Bonita Y Alegre Corrida De Toros Presentacion De La Srta
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UIN fecha 18 de junio del año 1956, y víc• C tima de un ataque cardíaco, falleció en Lima el gran peón y banderillero español Ra- Fae) Va lera y Jiménez, «Rafaelillo», quien des• de hacía bastantes años residía en la capital ftememúranzas taurinas peruana dedicado a asuntos taurinos, lusgo de liaberse retirado del ejercicio activo de su pro• fesión. Los aficionados modernos no le conocían, pero había sido notabilísimo como subalterno, y la historia le ha designado un puesto al lado de los que mayor relieve alcanzaron clavando rehiletes y manejando el capote de bregar. Rafael Valera, Toreaba con éste a una mano como pocos; sabía dar a cada toro su lidia, y, clavando banderillas por el lado derecho puede figurar al lado de los mejores en todos los tiempos. En resumidas cuentas: «Rafaelillo» se halla entre los pocos subalternos de a pie que tuvie• "RAFAELILLO ron personalidad, y no es de extrañar, por con• siguiente, que en cuantas corridas tomara par• te sobresaliera y se hiciera notar entre sus com• pañeros. Era de Sevilla, en cuya capital vino al mun• dor», negro entre pelado, al que le hizo una do el 4 de diciembre del año 1900; trabajó en faena por la cara y tuvo la suerte de matar de todos los oficios habidos y por haber y no una estocada, y estuvo muy pesado con el sex• aprendió ninguno; fué hasta dependiente en to bicho, que fué de la ganadería de Villalón. una botica; la disciplina que exi¡0e\ trabajo, Y como con capote y muleta toreó despegadi• la sujeción que a éste se debe, eran para él ver• llo y tal, se impuso el buen sentido y volvió a daderos suplicios; gu afán consistía en campar agarrarse a las banderillas. libremente, dedicarse a la vida birlonga, o sea Trabajo le costó abandonar definitivamente al dulce regodeo de no hacer nada por su cuen• muleta y estoque, pues pasó algunos años ha• zó el año 1936 figurando a las órdenes del nue• ta y mirar lo que hacían por la suya los de• ciendo equilibrios; pero no hay como la inep• vo matador Rafael Ponce, apodado «Rafaeli• más, y solamente sentía afición por unirse con titud en una cosa para renunciar a ella, y esto llo», como él; se produjo en el mes de julio los chicos del barrio de la Alameda, en el que fué lo que ocurrió con «Rafaelillo». el Alzamiento Nacional; lo mejor de la época él vivía y donde también residía el gran Jose- En el invierno de 1918-19 marchó a Vene• de Rafael Valera quedaba ya atrás; su apogeo lito «el Gallo», hablar mucho de toros con zuela, acompañando como subalterno a los ma• está en los años que se mencionan; en ellos es ellos y, finalmente, aspirar a ser torero de tadores contratados, que eran «Malla», «Lime• cuando los aficionados le rinden el tributo de oficio. ño» y «Pacorro», y al regresar de tal viaje se su aplauso y su admiración... ¿A qué detallar A tal fin empezó por asistir a algunos tenta• enroló como banderillero en la cuadrilla de más? deros, en los que dió los primeros capotazos, Francisco Martín Vázquez. El 19 de julio de 1925 se celebró en La Línea y, lanzado ya por su sino a la profesión tauró• Desde el año 1920 al de 1922, ambos inclu• una corrida con Marcial Lalanda, Manuel Mar• maca, en el año 1913 tuvo la satisfacción de sive, toreó a las órdenes de Pepe Belmonte, y tínez y «Niño de la Palma» y seis toros de vestir en Lisboa por primera vez el traje de en 1923, poco antes de tomar la alternativa Gallardo, uno de los cuales alcanzó a «Rafae• luces, incorporado como banderillero a una «El Algabeño» (hijo), ingresó en la cuadrilla lillo» al saltar la barrera y le infirió una cor• cuadrilla de muchachos capitaneada por Fran• de é«te, a la que perteneció hasta que en 1925 nada en el muslo derecho, cuyo percance fué, cisco Peralta. «Facultades», y Benito Martín, hizo Juan Belmonte su reaparición en los rue• sin duda, el de más consideración que sufrió. < Ruhichi», dos, a cuyo famoso espada ya había servido en Entre las excursiones que hizo a América de• Pero «Rafaelillo» iba para matador; al má- Lima durante el invierno anterior. bemos señalar la del invierno de 1930 a 1931, rios, su aspiración era ésa; en ser espada y jefe No terminó la temporada de 1925 con Bel• acompañando a Marcial Lalanda. de cuadrilla puso su ilusión tan pronto como monte. pues, mediada la misma. «El Niño de Al lado de los subalternos de su época fue se vió ataviado con la reluciente ropa, y tras la Palma», que acababa de tomar la alterna• «Rafaelillo» una figura cumbre; gozó de la de torear no poco por los pueblos de la región tiva, le llevó a su lado y con él estuvo haata máxima categoría; nadie le ganó en jerarquía andaluza, consiguió presentarse como noville• la terminación de la de 1927. entre los de su escalafón, y fueron contadísi- ro en Sevilla para estoquear ganado de Villa- Al empezar la de 1925, y antes de incorpo• mos los que recibieron tantas ovaciones co• marta con José Carralafuente y un tal «Cha• rarse a las huestes de Juan Belmonte, toreó mo él. musquino», diestro este último que tal vez fue• algunas corridas como novillero, pues el hom• El auge que tuvo empezó el año 1924, yen• se descendiente de aquel otro «Chamusquino» bre se resistía a dar por muertas las ilusiones do con «El Algabeño»; al confirmar éste su (José Ortiz). picador en la cuadrilla del que puso en ser matador. alternativa en Madrid el 8 de mayo, banderi• «Tato». A todo esto su reputación como peón de lleó admirablemente al toro de la cesión, lla• No le salieron las cuentas entonces, como no breca y banderillero subía como la espuma, y mado «Nivelador», de doña Carmen de Fede• le "salieron después, cada vez que ensayó el todos le hacían un puesto muy ancho al verle rico; el 18 del mismo mes se luce extraordi- papel de matador; en repetidas ocasioaes co• lucir sus felices disposiciones: el relieve ad• nariaroente con «Granicito», de don Alipio gió la espada, haciendo otros tantos parénte• quirido le pone en la primera fila de los subal• Pérez, y «Redondo», de Angoso, y en la corrí sis en sus actuaciones de subalterno, y entre ternos y, naturalmente, se acomoda con los ma• da de la Prensa, efectuada el 5 de jubo, es tales intentonas está la de Madrid, el 21 de oc• tadores que más torean en aquellos años. ovacionado con entusiasmo al verle parear a tubre de 1923, en cuya Plaza se presentó para Parte de la temporada del año 1928 estuvo los toros «Canastillo», de Villar, y «Baratillo», estoquear ganado de don Andrés Sánchez, al• a Tas ordeños de «Chicue1o»; el resto de ella, de Martínez. Cito estas corridas porque, como ternando con Domingo Correa Montes y Joa• con «Cagancho»: desde 1929 a 1932 formó par- he dicho, hizo en ellas los brillantes ejercicios quín Manzanares, «Mella». Banderilleó muy fe dé la cuadrilla de Marcial Lalanda; desde que le situaron en un lugar de privilegio. bien a su primer enemigo, llamado «Pesca- 19R3 a 1935. de la de Dominico Ortega: empe- Dejó de vestir el traje de luces cuando aun hubiera podido alcanzar brillantes éxitos en los ruedos; al margen de éstos, y con Te^denn cia en la capital del Perú, siguió viviendo e el mundillo de los toros, viendo alejarse aqu^ Suscríbase ai semanario Unica revista gráfica líos años en los que, dando a su arte una emo• ción estética, rea1zaba la suerte de ban.1e, „ de ios toros editada cibiao en huecograbado Sí 'íuied& de entusiasmo. DON VENTURA SEMANARIO GRAFICO DE LOS TOROS Fundodo por MANUEL FERNANDEZ-CUESTA ftretcin y ícdottio»: Mcrnotíllo, 75-íelé{i. 25 6t 65-25 61 64 «El Ruedo». Weekly. Madrid. iáminitintiin. f vería M 5o!, 11 leiéfone 22 64 56 Spain ent«red »s second rians mal ter at km XVí-Madrid, 17 de diciembre de 1959-11 « 808 tbe post office at >ew York X. Y.. Oepótlte l«Sal: M 888 •> 1958 «Destacaron en la reunión las una vez hemos dicho que vale la pena palabras de Domingo Ortega, que poner en claro dónde se producen las aseguró que, de consentirse el afei• anormalidades de que se habla; por• tado de las reses de lidia, debía hacer• que una corrida de toros, desde que se para los toros que corresponden salo del campo hasta que se lidia, tiene én plazas modestas a principiantes. su itinerario y sus salas de espera; Este asunto del afeitado de los toros pero en todo caso, cualquier parada dio lugar a un interesante debate y —como ocurre con los vehículos en parece que se llegó a un acuerdo, que las grandes ciudades— puede y debe será firmado por todos los ganaderos ser «establecimiento vigilado». y vigilado su cumplimiento por una Ahora los ganaderos, con eT acuerdo junta disciplinaria, si es necesario, al que, al parecer, han llegado, pueden de que, en caso de comprobarse el prestar una ayuda eficacísima al res• afeitado de una res, sean multado;, tablecimiento de la normalidad.Tiénen con una cantidad importante, el ga• a su alcance medios para lógralo. Y nadero, el empresario, el apoderado conseguida esa solidaridad, va a re• y el diestro que despache el toro mu• sultar difícil que ningún afiliado la tilado en sus defensas. Este impor- quebrante. Con lo que los ganaderos tantísin• acuerdo será definitivamen• mantendrán su prestigio y ninguno te redactado, para conocimiento y de ellos —pese a posibles coacciones— aprobación de la autoridad com• verá quebrantados sus intereses.