La «Estrella» Reemplaza Al «Astro»
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
leo el interesante artículo: La «estrella» reemplaza al «astro» por CARLOS SENTÍS DE TO DE: HA TU Mi CE ttt TO m (TECNICOLOR) • V CTOR FRANGEN • JÜHN LITEL COHS.Z-.SAKAIL DIRECTOR: En §¿ut Antonio la reputación de una mujer se medía por su belleza; la de un hombre por su puntería. SUMARIO REDACCiON Y ADMINISTRACION: DE LA CORTE DE MARIA ANTONIETA A UNA TCRRE DE SARRIA. - II. LA REVOLUCION Y EL PELA YO. 28. WtAL-, í." . TELEFONO II4«2 DESTIERRO, por E. Motea-Rey. — EL PRIMER CAR- KA VAL. por Carmen Loforet. — BARCELONA AC• TUAL, por Joan TcnMor. — LA INFLUENCIA DE SEGUNDA EPOCA MARIANO AGUILO EN EL MOVIMIENTO RENA• AÑO XIII CENTISTA LITERARIO DE VALENCIA, por T. Uo- ,entc Falcó. — JAIME VICENS VIVES Y LA HIS• TORIA MODERNA, par Juro. — Ademo», la seccio• IARCELONA, 12 MARZO DE 1949. - N.* "805 ne* habituales de esta revista NÚMERO DE 24 PÁGINAS • TRES PESETAS LA «ESTRELLA» REEM• PLAZA AL «ASTRO» por CARLOS SENTIS ¡A lectura de los telegramas que nos están Exteriores; Giomyko, a su vez, candidato t todavía llegando desde las grandes capi- la Vicesccretaria. aue había de dejar vacante del llamado mundo occidental, produ- Vichinsky. Finalmente, Malik parecía — des• vertigo. Desde el mismo momento en que de hace un año — el «colocado» para ocupar i noticia de la substitución de Molotof por el puesto de Gromyko en la paciente cola o hinsky salió de Moscú, it convirtió en un escalafón de los relevantes cargos de la política |crtijo que ha ido dando tumbos por todas exterior soviética. Con lo que queda dicho, Cancillerías v Redacciones del mundo, se señala suficientemente el hecho del funcio• obrando la confusión. Las opiniones sobre namiento de un auténtico escalafón cerrado. motivo real de este traspaso de funciones Esta escolera, sobre la cual se ha encara• sido peregrinas como nunca, por lo con- mado la política exterior rusa desde el final dictorias. de la guerra, ha estado regularmente apoyada | S' rsn 'desorientación del mundo ocdden- ta las paredes de la O. N. U. No faltaba sobre la realidad política del interior del mas que verla con los ojos de la can. nlin no la hubieran logrado los soviets Con-ios ojos de la can... Pues bien; a friendo Casos uc sangre y levantando mu• eío me voy a limitar. No esperen — ni te de hu ^os humanos, habría, con ello, man — de mí, especulaciones en el aire. Ni kgaro besante pan felicitarles. reconsideraciones de fechas o actuaciones de | Sin embargo.- lo que a mí. en estos mo• los «especialistas> de la política exterior ru• ntos, me extraña enormemente, es el gra• sa. Tampoco vov a descifrarles exactamente el La represeatacióa rusa, presidida por Vtcbinjky, saUendo del palacio Chaillo» de despiste de núcleos internacionales que problema. Si, más o menos, he indicado que fberían tener sobrados motivos para no al• Molotof no ha caído en desgracia, sino que Repito: me limitaré a expresarme por imá• cer cerrando ios ojos, introspectivamente. Ro- tan notommente por los cerros de K dedicará a secundar a Stalin en sus fun- genes vistas con los ojos de la can. Si no senbets fue ruso hasta después de la otra eda. ck)pes rectoras o presidenciales, no quiero de• he visto a otros políticos rusos, en cambie guerra, que hizo contra los propios alemanes | Hace casi cuatro años que se sabe que cir otra cosa que esto: la lógica lo indica, me he pasado horas — muchas horas — ob entre las filas del Ejército imperial. Es, po• blorof es el presunto heredero, más o me- los antecedentes .también, pero ; quién se aire servando a los cuatro prohombres más arriba siblemente, el que. sentado junto al blando oficial, de Stalin. y que Vichinsky era el vería a ser profeta de esas recónditas situa• citados. Fnnck, resulta el más duro del grupo. El ndidato al catso de secretario de Asuntos ciones moscovitas^ Por cuenta de distintas empresas periodís• único que físicamente no ha cambiado de su ticas españolas, he seguido todos los debates proyección en la pantalla de antaño a su ote- neoyorquinos de la O. N. U. — donde han sencia física acmal. Un día, hace años, Go»"- actuado estos hombres — desde el año 1946 ring, en un Congreso, le hizo enmudecer.* hasta acabar, esta vez en París, con é! «Antes de continuar. Rosenberg debe decirnos año 194H. qué bacía en Rusia antes de venir a Ale• Pero no fué ni en Nueva York ni en Pa• mania. NIÑOS EN LAS RUINAS rís donde vi largamente, por primen vez. a •Eran otros tiempos. Hoy, algunos quisie- Andrci Vichinsky. Fué en Nuremberg, a laj ' rao saber lo que Rosenberg posiblemente ca• Alrededor de Viena, en los ba• pocas semanas de iniciarse el famoso proce• lla. Tiene un aire de estar siguiendo el pro• rrios más completamente des• do. Cierta mañana circuló el rumor, en núes ceso muy inteligentemente, pero, al mismo tra instalación periodística del Castillo Fa- tiempo, ya como despegado un poco de é!. truidos por el horror bélico, ber, de la llegada de Andrci Vichinsky y de Y se fijó especialmente cuando entró en la los niños juegan en las casas ' llya Erhembure, El «as> del periodismo so• sala por primen vez, en Vichinsky, el vice viético, sin embargo, significaba poca cosa al comisario del Exterior, adjunto de Molotot, arruinadas, y a pesar del ejem• lado de la aparición de Vichinsky. que se sentó también en San Francisco y en plo de tanta destrucción, jue• Recuerdo perfectamente su discreta entra• Potsdam. Rosenberg le vió inmediatamente y da en la sala del proceso. Rosenberg, que le miró un rato, profundamente, con gran gan a batallas por entre las espiaba toda la mañana este momento, acuso atención. Después avisó a sus vecinos. Todos consecuencias de las batallas. curiosamente su entrada. He rebuscado un fueron mirando hacia la mesa de procuración poco entre viejo»' — ,viejos ya? — pápele: tusa con más curiosidad que Rosenberg, pen» El símbolo es patético y alec• míos. Encontré unas cuartillas donde rceistro con menos atención. Vichinsky parecía no mi• cionador. la aparición de Vichinsky con estas palabras; rar a nadie. Dentro de su uniforme de dipto «Rosenberg. que mín las cosas cara a cara, mático ruso, con charreteras y de raro e im es, sin duda, el acusado que mejor conoce la preciso color, estaba senado distraídamente, psicología de los rusos. No tiene casi nece• mientras pasaba una fuerte mano por su ca• sidad de verles para estudiarlos, lo puede ha• beza de fino pelo que, siendo ya de plata. CfLONA es uno ciudad cayo crecimiento ana atención genera/ sobre todo lo gao puado ^ ida produciéndose en le pmgaa social. Es, PROCEDIMIENTOS entorpecer fo realización do loe rostas planes del I cinto Moda, nía ciudad carada de espanto. Atlántico r Jo la furopa Occidental fs verda• I'* neaena de los barec/aneses fue pesan de atentado, puso de nuevo en vigor los antiguos ral Franca, al frente de las ejércitos nacionales. deramente peregrino gao los paites gue se agro- Oscacofa años están riras los recuerdos de métodos, ufirmodas con el contubernio de aa sis - ' La experiencia de tos buie«/u»nj«j es, pues, en pan ea estas munnataj para luchar contra el | 'Pocos de atentadas, en qae ti ttt mismo se tea>a y la infiltración de los girmtnes del desor• este sentido, cumplida. Si boy ana ciudad en el de las colín recién trazados, creando amado a guien no puodan sorprender tafos pro• comunismo na adviertan gue España paga ya coa den basto los mismos órganos de gobierno. Bar• su sangre —sigue pegendu coa aMa —las razo- co/retiro da zozobra e iofaretod. fa las celona vprtó tic nuevo dios inquietad. La Ha- cedimientos; si existe un tugar tan tristemente de ios periédicoi bantloimses está es- roja de tos tranvías disparados en la fi—iliiiiimdu con af terror, no cabe dada de gue oes de unos pactas en tos gue no iatanieaa. Y •"a fttstona de lauprs, una historia heroico noche, imelloi /os frenos; al pistoletazo sin ré• este lugar es Barcelona. Largos años de abnegada contribuye a ellos no sólo coa su sangre, sino Oue ha dado una triste popularidad a plica en las encruci/odos; los atracas a los ton• resistencia af terror boa servido, a/ menos, para con o/ ejemplo de moral y de emtarota do su Judad, popularidad que ha traspasado cos a plena luz; la insania social en talleres y acrecentar aa af ánimo da fas barcefoaeses un paUadón cir*. El bárbaro atentado contra al [nonlerai, tiitilsn» ka pagado su tributo de fábricas. íste fué al jáfuite de wgmltoi seis años espíritu chico gue ea casi patrimonio/ de las expreso Borceloaa - Madrid, Im r«ifj do pístala 1 su crecimiento, le/os de ser fácil y gra en gue la podredumbre revolucionaria te adueñó gentes de esta ciudad. Junto a ta zozobra resi• gue han herido el aire de tareefonu, podrían fas- ta sida obtenido oí a/ta precio da la vida de la calle. II encadenamiento de los atentados de la entereza; la tentación de no merecer ta cribírse como credenciales da prima» rango, coma J**0 legión de anónimos barceloneses, socrHi- perpetuación de estos procedimientos es la ré• sembró de víctimas indefensas e inútiles las lo• el alegato más elocuente a nuestro furor. a lo convulsión, al terrorismo o al espíritu sas de las callas barcelonesas. Esto situación ba- plica más contundente a atlas. Y de parte de los "•oaaria. Paro atajar de golpe ese mol, so- bra de Hegor a tu eclosión completa en el perío• promotores de los atentados ta táctica es, ade• Si fas •••dniniu y métodos daf borba/eiutu ffesto saltero de/ paire/ Primo da Ri- do propiamente revolucionario, en los dos añas j más de criminal, insensato.