Llamas y m~las, trueque y venta: el testimonio de un arriero puneño María Susana Cipolletti

INTRODUCC/ON perdido -con la decadencia de las minas de plata y la motorización- su Aunque en la actualidad puede razón de ser, y la mayoría de los que verse a veces en las quebradas y en la los realizaban han muerto. Recons­ Puna jujeñas recuas de burros condu­ truir estas dos actividades a través de cidas a las Salinas Grandes a recoger la memoria de uno de sus protagonis­ sal en panes, destinada a los animales tas es el intento de este trabajo. propios y que se troca además por Los datos_· aquí utilizados provie­ otros productos, y en zonas puneñas nen de distintas personas, pero mi se sigue realizando el trueque en pe­ informante princip l fue Calixto queña escala, estas actividades perte­ Llampa, en la actualidad residente en necen en medida creciente al pasado. Abra Pampa (Jujuy), pero que recrea Y a no se organizan grandes caravanas los años de su vida pasados en el po­ de llamas con las que se descendía a blado de Lagunilla. oasis y valles para acceder a lo precia­ Su familia paterna se dedicaba a la do: el maíz, el dulce fruto del chañar, cría de burros y mulas en la región de que Juego eran traídos de regreso a Belén (Catamarca). En un viaje las alturas. Los extensos viajes de los arreando animales hacia el norte, su arrieros, quienes conducían mulas y abuelo conoció en Quetene a la que burros para venderlos en , han sería su esposa; el padre de ésta pro-

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cual - como es común en los casos en cedía a su vez de San Pedro. al norte que se desconoce la fecha de naci­ de S.P. de Atacama. La familia de miento- se consignó una edad apro­ ella se dedicaba a la cría de llamas. ximada. le adjudica 67 afios: él a su actividad que continuarán ambos. ya vez afirma tener 82 afios. Aun si con­ ubicados en un lugar en el cual exis­ sideráramos correcta la fecha de na­ tían sólo algunas viviendas dispersas. cimiento registrada en su documen­ donde más tarde se configurará el po­ to, su aspecto es el de una persona blado de Lagunilla. Los motivos que más joven. A Calix to no le extraña llevaron a esta mudanza pueden pare­ este hecho. que atribuye al haber be­ cer inescrutables al observador, pero bido en varias oportunidades sangre muestran una capacidad de movili­ de cóndor. reputada en la zona como dad cultural en lo referente a activi­ una especie de fuente de la eterna dades de subsistencia, ya que se pasa juventud(2). de la cría de mulas a la cría de lla­ Aunque actualmente vive en Abra mas. Instalados en esta zona - enton­ Pampa. Calixto sigue manteniendo ces territorio boliviano- se dedican sus animales en la zona de Lagunilla fundamentalmente a la cría de llamas (situada hacia el oeste de la pobla­ (con las cuales organizan caravanas ción mencionada), los que son aten­ de trueque) y al arreo de mulas y bu­ didos por parientes de nuestro infor­ rros para venderlos en distintas r_egio­ mante. Este cultiva, además, relacio­ nes. Estas actividades son contmua­ nes amistosas y familiares con la gen­ das por el padre de Calixto -quien a te de Lagunilla, visitando el pueblo su vez conoce a su futura esposa en un par de veces al afio. San Antonio de Esmoraca (Bolivia)­ Estuve en tres oportunidades en su y por Calixto mismo, hasta práctica­ casa, en la cual me alojé. Entre una y mente alcanzar la madurez. otra estadía mediaron lapsos breves, Calixto acompafia a su padre desde en los cuales transcribí las grabacio­ temprana edad - a los 1O ó 12 afios nes, proceso del cual surgier?n nue­ por primera vez a Tarija-; ya con vos interrogantes. Las entrevistas tu­ ansias de recorrer el mundo, se hace vi eron lugar en distintos horarios, en la adolescencia peón de un arrie­ dictados por otras tareas que exigían ro. Su vida está surcada por un conti­ la atención de Calixto. No recuerdo nuo ir y venir en numerosos viajes Y haberlo visto sentado más que a la por la participación en la guerra del hora de comer. frente a su telar o Chaco, para nombrar sólo algunos de ante el grabador. Desarrolla a lo largo sus hitos. Definir a Calixto como del día una actividad incesante: lava arriero -lo que él no hace- sería des­ la lana. la prepara para ser tejida, hila conocer otras tareas que realizó a lo en su rueca a pedal, prepara el char­ largo de su vida: pastor, tejedor, ba­ qui, va a la iglesia. queano. Aún hoy tiene fama de ser El tema de este trabajo surgió al en la zona el mejor conocedor de las azar en el relevamiento de otros tó• inhóspitas regiones cordilleranas( I ). pico's de la tradición oral que me pro­ Su documento de identidad, ex­ ponía investigar. La importancia que tendido recién en la madurez y en el estas formas de subsistencia y los des-

514 Revista Andina, año 2 ______Cipol/etti: Trueque y venta plazamientos geográficos descritos del año, excepto en el verano, cuan­ tienen para el conocimiento de la do el salar es inundado por las lluvias. Puna me llevó a seguir el tema siste­ que cumplen a su vez una función ni­ máticamente. El resultado es el que vel adora. Se corta con un hacha, for­ aparece en las páginas siguientes. que mando bloques - "panes"- en aque­ no pretenden ser más que un primer llas partes donde. según la expresión acercamiento al tema. lugareña, la sal está " madura". Estos bloques se cargan en burros. com­ LAS FORMAS DEL TRUEQUE prendiendo el viaje de ida y vuelta, partiendo de Lagunilla, unos 15 días. Antes de enumerar las regiones que Dado que la sal, el picote y las constituían la meta de los viajes y las hierbas medicinales no eran produc­ formas de intercambio, conviene tos de canje con los pobladores de puntualizar los preparativos que im­ San Pedro de Atacama, los viajes ha­ plicaba el flete de una caravana, los cia esta región se hallaban precedidos mismos que eran distintos de acuer­ por otros preparativos, el principal de do a la meta del viaje. Entre éstos se los cuales era la matanza de animales contaban. antes de partir hacia Tari­ y la preparación de grandes cantida­ ja. los diferentes pasos de elaboración des de charqui. Aunque éste se hacía de la lana -esquila de los animales. con toda carne que se hallara a dispo­ cardado, lavado, hilado, etc.- para te­ sición, se prefería la de Vizcacha( 4 ). jer luego el picote. la recolección de ya que así se evitaba la merma de los vegetales medicinales, el secado y em­ rebaños propios. En éstas tareas ayu­ bolsamiento de los mismos. etc. La daban también los niños, que ya des­ tarea previa que insumía más tiempo de temprana edad son diestros en era seguramente la recolección de la arrojar piedras con la honda(5). sal. pues debía obtenerse. además de Refiriéndose a los viajes a Tarija. la necesaria para el consumo de los que analizaré a continuación, dice propios animales. el plus o excedente Llampa: que se destinaba al trueque. Hasta ahora poseemos datos aisla­ " . . . Ibamos con sesenta, ochenta dos sobre la explotación de las Salinas llamas pa' traer la mercadería: ha­ Grandes. la cual fue relevante no sólo rina de maíz y maíz, dos cosas na­ en la época colonial y posterior a ella. da más. pa' todo el año .. . Porque como se desprende de documentos antes no se conocía azúcar, no se inéditos comentados recientemente conocía zapatos. no se conocía na­ por Madrazo (1982 : 150 y ss. )(3 ). da, todo eran ojotitas de cuero. No había mate, no había pan, nada. sino quizás también, como supone Una sopita de harina de maíz y el Nordenskiold ( 1902:340). en tiem­ motecito(6) con tostao(7); nada. pos prehispánicos. La obtención y Así vivíamos . . . " comercialización de la sal se halla tan íntimamente ligada con la forma de VALLES DE T AR/JA existencia en la Puna, que su impor­ tancia apenas puede ser exagerada. Comenzaré por ellos, ya que cons­ La sal puede ser recogida a lo largo tituían el objetivo más importante de

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los viajes de trueque. Conviene pun­ plicaba un viaje hacia el sur previo al tualizar que los viajeros no ll ega ban a viaje hacia los valks. era sumamente la ciudad- la que no conocían- , sino apreciada por los vallistos. Una carga que se detenían a cambiar sus pro­ de sal equivalía a una carga de harina: ductos en los valles circundantes, co­ es decir que el cambio se realizaba mo se puede apreciar en la ruta mar­ por partes iguales( 1O). cada en el mapa adjunto(8). Sal menuda: así se denomina a la El viaje se iniciaba cada afio a me­ sal blanca, más pura que la anterior. diados de junio, y se regresaba a me­ obtenida de la superficie del salar y diados del siguiente mes: ésta era destinada al consumo humano. considerada la mejor época. ya que Chalona o charqui( 1 1 ) ele cordero el maíz estaba seco como para ser o ele llama: por una chalona comple­ molido; cuando no se había termina­ ta se obtenía una carga ele harina. do la preparación de los productos Picote: la vara( 12) de este tejido de cambio, se atrasaba la partida has­ se cambiaba por un "almudo" de ta agosto. Calixto recuerda haber maíz( 13 ). acompafiado a su padre desde peque­ A esta lista de productos "tradi­ fío y prácticamente todos los años cionales" se suman, en el caso de Ta­ hasta la década del 30, cuando se rija, otros, obtenidos por medio de la enroló como combatiente en la gue­ recolección, realizada por encima del rra del Chaco(9). nivel de altura en el que se habitaba: El viaje duraba, entre ida y vuelta. Pupusa (Werneria poposa o W. digita­ unos 30 a 38 días, incluyendo los 3 ta): en cada viaje se llevaban de 5 a o 4 días que los viajeros permane­ 1O kg. de este vegetal. Llampa consi­ cían, luego de realizado el trueque, dera un buen negocio el cambio que cerca de Camacho, para hacer moler se obtenía por él, pues los vallistos el maíz en un molino de piedra exis­ entregaban. a cambio de un puiiado tente en el lugar. La recua se hallaba de pupusa, la cantidad de maíz con­ compuesta por 60 a 80 llamas; si se tenida en un plato( 14 ). calcula que éstas pueden cargar hasta Chachacoma ( Senecio gravealens '! ): 30 o 35 kg., significa que el volumen su trueque se realizaba en condicio­ de lo traficado anualmente hacia los nes similares a las anteriores( 15 ). valles tarije11os, sólo desde el pueblo Yuyucha (Nostoc vesiculosos Vauch): de Lagunilla, oscilaba entre 1,800 y a diferencia de los dos vegetales men­ 2,800 kg. de mercaderías. cionados, apreciados por sus virtudes De los valles tarijelios se traía medicinales, éste es utilizado en la maíz, harina y, en menor cantidad, alimentación. Se trata de un alga de papas, mientras que los productos lle­ forma globular y consistencia gelati­ vados por los puneños - que enumero nosa que crece en las lagunas de altu­ a continuación- eran los más varia-· ra. Su uso en la Puna argentina pasó dos de los intercambiados en la red en gran medida desapercibido, al me­ de tráfico en la que se hallaban in­ nos no lo encuentro mencionado en mersos: las fuentes( 16). La referencia más Sal: la sal en panes obtenida de las temprana con respecto a su uso es Salinas Grandes, cuya recolección im- quizás la de González Holgu ín(l 7)

516 Revista Andina, año 2 ______Cipo/letti : Trueque y venta para el actual territorio peruano. Co­ Muy disierto el lugar ... Hay que cida y condimentada con ají era inge­ llevar en parte agua. hay que llevar rida hasta hace algunas décadas por la leña, de todo ... No hay ni un los indígenas y era objeto de comer­ crestiano por ahí . . . Y hay que cio en los mercados de la sierra pe­ andar con todas las cosas provistas, ruana ( Yacovlcff y Herrera 1934- que no falte nada. porque si nos falta una cosa, no hay de dónde 35 :52). sacar ... " La gente de Lagunilla recogía este vegetal en las lagunas de la región, lo dejaban secar y luego lo embolsaban. ¿Qué productos se llevaban para Lo ingerían agregándolo a la sopa. cambiar? Era un importante artículo de true­ Charqui de cordero. llama y vizcacha. que con la gente de los valles tarije­ Este último animal constituía, quizás, ños( 18). un gran incentivo para el tráfico. ya Coipa: especie de salitre. Cuando que con él se contaba con carne, por aflora en la superficie del suelo se la cual se obtenían otros productos junta con una pajita. tratando de des­ sin necesidad de tocar los rebaños. cartar las impurezas; luego se la em­ Sogas: denominación de las riendas, bolsa. Es utilizada como jabón para fabricadas principalmente con lana lanas y para uso personal. Según Ca­ de llama. Dos cargas de chañar equi­ lix to, en los valles tarijeños era apre­ valían a una soga(2 l ). ciada como abono. La medida de Maíz y trigo:se obtenían en peque­ trueque era de 2 x I ó dos kg. de ña cantidad; eran. pues. productos se­ coipa por uno de maíz( 19). cundarios del tráfico. El hecho de emprender anualmen­ SAN PEDRO DE ATACAMA te -con 5. 6 y hasta l O recuas de lla­ mas- un viaje tan dificultoso. que En marzo, hacia el final de la esta­ implicaba la precaución de abastecer­ ción lluviosa y cuando aún no se ha­ se antes de partir de todo lo necesa­ cía sentir el crudo invierno cordille­ rio para la travesía. se explica quizás rano, se emprendía el viaje anual ha­ por la atracción que ejercían (y si­ cia la región de San Pedro de Ataca­ guen ejerciendo) los alimentos con ma. El trueque era aquí beneficioso alto contenido de azúcar en el habi­ a los puneños y la duración del viaje tante de la Puna; éstas podrían defi­ -unos 14 días entre ida y vuelta par­ nirse. en efecto, como "expediciones tiendo de Lagunilla- (20) relativa­ en busca de lo dulce". Para valorar su mente corta: las dificultades surgían importancia en el pasado, debe tener­ por la rigurosidad de los parajes a se en cuenta que en la Puna no crece transitar, cuyo cruce obligaba a llevar prácticamente ningún fruto de estas prácticamente todo lo necesario para características. De San Pedro de Ata­ la manutención, lo cual expresa Ca­ cama se traían: lixto de la s\guiente manera: Chañar (Gourlinea decorticans): es una leguminosa arbórea, de fruto co­ " ... Antes iban mucho; ya han de­ mestible, muy dulce, que en Chile jado, porque es mucho sacrificio. crece principalmente en el norte

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(Lenz 1904: 253). maíz y harina de este cereal. La ruta Algarrobo (Prosopis sp.): se consu­ iba de Lagunilla a Cochinoca, Tres mía el fruto. Cruces. Esquina Blanca. Abra de Sa­ Pera seca: denominada "orejón" en pagua, y desde ali í a lo largo de la la zona. Quebrada. siguiendo la ruta natural Las jornadas que se realizaban has­ hacia el sur. ta llegar a San Pedro eran, partiendo El hecho de que los viaj es empren­ desde L~unilla: ler día) Laguna Vi­ didos a partir de Lagunilla hayan te­ lama; 2 ) Laguna Calina (en otra nido hasta la década del 40 como oportunidad el informante men~i~nó meta el norte, mientras que - como el Cerro Tinte); 3º) ¿Chaman? hemos puntualizado anteriormente­ (¿Chajnanta?); 4º) Gu_~yaqui: 5°) los habitantes del pueblo de Castro Aguas Calientes; 6º) CaJon; 7°) S.P. Tolay. situado más al sur, no han se­ de Atacama(22). guido este derrotero. plantea ciertos interrogantes que no pueden ser con­ VIAJES A LA QUEBRADA DE testados de acuerdo a nuestros actua­ HUMAHUACA Y AL SUR les conocimientos: ¿existía una suer­ te de especialización, por la cual ha­ Varias fuentes mencionan la im­ bitantes de distintas zonas puneñas portancia de los viajes de trueque rea­ realizaban el trueque en zonas dife­ lizados desde la Puna jujeña hacia la rentes? O bien, ;.seguían ciertos indi­ Quebrada de Humahuaca, donde se viduos - como Calixto y su familia­ cambiaban tejidos, charqui y coipa efectuando viajes largos - por ejem­ por maíz (Sarmiento 1951 :148). Las plo hacia Bolivia - que en otras regio­ informaciones que recogí de dos per­ nes ya habían sido abandonados? sonas del pueblo de Castro Tolay se­ ñalan el mismo hecho: sal en pan, EL CORRELATO RITUAL: chalanas y mantas se cambian en "LA BUENA LLEGADA " Jujuy y alrededores (Perico, El Car­ men, El Pongo); charqui se cambia La descripción de estos viajes. también por maíz y papas en otros cuyo fin era el trueque de productos. pueblos como son Jueya e lruya(23). sería incompleta si no se hiciera refe­ Esto se halla en contradicción con rencia a dos hechos relacionados con las informaciones proporcionadas por ellos: las acciones que se anteponían Calixto, según el cual el tráfico hacia a la partida y las aún más importantes la Quebntda de Humahuaca era, en la que coronaban el regreso. Antes de región donde él habitaba, poco im­ partir el viajero y su familia "corpa­ portante (recuerda haber ido sólo chaba'n" a la Pachamama, rogándole unas 4 ó 5 veces). Nuestro informan­ que les otorgara buena suerte en la te insiste, en cambio, en que las con­ empresa. Esta es una acción ritual que diciones en el norte eran mejores. se realiza en repetidas oportunidades, pues existía más interés en los pro­ como por ejemplo en el denominado ductos puneños. A la Quebrada se lle­ challaco, que se hace en agosto, con­ vaba sal en panes, chalona y picote, sistente en excavar un agujero en la productos que eran c?mbiados por tierra, en el que se echan principal-

518 Revista Andina, año 2 z o LAS FORMAS DEL TRUEQUE 1-.J ASIDUI- c. DURA- UNIDADES DE ñ" DESTINO OFRECIAN OBTENIAN CION EPOCA DAD CAMBIO ¡¡¡· 3 ...cr Sal A partir de ma- 1 almud de maíz ID... Charqui yo hasta fines por 1 vara de pi-

Maíz San Pedro Charqui 1 soga por 2 Chañar de Riendas y sogas 14 días Marzo Anual cargas de Ata cama Lana Peras secas chañar Algarrobo

Quebrada Charqui Maíz de Picote Harina 24 días Junio Irreg. ? Humahuaca Riendas y sogas ~ i3· o ~ .... :"': · -i 2 ID Jujuy, Charqui .J:J Maíz e: Perico, Picote 30 días Junio lrreg. ? (1) Palpalá Harina -< Sogas < u, ID ::::, ... r+

mente hojas de coca, chicha y alcohol Acto seguido se liberaba a las llamas. de alta graduación(24 ). se comía y bebía y se pasaba a prepa­ La ocasión realmente festiva - la rar las "flores" (borlas de lana) para denominada "buena llegada" - era la enflorar a las llamas. que volvían a del regreso al hogar, luego de ausen­ ser reunidas con este fin. Luego se las cias que se prolongaban hasta un mes liberaba definitivamente. o más. Observese que estas acciones Primeramente se introducía en la coronaban los viajes de trueque; es casa sólo un costal de maíz y uno de decir, los que posiblemente enraiza­ harina, los cuales eran colocados so­ ban en el pasado prehispánico, pero bre un cuero de llama y a su alrede­ no aquellos que se realizaban para la dor se ubicaban los presentes y co­ venta de mulas. Descripciones de "la queaban. buena llegada" son sumamente raras El baile que se hacía a continua­ en la bibliografía (por ejemplo, ción tenía una función esencial den­ Am brosetti 1963: 186 y ss. ). tro del contexto, ya que subyacía en En esta ocasión se sucedía una se­ él la idea de que cuanto más se gol­ rie de actos pautada ritualmente: la peaba los pies contra el suelo, zapa­ familia del viajero salía a esperarlo a teando, más se asentarían y endure­ unos 500 m. de la casa(25). Primera­ cerían el maíz y la harina y, por lo mente se prendía coa en un brasero, tanto, éstos durarían más tiempo: con cuyo humo sahumaban las lla­ mas, mientras se caminaba alrededor " .. . Estábamos meta a coca, alco­ de ellas(26 ); luego se comenzaba a hol, 'que se cementa, que no se aca­ ingerir bebidas alcohólicas, actividad be', para 'que la mercadería, aguan­ que se continuaba, de manera inter­ te dos, tres años'. ·Uyyy! Ahí me­ ta tomar, meta bahar, y la bailada mitente. durante dos o tres días. era la asentadJ decían .. . La asen­ Al animal más importante de la tada decían. porque pa'bailar za­ recua ,el ''delantero". de cuya capaci­ pateandv, y pa'que se asiente esa dad para guiar a los restantes anima­ mercadería, que no se acabe ... " les dependía en parte el ritmo y la fa­ cilidad de la marcha, se le hacía be­ EL COMERCIO DE ber un vaso de chicha, con el objeto MULAS Y BURROS de que él y las restantes llamas con­ servaran su fuerza(27). El ganado europeo arribó tempra­ Los presentes se sentaban allí a namente al Noroeste argentino: en tomar alcohol y a coquear, narrando 1542 son introducidos, por miembros el viajero las peripecias del viaje y de la expedición de Diego de Rojas, proporcionando detalles acerca de los primeros animales de este origen; los cambios efectuados. Las mujeres pocos años más tarde, en 1555, una corrían luego hacia la casa, seguidas expedición · conducida por Mejía de por el arriero conduciendo su recua. Miraval, de regreso de Chile, donde Delante de la vivienda colocaban cue­ había ido a buscar provisiones, trae, ros de llamas, en los cuales iban api­ además de semillas, ovejas, vacas y lando la mercadería, que luego era otros animales (Fraboschi 1958: 203). cubierta cuidadosamente con mantas. La cría de mulas destinadas a la

520 Revista Andina, año 2 ------Cipol/etti: Trueque y venta exportación al Alto Perú se hallaba Jauja (op. c.: 103). firmemente arraigada ya en 1630, El comercio al cual nos referimos época en la cual Vázquez de Espinosa en este trabajo es, en cambio, al que (1948 : 627. 629) constató que aqué­ parece referirse Concolorcorvo (op. llas eran criadas -además de otros c.: 94) al mencionar la cría de mulas animales- en las reducciones de indí• en la región del Tucumán, a la que genas Diáguitas y Juríes, en Londres califica de poco relevante(29). (Catamarca). La Rioja y Córdoba. El Antes de emprender el viaje hacia desempeño de indígenas Calchaquíes el norte, los arrieros se dirigían a Ca­ como arrieros de recuas está además tarnarca con el fin de comprar mulas evidenciado en un Auto Exhortato­ a sus criadores (los burros eran cria­ rio del Obispo Dávila. de 1691 , cita­ dos generalmente en la misma Puna). do por F ortuny (1966: 181 ), en el Además de los arrieros de Lagunilla, cual se afirma, refiriéndose a .estos otros provenían de Casabindo, Cochi­ indígenas, que los encomenderos "los noca, Queta, Carahuasi, San Antonio envían con tropas de mulas al Perú, de los Cobres, etc.(30). donde los más quedan perdidos o En la zona de Pastos Grandes, los muertos". Este es un dato de interés, viajeros permanecían alrededor de 3 ó porque muestra que los habitantes de 4 días, reuniendo y contando las mu­ la región donde la familia Llampa se las y burros para formar las recuas. hallaba originariamente asentada, se Luego iniciaban el viaje hacia el nor­ dedicaban ya en el s. XVII a la cría y te; el ritmo de marcha consistía en arreo de mulas, aunque el hiatus tem­ desplazamientos que abarcaban 4, 5 poral sea considerable(28). Lafone ó 6 días, marchando todo el día; des­ Quevedo (1888:45) menciona que en pués se detenían un día entero para Catamarca se criaban burros que lue­ permitir descansar a los animales. go eran arreados hacia Bolivia. La ganancia obtenida multiplicaba Paralelamente a este tráfico menor varias veces el precio de compra, ya se desarrolla el centro principal del que se pagaba en Catamarca entre 80 comercio de mulas; en la segunda mi­ centavos y I $ por burro, el cual lue­ tad del siglo XVIII. cuando Conco­ go era vendido en Bolivia a 6 $. lorcorvo realiza su viaje ( 1908: 57), el grueso de este comercio estaba com­ OBJETIVOS DEL VIAJE puesto por mulas que. nacidas en Buenos Aires o Santa Fe, zonas ricas Objetivos prin c: r ales de estos en pastos, eran llevadas a invernar a arreos eran indudablemente Huari y Córdoba y luego conducidas a Salta, -en menor grado Ayoma, donde volvían a invernar por un pe­ Paraita, etc.- a donde se conducían ríodo que oscilaba entre seis meses y burros y mulas para venderlos en las un año. Allí, o eran vendidas a co­ grandes ferias que se realizaban en merciantes que viajaban desde el Cuaresma. Alto Perú con este fin o eran condu­ Las dificultades inherentes af viaje cidas hacia el norte, principalmente a y la gran distancia a recorrer exigían Oruro, Coporaca (cerca de Cusco) y una considerable inversión de tiempo a Tucle, situada entre Huancavelica y y energía, a lo cual se sumaban las li-

No. 2, diciembre 1984 521 Notas y l)ocumentos ______mitaciones impuestas por los bioto­ gilando cuatro arrieros unos 50 ani­ pos altiplánicos. La escasez de pastos males. mientras que Concolorcorvo provocaba que las mulas - de por sí afirma sobre el tráfico principal, en el grandes caminadoras- se alejaran en siglo XVIII, que cada recua que salía busca de alimentación durante la no­ de Salta en dirección al Alto Perú es­ che si no se las vigilaba continuamen­ taba compuesta por unas 1.700 a te. De ahí que dos arrieros (cuatro 1.800 cabezas de ganado y era condu­ eran responsables de 50 animales) de­ cida por 16 hombres (1908 : 98 ).' Con bieran velar una noche, mientras los referencia a los datos recogidos en es­ otros dormían. A la noche sigui en te te trabajo sobre el tráfico vigente a se invertían los turnos(3 1). principios del presente siglo a partir El viaje a Huari exigía unos 12 días de Catamarca, salta a la vista que és­ de ida desde Lagunilla y cerca de 25 tos reflejan un comercio cuantitativa­ si se partía de Catamarca. Calixto cal­ mente menor, en el que participa cula que por lo general se conducían -en relación con la cantidad de gana­ unos 200 a 300 burros y mulas. sien­ do- un mayor número de arrieros. do 50 animales responsabilidad de 4 Por una parte, esto refleja segura­ arrieros, lo cual permite calcular el mente la decadencia del tráfico de número de éstos entre 16 y 30 hom­ mulas. acaecida entre la época en que bres. Concolorcorvo hace sus observaciones El pago se realizaba en bolivianos (segunda mitad del s. XVrII) -en la de plata, metal que juega aún hoy un cual las mulas eran el único medio de papel preponderante en la concep­ desplazamiento en las zonas monta­ ción de la riqueza de la gente de la ñosas y, al mismo tiempo, el animal región(32). La expresión con la que que podía transportar mayor canti­ Calixto hace referencia a estas tran­ dad de carga- y la época descrita en sacciones es que se contaba "hasta el presente trabajo, en la cual las mu­ azul la mano", refiriéndose a la colo­ las habían perdido en gran medida su ración que dejaban las monedas en la importancia. ya sea como animales palma. de tiro (debido a la decadencia de las minas de plata). ya sea como anima­ SUCRE les de silla (por la creciente motoriza­ ción). Además, cabe pensar que este Llampa fue una sola vez a Sucre, a tráfico secundario, basado en la cría los 1O ó 12 años de edad, acompa­ de mulas de Catamarca, también fue ñando a su padre en un arreo de mu­ en siglos anteriores -debido a los bio­ las. En esa oportunidad, cuatro arrie­ topos catamarqueños- menor en ros conducían unos 200 animales. comparación con el que se basaba en Los muchos años pasados desde en­ la cría de mulas obtenida en zonas de tonces le impiden recordar cuánto ricos pastos. En cuanto al mayor nú­ tiempo demandó el viaje, y de la ruta mero de arrieros que participaban en recuerda sólo sus hitos principales: estas empresas -siempre en compara­ -Huaitiquina. ción con los datos brindados por Calcula que generalmente se con­ Concolorcorvo-, podría explicarse ducían unos 200 a 300 animales, vi- sobre la base de que mayor cantidad

522 Revista Andina, año 2 ______Cipol/etti: Trueque y venta de arrieros se hallaban disponibles o La ruta hacia Atocha insumía unos por el hecho de que, con la decaden­ 6 días de viaje, un trayecto breve: ade­ cia de la actividad. la pericia de los más. el hecho de que se dispusiera de mismos iba disminuyendo. agua. leña y pasto a lo largo del cami­ no, lo convertía en muy fácil en rela­ OTROS TIPOS DE TRAFICO ción a otros de igual brevedad. pero donde rigen condiciones ex tremas, La red de relaciones y tráfico se como el de San Pedro de Atacama. completa con otros dos objetivos de La decadencia paulatina de esta ruta viaje. que trato separadamente por­ de tráfico se produjo posiblemente al que ciertos rasgos los diferencian de prohibirse en la Argentina el tráfico los dos tipos analizados anteriormen­ y consumo de coca, el principal pro­ te: a uno se conducían principalmen­ ducto que se traía de Atocha: la coca te corderos. mientras que el ot.ro in­ era y es sistemáticamente decomisada volucra los dos modos de intercam­ por Gendarmería(34 ). Calixto conti­ bio: trueque y compra-venta, que núa haciendo esta ruta. solo o acom­ hasta aquí se hallaban separados. pañado. posiblemente hasta después La primera ruta que Calixto reco­ de la década del 50(35). Entretanto, rrió a menudo hasta 1932 conducien­ la región en la que. él vivía había pa­ do corderos, llevaba a éste y a su pa­ sado a la Argentina, convirtiendo el dre hasta !quique. Se trataba de una tráfico en ilegal y los objetos logra­ ruta sumamente transitada hasta esos dos en contrabando. Llampa varias años, donde también era común ver veces incluso tiene problemas de este recuas de otro tipo de ganado(33 ). tipo ; sus comentarios al respecto Aunque el viaje exigía unos 35 días muestran que la noción de frontera de ida, las pausas necesarias a los cor­ -y con ésto, la idea de contrabando­ deros obligaban a descansar en cier­ le es ajena. tos lugares determinados, alargando el viaje en unas dos semanas. RELACIONES INTERETNICAS Los corderos no suelen caminar más de 10 km. por día: de ahí que el Los viajes realizados por los habi­ viaje de vuelta de los arrieros a lomo tantes de la Puna, además de posibili­ de mula, ya sin animales, se lograba tarles el acceso a productos que no hacer en unos 15 días. obtenían en sus comunidades, los po­ En la región de Iquique no se ad­ nían indudablemen te en contacto quiría prácticamente ningún produc­ con individuos con pa utas culturales to; a cambio de los animales se obte­ diferentes. nía dinero. ¿Fueron estas relaciones sólo de El tráfico de los productos punc­ tipo comercial? ¿ O se gestaron en el ños hacia otro punto, Atocha (Boli­ desarrollo de las mismas lazos de otro via). implica una novedad en lo des­ tipo? La propia historia familiar de crito hasta ahora, ya que el charqui, Llampa, en la que hombres de la zona el picote, la grasa -es decir, produc­ de Atacama se unen con mujeres del tos que en otros lugares eran objeto altiplano boliviano, y éstas, con arrie­ de trueque- aquí se vendían. ros catamarqueños, muestra que la

No. 2, diciembre 1984 523 Notas y Documentos ______segunda posibilidad corresponde a la Los pobladores solían huir al divisar realidad. Rastrear estas historias fami­ a los arrieros. abandonando sus casas. liares en la Puna argentina seguramen­ a las que seguramente retornaban te nos daría una visión más concreta cuando aquéllos continuaban el viaje. sobre la enculturación del individuo Esta es la misma reacción anotada y las relaciones interétnicas(36 ). por viajeros de origen europeo que Puede su ponerse que para que sur­ recorrieron la Puna argentina (por ja una situación de contacto cultural, ej emplo. Boman 1908: II. 420. 425. debe existir al menos una relación o al llegar a Susques) y muestra hasta amistosa o por lo menos neutra entre qué punto los arrieros eran vistos co­ miembros de ambos grupos. lo cual mo extraños y temibles por los po­ no sucedía en todas las regiones que bladores, a quienes Calix to califica a recorrían los punefíos. Los poblado­ su vez como "algunos malos y algu­ res de las zonas visitadas que Llampa nos ariscos". juzga más positivamente son los ha­ Necesitar algún objeto era duro en bitantes de los valles tarijeños. por estas zonas. ya que de los pobladores dos razones: su hospitalidad y su ge­ no podía conseguirse prácticamente nerosidad en el trueque. Característi• nada: éstos se encerraban en un mu­ co de ellos era invitar a los viajeros a tismo tenaz. y en sus casas no existía entrar en su casa. convidarles un jarro alojamiento posible para los viajeros. de chicha y un plato con mote. Llampa atribuye esta actitud en par­ Les siguen en valoración los habi­ te a los excesos cometidos por los tantes de San Pedro de Atacama: has­ arrieros. quienes, en el viaje de regre­ ta allí no existía la posibilidad de con­ so. ya agotadas sus provisiones de tacto humano, ya que la mayor parte carne. no hesitaban en carnear una del trayecto se desarrolla por parajes llama o un cordero aj enos. al negarse desiertos. También aquí son hospita­ sus duefíos a venderlos(37): lidad y generosidad los rasgos que se desprenden de las descripciones: "Eso era un trayecto, por ejemplo, mientras permanecían en el lugar. los de cuando íbamos d'acá de Antofa­ gasta / de la Sierra/, a Bolivia. a Hua­ viajeros recibían los alimentos gratis ri, pasaban por ai tranquilo la gen­ y tampoco debían pagar el pasto que te así. honrado, ¿no? Pero ya ter­ consumían sus animales. como suce­ minado de vender los animales allá día en otras regiones. en Bolivia. ya faltaba carne. Como En cuanto a la opinión sobre los la gente tocios por allá en Uyuni. pobladores de la Quebrada de Huma­ en esa pampa ... por ai había lla­ huaca. es lacónica e indiferente y re­ mitas. Y bué. así de venida. corno fleja quizás la poca asiduidad de los los patitos eran ariscos, se dispara­ contactos. ban y los gauchos ahí echaban lazo Las relaciones de los viajeros con a una llama, dos, cortaban, le bota­ ban todo_s los menudos, las patas los pobladores del Altiplano argenti­ las iban tirando, se traían la carne. no-boliviano. en el trayecto de Lagu­ comían gratis. Y algunos por ahí nilla hasta Huari (punto ex tremo nor­ se presentaba el dueño, el dueño te que alcanzaban las caravanas) eran de las llamas. Y bué. como los gau­ o bien inexistentes o bien negativas. chos eran varios, seis, cuatro, ve-

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nían acompañados. ahí nomás aga­ cedido el hecho, sus compañeros le rraban al dueño, lo tenían bien señalan al asesino de su hermano. Pre­ agarrado ahí, hasta que terminen potente, él pregunta al asesino el de abrir a la llama. cargar a la mula. nombre del lugar. Ante la respuesta: todo. y le metían, dos o tres así "Gaucho Rupachina" (o sea, el nom­ /rebencazos/. Abusaban también, bre del asesinado), él responde: mucho abusaban ... " "Ahora se llama Tata degollado", y lo degüella(39). RELATOS HEROICOS DE Los arrieros huyen perseguidos por LOS ARRIEROS los "Tatas", quienes van armados de hondas y boleadoras. La intranquili­ Lo puntualizado en el párrafo an­ dad de las mulas en un descanso aler­ terior. que refleja indudablemente ta a los arrieros( 40). Se suceden una hechos reales, sirvió de prólogo a tres serie de persecuciones, logrando éstos ex tensos relatos que muestran la exis­ últimos despistar a sus perseguidores. tencia de una ideología o "folklore" Los arrieros capturan a un "Tata" y arriero, propagado por sus protago­ le propinan cincuenta latigazos como nistas y que se halla en vías de extin­ escarmiento. Vencidos. los "Tatas" ción debido a la decadencia de estas deben regresar a su tierra. actividades. Con el paulatino abando­ La siguiente historia es ubicada por no de las rutas de tráfico habrán ido el relator en Quebrada Honda (valles empalideciendo también los sucesos tarijeños). aproximadamente a princi­ que se originaban en ellas. pios del siglo pasado. Esta región era Común a estos relatos es una geo­ considerada muy peligrosa, pues esta­ grafía concreta. conocida, sobre la ba poblada de bandidos que mataban cual se proyecta el terna de la heroi­ a los viajeros para robarles la merca­ cidad de los arrieros, e incluso en un dería. caso, la ayuda divina prestada a uno Un viejo arriero decide castigarlos, de ellos. para lo cual forma, con prendas de Aquí consignaré solamente los ras­ vestir, un bulto que imita la silueta gos principales de estos relatos: el he­ de un ser humano; luego se esconde. cho relatado en primer lugar sucedió Un hombre aparece en la noche y, en Talares Grandes, en el Altiplano ayudado por su hijo, descarga un gol­ boliviano, aproximadamente en 191 O. pe con una enorme piedra sobre la Cansados de sufrir los atropellos que silueta, suponiendo que se trata del cometían con sus animales, los "Ta­ arriero. Saliento de su escondite, tas"(38) atacan a unos arrieros que éste les propina varios talerazos, ha­ estaban carneando una llama. Logran ciéndose conducir, primero, a una capturar a uno de ellos, a quien que­ cueva en la que guardaban lo robado man vivo; los demás escapan. y que se halla en efecto repleta de De regreso en Belén, éstos cuentan mercaderías, y luego a los corrales de lo sucedido al hermano de la víctima, altura, donde pasta un gran número quien decide vengarse. Al año siguien­ de llamas robadas. El arriero coloca te, acompaña a los arrieros a Huari. dos cueros de llama en un arroyo, de­ Al pasar por el lugar donde había su- jándolos impregnar toda la noche, y

No. 2, diciembre 1984 525 Notas y Documentos ______al día siguiente cose al padre y al hijo CONCLUSIONES en sendos cueros, abandonándolos allí. y parte llevándose animales y Los datos aquí consignados refle­ mercaderías. jan algunos aspectos del trueque y el También en Quebrada Honda se comercio de mulas y burros tal como ambienta el último relato. el que pre­ se practicaban en una determinada senta indudablemente más rasgos de zona de la Puna entre los años 1915 " cuento". pero que es considerado y 1940 aproximadamente; sin embar­ verdadero en igual grado que los an­ go. el hecho de que el abuelo y el pa­ teriores. Un viajero de habla quechua dre de Llampa hayan efectuado ta­ cae en manos de un ladrón, quien lo _ reas análogas y seguido en parte las amenaza de muerte. La víctima pide mismas rutas, permite retrotraer ten­ antes de morir que se le permita co­ tativamente la validez de la informa­ mer un asado de llama. oportunidad ción hasta el s. XIX. que aprovecha para esconder entre la Estas actividades, caracterizadas ropa un hueso de la canilla del animal. por grandes desplazamientos. tenían Luego le pide al ladrón. como última un origen histórico diferente :' prehis­ gracia, que le permita coquear, fumar pánico la una, postconquista la otra y y bailar por última vez. Los giros de hecha posible con la introducción del la víctima al bailar divierten al ladrón. ganado europeo. especialmente cuando ésta - intencio­ Ambas han sufrido una paulatina nadamente- emite gases. lo cual le decadencia. El arreo y la venta de provoca grandes carcajadas. Aprove­ mulas en gran escala decrecen refle­ chando la distracción de aquél, el jando la menna de la explotación en viajero lo golpea con el hueso en la las grandes minas de la actual Bolivia cabeza, causándole la muerte. ~primero Potosí, luego Lípez-- , pero La segunda parte de la historia es la creciente motorización. que con­ muestra cómo el viaj ero es protegido vierte a mulas y burros - ya sea como por la ayuda divina. animales de carga o de silla - en pres­ Al descubrir el hecho. los hijos del cindibles. la que les asesta el golpe de hombre asesinado lo persiguen para gracia. matarlo, pero no se atreven a acercar­ Las expediciones de los puneños se, pues lo ven acompañado por un hacia Tarija y San Pedro de Atacama hombre y protegido por un perro disminuyen al acrecentarse la posibi­ muy bravo. Este, al sentir su presen­ lidad de adquirir harina y alimentos cia, los persigue ; al escapar. ambos dulces más fácilmente. en el comer­ hermanos tropiezan, sus carabinas se cio. La instalación en la zona de com­ disparan y los matan. Según el rela­ pafiías mineras - Aguilar, Mina Pir­ tor. el arriero se hallaba en realidad qui tas- es parte de este proceso, ya solo, pero la voluntad de Dios hizo que el trabajo asalariado brinda lapo­ que sus perseguidores lo vieran acom­ sibilidad de comprar los productos pañado por un hombre y un perro necesarios. guardián. El trueque se halla aún vigente, pe- ro parece limitarse a la concreción de viajes cortos (por ejemplo, Abra Pam-

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pa-Yavi) o circunscribirse a determi­ caso u111co - muestra que estos viajes nadas ocasiones. como la celebración (que configuraban una actividad típi• en Ya vi y Abra Parn pa de las ferias camente masculina) han desempefia­ de Semana Santa. La sal en panes clo un rol considerable en las relacio­ - un producto que no falta en ningu­ nes interétnicas; en este caso. en las na vivienda de la Quebrada o la Puna alianzas y matrimonios de hombres en la cual se posean animales- sigue de la actual Puna jujeña con mujeres siendo cargada a lomo de burro e in­ del Altiplano boliviano, y de éstas tercambiada por maíz o frutas, aun­ con individuos de la región atacame­ que cada vez es más común que la sal ña. Quizás en base a futuros trabajos sea transportada en camiones. cuyos se encuentre respuesta a otros inte­ duefios proceden luego a venderla. rrogantes: ¿existieron también casos Se perfilan dos modos de profundi­ inversos?, ¿se casaban individuos del zar en estas empresas que arrojan da­ norte. que venían hacia el sur buscan­ tos valiosos en la reconstrucción del do comprar mulas o un trneque favo­ tema de la subsistencia en la Puna: rable. con mujeres de esta región? La por una parte. la búsqueda de docu­ investigación de casos individuales, mentos en los archivos provinciales. sumados, nos permitiría hacer infe­ que aún encierran tesoros para el in­ rencias en cuanto .a movimientos de vestigador: por otra. la recolección, población en la Puna. por medio del trabajo en el campo, La recolección de datos similares de vivencias análogas a las aquí trata­ podría iluminar. además. procesos de das. que nos permitan ubicar las ex­ los cuales. en lo que hace al ámbito periencias de Calix to en un contexto de Puna. lo ignoramos casi todo : la más amplio. Esta última posibilidad. interacción entre individuo, medio y que trabaja en base a la memoria in­ cultura. En el caso tratado aquí. un dividual de los protagonistas de un criador de burros y mulas de Cata­ determinado fenómeno. sólo puede marca que en la segunda mitad del si­ realizarse en la actualidad in extre­ glo pasado se instala en otra región y mis: si tenernos en cuenta que el sis­ "adquiere" por vía de casamiento la tema de trueque en gran escala y el cría de llamas, actividad a la que pa­ arreo de mulas declina11 en la década rece no haberse dedicado antes. del 30, significa que un anciano que En cuanto al protagonista de este hoy tiene 80 afios realizó estas tareas trabajo. ha experimentado la deca­ aproximadamente hasta los 30 años; dencia de actividades de subsistencia o sea que no existe en la actualidad hacia las que había encaminado su ningún individuo que haya envejeci­ existencia: la organización de carava­ do en el ejercicio de estas tareas y nas de llamas, el arreo de mulas hacia son cada vez menos los ancianos que lejanas zonas. ¿Cómo reacciona un alcanzaron su madurez en el desarro­ individuo ante estas circunstancias? llo de las mismas y que viven -aún . Calix to no renunció a los largos Este tipo de investigación puede viajes. sino que los canalizó de otro aclarar en parte otros temas: la histo­ modo: terminada la guerra del Cha­ ria familiar de Llampa- y no hay ra­ co, viaja durante un par de años a lo zón para pensar que se trata de un largo y ancho de Bolivia, trabajando

No. 2, diciembre 1984 527 Notas y Documentos------en Jo que dicte el azar, pero cuidan­ ría, realizado en dos oportunidades do de no establecerse en ninguna par­ por Gendarmería, el que Je produce te. Se estaría tentado de denominar a grandes pérdidas y lo induce a aban­ esta época los "años de aprendizaje". donar estas tareas. ya que luego se incorporará a una for­ Su adaptación a las nuevas condi­ ma de vida que difiere bastante de la ciones no le hacen, sin embargo. experimentada hasta la década del abandonar la posibilidad de recorrer 30. Más tarde regresa a la casa pater­ la Puna: varios meses trabaja como na. en la soledad de la Puna, pero el peón en la colocación de los hitos en sedentarismo obligado, la dedicación la nueva frontera argentino-chilena; al cuidado de las llamas. lo deprimen los conocimientos que adquiere en y entristecen. esta tarea, sumados a su experiencia De ahí que continúe organizando anterior en la región, le permiten viaj es de trueque, en pequeña escala. actuar como baqueano de Gendarme­ solo o acompañado a lo sumo por ría y, eventualmente, de una expedi­ otra persona, principalmente hacia ción de geólogos. zoólogos, etc. Bolivia. Con socios eventuales sigue En las dos últimas décadas, al per­ trayendo productos de otras zonas, manecer en su hogar por períodos en parte los tradicionales (como la m;ís extensos, vuelve a dedicarse al coca, de Bolivia), y de Chile - en tejido, labor que había aprendido en reemplazo del chañar y el algarrobo­ su pubertad, pero que, debido a su los objetos dictados por los nuevos vida vagabunda, no había casi practi­ tiempos, como las primeras radios cado. Se concentra en esta tarea - en portátiles introducidas en la Puna, o la que ha alcanzado una considerable máquinas de coser. Que esto fuera ca­ pericia- como en todas las que reali­ lificado de contrabando era paradóji• za, pero Jo que despierta realmente co para Calixto, acostumbrado a la su entusiasmo es el pedido de guiar normalidad del intenso tráfico exis­ un nuevo viaje hacia las altas cumbres tente entre todas estas regiones: y en cordilleranas. efecto, es el decomiso de la mercade-

María Susana Cipolletti Ayacucho 1027 1111 Buenos Aires Argentina.

ADDENDA: Finalizada la redacción anterior, he tomado conocimiento de dos importantes trabajos, cuyos temas centrales se hallan muy ligados a los aquí tratados: H.A. Difrieri, en "La po­ blación de Atacama en el siglo XVII" (Boletín del Inst. de Hist. Arg. y Americ. "Dr. E. Ravignani", 26, Buenos Aires, 1980), se refiere a un padrón de la zona atacameña, de 1683, donde consta la actividad realizada por arrieros de mulas en poblados de dicha zona. A su vez, G.B. Madraza ("Comercio interétnico y trueque recíproco equilibrado intraétnico", Desa"ol/o Económico, 21 : 82; Buenos Aires, 1981) analiza el trueque de productos y el arreo de mulas vigentes en la Puna argentina desde 1 81 O hasta el presente.

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No . 2 , diciembre 1984 529 Notas y Oocumentos ______

REFERENCIAS

1. )quique 27. Lagunilla 2. Calama 28. Quebrada de Oro 3. San Pedro de Atacama 29. Cieneguillas 4. Copiapó 30. La Quiaca 5. Casabindo 31 . Yavi 6. Salinas Grandes 32. Cerro Tajsara 7. Laguna Vila111a 33. Camacho 8. Cerro Zapaleri 34. Abra de Rosillas 9. Cerro Tinte 35 . Tarija 1O . Portezuelo del Cajón 36. Tupiza 11. Aguas Calientes 37 . Uyuni 12. Cerros Guallaques 38. Potosí 13. Laguna Ca lin a 39. Sucre 14. Quetena 40. Huari 15 . Guadalupe 41. Atocha 16. San Antonio de Esmoraca 42. San Salvador de J ujuy 17. Abra Pampa 43 . Palpalá 18 . TresCruces 44. Perico 19. Rosario 45. San Antonio de los Cobres 20. lturbe 46. Santa Rosa de Pastos Grandes 21 . Castro Tolay 47. Cachi 22. Susques 48. An tofagasta de la Sierra 23 . Cochinoca 49. Belén 24. Mina Pirquitas 50. Humahuaca 25. Cusi- Cusi 5 I . Hornaditas 26. Rinconada

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NOTAS

(1) La historia de su vida está siendo actualmente elaborada por la autora de este tra­ bajo.

( 2) En un trabajo de campo realizado en Hornaditas, en la Quebrada de Humahuaca, obtuve informaciones análogas (lnf.: Carlos Lamas). Villafuerte (1968 :68) recogió en Catamarca la creencia de que el cóndor (Vultur gryphus) al envejecer pierde las plumas, adquiere el plumón característico de los pichones y comienza un nuevo ciclo vital. De ahí que la sangre de este animal tenga la propiedad de devolver la juventud. (3) La organización nacional incidió, según este autor, en la economía puneña, ya que se impuso un gravamen a la extracción de sal, además de un recargo sobre la que era llevada a Bolivia (Tarija). También se cobraban multas por introducir maíz o harina, productos que casi siempre provenían de ese país (Madrazo 1982 : 153).

(4) La vizcacha ( Lagidium sp.) era fuente de alimento en el Perú prehispánico (cf. fuen­ tes en Friederici 1960: 650) ; según Calixto, quien vivía con su hermana en un pues­ to de altura alejado de la casa paterna, ese animal constituía el alimento más impor­ tante en su niñez. En cambio, en algunas zonas de la Quebrada de Humahuaca (Hor­ naditas), existe repulsión ante su consumo, lo cual se basa en el hecho de que la viz­ cacha está ligada, en cuanto animal silvestre, a Coquena (según algunos informantes, aquélla es utilizada como mula por este personaje, un "señor de los animales" suma­ mente conocido en la Puna argentina).

(5) Véase la reproducción de una honda en von Rosen (1957 : 235); numerosos datos sobre ella pueden consultarse en Diessel 1979. Los pastores la utilizan en la actuali­ dad para arrojar piedritas a los animales del rebaño cuando quieren llamar su aten­ ción. Su función como arma de guerra es aún recordada por los ancianos puneños.

(6) Plato a base de maíz en grano cocido en agua y puesto en ceniza ardiente o lejía. Del quechua muti (cf. Friederici 1960: 432).

(7) Alimento hecho con harina tostada.

(8) No me fue posible detectar la totalidad de las referencias geográficas mencionadas por Llampa; en gran parte los topónimos en cuestión reflejan las jornadas de viaje necesarias -es decir, los lugares donde los arrieros se d.etenían a dormir- y no han sido recogidos por los cartógrafos. La ruta era la siguiente: ler. día) partiendo de Lagunilla se llegaba a Cusi-Cusi¡ 2°) Quebrada de Oro; 3°) Puerta de Cóndor; 4º) Cieneguillas; 5º) y 6º) La Quiaca; 7º) Suripuj; 8º) Quebrada Honda; 9º) Lagu­ na Tasajre ; l Oº) Rejarre; 11 º) Camacho; 12°) Abra de Rosillas. El camino ·de La Quiaca hasta Tarija corre al borde de profundos abismos que aun hoy, con moder­ nos medios de locomoción, pueden convertirse en una pesadilla para el viajero. Esta ruta fue recorrida a principios de siglo por los miembros de la expedición sueca diri­ gida por Nordenskiold, a lomo de mula, y descrita por von Rosen (1957 : 214 y ss.).

No. 2, diciembre 1984 531 (9) Es decir. la guerra boliviano-paraguaya (1928-1935). Pado que la zona donde habi­ taba Llampa era territorio boliviano, puede suponerse que la guerra cambió algo la fisonomía de este tráfico, en parte porque la mayoría de los hombres en edad útil fueron incorporados a las filas . ( 1O) En el valle de Tarija existe una sal rosada, considerada de mala calidad por los pobla­ dores. Es de tener en cuenta este hecho, que muestra que para desear obtener un producto en trueque no es condición indispensable la inexistencia del mismo, como generalmente se supone.

( 11) Es carne secada y salada, de cualquier animal. Para consumirla se humedece y luego se la asa brevemente o se la humedece y aplasta con una piedra (cf. Friederici 1960: 166 y ss. y Lenz 1904: 262).

(12) Medida española utilizada hasta 1863, año en que se adoptó el sistema métrico deci­ mal. Sigue siendo utilizada en la actualidad en la Puna, especialmente por tejedores ancianos.

(13) Almud: medida española antigua utilizada para granos, correspondía a media fanega. (14) Yacovleff y Herrera (1934-3 5: 7 6) describen el uso de las raíces de este vegetal como febrífugo. Palma (1973 : 100) destacó su utilización en la Puna argentina: en infusión contra el apunamiento, para enfriamiento de pies como baño; a veces se su­ ministra a los convalecientes de neumonía.

( l 5) Se utiliza en agosto para sahumerios destinados a la Pachamama, como tónico ner­ vioso y como analgésico (Palma 1973: 96).

(16) Se consumía también en Susques y las poblaciones cercanas, donde se recogía a par­ tir de mayo (comunicación personal del Sr. Abdón Castro Tolay).

( 17) Aparentemente es la misma planta la que aparece en las fuentes con distintas deno­ minaciones, quizás regionales: muymünta, llullúch'a, murmunta, morcoto (Gonzá­ lez Holguín 1952, Lira 1944).

(18) También otra alga, el cochayuyu (Ulva purpurea) del Pacífico, fue alimento indíge• na prehispánico; ambas representaron seguramente una considerable fu ente nutriti­ va en dos ambientes botánicamente pobres como son la Puna y las costas norte de Chile y sur del Perú. Menos explicable parece ser la predilección de los habitantes de los valles, donde existían otros recursos, por esta planta.

(19) El trueque sigue vigente en menor escala en la actualidad. Calix to fue en enero de 1983 con 24 kg. de coipa a Yavi y la ofreció de casa en casa, cambiándola en peque­ ñas cantidades - 1 a 5 kg. - por maíz. Obtuvo 6 kg. del cereal, aunque sostiene que la medida de cambio (2 x l) se mantiene y que el resultado obtenido se debió al he­ cho de que la coipa tenía impurezas. Probablemente a menudo existieron estas va­ riaciones en las medidas de cambio, surgidas de la menor o mayor calidad del pro­ ducto. Las unidades de cambio postuladas en abstracto son probablemente ideales, mientras que en la práctica existirían oscilaciones debidas a la calidad del producto, mejor o peor confección de un tejido, etc.

(20) Esta duración está calculada en el caso de que se arree una recua de llamas; solo, a lomo de mula, Calixto llegaba de San Pedro a Lagunilla en tres días.

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(21) Núñez (1976: 198) consigna que el cambio vigente en la década del 60 entre llame­ ros del altiplano boliviano y pobladores de oasis atacameños era de una soga por una carga de chañar. La diferencia a favor de los atacameños en comparación con los datos del presente trabajo, es apreciable. (22) Estos viajes eran aprovechados, en años recientes, para obtener ciertos productos no tradicionales. Dejando los animales en los alrededores de San Pedro de Atacama, algunos arrieros se dirigían en vehículo a Calama o a Chusque, a comprar platos de loza y ollas de hierro. (23) Por el contrario¡ los viajes hacia el norte, motivados por el trueque, son en aquel pueblo puneño aesconocidos (Inf. : Abdón Castro Tolay y Ricardo Alancay).

(24) Véase una descripción del mismo para una zona de la Puna vecina a la tratada aquí en Merlino y Rabey 1981 : 6 y ss. Existen también trabajos sobre el llamado challa­ kuy para el Perú (cf., para la zona de Cusco, Gilt Contreras 1956). (25) Los viajeros se separaban al llegar al caserío, dirigiéndose cada uno a su casa; sólo después, en el transcurso de los eventos posteriores, las respectivas familias se reu­ nían eventualmente para festejar en común. (26) Prácticamente en toda la Puna argentina las llamas se sahuman de manera análoga, utilizando este vegetal; también con motivo de la "Señalada" de animales (por ejemplo, cf. para Catua Nachtigall 1965 : 209) y en el momento en que la hacienda abandona el corral para ser trasladada a otro lugar (Merlino y Rabey 1981: 5); q'oyar se denomina una acción similar realizada por los Aymaraes chilenos (Martí• nez 1976 : 286). La coa se utiliza también en la Puna argentina para llamar al espíritu de quien se ha asustado (Palma 1973: 93). En el pueblo atacameño de Socaire, Munizaga (1958: 32) ha hecho ·observaciones que deben ser testadas asimismo en la Puna argentina: la chacha y la coa (Lepidophyllum quadrangulare) serían una sola planta, refiriéndose el primer nombre al vegetal que se halla aún en el campo, el que se " transforma" en coa al ser utilizado con fines ceremoniales.

(27) La "buena llegada" se realizaba también en el pueblo de Castro Tolay, al regresar los viajeros con los burros cargados de sal. En este caso, después de beber un vaso de chicha, cada uno de los participantes decía: "He tomado a las fuerzas del burro azu­ lejo", por ejemplo, y así sucesivamente, nombrando a todos los animales de la recua (comunicación persoI_1.al del Sr. Abdón Castro Tolay).

(28) El apellido Llampa es característico de indígenas Calchaquíes: en un padrón de és­ tos, confeccionado en Malligasta (La Rioja) en 1667, es censado un individuo "Llaampa" (Martín 1963: 33); el mismo apellido aparece en un censo realizado de Quilmes y Calianes, al ser éstos trasladados a las cercanías de Buenos Aires (Lafone Quevedo 1898: 354), y era común en las estancias de Santa María (Catamarca) ha­ cia mediados del siglo pasado (Op. c. : 199). En el primer censo realizado en Belén, en la misma provincia, en las primeras décadas del siglo XVIII, aparecen censados individuos de este apellido (comunicación personal del Sr. Juan Temes, de esa ciu­ dad). En el trayecto comprendido entre Beléri y Antofagasta de la Sierra existen en la actualidad numerosas personas de este apellido. (29) Este autor (op. cit.: 92-124) brinda numerosos datos relativos a la cría y arreo de mulas, a los que no nos referiremos aquí. A partir de ellos, Madrazo (1982: 179- 184) ha elaborado un cuadro de las inversiones realizadas y ganancias obtenidas en estas empresas.

No. 2, diciembre 1984 533 (30) La ruta aproximada era: 1) Lagunilla-Ojo de Cátar, 2) Rosario, 3) Toro, 4) Salinas, 5) Tolar Grande, 6) San Antonio de los Cobres, 7) Cachi, 8) Pastos Grandes. Según Calixto, su abuelo solía antes traer mulas de Chile, reputadas de excelente calidad. De Lagunilla se dirigían a San Pedro de Atacama, luego en dirección a Antofagasta o Chuquicamata, desviándose antes de llegar hacia Copiapó, María Elena y Pedro Valdivia. El área de Valparaíso aparece ya en los siglos XVII y XVIII, según Madra­ zo (1982: 121), vinculada con la exportación de mulas hacia Lima y Potosí, reali­ zándose el tráfico por dos rutas: una que atraviesa el desierto de Atacama (la elegi­ da por los arrieros puneños) y la que se desviaba hacia el oeste, a través de los pasos cordilleranos de la región cuyana. (31) Esta, opina Llampa, era la dificultad planteada por la conducción de mulas y burros, mientras que el arreo de corderos, si bien era más lento debido al paso menudo de los animales, permitía por esta misma razón descansar a los arrieros. Concolorcorvo (1908 : 106) menciona, asimismo, aquella dificultad. (32) Los "tapados" o tesoros escondidos, sobre cuya existencia no se duda y acerca de los cuales circulan numerosos relatos, consisten por lo general en monedas antiguas de plata, enterradas por gente que debió huir o debió, por cualquier razón, poner su fortuna a salvo. (33) La ruta, a partir de Abra Pampa, pasaba por Cochinoca, Casabindo, Queta, Carahua­ si, Pan de Azúcar, Guadalupe, Chajrashuaico(?).

(34) Calixto calcula que un tambor de coca - unos 20 kg. - le alcanzaba a la familia - compuesta por cuatro personas- poco más de un año. La coca también se obtenía en trueque, cambiándola a cambio de burros a gente que llegaba desde el norte. Lamentablemente no averigüé más sobre el trueque realizado con viajeros que se desplazaban de norte a sur, el cual evidentemente también existió. (3 5) La mta iba de Tupiza a Estela Mayo, Escoriani, Tolar Grande, Quichina, Chorolque, Atocha. (36) Hablar de una personalidad común a los puneños sería seguramente una simplifica­ ción grosera; y sin embargo, en Llampa hay ciertos rasgos -la comunicatividad, la tendencia a emprender actividades nuevas o diferentes- que parecieran no ser muy desarrollados en la Puna. Al mismo tiempo, cree profundamente en seres de la con­ cepción del mundo puneña -como Coquena, para nombrar sólo un ejemplo-. Segu­ ramente influyeron en su carácter los numerosos viajes, el contacto con gente de muy distinta extracción y origen y también las diferentes procedencias culturales de sus padres. (37) Este método de sustentación de los viajeros debe haber sido muy común. Concolor­ corvo (1908: 191) presenció cómo se reunían las familias indígenas en la Pampa de Pacajes (actual Bolivia) para iniciar el largo viaje hasta las minas de Potosí y compa­ ra los perjuicios que ocasionaban con el de las langostas, ya que mataban vacas y corderos para alimentarse, "sin perdonar las papas que están en sazón". En un docu­ mento emitido en Casabindo en 1681, y citado por Madrazo (1982: 69), Campero, el entonces marqués del Tojo, otorga ciertas prebendas a los indígenas de la zona, porque éstos viven en " . .. camino real donde pasan viandantes y les hacen daños a los pocos ganados que tienen". La negativa de los dueños a vender animales del re­ baño y la necesidad acuciante de los viajeros han entrado a menudo en colisión. De los numerosos testimonios citaré sólo el de Ambrosetti (1898: 72), referente a los Valles Calchaquíes, porque menciona varias causas para esa actitud negativa; el pro­ cedimiento que aconseja el autor no era entonces aparentemente criticable:

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"Difícil en alto grado es el conseguir que vendan una cabra, por ejemplo; siempre encuentran algún pretexto en contra, y si la tropa se compone de cincuenta ani­ males\ para los cincuenta hay algo que alegar en su favor: unos porque son filas del reoaño, otros por ser hijas de taf cabra que no tuvo más que esa, o de la otra, etc.; las que restan por ser propiedad del hijo tal ó cual, o porque se crió con la criatura menor, etc. ; de modo que el remedio que queda es matar en algunos ca­ sos, de un tiro, a la que parezca mejor, y abonar su importe una vez muerto el animal . .. " (38) A los pobladores de habla quechua del Altiplano boliviano se les llamaba así, debido seguramente al hecho de que ellos se dirigen de esta forma a su interlocutor.

(39) Este e{)isodio da origen a una toponimia que,., según Calixto, era conocida por todos los viaJeros que cruzaban la zona: "Gaucho Kupachina" se denomina un lugar bajo, en una vega, mientras que "Tata degollado" se halla muy cerca de allí, sobre una pequeña loma. (40) Al narrar este episodio, Calix to comentó las características de la mula, a la cual -en contraposición con el caballo- se considera el animal más inteligente por su capaci­ dad de intuir el peligro, de caminar despacio si su dueño está enfermo, etc. Esta es una concepción generalizada en la Puna y la Quebrada de Humahuaca; en este últi­ mo lugar he recogido varias historias que muestran otra característica de este ani­ mal: puede ver o intuir a los muertos, cuando éstos vagan en el mundo de los seres vivientes.

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