Medicina ^Historia
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MEDICINA ^HISTORIA REVISTA DE ESTUDIOS HISTÓRICO INFORMATIVOS DE LA MEDICINA Secretaría de Redacción Centro de Documentación de Historia de la Medicina de J. URIACH & Cía. S. A. Barcelona, abril de 1973 Dr. LORENZO BALAGUERO LLADO LA HISTERECTOMÍA VAGINAL A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS 23 M&H II LA HISTERECTOMÍA VAGINAL A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS I. DE LAS FUMIGACIONES AL «SPECULUM MATRI- teneciente a la escuela de Alejandría, asegura- cis» DE AMBROSIO PARÉ : PRÓLOGO DE LA GRAN ba que el útero podía ser extirpado sin causar AVENTURA la muerte, y Areteo, que vivió en el siglo II de nuestra era en la provincia romana de Capa- La vía vaginal, por su fácil acceso, supuso docia, nos ha legado una descripción del ór- siempre un tentador campo de operaciones gano, harto fantasiosa, que explica el porqué para los cirujanos. Sin embargo, los primeros de las antiguas prácticas de fumigación: «En escritos sobre temas ginecológicos de que se medio de los flancos de la mujer se halla la tiene noticia raramente postulan soluciones matriz, viscera muy parecida a un animal, quirúrgicas, por elementales que fueren, limi- pues se mueve por sí misma hacia uno y otro tándose a transcribir algunos sofisticados tra- lado y también hacia arriba en línea recta tamientos locales de tipo conservador. hasta debajo del cartílago del tórax, así como El Papiro de Ebers (1200-1000 a. de J.C.), com- oblicuamente hacia la derecha o a la izquier- pilado durante el reinado de Amer-Hotep I, da, hacia el hígado o hacia el bazo; igualmente contiene algunos pasajes relativos al prolapso es propensa a deslizarse hacia abajo y en una uterino y forma de remediarlo : pastas y fumi- palabra es completamente errática. Se compla- gaciones tenían por objeto provocar olores de- ce con los olores fragantes y avanza hacia sagradables y repulsivos para la viscera pro- ellos; en cambio, tiene aversión por los hedo- cidente que, huyendo de ellos, recobraría su res y los rehuye; en conjunto, la matriz es situación normal. como un animal dentro de otro». He aquí algunas de estas curiosas fórmulas: La doctrina de las excursiones que realiza el útero, libre de toda atadura, por el interior del — Excrementos humanos secos. Mezclar con resina organismo, fue ya ampliamente desarrollada de terebinto. Se hace con ellos un vapor y la mu- por Hipócrates, COmO lo atestiguan algunas jer se agacha sobre el, dejando que penetre en su . j , / _, , , } , vagina (Eb., n.° 793). sentencias de su obra (Tratado de enferme- dades de las mujeres). - Un ibis de cera. Colocar sobre carbones. Se obrará Sorano de Éfeso (98-138), autor de la más de tal suerte que el vapor de la fumigación penetre . .. , . \ * • ji A A- •• en la vagina (Eb., n.° 795). importante obra ginecológica de la Antigüe- dad De morbis mulierum, ejerció en Roma En la antigua Grecia (430 a. de J.C.), durante como cirujano. Sorano procedió, al menos una el período hipocrático, vemos recomendar de vez, a la práctica de una amputación de úte- nuevo las fumigaciones fétidas, los pesarios ro invertido gangrenoso, aunque, como él mis- de lana o seda y, en los casos de prolapso total mo admite en sus escritos, otros cirujanos —«cuando el útero pende por fuera de las le precedieron en estas artes, partes naturales, como los testículos del hom- Clásicamente se considera a Berengario de bre»—, la sucusión, a base de movimientos Carpi como autor de la primera histerecto- rítmicos imprimidos al cuerpo de la enferma mía vaginal que registra la historia. El texto sujeta a una tabla, cuya paternidad se atribu- que recoge la cita está, sin embargo, lleno de ye al maestro de Cos. ambigüedades y adolece, como todos los de Temisón de Laodicea (123-43 a. de J.C.), per- la época, de falta de precisión. 8 Supuesto retrato de Jacobo Berengario de Carpí \^^St\^$^^f\\v£fi%~:f-'!'t*¿:t (Museo Cívico de Carpi). ^^5^Sw5ff!fsWPiPvi'^1*í'! Jacobo Berengario de Carpi (1470-1550), ana- Baltasar de Viguera aborda el problema de tomista y cirujano, refiere en su Isagoga Bre- la extirpación del útero prolapsado diciendo ves que de joven había visto extirpar en Carpi, que «si la procidencia se hace irreductible por su padre, un útero descendido y afecto por haber adquirido una densidad escirrosa», de gangrena. Años más tarde, en el mes de lo más seguro es que sobrevenga «una infec- mayo de 1507, él mismo practicó una opera- ción de perverso carácter» en cuyo caso —si- ción similar y mandó repetirla, por tercera gue diciendo el autor— «el arte no desmaya vez, el 5 de octubre de 1520, a su sobrino Da- aún. Ha, pues, muchos siglos que en estos ur- mianus. El muñón fue tratado con una mez- gentísimos apuros se empezó a ensayar fe- cla de vino, miel y aceite. Todas las operadas lizmente la mutilación de la matriz, como úni- curaron. La última de ellas, vista tres años co recurso para alejar la muerte. Así desde después por el propio Berengario, seguía te- Aetio, que creo fue el primero que en los años niendo las reglas en la época acostumbrada, 380 de la era cristiana, demostró la salubri- lo que parece indicar que, al menos en este dad de esta operación, es muy numeroso el caso —y probablemente también en los otros catálogo de los profesores célebres que la han dos— el cirujano se limitó a extirpar unos practicado y muchas también las víctimas que simples pólipos uterinos. bajo sus auspicios han sido arrancadas de las Otro autor a quien se atribuye la práctica de márgenes del sepulcro. Sin embargo, algunos una de las primeras histerectomías vaginales, escritores afeminados se han remontado ne- es Giovanni Andrea della Croce (1509-1575), ciamente contra lo posibilidad de este recur- cirujano de Venecia, que, según referencias so; como si los hechos positivos auténtica- no del todo comprobadas, realizó la operación mente demostrados mientras la vida, y en 1560. también después de la muerte de algunas ope- Ambrosio Paré (1509-1590), padre de la Ciru- radas, pudieran ser confundidos con dificul- gía moderna, hace alusión en varios pasajes tades imaginarias e ingeniosidades imperti- de su obra a la conveniencia de amputar el nentes». cuello canceroso, recomendando el empleo Respecto a la práctica de la sección del útero del speculum matricis para facilitar su ac- se pronuncia Viguera con tal énfasis y utili- ceso y las maniobras de sección. zando tan exquisita y pintoresca prosa, que Desde entonces hasta principios del siglo xix, nos vemos tentados a reproducir íntegramen- bien poco es lo que se hizo en el campo de la te algunos de sus párrafos : «La doctrina de la Cirugía vaginal. extirpación de la matriz no es nueva en los En la obra de Baltasar de Viguera Fisiología fastos de la ciencia médica. Entre los anti- y patología de la muger, que data de 1827, guos, pues, el ya citado Aetio, e igualmente se expone un resumen de la patología del Avicena y Avenzoar, refieren muchas observa- prolapso uterino, citando varios remedios para ciones de mujeres operadas, que vivieron sa- corregirlo. Su lectura ilustra claramente acer- ñas y robustas muchos años sin esta viscera. ca de los escasísimos progresos que se habían Pablo Aegineta abunda sin duda igualmente realizado sobre el particular en los tres siglos en los mismos ejemplos, cuando aseguraba anteriores. que la matriz puede ser extirpada sin desagra- 9 dables consecuencias. Los modernos ilustra- de que intentaba reponer lo que había perdi- dos, lejos de haber desmentido este lenguaje, do.» Laumonier practicó una operación seme- le han dado más expresión, presentándole jante en la ciudad de Metz y para dejar cons- enriquecido con una suma prodigiosa de he- tancia del acto «remitió la matriz extirpada chos (...). Sin embargo, no han faltado en a la Real Academia de Cirugía de París, en todos los tiempos declamadores, o más bien cuyo seno se encontraron, según había pre- detractores, que en el empeño de desacredi- sentido, incrédulos que negaron ser la viscera tar esta tantas veces saludable operación, han materna, por la sola razón de que lo que te- pretendido neciamente hacer frente a los he- nían a la vista no representaba más que una chos y a la ciencia; unos, suponiendo dificul- masa monstruosa; como si este órgano nece- tades que sólo soñadas pudieran imaginarse, sanamente ingurgitado y de un aspecto todo o más bien preconizando un tropel de ridícu- patológico, debiese presentar su figura natu- las consecuencias, que creo muy impertinente ral de la misma manera que en su sana salud». referir; y otros haciendo alarde de su vana Baltasar de Viguera hace por fin expresa alu- sagacidad para diseminar desconfianzas e in- sión al problema de la hemorragia «que tanto tentar persuadir que todas las secciones acia- temía Ruysch como consecuencia de esta ope- madas de la matriz no han sido más que ima- ración y que le objetaba como uno de sus más ginarias, o sea un torpe error de sus autores, peligrosos resultados», diciendo: «A la ver- que han confundido las masas carnosas de dad que este autor no anduvo muy cuerdo en la vagina flotantes fuera de la vulva, con la esta objeción que puede decirse imaginaria; procidencia o renversión de esta viscera, para pues cuando los operadores no han hablado lo que traen a cuento el ejemplo de alguna de un tal incidente, han tácitamente querido operada que fue después madre. No negaré manifestar, que los vasos de esta viscera se que ha habido profesores poco expertos que obstruyen y adquieren una consistencia liga- han cometido esta equivocación; pero, el des- mentosa, a medida que se infartan y endure- crédito de los necios no debe ser trascenden- cen sus tejidos, o lo que es lo mismo, que el tal, ni a los actos prodigiosos de la ciencia, ni círculo de sus líquidos es en estos casos o a la buena memoria de los muchos que han nulo o muy limitado, lo que es la causa de sacrificado su reposo, su salud y aun sus que o no sobrevenga hemorragia, o sea de poca días en beneficio de las muchas mujeres que entidad y fácil de contener, sin este recurso tendrían abierto el sepulcro».