Celebrar En El Espacio Público. El Caso De Las Festividades Bolivianas En La Ciudad De Luján
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ANUARIO DE LA DIVISIÓN GEOGRAFÍA 13 (2019) ISSN 2618-3110 CELEBRAR EN EL ESPACIO PÚBLICO. EL CASO DE LAS FESTIVIDADES BOLIVIANAS EN LA CIUDAD DE LUJÁN Tomás Facundo Giop GIEPEC, Universidad Nacional de Luján [email protected] Resumen Los vínculos entre religión y migración son tópicos frecuentes en los estudios de las ciencias sociales; sin embargo su abordaje espacial ha sido poco considerado. En el artículo se analiza el caso de las festividades de la comunidad boliviana migrante en la ciudad de Luján a partir de la disputa entre las advocaciones marianas de Copacabana y Urkupiña. Utilizando la perspectiva espacial, centrada en la categoría de escenario, se explora la fiesta cómo un complejo y multidimensional dispositivo socio-territorial que afloja en el espacio público de la ciudad. La metodología utilizada es cualitativa y cruza los abordajes geográficos e históricos. Se centra en el trabajo de campo con observación participante, entrevistas en profundidad y lectura cultural del paisaje emergente. Palabras clave: peregrinación; fiesta; Virgen de Copacabana; Virgen de Urkupiña; escenario. Abstract Celebrate in the public space. The case of the Bolivian festivities in the city of Luján The links between religion and migration are often topics in social science studies; however, its spatial approach has been little considered. In this article, the case of the festivities of the Bolivian migrant community in the city of Luján is analyzed from the dispute between the Marian invocations of Copacabana and Urkupiña. To use spatial perspective, centered on the category of stage, the festivity is explored as a complex and multidimensional socio-territorial device that appears in the public space of the city. The methodology is qualitative and crosses the geographical and historical approaches. It focuses on fieldwork with participant observation, in-depth interviews and cultural reading of the cultural landscape. Keywords: pilgrimages; festivity; Virgen de Copacabana; Virgen de Urkupiña; stage. 48 Introducción El objetivo de este artículo es profundizar en el abordaje de herramientas teóricas tales como los conceptos de peregrinación, fiesta y escenario festivo, entre otros, a partir del caso de las festividades que el colectivo boliviano migrante lleva a cabo en la ciudad de Luján, provincia de Buenos Aires, Argentina.1 Cada año, se celebra en dicha ciudad la peregrinación de la Virgen de Copacabana, acudiendo a la misma no sólo gran parte de la comunidad boliviana instalada en Argentina, sino también bolivianos/as que se acercan desde su país exclusivamente a participar de la festividad en cuestión. La Virgen de Copacabana es una advocación mariana cuyo culto comienza, según las principales fuentes, hacia el siglo XVI en la ciudad homónima. Con el correr del tiempo, su importancia fue asumiendo mayores escalas, siendo nombrada hacia 1925 Reina de la Nación Boliviana. En el caso particular en la ciudad de Luján, se registran peregrinaciones a torno a su figura desde hace seis décadas, en donde la comunidad migrante que se encuentra en Argentina – y cada vez con una mayor presencia – se reúne en torno a la Basílica Nacional de Luján. Hacia fines de la década del ’90, otra devoción de origen boliviano, la Virgen de Urkupiña comenzó a tener mayor visibilidad y presencia en la realidad de los inmigrantes bolivianos en Argentina, y a partir de allí evidenció un crecimiento como dentro del grupo, a tal punto de instalarse como una festividad anual ineludible – de la misma manera que sucede con la Virgen de Copacabana. Así, podemos observar festividades a la Virgen de Urkupiña no sólo en el conurbano bonaerense o en barrios de la misma Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sino también en ciudades de otras provincias, como Córdoba, Chubut, Rio Negro, Bariloche, entre otras. El arribo de dicha devoción coincide con una de las principales etapas de la inmigración boliviana en Argentina, marcada -desde hace aproximadamente dos décadas- por la instalación de familias completas, ya consolidadas en términos económicos y a tal punto que varias logran construir una capacidad de ahorro importante y, con esto, cierta acumulación de capital. A la vez, se fortalecen y consolidan las asociaciones de migrantes bolivianos hacia adentro de las comunidades. Por último, aunque no menos importante, la mujer inmigrante boliviana se estableció como actriz activa en la familia y su comunidad (Sassone y Cortés, 2014), ocupando un rol clave en la puesta en marcha y sostenimiento de la devoción. En este sentido, la aplicación a dichos procesos de conceptos tales como fiesta, peregrinación, y escenario festivo se vuelve sustancial para poder explorar los casos desde marcos interpretativos que pongan el foco en los sujetos y sus espacialidades. Durante la festividad que nuclea y envuelve a la práctica peregrina se activa un escenario festivo en el que el colectivo se vuelve partícipe no sólo en los espacios de celebración religiosa formales – como la misa oficial –, sino que también lo hace a través de otras estrategias – desfile de fraternidades, por ejemplo –, y es justamente allí donde los individuos van experimentando y a la vez apropiándose del espacio, compitiendo en y por el mismo. De esta manera, se evidencia la relevancia de utilizar las herramientas teóricas en cuestión, ya que permiten un abordaje amplio, profundo y científico de la problemática socio-religiosa, otorgando a la investigación un sustento teórico acorde con lo esperado. La ponencia se estructura de la siguiente manera: en primera instancia, se realizará un recorrido por la práctica festiva en cuestión. En segunda, se presentará una breve descripción del movimiento migratorio del colectivo boliviano presente en Argentina. A continuación, el acercamiento teórico al proceso en estudio estructurado a partir de los conceptos y herramientas 1 El trabajo se enmarca en una línea más amplia sobre religiosidad y migración en el marco del Proyecto: “Cartografías sociales de lo sagrado: territorios, fiestas religiosas y paisajes peregrinos (II parte)” radicado en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Luján. 49 teóricas utilizadas. Por último, un cierre donde se presentarán algunas consideraciones resultantes de dicha investigación. Festividades bolivianas: Urkupiña y Copacabana Argentina, como principal país receptor de las migraciones bolivianas, no sólo incorporó a su cotidianeidad a dichos migrantes, sino que con ellos también a su cultura, su sistema de creencias y festividades. Como las principales devociones marianas de Bolivia, tanto la Virgen de Copacabana como la Virgen de Urkupiña poseen un espacio más que relevante entre los migrantes instalados en la Argentina. La Virgen de Copacabana es una advocación mariana cuyo culto comienza, según las principales fuentes, hacia el siglo XVI en la ciudad homónima. Su importancia fue asumiendo mayores escalas, de tal manera que hacia 1925 fue nombrada oficialmente Reina de la Nación Boliviana. No es coincidencia su localización en la ciudad de Copacabana, emplazamiento costero sobre el Lago Titicaca. De sus aguas, según los mitos religiosos incaicos, surgió Wiracocha, tal vez la principal deidad inca, ordenadora del mundo y creadora de los humanos. Incluso entre las sociedades preincaicas allí ubicadas, la zona del lago se presentaba como escenario del culto, un espacio sacralizado. En gran medida fueron los mismos indígenas allí asentados, quienes promovieron la instalación de una imagen sagrada que los protegiera. En un contexto de malas cosechas y problemas internos, una de las principales comunidades indígenas allí asentada decidió establecer una cofradía y ponerla bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria. Sin embargo, desde mediados del siglo XVI fueron los padres dominicos quienes se encaramaron en la tarea de evangelizar la zona, teniendo en España a su cargo el Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria – (Luján López, 2002), lo cual da cuenta de su elevada influencia en el crecimiento de la devoción. Más allá de la diversidad de leyendas existentes al respecto, todas coinciden en que fue el inca Francisco Tito Yupanqui quien modeló una imagen de la Virgen y, tras muchas vicisitudes, logó que finalmente sea entronizada en el altar principal de la Iglesia de Copacabana, en 1583 (Luján López, 2002). A partir de allí, la devoción comenzó rápidamente a expandirse por el continente, configurándose en una de las principales imágenes marianas. Por otro lado, la Virgen de Urkupiña evidencia desde hace ya varias décadas un crecimiento en su relevancia y presencia en Argentina. Esta imagen mariana tiene su origen durante el siglo XVIII en el Cerro Cota, a pocos kilómetros de Quillacollo, ciudad que pertenece en la actualidad al departamento boliviano de Cochabamba. Podríamos caracterizarla como una advocación con un carácter dual, ya que sintetiza a la Virgen María del catolicismo y a la deidad andina Pachamama (Barelli, 2014). Estos fenómenos sincréticos son frecuentes en varias de las devociones marianas de América Latina e implican procesos de resignificación y reinvención del culto y la práctica o sea de sincretismo, entendido como “el modo por el cual las sociedades humanas (sociedades, subsociedades, grupos sociales, culturas, subculturas) son llevadas a entrar en un proceso de redefinición de su propia identidad, cuando son confrontadas al sistema simbólico de otra sociedad, sea esta de nivel clasificatorio homólogo al suyo o no. El proceso de sincretismo no es propio del campo de la religión, sino