e Bancroft 1!brbry bnivertty of Califocnta WITHDRAWN

COMPENDIO

DE

JEOGRAFÍA JENÉRAL

DE LOS FETÁDOS UNIDOS DE

SEGUNDO CURSO.

PÁT PRZMLES.

'e RUTA DE LOS CONQUISTADORES. —(1) El imperio azteca fuá brevemente conquistado por Reman Cortes i unos pocos soldados españoles en 15212 i el imperio famoso de los Incas lo fuá por Francisco Pizarro, con estraordinaria facilidad, en 1526; mas no sucedió lo mismo con la nacion chib- cha i los otros pueblos que forman hoi los Estados Colombianos, pues desde su primer descubrimiento por Bastida i Ojeda en 1499, hasta la fundacion de Santafé de Bogotá por el Jeneral Gonzalo Jiménez de Quesada en 1538, pasaron cerca de cuarenta años, los cuales se emplearon casi todos en difíciles esplo- raciones i reñidos combates.

(1) Véase el mapa del Jeneral J. Acosta formado para esplicar la marcha de los descubridores. CoMpendio Matórico de oubrim' fo i coZonizaoion do ¿o Nt.t' Grawda. - (t.

f': 15'73 e

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Haremos una reseña de los esploradores mas no- tablee. Fueron éstos en número de diezisiete, a saber: Bastida, Ojeda, Colon, Balboa, Andagoya, Pizarro, Almagto, Alfinjer, Heredia, César, Vadilo, Robledo, Espira, Fredeman, Belalcázar, Ampudia i Quesada. BASTIDA 1 OJEDA. En 1499, esto ce, tres años ántes de que Cristóbal Colon en su cuarto i Últimoviaje al :Nuevo Mundo, descubriese las costas de los Estados Unidos Colom- bianos Meje. el Occidente, Alonso de Ojeda, acompa- ñado del esperto piloto Juan de la Cosa i de Américo Vespucci, (florentino que venia por primera vez al Nuevo Mundo i a quien tocó darle 8u nombre), visitó las costas de Venezuela hasta el golfo de Pária i bocas del Orinoco, para lo cual se aprovechó de las car tas i diario de navegacion de Colon en su tercer viaje a América. De las bocas del Orinoco adelantó hasta doblar el cabo de la Vela (en la Goajira) lla- mado así porque de léjos se le veia blanquear en el horizonte como una vela desplegada. Ojeda, pues, fué el descubridor de la parte mas oriental de las costas colombianas sobre el Atlántico ; pero como su viaje no tenia por objeto hacer descubrimientos ni fundar poblaciones sino traficar con los indios, volvió a la isla de i de allí a España por junio de 1500 con bastante oro, perlas i palo—brasil. En 5 del mismo mes i ano, se dió licencia a Rodri- go Bastida, natural de Sevilla¡ de oficio escribano, para hacer descubrimientos a su costa en el Nuevo Mundo. Embarcóse éste en octubre siguiente en Cádiz, acompañado de Juan de la Cosa, í recorrió la misma línea que Ojeda. No contento con esto, dobló Bastida el cabo de la Vela, límite de los descubrimientos do Ojeda, i recorrió el primero las costas de Riohacha i la ensenada de Gaita, habiendo remontado por marzo 1\

D3 JEOGRAflA. 5 do 1501, hasta la desembocadura del rio Magdalena, al que dió este nombre por haberlo descubierto el dia de dicha santa. Pasó luego a Galera—Zamba, Carta- jena, las islas de Barú i San Bernardo, Fuerte. ¡ Por- tuguilla; penetró en la bahía de Zispata i no SinÚ en el golfo de Urabá; dobló el cabo Tiburon, i ter- minópor último su 'viaje en los mismos puntos del istmo de Panamá a donde, por aliado opuesto i un año despues, vino Colon, COLON. Aunque Colon hizo cuatro viajes al Nuevo Mundo en su equivocado intento de buscar la India Oriental, no fizó sino hasta el último que su nave vino a echar anclas delante de la tierra firmo en la Union Co- lombiana. En en tercer viaje solo descubrió Colon parte de la costa del golfo de Pária i la isla de Trinidad ten Venezuela; pero el 14 de setiembre de 1502, en. su Último viaje, descubrió en territorio hoi de Centro - América, el cabo Gracias a .0i08, llamado así por- que al doblarlo tuvieron sus naves viento favorable ¿loquee de muchos días de haberlo tenido contrario. En seguida, i navegando siempre al oriente, llegó Colon a las costas que se conocen con el nombro de TerritoTio de Mosquitos; de las cuales se apartó el 5 de octubre del mismo año. De allí pasó al Archi- piélago de las Bocas del Toro o bahía del Almirante. Esta parto del continente recibió primero el nombre de .Coa de ¿08 contrastes, por haber esperimentado algunos en ella los conquistadores; despues el de Veragua, por haber dicho los naturales que de un lugar llamado as! ¡situado al poniente, era que se sacaba el oro; i, últimamente, el de Coatarica. El 2 de noviembre descubrió Colon a Fortobelo, llamado así por la hermosura 1 comodidad del paraje, com- puesto de habitaciones en forma de anfiteatro; i el

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23 del mismo llegó al puerto del Retrae, al que puso ese nombre por su pequeñez, pues apénas cabian ea él, mal abrigadas, las pocas naves de su espedicion.. En este punto, cansado Colon de buscar el estrecho que se prometia hallar pata ir a la India Oriental, resolvió volver atrae, por lo que navegando al occi- dente enderezó la proa a Veragna. El Retrete debe cQn8iderarse como el término de los descubrimientos de' Colon en las antiguas costas granadinas, quien ademas reconoció a Chágres i la bahía de Limones o de la Marina, i fundó a Santiago en territorio de la antigua provincia de Veragna (Estado de Panamá). Ojeda, Bastida i Colon fueron pues los descubri- dores de, las costas colombianas sobre el Atlántico. Estos descubridores hicieron por todo tres viajes (uno cada uno) corriéndose en ellos cuatro años, de 1499 a 1502. BALBOA. Entretenidos los primeros descubridores de la Nueva—Granada en fundar establecimientos en las costas del Atlántico, descuidaron durante nueve o diez años el hacer esploraciones hacia el interior, hasta que Vasco Núñez de Balboa, en marzo de 1511, salió de la Antigua del Dañen i entró por el territorio del quihio o cacique Poncha, con ánimo de no parar hasta haber alcanzado un éxito favorable. La fortuna le condujo al caserío de Comagre, donde supo que, a pocas leguas de allí, se encontraba un mar mayor que el del Norte, en cuyas costas habitaban pueblos numerosos i ricos, i que se servian como loe europeos de velas para navegar. Satisfecho con esta noticia, i pensando que era ese el mar de las Indias, regresó Balboa a la Antigua en busca de recursos para em- prender en grande su conquista. Miéntras podia efec- tuarla, penetró asociado de Colmenáres hasta el rio ___ Atra±o, Uegando ala altura de la Vijía de Curbaradó D3 JBOGEAFIÁ. 7 o inmediaciones de Murindó. Descubrió en este viaje la isla de Cañafístola, nombrada así por la gran can- tidad que de este fruto habia en ella, i el .Rione gro (he¡ Sucio) al que nombraron así por el color de sus aguas. En 1.0 de setiembre do 1513, teniendo ya Balboa reunido lo que necesitaba para descubrir el mar del Sur,ptsose en marcha; i el 25 del mismo lo descu- brió desde la cumbre do las serranías de Panamá. Dióse des pues a este mar el nombro de Oc&zno Pa- cífico por la tranquilidad relativa de sus agixis com- paradas con las del Atlántico. Sobre las montañas desde donde habia sido descu- bierto el mar del Sur, construyeron los españoles una pirámide de césped ¡piedras, i grabaron en los árbo- les vecinos el nombre de Castilla. Descubierto el Pacífico, los españoles se precipita- ron a su ribera con grande entusiasmo. Pué Alónso Martin el primero en llegar a él, Francisco Pizarro el segundo, i Balboa el tercero. Este último se metió dentro del agua atinado con espada i rodela, i tomó posesion del Océano en nombre de los reyes de Castilla 1 Leon, rotando a combate al que osara contradecirle. Conté la espedicion de Balboa un mes de mar- chas, habiendo sido su punto de partida la ensenada de Careta, cerca del cabo Tiburon en el Atlántico, i Bu En el golfo de San Miguel en el Pacífico. Durante ella venció Balboa al cacique Tumaco, quien le hizo un famoso presente de 240 perlas, avisándole que se pescaban con abundancia en una de las islas vecinas. • El regreso de Balboa a la Antigua tuvo lugar a Enes del mismo año, 1513. ANDÁGOYA, PIARBO 1 ALMÁGBO. • En 1522 Pascual Andagoya, rejidor ,de Panamá, .obtuvo licencia del gobernador Pedro Arias Dávila ;para haS descubrimientos en las costas del sur del 4 8 COMPENDIO

Pacifico; i segun relacion de él mismo, llegó hasta el río San Juan, que desagua abajo de lapunta de Charambirá en el Chocó (Estado del Cauca) prepa- rando de esta suerte la rata a Pizarro i a Almagro, conquistadores luego del Perú. Empero, la historia i lajeografla solo atribuyen a estos aventureros el descubrimiento de las costas colombianas en el Paz!- fico, en su rápido paso hácia la tierra de los Incas. He aquí su derrotero. Panamá, archipiélago de las Perlas, golfo de San Miguel, puerto de Piñas, Puerto-quemado, rio Me- Ion, rio San Juan, isla Gorgona, isla del Gallo, Tumaco &c. Se necesitaron, pues, cerca de veintitres años para descubrir todo el litoral colombiano en ambos mares, i atravesar el istmo de Panamá. ALPINJEE. En el año de 1530 salió de Maracaibo el goberna- dor Alfinjer, hombre feroz i aleman de nacimiento, con el objeto de hacer algunos descubrimientos aun- que fuese en ajena jurisdiccion, pues la esterilidad del territorio de Coro lo tenia descontento. Caminando hácia el occidente, llegó a las lagunas que forma el rio Cesar en su confluencia con el Magdalena. Siguió despues las márjenes de este río, aoercándose a la cordillera en busca de climas rusa sanos. Créese que fué por la cima de los montes de Ocaña por donde Alfinjer trepó la rama oriental de los Andes colom- bianos; de allí pasó a Jiron, i no atreviéndose a penetrar en el vallo dtl rio Suárez por lo reducido del número de sus soldados, prefirió seguir por los páramos situados al oriente. Esta temeraria resolu.. -cion lo llevó a las fragosas i elevadas cumbres de Ca- chirí. con gran pérdida dejente; empero, logró llegar a Silos, donde se rehizo. De Silos pasó al valle de Ra- - vicha, i de éste al de Chinácota, en donde pereció de fl JEOGESFIL 9 resultas de una herida recibida en el cuello. Muerto Alfinjer2 sucedióle en el mando Juan de Sanmartin, descubridor del valle de Jiron, quien volvió a Coro por Cúcuta con las reliquias de los espedicionarios, aespuea de tres años de marcha i penalidades infinitas. RE RED ti. El 14 ¿e enero de 1533 entró Pedro do Heredia al puerto de Cartajena con ánimo de emprender nuevos descubrimientos desde las bocas del rio Mag- dalena hasta el Darien, que era la parte delpaís cuyo gobierno estaba vacante por entónces, i con derechos de conquista, segun voluntad de la corona hasta la linea equinox.iaL Compendian estos derecítos el Es- tado de Antioquia, 1 gran parte de los del Cauca i Cundinamarca. En 21 de enero del mismo año fundó Heredia a (Jartajena, cuyo nombre primitivo fuá CaZaSr, siendo la tercera ciudad de las fundadas en los Esta- ¿os Colombianos,, pues la primera frió Panamá i la segunda Santamarta. Una vez fundada la ciudad, se ocupó Heredia en la conquista i sometimiento de las tribus vecinas, habiendo hecho sus esploraciones de mas provecho en la península enque están los pue- blos de barlovento del Estado de Bolívar. Pero por enero de 1534, al año siguiente, emprendió una espe- dicion formal hácia el sur, en busca del pais que pro- duda el oro i que los indijenas llamaban Zenufana. Este país es el mismo en pie están hoi las ciudades antioqueñas de Zaragoza i Remedios, sobre el Nechí i BUS afluentes. Penetró Heredia por toda la hoya del río Sinú i pasó la sierra hasta el rio San Joije. A fines del mismo año de 1534 Francisco Cesar, tenien- te de Heredia, vino a la costa del norte i descubrió a Tolú, nombrada entónces provincia de Bal8illas por ciertas embarcaciones que construian SUS moradores. En 1535 se emprendió otrtesped.icion, en la cual 10 coxrerrno descubrieron la ribera izquierda del rio Cauca; este hecho i la fundacion de Santiago de Tolú sobre las orillas del rio Catarrapa, pusieron término a los des- cubrimientos de Heredia por este lado de su estenso gobierno. CESAR, VADILLO 1 ROBLEDO. En 1537 emprendió el capitan Francisco Cesar, el descubridor del Tolú, una nueva espediciori desde la colonia de San Sebastian. Marchó por la costa basta el río Verde, luego torció a la izquierda i cruzó las' cimas de Abibe, barrera que se creia inespugnable pues por veinte años babia detenido a todos los con- quistadores, i vino a caer al valle de Guaca. Este valle, cubierto do árboles frutales i de lindas palmas era por entónces uno de los puntos mas poblados del Estado de Antiopiia. Sus moradores se vestían con telas de algodon i eran ricos i laboriosos, i sus jeques i caciques se hacian conducir en hombros sobre andas dorada O De Guaca volvió Cesar a San Sebastian en busca de recursos.para emprender la conquista de Antioquía. A fines de 1537 o principios de 1538, pues en esto no ha¡ unidad entre los autores, i huyendo de la jus- ticia de su patria, salió el oidor Pedro Vadillo de San Sebastian a la cabeza de una lucida espedicion compuesta de españoles, franceses i portugueses, i llevandopor segundo suyo a Francisco Cesar, descu- bridor del famoso valle de Guaca. De este valle pa- saron los descubridores al de NoiI, poblado de indios corpulentos i aguerridos, i despues a la provincia de Buriticá, que se decía mui fecunda en oro, llegando hasta las márjenes del Cauca. No pudiendo vadear este río, volvieron bacía el occidente, ¡andando por

Be d.i6 el nombre de jeques o xeques a los sacerdotes chib- char, i el de cocques a loe jefes tomados en el sentido piilita

33B JOGEA7IA. it

las selvas llegaron a Itaca, cuyos naturales comercia- ban con sal, que fabricaban evaporando el agua de ciertos pozos. En Óori, mas al sur, murió el valiente capitan Cesar. De Cori pasaron a Caramanta, i de allí a tTmbia, sobre terrenos mas limpios, a la que dieron el nombre de Án8erma (Estado del Cauca) de annr, que quiere decir sal. De Anserma pasaron a Quinchia, hoi Anserma—viejo, donde hallaron una fortaleza de guaduas coronada de cráneos. Habiendo avanzado un poco mas, encontraron rastros de europeos, lo que en vez de alegarlos los sobresalté sobremanera, pues aquellos infatigables buscadores de oro lo querían todo para sí. Estos rastros o señales las habian dejado los soldados de Belakázar, quienes habian bajado hasta estos sitios desde Lii o Cali. Llegó allí Vadillo despues de un año de laboriosa espedlicion por terre- nos fragosísimos, i despues de haber andado cerca' de 50 miriámetros, peleando de continuo con los mdi- jenas. Dió esta espedicion por resultado, ademas de poner a Popayan en relacion con Cartajona, el descubri- miento de parte del Estado de Antioquia, i el del curso del rio Cauca, Joije Robledo, de acuerdo con Lorenzo de Aldana, uno de los jefes que halian venido de Quito, salió poco despues de Cali a hacer fundaciones en el valle del Cauca. Lo primero que fundó fué la villa de Santa Ana de los Caballeros, en Timbra, a 5 kilóme- tros del Cauca; i despues a Arma, donde sostuvo combate con una lejion de indios • que peleaban en columna, tenían banderas sembradas de estrellas de oro, i usaban diademas, petos i brazaletes del dicho metal. Recorrió luego los pueblos de Blanco, Sal, • Ignórase quién fuó el primero en llamar este rio así i por qué. Cieza de Leon lo llama de Santawart.a, i el padre Simon lo atribuye al nombre de algun cacique de sus riberas. A /

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Zenufana i Mujia, quedando así por entero esplorado el rio Cauca, cuyo desagüe en el Magdalena conocian ya los españoles. A principios de 1540 i en sitio escojido por Suer de Nava, fundó Robledo la ciudad de Cartago, cerca de unas LucaS saladas. Llamóse Cartago la ciudad, no en memoria de la poderosa rival de Roma, sino r ser casi todos sus fundadores procedentes do r rtajena. Por aquel mismo año de 1540, Pascual Andagoya, dicho descubridor del rio San Juan en el Pacífico, descubrió la bahía de la Cruz o de la *Buenaventura, donde derrama el torrentoso Dagua. Por la hoya de este rio penetró luego hasta Cali. Descubierto poco despues el valle de Arbi (he¡ Her- vé) seducido Robledo por las relaciones que hacia el capitan Jerónimo Luis Téjelo, pasó con su campo al de Aburrá (he¡ valle de Medellin) al que se nombró de Bat& Bartolomé por haber llegado a él los espa- ñoles el 24 de agosto de 1541. El capitan Frade descubrió despues el z-io Porce; 1 Robledo, a fines del mismo año de 1541, fundó en el valle de Hebéjico una ciudad a que dió el nombre de AnUo quia, en honor de la célebre Antioquía de Siria sobre el Oronte.

ESPIRA 1 FEEDEMAN. Jorje Espira, gobernador de Venezuela, por el año do 1535 o principios de 1536, salió de Coro al frente de una espedicion i con ánimo de hacer descubrimien- tos al oriente de la gran cadena de los Andes. Atra- vesó ésta por las cabeceras del río Tocuyo, cuya hoya habia seguido, i bajó despues a los Llanos con rumbo hacia el sur hasta las barrancas del rio 0pia. lizo alto en 15 de agosto de 1536 en el pueblo de Mar- vaciare, al que llamó do la A 8uflcton. de Nuestra Be7lora, por ser ese el dia de esa fiesta. No distante DE JZOGR&SXA. 13 de éste se encuentra el pueblo de San Juan de los Llanos, llamado así por el capitan Juan Avellaneda. Descubrió luego Espira los ños Ariari, Canicamare i Papamene, hasta penetrar en la tribu de los cho- ques, indios feroces, sucios i antropófagos, cuyas armas eran de huesos humanos afilados. Fuá éste el limite de SUS descubrimientos, pues las circunstancias lo hicieron regresar a Coro en 15 de mayo de 1538. Por este mismo tiempo el aleman Nicolas de Frs'. doman (despachado desde Venezuela en ausiiio de Espira, i que se habia entretenido pescando perlas en el cabo de la ,Vela) teniendo noticia de la retirada del gobernador, evitó su encuentro, i atravesó las ciénagas de Arechona i Caocao hasta encontrar con el no Pauto, que corre por entre llanos cubiertos de pajonales tan vastos que hacen horizonte a todos rumbos. Probablemente son estos los sitios en que está hoi Moreno, antigua capital de la provincia de Casanare (Estado de Boyacá). De aquí, yendo siem- pre en direccion sur, pasó Fredeman hasta el alto Meta, i despues a Asuncion de Nuestra Señora, de ue ya hemos hablado, desde donde vino a la sabana le Bogotá pasando por las ásperas cimas de Pascote, Sumapaz i Pasea, a su encuentro con Belalcázar i Quesada. BZLALCÁZAR 1 AMPUDIA. Despues de haber conquistado Sebastian Belalcázar, teniente de Pizarro, el reino de Quito (hoi república del Ecuador) obtuvo noticia de que a muchos miriá- metros hácia el norte Be encontraban pueblos mul ricos, i rejidos por un jefe o cacique que todos los años se cabria el cuerpo con polvos de oro, ántes de bañarse en un lago sagrado. Bastó este informe al osado aventurero para pensar en la conquista de tales pueblos. El primero que salió como esplorador por órden de _ 1

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Belalcázar, fué el capitan Pedro de Añasco, a quien e juntó POCO despues, en 1535, Juan de Ampudia, los que entrando por el paja de los quillasingas, des- cubrieron la provincia de los Pastos, avanzando hasta el río Patía, i penetrando hasta el territorio de Popa- yan. Descubrieron luego el río Jamundí i el de la Vieja, al último de los cuales llamaron de ese modo por haber encontrado en 8U3 márjenes una india anciana, cuyos adornos de oro valieron 800 pesos. Sobre este mismo rio se fundó despues la ciudad do Cartago. Durante estas correrlas alcanzó Btlalcázar a 8115 dos capitanes. Miguel Munoz fundó despues la dudad de Cali en 25 de julio de 1536, a la cual hemos visto que llegaron en sus descubrimientos respectivos, Vadillo, Robledo i Andageya. Regresó despues Belalcázar al territorio del cacique Payan, en el cual fundó por diciembre de 1536 la ciudad de Popayan, en el mismo sitio donde moraban los indljenas. Volvió luego a Quito en busca do recur- sos, i en 1538 pasó la Cordillera Central, en lo que gastó cuatro meses, i vino a salir al ardiente valle de Neiva, llamado impropiamente Valle de la Tristura; por 108 soldados de Reman Pérez en su primera es- ploracion, año de 1538. Belalcázar recorrió todo este valle por la orilla izquierda del alto Magdalena; descubrió, i puso nombre al rio Saldaña por haberse ahogado allí un criado suyo que tenía tal nombre; descubrió el río Sabandija, i de allí pasó a su entrevista con Quesada i Fredeman en la sabana de Bogotá.

QUESADA. Tocamos ya al último i al mas famoso de los con- quistadores colombianos. El 6 de agosto de 1536 salió de Santamarta con 700 infantes i 80 caballos el Justicia mayor, licen- DE JXOORAflA. 15 ciado, jeneral Gonzalo Jiménez de Queeada. Acoro- pa.ñábanlo 108 capitanes Juan del Junco, quien debia sucederle en caso de muerte; Gonzalo Suárez Ron- don, Juan de Céspedes, Juan de San Martín, Valen- zuela, Antonio Lebrija i Lázaro Fonte, por tierra; i por el Magdalena arriba en cinco botes, Córdova, Manjarrés, Chamorro ¡ Ortun Velásquez, con 200 hombres entre soldados¡ marineros, al mando del capitan Urbina. El punto de reunion debía ser en la entrada del rio Cesar en el Magdalena, territorio del cacique Tamalaineque; lo que por desgracia no llegó a verificarse pprque la flotilla fuá dispersada por la violencia de las aguas del gran rio. * HizoQuesada una circunvalacion 'en la Ciénaga i penetró en las montaüas de los Chimilas. Pasó de allí a Chiriguaná, luego a Tamalamecjue, i al rio Serrano, llamado así del nombre de un español a quien devoró un tigre sacándolo hasta por segunda vez de su hamaca. Llegó despues a Barrancabermeja, i entrando por el rio Opon arriba, se internó en busca de la siena de Atun; descubrió luego el valle de la Grita, nombrado así por los muchos gritos que die- ron allí los indios a una partida de españoles que mandaba el alferez Olalla, 'no paró hasta la última cuesta de la gran siena del Opon, que mide mas do 2,000 metros sobre el nivel del mar. Rabian sido tantas las penalidades de la marcha de Quesada, tanta el hambre i tan áspero el camino, que por enero de 1537 se detuvo para rehacerse sobre la parto alta de la antigua provincia de Vélez (Estado de Santander) o sea en el cacicazgo de Chipatá. Con- seguido esto bajó hasta el rio Saravita, al que pusie- ron el nombre de Suárez, que hoi conserva, por ha- ber estado a punto de ahogarse en él el caballo del • El verdadero esplorador del rio Magdalena, Í6 el portugués Jerduimo de Melo, quien por los años de 1538 a 1539 subió hasta Masmbo, gastando tres meses en su espedicion. j 16 CoMpENDIO

capitan Gonzalo Suárez Rondon. Del Suárez tasaron al valle de Ubasá, de éste a las tierna de Sorocotá ¡ despues a Purca, al que llamaron Pueblohondo por hallarse en parte baja. Visitaron luego a Moniquirá, Susa i Tinjacá, llegando el 12 de marzo deC1537 & Guachetá, al que nombraron San Gregorio por ser el día del santo, i donde encontraron mas de n11 casas, bien edificadas i rodeadas de vastas sementeras. De Guachetá pasaron a Lenguazaque, i de aquí a Sueaca, Nemocon i Cajicá. Este vais era el de los chibchas, el mas opulento j el mas civilizado que habian encontrado hasta entón- ces; ¡visto ci aspecto que presentaban sus sementeras i poblaciones, k medio de las cuales se levantaban en lugar distinguido las casas de los caciques, Que- seda lo apellidé Valle de ¿08 Alcázares. De Cajicá pasaron los españoles a (Jhia, i de ésta, vadeando el Funza, a Mequetá * capital del el~ o imperio chibcha, el tercero en categoría en el Nuevo Mundo, i que fué vencido por ciento sesenta espailo- les, Únicas reliquias de la brillante espedicion de Santanarta. Signióse a esto el sometimiento de Usaqnen, Gua»- ca, Guatavita i Chocontá, límite final del territorio del cipa de Bogotá i principio del de el uzaqne de . Vencido éste, penetraron hasta ha en busca de una vía a los Llanos, descubierta yapor Fredeman; emprendiendo luego la esploracion de todo el país desde Neiva a la antigua . En estas corre- ñas tuvo lugar el casual encuentro de los tres con- quistadores. El encuentro de los tres conquistadoree, que de tan remotos puntos venian,produjo en los ánimos de éstos la mayor impresion. Rabian caminado en II, neas opuestas para llegar al mismo punto, i cada uno

• Algunos escriben MeUqwtd 1 otros Ba&& Dr OZoGÉÁPTA. :ti

Ñcelaba de las pretensiones de los otros doe. Cosa Singular! cada partida contaba en sus filas ciento ueeehta hombres, tin olérigo i un fraile. Con todo, su tuacion no era la misma: loe peru16708 (llamaban así a los procedentes del Pert) traían magníficos trajes de seda 1 grana, penachos i ricas armas; los de Ve- nezuela, despues de tres años de espedicion i ciento cincuenta miriámetros de camino por montañas tan Agrias qub no han vuelto a ser holladas por el hombre, venían cubiertos con pieles de oso, tigre i gamo ; su aspecto era salvaje i su decaimiento de ánimo estre- mo. Por su parte 106 de Santamarta no estaban mejor aviados que éstos. Enonanto a sus jefes, Que- dada tenía el derecho en su favor; Fredenian era da jenial dulce; i Belalcázar, aunque hijo de un leñedor de Estremadura, era superior a los otros dos como político, h la voz que no les iba en zaga corno gue- rrero. Áviniéron8o fácilmente: Fredeman en pago de 102000 pesos que le dió Qneta&a; í Belalcázar rehusándose a aceptar la suma que se le ofrecía, e imponiendo solamente condiciones honrosas. Los tres conquistadores se embarcaron en (uataqní con destino a España por mayo de 1539. U. cotorilzscioiq. Una vez descubierto i esplorado en jencral el país que boj forma los Estados Unidos de Colombia, los españoles, que desde Méjico hasta el cabo de Hornos andaban en busca de fortuna; se lanzaron a él como un emjatnbre de aventureros. Soldados en su mayor parte, 1 no cuerpos de familias morales e industriosas, buscar oró para volverse a España a gozar de una vida mejor, esclavizar o matar indijenas, i adquirir empleos eran sus principales objetos. La historia nos refiere que quemaban i saqueaban 4 a t

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los pueblos; que faltaban siempre a la fe jurada a los naturales, i que se burlaban hasta del poder de los aoberano8 de Castilla. Empezando por creer que los americanos no eran hombres, acabaron por darles un trato de bestias, haciendo su suerte mas infelizque la de los ilotas de los lecedemonios, pues no 8010 les hadan labrar la tierra, sino que tambien los despoja- ban de sus hijas i esposas, i les hacian prestar el infa- mante servicio de acémilas. Tal conducta no tardó en dar sus frutos, i en mui pocos años los ocho millones de indijenas que se encontraban al tiempo del des- cubrimiento en nuestro pais, quedaron reducidos a ménos de doscientos mil. Los espaüolcs no recojieron en nuestro pais, ni para la historia ni para la ciencia, tradiciones, ni recuer- dos, ni salvaron monumento alguno que arrojara alguna luz sobro la América primitiva. Doñde debie- ron levantar la cátedra cristiana o la escuela, levan- taron solo la horca o el cuchillo en señal de muerte i vasallaje. Jamas sistema alguno de conquista fué pues mas cruel ni mas absurdo, ni produjo conse- cuencias mas desastrosas. Los sabios europeos de los siglos XV i XVI some- tieron a duda por mucho tiempo la racionalidad de los americanos, apoyados ya en las tradiciones reli- jiosas, ya en 8U8 sistemas particulares i absolutos. t Andando el tiempo, empero, las necesidades de la vida ordinaria fueron para el aventurero mas apre-

• Este descrecimiento era tan rápido, que la isla de Santo Domingo, que el dia del descubrimiento tenia un millon de ha- bitantes par lo ménos segun el testimonio de los cronistas, para i.sog, esto es, dieziseis aflos despues, no tenia ya sino 60,000. Seis silos despues solo 14,000. QuxNrs. t Un concilio provincial reunido en Lima, declarS a loe indios escluidos del sacramento de la eucaristía. Escluyéronse tatnbien a los mestizos del presbiteriato i de las órdenes relijiosas en todas las colonias. Zlobertaon asienta que la sublimidad del cristia.. nismo es superior a la limitada intelijencia del indio. DE JEOGUAFIA. 1 19 miadoras que su sed de oro, i dióse al cultivo de la tierra i al establecimiento de poblados. Designado el sitio (profiriendo siempre los que tenian fama de auríferos) Be construian en él unas barracas i Be aglo- meraban en ellas los negros i los indios, quienes debian trabajar i jemir, miéntras los esJ3añoles daban vagar a sus cuerpos i. espadas. Estableciase luego una especie de gobierno municipal, llamado indis- tintamente cabildo o ayuntamiento, i repartiase la tierra adyacente isus habitantes a los conquistado- res segun su rango o méríto. Dábase a estos repartimientos el nombro de enco- mienda8, de donde se llamaban encomendados los súbditos i encomendero el amo, el cual debía recibir en premio de su ociosidad i abusos, un tributo anual pagado por aquellos infclizes en oro, frutos o labor de tierras i minas. Al principio el derecho de Jas era privativo de las personas que residian en la provincias conquistadas; pero siete años mas tarde se permitió el repartimiento entre personas llamadas de mérito, por lo que los infelizes indios pasaron a ser presa de los cortesanos i favoritos, quienes se enriquecian coi ellos vendiendo sus dore- dios a cómitres desalmados, o administiándolos des- de loa palacios de Madrid. Agréguese a esto el consejo nombrado de Indias, di- rector de la política jeneral de las colonias, decidiendo siempre por informes ¡ a una gran distancia del teatro de los sucesos, de los negocios mas graves i complica- * Como poder económico tuvieron despues los cabidos el cui- dado de Ja abundania i buena calidad de los mantenimientos; la inspeccion de las pesas i medidas para cerciorarse de su lejiti. ynidad, con poder de enmendarlas i de castigar a los falsificadores; la policía de sanidad ¡limpieza; el cuidado de los pósitos; la adininistracion de los bienes del comun i los arbitrios; la distri- bncion i exaccion de las contribuciones i rentas públicas; i final. mente el gobierno económico del pueblo, con absoluta indepen. deuda de las autoridades superiores, caso que no fuese por via do apelacion o agravio.

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dos; el poder inmenso de las Áudtacias, llamadas a fallar en los asuntos políticos, ecleeiásticoe; militares, económicos, gubernativos i judiciales; i sus rivali- dades con los otros poderes, i podrá formarse uu& idea cabal de la súerte de las-colonias; La llegada de un correo cm: hecho raro, i sevecibia con repiques de campana el 4" d8' España, que traía el interesante anuncio de la salud: de los sobe- ranos. O Si comparamos ahora esta situación moral ¡'mate- rial de nuestro país como consecuencia del réjimen colonial español, con la situacion próspera de las co- lonjas inglesas tendremos que deducir consecuenczae mui desfavoraides para la metrópoli, sin que haya disculpa que la justifique. El sistema colonial de In- glaterra, diametralmente opuesto al de Epafia, no hacia de sus paises do ultramar otros tantos monto- nes de esclavos, sin derechos, do apoyo i abruma- dos con cargas i obligaciones, sino centros de gobierno propio, con poder propio, con estímulos, con esperan- zas, i con buena condicion política i mercantil. El juicio por jurados tanto en lo civil como en lo crimi-. ual, el rescripto de habea8 corpus (seguridad perso. nal) ¡ la libertad de imprenta, no eran acaso de )os mas notables de 8U8 privilejioe. Gozaban, pues, de tanta libertad civil i política, como podía tocar en suerte a estados dependientes, reservándose el precio- so derecho de no separarse de su dinero sino mediante su voluntad, i sin temer el azote de los encomenderos, visitadores, juezes de residencia i demas escamota- dores oficiales de la Peninsula. Se dice, empero, que los americanos debemos a los -españoles la relijion cristiana, el idioma, la raza, las

$ Hasta 1801 no se permitió a los etranjeroe piar el anclo americano, mediante un derecho por pereota. Esto derecho era mui crecido para los que debian quedarse en el pais, i el doble para los que se naturalizaban, Ve

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costumbres, la mayor part. do nuestra lejislacion civil i panal, i la introduscion en nuestras tierras de los cereales europeos i de los animales domésticos del viejo mundo. Esto 'es verdad; mas ¿ podían ellos rinxnos de 'estosbienes, comó silo hicieron de otros de que disponin a su agrado P Eso mismo da todo pueblo conquistador al pueblo conquistado. • Casi todos los -pueblos de los indijenao colombianos fQsrou reedificados por los conquistadores, conse vándoles so. pesicion ¡ ana nombres, sia que llegaran a ciento los fundados direotamente por 01108, i de los cuales pasamos a dar una noticia cronolójica. SI en la lista de fundaciones se echan de ménos algunos nombres de lugves, débese a que en muchos casos no hubo verdadera fandacion de poblado sino simple- mente titulo de rroquia, villa o ciudad concedido a alga vecindario; * i tambien.a que hai pueblos de los cuales so ignora la fecha de su fund.acion, pót haber sido øimplss encomiendas en su orijen, o por cortarse ésta desde el dia en que se dijo la primera misa, se establecieron autoridades o se trazó el área, talo lo óual produce grave confusion en loe autores que tratan del aiunto4 ]Á primera ciudad-que se fundó en el territorio de los F&itudos Unidos de Colombia, la fundaroz Colon

t 11pebemos idvertir que yoquia significaba en tiempo de la colonia dos cosas distintas: en primer lugar, territorio sonido eclesiásticamente por un párroco (i este es el significado comun de la palabra); i en segundo lugar, curato de feligreses blancos, 9fl contraposicion al curato 4o feligreses indios, que llamaban ptwbk. Así, un tetritorio despues de haber sido durante 200 o Ihu aZoe curato de indlofi o pueblo, ¡olla pasar a ser curato de blancos o paemquia Rol esas distinciones han desaparecido. Otra de las caásaa que Influye mucho en la confúsiofl que teína entre los .autores bobre Ja fundacion de loe lugares, es la nnfa, bastante jeneral, de cambiar los nombres primitivos por otros nuevo., sistema pernicioso que solo sirvo para hacer un Sos tela Jeografla. Algnnreúiedio se ha puesto ya por el lejaslador. Le! de 23 de febrero deIS69 22 coxnema i su hermano Bartolomé por el año as 1503, en las orillas del rio Heleo, a poca distancia de su embo- cadura en el mar (Estado de Panamá); pero tuvo un fin desgraciado a causa do un acto de violencia ejecu- tado por Bartolomé Colon, cual fué el de cojer al quibio de aquella tribu i a cincuenta personas mas de su familia, para remitir a España como rehenes de los que quedaban colonizando a Veragua. El cjui- bio se fugó de un bote durante la noche, i los miem- bros de su familia se ahorcaron a bordo. Esto dió por resultado el levantamiento de loe indios i la destru.c- cion de la colonia. 1510. Por el año de 1508 Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa i Diego Nicuesa solicitaron i obtuvieron de la corona de España, el que se les permitiese fun- dar algunos establecimientos en la costa atlántica de nuestro palo. Concedióse a Ojeda la gobernacion de toda la costa desde el cabo de la Vela hasta el golfo de Urabá, bajo el nombre de Nueva Andalucía. Juan de la Cosa debia ser su lugar teniente i alguacil mayor; i debia fundar cuatro fortalezas i pagar al reí el quin- to de cuanto ganase en la tierra conquistada. A Diego Nicuesa se le concedió la gobernacion de Castillo del Oro, nombre que se dió a todo el territo- rio comprendido desde el golfo de TJrabá al cabo Gracias a Dios, sirviendo el rio Dañan de línea de particion entre los dos gobiernos. Despues de algunos combates con los naturales, en que murió el piloto Juan de la Cosa i perdió Ojeda casi toda su jente, logró fundar a San Seiaetian. cló Urabá, en la costa oriental ¡junto a unos cenas, con treinta casas de paja i una fuerte estacada. Mas esta fundacion no tuvo buen éxito; i es un hecho bien notable que las tribus de cunas i caimanes que pobla- ban las orillas del golfo de Urabá, hayan sido de las pocas que hayal¡ conservado su independencia, i vivan todavía con la libertad peculiar del salvaje.

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• Despues de San Sebastian fundó el bachiller Enciso a Santa María la Antigua del Varien, la que nom- bró así a causa de un voto. Estaba ésta cerca del rio Da- non i enfrento mismo a San.Sebastian, i era el pueblo del cacique Cemaco, quien se dejó vencer fácilmente. De Santa María no quedan hoi ni ve8tijios a pesar de haber sido la residencia de los rimeros conquista- dores por muchos años, pues se vieron éstos obligados a abandonarla por su insalubridad. Entre tanto Nicuesa, juguete de las olas i do la fortuna, no hallaba punto a propósito en su gobierno donde sentar el pié, hasta que se estableció en Nom- ine de Dios, célebre punto de escala despues para las ceploraciones en el océano Pazifico. Estas fundaciones costaron a los españoles cerca de mil hombres.

• 1519; Pedro Arias Dávila, segundo gobernador de Castilla del Oro, recibió órden de la corte para pasar la catedral i la poblacion de la Antigua a Panamá, lo que verificó en 1519. En 1521 se espidió a ésta titulo de ciudad dándole por emblemas de su escudo, un yugo i un haz do flechas en campo dorado, en la parte superior; i en la inferior dos carabelas nave- gando, con una estrella i orla do castillos i leones. Parte de estos símbolos han seguido figurando en el escudo de armas do la República.

1525. Seis años despues fundó Rodrigo Bastida a Santamarta, llamada mi por haber llegado su espe- dicion el 29 de julio a la bahía sobresobre la cual está fundada. Condújose miii bien esto capitan con Ido naturales; i ajusté pazes con los gairas, tagangas i dorsinos, tribus comarcanas, por lo que disgustados sus compañeros de conquista tramaron una conspira- 2!4 COMPENDIO

cion contra él 110 mataron a puñaladas. Los coloni- zadores de Santamarta no podian conformarse con que su jefe, cediendo a sus buenos instintos, no dejase tratar ni tratase mal a los indios. Despues de la muerte de Bastida se hizo Santa- marta el centro de ini gran comercio de esclavos, pues todos los americanos que los españoles podian hallar a su alcance los vendian a los colonps de Sautodo- mingo.

1533. El 21 de enero de este año fundó don Pedro de Heredia la ciudad de Cart ajena, cuyo nombre primitivo ftié Calamar. la hermosura de la bahía ¡ la abundancia de pesca habian traido aBí desde mui atras muchas tribus de indios, las cuales vivian en la mejor armonía e intelijencia. Era Garex el nombre del jefe de Codego, i su poblacion mas numerosa estaba en Bocachica. En el lado opuesto se encon- traban Matarapa, (Jocon, Cospique i Bahaire, pueblos que fueron prontamente sometidos, unos por la per- suasion i otros por las armas. Bajo del punto de vista del botin, ningun conquis- tador fué mas afortunado que Heredia, quien despues de sus correrías pudo dar a cada uno de BUS soldadcss 6,000 ducados, esto es, una suma mucho • mayor de la que 'tocó a los conquistadores de Méjico i el Perú. Tambien encontró, éste la mayor pieza de oro del descubrimiento, consistente en un puerco—espín de oro macizo, de 50 kilógramos de peso. La fatua de estas riquezas corrió en breve por todo el litoral i mar de las Antillas, i pronto LuiS Cartajena la colonia mas floreciente de Colombia, a lo que con- tribuyó tambien la esploracion de los sepulcros del Sinú.

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FTnWÁQWNZS 1 AJO PROBABLE DE ILL.&$.

1535 María Ja Baja. 1560 Palma de goizga. - Tolú. Remedios. 1536 Cali. San Cristóbal. 1537 Timaná. 1570 Buga. 1538 Bogotá. 1572 Leiva. - Momppa. Ocaña. - La Plata. 1576 Cáceres. - Popayan. 1581 Zaragoza. 1539 Ansermanuevo. 1583 GuayabaL - Tunjt 1584 San Martin. - puto- 1586 Chiquinquirá. - Vélez. 1600 Barbacoas. — Barranoavieja. Jecuandé. 1540 Cartago. Boldanillo. - Málaga. 1620 SanjiL 1541 Antioquía. 1629 Barranquilla. 1542 Arma. 1631 Jiron. 1543 OMQtO. 1641) Soledad. - Quilicbao. 1654 Quibdó. 1544 Tamalnnwque. 1664 Pzixifioacioa. .- Tocabns. 1670 Medina. 1545 Rionegro. 1674 Medellín. • - Biobacha. 1681 Socorro. 1549 Pamplona. 1689 Chin. 1550 Ibau& 1690 Lérida. -' Mariquita. 1696 Paime. - Neiva. 1702, Concepcion. - VailedupaL, 1709 Nóvit& 1551 .&lznaguer. 1730 Palmito. - Villeta. 1743 Ooello. 1553 Cagnan. 1756 FortaleciUat - Salazar de las 1757 Payandé. J) abnns 1770 Chaguant 4 1559 Muzo. 1771 Alpujarra. 26

1773 Subachoque. 1778 Coyaima. 1774 Concepcion de - Natagaima. Servit& 1778 Mesa de JunDiaz San Onofre. 1780 Santa Librada. 1775 San Cárlos de 1783 EspinaL Colosiná. Santa Rosa de 1777 Santa Rosa (To- Osos. Urna). 1786 Ambalema. 1778 Ataco. 1789 San Luis. Fundáronse ademas: la ciudad de Tudela en tierra de los muzoa (Boyacá) por el capitan Ursúa, pero fué abandonada por sus colonos en 1552, pues ha- biendo degollado este conquistador a loe jefes princi- pales de aquellos durante una feria, dió lugar esto a una guerra tan encarnizada que los españoles tuvieron que huir para no volver al]í hasta pasados cinco añoe; la ciudad de los Reyes en el Valledupar, junto a Guapatori o Riofrio, llamado asl por bajar de Ja sierra nevada de Tairona; i la de Salamanca en la misma parte (Magdalena). Llamóse desyues este lugar Ra- mada, i se hizo célebre por decirse que sus vecinos eran tan ricos en perlas que las vendian por fanegas. Leon en tierra de los guanea, fundada en 1552 i reedificada despues por el caitan Benito Franco. San Vicente de Pdez i los Anjelea, fundadas por el capitan Domingo Lozano en 1563, i destruidas por los pijaoa nueve o diez años despues. San «Juan de Bódas en 1570, a un miriámetro del rio Cauca i cerca de Antioquia;,quia; Ecffa en 1571 por Francisco Castro, ¡San en el Estado del Mag- dalena; la de Ubeda en Antioquia, año de 1574, por Andres Valdivia; Santa Agueda en el Tolima por Que", a 3 4 miriámetros de Mariquita; Pedraza de Campos por Francisco Maldonado i Saavedra; Ontivero8 por Pedro Astorga, i Falencia por el je- neral Juan de Martin.