I Historia De La Presidencia Del Consejo De Ministr Os
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TOMO I 1820-1956 DEL CONSEJO DE MINISTROS HISTORIA DE LA PRESIDENCIA HISTORIA HISTORIA DE LA PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS DEMOCRACIA Y BUEN GOBIERNO TOMO I (1820-1956) JOSÉ FRANCISCO GÁLVEZ MONTERO ENRIQUE SILVESTRE GARCÍA VEGA Lima, 2016 Historia de la Presidencia del Consejo de Ministros Democracia y Buen Gobierno Enrique Silvestre García Vega José Francisco Gálvez Montero ISBN: 978-87-93429-87-1 (versión e-book) Digitalizado y Distribuido por Saxo.com Perú S.A.C. www.saxo.com/es yopublico.saxo.com Telf: 51-1-221-9998 Dirección: Av. 2 de Mayo 534 Of. 304, Miraflores Lima-Perú Portada: Retratos de los ministros José María Raygada, Manuel Ortiz de Zevallos, Antonio Arenas y Alfredo Solf y Muro. Alegoria. Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2016-07290 Editado por: Empresa Peruana de Servicios Editoriales S.A. Supervisión de diseño y diagramación: Daniel Chang Llerena Diseño de portada: Claudia del Pilar García Montoya Corrección de estilo: Jorge Coaguila Impreso en los talleres de la Empresa Peruana de Servicios Editoriales S.A. 2016 Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra. Ningún texto o imagen de esta edición puede, sin autorización de los autores, ser reproducido, copiado o transferido por cualquier medio impreso o electrónico, ya que se encuentra protegido por el Decreto Ley 822, Ley de los Derechos de Autor de la legislación peruana, así como normas internacionales vigentes. CONTENIDO TOMO I (1820-1956) Introducción 7 Metodología 9 CAPÍTULO I EL MINISTRO DE ESTADO ENTRE LA CONVICCIÓN Y EL SERVICIO A LA NACIÓN Antecedentes 16 El Protectorado y los ministros de Estado 16 La figura del ministro en la tradición política occidental 24 La Sociedad Patriótica de Lima y los debates sobre la forma de gobierno 24 La postura monárquica 25 La postura republicana 26 El primer Congreso Constituyente y el Poder Ejecutivo 27 Bolívar y el ministro general 28 Los ministros en la Constitución de 1826 31 La Constitución de 1828 y el caudillo militar 37 La responsabilidad política del ministro 38 CAPÍTULO II EL CONSEJO DE MINISTROS EN EL PODER EJECUTIVO El caudillo militar y la anarquía política 48 El Consejo de Ministros en la Confederación Perú-Boliviana 48 El liderazgo del Congreso en el pensamiento liberal 61 Las génesis del Consejo de Ministros en el Perú 72 El primer Consejo de Ministros 80 Segunda y tercera ley reglamentaria del Consejo de Ministros 1862-1863 105 CAPÍTULO III. VIVIR EN DEMOCRACIA: LOS CONTROLES PARLAMENTARIOS SOBRE EL PODER EJECUTIVO La responsabilidad política bajo el impeachment 118 La sanción política: entre la interpelación y la censura 118 El Gabinete de los Talentos 128 El Gabinete Tiberiópolis: la primera renuncia del Gabinete en pleno 131 La desactivación del Consejo de Ministros 160 Los Consejos de Ministros durante la resistencia y en la reconstrucción nacional 164 El retorno de los civiles al poder 188 La imagen del Estado y un nuevo ministerio 190 La censura de los doce ministros 197 El primer gobierno de Leguía 213 El gobierno de José Pardo y Barreda 245 Las reformas del Estado: la Patria Nueva 262 El Poder Electoral como órgano autónomo 293 Aparición de los órganos autónomos económicos 293 El Gabinete por dos horas y el fin de la Patria Nueva 295 El fortalecimiento de la censura 329 Medidas extraordinarias y facultades delegadas: la Segunda Guerra Mundial 330 El caso del ministro Basombrío. El precio de un kilo de pallares 358 El Gabinete durante la dictadura de Odría 378 El proyecto de este libro de José Francisco Gálvez Montero y Enrique Silvestre García Vega se inició y debió concluir durante la gestión del expresidente del Consejo de Minis- tros Juan Jiménez Mayor en el año 2013, pero, como suele suceder en el Perú, la inestabili- dad política ocasionó la demora de su publicación, aunque permitió ampliar su contenido. Si bien su objetivo no es otro que el de divulgar algunos aspectos de nuestra historia a través de la Presidencia del Consejo de Ministros, acaso uno de los cargos públicos más inestables y que genera un gran desgaste político, también quiere expresar el reconoci- miento que se debe a aquellos peruanos que, por amor a la patria, asumieron este cargo, la mayoría de las veces en circunstancias difíciles, con el único propósito de mantener la democracia como forma de gobierno que permite a todos los ciudadanos vivir libremente, con plena vigencia de sus derechos fundamentales. Cerro Azul, marzo de 2016. Pedro Cateriano Bellido Presidente del Consejo de Ministros 5 DEMOCRACIA Y BUEN GOBIERNO INTRODUCCIÓN Del hecho nace el derecho, afirmaba un apotegma jurídico durante la Roma republicana y de ahí nacen las instituciones. Fue así, desde el inicio de la República, como apareció en el escenario nacional la figura del Ministerio de Estado y, treinta y seis años después, la Presidencia del Consejo de Ministros, por cuyo despacho han transitado ciento setenta y ocho per- sonajes, que en algunos casos han ocupado el cargo más de una vez. Por ello, se cuentan instalados desde el 14 de febrero de 1857 y hasta la actualidad doscientas veintidos administraciones. Los presidentes del Consejo de Ministros han provenido de diferentes profesiones y oficios: militares, marinos, abogados, diplomáticos, sacerdotes, ingenieros, médicos, maestros, empresarios mineros y hacendados. Convocados para este cargo de confianza por libre designación del presidente de la República, debido a la fama y experiencia con la que contaban dentro de la sociedad, y algunas veces a la confianza originada por parentesco, amistad, vinculación profesional y recomen- daciones, a la cual se sumaba la vena política como representantes del Estado. El Consejo de Ministros es una institución propia del sistema parlamentario y que se ha constituido en el brazo derecho del jefe del Poder Ejecutivo para la consecución de tareas circunscritas a la noción del Estado liberal decimonónico, la cual fue ampliándose paulatinamente con las reformas implementadas en su interior. Con el gobierno del general José de San Martín, conocido como el Protectorado en 1821, aparecieron las primeras carteras ministeriales, pese a que aún no se había definido la forma de gobierno en el Perú. En ellas se estableció el rol del ministro como persona de confianza del régimen, que desde entonces enfrentó una serie de retos en el ejercicio de su poder. Al inicio eran solo tres despachos ministeriales: Gobierno y Relaciones Exteriores, Guerra y Marina, y Hacienda hasta llegar a las actuales dieciocho carteras, más la propia Presidencia del Consejo de Ministros, según sea el caso. Desde entonces la vida política del país se ha hallado en un constante proceso de adecuación donde convivieron situa- ciones mediáticas con aquellas de índole institucional, formando parte en la actualidad de las labores cotidianas del Estado. Las luchas por establecer el orden y la paz generaron la necesidad de delegar el poder en un órgano colegiado: Consejo de Gobierno o de Estado. Con lo cual ya se iba ensayando la posibilidad de delegar o instituir permanentemente esta encar- gatura, según la gravedad de los hechos. Transcurrieron las décadas del siglo XIX y la ideología se disputaba entre monarquistas y republicanos, más adelante entre liberales y conservadores, en el afán de establecer la forma de gobierno más conveniente para el país. Luego de haberse definido el sistema republicano como forma de gobierno, era necesario otorgar su liderazgo al Poder Ejecutivo o al Legislativo, tema medular discutido entre liberales y conservadores, pues detrás de ello se buscaba debilitar el poder de los caudillos. Así, los legisladores de pensamiento liberal con los hermanos Pedro y José Gálvez Egúsquiza a la cabeza plantearon reformar el Estado incorporando al Poder Ejecutivo la figura del Consejo de Ministros en momentos en que regía todavía la influencia del primer militarismo en el Perú, para debilitar su poder mediante un artículo de la Cons- titución Política promulgada en 1856 y la ley del 4 de diciembre del mismo año, pues en ese entonces el presidente Ramón Castilla, cuyo poder había surgido de la revolución, era dictador. Limitación que también alcanzaba al uso del poder de los ministros, quienes, en tanto representantes del Estado lo ejercían de manera legítima, hegemónica y monopólica, en aras de la protección de los derechos y libertades de la perso- na, de manera tal que el arbitrio no se convirtiese en arbitrariedad. De ahí que el cargo no quedase exento de presunta responsabilidad política en el examen de su gestión, el cual no siempre se hizo con rigor sino primando la pasión en las discusiones congresales. La vida institucional grafica las circunstancias que pusieron a prueba la confianza o desconfianza de los gabinetes ministeriales en las relaciones entre el Legislativo y el Ejecutivo. Con el advenimiento del siglo XX, se pusieron en práctica un conjunto de reformas que ampliaron las tareas gubernati- vas, lo que se corrobora con la creación del Ministerio de Fomento, el 22 de enero de 1896. A ello se sumó, más adelante, la aparición de órganos autónomos que buscaron consolidar la democracia o fortalecer el Estado: la Junta Electoral Nacional ese mismo año y el Banco Central de Reserva en 1922. En el devenir, el Estado se fue reformando absorbiendo nuevos fines conforme se desarrollaba la sociedad. Así, no solo aumentó el número de Ministerios, sino que se fue modificando la organización interna de los mismos. A la usanza hispánica existía el cargo de oficial mayor, funcionario de alto rango y que en la actualidad podemos encontrar aún en el Congreso de la República. El cargo de oficial mayor fue sustituido en el Poder Ejecutivo por el de director superior, bajo la influencia francesa, y con él fue reemplazada la denominación del presidente del Consejo de Ministros por la de primer mi- nistro durante el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas.