14 II. Epocas Literarias 1. EPOCA RENACENTISTA
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Las adaptaciones de obras del teatro español en el cine y el influjo de éste en los dramaturgos - Juan de Mata Moncho Aguirre II. Epocas literarias 1. EPOCA RENACENTISTA: Fernando de Rojas (1465? - 1541) “La obra del cristiano nuevo Fernando de Rojas,La Celestina, pertenece, rigurosamente hablando, a ese pequeño grupo de obras universales que la literatura española aporta a la Literatura occidental.”1 La obra nos ha llegado en dos versiones: a) con el título Comedia de Calisto y Melibea, editada en Burgos (1499); y b) como Tragicomedia deCalisto y Melibea, editada en Sevilla (1502); diferenciándose en el número de actos, que pasan de 16 en la primera, a 21 en la segunda2. De La Celestina se han hecho numerosas ediciones en España y en el extranjero, y ha estado siempre representada en versiones adaptadas con ciertas reducciones3. Siendo su tema incomparablemente cinematográfico, este texto permaneció 1 Así comienza el estudio que le dedica Francisco Ruiz Ramón en su Historia del Teatro Español, I,Madrid, Alianza, 1967, pp. 53-78. 2 La bibliografía sobre La Celestina es muy abundante. En relación con los problemas suscitados por: a) la autoría (de si ¿fue Fernando de Rojas autor o coautor?); b) el género literario (¿novela dramática?); y c) el problema nuclear de las adaptaciones escénicas (la cuestión de su división en actos, unos auténticos y otros interpolados), recojo los estudios capitales: Mª Rosa Lida de Malkiel, La originalidad artística de La Celestina, Buenos Aires, Eudeba, 1962; Marcel Bataillon, La Celestina selon Fernando de Rojas, París, 1961; José Antonio Maravall, El mundo social de La Celestina, Madrid, Gredos, 1964; y el de Américo Castro, La Celestina como contienda literaria, Madrid, Ediciones Revista de Occidente, 1965, entre otros. Respecto a la autoría en particular gira el reciente ensayo de Emilio de Miguel Martínez, La Celestina de Rojas, Madrid, Gredos, 1997. 3 Hablando en rigor no se trata de una obra teatral, Véase sobre éste y otros aspectos, Mª R.Lida de Malkiel, op. cit., pp.103-107 y 689-692. 14 Las adaptaciones de obras del teatro español en el cine y el influjo de éste en los dramaturgos - Juan de Mata Moncho Aguirre II. Epocas literarias “milagrosamente virgen a los malos tratos del cine español”4, hasta llegar a la década de los años 60 en los que, ante el recrudecimiento censorial, muchos productores y directores buscaron una rentabilidad vinculada al destape sexual “con el fugaz reverdecimiento de las adaptaciones de obras clásicas de la literatura hispánica (...) Así, hubo adaptaciones de (...)El Libro de Buen Amor, de La Celestina, de El Buscón, La Lozana Andaluza ...”5. Pero hasta el momento ningún clásico de nuestra dramaturgia había encontrado una versión digna6. Poco antes, en 1964, el cine italiano se había anticipado con la versión libre y actualizada de la obra. La cinematografía mejicana tambien realizó otra adaptación y, la más reciente, es una vistosa superproducción española estrenada en 1996. Sin haber generado, por tanto, una extensa filmografía como otras obras clásicas españolas -si pensamos en El Quijote o en el Don Juan-, las diversas 4 En palabras de Basilio M.Patino, “Ensayo de adaptación cinematográfica de La Celestina”, Cinema Universitario,núm. 1, Enero-Febrero-Marzo, 1955, p.75. 5 Véase el cap. “Del tardofranquismo a la democracia (1969-1982)”, de Casimiro Torreiro, VV.AA., Historia del Cine Español, Madrid, Cátedra, 1995, pp. 363-364. Simultáneo al ciclo de adaptaciones cinematográficas de obras clásicas, el medio televisivo abordó -con cierto rigor y afán de difundir con fidelidad esos mismos textos clásicos- en la serie Los Libros una versión de La Celestina (1973), realizada por el novelista y director Jesús Fernández Santos, cuyo guión fue publicado por Eds. Texto e Imagen en 1980, Véase Susana Pastor Cesteros,Cine y Literatura: La obra de Jesús Fernández Santos, Universidad de Alicante, Secretariado de Publicaciones, 1996, p.151.Tiempo después, Juan Guerrero Zamora adaptó la misma obra en una serie de tres capítulos titulada, igualmente, La Celestina (1982). 6 Así escribía en mi trabajo Cine y Literatura.La adaptación española en el cineespañol, Valencia, Generalitat Valenciana, 1986, p.11. 15 Las adaptaciones de obras del teatro español en el cine y el influjo de éste en los dramaturgos - Juan de Mata Moncho Aguirre II. Epocas literarias experiencias en torno a la tragicomedia de Rojas las estudiamos en los siguientes apartados: a) Ensayos Cinematográficos.- 1. Con el título “Ensayo de adaptación cinematográfica de La Celestina”, publicó Basilio Martín Patino un artículo, seguido de un breve ensayo de adaptación fílmica partiendo de las escenas con las que daba comienzo y terminaba la obra original7, por parecerle a aquel teórico y futuro realizador de cine las que ofrecían mayor dificultad en su concepción. A partir de una improvisada adaptación de lo que podría ser esta pieza monumental en la pantalla -”Lo cómico, lo trágico, el más puro realismo, lo sublime y lo poético harían de esta obra una de las creaciones cinematográficas más completas e inolvidables” -, pero cuyo valor visual habría que desmenuzar detalladamente tras una lectura repetida y atenta de todas sus páginas, el autor advertía no obstante de sus problemas y dificultades para ser recreada. Entre los más arduos, encontraba la cuestión de su división en actos -auténticos e interpolados-, el basar su fuerza en el desarrollo sicológico de cada personaje más que en la acción y en lo accesorio, y, sobre todo, la dificultad mayor, tratándose de una obra literaria hablada por entero, la de sus diálogos que deberían “quedar reducidos al mínimo, lo cual se resuelve de manera distinta a la 7 Art. cit., pp.75-84. Basilio Martín Patino realizó después otra experiencia similar con un guión inédito sobre la figura cervantina por antonomasia: “La ruta de Don Quijote” (1960), escrito en colaboración con Azorín, Véase Rafael Utrera, Azorín. Periodismo cinematográfico, Barcelona, Film Ideal, 1998, pp.112-119. 16 Las adaptaciones de obras del teatro español en el cine y el influjo de éste en los dramaturgos - Juan de Mata Moncho Aguirre II. Epocas literarias representación. Lo que en el teatro sólo se debe expresar por la palabra hay que traducirlo aquí a lo visual (...) De ninguna manera se deberá llevar al cine su retórica de largas y farragosas parrafadas tan del gusto de la época y que nada tienen que ver con lo principal”. Tampoco se le escapaba al sagaz ensayista la resolución del escabroso realismo y, que a la postre, se convertiría en el único móvil para llevar al cine esta obra: “Lo que resulta procaz en la lectura y hace de La Celestina una obra irrepresentable en las tablas, escapa ante los amplios recursos del cine. Al mismo tiempo que la cámara puede desmenuzar muchos de sus importantísimos detalles que escaparían en un escenario, puede tambien valerse de innumerables procedimientos indirectos para tocar aquellos puntos más escabrosos e irrepresentables ante nuestra sensibilidad. Y puede tambien (...) envolverlo y matizarlo todo en la belleza, en la poesía, en la magia de su mundo exclusivo, fabuloso, de luces y de sombras”8. Sobre esta idea cinematográfica de adaptar La Celestina, Patino escogió ciertas partes del argumento contenidas en las escenas del Primer Auto, para la secuencia inicial, y las del Decimonono Auto y Veinteno Auto9, que quedan fusionadas para construir la última secuencia, tal como se puede observar en las páginas del mismo ensayo.10 8 Art. cit., Ibidem, p.77. 9 Me sirvo en todo lo concerniente a esta obra, para su cotejo, de la edición de la insigne hispanista Dorothy S.Severin, Madrid, Alianza, 1974, pp.45-56 y 218-231, respectivamente. 10 Ens. cit., pp.78-84. 17 Las adaptaciones de obras del teatro español en el cine y el influjo de éste en los dramaturgos - Juan de Mata Moncho Aguirre II. Epocas literarias 2. Otro ensayo cinematográfico, pero resuelto en imágenes, lo hallamos en el film Los ángeles exterminados/Les anges exterminés (1968), cuyo guión escribió José Bergamín11. Como se describe en su estudio correspondiente, Bergamín extrajo fragmentos de obras de nuestros autores clásicos -desde Rojas y Cervantes hasta Calderón y Espronceda- para reflexionar sobre la vida y las costumbres españolas de ayer y de hoy. Al escoger la obra de un nutrido grupo de nuestros autores universales, la utilización en el film del texto de Rojas sirve como punto de partida para analizar el tema del amor y de la muerte y crear un paralelismo entre el amor como causa de muerte, una situación recidiva en todas las épocas, la renacentista y la de la España de los años 6012. El tratamiento altamente filosófico del guión se fija en las frases que le inspiran a Calixto, preso del amor de Melibea (“Melibeo soy y a Melibea adoro y en Melibea creo y a Melibea amo...”), contenidas en el Primer Auto13, que dan paso en las imágenes inmediatamente a una secuencia construida en torno al extenso parlamento de Melibea en lo alto de una torre que precede a su caída mortal en el penúltimo Auto de la obra14. La secuencia se cierra con un comentario en off alusivo a las numerosas 11 Para otros detalles sobre la concepción de este film destinado originalmente al medio televisivo, Véase el estudio “Bergamín y el cine”, contenido en el cap. de nuestro trabajo, Autores del Exilio, notas 610 a 613. 12 Véase la única crítica española del film, reproducida en el cap. de nuestro trabajo citado antes, nota 75. 13 La Celestina, ed.cit., p.50. 14 Ibidem, pp.227-231. 18 Las adaptaciones de obras del teatro español en el cine y el influjo de éste en los dramaturgos - Juan de Mata Moncho Aguirre II.