EL NACIONAL DEL 40 Jueves 19 de Marzo de 1970

DIRECTOR Fronklin Morales asesor de la dirección Eduardo Gutiérrez Cortinas AYUDANTE DE LA DIRECCION Rafael Bayce DIAGRAMADO Horacio Anón

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PUBLICIDAD Vórtice Salís 1563 Tal 9 13.22 o Impreso en por Impresoro Reí S A Caboto N- 1525 — Teléfono 4 90 41 Hecho el deposite de ley. Amporodo en el Art 79 de la Ley 13 349 IComisión del Popel) El Club Nacional de Eootball consiguió montar una Copyngbr EDITORES REUNIDOS máquina futbolística a fines de la -locada

Ahlie García, el moruno qoleodor de lodo» lot tiempos t«m ntt Ut EL NACIONAL DEL 40 RAUL BLENGIO BRITO

La primera e histórica victoria del período fue el torneo nocturno jugado en el verano de 1938. Participó la realeza del fútbol rioplatense, jugándose en , , Rosario y La Plata entre Peñarol, , Independiente, Newell’s, Racing, San Lorenzo, Estudiantes, Rosario Centra'., River Píate y Nacional. Formidables jugadores alinearon en cada club, como Bernabé Ferreira, José Manuel Moreno, Pedernera, , Zozaya, Sastre, Vicente de la Mata, Scopelli, Sebastián Guaico, Pellegrina, Alarcón, Varallo, Peucelle, etc. Además la pasión del rival manchó de sangre, sin eufemismos, la camiseta del Campeón, aquí alineado en oca­ sión del partido jugado en La Plata: Véliz, arquero suplente, Alejandro Morales, Ricardo Faccio, Mario Rodríguez, Eduardo García, Lirio Fernández, Ramón Cabrera, , Francisco Arispe, Atillo García, Enrique Her­ nández y Arturo De León.

Nadie sabía, por supuesto, en 1938, Vale, entonces, hablar del Nacio­ Vale la pena marcar, sin embar­ que ya por entonces estaba naciendo nal del 40, pero no para referirse, go, que este Nacional fuera de se­ lo que hoy llamamos, por comodidad precisamente al del 40, sino al que rie no es fruto de la casualidad de lenguaje más que por precisión partiendo de la "Unificación” del 37 (como nada, tal vez), sino en última histórica o sociológica, el Nacional del y del Nocturno Internacional del instancia de un conjunto de cosas 40. Y nadie sabía, tampoco, en 1943, 38, acumuló, entre otros, los cinco voluntariamente elegidas, de un con­ que el equipo que ese año ganaba por Campeonatos Uruguayos disputados junto de responsabilidades conclen- quinta vez consecutiva al Campeo­ desde el 39, dio a la dirección téc­ temente asumidas, de un esfuerzo nato Uruguayo seguía siendo, estric­ nica un papel fundamental (por en­ múltiple y tenaz, de la confluencia tamente, el Nacional del 40. tonces, apenas intuido) y trabajó final de diversas vertientes. En verdad, la fórmula es de acu- Hubo, primero, en la esfera diri­ nación reciente. Y busca aludir a un sobre hombres que sumaron a su gente, una fructuosa intención por fenómeno único —uno más, de los propia capacidad, su amor a la en­ salir de una larga crisis de comités únicos— del fútbol uruguayo. Por- seña, su desapego a los estímulos y antagonismos, de programas de r que con prescindencia de otros he- materiales, su sentido de equipo, y acción sucesivos y encontrados, dis­ » chos memorables, de otras hazañas su plena conciencia del papel a tintos y estériles. Hubo, además, lu­ conocidas, de calidades ind viduales desempeñar en un conjunto inte­ minosa certidumbre en cuanto a la o aun de equipos de excepción, nun­ grado por once. necesidad de dejar la dirección téc­ ca se vio, por tanto tiempo y tan sin El Nacional del 40 es, además, nica de los equipos en manos de un pausas, un conjunto de hombres que, para gran parte de su público de verdadero director técnico (verdad siendo cada uno de tan alta calidad, hoy— porque es historia todavía cer­ que, treinta años después, aún suele formaran sin embargo, al mismo cana— el mejor de los recuerdos. De discutirse, si no con las palabras, tiempo, un organismo tan coherente hombres y de goles. De triunfos, en por lo menos con los hechos). Y hu­ y eficaz. fin. bo, por fin, tino y suerte en la elec-

363 ción de los hombres que habrían de integrar los planteles superiores.

LA UNIFICACION DIRECTIVA El Dr. Atilio Narancio, el más conocido de los responsables de la victoria olímpica del 24, había presi­ dido la Comisión Directiva de Na­ cional durante 1934 y 1935. Pero ya por entonces había comenzado, en un plano de menos notoriedad, la acti­ vidad permanente de los comités electorales, la puja incesante por la sucesión, el enfrentamiento de pro­ gramas y la diversidad de las opi­ niones. Era excesiva la división: los lemas "Delgado - Pesquera - Bermúdez”, "Manuel Rovira Urioste”, “Nacio­ nal”, "25 de agosto”, "Abdón Porte”, buena intención y buenos propósitos aparte, fragmentaban al club y ale­ jaban la posibilidad de un grupo dirigente que, por encima de luchas internas, aplicara su esfuerzo sola­ mente al engrandecimiento del club. La crisis y la lucha de tendencias se mantuvo hasta 1937. Nació enton­ ces, por voluntad de todos los grupos indicados (aunque alguno, más tar­ de, optó por retirarse), el comité “Unificación” y la candidatura sal­ vadora de Aníbal Zapicán Falco. El propio Falco había de decir después: "Alejado desde hacía años del fútbol, pensé cerrar mi ciclo de­ portivo considerando que mis tareas particulares me obligaban seriamen­ te, absorbiendo casi todo mi tiempo. Sin embargo, y pese a mis propó­ sitos, hube de atender la solicitud de un selecto núcleo de socios de Nacional, sirviendo de bandera de concordia a un movimiento que ten­ día a la eliminación de los viejos círculos en el club” (declaraciones recogidas por “El Pueblo” del 10 de marzo de 1938). , Con el elenco directivo del 37 (lai­ co, Braceo, Fullgraff, del Castillo. Palazzo, Goycochea, Ruibal, Hughes. Antuña, Arboleya, Gomensoro), co­ mienza uno de los esfuerzos más serios en la vida de la instituc.ón: se pagan las deudas, se disminuyen los gastos, se compra el Parque Central, se mejora el equipo, se in­ corpora como entrenador al inglés Reaside, se logra en fin una mayor y más atenta aproximación de so­ cios y partidarios. Pero un año de esfuerzo no ... un­ za: el campeonato uruguayo le si m e siendo esquivo desde el 34 Ei cité "Unificación" insiste en su esfuerzo, “para consolidar la obra Todo comenzó con una lúcida actitud interna que primero evitó la división económica realizada y traer a nues­ directriz ungiendo presidente a Raúl Blengio Salvo, a la derecha, en la foto­tras vitrinas —dice — los trofeos que grafía, apoyado decididamente entre otro» por Atilio Narancio, en e* medio. se disputarán en 1938 y años futu­ Luego la directiva encaró una medida que sonaba a excentricidad: contrató ros". La profecía de íora un año a un técnico extranjero, un escocés llamado W illiam Reaside, a la izquierda. en cumplirse en lo que tiene que ver Ló demas fue la receta universal: tino y buena suerte en la elección delcon el Uruguayo; pero, en compen­ plantel. sación más que aceptable sin duda. Nacional, en el 38, se clasifica cam­ Consejo Directivo no interviene”), peón del Nocturno Rioplatense y del Pese a todo, a la prensa de la épo­ tiene como remoto precedente las ca le resultó difícil comprender con Torneo de Honor y se adjudica la declaraciones del presidente de Na­ copa "Lord Willingdon”, precisión el papel del nuevo entre­ cional en 1938: “Tengo desde el pri­ nador. O, más en general, el papel En 1938, presidió su directiva el mer momento opinión tan favorable Dr. Raúl Blengio Salvo, vicepresi­ de los técnicos. Y aunque en el caso del entrenador Mr. Reaside, que no concreto de Mr. Reaside hubo siempre dente en las anteriores presidencias es aventurado adelantar que se le de Narancio, y uno de los más fir­ una actitud de respeto frente a sus mantendrán, sin el menor retaceo, no discutidos conocimientos del ofi­ mes impulsores de la política de uni­ los plenos poderes que se le han dad. Lo acompañaron en el periodo cio, de todas formas costó reconocer conferido”. la importancia que tuvo para Juan Braceo, como vicepresidente; La contratación del nuevo entre­ Nacional. Mario C. Fullgraff, Santiago Antu- nador importó, pues, variantes de Ulises Badano dijo sobre el punto ña, Juan B. Silva, Peyraube, Simeto, significación con relación a la épo­ (y sobre la marcha): “Un entrena­ Hughes, Cusati, Serra y el propio ca: un club de la importancia de dor visitante ha contribuido a repo­ Afilio Narancio, que ya en 1935 ha­ Nacional recurría a un extranjero ner la base futbolística que otrora bía anunciado esta posibilidad de ir para la dirección de sus plante'es, nuestros propios conjuntos de arrai­ de simple vocal en una lista de uni­ aceptaba públicamente la necesidad go pequeño en la afición la ensa­ ficación ("el Dr. Atilio Narancio es de adaptar el juego libre e inspirado yaban con estruendosos sucesos. Es un ferviente partidario de la candi­ de las décadas anteriores a esque­ claro que el señor Reaside consiguió datura presidencial del Dr. Raúl mas y planteos a estudiar, y decla­ una serie de mejoras; pero en lo Blengio Salvo ysi éste fuera procla­ raba sin empacho que no era función fundamental no ha hecho otra cosa mado no trepidería en aceptar un de la directiva, sino del entrenador, que actualizar las viejas escuelas que modesto puesto de vocal en la lista resolver los problemas deportivos del desplegaron tantos magníficos cam­ que encabezara aquel distinguido equipo. peones que tuvimos. Después, se im- deportista"; "El Pueblo”, 16 de no­ viembre de 1935). Durante la presidencia de Blen­ gio, y la inmediata de Narancio Por la “Copa Lord Willingdon”, el 11 de setiembre de 1938, al comienzo del (1939), se consolidó la buscada uni­ ciclo: Ricardo Faccio, el homenajeado, y Alvaro Gestido. Ganó Nacional dad y se impulsó elpoderío depor­ por 3 a 1, con dos goles de Atilio, claro, uno de Hernández y Severino Várela tivo y social de la institución. para los aurinegros. La unificación dirigente fue, asi, una de las causas determinantes del gran Nacional de la época.

PERO, ADEMAS, UN TECNICO Narancio, Falco, Blengio. Tres nombres que Nacional hace bien en recordar. Es posible, sin embargo, que nunca hubiera habido un Nacio­ nal del 40 si, durante la presidencia de Falco no se hubiera compren­ dido que Nacional necesitaba ya, como todo el fútbol uruguayo, un técnico que asegurara mejor éxito a la innata habilidad futbolística criolla. Nadie dio, por entonces, a Mr. Rea- side, la importancia que hoy es jus­ to reconocerle. Es que, en general, no se atribuía mayor significación a los técnicos: tanto era lo que im­ portaban las individualidades, el ta­ lento de los jugadores. Mr. Reaside era casi una excentricidad de Nacio­ nal. Porque, dos veces campeones olímpicos, una vez mundiales, cuán­ tos sudamericanos, ¿ qué podíamos aprender del “inglés” ? Fue mucho, sin embargo. Y, tal vez en especial, que más que las virtudes individuales, lo que importa en un equipo de fútbol es su coherencia; y que a un entrena­ dor (como se decía preferentemente entonces) o a un técnico (como se dice ahora) hay que dejarle las ma­ nos libres. La declaración de Peña- rol con motivo del episodio Bran- dao-Spencer, del 23 de enero de este año (“es un problema de carácter técnico, en cuyo aspecto —acorde con lo que ha sido tradicional — el Aníbal Ciocca había venido de Wanderers, en la temporada de 1931, con dieciséis anos. En mayo34 alineó del en los 9 de Nacional que defendieron el resultado y el honor contra los 11 de PenaroLAl ano siguiente se “ roñaba campeón sudamericano en Lima. Cuando llegó el escocés, lo mantuvo como titular, formandola ^ ' ant" a. Fue el m mado de una hinchada que lo llamó "el principe", a la que retribuía con su extraordinariahabilidad. Acó frente a Erebo Zunino.

plantó algo que cien veces hemos cia indisimulable en el Nacional y transitorio, se aspiraba al apoyo recomendado: mantener la integra­ del 40. del club para alcanzar, en otros la­ ción de los teams para que ganen El manco Castro, por varias razo­ dos, fuentes de ingreso permanentes. cohesión, acostumbrar a sus com­ nes memorables en la historia del Ninguno de los hombres de entonces ponentes a entenderse, respetarlos, club, habría de ser, en los años si­ hizo dinero del fútbol. Del fútbol, máxime cuando ganan" (“El Dia", guientes, un aplicado y puntual se­ sólo se hizo fútbol. Cuando a prin­ 20 de marzo de 1938). guidor de las enseñanzas del "in­ cipios de 1940 los dirigentes del club Badano escribe muy cerca del su­ glés"; y aunque basó su disciplina enfrentaron una situación financie­ ceso Tiene el mérito de reconocer, más bien en el compañerismo, la má­ ra momentáneamente difícil, plan­ casi sin perspectiva, las mejoras in­ quina estaba armada y su sistema tearon a sus jugadores el problema. troducidas por el inglés. Y subraya alcanzaba para que siguiera dando "Todos ellos, pese a su condición Je con claridad lo fundamental: que frutos profesionales y de mimados de la afi­ además de la resurrección de fó-mu- ción, dejaron a un lado convenien­ das conocidas, dio más importancia cias para ponerse en partidarios, al conjunto que a los hombres; o, ...Y, SOBRE TODO, comprender la situación y aceptar si se prefiere, puso la capacidad in­ UN ORAN CUADRO las nuevas propuestas que la signi­ dividual al servicio de la capacidad ficaban a cada uno una merma con­ del conjunto Dirigentes y técnicos dieron su siderable. Cuando le llegó el turno Mr Reaside, muerto un par de esfuerzo duiante años a Aníbal Ciocca y el Presidente del años atrás, y de cuyos recuerdos del Pero, sin duda, lo hubieran dado Club inició las explicaciones del caso, periodo que trabajó con Nacional en vano si no hubieran contado con el "príncipe" no lo dejó terminar, nos trajeran noticias los cables pro­ un conjunto de hombres de excepcio­ manifestando textualmente: -—"Mire venientes de Londres durante el nal calidad como futbolistas, y más doctor; conmigo no hay problema Mundial del 66 —llegó a la concen­ movidos por el amor a su club y al Cuando Nac;onal pudo, me pagó muy tración para recibir y retribuir aten­ deporte que por el no muy estimu­ bien; hoy no puede y es lo mismo. ciones que det>de Montevideo le hizo lante profesionalismo de la época No hay d.scuslón; deme el contrato llegar Ricardo Faccio, su gran capi­ Se cobraba, es claro Pero poco que lo fumo y ustedes anotan lo tán . tuvo sin duda una importan­ Y más que un sueldo, que era escaso que crean conveniente". "(La Voz de Nacional”, 30 de noviembre de cambio estaba en Bella Vista, Gal- 1945). valisi en Rampla Juniors, General INTERNACIONAL DEL 38 t Con hombres que jugaban al fút­ Viana en Central, Atilio García en EL NOCTURNO bol como pocos y (,je tenían esta las divisiones inferiores de Boca. El campeonato nocturno riopla­ calidad moral, con técnicos y direc Hay más razones para arrancar en tense organizado a principios del 38 tivos concientes de su verdadero pa­ el 38, no sólo porque en él se con­ fue, sin duda, la primera gran vic­ pel, el Nacional del 40 no fue mas solida 1? unificación dirigente y co­ toria del período. que un fenómeno futbolísticamente mienza a dar frutos la labor del téc­ Intervinieron en él, además de inevitable y fatal. nico contratado en Inglaterra, sino Nacional y Peñarol, los equipos ar- porque se gana, además, contra to­ gentinos de Independiente, Newell’s EL COMIENZO DEL CICLO dos los vaticinios razonables, el cam­ Oíd Boys, Racing, Sém Lorenzo, Es­ peonato rioplatense nocturno, el tor­ tudiantes de La Plata, Rosario Cen­ Queda dicho: sería perfectamente neo de Honor y la copa Willingdon; tral, Boca Juniors y River Píate. Y legítimo tomar como año inicial del porque ya en el primer partido (15 se jugó no sólo en el Estadio Cente­ ciclo el de la presidencia de Falco. de enero) se registra el debut de nario (Nacional con Racing, con En 1937, en efecto, se puso en mar­ Atilio García, y el 23 de abril el de Sém Lorenzo, con Rosario Central, cha la unificación dirigente, se sa­ Galvalisi, dos hombres vinculados con Peñarol, con River Píate), sino nearon las finanzas de la institución, estrechamente al ciclo. también en el estadio de River (con v se compró el predio del Parque Cen­ El salto entre 1937 y 1938 resulta Independiente), de Rosario Central tral, se contrató a Mr. Reaside. claro apenas se revisan las alinea­ (con Newell’s), de La Plata (con La verdad, sin embargo, es que el ciones. A fines del 37. Nacional for­ Estudiantes), de San Lorenzo (con equipo que ese año ganó veintiséis maba con García, Riolfo y Cabrera; Boca). De modo que el torneo resul­ partidos de los cuarenta y dos que Andreolo, Rodríguez y Aguirre; La- tó internacional no sólo porque in­ jugó, era en su mayor parte un equi­ braga, Minoli, Cardeal, Arispe y tervinieron en él equipos de dos paí­ po "saliente”, un equipo integrado Porta. A fines del 38, con Véliz, Riol­ ses y varias provincias, sino además por hombres que jugaban sus últi­ fo y Cabrera; Andreolo, Faccio y porque se jugó en canchas de cuatro mos partidos, un equipo a renovar, Galvalisi; Porta, Ciocca, Atilio Gar­ ciudades. en el que sólo estaban —y a veces— cía, Hernández y De León. Faltan Nacional —que había empezado unos pocos de los hombres que en aún Paz, Luz, General Viana; Faccio su campaña con un internacional los años siguientes serían clave y ocupa todavía el lugar que corres­ amistoso en el Estadio, contra Cha­ razón de los triunfos. Que si ya ponderá a Galvalisi al centro de la carita Juniors, el 15 de enero, de jugaban Cabrera en la defensa, línea media. Pero de todas forméis, justa memoria porque en él se pro­ Ciocca, y accidenta'mente Porta y éste es ya, en términos sustanciales, dujo el debut de Atilio García— De León en la delantera, Paz .en el Nacional del 40. Aquél, no. ganó primero a Independiente por

h amnn'ra:.,Ht= rH,|q^7 ^onqu'stó el to r" e° nocturno del 38 iba lentamente perfilando la del ciclo glorioso. A fines de la temporada del 37 formaba con Labraga, Minoli, Cardeal. Arispe y Roberto Porta en la izquierda. Un año más tarde alineaba como muestra la fotografía: Porta, Francisco Arispe, Atilio García, Enrique “Tiki” Hernández y Arturo De León.

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V

367 de febrero de 1938). E< propio Na- rancio, tan equilibrado en sus jui­ cios, escribía con claridad a un ami­ go: “Triunfo quinto en La Plata, Nacional a cuatro puntos de Racing y Peñarol, que vienen segundos. Ga­ narnos en las cuatro ciudades, y eso quo hay que enfrentar carniceros y hordas que los envalentonan y jue­ ces que los toleran. El de ayer, fue Olavarrieta, que junto con el color, perdió el valor”. Las hordas a que se refiere Na- rancio han de haber sido tanto abajo como arriba. “Cuando la barra pin- charrata (que ya entonces se utili­ zaba el término, por lo que '.e ve), tendida a lo largo y ancho de la popular hacía crujir los tablones de la grada al grito acompasado y sal­ vaje de “leña. . . leña”, no hacía más que ponerse a tono con los galeru- dos del palco de los sillones de cuero” (“El Pueblo”, 22 de febrero de 1938). .. Nacional ganó luego sin dificulta­ des a Rosario Central (cinco a cero), apenas a Peñarol (dos a uno), y perdió con Boca y River, dos a cero y uno a cero respectivamente. Pero este final infeliz no afecto las posiciones (Nacional se adjudico el campeonato), ni desanimó a la hinchada que, en la noche del 6 de abril se reunió para festejar la haza­ ña y homenajear a sus campeones (e incidentalmente a ese otro gran de­ portista que fue Héctor Supicci Se-

Ramón Cabrera ( “ Cabrerita” como se le llamaba por su estatura) al­ canzó un extraordinario rendimiento por agilidad, decisión yespiritu.de lucha. Acá frente a Carrero, de River.

Aníbal Paz fue un hombre funda­ mental en la formación. Perteneció a los arqueros “que gritan” y quizá haya sido el fundador de la modali­ dad de dirigir la defensa desde el arco.

un gol de Porta, luego a Racing con goles de De León y Arispe, a Ne­ well’s por uno de Atilio. a San Lo­ renzo por tres a dos, a Estudiantes por dos a uno. Nacional debió jugar estos cinco partidos 'con excepción del segundo), en sedes ajenas y hos­ tiles, especialmente el último, en La Plata. Ni un dirigente recibió a la dele­ gación. Ni uno facilitó a sus compó­ rtenles el ingreso al Estadio "Sus victorias sucesivas en Buenos Aires, Rosario y La Piala bajo una con­ tinua rechifla del público y muchas veces bajo una nutrida pedrea (¡oh cultura deportiva del público argen­ tino!, no tienen importancia para los colegas porteños'' ' “El País", de 22 Antes de iniciarse el partido, los I — ' jugadores fueron presentados, uno a uno, al presidente de la República, Alfredo Baldomir; al ministro de Re­ laciones Exteriores, Alberto Guani; al embajador de Inglaterra, Milling- ton Drake; al propio Lord Willing- don, de calva distinguida, bigote ca­ no, sobretodo con cuello de piel, guantes y bastón, toda une. imagen de la tierra en la que nació nuestro fútbol. Peñarol venía de ganar, dos se­ manas atrás, por tres goles (uno del mulero Lago, dos de Varela) contra uno (de Atiiio García, es claro). Pero ya en aquel entonces el favo­ ritismo no existia. En el nuevo en­ cuentro ganó Nacional por idéntico tanteador: tres (dos de Atiiio, uno de Hernández) a uno (de Varela). El cuadro estaba más cerca toda­ vía del típico del 40: Galvalisi ha-

Eugenio Galvalisi: de Salto a Ram- pla y de Rampla a Nacional para perpetuarse por su inagotable poder físico. Estuvo en las dos lineas me­ dias típicas del período. El gran , formi­ dable jugador, debutó en Asunción frente a Olimpia, el 9 de abril de 1939. Nada menos que en nueve tem­ poradas fue Campeón Uruguayo. des, triunfador ese año en los ca­ minos de ). El nocturno del 38 dio a Nacional la verdadera medida de sus posibi­ lidades inmediatas: quien pudo ven­ cer a grandes equipos extranjeros, en terrenos desconocidos y ante pú­ blicos hostiles, ¿por qué no podía ser de nuevo el gran triunfador en su propia tierra? Durante el torneo, Eduardo García defendió la valla; Morales y Ca­ brera le cuidaron el área, Rodrí­ guez, Faccio y Lirio Fernández for­ maron la línea media; Porta, Arispe, García, Hernández y De León, la delantera. En los últimos partidos Veliz sustituyó a García y Demaria primero a Atiiio y luego a Hernán­ dez. Sólo trece hombres, pues, para nueve agotadoras faenas. Mister Reaside andaba armando un equipo.

LA COPA "LORD WILLINGDON En 1938, Nacional entró segundo en el Uruguayo. Pero en cinco en- cuentros con Peñarol, ganó tres, per­ dió uno y empató el restante. Y en­ tres los que ganó, está el disputado el 11 de setiembre, ante cincuenta y cinco mil espectadores, por la Co­ pa Willingdon. Fue un encuentro importante. I

Si hubiera que e':gir la cúspide de todo aquel extraordinario periodo, escogeríamos la formación de la fotografía. En un Campeonato Uruguayo de once equipos, ganó los cuarenta puntos en disputa, hazaña sin parangón en los casi setenta años de la Copa Uruguaya. Además es el equipo que marco a Penarol aquel histórico 6 a 0. Fue en la temporada de 1941 y la falta de algún jugador (sobre todo de Ciocca) contribuyó a que no quedara como la imagen clásica del "Nacional del 40". Pero ningún equipo alcanzó hoy lo que realizó este. Héctor Castro, entre­ nador Luis Alberto Luz, Schubert Gambetta, Dándalo Rodríguez Cándales, Héctor Romero, Aníbal Paz, Eugenio Galvalisi, Cioli, masajista, Luis Ernesto Castro José Fabrini, Atillo García, Roberto Porta, Bibiano Zapirain y Barbotto, arquero suplente.

bía ingresado en la línea media (en dieron en definitiva al equipo esa como Torres y Di Matteo en los la izquierda); Eduardo García había fisonomía tan propia que autoriza tres últimos. sido sustituido por Véliz —un elás­ a pensarlo con independencia de la Paz jugó en Nacional más de 500 tico e irregular intermedio entre trayectoria integral del club. partidos. Es decir, unos cuantos más aquél y el inminente Paz—, y aún Hubo en el arco un hombre fun­ que el homenajeado Cococho Alvarez. Faccio era el eje de una línea que se damental: Aníbal Paz. Y fue, para Nacional y para el país, preparaba para girar sobre el in­ Proveniente de Bella Vista, Paz, uno de sus mejores arqueros. Con cansable Galvalisi. debutó en Nacional el 25 de marzo de 1939, en un partido amstoso Máspoli —otro de los grandes del jugado contra Wanderers. Estaba período —obtuvo en 1950, ya sobre LOS ULTIMOS TRES el final de su carrera, el título de llamado a convertirse en el sucesor campeón mundial en Maracaná. Se verá sin duda —a medida que obligado de Eduardo García, ya en se revisen y pesen nombres y cali­ los últimos tiempos de su carrera Agil y atento, Paz fue, creemos, dades— que el Nacional del 40 tuvo deportiva, pero con algunas actua­ el fundador del grupo de los arque­ una característica fundamental: el ciones en el arco no sólo en 1939, ros que gritan. Cuando la jugada lo equilibrio entre lo que entonces eran sino incluso (aunque menos) en requería, daba en voz tan alta que claramente los tres grandes sectores 1940. llegaba a las tribunas sus instruc­ del equipo. Triángu o fina.', línea Ya en su primer año. Paz despla­ ciones a sus backs. Y aunque a ve­ media, línea de ataque, funcionaron zó a los otros; al propio Garda y ces “hada vista" (como entonces se siempre, durante los cinco años a Véliz titular durante 1938. Ser- decía) y fal'aba. fue, sin duda, uno comprendidos entre 1939 y 1943, sin vetti y Barbotto no fueron sus com­ de los artífices del ciclo. predominios ostensibles y sobre la petidores, sino sus suplentes en los Tuvo, es cierto, colaboradores de base de algunos hombres claves, que dos primeros años del quinquenio, excepción en los backs que, durante

S70 LA INIGUALADA CAMPANA DEL CAMPEONATO URUGUAYO DE 1941

Julio 20. Nacional 3 Bella Vista 2. Nacional: Aníbal Paz, Romero, tro, Fabrini, A. Garda, Porta y Cabrera, Luz, Galvalisi, Gambet- Zapirain. Racing: Altez, Blas Bas, ta, Castro, Volpi, A. García, Porta Vigliola, Castilla, Cazersa, Suá­ y Zapirain Bella Vista: Navarro, rez, Mendilarzu, Bastardea, Guz- Castro, Holanda, A. Fernández, mán, Alvarez y Gutiérrez. Goles: Faccio, L. Fernández, Romero^ Roberto Porta 2, Bibiano Zapi­ Silva, Zozaya, Lago y de León. rain y José Fabrini. Goles: Atilio García, Luis Ernes­ to Castro 2, Zozaya y Lago. Octubre 12. Nacional* 3 River Píate 1. Nacional: Paz, Romero, t J u lio 26. Nacional 6 Defensor 0. Cabrera, Luz, Galvalisi, Barti­ (Jugado en el Parque Rodó). bás, Castro, Fabrini, A. García, » Nacional: Paz, Romero, Cabrera, Porta y Zapirain. River Píate: Luz, Galvalisi, Gambetta, Cas­ Larrosa, Soneyro, Zubia, Ramos, tro, Ciocca, A. García, Porta y Beracochea, Souza, Seguer, Váz­ Zapirain. Defensor: Gutiérrez, quez, Maiaaer, Oscar Chirimini y José A. Vázquez, Bagnulo, Gu­ Olivera. Goles; Seguer, Fabrini 2 tiérrez, Alberti, Spina, Juan Emi­ y Lula Ernesto Castro. lio Píriz, Rimoldi, Suárez, Vassot- to y Luxtemberg. Goles: Atilio Octubre 18. Nacional 3 Bella Vis­ García, Roberto Porta, Anibal ta 1. Nacional: Paz, Romero, Ca­ Ciocca, Bibiano Zapirain (2) y brera. Luz, Galvalisi. Gambetta, Schubert Gambetta. Castro, Fabrini, A. Garda. Porta y Zapirain. Bella Vista: Navarro, Agosto 3. Nacional 3 Sud Ame­ Vázquez, Holanda, Genta, Caser- rica 2. Nacional: Torres, Romero, za, L. Fernández, Luxtemberg, Cabrera, Luz, Galvalisi, Gambet­ Arispe, Lago, Cantou y González. ta, Castro, Ciocca, A. García, Por­ Goles: Atilio García, Zapirain 2 ta y Zapirain. Sud América: Pe- y Lago. reyra Nattero, Chávez, Mangini, Colturi, Fraquelli, Rossi, Ocam­ Octubre 26. Nacional 4 D efen­ po, Belfiori, Correa, Nevicatti y sor 1. Nacional: Paz, Romero, Cavadini. Goles: Atilio García 2. Cabrera, Luz, Galvalisi, Gambet­ Ciocca, Correa 2. ta, Castro, Fabrini, A. García, Luis Ernesto Castro. Porta y Zapirain. Defensor: Strat- A gosto 17. Nacional 6 Liverpool Q. ta, Piano. Hugo Bagnulo. Spina, Nacional: Paz, Morales, Cabrera. : Alberti, Becoña, Píriz, Plazzesi, Luz, Galvalisi, Gambetta, Cas­ Suárez, Piangelúa y Belmonte. tro, Fabrini, A. García, Porta y Goles: Atilio García, Luis Ernes­ Zapirain. Liverpool: Di Matteo to Castro, José Fabrini, Zapirain Lorenzo, Dalton Rosas Riolfo, y Belmonte. A. Rodríguez, Sixto González, Le- guizamón, Viscaíno. Eirín, Beni- i. Noviembre V. Nacional 4 Sud tez, Hernández y Balao. Goles: América 2. Nacional: Paz, Ro­ Atilio Garda 3, Luis Ernesto Setiembre 6. Nacional 3 Wande- mero, Rodríguez Cándales. Luz, Castro 3. derers 2. Nacional: Paz, Morales, Galvalisi, Gambetta. Castro, Fa­ Cabrera, Luz, Galvalisi, Gam­ brini, A. García, Porta y Zapirain. Agosto 24. Nacional 4 Rampla betta, Castro, Ciocca, A. García, Sud América: Pereyra Nattero, Juniors 1. Nacional: Paz, Mora­ Porta y Zapirain. Wanderers: Chávez, Magini. Risso, Fraque­ les, Cabrera, Luz, Galvalisi, Gam­ Carvidón, Minoli, Queijo, Cuevas, lli, Risso, Ocampo, Belfiore, Co­ betta, Castro, Ciocca, A. García. , Sagastume, Gar­ rrea, González y San Martin. Porta y Zapirain. Rampla Juniors: cía, Medina, Nieto, Matta y Ma- Goles: Atilio Garda 2, Porta 2 Montero, Quintín Cardozo, Secun- gliano. Goles: Atilio García 2. Mi- y Belfiore 2. dino Arrascaeta, Delgado, Rome­ noli en contra, Magliano y Nieto. ro, Ricardi, Agostini, Matías, Ro­ Noviembre 9. Nacional 4 River dríguez, Riephoff y Mazocchi. Setiembre 14. Nacional 1 Club Píate 1. Nacional: Paz. Romero, Goles: Atilio García 2. Roberto Atlético Peñarol 0. Nacional: Paz, Cabrera, Luz, Galvalisi, Bartibás, Porta, Castro y Riephoff. Romero, Cabrera, Luz, Galvalisi. Castro, Fabrini, A. García, Porta * Gambetta, Castro, Ciocca, A. Gar­ y Zapirain. River Píate: Larrosa, Agosto 30. Nacional 5 Central 3. cía, Porta y Zapirain. Peñarol: Nacional: Paz, Morales, Cabrera, Soneyro, Zubia, Ramos, Beraco­ 9 Máspoli, Bermudez, Muñiz, Puen­ chea, Souza, Seguer, Vázquez, Luz, Galvalisi. Gambetta, Cas- tes, Gestido, Raúl Rodríguez, Gel- Maiaser, Chirimini y Olivera. tro. Ciocca, A. García, Porta y pi, Vigorito, Gonnard, Severino Goles: Seguer, Fabrini, Castro, Zapirain. Central: López, Trujillo, Varela y Núñez. Gol: Anibal Porta y Zapirain. Gentile, Rodríguez, Vecino, Gó­ Ciocca. mez, Falero, Pérez, Cosso, Ace- Noviembre 15. Nacional 4 Liver­ vedo y Curbelo. Goles: Atilio Setiembre 21. N acional 4 Racing pool 2. Nacional: Paz, Romero. García 2, Ciocca, Castro, Zap - 0. Nacional: Paz, Romero, Cabre­ Rodríguez Cándales, Luz, Gaiva- rain. Cosso 2 y Acevedo. ra, Luz, Galvalisi, Bartibás. Cas­ iisi, Gambetta, Castro, Fabrini,

FASA A LA FAG 374

37’ Esta es una de las famosas formaciones de aquel extraordinario <|, periodo Club National. Juan Kircliberg, masajista, Scliubert Gambetta. Secundino Arrascaeta. Di Jdatteo arquero suplente, Raúl Pini, Aníbal Paz. Eugenioi, valia*- General Viana, Luis Ernesto Castro, Aníbal Ciocca. Atilio García, Ro- berlo Porta y Bibiano Zapirain. Faso M I RIO

-C .- j " r s VIENE D i LA P A fi 371

A. García, Porta y Zapiram Li­ LAS TABLAS DE POSICIONES EN EL verpool: Di Matteo, Fernandez. Ferro, Rodríguez, Sixto Gonzá­ "Q U IN Q U E N IO DE ORO" lez, Leguizamón, Donay, Einn. Hernández, Santiago y Lombar- 1 9 3 9 dini. Goles: Atilio García, Gam- E q u ip o s PJ G E P GF GC Pts. Nacional ...... 20 13 2 5 60 17 28 Peñarol ...... 20 13 2 5 56 25 28 Wanderers ...... 20 7 8 5 33 27 22 Noviembre 22. Nacional 6 Ram­ Defensor...... 20 6 7 7 29 44 19 pla Juniors 1. Nacional: Paz, Ro­ Liverpool ...... 20 8 3 9 29 31 19 mero, Rodríguez Cándales, Luz, Racing ...... 20 6 7 7 28 45 19 Galvalisi, Gambetta, Castro, r a- River Píate ...... 20 6 7 7 25 30 19 brini, A. García, Porta y Zapirain. Central ...... 20 6 6 8 24 43 18 Rampla Juniors: Montero, Car- Rampla Juniors . . . 20 6 5 9 36 43 17 dozo, Arrascaeta, Sonora, Díaz, Sud América ...... 20 5 6 9 36 37 16 Ricardi, Agostino, Mattas, C. Ro­ Bella Vista ...... 20 5 5 10 27 41 15 dríguez, Riephoff y Fernández. Final: Nacional 3 Peñarol 2 Goles: Atilio García. Castro, Fa­ brini 2, Porta 2 y Mattas. 1 9 4 0 E q u ip o s PJ G E P GF GC Pts. Noviembre 26. Nacional 4 Ra­ Nacional ...... 20 16 3 1 63 22 35 cing 0. Nacional: Paz, Romero, Rampla Juniors . . . 20 11 3 6 41 29 25 Rodríguez Cándales, Luz, Galva­ Wanderers ...... 20 10 4 6 47 22 24 lisi, Gambetta, Castro, Fabrini, Peñarol ...... 20 10 2 8 54 38 22 A. García, Porta y Zapirain. Ra­ 20 5 9 6 32 49 19 cing: Altez, Blas Bas, Vigl.’O1?., Liverpool ...... 20 8 3 9 39 39 19 Castilla, Caserza, Suárez, Mendi- River Píate ...... 20 7 5 8 35 39 19 larzu, Guido Bastarrica, Guzmán Racing ...... 20 7 3 10 31 46 17 Alvarez y Tenorio. Goles: Fabri­ 37 17 Sud América ...... 20 6 5 9 31 ni 3, Atilio García. Central ...... 20 3 9 8 26 35 15 Bella Vista ...... 20 1 6 13 22 65 8 Noviembre 30. Nacional 3 Cen­ tral 1. Nacional: Paz, Romero, 1 9 4 1 Rodríguez Cándales, Luz, Galva­ E q u ip o s PJ G E P GF GC Pts. lisi, Gambetta, Castro, Fabrini, Nacional ...... 20 20 0 0 79 22 40 A. García, Porta y Zapirain. Cen­ Peñarol ...... 20 15 1 4 60 31 31 tral: López, Salazar, Gentile, Ve­ Rampla Juniors . . . 20 8 6 6 37 33 22 cino, González, Rodríguez, Cur- Central ...... 20 7 5 8 29 38 19 belo, Vomero, Cosso, Acevedo y Sud América ...... 20 7 5 8 32 40 19 Carelli. Goles: Zapirain 3 y Ace­ 18 20 6 6 8 38 46 vedo. Liverpool ...... 20 6 5 9 26 42 17 River Píate ...... 20 7 3 10 35 41 17 Diciembre 7. Nacional 3 Wande­ Defensor...... 20 4 6 10 25 44 14 rers 2. Nacional: Paz, Romero, Wanderers ...... 20 5 4 11 37 37 14 Rodríguez Cándales, Luz, Galva­ Bella Vista ...... 20 3 3 14 21 45 9 lisi, Gambetta, Castro, Fabrini, A. García, Porta y Zapirain. Wan­ 1 9 4 2 derers: Otero, Seoane, Reymond, E q u ip o s PJ G E P GF GC Pts. García, Obdulio Varela, Denis, A. Nacional ...... 18 13 2 3 59 24 28 Olivera, José Maria Medina, Avi­ Peñarol ...... 18 11 3 4 43 22 25 la, Giovanola y Magliano. Goles: 24 Wanderers ...... 18 9 6 3 27 21 Atilio García. Castro, Porta, Ma­ 18 9 2 7 35 29 20 gliano y Avila. 17 Liverpool ...... 18 7 3 8 32 34 16 Racing ...... 18 6 4 8 28 38 Diciembre 14. Nacional 6 Club 18 7 1 10 31 39 15 Atlético Peñarol 0. Nacional: Paz 34 14 Rampla Juniors . 18 5 4 9 25 Romero, Rodríguez Cándales, Luz, 18 4 5 9 31 48 13 Galvalisi, Gambetta. Castro. Fa­ 39 8 River Píate ...... ___ 18 2 4 12 17 brini, A. García, Porta y Zapirain. Peñarol: Roque Gastón Máspoli, 1 9 4 3 Bermúdez, Muniz, Raúl Rodrí­ Pts. E q u ip o s P J G E P GF GC guez, H. García. Pinero, Do­ 23 32 Nacional ...... 18 15 2 1 57 mingo Gelpi, José A. Vázquez, 18 12 3 3 61 22 27 Crucchi, y Nú- Pcñarol ...... 45 17 Miramar ...... 18 8 1 9 29 ñez. Goles: Atilio García 2, B ;- 18 6 4 8 28 35 16 biano Zapirain, ^Pinero en con­ Wanderers ...... 40 16 Central ...... 18 6 * 8 30 tra, Luis Ernesto Castro y Ro­ 18 6 4 8 28 41 16 berto Porta. Racing ...... 32 15 Defensor ...... 18 5 5 8 22 9 28 36 15 Resumen: Nacional ganó los 20 Liverpool ...... 18 6 3 18 5 4 9 27 33 14 partidos jugados por el torneo Sud América ...... 30 12 Uruguayo. Rampla Júniora...... 18 4 4 10 27

374 El segundo gol. Vino un centro cerrado de Zapirain, que y arbitrando Aníbal Tejada, que Nacional venció cayó a en el área chica de Peñarol. Allí se molestaron Peñarol por 6 a 0. Este es el primer gol, de Bibiano Roque Máspoli y Joaquín Bermúdez, aprovechando Ati- Zapirain: se produjo un rebote y la metió de izquierda. lio García para tirar sobre el arco desguarnecido. La Máspoli caído, Bermúdez con los brazos abiertos, Rodrí­ pelota entra lentamente ante la impotencia del García guez caído, Zapirain buscando a sus compañeros. de Peñarol, eje medio.

El tercero. Fabrini se da vuelta con los brazos abiertos. La trajeron Porta y Zapirain combinando desde el medio Detrás queda Máspoli caído de espa'das dentro del arco, de la cancha. Ya sobre el final, el puntero izquierdo Muñiz tomándose la cabeza. Fue de Piñero, en contra, envió “el centro de la muerte”. Sobre el palo de ese al intentar rechazar sobre el área ante la atropellada lado, Atilio consiguió “peinar” la pelota, que entró so­ de José Fabrini, gran jugador rosarino. bre el otro costado. Fue el cuarto.

El quinto, de Luis Ernesto Castro. Vino el pase de Porta El sexto, de Roberto Porta, faltando un minuto para y el puntero maniobró ante Piñero, desequilibrándo'o y terminar el partido. Piñero, de medias caídas, intenta tomando hacia el centro del área. Cuando Muñiz salía un último esfuerzo, pero el bo!eo de Porta va a la red. tiró por elevación, de “emboquillada”, entrando junto Máspoli queda lejos, Muñiz también, Fabrini atropella, al poste derecho. Máspoli aparece en el sue^o, Porta Luis Ernesto lo mismo. festejando.

3 7 5 los cinco años, defendieron con él el arco tricolor. Pueden descartarse algunos nom­ bres (Salazar, Vasconcellos, Holan­ da, Sobredo, Gutiérrez, Lorenzo, Montes de Oca, incluso Baz), expe­ riencias solamente, o solamente su­ plentes de los también pocos hom­ bres sobre los que descansó la zaga del equipo. Fueron varias las parejas que se turnaron en el 39, y varias también las del 40: Cabrera, Fazzio, Mora­ les, Riolfo, Pini, Romero, Cándales. Pero hubo dos que predominaron claramente: Fazzio y Cabrera en el 39, y Romero y Cabrera en el 40. En el 41 los hombres fueron menos: Romero y Cabrera y Romero y Can- dales, las mismas dos parejas que predominaron también en el 42, no obstante algunas intervenciones afor­ tunadas de Fazzio y de Morales. En el 43, se afirman dos nuevos nom­ bres: Pini (debutante en el 39, pero postergado después per Romero) y Arrascaeta. Hay aún intervenciones del veterano Fazzio y de Cándales. Pero Cabrera, un hombre fundamen­ tal durante los cuatro años anterio­ res y probablemente el más repre­ sentativo del ciclo en la línea backs, se ha retirado definitiva­ mente. Cabrera, que sin boina era todavía más bajo, aparentaba no tener físico de zaguero. Pero la verdad es que ni entonces ni hoy importaba la es­ tatura, sino la altura real a la que se llegaba en el salto. Y Cabrera, que era bajo, llegaba sin embargo más arriba que los delanteros enemigos. Con Fazzio primero, con Romero General Viana: una vieja sabiduría. En el 40 fue Campeón Argentino condespués, fue la más constante ga­ Boca. En ^9-2 y 43, Campeón Uruguayo con Nacional. Un defensa excelente rantía para Paz. Cándales y Arras- con vocación ofensiva al estilo del marcador del otro lado, Gambetta. caa*a habrían de sucederle.

El equipo de 1942, por cuarta vez consecutiva Campeón Uruguayo.De derecha a izquierda,Héctor Castro director técnico, Juan Kirchberg masajista, Aníbal Paz, Pablo Torres, arquero suplente,Atilio García, Dándalo Rodríguez Cándales, Luis María Fazzio,Ll s Ernesto Castro, Aníbal Ciocoa, Eugenio Galvalisi,Bibiano Zapirain, Roberto Porta, Schubert Gambetta, General Viana y Raúl Cioli, masajista. nían en busca de ubicación, los hom: una voluntad sin quiebras; en Gene­ bres nuevos (Pini, Galvalisi, Luz, ral Viana, una vieja sabiduría. Gambetta). La línea media caracte­ Y, en los cuatro, una comprensión rística del 39 debe haber sido la recíproca y una atención constante integrada por Luz, Faccio y Fernán­ a quienes estaban detrás y a quienes dez. Y los datos curiosos, el desem­ esperaban adelante. peño del recién llegado Galvalisi como half derecho y Gambetta como centro half en un poco recordado LA MAQUINA amistoso contra el Nacional de Du­ Para tratarse de un período de razno en el que —además— defen­ cinco años, bien puede decirse que dió la valla tricolor, en sustitución son muy pocos los hombres que inte­ de Paz, Pereyra Natero. graron la delantera del Nacional Ya en el 40, y pese a varias ali­ del 40. neaciones de prueba (Luz, Faccio y Es lógico dejar de lado, claro es­ Fernández; Galvalisi, Pini y Cruz; tá, a los solamente incidentales, co­ Luz, Pini y Galvalisi), apareció la mo Olano, Barzana, Peña, Osorio, primera de las dos líneas medias Zabaleta, Franco,*. Bugallo, Salabe- típicas del período. La integraban rry; e incluso a aquéllos que, siendo Luz, Galvalisi (en ocasiones susti­ jugadores de calidad, no llegaron a tuido por ) y Gambetta. sustituir nunca a los verdaderos ti­ Sería la misma integración —sin tulares, como los hermanos Volpi, perjuicio de algunas incursiones in­ Enrique Castro, Fabrini, Urruzmen- cidentales de Bartibás y Leguiza- di, Ballesteros. món— sobre la que se trabajaría La primera gran linea delantera en el 41 y en el 42, hasta la llegada del período fue aquélla a la que se a Nacional de General Viana, debu­ llegó a fines del 39. La integraban tante en él el 29 de agosto. A partir Porta, Ciocca, Atilio García, Her­ de esta fecha, y durante todo el 43, nández (a veces, Arispe, que aún ju­ Nacional contó con dos grandes po­ gaba) y De León. sibilidades en la derecha. Y mientras Tres de estos cinco hombres se Galvalisi y Gambetta permanecían mantuvieron casi sin pausa a lo largo casi inamovibles en sus puestos, Luz de los cuatro años siguientes. Son, y Viana se alternaban en el suyo. claro está, Ciocca, Atilio García y Sin negar la calidad de la linea Porta, un terceto delantero tal vez primitiva (Luz, Faccio y Fernández; sin igual en el fútbol uruguayo. Vi­ o Rodríguez, Faccio y Fernández), nieron más tarde, con similar cali­ ni —por supuesto— la de Rodolfo dad, dos grandes punteros: Luis Er­ Pini, son las del 42 y 43 las alinea­ nesto Castro para la derecha, Bibia­ ciones características del ciclo. no Zapirain para la izquierda. En Luz había una vertiginosa ve­ Los cinco constituyen la segunda locidad; en Galvalisi, una prodiga- y definitiva gran linea delantera del ción física indeclinable; en Gambetta, quinquenio.

José Fabrini, rosarino de Newell’s, Campeón Uruguayo en 1941, 42 y 43, e internacional celeste en partido benéfico jugado en 1944. Gran jugador, achicó un poco “ la sombra” de Aníbal Ciocca.

Luis Ernesto Castro: el público lo bautizó “Mandrake”. Y en verdad lo suyo tenia mucho de magia.

LOS TRES DEL MEDIO En el esquema 4el fútbol tradi- cional, en verdad no del todo aban­ donado todavía, la línea media y su hombre central cumplían una típica función de enlace: de nada servían, pues, la defensa ni el ataque si los medios no encontraban la manera de ligarlos. Durante los cinco años, Nacional tuvo la línea media que necesitó. En el primero de los años del pe­ ríodo, sin embargo, fueron muchos los hombres que la integraron y di­ versas las fórmulas utilizadas. Ju­ gaban aún hombres importantes del período anterior (Faccio, Andreo.'o. Lirio Fernández), pero ya interve­ berto Porta, el más intelectual, ta­ lentoso para prever y certero para ejecutar, un organizador que supo dar juego a su compañero del centro y distribuir con precisión las pe­ lotas servidas desde la defensa, en Bibiano Zapirain, en fin, mas veloz que la pelota que solía llevar al lado, hábil en los centros con electo y otras pruebas que hoy integran más que la historia, la mitología del fútbol uruguayo.

EN SINTESIS, PUES Si hubiera que resumir, diríamos que el Nacional del 40 —no importa si alguna vez llegaron a jugar real­ mente juntos— fue el que integra­ ron Paz, Romero y Cabrera; Luz, Galvalisi y Gambetta; Castro, Cioc- ca. Atilio García, Porta y Zapirain. Nada menos. Y sin embargo, a ese mismo Na­ cional, con una sola variante (Pini en lugar de Galvalisi), River Píate de Buenos Aires, por equivocación del destino sin duda (porque Na­ cional lo batió poco después por un categórico cuatro a cero), o para demostrar tal vez que el fútbol es el fútbol, le hizo seis goles un 29 de marzo de 1942. Conste que si recordamos el epi­ sodio es porque pensamos que la grandeza de los grandes —como est a de los cinco años de oro de Na­ cional— se integra también con sus pequeños fracasos. El genial ,'uho Suárez ("Peloduro") vio así aquella época: Carlos Balsán, O, si se prefiere, porque sólo los recordado partidario aurinegro y fogoso comentarista radial, sueña felizpequeños fracasos dan la dimensión en un Atílio con grilletes y muchos metros de cuerda alrededor del cuerpo. pxarta dp la erandeza.

Hay, por supuesto, variantes a re­ cordar: Ciocca formando ala con Za­ pirain, y Porta a la derecha; Tenorio formando ala con Arispe primero y con Porta después; o incluso las aventuradas pruebas de Gambetta y Galvalisi, en el 39, ambos como en­ trealas derechos. Pero, claro está, no fueron impor­ tantes. Y cuando se habla, hoy, del Nacional del 40, o de su delantera, se piensa, por orden, en Luis Ernesto Castro, dribleador como pocos y un experto en los centros; en Ciocca, el principe despeinado, mirando siem­ pre hacia abajo para sacar de golpe sus largos pases, ídoio verdadero (por lo aplaudido en sus tardes de gloria, por lo silbado en sus tardes de apaña), a veces injustamente pos­ tergado; en Atilio García, elegido por su nombre por Narancio de una lis­ ta de oscuros y mediocres, el más grande goleador, el que nunca se cu­ brió las piernas para evitar los abun­ dantes go pee de los defensas contra­ los tres “del medio”. La formidable trilogía que hizo deevitar y marcar rios, con una visión excepcional del go es lo mis sencillo del mundo: General Viana, Eugenio Galvalisiy Schubert arco y de la ocasión, y una entereza Gambetta. Adelantados de un fútbol tambiénhoy exigido: el de atacar física y anímica como pocas; enR o­ y defender.

171 EL NACIONAL DEL 40 VISTO POR ELLOS MISMOS

e^S' tirdes de triunfo parecían inagotables. Esta es de cuando se gestaba, en silencio, toda la transformación spiril.ual de la institución que perm itiría term inar con la nefasta división interna, contratar a Reaside y montar quella máquina de fútbol. Gol de Porta, estrujado por Véliz, De León, Faccio, Galvalisi, Hernández y Cabrera que se acerca. Raúl Rodríguez mira sereno y Aníbal Ciocca va al centro de la cancha por detrás suyo. Fue el 5 de junio de 1938. Galvalisi jugó de marcador de punta.

todo EMPEZO a la cabeza empezaron a luchar por no nos golearan. Faccio fue un fenó­ EN EL NOCTURNO levantar al c.ub. Así que eso tam­ meno aquella noche. En la delantera bién importa. El nocturno fue un de Independiente jugaban Villarino, la expresión “Nacional del campeonato al que no se le ha dado Vicente de la Mata, el paraguayo . tratamos de comprender el pe- la enorme importancia que tuvo. Erico, Reuben y Zorrilla. Atrás Sas­ 1943 qUG SG extiende entre 1938 y Perdimos con River y con Boca, tre, Leguizamón, Coletta. un montón cuando ya teníamos siete ganados de buenos jugadores... Atilio. — Pero en el 38 el campeón al hilo y el campeonato asegurado. —¿Y el partido con Estudiantes? uruguayo fue Peñarol. Contra Boca no jugaron ni Atilio, Porta. — De todas formas, se pue­ ni Eduardo García, que fue el ar­ Porta. — Un solo detalle define de arrancar en el 38. Ese año gana­ quero que mejor he visto atajar de el clima. Cuando terminó, los par­ rnos el campeonato de Honor, el rio- noche. Un gato. Véliz no había ju­ lantes dijeron: “Se deja constancia P atense nocturno, la copa Willing- gado nunca de noche. Y Atilio no que el juez es uruguayo”. En reali­ don... jugó por problemas del pase a Na­ dad, don Pedro Olavarrieta era ar­ Faccio. — Yo pienso lo mismo. cional. El debut fue contra Indepen­ gentino de nacimiento, aunque se Porta. — Además, cuando Ricardo diente, en la cancha de ellos. A los crió en el Uruguay. y yo volvimos de Italia encontra­ cuatro minutos teníamos un gol, que Faccio. — Hacía rato que estaba mos un Nacional caótico. Predomi­ me tocó hacerlo a mi. Independien­ pasada la hora, pero el juez no daba naban los grupos, las camarillas. te era el campeón argentino por por terminado el partido. En eso, Eso fue en el 36. En el 37 las cosas segundo año consecutivo. Y pensar cobra un hands presuntamente mío fueron más o menos, pero con Falco que hubo algunos que pidieron que al borde del área y él se pone contra

379 el palo (era para disparar, porque En el primer tiempo no le salía el túnel estaba detrás del arco). Lo nada, y para el segundo querían sa­ tiraron, pero la atajó el flaco... carlo. Yo ofrecí no jugar, pero que Porta. — Cuando terminó, echaron lo dejaran a él. Asi fue como entró el alambrado abajo. Había unos el manco Castro de insider derecho. treinta marineros uruguayos, que A los cinco o seis minutos, un gol creo que habían ido a buscar unos de Atilio... barcos. ¡Cómo dieron! Eran ellos Faccio. — Porta nombró a Car­ contra cientos, y no se achicaron. deal. Era un gran jugador. Pero en Faccio. — Querían hacernos per­ el último partido contra Peñarol ha­ der de cualquier manera. Si ganá­ bía terminado de puntero izquierdo. bamos esa noche sacábamos cuatro A raíz de esa derrota empezaron a puntos de ventaja. El juez me llamó buscar jugadores, y así cayó Atilio. antes de empezar y me mostró la Cuando terminó el partido contra pelota. Yo le dije que era como para Chacarita le pregunté como se ha­ que jugaran los botijas, por lo chi­ llaba. Me contestó que bien, y yo quita. En eso. un señor que estaba le recomendé que había que “meter" al lado, que resultó el piesidente de en la cancha, pues de lo contrario Estudiantes, dijo que ya sabía que lo habían de llevar por delante. Acá estaba tratando con uruguayos. el juego de las defensas es fuerte. Terminamos diciéndole yo que igual Le pregunté si tenía miedo. Atilio les ganábamos con una pelota de me dijo que miedo no sentía. “Den­ goma. Es cierto que luego perdimos tro de la cancha, no. Si me fajan, los dos últimos partidos. Pero en yo los fajo". el de River, nos hicieron entrar. Atilio. — Yo vine un poco vencido. “Si ustedes juegan liviano —nos di­ En verdad, me empujaron. Un diri­ jeron— los invitamos para inaugu­ gente de Boca me dijo: “Andá. Co- rar la cancha de Núñez". Y pensar nocés Montevideo, vas a la p’aya, y que después invitaron a Peñarol... te venís". Bueno, cuando terminó el partido ya me habían dado cien pe­ LA LLEGADA DE ATILIO sos para gastos, y pensé: "De acá no me voy más". Porta. — Llegó lleno de tierra. —¿Por qué no jugaba en Boca? Había viajado por Colonia, que ya Atilio. — La cosa era difícil, por­ era entonces el pasaje más barato. que aún actuaban Varallo, Cherro, Yo me acerqué y le dije: “Mire, en fin, una punta de grandes juga­ dése un bañe, refresqúese. Acá jugar dores. Y el entrenador era uno que es bravo. Cardeal es un gran jugador había jugado con ellos, Fortunatto. pero está un poco achicado. Acá hay Así, que ni con calzador... que meter fierro" —¿Ya había goles en esa época?

Roberto Porta fue el capitán de aquellos años inolvidables. Acá junto a Obdulio Jacinto Vareta, cuando éste recién asomaba al gran escenario del fútbol. Bibiano Zapirain: muchos aficiona­ dos y comentaristas hacen de él, el puntero izquierdo uruguayo en “el cuadro ideal de todos los tiempos”.

Atilio — Yo de Junín vine a Platense. Era entreala izquierdo. En Platense jugué un año. Salimos cuartos. Goles hice unos cuantos, no me acuerdo el número. Platense te­ nía entonces un gran cuadro, pero nos debían mucha plata. Yo no ha­ cía otra cosa, y me tuve que olver a Junín. Allí jugué en el "Moreno", con el comprom so de que me daban el pase en blanco si de Buenos Aires me llamaban. —¿Y cómo fue lo del pase a Bo­ ca? ¿Usted ya tenía prestigio'’ Atilio. — La verdad es que 1 ron a Ju r’n a buscar otro jugador. Pero estaba enfermo y me vieron a mí. Lo mío ha sido siempre asi, un poco de casualidad. Nacional fue a buscar a Providen'e. que no quiso venir porque tenía una oferta en el Brasil. Así qu«* vine y o ... LA FUNCION DEL INGLES —¿ Qué importancia tuvo Mr. Rea- side en el proceso de transformación de Nacional? Porta. — Enorme. Era un hom­ bre de extraordinaria psicología. Sustituyó a Servetti, que siendo preparador físico (nosotros le lla­ mábamos entrenador) reemplazaba al técnico cuando había acefalías momentáneas. ,,Aípi°. — E1 jugador luchaba por el. Esa es la verdad. Hasta nos lle­ vaba a tomar una cañita. Porta. — Vino con métodos dis­ tintos a un medio virgen. Faccio. — Conmigo tenía mayor confianza, porque creía que yo sa­ bia ingiés. Todas las noches iba a verme al Correo, donde yo trabaja- , . . y rPe deletreaba palabras que había oído por ahí para que yo le acharara qué querían decir. Me po­ nía en cada apuro... . 5' — Vino a un Nacional des­ tartalado, ésa es la verdad. La tar­ de que nos observó por primera vez, Peñarol nos ganó por cuatro goles. Faccio. — Las concentraciones las nacíamos en Colonia Suiza, y a las cuatro de la mañana nos levantá­ bamos para venir a un rancho que venia Nacional donde hoy está el Mercado Modelo. i — El inglés vino a hacer <¡e Nacional una familia, como se estilaba en Europa. Además, cónsul- aba permanentemente a cada ju-

Héctor Castrq, recogió como técnico a siembra d Reaside y la acrecentó. t'On Atilio \ Porta.

Dos estilos opuestos y complementarios. La potencia de Zapirain, su velo­ cidad, su pique, su tiro, en la punta izquierda. En la derecha, la sutileza de Luis Ernesto Castro, fino orfebre de un fútbol inigualado.

gador, y uno se sentía compartiendo Faccio. — En Lima fue donde le las responsabilidades. Nos pidió que pusieron "el divino manco". indicáramos muchachos de las infe­ riores, para ascender. Así fue como llegó Luz. Todos los martes hacia TODOS GANADOS reuniones, invitaba con un copetín Porta. — La gente habla del ata­ y él mismo hacia el churrasco. que. Pero, ¡qué defensa! Era un —¿Cómo entró Castro en ese es­ cuadro de un equilibrio bárbaro. quema de dirección? Atilio. — Y la costumbre de ju­ Porta. — El manco agarró un gar todos juntos. Jugábamos de p’antel disciplinado, cuando se fue memoria. Cada uno sabia exacta­ Reaside. Tuvo además una condi­ mente, sin mirar, lo que estaba ha­ ción muy poco común: sabía ver el ciendo el otro. Yo, por ejemplo, sa­ fútbol de afuera como nadie. bia si el amague de Luis Ernesto Atilio. — Me acuerdo del primer terminaba en centro o no, y si de la partido que jugamos con Peñarol moña de Ciocca salía un pase para bajo la dirección del manco. Nos Roberto o para Zapirain. Eso de reunió a todos en el medio de la jugar siempre los mismos es una cancha, y nos dijo: "Yo qué les voy gran ventaja. Y, además, el hecho a decir a ustedes. Cada uno sabe de ganar. Crea una costumbre, na­ de sobra lo que tiene que hacer y die se resigna a perder. cómo hacerlo. Esto lo hago para las Porta. — La campaña del 41 no tribunas...” ha sido igualada en toda la historia

381 Otras de las formaciones famosas. El "quinquenio de oro” terminó en 44, el pero varios prolongarán isu presencia rucho después, hasta la década del 50. El tiempo hizo justicia a aquella generación: Gambettay r Campeones del Mundo. Secundino Arrascaeta,Schubert Gambetta, Rodolfo Pim, Aníbal I c v Bibiano Raúl Pini, K.rchberg, General Viana, LuisErnesto Castro, Aníbal Ciocca, AtilioGarcía, Roberto Porta y Bibiano Zapirain. de la Copa Uruguaya: con once era hombre de Nacional por I03 PUDIERON SER DIEZ equipos en Primera División, se ga­ cuatro costados. —¿Y de aquellos seis a cero a Porta. — Otra historia parecida naron todos los partidos. Peñarol ? Atilio. — Este reloj (es ux Mo- Un día vamos con Gambetta y otro* Atilio. — Pudieron ser diez. Des­ vado, que aún ileva en su muñeca), jugadores a un café de 8 de Octubre pués del sexto, Luis Ernesto tiro nos regaló Nacional por aquel cam­ y Mora'es. Al rato veo al mono dis­ y se dió vuelta gritando el gol. Pero peonato. cutiendo con otro en el mostrador. la pe’ota había salido por arriba. _ “Vení, Roberto, vení. Este tipo dio? Porta. — Si Nacional en esos añoí PRIMERO, LA CAMISETA que yo me llevo la plata del club”. sale a jugar por el mundo, vuelve Tenía tanta rabia, que lloraba. Yo invicto. Era un cuadro que tenía —Alguna vez ustedes aceptar'' * le aclaré a aquel señor que Gam todo: fuerza, ve’ocidad, gol, espec- que les rebajaran los sueldos. betta cobraba treinta pesos de suel­ tacu’aridad. ¿Qué más puede pedir­ Porta. — Esa es otra muesL¿ do y trescientos de prima. Fue ta 1 se 'en una cancha de fútbol ? de adhesión. el disgusto del hombre, mal infor­ Faccio. — Eran todos grandes ju­ FacCiü. — Cuando volví de Italiii, mado, pero gran hincha de Nac.o gadores. Fíjese: en 1941, yo jugaba Nacional depositó a mi nombre en en Bella Vista. Tenía mi amor pro- un banco siete mil pesos, que era nal, que aquella noche murió de plata grande, para el pase Pero ie un síncope. .. p o y quería demostrar que servía. iban las semanas yel pase no venín. Atilio. — Una vez la directiva dis­ El técnico se pasó toda la semana Entonces me llamó el presidente d< 1 puso pagar diez pesos por cada gol sin dormir, pensando en Porta y club y me dijo: “La plata que tien? que convirtiéramos. En el primer Ciocca, además de Atilio. Cuando Nacional es la que está a su norr- partido que regía la esca a, le hi­ llegó el partido, a mi me encargó bre. Si usted permite que la retire­ cimos cinco a Sud América. Supri­ que marcara a Atilio, y al resto de mos. Nacional trae a Cardeal; de lo mieron el premio. la defensa que se ocupara de Porta contrario se queda sin el jugador’ Faccio. — Por el Nocturno cobra y d*» Ciocca Nnxganó Nacional por Yo acepté. Prometieron reintegrár­ mu», exactamente doscientos seis pe cinco goles: tres de Luis Ernesto mela. Nunca volví a verla. Pero yo sos... y dos de Zapirain. . .

*¿B2 Una composición fotográfica que representa una época y define una idolatría. EL PROXIMO JUEVES APARECE

LOS CAMPEONATOS SUDAMERICANOS

CARLOS LOEDEL

Desde 1917 en adelante, el continente no conoció mayor fiesta deportiva que los torneos sudamericanos. Carlos Loedel repasa minuciosamente uno a uno* en un trabajo al que sólo el limite del espacio pone término, porque tanta hermosa historia futbolística iunta es infinita.

PLAN DE LA COLECCION

1 LOS ALBORES DEL FÚTBOL 17 LOS CAMPEONATOS SUDAMERICANOS. URUGUAYO. Franklin Morales. Carlos Loedel 2 LOS CAUDILLOS, 18 1950: MARACANA. Carlos Soto. Nilo J. Subaru. 3 EL FÚTBOL DEL 12. 19 LOS ARQUEROS. César L. Gallardo. César L. Gallardo. 4 HISTORIA DEL CLUB NACIONAL 20 EL FÚTBOL DEL INTERIOR. Juan Carlos Fernández Arbenotz. DE FOOTBALL. 21 PENAROL CAMPEÓN DEL MUNDO. Dionisio A. Vera (Dovyl. 5 URUGUAYOS Y ARGENTINOS Sergio Decaux. Eduardo Gutiérrez Cortinas 22 LOS EMIGRANTES. 6 HISTORIA DE LOS CLASICOS. Carlos Lorenzo. 23 LA EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS Eduardo Gutiérrez Cortinas. 7 1924: COLOMBES DE JUEGO. Carlos Montm R íos Rafael Bayce. « GOLES Y GOLEADORES 24 LA GARRA CELESTE. Ricardo Lombardo. Alborto Silvio Montano. 9 HISTORIA DEL CLUB ATLETICO 25 El CUADRO IDEAL DE TODOS PENAROL LOS TIEMPOS Ulises Bodano 26 LA COPA DEL MUNDO. 10 LOS NEGROS EN EL FÚTBOL 27 MEXICO 70. URUGUAYO. Eduardo Gutiérrez Cortinas I I . 192B AMSTERDAM i* tpiroeiAi rooeA modifica! íít o j rltm o i Julio Bayce O su OIMN 12 LOS MAESTROS César L. Gallardo y otros 13 EL MUNDIAL DEL Kl Carlos Martínez Moreno. 14 HECHOS Y ACTORES DEL TODOS LOS JUEVES PROFESIONALISMO I CAPITULO DBA MAS OLORtOtO Cortos Loodei CON I LAAAtMA Al «N COLORIS 1J LA COPA URUGUAYA Eduardo Gutiérrez Cortinas IB EL NACIONAL DEL 40. EJEMPLAR DE COLECCION