 Se ha calculado que no menos de 15 millones de gentes) explica las semejanzas con antiguos gé- hombres, mujeres y niños fueron capturados en neros musicales del Perú, de Bolivia y aun de los tres siglos de tráfico negrero destinado al con- Chile. La colonización española, más tarde, con- tinente americano. Pero los que llegaron a desti- tribuyó en el mestizaje con géneros musicales nación, para ser vendidos como mercancía, fue- europeos, que también se difundieron entre Qui- ron en número muy inferior, pues los más habían to y Lima y entre Quito y Bogotá, con sus territo- muerto en la misma África, durante la captura, o rios. El mundo moderno de las comunicaciones en el barco en el que se los había amasado, para inmediatas ha provocado, en cambio, la desapa- terminar botados al Atlántico. ÍNDICE DE NOMBRES

A Alfonso VI (de Castilla) 87 Arauz, Félix 267 Alfonso VIII (de Castilla) 88 Arauz, José Javier de 134 Abarca y Bolea [véase: Aranda, Alfonso X (de Castilla) 88, 89 Arboleda, Julio 168 conde de] ‘ Abassis (dinastía) Alfonso XII 177 Arias, Augusto 274 86 Alfonso XIII 181 Arias de Ávila, Pedro [véase: Pe- ‘Abd ar-Rahman (I) 86 Almagro, Diego de 95f, 96, 97, drarias] ‘Abd ar-Rahman (III) 86 102, 103, 104 Aristóteles 86 Acosta Solís, Misael 275 Almeida, Gilberto 267 Arízaga, José Rafael 170 Adoum, Jorge Enrique, 274 Amohades (dinastía) 88 Arízaga, Rafael María 189 Adum, Alfredo 225 Almorávides (dinastía) 87, 88 Arízaga Luque, Francisco 187, Adriano (Publius Ælius Hadrianus) “Alondras del Guayas” (Hermanas 189, 193, 194, 195, 196 83 Amelia y Maruja Mendoza Armenteros, Diego de 114 Afonso I (ó Afonso Henriques) 87 Sangurima) 271 Arosemena, Eduardo 170 Agualongo, Agustín de 156 Alsedo y Bejarano, Antonio 135 Arosemena Gómez, Otto 203, 204 Aguilera Malta, Demetrio 273 Alsedo y Herrera, Dionisio 121 Arosemena Monroy, Carlos Julio Aguinaga, Alex 277 Altamirano, Geraldi 277 201, 202, 203, 209 Aguirre, Francisco Xavier 169 Alvarado, Pedro de 96, 100, 101, Arosemena Tola, Julio 198, 199, Aguirre, Juan Bautista 134 102, 103 203 Aguirre, Marcelo 267 Álvarez, Enrique 277 Arredondo, Manuel 140 Aguirre Guarderas, Francisco 272 Álvarez, Hilario 143 Arriola y Belarde, Martín de 115 Aizaga, Claudio 271 Allende, Salvador 204, 285 Arroyo, César E. 272 Alarcón, Fabián 227, 229, 230 Amílcar “Barça” 82 Arroyo del Río, Carlos Alberto Alarico (I) 85 Ampudia, Juan de 102, 103 192, 193, 194, 195, 196, 273 Albán (familia) 134 Andagoya, Pascual de 96, 97 Arteaga Rosalia 224, 226, 227, Albán, Ernesto 274 Andrade, Carlos 184 228 Albornoz, Miguel Ángel 196 Andrade, Jaime 267 Arteta, Pedro José 169 Alcántara Herrán, Pedro l62 Andrade, Julio 182, 183 Ascaray, Juan de 135 Alcívar Elizalde, Luis 277 Andrade, Roberto 171 Ascásubi Manuel de 164 Aldana, Lorenzo de 105 Andrade Marín, Francisco 183 Ascencio (familia) 134 Aldaz, Catalina 136 Andrade y Cordero, César 274 Asdrúbal 82 Alegría, Agustín 160 Aníbal 82, 83 Asdrúbal (de la Torre) 274 Alexander, Leslie 226 Ante, Antonio 139 Aspiazu, Jaime 232 Alfaro, Eloy 168, 172, 173, 174, Antepara, José 142, 143 Astudillo, Miguel Ángel 274 175, 176, 177, 178, 179, 180, Arana, Pedro de 113 Atahualpa (Atau Wallpa ‘Inka) 76, 181, 182, 188, 192, 193, 194, Aranda, conde de (Pedro Pablo 77, 78, 98, 99, 100, 103, 250 195, 243 Abarca y Bolea) 155 Atau 58 Alfaro, Flavio 182 Araujo, Ángel L. 270 Atauqui Duchisela, shyri 13º 46 Alfaro, Marcos 174 Araujo, Jorge 270, 290 Atoco 77 Alfaro Medardo 182 Araujo, Juan de Dios 143 Aucimbay, Francisco de 111 Alfonso V (de Aragón) 89 Araujo y Río, José 121, 122 292 / ÍNDICE DE NOMBRES

Augusto (Augustus: Gaius Julius Alberto “Potolo” Valencia) C Cæsar Octavianus) 83, 84 271 Auqui Toma 74 Bermeo, Juan Francisco 125 Caamaño y Cornejo, José María Aveiro, João Afonso d’ 92 Bliss, Shepherd 260 Placido 174, 175, 176, 178 Avellán Ferrés, Enrique 274 Bolívar, Simón 141, 142, 143, Caamaño y Cornejo, Rafael 174 Averroés (Abú al-Walid ibn Rusd) 144, 145, 146, 149, 150, 151, Cabeza de Vaca, Cristóbal 105 86 152, 153, 154, 155, 156, 158, Cabot, John (Giovanni Caboto o Avicebrón (Salomón ibn Gabirol) 159, 160, 178 Gaboto) 93 86 Boloña, Francisco 187 Caboto, Sebastiano 93, 96 Áyar, Hermanos (Auca, Cachi, Bonaparte, Joseph [véase: José I] Cabrera (familia) 134 Manco, Urco) 79 Bonaparte, Napoléon [véase: Na- Cacha Duchisela, shyri 15º 73, 74, Ayarza, Fernando 152 poleón Bonaparte] 75 Ayllón, Joaquín 134 Bonifaz, Emilio 253, 254, 255, Cadena, Luis 266 Aymerich, Melchor 130, 144, 145, 275 Calderón, Francisco 141 146 Bonifaz, Neptalí 189, 190, 191, Calderón Chico, Carlos 275 Aylwin, Patricio 231 205 Calderón Muñoz, Abdón 211 Ayora, Isidro 189, 190, 191, 194 Bonilla, Carlos 271 Calicuchima* 72, 73 Bonpland (Goujaud), Aimé 126 Calicuchima* 77, 100, 103 Borbones (dinastía) 119 Calle, Manuel J. 272 B Borja, Arturo 272 Campos, José Antonio (“Jack the Borja, César 272 Ripper”) 273 Baca, paulina 267 Borja, Luis Felipe 272 Cañizares, Manuela 139 Baca Carbo, Raúl 212 Borja Cevallos, Rodrigo 215, 218, Cão, Diogo 92 Báez, René 214, 216, 234, 275, 219, 220, 234 Cápac Yupanqui (Qhapaq Yupan- 286 Borman, Randy 259, 260 ki) (apusquipay) 71 Baquerizo Moreno, Alfredo 184, Borrero, Antonio 171, 172, 175 Càpac Yupanqui (Qhapaq Yupan- 190, 191, 234, 272 Borrero, Manuel María 194 ki) (sapa inca) 62, 63, 67 Balladares, Jaime 217 Bouguer, Pierre 121 Capurro, Luis 277 Bar, Paul 266 Brady Nicholas (219) Carán, Shyri 11º 45, 75 Barahona Marco 290 Bragança (dinastía) 155 Caran Shyri 35, 40 Barrera, Isaac J. 274 Breihl, Germania Paz y Miño de Calderón Chico, Carlos 275 Barrera Valverde, Jaime 274 [véase: Paz y Miño de Breihl, Carbo, Pedro 174 Barreto Guillermo 233 Germania] Cárdenas Eliécer 274 Cárdenas de Arteta, Irene 267 Barragán, Paula 267 Brito, Carlos 270 Carlomagno (Charlemagne) 87 Barriga, Isidro 161 Bucaram de Roldós Martha [véase Barros de San Millán, Manuel 112, Roldós, Martha Bucaran de] 113 Bucaram Elmhalín, Assad 205, * Posiblemente son la misma per- Basante, Voroshilov 267 211, 212 sona Bastidas, Rodrigo de 93 Carlos I (de España) y V (del Sacro Bedón, Pedro 133 Bucaram Ortiz, Abdalá 224, 225, Romano Imperio) 90. 98, 99, Béjar Portilla, Carlos 275 226, 227, 228, 229, 230, 287 132 Bejarano, Jacinto 142 Buenaño, Aminta 275 Carlos II “el Hechizado” 116, 118 Benalcázar ( ó Moyano) Sebastián Bush, George 219, 286 Carlos III 125, 134, 155 de 100, 101, 102, 103, 104, Bustamante, José Manuel 187 Carlos IV 126, 139, 156 105, 131, 252 Bustos, Pilar 267 Carpio, Alfredo 269 “Benites y Valencia” (dúo: Carpio, Rafael 270 Gonzalo Benites y Luis Carranza, José Antonio de 134 ÍNDICE DE NOMBRES / 293

Carrasco, Edgar 267 Constante, Theo 267 Chomsky, Noam 286 Carreño, Juan 134 Constantino (Constantinus: Flavius Chúshig (ó Santa Cruz y Espejo, ó Carrera, Polo 277 Valerius Aurelius Claudius) 84 Benites) Luis 136 Carrera Andrade, Jorge 273 Coral, Luciano 182 Carrera Sevilla, Luis, 202 Cordero Dávila, Gonzalo 274 Carrión, Alejandro 273 Cordero Dávila, Luis 174, 175, D Carrión, Benjamín 273 176, 272 Carrión, Carlos 275 Córdova, Andrés F. 194 Dahik Garzozi, Alberto 220, 221, Carrión, Jerónimo 165, 168, 169 Córdova Gonzalo S. 186, 187, 224, 228 Casares, Manuel “el Cachorro” 234 Daquilema, Fernando 170 277 Córdova, Jacinto 167 Darwin, Charles 29 Casares, Miguel Ángel 270 Cornejo Astorga, Manuel 171 Dávalos, Gertrudis [véase: Gertru- Casares, Olivia 275 Coronado, Francisco Vázquez de dis de San Ildefonso] Caspicara (Manuel Chili) 133 95f Dávalos, Magdalena 133 Castilla, Ramón 165 Correa, Alberto 272 David, (ó Davis), Edward 112 Castillo, Abel Romeo 270 Corro Carrascal [véase: del Corro Dávila, Lauro 270 Castillo, Luis 277 Carrascal] Dávila, Pedro Francisco 135 Castro, Carola “la Flechita de Oro” Corte Real Vaz Costa, Gaspar y Dávila Andrade, César 274 277 Miguel 93 Dávila Vázquez, Jorge 275 Castro Fidel 204, 285 Cortés (familia) 134 Dayuma 258 Castro Gómez, Genaro 270 Cortés, Hernán 94, 95f, 96, 100 de la Cuadra, José 273 Castro Jijón, Ramón 202 Costales, Alfredo 269, 275 de la Cruz, Laureano 134 Catasse (Carlos Tapia Sepúlveda) Covilhã, Pêro da 92 de la Mata Ponce de León, Mateo 267 Cowley, William 29 118, 119 Cavallo, Domingo 224, 225 Cozopanqui 100 de la Peña y Montenegro, Alonso Cavendish (o Candish), Thomas Crespo Ordóñez, Luis 267 116, 117 108 Crespo Toral, Remigio 272 de las Infantas, Nicolás 117 Cedeño, Elías 270 Cuero y Caicedo, José 139, 141 de la Torre, Asdrúbal [véase: As- Cevallos, Julio 267 Cueva, Néstor 271 drúbal (de la Torre)] Cevallos, Pedro Fermín 272 Cueva Celi, Segundo 270 del Castillo, Tomás 133 Cevallos, Pedro José 175 Cusi Hualpa (Kusi Wallpa) [véase: del Corro Carrascal, Diego Cid Campeador (Rodrigo Díaz de Yáhuar Huácac] 116,117 Vivar) 87 Cusi Yupanqui (Kusi Yupanki) Delgado Panchana, Jorge 277 Cifuentes, Hugo 267 [véase Pachacútec] Descalzi, Ricardo 274 Clark, Leonard 129, 130 de Soto, Hernando 95f, 99 Clemente XIV (Lorenzo Gangane- Deubler, 133 lli) 124 CH D’Hout, George 117 Clodoveo (Clovis) 85 Dias, Bartolomeu 92 Coba, Carlos 271 Chalco Mayta (Chall’qo Mayta) 73 Díaz, Porfirio 279 Cobo, Jesús 267 Chamba 76 Díaz, Rafael 274 Coello, Manuel 270 Chapera 76, 77 Díaz de Armendaris, Lope 134 Colón, Cristóbal (Cristoforo Co- Charles Martel 86 Díaz de Pineda, Gonzalo 105 lombo) 29, 91, 92, 93, 95f Chávez, Fernando 273 Díaz de Vivar, Rodrigo [véase: Cid Concha, Carlos 184 Chávez Franco, Modesto 273 Campeador] Concha, Pablo 226, 227 Checa y Barba, José Ignacio 172 Diez Auz de Armendáriz, Lope Condorazo, 45, 58 Chili, Manuel [véase: Caspicara] 111 Condorcanqui, José Gabriel Chiriboga, Argentina 275 Diguja, José 123, 125 [véase: Túpac Amaru II] Chiriboga, Pacífico 165 Dillon, Luis Napoleón 187 294 / ÍNDICE DE NOMBRES

“Don” Juan (de Castilla) 163 Estrada, Emilio 182 Flores, Julio 270 Donoso Pareja, Miguel 274 Estrada, Víctor Emilio 182 Flores Jijón Antonio 172, 175, 178 Drake, Francis 112 Estrada y Ayala, Aurora 272 Flores Jijón, Reynaldo 175 Duchisela, shyri 12º 45, 46 Estrella, Ulises 274 Ford, Gerald 207 “Dúo Ecuador (Enrique Ibáñez y Estupiñán Bass, Nelson 273 Framiyana, 144 Nicasio Safadi) 270 Evia, Jacinto de 134 Francia, José Gaspar Rodríguez de Durán, Sixto María 271 279 Durán Arcentales, Guillermo 208 Franco, Guillermo 165, 166, 171, Durán-Ballén, Sixto 205, 220, F 233 221, 223, 228, 229, 234 Freile Larrea, Carlos 191 Duvalier (familia) 279 Falconí Villagómez, Aurelio 274 Freile Posso, Guillermo 202 Falconí Villagómez, J. A. 272 Freile Zaldumbide, Carlos 182, Fálquez Ampuero, Francisco 273, 183 E 274 Fujimori, Alberto 222, 223, 227 Farfán, Antonio 143 Egas, Antonio 134 Febres Cordero, León (presidente) Egas, Camilo 267 216, 217, 218, 219, 232, 234 G Egas, José María 270, 272 Febres Cordero, León (prócer) Égüez, Iván 274 142, 143, 144 Galán, José Antonio 125 Ehlers, Freddy 230 Febres Cordero, Miguel [véase: Galarza, Fausto 270 Elcano, Juan sebastián 94, 95 Hermano Miguel] Galarza Zavala, Jaime 204, 213, Elizalde, Antonio 164 Febres-Cordero Cordovez, 275 Elizalde, Juan Francisco 142 Mariuxi 277 Galecio, Galo 267 Endara Crow, Gonzalo 267 Federmann, Nikolaus 104 Gallegos Lara, Joaquín 273, 274 Enrique II 89, 90 Feijoó y Montenegro, Benito Jeró- Gallegos Toledo, Carlos 201 Enrique IV 90 nimo 153 Gamarra, Agustín 153 Enrique (ó Henrique) de Borgoña Felipe II 106, 243 Gándara Enríquez, Marcos 202 87 Felipe IV 116 Gandolfi, Marco 133 Enrique de Trastámara [véase: En- Felipe V 119, 122 Gangotena, Alfredo 274 rique II] Felipillo 99 Garaicoa, Lorenzo de 142 Enríquez Gallo, Alberto 193, 202 Fempéllec 79 Garaicoa, Pedro Pablo 187 Epiclachima 72 Fernández, Jorge 273 Garcés, Enrique 274 Fernández de Heredia, Antonio Garcés, Maximiliano 270 Escipión (Publius Cornelius Scipio 116 Garcia, Aleixo 96, 128 Africanus) 83 Fernández de Recalde, Juan 114 García, Arturo (175) Escobedo, Gregorio 143 Fernando II (de Aragón) y V (de García, José 144 Escudero, Gonzalo 274 Castilla) 90, 92, 101, 106, 108 García, Lizardo 180 España, Hugo 234 Fernando III (de Castilla) 88 García de Valverde, Pedro 111 Espejo, Eugenio 125, 126, 127, Fernando VII 139, 140, 141, 142, García Goyena, Rafael Ignacio 135, 136, 154, 271 163 135 Espejo, Luis [Véase: Chúshig] Ferrer de Ayala, Alonso 115 García Karolys, Gabriel 267 Espín Yépez, Enrique 270, 271 Fierro, Rodrigo 275 García León y Pizarro, José 125 Espinel, Segundo 267 Fierro, Humberto 272 García Moreno, Gabriel 164, 165, Espinosa, Eugenio, 277 Flor, Vicente Amado 270 166, 167, 168, 169, 170, 171, Espinosa, Javier 169 Flores, Ignacio 135 172, 174, 177, 178, (182), Espinosa, José Modesto 272 Flores, Juan José 153, 154, 159, (185), 192, 233, 272 Espinosa, Simón 265 160, 161, 162, 163, 164, 165, García Muñoz, Alfonso 273, 274 Espinosa Pólit, Aurelio 274 166, 167, 168, 169, 233 Gasca, Pedro de la 129 ÍNDICE DE NOMBRES / 295

Gazit, Ran 234 Guerrero Martínez, Alberto 186 I Geracho (Arias Basante) 267 Guerrero Tamayo, César 270 Gertrudis de San Ildefonso (Ger- Guevara, Ernesto Che 250 Iaccio, Pasquale 265 trudis Dávalos) 134 Guevara, Gerardo 268, 271 Ibáñez, Enrique 270 Gilbert, Abel 277 Guevara Moreno, Carlos 197, 205 Ibarra, Miguel de 113, 114 Gilbert, Araceli 267 Ibarra, Silvana [véase: Silvana] Gilbert, Carlos Luis 277 Guillén, Alberto 270 Icaza, Jorge 234, 273 Gilbert, Enrique Gil 273 Guisse, Jorge 152 Illescas, Juan 133 Godin des Odonnais, Louis 121 Illingworth Juan (John) 142, 145 Goethe, Johann Wolfgang von 9 Inca Roca (‘Inka Roq’a ‘Inka) 63, Gómez, Alejandro 274 H 64 Gómez, Andrés 277 Infantas, Nicolas de las [véase: de Gómez, Isabel “Chavica” 274 Habsburgo, ó Habsburg, ó Austrias las Infantas] Gómez Olimpia 290 (dinastía) 116 Infante, Nicolás 172 Gómez de la Torre, Francisco 187, Hall, Francisco 160 Inocencio III (Giovanni Lotario di 188 Harman, Archer 179 Segni) 88 Gómez de la Torre, Teodoro 172 Hatun Túpac (Hatun Thupa) Inocencio IV (Sinibaldo Fieschi) “Gómez-Albán” (compañía tea- [véase: Viracocha Inca] 108 tral) 270, 274, 290 Hegel, Georg Wilhelm Friedmch 9 Isabel (I) de Castilla 90, 92 González, Francisco 144, 145 Hermano Miguel (Miguel Febres Isabel II 163, 233 González, Mercedes 272 Cordero) 233, 272 Itúrbide, Agustín 148 González, Nicolás Augusto 272 “Hermanos Montecel” (Mario y González Alvear, Raúl 208 Lucas) 271 González Suárez, Federico 115, Hernando de la Cruz (Fernando de J 117, 272 Ribera) 133 Gorívar, Nicolás Javier 133 Herrera Alberto 290 Jácome, Ramiro 267 Gosseal, Pieter [véase: Pintor, Pe- Herrera, Miguel 277 Jail, Guido 275 dro] Herrera, Pablo 174, (175), 272 Jaime I 89 Goyeneche, Francisco Miguel de Honorio (Flavius Honorius) 85 Jara Hidrobo, Efraín 274 122 Hualcopo Duchisela, shyri 14º 46, Jaramillo, Carlota 269, 270, 290 Gozembach, Marina 290 72, 73 Jaramillo, Julio 270 Granizo, Francisco 274 Huanca Auqui (Wanka Auki) 77 Jarrín Ampudia, Gustavo 207 “Gran Khan” 92 Huáscar (Wáshkar ‘Inka) 76, 77, Jesús (Yeshúa bar Yosef) 84 Groignet, 117 78, 98, 101 Jijón, Miguel 135 Guallca 46 Huayna Cápac (Wayna Qhapaq) Jijón y Caamaño, Jacinto 49, 186, Guarderas, Sergio 266 39, 53, 65f, 71, 72, 73, 74, 75, 194, 273 Guayanay 58 76, 78, 97, 100, 105, 128, Jimena, Rafael 142 Guayasamín, Oswaldo 267 131, 252, 261 Jiménez, Nicolás 273 Guerra, Cristóbal 92 Huayna Palcón (Wayna Pawllu) Jiménez de Quesada, Gonzalo Guerra Leonardo 290 103, 104 104 Guerra, Marco 133 Huerta, Clemente 203 João II 91 Guerra Paredes, Carlos 270 Humboldt, Alexander von 126, José I (Joseph Bonaparte) 139, 147, Guerrero, Agustín (coronel) 174 266 146 Guerrero, Agustín (musicólogo) Hurtado, Oswaldo 211, 213, 214, Jovellanos, Gaspar Melchor de 268, 269 215, 216, 228, 234, 248, 249, 153 Guerrero, José Enrique 267 258, 275, 288 Juan (de Borbón), “don” 174 Guerrero, José María 161 Juan I 90 Guerrero, Juan Agustín 269 296 / ÍNDICE DE NOMBRES

Juan II 90 Lizarazu, Juan de 115 Maimónides ó Ramba (Moshe ben Juan Pablo II (Karol Wojtyla) 285, Lizarzaburu, Pedro 174 Maymun) 86 287 Loarte, Gabriel de 111 Malaspina, Alessandro 126 Juris, Carlos 271 Lobato, Bernabé 134 Maldonado, Estuardo 267 López (familia) 179 Maldonado, José 134 López, Juan 133 Maldonado, Pedro Vicente 135 K López de Armendáriz, Luis 134 Maldonado, Roque [véase: Roque López de Legazpi, Miguel [véase: (Maldonado)] Kane, Joe 258 Legazpi] Mama Micay (Mama Mikay) 63 Kaviedes, Jaime 277 López de Palacios Rubios, Juan Mama Ocllo (Mama Oqllo) 61, Kemmerer, Edwin 189 128 71, 78 Kennedy, John F. 202, 283 López Dicastillo, Francisco 119 Manco Cápac ó Manco (Manqo Kingman, Eduardo 267 “Los Embajadores” (Carlos y Qhapaq) 41, 58, 61, 62, 66, Kramer, Jack 277 Rafael Jervis con Guillermo 71, 78, 79 [véase también: Rodríguez) 271 Áyar] “Los Hermanos Villamar” (Víctor Manco Cápac (II) ó Manco (Man- L Hugo y Alfredo) 271 qo ‘Inka Yupanki) 100 “Los Miño Naranjo (Danilo y Mancheno, Carlos 198 Labriolle [véase: Velasco Ibarra] Eduardo) 271 Manosalvas, Juan 266 La Condamine, Charles Marie de Louis (delfín de Francia) 119 Mañozca, Juan de 114 121 Louis XIV 119 Maquilón Orellana, César 270 La Mar, José de 145, 152, 153 Lozano, Fabián (184) Marañón, Esteban de 113 Lapentti, Nicolás 276 Lucano (Marcus Annæus Lucanus) Marcial (Marcus Valerius Martial) Larco Hoyle, Rafael 49 84 84 Larraín, Santiago de 120, 121 Luque, Hernando 96 María Cristina (de Borbón) 163, Larrea Alba, Luis 190, 191, 194 Luzuriaga, Toribio de 144 233 Larrea Jijón, Modesto 187 María Cristina (de Habsburgo– Lo- Laso, Ignacio 274 rena) 177 Lasso Ascásubi, Juan Manuel 186 LL Mariana de Jesús (Mariana Paredes Lavayén, Francisco de Paula 142 y Flores) 115, 174, 177, 233 Legarda, Bernardo 133 Llira 58 Mariátegui, José Carlos 109, 129 Legarda, Galo 277 Llona, Numa Pompilio 272 Martel, Charles [véase: Charles Legazpi, Miguel López de 95f, 96 Lloque Yupanqui (Lloq’e Yupanki) Martel] Lemus Rayo, Faustino [véase: Ra- 62 Martí, José 175, 176 yo] Lloret Bastidas, Antonio 273 Martínez, Luis A. 273 León Alfredo 290 Martínez, Neptalí 267 León, Carlos Arturo, 272 Martínez Guerrero, Alberto 191 León, Francisco Javier 171, 172 M Martínez Mera, Juan de Dios 191, León, Pedro 266 192 León XIII (Vincenzo Gioacchino Maceo, Antonio 175 Mata Ponce de León [véase de la Pecci) 177 Machado de Chaves, Juan 134 Mata Ponce de León] LeopoldoI (del Sacro Romano Im- Magallanes Fernando de (Fernão Maximiliano (Ferdinand Maximi- perio) 120 de Magalhães) 93, 94, 95, 95f lian Josef) 233 Leoro Franco, Luis 208 Mahoma (Abú al-Qasim Muham- Mayo, Hugo 272 Lepe, Diego de 93 mad) 85 Mayta Cápac (Mayta Qhapaq) Letamendi, Miguel 142, 144 Mahuad Witt, Jamil 226, 230, 231, (apusquipay) 77 L’Hermite Clerck, Jacques 114 232 Mayta Cápac (Mayta Qhapaq) (sa- Lindberg, Carole 267 Maiguashca, Mesías 271 pa-inca) 62, 63 ÍNDICE DE NOMBRES / 297

Mehmed II “Fatih” 91 Morales, Juan de Dios 139 Noboa, Álvaro 230 Mejía Lequerica, José 135, 271 Morales de Arámburu, Juan 116 Noboa, Diego 163, 166 Mena, Alfonso 267 Morán de Buitrón, Jacinto 134 Noboa Arízaga, Enrique 274 Mena, Bolívar 267 Morazán, Francisco 175, 233 Noboa Bejarano, Gustavo 230 Mena, Pedro 160 Moreno, Luis 271 Noboa Naranjo, Luis 230 Menacho, Juan Bautista 133 Moreno, Segundo 269 Noboa y Caamaño, Ernesto 272 Mendoza, Antonio de 129 Moreno Bellido, Alonso 113 Núñez, Rafael 177 Mendoza, Constantino 270 Moreno Mora, Alfonso 272 Núñez de Balboa, Vasco 94, 95f, Mendoza, Ildefonso 187, 188 Morga, Antonio de 114, 115 96 Mendoza, Pedro de 96 Morgan, Henry 116, 117 Núñez Vela, Blasco 105 Morín, Luis 289 Mendoza Sangurima [véase: Moscoso, Luis 267 “Alondras del Guayas”] Mosquera, Tomás Cipriano (160), O Mendoza-Suasti (hermanas: 162, 168 Mercedes y Laura) 271 Mosquera Narváez, Aurelio 194 Obando, José María 154, 162 Menem, Carlos 224 Muluk at-tawa’if (“los Reyes de Obligado, Pedro Miguel 270 Mera, Eduardo 273 Taifas”) 87 Ocampo, Rodrigo de 105 Mera, Juan León 272, 273 Munive, Lope Antonio de 117, 118 Ocllo [véase: Mama Ocllo Mera, Trajano 273 Muñoz, Agustín Fernando (duque Ojeda, Alonso de 92 Mercadillo, Alonso de 105 de Riánsara) 163 Ojeda Dávila, Cristobal 270 Mexía, Matheo 133 Muñoz Cueva, Manuel 273 Olid, Cristóbal de 96 Mideros, Boanerges 267 Muñoz de Guzmán, Luis Antonio Olmedo, 134 Mideros, Luis 267 126 Olmedo, José Joaquín 142, 143, Mideros, Víctor 267 Muñoz Vernaza, Alberto (184) 144, 145, 161, 163, 271 Mires, José 144, 145 Muriel, Guillermo 267 Olmos, José [véase: Pampite] Modoro Angelico 133 Murillo, Hilda 270 Orellana, Francisco de 95f, 104, Mola, Jaime 271 Murillo, Luis 113 105 Molina, Joaquín 140, 141 Murriagui, Alfonso 274 Orozco, José 134 Molinari, Luis 267 Músa ibn Nusair 86 Ortega, Daniel 219 Móm y Velarde, Juan Antonio 126 Mutis, José 266 Ortega, Emiliano 270 Monar, Manuel 267 Ortega, Mariano 125 Moncayo, Abelardo 171 Ortelius (Abraham Wortels) 29 Moncayo, Hugo 272 N Ortiz, Adalberto 273 Moncayo Marina 290 Ortiz, Carlos Amable “Pollo” 270 Moncayo, Pedro, 160, 271 Napoleón (Napoléon Bonaparte) Otamendi, Juan 160 Moncayo Gallegos, Paco 222 139, 142 Otoya 58 Montalvo, Abelardo 181, 192 Napoleón III 233 Montalvo, Juan 171, 172, 173, Naranjo, Plutarco 275 174, 272 Narváez, Diego de 111 P Montero, Pedro 182 Navarro, Humberto 274 Montes, Toribio 141 Navarro, Juan Francisco 182 Paccha Duchisela 75 Montesinos, Arturo 274 Náymlap 79 Pachacútec (Pachacuti ‘Inka Yu- Montúfar, Carlos 140, 141 Nazacota Puento 74 panki): Cusi Yupanqui 64, 66, Montúfar, Juan Pío (marqués de Nebot Saadi, Jaime 220, 232 67, 70, 71 Selva Alegre, hijo) 139, 140, Niaupar, Pedro 267 Pacheco Pereira, Duarte 93 141 Nieto, Juan Antonio 127 Padre Carlos 133 Montúfar, Juan Pío (marqués de Nina 101 Páez, Federico 193, 196 Selva Alegre, padre) 122 Niño, Alonso 92 Páez, José Antonio 152, 153, 159 298 / ÍNDICE DE NOMBRES

Páez, Ulpiano 182 Pinochet, Augusto 208 R Paiva, Afonso de 92 Píntag 74, 75 Palacio, Alfredo 267 Pinto, Joaquín 266 Ramírez Dávalos, Gil 105 Palacio, Pablo 273 Pintor, Pedro (Pieter Gosseal) 132 Ramírez Estrada, Alsino 274 Pinzón, Vicente Yánez 92, 93 Ramos Pedrueza, Rafael 188 Palacios Bravo, Manuel N. 274 Pío VII (Gregorio Luigi Barnaba Rayo, Faustino Lemus 171 Pallares, 171 Chiaromonti) 134 Razorazo 101 Pampite (José Olmos) 133 Pío IX (Giovanni Maria Mastai– Fe- Reagan, Ronald 214, 219 Panchana, Rolando 234 rretti) 167 Recaredo 85 Paredes, Diógenes 267 Pizarro, Francisco 32, 95f, 96, 97, Rendón Seminario, Manuel 267 Paredes, Francisco 270 98, 99, 100, 102, 103, 128 Requena, Francisco 125, 126, Paredes y Flores, Mariana [véase Pizarro, Gonzalo 104, 105, 129 155, 156 Mariana de Jesús] Pizarro, Hernando 99 Reyes, Belisario Pareja, Juan Ignacio 188 Planasi, Ricardo 277 Reyes Reyes, Carlos 275 Pareja, Rafael Plaza Gutièrrez, Leonidas 179, Ribadeneira, Edmundo 273 Pareja, Wenceslao 272 180, 182, 183, 184, 198, 234 Ribadeneira Araujo, Jorge 274, Pareja Diezcanseco, Alfredo 273 Plaza Lasso, Galo 198, 199, 200, 290 Parkinson, C. Northcote (245), 201, 205, 274 Ribera, Fernando de [véase: Her- 289 Pólit, Grace 267 nando de la Cruz] Parodi Valverde, Luis 218 Polo, Antonio 289 Ribera, Luis de 133 Parra, Libardo 270 Ponce Enríquez, Camilo 197, 200, Ribera, Simón de 120 Paulo VI (Giovanni Battista Monti- 203 Ricaurte, León 267 ni) 285 Pons, Antonio 193 Ricke, Jodocko 132 Paz y Miño de Breihl, Germania Pons, Mario 277 Riofrío Alfredo 290 267 Popham, Home 139 Riofrío, Miguel 272 Pedemonte, Carlos (160) Poveda Burbano, Alfredo 208 Riofrío, José 139 Pedrarias (Pedro Arias de Ávila) Proaño, Federico 170 Rivadeneira, Pedro Enrique 270 128 Proaño, Leonidas 209 Robles, Diego de 133 Pedro I (de Castilla) 89 Proaño Arandi, Francisco 274 Robles, Francisco 165, 168, 171 Pedro II (de Aragón) 88 Proaño, Manuel José 272 Robles Plaza, Luis 218 Pedro III (de Aragón) 89 Puelles, Pedro de 105 Roca, Vicente Ramón 163, 164, Pelayo, “don” 86 Puyol, 144 173 Peña, Nicolás de la Rocafuerte, Vicente 160, 161, Peña Triviño, Eduardo 224 162, 163, 164, 169, 225, 233, Peña y Montenegro [véase: de la Q 271 Peña y Montenegro] Rodrigo, “don” 86 Peñafiel, Alonso 134 Quilliscacha 100, 101 Rodríguez, Antonio 133 Peñaherrera, Blasco 216 Quimbalembo 101 Rodríguez, Bernardo 134, 136, Peñaherrera, Piedad 269, 275 Quingalumba 101, 103 266 Peralta, Matías de 114 Quintiliano (Marcus Flavius Quin- Rodríguez, Carlos 267 Peralta y Mendoza, José 134 tilianus) 84 Rodríguez, Diego 133 Pérez, Galo René 273 Quiroga, Manuel 139 Rodríguez, Juan Manuel 275 Pérez, Jefferson 277 Quirruba 59, 113 Rodríguez, Marco Antonio 274 Pérez de Salazar, Alonso 115 Quitumbe 41, 58 Rodríguez, Nela 274 Pérez Pareja, Rafael 174 Quizquiz 77, 100, 103, 104 Rodríguez Castelo, Hernán 273, Pérez Torres, Raúl 274 174 Perón, Juan Domingo 197 Rodríguez de Francia, José Gaspar Picard, Jean 117 ÍNDICE DE NOMBRES / 299

[véase Francia, Rodríguez de] Salguero, Antonio 266 Séneca (Lucius Annæus Seneca) Rodríguez de San Isidro Manrique, Salguero Natasha 275 84 Antonio 114, 115 Salinas, Juan 139 Serrano, Adolfo Benjamín 272 Rodríguez Lara, Guillermo 204, Salinas, Juan de 111 Serrano, Manuel 182 205, 206, 208, 247, 251, 262, Salomón, Alberto (184) Sharpe, Bartolomew 117 263 Salvador, Humberto 273 Shyri 4º 44 Rodríguez Urbán de la Vega, Die- Samaniego, Filoteo 274 Shyri 5º 44 go 134 Samaniego, Manuel 134, 266 Shyri 6º 44 Rogers, Woodes 120 Sámano Juan 141 Shyri 7º 44 Rojas, Alonso de 115 Samper, Ernesto 234 Shyri 8º 44 Rojas Ángel Felicísimo 273 Sánchez, Ángel 277 Silva, José Joaquín 273 Roldos, Martha Bucaram de 224 Sánchez, Francisco 171 Silva, Medardo Ángel 270, 272 Roldós Aguilera, Jaime 211, 212, Sánchez Astudillo, Miguel 274 Silvana (Ibarra) 270 213, 224, 228 Sánchez Carrión (familia) 140 Sinchi Roca (Zinchi Roq’a) 62 Roldós Aguilera, León 213 Sánchez de Orellana, Félix (mar- Solanda, marqués de [véase Sán- Román, Nelson 267 qués de Solanda) 122 chez Orellana (padre e hijo)] Romero y Cordero, Remigio 274 Sánchez de Orellana Francisco Solano, Vicente 271 Roque (Maldonado) 274 (marqués de Solanda) 122 Solís, Juan de 93, 96 Rosas, Juan Manuel 279 Sánchez Guallque, Andrés 133 Solís Morán, Carlos 270 Rosero, Carlos 267 Sancho VII 88 Solorzano, Carlos 227 Roura Oxandaberro, José María Sandiford, Jacinta 277 Somoza (familia) 279 266 Sandifort, Pablo 277 Sosaya, Juan de 120 Rubio de Arévalo, Manuel 122 Sandoval, Juan 133 Soto, hernando de [véase: de soto] Rubira Infante, Carlos 268, 270 San Martín, José de 142, 143, 144, Sotomayor y Luna, Manuel 186 Ruiz, Bartolomé 97, 99 145, 146, 149, 155 Spencer, Alberto 277 Ruiz de Castilla, conde [véase Sansores, Rosario 270 Stalin (Djugashvili), Josip Vissario- Úrriez, Manuel] Santacruz, Andrés de 145, 146, novich 193 Ruiz de Salinas, Juan 133 233 Stockhausen, Karlheinz 271 Rumazo, Lupe 273 Santander, Francisco de Paula Stornaiolo, Bruno 275 Rumiñahui 77, 100, 101, 102, 150, 151, 152 Stornaiolo, Luigi 267 103, 104, 105, 131 Santiago (de Egas), Isabel 134 Stroessner, Alfredo 279 Santiago, Miguel de 133, 134 Suárez, Carlos 192 Santillán, Hernando de 106, 111 Suárez, Marcos Fidel (184) S Santos Zelaya, José [véase: Zelaya, Suárez Pizzo, Alfonso 277 José Santos] Suárez Veintimilla, Carlos 274 Sacoto Arias, Augusto 274 Sanz, Juan Pablo 266 Suárez Veintimilla, Mariano 198 Sáenz, José María 270 Sarasti, José María 174 Sucre, Antonio José de 144, 145, Sáenz, Julio 169, 172 Sarmiento, Hernando 105 146, 150, 153, 154, 155, 156 Safadi, Nicasio 268, 270 Sayri Túpac (Sayri Thupa ‘Inka) Swan, 117 Saint, Rachel 258 100 Salas, Antonio 134, 266 Schrender, Jan 266 Salas, Rafael 266 Schumacher, Pedro 176 T Salazar, Francisco Javier 172 Schwartz, Johann Adam 134 Salazar, Luis Antonio 172 Segura Cano, Francisco Tábara, Enrique 267 Salazar, Rodrigo de 105 “Pancho” 276 Taiping (Tai-p’ing Tao: secta taois- Salazar, Vicente Lucio 176 Selva Alegre, marqués [véase: ta) 280 Salgado, Francisco 271 Montúfar, Juan Pío (padre e hi- Tamayo, José Luis 184, 185, 186, Salgado, Luis Humberto 268, 271 jo)] 198, 234 300 / ÍNDICE DE NOMBRES

Tariq, ibn Ziyad 86 U Velasco, Juan de 32, 33, 34f, 41, Tavani, 168 50, 134, 257, 272 Tejada, Leonardo 267 Ubidia, Abdón 275 Velasco Alvarado, Juan 205, 208 Tejada, Miguel Ángel 266 Umaiya (dinastía) 86, 87 Velasco Ibarra, José María 190, Tenorio, Martha 277 Urbina, José María 164, 165, 191, 192, 194, 196, 197, 199, Teodomiro (Todmir) 80f 167, 168, 172, 173, 181 200, 201, 204, 205, 206, 208, Teodosio I (Flavius Theodosius) Urbina Jade, Francisco 187 211, 273 83, 84 Urco (‘Inka Urcon) 64 Velasco Mackenzie, Jorge 275 Terán, Emilio María 182 Urdaneta, Andrés de 95f, 96 Velázquez, Diego de 94 Terán, Enrique 273 Urdaneta, Luis 142, 143, 144, Vélez, Rudecindo “Inga” 269 Teresa (de Castilla) 87 145, 154 Vélez de Mendoza, Luis 93 Tiberio (Tiberius Claudius Nero Urdaneta, Rafael 154, 160 Venegas del Cañaveral, Pedro 111 Cæsar Augustus) 84 Úrriez, Manuel (conde Ruiz de Vera, Pedro Jorge 273, 274 Tinajero, Fernando 275 Castilla) 127, 139, 140, Vera, Rolando 277 Titu Cusi (Titu Kusi) 100 141 Vera Santos, Gonzalo 270 Toa 45, 46, 75 Vespucio, Américo (Amerigo Ves- Tobar, Carlos R. 183, 272 pucci) 93 Tobar, Francisco 274 V Víctor Manuel II (Vittorio Emanue- Tobar Donoso, Julio 195 le II) 170 Tobar García, Francisco 274 Valdivia, Pedro de 95f, 104 Vidal, Moisés 270 Today, Cecilio 127, 138 Valdivieso, José Félix 161 Viescas, Ramón 134 Toldrá, Carlos 145 Valencia, Arturo 290 Villa, Jaime 267 Toledo, Antonio 272 Valenzuela, Simón 134 Villacís, Aníbal 267 Tome 58 Valverde, Miguel (militar) 172 Villafuerte, Juan 267 Tópac Cápac (Thupa Qhapaq) 73 Valverde, Miguel (periodista) 170 Villalengua y Marfil, José de 125, Toparca (Thupa Huallpa) 100 Vallejo, José 142 126 Torquemada, Tomás de 108 Valles Franco, León 177 Villamil, José de 142 Torres, Alonso de 126 Varas, Patricia 275 Villarroel, Gaspar de 134 Torres Rodríguez, Martín 274 Varea, Miguel 267 Villavicencio, Francisco 272 Torres Valdivia, Manuel de 143 Vargas Pazzos, Frank 217, 218 Trajano (Marcus Ulpius Trajanus Vázquez, Honorato 272 Viracocha Inca (Wiraqocha ‘Inka): “Germanicus”) 83 Vázquez, José María 143 Hatun Túpac 64 Traversari, Pedro 271 Vázquez de Coronado, Francisco Viteri, Atanasio 273 Trinité, Émile 233 [véase: Coronado] Viteri, Eugenia 275 Troya Rafael 266 Vázquez de Velasco, Pedro 116, Viteri, Isidro 142 Troya, Cristóbal de 114 117 Viteri, Oswaldo 267 Trujillo, Rafael Leonidas 279 Vega, Garcilaso de la (“el Inca”) Vivar, Rodrigo Díaz de [véase: Cid Tucomango 101 42 campeador] Tumbalá 98 Veintimilla, Ignacio de 172, 173, Viver, Carlos 267 Tumbe 58 174, 176, 178, 272 Vivero, José Pascual de 143 Túpac Amaru (Thupa ‘Amaru) 100 Veintimilla, José de 170 Voltaire (François Marie Arouet) Túpac Amaru II (José Gabriel Con- Veintimilla, Marietta de 174 153 dorcanqui) 123, 125, 138 Veintimilla de Galindo, Dolores Túpac Catari 138 272 Túpac Yupanqui (Thupa ‘Inka Yu- Vela, Pablo Haníbal 270 W panki) 70, 71, 72, 73, 78, 261 Velarde, Jorge 267 Velasco, Jerónima de 134 Wamba 85 Waldseemüller, Martin 93 ÍNDICE DE NOMBRES / 301

Wortels, Abraham [véase: Orte- Z lius] Wright, Leslie 271 Zagurima, Miguel 134 Zaldumbide, Gonzalo 273 Zaldumbide, Julio 272 Y Zambrano, Miguel Ángel 274 Zapata, Jaime 267 Yáhuar Huácac (Yawar Waqaq): Zea, Francisco Antonio 150 Cusi Hualpa 63, 64 Zelaya, José Santos 175 Yánez Cossío, Alicia 275 Zelaya, Juan Antonio de 122 Yánez Pinzón, Vicente [véase: Pin- Zopozopanqui 101, 103 zón, Vicente Yánez] Zurita, Eduardo 271 Yépez, Galo 277 Yépez, Olavo 277 Yerovi Indaburu, Clemente 203, 205 BIBLIOGRAFÍA

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* Bibliografía adjunta, examinada para esta 2ª edición.