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Libro Matteo. Literatura Y Conflicto. Sin Paginar

Libro Matteo. Literatura Y Conflicto. Sin Paginar

Literatura y conflicto

Matteo Re Petra Pappová

(Coordinadores)

Coordinación del libro: Matteo Re & Petra Pappová Madrid, 2017.

© Matteo Re, Petra Pappová [et al.] 2017 ISBN: 978-84-697-4361-4

Evaluadores: Profesora Dra. Elvira Izquierdo Sánchez-Migallón

Profesora Judith Dadey

Diseño de portada y maquetación: Javier Avilés Barandiarán

MATTEO RE PETRA PAPPOVÁ

(Coords.)

Literatura y conflicto

Arben Skendaj Monika Šavelová Majlinda Abdiu Marianna Stucchi María Reyes Ferrer Veronika Labancová Leonardo Vilei Fabiano Gritti Matteo Re Stefano Rosatti Javier Avilés Barandiarán Zuzana Kormaňáková Marta Martínez de Hurtado María Antonia Urquía Muñoz

Í N D I C E

L i t e r a t u r a y c o n f l i c t o

• INTRODUCCIÓN Matteo Re y Petra Pappová...... 13

• PRÓLOGO José Manuel Azcona Pastor...... 15

• CAPÍTULO I SEMANTICA ED ETIMOLOGIA, DUE DISCIPLINE LINGUISTICHE, AUTONOME, MA ALLO STESSO TEMPO IN LEGAME TRA LORO. INTERCONNESSIONE ED INTERFERENZA SEMANTICA FRA DI ESSE (CONFLITTI LINGUISTICI) Arben Skendaj ...... 21

• CAPÍTULO II TRA LA FILOSOFIA E LA CHIESA. SU ALCUNE POSIZIONI DI DANTE ALIGHIERI NELLA DIVINA COMMEDIA Monika Šavelová...... 37

• CAPÍTULO III LA AMARGURA CONTRASTIVA DE PIO BAROJA, UN PATRIMONIO PARA “FABRICAR SUEÑOS” Majlinda Abdiu...... 67

• CAPÍTULO IV AGONICA GUERRA TRA FEDE E RAGIONE: MIGUEL DE UNAMUNO E IL MARTIRE Marianna Stucchi...... 107

• CAPÍTULO V VOCES FEMENINAS SOBRE EL CONFLICTO BÉLICO: PARLA UNA DONNA, EL DIARIO DE GUERRA DE MATILDE SERAO María Reyes Ferrer...... 125

• CAPÍTULO VI LES CONFLITS DANS LE ROMAN LA PLACE DE L’ETOILE DE PATRICK MODIANO Veronika Labancová ...... 151

• CAPÍTULO VII CORPO E SESSUALITÀ A DIBATTITO: PIER PAOLO PASOLINI E LA LEGALIZZAZIONE DELL’ABORTO Leonardo Vilei ...... 173

• CAPÍTULO VIII L’ANTILIRICITÀ DI LABORINTUS COME ESPRESSIONE DEL CONFLITTO IDEOLOGICO CONTRO LA MODERNITÀ CAPITALISTA Fabiano Gritti...... 199

• CAPÍTULO IX BREVE DISSERTAZIONE SU LETTERATURA E TERRORISMO IN ITALIA Matteo Re...... 223

• CAPÍTULO X TITOLO DEL SAGGIO: CLEMENTE REBORA E L’EPISTOLARIO DEL 1916: TRA MISSIONE SALVIFICA DELLA SCRITTURA E INARIDIMENTO CREATIVO Stefano Rosatti ...... 241

• CAPÍTULO XI LA NOVELA «VENGANZA» DE GEORGE JONAS Y LA PELÍCULA «MUNICH» DE STEVEN SPIELBERG EN LA LITERATURA PERIODÍSTICA Javier Avilés Barandiarán...... 273

• CAPÍTULO XII EL CONFLICTO ENTRE FIDELIDAD, ADECUACIÓN Y CENSURA EN LAS TRADUCCIONES DE LAS NOVELAS DE GARCÍA MÁRQUEZ EN ESLOVAQUIA Zuzana Kormaňáková ...... 303

• CAPÍTULO XIII THE CONSTRUCTION OF THE CURRENT POLITICAL DISCOURSE ON IMMIGRATION. A CONTRASTIVE CASE STUDY OF BARACK OBAMA AND DONALD TRUMP FROM A CRITICAL DISCOURSE ANALYSIS AND COGNITIVE PERSPECTIVE Marta Martínez de Hurtado María Antonia Urquía Muñoz ...... 323

• BIBLIOGRAFÍA...... 359

INTRODUCCIÓN

l tema del conflicto ha sido uno de los más recurrentes en la historia de la literatura. Se puede llegar a afirmar que no hay literatura sin conflicto o, lo que sería lo mismo, no se llega a la plenitud literaria de una obra sin resolverE el conflicto que ha llevado su autor a escribirla. Los conflictos históricos y sociales se reflejan en todas las formas de expresión artística. El poder de la literatura es tan impactante que logra que el lector empatice y se apropie de la historia narrada. La obra literaria ofrece una visión subjetiva de los acontecimientos descritos de manera objetiva, o por lo menos así tendría que ser, en los libros de historia. El arte le ayuda al individuo a conectar con el mundo exterior y con su propia historia, a reflexionar sobre ella y a interpretarla sin juzgarla. De esta forma, no podemos deshacernos de nuestra cultura ni de nuestra identidad, sin embargo necesitamos entender y estudiar lo vivido para dar un sentido a nuestra existencia. En esta obra, que publicamos de manera conjunta con la colaboración entre la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad de Nitra (Eslovaquia), vamos a analizar cómo el conflicto social ha inspirado grandes obras literarias —también las menos prestigiosas— y al mismo tiempo cómo ha sido un medio para fomentar el análisis de la sociedad en la que vivimos. Nos centramos en los problemas como el aborto, la violencia política, el contraste político, la religión, la fe, el feminismo y la censura. El lector se encontrará con capítulos redactados en diferentes idiomas, español, italiano, francés e inglés, lo que confiere a este libro una mayor dosis de 13 interculturalidad. Se han conseguido reunir diversas perspectivas de académicos de diferentes países y centros universitarios, lo que ofrece un enfoque variado y enriquecedor. Destacamos así la presencia de profesores de las siguientes universidades: Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Universidad Complutense, UNED, Universidad de Murcia, University of Iceland, Univerzita Konstantina Filozofa, Universiteti i Tiranes. Esperamos que este libro despierte en el lector su sentido crítico y su interés más profundo por los temas analizados.

Matteo Re Petra Pappová

Madrid, 12 de diciembre de 2017.

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PRÓLOGO

a presentación de este libro, que lleva el interesante título de “Literatura y Conflicto”, muestra a las claras la pasión intelectual y las principales líneas de investigación de sus editores. A saber, conflicto político- social y análisisL estructural de la literatura contemporánea. Los historiadores tenemos muy claro la importancia que posee el estudio novelístico de la analítica de los procesos historicistas. Incluso grandes expertos han trabajado esta vertiente con notable éxito. Por ello, lo primero que quiero demostrar es la originalidad del texto que viene a continuación, pues entrelaza el conflicto de que toda sociedad está presa y su deambular por la siempre emocionante pasarela de la narrativa. Así pues, los responsables de este libro han sabido agrupar a un elenco de expertos en ambas concepciones que hacen del manuscrito un panel cromático excelso en calidad científica. Y que, además, se lee de forma grácil pues hay un hilo conductor, a modo de hilván, que nuclea y cose la trayectoria de este trabajo. Aquí, en efecto, se ve la labor de los editores pues esto no suele ser común en los libros corales, ya que más bien acontece todo lo contrario con demasiada frecuencia. También marcaré como algo importante el trabajo científico que hay detrás de cada capítulo, ya que en todos ellos existe importante trabajo de campo, y esto -que parece una obviedad- no deja de ser significativo, insistimos, de la calidad del libro que ahora se presenta. Un elenco de profesores de varios países nos llevan hacia investigaciones acerca de la recepción del texto artístico 15 que demuestran que el lector es capaz de empatizar antes con algo que le resulta conocido, por lo que los acontecimientos históricos se convierten en una herramienta muy potente a la hora de contar historias. A pesar del cambio frenético y constante que sufre la sociedad actual, la creación artística del siglo XXI sigue encontrando una interminable fuente de inspiración en la historia, aunque el enfoque contemporáneo es distinto. El libro plasma la importancia de recurrir a los hechos históricos a la hora de escribir ficción y abre el debate acerca de las cuestiones esenciales de la creación contemporánea y de la carencia de límites a la hora de estudiar acontecimientos del pasado. Hay un apartado acerca de la literatura italiana sobre terrorismo y cómo la novelística de este país acotó esta circunstancia. Asimismo, se habla del escritor italiano Clemente Rebora y se centra especialmente en las traducciones de las novelas Colui che ci esaudisce, Gianardana (india y de inspiración religiosa) e Il Cappotto, de Gogol, llevadas a cabo en 1922. Clemente Rebora, que después de esas traducciones dejaría la literatura durante veinticinco años, se aproximó poco a poco a la religión. Ese camino no fue nada fácil ni natural, a pesar de lo que afirma una parte de la crítica literaria. El drama presente en Rebora fue la tentativa de explicar lo trascendente a través de lo inmanente, lo divino a través de la razón. Rebora se convirtió al cristianismo cuando la fe, que no la cultura, le desveló a Cristo. Por su parte, la prolífica escritora italiana Matilde Serao (1856-1927), una de las periodistas y literatas más influyentes de su tiempo, se desvía ligeramente de su prosa costumbrista para retratar la crudeza de la guerra desde el punto de vista femenino. Sus reflexiones acerca del conflicto bélico, recogidas en el volumen Parla una donna, una colección de artículos publicados previamente en el periódico que ella misma fundó, Il Giorno, van dirigidas a un público femenino, a las mujeres activas en conflictos y a otras que, sin ser directamente partícipes, sufren la ausencia de los hijos. Se estudia la actitud luchadora de Matilde Serao teniendo en cuenta tres ejes principales: su concepto de la guerra, la participación de las mujeres en el conflicto bélico y, por último, la 16 sonoridad que nace de la lucha. Hay otros capítulos acerca del clima social que se generó en Italia en los años sesenta y setenta del siglo pasado, con lucha social, conflicto de clase con la progresiva radicalización de la situación política. Todo ello bajo la óptica de la literatura del momento, con especial atención a Nanni Balestrini. Encontramos la dialéctica de la lucha entre la Iglesia católica y la ciencia a través del análisis de la Divina Comedia, de Dante. En el análisis de la obra vemos la maestría de este autor clásico a la hora de buscar la autenticidad histórica para ofrecer una visión personal de uno de los textos más influyentes del mundo. Tampoco se esconde en este libro la inmigración que se ha convertido, sin duda, en un tema conflictivo en muchos países del mundo. Esto se debe -desafortunadamente- a factores derivados de las guerras así como a causas políticas y económicas, entre otras. Se analiza aquí cómo se dirige y se da forma al discurso político en torno al fenómeno migratorio, sobre un análisis crítico del discurso desde un punto de vista lingüístico cognitivo. El autor francés Patrick Modiano, en la novela La placée l’étoile (1968), plantea cuestiones flagrantes relacionadas con la etapa poco clara y compleja de la historia francesa. A pesar de que las últimas tendencias literarias que atraen la atención de los autores hacia el futuro, Modiano aborda el tema de la ocupación alemana basada en su experiencia personal; él es hijo de un judío que colaboró con el enemigo durante la Segunda Guerra Mundial y, en su novela, intenta entender la dirección de las acciones de su padre y le perdona. El premio Nobel de Literatura del año 2012 crea un protagonista lleno de contradicciones. Hispanoamérica tiene presencia, asimismo. Hay un capítulo que trata el tema del conflicto de la fidelidad, adecuación y censura en las traducciones eslovacas de las obras de uno de los representantes del realismo mágico de la literatura hispanoamericana, el autor colombiano Gabriel García Márquez, quien hasta hoy en día es considerado uno de los más aclamados entre los lectores eslovacos. A partir de finales de los años 17 sesenta del siglo pasado (traducción de primera de las obras de Márquez) la traducción de las obras de las literaturas en español al eslovaco se vio influida, entre otros acontecimientos como la intervención militar de las tropas del Pacto de Varsovia en Checoslovaquia o el recién nacido hispanismo en este país, por la apertura del mercado (interés por parte de las editoriales y de las revistas literarias) y, hasta finales de los ochenta, por la intervención de la censura ideológica del régimen comunista en la redacción de las traducciones. Dos grandes escritores españoles figuran entre los estudios ahora reunidos. Nos referimos a Miguel de Unamuno y a Pío Baroja. De Unamuno, se da a conocer el conflicto interior que caracterizó toda su vida, centrándonos en su cuento breve San Manuel Bueno, Mártir; la crisis religiosa que padeció Unamuno en 1897 fue muy profunda y marcó una línea de cambio en su vida literaria e intelectual, introduciendo en su pensamiento filosófico una de sus principales características: la agonía, empezando así una personal guerra interior entre razón y fe. Conocemos la obra de Pío Baroja, escritor de su tiempo, que le tocó vivir una época convulsa, caracterizada por revueltas políticas y militares, varios de sus textos describen los sectores sociales más bajos, repletos de personajes llenos de frustraciones que encuentran su espacio en las páginas de este gran escritor. Y, por último, no deja de sorprendernos la faceta como escritor de Pier Paolo Pasolini, al que veremos en su postura acerca de la legalización del aborto. Pasolini, uno de los escritores italianos más polémicos y, al mismo tiempo, más brillantes del siglo XX, se suma al debate sobre la oportunidad de legalizar el aborto en pleno auge del feminismo de principios de los setenta. A pesar de lo que nos podríamos esperar, Pasolini da vida a una dura polémica contra el bando abortista, acusándolo de querer promover el asesinato. Como puede observarse, la travesía por este libro es del todo apetecible y reitero la calidad de los capítulos ahora resumidos, que hacen de este ensayo un sugestivo paseo por la literatura y el conflicto en el mundo contemporáneo. Y que, sin duda, contribuirá al auge de los estudios sobre las materias acotadas. En cualquier caso, el 18 lector interesado ha de juzgar, pues él tiene la última palabra.

Dr. José Manuel Azcona Pastor

Profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Rey Juan Carlos Director de la Cátedra Iberoamericana de Excelencia Santander Presdeia

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CAPÍTULO I

SEMANTICA ED ETIMOLOGIA, DUE DISCIPLINE LINGUISTICHE, AUTONOME, MA ALLO STESSO TEMPO IN LEGAME TRA LORO. INTERCONNESSIONE ED INTERFERENZA SEMANTICA FRA DI ESSE (CONFLITTI LINGUISTICI)

Arben Skendaj Universidad de Tirana

L'etimologia e la semantica, due rami della linguistica, possono essere scherzosamente considerati, come due "affittuari" di essa, però ognuna di esse è diversa, da varie angolazioni, ma simili per lo status e la condizione scientifica nell’ambito della linguistica. L'etimologia è quella branca della linguistica, che come sappiamo analizza e studia l'origine delle parole dal punto di vista morfo-lessicale, già il nome stesso dell’etimologia deriva dalla parola greca etimo- che significa origine e -logia, che significa scienza, appunto la scienza, che studia l'origine delle parole, e se vogliamo da molti punti di vista linguistici, fonetici, morfologici, sintattici e lessico- semantici. Come scienza linguistica, l'etimologia risulta essere complicata, perché oltre a richiedere una competenza storica lessicale delle lingue classiche e non solo, e anche di lessici anglo-germanici se riferito a lingue europee, ma deve vedere la lingua, anche dall'aspetto fonetico, morfologico, 21 sintattico e infine semantico. Trattarla negli atenei richiederebbe una preparazione e competenza particolare da parte di docenti universitari. L'etimologia assomiglierebbe un po', per certi aspetti, all'archeologia, da come analizza e cosa analizza, riferito anche al tempo, il loro aspetto accomunante è che tutte e due indagano nel passato. “I principi e i metodi dell’etimologia, da quando essa è stata concepita al rango di una disciplina a parte entro i vari rami della linguistica, sono stati ravvisati più volte...”. Una parola come, si presenta oggi nella lingua, oltre agli aspetti fonetici, morfo-sintattici, in ultima analisi, interessa la semanticità, cioè i suoi significati come si usano nella lingua, è nella semantica in fin dei conti, che si finalizza tutto il “lavoro” linguistico cioè grammaticale, lo scopo finale è in ultima analisi, realizzare una data semanticità, trasmettere un determinato messaggio, idea, opinione ecc. I precedenti parametri grammaticali servirebbero a contribuire a meglio realizzare quest’idea. Spesso nei vocabolari di lingua italiana e non solo, la rubrica dell'etimologia non è sempre presente; suppongo, che sia una pretesa del lavoro lessicografico. Vocabolari seri, grossi inseriscono la rubrica etimologica per le parole. Sincronicamente, sembra, che il problema lessico- semantico del lessico di una lingua si debba risolvere, e qui mi riferisco anche agli stranieri, da studiosi dell'italiano, sul problema dei significati delle parole, il loro uso connesso alla semanticità, e pare, che il problema consista solo in questa soluzione. Ma posso affermare, che almeno per l'italiano, l'etimologia, conoscerla, studiarla aiuterebbe al massimo la semanticità della parole, capire, ricordare e usare bene le parole. In questo ambito va detto, che in contesto di studi di carattere diacronico, etimologico dobbiamo citare, che una materia linguistica è stata concepita ed insegnata in vari atenei dal titolo "Grammatica storica" riferito, credo, all'evoluzione della fonetica, morfologia e sintassi nel tempo, solo riferito a concezione teorica e pratica della grammatica nel tempo e cioè una materia linguistica a carattere dichiaratamente etimologico. L'italiano, io la considero, a differenza delle altre quattro lingue

22 neolatine, francese, spagnolo, portoghese e rumeno, come una diretta e più fedele discendente del latino, per via, oltre agli aspetti grammaticali e lessico-semantici, anche per un curioso altro aspetto, quello del territorio geografico, dove il latino è nato ed usato nello stesso territorio dell'attuale Italia, considerando anche tutto il periodo del Medioevo, in cui l'istituzione religiosa, cattolica, la chiesa cattolica si è protratta col latino per secoli e ha materializzato il latino in documenti ed archivi. Tuttora essa anche oggi nelle loro liturgie continua ad usare la lingua latina e ne è la sua lingua ufficiale. “...e gli studiosi capirono più chiaramente di prima che i cambiamenti della lingua di testi scritti di periodi differenti – cambiamenti come quelli che attraverso i secoli hanno trasformato il latino in francese, italiano, spagnolo...” Tutto questo ragionamento ci indurebbe a pensare, effettivamente, che l'italiano oggi, in rapporto all'etimologia avrebbe una situazione, più facile da gestire, problematiche più rintracciabili, etimologicamente parlando, collegandolo al fatto che è una lingua neolatina. Il latino e l'italiano hanno cominciato prima, a convivere e solo dopo, il latino si è "spento" per lasciare il posto al volgare prima e all'italiano dopo. A pensarci bene questo passaggio, questa transizione dal latino al volgare e infine all'italiano è stato un lungo processo linguistico di natura prettamente diacronica ed etimologica. L'italiano come lingua è stata "testimone", per così dire, della vita del latino fino al suo ultimo "respiro", fino al suo ultimo battito del “cuore”, in termini di lingua parlata. L’evoluzione dinamica di una lingua è un carattere che si estende a tutte le lingue. Ecco cosa ne dice Carla Marcato a proposito: “Il latino come tutte le lingue, non è omogeneo: è una lingua che cambia nel tempo e nello spazio”. Le altre lingue neolatine non hanno convissuto col latino, territorialmente parlando, esse hanno fatto il loro percorso originale e specifico col latino, nei loro territori geografici e politici, staccati dalla geografia del latino, per cui anche il risultato linguistico neolatino loro è stato diverso a seconda dei rispettivi paesi, generando, appunto le quattro diverse lingue neolatine, eccetto l’italiano appunto alla coesistenza nello stesso territorio. A volte non ci dovremo stupire se troveremo delle

23 similitudini, sporadiche, identiche di carattere fonetico, morfologico e forse anche sintattico e semantico, in queste lingue neolatine col latino, perché il loro contatto con esso appartiene a tempi più remoti, originali e staccati geograficamente dal latino, per staccati ovviamente intendo il periodo dal crollo dell’impero romano fino ai giorni d’oggi. Le altre lingue neolatine, eccetto l’italiano, hanno interrotto prima il contatto diretto col latino, prima dell’italiano, e avranno continuato spontaneamente a rapportarsi con esso e per certi versi saranno rimaste fedeli ad esso, per certi altri saranno state affidate alla pura spontaneità di risoluzione di problemi linguistici di varia natura, e avranno magari adottato modifiche linguistiche relativamente approssimative rispetto all’etimo originale latino, appunto per il mancato diretto contatto con esso durante l’occupazione dei loro territori da parte dell’impero romano. Anche l'inglese, oggi lingua globale, ha effettivamente circa il 65% del suo lessico di origine latina e neolatina. E non ci riferiamo solo al lessico come lessemi e la loro semanticità univoca, ma anche tutta la semanticità derivata, imprestata dal latino e dalle lingue neolatine, cioè anche la polisemanticità di questo lessico riportato abbastanza fedele all’etimo lessico-semantico latino. Metaforicamente parlando, potremmo dire, che se nelle lingue neolatine succitate e l'inglese per poter fare analisi etimologiche dovremo spolverare molto, rivangare in un passato molto lontano e intriso di avvenimenti e fatti storici, invece sembra, che in italiano questo bisogno di spolverare, non sia così impegnativo e insidioso, suppongo per le ragioni storiche di prima, seppur come appunto detto prima l’italiano ha convissuto col latino, ma stranamente in casi anche tipici troviamo diversificazioni di carattere fonetico e morfologico più in italiano che nelle altre lingue neolatine compreso l’inglese. Questo non deve stupire affatto, perché nelle lingue, in linguistica, in processi temporali, storici, cronologici non si può dettare legge, prevedere cambiamenti, sancire modificazioni. Posso citare solo a scopo di esempio il suffisso latino -tionem in italiano è stato adattato in -zione, in francese -tion, in rumeno -tie, in spagnolo -cion e in inglese -tion.

24 Così la parola indicationem, in latino, in italiano è indicazione, in francese indication, in spagnolo indicacion, in rumeno indicatie e in inglese indication. Come vediamo da questo confronto esemplare, interlinguistico, in italiano c’è modificazione del suffisso latino, la -t- cambia in -z- e la -m finale del latino cade, in francese e inglese verifichiamo la caduta di due lettere finali - em e la -t- del suffisso originario latino è rimasto in tutte queste due lingue, che hanno l’identica forma del suffisso -tion. Invece lo spagnolo ha fatto una modifica del -t-, del suffisso latino in -c- come pure la caduta delle lettere finali -em come in francese e in inglese aspetto accomunante questo, di tre lingue francese, spagnolo e inglese. Invece in rumeno abbiamo ancora la -t- mantenuta, invece e la vocale -o-, la consonante -n- ed -m- sono state soppresse. Questo caso fu solo a mo’ d’esempio, ma questo confronto è ovvio, che si può estendere a tutti i casi col precedente suffisso e non ce ne sono pochi in tutte e cinque le lingue, sopra esaminate. Il rapporto col latino, etimologicamente parlando, dell'italiano e delle altre lingue neolatine avrebbe anche qualche somiglianza con altri casi simili di fenomeni linguistici etimologici. Così il greco, quello attuale non è stato sempre così, come si presenta oggi, ovviamente deriva da un passato linguistico originario, greco, diverso da come si presenta oggi, talmente tanto, dal greco di una volta, da considerarsi addirittura, due lingue separate, per la diversità non tanto fonetica, morfologica, ma suppongo, da quella sintattica e lessico-semantica. Questa diversità linguistica le ha portato da chiamarsi greco antico e greco moderno, ma senza alcun dubbio sono etimologicamente, due prodotti generativi l'un dell'altro, due lingue diverse non dall’aspetto etimologico, questo lo ha provocato, la lunga referenza temporale ha causato questa diversità linguistica. Lo stesso discorso vale a dire, in ambiti linguistici, anche per il turco, che si considera un turco antico ( detta pure anche con un nome diverso lingua osmana “ottomana”) e un turco moderno; se si chiamano così dove il nome della lingua non cambia, è sempre quello greco o turco, ma cambia solo l'attributo, la referenza nazionale, vuol dire, che approssimativamente abbiamo a che fare con un fenomeno di natura etimologica, tipica, simile a quello nostro, trattato,

25 dell'italiano e delle altre lingue neolatine col latino, ma non identico, comunque. Come abbiamo sopra suggerito l'etimologia si concentra nella sua evoluzione in quattro aspetti principali da affrontare la parola dall'aspetto fonetico, morfologico, sintattico e infine lessico-semantico. Quest'ultimo aspetto semantico, ci interessa da vedere, come si interseca con l'etimologia, come anche premessa della relazione. L'aspetto semantico, suppongo, sia il più interessante ed anche il più difficile e pratico da considerare. L'etimologia come scienza linguistica ha un carattere tipicamente ed unicamente diacronico rispetto alle altre discipline, che sono di dupplice aspetto sia diacronico, che sincronico. Nel tempo una parola deve mantenere una certa, seppur lontana, fedeltà semantica all'etimo. Questo succede spesso, è norma ed anche logica lessico-semantica, ma eccezioni ce ne possono essere. Nei vocabolari, che hanno anche la rubrica etimologica, quando la consultiamo, vediamo, che riferisce la forma morfologica della parola di una volta, la sua semanticità e comparando con i significati attuali della parola spesso concludiamo, che coincidono o si assomigliano al massimo. Lo studio sincronico di una lingua, sia dalle posizioni del parlante di madrelingua, sia dalla posizione dello straniero, suscita maggiore interesse pratico, immediato e pragmatico rispetto allo studio diacronico, cioè etimologico. Ma questo va logicamente considerato anche come un ordine di studio, perché una lingua non si può e non si deve studiare prima etimologicamente e poi sincronicamente, non sarebbe pratico, sarebbe una via sbagliata e sconsigliata. Comunque va detto, che è consigliabile consultare semanticamente una parola nell'etimologia, può spesso risultare essere molto utile, per capire meglio i significati delle parole e che essi hanno un passato ed una giustificazione storica, quindi la consultazione etimologica della sua semanticità ci aiuta a farsi un'idea più corretta e precisa del suo significato e a memorizzarlo meglio. Tutte le discipline linguistiche presentano i loro aspetti difficili, ma la semantica, credo, non perché sia disciplina "giovane", è la più intricata disciplina linguistica e

26 meno sistematizzata teoricamente e strutturalmente parlando.”...-"nella semantica strutturale ancor oggi è impossibile esporre qualcosa di più, che ipotesi contraddittorie e frammenti di teorie aspramente contestate". Spesso nel tempo risulta, che le parole si trasportano fedelmente i loro significati e anche le loro forme. Ritengo, che per l'italiano indagare l'etimologia sia relativamente più facile, specie il lessico di orgine latina e neloatina, rispetto alle altre lingue, che costituisce anche la maggiore percentuale in assoluto in termini di lessico, numericamente parlando. Oltre al lessico latino in italiano c'è ovviamente anche il lessico di origine greca quello, che ha preso per così dire la "cittadinanza" internazionale e poi meno quello proveniente da altre lingue, per cui l'etimologia e in seguito anche la semanticità di questo lessico non è molto famigliare a chi se ne interessa. Ci sono anche casi, da ammettere, che l'etimologia si rassegna a non poter suggerire nessuna risposta sull'origine di qualche parola e in questi rari casi si dichiara in dizionari, di etimologia incerta. Passiamo ora, dopo questa lunga carrellata di premessa teorica, a qualche esempio per illustrare meglio il legame o la connessione tra etimologia e semantica. Riportiamo qui sotto un esempio di una parola di etimo greco, che entrata in italiano, come in molte lingue, poi ne ha generato una moltitudine di parole, che tutte appartenenti allo stesso etimo greco, significhino fedelmente o appena modificati semanticamente, la stessa semanticità dell'etimo greco di partenza, si tratta della parola pathos. La parola pathos originariamente dal greco significa sofferenza dall'omonimo verbo greco soffrire, da questo figuratamente ha preso l'accezione “intensa emozione affettiva e commozione”. Nella lista sottostante le parole derivate riportano o la semanticita' di soffrire o il referente semantico figurato derivato. Vedremo in questo esempio, molto singolare, a mio avviso, come in questa ramificazione dal "tronco", apparentemente ci siano anche parole un po' difficili da rintracciare morfologicamente ed identificare l'origine, ma che comunque si riconoscano, che siano originari dell'etimo greco pathos. In

27 italiano e non solo ci sono anche altri casi di nutrita derivazione diacronica, etimologica da etimi classici greci o latini o magari neolatini, non è assolutamente un caso isolato, nei quali l'interferenza semantica dell'etimo di origine di partenza resta sempre fedele o quasi ad esso. “C’è un vero e proprio vocabolario internazionale dei popoli civili”. In ordine cronologico le parole, qui sotto riportate, non posso pretendere, che le abbia elencate secondo la loro data di nascita e la ragione di nascita, appunto perché indagare etimologicamente è possibile fino a un certo punto, e rintracciare la storia del passato risulta spesso essere assolutamente ed effettivamente un'impresa impossibile, ci possono essere casi nei quali rintracciare il collegamento con l’etimo si possa allontanare, perdere. Invece semanticamente si potrebbe sempre rintracciare anche, se approssimativamente, il significato o la sfumatura semantica dall'etimo originario. Ho pensato, a caso, alla seguente parola, non perché sia di etimo greco, ma un motivo in più appunto, perché corroborare questa ipotesi, analizzare etimologicamente e viaggiare nel tempo di questa parola, perché greca e più remota come ingresso nei lessici, presenterebbe, per la sua complessità suppongo, un interesse e tipicità maggiore del problema preso in questione e semplificherebbe meglio l'analisi presa in questione e dedurre simili conclusioni in merito, per lo più, non di origine latina, e che se fosse di origine latina sarebbe più facile, semplificherebbe di più la natura dell’ipotesi. La famiglia derivativa (diacronicamente, etimologicamente parlando ) della parola dell'etimo greco Pathos presente nell’italiano di oggi.

Pathos

Patos, patosi, patema, pazzo, pazzia, pazzesco (pazzescamente), impazzire, impazzito, impazzimento, passivo, passività, passivamente, impassibile, impassibilità, impassibilmente, passionare, passione, 28 passionale, passionalmente, passionato, passionatamente, patologia, patologico, patologicamente, empatia, empatico, empaticamente, empatizzare, antipatia, antipatico, antipaticamente, simpatia, simpatico, simpaticamente, simpatizzare, simpatizzante, simpatizzato, apatia, apatico, apaticamente, compatire, compatito, compatimento, compassione, compassionevole, compassionevolmente, appassionare, appassionato, appassionamento, appassionatamente, patire, patito, patibile, patibolo, patimento, patetico, pateticamente, telepatia, telepatico, emopatia, patologia, patologico, patologicamente, patologo, patomorfosi, patofobia, patofobo, patogeno, patogenesi, patogenicità, patite, patico, epatico, cardiopatia, cardiopatico, neuropatia. Come vediamo qui sopra, questo è un esempio classico di intreccio di etimologia e semantica e di derivazione diacronica ed etimologica, dove non è facile districarsi in questo intricato e complesso sottosistema di derivazione, ma comunque analizzabile ed intuibile in ambiti semantici. Rintracciamo in tutte le parole derivate, succitate, l'etimo greco pathos, anche se modificato a volte, a seconda della parola e del suo percorso temporale, che ha dovuto subire, foneticamente e morfologicamente. La cifra qui sopra è di 77 parole derivate tutte riportate dall'etimo pathos, e forse manca qualche parola derivata. In linea di massima questa deve essere la famiglia derivativa completa di pathos, senza pretendere, che non la si potesse pescare anche qualche estrema parola derivata da pathos. Credo, che per rendere l’idea possa bastare l’esempio di sopra, della famiglia di parole di pathos, perché casi così ovviamente ne possiamo trovare altri nella lingua italiana, sempre da etimi greci. Come potremo dedurre da questo esempio, almeno dal ceppo delle lingue classiche greco e latino, se noi conoscessimo almeno una parola dal punto di vista etimologico ed anche semantico, per giunta allora, sarà più facile, intuitivamente immaginare il significato di un'altra parola, da questo etimo, derivata. Per cui la connessione linguistica tra etimologia e semantica è molto concreta, pratica ed utile. Nella moltitudine della lista delle parole derivate, alla lontana, dall’etimo greco pathos, noi, in un modo o in un altro,

29 riusciamo a rintracciare una semanticità fedele o quasi all’etimo di partenza di pathos, ma che per necessità varie linguistiche e lessico-semantiche hanno permesso una modificazione semantica, di natura magari di sfumatura e non trasformazione fino a perdita totale della semanticità dell’etimo originario, e questo è curioso per vedere e comparare appunto queste derivazioni lessicali prima e prodotti semantici dopo. “Tuttavia in molti casi l’evidenza del processo formativo non è sufficiente per risalire al significato, che deve essere acqusito autonomamente”. La semantica sappiamo che è una scienza linguistica piuttosto giovane, quasi un secolo di studi professionali. Quanto ad essa, in inglese possiamo dire che ce ne sono parecchi linguisti e di avanguardia, come pure in francese. Lo stesso dicasi anche per semantici in Germania, Italia, Spagna ecc., “E’ noto tuttavia, che il campo del “significato” è uno dei più trascurati, se non il più trascurato in assoluto, nell’educazione linguistica tradizionale”. Io se dovessi fare un paragone, tra l'etimologia e la semantica direi che l’etimologia susciterebbe particolare interesse linguistico e di studio, perché è una scienza di carattere diacronico, cronologico, a differenza della semantica, che si considera piuttosto scienza sincronica. La semantica susciterebbe un maggior interesse, ma spesso le viene in aiuto, appunto, l’etimologia, le offrirebbe soluzioni semantiche comode, con essa appunto si potrebbero sbloccare situazioni, che forse sembrerebbero assurde e impossibili da risolvere o rintracciare semanticamente parlando. Come precedentemente suggerito, l'etimologia è una branca complicata di studi linguistici, ma nel passato, in vari paesi, non è che magari non si sia lavorato per contributi etimologici, così già in Grecia antica, dopo in India e ulteriormente in vari paesi europei troviamo lavori più dignitosi e sistematici di etimologia delle loro lingue. Anche in Italia troviamo tentativi diversi di contributi lessicografici sull'etimologia della lingua italiana, da tempo. Citiamo qui sotto una lista dei lavori più noti e seri in questo senso.

30 1) Carlo Battisti - Giovanni Alessio Dizionario etimologico italiano (Firenze, 1950-57). 2) Dante Olivieri Dizionario etimologico italiano (Milano, 1953 - II ed. 1961). 3) Giacomo Devoto Avviamento alla etimologia italiana (Firenze, 1968). 4) Manlio Cortelazzo - Paolo Zolli Dizionario etimologico della lingua italiana, 5 volumi (Bologna, 1979-1988). 5) Manlio Cortelazzo, Paolo Zolli Il nuovo etimologico DELI. Dizionario Etimologico della Lingua Italiana monovolume. 1999 6) Tristano Bolelli Dizionario etimologico della lingua italiana (Milano, 1989). 7) Angelo Prati Vocabolario etimologico italiano (Milano, 1989). 8) Barbara Colonna Dizionario etimologico della lingua italiana (Roma, 1997). 9) Tullio De Mauro - Marco Mancini Dizionario etimologico Garzanti (Milano, 2000). 10) Alberto Nocentini (con la collaborazione di Alessandro Parenti) L'Etimologico - Vocabolario della lingua italiana (Firenze, 2010) 11) Ottorino Pianigiani Vocabolario etimologico della lingua italiana (Roma, 1907). Il più famoso vocabolario etimologico italiano. Edito in due volumi per i tipi di Albrighi & Segati, fu seguito nel 1926 da un volume di Aggiunte, correzioni e variazioni (Ariani, Firenze). Fu poi ripubblicato più volte in versioni praticamente identiche (Sonzogno 1937, Dioscuri 1998, Melita 1990, Polaris 1993). Consultabile online e lo troviamo serio, documentato ed anche graficamente presentato, sotto un formatto antico, rievocando l'etimologia.

31 Vocabolario Etimologico della Lingua Italiana di Ottorino Pianigiani. L'indirizzo è www.etimo.it. Qui sotto riportiamo, a mo' d'esempio, la spiegazione di una parola perdere, terra e grande: un verbo, un sostantivo e un aggettivo, come vengono spiegate etimologicamente e semanticamente, per capire il significato e qualche forma morfologica della parola.

Perdere

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Come si vede da questa lista di lavori lessicografici etimologici di lingua italiana ci sono contributi seri e numerosi, perché il problema etimologico di una lingua, seppur difficile, questo non vuol dire, che può essere ignorato o trascurato. Essa interferisce nella lingua e chiarisce spesso problemi intricati di semanticità e di uso. Da questo studio ed analisi della connessione di queste due ramificazioni di linguistica, intuiamo, che oltre ad aiutarsi vicendevolmente, questo loro aspetto di interdipendenza si potrebbe ampliare in infiniti lavori linguistici di paragone e confronto, ma se ne potrebbero scrivere decine, se non centinaia di pagine di indagine linguistica.

Bibliografia

1) Marcato Carla, Dialetto, dialetti e italiano, Casa Editrice, Mulino, Itinerari, Bologna, 2002, pagg. 21. 2) Monica Berretta, Linguistica ed Educazione Linguistica, Guida. all’insegnamento dell’italiano, Piccola Biblioteca Einaudi, 1977, Torino pagg. 293. 3) Mounin Georges, Guida alla semantica, Universale Economica Feltrinelli, Milano 1983, pagg. 5. 4) Lyons John, Manuale di Semantica, Laterza, Bari, 1980 pagg. 72. 5) Serianni Luca, Italiano, Grammatica, Sintassi, Dubbi per leggere, scrivere, parlare, Grazanti Editore, Milano, 1997, pagg. 442. 6) Zingarelli, Vocabolario della lingua italiana, Zanichelli, Bologna, 1971, pagg.8. 7) Ҫabej Eqrem, Studi etimologici nel campo dell’albanese, vol. I Accademia delle Scienze della Repubblica d’Albania, Istituto della Linguistica e della Letteratura, Tirana 1982, pagg 33, ( citazione tradotta dall’albanese in italiano).

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CAPÍTULO II

TRA LA FILOSOFIA E LA CHIESA. SU ALCUNE POSIZIONI DI DANTE ALIGHIERI NELLA DIVINA COMMEDIA

Monika Šavelová Università Costantino il Filosofo di Nitra (Slovacchia)

Introduzione

Lo studio della letteratura italiana delle origini, che si sviluppò sul sostrato della cultura e filosofia araba e altresì di quella europea occidentale, richiede un’indagine parallela dal punto di vista filosofico e letterario, come richiesto dal reciproco intrecciarsi (o sovrapporsi) di due culture fino alla loro amalgamazione. Tale unirsi o mescolarsi di culture e delle loro rilevanti biblioteche (o enciclopedie) implica la necessità di una ricerca, analisi e interpretazione della corrispondenza delle espressioni, delle nozioni e dei termini presenti nelle diverse opere letterarie e filosofiche. In realtà, la rappresentazione della dottrina aristotelica e averroistica nelle opere letterarie viene differentemente celata (da allegorie, figure, simboli o dissimulazioni) affinché non provochi un conflitto ancora più grave tra la filosofia e la chiesa (la fede romano-cristiana) che, come sappiamo dalla storia, spesso dall’ambito puramente intellettuale passava ad investire direttamente le storie personali, le esistenze che potevano finire, in casi

37 estremi, sul rogo (basta pensare a Giordano Bruno). Infatti, la letteratura è diventata, soprattutto dopo la condanna di Tempier negli anni 1270 e 1277, una tradizione parallela della filosofia in ambiti estranei ai luoghi istituzionali fino a diventare un autonomo punto di riferimento e/o di innovazione culturale. Gagliardi spiega: “In poesia o in prosa, il linguaggio si adatta alla rappresentazione di un pensiero che per sua natura preferisce gli schemi essenziali del sillogismo e della quaestio. Il trattato o il dialogo, il poema o un semplice sonetto sono in grado di riportare spazi molto ampi di dottrina. La forma poetica può riprodurre tutti gli elementi del pensiero filosofico pur mantenendo la propria specificità. [...] la filosofia cessa di essere sapere separato e autosufficiente e trova un accordo con gli altri linguaggi e temi dell’umana convivenza”1, quindi anche con la poesia e la prosa. Per poter (almeno parzialmente) rivelare una complessa dialettica tra la filosofia e la forma dei discorsi e delle scritture, cioè la presenza più o meno trasparente della dottrina averroistica nei testi letterari, bisogna ricorrere alla minuziosa archeologia testuale conformemente a ciò che sostengono Mikuláš Bakoš e Dionýz Ďurišin nella teoria della ricezione: un recipiente deve ricevere il testo con un certo sospetto, dubbio anche se questo sembra di esser codificato/formulato in modo chiaro, perché si potrebbe trattare soltanto di una chiarezza (vicinanza del testo e/o del codice del mittente) falsa; per questo motivo il recipiente dovrebbe mettere l’enunciato (il messaggio), almeno per un momento, in questione, il ciò significa riceverlo come se fosse codificato per il recipiente in un modo sconosciuto, diverso dai suoi codici già adottati. Tale ottica rispecchia la limitazione primaria delle interpretazioni delle opere di Dante Alighieri ma anche degli altri autori medievali o, in generale, cronologicamente più lontani dai tempi nostri le cui poetiche e ideologie, variamente e coscientemente nascoste nel testo, sono per un lettore moderno difficilmente comprensibili in tutti i significati del testo e,

1 Gagliardi, Antonio, Scritture e storia: averroismo e cristianesimo, Soveria Mannelli, Rubbettino, 1998, pag. 9. 38 anzittutto, nel senso voluto (o magari unico voluto) dall’autore. Tanto è vero che la forma esterna di poesia e di prosa sembrava talmente familiare – per quanto riguarda la lingua, la vicinanza espressiva ecc. – che il fatto non portava al sospetto generale e il ciò ha causato diverse analisi e interpretazioni superficiali (si potrebbe dire interpretazioni piuttosto contenutistiche) più che profonde studiando scrupolosamente non solamente l’opera originaria stessa, ma anche diverse dottrine teologiche e filosofiche perccorse nell’epoca e come tutte queste vengono inserite nel testo. Se quindi la storiografia letteraria, principalmene del secolo XIII, divide e studia separatamente la letteratura e la filosofia, non si tratta di un approccio del tutto approvabile in quanto viene negata e messa in ombra l’effettiva filosoficità della letteratura e al contempo anche la sua storicità. La filosofia poetica (letteraria) è la più congiunta alla personalità, riflette le dispute d’epoca tra i filosofi e i teologi cristiani, non è una trattazione puramente astratta, ma svela la biografia intellettuale di un individuo e anche del pensiero filosofico-teologico-letterario nel suo sviluppo storico, le singole e uniche soluzioni (o proposte) poetologiche della situazione storica degli autori e come essi partecipavano attivamente, se pur di nascosto, ai conflitti del periodo.

L’influenza araba – l’averroismo

Giunta nell’Occidente cristiano, la cultura e la scienza araba si diffondeva nell’Europa dal secolo XII in poi in quanto forma dell’averroismo laico mutandone i fondamenti intellettuali. Di questa apertura occidentale alla cultura islamica si possono distinguere diverse fasi ed esiti: per tutto il secolo XII la Spagna (la città di Toledo) svolgeva il ruolo di tramite fondamentale degli scambi culturali incluse le traduzioni più importanti delle opere di medicina, alchimia, magia, astrologia, matematica; negli anni trenta del Duecento giunge nell’Europa occidentale Aristotele con il 39 commento di Averroè tramite la corte imperiale palermitana (perché organizzata come secolare, aperta alle esperienze nuove, religiosamente tollerante – accoglie gli eretici albigesi fuggiti dalla città di Alba in Provenza a causa della crociata indetta da papa Innocenzo III nel 1207) grazie a Federico II di Svevia (1194-1250) che si fece tradurre le opere aristoteliche in latino. Infatti, si tratta di un paradosso, perché “l’officina federiciana mette insieme le persone e le biblioteche e cerca il dialogo con quella parte del mondo arabo con la quale l’Occidente cristiano è anche in guerra per le crociate.”2 Nonostante sia difficile rintracciare la data precisa della nascita dell’averroismo per quanto si possa dire “europeo”, Gagliardi considera come anno chiave proprio il 1230 quando Federico II inviò alle università di Bologna e di Parigi le traduzioni dell’opera aristotelica De anima (commentata da Averroè) di Michele Scoto3 che traduce anche altre opere del periodo, tra cui i Commenti di Averroè sul De coelo et mundo, il De anima, la Metafisica e il De substantia orbis, il De sphera di Alpetragio, il De animalibus di Avicenna.4 Anche se la cultura araba è penetrata già da un secolo nell’Occidente cristiano con le traduzioni toledane, nel Duecento, con l’ingresso di Avicenna, del libro Liber de causis e soprattutto di Averroè, avviene una svolta perché si accentua l’incompatibilità tra la cultura filosofica e la sapienza cristiana causata da una diversa totalità in grado di sostituirsi al cristianesimo offrendo all’uomo una certa dignificazione della vita terrena e la possibilità di ascendere al divino perfino con i soli mezzi umani. Tale prospettiva offre all’uomo la possibilità di conoscere le sostanze separate e Dio in questa vita e così ottenere la felicità (beatitudine) che il cristianesimo

2 Gagliardi, Antonio, La donna mia. Filosofia araba e poesia medievale, Catanzaro, Rubbettino, 2007, pag. 8. 3 Gagliardi, Antonio, Ulisse e Sigieri di Brabante. Ricerche su Dante, Catanzaro, Pullano, 1992, pag. 123. 4 Gilson, Étienne, La filosofia nel medioevo. Dalle origini patristiche alla fine del XIV secolo, Milano, Bur, 2000, pag. 627. 40 offre nell’altra.5 In generale, è nota solo la concezione averroistica dell’eternità dell’universo e dell’unicità dell’intelletto umano, sebbene Averroè presenti anche una concezione integra dell’antropologia umana, cioè dello sviluppo dell’uomo come entità intellettuale autosufficiente dal bambino privo d’intelletto al vecchio perfezionatosi con la conoscenza, capace di trasumanarsi e divenire beato, perfettamente felice mediante la visione di Dio (“l’indiarsi”) in vita. La congiunzione dell’uomo con Dio è possibile dopo aver realizzato la perfezione individuale.6 Interessante è il fatto che l’opera di Van Steenberghen La philosophie au XIII siecle (1966, in italiano 1972) giudica l’averroismo soltanto come se fosse un ramo insignificante e velocemente neutralizzato dell’aristotelismo. Bruno Nardi, invece, nei suoi Saggi sull’aristotelismo padovano dal secolo XIV al XVI (1958) sottolinea quanto il fenomeno dell’averroismo si fosse ridotto alla sola dottrina dell’unità dell’intelletto possibile per tutta la specie umana, ma “rari sono coloro che dell’averroismo mettono in evidenza quella tipica dottrina mistica che fu uno degli argomenti maggiormente discussi, fra gli averroisti e i loro avversari, dalla fine del secolo XIII a tutto il XIV.”7 Eppure la mistica averroistica era stata oggetto di polemiche da parte di Alberto Magno, Tommaso d’Aquino, Sigieri di Brabante (sostenitore di Averroè), Boezio di Dazia e altri. Nonostante non fosse tradotto ancora in latino il piccolo trattato di Brabante, De animae beatitudine (stampa 1508), era ben

5 Si veda Gagliardi, Antonio, La mia donna, pagg. 8-14. 6 In economia di testo qui riportato non possiamo permettersi di trattare per esteso la dottrina averroistica con tutte le sue sfumature, aggiunte dei seguaci di Averroè ecc., e perciò riportiamo soltanto le idee chiave per i fini testuali offrendo alcune opere fondamentali per la consultazione: Illuminati, Augusto, Averroè e l’intelletto pubblico. Antologia di scritti di Ibn Rushd sull’anima, Roma, Manifestolibri, 1996; Nardi, Bruno, Dante e la cultura medievale, Bari, Laterza, 1949; Nardi, Bruno, Saggi sull’aristotelismo padovano dal secolo XIV al XVI, Firenze, Sansoni, 1958; Vignaux, Paul, La filosofia del medioevo, Roma – Bari, Laterza, 1990. 7 Nardi, Bruno, Saggi sull’aristotelismo padovano dal secolo XIV al XVI, Firenze, Sansoni, pag. 127. 41 conosciuto il commento XXXVI del terzo libro del De anima, in cui si accenna al problema della possibilità che l’intelletto unito al corpo arrivi a conoscere le sostanze separate (e Dio). Insomma, Nardi suppone che fino al XVI secolo siano esistiti filosofi averroistici di tendenza sigeriana.8 La filosofia averroistica in seguito alla condanna di Étienne Tempier nel 1277 a Parigi risulta come dispersa e unico rappresentante ne rimase Sigieri, anche se la filosofia si era in realtà soltanto travestita di un abito poetico che poteva preservarla dai diretti riferimenti filosofici e dalle conseguenti (ulteriori) condanne. I filosofi non volevano privarsi della propria intellettualità, della posizione elitaristica e di una forma di coscienza vincolata dalla lingua. Lo scontro tra la filosofia e la chiesa continuò anche in un altro “campo”, tra i filosofi e i poeti, cioè gli intellettuali che cercarono di partecipare a un clima culturale: “La lite [...] testimonia anche di come tutta una fase intellettuale marginale cerca di legittimarsi con il proprio linguaggio dentro lo spazio culturale del tempo.”9 Il sistema cristiano occidentale reagì alla diffusione delle idee di Averroè, secondo le quali il fine della vita dell’uomo consiste nel diventare simili a Dio ancora in vita, assumendo un atteggiamento difensivo, poiché si trattava di qualcosa assolutamente in disaccordo con la cultura cristiana medievale d’Occidente – ciò si vede soprattutto nell’opera di Tommaso d’Aquino di una funzione chiave proprio in relazione alla formazione della dottrina cristiana nei confronti della filosofia araba come testimonianza del disaccordo con ogni tesi averroistica (Contra Gentiles).10 Data l’estraneità averroistica alla dottrina del peccato, della salvezza e della grazia divina, d’Aquino si rende conto del possibile pericolo per la fede cristiana sorto

8 Recentemente è uscito il libro di Alain de Libera in cui si ricostruisce un quadro dei filosofi e delle filosofie più o meno organici alle idee averroista, si veda La philosophie médiévale, Paris, Press Universitaires de France, 1993. 9 Gagliardi, Antonio, La tragedia intellettuale di Dante. Il Convivio, Catanzaro, Pullano, 1994, pag. 12. 10 La problematica delle reazioni di Tommaso d’Aquino alla dottrina aristotelico-averroistica vengono complessivamente trattati in Gagliardi, Antonio, Tommaso d’Aquino e Averroè. La visione di Dio, Catanzaro, Rubbettino, 2002. 42 anche presso alcune autorità ecclesiastiche: mentre Tommaso considera le dottrine intorno alla copulatio delle deviazioni dalla retta interpretazione del pensiero d’Aristotele e come assurde dal punto di vista strettamente filosofico, Alberto Magno le difende e nel commento al De anima dichiara di attenersi alla maniera di pensare degli averroisti accettando la possibilità della conoscenza delle sostanze separate da parte dell’intelletto umano e, anzi, dichiara senza ambagi di trovarsi d’accordo quasi in tutto con Averroè e di discordare da lui soltanto in poche cose.11 Già Pietro Ispano (papa Giovanni XXI) nel suo trattato De anima, benché senza citazioni dirette di Aristotele, di Avicenna o di Averroè, indica in quanto teoria della conoscenza “un notevole sincretismo della dottrina agostiniana dell’illuminazione con la teoria avicenniana dell’emanazione e delle intelligenze”12 da ciò risulta chiara la possibilità di sostenere tali posizioni e di diventare papa e contemporaneamente si attesta la penetrazione dell’agostinismo avicennizzante nelle strutture ecclesiastiche.13 Come risulta dall’esteso studio filosofico-letterario di Gagliardi e Koprda, d’Aquino pone il confine tra uomo e Dio unendo neoplatonismo cristiano di Dionigi l’Areopagita con la metafisica neoplatonica. Entrambi accettano pienamente la trascendenza divina e che l’uomo sia obbligato ad aspettare al confine (tra il mondo terreno e ultraterreno) se il suo desiderio di Dio sarà approvato o meno. Dionigi non nega all’uomo la partecipazione intellettuale alla salvezza, nemmeno toglie a Dio la decisione finale. Facendo ciò, d’Aquino poteva assumere una posizione aristotelica mentre bisognava rifiutare Averroè e in seguito poteva sostenere la posizione dell’Areopagita.14

11 Si veda Nardi, Bruno, Saggi sull’averroismo padovano, pag. 135 e Gilson, Étienne, La filosofia nel medioevo, pag. 635. 12 Grabmann, Martin, en Gilson, Étienne, La filosofia nel medioevo, pag. 634. 13 Si veda Gilson, Étienne, La filosofia nel medioevo, pagg. 634-637. 14 Si veda Gagliardi, Antonio, Koprda, Pavol, Podklady k hermeneutike stredovekej talianskej literatúry, Nitra, Univerzita Konštantína Filozofa v Nitre, 2016, pagg. 159-160. 43 Globalmente la situazione dimostra lo spostamento del conflitto tra la filosofia e la chiesa facendone una questione interreligiosa e il bisogno sentito di dimostrarsi attenti anche alla tradizione religiosa della visione di Dio in vita grazie all’amore e alla volontà come rappresentata da sant’Agostino – ne nasce il dogma dell’impossibilità di partecipare alla propria beatitudine durante la vita terrena di Tommaso. Sinteticamente: per Averroè, la condizione indispensabile per raggiungere Dio è il desiderio, d’Aquino lo trasforma in amore e sposta la possibilità di vedere Dio nell’aldilà.15 Tra le conseguenze di questi processi alquanto complessi si può notate l’ambiguità del periodo: “Da un lato c’era l’istituzione rigida della fine del mondo, del giudizio estremo, dell’inferno, del purgatorio e la negazione della possibilità di partecipare intellettualmente alla propria salvezza, d’altro lato la chiesa si trasferisce in città e nelle università, rifiuta il passato ascetico della fede e diventa un’istituzione politica.”16 L’uomo dal rapporto razionale con il cristianesimo poteva diventare un cristiano vero e proprio, come un intellettuale poteva raggiungere la grazia divina senza il bisogno di amare Dio – tale “novità” cambiò l’indole della chiesa che si basava originalmente sulla mistica, sul mistero della fede.

La letteratura italiana delle origini nel contesto storico

Il conflitto “dottrinale” tra la filosofia e la chiesa (cioè tra i laici e i chierici), che ebbe il culmine a cavallo tra il Duecento e il Trecento, però si protrae, se pur modificato, fino al Cinquecento, fu causato prima di tutto dalla questione del fine della vita umana il quale, secondo i sostenitori della filosofia – qui molto generalmente denominata – averroistica consisterebbe in un perfezionamento intellettuale dell’uomo tramite la scienza. Suddetto perfezionamento si dovrebbe concludere nella visione di Dio, cioè con la

15 Ibidem, pag. 160. 16 Ibidem, pag. 162. 44 “divinizzazione” dell’uomo (l’indiarsi tramite le proprie forze intellettuali viene legato anche all’ascesi umana). Nella letteratura, il motivo della “divinizzazione” però non è così frequente, a differenza dal mettersi in cammino verso la perfezione. Insomma, i periodi dal Tre o Quattrocento non espongono più l’idea dell’indiarsi in generale. Si può affermare che la filosofia araba era talmente affermata nella cultura e, dunque, nella letteratura occidentale, che autori come Dante Alighieri, Giovanni Boccaccio, Francesco Petrarca o altri non la esprimevano come se fosse una novità, ma la vivevano in quanto caratteristica propria dell’ambiente culturale a loro consono e l’applicavano e aggiornavano tramite l’uso di costanti ben note a tutti. Ernest Renan con la sua opera giovanile Averroès et l’averroisme (1852) “offrì un contributo d’inestimabile valore alla produzione orientalistica successiva di autori quali Mandonnet, Grabman e Van Steenberghen.”17 Renan è stato il primo a sistemare il pensiero arabo-medievale e a documentare i topoi averroistici e le loro rappresentazioni nella poesia occidentale europea e islamica, dal medioevo al rinascimento, studiando innanzitutto l’influenza della diffusione dell’idea della copulazione (congiunzione) dell’Intelligenza con il poeta nella quale consiste, secondo l’autore, la specificità di tutta la filosofia araba. Tale pensiero viene definito da Guido de Ruggiero la nascita del concetto di un sovrauomo e questo “famoso problema della congiunzione dell’uomo con l’intelletto attivo [...] ha anche formato il tema dei romanzi etico-sociologici di Avempace e di Abubacer. Quel problema non ha infatti un valore soltanto gnoseologico, ma anche metafisico, morale e sociale, perché il componimento dell’uomo con l’intelletto attivo è anche la sua santificazione, il perfezionamento della sua vita.”18 Nonostante non tutti gli uomini possano raggiungere questa congiunzione con l’intelletto attivo, si tratta, appunto, di una concezione

17 Petruzzelli, Francesco, Introduzione. L’Averroè di Ernest Renan. «Homme de décadence» e martire della ragione, in Scritti filosofici, a cura di Giuliano Campioni, Milano, Bompiani, 2008, pagg. 539-550. 18 De Ruggiero, Guido, La filosofia del cristianesimo, Bari, Laterza, 1962, pag. 529. 45 rifiutata dalla chiesa e perciò condannata nel suo nucleo: “Il fine degli esseri umani [...] può essere realizzato solo dopo che si è compiuta, nel singolo individuo, la perfezione dell’intelletto speculativo. Ciò implica che solo il filosofo può partecipare alla vita divina.”19 Questa conclusione non è appropriata per una filosofia religiosa che per definizione si rivolge a tutti gli esseri umani, o almeno ai credenti, e contemporaneamente viene rifiutata anche dai poeti che si ponevano a difesa della poesia in quanto strumento abile e capace di trattare i temi filosofici anzi meglio della filosofia stessa per l’indole propria della letteratura: la forma poetica è più abile a dissimulare la verità “sotto una bella menzogna”. Altri letterati-ricercatori della tradizione dantesca eterodossa sono stati Gabriele Rossetti, Francesco Perez e Luigi Valli: tutti cercarono di superare l’apparenza realistica del biografismo dantesco per poter recuperarne la dimensione allegorica. Enfatizzano il ruolo della filosofia araba alle radici del pensiero e della poetica degli autori medievali che personificavano nella “mia donna” la sapienza. L’averroismo laico divenne un atteggiamento intellettuale generalizzato ma poiché la laicità si poteva coltivare soltanto in ambito universitario, la poesia si doveva nascondere e pertanto nella poesia siciliana sorse un modello di raffinato allegorismo che costituisce per noi un ostacolo storico nella ricerca della dottrina laica.20 In tale ottica non si può sostenere più che la lirica provenzale concordi con la poesia della scuola siciliana, anzi, la lingua cortese, d’amore e d’eros, ed i topoi della poesia cortese sono identici alle espressioni e alle immagini del cammino verso l’indiarsi e ne sono divenuti strumento: i poeti siciliani non parlano delle proprie esperienze individuali, né del rapporto con una donna reale, ma esprimono “l’appartenenza a una biblioteca formata dagli stessi poeti e dalle stesse opere filosofiche e scientifiche di comune

19 Leaman, Oliver, La filosofia islamica medioevale, Bologna, Mulino, 1991, pagg. 254-255. 20 Si veda Gagliardi, Antonio, Koprda, Pavol, Podklady k hermeneutike, pag. 99. 46 riferimento.”21 La scuola siciliana aveva proposto di realizzare uno stato d’intelletto collettivo, i cui concetti chiave (dei topoi) diventarono l’io, la mia donna, il desiderio, la congiunzione (copulatio). Soltanto conoscendo le trasformazioni dei codici linguistici si può capire il senso di una storia complessa velata dietro l’allegorismo il quale era, per il lettore contemporaneo a Dante e altri autori, naturalmente inserito in un contesto, ma per noi rappresenta un problema enorme e difficilissimo da ricostruire, perché non vediamo le analogie, le antitesi, i simboli e il sistema di relazioni intrinseche del testo, soltanto i frammenti delle teorie o delle citazioni. Insomma, le poesie esprimevano attraverso concetti convenzionali la strada dell’io verso la perfezione: l’io rappresentante l’intelletto possibile era incentivato dagli occhi della mia donna ad ascendere fino alla copulazione con essa (la classica raffigurazione dell’opera stilnovista, la cui base è l’incentivazione dei sensi tramite gli occhi e il saluto/sorriso della donna). La mia donna, oggetto del desiderio, rappresenta l’intelletto attivo (Averroè) (sostanza emanata da Dio-Natura). Il desiderio, dunque il perfezionamento consapevole, induce all’unione con la mia donna e questo processo rappresenta la strada interiore conclusa dalla copulazione, cioè con la condivisione della coscienza comune con Dio. Nell’unione è tuttavia ancora presente anche la dignificazione dell’autore, il quale in questo modo assurge alla posizione di superuomo. Le differenze tra le poesie sono soltanto nella concreta raffigurazione allegorica e nella sua misura, da cui è possibile dedurre la convenzionalità delle opere. L’allegorismo aiutava a nascondere l’insuperabile differenza delle culture e a creare la sensazione che esse potessero coesistere. L’insegnamento di Averroè penetrò nelle forme poetiche e causò in esse la nascita dell’uomo nel pensiero occidentale come “uomo-Dio” nel momento in cui “la mia donna” (l’intelletto agente o semplicemente l’Intelligenza) gli si concede come ricompensa per essersi avvicinato ad essa.

21 Gagliardi, Antonio, La donna mia, pag. 9. 47 È necessario notare che la raffigurazione dello sviluppo dell’uomo fino all’indiarsi come l’apice della via non è nell’opera poetica così frequente come la rappresentazione dell’inizio del cammino, il che rappresenta il punto chiave della teoria delle tre anime, un complesso fenomeno psicologico strettamente dipendente dalla capacità di raffigurare nell’assenza l’oggetto del desiderio. In breve: i sensi sulla base della realtà esteriore (dello stimolo) infiammano le passioni dell’uomo e lo conducono alla rovina. Nell’assenza dell’oggetto del desiderio il compito della ricezione dei sensi può essere assolto dalla fantasia, dall’immaginazione. Chi è capace di ciò, non deve direttamente indiarsi poiché soggettivamente è già Dio, riesce a rendersi presente il valore assente e a usufruire di quel momento in ogni istante come se fosse Dio. Così le immagini originatesi allo stesso tempo come le prime sensazioni guidano al mettersi in cammino dall’immaginazione alla sapienza/conoscenza. L’immaginazione ha la sua logica e per questo la poesia ha la sua lingua. Dai concetti di questa lingua è possibile passare semplicemente ai contenuti filosofici. In seguito alla condanna tempieriana delle 219 tesi derivanti dalla filosofia di Aristotele (comprese anche alcune aggiunte di Tommaso), i poeti trasformarono la propria lingua averroistica per non incorrere in conflitto con la fede e grazie a ciò sorsero degli stili poetici individuali che è possibile comprendere soltanto se conosciamo le singole regole di ricodificazione, cioè i cambiamenti della lingua filosofica. Visto che i filosofi dopo il 1277 e in conseguenza alle persecuzioni non potevano insegnare più nelle università ma tutta la società era comunque penetrata dal loro linguaggio, l’averroismo perdurava nelle opere letterarie; continua ad diffondersi linguisticamente mascherato, rivestendosi di poesia e mimetizzandosi in una vicenda d’amore già conosciuta dalla lirica dei trovatori, e perciò difficilmente riconoscibile: la lingua è piena di ombre, di doppi significati, di ambivalenze.22 I segni caratteristici dell’averroismo sono a stento rintracciabili, perché la dottrina

22 Si veda Corti, Maria, “Campi di tensione” e “campi semantici mobili” nella cultura del Duecento, in Scritti su Cavalcanti e Dante, Torino, Einaudi, 2003. 48 è diventata parte integrante dell’identità intellettuale dell’Europa occidentale: “Il problema di fondo è la mutazione della cultura occidentale per opera di dottrine che rifondano lo statuto dell’uomo. Il nuovo intellettuale si riconosce frutto e progetto del proprio sapere e in grado di conseguire autonomamente fini. C’è un umanesimo perché c’è l’uomo come progetto di se stesso in una complessa configurazione tra sapere ed essere. [...] L’uomo di Averroè si afferma con prepotenza nell’immaginario della storia della cultura proponendo se stesso come utopia possibile.”23 È come se la letteratura convivesse con la filosofia averroistica che diventava ormai sempre di più parte della vita sociale, realtà radicatasi nella società fino alla sua consolidazione e per questo motivo non è più possibile individuare un qualcosa definibile come averroismo, conclude Gagliardi.24 L’umanesimo ha sostituito la tesi averroistica del raggiungere l’ultima felicità, la divinizzazione, con l’idea del perpetuo progresso ma anche esso sembra avere le proprie radici nel perfezionamento averroistico superando la fase infantile o animale senza intelletto in noi...

Posizione di Dante

I profondi mutamenti prodotti dall’ingresso nell’Occidente cristiano della filosofia greco-araba influenzarono anche un intellettuale come Dante che asolve al ruolo di mediatore e conciliatore nel conflitto dell’epoca. Tale “incarico” si sviluppa in tutta l’opera dell’autore, cominciando dalle sue poesie giovanili per continuare con la Vita Nova; le posizioni si specificano e cristalizzano nel Convivio e la Divina commedia ne rappresenta la soluzione finale rispecchiante le idee filosofico-letterarie di tipo conciliatorio.25 Nella

23 Gagliardi, Antonio, Tommaso d’Aquino e Averroè, pag. 55. 24 Ibidem, pagg. 54-55. Si veda anche Imbach, Ruedi, Maierù, Alfonso, Gli studi di filosofia medievale fra Otto e Novecento, Roma, Edizioni di Storia e Letteratura, 1991. 25 La problematica viene spiegata in Šavelová, Monika, Božská komédia ako výraz Danteho intelektuálnej biografie, Nitra, Univerzita Konštantína Filozofa 49 Vita Nova Dante dichiara l’impossibilità di vedere Dio in vita (di indiarsi) perfettamente in accordo con d’Aquino. Non nega all’uomo la possibilità di diventare perfetto, soltanto che tale perfezione non è la “perfezione ultima”, quella che si ha nella visione di Dio.26 L’immagine sviluppata nella Vita Nova porta Dante alla dottrina neoplatonica: l’Intelligenza proveniente da Dio emana all’uomo la conoscenza, lo illumina con la sua sapienza, ma l’uomo, a questo punto, quando raggiunge la sapienza “divina” anche se mediata, smette di desiderare Dio accontentandosi con del dono della sapienza datagli dall’Intelligenza. In altre parole, l’uomo rimane “fissato” all’Intelligenza dimenticandosi di Dio.27 Il Convivio (letteralmente “il banchetto” di sapienza cui scopo era la conciliazione dei partecipanti, clerici e laici), scritto dopo la condanna nel 1277, dev’essere interpretato tenendo conto delle sue conseguenze. In quattro trattati viene esposta la parte della biografia intellettuale di Dante e si può leggere lo sviluppo del suo progetto conciliatore. Come espresso nel primo trattato, partendo dalla tesi aristotelica ripresa più tardi da Averroè, il senso della vita consiste nella scienza e il ruolo dell’uomo è il perfezionamento di sé stesso nelle scienze (cioè bisogna cercare di conoscere il tutto) perché in essa l’uomo trova l’ultima felicità (Conv. I, 1, 1). L’uomo tende alla perfezione intellettuale, perché l’intelletto rappresenta la sua perfezione più alta. Dante sostiene che ogni uomo è naturalmente soggetto al desiderio di conoscere; però il desiderio e il suo appagamento con le proprie forze umane (cioè la volontà di diventare perfetti, simili a Dio nella conoscenza con le proprie forze umane) è – riferendosi agli episodi della Divina commedia – come l’atto di Lucifero nell’aver tentato Dio volendo porsi al suo posto e, analogamente, si tratta del primo peccato di Adamo ed Eva, dell’intenzione di Ulisse di oltrepassare le colonne d’Ercole, cioè il confine segnato da Dio che sancisce il divieto di oltrepassarlo, ed è

v Nitre, 2016. 26 Si veda Gagliardi, Antonio, Ulisse e Sigieri di Brabante, pag. 84. 27 Si veda Gagliardi, Antonio, Koprda, Pavol, “Guinizelliho nová estetika a Dante, jej žiak”, in Studi italo – slovacchi, numero 2, 2015b, pagg. 87-88. 50 perciò in disaccordo con il cristianesimo. Per evitare tale conclusione ereticale, nel secondo trattato Dante cessa di desiderare (secondo Averroè, l’uomo deve desiderare la perfezione fino all’indiarsi, cioè fino alla sua divinizzazione, e non può cessare il desiderio dalla propria volontà): avviene il passaggio dal desiderare al non- desiderare che distacca l’uomo da Dio. La tesi averroistica quindi viene sostituita da quella neoplatonica di Avicenna: l’uomo non può raggiungere con le proprie facoltà la conoscenza delle intelligibili (sostanze separate) nella vita, ma la loro luce viene emanata all’uomo, al suo intelletto e con essa si trasmette anche la conoscenza. L’uomo soltanto riceve passivamente la loro luce (cioè virtù e conoscenza; i doni dello Spirito Santo). La conoscenza è dunque condizionata dall’illuminazione. Il cammino ascendente verso Dio (itinerarium mentis in Deum; intellettualismo laico occidentale) è stato sostituito dal principio discendente dell’emanazione della conoscenza dalle sostanze intelligibili (angeli). La vita viene identificata con l’uso dell’intelletto e Dante rifiuta qualsiasi altro fine che la scienza (in questa fase, l’ultimo fine umano non è Dio). Visto che la materia osteggia la visione della trascendenza, stabilisce il bisogno della fede (Conv. II, VIII, 14-15). La donna gentile è la filosofia (la scienza) in quanto mediatrice della perfezione morale e intellettuale. Nel contempo, Dante imposta l’argomentazione mirando al compromesso: conservare intatta il dogma cristiano del raggiungere l’ultima felicità (beatitudine) solo dopo la morte e sostenere e fondare l’indiarsi del conoscere il tutto averroistico. Nel terzo trattato Dante sviluppa il neoplatonismo avicenniano (definitivamente rifiutato nel Conv. IV, XXI) e rappresenta un elogio alla sapienza, la quale è per l’autore la somma perfezione dell’uomo. Secondo l’aggiustamento dantesco l’uomo desidera soltanto nei limiti della propria specie, non cerca di oltrepassare il limite umano – Dante cerca di trovare accordo tra la filosofia e la chiesa: nella vita terrena può raggiungere soltanto la felicità data dalla scienza (la cosiddetta “piccola felicità”, picciol bene). La differenza tra l’ultima felicità nell’aldilà e la felicità intellettuale

51 della conoscenza consiste soltanto nella durata – la prima è eterna. Nella questione della possibilità di indiarsi viene chiarita la posizione privilegiata dei filosofi che sono considerati un’élite, perché non tutti sono capaci di trasumanarsi, cioè di poter conoscere il tutto. Nel quarto trattato Dante sviluppa diverse questioni (la nobiltà di stirpe ha origine divina, però ogni nobile è responsabile della propria posizione e deve meritarsela lavorando per il bene comune, cioè nella società; riflette sull’etica e sulla sufficienza delle virtù morali ecc.) però non conclude l’opera che prevedeva quindici capitoli rendendosi conto delle parti al di fuori della dottrina cattolica. Innanzitutto, l’opera non prende ancora in considerazione la necessità, per la salvezza umana, dopo il peccato originale, della redenzione di Cristo – tutto il Convivio porta i segni del pelagianesimo, movimento ereticale secondo cui l’uomo può con le sue forze salvarsi da solo, non gli serve la redenzione di Cristo e la grazia gli è data solo per facilitare l’azione (ne parla l’allegoria di Catone e Marzia che dimostra come l’anima ritorna a Dio soltanto con le proprie forze morali; Conv. IV).28 La Divina commedia si può definire il rovesciamento del Convivio: ritornano i personaggi, le espressioni, ma avviene un mutamento fondamentale della prospettiva intellettuale che conforma il filosofo al cristiano ponendo alle radici dell’escatologia della felicità la funzione salvifica della redenzione di Cristo. Dante sottopone alla critica i suoi atteggiamenti di prima e sullo sfondo della propria strada verso la salvezza ne crea un’altra anche per l’umanità: l’esperienza personale dell’autore in cui si rispecchia il conflitto tra i filosofi e la fede cristiana diventa la struttura intrinseca dell’opera. Il mutamento di prospettiva si vede nell’introduzione dello strumento indispensabile per la salvezza – la grazia divina. Dante “comporta la verifica di una posizione personale che non coincide con quella di Tommaso d’Aquino né con quella ufficiale della Chiesa. La leggibilità del poema avviene per differenza, nel modo in cui un testo

28 La problematica viene per esteso spiegata e analizzata in Gagliardi, Antonio, La tragedia intellettuale di Dante. Convivio, Catanzaro, Pullano, 1994. 52 poetico e filosofico diventa soggetto intellettuale e religioso di una proposta non facilmente individuabile.” 29 Gagliardi sottolinea l’importanza dell’ermeneutica del conflitto in quanto “uno strumento prezioso se fondata su un sistema di dati oggettivi disposti su tutto il corpo della scrittura.”30 Si pone la questione sul modo e il mezzo per giungere in cielo e si crea un sistema al cui vertice c’è il principio che mette in ordine tutto. Dante mette sé stesso a disposizione di un’esperienza che nasce dalla volontà divina (che è imprevedibile). La porta che apre il cielo all’autore è Maria – avendo stabilito il bisogno di una guida si pone un limite alla volontà umana per non oltrepassare il limite divino “dalla propria volontà” e pure per non ignorare l’importanza della presenza di Cristo (“Matto è chi spera che nostra ragione / possa trascorrer la infinita via / che tiene una sostanza in tre persone. / State contenti, umana gente al quia; / ché, se potuto aveste veder tutto, / mestier non era parturir Maria”; Pg III, 34-39). L’intelletto umano non può raggiungere la visione di Dio e la beatitudine con le proprie forte altrimenti sarebbe inutile il parto di Maria, cioè di conseguenza la redenzione di Cristo. Si stabilisce la cooperazione tra la volontà di Dio e quella umana, tra la scienza e la grazia, tra l’intelligenza dell’uomo e la provvidenza divina che porta alla verifica del lieto fine – la visione di Dio alla fine dell’opera – come attuazione della volontà divina. Dante esce “dall’ammaestramento di Tommaso d’Aquino per un personale progetto che ponga fine alla guerra tra filosofia e fede cristiana”31 e unisce esperienza e scrittura – si può parlare dei primi passi verso l’umanesimo che integri la fede e la scienza e che non neghi “la dignità” della vita intellettuale terrena. Avendo rappresentato la propria esperienza e non le idee astratte si delinea la maggiore credibilità del pensiero: la sua esperienza nel corso dell’opera diventa profezia da annunziare a tutti perché non perdano la speranza della visione di Dio in

29 Gagliardi, Antonio, La commedia divina di Dante. Tra Averroè e Cristo, Soveria Mannelli, Rubbettino, 2014, pag. 30. 30 Ibidem, pag. 32. 31 Ibidem, pag. 35. 53 vita. Mentre nell’introduzione dell’Inferno, nei primi due canti, Dante espone il conflitto e, nel contempo, la possibilità di oltrepassarlo,32 nei canti seguenti dichiara (in)direttamente i propri peccati intellettuali delle opere precedenti, p. es. nella condanna (“d’obbligo”) dei filosofi (tra cui Aristotele e Averroè; Inf. IV), degli “averroisti” (episodio nella città di Dite, dove sono tutti i “moderni” luciferiani, cioè quelli che cercarono di diventare simili a Dio ignorando la necessità di Cristo; tra di essi Federico II di Svevia e Cavalcante Cavalcanti, il padre di Guido, il suo primo amico con cui condividevano le idee filosofiche nel periodo degli scritti giovanili; Inf. VIII- IX), Ulisse,33 Lucifero, Giganti come esempio della volontà di oltrepassare il limite (umano) con le proprie forze e di indiarsi, cioè di prendere il posto divino di Dio (rispettivamente Inf. XXVI-XXVII, XXXIV, XXXI).

Questione della presunzione

Paradossale è la posizione della presunzione dei filosofi considerata peccato degno della condanna nell’Inferno (Ulisse, Gerione), ma il resto dell’opera si svolge come se fosse in fieri e Dante, parlando della propria presunzione, nella evoluzione ideologica dell’autore, la concilia con il cristianesimo (Par. VII, 103-111) per avere un appoggio e poter conciliare la strada verso Dio con le forze umane e con la grazia. In questo modo alcuni vedono lo spostamento del conflitto che è diventato una documentazione interreligiosa della presenza di una strada autonoma verso Dio con le proprie forze. Il legame tra la presunzione e la grazia si vede nella terzina: “Dunque a Dio convenia con le vie sue / riparar l’omo a sua intera vita, / dico con l’una, o ver con amendue” (Par. VII, 103 – 105). Dio per necessità

32 Si veda Šavelová, Monika, Odhaľovanie Danteho intelektuálnej biografie, pagg. 21-33. 33 Sulla concordanza delle espressioni in riferimento al personaggio di Ulisse tra il Convivio e la Divina commedia si veda Šavelová, Monika, Odhaľovanie Danteho intelektuálnej biografie, pagg. 91-97. 54 restituì l’uomo alla sua perfezione con le proprie vie (l’una o con ambedue), e non salverà l’uomo se quello non desidera di essere salvato, senza la sua volontà propensa alla salvezza – la grazia divina separatamente non aiuterà l’uomo ad ascendere fino a Dio senza lo sforzo dello stesso uomo. Tutte le strade verso Dio sarebbero stati insufficienti se Cristo non si fosse incarnato prima con tutta l’umiltà (Par. VII, 112 – 120).34 Si tratta di un’analogia alla concezione tomistica della salvezza umana tramite la redenzione di Cristo riportando l’uomo alla natura “originale”, quella antescendente al peccato originale. “Dante aggiunge quel tanto di presunzione umana per contribuire alla piena riuscita del cammino dell’intelligenza umana fino alla visione divina.”35 I teologi cristiani propongono, come rimedio alla presunzione, l’abbondante grazia divina, di cui mediatore è Cristo, data da Dio affinché l’uomo possa prenderne quanto gli basta per raggiungere la sua méta o, eventualmente, prendersene la quantità giusta corrispondente alle capacità della sua specie – se uno pensa di arrivare alla visione di Dio, come Dante, gli serve un’abbondantissima grazia a causa della natura del suo fine. La grazia messa a disposizione è, però, un’espressione pericolosa nel senso che uno potrebbe attingerne sconfinatamente nel tentativo di bilanciare l’immensità della presunzione e di indiarsi. Questo è il motivo delle restrizioni dei teologi: Bonaventura la limita secondo la destinazione dell’individuo: “Come uno che va con un vaso al fiume trova a disposizione l’acqua preparata senza misura, anche se prende con misura a causa della limitata capacità del suo vaso.”36 D’Aquino afferma direttamente che non se ne può attingere senza limiti: “... la capacità di ciascuna creatura è finita, per cui pur potendo ricevere un bene infinito per mezzo della conoscenza, dell’amore e della fruizione, la creatura tuttavia non può ricevere quel bene in modo infinito. È perciò proprio di ciascuna natura creata avere secondo la

34 Gagliardi, Antonio, Koprda, Pavol, “Božská komédia, nadšenie za počasživotnú blaženosť”, in Studi italo – slovacchi, numero 2, 2015a, pag. 176. 35 Gagliardi, Antonio, La commedia divina di Dante, pag. 63. 36 D’Aquino, Tommaso, Compendio di teologia. I grandi filosofi, Milano, Il Sole 24 ore, 2006, pag. 504. 55 sua specie e natura una determinata misura nella sua capacità”.37 Le restrizioni dei teologi sono superabili tramite Cristo perché in lui è contenuta, secondo d’Aquino, la grazia divina in misura sufficiente per vedere Dio (per l’indiarsi).38 I teologi cristiani si rendevano conto della possibilità di svigorire la dottrina con il concetto dell’abbondante grazia e per questo motivo l’hanno limitata. Dante supera il limite con le formulazioni che Dio gli desse grazia abbondante, talmente abbondante da poter indiarsi, non soltanto nel Convivio e nella Vita Nova ma, altresì anche nella Commedia: Dio gli desse “abbondante intelletto” (Purg. XXX, 109-117). Similmente nel Purgatorio (VIII, 112-114) esprime la sua capacità di attingere alla grazia divina rispettivamente al fine: “’Se la lucerna (la grazia nella misura più grande del vaso umano – p.d.a.) che ti mena in alto / truovi nel tuo arbitrio tanta cera (presunzione) / quant’è mestiere infino al sommo smalto.’”39 Ha tanta grazia quanta ne sopporta la sua presunzione, visto che Dante crede nelle sue capacità intellettuali che gli forniranno una corrispettiva quantità di cera affinché potesse ottenere una quantità di grazia adeguata per raggiungere il fine. La concezione della grazia non dipende dalla peccaminosità o purezza dell’uomo ma, altresì dallo sforzo (capacità intellettuali) e dal fine. Nella Lettera XIII a Cangrande della Scala, per dare prova della possibilità di vedere Dio, si serve di esempi biblici e dei filosofi cristiani: apostolo Paolo, Matteo, Giovanni, Ezechiele, il De consolatione philosophiae di Boezio, il De contemplatione di Riccardo di San Vittore, il De consideratione di Bernardo, il De quantitate animae di Agostino, Daniele e la storia su Nabucodonosor che, per virtù divina, ebbe visioni contro i peccatori, ma le dimenticò.40 Dante sente il bisogno di esprimere, tramite

37 D’Aquino, Tommaso, Compendio di teologia. I grandi filosofi, pag. 503. Si veda anche Gagliardi, Antonio, La commedia divina di Dante, pagg. 307-327. 38 Gagliardi, Antonio, Koprda, Pavol, “Božská komédia, nadšenie za počasživotnú blaženosť”, pag. 241. 39 Ibidem, pag. 243. 40 Alighieri, Dante, Lettera a Cangrande, disponibile a: http://www.classicitaliani.it/dante/cangran.htm 56 l’esperienza personale e storica, trattando un argomento filosofico, l’importanza della conciliazione dello sforzo umano e della grazia divina in quanto necessaria per la storia (non soltanto per la scienza).41 Il motivo della participazione inuguale alla beatitudine divina, secondo la concezione dell’abbondante grazia di cui si può – secondo d’Aquino – attingere solo una parte, si trova anche nel canto XXIII del Paradiso (la raffigurazione delle arche ricchissime, v. 131) e XXIV (l’immagine di “la larga ploia / de lo Spirito Santo”, vv. 91-92; di “la verità che quinci piove”, v. 135; degli apostoli diversamente beati in dipendenza dal loro sforzo e quindi grazia raggiunta: “E come cerchi in tempra d’orïuoli / si giran sì, che ’l primo a chi pon mente / quïeto pare, e l’ultimo che voli; / così quelle carole, differente- / mente danzando, de la sua ricchezza / mi facieno stimar, veloci e lente”, vv. 13-18). Secondo Barolini, i termini presunzione e presumere contengono una valenza ulissiana in tutte le opere di Dante e l’autore le investe di uno speciale significato fin dai tempi del Convivio e del De vulgari eloquentia, prima ancora che tale tematica possa essere chiamata “ulissiana” – Dante li usa in contesti che indicano la sua costante preoccupazione nei riguardi dell’arroganza intellettuale (nella Commedia raffigurata in Ulisse). 42 Secondo d’Aquino “come la disperazione risulta dell’aversione da Dio, così la presunzione risulta da una diisordinata conversione verso di lui” e il peccatore soffre di una mancanza di moderazione e “spera di ottenere la gloria senza meriti, e il perdono senza il pentimento” – la presunzione nasce direttamente dalla superbia.43 L’avvertimento della gente che non intenta la strada verso Dio con la proprie forze umane (presunzione) viene esposto testualmente tramite Pier Damiani (Par. XXI, 97-99), lo stesso autore però si formula come “eccezione” unendo la presunzione con la grazia – la sua

41 Gagliardi, Antonio, Koprda, Pavol, “Božská komédia, nadšenie za počasživotnú blaženosť”, pag. 243. 42 Barolini, Teodolinda, La “Commedia” senza Dio. Dante e la creazione di una realtà virtuale, Milano, Feltrinelli, 2013, pagg. 162-163. 43 D’Aquino, Tommaso, in Barolini, Teodolinda, La “Commedia senza Dio”, pag. 162. 57 presunzione quindi non è superba. Dante, volendo conservare nel suo progetto conciliatore della Commedia la tesi averroistica del perfezionamento fino all’indiarsi, doveva continuare nella critica dell’averroismo e gli è ritornata utile la dottrina sulla grazia abbondante. “Maria ha legittimato la presunzione trasformandola in un dono della grazia. L’uomo diventa simile a Dio attraverso il Figlio di Dio, partorito da Maria, senza cancellare la forza personale che lo aiuta a innalzarsi al divino.” 44 L’ascesa dell’uomo vivente santifica la vita; l’inclusione della presunzione nella dimensione cristiana diventa una scommessa sulla natura stessa dell’uomo di oltrepassare i propri limiti. Il suo progetto filosofico originario è raggiunto tramite la grazia: non si tratta di una dottrina astratta o teorica, ma ne dà prova personale narrando le proprie esperienze. In Dante, persona drammatis, si conciliano filosofi e cristiani. Insomma, il conflitto dell’epoca viene risolto grazie al concetto della grazia divina.

Questione di theosis tra teologia occidentale e orientale

Una differenza essenziale tra teologia cristiana occidentale e quella orientale consiste nel fondarsi della seconda sulla beatitudine già quaggiù in terra. Theosis (in greco θέωσις), cioè la divinizzazione o l’indiarsi, è la piena trasformazione (trasumanazione) dell’uomo, il diventare simili a Dio, la partecipazione umana alla natura divina, la copulazione/unione/unificazione (effusione) dell’essere con Dio (non il diventare tutt’uno), l’entrare in comunione con la santissima Trinità, resi “partecipi della natura divina”. 45 Theosis significa diventare tramite la grazia divina ciò che è Cristo dalla sua natura. Nella

44 Gagliardi, Antonio, La commedia divina di Dante, pag. 322. 45 Škoviera, Andrej, Teológia zbožštenia s osobitným zreteľom na liturgické texty byzantského obradu, in Theologos. Teologická revue Gréckokatolíckej bohosloveckej fakulty PU v Prešove, a. 2, 2000, n. 2, pag. 21. 58 concezione cristiana orientale, tale processo non significa porre un uomo al posto di Dio o di sostituirlo come nella tradizione antica con la „divinizzazione“ dei príncipi, re, imperatori, ma di porre l’uomo vicino a Dio. Per di più, non si tratta di un processo che avviene dopo la morte, ma che dovrebbe avvenire durante la vita o che inizia già durante la vita terrena per poter essere condotto a perfezione nell’altra, dopo la morte corporale. Questa è la caratteristica della beatitudine di come la troviamo nella Divina commedia.46 Si confronta la concezione della theosis, presente nella chiesa già dai primi secoli, nei testi della liturgia bizantina e cristiana ortodossa. I primi accenni si trovano nella Bibbia47, viene rappresentata nei molti trattati e testi dei padri della Chiesa greca, p. es. Ireneo di Lione (c. 135-202) e Atanasio di Alessandria (c. 295-373). Secondo la chiesa orientale cristiana nella theosis consiste il fine a la pienezza della vita. Nel libro Katechizmus katolíckej cirkvi (Catechismo della chiesa cattolica; art. 460), troviamo anche la citazione di Tommaso d’Aquino sulla divinizzazione: Poiché il figlio unigenito di Dio volle che prendessimo parte alla sua divinità, assunse la nostra natura umana e si fece uomo, affinché gli uomini divenissero come Dio.48 La presenza della suddetta citazione del teologo d’Occidente è la prova della conoscenza del concetto della theosis nell’Europa occidentale. La concezione tricotomica dell’uomo della chiesa cristiana orientale parte da un’immagine dell’uomo formato da corpo, anima e Spirito. L’ultimo è presente nell’uomo continuamente – cambia soltanto il suo legame con il corpo e con l’anima. Grazie a tale concezione si può parlare della connessione, nell’uomo, tra la natura umana e quella divina. Scolasticamente detto: l’uomo marcato dal peccato rappresenta la theosis in potenza, cioè la connessione con lo Spirito in potenza, mentre l’uomo già indiato (divinizzato, trasumanato) rappresenta la divinizzazione in atto. La

46 Si veda Šavelová, Monika, Božská komédia ako výraz Danteho intelektuálnej biografie, pagg. 193-204. 47 Salmi 81: 6-7; 2 Pt 1: 4; Ebr 3: 14; 6: 4; 12: 10. 48 Škoviera, Andrej, “Teológia zbožštenia s osobitným zreteľom na liturgické texty byzantského obradu”, pag. 20. 59 divinizzazione significa l’aver accettato la natura divina dall’uomo, ma non aver sostituito la propria natura umana: l’io umano conserva la sua autonomia, non confluisce con lo Spirito a formare l’unico essere e l’unica coscienza. 49 Nella teologia latina (della chiesa occidentale), d’Aquino descrive tale “atto” come la connessione accidentale della natura divina con quella umana nell’uomo stesso.50 L’uomo, dopo aver commesso il peccato, ha perso la sua integrità, ha frantumato la sua natura, l’immagine divina che ne faceva parte. Per questo motivo, tra le nozioni frequenti nei testi liturgici, troviamo le espressioni come “reintegrazione”, “guarigione”, “illuminazione”, “trasformazione”, “metamorfosi” dell’uomo. Si potrebbe constatare che fanno parte della theosis. Senza dubbio, è interessante il fatto che nella cultura slovacca le nozioni come “indiarsi”, “divinizzazione”, “trasumanazione” sono piuttosto sporadiche, maggior enfasi si ha sulle nozioni di “rinnovo” e “metamorfosi” (che, naturalmente, non richiamano un processo immediato, ma di tutta la vita). Le traduzioni slovacche più antiche sono spesso infedeli, imprecise e evitano volutamente la nozione “divinizzazione” e i suoi sinonimi probabilmente per non incorrere in interpretazioni ambigue. Questo è il motivo, si può sostenere, della scarsa conoscenza della concezione nel nostro spazio culturale.51 Della concezione della “divinizzazione” si è occupato anche papa Giovanni Paolo II nella lettera apostolica Orientale lumen del 1995: “Vi sono alcuni tratti della tradizione spirituale e teologica, comuni alle diverse Chiese d’Oriente, che ne distinguono la sensibilità rispetto alle forme assolute della trasmissione del Vangelo nelle terre d’Occidente. [...] Nella divinizzazione e soprattutto nei sacramenti la teologia orientale attribuisce un ruolo tutto particolare allo Spirito Santo: per la potenza dello Spirito che dimora nell’uomo la deificazione comincia già sulla terra, la creatura è

49 Ibidem, pag. 23. 50 Dubravec, Štefan, Vierouka, Košice, Univerzita Pavla Jozefa Šafárika, 1992, pag. 42. 51 Si veda Škoviera, Andrej, Zbožštenie – cieľ nášho života, 2009, Disponibile a: http://www.grkat.nfo.sk/Texty/zbozstenie.html 60 trasfigurata e il Regno di Dio è inaugurato. [...] L’insegnamento dei Padri cappadoci sulla divinizzazione è passato nella tradizione di tutte le Chiese orientali e costituisce parte del loro patrimonio comune. [...] Questa teologia della divinizzazione resta una delle acquisizioni particolarmente care al pensiero cristiano orientale [Innestati in Cristo «gli uomini diventano dei e figli di Dio, ... la polvere è innalzata ad un tale grado di gloria da essere ormai uguale in onore e deità alla natura divina», Nicola Cabasilas, La vita in Cristo, I: PG 150,505].”52 Il fine del cristiano orientale è la partecipazione alla natura divina mediante la comunione al mistero della santa Trinità. La divinizzazione non è il risultato dei meriti umani (come si vede nell’episodio dantesco su Ulisse), ma un dono gratuito divino, nonostante lo sforzo e la volontà dell’uomo siano indispensabili. Strumento imprescindibile per la salvezza dell’uomo è stata la crocifissione di Cristo: la sua morte ha fatto da ponte tra egli e i peccatori ed è lo strumento della nostra divinizzazione. Prima Cristo si è umiliato ed è diventato “uomo”, dopo si è aperta la strada per l’uomo di ascendere a Dio, unirsi con Dio, nel nostro interno, cioè di indiarsi. Similmente fa Dante: prima si è umiliato nell’inferno per poter salire dopo attraverso il purgatorio espiando e il paradiso; a differenza dal Convivio si rende conto della condizione indispensabile della redenzione di Cristo che ha ripristinato la distanza tra Dio e l’uomo dopo il peccato originale; e concepisce l’immagine di collaborazione tra la volontà umana e il divino che si conclude nella divinizzazione momentanea in vita (quella eterna è possibile solo dopo la morte). L’altra condizione fondamentale per poter indiarsi è il battesimo che rappresenta l’inizio della vita nello Spirito e cioè l’inizio della divinizzazione. Dante viene battezzato di nuovo, nel paradiso terrestre, nel fiume Lete dopo essersi puruficato, per poter ascendere fino a Dio. Secondo Ježek, nella chiesa occidentale, soprattutto dall’Ottocento in poi, esiste la tendenza di razionalizzare tutto ciò che è mistico

52 Giovanni Paolo II, Orientale lumen, 1995, disponibile a: http://www.maranatha.it/Testi/GiovPaoloII/Testi4page.htm 61 o miracoloso; come se continuasse ancora la paura di Tommaso d’Aquino che portò alla negazione della possibilità di indiarsi nella vita.53 Il fine della vita umana quindi non consiste nella “piccola felicità” della conoscenza intellettuale (come sostenuto nel Convivio), ma nella divinizzazione, nella visione di Dio, nell’unione con Dio avvenuta tramite la grazia divina e lo Spirito che dimora nell’uomo. La grazia divina è dono gratuito soprannaturale e non dipende dall’intelligenza umana – l’uomo non se lo merita automaticamente essendo intelligente, conoscendo tutto il possibile. La terza cantica, il Paradiso, somiglia proprio a tale concezione della chiesa orientale. Nella chiesa orientale si è conservata la concezione della divinizzazione dell’uomo in quanto base e fine della vita umana, mentre la chiesa occidentale la rifiuta. La Divina commedia sembra rispecchiare tale differenza, perché mostra il mondo occidentale (latino) come falsamente libero, diretto dalle istituzioni terreni, e, contemporaneamente, l’opera sembra rappresentare l’unica espressione della divinizzazione “consentita” in cui l’indiarsi rappresenta il fine della vita terrena e postuma. Pare che la Commedia riecheggi le reazioni agli avvenimenti del periodo rivelando i tempi difficili: repressione della libertà, governo istituzionale della società, chiusura mentale, mentre la letteratura –sia in poesia che in prosa– conservava la validità della sua funzione di strillare/urlare al mondo la verità non prendendo in considerazione le reazioni positive o meno. L’apostolo Giacomo chiede a Dante di svelare le esperienze del paradiso nella sua opera anche se le sue parole non verranno recepite positivamente (Par. XVII, 124-132; ma lo stesso argomento si trova anche altrove, p. es. quando viene chiesto a Dante da Beatrice di segnare letteralmente le sue parole, anche se non le capisce perfettamente, si veda Purg. XXXIII, 79-84). Giacomo fa un apello a Dante di non badare alle reazioni negative, perché la sua opera esprime la verità: dopo aver eliminato tutta la bella menzogna poetica, tutta l’allegoria, deve rivelare ai

53 Ježek, Václav, Transcendentální christologie v kontextu byzantské teologie, Prešov, Pravoslávna bohoslovecká fakulta PU, 2006, pag. 8. 62 lettori tutto ciò che aveva vissuto e visto, esporre la possibilità di indiarsi durante la vita terrena e così dignificare la vita e farne il fine consistente nella perfezione. Sulla diversità della dottrina della divinizzazione tra l’Oriente e l’Occidente e sulla preferenza dantesca dell’accettazione della possibilit di dare un senso anche alla vita terrena che non fosse soltanto limitato ad una fermata temporanea si vede la convinzione e la posizione di Dante che cercava di dare senso alla vita sulla terra e di conciliare la scienza e la fede dignificando l’uomo.

Conciliazione delle dottrine

La rappresentazione della conciliazione dottrinale del conflitto viene presentata nel Paradiso. Il fatto è aiutato dalla natura stessa del luogo in cui generalmente non può esistere nessun dissidio. La conciliazione avviene tra Tommaso d’Aquino e Sigieri di Brabante, sostenitore dell’averroismo. Sigieri rappresenta il filosofo della visione di Dio ed è necessario che stia accanto a Tommaso, colui che nega la possibilità della visione di Dio in vita, affinché il viaggio dantesco abbia esito felice. Per poter aspirare alla visione di Dio queste due posizioni devono essere in accordo. Gagliardi sottolinea il fatto che “colui, però, che viene convertito alla dottrina dell’altro non è Sigieri ma Tommaso. Tommaso giustifica Sigieri per quel suo bisogno di giungere alla visione di Dio prima della morte. La giustificazione avviene tramite s. Agostino. Un bel corto circuito che tiene conto di tutti i livelli di conflitto del tempo.”54 Dante posiziona Sigieri al limite della schiera degli intellettuali cristiani. D’Aquino presenta sé stesso come l’allievo di Domenico e Alberto Magno e parla della storia in cui con Sigieri erano in conflitto mentre adesso sono d’accordo. Il loro punto d’incontro, cioè la comune via di conoscenza,

54 Gagliardi, Antonio, Tommaso d’Aquino e Averroè, pag. 290. 63 viene rappresentata come lo sguardo e lo specchiarsi dei due: Tommaso vede Dante nello specchio degli occhi di Sigieri così come Dante vede Tommaso. Si tratta di una premessa in forma di dialogo conoscitivo per spiegare i perché per cui Sigieri è, per Dante, necessario nella configurazione della dottrina cristiana: deve integrare la visione di Dio dell’uomo vivente, cancellata da Tommaso dalla prospettiva cristiana.55 Alighieri stabilisce le condizioni per giungere alla visione di Dio attraverso Agostino. L’espressione chiave della comprensione e giustificazione di Tommaso è quella della descrizione di Sigieri: “a morir li parve venir tardo” (Par. X, 133-138). Un cristiano, quando gli sembra che la morte è troppo lenta e lontana perché possa vedere Dio, desidera la fine e il raggiungimento della beatitudine in vita: “È la via dell’ascesi mistica. In questo modo Tommaso spiega e giustifica il bisogno di Sigieri di vedere Dio... al di là del testo averroista ma certamente non contro.”56 Sigieri nel testo dantesco viene presentato come colui che cerca di anticipare in vita la visione di Dio e perciò desidera la fine di questa vita che lo tiene lontano da Dio. Perché Dante possa proseguire alla visione di Dio, Tommaso deve pensare come Sigieri e entrambi come Agostino. Dante deve convertire Tommaso per riuscire a proporre il progetto di conciliazione. Nell’elogio di Sigieri riconosce il bisogno di anticipare in vita la visione beatificante – è l’accordo necessario sul piano storico e dottrinale affinché il viaggio di Dante abbia significato.57 Sant’Agostino dà un senso cristiano alla dottrina averroistica e al bisogno di Sigieri nel libro De doctrina christiana in cui pone l’amore quale esclusivo rapporto tra l’uomo e Dio: “Frui Deo è la chiave linguistica di un esclusivo innalzamento al divino tramite l’amore per poter godere di Dio in un’assoluta promessa di felicità alla quale l’uomo deve totalmente tendere.”58 Il desiderio della fine per chi è lontano dalla morte e quindi da

55 Gagliardi, Antonio, Tommaso d’Aquino e Averroè, pag. 290. 56 Ibidem, pag. 291. 57 Ibidem, pag. 292. 58 Ibidem, pag. 291. 64 Dio si può interpretare come atto d’amore per rendere più breve il cammino: “... angeli [...] sono felici perché godono di colui del quale anche noi desideriamo godere; e quanto in questa vita godiamo in modo non chiaro come attraverso uno specchio, tanto più pazientemente sopportiamo la lontananza e più ardentemente ne desideriamo la fine.”59 L’amore diventa strumento per arrivare da Dio per poter godere della beatitudine terrena che, per sant’Agostino, si trova in continuità di quella nell’aldilà. La conciliazione dai due avversari ha riabilitato nel cristianesimo la mistica prima abolita da Tommaso. Il tentativo dantesco di superare / oltrepassare “il divieto” di vedere Dio di Tommaso (cioè di negare il tomismo) porta il rinnovo della fede agostiniana e mistica in cui l’uomo ha un rapporto diretto con Dio. Dante è quindi entrato, nella sua opera, nel cammino della beatitudine dei filosofi trasformandola nella beatitudine cristiana offrendo la concordia della ragione e l’assenso della fede. Alla fine raggiunge il suo fine – portare alla beatitudine i filosofi tramite lo sforzo personale e la grazia.

Conclusione

La Divina commedia è il quarto tentativo dantesco di trovare la conciliazione del conflitto tra filosofia e chiesa riguardo il fine ultimo dell’uomo, la visione di Dio, e della possibilità di raggiungerlo durante la vita terrena. Il cambiamento delle posizioni dell’autore si vede nello sviluppo delle sue opere: l’Inferno rappresenta lo spazio della giustificazione dei peccati intellettuali di Dante presentati nelle opere precedenti. Con la Commedia vengono condannati il Convivio e la Vita nova. Nonostante ciò, dall’analisi testuale sembra che Dante giunga alla visione di Dio grazie alle proprie capacità intellettuali alle quali si aggiunge l’aiuto divino sotto forma della grazia divina. Nel paradiso terrestre entra da solo, grazie all’intelletto e

59 Sant’Agostino, L’istruzione cristiana, Milano, Mondadori, 1994, pag. 55. 65 le virtù, il solo ne splende direttamente, il che significa l’aver rinnovate le virtù originali (come Adamo e Eva prima di commettere il peccato) – Virgilio lo guida fino al posto dove trova la vera beatitudine, solo che non vi si può fermare e perciò raggiunge l’ultima felicità soltanto per un breve tempo. L’ascendere a Dio inizia con l’aiuto di Virgilio (simbolo della sapienza filosofica), continua con Beatrice (scienza divina), ma l’ultimo passo è però riservato a Maria Vergine, mediatrice della grazia. Dante arriva alla visione di Dio in armonia, scienza e grazia. Nella Commedia, Dante presenta la riforma intellettuale e religiosa diventando il protagonista lui stesso per dare prova della validità della sua opera rivoluzionaria e riformativa in cui mira ad aumentare la dignità dell’umanità aprendole la strada da lui percorsa prima – Dante riporta la dignificazione dell’essere umano nello spirito umanistico. La Divina commedia può essere considerata, sotto l’ottica dell’analisi ermeneutica, un’opera sulla storia del conflitto dell’epoca tra filosofia e chiesa che viene cambiato nel conflitto nell’inerno della chiesa stessa grazie al fatto che Dante ha scoperto, dagli intellettuali cristiani, l’accettazione della tesi sulla possibilità di raggiungere l’ultima felicità durante la vita terrena. Dante interpreta, usando il volgare, la filosofia e la teologia usando il linguaggio della poesia e nel contempo presenta la differenza tra la chiesa orientale ed occidentale con il tentativo di diminuire il governo della chiesa in quanto istituzione sui cristiani e di dignificare la vita e l’essere umano già durante la vita.

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CAPÍTULO III

LA AMARGURA CONTRASTIVA DE PIO BAROJA, UN PATRIMONIO PARA “FABRICAR SUEÑOS”

Majlinda Abdiu Universidad de Tirana (Albania)

Introducción

A lo largo de la historia, el ser humano no ha parado de cruzar fronteras como verdaderos símbolos contrastivos, generando trasformaciones profundas y de todo tipo. El conflicto, identificado como elemento social panhistórico, asume históricamente su potencial para generar cambios positivos y evolutivos. El sociólogo John Paul Lederach, uno de los defensores más contundentes de la cuestión de paz en Nepal, Filipinas, Nicaragua, Irlanda del Norte, Kenia y Colombia acentúa que “El conflicto no es un hecho aislado en la sociedad, por el contrario, emerge y se desarrolla en un contexto político, social y económico determinado, al igual que dentro de un conjunto de relaciones personales y comunitarias que, poco a poco, van determinando la dinámica del mismo. Dependiendo de cómo lo manejemos, el conflicto puede generar violencia o puede producir 67 cambios positivos en individuos, comunidades y en la sociedad en general. ¿Cómo se pueden hacer transformaciones en contextos como el colombiano afectado por décadas de violencia? Aunque no hay recetas mágicas, la teoría nos da algunos parámetros. En primer lugar, nos invita a pensar en la evolución y en los efectos del conflicto, no solo a nivel individual, sino social, para luego indagar sobre el tipo de cambio que queremos realizar. Es una invitación que va más allá de los análisis y propuestas técnicas y nos demanda asumir nuestro trabajo en construcción de paz como un acto creativo, más cercano al esfuerzo artístico”60. Desde la perspectiva de la literatura, observamos referencias e interferencias con otras literaturas de otras lenguas, un verdadero patrimonio sociocultural en el proceso de la intercomunicación, gracias a su conexión con la memoria colectiva, sea nacional o internacional, y a la inagotable imaginación artística. A través del metalenguaje y los inmensos recursos estilísticos, la literatura se ha convertido actualmente en una realidad evolucionista que, de forma inmediata favorece y acerca diferentes iniciativas pacificas mundiales gracias a su misión transformadora. Su estrategia nos ha hecho más conscientes del grado de conflicto y de violencia nacional y mundial, así como del dinamismo pacifico del siglo XXI. De manera fundamentada, el ganador del premio Nacional de Narrativa Española y miembro de la Real Academia Española D. Luis Mateo Diez Pues, confirma que: “Muchas son las lenguas y una la literatura. El contraste multiplica el enriquecimiento en la mirada a lo que somos y cómo nos vemos y nos ven. La literatura es ese espejo imprescindible de una realidad, de una memoria, de una imaginación”61.

60 LEDERACH, John Paul: ¿Qué es eso de la transformación del conflicto? Fragmento del artículo publicado en la sección Opinión, el día 02 de mayo 2017, en el periódico El Espectador de Colombia. Consultando la pág. web:colombia2020.elespectador.com/…/que-es-eso-de-la-transformcacion-… el día 24 de julio 2017. 61 DIEZ, Luis Mateo: Líneas del contraste, La ruina del cielo y Fantasmas del individuo. Consultada la pág. web: cvc.cervantes.es/lengua/anuario_06- 68 En la actualidad, el dominio sociocultural de la lengua española está conviviendo con el interés que genera en el seno de sus hispanohablantes y de los lectores en todo planeta, obteniendo así cierta fascinación y prestigio mundial. Precisamente la lengua española se convirtió en la mejor herramienta de mi formación académica y carrera profesional y me permitió conocer el universo hispánico y la literatura española. La docencia de la filología hispánica en la Universidad de Tirana y la muy fructífera colaboración desde abril de 2012 con la Cátedra de Excelencia Presdeia (Universidad Rey Juan Carlos de Madrid/España) me han facilitado el trabajo en mi línea de investigación sobre la Generación literaria del 98, centrada en el análisis intercultural y la creatividad artística de Pio Baroja y Miguel de Unamuno. En este punto, aprovecho para expresarle mi profunda gratitud al Prof. Dr. José Manuel Azcona Pastor, Director científico de esta prestigiosa Cátedra, porque, desde el primer momento, no paró de creer y apoyar mis trabajos y estudios dedicados a esta línea investigadora. Los motivos que me inspiran se basan en una cuestión clave: la Generación literaria del 98 siempre me ha resultado una fuente inagotable de referencias de investigación de autores españoles y de prestigiosas obras artísticas. Sus efectos culturales y sociolingüísticos siempre me han inspirado y ayudado a conocer un patrimonio intelectual hispánico extraordinario, ausente hasta ahora en mis trabajos de investigación. Por otro lado, gracias a este patrimonio, puedo sumirme emocionalmente en el proceso paradójico transformador y fabricador de sueños humanos. Mis primeras lecturas de Unamuno, Baroja, Azorín, etc., a finales del siglo pasado en la Albania postcomunista me enseñaron la presencia espectacular de un elenco de jóvenes artistas de primera línea, quienes lograron producir una impresionante literatura española parecida a la del Siglo de Oro. Tal afirmación es secundada también por el investigador Pablo Zapata Larga que define la Generación del 98 como: ”Un conjunto de hombres del pensamiento en distintos campos del saber, cuya producción, de no haberse interrumpido por la fratricida Guerra Civil (1936-1939),

07/…/literatura_05.pdf, el día 15 de julio 2017 69 hubiera podido dar un segundo renacimiento, un segundo Siglo de Oro. Pero no pudo ser. El exilio, la muerte, la inhabilitación y el olvido de muchos de ellos lo impidieron”62. Han sido constantes los discursos teórico- literarios sobre si los componentes del 98 formaban un “grupo” o una “generación” literaria. Su creatividad y su producción artística atestiguan la presencia inolvidable de jóvenes intelectuales anti burgueses, provenientes de la pequeña burguesía. Desgraciadamente, la realidad confirmó el fracaso de sus proyectos, por concebir y definir el proceso de la evolución histórica bajo el enfoque del existencialismo y escepticismo socio psicológico. Esta filosofía deconstructiva, muy presente en las páginas literarias de la época, llegó a alcanzar su máxima influencia en Europa a raíz de la II Guerra Mundial. Centrada en el hombre concreto y partiendo de la afirmación de que todo se acaba con la muerte, la existencia vital resultaba absurda, arrastrando así al ser humano a la angustia existencial. Por tal razón, desde la perspectiva del conflicto transformador, sin excluir por ello las contrarias, las posturas de los pioneros de la Generación del 98 fueron muy diversas. Mencionamos la exaltación por los clásicos españoles, las interrogaciones sobre la historia de España, el afán regeneracionista, la crítica juvenil contra la Iglesia Católica como anti-burgueses, el amor apasionado por España, específicamente por Castilla, la investigación profunda del lenguaje, su inmensa riqueza literaria y su brillante sobriedad. Esta investigación está concebida como un homenaje personal a la Generación del 98, llena de madurez intelectual y artística. Es la oportunidad de expresar mi profunda admiración a la magnífica obra creada por Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Maeztu, Antonio Machado y Valle-Inclán, Benito Pérez Galdós, Manuel Machado, Ángel Ganivet, Blasco Ibáñez, Jacinto Benavente, Joaquín Costa, Ramón Menéndez Pidal y muchos más. El escenario me lleva a recordar algunos detalles muy significativos, pertenecientes a mi temprana curiosidad e inspiración por la filología

62 LERGA ZAPATA, Pablo: Aquellos jóvenes del 98. Biografías .Unamuno, Baroja, Azorín, A. Machado, Valle-Inclán y Maeztu, Barcelona, Ed. OCTAEDRO, S.L., 2000, pág. 4 70 hispánica, relacionada con Unamuno, Baroja y muchos otros. El primer detalle se relaciona con el epitafio escrito en la tumba de Unamuno, el cual siempre me llena de orgullo y misterio a la vez:

…Méteme, Padre Eterno, en tu pecho/ misterioso hogar. /Dormiré allí, pues vengo deshecho del duro bregar63.

El segundo detalle me traslada a los viejos mensajes poéticos de Pio Baroja, recogidos en parte de su conocida obra Juventud y egolatría, leída en los años de mi carrera, y, posteriormente, releída en muchas ocasiones. Desde muy joven, el artista vasco me desveló su cosmovisión del ser humano al inicio del siglo XX, tan antagónico e imprevisible, hundido en su agonía, lleno de escepticismo, de desesperación y sin salida. Siempre me conmuevo al leer estos versos, porque hay momentos en que, como cada lector, encuentro una parte de mí mismo en ellos.

“…Es posible que el hombre necesite matar, /incendiar, atropellar, y que la brutalidad constituya/un síntoma de salud colectiva” 64.

“…Por instinto y por experiencia creo que el hombre/es un animal dañino, envidioso, cruel, pérfido, lleno de malas pasiones, sobre/todo de egoísmo y vanidades”65.

En este contexto, hace tiempo que deseaba investigar la profundidad narrativa de Pio Baroja, uno de los novelistas españoles más populares del siglo XX, seguido por lectores de distintas exigencias intelectuales. En cuanto a la biografía del autor, el interés humano le llevó al estudio de la medicina, abandonando su ejercicio profesional al poco de

63 UNAMUNO, Miguel: Epitafio de su tumba. Fragmento escogido en la obr. cit. pág.19 64 BAROJA, Pio: Juventud y egolatría. Fragmento escogido en la obr. cit., pág. 65 65 BAROJA, Pio en Memorias, obr. cit., pág. 65 71 empezarlo para intentarlo en el oficio de panadero. Lo que siempre he evaluado en esta figura es su concepto de la acción, acercándonos a algunos antepasados familiares suyos o a aquellos legendarios marinos vascos, bastante admirados en su infancia. Los estudios literarios muestran la presencia del sedentarismo y de la profunda soledad con la que tuvo que convivir nuestro autor a lo largo de su vida, una existencia casi gris y sin relieve. Tal vez por eso se encontró a gusto en la novela. Ángel Basanta sustenta que: “Pío Baroja se encontró solo en el ancho del mundo de la novela, un refugio en el que curarse de las amargas experiencias de la vida cotidiana en una España corrupta y de las insatisfacciones de un sentimental sin amor en una existencia solitaria, Porque dando vida a los personajes de ficción por él inventados, proyectaba en ellos sus propias observaciones de la realidad, su amargura y su descontento ante la España que le tocó vivir”66 Su productividad artística manifiesta la presencia sorprendente del voraz lector desde su niñez, del trabajador infatigable hasta su muerte, del viajero curioso e individualista sin remedio. Este artista derramó literariamente la desilusión narrativa, basada en muchas experiencias negativas personales e impersonales. Siguiendo a los analistas Pablo Zapata Lerga, Fernández Molina, Ángel Basanta, Felipe B. Pedraza, Milagros Rodríguez, Carlos Alvar, Rosa Navarro, etc. parece que Baroja fue acumulando desgraciadamente fracasos, decepciones y amarguras, que influyeron directamente en su inseguridad y en su deseada soledad. Pruebas evidentes son las páginas autobiográficas de Juventud y egolatría (1917), Las horas solitarias (1918), Desde la última vuelta del camino (1944- 1949), o las experiencias personales recreadas en Camino de perfección (1902), El árbol de la ciencia (1911) y La sensualidad pervertida (1920). Sin embargo, al final, las criaturas artísticas de Baroja muestran al hombre en plena acción, resistiendo incondicionalmente y manteniéndose en pie. Por eso la literatura barojiana se presenta hoy en las aulas de la Universidad de

66 BASANTA, Ángel: Baroja o la novela en libertad, Madrid, Ed. ORYMU, S.A, 1993, pág. 5

72 Tirana como un auténtico patrimonio para contrastar y transformar intelectualmente al público lector de cada edad. Puesto que el objetivo de mi investigación es el análisis de la amargura artística del metalenguaje barojiano, sin distinguir el código poético del narrativo, profundizaremos en el perfil gris de sus escenarios donde se fabrican los sueños humanos. El trabajo intenta perfilar literariamente el específico individualismo y el espíritu anticonformista de Baroja, encarnados en la ficción libre y espontánea. La exploración de la metafísica mundana según la filosofía de Schopenhauer, la negatividad y la agonía del sujeto artístico de muchas ficciones nos ayuda a analizar la cosmovisión literaria caracterizada por el misticismo profundo y la estructura pragmática. La investigación ayuda a profundizar el reducto barojiano hacia la inmensa libertad metalingüística, sintetizada en la concepción de una obra proteica, multiforme, libre, como un oficio sin metro, en donde predomina el placer de contar historias.

El gran árbol de Baroja

Pío Baroja representa al novelista más importante de la Generación del 98 y de todos los que en España aparecieron al inicio del siglo XX. Es curiosa la observación de que sus obras, en buena medida, nos empujan a imaginar lo que ha escrito como un gran árbol en el que abundan además de novelas, muchos reportajes novelescos, poesía, teatro y periodismo. Según Fernández-Molina “la inclinación de Baroja a la literatura fue bastante caótica, aunque quizá no tanto como él se afanó en proclamar”67. Sus amplias lecturas, que aparecen en sus propias memorias autobiográficas, fueron muy desordenadas y no muy cuidadas. Leyó en buena medida mucha literatura y toda su obra tiene “un claro hálito decimonónico”68. Su

67 A. FERNANDEZ-MOLINA: Pio Baroja en La Generación literaria del 98, Madrid, ED. Libertarias, 1998, págs.71-72 68 Ídem, Pio Baroja en La Generación literaria del 98…, pág.72. 73 creatividad y productividad literaria representan el modelo del hombre “humilde y errante” como él mismo se autocalificó, en lucha continua por presentar al público lector la verdadera novela de la libertad. El siglo XIX, con sus revueltas políticas y militares, fue la época favorita en muchas narraciones barojianas. Varias creaciones artísticas se ocupan de los sectores sociales más bajos. La infancia y la adolescencia aportan el fondo sentimental del escritor. En ellas se forma también el carácter de los personajes destacados artísticamente. Pio Baroja proyectó en criaturas ficticias sus propias frustraciones infantiles y juveniles. Entre los artistas y literatos que fueron influenciados con éxito se encuentran Camilo José Cela, Juan Antonio Zunzunegui, Gonzalo Torrente Ballester, Luis Martín Santos, Juan Marsé y Ernest Hemingway. Del mismo modo, Antonio Machado vio en él un epígono del romanticismo y defensor del realismo amargo, tal como lo demuestra el siguiente fragmento poético:

En Londres, o Madrid o Ginebra o Roma Ha sorprendido, ingenuo paseante El mismo taedium vitae en varios idiomas, En múltiple careta igual semblante.

Atrás las manos enlazadas llevan, Y hacia la tierra, al pasear, se inclina: Todo el mundo a su paso es senda nueva, Camino por desmonte o por ruina.

Dio, aunque tardío, el siglo diecinueve Un ascua de su fuego al gran Baroja Y otro siglo, al nacer, guerra le mueve, Que enceniza su cara pelirroja. De la rosa romántica en la nieve, Él ha visto caer la última hoja69.

69 Antonio Machado a Pio Baroja en Nuevas canciones. Consultada la pág. web: 74

Por encima de todo, más allá de la cohesión estilística y de la sugestiva caracterización de ambientes y personajes, lo que mantiene en pie a la novela barojiana es la extraordinaria capacidad narrativa del autor. La obra de Baroja se asemeja a la pura historia natural. El contexto artístico y literario está repleto de aventuras pintorescas y apasionantes para poder recorrer los paisajes no solo castellanos. El objetivo que se persigue es el descubrimiento metalingüístico de lo rústico y urbano, local y nacional a la vez, lo vasco y madrileño, la problemática política de la época, episodios de brujería, misterio y fantasmagoría. En su gran árbol creativo, Baroja logró perfilar personajes que encarnan vidas que a él, de algún modo, le hubiera gustado vivir y hacia los que muestra interés y simpatía. Sin embargo, según Fernández –Molina, no todo: “Es simpatía hacia los héroes de sus novelas, pues con frecuencia manifiesta su desprecio hacia aquellos personajes que encarnan formas de vida que él detestaba. Pero esos seres inadaptados, que continuamente cambian de lugar y de ocupación, son su plasmación literaria de tantos sueños que la vida hace imposibles”70. Fue, en cierto modo, un inadaptado y tuvo la suerte de encontrar su refugio en la literatura y justificar de este modo su vida. No obstante, se percibe en ella la insatisfacción de un hombre frustrado. Baroja, como los demás miembros de su generación literaria, forjó su peculiar ambiente de leyenda, aunque fue precisamente la suya la anti-leyenda del hombre errante y humilde. Viajando mucho a lo largo de su vida tuvo una indiscutible visión descriptiva de ciudades, paisajes y ambientes que conocía. Su literatura da la impresión de ser “desordenada” porque se le deslizan párrafos poco afortunados, pero también en sus escritos hay brotes inmensos de originalidad, caracterizados por una personalidad muy peculiar y por su postura única. Según Fernández Molina: “A un hombre no se le puede exigir más de lo que puede dar y Pio Baroja dio todo lo que tenía. Las poesiaabierta.blogspot.com/…/antonio-machado-pio-baroja-en-nuev… el día 25 de julio 2017 70 Ídem, Pio Baroja en La Generación literaria del 98…, pág.72 75 circunstancias que le rodearon no fueron especialmente propicias. Tuvo que soportar, como cada cual, los inconvenientes de ser escritor en un país donde el hecho de serlo no constituía ninguna ventaja, y es el autor de algunos libros que se leerán mientras exista el idioma en que están escritos”71. Analizando el perfil creador de Baroja y su originalidad literaria, Ángel Basanta distingue su potencial artístico porque “Baroja solía distinguir entre novelistas con motor y novelistas sin motor. Él prefería a los primeros y, sobre todo, admiraba al inglés Charles Dickens, autor de Los papeles póstumos del club Pickwick y Oliver Twist, y al ruso Fiador Dostoievski, autor de Crimen y Castigo y los Hermanos Karamazov”72. Su galería ficcional produjo sin reservas inventores, mendigos, bohemios, artistas, periodistas, obreros, criminales, ladrones, conspiradores políticos y anarquistas. Todo se sitúa bajo la reflexión de momentos históricos clave, dejando espacio a la psicología y a la memoria colectiva y desvelando artísticamente un mundo variado, rico y bullente. Como consecuencia, la comunicación con el lector se antoja complicada, por la incorporación de aspectos multiformes de la vida y de la historia natural, refiriéndose en gran medida también a la experiencia literaria de Balzac, (muy admirada por Baroja). El simbólico árbol literario del escritor incluye su absoluta entrega a la literatura, justificando su productividad cualitativa y cuantitativa, y poniendo de manifiesto una producción impresionista lejos de las frenéticas convicciones del pasado para fundir la palabra en libertad. Baroja fue muy dado a dejar esparcidas sus opiniones en libros y en conferencias por eso conocemos lo que pensaba de la novela y del estilo: “No es una cosa de definir la novela; cualquier definición que inventara uno, después de calentarse la cabeza, sería incompleta, arbitraria, y no sería completamente justa. No cabe duda de que hay una necesidad para el hombre actual de leerla […] Algunos suponen que la novela tendrá en el porvenir una vida corta. No lo creo. No se ve en lontananza ninguna forma literaria que pueda

71 Ídem, Pio Baroja en La Generación literaria del 98 …,pág.74 72 Ídem, Pio Baroja en La Generación literaria del 98 …,pág,23 76 sustituirla. La novela se acortará, se alargará, se hará filosófica, sentimental, puramente episódica, no desaparecerá jamás: Es un saco donde cabe todo”73. Baroja escribió 66 novelas, entre ellas 5 novelas cortas, 4 cuentos, 2 obras de teatro, 3 biografías, 9 ensayos, 8 memorias y 1 libro de poemas. Ortega y Gasset llegó a hablar de un ritmo zodiacal en la publicación de sus obras, pues aparecía, invariablemente, una en mayo y otra en otoño de cada año, salvo algunos años en los que vieron la luz hasta cuatro libros suyos. El mismo autor adelantó dos clasificaciones de su producción literaria: las trilogías y la división según las etapas cronológicas. La primera tiene carácter arbitrario. No figuraba entre los primeros propósitos del autor, aunque adoptó rápidamente este sistema. Lo empleó por primera vez en las tres novelas de la trilogía La lucha por la vida. Posteriormente, lo siguió utilizando hasta completar 10 trilogías agrupando en ellas incluso novelas que había publicado anteriormente y añadiendo otras, con mínimas e incluso nulas conexiones entre las incluidas en la misma trilogía, y en la serie de Memorias de un hombre de acción, compuesta por 22 volúmenes con 14 novelas y 25 narraciones cortas. Según A. Basanta “Dicha arbitrariedad explica que en algunas trilogías figuren hasta cuatro novelas, que además, fueron escritas y publicadas en épocas muy distantes unas de otras. Por otra parte, la división cronológica narrativa de Baroja, en varias etapas fue señalada por el propio autor en sus memorias” pensando en mis libros he llegado a la conclusión, sin comprobarlo, que debe haber entre ellos dos épocas: una, en 1900 anterior a la Guerra Mundial; otra, desde la Guerra del 14 hasta ahora”74. Las investigaciones continuas teórico- literarias designan la presencia de tres etapas en la carrera de Baroja como literato. En la primera etapa (1900-1912) predomina su espíritu vitalista materializado en el perfil de los personajes artísticos, siempre en busca del sentido existencial. Se trata de una comunidad impresionante de seres, en un eterno conflicto histórico consigo mismos o con el medio, y que después

73 Ídem, Pio Baroja en La Generación literaria del 98 …,pág. 80 74 Ídem, Pio Baroja en La Generación literaria del 98 …,pág.15 77 de una pérdida gradual de voluntad, acaban sometidos a la indiferencia del entorno social. Nos referimos a las novelas: Camino de perfección, La lucha por la vida, El árbol de la Ciencia, La feria de los discretos, Cesar o nada, Zalacaín el aventurero, Las inquietudes de Shanti Andía, etc. Dichas creaciones novedosas de Baroja embrujan fielmente el credo del 98, sensibilizando al lector con la filosofía determinista y nihilista de principios del siglo XX. En este sentido, se refleja la preocupación de los personajes hundidos en sus problemas existenciales, denunciando simultáneamente la ruindad multiforme de la sociedad española de la época. El escritor pretende irritar, remover y demoler dicha sociedad hostil, desahogando su escepticismo, individualismo, indiferencia, crítica, retórica, la pura verdad. En consecuencia, aprovechando la aparición de personajes auto- marginados que culminan en la síntesis nihilista, personal e ideológica, distinguiremos la conocida novela barojiana El árbol de la Ciencia. En sus memorias, Baroja la define como” el libro más acabado y completo de todos los míos”. Desde el inicio nos impresiona el lenguaje sarcástico utilizado por el autor, la intencionada organización de acontecimientos ficcionales muy fragmentarios, la comunidad tan curiosa de los personajes secundarios, la articulación de la crítica explicita de Baroja, sus descripciones, cronométricas, integradas en los caracteres humanos. Recogiendo las palabras de Azorín diremos que se nota que: “El Árbol de la Ciencia refleja mejor que ningún otro libro el espíritu de Baroja”. Allí se observa literariamente la rebeldía y la decidida oposición del escritor hacia la realidad de la época, afectando a la vez a individuos e instituciones. Leyéndola, página tras página, nos encontramos con la justa e implacable crítica dirigida a los males de España al inicio del siglo XX que abundan en la ficción. Nos referimos a la existencia de la universidad anquilosada y bastante lejos de la actual; nos encontramos con la presencia ilimitada del chovinismo irresponsable rodeado por el bipartidismo político hundido en una corrupción sin salida; con la legalización de la prostitución, con la caída de la responsabilidad humana en el sector público como son los hospitales, etc. Todo se caracteriza ridículamente por un silencio ejemplar y una paz

78 asquerosa. Estas ideas vienen ilustradas en los siguientes fragmentos, reflejando el desacuerdo consciente del autor con la mediocridad, la ignorancia, la superstición y la hipocresía existente en el pequeño pueblo de Alcolea:

“…La política de Alcolea respondía perfectamente al estado de inercia y desconfianza del pueblo. Era una política de caciquismo, una lucha entre dos bandos contrarios, que se llamaban el de los Ratone y el de los Mochuelos; Los Ratones eran liberales, y los Mochuelos conservadores […] Alcolea se había acostumbrado a los Mochuelos y a los Ratones, y los consideraba necesarios. Aquellos bandidos eran sostenes de la sociedad; se repartían el botín; tenían unos para otros un “tabú” especial; como el de los polinesios75.”

“…De otro caso sucedido por entonces se habló mucho entre alumnos. Uno de los médicos del hospital, especialista en enfermedades nerviosas, había dado orden de que a un enfermo suyo, muerto en su sala, se le hiciera autopsia, se le extrajera el cerebro y se llevara a su casa. El interno extrajo el cerebro, y lo envió con un mozo al domicilio del médico. La criada de la casa, al ver el paquete, creyó que eran sesos de vaca, y los llevo a la cocina, y los preparo, y los serbio a la familia76”.

“…La naturaleza era muy sabia; hacia al esclavo, y le daba espíritu de la esclavitud; hacia la prostituta, y le daba el espíritu de la prostitución77.”

“…Hacia tanto tiempo que no había visto árboles, vegetación, que aquel huertito abandonado, lleno de hierbajos, le pareció un paraíso. Este día de Navidad, tan esplendido, tan luminoso, le lleno de paz y de melancolía78”.

“…Del pueblo, del campo, de la atmosfera transparente llegaba el silencio […] Unos momentos después, una campana de son agudo comenzó a tocar. Andrés entrego la llave en la casa próxima, despertó al tartanero, medio dormido en su tartana, y emprendió la vuelta79.”

75 BAROJA, Pio: El árbol de la Ciencia, Madrid, Ed. Alianza Editorial, 2005, pág.45 76 Ídem, obra cit. pág.67 77 Ídem, obra cit. pág.83 78 Ídem, obra cit. pág.95 79 Ídem, obra cit. pág.34 79

En esta novela convivimos con la anunciada preocupación del artista vasco, encarnada en la amargura narrativa de la trama, el estilo contra el verso lingüístico y el código denotativo. Por doquier sentimos el poder del pesimismo, la fatalidad, la influencia de la filosofía determinista. A pesar del idealismo del protagonista, todo va cayendo en desgracia debido a su incapacidad de poder cambiar de verdad la triste situación de un pueblo tan tradicionalista, reflejando simultáneamente la visión barojiana de la vida española. El grito de Baroja y su propia voluntad se unen contribuyendo a la movilización colectiva de la gente, que se encuentra en un callejón sin salida. Por otro lado, nos enfrentamos con la peripecia humana para construir un mundo mejor, lleno de oportunidades y obstáculos. Según Baroja, predominaba la falsedad y la sordidez por doquier (nueva experiencia madrileña, muy de moda durante la época). Es por ello que el artista vasco, junto con sus personajes, se refugia conscientemente en el seno de la ataraxia, del aislamiento social y del olvido gris. El árbol de la ciencia volverá a ser destruido por el árbol de la vida, que arrastrará a la muerte a nuestros seres más importantes y queridos. En la Trilogía César o Nada, realizada durante la primera etapa literaria barojiana y considerada una de sus mejores obras artísticas, impresiona el contenido político puesto a disposición de la actitud, ideología y sensibilidad pesimista del autor, marcando aspectos vitales generales y situaciones específicas en particular. La historia de César Borgia, refleja el impresionante recorrido de este personaje, miembro célebre de una familia poderosa oriunda de España que, durante el periodo renacentista, llegó a apoderarse de los más altos cargos del Vaticano, incluido el papado. Con ello Baroja jamás pretendió escribir una novela histórica, se limitó a una composición narrativa de tema actual, guardando un paralelismo explícito entre César Moncada (el personaje protagonista de su novela) con César Borgia (el personaje real histórico). Por primera vez, se articula en la novela el nombre de Castro Duro, un pueblo pequeño español, donde César intenta poner en marcha sus reformas políticas y sociales, oponiéndose a los

80 heréticos tradicionalistas (nobles, eclesiásticos, políticos), quienes intentan frenar a toda costa la introducción del progreso en dicha zona rústica. La misión de César es convertir el pueblo de Casco Duro en Casco nacional. La descripción del autor te impresiona por la fuerza de su mensaje logrando sensibilizar potencialmente al público lector:

“…Hoy Castro Duro ha abandonado definitivamente sus pretensiones de vivir, ha vuelto al orden, como dice el periódico conservador; las fuentes se han secado, la escuela se cerró, los arbolitos del parque Moncada fueron arrancados. La gente emigra todos los años por centenares. Hoy para un molino, mañana se hunde una casa…Pero castro Duro sigue viviendo con sus venerandas tradiciones y sus sacrosantos principios, sin permitir que los advenedizos sin religión y sin patria turben su vida, sin mancillar los derechos sacro-santísimos de la Iglesia nuestra madre, envuelto en polvo, en suciedad, en mugre80.”

Estas descripciones llenas de tonalidades pesimistas y escépticas, sirven para acompañar el estado de ánimo de los respectivos personajes. A veces, Baroja se presenta bastante impresionista ejerciendo la técnica en la que predominan los rápidos trazos encaminados a resaltar de golpe lo más relevante. En otras ocasiones, se refugia en enérgicos hombres de acción como Zalacaín, Shanti Andía o Juan de Aguirre, quienes simbolizan el íntimo deseo de una vida en libertad, al margen de las convenciones sociales. Las inquietudes de Shanti Andía es otra de las novelas barojianas más reconocidas que, según Darío Villanueva, constituye un “romance de narración fabulosa”, lleno de acontecimientos maravillosos- constructivamente ensamblado en la estructura de una singular autobiografía en la que se suceden, sin decaer la suspensión de la intriga, sorpresas, hallazgos, viajes tempestades, naufragios, combates singulares, duelos, raptos atentados, asesinatos, encarcelamientos, huidas, tesoros, herencias, cambios de identidades o reconocimientos, entre otras peripecias que garantizan la curiosidad y el interés continuo de la lectura.

80 BAROJA, Pio: César o nada, Madrid, Ed. Alianza Editorial, 2006, pág.64 81 Baroja escribe:

“…Por encima de la trivial cotidianidad de su retiro de la costa vasca la imaginación del viejo marino Shanti Andía aun vuela hacia las gallardas arboladuras y los mascarones en el tajamar de aquellas fragatas airosas, redondas urcas y veleros bergantines que marcaron su plenitud vital en tiempos ya idos81.”

En la coexistencia de lo que vivió y percibió Shanti Andía de joven y viejo como narrador, nuestro escritor Pio Baroja consiguió la perfección psicoanalítica del retrato de su personaje, unificando en sí la imaginación artística y la ficción literaria, sin dejar al margen la ternura de los paisajes líricos. En el marco del espacio ficcional, el mar fue siempre para nuestro autor vasco el punto álgido del horizonte, donde se desarrollan gestas contadas con aliento épico. He aquí una expresiva muestra de la descripción impresionista barojiana, en la que se ilustra el diálogo histórico entre el mar y la tierra por los arrecifes de Faryburu, lugar rocoso del País Vasco:

“…La lucha del mar y de la tierra tiene en estos arrecifes acentos supremos. El agua está allí como desesperada, verde de cólera, sin un momento de reposo, y lanza contra las rocas todas sus furias, todas sus espumas. Los peñascales negros avanzan desfilando el ímpetu de la ola embravecida, y por las hendiduras de las rocas, huellas del combate secular entablado entre el mar y la tierra, penetra el agua y salta a lo lejos en un surtidor blanco y brillante como un cohete. Se piensa vagamente si el mar tendrá algún misterioso designio al querer conquistar estos peñascos y que lucha que se desespera al no conseguirlo. Viene a lo lejos las olas como manadas de caballos salvajes, adornados con crines de plata, empujándose, atropellándose; asaltan las rocas, se apoderan de ellas; pero como si les faltara la confianza en su dominación, la confianza en su justicia, vuelven atrás con el clamor de un ejército derrotado, en láminas brillantes, en hilos de agua, en blancos espumarajos82.”

Los bajos fondos de la sociedad, con su miseria ambiental y la

81 BAROJA, Pio: Las inquietudes de Shanti Andia, Madrid, Ed. Alianza Editorial, 2010, pág. 123 82 Ídem, Las inquietudes de Shanti Andia… pág.123 82 marginación de sus personajes, constituyen el espacio físico y humano recogido en algunas de las más significativas novelas de Pio Baroja. La trilogía titulada La busca, la lucha por la vida, es el mejor ejemplo. Nuestro escritor es protagonista de excelentes páginas descriptivas, llenas de exactitud cromática, atestiguando el arquetipo del ambiente social español, bajo los indicadores espaciales y temporales naturales. Representa la trilogía más unitaria de Baroja caracterizada por una técnica narrativa propia y de estilo original. Las tres novelas (La busca, La mala hierba y Aurora roja) ofrecen una exploración documentada de las estructuras sociales de Madrid, analizando, de forma detallada, la degeneración de la pequeña burguesía de finales del siglo pasado, del proletariado y del mundo del hampa. Así, el enfoque social se concentra en la marginación y en la delincuencia por razones que el autor explicó en sus memorias: “El convivir durante algunos años con obreros panaderos, repartidores y gente pobre, el tener que acudir a veces a la taberna para llamar a un trabajador con frecuencia intoxicado, me impulsó a curiosear en los barrios bajos de Madrid, a pasear por las afueras y a escribir sobre la gente que está al margen de la sociedad”83. La trilogía La lucha por la vida consagró a Baroja como un extraordinario observador de la vida de su tiempo. Toda esta creación está repleta de acontecimientos variados, referidos a la sociedad, seres distintos, hazañas, mascaradas, tragicomedias, historias rusticas o eventos urbanos, donde percibimos la línea contrastiva transformadora del grotesco literario. Precisamente en este punto, muy lejos del estilo académico, el artista guarda la retórica irónica. Describiendo al ciudadano madrileño situado casualmente en los barrios pobres de la capital castellana, observamos su finura irónica, superando gradualmente el tono sarcástico y burlesco como bien se refleja en el siguiente fragmento seleccionado de la novela barojiana:

83 BASANTA, Ángel: Baroja o la novela en libertad, Madrid, Ed. ORYMU, S.A, 1993, pág. 28 83 “…El madrileño que alguna vez, por casualidad, se encuentra en los barrios pobres próximos al Manzanares, hallase sorprendido ante el espectáculo de miseria y sordidez, de tristeza e incultura que ofrecen las afueras de Madrid con sus rondas miserables, llenas de polvo en verano y de lodo en invierno. La corte es ciudad de contrastes; presenta luz fuerte al lado de sombra oscura; vida refinada, casi europea en el centro, vida africana de aduar en los suburbios. Hace unos años, no muchos, cerca de la ronda de Segovia y del Campillo de Gil Imón, existía una casa de sospechoso aspecto y no muy buena fama a juzgar por el rumor público. El observador…En este y otros párrafos de la misma calaña tenía yo alguna esperanza, porque daban a mi novela cierto aspecto fantasmagórico y misterioso; pero mis amigos me han convencido de que suprima tales párrafos, porque dicen que en una novela parisiense estarán bien, pero en una madrileña, no; y añaden, además, que aquí nadie extravía ni aun queriendo; ni hay observadores, ni casas de sospechoso aspecto, ni nada. Yo, resignado, he suprimido estos párrafos, por los cuales esperaba llegar algún día a la Academia Española, y sigo con mi cuento en un lenguaje más chabacano84.”

La Busca (1904) muestra el recorrido regresivo madrileño de un joven provinciano en su progresiva caída desde el centro de la ciudad hasta la delincuencia de los arrabales. La novela de Baroja nos presenta la experiencia de Manuel como nexo de muchas vidas vulgares, de aquella muchedumbre representativa de la variada condición humana en su aporreada existencia. Casi todos estos seres andan a lo que caiga en su lucha por la vida, lo que les ha llevado al trabajo infrahumano, a la prostitución, a la mendicidad y a la delincuencia. No hay duda de que, el estilo irónico, grotesco, cargado de contrastes, paradojas y contraveros artísticos en la novela La busca, ha contribuido notoriamente a reforzar su condición de novela de ambientes. En ella, la presencia absoluta del narrador omnisciente facilita la precisión calculada y la eficacia de los personajes secundarios. La ficción ironiza a héroes miserables pues la caracterización del protagonista Manuel viene como algo natural, simple, como centro que enlaza situaciones, seres y acontecimientos. Su lucha, lejos de las frenéticas convicciones del pasado, permite dar entrada a la misma lucha de Madrid,

84 BAROJA, Pio: La busca, Madrid, Ed. CATEDRA CASTELLANO, 2010, pág. 21. 84 superando límites: el problema local se ha convertido en problema nacional. El lenguaje barojiano ha explotado no sólo los recursos pragmáticos literarios, todas las técnicas modernas narrativas, sino que ha podido incluir e integrar el léxico local, espontáneo e inédito, lleno de múltiples anécdotas y episodios, historias pequeñas protagonizadas por personajes secundarios en el natural enriquecimiento del abigarrado cuadro social. De este modo, la atención plural del enfoque barojiano a personajes, sucesos, detalles menores y ambientes llega a configurar un marco social cuya construcción fragmentaria se ofrece como una imagen expresiva del caótico desorden de la vida real. La Busca de Baroja se adueña así de un estilo inconfundible. Su prosa es difícilmente sencilla y gris, recordándonos la sórdida realidad que describe.

“…El Tabuenca vivía de una porción de artificios […] Uno de estos artificios era una rueda de barquillero, que daba vueltas por un circulo de clavos, entre los cuales había […] numerosos […] colores […] hacia girar la rueda y murmuraba […] Hagan juego señores85 .”

Su expresividad procede de la sobriedad y el absoluto predominio de las formas externas, breves, de frases cortas en párrafos también breves que componen a su vez capítulos nunca largos. Tales usos estilísticos favorecen las descripciones cuando el tiempo se detiene y el dinamismo narrativo, ya de por sí rápido, se acelera con la acumulación de sucesos y personajes secundarios en el peregrinaje del protagonista.

“…Tenía aquel hipopótamo malhumorado, al lado derecho, un depósito de hoja de lata con su grifo para el aguardiente, a la izquierda, un frasco de peleón y un jarro desportillado con el embutido negro encima, donde echaba el sobrante de las copas de vino86.”

Por ello, uno de los aciertos de La Busca está en haber logrado una

85 Ídem, La busca, pág.30 86 Ídem, La busca, pág.31 85 perfecta síntesis de experiencias individuales y de problemas colectivos en la difícil inserción social de un emigrante que llega a la ciudad en la miseria y degradación de tantas gentes atrapadas en la marginación de extramuros. Durante los años 1913-1936 se señala la segunda etapa literaria barojiana, en la que predomina, sin duda, la personalidad del autor bastante segura y única, nos referimos a Memorias de un hombre de acción, además de las trilogías El mar y La juventud perdida, en las que predomina la intensa tendencia a la divagación ideológica y a la reflexión ensayística. Mencionamos también obras como la trilogía La selva oscura o El cura de Monleón. En la última etapa de su recorrido literario, la que se refiere a los años 1937-1956 conocemos al Baroja estático, que no añade nada importante a su trayectoria novelística. Su obra posterior a la Guerra Civil refleja la atonía existencial del autor ya en plena decadencia literaria. Según Basanta, se percibe en la tercera etapa literaria barojiana: “Un agotamiento creativo que corre paralelo a un repliegue en el equilibrio vital buscado a través de la auto-ilimitación. Perdida la audacia de anteriores ataques antisociales, ya no habrá más novelas con aquella rabia y rechazo crítico, como tampoco habrá más héroes de aventura, puesto que el sueño de una vida libre de las convicciones sociales se acaba con Aviraneta y los aventureros del mar. Lo más interesante de esta época se encuentra en sus memorias, Desde la última vuelta del camino, donde recoge mucho de lo escrito en los libros anteriores. Su embrión ya estaba en La formación psicológica del escritor (1935), representando un moderado recuerdo de Juventud, egolatría (1917) 87 .Escritas con sinceridad, las memorias barojianas constituyen un inapreciable panorama de la vida y contradicciones de su época, además de un testimonio revelador de una personalidad única. Según José Carlos Mainer, ya todo es decadencia en un espíritu agotado porque “Todos los mundos de Baroja habían muerto: el de la crisis intelectual del fin del siglo, la herencia decimonónica de una Europa

87 BASANTA, Ángel: La trayectoria literaria de Baroja en Baroja o la novela en libertad, Madrid, Ed. ORYMU, S.A, 1993, pág.19 86 brillante y conspiradora y, sobre todo, el más importante, el de su propia imaginación”88.

La amargura del artista preocupado

Pío Baroja era fiel a sí mismo y a sus convicciones. Su narrativa está considerada por Pablo Zapata Lerga como “un ámbito de vagabundo y de imaginación que lo mezclaba todo y tuvo una clara coincidencia pesimista de quien se sabe testigo de un tiempo de mudanza y transición”89. Paradójicamente, nuestro autor no ha parado de articular su escepticismo individual hacia el mundo que le había tocado vivir, con un gran optimismo respecto al valor de la Generación del 98. La personalidad barojiana simboliza al ser solitario, amargado, tímido, profundamente sensible y afable en el trato personal y de una gran ternura, especialmente con los más desheredados. Él se guiaba por una conducta y un carácter independientes. Se recuerda como un hombre pacífico que soñaba con la acción a través de personajes rebeldes y aventureros. En el contexto ideológico, Baroja muestra su ser, muy agnóstico y laico, pesimista y escéptico en lo religioso y en lo político. Según Lerga:”Baroja niega la confianza en el hombre y siente un hastío vital. De joven fue anarquista, iconoclasta, inconformista y rebelde contra las instituciones políticas y religiosas. No le gustaba el comunismo ni el socialismo, pero tampoco el sistema parlamentario. Era partidario de que gobernara una oligarquía de gente inteligente y selecta. Fue un liberal radical que no aceptaba normas ni dogmas de ningún tipo”90.Las referencias autobiográficas manifiestan la explícita amargura de Baroja, sin dejar aparte su visible preocupación entre los que piensan y los que viven, entre los llamados “seguidores del Árbol de la Ciencia” (representantes de los

88 Ídem, La trayectoria literaria de Baroja…, pág. 19 89 LERGA ZAPATA, Pablo. “La edad de plata en pensamiento” en Aquellos jóvenes del 98. Biografías .Unamuno, Baroja, Azorín, A. Machado, Valle-Inclán y Maeztu, Barcelona, Ed. OCTAEDRO, S.L.,2000, pág. 84 90 Ídem, La edad de plata en pensamiento, pág. 85 87 individuos preocupados y amargados) y los llamados “seguidores del Árbol de la Vida” (fieles paradójicos a solo dos acciones básicas: comer y vivir), eligiendo entre el cerebro y el estómago. Para el artista vasco la amargura personal y la preocupación social iban al unísono, pues España y él estaban viviendo la crisis del momento, por consiguiente observamos que es bueno pasar por tragos duros, para ayudarnos a ver más claro lo que queremos de verdad en la vida:

“…Estamos en 1898 cuando dejo el negocio de panadero para dedicarme a escribir. Año de fracasos múltiples. Se anuncia la guerra en Cuba contra los Estados Unidos de América. La prensa está dirigida por ensoñadores de viejas glorias y lo que hacen es engañar al pueblo sobre la realidad de lo que ocurre allí. Les dicen que los EEUU es un pueblo de vendedores de tocino, ineptos, que no tiene ni uniformes para su ejército y que aquello va a ser un paso triunfal con solo sacar la furia española aclamando a las viejas glorias hispánicas. Piensan que por invocar al Gran Capitán, Cortés, el Cid, Viriato y otras figuras más, los americanos van a correr espantados como gallinas y van a ser derrotados por el espíritu de los Tercios de Flandes. ¡Cuánto papanatas! España tenía seis barcos viejos de madera y ellos veintiuno modernos, de hierro, y nuevecitos. Fue una carnicería, un desastre en el que cayeron los pobres soldados como moscas. Esto hizo reflexionar a algunos, sirvió para amargar a pensadores e intelectuales al ver los derroteros por los que íbamos, al ver en qué había quedado lo que había sido un imperio…en el que no se ponía el sol. Mientras, el pueblo se iba tan tranquilo al circo, a los toros y al cine porque lo que pasara en Cuba le traía sin cuidado. Siempre ha sido así, siempre esa diferencia entre los que piensan y los que viven, entre los seguidores del Árbol de la Ciencia (preocupados y amargados) y del Árbol de la Vida (comer y vivir), entre el cerebro y el estómago. El país y yo estamos en crisis, alicaídos, en este momento. A veces es bueno pasar por tragos duros, te ayuda ver más claro lo que quieres de la vida. Así pues, decidí dejar el negocio de la panadería y dedicarme de por vida a lo único que he sabido hacer: escribir. Por entonces era un camino ignorado, lleno de incertidumbres. Comienzo un viaje a lo desconocido. Pasé unos años recorriendo países, viendo y recorriendo otros ambientes. Paris me atrae con sus calles regadas de historia, con su Barrio Latino, surcado por los bohemios e intelectuales de todo tipo. En 1899 no hago sino deambular por la ciudad de Siena, observar. Conozco artistas e intelectuales, entre ellos Antonio Machado, 88 Corpus Barga, Rubén Darío, muchos pintores. No sé qué tiene Paris que luego volvería más de diez veces. En Londres estoy en 1905 y en Italia en 1906. De estos países mando artículos a los periódicos y voy configurando información y ambientes de lo que serían muchas de mis novelas. De los 28-42 años trabajé sin descanso, de modo absorbente, en silencio, consagrado por entero como un monje a mi labor de investigar, fabular y escribir lo que me viniera en gana sin rebajarme jamás ante nadie. Puedo decir que siempre he escrito lo que he querido y nunca al dictado o adulación de otros. Si lo hice bien o mal, vosotros lo juzgaréis al leerme. Nunca opinéis de la obra de un escritor por lo que dicen los otros. Para juzgar hay que leer. Precisamente, los más respetuosos con una obra son los que la han leído. Quienes vociferan, con frecuencia hablan por encargo, por boca de otros, con prejuicios, pero no por haber leído. No seáis de los segundos. Para juzgar a un escritor, hay que leerlo con la mente limpia, sin prejuicios. Si en mis novelas encontráis hojas que os ayuden a fabricar sueños que os hagan un poco más llevadera la vida, me doy por satisfecho”91.

Baroja es la síntesis artística de la amargura preocupada. Él era consciente de que el ámbito literario creado sería “un saco en el que cabe todo, donde predominaría la acción”. Su talento estaba impregnado con la creación artística improvisada, abierta, espontánea, desvelando al público- lector sus obras, no solo estructuradas, sino también como realidades analíticas y reflexivas. La palabra artística suena moderna, descuidada y desaliñada, intencionalmente llena de incorrecciones ortográficas. La prosa refleja desde siempre el temperamento del autor, bastante vivo, rápido y nervioso. El analista Pablo Zapata Lerga sustenta que “La narrativa barojiana tiene mucha soltura, mucha acción, lo que hace que el relato sea ameno: diálogos constantes, párrafos breves y mucha acción hacen que sus novelas sean muy agradables de leer, que tengan tirón. Y en medio de esa acción se escoden breves retratos y descripciones del paisaje cargados de ternura, emoción y poesía; evocaciones líricas que descubren su alma poética”92.”

91 Fragmento del diario de Baroja, escogido en La edad de plata en pensamiento…obr.cit de LERGA ZAPATA, Pablo, págs.83-85 92 Ídem, obr.cit., pág. 85 89 Por su temperamento inconformista, su conducta independiente y su insobornable sinceridad, Baroja consiguió la rara unanimidad de casi todo el mundo, en no pocas descalificaciones, insultos y hasta calumnias. Otro aficionado de la obra barojiana, el Catedrático de las Letras Españolas Ángel Basanta, define el perfil del artista vasco de la siguiente manera:” El escritor se defendió con la agresividad de quien manejaba el improperio con toda naturalidad, como se comprueba en su novela Juventud y egolatría, donde confiesa: “Yo os saludo desde aquí y os deseo el más incómodo de los catres en la más desagradable sala de tiñosos de cualquier hospital”93. Por primera vez, en dicha obra literaria el artista es consciente de su neurosis y confía al lector intelectual su dolor interno, precisando una realidad impactante que caracterizaba a su ser rebelde, individualista y escéptico. No se trata de delicadeza, melancolía, romanticismo, sino de su puro ánimo contrastivo, inspirado explícitamente en la sed de venganza”.

“La moral de nuestra sociedad me ha perturbado y desequilibrado. Por eso la odio cordialmente y le devuelvo en cuanto puedo todo el veneno del que dispongo”94.

Respecto a esta amargura barojiana, José Alberich sustenta que “Baroja era una suma de desilusión porque todas las esperanzas acuñadas por la humanidad en veinte siglos se han desinflado en él”95. Muchos investigadores de la obra narrativa barojiana coinciden en la definición de Baroja como un autor rebelde y escéptico frente a todo, defensor de ideas nihilistas y anarquistas, “hundiéndose” y analizando su inmenso agnosticismo y aislamiento social y psicológico. Podemos percibir su actitud negativa y la drástica reacción frente a la hipocresía humana y la brutalidad colectiva que el artistita padecía en el seno de la sociedad española de la época. Ángel Basanta nos ayuda a entender mejor la figura de Baroja. Él

93 BASANTA, Ángel: Pio Baroja como rebelde, individualista y escéptico en “Baroja o la novela en libertad”, Madrid, Ed. ORYMU, S.A, 1993, pág. 9 94 Ídem, Pio Baroja como rebelde, individualista y escéptico, pág. 10 95 FERNANDEZ-MOLINA: Pío Baroja en La Generación literaria del 98, Madrid, Ediciones Libertarias,1998, pág.71 90 siempre se refiere a su pragmática autodefinición como “Pajarraco del individualismo, que adoptó una actitud iconoclasta de liberal radical sumiendo un pesimismo, con implacables desprecios por la mediocridad y rebeldía ante el engaño y la crueldad de los hombres”96. Una de las características más representativas de Baroja es su ataraxia, concepto actualizado gracias a Ángel Basanta como: “Cierta imperturbabilidad, serenidad negativa o indiferencia del individuo alcanzando, por medio del aislamiento, la abstención social, la inhibición y el rechazo de todo compromiso personal. Gracias a la influencia del filósofo alemán Schopenhauer, muchos personajes literarios y artísticos de Pio Baroja y el mismo autor se esforzaron por llegar al grado de la ataraxia como único medio de equilibrio interior. Mas en el fondo de su alma anidaba lo que Salvador de Madariaga llamó “la paradoja de un sentimental sin amor”, un espíritu compasivo y tierno y herido por sus frustraciones y su acusada sensibilidad ante la injusticia y el dolor. Fue, en fin, un solitario con algo de huraño y mucho de melancólico que vomitó su irritación y resentimiento íntimos contra la corrupción social y política española, contra la farsa de tanta simulación y fanfarronería. Por eso, cuando murió, el poeta León Felipe lo evocó por su extraña manera de llorar con las siguientes palabras: “aullabas para que nadie te viese las lágrimas […] maldecías y blasfemabas para que no te descubriesen tu enorme corazón de sentimental”97. Analizando la narrativa barojiana nos llama la atención la ausencia de un pensamiento sólido y coherente. El artista siempre se muestra como un ser autodidacta, inspirado en su niñez por la lectura de novelas de aventuras, y más tarde por los importantes literatos españoles y europeos, sin olvidar a los filósofos alemanes: Kant, Nietzsche y Schopenhauer. Tal como fue confesado por Baroja, la filosofía de Emanuel Kant está lejos de llegar a entenderla si no es en sus continuadores: Nietzsche, por cuyas ideas

96 BASANTA, Ángel: Pío Baroja como rebelde, individualista y escéptico…, obr.cit., pág.10 97 Ídem, obr. cit., pag.11 91 nuestro autor sintió un enorme atractivo, tanto en su afirmación del individualismo y la amoralidad del hombre fuerte, como en su desprecio por la masa y las doctrinas socialistas. Y, sobre todo, Schopenhauer, en quien halló la identificación de su propio pesimismo y escepticismo vitales, de su voluntad de renuncia guiada a la ataraxia o serenidad negativa lograda por medio de la abstención y la indiferencia. Baroja tenía una visión despiadada del mundo, justificando su escepticismo en el retrato nihilista y frustrado del hombre de la época, caracterizado en gran medida por los defectos y los vicios en comparación con las virtudes humanas. De manera impersonal, el escritor vasco no para de criticar la política y las instituciones estatales constituidas por los respectivos individuos, acentuando la incapacidad formal y la eterna falta de comunicación. En sus palabras notamos la rabia e ironía del artista amargado y preocupado a la vez por lo que sufre el país:

“Por instinto y por experiencia creo que el hombre es una animal dañino, envidioso, cruel, pérfido, lleno de malas pasiones, sobre todo de egoísmo y vanidades. Es posible que el hombre necesite matar, incendiar, atropellar, y que la brutalidad constituya un síntoma de salud colectiva. Para mí, un político es un retórico… y el gobierno que no haga nada es el mejor”98.

Baroja era laico y no creía en Dios, tampoco creía en la revolución. Lanzaba su amargura hacia la sociedad española de la época porque se sentía muy indignado ante toda clase de injusticia, miseria y estupidez y, desgraciadamente, no creía en el futuro. Todo eso llevó al escritor a una visión muy pesimista del mundo, admitiendo formalmente la prevalencia del caos humano, del absurdo político y de la debilidad humana. Todo se basaba en su existencialismo, centrándose en el ser concreto y confirmando el reino del absurdo y su muerte inevitable, arrastrando al hombre a la

98 BASANTA, Ángel: “Memorias” de Pio Baroja en Baroja o la novela en libertad, Madrid, Ed. ORYMU, S.A, 1993, pág. 9 98 Ídem, Pio Baroja como rebelde, individualista y escéptico en la obr. cit. pág. 10 92 angustia, a la falta de comunicación y al olvido. Por encima de todo, el arte prosaico de Baroja confirma el triunfo de la salvación a través de la acción civil, aunque el autor reafirma con su tesis que “la teoría universal no tiene remedio”, mostrándose revolucionario para unos y reaccionario para otros, según sustenta A. Basanta. Su total desengaño se refleja en la ausencia de confianza humana y social, basándonos en el exhaustivo análisis que hace su sobrino Julio Caro Baroja quien perfila a su tío como antagónico, individual, escéptico y único. Al dibujar su retrato podemos visualizar fácilmente la ternura de sangre y el orgullo intelectual. La apología está dirigida a todos los aficionados y fanáticos barojianos, sin despreciar a los oponentes que no creían en su arte. Este joven recuerda con nostalgia el verdadero nihilismo barojiano, lleno paradójicamente de la amargura artística y de la predisposición artística para fabricar sueños humanos, a pesar de su disgusto y el descontento hacia la literatura, el arte, las costumbres de la gente porque estaba dirigido por el Pasado o el Porvenir, despreciando el Presente según la siguiente descripción:

“Mi tío, aunque nunca tuvo ideas filosóficas optimistas de los cincuenta para arriba, en la vida cotidiana no era el hombre malhumorado, hosco y grosero que han pintado algunos aficionados al chafarrinón. En su existencia larga tuvo cambiar algo de carácter, con arreglo a un proceso que es relativamente común. Según decía mi madre, de joven, si, había sido muy huraño, áspero e insociable. Era la época, sin duda, en que su personalidad como literato tenía que desenvolverse y en la que todo son luchas internas y externas. Lucha con la gente de alrededor, obsequiosa y servil con las personalidades consagradas y cruel con el joven orgulloso; lucha con las propias inexperiencias, ignorancias, lagunas, con los descorazonamientos prematuros, con las ilusiones excesivas, con los rivales. Mío tío no estaba contento de nada: ni la política, ni la literatura, ni el arte, ni las costumbres de la gente que bullía cuando él era joven le producían agrado. Pensaba en el pasado o en el porvenir. Su carrera de medico había sido un fracaso y al borde de los treinta años aún no había hecho nada notable, que estuviera a la altura de lo que él sentía, sin duda, que llevaba dentro. Pero de los veintiocho a los cuarenta y dos años, fue una maravilla lo que produjo. Una tras otra salieron de su

93 cabeza diez o quince novelas estupendas, que causaron asombro, incluso en un país tan poco aficionado a leer como es España. Probablemente con esta producción y con el relativo éxito literario, ya que no económico, el carácter de mi tío cambio algo. Se hizo más tranquilo al tener conciencia de su valer. Los últimos chispazos de juventud malhumorada se hallan en un libro que publico en 1917, titulado precisamente Juventud, egolatría. Muchos críticos dicen que es de lo mejor que escribió. A mí no me lo parece, sin embargo. Y desde luego me da una imagen de mi tío que no es la que resulta familiar. Es aquella la misma imagen que hay, por ejemplo, en los estudios que le dedico Ortega, dedicados a los jóvenes, que reniegan de todo en los casinos de provincia”99.

La cosmovisión del mundo y el sujeto en agonía

La absoluta influencia de la filosofía de Schopenhauer en la evolución ideológica de Baroja se confirma cuando se refería a la cosmovisión del mundo y del sujeto en profunda y verdadera agonía existencial. Si nos referimos al erudito alemán, su cosmovisión reflexiva sostiene la prueba epistemológica y metafísica, referente a su antecesor filosófico Emanuel Kant. En su testimonio doctrinal, Consejos de vida, Schopenhauer confirma el dominio de la negatividad y la agonía en el plano metafísico mundial, con recurrencias concretas en el determinismo literario y el existencialismo. Su filosofía genera teóricamente una actitud escéptica y pesimista, la pérdida de la esperanza y de todo tipo de oportunidad, debido a la oscura visión de su negatividad. En consecuencia, el escritor español del siglo pasado adoptó esta actitud pragmática tratando literariamente el mundo real bajo las dimensiones cosmovisionarias explícitas y llenas de esteticismo artístico y naturalidad, contando con la presencia ineludible de datos y hechos socio históricos. Conociendo y admitiendo esta filosofía, Baroja fundó su propio misticismo e individualismo, planteado como una reflexión universal para acercarse más al mundo, descubrir sus misterios y

99 BAROJA CARO, Julio: Los Baroja. Madrid, Ed. Taurus, 1988, Segunda Edición, págs. 69-70 94 su configuración para entender lo abstracto y lo ideal. El escritor castellano estaba de acuerdo con la aspiración metafísica de Schopenhauer, quien en sus tratados filosóficos promocionaba el mundo como correlación ilimitada con el individuo, una interacción universal de lo objetivo con lo subjetivo. Por primera vez, Baroja presenta un mundo idealizado, donde se plantea su cosmovisión: para constituir, representar, idealizar o querer al mundo, sin dejar aparte la dualidad entre lo racional y lo irracional. El literato entiende que la conexión entre lo objetivo y subjetivo descubre el fraude de este último en los inicios del siglo XX, tanto por la pérdida de la confianza y la comunicación, como por la pérdida de la voluntad y tolerancia históricas, grandes virtudes ya olvidadas. Esta cosmovisión del mundo se refleja en toda su tipología genérica, refiriéndose no solo a la narrativa, sino también a poesía, teatro, ensayo, discurso, periodismo, etc. Por ejemplo, leyendo una poesía barojiana de los últimos años de su vida, podemos detectar que el mundo y el tono del artista vasco están cercanos al de los romances de ciego. Y en ellos Baroja, ya viejo, aparece con toda su melancolía, con todo su desengaño, pero sin perder la curiosidad por la vida que no le falto nunca. Este drama de la amargura individual, social y artística, se refleja concretamente en la poesía El buhonero triste:

El buhonero triste… Que parece transmitirse En su facha y su sentido. Pasa por entre la gente Como si fuera enemigo Con su mulo enjaezado Y el aspecto desabrido. Lleva una vara por la mano, La gorra en el cocodrilo; Habla con un castellano raro, Con un sonsonete antiguo, Y da la impresión acerba

95 De no tener un amigo100.

Al encontrar tal debilidad en Schopenhauer y en sí mismo, Baroja asume lo contradictorio del ser humano y su impotencia para poder desviar tal fraude, legitimándolo en una verdadera praxis, en el plano estético y lingüístico. Se trata del pesimismo que lleva al mundo lejos de la acción y cerca de la nulidad. Por eso él apoya la idea de que “el mundo es dinámico y el arte debía ser polémico”, subrayando su dialéctica de acción y contradicción ilimitada. Baroja también acentúa la idea filosófica de Schopenhauer de que el mundo se asemeja a la palestra vital, donde domina la negatividad y los impulsos contradictorios e incontrolados. Nuestro autor acepta su acercamiento con el filosófico alemán por una simple razón: revelar y restringir literariamente su actitud crítica hacia la España de la época. En el Prólogo de la novela Memorias de un hombre en acción (1925) Baroja define a sus criaturas literarias sin piedad irracionalista, admitiendo en voz alta su libertad literaria para contar historias artísticas en defensa de su propia concepción de la novela frente a las teorías de Ortega y Gasset:

“…Queridos hijos espirituales: todos entraréis sino no en el reino de los cielos, en mi pequeña barraca; todos pasareis adelante, los buenos y los malos, los imaginados y los sonados; los de manta y los de chaquete con trencilla, los bienes construidos y los deformes, los muñecos y las figuras de cera. Los más humildes tendrán sitio al lado de los más arrogantes. Nos reiremos de los retóricos y de la gente a la moda, de los aristócratas y de los demócratas, de los exquisitos y de los parnasianos, de los jóvenes sociólogos y de los que hacen caligrafía literaria. Seremos anti-almanaquegothistas y anti-arrastracueros. Saltaremos por encima de las tres unidades clásicas a la torera; el autor tomara la palabra cuando le parezca, oportuna o inoportunamente; cantaremos unas veces el Tantum ergo y otras; haremos todas las extravagancias y nos permitiremos todas las libertades…”101

100 BAROJA, Pio: El buhonero triste, fragmento poético en el libro “Baroja poeta”, en Guardados en la sombra del autor HIERRO, José. Madrid, Ed. Cátedra 2002, pag.69. 101 BAROJA, Pio: “Prologo casi doctrinal sobre la novela” en Las memorias de 96

La cosmovisión barojiana incluye el perfil de un proceso social y humano a la vez. El escritor insinúa la naturaleza, que jamás está presente con su belleza sino a través de su margen antagónica, una experimentación y contradicción sin remedio. Aunque en los relatos no faltan jamás los paisajes, tal espacio artístico está dispuesto a producir acontecimientos impresionantemente contrarios, respetando el escenario burlesco, la confusión, el lío o la mascarada de situaciones artísticas. La cronología histórica, referida a los hechos, fechas, épocas y acontecimientos facilita la observación del autor vasco, bastante minuciosa e intencional. Se trata de la descripción cromática para entender la esencia de la raza humana, evaluando la experiencia estética. Si bien para Schopenhauer lo más valioso consistía en la materia histórica y antropológica, en lo que se refiere al artista español lo más apreciado fue el sacrificio humano reflejado en el movimiento y la aventura que jamás era estática, la exploración con curiosidad hasta que la muerte lo impida. El afán barojiano de narrar acentúa el modo existencialista de poder sobrevivir solo contra todos, sin nadie, en nombre del escepticismo, teniendo en cuenta que la narrativa de Pio Baroja guarda huellas autobiográficas, encarnadas en el estatus de los personajes literarios, tal como están ilustradas en los últimos párrafos del Elogio sentimental del acordeón:

¡Oh la enorme tristeza de la voz Cascada, de la voz mortecina que sale Del pulmón de ese plebeyo, de ese Poco romántico instrumento! Es una voz que dice algo monótono Como la misma vida; algo que no es Extraordinario ni grande, sino pequeño un hombre en acción, (El aprendiz de conspirador, el escuadrón del brigante, los caminos del mundo, con la pluma y con el sable. Los recursos de las astucias, la ruta del aventurero). Madrid, Ed. Fundación José Antonio de Castro, 2016, pág. 3. 97 Y vulgar, como los trabajos Y los dolores cotidianos de la existencia. ¡Oh la extraña poesía de las cosas Vulgares! Esa voz humilde que aburre, Que cansa, que fastidia al principio, Revela poco a poco los secretos que Oculta entre sus notas, se clarea, se Transparenta, y en ella se traslucen Las miserias del vivir de los rudos Marineros, de los infelices pescadores;

Las penalidades de los que luchan en El mar y en la tierra con la vela y con La máquina; las amarguras de todos Los hombres uniformados con el traje Azul sufrido y pobre del trabajo. ¡Oh modestos acordeones! ¡Simpáticos Acordeones! Vosotros no contáis Grandes mentiras poéticas como la Fastuosa guitarra; vosotros no inventáis Leyendas pastoriles como la zampona la gaita; vosotros no llenáis de humo La cabeza de los hombres como las Estridentes cornetas o los bélicos Tambores. Vosotros sois nuestra Época: humildes, sinceros, dulcemente

Plebeyos, quizás ridículamente Plebeyos; pero vosotros decís de la Vida lo que quizá la vida es en realidad: Una melodía vulgar, monótona, Ramplona ante el horizonte ilimitado102.

102 BAROJA, Pio: Fragmento del “Elogio sentimental del acordeón” en Paradox, 98

Así, la cosmovisión barojiana del mundo y del sujeto está caracterizada por la fusión artística del misticismo del autor con la praxis literaria. El escritor se detiene a explorar la naturaleza, observándola, mientras el ser humano aparece escondido en los senderos del pasado. Baroja confirma el poder del dolor, o el dolor poderoso, que tal vez intenta purificar al ser humano o ponerle a prueba con riesgo de su vida, planteando en los ojos del lector un verdadero ejercicio de metalenguaje. El novelista siempre acentúa la “praxis representativa” en los relatos La selva oscura, Los visionarios, Tragedias grotescas, Feria de los discretos, Mascaradas sangrientas, etc., perfilando un mundo cosmovisionario lleno de tendencias, voluntades, actitudes humanas, siempre en acción. Al igual que su filósofo favorito, Schopenhauer, el escritor vasco no para de criticar justificando que “El mundo es la lucha por la vida, es decir, no un espacio o un tiempo sobre el que se lucha, sino la lucha misma, una trama de relaciones violentas de todo tipo, un combate en sí mismo. Tal combate supone siempre una elección imprevisible, pero predestinada y sus ejecutores son los elementos que constituyen los seres del mundo físico, orgánico e inorgánico. Estos aparecen, en el caso humano, sobre todo como actores, grotescos o heroicos, pero siempre trágicos del drama de la vida”103. En comparación con la concepción barroca “ el mundo como un teatro, la vida como un sueño y la muerte como obsesión estética”, Pio Baroja demostró la superioridad del mundo siempre en lucha y critica consecuente, como supervivencia frente a la crisis existencial. Todo termina con el triunfo de la muerte y del absurdo, desplazando lo convivido más en el pasado histórico que en el presente pervertido. Para Baroja se institucionaliza la igualdad entre el mundo y la crítica. Él sustenta que: “El mundo se vive como crítica del presente realizada por el pasado; Conocer el mundo es rey, Madrid, Ed. Austral, 2006, págs. 196-197 103 Factores estético vitalistas en la obra de Baroja. Consultada la pág. web: biblioteca.ucm.es/tesis/19911996/H/2/AH2010201.pdf, el día 20 de julio 2017 99 conocer el pasado, comprender los esfuerzos de supervivencia que lo mantienen vivo a pesar de la sistemática destrucción de la vida que muchas veces ejerce el presente. No quiere decirse con ello que los recuerdos reconcilien o relativicen e igualen las luchas humanas, o que el presente justifique cualquier violencia del pasado, sino que la experiencia del presente prolonga agónicamente la lucha por la vida anteriormente acaecida”104. La narrativa de Baroja transluce la crítica contra la religión y el marxismo, acentuando tres elementos substanciales según él: el poder del individuo, la originalidad sin límite y la presencia incondicional de la voluntad humana. Si para Nietzsche el pasado debería ser salvado si queremos que el futuro sea posible, Baroja en algún momento lo percibirá claramente. La cosmovisión barojiana existe gracias a una condición: que su eternidad estuviese llena de creación, misterio, movimiento, imagines valientes, aventuras de riesgo, ejercicios de valentía única, todo cometido en el seno de naturaleza pura, autentica, folklórica, en la que no falta la tradición, la ternura y la creatividad de la estrategia descriptiva. Por eso aprovechamos para ilustrar La Alcolea del Campo, uno de los múltiples pueblos vascos bajo la técnica observadora barojiana:

“…Las costumbres de Alcolea eran españolas puras; es decir, de un absurdo completo. El pueblo no tenía el menor sentido social; las familias se metían en sus casas, como los trogloditas en su cueva. No había solidaridad; nadie sabía ni podía utilizar la fuerza de la asociación. Los hombres iban al trabajo y a veces al casino. Las mujeres no salían más que los domingos a misa. Por falta del instinto colectivo, el pueblo se había arruinado. En la época del tratado de los vinos con Francia, todo el mundo, sin consultarse los unos a los otros, comenzó a cambiar el cultivo de sus campos, dejando el trigo y los cereales y poniendo viñedos; pronto el rio de vino de Alcolea se convirtió en rio de oro. En este momento de prosperidad, el pueblo se agrando, se limpiaron las calles, se pusieron aceras, se instaló la luz

104 LERGA ZAPATA, Pablo. “La edad de plata en pensamiento “en Aquellos jóvenes del 98. Biografías de Unamuno, Baroja, Azorín, A. Machado, Valle-Inclán y Maeztu, Barcelona, Ed. OCTAEDRO, S.L.,2000, pág. 84 100 eléctrica…; luego vino la terminación del tratado, y como nadie sentía la responsabilidad de representar al pueblo, a nadie se le ocurrió decir:” Cambiemos el cultivo; volvamos a nuestra vida antigua; empleemos la riqueza producida por el vino en transformar la tierra para las necesidades de hoy”. Nada! El pueblo acepto la ruina con resignación105.”

El artista no paró en la búsqueda de los arquetipos, símbolos del subjetivismo escéptico e individualista, donde predomina el fraude y el disgusto. El perfil estético se puede visualizar en el marco conmemorativo de un personaje al otro. Pio Baroja, a través de su filosofía existencialista, intenta dividir el mundo en verdadero y presente, ideal y decadente, bueno y malo, deseado y odiado, la propia vida que transcurre. Lo que predomina notoriamente es la tendencia del escritor a evidenciar lo presente, bajo connotaciones regresivas de tragicomedia, contradicciones entre lo sentimental y brutal, lo histórico y lo cotidiano, lo antiguo y lo contemporáneo, conmoviendo al público lector con la estrategia receptiva del pesimismo. La vinculación de semejantes actitudes estéticas con el vitalismo filosófico de Schopenhauer primero, y el de Nietzsche después, les impregnará de profundidad intelectual y aportará el esteticismo. Desde mi punto de vista, Pio Baroja fundó la línea crítica extrínseca e intrínseca a la vez, por atreverse a desenmascarar, a través de su obra narrativa y ensayística, la cultura europea, despreciando su actitud proclamaría el papel del hombre como centro del proceder. Él no manifiesta la comunidad de valores, sino que emprende evaluaciones estéticas bien racionales para superar a través de sus diálogos rápidos y artísticos el conformismo del presente. Baroja sustenta la idea de que la acción humana necesita de hombres muy valientes, fanáticos, cultos, intelectuales, llenos de voluntad, energía y espíritu. La lectura minuciosa de su obra me ha enseñado a percibir la supremacía investigadora del autor vasco sobre lo que manifiesta en el marco de un juego metalingüístico y una correlación

105 BAROJA, Pio: El árbol de la Ciencia, Madrid, Ed. Alianza Editorial, 2005, pág.213

101 dialéctica entre los personajes, situaciones, remedios y perspectivas literarias. Lo irónico y moderno es la simple conexión entre lo bueno y lo malo, una dualidad encarnada en el arte desde siempre. Su creación nos transmite con inteligencia la presencia similar y paradójica de lo fuerte con lo noble, suponiendo una gnoseología de élite y bastante idealista según la filosofía determinista. Su relación bilateral intenta superar el dogma vital, precisar el triunfo del ser humano frente a tragedias y absurdos, descubrir el nuevo horizonte culturalista, olvidar a través de la acción la presencia de la vanidad y nulidad del entorno. Para nuestro escritor vasco el mensaje está claro: en esta época llena de hipocresía es imprescindible ser fuerte y noble, dando constancia a la existencia humana cotidiana, contraponiéndose a la institución de nada y desvelando la esperanza encarnada en el espíritu de cada ser que cumple estas dos virtudes. De todas formas, no va desapareciendo el misticismo del autor o su ateísmo hacia la religión católica. Para terminar la cosmovisión filosófica barojiana, podemos asumir conscientemente su temperamento individualista en cada manifestación literaria muy contradictoria a favor del progreso humano. Su imagen conlleva seres fuertes, quienes se ennoblecen gracias al respeto de una vida valerosa, sin despreciar el peligro, el obstáculo, la decepción y la pérdida. Solo ellos merecen tener un futuro. Pio Baroja fue un escritor puramente realista porque la realidad concreta era su eje creativo, donde se define la propia técnica natural de su escritura. El artista vasco jamás creyó en los efectos rebuscados ni en los medios expresivos indirectos. Para él, el libro ha conseguido su meta sin más, en modo claro, espontáneo y vivaz.

102 Bibliografía

A.FERNANDEZ-MOLINA: Pío Baroja, La Generación literaria del 98, Madrid, ED. Libertarias, 1998. BAROJA, Pío: El árbol de la Ciencia, Madrid, Ed. Alianza Editorial, 2005. BAROJA, Pío: César o nada, Madrid, Ed. Alianza Editorial, 2006. BAROJA, Pío: Las inquietudes de Shanti Andia, Madrid, Ed. Alianza Editorial, 2010. BAROJA, Pío: La busca, Madrid, Ed. CATEDRA CASTELLANO, 2010. BAROJA, Pío: Prologo casi doctrinal sobre la novela, Las memorias de un hombre en acción, (El aprendiz de conspirador, el escuadrón del brigante, los caminos del mundo, con la pluma y con el sable. Los recursos de las astucias, la ruta del aventurero). Madrid, Ed. Fundación José Antonio de Castro, 2016. BAROJA, Pío: Elogio sentimental del acordeón, Paradox, rey, Madrid, Ed. Austral, 2006. BAROJA CARO, Julio: Los Baroja. Madrid, Ed. Taurus, 1988. BASANTA, Ángel: Baroja o la novela en libertad, Madrid, Ed. ORYMU S.A, 1993. DIEZ, Luis Mateo: Líneas del contraste, La ruina del cielo y Fantasmas del individuo. cvc.cervantes.es/lengua/anuario_06-07/…/literatura_05.pdf LEDERACH, John Paul: ¿Qué es eso de la transformación del conflicto?, El ESPECTADOR, 2 de mayo 2017. LERGA ZAPATA, Pablo: La edad de plata en pensamiento, Aquellos jóvenes del 98. Biografías .Unamuno, Baroja, Azorín, A. Machado, Valle-Inclán y Maeztu, Barcelona, Ed. OCTAEDRO, S.L., 2000.

103

CAPÍTULO IV

AGONICA GUERRA TRA FEDE E RAGIONE: MIGUEL DE UNAMUNO E IL MARTIRE

Marianna Stucchi UNED

Introduzione

Partendo dall’analisi dell’interiore conflitto che per tutta la vita ha lacerato lo scrittore e filosofo Miguel de Unamuno, verrà analizzato il suo breve racconto “San Manuel Bueno, Martìr”. La crisi religiosa che colpì Unamuno nel 1897 fu molto profonda e segnò una linea di cambiamento nella sua visione non solo religiosa ma letteraria e intellettuale in generale che delineò una forte presa di coscienza nei confronti del mondo religioso e introdusse nel suo pensiero filosofico quella che sarà la sua principale caratteristica: l’agonia. Prenderà così il via una guerra interiore, una guerra dell’anima tra ragione e fede. Tutto questo prenderà vita e forma in diversi suoi scritti, siano essi di natura più prettamente filosofica che narrativa, in particolare analizzerò il breve romanzo, considerato all’unanimità il capolavoro dello scrittore, che narra del povero parroco di campagna lacerato dal dubbio di “credere di non credere” pur sostenendo fermamente l’importanza della religione, qualunque essa sia, intesa come puro “oppio dei popoli”, senza la quale la 105 vita perderebbe senso.

Una strada per Valverde de Lucerna

Appena rientrato dall’esilio, nel 1930, Unamuno si reca al lago San Martin de Castañeda, attorno al quale girava una leggenda106 che narrava che anticamente, al posto del lago, vi fosse il paesello di Valverde de Lucerna. Un giorno, al piccolo paesello, arrivò un povero pellegrino affamato e infreddolito, ma soltanto poche donne lo aiutarono, mentre il resto della popolazione cercò di cacciarlo. Quando le donne misero il pane nel forno per donarlo al pover’uomo, esso divenne enorme e fu quasi impossibile toglierlo dalla bocca del forno. Le donne scoprirono così che sotto le mentite spoglie del pellegrino si celava in realtà Gesù Cristo che decise di salvare le donne dalla triste fine che avrebbe fatto fare agli altri abitanti di Valverde de Lucerna. Sommerse così la città in un lago per punire l’indifferenza e la cattiveria di quegli abitanti. La leggenda narra infine che, a volte, si possono udire le campane della chiesa sommersa rintoccare… da quest’idea vedremo come il lago assumerà l’identità del dubbio, contraltare della montagna che simboleggia invece la fede. Poco tempo dopo la sua gita al lago San Martin de Castañeda, Unamuno scrisse il suo piccolo capolavoro su un potente conflitto interiore: San Manuel Bueno, Martir. Sotto molti aspetti, come illustrerò, il protagonista di questo breve libro è una sorta di alter ego dello stesso Miguel de Unamuno, combattuto per tutta la vita tra fede e ragione, razionalità e religione, esistenza del dubbio e volontà di certezze. Dietro questo scrittore che a prima vista potrebbe apparire “arrogante”,

106 https://elrincondesanabria.wordpress.com/tag/valverde-de-lucerna/ (gennaio 2017). 106 si cela dunque un uomo sofferente, lacerato da dubbi, che aveva perso la fede nella quale era cresciuto, abbracciando per un breve periodo il positivismo. Nel 1897 fu colpito, infatti, da una profonda crisi religiosa: si tratta di un momento cruciale della sua vita che fungerà da spartiacque nel suo pensiero e nella sua produzione letteraria (questa crisi verrà descritta nel suo Diario íntimo 1897-1902). Unamuno prende consapevolezza della sua morte e si vede sprofondare nel nulla, mentre la moglie Concha, consolandolo, lo chiamerà “figlio mio” (episodio importante che tornerà nei suoi romanzi). Questa crisi fu descritta da Unamuno stesso come una "scarica fulminante" in una notte; il giorno seguente si recò nel convento dei frati domenicani di Salamanca, dove rimase tre giorni dedito alla lettura di Blaise Pascal. Seguirono quindi molte letture religiose, soprattutto di natura protestante, che alimentarono sempre più il suo pensiero antidogmatico e anticlericale. Questa profonda crisi, introdusse nel suo pensiero quella che sarà la sua caratteristica principale: l'agonia. Unamuno scriverà nel 1907: "La mia religione è cercare la verità nella vita e la vita nella verità [...]; la mia religione è un lottare incessante con il mistero”. Ciò che ora interessa maggiormente Unamuno è la “guerra”, intesa come guerra delle anime, la lotta, l’agonia interiore tra la ragione e la fede. Trascorso un anno, ciò che maggiormente interessa di questa crisi sono i suoi frutti: gli scritti. Si apre così un periodo della vita di Unamuno nel quale mostra un particolare carattere religioso, l’ansia di immortalità, che si rispecchia anche in quello letterario: l’ansia di vita eterna nella fama. Ecco dunque messa in evidenza la sostanziale differenza delle opere unamuniane, per le quali questa crisi funge da spartiacque: - nel primo periodo incontriamo un moderato influsso della sua personale concezione religiosa e un’apertura verso la corrente socialista e progressista; - nel secondo invece, si va accentuando un’ossessione per i problemi della trascendenza e si va configurando un Unamuno più intimo e, allo 107 stesso tempo, più reazionario in politica. Lo scrittore passa così dalla vita quotidiana collettiva (Paz en la guerra, 1897) a una individualità astratta (Amor y Pedagogía, 1902), per affermare poi la realtà della finzione (Niebla, 1907), creando però sempre personaggi che acquisiscano una propria personalità che gli permettano di arrivare al fondo dell’animo della persona. Si rende però poi conto che questo isolamento dell’uomo non conclude la sua ricerca, allora torna all’uomo immerso nel proprio mondo (La tía Tula, 1907, nel quale compaiono molti personaggi e riferimenti all’esterno). Come ultimo passo Unamuno analizza dunque la persona in un mondo, per così dire, sociale, aperto alla trascendenza. In “San Manuel bueno, mártir” (1930) il problema principale del filosofo è esplicitato in modo chiaro: l’esistenza dopo la morte. Concetto che si trasfigura in una vita dedita al prossimo vissuta nel dubio dell’esistenza di tale vita ultraterrena: il parroco vive solo per mantenere accesa nei suoi parrocchiani questa certeza di vita ultraterrena che permette così loro di vivere nella serenità, nella gioia secondo la quale, una volta morti, andranno in paradiso qualora si fossero comportati secondo le leggi di Dio.

La religione fonda l’opera di Miguel de Unamuno

L’intera opera di Unamuno è immersa in un ambiente religioso, anche dove sembra trattare argomenti differenti, possiamo sempre scorgervi l’angosciosa “ricerca” che si cela nel suo animo. Qualsiasi argomento finisce per mostrare le sue radici religiose o culminare in un ultimo riferimento a Dio, poiché appunto questo era ciò che più lo preoccupava. Già dalle sue letture si evince il suo interesse. Esse erano infatti primariamente filosofiche (come accennato sopra) ma anche, soprattutto, religiose. In primo luogo vi sono le Sacre Scritture (in particolare il Nuovo Testamento), poi gli scritti di Santi (quali Santa Teresa, San Juan de la Cruz, 108 San Ignacio di Loyola... dei quali si trovano molti riferimenti nelle sue opere) o di filosofi (oltre a quelli già accennati, troviamo Spinoza e Kant). Accanto a questi emergono letture di uomini forti (Dante, Carducci, Sant’Agostino) o caratterizzate dal pessimismo, come per esempio gli scritti di Giacomo Leopardi. Questi nomi ci permettono di tracciare un profilo dell’“uomo- Unamuno”: angosciato dalla ricerca della fede, dal carattere presuntuoso e scontroso, ma che non sempre riesce a vincere con la ragione il suo pessimismo. È indubbiamente affascinato e attratto da tutti coloro che, prima di lui, avevano affrontato il tema della religione, della sofferenza, della vita, dunque un sentimento profondo e, non dimentichiamolo, religioso, dell’esistenza. Come accennato, il punto di partenza per le sue riflessioni, è l’uomo stesso e la sua ricerca-angoscia di immortalità, che crede viva in ogni uomo che sappia porsi dei dubbi e che non si limiti a “lasciarsi vivere”. Il fondamento della religione cambia la sua sede abbandonando quella che da secoli (forse, millenni...) era occupata da Dio e si trasferisce in una sede più modesta, se vogliamo, ma senza dubbio più vicina, più reale, più problematica: quella dell’uomo per l’appunto. Sorgono riflessioni sul problema della resurrezione che pone in crisi tutte le (sue) basi cristiane che sulla resurrezione appunto si fondano. La crisi del ’97 ha distrutto ogni speranza e le ha rese labili e lontane, bisognose di nuove ricerche e, forse, di nuove speranze. Stabilite queste basi, Unamuno non è più disposto ad accettare alcuna ortodossia, in particolare quella cattolica, con la quale, ricordiamo, è cresciuto e nella quale -forse - ha creduto: Unamuno è eterodosso a priori senza ragioni ultime. Lui stesso cerca di evitare un suo possibile incasellamento, non vuole essere ortodosso “aspira a ser, como los ángeles según santo Tomás, especie única, agotada en él mismo”107. Prova ad intraprendere la ricerca della verità con il solo sforzo della sua ragione ma, da subito, non crede che ciò sia possibile: non può

107 Julián Marías, Miguel de Unamuno, Madrid, Espasa, 19973, pag.214. 109 raggiungere e cogliere l’esistenza di Dio razionalmente, né tantomeno è possibile, però, dedurne la sua non-esistenza. Viene così a scontrarsi con il pensiero positivista che aveva abbracciato per un periodo, ma che ora non può più aiutarlo nella sua sofferenza. La vita per Unamuno (e questo è facilmente riscontrabile nelle sue opere, siano esse prese singolarmente ma soprattutto viste nella loro totalità) assume una nuova “qualità”: la contraddizione, vista come base della nostra esistenza, sotto diverse sfaccettature. Prima di tutto sotto forma di lotta che costituisce le viscere stesse della vita: “Ciò che fa l’unità intima della nostra vita sono le nostre intime contraddizioni, le contraddizioni interne alle nostre discordie”108. Ma non si tratta di dialettica, bensì di agonia (intesa da don Miguel secondo il termine greco άγωνία che significa appunto lotta). È una lotta contro il mistero, sempre meno speranzoso di poterlo svelare e penetrare, nella volontà che Dio esista, nel suo “credere di credere”. Le “prove tradizionali” dell’esistenza di Dio vengono così ricacciate, credute insufficienti, tuttavia non le sostituisce, non ci prova nemmeno. Questo perché Unamuno parte dal presupposto che la ragione sia impotente e trascura così ogni tentativo di raggiungere la verità per mezzo suo. L’unica strada per raggiungere Dio e la verità è il cuore, nella duplice accezione di desiderio e sentimento: la lotta, altrimenti detta agonia, tensione verso Dio, accresciuta dal suo affanno di immortalità. Unamuno, come Kierkegaard, alla fede cattolica o protestante, contrappone la sua, quella del singolo, come spinta verso l’alto, portando su di sé il problema del significato della vita. La sua angoscia di immortalità abbraccia la religione, ma l’amore di se stesso predomina spesso su quello di Dio. Un Dio che deve esistere affinché Unamuno possa essere immortale. Una sorta di egoismo che vuole l’esistenza di Dio, non per redimersi, ma perché solo essa potrebbe garantirgli la vita eterna.

108 Miguel de Unamuno, L’agonia del cristianesimo, Alessandria, Piemme, 2004, pag.35. 110 L’”io” di Unamuno è posto al centro, fisso in un’unica meditazione, sebbene con mille sfaccetature, su un unico angosciante problema. Un “io” pensieroso, votato alla solitudine che lo spinge al perpetuo monologo (vedremo meglio in Niebla dove monologo e dialogo si fonderanno in monodialogo), un soliloquio, un dialogo tra Don Miguel e se stesso che a volte, forse più spesso di quanto crediamo, si trasforma in un dialogo con Dio. Nel saggio Del sentimiento trágico de la vida lo vediamo abbracciare la dottrina di Schleiermacher: “La doctrina de Schleiermacher, que pone el origen, o más bien la esencia del sentimento religioso, en el inmediato y sencillo sentimiento de dependencia, parece ser la explicación más profunda y exacta”109 Schleiermacher afferma che il mondo non è senza Dio e Dio non è senza il mondo. In contrasto con le interpretazioni razionalistiche dell'illuminismo, Schleiermacher definisce la religione come un'intuizione dell'infinito nella forma del sentimento. La religione infatti altro non è che "accettare ogni cosa particolare come una parte del tutto, ogni cosa finita come espressione dell'infinito". Visto che l'infinito coincide con l'universo, la religione sarà quindi “intuizione dell'universo”, inteso in primis come universale naturale, come insieme delle cose finite che rimandano all'infinito, poi come universo morale in cui consiste lo spirito dell'uomo. Dire che la religione è intuizione dell'universo non significa però sostenere che con essa l'uomo raggiunga una completa conoscenza dell'infinito, dato che un infinito da cui fosse eliminato il senso del mistero e dell'ineffabilità non sarebbe più tale: "Voler penetrare più profondamente nella natura e nella sostanza del tutto non è più religione", ma forse scienza... L'intuizione dell'universo implica semplicemente il sentimento della dipendenza del finito dall'infinito, dell'uomo da Dio (ed è questo l'atteggiamento autenticamente insito nell’eterodossia-ortodossia unamuniana). Ogni religione è pienamente giustificata, in quanto è uno dei possibili modi finiti in cui si palesa l'infinito. La sola religione il cui valore non viene riconosciuto da Schleiermacher è

109 Julián Marías, Miguel de Unamuno, Madrid, España, 1997, pag. 216. 111 quella naturale, che cerca di comprendere razionalmente Dio e di dimostrarne argomentativamente l'esistenza: in questo modo però l'infinito viene ridotto alla stregua del finito e l'uomo si chiude nell'esperienza religiosa. Mondo e Dio sono allora strettamente connessi: "Il mondo non è senza Dio, Dio non è senza il mondo". E così la dialettica di Schleiermacher confermava gli apprezzabili risultati della sua filosofia della religione: pure dal punto di vista gnoseologico, l'uomo sente la sua dipendenza dall'infinito come fondamento necessario del suo sapere; l'attività conoscitiva umana è così indistinguibile dall'esperienza religiosa. Ma tale sentimento non è un qualcosa di contingente e passeggero, non è uno stato emotivo che cambia con il variare delle condizioni che lo hanno determinato, bensì è connaturato alla costituzione stessa dell'uomo. Sebbene sia fondata su un linguaggio trascendentale, l'esperienza religiosa si manifesta in forma individuale in ogni singolo uomo. Ogni individuo vive infatti in modo singolare la sua intuizione dell'infinito: in senso proprio, quindi, le religioni sono tante quanti sono gli individui. Possiamo facilmente notare le numerose affinità di pensiero che intercorrono tra Don Miguel e Schleiermacher. Di particolare interesse il concetto di infinito che risuonerà nella mente di Unamuno fino alla sua morte unendosi, e a volte addirittura confondendosi, con quello di immortalità.

Fondazione del paesino di Lucerna

Quella che traspare è una religiosità piena di patetismo, di presentimenti. Unamuno parte da una leggenda per arrivare alla sua verità, alla sua ricerca. Il lago di Lucerna, infatti, non è un lago comune bensì una catastrofe religiosa: le acque annegarono la terra come una maledizione e di ciò che vi era un tempo permane solo il lontano rintocco di una campana che risuona nella notte di San Juan. Il lago è la catastrofe di un paesino 112 abbandonato da Dio: solo si salvarono le donne che diedero a Cristo un pezzo di pane, miracolosamente moltiplicato, tutti gli altri finirono sepolti dalle acque. L’intento unamuniano è dunque quello di riportare alla luce un’antica leggenda come monito di un popolo che non voltasse le spalle a Cristo: era dunque necessario un nuovo santo, un nuovo martire, un nuovo Cristo. Il periodo storico in cui lo scrittore si trova è quello di una Spagna che, dal punto di vista politico, grazie ad Azaña, aveva smesso di essere cattolica. Così, il piccolo romanzo “San Manuel Bueno” si convertì nell’anti-Unamuno, ossia ciò che portava avanti esattamente il contrario della missione intellettuale di Unamuno. L’opera di decostruzione del cattolicesimo spagnolo avrebbe dovuto essere contrastata da una “fondazione”, un episodio di una nuova storia di sangue che solo potesse confidare nella forza di un simbolo: il simbolo letterario che diventa una parodia senza forza vitale in relazione al simbolo religioso, testimonianza di altre epoche nelle quali si credeva con maggior semplicità alla forza dello spirito. In questo momento Unamuno abbandona temporaneamente il suo interesse politico per concentrarsi su una ritrovata, o forse perduta per sempre, religiosità.

All’interno della vicenda

Unamuno stesso, nel prologo all’edizione del 1931, scrisse che nel romanzo “San Manuel bueno, mártir” aveva la “conciencia de haber puesto […] todo mi sentimiento trágico de la vida cotidiana”110. Rispetto alle sue opere precedenti, si nota il vincolo che lo scrittore instaura tra la vita quotidiana e il sentimento tragico, superando il luogo più intimo dell’anima come più precisamente legato al sentimento tragico. Senza dubbio anche i

110 pag. IV dell’introduzione di José Luis Villacañas Berlanga, Universidad de Murcia, ed. Biblioteca Saavedra Fajaro. 113 paesini erano depositari di uno specifico sentimento tragico, nonostante, nello specifico caso di Lucerna, il paese non viva alcuna tragedia ma, anzi, ciò che lo caratterizza è il vivere ancorato alla sua propria storia interna di una comunità arroccata nell’unità e nella fede. L’unica tragedia, se così possiamo chiamarla, è quella di Manuel Bueno e dunque qualcosa di non esplicitamente legato alla tragedia della vita quotidiana. C’è chiaramente un’affinità profonda tra il legame territoriale, molto forte nell’esule Unamuno, e il cattolicesimo: il costante ritorno alla vita semplice che risulta simbolizzato nella credenza centrale della resurrezione cristiana. La gente, in qualche modo, vedeva la resurrezione del proprio sangue e del proprio corpo generazioni dopo generazioni, ripetendo i nomi, i volti, le feste, i riti sacri e festivi, le malattie, i lavori e le carestie. I padri resuscitavano nei figli e così la terra e le sue forme, inclusa la Chiesa, venivano amate come testimonianza di questa forma umana di eternità che era la ripetizione111. Unamuno, senza dubbio, rifiutò presto questa visione del mondo e dell’esistenza. Da questa solenne ruota del tempo e dei corpi egli volle separare il proprio io come portatore di un destino specifico, la cui aspirazione di eternità avrebbe dovuto accreditarsi nella dissoluzione di qualsiasi vincolo, valore, forma di vita tradizionale e anonima: l’eternità della sua coscienza era la nuova esigenza. Questo breve romanzo è così considerato dallo stesso scrittore come il suo “testamento religioso”. Attorno al tema centrale della religione come consolazione, come, dunque, oppio dei popoli, Unamuno analizza se sia meglio vivere credendo ed essere felici o vivere tormentati dall’angosciosa classica domanda “Cosa ci sarà dopo la morte?” ed essere infelici. Chiaramente la via migliore sarebbe la prima, nella quale rispecchia la visione del paesino di Lucerna, ma, a causa dell’intelligenza e del sapere critico, egli (riflesso naturalmente nel parroco) vive in continua agitazione la seconda opzione.

111 Sánchez Barbudo, A., Sobre la complejidad de San Manuel Bueno Mártir, novela en Miguel de Unamuno, Madrid, Taurus, 1974, pag. 275. 114 All’interno del romanzo, seppur nella sua brevità, i personaggi mostrano una grande caratterizzazione. Dal lato della fede indiscussa, che porta così a una vita serena e senza la preoccupazione della morte, in quanto affidati a Dio, troviamo il popolo tutto, un popolo che va dove viene trascinato, non si pone domande pur non conoscendo la religione a fondo, vi crede profondamente, semplicemente, per tradizione. Non è affatto critico, un po’ infantile, un popolo che va coccolato senza confusioni che potrebbero portare alla felicità. All’interno della massa del popolo, spicca Blasillo, il cristiano perfetto che crede più di chiunque altro, visto come un bambino che accetta tutto ciò che gli viene detto e non si pone alcun tipo di dubbio. È rappresentato come lo sciocco del paese e, di contro, come l’emblema della fede. Chiara dunque la presa di posizione di Unamuno nei confronti della “massa credente” che accetta tutto ciò che la Chiesa e i suoi uomini di fede le dicono senza porsi domande, senza cercare un’altra potenziale verità. Blasillo è pensato da Unamuno come la controfigura di Don Manuel, moriranno insieme. Il prete lo ama perché rappresenta appunto la fede semplice, quella dei bambini, del cuore e non della ragione. Funge da “megafono” a Don Manuel attraverso la sua voce che pare divina: sembra che l’armonia della voce sia più importante delle parole stesse. La voce di Don Manuel, come quella di una mamma col suo bambino, porta i parrocchiani al sonno, al sogno del credere, al punto che la gente crede addirittura che sia la voce di Cristo: la voce vola sul lago (con tutto il suo carico metaforico) ma non raggiunge la montagna, simbolo invece della fede. Blasillo, con le sue parole “urlate” nel paesello “Mio Dio, mio Dio, perché mi hai abbandonato?” commuove il resto del paese per la sua inconsapevolezza ripetendo il grido di dolore di una persona cosciente. Attraverso di lui, Unamuno, lancia un’accusa a Dio: Blasillo è l’eco vuota, è l’essere senza parola propria. Dio lo ha abbandonato ma Don Manuel lo ha accolto, confortato, permettendogli di vivere felice. Entrambi, come già detto, moriranno appunto lo stesso giorno: Don

115 Manuel morirà “martire” perché nonostante la sua bontà e la sua carità non è riuscito a credere, con Blasillo muore contemporaneamente il simbolo della fede infantile che il parroco avrebbe voluto avere. Altro personaggio fondamentale in questa critica letteraria nei confronti della religione è Lázaro, inizialmente presentato come antagonista e in seguito divenuto collaboratore del parroco. Lázaro, il cui nome è chiaramente già denso di riferimenti, non crede ed è risoluto nel proprio antagonismo, intenzionato ad aprire gli occhi ai suoi compaesani. È un personaggio dunque che evolve nel corso dell’opera, cambiando atteggiamento: capisce l’importanza della felicità del popolo, impersonificato in questo caso nella madre, e simula una conversione. Una conversione appunto condizionata dall’amore per la madre112. Capisce che la necessità è quella di vivere felici e che, a Lucerna, non c’è bisogno del progresso. Il suo irruento arrivo a Lucerna pone in evidenza l’irritante passività degli abitanti, la ruralità del paese, l’imbruttimento e impoverimento che esso provoca, contrapponendo il concetto di civilizzazione proprio della città113. Lázaro è la diversità, è il Nuovo Mondo in opposizione al Vecchio Mondo. L’accanimento iniziale di Lázaro è causato da questa realtà stagnante che il paese vive, dall’oscura teocrazia che affonda l’identità della Spagna. L’atteggiamento del “uomo nuovo” è palesemente anticlericale accusando la chiesa e i curati di manipolare gli individui tormentati. Lázaro è la voce fuori dal coro, il contestatore di una staticità quasi medievale di cui è vittima Valverde de Lucerna, ma le sue diatribe, come le definisce Ángela, sono vane. Il popolo assume una rispettosa indifferenza nei suoi confronti, ed è interessante l’immagine di massa omogenea che ne emerge, un insieme di individui incapaci di controbattere ai rimproveri di Lázaro. In principio, l’accettazione dogmatica della fede, da parte degli abitanti di

112 Ogni riferimento alla madre è per Unamuno un riferimento personale. 113 Unamuno, M, Civilización y cultura, Obras Completas: http://www.ellibrototal.com/ltotal/nuevo_inicio.jsp?t_item=2&id_item=3319 (marzo 2017). 116 Valverde, fa di Lázaro un antagonista verso quel parroco dall’imperio espiritual114, tanto da creare negli animi della popolazione una sorta di aspettativa con la speranza, o meglio la certezza che don Manuel, senza sforzo alcuno, lo convertirà. È in questo momento che Lázaro si interpone tra il curato e la fede del popolo. Egli diventa il pretesto di un’ennesima dimostrazione della santità del parroco. Ma dopo averlo ascoltato e visto, Lázaro lo definisce un otra cosa diversa da los otros. Il concetto di cosa viene solitamente usato per sostituire un termine proprio, concreto o astratto, ricevendo determinazione dal contesto. Anche se è chiaro che si tratti di un essere umano poiché relazionato a los otros dunque ad altri individui, il termine cosa indica la realtà ancora informe, non ben individuata, nella quale Lázaro colloca don Manuel. Ciò denota un’apertura da parte dell’“uomo nuovo”, seppur minima, verso un ipotetico avvicinamento al curato, ma non esita a rimarcare il convincimento anticlericale del ruolo di sacerdote come semplice professionista: in fin dei conti è il mestiere di cui deve vivere. Nonostante ciò capisce che Don Manuel non è come gli altri parroci, è meglio. Il tutto culminerà con la comunione di Lázaro: il paese crede di averlo recuperato ma non è così, si tratta di un inganno mascherato. Non è convertito per fare un piacere al villaggio né tantomeno per dare lustro a Don Manuel. Egli non si sente né vinto né sminuito da questo gesto perché ha una sua missione da compiere: il parroco ha resuscitato Lázaro non alla fede ma alla sua stessa buona causa, coinvolgendolo nel suo impegno di mantenere la comunità in pace e al riparo dall’angoscia di vivere. La sua comunione infatti avviene davanti a tutto il villaggio e con tutto il villaggio: non va dimenticato infatti come il popolo sia concepito come unica entità (vd. recitazione del Credo). La comunione è dunque fatta per il villaggio, per la sua serenità. Ma qualcosa succede: l’ostia cade per terra115. Il significato è chiaro e Don Manuel sa cosa sta compiendo, dare il corpo di Cristo a un non credente è un sacrilegio. Sarà lo stesso Lázaro a raccoglierla e a portare a

114 Unamuno, M., San Manuel Bueno, mártir,… pag. 39. 115 Unamuno, M., San Manuel Bueno, mártir,… pag.50. 117 termine la comunione, così come porterà a termine, in generale, l’opera di Don Manuel il quale, dinanzi a tale gesto, si abbandona a un pianto, naturalmente interpretato dal villaggio come affetto. Ed è proprio il quel momento che “un gallo cantò”116e il riferimento è chiaramente per il tradimento di Pietro. Ma chi è che sta tradendo? E chi è che viene tradito? È Don Manuel che ha tradito i suoi parrocchiani? O è Lázaro che tradisce i suoi compaesani? O sono entrambi a tradirsi l’un l’altro? Lázaro tradisce la sua razionalità e il suo pensiero illuminista ma non come Pietro per proteggere la propria vita, bensì per salvare quella dei suoi compaesani e lasciarli vivere felici. Elemento peculiare del breve romanzo è il susseguirsi di immedesimazioni da parte dello scrittore nei suoi personaggi, dentro i quali ritroviamo molti riferimenti alla vita privata di Unamuno e al suo carattere intimo e personale. Non solo, dunque, il parroco è chiaramente l’alter ego dello scrittore per quanto concerne il suo rapporto contrastato con la fede, ma anche tra lo scrittore e la stessa narratrice c’è un rapporto molto stretto: tantissimi aspetti che ci vengono mostrati di Ángela sono chiari riferimenti autobiografici di Unamuno stesso117. Questo a volerci ricordare in ogni momento come i suoi libri, i suoi stessi personaggi, siano nient’altro che un’ulteriore analisi del suo pensiero, delle sue angosce, delle sue inquietudini. Ángela sarà anche colei che scoprirà il segreto del parroco in un climax ascendente che culmina appunto con la rivelazione da parte del parroco delle sue incredulità118. Viene fatta sedere sulla stessa poltrona dove sedeva sua madre in un riflesso speculare del suo essere la madre patriarcale del villaggio, del fratello Lázaro e di Don Manuel stesso. Ángela di fronte a tale confessione viene sommersa in un lago (sono i dubbi a sommergerla) di

116 Ibidem. 117 Ángela è orfana di padre come Unamuno (p.21 ed. Tranchida). “Aveva portato con sé alcuni libri” (p.22) riferimento al padre di Unamuno che era tornato dal Messico con un po’ di libri. 118 Unamuno, M., San Manuel Bueno, mártir,… pag. 51. 118 tristezza: questa immagine può essere sottoposta a una duplice interpretazione, quella della non-fede dei due uomini ma anche il rischio di venire lei stessa sommersa da tale incredulità.

Riflesso unamuniano nel parroco

La prima immagine del curato che emerge dal paragrafo quarto dell’opera è senz’altro il contrasto tra qualcosa di silenzioso, pacifico, discreto e il mormorare assordante del popolo, importante nella vita del parroco poiché è proprio a loro che dedica la sua funzione religiosa e molto probabilmente la sua vita. Da questi elementi si percepisce, in minima parte, la non serenità del protagonista. Ángela sceglie di confessare al parroco la volontà del fratello riguardo la lettura di libri, libri intesi come romanzeschi trattanti temi non appartenenti alla religione. Probabilmente un esponente clericale avrebbe consigliato di seguire le regole della Chiesa, ossia il divieto di consultare argomenti profani, ma don Manuel prende le distanze dalla dogmaticità della popolazione di Valverde de Lucerna, dalla dottrina cristiana, consigliando di leggere libri che donino la gioia di vivere, una gioia pacifica, silenziosa, capace di distogliere dalla realtà, molto probabilmente, gioia che don Manuel non possiede, ipotesi avanzata dalla stessa Ángela. Già da questi accenni iniziamo a capire come la religione per Don Manuel, e di riflesso naturalmente per Miguel de Unamuno, non sia vista come un dogma rigido e con un Dio da temere, bensì come una strada che debba portare alla gioia e alla serenità. Per questo il parroco è disposto a sacrificare la propria serenità dietro una maschera che non gli consente di esprimere ciò che veramente pensa e prova: il desiderio di mostrarsi per quello che è veramente è sicuramente meno forte della volontà di tenere saldo il suo paesello, saldo nella fede che porta alla gioia. Alla pagina 30 (ed. Tranchida) abbiamo una visione del popolo che va a messa, unito, fosse anche solo per vedere il proprio parroco e per sentirlo 119 parlare. Don Manuel aveva introdotto la recita del “Credo” all’unisono, riprendendo la messa pre-conciliare nella quale il “Credo” viene recitato a una voce, non un coro: la popolazione si fonde completamente in questa voce che sale fino a formare quasi una montagna (simbolo della fede) alla cui cima vi era Don Manuel. Una cima che però a volte si perdeva nelle nuvole fino a culminare nel momento in cui si recitava “credo nella resurrezione della carne e nella vita eterna” quando la voce di Don Manuel sprofondava “come in un lago” (simbolo del dubbio) lasciando pronunciare tali parole ai suoi parrocchiani. Egli taceva, così come tace la fede di Unamuno. La recitazione collettiva può essere interpretata come un tentativo, da parte del parroco, per riuscire a credere: il villaggio era Don Manuel e dunque anche Don Manuel era il villaggio. Egli spera così che la fede del suo villaggio lo possa portare alla sua fede: nessuno si salva da solo e colui che lotta quotidianamente per salvare gli altri, lotta anche per salvare se stesso. I parrocchiani dunque lo vedono come un secondo Cristo mentre egli si vede più come un secondo Mosè: è convinto di condurli all’illusione della Terra Promessa (e non della vita eterna) ma sa che morirà prima di arrivarvi perché, come Mosè, ha dubitato. Egli spera che gli altri lo aiutino a credere, cerca di salvare la propria personalità in quella del suo popolo, non può fermarsi perché dovrebbe pensare e ciò aumenterebbe la sua angoscia. È questo forse il punto di maggior comunione tra il parroco e Unamuno, il quale cerca disperatamente la fede anche attraverso i suoi personaggi ma la riflessione è troppo profonda e, anch’egli, sprofonda “come il un lago”. Don Manuel, come Unamuno, sa che la conoscenza porta al dubbio, alla crisi e quindi all’angoscia. Il parroco preferisce avere accanto dei tonti felici, piuttosto che dei dotti disperati. Il suo è un modo per cercare di mettere tutto a tacere affinché la stupidaggine possa mantenere l’inganno vitale. I cosiddetti “tonti felici” non vanno svegliati. Unamuno però non accetta questo lasciarsi vivere: il non problematizzare la propria vita equivale a non vivere ed è proprio su questa contraddizione che il piccolo romanzo vuol far riflettere.

120 Per Don Manuel gli ammalati veri119 sono quelli che non hanno il dono della fede tradizionale, non credono nella vita eterna, vivono angosciati e quindi hanno bisogno di essere consolati. Unamuno è un ammalato vero. La fede contrastata del parroco si esplicita chiaramente nella frase “Credi nel cielo, nel cielo che vediamo. Guardalo”120: il cielo che vediamo è anche quello che si riflette nel lago che è però simbolo del dubbio. L’ambiguità che ne traspare è quella di un cielo che è sia simbolo della fede che del dubbio.

Richiami al Vangelo121

119 “Mi stanno aspettando degli ammalati veri”, Unamuno, M., San Manuel Bueno, martire, Milano, Tranchida, 1993, p.41 120 Unamuno, M., San Manuel…, p.42 121 Tra i diversi rimandi al Vangelo possiamo citare, facendo riferimento all’edizione del 1993 della Tranchida Edizioni Milano, in particolare: p.21, la dedica “Se speriamo in Cristo soltanto in questa vita, siamo i più miserabili degli uomini”, San Paolo, ai Corinti, 1, 15, 19. p. 27 “giunse una madre”, Luca 7-11, 15 e Giovanni 2-3, 5. p. 28 “Dio mio, Dio mio, perché mi hai abbandonato?”, Matteo 27, 46. p.29 “sette spade” riferimento ai sette dolori della Vergine. “Non giudicate per non essere giudicati”. p.30 “In paese tutti andavano a messa, anche soltanto per ascoltarlo e per vederlo all’altare, dove pareva trasfigurarsi”, nella parola trasfigurazione è chiaro il riferimento a Cristo. p. 30 “dia a Cesare ciò che è di Cesare, che io darò a Dio ciò che è di Dio”, Luca 10. p.31 la popolazione di fa carico di Don Manuel per condurlo alla Terra Promessa: riferimento a Mosè che non vi arriverà mai perché ha dubitato, Deuteronomio 1, 27 p. 40 “udii quel grido lacerare la quiete del tempio”, Matteo 27, 51. p. 50 “un gallo cantò”, Matteo 26, Luca 60 e Giovanni 11, 35. p. 62 “il nostro regno non è di questo mondo”, Giovanni 18, 36. p. 64 “domani sarai con me in paradiso”, Luca 24, 43. p. 70 episodio in cui Blasillo cerca di baciare la mano a Don Manuel ma alcuni cercarono di impedirglielo: “Lasciate che mi si avvicini”, parallelismo con “Lasciate che i pargoli vengano a me”, Matteo 19, 14. p. 77 Angela, come portavoce di tutto il popolo, lancia un monito “Bisogna vivere!”, Angela vive nel popolo, non in Cristo, fa riferimento alla Lettera di S. Paolo ai Galati 2-20 “Non vivo io ma vive Cristo in me”. p. 82 “il Signore ti biasimi”, Matteo 9, 12. 121

Nel corso del romanzo non mancano riferimenti religiosi anche a testi sacri, principalmente al Vangelo. Questo per sottolineare maggiormente l’importanza che Unamuno dà (o dava…) alla fede cristiana, fondata su solide basi di studio e approfondimento filosofico, mettendo così in risalto il contrasto tra ragione e fede. Ciò che maggiormente risalta in questo breve romanzo è dunque la difficoltà unamuniana di comprendere la fede, il conflitto interiore che si esplicita in un’analisi approfondita dei testi sacri di cui dimostra di conoscere molto di più di tutti gli abitanti di Lucerna, intesi chiaramente come riflesso romanzato di credenti reali, accecati da una fede che lo scrittore non reputa “ragionata”. Attraverso questi richiami Unamuno mette in risalto la ragione sulla fede, domandandosi se davvero uno che crede al Vangelo, al Cristo, possa vedere la ragione come antagonista. A differenza di ciò che possiamo trovare nei suoi saggi critici (Agonia del cristianesimo, per fare un esempio), in questo romanzo tutta la sua analisi filosofico-religiosa è spostata alla quotidianità del vivere, è messa nelle mani della gente comune, reale. I personaggi del romanzo si fanno carico, attraverso la loro semplicità, dei pensieri e dei tormenti dell’autore: ognuno di loro, con le proprie caratteristiche, esprime una parte del pensiero unamuniano.

L’oppio religioso

Nell’elaborazione del romanzo “San Manuel bueno, Martìr”, Unamuno condensa dunque, non solo il suo pensiero filosofico attorno alla religione, ma anche e soprattutto i suoi conflitti interiori in merito a tale argomento. Questi conflitti vengono così esplicitati nell’immedesimazione dello stesso autore nei diversi personaggi che animano la vicenda: dal popolo inteso nella sua interezza come unico corpo, come unità, con il suo credere cieco e indiscriminato, passando per la narratrice Ángela che, pur mostrando una certa criticità nella sua fede, rimane salda ai suoi princìpi, 122 fino a culminare in Blasillo, massimo esponente della fede totalmente privata della ragione che porta però in una sorta di limbo estatico. Contro a questa mentalità, ma, in un vertiginoso gioco di controsensi, a sostegno della stessa, si stagliano chiaramente Don Manuel e Lázaro con la loro vita celata sotto una pirandelliana maschera di fede e conversione. La dicotomia fede-ragione risulta dunque finalizzata a un unico scopo: il benessere e la felicità del paesino. Il concetto marxista di “religione come oppio dei popoli” viene ora visto da Unamuno come un fattore altamente positivo per garantire la serenità dei più, portando però alla sofferenza e, soprattutto, al conflitto interiore il sacerdote: il sacrificio interiore e morale di un solo uomo volto alla salvezza del popolo. Il pensiero unamuniano, a seguito della crisi fortissima subita nel 1897, si ritrova in una situazione di impotenza, costretto nella ragione di chi non crede ma vorrebbe poterlo fare per il raggiungimento di una vita serena e cullata dalle certezze. Traspare dunque chiaramente il concetto marxista attuato però dal parroco in versione positiva e non per portare il popolo al tacito consenso di una volontà di Stato, bensì per condurlo attraverso la vita in serenità. L’oppio religioso è così il miglior controsenso per sconfiggere la sofferenza umana, ma coloro che sono destinati al pensiero, alle idee, ai concetti più alti, non potranno mai permettersi il lusso di abbandonarsi alla fede, stretti nella loro ragione che li porta verso il sapere, seppur disposti a incoraggiare la religione per un fine sociale e morale di non-sofferenza. Gli atti di Lázaro e Don Manuel non sono finzione perché sono volti a un fine più grande che è la gioia di vivere degli altri e forse perché, per il parroco, possono servire per fargli ritrovare la fede (desiderio unamuniano). Egli viene considerato un santo perché attua comunque un perfetto stile cristiano, ossia dare agli altri affinché vivano sereni. La verità del parroco è dunque quella del nulla, una verità che non porta alla consolazione e che quindi le persone semplici non sono in grado di accettare, Don Manuel porta il suo fardello e soffre mentre la religione può consolare e aiutare.

123 Emerge dunque il pensiero unamuniano del sincretismo religioso secondo il quale tutte le religioni sono vere: tutte le religioni non sono altro che una forma attraverso la quale le popolazioni cercano di superare il terrore del divenire. Meglio dunque vivere nel sogno, un sogno nel quale sono “beati i poveri di spirito” (Matteo 5,3), ossia, secondo il pensiero kierkegaardiano, beati coloro che non si sono svegliati e non subiscono la tortura del dubbio.

124

CAPÍTULO V

VOCES FEMENINAS SOBRE EL CONFLICTO BÉLICO: PARLA UNA DONNA, EL DIARIO DE GUERRA DE MATILDE SERAO

María Reyes Ferrer Universidad de Murcia

Introducción

Afirmaba la profesora Carla Gubert en una entrevista acerca de los testimonios de guerra escritos por mujeres, que “la guerra è un fatto maschile, equivale alla trincea, all’assalto, al soldato con l’elmetto; […]. Le donne non hanno combattuto, non sono morte, non sono reduci, sono soltanto mogli e madri di soldati”122. La guerra ha sido, históricamente, patrimonio de un sistema prevalentemente masculino, que ha elaborado una clara división entre el papel de los hombres y las mujeres durante el conflicto. Los hombres han estado asociados a los roles activos, liderados por los ejércitos masculinos, y las mujeres han quedado relegadas a un segundo plano de actuación, desempeñando roles pasivos desde el hogar. Respecto a estos últimos, y desde hace algunas décadas, se ha matizado el concepto de “pasividad”, asociado tradicionalmente a la figura femenina en el conflicto bélico, y se ha redimensionado la importancia de la actuación de

122 Giovanni Accardo, “La Grande Guerra vista dalle scrittrici” en Alto Adige, 11-II- 2015. 125 las mujeres, obligadas a asumir nuevas responsabilidades y realizar tareas con las que estaban poco familiarizadas, con el objetivo de salvaguardar el orden social establecido. Porque, si la guerra es concebida como un asunto masculino, sus consecuencias repercuten directamente sobre la vida de las mujeres, “sull’universo esperienziale della donna, alterandone drammaticamente il corso”123, como afirma Simona Wright. La Primera Guerra Mundial supuso un gran cambio en la vida de las mujeres italianas que se enfrentaban, por primera vez, a una demostración pública de sus capacidades y habilidades, apartándose parcialmente de los consolidados roles de género. Tras la firma del Tratado de Londres el 26 de abril de 1915, Italia tomó parte en el conflicto bélico, mostrando una evidente desventaja en el equipamiento y en la producción armamentística. Las mujeres fueron llamadas, por primera vez y bajo una circular ministerial emitida el 29 de agosto de 1915, a trabajar en las fábricas, generalmente alimentarias y textiles, con el objetivo de “lenire la disoccupazione e dare alle famiglie povere la possibilità di fronteggiare l’attuale difficile situazione economica”124. La convocatoria de trabajo preveía ciertas medidas de atención para proteger el bienestar de las mujeres en lo que respectaba a las horas laborales o las cuestiones de salud: “Questi riguardi consistono nel non eccedere le 60 ore settimanali di lavoro, nell’escluderle dai turni notturi en el proibire il lavoro nell’ultimo mese di gravidanza e nel primo dopo il parto”125. Sin embargo, tales medidas no fueron siempre respetadas y, además, se pasaron por alto las características sociales y demográficas de las mujeres, que dio como resultado la creación de un grupo heterogéneo de trabajadoras con distintos rendimientos y resultados:

123 Wright, Simona, “La guerra al femminile, tra esperienza e comunicazione letteraria: L’Agnese va a morire, Lessico Famigliare, Prima e Dopo”, Forum Italicum, número 32, Londres, 1988, pág. 63. 124 Doni, Elena; Fugenzi, Manuela, Il secolo delle donne. Iitalia del Novecento al femminile, Bari, Laterza, 2001, pág.118. 125 Ibídem, pág. 118. 126 L’accento sull’eterogeneità della composizione delle operaie delle munizioni, benché funzionale alla rappresentazione di una patriottica democratizzazione d’officina […] rispecchiava comunque la fisionomia di una mano d’opera largamente improvvisata, le cui caratteristiche variarono a seconda delle condizioni produttive dell’industria italiana e dei locali mercati del lavoro126.

Al desempeño que las mujeres realizaban en las fábricas habría que añadir el ejercicio de otras profesiones tradicionalmente masculinas, como el de barrenderas, agricultoras, conductoras y oficinistas, entre otras, adquiriendo un mayor protagonismo en la vida pública y una visibilidad social que, hasta entonces, era desconocida. Además, fieles a la causa y aprovechando la oportunidad que la patria les brindó, muchas mujeres se hicieron voluntarias de guerra, prestaron asistencia en la Croce Rossa -que les valió el apelativo de crocerossine 127- y utilizaron su habilidad para gestionar la economía doméstica y social, poniendo en práctica el ingenio y los pocos medios de los que disponían:

Utilizzare le bucce dei piselli per farne sformati, fare la marmellata senza zucchero –aggiungendo un grammo di acido salicilico per ogni chilo di frutta cotta-, rivoltare le giacche troppo lise, confezionare vestiti con il velluto a coste dei sedili dei vagoni ferroviari di seconda classe,

126 Curli, Barbara, Italiane al lavoro, 1914-1920, Venezia, Marsilio, 1998, pág. 32. 127 Las actividades de voluntariado y las labores de cuidados dirigidas a los soldados heridos fueron sobre todo desempeñadas por mujeres pertenecientes a las clases sociales más acomodadas de la sociedad. Una de las labores que resulta más llamativa de entre las actividades de asistencia es el de las madrinas de guerra. La función de estas mujeres consistía en mantener correspondencia con un determinado número de militares para darles apoyo moral: “La «madrina» è per i soldati un «femminile» talmente lontano e irraggiungibile da diventare una «donna angelicata». Una figura che compendia tutte le qualità femminili. Troppo bella, buona, colta per poter essere contaminata dall’esperienza della guerra” (Molinari, Augusta, Una patria per le donne. La mobilitazione femminile nella Grande Guerra, Boloña, Il Mulino, 2014, pág. 221). 127 ricavare stivali di gomma dalle camere d’aria delle ruote dei camion128.

Sin embargo, pese a que la guerra fuera considerada por muchas mujeres una oportunidad clave para salir del hogar y lograr una mejora de las condiciones de vida femenina, estas pagaron el precio del conflicto bélico con sudor, sangre y lágrimas. En cuestión de poco tiempo, se vieron obligadas a abandonar sus hogares de forma drástica y ejercer unas tareas que implicaban un sobresfuerzo por el desconocimiento y la dificultad que entrañaban, sin considerar un período de adaptación al nuevo entorno. Con el paso de los meses, cuando ya estaban habituadas a los ritmos laborales, la gran mayoría de las mujeres tuvo que abandonar sus puestos de trabajo para dejar paso a los supervivientes de la guerra que, una vez finalizada, tuvieron prioridad para volver a ocupar sus anteriores oficios. La mano de obra femenina se convirtió en lo que Gabriella Parca demonima “‘esercito di riserva’, da richiamare quando ce n'è bisogno e da congedare quando non servono più” 129 . Además, las pocas mujeres que continuaron desempeñando sus funciones fueron víctimas de la violencia ejercida por el movimiento paramilitar de los squadristi, grupos afines al fascismo italiano, que pretendía, entre otros objetivos, reestablecer el orden patriarcal social y conferirle a la mujer su tradicional rol reproductivo y de cuidadora del hogar. Las consecuencias de la pérdida del puesto de trabajo se hicieron todavía más agudas con la pérdida material y emocional que la guerra causó: madres que habían perdido a sus hijos en el frente y mujeres viudas130, para las que no se contemplaron unas fuentes de ingresos alternativas a las aportadas por el varón, por lo que estaban destinadas a la pobreza.

128 Doni, Elena; Fugenzi, Manuela, Il secono delle donne…, pág. 10. 129 Parca, Gabriella, L'avventurosa storia del femminismo, Milán, Mondadori, 2005, pág. 46. 130 El estudio de Doni y Fugenzi recoge cifras acerca de las víctimas de la guerra: “se si pensa che i caduti furono 680.000, mentre 500.000 persone morirono nel 1917 per l’epidemia di “spagnola”-una forma influenzale che ebbe facile presa sulla popolazione indebolita dalle privazioni-, si può dire che non ci sia stata una casa senza lutti” (Doni, Elena; Fugenzi, Manuela, Il secono delle donne…, pág. 190). 128 Como se ha visto, a pesar de la implicación de las mujeres en la guerra, la historia recoge la experiencia bélica desde la perspectiva masculina, la del héroe que combate en el frente o la del soldado caído, con una notable escasez de testimonios de mujeres que, bien desde las trincheras asistiendo a soldados, bien desde las fábricas, el campo o sus hogares, vivieron el horror y la violencia extrema que conlleva una guerra. En las últimas décadas, y coincidiendo con el empuje del movimiento feminista en Italia, han salido a la luz varios escritos femeninos en los que se reflejan las opiniones de las mujeres acerca del conflicto y sus vivencias en primera persona131. Detenerse en la perspectiva de la guerra vista con ojos de mujer supone dar voz a valiosos testimonios que, sin duda, enriquecen el complejo episodio bélico y ofrecen nuevas experiencias fuera y dentro de las trincheras:

Personal narratives –published and unpublished letters, diaries, and memoirs written by men and women from Italy, Austria, Britain, and the United States- flesh out women’s war experiences along the Italian Front. No matter their nationality or motive, women at the front remained women, and studying their perspective helps complete history’s picture of what happened in the Great War132.

131 A pesar de que hayan visto la luz numerosos textos escritos por mujeres, el número real de estos no es tan alto si se compara con el de los hombres. Además, como la estudiosa Margaret Higonnet sostiene, “texts by women about war have become a casualty of history. Printed on acid paper and never reprinted, many oftheir books... are falling now into dust and may permanently disappear from history" (Higonnet, Margaret, “Matrices of War”, en Higonnet, Margaret; De Valdés, María Elena, The force of visions: New visions of creation, feminist innovations in literary theory, Tokio, University of Tokio Press, 1995, pág. 140. 132 Belzer Scardino, Allison, Women and the Great War: Femininity under Fire in Italy, Nueva York, Macmillan, 2010, pág. 8. 129 Las mujeres y la guerra: defensoras y detractoras del conflicto

Los testimonios escritos por mujeres revelan que existieron posturas opuestas en lo referente al conflicto bélico, que estuvieron lideradas por dos grupos principales: las que defendían la intervención de Italia y las que, por el contrario, mantenían una posición neutra o de rechazo. El debate entre las partidarias y las detractoras dividió profundamente a las mujeres, sobre todo a aquellas que pertenecían a una clase social más elevada133. Por lo general, las intervencionistas fueron las mujeres que, de manera voluntaria y por convicción ideológica, decidieron tomar parte en el conflicto, desempeñando labores de enfermería y promoviendo los ideales propagandísticos y patrióticos, manteniéndose fieles a la idea de sacrificarse por los valores de la nación:

Le volontarie condividono la definizione del senso della propria scelta come sacrificio di sé per una patria concepita spiritualisticamente, sacralizzata. Ma accanto al tema fortemente ideologico del sacrificio, nelle memorie è costantemente presente quello dell’esperienza di guerra come emancipatrice dai limiti del ruolo femminile. Per queste signore dell’alta borghesia, abituate alla fatuità dei salotti mondani, la vita dell’ospedale, per quanto dura, rappresenta la scoperta della propria forza, il terreno di amicizie e solidarietà, il rapporto profondo, sia pure nella dimensione spirituale di “madri e sorelle”, con i giovani uomini loro affidati134.

El análisis trazado por Laura Guidi sobre la intervención voluntaria de

133 Cfr. Cutrufelli, Maria Rosa, et.all, Il Novecento delle italiane. Una storia ancora da raccontare, Roma, Editori Riuniti, 2001. 134 Guidi, Laura, “Dagli «entusiasmi fecondi» all’«angoscia tremenda». La Grande Guerra delle crocerossine italiane”, La camera blu. Rivista di studi di genere, número 13, Nápoles, 2015, pág. 55. 130 las mujeres en la guerra abre una nueva línea de reflexión ya que aparecen vinculados dos factores que justifican la actuación femenina: el marcado sentimiento nacionalista, expuesto públicamente, y los motivos relacionados únicamente con cuestiones de género, que aparecen de manera menos manifiesta. El hecho de que estas mujeres tuvieran la oportunidad de desplegar su potencial y demostrar sus capacidades fuera de los confines domésticos hacía que la guerra fuera vista desde una doble óptica, como una tragedia con consecuencias beneficiosas. Sobre el escenario lúgubre del conflicto, las mujeres se sienten útiles y se atisba la posibilidad de una futura integración femenina en la sociedad, pudiendo obtener una “extensión de la ciudadanía”135. En los documentos escritos por numerosas crocerossine se recogen testimonios fieles a los valores propagandísticos, defienden la causa bélica y tratan de justificar la barbarie como un aspecto necesario para la regeneración de la patria. Las voluntarias de guerra no fueron las únicas que apoyaron y formaron parte de la postura intervencionista de Italia sino que, a esta llamada, se adhirieron también muchas intelectuales, en su mayoría integrantes del Futurismo. Entre estas cabe destacar la figura de Maria Ginanni, la propulsora del movimiento futurista femenino y una de las más ardientes defensoras de la guerra, a la que se debe la mayor parte de los artículos acerca de la guerra, “escritos a modo de panfleto, para desencadenar la polémica con los lectores, en un gesto del todo masculino, il “piglio maschile”, que tiene que ver con el entusiasmo con el que la escritora afrontaba los hechos bélicos, algo absolutamente normal en la ideología futurista”136. Los escritos de Rosa Rosá, otra de las componentes de este movimiento, recogen buena parte del pensamiento femenino futurista y en ellos se analiza la guerra como una oportunidad única para las mujeres:

135 Molinari, Augusta, Una patria per le donne…pág. 60. 136 Peña, Victoriano, “Mujeres futuristas en la primera guerra mundial: feminismo, creatividad y regeneración social”, Estudios románicos, número 24, Murcia, 2015, pág. 49. 131 Dopo la guerra, quando milioni di uomini ritorneranno presso le loro compagne che hanno lasciate in lacrime, deboli come bimbe di fronte allo strazio delle separazioni, paurose come educande davanti alla vita che ora bisogna affrontare da sole. Gli uomini allora troveranno donne che la guerra ha scosse come ha scosso gli uomini137

Sin embargo, y a diferencia de muchas intelectuales, las voluntarias, desde el campo de batalla, comenzaron a mostrar sus reticencias a la hora de defender la guerra como un valor patriótico, tras haber experimentado la crudeza del conflicto. Una de estas mujeres fue la voluntaria Maria Luisa Perduca, que inicialmente manifestó su entusiasmo por poder participar en la gran labor común nacional pero, más adelante, sus ánimos comenzaron a desplomarse y se vio vencida por el desconsuelo que la violencia dejaba a su paso. Uno de los escritos que tuvo una notable repercusión, por la dureza de sus palabras y la desolación que se refleja, fue la carta que escribía en febrero de 1916 en la que dejaba entrever la dudosa moral del apoyo a la guerra:

Non ne posso più; e maledico la guerra e maledico il destino, e maledico quelli che l’hanno voluta, quelli che l’hanno preparata, provocata... Basta sangue, basta pus, basta strida, basta morte, basta lagrime. Tutta la nostra giovinezza si ribella, si rivolta disperatamente. Tutta la nostra anima nei giorni avanti come impietrita, come abbrutita dall’angoscia, si ridesta in noi e prorompe con violenza cieca, ostile, contro tutto e tutti. Poi ci assale come un desiderio infinito di fuggire, di morire […]138.

137 Rosá, Rosa, “Le donne del posdomani I”, L’Italia futurista, número 18, Florencia, 1917, pág. 1. 138 Perduca, Maria Luisa, Un anno d'ospedale (giugno 1915 - novembre 1916): Note di un’infermiera, Milano, Treves, 1919, págs. 57-58. 132 Este testimonio, junto con el de otras mujeres, da cuenta de las posturas contradictorias que experimentaban muchas voluntarias y que revelaban en sus diarios en los que, por un lado lanzaban mensajes en consonancia con la propaganda nacional y, por otro, daban una visión negativa de la guerra, donde los soldados no se veían como héroes sacrificados sino como víctimas de un entramado político de la nación139. Por otra parte, aunque en ocasiones desde posiciones no tan distantes, tomaron la palabra las mujeres que mantuvieron posturas críticas acerca de la intervención de Italia en el conflicto. Muchas de ellas, con el recuerdo todavía vivo de la guerra de Libia, se movilizaron y participaron en diferentes protestas al grito de “pane e pace”, tratando de impedir lo que resultó inevitable. En abril de 1915, el comité internacional de las mujeres socialistas publicó en el periódico Avanti un manifiesto dirigido a las mujeres trabajadoras en el que se rechazaba abiertamente la intervención de Italia en el conflicto:

Ma voi donne che cosa aspettate per manifestare la vostra volontà, per protestare contro la guerra, per esigere che la pace sia conclusa? Che cosa ancora vi trattiene? […] Qual è lo scopo di questa guerra? Si dice che si tratta del benessere della patria, della sua difesa. Ma per benessere della patria, non dovrebbe intendersi quello di milioni di cittadini che la guerra riduce cadaveri, mutilati,

139 La profesora Carla Gubert afirmaba, tras llevar a cabo una minuciosa investigación sobre las crónicas bélicas escritas por mujeres, que existían escritoras que se mostraron “entusiastas de la guerra”, tomando prestada la expresión que utilizó la escritora Anna Franchi, pero no estuvieron muy convencidas de la postura intervencionista, excepto en el caso de las futuristas, que no mostraban ningún reparo en apoyar la participación en el conflicto: “Tra le scrittrici «entusiaste della guerra» […] il numero più consistente di scritti giunge da una produzione marcatamente patriottica: non tutti in verità di buona fattura e in generale poco originali, assoggettati a quella retorica bellica che si vuole schematica e con poche ricorrenti idee convenzionali” (Gubert, Carla, “Cronache dal fronte domestico. Le scrittrici italiane e la Grande Guerra”, Arriaga Flórez, Mercedes; Bartolotta, Salvatore; Martín Clavijo, Milagro (eds.), Ausencias. Escritoras en los márgenes de la cultura, Sevilla, Arcibel, 2013, pág. 595 133 invalidi, disoccupati, mendicanti, vedove ed orfani?... Basta con l'assassinio! Questo grido s'innalza in tutte le lingue e trova eco nelle trincee…”140.

La posición de las mujeres obreras fue especialmente contraria a la postura intervencionista. La socialista Anna Kuliscioff, fundadora de la revista La difesa delle lavoratrici, fue una de las voces de disenso que más se hicieron oír y, junto a ella, el de numerosas políticas y sindicalistas, como Maria Goia, Argentina Altobelli o Maria Giudice, que mostraron su oposición a la intervención bélica de Italia. Otros nombres femeninos asociados con la protesta bélica fueron los de Anna Franchi, Annie Vivanti, Sibilla Aleramo o Amalia Guglielminetti, renombradas escritoras italianas que, bajo fórmulas literarias, fueron capaces de transmitir una ideología diversa a la dominante: “Nelle novelliste e romanziere si trovano forse i racconti più interessanti sulla quotidiana esistenza in tempo di guerra, scritti che non sempre, poiché lontani dalla propaganda, risultano apprezzati dai contemporanei”141. Cercanas a las escritoras literarias, y en ocasiones desempeñando ambas funciones, las periodistas tuvieron un papel esencial en la difusión de las ideas neutrales y destacaron por su activa participación el debate nacional:

È importante sottolineare il ruolo avuto, accanto alle scrittrici, dalle giornaliste, che non solo hanno captato e registrato ogni forma di cambiamento, ma spesso ne sono state all'origine, combattendo battaglie d'opinione, svelando situazioni dolorose, facendosi portavoce di un disagio femminile ancora coperto dal silenzio. La professione, sotto l'urgenza di appropriarsi della parola pubblica e dei suoi strumenti di diffusione e di denuncia, si è andata via via affollando di donne, fino a rappresentare forse l'indicatore più attendibile dei progressi dell'emancipazione.

140 Parca, Gabriella, L'avventurosa storia del femminismo, Milán, Mondadori, 2005, pág. 46. 141 Gubert, Carla, “Cronache dal fronte domestico”… pág. 597. 134 Anche le inviate di guerra si sono moltiplicate, nell'ansia di calpestare l'ultima “zona vietata”: quella del pericolo142.

Estos convulsos años, de incontables pérdidas, de numerosas batallas geográficas e ideológicas, inspiraron los escritos de una de las mujeres más influyentes del periodismo italiano hasta la fecha, Matilde Serao.

La signora del Mattino: la excepcional figura de Matilde Serao

A diferencia de la suerte que corrieron otras mujeres contemporáneas a ella, Matilde Serao no pasó desapercibida en el mundo editorial de finales del siglo XIX e inicios del XX. Su vasta producción literaria –escribió más de 60 obras y practicó diversos géneros- y su activa participación en la prensa le hicieron ganarse la admiración del público y de la crítica, llegando a ser una de las personalidades más influyentes de su tiempo. Su excepcionalidad reside en una admirable combinación de un carácter fuerte y determinado, con un talento sobresaliente para la escritura. Respecto al aspecto más personal, Matilde Serao adquirió cierta notoriedad por su aspecto físico y la rudeza de sus modales, algo inusual para una mujer a finales del siglo XIX. Tanto es así que llegó a ser definida como “donna tozza e brutta che gesticolava e gridava alla maniera delle popolane napoletane, tanto da creare intorno a sé un mito non sempre benigno”143, o como “grossa e tozza, con un’aria da maschiaccio, estroversa, gesticolante, sgraziata e chiassosa”144. La escritora americana Edith

142 Roccella, Eugenia; Scaraffia, Lucetta, Italiane. Dall’Unità d’Italia alla Prima Guerra Mondiale, Roma, Presidenza del Consiglio dei Ministri, Dipartimento delle Pari Opportunità, 2003, pág. X. 143 Costa- Zalessow, Natalia, Scrittrici italiane dal XIII al XX secolo. Testi e Critica, Ravenna, Longo Editore, 1982, pág. 254. 144 Roselli, Ciro, Storia e modelli della letteratura italiana. Dalle origini ai giorni nostri, Lulu.com, 2012, pág. 466. 135 Wharton también alimentó las críticas a su aspecto abigarrado pero, de manera especial, quiso dejar constancia de la inteligencia y la audacia que caracterizaban a la escritora, siendo esta una cualidad que deslumbraba a cuantos la escucharan hablar:

Ella non parlava mai dall’alto, né cercava di predominare nella conversazione; le interessava soltanto lo scambio di idee con persone intelligenti. Il suo tirocinio come giornalista, prima nel giornale di suo marito, Edoardo Scarfoglio, Il Mattino, e poi come direttrice di un proprio quotidiano, Il Giorno, le aveva dato una conoscenza immediata della vita, e una esperienza di questioni pubbliche che mancava completamente nei salotti delle donne, in cui primeggiava per spirito ed eloquenza. […] La viva immaginazione della narratrice (due o tre dei suoi romanzi sono magistrali) era alimentata da vaste letture e da una varia esperienza di classi e di tipi che le veniva dalla sua carriera giornalistica; e la cultura e l’esperienza si fondevano nello splendore della sua poderosa intelligenza145.

Como Wharton señalaba, tras su separación sentimental, Matilde abandonó el periódico en el que trabajaba junto a su marido y decidió fundar uno propio, Il Giorno, el primer periódico fundado por una mujer en Italia y del que seguirá al mando hasta su muerte, en 1927. Bajo su dirección, Il Giorno fue definido como la voz de la mentalidad y de la cultura burguesa de la época. Y, precisamente, si algo provocó que la crítica y el público se deshicieran en elogios con la escritora fue su agudeza a la hora de retratar la vida mundana del momento, narrada con un estilo ingenioso y ameno. Para transmitir la realidad que le rodeaba, necesitaba observar y captar los rasgos definitorios de la clase social en cuestión, algo que plasmó con gran éxito en su célebre columna titulada “Api, Mosconi e Vespe”. De su aguda

145 Wharton, Edith, Uno sguardo indietro, Roma, Editori Riuniti, pág. 213. 136 labor de observación periodística nacieron muchos de sus personajes literarios y se recrearon las minuciosas historias acerca de la vida y las costumbres de las clases sociales. No es casual que, por esta razón, a Matilde se le haya atribuido el epíteto de “periodista de la novela” o “novelista de la prensa”, por la fusión de las técnicas y los estilos. Para la escritora, el periodismo superó los límites profesionales y llegó a ser una necesidad de expresión personal, una manera de establecer la comunicación con la sociedad a la que ansiaba transmitir sus sensaciones, sus juicios, sus virtudes y sus defectos:

L’articolo del giornale dà alla mia impazienza, alla mia ansietà una soddisfazione immediata, sono vinta da quella febbre… giornale è tutta la storia di una società, e specialmente tutta la sua svariata, profonda, fugace, balenante, ondeggiante, multanime, diffusa e raccolta, lanciata sino agli estremi confini dell’orizzonte e ripresa in un pugno, un immenso dettaglio e una sintesi possente e geniale146

Dentro del amplio espectro social que abarca su investigación periodística, la escritora reserva una mirada de especial atención hacia las mujeres. Se detiene para analizar las condiciones de trabajo femenino y denuncia las injusticias que sufren en el ámbito laboral; critica las prohibiciones147 y la escasez de medidas sociales para ayudar a las mujeres, así como la desprotección que sufre la infancia como consecuencia de la condición femenina. Concienciada con la causa, Matilde escribe a las mujeres y sobre ellas, colabora de manera activa en las publicaciones

146 Serao, Matilde, Il giornale, Napoli, Perella, 1906, pág. 14. 147 Es interesante analizar la postura que Matilde Serao mantiene acerca de los derechos de las mujeres ya que se proclamó abiertamente antifeminista y, sin embargo, criticó con dureza la falta de igualdad social. Cfr. Harrowitz, Nancy, “Double Marginality: Matilde Serao and the Politics of Ambiguity”, en Ornella Marotti, Maria (ed.), Italian Women Writers from the Renaissance to the Present. Revising the Canon, Pennsylvania, Pennsylvania State University Press, 1996, págs. 85- 95. 137 femeninas y les dedica columnas enteras en las que se muestra cómplice y conocedora de su realidad marginal:

Se ha dicho de Matilde Serao que era atenta conocedora de los sentimientos, de las alegrías, de las angustias y también de la marginación, de la miseria y la degradación de las mujeres, tal como demuestran la serie de perfiles y bocetos femeninos (Le telegrafiste, Le maestre, Le sarte) que, como en el caso de su narrativa, actúan como vehículo de denuncia de su condición marginal, aunque con heroínas, ajenas a todo estado de conciencia ideológica e ignorantes del significado de las palabras "lucha" o "revolución"148.

Al estallar la guerra, como era habitual, retrató la tensión del momento a través de sus artículos de periódico y, con una mirada atenta, se dirigió a todas las mujeres que, lejos del frente, sufrían las consecuencias del conflicto desde el hogar, reconfigurando su cotidianidad y tratando de sobrellevar la pérdida de los hijos, llamados a combatir.

Parla una donna: la realidad de la mujer en tiempos de guerra

Una parte de los artículos que Matilde Serao escribió en su periódico Il Giorno entre mayo de 1915 y marzo de 1916 fueron editados en un volumen llamado Parla una donna. Diario femminile di guerra, que vio la luz a finales de ese mismo año. Los artículos recogidos no tratan tanto de una mujer, de Matilde, que relata episodios de guerra sino que, más bien, en ellos se presenta a una mujer que habla a las mujeres a través de la

148Almazán Ramírez, Lola. (2001). “Matilde Serao periodista” en VV.AA, Mujer, cultura y comunicación: realidades e imaginarios. IX Simposio Internacional de la Asociación Andaluza de Semiótica, 2001, Sevilla, Alfa, págs. 717- 728. 138 guerra149. Como se puede observar desde las primeras páginas del manuscrito, la escritora no apoyó la intervención de Italia en la guerra y, siguiendo el argumento de Elisabetta Rasy150, su pacifismo fue de tipo humanitario y no de tipo político: “Mentre la guerra arde, divampa, distrugge, come raccogliersi per comporre delle povere piccole storie, per misurare i ritmi di alcuni versetti? […] Mentre la Falciatrice crudele recide, recide, a migliaia, i giovani palpitanti di un fresco sangue, gli uomini temprati nelle virili energie, e le terre non hanno che cadaveri […]”151. Al analizar el contenido de la obra, sorprende que este diario de guerra, enriquecido con cuidadosas descripciones del día a día y opiniones personales de un período concreto del conflicto bélico, haya quedado prácticamente olvidado. El desconocimiento general del volumen podría estar motivado por dos razones: por un lado, llama la atención el escaso interés que la disciplina histórica ha mostrado hacia la “pequeña historia”, protagonizada por mujeres anónimas que no lucharon directamente en el frente y afrontaron la guerra desde una posición marginal y, por otro, la irrelevancia que se le ha otorgado al testimonio de la escritora y sus apreciaciones del conflicto:

[…] le vicende narrate non sono colte sul campo, non sono testimonianze dirette del conflitto ma da un lato sono considerazioni della Signora Serao sulla scorta delle notizie che arrivavano dal fronte e dall’altro sono suggerimenti riguardo alla condotta che le donne rimaste a casa avrebbero dovuto mantenere allora il volume si rivelerà interessante sia per lo spaccato di vita sociale che

149 Matilde Serao, en el prólogo de la obra, afirma escribir como mujer y desde la perspectiva de mujer, no desde el papel de la escritora: “Ma non era una scrittrice quella che aveva visto, osservato con occhi acuti, e che narrava una toccante istoria, con le sue frasi più efficaci: era una donna, solamente una donna, che aveva sentito commuoversi il suo sempre tremante cuore […]” (Serao, Matilde, Parla una donna. Diario femminile di guerra, Milano, Trevés, 1916, pág. XIV) 150 Rasy, Elisabetta, “Parla una donna. Il diario di guerra di Matilde Serao”, Chroniques italiennes, número 39-40, 1994, págs. 243-254. 151 Serao, Matilde, Parla una donna… pág. IX 139 contiene sia perché la lettura confermerà l’idea comune di come i giornalisti nascondessero o edulcorassero la realtà cruda della guerra152.

Por motivos de propaganda y censura, la realidad acerca del conflicto se reflejaba en la prensa de manera menos amarga y más heroica, al igual que ocurría con las misivas que los soldados enviaban a sus familiares, aunque por razones diversas. Los artículos que Matilde Serao escribió, y como afirma Silvia Zangrandi (2015), tratan asuntos concernientes al conflicto pero carecen de una cierta fidelidad de los acontecimientos, omitiendo episodios o haciendo breves alusiones a otros tantos que fueron especialmente relevantes y cruentos, como las batallas contra el ejército austro-húngaro o la batalla más larga de la Primera Guerra Mundial, la de Verdún. No obstante, sus escritos van más encaminados a resaltar las cuestiones humanas, elogiando el valor de los soldados153 y la labor de las mujeres que luchan diariamente, estas últimas, contra las dificultades de la vida doméstica:

Ma i contadini d’Italia sono partiti, per la guerra […]. E allora, le contadine italiane, in estate e in autunno, hanno raddoppiato, triplicato il loro lavoro quotidiano: le più pesanti, le più dure, le più estenuanti fatiche degli uomini, esse le hanno

152 Zangrandi, Silvia, “Una donna che parla alle donne: la prima Guerra mondiale vista da Matilde Serao in Parla una donna”, Cuadernos de Filología Italiana, número 22, Madrid, 2015 pág. 198 153 Napolitana de corazón y de adopción, Serao alaba el valor de un joven soldado napolitano y describe su coraje con gran admiración: “Dopo aver letto e apprezzato ogni dettaglio e ogni nome, non avete voi immaginato quella mirabile impetuosa gaiezza, con cui il soldato napoletano si è gittato sul nemico, e quante e quante volte il suo ardore ha dovuto essere frenato dai suoi ufficiali, che gli gridavano di stare quieto, di stare tranquillo, di aspettare gli ordini, e il napoletano sbuffava di gioconda ira, di efficace ira, contro il nemico che aveva dirimpetto, e su cui ancora non si poteva slanciare? […] ecco che il soldato napoletano sopporta lietamente tutti i disagi e tutte le privazioni di un esercito in piena efficienza di guerra […], ecco che il soldato napoletano si sveglia prima di ogni altro, è pronto alla fatica come nessun altro, non accusa stanchezza, non si lagna, non borbotta, non demoralizza gli altri” (Serao, Matilde, Parla una donna… págs. 39- 40) 140 assunte, con tacito coraggio, con muta fermezza, chiudendo nel loro grande cuore – si, grande e semplice cuore!- la tristezza e lo sgomento per l’assente, per il lontano. Sono mancati gli uomini, alla falciatura, alla trebbiatura, ai torchi delle ulive, ai mastelli dell’uva: le donne han falciato, e trebbiato, le donne han fatto l’olio e han fatto il vino154

Para Serao, la trágica experiencia de la guerra crea, a su vez, una ocasión para celebrar las virtudes de la mujer italiana, trabajadora y capaz de hacer frente a los cambios que alteran sus ritmos de vida:

Lasciate improvvisamente sole dagli uomini chiamati al fronte, fidanzate, mogli e madri si rimboccano le maniche in una situazione di sofferenza estrema e imparano ad affrontare una nuova condizione che segna l’avvio del processo di emancipazione femminile e della decadenza della società patriarcale italiana. La lontananza degli uomini permette a molte donne di mostrare le proprie capacità e le proprie qualità […]155.

Como se dijo anteriormente, el libro está dedicado abiertamente a las mujeres, a las víctimas anónimas de un conflicto, por las que la periodista siente admiración, compasión y empatía. De las mujeres, ante todo, destaca su valor y su virtuosismo, la capacidad con la que transforman sus vidas y realizan tareas, duras y difíciles, con tal de beneficiar a la sociedad y sobrevivir a los tiempos de guerra:

154 Serao, Matilde, Parla una donna… pág. 116. 155 Soglia, Nunzia, “Donne e Grande Guerra negli articoli di Matilde Serao”, en Baldassarri, Guido; Di Iasio, Valeria; Ferroni, Giovanni; Pietrobon, Ester (a cura di), I cantieri dell’italianistica. Ricerca, didattica e organizzazione agli inizi del XXI secolo. Atti del XVIII congresso dell’ADI – Associazione degli Italianisti, Roma, Adi editore, 2016, pág. 2. Publicación online [fecha de consulta: 1-02-2017]. Disponible en: http://www.italianisti.it/Atti-di- Congresso?pg=cms&ext=p&cms_codsec=14&cms_codcms=792 141 Come dirvi, qui, i nomi femminili che, da tanti mesi, dànno prova di un tacito coraggio? Nessuno li sa, questi nomi di donne che hanno voluto e vogliono affrontare la morte, pur di non mancare al loro dovere […]. Tranquille e silenziose, queste donne partono, per un lungo e pericoloso viaggio di mare, mentre il più orrendo fra i rischi si delinea innanzi ai loro occhi, il micidiale siluro, l’affondamento, la morte, in fondo al mare. Pure, esse sono partite egualmente, esse partono sempre, perchè dovevano, perchè debbono partire, forse per un obbligo sacro, forse per un santo affetto, forse per una ricerca di lavoro, di pane: sono partite, partono, rassicurando l’incertezza triste, l’affanno doloroso di coloro che restano e si raccomandano, per avere subito notizia156.

Tales sentimientos nacen de una identificación plena con sus interlocutoras: Matilde es mujer y es madre de tres hijos -Antonio, Paolo y Vittorio, a quienes dedica el libro,- que han sido enviados a combatir en el frente. Desde su acomodada posición, asentada en los valores de la “piccola borghesia”, la escritora trata de visibilizar a esa multitud femenina y comprende el dolor de las mujeres, a quienes les han arrebatado a sus hijos y a sus maridos, y solas, invisibles para un país volcado en sus soldados, deben hacer frente a la cotidianidad:

Tutte sono ridiventate delle donne, delle semplici, oscure donne, nella loro sussultante sensibilità, nella loro tenerezza sanguinante, in tutte le loro viscere materne, sofferenti di un dolore che non ha nome e che ha tutti i nomi: tutte non sono state più che madri di soldati, mogli di soldati, sorelle di soldati: tutte sono state solamente delle ignote anime femminili, che della loro innumerevole pena, hanno voluto fare un’opera di pietà femminile, di carità femminile, un’opera di bene, anonima, quasi segreta e pure palese,

156 Serao, Matilde, Parla una donna… págs. 224- 225. 142 un’opera efficace, di bene, di bene, non altro che di bene!157.

A pesar de ser contraria al emergente movimiento feminista, a través de la escritura, Serao pone en práctica el affidamento y la sororidad entre las mujeres, es decir, visibiliza las experiencias comunes femeninas para fortalecer la confianza entre ellas y en ellas, en un contexto en el que predominan el autoritarismo y la cultura del patriarcado. La escritora reta esta jerarquía simbólica para generar empatía y potenciar una alianza entre mujeres en la que se reconozca el mérito femenino158 y se creen vínculos basados en una experiencia común. Con el fin de traer a la conciencia pública las prácticas femeninas y fomentar la hermandad entre mujeres, Matilde hace un recorrido por “gli episodi della virtù muliebre, ove sono espressi i sensi di ammirazione, per tanto valore di fanciulle, di donne, di madri, non ingannarti, su ciò che è questo libro. Esso non è escito dalla penna di una scrittrice: in esso, parla una donna”159. Si nos detenemos en el concepto de sororidad, proveniente del vocablo latino soror, hermana, este fue definido por Marcela Lagarde como

[…] una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer [...] Sumar y crear vínculos. Asumir que cada una es un eslabón de encuentro con

157 Íbidem… pág. XII. 158 A lo largo de la obra, Serao elogia la labor de las mujeres y las alienta para no decaer en su misión de aportar beneficios y proteger la Patria desde la tarea que se les ha encomendado: “O donna, tu sei sola: ma che possanza in te, se a cento altri, tu sola, tu sola, sei utile, sei giovevole, e non vuoi nulla in cambio, salvo che il profondo godimento spirituale di tutto dare, tu sola, a cento altri! (Íbidem… pág. 24). 159 Ibídem, pág. XV. 143 muchas otras y así de manera sin fin”160.

Casi un siglo antes, Matilde Serao no habla de sororidad pero la practica, construye vínculos entre mujeres a través de los escritos y evidencia los factores que les unen para crear apoyos entre ellas con el fin de no quedar aisladas. Hace una llamada a todas las mujeres anónimas, nobles y de clases humildes, se refiere a ellas como hermanas y afianza vínculos fraternales, las trata como seres cercanos a los que desconoce, pero comprende y muestra su empatía al manifestar que todas ellas están unidas por una experiencia común, las consecuencias de la guerra:

Nobili dame, le cui mani tremanti schiudono il libro delle sacre preci, ma i cui occhi velati di lacrime non sanno più, nella penombra, distinguerne le parole impresse: borghesi che, curve sul loro rosario, stretto fra le dita, perdono il filo delle loro orazioni, distratte e vinte dalla loro invincibile pena: popolane, che sono inginocchiate sul nudo e freddo marmo, che non hanno nè libro nè rosario, ma le cui labbra, fra i sospiri e i soffocati lamenti, ripetono una loro frase continua, dove un nome, un nome, un nome, sempre risuona, quello di «colui che è partito»…E a costoro, mie sorelle, carissime ignote, ma mie sorelle di pena, io ad esse ignota ma loro sorella, che io voglio dire, qui, la più schietta e più fraterna parola161.

Se detiene en la repercusión que el conflicto bélico tiene para las mujeres y ahonda en su dolor, visibilizando la angustia de las madres, unas figuras femeninas que poco tienen que ver con la imagen materna explotada en la propaganda. La escritora deja de lado a la mujer representada bajo los

160 Lagarde, Marcela, “Pacto entre mujeres sororidad”, Ponencia presentada en Madrid. 10 de octubre 2006. Jornadas de Pacto de Género. [Fecha de consulta: 17- 01-2017]. Disponible en: http://www.asociacionag.org.ar/pdfaportes/25/09.pdf 161 Serao, Matilde, Parla una donna… pág. 2. 144 estandartes del valor y la entereza, y muestra a la madre real, con sus fortalezas, sus debilidades y, en muchas ocasiones, afligida por la participación del hijo en la guerra: “[…] è il grido materno della popolana nostra, il grido che sorge fra la gioia e fra le lacrime, il grido di festa o di dolore, con le braccia tese, con l’anima tesa, nella parola, nella preghiera, nella lettera, il grande grido, sorto dalle viscere istesse dalla madre napoletana: «figlio mio bello!»”162. No solo refleja el sentimiento materno sino que describe, con gran sensibilidad, los vínculos materno-filiales y el temor de los hijos al alejarse de la madre: “E promettevano, questi figliuoli partenti per la guerra, partenti per un rischio di morte, promettevano e giuravano, alla mamma loro, di scrivere, di mandare notizie, di far sapere come stavano, come vivevano, […] e se il loro pallore, nell’istante della partenza, mostrava la loro emozione, il loro gaio sorriso era fatto per rassicurare la madre”163. Narra la desgracia de la madre, que sufre la ausencia emocional del hijo y, a su vez, experimenta la carencia de los recursos que este aportaba en el hogar. Es especialmente remarcable la descripción que hace de dos mujeres napolitanas, empobrecidas a causa de la guerra, que permanecen unidas por la desdicha y juntas encuentran una compañía reconfortante:

«Abbiamo i figli che ci davano da vivere, abbiamo i figli nostri alla guerra», dicevano, con accento rassegnato, e la gente si soffermava, e dava qualcosa; dava all’una ed all’altra, perchè legate insieme, se non da un vincolo di parentela, dal vincolo più forte di ogni parentela, dal vincolo dell’istesa sorte, colpite, com’erano, entrambe, nel cuore e nell’esistenza, dalla mancanza dei figli e da quella del sostentamento. Oscure eroine, non imprecavano, non discuttevano, non si disperavano164.

162 Íbidem, pág. 37. 163 Íbidem, pág. 38. 164 Íbidem, pág. 94. 145 Se detiene en la tragedia materna y pone las palabras a la esperanza que se dibuja en los rostros de las “madres obstinadas” cuando llegan noticias de los hijos, desaparecidos durante meses, confirmando que todavía hay lugar para el optimismo en mitad de la adversidad: “quelle madri ostinate in una sublime speranza: e che non avendo notizie di un figlio da sei mesi, da un anno, da quindici mesi, seguitano a scrivere, ovunque, seguitano a dirigersi, a tutti, seguitano a mettere avvisi nei giornali esteri, per sapere qualcosa di uno scomparso. Come potete dar loro torto? Egli potrebbe essere vivo… Per una madre, basta!”165 A pesar de la conmoción por el alejamiento forzoso de los seres queridos, Matilde no desalienta a las madres y, como sostiene la estudiosa Nunzia Soglia, la escritora “proclama che la madre italiana sarà sufficientemente forte da affrontare la prova della guerra, ma la sua preferenza va alle popolane napoletane”166. En general, anima a todas mujeres y, aunque no niega que las dificultades estén presentes, transmite mensajes cargados de valentía y coraje para llevar a cabo la labor que les ha sido encomendada: “Non dobbiamo noi che restammo a custodire la famiglia, la casa, la città, diventare i lugubri custodi di un cimitero di vivi; il tesoro della patria che ci fu confidato dobbiamo accrescerlo di forza, di ricchezza, di bellezza, qui, mentre laggiù i nostri soldati lo accrescono di gloria”167. Alaba las virtudes femeninas, pero también aprovecha la ocasión para señalar los defectos que entorpecen en la causa femenina. Como Elisabetta Rasy168 sostiene, la escritora identifica la debilidad y la ineptitud como los principales vicios que dificultan el cometido que las mujeres tienen que desempeñar. En uno de sus artículos, titulado Inette a vivere, profundiza sobre el aspecto de las mujeres que muestran una incapacidad manifiesta para adaptarse a las circunstancias a las que la guerra les había empujado y, especialmente, muestran su debilidad al separarse del amado, como el caso

165 Íbidem, pág. 97. 166 Soglia, Nunzia, “Donne e Grande Guerra negli articoli di Matilde Serao”… pág. 3. 167 Serao, Matilde, Parla una donna…pág. 16. 168 Rasy, Elisabetta, “Parla una donna”...pág. 247. 146 concreto de una joven muchacha:“L’ho veduta, dopo, vagare per la casa, come un’ombra, senza avere la forza di occuparsi di nulla e con la visione incessante di vedere sfumare il suo sogno d’amore, di veder annientata tutta la sua felicità”169. Habla de un alma en pena, que sonríe por obligación y, cuando lo hace, sus ojos se llenan de lágrimas, una reacción que provoca en Matilde un cierto rechazo por no lograr comprender la debilidad que suscita el amor en las mujeres, cuya ausencia las convierte en “inette a vivere”170. Siguiendo el estudio de Soglia, la escritora consolida su opinión acerca de estos comportamientos en el artículo dedicado a las Vedove bianche, en el que habla acerca de los cambios emocionales que experimentas las mujeres tras la pérdida del cónyuge, que terminará por transformase en “un loro nemico intimo”171. Además, y como consecuencia de su marcado pensamiento antifeminista, critica el asociacionismo femenino, “l’opera collettiva femminile”, y censura el comportamiento de las partidarias de la emancipación femenina, a quienes culpa de ver en la guerra una oportunidad para reclamar su causa: “donne di artificio e d’ipocrisia, che dalla guerra e dalle sue mortali tristezze, hanno tratto materia per soddisfare il loro furore di vanità, la loro frenesia di réclame”172. Da también una visión negativa acerca de la labor de las madrinas de guerra, figuras que aparecen en contraposición a la madre biológica, especialmente censurables por ser de origen francés173:

Avendo esse trascurato di mettere al mondo molti soldati, a suo tempo, non avendone, taluna di esse, messo al mondo neppure uno, le donne francesi si sono date dei figli putativi, dei figli adottivi, nell’esercito combattente […]. In Francia,

169 Serao, Matilde, Parla una donna…. pág. 128. 170 Íbidem, pág. 132. 171 Íbidem, pág. 142. 172 Íbidem, pág. 176. 173 Rasy mantiene que para Matilde Serao, al igual que para otros escritores de la época, el país galo representa “un luogo di furibondo desiderio e paura, un desiderio che così violento che naturalmente la spingeva alla denigrazione” (Rasy, Elisabetta, “Parla una donna”, pág. 247.) 147 la madrina del soldato continua a essere una manifestazione di bontà umana, di fraternità coi più oscuri servi della patria e, anche, diciamolo, un modo di amoreggiare con ufficiali e soldati, sul fronte174.

Conclusiones

La Primera Guerra Mundial, al igual que una larga serie de conflictos bélicos, tuvo unas consecuencias nefastas para los países implicados, con incontables pérdidas materiales y humanas. Respecto a los factores humanos, llama la atención que, cuando se hacen referencias a las víctimas, generalmente se alude al ejército, compuesto en su mayoría por hombres, que lucharon en el frente defendido su patria. La historia recoge datos de las hazañas de los soldados, las estrategias que se siguieron durante la guerra y las grandes batallas que se libraron y, sin embargo, se presta poca atención a la otra parte de la sociedad que permaneció en las ciudades, contribuyendo, desde diversos sectores, al bienestar de su ejército y del país. Esa parte social estaba representada, como se ha visto, por mujeres que ocuparon el lugar de los hombres y desempeñaron sus tareas para evitar que la catástrofe continuara destruyendo a la población. Matilde Serao, una gran analista social de su tiempo y una audaz observadora, se interesó por las mujeres que, sin tomar las armas, lucharon por su país y mostraron su capacidad de esfuerzo y adaptación a las nuevas circunstancias, convirtiéndose en piezas fundamentales del motor económico y social del país. La escritora, de manera abierta y asertiva, vierte opiniones muy variadas acerca de las mujeres con un claro objetivo: visibilizar un mosaico de realidades femeninas ignoradas con el fin de reflejar una visión alternativa de la guerra, fuera de las trincheras. Describe la situación de las víctimas femeninas anónimas, resilientes, que afrontan la adversidad desde el valor y la solidaridad, la sororidad, y participa de sus

174 Serao, Matilde, Parla una donna… págs. 45- 46. 148 miserias y sus sufrimientos. Ahonda en las relaciones humanas femeninas para dar a conocer los vínculos existentes entre las mujeres y el apoyo mutuo que se manifestaban ante las dificultades, mostrando su empatía hacia ellas. Su diario de guerra es, por tanto, un reclamo a la visibilidad femenina y una prueba de que los aspectos populares y la vida cotidiana tienen tanta cabida en la historia como los grandes acontecimientos en el devenir de un país.

Con profonda devozione, con profonda dedizione, esse hanno preso e tenuto un posto qualsiasi di donna, nella immensa folla muliebre; e hanno dato le loro energie a un lavoro qualsiasi […]. E queste donne, fra cui, alcune, preclare per il nobilissimo talento, e per l’alta coscienza di arte, e per le opere durature, compirono, per amor patrio ardentemente sentito, il più tacito e il più duro dei sacrifici, rientrando nell’ombra, confondendosi nella folla, […]175

175 Íbidem, pág. XIII. 149

CAPÍTULO VI

LES CONFLITS DANS LE ROMAN LA PLACE DE L’ETOILE DE PATRICK MODIANO

Veronika Labancová Université Constantin le Philosophe de Nitra (Slovaquie)

Introduction

Le roman La place de l’étoile est paru en 1968, année marquée par les grands changements. En fait, Patrick Modiano a écrit ce roman un an plus tôt, à l’âge de 22 ans. Louis-Lambert constate que le 1968 était l’année de la naissance de nouvelles idées politiques et culturelles176. A la différence des tendances littéraires de l’époque, qui se concentraient sur l’avenir de la société, Modiano s’immerge dans le passé, en retraçant les événements obscurs de l’histoire de l’humanité. Le talent de Modiano est dévoilé aussi par l’auteur de Zazie dans le métro (1959), Raymond Queneau, qui l’introduit plus tard au Gallimard. Après avoir lu son premier roman, Queneau constate: « qu’un garçon de vingt ans ait réussi – littérairement – à déverser dans ce livre tant de

176Lambert, Louis, « A la recherche des quartiers perdus de Modiano » en Brasil Azur , publié le 27 novembre 2014, consulté le 24 avril 2016, disponible sur en ligne : http://www.brasilazur.com/2014/11/a-la-recherche-des-quartiers-perdus-de- patrick-modiano-4/ 151 questions et de déchirements est un exploit qui va plus loin que mon étonnement. Jusqu’à l’admiration177». La place de l’étoile est le premier livre du triptyque parlant de l’Occupation, précède les romans La ronde nuit (1969) et Les boulevards de ceinture, complétant la trilogie, paru en 1972. Intéressant pour ses thèmes et le style du jeune auteur, La place de l’étoile est récompensé par le prix Roger Nimier et le prix Fénéon. Kohoutová178 admet que le thème de l’Occupation traumatise Modiano, non seulement dans ce roman, mais dans toute la Trilogie de l’Occupation. Un autre sujet traumatisant l’auteur est la collaboration avec les nazis, notamment pour des raisons personnelles. Etant en colère contre les injustices commises sur les Juifs, Modiano est ensuite désigné comme « un cousin français des angry young men »179. Arrivé en fin d’adolescence avec « un mélange de dépression, d‘incertitude sur son identité, de colère »180, le lauréat du prix Nobel 2014 crée un roman sur l’hypocrisie, la quête de l’identité et les motifs de la collaboration. Ces thèmes sont influencés par son autobiographie : né en 1945 comme le protagoniste de son premier roman, Modiano est fils d’un Juif collaborant avec les Allemands. Son père était souvent absent pendant son enfance, de même que sa mère, une danseuse française. Modiano exprime sa relation difficile avec son père dans le roman et il cherche les réponses aux questions : Qui suis-je? Quels sont les motifs de la collaboration? Comment peut-on vivre après tout ce qui s’est passé pendant la guerre?

177 BnF, Bibliothèque nationale de France, Patrick Modiano (1945-) Prix nobel de littérature 2014, Bibliographie sélective, publié en octobre 2014, consulté le 20 mars 2017, disponible en ligne sur : http://www.bnf.fr/documents/biblio_modiano.pdf 178 Kohoutová, Kristina, « Rôle du temps et de l'espace dans l'œuvre [i.e. l'oeuvre] autofictionnelle de Patrick Modiano », Études romanes de Brno, XXXI, numéro 2, 2010, p. 39-46. 179 Lambert, Louis, « A la recherche des quartiers perdus de Modiano » en Brasil Azur , publié le 27 novembre 2014, consulté le 24 avril 2016, disponible sur en ligne : http://www.brasilazur.com/2014/11/a-la-recherche-des-quartiers-perdus-de- patrick-modiano-4/ 180 Ibidem 152 Nous abordons les conflits décrits dans le roman en analysant les métaphores de l’auteur et son écriture blanche. La guerre, les préjugés, les stéréotypes, les conflits internes, les problèmes sociaux sont abordés dans le récit, souvent implicitement. Avant de passer à l’analyse du roman d‘un point de vue des différents types de conflits et relations, nous cherchons à décrire l’histoire de La place de l’étoile. Le protagoniste Raphaël Schlemilovitch, un jeune homme juif raconte les événements de sa vie de la façon hallucinnée, en mélangeant les événements fictifs et réels. Le roman est construit comme journal intime et comme un flux infini de pensées et de réflexions sans ordre chronologique. Louis-Lambert admet que le roman propose au lecteur « un triple espace temporel »181 qui pourrait être difficilement perçu par un lecteur contemporain, notamment s’il a moins de 40 ans. Le protagoniste se déplace perpétuellement entre le présent, le passé et le futur et entre ses fantasmes et la réalité. Le talent de Modiano consiste dans sa compétence de « raconter beaucoup de choses en peu de lignes »182, il indique les pistes à suivre au lecteur en lui laisser toute la liberté de l’interprétation. Souvent, il utilise les parallèles, métaphores et allusions, se réferant à d’autres oeuvres célèbres de la littérature française. Le phénomène de l’intertextualité est présente, le courant des pensées et des souvenirs rappelle A la recherche du temps perdu de Marcel Proust. Raphaël Schlemilovitch est né après la fin de la Seconde Guerre mondiale, mais il est toujours hanté par les conséquences de ce grand conflit et par les persécutions des Juifs. Le lecteur n’apprend qu’à la fin du roman que tous les événements sont racontés au célèbre médecin, père fondateur de la psychanalyse qui a influencé le 20e siècle dont l’art aussi, docteur Sigmund Freud. Raphaël commence son récit en racontant les conflits avec un certain docteur Bardamu. Héritier de la fortune importante de son oncle d’Amérique Latine, Raphaël est introduit dans la haute société et il aime

181 Ibidem 182 Ibidem 153 discuter avec ses représentants. Un peu plus tard, il donne tout son argent à son père vivant en Amérique, qui avait collaboré avec la Gestapo pendant la guerre sans avoir jamais été présent à la maison. Le père revient en France et ils se retrouvent tous les deux pour une brève période. Après le départ de son père, le protagoniste poursuit ses études dans un lycée à Bordeaux d‘où il est renvoyé par le proviseur. N’ayant plus d’argent ni de travail, il est embauché par le vicomte Lévy-Vendôme et il commence à travailler dans le trafic des femmes. La dernière partie du roman est la plus confuse et hallucinante : le protagoniste se croit ami proche de la Gestapo et des représentants haut placés de l’Allemagne, il se croit même l’amant d’Eva Braun, il est convaincu de se trouver à Tel-Aviv dans un camp rappelant un camp de concentration où il est torturé. Au cours du roman Raphaël meurt au moins trois fois, mais à la fin, le lecteur comprend que tout cela était un mélange de fantasmes, de cauchemars et de fantaisies, provoqué par la névrose du patient.

La Seconde Guerre mondiale et ses séquelles

La Seconde Guerre mondiale (1939-1945), qui constitue le cadre du roman La place de l’étoile, est sans doute l’une des étapes les plus dramatiques de l’histoire moderne de l’humanité. Elle influence les destins humains, elle provoque des tragédies sociales, familiales et personnelles. Même si la guerre n’est jamais représentée directement ou décrite explicitement, elle est toujours présente dans le roman. Le lecteur perçoit les séquelles de la guerre par l’intermédiaire de l’une de ses victimes, en pénétrant profondément dans son âme et dans ses pensées. En juin 1940, en conséquence de la défaite contre l’Allemagne, le nouveau gouvernement est instauré en France sous le nom du Régime de Vichy. La France est persuadée que « l’Allemagne sortira vainqueur de la guerre, les dirigeants français désirent instaurer une collaboration qui permettrait à leur pays de se trouver une place de choix dans l'Europe 154 allemande future. En 1944, les Alliés libèrent la France, et l'Allemagne est vaincue. L'Occupation allemande lors de la Seconde Guerre mondiale aura duré quatre ans, de 1940 à 1944, mais le souvenir de ce qui s'est produit durant cette période reste, aujourd'hui encore, inscrit, sous diverses formes, dans la mémoire du peuple français: mémoires, témoignages, fêtes commémoratives, musées, monuments, films, romans. »183 L’Occupation allemande égale la perte de la souveraineté. L’un des personnages du roman décrit les événements passés en France pendant l’année 1940 ainsi : « La patronne de l’établissement, qui s’appelle Marianne, court de-ci de-là. (...) Elle est abattue par une rafale de mitraillette (...)184 » Le nom de Marianne n’est pas choisi par hasard. Marianne est la figure allégorique, incarnant les valeurs de la République française et le symbole de la démocratie et de la liberté. Marianne, personnification de la liberté du peuple français, est tuée par les Allemands et, en conséquence, l’époque de l’oppression, du racisme, de la xénophobie, de la peur, du cafardage et de la terreur s‘installe. La guerre et ses séquelles coûtent des vies aussi après la fin de ce grand conflit, en raison des maladies mentales (dont le protagoniste souffre aussi). Le stress des conflits à l’échelle internationale et nationale, l’insécurité, la terreur, la peur, la xénophobie, le racisme et les préjugés sont les causes des malheurs et des dépressions des personnages. Se trouvant dans une époque de dépression générale, de l‘incapacité des gens de s’intégrer à nouveau dans la vie, de retrouver leur passion, Raphaël semble habitué à voir le malheur autour de lui. Il est souvent indifférent, voire cruel avec les personnes souffrant des maladies physiques et

183 Vallet, Noémie, L'occupation de la mémoire.Le souvenir délirant de la France occupée dans La place de l'étoile de Patrick Modiano et La compagnie des spectres de Lydie Salvayre, mémoire, 2009, p.7, consulté le 17 mars 2017, disponible en ligne sur : http://www.archipel.uqam.ca/2248/1/m10865.pdf 184 Toutes les citations du roman La place de l’étoile sont tirées de : Modiano, Patrick, La place de l’étoile, 1968, Paris, Gallimard. Dans les notes en bas de pages de ce travail figurent les informations sur le numéro de la page d’où la citation a été retirée. p.82 155 psychiques. Pour donner des exemples du roman, la jeune juive polonaise Tania se détruit en se droguant. Maurice avertit Raphaël de l’état psychologique de Tania et de son « influence néfaste 185» sur lui. Néanmonis, Raphaël ignore les signes du problème de la jeune fille, ce qui conduit au suicide de Tania. Après sa morte, Raphaël ne sent pas la tristesse, il constate simplement le fait. Plus tard, il est interrogé par l’inspecteur venu de Paris l’informant que Tania a été recherchée par la police pour l’usage des stupéfiants. « Il faut s’attendre à tout avec ces étrangers. C’est tant mieux. »186 Ce n’est pas la seule fois que Raphaël n’intervient pas et semble ignorer les faits. Plus tard, son vieux maître du lycée est emmené dans une maison de santé, peut-être pour troubles psychiques. Le maître envoie des lettres à Raphaël dans lesquelles il appelle au secours. En effet, il se sent poursuivi et menacé par Blum (Léon Blum) « Sauvez-moi. »187 Ce sont les derniers mots de la dernière lettre envoyée à Raphaël qui reste indifférent en constatant froidement : « Je n’ai plus reçu de nouvelles de lui »188. L’indifférence de Raphaël incarne l’indifférence de l’époque de la guerre où les gens ne protestaient pas contre les déportations, les meurtres, les persécutions, les mensonges, la propagande et la perte de ses compatriotes, voisins, parfois même de leurs proches. Heureusement, la situation après la guerre change : les Juifs ne sont plus persécutés, ce sont les collaborateurs avec le Régime et les nazis qui le deviennent. Pourtant, une certaine tension reste dans la société qui se réveille d’un cauchemar et qui reste marquée par les événements dramatiques.

185 42 186 44 187 88 188 Ibidem 156 L’homme et le roman comme kaléidoscope

Pourquoi comparons-nous le roman et l’image de l’homme au kaléidoscope? Le Kaléidoscope est le nom de l’entreprise fondée par Schlemilovitch père en Amérique, fabricant des kaléidoscopes. En même temps, c’est le terme saisissant le récit du roman et donc son emblème. Le petit Robert reconnaît deux significations du mot le kaléidoscope. Premièrement, il mentionne : « Petit instrument cylindrique, dont le fond est occupé par des fragments mobiles de verre colorié qui, en se réfléchissant sur un jeu de miroirs angulaires disposés tout au long du cylindre, y produisent d’infinies combinaison d’images aux multiples couleurs“189. Trahir, mentir, collaborer, c’est aussi de changer les couleurs selon la nécessité. Changer des couleurs au sens figuré, mais aussi les changer au sens propre : souvent en changeant la couleur des vêtements. La transformation des couleurs désigne le caractère changeant, souvent un traitre. Pour donner un exemple, le célèbre antagoniste du roman Le Seigneur des Anneaux, Saroumane (Saruman) trahit ses amis, en collaborant avec l’ennemi, en étant persuadé que le monde humain ne peut pas vaincre le Mal. Après la trahison, Saroumane change son nom du Sarouman le Blanc à Sarouman aux Multiples Couleurs. Son costume change aussi et Gandalf dit : « Regardant alors, je vis que ses vêtements, qui avaient paru blancs, ne l'étaient pas, mais qu'ils étaient tissés de toutes couleurs, et quand il bougeait, ils chatoyaient et changeaient de teinte, de telle sorte que l'œil était confondu. »190

189 Robert, Paul, Le Petit Robert, Dictionnaire alphabétique et analogique de la langue française, Paris, S.N.L. Dictionnaire Le Robert, 1973, p. 959 190 Tolkien, John R. R., Le Seigneur des Anneaux, offert par VenerabilisOpus.org, consulté le 20 mars 2017, p. 159, disponible en ligne sur: http://www.venerabilisopus.org/fr/livres-samael-aun-weor-gnostiques-sacres- spiritualite-esoterisme/pdf/200/247_tolkien-le-seigneur-des-anneaux.pdf 157 L’un des personnages du roman, Maurice, dit à Raphaël : « On peut changer de peau à loisir! De couleur! Vive le caméléon!191 » Le père de Raphaël, ayant été collaborant, est reconnu pour sa façon de s’habiller. « Schlemilovitch père est un gros monsieur qui s’habille de costumes multicolores192 ». Modiano, ne sachant pas excuser les horreurs de la guerre et la collaboration (surtout celle de son père) crée le protagoniste qui est en rage contre l’indifférence, terreur, hypocrisie et trahison. Les mots la collaboration et le collaborant sont fréquemment utilisés dans le roman, ainsi constituant les mots-clés. Schlemilovitch se réfère souvent à l’affaire qui avait bouleversé la France et l’a divisée en deux parties. Il s’agit de l’affaire Dreyfus, capitaine juif, soupçonné de la collaboration et la trahison pendant la Troisième République. Même si Dreyfus était innocenté, Schlemilovitch est persuadé qu’il était traiteur. La seconde signification du mot le kaléidoscope selon le petit Robert (1973) au sens figuré est : « Succession rapide et changeante (de l’impression, de sensations)193 ». Le récit est un flux infini des souvenirs fictifs ou réels. Le commencement du roman est écrit comme le journal intime, à la première personne, mais depuis la moitié du roman, les narrateurs changent en rendant le récit moins lucide. Modiano propose une mosaïque consistante des personnages réels (Eva Braun, Léon Blum, Heydrich, etc.) et imaginaires et des événements historiques ou fictifs, en ne faisant aucune distinction entre eux. Le lecteur se trouve face aux mensonges du narrateur non fiable, voire labile, qui présente ses hallucinations comme vérité. Le roman utilise le ton sarcastique, ironique ou jovial, décrivant des extrêmes en jouant avec la réalité et avec le temps. Il est difficile à suivre la logique de l’histoire et distinguer ce qui est vrai ou vraisemblable et ce qui ne l’est pas, comme dans la vie.

191 42 192 72 193 Robert, Paul, Le Petit Robert, Dictionnaire alphabétique et analogique de la langue française, Paris, S.N.L. Dictionnaire Le Robert, 1973, p. 959 158

Les stéréotypes, les attentes et les préjugés

Les « représentations des impressions des groupes194 », les stéréotypes sont fondés sur 3 principes. Premièrement, les stéréotypes fonctionnent comme aide, ils aident les gens à s’orienter dans de nouvelles situations. Deuxièmement, ils économisent l’énergie nécessaire pour comprendre le comportement des personnes et finalement, les stéréotypes sont groupes des idées, une sorte de croyance partagée. Ils influencent les attentes du comportement d’un certain groupe social partagées par un nombre important des personnes. Les groupes sociaux n’agissent pas toujours d’après ces attentes. Ils agissent même en contradiction avec les règles sociales et morales qu’une société leur attribue. La différence entre les attentes et le comportement réel des personnes appartenant à un certain groupe social peut causer des malentendus, de l’incompréhension, de la déception et elle peut mener à un conflit interpersonnel. Raphaël se rend compte que la société tient certains stéréotypes sur les Juifs et c’est pourquoi elle attend un certain comportement de sa part. Mais lui aussi, il est influencé par ses propres attentes et il méprise les gens n’agissant pas selon ses expectatives. Il construit ses attentes non sur la connaissance de la personne, mais sur les préjugés établis dans la société. La société est souvent surprise au cas où les personnages n’agiraient pas selon les stéréotypes qui les bornent et qui les limitent. L’un des stéréotypes sur les Juifs repose sur leur compétence économique : on attendrait qu’ils seraient capables d‘économiser ou de grandir leur fortune. Raphaël ne lutte pas contre ce stéréotype et il dit à

194 McGarthy, Craigh, Yzerbyt, Vincent, Spears Russel, Stereotypes as explanation The formation of the meaningful beliefs about social groups, Cambrigne, Cambridge university press, 2002p.7 159 son propre père : « Et puis je vais vous parler franchement : vous êtes juif, par conséquent, vous n’avez pas le sens du commerce ni des affaires. »195 Raphaël a des ambitions littéraires et il écrit une tragi-comédie qui est enfin mal perçue et provoque l’indignation dans le public, en raison de la clarté et de la cruauté de la pièce. La critique de son oeuvre est défavorable. « On s’attendait à plus de gentillesse de la part d’un juif.196 » Le public au théâtre est donc surpris, mais non seulement du thème de la pièce et de sa mise en scène, mais du fait que l’auteur est juif. Raphaël est confronté avec les préjugés. Plus tard dans le roman, le protagoniste part étudier au lycée et il est d’abord sous-estimé par le proviseur. Ayant prouvé être digne des études, être intelligent, et avoir du talent pour la littérature, Raphaël constate : « Le proviseur s’étonna. Ignorait-il la vivacité, l’intelligence juives? Oubliait-il que nous avions donné de très grands écrivains à la France : Montaigne, Racine, Saint- Simon, Sartre, Henry Bordeaux, René Bazin, Proust, Louis-Ferdinand Céline... »197 Raphaël donc distingue entre nous (les Juifs) et les autres (la France). Il ne se sent pas être français, il se sent juif vivant en France, ce qui est lié à la quête de la définition de sa propre identité. Comment définir ce qui est français? Quels sont les traits d’un vrai Français et d’un vrai Juif? Comment les distinguer? Le protagoniste voudrait définir « le génie français. Ce qui est essentiellement français »198. Il ne pense pas qu’il soit intégré dans la société et qu’il partage les mêmes valeurs et idées. En réfléchissant de la position de lui et de son père dans la société, Schlemilovitch propose le parallèle avec des rats : « Bordeaux était sillonné de voitures à haut-parleurs : ,,Campagne de dératisation, campagne de dératisation. (...)“ Nous nous cachons sous des portes cochères. Nous étions d’énormes rats d’Amérique.199 »

19553 19650 19767 19883 19970 160 La poursuite des Juifs pendant l’Holocaust enrage le protagoniste, tout d’abord, il cherche les justifications pour cette grande tragédie de l’humanité. En arrivant au lycée à la campagne, il fait connaissance des étudiants plus âgés qui le harcèlent et avec lesquels il a un conflit en raison de la Sainte Vierge. Les étudiants lui demandent de leur cirer les bottes, ce qui témoigne le comportement harassé, méprisant de la part des gens plus expérimentés, plus âgés. Quand Raphaël voudrait savoir la raison pour laquelle il devrait obéir, ils répondent qu’ils étaient arrivés plus tôt que lui. L’interprétation de Raphaël va plus profondément, plus loin en identifiant moi (Juif, immigré) et eux (les Gaulois) : « Je ne doutais pas qu’ils fussent arrivés ici ,,avant moi », l’immigration juive dans le Bordelais n’ayant commencé qu’au XVe siècle. J’étais juif. Ils étaient gaulois. Ils me persécutaient. »200 Le protagoniste surprend la société, en agissant de la façon inattendue. Par exemple, il est convoqué par le proviseur pour avoir blessé ses camarades de classe dans une bagarre. Face à la situation où il doit expliquer son comportement et s’excuser, le protagoniste agit de la façon imprévue, en se rendant compte des stéréotypes généraux dans la société sur les Juifs, souvent désignés comme victimes de l’époque. Il refuse de devenir victime et de se faire harcéler. Sa résistance fait penser à Abba Kovner qui a réagi aux événements en Lituanie en 1941 où des milliers de Juifs sont massacrés201 : « Ne nous laissons pas mener comme des moutons à l’abattoir ! » La résistance contre l’oppression et les menace et la résistence contre la passivité générale et la critique des horreurs de la Seconde Guerre mondiale sont à trouver dans la chanson de Wu Tang Clan – Never again, dont le refrain est : « Never again shall we

20075 201 Zomersztajn, Nicolas, 'Comme des moutons à l'abattoir', CCLJ, publié le 5 novembre 2013, consulté le 20 avril 2017, disponible en ligne sur: http://www.cclj.be/actu/politique-societe/comme-moutons-abattoir

161 march like sheep to the slaughter »202. Les mêmes mots ont été prononcés par le président de la République tchèque, Miloš Zeman, à la conférence américano-israélienne en 2015203. Le proviseur menace Schlemilovitch avec la prison et Schlemilovitch, résistant, dit : « A Paris, on donne toujours raison au pauvre petit juif et jamais aux brutes aryennes! Je jouerai à la perfection mon rôle de persécuté. La Gauche organisera des meetings et des manifestations et, croyez-moi, il sera de très bon ton de signer un manifeste en faveur de Raphaël Schlemilovitch. (...) J’ai l’habitude de ce genre d’affaire. (...) On nous donne toujours raison. On nous excuse. (...) Je serais sacré prince de la jeunesse française204! » La société attend de Raphaël qu’il agirait de la façon plus délicate, mais en réalité, il est franc, menaçant, se rendant compte de sa position et des opinions d’autres. Dans cette scène, il dévoile son caractère caché jusqu’à maintenant. Un bon étudiant travailleur change et il est dit « répugnant »205

Raphaël Schlemilovitch

O’Keefe 206 propose dans son travail l’analyse du nom du protagoniste Raphaël Schlemilovitch le désignant en tant que burlesque.

202 en français : Plus jamais nous devrions marcher comme des moutons pour l'abatage. Les paroles de la chanson Never again, disponible en ligne sur: http://www.paroles.net/wu-tang-clan/paroles-never-again 203 Idnes.cz , Zeman židovské lobbisty oslnil hebrejštinou, tleskali mu vestoje, publié le 2 mars 2015, consulté le 27 mars 2017, disponible en ligne sur: http://zpravy.idnes.cz/jsem-zid-pronesl-zeman-na-izraelsko-americke-konferenci- v-usa-pth-/zahranicni.aspx?c=A150302_163551_zahranicni_kha 204 86 205 Ibidem 206 O'Keefe, Charles, « Patrick Modiano's La Place de l'Etoile: Why Name a Narrator Raphaël Schlemilovitch"? », Literary Onomastics Studies: numéro 15, article 14, 1988, consulté le 3 mars 2017, disponible en ligne sur: http://digitalcommons.brockport.edu/los/vol15/iss1/14 162 Son nom est marqué par l’inconsistance de la connexion du prénom et le nom de famille. Schlemilovitch est nom composé du nom Schlemiel et du suffixe slave ,,vitch“ ce qui crée la signification le fils du Schlemiel en relation avec le prénom Raphaël, le prénom sophistiqué de la tradition latine et romane, très utilisé dans les cultures hispanophones et faisant penser à l’ange. En effet, Schlemihl signifie en yiddish « un type qui n‘a pas de chance mais qui s‘en accommode207». Comme nous allons prouver, le protagoniste d’accomode de plusieurs choses. Le nom du protagoniste prévoit le lecteur de son comportement paradoxal dans le roman. Il tente de donner « la pire image du Juif caricaturé par les antisémites208 ». Raphaël est un jeune homme éduqué, athlétique et beau capable de facilement séduire les femmes. Il adore la littérature, il est informé sur les événements historiques et contemporains et sur les relations dans la société. Il est doué, il écrit des oeuvres littéraires, mais le lecteur pourrait avoir l’impression que, simplement, il s’ennuie dans sa vie. Il connaît des personnes nobles, il en fait ses amis quand il veut. Souvent, il se croit plus compétent qu’il n’est et il se surestime. Son récit est ambigu, illogique, difficile à interpréter et Raphaël est cruel, indifférant, menteur, hypocrite et jovial. Il se décrit comme : « J’étais un vrai jeune homme, avec des colères et des passions. Aujourd’hui, une telle naïveté me fait sourire. Je croyais que l’avenir de la littérature juive reposait sur mes épaules.209 » Il se prend pour un autre Marcel Proust en pastichant les oeuvres de ce romancier, en étant « un juif snob 210» à ce que la marquise lui dit : « Vous vous prenez pour Marcel Proust, Schlemilovitch ?211 » L’allusion de La Place de l’ étoile au roman A la recherche du temps perdu est à trouver non seulement dans la construction du roman comme courant de pensées et de souvenirs, Schlemilovitch est souvent comparé à ce romancier et dans le camp à Tel-Aviv il est même surnommé Marcel. Il croit que

207 Lambert, Louis, A la recherche des quartiers perdus... en ligne 208 Ibidem 209 39 210 124 211 129 163 seulement les Juifs pourraient comprendre les romans écrits par les Juifs, car ils ont hérité des souvenirs des siècles passés sur les pogromes et sur les injustices. Le père est à la fois aimé et à la fois méprisé, voire détesté par le protagoniste. Modiano ainsi décrit la relation difficile en famille, notamment entre les fils et les parents, en exprimant sa propre relation avec son père. Auprès de son père, Schlemilovitch est gentil, souriant, il le trouve un bon compagnon, mais en même temps il parle du livre Comment tuer son père? Enfin, il dit qu’il ne pourrait pas tuer son père en constatant : « Comment pourrais-je vous tuer ? Je vous aime.212 » Néanmoins, l’amour pour le père ne l’empêche pas d’imaginer son père dans les situations grotesques, comme s’il voulait l’humilier : « Les enfants apprécient beaucoup ces deux clowns. Surtout quand Schlemilovitch fils fait un croche- pied à Schlemilovitch père et que ce dernier tombe la tête la première dans une cuve de goudron. »213 Dans son premier roman Modiano réagi aux auteurs des pamphlets antisémites. Les pamphlets dont Modiano parle sont écrits par des auteurs français, souvent juifs. Modiano incarne ces écrivains dans le roman La Place de l’étoile. Par exemple Léon Rabatête désigne le polémiste de l’extrême droite Lucien Rebatet, auteur de la brochure antisémite Les tribus du théâtre et du cinéma. Concernant Dr. Destouche c‘est l‘écrivain Louis-Ferdinand Céline, l‘auteur du fameux roman Le voyage au bout de la nuit, dans La Place de l‘étoile, Modiano lui attribue le roman nommé Le Voyage de Bardamu. Céline est l’auteur des pamphlets qui parlent de la haine antisémite et dont la réedition est interdite214.

212 60 213 73 214 Louis Lambert, A la recherche... en ligne 164 Raphaël est agitateur, étant désigné « un agent provocateur215,“ par ses camarades de classe et il voudrait devenir célèbre et connu. L’attention portée à sa personne lui plaît, il adore la publicité, même s’il s’agit de la publicité négative. « En attandant, aurais-je la chance de capter – ne fût qu’une minute – l’attention du public ?216 » Il a ses propres principes de la moralité et il y a un combat permanent entre ses désirs pervers, son ego et le moral. Quand il n’a pas d’argent, il séduit, enlève et emporte les filles, même les nobles en les vendant dans les bordels ou aux clients étrangers. Il se rend compte de ses démons internes et de ses défauts, mais il s’en accommode (comme le dit son nom) et il n’essaie pas de lutter contre sa personnalité et de changer son caractère. « Non, Paris me ressemblait trop. Une fleur artificielle au milieu de la France.217». Il porte de nombreux masques en les changeant selon la nécessité, c’est pourquoi il se croit artificiel, comme toute la haute société de Paris. C’est la raison pour laquelle il part pour Bordeaux, en campagne, où il espère trouver les valeurs authentiques. Le protagoniste semble être personnage fort au commencement du roman. Dans la dernière partie du roman, il dévoile plus de son caractère labile, souffrant des névroses et il parle de la mort. En général, il est à constater que la mort est perçue comme aspect naturel de la vie et comme conséquence inévitable de la guerre et de la terreur. Raphaël n’a pas de soucis de constater la mort de ses proches et sur un lieu dans le roman, il avoue avoir été responsable de la mort de sa mère , de Tania et pour la mort de son bon ami Des Essarts. Dans la dernière partie Raphaël parle de sa propre mort et de son ambition de se suicider. Il prend la mort à la légère, parce qu’elle se trouve partout. Raphaël ne voudrait pas mourir d’une mort ordinaire, il compare son suicide et sa façon de mourir aux écrivains célèbres, au Kafka ou à Nerval- de grands écrivains.

215 75 216 73 217 65 165 Le protagoniste maintient une relation non standarde auprès tout ce qu’il aime « Moi, les gens que j’aime, je les tue. (...) J’ai fait mourir ma mère de chagrin. Elle a montré une extraordinaire docilité. Elle me suppliait de soigner ma tuberculose. (...) Ma mère penchait la tête. Plus tard, Tania me demande de la protéger. Je lui tends une lame de rasoir Gillette extra-bleue. Quant à Des Essarts, mon frère mon seul ami n’était ce pas moi qui avais déréglé le frein de l’automobile pour qu’il puisse se fracasser le crâne en toute sécurité ?218 » Raphaël n’est dégouté ni de soi ni du vicomte ni de la société en travaillant dans le traffic de femmes et il ne présente aucun sentiment ou la pitié. Pour lui tout cela n’est qu’affaires que le comte commente : « Faire la traite des blanches, et particulièrement la traite des petites Francaises de province, n‘a rien d‘exaltant, je vous préviens tout de suite. Il faut que vous preniez des habitudes de représentant de commerce : la belote, le billard et l‘apéritif sont les meilleurs moyens d‘infiltration. »219 Raphaël adapte son comportement à sa nouvelle profession et de nouveau il porte un masque. Le vicomte lui a interdit de parler avec les villageoises pour ne pas ruiner sa réputation parce que « une réputation de coureur de jupons me fermerait toutes les portes220» Raphaël sent la pitié une seule fois, c’est la pitié pour une femme. C’est auprès de la marquise qu’il doit enlever et emporter à Paris pour le vicomte qui le transférera ensuite à Beyrouth. Néanmoins, cette femme lui semble être féerique en raison de sa chevelure blonde et en raison de ses racines nobles. Nous nous posons la question s’il est tombé amoureux, mais ce que Schlemilovitch sent, ce n’est pas l’amour. Il se sent bien en présence de cette femme, mais c’est plutôt qu’il invente sa personnalité, il la compare aux personnages féminins de la littérature ou aux femmes sacrées donc tout ce qu’il admire n’est qu’une illusion créée par lui même. « On peut s’appeler Schlemilovitch et garder quand même un soupçon de

218 145 219 98 220 103 166 délicatesse au fond du coeur. (...) Jamais il ne livrerait cette princesse, cette fée, cette sainte aux Sarrasins. » 221 Les différences entre l’illusion que nourrit Raphaël sur cette femme et sa vraie personnalité se manifestent quand elle le séduit en lui disant : « Un bordel, entends-tu, le chateau a toujours été un bordel de luxe ! Tres couru sous l’occupation allemande222 ! »

La femme et la littérature – les moyens de se venger

Raphaël représente la partie de la société ne sachant pas excuser la guerre, ne sachant pas excuser toutes les injustices commises sur les Juifs pendant les siècles précédents. Il se réfère aux pogromes et à la poursuite des Juifs. La seule possibilité de régler la situation et d‘excuser toutes ces injustices, c’est la vengeance. La femme dans la Place de l’étoile est vue comme instable, facilement changeant les opinions et les préférences. Les femmes dans l’univers de La Place de l’étoile sont facilement séduites, naïves, souvent prostituées ou amoureuses des soldats allemands portant de beaux uniformes. Schlemilovitch ne peut pas excuser cette traiterie – une femme amoureuse d’un soldat nazi. Le parallèle entre la femme et la collaboration ou la trahison, la femme changeante de nature, représente la France et d’autres pays collaborés pendant l’Occupation. « Sa spontanéité rappelle celle des jeunes Viennoises pendant l’Anschluss. Les soldats allemands défilaient sur le Ring et elles avaient revêtu, pour leur jeter des roses, de très coquets dirndles. Ensuite, elles se promenaient au Prater avec ces anges blonds. Et puis venait le crépuscule enchanté du Standpark où l’on embrassait un jeune S.S. Totenkopf en lui murmurant des lieds de Schubert.223 » Schubert, étant le symbole de l’Autriche dans ce contexte,

221 122 222 130 223 33 167 est utilisé seulement pour séduire l’Allemagne, ce qui signifie que les pays occupés ont donné tous leurs moyens disponibles (les aéroports, les soldats, les armes, les ouvriers, les techniques, le personnel) à l’Occupant. La relation de Raphaël avec les femmes est particulière. Il ne semble pas amoureux, il se rend compte de sa compétence de séduire, et se faire admirer par les femmes. Il adore les femmes, il aime leur compagnie, mais il ne pense pas à avoir la famille ou à se marier. Il pense que « Toutes les amours sont éphémères224 », les amours des fils pour leurs parents, les amours pour la littérature et les amours romantiques. Il est amoureux des idéaux et des rêves en préférant les pensées littéraires et les réfléxions aux vraies personnes. Il constante être amoureux ,,de la Sainte Vierge, de Jeanne d’Arc et d’Aliénor d’Aquitaine225. ». Il ne serait pas juste de constater que Raphaël déteste les femmes. D’un côté elles lui semblent délicates, fraîches et amusantes. Il les compare aux hommes qui se prennent trop sérieux qui parlent toujours de la politique culture ou sport. Raphaël est influencé de l’image de la femme comme mère séductrice et épouse ou maîtresse. Pourtant, il dit que c’étaient les hommes qui le tueraient sans problème. Plus tard quand il se retrouve dans le camp de concentration à Tel Aviv qui fait penser à tous les camps de concentration en Europe, c’est une femme qui sauve sa vie. Ce double visage de la femme – aimée, séductrice, toujours liée à l’amour et en même temps c’est l’être le plus facile à persuader, à abuser, à lui faire peur et elle est une sacrifice proposée à l’occupant : « S’il y avait une princesse en France, il faudrait la pousser dans les bras d’Hitler226» La femme égale la collaboration et la trahison, elle est infidèle comme dans le mythe de Shéhérezade, où le roi voudrait se venger pour l’infidélité de sa femme, en se mariant et en tuant chaque jour une fille. Raphaël voudrait se venger et il se venge de sa propre façon, en séduisant, en ayant des relations avec les femmes non juives. Il dit de sa

224 133 225 70 226 76 168 relation avec les femmes : « Oui, je suis une sorte de Barbe-Bleue, un anthropophage qui dévore les petites Ayryennes après les avoir violées. 227 » Le Barbe-Bleu, étant le personnage du conte de fée français, représente un mythe masculin souvent utilisé dans la littérature. Un personnage diabolique, mariant les jeunes filles qui finissent torturées, abusées et tuées dans son château, il porte un masque comme Raphaël – séduisant, sympathique en dehors, mais cruel dedans. La vengeance de Raphaël contre tous ceux qui ont permis l’Holocauste, contre toute la société indifférente, instable et trompeuse, repose sur la séduction des femmes non juives et de se reproduire en donnant du son sang juif aux futures générations. Raphaël dit de vouloir « enjuiver le Cantal228 ». Plus tard dans le roman, le protagoniste est embauché par le vicomte Lévy-Vendôme qui se présente comme animateur. L’homme de 50 ans, ayant perdu ses charmes de la jeunesse, pourtant semblant gentilhomme noble, travaille dans la traite des blanches. Il a un réseau international des clients qui commandent les filles qui sont cherchées enlevées et envoyées aux clients par le vicomte. Lors du premier rencontre avec Raphaël, le vicomte constate : « Il se trouve que la Française est bien cotée en bourse !229 » La femme est pour vicomte et Raphale seulement une marchandise, rien de plus. Quand le vicomte voudrait savoir l’opinion de Raphaël sur les femmes de France, il suit un dialogue :

- Que pensez-vous des Françaises ? - Mignonnes. - Et encore ? - On pourrait en faire de très belles putains230!

227 48 228 Ibidem 229 90 230 90 169 Le vicomte donne conseil de violer les non juives ; l’acte perçu en tant qu’action excusée par la société et par le moral interne comme les non- juives ne sont que les juments. Il stimule l’idée de la vengeance dans Raphaël premièrement en l’embauchement et deuxièmement en lui expliquant sa façon de se venger à la France et à la société. Il pastiche la littérature française en faisant les femmes amorales des héroïnes littéraires : « J’ai réinventé à moi seul toute la littérature française. (...) Transformer les héroïnes de Racine et de Marivaux en putains. La vengeance, Schlemilovitch, la vengeance!231 » Schlemilovitch peut se venger à toutes les générations de la noblesse française à travers le personnage de la marquise qu’il devrait séduire pour la plus tard envoyer au vicomte pour qu’il la vende à Beyrouth. C’est enfin la marquise qui séduit Raphaël qui change sans cesse et qui possède de différents costumes dans son grenier. « Veux-tu que je me déguise en Anne d’Autriche, mon ange232 ? »

Conclusion

Modiano propose au lecteur une mosaïque des personnages fictifs et réels, vivant pendant l’époque difficile à excuser et à oublier. Les préjugés, stéréotypes, conflits sociaux, internationaux, hypocrisie et collaboration, tout cela est présent dans le roman La place de l’étoile. Le narrateur, troublé par le passé de sa famille, en rage contre la société indifférente qui a permis toutes les horreurs de la Seconde Guerre mondiale, cherche les justifications pour pouvoir excuser les gens de leurs injustices et pour la terreur. D’abord, il cherche à comprendre les motifs de la société de tuer les innocents et de permettres toutes ces horreurs. Ensuite, le protagoniste hanté, horrifié et enragé, se venge à travers les femmes et la littérature. Modiano aussi a pu se venger aux auteurs des

231 93 232 131 170 pamphlets antisémites à travers la littérature en leur intégrer dans le récit, mais en utilisant les noms changés. Tout le monde porte des masques, même le protagoniste. Chacun a donc un visage caché que personne ne connaît, parce que : « Un visage humain composé de mille facettes lumineuses et qui change sans arrêt de forme, »233 En même temps, le roman est une quête de l’identité. Le protagoniste veut trouver son identité et savoir ce qui signifie être juif ou être français. La réponse, faisant comprendre que nous sommes tous égaux et que nous sommes tous humains, est à trouver à la fin du roman et est prononcée par Sigmund Freud : « Le juif n’existe pas. (...). Vous n’êtes pas juif, vous êtes un homme parmi d’autres hommes, voilà tout.234»

233 152 234 209 171

CAPÍTULO VII

CORPO E SESSUALITÀ A DIBATTITO: PIER PAOLO PASOLINI E LA LEGALIZZAZIONE DELL’ABORTO

Leonardo Vilei Universidad Complutense de Madrid

Introduzione

Gli anni settanta in Italia sono stati una decade densa di vicende politicamente e socialmente rilevanti. Una fase decisamente riformista, segnata dall’approvazione dello statuto dei lavoratori, la riforma del diritto di famiglia, l’introduzione del divorzio e la depenalizzazione dell’aborto, cede il passo agli anni bui del terrorismo e della crisi industriale. In questo intervento faremo riferimento ad un momento preciso di quegli anni, a cavallo tra il ’74 e il ’75, e ad un tema, quello dell’interruzione di gravidanza, rispetto a cui Pier Paolo Pasolini scrisse una serie di interventi in pubblico che diedero luogo a complesso dibattito in cui il poeta si trovò al centro stesso della questione come oggetto, e non solo soggetto, di polemica. Gli articoli, in un primo momento apparsi all’interno della rubrica “Tribuna aperta” del quotidiano “Corriere della sera”, furono poi raccolti in volume nell’unica raccolta giornalistica dell’autore pubblicata in vita, con il titolo di Scritti corsari.

173 A seguito del successo del no al referendum sul divorzio235, il Partito Radicale aveva sottoposto al dibattito pubblico altre grandi questioni relative ai diritti civili: la depenalizzazione dell’aborto236 era il principale di essi. Il Pasolini corsaro polemizza con lo schieramento abortista, dichiarandosi “traumatizzato dalla legalizzazione dell’aborto” che egli giudica alla stregua di “una legalizzazione dell’omicidio”237. Il ragionamento provoca una serie di risposte, rimproveri e successive repliche dello stesso autore. Numerosi scrittori e intellettuali prendono parte alla diatriba, che ormai mescola, in modo inscindibile, ogni ragionamento sul tema con qualche riferimento alle tesi pasoliniane. Lo scambio di idee, dai toni spesso aspri, si sviluppa mentre sono in corso i primi arresti con l’accusa di interruzione di gravidanza238; i provvedimenti non risparmiano alcuni

235 Il Parlamento italiano aveva approvato la legge Fortuna-Baslini, che introduceva il divorzio in Italia, nel 1970, ma numerose organizzazioni cattoliche raccolsero le cinquecentomila firme necessarie da presentare alla Corte Costituzionale per indire un referendum abrogativo. Inizialmente i partiti politici fecero di tutto per evitare un confronto referendario su un tema così spinoso, ma infine il referendum fu indetto per il 12 maggio del 1974. Il 59,25% dei votanti lo respinse. 236 Nel febbraio del 1975, dopo che nei mesi precedenti la questione era stata sollevata da diversi radicali e dal Cisa, Centro d'informazione sulla sterilizzazione e sull'aborto, fu presentata alla Corte di Cassazione la richiesta di un referendum abrogativo degli articoli nn. 546, 547, 548, 549 del codice penale, riguardanti, tra gli altri, il reato di aborto. Cominciò quindi, secondo le norme previste dall’ordinamento italiano, la raccolta delle firme necessarie, con il patrocinio della Lega XIII maggio, il settimanale L'Espresso, il Partito Radicale e il Movimento di liberazione della donna. Superate le settecentomila firme, un Decreto del Presidente della Repubblica stabilì il giorno della consultazione, che fu però annullata a causa dello scioglimento anticipato delle Camere. Il nuovo Parlamento approvò quindi la Legge sull’interruzione volontaria di gravidanza, nota come la 194, tuttora in vigore, che consente alla donna, nei casi previsti dalla legge, di poter farvi ricorso in una struttura sanitaria pubblica, durante i primi novanta giorni di gestazione e, fino al quinto mese, per motivi di natura terapeutica. 237 Pasolini, Pier Paolo, Scritti Corsari, Milano, Garzanti, 1990, pag. 98. 238 Il 25 gennaio 1974 fu arrestata Adele Faccio durante una conferenza nazionale sull’aborto svoltasi a Milano. Presidentessa del Cisa, Faccio era salita sul palco consapevole della possibilità di un arresto per “istigazione all’aborto”, reato previsto dall’articolo 545 della legge fascista, del 1930, che puniva l’interruzione di gravidanza in nome “dell’integrità e sanità della stirpe”. 174 radicali239, accusati di sostenere ideologicamente e logisticamente le cliniche che, fino a quel momento, erano relegate nel limbo di una tollerata illegalità. Di fronte alle reazioni dei suoi interlocutori, e in un contesto convulso, tra arresti e segnalazioni, Pasolini ritorna altre tre volte sulla questione, sentendo la necessità di illustrare meglio le proprie ragioni, ma anche rispondere a chi lo attacca in modo personale. Il 25 gennaio 1975, dalle colonne di “Paese Sera”, lo scrittore pubblica una lettera aperta sull’aborto, mentre il 30 gennaio, questa volta sul “Corriere”, compare l’articolo Pasolini replica sull’aborto. Questi interventi, insieme all’inedito Cani, del febbraio 1975, e all’articolo Non aver paura di avere un cuore, uscito sul “Corriere” il primo marzo dello stesso anno, compongono la serie dei cinque Scritti corsari dedicati al tema. Nella raccolta citata, i titoli di questi cinque articoli, tranne il primo, introduttivo, Il coito, l’aborto, la falsa tolleranza del potere, il conformismo dei progressisti, in seguito a una revisione editoriale che li ripulisce rispetto alla loro prima funzione giornalistica, sono composti da un’unica parola: Sacer, Thalassa, Cani e Cuore. Sacer fa riferimento al discorso sulla sacralità, violata, della vita, che per questo diventa maledetta; Thalassa si collega all’affermazione, inizialmente addotta da Pasolini, e da più parti derisa240, di vivere quotidianamente una “vita prenatale […] felice immersione nelle acque materne”241; Cani, rabbiosi, sono tutti coloro i quali si sono scagliati contro di lui per le idee espresse in precedenza; infine, Cuore, racchiude la considerazione secondo la quale un certo modo di essere moderni, e quindi felicemente abortisti, contenga un pragmatismo arrogante e anti-umano.

239 Il 14 gennaio 1974 furono arrestati Gianfranco Spadaccia, giornalista e segretario del Partito Radicale, e la militante Emma Bonino, con accuse di “procurato aborto”. Una comunicazione giudiziaria viene inviata anche al segretario del partito Marco Pannella. 240 Si veda ad esempio l’intervento di Giorgio Manganelli (“Risposta a Pasolini” in Corriere della Sera, 22-I-1975.): “la mia memoria amniotica è piuttosto corta”. 241 Pasolini, Pier Paolo, Scritti Corsari…. pag. 98. 175 Le tesi corsare: testi e contesto

Il discorso sull’aborto non può essere avulso da quanto l’autore andava scrivendo in quegli stessi anni e le cui tesi di fondo sono rintracciabili nella sua opera letteraria, in quella saggistica e in quella cinematografica. Gli Scritti corsari, del resto, sono attraversati da una continua osservazione semiologica dei segni di un fenomeno che Pasolini definiva come “genocidio”242 e che può essere considerato a tutti gli effetti come la cornice intellettuale dell’autore all’interno dalla quale trovano unitarietà le sue molteplici forme di espressione. Rientrano in quest’insieme di segni fenomeni di varia natura, appartenenti a diversi linguaggi e non esclusivamente verbali. Si possono rintracciare degli ambiti di osservazione in cui Pasolini, con strumenti non ortodossi da linguista e da semiologo, percepisce i segni del cambiamento avvenuto: il linguaggio della pubblicità, quello della Chiesa, quello del potere, ma anche il modo di vestirsi, di pettinarsi, di muoversi, camminare e fare l’amore, per Pasolini esprimono un sistema di segni influenzato dall’ansia nevrotica del consumismo. Accanto al discorso, così pregnante nell’intera sua opera, sulla scomparsa del dialetto, portatore di un intero universo di valori, egli elabora una sorta di semiologia del reale influenzata dalle precedenti considerazioni teoriche sulla semiologia del cinema243. Negli ultimi anni della sua vita Pasolini arriva

242 Col termine genocidio Pasolini intende l’affermarsi di un nuovo modello antropologico totalitario, interamente derivante dalla piena affermazione della storia borghese. A causa di ciò scompaiono le culture particolari, contadine in primo luogo, in nome di una generale omologazione fondata sul consumo. 243 Scrive Pasolini “il sistema di segni del cinema è lo stesso sistema di segni della realtà. Per esempio: ho davanti agli occhi la faccia di un ragazzo coi capelli ricci, gli occhi a mezza luna, ridenti, un’espressione buffa e innocente che sembra impastata nella sua stessa carne. Di che cosa si tratta? Di un ragazzo che ho davanti a me nella realtà, o di un P.P. che mi appare nello schermo? Comunque sia esso mi parla allo stesso modo, e io lo capisco attraverso gli stessi segni. La reale natura di quel ragazzo si esprime a me sempre nello stesso modo sia nella realtà che nello schermo. Parlo, s’intende, del cinema puro, non di manipolazione commerciale” (Saggi sulla politica e sul la società, Milano, Mondadori, 1999, pag. 870). Questa visione fu confutata da Umberto Eco, il quale la ritenne “di singolare ingenuità semiologica […] 176 a vedere “la realtà [come] un linguaggio” sostenendo che “bisogn[erebbe] fare la semiologia della realtà […]”244. Il discorso sulla corporalità si intreccia intimamente con altri piani, in primo luogo con quello linguistico. La scomparsa di un mondo, paleoindustriale e contadino, è la scomparsa di un certo modo di esprimersi, di comportarsi, di atteggiarsi, di essere fisicamente e linguisticamente. La semiologia del corpo individua i segni del genocidio, anche laddove essi sono meno evidenti, come ad esempio nell’adizione maschile dei capelli lunghi, che esprimono una comunicazione “semiologicamente parlando […] di ‘quel linguaggio della presenza fisica’ che da sempre gli uomini sono in grado di usare”245. Inizialmente, afferma l’autore, i capelloni sono “come i primi cristiani”, esprimono “nuovi valori religiosi”. Sebbene in modo confuso, i capelloni esprimevano “una sottocultura di protesta che si opponeva ad una sottocultura di potere”; col ’68 poi essi vengono assorbiti dal Movimento Studentesco: “il loro linguaggio esprimeva sempre più ‘cose di sinistra’”. Nel momento stesso in cui si verbalizza, il linguaggio dei capelli diviene equivoco, poiché può essere adottato anche “dai provocatori fascisti che si mescolano ai rivoluzionari verbali”. Si verifica così che “una sottocultura di Destra può benissimo essere confusa con una sottocultura di Sinistra”. Il ciclo poi si compie quando “i capelli lunghi dicono […] le ‘cose della televisione’ o delle réclames dei prodotti, dove ormai è assolutamente inconcepibile prevedere un giovane che non abbia i capelli lunghi”246. I capelli lunghi finiscono dunque col dire le “cose del potere”, giacché previsti, per i giovani, quale segno di concessa ribellione. Si realizza pienamente un sistema capace di prevedere non solo la norma, ma anche lo contrasta con la più elementare finalità della semiologia, che è di ridurre eventualmente i fatti di natura a fenomeni d cultura. […] Di questa lingua dell’azione esiste già una semiologia, e si chiama la cinesica […] con addentellamenti nella prossemica. […] La cinesica intende esattamente codificare i gesti umani come unità di significato organizzabili in sistema” (Eco, Umberto, La struttura assente, Bompiani, Milano 1968, pag. 113) 244 Pasolini, Pier Paolo, Saggi sulla politica e sulla società… pag. 867. 245 Pasolini, Pier Paolo, Scritti corsari… pag. 6. 246 Ibidem, pag. 7-10. 177 scarto da essa, il comportamento ribelle sotto forma di linguaggio del corpo, tollerato e perciò concesso dall’alto, entro certe forme e possibilità. Lo sfondo, insostituibile, è un meccanico conformismo, articolato secondo varie sfumature, tutte ugualmente previste, di linguaggi, verbali e non, che, presi nel loro insieme, parlano tutti, comunque, il linguaggio del potere. L’attenzione di Pasolini nei confronti del corpo, entro cui si inscrive anche la sua posizione sull’aborto, viene spesso interpretata come un estetizzante e decadente atteggiamento, non privo di una certa morbosità. Maurizio Ferrara, direttore de “l’Unità”, liquida questo strumento semiologico come “sedimento lombrosiano vagamente razziale” 247 , ricevendo la seguente risposta:

Ci sono certi pazzi che guardano le facce della gente e il suo comportamento. Ma non perché epigoni del positivismo lombrosiano (come rozzamente insinua Ferrara), ma perché conoscono la semiologia. Sanno che la cultura produce dei codici; che i codici producono il comportamento; che il comportamento è un linguaggio; e che in un momento storico in cui il linguaggio verbale è tutto convenzionale e sterilizzato (tecnicizzato) il linguaggio del comportamento (fisico e mimico) assume una decisiva importanza.248

Quella di Ferrara non è del resto l’unica accusa di questo tipo. In riferimento al discorso sui capelli, l’intellettuale conservatore Giuseppe Prezzolini deride la metafora usata da Pasolini, non senza mostrare un fraintendimento circa il senso della metafora stessa. Quando afferma che “i capelloni non sono i precursori di una nuova civiltà o religione. Sono il prodotto di una civiltà in decadenza o in disordine”249, Prezzolini dimostra di non sapere, o volere, andare al di là della costruzione metaforica, salvo poi, inconsapevolmente forse, mettersi su un piano simile a quello indicato da Pasolini. Affermando che “il capellonismo è una moda, come molte altre,

247 Ferrara, Maurizio, “I pasticci dell’esteta”, in l’Unità, 12-VI-1974. 248 Pasolini, Pier Paolo, Scritti corsari… pag. 47. 249 Prezzolini, Giuseppe, “Prezzolini risponde a Pasolini sui capelloni”, in Corriere della Sera, 21-I-1974. 178 che ci viene dall’America” egli, di fatto, sottoscrive ciò che Pasolini intendeva: i comportamenti apparentemente ribelli altro non sono che una sfumatura prevista, o comunque assorbibile, dal sistema permissivo dell’edonismo consumista, che ha nell’America il suo centro irradiatore. Resta il fatto che i segni del genocidio indicati da Pasolini, siano essi i capelli o altri fenomeni fisici o linguistici, attirano continuamente sospetti e diffidenze, che vanno dall’accusa di atteggiamento lombrosiano, fino alla più aperta derisione. Ci pare questo un difetto di interpretazione particolarmente miope, dal momento che la sociologia, l’antropologia e la semiologia avevano offerto in quegli anni strumenti utili alla comprensione delle dinamiche che legano, in modo indissolubile, il corpo e il consumo250. Quando Pasolini afferma, ad esempio, che destra e sinistra si sono fisicamente fuse, egli non fa riferimento ai rispettivi comportamenti politici, come avviene invece ai nostri giorni; è sull’avverbio “fisicamente” che bisogna concentrarsi, a quel comune denominatore profondo e intimo, il linguaggio del corpo appunto, che unisce tutte le classi sociali e tutti le posizioni politiche. “Sotto le scelte coscienti, c’è una scelta coatta, ormai comune a tutti gli italiani: la quale ultima non può che deformare le prime” 251. L’edonismo consumista è la base su cui si strutturano le tecniche del corpo, il linguaggio, i desideri, la volontà di possedere e distruggere, e questa base, per Pasolini, è imprescindibile per comprendere i fenomeni sociali e politici.

250 Fin dagli anni trenta, con l’opera di Marcel Mauss, l’antropologia aveva fatto del consumo un proprio privilegiato ambito di studio. La riflessione di partenza faceva riferimento ad un tratto di base delle differenti forme di economia, quello cioè che lega i consumi alla ripetitività delle azioni quotidiane, su cui si innestano pratiche legate tanto alla corporalità quanto ai bisogni primari. Le tecniche di consumo si sedimentano su quelle che Mauss definisce le “tecniche del corpo”, una serie cioè di pratiche rituali e ripetitive che il corpo umano richiede con una certa regolarità. Poiché il corpo è già di per sé un contesto di pratiche di riproduzione, costituisce uno strumento ideale per l’inscrizione di determinate discipline sociali. La tendenza al cambiamento delle abitudini di consumo deve fare i conti con la naturale inerzia delle pratiche corporee, a meno che il cambiamento e il rapporto edonistico con gli oggetti non siano diventati essi stessi le pratiche sociali dominanti. L’opera circolò in Italia con certa rilevanza non solo accademica negli anni sessanta. Si veda in proposito Mauss, Marcel, Teoria generale della magia, Torino, Einaudi, 1965. 251 Pasolini, Pier Paolo, Scritti Corsari… pag. 9. 179 Piuttosto, e ciò anticipa un nodo fondamentale per comprendere la polemica sull’aborto, un limite effettivo della semiologia pasoliniana è la quasi totale assenza di interesse nei confronti delle donne, almeno per quanto riguarda la notazione semiologica accurata di cui sono oggetto invece i comportamenti maschili. Muovendo la propria indagine conoscitiva dalla propria esperienza, corporale e sessuale in primo luogo, rimangono fuori dall’osservazione sul campo, antropologicamente parlando, le donne, giacché prive di interesse erotico. Quella di Pasolini è una dettagliata osservazione delle modificazioni, linguistiche, fisiche, mimiche, degli uomini e dei ragazzi in particolare, in virtù della propria frequentazione dei più disparati strati sociali, tramite il filtro conoscitivo dell’omosessualità252. Non dobbiamo infatti dimenticare che a suo giudizio, come leggiamo nella recensione al romanzo Maurice di Forster, lo sguardo dell’omosessuale si fa politico in quanto, una volta rotte le barriere della normatività sessuale, egli può superare più facilmente anche la propria classe sociale e liberare un desiderio erotico trasversale e interclassista. Per Pasolini l’omosessualità253, così come per Genet, è uno stato di diversità da cui scaturisce un’angolazione privilegiata per uno sguardo differente sulla società:

Il momento politico dell’omosessualità va ricercato altrove, e non importa se ai margini estremi della vita pubblica. Ricorrerò all’esempio dell’amore tra Maurice e Alec, nello stupendo romanzo di Forster […]. Maurice, un uomo dell’alta borghesia inglese, vive nell’amore del “corpo” di Alec, che è un servo, un’esperienza eccezionale: la “conoscenza” dell’altra

252 In questo senso condividiamo le interpretazioni critiche, del resto suffragate dallo stesso Pasolini - quando dichiara di aver visto coi propri sensi il modo in cui il genocidio ha deturpato gli italiani - che tendono a mettere in connessione l’eros dello scrittore con i contenuti degli Scritti corsari . Si veda in proposito Desiderio di Pasolini, a cura di Stefano Casi, Edizioni Sonda, Torino, 1990. 253 Negli anni a cui facciamo riferimento si stavano organizzando anche in Italia i primi gruppi che poi daranno vita al Movimento LGBT, che, non a caso, non ha mai avuto con Pasolini un rapporto facile e univoco. È evidente come il pensiero dell’intellettuale si situi completamente al di fuori di una politica per la conquista di diritti civili, non solo per una questione cronologica, ma anche e soprattutto di visione politica. 180 classe sociale.254

Da una simile ed eterodossa angolazione, prendendo le distanze dal Partito Radicale, dopo averne peraltro sostenuto l’iniziativa referendaria, Pasolini affronta il dibattito sulla depenalizzazione dell’aborto. In questa vicenda si concentrano alcuni dei nodi teorici derivanti dalla visione antropologica a cui ci si è riferiti, applicati però alle sfere della sessualità, della coppia e dell’omosessualità.

Ragionar contraddicendo

Il primo articolo sull’aborto contiene, fin dal suo incipit, il nucleo del ragionamento, retoricamente articolato, come di consueto, su una opposizione programmatica. Scrive Pasolini:

Io sono per gli otto referendum del partito radicale, e sarei disposto a una campagna anche immediata in loro favore. […] Sono però traumatizzato dalla legalizzazione dell’aborto, perché la considero, come molti, una legalizzazione dell’omicidio. Nei sogni e nel comportamento quotidiano […] io vivo la mia vita prenatale, la mia felice immersione nelle acque materne: so che là io ero esistente.255

Riteniamo che, in questa apparente contraddizione - favorevole al referendum sull’aborto e, contemporaneamente, traumatizzato da una sua eventuale legalizzazione - risieda una volontà precisa, quella cioè di spostare il discorso su un altro piano, non più politico e immediatamente pragmatico, ma culturale. Sul piano politico il referendum è accettabile e condivisibile, così come, del resto, era assolutamente condivisibile il referendum sul divorzio, ma, anche in questo caso, Pasolini non rinuncia alla possibilità di allargare il discorso, indicando quali sono, a suo giudizio, le

254 Ibidem, pag. 209. 255 Ibidem, pag. 98. 181 “vere cause” di una possibile legalizzazione dell’aborto. Il terreno su cui impostare la discussione è per Pasolini il coito, poiché “non si può parlare politicamente in concreto dell’aborto, senza considerare come politico il coito”256. In particolare egli fa qui riferimento al coito eterosessuale, che, in presenza del diritto di abortire, verrebbe liberato da ogni ostacolo. La natura di questa libertà sarebbe però fittizia e illusoria:

Questa libertà del coito della “coppia” così com’è concepita dalla maggioranza – questa meravigliosa permissività nei suoi riguardi – da chi è stata tacitamente voluta, tacitamente promulgata e tacitamente fatta entrare, in modo ormai irreversibile, nelle abitudini? Dal potere dei consumi del nuovo fascismo. Esso si è impadronito delle esigenze di libertà, diciamo così, liberali e progressiste, e, facendole sue, le ha vanificate, ha cambiato la loro natura.257

La libertà del coito sarebbe quindi regalata, concessa dall’alto, e perciò imposta, dall’edonismo consumista, alla massa dei sudditi-consumatori. L’aborto sarebbe, in questo senso, un meccanismo di controllo tramite cui potersi liberare degli effetti indesiderati di una libertà apparente e nevrotica:

Risultato di una tale libertà “regalata” dal potere è una vera e propria generale nevrosi. La facilità ha creato l’ossessione; perché è una facilità “indotta” e imposta, derivante dal fatto che la tolleranza del potere riguarda unicamente l’esigenza sessuale espressa dal conformismo della maggioranza.258

Formar parte di una coppia eterosessuale, fin dall’adolescenza, sarebbe per Pasolini un dovere sociale, in quanto la coppia rappresenterebbe la combinazione molecolare più prospera per il consumismo. Essere spaiati, di riflesso, espone alla nevrosi dell’esclusione da un modello ostinato e pervasivo. Ancora una volta, in questo senso, agisce secondo l’autore il

256 Ibidem, pag. 100. 257 Ibidem, pag. 99. 258 Ibidem, pag. 98. 182 potere esistenziale e mimetico della televisione, che fissa i comportamenti da adottare. A causa di questa mimesi “la coppia ha finito […] col diventare una condizione parossistica, anziché diventare segno di libertà e felicità (com’era nelle speranze democratiche)”259; la retorica della “coppietta” è procrastinata dalla “convenzione e [da]i giornalisti imbecilli”. Ma la coppia, “un tempo […] ‘benedetta’, nell’universo ‘felice’ dei consumi diventa ‘maledetta’”, e assume le sembianze di “un piccolo patto criminale”. Sintomo di questa degenerazione sono gli stessi matrimoni, che un tempo erano delle feste e sono invece diventati “dei grigi e affrettati riti funebri”260. Al potere, che impone il modello della “coppietta”, “non interessa però una coppia creatrice di prole (proletaria) ma una coppia piccolo-borghese: in pectore, esso ha già dunque l’idea della legalizzazione dell’aborto”261. La coppia consumatrice è l’unità prediletta dal consumismo, ma, se “la specie […] vuole sopravvivere, deve fare in modo che le nascite non superino le morti”. Per questa ragione, secondo Pasolini, “ogni figlio che un tempo nasceva, essendo garanzia di vita, era benedetto; ogni figlio che invece nasce oggi, è un contributo all’autodistruzione dell’umanità, e quindi è maledetto”262. Ancora una volta dunque, Pasolini, portando alle estreme conseguenze il ragionamento sulla rivoluzione antropologica, segna una distinzione tra un prima - l’epoca dell’età del pane - in cui la vita era benedetta, perché disperatamente fine a se stessa, e un dopo, in cui la vita è una variabile maledetta, da calibrare attentamente sui consumi e sulle risorse. Il suo ragionamento è funzionale ad una lotta, anziché contro “la società che condanna l’aborto repressivamente […], contro la ‘falsa tolleranza’ del nuovo potere totalitario dei consumi”. Egli è favorevole a “tutta una serie di liberalizzazioni “reali” riguardanti il coito […]: anticoncezionali, pillole, tecniche amatorie diverse, una moderna moralità dell’onore sessuale”263. In

259 Ibidem, pagg. 99-100. 260 Ibidem, pag. 102. 261 Ibidem, pag. 103. 262 Ibidem, pag. 102. 263 Ibidem, pag.103-4. 183 questo modo, a suo giudizio, “il problema dell’aborto verrebbe in sostanza vanificato, pur restando, come dev’essere, una colpa, e quindi un problema della coscienza”264. In questa tesi risiedono certamente una serie di omissioni, ingenuità e contraddizioni. A seguito delle affermazioni di Pasolini, nei primi mesi del 1975, su diversi quotidiani e settimanali (“Corriere della Sera”, “La Stampa”, “Il Giorno”, “Paese Sera”, “Il manifesto”, “l’Espresso”) un nutrito gruppo di scrittori e intellettuali265 risponde sulla questione dell’aborto. Si possono riconoscere in questi interventi una serie di nuclei argomentativi, che ci sembra utile isolare. Il primo di questi nuclei è individuato dall’analisi di Dacia Maraini, la quale, rivolgendosi direttamente a Pasolini, afferma:

È sintomatico che nel tuo articolo non parli mai delle donne. Quello che ti preoccupa è il feto, il bambino che deve nascere, l’uomo in potenza. Ma della donna, del suo corpo, della sua integrità fisica e psichica non ti preoccupi, né punto né poco. Che continui ad abortire col rischio della vita, pagando somme impossibili, purché il principio della sacralità della vita rimanga intoccato!266

Maraini, pur concordando con Pasolini nel leggere il coito in senso politico, lezione, del resto, che Pasolini sembra aver appreso dal femminismo, precisa alcuni aspetti della sessualità femminile, ancora legata ad una “mistica della femminilità”267 di derivazione patriarcale:

Per la donna spesso [il coito] è una croce, perché non è il frutto di una libera scelta, ma le viene imposto come unico modo di esprimere la sua femminilità . Naturalmente parlo del coito tradizionale, quello in cui la donna dev’essere

264 Ibidem, pag. 104. 265 Si tratta di Giorgio Manganelli, Natalia Aspesi, Leonardo Sciascia, Alberto Moravia, Dacia Maraini, Claudio Magris, Franco Rodano, Natalia Ginzburg, Italo Calvino, Vittorio Gorresio, Ferdinando Camon, Franco Fornari. 266 Maraini, Dacia, “Una femminista contro Pasolini”, in La Stampa, 25-I-1975. 267 In quest’espressione Maraini fa riferimento alla celebre opera di Betty Friedan, La mistica femminile, un testo fondamentale del movimento femminista. 184 passiva, e subire, anziché partecipare.268

Poiché il coito non è una zona neutra, all’interno della quale uomini e donne agiscono con piena e uguale partecipazione, secondo Maraini il discorso di Pasolini non coglie l’effettivo stato delle cose, in cui spesso si ripete “la sopraffazione del maschio sulla femmina”. La scrittrice ritiene che il rapporto tra i sessi escluda la piena partecipazione della donna “e non per colpa del consumismo” giacché “la falsa libertà del consumismo non incanta più nessuno”. La questione centrale è “la concezione del mondo patriarcale” che semmai, nel connubio col consumismo, rende le donne “più libere di vendersi, più libere di esibirsi, più libere di farsi oggetto”. Secondo Maraini, quindi, “è inutile dire ‘sono contro l’aborto’, quando si fa di tutto per favorire la passività della donna […] quando si impedisce in tutti i modi una gestione responsabile del corpo della donna da parte della donna stessa”. Aborto e coito sono, nel ragionamento della scrittrice, terreni politici poiché in essi si misura la continuità del controllo maschile sul corpo femminile. Non a caso, a suo giudizio, l’aborto, in teoria perseguibile, era in realtà in Italia tollerato, a patto che gli oneri, di salute in primo luogo, ricadessero interamente sulla donna, comunque condannata, e non sulla morale comune. Scrive Maraini:

In realtà la legge [sull’aborto] non viene mai applicata (su tre milioni di aborti l’anno solo alcune centinaia vengono perseguiti). […] Il perché è ovvio. Questo sistema clandestino di controllo delle nascite, che ricade unicamente sulle spalle delle donne, fa troppo comodo. L’aborto clandestino permette ai principii di rimanere intoccati, al reato di rimanere reato, e allo stesso tempo spinge le donne ad abortire, col massimo del rischio loro, col minimo del danno alla morale comune.269

Maraini espone perfettamente un aspetto del problema completamente assente dal discorso di Pasolini: “In questo momento infatti, ricordiamolo, e

268 Maraini, Dacia, “Una femminista contro Pasolini”, in La Stampa, 25-I-1975. 269 Ibidem. 185 mi pare che tu, Pier Paolo, te ne dimentichi […] la scelta non è tra aborto e non aborto. […] La scelta vera è tra aborto clandestino e aborto legalizzato. L’alternativa aborto-non aborto è falsa, non esiste”270. Sulla centralità della libera scelta femminile insiste anche Natalia Ginzburg, in un articolo, comparso sulla “Stampa”, nel quale sostiene che “il rapporto imperscrutabile” che si crea tra il feto e la madre non è discriminabile per legge, e proprio per questo, “in materia di aborto la donna deve restare l’unico giudice”271. Ginzburg si inoltra nella complessità esistenziale dell’atto di dare la vita, superando la contrapposizione dello schieramento abortisti-non abortisti:

[Abortire] è una facoltà pesante come il piombo, una libertà che si trascina dietro ferri e catene, perché chi sceglie deve scegliere per due, e l’altro è muto. Si tratta di lacerarsi in una parte di sé, ammazzare una parte di sé, strappare dalle proprie membra, per sempre, una precisa possibilità viva e ignota; è una scelta muta e buia come è muta l’intesa sotterranea con quella forma nascosta; e il rapporto fra la madre e quella forma vivente, ignota e nascosta, è in verità il rapporto più chiuso e più incatenato e più nero che esista al mondo; è il meno libero fra tutti i rapporti e non riguarda nessuno.272

Ritengo che il suo intervento sia più vicino a quello di Pasolini di quanto quest’ultimo ritenesse. Nell’articolo, inedito, che compare negli Scritti corsari, col titolo Cani, Pasolini ritorna sull’intervento di Natalia Ginzburg, a proposito del quale ci sembra pronunciare affermazioni poco ragionevoli, in quanto mosse sostanzialmente da un’incomprensione, o, peggio ancora, dalla mancanza di conoscenza dell’articolo della scrittrice. Il tono stesso usato da Pasolini è a tratti volgare e ingiusto e sposta sul personale una discussione che si suppone debba mantenersi su un piano pubblico. Scrive infatti:

270 Ibidem. 271 Ginzburg, Natalia, “Aborto: la donna è sola, scrutata”, in La Stampa, 7-II-1975. 272 Ibidem. 186

Natalia Ginzburg, riscuotendosi dal suo naturale stato di dormiveglia, ha sentito evidentemente esclamare, da qualche comune amico, che io suggerisco l’amore contro natura come rimedio per il problema dell’aborto. […] Va bene, Natalia è candida. Ma non c’è candore che giustifichi, almeno, la mancanza di informazione […]. Nel suo candido intervento , Natalia compie un significativo misfatto linguistico (è una scrittrice, e per lei dunque questo discorso è pertinente senza restrizioni). Essa usa a proposito del rapporto omosessuale l’aggettivo “squallido”, cioè l’aggettivo sempre, sistematicamente, meccanicamente, canagliescamente usato negli articoletti di cronaca di tutta la stampa italiana.273

In realtà le cose sono assai diverse ed è Pasolini il disinformato, a cui, probabilmente, le parole di Ginzburg sono state mal riportate da qualche “amico” comune. La scrittrice dedica una piccola parte del suo articolo alla questione dell’omosessualità, rispetto alla quale dice:

In verità quasi tutto sembra meglio che il trovarsi davanti alla scelta [di abortire]: il controllo delle nascite; forse perfino la castità. È stata suggerita anche l’omosessualità: è un’idea paradossale, e che non può valere per tutti; ma in quest’idea non ripugna tanto il paradosso, quanto il fatto che appaia come una soluzione di comodo; e le soluzioni di comodo appaiono, quando è in gioco la vita e la morte, di una esangue e squallida futilità.274

Entrambi, in fondo, al di là della poco elegante vis polemica pasoliniana, vivono emotivamente l’aborto come un trauma, sebbene i punti di partenza e le conclusioni siano sostanzialmente diversi. Pasolini, nel richiamare la propria esistenza prenatale, annulla completamente la donna che tale feto porta in grembo; Ginzburg, invece, non sorvola affatto sulla continuità, che definisce “buia e muta”, tra i due soggetti in gioco, ma precisa quanto uno sia parte dell’altro, non un soggetto autonomo. La scrittrice ritiene “ipocrita

273 Pasolini, Pier Paolo, Scritti corsari… pagg. 116-7 274 Ginzburg, Natalia, “Aborto: la donna è sola, scrutata”… 187 affermare che abortire non è uccidere” poiché “abortire è uccidere” sebbene si tratti “[del]l’unico diritto di uccidere che la gente deve richiedere alla legge”275. Semmai, rispetto a Pasolini, la sua chiarezza nel dichiararsi, comunque, favorevole alla legalizzazione dell’aborto, è pari alla profondità del suo sentirne le profonde e dolorose implicazioni. Ginzburg sente l’invadenza di una legge che assurdamente punisce, anziché aiutare, invadendo così “[…] la zona delle possibilità nascoste nel ventre delle madri” ambito in cui “né la legge, né il codice, né la società, né i governi dovrebbero avere il minimo potere di interferire”276. La scrittrice si dichiara sostanzialmente d’accordo con Franco Rodano, che, in un articolo uscito su “Paese Sera”, distingue tra la posizione radicale - l’aborto come conquista di libertà - e la posizione comunista - l’aborto come colpa collettiva, da riscattare gridando la verità dello sfruttamento delle donne. Egli ritiene che “Pasolini scambi[…] la materialità faticosa e severa della rivoluzione con le spiritualistiche impazienze di quelle ‘anime belle’ che sono i radicali nostrani”277. Accusato dai comunisti di essere tropo radicale, in questa circostanza Pasolini è in verità ben lontano dalle posizioni di Marco Pannella, il quale, non a caso, gli imputa il torto di non comprendere una realtà in cui l’aborto clandestino è “l’arma demografica assoluta” del “regime democristiano, clericale, capitalistico”278. Egli nega che i radicali vogliano depenalizzare l’aborto per Realpolitik279, e rivendica di essere stato tra i primi a lottare per una “sessualità libera e responsabile”. Implicitamente, Pannella fa sua la visione di un Pasolini legato ad una concezione sacra della vita, di chiara derivazione cattolica. È l’accusa, insieme con quella di antifemminismo, più

275 Ibidem. 276 Ibidem. 277 Rodano, Franco, “Aborto e clericalismo”, in Paese Sera, 28-I-1975. 278 Pannella, Marco, “L’agnello, lo zigote e Pasolini”, in l’Espresso, 9-II-1975. 279 Pasolini aveva accusato i radicali di aver commesso, nella campagna per la legalizzazione dell’aborto, “un primo errore di Realpolitik, di compromesso col buon senso” producendo così “un’ottica deformata” in cui l’interruzione di gravidanza diventa “un caso di pura praticità, da affrontare appunto con spirito pratico”. (Pasolini, Pier Paolo, Scritti Corsari… pag. 101). 188 ricorrente all’interno delle tesi dei suoi interlocutori, che ritroviamo anche nelle parole Alberto di Moravia, secondo cui “il modo di pensare e soprattutto di sentire di Pasolini […] è quello di un cattolico”, la cui “logica cattolica, anzi paolina […] voleva […] come soluzione del problema dell’aborto […] l’astinenza completa, assoluta, incondizionata”. Ma “Pasolini probabilmente non sa di essere cattolico” in quanto non lo è “con la mente, ma con il sentimento”280, in modo cioè sostanzialmente irrazionale. Anche per Franco Rodano le posizioni di Pasolini sono la “spia del suo rovesciato, inconscio clericalismo”281, mentre per Leonardo Sciascia è evidente come “Pasolini [sia] uomo religioso. Da religiosità, sicuramente. Da religione, forse”. L’analisi dello scrittore siciliano ci sembra tuttavia, rispetto alle altre, particolarmente attenta, poiché collega il discorso che Pasolini fa sull’aborto, al complesso della sua visione antropologica:

[…] egli reagisce a tutto ciò che gli appare degradazione e offesa della vita; reagisce alla positiva e positivistica ricerca della felicità; reagisce a quello che gli appare come un immane meccanismo, una terribile catena di smontaggio: di smontaggio dell’uomo in nome della felicità.282

Piuttosto, suggerisce Sciascia, ci sarebbe da chiedersi perché la sua religiosità provochi così tanto clamore, specie in un paese cattolico dove “la cosa non dovrebbe suscitare né meraviglia né sospetto, né dileggio”. A suo giudizio, questo inesausto sospetto proviene dal “fatto che tra milioni di cattolici nominali ce ne sia uno effettivo”, eretico per vocazione rispetto a qualunque Chiesa. Secondo Sciascia, la scomodità delle sue tesi risiede nel fatto che, “semplicemente, in quello che Pasolini va dicendo c’è sempre un fondo di verità, di inquietante verità. Ci sarà magari incertezza, confusione,

280 Moravia, Alberto, “Lo scandalo Pasolini”, in Corriere della Sera, 24-I-1975. 281 Rodano, Franco, “Aborto e clericalismo”… 282 Sciascia, Leonardo, “Sciascia su Pasolini: non dileggiare i cattolici”, in Corriere della Sera, 26-I-1975. 189 contraddizione: ma c’è anche verità”283.

Un altro coito è possibile

Prima di passare in rassegna le risposte che Pasolini scrisse, sollecitato dai numerosi interventi che seguirono il suo primo articolo sull’aborto, è opportuno soffermarsi sul terzo dei nodi centrali in conflitto, l’omosessualità, che, insieme alle accuse di antifemminismo e di clericalismo, ricorrono all’interno della discussione. Nel suo primo intervento l’intellettuale corsaro, effettivamente, invita a spostare la discussione sulla sessualità, in quanto, a suo giudizio, era necessario “evitare prima l’aborto” attraverso “tutta una serie di liberalizzazioni “reali” riguardanti […] il coito”. Accanto agli anticoncezionali, egli indica delle “tecniche amatorie diverse”284, non meglio specificate, espressione alla quale i più, con poca fantasia erotica peraltro, associarono immediatamente la volontà di sostituire il rapporto eterosessuale con quello omosessuale. A partire da questa prima lettura, è stato facile accusare Pasolini di voler egoisticamente trattare la questione in chiave personale e persino opportunistica. Fermo restando che la pratica omosessuale non è certo esclusa dal novero delle “tecniche amatorie diverse”, paiono eccessive le continue illazioni al riguardo, se ci si attiene alla frase oggetto d’accusa. In un articolo del “Messaggero”, firmato con una semplice L., si legge ad esempio di una ipotetica volontà pasoliniana di “vietare l’amore tradizionale”285, mentre dalle colonne del “Manifesto”, Umberto Eco, dietro lo pseudonimo di Dedalus, si fa portavoce di “una piccola minoranza di eterosessuali inveterati”286. Anche Franco Fornari insiste esclusivamente su quest’aspetto, ritenendo che “Pasolini […]a[vesse] fatto girare il tema dell’aborto attorno ai

283 Ibidem. 284 Pasolini, Pier Paolo, Scritti Corsari… pag. 104. 285 L., “Cronache italiane”, in Il Messaggero, 21-I-1975. 286 Dedalus, “Le ceneri di Malthus”, in Il Manifesto, 21-I-1975. 190 poli dell’eterosessualità e dell’ omosessualità” come metafora di “un’accusa di autoritarismo fatta al reale dall’immaginario”, in cui il reale sarebbe la normatività dell’eterosessualità, uscita al di fuori degli impulsi selvatici, dove qualsiasi pulsione, anche quella omosessuale, può essere lecita. Secondo Fornari “se questa può essere un’operazione valida quando si tratta di attuare un progetto poetico […] non lo è quando si tratta di attuare un progetto politico” e si dichiara perciò scettico “sull’impiego dell’omosessualità come strumento di frenaggio demografico”287. Sollecitato dai numerosi interventi a lui rivolti, densi, come abbiamo visto, di critiche ragionevoli, ma anche di illazioni gratuite, Pasolini ritorna per ben quattro volte sulla questione dell’aborto, ed ogni suo nuovo articolo si carica del peso che le sue parole iniziali avevano suscitato:

Naturalmente il mio articolo “contro l’aborto” è incompleto e passionale, lo so. Una mia amica, Laura Betti, mi ha fatto notare che ci manca fisiologicamente la donna. Ha ragione. Alberto Moravia mi ha detto che il fondo dei miei argomenti è paolino: cioè in me, come in San Paolo, c’è l’inconscia pretesa della castità da parte della donna. Ha ragione anche lui. Io ho posto l’accento più sul figlio che sulla madre.288

Egli riconosce dunque un fondo misogino al proprio ragionamento, direttamente collegato ad una religiosità paolina normatrice e castrante. Ma, allo stesso tempo, rivendica una propria peculiare posizione, che dovrebbe allontanare ogni tendenza a etichettarlo come clericale o reazionario:

Io escludo che possa lecitamente parlare di strage di feti innocenti, chi non abbia altrettanto pubblicamente e esplicitamente parlato di stragi, per esempio, di ebrei, e più ancora, chi non parli altrettanto pubblicamente e esplicitamente delle stragi culturali e umane del nuovo potere.289

287 Fornari, Franco, “Omosessualità e cultura”, in, Corriere della Sera, 12-II-1975. 288 Pasolini, Pier Paolo, Scritti Corsari… pag. 113. 289 Ibidem. 191

Con queste parole Pasolini segna una distanza netta tra le proprie posizioni e quelle dei cattolici, poiché la Chiesa, nella sua accettazione, non solo del fascismo, ma soprattutto dell’edonismo consumista, è stata connivente con un processo che egli intendeva come smantellamento e distruzione dell’essere umano. Difendere la sacralità della vita è per lui un atto che si collega al discorso antropologico già citato: chi accetta la società dei consumi, non può appellarsi alla difesa della vita, perché la vita non è più sacra290; piuttosto “lo è stata […], sinceramente, nel mondo antropologico della povertà, perché ogni nascita era una garanzia per la continuità dell’uomo”291. Rispetto alle accuse di misoginia, invece, ci sembra che Pasolini sia disposto a riconoscere la parzialità della propria visione, non rinunciando però a spiegarne le ragioni. È utile in tal senso fare riferimento ad una delle interviste che compongono Il sogno del centauro292, in cui si ritorna sulla legalizzazione dell’aborto, a distanza di qualche mese dalle polemiche, giudicata ancora una volta una comoda soluzione per l’inerzia della maggioranza “che rafforza soprattutto la comodità del coito eterosessuale”. Questo insistere sulla coppia eterosessuale, senza distinzioni tra uomo e donna, ci pare voglia mettere in luce il rapporto che lega potere e desiderio.

Sono convinto che la permissività in materia di aborto sia legata all’obbligo di produrre […]. Il lassismo in materia di rapporto eterosessuale è legato all’angoscia del consumo…Il consumo frenetico, ossessivo, del coito “istituzionale” rimanda all’obbligo morale di consumare i prodotti del capitale […]. La libertà annunciata dalle misure di

290 In questo intervento Pasolini fa leva sull’ambiguità del termine sacer, che può significare sia sacro che maledetto. 291 Pasolini, Pier Paolo, Scritti Corsari… pag. 108. 292 Vi veda in tal proposito Pasolini, Pier Paolo, Il sogno del centauro, a cura di J. Duflot, Roma, Editori riuniti, 1983, poi inserita nel Meridiano Mondadori da cui si cita nel presente articolo. Si tratta di una serie di interviste rilasciate, tra il 1969 e il 1975, al giornalista Jean Duflot, in cui Pasolini viene invitato a parlare di molti dei temi ricorrenti all’interno delle sue opere di quegli anni. 192 liberalizzazione sessuale in materia di aborto non è nient’altro che la libertà di praticare con inerzia le proprie ossessioni, le proprie nevrosi di massa.293

In particolare, in questo meccanismo di falsa libertà, sarebbero proprio le ragazze le vittime principali:

Le ragazze italiane […] - in una società improvvisamente permissiva - hanno avuto in pochi anni quei diritti che per secoli e millenni erano stati loro negati: per primo, il diritto alla libertà sessuale. Una enorme quantità di ragazze (la maggioranza) se l’è presa e basta: facendone immediatamente un’abitudine, con le sue codificazioni. […] Altre ragazze infine (sempre in minoranza) cercano di integrare questa libertà sessuale anche con altre forme di libertà. È questo il punto.294

Queste parole segnano una irrimediabile distanza dal movimento femminista, come acutamente emerge da una serie di domande rivolte a Pasolini da Dacia Maraini. Riportiamo qui alcuni brani dell’intervista:

Non pensi che la libertà, anche parziale e disordinata, possa servire a prendere coscienza di sé? L’asservimento porta alla cecità e all’abbruttimento; la libertà, anche se incompleta, suscita il desiderio di altra libertà. Non credo. So che in periferia ci sono moltissime ragazzine sui sedici anni che ogni giorno fanno l’amore con otto dieci ragazzi. Tutti gli adolescenti oggi sanno come fare per sfogarsi […] adesso sanno come ottenere il loro sfogo e a un livello puramente sessuale, quindi senza amore. Allora tu pensi che la repressione è da preferirsi alla libertà per quanto riguarda il sesso? In senso teorico non direi mai una cosa di questo genere. So solo che per ora la falsa permissività in seno ad una falsa democrazia è ancora peggiore della repressione brutale e senza eufemismi.295

293 Pasolini, Pier Paolo, Saggi sulla politica e sulla società… pagg. 1546-7. 294 Ibidem, pagg. 238-9. 295 Ibidem, pagg. 1697-8. 193 Nella risposta di Pasolini si legge, ancora una volta, la traccia delle sue tesi principali, osservate nei loro fenomeni particolari. La libertà della donna, così come quella dell’uomo, è a suo giudizio il risultato della diffusione di modelli di consumo - il “Giovane Uomo” e la “Giovane Donna” proposti dalla televisione – e priva pertanto di acquisizione di una consapevolezza autentica, prerogativa di una minoranza condannata all’infelicità. Tale libertà, codificata e imposta, perché normativa, separa in primo luogo il lecito dall’illecito, la norma dalla devianza. Secondo Pasolini “una società tollerante e permissiva è quella dove più frequenti sono le nevrosi, perché essa richiede che vengano per forza sfruttate le possibilità che essa permette”. La permissività regola ogni aspetto della realtà, poiché “fa venire in luce – appunto perché le permette – le diversità: ed è appunto la permissività che crea i ghetti”296. A questo punto occorre approfondire un tema fondamentale del discorso di Pasolini, vale a dire il concetto di tolleranza. Per circoscrivere l’ambito prendiamo a prestito una battuta del suo ultimo film, Salò o le 120 giornate di Sodoma, che compare nel quinto degli interventi corsari dedicati all’aborto: “In una società dove tutto e proibito si può fare tutto: in una società dove è permesso qualcosa si può fare solo quel qualcosa”297. La tolleranza della società edonista impone l’obbligo di essere moderni, apparentemente allegri, falsamente felici, in realtà costretti entro schemi totalitari: “chi non è in coppia non è un uomo moderno, come chi non beve Petrus o Cynar”. Essendo però questa tolleranza solo nominale, e celando nevrosi, violenza e odio, maschera una situazione ben diversa. Pasolini vede attorno a sé “cinquanta milioni di persone intolleranti pronte al linciaggio. Cosa mai accaduta nella storia italiana”298. Sul significato di tolleranza lo scrittore si esprime in modo esaustivo nel paragrafo terzo delle Lettere luterane299:

296 Ibidem, pag. 238. 297 Pasolini, Pier Paolo, Scritti Corsari… pag. 124. 298 Ibidem. 299 Pubblicate nel 1976, le Lettere Luterane sono composte dagli ultimi articoli scritti da Pasolini sul “Corriere della Sera”, più alcuni scritti inediti. La loro lettura si integra 194

La tolleranza […] è solo e sempre puramente nominale. […] Una “tolleranza reale” sarebbe una contraddizione in termini. Il fatto che si “tolleri” qualcuno è lo stesso che lo si “condanni”. La tolleranza è anzi una forma di condanna più raffinata. Infatti al “tollerato” […] si dice di far quello che vuole, che egli ha il pieno diritto di seguire la propria natura […]. Ma la sua “diversità” – o meglio la sua “colpa di essere diverso” – resta identica sia davanti a chi abbia deciso di tollerarla, sia davanti a chi abbia deciso di condannarla.300

Al concetto di tolleranza si collega direttamente quello di ghetto, lo spazio, in primo luogo mentale, entro cui viene spinto chi è diverso. Secondo Pasolini “è la tolleranza che crea i ghetti, perché è attraverso la tolleranza che i ‘diversi’ possono uscire alla luce, a patto però di restare minoranza”301. Ciò spiega perché si tratti di una tolleranza nominale: il diverso può uscire dal ghetto “solo a patto di adottare l’angolo visuale e la mentalità di chi vive fuori dal ghetto, cioè della maggioranza”302. Ciò comporta un’ineluttabile processo di conformismo, poiché diventa ben più arduo riconoscere il potere coercitivo della tolleranza, rispetto a quello della repressione. Secondo Pasolini è infatti “molto più umiliante essere “tollerati” che essere “proibiti”” poiché “la permissività è la peggiore forma di repressione”303. Alla luce di queste considerazioni, Pasolini legge le accuse, e in alcuni casi le ingiurie, direttamente collegate alla sua omosessualità. Egli ritiene che il suo discorso - contro l’aborto e a favore della sua legalizzazione - si sia caricato di una certa “tinta […] che proviene da una […] esperienza particolare e diversa della vita, e della vita sessuale”. Per questa ragione i suoi interlocutori si sarebbero scagliati contro di lui “come cani rabbiosi”, pur essendo essi degli “illuminati”, dei “progressisti”304, non tanto per il

con quella degli Scritti Corsari, per continuità dei temi e delle argomentazioni. 300 Pasolini, Pier Paolo, Lettere luterane, Torino, Einaudi, 2002, pag. 23. 301 Pasolini, Pier Paolo, Saggi sulla politica e sulla società… pag. 1700. 302 Pasolini, Pier Paolo, Lettere luterane, Torino… pag. 24 303 Pasolini, Pier Paolo, Saggi sulla politica e sulla società… pag. 1700. 304 Pasolini, Pier Paolo, Lettere luterane, Torino… pag. 25. 195 contenuto delle sue osservazioni, ma in base al collegamento implicito con la sua omosessualità, tollerata nominalmente. Nella polemica sull’aborto le “elites tolleranti hanno dimostrato chiaramente che la loro tolleranza è solo nominale”305, avviando una caccia alle streghe degna di un regime clerico– fascista. Ciò proverebbe pienamente quanto egli andava teorizzando:

Fin che il “diverso” vive la sua “diversità” in silenzio, chiuso nel ghetto mentale che gli viene assegnato, tutto va bene: e tutti si sentono gratificati dalla tolleranza che gli concedono. Ma se appena egli dice una parola sulla propria esperienza di “diverso”, oppure, semplicemente, osa pronunciare delle parole “tinte” dal sentimento della sua esperienza di “diverso”, si scatena il linciaggio.306

Conclusioni

La querelle sull’aborto, oltre a svelare il meccanismo della falsa tolleranza, mette in luce, secondo Pasolini, un’altra evidenza: le conquiste laiche, illuministe e moderne degli intellettuali nati sotto il fascismo, che ad esso si erano ribellati, sono state interamente assorbite dal conformismo edonista. Pasolini osserva che “essere incondizionatamente abortisti garantisce a chi lo è una patente di razionalità, illuminismo, modernità […] una certa ‘superiore’ mancanza di sentimento”307. L’unico intervento che egli riconosce “civile e veramente razionale” è quello scritto da Italo Calvino, il quale invoca la necessità di ridefinire il concetto greco-cristiano di persona, non essenza in sé, ma maschera, ossia risultante delle forze sociali. Calvino interviene “scientificamente” con un discorso sulla complessa continuità della vita, che inizia dall’unicellulare e arriva sino all’uomo civilmente organizzato, e sostiene la necessità di porre un momento discriminante: quello in cui la società trasforma un processo cellulare in

305 Pasolini, Pier Paolo, Scritti Corsari… pagg. 124-5. 306 Pasolini, Pier Paolo, Lettere luterane, Torino… pag. 25-6. 307 Pasolini, Pier Paolo, Scritti Corsari… pag. 126. 196 un rapporto di educazione, di formazione globale, in primo luogo linguistica. “Il padre e la madre sono figure mentali prima che funzioni fisiologiche”308, è il passaggio chiave del suo ragionamento, che oggi giudichiamo particolarmente prossimo alla sensibilità progressista dei nostri tempi. Pur riconfortato dalla posizione di Calvino, che egli giudica più affine al proprio tentativo di ampliare sempre e comunque il discorso, accettando le conseguenze intellettuali di tale azione, il cerchio del pessimismo pasoliniano si richiude su sé stesso, come un vortice che tutto ingloba con attrazione imperiosa. L’intervento del collega acuisce infatti la coscienza del proprio stato di isolamento e disperazione: avendo assunto il compromesso della dialettica corsara, quale processo di rottura utile a scardinare gli elementi più profondi dei meccanismi sociali, egli sente che quel tipo di intellettuale che essi rappresentano “rischia[…] di essere superat[o] da una storia reale che li ingiallisce di colpo, trasformandoli nelle statue di cera di se stessi”. La fine di un’epoca, spazzata via dal nuovo potere, coincide per Pasolini con il tramonto di un certo modo di essere intellettuali, di intervenire all’interno della società con la capacità di metterla costantemente in discussione, mettendo in discussione, contemporaneamente, anche se stessi. La stagione corsara rappresenta in tal senso l’ultimo tentativo in pubblico, con voce volontariamente paolina e ridondante, di un tipo di impegno che non si sottrae ad un dibattito, anche aspro, che faccia emergere il conflitto dialettico, prima che essi diventi occulto e, nella rimozione, premessa di imbarbarimento e violenza.

308 Calvino, Italo, “Che cosa vuol dire rispettare la vita” in Corriere della Sera, 9-II- 1975 197

CAPÍTULO VIII

L’ANTILIRICITÀ DI LABORINTUS COME ESPRESSIONE DEL CONFLITTO IDEOLOGICO CONTRO LA MODERNITÀ CAPITALISTA

Fabiano Gritti (Universidad)

“Processi di rottura” e “nuovi modelli strutturanti”

Tra la seconda metà degli anni ’50 e il decennio successivo si verificò per la società italiana una rapidissima e traumatica trasformazione dei costumi, dell’economia, e di conseguenza dello stesso modo di concepire il ruolo dell’intellettuale in generale e della letteratura in particolare. Tali radicali trasformazioni provocarono reazioni di rigetto e opposizione tra le quali il Laborintus di Sanguineti rappresenta una delle più compiute e convincenti espressioni, nonostante si tratti di un’opera d’esordio. Per rendere conto delle problematicità, dei conflitti che l’evoluzione della società ha provocato, si fa qui riferimento309 al noto concetto di “processi di rottura” di Maria Corti e alle riflessioni dell’estetica anceschiana. Ci si concentra sul rapporto tra modernità e letteratura come epoca di crisi e

309 Riguardo alla concezione dei “processi di rottura”, riprendo qui sinteticamente quanto già trattato in: FABIANO GRITTI – MONIKA GRITTIOVÁ: Linee evolutive della letteratura italiana dal neorealismo alla neoavanguardia. Nitra: Filozofická fakulta Univerzita Konštantina filozofa 2012, pp. 134. 199 di rottura epistemologica, e richiamando l’anceschiana «lettura fenomenologica del Barocco quale fenomeno estetico specchio della crisi contemporanea»310. Per comprendere il concetto di “processo di rottura”, ricordiamo il paragone di Maria Corti con la destrutturazione di un ordinamento statale temperatamente costituzionale, col passaggio da un ordine precostituito, simboleggiato anche da un presidente, ad una situazione di «tensioni pluridimensionali, che creano generazioni inquiete311», durante la quale vengono messi in discussione quelli che precedentemente erano considerati efficienti modelli letterari. E’ la risposta alla crisi in sé che qui interessa, e la dura polemica e opposizione che sono ragione ed essenza dell’opera in esame. Essendo al centro della nostra attenzione il fenomeno della crisi di una cultura, in un particolare periodo e area geografica, si ribadisce il debito verso le riflessioni di Maria Corti che appunto coglieva nell’evoluzione della storia della letteratura italiana negli anni 1945-50 e 1960-64 gli elementi di discontinuità prevalenti su quelli di continuità, che diedero origine a “processi di rottura” qualificanti la crisi di quegli anni. Sono periodi ben delimitati, definiti anche “campi di tensione”, dove con il termine “tensione” si vuole esprimere il confronto e lo scontro tra diverse strutture semiotiche, tra modelli sociali e di lettura del mondo caratterizzanti una specifica ideologia, che perdurano allorché sorge un’ideologia diversa, finendo così per entrare in conflitto con le nuove strutture semiotiche inerenti alla nuova ideologia dominante. Nell’Italia del dopoguerra è fatale che si venga a creare una tale rottura, per via della radicalità del cambiamento di regime, delle speranze di un completo rinnovamento della società, per la velocissima industrializzazione

310 TOMMASO LISA: Le poetiche dell’oggetto da Luciano Anceschi ai novissimi. Linee evolutive di un’istituzione della poesia del Novecento. University Press, Firenze 2007, p. 266. Per approfondimenti sull’estetica barocca attualizzata per l’epoca contemporanea si veda: OMAR CALABRESE: L’età neobarocca. Roma-Bari: Laterza 1987. 311 MARIA CORTI: Il viaggio testuale. Le ideologie e le strutture semiotiche. Torino: Einaudi 1978, p. 21. 200 che trasforma un paese per secoli prevalentemente agricolo. Ecco allora che si verifica alla perfezione la teorizzata situazione che dovrebbe caratterizzare tali momenti di discontinuità, posti in essere dalla costituzione di nuclei o gruppi in rapida mutazione, che prenderanno le distanze da ciò in cui fino ad allora avevano creduto e da coloro che fino a quel momento avevano condiviso punti di vista simili. Si possono dunque individuare periodi che dividono tra loro diversi movimenti, gruppi, scuole e, per tornare alle parole di Maria Corti, si innesca:

«un processo semiotico conflittuale dentro la società e, di riflesso, dentro il sistema letterario, fra il reale e il presente, che abbisogna in base alla nuova ideologia di nuovi modelli strutturanti, cioè di nuove strutture semiotiche, e il passato che sovrasta con le proprie diversamente orientate; da questa non coincidenza temporale nascono spesso i campi di tensioni, cioè la coesistenza dei “diversi” nella cultura e il particolare e specifico modo di reagirvi dei gruppi e movimenti letterari312».

Il principale effetto dei “nuovi modelli strutturanti” è quello di coagulare attorno a sé gli scrittori che condividono almeno alcuni aspetti del nuovo paradigma ideologico, e che in conseguenza tendono ad uniformarsi tra di loro attenuando le proprie particolarità individuali. E’ il caso dello neosperimentalismo e della neoavanguardia, se le consideriamo diverse interpretazioni di un simile paradigma, che in diversa maniera reagiscono allo stesso, superato, “modello strutturante”. Si può facilmente intuire che in tali movimenti la progettazione linguistica avvenga con diverse modalità e misura, commisuratamente all’approccio verso il medesimo tema, allora fondamentale, della dualità tra lingua letteraria e lingua sociale. Per completare il discorso, ma senza approfondirlo oltre, ricordiamo l’importanza del ruolo dei generi letterari nell’interpretazione della realtà, che qui non consideriamo perché appunto ci si concentra qui in articolare su un’opera poetica313.

312 Ivi, pp. 22-23. 313 Corti tratta dei «rapporti che all’interno della serie letteraria si instaurano fra i 201 Il rapido discorso introduttivo finora condotto è necessario in special modo trattando un autore che sempre accompagnò le proprie opere con una esplicita, profonda e incessante attività di riflessione sull’ideologia e la poetica che esse esprimevano. Per Sanguineti allo scrivere è connaturato l’impegno in complesse teorizzazioni sulle poetiche, senza mai astrarsi dai dibattiti critici e culturali in generale dell’epoca in cui nacquero, appartiene quindi a quegli autori con poetiche che per la Corti si configuravano come «coscienza formale degli artisti e delle epoche, così come è deducibile dalla loro pratica oltre che, evidentemente, da loro prese di posizione esplicite»314. La mia convinzione è che ci si possa rifare alla definizione di Cesare Segre riguardo ai trattati di poetica concepiti come «il risultato di un necessario compromesso: tra principi in gran parte ereditati e le tendenze contemporanee della cultura. La miscela varia secondo l’impegno militante del trattatista e la sua sensibilità ai tempi», dove le componenti di tale compromesso dipendono a loro volta dall’impegno militante e dalla sensibilità del trattatista, combinati con la sensibilità diffusa tipica del particolare periodo storico 315 . Riallacciando il discorso con quanto accennato delle teorie della Corti, condivido la definizione di Segre delle poetiche come sottostrutturazioni del sistema culturale che «se [...] si differenziano parzialmente nei contenuti, più spesso si differenziano per la posizione data agli stessi contenuti nel loro modello, per il loro variare le opposizioni tra elementi costanti» poiché «il sistema culturale è attraversato da movimenti e tensioni, viene continuamente decostruito e ricostruito, presenta alternative e soluzioni di compromesso»316. Ciò è possibile quando le poetiche vengono considerate affini alle ideologie «nel vari generi letterari in quanto portatori di un certo modello interpretativo della realtà sul piano tanto tematico che formale; […] ogni genere letterario ha funzione selettiva, quando non addirittura provocatoria, e i suoi codici non sono mai neutrali». Ivi, p. 23. Il tema è sviluppato dalla Corti soprattutto in: Principi della comunicazione letteraria. Bompiani, Milano 1976. 314 Ibidem. 315 Cfr. CESARE SEGRE: Avviamento all’analisi del testo letterario. Einaudi, Torino 1999, p. 291. 316 CESARE SEGRE: Semiotica, storia e cultura. Liviana, Padova 1977, p. 17. 202 senso che provocano una polarizzazione dei contenuti possibili, dando loro un ordine che, efficiente ai fini della comunicazione, accenna già a un’interpretazione del mondo»317. Tutto ciò avviene in un mondo percepito come un caos informe modellizzato da “strutture culturali”, all’interno delle quali avviene una “strutturazione privilegiata” dall’opera letteraria tramite le poetiche, poiché secondo Segre:

«l’opera letteraria realizza il massimo di modellizzazione rispetto agli oggetti che intende descrivere, perché conferisce loro tutte le possibilità di strutturazione consentite da un uso della lingua non solo in quanto strumento di comunicazione, ma di instaurazione di mondi. Nello stesso tempo l’opera letteraria struttura la lingua stessa, in funzione del modello da realizzare, portando a un’attualizzazione finalizzata le potenzialità del sistema linguistico»318.

Per dare un fondamento teorico al discorso sarebbe necessario premettere la concezione di Lotman sulla lingua come «nucleo strutturato culturale per eccellenza», attorno al quale vengono a stratificarsi in livelli con varia strutturazione gli elementi della cultura, concezione alla quale si rimanda senza approfondire ulteriormente319. Per finire ho trovato particolarmente illuminante la concezione della poetica come essenzialmente caratterizzata dalla «attitudine a connettere le forme e gli stereotipi di realtà, dunque a operare una continua osmosi tra lingua e codici culturali non verbali»320, per la diretta connessione che mi pare sia possibile chiaramente cogliere con la poetica di Sanguineti, basata sull’idea che l’artificio retorico possa essere «espressione dell’inquietudine dell’uomo contemporaneo»321.

317 SEGRE: Avviamento..., op. cit., p. 304. 318 Ibidem. 319 cfr. ibidem. 320 SEGRE: Avviamento..., op. cit., p. 305. 321 LISA: Le poetiche..., op. cit., p. 268. 203 La crisi delle poetiche e il paradigma del Barocco

Per affrontare correttamente il concetto di poetica di Sanguineti, premesso quanto sopra sul concetto di poetica e il rapporto con un’epoca di crisi, diventa necessario richiamare la lettura della fenomenologia anceschiana della crisi, che trova lo specchio di tale concezione nel fenomeno estetico del Barocco322. Premettiamo la concezione di Anceschi, per la quale alla base della poetica di Sanguineti, seppure con sviluppi divergenti:

«s’infittiscono sempre di più gli accenni al rapporto tra il Barocco e la contemporaneità; e, qui, la riflessione prammatica, legata al fare dell’arte, ha una particolare efficacia. Di fatto, per certe istituzioni fondamentali della poesia contemporanea, dico il “correlativo oggettivo” di Eliot, o l’“analogia” di Ungaretti, si richiamano aspetti ben definiti del Barocco, come la poesia “metafisica” inglese o il gongorismo... e l’accenno non si limita di certo al piano della precettistica o della tecnica sintattica, ma sale subito alle norme del gusto, e alle proposte di un’ideale poetica323»

Il Barocco come paradigma aperto che si sostituisce all’equilibrio dell’ideale umanistico, è qui definito astraendolo da una particolare

322 Accettiamo qui l’uso del termine Barocco invece che neobarocco, preferito da altri autori, per evitare la confusione con un fenomeno regressivo, mentre invece si tratta qui di una «situazione culturale tutta novecentesca» che consiste «nella ricerca di forme – e nella loro valorizzazione – in cui assistiamo alla perdita dell’interezza, della globalità, della sistematicità ordinata in cambio dell’instabilità, della polidimensionalità, della mutevolezza». Cfr. per la prima citazione: ANGELO R. DICUONZO: La coscienza della complessità. Sulla struttura del «Pasticciaccio» gaddiano. “Lingua e stile”, n.1, (XXIX) 1994, pp. 66; e per la seconda: OMAR CALABRESE: L’età neobarocca. Laterza, Roma-Bari 1987, p. VI. 323 LUCIANO ANCESCHI: Barocco e Novecento con alcune prospettive fenomenologiche. Rusconi e Paolazzi, Milano 1960, p. 17. Adriano Spatola partendo della concezione anceschiana del barocco identificò punti di contatto tra la poesia sperimentale e il surrealismo, partendo dall’ipotesi che «possano esistere relazioni implicite tra il barocco e la poesia sperimentale contemporanea» cfr. l’introduzione a: ADRIANO SPATOLA: La forma della scrittura. Galleria d’arte moderna, Bologna 1977. 204 contingenza storica, quale fosse una sorta di categoria atemporale, la cifra della problematicità, dell’impossibilità di raggiungere una sistematicità coerente e unitaria nel cogliere la complessità della realtà. In tale atteggiamento si ritrova in pieno il giudizio di Nanni Balestrini su Anceschi come «l’uomo della tradizione e insieme [...] l’uomo dei mutamenti e delle novità», sempre attratto dal pensiero della complessità. Sanguineti pur basando la costruzione della propria poetica sulla concezione di Anceschi, abbandona ogni residuo equilibrio classicista per insistere sulla concezione di crisi dell’epoca contemporanea, di “rottura epistemologica”, è un Barocco che viene definito “impuro”, “anarchico”, esaltante gli aspetti scenografici e bizzarri di una realtà diventata indicibile, con lo scopo non di spiegarla ma di «mettere a nudo, rovinosamente, rovine su rovine»324. Solo l’empiria sensoria rimane per l’uomo l’unica realtà, in un mondo in cui si è perso il significato delle cose, e perfino il rapporto tra soggetto e cose poiché lo stesso soggetto viene reificato325. Da quanto appena accennato è possibile cogliere chiaramente riferimenti alle riflessioni ermeneutiche di Walter Benjamin, a cominciare dalla «critica dei concetti di unità e organicità insiti nell’idea filosofica di “sistema”, e dalla conseguente opposizione “barocca” per la struttura disorganica del “trattato”, a mosaico di frammenti»326. Sanguineti fu uno dei primi lettori e divulgatori di Benjamin in Italia, che rieccheggia molto frequentemente nella sua opera poetica e nelle riflessioni di critica letteraria, e in merito a quanto detto trovo sia corretto riportare almeno alcune brevi citazioni particolarmente significative. Per esempio sulla critica all’idea di sistema filosofico unitario Benjamin commentava che: «come nei mosaici, in cui la frammentazione in capricciose particelle non lede la maestà, la

324 EDOARDO SANGUINETI: Il plurilinguismo nelle scritture novecentesche [1996], in ID: Il chierico Organico. Scritture e intellettuali. A cura di Erminio Risso. Feltrinelli, Milano 2000, p. 297. 325 Cfr.: LISA: Le poetiche..., op. cit., pp. 266-268. 326 ANTONIO PETROPAOLI: Sanguineti Angelus Novissimus. “Lingua e stile”, n.2, (XXX) giugno 1995, pp. 418-419 cfr. anche per il suggerimento delle citazioni di Benjamin di questo paragrafo. 205 considerazione filosofica non soffre una perdita d’empito. Gli uni e l’altra si compongono di elementi singoli e disparati [...] il valore dei frammenti di pensiero è tanto più decisivo quanto meno essi sanno commisurarsi immediatamente con la concezione di fondo...»327 e anche: «Ciò che se ne sta lì, ridotto in macerie, il frammento estremamente significativo, il pezzo staccato: è questa la materia più nobile nella creazione barocca». Invece riguardo allo sconsolato sguardo su una realtà di «rovine su rovine» ci si può rifare ad Angelus Novus, soprattutto alle famose Tesi di filosofia della storia, dove la concezione della storia è caotica e l’andamento catastrofico, critica decisamente il concetto di catena di eventi progressiva e razionale come storia agiografica scritta dai vincitori: la storia interpretata da Benjamin è invece la storia vista da parte degli sconfitti, attraverso l’Angelus Novus di Klee, l’“angelo della storia” che invece di mirare in avanti, verso le ottimistiche promesse del progresso, volge lo sguardo indietro, ad una storia che si svela come «accumulo senza tregua di rovine su rovine»328. Troviamo qui l’allegoria che secondo Benjamin caratterizzerebbe il metodo gnoseologico della scrittura barocca, al quale Sanguineti si rifarà in molte delle sue opere:

«mentre nel simbolo, con la trasfigurazione della caducità fuggevolmente si rivela il volto trasfigurato della natura nella luce della redenzione, nell’allegoria si propone agli occhi dell’osservatore la facies hippocratica della storia come un pietrificato paesaggio primevo. [...] E’ questo il nucleo della concezione allegorica, dell’esposizione barocca, mondana della storia in quanto storia dei dolori del mondo...»329

327 WALTER BENJAMIN: Il dramma barocco tedesco. Einaudi, Torino 1971 (1a ed.: 1963), pp. 8-9 e 88 per la citazione successiva. 328 WALTER BENJAMIN: Angelus Novus. Saggi e frammenti. Einaudi, Torino 1962 (1a ed.: 1955), pp. 76-77. 329 BENJAMIN: Il dramma..., op. cit., p. 174. 206 La poetica di Laborintus

Rimanendo all’influsso di Benjamin su Sanguineti, e in particolare alla sua concezione della storia, bisogna fare un’ulteriore riflessione, questa volta sul ruolo dell’autore nella storia, tenendo conto di quanto detto finora. Mi rifaccio a questo punto al giudizio di Fausto Curi330, uno dei più autorevoli critici dell’opera di Sanguineti, che assimila la posizione dell’autore de L’opera d’arte nell’epoca della sua riproducibilità tecnica alla funzione assunta da Sanguineti con la pubblicazione di Laborintus. Il riferimento è ad un passo in cui viene delineato il compito del materialismo storico, che sarebbe quello di «far agire l’esperienza della storia, che per ogni presente è un’esperienza originaria [...]. Esso si rivolge ad una coscienza del presente che fa deflagrare la continuità della storia»331. Proprio con Laborintus si arriverebbe a far «deflagrare la continuità della storia» attraverso un’«esperienza della storia» sulla quale viene costruita l’opera poetica. Per meglio comprendere il discorso di Benjamin bisogna rifarsi alla sua distinzione tra «contenuto fattuale» e «contenuto di verità» riscontrabile nel testo letterario. Il «contenuto fattuale» nella poesia dell’epoca in cui venne scritto Laborintus, e qui chiaramente il riferimento è soprattutto alla lirica ermetica, subiva quasi invariabilmente una poetizzazione antecedente alla composizione del testo che, sempre per Curi, «viene selezionato sulla base di una “ideologia” del poetabile rigida e rigidamente discriminante, che lascia filtrare gli elementi giudicati congrui e respinge l’incongruo»332, in poche parole il «contenuto fattuale» viene sublimato. Come conseguenza di ciò il «contenuto di verità» della lirica ermetica starebbe «nell’espulsione dalla poesia della realtà pratica più concreta»333 cioè dall’abbandono della storia come definita più sopra, come

330 FAUSTO CURI: Struttura del risveglio. Sade, Sanguineti, la modernità letteraria. Il Mulino, Bologna 1991, pp. 181-196. 331 WALTER BENJAMIN: L’opera d’arte nell’epoca della sua riproducibilità tecnica. Einaudi, Torino 1966, p. 83. 332 CURI: Struttura..., op. cit., p. 182. 333 Ivi, pp. 183-184. 207 «storia dei dolori del mondo», e ciò sarebbe attestato dalla verbalità sublime dell’ermetismo, dalla ricerca di uno stile puro, “totale”. Sanguineti invece rifiuta la sublimazione del «contenuto fattuale» scegliendo la direzione opposta della desublimazione in una vera e propria orgia di pulsioni di ogni tipo, dalle istintive a quelle culturali, dagli onirismi, che ha permesso una poesia dove il «contenuto di verità» consiste nientemeno che nella prassi, la vita materiale che è la storia degli sconfitti di cui parlava Benjamin, la “storia irredenta”, della quale la poesia diventa «conoscenza linguisticamente specifica»334. Si tratta di una scelta per l’innovazione radicale, necessaria per la consapevolezza del carattere alienato di un linguaggio poetico tradizionale, nonché del soggetto che lo produce, quindi se il fine è quello del rinnovamento totale è chiaro che da tale linguaggio poetico bisognerà prescindere totalmente. L’unica comunicazione possibile è frutto della ricombinazione dell’insieme di “dati”, di “reperti museali” di quel grande museo al quale si è ridotta la cultura occidentale, dove è dicibile solo ciò che già è stato detto. E’ proprio la riduzione a “reperti” di testi che hanno perso la loro verità artistica, testi svuotati dall’alienazione, ormai privi di vita, che rende possibile la loro rivitalizzazione attraverso la riorganizzazione in un nuovo testo335, e questo è infatti il carattere di Laborintus. Per dare un esempio, scegliendo tra le molteplici possibilità che il testo offre, ci rifacciamo ad un passo commentato da Giuliani nella sua raccolta dei novissimi:

(sed non omnis emissio dice) dalla casa di giuoco il compasso scottante io che colloco in calde comunicazioni prenotabili gli opprimenti (humoris carnalis) ed enfiati fantocci continuatamente emuntori (al punto dell’inevitabile invocazione è carnalis) dell’orinazione dell’encefalo in tutta la sua massa precipitabile

334 Ibidem. 335 FAUSTO CURI: Gli stati d’animo del corpo: studi sulla letteratura italiana dell’Otto e del Novecento. Pendragon, Bologna 2005, pp. 235-238. 208 è finita è finita la perspicacia passiva primitiva è finita eppure in uno stadio enunciatamente ricostruttivo di responsabile ricomposizione è finita infine è atomizzata e io sono una moltitudine attraverso ritentate esperienze Mare Lacus accoglimi (est proprie pollutio)

il tenero mattino conduce la mastite a visitare il triste cervelletto sensibile al vento per incantamento est duplex intellectus e tu ascoltami bene amore Mare Lacus non c’è più divertimento ridurremo forse la testa umana a secco luogo geometrico ma comparata con l’ideale esigenza questa rivolta non avrà fine336

Abbiamo qui un chiaro esempio del plurilinguismo sanguinetiano, del quale daremo succintamente alcune delle caratteristiche peculiari più avanti, e di un esempio di riutilizzo del materiale testuale proveniente da tutt’altro contesto. Per esempio troviamo diviso in tre parti e disseminato nel testo una frase ripresa dall’index rerum della Summa theologica: «sed non omnis emissio – humoris carnalis – est proprie pollutio»337. Troviamo nei riferimenti al corpo e ai suoi umori fisici il filo conduttore di tutto il lungo componimento, per esempio si vedano anche i noti versi «riposa tenue Ellie e tu mio corpo tu infatti tenue Ellie eri il mio corpo», «e tu mio spazioso corpo / di flogisto che ti alzi e ti materializzi nell’idea del nuoto»338. C’è poi il riferimento al «Lacus Somniorum» e «Mare Lacus», altrove troviamo anche «», «», «Sinus Vaporum», «Sinus Roris» etc. nomi che appaiono assai ermetici e dal significato indecifrabile, finché non si nota che si tratta di reali denominazioni di

336 Laborintus sez. 2. 337 CURI: Gli stati..., op. cit, p. 236. 338 Cfr. GIORGIO MANACORDA: L’inconscio politico: 36 poesie su commissione. Castelvecchi, Roma 1998, p. 31. Sempre per rimanere con Manacorda, alla pagina successiva commenta: «il “personaggio” Sanguineti gronda umori fisici (sperma, sudore, sangue) e umori mentali (amore, odio, affetto, irritazione, passione personale e politica). Se diamo per scontato [...], che non c’è più distinzione tra corpo e soma (l’anima è il corpo e il corpo è l’anima), allora la sanguinetiana discesa nel corpo è anche la discesa nell’anima o nell’inconscio della specie [...]». 209 regioni lunari, aprendo la possibilità di cogliere diversi piani interpretativi. Particolarmente suggestiva è l’intuizione di Elisabetta Baccarini che mette in corrispondenza la Luna e la palude. Tra i nomi più citati c’è “Palus Putredinis”, che è appunto una regione lunare, ma il senso più profondo lo troviamo facendo una comparazione simbolica. La palude è luogo ostile, minaccioso per l’uomo, ma nello stesso tempo è il luogo del “brodo primordiale”, nel quale dalla marcescenza avviene il rinnovamento, la rinascita. Si può trovare una familiarità semantica tra la palude ed Ellie, una dei protagonisti, che è archetipo junghiano della femminilità, della fertilità, come pure la Luna è da sempre associata ai cicli biologici femminili, alla procreazione, alla semina, ma anche alle maree e quindi dinuovo abbiamo il legame con l’elemento liquido, l’acqua fonte di vita339. Nella letteratura antica è possibile trovare ulteriori e innumerevoli corrispondenze. La Luna è però straniata, un astratto nomen loci, non è la Luna cantata dalla poesia romantico-simbolista, è un astro, oggetto fisico, ed i suoi paesaggi privi di vita, morti, sterili sono in corrispondenza con tanti altri paesaggi del poema, ostili e desolati come i deserti americani che in quegli anni furono teatro degli esperimenti atomici. Troviamo infatti subito di seguito ai versi citati, il passaggio ai luoghi nuclearizzati, risultato ultimo della trionfante società neo-capitalista e tecnocratica:

insistenza sopra il medesimo ουροβόρος Death Valley comprensione della circoscrizione ma irredimibile sopra la medesima insistenza e trasposizione Valle Mortis ma organizzata turisticamente pessima Bad Water uh veramente pessima inferiore sottoelevata in confronto a qualsivoglia giudizio depressa nei riguardi delle relazioni che sono state proposte giudiziosamente delirando sollecitamente istruite dopo il preliminare naufragio mentale i miseri Sali della strettezza per il rinvigorimento delle appendici desertiche qui ristagnano non innalzabili le ramificazioni pure redimibili in solitudini340

339 Cfr.: ELISABETTA BACCARANI: La poesia nel labirinto. Realismo e istanza “antiletteraria” nell’opera e nella cultura di Edoardo Sanguineti. Il Mulino, Bologna 2002, pp. 121-124. 340 Laborintus cap. 3. 210

Per poi arrivare da questi luoghi allucinati, al richiamo dell’effetto delle esplosioni nucleari nella pietrificazione delle sabbie per le alte temperature:

l’unità di tutte le pozze faticose ne farò cristalline temperature modulati temperamenti oppure l’annientamento dei pochi alberi:

[...] per tacere degli alberi che sanno alludere alla crescenza degli anelli terminali dove si introduce l’allacciamento delle cosmografie illuminate che spianeremo

Già da questi brevi accenni si può comprendere perché Elisabetta Baccarani abbia definito Laborintus come «il poema cosmologico aggiornato all’era atomica»,341 i testi del quale, per tornare a Tommaso Lisa, sono divenuti «deposito per un’arte da museo, si ammassano reperti di una cultura alla deriva, e dove tornano alchimia, magia e fisica nucleare»342. Nel poema sanguinetiano troviamo in continuazione disseminate immagini di morte e vita, a partire dalla “Palus Putredinis”, la palude dalla quale inizia il viaggio, subito nel verso d’apertura, e del significato della quale si è già trattato più sopra, e tali immagini sono sommerse da una ipertrofica selva di materiali eterogenei dai più diversi contesti. E’ la realtà come distesa di rovine, nel riferimento a Benjamin che si diceva, e che ha corrispondenza nell’immagine del museo, dove gli oggetti sono desublimati, privati dal loro contesto e quindi ridotti a materiale di costruzione. Di ciò si è già parlato, e la ripresa di queste immagini permette l’aggancio con l’importante concetto di poesia informale, indispensabile per la comprensione del pensiero sanguinetiano e che ci permette di meglio comprendere la peculiare concezione dell’antilirismo del nostro autore. Non

341 BACCARANI: La poesia..., op. cit., p. 116. 342 LISA: Le poetiche..., op. cit., p. 225. 211 è affatto un caso che in un passo della celebre riflessione di Sanguineti compaia sia il riferimento alla palude che al museo, Sanguineti stesso lo precisa, sottolineandone l’importanza:

«si trattava per me di superare il formalismo e l’irrazionalismo dell’avanguardia (e infine la stessa avanguardia, nelle sue implicazioni ideologiche), non per mezzo di una rimozione, ma a partire dal formalismo e dall’irrazionalismo stesso, esasperandone le contraddizioni sino a un limite praticamente insuperabile, rovesciandone il senso, agendo sopra gli stessi postulati di tipo anarchico, ma portandoli a un grado di storica conoscenza eversiva. [...] Fare dell’avanguardia un’arte da museo voleva dire (allo stato, s’intende, di poetica intenzionale, ché qui di questo si parla, come si deve), riconoscere l’errore della regressione, significava gettare se stessi, subito, e a testa prima, nel labirinto del formalismo e dell’irrazionalismo, nella Palus Putredinis, precisamente, dell’anarchismo e dell’alienazione, con la speranza, che mi ostino a non ritenere illusoria, di uscirne poi veramente, attraversato il tutto, con le mani sporche, ma con il fango, anche, lasciato davvero alle spalle»343.

E’ chiaro dal passo citato che la deflagrazione della «continuità della storia» che Sanguineti si propone non riguarda solo l’ermetismo ma tutta la poesia, avanguardia compresa, soprattutto quella parte dell’avanguardia che sosteneva la necessità di una contestazione ininterrotta, fine a se stessa, a-ideologica. Si torna qui a quanto già accennato a proposito della cosiddetta linea “viscerale” della neoavanguardia, guidata da Angelo Guglielmi, che polemizzando sull’idea di Umberto Eco che fosse possibile rivelare il labirinto parlandone, rifiutava la possibilità di dar ordine al caos e di produrre significati o messaggi, evitando di esprimere un’idea sul mondo344, demistificando il reale riproducendone la sua irriducibile caoticità345. Sanguineti invece, per la consapevolezza che «ciò che è proprio

343 EDOARDO SANGUINETI: poesia informale? In: I novissimi. A cura di Alfredo Giuliani. Einaudi, Torino 1971, pp. 203-204. 344 Cfr.: ANGELO GUGLIELMI: Una sfida senza avversari, “Il Menabò”, n. 6, 1963, pp. 262- 263, citato in: GIORGIO LUTI: Il Novecento. Vallardi, Padova 1993, p. 1338. 345 NANNI BALESTRINI-ALFREDO GIUGLIANI-RENATO BARILLI-ANGELO GUGLIELMI: Gruppo 63. 212 dell’espressione letteraria in quanto tale è l’espressione di una ideologia nella forma del linguaggio»346, critica ideologicamente il materialismo neo- capitalista dall’interno del labirinto, operando dentro al linguaggio ma senza usarlo per evitare di propagare la mortifera ideologia di cui è espressione, e ne mostra la crisi attraverso l’impossibilità di comunicare in una cultura che ha destrutturato ogni realtà riducendola a merce. Come scrive Tommaso Lisa, «a differenza del neorealismo, la realtà di Laborintus è quella della desertificazione beckettiana, nata dall’esaurimento dei codici fondamentali di una cultura, esprimendo il senso di confusione dell’uomo posto innanzi all’estinzione del cogito classico»347. L’autore dunque ricombina “reperti” di un mondo che non accetta e rifiuta, un mondo in cui non è più possibile una comunicazione autentica, oppure ricombina sintagmi, a sua volta risultati di combinazioni di lessemi di quel linguaggio alienato che rende impossibile la comunicazione, con accostamenti bizzarri e choccanti, in questo modo dando loro un “senso aggiuntivo”. Ecco allora che si creano i presupposti di un’altra peculiare caratteristica del Laborintus, e cioè la strabordante e ipertrofica presenza di invenzioni verbali. Una verbalità che Curi definisce senza confini perché appunto l’autore non è tenuto a «far corrispondere direttamente l’universo linguistico al proprio universo ideologico e affettivo». In aggiunta a ciò si riscontra il contrasto di una verbalità strabordante in contesti sintagmatici bizzarri, inusuali, insieme all’uso di una sintassi rigorosa, addirittura ferrea, creando una tensione che amplifica l’effetto di choc che l’autore vuole dare348. Si veda questo esempio:

con le quattro tonsille in fermentazione con le trombe con i cadaveri con le sinagoghe devo sostituirli con stazioni terminali con i logaritmi con i circhi equestri

Critica e teoria. Bompiani, Milano 1976, pp. 268-270. Citato in: FABIO GAMBARO: Invito a conoscere la neoavanguardia. Mursia, Milano 1993, p. 75. 346 Ivi, pp. 75-76. 347 LISA: Le poetiche..., op. cit., p. 234. 348 CURI: Struttura..., op. cit., pp. 186-189. 213 con dieci monosillabi che esprimono dolore con dieci numeri brevi che esprimano perturbazioni mettere la polvere nei tuoi denti le pastiglie nei tuoi tappeti aprire le mie sorgenti dentro il tuo antichissimo atlante i tuoi fiori sospenderò finalmente ai testicoli dei cimiteri ai divani del tuo ingegno intestinale devo con opportunità i tuoi almanacchi dal mio argento escludere i tuoi tamburi dalle mie vesciche il tuo arcipelago dai miei giornali pitagorici piangere la pietra e la pietra e la pietra la pietra ininterrottamente con il ghetto delle immaginazioni in supplicazioni sognate di pietra ma pietra che non porta distrazione esplorare i colori della tua lingua come morti vermi mistici di lacrime di pietra ma pietra irrimediabilmente morale il tuo filamento patetico rifiuta le scodelle truccate i corpi ulcerati così vicini al disfacimento con la lima ispida devo trattare i tuoi alberi del pane devo mangiare il fuoco e la teosofia trattare anche l’ospedale psichiatrico dei tuoi deserti rocciosi oh più tollerante di qualche foresta più nervale di qualsiasi nervo e pertanto scopertamente fibrosa tratto la tua recisione e quando batte le immagini il tuo sputo spasmodico oh esultanza per gli aghi sub specie mortis e adesso il nonparlare il nonpensare e il nonpiangere disperatamente parlano pensano piangono duramente il ventre della torpedine in ipso nudo amore carnali in ipso animae et corporis matrimonio per quale causa vomitano le tuniche intima anima e bastonano l’estate e con coda stimolano il sale e la pioggia?349

Di tutto ciò già si è parlato, ma occorre riprendere il discorso per

349 Laborintus v. 14. 214 introdurre un aspetto fondamentale della poesia di Sanguineti che ne deriva, e cioè la distruzione della scrittura lirica. Abbiamo infatti un testo in cui l’orizzonte comunicativo, il dicibile, è niente meno che il già detto. Il senso del testo non è dunque immediatamente rappresentativo dell’autore e come conseguenza ne risulta la scissione tra autore e testo, che è una delle novità che più ha colpito gli interpreti di Laborintus: «ciò che il testo dice non è né una confessione né un racconto né una comunicazione che l’autore faccia a proprio nome; ciò che il testo dice è appunto il testo a dire, l’autore è tale solo in quanto si assume il compito di organizzare il senso, non di far confluire direttamente nelle parole la propria vita psichica o la propria visione del mondo»350. Si parla di presenza non diretta dell’autore, nel senso al quale Curi accennava nella citazione riportata più sopra, per cui l’autore evita di far «confluire direttamente nelle parole la propria vita psichica o la propria visione del mondo», e sottolinerei il “direttamente”, ma ciò non comporta che la “visione del mondo dell’autore” sia assente, o sia neutrale. E’ possibile fraintendere la posizione di Sanguineti riguardo alla presenza del soggetto nella sua poesia, considerando il contesto della neoavanguardia nel quale si troverà ad operare, e anche considerando l’evoluzione successiva della sua produzione. Si veda per esempio Giorgio Manacorda quando prende in esame l’opera di Sanguineti complessivamente, come un unico poema nel quale per agglutinamento ogni nuova raccolta ingloba la produzione precedente, un poema-diario perché come un poema è un “continuum narrativo”, e appunto come diario segue la sua particolare storia personale, con la conseguente paradossale caratteristica di omogeneità nella frammentarietà. Da questa prospettiva per la poesia di Sanguineti pare possibile parlare di poesia personale, arrivando a constatare il paradosso che uno dei poeti più importanti della neoavanguardia italiana «al fondo, non ha mai avuto nulla a che fare con le fredde decostruzioni linguistiche e con le riduzioni e gli azzeramenti dell’io»351, riuscendo in quella che viene definita addirittura «l’impresa di

350 CURI: Struttura..., op. cit., p. 186. 351 Cfr. anche per le citazioni seguenti del paragrafo: MANACORDA: L’inconscio 215 riscoprire il personaggio uomo e il suo diritto all’espressione dall’interno della negazione avanguardista». La sua posizione viene definita di opposizione al nichilismo avanguardista contrapponendovi, soprattutto da Erotopaegnia in poi, il tema dell’amore, del sesso, della famiglia, o anche l’utopia, con sparsi accenni addirittura autobiografici, per cui la soluzione che egli offre «era, da un lato, la risposta massima e inefficace (l’utopia) e, dall’altro, la risposta minima ed efficace (il corpo) al problema del superamento del nichilismo. E’ chiaro che Sanguineti non poteva che perseguire, anche involontariamente, la seconda: e lì si è giocata tutta la sua poesia». Interessante è anche l’idea del viaggio nel labirinto come discesa nel corpo che diventa anche discesa dell’anima nell’inconscio della specie, premessa la corrispondenza tra soma e inconscio, tuttavia se ci si limita all’opera prima sanguinetiana è d’obbligo fare dei distinguo. E’ vero che già nella prima poesia si parla del corpo, di umori fisici, e qui ritorniamo alla prima citazione fatta, ma questi aspetti, per citare di nuovo Manacorda, «sono calati in un bagno di citazioni e parodie, e teorie, che li straniano (brechtianamente) e li soffocano». Solo dopo che furono tolti i collage, la proliferazione caotica di immagini, Sanguineti potè chiaramente e apertamente parlare di sé, facendo emergere «il cuore e le viscere», la vera anima della sua poesia. Il discorso di Manacorda ha sicuramente dalla sua parte delle ragioni molto evidenti, tuttavia vorrei qui ipotizzare una diversa interpretazione, suggerendo che in certa misura la lavorazione del materiale poetico risenta della formazione del giovane poeta, soprattutto delle avanguardie storiche, e prima di tutte il surrealismo mediato da Artaud, e per alcuni aspetti da Savinio352.

politico..., op. cit., pp. 31-32. 352 Sebbene le suggestioni surrealiste siano evidenti nel Laborintus, tuttavia in genere si tratta più che altro del riuso di artifici retorici del surrealismo storico svuotati della loro originaria capacità di significazione. La razionale progettazione sanguinetiana non può lasciare troppo spazio al paradosso dell’oggetto surrealista, che non si piega ad un uso determinato, permettendo una molteplice possibilità di uso da parte del lettore. Cfr.: LINO GABELLONE: L’oggetto surrealista: il testo, la città, 216 Per chiarire la concezione del rapporto tra l’io dell’autore e il testo, ed evitare fraintendimenti o incomprensioni considerando posizioni come quelle riportate di Curi e Manacorda, è necessario fare una digressione per trattare la complessa questione del soggetto in Laborintus, che non per niente è stato definito un “mondo schizofrenico”. Riprendo qui l’analisi completa e sintetica di Elisabetta Baccarani sull’influenza degli studi junghiani sulla concezione del soggetto a livello linguistico, rimandando invece alla Poesia italiana del Novecento353 di Fausto Curi per le interessanti riflessioni sull’impersonalità del linguaggio come risultato della dissoluzione del soggetto lirico, e il conseguente farsi soggetto del linguaggio stesso. Se c’è un dato immediatamente evidente, è la depersonalizzazione del soggetto in quanto soggetto del linguaggio, infatti il soggetto che parla in Laborintus, nelle diverse sezioni, assume un comportamento assai multiforme354, a volte si dissolve scomparendo, altre volte ricompare in maniera prepotente prendendo possesso del discorso. Non è affatto difficile individuare tra le varie sezioni i passi che documentino interessanti mutamenti e spostamenti dell’“io”, che ben danno l’idea della multiformità schizofrenica dell’universo labirintico rappresentato. Nelle prime due sezioni si svolge un dialogo tra un “io” che si rivolge ad un “tu”, dapprima un “tu” identificato con Ellie, il proprio corpo, e poi i Mare Humorum e Mare Lacus che sono invitati ad accogliere questo “io”. Già nella terza sezione però non abbiamo più un “io”, per la prevalenza dello stile nominale che la caratterizza come “impersonale”. Nella quarta sezione compare Laszo, uno dei due protagonisti principali, che però non è un “io” parlante, ma una seconda e a volte terza persona a cui il soggetto parlante si rivolge:

«e mentre ancora combattono il re e lo scheletro del re con storica l’oggetto in Breton. Einaudi, Torino 1977, p. 118. 353 FAUSTO CURI: La poesia italiana del Novecento. Laterza, Bari 1999, pp. 263-267. 354 Si riprende qui la riflessione della Baccarani, come introduzione al tema dell’influsso freudiano e junghiano su Sanguineti: cfr. BACCARANI: La poesia..., op. cit., pp. 54-64. 217 ironia di costumi correlati mentre mi appresto alla prefazione improbativa nell’anno della grande monomania e Lazso oscilla all’Eldorado Club con la gola d’oro solitaria vaso della ricostituzione a scadenza itinerarium rapidamente ballabile»

Qui Laszo è posto allo stesso livello delle figure junghiane del «re e lo scheletro del re», cioè a figure frutto della mente di un paziente analizzato mentre si sforza di risolvere il conflitto con la realtà. Il protagonista non è dunque l’io lirico, è un soggetto che esperisce la realtà al livello di uno schizofrenico, infatti secondo Baccarani «il nome Laszo è grammaticalmente affine alle figure che andrebbero intese come realizzazioni simboliche delle sue stesse condizioni psichiche e che sorgono man mano che egli, intento alle sue fatiche chimiche, procede nell’individuazione»355. Nella settima sezione il protagonista continua a rimanere nell’alienata condizione di schizofrenico, condizione questa volta caratterizzata dal tema dell’abolizione dell’orizzonte temporale. Il tema del tempo è molto presente in diverse sezioni, non solo in questa, e la disgregazione del flusso temporale richiama la negazione del flusso temporale tipica dello schizofrenico, il che ha come conseguenza la pietrificazione della realtà, e la perdita di significato degli oggetti, nonché del rapporto tra gli oggetti e il senso dinamico della storia. Il tempo di volta in volta viene riferito ad un soggetto diverso, dapprima è il tempo di un non identificato soggetto narrante:

«come pietre modellate in possibilità di afferrare senza errore vengono mutati albero che ti alzi per mezzo del tempo tu che ti alzi vengono mutati per mezzo del tempo dei miei modelli»

Improvvisamente però il tempo diviene il tempo di Laszo:

355 BACCARANI: La poesia..., op. cit., p. 56. 218

«morte che parli sei nella condizione di chi diviene il tempo di Laszo sopra questo orizzonte elastico planimetria come diciamo della morte quotidiana per questo tranquilla (naturae compositae) appunto perché io sono il tuo mondo ma bestemmiatrice ma fallimentari parti distinte (et hoc imaginare ti prego) in notevole ampiezza nella loro stesura originale sono gli anni di Laszo in accrescimento in giustapposizione exaltatio divisionis [...] per mezzo di questo tempo tempo esatto così passeremo attraverso il misantropico El Flamingo per mezzo di questo tempo intestinale e convulso»

Nella quindicesima sezione un soggetto non è nemmeno presente, di conseguenza anche i verbi spariscono quasi del tutto per l’impossibilità di essere coniugati secondo una persona, a parte alcune eccezioni in cui compaiono come parti di discorsi irrelati, riportati, e riferiti a persone che non hanno niente a che fare con il discorso:

«ma complicazione come alienazione come aspre alienazione corollario alienazione epigrammatico epilogo Laszo drammatico addendo compendiario entro la proporzione eritica limitativo (carcer voluntarius) lineare (optimae mortis itinerarum) intellectualis est figura intellectualis seminis seu spermatis punctum ut duo unum fiant character amoris est autem in mari piscis rotundus risolvere Laszo qui in puncto requiescit nel suo procedimento quasi la periodica proiezione in figuris et habet in se humidum radicale» dove si scioglie la spiaggia alveolare in indivisibili puncto in permutazione la permanente alienazione e l’elevazione la cattura della potente estensione cuius centrum est ubique

219 Possiamo trovare ancora Laszo, ma solo come una parola tra le tante, non è un soggetto, né referente o oggetto di un altro soggetto. Si tratta di uno dei passi in cui è più evidente lo sguardo alienato dello schizofrenico sul mondo, e che secondo il commento di Giuliani nell’antologia dei Novissimi riprenderebbe i risultati dell’analisi della Séchehaye, una psicologa svizzera specializzata in casi di schizofrenia, pubblicata nel 1950 in Journal d’une schizofrène, una ricerca che venne letta da Sanguineti ancora prima della traduzione italiana del 1957. In questo studio la schizofrenia viene identificata come uno stadio in cui un soggetto subisce un processo di disgregazione dell’Io, con conseguente perdita di coscienza, personalità, soggettività, che si manifesta con il fatto che il soggetto in causa descrive se stesso passando dalla prima alla terza persona. La disgregazione dell’io ovviamente porta come conseguenza all’impossibilità di un rapporto tra un soggetto e il mondo, inteso come una rete di significati e rapporti tra soggetti e cose, perché appunto manca un soggetto per il quale l’oggettività del mondo possa avere un significato. Il soggetto si fonde con le cose, il mondo è ridotto ad una caotica distesa di elementi irrelati attraverso la quale è impossibile trovare punti di orientamento, non c’è possibilità di avere una prospettiva, per cui il soggetto disgregato non può che lasciarsi andare al naufragio nell’irrealtà356. Pur avendo considerato il poema sanguinetiano solo brevemente si può ben capire come la sua poetica, specialmente in questa fase della sua evoluzione, si configuri come un’arma contro la cultura materialista che si prefigge non solo di criticare ma di negare e condannare senza appello. L’opposizione ideologica dell’autore con la cultura criticata non può essere più decisa. Con decisione, lucidità ed estrema determinazione effettua lo smascheramento della finzione del linguaggio poetico, mostrandone la valenza ideologica, l’intrinseca corrispondenza tra linguaggio e ideologia357

356 BACCARANI: La poesia..., op. cit., pp. 61-64. 357 Non si approfondisce il tema, già fin troppo commentato, e si rimanda ovviamente a: EDOARDO SANGUINETI: Ideologia e linguaggio. Feltrinelli, Milano 2001. 220 che nega radicalmente la possibilità della sua autonomia358. Il risultato di questa azione di svelamento è la consapevolezza quasi epifanica dell’orrore del neocapitalismo, l’alienazione espressa dal linguaggio che essa stessa ha prodotto, e che può venire mistificato attraverso l’esasperazione delle sue contraddizioni.

358 Cfr.: Il progetto antiletterario di Edoardo Sanguineti, in:BACCARANI: La poesia..., op. cit., pp. 187-232. 221

CAPÍTULO IX

BREVE DISSERTAZIONE SU LETTERATURA E TERRORISMO IN ITALIA

Matteo Re (Universidad Rey Juan Carlos)

Introduzione

La narrazione degli anni di piombo ha avuto un notevole aumento editoriale da qualche anno a questa parte. Mentre in passato sembrava essere un tema tabù, oggi sempre più scrittori si stanno cimentando nella descrizione di un periodo storico che, nella maggior parte dei casi, non hanno vissuto, ma che tuttalpiù hanno studiato. In questo capitolo analizzeremo l’evoluzione di questo tipo di letteratura. Inizieremo con una premessa storica sul terrorismo in Italia, sia su quello stragista che quello politico, specialmente di ideologia marxista-leninista. Faremo un breve, seppur doveroso, accenno alle pubblicazioni contemporanee agli anni di piombo, narrazioni importanti come quelle realizzate, in contesti totalmente diversi, da Sciascia o Balestrini. Passeremo quindi a sviscerare le tematiche più ricorrenti nella letteratura odierna sul terrorismo, con speciale attenzione nei confronti del contrasto generazionale tra figli e genitori e sull’importanza dell’amicizia come catalizzatrice di radicalizzazione o come generatrice di contrasti. Proseguiremo quindi con l’analisi di uno degli episodi più tragici della lotta armata italiana, il sequestro e il posteriore omicidio di Aldo Moro. Per finire, ci sembra doveroso parlare delle vittime del terrorismo e del loro impegno civile 223 professato attraverso le pubblicazioni di memorie, autobiografie, monografie o saggi sugli anni che non solo cambiarono la vita dell’Italia, ma che modificarono per sempre la loro. L’obiettivo principale di questa pubblicazione è concettualizzare, nel limite del possibile, l’apparizione di una letteratura interessata al terrorismo in Italia, cercandone punti in comune, elementi narrativi ricorrenti, ma al tempo stesso prestando attenzione ad eventuali errori di analisi sugli anni di piombo.

La letteratura e il terrorismo in Italia

Sembra difficile conciliare la bellezza della letteratura con qualcosa di così poco letterario come il terrorismo. Tuttavia gli scrittori che hanno toccato questa tematica così scomoda non sono pochi, anche se il loro successo è quasi sempre stato molto limitato. Non è semplice capire se questa scarsa ripercussione sia dovuta a una limitata qualità delle opere o se invece la lotta armata non attiri l’interesse del pubblico di ieri e di oggi. In Italia, il terrorismo fece la sua comparsa nel 1969. La bomba che scoppiò nella Banca dell’Agricoltura di Milano il 12 dicembre di quell’anno inaugurò una stagione di violenza che terminò solo alla fine degli anni Ottanta. Questo primo attentato fu opera di gruppi eversivi vicini all’estrema destra, in collusione con una parte dei Servizi Segreti. Qualche mese più tardi, verso l’estate del 1970, fecero la loro comparsa le Brigate Rosse, un’organizzazione armata mossa da ideali marxisti-leninisti. In realtà, in territorio italiano già vi erano per lo meno due gruppi terroristici di estrema sinistra in quel periodo: i GAP (Gruppi di Azione Partigiana) dell’editore Feltrinelli e il Gruppo XXII Ottobre. Con il passare degli anni il numero delle organizzazioni armate, sia neofasciste che di estrema sinistra, aumentò notevolmente. A peggiorare la situazione, già in sé molto grave, vi furono le stragi. Dopo Milano (1969), ci furono le bombe sul treno Freccia del Sud a Gioa Tauro (1970), l’auto bomba a Peteano (1972), altre bombe a Brescia (1974), l’esplosione sul treno Italicus (1974) e la strage della stazione di Bologna del 2

224 agosto del 1980359. L’interesse da parte di alcuni scrittori nei confronti del terrorismo è andato di pari passo all’interesse che il mondo del cinema ha dimostrato nei confronti della lotta armata. Tuttavia, anche in questo caso, i film di qualità sul terrorismo, sia italiano che, in generale, a livello internazionale, sono pochi. Le produzioni nostrane tendono a dare una visione a volte troppo riduttiva di quello che fu la violenza politica negli anni Settanta e Ottanta. Assistiamo spesso a una specie di commiserazione di fondo più accentuata nei confronti dei terroristi che delle vittime. Il terrorista viene spesso identificato anch’egli come vittima, di una società allo sbando, di cattive compagnie, di situazioni di ingiustizia sociale o, più comunemente, di quel concetto spesso poco chiaro che è il sistema. Le vere vittime passano per tanto in un secondo piano. A livello internazionale, le produzioni cinematografiche su avvenimenti legati al terrorismo si abbandonano a volte all’eccessiva spettacolarizzazione della violenza. La rappresentazione del terrorista proietta spesso un’immagine di persona senza scrupoli ma al contempo coraggiosa, che vive una vita avventurosa, quasi eroica360. Inoltre, ad aggiungere un pizzico di fascino all’immagine del malvagio contribuisce la presenza di attori belli e dannati. In ambito letterario, possiamo contare su di un ampio repertorio di opere che, in maniera più o meno evidente, narrano il periodo del terrorismo in Italia. Si tratta per lo più di romanzi elaborati a distanza di anni dalla fine della lotta armata. Di minore quantità, invece, i testi contemporanei agli avvenimenti descritti, come se il terrorismo vada prima digerito e poi esplicitato. Nanni Balestrini, che fu protagonista di quella “generazione rabbiosa e rivoltosa”, così come la descrive oggi Demetrio Paolin361, scrisse Vogliamo tutto un romanzo sull’“Autunno caldo”. Protagonista è l’operaio-massa, con tutta la sua rabbia che lo porterà a guidare le dure proteste di quegli anni. Sempre in prima fila negli scioperi e attivo nei boicottaggi nei confronti del padrone. La tattica adottata

359 Zavoli, Sergio, La notte della repubblica, Milano, Mondadori, 1992, pagg. 476-477. 360 Azcona, José Manuel y Avilés Barandiarán, Javier, “Terrorismo internacional en la película Munich de Steven Spielberg” en García-Moncó, Alfonso, La ciudad blanca, Cátedra Universitaria España-Israel, 2013, pagg. 307-334. 361 Paolin, Demetrio, Una tragedia negata, Nuoro, Il Maestrale, 2008, pag. 29. 225 dallo zoccolo duro degli operai non differiva quasi in nulla dalle prime azioni delle Brigate Rosse. La violenza era accettata come mezzo per far valere le proprie idee. Fino a quando i brigatisti cominciarono a sequestrare, tra loro e gli operai più agguerriti vi era complicità e mutua stima. I sequestri express furono un salto di qualità cui seguirono i primi omicidi. Il movimento, quando le BR cominciarono a uccidere, si spaccò. Di qualche anno più tardi è il libro di Sciascia L’affaire Moro362. Fu pubblicato nel 1978, a caldo, proprio poco dopo la conclusione tragica del sequestro che era iniziato il 16 marzo di quello stesso anno. Quel giorno, l’onorevole Aldo Moro, presidente della Democrazia Cristiana, era stato rapito da un commando armato delle Brigate Rosse. La sua scorta era stata massacrata a colpi di mitra e il politico portato in un luogo segreto. Dopo 55 giorni di prigionia fu ucciso363. Sciascia analizza quanto successo in quei 55 giorni, non risparmiando critiche alla polizia (per la sua inefficienza), al governo (per la sua inettitudine) e alle Brigate Rosse (per la loro assurda crudeltà). Non si tratta quindi di un romanzo, ma piuttosto di un libro di denuncia che, provenendo dalla penna di Sciascia non può non essere citato in questa sezione. La tesi ultima del libro è che Moro poteva essere salvato. Gli assassini diretti dello statista sono state le Brigate Rosse, ma anche il governo italiano ha delle colpe per ciò che è accaduto. Si tratta di un’opera coraggiosa che suscitò non poche polemiche. Anche Arbasino dedicò un libro a quanto accaduto ad Aldo Moro, In questo Stato, pubblicato anch’esso nel 1978. Come evidenziato da Ermanno Conti, questo romanzo è una sorta di “instant book” che narra gli avvenimenti che vanno dal giorno del rapimento a quello in cui venne ritrovato il suo cadavere. “In realtà” prosegue Conti, “non si tratta di un libro sul caso Moro, ma di un libro nel quale il caso Moro si propone come pretesto per poter proseguire

362 Si veda le interessanti pagine scritte da Belpoliti sull’opera di Sciasia: Belpoliti, Marco, Settanta, Torino, Einaudi, 2010, pagg. 3- 62. 363 Sono stati pubblicati molti libri sul sequestro e omicidio di Aldo Moro. Si vedano, a modo di esempio: Biscione, Francesco, Il delitto Moro e la deriva democratica, Roma, Ediesse, 2012; De Lutiis, Giuseppe, Il golpe di via Fani, Roma, Sperling & Kupfer Editori, 2007; Gotor, Miguel, Il memoriale della Repubblica, Torino, Einaudi, 2011; Imposimato, Fernando e Provvisionato, Sandro, Doveva Morire, Milano, Chiarelettere, 2008. 226 l’analisi dei vizi, delle contraddizioni e dei difetti degli italiani”364. Poi c’è Occidente (1975) di Ferdinando Camon in cui le motivazioni psicologiche più profonde di un gruppuscolo di neofascisti proprio nella stagione delle stragi interessano l’autore e la sua narrazione. Anche ne Il sipario ducale (1975) di Paolo Volponi è presente lo stragismo e, nella fattispecie, l’attentato alla Banca Nazionale dell’Agricoltura di Milano. Del 1976 è invece Porci con le ali, opera prima di due giovani militanti della sinistra extraparlamentare, Lidia Ravera e Marco Lombardo Radice, pubblicata dalla casa editrice Savelli, affine alla sinistra antagonista. Nelle pagine di questo libro la violenza è presente sotto forma di manifestazioni di piazza finite in maniera tragica come troppe volte accadde in quegli anni. Un intero capitolo è dedicato proprio alla descrizione di una morte di un giovane militante duranti gli scontri con le forze dell’ordine. Antonia sospira: “Quando ammazzano un compagno è sempre una cosa molto strana, quello che senti”. La colpa viene fatta ricadere su “un coglione di carabiniere che ti spara addosso solo perché sei comunista e hai i capelli lunghi”365. In questo libro traspaiono le insicurezze di due giovani adolescenti in un periodo delicato della loro vita. L’età adulta è dietro l’angolo, ma nessuno dei due sembra preparato per viverla. Tra genitori e figli è percepibile un distacco insormontabile. Antonia ha una personalità forte ma allo stesso tempo autodistruttiva. Il suo scontro generazionale con la madre è evidente in vari passi del libro. Il padre di Rocco è un comunista alla vecchia maniera, convinto che il partito agisca sempre nella maniera migliore. Come abbiamo potuto osservare finora, salvo casi sporadici, il terrorismo è stato poco presente a livello letterario fino, per lo meno, la seconda metà degli anni novanta o, addirittura, l’inizio del nuovo secolo. Tra le possibile cause di questo aumento d’interesse tardivo nei riguardi del terrorismo vi sono per lo meno due fattori: il ritorno, seppur passeggero, delle Brigate Rosse (tra il 1999 e il 2003) e gli attentati a New York e Washington. Il terrorismo, nostrano o internazionale, nel giro di pochi anni riempì le cronache di telegiornali, riviste e

364 Conti, Ermanno, Gli “anni di piombo” nella letteratura italiana, Ravenna, Longo Editore, 2013, pag. 72. 365 Rocco e Antonia, Porci con le ali, Milano, Mondadori, 1996, pag. 49. 227 quotidiani. Lo stesso Paolin fissa l’anno 2003 come data in cui “assistiamo a una proliferazione di libri sul terrorismo rosso e nero”366 . Oltre alla quantità di romanzi sul terrorismo, stupisce anche il fatto che molti vengono pubblicati da case editrici di assoluto prestigio, evidentemente il filone può attrarre i lettori.

Tutto in famiglia

Potremmo adesso abbandonarci a un resoconto sui romanzi, dilungarci sulle sinossi, approfondirne il contesto e analizzarne la fattezza letteraria, ma non è questo l’obiettivo di questo capitolo. Ci interessa piuttosto evidenziare le tematiche centrali più ricorrenti nei romanzi sul terrorismo italiano. Prima fra tutti, e frequente nella sua apparizione nell’intera letteratura sulla lotta armata, è la tematica vincolata con il conflitto generazionale. Lo scontro tra figli e genitori. Gian Mario Villalta pubblica per Mondadori Tuo figlio (2004). Riccardo soffre in prima persona l’abbandono da parte della madre passata alla clandestinità insieme ai suoi compagni di lotta armata. Lidia Ravera, in La festa è finita (2002), dà vita al personaggio di Margherita, figlia di Massimo. Massimo è un ex militante della sinistra extraparlamentare che flirtò con il terrorismo. Sua figlia, in totale disaccordo con il comportamento del padre, ha intrapreso una vita diversa, per certi versi opposta a quella di Massimo: è entrata in Polizia e adesso è vice commissario. Nel romanzo di Luca Doninelli, Tornavamo dal Mare (2004), Ester dovrà svelare a Irene di essere figlia della relazione che lei ebbe con il capo della cellula terroristica in cui militava. Irene conoscerà il padre solo quando questo sarà sul letto di morte. Tra i due non si produrrà nemmeno un dialogo, perché l’uomo è ormai “una larva”. Tutte le domande che Irene vorrebbe fare al genitore ritrovato rimarranno per sempre senza risposta, specialmente quella che più la sconvolge: “c’era ancora dell’odio in lui?”367.

366 Paolin, Demetrio, Una tragedia negata…, pag. 24. 367 Doninelli, Luca, Tornavamo dal Mare, Milano, Garzanti, 2004, pag. 179. 228 Poi c’è il conflitto inverso, i figli che affrontano i genitori, accusati di connivenza con il fascismo, con la malapolitica, con l’inefficienza del Partito Comunista Italiano, considerato un partito borghese anti proletario quasi al pari della Democrazia Cristiana. La guerra di Nora, opera scritta da Antonella Tavassi La Greca (2003), descrive l’incomunicabilità tra la protagonista, Nora appunto, e il padre. La ragazza, ormai donna, torna a casa dopo sedici anni per vedere per l’ultima volta il padre morente. Non ce la farà, quando arriva l’uomo è appena spirato. È il 2000 e riadattarsi alla vita familiare non sarà facile per lei. I continui flash back la riporteranno indietro a ricordare la sua vita borghese prima della scelta di partecipare alla lotta armata. La figura del padre, un uomo burbero appassionato di musica classica, non è solo quella di un padre di famiglia bacchettone, ma è anche quella di colui il quale, il giorno in cui la figlia si presenta a casa dopo tredici mesi passati in clandestinità, le fa trovare il passaporto pronto e un biglietto aereo per la fuga dall’Italia368. In La guerra dei figli (2009), altra opera scritta da Lidia Ravera, succede qualcosa si simile. Maria abbandona la sua famiglia, tipicamente borghese, per entrare in clandestinità e militare nell’organizzazione terrorista Prima Linea. Il contrasto è più accentuato nei confronti della madre. Questo odio si smorza nell’unico incontra che questa ha con la sorella, quando ormai sta vivendo in clandestinità. Maria dice a Emma: “Dille che non ce l’ho con lei, con loro, le cose sono andate così”369. Il rapporto tra fratelli e sorelle è anch’esso una presenza ricorrente nella letteratura sul terrorismo. Nel romanzo di Lidia Ravera Emma e Maria sono due giovani ragazze che decidono di vivere una vita in contrasto con l’ambiente borghese in cui sono cresciute. Mentre Maria si incammina in una via senza ritorno, che la porterà a uccidere e alla clandestinità, Emma vivrà in una comune e diventerà madre a soli 23 anni. Tra le due vi è sempre stata ammirazione e complicità. Tuttavia Emma smetterà di giustificare la sorella nel momento in cui le diranno che tra gli obiettivi dell’organizzazione cui appartiene c’è anche Sandro, l’uomo che ama. Durante il breve incontro che avranno in un parco, le

368 Tavassi La Greca, Antonella, Il diario di Nora, Venezia, Marsilio, 2003, pag. 59. 369 Ravera, Lidia, la guerra dei figli, Milano, Garzanti, 2009, pag. 205. 229 due sorelle vivranno, per la prima volta, un momento di tensione. La loro incomprensione si fa evidente quando Maria scopre che il figlio di Emma si chiama Ernesto e si produce quindi questo breve dialogo:

“(Maria) -Qualche zio morto da onorare? (Emma) –Ernesto come Che Guevara. Maria getta la testa indietro per dare enfasi a una risata innaturale. (Emma) –Ti fa ridere? (Maria) –Mi fate ridere voi… (Emma) –Noi chi? (Maria) –Voi che state al di qua, che non avete fatto il salto, che producete bambini e li chiamate Che Guevara, voi che chiacchierate di lotta di classe senza sporcarvi le mani, senza rischiare niente…”370

Il contrasto tra sorelle viene riproposto anche da Tavassi La Greca. Tosca e Nora sono due gocce d’acqua, hanno vissuto per molti anni una vita in simbiosi, così come Maria e Emma. Maria e Nora sono i cattivi esempi, sono le terroriste, ma agli occhi delle sorelle diventano per quasi tutto il romanzo delle specie di eroine, che hanno messo in gioco la loro vita per raggiungere un obiettivo supremo. Emma e Tosca invece hanno continuato a studiare e non hanno mai rinnegato i loro genitori. Un altro conflitto generazionale è presente in Anatomia della battaglia (2005) di Giacomo Sartori. I personaggi di questo romanzo sono un padre, fascista rigido e scorbutico, una madre superficiale e distaccata e un figlio, che abbraccia la lotta armata. I due poli opposti invece di respingersi si attraggono. Padre e figlio, nonostante le differenze politiche, ammirano l’uno dell’altro l’integrità e l’aver combattuto per un ideale. Il figlio ne è convinto e dichiara: “ci rispettavamo come combattenti di opposte coalizioni, ma con un unico nemico”371. Un’altra tematica ricorrente nella letteratura sul terrorismo è quella sull’amicizia. È curioso notare come in un ambiente in cui veniva esaltata la vita

370 Ravera, Lidia, La guerra dei figli…, p. 206. 371 Sartori, Giacomo, Anatomia della battaglia, Milano, Sironi, 2005, pag. 40. 230 in comune, la solidarietà, il gruppismo le amicizie siano invece rappresentate in maniera frivola, sfuggente, quasi falsa. Girolamo De Michele in Tre uomini paradossali (2004) scrive la storia di quattro amici, militanti politici, accomunati, oltre che dalla passione per la politica, dai film western e dal caffè. Uno di loro muore suicida e lo fa sparandosi con una pistola “degli anni di piombo”. La narrazione ritorna agli anni di piombo e, specialmente, al movimento del ’77, che di quel periodo fu quasi una culminazione372. In La festa è finita, Lidia Ravera narra di un incontro tra vecchi amici che avevano condiviso anni di militanza ma che ora, nel nuovo secolo, invecchiati e imborghesiti, fanno fatica a riconoscersi. Il passato è interpretato come un tempo di cui rimane solo un vago ricordo. Il fulcro della narrazione è il sequestro di Carlo, il leader dell’organizzazione politica cui appartenevano tutti. Da anni non vive più in Italia, è diventato un famoso maestro d’orchestra. La sua vita di oggi non ha niente a che vedere con la sua militanza passata. Angelo, un vecchio compagno per il quale lo spirito rivoluzionario non è ancora finito, sequestra l’amico e decide di interrogarlo, proprio come facevano le Brigate Rosse. La sua colpa: aver abbandonato gli ideali per cui lottavano insieme negli anni settanta ed aver ceduto al fascino di una vita borghese. Angelo è mosso dall’odio e dal rancore e vuol far ricadere su Carlo i motivi dei suoi insuccessi di un vita fallimentare. Carlo, in un dialogo con il suo sequestratore descriverà ciò che per lui rappresentarono quegli anni che per Angelo sembrano non essere ancora finiti:

“Eravamo ragazzi […] eravamo in grado di raccontarci balle, eravamo in grado di crederci, ci aspettavamo di convincere gli altri. Tutto qui. L’uguaglianza, la società dove tutti ricevono secondo le loro necessità, danno secondo le loro possibilità… Non è nella natura umana. Si può costringere gli uomini ad accettare tutti lo stesso salario e le stesse condizioni di vita, ma bisogna costringerli col fucile…”373

In poche righe viene smontato il mondo in cui lo stesso Carlo credeva

372 Sul Movimento del ’77 si veda Falciola, Luca, Il movimento del 1977 in Italia, Roma, Carocci Editore, 2015. 373 Ravera, Lidia, La guerra dei figli…, p. 168. 231 anni addietro. I tempi sono cambiati, il comunismo è finito, il Muro di Berlino è caduto. Chi continua a pensare con idee estremiste come negli anni settanta non è che uno squilibrato come Angelo.

Aldo Moro, una tragedia negata

Uno dei momenti più critici della storia dell’Italia repubblicana fu il sequestro di Aldo Moro, seguito dal suo omicidio. Lo storico Francesco Biscione non ha dubbi e afferma che “la rottura di maggior rilievo nella storia del dopoguerra [è] costituita dalla crisi della solidarietà democratica, alla fine di quel decennio, e dal delitto Moro, e proprio a seguito di quell’evento, per le modalità in cui si svolse e per i suoi esiti, la storia del paese ha assunto percorsi imprevedibili e perigliosi”374. Nonostante quell’avvenimento tragico, oggi in molti non ricordano né chi fu Aldo Moro, né chi lo uccise. Ma non c’è da meravigliarsi della poca memoria che abbiamo. Secondo i risultati di un sondaggio realizzato dal Cedost di Bologna e dal Landis solo il 22% degli studenti delle superiori del capoluogo emiliano riconduce al terrorismo neofascista l’attentato alla stazione di Bologna del 2 agosto del 1980; il 34% non sa rispondere, mentre il 21,7% indica le Brigate Rosse come colpevoli di quell’attentato, 375 che invece fu commesso da militanti dell’estrema destra italiana. La letteratura nostrana su ciò che avvenne ad Aldo Moro è aumentata con il passare degli anni. Se, come abbiamo visto, a freddo vi furono alcuni approcci letterari al caso, con l’avvento del nuovo secolo si è rispolverato il caso Moro e, sia a livello accademico, che a livello letterario, sono stati prodotti molti libri sullo statista sequestrato e ucciso dalle Brigate Rosse. Si sa che le ricorrenze di avvenimenti tragici portano con sé un grappolo di pubblicazioni, ricerche, analisi. Con Aldo Moro si è rispettata questa singolare tradizione. E così, a ogni decennio, sono aumentate le pubblicazioni in merito alla morte dello statista. In chiave letteraria possiamo citare il romanzo Corpo di Stato (2003) scritto da Marco Baliani,

374 Biscione, Francesco, Il delitto Moro e la deriva della democrazia, Roma, Ediesse, 2012, pag. 9. 375 Adesso in Vitello Gabriele, L’album di famiglia, Massa, Transeuropa, 2013, pag. 22. 232 che già nel titolo gioca con l’equivoco tra il corpo senza vita del politico e il golpe che, anche se in maniera non convenzionale, è possibile che sia avvenuto in quei 55 giorni che cambiarono un intero paese. Non dimentichiamo che il progetto del “compromesso storico” avanzato da Enrico Berlinguer e, in qualche modo, appoggiato da Aldo Moro, finì con la morte del democristiano376. Baliani narra quei due mesi di sequestro proponendo un’immagine di normalità. L’Italia, pur vivendo uno dei momenti più tragici dalla fine della guerra, non si fermò, la gente continuò a lavorare, non vi furono scene di panico, di insubordinazione, regnò la calma. In pratica è una narrazione generazionale di cui Aldo Moro è un pretesto. Tuttavia, c’è spazio per l’“eccitazione” e per l’“euforia” alla notizia che “il presidente della Democrazia Cristiana, un simbolo del Potere, del Palazzo” era stato rapito e che il “cuore dello Stato” era stato colpito. Ma dopo l’euforia c’è spazio per la riflessione: “Moro era sempre stato quello più a sinistra, più aperto al dialogo”377. La narrazione accomuna due vittime il cui ricordo fu molto differente. Da una parte Aldo Moro, la cui morte ricevette uno spazio informativo enorme, dall’altra parte Peppino Impastato, un ragazzo siciliano, membro della sinistra extraparlamentare, ucciso dalla mafia lo stesso giorno in cui le BR spararono a Aldo Moro. Di Peppino Impastato e della sua morte non vi è quasi traccia sui giornali del 10 maggio 1978. Ma qui ci troviamo di fronte a una forzatura, pensare che la morte di Aldo Moro e quella di Impastato meritassero la stessa copertura mediatica non è solo un’utopia ma un enorme abbaglio. Peppino Impastato finisce con l’attirare tutto il protagonismo di quest’opera tragica. Moro viene rimosso, e sparisce anche nell’immagine di copertina, così come acutamente segnala Paolin. La Renault 4 rossa in cui il presidente delle Democrazia Cristiana era stato trasportato fino al centro di Roma appare con il bagagliaio vuoto: “il cadavere dello statista non c’è. È l’ultima concreta prova di rimozione e

376 Sul “compromesso storico” si vedano le seguenti opere: Valentini, Chiara, Berlinguer, l’eredità difficile, Roma, Editori Riuniti, 2004; Gualtieri, Roberto (a cura di), Il PCI nell’Italia repubblicana, 1943-1991, Roma, Carocci, 2001; Galli, Giorgio, Il decennio Moro-Berlinguer, Milano, Baldini Castoldi Dalai, 2006; Mastrogregori, Massimo, I due prigionieri, Genova, Marietti, 2008; Alberti, Vittorio, La DC e il terrorismo nell’italia degli anni di piombo, Roma, Rubbettino, 2008. 377 Baliani, Marco, Corpo di Stato, Milano, Rizzoli, 2003, pagg. 18-21. 233 di elusione della tragedia e del tragico”378. Il tempo materiale (2008) è un romanzo di Giorgio Vasta in cui il rapimento di Aldo Moro fa da sfondo a una Palermo isolata dai fatti di cronaca di quel periodo. Tre giovanissimi ragazzini dodicenni, affascinati dall’azione delle Brigate Rosse e da quel sequestro impensabile, decidono a loro volta di creare un gruppo terroristico. Uno di loro ammette che le immagini del sequestro proiettate in continuazione in televisione lo hanno spinto a radicalizzarsi: “In questi giorni vedo in televisione le immagini di via Fani […] e ho un prurito che mi mangia la pelle e una cosa nella pancia che mulina e raschia, un presentimento a gorghi che mi si apre sul petto e sul palmo delle mani”379. Ferruccio Parazzoli dà un’immagine più visionaria del sequestro di Moro. Nel suo Adesso viene la notte (2008) appaiono due morti, quella del democristiano e quella dell’amico, il Papa Paolo VI. Satana è colui il quale muove i fili del sequestro, dell’omicidio dei cinque agenti di scorta e dell’esecuzione finale. Nel romanzo Amici e nemici (2004), il suo autore, Giampaolo Spinato, inizia la narrazione proprio da via Fani e la conclude con il ritrovamento del corpo senza vita del presidente democristiano. Il testo mischia realtà e fiction. Aldo Moro viene descritto in tutto il suo sequestro, ma allo stesso tempo viene introdotta una situazione creata dall’autore: uno dei sequestratori viene a sua volta rapito, da un’organizzazione terroristica di estrema destra. Sottoposto a torture riuscirà però a liberarsi. Aldo Moro, oltre che ad essere vittima delle BR viene rappresentato come sequestrato dallo stesso Stato che rappresentava. Anche in Lidia Ravera è presente Aldo Moro. La scrittrice, nel romanzo La guerra dei figli, già citato in queste pagine, cita in tutta l’opera unicamente un episodio di terrorismo: “A Fani, cosa è successo a via Fani?”. È Emma a chiederselo. Sola per le strade di Roma, sente che è successo qualcosa, ma non capisce cosa. Allora:

“si rifugia in un bar freddo […] Il televisore acceso manda le immagini dell’agguato, i corpi coperti dai lenzuoli. Non è l’ora del notiziario e un senso di emergenza anima la saletta […] È successo alle nove e un quarto, quella mattina […] Aldo Moro, il

378 Paolin, Demetrio, Una tragedia negata…, pag. 132. 379 Vasta, Giorgio, Il tempo materiale, Roma, Minimum Fax, 2008, pag. 48. 234 presidente della Democrazia Cristiana, è stato rapito […] il commando terrorista che ha sequestrato l’onorevole Aldo Moro ha ucciso anche a colpi di mitra i cinque uomini di scorta”.380

Di questo attentato Lidia Ravera sottolinea la sua smisuratezza, ma la vera preoccupazione è che gli attentatori potevano essere coetanei di Maria:

“un gruppo poco più vecchio di lei, gente che forse ha incontrato, con cui potrebbe aver diviso conti in pizzeria e discussioni astratte su progetti teorici, gente così, universitari fuori corso, figli infelici di impiegati preoccupati dalle rate del divano, figli di partigiani che hanno restituito i fucili ma non la voglia di usarli. Hanno compiuto un gesto enorme, che li travolgerà tutti”.381

Il destino di Aldo Moro non sembra importare più di tanto, la vera tragedia è quella di un’intera generazione che si sarebbe fatta trascinare verso la violenza. Una visione, troppo spesso ripetuta, che non prende in considerazione l’immensa maggioranza dei giovani che in quell’epoca non abbracciarono la violenza, ma la condannarono con determinazione. In conclusione, la presenza di Aldo Moro in molti romanzi del nuovo secolo (qui ne abbiamo analizzati solo alcuni) favorisce la descrizione, spesso fuorviante, di una generazione perduta, ma anche descritta come unita, combattiva, coraggiosa.

Le vittime e la riconciliazione

Nella pubblicistica sul terrorismo ricoprono una fondamentale importanza le produzioni che vengono dall’ambito delle vittime. Praticamente escluse dalla produzione editoriale per anni, da quasi un decennio hanno raggiunto una buona presenza negli scaffali delle librerie. Il giornalista Giovanni Fasanella è uno dei più attivi in questo senso. Autore di libri sulle Brigate Rosse con la collaborazione di uno dei fondatori, Alberto Franceschini, con il tempo si

380 Ravera, Lidia, La guerra…, pagg. 174-175. 381 Ibidem, p. 188. 235 è aperto al libro-intervista sulle vittime. I silenzi degli innocenti, scritto insieme a Antonella Grippo, è una raccolta di testimonianze da parte di chi ha sofferto sulla propria pelle il terrorismo. Non vi è distinzione tra diversi tipi di terrorismo: da quello stragista a quello marxista-leninista. Di Fasanella è anche il libro scritto a quattro mani con la figlia di Guido Rossa, Sabina, il cui titolo è Guido Rossa, mio padre. La sua storia è molto particolare, perché nell’ottica delle Brigate Rosse l’omicidio di Rossa fu uno dei più gravi errori commessi dall’organizzazione terrorista. Lui, sindacalista comunista, operaio dell’Italsider di Genova, morto ammazzato quando stava andando al lavoro, di prima mattina, per aver denunciato un suo collega che distribuiva volantini delle BR. La sua uccisione non fu come le altre. Sabina Rossa ricorda: “Ovunque eravamo oggetto di testimonianze d’affetto. Avevo la sensazione che l’intera città si fosse stretta intorno a noi. L’assassinio di Guido Rossa sembrava diverso da tutti gli altri”382. Giovanni Moro, figlio di Aldo Moro, scrisse un libro di ampio respiro intitolato Anni Settanta in cui quell’intero decennio viene analizzato lontano da dietrologie e da infelici revisionismi, ma con la risolutezza di chi vuole denunciare quella non-decisione da parte del governo italiano in quei quasi due mesi di sequestro di suo padre. “La non-decisione, in questo caso, si è concretizzata in due omissioni: non aprire (serie) trattative, ma nemmeno un minimo di dialogo con i terroristi e non cercare (seriamente) la prigione dove Aldo Moro era rinchiuso”383. Silvia Giralucci ci porta il ricordo del padre, Graziano, prima vittima delle Brigate Rosse. Insieme a Giuseppe Mazzola venne ucciso a Padova, all’interno della sede del Movimento Sociale Italiano, il 17 aprile del 1974, da un commando brigatista. Come per molte vittime, anche per Silvia la domanda rimasta senza risposta è “perché?”. In fondo suo padre, pur essendo fascista, non poteva considerarsi un nemico del proletariato. Era un semplice militante in una città in cui gli opposti estremismi si davano appuntamento ogni fine settimana per scontrarsi nelle strade. Silvia, del 1971, ha perso il padre a soli 3 anni, per cui

382 Fasanella, Giovanni e Rossa, Sabina, Guido Rossa, mio padre, Milano, BUR, 2006, pag. 52. 383 Moro, Giovanni, Anni Settanta, Torino, Einaudi, 2007, pag. 97. 236 la sua vita è un ricordo senza di lui. Non ha vissuto gli anni di piombo, ma se li porta dietro dalla sua infanzia, con quel padre morto sotto i colpi delle Brigate Rosse. Una morte a volte dimenticata, tant’è che spesso, quando si parla degli attentati delle BR si tende a cominciare dall’omicidio del giudice Francesco Coco, avvenuto in realtà ben due anni dopo il doppio omicidio di Giralucci e Mazzola. Lo scopo di Silvia con il suo libro L’inferno sono gli altri (2011) è quello che accomuna tutte le vittime del terrorismo che decidono di scrivere, quello di non dimenticare. Chi non vuole che si dimentichi suo padre è anche Luca Tarantelli, figlio di Ezio, una delle ultime vittime delle Brigate Rosse, ucciso nel 1985 dalle BR-Partito Comunista Combattente, quando ormai l’organizzazione aveva già da tempo perso una conformazione unitaria. Luca aveva tredici anni quando suo padre venne ucciso nel parcheggio dell’università La Sapienza, ateneo in cui insegnava economia. Il trauma se lo è portato dietro e riaffiora nelle pagine del suo libro Il sogno che uccise suo padre (2013), uno sguardo lucido sull’Italia che Ezio Tarantelli, economista molto apprezzato, aveva in mente. Uno dei grandi artefici della riforma del lavoro, la persona che ha osato mettere in discussione la scala mobile, che ha lottato contro l’inflazione e la disoccupazione. Una visione, evidentemente, troppo progressista per le BR, che con il passare degli anni hanno dimostrato di voler far cadere l’Italia nell’oscurantismo e intralciare qualsiasi processo di ammodernamento sociale. Poi troviamo Benedetta Tobagi, il cui padre, Walter, giornalista non ancora di spicco del Corriere della Sera, ma molto promettente, di idee socialiste, venne ucciso il 28 maggio del 1980, a Milano, dalla Brigata XVIII Marzo, un gruppo terrorista di estrema sinistra. Uno dei suoi ultimi articolo scritti fu probabilmente il più famoso di tutti. Intitolato “non sono Samurai invincibili” era dedicato proprio alle Brigate Rosse, convinto della sua sconfitta, specialmente dopo che il super pentito Patrizio Peci aveva iniziato a far smantellare le colonne di Genova e Torino grazie alle sue dichiarazioni. Benedetta racconta come il padre fosse minacciato, anche se “le minacce che papà aveva ricevuto erano ordinaria amministrazione per quegli anni” e aggiunge che “una schedatura generica come quella di mio padre, in una situazione simile, non era tale da

237 guadagnarsi la priorità. Ben presto però lo scenario si complica”384. Quello di Benedetta è un viaggio, rigoroso e duro, attraverso le lettere del padre, i suoi articoli, ogni suo ricordo. Ciò che traspare dalla letteratura scritta dalle vittime è l’assenza di ogni sentimento di vendetta. Nelle pagine di queste pubblicazioni, alcune romanzate, altre prettamente autobiografiche, altre ancora quasi al limite del saggio, vi è la necessità di comprendere i motivi che hanno mosso dei ragazzi a diventare assassini di persone che appena conoscevano, di cui avevano sentito parlare, ma che non le erano familiari, di cui probabilmente avevano un’immagine preconcetta totalmente sbagliata di chi fossero e di cosa facessero. Tutti comunque padri di famiglia che hanno abbandonato figli in tenera età. La riconciliazione è rimasta un obiettivo complicato da raggiungere. Calopresti lo narra in maniera molto cruda nel film La seconda volta (1995), interpretato da Nanni Moretti nei panni di in professore universitario rimasto gravemente ferito dopo che una terrorista aveva cercato di ucciderlo sparandogli alla testa. Quando i due si incontrano dopo tanti anni dall’accaduto, sembra che chi tra i due lotti maggiormente per una riconciliazione sia la vittima, mentre la ragazza sembra essere ancora alla ricerca dello scontro. A livello letterario possiamo citare due romanzi: Libera i miei nemici (2005) e Il sogno cattivo (2006). Il primo, opera di Rocco Carbone, narra il quasi innamoramento tra un quarantenne e una ex terrorista. Ad impedire che il legame tra i due vada a buon fine è la vita segreta dell’uomo, il quale, negli anni Settanta, perse la fidanzata in un attentato terroristico. Proprio nelle ultime pagine si scoprirà che fu proprio la terrorista con cui ha iniziato a stringere una strana amicizia ad uccidere la fidanzata. Lorenzo, il protagonista, nel dialogo forse più struggente e sincero del libro dichiara: “c’è una cosa che ci divide. Qualcosa che non potrà mai essere sanato. Io non ho mai ucciso. Non ho mai tolto la vita a nessuno. Tu l’hai fatto. Nessuno ti ha obbligata. Hai fatto una scelta. Ti sei arrogata il diritto dell’assassinio. E quello che hai fatto non potrà mai essere riparato”385. Il secondo libro, di Francesca D’Aloja, Il sogno cattivo (2006), narra la

384 Tobagi, Benedetta, Come mi batte forte il cuore, Torino, Einaudi, 2009, pagg. 89- 191. 385 Carbone, Rocco, Libera i miei nemici, Milano, Mondadori, 2005, pag. 261. 238 vita dietro alle sbarre della carcere di Rebibbia (Roma). La protagonista, Penelope, si mette sulle tracce di Margherita, la sua migliore amica, scomparsa da quando è entrata a far parte di una cellula terroristica. Penelope intraprende un legame sentimentale con il capo di questa organizzazione armata ed ottiene di sapere dove si trova l’amica. Il libro, pieno di flashback, è un racconto di un passato tragico del nostro paese che Penelope cerca di capire, ma mai di giustificare, attraverso questo lavoro di riflessione sugli anni di piombo. Margherita, da parte sua, cerca di giustificare il suo atteggiamento interpretando ciò che fece come frutto di una follia passeggera che accomunò, purtroppo, troppe persone in quegli anni386.

Conclusione

Dopo aver analizzato la letteratura sul terrorismo italiano possiamo parafrasare le parole di Gabriele Vitello, il quale, nel suo saggio Libro di famiglia, nota come la violenza politica sia ridotta entro un conflitto familiare interno alla borghesia. La maggior parte degli scrittori rivelano “le difficoltà prima di tutto ideologiche che impediscono loro di raccontare in modo non censorio la violenza politica di sinistra. La riduzione di quest’ultima a mera disobbedienza giovanile serve a nasconderne il radicamento sociale”387. Questo è senz’altro un ostacolo cui ci siamo confrontati nell’analisi dei testi presi in considerazione. Pur sapendo che questo studio non ricopre la totalità di romanzi e opere sugli anni di piombo, ci sembra comunque significativo evidenziare questo fatto e questa attitudine a volte troppo indulgente nei confronti del terrorismo nostrano. Un altro concetto che si può estrapolare dall’analisi di questi romanzi è la sensazione che quegli anni, gli anni Settanta, furono formidabili, tanto per citare un libro di Mario Capanna, uno che quel periodo lo ha vissuto in prima persona, nel bene e nel male. E quindi possiamo ricordare ciò che Piccioni, ex membro delle BR, dichiarava qualche anno fa a Christian Uva sulla possibile decadenza dei ragazzi di oggi:

386 Si veda Conti, Ermanno, Gli “anni di piombo”…, pagg. 184-186. 387 Ibidem, pagg. 70-71. 239

“Non mi spingo a dire che la parte migliore di quella generazione fossimo noi, perché sarebbe immodesto e falso (perché anche tra di noi c’erano un sacco di fessi), però la parte più onesta, anche fino alla sbandata finale, lo è stata sicuro. Date le premesse, quella parte di generazione è stata la più conseguente, quella che ha provato a fare ciò in cui diceva di credere”388.

E non importa se quella generazione, per lo meno una parte ridotta di essa, credeva non solo nell’utilità ma anche nella necessità della violenza come arma politica. Non importa se quella parte minima ma impazzita di quella generazione abbia creato più sofferenze che gioie. Nei romanzi, la narrazione di uno dei fatti più tristemente famosi di quel periodo, il sequestro di Aldo Moro e la sua uccisione, vengono spesso interpretati come corollario a un’epoca fragile, piena di contraddizioni, della quale le stesse Brigate Rosse non erano che un’evidenza. Infine le vittime, per le quali non sarà stato facile fissare i ricordi. Un esercizio di memoria e di indagine che ha portato loro a scavare nel passato. Il rancore non trova spazio in queste pubblicazioni, probabilmente la tristezza e lo stupore nei confronti di azioni dettate da una radicalizzazione fuori luogo contro persone sconosciute dai loro assassini. Come spesso accade quando si scrive, si cerca di rispondere ad alcune domande che ci assillano. Quelle delle vittime non credo che siano tante, la più ricorrente è sicuramente “perché?”. È difficile accettare l’incapacità di rispondere a una domanda così semplice ma allo stesso tempo così complicata.

388 Uva, Christian, Schermi di piombo, Il terrorismo nel cinema italiano, Soveria Mannelli, Rubettino, 2007, pag. 237. 240

CAPÍTULO X

TITOLO DEL SAGGIO: CLEMENTE REBORA E L’EPISTOLARIO DEL 1916: TRA MISSIONE SALVIFICA DELLA SCRITTURA E INARIDIMENTO CREATIVO

Stefano Rosatti University of Iceland

Introduzione

Oggi a Clemente Rebora si riconosce un ruolo fondamentale nell’ambito della poesia italiana del ’900, ruolo che gli si è andato attribuendo gradatamente, quanto più lo studio dell’opera ne rivelava la complessità. Tra i documenti lasciati da Rebora, di fondamentale importanza sono le lettere, oggi raccolte e riunite in volume,389 dopo lungo e pazientissimo lavoro, da Carmelo Giovannini. Le lettere di Rebora costituiscono tra l’altro anche uno tra i più corposi epistolari del nostro Novecento letterario.390 La

389 Per l’esattezza, si tratta di tre volumi: Giovannini, Carmelo (a cura di), Epistolario Clemente Rebora, Volume I, 1893-1928. L’anima del poeta, Bologna, Edizioni Dehoniane, 2004; Giovannini, Carmelo (a cura di), Epistolario Clemente Rebora, Volume II, 1029-1944. La svolta rosminiana, Bologna, Edizioni Dehoniane, 2007; Giovannini, Carmelo (a cura di), Epistolario Clemente Rebora, Volume III, 1945-1957. Il ritorno alla poesia. Bologna, Edizioni Dehoniane, 2010. La fonte, per le lettere reboriane che qui si citeranno, è costituita dal primo di questi tre volumi. Le lettere citate verranno di volta in volta segnalate in nota con lo stesso numero progressivo che si trova nel volume di Giovannini. 390 Giovannini ha proseguito, integrandolo e approfondendolo, il lavoro di 241 critica, giustamente, considera tale epistolario imprescindibile, ma a oggi ancora non esistono studi che se ne occupino in maniera sistematica, ad esempio attraverso uno spoglio e un’analisi capillare (nonché sincronica, rispetto alle opere propriamente letterarie di Rebora) delle singole lettere. Il presente saggio è da considerarsi una sorta di campione per un futuro e più ampio lavoro proprio sull’epistolario reboriano. Qui, anche attraverso una sorta di lettura in parallelo tra lettere e opere creative, ci si concentra in particolare sul travagliato periodo del 1916: ad uno scrutinio che certamente non esaurisce le possibilità di ulteriori analisi e approfondimenti, il documento biografico (soprattutto nel caso di un artista come Rebora mai meno importante del documento letterario) non solo rivela connessioni di grande interesse con lo stile e la creatività del poeta, ma fa trasparire l’atteggiamento psicologico che l’autore assume -e mantiene anche negli anni a seguire- verso la propria opera letteraria.

1916, un anno cruciale

Nel dicembre del 1915, poco prima di Natale e di una agognata licenza, nelle trincee del Podgora, vicino a Gorizia, un obice esplode a pochi metri da Clemente Rebora, seppellendolo sotto un cumulo di terra e detriti. Le menomazioni fisiche immediate non sono particolarmente rilevanti (leggero trauma cranico), ma a Rebora viene diagnosticato un gravissimo choc nervoso. L’anno successivo, sballottato tra un ospedale militare e l’altro e sottoposto a ripetute visite, Rebora verrà infine congedato per un

Margherita Marchione. Come è noto, la Marchione è l’autrice della prima, imprescindibile, monografia reboriana (Marchione, Margherita, L’imagine tesa. La vita e l’opera di Clemente Rebora, Roma, Edizioni di Storia e Letteratura, 1960). La studiosa è anche stata la prima ad occuparsi in maniera sistematica di raccogliere e riordinare le lettere di Rebora. A questo proposito si segnalano i due volumi da lei curati: Marchione, Margherita (a cura di), Clemente Rebora, Lettere, I (1893- 1930), Roma, Edizioni di Storia e Letteratura, 1976; Marchione, Margherita (a cura di), Clemente Rebora, Lettere, II (1931-1957), Roma, Edizioni di Storia e Letteratura, 1982. 242 anno a causa di un forte esaurimento. Come si sa, durante il periodo della convalescenza dell’anno successivo (1916) Rebora matura il proposito che già aveva cominciato a covare nei mesi trascorsi al fronte, e cioè quello di scrivere un libro sulla guerra, per descrivere e denunciare l’immane carneficina. Le carte si accumuleranno furiosamente sui tavoli del poeta, ma il libro non vedrà mai la luce. Usciranno, su varie riviste, solo brani di quello che avrebbe dovuto costituirne il materiale, brani che oggi, nella spezzettata produzione reboriana, vengono comunemente raggruppati sotto il nome di “poesie sparse e prose liriche”. Delle lettere di Rebora dalle zone di guerra, così come delle poesie e delle prose dello stesso periodo, gli studiosi si sono occupati ampiamente.391 Tuttavia, vale la pena concentrarsi sugli avvenimenti del 1916 anche indipendentemente dalle opere (prodotte o meno), perché nella “storia” di

391 Si vedano a questo proposito, per esempio, Bárberi Squarotti, Giorgio, “Le poesie del tempo di guerra”, Microprovincia, numero 45, gennaio-dicembre 2007, pagg. 18-31; Bettinzoli, Attilio, “Il libro di poesie-prosa sulla guerra”, in Ibidem, La coscienza spietata. Studi sulla cultura e la poesia di Clemente Rebora. 1913-1920, Venezia, Marsilio, 2002, pagg. 63-107; Corcione, Noemi, “Per «lesa umanità». Clemente Rebora e la Grande Guerra”, Studium, numero CXI, 1, gennaio-febbraio 2015, pagg. 68-83; Dalla Torre, Marco (a cura di), Clemente Rebora. La mia luce sepolta. Lettere di guerra, Verona, Gabrielli, 1996; Finotti, Fabio, “Lo stile della prosa”, in De Santi, Gualtiero e Grandesso, Enrico (a cura di), Le prose di Clemente Rebora, Atti del convegno, Rovereto, 13-14 maggio 1998, Venezia, Marsilio, 1999, pagg. 19-27; Frattini, Alberto, “L’esperienza della guerra nella coscienza e nella prosa di Rebora”, Humanitas, numero 6, ottobre 1996, pagg. 834-858; Giancotti, Matteo (a cura di), Frammenti di un libro sulla guerra, Genova, San Marco dei Giustiniani, 2009; Laporte, Stéphanie, “Le livre-entonnoir de Clemente Rebora: propositions pour la formation d’un recueil des poèmes de guerre”, Revue des études italiennes, numero 3-4, luglio-dicembre 2005, pagg. 247-258; Lollo, Renata, “La prima guerra mondiale nella ricerca interiore di Clemente Rebora”, Rivista rosminiana di filosofia e cultura, numero 3, luglio-settembre 1978, pagg. 281-306; Piersanti, Umberto, “Le lettere di guerra”, in De Santi, Gualtiero e Grandesso, Enrico (a cura di), Le prose di Clemente Rebora, Atti del convegno, Rovereto, 13-14 maggio 1998, Venezia, Marsilio, 1999, pagg. 48-50; Rossi, Valerio (a cura di), Tra melma e sangue. Lettere e poesie di guerra, Novara, Interlinea, 2008; Tesio, Giovanni, “Ove la guerra «è più torva». Appunti di lettura per le Poesie sparse”, in Cicala, Roberto e Langella, Giuseppe (a cura di), A verità condusse poesia. Per una rilettura di Clemente Rebora, Atti del convegno, Milano, Università Cattolica, 30-31 ottobre 2007, pagg. 143-158. 243 Clemente Rebora si tratta di un anno davvero cruciale. Esaminandone l’epistolario, ciò che immediatamente appare in tutta evidenza è il fatto che Rebora, per diversi mesi vive sotto l’influsso di una straordinaria ansia. Questa condizione, che come si vedrà diverrà a poco a poco preminente nell’universo emotivo del poeta, avrà ripercussioni importanti dal punto di vista dei processi che in Rebora attivano la scrittura, ovvero dei meccanismi che la originano e che la presiedono. Una non trascurabile fonte ansiogena del periodo in questione è costituita dalle visite mediche cui Rebora viene sottoposto. Lo stillicidio dei controlli sul suo stato psicofisico va infatti di pari passo con il timore di dover ritornare al fronte, fatto che, date proprio le condizioni di salute in cui si trova, Rebora vede come una sorta di condanna a morte certa.392 Queste visite periodiche sono una vera e propria spada di Damocle, pendente sul capo di un Rebora già gravemente debilitato.393 I continui rinvii (positivi)

392 Questa quasi certezza Rebora l’aveva espressa già negli ultimi giorni dell’anno precedente ad Antonio Banfi, pochi giorni dopo il grave incidente riportato nelle trincee del Podgora. Temendo che essere trasportato lontano dalle zone di guerra comprometta la sua agognata licenza (che sarebbe dovuta entrare in vigore dal primo gennaio del 1916), Clemente si raccomanda così all’amico (29 dicembre 1915): “tuo cugino si interesserà per farmi andare subito in licenza, data la mia malattia. Ti prego (perché dopo, tornando, avrò la morte quasi certa) di scongiurarlo perché me la ottenga presto e un po’ lunga (è in loro potere, credo)” (lettera 411). 393 Se in un primo momento a Rebora vengono riscontrati soprattutto problemi nervosi -comunque gravi, tanto da venire sottoposto a elettroshock- quelli fisici (somatizzazione dei primi) non tardano ad apparire. Lydia Natus è la pianista russa che il poeta aveva conosciuto prima della guerra e con la quale, da circa un anno e mezzo (cioè dal giugno-luglio 1914) intratteneva una storia di intensa passione. In una lettera (inedita) a Sibilla Aleramo, amica comune di Rebora e appunto della Natus, è proprio Lydia che -pur usando una terminologia medica approssimativa- fornisce comunque un quadro clinico assai chiaro delle condizioni di Clemente: “lo visitarono attentamente, questa volta, ma gli trovarono, oltre lo choc nervoso - l’atonia completa di organi digerenti, esaurimento, deperimento organico, anemia del cervello, debolezza cardiaca, ed una malattia - di cui il nome somiglia all’anemia, ma non è questa, è la mancanza di sangue in tutto l’organismo” (Istituto Gramsci, Roma, Fondo Sibilla Aleramo, Fasc. 397, 16215 c4). La lettera è datata 12 agosto 1916. Le sottolineature sono della stessa Natus. 244 rimandano a nuove attese (negative), nuove visite e nuovi rinvii. Lo stress che questo comporta lo si evince anche solo dalla frequenza con la quale Rebora scrive, appunto di visite e rinvii, ad amici e conoscenti. Nel febbraio, viene sottoposto alla prima visita collegiale e gli vengono concessi due mesi “di inabilità a qualsiasi servizio”: Rebora, il 17 febbraio ne scrive subito agli amici, Angelo Monteverdi (“Nino”, nelle lettere) e Daria Malaguzzi;394 il 7 aprile successivo comunica a Giuseppe Martorano (che era stato con lui al fronte): “al 23 aprile subirò forse una nuova visita”;395 ad Antonio Banfi (neo marito di Daria), tre giorni dopo (10 aprile), scrive: “Io sono agli sgoccioli; e la visita deciderà, e credo secondo verità”;396 e tre giorni dopo ancora (13 aprile), a Monteverdi: “Il mio congedo scade il 23 aprile prossimo”.397 Poco prima dell’ulteriore visita, scrive nuovamente a Monteverdi (24 aprile): “Io sono in attesa di visita collegiale - te ne informerò”.398 Passata la visita, Clemente ottiene un altro rinvio, ma già nel maggio scrive ai coniugi Banfi e Malaguzzi: “c’è ora - massime per chi mi vuol bene, e per me! - lo spettro del ritorno [al fronte], e in quali condizioni”;399 sempre nel maggio (il giorno 25), confida a Monteverdi: “Io son libero fino alla fine di giugno; e poi? Nino mio, c’è tutta la spasimante contrazione dell’ora in contrasto, e io non so più parlare, né dire ciò che farò”;400 anche a Francesco Meriano, che gli domanda qualche scritto per «La Brigata», rivista da lui fondata e nata proprio in quei giorni, Rebora (in una lettera del 6 giugno -lettera su cui, per altri motivi, si ritornerà) parla della imminente visita di controllo: “son sceso malconcio dall’Isonzo, e alla fine di questo mese scade la mia convalescenza”.401

394 Lettere 416 e 417. 395 Lettera 422. 396 Lettera 423. 397 Lettera 424. 398 Lettera 425. 399 Lettera 430. 400 Lettera 431. 401 Lettera 433. 245 Il 5 luglio Rebora scrive alla madre:

“Dopo parecchie peripezie, domani dovrò andar di nuovo in osservazione all’ospedale di S. Ambrogio! Ho dichiarato che mi mandino come soldato dove vogliono o mi facciano saltare sedutastante con una bomba - ma basta questa lorda coatta esibizione della mia salute! [...] Il Maggiore Med. di qui mi disse che è una burocrazia idiota - che il mio caso è limpido e lampante; ma che è costretto obbedire a ordini superiori. Insomma - spero sia per pochi giorni; io in ogni modo resisto a questa nuova «berlina», perché conto di deciderli al più presto; o mi rimandano a casa, o mi spediscono sopra o sotto terra o in cielo, dove vogliono”.402

Vale la pena, forse, aprire qui una piccola parentesi per far notare come, in generale, lungo l’arco dell’intero epistolario, anche nei momenti bui attraversati dal poeta, le lettere alla madre siano in genere molto pacate, o sporadicamente guarnite di spiritosi infantilismi linguistici,403 come se nel rapporto con lei Rebora sentisse di non dover venire mai interamente meno al ruolo che tiene all’interno della cerchia famigliare, quello dell’ex bambino discolo, approdato sì all’età adulta ma rimasto sempre un po’ fanciullo (lo “zio Checche” adorato dai nipotini, i “checchini” e le “checchine” di tante lettere reboriane). Consapevole di quanto lei, instancabile e sempre pazientissima, faccia per lui, per gli altri figli e per i nipoti, la corrispondenza di Clemente alla mamma tende sempre a minimizzare i problemi personali e a tranquillizzarla. Perciò la lettera appena citata (del 5 luglio) possiamo ben definirla un unicum, tra quelle indirizzate appunto alla madre. Lì infatti Clemente sfoga tutta la rabbia e la disperazione che i costanti controlli gli provocano, rabbia e disperazione cui si unisce l’umiliazione provata nel sentirsi ogni volta denudato (nel senso più ampio del termine). Rebora non ce la fa più, insomma, e che lo voglia far sapere -e con quali toni!- proprio

402 Lettera 434. 403 Non escludendo quasi neppure il periodo “estremo” della corrispondenza inviata dalle zone di guerra e dal fronte. 246 alla madre è davvero il segnale che lo stress emotivo è spinto al limite, che la misura è inequivocabilmente colma. Il giorno seguente, 6 luglio, dopo la visita e l’ottenimento di un ennesimo rinvio, Rebora comunica al fratello Edgardo due cose importanti: da una parte la chiara sensazione che la sua cattiva guarigione sia da ascrivere allo stato mentale in cui si trova, uno stato di concentrazione estrema, febbrile, continua e soprattutto attiva verso “chi opera”, cioè, nel caso specifico, soprattutto verso chi sta in guerra (“sono in un perenne eccitamento quassù, laggiù, dappertutto, come a custodire qualcosa per chi opera. Forse, è questo che m’ha così mal guarito”); 404 dall’altra uno spostamento della preoccupazione dovuta all’incertezza più in direzione dei propri cari al fronte che focalizzata su se stesso (“tanto, altri 4 mesi di congedo. Se potessi darne a chi so io!”).405 Lo stesso giorno (6 luglio), scrivendo ai Banfi-Malaguzzi, Clemente torna nuovamente sull’argomento visite: “Ho avuto ancor 4 mesi di congedo provvisorio”;406 e lo fa ancora una settimana dopo, in una lettera a Monteverdi del 12 luglio: “ho avuto altri 4 mesi; sono infatti peggiorato. Ma non importa di me, ora. - Gli altri fratelli miei, sempre ai loro posti”.407 C’è una differenza, però: questo è solo un post scriptum, trattato da Rebora come un evento di minor conto; perché prima, nella lettera vera e propria, c’è il dolore espresso all’amico appena richiamato al fronte, e quindi di nuovo un decentramento dell’ansia spostato verso l’altro:

“Anche tu, Nino! Ormai quasi tutti i miei più cari sono là. Per ora - fin che non ho il tuo indirizzo preciso - non ti scrivo come sento e voglio. Soltanto, prendimi con te ovunque e come n’abbia bisogno, respirami vicino e consapevole in tutto quello che ti possa essere vicenda di questa prova tua. Ti ricordo che c’è qui un Clemente, un termine e una fiducia per le più intime necessità. Ti

404 Lettera 435. 405 Ibidem. 406 Lettera 436. 407 Lettera 437. 247 bacio in fronte Clemente”.408

Ma in questa lettera c’è più che un’espressione di dolore: Rebora vuol essere sicuro dell’indirizzo. Per un motivo pratico, perché altrimenti Nino non riceverebbe la lettera? Ovviamente no, qui si tratta di un motivo vitale: la lettera dovrà arrivare all’amico solo nei luoghi dove l’amico ne avrà bisogno. Scrivergli prima sarebbe come sprecare energie, certo, ma non perché la lettera andrebbe perduta, bensì perché le cose che Clemente scriverà, quelle come lui sente e vuole, avranno vera efficacia solo, appunto, dove maggiore sarà il bisogno dell’amico di sentirle, o meglio, solo dove l’amico sarà in grado di comprenderle fino in fondo, ovvero nei luoghi dell’orrore, nelle trincee sul Carso o sull’Isonzo. È come se Clemente promettesse implicitamente all’amico, nelle proprie parole scritte, una sorta di nutrimento o di forza energetica dotata di potere: il potere di conservare, in qualche modo, l’amico stesso, di “custodirlo”, come aveva scritto solo pochi giorni prima al fratello Edgardo. In attesa di scriverle, quelle parole, Rebora si dà tutto all’amico con accenti e toni così alti, da evocare in noi, per pathos e intensità, episodi di tragiche amicizie classiche, quelli di omerica, o virgiliana memoria, di Shakespeare o di Ariosto. Giova ricordare poi che queste parole -parole che di per sé testimoniano di un altruismo empatico fuori del comune- sono, per Rebora, solo un assaggio, per così dire, perché le parole che davvero serviranno e che dovranno avere davvero efficacia attiva, vera potenza, sono parole forse già pensate, chissà, ma non ancora scritte. La lettera dell’11 settembre, sempre a Nino, conferma il convulso e perpetuo fervore psichico e fisico investito da Rebora nella scrittura, che diventa ad un tempo offerta di sé (offerta quasi sacrificale), protezione e redenzione:

“Sapessi Nino, come sarebbe lo scrivere ininterrotto, se la passione e l’inesausta presenza del mio cuore potesse scrivere! Tu che sai ora cosa sia la «vita» costì - e invece quaggiù - puoi intendere cosa soffra e cosa

408 Ibidem. 248 «preghi» la mia anima che abita e alita sempre dove sono i pochi miei cuori scavati, e in pericolo. Io ti scrivo solo oggi, per farti risentire la mia adesione a te; come io ci sia veramente a proteggere, a «redimere» ciò che deve esser salvato: come un suono di campana. E ho così fede in questo mio intenso pensare-amare, che non mi lascia un minuto di tregua. Quando tornerai, i nostri occhi si saranno visti davvero e per sempre. Ho ferrea certezza: e ti preparo le mani per una carezza. [...] Io ti avvolgo di me”.409

Pochi giorni più tardi, un altro fatto va a incidere profondamente sulla già provata psiche del poeta: Rebora è raggiunto dalla notizia atroce della morte dei compagni d’arme: “un colpo d’ascia nel cuore”,410 scrive a Giuseppe Martorano, il 17 luglio. In questa stessa lettera compare la citatissima affermazione di Rebora sul proposito di scrivere circa i compagni: “Sento che se il destino mi lascerà vivo, qualcosa come una

409 Lettera 459. Si noti come in questa lettera Rebora, oltre a “vita”, ponga tra virgolette il verbo “pregare” e il verbo “redimere”, termini che pertengono al campo semantico del sacro, del religioso. Tramite l’uso delle virgolette, Rebora ne destabilizza il senso proprio in rapporto a tale campo semantico, ovvero attribuisce ad essi una sorta di significato sui generis che li fa rientrare sì nell’ordine del soprannaturale, ma allo stesso tempo li pone al di fuori di qualsiasi ulteriore specificazione. Quello di Rebora è un sentire tutto soggettivo del sacro, un sentire che per chiarirsi almeno in parte a se stesso deve utilizzare simboli conosciuti e quindi attingere all’iconografia più immediatamente vicina, quella cristiana. Ecco allora, fuori virgolette, anche la “passione”, l’“anima”, il “suono di campana”. Ma si tratta di termini che non hanno riferimento diretto ad alcun credo religioso specifico. D’altronde Rebora scrive chiaramente, di cosa si nutre la sua fede: di un “pensare- amare” che non è solo “intenso”, ma soprattutto è “mio”, ovvero di Rebora stesso, viene da dentro di lui e non gli dà tregua. Non si tratta di sintomi da delirio di onnipotenza (Rebora avrebbe semmai potuto soffrire del contrario), ma piuttosto di un sentimento del misterioso che -anche in forma di scrittura- si sprigiona dalla psiche e dal corpo di Clemente e che parrebbe rientrare nell’ordine di fenomeni assimilabili forse a quelli della possessione; potrebbe dunque trattarsi di uno spossessamento del sé dovuto a una forza estranea ed esterna. Ma a parte queste considerazioni estemporanee, forse uno studio sui segni grafici presenti nell’epistolario reboriano e sui loro rapporti con la sfera del sacro o del religioso, potrebbe rivelarsi interessante e proficuo. 410 Lettera 438. 249 intima rivelazione e rivendicazione di loro io dovrò dire”.411 Ma se si scorre l’intera lettera, in tutta la sua drammaticità, quella tanto citata appare forse come la frase più di circostanza, oserei dire più “convenzionale”, perché la vera essenza del testo nel suo insieme -così denso di esclamazioni che sono quasi dei gemiti di dolore, quasi un angosciato pianto del poeta- sta assai più, appunto, da un lato nel dolore personale di Rebora, e dall’altro ancora nel darsi, nell’offrirsi di sé all’amico, nell’essere con lui in modo totale, quasi fisico nel serbarne (cioè -ancora- custodirne) e accarezzarne l’anima straziata, ’ché Clemente suppone la comprensione (qui facilmente leggibile come compassione) una “consolazione” assai più necessaria per l’amico di quanto non sia, ferma restando l’estrema afflizione, il macerare se stesso in un dolore inane. Si riproduce qui di seguito la lettera rispettandone anche i capoversi, che veicolano una evidente funzione stilistica e soprattutto espressiva:

“La tremenda notizia che mi dài, mi ha dato un colpo d’ascia nel cuore: sono stato tutto il giorno muto a ripensare il mio Benvenuto, e Soresina e Maioli - e Taliabue! Mi brucia di saper di loro come fu e della nostra seconda. Sento che se il destino mi lascerà vivo, qualcosa come una intima rivelazione e rivendicazione di loro io dovrò dire. Ma ora non so credere; il mio Benvenuto! Oh, tutti, così! E tu, ancora quassù! - Io ti seguo, ti son presso, ti serbo l’anima e te la carezzo, per ridartela appena ti sarà possibile. Ti capisco in ogni attimo; sentimi, sentimi! Con intenso appassionato affetto per te (e per coloro che ci furono e non so intendere che sian morti!). Appena ti è possibile, ti prego un cenno di te, ti prego! Tuo Clem. Rebora”.412

Anche a Mario Novaro (cui scrive il 27 ottobre per proporgli alcuni brani

411 Ibidem. 412 Ibidem. 250 tratti dal “volume di poesie-prosa” da pubblicare su «La Riviera Ligure»), Rebora accenna all’imminenza di un’ennesima visita: “la prego di una sollecita risposta, perché presto avrò una nuova visita collegiale che deciderà ancora di me”;413 solo con la lettera del 26 novembre a Sibilla Aleramo, si annuncia la fine dell’incubo, almeno sotto questo profilo: “La visita colleg. mi ha dato un anno di inabilità: sono proprio squinternato di nervi. Ma ho lavorato un po’”.414 Rebora ha ragione. Se da un lato c’è da rallegrarsi perché un anno di congedo equivale quasi a un esonero definitivo, dall’altro, proprio averlo ottenuto, in un’epoca in cui le visite vanno facendosi sempre più rigorose e inclementi, dà un’immagine tutt’altro che rosea del suo stato psicofisico a quasi un anno di distanza dall’incidente di guerra.415 Ma l’ansia in cui Rebora si dibatte lo assedia su più fronti e non deriva esclusivamente da questi fatti. Lo si è intravisto già dalla citata lettera a Edgardo ed è risultato ben chiaro dalle lettere a Monteverdi e a Martorano: più che per sé, la propria salute e il proprio destino, in Rebora, durante i mesi della convalescenza, nasce e si sviluppa in un crescendo continuo la preoccupazione per le persone a lui più care che si trovano in prima linea (o che si accingono ad andarvici, come appunto Nino). Questa preoccupazione ansiosa ed empatica si trasforma in vera e propria ossessione particolarmente per il fratello Piero -anche lui al fronte, prima a Oslavia e poi sul Podgora- al quale il poeta è legato da un affetto assoluto. Numerose sono le missive dell’anno prima, quando dalla zona di guerra Clemente esprime l’angustia per non avere notizie (o per averle scarse e

413 Lettera 465. 414 Lettera 468. 415 In realtà, i guai con medici e visite ricominceranno proprio alla visita collegiale dell’anno successivo, quando Clemente (così pare sia avvenuto) scaglierà un calamaio contro un ufficiale medico che gli aveva rivolto una frase non gradita e rischierà la corte marziale o, peggio, di essere rispedito al fronte. Intercessioni a lui favorevoli gli eviteranno l’una e l’altra cosa, ma Rebora verrà inviato al manicomio di Reggio Emilia, dove soggiornerà per circa un mese e mezzo in condizioni ambientali agghiaccianti, uscendone devastato. 251 frammentarie) di Piero.416 Ma è in una lettera senza data, scritta alla madre e alla sorella negli ultimi giorni del 1915, alla vigilia del rientro a casa dopo lo scoppio, che in Rebora già trapela ciò che diventerà palese l’anno successivo, cioè non più solo apprensione per l’amato fratello, ma un desiderio e uno slancio oltremodo fisici di sostituirsi a lui: “Piero ancora lassù, senza averlo potuto vedere! Non so cosa darei per un solo attimo suo”.417 E questo nonostante le sue proprie condizioni e il fatto di essere assente dalle zone di combattimento -e per ben giustificati motivi- solo da pochi giorni. Nell’epistolario del 1916, i primi segnali di quello che diventerà un continuo, incessante pensiero verso Piero sono del 22 marzo, quando in una lettera a Monteverdi, Clemente scrive: “Io vivo in ossessione appassionata per chi voglio bene, (e il mio Piero, e i fratelli, e la mamma!)”.418 Da notare qui che, inconsciamente o meno, Rebora non accomuna il fratello agli altri, Piero è il suo Piero, dopodiché, raggruppandoli in un insieme per così dire di carissimi affetti, ma senza nominarli, vengono gli altri. Ma è a partire dall’aprile, che l’epistolario ci mostra di Rebora un’ansia sempre più appassionata nei confronti del fratello:419 nella lettera a Banfi, del giorno 10: “Oh, Ton, quando gli occhi non avranno più tanta landa d’avvelenato sguardo? Ho Piero in tanto pericolo”;420 in quella a Monteverdi del 13: “Sono in ansia per Piero, sempre a Oslavia. Oh, Nino mio!”.421 In quella ancora a “Nino”, del 24 (già citata: Rebora è ancora in attesa di visita collegiale), Clemente evidenzia non solo i segni della trepidazione, ma anche i suoi sensi di colpa per fare “la vita dell’oca”, come aveva scritto a

416 Si vedano, del 1915, le lettere 380 (15-16 settembre); 381 (17-18 settembre); 382 (19 settembre); 385 (25-26 settembre); 388 (5-6 novembre); e anche le lettere 390 (8 novembre) e 391 (10 novembre), in cui Clemente segnala ai famigliari buone nuove di Piero. 417 Lettera 412. 418 Lettera 419. 419 Non si dimentichi che intorno all’ultima decade di quel mese Rebora avrebbe dovuto sottoporsi a una delle tante visite di controllo: altra fonte ansiogena. 420 Lettera 423. 421 Lettera 424. 252 Martorano nella lettera appena citata, cioè la vita di colui che viene nutrito e ristorato, mentre gli altri (Piero) muoiono “nell’ammazzatoio di barbableu”:422 “L’ansia maggiore si converge ora su Piero - sempre là - con una «serenità» terribile. Il mio fratello! Avessi potuto morire io per tutti coloro che amavo!”.423 La prima lettera di cui si è in possesso, inviata in quell’anno direttamente da Clemente a Piero, è del 10 maggio. Se ne tratterà approfonditamente più avanti. Subito dopo questa lettera, Clemente parte per un viaggio nel Meridione d’Italia, viaggio che lo dovrebbe distrarre e ristorare. Il 13 maggio, da Pescara, ospite dell’amico pittore Michele Cascella, scrive alla madre: “Sul tardo [pomeriggio?] uscirò con Gioacchino e Mariannina. E cercherò che l’ossessione424 per Piero mi si trasfonda da questa natura come intensità augurale”.425 L’ossessione per Piero dunque permane e anzi sembra che Rebora colga ogni occasione per arrivare, attraverso fili invisibili (qui la natura), in aiuto al fratello in prima linea. Cinque giorni dopo, ormai quasi sulla via del ritorno, Rebora scrive ancora alla madre (18 maggio): “Messina, Taormina, mi hanno per un istante veramente svagato (tanto che - dimentico di far vidimare il biglietto - ho dovuto pagare assai!). Catania mi lascia a me stesso; e vi penso, e penso a Piero e a ciò che sta avvenendo”.426 Tornato a casa, sempre nel maggio, in una cartolina già citata ai coniugi Banfi-Malaguzzi, Clemente segnala di sentirsi abbastanza bene, di essersi rimesso “tranne il cuore e una strana «assenza»”,427 per poi, poco più avanti, riandare col pensiero allo “spettro del ritorno [ritorno in guerra, ovviamente], e in quali condizioni”428 (segno che l’essersi rimesso è

422 È un’espressione dello stesso Rebora. Si veda la lettera 394 (a Monteverdi del 21 novembre 1915, quando Clemente si trovava in prima linea sul fronte del Podgora). 423 Lettera 425. 424 Il corsivo è di Rebora, e qui colgo l’occasione per avvertire che nelle citazioni segnalerò quando il corsivo sarà mio. 425 Lettera 428. 426 Lettera 429. 427 Lettera 430. 428 Ibidem. 253 piuttosto relativo. O forse è quella “strana assenza” cui Rebora accenna in modo alquanto misterioso, a preoccuparlo?). Ancora nella stessa cartolina, poi, si legge: “Andrò dalla Sign. B.; sempre a Milano, nevvero?”429 e allegata alla cartolina è una lettera, datata 24 maggio 1916, in cui Teresa, la madre di Clemente, si rivolge a una signora, plausibilmente la stessa “Signora B.”. Nella lettera è accluso il curriculum militare di Piero. È molto probabile che la signora sia una conoscente dei due coniugi e che la sua influenza possa aiutare Piero ad ottenere una licenza.

La lettera a Piero del 10 maggio 1916

Come accennato, la lettera del 10 maggio è la prima -fra quelle a nostra conoscenza- inviata da Clemente a Piero nel ’16. La si riproduce qui in forma integrale per facilitare il lettore a seguirne gli aspetti che poi verranno discussi:

“Milano, 10 maggio 1916 Piero mio - ti scrivo mutamente, come se io ti stringessi il braccio seduti vicino in un palpitante consenso di accorata fede in nome di qualcosa che c’è nel cuore gonfio dell’unica vita; perché mi pare di chiuder più di intensità e fragranza in questi segni che ti giungeranno senza il marchio dell’anonima feroce lontananza «postale». Io passo lunghe ore semiveggenti al tuo tavolo, qui; e mi smarrisco lungamente nell’imagine di te e di tutto ciò che in essa ci è invincibilmente comune, e vero; ti carezzo, serbo per te quello che soltanto ancora - quando sarai tornato - ti potrà valere e piacere. È una certezza di te, proprio di un Checche incorreggibile, ma dove meno falla, che mi dà (e vorrebbe darti) calore. Ti bevo tutta la sofferenza, e come vorrei (maledetto condizionale!) scambiarmi con te, per lasciarti una

429 Ibidem. 254 tregua; Pierotto mio, così uomo mio! Ti bacio Clem. Saluti affettuosissimi da L. - e da Michele, un ricordo pieno di comprensione (me ne scrive da Ala, dove è).”430

Lo slancio espressivo di questo (splendido) testo, a tratti assimilabile a una vera e propria “prosa lirica”, ricorda molto da vicino il fervore dei Frammenti lirici, specialmente in ragione della densità cumulativa, data non solo dall’affastellarsi in poche righe di avverbi e aggettivi con chiusura in - mente/-ante/-enti, ma soprattutto, sul piano del costrutto sintattico, dalla concentrazione esasperata dell’ipotassi (dall’inizio fino a postale) e, a seguire, dall’incalzante periodo ad andamento prevalentemente paratattico (da io passo lunghe ore fino a piacere). Non mancano poi gli inserti figurali e/o grammaticali dissonanti: la correlazione tra il verbo scrivere e l’aggettivo muto ha già di per sé tendenza ossimorica, in più l’aggettivo muto viene per così dire deregolarizzato, cioè trasformato nel corrispettivo avverbio (mutamente), di frequenza assai più bassa;431 la particella di che precede il sostantivo intensità travalica le comuni regole d’uso e trasforma il complemento oggetto (retto dal predicato chiuder, che tra l’altro, a rigor di senso dovrebbe essere letto piuttosto come racchiuder) in una sorta di partitivo.432 Infine, attraverso un processo di contrazione estrema, un’intera frase relativa scompare, sostituita da una “semplice” particella pronominale, ti, in funzione dativo-locativa (e intimo-affettiva): la frase esplicitata, o, se si

430 Lettera 427. 431 Ti scrivo mutamente potrebbe insomma definirsi una “sinestesia psicologica”, volendo adottare la felice espressione continiana in riferimento a molti passaggi dei Frammenti lirici. 432 Giancotti ha individuato nei Frammenti lirici l’alta occorrenza di un fenomeno simile, relativo al sintagma in + sostantivo, che in Rebora assume spesso valore di complemento di modo con venature predicative. Si veda Giancotti, Matteo, “Continuità e discontinuità stilistica nell’itinerario poetico di rebora”, in Muratore, Umberto (a cura di), Clemente Rebora tra laicità e religione (nel cinquantesimo della morte), Atti del XV Convegno Sacrense, Sacra di San Michele, 29-30 settembre 2006, Stresa, Edizioni Rosminiane, 2007, pagg. 125-156. 255 vuole, parafrasata, dovrebbe infatti suonare pressappoco come bevo tutta la sofferenza che è in te. Il risultato, proprio come accade a certi ardui componimenti dei Frammenti, è uno scritto difficile da decodificare a una lettura “semplice” e immediata, occorre uno sforzo di concentrazione per penetrare fino in fondo il senso del testo. Ma, anche qui, non siamo di fronte a una poesia o simili, cioè a testi nei quali il linguaggio è più o meno metaforico quasi per definizione, qui siamo di fronte a un testo che, lungi dall’essere pensato per le stampe, è diretto a un preciso lettore che si trova presumibilmente immerso nel fango di una trincea dalle parti dell’Isonzo, tra morti e feriti sparsi all’intorno e sotto i cannoneggiamenti continui degli obici e dei mortai: quindi un lettore in tutt’altro che ideali condizioni di rilassamento e concentrazione. Perché allora Rebora scrive così difficile? In parte, si è risposto commentando la lettera già citata a Monteverdi che sta per andare sotto le armi. Là Rebora si riprometteva di scrivere all’amico ciò che qua scrive al fratello, ovvero parole che sono comprensibili fino alla loro essenza più profonda solo a un destinatario che si trovi, come Piero, dentro l’orrore, dentro l’inferno. In parte, a rispondere è proprio il destinatario di questa lettera. In un breve ma importante articolo del 1959, Piero Rebora, citando precisamente questa lettera, scrive:

“voglio dichiarare che - al di fuori del naturale affetto di fratello -, io trassi da lui quella misteriosa forza a bene agire, a resistere ai patimenti, quasi a mantenermi in vita; forza che altrimenti molto spesso mi sarebbe mancata. Alludo soprattutto alle tremende esperienze della guerra: che io superai con relativa impassibilità, proprio in grazia dei continui lampeggianti richiami che mio fratello mi inviava con le sue frequentissime cartoline, come allora si usava dire, «in franchigia». Quando nelle trincee di Oslavia, tra un turno di massacro e l’altro, ricevevo le parole di mio fratello, mi pareva di rimettermi in sesto. Nel maggio del 1916, intombato nella melma sanguinosa del «Lenzuolo bianco» ricevevo sue righe che mi dicevano: «Piero mio, ti scrivo mutamente, come se io ti stringessi il braccio seduti vicino in un palpitante consenso di accorata fede,

256 in nome di qualcosa che ci è nel cuore gonfio dell’unica vita...». Espressioni simili erano la mia attesa d’ogni ora; e Clemente non mi mancava mai, con il suo misterioso richiamo a trascendere la realtà. Peccato che quasi tutte le sue cartoline di quel periodo siano andate poi smarrite nel caos del tempo.” 433

Peccato davvero. Ma in queste righe Piero Rebora testimonia sulla propria pelle (è il caso forse proprio di dir così) ciò che qui si sta cercando di portare alla luce: cioè che la scrittura del fratello raggiungendolo lì, proprio lì dove si trovava (“intombato nella melma sanguinosa”), nella loro oscurità (“misterioso richiamo a trascendere la realtà”) raggiungevano il loro scopo salvifico: quei “continui lampeggianti richiami” servivano a portare Piero in uno stato mentale di straniamento (“relativa impassibilità”) che gli permetteva di resistere, di stare meglio e di mantenersi in vita.434 Nello stesso articolo del ’59, Piero, sempre a proposito del fratello evidenzia l’“estrema compressione metaforica della sintassi e l’estremo limite di evocatività ellittica a cui giunge molto spesso il suo pensiero”.435 È un fatto psichico, dunque. Secondo questa osservazione, su cui occorre riflettere anche a ritroso, i più ardui versi reboriani (quelli di certi Frammenti lirici, per intendersi) potrebbero allora nascere non tanto da una ricerca dello “stile”, quanto proprio da una particolare conformazione delle strutture di pensiero che Rebora assumerebbe in determinate condizioni psicologiche: per esempio -oserei qui ipotizzare- sotto la spinta o, per

433 Rebora, Piero, “Clemente Rebora e la sua prima formazione esistenzialista”, Humanitas, numero XIV, 2, febbraio 1959, pagg. 114-125 (qui si cita pag. 119). 434 Ancora il 20 settembre, Rebora scrive a Monteverdi: “Mentre ti vedo e so cosa ti accade - sentimi tutto vivo inesaustamente intorno sopra «davanti», mio mio Nino! Ti scriverò; quando anche tu potrai ascoltare.” (Lettera 461). Pur nella totale offerta di sé, sembra che le parole promesse non siano pronte, per Nino. Come se Rebora sentisse l’amico non ancora in grado di recepirle, quelle parole salvifiche. In quel “quando anche tu potrai ascoltare”, pare implicito che se Nino ancora no, qualcun altro, invece (Piero?), quelle parole sa e può già sentirle. 435 Rebora, Piero, “Clemente Rebora e la sua prima formazione...”, pag. 124. Fatto, questo, che Piero Rebora pone anche tra le cause della scarsa comprensione di critici e di pubblico dell’opera poetica del fratello. Si ricordi che l’articolo è del 1959: Rebora è ancora, in parte, un “maestro in ombra”. 257 parafrasare un ormai classico stilema reboriano, sotto l’urgenza impostagli dall’ispirazione creativa. E il forte sospetto che Rebora nella sua poesia non “verseggi”, ma scriva così soprattutto perché pensa così, ci viene proprio dall’analisi appunto dell’impervia lettera a Piero appena citata, un testo che poesia non è, ma che della poesia presenta i tratti somatici, per così dire. Una lettera che Rebora, mutatis mutandis, scrive sotto un’urgenza ancora più severa e drammatica, quella di arrivare, con le sue parole, a testimoniare la sua presenza, la sua simpatia (intesa nel senso etimologico del termine), la sua assoluta compassione verso l’interlocutore. In uno dei suoi scritti su Rebora più illuminanti, Giovanni Raboni ne definisce la poesia, e non solo quella dei Frammenti lirici, una poesia di “disperata e «positiva» tensione agonistica [...] una colluttazione, [...] un corpo a corpo senza patteggiamenti né tregua, con tutto il male e tutto il bene del vivere”.436 Proprio in questo sta, a mio avviso, l’attuarsi di quella che ho appena definito l’ispirazione creativa di Clemente. È noto che durante un combattimento fisico, una lotta, appunto, il nostro corpo (come quello di tutti gli animali) produce sostanze chimiche in misura anomala rispetto a una situazione di ordinaria quiete e che tali sostanze hanno l’effetto di alterare le nostre comuni percezioni (aumento della vigilanza, reattività, maggiore resistenza al dolore o alla paura, aumento della forza fisica e così via). In Rebora, l’ispirazione attuata, agìta in lotta si traduce in un modificarsi delle sue strutture di pensiero, le quali a loro volta, modificandosi, alimentano la lotta (“un corpo a corpo senza patteggiamenti né tregua”, dice Raboni).437 Il “giungere” frequente del suo pensiero (come scrive Piero) a livelli limite di compressione metaforica, di evocatività ellittica, è un effetto, un risultato della sua lotta (la sua poesia “agonistica”), e ne è anche la causa: nel momento in cui l’ansia diventa intollerabile, in cui è l’ansia stessa a farsi urgenza, Rebora è psicologicamente “costretto”, per

436 Raboni, Giovanni, “La modernità di Rebora”, in Ermentini, Augusto e Oldani, Guido (a cura di), Clemente Rebora, numero monografico di «Psychopatologia», Brescia, Edizioni del Moretto, 1985, pagg. 31-35 (qui si cita pag. 31). 437 Ibidem. 258 difendersi, a modificare le strutture del proprio pensiero e scatenare lui, la lotta (come nella lettera a Piero). Sul piano delle strutture esterne del testo (sintattiche, morfologiche, figurali e quant’altro), allora, i risultati possono essere simili (poesia ardua, lettera ardua); ma sul piano psicologico la differenza è fondamentale: nella prima (la poesia) abbiamo una lotta di difesa e di attacco a livello metafisico, o filosofico-esistenziale; nella seconda (la lettera a Piero) la lotta è unicamente di disperata difesa a livello metafisico (il potere della parola scritta) e fisico (conservare in vita il fratello, e allo stesso tempo non soccombere all’ansia). Ritornando ancora a Piero, si noti che ciò che, in modo articolato, scrive nel 1959, lo scrive anche al fratello, con toni appassionati (e comprensibilmente, date le circostanze), in una cartolina del 25 agosto 1916, quando dà finalmente notizie positive, e soprattutto certe, di sé:438 Il 28 agosto, Clemente, colto da gioia incontenibile ne informa i suoi, trascrivendo il testo della cartolina appena ricevuta da Piero e sentendosi in gran parte artefice di quelle buone nuove:

“Ho da lui (in data del 25) una cartolina; la trascrivo perché mi è troppo cara, e temerei quasi di perderla facendovela seguire: «Bada che ora non falsifico più le date, come tu hai scoperto. Quello che tu fai è enorme. Tu riesci a farmi vivere veramente, sostituendo esattamente la mia personalità e mantenendola in vita, mentre io l’ho quasi del tutto perduta di vista. Tu me la ridarai intatta e più completa, quando ci rivedremo, in libertà». Mi stringe un nodo di commozione; sono riuscito in quello a cui tendevo. Farò di più, spero. E pensando specialmente a Piero - ad onta della mia salute precaria - ho buttato giù a colpi di penna qualcosa che potrebbe

438 In alcune lettere scritte in precedenza, prima che la compagnia di cui faceva parte si apprestasse a nuove pericolosissime incursioni fra le linee nemiche, Piero aveva scritto di sé falsificando la data, per far credere di essere vivo e di stare bene ad attacco già avvenuto. Questo, ovviamente, allo scopo di alleviare l’ansia dei propri cari. Clemente però conosceva questi trucchi e aveva scoperto tutto.

259 prendere un’insperata potenza artistica. «Rivendicherà» di più domani un’opera d’arte, che tutto il resto. Quello è un documento che rimane. E sento di plonger in qualcosa di eterno e vero e umano. Se la salute o la vita mi lascerà. Ti bacio e vi bacio affett. Clem.”439

A scanso di equivoci: qui non si vuole affermare che le parole di Rebora avessero davvero, oppure non avessero un potere salvifico (la questione porterebbe ad un viluppo metafisico-fideistico davvero irresolubile). Ciò che si intende mettere in evidenza è solo la dinamica psicologica tra la parola scritta che in Rebora ricercava e serviva uno scopo agente, e l’effetto che essa creava sul lettore, un effetto evidentemente in sintonia appunto con quello scopo. Ma più importante è il fatto che Rebora, nelle parole del fratello, trova conferma al ruolo di cui già si era investito: quello di scrittore, o forse sarebbe meglio dire di scrivente, le cui parole detengono una sorta di energia quasi medianica, provvidenziale e salvifica.440

439 Lettera 453. 440 A questo proposito, vale la pena prendere in considerazione la seguente lettera a Nino (nell’epistolario è così che Rebora chiama l’amico Angelo Monteverdi, come già ricordato). La lettera è del 26 settembre, Nino si trova al fronte: “Ringrazio io te, Nino, che mi lasci raggiungerti! Se tu sapessi la mia vita tesa su un filo elettrico (quando non si spezza come è tutta costì, da voi, dai cari dentro al mio cuore. Mi fa così nausea «l’indifferenza» cittadina che io rimedio in me con lo spremermi tutto verso di voi. [...] Nino mio, che ci rivedremo illuminati, dopo, nevvero? Sappiamo e abbiamo capito tante cose. Ma io ti seguo e ti vedo - giungo a una presenza indicibile; e come ti dissi credo in questa mia protesa passione come a una preghiera proteggente. [...] Nei momenti lucidi della mia «salute» - abbozzo qualcosa che parlerà per tutte le anime come le tue: lo sento come un dovere. Ma tutto questo è fallace. Io ti vivo e ti bacio nella vita costì, infinitamente Tuo Clemente” (lettera 462). Si tratta, della replica a una missiva con la quale Nino ringraziava Clemente per le parole espresse. E con tutta probabilità Monteverdi si riferiva alla cartolina postale inviatagli da Rebora solo pochi giorni prima, cioè il 20 settembre. In quella cartolina (la già citata lettera 461, si veda la nota 46) Rebora si riprometteva di scrivere all’amico quando questi sarebbe stato in grado di comprendere la sua parola piena di energia salvifica (“Ti scriverò; quando anche tu potrai ascoltare”). Ma evidentemente Monteverdi era già pronto, o per meglio dire, era già ricettivo 260 A ragione i Frammenti lirici si considerano un fatto artistico profondamente radicato nel vissuto del poeta. Ma ora si è di fronte a un prodotto totalmente diverso, qui l’esplosione della scrittura non è più metaforica, stilistica e anche vissuta, è solo vissuta. Vissuta come una sorta di poiesis nel senso etimologico, platonico del termine, un ente i cui effetti, come quelli di un oracolo, o di una formula magico-religiosa, agiscono davvero, concretamente sul mondo. Rebora, in qualsiasi modo si voglia collocare o classificare il suo stato mentale di quegli allucinanti mesi del 1916, non fa più letteratura, fa qualcos’altro, di più vasto: un sovrainsieme di quello che è letteratura. La letteratura costituisce una parte, solo una parte, di quel sovrainsieme; come fatto estetico, o edonistico, non ne è esclusa, tant’è vero che a Rebora piacciono le cose che scrive: lo dice proprio nell’ultima lettera sopra citata, quella del 28 agosto: “e pensando specialmente a Piero [corsivo di Clemente] - ad onta della mia salute precaria - ho buttato giù a colpi di penna qualcosa che potrebbe prendere un’insperata potenza artistica”;441 e “Uno scritto così, domani - può anche essere «una forte opera d’arte!»”,442 scriveva proprio a Piero tre giorni prima (24-25 agosto), commentando l’“abbozzo indiavolato”, la “mitragliatrice in azione” delle cose febbrilmente scritte nella notte appena trascorsa. Che Rebora sia consapevole che il materiale vada rielaborato lo si deduce dal fatto che nella prima di queste due ultime citazioni esprime una possibilità futura: “domani può anche essere un’opera d’arte”; nella seconda nei confronti della parola di Clemente. E dunque, con il fervore di chi ottiene un risultato positivo -e non previsto in tempi così brevi- Rebora ringrazia l’amico per avere compreso e per essersi lasciato raggiungere da quell’energia. Come si può notare, con Monteverdi, anche se in forma non così totale e reciprocamente profonda, si instaura un rapporto simile a quello già stabilito con Piero, rapporto nel quale la scrittura agente di Rebora fa un tutt’uno con la sua presenza in spirito (o in spirito di preghiera). Si tratta di qualcosa cui Rebora stesso non sa dare spiegazione, che rimane “indicibile”, ma nella quale il poeta ripone una fede convinta, intensa (“come ti dissi credo in questa mia mia protesa passione come a una preghiera proteggente”). 441 Lettera 453. 442 Lettera 451. 261 usa il condizionale: “potrebbe prendere potenza artistica”. Ma è in quell’aggettivo, “insperata”, che Rebora pare accertare come lo scritto non sia nato con lo scopo di costituire opera artistica, bensì con uno scopo altro. Se tutto fosse da buttare, Clemente non ne riconoscerebbe le potenzialità di oggetto d’arte. Segno che quegli scritti, secondo lui e con le dovute aggiustature, appunto potrebbero andare anche dal punto di vista estetico. Il fatto importante è però che si tratta di un’estetica che nel momento della “creazione” non è né cercata né voluta.

I richiami dell’ambiente letterario e editoriale

Il 5 aprile del 1916, Rebora scrive a Mario Novaro, direttore de «La Riviera Ligure», proponendogli “tre cosette, che ho trascritto - dato che sono ancor vivo”,443 ovvero tre scritti che con ogni probabilità Rebora aveva cominciato ad abbozzare almeno durante i mesi trascorsi al fronte, se non proprio in trincea. Questo è l’unico caso, almeno fino al ritorno a casa del fratello Piero, in cui Clemente prende l’iniziativa e si propone lui al mondo delle riviste e degli editori. All’inizio di aprile il turbamento ansioso per la sorte del fratello e di compagni e amici al fronte, in Rebora non ha ancora raggiunto livelli di guardia. Ma l’atteggiamento di Rebora verso la propria scrittura, e di conseguenza anche verso il mondo editoriale, cambia di lì a poco. All’inizio di giugno, Francesco Meriano, fondatore e direttore della neonata rivista «La Brigata», scrive a Rebora invitandolo a inviargli materiali per un’eventuale pubblicazione. Il 6 dello stesso mese, già in preda all’angoscia, Rebora risponde: “Il momento della vita di tutti - e mia - opera in me in condizioni che poco mi permettono di concretare, se non nell’immediatezza delle (mie) vicende. C’è come qualcosa di prodigioso che non deve ora, o altro. Questo, per giustificarmi se io non manderò nulla [...]

443 Lettera 420. 262 Mi perdoni”.444 Sono parole non prive di reticenza, ma proprio perché testimoniano come Rebora sia coinvolto nel processo della scrittura non a fini pubblici (e dunque non per essere pubblicato), bensì in forma privata e contingente e sotto l’influsso di forze potenti e indefinibili (“qualcosa di prodigioso”) alle quali sole, per il momento, la sua attività-creatività di scrittore/scrivente pare sottomessa. La sua reticenza si spiega e si giustifica con la non confessabilità dei particolari del processo che come scrittore sta attraversando. Il momento è delicato, anzi, critico. Il solo tentare di chiarirlo in una lettera destinata, in fondo, a un estraneo, costituirebbe uno spreco di energie dannosissimo. Nell’agosto, il giorno cinque, un bigliettino di Rebora ancora a Meriano. Anche in questo caso si tratta di una risposta (dovuta a evidenti ragioni di educazione, dato che in precedenza da Meriano aveva ricevuto in regalo un volume di poesia), a conferma del fatto che Rebora non prende nessuna iniziativa per avviare contatti con ambienti letterari o editoriali. Le parole di Rebora, d’altra parte, sono a questo proposito inequivocabili: “Perdoni se le condizioni della mia salute e quelle dei miei più cari, non mi concedano d’interessarmi come vorrei della sua opera e della Brigata. La ringrazio per ora vivissimamente per l’Equatore e per l’invio della Rivista. Quando appena mi sarà possibile, ritornerò”.445 Rebora non chiude definitivamente le porte a quegli ambienti, ma per il momento sì. È altro, ciò che sulla scrittura sta investendo. Lo conferma la già citata lettera del 26 settembre446 all’amico Nino, che si trova in trincea: si riporta qui l’ultima parte della lettera:

“Nei momenti lucidi della mia «salute» - abbozzo qualcosa che parlerà per tutte le anime come le tue: lo sento come un dovere. Ma tutto questo è fallace. Io ti vivo e ti bacio nella vita costì, infinitamente tuo Clemente.”447

444 Lettera 433. 445 Lettera 443. 446 Si veda la nota 52. 447 Lettera 462. 263

Qui Rebora accenna al famoso (e mai portato a termine) libro bellico, che egli sente di scrivere come un un atto dovuto per le tante vittime (sopravvissuti o meno) del “martirio inimmaginabile”.448 Tutti gli studiosi reboriani sanno in quale conto Clemente abbia sempre tenuto, anche a proprio personale discapito e svantaggio, il dovere, l’obbligo morale; eppure qui, in questo momento, persino il “dovere” per il poeta assume una valenza illusoria, ingannevole (“fallace”), perché qui e ora ciò che più importa è “vivere” l’amico “costì”, cioè là dove Nino si trova, nell’abisso immane delle trincee.449 Ancora, dunque, è un altro il tipo di scrittura che Rebora ricerca, non pubblico (ovvero il libro, per quanto Rebora ne senta l’urgenza morale), ma privato (ovvero la lettera, le parole della quale l’amico potrà accogliere e recepire, nella speranza/possibilità di salvarsi).450

Il primo silenzio poetico: 1916-1922

448 Così Rebora definisce il conflitto mondiale in una lettera alla madre del 18 novembre 1915 (lettera 393). 449 Si noti come, a livello formale, il “ti vivo” di questa lettera presenti caratteristiche molto simili al “ti bevo tutta la sofferenza” della già commentata lettera del 10 settembre al fratello Piero. Si rimane nell’ambito di quella condensazione estrema del linguaggio che, più che a una forma stilistica, pertiene alla conformazione mentale di Clemente. Potenzialità della scrittura e potenzialità della mente, in questo preciso ambito e per un preciso scopo, devono il più possibile coincidere. Dunque anche qui, come nella lettera a Piero, Rebora non verseggia, è alla ricerca di un’efficacia attiva della scrittura, non di una sua estetica. 450 Tra le lettere del 1916, questo è il secondo accenno di Rebora al suo progetto per un libro sulla guerra. Il primo è quello che appare nella lettera (già citata) del 17 luglio a Giuseppe Martorano, nella quale Clemente scrive: “Sento che se il destino mi lascerà vivo, qualcosa come una intima rivelazione e rivendicazione di loro io dovrò dire. Ma ora non so credere” (lettera 438). Anche qui Rebora sembra mosso alla realizzazione del libro bellico (o almeno di un suo abbozzo) da un senso del dovere (“sento che [...] io dovrò dire”); anche qui però l’urgenza, la priorità va a qualcos’altro, qualcosa che Rebora non sa definire (“ora non so credere”), ma che pertiene ad una modalità diversa, una modalità non letteraria, dello scrivere. 264 Ai primi di ottobre del 1916, Piero torna a casa. “Il cuore di Checche nuota per tutto il corpo”,451 scrive alla madre un Clemente in giubilo. Al calo repentino dell’ansia per la sorte del fratello si accompagna subito una ripresa dei contatti con il mondo letterario ed editoriale, contatti che nei mesi precedenti, come si è visto nel paragrafo precedente, erano ormai ridotti al lumicino. Delle sei lettere che Rebora spedisce dal 27 ottobre alla fine del 1916, due sono indirizzate a Mario Novaro, direttore della rivista «La Riviera Ligure»452 e tre a Francesco Meriano, direttore de «La Brigata».453 Del 26 novembre è la sesta lettera (già citata), con la quale Rebora annuncia a Sibilla Aleramo di avere ottenuto, in seguito alla visita collegiale, un anno di congedo,454 altro fatto che contribuisce a lenire ulteriormente l’angoscia e l’inquietudine di Rebora. Se poi si getta lo sguardo sull’epistolario dell’anno successivo, si nota che, nel solo periodo che va dal gennaio alla fine di aprile, su trentatre lettere, ben ventitre sono indirizzate a personaggi legati al mondo letterario-editoriale: tre a Novaro, tre alla Aleramo, una a Boine e sedici a Meriano,455 con il quale proprio a partire dai primi mesi del 1917 Rebora instaurerà un solido rapporto di amicizia. Rispetto al 1916 un trend del tutto opposto, dunque. Rebora si ripropone, propone i propri lavori, stralci dal furioso accumularsi delle carte che ricoprono la sua scrivania, sembra ritornare alla poesia, alla prosa, al pubblico, vuole di nuovo vedersi pubblicato e letto. Tra il 1916 e il 1920, in effetti escono non poche cose, composte da Rebora.456 La maggior parte dei

451 Lettera 463 (del 30 settembre). 452 Lettere 465 (del 27 ottobre) e 466 (del 5 novembre). 453 Lettere 467 (dell’11 novembre), 469 (del 14 dicembre) e 470 (del 23 dicembre). 454 Lettera 468. 455 Lettere 471-503. 456 Si tratta, come già accennato, dei componimenti che oggi vengono normalmente raggruppati sotto la definizione di “poesie sparse e prose liriche”. A questi si devono aggiungere i sei brani pubblicati fra il 1913 e il 1915, e che pure fanno parte delle “poesie e prose liriche”. Sulle vicende editoriali di queste opere reboriane si danno ampie notizie in Dei, Adele e Maccari, Paolo (a cura di), Rebora. Poesie, prose e traduzioni, Milano, Mondadori, 2016, nella sezione delle Note e notizie sui testi e particolarmente alle pagg. 1055-1085. 265 componimenti, dodici, esce su rivista nel 1917;457 altri sette escono nel 1918458 e uno (Ca’ delle sorgenti) esce nel ’20. Tuttavia c’è da considerare un fatto, su cui gli studi reboriani non si sono forse soffermati adeguatamente: i brani che dal 1916 al 1920 vengono pubblicati sulle varie riviste sono un discreto numero, certamente, ma quasi tutti sono datati 1916 al massimo. Per la precisione, la produzione di Rebora lungo tutto il 1917 è limitata a solo quattro poesie;459 il resto è tutto materiale la cui data di composizione è anteriore. Ora, la critica si è spesso soffermata sul “silenzio” di Rebora posteriore al 1922,460 silenzio che, escludendo le poesie religiose composte dopo la svolta del 1929-30, si interromperà negli ultimi anni della sua vita, quando già gravemente malato, il poeta darà alle stampe il Curriculum vitae, nel 1955 e i Canti dell’infermità, nel 1956-57. Ma, come si vede, c’è un altro, assai più breve, eppure drammatico silenzio creativo, cui si tende a far molto meno caso: ed è quello intercorso nei sei anni che vanno dal 1916 al 1922. Questo silenzio comincia proprio a partire dalla fine dell’anno cruciale 1916 (possiamo pure aggiungere, come ultimo anno di attività poetica di Rebora,

457 Si tratta di Voce di vedetta morta, Pensateci ancora, Bizzarria e corale di retrovia, Calendario, Scampanio con gli angioli, Camminamenti, A L., Senza fanfara, Stralcio, Perdono?, In orario perfetto e Coro a bocca chiusa. Arche di Noè sul sangue (composto e uscito nel maggio del 1917 su «La Brigata») si discosta dagli altri, trattandosi non di un brano propriamente letterario, bensì di un inserto polemico sui litigi fra i giovani letterati del periodo che anche per motivi futili e non inerenti alla letteratura si facevano la guerra tra le pagine de «La Brigata» di Francesco Meriano e quelle de «La Diana» di Gherardo Marone. In questo scritto dal tono ferocemente sarcastico Rebora si vuol tirar fuori dalle beghe, cui è fondamentalmente estraneo e dalle quali è anche profondamente disgustato. 458 Si tratta di Rintocco, Viatico, Tempo, Canzoncina, Vanno, Fonte nella macerie e Serenata del rospo. 459 Si tratta di Tempo, Canzoncina, Serenata del rospo e Ca’ delle sorgenti. 460 Il 1922, com’è noto, è l’anno di tre celebri pubblicazioni: la traduzione e il commento de Il cappotto, di Gogol (Milano, Il Convegno Editoriale); la traduzione della novella anonima indiana Colui che ci esaudisce o Gianardana (Milano, Bottega di Poesia) -traduzione seguita l’anno successivo dal commento (Milano, Caddeo & C.); la raccoltina dei nove componimenti poetici che formano i Canti anonimi (Milano, Il Convegno Editoriale). Per la verità, la princeps dei Canti anonimi esce con il titolo di Canti anonimi raccolti da Clemente Rebora. 266 il 1917, ma si tratta di solo 4 poesie, come detto), quando in Rebora viene meno, cala, quella tensione ossessiva e quasi soprannaturale che aveva caratterizzato il suo sentire di scrittore/scrivente.

Conclusione

Come già accennato nell’introduzione a questo saggio, è già in corso un lavoro di più ampio respiro in cui cercherò di delineare meglio le cause di questo “primo” e ancora poco studiato silenzio poetico reboriano e soprattutto di osservarne le importanti conseguenze. Qui, per concludere, ci si limiterà ad alcune brevi e provvisorie osservazioni. Se, come è vero, la poesia di Rebora, e non solo la sua prima e più celebrata poesia, era una lotta, come scrisse Raboni, verso la conoscenza o la salvezza, essa però non cercava una “piccola salvezza personale [...] ma una salvezza di tutto, una redenzione del mondo”.461 Doveva essere strappata alla sua presunzione di autosufficienza e di verità in sé, o alla romantica contrapposizione di io e mondo, e farsi, per dirla con Luzi, “un’operazione intellettuale e morale definitiva”.462 Questa la vera ragione e l’essenza della poesia, per Rebora. E se lo è per i Frammenti lirici, in modo ancora più devastante e ossessivo lo è per i componimenti scritti durante e subito dopo la guerra, in cui il poeta travalica le già ardue asprezze dei Frammenti lirici per approdare a una lingua totalmente radicalizzata nelle sue dissonanze, sussultoria, quasi deprivata di logica sintattica e grammaticale.463 Ma l’esperienza devastante e in qualche modo totale e assoluta del Podgora ridimensiona tutto. Dopo quell’esperienza non è più possibile pensare alla poesia come salvezza e redenzione del mondo.464 Se una forza

461 Raboni, Giovanni, “La modernità...”, pag. 31. 462 Luzi, Mario, “Azione poetica di Rebora”, in Grana, Gianni (a cura di), Novecento. I contemporanei, Milano, Marzorati, 1979, Vol. IV (pagg. 3356-3365), qui si cita pag. 3356. 463 Si veda Giancotti, Matteo, “Continuità e discontinuità stilistica...”, pag. 133. 464 Ecco allora anche la difficoltà a proseguire con il progetto del libro bellico. “Il 267 salvifica la parola ancora ce l’ha, questa va diretta non più al troppo generale e vasto “genere umano”, né tanto meno al limitatissimo e in fondo ignaro -e ignavo- “pubblico” nazionale,465 ma va mirata e concentrata verso pochi individui (nella fattispecie Piero e in misura meno evidente Nino). E quando cessano anche le condizioni perché quella parola salvifica “per pochi intimi” continui a esistere, ecco che viene meno ogni necessità creativa. E dunque, ecco il silenzio. Non è detto che nel poeta questo processo avvenga consciamente, ma sta di fatto che Rebora, effettivamente, smette di scrivere poesia.466 O meglio, non la abbandonerà davvero del tutto, ma cesserà di renderla pubblica e scriverà -continuerà a farlo, anche se con uno scopo diverso da quello delle lettere del 1916 di cui si è parlato- per le persone a lui più care, cioè Lydia, Daria Banfi-Malaguzzi, La madre e il padre, le cugine e così via. E anche il suo affannarsi a rincorrere gli editori e a proporsi all’uno o all’altro, è forse l’altra faccia della stessa medaglia, ovvero il

mio libro va avanti - ma m’incombe come una terribile responsabilità. Faccio del mio meglio, a ferri corti con me stesso per non tradire”, scrive Rebora a Meriano il 26 maggio 1917 (lettera 508). Ma il senso del dovere, si è visto, non basta. Nelle parole che andava mettendo assieme per comporre il libro, Rebora avrebbe dovuto percepire soprattutto una potenzialità di redenzione, dell’uomo e del mondo. Ma tutti i morti della guerra, compresi i suoi fedeli amici commilitoni, non si sarebbero più potuti salvare, né avrebbero potuto salvare chi rimaneva, anzi. La parola era impotente, non serviva più a nulla, se non a testimoniare, o a descrivere. E Rebora non era interessato né all’una né all’altra cosa. Il libro, ben presto, verrà abbandonato, forse anche per questo. 465 Numerose, ancora nell’epistolario reboriano a cavallo tra il 1914 e il 1916, le testimonianze di ironico sdegno del poeta nei confronti della massa che (sia prima sia dopo l’intervento dell’Italia nel conflitto bellico) discute e parla senza né sapere né davvero conoscere. “Fortunati (?!) i lettori di giornali, gli spirituali buongustai dell’epoca delle logiche, i ferventi beneamati della gloria della grandezza, ecc. Come è senza scampo e più immensa, la faccenda!”, scrive Clemente a Giovanni Boine il 31 agosto 1915, dalla “Zona di guerra” (lettera 374). E si ricordi Il territoriale consigliato, la breve prosa lirica (uscita per la prima volta su «La Brigata» nel dicembre del 1916) nella quale Rebora getta il proprio sguardo spietato e grottesco sul perbenismo e sul patriottismo ipocrita e infingardo della buona borghesia italica, che la guerra la conosce soltanto attraverso i bollettini, la propaganda giornalistica e la retorica di Stato. 466 Con il termine poesia si intende qui anche prosa, nella fattispecie quella prosa lirica che avrebbe dovuto costituire il genere letterario del libro sulla guerra. 268 sintomo dello stesso malessere ansioso che nei mesi del 1916 aveva portato Rebora ad isolarsi da loro. Fatto sta che il 5 marzo 1917, in una lunga lettera a Meriano, Rebora scrive tra l’altro: “oltre forse a un’inconscia vanità residua, chissà - son spinto a pubblicare per far piacere a chi amo, e anche per dire certe cose ora, per liberarmi e veder più netto il tronco essenziale di ciò che mi germina dentro”.467 L’atto stesso dello scrivere poesia comporta -è inevitabile- l’avvicinarsi a forme “estetizzanti” e richiede anche una certa dose di vanità che, da queste parole, in Rebora sembra stia per esaurirsi. Rimane ancora l’energia per proporre, magari con qualche aggiustamento, cose scritte in passato, ma sembra che quell’energia non sia più sufficiente per nuove creazioni. Invece lo è per le traduzioni: il Lazzaro, di Andréef (a cui Rebora comincia ad attendere proprio dal 1916), le altre novelle sempre di Andréef,468 quindi Tolstoi.469 Nell’atto di tradurre, estetismo e vanità, pur presenti, si trovano comunque in una posizione sottoposta, di inferiorità, rispetto alla fatica, alla pazienza e spesso alla frustrazione che il traduttore (ogni traduttore) esperimenta nell’atto prolungato di addomesticare una lingua non sua. Ecco allora che forse questa modalità di privazione e di sforzo, legata in modo quasi organico all’esercizio della traduzione, da un lato può mitigare, e quindi rendere accettabile, il processo della scrittura anche per un Rebora - come quello di questo periodo- lontanissimo dall’estetizzazione; dall’altro, tale modalità legata all’applicazione meticolosa e quotidiana (e dunque per certi versi non dissimile da una forma di pratica meditativa) viene incontro a un’esigenza etico-caratteriale che comunque Rebora non ha abbandonato, e che è quella del sacrificio, dell’annullamento di sé. Nei sei anni anni che separano le ultime sue prove poetiche dai Canti anonimi del 1922, Rebora cercherà faticosamente di ricostruire un equilibrio, prima per sé e poi, di nuovo -quando il ricordo dell’orrore bellico

467 Lettera 489. 468 Il volume esce nel 1919 a Firenze, per i tipi di Vallecchi. 469 La felicità domestica, uscito per «La Voce», nel 1920. 269 si allontanerà nel tempo e anche le sue condizioni di salute cominceranno davvero a migliorare-470 di nuovo per la redenzione del mondo. La riscoperta e l’applicazione pratica del buddhismo,471 nonché la ripresa dello studio di Mazzini,472 avranno un ruolo fondamentale, nel risvegliare quella tendenza ad andare di nuovo incontro agli altri, che in Rebora, nonostante tutto, rimane un impulso di fondo davvero insopprimibile.473 Il risultato di questa risalita fuori dal tremendo vortice dell’orrore in cui era stato risucchiato (e di una sorta di pazzia anche, per così dire, stilistica), sarà l’operazione culturale-editoriale del 1922, operazione il cui denominatore comune è l’anonimato, in sintonia con quel principio e quella

470 A partire dagli ultimi mesi del 1918 Rebora riprende, anche se in modo saltuario, l’attività di insegnante alle scuole tecniche, fuori Milano. 471 Nel 1920, nei momenti liberi che la sua attività di insegnante gli concede, Rebora frequenta a Milano le lezioni di Pietro Martinetti, già suo professore di filosofia ai tempi dell’università. In queste lezioni, che vertono sul buddhismo delle origini, Martinetti auspica un’applicazione dei principi fondamentali della filosofia buddhista alla stanca e svuotata religiosità occidentale contemporanea. Si veda Martinetti, Piero, La sapienza indiana (lezioni del 1920), Milano, Celuc Libri, 1981. 472 “Io «studio» - fra le necessità della vita - furiosamente Mazzini (da Lui partiremo per arrivare dove ci sarà dato testimoniare la nostra coscienza e la nostra eternità); e penso, con quasi una febbre che la Bontà intuita divenga subito realtà nostra e di tutti”, scrive Rebora il 20 novembre 1921 all’amico pittore Bruno Furlotti (lettera 746). I tempi dell’amarissimo scetticismo e del feroce sarcasmo nei confronti degli altri e del mondo sembrano lontani. Umberto Muratore nota come gli studi e gli atteggiamenti culturali di Rebora -che qui si sta incamminando sulla via del missionariato laico- siano comunque sempre da “outsider” (a volte lo definisce così il fratello Piero): “Di Mazzini infatti gl’interessa, dopo averla isolata da ogni applicazione politica alla quale era in origine finalizzata, la teoria dell’interna comunione universale delle anime che avrebbe preparato l’avvento di Dio sulla terra, cioè la parte mistica, la meno usata dai mazziniani” (Muratore, Umberto, “Clemente Rebora, testimone controcorrente del nichilismo europeo”, Microprovincia, n. 38, Gennaio-Dicembre 2000, pagg. 40-53. Qui si cita pag. 47). 473 “Chi non lo conobbe in quegli anni [...] sempre più estraneo al mondo” -scrive Piero Rebora, riferendosi al periodo in cui suo fratello aveva ripreso l’attività di insegnante- “difficilmente potrà rendersi conto della essenzialità della sua dedizione totale ai principî di un moderno francescanesimo, praticato nei crocicchi delle città terribili” (Rebora, Piero, “Clemente Rebora e la sua prima formazione...”, pagg. 121-122). 270 volontà di autoannullamento che da sempre è un tópos spirituale del nostro autore. Ma anche l’operazione più lucida e razionale dell’intera attività artistica di Rebora: trasporre in chiave sapienziale -attraverso i noti commenti- i testi che lui traduce (Il cappotto e Gianardana) e integrare tali commenti con i Canti anonimi, l’opera poetica che, vale la pena ricordare, esce con il titolo voluto dall’autore di Canti anonimi raccolti da Clemente Rebora,474 e che non rappresenta -come ritiene parte della vulgata critica che su Rebora è andata formandosi nell’ultimo mezzo secolo- l’annuncio del futuro silenzio poetico reboriano, ma che piuttosto contiene già in sé la testimonianza dell’avvenuto addio di Rebora alla poesia.

474 Di modo che il lettore, che non ha a propria disposizione nessun altro riscontro, può pensare davvero, e con tutta ragione, che Rebora non ne sia l’autore.

271

CAPÍTULO XI

LA NOVELA «VENGANZA» DE GEORGE JONAS Y LA PELÍCULA «MUNICH» DE STEVEN SPIELBERG EN LA LITERATURA PERIODÍSTICA

Javier Avilés Barandiarán Cátedra Santander Presdeia (Universidad Rey Juan Carlos)

Introducción

Steven Spielberg es uno de los cineastas de los Estados Unidos que mayor repercusión ejerce con sus trabajos fílmicos en Norteamérica y Europa. Algunas de sus películas se inspiran en acontecimientos reales, como Salvar al soldado Ryan o La lista de Schindler. Sin embargo, sólo una de ellas lo hace en el terrorismo y ha despertado además una notoria polémica en la prensa mundial que merece ser estudiada por su relevancia social. Es el caso de la producción Munich (Universal, 2005), basada en la novela Venganza del escritor George Jonas e inspirada en el atentado perpetrado contra los atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich del año 1972. El presente texto investiga las tramas de la novela y la película citadas y su impacto y tratamiento en la literatura periodística. Escasas producciones cinematográficas del director estadounidense 273 Steven Spielberg han despertado tanto interés en la prensa internacional como Munich, una película que incluso antes de su exhibición en la gran pantalla ha generado una abundante polémica en los medios de comunicación de diferentes países occidentales. Esto se debe fundamentalmente a su vinculación directa con el terrorismo internacional y a la interpretación que se confecciona en la trama de las supuestas políticas desarrolladas en secreto por Israel después de producirse la masacre contra sus deportistas en los Juegos Olímpicos de Múnich del año 1972. En las siguientes páginas se analiza el relato esencial de la novela del escritor George Jonas y el efecto que ha tenido la película Munich en las publicaciones periodísticas. Concretamente en los diarios de España, Argentina, Colombia, Ecuador, México, Uruguay y Estados Unidos: ABC, El Mundo, El País y El Correo (en España), La Nación (en Argentina), El Tiempo (en Colombia), El Universo (en Ecuador), La Jornada y El Universal (en México), El País (en Uruguay), El Universal (en Venezuela) y The New York Times, The Washington Post y Los Angeles Times (en los Estados Unidos de América). El marco teórico sobre el objeto de estudio en cuestión es diverso. En relación con la película Munich de Steven Spielberg, la mayoría de publicaciones suelen ser biográficas y se centran frecuentemente en la vida y obra del director. En este sentido, destacan los trabajos editados por Kathi Jackson, Joseph McBride, John Baxter y Andrew Yule475. No obstante, también se han publicado otros centrados en el análisis de contenido de sus producciones que analizan los personajes y la estructura de los guiones desde diferentes ópticas. Comprenden perspectivas académicas desde el psicoanálisis ―Andrew Gordon en Estados Unidos― a la semiótica, los estudios de narrativa audiovisual y otros relacionados con la ética, como acontece con los profesores españoles David Caldevilla, José Díaz Cuesta y

475 Nos referimos a las publicaciones: Jackson, Kathi. Steven Spielberg. A biography. United States of America, Greenwood Press, 2007; McBride, Joseph. Steven Spielberg. A biography. University Press of Mississippi, 2011; Baxter, John. Steven Spielberg. Biografía no autorizada. Madrid, TyB Ediciones, 2007; y Yule, Andrew. Steven Spielberg. Father of the man. Great Britain, Warner Books, 1997. 274 Beatriz Peña476. Fuera de nuestro país sobresalen igualmente los libros de Nigel Morris, Frederick Wasser, Dean Kowalski y Lester Friedman477, entre otros. Hallamos además otro grupo de publicaciones referentes a la película del director y escritas por periodistas y críticos de cine no tan vinculados al ámbito académico. Estas corresponden a los autores James Clarke, Clélia

476 Los tres estudiosos han realizado tesis doctorales en España que investigan distintos elementos y características de la obra del cineasta. De esta manera, David Caldevilla se ha centrado en los objetos narrativos, audiovisuales y estilísticos, Beatriz Peña en el humanismo en su obra y José Díaz Cuesta en el análisis de los símbolos masculinos de algunas de sus producciones. Sus textos son los siguientes: Caldevilla, David. El estilema de autor en Steven Spielberg: un sello personal en lo audiovisual. Tesis doctoral. Facultad de Ciencias de la Información, Universidad Complutense de Madrid, 2000; Díaz Cuesta, José. Hombres de Spielberg. Un análisis de la representación de masculinidades en los textos fílmicos Duel, Jaws, Jurassic Park, The Lost World: Jurassic Park y War of the worlds. Tesis doctoral. Universidad de la Rioja, 2010; Peña, Beatriz. Humanismo y cine: El tratamiento de la dignidad humana en la obra de Steven Spielberg. Tesis doctoral. Universidad de Alicante, Departamento de Filología Española, 2010. Estos autores también han publicado otros estudios sobre el director. Es el caso de Beatriz Peña: “Social encounters between Capra and Spielberg” en Revista JASPP, Journal of Alternative Perspectives on Social Sciences, Vol I, Issue 2, 2009; y David Caldevilla: El sello de Spielberg. Madrid, Vision Net, 2005. En los últimos años también se han doctorado en España sobre la cinematografía de Steven Spielberg Pablo Salvador Gómez Gil y Federico Alba Figuero. No obstante, se centran en estudiar las rupturas familiares dentro de su obra y la elipsis en el cine fantástico del director. Sus tesis son: Gómez Gil, Pablo Salvador. Ruptura familiar y conflicto dramático en la filmografía de Steven Spielberg, Departamento de Ciencias de la Educación, Lenguaje, Cultura y Artes, Universidad Rey Juan Carlos, 2013. Y Alba Figuero, Federico. La elocuencia de la elipsis en el cine fantástico de Steven Spielberg, Departamento de Comunicación Audiovisual y Nuevas Tecnologías, Universidad San Pablo-CEU, 2015. 477 Friedman, Lester. Citizen Spielberg. Chicago, University of Illinois, Urbana & Chicago, 2006; Friedman, Lester y Notbohm, Brent. Steven Spielberg. Interviews. University Press of Missisippi, 2000; Friedman, Lester. The films of Steven Spielberg. New York, Cambridge University Press., 2003; Gordon, Andrew. Empire of Dreams. The science fiction and fantasy films of Steven Spielberg. United States of America, Rowman & Littlefield Publishers, 2008; Kowalski, Dean. Steven Spielberg and Philosophy: We`re gonna need a bigger book. Kentucky, The University Press of Kentucky, 2008; Krämer, Peter. “Steven Spielberg” en Tasker, Yvonne (ed.), Fifty Contemporary film directors. Abingdon, Routledge, 2011; Morris, Nigel. The cinema of Steven Spielberg. London, Wallflower press, 2007; Wasser, Frederick. Steven Spielberg’s America. Cambridge, Polity Press, 2010. 275 Cohen y George Perry478 ―fuera de España― y a Marcial Cantero, Diego Navarro y Jorge Fonte 479 ―dentro de nuestro país―. La literatura periodística recoge del mismo modo en sus diarios y revistas información relevante sobre el atentado en los Juegos Olímpicos. El presente texto se sitúa dentro de la esfera de los estudios académicos que analizan la cinematografía, la literatura y las ciencias sociales. Continúa así la estela generada por trabajos anteriores semejantes realizados en el grupo de investigación Gib-Presdeia de la Cátedra Iberoamericana Santander Presdeia de la Universidad Rey Juan Carlos480.

Repercusión del largometraje en la prensa española

Con la comercialización de la versión doméstica de la película Munich, Steven Spielberg aprovechó la ocasión para incorporar una de las declaraciones más interesantes sobre la polémica cultivada por los periodistas en los medios de comunicación. Afirmó concretamente: «que no se me malinterprete. No estoy atacando a Israel con esta película. Nada más

478 Cohen, Clélia. Steven Spielberg. China, Cahiers de Cinema, 2010; Clarke, James. Steven Spielberg. Great Britain, Trafalgar Square Publishing, 2004; Perry, George. Steven Spielberg. London, Orion, 2000. 479 Fonte, Jorge. Steven Spielberg. De Duel a Munich. En busca de la película perfecta. Madrid, Ediciones Jaguar, 2008; Cantero, Marcial. Steven Spielberg. Madrid, Cátedra, 2006; Navarro, Diego. La conexión Williams-Spielberg. Madrid, Ilarion, 2010. 480 Son los siguientes: Azcona Pastor, José Manuel y Avilés Barandiarán, Javier. “Terrorismo internacional en la película Munich de Steven Spielberg” en García- Moncó, Alfonso (Director), La Ciudad Blanca: Anuario de la Cátedra Universitaria España-Israel, Madrid, Editorial Dykinson, 2013, págs. 309-336; Azcona Pastor, José Manuel y Avilés Barandiarán, Javier. “Aproximación a la historia contemporánea en el cine de Steven Spielberg”, Ferrol Análisis. Revista de Pensamiento y Cultura, Nº 28, Club de Prensa Ferrol, Deputación Da Coruña, págs. 149-161; y Avilés Barandiarán, Javier. Interpretación de la historia del mundo contemporáneo en la obra cinematográfica de Steven Spielberg. Tesis doctoral. Departamento de Ciencias de la Educación, Lenguaje, Cultura y Artes, Ciencias Histórico-Jurídicas y Humanísticas y Lenguas Modernas, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, 2015. 276 lejos de la realidad. Se trata de un tema muy duro y complicado y hemos decidido abordarlo honesta y mordazmente». ¿Pero por qué el espectador debe conocer esta opinión por parte del realizador antes de ver la cinta? La respuesta la encontramos en dos razones fundamentales. La primera de ellas es que, tras su estreno en el año 2005, Steven Spielberg recibió abundantes críticas que cuestionaban la autenticidad de la trama del guión y la construcción del personaje protagonista Avner, quien decide exiliarse lejos de su patria en la última parte del largometraje. Muchos autores reprocharon al director la falta de responsabilidad social por retratar al gobierno de Israel de forma negativa y cuyas políticas resaltan en el film por su violencia. La segunda razón reside en la narración, que se podría entender como un tanto ambigua para los espectadores y por ello el director considera oportuno aclarar antes de su visionado que su intención particular no es embestir contra el pueblo israelí ni contra las políticas de su gobierno, sino proponer un debate en torno a la venganza y la violencia en relación con el terrorismo internacional actual. Así lo interpreta el director, según sus palabras, un testimonio que ya recogimos en la publicación «Terrorismo internacional en la película Munich de Steven Spielberg»481 en el año 2013:

Para responder al terrorismo hoy en día es importante llevar a cabo un proceso a conciencia. Para no paralizarnos, para poder actuar. Pero también para intentar asegurar que los resultados son los que realmente buscamos. Me refiero a los resultados no intencionados […] Esta película no trata de responder si debe haber asesinatos dirigidos. Lo que hago en este film es destacar algunos dilemas y algunos temas que se deben debatir. No intento dar respuestas, pero aparte de ser un drama humano que explora la experiencia de

481 Azcona Pastor, José Manuel y Avilés Barandiarán, Javier. “Terrorismo internacional en la película Munich de Steven Spielberg” en García-Moncó, Alfonso (Director), La Ciudad Blanca: Anuario de la Cátedra Universitaria España-Israel, Madrid, Editorial Dykinson, 2013, págs. 309-336. 277 estos hombres espero que provoque ese debate482.

La película Munich es una de las producciones más cuestionadas de Steven Spielberg en la prensa mundial. Sin embargo, esto no se debe al tratamiento audiovisual que el realizador confecciona en el metraje — mucho más realista y serio que en producciones anteriores y que muestra además un especial interés por reflejar de forma explícita y verosímil las trágicas muertes de los personajes— sino por atribuir esas muertes a la supuesta política secreta del Estado de Israel en los años consecutivos al atentado de 1972 en la ciudad alemana de Baviera. Una discusión que llega pronto a la prensa y los medios de comunicación de numerosos países de Occidente, incluso antes de estrenarse el largometraje. La prensa española ofrece en este sentido un abundante elenco de ejemplos donde podemos comprobarlo. En los titulares de las noticias que atienden a su estreno se puede conformar incluso ya una primera idea de la polémica que gesta el film Munich también en nuestro país. A este tenor, Alfonso Rojo tituló su artículo en el diario español ABC, el día 4 de enero del año 2006: «La venganza de Múnich». Ramiro Villapadiera lo nombró «Spielberg: Estaría dispuesto a morir tanto por EE.UU como por Israel» en un texto publicado el 23 de enero de 2006 en el mismo diario. Rocío Ayuso publicó la noticia en El Mundo con el titular «El cineasta Steven Spielberg hace del atentado de Múnich una oración por la paz» el día 18 de diciembre del año 2005. Y Pedro Rodríguez, en El Correo Digital, escribió el 2 de enero de 2006 «Spielberg desata un debate sobre el terrorismo con su película Munich». Los periodistas del diario español El País también perciben la cinta de Steven Spielberg como una producción especialmente conflictiva en su carrera. De esta manera, Naiara Galarraga, Barbara Celis y José Manuel Calvo titulan respectivamente sus artículos «Controvertido estreno de Munich en Israel» el día 31 de enero del año 2006, «El grito de Spielberg contra la intransigencia» el 24 de diciembre de

482 Declaración de Steven Spielberg en un documental previo a la reproducción de la película Munich en su versión comercial en DVD, Universal Studios, 2006. 278 2005, y «Entre Dios y el diablo» el día 25 de enero del año 2006. No obstante, los cuerpos de los textos profundizan más en el hecho noticioso. En una entrevista realizada a Steven Spielberg para la revista Time, recogida por Barbara Celis en el artículo mencionado del diario El País, el director afirma que para él «Munich es una oración por la paz»:

Se trata, según el cineasta, de una "ficción histórica" que pretende contribuir a la reflexión sobre el conflicto palestino-israelí. Las críticas encontradas no han tardado en llegar. Algunos le han acusado de hacer un filme pretencioso, de querer humanizar a los terroristas; otros se han sorprendido al no poder clasificarla como una película proisraelí. Spielberg ha dicho que está "orgulloso" de su último trabajo y que los cineastas deben tener el "coraje" de tratar temas de esta índole […] Munich, la última película de Steven Spielberg, recrea los sangrientos sucesos que en los años setenta conmocionaron al mundo […] Sin embargo, al contrario de lo que esperaba el sector más radical de los judíos estadounidenses, que aplaudió La lista de Schindler (su oscarizada película sobre el Holocausto), Spielberg ha optado aquí por presentar las dos caras del conflicto, osando incluso humanizar a un terrorista palestino, algo que tampoco ha sentado bien en Israel, donde el retrato de los miembros del Mossad ya ha levantado ampollas. Munich aún no se ha estrenado allí, pero su cónsul en Los Ángeles la ha calificado de "pretenciosa y superficial" por poner al mismo nivel a los terroristas palestinos y a los antiterroristas israelíes. Spielberg no lo ve así. "Estoy muy orgulloso de no haber demonizado a nadie en esta película", declaró este mes en la única entrevista que ha concedido hasta ahora, en la revista Time. "Todos son individuos. Todos tienen familias. Aun así, yo condeno lo que ocurrió en Múnich. Y por eso quería hacer esta película. Cada cuatro años hay unos Juegos Olímpicos en algún sitio del mundo y nunca se ha ofrecido el tributo adecuado a los atletas asesinados en 1972. Yo quería contar esta historia en honor a ellos. Creo que es bueno que los cineastas tengan el coraje de hablar de estos

279 temas"483.

El trabajo de esta periodista es interesante porque recoge algunas de las claves esenciales para comprender la situación de la polémica, así como la intención del director al realizar la bobina. En el texto Steven Spielberg se refiere a su película como una «ficción histórica». Una definición acorde con lo que vemos en pantalla, pues si bien la producción filmográfica y la novela están inspiradas en hechos históricos, las tramas y personajes han sido interpretados desde la ficción484. Algo que Nigel Morris también comenta en su libro485.

Tabla 1: Recaudación de la película Munich de Steven Spielberg en los Estados Unidos de América, España, Israel, algunos países de Iberoamérica y en el mundo. Cifras en dólares americanos de los Estados Unidos.

Película: Munich, Universal Studios, 2005

Presupuesto: 70.000.000 $

País / Región Recaudación Estados Unidos 47.404.000 $ España 7.309.000 $ Israel 559.000 $ México 3.129.000 $ Argentina 615.000 $ Brasil 1.892.000 $ Portugal 1.287.000 $

483 Celis, Barbara. “El grito de Spielberg contra la intransigencia”. El País, Nueva York, 24/12/2005. 484 Primero con la novela de George Jonas Vengeance en los años ochenta. Y después con la adaptación del guión en la primera década del siglo XXI por los guionistas Tony Kushner y Eric Roth. 485 Morris, Nigel. The Cinema of Steven Spielberg. Empire of Light. London, Wallflower Press, 2007, pág. 368. 280 Colombia 556.800$ Ecuador 71.700 $ En todo el mundo 130.359.000 $

Fuente: Elaboración propia a partir de la información de Box Office Mojo.

En el artículo de Barbara Celis se refleja asimismo la pronta repercusión de la realización del film en las críticas negativas de los expertos que escriben para los medios de comunicación estadounidenses. Muchos de estos críticos calificaron la producción de inapropiada e insulsa para semejante tragedia. Acusaron al director además de cometer el grave error de dar voz a los asesinos —los terroristas palestinos— al mismo tiempo que a los judíos. La publicación de Barbara incluye de igual modo una cita que Todd McCarthy escribió en la revista Variety, quien considera que el tratamiento efectuado por Steven Spielberg en el drama «no mantiene el interés intelectual» en el espectador porque —según sus palabras— «la disputa entre el impulso por la justicia moral y el deseo racional de romper el ciclo de la violencia se explora de forma demasiado obvia». Por otra parte, José Manuel Calvo Roy, en su artículo «Entre Dios y el Diablo» publicado un mes después para el diario El País, contrasta ejemplos de la prensa estadounidense donde se cuestiona la calidad de la producción con opiniones de algunos periodistas que la recomiendan:

El estreno de Munich, la última realización de Steven Spielberg, estuvo acompañado de una polémica que desbordó el marco de las críticas cinematográficas. Los especialistas se dividieron al valorar los méritos y lo mismo ocurrió con las opiniones históricas y políticas […] La revista Premiere, por su parte, advirtió a los espectadores desde el principio: "Tienen que verla. Podrían no estar en absoluto de acuerdo con algunos de los temas que plantea, incluso quizá la odien. Pero, a diferencia de tantas 'películas para las navidades, ésta es 281 una exploración cinematográfica de un asunto real" […] Para David Edelstein, crítico de Slate, Munich es "la película más potente, más vital, la mejor del año". Pero Anthony Lane, en The New Yorker señaló que "aunque es raro para alguien como Spielberg" no lograr el interés del espectador, "la premisa de esta película, el que la violencia simplemente genera más violencia, juega en contra de lo que ven los espectadores, sobre todo cuando el personaje central, el único del que se aportan detalles personales, es sencillamente poco atractivo" […] El debate alcanzó también a la comunidad judía en los Estados Unidos, donde se planteó con intensidad tanto la defensa como el ataque de Spielberg486.

Naiara Galarraga entiende en su artículo que primordialmente se construyen en la prensa dos críticas de la película del cineasta norteamericano. Una de ellas consiste en equiparar la moral de los personajes terroristas con la de los judíos que los buscan. La otra atañe al relato de la novela de George Jonas, cuya historia no ha sido confirmada como auténtica y por lo tanto flota cómodamente en las nubes de la ficción literaria:

La controversia surgió en Israel incluso antes de que el público hubiera visto la cinta, que se estrenó a finales de diciembre en Estados Unidos. El cónsul general israelí en Los Ángeles, Ehud Danoch, puso el grito en el cielo: "Como película de Hollywood asumo que dirán que está bien hecha. Pero el mensaje que transmite es problemático. Hay cierta pretenciosidad al intentar abordar superficialmente un conflicto doloroso de décadas en dos horas y media"487.

José María Marti Font también se percata en su artículo de que la cinta del director fue cuestionada incluso antes de estrenarse en las salas de

486 Calvo Roy, José Manuel. “Entre Dios y el Diablo”. El País. Washington, 25/01/2006. 487 Galarraga, Naiara. “Controvertido estreno de Munich en Israel”. El País, Gaza, 31/01/2006. 282 exhibición. Escribe en un texto publicado el 15 de enero de 2006: «Incluso antes de estrenarse (en Estados Unidos lo hizo a finales de diciembre) el filme ha provocado la nada disimulada irritación de parte de la comunidad judía norteamericana que le recrimina la equivalencia moral que, en último término, el filme establece entre víctimas y verdugos, en tanto que unos y otros encarnan ambos papeles, ahogados en el charco de su propia sangre488». No obstante, el debate generado en la literatura periodística no sólo se refleja en la publicación de noticias. Rosa Montero, periodista del diario El País, dedicó una columna de opinión a la problemática el día 24 de enero de 2006 donde —según sus palabras— «judíos y árabes han arremetido contra el film, algunos sin siquiera haberlo visto489».

Imagen 1: Múnich, año 1972. Los terroristas palestinos del grupo Septiembre Negro entran violentamente en los dormitorios de los atletas israelíes para matarlos. Fotograma que corresponde al comienzo del largometraje de Steven Spielberg (Universal, 2005). Esta secuencia vertebra el guión de Eric Roth y Tony Kushner. Aparece en varias ocasiones a lo largo del film.

488 Marti Font, José María. “Matar acaba matando el alma”. El País, París, 15/01/2005. 489 Montero, Rosa. “Sectarismo”. El País, Columna, 24/01/2006. 283

Por su parte, el periodista Ramiro Villapadierna escribe en las primeras líneas de un artículo editado en el diario ABC que el director estadounidense considera muy significativa la controversia creada en los medios como consecuencia de la elaboración de su película, precisamente por el gran interés que ha suscitado en ellos. Ramiro insiste en la polémica y escribe literalmente que el director «niega situar a los terroristas palestinos y a los agentes israelíes que los persiguen en el mismo plano», pues también es crítico con las políticas estadounidenses490. Por otro lado, el periódico El Mundo atiende asimismo a la producción del realizador otorgando cierta relevancia al conflicto. Rocío Ayuso publica en este diario español, el 18 de diciembre de 2005, que el cineasta norteamericano tiene la intención de que el largometraje sea visto como «una oración por la paz». Un enunciado que comprobamos en diferentes publicaciones dentro y fuera de nuestro país:

A pesar de sus intenciones, la llegada de la película a las pantallas viene acompañada por una polémica que la prensa compara con la que generó hace casi dos años el estreno de 'La pasión' […] El realizador era consciente de la polémica en la que se adentraba con esta cinta de dos horas y media de duración y en la que su interés es mostrar el lado humano de todos los implicados, víctimas y verdugos de ambas partes, en medio de la violencia491.

Pedro Rodríguez también refleja la inquietud mediática engendrada al respecto poco tiempo antes del estreno del film en una publicación de El Correo Digital donde el periodista reflexiona que la producción de Steven Spielberg «pese a haber sido teóricamente concebida como una “oración por la paz” viene desatando desde su navideño estreno en Estados Unidos

490 Villapadierna, Ramiro. “Spielberg: Estaría dispuesto a morir tanto por EE.UU como por Israel”. ABC, Zürich, 23/01/2006. 491 Ayuso, Rocío. “El cineasta Steven Spielberg hace del atentado de 'Munich' una oración por la paz”. El Mundo, 18/12/2005. 284 una llamativa polémica a múltiples bandas»492. Podemos concluir así en esta primera parte del trabajo que la producción de Steven Spielberg se ha presentado de forma conflictiva en las páginas de los diarios más relevantes de España. ¿Pero es en verdad Munich un largometraje realmente polémico por su contenido? ¿Cómo lo perciben los periodistas en otros países de América? ¿Qué narran particularmente la novela y la película?

Un relato ambiguo

La trama principal de la película Munich y la novela de George Jonas es una historia de venganza. En ella un grupo de judíos coordinados por un equipo secreto del gobierno de Israel tienen la misión de buscar y asesinar a las personas responsables del atentado de Múnich del año 1972. Kathleen Kennedy, productora de la cinta, lo describe como «la historia de una misión que no se reconoció cuando se llevó a cabo en 1972» en la cual Golda Meir juntó a varias personas de su gobierno y miembros del Mossad para establecer «una lista con la gente que creían responsables de lo ocurrido en Munich y fueron tras ellos»493. El film comienza con una espectacular escena de los terroristas palestinos entrando en los dormitorios de los atletas israelíes para asesinarlos. Se trata de una secuencia que vemos en varias ocasiones a lo largo del metraje y articula la trama principal. Es además una de las más violentas y realistas de toda la carrera de Steven Spielberg. Su intención no sólo es representar la masacre en la ciudad germana, sino también criticar las políticas inmediatas que toma el Gobierno de Israel en los meses consecutivos. Asimismo, y de modo más indirecto, intenta también reflejar con el atentado de 1972 el clima de terrorismo internacional que se respira en Occidente en los primeros años del siglo XXI, fecha en la que se produce

492 Rodríguez, Pedro. “Spielberg desata un debate sobre el terrorismo con su película Munich”. El Correo Digital, Washington, 02/01/2006. 493 Kennedy, Kathleen en Munich: La misión. El equipo. Documental audiovisual, Universal Studios, 2006. 285 la película. Joseph McBride, historiador biógrafo del cineasta y profesor en el Departamento de Cine de la San Francisco State University, considera que la producción está relacionada a la política de George Bush en Oriente Medio, desplegada tras los atentados del 11-S. Lo expone con las siguientes palabras:

Munich’s subtext is the American response to 9/11. The film implicitly questions the Bush administration’s response as both excessive and damaging to the country’s moral standing in the eyes of the world as well as a provocation of further turmoil in the Middle East. The surprising presence of the Twin Towers of the World Trade Center as Avner, the leader of the hit squad, exits the film’s final shot brings the subtext to the surface and asks the audience to consider whether the “eye for an eye” mentality is wise, destructive, or even efficacious494.

Por su parte, Frederick Wasser cavila igualmente que las películas Munich y La guerra de los mundos, estrenadas en el año 2005, se vinculan a los atentados del 11 de septiembre de 2001 por su contenido y las ideas que sugieren al espectador495. Una interpretación que contempla también James Schamus en sus investigaciones sobre el tema496, así como otros autores.

494 McBride, Joseph. Steven Spielberg. A Biography. The University Press of Mississippi, 2010, pág. 506. 495 Wasser, Frederick. Steven Spielberg’s America. Cambridge, Polity Press, 2010, pág. 206. 496 Schamus, James. “Next Year in Munich: Zionism, Masculinity, and Diaspora in Spielberg’s Epic”. Representations, nº 100, 2007, pág. 64. 286

Imagen 2: Avner, el protagonista de Munich, decide exiliarse a los Estados Unidos de América en la última parte de la película. La violencia le ha consumido y no quiere regresar ya a Israel. Se produce así una ruptura con su patria.

En lo concerniente a la novela Venganza escrita por George Jonas cabe destacar que comienza también con una descripción en el prólogo del atentado perpetrado en los Juegos Olímpicos de Munich contra los atletas de Israel. Escribe el autor al respecto:

Comparado con las más modernas armas automáticas de infantería, que se caracterizan por su aspecto elegante, el Kalashnikov parece macizo y sólido. Este fusil de asalto, oficialmente designado como el AK 47 […] es de 84 centímetros y la caja y la culata son de madera semiclara […] El 5 de septiembre de 1972 varios de estos fusiles fueron sacados de sus envoltorios grasientos y entregados a ocho terroristas de Septiembre Negro que se dirigieron al número 31 de la Connollystrasse, alojamiento de los atletas israelíes en la Ciudad Olímpica de Munich […] Eran ya alrededor de las cinco de la mañana. En la acción inicial, que duró veinticinco minutos, los de Septiembre Negro habían matado a dos atletas israelíes y capturado a nueve. Dos habían escapado. Los terroristas fracasaron en la localización en el edificio en que vivían otros ocho 287 israelíes. Durante esos veinticinco minutos de lucha, las autoridades de seguridad de la Ciudad Olímpica, al parecer, sólo recibieron vagos informes acerca de que había «algún jaleo» por el bloque 31 de la Connollystrasse497.

A pesar de ser una trama de ficción, el director sustenta con la realización de la película que el guión está inspirado en hechos históricos, al igual que el escritor George Jonas. Aunque Steven Spielberg mantuvo cierto nerviosismo durante el rodaje, como han indicado en varias ocasiones Kathleen Kennedy y otros miembros de su equipo técnico, ha manifestado sentirse cómodo trabajando junto al guionista Tony Kushner, que ha adaptado el relato a la gran pantalla: «Tony tiene una opinión muy clara de lo que ocurrió en el año 1972. Lo lee todo, es uno de los autores más documentados sobre el tema […] Por mi parte, tengo una buena preparación, como judío y como alguien muy interesado en la región498». Sin embargo, la parte más auténtica del film no reside precisamente en ajustarse a la realidad histórica respecto a las misiones secretas que se relatan de Israel, pues éstas no se han confirmado, sino en mostrar los atentados terroristas de una forma verosímil, explícita y cruel, con altos índices de violencia y destrucción, tal y como acontecen en la realidad. Es esto probablemente el mayor mérito del director en el largometraje. Así, cada uno de los atentados que vemos en pantalla nos sobrecoge más que el anterior por su extraordinario dramatismo y funestas consecuencias. El inicio de la trama nos impacta en primer lugar con el terrible atentado contra los atletas israelíes en 1972, pero la tensión continúa con el asesinato del intelectual Wael Zwaiter en el portal de su vivienda, que muere tiroteado cerca del ascensor después de presentar la traducción del libro Las mil y una noches en Roma. Y también con los siguientes, pues asistimos después al de Mahmoud Hamshari, que sufre los estragos de una

497 Jonas, George. Venganza. Barcelona, Editorial Planeta, 1985, págs. 17-19. 498 Spielberg, Steven en Munich: La misión. El equipo. Documental audiovisual, Universal Studios, 2006. 288 inesperada y espantosa detonación en su vivienda y fallece posteriormente en el hospital. Prosigue la muerte de Abad Al-Chir en una de las secuencias más destructivas y terroríficas de todo el largometraje, donde vemos cómo estalla una bomba que colocan previamente en el colchón de su habitación, un atentado que por poco termina también con la vida del protagonista y la de una pareja que duerme en el cuarto contiguo. E igualmente estremecedor resulta el asesinato, unos minutos después, de la seductora mujer holandesa que arrebata la vida de Carl en el hotel. Avner, Steven y Hans se presentan en su casa y la asesinan fríamente con tres disparos — dos en el pecho y uno en la cabeza— presionando un artefacto que simula la bomba de aire de una bicicleta. Se trata, sin duda, de una de las escenas más trágicas y mejor realizadas de toda la filmografía de Steven Spielberg. El tratamiento que se efectúa del terrorismo, tanto en la novela como en la película, es por tanto complejo a lo largo del relato. En Munich de Steven Spielberg vemos cómo el grupo de Avner busca a los responsables de la masacre, negocia con terceras personas —entre ellos Louis y su familia francesa—, prepara y coloca artefactos explosivos y, en definitiva, cómo viven y les consume gradualmente la violencia. Conocemos lo que piensan los diferentes personajes. De este modo, Robert comenta al protagonista: «Somos judíos y los judíos no hacen el mal porque el enemigo lo haga. Creo que nunca hemos sido tan decentes. Soportar el odio miles de años no te hace tan decente. Pero se supone que somos justos y eso es hermoso. Eso es judío. Eso es lo que yo sabía y lo que me enseñaron». Por su parte, en el lado opuesto, Mahmoud Hamshari añade —en un intento del director y de los guionistas por mostrar a los espectadores las dos visiones del conflicto entre palestinos e israelíes— en uno de los diálogos: «Creo que lo que quiso decir es que ahora el mundo comenzará a escucharnos. Desde hace veinticuatro años somos el grupo de refugiados más numeroso del mundo. Nos robaron nuestras casas, vivimos en campos de refugiados sin futuro, sin comida […] Durante veinticuatro años nuestra población ha sido atacada por los israelíes día tras día. Israel bombardeó dos campos de refugiados en Siria y en Líbano. Doscientas personas murieron justo después de Múnich».

289 Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la narración de los atentados cometidos en las últimas décadas y así queda reflejado también en la película. En este sentido, tanto el equipo de Avner como los terroristas palestinos buscan la repercusión mediática de los asesinatos a nivel mundial. Algo propio del terrorismo actual, como indican en sus estudios numerosos autores expertos en la materia. Tal es el caso de Matteo Re499, Luis Veres Cortés500 y Miguel Ángel Cano Paños501.

499 Profesor de la Universidad Rey Juan Carlos doctorado en el año 2009 con una tesis que estudia el lenguaje y el comportamiento criminal del grupo terrorista italiano Brigadas Rojas, reflexiona que después de los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York el terrorismo se ha globalizado (Re, Matteo. Lenguaje político, ideológico, praxis organizativa y evolución histórica de las Brigadas Rojas (1970-1981), tesis doctoral, Vol. 1, Universidad Rey Juan Carlos, 2009, pág. 11). Este autor destaca en su trabajo la relación del terrorismo con los medios de comunicación en el segundo volumen de su tesis. 500 Autor que ha investigado la relación existente entre el terrorismo y los medios de comunicación y considera que existe una distinción esencial entre un criminal cualquiera y un terrorista en el texto: Veres Cortés, Luis, “La simbiosis del terrorismo con los medios de comunicación”, Información para la paz: autocrítica de los medios y responsabilidad del público, 2007, págs. 583-584). 501 Doctor en Derecho por la Universidad de Potsdam (Alemania) y Diplomado en Criminología por la Universidad de Barcelona, concluye que existen diferencias entre el terrorismo clásico y el actual, pues el denominado «viejo terrorismo» se limitaba a una región determinada y el «nuevo terrorismo» consuma los atentados a nivel internacional generando agresiones también contra la población civil y no sólo contra representantes de la autoridad o del Estado. Léase: Cano Paños, Miguel Ángel. “Reflexiones en torno al “viejo” y al “nuevo” terrorismo”, Revista Española de Investigación Criminológica, nº 7, 2009. 290

Imagen 3: El tratamiento periodístico en la película Munich de Steven Spielberg es uno de los más complejos de toda la trayectoria cinematográfica cultivada por el director. Los medios de comunicación que aparecen en este film se inspiran directamente en los auténticos que narraron el terrible atentado cometido por el grupo terrorista Septiembre Negro en los Juegos Olímpicos de 1972.

Munich es además la producción de Steven Spielberg que mayor atención dedica en sus secuencias al periodismo, sobre todo en la primera parte del largometraje. La idea del director de que «la violencia genera más violencia» es aparentemente sencilla. Sin embargo, al mismo tiempo, resulta compleja y difícil de cavilar en el conjunto de su obra, pues Steven Spielberg ha realizado tanto películas realistas como comedias disparatadas e inverosímiles. De modo que Munich se consolida en su filmografía como un relato clave de su madurez como artista, al igual que Salvar al soldado Ryan (Dreamworks, 1998) y La lista de Schindler (Universal Studios, 1993), donde se critica la violencia en favor de la humanidad y se valora por encima de cualquier ideología las vidas de las personas. Las críticas en la prensa y en los medios de comunicación reflejan precisamente la complicación que despliega el conflicto de Oriente Medio. El 291 hecho de que buena parte de los críticos se posicione contra el largometraje en cuestión, pasando por alto la calidad técnica y los méritos del director, es una señal de que el problema aún está en auge y que a menudo se percibe de forma bipolar. Esto es justo lo que Steven Spielberg delibera desde su óptica como cineasta judío estadounidense. Para él no sirve unos u otros, sino las personas, todas por igual. ¿Pero no es este un planteamiento un tanto idealista o ingenuo? ¿Pensaría igual el director si en lugar de vivir cómodamente en los Estados Unidos de América lo hiciera en Oriente Medio o en Israel?

Influencia de la película en la prensa americana

La producción Munich también ha cosechado una notoria repercusión mediática en América. Desde el sur del continente —Argentina, Uruguay, Colombia, Venezuela— hasta el norte —México, Estados Unidos y Canadá—. En todos estos países ha calado un mensaje periodístico en la prensa semejante a como lo ha hecho en el nuestro y en ellos también se presenta la película del director con cierta polémica. Rachel Abramowitz escribió el 22 de enero de 2006 en el Clarín de Argentina: «El realizador de E.T. se mete en un complicado terreno político para hablar de la tensa relación entre israelíes y palestinos en Munich502». Esta autora percibe el contenido del film como una cinta hiper-violenta y la compara a un test de Rorschach ya que, según sus propias palabras, resulta casi imposible verla salvo a través de la lente que cada integrante del público lleve al cine. Una producción que peca de ambigüedad en algunas secuencias del metraje:

Algunos verán un escuadrón del Mossad israelí idealizado, que despacha malvados con ingeniosidad, empeñado en perpetuar el estado judío. A otros los enfurecerá que alguno de los comandos israelíes exprese

502 Abramowitz, Rachel. “No quería contar una historia de venganza”. Clarín, Argentina. Los Angeles, 22/01/06. 292 escrúpulos acerca de su misión. Algunos se sentirán perturbados porque los terroristas palestinos han sido humanizados. Y otros estarán seguros de que no fueron humanizados lo suficiente. Es una obra emocional y visceral que no propone ninguna solución, algo que enojará a algunos espectadores. Habrá quienes se quejarán de que carece de un punto de vista. Spielberg se prepara para una andanada de controversia503.

Otros artículos de la prensa argentina también manifiestan las ideas de ambigüedad, conflicto político y repercusión mediática tan vinculadas a esta película. El diario La Nación titula tres de sus publicaciones con los siguientes enunciados: «Debate abierto sobre Munich» el 11 de diciembre del año 2005, «El polémico Sr. Spielberg» el 25 de enero de 2006 y «Un ensayo existencial y político» el 26 de enero del mismo año504. En este último, Diego Batlle escribe que la producción es una de las más discutidas de toda la trayectoria del director: «Si "La lista de Schindler" le valió siete premios Oscar y el prestigio artístico que tanto buscaba, si su trabajo por la memoria del Holocausto con la Fundación Shoah le significó la admiración incondicional del universo intelectual, "Munich", probablemente la película más arriesgada y una de las menos redondas de su excepcional carrera, es el trabajo más incómodo y conflictivo en la vida de Steven Spielberg505». Y algo similar ocurre en Uruguay, donde El País Digital publica en los primeros meses del año 2006 los artículos «Se acentúan las polémicas sobre Munich», «Dilemas éticos de unos cazadores de hombres» y «El terror, la violencia y la paz se debaten en la pantalla de cine», entre otros506.

503 Ibídem. 504 Los artículos son: Stiletano, Marcelo. “Debate abierto sobre Munich”. La Nación, Argentina, 11/12/2005; Sanzol, Carlos. “El polémico Sr. Spielberg”. La Nación, Argentina, 25/01/2006; y Batlle, Diego. “Un ensayo existencial y político”. La Nación, Argentina, 26/01/2006. 505 Batlle, Diego. “Un ensayo existencial y político”. La Nación, Argentina, 26/01/2006. 506 Las publicaciones son las siguientes: “Se acentúan las polémicas sobre Munich”. El País Digital, Uruguay, 24/01/2006; “Dilemas éticos de unos cazadores de hombres”. El País Digital, Uruguay, 26/01/2006; G.Z. “El terror, la violencia y la 293

Imagen 4: Un atleta israelí asesinado brutalmente en su dormitorio por los terroristas palestinos del grupo Septiembre Negro. El realizador Steven Spielberg insiste a lo largo de la película en mostrar los asesinatos en la pantalla de forma explícita con el fin de otorgar a la trama mayor realismo y criticar con ello — de manera indirecta— el uso de la violencia en la sociedad actual.

Las entradillas de los textos suelen incorporar además una serie de palabras que ubican al lector en el entorno polémico que el periodista va a describir después. De este modo, es frecuente que en muchas de las publicaciones sobre la película aparezcan las palabras conflicto, controversia, enfrentamiento o debate. Así, los periódicos El Tiempo de Colombia y El Universal Online de México escriben frases en sus publicaciones como «En sus más de treinta años como cinematografista Steven Spielberg había logrado lo que pocos: una exitosa carrera en

paz se debaten en la pantalla de cine”. El País Digital, Uruguay, 02/03/2006; y C. Fernando. “De Schindler a Munich”. El País Digital, Uruguay, 07/04/2006. 294 Hollywood llena de halagos y galardones, pero ajena a la controversia507», «La tragedia, decía Hegel al hablar de los trágicos griegos y de Shakespeare, resume un enfrentamiento de valores morales […] Es, en esencia, terrible: no tiene puertas fáciles de escape. Es allí donde reside el valor de Munich, la última película que ha hecho Steven Spielberg508», o «El controversial y nuevo largometraje de Steven Spielberg, Munich, sobre la masacre en los Juegos Olímpicos de 1972 y sus secuelas, fue respaldada por las viudas de dos de los 11 atletas israelíes asesinados509». Los titulares de las noticias, por su parte, a menudo contienen palabras asociadas igualmente a la violencia. Es el caso de las publicaciones de Colombia y Venezuela que titulan respectivamente los días 27 de enero de 2006 y 23 de enero del mismo año: «Munich, el deporte es matar510» y «Moriría por EE.UU o por Israel511». En Ecuador también se percibe la producción de Steven Spielberg con cierta disputa en la literatura mediática. El Universo publicó a finales del año 2005 y comienzos del 2006 dos noticias de la Agencia EFE que tituló: «Munich, cinta de Spielberg que generará debate» y «Spielberg se defiende ante las críticas por Munich512». Este último artículo resulta particularmente interesante porque en él pueden conocer los lectores la justificación del cineasta norteamericano ante el debate sugerido:

El director de cine Steven Spielberg salió al paso a las críticas suscitadas entre la comunidad judía de EE.UU. por su film Munich, sobre el Septiembre Negro durante las Olimpiadas de Munich y ha afirmado que daría su

507 Gómez, Sergio. “Munich, de Spielberg, levanta gran polvareda”. El Tiempo, Colombia, 31/12/2005. 508 Silva, Miguel. “El imperio de los extremistas. Munich”. El Tiempo, Colombia, 02/01/2006. 509 “Aprueban cinta de Spielberg”. El Universal Online, México, 24/12/2005. 510 “Munich, el deporte es matar”. El Tiempo, Colombia, 27/01/2006. 511 “Moriría por EE.UU o por Israel”. El Universal, Venezuela, 23/01/2006. 512 Los artículos son: EFE, Los Angeles (USA). “Munich, cinta de Spielberg que generará debate”. El Universo, Ecuador. 19/12/2005. Y EFE, Berlín. “Spielberg se defiende ante críticas por Munich”. El Universo, Ecuador. 23/01/2006. 295 vida por Israel. “Si fuera necesario, estaría dispuesto a morir tanto por EE.UU. como por Israel”, asegura el director. Spielberg niega que su película dé un trato demasiado “humano” a los integrantes del comando que secuestró a los miembros de la selección israelí durante las Olimpiadas de 1972. “Tratar de entender a los terroristas no significa justificarlos”, apunta el realizador513.

En América del Norte la polémica se realza también en distintos diarios y revistas editados en México y Estados Unidos. En El Universal de México, Raymundo Riva comenta el recorrido de la producción de Steven Spielberg en los medios de comunicación del siguiente modo:

Antes de realizarse el estreno mundial de Munich, la última película de Steven Spielberg, la polémica en torno al filme es global. El afamado director ha sido sujeto de críticas de los propios judíos, que consideran que en su nueva obra, que se refiere a la cacería de los palestinos que fueron autores intelectuales del secuestro de 11 atletas de Israel en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972, es condescendiente con los terroristas de Septiembre Negro, la facción terrorista palestina que realizó la acción armada […] La polémica en que se encuentra Spielberg se deriva de las críticas en medios de comunicación de su país por colocar en el mismo plano a los comandos asesinos judíos con los terroristas palestinos. "No tiene sentido", se defendió Spielberg en una entrevista que publicó este lunes el influyente semanario alemán Der Spiegel514.

Asimismo, son varios los periodistas que han desarrollado el caos de la presentación de la película del director en publicaciones de México. Gamaliel Luna, en otro trabajo realizado para el periódico El Universal en enero del año 2006, incluye una atractiva entrevista al actor Geoffrey Rush,

513 EFE, Berlín. “Spielberg se defiende ante críticas por Munich”. El Universo, Ecuador. 23/01/2006. 514 Riva Palacio, Raymundo. “Hollywood y el terrorismo”. El Universal Online, México, 25/01/2006. 296 que interpreta al personaje Ephraim en la película. El actor comenta al periodista: «Aún existen ecos de ese momento específico en el conflicto palestino-israelí, que se remontan a una historia más profunda y compleja. Probablemente la intención de Spielberg de estudiar esta parte en particular es porque tiene ecos inmediatos515». Gamaliel Luna también publicó en este medio otros dos textos sobre el realizador referentes al largometraje, en el mismo mes de enero del año 2006. En ellos continúa profundizando sobre el debate516. En lo referente a los Estados Unidos, el diario The New York Times publicó sólo en diciembre de 2005 al menos cuatro artículos relacionados con el film517. Se puede matizar en esta línea que, tanto en las publicaciones de la costa este como de la costa oeste, puede percibirse un ambiente interpretativo turbulento en rededor del estreno de la cinta de Spielberg. Esto ocurre de forma similar a como se desarrolla en otros países occidentales, ya que la polémica surge en gran medida en la nación del director. David M. Halbfinger publicó para el diario The New York Times el 9 de diciembre del año 2005 un artículo titulado «An Israeli Perspective on New Spielberg Political Thriller» en el que escribe: «Israeli officials braced for the worst when they heard that Steven Spielberg was tackling Middle East violence in "Munich," his forthcoming thriller about the massacre at the 1972 Olympics and the retaliatory assassinations of Palestinian terrorists518». En el texto, que se adelanta al estreno del film, el autor se

515 Luna, Gamaliel. “Spielberg revive la tragedia de Munich”. El Universal, Espectáculos. México, 26/01/2006. 516 Los trabajos del autor son: Luna, Gamaliel. “Munich impresiona a la comunidad judía”. El Universal, Espectáculos, México, 14/01/2006. Y Luna, Gamaliel. “Una cinta para reflexionar”. El Universal, Espectáculos, México, 29/01/2006. 517 Los artículos son: Halbfinger, David M. “An Israeli Perspective on New Spielberg Political Thriller”. The New York Times, Los Angeles, 08/12/2005; Brooks, David. “What 'Munich' Left Out”. The New York Times, 11/12/2005; Dargis, Manohla. “An Action Film About the Need to Talk”. The New York Times, 23/12/2005; y Rothstein, Edward. “Seeing Terrorism as Drama With Sequels and Prequels”. The New York Times, 26/12/2005. 518 Halbfinger, David M. “An Israeli Perspective on New Spielberg Political Thriller”. The New York Times, Los Angeles, 08/12/2005. 297 centra en las impresiones del cónsul general de Israel y dedica más atención a éstas que a la propia película y a las declaraciones del realizador. Al contrario sucede con la publicación de Manohla Dargis divulgada el 23 de diciembre de 2005, también para el diario estadounidense The New York Times, donde la autora focaliza su trabajo de análisis periodístico principalmente en la película y en el equipo técnico y artístico del director. Entiende el film como la producción más dura y angustiosa de la trayectoria filmográfica del director. Un thriller político —según sus palabras— que reflexiona también sobre aspectos éticos y del éxodo judío519. Llama nuestra atención un hecho significativo. Y es que si los primeros artículos de prensa que hablan sobre la película la presentan como una noticia polémica en los medios de comunicación, los consecutivos al estreno se centran con frecuencia en la justificación que concibe el director acerca de la realización de la propia cinta. El periodista Walter Reich escribe de esta forma en el diario The Washington Post el mes de enero de 2006, ya estrenada la cinta en los Estados Unidos: «Director Steven Spielberg claims that he's not telling us what to think. In talking about his provocative new film, "Munich", Spielberg says that, as an artist, he's offering questions, not answers. And he insists that, as a Jew exposed to the Talmudic tradition, he wants to provoke discussion, not provide conclusions 520 ». Por su parte, Elaine Dutka también destaca el enfrentamiento mediático del largometraje en «Taking a stance on Spielberg's 'Munich'» y escribe en el diario Los Angeles Times pocos días antes del estreno que la película divide en opinión a los espectadores que la ven, generando en ellos diferentes posturas interpretativas:

519 Dargis, Manohla. “Munich: An Action Film About the Need to Talk”. The New York Times, 23/12/2005. Escribe en su artículo: ''Munich'' is by far the toughest film of the director's career and the most anguished [...] "Munich" is as much a meditation on ethics as a political thriller. 520 Reich, Walter. “Something's Missing In Spielberg's Munich”. The Washington Post, 01/01/2006. 298 The film of the hunt for the murderers of Israeli Olympians triggers a divided response among initial viewers. Steven Spielberg calls his latest movie, "Munich," a prayer for peace. But the filmmaker's tale of the Israeli hit team avenging the 1972 massacre of 11 of its Olympic athletes is already dividing viewers. One of the year's most anticipated movies and a potential Oscar contender, "Munich" has triggered debate among audiences —including Oscar voters— who have been the first to see it. Some are finding fault with how the film tries to balance the initial terrorist act with the retaliation that followed. Others are challenging the historical accuracy of the book "Vengeance," by George Jonas, upon which the movie was based. While some commend Spielberg for creating multidimensional characters in an attempt to humanize the conflict, not everyone is applauding that approach521.

Una de las claves en la crítica que justifica la visión negativa de la producción reside en el tratamiento de dos elementos específicos del guión. El primero de ellos es el relativo a la simulación del atentado en los Juegos Olímpicos de Munich. Quizá si Steven Spielberg hubiera centrado la trama principal más en los atletas no habría despertado tal controversia mediática porque serían las únicas víctimas que aparecerían en la cinta. El segundo elemento es que se otorga a los enemigos del personaje protagonista voz propia en algunos diálogos —los terroristas palestinos, quienes gozan además en varias secuencias de libertad de opinión y actuación, algo que contradice la construcción del personaje principal y que rivaliza con él generando cierta confusión en el espectador—. ¿Por qué el director concede a todos los personajes la oportunidad de expresar sus ideas? Steven Spielberg mantiene al respecto una postura idealista al realizar la película, que también puede apreciarse en la novela de George Jonas y que ya vimos en La lista de Schindler en el año 1993: «todas las personas cuentan lo mismo por el hecho de ser simplemente personas» y «toda violencia se considera de

521 Dutka, Elaine. “Taking a stance on Spielberg's Munich”. Los Angeles Times, 21/12/2005. 299 forma nociva por el hecho de ser puramente violencia». Evidentemente, todas las personas no parten de las mismas circunstancias aunque cometan acciones similares. De este modo, la ambigüedad interpretativa queda servida en ambos relatos literarios: la novela y el guión cinematográfico. La elección del actor protagonista está ligada también a este tratamiento de humanismo imparcial que el director pretende dar en la representación visual del complicado conflicto internacional, ya que —a pesar de ser construido como un vengador— una de las cosas que más interesa a Steven Spielberg es precisamente mostrar su caridad:

Pensé en Eric Bana para el papel de Avner viendo The Incredible Hulk con mis hijos. Trabajaba en Munich cuando The Incredible Hulk estaba en cartelera. Y en las escenas en que no era un personaje digital dando saltos por ahí, noté en él calidez y fuerza e incluso un ápice de miedo en su mirada que creo que humaniza a la gente independientemente de su trabajo. Y yo estaba decidido a humanizar a los personajes de esta historia. Es una historia humana522.

El personaje de Avner es judío, como sus compañeros secundarios y el director del largometraje. De manera que si el punto de vista ha de inclinarse en algún extremo de la balanza, lógicamente debería hacerlo, según Steven Spielberg y George Jonas, por el de Israel, pues los personajes a los que dedican mayor relevancia durante todo el relato no son palestinos, sino judíos: Avner, su familia y su equipo secreto. Ellos cuentan con más diálogos y su presencia abre y cierra todas las tramas significativas de la historia narrada. Sin embargo, esto no excluye que se proyecte una imagen turbia del Estado de Israel en torno al atentado. Hallamos entonces en los análisis literario y filmográfico un objeto complejo que fluctúa según el enfoque que se adopte por la imprecisión de la definición de algunos de sus elementos. Algo que explica el tratamiento mediático que ha recibido en la

522 Spielberg, Steven en Munich: La misión. El equipo. Documental audiovisual, Universal Studios, 2006. 300 prensa internacional la interpretación de la novela de George Jonas en el guión de la película de Steven Spielberg.

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CAPÍTULO XII

EL CONFLICTO ENTRE FIDELIDAD, ADECUACIÓN Y CENSURA EN LAS TRADUCCIONES DE LAS NOVELAS DE GARCÍA MÁRQUEZ EN ESLOVAQUIA

Zuzana Kormaňáková Universidad Constantino el Filósofo. Nitra (Eslovaquia)

Introducción

La traducción como tal siempre ha formado parte del proceso literario. Sin embargo, en la sociedad multicultural de hoy en día es casi normal que una persona hable al menos una lengua extranjera, lo que implica que disminuya la demanda para la traducción de obras pertenecientes a tradiciones literarias foráneas. Tal vez por esta razón la traducción en el espacio cultural eslovaco está pasando a un segundo plano, aunque una nación tan pequeña y con un número tan reducido de hablantes también depende, para su evolución y enriquecimiento cultural, de las obras literarias extranjeras. Aunque la situación política de la época comunista (desde los años 60 del siglo XX hasta el 1989) obligaba a las editoriales a centrarse en los autores que cultivaban el realismo socialista, no fueron estos los únicos cuyos libros iban traduciéndose. El interés por los autores exóticos, en este

303 caso latinoamericanos, aumentaba cada vez más, lo que sin embargo no se debía solo a su carácter excepcional, sino también a cierta semejanza entre las dos culturas, la eslovaca y la latinoamericana. “La localización geográfica de Eslovaquia, en el centro de Europa, y el hecho de que la educación de sus habitantes tenga raíces en la cultura latina crean los supuestos para la especificidad de este territorio, que en el plano histórico es el resultado de la mezcla de diferentes culturas y lenguas”523. Esto ha condicionado en notable medida la apertura de nuestro espacio a las culturas foráneas. Especialmente en la segunda mitad del siglo XX se muestra un interés incesante por las obras de las literaturas hispanófonas de América Latina, incluidas las que hoy se consideran como representativas del realismo mágico y fantástico. La traductora y crítica eslovaca Viera Dubcová en su artículo K podmienkam recepcie španielskoamerickej literatúry (Acerca de las condiciones de recepción de la literatura hispanoamericana), presentado en el congreso “40 rokov prekladu v socialistickej spoločnosti“ (40 años de la traducción en la sociedad socialista) que tuvo lugar en Bratislava en marzo de 1985, presenta un testimonio de las condiciones en las que entonces se encontraba la recepción de las literaturas hispanoamericanas en Eslovaquia. Según Dubcová, en aquel tiempo se traducían obras clásicas de la literatura española, pero en el caso de las literaturas hispanoamericanas los traductores priorizaban las obras de los autores contemporáneos. “Se creó entonces un interés espontáneo por estas obras, lo que pueden confirmar los empleados de nuestras editoriales. Desafortunadamente, por la novedad palpitante de esta problemática (incluso desde el punto de vista estético), por el desconocimiento de las tradiciones y contextos culturales de esta literatura y por el poco conocimiento por parte de un público más amplio de la situación actual de la literatura en América Latina, este interés no pudo

523 Bednárová, Katarína, Dejiny umeleckého prekladu na Slovensku 1, Bratislava, VEDA, 2014, pág. 17. Salvo que no se indique el contrario, todas las citas han sido traducidas por la autora del texto. 304 reflejarse en la actividad crítico-literaria”524. Hoy en día, en cambio, los eslovacos tenemos acceso a muchos trabajos que se dedican a la investigación de las literaturas hispanoamericanas, sobre todo a las obras del realismo mágico. Sus primeras traducciones se elaboraron en los años sesenta del s. XX y podemos decir que “la complejidad de su desarrollo histórico y social y la peculiaridad de las distintas literaturas escritas en español, a pesar del comienzo tardío del hispanismo eslovaco, contribuyeron a su establecimiento y a una maduración muy rápida”525. Desde la segunda mitad del siglo XX, en el espacio cultural y literario eslovaco ha ido creciendo la demanda por las obras del realismo mágico y por esta razón también crece la necesidad de reflexionar sobre su recepción. Naturalmente, un papel muy importante en el proceso de su aceptación, traducción y difusión lo desempeñaron las revistas literarias y, por supuesto, las editoriales eslovacas, aunque es necesario destacar que con cierta frecuencia era la presión de la ideología política, y no las redacciones de las distintas editoriales, lo que determinaba si una obra debía ser publicada o no. Asimismo, dado que en esta época el lector eslovaco no tenía casi ningún conocimiento ni información acerca de las literaturas hispanoamericanas, fueron muy importantes los epílogos redactados pos los especialistas eslovacos, a menudo los propios traductores de la obra, textos introductorios y explicativos dedicados al contexto social y cultural de los países hispanoamericanos y a las poéticas y técnicas literarias de los distintos autores y obras. Así pues, a partir de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado (recuérdese que la traducción eslovaca del Quijote es de 1950 y que la primera traducción eslovaca de un texto de García Márquez es de 1969, pocos meses después de la intervención militar de las tropas del Pacto de Varsovia en Checoslovaquia para derribar el “socialismo de rostro humano”

524 Dubcová, Viera, “K podmienkam recepcie španielskoamerickej literatúry”, en Vilikovský, Ján, Preklad včera a dnes, Bratislava, Slovenský spisovateľ, 1986, pág. 159. 525 Palkovičová, Eva, Šoltys, Jaroslav, 60 rokov prekladu zo španielsky písaných literatúr do slovenčiny, Bratislava, AnaPress, 2006, pág. 7. 305 preconizado por Dubček), se dibuja un complejo y conflictivo panorama cultural en el que la traducción de las obras de las literaturas en español se vio influida, entre otros factores, por el empuje del naciente hispanismo (enseñanza universitaria y reflexión crítica y traductológica), por la apertura del mercado (interés por parte de las editoriales y de las revistas literarias) y, hasta finales de los ochenta, por la intervención, en la redacción de las traducciones y con frecuencia en la propia vida de los traductores, de la censura ideológica del régimen comunista.

Primeras traducciones

Es imprescindible señalar que los años cincuenta, marcados por un fuerte proceso de ideologización política, significaron, para el contexto de la traducción eslovaca, “el establecimiento definitivo de la traducción de la literatura soviética y rusa y de las literaturas del llamado bloque socialista. Esta llegó a ser una especie de norma y prioridad para las editoriales que, excepto unas excelentes traducciones de obras de máxima calidad, traían un número notable de textos con poca calidad y en muy mala traducción”526. En los años sesenta, en cambio, la situación se normalizó y la traducción, aunque de manera limitada, se abrió a las literaturas del oeste. El año 1965 fue clave para el contexto cultural eslovaco porque se fundó la Revista de literatura mundial (Revue svetovej literatúry, en adelante RSL), una de las revistas literarias más importantes del país que sigue aportando hasta hoy en día textos traducidos de las literaturas de todo el mundo. La revista resultó ser fundamental también para el afianzamiento del incipiente hispanismo eslovaco, fundado once años antes gracias también al trabajo del hispanista Vladimír Oleríny, quien recientemente nos ha abandonado a sus 94 años († 29 de abril de 2016). En una entrevista de

526 Bednárová, Katarína, “Kontexty slovenského umeleckého prekladu 20. storočia”, en Kovačičová, Oľga, Kusá, Mária (eds.), Slovník slovenských prekladateľov umeleckej literatúry 20. storočia A-K, Bratislava, VEDA, 2015, pág. 31. 306 2006 para la revista Fragment, el propio Oleríny recuerda que fue la traducción del Don Quijote de Cervantes, llevada a cabo en 1950 por el traductor y romanista eslovaco Jozef Felix, lo que sirvió de base para la fundación de los estudios hispanistas en Eslovaquia. Finalmente, en 1954, gracias a la colaboración entre Oleríny y Jozef Škultéty, empezó a enseñarse la lengua y la literatura española en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Comenius de Bratislava527. La invasión de las tropas del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia en 1968 supuso, sin embargo, como también señala Bednárová, una reorganización del espacio cultural eslovaco y, por ende, también del ámbito de trabajo de los traductores, quienes sufrieron un proceso de selección política cuyos efectos duraron hasta el fin del régimen socialista528. Baste citar, como ejemplo, el caso del traductor Peter Brabenec, quien tuvo que emigrar a Francia en 1981 porque se consideró que su actitud política se alejaba demasiado de los valores del régimen. Junto con la hispanista Nelida Noskovičová, Brabenec tradujo luego un libro de cuentos de Cortázar con el título de Solentinamská apokalypsa (Apocalipsis de Solentiname), pero por su condición de emigrado político su nombre no pudo aparecer en el libro. Fue en este ambiente y en este tiempo, sin embargo, que aparecieron las primeras traducciones de la obra del novelista colombiano Gabriel García Márquez, probablemente el máximo representante de la poética del realismo mágico y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982. Más concretamente, su obra entra en el contexto cultural y literario eslovaco en 1969 gracias a la primera traducción del cuento La prodigiosa tarde de Baltasar (Baltazárovo zázračné popoludnie), incluida en una

527 Más sobre el asunto se puede encontrar en Litvák , Ján, “Na Slovensku po španielsky (rozhovor Jána Litváka s Vladimírom Olerínym)”, Fragment, número 5- 6, 2006. Disponible en: http://www.frg.sk/2006_5_6_na_slovensku_po_spanielsky.htm Fecha de consulta (12.03.2017). 528 Véase Bednárová, Katarína, Kontexty slovenského umeleckého prekladu..., pág. 32. 307 antología de cuentos latinoamericanos titulada Dni a noci Latinskej Ameriky (Días y noches de América Latina), publicada por la editorial Slovenský spisovateľ y elaborada por el escritor y crítico literario chileno Yerko Moretić y el ya citado hispanista eslovaco Vladimír Oleríny. El libro fue bastante importante para el futuro hispanismo eslovaco, contenía prosa de los autores hasta entonces desconocidos en nuestro país y gracias al amplío epílogo de Moretić, el lector eslovaco pudo conocer el desarollo histórico, político y literario de los países latiniamericanos y entender mejor el impacto que tuvieron en la escritura de los distintos autores. Sucesivamente, en 1971, Oleríny tradujo la novela corta El coronel no tiene quien le escriba (Plukovníkovi nemá kto napísať), que se publicó en el tercer número de RSL y más tarde, en el año 1986, en forma de libro en la editorial eslovaca Ikar (posteriormente con dos reediciones, en 2004 y 2007). Oleríny, en el epílogo, describe la situación en la que se encontraba García Márquez en 1957. El escritor se había trasladado a París, donde sobrevivía humildemente. “Márquez estaba en una situación poco envidiable, esperando sus modestos honorarios con tal paciencia y esperanza como el protagonista de su novela corta su pensión de veterano militar”529. Oleríny describe el difícil camino del joven escritor, que tuvo que luchar –dicho simbólicamente– contra la falta de interés de las editoriales y que publicó el libro con sus propios recursos cuatro años más tarde, en 1961 (como ya mencionamos, la traducción eslovaca se realizó diez años más tarde). El traductor eslovaco destaca además los primeros tanteos y experimentos con nuevas técnicas narrativas, que luego García Márquez desarrollaría y potenciaría en otras novelas. Más concretamente, Oleríny considera que El coronel no tiene quien le escriba representa un esfuerzo de búsqueda y formación hacia la poética que luego García Márquez plasmaría de forma magistral en Cien años de soledad.

529 Oleríny, Vladimír, “Doslov”, en García Márquez, Gabriel, Plukovníkovi nemá kto napísať, Bratislava, IKAR, 2007, pág. 91. 308 Cien años de soledad

La novela más conocida de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad (1967), fue traducida al eslovaco por el traductor Ivan Puškáč y fue publicada bajo el título Sto rokov samoty por la editorial Tatran en 1973. En la misma editorial trabajaba también la traductora Jarmila Srnenská, quien más tarde se encargaría de la traducción de Crónica de una muerte anunciada, publicada en 1984 por la editorial Smena bajo el título Kronika vopred ohlásenej smrti. Fue ella, según señala Palkovičová, quien en el año 1967 trajo, tras una estancia en Cuba, un ejemplar de Cien años de soledad. Palkovičová también recuerda una conversación con el traductor de la novela, “Ivan Puškáč nos confirmó que había trabajado en la traducción más de dos años y que el trabajo largo, difícil y relativamente estereotipado no le satisfacía; por eso, después de la entrega del manuscrito, no se dedicó más a la traducción literaria”530. De todos modos, Cien años de soledad llegó a discutirse en el espacio científico de Eslovaquia antes de que apareciese su traducción. V. Oleríny, en un artículo publicado en 1971 en el tercer número de RSL, la describe como el mejor (y en aquella época el único) “bestseller” de América Latina y señala que primero tuvo que hacerse famosa en el mundo para llegar a serlo en el continente americano. Oleríny hace un análisis del plano temático y de la originalidad con la que García Márquez trata el mundo y la realidad y compara algunas de sus técnicas narrativas con las de Julio Cortázar. En su opinión, lo especial en las obras de García Márquez es la incorporación de motivos antiguos y bíblicos en la narración, gracias a los que la realidad adquiere una dimensión simbólica y mítica. La ciudad de Macondo es una metáfora de las épocas del desarrollo de los países latinoamericanos, desde los tiempos de la conquista hasta la llegada de las tecnologías modernas y el

530 Palkovičová, Eva, “Román Gabriela Garcíu Márqueza Cien años de soledad v slovenskom čase a priestore”, en Zvončeková, Dáša, Čas a priestor v prekladateľskej praxi: Od osvietenstva k temnu, Bratislava SSPUL, 2014, págs.169- 170. 309 establecimiento del moderno sistema político y burocrático, que García Márquez trata siempre con profundo sarcasmo. El artículo de Oleríny (1971) se cierra con una entrevista con García Márquez realizada por José Domingo y traducida por Nelida Noskovičová, entrevista en la que el autor colombiano describe los problemas a los que se enfrentó mientras estaba escribiendo su novela. García Márquez recuerda que al integrar los motivos mágicos a la narración se inspiraba en los acontecimientos de su infancia, cuando por causas desconocidas murieron sus abuelos y las termitas les devastaron la casa. Según las palabras del autor, el problema más difícil fue borrar la frontera entre lo mágico y lo real, es decir, conseguir que los sueños se entrelazaran con la realidad sin que el lector se diera cuenta. García Márquez sostiene que tardó veinte años en encontrar la fórmula narrativa adecuada. Una de las ideas más interesantes expresadas por García Márquez en esta entrevista es que la división de las literaturas en hispanoamericana, por un lado, y española, por otro, es injusta. Él considera más apropiado hablar de literatura escrita en español. Compara aquella división con las intenciones de diversificar las literaturas de América Latina según los distintos países. Según García Márquez, la ruptura más evidente llegó cuando aparecieron los primeros novelistas de éxito (los autores del llamado “boom”), porque se solía decir que la causa del fracaso de la novela latinoamericana era su poca tradición literaria. El autor colombiano rebate esta afirmación afirmando que la literatura hispanoamericana cuenta con una de las tradiciones literarias más ricas y antiguas de todo el mundo, la de la península ibérica. En 1974, un año después de la publicación de la traducción de Cien años de soledad, en el tercer número de RSL aparece una reseña de Vincent Šabík, uno de los redactores de la revista y más tarde redactor jefe de la revista Literárny týždenník (en adelante, LT), publicación que también contribuyó a la difusión de las traducciones de García Márquez en Eslovaquia. En su reseña, Šabík compara la novela con otras obras de las literaturas europeas, concretamente con las novelas de caballería de procedencia francesa y española; según él, García Márquez utilizó

310 elementos de la literatura de consumo, de la comedia moderna y elementos bíblicos. Šabík relaciona la novela con toda la prosa moderna latinoamericana, ya que García Márquez usa motivos y paisajes de las obras de autores como Carpentier, Bastos, Arguedas, Rulfo, Asturias, Cortázar, Borges, Fuentes, Rosa, Rivera y Llosa531. Se supone que Macondo es una proyección literaria de la ciudad natal de García Márquez, Aracataca, ciudad caracterizada por un fuerte sincretismo de razas y culturas y de la que García Márquez conocía perfectamente leyendas y supersticiones. Desde 1973 hasta hoy, Cien años de soledad ha tenido cuatro reediciones, la última de las cuales (de 2008) está agotada por completo y tampoco se puede encontrar en las librerías de segunda mano. Oleríny, en la ya mencionada entrevista para la revista Fragment del año 2006, recuerda que la edición de la primera traducción de la obra se vio afectada por la censura ideológica, todavía muy fuerte en los años setenta, de modo que el texto tuvo que ser revisado para las siguientes ediciones. Como ejemplo de intervención censora, Oleríny recuerda que durante las modificaciones editoriales del texto se borró la parte que narra de “un latifundista tan macho, que hacía el amor con todas las mujeres de su hacienda y, además, regaba las plantaciones con su miembro viril. Se trata de un ejemplo típico de hipérbole, uno de los recursos estilísticos de la mayoría de las obras de Márquez y, además, tal hipérbole tiene unas connotaciones socio-críticas y satíricas muy fuertes”532. Palkovičová, en un libro recién publicado con el título Hispanoamerická literatúra na Slovensku: optikou dejín prekladu a recepcie inojazyčných literatúr (La literatura hispanoamericana en Eslovaquia en la perspectiva de la historia de la traducción y de la recepción de las literaturas foráneas), nos ofrece una exhaustiva reflexión acerca de la traducción eslovaca de Cien años de soledad; ella también señala que en la primera edición eslovaca del libro fue muy fuerte la intervención de la censura, con

531 Véase Šabík, Vincent, “Gabriel García Márquez – Sto rokov samoty”, Revue svetovej literatúry, número 3, 1974, págs. 190-191. 532 Litvák, Ján, Na Slovensku po španielsky... 311 partes enteras del texto eliminadas, y que por lo tanto aquella traducción hubiera debido pasar por un atento proceso de revisión; sin embargo, aunque durante la redacción de la segunda edición, de 1984 (por la editorial Tatran), se restauraron algunas de las partes censuradas, en la versión final algunos pasajes seguían faltando. Y aún hoy en día siguen faltando: se considere o no el hecho como sorprendente o como escandaloso, la edición eslovaca de Cien años de soledad sigue siendo una edición “ligeramente mutilada”. Según Palkovičová, es muy instructiva la comparación entre la segunda edición y la tercera (de 1999, por Ikar): el responsable de la corrección de esta última fue Tomáš Oravec, quien no era hispanista y solo se centró en la eliminación de los errores gramaticales y estilísticos, sin reparar en que faltaban algunas partes del texto533.

Otras traducciones

Las obras de García Márquez han encontrado una gran popularidad entre los lectores de Eslovaquia, lo que impulsó a los traductores a que continuaran con sus traducciones. En 1978, la editorial Slovenský spisovateľ presentó El otoño del patriarca (Patriarchova jeseň), en la traducción de Peter Brabenec (el libro fue reeditado en 2009). La especificidad de esta novela nos la presenta el traductor en un breve prólogo, donde también se explican los métodos elegidos para la solución de los problemas a los que se había enfrentado durante el proceso de traducción. A pesar de que su traducción iba a forzar las estructuras gramaticales de la lengua eslovaca, Brabenec decidió conservar la forma del texto original, en particular el uso de la puntuación. Toda la novela está compuesta por largas cadenas de oraciones sin signos de puntuación, cadenas que a veces sobrepasan varias páginas. Por esta razón la obra es

533 Véase Palkovičová, Eva, Hispanoamerická literatúra na Slovensku: optikou dejín prekladu a recepcie inojazyčných literatúr, Bratislava, Univerzita Komenského, 2016, págs. 135-147. 312 muy difícil no solo de traducir, sino también de leer. Brabenec justifica su decisión con el fin de mantener las características del texto original, conservando sus especificidades y respetando la intención del autor. En el amplio epílogo de la primera edición (la segunda edición de 2009 no lo contiene), el hispanista Ladislav Franek subraya las principales diferencias entre El otoño del patriarca y Cien años de soledad. El personaje principal, un dictador golpeado y agobiado por la soledad, espera a que llegue su tiempo, porque todas las personas que él consideraba iguales y dignas de su amor están muertas. “Después de la muerte de estas personas muy cercanas se profundiza su sentimiento de enajenación que tiende a la muerte. García Márquez muestra un dictador cautivo de su propio poder”534. El motivo principal de la historia es la enajenación, que también está presente en las demás obras de García Márquez. Al finalizar el epílogo, Franek trata de poner de relieve la popularidad de las obras de García Márquez en cuanto a su recepción en la Unión Soviética, concretamente en comparación con las obras de Bulgákov y Gógol. Luego, al comentar la hipótesis de que las primeras obras de García Márquez fueron influidas por Kafka, añade que en esta obra aquella influencia no se confirma. En efecto, mucho se podría decir acerca de las influencias literarias en las obras de García Márquez. Por ejemplo, en la entrevista con Domingo antes citada535, el propio García Márquez expresó desacuerdo sobre el trabajo de algunos críticos que trataron de encontrar en sus obras algunos paralelismos con las novelas de Faulkner. Como él mismo añadió, después de la lectura de varios análisis entendió que la analogía se basa principalmente en la representación de las llanuras planas y secas del paisaje americano (Faulkner representa las norteamericanas y García Márquez las latinoamericanas). A finales de los años setenta, García Márquez y sus obras invadieron

534 Franek, Ladislav, “Doslov”, en García Márquez, Gabriel, Patriarchova jeseň, Bratislava, Slovenský spisovateľ, 1978, pág. 232. 535 Domingo, José, “Rozhovor s Gabrielom García Márquezom”, Revue svetovej literatúry, número 3, 1971, pág. 110. 313 el mundo de la literatura traducida al eslovaco y de la literatura eslovaca. Sirva como prueba que en aquella época, más concretamente en el año 1979, el por entonces joven escritor eslovaco Peter Jaroš (1940-) publicó su novela Tisícročná včela (La abeja de mil años), inspirada en la novela Cien años de soledad. Para poder entender bien las correlaciones entre las dos obras, añadimos una cita del trabajo de la hispanista Magda Kučerková. “El fenómeno geográfico en la literatura hispanoamericana es el creador de inexplicables imágenes en las que a menudo se entrelaza la parálisis admiradora y la tragedia del destino. [...] Todo esto se manifiesta en el retorno a las tradiciones orales y en la inspiración en la cultura popular y la mitología”536. El autor eslovaco también encuentra su fuente de inspiración en la naturaleza y en el espacio cultural eslovaco (tradiciones, mitología, etc.). En una entrevista de 2009, le preguntaron a Jaroš si se sentía influido por García Márquez. Él contestó: “Claro, y también por distintos autores españoles e hispanoamericanos; también por Alejo Carpentier, que es muy bueno. Pero los cuentos y canciones populares eslovacos también contienen muchos elementos mágicos”537. Esta fue una de las razones por las que las obras de García Márquez tuvieron, y hasta hoy en día todavía tienen, mucho éxito en Eslovaquia. En los años ochenta, el espacio cultural eslovaco experimentó cierta liberación, lo que afectó también a la traducción. También hubo una explosión de traducciones, por así decirlo, de las obras del autor colombiano. Solo en el año 1983 se tradujeron tres libros de prosas cortas seleccionadas y traducidas por Oleríny bajo los títulos Pohreb veľkej matróny (Los funerales de la Mamá Grande, editorial Ikar, 1ª y 2ª ed.), Neuveriteľne smutný príbeh o nevinnej Eréndire a jej bezcitnej starej matke (La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada, misma editorial y

536 Kučerková, Magda, Magický realizmus Isabel Allendeovej, Bratislava, VEDA, 2011, pág. 48. 537 Kopcsayová, Iris, “Peter Jaroš: Nič iné robiť neviem, len písať”, SME Kultúra, 2009. Disponible en: https://kultura.sme.sk/c/4332272/peter-jaros-nic-ine- robit-neviem-len-pisat.html Fecha de consulta (12.03.2017). 314 mismo número de reediciones), y Príbehy z Maconda (Las historias de Macondo, editorial Nakladateľstvo Pravda), que reúne las dos novelas cortas anteriores. El tema de estos libros es el de las mujeres matriarcales, cuyo comportamiento recuerda al de un dictador. En Los funerales de la Mamá Grande hay también otras historias que se caracterizan por unas imágenes absurdas y carnavalescas, como también indica el traductor en el epílogo. Se puede llegar a la conclusión, a partir de las entrevistas con el autor, que García Márquez a menudo volvía a reescribir sus cuentos y novelas, lo que Oleríny interpreta como un testimonio de su necesidad de escribir. En el número 3 de 1984 de la revista RSL, J. Srnenská publicó la traducción de una parte de la novela Kronika vopred ohlásenej smrti (Crónica de una muerte anunciada), con motivo de introducir la traducción entera, que saldría ese mismo año por la editorial Smena. Cabe destacar que cuando los traductores eslovacos decidían traducir la obra de García Márquez, trataban siempre de despertar el interés de los lectores mediante unas traducciones parciales en las revistas literarias. Srnenská, en el texto introductorio a la novela, la describe como si esta fuera un intento de García Márquez por superar el estilo de Cien años de soledad. García Márquez, en una entrevista con Plinio Apuleyo Mendoza de 1982, señala que la motivación para escribir esta novela le venía de antes y que su primera intención fue escribir un reportaje; solo en un segundo momento decidió elaborar el tema de una manera más artística538. A pesar de que la novela no despertó tanto interés como Cien años de soledad, sin duda se puede considerar como una novela de éxito en Eslovaquia, puesto que una de las editoriales más grandes del país (Ikar) decidió publicar su tercera reedición en 2007. Considérese también que en 1973 fueron publicados solo 7000 ejemplares de la primera edición de la traducción de Cien años de soledad (por la editorial Tatran), mientras que la primera edición de la traducción de Crónica de una muerte anunciada de 1984 (por

538 Véase Srnenská, Jarmila, “Kronika vopred ohlásenej smrti”, Revue svetovej literatúry, número 3, 1984, pág. 55. 315 la editorial Smena) se editó en 25 700 ejemplares539. En 1986, la editorial Slovenský spisovateľ publicó en un solo volumen, titulado Zlá hodina (La mala hora), tres novelas breves traducidas por V. Oleríny: la novela La hojarasca, bajo el título Opadané lístie, la ya mencionada novela El coronel no tiene quien le escriba, en eslovaco Plukovníkovi nemá kto napísať, y la novela La mala hora, con el título Zlá hodina (más tarde estas obras fueron publicadas individualmente por la editorial Ikar, la primera en 2003, la segunda en 2004 y la tercera en 2007). Las tres novelas fueron escritas antes de Cien años de soledad (en los años 1955, 1961 y 1962, respectivamente), y en la primera aparece por primera vez el motivo de la ciudad de Macondo. Cabe señalar que el espacio imaginario de Macondo inspiró a otro escritor eslovaco, Václav Pankovčín, quien en 1994 escribió una novela titulada Marakéš (Maráquesh). La novela de Pankovčín se desarrolla en un pueblo ficticio del mismo nombre, pero este Marakéš no se encuentra en África, sino en el este de Eslovaquia y tiene el mismo carácter de mito que Macondo.

Años noventa y primeros años del siglo XXI

Con los años noventa llegó a Eslovaquia la libertad política, lo que significó también una mayor libertad en la traducción. El 29 de diciembre de 1989 terminó la llamada Revolución de Terciopelo, con la que cayó el régimen comunista en Checoslovaquia, y pudo empezar la transición al capitalismo. En estos años de cambio y transformación, en el espacio cultural eslovaco “con regularidad aparecía la metáfora de las ventanas abiertas, abiertas al mundo de la libertad, al mundo de la literatura, a Europa”540.

539 Palkovičová, Eva, Hispanoamerická literatúra na Slovensku: optikou dejín prekladu a recepcie inojazyčných literatúr, Bratislava, Univerzita Komenského, 2016. 540 Bednárová, Katarína, “Kontexty slovenského umeleckého prekladu 20. 316 Esta nueva libertad política se reflejó también en las traducciones y en los trabajos científicos. Como ejemplo puede servir el artículo de Oleríny Autor jediného románu? (¿Autor de una única novela?) en el número 4 de 1990 de RSL, texto que luego acompañó la traducción de El General en su laberinto elaborada por la traductora Martina Slezáková. Oleríny, al describir el estilo de García Márquez para el lector eslovaco, añade que este pudo escribir su obra Cien años de soledad gracias a que los latinoamericanos descubrieron su propia realidad, vista sin los límites en los que intentaban encerrarla los dogmáticos de Stalin541. Antes del año 1990 difícilmente alguien hubiera podido escribir o publicar palabras contra el régimen comunista sin consecuencias serias (no solo) por parte de la censura. Otra traducción de la obra de García Márquez fue publicada en 1995: la colección de cuentos Doce cuentos peregrinos, traducidos por E. Palkovičová con el título Dvanásť príbehov z cudziny. Antes de ser publicado, el libro fue introducido en el número 19 de ese mismo año de la revista Knižná revue (en adelante KR), mediante la traducción del cuento Svetlo je ako voda (La luz es como el agua), con una noticia escrita por el crítico literario Dalimír Hajko. Este mismo autor elaboró también el epílogo del libro con el título Svet nepravdepodobnej krásy (Un mundo de belleza improbable), en el que intenta acercar al lector eslovaco la poética de García Márquez y su valiente búsqueda de lo mágico en lo real542. Poco tiempo después de la publicación del libro, apareció la primera reseña, publicada en el número 23 de la revista KR543. Hay que decir que la revista mencionada tenía, entre sus objetivos principales, el de presentar los nuevos libros no solo a los especialistas y las editoriales, storočia”, en Kovačičová, Oľga, Kusá, Mária (eds.) Slovník slovenských prekladateľov umeleckej literatúry 20. storočia A-K, Bratislava, VEDA, 2015, pág. 33. 541 Véase Oleríny, Vladimír, “Autor jediného románu”, Revue svetovej literatúry, número 4, 1990, pág. 128. 542 Véase Hajko, Dalimír, “Svet nepravdepodobnej krásy”, en García Márquez, Gabriel, Dvanásť príbehov z cudziny, Bratislava, H&H, 1995, págs. 218-219. 543 Véase Holka, Peter, “Tucet fascinujúcich poviedok”, Knižná revue, número 23, 1995, pág. 5. 317 bibliotecas o librerías, sino también a los propios lectores, contribuyendo mucho, de esta manera, al conocimiento y a la difusión del autor colombiano. En el año 1996, KR publicó un artículo de Jana Ozogánová titulado Gabriel García Márquez: “Žijem svoju vlastnú knihu” (“Vivo mi propio libro”), en el que se menciona el nuevo libro del autor Noticia de un secuestro, luego traducido por V. Oleríny en 2005 y publicado por la editorial Ikar. En 1997, E. Palkovičová se ocupó de traducir Del amor y otros demonios; previamente, se publicaron tres partes distintas del texto en las revistas KR (nº 19), LT (nº 44) y RSL (nº 3), bajo el título O láske a iných démonoch, anticipando así la publicación del libro, realizada por la editorial Slovenský spisovateľ unos meses después. El público científico no tardó en reaccionar y en 1998 se publicó la crítica de L. Franek a la traducción de Palkovičová, en el número 2 de la revista RSL. Unas veces Franek critica el excesivo entusiasmo en el plano léxico (la expresividad, la información añadida), otras subraya la maestría de la traductora a la hora de traducir expresiones sin equivalentes. En general, considera la traducción de Palkovičová como muy exitosa y creativa, aunque añade que el libro merecería un epílogo amplio y erudito. Hay que decir que los dos traductores pertenecen a dos generaciones distintas de hispanistas (y traductores) eslovacos (Franek entra en el espacio de la traducción eslovaca en los años setenta, Palkovičová en los años ochenta), y que también por este motivo existen divergencias entre ellos en cuanto al significado y las especificaciones de la práctica traductiva. Desde finales de los años noventa aparecieron muchas traducciones de las obras de García Márquez, realizadas no solo por los traductores de la generación más joven, como E. Palkovičová y M. Slezáková, sino también por el más importante traductor de la primera generación de hispanistas eslovacos, V. Oleríny. Este último tradujo Oči modrého psa (Ojos de perro azul), publicado por la editorial Slovart en 1999, y la ya mencionada obra Správa o jednom únose (Noticia de un secuestro), con un epílogo que explica los acontecimientos sucedidos en Colombia en la segunda mitad del siglo XX. Podemos destacar que Oleríny, quien conoció personalmente a García

318 Márquez y por primera vez introdujo su obra en el espacio cultural y literario eslovaco, hasta su muerte tradujo al eslovaco diez obras del autor colombiano, además de 130 obras de la literatura española e hispanoamericana (por lo que España le honró con la entrega de la condecoración de plata de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio). No es entonces sorprendente que se colocara una frase de García Márquez en la esquela de Oleríny: “El mundo habrá acabado de joderse el día en que los hombres viajen en primera clase y la literatura en el vagón de carga”. Las demás obras fueron traducidas por las dos traductoras M. Slezáková y E. Palkovičová. La primera tradujo en 2000 el libro Láska v čase cholery (El amor en los tiempos del cólera), en 2001 Generál v labyrinte (El general en su laberinto) y en 2004 la primera de las tres partes de sus memorias, bajo el título Román môjho života (Vivir para contarla), las tres publicadas por la editorial Ikar. En la misma editorial fueron publicadas las dos traducciones de E. Palkovičová, Spoveď stroskotanca (Relato de un náufrago), de 2004, y Spomienka na moje smutné pobehlice (Memoria de mis putas tristes), de 2005.

Conclusión

El éxito mundial de la literatura del boom y, más concretamente, de Cien años de soledad, marcó también en Eslovaquia las posibilidades de difusión de las novelas y los cuentos de García Márquez. La obra del escritor colombiano está presente en el contexto literario y cultural eslovaco desde el año 1969, en el que apareció la traducción del cuento La prodigiosa tarde de Baltasar, a cargo de V. Oleríny, solo cuatro años después de su publicación por la Universidad Veracruzana en la colección de cuentos Los funerales de la Mamá grande. Sin embargo, no hay dudas de que García Márquez llegó a ser popular solo en el año 1973, cuando fue traducida su obra cumbre Cien años de soledad, a la que precedieron las primeras muestras de interés científico por el autor.

319 La revista Revue svetovej literatúry jugó un papel muy importante en el asentamiento de las obras de García Márquez en Eslovaquia, ya que ofrecía posibilidades de publicación tanto para los traductores como para los científicos y críticos literarios, aunque también las revistas Knižná revue, Romboid y Literárny týždenník se hicieron eco de artículos, reseñas, entrevistas o noticias sobre la obra de García Márquez. La pauta casi siempre era la misma: presentación de la obra, mientras estaba en proceso de traducción, en una de las revistas mencionadas (o en varias), su publicación por una de las editoriales (Slovenský spisovateľ, Tatran, Nakladateľstvo Pravda, Smena y más tarde Slovart e Ikar) y la publicación de reseñas y críticas de la traducción en las mismas revistas. En total fueron traducidas al eslovaco dieciocho obras de García Márquez, muchas de las cuales tienen hoy en día reediciones agotadas, así que se pueden esperar otras. El orden en el que se elaboraron las distintas traducciones fue muy variable y distinto del orden en el que García Márquez escribió sus obras. Cien años de soledad se tradujo en 1973, aunque la novela se había publicado seis años antes. Esta traducción provocó un interés enorme en los lectores y en 1978 se publicó la traducción de otra novela, El otoño del patriarca, publicada en España por la editorial Plaza & Janés en 1975. Cabe señalar, en este período, la intervención de la censura comunista, cuyos efectos todavía se pueden notar en el texto de la novela más conocida de nuestro autor. Los años ochenta fueron muy productivos en cuanto a las traducciones. Se puede decir que la traducción de las obras de García Márquez fue monopolizada por Oleríny, excepto la traducción de Crónica de una muerte anunciada, realizada por J. Srnenská. Solo en 1983 se publicaron dos colecciones de cuentos, a las que separaba un decenio de las versiones originales (en el caso de la colección de cuentos Los funerales de la Mamá Grande se trataba de dos decenios). Aunque se traducía bastante, el espacio cultural y literario de aquel tiempo carecía de una reflexión científica muy amplia. Lo que sí merecería atención, son los epílogos añadidos a las traducciones y dedicados al espacio cultural y la situación política de

320 Colombia (u otros países de América Latina) o al tema y los métodos empleados por García Márquez al escribir sus obras. La situación mejoró a finales del siglo XX y a principios del siglo XXI. Con la introducción de un régimen político de tipo democrático y de la economía de mercado, también aumentó la atención hacia las obras de García Márquez, no solo por parte de los hispanistas (L. Franek, M. Kučerková, E. Palkovičová), sino también de los especialistas no orientados a la literatura hispanoamericana (D. Hajko, P. Holka, J. Ozogánová, A. Goldbach y otros). Surgen varias reseñas, artículos, ensayos, capítulos de libros o monografías enteras que tratan el tema de la obra mágico-realista de García Márquez empleando el método comparativo. Entre otras mencionamos la monografía de Magda Kučerková Magický realizmus Isabel Allendeovej (El realismo mágico de Isabel Allende), en la que se dedica un capítulo entero a la comparación de la obra de Allende con la de García Márquez544, o el libro de E. Palkovičová Hispanoamerická literatúra na Slovensku: optikou dejín prekladu a recepcie inojazyčných literatúr (La literatura hispanoamericana en Eslovaquia en la perspectiva de la historia de la traducción y de la recepción de las literaturas foráneas), que trata muy extendidamente el tema de las obras de García Márquez en Eslovaquia. En 2009, Igor Otčenáš tradujo del inglés el libro biográfico de Gerald Martin Gabriel García Márquez: život (Gabriel García Márquez: una vida), que a la muerte del escritor colombiano, el 17 de abril de 2014, fue reimpreso y está a disposición en las librerías, junto con las últimas reediciones de algunas de sus obras. Desde la traducción, en 2005, de los libros Memoria de mis putas tristes y Noticia de un secuestro, la traducción del libro de Martin es la única publicación que conmemora al autor colombiano. Sin embargo, también podemos contar con los trabajos finales (de grado y de máster) y las tesinas de los estudiantes de las universidades que ofrecen estudios de hispanismo, en Bratislava, Nitra o Banská Bystrica,

544 véase Kučerková, Magda, Magický realizmus Isabel Allendeovej, Bratislava, VEDA, 2011, págs. 44-65. 321 lo que significa que el escritor colombiano persiste en el contexto de la ciencia literaria eslovaca también en el ámbito académico, el ámbito en el que se está formando la nueva generación de traductores y especialistas que se dedicarán a la difusión, no solo de la obra de García Márquez, sino también de la obra de los demás autores de la literatura española e hispanoamericana.

322

CAPÍTULO XIII

THE CONSTRUCTION OF THE CURRENT POLITICAL DISCOURSE ON IMMIGRATION. A CONTRASTIVE CASE STUDY OF BARACK OBAMA AND DONALD TRUMP FROM A CRITICAL DISCOURSE ANALYSIS AND COGNITIVE PERSPECTIVE

Marta Martínez de Hurtado María Antonia Urquía Muñoz (Universidad Rey Juan Carlos)

Introduction

Nowadays immigration has undoubtedly become a conflictive issue at a global scale. The current number of people escaping from their countries to seek for asylum or to try to achieve a better life constitutes a huge challenge for the 21st century. Although it is known545 that for receiving countries, migration is the most important source of demographic growth and renewal for wealthy societies, recent terrorist activity and political disorder have aggravated the prospect. In this scenario, political discourse plays a fundamental role. According

545 https://www.brookings.edu/wpcontent/uploads/2016/09/fp_20160912_refu gee_migration_crisis.pdf 323 to Van Dijk546 it is a fact that “politicians, with the help of mass media, experts, scholars and sustaining bureaucracies are the ones who ultimately take the decisions on immigration policies” and provide the official description for the events that take place. The way they shape and deliver their message in their speeches or through media coverage is key in terms of how the population at large will receive it. This is why it is important to identify the intentions and ideologies underlying their language use. As Charteris Black states547, the political leaders´ linguistic performance “is essential to their overall persuasiveness”. For the purpose of this chapter we have focused our study and our corpus in two political speeches given respectively by former United States President Barack Obama and his successor in office and present U.S President, Donald Trump. The United States of America’s political role has always been decisive in global matters and therefore drawn international consideration. The current immigration dilemma is not an exception to this and is present in both leaders’ discourses but, of course, with opposite approaches and different rhetoric. This case study compares Obama’s and Trump´s attitude towards the subject of immigration. The speeches on which we base our analysis were both given in 2016. During this year Obama was still president of the United States whereas Trump was in the midst of his political campaign to win the elections. 548Barack Obama, the first African-American leader in the history of the United States, became president in 2009. After winning reelection in 2012 he focused on securing legislation on immigration reform. During his office he was always divided between two sectors of population, one of them blaming him for not fighting hard enough against illegal immigration and the other one becoming growingly disappointed by the increasing number

546 Van Dijk, T. (1993): Political Discourse and Racism. Describing Others in Western Parliaments. University of Amsterdam, Program of Discourse Studies, page. 33. 547 Charteris- Black, J. (2005). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. First edition, page 1. 548 https://millercenter.org/president/obama/life-in-brief 324 of deportations being carried out.549 His legacy left mixed feelings on the immigrant part of his voters. His major achievement was creating DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals) which provided more than 800,000 young undocumented immigrants known as DREAMers with two years temporary work permits and protection from deportation. On the other side of the coin, more than 2.8 million undocumented immigrants deported from 2009-2016, a record never before reached by any other president. Obama's successor, president Donald Trump was born in 1946, a businessman and television celebrity before entering politics, he took the oath of office in January 2017. From the beginning of his campaign to win the elections he made his anti-immigration rhetoric a main issue which lured the attention of the media. His promises of building a border United States-Mexico wall, imposing limits on legal immigration and banning the entry of travelers from various majority Muslim countries became well known by everyone and were given wide publicity. This aroused the fear of a vast majority of immigrants living in the country who, at present, dread the deportation of millions of people under his mandate.

Theoretical framework

Our analysis of Obama’s and Trump’s political discourse on immigration focuses on the theoretical framework of Lakoff & Johnson´s (1980, 1999) Conceptual Metaphor Theory, the Critical Metaphor Analysis developed by Charteris- Black (2005, 2011) and Van Dijk`s research work and analysing structure on political discourse and racism included in Discourse as Social Interaction (1997) and Political Discourse and Racism. Describing Others in Western Parliaments (1993).

549 http://www.nbcnews.com/storyline/president-obama-the-legacy/obama- leaves-behind-mixed-legacy-immigration-n703656

325 We should also like to point out that the study of conceptual metaphor in this chapter is qualitative and not quantitative; and therefore, we have not carried out a statistical quantification of metaphorical density. It also analyses from a cognitive stance the main family models and folk stories which have been examined by Lakoff and Johnson (1999) highlighting the inseparability of metaphors from their experiential foundation. Moreover, these scholars challenge classical philosophical conventions on the understanding of reasoning, providing empirical evidence that reasoning is not disembodied and that our everyday thought is deep-rooted with forms of everyday knowledge or values which are widely accepted in a culture. We should also like to point out that not all the conceptual metaphors found in the speeches are universal. Regarding our analysis, metaphorical expressions shall be written in italics and conceptual metaphors will be in capital letters.

Conceptual Metaphor Theory

The essence of Lakoff & Johnson´s theory (1980) of metaphor is to highlight that metaphors are not merely fanciful rhetorical devices but play a major role in understanding concepts in terms of others. When mapping domains onto different domains, analogies and logical inferences are produced. According to Kövecses550 the cognitive linguistic view of metaphor developed by Lakoff & Johnson (1980) is defined as understanding one conceptual domain in terms of another conceptual domain. This scholar also distinguishes conceptual metaphor from linguistic expressions. The latter are words or other linguistic expressions that come from the language or terminology of the more concrete domain. Lakoff & Johnson551 argue that

550 Kövesces, Z.. (2002) Metaphor. A Practical Introduction. Oxford University Press, page 4. 551 Lakoff, G. & M. Johnson (1980): Metaphors We Live By. Chicago: Chicago 326 since metaphorical expressions in our language are tied to metaphorical concepts in a systematic way, we can use metaphorical expressions to study the nature of metaphorical concepts. Kövesces552 explains the difference between source domains and target domains. The conceptual domain from which we draw metaphorical expressions to understand another conceptual domain is called the source domain, while the target domain is the domain that we understand through the use of the source domain. Examples of a target domain are love and an example of a source domain is a journey. Hence, the latter underlies the conceptual metaphor: LOVE IS A JOURNEY. Lakoff & Johnson553 provide the following examples:

Look how far we´ve come. We are at the crossroads. We´ll just have to go our separate ways. We can´t turn back now. I don´t think our relationship is going anywhere.

Critical Metaphor Analysis

According to the Critical Metaphor Analysis theory developed by Charteris- Black554, Critical Metaphor Analysis is an approach to the analysis of metaphors that aims to identify the intentions and ideologies underlying language use. This analysis555 consists of three stages: first metaphors are

University Press, page 7. 552 Kövesces, Z. (2002) Metaphor. A Practical Introduction. Oxford University Press, page 4. 553 Lakoff, G. & M. Johnson (1980): Metaphors We Live By. Chicago: Chicago University Press, page 44. 554 Charteris- Black, J. (2004). Corpus Approaches to Critical Metaphor Analysis. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan, page 34. 555 Charteris- Black, J. (2005). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. First edition, page 26. 327 identified, secondly they are interpreted and then they are explained. He further states556 that persuasion in political speeches is performed by a selection of metaphors in combination with other rhetorical strategies. Moreover, this scholar explains that cognitive characteristics of metaphor cannot be treated in isolation from other persuasive rhetorical features in the discourse context. In the analysis of political discourse, Charteris- Black557 explains that a common way of communicating ideology is through myth. According to Charteris- Black558:

“A myth is a story that provides an explanation of all things for which explanations are felt to be necessary. These could be origins of good and evil, the origins of the elements, of male and female or anything else that is believed to be mysterious and so forth. It provides a narrative- based representation of intangible experiences which are unconsciously linked to emotions such as sadness, happiness and fear.”

Political Discourse and Anti-immigration Analysis

Van Dijk`s study559 focuses on the discursive structures and strategies used in political discourse that are more typical in the reproduction of ideologies, culture and racism. Among them the most significant ones are the overall meanings or topics used by dominant political group members or institutions, the lexical semantics, coherence, implications, presuppositions, descriptions, other properties of propositions and their

556 Charteris- Black, J. (2005). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. First edition, page 29. 557 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition. 558 Charteris- Black, J. (2005). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. First edition, pages 22-23. 559 Chilton , P & Schäffner , C. (1997). “Discourse and politics” in Van Dijk Teun A (Ed.) (1997) Discourse As Social Interaction. Discourse studies: A multidisciplinary Introduction..Volume 2. London: Sage Publications, page 170. 328 relationships in discourse. The style is also a main element through the selection of special words, pronouns and syntactic structures. According to this author560 one main strategy in the dominant political discourse in Europe and the United States is to “enact ethnic conflict, polarization and dominance by presenting the “others” in negative terms and “us” in positive terms. Thus, he creates a framework of various characteristic overall strategies to support this notion561, including: positive self-presentation, negative other-presentation, denial of racism, apparent sympathy, fairness, top-down transfer and justification.

PRACTICAL FRAMEWORK Analysis of Obama’s Speech562

Before addressing the issue of immigration Obama provides a brief outline of the political challenges he has had to deal with, such as the economic crisis, education, health care reform and environmental issues. Obama begins his speech by thanking Pastor Hybels, President Neil Kerwin, President of the American University, Hilda Solis, Secretary of Labor, and members of his administration; all the members of Congress and the American University. He also appeals emotionally to the audience by mentioning late Ted Kennedy who was known as the “Lion of the Senate.” Since this chapter deals with immigration we have only focused on the latter. The analysis focuses on four different aspects: The passage of the

560 Chilton , P & Schäffner , C. (1997). “Discourse and politics” in Van Dijk Teun A (Ed.) (1997) Discourse As Social Interaction. Discourse studies: A multidisciplinary Introduction..Volume 2. London: Sage Publications, page 165. 561 Van Dijk, T. (1993): Political Discourse and Racism. Describing Others in Western Parliaments. University of Amsterdam, Program of Discourse Studies, pages 36-38. 562 Transcript of President Obama's Immigration Address at American University. http://www.american.edu/media/president_obama_visit_transcript.cfm. Retrieved on (March 15, 2017).

329 immigration law in Arizona (2016) Obama’s immigration reform (2016), immigrants and the myth of the American Dream.

The passage of the immigration law in Arizona (2016)

Obama begins by highlighting that the bill regarding immigration reform in Arizona in the year 2016 was a source of conflict. The passage of the law refers to a bill that would keep undocumented immigrants in prison for lengthier periods of time before they were turned over to federal immigration authorities. The bill appeared six years after Arizona passed the nation's hardest law on undocumented immigrants. This law which was signed by Governor Jan Brewer in April 2010 forced police officers to ask for papers and allowed them to arrest a person without an authorization if the officer believed the person had committed an offense that made them deportable. Kövecses563 states that the concept of FIRE is a very common source domain for many target domains. The concepts of fire and heat are mainly linked with emotions such as anger, love, desire, and so forth. The emotion of anger and turmoil that the passage of the bill provoked is portrayed in the following extracts:

Extract 1: In recent days, the issue of immigration has become once more a source of fresh contention in our country, with the passage of a controversial law in Arizona and the heated reactions we’ve seen across America.

Extract 2: And it’s not just that the law Arizona passed is divisive -– although it has fanned the flames of an already contentious debate. Laws like Arizona’s put huge pressures on local law enforcement to enforce rules that ultimately

563 Kövesces, Z.. (2002) Metaphor. A Practical Introduction. Oxford University Press, pages 112-113. 330 are unenforceable. It puts pressure on already hard-strapped state and local budgets. In extract 1, the metaphorical expression heated reactions is an instance of Kovecses564 fire metaphor CONFLICT IS HEAT. In extract 2, the conflict provoked by the passage of the law is also conceptualized in terms of fire. According to the on-line version of the Cambridge Dictionary565, one of the entries for the verb to fan is to blow air at a fire to make it burn more strongly. The lexical evidence it has fanned the flames of an already contentious debate, which also underlies the fire metaphor CONFLICT IS FIRE, conveys an increase in the intensity of fire, which implies intensification in the level of confrontation. On the other hand, the metaphorical expression Laws like Arizona’s put huge pressures on local law enforcement to enforce rules that ultimately are unenforceable underlies an example of Lakoff & Johnson’s566 Ontological Metaphor of Personification, where the object, in this case, law, is further specified as being a person, an active agent that puts pressure. Obama uses the rhetorical device of antithesis: to enforce rules that ultimately are unenforceable in combination with the metaphor of personification. According to Charteris- Black567 metaphor is especially persuasive when it is combined with the semantic relation of contrast i.e. antithesis. On the other hand, the lexical evidence of hard-strapped state relies on our knowledge of hard-strapped as a difficulty to move or to change. Therefore, the latter triggers Lakoff & Johnson´s 568 metaphor DIFFICULTIES ARE IMPEDIMENTS TO MOVEMENT and consequently

564 Kövesces, Z.. (2002) Metaphor. A Practical Introduction. Oxford University Press, page 202. 565 Fan http://dictionary.cambridge.org/dictionary/english/fan. 566 Lakoff, G. & M. Johnson (1980): Metaphors We Live By. Chicago: Chicago University Press, page 33. 567 Charteris- Black, J. (2005). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. First edition, page 197. 568 Lakoff, G. & Johnson, M. (1999): Philosophy in the Flesh: The Embodied Mind and its Challenge to Western Thought. New York: Basic Books, page 190.

331 being hard-strapped entails DIFFICULTIES ARE IMPEDIMENTS TO CHANGE.

Obama´s Immigration Reform (2016)

Another important issue was Obama´s immigration reform which was blocked in 2016. Obama’s strategy was to exonerate approximately 4 million undocumented immigrants from mass deportations that would that would split many families apart. These immigrants encompassed on the one hand, those who had lived illegally in the US at least since 2010, and on the other the other hand, those who had no criminal record and had children who were US citizens or legal permanent residents. The following extracts convey Obama´s attitude towards the blockage of his reform by the Federal Court.

Extract 3: And I’ve spoken with representatives from a growing coalition of labor unions and business groups, immigrant advocates and community organizations, law enforcement, local government -– all who recognize the importance of immigration reform……, who nonetheless share a sense of urgency; who understand that fixing our broken immigration system is not only a political issue, not just an economic issue, but a moral imperative as well.

Extract 4: So, we’ve made progress. I’m ready to move forward; the majority of Democrats are ready to move forward; and I believe the majority of Americans are ready to move forward. But the fact is, without bipartisan support, as we had just a few years ago, we cannot solve this problem. The lexical evidence fixing our broken immigration system, in extract 3 evokes the source domain of machines since when machines falter they need repairing. Therefore, the latter entails that the reform is the means to

332 repair the immigration system. The urgency of repairing the mentioned system is also conceptualized as a moral imperative. In extract 4, the metaphorical expressions we’ve made progress. I’m ready to move forward; the majority of Democrats are ready to move forward; and I believe the majority of Americans are ready to move forward, evoke the domain of journeys, where achieving a purpose is understood as reaching a destination. These are instances of Lakoff’s & Johnson´s569 LOCATION EVENT STRUCTURE metaphor. The location version of EVENT STRUCTURE metaphor explained by these scholars provides several metaphors connected with movement and the lack of movement. The above mentioned lexical evidence is an instance of the MAKING PROGRESS IS FORWARD MOVEMENT, which implies positive development. Obama repeats the words move forward three times. As Charteris- Black570 states repetition communicates a sense of conviction.

Extract 5: Even as we are committed to doing what’s necessary to secure our borders, even without passage of the new law, there are those who argue that we should not move forward with any other elements of reform until we have fully sealed our borders. However, the linguistic expression in extract 5 we should not move forward, activates Lakoff’s metaphor (1994) CAUSED INABILITY TO ACT IS PREVENTION OF MOTION which entails a lack of positive development in the implementation of the Democratic party´s immigration reform.

Extract 6: Today, we have more boots on the ground near the Southwest border than at any time in our history. Let me repeat that: We have more boots on

569 Lakoff, G.& Johnson, M. (1999): Philosophy in the Flesh: The Embodied Mind and its Challenge to Western Thought. New York: Basic Books, pages 179-194. 570 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 10. 333 the ground on the Southwest border than at any time in our history. As Semino holds571 “A metonymy involves a mapping between elements that can be seen as a part of the same conceptual domain, rather than the elements belonging to different domains”. In extract six, Obama addresses the issue of securing the borders of the USA by using the lexical evidence boots which is a metonym for immigration law officers. Obama repeats the metonym to convey the audience his strong belief that the borders are secured.

Extract 7: Unfortunately, reform has been held hostage to political posturing and special-interest wrangling -– and to the pervasive sentiment in Washington that tackling such a thorny and emotional issue is inherently bad politics. In the extract above, the lexical evidence reform has been held hostage is an ontological metaphor of personification. Semino 572 argues that “personification is a particularly important and pervasive type of metaphor since it involves the use of our experience and knowledge”. Our knowledge of being held hostage implies a lack of freedom. Therefore, Obama conceptualizes the impediment to go ahead with the reform as a lack of freedom to choose. The phrases political posturing and special-interest wrangling entail that the politicians who do not agree with the immigration reform only think about themselves and not the needs of the community.

Extract 8: And, yes, this is an emotional question, and one that lends itself to demagoguery. Time and again, this issue has been used to divide and inflame -– and to demonize people. And so, the understandable, the natural impulse among those who run for office is to turn away and defer this

571 Semino, E. (2008): Metaphor in Discourse. Cambridge: Cambridge University Press, page 20. 572Semino, E. (2008): Metaphor in Discourse. Cambridge: Cambridge University Press, page 101. 334 question for another day, or another year, or another administration. In extract 8, regarding the blockage of the immigration reform, Obama uses a fire metaphor via the lexical evidence to inflame and the source domain of religion to demonize. As Kovecses573 holds the heat- fire source is not only restricted to emotions . This source domain can have as its scope any intense situations (actions, events, states). The metaphorical expression this issue has been used to inflame is an instance of Kovecses´s574 metaphor CAUSATION IS LIGHTING and its metaphorical entailment CAUSE OF A SITUATION IS CAUSE OF HEAT. The Cambridge on-line Dictionary575 defines the verb to demonize as to try to make someone or a group of people seem as if they are evil. Thus, the metaphorical expression is grounded in religion.

Immigrants

The following extracts provide Obama´s attitude towards immigrants.

Extract 9: These women, and men and women across this country like them, remind us that immigrants have always helped to build and defend this country -– and that being an American is not a matter of blood or birth. It’s a matter of faith. It’s a matter of fidelity to the shared values that we all hold so dear. That’s what makes us unique. That’s what makes us strong. Anybody can help us write the next great chapter in our history. According to Charteris- Black576 metaphors are especially effective when

573 Kövesces, Z.. (2002) Metaphor. A Practical Introduction. Oxford University Press, pages 114-115. 574 Kövesces, Z.. (2002) Metaphor. A Practical Introduction. Oxford University Press, page 115. 575 Demonize. Cambridge on-line dictionary http://dictionary.cambridge.org/dictionary/english/demonize. Retrieved on (February 25, 2017). 576 Charteris- Black, J. (2005). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. First edition, page 197. 335 combined with other metaphors and nested metaphors drawing upon two or more source domains are likely to be more effective than those that draw on a single source domain because they create multiple arguments. In the above extract 9, several metaphors are nested. The source domains of building and defense metaphors are mapped onto the target domain immigrants through the lexical evidence that immigrants have always helped to build and defend this country. Immigrants are conceptualized as builders and defenders of the nation. The metaphorical expression immigrants have always helped to build and defend this country underlies the conceptual domain of war and the conceptual metaphor NATION IS A BUILDING. The metaphorical expression being an American is not a matter of blood is overlapped with the metaphorical expression American is not a matter of birth. As Charteris- Black577 states: We know through our understanding of DNA that ethnicity and blood are closely related. Therefore, the linguistic evidence of being an American is not a matter of blood underlies the author’s conceptual metonym BLOOD FOR ETHNICITY. Moreover, the linguistic expression being an American is not a matter of blood triggers the conceptual metaphor BEING AN AMERICAN IS NOT A MATTER OF ETHNICITY. Likewise, birth can stand for the place of birth within the United States which could be related to social status or to a foreign origin. In this case both blood and birth frame immigration through the rhetorical device of parallelism. Obama uses the strategy to include all Americans whether they are immigrants or not. The expression: Being American is a matter of faith. It´s a matter of fidelity to the shared values we all hold so dear is grounded in the principles of the American Founding documents578 which include the Declaration of Independence, the Constitution, the Bill of Rights, and others written between 1764 and 1791. The latter, convey the philosophical,

577 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 49. 578 Founding Documents: https://www.billofrightsinstitute.org/founding- documents/ /Retrieved on (February 15, 2017) 336 traditional, and political foundations on which America as a nation was built and which continue to shape their conception of free society. The use of the inclusive “we” also implies a sense of unity. As Chateris- Black579 states another quite novel use of metaphor by Obama expresses his commitment to a culture of books and formal learning. The lexical evidence: Anybody can help us write the next great chapter in our history refers to the above- mentioned author´s book metaphor. The fact of writing a new chapter implies exhortation to action to move ahead in order to build a better future.

Extract 10: Now, we can’t forget that this process of immigration and eventual inclusion has often been painful. So this steady stream of hardworking and talented people has made America the engine of the global economy and a beacon of hope around the world. . Our founding was rooted in the notion that America was unique as a place of refuge and freedom for, in Thomas Jefferson’s words, “oppressed humanity”. In this part of Obama´s speech, extract 10, there are three source domains which include the source domain of pain that is grounded in our bodily experience plus the source domains of machines and light. The metaphorical expression: Now, we can’t forget that this process of immigration and eventual inclusion has often been painful, underlies the conceptual metaphor IMMIGRATION IS A PAINFUL PROCESS. In addition, the lexical evidence: So this steady stream of hardworking and talented people has made America the engine of the global economy and a beacon of hope around the world reveals two source domains, mentioned above, the domain of machines and the domain of light. These source domains which are mapped on the target domain of immigration trigger two conceptual metaphors, IMMIGRANTS ARE AMERICA´S ENGINE OF THE GLOBAL ECONOMY and IMMIGRATION IS HOPE.

579 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 299.

337

Extract 11: The result is an estimated 11 million undocumented immigrants in the United States………… But because they live in the shadows, they’re vulnerable to unscrupulous businesses who pay them less than the minimum wage or violate worker safety rules. According to the Cambridge on-line dictionary580 a shadow is an area of darkness in which people and things cannot be seen. The lexical evidence they live in the shadows, which refers to undocumented immigrants, underlies the conceptual metaphor BEING AN UNDOCUMENTED IMMIGRANT IS BEING INVISIBLE581 Metaphors that imply darkness involve a negative evaluation of a given situation which is the defenselessness of the undocumented immigrants regarding their employment rights. Moreover, the metaphorical expression unscrupulous business, which is an ontological metaphor of personification, intensifies the fact that businesses are abusing immigrants’ civil rights. As Charteris- Black582 explains the metaphor of innocence which in this case is conveyed by the lexical item vulnerable, is rhetorically effective due to the fact that immigrants are conceptualized as victims.

Extract 12: Our laws should respect families following the rules -– instead of splitting them apart. ….. And we should stop punishing innocent young people for the actions of their parents by denying them the chance to stay here and earn an education and contribute their talents to build the country where they’ve grown up. The DREAM Act would do this, and that’s why I

580 Shadow. Cambridge on-line dictionary http://dictionary.cambridge.org/dictionary/english/shadow. Retrieved on (March 21, 2017). 581 López Cirugeda, I & Sánchez Ruiz, R (2013 ) mention the conceptual metaphor: BEING IN THE SHADOWS IS BEING AN UNDOCUMENTED IMMIGRANT, page 94. 582 Charteris- Black, J. (2005). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. First edition, 193. 338 supported this bill as a state legislator and as a U.S. senator -- and why I continue to support it as president. In the above extract, Obama backs up the DREAM Act. THE DREAM Act is an acronym for The Development, Relief, and Education for Alien Minors Act. The objective of this Act is to provide a way to legal status for the thousands of undocumented students who graduate from high school each year. The metaphorical expression: And we should stop punishing innocent young people opposes the Strict Father Family Model. Lakoff & Johnson583 (1999) provide an in-depth analysis of the Strict Father and Nurturant Parent models highlighting that each of these models have their own distinctive morality. Lakoff & Johnson584 explain that according to the Strict Father model, the father imposes moral values of what is right or wrong by reward and punishment. As these scholars further discuss reward and punishment are moral in the Strict Father model because through obedience the child develops the self-discipline and character needed to be able to survive in a competitive environment. Moreover, the father is seen by the family as the maximum authority. In addition, the lexical evidence innocent young people triggers the metaphor of innocence which according to Charteris- Black585 is rhetorically effective. Undocumented immigrants’ offspring are conceptualized as victims.

THE AMERICAN DREAM Charteris-Black586 provides an in-depth study of how Obama draws on the myth of the American dream in his political speeches.

583 Lakoff, G.& Johnson, M. (1999): Philosophy in the Flesh: The Embodied Mind and its Challenge to Western Thought. New York: Basic Books. 584 Lakoff, G.& Johnson, M. (1999): Philosophy in the Flesh: The Embodied Mind and its Challenge to Western Thought. New York: Basic Books, pages 313-314. 585 Charteris- Black, J. (2005). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. First edition, page 193. 586 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition. 339 Extract 13: And then there are the countless names and the quiet acts that never made the history books but were no less consequential in building this country -- the generations who braved hardship and great risk to reach our shores in search of a better life for themselves and their families; the millions of people, ancestors to most of us, who believed that there was a place where they could be, at long last, free to work and worship and live their lives in peace. In this passage, the source domain of building is combined with the myth of the American dream which in this case as Charteris- Black states587 “originates in the historical memory of many present day Americans that came to North America to build a better life that was free from prosecution, poverty or famine that they had experienced elsewhere.” The metaphorical expression building this country, which is an instance of the building metaphor NATION IS A BUILDING, is rhetorically effective because it conceptualizes immigrants who came to North America in a positive way. Besides, according to López & Sánchez588, “THE NATION IS A BUILDING metaphor emphasises the idea of effort.” On the other hand, the metaphorical expression: the generations who braved hardship and great risk to reach our shores in search of a better life for themselves and their families; triggers two conceptual metaphors: IMMIGRATION IS COURAGE and IMMIGRATION IS HARDSHIP.

Extract 14: Our founding was rooted in the notion that America was unique as a place of refuge and freedom for, in Thomas Jefferson’s words, “oppressed humanity” But the ink on our Constitution was barely dry when, amidst conflict, Congress passed the Alien and Sedition Acts, which placed harsh

587 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 282. 588 López Cirugeda I & Sánchez Ruiz, R (2014) “Conceptual Metaphor in Michelle Obama´s Speeches 2012.Re-election Speeches” Revista de Filología Inglesa .35, page 143. 340 restrictions of those, suspected of having foreign allegiances. . In this extract, the lexical evidence: Our founding was rooted in the notion that America was unique as a place of refuge and freedom for, in Thomas Jefferson’s words, “oppressed humanity, is based on the above-mentioned Declaration of Independence which was written by the third president of the Unites States, Thomas Jefferson. Moreover, as Charteris- Black589 holds,” Obama’s reference to the Declaration of Independence, identifies with the ´white´, dreams of those who trace their heritage to the struggle against colonialism, together with the ´black dreams of those who fought for their civil rights”. The lexical evidence oppressed humanity is a metonym for Americans who suffered the political and economic dominance of the British Empire in the 18th century.

Extract 15: Finally, we have to demand responsibility from people living here illegally. They must be required to admit that they broke the law. They should be required to register, pay their taxes, pay a fine, and learn English. They must get right with the law before they can get in line and earn their citizenship. Charteris-Black590 explains that “the myth of the American Dream can either have the individualistic appeal or reward for personal effort, or a social appeal based on shared difficulties experienced by blacks or whites.” The linguistic evidence in the above extract refers to the individualist appeal of reward for personal effort. This implies that undocumented immigrants should earn their citizenship through personal effort.

Extract 16: She imagined the sight of a giant statue at the entry point of a great

589 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 282. 590 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 283. 341 nation -– but unlike the great monuments of the past, this would not signal an empire. Instead, it would signal one’s arrival to a place of opportunity and refuge and freedom.

“Here at our sea-washed, sunset gates shall stand,” she wrote, A mighty woman with a torch… From her beacon-hand Glows world-wide welcome… “Keep, ancient lands, your storied pomp!”… “Give me your tired, and your poor, Your huddled masses yearning to be free… Send these, the homeless, tempest-tossed to me, I lift my lamp beside the golden door!”

In this extract Obama refers to the nineteenth century Jewish-American poet Emma Lazarus who described the sight of a giant statue at the entry point of a great nation and describes the Statue of Liberty as a visual metaphor of the American Nation, as a land of opportunity, refuge and freedom. The poem called New Collossus written by the above-mentioned poet is shown on the base of the Statue of Liberty and it evokes the source domain of light via the metaphorical expressions: A mighty woman with a torch… From her beacon-hand and I lift my lamp beside the golden door”. These imply a personification metaphor of the nation as a mighty woman who opens the door to suffering immigrants who are seeking the American Dream and entail the conceptual metaphors IMMIGRATION IS HOPE, HOPE IS LIGHT591, AMERICA IS A MIGHTY WOMAN WITH A TORCH and THE STATUE OF LIBERTY IS AN OPEN DOOR.

Extract 18: Let us remember these words. For it falls on each generation to ensure that that lamp -– that beacon -– continues to shine as a source of hope around the world, and a source of our prosperity here at home.

591 Lakoff´s Conceptual Metaphor Homepage http://www.lang.osaka- u.ac.jp/~sugimoto/MasterMetaphorList/metaphors/Hope_Is_Light.html 342 The above extract is the end of Obama’s speech. As Charteris- Black592 holds: “the concluding part of a speech according to Classical rhetoricians, has a high impact since the last words that the audience hears before taking a decision are the most persuasive” It reflects the myth of the AMERICAN DREAM which as the mentioned scholar593 holds, may be broadly paraphrased as “hopes for a future that is better than the present.” The interpretation of a dream as being social is a left-wing democratic myth. Obama´s light metaphorical expressions: For it falls on each generation to ensure that that lamp -– that beacon -– continues to shine as a source of hope around the world, and a source of our prosperity here at home which refer to the Statue of Liberty are based on the conceptual metaphors HOPE IS LIGHT and PROSPERITY IS LIGHT. According to Charteris- Black594 as a stylistic feature these kinds of light metaphors frequently occur at the end position of speeches which intensifies their meaning, as is the case with the final inspiring lines which Obama uses in his speech.

Analysis of Trump’s speech595

The speech delivered by Trump in Phoenix, Arizona on 31st August 2016 represents one of the hardest versions of his anti-immigration discourse. As a candidate for the presidential elections he promises to build a wall and make Mexico pay for it. He also promises to expel all the undocumented from the country to make them come back legally and

592 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 301. 593 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 39. 594 Charteris- Black, J. (2005). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. First edition, page 52. 595 Transcript: Donald Trump's full immigration speech, annotate. Los Angeles Times. http://www.latimes.com/politics/la-na-pol-donald-trump-immigration-speech- transcript-20160831-snap-htmlstory.html . Retrieved on (March 15, 2017). 343 claims that the important thing about migration policies is not what is good for immigrants but what is good for North American citizens.

Extract 1: Thank you. That's a lot of people, Phoenix, that's a lot of people. Thank you very much. Thank you, Phoenix. I am so glad to be back in Arizona. This state has a very, very special place in my heart. I love people of Arizona and together we are going to win the White House in November. Now, you know this is where it all began for me. Remember that massive crowd also. So, I said let's go and have some fun tonight. We're going to Arizona, OK? According to Charteris- Black596 classical rhetoric distinguished between issues of structure and style. In the case of the taxis or structure of a speech, this contained five stages, the first one of which was the exordium or introduction “in which the speaker aims to ingratiate the audience”. In order to do this he/she uses “techniques such as flattery orientated towards the speaker”. This is reflected at the beginning of Trump’s speech where he clearly tries to gain favor of his listeners. We can see a structure of repetition in this extract which is only a first example of how Trump uses it continuously in his discourse: Thank you. Thank you very much. Thank you, Phoenix. That's a lot of people, Phoenix, that's a lot of people. This state has a very, very special place in my heart. It is a main characteristic of his public speaking style and he will return to it in many other parts of this speech. According to Charteris- Black597 as

596 Charteris- Black, J. (2005). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. First edition, page 4. 597 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 10. 344 mentioned before repetition communicates a sense of conviction. By using it Trump attempts to appeal to his audience’s emotions and convince them of how exceptional they are to him.

Extract 2: This will be a little bit different. This won't be a rally speech, per se. Instead, I'm going to deliver a detailed policy address on one of the greatest challenges facing our country today, illegal immigration. As Charteris Black598 explains there are two main types of political speeches “the first is concerned with the making of political decisions and the second with establishing shared values.” In this case Trump explicitly puts forward that it will be a policy making speech, specifically on illegal immigration, although as Charteris Black599 also mentions policy making speeches will not only set out a framework for future policy but will also seek to establish consensus with the audience, as we will see all along the candidate`s talk.

Extract 3: I've just landed having returned from a very important and special meeting with the President of Mexico, a man I like and respect very much and a man who truly loves his country, Mexico. And, by the way, just like I am a man who loves my country, the United States. According to Van Dijk600 there are various structural strategies used in some part of the institutional or political talk about ethnic or immigration affairs. “Given the dominant norms and laws that prohibit discrimination” politicians will generally “refrain from overt, blatant expressions of prejudice” In this kind of discourse the underlying concept of “us” as the dominant group and the “others” as the minorities or immigrants is always

598 Charteris- Black, J. (2013). Analysing Political Speeches. Rhetoric, Discourse and Metaphor. Palgrave, pages xiii-xiv. 599 Ibid. 600 Van Dijk, T. (1993). Political Discourse and Racism. Describing Others in Western Parliaments. University of Amsterdam, Program of Discourse Studies, page 36. 345 present. Within this context “there are a number of moves that combine strategies of positive-self presentation and negative- other presentation” mixing with other tactics like what Van Dijk601 calls “apparent concession or sympathy”. In this extract Trump apparently praises the president of Mexico, he concedes that he is a good leader who loves his country as Trump loves his, and therefore implies that he has nothing against him or against Mexico and its people. This is an example of what Van Dijk602 calls denial of discrimination which is invariably followed by a “but” phrase, as in the typical “We have nothing against immigrants, but…” The rest of Trump’s speech will confirm this move.

Extract 4: We agree on the importance of ending the illegal flow of drugs, cash, guns, and people across our border, and to put the cartels out of business… Let's stop the drugs and the crime from pouring into our country. Let's protect our social security and Medicare. Let's get unemployed Americans off the welfare and back to work in their own country. The above extract reflects an important discursive structure in the reproduction of ethnic prejudice which relates to the most common topics used to refer to immigration. These include crime, cultural differences and deviance, discrimination and socioeconomic problems. As Van Dijk603 states, “Immigration and minority relations are presented as essentially problematic, if not threatening, while defining refugees, immigrants, or minorities as a main cause of many societal problems.” Here they are presented as the cause of American citizens’ unemployment among other problems and they are represented negatively by reinforcing stereotypes

601 Chilton , P & Schäffner , C. (1997). “Discourse and politics” in Van Dijk Teun A (Ed.) (1997) Discourse As Social Interaction. Discourse studies: A multidisciplinary Introduction..Volume 2. London: Sage Publications, page 170. 602 Van Dijk, T. (1993). Political Discourse and Racism. Describing Others in Western Parliaments. University of Amsterdam, Program of Discourse Studies, page 37. 603 Van Dijk, T. (1993). Political Discourse and Racism. Describing Others in Western Parliaments. University of Amsterdam, Program of Discourse Studies, 31. 346 through dehumanising metaphors604 as in the linguistic expression of “flow” referring to immigrants as a movement of water. This extract underlies the conceptual metaphors IMMIGRATION IS A FLUID and AMERICA IS A CONTAINER according to which the nation can be threateningly “overflowed” by immigrants and it also equates drugs, cash and guns “pouring into the country” to people trying to cross the border which makes the message delivered by Trump even more fearful.

Extract 5: We also discussed the great contributions of Mexican-American citizens to our two countries, my love for the people of Mexico, and the leadership and friendship between Mexico and the United States. It was a thoughtful and substantive conversation and it will go on for awhile. And, in the end we're all going to win. Both countries, we're all going to win, but it's going to be a fair relationship. We want fairness. But to fix our immigration system, we must change our leadership in Washington and we must change it quickly. Sadly, sadly, there is no other way. In this part of his speech, Trump continues with the move of apparent concession or sympathy605 by mentioning the immigrants’ contribution to their countries and his love for the people of Mexico. But after flattering Mexican-American citizens, Trump introduces a “but” clause, giving a warning: but it´s going to be a fair relationship. We want fairness. This represents what Van Dijk606 calls the semantic move of fairness. In this framework “decisions that have negative consequences for immigrants or resident minorities often are defended by constructing them as being for their own good” as when Trump repeats, “We’re all going to win. Both countries…” Van Dijk goes on saying “Immigration restrictions may be supported by arguing that they are necessary for “harmony” in society. That

604 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 13. 605 Van Dijk, T. (1993): Political Discourse and Racism. Describing Others in Western Parliaments. University of Amsterdam, Program of Discourse Studies, page 37. 606 Ibid. 347 it is in our common interest for “them” to stay away” He adds that “within the framework of positive-self presentation, discourse and decisions on ethnic affairs are premised on principles of humanism, tolerance, equality and fairness.” This author also states that, “political reality” is seen as “forcing” politicians to make “unpleasant” decisions, as when Trump expresses “sadly, sadly there is no other way”. This dualism is routinely expressed by the well known “firm but fair” move. “Pragmatic decision making requires that we are firm but at the same time remain fair. Of course politicians will claim that such firmness has nothing to do with prejudice or racism, even when people with another culture, generally immigrants from the , are the victims of such policies”.607

Extract 6: The truth is our immigration system is worse than anybody ever realized. But the facts aren't known because the media won't report on them. The politicians won't talk about them and the special interests spend a lot of money trying to cover them up because they are making an absolute fortune. That's the way it is. Today, on a very complicated and very difficult subject, you will get the truth. Trump here explicitly detaches himself from the media and from politicians therefore implying his status as an anti-establishment leader. Leadership is about building trust. As stated by Charteris Black608 “demonstrating ethical credibility is necessary to establish trust” and “trust is based on the belief that someone in a position of authority is concerned with the interests of the people he is representing rather than his own personal interests, only then will they be persuaded by his arguments.” It is a fact that nowadays there is an increasing awareness of the manipulation of public opinion through media presentation and politicians are perceived to be a part of this system where average citizens are denied the truth of

607 Ibid. 608 Charteris- Black, J. (2013) Analysing Political Speeches. Rhetoric, Discourse and Metaphor. Palgrave, page 9. 348 facts. In this context Trump uses this strategy to convince his followers that he and his immigration policies can be trusted and that as opposed to the establishment he is the only one who tells the truth.

Extract 7: But if we're going to make our immigration system work, then we have to be prepared to talk honestly and without fear about these important and very sensitive issues. For instance, we have to listen to the concerns that working people, our forgotten working people, have over the record pace of immigration and its impact on their jobs, wages, housing, schools, tax bills and general living conditions. In this passage Trump is using the move of justification: the force of facts. As explained by Van Dijk609 negative political decisions about “others” are justified by referring to the force of facts. In this case what Trump refers to as the bad treatment received by American citizens from politicians is a good reason to be used in his justification for hard-line immigration policies. By using this argument of “forgotten working people” and the “record pace of immigration” having a negative impact on the native community, he contributes to the exacerbation of popular resentment against immigrants, a resentment which, on the other hand is utterly “justified” by this strategic move which blames minorities of harassing and undermining American citizens’ rights.

Extract 8: These are valid concerns expressed by decent and patriotic citizens from all backgrounds, all over. We also have to be honest about the fact that not everyone who seeks to join our country will be able to successfully assimilate. Sometimes it's just not going to work out. It's our right, as a sovereign nation to choose immigrants that we think are the likeliest to

609 Van Dijk, T. (1993): Political Discourse and Racism. Describing Others in Western Parliaments. University of Amsterdam, Program of Discourse Studies, page 38.

349 thrive and flourish and love us. Lakoff and Johnson in their seminal study Philosophy in the Flesh (1999) point out that according to the Folk Theory of the Natural Order, the strong and better gifted tend to dominate the weak. The linguistic evidence: It's our right, as a sovereign nation to choose immigrants that we think are the likeliest to thrive and flourish and love us underlies the above- mentioned metaphor which also triggers the METAPHOR OF THE NATURAL SELECTION where the Strict Father in this case the sovereign nation decides which immigrants are entitled to enter or stay in the country.

Extract 9: Then there is the issue of security. Countless innocent American lives have been stolen because our politicians have failed in their duty to secure our borders and enforce our laws like they have to be enforced. I have met with many of the great parents who lost their children to sanctuary cities and open borders. So many people, so many, many people. So sad. They will be joining me on this stage in a little while and I look forward to introducing, these are amazing, amazing people. Countless Americans who have died in recent years would be alive today if not for the open border policies of this administration and the administration that causes this horrible, horrible thought process, called Hillary Clinton. This includes incredible Americans like 21-year-old Sarah Root. The man who killed her arrived at the border, entered Federal custody and then was released into the U.S., think of it, into the U.S. community under the policies of the White House Barack Obama and Hillary Clinton. Weak, weak policies. Weak and foolish policies. The result will be millions more illegal immigrants; thousands of more violent, horrible crimes; and total chaos and lawlessness. That's what's going to happen, as sure as you're standing there. In the issue of security, Trump’s speech shows the clearest example of his rhetoric of fear, which he displays throughout all his talk. He uses excessive repetition to present a gloomy and fearful panorama of the current situation: “Countless innocent American lives have been stolen. So

350 many people, so many, many people. So sad.” Altheide610 states that the major impact of the discourse of fear is to promote a sense of disorder and a belief that things are out of control as in the expression: “total chaos and lawlessness. That's what's going to happen, as sure as you're standing there”. He also uses fear by giving examples of American citizens who have been murdered by immigrants. As Charteris-Black611 states: “fear is very close to control, since the more cause there is for fear of certain groups, the greater the rationale for all forms of social control”. Trump uses fear and personification metaphors like in the expression “weak and foolish policies”, to legitimize his tough measures on immigration by delegitimizing his political opponents and presenting American citizens as victims and immigrants as criminals. The lexical evidence Countless innocent American lives have been stolen because our politicians have failed in their duty to secure our borders underlies the conceptual metaphor AMERICAN CITIZENS ARE VICTIMS. On the other hand, the lexical evidence: The result will be millions more illegal immigrants; thousands of more violent, horrible crimes triggers the conceptual metaphor ILLEGAL IMMIGRANTS ARE CRIMINALS. As Charteris- Black612 states “The essence of legitimization by political leaders is to identify a set of values regarding what is good and bad because shared beliefs of what is right or wrong form the basis of political action. Delegitimisation can manifest itself in acts of negative other-presentation, acts of blaming, scape-goating, marginalizing, excluding, attacking the rationality and sanity of the other…” Here the candidate’s self positive presentation of rationality, decency, patriotism and strength contrasts with the negative frame of “others”, including both immigrants and political opponents represented as irrational, criminal, indecent and weak.

610 Aitheide, D.L: “Fear in the News: A Discourse of Control” in The Sociological Quarterly, Volume 40, Number 3: University of California Press, 1999, page 189. 611 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 5. 612 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 19. 351 Extract 10: Most incredibly, because to me this is unbelievable, we have no idea who these people are, where they come from. I always say Trojan horse. Watch what's going to happen, folks. It's not going to be pretty. This extract underlies the conceptual metaphors IMMIGRATION IS WAR and IMMIGRATION IS AN INVASION through the myth of the Trojan War613, a legendary conflict between the early Greeks and the people of Troy which was narrated in the Iliad and the Odyssey of Homer. In the traditional accounts, Paris, son of the Trojan king, ran off with Helen, wife of Menelaus of Sparta, whose brother Agamemnon then led a Greek expedition against Troy. The war lasted 10 years, finally ending when the Greeks pretended to withdraw, leaving behind them a large wooden horse with a raiding party concealed inside. When the Trojans brought the horse into their city, the hidden Greeks opened the gates to their comrades, who then sacked Troy, massacred its men, and carried off its women. This folk story represents a powerful metaphorical image overlapping Trojans as American citizens and Greeks as immigrants and therefore dangerous invaders. It evokes great feelings of fear and threat.

Extract 11: We will build a great wall along the southern border. And Mexico will pay for the wall. One hundred percent. They don't know it yet, but they're going to pay for it. And they're great people and great leaders but they're going to pay for the wall. On day one, we will begin working on impenetrable, physical, tall, power, beautiful southern border wall…And if we have the right people doing it, believe me, very, very few will slip through the cracks. Hopefully, none. In this passage Trump talks about the building of a border wall with Mexico. In the expression “And Mexico will pay for the wall. One hundred

613 Trojan War: https://www.britannica.com/event/Trojan-War Retrieved on (February 15, 2017)

352 percent. They don't know it yet, but they're going to pay for it” he uses irony and sarcasm to appeal to his audience. He describes the wall as an impenetrable, physical, tall, power, beautiful southern border wall. By describing it as “physical” it is also implied that there is a shift from the literal meaning to the metaphorical meaning. It represents Trump’s view of America and the fears of his anti-immigrant voters; therefore, it triggers the visual conceptual metaphor AMERICA IS A WALL. Because walls are built for defense and protection reasons, it is a visual metaphor which underlies the conceptual metaphors IMMIGRATION IS WAR and IMMIGRATION IS AN INVASION. As it prevents the “flow” of immigrants coming through and “slipping through the cracks” it is also coherent with the metaphors AMERICA IS A CONTAINER and IMMIGRATION IS A FLUID.

Extract 12: Number two, we are going to end catch and release. We catch them, oh go ahead. We catch them, go ahead. And they'll be brought great distances. We're not dropping them right across. They learned that. President Eisenhower. They'd drop them across, right across, and they'd come back. Then when they flew them to a long distance, all of a sudden that was the end. We will take them great distances. But we will take them to the country where they came from, OK? This extract underlies the metaphor IMMIGRANTS ARE FISH. One of the definitions614 of the term “catch and release” is: in angling, a method of fishing in which some or all of the catch are released after capture, as a conservation measure. According to this metaphor, immigrants are conceptualized as fish which can be captured and released and dropped and flown across.

614 Catch and release. Dictionary.com’s 21st Century Lexicon. http://www.dictionary.com/browse/catch-and-release Retrieved on (March 23, 2017). 353 Extract 13: Number three. Number three, this is the one, I think it's so great. It's hard to believe, people don't even talk about it. Zero tolerance for criminal aliens. Zero. Zero. Zero. They don't come in here. They don't come in here. The word alien615 is defined as follows: 1. Often disparaging and offensive. A resident of one country who was born in or owes allegiance to another country and has not acquired citizenship by naturalization in the country of residence (distinguished from citizen) 2. A foreigner 3. A person who has been estranged or excluded. 4. A creature from outer space Although the literal meaning of this word refers to someone foreign, it has a metaphorical negative implication as it conceives the immigrant as the “other” and it is often related to crime and to dangerous extraterrestrial creatures who try to invade the earth. Criminal alien intensifies this metaphorical negative connotation.

Extract 14: We're like the big bully that keeps getting beat up. You ever see that? The big bully that keeps getting beat up. This extract underlies the conceptual metaphor of personification AMERICA IS A BIG BULLY which paradoxically is beaten up by the weakest segments of society, that is, undocumented immigrants. The antithesis of being a bully and being bullied adds more rhetorical impact to Trump’s message.

615 Alien. Dictionary.com Unabridged. http://www.dictionary.com/browse/alien Retrieved (February 25, 2017).

354 Extract 15: While there are many illegal immigrants in our country who are good people, many, many, this doesn't change the fact that most illegal immigrants are lower skilled workers with less education, who compete directly against vulnerable American workers, and that these illegal workers draw much more out from the system than they can ever possibly pay back. In this extract, Trump continues with the move of apparent concession or sympathy as explained before, stating that illegal immigrants are good people. Nevertheless, the lexical evidence that most illegal immigrants are lower skilled workers with less education underlies the metaphor of MORAL ORDER explained in extract 8. Trump also uses via the lexical evidence: and that these illegal workers draw much more out from the system than they can ever possibly pay back, the MORAL ACCOUNTING METAPHOR that is coherent with the FINANCIAL TRANSACTION metaphor. The linguistic expressions: vulnerable American workers and these illegal workers draw much more out from the system than they can ever possibly pay back, underlie two conceptual metaphors: AMERICAN WORKERS ARE VICTIMS and ILLEGAL IMMIGRANTS ARE ABUSERS OF THE SYSTEM.

Extract 16: Together we can save American lives, American jobs, and American futures. Together we can save America itself. Join me in this mission; we're going to make America great again. In the above extract Trump uses the inclusive “we” to convey a sense of unity. From a Christian perspective, he uses the religious myth of the messiah via the two following metaphorical expressions: Together we can save American lives, American jobs, and American futures and Join me in this mission. As Charteris-Black states616 in the messiah myth, “metaphor

616 Charteris- Black, J. (2011). Politicians and Rhetoric. The Persuasive Power of Metaphor. Hampshire/ New York: Palgrave Macmillan. Second edition, page 83.

355 choices communicate the assumption that the speaker knows right from wrong, good from evil, and that by knowing this he becomes their arbiter”. The latter presents the candidate as the saviour of the American Nation that has to be protected. Moreover, the lexical evidence which implies the imperative Join me in this mission implies a direct exhortation to action.

Conclusions

The rhetorical devices observed, the critical political analysis undergone and the metaphorical content analysed in both Obama’s and Trump’s speeches, have led to the following conclusions: As far as rhetorical devices are concerned, Obama makes use of parallelism, repetition and poetic language, whereas Trump draws upon more common colloquial language, sarcasm, rhetorical questions and excessive repetition. Obama engages the audience emotionally through empathy towards both undocumented and legal immigrants and through his idea of a United America which also includes the native community of American citizens. On the other hand, Trump uses sarcasm and fear to stir his audience’s feelings of hostility towards immigration. They both use local people stories to arouse the audience’s feelings. In the case of Obama, appealing to their higher ideals thus legitimizing his positive view on immigration. The paragraph below is an example of the latter: Just a few weeks ago, we had an event of small business owners at the White House. And one business owner was a woman named Prachee Devadas who came to this country, became a citizen, and opened up a successful technology services company. When she started, she had just one employee. Today, she employs more than a hundred people. This past April, we held a naturalization ceremony at the White House for members of our armed forces. Even though they were not yet citizens, they had enlisted. One of them was a woman named Perla Ramos -- born and raised

356 in Mexico, came to the United States shortly after 9/11, and she eventually joined the Navy. And she said, “I take pride in our flag and the history that forged this great nation and the history we write day by day.” On the other hand, Trump stirs the audience’s anger and fear conveying a negative and dangerous image of immigrants thus delegitimising policies of open borders, as in the following extracts of his speech: Then there is the case of 90-year-old Earl Olander, who was brutally beaten and left to bleed to death in his home, 90 years old and defenseless. The perpetrators were illegal immigrants with criminal records a mile long, who did not meet Obama administration standards for removal. And they knew it was going to happen. In California, a 64-year-old Air Force veteran, a great woman, according to everybody that knew her, Marilyn Pharis, was sexually assaulted and beaten to death with a hammer. Her killer had been arrested on multiple occasions but was never, ever deported, despite the fact that everybody wanted him out. Regarding Van Dijk’s critical political analysis, it has not been applied to Obama’s speech as his discourse does not present a negative evaluation of immigration but a very positive one. Van Dijk’s framework fits in well with Trump’s discourse as this leader deligitimises immigration and reflects in his speech all the discriminating strategies referred to in Van Dijk’s analysis such as positive self-presentation, immigration related to crime, conflict and its negative impact on the welfare of American local people. Finally, as to the metaphorical language analysed, Obama’s conceptualization of immigration is understood by the following myth and conceptual metaphors:

THE MYTH OF THE AMERICAN DREAM IMMIGRATION IS A PAINFUL PROCESS IMMIGRANTS ARE AMERICA’S ENGINE OF THE GLOBAL ECONOMY BEING AN UNDOCUMENTED IMMIGRANT IS BEING INVISIBLE BEING AN AMERICAN IS NOT A MATTER OF ETHNICITY

357 IMMIGRATION IS COURAGE IMMIGRATION IS HARDSHIP IMMIGRATION IS HOPE HOPE IS LIGHT AMERICA IS A MIGHTY WOMAN WITH A TORCH THE STATUE OF LIBERTY IS OPEN BORDERS

On the other hand, Trump’s conceptualization of immigration is understood by the following myth and conceptual metaphors:

THE MYTH OF THE TROJAN HORSE METAPHOR OF THE NATURAL SELECTION IMMIGRATION IS A FLUID AMERICA IS A CONTAINER IMMIGRATION IS WAR IMMIGRATION IS INVASION IMMIGRANTS ARE FISH AMERICA IS A BIG BULLY AMERICAN WORKERS ARE VICTIMS ILLEGAL IMMIGRANTS ARE ABUSERS OF THE SYSTEM ILLEGAL IMMIGRANTS ARE CRIMINALS AMERICA IS A WALL THE WALL IS CLOSED BORDERS

These metaphors give evidence of the diametrically opposed ideological positions towards immigration that both leaders convey in their speeches.

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