Wyngaerde En Zamora
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WYNGAERDE EN ZAMORA Wyngaerde in Zamora Francisco Javier Rodríguez Méndez. Universidad de Salamanca Jesús María García Gago. Universidad de Salamanca El cartógrafo flamenco Anton Van desde los distintas campos del 1. WYNGAERDE Y SUS den Wyngaerde dibujó por encargo conocimiento han incursionado en el VISTAS ESPAÑOLAS de Felipe II un inventario de vistas estudio de la evolución histórica de de las principales ciudades españo- las ciudades. La cronología del cartógrafo es las. Wyngaerde recorrió la geografía algo nebulosa, pues de él se sabe Rara es la investigación relativa a peninsular en tres viajes comprendi- con seguridad solamente el lugar y cualquiera de las localidades dos entre 1562 y 1570 que arrojaron el año de su muerte –Madrid y 1571- inventariadas en Ciudades del siglo como resultado 57 vistas de casi ; del nacimiento, se cree que fue en de Oro -en adelante, CSO-que no otras tantas localidades. Amberes, aunque en fecha desco- mencione al cartógrafo flamenco y/o nocida. Anton Van den Wyngaerde, Desde que, en 1986, el libro Ciu- reproduzca fragmentos del considerado como uno de los mejo- dades del siglo de Oro diera a cono- correspondiente grabado. Son res cartógrafos de la época en la es- cer las vistas españolas de Antonio abundantísimos los artículos que pecialidad de vistas urbanas, venía de las Viñas, multitud de investiga- estudian las vistas de Wyngaerde, prestando sus servicios a la Corona dores han escudriñado en estas bien sea en su conjunto o alguna de española, desde 1552, en Flandes e ventanas abiertas al pasado. ellas en particular, dentro de Inglaterra. Al cabo de un tiempo, Fe- investigaciones arqueológicas, Buscando la representación lipe II le hizo venir a la península urbanísticas, arquitectónicas o ideal, Wyngaerde despliega en su para hacerse cargo del gran inven- históricas. De entre ellos destacamos Vista de Zamora el habitual reperto- tario de las capitales del reino, am- el concienzudo estudio de Antonio rio de artificios: combinación de va- bicioso proyecto de carácter Sánchez del Barrio sobre La estruc- rios puntos de vista, acusada estratégico y militar. elevación de estos hasta alturas fic- tura urbana de Medina del Campo ticias... Artificios que quedan de ma- (2), que dedica un capítulo a las dos En 1562 se encuentra ya en Es- nifiesto en el presente estudio vistas medinenses del flamenco, y es paña comenzando su primera gira mediante el empleo de la restitución una de los primeras y más serias re- de las tres que llevará a cabo, perspectiva, la reconstrucción virtual ferencias a Wyngaerde tras la publi- siendo la segunda la de 1567 y la de la Zamora del siglo XVI y la foto- cación de CSO. tercera la de 1570, a tan solo un año de su prematuro fallecimiento. Los grafía aérea. Con el fin de poner de manifiesto tres itinerarios parten de la Corte y el largo recorrido de nuestra relación Palabras Clave: recorren, el primero, ciudades de La con la vista zamorana, hacemos Wyngaerde, Corografía, Restitución Mancha, Aragón, Cataluña y Le- perspectiva, Zamora. mención de dos artículos relaciona- dos con las murallas de Zamora y su vante, de Extremadura y Andalucía Plan Director, uno de 1998 (3) y otro el segundo, y de Castilla el tercero. INTRODUCCIÓN de 2004 (4). En ambos jugó la vista de Wyngaerde un importante papel Desde que en 1986 viera la luz como apoyo de ciertas interpretacio- 2. LLEGADA A ZAMORA Y en España el libro Ciudades del nes relativas a los recintos zamora- TRABAJOS PREVIOS siglo de oro (1), esta colosal obra nos. dirigida por Richard L. Kagan se ha En su último y tercer viaje, el de convertido no en un best-seller –su El objeto del presente artículo es 1570, el flamenco parte una vez más gran formato y cuidada presentación el análisis de los procedimientos de la capital del reino para encarar acarrean un elevado precio-, pero gráficos de Wyngaerde, tomando esta vez las vistas de Ávila, Alba de seguramente en uno de los libros como base la vista meridional de Tormes, Salamanca, Zamora, Toro, más consultados, y también más Zamora, que es la única de esta Tordesillas y Medina del Campo, codiciados, por todos aquellos que ciudad que se conoce. ésta última por segunda vez. Es 67 WYNGAERDE EN ZAMORA Kagan en CSO quien establece los dominando el paso del río Duero que evidencie la estancia del dibu- itinerarios de los tres viajes, basán- desde lo alto del acantilado. A ella es jante en Zamora (7). Durante un dose para ello en la fecha que figura a la que han recurrido siempre los tiempo no inferior a varias semanas, junto a la firma de cada una de las dibujantes o fotógrafos que la han Wyngaerde y sus auxiliares se dedi- vistas y en la lógica de los despla- inmortalizado (Muirhead Bone o J. carían a recorrer la ciudad de parte a zamientos (5). Laurent, por ejemplo). parte en busca de datos e informa- ciones: levantamiento de la trama Es de imaginar la llegada del car- En algunas de las panorámicas, urbana y de los edificios más rele- tógrafo a Zamora, acompañado de véanse las de Toro o Jaén, el punto vantes, trascripción de la toponimia su cohorte de agrimensores y ayu- de vista y el eje de visión son seña- de los mismos, medición de la altura dantes. La noticia de su actividad le lados por el autor representando de torres y otros elementos sobre- iba precediendo, pues eran muchas uno o varios personajes e el acto de salientes, etc. Alguien podría poner las villas del entorno que habían re- dibujar. No es el caso de Zamora, en en duda la pertinencia de alguno de cibido ya su atención, durante perío- cuya vista es el Monasterio de San estos trabajos previos, e interpretar dos de tiempo no breves. Si se tiene Jerónimo el elemento que adquiere que el dibujo ha sido tomado direc- en cuenta que una real orden de verdadero protagonismo, a causa de tamente del natural, como sugieren 1570, dirigida a “Concejos y justi- su situación en primer plano (Fig. 1). los personajes representados en el cias, regidores, caballeros, officiales Este monumento renacentista fue acto de dibujar. En el caso de Za- y hombres buenos de todas las ciu- desamortizado y revertió a manos mora esto no hubiera sido posible. dades de estos mis reynos y seño- privadas, que propiciaron su ruina ríos de Castilla” (6), exigía bajo pena más absoluta. De él apenas perma- La orilla sur del río Duero -ni si- de 1000 maravedíes la favorable necen in situ los cimientos, enterra- quiera en el piso superior del des- acogida -con alojamiento y manu- dos bajo montículos de tierra y aparecido Convento de San tención por cuenta del municipio y maleza. La vívida imagen que mues- Jerónimo- carece de elevación sufi- para toda la tropa acompañante-, se tra la vista es lo que queda de él, ciente como para proporcionar una deduce que lo que tendía a suceder junto con algunos restos de colum- vista que muestre el interior de la ciu- de manera espontánea, a tales altu- nas y arcos de los claustros, reubi- dad, y mucho menos la vertiente ras de los viajes de Wyngaerde, era cados en el atrio de la Catedral. Muy norte de la misma. La fotografía de la precisamente lo contrario a lo que se posiblemente, este edificio sirvió de Fig. 2, tomada desde la orilla iz- estaba demandando. albergue al dibujante y su cohorte, quierda, muestra solamente los edifi- que no podrían encontrar una base cios más próximos al escarpe rocoso. Si -como afirma Kagan- nuestro logística más idónea desde la que Por esta razón, el dibujante flamenco dibujante llegó a Zamora prove- preparar la panorámica. se vio forzado a emplear en Zamora niente de Salamanca, la ciudad se le el recurso habitual cuando se daba fue mostrando tal como posterior- Es necesario especular sobre el esta circunstancia: elección de un mente la plasmó en su vista. Y no es tiempo invertido y las actividades punto de vista imaginario y elevación de extrañar, pues esta es la vista que se realizaron antes de ensam- del mismo hasta una altura conve- que mejor muestra el carácter inex- blar la vista definitiva, pues no se co- niente para sus propósitos. pugnable de la antigua ciudadela, noce vestigio documental alguno Así pues, en estos casos fue pre- ciso “construir” la vista a partir de bo- cetos parciales -estos sí, tomados del natural- y partiendo forzosa- mente de una planta de la ciudad. La realización de dibujos preparato- rios de sus vistas era una práctica habitual en Wyngerde, como así lo atestiguan la cantidad de ellos que se conservan de otras capitales, no de Zamora. No se tiene constancia de plano fiable alguno de la ciudad anterior a 1570, por ello, dentro de los trabajos previos a realizar por Wyngaerde, estuvo también el le- vantamiento topográfico del casco urbano y su entorno. No es el obje- tivo de este trabajo formular hipóte- Fig. 1: Vista de Zamora. Detalle, en primer plano, del Monasterio de San Jerónimo. sis respecto al método empleado Fuente: Kagan, R. L., op. cit., p. 370 por el flamenco para elaborar ese 68 WYNGAERDE EN ZAMORA documento de inicio. Entre los tipos que el dibujante representó en pri- de levantamientos urbanos descritos mer lugar los edificios principales y por Fernando Arévalo, nos decanta- ejes viarios, para pasar después a mos por el más sencillo denomi- las manzanas construidas (11). En nado “por polígonos” (8), consistente la mayoría de las vistas se eviden- en medir directamente los diferentes cia su estratificación en tres zonas, polígonos que conforman las man- tratadas con un nivel de detalle de- zanas y encajarlos en el recinto creciente: primer plano, plano medio amurallado que rodea la ciudad.