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Aisthesis No. 20, 1987 Facultad de Filosofía Departamento de Estética Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago Chile EL CUENTO FOLKLÓRICO: UNA VIA AL SER Fidel Sepúlveda Llanos I. INTRODUCCIÓN tarios están ausentes de la participación eco nómica, política y cultural de sus sociedades La interrogante abierta acerca del ser de y su tiempo, y su espacio no tiene las condi Hispanoamérica cubre un amplio espectro. ciones de la modernidad. No es lineal e irre Destaca por la recurren cia en el espacio y en versible sino cíclico y reversible su tiempo, y el tiempo el problema de la identidad, de la su espacio no es objetivo ni tecnificado sino presencia y vigencia de lo autóctono, al cual mágico y misterioso. De esta manera la His de una u otra manera concurre el problema toria llega sólo hasta cierto nivel y espesor de la homogeneidad o heterogeneidad de sus de la sociedad hispanoamericana, más allá de países; en otros términos, si se puede hablar la cual se extiende y ahonda la Transhistoria. de América Hispana como una unidad y cuál Hay una estratificación social que hace sería el factor unificador en caso de respues que ciudadanos de un mismo país vivan en ta afirmativa. mundos diferentes, opuestos, en edades que El ser acontece en un espacio y en un van del paleolítico a la era interespacial con tiempo. En lo espacial, el despliegue o replie valores opuestos y excluyentes. Esto, de una gue de Hispanoamérica está determinado por parte; de otra, la civilización de la eficacia ha una cercanía, Estados Unidos, y por una leja interferido y confundido a la cultura del mi pasado la ha resquebrajado pero nía, Europa. En lo temporal hay un to, y desarticulado, el a su ha ascendido hispánico y otro indígena que determinan mito, vez, capilarmente, igualmente el presente y condicionan su fu y confundido las coordenadas racionalistas ha ascendido turo. Ambos, espacio y tiempo, han remeci el mito, a su vez, capilarmente, racionalistas do la conciencia hispanoamericana como y confundido las coordenadas positivistas de los que manejan las instan movimientos de atracción o repulsa y se han y de decisión. traducido, al interior, en sentimientos de in cias ser de Hispanoamérica se ferioridad anonadante o en confianza des Al ser así, el con caracteres radicales de am mesurada. nos presenta Esto que es verdad en el plano intercon bigüedad. Al intentar la comprensión de esta com tinental, corre el riesgo de dar una imagen de aparece especialmente delicada totalidad que es engañosa. Situaría a Hispa pleja realidad presente conti la elección de un método que las noamérica, homogéneamente, como flexibilidad coherencia para nente en la plena participación en los tiem cualidades de y fidelidad un objeto de tales pos modernos. Y eso no pasa de ser una apa interpretar con riencia o una ilusión. Por participación y por características. el camino del arte. El ar modernidad. De ambas situaciones da cuen Hemos elegido expresión humana que interpreta ta la sensación de estar habitando o deshabi te es una hondura el ser de una comu tando en la marginalidad. La participación con fidelidad y Creemos que el artista posee una in tiene más caracteres de adhesión, falta la au nidad. con sutileza profundidad tonomía; la modernidad tiene más caracteres tuición que cala y "eficacia" dimensiones humanas que dan cuenta de lo de sugestión, falta la su precariedad en su Esta marginalidad sentida en relación al que el hombre es en y la gama de las la exterior opera también hacia el interior de la grandeza. Dentro de artes, apare- mayori- trabajar con el sociedad hispanoamericana. Sectores literatura, por lenguaje, 45 cia" ce privilegiada para dar una imagen precisa mediacional entre lo fenoménico y lo del entramado espiritual que constituye la numénico, entre el caos y el sentido. El arte naturaleza humana. Nos ha parecido que la es, desde esta perspectiva, una especie de narrativa, por encarnar en su estructura un Transconciencia que accede a las imágenes y acontecer que requiere para su concreción símbolos transhistóricos de una comunidad. un espacio y un tiempo, es una forma artísti El arte es expresión que revela un senti ca excepcional para ir desentrañando el sen do del acontecer en el mundo. No traduce tir de la existencia, su condición de estar en un sentido, lo acontece al desplegar su acon el mundo. tecer. De ahí que el arte sea intraducibie a La existencia, que en su devenir vela y otro código que no sea su propia ocurrencia. revela su misterio, intermitente, retrospecti Pero son posibles las aproximaciones a la tra va y proféticamente, aparece como un sím ducción, las lecturas como acceso a alguna bolo de una realidad más amplia y más pro de las múltiples vertientes de su revelación. funda; en su intrascendencia trasluce su tras Esto es lo que intentaremos. Una vía de cendencia, en su finitud su infinitud. El arte acceso a algún o algunos de los sentidos que es su análogo, depurado, transfigurado. En estas obras poseen dada su configuración su materialidad patentiza la transmateriali simbólica. Nos interesa el sentido, que se dad, en su precariedad la plenitud. La narra desprende de su realidad concreta de cosa ción artística en sus acontecimientos diseña ahí existente y que desde su fisiognómica, el perfil de una cotidianidad que proyecta a como dice Cassirer, nos invita a su parcial la trascendencia la estructura de sus episo desciframiento. dios, reedita estructuras que fueron en el ori Este trabajo intenta una lectura compro gen o que esperan su concreción en el porve metida en el sentido de acceder a un sentido nir; reminiscencia o profecía, los aconteci en la medida que se borra la distancia entre mientos artísticos revelan la memoria o la sujeto y objeto en una coimplicación en que esperanza más verdaderas de la especie. se es más cuando se integra más lo uno en lo El arte se puede entender de muchas otro, en que lo propio penetra y se deja pe maneras: Aquí lo entendemos como una netrar por lo extraño, los otros, lo otro. creación simbólica en el sentido que le otor En el fondo se busca rastrear algo del ga Ricoeur: "Hay símbolo cuando el lengua ser, su instalación en el mundo, su itineran je produce signos de grado compuesto donde cia en búsqueda o su errancia en sin sentido, el sentido, no conforme con designar una co su presencia de estar en y con, o su ausencia sa, designa otro sentido que no podría alcan desvinculante, su clausura o apertura. zarse sino en, y a través de su enfoque o in tención". Señala además como zonas privile II HACIA UNA ESTÉTICA HERMENÉU giadas de emergencia de lo simbólico, "lo TICA cósmico, lo onírico, y lo poético". Entre es tos le otorga preeminencia a lo poético: "la Importa al ir al encuentro de una obra o expresividad del mundo llega al lenguaje por de un corpus, buscar los instrumentos episte medio del símbolo (...) es el poeta el que nos mológicos que contribuyan a desprender su muestra el nacimiento del verbo, tal como sentido. Tal sentido nos parece que acontece estaba enterrado en los enigmas del cosmos y por la vía de la presencialización de lo huma psique" de la (Ricoeur, 1978:18). no en estructuras simbólicas y, consecuente En la misma línea, Durand señala: "Al mente, su comprensión debiera ocurrir aten no poder representar la irrepresentable tras diendo a los medios y modos de expresión cendencia, la imagen simbólica es transfigu de este universo simbólico (Kupareo, 1964; ración de una representación concreta con 171). un sentido totalmente abstracto. El símbolo La estrategia para lograr este desprendi es, pues, una representación que hace apare miento del sentido la vemos relacionada con "entre" (Bu- cer un sentido secreto; es la epifanía de un la protocategoría del de Buber, misterio" (Durand, 1971:14). ber, 1971, 147) en donde se dan las condi Parece posible, entonces, considerar lo ciones para una lectura creadora que posibili poético, lo artístico, como eminentemente ta la emergencia de un ámbito donde la pro simbólico, y lo simbólico como una "presen puesta de mundo de la obra y la experiencia 46 de vida del lector tiene las condiciones para rrelato simbólico en el acontecimiento ten articular crecedoramente una opción de arte sional de la metáfora, que se juega en tres ni de vivir que involucra el mensaje estético. veles como ficción orientada al descubri En el caso de la "el mensaje literatura, miento. En este sentido, la metáfora es esa estético no viene emitido por las palabras det "estrategia del discurso por la cual el lengua sino que viene sólo connotado... la re texto, je se despoja de su función de descripción cepción de la comunicación estética es crea directa para llegar al nivel mítico en el que se ción del mensaje estético". (Trabant, 1975, libera su función de descubrimiento que 16) se evidencia en tres relaciones tensionales: Tal actitud receptivo-activa ocurre preci a) tensión en el enunciado: entre dato samente en un espacio creativo como el "en y transmisión, entre foco y marco, (entre su tre" por la vía metafórica: "El texto y o jeto principal y secundario); ciertas partes del mismo son vistas como me b) tensión entre dos interpretaciones: la táforas, como significantes de un contenido literal que la impertinencia semántica des estético, como lenguaje que, yendo más allá hace y la metafórica que crea sentido con el de su sentido inmediato, transfiere otro sen no sentido; estético" tido: un sentido (Trabant, 1975, c) tensión en la función relacional de la 40). cópula: entre la identidad y la diferencia en Esta lectura metafórica posibilita hacer el juego de la semejanza..