Origen de una tradición La danza de los Chinelos se remonta al año de 1807 en el pueblo morelense de . La versión más difundida so- bre su origen hace referencia a las rencillas que existían entre españoles e indígenas por la exclusión de estos últimos en la fes- tividad de carnaval. En respuesta a este rechazo, los jóvenes indígenas comenzaron a disfrazarse cu- briendo su rostro y vistiendo ropa vieja de distintos colores para imitar y hacer burla de las fiestas de carnaval organizadas por los españoles. Con el paso del tiempo, el atuendo origi- nal del chinelo se vio enriquecido con di- versos detalles estéticos; fue así como se comenzaron a utilizar máscaras de madera alusivas al rostro de los colonizadores es- pañoles para intensificar la sátira indígena.

El brinco del chinelo Para ejecutar la danza de los Chinelos, los danzantes colocan las manos en el pecho y dan saltos al ritmo de una banda de músi- ca que acompaña su desfile por las calles. Dónde ver a los chinelos Según datos históricos, el peculiar brinco La temporada típica en la que hacen su aparición los chinelos que realizan los bailarines es una remem- es previo a la Cuaresma, durante los desfiles carnavalescos branza de los saltos de alegría de la tribu que se realizan en los pueblos de Yautepec, Oaxtepec, Oa- prehispánica tlahuica cuando halló su tierra calco, Cualtlixco, , Totolapan y, por supuesto, Tepozt- prometida después de un largo peregrinaje. lán, todos ubicados en el estado de , muy cercanos El “brinco” consiste en saltar ágilmente a la Ciudad de México y a la ciudad de . con la punta de los pies, desencadenán- dose ligeramente para dar la impresión de ser títeres manipulados por hilos. Los Los chinelos bailan en grupo, cerca uno danzantes saltan con energía y avanzan del otro, se dan energía entre ellos. Cada dando vueltas con lentitud, a la manera de uno tiene un estilo propio que desarrolla los incansables brincadores chinelos, que desde su niñez, y cada día de carnaval au- resisten al calor y aguantan sus pesados menta su intensidad en el baile, entrando sombreros por largas horas. cada vez más en el juego.

Durante las fiestas del carnaval en el Pueblo Mágico de Tepoztlán, Morelos, los chinelos lucen sus originales máscaras mientras danzan al compás de la música

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