Va De Zorros
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señor Fox, ese mismo espíritu lúdi- co marca la plasticidad del lengua- je y la velocidad con que pasan las páginas, la timidez solo se asoma en un personaje o dos. Detrás de su modestia y voz suave, los lectores descubren a una narradora osada, polimorfa. Y es cuando una se pre- gunta cómo es que no quedaron más fotos, entrevistas o conversacio- nes, más interés en dar a conocer la obra de Helen Oyeyemi. LIBROS Quizá sea parte de esa incom- patibilidad que la autora tiene con los circuitos de la escritura con - vencional. Cuando tenía dieciocho años escribió The Icarus girl (2005) en lugar de ponerse a estudiar para sus exámenes. El éxito de esa histo- ria sobre una niña y su doppelgänger, un oscuro amigo imaginario, le creó 72 Helen Oyeyemi fama de joven prodigio. Entonces l EL SEÑOR FOX se animó a inscribirse a un mfa de NOVELA escritura creativa en Nueva York, Jean Franco pero al enfrentarse con sus histo- l ENSAYOS IMPERTINENTES Va de zorros rias los profesores repitieron en eco LETRAS LIBRES Evelio Rosero interminable ese mandamiento de ABRIL 2014 Helen Oyeyemi l PLEGARIA POR UN PAPA EL SEÑOR FOX Henry James: “Cuenta un sueño, ENVENENADO Traducción de María pierde un lector.” A Oyeyemi le Belmonte Barcelona, Acantilado, resultaba incomprensible el méto- Varios autores 2013, 296 pp. do de trabajo tan organizado de l LADOS B. NARRATIVA DE ALTO RIESGO los jóvenes escritores asistentes al taller, “gente admirable que puede Maricela Guerrero leer dentro de la fecha límite, hacer l.PECERAS comentarios inteligentes en clase, GABRIELA DAMIÁN MIRAVETE y luego por la noche ir a una lec- David Miklos Apenas se pueden encontrar un par tura en un bar a beber vino y escu- l NO TENDRÁS ROSTRO de notas acerca de la visita de Helen char más palabras”. Le importó muy J. Benito Fernández Oyeyemi a México el pasado octu- poco el consejo. Publicó dos novelas l GIDE/BARTHES. CUADERNO DE bre, cuando se celebró el tercer Hay más, The opposite house (2007) y White NIebLA Festival en Xalapa. Ella y Benjamin is for witching (2009), narradas a tra- Markovits fueron invitados por figu- vés de elementos sobrenaturales, el Armando Uribe rar en la lista de los mejores novelis- ensueño, la novela gótica y los cuen- l POUND Y LÉAUTAUD. ENSAYOS Y tas británicos menores de cuarenta tos folclóricos. VERSIONES años de la revista Granta en 2013 (en El señor Fox, la cuarta novela de la que por primera vez las mujeres Helen Oyeyemi, comienza en obtuvieron mayoría: doce de veinte). el estudio de St. John Fox, un Oyeyemi, además, estrenó la traduc- autor encumbrado que escucha a ción al español de su novela Mr. Fox. Glazunov en el gramófono –la his- En una de las fotografías aparece con toria ocurre en 1936– mientras se un formal vestido negro, pero lleva enfrenta al estancamiento creati- tenis Converse color rosa, sonríe vo. De pronto reaparece su musa, tímidamente dentro de ese juego en Mary Foxe, que no se daba la vuelta el que a ella le toca posar. Al leer El por allí desde hacía unos siete años. Le propone un juego a su autor: más poético del mundo.” Mary Foxe el señor Fox discuten la idea de que ¿y si dejara de asesinar a todas sus increpa al autor-asesino en serie: ninguna creación es inocente, pues protagonistas? “Siempre te niegas a ver o te niegas acabará convirtiéndose, de alguna “¿Me puedes decir por qué es a admitir que lo que estás hacien- forma, en realidad. necesario que a Roberta le corten do es construir un mundo. Lo que Pese a estar construida por cuen- una mano y un pie con una sierra y estás haciendo es construir una clase tos, El señor Fox es una novela en la se desangre hasta morir en el altar horrible de lógica. La gente lee lo que se percibe la transformación de de una iglesia?”, le reclama. Los que escribes y dice ‘Sí, está hablan- los personajes por debajo de la mera argumentos de St. John para matar do de cosas que suceden de verdad’, mutación a la que los obliga el reto a sus heroínas no la convencen: “que y sigue leyendo, y le parece nor- de ponerse en los zapatos de los demás. si era porque ella tenía que morir, mal.” A Oyeyemi le interesa llamar El señor Fox, Daphne y Mary Foxe simplemente tenía que hacerlo para la atención sobre el componente de se dan cuenta de que es necesario añadir más dramatismo, que si esto, violencia latente en las relaciones reescribir su propia identidad, así que si lo otro. Es obsceno mostrar entre hombres y mujeres, reforza- como el relato de la forma en que esas cosas como algo aceptable”. do por estas representaciones ficti- se relacionan, al haber sido toca- El reto que Fox acepta consiste en cias en clave de poesía... o de chiste. dos por la experiencia de convertir- 73 pasar por todas las metamorfosis La musa reta al autor a escribir se en el otro. creativas de las que sean capaces, historias más complejas. “Estaría Helen Oyeyemi incorpora a su tomar uno el lugar de la otra y vice- bien que después de todo esto escri- obra elementos aprendidos tanto versa con la finalidad de comuni- bieras por una vez algo donde la a Edgar Allan Poe como a Gabriel carse, de comprenderse y hallar gente se reúne en vez de separarse.” García Márquez, la poesía de Paz, posibilidades. El arduo juego de la Los lectores son testigos de lo que el ensayo de Margaret Atwood o empatía. Mary y el señor Fox imaginan: las la afanosa reescritura mitológica LETRAS LIBRES Cada capítulo es una historia que aventuras de dos chicos en un inter- de Angela Carter. Quienes se dejan ABRIL 2014 Mary y el señor Fox construyen, nado para futuros maridos perfec- llevar solo por la apariencia darán una tras otra en distintos escena- tos (“Demostraciones explosivas de por hecho que, al ser hija de inmi- rios, épocas, tonos, formatos, aun- autoridad” y “Deporte y nutrición grantes nigerianos, declaradamente que los protagonistas son siempre contra la impotencia” son algunas feminista, lo suyo va de inmigra- ellos mismos, más otro personaje de sus materias), la historia de una ción, conflictos interraciales y fundamental: Daphne, la esposa del muchacha que mata al novio con denuncia de género. Pero aunque autor, atormentada por la preferen- solo desearlo para luego revivirlo, estas preocupaciones se atisban, la cia que su marido parece tener por la niña que se rebela contra los sol- literatura de Oyeyemi va de zorros una mujer imaginaria. dados invasores de su pueblo, una (así se titula el último relato de la Oyeyemi afirma que con esta modelo que dialoga con la falleci- novela). Y de fantasmas, de casas novela pretende reelaborar el cuen- da exmujer de su pretendiente, la embrujadas y lagos hechizados que to de Barba Azul a partir de su tragedia de un zorro enamorado... hacen de estas circunstancias moti- variante inglesa, Mr. Fox. En esta, la Oyeyemi parece protagonizar “De vos humanos, atemporales. La con- víctima del encantador asesino es este modo”, fragmento que narra clusión de El señor Fox retorna a los la valiente Lady Mary, cuya deter- el romance entre un inglés y una orígenes del arte narrativo: el cuen- minación otorga un final distinto al mujer yoruba con fantasmagóri- to de hadas. El talento de Helen de la historia francesa: ella lo con- cos ancestros, ávidos de historias: Oyeyemi consigue recuperar una fronta y derrota por sí misma. La “Cuenta los relatos. Cuéntanoslos. experiencia que ha sido soslayada autora decidió darle el tono glamo- Queremos saber en qué te pareces por la mayoría de los narradores roso de la guerra de los sexos propio todavía a nosotros y en qué has cam- modernos, y es que pocos recur- del cine hollywoodense de los años biado. Háblanos. Somos de un lugar sos pueden ser tan emocionalmen- treinta gracias a la influencia de y un tiempo diferentes...” Así lo te descriptivos como los símbolos otra reelaboración de Barba Azul, demuestra su capacidad para mutar implícitos en los animales parlantes Rebecca, de Daphne du Maurier. Por la voz narrativa, la atmósfera o el o los corazones que laten sin dueño. otro lado, Oyeyemi propone una humor. Los lectores pueden sentir- Esos elementos arcaicos, manejados reflexión acerca de las consecuen- se perdidos en el bosque tupido de con audacia y belleza por una auto- cias de esa famosa frase que Edgar estas historias, pero siempre vuelven ra dueña del lenguaje, son un trago Allan Poe acuñó en su Filosofía de la al camino gracias a las migas de pan de agua fresca no solo para los lec- composición: “La muerte de una mujer que obsequia la autora con capítu- tores, sino también para el oficio bella es indudablemente el tema los intermedios en los que Mary y mismo de narrar historias. ~ interés por la cultura latinoamerica- del debate político mediante [...] na comenzó en los años cincuenta, el uso del privilegio para destruir el ENSAYO cuando –según nos explica Marta privilegio.” Franco sabe que la inte- Lamas, quien prologó el libro e hizo lectualidad literaria se ha vuel- Humanismo la selección– conoció a un artista to marginal y que no es posible, pertinente guatemalteco y se mudó a su país; como antes, hacer una literatura en 1954, tras el golpe de Estado que adscrita a la izquierda comprome- Jean Franco ENSAYOS derrocó a Jacobo Arbenz Guzmán, tida. En aquel ensayo, Franco ana- IMPERTINENTES llegó a vivir a México.