Universidad Complutense De Madrid
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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA Departamento de Historia de América II (Antropología de América) TESIS DOCTORAL Magia y sociedad en Castilla en los siglos XVI y XVII MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Mercedes López Picher Director José Alcina Franch Madrid, 2013 ISBN: 978-84-695-6842-2 © Mercedes López Picher, 1997 -> t I~¡UU110111111111111111DM * 53098223 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE MAGIA Y SOCIEDAD EN CASTILLA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII TESIS DOCTORAL presentada por D8 Mercedes López Picher, Licenciada en Filosofía y Letras (Sección de Historia), bajo la dirección el Dr. D. José Alcina Franch. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Geografía e Historia. Departamento de Antropología Americana. Historia de América II Septiembre de 1996 NDIC E pág. Prefacio 1) Introducción 5 1.1. La historia como Antropología. El concepto de Etnohistoria 1.2. Los procesos inquisitoriales como fuentes documentales. Análisis critico. Problemas metodológicos . 13 1.3. Contexto geográfico-histórico. Castilla en la primera mitad del siglo XVII. Situación politice y socio-económica 24 1.4. La magia desde una perspectiva histórica y antropológica 68 II) Los agentes de la hechicería: los procesados por hechiceros ante el tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Toledo (1 600-1 649) ... 74 2.1. Perfil sociológico del hechicero en la circunscripción territorial del distrito de la Inquisición toledana 74 2.2. Formación del hechicero. Vías de acceso a sus conocimientos mágicos 105 2.3. La clientela del hechicero 113 III) La practica de la hechicería: los poderes del hechicero 118 lV~ La práctica de la hechicería: los sistemas de adivinación . 135 4.1. La adivinación: concepto y definición 135 4.2. Técnicas adivinatorias: clasificación 145 4.3. Materiales empleados. Análisis de su naturaleza .. 148 4.4. Motivaciones de la consulta 158 V) La practica de la hechicería: las formas de adivinación ... 165 5.1. Desarrollo esquemático de cada sistema adivinatorio 165 5.2. Fórmulas orales empleadas. Análisis formal de las mismas .. 305 5.3. Grado de fiabiUdad de cada sistema 352 5.4. Localización geográfica de las variables adivinatorias. Cartografía de este fenónemo 358 VI) La práctica de la hechicería: rituales de sanación 366 6.1. La medicina popular. El curandero 366 6.2. Causas de la enfermedad: el maleficio como factor etiológico 387 6.3. El ejercicio de la medicina popular: enfermedades que veían y trataban los curanderos. Terapéutica empleada 441 6.4. Rituales de curación: fórmulas orales. Análisis formal de las mismas 493 Conclusión 514 Fuentes documentales 517 Bibliografía 520 PREFACIO. La idea inicial de esta Tesis Doctoral era la realización de un amplio estudio de las actividades mágicas en la sociedad castellana de los siglos XVI Y XVII, tomando como fuentes documentales los procesos por Hechicería del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Toledo. Sin embargo, durante el desarrollo de nuestro trabajo hemos visto la conveniencia de acotar el campo de investigación en su dimensión temporal, dejándolo limitado a la primera mitad del siglo XVII. Las razones de esta decisión derivan del excesivo volumen del material a estudiar y de las dificultades que implica su tratamiento desde una perspectiva, antropológica y etnohistárica. Por esta causa, hemos preferido limitar el estudio a los primeros cincuenta años del siglo XVII, espacio de tiempo que nos parece suficiente para nuestro propósito. En orden a una mayor profundización en el tema, hemos optado también por analizar sólamente las variables de adivinación y curanderismo, dentro del amplio mundo de las actividades mágicas, dejando el estudio de otro tipo de rituales (amatorios, económicos, etc.) para futuros trabajos de investigación. 4 Introducción 1) INTRODUCCIÓN. 1.1. La Historia como Anfropologia. El concepto de Etnohistoria. Afirma Braudel, que todas las civilizaciones, al menos en sus comienzos, han sido culturas, e incluso culturas primitivas, en el sentido etnológico del término y han permanecido durante un tiempo más o menos largo encerradas en un primer nivel de tipo religioso y mágico. Esta primera forma de civilización, transmitida oralmente durante siglos, constituye la denominada “civilización tradicional”, cuyas huellas pueden rastrearse todavía en las civilizaciones modernas. En éstas, las maneras de vivir, pensar, hablar y actuar reflejan un verdadero depósito de tradiciones arcaicas que se han conservado más en unas civilizaciones que en otras, generando una serie de conflictos internos entre ambas -la civilización tradicional y la moderna- porque la primera es muy difícil de desarraigar. Un choque de similares proporciones se produjo, según Braudel a lo largo de la Edad Media en Europa occidental entre el cristianismo y una cultura primitiva de carácter mágico y demoníaco, originada en un pasado preclásico. La lucha fue larga y terminaría con el triunfo de las ciudades, pero en los medios rurales siguió subsistiendo durante mucho tiempo aquel pasado precristiano que se manifiesta entre otras formas en la brujería extendida por Europa, desde Alemania a España en los siglos, XV, XVI y XVII, que es herencia de experiencias humanas muy antiguas (1). El objeto de este trabajo es, precisamente, el análisis de algunas manifestaciones de esa cultura primitiva en la sociedad castellana de la primera mitad del siglo XVII (1600-1649), tomando como fuentes documentales los expedientes inquisitoriales en los que el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Toledo actúa, en proceso judicial contra personas acusadas de realizar prácticas de hechicería en cualquiera de sus formas y, más concretamente, contra adivinos y curanderos. 5 Introduccián El tema desborda el campo estrictamente histórico, para entrar de lleno en el concepto mucho más reciente de Etnohistoria. La primera cuestión que se plantea es la posibilidad de tratar tos hechos históricos desde una perspectiva antropológica, o lo que es lo mismo, ¿es posible un enfoque interdisciplinar de la realidad histórica?. La respuesta a esta pregunta exige el establecimiento de una definición de Historia que permita el desarrollo de ese análisis interdisciplinar, porque es evidente que el método antropológico no puede aplicarse a una Historia concebida como mera sucesión de acontecimientos. Como observa Alcina <2), se puede decir que, de forma general, la significación del término “historia” para muchos historiadores de la escuela francesa es muy semejante al de antropología. En este sentido, Fustel de Coulanges se anticipa en el tiempo cuando afirma que “la historia no es la acumulación de los acantecimientas de toda orden que se han producido en el pasado. Es la ciencia de las sociedades humanas” (3), estableciendo así una verdadera dicotomía entre historia social e historia-acontecimiento (4). Lucien Febre considera que la historia es “la ciencia del hombre” (5) y Marc Blach la define coma la “ciencia de los hombres” (6), mientras que para Pierre Vilar es “la ciencia a la vez global y dinámica de las sociedades” (7). Es también en Francia donde se produce el acercamiento de la Historia a las otras ciencias sociales. El mismo Braudel reconoce la influencia de Marcel Mauss sobre los historiadores cuando afirma que nadie como él les ha enseñado “el arte de estudiar las civilizaciones en sus intercambios y en sus aspectos friables, el arte de seguirlas en sus realidades rudimentarias, fuera de la zona de excelencia o calidad en la que la historia de antaño (...) se ha complacido morosa y exclusivamente” (8). Si desde la otra vertiente definimos la antropología como “el campo científico que tiene por objeto el estudio del hombre en sociedad y su cultura, en el presente y en el pasado -y no únicamente los pueblos “primitivos” aún existentes en nuestros días-” aquélla debe incluir algunas disciplinas como la arqueología, la historia y la paleoantropolagía, que desarrollan un análisis diacrónico del hombre, su sociedad y su cultura (9). La antropología puede, por tanto, utilizar elementos y datos de carácter 6 Introducción histórico, ya que el material histórico no se (imita, coma hemos visto, al “hecho” o “acontecimiento” histórico concreto, sino que en él es posible rastrear algo más, que es lo que Alcina define como material socio-cultural (10). Surge así un nuevo tipo de historia o una nueva forma de antropología que se conoce con la denominación de etnohistoria. Tanto el término, como su contenido y problemática aparecen por primera vez en los Estados Unidos durante la década de 1940 incorporándose a la bibliografía antropológica e historiografía norteamericana durante los años 50 (11). Se puede decir que la irrupción de la Antropología en la Historia se produjo como consecuencia de la conclusión del eurocentrismo al término de la Segunda Guerra Mundial. Tal eurocentrismo había sido válido durante la vigencia del colonialismo, pero al desintegrarse el sistema colonial europeo, precisamente a partir de 1945, hacen su aparición en la historia numerosos pueblos que hasta entonces carecían de historia, siendo el África negra el continente que entra con mayor fuerza en el campo de los historiadores Pero es en América donde se encuentran trabajos de carácter etnográfico desde una época más temprana (periodo de conquista española), como los de fray Bernardino de Sahagún y otro muchos frailes y laicos que hacen las primeras grandes descripciones “etnográficas” de las culturas precolombinas utilizando la tradición oral mucho antes de que se pueda hablar de Etnohistoria. Y es