Entrevistas Con Veinte Escritores Mexicanos Nacidos En Los 70: De Abenshushan a Xoconostle
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Entrevistas con veinte escritores mexicanos nacidos en los 70: De Abenshushan a Xoconostle 0a. inicio.indd 3 7/9/12 3:38:56 PM 0a. inicio.indd 4 7/9/12 3:38:56 PM Entrevistas con veinte escritores mexicanos nacidos en los 70: De Abenshushan a Xoconostle EMILY HIND Logo Universidad de Wayoming 0a. inicio.indd 5 7/9/12 3:38:57 PM Colección Diseño y producción editorial: Ediciones Eón ISBN EÓN: Primera edición: 2012 © Ediciones y Gráficos Eón, S.A. de C.V. Av. México-Coyoacán No. 421 Col. Xoco, Deleg. Benito Juárez México, D.F., C.P. 03330 Tels.: 5604-1204 / 5688-9112 [email protected] Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico 0a. inicio.indd 6 7/9/12 3:38:57 PM ÍNDICE Prólogo 11 Vivian Abenshushan 21 Orfa Alarcón 57 Vicente Alfonso 79 Liliana V. Blum 99 Luis Jorge Boone 121 Karen Chacek 143 Alberto Chimal 167 Bernardo Esquinca 205 Bernardo Fernández (Bef) 227 Iris García Cuevas 251 David Miklos 273 0a. inicio.indd 7 7/9/12 3:38:57 PM Ernesto Murguía 297 Guadalupe Nettel 321 Antonio Ortuño 345 Cristina Rascón Castro 355 Ximena Sánchez Echenique 373 Felipe Soto Viterbo 397 Socorro Venegas 429 Nadia Villafuerte 453 Ruy Xoconostle 477 0a. inicio.indd 8 7/9/12 3:38:57 PM AGRADEZCO A Pepe ROJO POR IMPULSAR este proyecto en su inicio al ponerme en contacto con Bef. Admiro mucho Punto cero (1972, Tijuana), la excelente novela que Rojo escribió. Doy las gracias a Alejandra Silva Lomelí y Rubén Leyva por su entusiasmo respecto a la posibilidad de publicar el proyecto, y agradezco la rapidez con que me contestó Cristina Rivera Garza cuando primero busqué una editorial. La Universidad de Wyoming contribuyó a financiar la publicación del libro, y la fe y el apoyo de la adminis- tradora Nicole Ballenger resultaron imprescindibles. Brindo mis respetos al novelista y crítico José Ramón Ruisánchez Serra por seguir dirigiéndome la palabra aunque nunca encontré el momento para entrevistarme con él. Pido disculpas a toda la demás gente con quien no pude entrevistarme. Para remediar las omisiones, compilé una lista de escritores mexicanos nacidos en los setenta. Pedí unos datos del crítico y poeta Ignacio Sánchez Prado, cuyo conocimiento enciclopédico y algo sobrenatural del campo me respaldó en cuestión de minutos. Se encuentra la lista de nombres al final del prólogo. Por último, doy las gracias a John Waldron por darme una fecha límite para el prólogo y aprovecho para declarar mi admiración de las insuperables Gabriela Cano y Patricia Vega, quienes siempre orientan mis investigaciones por puro altruismo. 0a. inicio.indd 9 7/9/12 3:38:57 PM P RÓLOGO PRÓLOGO Aquí con el pretexto LAS PERSONALIDADES SUMAMENTE AGRADABLES con quienes me entrevisté para formar el presente libro no se toman demasiado en serio como creadores, a pesar de su talento, tal vez en parte, porque los libros en México no dejan regalías muy trascendentales que digamos. Debido al agotamiento producido por la tarea de ga- narse la vida aparte de la escritura, no se sabe si todos los autores incluidos seguirán generando textos con fines artísticos. Temo que algunos coqueteen con despreciar en más de un sentido el poder “generacional”; no sólo rechazan la idea de pertenecer a un grupo, sino que a veces parecen dudar de un futuro viable como escritores individualistas. Las conversaciones que sucedieron en casa del autor, es decir, los hogares de Vivian Abenshushan, Bef, Luis Jorge Boone, Karen Chacek, Bernardo Esquinca, David Miklos, Ernesto Murguía y Guadalupe Nettel, no me dejaron con la sensación de 11 0b. prologo.indd 11 7/9/12 3:39:31 PM E NTR E VISTAS CON V E INT E E SCRITOR E S ... haber conocido a gente identificada con ninguna estética genera- cional en particular, fuera del sentido general de austeridad. Sus residencias sencillas (y por lo general alquiladas) difícilmente se prestan a la fantasía de imaginarlos como espacios consagrados al patrimonio cultural en un futuro próximo. La modestia y el desdén hacia la posteridad llegan al grado de negarse a mantener siquiera un juego completo de publicaciones en algunos casos. En cierto sentido, esta flexibilidad da motivos de celebración. Nos permite superar la distracción de mercadotecnia generada por el escritor enfrascado en construir monumentos a su propio ingenio. Por otro lado, el gusto templado por lo propio y privado sugiere que de un día para otro, cualquiera de estos autores podría dejar de escribir sin que un grupo de compañeros se opusiera al silencio. En estos tiempos sigo el debate respecto a quién asumirá el lugar antes ocupado por Carlos Fuentes, el escritor del Boom que murió en mayo del 2012. Puede ser que el éxito arrasador de Fuentes no toque a ningún escritor nacido en los setenta. Por suerte, el gobierno hace lo que puede para mitigar la dificultad de mantenerse como creador en México y, por ejemplo, el Sistema Nacional de Creadores había becado a Miklos y Nettel durante el tiempo en que coincidimos. Aquellos dos escritores suplementaban los ingresos de la beca con tareas de índole editorial. Orfa Alarcón y Nadia Villafuerte, por nombrar dos ejemplos más, aprovechaban las becas disponibles bajo el programa, también gubernamental, Jóvenes Creadores. Afortunadamente, los subsidios abarcan cierta flexibilidad de criterio y alientan desde estilos líricos hasta estéticas pop; respecto a esta segunda moda, noto que ahora Esquinca ha ingresado al “Sistema”. Los premios literarios también posibilitan las carreras de los escritores, como se nota en las conversaciones con Vicente Alfonso, Liliana V. Blum y Miklos, quienes lograron reconocimiento tempranísimo por sus textos, casi a la edad en que aprendían a escribir. Para los escritores ya grandes, el plan optimista de competir no siempre funciona. Aunque Bef explica que escribió 12 0b. prologo.indd 12 7/9/12 3:39:31 PM P RÓLOGO su primera novela con la expresa intención de ganar un concurso (¡y vaya que ganó!), Felipe Soto Viterbo relata un desencuentro con un premio literario que ha resultado en una novela cuya publicación se postergó hasta este año (La conspiración de las cosas, Grijalbo Mondadori, 2012). La competencia entre artistas no es novedad. Villafuerte nos recuerda que una beca apoyó a Juan Rulfo, escritor admirado casi unánimemente entre los escritores tan dados a la discrepancia. El dato del subsidio se comprueba a través de un comentario del propio Rulfo, preservado en la página oficial dedicada a él en Internet: “En 1952 obtuve una beca de la Fundación Rockefeller, establecida en México un año antes. Mediante esa beca y con el apoyo generoso de Margaret Shedd, directora del Centro Mexicano de Escritores, logré dar forma y publicar el libro de cuentos titulado El Llano en llamas”.1 Saco tres observaciones de esta cita. Uno: las obras becadas ganan un premio antes de escribirse, lo cual sugiere la precariedad del pacto. Por ese factor de la suerte arbitraria, ningún escritor perdedor debe atribuir su destino a una carencia contunden- te de talento. Dos: las becas y otras formas de subsidios provocan un espíritu de competencia y, por ende, de individualismo que tal vez ayuda a aislar a los ganadores. Seguramente conviene a la estabilidad sistémica el poner a competir a los más ambiciosos en lugar de pedirles que colaboren; es más, la colaboración jerárquica (por no decir falsa) de los talleres puede resultar en una experiencia brutal como atestigua la entrevista de Blum. Tres: sorprende que Rulfo, el escritor de lenguaje mexicano por excelencia, recibiera dinero de una institución estadounidense. Se podría concluir que el arte mexicano siempre amenaza con descubrir una conexión con el vecino del norte, perennemente visto con tanta ambivalencia. Aunque en sus entrevistas, Bef, Esquinca y Murguía se refieren de 1 <http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/juanrulfo/rulfoescritor.htm>. 13 0b. prologo.indd 13 7/9/12 3:39:31 PM E NTR E VISTAS CON V E INT E E SCRITOR E S ... modo habitual a los artistas que escriben en inglés, Bef me asegura que son los autores gringos “en contra” que atraen el interés. De acuerdo: así se justifican las lecturas de Burroughs, Bukowski y Philip K. Dick, pero… ¿las de Stephen King? Estas indagaciones respecto al proceso de creación en México amenazan mi proyecto de clasificación. Por lo menos desde los tiempos de Rulfo, la pro- ducción de los escritores en México desafía categorías simplonas de lo “mexicano” y una “generación”. Sin duda, cuesta trabajo encontrar un vínculo entre los exponen- tes de la supuesta generación de los setenta. El nacionalismo, para nombrar lo más obvio, no necesariamente une a los autores. En el caso más excepcional, Miklos nació en San Antonio, Texas, y fue adoptado a los tres meses de edad por padres mexicanos. Además de la esperada relación con los vecinos gringos, varias familias mexicanas guardan una relación transatlántica: resulta que la abuela materna de Miklos sufrió la Segunda Guerra Mundial como judía en Francia y tuvo que encargar a la madre adoptiva de este autor a un orfanato francés durante un periodo. Las familias de Chacek y Antonio Ortuño también evidencian el trauma de la migración europea. Chacek relata que su abuelo paterno enloqueció por la misma violencia de la Segunda Guerra Mundial, la cual eliminó a su familia en Polonia. Ortuño menciona que su abuela hablaba de las dificultades de la Guerra Civil Española. La migración en carne propia también afecta a los escritores; por ejemplo, Nettel vivió su adolescencia en Francia; también estudió el doctorado en aquel país y residió un tiempo en España. Cristina Rascón Castro residía en China cuando la contacté, y ella más Ortuño (este tapatío) me completaron las entrevistas por correo electrónico, ya que ninguno de los dos pudo coincidir conmigo en la ciudad de México.