Evolución longitudinal del cabalgamiento de Peña Sobia ()

por MIGUELSOLER*

Las modernas interpretaciones tectónicas de la rados Se les atribuye una edad que va desde el Wen- Cordillera Cantábrica, llevan a considerar que la Ro- lock superior al Gediniense inferior. dilla Astúrica está formada por una serie de escamas 6. Complejo de Rañeces. - óOO m de calizas, y en ocasiones verdaderos mantos vergentes hacia el margas y areniscas alternantes en capas poco potentes, centro de ésta, deformados por una serie de pliegues con abundantes fósiles que dan una edad que va desde claramente visibles al oriente de la Cuenca Minera el Gediniense medio al Emsiense medio. Central, donde llevan una dirección E-W. El objeto 7. Caliza de Moniello. - 280 m de calizas con un de esta nota es estudiar como una de las escamas, la tramo intermedio margoso en la parte W de la región. de Peña Sobia, evoluciona hacia el N a una zona de En la parte E hay un solo tramo calizo de 150 m. Se pliegues de dirección general N-S. atribuyen estas capas al Emsiense medio-Couviniense La sucesión estratigráfica. - Los materiales que medio. aparecen en la región pertenecen exclusivamente al 8. Arenisca del Naranco. - 320 m. Alternancia de Paleozoico, abarcando desde el Ordovícico (Arenig) cuarcitas, areniscas ferruginosas y pizarras. Al igual liasta el Carbonífero (Westfaliense bajo). En su des- que la anterior esta formación se adelgaza hacia el E cripción se ha seguido la nomenclatura estratigráfica de tal modo que en el borde oriental tiene un espesor de Comte (1959), ya que es la que se adapta mejor inferior a los 200 m. Este nivel está coronado por un a las unidades existentes. Se ha aceptado también la banco calizo de 20 m de espesor. La edad dada para cronoestratigrafía propuesta por el citado autor. Un estas capas es Couviniense superior-Givetiense in- resumen de la sucesión estratigráfica a partir del ferior. Cámbrico medio es la siguiente: 9. Conjunto Griotte. - 25 m. Calizas rosadas con 1. Caliza de Láncara. - Serie calcárea formada goniatítidos y radiolaritas que abarcan la mayor parte de arriba abajo por un tramo de caliza griotte, otro de del Viseense. Falta, pues, desde el Givetiense superior calizas y un tercero de dolomías. Su espesor es de 40 al Tournaisiense inclusives. a 100 m. Georgiense superior-Acadiense. 10. Caliza de montaña. - Calizas generalmente 2. Pirarras y areniscas de Oville. - 180-260 m de compactas, pero a veces bien estratificadas. La poten- capas alternantes de pizarras y areniscas que se vuel- cia de la formación es difícil de medir pero su espesor ven más abundantes en la parte superior, pasando sin mínimo es de 400 m. Sin que sea demasiado seguro límite claro a la cuarcita armoricana. Abarca desde se admite para ella una edad namuriense. el Acadiense superior al Tremadoc. 11. Conjunto pizarroso superior. - Empieza con 3. Cuarcita artnoricana. - 650 m de cuarcitas unos calcoesquistos que son continuación de la caliza masivas, con alguna intercalación de pizarras verdes de montaña, que hacia arriba pasan a una alternan- con abundantes restos de crucianas, scolitos, etc. cia de pizarras, calizas, areniscas y capas de carbón, de Según la mayor parte de los autores hay que situarlas edad algo imprecisa que por comodidad se incluye en el Arenig. en el Westfaliense bajo. 4. Pizarras de Formigoso. - 90 m de pizarras am- pelíticas negras con graptolites; del Llandovery su- perior al Wenlock. No se observa discordancia an- gular entre éstas y las anteriores, faltando, pues, desde El paso del cabalgamiento de Peña Sobia a la el Llandeilo al Llandovery inferior. zona de pliegues de -Trubia no es simple. Como 5. Arenisca de Furada. - 280 m de pizarras are- consecuencia de ello pueden distinguirse las siguientes nosas, cuarcitas y areniscas ferruginosas, alternantes unidades de S a N; a) cabalgamiento de la Sobia; que empiezan con un pequeño banco de conglome- b) falla inversa de Badujo; c) anticlinorio de Llane- ces; d) anticlinal de Sograndio. Todas estas estructu- Y Dpto. de Geomorfologia y Geotectónica, Universidad de . ras son en cierto grado cabalgantes hacia el E. Este trabajo se ha beneficiado de la ayuda para el Fomento de la Investigación en la Universidad. El cabalgamiento de Peña Sobia, de dirección

SE-NW, es un accidente con superficie de fractura TER (1962), JULIVERT (1965), etc., y que este último neta, paralela a la estratificación del conjunto cabal- autor relaciona con una superficie de despegue general gante y situada en el contacto de la cuarcita armo- situada por debajo del conjunto de Láncara; en efec- ricana con el Cambrico (conjunto pizarroso de Oville) to, al S de la zona estudiada GARCÍAFUENTE (1959) y más al S por debajo de las calizas Georgiense-Aca- cartografía la superficie de cabalgamiento paralela a tliense (conjunto de Láncara). El sentido de desli- la caliza de Láncara. No obstante, a diferencia de lo zamiento es hacia el centro de la Rodilla Astúrica, es que ocurre en otros cabalgamientos de Asturias, al decir, que a partir de esta superficie hacia el occidente menos en su extremo norte-(sector estudiado) la parte los materiales aparecen en sucesión ascendente hacia cabalgada tiende a describir un sinclinal, cuyo flan- el W. Al E de dicha superficie se encuentran en posi- co W, al evolucionar la estructura hacia el N a un ción cabalgada los materiales westfalienses. Hacia anticlinal, será a su vez el flanco E de este anticlinal. el N, esta fractura pierde salto rápidamente y cor- b) La evolución del cabalgamiento se caracteriza tando oblicuamente a la cuarcita pasa a la falla inversa por la aparición de un flanco bien desarrollado for- de Bandujo, que termina al NW del citado pueblo, mado por Devónico y Carbonifero situado al E de la sin llegar a afectar a la caliza de montaña. La parte superficie de cabalgamiento que pierde salto. El paso cabalgada tiende a describir un sinclinal de tal modo entre ambas estructuras es bastante rápido, gracias que al nivel del pico Formigueiros, y debido a la dis- a que la superficie de cabalgamiento se rompe en dos ; minución del salto del cabalgamiento, afloran el De- una de ellas corta oblicuamente a la cuarcita, perdiendo vónico y Carbonífero con series ascendentes hacia el E. salto y desapareciendo rápidamente, la otra que di- Al nivel de de Arriba aparece una frac- verge de la primera, tiene una componente horizontal tura divergente de la falla de Badujo de dirección escasa. Entre ambas se desarrolla una zona .~ieaada u S-N, y componente horizontal escasa. Entre ambas se que se resuelve hacia el N en un anticlinal único. desarrolla un área replegada de cuarcita armoricana c) La estructura en escamas implica un despegue llamada anticlinorio de Llaneces. Los dos ejes anti- que se puede relacionar con el despegue general que clinales y el sinclinal intermedio quedan cortados por se sitúa normalmente por debajo del conjunto de la falla S-N, sin que se continúen estas estructuras Láncara. Tal se observa, por ejemplo, en el mismo en el Devónico del flanco E. Hacia el N el anticlino- cabalgamiento de la Sobia inmediatamente al S de la rio de Llaneces se resuelve en un anticlinal único, tal zona estudiada. No obstante, en el área cartografiada como puede verse en la figura, la pérdida de salto de el despegue se sitúa un poco más alto, en el contacto ambas fallas hace destacar más a este anticlinal, que Ordovicico-Cámbrico actuando de lubricante el con- está cortado por una falla transversal; al N de ésta, junto pizarroso de Oville. se continúa por el anticlinal de Sograndio, el cual d) Otros despegues locales tienen lugar dentro del Devónico, lo que permite a la caliza de montaña tener una cierta independencia con respecto a los accidentes menores que afectan a la cuarcita ordovícica.

BIBLIOGRAFfA

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