Memorias Enfrentadas. El Voto a Bussi En Tucumán Por Emilio Ariel Crenzel
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Memorias enfrentadas. El voto a Bussi en Tucumán por Emilio Ariel Crenzel Agradecimientos A Isabella Más allá de que este trabajo lleve una firma singular, considero oportuno agradecer a quienes, de una u otra manera, colaboraron para su realización. A María Suayter, Profesora Titular de la Cátedra de Historia de la Educación Universal y Latinoamericana de la Carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Tucumán, quien colaboró "ad honorem", por la pasión de conocer, junto a los miembros de su cátedra, Alba Ferreyra, (auxiliar docente de primera categoría) y las alumnas Elizabeth Jaimes, Natalia Dahud, Carolina Carona, Ana Palacios, Analía Adad, María Guerrero, en la realización de las encuestas y me brindó su cálida amistad. A Josefina "Quitiu" Racedo, Directora de la Escuela de Psicología Social "Dr. Enrique Pichon Riviere" de San Miguel de Tucumán y a los graduados y alumnos de la Escuela; María Gargarulo, Luis Savino, Sergio Juárez, Silvia Albornoz, Lucinda Caro, y Marcos Leiva, quienes colaboraron también desinteresadamente en la realización de las encuestas. A los entonces miembros del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán que también encuestaron, en especial a Raúl Carrizo, mi amigo. Al Licenciado Fabián Barrionuevo del Instituto Superior de Trabajo Social, Juan XXIII, Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, Católica de Tucumán, por participar como encuestador, brindándome también su hospitalidad. A la Licenciada Mercedes Vega Martínez, por ayudarme en la construcción de la encuesta, en el entrenamiento y la coordinación de los encuestadores. A Raúl Armisen, por su ayuda solidaria, y su optimismo. A Vicente Gussi entonces integrante del equipo del programa "Las Peras del Olmo" del Canal 8 de televisión, Grupo 8 de Prensa de Tucumán. A Fattima Gatti por su hospitalidad y buen humor. Al Profesor y Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, Luis Bonano, por su ayuda para el desarrollo de este proyecto de investigación. A María Eugenia Ríos, del Departamento de Publicaciones de la misma facultad, por su disposición a colaborar con la investigación, por su ayuda solidaria, siempre a mano abierta. A la entonces Diputada Nacional Gioconda Perrini (PJ) por su apoyo, al entonces Diputado Nacional Ricardo Marcos (UCR) por su solidaridad, al entonces Diputado Provincial y Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Honorable Legislatura de la Provincia de Tucumán, Gumersindo Parajón por su ayuda. A Ana María Coccio por su ayuda solidaria. A Marcos Taire, por su colaboración y por la amistad que nos une. Al Profesor Jorge Vujosevich por las consultas sobre aspectos puntuales, de carácter metodológico, del proyecto. Al Profesor y Sociólogo Raúl Hernández, Director del Centro de Investigaciones Sociológicas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, de la Universidad Nacional de Tucumán, por los materiales que me facilitó. A Fernando Hevia y a Netty por las charlas mantenidas, por su hospitalidad y amistad. A Graciela Yaeger, entonces Presidenta de Madres de Plaza de Mayo filial Tucumán, por su testimonio y calidez. A Isaías Nougués, por sus comentarios y por el material que me aportó. A Horacio Verbitsky, a la Profesora Graciela Bulacio de Medici, a Graciela Romano y a Carlos Zamorano de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, por los materiales que gentilmente me facilitaron. A Jacobo Lacks y a Amado Juri, ex Gobernador de Tucumán (1973-1976), por sus testimonios. A Isaías Nougués por su testimonio y por su generosidad. de sus dibujos que acompañan esta publicación. A mi amiga Verónica Maceira, Magister en Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de General San Martín y Doctoranda de la Universidad Libre de Berlín, quien leyó atentamente este trabajo y me aportó valiosas observaciones de contenido y estilo. A la Profesora Inés Izaguirre, quien dirigió mi tesis de maestría de la que, en buena medida, deriva esta publicación. Todo este colectivo de personas, cuya mayoría no se conocen entre sí, de diversas posiciones políticas y filosóficas han contribuido, de diversas maneras, al desarrollo de esta investigación. A mis amigos y a mi familia. A mi viejo, por todo lo que me dio. Como se suele decir, las ideas que de ahora en más siguen son de mi absoluta responsabilidad. Emilio Ariel Crenzel Memorias enfrentadas. El voto a Bussi en Tucumán por Emilio Ariel Crenzel 1. Introducción Consultado acerca de la victoria del General Bussi en los comicios para gobernador de Tucumán, el escritor Ernesto Sábato manifestó: "Estoy muy dolido por la falta de memoria de los tucumanos". Diario "Clarín", 6 de Julio de 1995. "Hay que cesar de describir siempre los efectos del poder en términos negativos: "excluye", "reprime", "rechaza", "censura", "abstrae", "disimula", "oculta". De hecho, el poder produce; produce realidad, produce ámbitos de objetos y rituales de verdad. El individuo y el conocimiento que de él se puede obtener, corresponden a esta producción". Michel Foucault, "Vigilar y Castigar", 1987, Página 198. El trabajo que aquí se presenta, deriva substancialmente de la tesis realizada en la "Maestría en Investigación en Ciencias Sociales" de la Universidad de Buenos Aires y expresa, a la vez, un esfuerzo investigativo de largo aliento. (1) El desafío de conocimiento que lo motivó, consistía en conocer las representaciones sociales y motivaciones presentes en los votantes al General Bussi en Tucumán. Dentro de las mismas, un aspecto sustantivo consistía en investigar la posible relación existente entre las memorias colectivas del pasado dictatorial y la identificación electoral y política presente, entre quienes votaban y no votaban por Bussi. (2) Esta inquietud surgió ante la emergencia, desarrollo y expansión en Tucumán, de una fuerza política exitosa encabezada, nada menos, por quien fuera el conductor de la represión política y gobernador del territorio provincial durante la dictadura militar. (3) Esta primera determinación, se articuló a mi desacuerdo, a mi discrepancia, con relación a la tendencia que iban asumiendo en el campo de las Ciencias Sociales y de la reflexión política las explicaciones que intentaban dar cuenta de la emergencia y desarrollo de esta fuerza política original como de las explicaciones en torno a su acumulación vertiginosa de fuerzas. Las mismas adolecían, a mi criterio, de la ausencia de anclajes empíricos concretos que las sustentaran, construidos a través de procesos teórico metodológicos validables de construcción de los datos. En estas explicaciones era, además, especialmente notoria la ausencia de indagaciones con relación a la actualidad del recuerdo de la dictadura militar en la decisión electoral de los votantes a Bussi. Es por ello que consideraba que los caminos investigativos, hasta entonces trazados, se traducían en verdaderos encierros epistemológicos y tendían a encubrir el carácter sumamente original de esta fuerza política, obstaculizando el análisis, enturbiando la mirada. (4) En pos de intentar decodificar este proceso social de conformación de una identidad política novedosa, fue sustantivo considerar la génesis y las características del proceso de transición democrática al que asistió el país desde 1983. Cabe señalar que la transición no supuso, un corte automático y generalizado en las formas de sociabilidad, en los valores y las conductas en la población, cuando el momento dictatorial dejó lugar al momento constitucional en la vida política Argentina en 1983. Con esto se quiere hacer énfasis, que pese al fin de la dictadura militar, es equivocado suponer que los procesos sociales acaecidos bajo la misma se hayan "evaporado" con la sola llegada de la democracia y no hayan dejado sus huellas y su impronta, a través de la persistencia de valores, conductas y representaciones sociales constituidas en el período autoritario. Por otra parte, el retorno constitucional en 1983, fue la resultante de procesos políticos complejos y multicausales, entre los cuales, la derrota militar de la dictadura en Malvinas, jugó un papel sustancial. Por ende, tanto las características del desarrollo de la constitucionalidad en Argentina, como las iniciativas presentes para el despliegue y desarrollo de la democracia y la ampliación de los términos y alcances de la ciudadanía, fueron y son, objeto de una ardua y permanente confrontación. Es por ello que se torna central, en la consideración en términos históricos de las características del período democrático en ciernes, el análisis de la envergadura y alcances de los cambios producidos como consecuencia del golpe de Estado de 1976, en la transformación política, ideológica y cultural de la sociedad Argentina. Por un lado, los militares fracasaron en su intento de constituirse en actores cuya presencia en la escena política tuviera por términos operar en ella en tanto "garantes omnipresentes del ordenamiento político", tampoco pudieron prolongar su tutela con el apoyo de masas tras el descalabro de la guerra de Malvinas, ni pudieron constituir un partido propio, un "movimiento de opinión" de alcance nacional que llevara su sello, como su prolongación o "cría" política (5). Sin embargo, la última dictadura, no sólo supuso una torsión en el plano de la existencia y conformación de las distintas clases o grupos sociales, un cambio del modelo de acumulación de capital con una brutal concentración y centralización del mismo sino que, además, involucró cambios sustantivos en la Weltanschauungen, esto es, en los patrones políticos,