Modigliani Y Algunos Compañeros De Viaje Mexicanos Jaime Moreno Villarreal
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MODIGLIANI Y ALGuNOS COMPAÑEROS DE vIAJE MEXICANOS JAIME MORENO vILLARREAL Diego Rivera La sentencia griega “los elegidos de los dioses mueren jóvenes” no deja de Paisaje de Arcueil citarse al lamentar la muerte prematura de un artista. El final de Amedeo (detalle), 1918 107 Modigliani, a los 35 años de edad, cimbró a todo un grupo que departió con él y lo vio extinguirse día a día, sin poder proveerle rescate. Modi —así lo llamaban sus amigos— pudo ser un elegido en vida, mas no alcanzó el reco nocimiento. Bien parecido, seductor, inteligente, inusualmente culto —gran conocedor de Dante, al que citaba de memoria—, era un gran conversador. Pintaba con ansia, y al salir a los cafés y figones por la tarde se movía de mesa en mesa, llevando consigo sus dibujos envueltos en periódico para venderlos o un cuaderno azul para hacer apuntes. Por la noche se perdía por las calles para recalar a deshoras en casa de algún conocido. El descrédito de ganarse un plato de comida o un vaso de licor a cambio de un dibujo es su leyenda: “Con ademanes de millonario ofrecía la hoja de papel en la que en ocasiones llegaba hasta a estampar su firma tal si hubiera dado un billete 1 1 Maurice de Vlaminck de banco como pago por el vaso de whisky que acababan de ofrecerle”. En citado por André Salmon, torno y prosperando, Picasso y Braque habían alcanzado la definitiva noto La apasionada vida de Modigliani, Barcelona, riedad, Foujita y Kisling iban en ascenso. De un trazo, es una poeta quien le Acantilado, 2017, p. 184. da giro al recordarlo: “Me asombró que Modigliani encontrara hermoso a un 64 EL PARÍS DE MODIGLIANI Y SuS CONTEMPORÁNEOS museo del palacio de bellas artes 65 Diego Rivera individuo notoriamente feo y que insistiera mucho en ello. Ya entonces Nuestra Señora de París pensé: seguramente no ve las cosas como las vemos los demás”,2 palabras (Nuestra Señora tras la bruma), 1909 de Anna Ajmátova, quien lo amó a los veinte años. En efecto, Modigliani dio 106 entendimiento y forma a una visión diferente. Al cumplirse en 2020 el centenario de su muerte, la exposición El París de Modigliani y sus contemporáneos presenta por primera vez en México una generosa muestra de su obra en compañía de algunos de sus cofrades, entre ellos Utrillo, Soutine y Kisling, y de un considerable número de otros representantes de la “Escuela de París”. La Colección Jonas Netter es fuente primordial para realizar un acercamiento cohesivo, así de amplio, a ese tranco del arte francés que va de la primera década del siglo a 1930. Para el público mexicano, la muestra quedaría incompleta si no señalara las afini dades que Diego Rivera, Ángel Zárraga, Carlos Mérida y Benjamín Coria tejieron con Amedeo Modigiliani en años para ellos iniciáticos. Como habrá de suponerse, los vínculos entre artistas no se reducen al trato personal, sino que se abren a la transmisión plástica, a la influencia compartida, a la definición de estilos propios e incluso al homenaje magistral, renglones que el capítulo mexicano de esta exposición explora. De particular interés en el balance es la inclusión de Benjamín Coria, artista oriundo de Orizaba, Veracruz, que se desvaneció de la atención pública en Italia, Francia e Inglaterra —países donde radicó—, así como del canon de México, el país a donde volvió para enclaustrarse en la docencia. Merece seguramente el estudio y el rescate. Otro aspecto concerniente al arte mexicano en esta exposición es la contro vertida herencia de la “pintura al aire libre” francesa, que se desarrolló a partir de la Escuela de Barbizón en la primera mitad del xix, para luego sen tar bases al impresionismo, y transitar al siglo xx, especialmente con el pai saje urbano en la obra de Maurice Utrillo. Alfredo Ramos Martínez, cuya 2 Anna Ajmátova, Prosa, dilatada estancia en Francia entre 1899 y 1909, lo situó por algún tiempo en trad. de Vladímir Aly, María García Barris, Marta la estela del postimpresionismo, quiso aportar a su regreso a México esa SánchezNieves y Joaquín herencia mediante la fundación de las Escuelas de Pintura al Aire Libre, cuyo Torquemada Sánchez, Madrid, Nevsky Prospects, desarrollo coincidió en el tiempo con el espectro que esta exposición cubre. 2010, p. 66. Entretanto, hubo otros mexicanos que convergieron con Modigliani. Ange 3 Helena Jordán de Balmori, lina Beloff, en primer lugar, quien compartió diez años de vida en París con Remembranzas, silencios Diego Rivera; Santos Balmori, quien evocaba haber conocido al pintor ita y charlas con Santos Balmori, México, unam, liano cuando vivió en Montparnasse como estudiante en la Academia de la 2003, p. 37. Grande Chaumière;3 y el diligente Marius de Zayas, quien presentó en 1915 66 EL PARÍS DE MODIGLIANI Y SuS CONTEMPORÁNEOS por primera vez dos esculturas de Modigliani en la Modern Gallery de Nueva Alfredo Ramos Martínez York, que fundó y dirigía.4 El muelle, ca. 1904 100 La leyenda de “los elegidos de los dioses mueren jóvenes” cuenta de los Michel GeorgesMichel, Les Montparnos [Ilustración gemelos Agamedes y Trofonio que, luego de haber construido el umbral del de Ángel Zárraga], 1929 templo de Apolo en Delfos, consultaron el oráculo y recibieron como res 44 puesta una exhortación: “Vivid alegremente y entregaos a todos los place res durante seis días, y en el séptimo se os concederá el deseo de vuestro corazón”.5 Los gemelos se entregaron al gozo. Una consigna semejante 4 Marius de Zayas, Cómo, debió guiar a los jóvenes artistas en Montparnasse. Pero he aquí que, al cuándo y por qué el arte séptimo día, los gemelos Agamedes y Trofonio amanecieron sin vida, ya ele moderno llegó a Nueva York, estudio introductorio gidos por el dios. y traducción de Antonio Saborit, México, unam/ dgeEquilibrista, 2005, O pp. 249252. 5 Robert Graves, The Greek Al vincular la pintura de Modigliani con la obra del pintor duranguense Ángel Myths I, Londres, Penguin, Zárraga (18861846), despunta de entrada el óleo La poetisa (1917), obra en 1986, p. 84. museo del palacio de bellas artes 67 68 EL PARÍS DE MODIGLIANI Y SuS CONTEMPORÁNEOS que el mexicano trazó una silueta femenina acorde con la tipología de numerosos retratos femeninos del maestro italiano. La vista frontal con un mechón desprendido, el cuello largo y la vestimenta escotada son horma de una evidente alusión. Pero la confluencia entre ambos artistas también parece localizarse en una enigmática evidencia de su trato. Salta al caso la conjetura de que Modigliani pudo ser el modelo de una de las obras maes tras de Zárraga, Exvoto. Martirio de san Sebastián (1911). Algunos expertos han considerado muy dudosa la suposición, otros la mantienen como pro bable, y en México ha corrido como una leyenda al uso. En 1997, se publicó en México un ensayo de la doctora Paulette Patout —la especialista en Alfonso Reyes, profesora de la Universidad ToulouseLe Michel GeorgesMichel Mirail— en el que afirmaba que Modigliani había servido de modelo para Les Montparnos ese san Sebastián. El ensayo fue saludado en la revista Proceso por la crí (ilustrado por los 6 Montparnos), 1929 tica Raquel Tibol, quien consideró que tenía buena fundamentación. Años 44 más tarde, el maestro Fausto Ramírez, de la unam, apuntaría que la hipóte sis tenía ciertas posibilidades de credibilidad, añadiendo que en tal caso Ángel Zárraga Modigliani podría haber sido también el modelo de El pan y el agua (1910), Exvoto. Martirio de san Sebastián, 1911 7 del propio Zárraga. Poco tiempo después de la publicación del ensayo de 157 Patout, la revista Biblioteca de México dio a conocer un fragmento extraído de la novela Les Montparnos del francés Michel GeorgesMichel (escrita en 1923, publicada en 1924), en que se narra un encuentro entre Ángel Zárraga y el protagonista de nombre Modrulleau (un alter ego de Modigliani).8 En 6 esa novela —que no se ha traducido al español, pero que en sucesivas edi Raquel Tibol, “Libro institucional sobre Ángel ciones francesas incluyó buena cantidad de dibujos y reproducciones de Zárraga”, Proceso, núm. obras de los artistas de Montparnasse, los llamados “monparnós”— apa 1105 (3 de enero de 1998). rece un dibujo firmado por Zárraga en homenaje a Modigliani, justo en el 7 Fausto Ramírez, “Zárraga capítulo donde se narra su encuentro, y que se incorporó como ilustración modernista: aprendizaje y aventura”, en Ángel en aquella entrega de Biblioteca de México. El dibujo, que a ojos vistas es Zárraga. El sentido de la una secuela del Exvoto. Martirio de san Sebastián, llamó entonces la aten creación, México, Museo ción de la doctora Patout, quien no lo conocía y escribió al editor mexicano del Palacio de Bellas Artesinba, 2014, p. 47, en busca de más referencias. Sólo se le pudo ofrecer, en respuesta, los nota al pie. datos de la edición de donde fue extraído. Si la imagen reproducía un dibujo 8 Michel GeorgesMichel, original de Ángel Zárraga, ¿abonaría a la afirmación de que Modigliani fue “Modigliani en el estudio el modelo del san Sebastián? Destaca en el dibujo la suma de tres elemen de Ángel Zárraga”, Biblioteca de México, tos: el delineado del monte Parnaso al fondo, el asomo del pintor Ángel núm. 55 (enerofebrero Zárraga en autorretrato, y la sustitución de la piadosa mujer del Exvoto por de 2000); fragmento extraído de Les Montparnos, un símbolo de la República francesa: la Marianne de gorro frigio. Aunque París, Del Duca/Éditions antes la doctora Patout no hubiera conocido el dibujo, compartía las pistas, Mondiales, 1957. 70 EL PARÍS DE MODIGLIANI Y SuS CONTEMPORÁNEOS pues había hecho mención en su ensayo del autor Michel GeorgesMichel como conocido de Ángel Zárraga, al referirse a un paseo que hicieron juntos en Venecia.9 La reproducción del dibujo en varias ediciones no suple la segura evidencia que aportaría el original, pero debe señalarse que fue el propio Georges Michel quien solicitó a numerosos artistas de Montparnasse ilustraciones para su libro, entre ellos a Picasso, Foujita, Léger, Severini, Gris, Chagall, Picabia y Kisling (e insertó asimismo fotografías de obras del ya extinto Modigliani)… y Ángel Zárraga integró esa nómina por ser, además, coprota gonista del capítulo xxviii.