Reflexión Política ISSN: 0124-0781 [email protected] Universidad Autónoma de Bucaramanga Colombia

Marcos, Dolores Liderazgos autoritarios en el noroeste argentino: el caso Bussi en Tucumán Reflexión Política, vol. 7, núm. 13, junio, 2005, pp. 42-58 Universidad Autónoma de Bucaramanga Bucaramanga, Colombia

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Sumario Introducción. Perfiles de . Operativo Independencia y primera gobernación de Bussi (1976-1977). El regreso del general. El par- tido. Caracterización de . El impacto de Bussi en el pa- norama político de Tucumán. Las fuerzas políticas ante el regreso de Bussi. Conclusiones.

Resumen En 1987, Bussi, gobernador militar durante la última dictadura, se presentó en la escena política de Tucumán, provincia del noroeste argentino, como candidato a la gobernación provincial. En 1995 consiguió, a través del voto, consagrarse como gobernador de la provincia, triunfo que coronó una serie de victorias políticas parciales desde su primera aparición pública en demo- cracia. ¿Cuáles son las claves para comprender la inserción de estos lide- razgos asociados con el pasado autoritario, en el contexto de la democracia ? Para responderla, se propone analizar la trayectoria que ha se- guido la inserción política de Bussi en la democracia, desde la formación de su partido, el impacto en las elecciones y cómo se posicionaron los partidos tradicionales frente a este nuevo actor político.

Palabras clave: Tucumán, liderazgo, democracia, partidos, elecciones, au- toritarismo

Abstract In 1987, Bussi, military governor during the last dictatorship, appeared on the political scene in Tucumán, a province in northwestern Argentina, run- ning for governor. In the 1995 elections, he managed to establish himself as the province governor. This triumph set off a series of partial political victo- ries since his public reappearance in democratic times. What are the keys to understand the inclusion of leaderships associated with an authoritarian past in the context of a democratic Argentina? In order to answer the above question, I propose to undertake an analysis of the path that Bussi’s politi- cal inclusion in democracy has followed since the creation of his party, his impact on the elections, and how the existing traditional political parties will stand against this new political actor.

Keywords: Northwestern Argentina, leadership, democracy, parties, electio- ns, authoritarianism

Artículo: Recibido, 14 de febrero de 2005; aprobado, 11de marzo de 2005

Dolores Marcos: Licenciada en Filosofía, Universidad Nacional de Tucumán. Maestría en Ciencias Políticas en Iberoamérica, Universidad Internacional de Andalucía. Se desempeña como docente e investigadoraen la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina.

Correo electrónico: [email protected]

42 43 Liderazgos autoritarios en el noroeste argentino: el caso Bussi en Tucumán1

Dolores Marcos

En 1987 se presentó en la escena política de Tucumán, provincia del noroeste argentino, como candidato a la gobernación provincial el gene- ral (RE) Antonio Domingo Bussi, ex gobernador militar de la provincia, durante la última dictadura (1976-1983). En una campaña que no duró más de 20 días el novel candidato obtuvo cerca del 20% del caudal total de votos, constituyendo, a partir de ese momento, una fuerza política capaz de competir por el liderazgo con los partidos democráticos histó- ricos. En 1995 consiguió, a través del voto popular, consagrarse como gobernador de la provincia, triunfo que coronó una serie de victorias políticas parciales desde su primera aparición pública en democracia. Aún cuando en la actualidad su figura se esté opacando y el liderazgo de su partido esté siendo reemplazado por su hijo, consideramos necesario para el afianzamiento de la democracia en la región y el país, considerar los factores que han incidido en el surgimiento de un liderazgo de rasgos autoritarios en el contexto de la democracia. Proponemos aquí analizar la trayectoria que ha seguido la inserción política de Bussi en la demo- cracia, desde la formación de su partido, el impacto en las elecciones y cómo se posicionaron los partidos tradicionales frente a este nuevo actor político. El análisis se centra en la actuación política de Bussi desde 1987 hasta 2001.

Perfiles de Antonio Domingo Bussi

Bussi nació el 17 de enero de 1926 en la provincia argentina de Entre Ríos. A los 17 años ingresó en el Colegio Militar e inició su carrera en el Ejército. Cumplió diferentes funciones y ocupó diversos cargos en la ins- titución. Su primer contacto con la provincia de Tucumán se produjo en 1966 cuando se hizo cargo del Regimiento 19 de Infantería. En 1969 inte- gró la 2º comisión de observadores argentinos en Vietnam y se entrenó en tácticas y métodos norteamericanos. En 1975 fue ascendido a general de brigada y a fines de ese año fue destinado nuevamente a Tucumán para reemplazar al Gral. Vilas a cargo del Operativo Independencia, iniciado en febrero de ese año para combatir a los grupos guerrilleros apostados en el monte tucumano. Luego del golpe de estado del 24 de marzo de 1976, Bussi fue designado gobernador de la provincia, cargo que ocupó hasta fines de 1977. Su carrera militar continuó hasta 1981, año en el que se retiró. Con el regreso de la democracia al país, fue acusado junto a decenas de miembros de las Fuerzas Armadas de diversas violaciones a los dere- chos humanos, pero se vio beneficiado por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final promulgadas durante el gobierno de Alfonsín. Actualmente

1 El trabajo que se presenta es un fragmento de la Tesis de Maestría “Autoritarismo y democracia en el noroeste argentino: el caso Bussi” presentada en la Universidad Inter- nacional de Andalucía, España para obtener el título de Maestría en Ciencias Políticas en Iberoamérica. Se agradece el apoyo de la Universidad Internacional de Andalucía, Sede La Rábida y de la Universidad Nacional de Tucumán

REFLEXIÓN POLÍTICA AÑO 7 Nº 13 JUNIO DE 2005 42 43 ISSN 0124-0781 IEP - UNAB (COLOMBIA) GustavoDolores MarcosArce Fustero / Liderazgos / Liberalismo autoritarios y catolicismo en el noroeste en Colombia: argentino: la lucha el caso contra Bussi una en “religiosidad Tucumán africana” REFLEXIÓN POLÍTICA AÑO 7 Nº 13 JUNIO DE 2005 ISSN 0124-0781 IEP - UNAB (COLOMBIA)

tiene causas pendientes en la justicia argenti- Tucumán, en lo que se conoció como Operati- na por secuestro y desaparición de personas, vo Independencia, a cargo, en sus inicios, del apropiación de menores, y en el exterior por la Gral. Vilas. Mediante el decreto 261 (secreto) desaparición de ciudadanos extranjeros, tor- se ordenó el aniquilamiento de los subversivos tura y genocidio durante la última dictadura dando amplios poderes a las fuerzas armadas argentina. para cumplir tal cometido. No existen datos fi dedignos en cuanto al Operativo Independencia y primera número de activistas guerrilleros asentados en gobernación de Bussi (1976-1977) el monte tucumano. Según cifras de las mis- mas Fuerzas Armadas, publicadas al término No resulta sencillo describir los años de violen- de la gestión de Bussi durante la dictadura, cia que el país experimentó durante la década ascenderían a 280 hombres armados, aunque del 70, ni tampoco resulta fácil establecer con estos datos no son del todo confi ables. precisión los sucesos que han llevado al pe- El operativo que comenzó en febrero de ríodo más violento del siglo XX en Argentina. 1975 instaló una tutela militar en la provincia, Quizás sea conveniente comenzar por señalar preanuncio de lo que sería luego el régimen que a partir de fi nes de la década del 60 y militar en el país. De esta primera época de principios de los 70 comenzaron a organizarse intervención militar en la vida de la provincia en el país movimientos sociales y sindicales datan los primeros centros clandestinos de que se oponían al entonces régimen militar detención, una suerte de cárceles clandestinas y dictatorial del Gral. Onganía. Los sectores y centros de tortura donde eran conducidos más radicalizados de la oposición al régimen los prisioneros o sospechosos para obligarlos se organizaron en grupos armados, los más a dar información a la fuerzas armadas. Tam- importantes fueron , de extracción bién corresponden a este período las primeras peronista y el ERP (Ejército Revolucionario desapariciones de personas, secuestradas por de Pueblo), de inspiración marxista-leninista. las fuerzas de seguridad y cuyo paradero no Esta última organización guerrillera estable- se conoce hasta la fecha. Estas prácticas se ció, a partir de 1974, un foco rural en la zona extendieron al resto del país y se multiplicaron montañosa de la provincia de Tucumán. Cabe en la provincia luego del golpe de estado de señalar que en 1966, durante la dictadura de marzo de 1976. Onganía, se produjo en Tucumán el cierre de A fi nes de 1975, se hizo cargo del Operativo 11 ingenios azucareros, afectando de manera el Gral. Bussi. Según declaraciones del propio drástica la principal actividad económica de la Gral. Vilas, para ese tiempo, las “bandas sub- provincia. Como consecuencia de ello 40.000 versivas” que operaban en el monte se encon- trabajadores industriales y rurales quedaron traban prácticamente aniquiladas. A pesar de fuera del sistema productivo, lo que implicó ello, la llegada de Bussi a la provincia signifi có uno de los mayores índices de desocupación el recrudecimiento de la violencia y la persecu- de la historia; al mismo tiempo 160.000 per- ción ya que, aseguraba, la eliminación física de sonas emigraron a otras zonas del país en los guerrilleros no era sufi ciente; por el contra- búsqueda de oportunidades laborales. El des- rio, era necesario atacar y eliminar a quienes contento social y la situación de miseria, que los apoyaban y/o favorecían. se hacía sentir en todo el país, adquirió en esta Tras el golpe de estado perpetrado el 24 de provincia caracteres mucho más acentuados marzo de 1976, Bussi fue designado goberna- por esta particularidad. Allí se asentó el foco dor de la provincia con plenos poderes sobre guerrillero más importante. esa jurisdicción. Entre sus primeros actos de En ese mismo año comenzaron a actuar gobierno se cuentan la imposición de la pena también organizaciones armadas de derecha, de muerte, sanciones a huelguistas, cesantías como la triple A. Tras la muerte del presidente en la administración pública sin indemniza- Perón, el gobierno quedó en manos de su espo- ción alguna, y la persecución a los dirigentes sa Isabel quien, excedida e impotente ante la y funcionarios del gobierno derrocado y a la situación de violencia, dejó el manejo del país dirigencia sindical. La noche misma del golpe en manos de López Rega, personaje intrigante, se produjo el secuestro y desaparición de va- asociado con la derecha peronista. En febrero rias fi guras políticas de la provincia. A éstas de 1975, mediante un decreto del Poder Ejecu- le sucedieron incontables desapariciones, se- tivo Nacional la Presidenta ordenó al Ejército cuestros y muertes, sembrándose en todo el intervenir en la lucha contra la guerrilla en ámbito provincial el terror, a través del cual

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se pretendió controlar toda actividad política, a las familias de secuestrados y asesinados social, sindical y religiosa cuyos principios o por las fuerzas de seguridad. Estas últimas acciones no acordaran con lo que el régimen apropiaciones ilegítimas han signifi cado para defi nía como los “principios de la civilización el Estado provincial numerosos juicios una occidental y cristiana”. Así, trabajadores, vez fi nalizada la dictadura. Además de las “do- docentes, estudiantes, amas de casa, inte- naciones” conseguidas por Bussi mediante la lectuales, periodistas, familiares o amigos de coacción, otros sectores de la industria y del éstos podían ser considerados subversivos, sector azucarero colaboraron de buen grado califi cativo que habilitaba al poder militar para con el gobierno del general, convencidos del privarlos por la fuerza de la libertad y disponer peligro que representaban los grupos “subver- de ellos arbitrariamente. No es casual que la sivos” para sus intereses y propiedades. Entre mayoría de las desapariciones ocurridas en la los recursos “extra” que recibió la administra- provincia correspondan a ciudadanos de San ción Bussi durante esta gestión, se destacan el Miguel de Tucumán, y no al sector rural de aporte de la Unión Industrial, que realizó gene- montaña donde estaba asentada la guerrilla. rosas donaciones al gobierno de la provincia, Pero mientras por las noches se sucedían en apoyo a su accionar a favor del orden, así los secuestros y asesinatos en las calles y pue- como la creación, mediante decreto nº 4536 blos de la provincia, el día quedaba reservado a del 26/08/76 del Fondo Patriótico Azucarero, la ejecución de numerosas obras públicas, y la integrado por los más poderosos ingenios azu- correspondiente “limpieza y puesta en orden” careros de la provincia que realizaron aportes de la ciudad y sus alrededores. Financiadas mensuales millonarios a la administración del por el gobierno nacional, para el cual, por sus general. Los fondos que ha declarado haber particulares características, Tucumán era con- recibido la administración por parte del Fondo siderada entre las zonas prioritarias a la hora Partriótico Azucarero ronda los U$S 3.640.000 de enviar fondos, y por recursos que el Gral. mensuales, si bien no existen comprobantes Bussi se ocupó de generar por medios parti- respecto de las sumas reales recibidas, así cularmente coactivos, la provincia “fl orecía” en como de lo donado por la Unión Industrial. A obras de infraestructura y en la pulcritud de esto es necesario sumarle un crédito del Ban- sus paisajes. Se disminuyó temporalmente el co Interamericano de Desarrollo por 2 millones desempleo y se creó un ambiente de prosperi- de dólares. En resumidas cuentas, en concep- dad momentáneo que contrastaba de manera to de aportes, tanto de la provincia como de evidente con el desorden e incertidumbre de la la nación, la administración Bussi contó con época precedente (Hevia,1989). aproximadamente 6 millones de dólares men- Entre las obras emprendidas entre marzo suales extra durante su gestión. El destino de de 1976 y diciembre de 1977, período en que estos fondos no consta de manera detallada ni Bussi gobernó la provincia durante la dictadu- exacta en los registros del Tribunal de Cuen- ra, se cuentan: la remodelación de 52 centros tas de la provincia, por lo cual resulta suma- asistenciales y la construcción de 4 hospitales, mente difi cultoso saber con exactitud tanto la 66 kilómetros de caminos de llanura, más de procedencia de los recursos como su destino2. 10 complejos deportivos, 45.500 metros de La documentación fi nanciera de la provincia cañerías que llevaron agua potable a más de durante la gestión Bussi adolece de graves 3.700 personas, la planta potabilizadora de irregularidades. agua El Cadillal y el dique La Angostura. Ha- Mucho más allá de las cifras correspondien- ciendo caso omiso de la Ley de Contabilidad, tes a la gestión administrativa y económica de estas obras se efectuaron a través de contrata- la provincia durante el gobierno de Bussi, es ciones directas, sin ningún tipo de mecanismo necesario destacar los números correspon- de licitación o concurso público. En cuanto dientes a la represión que resultan signifi - a la fi nanciación de las mismas, además del cativos para calibrar la dimensión del terror presupuesto “ofi cial”, correspondiente a los diseminado en la provincia a su mando. aportes de la Nación y a la recaudación impo- Según el informe de la CONADEP (Comi- sitiva de la provincia, el general se ocupó de sión Nacional sobre la Desaparición de Perso- proveerse de recursos adicionales mediante la nas: 1987), de los 14 centros clandestinos de coacción sobre algunos sectores industriales y detención que funcionaron en la provincia de cañeros, así como por la expropiación de te- Tucumán, 12 comenzaron a operar a partir de rrenos y bienes, muchas veces pertenecientes marzo de 1976, cuando, según declaraciones

2 La fuente principal de los datos económicos aportados se encuentran en López Echagüe (1991)

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ofi ciales, los focos guerrilleros estaban derro- Bussi con el gobierno militar fi nalizado hacía tados y sólo quedaban algunos elementos por apenas 4 años. La clase política actuó como si doblegar en el monte. Del total de desaparicio- el fenómeno no revistiera importancia, confi a- nes que están documentadas en la provincia, da en sus estructuras partidarias, vaticinó que que ascenderían a 565, 114 se produjeron la candidatura del general no convocaría más durante la comandancia del Operativo Inde- de 5.000 votos, en un padrón de aproximada- pendencia a cargo del Gral. Acdel Vilas, y más mente 530.000 personas. La alarma llegó tarde, de 400 se registran luego de la asunción del cuando los resultados arrojaron una cifra cer- Gral. Bussi como jefe de ese operativo, inclu- cana a los 100.000 votos, lo que representaba yendo su período a cargo de la gobernación. A un 18,3% para Defensa Provincial Bandera esa cifra asciende la cantidad de causas abier- Blanca, el partido que impulsaba la candida- tas en su contra tanto en el país como en el tura de Bussi. Sobre un total de 60 electores extranjero por tortura, privación ilegítima de a gobernador (en ese momento, la constitución la libertad, homicidio, terrorismo y genocidio. preveía la elección indirecta del gobernador), Muchas de estas causas aún siguen abiertas esta fuerza obtuvo 12, transformándose en cla- en el exterior. En la justicia argentina, las cau- ve para la negociación en un Colegio Electoral sas se suspendieron habida cuenta del benefi - en el cual ningún partido había logrado mayo- cio otorgado por el Estado a través de la ley de ría propia. Nadie supo cómo explicar el fenó- Punto Final. En declaraciones realizadas por meno ni en qué momento un pueblo habituado sobrevivientes de los centros clandestinos de a votar a los partidos tradicionales, esto es, al detención, familiares de víctimas y otros testi- Partido Justicialista (PJ) y a la Unión Cívica Ra- gos tanto a la CONADEP como en foros judicia- dical (UCR), viró sus preferencias por una op- les, se ha reiterado en más de una ocasión que ción que con cuatro anuncios en la prensa local era el mismísimo general quien comandaba las y tres actos públicos, había logrado captar sus sesiones de tortura y quien, para dar ejemplo voluntades. Fue el comienzo de una exitosa ca- a los subalternos, realizaba el primer tiro de rrera política que unos años después, en 1995, gracia en los fusilamientos masivos llevados a llevaría al general a ocupar la gobernación de la cabo en las cárceles ilegales del régimen.3 provincia por segunda vez, pero a diferencia de la primera, sería el voto popular quien lo legiti- El regreso del general maría en plena democracia. ¿Quiénes apoyaron el regreso de Bussi a El Gral. Bussi regresa a la vida política tucu- la política local? Además de la dirigencia del mana de manera sorpresiva. En 1987, unos 20 partido mencionado, una serie de personajes días antes de las elecciones a gobernador y de asociados a la industria azucarera y a otras renovación de las cámaras legislativas provin- industrias locales, los mismos que habían ciales y de la cámara de diputados nacional, colaborado económicamente con la adminis- un viejo partido de corte conservador Defensa tración Bussi durante la dictadura, pusieron Provincial Bandera Blanca, con nula gravita- a disposición del general sus recursos y sus ción en la provincia desde los años 30, promo- infl uencias. Políticamente, la élite asociada a vió la candidatura de Bussi como cabeza de esos mismos circuitos comprometió su ayuda lista. Su inclusión como candidato fue posible y su compromiso con la causa que haría re- gracias a la promulgación de las leyes de Obe- gresar a Bussi al mando de la provincia. Un diencia Debida y Punto Final que clausuraron año más tarde, y tras su ruptura con el líder los juicios a los responsables por la represión de Defensa Provincial Bandera Blanca, Bussi de los años de la dictadura. funda su propia estructura partidaria: Fuer- La candidatura, sorprendente para la ma- za Republicana, que tan sólo un año después yoría tanto de la clase política como de la ciu- cuenta con 70.000 afi liados. dadanía, no provocó la reacción que hubiera En cuanto a los apoyos electorales que el sido previsible, dada la asociación directa de general cosecha a partir de 1987, los estu-

3 No hemos querido abundar en los detalles más escabrosos referidos a secuestros, desapariciones y funcionamiento de Centros Clandestinos de Detención, por considerarlo excesivo a los fi nes que se propone este trabajo. Para ampliar información al respecto, el lector puede remitirse a numerosos documentos: Nunca Más (Informe de la Comisión Na- cional sobre Desaparición de Personas), 1987; Mitelbach, F: Informe sobre desaparecedores, Ed. La Urraca, Bs. As, 1987; Sumario del 2/11/99 donde consta la acusación y pedido de captura librada por el Juez español Baltasar Garzón contra los militares argentinos responsables de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura 76-83, Informe de la Comisión Bicameral Investigadorta de Violaciones a los Derechos Humanos de la Honorable Legislatura de Tucumán, 1984, entre otros.

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dios realizados (Adrogué, 1993) demuestran jante “monstruo”, iniciándose una enemistad que los indicadores de desarrollo económico manifi esta y cruda entre él y Bussi, que sub- y social no afectan el voto a Bussi, por lo cual siste hasta nuestros días. se afi rma que tiene una implantación social Bussi decidió entonces fundar su propio homogénea. Según datos publicados por el partido, Fuerza Republicana, de la mano de diario Página/12 (1993), votan a FR un 54% sus antiguos colaboradores durante la dicta- de la clase alta, un 41,4% de la clase media dura y de los nuevos adeptos cosechados du- y un 37% de la clase baja. Si bien en estas rante su reaparición en la provincia. últimas cifras, la diferencia entre el porcen- Fuerza Republicana (FR) se constituyó en taje de votantes de clase alta y el de la baja partido político provincial el 4 de julio de 1988. es signifi cativo, es necesario tener en cuenta En los primeros tiempos intentó constituirse que los sectores populares en Tucumán han como fuerza política nacional o conformar un sido tradicionalmente peronistas y estuvieron frente de partidos provinciales conservadores, desde mitad del siglo XX “protegidos” por las logrando en sus comienzos índices de adhe- redes clientelares del PJ o del Estado. Los sec- sión importantes en algunas provincias de la tores de mayores recursos que además cola- región noroeste como Jujuy, Salta y Santiago boran fi nancieramente con el proyecto político de Estero. Actualmente el partido se encuentra bussista, responderían a un conservadurismo dedicado exclusivamente a la actividad política tradicional, la clase media deprimida apostaría en la provincia de Tucumán. por las promesas de orden y seguridad. Dentro Desde sus inicios, la estructura partidaria de la clase de menores recursos es importante se montó alrededor de la fi gura carismática de distinguir entre los sectores pertenecientes a Bussi, siendo éste cabeza de lista para todos los la industria, mayormente sindicalizados, que cargos, tanto ejecutivos como legislativos, en la no adhieren a la propuesta de FR; y los sec- gran mayoría de las elecciones a que se presentó tores marginales, con escasa o nula organiza- desde su aparición. En 1999, año en que debía ción, que han migrado a los centros urbanos elegirse el gobernador que sucedería a Bussi, el recientemente situándose en la periferia y partido llevó como candidato a ese cargo al hijo apoyan a Bussi (Hevia:1989). La disolución de del general, Ricardo Bussi, debido a que la cons- los lazos sociales de aquellos que han debido titución de la provincia no permite la reelección. trasladarse a la ciudad, la marginalidad y, en La carta orgánica de Fuerza Republicana muchos casos, la desocupación, hacen a estos no presenta características llamativas. Los sectores más vulnerables y proclives a aceptar órganos de gobierno y funcionamiento del nuevos discursos paternalistas y fi guras fuer- partido son: la Convención Provincial, que tes, que los sectores proletarios tradicionales, entiende en las grandes directrices programá- cuyas identidades y lazos se encuentran más ticas y pautas de acción; la Junta Provincial, arraigados. Estos sectores se han mantenido, órgano ejecutivo que tiene a su cargo la repre- históricamente, leales al peronismo. sentación del partido, en ella se encuentran las autoridades y se ocupa de la mayoría de El partido la funciones que hacen a la organización y a las relaciones con el medio. También se prevén Luego del éxito electoral obtenido por el Gral Juntas Departamentales, órganos ejecutivos Bussi con Defensa Provincial Bandera Blan- de cada Departamento en que está dividida la ca, quedaba claro para él que el triunfo le provincia y Juntas de Circuito encargadas de pertenecía. Desde esta perspectiva pretendió las vías de comunicación y promoción del par- “adueñarse” del partido y controlar personal- tido en la comunidad dentro de los circuitos mente la gestión de los diputados provinciales establecidos por las Juntas Departamentales. y nacionales que habían obtenido sus cargos Tanto las Juntas Departamentales como las “gracias a su fi gura”. Con métodos militares de Circuito están sometidas a las decisiones intentó implementar un control verticalista so- y directivas de la Junta Provincial. Además, bre las acciones de los legisladores, hasta que la Carta Orgánica contempla la constitución la situación se tornó intolerable y se produjo el de tres Tribunales: de Conducta, Electoral y alejamiento del general de las fi las del partido de Cuentas, y la formación de Agrupaciones que le había dado la oportunidad de regresar partidarias como Juventud, Femenina y Jubi- al ruedo político local. El viejo y excéntrico lí- lados. A pesar de esta ingeniería administra- der de Bandera Blanca, Exequiel Ávila Gallo, tiva y organizacional, que da una apariencia lamentó profundamente haber creado seme- de funcionamiento democrático, el partido se

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manejó, durante la mayor parte de su corta res espacios de autonomía y decisión en las historia, en función de la voluntad de Bussi. provincias, históricamente sujetas al fi nancia- El recambio generacional parece haber traido miento y a las directrices del gobierno central. aires un tanto más horizontalizadores y hoy Otro aspecto claramente defi nido es la opción los órganos de gobierno funcionan con media- por políticas de achicamiento del Estado y a na normalidad, pero es un fenómeno que data favor de la privatización tanto de servicios pú- de los últimos años. A pesar de ello, el peso del blicos como de medios de comunicación. Entre liderazgo sigue cayendo en el general Bussi y sus preocupaciones fi gura también la inten- actualmente en su hijo Ricardo. Respecto de ción de contribuir a la solidez y cohesión de la los cambios en la dirección del partido, un alto familia, a través de actividades culturales y de- dirigente del Partido4 afi rma: portivas canalizadas por clubes y asociaciones “Ha cambiado. Bussi tal vez más por con- barriales, promovidas por el partido. veniencia que por conviccion ha acepta- Algunos puntos curiosos del documento do el cambio. Cuando yo me incorporo en son la falta de defi nición en cuanto a cuestio- el 94, lo hago formando el primer grupo nes como la gratuidad de la educación y del interno opositor básicamente centrado sistema de salud, así como la inclusión, en el en la necesidad de horizontalizar más la apartado dedicado a la familia, de temas tales toma de decisiones, sin perder de vista como la droga y el sida, que podrían enten- lo que Bussi representaba y sin generear derse mejor en la sección dedicada a la salud. deslealtades, pero marcando críticas du- Otro punto que nos llamó la atención es que ras hacia dentro para evitar que fueran siendo un partido provincial nunca se men- explotadas desde afuera. Esto ahora sue- ciona a la provincia de Tucumán, lo cual hace na como algo natural y sencillo, que las pensar que, o bien estas declaraciones fueron decisiones en una Junta se toman por pensadas (y así quedaron para siempre) con la votación, en muchas de las cuales Bussi intención de constituir una fuerza nacional, o pierde, pero antes era inexistente, la gran bien, como señala López Echagüe (1991), ha- mayoría de las decisiones pasaban por la bría una similitud notable con un documento voluntad de una persona, aparentemente perteneciente a la Alianza Republicana Fede- consensuada con el resto, pero era más ral, partido que compitió en las elecciones de apariencia que realidad.”5 1973 en la Provincia de . En cuanto al estudio de las Bases de Acción Entre la documentación que nos ha sido Política, Declaración de Principios y Platafor- proporcionada por el personal de FR, contamos ma Electoral, sus declaraciones son generales con un documento cuyo título es ”Brevísima y por momentos ambiguas, muy poco categó- referencia histórica”, aparentemente alusivo ricas o claras en las opciones ideológicas que a la historia del partido. Lo curioso es que se manifi estan. Sin embargo, pueden advertir- encuentra escrito en primera persona, como si se ciertos detalles que hacen pensar en un hablara el mismo Bussi y cuenta las peripecias partido liberal-conservador, al estilo de los que concluyeron en su regreso a la provincia de existentes en el país a principios del siglo XX. Tucumán como candidato de Bandera Blanca Entre los aspectos más destacables están los en 1987. Así, en un tono entre épico y jocoso propósitos de combatir la corrupción en la ad- relata cómo, estando todavía preso en la pro- ministración pública, moralizar la vida pública vincia de La Pampa a raíz de las acusaciones y privada, y consolidar el nivel moral y el po- por violación a los derechos humanos, comen- tencial humano de la Nación. En este sentido, zaron a llegarle invitaciones a participar en las tanto en sus declaraciones de principios, como elecciones de ese año. El suscriptor de esas in- en los mensajes de campaña, el Gral. Bussi y vitaciones era el jefe de Bandera Blanca, Avila, su partido han tomado la moralización de la a quien describe como “un curioso personaje sociedad y la política como bandera y consig- sobre el que tenía múltiples anécdotas, predo- na, en una especie de cruzada moral contra la minando la ridiculez de su fi gura y la extrava- dirigencia de los partidos tradicionales. gancia de sus actitudes”. A partir de allí, sigue También apuntan a consolidar y profundi- la narración de su regreso a Tucumán, de su zar el federalismo, a través del incentivo a las incredulidad ante la posibilidad de que esa economías regionales y la conquista de mayo- agrupación política pudiera llevar adelante su

4 Actualmente este dirigente abandonó Fuerza Republicana. 5 Entrevista con la autora, junio de 2001

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candidatura y el desafío planteado por Bussi a Hemos querido comentar con algún de- la dirigencia de reunir 5.000 personas para el tenimiento este documento, por considerar día siguiente, como condición de su aceptación que, como en tantas ocasiones, aquello que de la candidatura ofrecida. Entremezclado con se presenta con mayor informalidad puede una fuerte impronta castrense, el general dar una idea más cabal de un fenómeno que cuenta cómo envió a “personal subalterno” a sus expresiones formales e institucionales. investigar los preparativos de ese acto y cómo, Las defi niciones y el perfi l de FR y su mentor fi nalmente, decidió “emprender personalmente se muestran claramente a través de este docu- la investigación”, constatando que la multitud mento, mucho más allá de los papeles ofi ciales reunida frente a la sede del partido superaba y la declaraciones formales del partido. las 10.000 personas: El discurso político de Bussi se centra en “... No tuve ni lugar para las sorpresas; tres ideas fuerza: la reivindicación de lo actua- identifi cado por los presentes -aquellos do durante su primer gobierno en Tucumán, más alejados del palco- fui prácticamen- tanto la lucha contra la subversión como las te levantado en vilo y entre empujones y obras públicas, contra la inacción e ineptitud apretones, en medio de una tremenda al- de las administraciones peronistas y radicales; garabía, me encontré subido a un palco, la moralidad de su persona y de su equipo, micrófono en mano, dando propuestas contra la inmoralidad y corrupción de la clase a los tucumanos y comenzando a cum- política de la provincia; y el regionalismo con- plir mi compromiso, por cuanto más de tra el avasallamiento de la nación a los dere- 10.000 personas, de todos los sexos, chos e intereses de la provincia. edades y quehaceres me atraparon para siempre en Tucumán, comenzando una Caracterización de Fuerza Republicana carrera política que jamás había tenido cabida en mi vida, ni aún en mis sueños” Algunos autores defi nen a Fuerza Republica- Continúa el relato de los días subsiguientes, na como un partido de la burguesía, ya que pero el tono se vuelve cada vez más insultante sustenta una cosmovisión elitista del poder hacia sus compañeros de ese primer partido, a en base a la cual la distancia establecida en- los que califi ca de “banda política”, “irrespon- tre la élite dirigente y las bases populares es sables”, “pandilla política que me había traido a enorme, además se caracterizaría por ser una Tucumán”. La narración cambia la entonación fuerza política carismática de tendencia perso- luego de referirse a su abandono de ese primer nalista apoyada en la fi gura de su líder (Hevia, partido que “lo trajo” a Tucumán. Cuenta la 1989). Desde otra perspectiva se defi ne a Fuer- fundación de su propio partido, Fuerza Repu- za Republicana como un partido de tendencia blicana, momento en que el relato cobra un conservadora tradicional, nacionalista y popu- giro triunfalista. lar (Novaro, 1994). Según esta perspectiva, no El documento tiene todo el aspecto de haber sería una fuerza antisistema porque reconoce sido redactado como discurso, por continuas la Constitución y no podría califi cársela de referencias entre paréntesis que aconsejan antidemocrática porque acepta las reglas de leer tal o cual referencia o recordar determina- juego de la democracia y se ajusta a ellas. Aún dos acontecimientos. así, se afi rma, se ubicaría en los límites de ésta Entre otras cosas señala: por su menosprecio del pluralismo, su desdén “FUERZA REPUBLICANA es, en defi niti- hacia los mecanismos deliberativos y su defen- va, una expresión política que propugna sa de la ejecutividad y la autoridad por sobre la limitación de los poderes del Estado, cualquier otra virtud política. defi ende la iniciativa privada y el derecho Si bien coincidimos, en parte, con estas a la propiedad e, interpretando la DOC- caracterizaciones, disentimos en algunos TRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, reclama puntos. Fuerza Republicana no sólo obtiene para la Argentina y sus habitantes: una apoyos electorales de todos los segmentos so- democracia fuerte (...), un federalismo ciales, sino que sus militantes, colaboradores genuino (...), un pueblo respetado en sus y simpatizantes se encuentran en todos los derechos (...) una nación segura ...” estratos, sobre todo en las zonas urbanas y El relato fi naliza con la enumeración de los sus periferias. En tiempos electorales es po- triunfos electorales y el crecimiento del partido sible hallar “comités” del partido en todos los en las sucesivas elecciones hasta las constitu- barrios de San Miguel de Tucumán y en los yentes nacionales de 1994. municipios que rodean la capital. Por lo tanto,

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aún cuando la mayoría de sus líderes y apoyos Otra muestra de las tendencias autoritarias de pertenezcan a la burguesía y defi enda clara- Bussi y su entorno se encuentra en las declara- mente sus intereses, el perfi l carismático y ciones del Dr. Germanó, considerado uno de los paternalista del líder le proporciona apoyos de ideólogos de Fuerza Republicana, abogado perso- todos los sectores sociales. nal de Bussi en las causas en que fue imputado Tampoco acordamos con los escrúpulos a por violación a los derechos humanos, en entre- la hora de atribuirle un cariz antidemocrático. vista con el periodista López (1991, p. 130): Bussi no sólo proviene de las fi las del Ejército “... Y como el Congreso funciona del 1º de sino que su propuesta política se afi anza en su marzo al 30 de septiembre, en ese plazo perfi l autoritario y ejecutor, probado de manera intermedio tendremos la posibilidad de sobrada durante la dictadura. Más que respe- gobernar con decretos-leyes. Nosotros tar las normas de funcionamiento de la demo- creemos que hasta ahora todos los go- cracia, hace usufructo de los intersticios y las biernos, tanto los que hubo en Tucumán concesiones hechas por los gobiernos civiles, como los nacionales, no han gobernado para instaurar una fuerza política que descree con decretos-leyes no por un espíritu de todo mecanismo de negociación y de delibe- altamente democrático o altamente par- ración para zanjar las diferencias. El lugar que ticipativo, sino simplemente porque han históricamente han ocupado los militares en la querido de socios del costo político a las Argentina, haciéndose cargo a través de suce- legislaturas o al Congreso. (...) No tene- sivos golpes de estado del mando de la nación, mos miedo de gobernar sin cámaras en apareciendo como los salvadores de un orden este sistema democrático, al contrario.” quebrado por los gobiernos democráticos y po- Finalmente, la visión ultraderechista y re- pulares, es asumido desde el partido de Bussi presiva, muy cercana a la que sirvió de funda- como propio, legitimado por la “apertura” que mento a la última dictadura y a la guerra su- esta democracia ha brindado a quienes com- cia, se encuentra en la respuesta de Germanó piten por cargos políticos, sin distinguir entre a si cree que terminó la subversión en el país procedencias, situaciones jurídicas o autorida- (López,1991, p. 133): des morales. Por ello, consideramos que Fuer- “Creo que la subversión tiene que encon- za Republicana hace uso de las reglas que la trarse con un caldo de cultivo fértil para democracia provee para instaurar una opción poder funcionar y, en este sentido, creo política autoritaria representada por su líder que no está eliminada totalmente. Porque y aquellos que lo secundan, por su modo de la subversión admite diversos grados. No operar y por su mensaje. está eliminada desde el punto de vista Al respecto, vale la pena apuntar que du- del activismo político que evidentemente rante la campaña política de 1987, en un acto algunos están haciendo. Pero mientras se llevado a cabo en la ciudad de Tafí Viejo, próxi- mantenga en ese nivel, no creo que sea ma a la capital provincial, un grupo de mani- necesario reprimirla militarmente.” festantes de Bandera Blanca chocó con otro Fuerza Republicana de la mano de Bussi grupo perteneciente a sectores de izquierda, no sólo representa la opción de derecha dentro presentes en el lugar para oponerse a la can- del espectro político, sino que encarna una al- didatura de Bussi. Desde las fi las del general ternativa que crece a la sombra de su desdén alguien disparó un arma de fuego, hiriendo de hacia el pluralismo, hacia los mecanismos muerte a tres jóvenes del Partido Comunista, democráticos de intercambio y negociación y uno de los cuales falleció días después. En ese hacia las instituciones que posibilitan el deba- mismo año se realizó el único acto de las fuer- te y el consenso. Prueba de ello es la llamada zas políticas de la provincia contra la reapari- “Constitución Bussista”, ley fundamental de la ción de Bussi. En la misma tarde, el general provincia, promulgada en 1990, y que conti- llevó a cabo un acto político en el cual se refi - núa vigente. En ella, se implementaron todos rió a quienes se manifestaban contra él como los artilugios legales y jurídicos para la con- “banda subversiva” y alertó a su audiencia centración del poder en el ejecutivo y la mini- contra “los barbudos y hediondos jóvenes que mización de la incidencia del poder legislativo, antes se refugiaban en los cañaverales de los creándose una ley que legitimó, en todos sus montes y ahora vemos en carne y hueso” (Dia- puntos, las prácticas delegativas (O’ Donnell, rio La Gaceta, agosto-septiembre de 1987). 1995) propias de la región.

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El impacto de Bussi en el panorama político do una banca a la que renunció a favor de de Tucumán uno de sus colaboradores más cercanos. Ese mismo año se realizaron comicios provinciales Elecciones6 para renovación parcial de ambas cámaras y para elegir los convencionales constituyentes Desde su primera presentación sorpresiva en que debían reformar la constitución provin- 1987 y la constitución de Fuerza Republicana cial. Aquí Fuerza Republicana se erigió en la en 1988, la fi gura y el partido del general se primera fuerza, consiguiendo mayoría propia proyectaron como la fuerza política capaz de en la constituyente (Figura 3). En septiembre disputarle al peronismo su histórico dominio. de 1991, quizás la compulsa más importante A partir de la creación de su propia estructura para el partido de Bussi desde su fundación, partidaria, el bussismo se impuso de manera ya que se jugaba la gobernación, perdió ante contundente en el campo político de Tucumán. Ramón “Palito” Ortega por unos pocos puntos, Si el 18,3% obtenido en 1987 casi sin campa- manteniéndose como segunda fuerza también ña y sin que nadie hubiera podido predecirlo en 1993 para los comicios donde se eligieron produjeron grandes trastornos a la dirigencia diputados nacionales (Figura 4). Obtuvo una local, el crecimiento posterior no hizo más que banca y esta vez asumió como diputado en el sumir a los partidos históricos en el descon- Congreso de la Nación. Sería en 1995 cuando cierto y al bussismo en una euforia sin disi- el general concretaría el proyecto que motivó mulos. su regreso a Tucumán, consagrándose gober- nador de la provincia por un margen bastante importante de votos por sobre el peronismo y recuperando el liderazgo político, que mantuvo en las elecciones a diputados nacionales de 1997, oportunidad en que encabezó la lista por primera vez su hijo Ricardo. La reforma de la constitución de 1990 no permite la reelección, de manera que para las elecciones a gober- nador de 1999 también fue Ricardo Bussi el candidato por Fuerza Republicana, perdiendo la gobernación por un margen irrisorio frente al Justicialismo. Desde la constitución de Fuerza Republica- Figura 1. Evolución del voto al Bussismo na (FR), el general y su partido no han descen- dido de un piso de aproximadamente un 34% de los votos, han desplazado al radicalismo La fi gura 1 muestra los porcentajes obte- como segunda fuerza política de la provincia nidos por el Bussismo en las sucesivas elec- y pelean, en cada elección, la primacía con el ciones a que se presentó hasta 1999. Como peronismo. Además, como hemos señalado, apuntamos más arriba, en 1987 Bussi fue han diseñado la Carta Magna de la provincia el candidato a gobernador de un viejo parti- sin oposición. do conservador, Defensa Provincial Bandera Las elecciones de 1989 son particularmente Blanca, que tuvo una infl uencia destacable en relevantes por varias razones. En primer lugar, la provincia desde 1927 hasta mediados de la son los primeros comicios a los que se presen- década de 1930. Luego de haber conseguido ta Bussi con su propia estructura partidaria; la Intendencia de San Miguel de Tucumán en en segundo lugar, en la elección de mayo, 1927 y la gobernación en 1931, su líder fun- aún cuando los cargos que se disputaban dador, Nougués, se retiró a la vida privada y el eran a Presidente de la Nación y Diputados partido perdió su capacidad de convocatoria, Nacionales, y tratándose FR de un partido que no recuperaría (y de manera efímera) has- provincial, el caudal de votos conseguido es lo ta 1987 con la candidatura del general Bussi. sufi cientemente importante como para consta- En mayo de 1989, ya bajo Fuerza Republi- tar el impacto que tiene la fi gura de Bussi en cana, se presenta como candidato a Presidente la provincia, más allá de los cargos a los que de la Nación y a Diputado Nacional, obtenien- se postule y las posibilidades reales de alcan-

6 Todos los datos consignados en este apartado han sido extraídos de la información suministrada por la Junta Elec- toral de la Provincia de Tucumán

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zarlos (Figura 2). Por último, en el caso de la elección de noviembre, el triunfo le permite a FR dominar de manera absoluta la Convención Constituyente y diseñar la constitución según su propia doctrina y conveniencia, además de proyectarse como primera fuerza política de la provincia (Figura 3).

Figura 2. Las presidenciales de 1989

Figura 3. Convencionales Constituyentes 1989

Figura 4. Elecciones de Gobernador

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Tabla 1. Tabla comparativa de Elecciones a Gobernador

1983 1987 1991 1995 1999 Partido Votos % Votos % Votos % Votos % Votos % P.J. 5 0 5 3 253.485 551.01 131.185 24,3 284.479 181.508 32,0 50,5 217.852 36,4 U.C.R. 333 181.576 36,5 177.506 23.424 4,2 109.558 19,3 32,9 FrePaSo 5.703 1,1

4647 Fuerza

Republicana 236.307 44,0 266.761 47,1 211.003 35,3 Frente

Acción 104.727 19,4

Prov. P.I. 1.405 0,3

Def.Prov.

Bandera 620 0,1 98.453 18,3 325 0,6

Blanca Pueblo.

Unido 30.382 5,0

Alianza 136.298 22,8

Otros 59.944 12,1 26.152 4,8 6.718 1,1 2.538 0,5 1.398 0,2

Total 497.030 100 538.023 100 562.748 100 565.870 100 596.963 100

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Como se muestra en la fi gura 4, en la pri- fuerza independiente en esta elección. Su líder, mera elección a la que Bussi se presenta como Renzo Cirnigliaro, ex funcionario del gobierno candidato, los partidos que se disputaron la de Bussi durante la dictadura y de Fernando gobernación fueron los tradicionales Partido Riera, primer gobernador justicialista de la Justicialista y Unión Cívica Radical, a los que nueva democracia en 1983, se presentó con se sumaron, de manera casi imprevista el un aura mística, vestido de gaucho, a caballo, Frente de Acción Provinciana y Defensa Pro- con una imagen ligada a las más hondas raí- vincial Bandera Blanca. ces caudillistas, y explotó ese perfi l durante la De este último hemos mencionado su ex- campaña8. tracción conservadora, de hecho, se conforma A partir de 1989, como hemos señalado, el en 1927 alrededor del joven Nougués, hijo de general Bussi se presenta con su propia es- industriales azucareros, como una escisión del tructura partidaria, Fuerza Republicana, que Partido Liberal. Su líder, de gestos ampulosos ya hemos caracterizado profusamente. En las y grandilocuentes, con un estilo entre populis- elecciónes de 1999, el radicalismo y el Frepa- ta y despótico, abogaba por la protección de los so, una agrupación política de centroizquierda sectores más desfavorecidos a través de la eje- que se conforma en Buenos Aires a partir de cución de obras públicas, y por la autonomía algunos líderes disidentes del peronismo y de provincial frente al poder intervencionista de la UCR, conforman la Alianza que se presenta Buenos Aires. Una dura batalla con el sector cómo coalición en todo el país. azucarero por un impuesto a la producción, Del análisis de la tabla comparativa y del más el enfrentamiento represivo de las fuer- gráfi co 4 podemos extraer algunas consecuen- zas policiales contra sectores opositores de la cias relevantes para nuestro análisis. La pri- juventud local, provocaron la pérdida de popu- mera presentación de Bussi como candidato laridad del joven Nougués, cuya gobernación a gobernador por Bandera Blanca en 1987 terminó con una intervención federal. Desde marcó el principio de un cambio en el sistema esa época de gloria, en las sucesivas presenta- de partidos de la provincia, que se efectivizó, ciones a las elecciones provinciales, el partido como señalamos anteriormente, con la consti- no tuvo mayor incidencia en la vida política de tución de la estructura partidaria dirigida por la provincia hasta 1987, cuando le ofrece la el general a partir de 1989. candidatura a gobernador a Antonio Bussi. El En la elección de 1991, el justicialismo, Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical junto a un grupo de partidos pequeños, con- son los dos grandes partidos nacionales. El formó un frente que propugnó la candidatura primero, creado a partir de la fi gura de Perón de Ramón “Palito” Ortega, un extrapartidario en 1945, respondió históricamente a un perfi l de gran popularidad en la provincia por su populista y nacionalista, cosechando las adhe- actividad como cantante popular durante las siones de las masas populares del país. En el décadas del 60 y 70. El cantautor, proveniente caso de la provincia de Tucumán, los apoyos de una familia humilde del interior de la pro- provienen de las clases bajas, especialmente vincia, volvió luego de haber triunfado en el en las secciones electorales del interior de la espectáculo y en lo empresarial, a disputar la provincia. La capital, San Miguel de Tucumán, gobernación y se impuso por un escaso mar- en cambio, fue el bastión del radicalismo, par- gen al general. San Miguel de Tucumán, la tido creado a principios de siglo para disputar capital de la provincia, quedó, sin embargo, en el poder a los conservadores, que tradicio- manos de FR. Nótese, además que habiendo nalmente es apoyado por las clases medias y sido la primera fuerza en 1987, la Unión Cívica medias altas.7 El Frente de Acción Provincia- Radical, prácticamente desapareció del espec- na se conformó a partir de la ruptura de un tro político provincial en esta eleción. De algún grupo de peronistas con la cúpula del partido modo, podría suponerse que la mayor parte por disputas internas y sólo se presentó como de los votos ganados por Bussi provienen de

7 Estas caracterizaciones son esquemáticas y no pretenden refl ejar rigurosamente los apoyos de los partidos mencio- nados. 8 El trabajo del periodista Hernán López Echagüe, que hemos citado en varias oportunidades, considera que el perfi l de Cirnigliaro y su vinculación con el gobierno de la dictadura también puede considerarse ligado al autoritarismo, por lo cual sostiene que entre los votos a Bussi y los que cosechó el Frente de Acción Provinciana, habría casi un 40 % de votos “autoritarios” en esa elección. Nosotros no compartimos esa caracterización, ya que, si bien Cirnigliaro explotó una imagen caudillista y paternalista, no es asimilable a Bussi, cuya responsabilidad durante la dictadura lo convierte en un referente inequívoco del autoritarismo en la Argentina.

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Figura 5. Legislativas 1995

viejos votantes de la UCR, pero en elecciones por un margen mínimo. Esto indicaría que la posteriores se puede observar que tanto ese fi gura de Bussi en tanto símbolo de una época partido como el Justicialista pierden votantes y de un estilo trasvasa las generaciones y surte a favor del bussismo. efecto en el imaginario social, incluso cuando La estrategia del peronismo fue exitosa es su apellido, pero no su persona, lo que está pero no pudo repetirla en 1995, oportunidad en juego. Por otra parte, indica que el piso en que una feroz interna resolvió la postula- electoral de FR se mantiene a pesar de que el ción de Olijela Rivas, (apodada “La Mamila”) general haya cobrado un perfi l más bajo en la a la gobernación. La candidata responde a la última elección. tradición caudillista y clientelista del justicia- lismo, e impone su fi gura por los recursos que Las fuerzas políticas ante el regreso de Bussi maneja, a pesar de no gozar de la confi anza ni la popularidad del electorado, ni siquiera Cuando en agosto de 1987 aparecieron en la dentro de las fi las de su partido. Prueba de prensa local una serie de misteriosos anun- ello es que el triunfo de Bussi en la elección cios que señalaban el regreso de Bussi a la a gobernador por un margen importante de provincia, los partidos históricos reaccionaron diferencia con el PJ, no supuso el dominio por con indiferencia. Ya sea porque suponían que parte de FR de la legislatura (Figura 5. La sec- la fi gura del general no generaría mayores ción I pertenece a la capital, la Sección II a la apoyos, o porque creían que ocuparse del fe- zona este y la Sección III a la zona oeste de la nómeno era darle una entidad e importancia provincia). La sección I se caracteriza por su inmerecida, o porque confi aban excesivamente perfi l puramente urbano, ya que se restringe en sus propios aparatos partidarios. Lo cierto a la capital de la provincia, que concentra a la es que ni el PJ ni la UCR demostraron gran mitad de la población total. Las secciones II sorpresa ni mucho menos repudio ante la y III, si bien albergan algunas ciudades y po- imprevista vuelta de Bussi a la arena política blados de importancia, no llegan a concentrar local. Si bien hubo una reacción adversa más la población de la primera. Las principales fuerte por parte de los partidos de izquierda actividades registradas en estas secciones y los organismos defensores de los derechos se vinculan a la producción agrícola y a la humanos, en un principio también desde es- actividad azucarera. Asimismo, el Bussismo tos sectores se pensó que la mera asociación se adjudicó la intendencia de la capital de la de la fi gura del militar con el pasado reciente provincia, pero los municipios del interior, en de la provincia iba a provocar el rechazo del su mayoría, fueron conquistados por el pe- electorado. A medida que su fi gura fue cre- ronismo. Esto indica un importante corte de ciendo, también fue creciendo la oposición de boletas a favor de la fi gura de Bussi y contra estos grupos minoritarios. Sin embargo, por el la candidata justicialista. Además se constata escaso peso político de estas agrupaciones, el que la procedencia del voto bussista se con- efecto no podía ser demasiado fuerte. centra en la capital y sus alrededores, y no en Una sola movilización se realizó “en contra el sector rural que sigue respondiendo, como de la violencia”, de la que participaron los par- históricamente, al peronismo. tidos políticos, asociaciones de derechos huma- Por último, interesa señalar que, aún cuan- nos y la comunidad universitaria, a raíz de los do el candidato por FR en 1999 no fue el gene- hechos sucedidos durante la campaña bussista ral Bussi, sino su hijo, el peronismo se impuso en la ciudad de Tafí Viejo, donde 3 jóvenes per-

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tenecientes a partidos de izquierda fueron heri- dirigencia de los grandes partidos; la ignoran- dos por militantes afi nes al general. cia de los jóvenes y distraidos acerca de lo que En 1987, el candidato por la UCR era Rubén signifi có el gobierno de Bussi durante la dic- Chebaia, hijo de José Chebaia, desaparecido tadura en términos de cercenamiento de las durante la última dictadura la misma noche libertades, de la vida y de la oscuridad de la en que Bussi asumió el mando de la provincia administración de recursos; o simplemente se el 24 de marzo de 1976. Aún así su oposición y atribuyó a la tradición política de la provincia la de su partido fue tibia o prácticamente nula, cuya inclinación por los hombres fuertes pare- una especie de consentimiento por omisión, si cía ser una característica “natural”. Ninguna se tiene en cuenta el silencio en que se vio su- refl exión autocrítica se escuchó ni de los par- mida la dirigencia de la UCR por aquellos días. tidos grandes ni de las fuerzas minoritarias. Un informe que había encargado el mismísimo Sólo se arriesgaron razones que excluían toda Chebaia (Billone y Ricco, 1987, citado por Ló- responsabilidad a la actuación indiferente (por pez Echagüe, 1991:77 ) indicaba meses antes momentos cómplice) de la dirigencia local para de la elecciones: con la reaparición del general. “Según lo demuestra la evidencia empíri- Para abonar aún más el desacreditado ca, dichos grupos sociales [los más caren- terreno en que la dirigencia histórica jugaba ciados y/o marginados] tienden a adop- su prestigio por aquella época, el espectáculo tar comportamientos políticos anímicos ofrecido por el Colegio Electoral, que aún fun- que varían de la apatía a la violencia sin cionaba en la provincia para la elección a go- objetivos claros: perciben la realidad de bernador, ofreció a la sociedad un espectáculo manera simplifi cadora, y eventualmente que podría califi carse de circense, si no fuera pueden servir de apoyo a liderazgos au- por la seriedad de lo que estaba en juego. La toritarios” UCR había salido triunfante en la elección, pero A pesar de ello, el candidato nunca advirtió no había logrado los 2/3 de electores propios la magnitud del fenómeno en ciernes, y prefi rió que la Constitución exigía para proclamar al la indiferencia como estrategia para enfrentar- gobernador. Sobre un total de 60 electores, 22 lo. pertenecían a esa fuerza, 14 al PJ, 12 al Frente Por su parte, el PJ, que también cuenta en- liderado por Cirnigliaro (FAP) y 12 a Bandera tre sus fi las con más de un militante y dirigente Blanca, que propugnaba la elección de Bussi. desaparecido o asesinado durante la adminis- Estos últimos decidieron, desde un primer mo- tración Bussi, hizo oídos sordos a su llegada. mento, no apoyar a ningún candidato salvo el Quizás porque el ruido de la interna política propio. Luego de escandalosas peleas, que la del partido era tan altisonante que le impidió televisión registró paso a paso, fi nalmente la escuchar lo que ocurría fuera de sus unidades alianza entre el PJ y el FAP permitió la procla- básicas, el caso es que si la indiferencia imperó mación de José Domato, candidato del prime- en un principio, a medida que las elecciones ro, como gobernador de la provincia, a cambio se acercaban algunos de sus principales refe- de la designación por anticipado de Cirnigliaro rentes iniciaron conversaciones con el general. como Senador Nacional, hecho que no se con- Esta actitud generó el repudio de parte de la sumó jamás en la realidad. dirigencia partidaria, por medio de solicitadas9 Las escenas de lucha interna, de negocia- en la prensa local, pero las manifestaciones de ción espúrea y de corrupción en la cúpula descontento no fueron más lejos. La interna política provincial fortaleció más aún la ima- no se resolvió. Como hemos mencionado an- gen de “incorruptibilidad” que el general venía teriormente10, el partido llegó dividido a las explotando. Sólo la fuerza que impulsaba la elecciones de 1987. candidatura del militar, del “no-político”, se Cuando se conocieron los resultados de la mantuvo al margen de las negociaciones du- elección y se supo que Bussi había cosechado rante el vergonzoso debate, no participando en casi el 20% de las voluntades con 4 solicita- las transacciones con los otros partidos. Esto das y 3 actos de campaña, las acusaciones se fue percibido por la sociedad como signo de cruzaron entre los dirigentes de los partidos fortaleza y honestidad. tradicionales. Las explicaciones que se encon- Dos años después, y ante la evidencia del traron señalaban como factores de éxito de la impacto del regreso de Bussi a la política a propuesta Bussista: el voto protesta contra la través de las urnas, el PJ y la UCR impulsaron

9 Las solicitadas son anuncios o declaraciones en espacios de la prensa pagados por los interesados. 10 Hemos tratado este tema en el apartado “Elecciones”

56 57 GustavoDolores MarcosArce Fustero / Liderazgos / Liberalismo autoritarios y catolicismo en el noroeste en Colombia: argentino: la lucha el caso contra Bussi una en “religiosidad Tucumán africana” REFLEXIÓN POLÍTICA AÑO 7 Nº 13 JUNIO DE 2005 ISSN 0124-0781 IEP - UNAB (COLOMBIA)

una reforma de la ley electoral que impediría tanto ímpetu lo había reclamado desde su re- votar en las elecciones provinciales de noviem- aparición en la vida pública. bre de 1989 a los residentes en San Miguel de Una dirigencia local que, desde el gobier- Tucumán, Tafí Viejo y Leales, distritos en los no no supo dar respuesta a las necesidades cuales el general se mostraba más fuerte. Una de la sociedad, sumiendo a la provincia en la ley llanamente proscriptiva.11 Un intento de pobreza y la desocupación, y desde la oposi- enmendar, con un artifi cio claramente antide- ción no tuvo el valor de enfrentarse con alter- mocrático, la falta de reacción y de respuestas nativas viables; una clase política viciada de ante el avance de Bussi en el cuadro político ambición y sospechada hasta el hartazgo de de la provincia. Por supuesto, esta maniobra corrupción y enriquecimiento a costa de las fue aprovechada por el general, que no se hizo arcas del Estado ha abonado el terreno donde esperar denunciando el atropello de que era el autoritarismo supo crecer en las urnas, con víctima, llegando hasta la Casa Rosada a entre- los mecanismos que la democracia le ofrendó, vistarse con el entonces presidente Menem para amparado por la impunidad y por el reconoci- solicitar su intervención en el asunto. Luego de miento de sus supuestos adversarios. arduas discusiones en el interior de la legisla- tura local y de reuniones entre el presidente, el Conclusiones mismo Bussi y el gobernador, éste decide vetar la ley, otorgándole al general otra victoria ante Las características de Fuerza Republicana, la opinión pública. Una vez más la inoperan- delineadas fundamentalmente por su líder, cia y el historial de corrupción de la dirigencia muestran la existencia de discursos, fi guras y vernácula favorecía el crecimiento y el afi anza- prácticas autoritarias en un contexto formal- miento de Fuerza Republicana y su líder. mente democrático. Sin duda, la posibilidad de Por otra parte, a partir de esas conversa- conviviencia de principios y prácticas políticas ciones, el presidente Menem no dejó de mirar tan diversos es posible por las características con buenos ojos a Bussi y su partido. Sus di- culturales e históricas de la región y por la cri- sidencias con la dirigencia del PJ tucumano, sis de representación de los partidos tradicio- a quien observaba con recelo por la falta de nales en la provincia. efi ciencia y de astucia política demostrada en Los datos analizados nos muestran la fra- los años que estuvo en el gobierno, sumada a gilidad del sistema de partidos en Tucumán la simpatía que le inspiraban el ejecutivismo desde la recuperación de la democracia. Esta y el triunfo del general, favorecieron acerca- característica ha permitido el surgimiento de mientos y palabras de elogio mutuas. Menem una tercera fuerza que llegó para disputar declaraba: las adhesiones de todos los estratos sociales. “Algunas cuestiones tenemos en común Grandes sectores, tanto de las clases medias con Bussi: la necesidad de crear un nue- y altas, que podrían haber apoyado histórica- vo movimiento nacional y el olvido de los mente al radicalismo, como de las clases po- sucedido durante los años de la dictadu- pulares urbanas, leales al peronismo, volcaron ra (...) Creo que Bussi utilizó muy bien el sus preferencias hacia el partido de Bussi. Al poder que tuvo. (...) Hizo las cosas bien mismo tiempo esto sería un signo de la crisis y por eso lo votaron (...) Tuvo consenso de representación en la que se han sumido los porque supo hacer las cosas bien y supo partidos tradicionales en la provincia, debido lo que quería.” (López Echagüe: 1991) a diferencias internas, a la crisis económica Este tipo de declaración, además de los que ha difi cultado las prácticas clientelares decretos mediante los cuales se concedió el habituales, y a la sospecha de corrupción e in- indulto a las cúpulas militares responsables efi ciencia que recayó sobre la gran mayoría de de la represión durante la dictadura, minimi- la clase política local. El fracaso de los parti- zaron todo lo que podía argumentarse contra dos en mantener sus adhesiones políticas muy Bussi a raíz de su actuación en el pasado. Por probablemente se debe también a la debilidad el contrario, la reivindicación de lo actuado de los mismos en el contexto institucional de la por las Fuerzas Armadas entre 1976 y 1983 provincia. La competencia política no pasaría fi nalmente le fue concedida al general, que con por los partidos como estructuras capaces de

11 Aunque pueda parecer increíble, lo cierto es que ese intento existió, aunque fi nalmente nunca llegó a tener vigencia de ley por un veto del poder ejecutivo provincial, las referencias al respecto pueden encontrarse en La Gaceta, sep- tiembre-octubre de 1989.

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representar intereses a través de programas o Isla, A. (2000). Los apoyos de Bussi. Valores defi niciones ideológicas, sino por las personas domésticos, espacios públicos en el presente que encabezan las listas en las diferentes elec- tucumano” en Svampa, Maristella (Editora): Desde ciones. En función de este criterio personalista abajo. La transformación de las identidades sociales, se defi nirían las preferencias del electorado. Biblos y Universidad Nacional de Gral. Sarmiento. Este modo de competencia refuerza las ca- Buenos Aires: Norma. racterísticas delegativas y/o despóticas de la Isla, A. et al. (1999) Parando la olla. democracia local. Transformaciones familiares, representaciones y valores en los tiempos de Menem. Buenos Aires: Norma. Referencias López, H. (1991). El enigma del general Bussi. De la Operación Independencia a la Operación Retorno. ------(1993). Los ex militares en política. Bases Buenos Aires: Sudamericana. sociales y cambios en los patrones de representación Nº 4, Tucumán (Argentina) política, en Desarrollo Económico Nº 131. Buenos Novaro, M. (1994). Pilotos de tormentas. Buenos Aires, Argentina. Aires: Ediciones Letra Buena.0 Adrogué, G. (1995). El nuevo sistema partidario O’donnell, G. (1997). Contrapuntos. Buenos argentino en Acuña, Carlos: La nueva matriz política Aires: Paidós. argentina. Buenos Aires: Nueva Visión. Paez de la Torre, C. (1975). Juan Luis Nougués, Comisión Nacional sobre Desaparición de la Bandera Blanca en Todo es Historia Nº 93. Buenos Personas (CONADEP) (1987). Nunca Más, EUDEBA. Aires (Argentina) Buenos Aires. Palermo, V y Novaro, M. (1996). Política y poder Crenzel, E. (1997). Crisis social y transformación en el gobierno de Menem. Buenos Aires: Norma. de la subjetividad social: la emergencia de fuerzas Rodríguez, L. (Editora) (1997). Rank and Privilege. políticas autoritarias de masa. Tucumán, 1995: el The military and society in Latin America, SR Books, bussismo en Actas Congreso de Historia, Tucumán Wilmington (Argentina) Rosenzvaig, E. y Lobo, H. (1993). Quimeras y Diamint, R. (Editora) (1999). Control civil y fuerzas pesadillas. Bussi – Palito – Menem y la reconversión armadas en las nuevas democracias latinoamericanas, periférica. Buenos Aires: Ediciones Letra Buena. Buenos Aires (Argentina) Rouquié, A. (1991): La tentación autoritaria. Diario La Gaceta. (1987). Tucumán (Argentina) Buenos Aires Diario Página/12, Buenos Aires (Argentina) Rouquié, A. (1994) Autoritarismos y democracia. Echegaray, F. (1993). Elecciones y partidos Estudios de política argentina. Se va de muestra provinciales en la Argentina en Nueva Sociedad Nº interes??? Eso es para usted. 124. Caracas (Venezuela) Shumway, N. (1993). La invención de la Argentina, García, J. (1990). Los orígenes de nuestra cultura El emerce no solo fue reconocido pero el niño obtiene autoritaria (e improductiva). Buenos Aires: Calbino un estudo cunato Emecé. Buenos Aires. y Asociados. Hevia, F. (1989): Tucumán y el impacto del bussismo en Norte Andino

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