LA REAPERTURA DE LA DE MILÁN

CRISTINA DOMENECH Doctora en Historia del Arte

El pasado mes de octubre se abrió de nuevo al pú- cho oscurecerá notablemente el papel de los arquitectos blico la Biblioteca Ambrosiana de Milán, tras ha- que en ella intervinieron en ese primer momento, se ha ber permanecido cerrada por restauración durante los conjeturado sobre la labor de arquitectos como Fabio siete últimos años. La Ambrosiana fue fundada en Mangoni, Lelio Buzzi o pero 1609 por el cardenal con la inten- no se sabe con certeza el papel desarrollado por cada ción de crear una institución que fomentara el estudio uno de ellos. En cualquier caso, en 1604 el primer nú- del catolicismo y que actuara al mismo tiempo como cleo del edificio está terminado, a partir de algunos di- centro difusor de la cultura, contra toda forma de igno- seños de Richini que será por tanto el responsable de rancia y superstición. Federico Borromeo (1564-1631), éste. primo del conocido San Carlos Borromeo, fue un inte- El edificio original estaba constituido por un sala lectual apasionado del arte y la cultura. Tras los estu- abovedada que correspondía a la sala de lectura, llama- dios, realizados en Bolonia, Borromeo se trasladó a la da federiciana en honor de su artífice Federico Borro- corte pontificia donde permaneció desde 1586 hasta meo. Las dimensiones de esta sala eran 16 x 40 m, y en 1595 y ya durante estos años se convirtió en el primer ellas se evidencia la relación 1:2,5 indicada por Vitru- cardenal protector de la Academia de San Luca, creada bio como el ideal para las salas basilicales, lo que en 1593 por Federico Zuccari. Quizás esta experiencia muestra cómo Borromeo quería proponer una gran sala se convertiría en el germen de la posterior biblioteca de dimensiones clásicas que evocaran el espacio y la milanesa. Desde estos primeros años romanos el joven sugestión de una antigua basílica romana. El complejo cardenal se dedicó con pasión a adquirir libros y obras estaba dotado, además, de sótano, vestíbulo, jardín y de arte, invirtiendo en ello todo su dinero y bienes. Fe- patio interior porticado sobre tres lados a partir del cual derico Borromeo fue, asimismo, un escritor prolífico se accedía a las salas de estudio reservadas, situadas en del que han llegado a nuestros días más de cien obras el piso superior. Con esta disposición se inaugura ofi- que, revelando un extraordinario eclecticismo, cubren cialmente el día ocho de diciembre de 1609, consagra- casi todas las disciplinas humanistas, agiografía, dere- da a San Ambrosio el patrón de la ciudad. cho canónico, historia, filosofia, lengua y literatura Muy pronto, a partir de 1615, Federico comienza a etc., y como no, de arte. Concretamente de arte nos han adquirir algunos de los edificios adyacentes a la bi- llegado dos obras: De pictura sacra de 1624 y Mu- blioteca con el fin de ubicar las habitaciones de los seaum Bibliothecae Ambrosiane de 1625, obra esta úl- Doctores, cuyo Colegio junto al de los Conservadores tima en la que, además de puntualizar el proyecto ex- deberían garantizar la completa autonomía de la Insti- positivo para "su" pinacoteca, desarrolla una verdadera tución. Borromeo tenía asimismo la intención de am- y propia reflexión estética. pliar el edificio para poder crear una academia de pin- Federico Borromeo llega a Milán en 1601, con el tura, escultura y arquitectura que tendría el objetivo cargo de arzobispo, y muy pronto empieza a concebir de educar a los jóvenes según las reformas impuestas la que será su gran obra. Ya en 1603 se inicia la cons- por el Concilio de Trento en el campo del arte aplica- trucción del edificio que albergará la biblioteca, forma- da a la expresión del culto. Y pensando también en un da en este primer momento por cerca de 15.000 precio- futuro edificio que acogiera su colección de pintura y sos manuscritos y casi 30.000 volúmenes más, prove- escultura. nientes de las imprentas más prestigiosas de Europa. Así pues lo que comenzó como un edificio de di- Borromeo no fue sólo el único promotor y financiador mensiones reducidas construido para albergar la biblio- de esta empresa sino que se convirtió también en el teca se fue convirtiendo con el tiempo en una pequeña verdadero creador del edificio, de cuya definición y rea- ciudad de las artes, según el deseo del propio Borro- lización se ocupó personalmente, debiéndose modelar meo. En 1618 el cardenal donará su colección de pintu- desde los cimientos en función de las exigencias de la ras para la creación de la Pinacoteca Ambrosiana que deseada "biblioteca pública" pensada por él. Este he- en este momento constaba de 172 pinturas, grabados y

Ars Longa, 7-8, 1996-1997, pp. 285-290 285

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Salas de la pinacoteca.

esculturas que se colocaron en un edificio colindante a de unas salas con una decoración multicolor de mosai- la biblioteca y que había sido proyectado, ya en 1611, cos, mármoles y vidrieras muy del gusto de los años por el arquitecto Fabio Mangone. Borromeo concibió veinte. Estas salas fueron cenadas al público durante esta galería no sólo como una exposición de obras de los años cincuenta y sólo actualmente se pueden volver arte sino como un instrumento didáctico para la men- a visitar, contrastando notablemente con la sobriedad cionada Academia. Ésta, fundada en 1625, tuvo una del resto del conjunto. Durante la segunda guerra mun- vida un tanto accidentada pero duró, con algunas inte- dial la biblioteca ambrosiana sufrirá importantes des- rrupciones, hasta 1775 cuando el gobierno austríaco la perfectos, especialmente en la parte original, sobre transfirió a Brera, dando origen a la actual Academia todo en la sala federiciana que será destrozada por un de Bellas Artes de Brera. incendio en el que se perdieron las estanterías de nogal El edificio de la Ambrosiana ha sufrido a lo largo de originales así como un buen número de volúmenes. En su historia un gran número de transformaciones, sobre 1948, tras una restauración de urgencia, se reabre al todo por las necesidades de espacio que se iban plan- público mostrando todavía algunos desperfectos. Más teando gracias a las numerosas donaciones privadas de tarde, en 1951-52, se construye una torre de hierro de importantes familias milanesas. Así, entre 1831 y 1836 ocho alturas que albergará los manuscritos y las obras se construye, a partir del vasto espacio liberado al aba- más preciadas. tir la decrépita iglesia contigua de Santa María de la Con casi cuatro siglos de historia, a principios de la Rosa, un nuevo edificio para la pinacoteca con el que década de los noventa el edificio se encontraba en un el arquitecto Santagostino preveía doblar la superficie estado lamentable, agravado por el aumento de la hu- útil para ubicar la colección de arte, cada vez más am- medad relativa en la ciudad, lo que hacía que las condi- plia, apoyándose a un lado del antiguo complejo federi- ciones de conservación fueran bastante precarias. Por ciano. Después de algunas modificaciones, aportadas ello, en 1990 se toma la drástica solución de cerrar la por el arquitecto Cagnola, las labores prosiguen bajo la biblioteca y acometer una radical obra de reestructura- dirección de otro arquitecto, Moraglia, el cual, sin de- ción, la más importante de las realizadas hasta el mo- jarse influenciar de los modos neoclásicos del momen- mento, con el fin de ampliar y modernizar el complejo to, se atiene en su intervención a las líneas severas y de la Ambrosiana. Para ello, se vació completamente el sobrias del primer núcleo original del XVII, añadiendo edificio, previa catalogación de toda la colección, y se más salas. Esta ampliación, que delinea una nueva pla- trasladó a una sala especialmente acondicionada para nimetría general del conjunto, hace necesaria la cance- ello. La única obra que ha permanecido en su lugar du- lación de la originaria entrada principal y su traslado a rante la restauración ha sido el cartón original de la Es- la fachada opuesta. cuela de Atenas de Rafael que por su tamaño era impo- De nuevo en 1921 las necesidades de espacio obligan sible de transportar. La obra fue protegida por un gran a otra intervención a cargo, en este caso, del arquitecto sarcófago que, sujeto a todo tipo de control, permane- Ambrosio Annoni que al igual que sus predecesores se ció en el edificio. mantiene fiel al severo estilo del conjunto original. En Las labores de restauración, que comenzaron por el 1928 se reanudan las intervenciones bajo la dirección sótano, descubrieron la parte septentrional del pavi- del mismo Annoni y Minali que plantean una dispo- mento del foro romano de la antigua Mediolanum, a sición totalmente nueva para la pinacoteca, durante cuatro metros y medio bajo el nivel actual de la ciudad, la realización de estas obras salen a la luz los frescos compuesto por piedras de mármol de quince centíme- de que adornan el magnífico Conde de- tros de espesor y otros restos arqueológicos que se re- gli Spiriti Magni. En este momento los arquitectos montan al siglo v a.C. Este hecho retrasó notablemente abandonan la fidelidad a las formas anteriores en favor los trabajos que han sido arduos y complicados y según

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Sala Federiciana.

los técnicos se ha intentado siempre la fidelidad a las lúmenes impresos, 2.100 incunables, 10.000 cincue- características propias de su historia secular. Encarga- centinas, 15.000 obras manuscritas, 60.000 cartas y do- dos de la remodelación han sido los técnicos de la em- cumentos, 10.000 pergaminos. De entre todos ellos es presa que ha financiado enteramente la restauración, la interesante destacar un buen número de palimsestos CARIADO, Caja de Ahorros de las Provincias Lombar- –algunos muy notables– como los únicos fragmentos das. La disposición actual de las veinticuatro salas ha conservados de la Vidularia de Plauto del siglo v o permitido doblar el espacio museístico y ha favorecido parte de la versión gótica del Evangelio compilada por un notable incremento del patrimonio expositivo. el obispo Ulfila. Especialmente importantes son los Como hemos podido ver el proyecto de Borromeo manuscritos miniados, algunos por importantes pinto- no fue sólo construir una biblioteca sino también el de res, como el Libro d'ore del propio Borromeo ilustrado crear una auténtica ciudadela artística donde se encon- por Cristoforo de Predis, las Noctes Atticae de Aulo traran en continuo diálogo la literatura, pintura, escul- Gellio decoradas y firmadas por Guglielmo Giraldi, la tura y arquitectura. El núcleo principal a partir del cual Naturalis Historia de Plinio ilustrada por Pietro de Pa- se desarrollaron las demás fue, efectivamente, la Bi- via, el conocido Mas Picta formado por 58 miniaturas blioteca que como se ha dicho se inauguró en 1609. que ilustran un poema homérico en un manuscrito del La Biblioteca Ambrosiana nació a partir de la colec- siglo y o el famoso Virgilio con anotaciones de Petrar- ción del propio Borromeo a la que muy pronto se unie- ca, minado por Simone Martini y en que el mismo Pe- ron los preciosos fondos provenientes de instituciones trarca anotó la fecha de la muerte de su adorada Laura. religiosas como el monasterio benedictino de Bobbio, Notable es también el manuscrito autógrafo de Piero el convento agustiniano de Santa María Incoronata o la della Francesca De prospectiva pingendi. Aunque de biblioteca del capítulo metropolitano de la ciudad de todos ellos el más conocido será el mencionado Códice Milán, así como las provenientes de donaciones de im- Atlántico de Leonardo, el corpus más rico de dibujos portantes colecciones privadas como la de Gian leonardescos de carácter técnico-científico existente en Vm-cenzo Pinelli, Francesco Ciceri o Cesare Rovida, todos el mundo. El famoso códice consiste en una parte de ellos ilustres estudiosos y bibliófilos del siglo XVI. O los manuscritos y documentos recogidos por Francesco más tarde la colección de Galeazzo Arconati que con- Melzi, discípulo de Leonardo, tras la muerte del maes- taba entre sus fondos el célebre Códice Atlántico de tro. Tras una larga y accidentada historia de robos, via- . Las donaciones han continuado a jes etc., una parte consistente en 234 hojas, en forma de lo largo de la historia de la Ambrosiana, es necesario un solo volumen, viajó a España y posteriormente al destacar la magnífica colección librera donada por el castillo inglés de Windsor; el segundo tomo, compues- jurista Cesare Beccaria. to por 402 hojas, tomó el nombre de Atlántico a causa La Ambrosiana fue concebida por Borromeo como de su gran tamaño de "atlante". En el siglo XVII fue ad- de carácter general, contando con obras de casi todas quirido por el marqués milanés Galeazzo Arconati que las disciplinas del saber, del clasicismo grecolatino a la lo donó –junto a otros once manuscritos leonardescos- literatura cristiana, teología y filosofía, lingüística, de- a la Ambrosiana con acta notarial del 21 de enero de recho, música etc. tanto de origen occidental como 1637, poco después de la muerte del cardenal Borro- oriental, no debemos olvidar los más de doscientos có- meo. dices árabes. Así se puede considerar la Ambrosiana, Además de la importancia de los libros conservados en sus primeros años, como una especie de universidad en la Ambrosiana lo que la hace, si cabe, más intere- en miniatura, que por entonces no existía en la ciudad sante y novedosa fue el carácter de biblioteca pública de Milán. que Borromeo le quiso dar desde el primer momento, Actualmente la biblioteca posee más de 400.000 vo- lo que la convierte en la primera biblioteca pública de

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Tiziano: Arlorazione dei Magi.

Italia y la segunda del mundo, tras la biblioteca Bod- premisas fundamentales, por un lado su elección perso- leiana de Oxford creada en 1602. En la sala federiciana nal como coleccionista y por otro el carácter académi- o sala de lectura se encontraban la mayor parte de los co y didáctico propuesto por éste, con el fin de redefi- volúmenes a consultar, ocupada en su mayor parte por nir el papel del arte sacro en seno del debate contrare- armarios para los libros. Los volúmenes grandes esta- formista. En este sentido Borromeo consideraba que ban colocados en la parte inferior de una elegante es- tres eran las funciones del arte sacro: didáctica, devo- tructura de madera trabajada, sobre el perímetro supe- cional y documental. En De pictura sacra el cardenal rior se situaban los libros más pequeños, mientras que mostraba cuál era según su criterio la función del arte: los manuscritos más preciados estaban custodiados en "...enseñar al pueblo la verdad de la fe y de la historia unas mamparas ubicadas en los ángulos de la sala. Re- sacra no solo con las palabras, sino con la pintura y con sulta curiosa la disposición de los libros en los estantes, cualquier otra representación que sirva para excitar los ya que seguía un criterio de formato y no de argumento ánimos y los sentimientos de los fieles a venerar los lo que suponía un cambio fundamental con respecto a misterios de la religión". la tradicional tipología de las bibliotecas. Otra novedad Así a través de las indicaciones expuestas en el Mu- con respecto a las tradicionales bibliotecas medievales saeum, la disposición de las obras en las salas se con- era el total acceso a los volúmenes, que en el sistema formaba a partir de un enfrentamiento visual entre los medieval consistía en el volumen encadenado al atril. maestros venecianos, con Tiziano a la cabeza, con los La sala de lectura estaba normalmente atendida por tres maestros lombardos presididos por . personas encargadas de ocuparse de los estudiosos que Junto a estas obras originales se exponían numerosas llegaban a la biblioteca, a éstos se les proveía gratuita- copias de Rafael, Luini, Correggio etc. pues Borromeo mente de pluma, papel, tinta y arena. Se cuidaba hasta consideraba que si las copias de las obras maestras es- el último detalle en aras de la comodidad del estudioso, taban realizadas con diligencia, no solo eran placente- pues en los días de invierno se colocaban en la sala ras sino que propiciaban la supervivencia de la memo- braseros y alfombrillas para paliar el frío y la humedad. ria del pasado, así como también podían ser modelo Vemos pues, como la Ambrosiana será la primera bi- para los artistas contemporáneos. blioteca concebida como pública en el sentido moderno Otro de los grupos especialmente grato a Borromeo del término ya que por vez primera se contempla la bi- era el de los pintores flamencos especialmente de Jan blioteca como servicio público y no como lugar de es- Brueguel y Paul Bril. De entre las obras maestras per- tudio privado o archivo conservador. tenecientes a la primitiva colección de Borromeo es Por lo que respecta a la Pinacoteca sabemos que ya importante destacar la Adoración de los Magos de Ti- en 1607 Federico Borromeo dejó un codicilo con las ziano, "scuola per i pittori" según el propio Borromeo, primeras indicaciones relativas a su colección de pintu- obra que había pertenecido a San Carlos Borromeo y ras, algunas de las cuales se expusieron en la sala que posteriormente a Federico y en la que se aprecia la ex- daba al peristilo. Años más tarde, el 28 de abril de celsa mezcla de colores tan característica del maestro. 1618, mediante un acta notarial el cardenal Borromeo La Adoración de los Pastores de Bassano, Sagrada Fa- donaba a la pinacoteca su colección de pinturas, dibu- milia y el Jesús niño de Luini, la conocida y magnífica jos, grabados y esculturas, que serían colocadas en un Cesta de Frutas de y, en fin, la extraordi- edificio expresamente construido para ella, separado de naria composición del cartón La Escuela de Atenas de la biblioteca a través de un jardín y cuyo proyecto fue Rafael, obra de la que Flaubert en 1845 dijo que encon- asignado al arquitecto Fabio Mangone. Los trabajos traba representadas cuatro nobles cualidades del espíri- comenzaron en 1611 pero sólo fueron completados en tu "calma e inteligencia, virtud y fuerza". 1630 poco antes de la muerte de Borromero acaecida Capítulo aparte merece la colección de esculturas, en 1631. A pesar de esto la pinacoteca se inauguró en casi todas copias sobre modelos de estatuas antiguas 1618 a partir de la colección de Borromeo. recuperadas de la colección milanesa de Leone Leoni, Tal y como se constata en su obra Musaeum, el con- como las copias del Crepúsculo y la Aurora de Miguel cepto de colección de Borromeo giraba en torno a dos Ángel realizadas por el mismo Leoni. El museo de Fe-

LA REAPERTURA DE LA BIBLIOTECA AMBROSIANA DE MILÁN 289 derico se cerraba con esta gran visión renacentista que según las propias palabras del Borromeo suscitaban al mismo tiempo "temor y atracción". Es importante re- saltar de nuevo, para poder comprender bien el carácter de la colección del cardenal, una situación museística fuertemente determinada por la actividad de la Acade- mia. Ello hace que junto a las preferencias personales de Borromeo centradas en las escuelas veneciana, leo- nardesca y flamenca, compartan espacio otras obras de menor valor artístico o copias de obras maestras, que estarían en función de ese carácter didáctico-devocio- nal que Borromeo quiso dar a la Ambrosiana. A partir de este momento la Pinacoteca irá creciendo no solo fisicamente con la construcción de nuevos es- pacios expositivos sino también con la aportación de las donaciones de coleccionistas privados que enrique- cerán los fondos, al tiempo que contribuirán al marca- do eclecticismo de dicha colección. A destacar el Re- trato de Músico de Leonardo, documentado ya en el 1671 en la Ambrosiana y que seguramente formaría parte de la donación leonardesca de Galeazo Arconati. Esta obra es la única de Leonardo realizada sobre tabla que se conserva en Milán y se supone que representa a Franchino Gallurio, maestro de capilla del Duomo mi- lanés, aunque durante mucho tiempo se creyó que re- presentaba a Ludovico el Moro, señor de Milán. En 1751 se entrega definitivamente a la Ambrosiana el museo de Manfredo Settala, una extravagante colec- ción enciclopédica del XVII en la que convivían anima- les embalsamados, autómatas, astrolabios, medallas, códices y pinturas. A lo largo del siglo xix continúan las donaciones que enriquecerán cada vez más la pina- coteca, importante destacar la magnífica obra de Botti- Leonardo da Vinci: Ritratto di Musico. celli La Madonna del Pabellón donada por Fiorenza Talini a fines del siglo XIX. O la prestigiosa donación De Pecis (1827-1830) con una extraordinaria colección de bronces dorados así como los autorretratos en már- mol de Canova y Thorvaldsen. Más recientemente, en rini, Bergognone y otros. A partir de estas salas el cri- 1959, Atilio Brivio dona a la Ambrosiana sesenta pin- terio seguido ha sido el de la exposición de las obras turas de entre las cuales hay que destacar obras de Bot- según las donaciones y respetando lo más posible el ticelli, Ghirlandaio o Bellini. criterio cronológico. Atravesamos salas con obras per- La actual disposición de las salas de la pinacoteca tenecientes a la escuela lombarda del siglo XVII con –tras la última restauración– se debe a dos jóvenes pro- obras de il Morazzone y Daniele Crespi. El siglo XVIII fesores de la Universidad Católica de Milán, Marco está representado por artistas como Fra Galgario, Tie- Rossi y Alessandro Rovetta que han colaborado estre- polo, Casare Ligari y Pietro Antonio Magatti. Impor- chamente con el actual prefecto de la Ambrosiana tante es también destacar la recuperación de obras de monseñor Gianfranco Ravasi. Según los propios artífi- artistas italianos del XIX que hasta ahora habían perma- ces, el criterio que han seguido ha sido el de mantener necido en los depósitos. Entre éstos están artistas como una relación equilibrada entre la colección original de , Gaetano Previati, Emilio Longoni, Federico Borromeo y las posteriores donaciones, el Mosé Bianchi y Francesco Hayez. De este último hay respeto y la valorización de los espacios existentes así que destacar una serie de hermosos retratos en su ma- como la estrecha integración con la biblioteca, cuya yoría procedentes de la donación Negroni Prati Moro- sala de lectura se puede contemplar desde la galería su- sini, familia que es al mismo tiempo protagonista de perior gracias al alzamiento del lucernario realizado en los retratos. la última intervención. Al mismo tiempo se ha preten- En las últimas salas están situadas las galerías dedi- dido la claridad científica y didáctica del recorrido. cadas a escultura donde se pueden contemplar un gran Rossi y Rovetta han querido asimismo ser fieles a la número de copias de esculturas antiguas y renacentistas disposición sugerida por Borromeo en su Musaeum y donde no podemos dejar de destacar las obras de para su colección, que además marca el comienzo del Bambaia –el gran escultor renacentista milanés– del actual recorrido por las salas. En torno a las salas fede- que entre otras obras podemos maravillarnos con una ricianas se encuentran las obras adquiridas posterior- buena parte de los relieves del monumento funerario de mente y que corresponden a la pintura italiana de los Gastón de Foix, parte de los cuales se encuentra tam- siglos xv y xvi, donde además de las mencionadas bién en el Museo del Prado de Madrid. Por último hay obras de Leonardo y Botticelli encontramos magníficas que mencionar una de las últimas salas, concretamente piezas de , Ghirlandaio, , Viva- la número 21, que se puede visitar solo previa petición,

290 CRISTINA DOMÉNECH donde se puede contemplar el fresco de Bernardino y hermosas salas de la pinacoteca. La Ambrosiana relu- Luini, Incoronacione di spine. Esta sala ha sido utiliza- ce por todas partes. Un gran número de obras se han res- da como Quadreria que, a modo de gabinete, permite taurado para la ocasión y cualquiera que tenga la opor- ver muchos de los cuadros del depósito, haciendo posi- tunidad de visitar Milán no debe perderse el brillante es- ble que de modo rotatorio se pueda tener acceso a un pectáculo de la nueva Ambrosiana. Para el futuro se ha buen número de la obra oculta. pensado en una institución más activa en la que se pre- Para terminar es necesario decir que ha sido un im- tenden desarrollar ciclos de conferencias, exposiciones portante acontecimiento la reapertura de esta insigne Bi- temporales etc., siempre relacionadas con los tesoros de blioteca Ambrosiana del que todos tenemos que congra- la Ambrosiana. Se ha anunciado ya para 1998 una gran tularnos. A partir de este momento podremos de nuevo exposición sobre Leonardo da Vinci que ofrecerá la po- investigar en los hermosos tesoros que custodia la bi- sibilidad al público de admirar el célebre Códice Atlán- blioteca al tiempo que podemos disfrutar de un recorri- tico que actualmente está dividido en doce volúmenes y do a lo largo de la pintura italiana a través de las severas que posee más de mil dibujos originales de Leonardo.