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Revista de Estudios Tarifeños

Año XV. Núm. 58. Tercer Trimestre. Septiembre 2005

Servicio de Publicaciones del Excmo. Ayuntamiento de Portada del programa de feria del año 1955. (Archivo Rafael Sánchez) ALJARANDA SUMARIO 4 Fachas medieval, El fantasma idrisí y otros relatos (y II) Juan José Alvarez Quintana

Año XV. Número 58 - 3S Trimestre 9 La batalla del Salado según Gil de Septiembre 2005 Revista de Estudios Tarifeños Albornoz Edita: Wenceslao Segura González Servicio de Publicaciones Excmo. Ayuntamiento de Tarifa 16 Apuntes sobre la imaginería Delegación de Cultura procesional tarifeña. Siglo XVIII (I) Director: Juan Antonio Patrón Sandoval Jesús Terán Gil Consejo de Redacción: Francisco Espinosa de los Monteros Sánchez Miguel Manella Guerrero Javier Mohedano Ruano 24 La Tarifa de 1 796 según Ramón de Manuel Liaño Rivera Villalonga José Araújo Balongo r Manuel Reiné Jiménez Angel J. Sáiez Rodríguez José Donda Cárdenas Sebastián Trujillo Martínez 29 José Fuentes Galeto Rafael Sánchez Ruiz Juan Navarro Cortecejo Juan Navarro Cortecejo Pedro Herrera Márquez 31 ¿Quién fue el Legionario Rafael Ríos Juan A. Patrón Sandoval Moya? Fotografía: Manuel Rojas Peinado José Pérez Ríos Diseño y Maquetación: Media Factoring, S.L. 34 Presentación de libro: La Isla de Tarifa Distribución: Wenceslao Segura González Delegación de Cultura Dirección: 35 Tarifeños de ayer y hoy: ALJARANDA Casa de la Cultura José Díaz Rojas Amor de Dios, s/n 11380 TARIFA 36 Quinta del cincuenta y siete (XI) Correo electrónico: José Araújo Balongo [email protected] Imprime: 39 Place doscientos años Tipografía La Nueva, S.C. Arapiles, 11. Tarifa 40 Cierros y Balcones de Tarifa: Depósito Legal: C A-157/91 Ntra. Sra. de la Luz, n° 5 ISSN: 1130-7986 x "------

ALJARANDA sólo se hace responsable Nuestra Portada: de los trabajos sin origen expresamente indicado. Vista desde la parte alta del Paseo de ALJARANDA no comparte necesariamente las opiniones la Alameda y al fondo el Castillo de expuestas en los artículos por ella publicados, no manteniendo Santa Catalina e correspondencia sobre los trabajos que nos envían. ^ c o n el faro,______HISTORIA MEDIEVAL ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005,

Facinas medieval. El fantasma idrisí y otros relatos (y n)

r Juan José Alvarez Quintana

n la primera parte de este trabajo situábamos topónimo hasta nuestros días consideran­ los dos primeros topónimos mencionados do que las formas medievales corresponden efecti­ E por al-ldrisi entre y Medina Sidonia (a/- vamente a este lugar? En nuestra opinión es más Rataba y alquería de al-Aba), en las inmediacio­ que posible, si bien es cierto que no estamos capa­ nes del Cerro de Torrejosa y el Cortijo de las Habas citados para analizar las transformaciones sufridas respectivamente. Sobre la alquería Faysana, reali­ por el mismo. En cualquier caso, nos parece de gran zamos una revisión crítica de las hipótesis existen­ ayuda tener en cuenta el propio étimo de Facinas, tes al respecto. que ciframos en el antropónimo Faucius (Faucius + Continuar analizando el "fantasma" idrisí, pasa ana = Fauciana) (2). pues por presentar, sin obviar el debate existente, los argumentos que inducen a relacionar la alquería Otras alteraciones Fisana o Faysana con Facinas. En relación a las obras del ceutí, la errónea ubicación de Facinas tras el río Barbate no sería en FAYS ANA-FACI ÑAS Y EL TRAYECTO RÍO ningún caso el único error existente. A juicio de BARBATE-MEDINA SIDONIA Alemany Bolufer, la obra es más elogiable por la Similitud de las grafías grandeza de la empresa propuesta, la cantidad de A estas alturas no es necesario insistir en la topónimos, distancias y descripciones que contie­ similitud existente entre el actual nombre de la po­ ne, que por la veracidad de los datos (3). blación y la lectura que realizan del topónimo idrisí No es raro encontrar en los textos de al-ldrisi la mayoría de los investigadores. Siguiendo a Gaspar trasposiciones de topónimos o incluso de trayectos Cuesta, no aceptar tal relación es considerar una completos y ello por varias razones. En primer lugar enorme casualidad que casi dos siglos después, en y si pensásemos que redacta el pasaje aquí anali­ 1344, se mencione un topónimo muy similar en la zado a partir de las notas que recoge personalmen­ zona: "Fegina" (1). Los topónimos que recoge el Li­ te, está atestiguado que su paso por la Península bro de la Monteríaen los pasajes próximos {"...Arroyo Ibérica tiene lugar mucho antes de 1154, año en el de Desuella Cabras, Qelada Viciosa; El Helechoso,..., que concluye el encargo del rey Roger de Sicilia. A lomo de la Canaleia,..., Arroyo de Don Sancho'), nos la veracidad de estas notas hay que unir el hacer de hablan de una travesía que discurre por la vertiente los supuestos observadores una vez se encuentra suroeste de las sierras de Saladaviciosa y Fates, ante el reto de crear un discurso coherente. No obs­ bordea luego el conjunto montañoso por sus tante, para confeccionar sus obras utiliza básicamen­ estribaciones septentrionales y continúa por la ver­ te las noticias y textos de otros autores, vertiente tiente oriental en dirección sur. Es decir, se realiza ésta muy bien estudiada por Dúblery Abid Mizal, en un recorrido desde Saladaviciosa hacia Puertollano la que no nos detendremos. pasando por Facinas y ello no deja duda alguna Finalmente, hay que tener en cuenta la mano acerca de la ubicación de la Fegina del onceno. Se de los copistas. No sólo pudieron enfrentarse a tex­ observa a su vez, que el nombre de la población no tos deteriorados sino que al igual que vemos en el es ni mucho menos el único topónimo de la zona caso de los investigadores actuales, pueden trans­ que documentado en 1344, ha permanecido hasta cribir directamente los topónimos acomodándolos a nuestros días. la realidad que ellos conocen. Contamos con tres topónimos similares que pueden asociarse a una misma localización: el idrisí, El propio carácter del poblamiento el alfonsí y el actual. ¿Es viable la evolución del Vimos que algunos investigadores pudieron

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basar en parte sus hipótesis sobre la loca­ lización de la alquería, en la breve descrip­ ción que ofrece alguna copia de la Nuzhat. Pero si los elementos "zoco y población considerable" pueden utilizarse como ar­ gumentos para asociar el topónimo con un núcleo urbano, la referencia a la existencia de una posada en el lugar, indica que no se treta de una ciudad. No obstante, algu­ nos autores ajenos al debate de la locali­ zación de los hitos idrisíes, se refieren a Fisana en términos de ciudad. Pedro Chalmeta y Christine Mazzoll se ocupan puntualmente de este aspecto al analizar el carácter del zoco de Faysana. Dichos Vista parcial del Valle del Arroyo de Saladavleja, vía natural de acceso al autores aplican a ese zoco que según al- hinterland de Tarifa desde la Depresión de la Janda. Idrisi existe en la alquería, la categoría de "zoco rural extramuros" y "zoco urbano ubicado ex­ Sin embargo, es poco probable que a través de ellos tramuros" respectivamente. pudiésemos saber si la descripción que ofrecen los Chalmeta lee Fasara o Faysara, relacionan­ textos idrisíes se ajusta a la supuesta Faysana- do el lugar con una ciudad a tenor de la definición Facinas o incluso, por qué no, a la Calatrava-Balsana de este tipo de mercado, "el resultante de la llegada de los Badalejos (8). En cualquier caso creemos de tenderos del ámbito rural, que acercan los pro­ conveniente abordar por separado el análisis de ductos a la urbe" (4). Pero también dice de la su­ los textos y las fuentes arqueológicas, evitando puesta ciudad de Faysara, que poseía mercado ru­ establecer relaciones fundamentadas en la exis­ ral con un zoco floreciente (suq amira), lo cual nos tencia de tales restos arqueológicos y perdiendo por impide extraer una conclusión clara sobre el carác­ tanto la posibilidad de contrastar las hipótesis gene­ ter del lugar, dadas estas contradicciones. radas a través del estudio de ambas fuertes por Mazzoli precisa que el topónimo aparece en separado. En el caso concreto que estamos anali­ singular en el Opus Geographicum, cuando las ciu­ zando, esto significa mantener la cautela ante la dades que aparecen en plural suelen ser las que descoordinación de los textos, porque de lo que se tenían una actividad económica importante (5). La trata a fin de cuentas, es evitar dotarlos de la cohe­ cuestión es que igualmente contradice el testimonio rencia que no tienen. del ceutí al hablar de una ciudad, cuando al-ldrisi especifica que es una alquería. Ni Mazzoli ni ; Sólo desfases en las distancias? El recorrido del Chalmeta proponen una localización (6). camino entre el río Barbate v Medina Sidonia ¿Es posible perfilar el carácter de ese lugar Las distancias mencionadas entre los prime­ dadas las perspectivas? De entrada, en nuestra ros hitos de! trayecto (Algeciras, al-Rataba, Al-Aba opinión, no hay contradicciones en concebir una al­ y río Barbate), indican que el ceutí posee un buen quería con mercado, es decir, un núcleo rural que conocimiento de la ruta entre Algeciras y el río. A su precisamente por estar alejado de los centros urba­ vez, si se dice que Al-Aba se encuentra a 6 millas nos, actúa como nexo entre estos y los enclaves del río y ai margen del pequeño descuadre resul­ dispersos. léniendo en cuenta incluso las palabras tante, ello significa que, como han indicado otros de Dúbler, quien habla de parada o alquería con investigadores, e! camino bordeaba la Janda por el posada, puede pensarse no sólo en la existencia de este. una estación, sino que a partir de su ubicación ca­ ¿Qué ocurre a partir de aquí?¿Por qué entre bría plantear incluso la correspondencia con ese tipo el río y Medina Sidonia existen varias contradiccio­ de zoco rural semanal de dimensiones considera­ nes cuando parece conocer a !a perfección los hitos bles y situado en un cruce de caminos, que mencio­ del entorno? Quizás la incongruencia que más re­ na Chalmeta Gendrión (7). salta en el Uns a primera vista, es la distancia que Es cierto que sería de gran ayuda realizar tra­ separaría estos dos puntos, porque en realidad bajos arqueológicos en Facinas a partir de los cua­ Medina se encuentra a unas 10 o 12 millas del río les abordar la problemática desde un nuevo frente. Barbate, entre 18.500 y 24.000 m. Aún teniendo en

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cuenta que parece un margen demasiado amplio que al-ldrisi eleve de 10 a 17 millas la distancia real (5,5 km), dado que no es un terreno montañoso y que existe entre el río y Medina Sidonia? Si se quie­ que el camino debía ser más o menos lineal (clara re resolver la cuestión es preciso reconstruir la ca­ orientación sureste-nornoroeste deducida del paso dena de errores comenzando por el final, es decir, por las Habas), es muy exagerado elevar la distan­ desde su plasmación en papel hasta el origen. Es cia a 17 millas como propone el Uns ("río Barbate... aquí cuando comienza a cobrar sentido la identifi­ a la alquería de Fisana hay diez millas, a Medina cación de Faysana con Facinas. Además de poseer Sidonia hay siete millas'). La única forma posible de una grafía muy similar, son enclaves que tienen en aceptar que 17 millas es la distancia correcta, pasa común su ubicación a una distancia de 10 millas del por leer entre líneas que el ceutí está pensando en río (Facinas se encuentra a unos 18.575 m. del mis­ la distancia existente entre la misma desemboca­ mo). Considerar que son una misma cosa, supone dura del río y Medina Sidonia. En ese caso la refe­ admitir que existe un error previo al que observa­ rencia a las 17 millas existentes entre el río Barbate mos en relación a la distancia río Barbate-Medina; y Medina, pasando a la altura de las diez millas por error 2: trasposición de Faysana-Facinas al otro lado una población, se ajustaría bastante a la realidad si del Barbate. En ambos errores, como vemos, inter­ pensamos en Calatrava. El problema no sólo es que viene el mismo elemento central (río Barbate). esa brusca falla en el camino contradice la lógica Por lo que hemos visto, la intención de al-ldrisi dirección del mismo. Además de eso, al-ldrisi se es mencionar tanto los lugares que se encuentran habría referido a la desembocadura del río Barbate junto a las principales vías de comunicación, como con el término Nahr Barbet y puestos a decir, diría aquellos que no están al pie de las mismas. Desde Balsana en vez de Faysana. Barajar pues la rela­ esta perspectiva hay que concebir al autor como ción Faysana-Balsana a la luz de esta falla, supone un personaje que pretende ordenar, utilizando admitir un cambio de actitud sustancial según ve­ como eje vertebrador el camino entre Algeciras y mos reflejado en el caso de Vejer. Porque cuando Medina, las poblaciones de la zona que visita o de se menciona a Vejer de la Frontera (Bakkat O.m.rat., las que tiene constancia. Si hemos de creer que es a 12 millas de Medina Sidonia), consta que el autor el autor quien comete el error, la raíz del problema no sólo conoce su ubicación (9), sino que se refiere hay que situarla en el momento de la redacción de a ella de forma que podemos entrever algo: no se la obra y más concretamente, durante la interpreta­ encuentra en la ruta Algeciras-Sevilla que está des­ ción de las notas que posee sobre los caminos y cribiendo (cf .Uns). lugares de la zona. Continuando con el caso de Medina una vez ¿Cuál o cuáles fueron entonces los errores desechada la referencia a un camino procedente previos a la trasposición de Facinas? Si nos fijamos desde la desembocadura del Barbate (que por otra tanto en los textos como en la realidad geográfica, parte, probablemente existiera), ¿cómo es posible podemos plantear que al-ldrisi se enfrentó a un pro­ blema muy claro: según sus notas, tanto al-Rataba como Faisana se situaban a unas 10 millas antes del río Barbate. Como parece una información contradictoria, se vería forza­ do a trasponer al otro lado del río uno de estos dos lugares, no alterando quizás, el que se localizaba a los pies del cami­ no (10). Pero la trasposición, más que una solución, supon­ dría reproducir de nuevo el problema. Si no podían existir dos núcleos situados diez mi­ llas antes del río Barbate (Al- Rataba y Faysana): ¿cómo Mapa de E. Valverde (1883-1885). Nótese la ausencia de vías (Algeciras-Medina ó Vejer; Tarl- podían existir dos núcleos si­ fa-Medina o Alcalá). tuados diez millas después del

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de tras los discursos de al-ldrisi, pasa por tener presentes las claves que acabamos de exponer. Mediante ellas puede compren­ derse ¡a ambigüedad de sus textos en re­ lación al trayecto río Barbate-Medina Siaonia y a la localización de la alquería Faysana en Facinas; ios procesos que en definitiva le llevaron a conjugar de manera particular los elementos originales del en­ tono. En este sentido, la Información que suministra el Uns es fundamental. En cuanto al trayecto Algeciras-río Barbate por él descrito, vimos cómo a par­ tir de las distancias y del nuevo topónimo que incluye el Uns (alquería de Al-Aba), hay que hacer pasar el camino cerca del Em­ balse del río Almodóvary de las Habas. Así, para al-Hataba proponemos una localiza­ ción inicial cerca de! cerro de Torrejosa y relacionamos la alquería de Al-Aba con la Las vías de comunicación gaditanas en el siglo XIII, según Juan Abellán Pérez. Cortijada de las Habas. (Cádiz, 1983. p. 127). Estrechamente relacionada con la ''reconstrucción" del camino río Barbate- Medina Sidonia, se encuentra la relación río? Medina Sidonia estaba de entrada, pero ahora, de Facinas con la alquería Fisana o Faysana, rela­ tras la trasposición, también está Faysana. ción que como hemos visto puede establecerse sin El ceutí es igualmente consciente de la nue­ temor a incurrir en el error. Tras contemplar las di­ va contradicción. Ello se evidencia cuando tras la versas posibilidades explicamos la trasposición a trasposición de Faysana se ve obligado a situar partir de una confusión sufrida por el redactor de Medina Sidonia a 17 millas del río Barbate. Porque las obras, quien posteriormente ha de falsear la rea­ esta cifra no es Inventada. Esa cifra proviene de un lidad del trayecto río Barbate-Medina Sidonia a cau­ dato muy preciso, que tenemos que leer entre lí­ sa de dicha trasposición. Confusión cuyo proceso neas: "entre la alquería de Al-Aba y Medina Sidonia es, según deducimos en buena medida de los pro­ hay 17 millas; 7al río Barbate y 10 entre el río Barbate pios textos: y Medina". Es decir, lo que se adapta al error son 1. - Al-ldrisi no puede concebir la existencia de dos los puntos de referencia, no la cifra. lugares en el trayecto Algeciras-río Barbate, situa­ Según el Uns son 7 las millas que separan a dos a la misma distancia antes de llegar al río {al- Medina Sidonia de Faysana. Estas 7 millas fantas­ Rataba y Fisana, 10 millas). Por ello decide cam­ mas, son la clara demostración de que al-ldrisi in­ biar la ubicación de aquel que efectivamente no tenta subsanar un error en las notas. Es decir, alte­ se encuentra necesariamente en el camino rada la localización de Faysana-Facinas y a Algeciras-río Barbate (alquería Faysana / Fisana- sabiendas de que no tenía lógica que la alquería y Facinas) (11). Medina estuviesen en el mismo sitio, no tiene otra 2. - Trasponer este lugar le obliga a variar la informa­ opción que distanciar ambos núcleos, introducien­ ción acerca del trayecto Al-Aba-Medina (17 millas), do entre ambos 7 millas, las 7 millas que faltan para pues Faysana y Medina Sidonia eran dos lugares completar el trayecto real AMba-Medina (las últi­ distintos que no podían encontrarse a la misma dis­ mas diez ya se han establecido previa y errónea­ tancia del río y en la misma dirección. La solución a mente entre el río y Faysana; las 7 restantes eran través de la cual pretende enmendar el error, es las siete primeras, las que separan Al-Aba del río). considerar que 17 millas es en realidad la distancia que hay entre el río Barbate y Medina Sidonia. Que CONCLUSIONES este error se comete se refleja en el hecho de que La única forma que encontramos de recom­ inicialmente sitúa Al Aba a seis millas del río Barbate. poner satisfactoriamente la realidad que se escon­ Sin embargo, la distancia que más se ajusta a la

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realidad la encontramos en la consumación del error, (7) CHALMETA GENDRIÓN, P. Opus cit. Nota 4. pp. 75 y en la que separa según él a Faysana de Medina (7 ss. No obstante, Chalmeta no relaciona este tipo de mer­ millas). cado con el lugar que llama Fasara o Faysara. (8) La mención a un núcleo rural alejado de un centro No podemos terminar sin mencionar dos hi­ urbano, en el cual la población de enclaves dispersos pótesis sobre el por qué de trasponer un enclave al puede proveerse de ciertos productos, nos hace recordar otro lado del Barbate, es decir, sobre el supuesto el caso de poblaciones como Facinas en cualquier lugar y origen de toda la confusión. De un lado cabe plan­ momento de la historia. tear que al-ldrisi efectivamente pretendía mencio­ (9) Juan Abellán Pérez relaciona este topónimo con el nar un núcleo existente entre el río y Medina (pero yacimiento de Beca, igualmente excavado por él y situa­ no teniendo en cuenta las distancias desde la des­ do cerca de Los Caños de Meca (ABELLÁN PÉREZ, J. embocadura como planteamos más arriba). La po­ "El Despoblado de Beca". Estudios de Historia y Arqueo­ sibilidad es muy interesante si relacionamos los logía Medievales ns 56.1985-86. pp. 361-367). En nuestra topónimos al-Rataba y Qalat al-Raba, es decir, la opinión no tiene en cuenta la existencia de dos asentamientos distintos referidos por el ceuti, quien cla­ Calatrava de Los Badalejos. Esto supondría, lógica­ ramente menciona en la ruta terrestre Bakkat Q.m.rat (sin mente, eliminar nuestra propuesta de situar el lugar lugar a dudas Vejer de la Frontera) y en la ruta marítima en las cercanías del Cerro de Torrejosa, así como Nahr-Beka, lugar por su parte distinto a Nahr-Barbét (des­ admitir que el núcleo que al-ldrisi pretende mencio­ embocadura del río Barbate). Conde dice de esta ruta ma­ nar a 18 millas de Algeciras y a 4 millas antes de Al- rítima "...y desde allí (caída de Nahr-Barbét) á la caída de Aba, no es sino Faysana-Facinas. Nahr-Beka seis millas; luego á las angosturas que llaman De otro lado está la cuestión de los dos cami­ Sant Beter (Santi Petri) doce millas...1'. Efectivamente, el nos: ¿acaso no supo coordinar al-ldrisi la informa­ ceutí se refiere a un lugar cercano a los Caños con ese ción relativa a dos caminos hacia Medina, uno des­ topónimo. Sin embargo, sobre un mapa y partiendo de la equivalencia de la milla que utilizamos (1.857’57), nota­ de Algeciras y otro desde Tarifa, que se unían antes mos un ligero desfase. Así, cuando toma como referencia de llegar a la alquería de Ai-Aba? (10). la desembocadura del río Barbate, (caída de Nahr-Barbét), vemos que a 6 millas se encuentra prácticamente el cabo REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA de Trafalgar como bien apunta Abellán Pérez, quien a (1) Libro de la Montería de Alfonso XI. Estudio y edición nuestro juicio acertadamente relaciona cabo y ciudad crítica por María Isabel Montoya Ramírez. Universidad de aunque no se trate del mismo emplazamiento. En segun­ Granada. Granada, 1992. p. 696. Recordemos que Gaspar do lugar, la distancia de 12 millas entre las angosturas Cuesta Estévez ("Notas sobre microtoponimia del térmi­ de Santi Petri y la "caída de Nahr Beka” nos lleva a no de Tarifa con valor histórico y arqueológico". Actas de situar este último accidente geográfico en la desembo­ las II Jornadas de Historia del . cadura de los Arroyos del Puerco-San Ambrosio, prác­ Almoraima n2 9. Mayo 1993. pp. 114 y 115), relaciona ya ticamente a unos 4 Km. al oeste de la gran meseta de estos tres elementos, es decir, alquería Faysana, Fegina Meca. y Facinas. (10) Al-ldrisi desembarcó en Algeciras, visitó luego Tarifa, (2) ÁLVAREZ QUINTANA, J.J. "Sobre los orígenes históri­ vuelve a Algeciras y es entonces cuando, se supone, par­ cos de Facinas1'. ALJARANDA nc 48. Marzo 2003. pp. 6- te hacia Sevilla. Es pues muy probable que el dato que 10. Sobre la grafía Fegina véase CUESTA ESTÉVEZ. Opus posteriormente no sabe interpretar, dando pie a toda la cit. Nota 1. confusión, lo anotase en Tarifa. Por su parte, si bien no (3) ALEMANY BOLUFER, J. "La geografía de la Penínsu­ tiene ninguna relación directa con nuestra hipótesis rela­ la Ibérica en los escritores árabes". Revista del Centro de tiva a la confusión de al-ldrisi con un camino procedente Estudios Históricos de Granada y su Reino. Tomo IX. de Tarifa, no queremos dejar pasar la ocasión de mencio­ pp. 7 y 9. nar la curiosa circunstancia que se observa en el Diccio­ (4) CHALMETA GENDRION, P. El señor del zoco en Es­ nario Geográfico-Estadístico-Histórico de Madoz (1845- paña. Edades media y moderna. Contribución al estudio 1850. Cádiz. Sevilla, 1986. p. 81 y 83). En dicha obra se de la historia del mercado. CSIC. Madrid. IHAC. 1973; quien habla del puerto, ermita y huertas de Hacinas, escrito erró­ habla de Faysara (p. 89) y Fasara (p. 147). neamente con ”H". Lo más destacado es, sin embargo, (5) MAZZOLI-GUINTARD, C. Ciudades de al-Andalus, que estos elementos se mencionen en el camino Medina España y Portugal (s. VIII-XV). Ed. ALMED. Granada, 2000. Sidonia-Tarifa que pasaba por las Habas, pero no en el p. 120. Nota 181. camino Vejer-Tarifa que pasaba por Tahivilla, cuando am­ (6) Chalmeta parece seguir la hipótesis de Dozy (Faysana bos confluyen al noroeste de Facinas. Porque el camino = Medina Sidonia) y quizás por ello propone para el lugar Medina-Tarifa se corresponde en parte con el tradicional el carácter de urbe. Caso similar es el de Jacinto Bosch camino Facinas-Benalup. Pascual Madoz no sólo no men­ Vilá [La Sevilla Islámica, 712-1248. 2- edición. Sevilla, ciona que el camino de Medina enlaza cerca de Facinas 1988. p. 204), aunque este autor relaciona el hito idrisí con el procedente de Vejer, sino que omite cualquier tipo con Calsena, diciendo que el zoco era permanente. de mención a Facinas al describir el mismo.

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La batalla del Salado según Gil de Albornoz

Wenceslao Segura González

SINOPSIS Según la narración del arzobispo de Toledo, El arzobispo deToledo, Gil de Albornoz, acom­ el ejército cristiano salió de Sevilla el lunes día 16 pañó al rey Alfonso XI en la batalla de Tarifa o del de octubre. La noche de ese lunes durmieron en Salado. La misma noche de la batalla envió dos car­ Utrera. El martes llegaron a un lugar llamado Locas tas, una al Papa y otra a un obispo italiano. Se ana­ (Torres de Alocaz). El miércoles llegaron a Coyos lizan estos documentos y se los compara con la Cró­ (lugar cercano a Lebrija). El jueves pasaron la no­ nica de Alfonso XI. A partir de estas fuentes se ex­ che cerca de Jerez de la Frontera. El viernes acam­ pone una hipótesis sobre la ubicación de las tropas paron en el río Guadalete. Allí permanecieron el y su evolución en el campo de batalla. sábado, domingo, lunes y martes, "esperando las gentes y las vituallas". Tras llegar las tropas que es­ EL ITINERARIO DEL EJÉRCITO CRISTIANO peraban, se prosiguió la marcha. El miércoles acam­ Gil Álvarez Carrillo de Albornoz fue nombra­ paron cerca de Medina Sidonia. El jueves llegaron a do en el año 1337 arzobispo de Toledo, iglesia Ladalejos (Benalup) y el viernes alcanzaron al río primada de España, cargo que llevaba aparejado el Almodóvar. Aquí debieron permanecer un día, ya de canciller de Castilla (1). Estuvo junto a Alfonso XI que es el domingo día 29, y no el sábado, cuando el en las principales operaciones militares que acome­ ejército llegó a , a unos diez kilóme­ tió el animoso rey castellano-leonés, a saber: Tarifa, tros de Tarifa. Algeciras y Gibraltar, actuando en todo momento El itinerario y las fechas que da Gil de Albor­ como leal consejero del rey. noz difieren algo de las recogidas en la Crónica del Al subir al trono Pedro I, el arzobispo Gil de Alfonso XI, que no da fechas pero se pueden dedu­ Albornoz marchó a la sede papal de Avlñón. Nom­ cir de la narración (4). Según el arzobispo, estando brado cardenal, actuó como jefe militar del papa los reyes cristianos en el Guadalete enviaron men­ Inocencio VI. Como legado papal en Italia logró re­ sajeros al sultán Abu l-Hasan, para retarle a pelear cuperar hábilmente las posesiones papales. Los res­ en las llanuras aledañas a la laguna de la Janda. tos del insigne cardenal, estadista y militar se en­ Los enviados cristianos volvieron, según Albornoz, cuentran en la catedral de Toledo. cuando los reyes habían llegado al río Almodóvar. Después de finalizar la batalla del Salado, al Más aceptable es la versión de la Crónica, que afir­ anochecer del día 30 de octubre de 1340, las tropas ma que los mensajeros retornaron cuando los cris­ coaligadas de Portugal y Castilla volvieron al real tianos aún estaban acampados en el Guadalete. de Torre de los Vaqueros (nuestra actual Gil de Albornoz deja traslucir la preocupación Valdevaqueros). Esa misma noche, Gil de Albornoz de los reyes cristianos por la dificultad de pasar por redactó dos cartas (2). Una de ellas se la envió al la Peña del Ciervo (5), donde los musulmanes ha­ papa Benedicto XIII, que había participado activa­ bían levantado una trinchera y la tenían defendida. mente en los preparativos de la decisiva batalla y Según el arzobispo de Toledo esta fue la principal otra al obispo de Frascati, Aníbal de Ceccano (3). razón para que los reyes cristianos retaran a Abu I- Gil de Albornoz dio por sentado que el Papa Hasan a batirse en las cercanías de la laguna de la estaba Informado de que, dos semanas antes, los Janda. cristianos habían salido de Sevilla con dirección a El camino natural para acceder a Tarifa des­ Tarifa, para enfrentarse a los reyes de Marruecos y de el valle del Guadalquivir es por Puertoliano, es Granada. Esto confirma el interés con que Benedicto posible que los cristianos no siguieran este camino XIII siguió los sucesos que se estaban produciendo porque si lo hubiesen hecho, habrían llegado a es­ en Tarifa. casa distancia de donde se encontraban las tropas

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enemigas, no teniendo lugar para poner el real (6). Cuando ya era cierto que los cristianos se Sea cual fuero las razones de los cristianos para no acercaban a Tarifa, Abu l-Hasan dio órdenes de le­ pasar por Puertollano, tomaron la decisión, al me­ vantar su campamento y trasladarlo lejos de Tarifa: nos, una semana antes. "e mando poner su alfaneque en que el posaua en El mismo domingo día 29 de octubre, los cris­ vn otero alto c arredrado de la villa, e todos ios su­ tianos lograron expulsar a los moros del puerto de yos posaron gerca del alderredor" (Crónica), aleján­ la Peña, que no fue defendido con mucho ahínco. El dolo de la zona de la batalla y protegiendo a sus rey Alfonso XI examinó personalmente el terreno, mujeres e hijos pequeños que le acompañaban. El especialmente la zona costera, por donde se pre­ sultán no debió estar muy seguro de la victoria por­ veía que iba a desarrollarse la batalla. El rey mandó que según la Crónica "mando poner fuego a todos "explanar el atrincheramiento [...] así como cuantas los yngenios que ay tenien", en evitación de que obras podían dificultar en aquella zona la libertad pudieran caer en manos enemigas. También retiró de movimientos exigida por el combate". las tropas que cercaban Tarifa, quizás porque pen­ saba que serían necesarias en la batalla. LA ORACIÓN DE ALFONSO XI La toponimia y la lógica nos permiten aventu­ El domingo día 30 de octubre "muy tempra­ rar a donde trasladó Abu l-Hasan su campamento. no" el rey oyó la misa que celebró el arzobispo. Debió ser al final de la cañada -aún conocida- como Sorpresivamente, cuando Gil de Albornoz alzó el Alfaneque (8), un promontorio a unos cuatro kiló­ cuerpo de Cristo, el rey lo interrumpió y "prometió públicamente, con copiosas lá­ grimas y pronunciando palabras muy de­ votas, apartarse del pecado y enmendar su vida", dicho lo cual "llorando humilde y devotamente, recibió a Jesucristo". "En se­ guida fueron bendecidas las armas"del rey que, según la Crónica, estaban encima del altar. Después de la misa, todos se prepa­ raron para el combate. El ansia de comenzar la batalla im­ pidió a Alfonso XI conciliar el sueño el día antes del enfrentamiento: "En la su tienda yazía / non codiciando tesoros, / mas de­ seando el día /que se viese con los moros. / En la su cama yaciendo / con saña del coragón / yazíase rebolviendo / commo un bravo león / e a Dios Padre pedía / que la mañana llegase; / e Dios le enbió el d ía /e non quiso que tardase". Al amanecer dijo su oración: “Contra Ti so muy errado / des­ de el tiempo en que nasgí, / bien conosco mi pecado/ e el mas que merecí. [...] a Ti, Padre, Señor bueno, / pido merget e per­ dón / por mí c por mi conpaña / que nos non dexes perder e la corona de España / póngola en tu poder" (7).

LA POSICIÓN DE LAS TROPAS Las cartas de Gil de Albornoz, la Crónica de Alfonso XI, la lógica militar y la orografía del terreno, nos permiten averi­ guar cómo se encontraban repartidas las Retrato ecuestre de Gil de Albornoz, obra de Francisco Curti, siglo XVII. Re­ tropas cristianas y moras cuando comen­ presenta al cardenal con la capa prelacial y debajo la armadura, mostrando zó la batalla. la dualidad de religioso y militar.

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metros de Tarifa en dirección a Algeciras, que se Cantera o en sus faldas. Se trata de un cerro que a eleva hasta los 185 metros, desde donde se domi­ modo de muralla de casi un kilómetro de longitud na no sólo el castillo, sino los llanos de La Vega y los protege a Tarifa por el oeste, extendiéndose hasta cerros aledaños (9). Esta versión es apoyada por la cerca de la playa, alcanzando una máxima altitud Crónica que afirma que el campamento estaba en de 58 metros y a una distancia de un kilómetro de la un otero que "llegaua fasta Tarifa". Para su defensa muralla de la plaza tarifeña (11). La Crónica dice y en evitación de un movimiento envolvente de los que Abu 'Umar estaba "detrás de un cabepo con sitiados en Tarifa, permanecieron allí seis mil hom­ una pelada que tenia fecha", algo que es compati­ bres a caballo y ocho mil peones, según la narra­ ble con nuestra hipótesis. ción de la Crónica. Según Albornoz, el rey de Granada estaba El rey de Granada puso su real también lejos "al otro lado", en una colina. La Crónica nos dice de Tarifa, pero cerca del campamento benimerín. que posaba "perca de la sierra". Este lugar debió Los granadinos no tenían que situar su campa­ ser la falda del cerro de Longanilla o mejor aún de mento lejos del campo de batalla (como sí tuvie­ Cerro Gordo de 433 metros de altura, donde ahora ron que hacerlo los benimerines), ya que no te­ no ha un denso bosque pero que lo pudo haber en nían que proteger a nadie en especial, porque to­ aquel tiempo. Este lugar está separado de la supues­ dos eran guerreros. ta posición de los benimerines por el puerto de La narración de Gil de Albornoz es bastante Piedracana, a unos nueve kilómetros de Tarifa. Esta precisa en cuanto a la posición relativa de las cita­ hipótesis satisface la información que nos da la Cró­ ras musulmanas. El rey de Granada se encontraba nica, que afirma que los peones de la costanera iz­ "en una región verdaderamente difícil donde había quierda de Alfonso XI se unieron a los portugueses, un bosque". El emir Abu 'Umar, el Aboamar de la decantando la victoria de parte cristiana. Los me­ Crónica, se encontraba "hacia los antiguos campa­ nos de cinco kilómetros que separan los llanos por mentos". Mientras que Abu l-Hasan estaba "en me­ donde los castellanos cruzaron el Salado y la su­ dio, por donde la lucha se ofrecía todavía más ás­ puesta ubicación de los granadinos, pueden ser re­ pera". Tenía distribuidas sus huestes por tribus y corridos sin dificultad y sin tardanza por gente a pie. estirpes, "llegando hasta la orilla de dicho río del Nótese que la distribución de las tropas musulma­ Salado". nas perseguía impedir una operación envolvente por Después de las primeras escaramuzas entre las alas, cosa que finalmente ocurrió. las vanguardias de uno y otro ejército, los castella­ El número de efectivos del ejército musulmán nos, al mando de Alfonso XI, se lanzaron directa­ debió ser enorme. Gil de Albornoz dice que "nadie mente hacia donde estaba el sultán, subiendo por del mundo haya visto tanta gente junta", según su la "falda de una cierta escarpada peña, muy defen­ apreciación llegaba a cuarenta mil caballeros y dida, en cuya cumbre el rey de Benamarín aparecía cuatrocientos mil peones, una cifra exagerada, rodeado de un gran ejército". Las únicas elevacio­ pero que deja constancia de que se trataba de un nes de la zona que pueden ser calificadas como gran ejército. "peña escarpada" son el Bujo de 259 metros de al­ Las tropas cristianas pasaron la Peña y el río tura, el Cerro del Tesoro con 290 metros y Los Jara sin oposición, a pesar de que por la noche un Zorrillos de 220 metros, los tres muy cercanos entre destacamento al mando de Abu 'Umar, había esta­ sí. Los tres promontorios permiten la visión de todo do patrullando la zona. Los cristianos llegaron a la el campo de batalla, rápido acceso al alfaneque y al orilla del riachuelo del Salado o Saladillo, allí se de­ camino de vuelta a Algeciras (10). tuvieron porque estaba defendido por una avanza­ Los "antiguos campamentos" a los que se dilla musulmana. refiere Albornoz debieron ser los ocupados por los La Crónica detalla pormenorizadamente las benimerines desde el mes anterior, cuando comen­ distintas citaras o cuerpos del ejército cristiano, con zó el sitio de Tarifa. Si se tiene en cuenta que duran­ indicación de quien la componían y la función que te la batalla debía de interceptarse tanto a los cris­ debían tener en la batalla. El ejército castellano es­ tianos que quisieran llegar a Tarifa como los que taba formado a la usanza, es decir, con vanguardia, pudieran salir de la plaza y que un campamento cuerpo central, dos costaneras y zaga. La costane­ debía de estar en una posición prominente, plan­ ra izquierda estaba formada por los peones, al man­ teamos la hipótesis de que esos antiguos campa­ do de Pedro Núñez de Guzmán y la derecha, al mentos -que el día de la batalla estuvieron controla­ mando de Alvar Pérez de Guzmán, la formaban los dos por Abu 'Umar-, debieron estar en la Loma de la donceles de rey, que montaban a la jineta, a la ma­

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ñera de los musulmanes. sol que salía entonges e les daua de rrostro, de gui­ La lógica y la tradición nos obliga a suponer sa que les fazia perder mucho de la vista de los ojos" que el paso del Salado por los castellanos se reali­ (Crónica). La verdad de esta afirmación se puede zó por la zona denominada (12). Se comprobar in situ y llega a ser de tal intensidad que trata de un llano de un kilómetro y medio de ancho, se pierde la visión casi por completo. A las 9 hora que va desde el final de la , local el Sol está aproximadamente hacia el SE, o hasta la Loma de los Prados, a cuyos pies transcu­ sea, hacia donde se encontraba la vanguardia mu­ rre el cauce del Salado. sulmana, y a una molesta altura de unos treinta gra­ El ejército portugués fue completado por efec­ dos sobre el horizonte. A las 10 horas, ya el Sol se tivos castellanos y se encontraba a la izquierda de encontraba en el SSE y las molestias eran mínimas. Alfonso XI, formando una citara independiente.Tam­ Por tanto, hay que suponer que fue en torno a esa bién cruzó el Salado pero sin encontrar oposición y hora cuando comenzó la batalla, unas cuatro horas debieron hacerlo por la embocadura que conduce después de haber amanecido (15). al puerto de Piedracana, donde se encontraba el Sobre la hora final de la batalla Gil de Albor­ rey de Granada. noz dice: "Se combatió hasta la hora tercia; cuando La retaguardia cristiana permaneció en las el Señor de los Ejércitos dejó caer el rocío de su laderas de la Peña y estaba formada por gente poco bendición, cedió la resistencia de nuestros adver­ experimentada. Por último, una cuarta citara quedó sarios, que doblaron la espalda". Es decir, la con­ formada por los efectivos que estaban en Tarifa, a clusión de la batalla estuvo en torno a mediodía, lo los que se unió un destacamento que la noche an­ que da una duración de aproximadamente tres ho­ terior logró burlar la vigilancia musulmana y los des­ ras. Hay que entender que este fue el tiempo del tinados en la flota castellana, pues los aragoneses enfrentamiento en regla, hasta que el ejército mu­ se negaron a salir al campo de batalla. A este des­ sulmán se desorganizó. Posteriormente vino su per­ tacamento se le encomendó que "otro dia fuesen secución o "alcance"que debió durar hasta concluir ferir en el rreal do tenia el rrey Aboagen el su el día. alfaneque, por quanto los moros viesen dar en el su Sin entrar en los pormenores de la batalla, rreal, que por lo acorrer, avria razón de enauessar decir que parte de la delantera cristiana logró supe­ [enervarse, o sea, debilitarse] de las hazes en que rar la primera línea de defensa musulmana y se diri­ estouisen" (Crónica). Estas tropas salieron de las gió directamente al campamento benimerín sa­ murallas de Tarifa al poco de comenzar la batalla e queándolo. Debieron de seguir muy aproximadamen­ intranquilizaron a Abu l-Hasan, que no tomó medi­ te el camino de la actual carretera nacional 340 y das efectivas contra ellos, tal vez esperando que su por el desvío que evita su entrada en el casco urba­ retaguardia podría controlarlos en el caso de que no de Tarifa o bien por una corta cañada que hay efectuaran un movimiento envolvente, un grave error cerca. También los acuartelados en Tarifa atacaron que contribuyó a la derrota musulmana (13). el campamento musulmán, probablemente ascen­ diendo por el arroyo del Retiro y siguiendo la caña­ EL DESARROLLO DE LA BATALLA da de Alfaneque. No hay dudas de que la batalla del Salado se desarrolló el lunes día 30 de octubre de 1340 y no el LA HUÍDA HACIA ALGECIRAS día 28 como equivocadamente refiere la Crónica, lo Tras vencer la resistencia musulmana, Gil de que ha dado pie a innumerables equivocaciones. El Albornoz dice que: "Entonces ascendimos ágilmen­ propio Gil de Albornoz afirma que el día 29 de octu­ te, avanzando hacia los campamentos enemigos y bre llegaron a la orilla del mar, "colocándose a una penetrando en sus propios reductos, donde tenían legua de distancia de las blasfemas huestes de los plantadas sus tiendas. Todo había quedado aban­ reyes de Benamarín y de Granada" y la batalla fue donado al darse a la fuga". En la "tienda colorada" "al día siguiente, es decir, en el penúltimo del pre­ de Abu l-Hasan se encontraron los cadáveres de sente mes" (14). dos mujeres del sultán, "una de las cuales era hija En cuanto a la hora del comienzo y fin de la del rey de Túnez; cuatro hijas mayores y dos peque­ batalla tenemos que ser más imprecisos. Aunque ñas y muchas concubinas". Una innecesaria atroci­ los cristianos se prepararon desde muy temprano y dad que lamentó el rey Alfonso XI. Según la Crónica poco después llegaron a los vados del Salado, de­ su mayor pesar "fue de las rreynas e de las ynfantas bieron detener el comienzo de la contienda, pues al e mugeres de alto lugar que fallo muertas por ma­ rey le “consejaron que se detoviesse vn poco por el nos de viles ornes".

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Plano de las cercanías de Tarifa, donde se representa la posición Inicial de las tropas cristianas y musulmanas, y su evolución en el transcurso de la batalla del Salado.

La huida de los moros debió ser por los dos fícil es identificar este monte, que debe estar antes caminos que conducen a Algeciras, a saber, por la del río Guadalmesí, porque al llegar allí los reyes se orilla del mar y por donde actualmente transcurre la volvieron a su campamento. A este apresamiento carretera nacional 340. Los cristianos acosaron a se refiere el Libro de la Montería de Alfonso XI "el los musulmanes hasta llevarlos a la orilla y "al huir colmenar de Pero Xjmenez, a do tomaron el Infante hacia dentro del mar se sumergieron y ahogaron", de Benamarín quando a la de Tarifa, es buen monte versión de corrobora la Crónica. de puerco". El topónimo Pedro Jiménez se ha con­ Los reyes de Granada y Marruecos se encon­ servado pero como un afluente del río Jara, que nace traron en la huida y fueron perseguidos por los cris­ en Saladavieja en la cercanía de Puertollano, por tianos. La Crónica dice que Abu l-Hasan "fue hu­ tanto muy separado del lugar de la batalla (17). yendo por vn valle arriba [...] E desta guisa se yua Alfonso XI perseguió con ahínco a Abu I- contra Algeciras", que puede referirse al valle por Hasan pero desistió de su empeño al quedarse sin donde corre el río de la Vega. "Prosiguiendo nuestro tropas suficientes, porque la mayoría se quedaron avance [escribe Albornoz] alcanzamos la cima de en el campamento musulmán robando. Los musul­ un monte y penetramos en las asperezas del mis­ manes pensaron que los cristianos iban a continuar mo, hacia donde corrían los moros". Debemos su­ hasta Algeciras. Por eso los reyes de Granada y poner que en la huida se dirigían hacia Algeciras, el Marruecos no permanecieron en esa ciudad, sino lugar más seguro para su protección. Gil Albornoz que uno se fue para Marbella y el otro para Gibral- prosigue: "Allí mi señor el rey de Castilla, peleando tar. Pero los cristianos no estaban en condiciones cuerpo a cuerpo, aprisionó a cierto infante moro lla­ de seguir el avance. Son bien elocuentes las pala­ mado Aboanar, hijo del rey de Benamarín" (16). Di­ bras de Gil de Albornoz: "¡Lástima que no tuviése­

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mos vituallas sino para dos días! ¡Si hubiésemos fonso XI en el Salado. El Poema, la Crónica inédita y la estado abastecidos para un mes, es indudable que Historia". Boletín de la Real Academia de la Historia 131. podríamos llegar a conquistar el castillo de (1952). pp. 247-266. (8) El alfaneque es el afarag o afrag bereber. Literalmente Algeciras!" La Crónica eleva a cuatro los días para significa casa pequeña. En el texto significa el campa­ los que tenían suministros. mento musulmán, donde se instalaba el sultán con “sus esclavos, sus negros y su guardia". Se montaban va­ CONCLUSIONES rias tiendas, la grande y roja era la de Abu l-Hasan y ha­ Las cartas de Gil de Albornoz escritas el mis­ bía otras reservadas a las mujeres e hijos pequeños del mo día de la victoria del Salado y la Crónica del rey sultán. Alfonso XI, nos permite aventurar que el campamen­ (9) La cañada de Alfaneque es un ramal de la cañada de to benimerín estaba al final de la cañada de Matotoros, que culmina en el puerto de Tabla, junto a unas Alfaneque y la distribución de las tropas fue: los gra­ canteras de piedras, exactamente donde a principio de nadinos en el puerto de Piedracana, Abu l-Hasan los años ochenta el Ministerio de Industria colocó una central eólica experimental. Por cierto, no es el lugar don­ en el Cerro del Tesoro u otro cerro cercano y Abu de más sopla el viento, le superan el Faro de Tarifa, el ‘Umar en la Loma de la Cantera. La huida fue por cerro del Cabrito y la montaña del Infierno en Gran Cana­ varios lugares, algunos se fueron por la costa y otros ria. Planta eólica experimental de Tarifa. Experiencias hasta por un camino que coincide con la actual carretera diciembre de 1985. Instituto para la Diversificación y Aho­ nacional 340. Abu l-Hasan se unió en la huida con rro de la Energía. 1985. el rey de Granada Yusuf I y recorrieron el cauce del (10) En la toponimia de la zona hay varios nombres qui­ río de la Vega hasta alcanzar el camino de Algeciras. zás relacionados con la batalla. Es el caso de la playa de El día de la batalla fue con seguridad el lunes 30 de los Lances, la cañada de Alfaneque, el Cerro del Tesoro y octubre de 1340, empezando en torno a las 10 hora la loma del Polear (tal vez derivada de pelear o espolear). En algunos planos antiguos aparece la cañada de Mata­ local y durando aproximadamente tres horas. moros, que algunos historiadores han relacionado con la batalla, pero el nombre correcto de esa cañada es REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA Matatoros. (1) Para la vida de Gil de Albornoz véase FIGUEROA y (11) El interés militar por la Loma de la Cantera volvió a TORRES, Á. El cardenal Albornoz. Real Academia de la surgir con motivo de la II Guerra Mundial. Entonces el Historia. 1942. Y BENEYTO PÉREZ, J. El cardenal Albor­ gobierno de España levantó un sistema defensivo por la noz. Canciller de Castilla, caudillo de Italia. Espasa-Calpe. costa del Estrecho, en prevención de un desembarco alia­ 1950. Cuando a lo largo del texto citemos a la Crónica de do. La Loma de la Cantera se convirtió en un recinto forti­ Alfonso XI, nos estaremos refiriendo a la Gran Crónica de ficado, en torno al que se levantan 13 búnker y dos pie­ Alfonso XI, preparada por Diego Catalán. Gredos, 1977. zas de artillería. La finalidad de este sistema era impedir Vol. II. Los entrecomillados sin referencia son párrafos que cayera en manos del enemigo la carretera nacional tomadas de las cartas de Gil de Albornoz. Un informe 340 en dirección a Gibraltar. sobre los preparativos y desarrollo de la batalla se en­ (12) La tradición tarifeña afirma que Pedro Valiente fue cuentra en SEGURA GONZÁLEZ, W. "La batalla del Sala­ uno de los guerreros que llegaron con Alfonso XI, que do". En / Congreso de Historia Medieval de Tarifa, en tuvo la valentía (de ahí su apellido) de ser el primero en prensa. pasar el Salado. (2) BENEYTO PÉREZJ. Opus cit. pp. 329-332. (13) CUARTERO LARREA, M. "El Salado". Ejército 13. (3) PÉREZ-BUSTAMANTE, R. "Benedicto XII y la Cruza­ 1941. pp. 33-42; publica un plano con la disposición de da del Salado", separata de Homenaje a fray Justo Pérez las tropas. Supone que fue el río Jara y no el Salado, el de Urbe!. 1977. pp. 177-203. que separó a los dos ejércitos. Coincide con nuestra hipó­ (4) El itinerario según la Crónica se encuentra en HUICI tesis en colocar a Abu l-Hasan en el entorno del Cerro del MIRANDA, A. "El sitio de Tarifa y la batalla del Salado". Tesoro y en suponer que su campamento estaba al final En Las grandes batallas de la reconquista durante las del arroyo del Retiro. invasiones africanas. Universidad de Granada. 2000. (14) SECO DE LUCENA PAREDES, L. "La fecha de la pp. 331-387. batalla del Salado". AlAndalus 19.1954. pp. 228-231. Otro (5) Juan Beneyto lee en la carta dirigida al Papa Rupis documento que con certidumbre da la fecha de la batalla Termin (roca del Mojón), según Diego Catalán es una mala del Salado está fechado el 11 de noviembre de 1340, y lectura de Rupes Cervi (Peña del Ciervo). recoge las solemnidades programadas por el Consell de (6) LÓPEZ FERNÁNDEZ, M. "Los caminos y cañadas de Valencia: “faen-los saber que en lo día de dilluns, XXX Tarifa en los itinerarios del rey de Alfonso XI de Castilla". dies del mes de octubre aprop passat, nostre Senyor Deus, ALJARANDA na 53. 2004. pp. 5-10. per la sua Clemencia, havia donada victoria ais alts reys (7) El poema de Alfonso XI. Edición de Yo Ten Cate. Con­ de Castella e de Portugal de la batalla campal que havien sejo Superior de Investigaciones Científicas. 1956. pp. 419- hauda ab los infeels reys de Benimari e de Granada e ab 421; CATALÁN MENÉNDEZ PIDAL, D. "La oración de Al­ les lurs genis". DUALDE SERRANO, M. Solidaridad espi­

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ritual de Valencia con las victorias cristianas del Salado y islámica. Según este calendario, la fecha de al-Jatib co­ de Algeciras. Instituto Valenciano de Estudios Históricos. rresponde al 29 de octubre del año 1340. GIMÉNEZ SO­ 1950. pp. 76-77. Los que han puesto en duda la fecha de LER, A. La corona de Aragón y Granada. Historia de las la batalla se han apoyado en la tardía respuesta del rey relaciones entre ambos reinos. 1908. pp. 270-271. de Aragón, Pedro IV el Ceremonioso, a la misiva que le (15) Al-Jatib dice que comenzó a la hora duha, un mo­ envió Alfonso XI anunciándole la victoria. La respuesta mento impreciso que corresponde cuando el Sol, después del aragonés fue escrita "en Barcelona VIII dias andados de haber salido, se encuentra a una perceptible altura del mes de diciembre en el anyo de nuestro Senyor de sobre el horizonte. La crónica portuguesa afirma que la mis trescentos et quaranta", es decir, 38 días después batalla entre granadinos y portugueses comenzó "semdo del triunfo castellano. BOFARULL Y MASCARÓ, P. de. horas de Pryma". Crónica dos sete primerios reis de Por­ Procesos de la antiguas cortes y parlamentos de Catalu­ tugal. Edición de Carlos Silva Tarouca. Academia Portu­ ña, Aragón y Valencia. 1851. Tomo Vil. pp. 142-143. Al- guesa de Historia. 1952. p. 340. Jatib, que estuvo personalmente en Tarifa con los grana­ (16) Debió ocurrir que Abu 'Limar fuera el último en retirar­ dinos, da el 7 Jumada I del año 741 para la batalla. No se del campo de batalla, lo que es probable tanto por el obstante, no es posible hacer la comparación precisa en­ ardor que el emir puso en la pelea, como por la posición tre fechas islámicas y cristianas, ya que el calendario que ocupó. musulmán está basado en la observación y no en el cóm­ (17) CUESTA ESTÉVEZ, G. J. "Notas sobre la puto. Existe un calendario musulmán aritmético que nos microtoponimia del término de Tarifa (con valor histórico y da, sólo aproximadamente, la fecha cristiana de una arqueológico)". Almoraima 19.1993. pp. 111-121.

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15 PATRIMONIO ARTÍSTICO ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005.

Apuntes sobre la imaginería procesional tarifeña. Siglo XVIII (I)

Juan Antonio Patrón Sandoval Francisco Espinosa de los Monteros Sánchez

n el número anterior de ALJARANDA dimos Con todo, la existencia de una imagen de Cris­ a conocer dos do las principales imágenes to en el antiguo Hospital de la Santa Caridad -tam­ E de! XVII que procesionan en la Semana Santa de bién conocido entonces como de la Santa Miseri­ Tarifa. Continuando con la labor, en esta ocasión le cordia- la hemos podido documentar ya a comien­ toca el turno a otras tantas imágenes, todas del si­ zos del siglo XVII, cuando el vecino de Tarifa Alonso glo XVIII, que si bien procesionaron por las calles Martín de Moguel dispuso en su testamento, fecha­ de nuestra ciudad hoy ya no lo hacen e incluso al­ do el 7 de marzo de 1611 ante el escribano público gunas permanecen retiradas del culto expuestas a un deterioro constante y que pronto podría privarnos de ellas. Algunas, como veremos, con un valor ar­ tístico incuestionable, aunque deben ser los propios tarifeños quienes se conciencien de lo que tienen y aprendan a valorarlo y cuidarlo.

1. SANTO CRISTO DE LA CARIDAD 1.1. Reseña Histórica Sobre del Santo Cristo de la Caridad se ha venido manteniendo, sin más, que la imagen es de estilo barroco y pertenece a la escuela española andaluza del siglo XVIII (1). Lo cierto es que poco más sabemos de este magnífico crucificado, que actualmente se encuentra expuesto al culto en su retablo de una sola calle con dosel situado en la cabecera de la nave de la Epístola de la iglesia-ca­ pilla de la Inmaculada Concepción y que incluso lle­ gó a procesionar en nuestra Semana Santa con su advocación de Cristo de la Caridad en el primer ter­ cio del siglo XX (2). La imagen de este crucificado recibe su título del Hospital de la Caridad, a cuya capilla e institu­ ción pertenecía y cuyo origen en Tarifa podría re­ montarse según algunos hasta el siglo XIV (3). Documentalmente, la primera noticia que hemos podido localizar nos refiere la existencia de la Her­ mandad y Hospital de la Santa Caridad de Tarifa el 5 ce agosto de 1545 (4), fecha de la escritura por la que Juan Palomino impuso ante el escribano públi­ co Pedm de Ribera un censo de dos reales a favor El Santo Cristo de la Caridad en su altar de la capilla de la Inmaculada Concepción (Tarifa). Obra que atribuimos al es­ del Hospital de Caridad de la ciudad sobre una de cultor genovés Francesco María Maggio hacia 1761. (Foto: Juan sus casas en la colación de San Mateo (5). Antonio Patrón)

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Lorente López de Estrada, una cláusula por la cual dejó al Hospital una renta de ocho ducados anuales para el reparo de los po­ bres, con obligación de que los hermanos del Hospital le dijeran cada año, el día de Ntra. Sra. de la Encarnación o dentro de su octava, una misa cantada por su ánima en la capilla y con tal de que el día de su entierro le acom­ pañase "el Cristo de! dicho Hospital" (6). Parece claro, no obs­ tante, que la actual talla del Santo Cristo de la Caridad no es esa otra imagen cuya reseña acabamos de docu­ mentar a comienzos del El Santísimo Cristo de la Piedad. Iglesia de Santiago (Cádiz). Obra del escultor Francesco María XVII, más aún cuando por Magglo de 1754 (IZQUIERDA) y el Santísimo Cristo de la Misericordia. Iglesia de San Juan de su estilo nos encontramos, Dios (Cádiz). Obra atribuida a Francesco María Maggio (DERECHA). (Fotos: Andrés Quijano de sin duda, ante un crucifica­ Benito) do con los rasgos propios de la escuela genovesa de la segunda mitad del si­ de la Santa Caridad se debían venerar otras imá­ glo XVIII. Teniendo en cuenta esta apreciación y a genes. En efecto, entre ellas al menos se debía con­ pesar de la falta de pruebas documentales -no he­ tar una Virgen de María Santísima de los Dolores, mos podido encontrar referencia alguna ai crucifi­ adquirida en virtud de la disposición testamentaria cado de la Caridad hasta 1831 (7)-, hemos de su­ -fechada el 16 de febrero de 1761- del que fuera poner que llegado el momento fue la misma Her­ teniente alcaide del castillo y fortaleza de Tarifa, mandad de la Caridad la que renovó la primitiva y Alonso de Rivera y Moreno (9), y ante la cual los quizás deteriorada imagen del Santo Cristo por hermanos de la Caridad quizás celebraoan cada tres la que hoy conocemos. meses el rezo dol rosario al que estaban igualmen­ Como hemos dicho, hasta la fecha la ausen­ te obligados por los Estatutos, y, sin duda, la ima­ cia de referencias por cuanto se refiere a la factu­ gen del Crucificado, en presencia del cual posible­ ra de ia nueva imagen es total, razón por la que mente celebraban todos los viernes de Cuaresma sólo podemos especular con que su adquisición por la noche la también obligada lectura de la Pa­ quizás pudo haberse llevado a cabo en torno a sión, oración y disciplina en la que se entonaba el 1761, a raíz de la refundación de la que se tituló Salmo del Miserere y el De Profundis, con la ora­ a partir de entonces como "Muy Humilde y Venera­ ción Réspice Que Sumus Domine, finalizando con ble Hermandad de la Santa Caridad de Nuestro un acto de contrición (10). Señor Jesucristo11 y a la cue "concurrieron las prin­ cipales personas del pueblo, eclesiásticos y se­ 1.2. Análisis estilístico de la imagen culares" (8). El Santo Cristo de la Caridad es una talla rea­ Sin embargo, llegados a este punto, cabe te­ lizada en madera de cedro policromada, midiendo ner en cuenta que si bien para aquel entonces el 1’30 metros de alto por 1’00 de ancho. E! espesor patrón de la Hermandad, hospital e iglesia, no era del tronco es de unos 20 cm. Representa un crucifi­ sino San Bartolomé, a quien la Hermandad de la cado muerto de tres clavos, con corona de espinas Caridad rendía especial culto en su día y cuya nue­ superpuesta, juego de potencias y llaga en el costa­ va imagen -d e estilo también italianizante- debía do. Presenta un canon alargado pero sin descuidar presidir ahora la capilla, bien es cierto que en la igle­ la anatomía. El aspecto general de la imagen es sia del titulado ya como Hospital de San Bartolomé aceptable en cuanto a la talla (con la salvedad que

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blar la tela hacia dentro por el medio. Anotar que es aquí don­ de la imagen presenta más desperfectos, ya que a la falta de un trozo de la moña dere­ cha, la del lado izquierdo fue totalmente seccionada para facilitar el uso del paño de tela que lució la imagen hasta bien entrado el siglo XX. Pero lo más realista viene cuando nos pa­ ramos a mirar la espalda del crucificado y descubrimos la crueldad de las heridas en las que el artista ha recurrido al uso del pergamino estucado para las aristas de las llagas. Los brazos forman una gran V respecto al cuerpo, nue­ El Santísimo Cristo de Jerusalén y Buen Viaje. Iglesia Catedral de la Merced (Huelva) (IZ­ vamente la forma de tallar los QUIERDA) y el Cristo de la Vera Cruz de Aznalcázar (Sevilla) (DERECHA). Ambas imágenes tendones que nacen por deba­ atribuidas recientemente a Francesco María Maggio. (Fotos: Hermandad de los Judíos de jo del hombro y la musculatura Huelva http://www.hermandaddelamerced.corr y Juan Carlos Gallardo Ruiz en "Crucificados de Sevilla".Tomo III. Ed.Tártessos. Barcelona, 199/.p. 100). del antebrazo son muy carac­ terísticas. Las piernas son tam­ bién alargadas, estando bas­ veremos más adelante en el perizoma (11)) aunque tante marcada la musculatura, siendo especialmen­ necesita de una restauración de policromía ya que te desta-cable el relieve y pliegues laterales de los presenta algunas pérdidas. tendones en las pantorrillas. Los pies están de nue­ La cabeza está tallada con gran virtuosismo. vo tallados con virtuosismo, marcando en relieve Especialmente característica es ia forma en que la vasos y tendones, la zona del metatarso está hin­ barba comienza separada de las patillas y perdién­ chada por el peso del cuerpo. dose por detrás de la oreja, el mentón queda limpio Todas las características antes mencionadas hasta el labio inferior, quedando la barba tallada a nos remiten, como ya comentamos, a la escultura finas estrías. El bigote parece empezar justo debajo genovesa de la segunda mitad del siglo XVIII de la de las fosas nasales dejando de nuevo al descu­ que en la provincia de Cádiz se conservan numero­ bierto el surco naso labial y el labio superior. La frente sos ejemplos y, en particular, al arte de uno de sus queda despejada, las cejas son poco arqueadas. La miembros más destacados, Francesco María cabellera aparece partida en dos y surcada de in­ Maggio. numerables estrías. Las orejas quedan sólo esbo­ zadas tapadas por la cabellera que se recoge en el 1.3. Apuntes biográficos sobre los escultores lado izquierdo, quedando el lado derecho sobre el Francesco María Maggio y Jácome Antonio hombro. Maggio. El torso es de canon alargado, las costillas Francesco María Maggio (o Mayo en la ver­ son perfectamente visibles, formando un marcado sión española del apellido) nació en Génova en 1705 arqueo en forma de V invertida alrededor del vien­ y murió el 9 de marzo de 1780 en Cádiz. Parece que tre. La llaga del costado queda bastante separada llegó a la capital gaditana en 1739, casándose en de los pezones los cua'es están tallados en relieve. dicha ciudad con María Nicolasa Picasso. Se ¡e co­ Se observa, como en general en toda la talla, una nocen 5 hijos de los cuales destaca el segundo, gran profusión de heridas, Destacando las que apa­ Jácome Antonio María nacido el 31 de enero de recen a ambos lados de la cintura y otras a la aitura 1742, también escultor como veremos más adelan­ del hombro izquierdo queriendo imitar las te. Parece que ya dos años antes de morir, Francesco desolladuras de la carga de la cruz. El paño de pu­ María Maggio padecía de parálisis ya que no pudo reza es bastante simple, usando el recurso de do­ firmar por esta razón en el expediente matrimonial

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de su hijo Jácome, viviendo por entonces en la calle cristal. San José (12). Numerosas son las atribuciones que tenemos En cuanto a Jácome Maggio, segundo hijo de de estos escultores, de las que sólo vamos a men­ Francesco María, se casó el 30 de noviembre de cionar las más destacadas y acedadas según nues­ 1778 con María Semeria, hija dol dorador Diego de tro criterio. A Francesco María Maggio se le atribuye la Rosa, probable colaborador en el taller paterno. acertadamente el Crucificado de la Misericordia de No se le conocen hijos. Murió ol 19 de enero de 1793, la iglesia gaditana de San Juan de Dios, por el evi­ siendo sepultado en el convento de la Candelaria dente parecido con el de la Piedad con el que guar­ posiblemente por ser hermano de la cofradía de San da enormes analogías. Es una imagen también rea­ José (13). lizada en cedro y que conserva la cruz arbórea pri­ El catálogo de obras de estos escultores, a mitiva. pesar de su calidad y del prolongado espacio de Sánchez Peña atribuye al padre una cabe­ tiempo que residieron en Cádiz es hasta el presen­ za de San Juan Evangelista perteneciente a la te bastante escaso, la razón la encontramos en que Orden Tercera Servita de Cádiz y una imagen de en el siglo XVIII el artista deja de utilizar el protoco!o Jesús Atado a la Columna de poco más de un notarial como método de formalizar los contratos, metro que se encuentra en la capilla de la Santa además creemos que sus figuras no están conve­ Cueva de Cádiz. En nuestra opinión, no dispone­ nientemente estudiadas como sucede con las de la mos de elementos suficientes de juicio para co­ mayor parte de los imagineros italianos que labora­ rroborar esas atribuciones, si bien en el caso del ron en Cádiz. Cristo de la Columna -que sí que guarda ciertas Como única obra documentada de Francesco analogías estilísticas- el estilo nos parece algo más María Maggio tenemos el Crucificado de la Piedad, blando que el empleado por Francesco María, por perteneciente a la cofradía homónima gaditana y lo que quizás pudiera ser una obra más cercana a que fue realizado -a l igual que la imagen de Tarifa- su hijo Jácome o a algún miembro destacado del en madera de cedro policromada, siendo la cruz taller. moderna de pino. Fue encargado por Sebastián Por su parte, González Isidoro atribuye a Sánchez Marín, administrador de la Hermandad del Francesco María el crucificado de Jerusalén y Buen Santo Cristo de la Piedad por 3.580 reales de ve­ Viaje de la cofradía de los Judíos de Hueiva (14). En llón. La policromía no fue del agrado de la cofradía, lo que hizo que ésta fuera reforma­ da por los artistas también ita­ lianos Francesco Mortola y Pedro Laboria, maestro de es­ cultura y encarnado, en 1759. Esto último punto es importan­ te porque no sabemos hasta donde llegó la intervención de Laboria y en qué pudo quedar alterada la imagen original de Maggio. En cuanto a Jácome Maggio, su única obra docu mentada hasta el momento son dos sayones que forman parte del paso de misterio de la hermandad de Columna de Cádiz establecida en la igle­ sia parroquial de San Antonio, no estando expuestos al pú­ blico. Los realizó en 1783, El Crucificado del Altar Mayor de la Iglesia de San Jorge (Alcalá de los Gazules) (IZQUIER­ DA) y el Santo Cristo de la Caridad (Tarifa) (DERECHA). Sin duda ambas imágenes son obra siendo de madera de pino del mismo autor en la segunda mitad del XVIII. (Fotos: F rancisco Espinosa de ios Monteros y policromada y con ojos de Juan Antonio Patrón).

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este caso estamos totalmente de acuerdo con la atri­ ren notablemente de la forma de trabajar de bución, ya que presenta los habituales rasgos de la Francesco María Maggio. obra de Maggio (llagas realistas que incorporan per­ Parecido es el caso del Cristo del Amor del gamino en sus aristas, arranque de la barba sepa­ convento de Capuchinas de El Puerto de Santa rada de las patillas y perdiéndose detrás de la ore­ María, atribuido también al mayor de los Maggio y ja, mentón limpio hasta el labio inferior, bigote que en el que, pese a que el tallado menudo y disposi­ sale de las fosas nasales dejando libre el surco naso ción de 'a cabellera, el tratamiento del bigote, el na­ labial y el labio superior, cabellera surcada de innu­ cimiento de la barba e incluso el modo de partir los merables estrías, uso de la sangre en relieve por mechones de la barbilla parecen guardar de nuevo medio del estuco (15), etc). Además se sabe que la impronta del genovés, al margen de las excesi­ las imágenes fueran llevadas desde Cádiz a la igle­ vas y exageradas heridas sangrantes de la imagen, sia de la Merced de Huelva (actual catedral y donde no logramos apreciar ningún otro rasgo formal que reside esta cofradía) cuando ésta se reconstruyó tras nos recuerde a Francesco María. Al contrario, algu­ el terremoto de Lisboa de 1755. nos detalles en la talla limpia resultan muy alejados También posee esta cofradía onubense otras de su obra, como las uñas en los pies, el sudario, el dos imágenes que González Isidoro atribuye igual­ tallado lateral de la barba, la altura de las orejas res­ mente a nuestros artistas. Una de ellas es la ima­ pecto de los ojos, los pómulos prominentes, el tor­ gen de Jesús de ias Cadenas, un Ecce Homo que so, la ausencia de pergamino encolado en las lla­ atribuye a Jácome Mayo. Desde luego la imagen gas, etc. Además, este crucificado tampoco respon­ guarda similitudes con la obra de los Maggio aun­ de al canon alargado de nuestro artista, por lo que sin llegar a la calidad de los trabajos de que nos inclinamos a pensar que si bien se trata Francesco María, por lo cual nos inclinamos igual­ de una obra que pudiera estar cercana no debe mente a pensar que este Ecce Homo fuera realiza­ atribuírsele. do o bien por su hijo o quizás por algún miembro del Con todo, recientemente algunos investiga­ taller paterno. La segunda de las imágenes es la dores están haciendo nuevas aportaciones en cuan­ Virgen de los Dolores de dicha cofradía, atribuida to a la obra de los Maggio. Jesús Abades atribuye a al padre por su supuesto gran parecido con el San Francesco María y su entorno varias imágenes, en­ Juan de la Orden Tercera Servlta de Cádiz y otras tre ellas destacamos el crucificado de la Vera Cruz obras atribuidas a Francesco María Maggio (16), de Aznalcázar (Sevilla) (18), en el que, efectivamen­ algo que no nos parece tan acertado por lo dudosa te, también se aprecian todos los rasgos formales que nos resulta la atribución de la cabeza del San característicos de la obra del mayor de los Maggio, Juan. Más modernamente, Pina Calle atribuye a Francesco María Maggio el Cristo de la Buena Muerte de la capilla de San Juan de Letrán de Jerez (17). Sin em­ bargo, aunque sí parece ser de escueia genovesa y guar­ da ciertas semejanzas con el arte de los Maggio, este cru­ cificado adolece de la calidad y del canon alargado que Francesco María imprimía a sus imágenes. Además, de­ talles como la nadz y arqueo de ¡as cejas, la falta de per­ gamino y de ias llagas en las caderas, el tratamiento del sudario, la herida de la lan­ zada, los pliegues en el em­ Detalle de los crucificados de Alcalá y Tarifa, atribuidos por nosotros a Francesco María peine de los pies, etc., difie­ Maggio. (Fotos: Francisco Espinosa de los Monteros y Juan Antonio Patrón).

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cillez del sudario, etc. Hay además determinados detalles anatómicos personales de la obra de Maggio, como el tratamiento de los tendones de bra­ zos y pies, el abultamiento de los pies, las llagas a ambos lados de las caderas y sobre el hombro iz­ quierdo, los pliegues laterales en las pantorrillas, en fin, toda una serie de caracteres que identifican a esta imagen con el mayor de los Maggio. Hay otros detalles muy personales del crucificado de Tarifa, tales como lo que parecen ser pequeñas llagas que salpican el torso izquierdo (19) y que aunque au­ sentes en los crucificados de la Piedad y de la Mise­ ricordia gaditanos, sí que se repiten en el crucifica­ do del Buen Viaje de Huelva -acertadamente ads­ crito a Maggio- y que no conocemos en otros es­ cultores. Podemos por tanto afirmar que el crucifi­ cado de la Caridad de Tarifa es obra de Francesco María Maggio datable en torno a 1761, fecha de re­ organización de la hermandad. Hay que anotar que en el altar mayor de la iglesia de San Jorge de Alcalá de los Gazules se conserva un crucifijo de altar, de algo menos de un metro de altura, que es una copia casi exacta del crucificado de la Caridad de Tarifa y que, por tanto, atribuimos también a la mano de Francesco María Maggio. En este segundo crucificado sorpren­ Detalle de las heridas de la espalda del Santo Cristo de la Caridad, en la que se aprecia perfectamente el uso del perga­ de además la habilidad en el modelado de este es­ mino estucado para las aristas de las llagas. (Foto: Juan Anto­ cultor, incluso en Imágenes de un formato más pe­ nio Patrón). queño. Este gran parecido con el crucificado de Ta­ rifa tiene un interés doble ya que, al estar el de Alcalá por lo que en el caso de no ser del mismo Francesco en buen estado de conservación, puede servir de María, sin duda es del círculo más cercano a este base para una restauración científica del tarifeño, artista. Abades atribuye también el crucificado de la permitiendo en particular la reconstrucción del tro­ Vera Cruz de San Fernando al entorno de Francesco zo de paño de pureza que falta en el Cristo de la María Maggio, aunque en este caso, si bien com­ Caridad, pues la hechura del de Alcalá es práctica­ partimos la filiación genovesa de esta imagen y la mente la misma. posible datación en la segunda mitad del siglo XVIII, Por último, queremos hacer referencia a otra no tenemos claro que la imagen pertenezca al en­ imagen sin datación -aunque sin duda de la segun­ torno cercano de los Maggio. De todos modos, este da mitad del X V III-y que también relacionamos con trabajo pone en valor algunas imágenes y estable­ el taller de los Maggio. Se trata de la imagen del ce hipótesis de partida interesantes para futuras in­ Cristo Cautivo de la iglesia de San José de Cádiz. vestigaciones. Esta imagen procede, según nos comentó el erudi­ Por nuestra parte, entendemos que el Cristo to gaditano José Luis Ruiz-Nieto, de la capilla de la de la Caridad de Tarifa se puede atribuir con seguri­ Orden Tercera de Capuchinos y era primitivamente dad a la mano de Francesco María Maggio. Muestra un Nazareno, hasta que en los años 50 del siglo XX todos los caracteres típicos de su obra antes rese­ se adaptó a la iconografía del Cautivo, siendo el ñados y, además de ser un crucificado coronado de nuevo cuerpo, la corona de espinas y la actual espinas y que luce juego de potencias como el res­ policromía de Luis González Rey. Aunque estas to de los mencionados, su parecido con el Cristo de modificaciones enmascaran en parte los rasgos y la Piedad gaditano es más que evidente. Con él com­ en particular la corona no se corresponde con la parte el tratamiento de las llagas, en particular las imagen, son fácilmente observables los rasgos de de la espalda; el tratamiento del bigote y la barba, el los Maggio, visibles en el tratamiento del cabello, tallado menudo y estriado de los mechones, la sen­ bigote y labios. Sin embargo, la forma de tratar la

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sas de nuestra Semana Santa, una imagen de candelero que aunque catalogada "de mérito ', permanecía por aquel entonces retirada del culto y depositada en las depen­ dencias de la iglesia de San Mateo, do donde desapare­ ció a mediados de la década de los cincuenta. (3) CRIADO ATALAYA, HJ. El Hospital do San Bartolomé.... Opus cit. p. 24. (4) APSM. Libro 1s de Escrituras de la Santa Caridad. Escritura n9 9. Calle de Santa Bárbara, s/f. (5) En el referido l ibro 19 de Escrituras de la Santa Cari­ dad existen otros censos impuestos también en el siglo XVI a favor de la Hermandad y Hospital de la Santa Mise­ ricordia y que retrasan con mucho los datos más antiguos hasta ahora conocidos, como el referido con el número 3 y que aparece fechado el 30 de octubre de 1547 o el nú­ mero 5, fechado el 25 de noviembre de 1551. Cabe indi­ car que hasta la fecha este libro se había ignorado y cuantos investigadores han tratado sobre el particular se han limitado a usar como referencia documental un ma­ nuscrito anónimo fechado en 1819 y que describe las dependencias religiosas de Tarifa ofreciendo algunos da­ tos como que en el libro de Protocolos de los señores curas de las iglesias de Tarifa, al folio 77, constaba una remembranza del año 1568 para el Hospital de la Santa Misericordia y otras posteriores entre ellas una de 1584. (6) Archivo Parroquial de San Mateo (en adelante APSM). Libro 19 de Escrituras de la Santa Caridad. Fol. 188. (7) Y aún ésta de nuevo es imprecisa, pues se desprende Detalle de los pliegues en las pantorrillas del Santo Cristo de de una frase del Hermano Mayor quien manifestaba en­ la Caridad, rasgo característico del Santo Cristo de la Piedad tonces en nombre de la junta de gobierno que "la Her­ y del resto de crucificados atribuidos a Francesco María mandad de la Caridad ha jurado a ios pies de Jesus-Christo Maggio. {['oto: Juan Antonio Patrón). defenderlos derechos de los pobres", con ocasión de cier­ tas discusiones entre el Hospital y la Real Hacienda por barba parece estar más cercana a la imagen del el pago de la estancia de los militares en él. Véase CRIA­ DO ATALAYA, F.J. El Hospital de San Bartolomé... Opus Cristo de las Cadenas de Huelva por lo que, siguien­ cit. p. 30. do a González Isidoro, esta otra podrfa ser también (8) El 1 de septiembre fueron elegidos como rectores dos una obra de Jácome Maggio o quizás del círculo hermanos mayores, uno seglar, Bartolomé Moreno y Pra­ cercano a los Maggio. do, hijo de Carlos Moreno Núñez y Prado -benefactor del Esperemos que con este trabajo se ponga en Patronato de Jesús Nazareno hasta su fallecimiento y valor otra de las grandes obras de arte entre las mu­ otro eclesiástico, el mismo vicario de las iglesias de Tari­ chas que posee Tarifa, el enchicado de la Caridad. fa, L uis Bermúdez de Mendoza. Solicitada la aprobación diocesana de la refundación de la antigua Hermandad, el obispo Fray Tomás del Valle emitía con fecha 10 de sep­ REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA tiembre el Decreto de aprobación de la refundación, así (1) CRIADO ATALAYA, F.J. El Hospital de San Bartolomé como los nombramientos y acuerdos, dando licencia para y la Hermandad de la Santa Caridad de Tarifa. Tarifa, 2000. “el establecimiento de dicha Hermandad, y para que se p. 94. formen las Reglas, constituciones y Estatutos en ia ma­ (2) Extinguida su hermandad en la primera mitad del siglo nera en que más convenga y sea útil a dicha Herman­ XIX, la imagen del Santo Cristo de la Candad no fue dad". Los nuevos Estatutos se redactaron el 25 de no­ procesionada sino por la Archicofradia del Nazareno, cuyo viembre de 1761, siendo aprobados finalmente por De­ titular presidía desde 1910 la antigua capilla del Hospital. creto de 6 de febrero de 1763. Véase CRIADO ATALAYA, Así, al menos desde 1915 y hasta 1935, el Santo Cristo F.J. Ibídem. pp. 57-59. de la Caridad formó parte dei cortejo del Santo Entierro, e (9) L os apoderados de Alonso de Rivera y Moreno, al re­ incluso por cuatro años, desde 1916 hasta 1919, prota­ dactar su testamento el 16 de febrero de 1761 ante el gonizó acompañado de una imagen de Ntra. Sra. de las escribano público Antonio Chico Alemán y Conejo, deja­ Lágrimas también su propio desfile en la tarde del Lunes ron “cuarenta y cuatro mil reales de vellón [...] para o Martes Santo. Cabe señalar que esta Virgen de las Lá- que se compren posesiones o se impongan a senso no grimas no debe ser sino una de aquellas antiguas Doloro- bajando ninguno de sus principales de quinientos du­

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cados de vellón y sus réditos sean por el sustento y (13) ARANDA LINARES, C.; HORMIGO SÁNCHEZ, E.; remedio de los pobres de dicho hospital y que se pon­ SÁNCHEZ PEÑA, J.M. Scultura lignea genovese... Opus ga una luz a los pobres mendigos que se recogen en la cit. pp. 88-89. sala baja con que se puedan alumbrar a lo menos las (14) GONZÁLEZ ISIDORO, J. “La imaginería barroca en dos horas primeras de la noche y que hayan de rezar Huelva". Revista El Dintel. Huelva. Cuaresma 1998. p. 9. el Rosario de María Santísima delante de su Santa (15) ARANDA LINARES, C.; HORMIGO SÁNCHEZ, E.; Imagen que para este fin se ha de colocar en dicha SÁNCHEZ PEÑA, J.M. Scultura lignea genovese a sala" (APSM. Libro 179 de Testamentos de la parroquia Cadice nel Settecento. Opere e documenti. Génova, de San Mateo (1762-1765). Testamento de Alonso de 1993. pp. 56-57. Ribera y Moreno, 16 de febrero de 1761. Fols. 48v-49r). (16) Tales como las imágenes del Calvario de la Santa La advocación de Dolores y la existencia de esta nueva Cueva de Cádiz o las de acompañamiento del Cristo Lim­ imagen -hoy desaparecida- de María Santísima se con­ pias (Santander), imágenes todas ellas que comparten la firma por el acta de finado de María Antonia Chirinos Ri­ estética genovesa de la segunda mitad del siglo XVIII pero vera y Mesa, fallecida el 6 de diciembre de 1794 y quien que pensamos que es muy aventurado otorgarlas a este fue sepultada "en el Hospital de San Bartolomé y pea­ escultor sobre la base de la poca obra documentada que na de Ntra. Sra. de los Dolores" (APSM. Libro 8e de se conserva en la actualidad. Entierros de la parroquia de San Mateo (1791-1813). (17) PINA CALLE, A. "¿Buena Muerte de San Juan Gran­ Fol. 46v). de o Santo Crucifijo del Nazareno?". Revista de Historia (10) CRIADO ATALAYA, F.J. El Hospital de San de Jerez, 9. 2003. pp. 75-84. Bartolomé...Opus cit. pp. 68-69. (18) ABADES, J. “La obra de los imagineros genoveses y (11) Palabra italiana que se usa para describir el paño de su presencia en Andalucía" (en prensa). Capítulo IV. 2005. pureza. (19) Una de las cuales coincide con el pezón izquierdo, (12) ARANDA LINARES, C.; HORMIGO SÁNCHEZ, E.; por lo que no hay que descartar que pudieran sólo tratar­ SÁNCHEZ PEÑA, J.M. Scultura lignea genovese... Opus se de erosiones en la talla y que incluso descubren la cit. pp. 86-88. madera del soporte.

( > NOTA DE REDACCIÓN

Debido a la limitación de espacio que contiene nuestra revista, este Consejo de Redacción se ve en la necesidad de solicitar de nuestros colaboradores, que los artículos que nos envíen no sobrepasen la extensión de 6 folios mecanografiados a doble espacio por una sola cara. En caso que por las características del artículo, su extensión sea mayor, el autor deberá Indicar la forma para su publicación parcial. Por otra parte, les solicitamos también, que en la medida de lo posible, nos envíen las reproducciones que deseen que aparezcan, indicando el pie de foto que deban llevar. Asimismo, rogamos a todos nuestros colaboradores que junto con el artículo a publicar nos adjunten una pequeña sinopsis del mismo.

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23 HISTORIA MODERNA ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005,

La Tarifa de 1796 según Ramón de Villalonga

r Angel J. Sáez Rodríguez

n las Vil Jornadas de Historia del Campo de solían estar vinculados con épocas en las que se Glbraltar, organizadas por el Instituto de Es­ preveía la ruptura de la paz o bien se Iba a abordar E tudios Campogibraltareños y celebradas en octubre la reorganización de la defensa del territorio. de 2002 en Castellar de la Frontera, presenté una Como no podía ser de otra manera, este re­ comunicación sobre el estado do la defensa del Cam­ conocimiento de 1796 alude a las defensas de Tari­ po de Gibraltar en 1796 (1), aportando un texto has­ fa y sus costas, en una época condicionada de ma­ ta entonces inédito y original del Ingeniero Ramón nera absoluta por el reciente estallido de la Revolu­ de Villalonga. Lleva por título neconocimiento de la ción Francesa (1789) y la decapitación del hasta costa del Campo de Gibraltar desde el castillo de entonces rey francés Luis XVI (21 de enero de 1793), Fuongirola hasta Conil; año de 1796 y se custodia sobrino del monarca español Carlos IV. Aquellos entre los fondos del Instituto de Historia y Cultura motivos dinásticos llevaron a España a convertir en Militar de Madrid, antiguo Servicio Histórico Militar. enemistad su tradicional alianza con el vecino del Se trata de un documento manuscrito, ruoricado por norte, nacida con la llegada al trono español de Fe­ dicho ingeniero y datado en San Roque, e' 15 de lipe V de Borbón, el nieto de Luis XIV, y ratificada septiembre de 1796 (2). por ¡os Pactos de Familia de 1733, 1743 y 1761, a Los reconocimientos o estados militares son pesar de que apenas había servido más que para frecuente Instrumento con el que se daba cuenta de implicarla en guerras costosas y poco provechosas la situación de la defensa de las fronteras del Esta­ para sus Intereses. Por tanto, los intereses familia­ do. Eran elaborados por jefes militares y personal res del rey de España se sobrepusieron a los de la técnico cualificado para este tipo de misiones. Su nación, vapuleada reiteradamente por la agresiva redacción no tenía una periodicidad fija, sino que política británica en América, llevando al país a mili­ tar entre los coaligados euro­ peos contra 'a revolución triun­ fante en Francia. El 7 de mayo de 1793, la Convención, es decir, el régimen republicano y radical galo, declaraba la guerra a España, iniciándose un conflicto en el que no ha­ bía nada que ganar y sí mu­ cho que perder. La iniciativa hispana, bajo el mando del anciano general Ricardos, se agotó con rapidez, mientras que las entusiastas tropas enemigas batieron al ejército español especialmente en el frente occidental abierto en los Pirineos, ocupando en su Im­ petuoso contraataque Pasa­ La isla de Tarifa, citada por Villalonga, a principios del siglo XX. Archivo de C. A. López, jes, Fueníerrabía y San "Loty". DJ5197L. Museo de Artes y Costumbres Populares de Andalucía (MACPA). Sebastián en 1794, llegando

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al año siguiente a Bilbao, Vitoria y el Ebro. El 22 de julio de 1795, España alcanza ¡a paz mediante el Tratado de Basilea, obra maestra de Ma­ nuel Godoy, que la presentó como triunfo personal a costa de culpabilizar al conde de Aranda de la guerra, lo que acarreó el destierro de su pre­ decesor. Obtuvo entonces para sí el título de Príncipe de la Paz y, sorprendentemente, condujo a la mejora de las re­ laciones de España con su ve- clno, reconociendo internacionalmente a la Repú­ blica Francesa, lo que condu­ jo a la no menos llamativa fir­ El frente sur de la ciudad hacia 1925, con sus defensas seriamente deterioradas. La fotogra­ ma, en agosto de 1796, del fía ha sido tomada desde el pie de la Torre de los Maderos, mencionada en el informe del siglo XVIII. Archivo de C. A. López, "Loty". Dj5288l. MACPA. primer Tratado de San Ildefonso, que habría de ser nefasto para los intereses españoles. como batalla del Cabo de Santa María, Primera Esa es la fecha del "reconocimiento" que trae­ Batalla de San Vicente o, más poéticamente por los mos a estas páginas, dado que la presencia británi­ ingleses, The Moonlight Battle. Entonces, la escua­ ca en Gibraltar desde 1704 conllevaba para el litoral dra de Juan de Lángara y Huarte, de nueve navios, sur de la Península y Ceuta una amenaza inminen­ fue destrozada por la de sir George Rodney, de 23 te. La reciente recuperación por España de Menor­ (4), siendo capturado el almirante español y su bu­ ca, en manos inglesas desde la misma fecha, había que insignia y (5), como consecuencia, reabasteci­ concentrado en e! Peñón los intereses británicos en do Gibraltar que estaba asediado por fuerzas his- el extremo occidental del Mediterráneo, del que se­ pano-francesas durante el Gran Asedio (6). En la guían siendo dueños y señores desde su airosa segunda batalla, mucho más difundida que la otra, salida de las guerras de la década de 1770 y princi­ la Incapacidad de Córdova impidió que sus 27 bar­ pios de 1780 contra España, Francia, Holanda y los cos pudiesen con los 15 del almirante Jerwis y el recién independizados Estados Unidos de comodoro Nelson (7). No obstante, las pérdidas es­ Norteamérica. pañolas fueron similares a las de San Vicente I (aun­ Por tanto, a propósito de la reeditada alianza que el San José, perdido en la segunda, fuera de 3 hispano-francesa contra Inglaterra, se produce el re­ puentes), y en la de 1780 se batieron mejor los es­ conocimiento del estado de defensa de la costa de pañoles, a mi juicio (8). la Comandancia General del Campo de Gibraltar rea­ Tras la Segunda Batalla de San Vicente, Es­ lizado en el mes de septiembre de 1796 por el Inge­ paña perdió la isla de Trinidad en el Caribe, aunque niero Ramón de Villalonga. Godoy había ofrecido a el enemigo fracasó en San Juan de Puerto Rico y Francia el territorio norteamericano de la Luisiana a en Cádiz, tras lo que el propio Nelson falló en su cambio de su apoyo para recuperar Gibraltar (3), de intento de tomar Santa Cruz de Tenerife, perdiendo manera que la fortificación de las costas adyacen­ un brazo en el combate. Después se firmó la paz, tes recuperaba el interés estratégico que había te­ que abriría una etapa ruinosa para el país. La con­ nido en las décadas precedentes. La güera comen­ tracción de! comercio fue absoluta por la acción del zó en octubre de 1796 y el 14 febrero de 1797 Es­ corso Inglés desde sus bases mediterráneas (Gi­ paña sufría la derrota de la flota del general José de braltar) y atlánticas (Trinidad), unida ai férreo blo­ Córdova ante la de Jerwis frente al cabo de San queo naval al puerto de Cádiz. Las posesiones ame­ Vicente. Ésta es conocida como la Segunda Batalla ricanas, desatendidas por la metrópoli, rompieron de San Vicente. La primera, también desastre espa­ el monopolio comercial español, ligándose comer- ñol, tuvo lugar el 16 de enero de 1780. Se la conoce clalmente con los Estados Unidos. Más tarde, cuan­

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do España trató de restablecer la situación anterior, los hechos eran ya irreversibles. Los criollos habían desarrollado una incipiente industria prooia y, espe­ cialmente, se habían beneficiado del Intercambio con Norteamérica. F.l camino de la ruptura con el Impe­ rio Español empezaba a hacerse irreversible. En 1805 llegó Trafalgar, incomprensiblemente conme­ morada por algunas autoridades españolas actua­ les, tres años después la invasión francesa, la Gue­ rra de la Independencia y el nefasto Fernando Vil, a modo de anticipo del triste siglo XIX español. Por entonces, ias comunicaciones del Cam­ po de Gibra'tar permanecían en similares condicio­ nes a las de la Fdad Media (9). Los ríos que parce­ laban el territorio carecían por lo general de puen­ tes, debiendo ser atravesados en barcas. Los cami­ nos, sólo aptos para caballerías, eran pésimos. Tan­ to el de Cádiz, se abordase éste desde Algociras por La Trocha (10) o directamente desde Tarifa por Vejer (11), como el de Sevilla por Los Barrios y Alcalá (12) o el de la serranía de Ronda (13). Los elementos defensivos del territorio eran, a finales del siglo XVIII, una enorme mescolanza de construcciones medievales y modernas, con muy di­ ferente grado de eficacia. Tarifa aportaba, principal­ mente, su castillo medieval adaptado a las necesi­ dades de la defensa costera moderna, al igual que figua en otra parte del mismo documento el de Fuengirola. El castillo de Tarifa y la cerca almohade de su población habían sido reiteradamente mejoradas con el transcurso de los siglos para que se adaptasen a los nuevos requisitos bél'cos. Torres Un acceso tradicional a la ciudad desde el mar. Dejó de ser imprescindible con el derrumbe de la muralla que cerraba el desmochadas y enrasadas con las murallas, acceso desde la actual Alameda, junto a la torre octogonal, reforzamiento de cubiertas que permitiesen la ins­ en la segunda mitad del siglo XIX. Dj5312l. MACPA. talación de piezas de artillería, adopción de alambor en la base de algunas torres que mejorasen su es­ tabilidad para sostener cañones, son algunas de estar precedido de tambores defensivos, también tales adaptaciones. aspillerados, con banquetas para los soldados. So­ También en el término de Tarifa se contaban lían disponer de foso, que por lo general sólo defen­ algunos elementos más modernos, de los califica­ día parte del perímetro murado: bien la puerta, que bles dentro de los "castillos modernos o fuertes de en tal caso se salvaba con un puente levadizo, bien cestas altas o acantiladas1. Éstas han sido califica­ una parte determinada del recinto que quedara es­ das como posiciones de artillería, que actúan des­ pecialmente expuesta. Contaban, también, con to­ de baterías a la barbeta, sin troneras, cuya disposi­ das las dependencias necesarias para un funciona­ ción facilitaba el juego de las piezas y la orientación miento autónomo, desde alojamientos a cocinas, del tiro. Las baterías se emplazaban en posición retretes y almacenes, organizadas en torno a un avanzada respecto al conjunto fortificado, pero, dada patio de armas que distribuía sus dependencias. Su su relativa accesibilidad desde el exterior, podían guarnición era mixta de artilleros y soldados de in­ aislarse con facilidad para permitir la defensa del fantería para atender tareas ofensivas y defensivas. reducto en caso de su ocupación por el enemigo. Entre ellos, el cercano Fuerte de El Tolmo y, en una Los fuertes estaban completamente cerrados por versión muy básica, la batería del Ancón de Bolonia. muros en talud, coronados por aspilleras para Además, las reiteradas torres de vigía fusileros para la defensa próxima. Su acceso podía artilladas, de planta circular y alzado tmncocónico,

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aunque algo más grandes que las destinadas sólo sarg10. Y 14 ArtilT. para cuya guarnición hay suficien­ a vigilancia y con dos estancias. Fueron erigidas a te Alojamiento; En el dia lo guárnese un ofic., un finales del siglo XVI. A ese modelo responde la do cabo y 8 hombres De Ynfant3. y un cabo y 2 Artill5. la Isla de Tarifa, mientras que las de Guadalmesí y A media Legua corta se halla el Caoo de Gracia eran sólo de vigilancia. Asimismo las más antiguas de Cabo de Plata y de la Peña y la Cdo. de Guard-, de Arenillas de construcción particular de Punta Paloma, des­ Su guarnición debe ser un Sarg10, un Cabo y aparecida desde comienzos del siglo XIX. 8 hombres de Ynfanta. En el día solo tiene un Cabo Seguidamente so transcribo el fragmento del y 4 hombres. texto correspondiente a Tarifa. A media legua se halla la I.H.C.M. Signatura 3-5-9-6. Rollo 35. Doct. Nfi. 949. Septiembre de 1796. Ramón do Villalonga. Fols. Torre de Guarnesí 2 al 12. Su guarnición debe constar de un Sarg10, un "Reconocimiento de la costa del Campo de Cabo y 8 hombres de Ynfant3. y en el Cuerpo de Gibraltar desde el castillo de Fuengirola hasta guardia que está al pie de dicha torre debe haber Conil; un Cabo y 4 hombres de Caballería. En el día es su año de 1796. guarnición un Cabo y un soldado. Reconocimiento hecho en la costa del man­ A una legua de esta, siguiendo la Costa, se do del Exmo. S'-'. Comandante general de este Cam­ halla la po, que comprende desde el castillo de Fuengirola hasta Conil, con expresión de! estado de defensa Plaza de Tarifa en que se halla y lo que necesita aumentarse para Esta debe guarnecerse con dos Batallones precaverla de cualesquiera imbasión. de Ynfant". y otra Compa. de Cavall9. y los Artilleros correspondientes p-, el servicio de sus Baterias que Fuerte del I olmo consisten en una torre llamada del Madero que es A media legua De la antesed'". Bat3. está capaz de 4 cañones de a 24; En el dia tiene monta­ cituado dho. Fuerte, el que escapaz de 7 cañones dos 3 que es suficiente. Asimismo la de los de á 24 eneidia tiene montados P de á 24 y 3 de á Guzmanes capaz de 5 ? y tiene en el dia 4. Al frente 18 y será combeniente aumentarle los otro dos; de esta Plaza como a 35 varas hay un Yslote en el Suguarnicion debe constar De un cap", un subalter­ qual está una torre circular capaz de 3 cañones de no 2 Sarg*0¡>. 4 cabos y 40 homff. de Ynfant3., y un grueso calibre que en el día se hallan montados; En esta Ysla deve construirse 2 Baterias provicionales una la derecha y otra a la Yzquicrda de dha. Torre de 4 cañones de a 24 en cada una, como asi mismo los alojamientos nesesarios para un oficial un Sarg10. y 40 hom tfs. y los Arti­ lleros correspondientes: En el día es su guarnición un Sargtc. un Cabo 6 soldados y dos Ar­ tilleros. A una Lega. de dha. Pla­ za está la

Torre de la Peña Debe guarnecerse con un Cabo y 4 hombres de Ynfant3. En el día se halla sin guarnición. Imagen tradicional e imprescindible sobre la fortificación de la ciudad. Cuando Villalonga escribió su ' reconocimiento", disponía de cuatro cañones. Archivo de C. A. López, "Loty". A media legua está el Dj5317l. MACPA. Cuerpo de guardia de

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Valúe Baaueros pañado de su oficialidad, en contra de lo acostumbrado, Su guarnición debe ser de un Cabo y 6 caba­ que debía ir presa en un buque enemigo, pero es que el llos; en el día solo hay Cabo y 3 y p s el aumento de barco inglés iba contagiado de viruela y quisieron preser­ ella se necesita aumentar provisionalmente dicho var a los españoles. Así consta en el parte de guerra del marino español, signado en Gibraltar el 21 de enero de Cuerpo de guardia. 1780. Véase British L/brary (B.L.).Manuscripts. Add. 20926. A media legua está la Papeles marítimos. Fol. 376. (6) SÁEZ RODRÍGUEZ, Á.J. "Fortificaciones y aspectos Torre de Palomas militares en el Campo de Gibraltar". Actas del I Congreso Debe ser su guarnición un Cabo y 4 hombres Internacional La pérdida de Gibraltar y el nacimiento de de Yntant1.; en el día no la hay. las nuevas poblaciones (San Roque-2004). Almoraima, 34. A media legua está el Algeciras. En prensa. (7) Córdova estuvo a punto de ser capturado en la batalla Cuerpo de guardia de Bolonia cuando su buque insignia, el Santísima Trinidad, de 130 cañones, se vio atacado por el Blenheim (98 cañones), el Su guarnición debe ser un Sarg10, un Cabo y Orion (74), el Irresistible (74) y el Excellent (74), tras ha­ 8 hombres de Ynfanty un Cabo y 6 de Caballería, berse enfrentado con el Captain (74) y el Culloden. Des­ para lo cual necesita aumentarse dicho Cuerpo de arbolado y con 476 bajas arriaba la bandera para entre­ guardio con un Barracón provisional, pues solo es garse cuando varios navios de su escuadra acudieron en capaz de un Cabo y 4 hombres de Ynfanta. y un Cabo su ayuda, evitando su abordaje por el enemigo. y 3 de Caballería, que es su guarnición en el día. (8) Todavía hubo una tercera, mejor conocida como Bata­ A media legua se halla la lla del Cabo de Santa María, que sólo puede ser famosa por los lucrativos resultados obtenidos por los ingleses Torre Vieja (14) en un acto de auténtica piratería, de los que se prodiga­ ron en 1804. Entonces, en el mes de octubre, sin previa Debe ser su guarnición de un Cabo y 4 hom­ declaración de guerra y como prolegómeno de Trafalgar, bres de YnfantB., que es la misma que en el día tiene. cuatro fragatas de la Royal Navy atacaron la flota prove­ A media legua se halla la niente de América, obtuvieron un millón de libras en plata y capturaron la fragata española "Mercedes", lo que pro­ Torre del Cabo de Plata vocó 270 muertos y 70 heridos entre los españoles. Al En esta concurren las mismas circunstancias mes siguiente, la fragata Anfítrite Úrsula fue capturada que en la antecedente. por el navio británico Donegal, cerca de Cádiz. A media legua se halla la (9) TORREMOCHA SILVA, A. y SÁEZ RODRÍGUEZ, Á.J. "Historia Medieval de Algeciras". En Historia de Algeciras. De los orígenes a la época medieval. Vol. 1. M. Ocaña Casa de Zara" Torres (coord.). Diputación Provincial de Cádiz. Cádiz, 2001. pp. 228 y ss. REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA (10) "Desde la base hasta la cima el camino se encuentra (1) SÁEZ RODRÍGUEZ, Á.J. "El Campo de Gibraltar tras en tan mal estado que parece formado por la huella de el Gran Asedio. Estado de su defensa en 1796". Vil Jor­ los animales sin la ayuda del hombre..." Robert Semple, nadas de Historia del Campo de Gibraltar (Castellar de la 1805. En BUENO LOZANO, M. Opus cit. p. 91. Véase tam­ Frontera-2002). Almoraima, 29. Algeciras, 2003. pp. 365- bién SÁEZ RODRÍGUEZ, Á.J. "La Trocha, una ruta por la 390. sierra entre Algeciras y La Janda". Almoraima, 18. (2) Instituto de Historia y Cultura Militar (I.H.C.M.). Signa­ Algeciras, 1997. pp. 37-46. tura 3-5-9-6. Rollo 35. Doct. NQ. 949. Septiembre de 1796. (11) "Desde Tarifa a Algeciras hay tres leguas y quise Ramón de Villalonga. Fols. 13 al 21. andarlas por tierra, aunque por camino alto y quebradísimo, (3) CARLOS DE LUNA, J. Historia de Gibraltar. Madrid, pero divertido...". Antonio Ponz, hacia 1755. En BUENO 1944. p. 470. LOZANO, M. Opus cit. p. 62. A principios del siglo XIX se (4) Véanse DRINKWATER, J. A History of the late siege oí tardaba diez horas en llegar desde Tarifa a Gibraltar por Gibraltar. Londres, 1785. Ed. facsímil. Librerías París Va­ este último camino. FORD, R. Opus cit. p. 345. lencia. Valencia, 1989; HILLS, G. El peñón de la discordia. (12) "Pasando malísimos caminos...''. Pedro Agustín Girón, Historia de Gibraltar. Editorial San Martín. Madrid, 1974. junio de 1806. En BUENO LOZANO, M. El renacer de Versión española de Rock of Contention. Londres, 1974; Algeciras a través de los viajeros. Colección “El Castillo BENADY, T. The Royal Navy at Gibraltar. Gibraltar Books. de Jlmena". Ne. 2. Algeciras, 1988. p. 87. Gibraltar, 2000. (13) “Leaving Gaucin is a tremendous descent by a sort (5) Lángara llegó a la base británica en su propio barco, el of earth-quake-dislocated staircase [...] The road seems 19, con la insignia ondeante, como muestra de respeto made by the evil one in a hanging garden of Edén". FORD, por parte de Rodney y del capitán McBride, comandante R. A hand-book for travellers in and readers at home. del Bienfaisant 64c, que lo escoltaba. Llegó incluso acom­ Centaur Press Ltd. Londres, 1966. Vol. 2. p. 504.

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José Fuentes Galeto

Juan Navarro Cortecejo

iempre tuve curiosidad por saber quién era habiendo sido empresario, armador, político muy don José Fuentes, del que tanto y tan bien aceptado, concejal en varias ocasiones, artista de S me habló siempre mi padre, el cual trabajó con don la pintura y de la madera, entre otras facetas. José en el bar El Puerto siendo niño. Una y otra vez Nace don José un 23 de enero de 1887 en el me repetía que "don José fue como un padre para número tres de la calle Cuna, hijo de José Fuentes mí”y no sólo trabajó para él, también convivían jun­ Trujillo, natural de Tarifa, y de Amalia Galeto García, tos y le daba ciento y un consejos, admirando de él natural de Málaga. Se casaría con Socorro Puig, su buen corazón y sus dotes artísticas. Con el tiem­ con la cual tendría dos hijos, unos de los cuales po descubrí que don José, José Fuentes Galeto, fue falleció muy joven víctima de un accidente de bi­ todo un personaje de la vida tarifeña en esos años, cicleta. Como político destaca su candidatura a con­ cejal por el distrito cuarto en 1917, siendo el candi­ dato más votado, junto a Gabriel Gómez Manso, con 959 votos. En 1922 se presenta de nuevo y, aunque consigue un menor número de votos, sigue siendo uno de ios más votados. De nuevo sería concejal en 1927, siendo alcalde Carlos Núñez Manso, dimitien­ do al final de la dictadura de Primo de Rivera. En las elecciones de abril de 1931 se integra en la candi­ datura Liberal Democrática, en la que figuraban, entre otros, Domingo Pérez Búa, Francisco Castro Vera, José Utrera Martínez, Diego Pinero Moreno, Salvador Pérez Gutiérrez, Manuel Sarria Alcedo y Antonio Morales Lara. En las distintas corporacio­ nes en las que intervino fue concejal delegado de pescadería y también vocal del Pósito de Pescado­ res. Reseñadle es también que tras la Guerra Civil firmó como avalista en algunos expedientes de de­ puración de funcionarios. En su faceta de empresario sobresale su ges­ tión a! frente de dos bares, uno en ia calle Sancho IV el Bravo y e! famoso bar El Puerto, situado junto a la Puerta de la Mar, que era muy frecuentado por las gentes de la mar cuando iban a zarpar y cuando volvían para "partir". Tai era la fama de este estable­ cimiento que Quiles le dedicó unas simpáticas letrillas: "Estaba allí Pepe Fuentes / que lucía una marquesina f para resguardar del levante/a su clien­ tela más fina. / Era la media liara/su gran especia­ lidad /con tapas muy variadas /y gratas al paladar". También don José fue armador y tuvo una flota D. José Fuentes Galeto (a la Izquierda). (Foto: Colección Juan de barcos de pesca, como el “Dos Hermanos", el Navarro) "Amalia", etc. Igualmente, fue presidente durante

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varios años de la Compañía Eléctrica de Elecciones municipales de 1917 Tarifa. Otra aventura empresarial fue el Distrito subarriendo junto a Lázaro Trujillo y Luis Concejales más votados Votos Villanueva del Salón Medina. Lorenzo Jiménez González 943 19 Pero don José no sólo tuvo tiempo Salvador Pérez Quero 943 para los negocios y la política, también dedicó su tiempo de ocio a la pintura y a o ° Francisco García Sillero elección la escultura en madera, al parecer con Ambrosio Núñez Márquez elección notable éxito si nos atenemos a las rese­ Martín Blanco Aragón 451 3° ñas que aparecieron en los periódicos de Benito Flores Álvarez 451 la época como la Unión de Tarifa, El Pro­ greso Sur. Gabriel Gómez Manso 959 y el En estos medios locales HA ° encontramos referencias a las obras que José Fuentes Galeto 959 iba presentando, como distintos paisajes de nuestro entorno y rincones de la loca­ lidad, así como un óleo de la Virgen de la Luz. El chos relevantes de su vida también se entremez­ pintor tarifeño Agustín Segura fue muy amigo clan otros puramente anecdóticos como el pleito que suyo, llegándole a pintar un retrato de su hijo fa­ mantuvo con don Amador por una trifulca entre su llecido. gata y el perro de éste. Como hemos visto, don José fue un trabaja­ En resumidas cuentas, he querido traer a es­ dor incansable que consiguió todo con mucho tra­ tas páginas la vida de un tarifeño singular en su bajo y tesón. Además, su vida no fue nada fácil ya época y que para muchos lectores traerá recuerdos que tuvo que pasar por el duro trance del falleci­ de vivencias oídas a sus mayores en conversacio­ miento de su hijo con dieciséis años. Con estos he­ nes familiares.

í ALJARANDA comunica a todos sus lectores que el ^ Servicio de Publicaciones del Excmo. Ayuntamiento de Tarifa ha editado un Cd-Rom con el contenido de los números del 0 al 55 de esta revista. Todos aquellos interesados que quieran hacerse con el mismo pueden dirigirse a la dirección de nuestra revista:

Consejo de Redacción. Revista ALJARANDA. Excmo. Ayuntamiento de Tarifa. Amor de Dios, nQ 3 11380 Tarifa (Cádiz)

o bien llamando al Teléfono/Fax: 956 68 46 89 V______^______)

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¿Quién fue el Legionario Rafael Ríos Moya?

José Pérez Ríos

n Tarifa, ciudad donde nací y crecí, hay una NADIE SABÍA SU HISTORIA calle por la que pasan muchas personas, de AÑO DE 1920 E ellas muchos militares, de todos los tiempos, y ho­ Nadie sabe quién o qué pudo empujar a Ra­ rnos leído el nombre de esta calle infinidad de ve­ fael, un chico de 20 años, a alistarse al Tercio en ces, a la vez que nos hemos preguntado ¿Quién aquellos difíciles y duros años de su fundación, poro sería este Legionario, en que época viviría, en que todos podemos suponer que sería el ansia de aven­ Texio estaría destinado, que suerte correría y por­ tura de un chico de su edad, la falta de trabajo, las que la ciudad de Tarifa le tiene dedicada una calle a necesidades de aquellos años o simplemente el no su memoria? El Ayuntamiento en sesión celebrada haber conocido a su padre. el 2 de septiembre de 1922 presidida por el alcalde Rafael entró en la Legión el día 29 de sep­ accidental D. Benito Flores Álvarez, entre otros asun­ tiembre de 1920 del Banderín de Ceuta por tiempo tos, acordó: ‘‘que la callo denominada Corta, se titu­ de 4 años, donde fue enganchado para servir en el le en lo sucesivo Legionario Ríos Moya, hijo heroico Texio de Extranjeros, fue dado de alta en la expre­ de esta ciudad que supo dar su vida por la Fratría en sada fecha, destinándosele a la Compañía de De­ la actual campaña de Marruecos". pósito en la Posición G axía Aldave donde quedó Siempre tuve la curiosidad de saber quien fue de Instrucción. este Legionario, y en cuanto pude me dispuse a in­ El 7 de octubre ai organizarse la 1a Bandera, vestigar su historia. fue destinado a !a 18 Compañía de la misma, salien­ Rafael fue un chico Tarlfoño de 20 años de do el mismo día para Ceuta, donde continuó la ins­ edad, de oficio marinero, nació el 1 de Julio de trucción y guarnición. 1900. El 17 del mismo mes, marchó a Dar Rifflen y Sus padres fueron Manuel y Andrea, también quedo destacado; habiendo prestado juramento de de Tarifa, provincia de Cádiz. fidelidad a la Bandera el 31 del referido mes en el De Religión C.A.R. y de estado soltero. campo de Tarajal. Estatura 1,67 m., de pelo castaño, ojos par­ El 3 de noviembre, salió para Uad Lau, per­ dos, barba poco poblada y una verruga en el ojo noctando el mismo día en el Rincón de M'Dik, el 4 izquierdo, no sabía firmar. en Beni Madan y el 5 en Emsá, llegando el 6 del Entró en la Legión el día 29 de septiembre de 1920 del Banderín de Ceuta por tiemoo de 4 años, donde fue enganchado para servir en el Tercio de Extranjeros, previa declaración de utili­ dad en el reconocimiento definitivo sufrido a su incorporación, fue dado de alta en la expresada fecha, destinándosele a la Compañía de Depósi­ to en la Posición García Aldave donde quedó de instrucción. Falleció el día 5 de octubre de 1921, en el Hospital de la Cruz Roja de Melilla a las 20,00 horas del día citado a consecuencia de las heri­ das recibidas el día anterior en la Operación que se desarrolló el día 2 de octubre de 1921 en Sebt y Ulad Dau; parte del 3 de octubre de 1921. Posición "A:l García Aldave. Año 1940. (Museo de la L egión. Ceuta)

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columna mandada por el Excmo. Sr. General

i • «í a*,v *« y C*r.iA( i ¡r F f Mies t-n t«nS .V rtr Sanjurjo, llegando a la altura de la kabila de Beni Said, donde se implantó la posición denominada Har-el-Gaba, retirándose la columna y quedando destacado con su Compañía en dicha posición, que ha sido atacada por el enemigo con el que sostuvo fuego, obligándole a retirarse. El 26 salió con la columna antes mencio­ nada con dirección a Beni Arós, implantándose una posición y el mismo día regreso a Zoco el Arbaa. El 29 del referido Junio y con la antedicha columna salió hacia Beni Aros y al llegar a dicho punto sostuvo nutrido fuego con el enemigo em­

Nador, 16 de septiembre de 1921. El Ote. Franco (de espaldas) Infor­ boscado a corta distancia, dispersándolo y cau­ ma al General Sanjurjo y al Tcol. Millán Astray (ambos a caballo) del sándole numerosas bajas; regresando el mismo progreso de las operaciones. (Museo de la Legión. Ceuta) día a Zoco el Arbaa. El 1 de julio salió para Ben Karrich, el 2 para mismo mes a su destino, donde quedó destacado y el Fondak de Ain Yedida, el 3 para Zoco Telatza y el en servicio de campaña finalizó el año. 5 para Kudia Amarás. El 6 con la columna del Te­ niente Coronel D. Gregorio Benito, ocupó las lomas AÑO DE 1921 inmediatas al Blocao Trias, sosteniendo violento fue­ Comienza el año en la misma situación an­ go con el enemigo; asistiendo los días 11, 16 y 20 terior. con la columna del Excmo. Sr. General D. Enrique El 18 de abril, salió formando parte de la co­ Marzo Balaguer a la toma de K'Rajja y Bab-el-Sorch; lumna mandada por el Coronel de la Mehal-la Zoco el Jemis y a la rectificación de las posiciones Jalifiana D. Alberto Castro Girona para Kassera, cuya de Zoco el Jemis. posición fue ocupada; continuando hasta Targa. don­ El 22 salió para el Fondak de Ain Yedida y el de se estableció una nueva posición en la que per­ 23 para Ceuta, embarcando seguidamente con su noctó, saliendo el día 19 para Tiguisas, ocupando Bandera y la 2? a las órdenes del Teniente Coronel dicha posición en la que continuó hasta el día 25 Primer Jefe, a bordo del vapor "Ciudad de Cádiz" que regresó a Uad Lau, donde permaneció hasta el para Melilla, a donde llegó el 24, acampando en el 30 del referido abril, que formando parte de la co­ Hipódromo. lumna antes mencionada salió para Dar Garroba El 25 asistió con la columna del General continuando la marcha a Tagsut, donde llegó el mis­ Sanjurjo, a la toma de Ait Aixa habiendo salido con mo día, vivaqueando. dicha columna hacia Nador, los días 28, 29 y 30 de El 1S de mayo salió con la citada columna en julio, sosteniendo fuego con el enemigo. dirección a Arós, continuando la marcha a Xauen, El 2 de septiembre se trasladó con su Com­ llegando el mismo día, donde permaneció hasta el pañía a Sidi Hamed-el-Hach, donde quedó de ser­ 4, que salió con su Bandera, formando parte de la vicio de campaña, habiendo sido bombardeada di­ columna mandada por el Excmo. Sr. General D. José cha posición por el enemigo los días 5, 7 y 11 de Sanjurjo, estableciendo un blocao en la cordillera septiembre, marchando el 15 a La Granja. Gansing; sosteniendo fuego con el enemigo al im­ Los días 17 y 23 del referido septiembre asis­ plantar otra posición en una colina próxima; regre­ tió con la columna del Excmo. Sr. General D. José sando el mismo día a Xauen, saliendo nuevamente Sanjurjo a la ocupación de Nador y Monte Tauima el día 5 con la misma columna, tomando parte en la respectivamente. El día 4 de octubre, formando par­ operación que dio por resultado la toma de Miskrel- te de la Columna del referido General D. José la y la del Blocao Amarag, regresando el mismo día Sanjurjo, asistió a la operación para la ocupación a Xauen, habiendo asistido los días 8, 9 y 11 del de Sebt y Ulad Dau sosteniendo fuego con el ene­ referido mayo a la toma de los blocaos denomina­ migo, resultando herido, por cuyo motivo ingreso dos "del Río" números 1 y 2 y MuraTahar, respecti­ en el Hospital de la Cruz Roja de Melilla en el vamente. cual falleció a las 20 horas del día 5 del propio El 24 de junio marchó con su Bandera para mes a consecuencia de las heridas sufridas el día Zoco el Arbaa y el 25 salió formando parte de la anterior.

32 ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005. BIOGRAFÍAS

TOMA Y OCUPACIÓN DE SEBT Y ULAD-DAU LIBRO DE ORO DE LOS MUERTOS Y Tuvo lugar este combate el día 2 de octubre DESAPARECIDOS DE LA LEGIÓN de 1921, tomando parte en el mismo la primera y 2-10-1921 segunda Banderas y asistieron 803 fusiles de las Toma y ocupación de Sebt y Ulad Dau (Melilla) referidas fuerzas, resultando un oficial y 24 de tropa muertos y 7 oficiales y 112 de tropa heridos, en total Tente. D. Eduardo Aguila Jiménez-Coronado1a Cía 144 bajas. Leg 2a D. Santiago Jubiza Afart 6a Cía Intervinieron en esta operación las 1a y 2a Leg 2a D. Manuel Pérez Montano 1a Cía Banderas bajo el mando directo del Comandante Leg 2a D. Pedro Cifuentes Cifuentes 1a Cía Don Francisco Franco Bahamonde. Leg 2a D. Manuel Camacho Paus 1a Cía La primera Bandera constituyó durante toda Leg 2a D. José Marín Hermoso 1a Cía la primera fase del combate la vanguardia de la co­ Leg 2a D. Serafín Carro Cortes 1a Cía lumna desplegando desde los primeros momentos Leg 2a D. Oscar Fernández Ros 2a Cía su 1a Compañía, (de la que formaba parte el Legio­ Log 2a D. Juan Enrique Rex 2a Cía nario RAFAEL RÍOS MOYA), que a las órdenes de Leg 2a D. Diego Millans Cruz 2a Cía su Capitán Don Francisco Franco Salgado, efectuó Log 2a D. Francisco Torres Escambell 2a Cía rápido y decidido avance en dirección de las huer­ Leg 2a D. Rafael Guerrero Moreno 2a Cía tas de la derecha del Sebt, desalojando al enemigo Leg 2a D.Estanislao Sánchez Borros 3a Cía de las barrancadas y trincheras que ocupaba y que Leg 2a D. Miguel Raimundo Antunez 3a Cía defendió con tenacidad, y avanzando en decididas Leg 2a D. Rafael Ríos Moya 1a Cía reacciones que ¡legaron en algunos momentos al Leg 2a D. Cescencio Crespo 2a Cía arma blanca, fue coronado su objetivo, no obstante Leg 2a D. Francisco de la Torre 4a Cía el crecido número de bajas y haber sido muerto uno Leg 2a D. Antonio Margallo Rosco 4a Cía de sus Oficiales y herido el Capitán se mantuvo en Leg 2a D. Jacinto Pelayo Rodríguez 4a Cía su puesto y trincheras ocupadas hasta que se orde­ Leg 2a D. Angelino José M. Pérez 5a Cía nó su evacuación, momento en que tomó el mando Leg 2a D. Joaquín Mananet Farret 6a Cía de la compañía el Teniente DON IGNACIO OLAVIDE Leg 2a D. Antonio Rodríguez Guerrero 6a Cía TORRES. Leg 2a D. Marcial Torrens Andréu 4a Cía Leg 2a D. Felipe Díaz Vargas 4a Cía l eg 2a D. Avelino Porras Alcalde 4a Cía

El día 20 de enero de 1922 se le entrega a Da Andrea Moya Román, vecina de Tarifa, madre del Legionario Ríos Moya la cantidad de 261,55 Ptas., importe líquido que le resultó en el fondo de masita del Legionario. Vivía en calle Amargura, ns 5 de Tarifa o en Plaza de Alfonso XII, nfi 5. Por Andrea Moya que no sabe firmar lo hace su hijo político Antonio Gutiérrez Fuentes. Fl padre so llamaba Benito Ríos Oliva y aban­ donó a su familia cuando Rafael tenía 1 año. Sirva este pequeño artículo de homenaje a todos y cada uno de los Legionarios que heroicamente dieron su vida por defender su Ban­ dera, que estas letras sirvan para que permanezca viva su memoria. FUENTES CONSULTADAS - Archivo Histórico de la Legión del Tercio “Duque de Alba". Ceuta. - Ficha del Historial de Ríos Moya. Legionarios descansando en el hipódromo de Melilla. (Museo - Libre de Cabildos del Excrno. Ayuntamiento de Tarifa. de la Legión. Ceuta) Tomo 71. (1922-1931)

33 PRESENTACIÓN DE LIBRO ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005.

La Isla de Tarifa

Wenceslao Segura González

arifa ha vivido desde tiempo inmemorial de de tan singular enclave. espaldas a su isla. Pocos tarifeños han entra­ Salteados por el libro, y con una grafía dife­ T do en ella y menos aún son los que la conocen. Salvo rente, aparecen descripciones de los principales para aquellos que hicieron el servicio militar en sus monumentos. Estos apartados pueden ser leídos con instalaciones o los pocos pescadores que han dis­ independencia del texto principal y sirven para que frutado de su rica fauna marina, la Isla de las Palo­ el lector tenga una primera idea de la mas o de Tarifa es la gran desconocida. No es extra­ monumentalldad de la Isla. ño que los residentes y visitantes de Tarifa mues­ El libro La Isla de Tarifa. Una fortaleza en el tren tanto deseo en visitar y conocer paraje tan sin­ Parque Natural del Estrecho viene a ocupar un lu­ gular. Por esto hay que celebrar la aparición del li­ gar destacado entre las obras que últimamente se bro La Isla de Tarifa. Una fortaleza en el Parque vienen publicando sobre el valioso y abundante Natural del Estrecho, que va a servir para que la Isla patrimonio cultural de Tarifa. La obra está editada sea conocida, tanto en su vertiente histórica como por el Parque Natural de! Estrecho, que ha acertado monumental. al entender que la Isla de las Palomas es el reducto El autor es Juan Antonio Patrón Sandoval, más singular del litoral tarifeño y que está llamado a Cronista Oficial de Tarifa y Premio de Investigación ocupar un relevante papel medioambiental, cultural de lemas Tarifeños. Ha conseguido plasmar en las y turístico. páginas de su libro el rigor tan habitual en sus in­ vestigaciones, apoyándose en una amplia documen­ tación, que hasta ahora ha permanecido inédita en su mayor parte. Además do su valor medioambiental, la Isla alberga numerosas fortificaciones construidas la mayoría de ellas en el siglo XIX, que la convirtieron en fortaleza competidora de Gibraltar. El libro que comentamos se centra en este aspecto, narrando pormenorizadamente la vacilante historia de su construcción. La obra de Patrón Sandoval está estructurada cronológicamente, comenzando con la huella deja­ da por los fenicios. Posteriormente, el autor recoge los avatares de la Isla, desde que se levantó la torre almenara en el siglo XVI hasta el día de hoy, conclu­ yendo con un capítulo donde se expone el actual estatuto legal de la Isla de las Palomas. Nadie mejor que Juan Antonio Patrón podía haber escrito este libro. Durante años ha estado re­ copilando información sobre fortificaciones tarifeñas, especialmente de los archivos militares que el autor conoce tan bien. La Isla de Tarifa. Una fortaleza en el Parque Natural del Estrecho no es una guía de visita, es mucho más. No obstante, las bien seleccionadas 95 fotografías acompañadas de pies de foto explicati­ vos, permiten una visita virtual por los monumentos

34 ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005. TAR1FEÑOS DE AYER Y HOY

José Díaz Rojas

raemos en esta ocasión a nuestras páginas a han pasado por sus manos. un profesional que aún sigue en activo y que José siempre tiene un hueco para acudir al T lleva más de cincuenta años ejerciendo su profe­domicilio de cualquier persona que por motivos de sión, la de peluquero, o de barbero como a él le salud necesita de sus servicios. gusta también que le llamen. Gracias José por tu dedicación y aquí tienes El "maestro" José Díaz Rojas nace en Tarifa tu página en ALJARANDA. hace 67 años. Sus padres, Francisco Díaz Díaz que aún vive (96 años) fue motorista de barco y su madre, ya fallecida, Manuela Rojas Rodríguez. Hizo sus estudios primarios en la es­ cuela que tenían junto al Castillo las herma­ nas Dña. Rosario y Dña. María. A ios 14 años entró de aprendiz en la barbería del maestro Chan Gurrea. calle de la Luz, junto al rincón de la Virgen, donde per­ feccionó el oficio. Con 21 años marcha al servicio militar, destinado durante dos años en el Cuartel de Instrucción de Marinería en San Fernando, donde también ejerce como peluquero. Al volver de la mili (1960) abre ya su propia peluquería en la calle Batalla del Sala­ do donde estuvo dieciséis años hasta que, por problemas de techumbre en el local, tiene que trasladarse a la calle Jerez donde sigue con su trabajo. Fue peluquero del desaparecido Regimiento de Infantería "Álava 22", y actual­ mente de la sede del MACTAE en . Fuera de su profesión ha sido un tarlfeño que ha colaborado con su pueblo en diversas facetas: perteneció a las directivas de las her­ mandades de La Borriquita, La Virgen de la Paz y, por último, a la del Nazareno hasta el pasado año. Fue elegido Dios Momo en las fiestas de carnaval del año 9". Actualmente es vicepresidente de la di­ rectiva de la sociedad Casino Tarifeño y tam­ bién lo fue con la anterior. Por último, José nos reiata con orgullo que hoy sigue pelando a niños que son hijos y nietos de los que pelaba en los años 60 y 70, no en vano muchas generaciones de tarifeños José Díaz Rojas. (Foto: M. Rojas)

35 CREACIÓN LITERARIA ALJARANDA. 58. SEPTIEMBRE 2005.

Quinta del cincuenta y siete (XI)

José Araújo Balongo

n un anterior capítulo ya dije que nuestra quin­ Rodríguez a curiosear el contenido. Ful sacando ta fue la primera en la que los reclutas no fui­ chacinas, lastas de conservas de pescado y algu­ E mos pelados al cero al Incorporarnos a filas. Aque­nas otras cosas, entre ellas dos cuarterones de pi­ llo no pareció gustarle a nuestros mandos porque cadura de tabaco de Gibraltar, marca "El Cubanito", raro era el día en el que no cayera algún recluta en y dos libritos de papel de fumar. Cuando el cabo los pasarse por la barbería a que lo pelaran al rape como vio, con una sonrisa y amabilidad a todas luces fal­ castigo por cualquier chuminada, de lo que daré sas, me dijo: detalles más adelante. También pegaban, desde un -Anda, niño, que buen tabaco te mandan. Ni años cogotazo o un contundente bofetón hasta una so­ que hace que yo no fumo esa picadura. berana paliza; lo hacían con las manos, unas veces Siguió haciéndome la pelotilla y yo callado, con la palma abiería y otras con el puño cerrado, serio, molesto; él Insistía con su repugnante coba. con crueldad y ensañamiento Indigno de un ser hu­ En resumen, que corté un cuarterón por la mitad y mano contra otro ser humano e indefenso. No todos le di medio de mala gana. Pero no quedó ahí la cosa. los superiores eran así; con algunos se podía tratar Cuando al mes siguiente recibí el segundo paque­ y hasta dialogar, pero había cada "angelito"... te, aquel miserable volvió a las andadas del pelotilleo De las cosas que cuento, la mayoría, salen y las insinuaciones. Hasta que me harté y mirándo­ del archivo de mi memoria, otras las saco de docu­ le con fijeza y ceño fruncido, le dije: mentos que conservo y de anotaciones que tomé -Mire, cabo Rodríguez; a mi familia le cuesta mu­ en su día y durmieron durante decenios en una vie­ cho trabajo mandarme lo que me manda, por­ ja carpeta y que ahora utilizo. En una cuartilla escri­ que somos pobres, y con los dos cuarterones ta por las dos caras con juvenil caligrafía, leo: "Cas­ no me llega de un mes para otro; asi que bús- tigos y arrestos en mi servicio militar". (Lo quese la vida por otro lado que de mí no va a entrecomillado, como título). Y debajo: "13-5-58 (mar­ sacar nada. tes). El cabo Rodríguez me da una bofetada por estar Se retiró, después de dirigirme una mirada durante el día sentado en una cama". La nota es tan asesina, sin decir nada. Tampoco hacía falta; sus escueta que poco dice, pero como recuerdo la es­ ojos me hablaron de sus intenciones. Y así fue como cena, el escenario y el argumento con todo lujo de sobrevino lo del primer bofetón que recibí siendo un detalles, porque ocurren cosas en la vida de cada hombre. Antes de la agresión me ordenó estar en uno que no se olvidan nunca, trataré de relatar la posición de "firme" y, al darme el manotazo, caí de­ situación empezando por un incidente anterior ocu­ rribado al suelo. Aquello sucedió una tarde, después rrido entre dicho cabo y yo. de acabar la clase de teórica y mientras esperába­ Los cabos de la Compañía de Mar cuando mos la hora de pasar lista. En el dormitorio y en la cumplían diez años de reenganche pasaban a co­ misma posición que yo, es decir, sentados en las brar lo mismo que un sargento, si bien no podían camas, habíamos lo menos diez marineros. A los ocupar tal plaza hasta que no hubiera alguna va­ otros se limitó a regañarles, a mí me "distinguió" con cante y según su número en el escalafón. Quiero la bofetada, demostrando con ello que me la tenía decir con esto que el cabo Rodríguez ya no era el guardada desde el incidente de los cuarterones de clásico "chusquero" sin recursos económicos, sino tabaco. un hombre casado, con hijos y treintañero largo. El Más que dolor, lo que sentí fue una rabia infi­ día en que recibí el primer paquete postal de los nita, una impotente humillación. Había que ser co­ que mi tía Rafaela me fue mandando cada mes sin barde para pegarle a uno que, por disciplina militar, fallar ni uno durante el año y medio de mi servicio no se podía defender. Me costó lo suyo calmarme, militar, estando abriéndolo, se me acercó el cabo consiguiéndolo a medias y gracias a mis compañe-

36 ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005. CREACIÓN LITERARIA

ros de "delito" que procuraron levantar mi ánimo. De ra ignoro los motivos y las consecuencias que esto todos modos yo sabía que el asunto no quedaría pueda traer". La cuestión fue como sigue: En plena ahí, que tendría continuación. Calle Real, cuando me dirigía a la Cafetería Sigo leyendo en la cuartilla de mis anotacio­ California, de pronto, tras de mí, oigo gritar, "¡mari­ nes: nero, marinero!" Me vuelvo y se me acerca a paso "14-5-58 (miércoles). El cabo Rodríguez me ligero un soldado de la vigilancia. Al llegar a mi altu­ da otra bofetada porque dice que yo estaba meren­ ra, dijo: dando en el dormitorio". Era mentira, mentira podri­ -Marinero, que dice mi sargento que me acom­ da; fue testigo un compañero asturiano a quien lla­ pañes adonde está él. mábamos "Santín" por las muchas veces que en sus -¿Pasa algo? ¿Dónde está el sargento? conversaciones introducía -Yo no puedo decirte el vocablo entrecomillado. nada; él está allí en­ Yo estaba en el dormitorio frente, en la otra ace­ con el arcón abierto prepa­ 7 V ra; anda, acompáña­ rándome un bocadillo, no me. / comiéndomelo; yo sabía y 3 - a - oV ( Cruzamos juntos la que estaba prohibido, que ancha calle y anduvimos sólo se podía comer en el /Qttívpj***- m u como unos treinta metros comedor, pero ¿cómo me hasta llegar al sitio donde lo iba a comer sin prepa­ se encontraba en compa­ -t-U MM4 . rarlo? Así se lo dije al cabo ñía de otros dos vigilantes. que no atendió a razones; Cuadrándome y saludan­ m J h y&nfbpa** m u me ordenó el consabido do, hice la presentación re­ j j & r cM "firme" y en esta ocasión el glamentaria: bofetón fue de revés y en -A sus órdenes, mi sar­ y¿>- a-- oV la boca, con más contun­ gento. Se presenta el dencia que la primera vez. y />***• / * * *<**?***£ y ** marinero José Araújo Desde el suelo, don­ ’cxá- MU■ ' 'óéte M7-UrV. Balongo que ha sido lla­ de caí derribado, me levan­ d yjurrv Áff .Mt- ^ ¿W+euMU- mado por usted. té ciego de rabia con inten­ Serio, malencarado e ción de lanzarme sobre él imperativo, dijo: y que fuera lo que Dios qui­ ' ZY- i'- *-/■ -Baje usted la mano y siera. Me lo impidieron en­ ‘ficey ¿tipa M¿/4 (fTabs . deme su carnet militar. tre "Santín" y el Imaginaria, y '¿¿ity-raA* rzÁ, eááJ aura/YS? J>a/m Bajé la mano, seguí v, a los que les costó trabajillo MU ^ y ju*í tfayiausY; en posición de firme y de reducirme y sujetarme. la cartera saqué lo pedido, MU ¿mcusmL ^is/¿rr &S ^ucu Noté en el paladar el sa­ entregándoselo. Anotó en ¿o Víavrpcu¿ bor agridulce de mi propia una libreta mis datos y me sangre; el labio inferior lo devolvió el documento di­ tenía roto por dentro, con un profundo desgarro pro­ ciendo: ducido por mis dientes incisivos tras recibir el golpe. -Puede usted retirarse. Tardé en serenarme un buen rato. "Santín" no se -Perdón, mi sargento; ¿puede usted decirme cuál separaba de mí, consolándome mientras con su ha sido mi falta o el motivo de su llamada? pañuelo trataba de restañar la herida y cortar la he­ -De eso ya tendrá usted noticia a su tiempo y por morragia. Aquella tarde no merendé ni cené por la conducto reglamentario. noche; el labio inflamado y dolorido lo impidieron. -¿Manda usted alguna cosa más? La suerte me fue esquiva en aquel mes de -Nada más; puede retirarse. mayo del 58, o mi ángel de la guarda -en el que yo -A sus órdenes. creía entonces- se habría ¡do de vacaciones. Dos Seguí mi andadura hacia la Cafetería cavi­ bofetadas en dos días seguidos y lo que vino des­ lando sobre el asunto. Era la primera vez que me pués. Sigo leyendo en la cuartilla de "castigos y arres­ paraba la vigilancia y de lo que estaba casi seguro tos" y pone: "18-5-58. Salí de paseo y un sargento fue que no iba a ser para darme un premio. de la vigilancia me pidió el carnet militar. Hasta aho­ Vuelvo a la lectura de mis anotaciones donde

37 CREACIÓN LITERARIA ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005.

escribí lo que sigue: "21-5-58. Hoy llegó una orden que se pasa cerca de un superior? del Comandante General con ocho días de arresto -Sí, mi capitán. para mí. Además, el capitán de mi compañía me -Pues usted fue denunciado el día 18 de este mes mandó pelar al cero. Motivos: Cuando el sargento a la Comandancia General por el sargento de de la vigilancia tomó nota de mí el pasado día 18, Sanidad don Javier Saavedra Pérez, estando de fue porque no le saludé y este es el castigo. Se lla­ vigilante, y dice que usted pasó cerca de él por ma el sargento Javier Saavedra Pérez". La noticia la Calle Real sin saludarlo. ¿Tiene algo que de­ del arresto y el añadido del rapado me la dio en di­ cir sobre el particular? recto el propio capitán en la tarde de aquel día - Dudé unos segundos. Pude haberme defen­ sobre las siete sería- cuando, cansados, sudoro­ dido argumentando la gran cantidad de mandos con sos y hambrientos, regresábamos de maniobras de que uno se encuentra en la citada calle, que mu­ rastreo bajo alambradas, saltos sobre charcos chas veces coinciden a derecha e izquierda de uno, embarrados y ataques a bayoneta calada contra a un mismo tiempo, o casi, suboficiales, oficiales o enemigos simulados compuestos de cañas, trapos jefes de más alta graduación, pero, ¿para qué? El viejos y paja de haba. arresto no me lo iba a quitar nadie; la razón en la Antes de mandarnos descanso, el teniente a mili siempre es del superior. Así que contesté a su nuestro mando se dirigió al capitán, que paseaba pregunta diciendo: por el patio, a darle la novedad y pedirle permiso, -Tan sólo asegurarle, mi capitán, que si no lo hice siguiendo el reglamento, para el "rompan filas". fue por no verle o por estar saludando en ese Ambos jefes vinieron hacia nosotros que permane­ mismo momento a un mando superior. cíamos en posición de "firmes". El capitán sacó un -Eso es lo que usted dice, pero aquí -mostrándo­ papel del bolsillo de su guerrera, le echó una ojea­ me el documento- pone otra cosa y esto es lo da y ordenó en voz alta: que vale. Así que queda usted arrestado duran­ -Que dé un paso al frente el marinero José Araújo te ocho días por orden de la superioridad. Y por Balongo. orden mía, para que tenga más cuidado otra vez, Cumplí la orden, me miró, y ordenó de nuevo: pásese por la barbería y que le pelen al cero -Acérquese. inmediatamente. Puede retirarse. Así lo hice. Como llevaba el mosquetón en la -A sus órdenes, mi capitán. mano derecha, me cuadré ante él y llevé con ener­ Noté una rara sensación al sentir cómo la gía mi mano izquierda extendida y en horizontal si­ máquina del barbero me entraba por la frente abrien­ tuándola al filo del hombro derecho, saludo que co­ do calle entre el pelo. Sabía que no era el primero ni rrespondía cuando se iba armado. sería el último en "pasar por el carro", pero, ya se -A sus órdenes, mi capitán. sabe: mal de muchos, consuelo de tontos, -¿Usted no sabe que hay que saludar siempre (continuará)

ALJARANDA está abierta y al mismo tiempo solicita colaboración a todos cuantos autores e investigadores tienen como objeto de estudio la Ciudad y Campo de Tarifa, en sus más diversas especialidades (Historia, Geografía, Ciencia, Patrimonio, Arte, Tradiciones), sin olvidarnos de la creación literaria.

Los artículos pueden ser remitidos a: Consejo de Redacción. Revista ALJARANDA. Excmo. Ayuntamiento de Tarifa. Amor de Dios, nQ 3 11380 Tarifa (Cádiz)

38 ALJARANDA, 58. SEPTIEMBRE 2005. HACE DOSCIENTOS ANOS

jL/eña para Ceuta

Vista general de la Sierra de "El Bujeo". (Foto: M. Rojas)

En la ciudad de Tarifa en diez y seis días del dicho monte del Bujeo ha sido uno de los que más mes de agosto de mil ochocientos cinco, el Conse­ cortes ha sufrido para el abasto de la Plaza de Zeuta jo, Justicia y Regimiento de ella se juntaron a Cabil­ con motivo de su proximidad al Mar que proporcio­ do en concurrencia de los individuos que compo­ na los embarques haviendo muy pocos años que se nen la intervención del Posito, según uso y costum­ hicieron los últimos y también se causan a los cria­ bre, bajo la presidencia del señor gobernador don dores de ganados de Zerda disminuyéndoles el fru­ Sebastián de Prado y Ayllón, Caballero Maestrante to quando está en una majada de las más pingues de las Reales de Ronda, Regidor de Preeminencia de término y que hay otras en que no le causaría y Corregidor Interino de esta Ciudad, y se vio en tan grave daño ya por hallarse orugadas, o porque este Cabildo un oficio que ha dirigido al señor Presi­ en lugar de los carboneos que se practicasen pu­ dente, fecha 14, del comandante el señor don Ma­ dieran sufrir estos cortes, por todo estos respectos nuel de Quevedo, teniente de Navio de la Real Ar­ es del parecer y acuerda que por ahora se suspen­ mada y comandante militar de Marina interino de da dicho corte y se represente al Exorno. Sr. Co­ esta Provincia acompañando el Expediente que se mandante General de este Departamento hacién­ ha formado sobre la solicitud que hace el ministro dole presente a su Excelencia el grave perjuicio que de la Real Hacienda de Zeuta don Ramón de Nava con él se va a causar y que determine lo que sea de para poder extraer y cortar del monte de Bujeo de su superior agrado pues este Ayuntamiento sus de­ este término treinta mil quintales de leña para el seos son no separarse de quanto mayor conduzcan abasto de la guarnición, vecindario y desterrados al servicio de S.M. y que siempre ha mirado y mira de dicha Plaza, expidiendo al intento dicho señor con la mayor atención a una Plaza como la de Zeuta, comandante militar de Marina la correspondiente li­ y así se determinó por la Ciudad a excepción de los cencia... Y enterada la Ciudad de todo y hecha car­ señores regidores don Bartolomé Núñez y don Mi­ go de que de procederse a efectuar el corte de los guel de Lara que fueron del parecer se procediese treinta quintales de leña se va a seguir el mayor e a efectuar el corte prevenido con licencia del señor irreparable perjuicio mediante a la estación tan críti­ Comandante militar de Marina. ca en que se halla el arbolado no solo por la proxi­ midad del fruto de bellotas en que se interesa el (Fuente: Libro de Cabildos. Tomo 42. Fol. 95. Archi­ Caudal público y S.M., por las extracciones que de vo Municipal de Tarifa. Trascripción de José Donda ellas hay que hacer tan interesantes sino porque Cárdenas)

39 Cierros y Balcones de Tarifa

(Foto: Juan A. Patrón)

Cierro de madera en C/ Ntra. Sra. de la Luz, n° 5 Segunda mitad del siglo XIX.