Los Archivos En La Comarca Del Jiloca: Productores De Documentación
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Los archivos en la comarca del Jiloca: Productores de documentación Marta Loraque Rodrigo ~ Emilio Benedicto Gimeno Centro de Estudios del Jiloca ~ 2006 Los archivos en la comarca del Jiloca: Productores de documentación / Marta Loraque Rodrigo, Emilio Benedicto Gimeno. – Calamocha: Centro de Estudios del Jiloca, 2006. 160 p. ; 24 cm. – (Serie monográfica; 17) I.S.B.N. D.L. 930.253 (460.266) Edita Centro de Estudios del Jiloca c/ Castellana, 39 44200 Calamocha (Teruel) Tfno. Fax. 978 730 645 www.xiloca.com Diseño, maquetación Ricardo Pedro Polo Cutando Imprime Artes gráficas Impresionarte D. Legal I.S.B.N. Adscrito al Con la colaboración de: Subvencionado por: —2 Estudio introductorio Los archivos en la comarca del Jiloca En el año 2005 el Centro de Estudios del Jiloca inició un ambicioso proyecto, en parte ingenuo como nos ha demostrado el tiempo, con el que pretendía obtener un completo inventario de los Fondos Históricos de la comarca del Jiloca, con el objetivo final de fomentar su conservación (se cuida lo que se conoce y valora) y poner la información al servicio de los historiadores y amantes de nuestro pasado. Tras solicitar el apoyo de diferentes administraciones, se consiguió una subvención del INAEM para la contratación del personal que tendría que visitar todos los pueblos de la comarca, describiendo “in situ” los fondos documentales. Esta ha sido la inicial fuente de financiación con la que Marta Loraque comenzó un trabajo que, tras los primeros meses, se ha demostrado ingente. Posteriormente se ha obtenido el apoyo económico de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Diputación General de Aragón y del Instituto de Estudios Turolenses, lo que ha posibilitado continuar el trabajo hasta la actua- lidad, permitiéndonos obtener una visión global de los fondos generados en nuestra tierra. Una primera aproximación a los archivos de la comarca del Jiloca mostró la gran diversidad existente en cuanto a la catalogación de los fondos que contenían. En los últimos años (1980- 2001), gracias a diferentes campañas realizadas por la Diputación General de Aragón y la Diputación Provincial de Teruel se catalogaron dieciocho archivos municipales y, patrocinado por el Instituto de Estudios Turolenses, un par de Cámaras Agrarias, a los que hay que añadir todos los fondos transferidos en las últimas décadas a los principales Archivos Históricos de Protocolos (Calamocha, Daroca y Montalbán), al Archivo Histórico Provincial de Teruel y al Archivo Diocesano de Teruel. Teníamos unas intervenciones muy recientes que explicaban, en parte, la actual situación de los fondos documentales. Era necesario, antes de centrarnos en el verdade- ro objetivo del presente estudio, describir brevemente estos antecedentes. Hay que destacar, en sus inicios, el papel desempeñado por Fco. Javier Aguirre desde su cargo de director del Archivo Histórico Provincial de Teruel, cuando era gestionado directamente por el Ministerio de Cultura. Uno de sus primeros trabajos, la elaboración de la Guía de los Archivos de la provincia de Teruel en 1980, constituye todo un hito en la his- toria archivística de la provincia, recogiendo por primera vez una relación de los fondos documentales de todos los archivos municipales y parroquiales1. Este inventario sirvió de base para descubrir los fondos que guardaban documentación antigua, que fue digitali- zada y catalogada aparte, citada en los años siguientes el Catálogo de los Archivos Municipales Turolenses2, publicado por el Instituto de Estudios Turolenses. Estas primeras iniciativas no cayeron en saco roto, pues fomentaron la aparición de un creciente interés por parte de las administraciones locales en la conservación de sus fondos documentales. Una vez transferidas las competencias de archivos a la Comunidad Autónoma de Aragón3, Javier Aguirre, desde su nuevo puesto en el servicio de Archivos del gobierno autónomo, continuó en los años siguientes con la labor ini- ciada en Teruel. 1 La información vertida en esta guía sigue considerándose la base del Censo de Archivos del Ministerio de Cultura, pudiéndose consultar en www.mcu.es 2 Se publicaron 4 volúmenes en los años 1982,1983, 1984 y 1985. Se incluyeron referencias a los archivos de Bañón, Castejón de Tornos, Monreal del Campo, recogidas en el volumen IV. Véase Aguierre González, F.J., Moles Villamate, C. y Abos Castel, M.P. (1985). 3 Las competencias de Gobierno de Aragón, según recogía el estatuto de autonomía de Aragón de 1982 son los “Museos, archivos y bibliotecas, con- servatorios de música y danza y centros dramáticos y de bellas artes de interés para la Comunidad Autónoma que no sean de titularidad estatal”. En el estatuto de 1986 se copia esta misma competencia detallando que “Corresponde a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en las siguientes materias: ...Museos, archivos y bibliotecas, conservatorios de música y danza y centros dramáticos y de bellas artes de interés para la Comunidad Autónoma que no sean de titularidad estatal”. 5— En la comarca del Jiloca, la primera iniciativa fue limpiar y catalogar los fondos del Archivo Histórico de Protocolos de Calamocha, que en esos años se encontraban en una situación deprimente, abandonados en las antiguas escuelas, y que habían levantado serias protestas dentro del mundo académico y de las Asociaciones4. La iniciativa contó con el apoyo del Ayuntamiento de Calamocha, el Gobierno de Aragón y el Centro de Estudios del Jiloca, quien editó el catálogo de los fondos5. Posteriormente, dada la receptibilidad mostrada por la Diputación General de Aragón, algunos Ayuntamientos de la comarca solicitaron que continuasen las labores de catalo- gación con sus fondos municipales. Es justo reconocer la iniciativa desarrollada en esos momentos por Jesús Blasco, concejal del Ayuntamiento de Calamocha, y Mariano López, bibliotecario de Torrijo, quienes consiguieron que sus localidades se incluyeran dentro de las primeras actuaciones. En el caso de Calamocha, estas primeras intervenciones realiza- das en los años 1990-1992 sirvieron para recoger toda la documentación de los once barrios que tenía el municipio, concentrándola en un único depósito y procediendo pos- teriormente a su catalogación. En los años siguientes se apuntaron a estas iniciativas las localidades de Monreal del Campo y Ojos Negros. Los últimos años del siglo XX fueron mucho más parca en iniciativas. La financiación pública destinada a los archivos históricos locales de la comarca del Jiloca por parte del Gobierno de Aragón fue más escasa y el inicial interés de los Ayuntamientos y de la Diputación Provincial desapareció, en parte por carecer de políticos interesados en el tema. Solamente se puede destacar la catalogación parcial del Archivo de Báguena, que hubo de transportarse íntegramente a Teruel para tal cometido, y algunas iniciativas par- ticulares con los protocolos notariales6. Mención aparte merece la construcción por parte del Ayuntamiento de Calamocha de un nuevo archivo donde depositar todos los fondos documentales de esta villa y sus barrios (en total, 12 antiguos municipios) mejorando sus instalaciones y, lo que es más importante, mejorando la gestión con la contratación de personal profesional7. Esto ha permitido abrir un nuevo servicio con horario estable e iniciar algunos proyectos archivís- ticos, relacionado sobre todo con las Cámaras Agrarias y los protocolos notariales8. Debemos esperar al cambio de la centuria para observar un nuevo impulso a la protec- ción de los archivos documentales de la comarca del Jiloca. Hasta este momento, todas las iniciativas se habían concentrado en los pueblos más grandes, ubicados todos ellos en el corredor del Jiloca, realizados mediante acuerdos de cooperación entre los Ayuntamientos, el Gobierno Autónomo y, en algunos casos, la Diputación Provincial. A partir de este momento, fueron las mancomunidades de servicios quienes llevaron la iniciativa, plantean- do proyectos más amplios para llegar a todas las localidades de la comarca. La Mancomunidad de Municipios del Jiloca patrocinó en los años 1999 y 2000 dos campañas que permitieron la catalogación de los archivos municipales de Blancas y 4 La misma Asamblea Fundacional del Centro de Estudios del Jiloca, reunida en 1987, determinó instar enérgicamente al Ayuntamiento de Calamocha para que a la mayor brevedad posible se habilitase una digna ubicación para tan importantes legajos. 5 Este catálogo está reproducido de manera monográfica en la revista Xiloca nº 4 (febrero de 1990). 6 En el año 1997 se concedieron algunas becas por parte del Centro de Estudios del Jiloca y del Instituto de Estudios Turolenses para la descripción de las escrituras depositadas en el Archivo de Protocolos Históricos de Calamocha, centrándose en los notarios de Monreal de los años 1540-1585. 7 El archivo fue inaugurado en 1998. 8 La creación de las nuevas instalaciones, mucho más amplias, permitó depositar también todos los fondos de las Cámaras Agrarias Locales del muni- cipio y crear un depósito especial para los protocolos notariales. Desde el año 2003, gracias a una becas de investigación, se están inventariando las escrituras de los protocolos más antiguos, empezando por Báguena. —6 Los archivos en la comarca del Jiloca Torralba de los Sisones, además de un informe sobre el estado de conservación en resto de las localidades9. La Mancomunidad de las Cuencas Mineras también inició, un poco más tarde, un proyecto similar, preocupándose por el estado de conservación de algunos municipios limítrofes incluidos actualmente en la comarca del Jiloca, aunque