Políticas Culturales Y Prácticas De Autogestión Artística: La Feria De La Cultura De Bahía Blanca, 1987-1991
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DEPARTAMENTO DE HUMANIDADES UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR Tesina de Licenciatura en Historia Políticas culturales y prácticas de autogestión artística: la Feria de la Cultura de Bahía Blanca, 1987-1991 JUAN COMPAGNONI BAHÍA BLANCA 2020 ARGENTINA 1 Prefacio Esta Tesina se presenta como trabajo final para obtener el título de Licenciado en Historia de la Universidad Nacional del Sur. Contiene el resultado de la investigación desarrollada por Juan Compagnoni, en la orientación Historia del Arte, bajo la dirección la Dra. María de las Nieves Agesta. 2 3 Abreviaturas AAA: Asociación Argentina de Actores ATC: Argentina Televisora Color CECUM: Centros de Cultura y Educación Municipales EITA: Encuentro Internacional de Teatro Antropológico FDLC: Feria de la Cultura FFAA: Fuerzas Armadas HCD: Honorable Concejo Deliberante INC: Instituto Nacional Cinematográfico LNP: La Nueva Provincia MRC: Movimiento de Renovación y Cambio PJ: Partido Justicialista PRN: Proceso de Reorganización Nacional PRONDEC: Programa Nacional de Democratización de la Cultura SADE: Sociedad Argentina de Escritores UCR: Unión Cívica Radical UNS: Universidad Nacional del Sur 4 Índice INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 7 Estado de la cuestión .................................................................................................................... 11 Marco teórico-metodológico ........................................................................................................ 17 CAPÍTULO 1. Una cultura para la democracia: políticas culturales estatales durante la transición……………………………………………………………………………………..24 1.1. Entre la represión y la normalización neoliberal: políticas estatales de la cultura durante la última dictadura ........................................................................................................................ 24 1.2. La transición democrática: de “el silencio es salud” a la “fiesta en las calles"..................... 30 1.2.1. La política cultural municipal en Bahía Blanca durante la transición democrática .... 39 CAPÍTULO 2. La Feria de la Cultura desde adentro, entre lo político y la política ............... 54 2.1. La práctica autogestiva y los límites de la autonomía .......................................................... 56 2.1.1. De los artistas y para los artistas: la autogestión de la cultura .................................... 56 2.1.2. Los límites de la autonomía: conflictos, tensiones y negociaciones entre la política y la cultura ...................................................................................................................................... 62 2.2. La cultura como acción política ............................................................................................ 71 2.2.1. “Somos acá… somos esto”: la cultura en la plaza ........................................................ 71 2.2.2. Desjerarquizar las artes, democratizar la cultura ......................................................... 76 CONCLUSIONES ............................................................................................................................ 86 ARCHIVOS, FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................... 91 ANEXOS ...................................................................................................................................... 105 5 6 INTRODUCCIÓN Bahía Blanca es una ciudad de escala intermedia ubicada al sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Su fundación estuvo vinculada al proceso de expansión territorial del Estado Nacional sobre finales de la década de 1820, eligiéndose su emplazamiento por su carácter estratégico para el control militar del sur del país. A fines de siglo XIX la fisonomía y el dinamismo de la localidad fueron transformados por la construcción del nodo ferroportuario1 y el Puerto Militar (1898), actual Base Naval Puerto Belgrano. De allí en adelante se constituiría como uno de los puntos más importantes del país, acentuando su rol como centro político, administrativo, económico y cultural a nivel regional. Por estas razones, fue considerada una ciudad fundamental para el plan de remodelación de la sociedad “desde arriba” que se propuso la última dictadura cívico-militar- eclesiástica y es, también, una de aquellas en donde pueden observarse más nítidamente sus efectos. Es esto lo que ha permitido afirmar a algunos observadores que, incluso durante los primeros años de la transición democrática, Bahía Blanca “sigue contestando, al menos desde el poder judicial, periodístico y desde sectores eclesiásticos a los intereses de la dictadura” (Hernandorena, 2012), mientras que continúa padeciendo sus secuelas económicas y sociales. (Heredia Chaz, 2018) En 1983, con el retorno de la democracia, se generó la reactivación de la vida partidaria2 acompañada, al igual que en el resto del país, por un clima de fervor y confianza que en el campo cultural se tradujo, como dice Roberto Amigo (2008), en una doble actitud: vindicativa y festiva3. Las elecciones nacionales de diciembre del año mencionado dieron como ganador a Raúl Alfonsín, quien buscó mediante la labor cultural oficial erradicar el autoritarismo y consolidar la institucionalidad recuperada. En este marco, se otorgó un lugar primordial a la cultura como medio de reconstrucción de la ciudadanía que justificó la intervención activa del Estado en esa materia. Así, la desestructuración del entramado legal de la censura y la represión cultural de la dictadura fue acompañada por la reorganización burocrática del área y la reformulación de sus objetivos, que fueron sistematizados en el Plan Nacional de Cultural aprobado por el Consejo Federal de Cultura y Educación, celebrado en Tucumán en septiembre de 1984. 1 La Estación Sud terminada en 1884 y el Puerto Comercial de Ingeniero White inaugurado en 1885. 2 Esta reanudación de las actividades partidarias había comenzado en 1981 pero, luego de la derrota de Malvinas, se intensificó notablemente. Fue acompañada, además, de importantes transformaciones, como la creación de la Multipartidaria Nacional, los procesos de renovación de sus dirigentes y numerosas afiliaciones, sobre todo, de los sectores juveniles. Para el caso de la UCR ver Juan Cruz Fernández (2017) y para el caso del Partido Justicialista ver Virginia Mellado y Marcela Ferrari (2016). 3 Para Amigo (2018), mientras la primera se orientó a recuperar la pertenencia y a reinventar el cuerpo político mediante la ocupación del espacio público en experiencias como El Siluetazo y la Silueta de Dalmiro Flores, la segunda constituyó el núcleo de la práctica estético-política cotidiana que se centró en la rehabilitación del cuerpo como alegría y como vínculo con el otro en distintos circuitos artísticos y culturales. Al respecto la reivindicación de la corporalidad durante los años 80, véase Lucena y Laboureau (2016). 7 En el plano local, la gran mayoría de los dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR) se alinearon con el Movimiento de Renovación y Cambio (MRC), llevando a Juan Carlos Cabirón a la intendencia en 1983 y en 1987. (Molina, 2007) Durante ambos mandatos la gestión de Cabirón convocó para el cargo de Subsecretaria de Cultura a Isabel Barros de Taramasco. Bajo su dirección se llevaron a cabo una serie de políticas públicas que articularon una interpretación particular del plan nacional. En ese sentido, como bien han afirmado María de las Nieves Agesta, Juliana López Pascual y Ana María Vidal (2019), su administración giró en torno a dos objetivos principales: la búsqueda de la profesionalización de la planta municipal en el área y la ampliación de las esferas de injerencia de la acción cultural estatal, mediante el apoyo a prácticas y agentes que, hasta el momento, habían sido excluidos o no tomados en cuenta por las autoridades municipales. Cabe considerar que esto fue posible por decisiones de carácter presupuestario, ya que durante su administración se logró, por decisión de la cartera de economía local, la autonomización de partidas para el desenvolvimiento de la Subsecretaría, posibilitando materialmente el desarrollo de las políticas mencionadas más arriba. A distintas escalas, la década de 1980 estuvo marcada por la transición hacia un sistema democrático4 que fue depositario de las esperanzas de amplios sectores de la población. De esta manera se esperaba poder atender las problemáticas que la última dictadura cívico-militar dejaba en su retirada a los cuarteles. En ese marco dado por importantes procesos de renovación de los dos partidos de masas, de crecimiento de la movilización juvenil, de avance de las organizaciones de derechos humanos y de fortalecimiento de la ciudadanía, surgieron movimientos estéticos y formaciones artísticas que gestaron prácticas y que entablaron diferentes entrecruzamientos entre el quehacer cultural, lo democrático, lo popular (Escobar, 2014) y el espacio público como soporte de visibilización e integración. Estas agrupaciones se proponían modificar los esquemas de percepción mediante los cuales la realidad se hacía inteligible y alterar las subjetividades de públicos, transeúntes y artistas. Como bien afirma Diana Ribas, Con la reanudación del sistema democrático se inició otra etapa de relación con el espacio público y de institucionalización, en la que se promovieron representaciones y prácticas cada 4 El concepto de “transición democrática” fue formulado por las Ciencias Políticas