EL FRENTE OBRERO Coplas Del Día Pí Y Margall
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WOM. aj7 MáSTJÍS 7 i>B SBI^ISMBRB DE tpaé m müBfsm " — 1,1 • • • msscKEKaxmm Tbc&i la eom^ontuaOa étt9 dttrtgtm «M Direefyyr de EA Uhetimii Aparte^ A CtanvM §n ¿08 ammeloa«« r^ttmn at ntuatroM ofieüum llk 25 1,75 diez de la mañana a dta de la nodte, y aparUP líe tata hora, hasta la madraffoda, entaovni^ Faglof, y »' f» «n M «I PMIAIBM d« Htáa jpmad«a (ÍHHIM • < Número mdto, 10 cénümm ^""T' JCd TOUTICA DE REPRESIÓN, naltzaciÓB de las minas o de los transpor La Redacci<^ de LA LIBERTAD estl «duplicidad» quiere traer calificación ética CRÓNICA SANTANDERINA tes, o el reconocimiento oficial de los Con formada por Luis de Oteyza, Director; que envuelA'a aliKión pej'oraíiva a una sejos de obreros, oomo en Atemania; o Ant<Hiio de Lezama, Redactor-jefe; Alejo nota cualquiera de hipocresía o desieal- ke repartos de tierras, a que han asenti Garcia GóBgora, Secretario de Redacción; tad. No. «Duplicidad»), «ironía»», nos sir ven para caracterizar una actitud dialéctti- Materia y espíritu EL FRENTE do con su firma ios reyes de Itafia y de Antonio Zozaya, Luis die Zuiueta, Pedro de Ruimania. Pero en esta pobre España ios ca que ¡supera las oposiciones entre con Coa excelente y eqtñtafívo aouer<í¡> la revolucionarios se ven obligados a luchar Répide, AuiJusto Baveia, Maanei Madiaéo, trarios sin destruir lo ooi>cr«to de éstos. Prensa local, que en cumplimiento de su OBRERO todavía-., ¡para que se cumpla la Consti Maxánifiaao Mifirá, Alefwidro Pérez Lug!n, Cuando se dioe que la bellexa consiste en misión informativa ha dedicado siempfc tución de Eoil ochocientos setenta y tan Ezeqaiel Endériz, Ricardo Marin, R-antóco la reunión cit; la variedad con la unidad, cierto espacio en sus ooluimnas para dlat jTtabajadores de B^)afíá, unios 1 E! tos! HemáBdez Mir, Ricardo Hemáadez &I Pozo, se vrene a decir que toda belleza es ironía. referancia dte los banquetes polítioos, li 4^ grito mantista lo ha dado atom en traes- Es increíbiFe. íQue aún sea neocfisrio Ixás Salado, Mamoel Ortiz de Pinedo, Vícttw L^n OJiíTipo como el griego sigsifica la terarios, artísticos o srimplemíSJtc cortesa^ tro país, sin so8pcctiañi>, d presidente organizar na gran movimiento obrero pa Gabiroado, Heliodoro Fmtáodeiz Brmgeiista creación irónica por excdencia. La divL- nos, lia cumplido también su oficio díui- del Consejo de ministros. La oontimia- ra salvar las garantías constitucionales, la nídad se dedina dialécticamente en pfu- do noticia de 0^0 banquete últiniainente ción del Sr. Dato en el Poder, después y «Alfonso», exT?! T*lvr\ r*l celebrado, y que no deja de ser potaMe libertad dfe asociación y de reunión, de redactores de Hi LilQCral ral, y ninguna última instancia hipostáti- de la crigás, ha precipitado la alianza de palabra y de imprenta, los derechos he ca viene aquí a resolver 1© miMtiple en oocno signo de los tiemjx». las dos grandes organización^ del prole rnia nos, consagrados hace medio siglo eo ano. A pesar die eílo, este QHitroo es, bas Ea el restaurante Tal (que no es cosa -W tariado español. A la hora en qt» escribi todas las naciones ctvilizsadas 1 Pero no ta cierto punto, monánpiico. Una jerar áe hacer redamos gratuitos) se hua ir- mos estas cfuartiDas parece que socializas hay más remedio. Los Centros sindica-] quía unitaria, posible por habersfe salva unido en fraternal banquete ké dbeofeta y sindicalistas oávidan sus antiguas difca les siguen cíausumdos; sus reuniones, Coplas del día do irónicamente la oposición entre «Dios» de unas cuantas peraonalidadas <^idie(i~ rencias para coligarse contra este Gobier fwohibidas; algunos de ¡sus periódicoiSi, y «dioses»», le mantieaie en orden y cone tí» (fe la ocáonia para celebrar la termina no, forman<k> el frente único. El conjuro suspendidos; muchos de sus afiliados, ea De üuelta xión ha-rraoniosos y le dota de esa belleza ción del veraneo. En un inciso filológidOk ha sido eficaz. i,Trabajadonss de España, la cárcel. Nos hemos becbo a vivir sin En vne de los •soMÍes inmarcesible, que seducirá y edi&cacá a diré que adk^o la palabra cfaoler como K- unios 1 Constitución. Juegan con fuego los Gd[jier- ferrocarriles la vez a tantos siglos y cuMíuíías. ei^pañoíización del yocabdo «ohauffcwr», Díoese qt» la so*a(ch5in de ta crisis iné nos oooservadores, que, en estos tiempos, gm tiene Dato, ha VMÜM Grecia en sí miaima, Grecia en «1 enti porque así está ya sancionada por el VK», sdÁo Un'^cofnpás de espera. Pero hay pro- ofrecen aJ proletariado rojo <d fwxliEáo yo a los Madrüei.^ dad poikica es otra obra maestra deJ es y me parece lógic», ya que resuíta ÍAI^ .'blemas angristiosos que ya m> podían «»- yiw» de un pequeña diataditia. ¡Trasgo buen parte píritu irónico. Las ciudades distintas, in- decir conduotor de automóvil, y decir me- /perar IÍ»&. Asociacionels obneras que, co y gamas de peteoí... La vigencia sincera, escrWpulbSa, de fers 1 depenéí««tes, prácticamente lejanas por cáfiko es de ana amplitud! desoonoertaá- mo los Sindicatos caialane», staman oen- I Viva la cortai garantid constitucionales no dirfxírían t^| la iirterooíTKJnicación montarazmente mfí- te- Tampoco es admisible, para expresión tenares de miles de «filiados, Uevaír casi ner qoe pedirla laiS extremas izqtrietdas. «3 o marinta-amente azarosa; los piíeblt», <fer lo c}i« se quiere manifestar, la tradi»- un uño sometidos « una política de «xter- Ni las izquierda» guberaamentales taix»- fF*aiga^ dd PMm»t jfidoecys, en^ndiosos, hoa^ilcs, rivales; d dón Uiwaí del vocablo, según la CBalae > minio que les mantiene a eoctranatusos do pooo, porque a éstas les toca refomar y lectoras míais, idioma, roto en <íi;^k:tioos md^^roasaxíen-l les ikmmrfa caientjulores, cosa qne biaMa k ciudadanía y la legalidad. las mejiUas tostíidat demooratizar la Constitución. Pedir quej, te ittcémaámsrf en k tiéma& neügidn* ^ de pw»tacse a la cfaanza excesiva, o s^tSí- Por segujoda vez ha visto ét Sr. Dato para wnos déae^^ persiatoacia t««» de fos cumbos Iwotíes... sadores, oomo se tradujo el nombre d« «3ta Ccmsíitudón actuial se observe coa ¡ Vengo morenét aliarse oonlm i^ a la Unión General de todo respeto, Hberalmente interpretada, Ninguna fasión viene a resoi*» en uni MchaufieOR»» que llevaba ia b&nda de in TTabajadorels j la Confederación Nacio / Vengo a reftír c«n Dato¡ dad tamafia oomplejiítad y entracruja- cendiarios que aseriaba algurias regicmes es lo que oorrespondería a un TOrtido «cm- ¡ Vengo muy buestol nal dd Trabajo. La primera vez fué en servatior presidido por cJ Sr. Dato. [ P«PO mient» de op^wictones, ni sk^áem ante '<a de Fraiícia a fines <kl si^ XVIII. Lo* Agosto de 1917. No es precisamente una rRSuTta que esa petieidn ha de faaoeiia el | t'amenaza angustiosa del ce«n,tin en«tBÍ^ cJioférs, pi»es, reosiéronse en banquete, prenda de paz social la constitución de niiof, ád Suojp» La. JJa co*te, como siem.piV:¿ asiático. Afortunadamente, un pwisamiaB- con sa correspondieote isimiposío, dicho ese Itente único. Pero no ae <qtcejea los w> huele a floree.^ to, no hipoetático, stno jterárquac», há «te- sea para mayor daridad^ o su oonverse- Veaodottctriai de lo qot es obra dm ta po- LVrS DE ZlTLirSTA gm Ude Míu&iá mrto tiádo en jtueigo. Una JBusión no ae^ ppaéoi- dkin, piátioa y oonwnAario, didio sea pi^ Mtícaí á» MMOcióft. Al Gebiento csmaarar —'6^1/11/8/- oe; pero sí fia federac»^ ooocretaSL ea «a qtie k> entienda mis geirte. 'doT han de agiadeoefte eacé oeauHado tas fStevnpre lo tn/iswafief^ ms TARIFAS FERROVIARIAS d e^rftu anficdónJco y iááíco, q^ tie- l^ choíets son los que ex-hib^ y cof»* clases conservadoras. l^én sintamos,, Hn duda, pt por árgeinos las alianzas Uegemmsimf dvKXR, no sólo el íKttcMiaóivil, sino la va AHá «n la intimidad de s»u «spfrittf, e» jjfei oonmcismoj^x. «•«y fa oonsuetmíinaria r^iameniaóón nidad áe sus amos, y quienes disponen íJegTiíio qtie ^ Sr. Dato se ve a á mismo, deportiva, con su rotación regular de con de «1 más o nMsios predosa existenda. oon melancólica nostalgia, como n«á boni- DOS TELEGRAMAS HW b demm, «H( tm9tM cursos entte ta« fiesta» d« los «grandes san Tieiüen ja con esto ana su^jerioridad «Kíer- bre que pendió su sombra». \Pr<3fectaÍM • 'tai ClM'w «'.Pirts ••• ,sigme tamtUmt»^- tuarios. ca de ^íoGi. Y quién sabe si no es en esto D. Eduardo una tan e^e^nte sUuecá d« i^spuranáa o un Mtitfm^ Ifftircta, 6.r—^Jn perfexfista interfogé al se solamente. Y si los patronos se reun«fl " soeiólog© a la Im diVÉfésL Óe^a Acade (<f»e vendrá protOm^ UMA mcroN Yen comidas transoesdentales^ de le» 009- mia* y k» >C<i*isiejo8l Sufrirá ahora, sin ñor La Cierra acerca de la actitud que adof>- A «n enviado taria en el caso de que, como se aimncia, Igue «ibomíe la vida, les itaUaa lue^ ios periódicos, no ha^ t dudcii Tiendo que ya no puede hablar de SIE7E ERMTASnad a qife impida a estos emiptleados stf* se elevasen las tarifas fcEcoviaiiai ^pag de- jf y Mto no %s Oegaé». El inmemoTMi fedeiBÜsmo m9dJterr&. relottnas sociales, ni de legislación so- jnoa ooogre^rsc de igual n»odo y oon creto. r»o htebla.otfa yez esi el pení5!«iri$ató»<itj f~iíii<ie kkcnssdón iJi0jme:~nuie^i*-iaúm»- tdéetica piibiicklad^ ciíáBdo9e mv> fjQt El Sr. lA Cierva se mu«itm vMbcmiaM- la Edad Ittadia y habla es tatte y 4^1 catMf terio del Trabajo. (Bkfo Ke wisto, y nueloim* nno sus distinguidas nombt«s y los de Ávao por la poslbüíiiad que se dé ese decre \&n, en la booa maliorqKrfiai die Raníón ¿Por qué? ForqfOfrri Sr.