ROMA

INFORMACIÓN BÁSICA Los ciudadanos españoles pueden entrar en Italia llevando consigo el pasaporte o el DNI indistintamente. No es necesario ningún tipo de visado. Aunque el idioma oficial de Roma es el italiano, debido a la cantidad de turistas españoles y a la similitud entre ambos idiomas, podréis hablar en español con gran parte de los italianos. ¿QUÉ VER EN ROMA?

Toda la ciudad de Roma es un museo al aire libre y estas son sus obras maestras. Coliseo de Roma El Coliseo de Roma, llamado en la antigüedad Anfiteatro Flavio, es el anfiteatro más grande construido durante el Imperio Romano y el monumento más impresionante de Roma. Cada año lo visitan 6 millones de personas. El Coliseo es el principal símbolo de Roma, una imponente construcción que, con casi 2.000 años de antigüedad, os hará retroceder en el tiempo para descubrir cómo era la antigua sociedad del Imperio Romano. La construcción del Coliseo comenzó en el año 72 bajo el régimen de Vespasiano y terminó en el año 80 durante el mandato del emperador Tito. Tras la finalización de la construcción el Coliseo se convirtió en el mayor anfiteatro romano, con unas dimensiones de 188 metros de longitud, 156 metros de anchura y 57 metros de altura. Durante el Imperio Romano y bajo el lema de "Pan et Circus", el Coliseo Romano (conocido entonces como Anfiteatro Flavio) permitía a más de 50.000 personas disfrutar de sus espectáculos preferidos. Las muestras de animales exóticos, ejecuciones de prisioneros, recreaciones de batallas y las peleas de gladiadores acompañaron durante años al pueblo romano. El Coliseo permaneció en activo durante más de 500 años. Los últimos juegos de la historia fueron celebrados en el siglo VI. A partir del siglo VI el Coliseo sufrió saqueos, terremotos e incluso bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Con un gran instinto de supervivencia, el Coliseo fue utilizado durante décadas como almacén, iglesia, cementerio e incluso como castillo para la nobleza. Actualmente el Coliseo es, junto con el Vaticano, el mayor atractivo turístico de Roma. Cada año lo visitan 6 millones de turistas. El 7 de julio de 2007 el Coliseo se convirtió en una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. El nombre original “Anfiteatro Flavio” fue sustituido por el de Coliseo debido a la gran estatua de Nerón que se encontraba situada en la entrada de la Domus Aurea, "El Coloso de Nerón". La Domus Aurea fue un gran palacio construido bajo las órdenes de Nerón tras el incendio de Roma. El emperador Tito inauguró el Coliseo con 100 días de juegos, lo que costó la vida a más de 2.000 gladiadores. El Coliseo tenía un techo de lona para proteger a la gente del sol. Debajo de la arena se situaban la maquinaria y las jaulas. Existen diversas teorías sobre que el Coliseo se llenaba de aguapara la representación de batallas navales, aunque por el momento no ha habido investigaciones concluyentes. Cada Viernes Santo el Papa preside el Vía Crucis en el Coliseo. Siempre ha sido un lugar muy unido a la iglesia y este día se recuerda a los primeros cristianos que murieron en la arena. La mejor forma de evitar las interminables colas de entrada y de no perderos detalle, es realizar nuestra visita guiada en español. Visitaremos el Coliseo, el Foro Romano y el Palatino saltándonos las colas y con un guía de habla española apasionado por la Antigua Roma. Si preferís ir por libre, os recomendamos llegar a primera hora o bien comprar la entrada en el Palatino, ya que suele haber menos gente y la entrada es combinada para ambos monumentos. Una tercera opción es comprar la tarjeta Roma Pass, una tarjeta de descuentos que ofrece entrada gratuita y sin colas para el Coliseo. Foro Romano El Foro Romano representaba el centro neurálgico de la antigua Roma. En el Foro se desarrollaba la vida pública, cultural y económica de la época republicana y el Imperio. El Foro Romano era la zona en la que se desarrollaba la vida pública y religiosa en la antigua Roma. El Foro es, junto con el Coliseo, la mayor muestra de grandeza del Imperio Romano que se puede ver en la actualidad. Al finalizar el Imperio, el Foro Romano se dejó en el olvido y poco a poco quedó enterrado. Aunque en el siglo XVI ya se conocía la existencia y la ubicación del Foro, no fue hasta el siglo XX cuando se realizaron las excavaciones. Como curiosidad, el área en el que se encuentra el Foro fue en sus inicios una zona pantanosa. En el siglo VI a.C. el área fue drenada mediante la Cloaca Máxima, uno de los primeros sistemas de alcantarillado del mundo. Además del gran número de templos que hay en el foro (Saturno, Venus, Rómulo, Vesta, etc.), conviene prestar especial atención a los siguientes puntos de interés:

• Vía Sacra: Era la principal calle de la antigua Roma y comunicaba la Plaza del Campidoglio con el Coliseo. • Arco de Tito: Es un arco del triunfo que conmemora la victoria de Roma sobre Jerusalén. Fue construido tras la muerte del emperador Tito. • Arco de Severo Séptimo: Arco erigido en el año 203 d.C. para conmemorar el tercer aniversario de Severo Séptimo como emperador. • Templo de Antonino y Faustina: Construido en el siglo II, el templo de Antonino y Faustina destaca por ser el templo mejor conservado del Foro Romano. • Basílica de Majencio y Constantino: Si bien está derruida en su mayor parte, su tamaño da motivos para pensar que fue uno de los edificios más importantes del Foro Romano. • La Curia: En este edificio se reunía el Senado para tomar decisiones administrativas y sobre el Gobierno de Roma. • Columna de Foca: Erigida en el año 608 d.C. en honor al emperador de Bizancio, esta columna de más de 13 metros de altura es una de las pocas que han permanecido en pie desde que fue erigida. Visitar Roma y no caminar por el Foro es como ir a París y no ver la Torre Eiffel. Recorred la Vía Sacra, cerrad los ojos e imaginad como era hace más de 20 siglos, cuando Julio César caminaba por ella. El Foro Romano es uno de los lugares más bellos e interesantes de la ciudad, por lo que es fácil pasar varias horas paseando entre sus templos sin aburrirse. La mejor forma de evitar las colas de acceso y no perderos detalle, es realizar nuestra visita guiada en español. Visitaremos los tres grandes monumentos de la ciudad - el Coliseo, el Foro Romano y el Palatino - saltándonos las colas y con un guía de habla española apasionado por la Antigua Roma. Si preferís ir por libre, os recomendamos llegar a primera hora, ya que es cuando la gente aprovecha para visitar el Vaticano. También poderos saltaros la cola con la tarjeta de descuentos Roma Pass. Fontana de Trevi ¿Te han dicho que debes lanzar una moneda a la Fontana de Trevi y no sabes por qué? Conoce la historia y el mito de la fuente más bonita de Roma y de todo el mundo. La Fontana de Trevi es la fuente más bonita de Roma. Con unas dimensiones de 20 metros de anchura por 26 metros de altura, la Fontana de Trevi es también la fuente más grande de la ciudad. Los orígenes de la fuente se remontan al año 19 a.C., época en que la Fontana constituía el final del acueducto Aqua Virgo. La primera fuente fue construida durante el Renacimiento, bajo las órdenes del papa Nicolás V. El aspecto final de la Fontana de Trevi data de 1762 cuando, tras varios años de obras de la mano de Nicola Salvi, fue finalizada por Giuseppe Pannini. Como curiosidad, el nombre de Trevi deriva de Tre Vie (tres vías), ya que la fuente era el punto de encuentro de tres calles. ¿Por qué siempre hay gente en la Fontana lanzando monedas al agua y haciéndose fotos? El mito, nacido con la película "Tres monedas en la fuente" en 1954, dice lo siguiente: Si arrojas una moneda: volverás a Roma. Si arrojas dos monedas: encontrarás el amor con una atractiva italiana (o italiano). Si arrojas tres monedas: te casarás con la persona que conociste. Para que esto funcione es recomendable lanzar la moneda con la mano derecha sobre el hombro izquierdo. Como dato curioso, cada año se extraen aproximadamente un millón de euros de la fuente. Desde el año 2007 este dinero se utiliza con fines benéficos. Un punto que suele empañar el momento de la visita es que la zona se encuentra repleta de gente que trata de vender rosas de un modo agobiante, pero basta con ignorarlos para continuar disfrutando de un lugar tan especial. Plaza Navona Dotada de un estilo barroco muy elegante, la Plaza Navona es una de las plazas más bonitas y populares de Roma. La Plaza Navona ocupa el lugar en el que se situaba el estadio de Domiciano (Circo Agonal) en el año 86, con espacio para más de 30.000 espectadores, en el que los ciudadanos romanos disfrutaban de los juegos atléticos griegos. Sin duda el mayor atractivo de la Plaza Navona son las tres fuentes construidas bajo el mandato de Gregorio XIII Boncompagni: • Fontana dei Quattro Fiumi: En el centro de la Plaza Navona se encuentra la "Fuente de los Cuatro Ríos", construida por Bernini en 1651. Las cuatro estatuas de la fuente representan a los cuatro ríos más importantes de la época: el Nilo, el Danubio, el Ganges y el Río de la Plata. En el centro está situado un obelisco de 16 metros de altura que perteneció al Circo de Majencio, que fue encontrado en la Vía Apia. • Fontana del Moro: Creada por Giacomo della Porta y perfeccionada por Bernini, que posteriormente añadió los delfines, la Fuente del Moro fue conocida en sus inicios como la "Fuente del Caracol". Esta fuente está situada en la parte sur de la plaza. • Fontana del Nettuno: Al igual que la Fuente del Moro, la Fuente de Neptuno fue diseñada por Giacomo della Porta, pero permaneció en el abandono desde su creación hasta 1873, cuando la obra fue finalizada por Zappalà y Della Bitta. Hasta mediados del siglo XIX, cada verano se cerraban los desagües de las tres fuentes y la parte central de la plaza se inundaba para convertirse en "El Lago de la Plaza Navona". La plaza está rodeada de restaurantes y terrazas y durante el día hay mucho ambiente. Se trata de una zona muy animada en la que es posible disfrutar de las actuaciones de diferentes artistas callejeros, como magos o bailarines, prácticamente a cualquier hora del día. Los dos edificios más importantes que presiden la plaza son el Palazzo Pamphili y la Iglesia de Santa Agnes. Plaza de San Pedro La Plaza de San Pedro es tal vez la plaza más conocida del mundo y una de las más bonitas. Fue construida por Bernini a mediados del siglo XVII y puede acoger a más de 300.000 personas. La Plaza de San Pedro es una de las plazas más bonitas y grandes del mundo. Se encuentra situada en El Vaticano, a los pies de la Basílica de San Pedro. Las dimensiones de la plaza son espectaculares: 320 metros de longitud y 240 metros de anchura. En las liturgias y acontecimientos más destacados la Plaza de San Pedro ha llegado a albergar más de 300.000 personas. La construcción de la plaza se llevó a cabo entre 1656 y 1667 de la mano de Bernini, con el apoyo del papa Alejando VII. Lo más impresionante de la plaza, además de su tamaño, son las 284 columnas y 88 pilastras que bordean la plaza en un pórtico de cuatro filas. En lo alto de las columnas hay 140 estatuas de santos realizadas en 1670 por los discípulos de Bernini. En el centro de la plaza destaca el obelisco y las dos fuentes, una de Bernini (1675) y otra de Maderno (1614). El obelisco, de 25 metros de alto, fue llevado a Roma desde Egipto en 1586. La forma más espectacular de llegar a la Plaza de San Pedro es por la Via della Conciliazione, una larga calle que comienza en el Castillo de Sant'Angelo. Basílica de San Pedro La Basílica de San Pedro es el edificio religioso más importante del catolicismo. En ella, el Papa celebra las liturgias más importantes y su interior acoge a la Santa Sede. La Basílica de San Pedro acoge en su interior a la Santa Sede, siendo el templo religioso más importante del catolicismo y la iglesia donde el Papa celebra las liturgias más importantes. La construcción de la basílica comenzó en 1506 y finalizó en 1626, siendo consagrada el 18 de noviembre de ese mismo año. En su construcción participaron diversos arquitectos entre los que podríamos destacar a Bramante, Miguel Ángel o Carlo Maderno. El nombre de la basílica se debe del primer Papa de la historia, San Pedro, cuyo cuerpo está enterrado en la basílica. La Basílica de San Pedro tiene una capacidad para 20.000 personas. Mide 190 metros de longitud y la nave central tiene 46 metros de altura. La cúpula alcanza una altura de 136 metros. Entre las obras de arte que se pueden encontrar en su interior destacan el Baldaquino de Bernini, La Piedad de Miguel Ángel y la estatua de San Pedro en su trono. Esta última tiene el pie derecho desgastado por los besos de los fieles. Una de las cosas que más llaman la atención de la basílica es su increíble cúpula. Fue iniciada por Miguel Ángel, Giacomo Della Porta continuó con el trabajo y Carlo Maderno la remató en 1614. La cúpula de la Basílica de San Pedro ha servido de inspiración para otros proyectos posteriores, como la Catedral de San Pablo de Londres y el Capitolio de Washington. Sin duda entrar a la basílica es una de las experiencias inolvidables de Roma. No os podéis perder la subida a la cúpula, desde donde podréis admirar la Plaza de San Pedro y, si el día está despejado, gran parte de Roma. La subida no es apta para todos los públicos, ya que el último tramo se realiza por medio de una empinada y estrecha escalera de caracol que puede llegar a resultar agobiante. Si queréis visitar la Basílica de San Pedro, los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina, con un guía de habla española y sin esperar colas (hasta 4 horas en ciertas ocasiones), la mejor opción para evitar las colas y para no perderos detalle, es reservar nuestra visita guiada por el Vaticano en español. Veréis lo imprescindible, aprenderéis mucho y ganaréis tiempo para disfrutar la ciudad. Capilla Sixtina Considerada como la obra maestra de Miguel Ángel, la Capilla Sixtina es uno de esos lugares que todo el mundo debería ver al menos una vez en la vida. La Capilla Sixtina es uno de los mayores tesoros del Vaticano, de Roma y del mundo en general. Es conocida tanto por su decoración, como por ser el templo en el que se elige y corona a los Papas. La construcción del edificio se llevó a cabo entre 1473 y 1481 durante el mandato del Papa Sixto IV, a quien debe su nombre actual. El arquitecto encargado de la construcción fue Giovanni de Dolci, siendo la única obra por la que se le recuerda. Lo que llama la atención de la Capilla Sixtina no es su arquitectura, sino los frescos que recubren por completo las paredes y el techo. Algunos de los artistas más importantes que trabajaron en ella son Botticelli, Perugino, Luca o Miguel Ángel. Todos los frescos del techo de la Capilla Sixtina son obra de Miguel Ángel, que tardó cuatro años en pintar la bóveda, desde 1508 hasta 1512. Si algo destaca en las imágenes del techo son las nueve historias del génesis que ocupan la parte central: Están representadas las escenas desde la Embriaguez de Noé hasta la Separación de la Luz de la Oscuridad.

• La Creación de Adán: Sin duda alguna, La Creación de Adán es la imagen más conocida de la Capilla Sixtina. Se encuentra situada en la parte central de la bóveda y representa la historia del Génesis en la que Dios da la vida a Adán. • El : Sobre el altar mayor y con unas dimensiones grandiosas (13,7 por 12,2 metros) se encuentra la otra obra maestra de Miguel Ángel, El Juicio Final, que representa el Apocalipsis de San Juan. Decorar el ábside ocupó a Miguel Ángel cinco años de su vida, desde 1536 hasta 1541. Fue un encargo del Clemente VII para cubrir los murales que existían hasta ese momento. Para visitar la Capilla Sixtina tenéis que acceder por los Museos Vaticanos, la atracción de Roma -y de Europa- con mayores colas de entrada. En días saturados podéis perder hasta 4 horas en la cola. La mejor opción para evitar las colas y no perderos detalle, es reservar nuestra visita guiada por el Vaticano en español. Incluye los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro. Veréis lo imprescindible, aprenderéis y ganaréis tiempo para disfrutar la ciudad. Si preferís hacer la visita por libre, la mejor hora para ir es sobre las 13:00 horas en diario. Es imprescindible evitar los últimos domingos de cada mes (es gratis) y la Semana Santa. También es recomendable evitar los fines de semana, sobre todo en temporada alta. Plaza de España La Plaza de España es uno de los lugares más concurridos de Roma. Su monumental escalinata es lugar de encuentro de romanos y turistas y ha sido escenario de un sinfín de películas. Su nombre (Piazza Spagna) viene dado por la ubicación de la embajada española ante la Santa Sede en dicha plaza desde el siglo XVII. La Plaza de España está situada en una de las mejores zonas de Roma: la Via dei Condotti (famosa calle para ir de compras), la Via Frattina y la Via del Babuino (con varios palacios del siglo XVII y XVIII) son algunas de las calles más destacadas de la ciudad. Caminando por la Via del Babuino llegaréis hasta la Plaza del Popolo, donde se encuentra el obelisco flaminio, un obelisco de 24 metros que antiguamente adornaba el Circo Máximo. Subiendo por sus escaleras llegaréis hasta la Terraza del Pincio, uno de los mejores miradores de Roma. Las escaleras de la plaza, construidas a principios del siglo XVIII para comunicar la plaza con la Iglesia de Trinità dei Monti, son la zona más especial de la plaza. En el mundo de la moda los 135 peldaños de la escalinata son conocidos ya que en ellos se celebra el desfile Donne Sotto le Stelle. Este acontecimiento se celebra a mediados de julio y hace que la Plaza de España se vista de gala. Resulta agradable sentarse en las escaleras de la Plaza de España, un lugar de encuentro para los ciudadanos locales y de merecido descanso para los turistas. La fuente situada en el centro de la plaza fue diseñada por Pietro Bernini para el Papa Urbano III. Su construcción concluyó en 1627 a manos de su afamado hijo, Gian Lorenzo Bernini. La Fontana della Barcaccia posee forma de barco y tiene grabados los emblemas de la familia Bernini: soles y abejas. Panteón de Agripa El Panteón de Roma es la obra arquitectónica mejor conservada de la antigua Roma y una de las obras maestras de la arquitectura de la capital italiana. También conocido como el Panteón de Roma, es una de las obras maestras de la arquitectura de la capital italiana. Es el edificio mejor conservado de la antigua Roma. La construcción del Panteón actual se llevó a cabo en tiempos de Adriano, en el año 126 d.C. El nombre de Agripa viene dado porque el lugar en el que está construido el edificio actual estaba anteriormente ocupado por el Panteón de Agripa, construido en el año 27 a.C., que quedó destruido debido a un incendio en el año 80 d.C. A principios del siglo VII el edificio fue donado al Papa Bonifacio IV y éste lo transformó en una iglesia, por lo que en la actualidad presenta un perfecto estado de conservación. Lo que más sorprende de la arquitectura del Panteón son sus medidas: el edificio circular mide exactamente lo mismo de diámetro que de altura: 43,30 metros. La cúpula, con el mismo diámetro, es mayor que la de la Basílica de San Pedro. En el centro de la cúpula se abre un óculo de 8,92 metros de diámetro, que permite que la luz natural ilumine todo el edificio. La fachada rectangular, que oculta la enorme cúpula, está compuesta por 16 columnas de granito de 14 metros de altura, sobre las cuales se puede ver la inscripción "M.AGRIPPA.L.F.COS.TERTIVM. FECIT", que significa “Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, lo hizo". En el interior del Panteón se encuentran las tumbas de numerosos reyes de Italia y multitud de obras de arte. El personaje más conocido que se encuentra enterrado en el Panteón es sin duda el pintor y arquitecto renacentista Rafael. Los alrededores del Panteón suelen estar repletos de gente a cualquier hora, tanto fotografiando el imponente edificio, como tomando una cena típica en alguna de las terrazas de la Piazza de la Rotonda mientras disfrutan del espectáculo proporcionado por diferentes artistas callejeros. Catacumbas de Roma San Sebastián, San Calixto, Domitila, Priscila y Santa Inés. Conoce las catacumbas que se conservan en Roma, descubre cuál era su función y cómo visitarlas. Las catacumbas son galerías subterráneas que fueron utilizadas como lugar de enterramiento durante varios siglos. Los enterramientos de los ciudadanos paganos, judíos y los primeros cristianos de Roma en las catacumbas comenzaron a realizarse en el siglo II y no se verían finalizados hasta el siglo V. La palabra catacumba, que viene a significar "al lado de la cantera", proviene del hecho de que las primeras excavaciones para ser utilizadas como lugar de enterramiento fueron realizadas a las afueras de Roma, junto al terreno de una cantera. Los cristianos no estaban de acuerdo con la costumbre pagana de incinerar los cuerpos de sus fallecidos por lo que, para solucionar los problemas debidos a la falta de espacio y al alto coste de la tierra, decidieron crear estos vastos cementerios bajo tierra. Las catacumbas poseen infinidad de galerías subterráneas que forman auténticos laberintos de varios kilómetros, a lo largo de los cuáles se excavaron varias filas de nichos rectangulares. Los cadáveres envueltos en una sábana se colocaban en los nichos, que posteriormente se cerraban con lápidas de mármol y, de forma más común, con barro cocido. Posteriormente se grababa el nombre del difunto sobre la tapa, acompañado por un símbolo cristiano. La ley romana de la época prohibía que se diera sepultura a los difuntos en el interior de la ciudad, por lo que todas las catacumbas se situaron en el exterior de los muros. Estos lugares apartados y ocultos bajo tierra constituían el refugio perfecto en el que los cristianos podían dar sepultura a los suyos, utilizando de un modo libre los símbolos cristianos. Con la firma del Edicto de Milán, en el año 313, cesó la persecución a los cristianos, por lo que pudieron comenzar a construir iglesias y adquirir terreno sin temor a que les fuera confiscado. A pesar de esto continuaron utilizando las catacumbas como cementerios hasta el siglo V. Durante la invasión de los bárbaros en Italia en el siglo VIII, muchas catacumbas sufrieron continuos saqueos, por lo que los Papas hicieron trasladar las reliquias que aún conservaban hasta las iglesias de la ciudad. Después de los traslados algunas catacumbas fueron abandonadas por completo y quedaron en el olvido durante varios siglos. En Roma existen más de sesenta catacumbas compuestas por cientos de kilómetros de galerías subterráneas, que alojan miles de tumbas. En la actualidad sólo se encuentran abiertas al público cinco de ellas:

• Catacumbas de San Sebastián (Via Appia Antica, 136): Estas catacumbas de 12 kilómetros de extensión deben su nombre a San Sebastián, un soldado que fue martirizado por convertirse al cristianismo. Junto con las de San Calixto son las mejores que se pueden visitar. De lunes a sábado de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00 horas. • Catacumbas de San Calixto (Via Appia Antica, 126): Con una red de galerías de más de 20 kilómetros de extensión, las tumbas de San Calixto fueron el lugar de enterramiento de 16 pontífices y decenas de mártires cristianos. De jueves a martes de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00 horas. • Catacumbas de Priscila (Via Salaria, 430): Conservan algunos frescos muy importantes para la historia del arte, como las primeras representaciones de la Virgen María. De martes a domingo de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00 horas. • Catacumbas de Domitila (Via delle Sette Chiese, 280): Descubiertas en 1593, estas catacumbas de más de 15 kilómetros de recorrido deben su nombre a la nieta de Vespasiano. De miércoles a lunes: de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00 horas. • Catacumbas de Santa Inés (Via Nomentana, 349): Tras ser martirizada por su fe cristiana, Santa Inés fue enterrada en las catacumbas que posteriormente tomaron su nombre. De 9:00 a 12:00 y de 16:00 a 18:00 horas, cierra domingo por la mañana y lunes por la tarde. Para visitar las catacumbas tenéis varias opciones:

• Tour en español: reservar una visita es la forma más fácil de visitar las catacumbas y los monumentos de la Via Appia. Aquí podéis reservar nuestro tour en español, que incluye transporte, entradas y guía oficial. • Autobús público: aunque es la forma más económica de llegar, podréis perder bastante tiempo yendo por libre. Las líneas 118 y 218 llevan hasta San Calixto y San Sebastián, y las líneas 218 y 716 hasta Domitila. Campo dei Fiori El Campo dei Fiori (Campo de flores) es una de las principales plazas de Roma, animada tanto de día, con su particular mercadillo, como durante la noche, cuando sus terrazas se llenan de turistas y locales. La Plaza de Campo dei Fiori fue construida en el año 1456 por encargo del Papa Calixto III en el lugar donde se ubicaba un campo de flores, del cual tomó su nombre la plaza. Tras la remodelación de la zona y la construcción de varios edificios importantes como el Palacio Orsini, la plaza se convirtió en un lugar muy frecuentado por las personalidades más importantes. El Campo dei Fiori se convirtió en un lugar muy próspero, repleto de talleres artesanos y albergues, y se montaban mercados de caballos dos veces por semana. La plaza también era el lugar en el que se celebraban las ejecuciones públicas, algo que se encarga de recordar la impresionante estatua de Giordano Bruno situada en el centro de la plaza. Este filósofo fue quemado en la plaza en el año 1600 acusado de herejía, y en 1889 se levantó el monumento en su honor. En la actualidad el Campo dei Fiori es uno de los lugares más populares de la capital. Todas las mañanas de lunes a sábado, desde el año 1869, se monta un mercadillo en el que se venden alimentos, flores y productos variados. Por la noche se convierte en una zona muy agradable para cenar en alguna de sus terrazas. Plaza del Campidoglio La Plaza del Campidoglio o Plaza del Capitolio está situada en la cima de la Colina Capitolina y es la primera plaza moderna que se diseñó en Roma. Tras la visita a Roma del emperador Carlos I en 1536, el Papa Pablo III Farnese quedó avergonzado por el aspecto de la Colina Capitolina y encargó a Miguel Ángel el diseño de una nueva plaza: la Plaza del Campidoglio o Plaza del Capitolio. Miguel Ángel diseñó la plaza de forma que estuviera orientada hacia la Basílica de San Pedro, que constituía el centro político de la ciudad en aquella época. También planteó la construcción de otro palacio (Palacio Nuevo) y rediseñó el Palacio de los Conservadores, dotando a ambos de una gran armonía con el Palazzo Senatorio. En el centro de la plaza se instaló una imponente estatua ecuestre de Marco Aurelio realizada en bronce, que en la actualidad se encuentra resguardada en el Palacio de los Conservadores. La que se encuentra en la plaza en la actualidad es una fiel reproducción. Debido a que las obras fueron demasiado lentas, Miguel Ángel no vivió para ver su obra finalizada, aunque, a pesar de esto, la construcción se realizó siguiendo fielmente sus planos. La Plaza del Campidoglio es uno de los principales focos turísticos de la ciudad, no sólo por su céntrica situación o porque en ella se encuentran situados los Museos Capitolinos, sino porque en la esquina entre el Palazzo Senatorio y el Palazzo Nuovo se encuentra situada la escultura de la mítica Loba Capitolina que forma parte de la Leyenda de Rómulo y Remo. Hay que recordar que la loba que se encuentra sobre la columna es sólo una copia, ya que la original está resguardada en los Museos Capitolinos. Plaza Barberini Es conocida por albergar las fuentes del Tritón y de las Abejas, realizadas por Bernini. La Plaza Barberini, construida en 1625 bajo las órdenes del cardenal Francesco Barberini, se encuentra situada al final de la Via Veneto, y resulta especialmente llamativa gracias a las dos fuentes realizadas por Bernini. A escasa distancia de la plaza se encuentra el Palacio Barberini, un espléndido palacio barroco en el que se ubica la Galería Nacional de Arte Antiguo. En el centro de la plaza se sitúa la Fontana del Tritone (Fuente del Tritón), realizada en 1643, en la que cuatro delfines sostienen al dios marino Tritón mientras este hace brotar un chorro de agua de una caracola. La fuente, realizada en travertino (roca sedimentaria) es una de las fuentes más notables realizadas por Bernini. Algo más escondida en una de las esquinas de la plaza se encuentra la Fontana delle Api (Fuente de las Abejas), que constituye una de las obras más modestas de Bernini. Construida en 1644 en honor al Papa Urbano VIII Barberini, la fuente está decorada con grandes abejas que constituyen el emblema de la familia Barberini. Plaza de la República Construida durante el desarrollo urbanístico llevado a cabo tras la capitalidad de Roma, la Plaza de la República (Piazza della Repubblica) es una de las principales plazas de la ciudad y una de las más bellas. La Plaza de la República está formada por una gran rotonda en la que se sitúa una preciosa fuente, rodeada por imponentes edificios a un lado y un templo con apariencia derruida al otro. También es conocida como la Plaza de la Exedra, ya que se encuentra situada en el lugar en el que se construyó una exedra (construcción descubierta de planta semicircular con asientos) en tiempos de Diocleciano. En el centro de la Plaza de la República se alza majestuosa Fuente de las Náyades, construida entre 1870 y 1888 con las figuras de cuatro leones. En 1901 los leones fueron sustituidos por las estatuas de cuatro ninfas desnudas que representan el agua, que lograron escandalizar a la gente de la época. La Plaza de la República es uno de los puntos de interés en la ciudad. Después de fotografiar la fuente y los magníficos edificios situados en la plaza, también se pueden visitar las cercanas Termas de Diocleciano y la Basílica de Santa María de los Ángeles. Plaza del Popolo La Plaza del Popolo se encuentra situada al comienzo de la Vía Flaminia y constituía la entrada a la ciudad en tiempos del Imperio. Actualmente continúa siendo un importante cruce de caminos. Mirando en dirección sur, desde la plaza nacen tres importantes calles; a la izquierda la Vía del Babuino, a la derecha la Vía di Ripetta y en el centro la Vía del Corso, una de las principales arterias comerciales de la ciudad. En el centro de la plaza se sitúa un obelisco egipcio de 24 metros dedicado a Ramsés II, conocido como Obelisco Flaminio. Ubicado en el Circo Máximo desde el año 10 a.C., fue trasladado hasta la Plaza del Popolo en 1589. Gran parte de los turistas que se acercan hasta la Piazza del Popolo lo hacen para visitar la Iglesia de Santa María del Popolo, en la que se pueden ver dos magníficas obras de Caravaggio además de interesantes obras renacentistas. En la plaza se encuentran además las iglesias de Santa María dei Miracoli y Santa María in Montesanto, dos templos aparentemente gemelos que ocultan algunas diferencias. Las mejores vistas de la plaza se obtienen desde los Jardines del Pincio, subiendo por las escaleras de su parte este. Plaza Colonna Situada sobre la Vía del Corso, la Plaza Colonna debe su nombre a la impresionante columna de mármol que se encuentra en ella desde el año 193. La Plaza Colonna es una plaza rectangular rodeada por imponentes edificios entre los que destacan el Palacio Chigi (sede del gobierno italiano), la Iglesia de Santi Bartolomeo ed Alessandro dei Bergamaschi, el Palacio Wedekind y el Palacio Ferraioli. En uno de los laterales de la plaza se encuentra una fuente construida en 1577 por Giacomo della Porta, en la que se pueden ver dos grupos de delfines con las colas entrelazadas. En la Plaza Montecitorio, situada a escasos metros de la Plaza Colonna, se encuentra la sede del Parlamento. La Columna de Marco Aurelio: Levantada entre los años 176 y 192, la columna fue erigida tras la muerte del emperador Marco Aurelio para celebrar sus victorias en las Guerras Marcomanas. La columna está construida con un relieve en espiral con un estilo similar al de la Columna de Trajano. En la parte superior se encuentra una estatua de bronce de San Pablo que fue colocada allí en 1589. Plaza del Quirinale Situada en la más alta de las siete colinas de Roma, la Plaza del Quirinale ofrece unas espléndidas vistas de la ciudad. Tres de sus lados se encuentran flanqueados por imponentes edificios. Uno de los elementos más llamativos de la plaza es el obelisco que se encuentra situado junto a las estatuas en las que Cástor y Pólux, patronos de los jinetes, aparecen domando a unos caballos. Antes de ser trasladadas a la plaza, las estatuas estuvieron colocadas en la entrada de las Termas de Constantino, mientras que el obelisco adornaba el Mausoleo de Augusto. Construido en 1573 como residencia de verano para el papado, el Palacio Quirinale se convirtió en la residencia real italiana tras la unificación de Italia. Desde 1947 el edificio funciona como residencia para el presidente de la República. Todos los días a las 15:00 horas tiene lugar la ceremonia del cambio de guardia frente al Palacio Quirinale. Aunque no es tan conocido como el cambio de guardia de Londres, merece la pena acudir para ver el espectáculo disfrutando de la música festiva que toca la banda. Trastevere El Trastevere es uno de los barrios más agradables de la ciudad. Su aire bohemio y tranquilo es capaz de encandilar a los turistas mientras que no deja de atraer a los asiduos ciudadanos romanos. La vida en el barrio se concentra especialmente alrededor de la Piazza di Santa María in Trastevere, en la que se encuentra la antiquísima Basílica de Santa María en Trastevere. La gran fuente de enfrente del templo sirve como lugar de encuentro, para descansar, o bien para tomar un helado durante los días más calurosos. Un paseo por las estrechas calles empedradas del Trastevere muestra tesoros ocultos como algunas modestas iglesias medievales, pequeñas tiendecitas con los objetos más peculiares, o bien algunas escenas de la vida cotidiana que parecen sacadas de siglos pasados. El Trastevere es una de las mejores zonas de restaurantes de Roma y resulta muy agradable pasear por sus calles, sobre todo cuando cae la noche y llega la hora de cenar. Tanto los que busquen las tabernas más tradicionales, como los que prefieran los locales más modernos e innovadores, podrán satisfacer sus deseos en el Trastevere. Villa Borghese La Villa Borghese de Roma es uno de los parques urbanos más grandes de Europa. El Estado adquirió los jardines a la familia Borghese en 1901 y los abrió al público el 12 de julio de 1903. Lo que diferencia a la Villa Borghese de otros grandes parques como Hyde Park o Central Park, es la perfecta combinación entre la naturaleza y el arte de Roma. En sus jardines se pueden ver edificios, esculturas, monumentos y fuentes de famosos artistas de diferentes épocas. Si tenéis tiempo suficiente en Roma, viajáis con niños o buscáis un poco de relax, la Villa Borghese es una parada obligatoria en vuestro itinerario. Si queréis recorrer la Villa Borghese y aprovechar para hacer deporte, es posible alquilar patines, bicicletas y otros medios de transporte en las entradas principales. Mercado de Trajano Construido entre los años 100 y 110 d.C., el Mercado de Trajano es el primer centro comercial cubierto de la historia. El Mercado de Trajano acoge en la actualidad el Museo de los Foros Imperiales. Fue construido entre los años 100 y 110 d.C. como el primer centro comercial cubierto de la historia. El complejo se construyó en ladrillo y estaba formado por seis plantas a lo largo de las cuales se distribuían más de 150 locales comerciales. Al visitar el museo es posible recorrer las diferentes partes que se conservan del mercado, además de visitar las exposiciones en las que se muestran los diferentes aspectos de los Foros Imperiales. Las exposiciones constan de maquetas y vídeos que acompañan a los diferentes restos que se conservan de los Foros Imperiales para tratar de transportar a los visitantes hasta la época clásica romana. Aunque no goza de tanta fama como el Coliseo, el Mercado de Trajano conserva una importante parte de su aspecto original y constituye una visita realmente interesante. Termas de Caracalla Las Termas de Caracalla fueron uno de los mayores y más espectaculares centros termales de la antigüedad. Construidas entre los años 212 y 216 bajo el mandato de Marco Aurelio Antonino Basiano, más conocido como el emperador Caracalla, las Termas de Caracalla fueron uno de los mayores y más espectaculares complejos termales de la antigüedad. A pesar de que hoy sólo quedan muros de ladrillo y grandes bóvedas desplomadas, aún se conservan los restos del esplendor que siglos atrás reinaba en las Termas de Caracalla. Las termas eran uno de los pasatiempos preferidos por los romanos, que acudían a ellas con regularidad tanto para mantener su higiene, como para mejorar sus relaciones sociales. En el vasto recinto que ocupaban las termas, los ciudadanos podían no sólo utilizar los baños públicos, sino que también dedicaban su tiempo a hacer ejercicio, acudir a la biblioteca, pasear por los jardines o rendir culto al dios Mitra y otras divinidades paganas visitando el templo. Las termas constituyen una maravilla arquitectónica teniendo en cuenta la fecha de su construcción, ya que contaban con efectivos sistemas de abastecimiento de agua, así como de calefacción y desagüe. Los hornos de leña que alimentaban los esclavos servían para calentar los suelos y paredes de las termas, además del agua. Revestidas de mármol y decoradas con preciadas obras de arte, las Termas de Caracalla fueron las más suntuosas que se construyeron en la antigüedad. Aunque posteriormente fueron superadas en extensión por las Termas de Diocleciano, éstas no fueron capaces de igualar su esplendor. Tras permanecer en funcionamiento durante más de trescientos años, las termas dejaron de utilizarse de forma obligada en el año 537 cuando los acueductos que abastecían de agua a la ciudad fueron destruidos por los bárbaros. Las esculturas y materiales valiosos que decoraban las termas fueron saqueados y, posteriormente, en el año 847 un terremoto sacudió el edificio destruyendo parte de él. A pesar del paso de los siglos y a los saqueos que sufrieron las termas, aún conservan la planta de los edificios y gran parte de las impresionantes paredes que formaban el recinto. Dando uso a la imaginación es posible sumergirse en el esplendor de tiempos pasados. Castillo de Sant'Angelo Conocido como Mausoleo de Adriano, el Castillo Sant'Angelo es una fortaleza situada en el margen derecho del río Tíber, a escasa distancia de la Ciudad del Vaticano. La construcción del edificio comenzó en el año 135 bajo las órdenes del emperador Adriano, que pretendía utilizarlo como mausoleo para él y su familia. La edificación concluyó en el año 139, convirtiéndose, poco tiempo después, en un edificio militar que en el año 403 se integraría a la Muralla Aureliana. El año 590, mientras una gran epidemia de peste devastaba la ciudad, el Papa Gregorio I tuvo una visión del Arcángel San Miguel sobre la cima del castillo, anunciando el fin de la epidemia. En recuerdo de la aparición el edificio se encuentra coronado por la estatua de un ángel. En el año 1277 se construyó un corredor fortificado de 800 metros de longitud que conectaba el castillo con la Ciudad del Vaticano para que el Papa pudiera escapar en caso de que se encontrara en peligro. Durante los asedios ocurridos en Roma durante 1527, el Papa Clemente VII utilizó la fortaleza como refugio. El Castillo de Sant'Angelo está dividido en cinco plantas a las que se accede a través de una rampa en espiral que lleva primeramente hasta la cámara de las cenizas y posteriormente hasta las celdas en las que permanecieron encerrados algunos personajes históricos. Avanzando hacia la parte superior del castillo se pueden visitar diferentes estancias que funcionaron como residencia Papal, decoradas con frescos de la época renacentista conservados a la perfección, además de las extensas colecciones de armas. En la planta superior está situada una gran terraza desde la que se pueden obtener valiosas fotografías de la ciudad desde las alturas. Además de las vistas panorámicas y de algunas salas espléndidamente decoradas, la visita del Castillo Sant'Angelo no merece mucho la pena. Encontraréis salas más espectaculares en casi cualquiera de los museos de Roma. Monumento a Víctor Manuel II El Monumento Nazionale a Vittorio Emanuele II, conocido también como Vittoriale, es un imponente edificio situado en la Piazza Venezia. Fue inaugurado en 1911 para rendir homenaje a Víctor Manuel II, primer rey de Italia tras su unificación. En su interior se encuentran el Instituto para la Historia del Risorgimento italiano y el Museo Central del Risorgimento. Desde 1921 el Monumento a Víctor Manuel acoge la tumba del soldado desconocido, un lugar en el que brilla la llama eterna y se encuentra siempre custodiado por dos soldados. El colosal monumento de 135 metros de anchura y 70 metros de altura está compuesto por decenas de majestuosas columnas corintias e interminables escaleras, todo ello realizado en mármol blanco. Una escultura ecuestre de Víctor Manuel realizada en bronce preside el conjunto y dos cuadrigas guiadas por la diosa Victoria coronan el pórtico de 16 columnas. El monumento fue muy criticado desde su construcción, ya que fue necesario derribar numerosos edificios de gran valor para dejar libre suficiente espacio, y entre los ciudadanos italianos no llegó a cuajar la idea de instalar un edificio tan llamativo y recargado junto al resto de los edificios clásicos que lo rodean. Uno de los mayores atractivos del Monumento a Víctor Manuel son las vistas panorámicas que se obtienen desde la terraza situada a la altura de las cuadrigas. Los ascensores panorámicos son la única forma de acceder a la parte superior del monumento, pero las bonitas vistas hacen que merezca la pena subir. La base del monumento acoge el Museo del Risorgimento, un museo dedicado a la unificación de Italia en el que se exponen armas, banderas y otros objetos relacionados con este momento histórico que, si bien es esencial para los ciudadanos italianos, para los turistas no resulta un tema demasiado interesante. El Monumento Nazionale a Vittorio Emanuele II es uno de los edificios más llamativos de toda la ciudad. Sus impresionantes dimensiones y el brillo del sol reflejado en su blanco mármol hacen que sea el foco de las fotografías de miles de turistas cada día. Basílica de Santa María la Mayor La Basílica de Santa María la Mayor (Basilica di Santa Maria Maggiore) es una antigua basílica católica considerada la más grande de las iglesias dedicadas a la Virgen María en Roma siendo una de las cuatro basílicas mayores de la ciudad. Edificada sobre un templo pagano que rendía culto a la diosa Cibeles, la Basílica de Santa María la Mayor fue construida a mediados del siglo IV bajo las órdenes del Papa Liberio. Según la leyenda, la Virgen apareció ante el Papa indicándole las instrucciones para la construcción de la iglesia, y la forma de la planta fue diseñada por una milagrosa nevada. Con el paso de los años la basílica ha tenido nombres muy variados, como Santa María de las Nieves (debido a la nevada que indicó la forma de la iglesia), Santa María Liberiana (debido al Papa Liberio), Santa María del Pesebre (al recibir una reliquia del Santo Pesebre), y por último fue llamada Santa María la Mayor, ya que es la mayor de las 26 iglesias de Roma dedicadas a la Virgen María. La basílica muestra estilos arquitectónicos muy variados, desde el paleocristiano hasta el barroco. El edificio completo fue restaurado y reformado durante el siglo XVIII, por lo que la fachada y una gran parte de la decoración interior procede de este periodo. A pesar de esto, la iglesia conserva el campanario, algunos mosaicos y suelos de mármol del periodo medieval y algunas columnas jónicas procedentes de otros edificios de la antigua Roma, además de los espléndidos mosaicos del siglo V. La decoración del techo se conserva desde el periodo del Renacimiento, mientras que las cúpulas y las capillas pertenecen a la época Barroca. Probablemente lo más llamativo de la Basílica de Santa María la Mayor sean las diferentes partes que contiene pertenecientes a periodos tan variados de la historia. Al igual que si estuviera formada por retales, la iglesia resume las etapas más importantes por las que pasó el arte cristiano en Roma. Basílica de Santa María en Trastevere Fundada por el Papa Calixto I en el siglo III, cuando el cristianismo aún era un culto minoritario, la Basílica de Santa María en Trastevere conserva su carácter medieval a pesar de las reformas sufridas con el paso de los años. Exteriormente la iglesia destaca por los impresionantes mosaicos dorados de la fachada y por su campanario, que data del siglo XII. Una vez en el interior, el edificio se divide en tres naves por medio de una veintena de columnas procedentes de las Termas de Caracalla. A pesar de los preciosos retablos y otros elementos decorativos que inundan la iglesia, los ojos de los visitantes se centran especialmente en el mosaico dorado situado en el ábside. A la izquierda del Altar Mayor se puede visitar la Capilla Altemps, decorada con estilo barroco, en la que se puede ver a la Madonna de la Clemenza, una imagen de la Virgen realizada a tamaño real. Al principio de la nave a mano izquierda se encuentra la escultura de San Antonio, famosa por conceder deseos. Son muchas las personas que dejan sus peticiones. La Iglesia de Santa María en Trastevere está situada en un emplazamiento muy especial, en el bohemio y encantador barrio del Trastevere, por lo que lo más común es pasar en diversas ocasiones junto al templo, que bien merece una visita. Basílica de Santa María de los Ángeles Santa María de los Ángeles (Santa Maria degli Angeli e dei Martiri) fue diseñada por Miguel Ángel y es la única iglesia renacentista de Roma. La iglesia Santa María de los Ángeles, situada junto a la Plaza de la República, es una de las más especiales de la ciudad debido a su aspecto exterior derruido que contrasta con un amplio y espectacular interior. El terreno en el que se encuentra la Basílica de Santa María de los Ángeles estaba ocupado por las Termas de Diocleciano, una impresionante demostración de la grandeza del imperio romano hasta que, en un intento por conquistar Roma, los Godos cortaron el suministro de agua de todos los acueductos de la ciudad, por lo que las termas quedaron en el abandono. Las termas se transformaron en un lugar peligroso repleto de bandidos, bodegas y prostitución hasta que, durante el Renacimiento, los terrenos fueron adquiridos por el cardenal francés Giovanni du Bellay que los transformó en una preciosa villa rodeada de jardines. Un sacerdote siciliano propuso la construcción de una iglesia sobre las Termas de Diocleciano, con el fin de dedicarla al recuerdo de todos los esclavos cristianos que fallecieron durante la construcción de las termas. Tras varias decenas de años, los esfuerzos del sacerdote se vieron recompensados en 1560, cuando el Pontífice Pio IV encargó a Miguel Ángel que transformara parte de las termas en una iglesia. El interior de Santa María de los Ángeles resulta sorprendente tras contemplar su aspecto exterior derruido. Con unas dimensiones impresionantes, el templo posee una rica decoración en la que destacan los grandes frescos de las paredes y las enormes columnas de mármol de diferentes colores. En el suelo se puede ver la línea Meridiana trazada por Francesco Bianchini en 1703, que indicaba el mediodía y la llegada de los solsticios y los equinoccios, además de funcionar como calendario. La iglesia cuenta con un órgano monumental de reciente adquisición que, con sus 5.400 tubos, es capaz de dejar embelesados a los visitantes que tienen la suerte de escucharlo en la inmensidad del templo. En Roma se pueden visitar infinidad de iglesias de todos los tamaños y colores, pero, sin duda alguna, la basílica de Santa María de los Ángeles es una de las más especiales y llamativas de la ciudad. Basílica de San Pietro in Vincoli La Basílica de San Pietro in Vincoli (San Pedro Encadenado) fue construida en el siglo V para albergar las cadenas con las que San Pedro fue encarcelado en Jerusalén. La iglesia también es conocida por su famosa escultura del Moisés de Miguel Ángel. Cuenta la leyenda que la emperatriz Eudoxia regaló al Papa León I una de las cadenas con las que San Pedro fue encarcelado en Jerusalén, y éste ordenó la construcción del templo para albergarla. Años más tarde, la segunda cadena fue llevada a Roma, donde milagrosamente se unió a la anterior. La Basílica de San Pietro in Vincoli es un templo diferente a los demás por su sencillez y su escasa decoración. Bajo el Altar Mayor se encuentra el relicario en el que se guardan las cadenas de San Pedro, el elemento más importante de la iglesia. Otro de los principales atractivos de la basílica es el mausoleo del Papa Julio II, compuesto por una impresionante estatua de Moisés realizada por Miguel Ángel entre los años 1505 y 1515. El mausoleo se encuentra sumido en la penumbra hasta que alguno de los visitantes decide hacer una donación que sirve para iluminarlo, una práctica muy extendida en la mayoría de las iglesias en Roma. Entre los pequeños altares situados en los laterales de la basílica resultan destacables los que se encuentran situados en el lado izquierdo, donde se pueden observar algunos frescos con curiosas representaciones de esqueletos e imágenes poco comunes en una iglesia. La Basílica de San Pietro in Vincoli es recomendable no sólo por su decoración, bastante diferente a la de la mayoría de los templos romanos, sino también para contemplar la impresionante escultura del Moisés de Miguel Ángel. Visitas cerca de Roma A pesar de que Roma es una ciudad con suficiente atractivo para pasar meses en ella, son muchos los viajeros que deciden conocer los alrededores de la capital. Pompeya, Herculano, las villas de Tívoli o Florencia son visitas que merecen mucho la pena.

• Villa Adriana: La Villa Adriana se construyó porque el emperador Adriano no se encontraba feliz en el palacio del Monte Palatino. Conoce su historia y sus secretos. • Villa del Este: La Villa del Este es una suntuosa residencia renacentista que destaca, además de por su belleza, por sus majestuosos jardines. Conoce la Villa del Este. • Ostia Antica: Ostia Antica fue una de las más florecientes ciudades romanas gracias a su situación como importante centro comercial y portuario. Conócela. • Pompeya: Pompeya fue una ciudad de la antigua Roma que quedó sepultada por la gran erupción del Vesubio en el año 79 d.C. Conoce su historia y sus secretos. • Herculano: Situada en la región de Campania, la ciudad de Herculano sucumbió a la terrible explosión del Vesubio en el año 79. Conoce su historia y sus secretos. Dónde comer en Roma Además de los diferentes tipos de pasta y las pizzas, Roma cuenta muchos otros platos característicos, como la bruschetta (pan tostado, aceite, ajo y sal), los panini (sándwich típico), diferentes tipos de carnes y pescados condimentados con especias (como el famoso pescado a la romana), el carpaccio, los quesos (especialmente el pecorino) y algunos embutidos (bresaola, mortadela, prosciutto y saltimbocca). Los helados artesanales romanos merecen una sección especial en este apartado ya que, al igual que en Venecia, éstos son mucho mejores y más baratos que en España. Es posible encontrar cientos de heladerías artesanales por toda la ciudad que se encuentran abiertas durante todo el año. MARWAN VIAJES RECOMIENDA:

• MERCATO CENTRALE, en Via Giovanni Giolitti, 36. • TONNARELLO, en Via della Paglia 1. • ALLBIBOX, en Via F. Grimaldi, 48/50. • PINSERE, en Via Flavia, 98. • PIZZERIA DA BAFFETTO, en Via del governo Vecchio, 114. • OSTERIA DEGLI UBERTINI, en Via Guglielmo Degli Ubertini, 77. • Cervecería “Open Baladin”, en Via degli Specchi, 6. • Cervecería “Birreria Marconi”, en Via di Santa Prassede, 9c. • Cervecería “L'Antica Birreria Peroni”, en Via di S. Marcello, 19. • Cervecería “Birreria Trilussa”, en Via Benedetta, 19. No olvides los hashtags para Instagram/Facebook #MARWANEANDO EN #ROMA CON #MARWANVIAJES MARWAN VIAJES | Calle Canarias, Local 1 A

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