Espacialidades Altoandinas. Nuevos Aportes Desde La Argentina
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Espacialidades altoandinas. Nuevos aportes desde la Argentina Este libro ha sido fi nanciado a través del Proyecto PIP-CONICET 0148 (2011) “Actividades económicas, movilidades y formas de asentamiento en las tierras altas de la región circumpuneña (siglos XVII al XXI)”, dirigido por la Dra. Raquel Gil Montero COLECCIÓN SABERES CS Espacialidades altoandinas. Nuevos aportes desde la Argentina Tomo II: Interacciones con el “mundo de afuera” Alejandro Benedetti y Jorge Tomasi (compiladores) Autores: Florencia Becerra, Alejandro Benedetti, Natalia Borghini Raquel Irene Drovetta, Dolores Estruch, Natividad González, Marcelo Fernando Sadir, Lucila Salleras, Ana Celeste Wawrzyk Decana Secretaria de Investigación Subsecretaria Graciela Morgade Cecilia Pérez de Micou de Relaciones Institucionales Vicedecano Secretario de Posgrado e Internacionales Américo Cristófalo Alberto Damiani Silvana Campanini Secretario Subsecretaria Dirección de Imprenta General de Bibliotecas Rosa Gómez Jorge Gugliotta María Rosa Mostaccio Secretaria Subsecretario Académica de Publicaciones Sofía Thisted Matías Cordo Secretaria Subsecretario de Hacienda de Publicaciones y Administración Miguel Vitagliano Marcela Lamelza Subsecretario Secretaria de Extensión de Transferencia Universitaria y Bienestar y Desarrollo Estudiantil Alejandro Valitutti Ivanna Petz Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras Colección Saberes Diseño de tapa e interior: Magali Canale- Fernando Lendoiro SUBSECRETARÍA DE PUBLICACIONES Diagramación: Lucía Zucchi Puan 480 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Imagen de tapa: Fragmento del Mural de República Argentina. Tel.: (011) 4432-0606 int. 167 Claudia Lassaletta para el IPAF-NOA (INTA). info.publicaciones@fi lo.uba.ar | www.fi lo.uba.ar Gentileza de la Autora. Fotografía: Pablo Canedi INSTITUTO INTERDISCIPLINARIO TILCARA ISBN (obra completa) 978-987-3617-51-5 Belgrano 445 - Tilcara, Provincia de Jujuy, ISBN (tomo II) 978-987-3617-53-9 República Argentina. Tel.: (0388) 495-5768 © Facultad de Filosofía y Letras (UBA) 2014 tilcara.comunicacion@fi lo.uba.ar Espacialidades altoandinas. Nuevos aportes desde la Argentina : Interacciones con el “mundo de afuera” / Alejandro Benedetti ... [et al.] ; compilado por Alejandro Benedetti y Jorge Tomasi. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires, 2014. v. 1, 352 p. ; 20x14 cm. ISBN 978-987-3617-53-9 1. Antropología. 2. Arqueología. 3. Etnografía.. I. Benedetti, Alejandro II. Benedetti, Alejandro, comp. III. Tomasi, Jorge, comp. CDD 305.8 Fecha de catalogación: 17/10/2014 ¿Qué es la Puna? El imaginario geográfi co regional en la construcción conceptual del espacio argentino (siglos XIX y XX) Alejandro Benedetti Introducción En 1988 el jurista jujeño Andrés Fidalgo publicó un libro titulado ¿De quién es la Puna?, donde analizaba los confl ictos suscitados en el norte de la provincia de Jujuy, República Argentina, desde las últimas décadas del siglo XIX hasta ese presente, en torno al problema de la tenencia de la tierra en un área conocida como Puna. No es interés de este capítulo analizar la trama social de ese lugar, ni los confl ictos por el acceso a la tierra. Esta cita sirve, en cambio, como dispara- dor para plantear otro interrogante: la Puna, ¿es algo que pueda ser apropiado por alguien? Por lo anterior, ¿qué es Puna? La respuesta inmediata a esta pregunta suele ser una enumeración de elementos geofísicos: formas geológicas (altiplano, cuencas), un rango altitudinal (determinados metros sobre el nivel del mar), una cierta amplitud de in- dicadores meteorológicos (temperaturas, lluvias), etc. A esa enumeración suele sucederle, pero no siempre, la mención de elementos geopolíticos (fronteras, vecindad con Chile y Bolivia) y socioculturales (comunidades indígenas, pastoreo). ¿Qué es la Puna? El imaginario geográfi co regional en la construcción conceptual del espacio argentino 5 El vocablo “puna” tiene una amplia difusión en el espa- cio noroeste argentino, se recupera en diferentes narrativas y devela un sentido común sobre una de las partes en la que se piensa la geografía interior, tanto de las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca –Puna jujeña, Puna salteña, Puna catamarqueña– como de la Argentina –Puna de Atacama, Puna argentina. El sitio Web ofi cial de la Secretaría de Tu- rismo de Jujuy1, por ejemplo, divide a la provincia en cua- tro circuitos: Quebrada, Puna, Valles y Yugas; caracteriza de esta forma al segundo: “La Puna, con sus desolados y espectaculares paisajes que recuerdan la superfi cie lunar e incluyen inmensos salares, conocerla, disfrutarla, empapar- se de su fantástica armonía, son sensaciones únicas e irrepe- tibles”. Pareciera, pues, que la Puna es un espacio sin gente, una geografía física despoblada. ¿Dónde queda refl ejada la realidad de las más de 40 mil personas que conviven dia- riamente con infi nidad de confl ictos sociales? ¿Qué ocurre con aquellos paisajes urbanizados que allí también se desa- rrollan? El pastoreo y la agricultura, la minería, las activida- des deportivas, las organizaciones campesinas, el comercio ilegal y la religiosidad andina: ¿cómo entran en esa fantás- tica armonía? A quien haya escrito ese texto no se le escapa que en la Puna hay población. Sin embargo, a la hora de describir el lugar recurrió a una imagen arquetípica: la de un espacio que no pareciera terrestre sino lunar, un recorte del medio natural, a la identifi cación de un otro regional ausente, exótico, sin cultura. Esta forma de concebir las categorías espaciales como en- tidades ontológicas a describir a través de la enumeración de rasgos geofísicos observables y aparentemente eviden- tes se mantiene activa no solo en la geografía práctica de los folletos turísticos. La concepción naturalista de origen 1 www.turismo.jujuy.gov.ar 6 Alejandro Benedetti decimonónico, en la Argentina, persiste, en general, en la descripción de los espacios. A la pregunta tácita ¿qué es la Puna? Fidalgo (1988: 6) respondía: “es la meseta, altipampa o altiplano que se encuentra por encima de los 3.000 m de altura. Páramo de clima seco y frío”. Así, Puna equivale a porción de la superfi cie terrestre que puede pertenecer a un sujeto, una unidad fi siográfi ca, una entidad ontológica conformada con anterioridad a la acción social, indepen- dientemente de cómo los sujetos sociales locales involucra- dos la imaginen y de cómo la experimenten. Asimismo, en la mayoría de los estudios regionales, los datos geofísicos –altimétricos y meteorológicos en este caso– adquieren pre- eminencia, en la medida en que suelen mencionarse antes que cualquier argumentación. La cuestión es: ¿qué clave interpretativa se anticipa con esos datos? Para el problema planteado por Fidalgo, que el lugar sea identifi cado como una porción del medio físico ubicado por encima de los 3.000 m ¿contribuye a explicar algo? Vale decir: ¿determinante de qué es la altitud? ¿En qué afecta a la cuestión de la tenencia de la tierra? Probable- mente se trate de un recurso discursivo no refl exivo, latente en el sentido común geográfi co de quienes estudiaron en escuelas y universidades argentinas y, por lo tanto, se socia- lizaron con el ritual canónico de la regionalización según el cual las regiones son defi nidas, ante todo, por sus rasgos naturales. La rigurosidad científi ca con que se suele querer dotar al relato descriptivo de la región, recurriendo a da- tos geofísicos sobre altitud y temperatura, paradójicamen- te, pocas veces, o casi nunca, está acompañado de citas que referencien las fuentes con que se construyeron esos datos. A esa pregunta, también, se le podría dar otra respuesta, que no parta de la enumeración de los rasgos visibles de un terreno, sino que considere su función simbólica: Puna es un topónimo empleado en los discursos académico, pe- ¿Qué es la Puna? El imaginario geográfi co regional en la construcción conceptual del espacio argentino 7 riodístico, escolar, de la planifi cación y la gestión, para de- signar a una porción de la superfi cie terrestre. Como tal, tiene un devenir que es posible datar. Al utilizar Puna, en general, se operó una determinada regionalización. En ese proceso participaron activamente profesionales de las cien- cias de la tierra, juristas y científi cos sociales, con una desta- cada presencia de los geógrafos. El objetivo de este trabajo es analizar la producción de narraciones geográfi cas sobre la Puna realizadas por diferentes sujetos y, también, sus mo- tivaciones e implicancias. Es importante aclarar que se considera al imaginario no como aquello que es inventado o fantástico. En cambio, esta idea remite a la capacidad que tienen las narraciones de crear signifi caciones sobre los lugares. El imaginario geo- gráfi co se conforma a través de una red de signifi caciones (Castoriadis, 2003) que van dotando de sentido a los luga- res. En este capítulo se analizará una variopinta red inter- textual que fue cimentando un determinado imaginario sobre un lugar, localizado en la Argentina, denominado Puna. Por otra parte, como se afi rma en el título, se trata de un imaginario geográfi co regional. Por geográfi co puede con- siderarse, grosso modo, a las diferentes formas de observar, analizar y narrar la presencia o ausencia de sujetos, objetos y relaciones en la superfi cie terrestre. La geografía, como una modalidad de conocimiento científi co disciplinado, re- cién se organizó hacia fi nes del siglo XIX. Antes hubo otras formas de pensamiento geográfi co, como el escolar, el juris- ta o el naturalista, que hoy