REPORTAIE

Taramundi, Jorge JARDON N total de cuarenta y cinco profesionales de la artesanía, venidos U de los puntos más di­ versos de España, participan du­ rante estos días en Taramundi en lo que ha venido en llamarse «I Encuentro con las técnicas de los bellos oficios», titulación ésta que a casi todo el mundo le ha parecido cursi, excepto a Pablo Blanco, presidente de la Asocia­ ción Profesional de Artesanos de Asturias, para quien, «como lo que hacemos es bello, no senti­ mos ningún complejo por esta denominación de los cursos. Si nadie se sorprende», dice, «al re­ ferirse a las bellas artes, tampo­ co debe hacerlo al hablar de los bellos oficios». Con un número máximo de quince artesanos por grupo se vienen celebrando tres cursos. El Sobre estas líneas, asistentes al curso de «Textil en alto lizo». En la otra fotografía, a la derecha, el presidente de primero de ellos, el relativo a la la Asociación Profesional de Artesanos de Asturias, Pedro Blanco, y, a la izquierda, el vicepresidente, Jesús «Cerámica», es puramente teóri­ Martín. co, y está orientado hacia los es­ maltes. Este curso lo dirige Lu- cette Godart, una francesa afin­ Cuarenta y cinco artesanos mejoran su técnica en el primer encuentro de este tipo que se celebra en Asturias cada en Madrid y que, desde hace muchos años, se dedica a la investigación sobre los diferentes tipos de esmaltes. El curso co­ rrespondiente al «Cuero» y a su Taramundi acoge a los «bellos oficios» diseño y patronaje comprende desde la pequeña marroquineria nos. Este curso corre a cargo del La organización de los cursos la materia, el producto bien he­ sanía al uso, ya que éstas suelen ferias profesionales y los lugares hasta el mundo del equipaje. catalán Josep Royo, acostum­ correspondió a la Asociación cho y educar al mercado sobre llevar consigo el interés político de reconocido prestigio». Este curso está siendo impartido brado a trabajar sobre diseños Profesional de Artesanos de As­ lo que es artesanía de calidad de las comunidades y de los En opinión de Pablo Blanco, por Carmen Chesna, una astu­ de Miró y Tapies. turias, que, desde su creación, son metas reseñadas por estos ayuntamientos para llenar el la gente joven que empieza a tra­ riana residente en Irlanda. El Estos cursos, con un presu­ está tratando de dignificar la dos entusiastas de este tipo de programa de fiestas. Basta ver», bajar «tiene creatividad y cali­ tercero de los cursos es el referi­ puesto de 2.800.000 pesetas, es­ profesión. Esta, al menos, era la artesanía, que, en su opinión, sigue diciendo, «la artesanía que dad estética, pero necesita do al «Textil en alto lizo». Los tán subvencionados en un idea expresada tanto por Pablo «tiene un gran potencial a nivel se exhibió en las fiestas de San aprender la técnica». Una de las trabajos de este programa con­ ochenta por ciento por la Conse­ Blanco como por Jesús Martín, de exportación». Pablo Blanco Mateo ó en La Morgal. Eso es grandes inquietudes de la asocia­ sisten en la confección de tres ta­ jería de Industria. El resto lo presidente y vicepresidente, res­ se muestra convencido de «que algo», apuntilla Pablo Blanco, ción es la de conseguir una «Ley pices colectivos, cuyos diseños abonan los alumnos, que pagan, pectivamente, de este colectivo la calle no es para nosotros, así «de lo que nosotros nos aver­ de artesanía», al igual que existe han sido ideados por los alum- con hospedaje, 25.000 pesetas. de profesionales. La calidad en como tampoco las ferias de arte­ gonzamos. Lo nuestro son las en otras comunidades.

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José Ignacio GRACL\ y su cantar NORIEGA

Viajamos, más allá de los castellanos y portugueses repar­ en la dura tierra. Antes de llegar «de noble estirpe / que no hay en Castilla, Asturias y Valencia. En derici el-Can, que usó los títulos montes, en compañía del «Can­ tieron para sus respectivos seño­ a , la capital, hacemos Castilla otra que la supere». Castilla, cuya cabeza y corazón de gran conde y de cónsul, o el tar del Campeador», del «Car­ res el planeta, y que reclama ma­ parada en Vivar del Cid. El pue­ ¿Cómo sería Vivar en sus días? es Burgos, nació y se formó; Va­ cuñado Fruela, que tuvo mando men Campidoctoris», breve poe­ yor limpieza en el rio: la única blo va en tres direcciones, y su Probablemente, no muy distinto lencia fue el escenario de una en huestes y ejerció oficios de! ma anónimo del siglo XI, sobria pintada que conozco que está zona más insignificante es la que al de ahora: polvo, sudor, cielo importante parte de su acción gobierno al servicio de los reyes * y elegantemente impreso en edi­ justificada), parece que se escu­ se asoma a la carretera. Las ca­ alto, el río... Un pueblo castella­ militar y política, y Asturias le de León. Su matrimonio con ción bilingüe, con traducción y chan los versos de Antonio Ma­ sas son grises, no altas; en las no por el que parece que no ha dio le mejor que tuvo en vida y doña Jimena se celebró en el ve­ notas de Jesús Evaristo Casriego chado: «El Duero cruza el cora­ márgenes del rio hay árboles. pasado el tiempo. muerte: en vida, a doña Jimena, rano de 1074, y, como señala y prólogo de José María Codón, zón de roble / de Iberia y de Hay una iglesia grande y un Pero las cabalgadas del Cid que fue la perfecta esposa en lo Casariego, «todo su aparato ju­ presidente del Instituto de Estu­ Castilla. / Oh, tierra triste y no­ convento que todavía alberga a no siempre siguieron la dirección ideal y lo material, y en muerte, rídico y formal se hizo con arre­ dios Cidianos. Hay libros que ble / la de los altos llanos y yer­ diecinueve monjas de clausura, y del Ebro; alguna vez se encami­ a don Ramón Menéndez Pidal, glo a las leyes y usos de Asturias apetece leer en Castilla más que mos y roquedas...». Nada más en lugar destacado, una estatua nó hacia el Norte brumoso, ha­ el sabio historiador que nueve si­ y no de Castilla, como si con en ninguna otra parte; en el apropiado, pues, que entrar en del Cid, pobre y de poca calidad, cia los Valles verdes que están al glos después pudo reconstruir su ello se pretendiese leonizar o campo plano y amarillo de la Burgos en la buena compañía a la que contribuyeron este pue­ otro lado de las montañas azules personalidad y dejarla liinpia, más bien asturianizar al novio». meseta, entre Medina del Cam­ del «Cantar del Campeador». blo y el Ayuntamiento de Ma­ y lejanas. El Cid guerreó en fie­ nítida y profunda para el cono­ Asimismo, cuando el Cid hubo po y Olmedo, resuenan con ma­ A la entrada de Burgos, una llorca: en las calles aparecen rras levantinas y realizó activi­ cimiento de todos en lo porve­ 4e juzgar en Asturias, lo hizo si­ yor frescura, si cabe, los versos vez dejadas atrás las altas mon­ constantes huellas del paso de dades más pacíficas en los que­ nir». guiendo el «Líber iudiciorum», con los que Lope de Vega cantó tañas en las que todavía se ad­ las ovejas. De este lugar salió brados valles norteños: se despo­ Sin duda, el Cid no sospecha­ que era ley en Asturias y León; la trágica historia del caballero vierte algún nevero, las campas Mío Cid a la aventura, a exigirle só con una mujer del Norte, con ba al insigne erudito; no obstan­ su sentido jurídico, según Casa­ de Olmedo, «la gala de Medina, altas verdes, los espesos bosques juramento al rey en Santa Ga- Jimena, la asturiana, y en te, sí conoció a muchos asturia­ riego, «podría decirse que es un / la flor de Olmedo», y al paso de pinos, los valles umbríos, los dea y a conquistar las torres de Oviedo legisló. Según revela Je­ nos de su tiempo y emparentó sentido nato, digno de admirar del Duero por Tordesillas, río caseríos diseminados, atravesan­ Valencia, donde la dura tierra sús Evaristo Casariego en su dis­ con algunos, entre ellos otro Ro* en su época y más aún en un grande y lento, de aguas verdo­ do el puerto del Escudo, los castellana se torna otra vez ri­ curso «El Cid, jurista en Astu­ drigo Díaz, rico propietario ru­ hombre de armas». El Cid, pací­ sas, que parecen estancadas (ra­ grandes carteles sobre la estepa sueña, el aire es oloroso y la ciu­ rias. Los parientes asturianos del, ral, hermano de Jimena, a quien, fico en Asturias, reaparece para zón tiene una pintada en una pa­ todavía verdosa nos anuncian dad se asoma al mar más azul Cid». Casariego escribe: «Las re­ para distinguirle de él, se le mí en su pueblo natal, y en los red frente a la casa asilo de que estamos en la cabeza de del mundo, al que, desde su otro giones españolas más directa­ nombraba «El Asturiano»; o versos latinos de su otro «Can­ Nuestra Señora del Carmen, Castilla, tierra del Cid. El Ebro extremo, cantó Homero. Aquí mente ligadas a la vida humana bien otro cuñado, llamado Fre- tar», traducido por primera vez donde, en su día, cartógrafos talla cañones y hace recovecos nació Rodrigo Díaz de Vivar, y a la obra histórica del Cid son: denando, yerno de Munio Ro- al español por Casariego.

Lunes, 10 de octubre Jueves, 13 de octubre 20 horas 20 horas CONFERENCIA: TEMAS DE AMERICA, UN RETO PARA ETNOGRAFÍA LA JUVENTUD CLUB ASTURIANA Por el doctor José Carlos Fajardo, de la Uni­ PRENSA HÓRREOS CON DECORACIÓN PINTADA versidad de Madrid EN EL VALLE DEL TRUBIA Colaboración con la Comisión del V Centena­ ASTURIANA Proyección de diapositivas comentada por As- rio del Descubrimiento y Evangelización de CALVO SOTELO, 7. OVIEDO tur Paredes, América de la Conferencia del Colectivo Etnográfico Beleños Episcopal Española. Director del Club: Lisardo Lombardia (ff 230550 ENTRADA LIBRE