RISA Y CULTURA En La Televisión Peruana
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
TERESITA ARCE LOS HERMANOS MUÑOZ DE BARAITA TULIO LOZA CARLOS RODRIGO CARLOS REBOLLEDO AUGUSTO FERRANDO CUCHITA SALAZAR CARLOS ONETO ANTONIO SALIM MABEL DUCLOS JORGE MONTORO LUIS ALVAREZ AURORA ARANDA ALEX VALLE ELMER ALFARO NERON ROJAS MARIO VELASQUEZ LUIS CABRERA JESUS MORALES RUBEN FERRANDO CONSUELO GARCIA CAMUCHA NEGRETE TERESA RODRIGUEZ RICARDO FERNANDES ALICIA ANDRADE ESMERALDA CHECA TAMARA BROWN ROMAN GAMEZ NORA GUZMAN CESAR URETA GUILLERMO ROSSINI ANGEL PINASCO ADOLFO CHUIMAN RICARDO TOSSO SONIA OQUENDO FELIPE PONCIANO MIGUELITO BARRAZA NESTOR QUINTEROS CLAUDIA DAMMERT ALBERTO SOLER VIOLETA FERREYROS HUGO LOZA GUILLERMO CAMPOS JUSTO ESPINOZA DELFINA PAREDES LEONIDAS CARBAJAL FELIPE SANGUINETTI HUGO SALAZAR OSWALDO VASQUEZ CARLOS TOSSO FERNANDO FARRES LUIS LA ROCA MARICARMEN URETA VICTOR PRADA RUTH REVOREDO RODOLFO CARRION RUTH RAZZETO ALVARO GONZALES ANA LUISA CABRERA JOSE VILAR LOURDES MINDREAU IVONNE FRAYSINET ETHEL MENDOZA PIWIT RICARDO CABRERA ELIAS ROCA RECARDO COMBI PEDRO YUFRA ANA SARAVIA FERNANDO DE SORIA MARGOT URETA HERNAN ROMERO SILVIA GALVEZ ENRIQUE AVILES ATILIA BOSCHETI MAR IANELA URETA JORGE SARMIENTO CARLOS CANO GUSTAVO MACLENAN PATRICIA FRAYSINET CECILIA CAMPOS TERESA OLMOS AMPARO BRAMBILLA JOSE CENTURION MOSSI GENSOLLEN BENJAMIN URETA RAUL MEDINA HUGO PORTOCARRERO 1 2 RISA Y CULTURA en la televisión peruana 3 4 Risa y cultura en la televisión peruana Luis Peirano Abelardo Sánchez León Centro de Estudios Asociación Civil y Promoción de Estudios y del Desarrollo Publicaciones Urbanas 5 Carátula: Elena González Billy Hare Foto : Cesar "El Loco" Ureta, por Raúl Sagástegui, Archivo La República. © DESCO Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo Av. Salaverry 1945. Teléf. 724712 Noviembre 1984 6 CONTENIDO PRESENTACIÓN 11 DESTERNILLANDOSE: A MANERA DE INTRODUCCIÓN Y PROPUESTAS DE TRABAJO 21 I PARTE: REALIDAD SOCIAL Y LECTURA DE PREJUICIOS 39 Capítulo I: Populorum y la salita de la clase media 41 Capítulo II: Los divos: osamenta cultural 75 Capítulo III. Tulio Loza: "El cholo de acero inoxidable" 87 Capítulo IV: Román Gámez: el "Ronco", ronca 107 Capítulo V. Adolfo Chuiman: "¿Quién soy yo? ¡Papa!" 125 7 II PARTE: LA TELEVISIÓN "INCULTA" 145 Capítulo VI: ¡Señoras y señores! Pasando revista a los programas cómicos de la televisión 147 Capítulo VII: Personajes y lenguaje 175 Capitulo VIII: Los principales temas. Tres cosas hay en la vida... 219 Capítulo IX: En los corrillos del set 271 A MANERA DE COLOFÓN: "APAGA Y VÁMONOS, MALDITA SEA" 301 BIBLIOGRAFÍA 313 8 "Un país que hace de la broma un sustituto de la rebeldía". Pablo Macera - 1984 9 10 PRESENTACION 11 12 Hay niños que crecen en la calle, limpiando lunas de los autos, escupiendo perfectamente por entre los dientes, usando la cabeza para dar el golpe preciso; los hay también en su casa, protegidos por su mamá, bañados a sus horas y despreocupados por ganarse algo de dinero; para muchos niños, como para la gran mayoría de los migrantes que vienen a Lima, la ciudad es sólo la parcela inmediata en que se desenvuelven: la cuadra, la bodega, el parque o las inmediaciones de los cerros y los descampados. Antes —y este antes se asemeja al "había una vez" de los cuentos infantiles— algunos niños podían empinarse a través de la literatura hacia otros mundos, fuera de su esfera doméstica. Hoy, la televisión ha reemplazado al viejo libro que utilizaban los padres como preámbulo del sueño. La mansión de Monterrico, la casita enrejada de Magdalena y la morada a punta de esfuerzo de las barriadas, todas, casi todas, tienen una antena en el techo. Las implacables diferencias que separan a uno de otro desaparecen momentáneamente cuando se está frente al televisor; los dibujos animados, las telenovelas, los programas cómicos, los enlatados, constituyen horas en que todos los niños de Lima miran una misma imagen, participan de un mismo sueño, anhelan un idéntico deseo. Pero esta ilusión se desvanece cuando se apaga el televisor y surgen, de nuevo, las diferencias. Nuestra infancia no tuvo televisor en casa; apenas, cuando nos despedíamos de ella, algún vecino incorporaba a su vida diaria ese aparato en su sala: sin duda, como la máquina de escribir de un escritor, era el centro de todas las actividades. In- 13 gresando a la pubertad, muy pocos se mantuvieron leales a la radio; Sandokan, La Escuelita Nocturna, El Zorro Iglesias, fueron quedando como parte de una memoria que, definitivamente, no guardaba relación con los nuevos tiempos. Para algunos, los programas nacionales de humor fueron siempre de mal gusto, chabacanos, simples; no debían ser vistos por los niños porque estropeaban su educación. Pero el Perú, esa gran abstracción, no ingresaba a la mente de los niños sólo a través de los textos escolares y las formas elaboradas para educarlos. Dicho groseramente, Miguel Grau o "Achicoria" tenían la misma presencia y, en cierta medida, "Achicoria" les resultaba más cercano. Expresiones típicas, personajes típicos, ambientes típicos, recreados por los programas cómicos, conformaban una galería en la mente de los niños como parte fundamental de su idea del Perú. Hoy ya estamos grandes. Hemos perdido parte de nuestra inocencia y ganado mucho en recelo, una forma astuta de ser también agresivos. Pero cuando la idea, de hacer un estudio de los programas cómicos se hizo insistente, encaramos la necesidad de vencer ciertos pudores y advertencias sobre los peligros de volver a ser niños sin ser pueriles, intentando combinar la mirada que ellos tienen, siempre encandilada y que equivale en mucho a la popular, con la de los adultos, siempre desconfiada y que en este caso se resume en la del intelectual. Ambas miradas debían valer para este tipo de estudio. No podíamos tratar el humor sin la alegría y la seriedad con la que se lucha y vive por el humor, y los tremendamente serios motivos sobre los que se basa. En el desarrollo del trabajo debíamos confirmar que no sólo nos estábamos refiriendo a los programas cómicos, sino que éstos nos remitían cada vez más a nuestro país y a nuestras propias vidas. Decidimos combinar así, en lo posible, este propósito, al realizar un tratamiento del tema que cuidase el rigor formal sociológico necesario, sin descartar la intuición y las ventajas del ensayo, así como la incursión, que las palabras permiten, en la experiencia vital de los autores y de nuestros múltiples entrevistados. Este libro pretende ser de aquellos que se pueden leer por partes, empezando por donde uno elija pero está dividido en . 14 dos secciones. La primera referida a una lectura de la realidad social y de los prejuicios y estereotipos que aparecen en los programas cómicos de televisión, tal como funcionan, a cargo de los representantes de los diversos segmentos sociales que la componen y que son fuertes ente sesgados por la óptica de los sectores tradicionalmente rectores del ordenamiento ideológico y cultural del país. La segunda, a realizar un seguimiento de los programas cómicos que actualmente se propagan en la televisión nacional, en una referencia explícita y constante a la realidad que les sirve de base, los alienta y los celebra. La introducción da cuenta de los criterios y limitaciones del estudio, del procedimiento seguido para el abordaje del tema y de las principales propuestas de trabajo. De manera exprofesa, esta introducción elimina la discusión teórica sobre aquellos conceptos que utilizados implícitamente en el trabajo, resultan claves en la discusión actual sobre la orientación de este tipo de estudios en América Latina. Esto no significa rehuir la tarea del necesario avance y clarificación conceptual, ni la discusión sobre los aciertos y limitaciones de nuestra implícita manera de usar estos conceptos. La tarea debe ser retomada, queremos imaginar que también a partir de las respuestas y opiniones que merezca el avance que aquí intentamos. El capítulo I intenta resumir, a través de lo que den ominamos una lectura de prejuicios, el conjunto de concepciones que se manejan en el mundo popular urbano y que se expresan, con distintos grados de sutileza, en los programas cómicos de la televisión. Siendo el aspecto étnico-cultural elemento vertebrador de 'estos prejuicios, los siguientes capítulos (II, III, IV y V) ilustran, a manera de osamenta cultural, el papel que juegan los principales cómicos de hoy día, a quienes hemos llamado divos, con una fundamentación que enfatiza los aspectos sociológicos antes que artísticos. La segunda parte se inicia con una breve historia de los programas cómicos de televisión. Si bien ésta interesa primordialmente para la ubicación y definición del "tronco común" de los mismos, se incluye un ordenamiento de los principales programas y sus protagonistas, hasta nuestros días, con el fin de alcanzar parte de la información sobre la que nos basamos y también a manera de homenaje a muchos de los que con la mejor vena y buena gana han dado su vida a este tipo de labores, sin intención . 15 alguna de negocio. Tampoco queremos pecar de ingenuos, no, y dar la impresión de que todo este material es el más digno y representativo de la historia cultural del Perú. Pero el comercio y la utilización de los cómicos, en ocasiones alentados por ellos mismos, no debe inhibimos de reconocer el sentido y calidad de su aporte al entretenimiento y a la cultura del país. El capítulo VII ofrece elementos para el análisis de los principales personajes de estos programas a partir de la estructura y sus significaciones lingüísticas. Este es un campo para el cual estamos seguros el presente trabajo no es más que un estímulo que intentamos resulte sugerente. El capítulo VIII se refiere a tres tópicos principales y recurrentes de estos programas, a través de las relaciones que de ellos se derivan: la relación hombre-mujer, la jerarquía burocrática jefe- subordinado y las que se originan en el manejo del dinero. Sin pretender extenderlas al resto de temas y situaciones que se repiten en los programas cómicos, resumen la mayor parte de las "preocupaciones" a partir de las que se ordenan los contenidos de los mismos.