Iii Jornadas De Historia Del Sur De Tenerife
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III JORNADAS DE HISTORIA DEL ENERIFE T SUR DE TENERIFE DE UR S DEL ISTORIA H DE ORNADAS III J III CONCEJALÍA DE PATRIMONIO HISTÓRICO III Jornadas de Historia del Sur de Tenerife Candelaria · Arafo · Güímar · Fasnia · Arico Granadilla de Abona · San Miguel de Abona Vilaflor · Arona · Adeje · Guía de Isora · Santiago del Teide III Jornadas de Historia del Sur de Tenerife Candelaria · Arafo · Güímar · Fasnia · Arico Granadilla de Abona · San Miguel de Abona Vilaflor · Arona · Adeje · Guía de Isora · Santiago del Teide Las III Jornadas de Historia del Sur de Tenerife tuvieron lugar en Arona durante el mes de noviembre de 2013 D. Francisco José Niño Rodríguez Alcalde-Presidente Del Ayuntamiento De Arona Dña. Eva Luz Cabrera García Concejal de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Arona Coordinación académica de las jornadas: Dña. Carmen Rosa Pérez Barrios D. Manuel Hernández González Dña. Ana María Quesada Acosta D. Adolfo Arbelo García Coordinación técnica de las jornadas: Dña. Ana Sonia Fernández Alayón © Concejalía de Patrimonio Histórico. Ayuntamiento de Arona EDICIÓN: Llanoazur Ediciones ISBN: 97-84-930898-1-8 DL: TF 217-2015 Índice Manuel Hernández González. Ponencia marco Emigración sureña a Venezuela (1670-1810) .................................... 11 Carlos Perdomo Pérez, Francisco Pérez Caamaño y Javier Soler Segura El patrimonio arqueológico de Arona (Tenerife) ................................. 51 Elisa Álvarez Martín, Leticia García González y Vicente Valencia Afonso El patrimonio etnográfico de Adeje: Aspectos generales .......................... 73 José Antonio González Marrero Las relaciones de parentesco generadas por una familia de esclavos de Arico .................................................................................... 95 José María Mesa Martín El beneficio de Isora, nuevas aportaciones a la administración y jurisdicción religiosa del suroeste de Tenerife: Guía de Isora- Santiago del Teide ....................................................................... 107 Belinda Rodríguez Arrocha El ejercicio de la justicia en el sur de Tenerife en la Edad Moderna (siglos XV-XVIII) ....................................................................... 125 Aarón León Álvarez y Luana Studer Villazán La Segunda República y la Guerra Civil en la memoria de un militante socialista: el caso de Álvaro Fariña Rodríguez. 143 Carmen Rosa Pérez Barrios La epidemia de cólera de 1893 en el Sur de Tenerife. Intervención de Juan Bethencourt Alfonso y Eduardo Domínguez Alfonso .................. 165 Sergio Cabrera Alayón Arona (1923-1931). Un modelo de sociedad finicaciquil de base jornalera ... 189 Alberto J. Báez García Elecciones locales de 1979 en el sur de Tenerife: regeneración democrática y eclosión en la participación política municipal .................. 207 Javier Dóniz Páez y Rafael Becerra Ramírez Geoturismo en volcanes litorales del sur de Tenerife: Montaña Amarilla, Montaña Roja y Montaña Escachada ................................. 221 Carla Marti Romero Estudio comparativo del modelo iconográfico del aborigen canario en la Reserva Ambiental San Blas y en el Parque Etnográfico Pirámides de Güímar ................................................................... 235 Adrián Valerón Hernández Abad Imaginería y riesgo en los barrancos del sur de Tenerife. Un binomio entre montañas, ficción, y escenarios de juego ...................................... 251 María Fátima Fernández Pérez Percepción de la imagen turística de Los Cristianos (Arona-Tenerife) ...... 261 Ana María Quesada Acosta. Ponencia marco Memoria y concepto. La escultura pública en el Sur de Tenerife ............... 273 José Lorenzo Chinea Cáceres Técnica y obra. La escultura de Javier Eloy Campos Torres .................... 309 Francisco Javier Castro Molina Leprosería de Abades: arquitectura, sol y aislamiento ............................ 333 Gerardo Fuentes Pérez El Llano de la Magdalena: un frustrado proyecto arquitectónico ............. 357 Juan Alejandro Lorenzo Lima De una efigie en su coyuntura creativa e histórica. La Virgen de Candelaria tras el aluvión de 1826. 379 Manuel Jesús Hernández González Contribución a la retablística pintada del siglo XVIII. Algunos ejemplos en el Sur de Tenerife ......................................................... 403 Carlos Castro Brunetto La exaltación de San Antonio de Padua y el arte en Granadilla .............. 423 Ana Sonia Fernández Alayón Análisis patrimonial de Arona [casco] tras su declaración de Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico .................... 443 La emigración sureña a Venezuela (1670-1810). La eclosión de la emigración familiar a partir de 1670 Manuel Hernández González Introducción En torno a 1670 la economía de la Provincia de Caracas, tras un período de recensión, comienza a manifestarse vigorosa. En 1684 se contaba en ella con 434.850 árboles de cacao en 167 haciendas, 18 propiedades dedicadas al trigo, 26 ingenios y 28 hatos. Más del 10% de los cacaoteros eran de nueva planta en una región virgen a poca distancia de Caracas, los Valles del Tuy. Comienza una época que llegará hasta 1740 definida por la disponibilidad de tierra irrigable para cacao y esclavos. En 1720 había ya más de dos millones de árboles. En 1744 habían ascendido a cinco, estando localizados más de la mitad en el Tuy. Mientras que las principales familias de la elite se consolidan, los inmigrantes que arriban de forma significativa desde mediados de la década de los setenta podían aspirar a integrarse dentro de ella con la riqueza que les proporcionaba el comercio, las plantaciones y la disponibilidad de obra escla- va. Antes de 1700 una parte de ellos comienzan a cultivar cacao en los valles más remotos de la provincia, no sólo en el Tuy, sino sobre todo en la costa de Aragua y muy especialmente en el Yaracuy. Una frontera interior que varias décadas después se desplazará hacia Barlovento. De forma paralela prospera el tabaco en Aragua. En el Valle y los Altos de Caracas centenares de familias se dedican a cultivos de autoconsumo y a la ganadería. En Guarenas o Guatire introducen ingenios o se emplean como mayordomos o arrendatarios. La co- lonización de los Llanos Centrales con el éxito de la de San Carlos Cojedes en 1678, en la que participaron, supuso un claro avance en la ocupación del área con la fundación de 17 misiones entre 1679-1700. Se llegaría por el sur hacia Calabozo y por el norte hacia el Estado Portuguesa. Entre 1670 y 1740 diferentes generaciones de familias canarias se dirigirán hacia Venezuela atraídas por las posibilidades de futuro que se les abrían tanto en su conversión como cultivadores de autoconsumo en el Valle de Caracas, de III Jornadas de Historia del Sur de Tenerife 11 hacendados cacaoteros en el Yaracuy, Aragua, Valencia o Barlovento, o como propietarios de hatos ganaderos en los Llanos, una superposición de cadenas migratorias en consonancia con sus expectativas. Las profundas transforma- ciones de este proceso fueron generadas al margen de la política monopolista que la Corona trata de consolidar a partir de fundación de la Compañía Gui- puzcoana en 1728. Frente a ella los emigrantes canarios eran vistos como un obstáculo y como expresión del contrabando. En 1714 el Gobernador Cañas diría que “todos los más complicados en los delitos de ilícito comercio son naturales de las Islas Canarias, casi la mitad de los moradores de esta Provincia sin asimismo de dichas islas y con tal unión y conformidad que unos y otros se amparan y ocultan los delitos, y como todos los más viven en el campo, se facilita más bien así la ocultación de los delincuentes, como de los géneros que traen, y por esta razón no se logra la total extinción de tan pernicioso comercio”1. Desde los 40 la baja cotización del cacao originó una presión sobre la elite mantuana y virtualmente arruinó a la mayoría de los modestos propietarios que habían comenzado a poner en explotación sus tierras de Barlovento, ge- neralmente con sus propias manos o con el auxilio de uno o dos esclavos. El desmedido interés de los monopolistas vascos en acaparar cuotas de poder en su tráfico se tradujo en un brusco descenso de los beneficios de los plantado- res. Esta provocativa política tuvo su punto culminante con el fin del asiento inglés. En 1731 la restauración de la alternativa que obligaba al llenado obli- gatorio de todo buque que entrase en puerto originó el embotellamiento del comercio mejicano, controlado por hacendados criollos. La situación se agravó en 1744 cuando el gobernador Zuloaga determinó un repartimiento de la por- ción máxima de cacao que cada propietario podía incluir en el tercio que tenía reservado. Las Gobernaciones de Zuloaga y Castellanos trataron de restringir la emi- gración canaria. Los elevados poderes depositados en ellos fueron los cataliza- dores de la rebelión. En 1745 Zuloaga llegó a creer que se estaba originando una conspiración para provocar la expulsión de la Guipuzcoana fraguada entre los isleños y el Conde de San Javier. El detonante definitivo fue el nombra- miento como Teniente de Justicia Mayor de Panaquire y Caucagua, el centro isleño de Barlovento, de un funcionario de la Compañía en sustitución del herreño Juan Francisco de León. Los plantadores de primera generación vivían 1 Archivo General de Indias (A.G.I.). Santo Domingo. Leg.724. 4 de febrero de 1714. 12 III Jornadas de Historia del Sur de Tenerife del comercio ilegal por los bajos precios de la Compañía, especialmente desde que en 1735 el Gobernador Lardizábal ordenase la prohibición de transpor-