De Filipinas a América Del Sur I
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DE FILIPINAS A AMÉRICA D EL SUR I VIAJES , AN D ANZAS Y F UN D ACIONES D EL PA D RE PATRICIO AD ELL POR PANAMÁ , VENEZUELA Y TRINI D A D (II) 392 CORRESPONDENCIA DEL PADRE ADELL Carta 32. Adell a Gregorio Sesma † «Campo grande y buena viña del Señor, está hambrienta del agua santa de la predicación y enseñanza católica: esto es lo que veo y me dicen hay aquí. Espero […] buen porvenir para nuestra amada provincia» Caracas, 16 de diciembre de 1898 Mi querido Gregorio: El 7 llegamos a esta capital Fermín y yo, pues quedaron ya colocados los seis, y cuatro más que pedí en Panamá. Nos encontramos aquí con la desgracia de estar enfermo el señor arzo- bispo, que mejora pero despacio, y tampoco está en esta capital el Presidente de la República, que vendrá un día de éstos. Hay aquí mucho clero español, relativamente, pero falta muchísimo y está todo por hacer. Pongo telegrama a Manila que en la enseñanza y mi- siones se colocan aquí cincuenta. Lo he consultado con el señor provisor y otro sacerdote español que lleva mucho tiempo, y dicen que más en toda la República, pero dicen que hago bien en decir no. Ha de ser fácil poner en esta capital una residencia. Casi tenemos igle- sia y casa ya, pero con cuidado podremos pronto coger el seminario, pues ya me piden quien enseñe gramática y a no tardar un colegio, aunque hace tres años tienen aquí uno los salesianos italianos, y con lo sacado están levantán- dolo de planta97. El señor obispo de Ciudad Bolívar, que está sin clero y con mucho cam- po, ya al primer aviso telegráfico me pidió cuatro y añadía: telegrafío alP re- sidente de la República para que pague pasajes. Es mejor gente ésta que la filipina y en La Guayana hay para muchos campo bueno y preparado, según me dice un sacerdote que allí ha estado98. Campo grande y buena viña del Señor, está hambrienta del agua santa de la predicación y enseñanza católica. Esto es lo que veo y me dicen hay aquí. Espero mucho y buen porvenir para nuestra amada provincia. ¡Qué clima tan bueno Caracas! ¡Qué de comuniones! Ya ves si estarías aquí bien, aunque me parece te probaría mejor Panamá, y allí harías mucho bien y estarías al pelo con aquel buen señor obispo. ¿No te vienes a Panamá? ¡Qué bien estarías en nuestra iglesia de San José! 97 Llegaron a Caracas en noviembre de 1894. En agosto del año siguiente abrieron un colegio en La Pastora. Dos años más tarde, en marzo de 1897, se trasladaron a la parro- quia de La Candelaria, donde inmediatamente comenzaron a levantar un colegio de nueva planta: Don Bosco. Cien años en Venezuela, Caracas 1995, 58-72. 98 Ricardo Arteaga: supra. III. Memoria, nota 143. DE FILIPINAS A AMÉRICA DEL SUR 393 Expresiones a nuestro padre Santos99, a Benito100, a los dos canónigos amigos, al padre rector de ese seminario101 y a todos los conocidos, y manda a tu amigo y menor hermano102. Fray Patricio Adell de San Macario AM, caja 116, leg. 1 Carta 33. Adell a Francisco Ayarra † Comenta y agradece a Dios el amplio campo que se abre a la provin- cia en Venezuela. Pero es necesario escoger bien el personal Muy reverendo padre Francisco Ayarra, provincial de recoletos Caracas, 17 de diciembre de 1898 Mi respetado y amado padre nuestro: Hoy pongo el telegrama avisando hay colocación para cincuenta en esta República de Venezuela. Más lo he hecho por que se animen que porque haya nada seguro. Todo anda muy bien, esto es muy bueno, las misiones y pueblos que nos dan mejor que eso, pues la gente es buena y en la que se ve el trabajo. Le dije el otro día que el señor arzobispo está enfermo. Sigue mejor, pero ni con él ni con el señor Presidente hemos podido hablar. Éste viene un día de estos, y me presentarán a él. Con buen personal ahora para un colegio en Maracaibo, que es ciudad grande y sin ninguno, principiando por el catedrático de latín, que aquí me dijo el señor provisor no saben traducir ni el breviario; con el proyecto que tiene el señor arzobispo de encargar seminario a una corporación; con un telegrama del obispo de Ciudad Bolívar, que, sin más que anunciarle mi lle- gada, contesta pidiendo cuatro predicadores para una diócesis sin clero, pero buena y grande; sin seminarios en las diócesis todas; y con lo mucho y bueno que un ejemplar sacerdote me contó sobre la Guayana103, donde en seis sitios 99 Santos Paredes: supra, III. Memoria, nota 36. 100 Benito Gabasa (1870-post 1925), residente en Macao (1898-1901). Mientras per- maneció en la orden se dedicó a la enseñanza, primero en Filipinas –Vigan (1892-95), Bacólod (1896-97)– y a partir de 1901 en San Millán de la Cogolla y Puente la Reina: SÁDABA , 685-86. En julio 1925 salió de la orden y se incardinó en la diócesis de Santander: Registrum procuratoris generalis OAR 3, 233. Debió de morir hacia 1950 en Logroño. 101 João Gonçalvez (1847-1913) S J , rector del seminario desde 1893 a 1902: TEXEIRA , Macau e sua diocesi 3, 395-96. 102 La contestación de Sesma. infra, Carta 22*. 103 Ricardo Arteaga. 394 CORRESPONDENCIA DEL PADRE ADELL se pueden poner bien a tres cada uno con muchos y buenos fieles, muchas y buenas visitas; más con la promesa formal del señor provisor de aquí que podemos contar con Guanare y Barinas, pueblos con dos iglesias buenas y conventos el primero, y una buena el segundo, con más de mil bautismos en solo el primero, y éstos cerqui[ta] de Casanare, lindando con ellos: con eso y la promesa de una iglesia y casita en la capital me parece tengo fundamento para dar gracias a Dios y poner el telegrama que puse. Escribo a España lar- go y tendido porque gano tiempo y creo habrá gente de ahí en Monteagudo, para de ese modo ir descargando de gastos a la provincia y poder trabajar algo aquí. ¿Está bien? A mí, es claro, así me lo parece. Por Dios escojan bien al personal ahora al principio, pues esto es bueno y el campo ancho y bien preparado: colegios y misiones buenas. De Maracai- bo me decían: lo de menos son los pasajes, casa no tenemos. Yo iré por allá, les contesté, y nos arreglaremos. Por esto y por lo otro, teniendo la gente en España, por donde ya dije era más barato y cómodo el viaje, puse el telegra- ma ganando mucho. Pasajes algunos pagarán. Haré cuanto pueda, pero … después sobra, me dice el padre presidente de este convento de capuchinos. Si ustedes consiguen entrar, que entrarán, nada faltará ni para noviciado ni para nada. Nosotros hemos misionado por estos pueblos y vemos cuánto quieren y harán por los frailes de quienes se acuerdan mucho. El pueblo es bueno, dócil y desprendido. ¿Qué quiere más, padre nuestro? Me canso de escribir a España, a to- dos, no tengo más tiempo. Mis recuerdos a todos todos [sic], preparen y man- den buenos presidentes de esta residencia y la de Panamá. Esto es muy buen clima, casi frío, buenos rectores para colegios y comisarios. Yo iré pidiendo y escribiendo hasta que pueda. Lo demás, san José; aquí tiene iglesia, pero es parroquia. ¿Desbaratará todo el diablo, atendiendo a esta gente? Espero no lo per- mitirá san José. Mande al último de sus súbditos, que besa su mano. Fray Patricio Adell de San Macario AM, caja 116, leg. 1 DE FILIPINAS A AMÉRICA DEL SUR 395 Carta 34. Adell a Mariano Bernad † Añade detalles y juicios a las noticias pasadas. Pide el apoyo del ge- neralato ante el provincial. Manden religiosos, aunque haya que pa- garles el viaje. Es mejor no depender del gobierno. El pueblo es dócil y generoso. Las informalidades de los obispos y del clero no deben desanimarles Caracas, 20-25 de diciembre de 1898 Mi querido Mariano: Amigo, ahora te toca a ti aguantar mi tabarra, pues la verdad es que yo quisiera trasmitiros hora por hora todas mis impresiones, buenas o malas, para que formarais un concepto algo claro de lo que hay por aquí y pudierais mandar y determinar con conocimiento de causa. Ayer fuimos al telégrafo para poner el telegrama a Manila y nos costaba cada palabra cerca de una libra esterlina. Así es que me abstuve y no lo puse. Además que creo que podríais tener gente ahí para ir llenando estos puntos poco a poco. Todos dicen no conviene lleguen de una vez y a un solo puerto de esta República arriba de seis, pues está esto delicadillo con los liberales. El señor provisor me decía, cuando llegue el Presidente le presentaré a él; y el señor arzobispo dice con el prior de éste de capuchinos: mejor no decir nada, sino ir introduciendo seis aquí, cuatro allá, y ocho en otro sitio, que trabajen bien, y cesando los malos, se den cuenta no pueden hacer nada, pues los pue- blos aquí se imponen. Por lo pronto deberían venir seis para Ciudad Bolívar, como he pro- metido al señor obispo, quien los recibirá en palacio o lo que tenga. Pre- dicarían en la cuaresma y confesarían. Luego el mismo señor obispo pe- dirá más y buscará medios. Creo deben salir pronto de ahí esos seis. Se embarcan para isla Trinidad, posesión inglesa, y de ahí por el Orinoco en vapores que salen de Trinidad a Ciudad Bolívar. Aquí ni hay seminario ni clero.