El Consejo Nacional de Administración de la Fecha de recepción: 30 de julio de 2018 Fecha de evaluación: 23 de abril de 2019 República Oriental del Fecha de aprobación: 27 de junio de 2019 (1919-1933)*

Para citar este artículo ** Ortega, J. (2019). El Consejo Nacional de José Emilio Ortega Administración de la República Oriental del Uruguay (1919-1933). Vía Iuris, (27), 13-32.

RESUMEN

El artículo describe, en el contexto de profunda transformación social, cultural y política experimen- tado por la República Oriental del Uruguay en las tres primeras décadas del siglo xx, la génesis, el debate político, la ampliación del derecho al sufragio, la Convención Constituyente de 1917-1918, el complejo consenso alcanzado para sancionar la Constitución de 1918 y, finalmente, la experi- encia de Poder Ejecutivo bicéfalo, con un presidente y un Consejo Nacional de Administración, modelo implantado a partir la reforma constitucional de 1917-1918 y vigente entre 1919 y 1933. Se pretende analizar la viabilidad de dichas reformas y cómo contribuyeron en la construcción del Estado-nación uruguayo y en la calidad democrática.

* El presente trabajo se enmarca en la investigación (tesis de doctora- DOI: https://doi.org/10.37511/viaiuris.n27a1 do, proyecto aprobado en noviembre del 2017) sobre el tema “Juan Domingo Perón y la República Oriental del Uruguay (1946-1974)”, Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons radicado en el Centro de Estudios Avanzados, Facultad de Ciencias Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional. Sociales, Universidad Nacional de Córdoba (unc), Córdoba (Argentina). ** Abogado (unc), Magíster en Partidos Políticos (unc), doctorando en Palabras clave Estudios Sociales en América Latina (unc), profesor e investigador Derecho constitucional comparado, Poder Ejecutivo, de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba, Consejo Nacional de Administración de la República Córdoba (Argentina). orcid: https://orcid.org/0000-0003-3579-6371 Correo electrónico de contacto: [email protected] Oriental del Uruguay, gobierno colegiado, Consejo Nacional de Administración, Batllismo. The National Council of Administration of the Oriental Republic of Uruguay (1919-1933)

José Emilio Ortega

ABSTRACT

The article describes, in the context of profound social, cultural, and political transformation ex- perienced by the Eastern Republic of Uruguay in the first three decades of the 20th century, the genesis, political debate, the extension of the right to suffrage, the Constitutional Convention of 1917-1918, the complex consensus reached to sanction the Constitution of 1918, and finally the experience of the two-headed Executive Power, with a President and a National Administration Council, model implemented after the constitutional reform of 1917-18 and in force between 1919 and 1933. The aim is to analyze the viability of these reforms and how they contributed to the construction of the Uruguayan nation-state and democratic quality.

Keywords Comparative constitutional law, Executive Power, National Administration Council of the Oriental Republic of Uruguay, collegiate government, National Administration Council, batllismo. O Conselho Nacional de Administração da República Oriental do Uruguai (1919-1933)

José Emilio Ortega

RESUMO

O artigo descreve, no contexto da profunda transformação social, cultural e política experimentada pela República Oriental do Uruguai nas primeiras três décadas do século xx, a gênese, o debate político a extensão do direito ao sufrágio, a Convenção Constitucional de 1917-1918, o complexo consenso alcançado para sancionar a Constituição de 1918, e, finalmente, a experiência do Pod- er Executivo de duas cabeças, com um presidente e um Conselho Nacional de Administração, modelo implementado após a reforma constitucional de 1917-18 e em vigor entre 1919 e 1933. O objetivo é analisar a viabilidade dessas reformas e como elas contribuíram para a construção do estado-nação uruguaio e a qualidade democrática.

Palavras-chave Direito constitucional comparativo, Poder Executivo, Conselho de Administração Nacional da República Oriental do Uruguai, governo colegiado, Conselho Nacional de Administração, batllismo. Le Conseil Administratif National de la République Est de L’Uruguay (1919-1933)

José Emilio Ortega

RÉSUMÉ

L’article décrit, dans le contexte des profondes transformations sociales, culturelles et politiques de la République orientale de l’Uruguay au cours des trois premières décennies du xx, e siècle, la genèse, le débat politique l’extension du droit de vote, la Convention constitutionnelle de 1917-1918, le consensus complexe atteint pour sanctionner la Constitution de 1918, et enfin l’expérience du pouvoir exécutif à deux têtes, avec un président et un Conseil National d’Administration, modèle mis en place après la réforme constitutionnelle de 1917-18 et en vigueur de 1919 à 1933. L’objectif est d’analyser la viabilité de ces réformes et leur contribution à la construction de l’État-nation uruguayen et à sa qualité démocratique.

Mots-clés Droit constitutionnel comparé, pouvoir exécutif, Conseil de l’Administration Nationale de la République Orientale de l’Uruguay, gouvernement collégial, Conseil de l’Administration Nationale, batllismo. ÁREA JURÍDICA * El Consejo Nacional de Administración de la República Oriental del Uruguay (1919-1933)

INTRODUCCIÓN Es por esto que en nuestro plan de investigación resultaba imprescindible para el propósito de com- Aunque este trabajo se enfoca en un periodo histórico prender el perfil, las expectativas, la dinámica interna anterior (años 1913 a 1933, aproximadamente) al que y la proyección externa de la República Oriental ocupa el centro de la investigación principal (años del Uruguay en tiempos en los que en la Argentina 1945 a 1973), su abordaje fue indispensable dentro cobraba cuerpo el liderazgo de Juan Domingo Perón, de la tesis y esencial en el propósito de compren- y así viajar algo más atrás e indagar en la “genética” der la idiosincrasia uruguaya, su cultura política, de esos procesos que nacen prácticamente con el su organización constitucional e institucional y sus siglo y toman inédita dimensión en la segunda dé- ciclos socioeconómicos, no tan transitados en su cada de la centuria. Así, tras la primera experiencia particular densidad ni en obras argentinas, ni en la colegialista, terminada por un golpe de Estado (1933), literatura que estudia procesos desde una perspec- Uruguay retornó a un Poder Ejecutivo unipersonal tiva regional. El ejercicio rindió frutos a la hora de hasta 1951 —con etapas de normalización consti- abordar la vinculación de los principales líderes o tucional y un nuevo golpe en 1942—. Mediante referentes políticos argentinos y uruguayos en las una nueva modificación de la Carta Magna, desde sucesivas etapas históricas. 1952 se reorganiza un esquema colegiado, expe- riencia que se extenderá por aproximadamente En el marco de la investigación fue oportuno analizar tres lustros. un fenómeno institucional excepcional: un poder ejecutivo colegiado, nacido de la inspiración del A la hora de justificar la decisión de extrapolar en estadista uruguayo José Batlle y Ordóñez; una ini- un artículo este específico momento de la historia ciativa que se fraguó tras una intensa negociación constitucional y política uruguaya del siglo xx, interpartidaria, propuesta colegiada que tras la consideramos valioso volver a mirar el antecedente, experiencia analizada en este trabajo (su funciona- considerando el contexto latinoamericano en el cual miento en el periodo 1919-1933) y luego del Poder se ha planteado para algunos países con diversos Ejecutivo unipersonal, reaparecerá con matices en conflictos sociales y políticos —desde ámbitos peri- el periodo 1952-1967. odísticos especializados y aun académicos— alguna forma de transición que contemple la posibilidad La primera etapa de gobierno colegiado (objeto de de un gobierno pluripersonal; por tanto, no se trata este trabajo) prepara el segundo ensayo, el cual toma de concretar un ejercicio “arqueológico”, sino de los últimos tres años del segundo mandato del pres- ahondar en una experiencia al intentar la descripción idente Perón —desde 1952 hasta su derrocamiento de su génesis y analizar su funcionamiento. en 1955—, y continúa durante gran parte del periodo de exilio y proscripción del líder argentino —lapso A fin de desarrollar lo anterior, en este artículo se definido como “segundo peronismo”1—. Se anal- analizan: a) los gobiernos colegiados, su organización izan las principales reformas llevadas a cabo en el institucional y los distintos modelos; b) la transfor- Uruguay en las tres primeras décadas del siglo xx, mación social, cultural y política de Uruguay en los así como su viabilidad y cómo contribuyeron en la comienzos del siglo xx; c) el origen e influencia del construcción del Estado-nación uruguayo y en la batllismo; d) el proceso de la reforma constitucional calidad democrática. de 1918 y sus principales modificaciones; y e) la experiencia del Poder Ejecutivo bicéfalo.

METODOLOGÍA 1 En opinión de Horowicz (1991), el llamado “primer peronismo” se extiende desde los sucesos de octubre de 1945 (destitución En el proceso de tesis referido, cada una de nuestras y prisión del entonces coronel y vicepresidente, luego liberado por una decisiva movilización popular) hasta el derrocamiento hipótesis se corresponde con tres etapas de análisis: de Perón de la Presidencia de la Nación (setiembre de 1955). a) en el periodo 1946-1955 las relaciones entre Perón El segundo cubre la etapa de “resistencia”, desde septiembre y la dirigencia política uruguaya fueron tensas, influ- de 1955 hasta las elecciones presidenciales de septiembre de 1973, al levantarse la proscripción que pesa sobre su partido enciadas por la vinculación de la oposición política (esto había ocurrido en las elecciones de marzo de 1973, en argentina con los gobiernos uruguayos y la opinión las que el peronismo retorna al poder con Héctor Cámpora) pública de ese país; b) en el periodo 1956-1973, y sobre su persona (tras el renunciamiento del presidente Cámpora y el llamado a nuevas elecciones en las cuales Perón Uruguay comenzó gradualmente a desempeñear un es electo por tercera vez presidente). papel relevante tanto en el desarrollo de la estrategia

ISSN 1909-5759-ISSN digital 2500-803X * Número 27 * Julio-diciembre * 2019 * pp. 13-32 REVISTA 17 18 ISSN 1909-5759-ISSN digital 2500-803X * Número 27 * Julio-diciembre * 2019 * pp. 13-32 REVISTA

de Perón de acercamiento a la Argentina como en En la síntesis que plantea este artículo no se abor- el desarrollo de acciones de “resistencia” peronista; da materia vinculada con el objeto principal de la c) en el bienio 1973-74, que se corresponde con la investigación presentada en la hipótesis precitada, etapa que Horowicz (1991) caracterizó como “terc- sino elementos que fueron útiles con aptitud de er peronismo” —regreso del líder a la presidencia integrarse al desarrollo de la tesis, pero también de la Nación, la inflexión de Perón en un sentido a fin de desagregarse. La hipótesis se relaciona favorable al reconocimiento de la legitimidad de aquí a fin de encuadrar la investigación, explicar la oposición y de los partidos (en consonancia con la metodología, etc., pero ya no será referida en el la tradición uruguaya de centralidad partidaria y presente artículo, circunscripto a la organización pluralismo político) y sus posturas a favor de una del régimen constitucional y político uruguayo incondicionada integración bilateral—, favoreció un tras la Convención de 1917-18, y la experiencia cambio al acercamiento político y cultural entre el del Poder Ejecutivo uruguayo entre 1919 y 1933, presidente Perón y Uruguay. de carácter “bicéfalo”, conformado por un órgano unipersonal (la Presidencia de la Nación) y uno No puede comprenderse cabalmente la actitud de colegiado (denominado “Consejo Nacional de la dirigencia uruguaya en el trayecto 1945-1973 Administración”). sin examinar su historia política y constitucional. La idea de gobierno colegiado, en una comunidad De acuerdo con las características de la investigación como la oriental, se correspondía con un nivel de “madre” de la cual este artículo se desprende, los cultura política comparativamente más elevado que objetivos generales y específicos de aquella y el el de sus vecinos, en un marco socioeconómico sentido un tanto exploratorio de esta indagación, que, en la década de 1940 y aún en los inicios de necesariamente supone un relevamiento de infor- la siguiente, permitía disfrutar a la ciudadanía de mación, una revisión de conceptos y categorías y estándares superiores para el continente e imaginar, un tipo de análisis que tornará predominante en la por la dirigencia, alternativas de construcción política investigación el método cuantitativo. Las operaciones e institucional innovadoras. de búsqueda o recolección de material (discursos, escritos, normas constitucionales y legislativas, El trabajo de tesis se realizó a partir de una re- bibliografía histórica y política, debates legislativos visión profunda de fuentes primarias, secundarias y en el propio Colegio Nacional de Administración y terciarias. Dadas las características del diseño una vez puesto en funciones, etc.) conllevan a la de la investigación, el abordaje es, en su mayoría, necesidad de efectuar una valoración de estos apta descriptivo, en procura de “caracterizar y espe- para trasuntar, además de la pertinencia en la iden- cificar las propiedades importantes” (Batthyány tificación de los antecedentes (que aquí son válidos y Cabrera, 2011, p. 33) de actores e instituciones para entender el capítulo histórico siguiente), la significantes en los acontecimientos analizados. identificación de ciertas características que permitan No obstante, presenta ribetes exploratorios2, dado establecer relaciones en la continuidad. que se trata de un tema —la experiencia colegiada, en particular la primera— no abordada suficien- Por tanto, y aun cuando la moderna doctrina temente en la República Argentina, que se hace epistemológico-social insista en el empleo solo excep- necesario desmenuzar para luego sintetizar en el cional del método cualitativo, este se utiliza en este marco de la estrategia de investigación signada trabajo. por el plan3.

2 Dado que estos “sirven para preparar el terreno, y general- mente anteceden a los otros tipos. Los estudios exploratorios se efectúan, normalmente cuando el objetivo es examinar un tema o problema de investigación poco estudiado o que no ha sido abordado antes” (Batthyány y Cabrera, 2011, investigaciones que abordan el tema (archivos de Cancillería, p. 33). Archivo General de la Nación, diarios, bibliografía uruguaya, 3 Cuyo objetivo general es identificar las distintas fases en la etc.). Como bien se ha dicho, en los estudios descriptivos percepción y vinculación del líder argentino con los actores e (la tesis lo es, de modo predominante) “es elemental que el instituciones de la República Oriental del Uruguay, al señalar investigador posea una importante cuota de conocimiento diversas fases (primer y segundo gobierno; exilio; tercer gobier- del objeto de estudio, ya que es menester una adecuada pro- no), y que entre sus objetivos específicos indica la revisión de blematización de la idea de investigación” (Calderón, 2008, fuentes, en particular las que son poco transitadas por las pocas p. 62).

José Emilio Ortega ÁREA JURÍDICA * El Consejo Nacional de Administración de la República Oriental del Uruguay (1919-1933)

RESULTADOS Y DISCUSIÓN partido único o múltiple, la departamentalización de las funciones —y la ejecutiva en particular— se Los gobiernos “colegiados”: ciñe a condicionantes propios y presentará formal generalidades o materialmente características particulares en su implementación. Al afianzarse el Estado como paradigma de or- ganización4 —entidad dotada de imperium—, se Las transacciones constitucionales, alcanzadas sobre consolida gradualmente su departamentalización liderazgos y consensos, conciben e implementan las funcional a partir de un “poder originario” que, para formas de acuerdo y pondrán particular atención Bidart Campos (1967b, p. 12), es el denominado tanto en la forma como en el fondo: los medios de “poder ejecutivo”, expresión que refiere al órgano y a acceso (como, por ejemplo, la integración, el con- la función. Se atribuye así aquel carácter fundacional, tenido y modo de ejercicio del poder). El origen del tronco del cual se separarán los cometidos judicial poder, de base personal, nutrido en su génesis de la y legislativo, y adquiere una condición singular: por extrema necesidad de preparar y organizar ciertos una parte, será “residual”, tal como lo ha caracteri- colectivos para el conflicto —lo que requería de zado tempranamente el federalismo norteamericano erigir a un jefe— “fue lo que hizo eficaz esta coop- (es decir, al ejercer todas aquellas atribuciones no eración, que ha hecho posible las otras de diversos conferidas expresa o implícitamente al Poder Legis- géneros que caracterizarán a los pueblos civilizados” lativo o al Judicial)5; por otra, según la experiencia (Spencer, 1894, p. 191). Esa permanente inmersión constitucional de cada Estado6, unificará o desdoblará del poder en sus contextos genera consecuencias de la jefatura de aquél (más o menos determinante en manera gradual: avances, retrocesos, integración, los asuntos gubernamentales y recíprocamente más disgregación, replanteos. Por tanto, la experiencia o menos simbólica y protocolar), y la del “gobierno” comparada muestra formas ejecutivas absoluta o en sentido estricto (la conducción de los asuntos de relativamente unipersonales, a la par que experi- agenda política interna y externa, el giro de la ad- encias de ejecutivos “compuestos” cuya integración ministración central y la ejecución de instrumentos u es variada: de formas duales en las que el poder del órdenes emanadas de alguno de los poderes). líder convive y se limita por estructuras colegiadas o “consejos”7 de diversos matices —tensión “hom- A esta descripción, grosso modo, se agrega su modo bre-grupo” (Bidart Campos, 1967b, p. 27—, pasando de implementación, inequívocamente determina- por esquemas en los cuales un jefe de Estado no do por la experiencia histórica de cada colectivo responsable políticamente se complementa con un estatal: la base sociológica, el contexto territorial, jefe de Gobierno que, a la vez, encabeza un gabinete la evolución identitaria nacional o plurinacional, con respaldo parlamentario, de modo que se llega a sus conflictos internos y externos, las tensiones, los la directa organización de un gobierno ejercido por objetivos comunes y las transacciones cristalizadas en varias personas humanas8—integración plural— que la formulación constitucional originaria, así como el ajustan sus reglas de organización al aceptar a veces trayecto que esta desarrolle en la práctica derivada. un coordinador o incluso un primus inter pares, en Dentro de las grandes categorías (repúblicas presi- general de carácter rotativo. dencialistas, semipresidencialistas o parlamentarias, monárquicos constitucionales o parlamentarios, monarquías absolutas, etc.) o de regímenes de

7 El concepto de consejo, cuya etimología deviene de consilium (“dictamen”), término al cual necesariamente debemos distin- 4 Nos referimos al Estado moderno y contemporáneo, en el guir de concilium (“asamblea”), es variable según la experiencia. sentido que aporta Heller (1971) de unidad de dominación, Se ha usado tradicionalmente en las formas protoestatales soberana interior y exteriormente, contando con territorio y (como el Senado romano) hasta formas más contemporáneas poder permanente. Como indica este autor, solo se puede como los Consejos de Gobierno o de Estado, de carácter con- hablar de Estado como una construcción propia de las mo- sultivo o de intervención necesaria; en todo caso, concebidos narquías absolutas (siglo xv, Edad Moderna). como una instancia de equilibrio y acompañamiento de la 5 Sujeto solo a excepciones y calificaciones que emanan de la voluntad unipersonal. En tanto que el concepto de “colegio”, propia constitución (Bidart Campos, 1967b, p. 14). derivado etimológicamente de collegium (asociaciones de pa- 6 Entendido como “Estado de derecho”, al afirmar dentro de res) está más asociado a la institución de carácter corporativa, su andamiaje funciones emergentes del imperium (la división aunque paradójicamente se utiliza con frecuencia para explicar de poderes), sin perjuicio de otras funciones más complejas al poder ejecutivo de integración plural. o sofisticadas entroncadas con la evolución de la sociedad, 8 Individuos, y en la terminología iuscivilista más reciente, la política, la economía y el derecho. también personas naturales, físicas, etc.

ISSN 1909-5759-ISSN digital 2500-803X * Número 27 * Julio-diciembre * 2019 * pp. 13-32 REVISTA 19 20 ISSN 1909-5759-ISSN digital 2500-803X * Número 27 * Julio-diciembre * 2019 * pp. 13-32 REVISTA

En el origen de estas soluciones habrá diversa En Hispanoamérica, bajo la dominación española casuística y se ha aplicado a estados grandes o encontramos atisbos de formas colegiadas en las pequeños, centralizados o descentralizados, uni- audiencias, órganos plurales jurisdiccionales que tarios o federales, monárquicos o republicanos. en alguna época de su historia ejercieron funciones También se ha aplicado la fórmula compuesta, tanto judiciales como gubernamentales (desde 1539 plural o colegiada para procurar soluciones de hasta cerca de 1583, según los casos, funcionando de transición (organización constitucional, fundación hecho en ciertos territorios en la década siguiente) de nuevo Estado o refundación de este, tránsito de para los diversos virreinatos y capitanías generales, un esquema de gobierno a otro tras algún tipo de hasta que los gobernadores-presidentes asumieron ruptura institucional, etc.), hasta tanto se convocase funciones privativas de gobierno (separándose a los a un gobierno regular o estable. oidores de estos cometidos), presionado el Consejo de Indias por las quejas respecto al funcionamiento En esto se coincide con Spencer (1894) en que el del sistema colegiado, y en los cuales, según Muro origen de los gobiernos compuestos es el régimen Romero (1975), eran frecuentes las divergencias militar, y que el industrialismo los fue haciendo entre sus integrantes. No es el caso del Virreinato más liberales al sustituir o modificar imperativos del Río de la Plata, de tardía fundación (1776) y sociales, transformarse las comunidades, ampliarse periférica importancia (al no involucrarse en el cir- de manera drástica el número de individuos sobre cuito extractivo de metales preciosos), relacionada los que debe ejercerse la coacción y, en paralelo, su constitución con la necesidad de proteger los extenderse los derechos particulares. Es por esto dominios rioplatenses y del Atlántico Sur del avance que en los periodos “bisagra”, que cierran capítu- portugués y de las acechanzas británicas y francesas. los históricos signados por el conflicto y se abre la La audiencia establecida para el novel virreinato solo posibilidad de construcción del Estado-nación y la tuvo funciones judiciales y se organizó un complejo ciudadanía, aparecen indefectiblemente experiencias de gobierno que incluyó gobernaciones-intendencias o intentonas de afirmar la autoridad institucional y gobernaciones militares, entre las cuales aparece sobre la base de gobiernos en los cuales el Ejecutivo la de , luego Banda o Provincia Orien- adopta integración plural. tal, y, finalmente, República Oriental del Uruguay.

Posiblemente, la experiencia de la Confederación Sin embargo, será Buenos Aires la primera en instalar Suiza9 y de la República de San Marino10 son las un gobierno con pretensión de autonomía respecto formas actuales más reconocidas de gobiernos a la metrópoli española. Esto ocurrirá en 1810 y colegiados. mediante un gobierno colegiado de siete miembros, uno de los cuales será presidente y comandante de armas, con dos secretarios: la denominada “Prim- era Junta”. Esta será sucedida en diciembre de ese 9 Desde 1848, la Confederación Suiza presenta un Ejecutivo colegiado de siete miembros: el Consejo Federal. La Carta año por un órgano ampliado con representantes Magna fue modificada en 1874 y 1999, definiéndose como de las provincias conocido como “Junta Grande”, un Estado democrático federal parlamentario de carácter reemplazado en septiembre de 1811 por otro órga- pluralista. Los consejeros poseen un mandato de cuatro años, elegidos por la Asamblea Federal (sesión conjunta de las cá- no colegiado de tres miembros. Este, a su vez, fue maras que integran el parlamento, el Consejo de los Estados sucedido por el denominado “Segundo Triunvirato”, —base territorial_ y el Consejo Nacional –población—, con por un golpe de Estado verificado en octubre de una presidencia formal (sin poderes adicionales respecto a los pares del cuerpo) rotativa anualmente. No es permitido 1812 que se mantendrá en el poder tras dictarse integrar más de un miembro del mismo cantón. El Consejo por la Asamblea Constituyente un estatuto que los ejerce la jefatura del Estado, del gobierno y dirige la adminis- sostiene. Esta situación se mantendrá hasta 1814 con tración. Se trata de un sistema posible por el sólido arraigo que le brinda una larga tradición histórica y la idiosincrasia la creación de un directorio unipersonal. La tensión popular, sin perjuicio de la elevada cultura técnica y política entre los federalistas —entre los cuales sobresalía de los dirigentes y la ciudadanía (González Calderón, 1984, p. el oriental José Gervasio Artigas— y los centralistas 476), en el que más se aprecia la característica principal que busca este sistema, cual es “el respeto, la unidad de propósito, porteños culminará con sanción de la unitaria Con- la confianza y la racionalidad” (Calleja, 2009 p. 37; Piñeiro stitución de 1819, rechazada por los caudillos del Fraga, 2015, p. 4). interior, y culmina en la crisis o anarquía de 1820. 10 República parlamentaria cuyo Poder Ejecutivo está integrado por dos capitanes regentes y un Consejo de Ministros. Los dos primeros son parlamentarios elegidos por sus pares cada Para entonces, los destinos argentino y uruguayo ya seis meses. habían iniciado caminos distintos y, en pocos años,

José Emilio Ortega ÁREA JURÍDICA * El Consejo Nacional de Administración de la República Oriental del Uruguay (1919-1933)

la Provincia Oriental será un Estado soberano11. Si, Uruguay en el siglo xx como postula Gros Espiell (2006), es imposible de- scribir la evolución uruguaya sin analizar su régimen Cuando se analiza el Uruguay del siglo xx, muchos constitucional, mucho menos se comprenderá lo historiadores y politólogos refieren la mirada de ocurrido durante el resto de la centuria sin tomar Rial (1986), citada entre otros por Caetano y Rilla nota de aquellos antecedentes de dominio hispánico (2016), al asentar los rasgos fisonómicos del país y de gobierno patrio. oriental sobre “mitos fundacionales”: la medianía (creación de un estado asistencial), la identidad (ni No fue sencillo para el Estado Oriental del Uruguay latinoamericana ni europea), el consenso (tolerancia echarse a andar en su vida soberana. Durante el resto y confianza en las reglas democráticas) y la cultura del siglo xix enfrentó, como lo expresan Buquet y de masas (superior a la media regional). Estos rasgos, Moraes (2018), un “equilibrio inestable”, dificultades según Caetano y Rilla (2016), se empiezan a afirmar institucionales y económicas, retraso organizacional en las tres primeras décadas del siglo xx14, y per- (institucional, social y económico), una prolongada manecen en la actualidad otorgándole identidad15. guerra civil12, la participación prácticamente im- De acuerdo con Buquet, puesta en una contienda ajena —como lo fue la Guerra de la Triple Alianza—, largos periodos de facto, dos magnicidios y la compleja vigencia de una Latorre (1876-1880)” (Buquet y Moraes, 2018). La confron- Constitución formal desnaturalizada en la práctica tación por el acceso al poder fue permanente, alimentando conflictos militares, revoluciones y contrarrevoluciones —con institucional (Gros Espiell, 2006). Un cambio de incidencia de terceros países—, pero como refiere Lanzaro clima y reposicionamiento de liderazgos tras un (2018), sin someter al exterminio al bando derrotado, mediante pico de crisis (1903-1904) inspiró la visión y acción compromisos con aptitud de llevar adelante una convivencia y una renovación institucional. reformista del principal referente emergido tras 14 Al consolidar la democracia política y crear un modelo de aquellos acontecimientos, el dirigente del Partido ciudadanía cosmopolita y secular, centrada en la política y Colorado13 y empresario periodístico José Batlle los partidos (Alpini, 2015, p. 9). Así, se concreta “una serie y Ordóñez. de transformaciones que permitieron sentar las bases para convertirlo en un Estado social. Durante este periodo se pro- ponen leyes tales como la eliminación de la pena de muerte, el divorcio por la sola voluntad de la mujer, la jornada de 11 Aunque ya no habrá soluciones colegiadas, por una parte, ocho horas de trabajo, la limitación y regulación de la jorna- y por la otra, la Montevideo sitiada pero controlada por los da laboral de las mujeres y los niños, etc.” (Tealdi, 2014, p. realistas había alcanzado a jurar la Constitución de Cádiz de 105). Sumamos a ello la expansión del Estado a numerosos 1812 hasta la definitiva expulsión de los españoles en 1814, tras órdenes de la economía y la sociedad, en un contexto de prolongarse el conflicto civil y alcanzar el directorio porteño crisis financiera externa (Caetano y Rilla, 2016, p. 155; Na- un precario arreglo con Artigas y la realización por impulso hum, 1993, pp. 10-13): creación del Banco de Seguros del de este del Congreso de Oriente, la Provincia Oriental será Estado, nacionalización del Banco Hipotecario y del Banco sometida militarmente por el Reino Unido de Portugal, Brasil y Central, monopolio de la energía eléctrica y las comunica- Algarve hacia 1816-17, aprovechado el imperio luso la situación ciones (empresa ute), nacionalización de los ferrocarriles; generada en el Río de la Plata por las batallas contra los realistas en lo educativo, la creación de un Ministerio de Instrucción al norte y al oeste, la realización del Congreso de Tucumán y Pública y el ensanche de la oferta educativa que además se la siempre inestable relación de Artigas con la dirigencia de diversifica (escuelas nocturnas para trabajadores, Universidad Buenos Aires, acrecentada tras la ocupación portuguesa de de Mujeres, creación de carreras ligadas a la producción en la Montevideo por sus divergencias con los caudillos Ramírez Universidad de la República como, por ejemplo, Ingeniería, y López, situación que determinará el definitivo exilio de Agronomía o Química. Artigas en Asunción, desde 1820. A partir de 1821, el actual Uruguay será la “provincia Cisplatina” luso-brasileña. Las 15 Desde la independencia, el país real se fue imbricando con el tensiones recomenzarán hacia 1825, al desembarcar tropas país legal, el poder del Estado se fue consolidando y amplió provenientes desde Buenos Aires en la uruguaya Playa de la su esfera de acción hasta lograr, primero, imponer reglas y Agraciada, restableciendo parcialmente el dominio argentino límites, y luego, modernizado, abrir el paso a la estabilidad sobre el territorio oriental. Por mediación británica (desde institucional, la inclusión social, la participación activa del 1827), tras la Convención Preliminar de Paz (1828), se acuerda Estado en la economía y la política profesional (Caetano y la creación del Estado Oriental del Uruguay, cuya primera Rilla, 2016, p. 155; Nahum, 1993, pp. 10-13). La observación constitución data de 1830. de este proceso ha generado, en un trabajo que analiza cuatro países, esta acercada consideración: “En aquellos 12 La Guerra Grande (1839-1852). regímenes políticos en que algunas de las premisas centrales 13 Los partidos Colorados y Blanco son las agrupaciones polí- de la organización liberal democrática se cumplieron (como ticas emblemáticas del Uruguay. Se ha dicho que sus rasgos Chile y Uruguay), los partidos funcionaron como agentes identitarios son difusos, encontrándose su principal diferencia centrales del sistema político al punto de que todo el sistema en la distinción urbano-rural, más liberales y cosmopolitas funcionó como sistema de partidos” (De Riz, 1986, p. 4), lo los primeros (también más centralistas y unitarios), más tradi- que la nación oriental no ha perdido hasta la actualidad. cionales, hispanistas y descentralistas los segundos (Lissidini, Como señalan Buquet y Moraes (2018), en los últimos cien 1998, p. 4). El Partido Colorado se establece en el poder desde años, aún sufriendo la democracia interrupciones en el siglo 1865 “con la única excepción, quizá, del breve gobierno de xx, los más de setenta y cinco años de Estado de derecho

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[…] la peculiar estructura de fraccionalismo (preponderantemente) y altas, introduce numerosas interno de los partidos uruguayos y los rasgos y anticipadas reformas sociales y políticas, y afirma excepcionales del régimen electoral que regula así el rol importante del Estado uruguayo en la su competencia han llevado al postulado de una vida ciudadana, así como garantiza la provisión de fuerte interconexión entre uno y otro. Sistema importantes bienes públicos, participa activamente electoral y sistema de partidos representan, en la vida económica y social y edifica un sistema para muchos, dos caras de la misma moneda. político fundado en el bipartidismo20; en suma, “una La continuidad del sistema de partidos urugua- sociedad organizada con las premisas intelectuales yo parecía estar atada, en muy buena medida, y culturales de la conciliación nacional” (De Riz, a las características de la normativa electoral. 1986, p. 11). (2000, p. 375) Al finalizar su mandato presidencial, Batlle y Ordóñez En lo político, la agenda recogió lecciones de las emprende un viaje por Europa y residió algunos meses graves tensiones civiles sufridas16. Fundamentalmente, en Suiza, interesado en su modelo organizacional. a partir de la imbricación entre Estado y partidos y una intensa agenda de reformas o “politización En tanto, y de forma gradual, el avance de una en clave moderna” (Zeballos, 2015, p. 133)17 de la agenda política nueva, la imbricación entre Estado dinámica ciudadana, no sin encauzar su contención y partidos y la politización “en clave moderna” (Ze- dentro de un bipartidismo que, aún relativo —por ballos, 2015) propiciada por el batlllismo consolidó aparente—, terminó con viejas agrupaciones y no el dualismo colorado-blanco, aunque se mantuvo el estimuló, por décadas, el crecimiento de terceras “fraccionalismo interno” (Buquet, 2000, p. 375) en opciones. las agrupaciones.

Estos procesos se inician en las dos primeras décadas La primera innovación de esa fisonomía institucional de la centuria pasada; en particular tras afianzarse es la reforma electoral de 191021 que inaugura un el liderazgo de Batlle y Ordóñez (presidente para el sistema de doble vuelta simultánea22, lo cual facilitó periodo 1903-1907)18, particularmente luego de los la supervivencia, dentro de una única estructura levantamientos revolucionarios de 1903 y 190419, partidaria, de corrientes heterogéneas y hasta profundizadas por el presidente Claudio Williman antagónicas; esta situación lleva a la doctrina espe- en el periodo 1907-1911. cializada a explicar el fenómeno como “bipartidismo aparente” (De Riz, 1986, p. 9) o “fraccionalizado” El batllismo, cuyo ideario, composición e influen- (Chasquetti y Buquet, 2004, p. 225). cia resume la mirada de las clases urbanas medias

orientales representan una de las mejores experiencias 20 Como se ha dicho, “El bipartidismo caracterizó políticamen- latinoamericanas, superando incluso a países de Europa te al Uruguay desde antes del funcionamiento regular del Occidental. sistema electoral, e incluso puede decirse que coincide con el surgimiento de la nacionalidad” (Bonilla, 1994) (Lissidini, 16 La “Paz de Aceguá”, acordada tras la derrota de Saravia en 1998, p. 4). Sin perjuicio de ello hubo diversas expresiones 1904, incluía, entre otros puntos, la renovación del texto políticas (socialismo, anarquismo) “que aunque no tuvieron constitucional. un peso electoral destacable, ejercieron una importan- 17 Se renovó la temática —con propuestas muy desafiantes— y te influencia a nivel cultural, social y político” (Lissidini, los instrumentos —sistema electoral—; se electoralizó —y 1994, p. 4). desde entonces no apelaría al conflicto civil— la oposición 21 Para la elección de Diputados, Ley 3.640. nacionalista; se masificó la participación electoral y se inter- nalizó la vida en democracia por amplios sectores ciudadanos 22 La iniciativa cuyos primeros antecedentes datan de fines del —lo que condujo a una amplia politización tanto individual siglo xix, procura mejorar el sistema de representación (tanto como de la sociedad civil— (Caetano y Rilla, 2016, p. 159). respecto a la participación de las minorías —a fin de atemperar conflictos por abuso de posición dominante— como para 18 Nacido en 1856, hijo del expresidente uruguayo (periodo descomprimir tensiones en fracciones partidarias en ambos 1868-1872) Lorenzo Batlle, Pepe Batlle y Ordóñez fundó el partidos mayoritarios). El sistema daba la opción al elector diario El Día en 1886, militando activamente en su partido de votar simultáneamente por un partido y determinada lista —en 1899 ejerció interinamente la presidencia uruguaya, en de múltiples opciones “intrapartidarias”, con lo que ganaba su condición de titular del Senado—, y aprovechó la coyuntura la elección el partido que obtuviese más votos, sin que el de paz para impulsar un programa ambicioso de largo plazo. candidato finalmente ungido fuera necesariamente el más 19 Muerto en última batalla (Masoller, el primero de septiembre votado. Esto necesariamente obligaba al vencedor a acuerdos de 1904) el principal líder del opositor Partido Nacional o internos que garantizaran la representatividad del partido en Blanco, Aparicio Saravia. el gobierno.

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Al regreso de su periplo europeo, electo por la República y su reemplazo por un consejo o comisión Asamblea General23 por amplio margen para nuevo de siete o nueve miembros, de renovación gradual28; mandato presidencial (periodo 1911-1915), Batlle se genera de inmediato un debate enconado29 entre y Ordóñez propone más reformas electorales e adherentes o refractarios al cambio de sistema30. institucionales. Parte de un cambio en la propia Constitución, necesaria plataforma para apuntar a En 1915, Batlle y Ordóñez culmina su segundo objetivos más amplios. periodo al frente del Ejecutivo y fue sucedido por el doctor Feliciano Viera (colorado). Se aprueba El proceso de reforma constitucional durante ese mismo año una reforma electoral31 que estableció la representación combinada (mayoría La Constitución vigente —la de 1830— establecía un absoluta para el ganador y proporcional para bancas sistema rígido de reforma con dos vías: una especial, restantes), y el voto universal masculino secreto. Se consistente en la convocatoria de una grande asam- convoca a comicios para la Convención Nacional blea general compuesta por el doble de senadores y Constituyente32. representantes, especialmente autorizados por sus comitentes para tratar esta materia con el piso de tres cuartas partes del total de votos de esta (artículo 159); 28 Los miembros podrían renovarse por tercios o anualmente. Batlle y Ordónez consideraba que el unipersonalismo devenía y otra ordinaria, mediante la voluntad consecuente en poder omnipotente y era causa de “feroz rivalidad entre de tres legislaturas sucesivas, en las que la primera los hombres de prestigio político, originando guerras, insu- señala la voluntad de reformar, la segunda redacta rrecciones y atentados” (Batlle y Ordónez, 1916; Gros Espiell, 1956, p. 60-61; RattoTrabucco, 2005, p. 40). Por el contrario, las reformas y la tercera las aprueba (artículos 152 la colegiatura elegida por el voto directo estaría mejor prepa- a 159). En rigor de verdad, este mecanismo solo se rada para imbricarse con la sociedad, y su renovación parcial ejecutó completo una vez (persistencia del batllismo y constante evitaría sorpresas políticas (RattoTrabucco, 2005, p. 40). en el largo plazo), precisamente a fin de modificar 29 Señalan Chasquetti y Buquet (2004) que el reformismo batllista, el procedimiento de reforma; en 1912, la tercera además de dividir a su partido, estimuló un proceso de polari- legislatura lo aprueba24, de modo que requiere la zación. El “anticolegialismo” estuvo representado —de modo declaración de conveniencia de la reforma por las dos asistemático— por la fracción colorada “General Fructuoso Rivera” o riverismo, liderada por Pedro Manini Ríos, afín a terceras partes y la instalación de una Convención introducir reformas de tipo parlamentarista inglés (Bottinelli, Nacional Constituyente que se expedirá sobre las 2015), más las diferentes corrientes del partido Blanco —en enmiendas, aceptándolas o rechazándolas en todo general reticentes a modificar el sistema de la Constitución de 1830, aunque más o menos refractarias a pactar alternativas o en parte (Rocca, 2014). con el batllismo— y, finalmente, expresiones minoritarias como la Unión Cívica o el socialismo (Ratto Trabucco 2005, En 1913, Batlle publica los “Apuntes sobre el Co- p. 41). Asimismo, la poderosa Federación Rural, constituida en 25 1915, ofició como importante factor de poder antirreformista legiado” , en los que defiende la introducción, (Lagrotta, 2015), de modo que surgieron otras organizaciones reforma mediante26, de un ejecutivo pluripersonal27, patronales (Cámara Nacional del Comercio, Unión Industrial) y propone la eliminación de la presidencia de la que, como aporta Caetano (1992), también pretendían influir en la coyuntura político institucional. El Partido Nacional se reorganiza en ese periodo, democratiza y actualiza sus formas y asume —tal como señalan, entre otros Vanger (1991), Lanzaro 23 Sistema de elección del presidente, previsto en el Artículo (2018) o Reali (2004)— que la vía partidaria y constitucional 73 de la Constitución de 1830. era su alternativa para conquistar el poder. 24 El 7 de noviembre de 1907 la Asamblea General declaró la 30 No era la primera propuesta de reforma constitucional para el necesidad de la reforma; el 7 de noviembre de 1910 propuso Uruguay, ni de modificaciones al sistema de poderes establecido a la legislatura siguiente siete fórmulas de modificación de la por la Constitución de 1830, ni tampoco el primer proyecto sección xii, y el 28 de agosto de 1912 votó una de esas fórmulas, que postulara en el país un sistema colegiado —se cuentan reformando los artículos 152 a 159 de la Constitución (Gros antecedentes desde la sanción misma de la Constitución de Espiell, 1964, p. 159). 1830, además de proyectos aportados en 1907 y 1910, en 25 Publicado en el diario El Día —voz del batllismo— el 4 de este último caso por el socialismo— (Gros Espiell, 1964, p. marzo de 1913 (RattoTrabucco, 2005, p. 39). 159); sin perjuicio de experiencias latinoamericanas breves de 26 La constitución de 1830, que establecía un Estado unitario, principios del siglo XIX, algunas constitucionales —Colombia preveía un Poder Ejecutivo clásico, de corte unipersonal y Venezuela, 1811, Ecuador 1812— otras preconstituciona- (artículo 72 y siguientes). les —los triunviratos argentinos, 1811 a 1814—, en todos los casos de fuerte influjo liberal y racionalista, fracasadas por los 27 Convencido de que la causa de los conflictos políticos tanto complejos procesos de organización estatal y resistidos por uruguayos como de todo el continente era el presidencialis- figuras fuertes de la gesta emancipadora, como San Martín mo clásico, ensaya alternativas “para bloquear la histórica y Bolívar. tendencia latinoamericana al autoritarismo del ejecutivo, que se juzgaba herencia española del período colonial” (Ratto 31 Ley 5.332 del 1/9/1915. Trabucco, 2005, p. 38). 32 El 27 de junio de 1915 (Gros Espiell, 1964, p.159).

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El 30 de julio de 1916 se realiza la elección de —que había quedado en minoría frente al resto de constituyentes33. El reformismo batllista encuentra la convención— y el nacionalismo blanco39. Durante obstáculos en el propio Partido Colorado y en el 1917 se trabajó en la elaboración del proyecto con- Partido Nacional34. Será derrota para el batllismo35. sensuado, sometiéndose a plebiscito en ese mismo Atento, el presidente Viera anuncia a la Convención año40 y aprobándose en 1918. Nacional del Partido Colorado la necesidad de hacer un “alto” a las reformas36, impasse que no significó Las principales reformas desmantelamiento —como anhelaban algunos sectores (Caetano y Rilla, 2016, p. 164)—, aunque En la esencia de todos los procesos constituciona- tuvo consecuencias trascendentes37. La distensión les uruguayos ha permanecido un “núcleo duro” lograda es capitalizada por Batlle, quien declara o “edicto perpetuo”, en palabras de Jiménez de su interés en presentarse como candidato presi- Aréchaga, citado por Chasquetti (2016): la filosofía y dencial para el periodo 1919-1923. La posibilidad organización republicana y democrática, la igualdad de mantener el ejecutivo unipersonal, combinada de los ciudadanos ante la ley, la libertad de cultos con la acechanza de probable triunfo de Batlle y y la separación de la iglesia y el Estado, la tutela Ordóñez en el siguiente turno electoral38, facilitó de los derechos individuales y sociales, la división una instancia negociadora entre la corriente batllista de poderes, los organismos de contralor y justicia electoral, y la prevalencia de un pluripartidismo coparticipativo. 33 Destacamos con Bazilio (2016) que en esta elección las juntas electorales (creadas en 1887, con competencia en la organización del comicio, integradas de modo electivo, con Ahora bien, con respecto a las particularidades, la carácter de órgano político-administrativo, permanente y es- reforma de 1917-1918 afirma el carácter republicano pecializado), validaron la elección de los convencionales (para un cargo nacional, dicho rol estaba reservado al Parlamento), al establecer la actual denominación de Uruguay o 41 con recurso al juez letrado en el interior o a la Alta Corte en (artículo 1 ) y un conjunto de disposiciones con- la capital. Este paso “judicial” en el proceso electoral anticipa cordantes, y tutela expresamente la competencia la organización posterior a la reforma de la Constitución con la creación de la Corte Electoral en 1924. política por la vía de un sistema de partidos: voto 34 Los sectores colorados más conservadores veían con cierta universal secreto, elección directa de cargos gu- preocupación el avance de reformas sociales, laborales, el bernamentales y representación proporcional para ensanchamiento de la base de ciudadanos con derecho al la cámara baja42. Las reformas electorales se con- voto, no apoyaban un cambio institucional tan profundo, sin tradición en la práctica local, como de incierta aplica- cretarían mediando dos tercios de los votos en las ción dada la falta de antecedentes. En el Partido Nacional dos cámaras (criterio sostenido en el largo plazo). se profundiza el requerimiento de consolidar el sistema de Se abre, además, la puerta a la posibilidad del voto representación proporcional (Lanzaro, 2018; Vanger, 1991, pp. 228-229) y la adopción de mecanismos institucionales femenino. La necesidad de negociar y consensuar, a más pluralistas que coadyuvaran el acceso al poder por la fin de salvar el proceso (por la paridad entre batllistas vía electoral, o su coparticipación en términos razonables. por un lado y blancos más reaccionarios colorados Por fuera de las agrupaciones partidarias más importantes, 43 la Unión Cívica, sectores de la Iglesia y las organizaciones por el otro) , propicia la descentralización y la empresariales adherían al anticolegialismo (Lanzaro, 2018). 35 El bipartidismo “aparente” posibilita que los sectores más conservadores del partido Colorado y el Nacional coincidan 39 Los partidos acordaron la conformación de una comisión en aprobar la reforma electoral, hallándola conveniente de ocho miembros que armonizó los diversos intereses en —paradójicamente— para detener el reformismo batllista. pugna y los tradujo a cláusulas constitucionales. Por el Par- El resultado será “una Asamblea dividida prácticamente en tido Blanco, integraron el grupo Martín C. Martínez, Leonel dos sectores iguales con ideas opuestas” (Gros Espiell, 1964, Aguirre, Carlos A. Berro y Alejandro Gallinal. Por el Partido p. 159). Colorado, lo hicieron Ricardo Areco, Domingo Arena, Juan Antonio Buero y . 36 Diario El Día, 12 de agosto de 1916 (Lagrotta, 2015). 40 El 25 de noviembre de 1917 (Gros Espiell, 1964, p. 160). El 37 Representó el fin de la etapa de “impulso” en el periodo Uruguay fue el país que más temprano comenzó a aplicar este batllista, de modo que comienza un periodo conservador instituto de democracia semidirecta (Lissidini, 1998, p. 3). (Ansaldi y Giordano, 2012, p. 154). Caetano (1992) afirmará que se trató de una medida oportuna, en tiempos de agita- 41 República Oriental del Uruguay, nombre que sustituye al ción política, así como replanteó la relación de los factores anterior Estado Oriental del Uruguay. económicos con la dirigencia. 42 Concesión al Partido Nacional que, de este modo, se aseguraba 38 En la elección parlamentaria de enero de 1917, el batllismo algunas bancas frente a la mayoría colorada (Lissidini, 1998, ganó bancas en Diputados y el Senado, con lo que sectores p. 7). colegialistas sumaban “cierta capacidad de veto y amenazaban 43 Se dice que el pacto entre partidos que permitió la primera con incidir en el plebiscito al que las reformas aprobadas por reforma constitucional es, en sí mismo, un hecho muy tras- la cnc debían someterse” (Lanzaro, 2018; Ramírez, 1967, cendente (tal como lo señalan los constitucionalistas Risso y pp. 113-115). Correa Freitas, citados en Satoroti, 2017).

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coparticipación (propuesta del Ejecutivo con acuerdo por la Alta Corte de Justicia, cuyos miembros eran del Senado) para cubrir los directorios de los diversos designados por la Asamblea General. “entes autónomos” (Banco Central, Hipotecario, de Seguros, Administración de Ferrocarriles, etc.), a los De esta forma, promulgada en 1918, la Constitución que se otorga autonomía44. Se prohíbe a militares entra en vigencia el 1° de marzo de 1919. El primer y policías en actividad el ejercicio de la actividad presidente de la República en este esquema47 fue política. Se propicia cierta descentralización en los Baltasar Brum (colorado batllista), de modo que gobiernos departamentales, específicamente en recayó la titularidad del primer Consejo Nacional materia fiscal. Se modifica el mecanismo para la de Administración en Feliciano Viera48. reforma constitucional (dos legislaturas conformes y dos tercios)45. Esta primera aplicación49 de fórmulas colegiadas en el Uruguay confirma la influencia conservadora en la Asimismo, la novedad era la creación de un Ejec- agenda política50, sin perjuicio de inscribirse entre utivo “bicéfalo”46, integrado por: a) el presidente un conjunto de modificaciones constitucionales de la República, elegido de forma directa por la ancladas en un “rastro histórico denso” (Lanzaro, ciudadanía mediante un sistema de mayoría sim- 2018, p. 8) que posibilita, sin embargo, la concreción ple y doble vuelta simultánea, con cuatro años de de articulaciones valiosas para afirmar la democracia mandato sin reelección inmediata —al menos un y ampliar los esquemas de coparticipación en el periodo completo de intervalo—; b) un consejo poder51. El impulso reformista se detiene, pero sin nacional de administración de nueve miembros: el retraerse conquistas logradas. Indudablemente, para primero representaba al Estado y retenía las carteras Penadés (2017) representa un esfuerzo de convivencia de Guerra y Marina, Relaciones Exteriores e Interior. edificado por actores permanentes (los partidos), y El Consejo se renovaba por tercios cada dos años, un avance importante en la pacificación del país. correspondiendo seis lugares a la mayoría —entre los cuales el más votado era el presidente del cuerpo Ahora bien, con relación al funcionamiento del para el bienio— y tres a la primera minoría; bajo Estado tras la reforma constitucional, exhibió cierta su órbita se encontraban la administración pública, ineficacia, especialmente la gestión de las “ad- hacienda, obra pública, industria, trabajo, salud y ministraciones”, resueltas con un criterio político educación. Podían reelegirse mediando intervalo antes que técnico. La fórmula lograda no satisfizo de dos años.

El esquema se integraba con el Poder Legislativo

(bicameral): a) Cámara de Representantes, elegidos 47 Último en ser elegido de forma indirecta por la Asamblea por el voto directo de la ciudadanía, con un mandato General. de tres años; b) Cámara de Senadores, elegidos por 48 El acuerdo político para lograr la reforma supusó que Batlle y voto indirecto —uno por cada departamento— cuyo Ordóñez fuera excluido de participar como candidato presi- dencial o integrante del Consejo Nacional de Administración, mandato era de seis años, renovables por tercios lo que fue aceptado por este (Zum Felde, 1967, p. 246). cada dos años. La cámaras, reunidas en asamblea, 49 La segunda —entre 1952 y 1967— no se aborda en este resolvían los conflictos de jurisdicción entre el Con- trabajo. sejo Nacional de Administración y el presidente, así 50 Las reformas y su implementación recogen los planteos de la como en el Consejo Nacional de Administración se Federación Rural, las consecuencias del Alto de Viera, etc. Lo expresan Barrán y Nahum: si cuando gobernaba el primer establece la representación proporcional. Por último, batllismo el Estado fue alguna vez popular, parece claro que se completaba con el Poder Judicial, encabezado en esta etapa ya no lo era (Caetano y Rilla, 2016, p. 171). 51 En su defensa, asegura Baltasar Brum, el colegiado “aumenta el principio de libertad a expensas del principio de autoridad” 44 Regla explicitada en el artículo 100 de la constitución que, (Piñero Fraga, 2015, p. 7). Expresa el herrerismo: “El balance como afirma Lanzaro (2018), ha tenido una extensa vigencia, del sistema implementado en 1917 constituye un avance aun cuando ha experimentado algunos cambios y ciertos sobre lo anterior. Atemperó las pasiones, institucionalizó el límites en las reformas de 1934 y 1967. acceso del Partido Nacional al Poder Administrador, preparó un clima de desarme para votar leyes importantes (…). El 45 Aplicándose en 1932 para reformar el sistema de elección de régimen acusaba incoherencia pero también demostraba un senadores. ejercicio pacífico de la representatividad. La integración del 46 Denominación que utilizan, entre otros, Gros Espiell (1964, p. poder administrador cada dos años, por el sistema de renovar 160) y Chasquetti (2016). También se habló de “bipartición”, el tercio de sus miembros, presentaba la ventaja de mantener de “pluralismo ejecutivo” o de “presidencialismo atenuado” dos tercios con experiencia de lo actuado” (Haedo, 1969, (Bruschera, 1966, p. 28). p. 144).

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completamente a importantes sectores partidarios52 hasta la muerte de Batlle y Ordóñez en 1929, un y su implementación mostró complicaciones. perfil no personalista56.

La lógica de trabajo del Consejo, encargado de la Fin de la experiencia función administrativa —con opositores que de- batían más que gestionaban— complicó la relación El fallecimiento de Batlle y Ordóñez coincidirá con entre este y la Presidencia53, así como dificultó el la Depresión de 1929. El edificio liberal global se despacho de los ministerios bajo la órbita de una conmueve. América Latina entra en una fase compleja y otra cabeza, con lo que, de acuerdo con Ratto de inestabilidad económica y política57. Trabucco (2005), la dinámica del cuerpo, aun sin paralizarla por completo, entorpecía la gestión El “multipartidismo interelectoral”58 hará posible la ejecutiva. No se logró integrar a la oposición en elección de Terra —al lograr este la adhesión del la gestión gubernamental sin que sus iniciativas se batllismo—, pero, tras asumir, ante el “inquietismo”59 incluyan en la agenda política o tengan presencia de este sector se fundará una crisis institucional en la conformación de los gabinetes, o se acuerden severa entre el presidente y el Consejo —en par- “políticas de Estado” compartidas por la generalidad ticular los integrantes colorados de la mayoría60— y de la dirigencia.

Las relaciones entre el Ejecutivo y la Asamblea Gen- 56 Al mencionado Brum le siguieron los colorados José Serrato eral —cuyo cronograma electoral no coincidía con (1923-1927), y Juan Campisteguy (1927-1931); tras la muerte del viejo líder colorado reinó cierto desconcierto en el partido el previsto para aquél, en particular en la Cámara oficialista, de modo que resultó impulsado como candidato de Representantes— fueron complejas54. En síntesis, para las elecciones de 1931 , una figura con su puesta en práctica, tal como afirma Chasquetti perfil propio, reticente al batllismo, quien finalmente tras un golpe de Estado impulsará las reformas constitucionales que (2016), dejó en evidencia dificultades vinculadas con suprimirán al Consejo Nacional de Administración. la interferencia no solo entre partidos, sino también 57 Para la región, además de producir la caída de varias de- entre sus mismas fracciones. mocracias, se perdió la ilusión de que podía seguir de igual modo en un orden mundial en el que produjese solo materias primas (Espeche, 2016, p. 34). Las consecuencias para América Atento a que el equilibrio institucional entre las Latina son “devastadoras” (Halperín Donghi, 2011, p. 371); partes del Ejecutivo imponía que el presidente fuera sus economías se desacoplan del sistema global y regresar una persona “de carácter enteramente tranquilo será una empresa que “no estaba a la vuelta de la esquina” (Halperín Donghi, 2011, p. 371). Las diversas estrategias […] sin mayor capital político propio” (Zum Felde, de abordaje mostraron empero un denominador común: 1967, p. 246), los batllistas impulsan candidatos a recrudecimiento de tensiones y reforzamiento de tendencias la Presidencia menos ambiciosos a fin de facilitar la autoritarias (Ansaldi y Giordano 2012, p. 15). Entre 1930 y 55 1933 caen numerosos gobiernos. El liberalismo se retrae, se cooperación ; de esta manera, quienes ejercieron ha quedado sin sustento financiero, su receta no encuentra la primera magistratura en el periodo ostentaron, anclaje en la crisis: el centro del mundo tanto financiero como productivo procura alternativas para reconvertirse, el comercio internacional cae drásticamente por varios años y se producirá un nuevo deterioro de los términos del intercambio para los países de la región, de la que recién podrán salir hacia la mitad de la década. 52 En 1922, el batllismo insistirá en la supresión del cargo de 58 En el Partido Colorado existían diversos líderes y sectores: el presidente mediante una iniciativa de reforma constitucional batllismo y tres ramas antibatllistas: Mannini Ríos o riverismo, (Gros Espiell, 1964, p. 161). Feliciano Viera, vierismo o radicalismo colorado, y Julio María 53 En efecto: “Dividiendo el Poder Ejecutivo en dos ramas, la Sosa, sosismo o tradicionalismo. En el Blanco o Nacional, el nueva constitución implicaba la posibilidad lógica de un mayoritario herrerismo, Arturo Lussich o conservadurismo conflicto entre ambas, con todas sus graves consecuencias más elitista, Lorenzo Carnelli o radicalismo blanco, y Carlos políticas”, por quedar el presidente “despojado de toda acción Quijano o la agrupación nacionalista Demócrata Social (Ansaldi de gobierno” (Zum Felde, 1967, p. 246). Esto, finalmente, y Giordano, 2012, p.155). Todos estos sectores, vertebrados ocurrirá en el gobierno de Terra. en los dos grandes partidos, concentran alrededor del 90% 54 Hubo catorce elecciones generales en once años de funcio- de los votos. namiento de este esquema, lo que, si bien afianzó la cultura 59 Creación de nuevas administraciones —una de ellas la po- política ciudadana, no facilitó una dinámica estable y ágil derosa Ancap, refinería de petróleo que arrebata mercado hacia el interior de los poderes del Estado, ni interórganos. a Standard Oil y Shell—, estatizaciones, rescate de tierras 55 No era el caso del Partido Nacional, que impulsa la candi- fiscales, etc. (Alpini, 2015, p. 11). datura de Luis Alberto de Herrera en las elecciones de 1922 60 La crisis económica, sumada al descontento popular por el rol y 1926, en las que obtuvo, respectivamente, el 47% y el 48% del Consejo en su abordaje, el perfil enérgico del presidente del electorado. Había alcanzado la presidencia del Consejo —el primero con estas características desde 1919— quien Nacional de Administración en 1925 (Haedo, 1969, p. 90). llegará a afirmar, categórico, frente a la coparticipación y el

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en nuevas componendas61 determinará las circun- particularidades67 y, al cambiar la integración del stancias previas62 al golpe de 1933, respaldado por Senado en la Asamblea General68, se incorpora la el conservadurismo colorado no batllista y el líder figura del vicepresidente (hasta entonces el sustituto blanco Luis Alberto de Herrera63. Se disolvieron el del presidente era el titular del Senado). Asimismo, Consejo de Administración y la Asamblea General. se modifica la legislación electoral (aprobación de Si bien hubo persecuciones y silenciamiento de la “ley de lemas”)69. opositores64, no se trató de una dictadura feroz65, sino más bien una vuelta de tuerca por la que se reafirmó la inserción de ciertas elites oligárquicas 67 Por decreto ley se establece la reforma. Se elimina el Con- en la conducción de los asuntos públicos y la cual sejo y el Poder Ejecutivo será “dúplex”: si bien el cargo era unipersonal, se establecía también un Consejo de Ministros tendió a morigerar la presencia de la clase media integrado por el presidente y su gabinete, con competencias urbana y el impulso reformista que caracterizó la reservadas y en el cual aquél sólo disponía de un voto, con experiencia batllista66 que, según Ansaldi y Giorda- posibilidad de desempatar. Se modifica también el Poder Legislativo, estableciéndose una Asamblea de Representantes no (2012, p. 157), al sostener aquellas en el poder de noventa y nueve miembros y el Senado “medio y medio” a un hombre de los partidos, de contacto con los (quince para la mayoría y quince para la primera minoría); al empresarios nacionales e inversionistas extranjeros, contar la Asamblea General, en determinadas circunstancias, el voto de censura podía hacer caer un ministro. Se ha dicho también mostraba aptitud para conducirse en clave que este sistema “instauró o pretendió instaurar un régimen popular. parlamentario” (Gros Espiell, 1964, p.162), aunque la realidad explica las enormes concesiones otorgadas al herrerismo blanco para acompañar la reforma (senadores, ministros en Las propuestas políticas de Terra apuntaron a la el gabinete, posibilidad real de incidir en la agenda política, organización del poder. La Constitución será nueva- etc.). mente reformada en 1934, de modo que regresa al 68 Además de los cupos en los Ministerios ministerios y las “ad- modelo presidencial unicéfalo, aunque con algunas ministraciones”, y el senado repartido a la mitad, se ajusta la legislación electoral: “la La llamada ley de lemas impone alianzas forzosas entre las distintas fracciones de los partidos tradicionales, que benefician a la más numerosa” (Halperín Donghi, 2011, p. 401). Destacamos que en la oportunidad Ejecutivo bicéfalo: “Demasiadas administraciones pero algunos conservadores colorados presentaron proyectos ningún gobierno”. de organización compatibles con ideas corporativistas, 61 Serán, después del Pacto de 1931, los batllistas y blancos rechazadas por las Comisionescomisiones, y abiertamente antiherreristas o independientes versus la alianza riverista- criticadas en los medios de difusión vinculados a los partidos herrerista. (batllismo neto, herrerismo, nacionalismo independiente, etc.) 62 Hubo renovación parcial de Consejeros y senadores, pero la (Alpini, 2014, p. 77). Se previó un Consejo de la Economía elección no despeja la crisis. En febrero se fractura el batllismo Nacional (que seguirá en la Constitución de 1942), que lo entre “netos” y “terristas” y se produce el acercamiento de cual se entiende como corporativismo subordinado (Real, estos con los “riveristas” y fuera del Partido Colorado, con 1947, p. 106). Si bien muchos convencionales respetaban los el herrerismo. logros de la Italia fascista, “la adopción del corporativismo 63 Los grupos económicos estuvieron liderados por el sector les resultaba una innovación radical, revolucionaria, lo cual ganadero. En el partido colorado, todos los sectores antirre- implicaba trastocar la institucionalidad tradicional del país. formistas apoyaron el golpe; en el nacionalismo blanco lo Pero, fundamentalmente, los convencionales defendieron su hizo el sector de Herrera. El nacionalismo independiente, de papel de políticos profesionales y rechazaron las injerencias heterogénea extracción ideológica, no acompañó el quiebre gremiales en el Estado, lo que les quitaría protagonismo a los (Alpini, 2015, p. 11-12). La situación determinó “la división políticos y a los partidos” (Alpini, 2014, p. 77). en los partidos tradicionales. Blancos y colorados estaban 69 Se plantean una sucesión de modificaciones. En 1934, se a favor o en contra de la nueva situación, sin que una línea establece la concesión del lema de cada partido a la mayoría nítida separara los colores de las dos divisas, como antaño. de sus componentes. Esto impedía escisiones probables con No existía ahora un Partido en el poder, y otro en el llano. reclamo del nombre (Partido Colorado Batllista en el terrismo Existían sectores gobernantes y sectores desplazados. Y tanto y Partido Nacional en el herrerismo a manos del nacionalismo unos como otros eran bicolores” (Jacob, 1983, p. 61-62). independiente). En 1935 se reconoce la personería jurídica 64 Especialmente la figuras caracterizadas del batllismo como de los partidos propietarios del lema, con la posibilidad de los luego presidentes Amézaga y Batlle Berres o los hermanos disponer de bienes. En 1939 se establece la acumulación por Batlle Pacheco —hijos de Batlle y Ordóñez—; también a el lema partidario de los votos de los sublemas. En suma, “la dirigentes socialistas y blancos no herreristas. verticalidad impuesta por el lema emotivo cromático tendía a evitar los acuerdos horizontales entre fracciones de los dos 65 En efecto: “Tal como lo había previsto la maquinaria golpista, grandes partidos entre sí y con otros partidos” (Jacob, 1983, Terra no tuvo muchas dificultades para consolidarse en lo p. 61-62). Consideramos que la legislación sobre lemas tiene inmediato, ahogando con celeridad la primera resistencia y a disciplinar u ordenar electoralmente (los dueños de las contando con un eficaz aparato propagandístico para legitimar “partes gordas” de los partidos tradicionales las “formalizan” su imagen pública” (Caetano y Rilla, 2016, p. 217). en el perdido persona jurídica-lema y establecen marcos para 66 Se ha dicho que “Como en 1916 con Feliciano Viera, las clases abortar la formación de frentes “transversales” a las fuerzas altas y la derecha política demostraban que sabían elegir muy políticas tradicionales (Haedo, 1969, p. 90), en un contexto bien a sus conductores a la hora de las encrucijadas” (Caetano sociohistórico muy particular —con profundo cuestionamiento y Rilla, 2016, p. 216). a las ideologías liberales— como lo es el de la década de 1930),

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CONCLUSIONES Tras resolver el último conflicto político armado en 1904, Batlle procuró dar un rumbo propio al Uruguay El reformismo liberal de Batlle y Ordóñez, un hombre y le imprimió identidad71. Lo consigue. Muchas son ubicado entre dos siglos que se forma y se empapa las causas: la inteligencia e información del personaje de la experiencia uruguaya del siglo XIX —en el que —su comprensión de la coyuntura local, continental vive poco más de la mitad de su vida y se forma—, y global—, su acumulación popular a partir de las retoma, de algún modo, la agenda política de varios páginas de El Día (de amplia llegada a sectores so- Estados americanos en la turbulenta fase de su na- ciales medios, que ampliaban rápidamente su base cimiento, al caer los gobiernos coloniales españoles de escolarizados), la escala del país (poco más de en el inicio del siglo xix (inspirados entonces en el un millón de habitantes según el censo de 1908 que Directorio Francés de la Constitución de 179570). Se no alcanzan a duplicarse en 1930), el mayoritario encuentra en el batllismo, como en el episodio galo, consenso entre sus diversas expresiones políticas por una búsqueda de alternativas generales, también de mantenerse bajo una democracia constitucional y concretos mecanismos y equilibrios, que puedan el equilibrio económico financiero que, si bien era oficiar de plataforma para consolidar el Estado y la delicado y se encontraba particularmente afectado nación, impulsando un programa y reglas de juego tras algunos episodios, permite avances importantes políticas suficientes, nítidas, que se eleven por los (sociales e institucionales) a un Estado muy activo; liderazgos personalistas transitorios. asimismo, un sistema político que admitió la coex- istencia tolerante o no rupturista —aunque hubo Suma Batlle la experiencia histórica, en un siglo tensiones a lo largo de las dos primeras décadas—, en particular especial para el Uruguay: de último con lo que logró progreso mediante el consenso en refugio español, pasando por el intento confederal un bipartidismo formal de corte “aparente”. de Artigas, la crisis con Buenos Aires, la conquista brasileña, los enfrentamientos argentino-brasileños En relación con la fórmula ejecutiva prohijada por la hasta la creación del Estado Oriental del Uruguay, Constitución de 1918, es cierto que se trató de un arbitrado por el Imperio británico en 1830, y el experimento inédito que combina diversos elementos inestable andar posterior, influido por las relaciones en el marco de un compromiso. Se ha dicho que con sus limítrofes y determinado por sus vínculos el debate se centró en lo novedoso, obnubilando comerciales y políticos con el Reino Unido. la comprensión de conquistas definitivas “que no debían someterse a la prueba de la experiencia, porque eran simplemente la transmutación en for- de modo que deja el campo de los acuerdos interpartidarios ma jurídica de una realidad preexistente al texto” horizontales para otras instancias; sin embargo, no está di- señada para evitarlos, por el contrario, a fin de garantizar, si (Bruschera, 1966, p. 29). Lo cual, según Caetano no el monopolio en la conducción de las negociaciones, al (2010) y Echeverría (2017), consolidó el Estado, eje menos la preeminencia de ciertas fracciones. de la integración social y de la afirmación nacional. 70 Aunque la Constitución gala de 1793 también presentaba un consejo ejecutivo colegiado. Es notable la influencia del constitucionalismo liberal y las publicaciones de algunos de Las iniciativas reformistas del batllismo aportan la sus mentores en los primeros patriotas y experiencias de significativa transformación del partido político y gobiernos criollos, a la que no escapan figuras de Buenos la consolidación de su centralidad. La estructura Aires. No obstante, entre la visión de Batlle y la de los pri- meros gobiernos patrios mediaba una diferencia sustancial: partidaria pasa a ser lo permanente y el dirigente en estos casos se trata de figuras de algún predominio por representa lo transitorio. Así las cosas, para Brus- su grado de ilustración, capacidad económica o poder de chera (1966) es importante reconocer el aporte del fuego, influidas por el ideario liberal (antimonárquico, consti- tucionalista, etc.), pero sin el respaldo de una ciudadanía aún Partido Nacional, el cual exigió y obtuvo garantías por organizar, espacios ideológicos determinables o clubes mínimamente estructurados, capaces de generar reglas de convivencia y competencia organizada. De allí la endeblez de esas primeras experiencias antipersonalistas colombiana, 71 Sus correligionarios lo mentan como “caudillo de formación venezolana, argentina o mexicana. Un siglo después, en la universitaria y espíritu democrático”, pacificando, gobernando experiencia uruguaya, Batlle es el referente principal de un y creando un gran partido (De Ferrari, 1962, p. 10-12). Desde “partido”, en un país ya por entonces determinado por el el herrerismo, se dirá: “En la plenitud de su vigencia, Batlle y peso demográfico, económico y político de su gran urbe- Ordóñez vio claro. Sintió que las cicatrices sangraban. Pensó puerto; y además, a pesar de los levantamientos, puede que era indispensable evolucionar hacia el sufragio. Preparó establecer reglas de pacificación primero y diálogo después su partido que seguía dividido y que apenas había podido con los principales líderes del “partido” opositor. Se verifica unir ante el peligro, para estabilizar electoralmente el título un temprano establecimiento de la “política profesional” en del gobierno, considerando que ello había de serle reclamado el país. por toda la opinión” (Haedo, 1961, p. 98).

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que facilitaron su incorporación al sistema de par- constitucional77— extendido hasta finales de 196778, tidos. Así, se alcanza en 1922 la elección directa el cual presenta diferencias con el formato original79 del presidente. Desde 1924, la Corte Electoral72 y que, por razones de brevedad, no se analiza en perfecciona la aplicación de los principios más sig- este trabajo. nificativos del sistema que refiere Lanzaro (2004): participación, control mutuo y corresponsabilidad No obstante, la breve y no siempre eficiente perfor- política. Además, lo imbrica eficientemente con el mance de la innovación inspirada en las instituciones Estado al sentar las reglas principales de la organi- zación, la competencia electoral y la convivencia, y discípulo de Batlle y Ordóñez, más carismático y menos así como al afirmar su rol como plataforma única conservador, enfrentado con otros referentes del batillismo, de acceso a los cargos públicos73 y natural vía para como, por ejemplo, los hijos del líder, Lorenzo y César), termina la práctica institucional y gubernamental74. Se su mandato en alto nivel de popularidad, pero “muy pronto se teje la intriga para obturar su regreso” (Trias, 1978, p. 29-38). arriba a estas fórmulas por consensos trabajados, Era la hora de un nuevo pacto entre fracciones coloradas que por acuerdos entre partidos. Esto hace perdurables no respondían a Batlle Berres y Luis Alberto de Herrera, y el ciertos valores, independientemente de vaivenes regreso de un Poder Ejecutivo Colegiado para la República Oriental del Uruguay, reforma constitucional mediante. Se institucionales o modificaciones constitucionales dice que Trueba se siente motivado a prohijar este regreso experimentadas en décadas siguientes. Los “mitos” por considerarlo caro al ideario de Batlle y Ordóñez (Gros reseñados párrafos arriba nacen, precisamente, de Espiel, 1964, p. 163). El principal afectado por este cambio, , acepta los cambios e incluso integrará un esta singular contribución y sus inmediatas conse- Consejo (periodo 1954-49), aunque denunciará este arreglo cuencias. Por tanto, se afirma que esta Constitución como el inicio del notable declive uruguayo para el periodo, es “pieza fundamental” (Lanzaro, 2018) del estilo que se profundiza en la década siguiente, en un documento 75 titulado “Para la historia”, que este investigador halló entre democrático uruguayo . los papeles del exmandatario que se conservan en el Archivo General de la Nación de la República Oriental del Uruguay Es importante recordar con Chasquetti (2016) que (el documento no posee fecha pero se interpreta que fue redactado hacia 1958, posiblemente para su publicación en este ensayo constitucional inauguró un periodo en el diario “Acción”, de propiedad de Batlle Berres). el que los partidos debatieron, por décadas, diversos 77 A mediados de julio de 1951 comenzaron las negociaciones modelos de organización para su Poder Ejecutivo; para redactar las bases de la reforma constitucional que ingresa además, apuntala esta experiencia a un segundo a la Asamblea Legislativa en agosto. El 16 de diciembre se votó un plebiscito que la ratifica. ensayo en la década de 195076—tras una reforma 78 Entre 1966 y 1967 se impulsa una reforma de la constitución que termina con el Ejecutivo colegiado. Un expresidente del Consejo Nacional de Gobierno como Haedo dirá (1969) 72 Integrada por nueve miembros elegidos por una mayoría que, por breve, esta segunda experiencia de gobierno plu- especial de dos tercios de la Asamblea General (requiere ripersonal no ha tenido tiempo suficiente de vigencia como acuerdo político entre los partidos mayoritarios) (Chasquetti para ser evaluada. En las elecciones de 1966 el electorado y Buquet, 2004, p. 245). optó entre cuatro alternativas de reforma constitucional, 73 Así da forma a las vinculaciones permanentes: una, entre alcanzando la mayoritariamente elegida el 47% de los votos. el Estado (ciertamente, un Estado de partidos, también él Se amplió el mandato presidencial y legislativo a cinco años. coparticipativo); otra, entre el Estado y la administración del Sin otros cambios importantes en la Asamblea General y el interés comunitario y nacional. Poder Judicial, la mayoría de las modificaciones se enfocaron en el diseño de Poder Ejecutivo, que volvió a recaer en un 74 Diversos autores explican que la política batllista del periodo presidente, elegido directamente por el pueblo, actuando 1903-1933 generó un intervencionismo estatal amplio pero con un Consejo de Ministros. Entre las funciones del jefe coherente y prudente que, en tiempos de gestión del Consejo de Estado se incluyen las de crear partidas presupuestarias, Nacional de Administración, permitió implementar ciertos amplias potestades en materia de cargos, veto total o parcial mecanismos de protección frente la crisis, característicos de legislación sancionada por la Asamblea General, etc. de una expresión ideológica definida que, por una parte, procuró equilibrar la balanza de pagos y, por otra, mantener 79 El Poder Ejecutivo sería ejercido tras la reforma de 1952 por una política de redistribución del ingreso sin perjudicar los un “Consejo Nacional de Gobierno” de nueve miembros intereses agropecuarios. (seis y tres por mayoría y primera minoría), coparticipación política que responde a una “realidad histórica y política” 75 El especialista en Batlle y Ordóñez, Milton Vanger, afirma (Gros Espiel, 1964, p.164). La principal diferencia con el an- que a su arribo a Uruguay en la década de 1950, lo que terior Colegiado es que el de 1952 reúne funciones políticas más lo impresionó fue “que era un país muy libre; todo el y administrativas. El mandato de sus integrantes es de cuatro mundo podía decir lo que quisiese, no había ninguna de las años por periodo. Los cuatro primeros miembros de la mayoría restricciones que padecíamos en Estados Unidos por esos ejercerán la titularidad de modo rotativo (anual). Nombra tiempos, dominados por el macartismo” (Yaffé, 2009). a los ministros. Se expide por resoluciones y decretos que 76 Tras el regreso del batllismo al oficialismo colorado y el triunfo deben estar firmados por consejeros y ministros del ramo. En de variantes pertenecientes a este partido en 1942 y 1946, cuanto a la relación con el Poder Legislativo —que mantiene el Partido Colorado volverá a ganar las elecciones en 1950, su tradicional bicameralidad— este posee moción de censura imponiéndose el lema que impulsaba a Andrés Martínez Trueba sobre los ministros. Se mantiene además la posibilidad del y Alfeo Brum.. El presidente saliente, Luis Batlle Berres (sobrino juicio político para consejeros y ministros.

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helvéticas80, resistida en su epílogo por la ciudadanía y creadora de conflictos institucionales, demuestra, tal como lo señala un pormenorizado estudio com- parado entre las experiencias suiza y uruguaya que:

[…] contrariamente a los argumentos comunes presentados en la literatura, incluso en el “caso más probable”, las instituciones no pueden sim- plemente copiarse81. Los efectos institucionales dependen del contexto y debemos prestar aten- ción a esta interacción. (Altman, 2011, p. 483)

80 Que generó la entusiasta y autorreferencial imagen de “la Suiza de América”. También “la Atenas del Plata”, etc. Acotamos que la segunda experiencia colegiada oriental (1952-1967) no incluyó al presidente en el Ejecutivo, sino que se trató de un Consejo de Gobierno de nueve miembros. 81 En realidad, no se trató de una réplica; existen múltiples diferencias. El Estado suizo es federal y su Consejo, que no es elegido por el pueblo sino por el Parlamento, lleva adelante todas las funciones ejecutivas, sin compartirlas con un presi- dente. Tampoco la segunda versión del colegiado uruguayo, que reúne las funciones de gobierno y administración, puede considerarse sucedáneo del helvético.

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