El Regadío Tradicional De La Ribera Alta Del Xúquer Capítulo 1
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II EL REGADÍO TRADICIONAL DE LA RIBERA ALTA DEL XÚQUER CAPÍTULO 1 EL REGADÍO EN LA RIBERA ALTA DEL Como singularidad estructural, el Xúquer no ocupa el punto más bajo de su valle, de este sector del gran llano de inundación que es XÚQUER. EL MARGEN DERECHO la Ribera, sino que igual que hemos visto en la Ribera Baixa discurre a mayor altitud que las tierras inmediatas. Ello se debe a la mayor Antonio Furió Diego sedimentación de materiales en el propio cauce del río o en sus márge- Luis Pablo Martínez nes que en las tierras inundables, ya que son más frecuentes los momentos en que el río va lleno que los momentos en que se desborda. El llano de Departament d'Història Medieval inundación adquiere así una forma convexa en la que el Xúquer ocupa la Universitat de València parte más alta y el barranco de Barxeta, que discurre en buena medida en paralelo hasta converger con él, la más honda. En dos de los cortes Dos ríos, un barranco y una calzada transversales practicados por Vicent Ferrer, la superficie baja de los 24 La Ribera del Xúquer, lo hemos dicho ya en otro capítulo de m y 27 m sobre el nivel del mar, al lado del río, a los 19 y 20, respectivamente, este mismo libro, es a la vez una y diversa. Una unidad física, determinada junto al barranco. Es en esta superficie convexa, entre el Xúquer y el por el relieve y la hidrografía, y una unidad humana, conformada por Barxeta, con una pendiente de entre cinco y siete metros, donde se ha siglos de historia compartida. Y a la vez una diversidad de paisajes y de desarrollado la huerta, mientras que más allá del barranco, donde el nivel espacios administrativos, impuesta en buena medida por el diferente vuelve a subir, se emplazan los núcleos de poblamiento y, atravesándolos, aprovechamiento de las aguas del gran río, por la organización histórica la calzada que une Valencia y Alzira con Xàtiva; y ya más allá, empieza del regadío y también por la organización social del territorio. La Ribera el piedemonte, suave pero elevado, que anticipa la montaña interior de Baixa, lo hemos visto, no pudo beneficiarse directamente del agua del Carcaixent. Otro corte, esta vez longitudinal, permite fijar en siete metros Xúquer mientras éste continuó siendo navegable, hasta bien entrado el la pendiente desde el Pont de les Campanes (27 m s.n.m.) hasta el punto siglo XV, por lo que el regadío apenas se desarrolló en la zona hasta el donde corren más cerca el río y el barranco (20 m). De todo ello infiere final de la Edad Media, limitado al caudal de alguna fuente o surgencia Vicent Ferrer que cuando coinciden las crecidas de los ríos Xúquer, Albaida natural y al aprovechamiento mediante pozos y norias de la capa freática. y Sallent, las aguas del primero tienden a atravesar el piedemonte de La Sólo con la construcción de grandes acequias de derivación fluvial, en Pobla Llarga y Castelló de la Ribera y llegan más fácilmente hasta los siglos XV y XVI, se producirá una verdadera revolución hidráulica, Carcaixent aprovechando la profundidad del barranco de Barxeta, mientras paralela a la extensión del arrozal, que transformará completamente la que si no coinciden, el agua del Albaida empuja a la del Xúquer hacia la subcomarca. izquierda de su cauce, a buscar la hondonada del río Verd, de modo que, En la Ribera Alta, la evolución histórica del regadío fue muy en este caso, las inundaciones más fuertes las sufre Alberic. distinta en los dos márgenes del Xúquer. En el izquierdo, la gran Zona expuesta continuamente a las avenidas del Xúquer se han documentado más de ochenta desbordamientos desde 1207, transformación de la zona llegó con la construcción de la Sèquia Reial podemos distinguir, pues, dos grandes zonas en el sector: las tierras en el siglo XIII y sus posteriores prolongaciones, que extendieron bajas, entre el Xúquer y el Barxeta, y aún entre éste y la calzada o el considerablemente el regadío, en una comarca que hasta la conquista nivel más elevado donde se ha situado históricamente el poblamiento, cristiana probablemente había tenido que abastecerse con la escasa y las tierras altas, entre la calzada (y los núcleos de población) y la agua de manantiales naturales y de los afluentes de caudal irregular del montaña. Una distinción ya apuntada por Salvador Bodí (1881), para Xúquer: los ríos Magre y Verd. En el margen derecho, por el contrario, quien las tierras a la izquierda de la calzada eran fuertes, húmedas, la existencia de un caudal alternativo, el río Albaida, mucho más potente compactas, de color moreno, procedentes de los limos y depósitos de que cualquier surgencia y que además dominaba por su cota todo este las avenidas y repetidos desbordamientos del Júcar , mientras que la sector del llano de inundación del Xúquer, permitió la construcción de derecha, a la parte de la montaña, se caracterizaba por una dilatada grandes acequias que, ya desde época musulmana, hicieron posible la faja de accidentados y estériles eriales, formados con las arenas rojas creación de una vasta huerta en las proximidades de Alzira, especialmente mezcladas con parte de arcilla del mismo color, arrebatadas por entre en el territorio de lo que es hoy el término municipal de Carcaixent, multitud de barrancas y torrenteras, y depositadas desordenadamente ubicada a su vez en lo que parece haber sido una sucesión de grandes y al azar en la llanura, constituyendo un suelo sinuoso, ligero, suelto y huertas entre los dos principales núcleos urbanos de la zona, Alzira y sumamente seco. Sólo con la implantación del naranjo y la generalización Xàtiva. Un paisaje de singular belleza, que no dejó de impresionar a del riego a motor, ya a finales del siglo XIX, se llegaría finalmente a poner Jaime I cuando lo contempló por primera vez y que todavía recordaba en cultivo estas tierras. cuando, años más tarde, redactó su Crònica: Históricamente, pues, la población y la agricultura se han la pus bella horta que anc havíem vista en vila ni en castell, e que hi havia situado en las tierras bajas, allí donde había agua y posibilidades de més de dues-centes algorfes per lhorta, les pus belles que hom pogués utilizarla para el regadío. Y aun aquí, el poblamiento ha buscado los trobar, e les alqueries entorn de lhorta, moltes e espesses, e veem puntos más altos, no sólo para escapar de las continuas inundaciones encara lo castell, tan noble e tan bell, e tan bella horta, e haguem-ne irónicamente, como afirma Ferrer, los núcleos urbanos se encuentran cada vez más hundidos en el llano de inundación, al eliminarse los gran goig, e gran alegre en nostre cor. sedimentos dejados por el río en el interior de la población, lo que no Entre la antigua calzada romana por la que avanzaba desde sucede en el resto de la zona, donde se van acumulando en capas Alzira el monarca conquistador y la antigua Saitabis, se extendía una sucesivas, aumentando su altura, sino también para no ocupar ni un huerta inmensa, punteada por más de doscientas construcciones rurales palmo de tierras susceptibles de ser regadas. La gran huerta regada hoy (algorfes) y numerosas alquerías, muy cercanas unas a otras (moltes e en el margen derecho de la Ribera Alta por las acequias de Carcaixent espesses), y todo ello culminado por la figura imponente del castillo de y de Escalona es sucesora de lHorta del Cent medieval, alimentada por Xàtiva. Una huerta que, al menos en el sector que nos interesa aquí, el el río Albaida y el barranco de Barxeta, que formaba parte de ese gran margen derecho del Xúquer en la Ribera Alta, no era fruto tanto de las vergel entre Alzira y Xàtiva que tanto impresionó a Jaime I a mediados aguas de éste como de las de otros dos cursos presentes en la zona, el del siglo XIII. No podemos saber con certeza si, como todo parece apuntar, río Albaida y el barranco de Barxeta. Todos estos elementos, los dos lHorta del Cent fue una creación andalusí, pero no hay duda de que el ríos, el barranco y la calzada han contribuido decisivamente a moldear territorio conoció una intensa colonización ya desde época romana o física e históricamente la subcomarca. incluso antes. 90 Assut de Carcaixent (Sumacàrcer) Muy probablemente, en efecto, ésta debió ser una de las zonas y geógrafos han permitido documentar una gran continuidad del pobla- de ocupación humana más antigua, en el valle medio del Xúquer y en la miento entre los niveles más profundos, donde se han encontrado restos gran vía de comunicación que, siguiendo en gran parte al río, se adentra de cerámica campaniense e ibérica, los niveles romanos, de los siglos I desde el litoral hacia el interior, a través de Xàtiva, y también en donde, a III (entre 1,80 m y 2,20 m), los niveles intermedios medieval y moderno, a pesar de las diferentes convulsiones históricas, el poblamiento parece con huellas de diferentes inundaciones (entre 1,15 m y 1,80) y haber sido más continuado, como atestiguan tanto la toponimia como construcciones del siglo XVII (a partir de 1,15 m). Pero quizá el hallazgo los yacimientos arqueológicos. La calzada, reiteradamente aludida en más espectacular haya sido el de la villa romana de LÈnova, localizada la documentación medieval y todavía viva hoy, no es otra que la Vía por casualidad durante las prospecciones para el trazado de la vía del Augusta, construida sobre un camino ibérico anterior, que unía Roma con AVE Madrid-Valencia.