Instituto Tecnológico Y De Estudios Superiores De Occidente
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INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE OCCIDENTE Reconocimiento de validez oficial, acuerdo SEP No. 15018 Publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de noviembre de 1976 DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS SOCIOCULTURALES MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA Y LA CULTURA Ni calladitas ni bonitas: las representaciones de las políticas mexicanas en la prensa de Guadalajara (2004-2007). Tesis que para obtener el grado de Maestro en Comunicación de la Ciencia y la Cultura Presenta Zazil Elena Reyes García Director de tesis: Dra. Alejandra Aguilar Ros Tlaquepaque, Jalisco. Agosto de 2007. Introducción En los últimos 15 años, pero especialmente en los últimos cinco o seis, las mujeres aparecieron y se instalaron en la escena política de nuestro país. Sin duda el cambio de un escenario político totalmente masculino a otro en donde las mujeres tienen una presencia que ya no es esporádica ni se percibe como una rareza que brotó solamente para desaparecer en seis años, sino que se ha establecido como presencia permanente, representa una transformación vital de la esfera pública. El hecho no solamente no ha pasado de manera discreta por los medios de comunicación, sino que éstos han jugado un papel muy importante en su construcción y todo el país ha sido testigo de la visibilidad, a veces incluso estruendosa, que estas mujeres han ido adquiriendo en la prensa, la televisión y la radio. Es precisamente éste, el objetivo del presente trabajo, el de analizar cómo se ha ido construyendo a estas mujeres en los medios, específicamente en la prensa partiendo de la idea de que estas representaciones no sólo hablan de las “mujeres políticas”, sino también y de manera muy importante, de la imagen que actualmente tenemos de las mujeres en nuestro país. Llamaré “mujeres políticas” a aquellas que se dedican al ejercicio de la política.1 En el análisis hago la distinción entre dos tipos de “mujeres políticas”, dos perfiles que definen dos maneras distintas de ejercer la política. Por una parte están las que llamaré políticas de carrera y son aquellas que participan formalmente en las instituciones, ya sea como secretarias de Estado o subsecretarias o en puestos de elección popular, partidaria o sindical. Y otras que forman parte del círculo de poder aunque no estén formalmente dentro de una institución política, y que antes, hace apenas un par de sexenios no hubieran sido consideradas como "políticas" propiamente, pero a partir del sexenio pasado empezaron a adquirir prominencia y presencia propia. Específicamente, 2 me refiero a las primeras damas. 1 Existen otros trabajos de mujeres en la política, como el de Victoria Rodríguez (2003). Sin embargo, con el título Women in Contemporary Mexican Politics (Mujeres en la política mexicana contemporánea), Rodríguez abarca diferentes maneras de participación política, desde movimientos sociales y ONGs, hasta mujeres en puestos de elección popular y primeras damas. Desde este punto de vista mi trabajo no trata sobre las mujeres en la política, ya que esto incluiría otras formas de participación. 2 En un trascendido publicado el 8 de julio del 2007, Público-Milenio reproduce la información difundida por la revista Emeequis que, en base a una encuesta de Consulta-Roy Campos Research da a conocer a las “13 mujeres vivas más conocidas de México”. En la lista figuran “cuatro políticas” que aparecen en el siguiente orden: Marta Sahagún (según esta encuesta la cuarta mujer más conocida de México, después de Silvia Pinal, Lolita Ayala y Thalía), Beatriz Paredes, Elba Esther Gordillo y Margarita Zavala. Es de llamar la atención el hecho de que la actual primera dama también figura en la lista. Durante mi análisis mediático Margarita Zavala no sobresalió como una política muy visible para la prensa, aunque sí apareció en algunas noticias. 1 Los discursos que sobre todas ellas circulan, forman parte de un conjunto de representaciones colectivas que “preceden e introducen nuestras potenciales experiencias del mundo” (Sáez Carreras, 1998: 54). Aquí comparto la idea de que la realidad social se va creando “a través del lenguaje, los gestos y todas las formas del signo simbólico social” (Butler, 1990: 270)3 4 y de que los discursos también son acciones: “las palabras hacen lo que dicen” (Felluga, 2003). Me fue de mucha utilidad pensar en la categoría de “cultura de género” para efectos del análisis. Aquí retomo un estudio de Elsa Muñiz quien la utiliza al considerar que la categoría de género es limitada. Explica que ella trata de “estudiar la cultura de género como una forma de la historia cultural, donde la historia de las representaciones permita atender la comprensión de las prácticas que articulan representaciones colectivas y conductas personales, maneras generales de sentir, conocer, pensar respecto al estado de una sociedad y, por tanto, a su historia” (2002: 14). Sáez Carreras considera que es de suma importancia reflexionar acerca de las representaciones actuales de las mujeres, ya que éstas “subyacen… a nuestra manera de pensar y… quizá, el que podamos pensarlas signifique un cierto progreso humano en tanto que su vigencia, condicionante de nuestros modos de pensar y de actuar, y su influencia comiencen a decrecer” (Sáez Carreras, 1998: 54). Analizar las representaciones de las mujeres políticas en la prensa constituye mi interés principal en este trabajo de investigación. Aunque su participación en esta arena sigue siendo limitada si se la compara con la de los hombres –no llega ni al 15% en los cargos públicos (Sánchez, 2003: 78)- los espacios que las mujeres han ganado desde entonces son muy importantes, e incluso hay quien habla ya de una “feminización de la vida pública mexicana” (Rodríguez, 2003: 3). 3 Traducción libre de Claudia Sorais Castañeda. 4 Traducción libre de Claudia Sorais Castañeda. 2 La visibilidad que las mujeres políticas adquieren hoy en día gracias a los medios de comunicación no puede ser ignorada. ¿De qué otra manera nos familiarizamos con estos personajes si no es a través de la televisión, la radio o la prensa? En el 2004 estas mujeres ocuparon espacios importantes en los medios, y son precisamente sus representaciones las que me interesa abordar. Este trabajo se centra en la prensa local de Guadalajara, con la intención de responder a las siguientes preguntas de investigación: ¿Cómo se construye a la mujer política en la prensa? ¿Qué papel juegan los estereotipos en esta construcción? Hoy aparece una gran ambigüedad en los medios cuando se trata de hablar sobre las mujeres que pertenecen a la cúpula política. Puedo adelantar que lo que sucede es que el discurso está cargado de estereotipos tradicionales que ya resultan caducos. Imágenes que cada vez están más lejos de las mujeres actuales y donde la única vía para mantenerlos en uso es a través de ironías que resultan muy destructivas. Pero esto no significa que no se pueda criticar el trabajo político–público de una mujer. Lo que critico aquí es que hoy parece que la crítica política a las mujeres políticas, no es posible sin hablar de su vida privada, de su cuerpo y en no pocas ocasiones de lo que sucede en su alcoba. Así ha ocurrido con figuras como Rosario Robles, Dolores Padierna, Elba Esther Gordillo y Marta Sahagún, pero también es interesante contrastarlas con una Amalia García, o una Beatriz Paredes, quienes no suelen protagonizar ningún “escándalo”, al menos no de tipo personal. Esta investigación comenzó con un interés por estudiar las representaciones del cuerpo femenino en la prensa. Sin embargo, la gran cantidad de material y posibles líneas de investigación me obligaron a hacer una delimitación de mi objeto de estudio. Fue así como decidí explorar a las mujeres políticas. Considero que la representación del cuerpo –y lo que se habla sobre él- está ligada a la moral de cada “personaje”, pero también a la moral social. Así por ejemplo, la autoridad de Condoleeza Ríce queda destruida al representarla como una rumbera brasileña; lo mismo sucede con Marta Sahagún, al ponerle un cuerpo con senos abundantes, una mandíbula colgante, o unas pestañas kilométricas. Por otra parte la representación de un personaje como Elba Esther Gordillo remite, de manera metafórica, a los descuartizamientos de los cuerpos durante los 3 suplicios en la Edad Media. Hoy estos descuartizamientos aparecen en mi análisis como resultado de un intento por ridiculizar a las mujeres que ejercen la política. Figura 1.1. Hernández, 19 de febrero 2004, Público Figura 1.2. Ahumada, 18 de agosto 2006, La Jornada. 4 Esta tesis está estructurada en seis capítulos. En el primero abordo la historia de la opinión pública y el tema del escándalo político, utilizando como base a Habermas y a Thompson. Así como la formación de representaciones y el tema de la visibilidad mediática. El segundo capítulo consiste en la discusión sobre las representaciones de las mujeres en los medios y la importancia de los estereotipos que se producen sobre ellas, así como su participación en los medios de comunicación. Aquí reviso trabajos relevantes para el tema de las mujeres en los medios. El capítulo tres toca la teoría sobre las mujeres que participan en la política, describo el acceso de las mujeres a la ciudadanía y su participación en las cúpulas de poder. Específicamente hablo de cómo el eje público privado define la representación de las mujeres políticas y le da un sesgo. En el capítulo cuatro explico la metodología, detallo la manera en que revisé la prensa local con el objetivo de determinar la calidad de la visibilidad de las mujeres políticas a través de sus representaciones y de cómo los estereotipos sirven para comprender por qué las mujeres son representadas de determinadas maneras. Los capítulos cinco y seis comprenden el análisis de las representaciones de las políticas mexicanas más destacadas de los últimos cinco años.