Nosferatu. Revista de cine (Donostia Kultura)

Título: La marca de

Autor/es: Habich, Christiane

Citar como: Habich, C. (2002). La marca de Winnetou. Nosferatu. Revista de cine. (41):43- 52. Documento descargado de: http://hdl.handle.net/10251/41296

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Entidades colaboradoras:

Furia a¡Ja che

1 cine del Oeste no era un género desconocido en Al emania ya a princi­ pios de sig lo. Los pri­ meros westerns americanos, como The G reat Train Robbery (Ed­ win S. Porter, 1903) o Battle at E lderbus h G ulch (Dav id. W . Griffith, 1914 ), habían alcanzado un importante éxito en los cines alemanes. Las aventuras del Oeste ejercían una gran fascinación so­ f..(¡rf ()Id .1/ ur iclud eak sorlutako /mm'ln'knlt:o. bre los j óvenes, que leían ávida­ S/wtter/iwul utriuk elo JI innetuu fl/(1/oak mente las novelas del escritor Karl osalutukoa. /1([/nlmt.fi/maml ¡>rol(lp:olll:'ita i:w1 :.1in 1 May, en las que encontraban to­ dos los elementos que atraían al 60ko lim 11 wlwdan. r/l'mriu ::. l!t'IIUIIIIÚiik d;w¡wn público cinematográ fi co: curiosi­ odiwrr::p.:urn'enok t'la gormnt ::.itsuak ep:/11 zi::./Jolt'/1 dad por países lejanos, espíritu Eum¡)(Jko \\'!'"> l!'l'lluri, t'la ekoi::.¡mwk -; pa~ lll' tt i ­ aventurero, fa scinación por el Sal­ vaj e Oeste. La industria cinemato­ " T"i lem i:.t'IIU emw1: ÚI:.aion/f()rri ourrea liar/u ::Jon. gráfi ca alemana pronto se aperci­ bió del gran potencial que atesora­ ban las novelas ele , y para 1920- 192 1 la productora Us­ tad Film anunció el rodaje de "las Christiane Habich grandes películas de Karl 1\lay",

NOS FERATU 41-42 ~~····· entre las que se encontraba el pro­ ran lugar en el Oeste. Aunque Winnetou, en cuya relación no in­ yecto de un westem, "Oid Shat­ desde el 31 de diciembre de 1962 terfiere ninguna mujer. terhand". Al final, tan sólo se ro­ las obras ele May estaban ya libres daron tres películ as de temática del pago de derechos de autor, la Aunque las películas basadas en oriental, que además tampoco ob­ productora adquirió los derechos obras de May no habían sido ré­ tuvieron un gran éxito. Así, este cinematográfi cos a la editorial, cords de taquilla, seguramente personaje no sería llevado a la cuyas publicaciones ya ni siquiera porque las historias orientales de pantalla hasta 1962, iniciando una eran obras originales de May, sino éste eran menos apreciadas que serie de películas sobre textos de reecl iciones generalmente poco las novelas del Oeste, el produc­ Karl May, y obtuvo un éxito sin fieles al autor. En realidad, lo que tor asumió un precedentes. había quedado libre del pago ele ri esgo financiero relativamente derechos eran los nombres de los alto. En una entrevista , comentó: Con la peneh·ación de la televisión personajes de las novelas de May, "Era un terreno totalmente nuevo a finales de los años 50, la indus­ hecho que posteriormente aprove­ para nosotros... Y, lógicamente, tria alemana del cine entró en una charía el productor Artur Brauner, nuestro acierto fue que no paro­ profunda crisis. Los cines sufi'ie­ que intentó así beneficiarse del diamos ni imitamos los westerns ron importantes caídas en sus ci­ gran éxito obtenid o por las pelícu­ americanos, porque Karl 1\t/ay se fras de espectadores, reduciéndo­ las basadas en las obras del escri­ sostenía por sí mismo y tenía sus se su número en un 9, 1 % de tor alemán. propios héroes y sus propias his­ 1959 a 1960. Sólo la UF A, la ma­ torias". yor productora alemana de la épo­ Karl May ( 1842-1912) es un fe­ ca, sufrió pérdidas de 5,4 millo­ nómeno puramente a lemán. Sus Para su primer westem, Wend­ nes de marcos. novelas de aventuras quedaron lanclt escogió la obra de May Der grabadas en la mente de toda una Schatz im Silbersee (El tesoro del El hombre que "salvó" la industri a generación de jóvenes, e incluso lago de la Plata), su novela más del cine alemán, por lo menos du­ en las de personajes como Albert conocida en aquella época. Para rante un par de años, fue Horst Einstein, Ernst Bloch o Hermann conseguir la financiación, el pro­ Wendlandt. Wendlandt tenía un Hesse. May, que procedía de una ductor n1vo que asegurarse prime­ instinto especial para hallar temas familia muy humilde y había pasa­ ramente el apoyo del distri buidor que se traducirían en éxitos de la do ocho años en la cárcel por pe­ cinematográfico Walfried Barthel, pantalla, y en 1959 inició, con La queños robos y estafas, escribía presidente de Constantin-Film. banda de la rana (Der Frosch novelas con las que surtía a un Con su aprobación -que suponía un mit der ¡\lfaske, ), una mercado mayoritario. Al mi smo adelanto de dos millones de marcos serie de películas sobre textos de tiempo escribía relatos de viajes, para la producción-, Wendlandt se que llevaron nue­ que era lo que realmente le intere­ embarcó en el proyecto. Finalmen­ vamente a los espectadores a los saba. De hecho, sus novelas desa­ te, la película El tesoro del lago cines. En aquel entonces, Wend­ rrolladas en Oriente o en los Balca­ de la Plata (Der Schatz i111 Silber­ landt trabajaba todavía como jefe nes tenían como protagonista a un see; Harald Reinl , 1962) fhe la pro­ de producción para la CCC-Film cronista de viajes, Kara Ben Nem­ ducción alemana más cara del ai'io, de Attur Brauner. Cuando, a prin­ si, que se las tenía que ver con pero también la más exitosa de la cipios de los años sesenta, la em­ traficantes ele mujeres y maleantes temporada. Gracias a sus más de presa Rialto Film, fundada por el de toda laya. En 1875, May publi­ tres millones ele espectadores, el danés Preben Philipsen, se trasla­ có sus primeras narraciones con el film recibió el premio "Pantalla Do­ dó de Dinamarca a Berlín, Horst Salvaje Oeste como escenari o. La rada" que otorgaba la industria ci­ Wendlandt se hizo cargo de la di­ novela Winnetou 1 ( 1893) está na­ nematográfica alemana. rección de la sucursal alemana, y rrada en primera persona por el jo­ consiguió grandes éxitos con las ven topógrafo alemán Karl, que Para filmar E l tesoro del lago de adaptaciones de las novelas de ll ega al Oeste, donde recibe el la Plata y las demás películ as so­ Wallace. nombre de "Oid Shatterhand" y se bre Karl May, Wencllanclt recurrió hace hermano de sangre del hijo a parte del consolidado equipo de La idea de hacer películas basadas del jefe Winnetou. Old Shatter­ las películas sobre Edgar Wall ace: en las novelas del Oeste de Karl hand y Winnetou son héroes no­ Harald G. Petersson como guio­ May se la dio a Wendlandt su hijo bles y altruistas cuyo objetivo es nista y Harald Reinl en las tareas Matthias, de once años. Acto se­ lograr la paz entre blancos e in­ ele dirección; Reinl era un profe­ guido, compró a la editorial Karl dios. En su ensayo sobre Karl sional con experiencia que se May de Bamberg (Alemania) los May, Amo Sclunidt señala el cla­ adaptaba sin ningún problema a derechos cinematográficos de to­ ro carácter homoerótico de la todos los géneros y cuyas pelícu• das las novelas de May que tuvie- amistad entre Olcl Shatterhancl y las solían gozar del favor del pú-

• ·@INOSFERATU 41-42 no me interesa, ni tampoco la crí• tica cinematográfica, con la que he tenido algunas experiencias bastante desagradables" (l ).

El guioni sta Harald G. Petersson utilizó el material de base de Karl May de forma libérrima. En aras de una mayor tensión, limitó drás­ ticamente la acción de la novela, además de suprimir y condensar un gran número de personajes, conservando únicamente aquellos más importantes y que más efecto ejercían sobre el público: O Id Shat­ lerhand, Winnetou, Sam Hawkens y los malvados que fueran dramá- 1ica mente necesari os. La fuerte ideali zación con que May reviste a sus personajes debió ser rebajada para dotarl os de una mayor credi­ bilidad. También Harald Reinl opi­ naba que era preciso corregir a Karl May: "En la adaptación es necesario hacer algo distinto. Porque en la novela, Old Slwller­ lwnd es tan sumamente noble que al final ya ni se le entiende. Hay cosas que se pueden introducir en 11//a novela pero que después, cuando se trata de encadenar imágenes, resultan sencillamente ridículas. No tenemos intención de rodar 11110 historia al pie de la letra; es suficiente con mantener blico. Doctor en derecho, inició fía era muy sencilla: "Yo hago pe­ lo básico. Y eso es lo que ocurre: su carrera cinematográfica con lículas para mis productores y los personajes se mantienen -esto un papel de profesor de esquí en para el público. El vanguardismo es importante-, y también la Tempestad en el Mont Blanc (Stiirme iiber dem Mont Blanc; Arnold Fanck, 1930). Desde co­ mi enzos de los años 40 hasta 1945 fue ayudante de dirección, y como tal ejerció en la película de Leni Riefenstah l T iefland, estre­ nada en 1954 pero rodada a prin­ cipios de los años 40. Su primera película propia, Ber gkristall, versión cinematográfica de una novela de Adalbert Stifters, data de 1949, y posteriormente cultivó un cine vinculado con un espíritu de reivindicación nacional. Reinl se atrevió incluso a abordar el gé­ nero bélico, en películas como Los diablos verdes de Monte Casino (Die griine Teufel von Monte Cassino, 1958). Su filoso- El tesoro del lago de la Platel

NOSFERATU 41-42··~·f;J····· aventura y el romanticismo. Tiene 11/lsichtbaren Krallen des Dr. Ma­ papel protagonista. Encarnando a que haber tensión, la gente debe buse, 1962). Horst Wendlandt ad­ Winnetou, el apuesto Brice no sólo engnnclwrse. Esto es mucho más virtió en el atractivo y atlético ac­ irradiaba nobleza y glmnour, sino importante que limitarse a repro­ tor el Old Shatterhand ideal. también un soterrado erotismo. El ducir fielmente la historia" (2). personaje del bromista Sam En un principio, para el papel de Hawkens, también fijo en las pelí• Los roles principales fueron inter­ Winnetou, Wendlandt había pen­ culas sobre M ay, fue encarnado pretados por el americano Lex sado en Heinz-Ingo Hilgers, que por el actor cómico RalfWolter. Barker y el francés Pierre Brice. interpretó dicho papel durante un Lex Barker se había hecho famo­ festival Karl May celebrado en El tesoro del lago de la Plata so en Estados Unidos a finales de Bad Segeberg (Alemania), así fue rodada en Yugoslavia, y supu­ los at1os 40 interpretando el per­ como en Horst Buchholz, Christo­ so la primera coproducción ger­ sonaje de Tarzán, pero no logró pher Lee y Gustavo Rojo. Pero mano-yugoslava. Los escenarios consagrarse como actor en Ho­ ninguno de los candidatos le aca­ de rodaje fueron los románticos llywood. baba de convencer. Cuando, du­ lagos de Plitwitzer y las montañas rante la inauguración del Festival que los rodean. Las escenas a ca­ Por este motivo, en 1958 volvió de Cine de Berlín, conoció a Pie­ ballo se rodaron en un antiguo ae­ desilusionado a Europa, donde rre Brice, Wendlandt finalmente ropuerto privado cerca de , participó en una serie de películ as estuvo seguro de haber encontra­ donde los vehículos donde esta­ históricas italianas y en La dolce do al actor apropiado. En aquella ban instaladas las cámaras podían vita (La dolce vitn; Federico Fe­ época, Brice era relativamente circular libremente sobre la pista lli ni, 1959). Artur Brauner, quien desconocido. Aunque había parti­ mientras que en la hierba cercana le conoció durante una fiesta en cipado en algunas películas fran­ los indios perseguían a los rostros Roma, lo "recuperó" para el cine cesas importantes (entre otras, El pálidos. Para las tomas en las zo­ alemán y le contrató para las pelí• día y la hora -Lejour etl'heure; nas rocosas se elaboró una com­ culas de Harald Reinl El diabólico René Clément, 1962- y Los pri­ plicada construcción: se fabricó Dr. 1\'labuse (/111 Stnhlnetz des mos -Les cousins; Claude Cha­ una enorme pista sobre la que se Dr. Mnbuse, 1961) y Las garras brol, 1959-) y en varios peplums, colocó un vehículo abierto en el invisibles del Dr. Mabuse (Die nunca antes había interpretado un que estaba montada la cámara;

El tesoro del lago de lu Plata

•••••.(~.II NOSFERATU 41-42 segunda parte, Furia a pa eh e LE~ BA· ~KER ( /Vinnetou !; Harald Reinl, 1963). WAL:.TER BARNES A la pregunta de qué podría haber­ ·-...~~~. .-VERSIN I le hecho renunciar a rea liza r una serie sobre las novelas de Karl May, contestó: "Si El tesoro del lago de la Plata hubiera sido sólo 1111 buen negocio". En realidad, la película se había convertido en una mina de oro, y Wendlandt, que era de natural generoso, volvió a in­ vertir otro millón de marcos ale­ manes. No escatimó dinero: para 130 armas y revólveres había 25.000 cattuchos sin balas; los in­ dios fu eron equipados con 60 lan­ zas, 180 tomahmvks y 100 arcos; en la li sta de atrezzo fi guraban ade­ más 20 canoas, 200 metros de vía féJTea y una locomotora auténtica, que fl.t e cedida por un museo; sólo para la decoración y las escenas a caballo ( 150 caballos) se gastaron 300.000 marcos alemanes. Se vol­ vió a rodar en Yugoslavia, adonde 30 vehículos desplazaron al equipo, compuesto por 120 trabajadores, desde la costa del Adriático hasta las apattadas zonas de rodaje.

En comparación con El tesoro del lago de la Plata, en Furia apache se aprovechó mejor el ro­ mánti co entorno montañoso y el COL.OR DIRECTOR: HARALD REINL idílico paisaje de los lagos. La pe­ lícul a es un muestrario de bellísi­ este attilugio era arrastrado desde sino que se estrenó en más de se­ mas imágenes, entre las que so­ un autobús, pasando por encuna senta países, y fue exJ1ibida, fuera bresalen aquéllas en que Winnetou de palos y piedras. de concurso, en el Festival de Cine cabalga en solitario por el paisaje. de Moscú. No obstante, en Ingla­ En este aspecto, Reinl consigui ó La música de Martin Bottcher terra sólo se distribuyó una versión llevar a cabo su pretensión: "En contribuyó al éx ito, y sus román­ resumida de 80 mi nutos (contra las películas sobre Karllvlay, que ticas melodías del Oeste se con­ los 11 1 del ori ginal), sobre la que se desarrollan principalmente al virti eron en un sím bolo de las pe­ en el Monthly Film Bulle/in se aire libre, me esfuerzo por recrear lículas de Winnetou. La melodía pudo leer: "Un fresco la belleza y 1111 determinado ro­ de Old Slwlferlwnd, de la película continental. en el que resulta estu­ manticismo. Observo el paisaje y El tesoro del lago de la Plata, pendo constatar que, por una vez, trato de incluirlo de manera que estu vo durante 17 semanas como nu es la caballería USA, sino 1111a la gente se sienta estimulada por número uno en las li stas musica­ tribu de indios, quien acude al res­ la amplitud y grandiosidad del les. Las bandas sonoras de las pe­ cate en el último momento. Las lo­ mismo, y es allí donde coloco la lículas de Winnetou fueron los calizaciones so11 de gran belleza, y acción, que en cierto modo resul­ primeros LPs de música de cine el film es muy agradable de ver, a ta tensa pero al mismo tiempo que salieron al mercado alemán, y pesar de que ha sido tan salvaje­ conserva su ingenuidad, como en de ellos se vendieron más de mente mutilado que la historia 1111 cuento" (4) . 500.000 copias. avanza a trompicones" (3). Al productor berlinés Artur El tesoro del lago de la Plata no En vista de su enorme éxito, Wend­ Brauner, propietario de CCC­ sólo recaudó dinero en Alemania, landt produjo inmediatamente una Fi lm, no le había pasado inadver-

NOSFERATU 41-42 Ell····· Furia OIJache

tido el éxito de estas películ as, y Itali a, Francia y Yugoslavia. La (en A lemania fue prohibida para quiso aprovecharse. Brauner es­ última batalla de los apaches menores de 16 ai"ios) y las pros­ taba bastante mal considerado en se rodó también en Yugoslavia. titutas del salón probablemente el sector, ya que a menudo inten­ En Popovopolje se construyó un no habrían s ido del gus to de taba copiar los éxitos ajenos, gran fuerte de 140 x 40 m, y se Karl May. Fa ltaba por completo como hizo con las películas so­ empl earon 140.000 marcos ale­ el aire seudo-romántico de las bre Edgar Wallace de Rialto Film. manes en la construcción de una producciones de Rialto. Una de Dado que Horst Wendlandt se carretera que pasaba por el vall e las razones podía estribar en que había asegurado todos los dere­ de Popovopolje para que los ca­ la banda sonora no fue encarga­ chos de las novelas de May que miones pudieran transportar el da a Martín Bottcher, sino al ita­ se desarrollaban en América, materi al para la obra. La ciudad, liano Riz Ortolani, cuya música, Brauner aprovechó para su pelí• Golden Hill, se construyó en Tre­ más redundante, no era pegadi­ cula sobre Wi nnetou algunas his­ binje, con calles cuya long itud al­ za, como s í lo eran las melodías tori as cortas de May y produjo canzaba los 180 m, mientras que de Bottcher, para entonces ya La ú ltima batalla de los apa­ el pueblo de los apaches se erigió conocidas por el público. No ches (0/d SIJatteriJand; Hugo en las pintorescas cataratas de obstante, también La última Fregonese, 1963). Los papeles Krka, en Skradin, que ya habían batalla de los apaches obtuvo principales fueron interpretados aparecido en F uria apache. El grandes beneficios y cubrió so­ igualmente por Lex Barker y Pie­ rodaje fue realmente difícil; cada bradamente la inversión ; ade­ rre Brice, y el director fu e el ar­ día, el equipo debía recorrer 140 más, después de F uria apache gentino Hugo Fregonese, que ya km para desplazarse desde la fue la película más taqui llera en había dirigido para Brauner Die costa hasta el lugar de rodaje. la temporada 1963-1964. Todesstrahlen des Dr. Mabusc (1964). El presupuesto de la pelí­ La película estaba pensada desde En 1965, por esta película se cul a fue fij ado en seis millones un principio para el mercado in­ produjo el primer conflicto entre de marcos, y pretendía superar a ternacional, debido a su alto pre­ el sector televisivo y el cinemato­ todos los westems alemanes an­ supuesto. Seguía nítidamente los gráfico, ya que La última bata­ teriores. Igual que Wendlandt, cánones de los westem s ameri­ lla de los apaches, en lugar de Brauner buscó coproductores en canos, era mucho más violenta reponerse en las pantallas cine-

·····~·~:· NOSF ER ATU 41-42 Lu curabinu de platu

la hi stori a de forma efectista las cuevas de Adelsberg, en Postojna. El entusiasmado público alemán empezó a viajar en masa a Yugos­ lavia para ver con sus propios ojos aquellas maravillas de la na­ turaleza.

En La carabina de plata hay que señalar la colaboración de Mario Girotti , que después sería conoci­ do como ; también, en un papel secundario, se podía ver a Gojko M itic, quien a partir de 1966 protagonizaría todos los westerns de la DEF A, productora de Alemania del Este.

También en 1964 se estrenó Los buitres (Un ter Geiern, Alfred Vo­ matográficas, como el resto de atracti vos paraj es en Yugoslavia. hrer). En esta producción, Wend­ las películas basadas en obras de Así, el director Reinl y su opera­ landt se encontró con que Lex May, fue vendida a la televisión. dor Ernst Ka linke introduj eron en Barker no tenía tiempo porque es- D ebido a las masivas protestas, la principal asociación de exhibí­ "' WARNER BROS. PRUfNtA dores cons iguió atrasar la emi­ sión televisiva hasta otoiio de 1970. LEX BARKER PIERRE BRICE L a com pete nc ia e n tre Artur Brauner y Horst Wendlandt llevó a que a mediados de los años 60 se sucediesen sin interrupción pe­ lículas sobre textos de Karl M ay. Mientras que Wendlandt se seguía manteniendo fiel a las hi storias westem de May, Brauner probó suerte con otras temáticas del au­ tor. Así, en 1964 p rodujo C um­ bres d e violen cia (Der Schatz der Azteken ), y en 1965 En el imperio del mal (Der Sc/1111) y Die P yramide des Sonnengot­ tes, dirigidas las tres por Robert Siodmak y con Lex Barker como protagonista. En aquell a época, Barker estaba tan ocupado que para el rodaje de Die Pyr amide des S onnengottes sólo di spuso de tres semanas. No obstante, el éxito comercial de estas películas fue notablemente inferior al obte­ nido por los westems basados en el mismo novelista.

Para La carabina de plata ( Win­ netou 11; Harald Reinl, 1964 ), Wendlandt descubrió nuevos y películ a comenzó el principio del fin de la serie. Wendlandt empezó a escati mar medios. La utilización de planos de acción de anteriores películas, como el incendio de New Venango de La carabina de plata, repercutieron negativamente en la calidad de la película.

Así, para Wendlandt el último éxi­ to comercial de la seri e fue La caral>ina de plata. Por otro lado, cuando se supo que se iba a hacer una película basada en aquella no­ vela estal laron grandes protestas en los supl ementos culhtrales y por parte de los fan s de Winne­ tou, ya que termina con la muerte de éste, lo cual pod ía suponer también el fin de la serie sobre los lex Barker westems de Karl May. Plerre Brice Ursula Glas "Gracias a Dios", contraataca la productora, "Karl May ha escrito Wllter Barnes otras historias de TVinnetou, y ha marcado 1111 camino que pueden seguir las nuevas películas de IVinnetou ... ". Porque las pe lículas de Winnetou constituyen una mina de oro, y sus protagonistas, Pierre Brice y Lex Barker, se si­ guen manteniendo en la cima de la DIREOTOR HARALD PHILIPP popularidad con un mínimo es­ f.A81' CO • CINEMABCOPE fuerzo. El director Harald Reinl no ex ige de ellos, salvo en contadas taba trabajando para las películas blico alemán no encajó bien el hu­ ocasiones, más que una expresión de Siodmak prod ucidas por Brau­ mor y la iron ía de Granger. El hé­ estereotipada de nobleza pura, y ner. Sin dar muchas explicaciones, roe call ado y noble de Lex Barker reprochar a los guiones poca así pues, en el guión se cambió el encajaba mejor con el mítico Win­ creati vidad y tri vialidad probable­ nombre de Old Shatterhand por el netou. Pero , que me nte tampoco sería demasiado de , y para interpre­ sustituyó a Harald Reinl como di­ justo. "Están redactados para que tarlo se contrató a Stewart Gran­ rector, compartía la visión distante pueda seguirlos sin esfuerzo hasta ger, qu ien, con 75.000 dólares de Stewmt Granger, lo cual supu­ 1111 nii'io de doce ai'ios" (6). americanos, percibió el sueldo más so que esta películ a careciera de caro jamás pagado en una película ese espíritu legendario propio de Dos meses después se presentó sobre May. En una entrevista, las anteriores producciones de otra película de WiJmetou, El justi­ Granger comentó sobre su papel: Wendlandt. Los nuevos guion istas, cieJ·o de Kansas (OId Surehand 1; "Pensaban que yo era 1111 actor del Eberhard Keindorff y Johanna Si­ Alfred Vohrer, 1965), en la que estilo Lex Barker, a veces dramá­ belius, igualmente fi·acasaron en su volvía a aparecer Stewart Gran­ tico, a veces heroico. Yo pensaba esfuerzo por lograr un hilo con­ ger junto a Pierre Brice, a las ór• que eso 110 era lo que el público ductor convincente. denes de Alfred Vohrer. Al princi­ quería. El público prefiere a 1111 pio se había pensado en hacer una personaje simpático que no se En primavera de 1965 v1o la luz trilogía con el personaje de Old tome a sí mismo demasiado en se­ E l asalto de los apaches (Der Surehand, ya que el argum ento de rio y que sea más 'del Oeste ' que Olprinz ), también con Stewart El justiciero de Kansas remitía Jol111 Wayne; eso resulta muy di­ Granger. La dirección corri ó a sólo al personaje de Old Sure­ vertido. ¡Un tipo que cuando dis­ cargo de Harald Philipp, un di rec­ hand, y Winnetou no aparecía para nunca falla!" (5). Pero el pú- tor más bien med iocre. Con esta hasta transcurridos 40 minutos de

•••••e•I NOSFE RATU 41-42 película. Sin embargo, para Ste­ Taylor, y Harald G. Petersson ai'ía• mán ha tenido que conformarse wart Granger fue su último papel dió ingredientes de May. La película hasta ahora con héroes extranje­ como O ld Surehand. Debido a no fu e distribuida por el habitual ros, sobre todo americanos. que ya había firmado un contrato distribuidor alemán Constantin sino Pero Old Shatterhand es 1111a para rodar una segunda parte, en por la americana Columbia-Bavaria. personificación de ideales ale­ su lugar se le encomendó el papel manes por antonomasia, y TVin­ de un inspector de Scotland Yard Pero este intento ele asalto del netou puede contar COl/ el agra­ en una producción policíaca basa­ mercado americano no funcionó: decimiento de los lectores ale­ da en Edgar Wall ace, E l templo la película fue un completo fraca­ manes durante decenas de años del hampa (The Trygon Factor; so, y después de eso Wendlandt porque supieron valorar la cali­ Cyril Frankel, 1965). dejó ele producir westems. dad made in Germany de los 'supera/emanes'. La ideal con- E l d ía m ás largo de Kansas Artur Brauner no quería creer del junción entre el representante, City (Winnetou und das Halbblut todo en el declive de Winnetou, y ligeramente melancólico, del Apanatschi; Harald Philipp) ll egó con E l valle d e los héroes inten­ pueblo de los pieles rojas en ex­ a los cines en 1966. La antigua tó salvar la serie. La película fue tinción y el noble sabio que no energía se había evaporado ya. rodada con un presupuesto relati­ se presenta como 1111 conquista­ "Del primigenio equipo de Wend­ vamente bajo, sin demasiado con­ dor sino como 1111 hombre com­ lrmdt para el primer western so­ vencimiento, y se tiraron tan po­ prensivo, halaga el espíritu de bre una obra de Karl J'vfay, en la cas copias que fue necesario casi los lectores alemanes. Incluso octava película de Winnetou ya 110 medio año para que fuera vista en aunque nos quedemos sólo con quedaba más que el compositor, toda Alemania. sus inquebrantables actos heroi­ Mar/in 861/cher; el nuevo equipo, cos, prescindiendo del modelo sobre todo el guionista Denger y el La reposición de la primera pelícu­ pedagógico creado de forma director Philipp, era 1111 mero re­ la de Winnetou a comienzos de los casi esotérica por Karl May, medo del original" (7). años 70 supuso un nuevo éxito. siempre permanecerá la sugesti­ Para la nueva andadura de Winne­ va imagen de la acción conjun­ El definitivo ocaso de la serie se tou se organizaron en las grandes ta. Esta fidelidad tiene algo de produj o con H ombres desespe­ ciudades estrenos espectacul ares, religioso, y el marco espectacu­ rados ( IVinnetou und sein Freund contando también con la presencia lar es el paisaje de la pradera y 0/d Firehand; A 1fr ed Vohrer, de Lex Barker y Pien·e Brice, y el de las montañas azules. La rela­ 1966), la última película de Win­ público acudió en masa. ción de los héroes con la natu­ netou de Wendlandt, y E l valle raleza y su comportamiento hu­ de los h é roes (Winnetou und En total, las películas sobre milde con las fuerzas naturales Slwtterlwnd im Tal der Talen; obras de Karl May fueron vistas es una razón más para que esta Harald Reinl, 1968), producida por más de 35 millones ele per­ serie de películas haya obtenido por Brauner. En Hombres deses­ sonas. E l crítico Günter Seuren tan buen resultado. Winnetou y perados, Wendlandt intentó bus­ explicaba el éxito de público del 0/d Slwtterhand son 1111 invento car nuevas vías, porque conside­ modo siguiente: "El público ale- alemán" (8). raba que las historias de May ya no eran lo suficientemente atracti- vas, procurando que la película se acercase más a los modelos de los westems americanos e itali a- nos. E l resultado fue un fi lm más duro y violento que sus anteceso- res, y Martín Bottcher fue sus! i- htido por Peter Thomas, el autor de la música de las películas so- bt:e Edgar Wallace y Jerry Cotton. Lex Barker, que no tenía tiempo, y Stcwart Granger, que era consi­ derado por Wendlandt como un "veneno para la taquilla", fueron sustituidos por el seco "Oid Fire- ( hand" Rocl Cameron. La historia fue escrita por dos autores ameri- l canos, David DeReske y C. B. El día más largo de Konsos City

NOSFERATU 41·42 m••• Hombres desesperados

El significativo éx ito de los wes­ von Manitol>a (Sheldon Reynolds, 3. ,\lo/1/h~v Film Bulletin, abril de 1966. · tems adaptados de Karl May pro­ 1965), pues en ella trabajaron j un­ bablemente no esté en relación di­ tos la pareja Barker/Brice, esta vez 4. Harald Reinl en una entrevista con Joachim von tvlengershausen, en como héroes del revólver que es­ recta con su calidad artí stica, Siiddel/lsche Zeitung, 21 /22-9-1968. porque en el mejor de los casos cenificaban espectacul ares duelos se trataba de producciones artesa­ delante de un público que pagaba 5. Sean, Robin: "\Vhat out \Vest in Yu­ nales meramente aceptables; su por verlos. El crítico Joe Hembus goslavia", en Film & Filmi11g, septiem­ importancia reside más bien en el reprochó a esta película un intento bre de 1965. hecho de que sentaron las bases imperti nente ele desmitificar los hé­ 6. llans Dieter Roos, en Siiddeutsche roes de la serie Winnetou. En el aiio del eurowestem. Las coproduc­ Zeitung, 18-10-1965. ciones europeas como Por un 200 1, Winnetou volvió a los cines puiiado de dólares no hubieran alemanes, pero esta vez como ho­ 7. Hembus. Joe: ll'estem-l.exikon. Mu­ ex istido nunca sin el enorme éxito mosexual: El tesoro de Manitú nich, 1976. de las películas de Winnetou. (Der Sc/11/h vo11 Ma11itou). Esta pa­ rodia ele Winnctou, dirigida por el S. Deutsche Zeitung. 17- 12-1963 . Además ele las películas de Winnc­ cómico televisivo Michael "Bully" to u, en los ai"ios 60 se rodnron Herbig, batió todos los récords de otras películas del Oeste en Alema­ taquilla y, con sus once millones de nia Occidental, que, comparativa­ espectadores, se ha conve11 ido en mente, fueron insign ifi cantes, tnn ­ una de las películas alemanas más to en ca li dad como en éx ito co­ taquilleras de la historia. mercial. Mientras los directores italianos optaban por adoptar seu­ dónimos ingleses, las productoras NOTAS alemanas contrataron directores americanos, como Mark Stevens, l. Tagesspiegel, 30-7-1976. Sheldon Reynolds o Sobey Ma11in. 2. "Schwierigkeiten beim May Verfil­ Es clignn de mención la pe lícula Un men" , en el pressbook de la película Fu­ lugar llamado Glory/Die Roll e l"ia apac he.

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