NUEVAS LOCALIZACIONES ARQUEOLÓGICAS AL AIRE LIBRE DEL PALEOLÍTICO INFERIOR 39 Y MEDIO EN LAS CUENCAS DEL GOBELA Y DEL UDONDO (BIZKAIA)

KOBIE SERIE PALEOANTROPOLOGÍA Nº 32: 39-60 Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia - 2013 ISSN 0214-7971

NUEVAS LOCALIZACIONES ARQUEOLÓGICAS AL AIRE LIBRE DEL PALEOLÍTICO INFERIOR Y MEDIO EN LAS CUENCAS DEL GOBELA Y DEL UDONDO (BIZKAIA).

New open air Lower and Middle Paleolithic archeological sites in Gobela and Udondo basins (Bizkaia).

Joseba Rios-Garaizar1 Iñaki Libano Silvente2 Diego Garate Maidagan3 Asier Gómez-Olivencia4 Encarnación Regalado Bueno5

(Recibido: 26.III.2013) (Aceptado: 30.IV.2013)

Palabras Clave: Achelense Superior. Aire libre. Bifaz. Industria lítica. Modelos de ocupación. Musteriense. Pleistoceno Medio. Keywords: Bifacial Handaxe. Lithic industry. Middle Pleistocene. Mousterian. Open air. Settlement system. Upper Acheulean. Hitz Gakoak: Aire zabala. Aurpegi-bikoa. Erdi Pleistoceno. Harri industria. Goi Acheul aldia. Moustier aldia. Okupazio ereduak.

1 Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). Paseo Sierra de Atapuerca, s/n. 09002 Burgos (España). joseba.rios@ cenieh.es 2 [email protected] 3 Arkeologi Museoa – Museo Arqueológico de Bizkaia. Calzadas de Mallona 2, 48006 Bilbao. [email protected] 4 Équipe de Paléontologie Humaine, CNRS, UMR 7194, Département de Préhistoire du Muséum d’Histoire naturelle, 43 rue Buffon (Bâtiment 140) 75005 Paris France [email protected] PAVE Research Group, Division of Biological Anthropology, Department of Archeology and Anthropology, University of Cambridge, Pembroke Street, Cambridge CB2 3DZ, UK Centro UCM-ISCIII de Investigación sobre Evolución y Comportamiento Humanos, Avda. Monforte de Lemos 5 (Pabellón 14), 28029 Madrid, 5 [email protected] 40 J. RIOS-GARAIZAR, I. LIBANO SILVENTE, D. GARATE MAIDAGAN, A. GÓMEZ-OLIVENCIA, E. REGALADO BUENO

RESUMEN.

Las cuencas de los ríos Gobela y Udondo (--) presentaban importantes vacíos de ocupa- ción durante el Paleolítico. En este trabajo damos a conocer siete nuevas localizaciones con indicios de frecuen- tación humana durante el Pleistoceno Medio (Zientoetxe, Diliz, Kurkudi, Ondiz, Mendibarrena y Aretxabaleta) y un conjunto musteriense asignable al Pleistoceno Superior (Bareño). Los conjuntos del Pleistoceno Medio son generalmente de pequeño tamaño, aparecen en altos de las colinas, terrazas fluviales, arenales y rasas costeras elevadas, documentan un uso de materias primas distintas al sílex del Flysch y se caracterizan por la presencia de útiles bifaciales. Estos nuevos hallazgos amplían considerablemente el territorio de ocupación durante el Pleistoceno Medio, evidenciando un modelo de ocupación disperso, con zonas donde se desarrollan actividades concretas distintas a la talla de sílex

SUMMARY.

Gobela and Udondo basins showed gaps in Palaeolithic occupations. In this work we present seven sites with evidences of human frequentation during Middle Pleistocene (Zientoetxe, Diliz, Kurkudi, Ondiz, Mendibarrena y Aretxabaleta) and Upper Pleistocene Mousterian (Bareño). Middle Pleistocene assemblages, characterized by the small number of effectives, appear in hill-tops, fluvial terraces, sand deposits and elevated coastal plateaus. They are characterized by the use of non-flint materials and the presence of bifacial tools. These new findings extend the occupied landscape during Middle Pleistocene and evidence a dispersed settlement with activity spots disper- sed in the territory.

LABURPENA.

Gobela eta Udondo (Getxo-Berango-Leioa) erreketako arroek Paleolito aroko okupazio hutsuneak aurkezten zituzten. Lan honetan zazpi lokalizazio berriak aurkezten ditugu, sei Erdi Pleistozenokoak (Zientoetxe, Diliz, Kurkudi, Ondiz, Mendibarrena eta Aretxabaleta) eta bat Goi Pleistocenoko Musteriar aldikoa (Bareño). Erdi Pleistozenoko bildumak tamaina txikikoak dira, muino, terraza fluvial, eta goi itsas-plataformetan agertzen dira. Erabilitako lehengaiak ez dira Flysch-eko sukurriak eta aurpegi biko tresnak agertzen dira. Aurkikuntza berri hauek Erdi Pleistozenoan okupatutako lurrandearen hedapena zabaltzen dute. Aldi berean aktibitate gune konkre- tuez osatutako okupazio eredu sakabanatuta adierazten dute.

KOBIE. PALEOANTROPOLOGÍA 32, año 2013 Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia. Bilbao. ISSN 0214-7971 NUEVAS LOCALIZACIONES AR UEOLÓGICAS AL AIRE LIBRE DEL ALEOL TICO INFERIOR 41 MEDIO EN LAS CUENCAS DEL GOBELA DEL UDONDO BIZ AIA

1. INTRODUCCIÓN. cuentación humana durante el Paleolítico. Hemos deja- do fuera de este trabajo los hallazgos realizados en el entorno de Kurtzia (Zabaletxe y Goierri fundamental- En un reciente trabajo sobre el poblamiento mente), porque, aunque se encuentran en la cabecera de humano de la “encrucijada vasca” durante el los arroyos que alimentan el río Gobela en su tramo Paleolítico Inferior (aplicable también al Paleolítico superior, presentan una densidad de hallazgos conside- Medio Antiguo) reflexionábamos sobre las razones rable y unas peculiaridades (desarrollo de excavaciones del aparente vacío de información sobre este periodo, programadas), que obligan a su tratamiento individuali- entre las que señalábamos los problemas administra- zado (Aguirre 2010; Muñoz et al. 1990). tivos para localizar yacimientos paleolíticos al aire libre o la falta de interés por estos periodos a lo largo Todos los conjuntos de los que damos cuenta en del proceso de desarrollo de la disciplina arqueológi- este trabajo se recuperaron sin contexto arqueológico ca durante buena parte del siglo XX (Arrizabalaga y asociado, en ocasiones en posición derivada frecuente- Rios-Garaizar 2012: 176). Esta situación ha cambia- mente por obras de urbanización, levantamiento de do en los últimos años gracias al descubrimiento y carreteras, etc. En algunos casos disponemos de some- excavación de nuevos yacimientos, pero fundamen- ras descripciones del contexto sedimentario de origen talmente al desarrollo de programas de investigación (Mendibarrena, Bareño) y en otras el contexto se con- específicos articulados en Gipuzkoa entorno a los serva menos alterado (Zientoetxe, Ondiz). yacimientos de Lezetxiki e Irikaitz (Arrizabalaga e Iriarte 2011; Álvarez y Arrizablaga 2012) y en Bizkaia en torno al yacimiento de Arlanpe (Rios- 2. LAS CUENCAS DEL GOBELA Y DEL Garaizar et al. 2011) y a las prospecciones y excava- UDONDO. ciones realizadas en Kosta (Rios-Garaizar et al. 2010; Rios-Garaizar et al. 2012). Estos trabajos están permitiendo disponer de nuevas y más precisas El Gobela y el Udondo son dos ríos con caracterís- informaciones sobre las ocupaciones humanas duran- ticas comunes. Presentan cauces cortos (4,19 km el te el Pleistoceno Medio y están alimentando intere- Udondo y 9 km el Gobela), tienen sus cabeceras en santes reflexiones acerca de las transformaciones en colinas de baja altitud, se alimentan de las aguas verti- los modelos de gestión del territorio, en el aprovisio- das por numerosos arroyos de escaso caudal, forman namiento tecnológico y en las bases de subsistencia humedales en sus tramos medios y finales debido a la que se producen durante el tránsito entre el Paleolítico escasa altitud respecto al nivel del mar, presentan Inferior y el Medio en la Región Cantábrica (Álvarez- modificaciones importantes de sus trazados por acción Alonso en prensa). humana y desembocan actualmente en la ría del Ibaizabal-Nerbioi aunque originalmente el Gobela lo Recientemente publicábamos dos nuevos conjun- hacía directamente en el Abra. Hoy en día ambas cuen- tos adscritos al Paleolítico Antiguo (Inferior o Medio cas están afectadas, de manera desigual, por la intensa Antiguo) recogidos en Moreaga y Errementariena urbanización causada por una población total de unos (Rios-Garaizar et al. 2012), muy próximos al de 150.000 habitantes, repartida entre Getxo, Leioa, Mendieta I (Rios-Garaizar et al. 2010). En este trabajo Berango y . estimábamos que, con las debidas reservas, estos con- juntos servían para añadir localizaciones y completar Estas dos cuencas presentan además algunas pecu- el mapa de distribución de evidencias del poblamiento liaridades originadas por un complejo modelado del antiguo de la costa occidental de Bizkaia. Pensábamos terreno en época cuaternaria. El Gobela nace en el alto también que al mismo tiempo ofrecían pistas sobre la de Gane (175 m), alimentado por varios arroyos entre localización de yacimientos mejor preservados, apor- los que destaca el Lemotza. Rápidamente se encaja tando además datos tecno-tipológicos suficientes para contra Frailemendi, discurriendo a partir de este proponer una adscripción cultural, lo que permitía momento en paralelo a la costa hasta desembocar ori- valorar algunos aspectos interesantes desde el punto ginalmente entre los barrios de y de vista de la gestión tecnológica (modelos de selec- donde formaba un potente arenal. Desde la margen ción y circulación de materias primas, sistemas de derecha del Gobela hacia la costa el terreno asciende fabricación, uso, etc.). significativamente, hasta un máximo de +65 m.s.n.m en Alango. La costa actual, por su parte, se eleva unos En este trabajo presentamos siete nuevas localiza- 20-30 m respecto al mar a partir de Punta Begoña, ciones con materiales arqueológicos del Paleolítico formando acantilados que alcanzan alturas de +65 m Inferior y Medio, recuperadas en distintos puntos de las en La Galea y de +85 m sobre la playa de Bariñatxe. cuencas del río Gobela y del río Udondo. Son especial- En varios puntos sobre estos acantilados se localizan mente interesantes los hallazgos realizados en dos arenales como los descritos sobre la playa de Barinatxe municipios alejados del núcleo de Kurtzia (- (Muñoz et al 1991). La margen izquierda del Gobela Sopela). Se trata de Leioa y Getxo, donde estos hallaz- se alimenta de los arroyos de Zaituerreka e Iltzaerreka gos suponen algunas de las primeras evidencias de fre- que nacen en Munarrikolanda (254,77 m); de Bolue

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Figura 1. Mapa de localización de los yacimientos con materiales del Paleolítico Antiguo (Inferior o Medio) en las cuencas del Gobela y el Udondo. 1: Ondiz; 2: Mendibarrena; 3: Aretxabaleta; 4: Kurkudi; 5: Diliz; 6: Zientoetxe; 7: Bareño; 8: Moreaga; 9: Mendieta I; 10: Mendieta II; 11: Errementariena; 12: Zabaletxe; 13: Goierri; 14: Kurtzia; 15: Punta Lucero.

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3. EVIDENCIAS PREVIAS DE OCUPACIÓN DURANTE EL PALEOLÍTICO ANTIGUO EN LAS CUENCAS DEL GOBELA Y DEL UDONDO.

Figura 2. Bifaz de Ondiz, redibujado a partir de las fotografías Hasta el momento los hallazgos más importantes publicadas en Nolte y Aramburu 1985-86. se han realizado en la cabecera del río Gobela. Desde los años 50 del siglo XX, A. Aguirre primero y J. M actualmente en paradero desconocido pero dispone- Barandiarán después, realizaron importantes hallaz- mos de una fotografía de una de las caras y de un gos en el entorno de Kurtziomendi, en la zona de dibujo del perfil en el que se aprecia el carácter bifa- Zabaletxe e Iturralde y de manera más esporádica cial de la pieza (Nolte y Aramburu 1985-86: 240-44, entre La Galea y Barinatxe (Barandiarán et al. 1960). fot. 6F, fig. 8A). Aunque este resto carece de un con- Parte de estos materiales son asignables al Paleolítico texto preciso sus características tecnológicas así como Inferior y Medio, destacando además de numerosos la elección de la materia prima apuntan a una cronolo- núcleos Levallois, lascas, puntas y raederas algunos gía antigua (fig. 2). de aspecto más antiguo como bifaces o hendedores (Rios-Garaizar et al. 2012). A principios de los 80 El propio F. Dublin recoge un conjunto de “…pie- comienza la excavación del yacimiento Musteriense zas de esquisto duro tipo raederas y algunos fragmen- de Kurtzia (Muñoz et al. 1990). Desde inicios de los tos de lascas de sílex…” en el Alto de las Cruces 2000 se realizan intervenciones de urgencia en varios (Nolte y Aramburu 1985-86: 242). Los materiales se puntos como Goierri o Mendieta (Aguirre y López encuentran en paradero desconocido y no existen ni Quintana 2001; Rios-Garaizar y Garate 2004). En dibujos ni fotografías de los mismos. Llama la aten- este último se localizan dos yacimientos, uno adscri- ción, sin embargo, el uso de esquisto duro (¿lutita?) y to a un Paleolítico Inferior no Achelense y otro al la tipología de los restos, apuntando tal vez a una cro- Paleolítico Medio (Iriarte et al. 2006; Rios et al. nología también antigua (P. Inferior o Medio). 2008; Rios-Garaizar et al. 2010). Desde los años 90 se recogen también materiales en contextos alterados Por último P. M. y J. Gorrotxategi recuperaron en por I. Líbano, entre los que destacan los conjuntos de el alto de Kurkudi un conjunto de lascas, núcleos y Moreaga, que presenta ciertas semejanzas con lascas burdamente (sic.) retocadas de sílex, con una Mendieta I, y Errementariena con características más fuerte pátina, junto con dos láminas de sílex sin pati- propias del Achelense (Rios-Garaizar et al. 2012). nar. Aunque no se dispone de una descripción más Por último en el año 2009 se excava en el yacimiento precisa y los materiales están desaparecidos, puede de Zabaletxe, recuperándose una industria de aspecto pensarse que tal vez se trata de un conjunto de lascas musteroide (Aguirre 2010). de cronología paleolítica antigua (Gorrotxategi y Yarritu 1984). Fuera de esta área las evidencias son mucho más escasas reduciéndose a los hallazgos de Ondiz (Leioa), del Alto de las Cruces () y de Kurkudi (Leioa). 4. NUEVAS LOCALIZACIONES.

En Ondiz, F. Dublín localiza en un corte de una 4.1. Aretxabaleta (Leioa). carretera, junto a restos de cerámica y huesos, un útil bifacial realizado sobre un “canto de esquisto o pizarra negra, una de cuyas caras se halla partida longitudinal- El lugar denominado Aretxabaleta se sitúa en una mente, así como los lados con grandes escotaduras. loma de 71 m.s.n.m sobre la vega del Udondo. En Longitud 115 mm., anchura 96 mm. y altura 30 mm.” 1985 se realizó una canalización para meter tuberías (Nolte y Aramburu 1985-86: 242). La pieza se halla dejando al descubierto distintos materiales arqueológi-

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Figura 3. Bifaz de morfología ovalar de Aretxabaleta (Leioa).

cos que fueron recogidos por I. Libano. Entre estos trucción, de Mendibarrena. En el talud abierto por la destaca un bifaz de lutita y algunos materiales de cro- excavadora uno de nosotros (I. Líbano) reconoció, por nología postpaleolítica, entre ellos un hacha pulimen- la abundancia de cantos rodados, la existencia de una tada publicada por E. Nolte y Aramburu (1985-96). posible terraza fluvial. Entre los materiales removili- zados fueron hallados un bifaz de una roca sedimenta- El bifaz está realizado sobre un canto rodado de ria de grano fino, dos raederas de sílex y dos dientes una roca sedimentaria de grano fino, probablemente de herbívoro. Actualmente el contexto se halla total- lutita. Presenta, además de numerosos desconchados mente alterado antrópicamente. postdeposicionales, una importante fractura sub-actual que afecta a 1/3 de la pieza. Su morfología es ovalar El bifaz, de morfología subcordiforme, casi lanceo- (2335 mg, 105x75x38 mm; L/BL=2,28; AM/ lada, (3016 mg; 143x79x49 mm, L/LB= 2,86; A/ AMX*100: 93,3), es bastante espeso y conserva una AMX= 87,3), está fabricado sobre un canto rodado de amplia superficie neocortical en la zona proximal y en una roca sedimentaria de grano fino, probablemente el 50% de una de las caras (fig. 3, fig. 16:2). El adel- lutita o lutita tobacea. Una de las superficies está muy gazamiento de la pieza, más acusado en el extremo alterada con desconchados recientes y señales de distal, se ha realizado mediante lascados invasores. El meteorización intensa. La otra superficie está mejor filo derecho tiene una delineación sinuosa y un ángulo conservada pero presenta las aristas ligeramente ero- abierto, el izquierdo sólo se conserva parcialmente sionadas por meteorización o transporte. El bifaz es pero parece más rectilíneo y agudo. La retalla de los bastante espeso en la zona central debido a un proceso filos es muy puntual y apenas modifica su delineación de adelgazamiento bastante impreciso, con numerosos original. lascados reflejados. La base está adelgazada unifacial- mente conservándose algo de la superficie neocortical, 4.2. Mendibarrena (Leioa). y presenta una delineación convexa. El extremo distal, aunque fracturado, está apuntado. El filo izquierdo es rectilíneo y presenta retalla hacia la cara superior, el Lugar situado a escasos metros de altitud (+20 m) opuesto es más sinuoso aunque presenta también, de en la confluencia del arroyo de Mendibil con el río manera parcial, retalla en el tramo distal (fig. 4, fig. Udondo. En 2005 se trazó una nueva rotonda junto a 16:1). la Avenida Iparraguirre y el barrio, de reciente cons-

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Figura 4. Bifaz subcordiforme alargado de Mendibarrena (Leioa).

Una de las raederas está fabricada sobre una lasca los criterios para distinguir los géneros Bos y Bison Levallois alargada con el talón fracturado (72x41x10 (tal y como señalan Sala et al. 2010). mm). El sílex presenta un color crema, intensamente patinado y algo alterado por meteorización, en el que 4.3. Ondiz (Leioa). pueden verse anillos de Liesegang, lo que sugiere una procedencia lejana (Treviño o Ribera Alta). Presenta negativos centrípetos de tendencia bipolar. Filo dere- El alto de Ondiz (Txorierri) se eleva unos 75 cho está conformado con retoque simple y muestra m.s.n.m. y está flanqueado por la ría del Nervión al S, numerosos desconchados hacia la cara ventral. Filo por el Gobela y los arenales de Las Arenas al O y por izquierdo está retocado de manera más irregular y la vega del Udondo al O. Geológicamente el sustrato presenta numerosos desconchados bifaciales (fig. 5). está formado por rocas volcánicas, fundamentalmente tobas y cineritas (EVE 2003: 107), sobre el que hay La otra raedera está fabricada sobre una lasca cor- tical (46x21x9 mm). El sílex presenta un color azulado ligeramente traslúcido con microfósiles. El córtex es fino, rodado y de color crema. El talón está fracturado y el filo retocado, situado en el lado izquierdo, presen- ta un retoque ligeramente sobreelevado.

Además de los útiles líticos se recuperaron dos dientes de Gran bóvido, un P3 superior izquierdo y un M3 inferior izquierdo (fig. 6). Ambas piezas pertene- cen a un individuo adulto. El M3 inferior presenta una orientación del hipoconúlido, inclinado hacia la cara labial, típica de los bisontes (género Bison) (ver Altuna 1972 y las citas contenidas en esta referencia). En cualquier caso hay que ser cautelosos con esta determinación por las dificultades de cuantificación de Figura 5. Raedera doble sobre lasca Levallois de Mendibarrena (Leioa)

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Figura 6. Dos dientes de gran bóvido: a) P3 superior izquierdo en vista bucal (a1) y en vista oclusal (a2); b) M3 inferior izquierdo en vista oclusal (b1) y en vista bucal (b2). un desarrollo de suelos que no superan los 50 cm de ción al Paleolítico Antiguo. La explotación se realiza espesor. de forma centrípeta en la cara superior, extrayendo lascas planas, la última de las cuales es preferencial y Recientemente en las proximidades del depósito de ocupa prácticamente la totalidad de la superficie del aguas recuperamos en superficie una lasca desbordan- núcleo (44x35 mm). La plataforma de percusión se te y un núcleo Levallois de sílex, y en el talud abierto prepara hacia la cara inferior facetado. por el ensanchamiento de un vial un macroútil confi- gurado de lutita pizarrosa y una muesca del mismo La lasca desbordante, también de sílex del Flysch, material. presenta un aspecto muy patinado (44x42x21 mm, 29,1 g). Tiene un perfil asimétrico, en el flanco se El núcleo Levallois, realizado en sílex del Flysch, pueden observar negativos de planos de talla secantes. (45x42x11 mm, 26,8 g) presenta un aspecto poco pati- El talón es cortical. En la cara de lascado se pueden nado lo cual levanta algunas dudas acerca de su atribu- leer negativos centrípetos.

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Figura 7. Macroútil bifacial de lutita pizarrosa de Ondiz (Leioa).

La lasca de lutita pizarrosa (44x39x13 mm, 22g), 4.4. Kurkudi (Leioa). también desbordante, tiene morfología de punta pseu- dolevallois. Los rasgos tecnológicos son difíciles de leer debido a la naturaleza de la materia prima. La El yacimiento de Kurkudi se encuentra sobre la muesca está conformada en el filo derecho mediante loma del mismo nombre en la que, a principios de los lascados sobreelevados. 80, fue localizado un conjunto lítico de aspecto anti- guo, compuesto por núcleos y lascas burdamente reto- cadas de sílex (Gorrochategui y Yarritu 1984). En los El macroútil bifacial de lutita pizarrosa está confi- últimos años este lugar ha sido usado como pista de gurado a partir de un bloque paralelepípedo motocross, hasta su prohibición por el Ayuntamiento (180x110x42 mm, 951,2 g). El filo derecho está confi- de Leioa (Izaguirre 2006). Con motivo de ese uso se gurado mediante lascados directos, clactonienses removió una importante cantidad de sedimento en el (32x52 mm) en ocasiones sobreelevados, que generan cual localizamos entre 2005 y 2006 un conjunto redu- una delineación denticulada. La base es rectilínea y cido de materiales diversos que presentan característi- está configurada mediante lascados unifaciales. El filo cas que permiten situarlos en un Paleolítico Antiguo. izquierdo está configurado a partir de un plano de Actualmente los materiales se localizan en una super- fractura natural mediante lascados unifaciales. La ficie erosionada directamente sobre el sustrato de are- zona distal presenta una configuración bifacial que nas miocenas. define un filo transversal en el que se observan algu- nas macrohuellas de utilización. La morfología gene- ral recuerda a la de un hendedor (fig. 7, fig. 16:4). Tres de los restos están realizados sobre cantos rodados de un material sedimentario fino, posiblemen- te lutita tobácea.

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El primero es un núcleo de lascas (54x55x44 mm, orientación perimetral, que generan soportes desbor- 192,4 g.) bifacial simple sobre canto (tipo Chopping dantes tipo punta pseudo-levallois (fig. 9). Estas tool). La extracción de soportes se limita a un extremo extracciones son secantes, siendo el ángulo entre la del canto y se realiza, de manera alterna, a partir de cara de lascado y la plataforma de percusión relativa- dos planos secantes. Los negativos de las lascas obte- mente agudo (75-85º). Las extracciones de la cara nidas son cuadrangulares y de reducidas dimensiones inferior juegan fundamentalmente un papel de prepa- (extracción mayor: 28x33 mm, última extracción: ración de la plataforma de percusión, aunque algunas 28x31 mm). Estas lascas presentarían amplias superfi- pueden considerarse de plena explotación (20x24 cies corticales en uno de los laterales y en el extremo mm). Las lascas obtenidas en la cara superior son cua- distal, mientras que los talones serían diedros asimétri- drangulares y triangulares, en algunos casos desbor- cos (fig. 8). dantes, conservando algunas de ellas en la zona distal superficies corticales (extracción mayor: 30x25 mm, El segundo es, al igual que el anterior, un núcleo de última extracción: 35x23 mm). lascas bifacial simple (tipo chopping tool) (76x68x40 mm; 292,3 g). En este caso la explotación es parcial y Los restos en sílex son más escasos, hay dos parece orientada a aprovechar el espesor del canto y núcleos de laminillas y una pieza astillada, que a pesar no la superficie del mismo. En la cara inferior obser- de mostrar un cierto desarrollo de la pátina, parecen vamos pequeños lascados de preparación (16x24 mm), corresponderse con frecuentaciones humanas durante realizados al final de la explotación. En la cara supe- el Paleolítico Superior. Los otros dos restos, fabrica- rior observamos dos series diferentes de lascados, una dos en sílex del Flysch, son una lasca denticulada subparalela con el resto de un negativo de grandes (35x36x14 mm 14,2 g) y un núcleo de pequeñas lascas dimensiones (50 mm de anchura) y otra secante, tam- de sílex (54x38x28 mm, 42,4 g). Este último tiene bién con algunos negativos amplios (46 mm de anchu- morfología de pico trifacial de pequeñas dimensiones ra). con la base cortical reservada y lascados invasores planos en la superficie inferior (extracción mayor: El tercero es un núcleo bifacial discoidal, que en 20x23 mm, última extracción: 11x14 mm) y secantes esta ocasión se desarrolla de manera más completa y convergentes en la superior (extracción mayor: 26x22 esencialmente sobre una única superficie (62x63x31 mm, última extracción: 16x16 mm). Los filos laterales mm; 146,1 g). En las caras superior e inferior del son sinuosos y no están rematados mediante retalla y núcleo se conservan amplias superficies corticales. En el extremo distal, aunque apuntado, está terminado los negativos de las lascas de la cara superior podemos mediante un bisel (13 mm) creado por los lascados observar algunos de orientación centrípeta y otros de laterales. Estas características nos llevan a considerar

Figura 8. Núcleo bifacial simple sobre canto rodado tipo chopping tool de kurkudi (Leioa).

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Figura 9. Núcleo bifacial discoidal de kurkudi (Leioa).

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Figura 10. Pico triedro de sílex de Kurkudi (Leioa).

parcial y no alcanza, excepto en la punta, la bisectriz presenta una delineación convexa, aunque uno de los de la pieza, de tal manera que hay una gran superficie negativos podría corresponderse a una fractura antigua cortical conservada. La base no está acondicionada, de uso o de configuración (fig. 12). manteniéndose cortical. El filo derecho es sinuoso tanto en planta como en sección y presenta un ángulo 4.6. Diliz (Getxo). obtuso (85º). El filo izquierdo es más regular, presen- tando retalla unifacial y un ángulo algo más agudo En 1982 F. Dublín recuperó en las tierras removili- (70º). El extremo distal está apuntado formando un zadas para la construcción de chalets junto al depósito ángulo de unos 90º (fig. 11). de agua de Diliz (35 m.s.n.m.), un bifaz de cuarcita. La pieza se encuentra actualmente en paradero desconoci- El otro es un bifaz de morfología ovalar, relativa- do. Poco después del descubrimiento esta pieza fue mente espeso (101x70x35 mm, 244,7 g, L/BL=2,24; estudiada por C. Fernández Ibañez quien tomó notas AM/AMX*100: 95,71). Está realizado sobre un canto detalladas de las características del bifaz y realizó pre- rodado aplanado de un material sedimentario fino, de cisos dibujos a partir de los cuales hemos podido rea- probable origen volcánico. El adelgazamiento es muy lizar medidas y dibujar un esquema. La pieza en sí es parcial y asimétrico. La cara inferior apenas ha sido un bifaz ovalado (165x107x41 mm, 800,0 g, L/ configurada y la cara superior no ha sido completa- BL=3,66; AM/AMX*100: 94,39) realizado sobre mente adelgaza, resultando en un marcado abulta- canto aplanado de cuarcita fina de color verdoso. Está miento en la parte central de la misma. El filo derecho adelgazado de manera bifacial con amplios lascados está configurado por lascados invasores, sin retalla, que no alcanzan la parte central de la pieza, preservan- creando una delineación convexa en planta y sinuosa do de esta manera amplias superficies corticales en en sección (70º). El filo derecho apenas está trabajado ambas caras. Presenta algo de retalla en el filo izquier- presentando una delineación sinuosa (70º). La base do, de perfil rectilíneo (65º) mientras que el filo dere- está configurada mediante lascados bifaciales y es cho está peor configurado y mantiene un perfil más relativamente plana. La punta no está bien definida y sinuoso (70º). La base está adelgazada mediante lasca-

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Figura 11. Bifaz ovalado de Zientoetxe (Getxo).

Figura 12. Bifaz ovalado de Zientoetxe (Getxo).

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Figura 13. Bifaz ovalado recuperado en Diliz (Getxo). Redibujado a partir de las notas de C. Fernández Ibañez.

Figura 14. Núcleo discoide de cuarcita de Bareño (Sopela).

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Figura 15. Núcleo Quina de Bareño (Sopela).

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Entre los soportes destacan las lascas de decortica- fondo de valle cerca de los cursos de agua. Zientoetxe do secundario, simples, desbordantes, microlascas y y Diliz se encuentran en planicies situadas entre los de decorticado primario, por este orden. acantilados costeros y el curso del Gobela. Tecnológicamente destacan las lascas simples, con negativos unipolares o centrípetos y talones lisos (N= Por otro lado, a pesar de que los conjuntos analiza- 54) o corticales (N=15), frente a las lascas de tipo dos se han localizado en contextos alterados, su aso- Levallois con talones facetados (N=10) o diedros ciación a unidades sedimentarias como arenales, terra- (N=5). El número de lascas con planos fósiles (talones zas, etc. abre las posibilidades de localizar conjuntos diedros asimétricos- N=1, o lisos à pan- N=2) es esca- semejantes, en contexto, en los puntos aún no afecta- so. Entre el utillaje retocado (N=26) destacan las pun- dos por trazados de carretera, urbanizaciones y demás tas musterienses cortas (N=4), las raederas simples afecciones al suelo. Esto señala la urgencia de ampliar (N=6) y las muescas y denticulados (N=9). las medidas de protección y control administrativo para evitar la desaparición irremediable de yacimien- tos arqueológicos de esta naturaleza. 5. DISCUSIÓN. Entrando ya al análisis de los conjuntos, podemos señalar que hay una explotación diferenciada de las La ausencia de contextos arqueológicos precisos y materias primas líticas. Así en Bareño observamos un el reducido tamaño de la mayor parte de los conjuntos consumo intenso del sílex, cuyos afloramientos se analizados lastran las posibilidades de interpretar, a encuentran a menos de 2 km de distancia, y un uso partir estos conjuntos, las dinámicas de ocupación de puntual de cuarcita. En el resto de conjuntos, domina- las cuencas del Gobela y del Udondo durante el dos por el macro utillaje, el uso de sílex es testimonial. Paleolítico Antiguo. A pesar de ello, podemos abordar Para la fabricación de bifaces y macro-útiles se selec- algunas cuestiones interesantes, más aún habida cuen- cionan principalmente rocas sedimentarias de grano ta la escasez de evidencias referidas a estos periodos fino, posiblemente lutitas tobáceas, y ocasionalmente en el territorio vizcaíno. cuarcita y lutita pizarrosa. Esta tendencia la habíamos observado en Errementariena y Moreaga y parece En primer lugar hemos de señalar que los hallazgos común a los conjuntos de cronología antigua del realizados amplían de manera considerable la distribu- Cantábrico Oriental a tenor de lo observado en los ción espacial de evidencias de ocupación o frecuenta- niveles del Paleolítico Medio Antiguo de Arlanpe ción durante el Paleolítico Antiguo. Esto es especial- (Rios-Garaizar et al. 2011) o en el nivel Musteriense mente significativo en el caso de los sitios identifica- de Amalda (Rios-Garaizar 2010). Es interesante seña- dos en la cuenca baja del Gobela (Kurkudi, Ondiz) y lar también el uso de estos materiales sedimentarios de en la cuenca del Udondo (Mendibarrena, Aretxabaleta). grano fino para la obtención de lascas en Kurkudi y la En el caso de la cabecera del Gobela las evidencias presencia de útiles sobre lasca fabricados en sílex de previas son más numerosas (Rios-Garaizar et al. 2010; procedencia lejana en Mendibarrena. Rios-Garaizar et al. 2012), no obstante el sitio de Bareño amplia considerablemente la distribución de La captación de estos materiales líticos se realiza yacimientos concentrada en torno a Kurtzia y Mendieta. probablemente en el entorno próximo de los yacimien- Algo semejante ocurre con los hallazgos realizados tos. Como ya señalamos en otro trabajo (Rios-Garaizar más cerca de la costa (Zientoetxe y Diliz), donde pre- et al. 2012) la obtención de lutita y cuarcita es relati- viamente sólo se habían realizado hallazgos aislados vamente sencilla en la cabecera del Gobela y en la de escasa entidad (Barandiarán et al. 1960). Como franja costera situada entre la desembocadura del resultado de esta ampliación podemos visualizar una Butroi y . Por otro lado la presencia de rocas frecuentación del territorio más amplia, y por tanto sedimentarias de grano fino, como las lutitas tobaceas, más intensa, de la estimada previamente. La localiza- a pesar de que carecemos de información directa sobre ción de conjuntos lejos de los principales afloramien- el tipo de cantos rodados presentes en los lechos flu- tos de sílex del Flysch nos indica, probablemente, una viales cercanos, puede estar relacionada con las forma- explotación del territorio que no está necesariamente ciones volcánicas de Ondiz y Axpe. De todas maneras relacionada con el aprovisionamiento de materia hay que destacar que en ningún caso los hallazgos se prima, aspecto en el que incidiremos más adelante a encuentran en el punto exacto de afloramiento de la partir del análisis de las materias primas. materia prima, lo que sugiere una cierta logística en el transporte de materia prima o de utillaje. Hay que apuntar también ciertas diferencias en cuanto a la localización topográfica de los yacimien- Los conjuntos estudiados ofrecen una información tos, tres de ellos se encuentran en altos (Aretxabaleta, sesgada desde el punto de vista tecnológico provocada Ondiz, Kurkudi) desde los que se ejerce un control por la alteración de los contextos donde fueron recupe- visual de amplias superficies de territorio. Bareño y rados. Hemos podido constatar, no obstante, dos gran- Mendibarrena, al igual que Mendieta I, Moreaga y des estrategias de producción: por un lado la fabrica- Errementariena, se encuentran en una posición de ción de macro-útiles siguiendo estrategias de reduc-

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En todos los casos Por otro lado los bifaces recuperados en distintos la configuración es parcial quedando reservadas puntos presentan morfologías, dimensiones, selección amplias superficies corticales que se sitúan en la zona de materias primas y características tecnológicas proximal o, en menos ocasiones, en la central. La con- semejantes a los de los bifaces recuperados en Kurtzia figuración incluye en todos los casos la extracción de y Errementariena (Rios-Garaizar et al. 2012), a los del grandes lascados bifaciales mediante percusión dura, yacimiento de Urrunaga (Sáenz de Buruaga et al. en series cortas que no rebajan excesivamente el volu- 1989) o a los del yacimiento en cueva de Arlanpe. Este men de la pieza, lo que se traduce en un elevado ratio último yacimiento presenta un conjunto de industria entre la anchura y el espesor. Posteriormente se produ- lítica caracterizado por la convivencia de piezas bifa- ce una serie de extracciones cortas, usando percusión ciales, útiles sobre canto y sistemas de fabricación media que, por lo general, buscan la regularización de arcaicos (p. ej. SSDA), generalmente realizados en uno sólo de los filos. Esto genera, en todos los casos, lutita, junto a producciones Levallois y Discoides rea- una asimetría lateral en la que se observa cómo un filo lizadas en sílex (Rios-Garaizar et al. 2011). Este de perfil sinuoso se opone a otro de perfil rectilíneo. modelo de organización tecnológica, en la que convi- Esta diferencia en la delineación de los filos parece ven elementos típicamente achelenses con otros pro- tener un sentido funcional en la que el filo más regular pios del Paleolítico Medio, parece coincidir con lo que ejercería de filo activo mientras que el opuesto serviría se ha denominado como Achelense Meridional en el de superficie de prensión. En cuanto a los extremos de sur de Francia (Turq et al. 2010) y Achelense Superior los bifaces analizados vemos que en todos los casos se en la región cantábrica, ambos ahora adscritos al dispone en la base de una superficie apta para la pren- Paleolítico Medio antiguo, fundamentalmente por el sión manual que puede ser cortical o que puede estar relativamente bajo peso del macroutillaje bifacial y configurada mediante lascados unifaciales o bifacia- por la presencia de talla Levallois (Álvarez-Alonso en les. En el extremo distal observamos terminaciones prensa). La cronología de este modelo de organización apuntadas y terminaciones convexas. Hay que señalar, tecnológica en la Región Cantábrica está lejos de ser por último, que ninguno de los bifaces analizados, precisada por la falta de referencias cronológicas excepto el de Mendibarrena, muestra una reducción directas. En yacimientos como Castillo o Covalejos significativa del volumen de partida, lo que puede existen niveles que comparten algunas de estas carac- indicar una vida útil relativamente corta. La escasez de terísticas tecnológicas situados por debajo de costras inversión tecnológica en la conformación inicial del estalagmíticas datadas ca. 90-110.000 BP (Bischoff et bifaz y en su mantenimiento, así como la naturaleza de al. 1992; Sanguino y Montes 2005). Las dataciones de los contextos en los que se abandonaron, sugieren la Lezetxiki son muy problemáticas, tal y como se ha realización de tareas inmediatas y un uso relativamen- expresado en numerosas ocasiones (Álvarez y te poco prolongado en el tiempo. Esto, unido al hecho Arrizabalga 2012; Falguères et al. 2005), pero permi- de que los cantos rodados se captan en puntos distan- ten una asignación de los niveles VII-V al final del tes del lugar de abandono, incide en el hecho de con- Pleistoceno Medio. El yacimiento de Arlanpe, por su siderar estas localizaciones como contextos funciona- parte, ha proporcionado un encuadre cronológico para les y no como zonas de fabricación. estos conjuntos en el MIS6-5 (Rios-Garaizar et al. 2011; en prep). Los datos de las regiones vecinas En cuanto a la talla de lascas podemos señalar que sitúan el inicio del Paleolítico Medio, con bifaces, en en Bareño, la talla Levallois y Quina se asocia al sílex torno a 350.000 años para el norte de la Meseta mientras que la talla Discoide lo hace a la cuarcita. En (Niveles TD10- 1 y TD11 de Atapuerca, -Berger et al. la otra localización donde hemos recuperado núcleos, 2008; Falguères et al. 1999; Rodríguez et al. 2011-, en Kurkudi, las rocas sedimentarias de grano fino se nivel AS6 de Ambrona-Santonja et al. 2006; Falguères explotan siguiendo esquemas de tipo bifacial simple y et al. 2006). En el SW de Francia las industrias del en un caso Discoide. Una tendencia semejante fue Achelense Meridional se sitúan en torno a 300.000 observada en el caso de Moreaga y Errementariena años, mientras que las del Paleolítico Medio Antiguo (Rios-Garaizar et al. 2012) y parece generalizada en con escasos bifaces se han datado en el MIS6 los contextos más antiguos del cantábrico Oriental. (Hernández et al. 2012).

Estas características tecnológicas nos permiten Con estos datos podemos proponer, con cierta proponer una atribución cultural a los distintos conjun- seguridad, una cronología de final de la segunda mitad tos analizados. Por un lado tenemos Bareño, un con- del Pleistoceno Medio (MIS9-MIS5e, ca. 300-115.000 junto sin bifaces en el que domina el uso del sílex y la BP) para los conjuntos de Zientoetxe, Diliz, Ondiz, talla de lascas (Levallois, Quina y Discoide), lo que lo Mendibarrena, Aretxabaleta y Errementariena entre el relaciona con Paleolítico Medio clásico semejante al MIS9 y el MIS5e. Hasta el momento sólo el yacimien-

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Figura 16. Útiles bifaciales de las cuencas del Gobela y del Udondo. 1: Mendibarrena; 2: Aretxabaleta; 3, 5: Zientoetxe; 4: Ondiz.

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En el un Paleolítico Medio clásico, otro (Kurkudi) a un cantábrico oriental, además de los ya mencionados Paleolítico Inferior sin bifaces y cinco de ellos Lezetxiki o Arlanpe, se ha apuntado la posible presen- (Zientoetxe, Diliz, Mendibarrena, Aretxabaleta y cia de restos paleontológicos o arqueológicos de esta Ondiz) al Achelense Superior. cronología en los yacimientos de Artazu, Txomin Enea, Ikeitz, Astigarraga y Arnaieta en Gipuzkoa La distribución de estos últimos yacimientos, de (Arrizabalaga 2005; Altuna 1972; Antxieta 2003; cronología más antigua, sugiere un modelo de ocupa- Arruabarrena et al. 2007; Arrizabalaga y Rios-Garaizar ción disperso y poco intenso, en el que se ocupan dis- 2012) o Azurtoki, Askondo, Axlor y Goikoetxe en tintos tipos de entornos. El reducido tamaño de los Bizkaia (Torres et al. 2006; González Urquijo et al. conjuntos líticos sugiere asimismo que son ocupacio- 2008; Edeso et al. 2011). Por último el conjunto de nes puntuales asociadas a actividades concretas no Kurkudi presenta algunas peculiaridades, como el uso relacionadas con la talla lítica, sugiriendo un modelo mayoritario de materiales distintos al sílex o la presen- de hábitat para esta zona costera diferente al que se cia de núcleos bifaciales simples sobre canto (tipo practicará durante el Musteriense. Chopping Tool) junto a núcleos bifaciales centrípetos, que lo relacionan con otros yacimientos cercanos como Moreaga o Mendieta I. Para este último se ha 7. AGRADECIMIENTOS. propuesto, a partir de los datos sedimentológicos y polínicos, una formación durante un episodio intergla- cial probablemente más antiguo que el MIS5e (Rios- Queremos agradecer muy especialmente a Carmelo Garaizar et al. 2010), tal vez contemporánea al yaci- Fernandez Ibañez el habernos proporcionado las notas miento de Irikaitz (MIS9-11), lo que permite proponer y esquemas referentes al bifaz de Diliz. Eva Barriocanal también una cronología anterior al Pleistoceno nos ha ayudado en la búsqueda, infructuosa, de algu- Superior para el yacimiento de Kurkudi. nos de los materiales en paradero desconocido. Parte del material del Bareño fue descubierto por Oskar Quintela. Este material fue analizado por JRG en el 6. CONCLUSIÓN. Arkeologi Museoa durante un contrato de substitución en Agosto de 2012. Mikel López Horgue y Eneko Iriarte Avilés nos han hecho algunos comentarios acer- La recuperación, estudio e interpretación de conjun- ca de la geología y la geomorfología de la zona. tos provenientes de yacimientos al aire libre cuyos Nohemí Sala y Diego Arceredillo han ayudado en la contextos arqueológicos han sido afectados por la identificación de los dientes de Mendibarrena. AGO acción humana contemporánea, asumiendo los enormes disfruta de un contrato Marie Curie-IEF y cuenta con sesgos que posee esta información, es un ejercicio el apoyo del proyecto CGL2012-38434-C03-01 del arqueológico indispensable para avanzar en la com- Ministerio de Economía y Competitividad prensión de la dispersión espacial, cronología y función de las ocupaciones al aire libre durante el Paleolítico Medio Antiguo. Esta información es especialmente 8. BIBLIOGRAFÍA. relevante en periodos, como el Pleistoceno Medio, para los que la documentación disponible, a pesar de su nota- ble incremento en los últimos años, es todavía escasa en Aguirre, M. el oriente de la Región Cantábrica. Pero, además, esta 2010 “Zabaletxe. I Campaña”. Arkeoikuska 2009, información posee un valor indudable para la prospec- 212–220. ción arqueológica futura, ya que permite vincular indi- cios de frecuentación humana a contextos y a rasgos Aguirre Ruiz de Gopegui, M.; López Quintana, J. geomorfológicos concretos como pueden ser los altos C. de las colinas, las terrazas fluviales los arenales o las 2001 “Kurtzia: Sector H Goierri I (Barrika)”. rasas costeras elevadas. Por último la presentación de Arkeoikuska 2000, 297–300. este tipo de hallazgos tiene una utilidad pública ya que supone una llamada de atención a las administraciones Altuna, J. acerca de la riqueza arqueológica, a veces poco o nada 1972 Fauna de mamíferos de los yacimientos pre- visible, que se oculta bajo el subsuelo en comarcas históricos de Guipúzcoa. San Sebastián, como Uribe Kosta, y que cuenta con escasa o nula pro- Sociedad de Ciencias Aranzadi. tección efectiva. Álvarez Alonso, D.; Arrizabalaga Valbuena, A. Más allá de estas cuestiones los resultados obteni- 2012 “La secuencia estratigráfica inferior de la dos nos han permitido caracterizar un total de 7 con- cueva de Lezetxiki (Arrasate, País Vasco). juntos del Pleistoceno Medio o Superior inicial. Las Una reflexión necesaria”. Zephyrus 69, 15–29.

KOBIE. PALEOANTROPOLOGÍA B F AD F B B ISSN 58 J. RIOS-GARAIZAR, I. LIBANO SILVENTE, D. GARATE MAIDAGAN, A. GÓMEZ-OLIVENCIA, E. REGALADO BUENO

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