La Crisis De La Nación -Estado En Europa: Entre Integración Regional Y Regionalismo
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
MEMORIA POLÍTICA Nº 11 / 2007 ISSN: 1316-712X LA CRISIS DE LA NACIÓN - ESTADO EN EUROPA: ENTRE INTEGRACIÓN REGIONAL Y REGIONALISMO Lieven De Winter Traducción: María Bonnemaison 37 38 La Crisis de la Nación -Estado en Europa: Entre integración regional y regionalismo LA CRISIS DE LA NACIÓN-ESTADO EN EUROPA: ENTRE INTEGRACIÓN REGIONAL Y REGIONALISMO Presentación del Prof. Dr. Lieven De Winter, en el Primer encuentro Belgo- Venezolano de Ciencia Política. “Crisis y Perspectivas de la Democracia en América Latina” Valencia, 17 de enero de 2007 Traducción: María A. Bonnemaison Resumen En este documento se comparan los indicadores y las formas de inter- pretación de la “crisis de la democracia” entre los países de América Latina y Europa Occidental, tema que abarca básicamente las últimas dos décadas. La comparación será, por un lado, sobre la base del análi- sis de datos acerca de la actitud y la conducta de la elite y la masa (en relación con apego a los valores democráticos, las instituciones, los prin- cipales actores, los procesos y las políticas) y por otro lado, en indicadores más objetivos, como la participación electoral de diversos sectores de la sociedad, la volatilidad electoral, parte la competencia y la fragmenta- ción, la protesta política y la huelga, la calidad de las políticas, la ortodo- xia presupuestaria, etc. Vamos a examinar si existe una diferencia signi- ficativa entre las democracias de consenso y las mayoritarias (Lijphart, 1999), y también otros posibles factores determinantes se tendrán en cuenta, tales como la exposición nacional de la economía mundial. Palabras Clave: crisis de la democracia, valores democráticos, partici- pación electoral. Abstract This paper compares indicators and interpretations of the “crisis of democracy” theme, between Latin-American countries and West- European countries, basically covering the last two decades. The comparison will be on the one hand based on analysis of elite and mass attitudinal and behavioral data (regarding attachment to democratic values, institutions, key players, processes and policy outputs), and on the other hand on more objective indicators, like electoral participation of various sectors of society, electoral volatility, party competition and fragmentation, political protest and strike activity, quality of policy outputs, budgetary orthodoxy, etc. We will examine whether there is a 39 Lieven De Winter Memoria Política Nº 11 / 2007 significant difference between consensus vs. majoritarian democracies (Lijphart, 1999), but also other potential determinants will be taken into account, such as exposure of national to global economy. Key words: crisis of democracy, democratic values, electoral participation. Introducción El tema de esta presentación es “La Crisis de la Nación-Estado en Europa: Entre integración regional y regionalismo”. He escogido esto no sólo porque es uno de los temas sobre los cuales estoy trabajando en la actualidad (Partidos Automomistas en Europa: políticas de identidad y la reactivación de la división territorial, libro editado por el Instituto de Ciencias Políticas y Sociales. Bacelona, 2006), sino porque este tema es ciertamente relevante para muchas naciones estados de Europa Occi- dental y porque, hasta donde puedo conocer, podría ser también del interés de América Latina y de Venezuela en particular. Es particular- mente interesante para mi país Bélgica, cuya existencia está siendo cada vez más desafiada por actores políticos étnicos en la rica región flamen- ca que buscan su separación del estado Belga. Yo creo que el doble movimiento de integración regional y regio- nalismo sub-estatal es más proclive de ocurrir en Latinoamérica que en otras regiones del mundo. Pero esta es una hipótesis que, en la discu- sión, invito a explorar, contradecir o complementar. En efecto, la política comparada es la rama de las Ciencia Política cuya esencia metodológica es el aprendizaje mutuo acerca de cada siste- ma político, permitiendo la comprobación de hipótesis, en relación con la compleja relación entre los fenómenos políticos. I. Los orígenes de las Naciones-Estado Europeas: Fenómenos Recien- tes A. Muchas Naciones-Estado Europeas tienen su origen en el S. XIX 1. Definición de Nación-Estado Descripción de su formación y éxito a principios del S. XX En el siglo XX, el fenómeno de la Nación – Estado se hace evidente en el pensamiento político y el imaginario popular, como una forma 40 La Crisis de la Nación -Estado en Europa: Entre integración regional y regionalismo particular del sistema político que ha existido durante siglos como mar- co permanente de la política. 2. Formación y homogeneización de las Naciones-Estado A menudo se tiende a olvidar que la Nación-Estado es para la ma- yoría de los países de Europa Occidental un fenómeno relativamente nuevo. En las relaciones internacionales, los estados nacionales se reco- nocen como actores legítimos a partir del Tratado de Westfalia en 1648, sin embargo, la idea de Nación-Estado, como un territorio estable con poder centralizado, una población con rasgos culturales comunes, una comunidad de individuos con derechos y deberes comunes frente al es- tado, es mucho más reciente. De hecho mientras algunos actuales Estados ya lo eran desde hace varios siglos atrás, la idea de una nación común es mucho más reciente, con la excepción de Inglaterra, España, Portugal, y, por supuesto, Fran- cia. Pero incluso en Francia, en el momento de la Revolución Francesa de 1789, más de la mitad de las personas que vivía en el territorio del “hexágono” hablaban francés; los otros hablaban occitano, provenzal, bretón, vasco, flamenco, o alemán. Sin embargo, menos de un siglo más tarde debido a los intensos programas estatales de homogeneización (la introducción de sistemas jurídicos como el Código Napoleón), el uso exclusivo del francés en la educación, el comercio, la administración, la política y los medios de comunicación, la nación francesa y la Nación- Estado se convirtió en una realidad. Los campesinos se convirtieron en franceses, es decir, ciudadanos franceses. 3. Orígenes Recientes. Ejemplos de Bélgica, Irlanda, etc. Las Naciones-Estado que existen en la actualidad en la mayor par- te de Europa Occidental son mucho más jóvenes. Italia, los cinco países escandinavos, Alemania, Irlanda, Bélgica y Luxemburgo, Grecia, Aus- tria, fueron todos fundados en el siglo XIX, y en muchos casos, durante la segunda mitad del mismo. La situación en Europa Central y Oriental es aún más dramática, debido a varios factores como el régimen radical y los cambios de fron- teras después de la caída del Imperio Austro-Germano, el declive del Imperio Otomano, el nuevo trazado del mapa de Europa por los sovié- ticos después de La Segunda Guerra Mundial (Polonia), y la caída del muro de Berlín. 41 Lieven De Winter Memoria Política Nº 11 / 2007 (Yo estuve en un pueblo en el norte de Hungría en el siglo XX, donde sus habitantes cambiaron seis veces de nacionalidad ¡sin haber salido de sus casas!) Si el establecimiento de las fronteras estatales fue, para la mayoría de los Estados Europeos una reciente experiencia, sangrienta y traumática, es posible imaginar que la creación de una comunidad na- cional dentro de esas fronteras cambiantes es aún más difícil. No es sino hasta a finales del Siglo XIX, cuando se logra la administración alemana bajo el liderazgo de los prusianos (Bismark). Cuando los unificadores de Italia finalmente establecieron el Esta- do italiano en 1860, expresaron que la parte fácil - la creación del Estado italiano – había sido culminada; ahora vendría la difícil tarea de crear “italianos”. Es así como los casos tradicionales de España, Inglaterra y Francia considerados como intentos exitosos de creación de Naciones-Estado son las excepciones en lugar de la regla, e incluso esos Naciones-Estado tradicionales se encuentran bajo gran presión, desde la base y desde arri- ba, como veremos. 4. Centro-periferia y homogeneización incompleta La oposición a la homogeneización dirigida por el centro de los nuevos Estados (por lo general, la zona de la capital: París, Londres, Madrid) y algunas periferias es, si seguimos el criterio de Lipset y Rokkan, en la base uno de los cuatro clivajes fundamentales del sistema de parti- dos de Europa Occidental, el llamado clivaje centro-periferia (relaciona- da con el clivaje estado-iglesia, el clivaje urbano-rural y el último, pero no menos importante, el clivaje de clases, que han dado forma al sistema de partidos de Europa Occidental en una forma estable, incluso “conge- lada” hasta los años 1960, y que continúan definiendo las principales dimensiones de las divisiones políticas actuales en el sistema de parti- dos de Europa Occidental. Algunos autores perciben tres distintas oleadas de activación del clivaje centro-periferia. En primer lugar, está la movilización naciona- lista sub-estatal que se desarrolló al mismo tiempo en que los estados lanzaron sus programas de creación nacional. Es así como, comenzando 42 La Crisis de la Nación -Estado en Europa: Entre integración regional y regionalismo la mayoría de ellos en el ambiente romanticista del siglo XIX, nos encon- tramos con la primera expresión de conciencia nacionalista y moviliza- ción. De hecho, en la mayoría de los países o regiones en las que tene- mos actualmente partidos autonomistas fuertes, encontramos fundacio- nes, movimientos sociales y expresiones culturales e intelectuales con identidad específica de la región, que se devuelven al siglo XIX (Escocia y Gales, Cataluña, País Vasco, Córcega, Flandes, etc.). A veces esto se ha desarrollado como complemento de la situación en todo el proceso de construcción nacional; en otros casos, en oposición a este proceso, al igual que en el País Vasco, donde el nacionalismo vasco se vuelca abierta- mente en una lucha anti- española, e incluso racista. Los conflictos en el período entre la Segunda Guerra Mundial y los primeros años después de la Segunda Guerra Mundial, detuvieron artificialmente el desarrollo “natural” estos movimientos nacionalistas estatales. La dictadura Franquista reprimió todas las expresiones de las identidades sub-estatales a favor de la unidad española.