Charazani Pata-Karilaya Y Pukarani: Un Centro Administrativo Provincial
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
Charazani Pata-Karilaya y Pukarani: Un Centro Administrativo Provincial Jenny Martínez Mollinedo* Resumen Los sitios arqueológicos de Curva llegaron a conformar un centro administrativo provincial que denota una con- tinuidad ritual local durante la presencia Inca. De esta manera, los Inca lograron una explotación de recursos y un avance hacia tierras bajas de manera exitosa, efectuando un control mixto en el Valle de Charazani – Curva; beneficiándose de la región, sin dejar de lado la buena relación con la población local (Yunga-Kallawayas). Charazani Pata-Karilaya y Pukarani: An administrative provincial center in Curva The archaeological sites of Curva came to form a provincial administrative center that denotes local ritual continuity during the Inca presence. In this way, the Inca achieved the exploitation of local resources and a successful expansion towards the lowlands, employing a mixed control of the Charazani – Curva Valley, and obtaining benefits from the region, without leaving aside a good relationship with the local population (Yunga-Kallawayas). Introducción agrícolas, centros administrativos, centros regionales y restos de los caminos. La expansión del Imperio Inca se dio duran- Un ejemplo importante es la Comunidad te el denominado Horizonte Tardío y man- de Curva (provincia Bautista Saavedra-depar- tuvo bajo su territorio un amplio mosaico de tamento de La Paz), donde existen evidencias estructuras políticas, religiones y lenguas; de la presencia Inca, manifiestos en un com- logrando anexar diferentes grupos, implan- plejo arqueológico que desempeñaría un papel tando estrategias de control (directo o indi- importante en la economía y administración de recto) a conveniencia de sus intereses. Este los recursos de la región, además de permitir imperio funcionó como un gran distribuidor develar la relación existente entre el Inca y la de bienes y servicios mediante las redes via- población local, dada sus características. les establecidas, que permitieron el transpor- te de los mismos, así como el movimiento de El Incario (Horizonte Tardío) tropas, transmisión de información y gente (sistema de ). De esta manera a lo largo mit’a El tiempo que abarcó el Horizonte Tardío de los Andes, quedaron vestigios del Incario con la presencia de la cultura Inca (1450-70 como ser: santuarios, almacenes, terrazas a 1532 d.C.), ha sido relativamente corto en comparación a otros períodos. Sin embargo, * Universidad Mayor de San Andrés este imperio logró obtener una extensión [email protected] territorial bastante amplia, extendiendo sus Textos Antropológicos, 2011, Volumen 16, Número 1, pp. 81-95 Carreras de Antropología y Arquelogía, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz 82 Textos Antropológicos Vol. 16 / Nº 1 fronteras y dominación sociopolítica sobre las sociedades provinciales. De este modo las estra- las diferentes poblaciones del altiplano, sie- tegias se activaron en relación con lo que podemos rras, valles y costa del Pacífico. Abarcando llamar una estructura de opciones” (D’Altroy et una diversidad étnica y zonas ecológicas he- al. 1994:398). terogéneas que favorecieron a su desarrollo (Cachuan 2005). Centros Administrativos Comprendía un mosaico de grupos lo- cales étnicos y políticos, controlados por el Debido a su gran desarrollo y expansión, el Inca a través de varias estrategias que van imperio Inca necesitó de centros administra- desde la coacción hasta la diplomacia. Estas tivos para su organización socio-económica. estrategias pudieron ser definidas acorde a Los centros administrativos, santuarios, ins- los recursos de establecimiento de seguridad talaciones militares y palacios habrían sido o control militar, integración política, eco- planificados por “expertos” que decidían la nómica o ideológica implementadas, depen- ubicación y distribución del espacio (Martí- diendo de la organización política central y nez 2008). de las poblaciones sometidas, así como del Morris menciona, “que las construcciones potencial productivo de las mismas y obje- fueron realizadas acorde a un plan elaborado pre- tivos imperiales (D’Altroy 1987:6-8). Dán- viamente concebido. Los Cronistas también men- dose así un control directo (Covey 2000; cionan que Cusco fue reconstruido bajo un plan D´Altroy 1987, 1992; Manzanilla 1997, maestro. Así se habrían dado modelos de ocupa- Schreiber 2000) o indirecto (Covey 2000; ción. Garcilaso por su lado señala que fueron ca- D´Altroy 1987, 1992; Espinoza, citado en paces de modelar regiones enteras, reorganizando Condarco 200; Hayashida 1994; Manzanilla a la población y al asentamiento” (Morris, cita- 1997; Schreiber 2000; Sternberg y Nazare- do en Hyslop 1990). no 1998), estrategias que fueron aplicadas de El establecimiento Inca en muchos casos acuerdo a las circunstancias. estuvo relacionado con la importancia ritual La élite Inca gobernó desde su capital de algunos lugares pre-incaicos, pero tam- Cusco y una serie de centros administrativos bién era importante considerar la inversión y tampus fueron establecidos a lo largo de la de tiempo y fuerza de trabajo que deman- extensa cadena de caminos. Para diferenciar daban las construcciones (Martínez 2008). los grados, las élites locales fueron incorpo- Hyslop (1990) menciona algunos ejemplos radas dentro de la burocracia administrativa de centros con ocupaciones previas, como del estado y fueron responsables del recluta- ser: Tomebamba, Huánuco Pampa, Pumpu, miento de mano de obra, la cual sustentaba Hatun Xauxa, Hatunqolla, Paria, Sevaruyo, al Imperio (Hayashida 1994:445-446). etc. Por otro lado, están aquellos donde son raros los asentamientos locales, por ejem- “No se debe esperar que haya existido un modelo plo: Cajamarca, Huamachuco (Perú), Fuerte de relaciones uniformes y estables entre el Cuzco y Quemado (Argentina), La Puerta, Catarpe los Señoríos incorporados. La gigantesca moviliza- (Chile); que a pesar de ello se convierten en ción humana que se produjo en Los Andes bajo el centros administrativos, con el posible pro- dominio Incaico fue compleja y variable. Las socie- pósito de restablecer a la población. Tam- dades del Tawantinsuyu constituyeron formaciones bién pudieron ser edificados por motivos de culturales diversas, actitudes y patrones de acción variados que tenían en su seno la propiedad de ge- seguridad en los límites territoriales, como nerar mecanismos de reproducción que admitían centros provinciales, otorgándoles poder a su propia transformación. Las relaciones entre el los jefes locales mediante los cuales ejercían estado y los grupos sujetos tuvieron que adaptarse control sobre una región. a las organizaciones presentes, las más capaces y a Se menciona que en estos centros se rea- los intereses tanto de los poderes centrales como de lizaban ceremonias de reciprocidad, lo cual Martínez Charazani Pata-Karilaya y Pukarani 83 servía de engranaje entre las poblaciones, gar pasaban: oficiales, especialistas técnicos siendo esta la base de su organización. Di- o religiosos, señores locales, gobernadores chas reuniones se efectuaban en las plazas, Incas, líderes de los mitmas cusqueños y/o donde celebraban el encuentro con fiestas y reyes Incas. festines, donde el Inca ofrecía sus regalos. De esta manera, lograban que los nuevos territo- Cualidades que atrajeron al Incario rios se anexaran al imperio, sin necesidad de de la región y su población conflictos. Morris también sustentaría dichas funciones al mencionar que los centros eran: En la región de los Valles del norte de La Paz “lugares para festines y para beber, lugar de mu- existen cuatro cuencas de drenaje: río Consa- chas ceremonias religiosas y políticas” (Morris, ta, Akamani, Pelechuco y Charazani, siendo citado en Hyslop 1990:297). este último el de mayor caudal y extensión Arquitectónicamente los centros se carac- (Montes de Oca 1982; Muñoz Reyes 1980). terizaron por presentar: una plaza principal Las características ambientales de éstos Va- de excepcionales dimensiones en muchos lles proporcionaron una complementación casos, Kallankas, Kanchas, ushnu y numero- económica y alimenticia a sus pobladores; a sos depósitos de almacenaje (Hyslop 1990; lo que se suma el carácter aurífero de los ríos, Matos, Arellano y Browman 1998:181). que permitieron una intensiva explotación. También tenían habitaciones para hospedar Su ubicación intermedia entre el Altiplano y a los encargados de la administración (Coe- Tierras bajas, facilitó y permitió el control llo 1998). Sin embargo, cada centro presentó del tráfico de bienes entre ambas zonas (Me- sus propias características, conservando sólo yers 2002; Saignes 1985). en el aspecto formal los patrones de la es- Durante el período de los Señoríos Ayma- tructura del imperio. Por tanto, cada centro ras (1100 al 1450 d.C.) es posible identificar fue una respuesta local a la relación existente cuatro grupos asentados en estos valles, que entre el imperio dominante y la población denotan su importancia y el carácter multié- sometida. tnico existente: “El hecho de que los Incas construyeron im- portantes asentamientos tanto en lugares donde – Yungas, considerados nativos de este te- estaba presente la población local como en zonas rritorio. Posiblemente sean los restos de vacías, subraya su propensión a confeccionar su una antigua invasión selvática, que conti- gobierno en relación a las situaciones locales en el nuó manteniendo su identidad, basando su contexto de un diseño a gran escala” (Williams y economía en el cultivo de maíz y coca. Se D’altroy 1998:175). habrían encontrado dispersos tanto en los Niemeyer y Schappacasse