Vocabulario Canario Guanche
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VocabularioVocabulario canariocanario guancheguanche José M. Esteban Aquella aventura comenzó sin tener ni la más remo- Por la megafonía comenzó a sonar la dulce y melo- ta idea de cómo habría de terminar. Toda la corte de diosa música canaria a cuyos acordes, la mayoría de la Alfonso ocupábamos una buena parte del avión, entre gente nos pusimos a llevar el compás con cabeza y los editores, críticos y organizadores de la fiesta en el manos y a seguir con atención los sensuales movimien- seno de la que se haría el acto de presentación de la tos rítmicos de la bella azafata que nos animaba movién- recién publicada novela “Con flores a María” que tanta dose cadenciosamente a lo largo del pasillo del avión, tinta hizo correr, sobre todo en Andalucía, al caer en con una sonrisa que invitaba al diálogo. El diálogo se ini- manos del público los primeros ejemplares. ció inmediatamente, en cuanto el volumen de la música disminuyó un poco y la muchacha atemperó su paseo, mirándonos con una franca sonrisa; ella se presentó sin El cuatrimotor de Iberia que nos transportaba no más preámbulos, dijo llamarse María de la Candelaria, alcanzaba las velocidades actuales y el vuelo desde aunque sus amigos, que eran legión, preferían llamarle Madrid hasta Las Palmas de Gran Canaria empleaba Candi, dijo ser canaria y sentirlo muy dentro, natural de sus buenas cinco horas, y el confort de la cabina no era San Sebastián de la Gomera, en la isla del mismo nom- suficiente como para, por ejemplo, conciliar una buena bre, muy cerquita de la de Tenerife, y ser azafata de Ibe- siesta. Pero sí era más que suficiente para entablar con- ria desde hacía unos años, labor que le permitía divulgar versación, aprovechando además el buen talante de la a diario las pequeñas y grandes cosas que en su opinión tripulación, nada rigurosa en la imposición de las nor- adornaban lujosa y cálidamente a sus queridas islas y a mas de mantenerse sentado cada uno en su asiento, y sus paisanos. El pasaje de aquel vuelo le parecía espe- muy proclive a participar en el foro que se estaba orga- cialmente interesante por el supuesto nivel intelectual de nizando alrededor de Alfonso, escritor ya muy aprecia- muchos de sus componentes y por la indudable calidad do entonces, pero más popular por su fama de con- literaria del escritor Alfonso Grosso. quistador y con anécdotas protagonizadas que hoy día le habrían colocado en todas las cabeceras rosa del A Alfonso todas las mujeres tenían mucho que país, sobre todo en relación con su divulgado acerca- decirle; pero una mujer joven, y además bonita, simpá- miento a una prestigiada periodista italiana y ser sor- tica y encima culta era el no va más de la creación. prendidos en plena acción por la menos interesada en Conversador fácil y fluido además de culto y parlan- el suceso. chín, se lanzó a la muy agradable confrontación que se Autores científico-técnicos y académicos 119 Guanche Vocabulario canario / guanche planteaba, haciendo difícil la participación de los Gomera. Curiosamente, la comunicación mediante silbi- demás, muy interesados también en preguntar y en dos no es exclusiva de las Islas Canarias; existen lengua- debatir con la gentil moderadora. jes localizados y tipificados en la tribu de los indios zapo- tecas, en la de los diolas senegaleses y, probablemente Todo empezó con el tabaco. Todavía en aquella en algunas otras comunidades humanas. época estaba totalmente permitido fumar en los avio- nes, pese a las tremendas molestias producidas a los no Con estas y otras variadas disquisiciones, el vuelo fumadores, y alguien ofreció cigarrillos canarios de la se consumió en un suspiro y todo el grupo, incluyendo marca Mencey. Candi tomó el paquete en sus manos y a Candi, que se disponía a alojarse en el Hotel Iberia exhibiéndolo de manera que todos lo apreciaran bien, de Las Palmas, se confabuló para continuar con la preguntó si sabíamos qué quería decir el vocablo. Por exploración de los lenguajes autóctonos canarios. supuesto, Alfonso respondió adecuadamente, pero las Un entrañable comité de recepción nos dio la bien- caras de la mayoría de los demás denotaban cierta venida, ruidosa y colorista, y nos cubrió de flores y fru- ignorancia y muchos declararon abiertamente que no tas y de alegres parabienes, junto con un programa de tenían ni idea. festejos capaz de rellenar por sí solo una estancia de Candi, con semblante serio, un poca dolido de la tres meses en las islas. Uno de los más bullangueros ignorancia del grupo, afectuosamente agradecida por la elementos del comité era el llamado Diego de Cabrera, mayor sabiduría de unos pocos, inició la explicación descendiente directo de un antepasado del mismo requerida, procurando realizarla en el tono más docto de nombre que en el siglo XVI dio un fuerte impulso a la que fue capaz. Mencey es el Rey, o el jefe, o el elemento economía grancanaria, todo ello avalado por Candi, más destacado de una comunidad que ejerce la máxima que se mostró muy dispuesta a favorecer las pretensio- función en su gobernación. Es una palabra tan utilizada nes del buen señor de que aceptáramos la invitación en Canarias que, por ejemplo, da nombre al mejor hotel para visitar sus tierras y su ambiente. de Santa Cruz de Tenerife. El vocablo pertenece a la len- No fue realmente fácil terminar con la recogida de gua guanche, lengua casi extinguida que se habló en las equipajes, poco voluminosos dada la prevista brevedad islas y de la que hoy perviven multitud de palabras de la expedición y la falta de festejos de mayor lustre en genuinas y otras muchas que hacen de puente con el nuestra agendas, ni con la distribución de los expedicio- castellano, junto con un rico vocabulario autóctono de narios en los muchos coches que se nos ofrecían. Final- origen lingüísticamente desconocido. Son muchas las mente, D. Diego Cabrera consiguió atraer a su vistoso teorías sobre el origen de la lengua guanche; una de las mercedes a Candi, a Alfonso, pegado a ella, y a mi, más plausibles la hacen proceder del berebere, lengua actuando de carabina en aquella ceremonia. Cabrera ini- que sobrevive a los tiempos después de varios milenios y ció una estancia puramente turística, buscando un trayec- que hoy en día se habla en diversas zonas africanas, to adecuado para alcanzar el Hotel Iberia desde la carre- desde Argelia y Marruecos hasta Mali o Nigeria, y que al tera del aeropuerto, pasando por puntos significativos de correr de los siglos se ha ido diluyendo con otras lenguas la ciudad de Las Palmas; por su parte, Candi tenía fres- dando lugar a veinte o treinta dialectos. cos los conceptos vertidos durante el vuelo y, dulce y sua- En todo caso, terminó su disertación nuestra amable vemente, con el apoyo incondicional de Alfonso, adicto a informadora, la lengua guanche no es la única genuina- los temas lingüísticos (y a los indudables encantos de mente canaria; como medio de comunicación, no se Candi), fue desviando la conversación hacia la lengua, la puede dejar de mencionar el silbo de La Gomera, len- historia y los lenguajes de las Islas. Aprovechó Cabrera guaje que utiliza el silbido y que conocen y utilizan los para invitarnos a visitar su patria chica, llena de vestigios naturales de aquella pequeña isla, obviando las difíciles y secuelas del pasado. Y llegamos al Iberia, engalanado comunicaciones por medios convencionales (algo así para la ocasión, con banderas verdiblancas en honor de como las señales de humo de algunas tribus indias, casi Alfonso y con multitud de curiosos esperando simple- desaparecidas o más bien exterminadas, del territorio mente para ver y para aclamar. norteamericano). Han pasado los años y, muy reciente- mente, el silbo gomero ha recibido su carta de naturale- za y ha sido incluido en los planes de estudios de aquella isla. Concretamente, el cinco de julio de 1999 se publicó CENA CANARIA. EL GOFIO la Orden 1546 regulando las normas para la enseñanza Las buenas gentes del hotel nos habían montado y la evaluación del lenguaje silbado en la Isla de La una cena de bienvenida íntima, cordial y muy orienta- 120 Autores científico-técnicos y académicos Guanche Vocabulario canario / guanche da a la promoción y exaltación del color canario. Por demás. Así, bereberes y rocieros, andaluces y canarios, fortuna, Candi había aceptado acompañarnos en toda historia y literatura, todo mezclado y revuelto, debida- la estancia y de ella manaron las bienvenidas aclaracio- mente aderezado con los manjares elaborados por la nes y las prolijas explicaciones que nos aclararon las cultura y la tradición canarias, con el plátano ocupan- innumerables dudas que de todo se planteaban. do una posición prominente, pero con el gofio ocupan- do el trono del rey, del mencey. No goza de gran aprecio peninsular la gastronomía canaria, muy injustamente tratada y reducida a poco No se prolongó demasiado la velada, el cansancio más que a sus plátanos, ciertamente magníficos y muy del viaje, las muchas emociones vividas y los compro- superiores a los bananos subtropicales sudamericanos; misos pendientes para el día siguiente, junto al licor pero no terminan ahí los excelentes manjares que por consumido, aconsejaron la retirada cerrando el día, allí se pueden degustar (en realidad no terminan, más con la expectativa del acto literario en el propio hotel y bien empiezan, pues el plátano no es demasiado apre- la visita, aceptada cediendo a las amables presiones del ciado allí, y es frecuente no encontrar un triste plátano bueno de Diego Cabrera, a las tierras de sus mayores en la carta de una casa de comidas canaria); el sargo y que en su día fundaron el primer ingenio azucarero de el abadejo son ejemplos de deliciosos pescados atlánti- las islas.